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36 Revista del Ministerio de Fomento

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Juan Ladrillero y Pedro Sarmiento de Gamboa,los otros “descubridores” del estrecho

Tras su descubrimiento en el viaje de la primera circunnavegación (1520), el estrecho de Magallanescontinuó siendo durante mucho tiempo una trampa, un laberinto de canales e islas sin cartografiar en elque fracasaron flotas enteras. Además, seguían pendientes dos desafíos: el paso de oeste a este, que alprincipio se tuvo por imposible, y la colonización, fortificación y reclamación para Castilla de sus desoladascostas, que empezaban a ser objeto de deseo de otras potencias y campo franco para corsarios.

Después de Magallanes

uTierra de Fuego y estrecho de Magallanes,de Mercator, en el Atlas ou representation duMonde Vniversel et des parties d’ice lui (1633).

Biblioteca Digital Hispánica. BNE

Magallanes.qxp__Maquetación 1 10/12/19 11:29 Página 36

colonización de las Molucas, se empezó a fraguaren 1522 tras el encuentro que Elcano mantuvocon el rey Carlos I para darle cuenta del primerviaje de circunnavegación.

El mes de enero de 1526 arribaron a las costas pró-ximas al estrecho de Magallanes, pero, a pesar deque varios tripulantes ya lo habían pasado antes,confundieron la entrada, y cuando consiguierondar con la correcta, una sucesión de temporales,averías, naufragios y deserciones provocó que solocuatro de las siete naves alcanzaran, ya en el mes

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En julio de 1525, cuatro años después de queJuan Sebastián Elcano regresara a España tras laprimera vuelta al mundo, partía de La Coruñauna flota de siete naves y 450 hombres al mandode García Jofre de Loaísa, en la que también em-barcaron el propio Elcano, comandante de unade las naos, y un joven Juan de Urdaneta, que conel tiempo llegaría a ser uno de los más grandesmarinos de la época y el primero en realizar el tor-naviaje a través del Pacífico. La expedición deLoaísa, la más potente que se había hecho a lamar hasta entonces y que tenía como finalidad la

uDemarcación del viajede Juan Ladrillero al

estrecho de Magallanesen un mapa del siglo XIXdel Servicio Hidrográfico

de Chile.Europeana/BibliotecaNacional de Francia.



de mayo, las aguas del Mar del Sur, y que inclusoestas cuatro se dispersaran durante la travesía delestrecho, tomando rumbos distintos y no volviendoa reunirse. La capitana, con graves averías y la tri-pulación bajo mínimos, afrontó entonces un de-sesperado peregrinaje por el Pacífico en el que,entre otros muchos, murieron Loaísa y Elcano.

A aquella catástrofe le siguieron otras, y tambiénalgún éxito, aunque a costa de muchos barcos yvidas. Era necesario, pues, que aquel estrechoimprescindible para el tránsito entre los océanosAtlántico y Pacífico fuera reconocido y carto-grafiado hasta en el último de sus peligrosos re-covecos, estableciendo un derrotero fiable y to-mando posesión definitiva de él para la Coronade Castilla antes de que otras naciones tuvieranla tentación de hacerlo suyo.

El viaje de Juan Ladrillero

El momento llegó cuando, tras la conquista por Pi-zarro del Imperio inca, su teniente gobernador,Pedro de Valdivia, continuó la expansión hacia elsur, fundando varias ciudades en el actual Chile,entre ellas Santiago (1541), la Concepción (1550)o Valdivia (1552), ya en la región austral. Ello per-mitió que las expediciones pudieran abordar el pasodesde mucho más cerca y mejor pertrechadas paraemprender el reconocimiento del estrecho con

mayor seguridad. Aun así, la primera expediciónenviada en 1553 por Pedro de Valdivia, ya gober-nador del Reino de Chile, fracasó. La flota, almando del capitán Francisco de Ulloa, consiguióentrar en el estrecho y navegarlo unas millas, perolos vientos contrarios le impidieron continuar y nollegó a hacer reconocimiento alguno de interés nientró en contacto con los nativos. Esto aumentó lafama que iba adquiriendo el estrecho como un pasoinnavegable, sobre todo de oeste a este, un laberintode islas y escollos que aparecían y desaparecían,ensenadas inaccesibles y canales sin salida cuyascostas estaban, además, habitadas por tribus queatacaban a los expedicionarios en cuanto intentabanacercarse a la orilla para buscar abrigo.

Sin embargo, no cesaban los intentos. Muerto Val-divia, el recién nombrado gobernador, García Hur-tado de Mendoza, organizó una nueva expediciónal mando del capitán Juan Fernández Ladrillero.Había nacido este en Cartaya (otras fuentes hablande Moguer) hacia 1503. Realizó varios viajes a lasIndias, obteniendo el título de piloto en 1535. Enlos años siguientes navegó por las costas del Mardel Sur entre Panamá y Perú, donde realizó algunosdescubrimientos y proporcionó valiosos datos geo-gráficos. En 1545 consta su presencia en Quito,así como su participación en las guerras entre losconquistadores del Perú al lado del virrey Vela Nú-ñez y en contra de Gonzalo Pizarro. En la décadasiguiente lo encontramos ya en el séquito del go-

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uEstrecho deMagallanes y marAustral, en Arcano delMare de sir RobertDudley, Florencia, 1661.Biblioteca DigitalHispánica. BNE.


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bernador Hurtado de Mendoza, que, en 1557, encumplimiento de una real cédula de dos añosantes, envía a Ladrillero “a reconocer aquel paso(el estrecho de Magallanes) i tomar posesión delas tierras i provincias comprendidas en la demar-cación de la Corona de Castilla que se fueran des-cubriendo”.

La expedición estaba compuesta por dos naves de50 toneles cada una y sesenta hombres de tripula-ción, además de un pequeño bergantín para las

exploraciones en aguas someras. Ladrillero, comocapitán general, comandaba la nao San Luis, mien-tras que la otra nave, la San Sebastián, iba al mandode otro experto navegante, Francisco Cortés deOjea. Partieron de Valdivia en noviembre de 1557y, tras ocho días de navegación, les sorprendió unatempestad que provocó la caída de algunos tripu-lantes al agua, aunque pudieron ser rescatados. Su-perada la tormenta y arrostrando corrientes ad-versas, arribaron a un abrigo del actual golfo dePenas al que dieron el nombre de Nuestra Señoradel Valle. Allí entraron en contacto también conlos primeros nativos que encontrarían en el viaje,los indios kawésqar, a los que llamaron canoeros,embarcando a uno de ellos para que hiciese de in-térprete con otros pueblos. Tras esa ensenada, dela que partieron el 6 de diciembre, daba comienzoel laberinto de canales que, entre altos farallonesa uno y otro lado y salpicados de multitud de bajíos,llevan a la boca occidental del estrecho. En ese la-berinto, a los pocos días, por causa de otratormenta que provocó graves daños en la San Se-bastián, ambas naves se perdieron de vista para novolver a encontrarse. (Cortés de Ojea, tras sufrirgrandes penalidades, entre ellas el ataque de loskawésqar, decidió regresar al norte, construyó unbergantín con los restos de su nao y llegó a Valdiviaen octubre de 1558).

Continuó ya sola la San Luis hacia el sur, y el 14 dediciembre de 1557, en un abrigo al que Ladrillerollamó San Lázaro, se realizó el primer acto solemnede toma de posesión del estrecho y de sus tierrasen nombre del rey Felipe II, un ritual que serepetiría varias veces. Durante ocho meses navegóLadrillero por los canales patagónicos y el estrechode Magallanes, bautizando los distintos accidentesque fue encontrando, sacando la latitud a la quese encontraba cada uno y describiéndolos con mi-nuciosidad, por lo que su relato del viaje constituyóun perfecto derrotero lleno de detalles útiles. Ade-más, dio cuenta de los recursos naturales de la zonay describió a los pueblos indígenas con los que en-traron en contacto, su aspecto, vestimenta, armasy herramientas. A primeros de agosto de 1558, lle-garon a la bahía Posesión, frente al cabo Vírgenes,la boca oriental del estrecho, donde se dio por fi-nalizado el viaje de reconocimiento y toma de po-sesión del estrecho. Todavía le quedaba a Ladrilleroun terrible viaje de vuelta que acabó en Concep-ción, en enero de 1559, donde llegó la San Luisprácticamente destrozada y sin apenas tripulación,pues muchos perecieron durante el regreso. El pro-pio Juan Ladrillero falleció muy poco después desu aventura magallánica.


uIndios kawésqar o alakalufes, pueblo de nómadas de la región de Magallanes, también llamadoscanoeros. Los primeros europeos con los que contactaron fueron los de la expedición de JuanLadrillero. Fotografía de la edición inglesa de 1882 de la Geografía universal. La tierra y sushabitantes, de Élisée Reclus..

uUn marinero ofrececomida a una familia de

patagones en ungrabado del libro A

voyage round the world,de John Byron, 1767.Museo de América,

Madrid.



Sarmiento de Gamboa

Más allá de los valiosos datos náuticos y geográficosrecogidos por Ladrillero, el viaje demostró quedesde el punto de vista económico los recursos dela región del estrecho eran escasos y poco aprove-chables en aquella época. En cambio, su interésestratégico era enorme. Controlar en exclusiva elpaso entre los dos océanos era fundamental paraasegurar el acceso por mar a los dominios españolesde la costa occidental de América recién conquis-tados, así como a los territorios del Pacífico, par-ticularmente a las islas de la Especiería. Por esa ra-zón, el derrotero y las cartas náuticas de Ladrillerose ocultaron durante mucho tiempo. La Coronaespañola temía que aquellos preciados datos parala navegación del estrecho acabaran en manos depotencias extranjeras.

Pero, a pesar de las cautelas, no se pudo evitar quenavegantes de otros países intentaran una y otravez la incursión al Pacífico a través de eseestratégico paso. Y el primero en conseguirlo, en1578, fue el más temido corsario de la época,Francis Drake, que durante un año estuvo haciendoincursiones en las costas de Chile, Perú, Panamáy Nueva España, atacando poblaciones como Val-paraíso o Callao y abordando los galeones que en-contraba. El virrey del Perú envió una pequeña ar-mada al encuentro del corsario, en la que, al mandode una de las naves, se encontraba un experimen-tado capitán llamado Pedro Sarmiento deGamboa. (Drake, al margen de alguna escaramuza,consiguió burlar una y otra vez a las patrullas es-pañolas y al final decidió regresar a Inglaterra; pri-mero subió hasta la California septentrional y buscóel paso al Atlántico por el noreste y, como no lo

encontró, navegó hacia el oeste: Filipinas, Molucas,Sumatra, el Índico, el cabo de Buena Esperanza...Es decir, la de Drake fue la segunda expediciónque completó la vuelta al mundo, en 1580, tras lade Elcano).

Consciente el virrey de la necesidad de asegurarel estrecho, en 1579 armó dos barcos con la misiónde reconocer de nuevo la región magallánica y es-tudiar la posibilidad de establecer defensas en suscostas. Al mando puso a Sarmiento de Gamboa,un capitán de 50 años y azarosa vida que no sesabe si nació, hacia 1530, en Pontevedra, dondese crió y de donde era su familia, o, como él mismodeclaró en alguna ocasión ante la Inquisición, en

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uLáminas del libroViage al estrecho deMagallanes por el

Capitán Pedro Sarmientode Gambóa en los años

de 1579 y 1580, ynoticia de la expediciónque después hizo parapoblarle. Madrid, 1768.

Biblioteca DigitalHispánica. BNE.

u-Pedro Sarmiento de Gamboa en un relieve enbronce del monumento al Descubrimiento en Alcaláde Henares. Foto: Raimundo Pastor bajo licenciaCreative Commons. Wikipedia.


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Alcalá de Henares, en cuya universidad es posibleque siguiera estudios, ya que a lo largo de su carrerademostró unos profundos conocimientos denáutica, astronomía y geografía, además de ser unexcelente escritor, autor de varios libros entre losque destaca su Historia de los incas.

Sirvió desde muy joven en varios puestos y viajó aAmérica, donde se ganó la amistad y el favor dedistintos gobernadores pero también la enemigadel Santo Oficio, que le formó proceso en al menosdos ocasiones por desacatos, burla a la religión yprácticas nigrománticas, aunque las penas siemprefueron leves o se le perdonaron. En 1567, el go-bernador del virreinato del Perú organizó una ex-pedición a las Molucas a cuyo mando puso a susobrino Álvaro de Mendaña, pero con la orden deque se consultaran todas las cuestiones relativas a

la navegación a Sarmiento, que además gobernabala nao capitana. La expedición descubrió las Sa-lomón y otras islas, pero de forma intempestiva yen contra de la opinión de Sarmiento –y de la fi-nalidad de la expedición, que era llegar a la Espe-ciería–, Mendaña ordenó la vuelta a América. Lasdesavenencias entre ambos comandantes conti-nuaron durante el viaje y Sarmiento acabó preso.Con la llegada de un nuevo virrey, no solo recuperóla libertad sino que emprendió como asesor unlargo viaje de reconocimiento por todo elvirreinato, estudiando los recursos del antiguo Im-perio incaico y a sus habitantes.

Reconocimiento e intento de población

Con Drake todavía haciendo de las suyas en lascostas peruanas y con la bien ganada fama de Sar-miento como explorador y comandante, en 1579el virrey Francisco Álvarez de Toledo le pone alfrente de la expedición que debía reconocer el es-trecho de Magallanes y estudiar la posibleubicación de poblados y fortificaciones. Las dosnaves que partieron del puerto del Callao –NuestraSeñora de la Esperanza, al mando del propioSarmiento, y San Francisco, al mando de Juan deVillalobos–, fuertemente armadas, pertrechadas ycon suficiente tripulación, llegaron sin problemasa la boca del estrecho, pero, sorprendidos allí porun fuerte temporal, la nave de Villalobos fue em-pujada de nuevo al Pacífico y tuvo que regresar.La nao capitana consiguió entrar en el estrecho deMagallanes, que los tripulantes rebautizaron conel nombre de Madre de Dios, y en la islaDesolación realizó Sarmiento la primera toma deposesión para la corona. Durante la navegacióndel estrecho, que duró 34 días, se tomaron multitudde mediciones y anotaciones náuticas, reconoci-mientos de los accidentes geográficos, de la floray la fauna, así como de algunos pueblos que habi-taban sus orillas. Además, dio nombres a muchosde los accidentes, un buen número de ellos descu-biertos durante este viaje.

Una vez en el Atlántico, continuó rumbo a Españacon el fin de informar directamente al rey Felipe IIsobre la necesidad de poblar y defender cuantoantes el estrecho. Convencido el monarca, se armóuna impresionante flota de veintitrés navíos y tresmil personas al mando de Diego Flores Valdés,mientras que Sarmiento fue nombrado capitán ge-neral y gobernador de las poblaciones que se fun-daran. Sarmiento no estuvo conforme con el nom-


uFrancis Drake, enEffigies Regum acPrincipum, de Crispijnvan de Passe, Holanda,1598. Biblioteca DigitalHispánica. BNE.



bramiento de Flores Valdés y las desavenencias,una vez más, surgieron enseguida. Primero por lafecha de salida –se partió casi a finales del otoñode 1581–, que Sarmiento hubiera preferido pos-poner, y después por el resto de decisiones tomadaspor Valdés durante la navegación. Esta, además,fue difícil, teniéndose que enfrentar a varios tem-porales que ralentizaron la marcha y que hicieronque gran parte de la tripulación y los futuros po-bladores enfermaran y murieran de escorbuto.

Solo una parte de la flota llegó a Brasil en marzode 1582, de donde partieron en noviembre enbusca del estrecho. Los enfrentamientos por la to-ma de decisiones entre Sarmiento y Valdés con-tinuaron, y también los temporales, los naufragios,las deserciones, los motines, las enfermedades ylas muertes, por lo que, tras varios intentos frus-trados, volvieron a Río. Allí recibieron el apoyodel almirante Diego de Rivera, que había llegadocon las órdenes reales de defender y poblar el es-trecho cuanto antes, ya que se tenía noticia deque corsarios franceses e ingleses se dirigían haciaallí con la intención de pasar al Mar del Sur. En-tonces Flores Valdés salió a su encuentro ydespués, desoyendo cualquier orden, decidióvolver a España dejando a Sarmiento y Riveraen Río de Janeiro.

Tras muchas penalidades, en febrero de 1584 con-siguen llegar estos a la boca oriental del estrechocon cinco naves. Allí termina la misión de DiegoRivera, que regresa a España dejando a Sarmientocon un solo barco y trescientas personas, entre tri-pulantes y pobladores. En el estrecho funda dosciudades, Nombre de Jesús y Rey Don Felipe. Unaño después de la creación de esta última,emprende viaje para inspeccionar las condicionesen que sigue la primera fundación, pero el barcoes desviado una y otra vez por los temporales, élcae enfermo y, tras reponerse en Todos los Santos(Brasil), decide regresar a España en busca deayuda. Durante este regreso aún habrá de soportarmás penalidades: cae preso de los ingleses, aunque

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Los descubrimientos de Ladrilleroy Sarmiento supusieron un gran

avance en el conocimientocientífico de la región austral del

continente

uCosta de Chile, en Arcano del Mare, de sir Robert Dudley, Florencia, 1661.Biblioteca Digital Hispánica. BNE.

uArponesutilizados por lospueblos delestrecho deMagallanes. Museode América, Madrid.


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volver al estrecho para socorrer a los colonos quehabía dejado allí y realizar más fundaciones. Lospreparativos del viaje se retrasan, la flota, bajo sumando, no parte hasta mayo de 1592, y nada mássalir cae gravemente enfermo. Sarmiento será de-sembarcado y llevado a Lisboa, donde morirá enel mes de julio. Tenía buenos motivos para preo-cuparse por el estado de sus colonos: Cuando en1588 pasó por el estrecho el pirata Thomas Ca-vendish, solo encontró a unos pocos supervivientes,y era tal el estado de desolación y miseria que a lacolonia Rey Don Felipe la rebautizó con el nombrede Port Famine, Puerto del Hambre.

Los descubrimientos y trabajos de Sarmiento deGamboa y Juan Ladrillero supusieron un granavance en el conocimiento científico de los canalesmagallánicos y las tierras australes, si bien no des-pojaron al estrecho de Magallanes –“esa secretasenda”, como la llamó Ercilla en su poema La Arau-cana– de esa condición de desafío extremo, de terraincognita en los confines del mundo, que loacompañó durante mucho tiempo y que, en ciertaforma, aún perdura.


Más información

En el sitio de Internet “Memoria Chilena” (www.memoriachilena.gob.cl),de la Biblioteca Nacional de Chile, se puede descargar el “Viaje delcapitán Juan Ladrillero al descubrimiento del estrecho de Magallanes”,publicado en el Anuario Hidrográfico de la Marina de Chile de 1879.Además, esta web es una fuente de información imprescindible paratodo lo relacionado con la región magallánica y quienes la exploraron.Por su parte, en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacionalde España (www.bne.es) está disponible el libro Viage al estrecho deMagallanes por el Capitán Pedro Sarmiento de Gambóa en los años de1579 y 1580, y noticia de la expedición que después hizo para poblarle(Madrid, 1768). Por otra parte, el Diccionario Biográfico de la RealAcademia de la Historia en su versión electrónica (http://dbe.rah.es/)recoge las biografías de Juan Ladrillero y de Pedro Sarmiento deGamboa, escritas respectivamente por Isidoro Vázquez de Acuña yMarcelino González Fernández.

llevado ante Isabel I esta le trata como a unhuésped, le permite volver a España vía París e in-cluso le encomienda una misión ante Felipe II. Peroal pasar por Francia es apresado por los hugonotes,que le retienen tres años hasta que se paga elrescate. Nada más llegar a España, en 1590, pide

Mariano Serrano

uTabula Magellanica, deWillem Janszoon Blaeu,1635. Biblioteca Digital

Hispánica. BNE.


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