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Julián de la Risa Julián era un niño diferente. Nunca reía. Vivía en su habitación y se negaba a salir de ella. Tenía un montón de libros y juguetes que llenaban los armarios!ero no se interesaba !or nada. "a!á y mamá estaban muy !reocu!ados# los m$dicos no sabían e%!licarles que le ocurría a Julián &n día com!raron un !equeño canario y lo dejaron en una jaula arrimada a la ventana de Julián !ara ver que sucedía. "or !rimera ve'# el niño !arecía interesarse !or algo!asaba horas enteras mirando al animal. (n silencio# seguía todos los movimientos del !ájaro en la jaula. "ero el tiem!o fue !asando y un día el canario enfermó. )esde una esquina de su jaula# a!enas movía un ala o una !ata. Julián tambi$n !ermanecía inmóvil !or horas# .como si esa e%traña enfermedad estuviese acabando con ambos. *ue entonces cuando la tía +urora llegó de muy lejos. "a!á y mamá la llamaron, ella no era doctora# ni enfermera ni nada de eso !ero era una !ersona muy es!ecial, tenía un gran amor !or los niños# los animales y las !lantas. +lgunos hasta decían que ella conocía el idioma secreto de la naturale'a. -a tía +urora tomó al sobrino de la mano y sin más equi!aje que la jaula# fue con $l al cam!o a un lugar maravilloso con verde !or todas !artes. mucho sol. cielo. un tranquilo arroyo que corría entre /ores y !iedras. "rimero ayudó al !equeño a deshacerse de sus ro!as, 'a!atos# medias# camisas salieron volando con el viento. -uego# abrió la jaula y de!ositó al canario casi yerto sobre la hierba, el sol lo fue calentando de a !oquito# hasta que !udo incor!orarse# des!u$s andarsaltar0volar1. -o hi'o !rimero en círculos !equeños# des!u$s !or encima del arroyo hasta hacer un giro# como de des!edida alrededor del hombro de su amigo0y cantó1

Julián de La Risa

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CUENTO INFANTIL DE Susana Aguilar

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Julin de la RisaJulin era un nio diferente. Nunca rea. Viva en su habitacin y se negaba a salir de ella. Tena un montn de libros y juguetes que llenaban los armariospero no se interesaba por nada.Pap y mam estaban muy preocupados, los mdicos no saban explicarles que le ocurra a Julin Un da compraron un pequeo canario y lo dejaron en una jaula arrimada a la ventana de Julin para ver que suceda. Por primera vez, el nio pareca interesarse por algopasaba horas enteras mirando al animal. En silencio, segua todos los movimientos del pjaro en la jaula.Pero el tiempo fue pasando y un da el canario enferm. Desde una esquina de su jaula, apenas mova un ala o una pata. Julin tambin permaneca inmvil por horas, .como si esa extraa enfermedad estuviese acabando con ambos. Fue entonces cuando la ta Aurora lleg de muy lejos.Pap y mam la llamaron: ella no era doctora, ni enfermera ni nada de eso pero era una persona muy especial: tena un gran amor por los nios, los animales y las plantas. Algunos hasta decan que ella conoca el idioma secreto de la naturaleza.La ta Aurora tom al sobrino de la mano y sin ms equipaje que la jaula, fue con l al campo a un lugar maravilloso con verde por todas partes. Y mucho sol. Y cielo. Y un tranquilo arroyo que corra entre flores y piedras. Primero ayud al pequeo a deshacerse de sus ropas: zapatos, medias, camisas salieron volando con el viento.Luego, abri la jaula y deposit al canario casi yerto sobre la hierba: el sol lo fue calentando de a poquito, hasta que pudo incorporarse, despus andarsaltarvolar!. Lo hizo primero en crculos pequeos, despus por encima del arroyo hasta hacer un giro, como de despedida alrededor del hombro de su amigoy cant!Julin nunca haba odo algo as. Los sonidos para l haban sido siempre distantes o confusos. Pero ste era tan claro, tan puro, tan profundo, tan cercano a lcielos! Dentro de si tambin oy algo: un toc-toc que lo hizo estremecer. Primero, corri del susto. Y despus del puro gusto al percibir que cuando corra todo sonaba a su paso: las ramas de las plantas crujan, el viento silbaba, el agua tambin cantaba y hasta le haca cosquillas en la pielTodo su cuerpo sonaba a un ritmo muy extrao que le creca de dentro y haca sacudir sus brazos, sus hombros, su pechoese sonido suba hasta el cuello y le obligaba a abrir la boca para escapar hacia fueraSi!era su propia risa la que estaba oyendoy era tan clara, tan pura, tan profunda que todo el arroyo, las piedras, las plantas, las aves, el cielo y la misma ta Aurora, felices, rieron con l.Susana A. Aguila