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EDITORIAL EINSTEIN+CULTURA+FÚTBOL. Scott Thorpe, en su libro “Cómo pensar como Einstein”, expresa que la inteligencia de Einstein fue muy grande a lo largo de toda su vida. Su vasto conocimiento de las matemáticas y la ciencia aumentó a medida que iba envejeciendo. Pero a pesar de reconocer el carácter de genio de Einstein, hace la observación que al transcurrir el tiempo, su potencial para la resolución de problemas importantes disminuyó, tanto así que después de aquellos primeros veinte años excepcionales de su carrera en los cuales asombró a la humanidad, no produjo nada relevante en cuanto aportes científicos. Pero lo significativo es lo que señala Thorpe al final: Einstein científicamente se hizo culto, no se le podían negar sus méritos y su sabiduría, y por ello es uno de los pocos seres humanos que en vida esto se le ha reconocido. La vida de Einstein es un ejemplo de logro cultural. Pero ¿las sociedades pueden lograr algo similar? Ciertamente, cuando una sociedad busca crecer, este esfuerzo se reflejaría en la cultura que practica. Así los grandes logros culturales se evidenciarán en el comienzo del proceso, pero transcurrido cierto tiempo lo que se da sería la adquisición de elementos positivos que consolidan la cultura formada. Estos comentarios surgen de una reflexión sobre los acontecimientos relacionados con la participación de las selecciones nacionales de fútbol en el reciente finalizado Mundial Sub-20 Egipto 2009 y las Eliminatorias Suramericanas de Fútbol hacia el Mundial de Mayores Sudáfrica 2010. Años atrás, pensar en la participación de una selección Sub-20 no sólo en un mundial de su categoría sino hacerlo con calidad y convirtiéndose sus jugadores en ídolos de sus paisanos; o ver una selección de mayores luchar por el pase al ansiado mundial hasta el último día de las eliminatorias, pero ganándose con calidad el respeto de sus rivales, era imposible. Este paso hacia delante es un gran logro. Pero esto no tendrá efecto trascendente si no se forma una cultura alrededor y dentro del fútbol nacional, enraizada en las comunidades y sumamente importante, desarrollada también por las instituciones. Por ello aplaudimos la iniciativa de nuestra universidad, primero por la creación de la Asociación Civil “Escuela de Fútbol Universidad de Carabobo” (ACEFUC), y segundo por la reciente implantación del Diplomado en Entrenamiento Deportivo en Fútbol, cuyo objetivo es “egresar un personal conocedor de los fundamentos didácticos, técnicos y tácticos de la enseñanza, tanto teórica y práctica del fútbol, y del desarrollo de procesos de entrenamiento deportivo en esta disciplina, con plena consciencia de la importancia del abordaje de los aspectos biológicos, socio-culturales, psicológicos de los atletas así como su desarrollo tanto físico como intelectual”… porque “La formación integral de niños, niñas y adolescentes tiene en el deporte, y específicamente en el fútbol una instancia consensuada que requiere para su total integración, socialización y democratización de áreas de formación dirigidas a promotores deportivos, entrenadores y árbitros. En ese sentido, Venezuela requiere desarrollar acciones de formación integral donde se dote a sus participantes de los instrumentos pedagógicos, sociales, teóricos y prácticos alrededor de la disciplina del fútbol”. Se entiende entonces, que la Universidad de Carabobo concibe que la cultura futbolística nacional se consolidará desarrollando tanto lo institucional como lo humano. REFLEXIONES "La utopía es el principio de todo progreso y el diseño de un futuro mejor." Anatole France Revista HOMOTECIA Publicado por: CÁTEDRA DE CÁLCULO DEPARTAMENTO DE MATEMÁTICA Y FÍSICA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DE CARABOBO COORDINADORES DE PUBLICACIÓN Prof. Rafael Ascanio H. Prof. Próspero González M. P P Á Á V V E E L L F F L L O O R R E E N N S S K K I I Filósofo, matemático y religioso ruso. Pável Aleksándrovich Florenski, que en ruso se escribe Павел Александрович Флоренский; nació en Yevlaj, en la época del Imperio Ruso pero hoy se ubica en Azerbaiyán, el día 9 de enero de 1882 1 y fue fusilado en algún lugar próximo a Leningrado el 8 de diciembre de 1937. PÁVEL FLORENSKI (*1882-1937) Su compleja figura intelectual y sus aportaciones a la literatura, la teología y la filosofía contemporáneas (especialmente a la filosofía de la ciencia) se han difundido sobre todo a partir de 1991, tras la apertura de los archivos de la KGB. Murió ejecutado por el régimen soviético, tras haber sufrido numerosos arrestos y haber pasado varios años en un gulag. Fue padre del geólogo y astrónomo Kiril Florenski, a quien escribió estas palabras en una carta de 1935 que resumen la actitud vital de Florenski: Querido Kiril, [...] mi única esperanza es que todo aquello que se hace, permanece: espero que un día -que, en cualquier caso y por desgracia, será para mí desconocido- seréis recompensados por todo aquello que os he quitado, mis queridos. Si no fuera por vosotros, permanecería en silencio. 2 De Azerbaiyán a la Universidad de Moscú. Yevlaj, donde nació Florenski, era para el momento una localidad de la gobernación de Elizavetpol, en el distrito de Dževanšar, en lo que hoy es el actual Azerbaiyán. Fue el primogénito de una larga serie de hermanos: Yulia, Elizaveta, Aleksandr, Olga, Raísa y Andréi. El padre, Aleksandr Ivanóvich, era ingeniero de ferrocarriles y trabajaba en la línea que comunicaba Batum con Akhaltsikhe; la madre, Olga Pavlovna Saparova, descendía de una culta familia georgianoarmenia. Con ellos, se trasladó a Tiflis, donde inició su educación primaria y (a partir de 1892) secundaria. TARJETA POSTAL CON UNA VISTA DE TIFLIS (Año 1980) Florenski vivió en Georgia hasta los dieciocho años, edad con la que ingresó en la Universidad de Moscú. Durante estos años realizó sus primeros viajes hacia Oriente y tuvo, también, sus primeras crisis espirituales. La lectura de distintas obras de León Tolstói (La confesión, Resurrección, ¿Qué es el arte?) y la concepción del cristianismo del novelista le impresionaron profundamente. Florenski escribió al viejo Tolstói una carta apasionada que, posiblemente, el novelista nunca recibió. (CONTINÚA EN LA SIGUIENTE PÁGINA) LAS IDEAS Y OPINIONES DE LOS AUTORES DE LOS ARTÍCULOS QUE PUBLICAMOS EN HOMOTECIA SON RESPONSABILIDAD DE LOS MISMOS. SI ALGÚN LECTOR TIENE OBJECIONES SOBRE ESTAS IDEAS Y OPINIONES PLANTEADAS, AGRADECEMOS NOS HAGA LLEGAR A TRAVÉS DE NUESTRA DIRECCIÓN ELECTRÓNICA, [email protected], SUS COMENTARIOS. HOMOTECIA Tiraje: 100 ejemplares CÁTEDRA DE CÁLCULO - DEPARTAMENTO DE MATEMÁTICA Y FÍSICA - FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN - UNIVERSIDAD DE CARABOBO Publicación Periódica Nº 11 - AÑO 7 e-mail: [email protected] © Rafael Ascanio H. – 2009. Hecho el Depósito de Ley. Depósito Legal: PP200902CA3088 - Valencia, 2 de Noviembre de 2009

K-HOMOTECIA Nº 11-2009servicio.bc.uc.edu.ve/homotecia/2009/11-2009.pdf · 2016. 8. 23. · El 23 de septiembre de 1908 se le ofreció la cátedra de Historia de la Filosofía. En

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  • EDITORIAL EINSTEIN+CULTURA+FÚTBOL. Scott Thorpe, en su libro “Cómo pensar como Einstein”, expresa que la inteligencia de Einstein fue muy grande a lo largo de toda su vida. Su vasto conocimiento de las matemáticas y la ciencia aumentó a medida que iba envejeciendo. Pero a pesar de reconocer el carácter de genio de Einstein, hace la observación que al transcurrir el tiempo, su potencial para la resolución de problemas importantes disminuyó, tanto así que después de aquellos primeros veinte años excepcionales de su carrera en los cuales asombró a la humanidad, no produjo nada relevante en cuanto aportes científicos. Pero lo significativo es lo que señala Thorpe al final: Einstein científicamente se hizo culto, no se le podían negar sus méritos y su sabiduría, y por ello es uno de los pocos seres humanos que en vida esto se le ha reconocido.

    La vida de Einstein es un ejemplo de logro cultural. Pero ¿las sociedades pueden lograr algo similar? Ciertamente, cuando una sociedad busca crecer, este esfuerzo se reflejaría en la cultura que practica. Así los grandes logros culturales se evidenciarán en el comienzo del proceso, pero transcurrido cierto tiempo lo que se da sería la adquisición de elementos positivos que consolidan la cultura formada.

    Estos comentarios surgen de una reflexión sobre los acontecimientos relacionados con la participación de las selecciones nacionales de fútbol en el reciente finalizado Mundial Sub-20 Egipto 2009 y las Eliminatorias Suramericanas de Fútbol hacia el Mundial de Mayores Sudáfrica 2010. Años atrás, pensar en la participación de una selección Sub-20 no sólo en un mundial de su categoría sino hacerlo con calidad y convirtiéndose sus jugadores en ídolos de sus paisanos; o ver una selección de mayores luchar por el pase al ansiado mundial hasta el último día de las eliminatorias, pero ganándose con calidad el respeto de sus rivales, era imposible.

    Este paso hacia delante es un gran logro. Pero esto no tendrá efecto trascendente si no se forma una cultura alrededor y dentro del fútbol nacional, enraizada en las comunidades y sumamente importante, desarrollada también por las instituciones. Por ello aplaudimos la iniciativa de nuestra universidad, primero por la creación de la Asociación Civil “Escuela de Fútbol Universidad de Carabobo” (ACEFUC), y segundo por la reciente implantación del Diplomado en Entrenamiento Deportivo en Fútbol, cuyo objetivo es “egresar un personal conocedor de los fundamentos didácticos, técnicos y tácticos de la enseñanza, tanto teórica y práctica del fútbol, y del desarrollo de procesos de entrenamiento deportivo en esta disciplina, con plena consciencia de la importancia del abordaje de los aspectos biológicos, socio-culturales, psicológicos de los atletas así como su desarrollo tanto físico como intelectual”… porque “La formación integral de niños, niñas y adolescentes tiene en el deporte, y específicamente en el fútbol una instancia consensuada que requiere para su total integración, socialización y democratización de áreas de formación dirigidas a promotores deportivos, entrenadores y árbitros. En ese sentido, Venezuela requiere desarrollar acciones de formación integral donde se dote a sus participantes de los instrumentos pedagógicos, sociales, teóricos y prácticos alrededor de la disciplina del fútbol”. Se entiende entonces, que la Universidad de Carabobo concibe que la cultura futbolística nacional se consolidará desarrollando tanto lo institucional como lo humano.

    REFLEXIONES

    "La utopía es el principio de todo progreso y el diseño de un futuro mejor."

    Anatole France

    RReevviissttaa HHOOMMOOTTEECCIIAA PPuubblliiccaaddoo ppoorr::

    CCÁÁTTEEDDRRAA DDEE CCÁÁLLCCUULLOO

    DDEEPPAARRTTAAMMEENNTTOO DDEE MMAATTEEMMÁÁTTIICCAA YY FFÍÍSSIICCAA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

    UNIVERSIDAD DE CARABOBO

    COORDINADORES DE PUBLICACIÓN

    Prof. Rafael Ascanio H. Prof. Próspero González M.

    PPÁÁVVEELL FFLLOORREENNSSKKII Filósofo, matemático y religioso ruso. Pável Aleksándrovich Florenski, que en ruso se escribe Павел Александрович Флоренский; nació en Yevlaj, en la época del Imperio Ruso pero hoy se ubica en Azerbaiyán, el día 9 de enero de 18821 y fue fusilado en algún lugar próximo a Leningrado el 8 de diciembre de 1937.

    PÁVEL FLORENSKI

    (*1882-†1937) Su compleja figura intelectual y sus aportaciones a la literatura, la teología y la filosofía contemporáneas (especialmente a la filosofía de la ciencia) se han difundido sobre todo a partir de 1991, tras la apertura de los archivos de la KGB. Murió ejecutado por el régimen soviético, tras haber sufrido numerosos arrestos y haber pasado varios años en un gulag. Fue padre del geólogo y astrónomo Kiril Florenski, a quien escribió estas palabras en una carta de 1935 que resumen la actitud vital de Florenski:

    Querido Kiril, [...] mi única esperanza es que todo aquello que se hace, permanece: espero que un día -que, en cualquier caso y por desgracia, será para mí desconocido- seréis recompensados por todo aquello que os he quitado, mis queridos. Si no fuera por vosotros, permanecería en silencio.2

    De Azerbaiyán a la Universidad de Moscú.

    Yevlaj, donde nació Florenski, era para el momento una localidad de la gobernación de Elizavetpol, en el distrito de Dževanšar, en lo que hoy es el actual Azerbaiyán. Fue el primogénito de una larga serie de hermanos: Yulia, Elizaveta, Aleksandr, Olga, Raísa y Andréi.

    El padre, Aleksandr Ivanóvich, era ingeniero de ferrocarriles y trabajaba en la línea que comunicaba Batum con Akhaltsikhe; la madre, Olga Pavlovna Saparova, descendía de una culta familia georgianoarmenia. Con ellos, se trasladó a Tiflis, donde inició su educación primaria y (a partir de 1892) secundaria.

    TARJETA POSTAL CON UNA VISTA DE TIFLIS (Año 1980)

    Florenski vivió en Georgia hasta los dieciocho años, edad con la que ingresó en la Universidad de Moscú.

    Durante estos años realizó sus primeros viajes hacia Oriente y tuvo, también, sus primeras crisis espirituales. La lectura de distintas obras de León Tolstói (La confesión, Resurrección, ¿Qué es el arte?) y la concepción del cristianismo del novelista le impresionaron profundamente. Florenski escribió al viejo Tolstói una carta apasionada que, posiblemente, el novelista nunca recibió.

    (CONTINÚA EN LA SIGUIENTE PÁGINA)

    LLAASS IIDDEEAASS YY OOPPIINNIIOONNEESS DDEE LLOOSS AAUUTTOORREESS DDEE LLOOSS AARRTTÍÍCCUULLOOSS QQUUEE PPUUBBLLIICCAAMMOOSS EENN HHOOMMOOTTEECCIIAA SSOONN RREESSPPOONNSSAABBIILLIIDDAADD DDEE LLOOSS MMIISSMMOOSS.. SSII AALLGGÚÚNN LLEECCTTOORR TTIIEENNEE OOBBJJEECCIIOONNEESS SSOOBBRREE EESSTTAASS IIDDEEAASS YY OOPPIINNIIOONNEESS PPLLAANNTTEEAADDAASS,, AAGGRRAADDEECCEEMMOOSS NNOOSS HHAAGGAA LLLLEEGGAARR AA TTRRAAVVÉÉSS DDEE NNUUEESSTTRRAA DDIIRREECCCCIIÓÓNN EELLEECCTTRRÓÓNNIICCAA,, [email protected],, SSUUSS CCOOMMEENNTTAARRIIOOSS..

    HHOOMMOOTTEECCIIAA Tiraje: 100 ejemplares CÁTEDRA DE CÁLCULO - DEPARTAMENTO DE MATEMÁTICA Y FÍSICA - FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN - UNIVERSIDAD DE CARABOBO

    Publicación Periódica Nº 11 - AÑO 7 e-mail: [email protected] © Rafael Ascanio H. – 2009. Hecho el Depósito de Ley. Depósito Legal: PP200902CA3088 - Valencia, 2 de Noviembre de 2009

  • HOMOTECIA Nº 11–Año 7 Lunes, 2 de Noviembre de 2009

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    (VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR)

    En Moscú, estudió en la Facultad de Matemáticas. Le influyó especialmente la figura de Nikolái Bugaev, que era uno de los mayores matemáticos rusos, fundador de la Sociedad Matemática y creador de la aritmetología como teoría de las funciones discontinuas. Además, el joven Florenski cursó seminarios de filosofía antigua de S. N. Trubeckoi y de L. M. Lopatin. En 1903 entabló una profunda amistad con el escritor y poeta Andrei Biely.

    Florenski se licencia en 1904 con una tesis titulada Sobre las características de las curvas planas como lugares de violentación del principio de discontinuidad («Ob osobennostjach ploskich krivych kak mestach narusenij preryvnosti ich nepreryvnosti»). Se encargó a Florenski la reorganización de la biblioteca de la Facultad tras la muerte de su maestro Bugaev.

    Estudios en la Facultad de Teología, matrimonio y sacerdocio.

    VISTA GENERAL DEL KREMLIN DE SÉRGIEV POSAD. AQUÍ SE ENCUENTRA EL MONASTERIO DE LA TRINIDAD DE SAN SERGIO, DONDE FLORENSKI RESIDIÓ VARIOS AÑOS

    “A cada uno Dios le ha concedido una cierta medida de fe, esto es, «una convicción sobre cosas invisibles”. Pável Florenski3

    En 1904 Florenski decidió matricularse en la Facultad de Teología del Monasterio de la Trinidad de San Sergio en Sérgiev Posad. Durante unos años se dedicó a sus estudios sobre la Biblia, historia de la Filosofía, Teología, Mística, Lógica matemática, lengua hebrea, etc. En 1905 fundó con otros estudiantes (Ern, Svenitski y Brikhnichov) la Fraternidad Cristiana de Lucha (Союз Христиaнской Борьбы), un grupo revolucionario cuya ideología se inspiraba en las ideas del filósofo Vladímir Solovyov. Florenski fue arrestado por su militancia en la Fraternidad en 1906.

    “Miles de místicos de todos los tiempos han tocado con fuerzas duplicadas en las ventanas y puertas del palacio de la sabiduría, y si no les han dejado entrar por las buenas, ellos entraron por las malas, derribando puertas preciosas en su camino”.

    Pável Florenski4

    Sin embargo, pronto perderá el interés en los movimientos revolucionarios y la propia Fraternidad desaparecerá en 1907.

    En 1906 fue encarcelado por pronunciar un sermón (El grito de la sangre se titulaba) contra una condena a muerte: tras tres meses de reclusión, se le suspendió la pena. Durante aquel tiempo escribió poesías y artículos para el periódico El Mensajero Teológico («Bogoslovski Vestnik»). En 1908 se licenció en Teología. Ese mismo año murió su padre.

    El 23 de septiembre de 1908 se le ofreció la cátedra de Historia de la Filosofía.

    En 1910, el 25 de agosto, se casó con Ana Mijailovna Giacintova, con la que tuvo en 1911 el primer hijo. El 24 de abril de 1911 fue ordenado sacerdote de la Iglesia Ortodoxa. En 5 de abril de 1912 depositó su tesis de doctorado: Sobre la verdad espiritual. Florenski se convirtió en un reputado historiador y profesor.

    Desde 1912 tuvo actividad pastoral en la Iglesia de María Magdalena de Sérgiev Posad al tiempo que trabajaba en su libro La columna y el fundamento de la Verdad, obra que todavía hoy se considera como la summa del pensamiento religioso ruso.5 Entre 1916 y 1917 dirigió el periódico El Mensajero Teológico.

    Entre 1912 y 1913 dio un ciclo de clases y de conferencias en la Academia Teológica Moscovita: en ellas Florenski va perfilando su pensamiento (donde amalgama de forma muy personal sus conocimientos teológicos, filosóficos y artísticos), expuesto con gran pasión.

    En los años anteriores a la Revolución rusa de 1917, frecuentó el círculo simbolista moscovita y la Sociedad Filosófico-Religiosa de la ciudad. Intervino activamente en los debates sobre la vanguardia en revistas de teología, filosofía y arte. Conoció personalmente al filósofo Nikolái Berdiáyev, al teólogo Sergéi Bulgákov y al lingüista Nikolai Trubetzkoi.

    Entre 1918 y 1922 impartió conferencias en la Academia Libre de Cultura Espiritual fundada por Nikolái Berdiáyev. En 1921 Florenski fue seleccionado como docente en la Vjutemas (acrónimo con el que era conocida la escuela estatal de arte y técnica de Moscú) y ocupó la cátedra de Análisis de la Espacialidad en la Obra de Arte. El propio Florenski creó esta asignatura usando para sus análisis datos de las matemáticas, la física, la psicología y la estética. Entre 1921 y 1926 se dedicó intensamente a la enseñanza, al estudio y a pergeñar un ensayo sobre el icono Ikonostas. Con los apuntes que utilizaba en sus clases, redactó en 1925 el tratado Análisis de la espacialidad y del tiempo en las obras de arte figurativas.6

    La edición actual de este libro se basa en dos fuentes: la copia del texto que poseía una alumna de Florenski, Verefkina-Strogina, cuyo nombre se conoce porque el hijo del filósofo, Kiril Florenski, lo anotó en el mismo; y sobre todo por la copia dactiloscrita de Sofía Ogneva. Ogneva vivió en Sérgiev Posad a partir de 1919, junto a su marido Iván F. Ogniov, profesor emérito de la Universidad de Moscú. Mantuvo una estrecha relación con la familia Florenski: aparte de su amistad, ayudó a Pável a preparar diversos trabajos para la imprenta. Florenski dictó su tratado a Ogneva párrafo por párrafo y después revisó y corrigió personalmente el texto.

    (CONTINÚA EN LA SIGUIENTE PÁGINA)

  • HOMOTECIA Nº 11–Año 7 Lunes, 2 de Noviembre de 2009

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    (VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR)

    En 1921 trabajó en el Laboratorio de investigación de la Administración Central para la Electrificación de Rusia (Glavelektro). Publicó estudios técnicos, registró algunos inventos y se empleó en el Instituto Electrotécnico del Estado (Goelro).7 Entre 1927 y 1933 dirigió el proyecto de una Enciclopedia Técnica. En 1925 y en 1931 (tras un arresto) viajó al Cáucaso para desarrollar investigaciones científicas y mineralógicas.

    Últimos años: confinamiento y ejecución.

    “Mi más íntimo convencimiento es este: nada se pierde completamente, nada se desvanece, todo se custodia en algún tiempo y algún lugar. Lo que es imagen del bien y tiene valor, permanece, aunque nosotros dejemos de percibirlo”.

    Pável Florenski8

    El 26 de febrero de 1933 Florenski fue arrestado y condenado a diez años de reclusión en un campo de concentración. Se le condenó por el artículo 25 del Código Penal soviético (en concreto, por sus cláusulas diez y once: «Agitación contra el sistema soviético» y «Publicación de materiales contrarios al sistema soviético»). La publicación que motivó tal condena era una monografía titulada Los números imaginarios en la geometría que trataba sobre la Teoría de la relatividad de Albert Einstein y donde, entre otras ideas, Florenski defendía que la geometría de los números imaginarios para un cuerpo que se moviera a mayor velocidad que la luz, era la geometría del reino de Dios. Se confinó a Florenski en las islas Solovetski, en el Mar Blanco, en un gulag (el primero de los creados por Stalin) que se había instalado en un ex monasterio. Allí continuó con sus investigaciones: estudió los hielos perpetuos y la extracción del yodo. Registra algunos descubrimientos sobre la producción de un líquido anticongelante. Dos o tres veces al mes (cuando se lo permite la dirección del gulag) escribe a su familia cartas apasionadas.

    EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE PRESOS EN LOS GULAGS (1930-1953).

    Florenski fue fusilado el 8 de diciembre de 1937 en el presidio de Leningrado.9 Este mismo año, su hermano Alexánder es arrestado y condenado a cinco años de trabajos forzados (morirá en el hospital del campo de trabajo de Berelech. No sé sabe el destino del cadáver de Pável Florenski: quizá podría estar en alguna de las fosas comunes del bosque de Sandormoch.

    VISTA DEL MONASTERIO DE LAS ISLAS SOLOVETSKY EN 2004. AQUÍ SE INSTALÓ EL GULAG DONDE CONFINARON A FLORENSKI.

    Rumores sobre su canonización.

    Pese a que se ha rumoreado sobre la posibilidad de que la Iglesia Ortodoxa Rusa en el exilio canonice a Pável Florenski y le exalte como santo y neomártir, lo cierto es que el metropolita Vitali, primado de dicha Iglesia, negó esta posibilidad. Las ideas filosóficas y teológicas de Florenski están muy próximas a las de su amigo Bulgákov y ambos están considerados unos teólogos heterodoxos.10

    FILÓSOFOS (1917), PINTURA DE MIJAÍL NÉSTEROV EN LA QUE REPRESENTA A FLORENSKI (DE BLANCO

    Y CON BASTÓN) JUNTO A SERGÉI BULGÁKOV.

    El pensamiento de Florenski.

    “Desde aquel diciembre de 1937 hasta mediados de los años ochenta, el nombre de Florenski estuvo completamente borrado, arrancado de la conciencia pública del país, si bien siempre fue celosamente custodiado en la memoria viva de unos pocos discípulos, amigos y familiares. [...] Figura verdaderamente genial de la historia del pensamiento humano, dentro de su apariencia sobria y humilde, balo sus túnicas ásperas y gastadas, custodiaba una grandeza de la cual aún sólo en parte podemos intuir la superficie”.

    Natalino Valentini11

    El pensamiento de Florenski debe contextualizarse en el renacimiento espiritual y cultural que tuvo lugar en Rusia entre finales del siglo XIX y principios del XX. Florenski intervino en todos los debates filosóficos y teológicos de su época, especialmente los que se establecían en torno a los concepto del dogmatismo y la ortodoxia, en estos aspectos muy influido por el novelista Tolstói.

    Criticó la geometría euclidiana y el concepto de perspectiva lineal (aquella con un único punto de convergencia en la lejanía).12

    (CONTINÚA EN LA SIGUIENTE PÁGINA)

  • HOMOTECIA Nº 11–Año 7 Lunes, 2 de Noviembre de 2009

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    (VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR)

    Florenski reflexionaba y exponía sus ideas con expresión y ritmo convulsos, casi cinematográficos. Meditó sobre los símbolos y sobre la forma de relacionar a Dios con el mundo, la realidad ultraterrena con la terrena. Se afanó por conseguir una nueva forma de conocer el espacio y el tiempo que permitiera el contacto con lo invisible.

    En sus últimos años de libertad, Pável Florenski compuso su estupenda estética. La premisa es la idea einsteniana de espacio. [...] Florenski se detiene sobre el concepto de «cosa» y la define como «plegamiento» o «lugar de curvatura» del espacio. [...] La de Florenski es una estética nacida sobre el filo de la vorágine, después de esta el arte habrá desaparecido, sustituido por las exposiciones de estiércol, tartamudeos, instalaciones.

    Elémire Zolla13

    La filosofía del lenguaje de Florenski14 se encamina hacia una definición de la palabra profética, esto es, la palabra trascendida y definitivamente desvinculada de la mera charla.

    La concepción estética de Florenski proviene de su reflexión las relaciones de la pintura con las cuatro coordenadas del espacio. Elaboró una compleja teoría sobre los iconos y sobre la mirada de quien lo contempla.

    Florenski reflexionó sobre la naturaleza de la dialéctica: concebía el pensamiento dialéctico como el camino para penetrar en el corazón de la realidad. La dialéctica está encarnada en el pensamiento platónico y anima toda la obra de Florenski. El pensamiento dialéctico se propone como el medio para penetrar en el corazón de la realidad. El estupor producido por la confrontación entre razón y realidad es la base del filosofar de Platón y los maestros antiguos. La respuesta que la realidad concede a la razón que la interroga produce nuevas preguntas y éstas, nuevas respuestas, y así sucesivamente, en un proceso que no termina nunca. Las respuestas de la realidad, entonces, son los nombres, como subraya Florenski en su obra Hamlet (1905):15 los nombres son la idea.

    Si la situación específica de Hamlet es considerarse a sí mismo alguien excepcional, [...] la naturaleza anfibia del hombre, que reflexiona sobre el hecho de habitar el espacio intermedio entre el mundo visible y el invisible, y que por esto explica por un lado una vida interior extremadamente intensa, [...] y por otro, la realidad terrena y la experiencia cotidiana, acaba siendo todo lo contrario que anómalo e infrecuente el estado de articulación y de diversificación interna (si no de verdadera y completa escisión) de la personalidad y la conciencia. La laceración de lo creado, la contraposición de la naturaleza espiritual del hombre con la naturaleza, se reencuentra en la división de la pintura en paisaje y retrato, y en la tendencia del icono a concentrarse solamente sobre el rostro abstraído completamente del mundo, mera expresividad, pura mirada dirigida hacia el otro.

    Silvano Tagliagambe16

    La figura de Florenski en el arte. La figura y el pensamiento de Florenski ha inspirado obras plásticas, teatrales, cinematográficas y musicales: Pintura: Filósofos (1917), óleo de Mijaíl Nésterov (Galería Tretiakov, Moscú). Cine: Prozrenie. Son o Florenskom (1990). Cortometraje de Mijaíl Ribákov dedicado a Florenski. Teatro:

    • Quando la luce benevola si spense. Icona («Cuando la luz benévola se apaga. Icono») es un espectáculo teatral dirigido por Fabrizio Galatea que se inspira libremente en el ensayo Ikonostas del filósofo.

    • Pavel Florenskij. Fino alla fine («Pável Florenski. Hacia el final») es un texto teatral de Marina Argenziano inspirado en la correspondencia de Florenski.

    Música: Ikonostas (Omaggio a Pavel Florenskij) («Ikonostas. Homenaje a Pável Florenski») es una composición para guitarra sola de Angelo Gilardino.

    Notas

    1. ↑ En el calendario juliano, su fecha natal sería el 21 de enero.

    2. ↑ FLORENSKI, Pável Aleksandrovich:"Non dimenticatemi". Dal gulag staliniano le lettere alla moglie e ai figli del grande matematico, filosofo e sacerdote russo (1933-1937). Edición de N. Valentini y L. Žák; tradución al italiano de G. Guaita y L. Charitonov. Milán: Mondadori, 2000; ISBN 88-04-48454-3.

    3. ↑ FLORESKI, Pavel:Ikonostas, 1921-1922

    4. ↑ FLORENSKI, Pavel Aleksandrovič, Sul misticismo di M.M. Speranskij, 1906.

    5. ↑ TAGLIAGAMBE, Silvano: Come leggere Florenskij. Milán: Bompiani, 2006.

    6. ↑ Edición en italiano: FLORENSKIJ, P. A. : «L’analisi della spazialità e del tempo nelle opere d’arte figurativa» en Lo spazio e il tempo nell’arte, edición de N. Misler: Milán: Adelphi, 1995

    7. ↑ Durante este tiempo publicó trabajos técnicos como Vyčislenie električeskogo gradienta na vitkah obmotki transformatora, en «Bjulleten’ Tehničeskogo otdela Glavèlektro», IV serie, 1921.

    8. ↑ FLORENSKII, Pavel: Non dimenticatemi, 1933-1937.

    9. ↑ La fecha se conoció con exactitud a principios de los años 90 gracias a los documentos del archivo de la KGB. Hasta entonces la familia pensó que su ejecución fue el 15 de diciembre de 1943.

    10. ↑ The Orthodox Messenger, Russian Orthodox Church Abroad, No. 30/31, pp. 5/6. «Si cualquiera sigue un análisis [...] del padre Florenski [...] se encuentra con la imagen de este notable sacerdote de alma turbulenta que se arrojó al mar de la teología sin brújula y que navegaba a menudo hacia una meta desconocida por todos, incluso por él mismo» (traducción del original inglés).

    11. ↑ VALENTINI, Natalio: «Sull'orlo del visibile pensare», en FLORENSKIJ, P.A.: La mistica e l'anima russa, 2006.

    12. ↑ Son fundamentales los escritos contenidos en el siguiente libro (edición en italiano): FLORENSKIJ, P. A.: La prospettiva rovesciata e altri scritti, traductores: C. Muschio y N. Misler, Casa del libro, Roma, 1983

    13. ↑ ZOLLA, Elémire: La filosofia perenne, 1999.

    14. ↑ Véanse los ensayos contenidos en el volumen FLORENSKIJ, P. A.: Attualità della parola. La lingua tra scienza e mito. Traducción y edición de M. C. Pesenti y E. Treu, Milán: Edizioni Angelo Guerini e Associati, 1989.

    15. ↑ FLORENSKIJ, P.A.: Amleto. Edición de A. S. Trubačev, edición italiana al cuidado de A. Dell’Asta, traducción al italiano de S. Zilio. Milán: Bompiani, 2004

    16. ↑ TAGLIAGAMBE, Silvano: Come leggere Florenskij, 2006.

    Tomado de: Wikipedia® Wikimedia Foundation, Inc. Consulta: 23 Diciembre 2008

  • HOMOTECIA Nº 11–Año 7 Lunes, 2 de Noviembre de 2009

    5

    CCÁÁLLCCUULLOO IINNTTEEGGRRAALL

    LLAA IINNTTEEGGRRAALL DDEEFFIINNIIDDAA INTEGRALES IMPROPIAS.-

    La integral definida ∫b

    adxxf )( constituye una integral impropia si ocurre alguna de las siguientes situaciones:

    1. El integrando f(x) tiene uno o más puntos de discontinuidad en el intervalo a x b≤ ≤ (integrando discontinuo). Estos puntos donde hay discontinuidad se llaman singulares.

    2. Al menos uno de los límites de integración es infinito (límites de integración infinitos).

    Integrales Impropias con integrando discontinuo.-

    Caso 1: Si f(x) es continua en el intervalo a x b≤ < pero discontinua en x = b (no acotada en b), se define

    ,)()(0∫ ∫

    → +=

    b

    a

    b

    adxxfLimdxxf

    ε

    ε siempre y cuando el límite exista. Se agrega el “siempre y cuando el límite exista” porque el

    límite puede ser finito, infinito o no existir. Si existe y es finito la integral impropia es convergente. Si el límite es infinito o no existe, la integral es divergente.

    Caso 2: Si f(x) es continua en el intervalo a x b< ≤ pero discontinua en x = a (no acotada en a), se define

    ,)()(0∫ ∫ +→ +=

    b

    a

    b

    adxxfLimdxxf

    εε siempre y cuando el límite exista.

    Caso 3: Si f(x) es continua en todo x del intervalo a x b≤ ≤ excepto en x = c (no acotada en c), se define

    ,)()()(00 ∫∫ ∫ ′+→′

    → +++=

    b

    c

    b

    a

    c

    adxxfLimdxxfLimdxxf

    εε

    ε

    ε siempre y cuando ambos límites existan.

    En este caso 3, si al menos una de las dos integrales es divergente, toda la integral inicial es divergente. Si ambas son convergentes, toda la integral inicial será convergente.

    (CONTINÚA EN LA SIGUIENTE PÁGINA)

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    6

    (VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR)

    Como la resolución de integrales impropias conlleva la utilización del cálculo de límites, entonces pueden presentarse

    indeterminaciones que deben resolverse según los métodos conocidos, incluso la Regla de L´Hôpital.

    EJEMPLOS RESUELTOS.-

    1. – Estudiar la convergencia de .9

    3

    0 2∫ − xdx

    Solución:

    Como el integrando es discontinuo en x=3, se puede considerar:

    ( )

    =−

    ==

    −=

    =− +++ →

    3

    0 2

    0

    3

    00

    3

    0 20

    29

    21

    3

    3

    39

    π

    πεε

    ε

    ε

    ε

    ε

    x

    dx

    arcsenarcsenLimx

    arcsenLimx

    dxLim

    Como el límite existe la integral es convergente.

    2. – Estudie la convergencia de .1

    4

    0 3∫ −xdx

    Solución:

    Como el integrando es discontinuo en x=1, se puede considerar que:

    )19(2

    3

    1)19(

    2

    3)9(

    2

    31)(

    2

    3

    )1(2

    3)1(

    2

    3

    11

    34

    0 3

    33

    23

    0

    3

    2

    0

    4

    1

    3

    2

    0

    1

    0

    3

    2

    0

    4

    1 30

    1

    0 30

    −=−

    ⇒−=′−+

    −−⋅=

    =

    −+

    −=

    −+

    ∫∫

    ++

    ++++

    →′→

    ′+→′

    →′+→′

    x

    dxLimLim

    xLimxLimx

    dxLim

    x

    dxLim

    εεεε

    εε

    ε

    εεε

    ε

    ε

    La integral es convergente.

    3.- Determine la convergencia de la integral: ∫ +1

    0)1( dxxLnxx .

    Solución:

    El integrando es discontinuo en x=0 porque para este valorxx es una indeterminación de la forma 00 .

    Entonces:

    [ ] [ ] ( ) ( )( )

    (*)1

    )(11

    )()1()1()1(

    0

    00

    0

    0

    11

    0

    1

    00

    1

    00

    1

    00

    1

    0

    1

    00

    =−=

    =−=−=−=−==

    ==+=+=+=

    +→

    +++++

    ++

    ⋅⋅

    →+

    +→+→ ∫∫∫∫

    εε

    εε

    ε

    εε

    ε

    εε

    ε

    εε

    εε

    ε

    εεεε

    εLnLim

    LnLnLnLnLnxLnx

    xLnxxLnxxLnxx

    e

    eLimeLimeeLimeeLimeLim

    edLimdxxLneLimdxxLnedxxLnxI

    Resolviendo aparte el límite que queda:

    ( ) aciónIndeterminLnLnLimLnLim →∞∞=

    ∞==

    ++ →→

    0100 εεε

    εεε

    (CONTINÚA EN LA SIGUIENTE PÁGINA)

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    7

    (VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR)

    Eliminando la indeterminación: Aplicando la Regla de L´Hôpital.

    00

    2

    01

    1

    0102

    ====++++ →→→→ε

    εεε

    εεε

    ε

    εε

    εLimLimLim

    LnLim

    Volviendo a (*):

    (*) = − = − =1 1 1 00e

    Luego:

    ∫ =+=1

    000)1( dxxLnxI x

    La integral converge.

    4.- Determine si la integral ∫− −1

    1 1

    1dx

    ex converge o diverge.

    Solución:

    El integrando es discontinuo en x=0. Luego, al ser un valor intermedio, por propiedades la integral se puede separar así:

    )()(

    (*)1

    1

    1

    1

    1

    1

    21

    1

    0

    0

    1

    1

    10

    II

    dxe

    dxe

    dxe

    Ixxx

    =−

    +−

    =−

    = ∫∫∫ −−

    Resolviendo primero a I1:

    [ ] [ ] [ ] [ ]{ }

    ∞→−−∞=−−=

    =−−−=−=−=

    =−

    =⋅−

    ⋅=−

    =−

    =

    +++

    +++

    −−

    −−

    − →

    − −

    →−

    −→−

    ∫ ∫∫∫

    )1()1(0

    )1()1()1()1(

    1)1(

    1

    1

    1

    1

    1

    0

    0

    1

    0

    1 00

    0

    1

    0

    100

    0

    10

    0

    11

    eLneLnLn

    eLneLnLimeLnLimeLndLim

    e

    dxeLimdx

    ee

    eLimdx

    eLimdx

    eI

    xx

    x

    x

    xx

    x

    xx

    ε

    ε

    εε

    εε

    ε ε

    εε

    ε

    ε

    Al ser divergente I1, también es divergente I0. No es necesario evaluar a I2.

    Luego:

    divergenteesdxe

    Ix∫− −

    =1

    10 1

    1

    En el próximo número trataremos sobre Integrales Impropias con límites de integración infinitos.

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    8

    TTrraabbaajjoo FFiinnaall ddee GGrraaddoo.. TTrraabbaajjoo FFiinnaall ddee MMaaeessttrrííaa.. TTeessiiss DDooccttoorraall..

    CCoommeennttaarriiooss Por: Rafael Ascanio Hernández

    Carlos Sabino escribió “COMO HICE MI TESIS DOCTORAL” (Publicado en el año 1994 por Editorial Panapo). En este texto deja claro que seleccionar una problemática para realizar una tesis no es algo que se hace al azar. La misma tiene que verdaderamente llamar la atención del tesista y ser motivo de una profunda preocupación en él. Para tratarla debe haber lo que Sabino llama inspiración.

    Aunque parece que Sabino hace ver con esto la no existencia de un método de trabajo, propone que inicialmente se recopile todo lo que se supone está relacionado con la temática en estudio. Probablemente, a toda esta información inicial al final del trabajo se le aplique un filtro.

    Para Sabino, la realización de una tesis obliga al tesista establecer su propia metódica de investigación. Es algo que intuye porque, según sus propósitos de indagación, siente que es el camino que debe seguir. Y evitando contradicciones en sus planteamientos, el asesoramiento de expertos surge como algo indispensable.

    Según Sabino, por la misma naturaleza de la problemática en estudio, las presunciones iniciales de la investigación pueden cambiar, y toda información que en un determinado momento fue manejada con mucha pertinencia debe descartarse.

    Terminado el estudio, debe concatenarse adecuadamente toda la información que se considera corresponde con el estado último (o arte) alcanzado en la investigación. El informe final debe presentarse con lógica en el discurso escrito.

    De José Padrón G. tenemos el texto “CATORCE CONSEJOS PARA UN TESISTA” (Feb. 2000). En este artículo, Padrón intenta aconsejar a un Tesista sobre los pasos o reglas que debería seguir para llevar a cabo su propósito. Se pueden resumir en las siguientes siete:

    1º) Seleccionar un tema que además de corresponder con las inquietudes del tesista, también tenga pertinencia social y que además permita desarrollar posteriormente un área de trabajo en investigación; es decir, el tema elegido debe trascender en el tiempo.

    2º) Estar claro en cómo es su estilo de pensamiento y cuál es su nivel de experticia y competencia; así podrá seleccionar el enfoque epistemológico en el cual va a enmarcar su investigación.

    3º) Participar en un programa de investigación donde su tema esté ubicado en una línea de indagación incorporada al mismo. Esto facilitará la escogencia de un tutor experto en el área de estudio, y además permitirá relacionarse con personas que estén presta a colaborar y deliberar sobre los alcances investigativos que se van logrando.

    4º) Examinar y decidir bien cuál es la intención global de la tesis a elaborar; de esa manera podrá decidir sobre el tipo de investigación a desarrollar. Debe aprender a diferenciar sobre el tipo de información que maneja: empírico u observacional, teórico o explicativo y metodológico o procedimental, y determinar cómo se relacionan estos en el estudio.

    5º) La tesis debe comenzar con un capítulo o una sección donde el tesista aclare sus presunciones académico-personales sobre las que basa su trabajo, ya que ante un jurado no coincidente con los juicios del tesista, esto les deja claro sobre cuáles fundamentos deben evaluar el mismo.

    6º) A pesar de todos los sondeos preliminares sobre el tema en estudio y la consecuente información que esta etapa va originando, el informe final debe contener aquella producto de la investigación y de la que se ha comprobado que es pertinente con la solución del problema planteado.

    7º) No existe una metodología previamente determinada para la investigación en la realización de una tesis doctoral; probablemente el tesista la construya según las necesidades de su investigación. Por ello, es más recomendable que el tesista mantenga, antes de asumirlos, una discrepancia con aquellos supuestos no comprobados. La duda intelectual, el no aceptar la certeza de lo que aparentemente lo es y ser humilde ante la verdad de un hallazgo, son virtudes que a la larga benefician al tesista.

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    FUENTE: Vera, Francisco (1961). “20 Matemáticos Célebres”. Buenos Aires: Compañía General Fabril Editora. Preparado por Patricio Barros. www.geocities.com/veintematematicoscelebres

    PRESENTACIÓN. Las páginas de este libro exponen en forma clara y didáctica la vida y obra de los matemáticos más célebres, ubicándolos como seres de carne y hueso, buscando en el curso paralelo que siguieron sus trabajos, y en otras el contraste u oposición en que se desarrollaron. De esta manera, el lector logrará una fácil comprensión del valor y las influencias de unas tendencias sobre otras, y de sus puntos de convergencia, a veces aparentemente paradójicos. El profesor Francisco Vera de vasta y reconocida autoridad en la materia, ha escrito “20 matemáticos célebres” con un criterio ágil, a la vez que esclarecedor, que posibilita el acceso de vastos sectores de público a una actividad científica realmente fascinadora.

    Capítulo Sexto LLUUCCHHAASS PPOOLLIITTIICCAASS EENN LLAA MMAATTEEMMÁÁTTIICCAA

    NNEEWWTTOONN YY LLEEIIBBNNIIZZ

    SIR ISAAC NEWTON

    (1643 – 1727)

    GOTTFRIED WILHELM LEIBNIZ

    (1646-1716)

    Uno de los debates más agrios que registra la historia de la Ciencia es el que sostuvieron Newton, Leibniz y sus respectivos partidarios sobre la prioridad del descubrimiento del Cálculo infinitesimal; y lo más curioso del caso es que el asunto en litigio no existía realmente, puesto que las investigaciones de Leibniz y de Newton eran completamente distintas.

    Newton y Leibniz son dos espíritus diferentes. Newton es inglés y Leibniz alemán: Newton permanece fiel a la tradición griega, como lo demuestra el elogio que hizo del Análisis geométrico, del español Hugo de Omerique, y Leibniz sueña con una combinatoria universal, de ascendencia luliana, como estudio a priori de las diferentes combinaciones que dan origen a las operaciones aritméticas; Newton es un poco arbitrario y artificial y Leibniz es un metodista que se acerca más a Descartes que su ilustre adversario; Newton es un enamorado de lo bello y armonioso, lo que le obliga a oponerse al carácter mecánico del Álgebra y Leibniz se siente irresistiblemente atraído por el idioma universal simbólico de las generalizaciones algebraicas, que le conduce a hacer asumir al racionalismo categoría de dogma.

    Para centrar la famosa polémica, recordemos brevemente la correspondencia cruzada entre ambos matemáticos durante los años 1673-1676 por intermedio de Oldenbourg, secretario de la Royal Society. En su primera carta, fecha 3 de febrero de 1673, Leibniz habla de su teoría de las diferencias finitas, y en la segunda, de 15 de junio de 1674, dice que ha hecho construir una máquina que permite calcular rápidamente el producto de un número de diez cifras por otro de cuatro y que ha encontrado que el segmento de cicloide comprendido entre la curva y la recta trazada desde el vértice a un punto que diste de la base el radio del círculo generador, es igual a la mitad del cuadrado construido sobre el radio, añadiendo que este teorema se funda en una teoría que dará a conocer más adelante. La tercera carta, sin fecha, pero de 1674 como la anterior, es más interesante porque contiene un párrafo en el que habría de apoyarse Newton para esgrimir argumentos contra su rival.

    Decía Leibniz: "Como es sabido, lord Brouncker y Nicolás Mercator han encontrado series indefinidas de números racionales para representar el área de la hipérbola referida a sus asíntotas; pero nadie hasta ahora ha podido hacer lo propio para el círculo. Aunque Brouncker y Wallis hayan propuesto sucesiones de números racionales que se acercan cada vez más a su superficie, nadie ha dado una serie indefinida de tal clase de números cuya suma sea exactamente igual a la circunferencia del círculo. Por fortuna para mí, he encontrado una serie que demuestra las maravillosas analogías entre el círculo y la hipérbola y permite trasladar el problema de la triangulación del círculo de la Geometría a la Aritmética de los infinitos, de modo que lo único que hay que hacer ya es perfeccionar la sumación de series. Los que hasta ahora han buscado la cuadratura exacta del círculo no habían visto el camino por el que se puede llegar a ello. Me atrevo a afirmar que soy el primero que lo ha encontrado, y el mismo método me da el medio de obtener geométricamente un arco dado su seno". Lo que Leibniz creía nuevo ya había sido encontrado por Gregory cuyas investigaciones, aunque inéditas, eran conocidas de los matemáticos ingleses y, sobre todo, de Newton, que estaba en posesión de métodos más generales que los de su compatriota, lo que le inspiró, sin duda, la idea de aprovechar este conocimiento contra Leibniz y, de acuerdo con su perfil psicológico, no contestó a esta carta y siguió esperando nuevos datos que la ingenuidad de Leibniz no habría de dejar de facilitarle.

    Y, en efecto, a fines de 1674 o principios de 1675, Leibniz escribió una carta a Oldenbourg en la que decía, entre otras cosas: "Creo que el método del ilustre Newton para hallar las raíces de una ecuación difiere del mío, en el que, por cierto, no sé para qué puedan servir los logaritmos o los círculos concéntricos; pero como la cosa parece interesante, intentaré resolverla y le remitiré la solución.

    Sin esperar respuesta, una quinta carta salió de su pluma el 28 de diciembre de 1675 anunciando el envío de algunas comunicaciones matemáticas, pero sin entrar en detalles. La primera carta de Newton para Leibniz, contestando a la tercera de éste, es de 13 de junio de 1676 y en ella se demuestra que el matemático inglés había ya encontrado la manera de desarrollar en serie las funciones algebraicas explícitas o implícitas, aunque se guarda de decir que el método fuera suyo, limitándose a indicar ambiguamente que había sido descubierto ab anglis, y agrega algunos resultados nuevos, como los desarrollos del seno y del arco seno, pero sin indicar la ley de formación de los coeficientes.

    Leibniz contestó a esta carta con una de fecha 27 de agosto del mismo año en la que, luego de exponer sus dudas acerca de la generalidad del método de Newton y dar algunos desarrollos en serie, indicando la formación de los coeficientes, dice ingenuamente que ha encontrado otro método "que consiste en descomponer la curva dada en sus elementos superficiales y en transformar éstos, infinitamente pequeños, en otros equivalentes, pero que pertenezcan a una curva cuyas ordenadas estén expresadas racionalmente en función de la abscisa".

    El 24 de octubre respondió Newton con una carta que no fue expedida hasta mayo del año siguiente empezando con una larga serie de cálculos numéricos, pero sin indicar el procedimiento seguido, a propósito de la construcción de unas tablas de logaritmos, diciendo que le avergüenza, me pudet, haber tenido que recurrir a ellos y afirma estar en posesión de un método general para el problema de las tangentes, que expresa por el siguiente anagrama: 6a2cdae13e2f7i319n4oq2r4s8t12vx en el que se ha querido ver nada menos que el Cálculo diferencial, pero que lo único que denota es la mala fe de Newton de no descubrir su método, y sólo mucho después, en 1687, dio la traducción del jeroglífico: Data aequatione quotcunque fluentes quantitates involvente, fluxiones invenire, et vice versa, frase que, en efecto, contiene seis a, dos c una d, etc., y que quiere decir: Dada una ecuación en la que se encuentran mezcladas diversas fluentes, hallar las fluxiones de estas variables.

    Ahora bien, como Leibniz no conocía el método de Newton, imposible, además, de comprender ni aun con la traducción del anagrama, antes de publicar su Nova Methodus en las Acta Eruditorum, 1684, no se comprende la acusación de plagiario de que fue víctima.

    (CONTINÚA EN LA SIGUIENTE PÁGINA)

  • HOMOTECIA Nº 11–Año 7 Lunes, 2 de Noviembre de 2009

    10

    (VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR)

    Pero hay más. Newton alude después a otro método, comunicado ya a la Royal Society, que le permitía determinar la curva que pasa por un número cualquiera de puntos.

    "Euclides, dice, enseña a construir la circunferencia que pasa por tres puntos dados; también se sabe formar la cónica definida por cinco puntos y de igual manera se puede hacer pasar una curva de tercer orden por siete puntos, y yo podría dar la descripción de todas las curvas que están determinadas por siete puntos, lo que se hace geométricamente sin necesidad de ningún cálculo; pero el problema de que se trata es de otro género, y aunque la cosa parezca imposible a primera vista, es, sin embargo, hacedera y una de las más bellas que he deseado conocer".

    La astucia de Newton se esconde tras la oscuridad del lenguaje. Sin duda alguna alude a la sustitución de una parábola por una curva cualquiera; pero no se explica tan fácilmente por qué necesitándose nueve puntos para determinar una curva de tercer orden, sólo habla de siete. Aplica después su método al desarrollo en serie de las raíces de una ecuación con dos incógnitas e, igualando una función a su desarrollo, la considera como una ecuación entre la variable independiente como incógnita y la función, y la resuelve en sentido inverso.

    Y por si era poco con el anagrama antes citado, agrega estas palabras sibilinas: "Para que no parezca que he anunciado más cosas de las que puedo hacer, tengo la solución del problema inverso de las tangentes y de otros más difíciles aún, para cuya solución he utilizado dos métodos: uno particular y otro general, creyendo oportuno consignarlos ahora por medio de letras transpuestas, ne propter alios idem obtinentes, institutum in aliquibus mutare cogerer." He aquí el segundo anagrama más complicado aún que el primero: 5a2dae10e2fh12i413m10n6o2qr7i11t10v3x: 11ab3c2d10eaeg1oi214m7n6o3p3q6r5f1177uvx, 3acae4egh6i414m5n80q4r3s6t4v, 2a2dae5e3i2m2n20p3r5s2t2u, cuya traducción, dada por Wallis, a quien la había comunicado Newton, es la siguiente: Una methodus consistit in extractione fluentis quantitatis ex aequatione simul involvente fluxionem ejus: altera tantum in assumptione serie¡ pro quantitate qualibet incognita, ex qua caertera commode derivar¡ possunt, et in collatione terminorum homologorum aequationis resultantis, ad eruendos terminos assumtae serie¡, es decir: uno de los métodos consiste en extraer una fluente de la ecuación que la contiene con su fluxión; el otro en expresar la incógnita por una serie de la que se puede sacar fácilmente todo lo demás, y en una disposición de los términos de la ecuación que facilite el cálculo de los términos de esta serie.

    De los trozos epistolares transcritos, y cuyo interés histórico es evidente, se deduce, prescindiendo de ciertas jactancias mal disimuladas, que en 1676 Newton había descubierto el cálculo de fluxiones y, por consiguiente, que los disfrazó en sus Principia; pero es dudoso que supiera integrar las ecuaciones que contienen la variable, la fluxión y la función de ésta; y por lo que se refiere al método en sí, no le comunicó absolutamente nada a Leibniz, pues no se pueden considerar como datos serios los dos anagramas. La respuesta de Leibniz no se hizo esperar, y, con fecha 21 de junio de 1677, contestó sin ambages, francamente, dando cuenta de su método. Newton no respondió a esta carta ni a otra fechada en julio del mismo año en la que Leibniz le pedía ciertas aclaraciones acerca de su método y así, cuando en 1687 aparecieron los Principia, Newton no había comunicado absolutamente nada a Leibniz, mientras que éste le había explicado las bases del Cálculo

    Diferencial, muy superiores, lo mismo por la forma que por el fondo, a las ideas sobre los momentos contenidas en la obra newtoniana. Pero al redactarla, su autor debió de experimentar un mínimo de honestidad científica puesto que en ella, lib. II, prop. VII, escolio del lema II, se encuentra el siguiente pasaje: "In litteris, quae mihi cum Geometra peritisimo, G. - G. Leibnitio, annis abhinc decem intercedebant, cum significarem, me compotem esse methodi determinandi maximas et minimas, ducendi tangentes,et similia peragendi, quae in terminis surdis aeque ac rationalibus procederet, et litteris transpositis, hanc sententiam involventibus (data aequatione, quotcumque fluentes quantitatesinvolvente, fluxiones invenire et viceversa) eamden celarem; rescripsit Vir Clarissimus, se quoque in ejusmodi methodum íncidisse: methodum suam communicavit, a mea vix abludentem, praeterquam in verborum formulis”.

    Se ve, pues, que Newton reconoce que Leibniz le dio cuenta de su método, si bien agrega desdeñosamente que sólo difiere del suyo en la manera de expresar y representar las cantidades, mientras que él había ocultado el de las fluxiones tras un anagrama del que con razón dijeron Biot y Lefort que "hubiera sido necesaria la fabulosa habilidad de Edipo para descubrir el método de las fluxiones bajo tal envoltura". Leibniz continuó desarrollando y perfeccionando su cálculo sin que nadie le disputase la paternidad hasta 1695, en que empezaron a salir a la superficie las maniobras de Newton.

    En efecto, en el prefacio del primer tomo de las obras de Wallis, impreso en abril de dicho año, se leen estas palabras: "El segundo volumen contiene, entre otras cosas, el método de las fluxiones de Newton, análogo al Cálculo Diferencial de Leibniz, aunque sea distinto su lenguaje. Lo doy en los capítulos XCI a XCV de mi Algebra, con arreglo a las cartas dirigidas por Newton a Oldenbourg el 13 de junio y 24 de octubre de 1676 para ser comunicadas a Leibniz. Apenas cambio algunas palabras de estas cartas, iisdem fere verbis, saltem leviter mutatis, en las que Newton expone su método que poseía diez años antes por lo menos. Hago esta advertencia para

    que no se pueda argumentar por qué no he dicho nada del Cálculo Diferencial."

    Es indudable que estas palabras fueron inspiradas por Newton, rodeado ya de gloria y de riquezas en 1695, año en que un antiguo discípulo suyo, Carlos Montagne, lord Halifax, le hacía inspector de la Casa de la Moneda y la Academia de Ciencias de París la nombraba socio correspondiente.

    Miembro de la Royal Society desde 1672; representante de la Universidad en el Par-Lamento desde 1688, y con una justa y merecida reputación de genio que ello es compatible con una moral tortuosa al servicio de la vanidad, Newton no fue ajeno a la redacción del prefacio de Wallis, como lo demuestra la carta que éste dirigió a aquél el 10 de abril de 1695 en la que dice: "Desearía imprimir sus dos cartas de junio y de octubre de 1676. Sus amigos de Holanda me comunican que algo de ello debía darse al público porque su doctrina de las fluxiones es muy aplaudida en aquella nación, con el nombre de Cálculo Diferencial de Leibniz. He recibido esta noticia cuando ya estaban impresos todos los pliegos de mi libro, excepto una parte del prefacio, así es que lo único que puedo hacer es intercalar la cosa, no sólo por su reputación, sino porque no deben quedar en su gabinete de estudio piezas de tanto valor, a fin de evitar que otros se atribuyan su fama".

    ¿Quién, sino el propio Newton, pudo facilitar a Wallis la copia de las famosas cartas y quién sino él mismo le autorizó a reproducirlas y a cambiar apenas algunas palabras? Maliciosamente se envió a Leibniz un resumen del prefacio de Wallis para que no pudiera alegar ignorancia, pero no una copia de la carta del 10 de abril que el matemático alemán no conoció hasta que la vio publicada en el Commercium epistolicum.

    Al recibir aquel prefacio, las Acta Eruditorum dieron cuenta con estas frases: "El propio Newton, tan notable por su candor como por sus insignes méritos como matemático, ha reconocido públicamente, lo mismo que en sus relaciones privadas, que cuando Leibniz se carteaba con él por medio de Oldenbourg, es decir, hace veinte años o más, poseía la teoría de su Cálculo Diferencial, la de las series infinitas y los métodos generales para una y otra, que Wallis ha silenciado en el prefacio de sus obras, porque, sin duda, no estaba suficientemente enterado, quoniam de eo fortasse non satis ipsi constabat, y en cuanto a la consideración leibniziana de las diferencias, punto al que alude Wallis diciendo que lo hace para que no se pueda argumentar no haber dicho una palabra del Cálculo Diferencial, suscitó meditaciones que de otro modo no se producían tan fácilmente: meditaciones aperuit quae aliunde non aeque nascebantur."

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    El redactor de esta nota era, por lo menos, tan candoroso como ingenuamente creía que lo era Newton; y en cuanto a las meditaciones que inspiraban la teoría leibniziana de las diferencias, es claro que no nacían tan fácilmente del cálculo de las fluxiones: aliunde; pero bien se advierte que Leibniz estaba muy lejos de sospechar la tormenta que se cernía sobre él.

    El encargado de desencadenarla fue Nicolás Fatio de Duillier, mediano matemático de origen suizo, a quien Leibniz había protegido en sus primeros años y que, establecido en Inglaterra, vivía a la sombra de Newton y a fuerza de arrastrarse consiguió ingresar en la Royal Society.

    Fatio de Duillier publicó, en efecto, un opúsculo: Lineao brevissimi descenmo investigatio geometrica duplez; cui addita est investigatio geometrica solidi rotundi, in ouod minima fiat ressistentia, Londres, 1699, en el que intentó difamar a su antiguo protector, como para dar la razón a los que creen que el más precioso derecho humano es el derecho a la ingratitud.

    La primera de las cuestiones enunciadas en el folleto de Fatio de Duillier estaba resuelta antes de 1699 y las Acta Eruditorum habían dado cuenta de ella; y respecto de la segunda, parece que fue el propio Newton quien facilitó su solución a Fatio, a fin de darle un título que pudiera servirle para lanzar la acusación, concebida en estas palabras: "Es posible que el ilustrísimo Leibniz se pregunte cómo he conocido el cálculo que utilizo. He encontrado en mí mismo las bases y la mayor parte de las reglas en 1687, hacia el mes de abril y los siguientes, perfeccionándome en los años sucesivos, tiempo en que creía ser el único en servirme de este género de cálculo que no me sería menos conocido si Leibniz no hubiese nacido aún. Que se glorifique con otros discípulos porque conmigo no puede hacerlo, lo cual será bastante probado si se dan al público las cartas que hace tiempo cruzamos el ilustre Huygens y yo. Sin embargo, obligado por la evidencia de las cosas, he reconocido que Newton es, desde hace varios años, el primer inventor de este cálculo, y por lo que toca a las modificaciones aportadas por Leibniz, segundo inventor, me remito al juicio de quienes han visto las cartas y manuscritos de Newton, mejor que al mío. Pero ni el silencio del modesto Newton ni el activo celo de Leibniz, que se atribuye la invención de este cálculo en varios escritos, se impondrán a quienes han examinado cuidadosamente los documentos estudiados por mí".

    A estas innobles palabras, Fatio agrega varios comentarios reveladores de un espíritu ruin, obsesionado en sus últimos años por la teomegalomanía que le llevó hasta la extravagancia de anunciar que iba a resucitar un muerto en la iglesia de San Pablo, lo que le valió ser llevado a la picota, y murió envuelto en el ridículo en el condado de Worcester el año 1753. Pero la calumnia estaba lanzada, y Newton, entre bastidores, esperaba la respuesta de Leibniz. Éste contestó a Fatio en las Acta Eruditorum de mayo de 1700. Su alegato es un modelo de honestidad científica y de nobleza personal. Sin sospechar que el difamador estaba de acuerdo con Newton, cree, apoyándose en palabras del propio Fatio, que el móvil de la acción había sido su vanidad herida por no haberle citado entre los investigadores de la braquistócrona. "¿Cómo iba a ser citado, dice Leibniz, si él mismo dice que jamás se dignó publicar sus soluciones de los problemas sobre la catenaria y otras curvas? ¿No es perdonable nuestra ignorancia de sus progresos?".

    Y luego de alguna pequeña ironía a propósito de sus discípulos, escribe: "Dice Duillier que desde el año 1687 había encontrado las bases y la mayor parte de las reglas cálculo que llamamos diferencial. Creamos que es así, pero sólo en parte porque me parece que, incluso ahora, no conoce muy bien todos los fundamentos de este cálculo y, aunque no se dé cuenta de ello, quizás radique en esto su animadversión contra mí. Como dice el poeta: 'No te amo, pero no puedo decir por qué'; y así no es extraño que odie lo que llama mi celo, porque, al publicar los elementos de mi cálculo tres años antes de encontrarlo él, he tomado inocentemente posesión de la gloria a que cree tener derecho. Duillier piensa como el antiguo escritor: 'Mueran quienes han hecho nuestros descubrimientos antes que nosotros'. No le atribuyo malicia alguna; pero es tal la debilidad de la naturaleza humana que no me asombraría que un joven inclinado a las grandes cosas y ávido de gloria, no hubiese cedido a estos motivos. Pocos son los que tienen la virtud necesaria para amar la del prójimo cuando les perjudica; sobre todo cuando se figuran, como él cree de mí, que el prójimo ha alcanzado la gloria por caminos tortuosos; pero cuando yo publiqué algunos fragmentos en 1684 no aspiraba ni a la gloria ni a la envidia, y lo hice sólo por complacer a mis amigos, los editores de las Actas de Leipzig, que me los pidieron. Las circunstancias, más que mis propios esfuerzos, han dado nombradía a mis trabajos".

    A continuación de estas palabras sigue un párrafo que demuestra lo lejos que estaba Leibniz de sospechar la maniobra tramada por Newton. Dice así: "Hasta ahora Duillier ha tomado en sus manos la causa y, a lo que parece, la del público también; pero luego se erige en defensor del eminente geómetra Isaac Newton y de otros. Me perdonará que no le conteste mientras no exhiba los poderes que le han otorgado aquellos de quienes se hace mandatario, especialmente de Newton, con quien jamás he tenido el menor rozamiento. Este hombre ilustre, siempre que ha hablado de mí con mis amigos, parece que me ha hecho buenas ausencias y, que yo sepa, no me ha reprochado nada. Se ha portado conmigo de tal modo que sería injusto si me quejase. También es verdad que, por mi parte, he aprovechado todas las ocasiones para proclamar su inmenso mérito, y él lo sabe mejor que nadie. Además, ha dicho públicamente en sus Principios que los descubrimientos geométricos que nos son comunes eran debidos a nuestras meditaciones separadas, sin ningún auxilio mutuo, y que yo le había dado cuenta de ellas diez años antes.

    Cuando publiqué los elementos de mi cálculo en 1648 sólo sabía de sus investigaciones sobre esta materia lo que él me había escrito: que se podían encontrar las tangentes sin hacer desaparecer los radicales; pero cuando vi su libro de los Principios comprendí que había ido más lejos. Sin embargo, no supe que su método difería del mío hasta que aparecieron los dos primeros volúmenes de las obras de Wallis. Ahora bien, aunque sea injusto, después de tantos servicios prestados, pedir a Newton nuevas investigaciones, no puedo menos de rogar públicamente a tan meritorio geómetra, en nombre de la utilidad general, que no tenga más tiempo ocultas sus meditaciones, las cuales pueden esclarecer no sólo las ciencias matemáticas, sino todos los arcanos de la Naturaleza. Si no le mueve la gloria de las grandes hazañas, comprenda, al menos, que nada hay tan digno de un espíritu elevado como merecer la gratitud del género humano".

    Esta nota de Leibniz no obtuvo respuesta, y todo pareció indicar que la calma se había restablecido; pero apenas duró cuatro años. En 1704 publicó Newton su Tratado de la cuadratura de las curvas del que dieron cuenta las Acta Eruditorum en enero de 1705 con estas palabras: "Los elementos de este cálculo han sido tratados en estas Actas por el inventor Godofredo Guillermo Leibniz, y sus diversos pasos han sido detallados tanto por el propio Leibniz como por los hermanos Bernoulli y el marqués de L'Hôpital, cuya muerte prematura debe afligir profundamente a todos los que se interesan por el progreso de las ciencias elevadas. En vez de las diferencias de Leibniz, Newton consideraba y ha considerado siempre las fluxiones, que son los incrementos de las variables engendrados en las partes iguales y tan pequeñas como se quiera del tiempo, y que ha utilizado elegantemente tanto en sus Principios matemáticos de la Naturaleza como en sus obras editadas después, y así Honorato Fabri, en sus Sinopsis geométrica, ha sustituido la consideración de los movimientos progresivos por el método de Cavalieri". En esta nota, perfectamente inofensiva, Newton y sus amigos quisieron ver la negación de los derechos de invención del cálculo de las fluxiones. La soberbia les cegó hasta el punto de no comprender que lo que interpretaron, o quisieron interpretar, como un reproche, sólo era una apreciación desde un punto de vista exclusivamente doctrinal. Lo que decían las Acta Eruditorum y ello era lo cierto, es que Newton había introducido la noción de movimiento en su concepto de fluxión, como Fabri en los indivisibles de Cavalieri; pero nada más. Sin embargo la lucha estaba encentada y había que seguirla hasta el final. Newton era ya presidente perpetuo de la Royal Society y lord, y había ascendido de inspector a director de la Casa de la Moneda, cargos cuyo prestigio científico, político y social le permitieron mover en la sombra los hilos de la trama.

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    Como Fatio años antes, otro adocenado miembro de la Royal Society, Juan Keill, profesor de Astronomía de Oxford, asumió el triste papel de acusador, publicando en las Philosophical Transactione de Londres un comentario sobre las leyes de las fuerzas centrípetas en el que afirmaba que Newton fue el primer inventor del cálculo de fluxiones y que lo único que había hecho Leibniz era cambiarle el nombre y la notación. Ante tan inusitado y violento ataque, Leibniz escribió a Hans Sloane, secretario de la Royal Society, pidiendo una rectificación a Keill; pero éste no sólo no rectificó, sino que acumuló nuevas infamias contra aquél. Newton, en tanto, continuaba trabajando en la sombra y, al amparo de su situación social, hizo que el pleito desbordara los límites del mundo científico y trascendiese al gran público, aprovechando la ocasión de estar los tories en el poder. Derrotado el partido whig, tolerante en materia religiosa, y en plena euforia el tory, afecto al anglicanismo y a las tradiciones de la Inglaterra rural y conservadora que, con la unión definitiva de Escocia, 1707, acababa de construir la Gran Bretaña, Newton, que era fanático tory, procuró que la atmósfera se adensase en torno a Leibniz no sólo en Inglaterra sino en Alemania donde no era bien vista la actuación de la reina Ana I, que poco antes, 1702, había sucedido a su cuñado Guillermo III, muerto sin sucesión.

    La polémica científica empezó a degenerar en debate político, sacando a relucir el testamento de Carlos II de España y la subida al trono de Felipe V, primer Borbón que pisó las calles de Madrid, y los celos implacables que en lo referente a intereses mercantiles tenían mutuamente Inglaterra, España y Holanda, que rivalizaban en la explotación de las riquezas de América.

    Naturalmente que nada de esto tenía que ver con el Cálculo Infinitesimal; pero como Guillermo III había visto el peligro que suponía para Europa el monstruoso crecimiento del poder borbónico por obra de Luis XIV de Francia, que ya sexagenario seguía teniendo la misma insolencia que de joven, consiguió arrastrar a Inglaterra a una política antifrancesa y pensó asegurar la sucesión para que al morir él, último miembro de los Estuardos, los destinos de Inglaterra fueran regidos por un protestante que contrarrestara la influencia católica de la combinación fraguada por Luis XIV; y cuando el 7 de septiembre se firma en El Haya la llamada Gran Alianza, Europa quedó dividida en dos secciones: la germánica y la romana la primera de las cuales representaba y defendía la independencia y la libertad, y la segunda todo lo contrario.

    Y por si era poco todo este barullo político, el matemático inglés enredó a Leibniz en otra discusión de tipo religioso, mejor dicho, se las arregló de manera que sus partidarios atacasen a Leibniz en el terreno de la Teología. Newton intentaba demostrar la existencia de Dios diciendo que la admirable ordenación, elegantissima compages, de nuestro sistema planetario no podía explicarse por leyes mecánicas ni desarrollarse de una manera natural, y que sólo una fuerza sobrenatural tenía que impedir que los astros se precipitaran sobre el Sol; pero reconoce que la máquina universal no era perfecta, por lo cual Leibniz decía que el sistema newtoniano del mundo era como un péndulo que necesitaba de vez en cuando que lo corrigiera el relojero. "El catecismo anuncia a Dios a los niños y Newton lo demuestra a los sabios", dijo Voltaire, finalista como el autor de los Principia, que en sus últimos años se dedicó a comentar ridículamente el Apocalipsis, con gran regocijo de Halley, que gustaba embromarse y no se recataba para pronunciar frases cáusticas sobre temas religiosos cuando hablaba de la poco conocida faceta de

    Newton corno exégeta de textos bíblicos. Leibniz, en cambio, buscando la concordancia entre la Teología y la Filosofía, que había de exponer años más tarde en su Teodicea, y creyendo que el mundo real es el mejor de los mundos posibles, era indiferente para todas las confesiones, y como no practicaba ninguna religión positiva ni iba al templo, sus conciudadanos traducían su apellido, en el bajo alemán, por Lovenix, que quiere decir: el que no cree en nada: Glaube-nichis. Esta diferencia de opiniones en puntos que nada tenían que ver con la Matemática, favoreció a Newton para que el gran público se interesara en la cuestión de los discutidos derechos de prioridad del Cálculo.

    Y así, cuando Leibniz cometió la ingenuidad de entregar el pleito a la Royal Society, ésta, no se olvide que Newton era ya su presidente vitalicio, nombró una comisión dictaminadora, 16 de marzo de 1712, compuesta por Arbuthnot, Hill, Halley, Jones, Machin y Burnes, todos ingleses, ampliada con los nombres de Roberts, también inglés, el 20 de marzo; Bonet, ministro de Prusia, el 27, y, finalmente, el 17 de abril, Moivre, francés, refugiado en Londres a consecuencia de la revocación del edicto de Nantes, y Astan y Brook Taylor, ingleses, comisión en la que sólo figuran dos extranjeros, y todos ellos, excepto Halley, Taylor y Moivre, no tenían más título científico que el ser amigos de Newton, y de los tres exceptuados, Halley era astrónomo y Moivre geómetra.

    Todo lo que se le ocurrió a esta comisión fue publicar viejas cartas y papeles con el título de Commercium epistolicum de varia Re mathematica inter celeberrimos praesentis saeculi mathematicos, Isaacum Newtonium, Is. Barrow, Jacob, Gregoriom, Leibnizium, etc, Londres, 1712, publicación que Leibniz conoció por Juan Bernoulli, puesto que a él no le enviaron ningún ejemplar, y en un pasaje de la Correspondencia de Leibniz se leen estas palabras: "La Royal Society de Londres encargó a ciertas personas que examinaran viejos papeles sin darme cuenta de su determinación y sin saber si yo recusaría algunos de los comisionados por parciales. So pretexto del informe de esta Comisión se publicó contra mí un libro titulado Comercio epistolar en el que se insertaron viejos papeles y antiguas cartas, muchas de ellas mutiladas, y se omitieron las que podían ser de cargo para Newton; y lo que es peor aún, se agregaron observaciones llenas de maliciosas falsedades para torcer el sentido de lo que era recto".

    En el informe de la comisión, retocado por Newton de su puño y letra, se leen estas sarcásticas frases: "Leibniz no parece haber tenido conocimiento del Cálculo hasta el mes de junio de 1677, o sea: un año después de la comunicación de una carta en la que el método de las fluxiones estaba suficientemente claro para toda persona inteligente." La última frase de este innoble párrafo es la burla más sangrienta que puede concebirse, pues nadie más que un obseso por la envidia puede tener la audacia de decir que el anagrama newtoniano era una clara explicación del método de Newton; y en otro párrafo se afirma que el método diferencial era idéntico al de las fluxiones "casi con los mismos términos y signos", lo cual es absolutamente falso, y, por tanto, que "hay que considerar a Newton como el primer inventor de este método, de modo que al proclamarlo así, Keill no ha injuriado a Leibniz". Con su ejemplar del Commercium, Bernoulli remitió a Leibniz desde Basilea el 7 de junio de 1713 su opinión sobre tal libro, que Leibniz se encargó de publicar en forma de carta dirigida a la condesa de Kilmansegge, de la que hizo él mismo un extracto en francés para su mayor difusión, y cuya traducción es la siguiente: "Parece que Newton ha progresado mucho en la doctrina de las series, por medio de la extracción de raíces que ha sido el primero en emplear, y parece también que puso todo su estudio al principio, sin haber pensado en su cálculo de las fluxiones, o de las fluentes o en la reducción de este cálculo a operaciones analíticas generales en forma de algoritmo o de reglas aritméticas o geométricas. Mi conjetura se apoya en un indicio bastante sólido porque en ninguna de las cartas del Comercio epistolar se encuentra la menor huella de letras como x e y y con uno, dos o tres puntos encima, que emplea ahora en vez de dx, ddx, dy, ddy, etc. Incluso en los Principios matemáticos de la Naturaleza, en donde tuvo tantas ocasiones de emplear su cálculo de fluxiones, no dice una palabra de él ni se encuentra tampoco la menor huella; todo se hace por medio de las líneas de las figuras, sin ningún análisis determinado, sino de un modo que ha sido empleado no sólo por él, sino también por Huygens, y, en cierta forma, por Torricelli, Roberval, Cavalieri y otros. Las letras punteadas no han aparecido hasta el tercer volumen de las obras de Wallis, varios años después de ser del dominio público el cálculo de las diferencias.

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    Otro indicio de que el método de las fluxiones no ha nacido antes que el de las diferencias es que el verdadero modo de considerar las fluxiones, es decir: de diferenciar las diferencias, no era conocido de Newton, como demuestran sus mismos Principia, en donde no sólo el incremento constante de la magnitud x, que ahora representa por un punto, está simbolizado por un cero, sino que se da una regla falsa para determinar los grados ulteriores de las diferencias; de donde resulta que el verdadero método de diferenciar las diferencias le era desconocido cuándo ya lo empleaban otros muchos".

    Es fácil suponer el efecto que produjo a Newton la publicación de esta carta. Su olímpica soberbia se revolvió contra el reproche de haber tomado los coeficientes sucesivos de los términos de una serie ordenada según las potencias crecientes de la variable, por las derivadas sucesivas de la función representada por esta serie, y presionó más aún a los miembros de la sociedad que presidía y a sus colegas alemanes, sirviéndose para ello de la política en el sentido peyorativo de esta palabra.

    Acababa de morir la reina Ana, y como no había dejado sucesión, la Casa de Hannover aspiraba al trono inglés. Leibniz, que tenía actividades políticas internacionales, apoyaba al candidato alemán cuyas ideas liberales eran bien vistas por el partido whig, en contra del tory al que pertenecía Newton, y así cuando en 1714 un acta del Parlamento inglés da fin a la dinastía de los Estuardos y eleva al trono a Jorge I de Hannover, que nombra primer ministro a Stanhope, jefe de los whigs, Newton y los suyos se encontraron un poco desorientados desde el punto de vista político; pero el mal estaba hecho y el gran público interesado en la polémica científica. Los que en Alemania trabajaban de acuerdo con los conservadores ingleses por la restauración de los Estuardos, llevaron su intriga hasta el punto de que, aprovechando una ausencia de Leibniz, le despojaron de la dirección de la Academia de Ciencias, que él había fundado.

    Y la lucha continuó cada vez más enconada, presentando nuevos aspectos. En el informe de la Royal Society se había dicho que "de los documentos examinados parece deducirse que Collins comunicaba con demasiada libertad a gentes hábiles los escritos de que era depositario".

    Leibniz había conocido a Juan Collins la segunda vez que estuvo en Inglaterra en 1676 y éste le enseñó una parte de su correspondencia con Gregory y Newton, en la que éste confesaba su ignorancia de ciertas cuestiones y, entre otras cosas, decía que "de las dimensiones curvilíneas célebres sólo había encontrado la de la cicloide", según escribió Leibniz al abate Conti en 1715.

    La irritación de Newton se desbordó, y en carta dirigida también al mismo abate el 26 de febrero de 1716 dice: "Leibniz cita un párrafo de una de mis cartas en el que confieso mi ignorancia y no me avergüenzo de tal confesión; pero, puesto que Collins se lo ha dado a leer cuando estuvo por segunda vez en Londres, es decir, en el mes de octubre de 1676, es claro que tuvo que ver la carta que contenía tal pasaje, fechada el 24 de aquel mes y año, y en la cual, así como en otros escritos anteriores, hay una descripción de mi método de las fluxiones. En esta misma carta, yo había explicado también dos métodos generales para las series, sobre uno de los cuales tiene Leibniz ciertas pretensiones."

    Como agudamente dice Marie, "es cierto que si Leibniz vio el pasaje, también vio la carta, es decir: el papel de la carta; pero ver y leer son dos cosas distintas. Se puede muy bien leer el párrafo de una carta referente a un asunto sobre el cual ha recaído la conversación, sin leer la carta entera; y si Newton hubiera siempre razonado así, no habría sido tan gran geómetra”.

    Es absurdo suponer que Collins leyera a Leibniz toda la carta, que tiene precisamente la misma fecha: 24 de octubre de 1676, que la dirigida a Oldenbourg en la que le comunica su método bajo la luminosa forma de dos anagramas, por la sencilla razón de que Newton, “insidioso, ambicioso y excesivamente ávido de alabanzas", según el rebato moral que de él hizo Flamsteed, que lo trató mucho, y "el carácter más desconfiado que he conocido", en opinión de G. Whiston, su sucesor en Cambridge, no dejaría de recomendar el silencio a Collins quien, por otra parte, no se concibe que, no habiendo podido recibir tal carta antes del 25 de octubre y estando Leibniz en Londres durante este mes, se apresurara a aprovechar los seis días que hay entre el 25 y el 31 para traicionar a su amigo, revelando un secreto que éste no dio a conocer hasta 1695, es decir, veinte años después.

    Cabe aún la posibilidad de que la carta de los anagramas llevase la fecha de 24 de octubre por equivocación. Dutens dice en efecto, pro octob. 24 scriptum sit augusti 24; id est mendum est, et emendandum. "No conozco las pruebas de ello, comenta Marie, ni Dutens las da, limitándose a hacer esta observación como editor al margen de toda discusión, lo que obliga a no desconfiar.

    Ahora bien, si la tontería de Collins es muy improbable en la primera hipótesis, se, hace imposible en la otra, puesto que si Newton dirigió sus anagramas a Leibniz el 24 de agosto, probablemente a Hannover, y sabía que había llegado a Londres en octubre debió, naturalmente, escribir a Collins el 24, si llegaba a tiempo, como debía ser porque Newton era hombre ordenado, recomendándole de nuevo que no hablase con Leibniz de la carta del 24 de agosto, y de la cual Collins había recibido ya comunicación, a los efectos sus derechos de autor."

    Pero hay más. Un año después de la conversación con Collins, envía Leibniz a Newton un tratado casi completo de Cálculo Diferencial y Newton, a pesar de conocer la entrevista de aquéllos, ni se extraña ni pide explicaciones a Collins, lo que demuestra que éste no le traicionó, y prueba de ello es que siguió siendo, su confidente, y por si todo esto no fuera bastante, en 1687, es decir, diez años después, publica en sus Principia las líneas que ya se han transferido sobre el cálculo, leibniziano de las diferencias.

    Para terminar, nos limitaremos a agregar que Newton, cegado por el orgullo y no sabiendo ya qué hacer para desacreditar a Leibniz, lo único que consiguió fue desacreditarse a sí mismo al decir que el Cálculo Diferencial era idéntico al método de las tangentes de su maestro Barrow, puesto que si esto fuese cierto, como él había sostenido que el descubrimiento de Leibniz sólo difería del suyo en las palabras y en la notación, resultaría que el primer descubridor del Cálculo no era Newton, sino Barrow.

    Leibniz pensó publicar por su cuenta otro Commercium epistolicum, y así se lo comunicó a su amigo Chamberlain, pero se lo impidió la muerte, acaecida el 14 de noviembre de 1716, luctuoso suceso que no cortó el chorro de bilis de Newton.

    En efecto, en 1722, seis años después de morir Leibniz, se hizo una nueva edición del Commercium epistolicum, modificando la de 1712 en todo aquello que pudiera beneficiar a aquél, ¡y no le beneficiaba en nada!, y agregando nuevos documentos que, como dicen Biot y Lefort, "denuncian la mano de Newton y la mano de Keill, llevada por Newton".

    Cuatro años después, éste publicó una nueva edición, la tercera, 1726 de sus Principia, suprimiendo en ella la nota, ya modificada en la segunda, 1713, en que reconocía los derechos de Leibniz, y escribiendo en su lugar estas palabras: "Con respecto al escolio que puse a continuación del lema 29 del libro II de mi obra, y que tanto se ha citado contra mí, debo decir que no lo escribí con objeto de hacer honor a Leibniz, sino para asegurarme la posesión del mismo".

    Por último, Biot y Lefort hicieron en 1856, más de un siglo después de la muerte de los protagonistas de este episodio, una nueva edición del Commercium epistolicum, aportando todos los documentos necesarios para el examen imparcial del asunto, y terminan sus conclusiones con estas sensatas palabras: "Si los comisarios nombrados por la Royal Society hubieran apreciado en su justo valor el poder de abstracción, el auxilio del algoritmo y la fuerza de las ecuaciones diferenciales, habrían visto que no había ni podía haber en ello primero ni segundo inventor y hubiesen declarado que Newton era dueño del método de las fluxiones antes que Leibniz estuviese en posesión del Cálculo Diferencial, y proclamado en voz alta que el descubrimiento de Leibniz era independiente del de Newton y que lo publicó antes que éste”.

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    Discusiones de Postgrado

    EEPPIISSTTEEMMOOLLOOGGÍÍAA DDEE LLAA EEDDUUCCAACCIIÓÓNN MMAATTEEMMÁÁTTIICCAA.. En las ediciones anteriores comenzamos la publicación de los artículos que se originaron de los ensayos pensatorios conclusivos producto de las sesiones de lectura y discusión crítica entre los participantes cursantes de la asignatura conducente “Epistemología de la Educación Matemática”, de la Maestría en Educación Matemática, ofertada por la Dirección de Estudios de Postgrado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo, durante el periodo lectivo 1-2009 (enero-abril).

    Se iniciaron las discusiones con la lectura del libro de Robert Blanché, “La Epistemología”.

    En este libro, el autor nos presenta algunas posiciones muy particulares sobre la epistemología y refuerza las mismas confrontando los aportes de otros autores, a los cuales se les reconoce mundialmente su condición de epistemólogos.

    A continuación presentamos el siguiente de ellos, cuya autora es la participante Dorenis Mota.

    LLAA EEPPIISSTTEEMMOOLLOOGGÍÍAA Por: DORENIS MOTA

    C.I. Nº: 17.072.840

    Epistemología (Del gr. ἐπιστήµη, conocimiento, y –logía, estudio). Según Enciclopedia virtual Encarta 2007 es la “Doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico”. De acuerdo a Blanché (1973) literalmente se conoce como “teoría de las ciencias”.

    De sus orígenes, se puede afirmar que ésta surge como disciplina original debido a la unión de lo científico y lo filosófico, ya que muchos sabios (especialistas en una determinada ciencia) se preguntaban sobre los principios de la ciencia que practicaban en una época en la cual se desarrolla un movimiento llamado “crítica de las ciencias” (1900).

    De esa manera la epistemología tendrá como objeto estudiar a lo que se conoce como ciencia (objeto, principios, estructuras, condiciones de validez, entre otros). Dado que lo que va más allá de la ciencia se conoce como “metaciencia”, la epistemología será pues parte de ésta, con la salvedad que la epistemología todavía conserva un cierto matiz filosófico.

    Según Blanché, se considera muy difícil separar la epistemología de otras disciplinas, y menciona esa relación cercana con ellas, en cuanto a la epistemología y la teoría del conocimiento; considero que en muchos sentidos se habla de la misma cosa, porque el conocimiento que vale la pena estudiar a través de la epistemología es precisamente el conocimiento científico, aunque hoy en día se hable también del “conocimiento cotidiano”; usar un término u otro es indistinto, siempre y cuando se especifique previamente la acepción del mismo para no caer en contradicciones de términos.

    Por su parte, la epistemología y la filosofía de la ciencia, en concordancia con el autor, se unen en sus extremos con un mismo fin: el estudio de la ciencia, en la cual tanto el sabio como el filósofo se plantean los principios de una ciencia cuestionada desde sus fundamentos y donde la epistemología debe tomarse como una parte de la filosofía de la ciencia. Por otro lado, la epistemología y la metodología son ciencias afines, las cuales no pueden desligarse debido a que precisamente muchas veces lo que en la ciencia se pone en juicio son los métodos y procedimientos que la forman y esto a su vez conlleva a una reflexión epistemológica.

    De las aproximaciones de la epistemología, puedo mencionar que del aspecto filosófico y el científico parten dos variantes epistemológicas, a saber la interna y obligada, y la externa y facultativa, inclinándome ciertamente por la primera debido a que surge de la “necesidad” de resolver los problemas que se presenten en una determinada ciencia, y está en manos del sabio más que del filósofo.

    De igual manera tomaría el método del análisis directo en vez del método del análisis genético, en cuanto las maneras de estudiar la epistemología se refiere, debido a que éste se ocupa del análisis de la ciencia contemporánea, es decir, de los problemas que se presentan en la ciencia del aquí y el ahora sin tomar en cuenta la dimensión temporal y donde el sabio generalmente es el que se hace cargo de este tipo de estudio epistemológico. Sin embargo, no hay que dejar de lado la historia ya que en cierto momento nos puede proporcionar datos útiles, como lo plantea Blanché “el presente sólo puede entenderse gracias al pasado” y estos datos del pasado nos facilitan la comprensión de aquellos elementos que contribuyeron con la formación del conocimiento científico. Cabe destacar que no se debe confundir a la epistemología con la historia de las ciencias, ya que esta última es “puramente narrativa” y además contiene un cierto grado filosófico.

    De la epistemología genética, comprendiéndola como aquella variante de la epistemología general coincidiendo solo en un campo parcial con ésta, puede afirmarse que proviene de una “psicología genética” donde también juega un papel fundamental la “lógica” como ciencia formal. Es principal representante de esta epistemología Jean Piaget (fundador del Centro Internacional de Epistemología Genética en 1955, unido a la Facultad de Ciencias de Ginebra). Blanché señala que se debe tomar en cuenta en este “tipo” de epistemología a la historia de las ciencias, asunto que me parece relevante desde el punto de vista de que entre la “psicogénesis” y la “sociogénesis” existe una relación tal que ésta última es una continuación de la primera.

    ¿Qué puedo decir sobre los problemas que le conciernen a la epistemología?; se plantea la división de dos grandes grupos: aquella epistemología que abarca a la ciencia en su totalidad y aquella que sólo toma una determinada ciencia o una sola rama de esa ciencia.

    (CONTINÚA EN LA SIGUIENTE PÁGINA)

  • HOMOTECIA Nº 11–Año 7 Lunes, 2 de Noviembre de 2009

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    (VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR)

    Muchas discusiones han surgido al respecto, ya que algunos plantean que la ciencia no puede generalizarse para ser estudiada como un todo, es decir, no hay un punto donde todas las ciencias converjan para ser llamada de forma singular “CIENCIA”, afirmación que comparto, pero también hay que considerar que muchas ciencias tienen cosas en común y de alguna manera podrían unirse bien sea por categoría, naturaleza, objeto de estudio, denominación, entre otros; para ser objeto de estudio de la epistemología.

    De todo lo anterior surge una inquietud: si la epistemología es una teoría “contralora” de la “ciencia” y es a su vez una ciencia por sí misma; ¿quién se encarga de “supervisar” a la epistemología como “ciencia”? ¿Quién se asegura de que la epistemología realmente realice una “reconstrucción racional” a partir de cierto “contexto de justificación” que a su vez proviene de un “contexto de descubrimiento”?

    La matemática era considerada en un principio; como aquella ciencia abstracta que solo servía de herramienta a otras ciencias y que era totalmente ajena a la realidad. Hoy, en cambio, existen “modelos matemáticos” que imitan la realidad; convirtiéndose la matemática, en la mayoría de los casos, en aquella ciencia en la que se sustentan teóricamente muchas otras.

    En cuanto a la organización de las ciencias, Blanché (1973) presenta la unidad de las ciencias versus su división, de la primera el autor afirma que cada vez se unen más, debido a las relaciones que existen entre ellas, ciencias que a simple vista parecen disyuntas convergen tanto que surge la creación de nuevas ciencias “fusionadas”, pese a la diversidad de objetos de estudio; todas las “ciencias” conservan el “espíritu científico” que las caracteriza y engloba en el singular “Ciencia”.

    Por otra parte, en la división de la ciencia, surge gran confusión, y más que división, Blanché propone una “clasificación”; donde parece que ninguna ciencia es tan individual como para pertenecer a una cierta “categoría específica”. Se mencionan ciencias abstractas y concretas, en la cual una depende de la otra y viceversa haciendo contradictoria estas denominaciones; se plantean ciencias duras y blandas, fuertes y débiles, ciencias del hombre y ciencias reales, ciencias humanas… y a la final, la discusión continúa dependiendo de varios puntos de vistas que refutan estas “clasificaciones”. Cómo se puede entonces, discutir acerca de un “orden”, parece que de manera caprichosa, la evolución de muchas ciencias y su comportamiento impredecible a través del tiempo desafían aquellos sistemas de orden que se han querido establecer, como los de Bacon y D´Alembert (relación de las ciencias a un mismo nivel) y las de Comte (relación jerárquica y generalmente no recíproca); es entonces, tomando