Juana de Arco, un reto de la historia

7/29/2019 Juana de Arco, un reto de la historia

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SANTIAGO VILAS TORRUELLA

JUANA DE ARCO

UN RETO DE LA HISTORIA

2012

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NDICE

PRLOGO DEL AUTOR.......................................................................5LA GUERRA DE LOS CIEN AOS......................................................11CONTINA LA GUERRA DE LOS CIEN AOS....................................17EMPIEZAN LOS ENIGMAS................................................................22LA CONVERSION DE JUANA.............................................................27EN MARCHA!.................................................................................33

CHINON..........................................................................................38DALENON Y DUNOIS....................................................................47HACIA ORLEANS.............................................................................52SE ROMPEN LAS HOSTILIDADES.....................................................59SAINTJEANLEBLANC Y LOS AGUSTINOS......................................65LES TOURNELLES...........................................................................70ORLEANS LIBERADA!.....................................................................75LA CAMPAA DEL LOIRE.................................................................79BEAUGENCY Y PATAY.....................................................................85

CARLOS VII REACCIONA..................................................................90LA CONSAGRACIN DE CARLOS VII ...............................................96EL MONSTRUO DEL RIDCULO.........................................................99ATAQUE A PARIS...........................................................................103INVIERNO 1429-1430...................................................................107LA LTIMA EXPEDICIN MILITAR DE JUANA..................................112A MUERTE Y A VIDA......................................................................114PRISIONERA!...............................................................................117LA PRIMERA CAUTIVIDAD.............................................................120

LA SANTA INQUISICIN Y LA UNIVERSIDAD DE PARS...................124VENDIDA Y ENTREGADA...............................................................128EMPIEZA LA CAUSA PRELIMINAR DEL JUICIO ................................132LOS PRIMEROS INTERROGATORIOS..............................................136LOS PRIMEROS INTENTOS DE CAZA..............................................145SIGUEN OTROS INTENTOS DE CAZA.............................................153Y LOS ARMAGNAC?.....................................................................164ESPRITUS, CORONAS Y FLORES...................................................167SEXTA Y LTIMA SESIN PBLICA................................................177EMPIEZAN LAS SESIONES A PUERTA CERRADA.............................189SESIONES MAANA Y TARDE........................................................195MS PAPELEOS PARA EL VICEINQUISIDOR....................................201

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LE MAISTRE TOMA LA BATUTA... PERO NI POR UN DA..................207LOS INTERROGATORIOS EMPIEZAN A CALENTARSE......................214EL INTERROGATORIO LLEGA A PUNTOS CULMINANTES................222SE CONCLUYE LA CAUSA PRELIMINAR..........................................232EMPIEZA EL PROCESO ORDINARIO...............................................235

ACUSACIONES DE HECHICERA Y VANAGLORIA............................246OTRA VEZ SOBRE LOS ESPRITUS.................................................257LTIMOS ARTCULOS DE ACUSACIN...........................................263DE SETENTA A DOCE....................................................................272LOS ASESORES RESPONDEN A LOS DOCE ARTCULOS.................281BUSCANDO QUE JUANA SE DESDIGA............................................285EL EXPEDIENTE DE LA TORTURA..................................................295SE ACERCAN LOS LTIMOS ACONTECIMIENTOS...........................299EN EL CEMENTERIO DE SAINT OUEN............................................307

CONDENADA POR REINCIDENTE...................................................315LA GRAN VICTORIA DE JUANA.......................................................322LOS FLECOS DEL PROCESO..........................................................330EL TRIUNFO EN LA TIERRA............................................................339

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PRLOGO DEL AUTOR

Cuando atrado por el personaje de Jeanne d'Arc, conocida en Espaacomo Juana de Arco, empec a estudiar su historia, no sospechaba hastaqu punto llegara esta atraccin, que me llev a escribir este ensayo sobresu vida.

No he pretendido descubrir ningn documento nuevo. Muchos

autores han escrito ya sobre nuestra protagonista, y la documentacin msimportante tiene fcil acceso. No he pretendido narrar hechosdesconocidos, sino facilitar la interpretacin de los ya conocidos,aportando una serie de datos de contexto, y expresando las relaciones queyo entiendo.

Juana nos presenta una serie de paradojas aparentes que excitannuestra curiosidad:

Procedente de una familia campesina sin tradicin militar, hacefunciones de Comandante en Jefe del ejrcito francs a los 17 aos,pudiendo ser as considerada como el general ms joven de la historia, sincontar a Alejandro Magno, que contaba con la peculiaridad de ser reydesde temprana edad.

Pero es que, adems, se trata de una poca crucial, la del paso de laEdad Media a la Edad Moderna. Las armas de fuego se imponen cada vezms, y las tcnicas y tcticas militares estn en plena evolucin. Juana

recoge un ejrcito destrozado, anticuado y desmoralizado, y lo lleva a lavictoria con medios incluso futuristas, que provocan el pnico de unenemigo considerado, hasta entonces, como invencible.

Y sin embargo, lo que ms atrae de Juana es su condicin entraable,su jovialidad, su sensibilidad, su feminidad a pesar de todo.

Porque Juana no puede ser comparada a otras mujeres que se hicieronfamosas hacindose pasar por varones. En absoluto puede ser consideradaJuana como travestida. Si se le aplic la ley contra el travestismo que se

encuentra en el Deuteronomio, esta aplicacin fue inicua. Ella nuncapretendi desentenderse de su condicin femenina, que por otra parte era

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bastante patente. Aprendi a firmar JOHANNA, y se autodenominaba LAPOUCELLE, la Doncella, alusin a su virginidad, y sobre todo a su espritude servicio, pues poucelle en francs o doncella en espaol, sontambin equivalentes a sirvienta, ancilla en latn. Era probablemente

un testimonio de su voluntad de imitar a la Madre de Dios, que se llam as misma ancilla Domini, esclava del Seor.

La indumentaria y corte de pelo de Juana, que por cierto hoy seconsideraran perfectamente femeninos, correspondan a su condicinmilitar, que ella haba adoptado por indicacin de sus voces, segnpodremos leer en sucesivos captulos. Deba cumplir los Reglamentos yOrdenanzas Militares, escritos o no, en lo posible, y en esto poda, y loscumpla.

Juana era vista, incluso en la Corte de Carlos VII, como unamuchacha bella, simptica, sensible y buena; pero era absolutamenterespetada, como mujer y como jefe. Tena una voz poderosa; pero detimbre inequvocamente femenino, similar al de una buena soprano depera, con la que arengaba o proporcionaba soberanas broncas a sustropas, que stas aceptaban sumisamente.

Con su estatura de escasamente 1,60 m. y cabellos negros, era fuertey gil; pero no hombruna. Su cuerpo compaginaba la gracia femenina y la

potencia, como el de una buena gimnasta olmpica.Por otra parte, Juana era una muchacha iletrada. En su casa haba

aprendido a lavar, coser y cocinar. Luego, a combatir. Slo habaaprendido a firmar para dar valor a las comunicaciones escritas porpersonas de su confianza.

Sin embargo, durante su juicio de condenacin, se enfrenta a lostelogos de la Universidad de Pars, que a pesar de todos sus esfuerzos noconsiguen confundirla. Por el contrario, Juana resuelve las cuestiones mssutiles con precisin y ortodoxia admirables.

A pesar de que muchas veces nos consideramos de vuelta de todo,ya la indumentaria y el aspecto fsico de Juana, an sin coraza, a saber,calzas ajustadas; una especie de actual pantaln de deporte para evitar eldesgaste de las calzas sobre la silla de montar; cota de cuero o camisa congrandes aplicaciones de cuero, para poder recibir la coraza encima; botasaltas tambin de cuero, con espuelas, apropiadas para montar; y recio cinto

portando una daga en el lado derecho, y la espada de grandes dimensionesen el izquierdo; chaquetilla corta o jubn, o bien una especie desobrevestido con adornos como gala, nos resultaran bastante llamativos.

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En cuanto a su actividad blica, en algunas ocasiones al frente de unosefectivos equivalentes a una divisin actual, que la obedecan ciegamente,an hoy no nos resulta fcilmente imaginable.

Y sin embargo, Juana no slo tuvo buena acogida entre sus

subordinados, que ya es tener, es que adems, el tribunal que la condentanto la comprenda, que tuvo que acudir a innumerables argucias ytrampas para poder llegar a una sentencia polticamente prestablecida.Cuando Juana fue hecha prisionera, era el hroe francs, el gran hroe quehaba dado la vuelta a la guerra, y que haba devuelto la moral de victoria alos franceses o ejrcito Armagnac. Haba que desacreditarlo como fuera,tena que desdecirse y retirarse a sus labores, o declararla bruja, hereje olo que fuera, y condenarla a una muerte ignominiosa, a la hoguera a ser

posible. Y como se ver, no se repar en medios, empezando por aplicarleun juicio religioso por motivos polticos, en vez de un juicio militar comoen todo caso le hubiera correspondido.

Queda aadir una advertencia sobre el propio libro. No pretendoescribir cuentos de hadas, ni historias de beaterios. No pretendoescribir una historia descarnada. Juana, para llegar a ser Juana de Arco,primero tuvo que ser Jeannette. En estas pginas, es cierto, se relatanalgunos hechos extraordinarios, pero stos son honradamente expuestos

tambin, por ejemplo, por un historiador como Henri Guillemin, que semanifiesta fundamentalmente agnstico. Quede, aprovechando la ocasin,el testimonio de mi admiracin por la sinceridad de su trabajo, muyminucioso, y que es una de las fuentes que he utilizado.

Es el propio Guillemin quien comenta que, cuando Komarov, uno delos ltimos astronautas de la antigua Unin Sovitica, muri en acto deservicio, sobre la mesa de su estancia en el cosmdromo dej un libro dehistoria, abierto por un captulo dedicado a Juana de Arco.

Tambin quiero advertir que, cuando relato alguna escena de la queno tengo pruebas, o no tengo seguridad, o doy detalles supuestos,acostumbro a utilizar el condicional o alguna forma que distinga de hechoso palabras de los que exista testimonio documental cierto.

Existe una tradicin bastante arraigada de que Juana estuvo enEspaa y concretamente en Valladolid, causando tal impresin, queprovoc el que a esta ciudad se le diera el conocido nombre de Pucela ensu honor, derivando de Poucelle, Doncella en francs, tal como lallamaba su squito.

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Desde luego veremos citado el nombre de un espaol, Alfonso dePartada, luchando en las tropas de Juana durante la rotura del cerco sobreOrlens, y conoceremos las relaciones de La Doncella con la anciana viudadel condestable Duguesclin, artfice de la alianza franco-castellana, que ya

anteriormente haba dado un giro a la guerra muy favorable a losfranceses.

No sera de extraar que, durante alguno de los pocos perodos detiempo en que se desconoce la actividad de Juana despus de suincorporacin al Ejrcito, sta hubiera estado en nuestra pennsula1,tratando de resucitar la antigua alianza con Castilla.

Y como la realidad siempre supera a la ficcin, es curioso, salvandolas distancias, percibir los puntos comunes entre nuestra herona, y la

mitolgica valkiria Brunilda, sobre todo tal como nos la presenta elcompositor Richard Wagner en su versin operstica de El Anillo de losNibelungos:

Brunilda, hija predilecta de Wotan, dios principal de la MitologaGermnica, Juana hija muy amada de Dios: ambas vrgenes guerreras,combaten a caballo y fundamentalmente con lanza. Brunilda, por seguir laque sabe verdadera voluntad de Wotan, desobedece su mandato expreso,que conoce forzado. Juana desobedece, con graves consecuencias para

ella, a un Tribunal Eclesistico, para seguir la Voluntad expresa de Diossobre su persona. Formidables combatientes, tienen sin embargo un grancorazn, y una exquisita y dulce feminidad2. Y por ltimo, ambas muerenen la hoguera en el cumplimiento de su deber, alcanzando su glorificacin.

Finalmente, en el juicio de condenacin, Juana hizo una declaracinque creo queno se interpreta habitualmente bien: Prefiero cuarenta vecesel estandarte a la espada. No he matado a nadie.

No creo que Juana distinguiera entre los que pudieran morir por suespada, o por su eficacsima artillera. O que se desentendiese de la muertedel bandido Franquet, cuya ejecucin autoriz, tras asegurarse de quehaba sido condenado en un juicio justo. O del traidor que vendi unaciudad y para el que, en caso de ser apresado, orden nada menos que elsuplicio de ser descuartizado por cuatro caballos, cada uno tirando de unaextremidad a travs de la correspondiente soga.

Creo que no hay que entender su frase en sentido absoluto, sino

como no he matado a nadie por matar. Hasta entonces las batallas se1 Recordar que el autor es espaol.2 Una de las razones por las que el papel de Brunilda es muy difcil de interpretar.

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componan, en gran parte, de una serie de combates singulares, y losenemigos muertos se consideraban como trofeos. Incluso en el Libro de losReyes, en la Biblia, se citan los cnticos de alabanza con que se recibi aDavid tras combatir a los filisteos: Sal mat a mil, David a diez mil.

Juana no pretende alardear de tales trofeos. Su concepto de la guerra esdistinto. Realmente mucho ms moderno. Se trata de obtener unosobjetivos. Los muertos y heridos son consecuencia de las accionesnecesarias; pero nunca el fin de dichas acciones.

Y para estas acciones considera ms eficaz el estandarte que laespada. En los ejrcitos modernos con oficiales con suficiente disciplina yvalor, durante los asaltos, stos no empuan ms que una pistola que debenprocurar no disparar. Esto infunde serenidad a la tropa, que se siente

obligada a seguir para proteger a sus casi desarmados jefes. Esta tcticafue una de tantas de las que Juana fue precursora.

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ADVERTENCIA

En evitacin de equvocos, quiero expresar mi consideracin haciaInglaterra y su actual sistema de gobierno, cuyas circunstancias no tienennada que ver con las de la poca en que se situaron los hechos narrados enesta obra.

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CAPTULO I

LA GUERRA DE LOS CIEN AOS

Dado que la actuacin de nuestra protagonista tuvo una gran relacincon el desenlace de La Guerra de los Cien Aos, me veo en la necesidadde realizar una mnima exposicin histrica sobre esta conflagracin quetanta importancia tuvo en una parte apreciable de Europa; pero que nonecesariamente tiene por qu ser muy conocida por el lector,especialmente por el de habla espaola.

La exposicin, aunque concentrada, va a resultar bastante farragosa,por lo que pido disculpas, y recomiendo al lector que respire hondo y no seasuste, que son unas pocas pginas antes de entrar en materia.

Se trata de una guerra de origen dinstico y feudal, dotada decomponentes econmicos especialmente notables, que hacen que tambinsea conocida como La Guerra de la Lana, o como La Guerra del Vino.Es tambin una guerra particularmente compleja, incluyendo treguas yperodos de paz, con mltiples frentes y numerosos y graves conflictosinternos en todos los contendientes.

Las causas comienzan cuando el rey de Francia Carlos IV, ltimohijo de Felipe IV el Hermoso, muere en 1328 sin dejar un heredero varn.

Quedan dos candidatos principales a este cetro: Felipe VI de Valois,sobrino de Felipe IV; y Eduardo III, ya rey de Inglaterra, sobrino de CarlosIV por ser hijo de su hermana Isabel.

A causa de la Ley Slica, que impide a las mujeres dar sucesin alTrono, y que por lo tanto excluye a Eduardo, nieto de Felipe IV por sumadre, como hemos visto, y a causa de la poca confianza que inspira unrey ingls en el trono francs, es coronado Felipe VI.

Ahora, Eduardo III debe prestar vasallaje a la corona francesa por lasposesiones que, desde el tiempo de Enrique II, el rey de Inglaterra tiene en

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Francia, concretamente en La Guyena, donde se produce el vino deBurdeos, cuya exportacin proporciona importantes beneficios.

Este vasallaje no le cae bien a Eduardo, que en 1337 decide cortarpor lo sano negando su homenaje a Felipe VI, reclamando la corona

francesa e iniciando la guerra.Mientras tanto, Flandes se encuentra agitado. Haba habido un

levantamiento de la burguesa contra el conde gobernante. Este aplast alejrcito insurrecto en Cassel en 1328, gracias a la ayuda del monarcafrancs Felipe IV, el cual se gan as la antipata de la inmensa mayoradel pueblo flamenco. Y para ms abundamiento, fue implantado comonuevo conde de Flandes Luis de Nevers, adicto a Francia, y peor visto porsu pueblo que su antecesor.

Ahora bien, los ya excitados tejedores de Flandes se abastecan delana inglesa, y esto es aprovechado por Eduardo III. Poniendo como causael apoyo de Luis de Nevers al rey de Francia, Eduardo presiona a lapoblacin flamenca prohibiendo que se les exporte la lana que es vital parasu industria.

Con todo esto, el artesanado y la burguesa de Flandes llegan asolicitar la alianza con los ingleses.

Blicamente, los franceses basan sus fuerzas en la caballera pesada,smbolo de la nobleza, y en el arco genovs.

Pero los medios ingleses, basados en la caballera ligera dispuesta aponer pie en tierra y colaborar con la infantera, el gran arco, el cuchillo deasalto y las bombardas, precursoras de los caones propiamente dichos, serevelan como bastante superiores a los de sus adversarios.

Y adems est la tctica inglesa de luchar siempre parapetados.Cuando es campo abierto, montan una empalizada al estilo de las pelculas

del Oeste Americano. Esta tctica resultar especialmente fatal para losfranceses en Crcy y en Azincourt.

Muchos autores distinguen cuatro etapas en esta guerra, y lasestablecen as:

PRIMERA ETAPA. En 1337, ao en el que hemos visto queEduardo III enviaba su desafo a Felipe de Valois, tambin obtiene fuertesprstamos de mercaderes italianos, y tal como haba preparado intervieneen Flandes, alentando la revuelta de Jacobo Van Artevelde. Consumada laalianza anglo-flamenca, una flota combinada, en 1340, aplasta a la flota

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francesa en la batalla naval de La Esclusa. Ha sido el primerenfrentamiento directo entre las tropas de los dos pretendientes en liza.

Y en 1346, se efecta el desembarco ingls en Normanda, y seproduce la gran derrota de la caballera francesa de Crcy. Los ingleses

ocupan la ya muy importante plaza martima de Calais, y en este ao sefirman las treguas, que conceden un perodo de paz hasta 1354.

En 1355, Eduardo "El Prncipe Negro", hijo de Eduardo III, llega aLa Guyena, se dirige al valle del Loira, y derrota a los franceses en Poitiersen 1356, incluso haciendo prisionero en la batalla a Juan II, que habasucedido a Felipe VI de Francia.

Prisionero en Londres, Juan II firma el Tratado de Bretigny,concediendo gran cantidad de suelo francs al rey ingls, en plena

propiedad, y comprometindose al pago de un elevado rescate para supropia libertad. A cambio, Eduardo III renuncia a posibles derechos a lacorona francesa.

Francia cae en el caos. Al desastre militar se aade la Peste Negra, que por ejemplo reduce la poblacin de Alb a la mitad y despuebla loscampos, y una autntica guerra civil. La reunin de los EstadosGenerales en 1356 termina en una revolucin poltica encabezada porEtienne Marcel, preboste de los mercaderes de Pars. Se constituye un

gobierno de base burguesa e inspiracin comunal. Desde 1358 se extiendepor el campo una revuelta anrquica, La Jaquerie. La paz vuelve despusdel asesinato de Marcel y de la represin contra los campesinos rebeldes.

Sin embargo, el Tratado de Bretigny se revela como no tan malo paraFrancia, ya que a Inglaterra le resulta extremadamente difcil ocuparfsicamente los territorios obtenidos, al no contar con tropas suficientes yencontrar una poblacin hostil.

SEGUNDA ETAPA. En 1364 cie la corona francesa Carlos V, einicia un proceso de recuperacin en el pas. Este rey sabe apoyarse enconsejeros expertos, de los que el ms importante es Nicols Oresme, yrealiza importantes reformas polticas y financieras. Se fija como objetivoprincipal la rotura del Tratado de Bretigny, y militarmente se apoya en elalmirante Jean de Vienne en la marina, y en el que ser condestableBeltrn de Duguesclin en el ejrcito de tierra.

En 1366 estalla la Guerra Civil Castellana, lo cual aprovecha Carlos

V para aliarse con Enrique de Trastamara mediante la firma del Tratado deToledo en 1368.

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La intervencin en Castilla da la oportunidad al ejrcito deDuguesclin de entrar en accin fuera de sus fronteras, y al ser Enrique deTrastamara rey de Castilla a partir de 1369, ste concede a Francia laayuda de su potente marina.

Carlos V se considera ahora lo suficientemente poderoso y rompe,declarndolo nulo, el Tratado de Bretigny en 1369, y en 1372 la flotafranco-castellana vence rotundamente a la inglesa del longevo Eduardo III,en La Rochelle.

Mientras, en tierra, Duguesclin inicia la tctica de desgastar alenemigo sin presentar batalla, ayudado por la colaboracin de la poblacinocupada, cuyo sentido patritico es reforzado por las violencias de lasescasas tropas de ocupacin. Libera casi todo el territorio francs, de modo

que en 1375 los ingleses slo conservan las plazas de Burdeos, Bayona,Calais y Cherburgo, y se firman unas treguas en Brujas.

Tanto ha cambiado el signo de la guerra, que en 1377, ao en quemuere Eduardo III, el iniciador de las operaciones, la flota franco-castellana saquea la costa sur de Inglaterra. El Prncipe Negro ha muertoen 1376, por tanto un ao antes que su padre.

El Canal de La Mancha queda bajo el dominio de la flota castellana.

TERCERA ETAPA. Se considera que se extiende hasta 1415.Muerto Eduardo III en l377, como sabamos, Carlos V muere en 1380, yninguno de ellos deja un sucesor de su categora.

En Inglaterra hay una gran agitacin social que culmina con larevuelta de los trabajadores mandados por Wat Tyler en 1381. El dbilRicardo II, que reina en este pas, no es capaz de controlar la situacin y esdestronado por una revolucin de los nobles, que lo sustituyen porEnriqueIV Lancaster, con quien se inicia la dinasta Lancaster.

Sin embargo, la situacin en Francia no es envidiable.A Carlos V le ha sucedido Carlos VI, y por ser menor gobiernan sus

tos, los duques de Anjou, de Borgoa y de Berry.

Y cuando Carlos VI va creciendo, resulta que est loco, y se sita alfrente del gobierno a Luis de Orlens, ejemplo de nobleza cortesanadecadente. Se produce la rivalidad entre ste y el duque de Borgoa JuanSin Miedo, que termina con el asesinato de ste en 1407. Esto provoca laguerra civil entre borgoones y armagnacs, a la que se superponen unaserie de revueltas populares por todo el pas, de las que la ms radical es ladirigida por Caboche, alentada por los borgoones, y que tiene lugar en

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Pars. Entre los cabochianos se encontr el tristemente famoso ObispoPierre Cauchon, que tendr un papel protagonista en esta historia.

La guerra franco-inglesa est detenida, pero se espera su plenareanudacin. Cuando esto ocurra, los borgoones sern aliados de los

ingleses.

* * *

Empieza el ao 1412. Domrmy es un pequeo pueblo de Barrois, enlos confines de La Champaa y de La Lorena. Es una bella regin desuaves colinas, verdes prados y bellos arbolados. No lejos de Domrmy

pasa hoy en da la autopista de Lyn a Luxemburgo y a Saarbrken.El pas de Barrois permanece fiel al Delfn Carlos que ha sucedido

a su padre Carlos VI en el trono de los armagnacs, contrariamente alresto de la regin, especialmente La Champaa, partidaria de ingleses yborgoones.

La esposa de un aldeano de Domrmy est para dar a luz. Cada vezque va a nacer una criatura, los vecinos tienen la esperanza de que puedallegar a ser un hroe que decida la guerra. Por esto, al producirse elalumbramiento hay una cierta decepcin: Bah, una nia!. La bautizaroncon el nombre de Jeanne, y pronto empezaron a llamarla familiarmenteJeannette. Sus padres se llamaban Santiago Darc o d'Arc e Isabelle Rome,y ya tenan tres hijos: Santiago, Juan y Pedro. Ms tarde nacera Catalina.

Felipe III, Duque de Borgoa llamado Felipe el Bueno, hijo deJuan I Sin Miedo y bisnieto del rey Juan II de Francia, de la dinastaValois. Hered el ttulo ducal tras el asesinato de su padre a manos desecuaces del delfnCarlos. Este hecho motiv que Felipe tomase partidodefinitivo por Enrique V de Inglaterra y fuese uno de los artfices delTratado de Troyes, por el cual el Delfn quedaba desheredado.

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http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_I_de_Borgo%C3%B1ahttp://es.wikipedia.org/wiki/Juan_II_de_Franciahttp://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa_Valoishttp://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa_Valoishttp://es.wikipedia.org/wiki/Delf%C3%ADn_(t%C3%ADtulo)http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_VII_de_Franciahttp://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_V_de_Inglaterrahttp://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Troyeshttp://es.wikipedia.org/wiki/Juan_I_de_Borgo%C3%B1ahttp://es.wikipedia.org/wiki/Juan_II_de_Franciahttp://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa_Valoishttp://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa_Valoishttp://es.wikipedia.org/wiki/Delf%C3%ADn_(t%C3%ADtulo)http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_VII_de_Franciahttp://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_V_de_Inglaterrahttp://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Troyes


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CAPTULO II

CONTINA LA GUERRA DE LOS CIEN AOS

Se reanuda la guerra con Enrique V de Inglaterra quien, aliado alDuque de Borgoa, trata de conquistar todo el territorio francs.

Enrique desembarca en Normanda y aplasta a la caballera francesaen Azincourt (1415), repeticin de las victorias de Crcy y dePoitiers. Es el principio de una campaa victoriosa para los ingleses, quecontinuar los aos siguientes.

En 1420 se firma el Tratado de Troyes entre el monarca ingls,Enrique V Lancaster, el Duque de Borgoa Felipe el Bueno (hijode Juan Sin Miedo, el asesinado), y la reina Isabel, esposa de Carlos VI,que deshereda al hijo de ste, el Delfn, futuro Carlos VII, por quien

Isabel, mujer considerada bastante perversa, no senta gran cario.Enrique V debe casarse con Catalina, otra hija de Isabel, para darlugar a una dinasta que unira los tronos ingls y francs. Pero en1422 mueren Enrique V y Carlos VI. Enrique VI, hijo de EnriqueV, es un nio, y en Francia ocupa su regencia el Duque de Bedford.

Enrique VI es denominado "rey de Pars", pues Pars ya estaba enpoder de los anglo-borgoones, mientras Carlos VII es denominado

"rey de Bourges", con un territorio cada vez ms exiguo, y con unejrcito cada vez ms reducidoy desmoralizado.

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http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_I_de_Borgo%C3%B1ahttp://es.wikipedia.org/wiki/Juan_I_de_Borgo%C3%B1a


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Mientras tanto, en Domrmy Jeannette va creciendo. Sushermanos se cuidan del ganado, y Juana slo les acompaaocasionalmente. Aprende de su madre los trabajos domsticos, y sededica fundamentalmente a ellos, limpiar la casa, coser y lavar la

ropa, atender la cocina, hilar el camo y la lana, etc. Tambinaprende de su madre el Padrenuestro y el Avemara,y los rudimentosde la religin. Se divierte con sus amigos y amigas con los que serene en el prado, y tambin bajo el rbol de las hadas, dondemeriendan, cantan, bailan y tejen coronas de flores. Al ser juzgada enRouen, se pretender buscar una interpretacin supersticiosa absurda aestos juegos infantiles, que por supuesto no tenan nada que ver conla creencia en las hadas que haba dado nombre al rbol en cuestindesde generaciones anteriores, ni mucho menos con pactos con eldiablo, etc.

Va con frecuencia a la iglesia por propia iniciativa, y tambin ayudaa todo el que puede, dentro de sus posibilidades. Es una nia agraciaday simptica, querida por sus vecinos.

Al cumplir 13 aos, empieza a complicarse su sencilla vida.

Segn declarar ella, era alrededor del medioda, estaba juntoal pozo de la casa de sus padres, cuando de repente, en el mismo

jardn, apareci una luz vivsima, que hizo palidecer la del sol, yuna voz le habl desde dicha luz. Esta voz se identific como SanMiguel, y le dijo que frecuentara la iglesia y que fuera buena. Era laprimera visin preparatoria.

Juana qued impresionada por esta visin y las sucesivas. Leentraban deseos de morir para irse al cielo, para siempre, con lospersonajes que se le aparecan.

Empez a asistir a Misa diariamente, se confesaba con frecuencia,haca muchos ratos de oracin, y trataba de superarse en todas lasvirtudes. Viva la laboriosidad, y si sala a guardar ganado, hilabamientras los animales pacan. Se preocupaba por todo el mundo.Atenda a los enfermos, daba todo lo que poda a los pobres...

Ante esta forma de actuar, que se sala de lo corriente, de lo vulgar,de lo tibio, algunos de sus vecinos se rean de ella y hasta pretendanhacerla rabiar, como noblemente confiesan algunos de ellos en el Juicio de

Rehabilitacin, Jean Waterin por ejemplo.Es la paradoja de siempre: la soberbia de lo vulgar mofndosede la humildad de lo sublime. Que nadie pierda lo que tenga de

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sublime por temor a lo vulgar. Es lo que se denominan respetoshumanos. Afortunadamente, esto slo ocurre cuando lo sublime no eshumilde y, por lo tanto, tampoco sublime.

Pero Jeannette segua teniendo sus fieles amigos y amigas:

Hauviette, Mengette, Guillemette, Michel Lebuin, etc. Y su simpata ybuen humor se haban incrementado.

Es algo muy notable la simpata y hasta el desparpajo en losgrandes contemplativos, como podemos ver en Santa Teresa de Jess,San Juan de la Cruz, etc. y, cmo no, en Santa Juana de Arco. Y creoque esto es muy razonable.

Por un lado, el verdadero contemplativo debe vivir lo que SantoToms llama la virtud de la Jocunditas, que podemos considerar

como una especie de alegra existencial. El contemplativo sabe paraqu est en el mundo, y es precisamente para amar y ser amado, ysabe que en esto est empeada la Omnipotencia de Dios, que norepara en medios. Tanto am Dios al mundo, que entreg su HijoUnignito (San Juan 3,16). Si a esta alegra existencial se une lavirtud de la Caridad de forma consecuente, la simpata es unaconsecuencia lgica, pues la alegra se hace comunicativa.Expresin de esto es la sabia mxima Un santo triste, es un triste

santoEl ambiente de la guerra habla llegado hasta Domrmy. Aunque

la regin era fundamentalmente partidaria de Carlos VII y sus Armagnac,un pueblo vecino, Maxey-Sur-Meuse, era partidario de losborgoones. Esto daba lugar a una especie de "guerra infantil" entrelos chavales de ambos pueblos. Formaban bandas, que se agredan enlos descampados con piedras y palos, llevando cacerolas en la cabezaa modo de cascos, etc., y ms de uno resultaba descalabrado.

Jeannette, bien ajena a su futuro, nunca particip en estasalgaradas, aunque con frecuencia tena que atender a sus vecinos yamigos heridos.

Mientras tanto, no se puede decir que sus padres no estuvierancontentos con la mayor de sus hijas; pero s andaban algopreocupados. Jeannette no les haba contado sus visiones; peroellos se daban cuenta de que haba algo extraordinario en ella, que

su forma de actuar, aunque exenta de rarezas, se sala de lo vulgar.Jeannette haba pasado de la niez a la adolescencia. A juzgar porlas opiniones del duque d'Alenon, de Jean d'Aulon, etc., se haba

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convertido en una preciosa muchacha, cuya morena cabellera le dabaun punto de exotismo en su regin, de fuertes influencias germnicas.

No pasaba desapercibida a los muchachos de Domrmy, yespecialmente a uno de ellos, que por no haber quedado constancia de su

nombre, llamaremos X. X.Se comenta que X. X. se poda considerar como un magnfico

partido, y esto tampoco pasdesapercibido para Juana.

As pues, X. X. se llev la alegra de su vida cuando Jeannette lecomunic su intencin de corresponderle. Tena la novia ms guapa deDomrmy! No, de Barrois!, de Francia!, de todo el mundo!!Y la msbuena, la ms simptica, la ms trabajadora...

No mucho menor debi ser la alegra del matrimonio dArc. Conun buen matrimonio se poda prever el fin de las ideas que se empezabana adivinar en la cabecilla de su hija. Y formaban tan buena pareja!

La propia Jeannette estaba eufrica. Se senta preferida, amada de unaforma especial. Tambin X. X. le pareca el muchacho ideal. Su cabeza ysu corazn bullan de bellos planes. Exactamente lo que los francesesllaman la vie en rose.

Pero el rosa es un rojo desvado, y lo desvado no era para Juana.

De nuevo la luz cegadora ante ella, y las voces. Los planes deDios no son los planes de los hombres. Y las voces comunican a Juanaque Dios desea de ella que viva en castidad total hasta nueva orden,pues le tiene reservada una misin muy especial: Salvar Francia!

Un nuevo mundo se abra ante Juana. Deba renunciar a un amorhumano, a cambio de un Amor Divino. No poda responder a la eleccinde un muchacho de su pueblo, porque deba responder a la eleccin deDios, Padre, Hijo y Espritu Santo. Bien, el cambio tena una cierta

dificultad, porque el bien que dejaba, aunque menor, era ms sensible;pero, evidentemente, mejoraba.

Haba otros inconvenientes. Desde luego, sus padres no la iban afel ici tar precisamente, y X. X. se iba a llevar un disgusto de muchocuidado. Hasta se poda organizar una trifulca bastante respetable...

Y vaya si se arm! X. X.y los propios padres de Juana, casi se puededecir que no pudieron reaccionar peor.

Hubo disgustos, y presiones hasta amenazarla con los tribunales,por supuesto incumplimiento de esponsales, institucin de derecho en aquellapoca.

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Jeannette no dio su brazo a torcer, y no slo no seacobard con la amenaza de los tribunales, sino que, de hecho, acabcompareciendo ante el tribunal eclesistico de Toul.

Aunque no se conocen detalles, parece ser que Jeannette se

defendi a s misma y a su vocacin con gallarda, ante sus padres yante X.X., ganando el pleito y saliendo con plena libertad.

Vaya con X. X.! Vaya novio que se haba encontrado!

En el fondo, el incidente de Toul le pudo servir paradesentenderse totalmente de X. X, incluso en lo ms profundo de sucorazn.

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CAPTULO III

EMPIEZAN LOS ENIGMAS

De nuevo la luz cegadora. Las voces le haban ordenado queguardara castidad total, y ella haba vencido en la primera batalla. Leordenaran ahora las voces que entrara en un convento o algo parecido?

Pues no. Dios no quera para Juana el estado religioso, sino algo biendistinto: Juana, acude en socorro del rey de Francia, y le devolvers sureino3. Jeannette se queda estupefacta, comprende la orden y le respondea San Miguel: Seor, no soy ms que una pobre chica; yo no sabracabalgar ni conducir a los soldados4.

San Miguel le replica T irs a encontrar al Seor de Baudricourt,capitn de Vaucouleurs, y l te har conducir al rey. Santa Catalina y Santa

Margarita vendrn a ayudarte

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.Jeannette queda baada en lgrimas. La prueba de Fe a que se sientesometida es aplastante. Quiere obedecer, pero siente que se le pide algopor encima de sus fuerzas. Le aterraban las peleas infantiles de los niosde su pueblo, y tiene que dirigir la guerra real, con cuerpos realmentedestrozados, y muertos de verdad. Tendr que dar la orden tremenda: Alasalto!, para que cientos o miles de hombres se acometan con sus espadas,sus hachas, sus dardos, lanzas, aceite hirviendo, armas de fuego. Caern

degollados unos, destrozados otros, quemados, con la cabeza reventada...Y ella en medio dirigiendo la carnicera.

Adems, se le exiga vivir castidad total: pero en plena convivenciacon un ejrcito de rudos soldados, las 24 horas del da, los 7 das de lasemana, todos los das del mes.

3 Jeanne, va au secours du roi de France, et tu lui rendras son royaume.4 Messire, je ne suis qu'une pauvre fille: je ne saurais chevaucher, ni conduire les

hommes d'armes.5 Tu iras trouver M. Baudricourt, capitain de Vaucouleurs, et il te fera mener au roi.Sainte Catherine el Sainte Marguerite viendront tassister.

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Pero claro, por esto las visiones y las visitas extraordinarias dengeles, porque estaba llamada a una vocacin extraordinaria.

Si su vocacin hubiera sido al matrimonio o al claustro, por ejemplo,no hubiese sido necesario nada de esto. Dios se lo hubiera hecho conocer

por medios ordinarios, como normalmente a nosotros.Aunque cuando Dios hace conocer su Voluntad por medios

ordinarios, no es con menor fuerza de obligatoriedad que cuando empleamedios extraordinarios.

Lo importante es La Voluntad de Dios, lo de menos son los mediosempleados para que sea conocida por nosotros.

Bien, tenemos a Jeannette en plena crisis vocacional. Quedeterminadas personas hayan llegado a elevados grados de santidad, no esporque fueran de naturaleza distinta a la nuestra y todo les resultara fcil.Tuvieron que luchar, denodadamente en muchas ocasiones, sin esperanzahumana con frecuencia. Esta lucha es la que Dios nos pide.

Y, desde luego, Juana en su vida luch, vaya si luch! Y sus peoresluchas no fueron en el campo de batalla material contra ingleses yborgoones.

Y esta lucha vale la pena. San Mateo, en 12, 49-50, nos dice que

Jess extendiendo su mano hacia sus discpulos, dijo: He aqu mi madrey mis hermanos. Pues todo el que haga la voluntad de mi Padre que esten los Cielos, se es mi hermano y mi hermana y mi madre.

Continuamos donde nos habamos quedado.

San Miguel vuelve a visitar a la pobre Jeannette para darle nimos, yle cuenta la piedad de Dios hacia el reino de Francia.

La piedad de Dios hacia el reino de Francia! Tenemos que revisarnuestros esquemas. Es que no era entonces cuando, por ejemplo, el

cristiano Imperio Bizantino estaba siendo aplastado por el duro ymusulmn Imperio Otomano?

Y Dios siente piedad por el reino de Francia, en guerra con unaInglaterra tan cristiana como l.

El asunto parece un enigma, y voy a dar mi teora personal. Siescribo una barbaridad me retracto en el acto, siempre aceptando elMagisterio de la Iglesia, que es el depositario de la Verdad.

Inglaterra ya era una monarqua parlamentaria desde el tiempo deJuan Sin Tierra y Ricardo Corazn de Len, en plena Edad Media.

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Pero el Parlamento ingls estaba fuertemente clericalizado. En laprctica, Inglaterra estaba gobernada por un consejo de obispos al mandodel Cardenal de Westminster, con muy pocos seglares ms o menosconsentidos.

Me atrevera a decir que Dios no vea esta situacin con agrado. SanLucas, en 12, 13, nos cuenta cmo, estando predicando Jess, uno deentre la multitud le dijo: Maestro, di a mi hermano que reparta laherencia conmigo. Pero l respondi: Hombre, quin me ha constituidojuez o repartidor entre vosotros?.

Si el cometido de Jess no era el de juez o repartidor, tampoco el desus ministros.

Y he aqu sus ministros, no slo haciendo de jueces y repartidores en

el reino de Inglaterra, sino invadiendo y expoliando el reino de Francia.Que esto lo hicieran los Turcos en pretendida guerra santa poda pasar,hasta podan ser premiados por la buena intencin; pero sus propiosministros no. Corruptio optimi, pessima. La corrupcin de lo ptimo, seconvierte en lo psimo. No lo poda consentir. Por esto Dios sentaespecial piedad por el reino de Francia. Y si haba que acudir a mediosextraordinarios, se acuda.

Y Dios eligi a su campen como instrumento. Pero el campen

elegido iba a cumplir una propiedad muy determinada. Deba derrotar a losministros de Dios descarriados, y para ello elegira alguien sin posibilidad,en absoluto, de acceder al sacerdocio ministerial: una mujer.

Realmente, haca poco que Dios se haba servido de otra mujer,Santa Catalina de Siena, de brillantsima carrera diplomtica, para llamaral orden a su propio Vicario. Catalina haba actuado con extremadelicadeza, llamaba al Papa il dolce Cristo in terra, el dulce Cristo en latierra; pero con absoluta firmeza. Y el Papa haba vuelto a Roma, con lasconsecuencias que ello llevaba consigo, no fciles de afrontar en aquellostiempos.

En el Antiguo Testamento, Dios quiso que sus sacerdotes fuerantomados de la tribu de Lev, pero su Hijo naci de la tribu de Jud.

En el Nuevo Testamento, slo los varones podemos acceder alsacerdocio ministerial, aunque no es mi caso, y traersacramentalmente a Jess sobre el altar. Pero una mujer lo trajo a la vida

fsica, lo cuid, lo limpi, lo aliment, lo educ, y es su Madre parasiempre.

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No creo que ni la Virgen Mara, ni Santa Catalina de Siena, ni SantaJuana de Arco se sintieran postergadas por no poder recibir las sagradasrdenes.

Si hay mujeres que se sienten ofendidas por no poder ser ordenadas,

no slo muestran un feminismo que llega a la comicidad, sino unclericalismo exacerbado, que es otra deformacin.

En fin, cualesquiera que fueran los motivos de los Designios Divinos,Jeannette se aprest a obedecer.

Estamos en la primavera de 1428, Juana tiene 16 aos, no se llevamuy bien con sus padres a consecuencia del incidente con X. X., yconsigue convencer a su to, Durand Laxart, primo de su madre, para quela acompae a Vaucouleurs. Su to, que la quiere enormemente, la recoge

en Domrmy, y se la lleva a su casa, en Burey, con la excusa de que ayudeen los trabajos domsticos.

Jeannette permanece all 6 semanas, y no precisamente ociosa.Voluntariamente trabaja en la limpieza de la casa, hila, ayuda en lostrabajos del campo, guarda los animales, etc.

Por fin, to y sobrina se dirigen a Vaucouleurs.

La situacin del seor de Baudricourt en el castillo, no es envidiable.

Los ingleses le han dado un plazo para entregar la fortaleza por las buenas,o ellos la tomarn por las malas.

Baudricourt lo ha comunicado al Delfn Carlos, y est esperandounos refuerzos que no llegan, mientras se desespera como una fieraenjaulada.

No llegan los refuerzos; pero s un campesino con una sobrina deideas locas, que piden audiencia insistentemente.

Cuando Baudricourt les recibe, y a poco de comenzar a escucharles,

monta en clera. A la chica ni le habla. A su to le dice que la devuelva asus padres bien souflette, bien abofeteada.

Juana vuelve de Vaucouleurs descorazonada. Ha hecho lo que lepedan; pero no haba posibilidad, haba fracasado.

Y de pronto, la guerra se hace presente en Domrmy. Antoine deVergy asola la regin de Champaa con sus razzias, y se dirige al pueblode Juana.

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Todos los vecinos huyen incluida Jeanne, que con sus padres sedirige a la villa de Neufchateau6. All viven en un albergue regentado poruna seora apodada La Russe, se dice que por el color rojo de su pelo, observar la ortografa del siglo XV . Juana pasa a formar parte del

servicio, posiblemente para que la ausencia de Domrmy sea menosgravosa, quizs en parte como castigo por el asunto X. X. Precisamente, lacomparecencia ante el tribunal de Toul se vino a producir,aproximadamente, en esta poca.

Esta estancia en Neufchateau fue explotada por el tribunal que lajuzg en Rouen, para cargar a Juana con una serie de groseras acusaciones;pero de esto ya se tratar en su momento.

6 No tiene que ver con la ciudad suiza de Neuchatel.26


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CAPTULO IV

LA CONVERSION DE JUANA

Tengo que empezar por aclarar el concepto de conversin.Frecuentemente consideramos como tal el paso de una vidaespectacularmente depravada a una vida que consideramos piadosa

segn la doctrina catlica.Sin embargo, hay que tener en cuenta que deberamos ser perfectos

como nuestro Padre Celestial, confrontar San Mateo 5, 48 , de lo cualestamos todos lejsimos. Se puede decir que, con este criterio, el ms santolleva una vida depravada. Dios, lo que nos pide es que luchemos pormejorar, estemos en el nivel que estemos.

Una conversin es un salto de calidad, y su importancia objetiva es

independiente de lo patente que se nos aparezca a los dems. Por esto nose puede juzgar a nadie. Una persona que aparentemente lleve una vida devicio; pero est luchando intensamente por salir de su lamentable estado,puede ser mucho ms querida por Dios, estar en un plano superior desantidad, que la persona aparentemente piadossima, que est en la msabsoluta tibieza.

Tras este prembulo, sigamos con nuestra historia.

Juana vuelve con sus padres desde Neuchatel a Domrmy, y se

encuentra por primera vez, de una forma directa, con las consecuencias dela guerra. El pueblo ha sido sometido al pillaje y destruido. El ejrcito deAntoine de Vergy, que est bajo la obediencia de obispos y cardenales,incluso ha realizado la hazaa blica de saquear e incendiar la iglesiaparroquial (!!!), junto a la cual se encuentra la casa paterna de Jeannette.

Estos hechos tienen un efecto de revulsivo para Juana. Se siente encierto modo responsable por omisin. Los ingleses y sus amigos debanestar ya batindose en retirada delante de ella, y en cambio han destruido

hasta su propio pueblo natal.

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Volver a Vaucouleurs; pero esta vez con una muy determinadadeterminacin como expresivamente deca nuestra Santa Teresa de vila,otra de tantas personas que demuestran que la vida contemplativa noexcluye la actividad. En sus casos, como en otros muchos, su actividad se

alimentaba, precisamente, de su contemplacin.Si Juana no hubiera sido contemplativa, no habra pasado de ser unabuena chica conocida en su pueblo, nunca habra sido la salvadoramilitar de Francia.

As pues, con su determinada determinacin, se despide de susamigas Mengette y Guillemette. Tambin de Michel Lebun, con quientiene gran confianza, y es de los pocos a los que comenta algo de sumisin, aunque de momento l no la entiende, segn propia declaracin en

el Proceso de Rehabilitacin.De su gran amiga Hauviette prefiero no despedirse. Y por supuesto, a

sus padres no les dice nada. Les escribir luego pidindoles perdn. Haquerido honrar y obedecer a sus padres en todo lo que les es debido. Peroen su vocacin no slo no les est sometida, tiene que resistirlesenrgicamente. Por qu me buscabais? No sabais que es necesarioque yo est en las cosas de mi Padre? (San Lucas 2, 49).

Juana habla categricamente: Aurais je eu cent pres et cent mres,

je serais partie!. Hubiera tenido cien padres y cien madres; yo habrapartido!

De nuevo Jeannette es acompaada por su to Durand Laxart,ejemplo de la importancia de personas que casi pasan desapercibidas, condestino a Vaucouleurs; pero esta vez no piensa salir de all si no es haciaChinon, el lugar donde se encuentra el Delfn.

Las disposiciones de M. Baudricourt han cambiado con respecto a la

vez anterior. A peor, desde luego. Los plazos concedidos por los inglesespara abandonar Vaucouleurs se han ido agotando, y si le molest laprimera visita de una loca muchacha campesina acompaada por suengaado to, el que reincida ya le saca de sus casillas, an antes de verla.Negativa absoluta a recibirla, no entrar ni en el castillo.

Pero no cuenta con la impresionante voluntad de Juana. Se hospedaen la casa de un carretero. Todos los das acude a la puerta del castillo deBaudricourt a primera hora de la maana, y all permanece hasta la noche.

Estamos en febrero. En Vaucouleurs, al norte del ro Loira, hace unfro bastante respetable. Pronto se hace familiar a los vecinos del pueblo, y

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a los habitantes del castillo, la imagen de la chica morena, con un vestidorojo de campesina, a pocos pasos del centinela.

Todos conocen ms o menos sus pretensiones.

Parece una locura, pero la muchacha tambin parece capaz de

cualquier cosa. Adems, se gana la simpata de todas las personas que latratan.

A pesar de las privaciones no pierde su afabilidad. No, realmente noparece una loca. Y tiene que estar muy convencida de lo que dice, paraaguantar lo que aguanta.

Posiblemente al propio Baudricourt le empieza a llamar la atencin elcontraste entre la pequea campesina del vestido rojo, y sus propioscentinelas. A los soldados les sienta muy mal que les toque la guardia depuerta, especialmente en este tiempo, estn a regaadientes.

La muchacha vestida de rojo aguanta relevo tras relevo, por propiohonor y espritu, sin traslucir un mal gesto. Ah si sus soldados actuarancomo ella!

De aqu debi pasar a qu buen soldado podra llegar a ser estachica! Si no fuera chica, claro. Pero todo el problema est en que esto esprecisamente lo que ella quiere.

Bien, al diablo todas las ideas preconcebidas! Que entre en elcastillo antes de morir congelada!

Jeannette se presenta ante el capitn de Vaucouleurs. Y esta vez no essu to quien habla balbuceando, es ella misma quien se encara aBaudricourt, y lo hace con energa, como si ya le estuviera dando rdenes.

Mientras Baudricourt duda, Juana consigue su primer amigo ysbdito, en esta nueva etapa de su vida, Jean de Novelonpont, msconocido como Jean de Metz. Era un escudero de 30 aos, que accedi a la

nobleza en el ao 1448.En 1456, Jean recuerda la escena todava, hasta el pobre vestido rojo

de Jeannette. Se dirigi hacia ella con unas palabras irnicas: Mipequea, qu haces aqu? No es necesario que el rey sea expulsado fueradel reino, y que nosotros seamos ingleses7?.

Aunque sea larga, transcribo la contestacin de Juana, tal como fuedeclarada por el propio Jean de Metz: He venido aqu, a los servidores del

7 Ma mie, que faites- vous ici? Ne faut- il pas que le roi soit jet hors du royaume etque nous soyons Anglais?

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rey, para hablar a Robert de Baudricourt, para que me conduzca o hagaconducir al rey; pero l no hace caso de m ni de mis palabras; y, antes dellegar a la mitad de la cuaresma es necesario que est junto al rey, aunquetenga que gastar mis piernas hasta las rodillas. Pues no hay nadie en el

mundo, ni reyes, ni duques, ni hija del rey de Escocia

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, ni nadie, que puedarecobrar el reino de Francia, que no tendr socorro si no es por m; bienque yo preferira, con diferencia, hilar junto a mi pobre madre, pues estono es lo mo; pero es necesario que yo vaya y haga esto, pues mi Seorquiere que vaya y acte as9.

Jean se queda asombrado. l es escudero del seor de Baudricourt,cul es el seor de Juana, a quien ella se refiere? Juana le aclara: es Dios.

A Jean se le abren nuevos horizontes. As de fcil queda convencido.

Su gesto no conoce precedentes: Coloca su mano derecha entre las manosde Jeannette, segn signo clsico de vasallaje y fidelidad a un caballero;pero que nunca antes se haba otorgado a una mujer. Un flamante escuderode 30 aos, rinde homenaje de caballero10 a una muchacha de 17 aosvestida de humilde campesina.

Con este gesto, promete a la Doncella conducirla hasta el rey, con laayuda de Dios.

Cundo quiere partir? Pltot aujourd'hui que demain, et, demain

que plus tard. Mejor hoy que maana, y mejor maana que ms tarde.

8 Se hablaba de casar al hijo mayor de Carlos VII, futuro Luis XI, con Margarita deEscocia, matrimonio que se llev a efecto en 1436.9 Je suis venue ici a chambre de roi, pour parler Robert de Baudricourt, pour qu'ilveuille me conduire ou me faire conduire au roi; mais il ne fait pas attention moi, ni mes paroles; et pourtant, avant que ce soit la mi-carme, il faut que je sois auprs duroi, duss-je m'y user les pieds jusqu'au genoux. Il n'y a en effet personne au monde,

ni rois, ni ducs, ni fille du roi d'Ecosse ou autres, qui puissent recouvrer le royaumede France, el il n'aura secours si ce n'est de moi; bien que j'eusse bien prfr filerauprs de ma pauvre mre, car ce n'est pas mon tat; mais il faut que j'aille, et que jefasse cela, car mon Seigneur veut que j'agisse ainsi.10 En espaol, la palabra caballero tiene varias acepciones, fundamentalmente; a)simplemente varn. As, en los lavabos pblicos, se rotula seoras, caballeros. b)Varn montado a caballo. c) Persona armada, que puede combatir montada a caballo,y cumple un cdigo de honor especfico. Esta acepcin de la palabra caballero, que esla ms noble, aunque habitualmente se aplica a varones, no exige propiamente

especificacin de sexo, es perfectamente aplicable a Juana. Se puede decir que Juanatiene la profesin de caballero, como otras mujeres pueden tener la de mdico oingeniero.

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Jean repara en la larga falda de Jeannette. Va a querer hacer el viajevestida as? Juana niega. Es ms adecuada la indumentaria que usan losvarones. Jean le proporciona trajes y calzas de sus servidores. Los propioshabitantes de Vaucouleurs hacen confeccionar, para ella, una indumentaria

de varn a medida, y le compran un caballo por unos 16 francos.Pero Baudricourt no se convence, y las voces ayudan a Juana.Gracias a ellas, la Doncella puede interpelar al capitn de Vaucouleursdicindole que, por los retrasos, una batalla que est teniendo lugar en elmismo da, va a ser una nueva derrota.

Las noticias posteriores confirman la afirmacin de Jeannette, yBaudricourt se convence de que est ante algo extraordinario. Pero todavatiene dudas ser por el poder del diablo?

Y recurre al expediente de exorcizarla.Y as aparece l en persona, el gobernador, en la casa en que se aloja

Juana, la casa del carretero Henry Royer y su esposa Catherine,acompaado de messire Jean Fournier, revestido de estola.

El sacerdote conjura a Juana delante de Baudricourt para que, si tieneespritu maligno se aleje de ellos, y si no, que se acerque. Juana se acerca yse arrodilla ante el sacerdote, aunque luego le recrimina haberse prestado aello, habindola antes escuchado en confesin. Una vez ms, Juana no secalla ante una injusticia o irregularidad.

Bien. Baudricourt ya est tranquilo. Y como piensa en los posiblesdones taumatrgicos de Jeannette, la enva con un salvoconducto paravisitar al Duque de Lorena que est enfermo.

Juana se pone su nueva indumentaria, estrena su nueva imagen, yhace el viaje a caballo a Nancy.

Aunque algunos autores escriben que Juana aprendi a montar a

caballo en Neuchatel, siguiendo la teora del Tribunal de Rouen, no s sihay razones muy convincentes para ello. Ms bien parece que aprenderaen Vaucouleurs, y posiblemente le enseara Jean de Metz.

Supongo que se pone en camino hacia Nancy con los rudimentos dela equitacin. Le han enseado a manejar el caballo cogiendo las riendascon las dos manos. Cuidado con las espuelas, si no slo hace presin conlos tacones, sino tambin con ellas, el caballo puede acelerar demasiadopara la inexperiencia de la amazona. Por supuesto, separar los pies al

frenar. Si tira de las riendas, y al mismo tiempo clava los tacones o incluso

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las espuelas, el caballo se encabrita, se levanta de manos, hace lo queen las motos se llama el caballito, valga la redundancia .

Durante el viaje, Jeannette practica en llevar las riendas con una solamano, haciendo girar su montura con el juego de la mueca, y tambin en

conducir con las rodillas, las riendas sueltas. Necesitar una mano, almenos, para combatir, y en algunos casos las dos.

Juana lleva un acompaante de lujo, Ren D'Anjou, cuado de CarlosVII, hijo por tanto de Yolanda de Aragn, que tendr un papel destacadoen la misin de Juana.

Jean de Metz, posible instructor de equitacin de la Doncella, lesacompaa hasta Toul. Desde all, vuelve a Vaucouleurs, mientras Juanallega a Nancy.

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CAPTULO V

EN MARCHA!

El que Baudricourt haya enviado a Juana al Duque Carlos de Lorena,puede tener dos motivos. El primero congraciarse con el Duque. Elsegundo, poner en contacto a Juana con Ren d'Anjou. Ren d'Anjou

puede tratar de diagnosticar sobre el caso, e incluso puede decidir sobre elasunto Chinon. Segn lo que opine el hijo de la reina Yolanda y cuado deCarlos VII, puede dejar ir a Juana a Chinon sin echarse muchasresponsabilidades encima.

En fin, si el segundo motivo supone un xito, el primer motivoresulta ms bien un fracaso.

Bueno, un fracaso a medias, pues realmente haba sido el propio

Duque de Lorena quien haba pedido el envo, por lo que no puede culpara Baudricourt.

El caso es que la Doncella, que no deja escapar una, y no se calla nibajo el agua, no tiene reparos en decirle al duque que lo suyo, no siendococinar, limpiar o hilar, es combatir; en ningn caso hacer uso de poderespara curar enfermos, milagrosamente o no. Que lo que debe hacer el duquees dejar de estar en pecado habitual pues, en vez de con su esposa, estviviendo amancebado con otra mujer.

Al duque Carlos le sube la clera hasta casi hacerle reventar; perocomo Jeannette tiene razn, y adems est Ren, se la tiene que tragar.Opta por el desprecio. Le da cuatro francos que Jeannette ensear a su fielto, que permanece en Vaucouleurs, y la devuelve a Baudricourt. Juanavuelve contenta. Nancy est ms lejos de Chinon que Vaucouleurs, yseguramente Ren le promete hablar con su madre Yolanda.

A Vaucouleurs vuelve dominando el caballo, y dispuesta a terminarsus rpidas e intensas clases de instruccin militar. Manejo de la espada,

de las lanzas larga y corta, voces de mando, medios de asalto, teora sobrelos caones, leyes de la caballera y de la guerra, urbanidad militar, formas

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de saludar, a pie o desde el caballo... Seguramente Jean de Metz es uno delos principales monitores o tal vez el nico.

Baudricourt se encuentra, en realidad, con todo preparado. Lapequea Jeannette, a la que haba aconsejado devolver a casa bien

abofeteada, como ya he comentado antes, est equipada hasta con espuelasy caballo, y sus contactos llegan a la corte de Chinon, hacia donde ya estcabalgando el hermano de la esposa del propio Carlos VII. Baudricourtdecide poner algo de su parte. Regala a Jeannette una espada. Aunque noes la espada a dos manos o mandoble, ya en desuso, no por esto deja de seruna espada medieval de dimensiones y peso nada despreciables.

Sabido es que en la Antigedad, cuando las hegemonas de losGriegos y Romanos, la espada era una evolucin del garrote. Se usaba al

tajo, fundamentalmente contra la cabeza del adversario, prcticamentenunca punzando como en las pelculas, para esto era mucho ms eficazla lanza , y por ello eran muy robustas, pero cortas. En la Edad Modernala espada se har fina y larga, slo para emplearse punzando, pues lasarmas de fuego habrn cambiado totalmente la forma de combatir. En laEdad Media y principios de la Moderna, la espada se usa al tajo, punzandoo como sea, y por tanto son robustas, largas, pesadas... son las grandesespadas de la historia, las dinoespadas.

Juana ha prometido que liberar Orleans de su cerco y que harconsagrar al rey Carlos VII en Reims, que es donde se consagraban todoslos reyes de Francia, y hasta que esto ocurra no lo va a considerar ni dartrato de rey, sino de delfn. Baudricourt despedir a Juana y a su escoltacon un Advienne que pourra!. Sea lo que Dios quiera!

Se prepara la comitiva. Juana llevar su vasallo Jean de Metz, ytambin a Bertrand de Pulegny, cada uno de ellos con un criado, Jean deHonecourt y Julien, el correo Colet de Vienne, que conoce bien el

itinerario, y un tal Richard Larcher o quizs Richard l'archer, es decir,Ricardo el arquero. Son en total seis hombres acompaando a Juana. Porfin, camino de Chinon.

Juana est radiante. La espada al cinto, sus calzas negras y su jubnvan a ser glorioso uniforme, su cabellera negra... su cabellera negra!Resultara inadmisible en cualquier soldado, y en un comandante en jefe...ni hablar. Llevar el pelo reglamentario, cortado en redondo.

Jeannette no era insensible, sino todo lo contrario. Mientras las tijerastrabajaban, con los mechones de pelo le caera alguna que otra lgrima malcontenida...

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El caso es que el corte de pelo tampoco le sentaba mal. Siglosdespus sera imitado por muchas mujeres, que adems lo llamaran cortede pelo a lo Juana de Arco.

El caso es que a caballo y adelante!, que es lo que importaba.

El viaje a Chinon es totalmente distinto del viaje a Nancy, y nodigamos de los viajes desde Domrmy. Estos eran viajes por territoriorelativamente tranquilo. Se viajaba de da, y se haca noche en las posadas.

Pero desde Vaucouleurs al norte del Loira, hasta Chinon al sur deOrleans, haba que cruzar media Francia actual, unos 650 Km., a travs deterritorio dominado por Ingleses y Borgoones, y si no, por bandas desalteadores.

Haba que viajar de noche y dormir de da, escondidos en espaciosreducidos, en graneros o similares. Juana mandaba a su pequea tropa y lesdaba nimos, que falta les haca. Se haban lanzado a la aventura; perocuanto ms conscientes estaban de lo que hacan, ms pensaban que enbuen lo se haban metido.

Salen alrededor del 13 de febrero de 1429. Hace un fro que corta elaliento. Muchos puentes estn destruidos y hay que vadear los ros, sepueden encontrar tropas enemigas en cualquier momento, y habr que vercuando lleguen a Chinon.

Juana mientras tanto, inocencia toda, ingenuidad nada, se encuentraentre sus compaeros, en cierto modo, como un pavo en Nochebuena. Porjerarqua, que se lleva muy en serio desde el primer momento, pues ya sonun destacamento militar, Juana duerme entre Jean de Metz y Bertrand dePoulegny, calzas abrochadas y aseguradas, y sin quitarse ni el jubn.Aydate y Dios te ayudar, era una de las sabias sentencias de laDoncella. Y Dios, que le haba ordenado meterse en el asunto, la protegi

con un muro de respeto. Sus compaeros declararn que, aunque Juana erasumamente atractiva, nunca tuvieron un mal deseo hacia ella, tal era elrespeto profundo, por su bondad y dignidad, que les infunda. Tambindeclararn con admiracin que Juana, 17 aos nunca decajuramentos, lo cual indica que el hablar mal las chicas no es ningn signode modernidad ni progresismo.

En fin, en los once das que dur el viaje, Juana no se cambi deropa. Quizs muchos lectores pensis: bueno, en la Edad Media el aseo

dejaba que desear.

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Sin embargo, esto no era completamente general. Desde luego, enaquella poca, en Francia, tal vez por la abundancia de agua, la gente erabastante limpia. Y Juana en particular. Juana amaba la limpieza del alma,desde luego; pero tambin la del cuerpo. Se lavaba y se baaba con mucha

frecuencia, incluso tomaba una especie de baos turcos, con agua muycaliente, cuando poda, segn declaracin de personas que la alojaron ensus casas entre campaas. As pues, se supone que estas precauciones lesupusieron una incomodidad nada pequea.

A medida que pasa el tiempo van tomando ms confianza en lajefatura de Juana. sta los acaba de asustar cuando pone todos los mediospara or Misa en pueblos por los que pasan. Piensan que asistirpblicamente, entre todo el mundo, es casi suicida. Con todo, llegan a

asistir por dos veces al Santo Sacrificio de la Misa durante la expedicin,una de ellas en la localidad borgoona de Auxerre.

Juana instruye a su tropa en cuanto a su misin, que poco a poco vancomprendiendo, sobre todo viendo su modo de actuar.

Tambin tranquiliza a sus hombres respecto a Chinon. El delfn losacoger bien, y ellos, desde luego, no tendrn ningn problema.

En cuanto a sus padres, a Jeannette ni se le ocurre pasar porDomrmy. Bajo ningn concepto quiere montar un no pequeo altercado

entre su tropa y su familia y vecinos. Se ocupa de enviarles una cartapidindoles perdn, y dando las razones de su actuacin.

Tambin enva otra carta, desde Sainte-Catherine-de-Fierbois, aCarlos VII, anuncindole su prxima llegada.

Ciertamente, tanto xito tiene Juana animando a sus hombres, quellegan a contagiarse de su sentido del humor y le gastan por dos veces unabroma algo pesada. Los que marchan delante se detienen y se lanzan a

cubierto. Una emboscada!; son muchos! Juana no se altera. Se dirige a lacabeza del destacamento, y como mximo con la mano en la empuadurade su espada, escruta en la oscuridad. Dnde est el enemigo? No hayenemigo, ha sido una broma! Juana re a mandbula batiente, y todosreinician la marcha canturreando y admirando la serenidad y buen hacer desu jefe.

Sin embargo, se produce una emboscada real, y no por parte deingleses ni Borgoones.

Es en el propio Chinon donde alguien se ha molestado por el asuntoJuana, y ha montado la emboscada, a traicin, cerca del final del viaje.

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Los emboscados localizan la pequea comitiva, y se disponen aactuar desde sus escondites; pero cuando van a hacerlo se sientenparalizados. Juana, Jean de Metz, Richard,...pasan por delante de susballestas montadas, pero ni sus dedos pueden oprimir los gatillos, ni sus

pies moverlos de donde estn.Cuando recuperan el movimiento, regresan despavoridos a Chinon.

Todava le queda a Jeannette un incidente desagradable ms,precisamente al llegar al palacio de Chinon.

Cuando un soldado de guardia de puerta la ve llegar, exclamahacindose el gracioso: sta es la virgen de Vaucouleurs? Que me ladejen solamente esta noche, y ya no ser tal maana por la maana11.

Juana se para delante del soldado, y le dice ante sus compaeros:Haces mal, amigo, teniendo estos malos pensamientos. Si t supieras loprximo que ests de morir!12.

Antes de dos horas, el soldado cae al ro Vienne con su coraza, ymuere ahogado.

Estos dos hechos extraordinarios van a ser dos signos para los quetienen que conceder las extraordinarias peticiones de Jeannette.

Hechos extraordinarios para que Jeannette pueda seguir su vocacin

extraordinaria. Nunca deben ser confundidos con la santidad misma, queaunque depende de algo ms extraordinario como es la Gracia, semanifiesta habitualmente en lo ordinario.

En fin, llegando a Chinon, Juana puede por fin lavarse, cambiarse y,sobre todo, puede volver a asistir a Misa diariamente, y a confesarse con lafrecuencia con que acostumbraba.

11 C'est a la vierge de Vaucouleurs? Qu'on me la file seulement pour la nuit, elle ne

sera plus pareille, demain matin.12 Tu as tort, ami, d'avoir ces mauvaises penses. Si tu savais comme tu es prs demourir!

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CAPTULO VI

CHINON

Ya hemos visto que Juana no lleg a Chinon de improviso. Desdeque intentaba ser recibida por Baudricourt en Vaucouleurs, se habanextendido las habladuras sobre ella y su misin, por todo el reino. Y ella

misma, buena relaciones pblicas, lo haba fomentado. Hasta a Dunois,al mando de la sitiada Orlens, haban llegado los dichos y rumores, yestaba interesado hasta el punto de pedir informes a Chinon.

Pero el recibimiento que se hizo a Juana en Chinon, ya hemos vistoque no fue precisamente envidiable.

Y a quines se iba a encontrar la Doncella en palacio?

Carlos VII era un hombre muy religioso; pero con una religiosidad,

digamos, a la defensiva. Considerar a Dios ms como juez meticulosoque como Padre. Desde luego, las circunstancias no ayudaban. Su padreCarlos VI, si es que haba sido su padre, haba muerto loco. Su madre,Isabel, una mujer sin escrpulos. Pars en manos del enemigo, y Reims,donde se haban consagrado todos los reyes legtimos de Francia, tambin.Bourges y Chinon eran el centro de un pequeo territorio an leal; perodesmoralizado. Orlens era la nica plaza que impeda a los ingleses llegarhasta el mismo palacio real, y cercada de poderosas fortificaciones, estaba

a punto de caer. Mont-Saint-Michel y Vaucouleurs eran las plazas lealesque quedaban al norte del Loira, las cuales, en su aislamiento, conseguanmantenerse ellas mismas a duras penas. As, Carlos viva agobiado por lostemores. Temor a perder lo que le quedaba de reino, temor a perder suvida, temor a perder su alma.

Y la Corte un nido de vboras, cada uno tratando de salvar lo msposible de lo suyo, o de sacar partido de la situacin. Banderas, traiciones,conjuras...a la orden del da.

Aunque Juana, al ser juzgada en Rouen da a entender que el Delfn larecibi enseguida, por hacerle quedar bien, lo cierto es que no fue as.

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Juana llega a Chinon el da 23 de febrero de 1429, al medioda.

Se queda en la hospedera esperando que le concedan la audienciacon el Delfn; pero la concesin se complica. A parte del carcter insegurode Carlos, hay una serie de personas importantes, como el canciller

Regnault de Chartres, arzobispo de Reims, y La Tremolle, que no tienenningn inters en que Juana siga con su empeo. Incluso evitan quelleguen cartas, como una de Baudricourt, a Carlos VII, con informesfavorables sobre la Doncella.

La reina madre Yolanda es la principal abogada de Jeannette; pero suinfluencia sobre su yerno es muy limitada.

Mientras tanto, Jean de Metz sigue corriendo con los costes delhospedaje.

Hay consejo en la Corte, y se delibera sobre la conveniencia de queCarlos reciba a Juana. Bien, por lo menos se la tiene en cuenta.

Se enva un delegado para que se entreviste con Juana en laHospedera, y ella le comunique el asunto por el que quiere que se leconceda la audiencia.

Juana replica que tiene que hablar con Carlos personalmente; pero alfin accede a dar una somera explicacin de su misin. Se decide que se

puede conceder la audiencia; pero antes haba que efectuarle un examenfsico, y un examen de espritu.

Juana se autodenomina La Poucelle, La Doncella; pero servirgen de verdad? Si lo afirmara y no lo fuera, cualquier mal se podraesperar de ella, segn la mentalidad vigente. As pues, debe sufrir unexamen ginecolgico. Y lo realizarn, precisamente, la reina Yolanda, suhija y esposa de Carlos VII, y alguna dama ms. No se fan de otraspersonas.

El resultado es positivo. Juana se autodenomina La Doncella, yefectivamente lo es. Y algunos comentan y eso que ya tiene 17 aos. Delinterrogatorio a cargo de personas eclesisticas, previo a la audiencia real,poco sabemos. Parece que el incidente del soldado ahogado y de laemboscada fracasada, que haban adquirido una cierta resonancia enChinon, permitieron que este interrogatorio fuera abreviado. Refirindosea este primer interrogatorio, Juana hablar de ces clercs qui arguaientcontre moi Estos clrigos que argan contra m.

Adems, Carlos VII recibe por fin la carta de Baudricourt, en quienconfa enormemente. La dicha carta, antes de llegar a las manos del Delfn,

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parece ser que pas una pequea odisea, siendo interceptada por loscontrarios de Juana, y recuperada por sus partidarios.

Llega el gran da, y la audiencia se prepara con toda pompa y boato,en el Saln del Trono.

Es por la tarde de no sabemos qu da de febrero de 1428. Toda laCorte est reunida con sus mejores galas, arden multitud de antorchas, y suhumo cubre el techo.

Carlos VII se sienta en su trono, entre su suegra Yolanda y su esposa,vestido con sus atributos reales; pero todava se le ocurre un expedientems, a ltima hora.

La entrevista con la campesina puede resultar embarazosa. As pues,ceder sus atributos y su lugar a un cortesano de gran confianza. l, elDelfn, podr asistir, desde el anonimato, al dilogo entre Juana y el queella creer rey. Dicho y hecho.

Con todo preparado, aparece Juana por la puerta. Lleva unaindumentaria tipo paje. Calzas negras de lana, parecidas a los actualesleotardos, y jubn negro. Sombrero al brazo. Pelo suelto perfectamentecortado en redondo, peinado y limpio. Porte erguido. Respira pulcritud ybastante marcialidad.

Haba habido gran expectacin. No todo el mundo se haba tomado elasunto en serio. Algunos esperaban hasta situaciones cmicas. Cmo ibaa reaccionar una zafia campesina, cuya ilusin adems era ir a la guerra,ante la refinada corte de Chinon? Porque en Chinon, no sabiendo cmo sepoda hacer frente a los ingleses y borgoones, pensaban en refinamientos.Trataban de aprovechar lo que crean los ltimos tiempos de ms o menosesplendor. Chinon tena el triste refinamiento de la decadencia, de la queadems eran conscientes, y que no crean poder detener.

Jeannette no se deslumbra. Por lo poco que conoce de la Corte delCielo, la de Chinon le puede parecer hasta ridcula. Tiene instrucciones desus voces de que se comporte como expresa la palabra francesahardiment. Es una palabra que le repetirn las voces con frecuencia,tambin cuando comparezca ante el tribunal de Rouen. Hardment. Congallarda. Con audacia. Con la santa soberbia de saberse hija de Dios13.

Avanza con paso firme y decidido hacia el trono, mientras recuerdalas instrucciones de Jean de Metz y dems monitores militares.

13 Confrontar San Josemara Escriv de Balaguer. Camino. Nmero 274.

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Llega ante el trono. Se detiene, se cuadra, y hace una inclinacin decabeza. Pero ante la sorpresa general, gira sobre s misma, y con el mismopaso decidido se dirige hacia el propio Carlos VII que, desconcertado, nosabe qu hacer. No sabe cmo ocultarse. Juana llega ante l. Elmequetrefe patizambo, como le llama Henri Guillemin, se ve ante labella y decidida atleta. Juana se pone firme un instante, e inmediatamentehinca su rodilla izquierda en el suelo, mientras coge las del delfn. Con

decisin y humildad le dice: Muy noble seor delfn, he venido y he sidoenviada por Dios para aportaros auxilio a vos y a vuestro reino14.

El delfn accede a escucharla en privado. Mientras se dirigen a unaparte, Carlos se va tranquilizando. Claro, Juana haba comparecidoteniendo una descripcin muy buena de l mismo, y por esto lo halocalizado. Pero cuando se encuentra a solas con Jeannette, su sorpresallega al clmax. En la noche de Todos los Santos, Carlos haba estado alborde de la desesperacin. Solo en su alcoba haba orado fervientementeque, si caa Orleans, y con esta plaza lo poco que le quedaba de suterritorio, l pudiera salvar su vida y huir al Delfinado o a Escocia. Nohaba comentado esto con nadie. Pero Jeannette le cita literalmente laspalabras de esta plegaria, para hacerle llegar la contestacin. Carlos habaorado a Dios, y Dios le contestaba a travs de Jeannette. No tendr quehuir, pues Orleans no caer. Ella misma levantar el cerco en cuanto leconcedan las tropas oportunas. Y puede estar tranquilo respecto de sulegitimidad. Su padre fue realmente Carlos VI, no Luis de Orleans, padre

14 Trs noble seigneur dauphin, je suis venue et suis envoye de par Dieu pourapporter du secours vous et votre royaume.

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del entonces duque de Orleans, Carlos, prisionero de Inglaterra, y de Jean,luego llamado Dunois, nacido de una de sus concubinas, y destinado almando de Orleans durante el cautiverio de su hermanastro.

Carlos VII sale radiante de la entrevista. Y Juana puede dejar la

hospedera y alojarse en el propio castillo real, en el ala llamada deCodray; pero todava tendr que someterse a un nuevo examen deortodoxia, quizs continuacin del previo a la audiencia.

Para ello debe desplazarse a Poitiers, y de este segundo examen, osegunda parte, sabemos algo ms que del inicial.

Juana es alojada, en Poitiers, en la casa del maestre Jean Rabateau,consejero del rey, y tambin su abogado en el Parlamento. El Consejo delrey, incluido Regnault de Chartres, se aloja en casa de una tal La Mace.

Sabemos los nombres de algunos de los examinadores: Pierre deVersailles, abad de Talmont y ms tarde obispo de Meaux; Jean Lambert,Guillaume Aimeri, de la Orden de Predicadores o Dominicos y PierreSeguin, carmelita, todos ellos doctores en Sagrada Escritura; MatthieuMesnage y Guillaume Lemarie, bachilleres en Teologa; Seguin, profesorde Teologa, del que sabemos una ancdota contada por l mismo.Adems, varios otros consejeros del rey; licenciados en derecho civil y enderecho cannico; hermano Pierre Turelure, maese Jacques Madelon...

Este juicio o encuesta dur alrededor de tres semanas, y sabemosalgunos de sus aspectos.

Se le pregunt a Juana por qu llamaba delfn, prncipe heredero, a Carlos VII, y no rey. Contest que no le llamara rey hasta que fueracoronado y consagrado en Reims, adonde ella misma estaba decidida aconducirlo.

Jean Lambert le pregunta por qu ha venido, y Juana le cuenta su

vocacin a travs de las voces, cmo haba llorado al sentirse incapaz deobedecer, y cmo las voces la haban ayudado y guiado a travs deVaucouleurs.

Maestre Guillaume Aimeri le propone: T has dicho que la voz teha dicho que Dios quiere liberar al pueblo de Francia de las calamidadesen que est. Si l quiere liberarlo, no es necesario tener soldados15.

15 Tu as dit que la voix ta dit que Dieu veut dlivrer le peuple de France descalamits dans lesquelles il est. S'il veut le dlivrer, il n'est pas ncessaire d'avoir desgens d'armes.

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Juana le replica inmediatamente: Los soldados batallarn en elnombre de Dios, y Dios dar la victoria16. Dios se vale de las causassegundas. Maese Guillaume se da por satisfecho por la respuesta.

A continuacin, el profesor Seguin pregunta por el lenguaje de las

voces. Juana re y contesta: Meilleur que la vtre. Mejor que el vuestro.Al grave profesor, con fama de adusto, le hizo gracia la contestacin, y aslo declaraba en el juicio de rehabilitacin: Moi, je parlas limouousin!Yo hablaba con gran acento de Limoges! El profesor nos da un buenejemplo de humildad.

El mismo profesor Seguin sigue el interrogatorio preguntando aJuana si cree en Dios. Oui, mieux que vous. S, mejor que vos, contestacon audacia. Y es que a sus jueces les cuesta creer en la evidencia, en las

suficientes seales que han recibido: la han visto llegar desde Vaucouleurs,el fracaso de la emboscada, la han odo profetizar, reconocer al Delfn. ...Sigue una exigencia con resonancia evanglica.

Y entonces, se trata de la declaracin del profesor Seguin en elJuicio de Rehabilitacin, yo dije a Juana que Dios no quera que secreyera en ella, si no apareca alguna cosa por la que pareciera que se debacreer en ella, y que no se iba a aconsejar al rey simplemente sobre supalabra, que se le confiaran soldados, para que fuesen puestos en peligro, a

menos que ella no dijera otra cosa17.Juana responde: En el nombre de Dios, yo no he venido a Poitiers

para hacer signos; pero conducidme a Orleans, y yo os mostrar los signospara los que he sido enviada18. Confrontar S. Mateo 12, 38-40 y S. Lucas11, 29.

De todos modos, Juana hace en Poitiers cuatro predicciones:Primero, los ingleses sern derrotados, levantarn el cerco que tienenmontado alrededor de Orleans, y Orleans ser liberada. Antes, ella enviara los ingleses cartas, exigindoles su retirada, conforme a las leyes de lacaballera. Segunda, Carlos VII ser consagrado en Reims. Tercero, Pars

16 En nom Dieu, les gens darmes batailleront et Dieu donnera victoire.17 Et alors je dis Jeanne que Dieu ne voulait pas que l'on croie en elle, s'iln'apparaissait quelque chose par quoi il semblt qu'on devait croire en elle, et qu'onn'allait pas conseiller au roi sur sa simple assertion de lui confier des gens d'armes,

pour qu'ils soient mis en pril, moins qu'elle ne dise autre chose.18 En nom Dieu, je ne suis pas venue Poitiers pour faire signes; mais conduisez-moi Orlans, je vous montrerai les signes pour lesquels jai t envoye.

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volver a la obediencia del rey Carlos. Cuarto, que el duque Carlos deOrleans volver de Inglaterra.

Todas estas sesiones fastidian enormemente a Juana, que habaadvertido que no saba ni a ni b, y que no podran disponer de ella por

mucho tiempo, un ao o tal vez muy poco ms, al cabo del cual serapuesta fuera de combate.

En una ocasin, cuando todo estaba preparado para iniciar uno de losactos, da una fuerte palmada en la espalda del escudero Gobert Thibault,diciendo ante todos: sta es la clase de hombres que necesito!. Pierre deVersailles toma esto como un desprecio, y dice inmediatamente a Juanaque ellos son enviados del rey, a lo que Juana contesta: Je crois bien quevous tes envoys pour m'interroger. Yo s bien que vosotros habis sido

enviados para interrogarme.En otra ocasin toma la iniciativa: hay que ganar tiempo. Pregunta si

hay papel y tinta, y le dice a maese Erault: Escribid lo que os voy a decir:A vosotros Suffort, Classidas y La Poule, yo os emplazo, de parte del Reyde los Cielos, a que os vayis a Inglaterra19. Se refiere a Suffolk,Gransdale y John Pole, mando del asedio de Orleans.

Por fin la comisin se da por satisfecha, y adems la situacin estcomo para agarrarse a un clavo ardiendo.

Hay informe favorable, y Juana vuelve a Chinon.

Carlos VII concede a Juana las armas de caballero, ya he advertidoantes en qu acepcin. Se supone que hay vela de las armas y todo el restodel ceremonial, incluido el espaldarazo o golpeo simblico, con laespada, del rey en ambos hombros del nuevo caballero, que permanecede rodillas ante l.

Se le construye a la Doncella una armadura en Tours, a medida y

perfectamente ajustada, y tambin se le confecciona un estandarte.Por expresa voluntad del delfn, la armadura es blanca y brillante,

para que pueda ser bien vista20.

No se cree en la capacidad militar, propiamente dicha, de la pequeaJeannette. Puede ser como un smbolo, como una bandera que de

19 Ecrivez ce que je vous dirai: Vous, Suffort, Classidas et La Poule, je vous somme,

de par le Roi des Cieux, que vous en alliez en Angleterre.20 Por armadura blanca se puede entender, tambin, una armadura del color naturaldel acero; pero lisa, sin ningn blasn ni adorno.

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confianza a los combatientes propios, y desde luego hay que cuidarla muybien, no debe correr riesgos.

Se cumple con Jean de Metz. El 22 de abril se le rembolsan 100libras por los gastos ocasionados en el viaje de la Doncella desde

Vaucouleurs, y la parte de estancia en Chinon que haba corrido de sucuenta.

Encomiendan a Juana dos pajes o asistentes, Louis de Coutes y un talRaymond, y un escudero, Jean d'Aulon, considerados como muchachosrectos y honestos, que tendrn que cumplir un delicado papel. Louis deCoutes, que contaba entonces unos catorce aos, contar mucho tiempodespus que Juana reciba muchos personajes importantes, con los quepreparaba sus pretendidas futuras campaas, y que a l esto le apuraba

mucho. Que cuando llegaba alguien importante, l desapareca lo msrpidamente que poda. De Raymond, que caer ante los muros de Pars,poco se sabe aparte de su nombre de pila. Tambin por Louis de Coutessabemos que Juana pasaba muchos ratos en su habitacin en actitud deorar. Y muchos otros llorando a lgrima viva, ante el cmulo deincomprensiones que encontraba, interceptando su camino, que ya de pors resultaba demasiado difcil para ella.

Todava una profeca ms. Va a utilizar una espada que se le ha

revelado que est enterrada en la capilla de Santa Catalina, en Fierbois,cerca del altar.

La espada, con cinco cruces, aparece algo oxidada; pero al tratar delimpiarla, en un momento queda como nueva.

Es una seal para el pueblo o para Juana?

Juana, en Poitiers, haba manifestado su repulsin natural al uso deun arma. Se le indica con esta seal que, para un soldado, las armas

pueden ser medio de santificacin, y por tanto no debe rechazarlas?

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CAPTULO VII

DALENON Y DUNOIS

Captulo aparte merecen los dos primeros capitanes que seinteresaron por Jeanne, y que la apoyaron enseguida.

El primero fue el luego llamado Dunois. Jean, conde de Dunois y deLongueville, hermano bastardo de Carlos de Orlens, duque de la villaprisionero de los ingleses en la batalla de Azincourt, desastrosa para losfranceses como ya se ha expuesto antes. Era denominado el Bastardo deOrlens.

Dunois recibe por primera vez noticias acerca de Juana, cuando stapasa por Gien, antes de Fierbois, en su viaje de Vaucouleurs a Chinon. Sehabla de una doncella que pretende liberar Orlens, y hacer consagrar al

rey en Reims. Ostentando la jefatura militar de Orlens en ausencia de suhermanastro, busca informarse sobre tal doncella, y para ello manda aChinon al seor de Villars y a Jamet Thillay. Al regresar, stos dan suinforme en pblico, ante Dunois y el pueblo de Orlens.

A pesar de que Dunois crea en Juana desde el principio, y lesea fielhasta el final, sus primeros contactos directos fueron bastante speros,como ya veremos. Dunois fue el hombre siempre fiel, aun cuando letocaran, algunas veces, los papeles menos airosos.

Jean II, duque dAlenon, que cuenta a la sazn 25 aos, es cuadode Carlos de Orlens. Su padre haba sido uno de los numerosos cadosfranceses en el desastre de Azincourt. Su bisabuelo, nieto del rey deFrancia Felipe el Atrevido, haba muerto en el desastre de Crcy. l mismoacaba de ser repatriado despus de cuatro aos de cautiverio en Inglaterra,cuando recibe noticias de la existencia de la Doncella a travs de unmensajero. Estaba descansando en su casa de Saint-Florent, paseando ycazando codornices.

Al enterarse de las pretensiones de la muchacha, ni corto ni perezosose traslada a Chinon al da siguiente de recibir las noticias.

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Encuentra a Juana hablando con Carlos VII. Al acercarse, segndeclaracin del propio duque, Juana pregunta al delfn y ste le contestaque es el duque dAlenon. Jean recuerda muy bien las palabras de saludode Jeannette, Sed muy bien venido. Cuantos ms de sangre real de

Francia se junten, mejor ser.

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Al da siguiente, Juana acude a la Misa a la que asiste el delfn. Haydespus u

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Juana de Arco, un reto de la historia