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Juan Vol I Leon Morris

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Juan

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Juan vol. I

El Evangelio segn JuanVOLUMEN PRIMEROEdicin revisada

El Evangelio segn JuanVOLUMEN PRIMEROEdicin revisadaLeon Morris

EDITORIAL CLIEGalvani, 11308224 TERRASSA (Barcelona)E-mail: [email protected] http://www.clie.esEl EVANGELIO SEGN JUAN, VOL. 1Edicin en dos volmenes Leon MorrisPublicado originalmente en ingls con el ttulo The Gospel According To John, Revised ed.Copyright 1995 by Wm. B. Eerdmans Publishing Co. All rights reserved. 2005 por Editorial Clie para esta edicin en castellano.Todos los derechos reservados.Director de la coleccin: Dr. Matt WilliamsTraduccin:Dorcas Gonzlez BatallerEquipo editorial (revisin y correccin):Nelson Araujo OzunaAnabel Fernndez OrtizDorcas Gonzlez BatallerDiseo de cubiertas: Ismael Lpez MedelDepsito Legal: B-23.411-2005 ISBN: 84-8267-433-1Impreso en Romany Valls, S.A. Plaza Verddaguer, 1 08786 CAPELLADESPrinted in SpainClasifquese: 222 COMENTARIOS DEL NT: Epstolas de Juan C.T.C. 01-02-0222-11Referencia: 22.46.00COLECCIN TEOLGICA CONTEMPORNEA:libros publicadosEstudios bblicosMichael J. Wilkins & J.P. Moreland (editores), Jess bajo sospecha, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 4, 2003.F.F. Bruce, Comentario de la Epstola a los Glatas, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 7, 2004.Peter H. Davids, La Primera Epstola de Pedro, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 10, 2004.Estudios teolgicosRichard Bauckham, Dios Crucificado: Monotesmo y Cristologa en el Nuevo Testamento, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 6, 2003.G.E. Ladd, Teologa del Nuevo Testamento, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 2, 2003.Leon Morris, Jess es el Cristo: Estudios sobre la Teologa Jonica, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 5, 2003.N.T. Wright, El verdadero pensamiento de Pablo, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 1, 2002.Clark H. Pinnock, Revelacin bblica: el fundamento de la teologa cristiana, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 8, 2004.Estudios ministerialesMichael Green & Alister McGrath, Cmo llegar a ellos? Defendamos y comuniquemos la fe cristiana a los no creyentes, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 3, 2003.Wayne. A. Grudem, ed., Son vigentes los dones milagrosos? Cuatro puntos de vista, Coleccin Teolgica Contempornea vol. 9, 2004.

Presentacin de la Coleccin Teolgica ContemporneaCualquier estudiante de la Biblia sabe que hoy en da la literatura cristiana evanglica en lengua castellana an tiene muchos huecos que cubrir. En consecuencia, los creyentes espaoles muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para tratar el texto bblico, para conocer el contexto teolgico de la Biblia, y para reflexionar sobre cmo aplicar todo lo anterior en el transcurrir de la vida cristiana.Esta conviccin fue el principio de un sueo: la Coleccin Teolgica Contempornea. Necesitamos ms y mejores libros para formar a nuestros estudiantes y pastores para su ministerio. Y no solo en el campo bblico y teolgico, sino tambin en el prctico si es que se puede distinguir entre lo teolgico y lo prctico, pues nuestra experiencia nos dice que por prctica que sea una teologa, no aportar ningn beneficio a la Iglesia si no es una teologa correcta.Sera magnfico contar con el tiempo y los expertos necesarios para escribir libros sobre las reas que an faltan por cubrir. Pero como ste no es un proyecto viable por el momento, hemos decidido traducir una serie de libros escritos originalmente en ingls.Queremos destacar que adems de trabajar en la traduccin de estos libros, en muchos de ellos hemos aadido preguntas de estudio al final de cada captulo para ayudar a que tanto alumnos como profesores de seminarios bblicos, como el pblico en general, descubran cules son las enseanzas bsicas, puedan estudiar de manera ms profunda, y puedan reflexionar de forma actual y relevante sobre las aplicaciones de los temas tratados. Tambin hemos aadido en la mayora de los libros una bibliografa en castellano, para facilitar la tarea de un estudio ms profundo del tema en cuestin.En esta Coleccin Teolgica Contempornea, el lector encontrar una variedad de autores y tradiciones evanglicos de reconocida trayectoria. Algunos de ellos ya son conocidos en el mundo de habla hispana (como F.F. Bruce, G.E. Ladd y L.L. Morris). Otros no tanto, ya que an no han sido traducidos a nuestra lengua (como N.T. Wright y R. Bauckham); no obstante, son mundialmente conocidos por su experiencia y conocimiento.Todos los autores elegidos son de una seriedad rigurosa y tratan los diferentes temas de una forma profunda y comprometida. As, todos los libros son el reflejo de los objetivos que esta coleccin se ha propuesto:1. Traducir y publicar buena literatura evanglica para pastores,profesores y estudiantes de la Biblia.2. Publicar libros especializados en las reas donde hay una mayorescasez.La Coleccin Teolgica Contempornea es una serie de estudios bblicos y teolgicos dirigida a pastores, lderes de iglesia, profesores y estudiantes de seminarios e institutos bblicos, y creyentes en general, interesados en el estudio serio de la Biblia. La coleccin se dividir en tres reas:Estudios bblicosEstudios teolgicosEstudios ministerialesEsperamos que estos libros sean una aportacin muy positiva para el mundo de habla hispana, tal como lo han sido para el mundo anglfono y que, como consecuencia, los cristianos bien formados en Biblia y en Teologa impactemos al mundo con el fin de que Dios, y solo Dios, reciba toda la gloria.Queremos expresar nuestro agradecimiento a los que han hecho que esta coleccin sea una realidad, a travs de sus donativos y oraciones. Tu Padre... te recompensar.Dr. MATTHEW C. WILLIAMSEditor de la Coleccin Teolgica ContemporneaProfesor en IBSTE (Barcelona) y Talbot School of Theology(Los Angeles, CA., EEUU)PRESENTACIN DE LA COLECCIN TEOLGICA CONTEMPRNEALista de ttulosA continuacin presentamos los ttulos de los libros que publicaremos, DM, en los prximos tres aos, y la temtica de las publicaciones donde queda pendiente asignar un libro de texto. Es posible que haya algn cambio, segn las obras que publiquen otras editoriales, y segn tambin las necesidades de los pastores y de los estudiantes de la Biblia. Pero el lector puede estar seguro de que vamos a continuar en esta lnea, interesndonos por libros evanglicos serios y de peso.Estudios bblicosNuevo TestamentoD.A. Carson, Douglas J. Moo, Leon Morris, Una Introduccin alNuevo Testamento [An Introduction to the New Testament, rev. ed., Grand Rapids, Zondervan, 2005]. Se trata de un libro de texto imprescindible para los estudiantes de la Biblia, que recoge el trasfondo, la historia, la canonicidad, la autora, la estructura literaria y la fecha de todos los libros del Nuevo Testamento. Tambin incluye un bosquejo de todos los documentos neotestamentarios, junto con su contribucin teolgica al Canon de las Escrituras. Gracias a ello, el lector podr entender e interpretar los libros del Nuevo Testamento a partir de una acertada contextualizacin histrica.JessMichael J. Wilkins & J.P. Moreland (editores), Jess bajo sospecha, Terrassa: CLIE, Coleccin Teolgica Contempornea, vol. 4, 2003. Una defensa de la historicidad de Jess, realizada por una serie de expertos evanglicos en respuesta a El Seminario de Jess, un grupo que declara que el Nuevo Testamento no es fiable y que Jess fue tan solo un ser humano normal.Robert H. Stein, Jess, el Mesas: Un Estudio de la Vida de Cristo, Downers Grove, IL; Leicester, England: InterVarsity Press, 1996 [Jesus the Messiah: A Survey of the Life of Christ]. Hoy en da hay muchos escritores que estn adaptando el personaje y la historia de Jess a las demandas de la era en la que vivimos. Este libro establece un dilogo con esos escritores, presentado al Jess bblico. Adems, nos ofrece un estudio tanto de las enseanzas como de los acontecimientos importantes de la vida de Jess. Stein ensea Nuevo Testamento en Bethel Theological Seminary, St. Paul, Minnesota, EE.UU. Es autor de varios libros sobre Jess, y ha tratado el tema de las parbolas y el problema sinptico, entre otros.JuanLeon Morris, Comentario del Evangelio de Juan [Commentary onJohn], 2nd edition, New International Commentary on the New Testament. Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishers, 1995. Los comentarios de esta serie, New International Commentary on the New Testament, estn considerados en el mundo anglfono como unos de los comentarios ms serios y recomendables. Analizan el texto de forma detallada, detenindose a considerar temas contextuales y exegticos, y el sentido general del texto.RomanosDouglas J. Moo, Comentario de Romanos [Commentary on Romans], New International Commentary on the New Testament. Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishers, 1996. Moo es profesor de Nuevo Testamento en Wheaton College. Los comentarios de esta serie, New International Commentary on the New Testament, estn considerados en el mundo anglfono como unos de los comentarios ms serios y recomendables. Analizan el texto de forma detallada, detenindose a considerar temas contextuales y exegticos, y el sentido general del texto.GlatasF.F. Bruce, Comentario de la Epstola a los Glatas, Terrassa: CLIE, Coleccin Teolgica Contempornea, vol. 7, 2003.FilipensesGordon Fee, Comentario de Filipenses [Commentary on Philippians], New International Commentary on the New Testament. Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishers, 1995. Los comentarios de esta serie, New International Commentary on the New Testament, estn considerados en el mundo anglfono como unos de los comentarios ms serios y recomendables. Analizan el texto de forma detallada, detenindose a considerar temas contextuales y exegticos, y el sentido general del texto.

EL EVANGELIO SEGN JUAN

189PRESENTACIN DE LA COLECCIN TEOLGICA CPastoralesLeon Morris, 1 & 2 Tesalonicenses [1 & 2 Thessalonians], rev. ed., New International Commentary on the New Testament. Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishers, 1991. Los comentarios de esta serie, New International Commentary on the New Testament, estn considerados en el mundo anglfono como unos de los comentarios ms serios y recomendables. Analizan el texto de forma detallada, detenindose a considerar temas contextuales y exegticos, y el sentido general del texto.Primera de PedroPeter H. Davids, La Primera Epstola de Pedro [The First Epistle of Peter], New International Commentary on the New Testament. Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishers, 1990. Los comentarios de esta serie, New International Commentary on the New Testament, estn considerados en el mundo anglfono como unos de los comentarios ms serios y recomendables. Analizan el texto de forma detallada, detenindose a considerar temas contextuales y exegticos, y el sentido general del texto. Davids ensea Nuevo Testamento en Regent College, Vancouver, Canad.ApocalipsisRobert H. Mounce, El Libro del Apocalipsis [The Book ofRevelation], rev.ed., New International Commentary on the New Testament. Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishers, 1998. Los comentarios de esta serie, New International Commentary on the New Testament, estn considerados en el mundo anglfono como unos de los comentarios ms serios y recomendables. Analizan el texto de forma detallada, detenindose a considerar temas contextuales y exegticos, y el sentido general del texto. Mounce es presidente emrito de Whitworth College, Spokane, Washington, EE.UU., y en la actualidad es pastor de Christ Community Church en Walnut Creek, California.Estudios teolgicosCristologaRichard Bauckham, Dios Crucificado: Monotesmo y Cristologa en el Nuevo Testamento, Terrassa: CLIE, Coleccin TeolgicaContempornea, vol. 6, 2003. Bauckham, profesor de Nuevo Testamento en St. Marys College de la Universidad de St. Andrews, Escocia, conocido por sus estudios sobre el contexto de los Hechos, por su exgesis del Apocalipsis, de 2 de Pedro y de Santiago, explica en esta obra la informacin contextual necesaria para comprender la cosmovisin monotesta juda, demostrando que la idea de Jess como Dios era perfectamente reconciliable con tal visin.Teologa del Nuevo TestamentoG.E. Ladd, Teologa del Nuevo Testamento, Terrassa: CLIE, Coleccin Teolgica Contempornea, vol. 2, 2003. Ladd era profesor de Nuevo Testamento y Teologa en Fuller Theological Seminary (EE.UU.); es conocido en el mundo de habla hispana por sus libros Creo en la resurreccin de Jess, Crtica del Nuevo Testamento, Evangelio del Reino y Apocalipsis de Juan: Un comentario. Presenta en esta obra una teologa completa y eruditade todo el Nuevo Testamento.Teologa JonicaLeon Morris, Jess es el Cristo: Estudios sobre la Teologa Jonica, Terrassa: CLIE, Coleccin Teolgica Contempornea, vol. 5, 2003. Morris es muy conocido por los muchos comentarios que ha escrito, pero sobre todo por el comentario de Juan de la serie New International Commentary of the New Testament. Morris tambin es el autor de Creo en la Revelacin, Las cartas a los Tesalonicenses, El Apocalipsis, Por qu muri Jess?, y El salario del pecado.Teologa PaulinaN.T. Wright, El verdadero pensamiento de Pablo, Terrassa: CLIE, Coleccin Teolgica Contempornea, vol. 1, 2002. Una respuesta a aquellos que dicen que Pablo comenz una religin diferente a la de Jess. Se trata de una excelente introduccin a la teologa paulina y a la nueva perspectiva del estudio paulino, que propone que Pablo luch contra el exclusivismo judo y no tanto contra el legalismo.Teologa SistemticaMillard Erickson, Teologa sistemtica [Christian Theology], 2nd edition, Grand Rapids: Baker, 1998. Durante quince aos estaPRESENTACIN DE LA COLECCIN TEOLGICA Cteologa sistemtica de Millard Erickson ha sido utilizada en muchos lugares como una introduccin muy completa. Ahora se ha revisado este clsico teniendo en cuenta los cambios teolgicos, al igual que los muchos cambios intelectuales, polticos, econmicos y sociales.Teologa Sistemtica: Revelacin/InspiracinClark H. Pinnock, Revelacin bblica: el fundamento de la teologa cristiana, Prefacio de J.I. Packer, Terrassa: CLIE, Coleccin Teolgica Contempornea, vol. 8, 2004. Aunque conocemos los cambios teolgicos de Pinnock en estos ltimos aos, este libro, de una etapa anterior, es una defensa evanglica de la infalibilidad y veracidad de las Escrituras.Estudios ministerialesApologtica/EvangelizacinMichael Green & Alister McGrath, Cmo llegar a ellos? Defendamos y comuniquemos la fe cristiana a los no creyentes, Terrassa: CLIE, Coleccin Teolgica Contempornea, vol. 3, 2003. Esta obra explora la evangelizacin y la apologtica en el mundo postmoderno en el que nos ha tocado vivir, escrito por expertos en evangelizacin y Teologa.DiscipuladoGregory J. Ogden, Discipulado que transforma: el modelo de Jess [Transforming Discipleship: Making Disciples a Few at a Time, Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2003]. Si en nuestra iglesia no hay crecimiento, quiz no sea porque no nos preocupamos de las personas nuevas, sino porque no estamos discipulando a nuestros miembros de forma eficaz. Muchas veces nuestras iglesias no tienen un plan coherente de discipulado, y los lderes creen que les faltan los recursos para animar a sus miembros a ser verdaderos seguidores de Cristo. Greg Ogden habla de la necesidad del discipulado en las iglesias locales y recupera el modelo de Jess: lograr un cambio de vida invirtiendo en la madurez de grupos pequeos para poder llegar a todos. La forma en la que Ogden trata este tema es bblica, prctica e increblemente eficaz; ya se ha usado con mucho xito en cientos de iglesias.Dones/PneumatologaWayne. A. Grudem, ed., Son vigentes los dones milagrosos? Cuatro puntos de vista, Terrassa: CLIE, Coleccin Teolgica Contempornea, vol. 9, 2004. Este libro pertenece a una serie que se dedica a exponer las diferentes posiciones que hay sobre diversos temas. Esta obra nos ofrece los argumentos de la perspectiva cesacionista, abierta pero cautelosa, la de la Tercera Ola, y la del movimiento carismtico; cada una de ellas acompaadas de los comentarios y la crtica de las perspectivas opuestas.Hermenutica/InterpretacinJ. Scott Duvall & J. Daniel Hays, Entendiendo la Palabra de Dios [Grasping Gods Word, rev. ed., Grand Rapids: Zondervan, 2005]. Cmo leer la Biblia? Cmo interpretarla? Cmo aplicarla? Este libro salva las distancias entre los acercamientos que son demasiado simples y los que son demasiado tcnicos. Empieza recogiendo los principios generales de interpretacin, y luego aplica esos principios a los diferentes gneros y contextos para que el lector pueda entender el texto bblico y aplicarlo a su situacin.SoteriologaJ. Matthew Pinson, ed., Cuatro puntos de vista sobre la Seguridad de la Salvacin [Four Views on Eternal Security], Grand Rapids: Zondervan, 2002. Puede alguien perder la salvacin? Cmo presentan las Escrituras la compleja interaccin entre la Gracia y el Libre albedro? Este libro pertenece a una serie que se dedica a exponer las diferentes posiciones que hay sobre diversos temas. En l encontraremos los argumentos de la perspectiva del calvinismo clsico, la del calvinismo moderado, la del arminianismo reformado, y la del arminianismo wesleyano; todas ellas acompaadas de los comentarios y la crtica de las posiciones opuestas.Mujeres en la IglesiaBonnidell Clouse & Robert G. Clouse, eds., Mujeres en el ministerio. Cuatro puntos de vista [Women in Ministry: Four Views], Downers Grove: IVP, 1989. Este libro pertenece a una serie que se dedica a exponer las diferentes posiciones que hay sobre diversos temas. Esta obra nos ofrece los argumentos de la perspectiva tradicionalista, la que aboga en pro del liderazgo masculino, en pro del ministerio plural, yPRESENTACIN DE LA COLECCIN TEOLGICA Cla de la aproximacin igualitaria; todas ellas acompaadas de los comentarios y la crtica de las perspectivas opuestas.Vida cristianaDallas Willard, Renueva tu Corazn: S como Cristo [Renovation of the Heart: Putting on the Character of Christ], Colorado Springs: NavPress, 2002. No nacemos de nuevo para seguir siendo como antes. Pero: Cuntas veces, al mirar a nuestro alrededor, nos decepcionamos al ver la poca madurez espiritual de muchos creyentes? Tenemos una buena noticia: es posible crecer espiritualmente, deshacerse de hbitos pecaminosos, y parecerse cada vez ms a Cristo. Este bestseller nos cuenta cmo transformar nuestro corazn, para que cada elemento de nuestro ser est en armona con el reino de Dios.ONTEMPORNEAEL EVANGELIO SEGN JUANONTEMPORNEA

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ndicePRIMER VOLUMENLista de libros publicados.......................................................................5Presentacin de la Coleccin Teolgica Contempornea.....................7Prefacio a la primera edicin ................................................................ 23Prefacio a la edicin revisada ............................................................... 25 Principales abreviaturas ......................................................................... 27INTRODUCCIN.................................................................................. 37 I. Autora ....................................................................................... 38 II. Fecha.......................................................................................... 62 III. Propsito .................................................................................... 69IV. Historia y Teologa ................................................................... 74 V. La relacin entre cuarto evangelio y los Sinpticos .............. 84VI. Desplazamientos textuales ........................................................ 88 VII. Fuentes....................................................................................... 92 VIII. Lugar de composicin............................................................. 97IX. Trasfondo ................................................................................... 99Texto, Exposicin y NotasI. El prlogo (1:1-18) ................................................................. 105A. El Verbo y Dios (1:1-2) .................................................... 107B. El Verbo y la Creacin (1:3-5) ......................................... 114 C. El Verbo y Juan el Bautista (1:6-8).................................. 122 D. El Verbo Encarnado (1:9-14) ............................................ 127E. La Incomparable Excelencia del Verbo (1:15:-18) .......... 143II. El principio del ministerio de Jess (1:19-51)...................... 165A. El testimonio de Juan (1:19-34) ....................................... 1651. Juan y los fariseos (1:19-28)........................................ 1652. Juan y Jess (1:29-34) .................................................. 179B. Los primeros discpulos (1:35-51) .................................... 1901. Andrs y Pedro (1:35-42) ............................................. 1902. Felipe y Natanael (1:43-51) ......................................... 197III. Las seales y los discursos pblicos de Cristo (2:1-12:50)... 212 A. La primera seal: Las bodas de Can (2:1-11) ............... 212 Interludio (2:12) ................................................................ 224 B. Purificacin del Templo (2:13-17) .................................... 226EL EVANGELIO SEGN JUANC. Destruccin y reconstruccin del Templo (2:18-22)........ 235D. Jess y la multitud (2:23-25)............................................ 244E. El primer discurso: El nuevo nacimiento (3:1-36) .......... 2481. El nuevo nacimiento (3:1-15) ...................................... 2482. Reflexin (3:16-21)....................................................... 2693. Jess y Juan el Bautista (3:22-36)............................... 277 a. Pregunta sobre la purificacin (3:22-26) ................ 277b. La respuesta de Juan el Bautista (3:27-30)............ 281c. Reflexin (3:31-36).................................................. 284F. El segundo discurso: El Agua de Vida (4:1-42)............... 2931. Jess parte para Galilea (4:1-3) ................................... 2932. Agua viva (4:4-14)........................................................ 2953. La mujer y sus maridos (4:15-19) ............................... 3064. Verdadera Adoracin (4:20-26) .................................... 3105. El testimonio de la mujer (4:27-30) ............................ 3176. La comida de Cristo (4:31-38) .................................... 319 7. Creyentes samaritanos (4:39-42) .................................. 326Interludio en Galilea (4:43-45) ......................................... 329 G. La segunda seal: la curacin del Hijo de un oficial del Rey (4:46-54) ................................................................................ 332H. La tercera seal: la curacin de un paraltico (5:1-18) .... 3431. La curacin (5:1-9a) ..................................................... 3432. Discusin acerca del Da de Reposo (5:9b-18) .......... 350I. El tercer discurso: el Hijo divino (5:19-47) ...................... 3571. El Padre y el Hijo (5:19-24) ........................................ 3572. El Hijo y el Juicio (5:25-29)........................................ 3633. Testigos del Hijo (5:30-47) .......................................... 368J. La cuarta seal: la alimentacin de la multitud (6:1-15) . 385 K. La quinta seal: Jess anda sobre el agua (6:16-21) ...... 395L. El cuarto discurso: El Pan de Vida (6:22-66) .................. 3991. La multitud busca a Jess (6:22-25) ........................... 4042. Alimento que permanece (6:26-27) ............................. 4063. Las obras de Dios (6:28-29) ........................................ 4084. El Pan de Vida (6:30-40) ............................................. 4105. Cristo y el Pan (6:41-51) ............................................. 4186. Comer la carne y beber la sangre (6:52-59)............... 4267. Palabras que son Espritu y Vida (6:60-66) ................ 432M. La confesin de Pedro (6:67-71) ..................................... 438N. El quinto discurso: El Espritu que da vida (7:1-52)...... 4431. Jess y sus hermanos (7:1-9)....................................... 4442. La reaccin de las multitudes (7:10-13)...................... 4523. Juicio justo (7:14-24).................................................... 4554. Es ste el Cristo? (7:25-31) ....................................... 46318NDICE5. Intento de arresto (7:32)............................................... 4686. El retorno de Jess al Padre (7:33-36)........................ 4697. Una profeca del Espritu (7:37-39)............................. 4738. Divisin (7:40-44)......................................................... 482Bibliografa en castellano .................................................................... 491SEGUNDO VOLUMENLista de libros publicados.......................................................................5Presentacin de la Coleccin Teolgica Contempornea.....................7Prefacio a la primera edicin ................................................................ 23Prefacio a la edicin revisada ............................................................... 25Principales abreviaturas ......................................................................... 27O. El sexto discurso: la Luz del mundo (8:12-59)................. 371. El testimonio del Padre (8:12-20).................................. 372. Morir en pecado (8:21-24) ............................................. 473. El Padre y el Hijo (8:25-30) .......................................... 514. Esclavos del pecado (8:31-47) ....................................... 575. La Gloria que el Padre da al Hijo (8:48-59) ................ 71P. La sexta seal: Curacin del ciego de nacimiento (9:1-41)811. La curacin (9:1-7) ......................................................... 832. El efecto en los vecinos (9:8-12)................................... 883. El hombre y los fariseos (9:13-34)................................ 90 a. Discusiones preliminares (9:13-17)........................... 90b. Interrogan a los padres del hombre que ha sido sanado (9:18-23) ..................................................................... 93 c. Cuestionan al hombre, y lo excomulgan (9:24-34)... 974. Fe en el Hijo de Dios (9:35-38) .................................. 1015. La condenacin de los fariseos (9:39-41) ................... 104Q. El sptimo discurso: El Buen Pastor (10:1-42) ............... 1071. La parbola (10:1-6) ..................................................... 109 2. La aplicacin a la persona de Cristo (10:7-18) .......... 1132. La reaccin de los judos (10:19-21)........................... 1243. El rechazo final de los judos (10:22-42).................... 125 a. La unidad del Padre y el Hijo (10:22-30) ............. 125b. Se rebate la acusacin de blasfemia (10:31-39) .... 134c. Al otro lado del Jordn (10:40-42) ......................... 141R. La sptima seal: La resurreccin de Lzaro (11:1-57) ... 1431. La muerte de Lzaro (11:1-16) .................................... 1472. El encuentro de Jess y Marta (11:17-27) .................. 157EL EVANGELIO SEGN JUAN3. El encuentro de Jess y Mara (11:28-32) .................. 1654.Lzaro es resucitado (11:33-44) .................................... 1674. La reaccin de fe (11:45)............................................. 1765. La reaccin de los incrdulos (11:46-57).................... 177S. El cierre del ministerio pblico de Jess (12:1-50) ......... 1861. La uncin en Betania (12:1-8) ..................................... 1862. La entrada triunfal (12:9-19) ........................................ 1963. Los griegos (12:20-36a)................................................ 2064. La profeca da testimonio de Jess (12:36b-43) ......... 2195. La ltima invitacin a la fe (12:44-50) ....................... 224IV. Los discursos de despedida (13:1-17:26) .............................. 229A. Dos acciones importantes (13:1-30) ................................. 2301. Jess lava los pies a sus discpulos (13:1-11) ............ 2302. Servicio y humildad (13:12-20) ................................... 2393. Una profeca de la traicin a Jess (13:21-30)........... 244B. Las preguntas de los discpulos (13:31-14:31) ................ 2501. Un mandamiento nuevo (13:31-35) ............................. 2502. Jess profetiza la negacin de Pedro (13:36-38) ........ 2553. Cristo, el Camino (14:1-7) ........................................... 2584. El Padre y el Hijo (14:8-14)........................................ 2655. La venida del Espritu (14:15-17) ............................... 2716. La manifestacin de Cristo a los discpulos (14:18-24) . 2747. Yo voy al Padre (14:25-31) ...................................... 279C. La Vid Verdadera (15:1-16) .............................................. 291D. Persecucin (15:17-25) ...................................................... 3021. Sufriendo por causa de Cristo (15:17-21) ................... 3022. Cristo revela el pecado de las personas (15:22-25) ... 305E. La obra del Espritu Santo (15:26-16:15)......................... 3081. El testimonio del Espritu Santo (15:26-27) ............... 3082. Advertencia sobre la persecucin futura (16:1-4) ....... 3183. La obra del Espritu (16:5-15) ..................................... 321F. Solucin de algunos problemas (16:16-33)....................... 3281. La confusin de los discpulos (16:16-18).................. 3292. La alegra de los discpulos (16:19-24)....................... 3313. La fe de los discpulos (16:25-30) .............................. 3364. La paz de los discpulos (16:31-33) ............................ 340G. La oracin intercesora (17:1-26) ...................................... 3431. Pidiendo la glorificacin del Hijo (17:1-5) ................. 3442. Pidiendo por los discpulos (17:6-19) ......................... 3493. Pidiendo por los que han de creer (17:20-26) ............ 359V. La crucifixin (18:1-19:42) .................................................... 367A. El arresto (18:1-12) ........................................................... 367B. El juicio judo y las negaciones (18:13-27)..................... 37520NDICE1. Jess comparece ante Ans (18:13-14) ....................... 3772. La primera negacin de Pedro (18:15-18) .................. 3793. El interrogatorio ante Ans (18:19-24)........................ 3824. Las dos ltimas negaciones de Pedro (18:25-27) ....... 387C. El juicio romano (18:28-19:16) ........................................ 3891. Jess ante Pilato (18:28-32) ......................................... 390 2. Pilato interroga a Jess (18:33-40) .............................. 3953. He aqu el Hombre! (19:1-6a) .................................... 4194. La decisin final de Pilato (19:6b-16) ........................ 424D. Muerte de Jess (19:17-42) .............................................. 4341. Jess crucificado (19:17-22) ........................................ 4342. La reparticin de la ropa de Jess (19:23-25a) .......... 4393. Jess provee para Mara (19:25b-27) .......................... 4414. La muerte de Jess (19:28-30) .................................... 4445. La herida en el costado de Jess (19:31-37) .............. 4476. Sepultura de Jess (19:38-42) ...................................... 455VI. La Resurreccin (20:1-29)...................................................... 459A. El sepulcro vaco (20-1-10) .............................................. 459B. Las apariciones (20:11-29) ................................................ 4671. Aparicin a Mara (20:11-18) ...................................... 4672. Aparicin a los diez (20:19-23) ................................... 4753. Aparicin a Toms (20:24-29) ..................................... 482 VII. El propsito del Evangelio (20:30-31)................................. 486VIII. Eplogo (21:1-25) .................................................................. 490A. La pesca milagrosa (21:1-14) ........................................... 492 B. Restauracin de Pedro (21:15-19) .................................... 501 C. El papel del discpulo amado (21:20-23) ......................... 510 D. Autenticacin (21:24-25) ................................................... 512Apndice: La mujer sorprendida en adulterio (7:53-8:11) ... 515Bibliografa........................................................................................... 525

1

21

Prefacio a la primera edicinHace ms de diez aos que el ilustre N. B. Stonehouse me anim a escribir esta obra. No puedo decir que haya trabajado de forma continua en este comentario desde entonces. He tenido que cumplir con muchos otros compromisos y me he mudado en dos ocasiones, una de Australia a Inglaterra y, luego, de nuevo a Australia, circunstancias que han sido un impedimento para la concentracin y la produccin literaria. Adems, mi cargo como director de un departamento universitario y teolgico me ha mantenido muy ocupado. No obstante, a lo largo de todos estos aos esta obra ha sido una de mis prioridades, y me he dedicado a ella siempre que las circunstancias me lo han permitido. Ahora que va a publicarse, soy consciente de que mi trabajo est lejos de la perfeccin. Pero tambin es cierto que he podido contar con la ayuda de muchas personas de gran valor.En las notas a pie de pgina indico las principales fuentes de las que me he beneficiado. He aprendido mucho del fantstico comentario de Westcott. Y nunca olvidar que lo que despert en m el inters y entusiasmo por el estudio del pensamiento jonico fueron los dos volmenes del arzobispo Bernard, publicados en la serie International Critical Commentary. Las obras ms recientes que me han inspirado y servido son los comentarios de Sir Edwin Hoskyns y de C. K. Barrett. El inters de un grupo de amigos y de algunos de mis estudiantes tambin han sido para m de estmulo y de mucha ayuda. A todos, aunque aqu no caben sus nombres, mi ms sincera gratitud.Quiero expresar mi agradecimiento tambin al profesor Stonehouse por su ayuda y gentileza. Me honra que me encargara la realizacin de esta obra, y aprecio muchsimo la comprensin que mostr cuando tuve que posponer su publicacin. Tuve la oportunidad de consultar algunos aspectos con l, y este comentario sera an mejor si hubiera tenido la oportunidad de consultarle ms a menudo. Fue un erudito cristiano excelente y quiero reconocer por escrito lo mucho que le debo.Deseo acabar con unas palabras de reconocimiento hacia el sucesor de Stonehouse, el conocido F. F. Bruce, por la comprensin que ha mostrado cuando me demoraba, por las valiosas sugerencias y mejoras que ha aportado a esta obra, y por el apoyo y el nimo que me ha otorgado.LEON MORRIS

Prefacio a la edicin revisadaLa demanda de que se publicara una segunda edicin de este comentario me ha dado la oportunidad de revisarlo a la luz de las obras ms recientes. As, he realizado algunas modificaciones y he aadido nuevos aspectos. Y siempre es bueno considerar los argumentos que uno us en el pasado. Aunque he realizado algunos pequeos cambios esta segunda edicin tiene, esencialmente, el mismo posicionamiento que la primera. Me he beneficiado mucho de las obras sobre el Evangelio de Juan que se han publicado en los ms de veinte aos que han pasado desde que este comentario sali a la luz. Mi deseo es que parte de ese beneficio llegue a los lectores de su segunda edicin.LEON MORRIS

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ZATWZeitschrift fr die Alttestamentliche Wissenschaft

ZNTWZeitschrift fr die Neutestamentliche Wissenschaft

PRINCIPALES ABREVIATURASEL EVANGELIO SEGN JUANPRINCIPALES ABREVIATURAS

13435

IntroduccinEl Evangelio de Juan es como una piscina en la que un nio puede nadar y un elefante puede chapotear. Es, a la vez, sencillo y profundo. Est dirigido a aquel que da sus primeros pasos en la fe, y para el cristiano maduro. Su atractivo comienza como el amor a primera vista, pero adems su vasta relevancia nos seguir atrayendo mientras vivamos.Es un evangelio sencillo. El creyente ms humilde puede leerlo, comprenderlo y beneficiarse de su contenido. Sir Edwyn Hoskyns explic esta gran verdad al decir: Los crticos han comparado este evangelio a Filn y a los filsofos alejandrinos; pero, cuando los pobres y la gente sencilla estaban en el lecho de la muerte, pedan que se les leyera algo de los volmenes de Filn o de los otros filsofos?[footnoteRef:1] Los pobres y la gente sencilla han encontrado en el Evangelio de Juan una fuente que tena mucho que ver tanto con la vida como con la muerte. [1: Hoskyns, p. 20.]

Pero an queda mucho que decir. Hoskyns tambin escribe del comentarista que se esmera en el estudio concienzudo de este evangelio, diciendo lo siguiente: por mucho que estudie este libro, siempre le resultar extrao, intrigante, desconocido[footnoteRef:2]. Detrs de la sencillez, se esconden recodos inescrutables. Lo que en un primer momento parece obvio, acaba planteando un sinfn de problemas. La mayora de los estudiosos estara de acuerdo con Hoskyns en que despus de estudiar este evangelio con esmero, uno no llega nunca a dominarlo, a conocerlo bien, sino que sigue resultando extrao, intrigante, desconocido. [2: Ibd.]

Esta introduccin podra ser muy extensa y complicada. Pero como este libro es un comentario, no pretendo abarcarlo todo en la introduccin. As que en estas primeras pginas nos dedicaremos, simplemente, a mencionar algunos de los problemas ms importantes. Para aquellos que quieran profundizar en estas cuestiones, se han escrito infinidad de libros sobre diferentes aspectos de este Evangelio de Juan[footnoteRef:3]. Pero un comentario no sera algo completo si antes no nos detuviramos tambin a considerar algunos de esos aspectos[footnoteRef:4]. [3: He examinado algunos de los problemas ms importantes en mi libro Studies in the Fourth Gospel (Grand Rapids, 1969). Recomiendo consultarlo para ver algunos de los aspectos que no trato de manera tan profunda en esta introduccin.] [4: Ver Robert Kysar, The Fourth Evangelist and His Gospel (Minneapolis, 1975), donde encontrar un debate sobre los problemas que aparecen en este evangelio.]

1. AUTORA[footnoteRef:5] [5: Ms en SFG, cap. 4.]

Algunos expertos arguyen que determinar la autora de este evangelio no tiene mayor importancia. Aseguran que no tenemos la informacin necesaria para llegar a una conclusin convincente, por lo que es mejor no pronunciarse ya que, de hecho, no es necesario preocuparse de quin lo escribi: lo que importa es lo que escribi. Por un lado, tienen razn. Ciertamente lo ms importante es lo que el autor intentaba transmitir y tambin es ms urgente que los eruditos dediquen sus esfuerzos a profundizar en ello, en vez de perder el tiempo debatiendo sobre la autora del Evangelio. De hecho, el Evangelio es, en s, annimo. Incluso los eruditos ms conservadores se cuidarn de tomar una perspectiva concreta en cuanto a la autora del Evangelio de Juan. Sin embargo, todo esto no quiere decir, ni mucho menos, que no sea un tema importante. De hecho, nuestra concepcin del contenido variar enormemente si creemos que fue escrito por un testigo ocular, como lo era el apstol Juan, o si creemos que fue escrito por un cristiano del siglo II que nunca vio a Jess[footnoteRef:6]. Por tanto, aunque no podemos determinar la autora de este evangelio con la total seguridad de estar en lo cierto s debemos, por nuestro propio beneficio, considerar las diferentes posibilidades. [6: Esto no significa que la autoridad del Evangelio dependa de la autora. B.S. Childs no est en lo cierto cuando dice: La defensa tradicional estableca que el Evangelio tena autoridad teolgica, y lo haca probando que el autor era un testigo ocular (The New Testament as Canon [Londres, 1984], p. 129). La autoridad de un libro es independiente de quin sea el autor. El hecho de que fue escrito por un testigo ocular es una conclusin sacada del mismo Evangelio, y no una presuposicin teolgica que debe respaldarse sea como sea.]

La mayora de los eruditos europeos hace tiempo que dejaron de creer en la autora de Juan, a excepcin de los britnicos que, juntamente con los norteamericanos, se muestran ms tradicionales. Siempre haban credo que, o bien Juan escribi el Evangelio, o bien tuvo que ver con su composicin: por ejemplo, podra tratarse del testigo ocular que proporcion la informacin a la persona que lo escribi. En la actualidad ha habido un cambio de opinin dado que la mayora de eruditos britnicos y norteamericanos, a excepcin de los evanglicos conservadores, no apoya la autora del apstol Juan. Muchos sostienen an que Juan puede ser el testigo que hay detrs de la narracin, pero, en general, se acercan ms a la opinin europea7.Si tantos expertos en el tema son de esa opinin, debemos considerar lo que dicen. No obstante, debemos tambin tener en cuenta que la mayora de estas opiniones se basan ms en el contagio de las opiniones ya existentes que en el hallazgo de nuevas pruebas. Por ejemplo, Westcott, que sostena que Juan era, incuestionablemente, el autor, conoca las tres razones que llevaban a A.M. Hunter a sostener todo lo contrario: el autor de este evangelio us los Sinpticos, la diferencia de estilo entre ste y los otros tres evangelios, y el hecho de que es muy poco probable que Juan se llamase a s mismo el discpulo a quien Jess amaba. Hunter concluye: Por esta y otras razones, la mayora de eruditos de este pas ya no afirman rotundamente que el apstol Juan sea el autor del Cuarto Evangelio8. Westcott conoca estos (y otros) argumentos[footnoteRef:7]. Pero sostena que haba otros argumentos de ms peso que le hacan concluir, por las evidencias, que Juan era el autor de este evangelio. Nadie ha conseguido refutar sus argumentos. De hecho, apenas lo han intentado, sino que, como los eruditos hoy en da tratan y evalan las evidencias de forma diferente, han ignorado las tesis de Westcott. Puede que las evaluaciones de estos eruditos no sean errneas, pero lo que s es cierto es que las evidencias son exactamente las mismas; es decir, que no estamos ante un caso en que el descubrimiento de nuevas y aclaradoras evidencias haya desbancado a las antiguas. [7: Ver un examen completo de las evidencias en la introduccin a su Comentario.]

7 Con esto no queremos negar que haya diferencias. Por eso J.S. King puede decir:la mayora de los eruditos britnicos ha usado el Cuarto Evangelio para trabajar en la bsqueda del Jess histrico, mientras que los eruditos norteamericanos, siguiendo los pasos de E.F. Scott, lo han usado para la bsqueda de la comunidad jonica (ExT, 94 [1982-83], p. 363).8 Introducing the New Testament (Londres, 1945), p. 50.R.H. Lightfoot nos recuerda que la opinin tradicional an recibe un amplio apoyo, y no se ha demostrado nunca que sea una opcin imposible[footnoteRef:8]. [8: Lightfoot, p. 2.]

La razn bsica para sostener la autora de Juan radica en que, aparentemente, eso es lo que el mismo evangelio ensea. En el ltimo captulo, despus de la referencia ya mencionada (el discpulo a quien Jess amaba), podemos leer: Este es el discpulo que da testimonio de estas cosas y el que escribi esto (21:24). A continuacin aade: sabemos que su testimonio es verdadero, lo que apunta a que se trata de un comentario hecho por otros. Sin embargo, debe ser una recomendacin bien antigua. Adems, en todos los evangelios aparece algo parecido! As que lo ms probable es que esta frase sobre la autora sea contempornea a la publicacin del Evangelio[footnoteRef:9]. El mismo evangelio parece indicar que el autor fue el apstol Juan[footnoteRef:10]. [9: R.A. Culpepper, aunque no acepta que el autor es Juan el Apstol, reconoce que segn el evangelio mismo Juan s que es el autor: Cuando el narrador hace mencin al autor implcito en los ltimos versculos del Evangelio, podemos ver que discpulo amado coincide con la figura que se proyecta de ese autor implcito; el autor implcito es el discpulo amado (Anatomy of the Fourth Gospel [Philadelphia, 1983], p. 47).] [10: Tambin se dice que, dado que el cap. 21 es un aadido, se est haciendo referencia solo al autor de ese captulo. Si es verdad que el ltimo captulo fue aadido posteriormente (y debemos recordar que aunque algunos eruditos piensan as, otros creen que pensar as es un error), lo que afirma T. Zahn sigue siendo vlido: si era necesario asegurar a los lectores que el captulo XXI era obra del discpulo amado de Jess, ms importante era dejar claro quin haba escrito los captulos del I al XX (Introduction to the New Testament, III [Edimburgo, 1909], p. 237). Si se trata de un autor distinto, tiene sentido que exijamos que haya algn indicio de ello.]

Tambin es cierto que el nombre del discpulo no aparece, pero, de nuevo, el mismo evangelio parece indicar que fue el apstol Juan. El ttulo que se le da al discpulo mencionado denota una relacin ntima con Jess. En la ltima cena, vemos que uno de sus discpulos, al cual Jess amaba, estaba recostado al lado de Jess (literalmente, sobre el pecho de Jess) y, cuando Jess predijo que le iban a traicionar, el que reaccion a la pregunta de Pedro es el mismo al que Juan hace referencias: l, inclinndose de nuevo sobre el pecho de Jess, le dijo: Seor, quin es? (13:23, 25). Este sentido de proximidad a Jess est subrayado por el captulo de la crucifixin: ya en la cruz, Jess le pide a este discpulo que cuide de su madre y de sus hermanos (19:2627). Como es el nico de los hombres que seguan a Jess que estuvo al pie de la cruz, puede que tambin fuera el nico testigo que vio que le sali sangre y agua del costado (19:34-35). La maana de la resurreccin fue con Pedro hasta el sepulcro, y como corra ms que l, lleg el primero; sin embargo, no entr en l (20:2-5)[footnoteRef:11]. Cuando Pedro lleg, entr en el sepulcro, y Juan le sigui, vio, y crey (20:8). l es tambin el que reconoci a Jess en el lago despus de la pesca milagrosa (21:7), y el discpulo del que Jess habl ya casi al final del relato, cuando le dijo a Pedro: Si yo quiero que l se quede hasta que yo venga, a ti qu? (21:20-22). Tambin es posible que fuera el discpulo que junto con Andrs, sigui a Jess despus de or a Juan el Bautista (1:35-40), y que fuera el otro discpulo que era conocido del sumo sacerdote y que hizo entrar a Pedro en el patio del sumo sacerdote (18:15-16). Pero en ninguno de estos dos casos tenemos claras evidencias. [11: El verbo amar que se usa en 20:2 es file,w, y en los otros pasajes, avgapa,w.]

Segn la lista de nombres que aparece en 21:2 (Pedro, Toms, Natanael, los hijos de Zebedeo, y otros dos) parece ser que el discpulo amado era uno de los hijos de Zebedeo o uno de los otros dos. Si fuese este ltimo caso, segua siendo de todos modos uno de los doce, ya que estuvo presente en la ltima cena y parece ser que en aquella ocasin solo estuvieron presentes los doce (Mt. 26:20; Mr. 14:17, 20; Lc. 22:14, 30). Esto anulara las sugerencias que tambin se han hecho, de que estos dos otros eran Lzaro[footnoteRef:12] y Juan Marcos[footnoteRef:13]. Otro dato importante es que parece ser que entre el discpulo amado y Pedro tambin haba una estrecha relacin (13:24; 20:2; 21:7). Gracias a los otros evangelios sabemos que Pedro, Juan y Jacobo formaban un tro (elegidos por Jess como discpulos especialmente cercanos). Despus de considerar que Jacobo muri temprano (Hch. 12:2), el que nos queda es Juan[footnoteRef:14]. [12: Idea que defiende Filson (p. 21-25), por ejemplo; ver tambin su contribucin en Current Issues in New Testament Interpretation, ed. W. Klassen y G.F. Snyder (Londres, 1962), p. 119-23. Vernard Eller tambin dice que se refiere a Lzaro (The Beloved Disciple [Grand Rapids, 1987], p. 53-73). J.N. Sanders distingue entre el discpulo que Jess hvga,pa, Lzaro, y el que Jess evfi,lei, o sea, Juan el Anciano, que es la misma persona que Juan Marcos. Segn l, el primero es el testigo ocular y el segundo, el responsable de la publicacin (F.L. Cross, ed., Studies in the Fourth Gospel [Londres, 1957], p. 72-82).] [13: Ver, por ejemplo, Lewis Johnson, ExT, LXXVII (1965-66), pp. 157-58, y los comentarios de la identificacin que hace Donald Rogers, ExT, LXXVII (1965-66), p. 214. Lo mismo hace J. Ernest Davey, The Jesus of St. John (Londres, 1958), pp. 23-29.] [14: Algunos eruditos van en esta misma lnea: creen que ese testigo que hay detrs del Evangelio es alguien de las muchas personas mencionadas en el Nuevo Testamento,]

Esta suposicin est respaldada por el curioso hecho de que a Juan nunca se le menciona por el nombre en todo el Evangelio. No es lgico que el autor, en el caso que no hubiese sido Juan, sino un cristiano de la iglesia primitiva, no mencione a un apstol tan importante como Juan[footnoteRef:15]. Otro detalle es que en este evangelio no se habla de Juan, el Bautista usando este apelativo como hacen los otros evangelios, sino que para designarle se usa simplemente el nombre de Juan. El autor, un cristiano de la iglesia primitiva bien informado, deba de conocer la existencia de los dos: entonces, por qu no hablaba de Juan el Bautista para no dar pie a confusin? Sin embargo, si el apstol Juan es el autor, para l habra sido bastante normal llamar a su tocayo Juan, a secas. Adems, este argumento es muy vlido si consideramos lo detallista que es el autor del Evangelio a la hora de distinguir a las personas. Por ejemplo, cuando se dice que Judas hizo una pregunta durante la ltima cena se especifica que no fue Judas Iscariote (14:22). A Toms se le identifica al aadirle el equivalente griego Ddimo (11:16; 20:24; 21:2), cosa que no hacen los Sinpticos. Judas Iscariote es el hijo de un tal Simn que solo se menciona en este evangelio (6:71; 13:2,26). Y podramos seguir. En vista del cuidado que tiene a la hora de identificar a los personajes que aparecen, alguna razn tendra el autor para llamar a Juan el Bautista, Juan, a secas. [15: MacGregor menciona y aprueba la curiosa hiptesis de la deliberada cancelacin que hace el redactor de todas las referencias al nombre de Juan, apoya su teora de que Juan es el discpulo amado (363-67). Es cierto que no hay evidencias que lo prueben, as que esta sugerencia solo sirve para mostrar que, aunque no se pueda probar, sera posible y lgico identificar al discpulo amado con Juan.]

Sin embargo, estoy de acuerdo con el argumento de que no puede ser que el apstol Juan se llamase a s mismo el discpulo a quien Jessy que ese alguien es el discpulo amado; sin embargo, creen que aunque ste aporta el testimonio, fue otra persona la que redact el Evangelio. As, MacGregor est de acuerdo con la sugerencia de Swete, segn el cual el discpulo amado es el joven rico (Jess, mirndole, le am, Mr. 10:21) y el escritor, Juan el Anciano (p. LXIII-LXIV). Es verdad que Jess amaba al joven rico, pero no hay ninguna evidencia de que ste llegara a ser un discpulo. Otros creen que el apstol Juan es el discpulo amado y el testigo, pero que el escritor fue alguno de sus discpulos, quiz Juan el Anciano. Robert Eisler presenta una idea ingeniosa, diciendo que Lzaro es el discpulo amado y que Juan, el hijo del sumo sacerdote Ans (mencionado en Hechos 4:6) es el evangelista, que cont con la ayuda de su amanuense el hertico Marcin (The Enigma ofthe Fouth Gospel [Londres, 1928]). Margaret Pamment arguye que el discpulo amado representa al cristianismo gentil (ExT, 94 [1982-83], pp. 363-67), pero esta idea no hace justicia al hecho de que el Evangelio constante y claramente le da importancia en tanto que individuo, por lo que no puede ser un simbolismo.amaba. No parece una forma normal de describirse a uno mismo18. Lo que ocurre es que tampoco es una forma normal de describir a otra persona. Por qu iba el escritor a hacer diferencias entre los discpulos, y destacar a uno de entre ellos, diciendo que era el discpulo a quien Jess amaba? Es posible, pero reconozcamos que no es nada natural. Y esto nos lleva a concluir que el argumento que estamos considerando no tiene tanto peso como creamos al principio. Tengamos en cuenta que Pablo usa un estilo parecido para hablar de s mismo. En Glatas 2:20 escribe ... el Hijo del Hombre, el cual me am y se entreg a s mismo por m. De hecho, cualquier cristiano puede hablar del amor de Dios en trminos personales, y no por ello querer decir que Dios ama a algunos ms que a otros. Por tanto, aunque reconocemos que los argumentos en contra tienen algo de peso, tambin afirmamos que no tienen el suficiente peso para refutar los argumentos que nosotros proponemos[footnoteRef:16]. [16: Cf. A.M. Hunter: despus de haber escuchado todas las conjeturas, la teora ms probable es la que relaciona al discpulo amado con el apstol Juan (Interpreting the New Testament 1900-1950) [Londres, 1951], p. 86). Ms recientemente Stephen S. Smalley ha escrito: Hasta el momento no he encontrado ninguna razn convincente que niegue la posibilidad de que el discpulo amado fuese Juan el hijo de Zebedeo, uno de los doce, y que su testimonio inicial diese lugar a la creacin del Cuarto Evangelio (ExT, 97 [1985-86], p. 103; Smalley no cree que Juan sea el autor de este evangelio, pero s el testimonio que hay detrs de ste). J.A.T. Robinson puede decir que al menos, si aceptamos la hiptesis de que el hombre detrs del Evangelio de Juan es el hijo de Zebedeo, como ha afirmado unnimamente la tradicin, se resuelven muchas cuestiones y todo tiene ms sentido (The Priority of John [Londres, 1985], p. 122).]

Nuestros argumentos estn respaldados, adems, por una serie de consideraciones que apuntan a que el autor del Evangelio conoca Palestina muy bien. Por ejemplo, conoca la conexin de Elas con la expectativa mesinica juda (1:21), la baja posicin social y cultural de la mujer (4:27), la importancia de adherirse a las escuelas religiosas (7:15), la hostilidad entre judos y samaritanos (4:9), y el desprecio de18 Sin embargo, no deberamos subestimar la vieja teora de W. Sanday, que nos recordaba que Jess se refera a s mismo como el Hijo del Hombre, y que los discpulos deban haber adoptado un mtodo similar de referencia oblicua y llena de alusiones. Sanday cree que el discpulo amado tena una razn especial para no dejar su huella personal. Era consciente del gran privilegio que le iba a hacer sobresalir entre todos los hijos de los hombres. No poda resistir la tentacin de hablar de ese privilegio. El impulso de un afecto que responde al afecto recibido le empujaba a proclamarlo. Pero, por otro lado, la consciencia de que lo estaba haciendo, y una reaccin de modestia, le llev a suprimir su individualidad. El hijo de Zebedeo (en el caso de que fuera l) quiso pasar desapercibido como el discpulo a quien Jess amaba (The Criticismof the Fourth Gospel [Oxford, 1905], p. 79-80).los fariseos hacia la gente sencilla (7:49). Tambin saba de la importancia del Sabat y que, segn la ley, uno no poda cargar su lecho (5:10) aunque s se poda circuncidar a un nio (7:22-23). Tambin ofrece detalles muy exactos sobre la topografa, y menciona lugares como Can, lugar que no haba aparecido en ninguno de los escritos anteriores20. De nuevo, podramos seguir citando muchos otros ejemplos.El estilo es, sin duda alguna, judo. Tan evidente es que, C.F. Burney21 y C.C Torrey,22 llegaron a decir que el Evangelio fue escrito en arameo, y lo que nos ha llegado es una traduccin del original. Pocos son los eruditos que aceptan esta tesis, pero estn de acuerdo con que el Evangelio plasma el pensamiento arameo y que, a menudo, interpola expresiones arameas[footnoteRef:17]. [17: E.C. Colwell es una excepcin. Examina las teoras de Burney y Torrey y concluye: (I) El mtodo que Burney y otros expertos en arameo emplean no es serio porque (1) no hacen uso de un control adecuado; (2) son incoherentes y poco exactos; (3) se apoyan en una lista de expresiones arameas que no tiene ningn peso. (II) Los resultados que obtienen no son nada convincentes: (1) no eligen las mismas expresiones arameas cuando trabajan de forma independiente; (2) se acusan los unos a los otros de no realizar buenas traducciones, por lo que rechazan el trabajo realizado por sus colegas; (3) este estudio ha demostrado que la mayor parte (un 90%) de las expresiones arameas a las que hacen referencia tienen paralelos en griego; (4) el resto es un mnimo inevitable de semitismos en un evangelio que hered las tradiciones cristianas anteriores. As que no hay nada que justifique la teora de que el autor del Cuarto Evangelio pensara en arameo y escribiera en arameo. (The Greek of the Fourth Gospel [Chicago, 1931], p. 130-131).]

Esta opinin ha sido reforzada por el hallazgo de los Manuscritos del Mar Muerto. La comparacin de estos con el Cuarto Evangelio, y el descubrimiento de que hay muchos paralelos tanto en cuanto a ideas como en cuanto a expresiones, parece corroborar que el Evangelio de Juan es, esencialmente, un documento palestino. As dice A.M. Hunter: Resumiendo todo este asunto, podemos decir que los Manuscritos del Mar Muerto han acabado por corroborar el origen judo de este evangelio[footnoteRef:18]. Esto no quiere decir, sin embargo, que la posicin de Juan es [18: ExT, LXXI (1959-60), p. 166. Ms adelante dice: La tendencia de los estudios recientes ha sido establecer unos fuertes lazos entre el evangelista y el mundo palestino, ms fuertes de como muchos de nosotros los concebimos. (Ibd., p. 222).]

20 Ver R.D. Potter, SE, I, p. 329-37.21 The Aramaic Origin of the Fourth Gospel (Oxford, 1922).22 Our Translated Gospels (Londres, s.f.). Su prefacio empieza con esta clara declaracin: Todo el material de los cuatro evangelios es palestino y, originalmente, estaban escritos en arameo, la lengua principal de aquella zona, a excepcin de los dos primeros captulos de Lucas, que se escribieron en hebreo. Yo aadira que cree que Juan 21 no formaba parte del original, sino que el traductor al griego fue el que lo escribi.la misma que la de los manuscritos. Existen entre ellos diferencias fundamentales, la mayora de las cuales nacen del hecho de que para Juan el Mesas ya haba venido. Esa es la verdad esencial del Evangelio. Interpreta todas las cosas a travs de Cristo, mientras que para los manuscritos la venida del Mesas (o varios Mesas) an est por llegar. No obstante, los paralelos conceptuales y lingsticos nos permiten decir que Juan tena un trasfondo palestino. Esta afirmacin est respaldada por los paralelos que encontramos con los escritos de los rabes25.Deberamos ver tambin que hay detalles que, segn muchos expertos, apuntan a que el escritor fue un testigo ocular de lo narrado[footnoteRef:19]. Es cierto que no todos los expertos estn de acuerdo con esta afirmacin, pero es difcil describir con qu puntos no estn de acuerdo. Es decir, lo que a uno le parece una evidencia indiscutible de que aquello se trata de una observacin de primera mano, a otro le parece una interpolacin introducida para dar a la narracin un aire de verosimilitud. Lo que s podemos decir es que los que estn en contra no puede aducir este ltimo argumento para todos los casos en los que los otros expertos encuentran evidencias de un testimonio. Las evidencias seran, por ejemplo, cosas [19: Por ejemplo, W.C. van Unnik dice: Hay en este evangelio muchos elementos que denotan una reminiscencia de la persona detrs del relato (1:39s.; 4:6; 13:21s.; sobre todo en los captulos 18 al 21 The New Testament: Its History and Message [Londres, 1964], p. 61). Barclay tambin afirma que muchos de estos elementos son aparentemente elementos tan poco importantes que solo pueden explicarse si se trata del testimonio de un hombre que estaba presente en los sucesos relatados (I, p. xx). B.P.W. Stather Hunt incluso apunta a que ningn otro evangelio contiene evidencias tan claras de que su autor era testigo ocular de las escenas que describe (Some Johannine Problems [Londres, 1958], p. 7).]

25 Ver, por ejemplo, el gran nmero de pasajes que cita SBk. Curiosamente W.G. Kmmel asegura que en ningn momento en el Evangelio de Juan aparece ningn tipo de familiaridad con los puntos de vista de los rabes (Introduction to the New Testament [Londres, 1965], p. 155). Es mejor considerar el veredicto de Israel Abrahams que esta demoledora declaracin. Abrahams habla de el gran conocimiento de las tradiciones hebreas que aparece en el Cuarto Evangelio (Studies in Pharisaismand the Gospels, primera serie [Cambridge, 1917], p. 135). S. Neill nos informa que Abrahams dice que para nosotros los judos, el Cuarto Evangelio es el ms judo de los cuatro (The Interpretation of the New Testament [Londres, 1964], p. 315). Neill contina diciendo que si un erudito judo hace un comentario de este tipo, los cristianos no podemos acusarle de no saber lo que est diciendo. De nuevo, Odeberg, ya en un nivel de lectura rpida, detecta pasajes, frases y palabras que revelan una terminologa idntica a la rabnica (FG, p. 5). Queda claro que Juan tiene puntos en comn tanto con el judasmo oficial que representaban los fariseos como con el judasmo no ortodoxo que encontramos en los manuscritos de Qumrn.como la hora en la que el suceso tuvo lugar (1:39; 4:6, etc.), o quiz la mencin de alguna de las fiestas o celebraciones (2:13, 23, etc.). Tambin aparecen de forma muy natural los nombres de los lugares en los que los sucesos tenan lugar (por ejemplo Can en el cap. 2). Muchos autores han visto la presencia de un testigo en la forma en la que se describe a los discpulos (1:35-51), o en el episodio del lavamiento de los pies (13:1:20). Adems, el autor menciona a personas que no aparecen en otros escritos, como Nicodemo, Lzaro, y otros. La nica razn por la que introducira a Nicodemo en la narracin es porque sabra de primera mano que alguien llamado as haba ido a hablar con Jess. Y por qu nos puede decir que el siervo del sumo sacerdote se llamaba Malco (18:10)? O que el hombre que acus a Pedro de ser un seguidor de Jess era pariente de Malco (10:26)? Tambin saba que Ans era el suegro de Caifs! (18:13) Por tanto, el hecho de que el autor del Evangelio introduzca informacin tan detallada es una buena razn para pensar que el autor conoca estos hechos de primera mano y escribi lo que saba y haba visto con sus propios ojos.Tambin es verdad que hay menciones explcitas de que el autor es un testigo ocular. La primera est en 1:14: ... y vimos su gloria como del unignito del Padre .... Algunos eruditos creen que esa primera persona del plural se refiere a nosotros los cristianos, los creyentes en general. Pero creo que no es una manera natural de interpretar esas palabras. Adems, el verbo ver se usa aqu de forma literal[footnoteRef:20], refirindose a lo que el autor y sus amigos han visto con sus propios ojos, de forma fsica. La segunda mencin de un testigo ocular podra estar en 19:35: Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y l sabe que dice la verdad, para que vosotros tambin creis. Sin embargo, no queda claro si es el autor mismo el que est dando testimonio, o si se est refiriendo a otra persona. Lo que s es cierto es que aqu s podemos ver la presencia de un testigo ocular, sea o no el autor (ver la nota al pie del comentario de ese pasaje).[footnoteRef:21] [20: El verbo qea,omai, segn AS parece usarse en el NT en un sentido literal y fsico de una visin deliberada y cuidadosa que interpreta (...) su objeto.] [21: Sanday menciona todas esas fuertes y cuantiosas marcas de la presencia del testigo ocular. Hablan de una relacin de primera mano entre el autor y los sucesos que relata. Si el Evangelio no es la obra de un testigo ocular, el autor ha hecho un esfuerzo extraordinario para dar la impresin de que s lo fue (Criticism, p. 70).]

Llegado este punto, deberamos considerar las controversias a las que se hace referencia en el Evangelio. No se trata de cuestiones como las que los cristianos debatan en el siglo II (como el episcopado, las emanaciones gnsticas, la fecha de la Pascua, etc.), ni de las tpicas querellas que haba entre los cristianos y los judos cuando ya haba una clara separacin entre ellos. Es importante destacar que la discusin que encontramos en el Evangelio es el tipo de discusin que haba en la Palestina del primer siglo: como por ejemplo, sobre el uso y el abuso del Sabat (cap. 5), sobre el Mesas y su identidad y sobre si rescatara a los judos del dominio romano (6:15; 11:47-50), y sobre el verdadero y el falso judasmo[footnoteRef:22]. P. Borgen ha realizado un estudio profundo del captulo 6, y declara que tanto en el contenido como en el mtodo, este evangelio es, claramente, un escrito palestino[footnoteRef:23]. Desde otro ngulo, E. Brown ha escrito sobre el concepto de Logos en el Evangelio y ha demostrado que no se trata de una idea o concepto filosfico helenista introducido en una obra juda, sino que tanto la forma como el contenido que Juan le otorga a dicho concepto muestran que es de origen palestino[footnoteRef:24]. [22: F.L. Cribbs dice algo parecido en cuanto a los temas que le preocupan a Juan, que son tpicos de la Iglesia de antes del 70 dC. (por ejemplo, la unidad de la Iglesia, el amor fraternal, el estatus mesinico de Jess, la actitud de la Iglesia hacia Israel, el misterio de la incredulidad de Israel, la persecucin juda), mientras que no hay huella alguna en Juan de los temas que preocupaban a las iglesias de finales del siglo I (por ejemplo, la aparicin de falsos profetas dentro de la Iglesia, la prdida del entusiasmo inicial, la apostasa, el anticristo, la organizacin y la disciplina en la Iglesia, la persecucin romana). (JBL, LXXXIX [1970], p. 54).] [23: Bread from Heaven (Leiden, 1965). El libro se ha subtitulado An Exegetical Study of the Concept on Manna in the Gospel of John and the Writings of Philo. Para l, tanto Filn como Juan interpretan las tradiciones judas a partir de ideas no judas.] [24: Brown, I, p. 519-24. Concluye: Resumiendo, parece que la descripcin que se hace en el Prlogo del Verbo se acerca ms al pensamiento judo y bblico que a cualquier idea puramente helenista (p. 524). Ver tambin W.F. Howard, FGRCI, p. 11.]

El autor de este evangelio conoca muy bien el contexto apostlico. Recupera y usa palabras y conversaciones que haban tenido lugar entre los doce (4:33; 16:17; 20:25; 21:3, 7). Tambin parece saber lo que estos pensaban en diferentes ocasiones (2:11, 17, 22; 4:27; 6:19, 60-61) y los lugares que frecuentaban (11:54; 18:2). A veces menciona errores que cometieron, y que ms tarde corrigieron (2:21-22; 11:13; 12:16). Lo ms lgico es que el autor fuese uno de los doce.Hasta aqu, parece que las evidencias de que Juan es el autor de este evangelio son, sin duda alguna, muy importantes. Los que no estn de acuerdo con la autora de Juan suelen reconocer que s que hay pruebas de que estamos ante un autor judo-palestino y tambin, quiz, que tena un conocimiento fuera de lo normal de lo que ocurra en los das de Jess. Pero rechazaran mucho de lo dicho hasta el momento, diciendo que lo nico que se ha hecho es forzar el texto para defender algo que no est nada claro. Por ejemplo, cuando se dice que el autor saba lo que los apstoles haban dicho en cierta ocasin, responden que el autor no lo saba, sino que simplemente escribi lo que crea que deban de haber dicho, diciendo que eso era exactamente lo que haban dicho. En mi opinin, creo que es muy difcil hacer algo as sin delatarse. La cuestin es que el autor de este evangelio cita conversaciones de los apstoles en varias ocasiones, y lo que escribe no suena a falso o inventado.Otro elemento usado en contra de la perspectiva tradicional es que, curiosamente, toda la accin tiene lugar en Judea, mientras que lo normal hubiese sido que Juan, el hijo de Zebedeo, tuviera ms inters por Galilea. Es un comentario difcil de rebatir, pero diremos que hay que tener en cuenta el inters teolgico del autor. Vemos que saba sobre el ministerio de Jess en Galilea, ya que cuenta algn suceso (como la boda de Can) que no aparece en ningn otro lugar. Pero es cierto que el lugar central es Jerusaln, donde el Mesas ha de ser aceptado o rechazado.Algunos expertos no fechan el Evangelio en la poca del apstol Juan, diciendo que refleja algunas ideas gnsticas que an no existan en una poca tan temprana. La presencia de estas ideas se usa tambin para argir que el autor no pudo ser un apstol, ya que no tendra sentido que Jess eligiera a un judo gnstico. Todo depende de lo que queramos decir con ideas gnsticas. En mi opinin, lo que aparece en Juan no son ms que ideas pregnsticas. Segn tengo entendido, nada ha conseguido probar que el Evangelio de Juan presente un gnosticismo ya desarrollado, formado. E.F. Scott dice que los parecidos con el gnosticismo en el Cuarto Evangelio son ms bien aparentes que reales... Juan saca conclusiones que, superficialmente, se parecen a las de los gnsticos, pero cuando las exponemos a un anlisis ms detallado y profundo, vemos que son radicalmente diferentes[footnoteRef:25]. Por tanto, esta objecin que busca anular la teora de que el Evangelio fue escrito en una poca temprana por el apstol, no es vlida33. [25: The Fourth Gospel (Edimburgo, 1906), p. 100. Dice que este evangelio fue escrito en el perodo de tregua antes del conflicto con el gnosticismo (p. 103). S.S. Smaley afirma: El Cuarto Evangelio no solo presenta una preocupacin especial por la base histrica de la salvacin, sino que tambin tiene aquello de lo que el gnosticismo adoleca: una teologa de la salvacin que implica la liberacin de la carga del pecado a travs de la cruz (John: Evangelist and Interpreter [Exeter, 1978], p. 53.]

Tambin es importante notar las omisiones de este evangelio. Las dos ms sorprendentes son la de la transfiguracin, y la de la escena agnica en Getseman. Algunos eruditos llegan a decir que estas omisiones, que coinciden con sucesos en los que Juan, junto con Pedro y Jacobo, haba participado de forma privilegiada, son pruebas suficientes de que Juan no es el autor de este evangelio. Ciertamente, es un argumento de mucho peso. Pero quiz las dos omisiones se deban a que el autor est intentando poner el nfasis en otras cuestiones. Quiz le result difcil colocar la transfiguracin (que concentra toda la manifestacin de la gloria de Jess en una sola y magnfica narracin) en un evangelio cuyo tema principal es la manifestacin continua de la gloria de Jess en el camino del servicio entregado, cuyo auge est en la entrega en la cruz. Dnde podra haber introducido la transfiguracin? Aunque es ms difcil explicar la omisin del episodio en Getseman[footnoteRef:26]. Sin embargo, muchos creen que este evangelio s recoge ese sentimiento en 12:27: Ahora mi alma se ha angustiado; y qu dir: Padre, slvame de esta hora?. Puede que el autor creyera que con esta frase ya haba bastante. Si tenemos en cuenta la forma en la que el autor conceba la vida de servicio de Jess como algo continuado, puede que no quisiera concentrar esa idea en un solo pasaje35. Al tratar el tema de las omisiones, hemos de reconocer que, de hecho, sta es una de las caractersticas principales de este evangelio. No podemos [26: Strachan cree que este evangelio fue escrito, en parte, teniendo en mente a gente como los estoicos. Getseman, para los estoicos, representara una crisis moral. Mientras mantiene lo esencial (12:27), Juan omite lo que repelera a ese tipo de lectores (Strachan, p. 58). Aunque no se pueda probar, es una teora digna de consideracin. 35 Ver con ms detalle en SFG, p. 184-85.]

33 Algunos expertos destacan la funcin de Qumrn en este aspecto. As escribe A. Feuillet: Como bien dice el Padre Mollat, en el corazn del judasmo haba toda una escuela de pensamiento, que ahora conocemos gracias a los Manuscritos del Mar Muerto, que dan mucha importancia al conocimiento y usan mucho vocabulario que nos hace pensar en el mundo heleno. sta sera la nica influencia griega, en caso de que sta existiera, que podemos encontrar en Juan. Con una investigacin ms detallada podremos aclarar estos puntos tan delicados (A. Robert y A. Feuillet, Introductionto the New Testament [New York, 1965], p. 884). Pero quiz le estn atribuyendo una funcin demasiado amplia a los Manuscritos. Si este evangelio fue escrito para una audiencia que viva en medio de la cultura griega, no es extrao que conociera el pensamiento griego. No obstante, Feuillet hace bien en recordarnos que deberamos prestar ms atencin a lo que los Manuscritos puedan decirnos y no aceptar sin ms la explicacin que aboga por la influencia helenista en Juan.explicar, por ejemplo, por qu no dice nada sobre la institucin de la Santa Cena, si es el evangelio que ms espacio dedica a lo sucedido en el aposento alto[footnoteRef:27]. Ciertamente, tambin deba de saber sobre el momento en que el Seor habl de ese importante tema. Y, sin embargo, lo omite. Por lo tanto, no nos debe sorprender que omita otros elementos que a nosotros nos parecen importantes. [27: Suele decirse, y a veces de forma muy dogmtica, que la omisin se debe a un deseo de mantener la informacin sobre este santo misterio fuera del alcance de los que no eran discpulos. Por tanto, J. Jeremias escribe: Todas las dificultades desaparecen cuando uno se da cuenta de que el autor del Cuarto Evangelio omiti de forma consciente el relato de la ltima Cena porque no quera desvelar la frmula secreta a los paganos (The Eucharistic Words of Jesus [Oxford, 1955], p. 73). Pero esto nos confronta inmediatamente con otro problema: si la frmula sagrada deba esconderse de los de fuera, por qu Mateo, Marcos y Lucas s la incluyen en sus evangelios? 37 Introduction, p. 174.]

Otro argumento que se suele usar para negar la autora de Juan es la diferencia de estilo entre el Cuarto Evangelio y los Sinpticos. Por ejemplo, W.G. Kmmel dice acertadamente: el lenguaje gnstico de los discursos de Jess en el Evangelio de Juan evidencia que este documento no fue escrito por un testigo ocular37. Pero no creo que ni l ni nadie haya llegado a demostrar que el lenguaje de dichos discursos sea gnstico. As que vemos que el estilo es en lo nico que Kmmel se basa para negar que el autor sea un apstol o cualquier otra persona de la poca.Decir algo as es pecar de simplista. No hay razn para pensar que todos los que pertenecan al crculo apostlico vean las cosas del mismo modo, o que pensaban exactamente igual, o que utilizaban el mismo estilo de escritura. Sera ms convincente si dijera que, en el caso de que Jess fuera tal como lo describen los Sinpticos, entonces no pudo ser como el Jess que describe el Evangelio de Juan[footnoteRef:28]. Ello demostrara que el autor nunca conoci a Jess y, por tanto, no era uno de sus discpulos. Pero esto sera cierto en el caso de que los Sinpticos hubieran recogido todos y cada uno de los aspectos de la vida y persona de Jess. Sin embargo, sabemos que las personas mostramos diferentes aspectos de nuestro carcter y quehacer segn las personas con las que interactuamos. Afirmar que el Jess del Evangelio de Juan es incompatible con el de los Sinpticos es ir demasiado lejos[footnoteRef:29]. [28: Como sostiene D. Moody Smith Jr.: Si Jess habl tal como lo hace en las diversas versiones sinpticas, es imposible creer que tambin habl como lo hace el Cristo jonico (Interpretation, XXI [1967], p. 475).] [29: Cf. R.H. Lightfoot: la Iglesia nunca ha sido consciente de ningn tipo de incompatibilidad fundamental entre el retrato del Seor en este evangelio y el retrato que aparece en los otros tres evangelios (p. 1).]

El fundador del movimiento cristiano era un hombre excepcional, fuera de lo comn. A travs de los aos, el cristianismo ha atrado a gente que se ha identificado con el Jess de los Sinpticos, pero tambin ha atrado a gente que ha encontrado el Cuarto Evangelio ms relevante y, de hecho, a aquellos que se han visto atrados por el Cristo que inspir las epstolas paulinas, o por el Sumo Sacerdote de la epstola a los Hebreos, o por el Cordero triunfante del Apocalipsis. Tenemos que reconocer que Jess es, para la Historia, una gran figura. Por tanto, no es imposible que sea esa figura la que est detrs de las dos descripciones que encontramos en los Evangelios: que el Evangelio de Juan destaque unas caractersticas, y los Sinpticos, otras. Quiz, si no conseguimos aunar las dos descripciones sea porque no somos lo suficientemente grandes como para comprender a Cristo en su totalidad.Esta es la explicacin de W.F. Albright: Por extrao que parezca, parece que muchos expertos del Nuevo Testamento y telogos parten de que la mente de Jess era tan limitada que cualquier diferencia entre Juan y los Sinpticos tiene que deberse a las diferencias entre los telogos de aquella iglesia primitiva. Todos los grandes pensadores son interpretados de forma diferente por sus amigos y oyentes, quienes escogern las enseanzas que ms se ajustan a sus necesidades. Podemos encontrar miles de ejemplos, desde Scrates hasta nuestros das. Debemos acercarnos a ese gran maestro, a Jess, teniendo esto en cuenta[footnoteRef:30]. An en la misma lnea, C.L. Mitton aade: No podemos decir que el retrato jon