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DIOS NOS HABLA CADA DÍA “El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias. Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos. Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp. Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago Centro - Tel.- 227200300 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.cl Impresor: Graficandes. Tel.- 227733605 - Sto. Domingo 4593, Quinta Normal. Lu 23: Mal 3, 1-4. 23-24; Sal 24, 4-5. 8-10. 14; Lc 1, 57-66. San Juan de Kety, p. (ML) (Sta. Victoria) Ma 24: 2Sam 7, 1-5. 8 -12. 14. 16; Sal 88, 2-5. 27. 29; Lc 1, 67-79. Misa vespertina: DE LA VIGILIA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR (S) Is 62, 1-5; Sal 88, 4-5. 16-17. 27. 29; Hech 13, 16-17. 22-25; Mt 1, 1-25.(Stos. Antepasados de Jesús) Mi 25: Misa de la noche: Is 9, 1-6; Sal 95, 1-3. 11-13; Tit 2, 11-14; Lc 2, 1-14. Misa de la aurora: Is 62, 11-12; Sal 96, 1. 6. 11-12; Tit 3, 4-7; Lc 2, 15-20. Misa del día: Is 52, 7-10; Sal 97, 1-6; Heb 1, 1-6; Jn 1, 1-18 (o más breve: Jn 1, 1-5. 9-14). NATIVIDAD DEL SEÑOR (S Ju 26: (LS): Hech 6, 8-10; 7, 54-60; Sal 30, 3-4. 6-8. 16-17; Mt 10, 17-22. SAN ESTEBAN, primer mártir (F) Vi 27: (LS): 1Jn 1, 1-4; Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12; Jn 20, 2-8. SAN JUAN, ap. y ev. (F) 28: (LS): 1Jn 1, 5—2, 2; Sal 123, 2-5. 7-8; Mt 2, 13-18. SANTOS INOCENTES, mrs. (F) Do 29: LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ (F) (LS): Ecli 3, 3-7. 14-17; Sal 127, 1-5; Col 3, 12-21; Mt 2, 13-15. 19-23. (Sto.Tomás Becket) Centro Bíblico EL DOMINGO NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2019 00200736 Joven, que no te roben la esperanza Escribe el papa Francisco a los jóvenes: “No dejes que te roben la esperanza y la alegría, que te narcoticen para utilizarte como esclavo de sus intereses. Atrévete a ser más, porque tu ser importa más que cualquier cosa. No te sirve tener o aparecer. Puedes llegar a ser lo que Dios, tu Creador, sabe que eres, si reconoces que estás llamado a mucho. Invoca al Espíritu Santo y camina con confianza hacia la gran meta: la santidad. Así no serás una fotocopia. Serás plenamente tú mismo. Para eso necesitas reconocer algo fundamental: ser joven no es sólo la búsqueda de placeres pasajeros y de éxitos superficiales. Para que la juventud cumpla la finalidad que tiene en el recorrido de tu vida, debe ser un tiempo de entrega generosa, de ofrenda sincera, de sacrificios que duelen pero que nos vuelven fecundos. Es como decía un gran poeta: «Si para recobrar lo recobrado debí perder primero lo perdido, si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado, Si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido, tengo por bien sufrido lo sufrido, tengo por bien llorado lo llorado. Porque después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido. Porque después de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado». (Francisco Luis Bernárdez, «Soneto», en Cielo de tierra, Buenos Aires, 1937)”. (Papa Francisco, exhortación apostólica postsinodal Christus vivit, n. os 107-108) Centro Bíblico Centro Bíblico Tel.: 227200300/302 - [email protected] www.sanpablochile.cl Suscripciones Recíbela en tu domicilio +56940677313

Joven, que no te roben la esperanza · 2019-12-18 · fundó sobre los mares, Él la afirmó sobre las corrientes del océano. R. ¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y

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DIOS NOS HABLA CADA DÍA

“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp.Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626,Santiago Centro - Tel.- 227200300E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.clImpresor: Graficandes. Tel.- 227733605 - Sto. Domingo 4593, Quinta Normal.

Lu 23: Mal 3, 1-4. 23-24; Sal 24, 4-5. 8-10. 14; Lc 1, 57-66. San Juan de Kety, p. (ML) (Sta. Victoria)Ma 24: 2Sam 7, 1-5. 8 -12. 14. 16; Sal 88, 2-5. 27. 29; Lc 1, 67-79. Misa vespertina: DE LA VIGILIA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR (S) Is 62, 1-5; Sal 88, 4-5. 16-17. 27. 29; Hech 13, 16-17. 22-25; Mt 1, 1-25.(Stos. Antepasados de Jesús)Mi 25: Misa de la noche: Is 9, 1-6; Sal 95, 1-3. 11-13; Tit 2, 11-14; Lc 2, 1-14. Misa de la aurora: Is 62, 11-12; Sal 96, 1. 6. 11-12; Tit 3, 4-7; Lc 2, 15-20. Misa del día: Is 52, 7-10; Sal 97, 1-6; Heb 1, 1-6; Jn 1, 1-18 (o más breve: Jn 1, 1-5. 9-14). NATIVIDAD DEL SEÑOR (SJu 26: (LS): Hech 6, 8-10; 7, 54-60; Sal 30, 3-4. 6-8. 16-17; Mt 10, 17-22.

SAN ESTEBAN, primer mártir (F)Vi 27: (LS): 1Jn 1, 1-4; Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12; Jn 20, 2-8.

SAN JUAN, ap. y ev. (F)Sá 28: (LS): 1Jn 1, 5—2, 2; Sal 123, 2-5. 7-8; Mt 2, 13-18. SANTOS INOCENTES, mrs. (F)

Do 29: LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ (F) (LS): Ecli 3, 3-7. 14-17; Sal 127, 1-5; Col 3, 12-21; Mt 2, 13-15. 19-23. (Sto.Tomás Becket)

Centro Bíblico

EL DOMINGO NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2019

00200736

Joven, que no te roben la esperanza

Escribe el papa Francisco a los jóvenes:“No dejes que te roben la esperanza y la alegría, que te narcoticen para utilizarte como esclavo de sus intereses. Atrévete a ser más, porque tu ser importa más que cualquier cosa. No te sirve tener o aparecer. Puedes llegar a ser lo que Dios, tu Creador, sabe que eres, si reconoces que estás llamado a mucho. Invoca al Espíritu Santo y camina con confianza hacia la gran meta: la santidad. Así no serás una fotocopia. Serás plenamente tú mismo.Para eso necesitas reconocer algo fundamental: ser joven no es sólo la búsqueda de placeres pasajeros y de éxitos superficiales. Para que la juventud cumpla la finalidad que tiene en el

recorrido de tu vida, debe ser un tiempo de entrega generosa, de ofrenda sincera, de sacrificios que duelen pero que nos vuelven fecundos. Es como decía un gran poeta:

«Si para recobrar lo recobrado debí perder primero lo perdido,si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado,Si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido,tengo por bien sufrido lo sufrido, tengo por bien llorado lo llorado.Porque después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozadosino después de haberlo padecido.Porque después de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de floridovive de lo que tiene sepultado».

(Francisco Luis Bernárdez, «Soneto», en Cielo de tierra, Buenos Aires, 1937)”.

(Papa Francisco, exhortación apostólica postsinodal Christus vivit, n.os 107-108)

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Una vez más se nos revela la presencia de un Dios cercano, un Dios salvador; uno que busca liberar y rescatar lo que estaba perdido, uno lleno de misericordia y siempre dispuesto a perdonar. Un Dios, en definitiva, dispuesto a vaciarse de sí mismo con tal de darnos vida y dárnosla en abundancia.

Celebrar la Navidad es algo más que adornar el pesebre y recibir un regalo dejado a los pies del niño Jesús o junto al árbol. Celebrar la Navidad es, ante todo, celebrar la fidelidad de Dios que se regala a sí mismo por cada uno de nosotros; celebrar la Navidad es festejar la vida que Dios nos da y que él mismo restaura cada vez que nosotros la dañamos; celebrar la Navidad es alegrarse profundamente porque amamos a un Dios que ha querido hacerse uno de los nuestros, para tomarnos de la mano y llevarnos de vuelta a la Casa del Padre.

P. Jorge ramírez Benavides, s.J.red mundial de oración del PaPa

En este cuarto domingo de Adviento, ya próximos a Navidad, la liturgia nos sitúa delante del misterio de la Encarnación, la maravilla de un Dios que ha querido asumir nuestra naturaleza humana, naciendo del seno de una mujer y haciéndose parte de la historia de un pueblo concreto.

Se trata de un Dios que honra su palabra y cumple sus promesas de antaño: «La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de “Dios-con-nosotros”», escribe Mateo reproduciendo lo que siglos antes había profetizado Isaías. Por su parte, María, la joven virgen, no se embarca sola en esta aventura; la secunda José, su esposo –del linaje de David–, a quien Dios le da a conocer su plan de salvación: el hijo que ha sido engendrado en ella es fruto del Espíritu Santo y tendrá la misión de salvar a su pueblo de todos sus pecados. Misión que queda refrendada en su propio nombre: Jesús, que significa “Dios-salva”.

AÑO VOCACIONAL DE LA FAMILIA PAULINA • 201

9-20

20

Un Dios cercano, un “Dios-con-nosotros”

Año XLIV, Nº 2.349 4º de Adviento 22 de diciembre de 2019

fundó sobre los mares, Él la afirmó sobre las corrientes del océano. R.¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tie-ne las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos. R.Él recibirá la bendición del Señor, la recom-pensa de Dios, su salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.

4. Segunda Lectura Rom 1, 1-7

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma. Carta de Pablo, servidor de Jesucristo, llamado para ser Apóstol, y elegido para

anunciar la Buena Noticia de Dios, que Él había prometido por medio de sus Profetas en las Sagradas Escrituras, acerca de su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, nacido de la estirpe de David según la carne, y constituido Hijo de Dios con poder según el Espíritu santificador, por su resurrección de entre los muertos. Por Él hemos recibido la gracia y la misión apostólica, a fin de conducir a la obediencia de la fe, para gloria de su Nombre, a todos los pueblos paganos, entre los cuales se encuentran también ustedes, que han sido llamados por Jesucristo. A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos, lleguen la gracia y la paz, que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio Aleluia. La virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, Dios con nosotros. Aleluia.

5. Evangelio Mt 1, 18-24

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. Éste fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba com-

Ciclo A - Color Morado

1. AmbientaciónEl día de hoy prendemos la última de las cuatro velas de la “Corona de Adviento”, que nos ha acompañado en nuestro recorrido de preparación a la Navidad. Cada uno de los cuatro domingos de Adviento es como un faro, como una luz que ilumina nuestro peregrinar interior, ese camino del corazón que recorremos acompañados por el Señor y por nuestra comunidad de fe. Iniciemos nuestra celebración poniéndonos de pie y cantando con entusiasmo.

Introducción a las Lecturas BíblicasDesde el Antiguo Testamento con Isaías y desde el Nuevo con san Pablo y san Mateo nos llega el testimonio del nacimiento del Salvador, del Mesías de Dios. Su nombre nos revela una de sus principales características y su concepción nos indica cuál es su origen. María y José ven su fe sometida a una gran prueba, que necesitará de ellos la mayor de las confianzas en su Dios.

2. Primera Lectura Is 7, 10-14

Lectura del libro de Isaías. El Señor habló a Ajaz en estos términos: «Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas». Pero Ajaz respondió:

«No lo pediré ni tentaré al Señor». Isaías dijo: «Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel». Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Sal 23, 1-6

R. Va a entrar el Señor, el rey de la gloria.Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes porque Él la

prometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su Pueblo de todos sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: “La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel”, que traducido significa: «Dios con nosotros». Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

ReflexiónSan José ve su fe y sus proyectos sometidos a prueba. ¿Nos ha ocurrido lo mismo? ¿Cómo podríamos prepararnos para acoger el nacimiento de Jesús en nuestros hogares y comunidades?

6. Oración Universal

M. Padre, tú que eres el Dios que nunca deja de cumplir sus promesas, mira a tu Pueblo aquí reunido y escucha su oración:

1.- Señor, tú que nos envías al Emanuel, te pedimos por toda la Iglesia, para que se prepare al nacimiento de tu Hijo y pueda ser ella misma signo de tu presencia en el mundo. Roguemos al Señor.

R. Escúchanos, señor, te rogamos.

2.- Señor, tú que eres dueño de la tierra y de todo lo que hay en ella, haz crecer en nosotros el amor y el cuidado por esta tierra en la que nacerá tu Hijo Jesús. Roguemos al Señor. R.

3.- Señor, tú que has dado poder a tu Hijo Jesús, te pedimos a través de él por todos nuestros enfermos, para que puedan reco-brar la salud. Roguemos al Señor. R.

4.- Señor, tú que diste a María como esposa de José, te pedimos por nuestra comunidad, para que recibamos con fe a María como madre de Jesús y madre nuestra. Roguemos al Señor. R.

M. Acoge, Padre, generosamente, estas oraciones que te presentamos mientras nos disponemos a recibir a tu Hijo Jesús, que vive y reina, por los siglos de los siglos. Amén.

Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la Comunión a los Enfermos.

M. Movidos por el Espíritu Santo, que engendra la vida en medio nuestro, presen-tamos a Dios nuestra alabanza:

1.- Te alabamos, Señor, porque nos hablas a través de los profetas y así nos estimulas a volvernos hacia ti y acoger la vida. R.

R. Te alabamos, Señor del cielo y de la tierra.

2.- Te alabamos, Señor, porque a través de los Apóstoles hemos conocido tu Buena Noticia y, como ellos, la queremos comunicar a todos. R.

3.- Te alabamos, Señor, porque en sueños hablaste a José, hombre justo, y así nos invitas a escucharte en todos los momentos de nuestra vida. R.

M. Acoge, Padre, estas alabanzas que te presentamos en el día en que esperamos la llegada cierta del Salvador en medio nuestro, y por eso te decimos: Padre nuestro…

Sugerencias de cantosVen, Señor no tardes/ Vuelvan los ojos/ La Virgen sueña caminos.