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entrevista < psicoanálisis infantil ENERO-FEBRERO 2014 < ESCUELA INFANTIL 09 Joseph, autor del libro “El reto de ser padres” de Ediciones B, en su despacho. Ser padres es un reto, pero un reto del que se puede aprender y rectificar día a día porque en esta carrera son muchos los obstáculos que sortear y las equivocaciones que asumir. Joseph Knobel Freud, psicoanalista y escritor “Si mentimos a un niño perderemos nuestra credibilidad y le desorientaremos” ana sevillano H ace unos días llegó a nuestras manos el libro “El reto de ser pa- dres” del psicoanalista Joseph Knobel Freud de Ediciones B. Dos cosas llamaron poderosamente mi atención. En primer lugar el título. Qué verdad tan infinita esto de que ser padres es un reto, el mayor reto en la vida de cualquier per- sona; y en segundo lugar, es inevitable fi- jarse en este apellido conocido mundial- mente. A pesar de que en su libro Joseph habla de que los psicoanalistas prefieren no hablar de su vida privada, la curiosidad nos puede. El abuelo materno de nues- tro protagonista era primo de Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, de ahí que nuestro entrevistado lleve este im- portante apellido. Sin embargo, no se considera más que cualquier otro psico- analista por este hecho. “Sigmund Freud es el padre de todos los psicoanalistas, así que no me siento más cercano a él que otros psicoanalistas por el hecho de ser pariente lejano suyo”. ¿Queréis cono- cer un poco más de nuestro entrevistado y las claves de su libro? No os perdáis esta entrevista. ¿Cómo describiría el trabajo de un psi- coanalista? Es una profesión en torno a la que se han formado muchos mitos, la mayoría de las ocasiones basadas en el cine y que quizá sea importante echar abajo. Se han for- mado demasiados mitos que han defor- mado nuestra profesión. Un psicoana- lista es un profesional que intenta llegar a los orígenes de los problemas por los que se le consulta. En este proceso de bus- car los orígenes de los problemas se ayuda al paciente a que pueda encontrar una posición diferente frente a los mismos. En otras palabras: el psicoanálisis sí cura problemas psicológicos diversos. Ser familiar de… ¿le ha perseguido en al- guna ocasión? No me ha perseguido. Es un verdadero orgullo, aunque también es una verda- dera responsabilidad y un doble esfuerzo: llevar bien el nombre de la familia pero lo- grar que se me conozca por mí mismo y mis propios actos y no por ser pariente de nadie. Esto muchas veces lo tengo que aplicar en mi propia consulta con niños y adolescentes. ¿Cuándo decidió especializarse en el trato con niños? Creo que desde siempre. El mundo de los niños y los adolescentes es fascinante. En la introducción de su libro habla de qué significa ser padres, pero, ¿en pocas palabras cómo definiría usted este con- cepto?, ¿en qué consiste ser padres? Es difícil decirlo en pocas palabras. Pri- mero en asumir que no hay padres per- fectos, que siempre cometeremos erro- res. Que es un verdadero reto porque los padres son los primeros educadores que tienen los niños; encontrar ese difícil equilibrio entre dar mucho cariño pero no sobreproteger; poner los límites ne- cesarios pero no transformarnos en due- ños de la verdad; tener mucha paciencia y, por supuesto, mucho amor. ¿Puede ser que los padres, a veces, sean demasiado inocentes? Quiero decir, cre- emos que no se enteran de lo que ocu- rre en casa y los pequeños realmente es- tán al tanto de todo, y ciertas cosas que pasan entre las paredes de nuestro ho- gar les hacen sufrir… Claro que sí….Los niños son verdaderos

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entrevista < psicoanálisis infantil

ENERO-FEBRERO 2014 < ESCUELA INFANTIL09

Joseph, autor del libro “El reto de ser padres” de Ediciones B, en su despacho.

Serpadresesunreto,perounreto

delquesepuedeaprendery

rectificardíaadíaporqueenesta

carrerasonmuchoslos

obstáculosquesortearylas

equivocacionesqueasumir.

Joseph Knobel Freud, psicoanalista y escritor

“Simentimosaunniñoperderemosnuestracredibilidadyledesorientaremos”

ana sevillano

Hace unos días llegó a nuestrasmanosel libro “El retodeserpa-dres” del psicoanalista Joseph

Knobel Freud de Ediciones B. Dos cosasllamaron poderosamente mi atención.En primer lugar el título. Qué verdad taninfinitaestodequeserpadresesun reto,elmayor reto en la vida de cualquier per-sona; yensegundo lugar, es inevitable fi-jarse eneste apellido conocidomundial-mente.A pesar de que en su libro Josephhabla deque los psicoanalistas prefierennohablardesuvidaprivada, lacuriosidadnos puede. El abuelo materno de nues-tro protagonista era primo de SigmundFreud, el padre del psicoanálisis, de ahíque nuestro entrevistado lleve este im-portante apellido. Sin embargo, no seconsideramás que cualquier otro psico-analista por este hecho. “Sigmund Freudes el padre de todos los psicoanalistas,así que no me siento más cercano a élque otros psicoanalistas por el hecho deser pariente lejano suyo”. ¿Queréis cono-cerunpocomásdenuestroentrevistadoy lasclavesdesu libro?Noosperdáisestaentrevista.

¿Cómo describiría el trabajo de un psi-coanalista?Esunaprofesión en tornoa la que sehanformadomuchosmitos, lamayoríade lasocasiones basadas en el cine y que quizásea importante echar abajo. Se han for-mado demasiadosmitos que han defor-mado nuestra profesión. Un psicoana-lista es un profesional que intenta llegara los orígenes de los problemas por los

quese leconsulta.Enesteprocesodebus-car losorígenesde losproblemasseayudaal paciente a que pueda encontrar unaposición diferente frente a los mismos.Enotras palabras: el psicoanálisis sí curaproblemas psicológicos diversos.Ser familiarde…¿lehaperseguidoenal-guna ocasión?No me ha perseguido. Es un verdaderoorgullo, aunque también es una verda-dera responsabilidadyundobleesfuerzo:llevarbienelnombrede la familiapero lo-grar que se me conozca por mí mismo ymispropiosactosynoporserparientedenadie. Esto muchas veces lo tengo queaplicarenmipropiaconsultaconniñosyadolescentes.¿Cuándo decidió especializarse en eltrato con niños?Creoquedesde siempre. Elmundode losniños y los adolescentes es fascinante.En la introducción de su libro habla de

quésignifica serpadres, pero, ¿enpocaspalabras cómodefiniríaustedeste con-cepto?, ¿en qué consiste ser padres?Es difícil decirlo en pocas palabras. Pri-mero en asumir que no hay padres per-fectos, que siempre cometeremos erro-res. Que es un verdadero reto porque lospadres son los primeros educadores quetienen los niños; encontrar ese difícilequilibrio entre dar mucho cariño perono sobreproteger; poner los límites ne-cesariosperono transformarnos endue-ños de la verdad; tenermucha pacienciay, por supuesto,mucho amor.¿Puedeserque lospadres, aveces, seandemasiado inocentes?Quierodecir, cre-emos que no se enteran de lo que ocu-rreencasay lospequeños realmentees-tánal tantode todo, y ciertas cosasquepasan entre las paredes de nuestro ho-gar les hacen sufrir…Claro que sí….Los niños son verdaderos

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radares, lo captan todo, son nuestros ra-dares-esponja, captan lo que hay en elambientey loabsorben. Estopuedecau-sar a muchos niños serias dificultades,así que la recomendación es mantenerun clima lo más armonioso posible encasa y en la familia.Usted menciona que crecer es un ca-mino complicado, algo en lo que esta-mos totalmente de acuerdo, pero se-gún el trato que tiene usted día a díacon los niños, ¿cuáles son los proble-masqueasiste conmásasiduidadensuconsulta?, ¿cuáles son los motivos porlos que sufren nuestros niños?Hay de todo, desde temores y fobias,hastaproblemáticasmásgraves:elacosoescolar, elacosopor losnuevosmediosdecomunicación, adicciones a estos me-dios, problemas de conducta, rabietas,enfados,el tristemente famosotrastornode atención cono sin hiperactividad...Hace un tiempo, asistimos a la presen-tación de un estudio que dice que el66% de los padres cree que no pasa elsuficiente tiempocon sushijos yqueel22% de los niños pasa más de ocho ho-ras, más de una jornada laboral, en lasescuelas infantiles. ¿Nosestamosequi-vocando?Mucho. Los niños pasan muy pocotiempo con los padres.Y esto no es nadabueno. Hay que poder estar más con loshijos. Luegoestáelproblemade lacalidaddel tiempo;siestáscontushijos:apaga latelevisión y desconecta tumóvil.Ahorahablaremosde losproblemasquenosdan losniñosa lahoradecomer,unmomento que supone un fuerte con-flicto en muchos hogares. Un vez más,la falta de tiempo, tal y como nos ex-plica en su libro, es una dificultad a lahora de conseguir que los niños disfru-ten con la comida. Pretendemos quedesayunen en tres minutos y que co-man rápidamente para volver a ir alcole ynoexperimentamos con saboresdiferentes…¿Quéconsejosnosdaría alrespecto?Aquí ya hay un error: No pretendamosdesayunar en tresminutos, ni comer rá-

pidamente. Estamos entrando en la di-námica de la sociedad de la inmediatez,queestámuycercadelcapricho “loquieroya”; tomensutiempoparadesayunar;hayque cambiar hábitos; un niño pequeñodeberíapoderdespertarseantesycomerfrutasycerealesyprobarsaboresdesdeeldesayuno; lomismocon lacomida...Hayquetomarsemástiempo.Sinovasatenertiempo, no se lo exijas al niño. No pode-mos esperar que coma bien si le agrega-mos la exigencia de la prisa.¿Qué les diría a aquellos padres quesientenque si ponen límites, suhijo lesquerrá menos? ¿Intentamos recom-pensar a los pequeños por el pocotiempo que pasamos con ellos?Ocurre exactamente lo contrario. Si noponen límitessuhijo les respetarámenosyel respetomutuoes labasede laestimay el cariño. A muchos padres les cuestaponer límites, posiblemente porque lescuesta autorizarse como padres. Los lí-mites son importantes para la estructu-racióndelpsiquismoinfantil; esohayquetenerlomuy en cuenta.¿Cree que es buena la educación a tra-

vés de recompensas –premios–?No, en absoluto. La dinámica del premioy el castigo no permite que el niñoaprenda, todo locontrario.A lomejorcon-seguimosque el niñohaga las cosas sóloporquerecibiráunpremio;perotenemosque dejar un lugar para que le gusteaprender, para que disfrute con el saber,para que tenga una relación más sanacon el conocimiento.La sobreprotección puede ser enemigade la consecución de autonomía porparte del niño. ¿Dóndeestá la clave y eltérmino medio en esta cuestión?Volvemos al tema de los límites. La so-breprotección es un no-límite por partede lospadres.Miedoanoserqueridoporlos hijos.Miedos arcaicos que semovili-zanen losadultos. La sobreprotecciónvaaproducir niñosmiedosos; incapacesdealcanzar la autonomía correspondientepara cada período de la vida.Hacer frente a las rabietas o dejarlaspasar sinhacerdemasiado “caso”. ¿Quéopina?Ya lodigoenel libro. Enelmomentode larabieta tratar, intentar al menos, pasar

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Josephes totalmente contrarioa la educacióna travésde recompensasy la sobreprotección,

“Losniñossonverdaderos radares,locaptantodo,sonnuestrosradares-esponja”

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lo máximo posible. Luego procurar ha-blar y sobre todo intentar entender quéprodujo la rabieta: ¿está el niño inten-tando llamar laatenciónporalgo?, ¿qué lepasa?, ¿qué se ha trastocado para quepidaatencióndeesamaneratanpeculiar?Habla en el libro de función materna yfunciónpaternaydejaclaroqueestonoquieredecir queobligatoriamentecadauna de estas funciones deba realizarsepor lamadreoel padre, quepuedeexis-tir función materna ejercida por el pa-dre o viceversa… Bajo mi punto devista, nuestro ritmo de vida está pro-vocando que en ocasiones estas dosfunciones sean desarrolladas por losabuelos. ¿Qué opina al respecto?También hay un capítulo sobre abuelosen el libro. En lamedidade las posibilida-desnoaconsejoque losabuelosseencar-

guen de la crianza de los nietos. Se gene-ran conflictos entre las generaciones quenosiempresonfácilesderesponder.Tam-pocopuedespedirleatumadreoatusue-gro que cuiden de tus hi-jos pero que lo hagan a tumanera y no a la suya, noson un canguro que hascontratado. Los abuelosademás deberían tener lafunciónde “malcriar” en elbuensentidodelapalabra:el abuelito está para com-prarchocolatinas,noparaobligaracomerespinacas.Se refiere al juego y al di-bujo como dos de las he-rramientas esencialespara descubrir qué leocurre a un niño. ¿Qué lediría aaquellasmaestrasopadresque intentanguiaralmenorenel dibujo diciéndole los colores con losque tiene que pintar una cara, un bos-que, el cielo… en lugar de dejarle ex-presarse a su manera?Queno lohagan.Debendejarqueelniñose exprese a su manera, con sus formas,con sus deseos. Si los encaminamos de-masiado hacia una dirección determi-nada estamos interceptando su procesocreativo, su posibilidad de aprender delerror, su posibilidad de crear e inventar.Mención especial haremos a las nue-vas tecnologías, televisión, internet...¿Somos demasiado permisivos con suuso por parte de los menores?Demasiado. Debemos controlar más eluso de estos nuevos instrumentos.El control parental no esunbotóndel or-denador; tienequeserunaacción realdelos padres.¿Quéhacer si tenemosunniñomuymo-vido,disperso…yelmédiconos sugiereque lo mediquemos? ¿Es partidario demedicar a los niños?Enabsoluto.Medicaraunniñoestaponarla razón, elmotivoque loha llevadoaes-tar de una determinadamanera.Medicando estamos creando unmal há-bito.Esosincontar con los innumerablesefectos secundarios que la medicación

tiene–pérdidadeapetito,decrecimiento,sueño, atontamiento, agresividad–.Además habría mucho que hablar sobrelos niños que se mueven o están disper-

sos.Tenemosquebuscar larazón para tratarlos.¿Cómogestionar los celosante la llegada de un her-manito?Nohayquetratar loscelos.No son una enfermedad.Son una reacción lógicaquemuyposiblementeper-dure toda la infancia. Hayquepoderhablarcon loshi-jos, explicarles que no per-deránelamorde lospadresportenerunhermano,perotambién tendrán queaguantar “ataques” de ce-los. Son lo esperable; me

preocuparía mucho más si un niño noestácelosoanteelnacimientodeunher-mano.Yo siempre digoque los niños sonunoshéroes. Pasan sus horas correspon-dientes en el colegio; después les lleva-mos a miles de actividades extraesco-lares; cuando son más mayores hacendeberes en casa… ¿les estamos estre-sando?Demasiado. ¿Para qué queremos niñoshéroes, hiper-ocupados, con agendasapretadas como los adultos? Sonmodosdevivirmuypatológicos.Unniñonoten-dría que estar “ocupado” los siete días dela semana.Esevidentequecualquierpadredaría loque fuese porque su hijo no sufriera,pero para lograrlo ocultamos ciertascosas que están pasando: los motivosdeundivorcio, lamuertedeun familiar,si el niño es adoptado… ¿Qué reco-mendaría?, ¿decimos la verdad o la en-mascaramos?Nuncamientan a un niño. Sólo lograrándos cosas muy graves: perder credibili-dadanteelniñoy luegocrearleproblemasa ese menor, porque sabemos perfecta-mente que el niño en el fondo de su ser“sabe” la verdad, lo estamos desorien-tando si le mentimos. Además: ¿quéejemplo le estamos dando?, ¿así nos en-frentamos las personas con la realidad?,¿negándola?Qué duro y difícil es ser padres, ¿ver-dad?Es muy complicado, pero es absoluta-mentemaravilloso.l

a laqueconsideraunno-límite.

“Debemosdejarquelosniñosseexpresenasumanera,con sus formas, con sus deseos...A la hora de dibujar,silesencaminamosdemasiadocortaremossucreatividad”