JUEGO TRADICIONALES DE CANTABRIA

Aprovechando la celebración del Congreso de Deportes Tradicionales y Bolos, celebrado en septiembre en el Palacio de Exposiciones y La Albericia, voy a comentaros cosas que se vieron allí y cosas que ya habíamos recogido en entrevistas.

En dos de los días del congreso hubo talleres en los cuales se podían practicar muchas modalidades de bolos de muchas partes de Europa, así como una exhibición de deporte tradicional rural a cargo de la Asociación La

Voy a mezclar deportes vistos en la con otras demostraciones de fuerza

recogidas en la investigación realizada junto a Miguel Simal. Los celebrados en el congreso van

Tiro de cuerda Sencillamente espectacular la facilidad

con la que coordinaban todas sus fuerzas para

Transporte de ollasAhora no recuerdo el número de litros de

aguda que iba en cada olla, pero eran muchos. Extienden la cuerda de tiro de cuerda en el suelo y van haciendo recorridos a lo largo de ésta contando la distancia total que recorren sin tiempo, hasta que paran.

Levantar sacosEran desafíos entre muchachos, que

debían demostrar su fuerza levantando sacos de diferente peso y transportándolos la distancia señalada (Landeral).

Rayar el palo

JUEGO TRADICIONALES DE CANTABRIA Se ponía recostada contra la cabeza, a la altura del hombro, es una cosa de fuerza, el que más la lanzara.

Había otro lanzamiento en el que la piedra se impulsaba como el disco actual en

as de atletismo. Dentro del interés por la recuperación de las tradiciones se hizo en el barrio de Puente una jornada con los juegos que los mayores recordaban (San Roque de Riomiera).

Lucha de pie Se daban la mano los dos

luchadores; juntaban los pies derechos de ambos, pegados lateralmente, con el otro buscaban una posición de equilibrio; a una señal, mediante tirones, movimientos bruscos, etc trataban de que moviera el pie que mantenía pegado (Comillas).

Muy similar lo practican en San quera. Con el nombre de

“tirar a fuerza”, el pie de cada contendiente está junto al del otro, pegados por las punteras; la mano libre debe estar a la espalda, sin despegar; esta postura añade dificultad para mantenerse el pie en su

Corte de tronco con

día. A veces acababa con los contendientes en el médico, los dedos hinchados, por “no dar el dedo a torcer”. Siempre había uno dispuesto a mostrar su fortaleza y a apostar. “Un porrón de vino, venga, fulano con fulano, no, yo no, porque igual el otro era muy fuerte, no conmigo no que estoy muy trabajao” (Cabárceno).

Corte de troncos con sierra

Se deben partir una serie de rodajas en un tiempo. La coordinación de la pareja ha de ser total.