Jugando mamá, jugando

"Hemos sufrido veintiún años", gritan muchos delos que llenaron sus arcas del buen dinero cantan-te y sonante que les proporcionó "la dictadura" .Esa frase, en la boca llena de algunos oligarcas, esde mal gusto y no tiene, en términos morales, nadaque ver con aquellos ciudadanos que alguna vezadversaron al régimen militar con entereza e hi-dalguía. Esa frase, que pretende ser un "clisé",una consigna, será como el clásico bumerán, comoescupitajo al cielo .

Esa frase, para desgracia de todos, entrará endesuso más rápido de lo que se piensa porque sela enarbola única y exclusivamente para justificarla notoria incompetencia, los apetitos de venganzay el reclamo íntimo de una mala conciencia . (Nocualquiera se hace cómplice de lo que pasó en estepaís los últimos cuatro años, de lado y lado, yduerme a pierna suelta sin escuchar los alaridosde las víctimas) . Aceptemos que sea cierto: ladictadura se desbarrancó, se fue a la porra, dijoadiós, god by, chao, arrivederchi. No existe más .Eso, que es bueno, también es malo porque signi-fica que la "dictadura" es cada vez más el pasado .Deja, poco a poco, de ser la culpable de todo lomalo y perverso que la imaginación humana puedaconcebir porque un año después de la invasiónestamos en las mismas .

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Pedro Rivera

Ahora el sistema de vida democrático, a lapanameña, es el que está en crisis y con ello quedademostrado : se puede, siempre, ser un poco másmalo y que no hay "record" imbatible en el mara-villoso mundo de la política . Ahora le toca a los"civilistas". Y empiezan a caer las marcas .

En un tiempo que envidiaría el mejor "sprinter"ya el nuevo régimen empieza a crear su propiopasado y, en consecuencia, a sus detractores .Peor: cada vez se parece más a su propio pasado .Pero ahora con nuevas marcas en mártires, endamnificados, en delincuencia, en desempleo, enmuertes por sarampión, en el costo de la vida, enjuicios, en escapadas carcelarias, en deuda exter-na, en pactos entreguistas, en dependencia extran-jera, en costo de pan y combustibles. Y viene más .Claro : la culpa la tendrá esta vez Endara . Élcargará con el muerto (y con los muertos) y pagarálos platos rotos cuando se convoque a las próxi-mas elecciones . Sus aliados, en el último momento,se lavarán las manos como Tiburcio Meracho enlas aguas del río Teta el día que se parió lasolterona Anacleta y todos lo miraron a él. Son lasreglas de la democracia panameña . Jugando mamájugando con la hija de la vecina, aferrados a lacarnada como pargos hambrientos, como niñosdetrás de una pelota de trapo, como poetas en posde una quimera, dejando escapar por enésimavez, por centésima vez, por millonésima vez, elmás precioso de los tesoros al que pueda aspiraruna comunidad de seres humanos : la nación .

Opinión Pública N° 35, enero, 1991 .

El martillo contra la nuez

Decía Unamuno que cuando unquímico inglés está haciendo unainvestigación científica, él sienteque tiene detrás suyo a toda laarmada británica. Y por eso sesiente protegido y se lanza a tenerideas audaces, y descubre cosas, yhace avanzar la ciencia . Pero, y laironía es de Unamuno, no mía, unquímico español, o peor aún, unargentino, o, todavía peor, esto sílo añadimos nosotros, un paname-ño, ¿de dónde va a sacar el coraje,la confianza, para lanzarse al vacíopersiguiendo una idea nueva?

José de Jesús Martínez, Mi general Torrijos, EdicionesCasa de las Américas, La Habana, 1987, p. 163 .

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186 Pedro Rivera

Avaros, pero no brutosNo es nada halagüeño el futuro inmediato . Por losvientos que soplan, tampoco será un lecho derosas el futuro mediato (que es el que le sigue) . Laaplicación esquemática del modelo estructuralauspiciado por las agencias internacionales dedesarrollo -cuyo evidente propósito es subordinareconómicamente a los países de la región- seráde resultados catastróficos en Panamá . La miseriaes lo único que crecerá . Su crecimiento seráastronómico y lo será en un tiempo "record" .

Claro : la miseria engendra riqueza .Una minoría, que es la que empieza a repartirse

los bienes bajo la consigna de la privatización,acumulará fortunas incalculables . No creo que losapologetas del sistema lo ignoren . Ser avaro nosignifica ser bruto. Lo saben, es tan evidente, perotan evidente, que no es necesario ser economistapara darse cuenta . Ya lo verán .

Opinión Pública N° 36, febrero, 1991 .

Murió José de Jesús Martínez

En la mañana del 27 de enero de 1991 murió Joséde Jesús Martínez, mejor conocido en el mundo delas letras y de la vida cotidiana, como Chuchú . Es,a no dudarlo, otra víctima de la invasión a Panamá,del 20 de diciembre de 1989, por el ejército deEstados Unidos . Ese día, como muchos paname-ños, Chuchú fue herido de muerte . Recibió heri-das incurables, de esas que se van abriendo con eltiempo y que no dejan de sangrar jamás . Las queproducen una muerte lenta, a plazo fijo, por cuotas,una muerte en vida para siempre, un morir de piepedazo a pedazo, como esos árboles que se quedandeshojados cuando el invierno pasa . ChuchúMartínez, poeta, filósofo, matemático, cineasta,aviador, militar y jodedor de paciencia, autor demuchos libros, ganador de muchos premios, Casade las Américas entre otros, uno de los másconocidos escritores panameños, era un sobrevi-viente de la invasión. Desde ese día, nadie dequienes lo conocieron, recuerda que riera de veras,con ganas, como era su naturaleza y costumbre .Su sonrisa se había convertido, realmente, en

188 Pedro Rivera

rictus, en una manera nada sutil de recordarnoslo que somos . Esto es rigurosamente cierto . Elrostro de Chuchú era la máscara de la tristeza . Ypara todos nosotros, sus amigos, era como unespejo.

El ejército de Estados Unidos lo honró allanan-do su casa y confinándolo durante varios días en uncampo de concentración . Él, como muchos paname-ños, vivió la pesadilla diaria de contemplar el territorionacional ocupado de un extremo a otro con laindiferencia de muchos y el beneplácito de no pocos .Veía cómo se trata de aislar a Panamá del resto deAmérica, y del resto del mundo, para que, por supropio peso, por indigencia material y espiritual, porhambre, por inducción, con alevosía y premeditación,en nocturnidad y despoblado, se convierta, en lapráctica más que en la teoría, en un protectorado dela potencia invasora .

Chuchú estuvo ligado al General Omar Torrijosen la década pasada, como amigo y escolta . Sufiliación torrijista le granjeó antipatías entre algu-nos compañeros de su generación, pero nadiepudo jamás dejar de reconocerle tres cosas : gene-rosidad, honestidad y, sobre todo, talento. Loscreyentes dicen que los caminos del Señor soninescrutables . También deben ser los atajos queescogen algunos hombres . Chuchú quiso, al ladodel general Torrijos, ser el abogado de los pobres .Hizo todo lo que estuvo a su alcance para que elproceso político encabezado por Torrijos se incli-nara a favor de los humildes y escogiera el caminode la nación y no de la colonia .

Opinión pública N° 36, febrero, 1991 .

Elmartillo contra ta nuez

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Colón estaba convencido de haberredescubierto el Paraíso . . . Tan se-guro estaba que identificó las aguasdulces del Orinoco con una de loscuatro ríos que habían conocidoAdán y Eva, porque "el estruendo,parecido al trueno" sólo podríatener como origen una fuente delParaíso . Y escribió haber reconoci-do las minas del rey Salomón enVeragua, en el actual Panamá .

Graciela Scheines, Las metáforas del fracaso, Casa delas Américas, 1991, p . 15 .

190 Pedro Rivera

Lecciones de la historiaAlguien por ahí dijo que los "panameños, hastapara pelear entre ellos tendrían que ponerse deacuerdo para no perderlo todo" .

- Cada vez que dos panameños pelean, gana elotro .

Esa verdad, que debió ser el ABC de los políti-cos panameños, antes, debe serlo hoy más quenunca porque el "nuevo orden" que se avecina noserá para los países pobres nada halagüeño comoaseguran sus profetas .

Y será peor para aquellos que olvidan laslecciones de la historia .

Para los que olvidan que ningún conquistadorperdona a los vencidos y mucho menos a los queinclinan la cerviz en señal de obediencia . Sólosobreviven los pueblos altivos, orgullosos de suidentidad, confiados en su propia fuerza .

Incluso los pueblos derrotados sobreviven parasiempre cuando aprenden a sobrellevar su derrotacon dignidad .

Opinión Pública N° 37, marzo, 1991 .

No se vayanque esto se pone bueno

Cosa de no acabar esta pelea de perfiles irraciona-les entre los políticos panameños . Pelea de todoscontra todos : la oposición contra el gobierno, elgobierno contra el gobierno, la oposición contra laoposición, la oposición de la oposición contra laoposición del gobierno, la oposición del gobiernocontra el gobierno, la oposición que se opone a laoposición del gobierno contra el gobierno que seopone a la oposición de la oposición . Es como veruna lucha de relevo de locos . Sería uno de losespectáculos más fascinantes del mundo sinofuera porque ya sabemos el resultado final .

Cuando se haga el resumen de la pelea y vengael fallo de los jueces, al final, ninguno de lospeleadores panameños podrá cantar victoria . Nisiquiera el público . Todos estarán en la lona,derrotados, fuera de combate . El referí será elúnico ganador . El que dicta las pautas y dice loque se debe hacer, el que tiene cañaña parapegarle a los peleadores, y también a los que estánsentados en las graderías, será el único y definitivoganador. Ese se llevará la victoria, la bolsa de loscontendientes y la plata del público . Y ese no espanameño.

¿Será que la lucha por el poder es proporcio-nalmente inversa a la capacidad de pensar? ¿Hastadónde es posible llegar por ese camino abestiado?Y lo peor es que todos los que están metidos en elpleito, con golpecitos sobre el corazón, juran y

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Pedro Rivera

perjuran que sus actos son para beneficiar alpueblo. Todos hablan a nombre del pueblo . Pueblopara allá, pueblo para acá . Se llenan la boca conla palabra pueblo . "El pueblo exige justicia", dicencon una desfachatez que haría ruborizar al condeDrácula. Cualquier marciano que los viera, ysobre todo si los oyera, pensaría que se matan porhacer el bien a los demás .

Pero, lo peor de todo es que no se trata deacciones que se derivan de un estado de concien-cia prehistórico, tribal, como apuntara alguna vezun sociólogo norteamericano al referirse a lospartidos políticos en Panamá. Se trata, a mi juicio,de un hecho coherente, de un fenómeno cultural,enraizado en la misma esencia de lo panameño .

El panameño tiene una enorme capacidadpara liarse a puñetazos por un platillo que seencuentra en la calle . Y mientras se pelea por elplatillo se deja robar la casa, el carro, la leche delos hijos, la paila, la mujer. Es el clásico "vivo" quemuerde todos los anzuelos, cae en todas lasceladas, pisa todas las cáscaras de guineo, tropiezadiez veces con la misma piedra, se da en el mismodedo cada vez que coge un martillo. Ahora, en laencrucijada, en un viaje suicida y aparentementesin retorno hacia el año 2 000, no endereza elrumbo . Entre el ser y el no ser, sigue liándose apuñetazos con su igual o consigo mismo . Mientrastanto el que todo lo sabe, el que "mangonea", el quepone las celadas, el que controla las apuestas, elde las fronteras portátiles, el que está en todaspartes, le roba el "mandado" .

Opinión pública M' 37, marzo, 1991 .

El martillo contra la nuez

Cada una de nuestras células con-tiene docenas de minúsculas facto-rías, las denominadas mitocon-drias, que combinan nuestros ali-mentos con oxígeno molecular paraextraer así la energía adecuada anuestras necesidades . Descubri-mientos recientes parecen sugerirque miles de millones de años atráslas mitocondrias eran organismosautónomos que fueron evolucionan-do lentamente hacia el estableci-miento de una mutua relación deinterdependencia con la célula . . .Como consecuencia, no somos unsolo organismo único, sino unaaglomeración de alrededor de diezbillones de seres, y no todos delmismo tipo .

Carl Sagan, El cerebro de Broca, Grijalbo, México,1981,p .97.

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Pedro Rivera

Teoría económicaEl proyecto de convivencia en términos de servi-dumbre ("nuevo orden internacional" que llaman)generará, en los próximos años, contradiccionestan profundas que, necesariamente, se resolveránen el mismo seno de la potencia hegemónica . Lapolítica económica diseñada para controlar losmercados del hemisferio, propagando la pobreza,será como un bumerán irremediable .

Existe, en economía, un regla sencilla: el quevive de lo que vende no le quita capacidad decompra al que compra .

El que quiera tener mercados no debe arruinaral consumidor. Los pueblos pobres no son, a lalarga, mejores clientes que los pueblos ricos .

El que empobrece al que compra, tambiénempobrecerá sin remedio . Se podrá vivir arrui-nando a los demás durante algún tiempo, pero lapobreza siempre termina por empobrecer al que laprovoca. La historia debe tener, si buscas, algu-nos buenos ejemplos .

Opinión Pública N° 38, abril, 1991 .

¿Y el pueblo, donde está?

El pueblo no existe. No existe, al menos, comomuchos de nosotros pensábamos que existía .

Pueblo no es, por ejemplo, conciencia . Es, másbien, necesidad . Necesidad de vivir, convivir, sobre-vivir. Es decir: asimilar materia orgánica e inor-gánica, (eso que llaman comer) ; reproducir la vidaa través de órganos especializados (sexuales) ;controlar territorio (casa, carro, dinero) y estable-cer una relación funcional de hegemonía y servi-dumbre (escoger jefe de manada) .

Decir pueblo es decir organización biosocialpara garantizar la continuidad de la especie, lasobrevivencia y la jerarquía de los más aptos .Pueblo, entonces, se podría definir como el con-junto de necesidades que se asocian en determi-nados territorios para garantizar la sobrevivencia .Eso lo dice todo .

Las cosas que hace y hará el pueblo, general-mente manipulado por los mejor ubicados en laescala social, tiene que ver más con las cuestionesque garanticen el buen vivir que con entelequias .

1 96 Pedro Rivera

Tiene que ver más con las maneras de saciar losdiversos apetitos que con ideales humanos . Tieneque ver más con el hambre que con el hombre .

Los seres humanos, aunque cerremos los ojosy miremos para el otro lado para no darnos cuentade las cosas que hacemos, somos una de lastantas especies del reino animal que se disputa unespacio en el planeta. Hacemos todo lo que losotros animales hacen, incluyendo política . Sóloque la política opera en los otros animales bajonormas automáticas y simples . Entre los sereshumanos, por mediación del cerebro, la prácticapolítica se ha convertido en el arte de dominar a losdemás, aunque esa tarea no recaiga necesa-riamente en los más aptos. Tal vez eso seainevitable .

A los otros animales siempre los guía el másapto, el espécimen que mejor garantiza la sobrevi-vencia de todo el grupo y no de una parte delgrupo. Para bien o para mal, no ocurre así entrelos humanos . Resulta que no siempre las so-ciedades humanas escogen al guía que garantizaa la especie, en todo tiempo y lugar, comida,adecuados espacios de reproducción, placer y lastantas y novedosas necesidades creadas por lacivilización . Eso se explica porque las sociedadeshumanas no son homogéneas, están subdivididasen grupos y cada grupo está sujeto a excluyentesimperativos de sobrevivencia y territorialidad. Hayquienes hablan de razas, etnias, linajes. Losmarxistas hablan de clases sociales . Otros hablande culturas y subculturas. Comunidad de intereses,identidades, pueblos, todo eso .

El martillo contra la nuez

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Nosotros, los que andamos por allí manipulan-do ideas generosas sobre esa utopía extraviadaque llamamos ser humano, tenemos ahora elderecho y el deber de fascinarnos . Coger las cosaspor el lado bueno. Dejar establecido muy clara-mente que no somos pesimistas sino realistas yconsecuentes . El proceso de humanización no segana en un tiempo estelar tan breve, como diríaSagan, sino en algunos millones de años . Y si otros(que saben lo que el humano es) lo manipulanpara abestiarlo, a nosotros nos toca saber conexactitud lo que el humano es para contribuir, conmejores herramientas y sabiendo a qué atenernos,a humanizarlo .

Opinión pública N° 38, abril, 1991 .

1 98 Pedro Rivera

El martillo contra la nuez

Parece que existe también algunarelación entre un grado inferior deinteligencia y la fuerte predispo-sición a contraer ciertos hábitosfijos, aunque no hereditarios; por-que, como un perito facultativo meha hecho notar, las personas queson un tanto imbéciles tienen pro-pensión a tener por norma de susacciones la rutina y la costumbre,siendo tanto más felices cuanto másesto les alabe .

Charles Darwin, El origen del hombre, Diana, México,1985,P.88.

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Pedro Rivera

Desarrollo y barbarieEl sistema de libre oferta y demanda, llevado alímites aberrantes, deja de ser un regulador de laeconomía para convertirse en un dispensador dela miseria, entendida ésta no solamente comoempobrecimiento material sino, fundamentalmen-te, intelectual: el ser humano transformado enobjeto de mercado, en cosa, en mercancía, consu-miéndose consumiendo; prohijando un sistemade valores que trasciende la satisfacción de lasnecesidades objetivas, de bienestar y "confort",induciendo (por vía del desarrollo científico ytecnológico) un acelerado retorno a la barbarie .

Al humano de hoy, a ese primitivo civilizadoque engendra el progreso, se le condena a lairracionalidad manipulando su inteligencia .

Es una nueva esclavitud, más cruel y másperversa . Ataca directamente a las neuronas, creaadicción, y la víctima la asume con naturalidad .Tal vez eso explique por qué los humanos hoyabracen con pasión la causa de sus enemigos .

Opinión Pública N° 39, mayo, 1991 .

Crítica Libre/ 3 de mayo de 1991

Según periodista del "Watergate"Invasión a Panamá se preparóocho meses antes de producirseWASHINGTON (EFE)- El periodista esta-dounidense Bob Wo-odward, célebre porla Investigación delcaso "watergate", re-vela en un nuevo li-b ro que el general

Colín Powell era con-trario al inicio de laguerra del Golfo y queEE.UU. preparó lainvasión de Panamáocho meses antes deproducirse . . .Bush era partidario

de una acción a pe-queña escala paracapturar a Noriega,pero Powell defendióla necesidad de inva-dir el país y neutrali-zar al ejército pana-meño . . .

Entre incendiarios os veáis

Se dice que los hombres (y eso incluye a lasmujeres) son los únicos animales que tropiezandos veces con la misma piedra . Yo diría más : sonlos únicos animales que observan al prójimo caerpor un precipicio y no hacen nada por evitar caertambién .

Los hombres (incluyendo a las mujeres, porsupuesto) son los animales que repiten sus pro-pios errores y también los errores de los demás . Yes que ningún hombre (incluyendo a las mujeres)aprende con cabeza ajena . Yo diría : muchos hom-bres no aprenden ni con cabeza propia . Y aunqueel Diablo más por viejo que por Diablo se losadvierta, los hombres (aquí no incluyo a lasmujeres) ven la barba de su vecino arder y noponen las suyas en remojo . Y suele ocurrir, enocasiones, que ayudan a atizar el fuego con unentusiasmo digno de mejores causas pensando,imagino, que de esa manera ganarán la benevo-lencia del incendiario. Eso se debe a que los sereshumanos (hombres y mujeres) ejercen la vida deacuerdo a reglas que ellos mismos ignoran . Esasreglas tienen que ver con los apetitos (que sondiversos) y las maneras como los hombres (y lasmujeres) los satisfacen .

Sería bueno que ningún ser humano (hombre

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o mujer) ignorara la medida de sus ambiciones, eltamaño de sus deseos, las proporciones de su ego .Que supiera con claridad en donde empiezan losideales y en donde terminan las ambiciones egoís-tas. No debemos olvidar que estos apetitos (quehan sido mimetizados y mediatizados por la cultu-ra) emergen con irrefrenable vigor cada vez questatus quo se pone en entredicho, cada vez que segenera una crisis, cada vez que se desencadenanlas contradicciones en el seno de la sociedad, cadavez que se disputan las jefaturas . La conciencia desí mismo evitaría en gran medida ser objeto demanipulaciones extrañas .

El desconocimiento de la propia naturalezahumana entraña peligros irremediables cuandoalguna fuente de poder (y podemos señalar varias)manipula en forma interesada las pugnas normalesentre los miembros de una comunidad de intereses .Esta manipulación emerge bajo ropajes de la másdiversos . Las teorías, en este caso, solo sirven paradisfrazar apetitos tan viejos como la humanidad .Los análisis sesudos, manejando verdades y media-verdades, enmascaran las verdaderas intenciones .Debajo de discursos altruistas, que se entretejencomo alfombrados parapetos, se esconden puñalesdefinitivos. La ambición de los unos y la ingenuidadde los otros a menudo ocasionan catástrofes Irrevo-cables . Hemos visto varias últimamente . Y no mepidan ejemplos, porque sobran. Échesele una mira-dita a lo que queda de este ser no ser de la naciónpanameña para que se tenga una idea de lo quehablamos .

Opinión pública N° 39, mayo, 1991 .

El martillo contra la nuez

Las reacciones de adaptación es-tán basadas en un simple reflejooriginado por unas condicionesexternas definidas que actúan tansólo en ciertas clases de termina-ciones de nervios centrípetos, des-de donde la excitación se propagahacia el centro por una vía nervio-sa apropiada, y desde allí, por uncamino también apropiado, se di-rige a la glándula en la que provo-ca su función específica . Dicho enotros términos: es una influenciaexterior específica que provoca unareacción específica de la materiaviva .

Iván Pavlov, Actividad nerviosa superior, EditorialFontanella, Barcelona, 1973, p 110 .

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204 Pedro Rivera

Las mil y una nochesLa privatización, cuando desdeña controles y re-niega del compromiso social, es un cuento dehadas. Como todo cuento que exige un final feliz,habrá beneficiados .

Éstos, por supuesto, serán Blancanieves, elpríncipe y los siete enanitos . El resto del mundo,los demás, para los efectos de la fantasía, nocuentan. Ni siquiera existen . Y si existen, alláellos, ¡qué se los lleve Candanga! ¡Quién los mandaa ser pobres! ¡Quién les manda a tener hambre!

Debe entenderse que la empresa privada no esuna abstracción, está formada por seres huma-nos, de carne y hueso . Y cuando estos humanosconcretos, hechos de materia ambiciosa, se des-bocan, acicateados por la necesidad de acumula-ción egoísta de bienes materiales, aferrados alafán de poseer más de lo que se necesitan, seproducen desbalances sociales de consecuenciaslamentables. Sería bueno que no quedarán enpocas manos los recursos que han dado al Estadonacional su sentido histórico y soporte económico .Que el Estado no se quede sin recursos . Nosigamos empecinados en crear un Estado mise-rable. Que el Estado panameño no se convierta enun recurso de las transnacionales porque, por esecamino, dejará de existir .

Opinión Pública N° 40, junio, 1991 .

Cuando el terror ataca

Nada tan patético como un ser humano con miedoa que lo echen del trabajo, a que se ponga enpeligro el espacio vital que garantiza su vida, a quela seguridad de sus réplicas (que son sus hijos)estén en entredicho, a que por un acto de fuerza yde poder se le arrebate su salario y pierda el carro,la casa, la escuela de los nenés, los fines de semanaen la playa . Un ser humano, con este miedo,¿qué cosas no haría? ¿Escapar, matar, traicionar,salpicar a los demás con las inmundicias de sumiedo solapado?

Cuando el animal vivo siente que está enpeligro, reacciona . Es natural . Sea éste ameba,libélula, rana, perro, ser humano . Toda cosa vivase niega a morir, a desaparecer para siempre, a serdañada, a sufrir, a perder aquellas cosas quesustentan su vida. Lo orgánico, que es la vida,pone en función una complicada red de me-canismos para sobrevivir . Es, por excelencia, eltema de la biología .

Es verdad que la vida humana es otra cosa .Pero, también es biología. El ser humano también

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tiene una estructura biológica y posee mecanis-mos más o menos similares al resto de los seresvivos para garantizar su sobrevivencia . Es por esoque cuando el humano siente el peligro cerca, seabestia. Desde lo más profundo de su naturalezaemerge el animal interno . Cuando siente la hosti-lidad del entorno se exacerban sus instintos pri-marios . Reacciones químicas y psicológicas (adre-nalina y odio) inflaman su estructura biosocial . Yes capaz de hacer todo lo que haya que hacer y detodo para defenderse. Es por eso que me temo queel abestiamiento en el que estamos atrapados deun tiempo a esta parte (desde 1987 para serexactos) se prolongue durante algunos años más,tal vez se haga crónico, y se tenga que pasar porla vergüenza de seguir viendo a panameños persi-guiendo panameños por órdenes de agencias ex-tranjeras, amigos traicionando a sus amigos, inte-lectuales subastándose al mejor postor, gober-nantes desesperados por entregar el patrimonionacional a las transnacionales con esa cara degusto que ponen los que tienen un chiste atrave-sado .

De verdad os digo que espíritus faltos decarácter, refractarios a los valores más elevadosque genera el proceso de humanización, carentesde principios y de integridad, se bestializan cuandosienten que todo lo que los rodea se torna paraellos peligroso. Y es casi natural que así sea . Sóloque los resultados y las justificaciones de las queechan mano son para una antología de humor ymiseria humana .

Opinión pública N° 40, junio, 1991,

El martillo contra la nuez

En América Latina, regímenes au-toritarios tanto de derecha comode izquierda han cedido el paso aeconomías de libre mercado . Elotrora nacionalismo proteccionis-ta está cediendo ante un nuevonacionalismo que promueve lasoportunidades en vez de la depen-dencia y que acoge y da la bienve-nida a las relaciones con los Esta-dos Unidos .

Al Gore, Vicepresidente de Estados Unidos, prólogo deUn nuevo momento en nuestra América, Robert S .Leiken editor, USA, 1994, p . viii .

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Hombre rico, hombre pobre¿Quién dijo que los panameños deben ser máspobres para ser más ricos?

¿A quién se le ocurre tamaña necedad?Estamos seguros de que cualquier humano de

bien, y que no se aferre a esquemas económicos dedudosa universalidad, podría darse cuenta de quelos recursos atesorados en las riberas del Canalson tan vastos que no habría necesidad de estarinventando originales maneras de atraer inversio-nistas extranjeros o descapitalizar esfuerzos na-cionales .

¿Por qué ese afán de crear pobreza donde esviable la abundancia? ¿Nunca se darán cuenta(los que todo lo tienen y todo lo quieren) que conun poco de sentido común y despojándose desentimientos miserables, los panameños puedensacar el máximo provecho de sus recursos yalcanzar, en el reparto equitativo, adecuadosniveles de vida, y un clima de paz y desarrollo?¿Por qué ese empeño en administrar el miedo y enno cultivar la voluntad de crear una nación?

Opinión Pública N" 41, julio, 1991 .

La pobreza se vuelvecontra quien la provoca

El "Plan para el desarrollo económico" es, segúnquien lo mire, una panacea o una calamidad .Contempla entre otras cosas, la privatización delas empresas estatales (si son rentables, mejor) ylos reajustes estructurales exigidos por las IFIs .Se economizará dinero (para pagar la deuda exter-na), los negocios quedarán en manos de quienesya tú sabes y se generará una apreciable mano deobra barata para atraer las inversiones extranje-ras de quienes ya tú sabes .

Nadie puede negar que el plancito es genial . Nose pone una fábrica en la que tenga que pagar altossalarios si en otros países son más bajos . Claro, el"Plan" tiene algunos problemas que no vale la penamencionar. Poca cosa: hambruna generalizada,aumento de los niveles de desnutrición y delincuen-cia. Tonterías como esas. Pero la gente se acos-tumbra a todo. De todas maneras comer es un vicioburgués y ayunar una virtud cristiana .

Sin embargo, los críticos (que no faltan) sostie-nen que se trata de un plan de desarrollo al revésporque trae inversiones para desmejorar la ca-

2 10 Pedro Rivera

lidad de vida de la población . Van más lejos : dicenque por el camino de la pobreza no se alcanza eldesarrollo. Y aseguran que la pobreza, llevada alímites intolerables, no servirá tampoco para me-jorar las relaciones entre Estados Unidos y Pana-má. El gobierno podrá mientras perdure el flujoemocional que produjo la invasión, asestar golpesa los sectores más pobres . Pero estará creandocondiciones para futuros enfrentamientos . Ungobierno débil, sin autoridad moral, perderá ca-pacidad para negociar diferencias y enfrentarproblemas comunes relacionados con la vía in-teroceánica. Y es que el "socio mayor" parece noentender que si no garantiza el autorrespeto del"socio menor", socavará unas relaciones pro-ductivas y duraderas .

Si la potencia hegemónica no da la oportuni-dad al país en el que tiene intereses para que serespete a sí mismo, y pueda negociar en términosde igualdad, tendrá que enfrentar a la larga resen-timientos colectivos . Estados Unidos no podrágarantizar sus intereses a largo plazo, en el cam-biante mundo de hoy, con gobiernos "yes man". Elfuturo de Estados Unidos no dependerá de sucapacidad para desplazar ejércitos a territoriosextranjeros ni de servidumbre de círculos gober-nantes dispuesto a extremas concesiones a cam-bio de que se les garantice tajadas y mayorazgoscoloniales . Según los entendidos, los gobiernos ypueblos de América Latina buscarán relacionescon ofertas de intercambios justos, y en igualdadde condiciones, para garantizar desarrollo .

Opinión pública N° 41, julio, 1991 .

El martillo contra la nuez

Por fortuna, la crisis vino en unperiodo en que se podía actuar sinencontrar obstáculos . En conse-cuencia, yo me tomé el Canal, em-pecé el Canal y entonces puse alCongreso, no a discutir el Canal,sino a discutirme a mí . . . me pue-den criticar cuanto gusten, siem-pre y cuando continuemos con elCanal.

Theodore Roosevelt, discurso pronunciado en la Uni-versidad de California, 23 de marzo de 1911 .

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2 12 Pedro Rivera

Los negocios del CanalSe supone que en el 2 000 (proceso que empezóya y que debe acelerarse en los próximos años)serán devueltas todas las instalaciones que estánbajo el control de Estados Unidos .

El valor de estas instalaciones sobrepasa los25 mil millones de dólares. Se trata de un complejomilitar que, con esfuerzos mínimos, buena cabezay voluntad, podría convertirse en el complejoindustrial-comercial más importante de AméricaLatina. Sin embargo, los políticos y empresariospanameños, paralizados por el pánico e incapacesde asumir responsabilidades históricas y de supe-rar la mentalidad de pedigüeños que arrastrandesde tiempos de la colonia, rechazan la riquezaque se nos devuelve . Están empeñados en mantener el estatus colonial siempre y cuando tenganuna participación en los negocios. No quieren elpastel . Se conforman con la migajas . Y trabajanla psicología popular para garantizar el "Panamácede" .

Opinión Pública N° 42, agosto, 1991 .

Panamá: otra vez bases militares

"Creo que los estadounidenses son mucho másserios que los legisladores que han ido a solicitarpermanencia de bases en Panamá . Aquelloscumplirán lo pactado, devolverán el Canal y des-mantelarán sus bases militares" . Más o menos enestos términos respondió el Dr . Diógenes De LaRosa a pregunta formulada durante una mesaredonda organizada por la Fundación Omar Torri-jos el pasado 25 de julio . No obstante el optimismode Don Diógenes, el Senado (aquel) aprobó unaenmienda en la que se establece, como condiciónpara futuras "Ayudas", negociar bases militares .

De acuerdo con el senador Larry Craig, laregión es inestable y representa una amenaza"para la operación del Canal" . Por eso EstadosUnidos debe tener medios para defenderlo y "ase-gurar su operación continua y disponibilidad paralos embarques militares" .

¡Bingo! ¡Saltó la liebre!De repente algo que está a la vista se hace

visible . Cada vez es más claro que todo lo queocurre aquí tiene que ver con los intereses manco-munados de importantes sectores gringos conhombres de negocios nacidos en Panamá . (Obsér-vese que no digo panameños) . Ambos sectorescoinciden en el objetivo de conservar bases másallá del año 2000 . Los unos por razones estraté-gico-militares y negocios . Los otros por negocios .

2 14 Pedro Rivera

Se dice que uno de los legisladores, y no es bromavende, cerveza en las bases militares . Se comentaque éste, como otros comerciantes del patio, afe-rrados a sus cajas registradoras, teme verse afec-tado por la salida de las tropas extranjeras delterritorio panameño .

Otro panelista, Fernando Manfredo, afirmóque no hay voluntad para asumir la reversión delCanal . En el año 2000 serían devueltas a Panamáinstalaciones de un complejo militar cuyo valorestá por encima de los 25 mil millones de dólares .Estas instalaciones, sin incurrir en gastos excesi-vos, podrían convertirse en un complejo indus-trial-comercial capaz de generar una actividadeconómica sin precedentes en la región y muchomás empleos que los que generan las actualesbases militares . Sin embargo, los políticos (a la vezcomerciantes) están más preocupados por verquién es el "barbarazo" que se queda con todo queasumir responsabilidades administrativas segúnlas necesidades del país .

"Es imperdonable que esto suceda", afirmóManfredo.

"El Canal de Panamá debe convertirse en unainfraestructura de comercio y desarrollo al serviciode Latinoamérica y servir a los propósitos deintegración", agregó De La Rosa .

Bueno, empiezan a escucharse voces disonan-tes. A nadie sorprendan que les pongan una de-manda o que los acusen de atentar contra laseguridad interna del Estado por andar diciendoestas cosas.

Opinión pública N° 42, agosto, 1991 .

El martillo contra la nuez

Sin detenerme más tiempo en apo-yo de mi opinión, repito, para con-cluir, que los Estados Unidos tie-nen el derecho y el deber de afir-mar y mantener su autoridad eintervención sobre cualquier canalinteroceánico que cruce el Istmoque une América del Norte con ladel Sur, en tanto se requiera paraproteger nuestros intereses nacio-nales .

Rutherford B . Hayes, presidente de Estados Unidos,Mensaje especial al Congreso, 8 de marzo de 1880.

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216 Pedro Rivera

¿Maldición gitana?¡Qué clase de maldición pesa sobre este territorioy sus habitantes! 170 años después de la indepen-dencia de España y 88 años después de haberseseparado de Colombia, los panameños todavía noasumen las riendas de su propia existencia .

En las postrimerías del siglo XX se empecinanen buscar al mejor postor para que tutele sudestino .

A estas alturas existen suficientes razoneshistóricas y condicionamientos culturales paraensayar una teoría encaminada a demostrar quelas clases hegemónicas panameñas no están dis-puestas a asumir por sí mismas la explotación desus recursos. Ocupados en ver como asaltan elpoder para despojar al Estado de su riqueza, noperciben la mina de oro que tienen bajo sus pies .En el año 2000 revertirán a Panamá riquezasmultimillonarias y en vez de prepararse paraasumirlas, para darle el uso más colectivo posible,se la pasan regateándole méritos a quienes lohicieron posible y buscando clientes de ultramarpara subastarlas . ¡Qué clase de maldición!

Opinión Pública N° 43, septiembre, 1991 .

El miedo a la libertad

En cualquier país del mundo le hubieran escupidola cara al legislador que anduviese por allí pre-gonando la negociación de bases militares ex-tranjeras .

Aquí, en Panamá, eso no de ocurrirá . Lo que enotras latitudes constituye el mayor de los agravios,aquí pasa como cosa natural .

Los panameños somos gente civilizada, nosgusta vivir bien, y si podemos hacerlo sin agacharel lomo, mejor . Es una gracia que Dios nos dio . (Ysi Dios nos las dio, San Pedro nos la bendiga) .

Creo, sin embargo, que deben existir razonesde fondo, históricas, sociológicas, y hasta genéti-cas, para explicar esta conducta tan sui géneris delos panameños . A veces hasta llego a pensar quela servidumbre colonial, como propuesta de vida,es un rasgo esencial de la nacionalidad panameña .Escuchando al legislador cantalante, al dirigenteobrero de una muy importante organización gre-mial que opera en las bases militares y el aplas-tante silencio de quién sabe cuántos panameños,que al callar otorgan, estamos a punto de creerque dependencia e identidad nacional están, yapara siempre, indisolublemente ligadas .

2 18 Pedro Rivera

Este rasgo particular de la panameñidad semanifiesta con el miedo a la libertad, el rechazo ala vida económica responsable, la falta de confian-za en la capacidad propia, el irrespeto hacia símismo, la calidad de dirigentes que escoge en laselecciones, el desdén por cuestiones relacionadascon la dignidad humana, el deber y responsabilidadhistóricos, que son atributos de la concienciacolectiva de la nación, definen con meridiana ypatética claridad lo que, al menos una parte de lospanameños, es .

A esos atributos habría que agregar otro : laincapacidad de venderse bien al mejor postor .Supongamos que la cuestión sea negociar basesmilitares porque lo que viene para Panamá, si sevan los gringos, es una hambruna apocalíptica .Todo hombre de negocios, político, o espécimensensato de la especie humana, sabe que es catas-trófico negociar con muestras de debilidad . El quemuestra el cobre cuando habla de oro está perdi-do . Nadie se sienta a la mesa con cara de hambrea discutir sobre comida porque negocia las sobrasy termina lavando la loza . El que suplica pierde . Elque habla con mano mendiga no espere, a cambio,justas compensaciones . La mano mendiga solorecibe limosnas . El tono de súplica es, por un lado,indecoroso. Y, por el otro lado, es una de trescosas: falta de malicia, desvergüenza o complici-dad. Por ese camino, de tres vías, estos comer-ciantes de pacotilla terminarán pagándole a losgringos para que se queden en Panamá . Sucedióantes. Sucederá después. Ya lo verán .

Opinión pública N" 43, septiembre, 1991 .

El martillocontrala nuez

El fin es el desarrollo humano; elcrecimiento económico es un me-dio . . . Los dirigentes políticos sue-len estar fascinados por los aspec-tos cuantitativos del crecimientoeconómico . . . Un desarrollo queperpetúe las desigualdades actua-les no es sostenible ni vale la penasostenerlo .

Programa de las Naciones Unidos para el Desarrollo(PNUD), Informe sobre el desarrollo humano, Edito-ra Mundi-Prensa, 1996 .

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220 Pedro Rivera

Con políticos como esos. . .Todo político, al parecer con conocimiento decausa, afirma que "Panamá atraviesa por unaprofunda crisis económica, social y moral" . Des-pués de descubrir el agua tibia, casi en formainmediata el político de marras deja entrever quela solución estaría a la vuelta de la esquina, si "suseguro servidor", o sea : "yo", "él", "el mismo quecalza y viste", "el que les habla", sea jefe .

No hay proyecto nacional, no hay interesessubordinados a la nación .

¡Con políticos de esa clase, qué lejos estamosde recuperar los pasos perdidos!

El político panameño, en sí, es un factor deci-sivo de la crisis. Es el factor subjetivo . Su estiloprovinciano, su cultura consumista, su visión delmundo de bajo perfil, sus hábitos procaces, susambiciones mezquinas, su conducta disipada, losque se exponen día a día a la opinión pública,indican que la crisis será cada vez más un callejónsin salida .

Opinión Pública N° 44, octubre, 1991 .

Dependencia estructural

Se puede ensayar una teoría encaminada a de-mostrar que los panameños no estamos dispues-tos a asumir por nosotros mismos la explotaciónde nuestros recursos que, per cápita y que, segúninformación que se filtra del discurso imperial y laexperiencia histórica, están por encima de todo loque los políticos y empresarios, que son los quetienen la sartén por el mango, puedan imaginar .

Los panameños vivimos una especie de Síndro-me de Daun socializado. Nos pasa lo mismo que les

pasa a aquellos fulanos que mueren de hambre enmedio de la abundancia . Nos referimos a quienesvemos vivir rodeados de peces por todos lados (quees como se vive con costas en el mar) y morir dedesnutrición. Si no llega un extranjero a pescar yenlatar los peces para vendérselos, no comen . Lamisma imagen la hemos visto con los frutos de latierra. Los mangos y marañones (y quién sabecuántas frutas más) se pudren en el suelo y lamano menesterosa es incapaz de recogerlos parasaciarse. Tiene que venir un extranjero, convertir-

222 Pedro Rivera

los en pasta o jugo, echarle agua y azúcar, paraque puedan consumirlos .

Comer, como se ve, dejó de ser un acto de purasobrevivencia para convertirse en una complejaactividad cultural . Tal vez la manera como cadapueblo organice y solucione sus atribuladas exi-gencias gastronómicas, con los recursos que tieney de los que pueda echar mano, sea uno de lostantos parámetros para definir su carácter o iden-tidad .

Se ha dicho que en el año 2 000 revertirán ajurisdicción panameña recursos que sobrepasanlos 30 mil millones de dólares. Sin embargo, aquíun legislador expresó que el nacionalismo es unaexpresión obsoleta en un mundo en el cual todos,hasta los rusos, quieren ser gringos, y que lo mejorera negociar nuevas bases militares. Como quiendice: ya que están aquí, ¿para qué dejarlos ir? Nolo dijo con estas palabras, por supuesto, pero dijomás o menos lo mismo . Nadie, en serio y en losniveles correspondientes, respondió a tal exabrup-to . Más bien se le premió confirmándolo en unaposición desde la cual el ser o no ser es el meollode la cuestión. Como siempre, esperando a quevengan otros a enlatarnos los peces, los mangos,los marañones y los sentimientos por las clásicas

«tajaditas adatas».Opinión pública N° 44, octubre, 1991 .

El martillo contra la nuez

La creación de un mercado inter-nacional de capitales ayuda a cual-quier cosa menos a la realizacióndel ideal de una balanza comercialy de pagos equilibrada . Los pro-blemas que el idealismo económi-co-político quiere saldar con su as-piración al equilibrio [las nacioneslaboriosas los resuelven] hacien-do valer el punto de vista de subalanza de bienes y servicios con-tra los otros estados, o sea convir-tiendo en todas partes su dineronacional en capital .

Karl Held/Emilio Muñoz, El imperialismo, Sociedadpara la impresión y distribución de literatura científica,Munich, SI F, p . 39 .

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Opinión PúblicaSin referencias, posiblemente 1991

Pedro Rivera

Empresa privada

Qué nadie se llame a engaños: El capi-talismo local recibió la puñalada trape-ra del "socio mayor" . Al gobierno le serámás fácil lograr ajustes estructurales,desabastecer su bodega de "pachitas""botellas", "garrafones" y normalizar,

dentro de las normas aceptables delsubdesarrollo, los servicios públicos . Ypuede lavarse las manos . Primero: tienea quién culpar. Y, luego, con aceptarque el desarrollo y la generación deempleos, en el sistema capitalista, co-rresponde a la empresa privada, essuficiente para sacudirse tamaña res-

ponsabilidad.¡Qué los empresarios no se hagan

ilusiones: los gringos (que desean unpaís arruinado para negociar con ven-tajas sus intereses estratégicos) no losvan a sacar del hueco! Nada de lo quedigan para inculpar a otros los salvaráde la hecatombe si no se deciden miraral país con ojos que no sean de simpleavaricia. A la empresa privada (si quieresalvar su sistema) no le queda otrocamino : invertir para el desarrollo y laindependencia.PRO

El martillo contra la nuez

De hecho, las posibilidades de in-formación sobre la realidad en susmás diversos aspectos vuelve cadavez menos concebibles la idea mis-ma de una realidad. Quizá se cum-ple en el mundo de los mass mediauna «profecía» de Nietzche : elmundo verdadero, al final, se con-vierte en fábula : [en el sentido deque] la realidad no puede ser en-tendida como el dato objetivo queestá por debajo, o más allá, de lasimágenes que los media nos pro-porcionan.

Gianni Vatimo, La sociedad transparente, EdicionesPaidós Ibérica S.A., Madrid, 1990 .

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Pedro Rivera

Noviembre: mes de la patriaÉste, como todos los años, trajo espectáculo :fanfarria, oropeles y discursos . Banderitas pana-meñas y, también, la otra, la de los benefactores .

Todo parece indicar que alguna gente quierereducir la nación a cohetes, carros alegóricos,tamboritos . Ignoran que la nación es más quesímbolos. Es un proyecto, una comunidad deintereses que se organiza para prevalecer en eltiempo. Y eso tiene que ver con la cultura, con laeconomía, con el desarrollo, con la independenciapolítica y la soberanía, con el autorrespeto, con laconvergencia y conciliación de intereses . Si todoesto se carece, habrá fiesta pero no habrá nación .

Opinión Pública N- 45/46, noviembre-diciembre, 1991 .

Construyendo democracia

Hoy, como Neruda, "puedo escribir los versos mástristes esta noche" . "Quiero escribir pero me saleespuma", diría en su tono melancólico CésarVallejo. Y si fuera Manuel Scorza diría : "no puedocerrar la a porque parece que me gritara alguienque se queda adentro" . Los poetas son una vaina :pueden, en una sola frase, decirlo todo y quedartan campantes .

A mí, sin embargo, no me salen las palabras .¿Será porque no tengo nada que ver con la fiesta?

Se dice, y es verdad, que todo el mundo hablade la fiesta como le va en ella . Tal vez por eso nome cuesta mucho trabajo saber que los demócra-tas panameños (que todos los días nos recuerdanque son sus constructores) están perfectamenteconvencidos de que crean leyes e institucionespara garantizar la felicidad del pueblo. Es por esoy no por otra cosa que saltan en un solo pie, quedicen las cosas que dicen con el desparpajo que lasdicen y que nada les quita el sueño . Nadie les quitade la cabeza que en realidad gobiernan para satis-

228 Pedro Rivera

facer las necesidades de la población . Están con-vencidos de que no solo cumplen con un sagradodeber sino que, encima, se sacrifican por losdemás. Y a mí no me da la gana de creer que noson sinceros. Solo que su sinceridad es per-fectamente compatible con sus fobias e idolatrías,con su mundo de haberes y carencias .

Las recetas económicas, los planes de desarro-llo y todo cuanto ensayan en términos de serviciossociales es perfectamente compatible con la ideaque tienen del mundo que los vio nacer . Son, poreso, coherentes . Así como era coherente el mundopara todos los que creían, en un tiempo, que latierra era plana. Así como era coherente paratodos los que "sabían" que el sol giraba alrededorde la tierra. ¡Y hay del que dijera lo contrarío!

Llega el momento, en algún momento, que novale ni la pena quejarse . Hasta llorar resultairrelevante . En los periodos de primitivos, perio-dos oscuros de la historia, todo está patas arribay, con suerte, hay sobrevivientes . Sé, porque lo sépor experiencia, que mucha gente ha perdido laesperanza . Mucha gente se siente como esos per-sonajes de García Márquez que ven llover cuaren-ta días y cuarenta noches o que, simplemente,esperan que les llegue una carta que de antemanosaben que nunca va a llegar . Lo único malo es quecuando el hombre pierde los estribos de la espe-ranza, prevalece la barbarie .

Opinión pública N° 45/46, noviembre-diciembre, 1991 .

El martillo contra la nuez

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Indice

Sobre PalabradepiedraManuel Orestes Nieto11

Necesidad de ser panameños19Salida panameña a la crisis25Proyecto nacional vs . proyecto colonial29Cómo una clase social se hace el harakiri33La violencia portátil 39

Análisis y analistas42La nostalgia por el látigo43

Trabajo y salario 46Paisaje bíblico 47

Nación o colonia (1)50Proteínas, traumas y fascismo51

Nación o colonia (2)54En nombre de Dios 55

Nación o colonia (3)58La empresa privada, ¿sobrevivirá?59

Nación o colonia (4)62El instinto de sobrevivencia63

Nación o colonia (5)66La verdad, ese cristal conque se mira67

Nación o colonia (6)70Leyes de guerra 71

Nación o colonia (7)74Rambo no es la realidad75

Nación o colonia (8)78Hermanos gemelos 79

Nación o colonia (9)82

230 Pedro Rivera

Maestros : agentes del status quo83Nación o colonia (10)86

Maestros ideo-lógicos87Nación o colonia (11)90

El hombre sin cabeza91Nación o colonia (12)94

Ese cerebro humano95Términos de Moda98

Panamá contra Panamá99El síndrome de colonia102

Yo opino, tú opinas, él opina103La guitarra de Hamelin107Amor por la oligarquía111

Presidentes de América114Agresores y agredidos115

El sueño de Bolívar120Encuentros del peor tipo121

Escoger el camino128Sólo cuando me río 129

El fascismo 132El cine está mejor que nunca133

El fascismo orgánico136Crónica de nuestro tiempo137

El poder sobre la nación142Todos perdimos algo143

La paradoja 146Tarzán y yo 147

Los despidos 150El buen padre 151

Papel de socio menor156De oficios y otras necedades157

Cosas de la egocracia162

El martillo contra la nuez

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Un país rodeado de Colón por todas partes .163Entremés 168

Si yo fuera presidente169Como juego de niños174

Ganar o perder : he allí la cuestión175Diciembre siempre será diciembre178

Razones de la oligarquía179Viaje a la colonia182

Jugando mamá, jugando183Avaros, pero no brutos186

Murió José de Jesús Martínez187Lecciones de la historia190

No se vayan que esto se pone bueno191Teoría económica194

Y el pueblo, ¿donde está?195Desarrollo y barbarie200

Entre incendiarios os veáis201Las mil y una noches204

Cuando el terror ataca205Hombre rico, hombre pobre208

La pobreza se vuelve contra quien la provoca .209Los negocios del canal212

Panamá : otra vez bases militares213¿Maldición gitana?216

El miedo a la libertad217Con políticos como esos220

Dependencia estructural221Empresa privada 224

Noviembre, mes de la patria226Construyendo democracia227

Como acompasados registros de una crisis general, PedroRivera fue, paso a paso comentando, observando, advirtien-do; escribe en circunstancias donde todo un sistema de valo-res está en franca fractura en medio de una sociedad que,polarizada, se encontró inmersa en una intrincada madejaque fue el escenario, la placenta, donde hubo de todo, paratodos y contra todos .( . . .) si bien será relectura para los que leyeron los textos enla columna Palabradepiedra, para todos será descubrimien-to, un registro veraz, con elevadas dosis de certezas, ubica-da en explosivos sucesos que resintieron el edificio nacional,al punto que no creo que exista aún ninguna totalizadoraexplicación sobre la profundidad del daño y sus secuelas .( . . .) donde podemos vernos de cuerpo entero, en medio delalud que autoalimentamos, las antropofagias, la histeria, elmiedo al futuro y las fantasías que fueron más sólidas quela realidad, el fuego de la muerte que terminó matándonos,la intriga, los malos y los buenos, los absurdos, los apátri-das, incluida la desdicha de aquella caravana que fue inter-ceptada una funesta noche donde -desde un cielo incendia-do- hicieron gotear primero y llover después la sangre mis-ma de nuestros cuerpos, como una aberración indeseableque nos maltrató y abochornó nuestra casa .

Manuel Orestes Nieto

Pedro Rivera, poeta, narrador y cineasta panameño . Nació en 1939 .Ganador del Premio Ricardo Miró en varias ocasiones . Obras másimportantes : Panamá, incendio de sollozos ; Mayo en el tiempo ;Las voces del dolor que trajo el alba; Despedida del hombre :Los pájaros regresan de la niebla ; Peccata Minuta : Para hacer eamor con la ventana abierta ; Todo sucedió mañana ; Las huellasde mis pasos ; El libro de la invasión (conjuntamente con FernandoMartínez) .

ISBN 958639150-7

Diseño de portada : PABLO MENACHO 9III

789586 391504