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JUAN JOSE ARREOLA: LA FERIA O "UNA APOCALIPSIS DE BOLSILLO" POR CARMEN DE MORA VALCARCEL Universidad de Sevilla, Espaia Concebida como ejercicio literario, Laferia' representa al mismo tiempo la imposibilidad de la escritura, y su estructura aparentemente desorganizada y ca6tica significa una renuncia al desarrollo discursivo propio de la ret6rica tradicional. Juan Jos6 Arreola consigna como escritor esa singularidad narrativa: "Laferia pertenece al gdnero de las apocalipsis de bolsillo y, por lo tanto, es natural que sus piginas recojan fragmentos, textuales o deformados, de la mnis variada tradici6n oral y escrita, procedente sobre todo de Ezequiel y de Isafas, de los Ap6crifos, del cartulario colonial y de los anales de un pueblo imaginado al sur de Jalisco". Cuando apareci6 esta obra Arreola contabilizaba ya unos cuantos dxitos en el mercado editorial: Varia invencidn (1949), Confabulario (1952) y Bestiario (1959), obras que en 1962 reuniria en un solo volumen titulado Confabulario total. Sus primeros tanteos fueron colaboraciones en las revistas Eos y Pan, de Guadalajara. Esta ltima agrup6 a una promoci6n de escritores entre los que cuentan nombres importantes, como Arreola, Rulfo y Antonio Alatorre. El nombre de Arreola suele ir asociado en M6xico al de Juan Rulfo, quien, sin embargo, cuenta con un mayor reconocimiento por parte de la critica literaria. El tAndem Rulfo-Arreola tiene mucho que ver con la coincidencia entre su aparicidn y el auge literario de M6xico, y con la circunstancia de que un grupo de amigos propicia el prestigio de su producci6n. Ambos se aproximan, ademas, por la voluntaria marginalidad con que han tratado de preservar su obra del mercado literario. Arreola no disimula la incomodidad ante el hecho de haberse beneficiado de la literatura, aun indirectamente, porque siente que se contamina un quehacer completamente aut6ntico y discreto, al volverse pdblico. 1 Juan Jos6 Arreola,Laferia, M6xico: Joaquin Mortiz, 1980, 6a edic. Todas las citas de este articulo estan tornadas de dicha edici6n.

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JUAN JOSE ARREOLA:LA FERIA O "UNA APOCALIPSIS DE BOLSILLO"

POR

CARMEN DE MORA VALCARCELUniversidad de Sevilla, Espaia

Concebida como ejercicio literario, Laferia' representa al mismo tiempo laimposibilidad de la escritura, y su estructura aparentemente desorganizada yca6tica significa una renuncia al desarrollo discursivo propio de la ret6ricatradicional. Juan Jos6 Arreola consigna como escritor esa singularidad narrativa:"Laferia pertenece al gdnero de las apocalipsis de bolsillo y, por lo tanto, es naturalque sus piginas recojan fragmentos, textuales o deformados, de la mnis variadatradici6n oral y escrita, procedente sobre todo de Ezequiel y de Isafas, de losAp6crifos, del cartulario colonial y de los anales de un pueblo imaginado al sur deJalisco".

Cuando apareci6 esta obra Arreola contabilizaba ya unos cuantos dxitos en elmercado editorial: Varia invencidn (1949), Confabulario (1952) y Bestiario(1959), obras que en 1962 reuniria en un solo volumen titulado Confabulario total.Sus primeros tanteos fueron colaboraciones en las revistas Eos y Pan, deGuadalajara. Esta ltima agrup6 a una promoci6n de escritores entre los quecuentan nombres importantes, como Arreola, Rulfo y Antonio Alatorre.

El nombre de Arreola suele ir asociado en M6xico al de Juan Rulfo, quien, sinembargo, cuenta con un mayor reconocimiento por parte de la critica literaria. EltAndem Rulfo-Arreola tiene mucho que ver con la coincidencia entre su aparicidny el auge literario de M6xico, y con la circunstancia de que un grupo de amigospropicia el prestigio de su producci6n. Ambos se aproximan, ademas, por lavoluntaria marginalidad con que han tratado de preservar su obra del mercadoliterario. Arreola no disimula la incomodidad ante el hecho de haberse beneficiadode la literatura, aun indirectamente, porque siente que se contamina un quehacercompletamente aut6ntico y discreto, al volverse pdblico.

1 Juan Jos6 Arreola,Laferia, M6xico: Joaquin Mortiz, 1980, 6a edic. Todas las citas de estearticulo estan tornadas de dicha edici6n.

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CARMEN DE MORA VALCARCEL

Si Arreola ha sido considerado como un escritor intelectualizado, de relatospreferentemente fantisticos, a despecho de otra vertiente mis bien ligada a la vidarural, Laferia representa un intento de calar en una corriente ya tradicional en lanovelistica mexicana desde la 6poca de laRevoluci6n como es efindigenismo. Sinembargo,no podemos afirmar queLaferia sea una novelaindigenista stricto sensu;el autor nos6lo no ha abandonado el estilo quele es propio, sino que -- como afirmaEmmanuel Carballo- esta novela "resume temitica y estilisticamente la obracompleta de Juan Jos6 Arreola" 2.

La originalidad de La feria -que no la novedad- radica en la t6cnicanarrativa: estructurada mediante un contrapunto de voces apenas deja un minimoespacio para el narrador. Son los personajes los que hablan. Las voces se vancontraponiendo unas a otras en forma de variaciones y la colectividad indigenasoporta una parte considerable de este edificio musical.

Arreola no ofrece soluciones al problema del indio ni es su prop6sito comoartista; se limita a testimoniarlo a trav6s de las actitudes encontradas de suspersonajes; desde el poderoso que reconoce las injusticias cometidas con el pueblohasta el rico que, como Don Abigail, no vacila en recurrir a la extorsi6n con tal deencarcelar a los representantes de la Cornunidad Indigena. La inica salida posibleparece ser la reclamaci6n, ya milenaria, de unas tierras injustamente expropiadas.

LCuil seria entonces la aportaci6n de Arreola en este sentido? El interds deLaferia en el tratamiento del mundo indio resulta de su literaturizaci6n; como la vozpopular se articula en la obra ya sea individualmente, a trav6s de la figurapatriarcalde Juan Tepano, o en un coro innominado de voces como en las tragedias griegas.En esta novela, el nominalismo vale tanto como la misma realidad: "Repetir laspalabras de los tlayanques -los desposeidos de la tierra- tiene para mi el valorde un alegato en favor de su causa"3 -ha confesado Arreola.

DISCONTINUIDAD E INTEGRACION.

Sin que podamos decir de ella que no es una novela, Laferia atenta en granmedida contra los convencionalismos del g6nero a los que -como lectores-estamos habituados.

En el nivel mis superficial, la primera infracci6n afecta la tipograffa: en lugarde ordenarse por capitulos se constituye a base de segmentos mis o menos brevesseparados por indicadores procedentes del arte grifico que representan

2 Emmanuel Carballo, 19 protagonistas de la literatura mexicana del siglo XX, M6xico:

Empresas Editoriales, S/A/, 1965, p. 403.3 Ibidem, p. 406.

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simb6licamente el segmento que presiden. A veces, una sola palabra constituyepor si misma un segmento, por ejemplo, "iHojarascas!".

En otro orden de cosas, Arreola no presenta a sus personajes, de ahi ladificultad del lector para identificarlos a trav6s del dihlogo; tampoco precisa ladimensi6n temporal de los hechos, incluso prescinde ficilmente de su localizaci6nespacial.

En un nivel mis profundo, observamos que la discontinuidad del discursoliterario es una manifestaci6n de la dial6ctica vacio-plenitud, que en las obrasmodernas forma parte de su misma estructura. El titulo de uno de sus misimportantes libros de relatos, Confabulario, de nuevo recogido en Confabulariopersonal, ya aludia a esa suerte de complicidad entre autor y lector, necesaria paraque el proceso creador cierre su ciclo.

Parad6jicamente, el orden fragmentario de Laferia no implica incoherencia,antes bien remite a una movilidad infinitamente sensible de elementos cerrados.Asimismo, por las relaciones entre las distintas unidades comnpone un mosaicodonde todas las piezas estin perfectamente articul das. LNo es posible concebirla comnposicidn de La feria sobre una maqueta previai? Utilizo el tdrmino"maqueta" en la acepci6n que emplea Barthes: "la maqueta no es una estructuracompletamente terminada ..., es mis bien una estructura que se busca a partir depedazos de hechos, pedazos que se trata de acercar, de alejar, de ensamblar, sinalterar su figura material; dste es el motivo de que la maqueta participe de 6ste artedel bricolage, al que Claude Levi-S trauss acaba de dar una dignidad estructural (enLa pensee sauvage)4.

Arreola, al transformar incansablemente las unidades que componen sunovela, mediante el doble proceso de segmentaci6n y relaci6n, las dota de sentidoal tiempo que este se torna mis transparente. Por su parte, el lector se sienteinvitado a recomponer pieza por pieza ese puzzle tan sabiamente desmontado.Puzzle de una pequena poblaci6n jalisciense, Zapotlin, de cuya historia pasada ypresentepretende dar testimonio la novela. "Quise hacer-ha dicho Arreola-unaespecie de corte en la conciencia del pueblo, una especie de corte anat6mico en elque apareciera la realidad caprichosamente fragmentada" 5.

La significaci6n cabal de las 289 unidades que comprende Laferia s6lo puedepercibirse en cuanto somos capaces de integrarlas en sus micro-relatos correspon-dientes; 6stos, a su vez, se relacionan con otros, y asi sucesivamente hasta integrarla unidad superior que es el relato.

4 Roland Barthes, Ensayos criticos, Barcelona: Seix Barral, 1973, pp. 223-4.5 Emmanuel Carballo, op. cit., p. 405.

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La coherencia de esta estructura depende en gran medida de la tdcnica decontrapunto que, a nivel de lenguaje, convierteLaferia en una polifonia de voces.El sentido no esti en cada uno de los micro-relatos sino en lo que se dicen entreellos: frases, fragmentos y voces que se transforman en r6plicas unas de otras. Porejemplo, en uno de los apuntes de un zapatero-agricultor se dice del chicalote: "Entoda la regi6n se recogen de quinientas a seiscientas toneladas de esta oleaginosasilvestre, que alivia en su tiempo la miseria de las clases menesterosas ..." (p. 13).En el segmento siguiente responde una voz: "-Alivia, dmadre! Este hombre nosabe lo que dice. En todo caso aliviaba, porque el chicalote se esti acabando enZapotlin, como el tule de la laguna ... Vayan a ver: Ld6nde esti el tule? iLD6ndeesti el chicalote? Y es que el afio pasado, del hambre que tenfamos, no dejamosnada para semilla ..." (p. 11).

Este caos aparente, magnificamente estructurado por el escrito se va organi-zando en lineas definidas a medida que encontramos los ejes interiores quesustentan la narraci6n. Estos son fundamentalmente dos: el problema de la tierray la devoci6n a San Jos6, Patrdn de Zapotlin. En ellos se articulan otros temassubsidiarios hasta completar la visi6n moral, social, econ6mica, religiosa, etc., delpueblo.

EL PROBLEMA DE LA TIERRA

Con este tema reanuda Arreola un elemento referencial que habia encontradosu expresi6n en la novela de la Revoluci6n mexicana y que, curiosamente, aparececon anterioridad en dos cuentos suyos "El cuervero" (Varia invencidn) y "Corrido"(Bestiario).

Desde su primera pagina, el clima de la novela apunta en esa direccion:

Somos mis o menos treinta mil. Unos dicen que mis, otros que menos. Somostreinta mil desde siempre. Desde que Fray Juan de Padilla vino a enseiiarnos elcatecismo, cuando Don Alonso de Avalos dej6 temblando estas tierras. Fray Juanera buena gente y andaba de aquf para ally vestido de franciscano, con la ropahecha garros, levantando cruces y capillitas. Vio que nos gustaba mucho danzary cantar, y mand6 traer a JuanMontes para que nos ensefiara la misica. Nos quisomucho a nosotros los de Tlayolan. Pero le fue mal y dizque lo mataron. Dicenque aquf, dicen que alla. Si fue en Tuxpan, lo hicieron cuachala. Si fue aquf, nos1o comimos en pozole. Mentiras. Lo mataron en Cibola a flechazos. Seapor Dios.Antes la tierra era de nosotros los naturales. Ahora es de las gentes de raz6n. Lacosa viene de lejos. Desde que los de la Santa Inquisici6n se 1ievaron de aquf adon Francisco de Sayavedra, porque puso su Iglesia aparte en la Cofradia delRosario y dijo que no les quitaran la tierra a los tlayacanques. Unos dicen que lo

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quemaron. Otros que nomis lo vistieron de judas y le dieron azotes. Sea por Dios.Lo cierto es que la tierra ya no es de nosotros y alli cada y cuando nos acordamos.Sacamos los papeles antiguos y seguimos dale y dale. Seior Oidor, SefiorGobernador del Estado, Senior Obispo, Seior Capitin General. Sefior Virrey dela Nueva Espafia, Senior Presidente de la Repiblica ... Soy Juan Tepano, el mis

viejo de los tlayacanques, para servir a usted: nos lo quitaron todo ... (pp. 7-8).

Seg6n palabras delpropio Arreola, este pasaje "condensa el espiritu del libro".Y no solo por la voz directa y popular de Juan Tepano, sino por el tema que, a modode obertura, nos introduce enLa Feria. Un dilatado sustrato hist6rico ha conducidoal pueblo al estado de niarginaci6n en que se halla. La representaci6n de esteproceso podria ser la siguiente:

I. PASADO REMOTOa) Epoca virreinal. Origen del problemrna: el Rey mand6 dividirZapotln en cinco comunidades indigenas, cada una con su tlayacanque, y los frailes las convirtieron en Cofradias, cada una con su santoy su capillita.b) Leyes deReforma (1859), Benito Juirez. Ley de Desamortizaci6nde los bienes civiles y eclesiisticos: al ponerse en venta estas tierraslos bienes fueron adquiridos por los que tenfan capital, que eran losque tenfan tambidn bienes, lo cual los hizo mnis ricos todavia. Desdeentonces data el verdadero pleito de los indios.

II. PASADO CERCANOPeriodo prerrevolucionario: Porfirio Diaz. Los ricos invertian entierras y las acaparaban sin escripulos, y gracias alas leyes debaldiosde 1893 y 1894 los grandes latifundios crecieron ain mnis.1902: "el famoso reparto" que fue el fraude mis grande y vergonzosoque registra la historia del pueblo.

III. PASADO INMEDIATO1909: paralizaci6n del pleito como consecuencia de la revuelta.Periodo revolucionario: la Revoluci6n dej6 parado el pleito, pero elpueblo no cesa en sus reclamaciones: "a nosotros no se nos olvida,y cada que podemos, sacamos los papeles, los antiguos y los nuevosque dicen siempre lo mismo: que tenernos raz6n y que somos duefiosde la tierra" (p. 29).

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Estos antecedentes hist6ricos fundamentan la actuaci6n de los dos grandesantagonistas del relato: opresores vs. oprimidos, al tiempo que proporcionaninformaci6n sobre ciertas condiciones que determinan el "modus vivendi" deZapotlin y de muchos otros pueblos mexicanos: una gran masa de desposeidosfrente a una minoria que controla y dirige sus vidas.

La l6gica de las acciones, en este caso, estaria representada por una secuenciacompleja del tipo denominado por Brdmond "por enclave":

MEJORAMIENTO A OBTENERLos indios, injustamente desposeidosde sus tierras, recurren a procedimientoslegales para recuperarlas

PROCESO DE MEJORAMIENTOLa intervenci6n del Sr. Farias y suayuda econ6mica para costear los pleitoshacen concebir esperanzas a los indios parala posible soluci6n de sus problemas = DEGRADACION POSIBLE

Reacci6n negativa de los propietariosde Zapotlin.

MEJORAMIENTO NO OBTENIDO =

PROCESO DE DEGRADACION1. Don Abigail recurre a la extorsi6n paraacusar a los indigenas de ser los autores deunos an6nimos que circulaban pot el pueblo.2. Carta a las autoridades eclesiisticas acu-sando a los indios y al parroco de disponerdel dinero que se recauda en sus sectores paracostear los gastos del pleito y no para losfestejos religiosos.

DEGRADACION CUMPLIDANueva paralizaci6n de los pleitos:"-Y las tierras Lse las van a devolver a losindios? -El afio de la hebra y el mes delcord6n" (p. 180-181).

Si el problema de la tierra constituye uno de los ejes estructuradores de Laferia, existe, en relaci6n con 61, una historia menor que atraviesa la novela de partea parte: la experiencia del zapatero que quiso ser agricultor. El engaste entre las

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dos historias se produce mediante la t6cnica de contrapunto, aunque, desde luego,de forma atenuada. El tercer segmento de la novela corresponde ya a los apuntesdel zapatero-agricultor: "IYa soy agricultor! Acabo de comprar una parcela decincuenta y cuatro hectireas de tierra inafectables en un fraccionamiento de laHaciendade Huescalapa... Esta aventura agricola no deja de serarriesgada, porqueen la familia nunca ha habido gente de campo. Todos hemos sido zapateros ...Junto a mi libro de cuentas agricolas, que estoy levando con todo detalle, se meocurri6 hacer estos apuntes ...

Lo inico que me ha extrafiado un poco es que para la operaci6n de compra-venta han tenido que hacerse toda una serie de trimites notariales muy fastidiosos.El legajo de las escrituras es muy extenso. Talparece que esta tierra, antes de llegara las mias, ha pasado por muchas otras manos". (pp. 8-9)

A continuaci6n, un texto perteneciente al cartulario virreinal sirve de con-trapunto al segmento citado sin que, naturalmente, se refiera a 61: "Denuncio aVuestra Majestad las mil maldades y las mil ventas y reventas de que son objetoestas tierras. Y es que un oficial barbero, herrero, zapatero y otros hombres vilesque no son labradores, teniendo amistad con uno de vuestros oidores e visorreyes,obtienen luego con seis testigos de manga beneficio de tierras ..." (p. 9).

El proceso de la historia que comentamos discurre de modo similar a laanterior:

DESEO SER AGRICULTORCompra de tierras en Tamaco yarriendo de un potrero en Tiachepa.

MEDIOS PARA LA ACCION-Sisterna de contrataci6n de peones-labores agricolas-fin de las faenas = DEGRADACION POSIBLE

-La falta de iluvias en Tiachepa leocasiona p6rdidas.-Como un mal presagio, entre los olotesaparece un tecolote, "caricatura de fruto"o "mueca del mal".

PROCESO DE DEGRADACION:Los problemrnas se intensifican por la apari-ci6n de plantas cizafieras.-Los costos aumnentan.-El negocio de la zapateria decac por elabandono de su ducno.

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-Peligro a causa de las reivindicaciones delos indios.-El terreno de Tacamo estaba en litigioentre dos hermanos y el que se lo habia ven-dido no era duefio de todo.

DESEO NO LOGRADO - DEGRADACION CUMPLIDAVuelve al negocio de la zapateria y abandonael de la agricultura.

La piedra de toque de esta experiencia radica en la perspectiva ir6nica yhurnoristica adoptada por el autor, despojindola asi de todo dramatismo "Vuelvoa mis zapatos -nos dice el agricultor en su ltimo apunte-. Por cierto que lodnico positivo que saqud de esta aventura es la ocurrencia de un modelo de calzadocampestre que pienso lanzar al mercado para sustituir a los guaraches tradicio-nales. A ver si tengo dxito y puedo pagar pronto la hipoteca de la casa" (p. 165).

La aventura en si es una extensa perifrasis del popular "zapatero a tus zapatos".LAcaso no estamos ante un fen6meno de intratextualidad en el sentido manejadopor Severo Sarduy? 6.

Puesto que Laferia representa en gran medida la recuperaci6n del lenguajepopular, nada mis acorde que incorporar sus dichos y refranes, conscientementeo no. Pero si en la dpoca estudiada por Sarduy -el barroco- la intratextualidadresultaba en muchos casos una consecuencia de la represi6n, en el caso deLa Feriase trata mnis bien de una expansion. De un divertimento y de una conciencialiteraria. Introducir el t6pico o refrin en el texto literario -en nuestro caso-resultaria redundante; dejarlo entrever mediante la ironia y el chiste convierte allector en c6mplice.

En otro sentido, la inserci6n de este relato secundario produce lo que JeanBellemin-Noel denomina "effet de miroir": "un r6eit second, de dimensionsr6duites, se trouve enchass6 dans le r6it premier, et ii r6pete "en petit", commeemblematiquement, ce qui se passe dans l'aventure principale"7 .

El prop6sito de convertirse en agricultor, los esfuerzos prodigados para sacaradelante las tierras, las eventualidades que van surgiendo y el fracaso final, guardan

6 Cfr. Severo Sarduy, "El barroco y el neobarroco", en America Latina en su literatura,M6xico: Siglo XXI, 1976, 3' ed., pp. 179-180.7 Jean Bellenin-Noel, "Notes sur le fantastique", enLittirature, Paris, n° 8, diciembre 1972,p. 20.

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una evidente relaci6n de analogia con el proceso de las reclamaciones de losindios.

LA DEVOCION A "SENOR SAN JOSE" O LA FERIA

Para comprender la dimensi6n exacta que posee para el pueblo de Zapotlin lacelebraci6n de la fiesta anual -en el mes de octubre- en honor de su Patr6n, espreciso recurrir al testimonio de aquellos que han reflexionado sobre el ser deM6xico y los mexicanos. Octavio Paz en El laberinto de la soledad ofrece unavisi6n hicida del tema:

El solitario mexicano ama las fiestas y las reuniones piblicas.... Somos un puebloritual ... En pocos lugares del mundo se puede vivir un especticulo parecido alde las grandes fiestas religiosas de Mexico, con sus colores violentos, agrios ypuros, sus danzas, ceremonias, fuegos de artificio, trajes ins6litos y la inagotablecascada de sorpresas de los frutos, dulces y objetos que se venden esos dias enplazas y mercados ... Nuestrapobrezapuedemedirsepor el nimero y suntuosidadde las fiestas populares8.

Arreola, para hablar de Zapotlin, ha reunido a todo el pueblo en el inicoaconteciniento aglutinador por encirna de las diferencias sociales, religiosas omorales: la fiesta anual.

En las primeras piginas de la novela nos explica el origen del cultorecurriendoa la parodia por analogia con los Evangelios: "Senior San Jose lleg6 a Zapotlin deun modo muy humilde y muy misterioso. Acompaiado por la Virgen y a lonmo deuna mula" (p. 16). El comienzo ex-abrupto desconcierta al lector y lo desarma porhallarse asociados Zapotlin, San Jose y la Virgen. Unas frases mis adelante,sabemos que se trataba de unas irnmigenes transportadas en una mula por un arrieroque lleg6 al pueblo en 1745 y muri6 dejando alli la ac6mila y la carga. Dos aflosmnis tarde es proclamado Patr6n contra los terremotos, tan frecuentes en esta zona.

El desarrollo de esta historia principal arrastra consigo varios subternas:

1. -Medios para la celebraci6n de la feria:-obtenci6n de dinero por la persona nombrada para ello. (mayordono).Muerto el Mayordomo nombrado para este afio (El Licenciado), todo elpueblo de Zapotlin sera mayordomo y costeara los gastos.

8 Octavio Paz, El laberinto de la soledad, Mexico: FCE, 1980, 84 reimpresi6n, p. 42.

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En este punto se produce una interseccidn entre las dos historias rnayores dela novela: el problema de la tierra y la devoci6n a San Jose. Los indios, al tenerque ahorrar para los gastos de Laferia cuentan con menos dinero para costear suspleitos. Mientras el parroco les aconseja que no se propasen en los gastos, el ricoDon Abigail no oculta su satisfacci6n.

2. -Organizaci6n y actividades:El castilloLa Coronaci6n Pontificia de San Jos6El reparto de d6cinasLos juegos floralesLas danzasFestejos profanos (corridas de toros)El desfile de las Andas

3. -El fracaso final de Laferia a cargo de una banda de desalmados.

El terma de la devoci6n a San Jose se bifurca en diversos episodios:

A) La muerte del Licenciado. Este agente del que s6lo tenemos referencia por lasvoces de otros personajes, se caracteriza por tres rasgos: ser el mis rico, ser elprestamista oficial (usurero), ser mayordomo de la Feria. Su muerte repcntinafrustra las esperanzas de contar con su dinero para costear la Funci6n tal comno 61habia prometido:"-Y la Funci6n, quien la va a hacer ahora?-Pues eso va a estar dificil porque muri6 intestado, y su hermano, se lo digo aqufen confianza, no le da agua ni al gallo de la Pasi6n ..." (p. 54)

Al no contar con el Licenciado se permite a los indios ser mayordomos paracubrir los gastos de la Funci6n.

B) El terremoto. Guarda cierto parentesco con el anterior. Uno y otro se produccna las doce, y, sin embargo, en ambas ocasiones el campanero habia dado trececampanadas, simbolo de un mal presagio. Dentro del pinico general, un grupode vecinos reacciona y " sin decir palabra, se subieron al altar y bajaron la imagende Seilor San Jos6 en hombros a la plaza.Una gran multitud se les uni6, entre lgrimas y gritos, y comenz6 la procesi6n deamargura por todas las calles del pueblo" (p. 31)

El episodio conecta con el origen del nombramiento de San Jose como Patr6npara los terremotos. Desde el punto de vista narrativo posee el valor de un hecho

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apocaliptico, un castigo por "los muchos pecados" de la poblaci6n. El entierro dellicenciado estuvo acompafiado por una lluvia torrencial; despues del terremoto lanaturaleza qued6 paralizada; los fenomenos atmosf6ricos tambien forman parte dela parodia biblica del autor.

C) La devoci6n entendida exclusivamente para el provecho propio esta ejempli-ficada en la anecdota de Don Faustino, el Presidente, que habla de ti a San Josey perdio la devoci6n porque no atendio sus rezos una vez que se encontraba enapuros.

D) Confundir la magnitud de la devocion con el tamano de la vela que se le colocaal Santo, es el caso de Maria Palomino. El efecto producido es el de lo fantasticopor hiperbole, procedimiento con el que Arreola esta mas que familiarizado porsu proclividad kafkiana. La reduccion al absurdo de una situaci6n planteada "ininitio" como normal aparecia ya en sus cuentos: la conipra de una vela llega aconvertirse en el encargo de una especie de poste de cera que costaba 200 pesosy pesaba 20 arrobas.

El episodio de la vela se relaciona con la seduccion de Chayo, hija de DonFidencio, por Odil6n, hijo de Don Abigail. El humor se producia en el primer casoen virtud de la tensi6n entre el celo de Don Fidencio por su cera -que cuidaba converdadero mimo- y el manoseo vehemente de la compradora. Cuando Chayoqueda desgraciada, el vendedor cede precisamente en lo que mas le dolia: "Al diasiguiente mostr6 al mundo otra cara, transfigurada por la injusticia. Puso sobre elmostrador toda su existencia de velas de cera blanca y dej6 quelas gentes del pueblolas manosearan a su antojo, les clavaran las unias y se fueran sin comprarlas ..." (p.155).

No faltan los tipicos casos de venganza y machismo; escenas de sangre ycuchillos. "En ocasiones -reconoce Octavio Paz-, es cierto, la alegria acabamal: hay rifias, injurias, balazos, cuchilladas. Tambien eso forma parte de la fiesta... Todos estan poseidos por la violencia y el frenesf"'9.

El ultimo segmento textual de la novela coincide con el final deLaferia a cargode una banda de desalmados. Cuando iba a darse la orden de encender el inmensocastillo pirotecnico, unos enmascarados "bafiaron de petr6leo la base de las cuatrotorres que sostenian la plataforma desde donde se alzaba el castillo principal, y lesprendieron fuego ... Una hora despues, no quedaba mas que un monton de brasasy pavesas, entre las que de vez en cuando tronaba todavia alguin cohete retardado... Ya para venirme, me volvi por ultima vez y vi desde lejos el escenario. En ellugar donde estaba el castillo, vi subir al cielo la ultima columna de humo, recta ydelgada." (pp. 182-183)9 Ibidem, p. 44.

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Pasaje revelador: en 61 coinciden el final de la feria y el final de la novela,identificaci6n nada gratuita en un autor como Arreola. La feria como tema de lanovela es la novela como feria. Artificio hbilmente montado por el escritor dondelos personajes son titeres que hablan por un instante desde su pequerlo dramaintimo para desaparecer y dejar paso a otras muchas criaturas. El sincretismo, lavariai6n, la pluralidad de tonos y de voces, el contrapunto verbal, son otras tantasvertientes de la escritura Lidica y festiva de La feria.

Precisamente, refiri6ndose a la idea motriz de la novela ha dicho Arreola: "Enun principio tenia el prop6sito de rendir homenaje a mi pueblo, al que amo tanto,pero a la hora de escribir volvi6 a triunfar en mi, no s6 por que artes, el cspirituir6nico y sarcstico- que ya se habia aduefiado de casi todas las piginas deConfabulario. Y de las personas hice marionetas, monigotes entregados a unadanza entre macabra y grotesca"'0.

Hasta ahora, en todas las historias estudiadas cabe encontrar al menos un puntode intersecci6n: el fracaso. Tanto las reivindicaciones de los indios, como laaventura del zapatero-agricultor y la misma feria desembocan en otras tantasfrustraciones.

EL ESPECTRO DE LA REALIDAD

Laferia alberga en su estructura fragmentada un panel con todos los registrosposibles de la realidad zapotlense. Este plano de objetividad abarca: espacio,sociedad, moral, usos y costumbres, cultura y supersticiones.

La circularidad, la redondez es la nota que define el Aimbito espacial en LaFeria. En una descripci6n de intenso lirismo -no en balde Arreola ha sidoincluido en la Antologia Poesia en movimiento- el autor mexicano, por boca deun personaje innominado, nos descubre el asombro ante la que fuera su primerarevelaci6n del paisaje de Zapotlin: "Campo de Zapotlin, mojado por la lluvia dejunio, Ilanura lineal de surcos innumnerables. Tierra de pan humilde y de trabajosencillo, tierra de hombres que giran en la ronda anual de las estaciones, querepasan su vida como un libro de horas y que orientan sus designios en las fasescambiantes de la luna. Zapotlin, tierra extendida y redonda, limitada por el suavedeclive de los montes, que sube por laderas y barrancos a perderse donde empiezael apogeo de los pinos. Tierra donde hay una laguna sofilada que se disipa en laaurora. Una laguna infantil como un recuerdo quc aparece y se pierde, ievindosesus juncos y sus verdes riberas ... (p. 58).

o10 Emmanuel Carballo, op. cit., p. 405.

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Asi los habitantes de Zapotlin dejan rodar sus vidas en una monotonia ciclicaque imita la propia monotonia de la Naturaleza.

La sociedad seencuentra estratificada en la aristocracia lugarefa-intelectualy econ6mica-, el clero, la clase media y la clase rural. Cuando muere uno de losmiembros de la clase superior -como el Licenciado- inmediatamente essustituido por otro (Don Abigail).

El sistema econ6mico semi-feudal no afecta exclusivamente a la oposici6nentre las capas sociales mis alejadas, tambidn repercute, en el piano moral, en unamayor proclividad a la represi6n y a la polaridad de las conductas, entre laprohibici6n y la permisi6n.

1. Del lado de la prohibici6n pueden interpretarse los siguientes episodios:las confesiones de un joven aprendiz de imprenta atormentado por el despertar dela sexualidad; Paulina, la madre soltera que se envenena con estricnina; el hun-dimiento moral de Don Fidencio cuando sabe que su hija Chayo ha sido seducida;y la madre que obstaculiza la vida marital de su hija. Todos ellos caen dentro deun puritanismo mal entendido.

2. En contraposici6n, del lado de la permisi6n y de la violaci6n, recordemoslos frecuentes casos de adulterio ("Hojarascas" y "Pedazo de hombre"), eldonjuanismo de Odil6n, asi como el reconocimiento oficial de una "zona detolerancia" en las afueras del pueblo para ejercer la prostituci6n.

Estas dos actitudes divergentes confluyen en una curiosa costumbre, a mitadde camino entre lo serio y lo c6mico: cuando muere una "mujer de la vida alegre... una o dos de sus compafieras, o la duefia de la casa en que pecaba, salen a pedirel vestido de una muchacha honrada para vestirla con ropa limpia" (p. 153).

La ironia del autor luce sus mejores galas en las sesiones culturales del Ateneo,donde, bajo la presidencia de Don Alfonso, se reinen los "amantes de las letras"para un intercambio cultural con poetas y escritores de la regi6n. Quiz ipor ser 6steuno de los temas que mas le duelen a Arreola -el uso y abuso de la cultura cuandose hace oficial- la reducci6n a lo grotesco alcance en e1 una Idcida perfecci6n.

LA ESCRITURA DE LA FERIA

La expresi6n "Apocalipsis de bolsillo" con que Arreola ha definido su novelase refiere tanto a la heterogeneidad de su escritura, como a la intertextualidadbiblica de su composici6n y al fatalismo -mediatizado por la ironia y elsarcasmo- de los sucesos contados: la historia de Zapotlan es una cadena dedesengafios, frustraciones y premoniciones apocalipticas, como el terremoto, queculminan en el derrumbamiento del gigantesco castillo pirotecnico.

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El autor ha recurrido a la sustitucidn de la narraci6n por el dialogo ya directo,ya como soporte de un fragmento narrativo- interferido por un collage de textosde diversa indole, inyectindole asi a su prosa dinamismo, vivacidad y justeza.

Lo importante de Laferia -ya lo dijimos al principio- es la 6smosis entreel lenguaje coloquial de la gente de Zapotlin, que Arreola ha sabido rescatar contoda naturalidad, y el texto literario. Ahora bien, el collage aquf, mis que unjuegoexperimental, obedece a la necesidad de ajustar la t6cnica a la diversidad de temasy personajes que convierten la obra en un coro de historias disimiles, en un careode voces contrapuestas hasta configurarse en una totalidad.

Por ello, a nivel verbal podemos distinguir dos aspectos: material no creadopor el autor y patrones ritmicos:

1. Material no creado por el autor.En este punto, la intertextualidad es utilizada con distintos fines y se emplean

procedimientos como la imitaci6n, la parodia, la cita, etc.,La interpolaci6n de c6digos aliterarios procedentes de los anales del pueblo,

que corresponden a distintos momentos de su historia, las reivindicaciones de losindios formuladas por escrito, informes de algin visitador, el certificado delnombramiento de Patr6n, etc., proporcionan un trasfondo hist6rico a los hechosactuales.

Otros textos estin tomados de la Biblia, de Isafas, Ezequiel y los Apdcrifos,como elpropio Arreola ha explicado. A modo deejemplo, recordemos el segmentoen que se cita un pasaje de Isafas; el autor, para facilitar, quizi, la identificaci6n deltexto, da al personaje que habla ese mismo nombre:

-"Bueno, en resumidas cuentas, esto no es ninguna novedad. La Funci6nsiempre la ha hecho el pueblo, aunque haya Mayordomo. iDe d6nde han sacadolos ricos su dinero? "... Habeis devorado la cosecha, y del despojo de los pobresestiAn llenas vuestras casas". Y yo no soy quien lo dice...

-Ah qu6 usted, don Isafas ..." (pp. 57-58)2. Patrones ritmicos.Desde el punto de vista formal, Laferia es una novela cambiante que acoge

una multiplicidad de escrituras para "convocar el mito de la plenitud oral" -comoafirma Julio Ortega". Para cada tema un tono distinto y, en el fondo, el dialogo.En 61 se afirma el pulso dramatico de esta obra aquilatado siempre por la ironia. Sinduda la formaci6n teatral de Arreola como autor dramitico y su experienciaescdnica como actor gravita sobre la novela.

n Julio Ortega, La contemplacion y lafiesta, Venezuela: Monteivila, 1969, p. 54.

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La gran variedad de patrones ritmicos confieren a esta obra un carictermarcadamente sinf6nico.

a) Apuntes del zapatero-agricultor: como escritura estAi plagada de tdrminosrelativos al campo semantico de la agricultura en un ingenuo alarde tecnicista. Lohumoristico resulta del dislate entre la teoria y la practica. El tono ya habia sidoensayado en un cuento de Varia invencidn: "Hizo el bien mientras vivid".

b) El diario de un joven enamorado que cuenta la fluctuaci6n de sus relacionescon Maria Elena.

c) La escritura como exorcismo de ciertas obsesiones, de tipd sexual, en estecaso, es el motivo del cuento "Pitirre en el jardin", basado en laAlicia ... de Carroll.

d) Aunque son varios los segmentos dedicados alas confesiones del aprendizde imprenta, esta manifestaci6n verbal se desborda en una prosa electrizantecuando, a raiz del terremoto, todos los habitantes del pueblo, aterrorizados, sientennecesidad de confesarse. Todas las confesiones se simultinean, sin transici6n, enuna sola, logrando el lenguaje una velocidad vertiginosa.

e) Cartas, an6nimos que perturban la vida de los zapotlenses y que sonutilizados por algunos para sus propios fines.

f) Canciones populares sobre laRevoluci6n, burlescas, coplas malintenciona-das que provocan un nerviosismo enfermizo en el pueblo.

g) La parodia cuenta con dos ejemplos notables aunque de signo diferente. Elprimero corresponde a la historia del torero Pedro Corrales y Concha de Fierro -la atracci6n del prostfbulo porque nadie habia logrado hacerle perder su virginidad.Cuando el torero lo consigue, la escena se describe mediante una trasposici6n dell6xico taurino al lance amoroso.

El segundo constituye uno delos mejores momentos de laobraen lautilizaci6nde la dclave par6dica. El 6xito radica en el estilo con que un socio del Ateneodescribe las sesiones culturales con la ret6rica mesurada y provinciana, los alardesmetaf6ricos y la sucesi6n de tdpicos en un lenguaje pretendidamente elevado:

Muy buena idealade Don Alfonso: nuestro Ateneo, que tan grato pasatiempo nosproporciona lanoche del jueves de cada semana, es un islote incomunicado en estearchipidlago del sur de Jalisco. No sabemos nada de aquellos que tan cerca denosotros cultivan las letras en sus rincones de provincia. Apenas si de vez encuando algin peri6dico local nos da muestras de esos ingenios escondidos ... (p.100).

Otro apartado importante quedaria integrado por episodios pertenecientes alg6nero de la literatura fantAstica y del "realismo migico".

El realismo fantAistico de filiaci6n kafkiana se produce en la escena entre DonFidencio y Maria Palomino. La figura retdrica sirve de catalizador: la simple

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compra de una vela se convierte, en virtud de la hip6rbole, en una acci6ncomplicada, hasta el absurdo.

Emparentadas con el realismo magico otras dos historias: la de Gallina SinPico y la del origen de Zapotln, o por que los indios deben respetar a los cuervos.

El perspectivismo y lo maravilloso se asocian en un segmento cuya primeraparte imita la escritura de la Biblia:

Y yo, Jos6, me echo a andar, pero casi no avanzaba entre aquel mar de gente. Yal elevar mis ojos al espacio, me pareci6 ver como si el aire estuviera estremecidode asombro. Y cuando fijd mi vista en el firmnnamento, lo encontr6 estitico y lospijaros del cielo inm6viles -y al dirigir la mirada hacia la tierra, vi un recipienteen el suelo y unos trabajadores del campo echados en actitud de comer, con susmanos en la vasija. Pero los que simulaban masticar, en realidad no masticaban,y los que parecian en actitud de tomar la comida, tampoco la sacaban del plato,y finalmente, los que parecian introducir los manjares en su boca, no lo hacian,sino que tenfan sus rostros mirando hacia arriba. Tambidn vi unas reses que ibansiendo arreadas, pero no daban paso, y el que las lievaba levant6 su diestra y sequed6 con la mano tendida en el aire. Y al pasar por un aguaje vi unos bueyes queponian en el agua sus hocicos pero no bebian. En una palabra, todas las cosasfueron apartadas de su curso normal" (pp. 81-82).

A continuaci6n, dentro del mismo segmento una voz en tercera personaofrece su punto de vista sobre los mismos hechos, desvelando asi la extrafieza delfragmento anterior.

Este proceso de humanizaci6n de una imagen religiosa fuera de su contextohist6rico, como el caso de San Jos6 en Laferia, ha sido ldcidamnente tratado porAguilera Malta en Siete lunas y siete serpientes, al convertir la irnagen de Jesiscrucificado en un personaje mis de la novela.

El Arreola deLaferia nose muestra exclusivamente corno el escritor que tomadistancia mediante la alquimia verbal y la ironia para crear un clima de"confabulacidn" con el lector. Decir que la novela se refiere a su pueblo natal estanto como afirmar su caricter autobiogrfico dentro de la ficci6n.

Sin contarnos su vida, quiere descubrirse a si mismo, y en esa bdsqueda larealidad de Zapotlin ode Ciudad Guzmin le tienta, porque, como ha dicho OctavioPaz, "El hombre nunca es 61 enteramente, siempre inacabado, solo se completacuando sale de si mismo y se inventa". Su obra, en este sentido, es el resultado deuna invenci6n literaria, pero tambi6n de una necesidad psicol6gica: la necesidad-segin sus propias palabras- de "cumplir con ciertas voces que no querianapagarse en mi y tambi6n darle salida a lo que soy debajo del literato aparente ...

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el nio afligido por el drama de la conciencia y del erotismo que despierta y queen mi no ha acabado de abrir los ojos".

LAcaso no era dse el drama de otro mexicano genial que cant6 la provincia,aquel instalado bajo el doble signo del le6n y la virgen? Tendriamos quepreguntarnos si Arreola al reinventar la provincia en La feria se ha encontrado conL6pez Velarde o ha sido la provincia de L6pez Velarde la que ha inventado aArreola. Como su antecesor, ha sabido rescatar con la mirada del asombro infantiluna realidad que esperaba ser salvada.

Finalmente, si La feria en su fragmentacidn es la experiencia de la escrituracomo desencanto, en cambio, se aparta del lenguaje literario para reconciliarse conla realidad a travds de la recuperaci6n del lenguaje visceral e instintivo del didlogo.

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