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RIBLIOTECA DEL NINO MEXICANO

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MAUCCI H 0. 1s. M EXICO

BIBLIOTECA DEL NIRO MEXICANOTERCERA SERIE.— DESPrJEs DE LA CONQUI&TA

hitS I$FIIMIIIS DE hit JIMBICION0

La Cruz de la AuroraPJR

HERIBERTO FRIAS

MEXICOMaucci Hermanos.—prjmera del Relox, 1

1900

Propi"dad erelasira de toe sr-nores :11(JttCCj !1ri,,ia,ios.

11113 I}4FJIMI IIS DE 1111 IIMBICIO$o

La Cruz de la Aurora

Voy a deciros La gran infamia de los prime-ros gobernadores que Itegaron a lo que ahoraes Mexico y que después de la conquista deHernán Cones, se convirtiO en la lamosa y ri-

'WI -% . S p pca INueva Espana... Vats a saber corno liego anuestra antes desdichada y hoy próspera y fe-liz patria mexicana, la maldita ambición...

Cot-tés hizo que los conquistadores casados

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trajcsen tie España 6 de Cuba a sus hijas paracasarlas Con otros espanoles, a los cuales em-pezó a repartir por montones, como rebaflosde bestias; corno viles ganados de hombres,los infelices indios... Oh! infamia estupenda,malvada reparrucion de los iieróicos aztecasque no hatnan tenido Ia dicha de haber muertoen los combates contra sus usurpadores ene -migos!

Acltrnás les daha a sus soldados a los quequerla tngrandecer en Mexico grandes par-ciones tie territorlo; inmensas praderas inuyfertiles; ilurrtas ht-rmosisirnas que habian subantiguos vergrlrs de los indios en los alreile-dorrs tie Teizochijt/dn y en toda Ia extensiOndel Va lie (IC Mexico. . j Fué Un repa rUJ a I a-

minal,le de la patria herOica de 4xayacall yde Cuanhiernocin!... Extranos huéspedes y e-nidos al olor de las presas que se encootrabancc ci desdichado T[uahuac, vinieron pointsde Espana a enriquecerse en tin minuto, arre-batando las legitimas pesesiones de los anti-guos moradores, quienes con ci esfuerzo ytrabajo de muchas generaciones de abueloshablan logrado obtener aquelios benditos p-trirnonios.

;Y aün no era eso todo! 1EIlos rni-n:oc, los

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misruos dueflos de aquellas heretlades que re-presentaban hogares y fortunas, tram Ilevadoscoino iniseraijies y viles esciavos ante los re-ciell liegados amos, siempre duros y r.s(Iisimos!

;InfeIiz raza azteca! Ya no habia quien ladefeniliera; ya no existian his antiguos uiagnhoficos atlalides que tanto tiempo aun tiespuesde Ia conquista, delendieron a los suyos dclan-te tie Cortés.

jYa el misino portentosu Cuanhiemoc hablamuerto ignozniniosariiente, colgado de un1)01, aIIá en soli'ar,as regiones, aIIá eu Lárba-ros desiertos, en una noclie de eterna atrentapant su inIcuo verdugo!

jI'odo era iniseria, irrisiOn y al)andono coin-plen) para. la raza 1 antes tie heroes y senores,después tic victilnas y esciavos!

Sus dioses Larbaros; sus sanguinarios 1(10-Io a cuyo frente estairn ci siniestro y IoI)regoHuitr<i/opuchtii; dios de Ia sangre, de la cruel-dad y el encono, bárbaro paladin negro y ro-jo de la guerra de los odios. Sc izabian inarcha-do para siempre, aI)aticios por la maravillosaReligion de Paz y arnor 'It Jeeucristo... Susreyes hahian sido asesinados, cotno ci lrnl)eCiIy cobarde supersticioso Moctezuma qtie fuéapuflaleado par sus carccleros españoles 14

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misma Noche 'l'riste de lamentable recerda-ción, lo mismo que los principes de Texcoeny Xcchimilco, los de Ixbaca/co y Tepey-acacy lo mIsm( qtie el i ty de I lacopan y el gran-de heroico Eniperador tl'e todo el imperio,Cuanhse7noctcin!

jLa flor, flor de energia y poder, Ia for ynata de Ia nobleza iliexicana liabia sido asesi-nada en ci l)aile sa 4 ra(I() tiei teaeal/i, cuandoMotecooma estal)a presO en ci palaciodeAxa-yacail y Cortés rSLa!)a ausente en las costasdel Oriecte, asesiiiada por Pedro de Alvaradoy los suyos, at estar dauzando con tiatlos todoslos rnâs poderosus y bravos '[ecu/it/is mexica-nosL..

Otro haLi;in caido uno tras otro en lossangrientos ro!nl)atrs que se iit)raron en tornode la gran 'Tenoclitiflcin, no q uedantlO por finsino algtinos ctiantos ancianos y pobres muje-res 6 flUbS qtie resistierOn la sed y ci hainbredel salvaje situ) de Nléxico!... Luego?...

1EI asesinato, las vtjaCiOnrS, la inicua es -elavitud, tOd() to tiuc hay de más indigno ybrutal en las crue)dades de Ins venc°dores lu-riosos por la prolongada resistencia de los az-tecas, se reunleron para acabar con ellos, de-rribando por fin a los ültirnos!

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Qué era pues lo que quedaba de lo antesnoble y alta, digna y robusta poblaciOn deTenochtiildn y de sit irnperio?..,

jUn indigno reliaflo; Un monton de seres de-más bajo pueblo; los que no habian sabido mo-rir por la patria, tin ganado servil que insconquistadores españoles no supieron conser-var, ya no por Iásiirna, ni piedad; pero uI si-quirra por propia convenienciaL..

Aquellos reparlimientos COmO les Ilamabanno eran tampoco legititnos, pues desde unprincipio, los buenos Reyes GatOlicos, desdcIa época de los prilneros descuhrimientos deCristObal ColOn esxaban prohihidos... La Corotit de Espafla se habia indignado y pr()testahicontra la yenta y reparto de aquelios hombre.-;queal (in venian a ser st'ibditos tie la Coronal...

Sin embargo, la cruedad y la avariciaCortés y los capitanes, lo mismo 1 ue la d.-los hombres enviados después a gobernar Me-xico, (lesobedecieron las Ordenes y cometieronbárbars.is al)uSos, atropellos feroces, incalifica-bles atrocidades, acabando para siempre conlo itiejor de aquella pobre raza digna de inejorsuerte!

.AyI amiguitos, la plurna se resiste a des-,cribir Las áltirnas escenas de barbarie y sangre

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con que los primeros goliernadores priiicipia-ron la funesta y lObrega tiranha que asoló anuestra patria antes tan desdichada!

;Bastará deciros pie el wismo Hernán Cor-tá pie perrnitió ci inicuo tormento del herói-co Cuanhiemoc y Luego ci que ordenO sin cau-sa, Di aviso, ni juicio alguno, su inuerte, enuna horca vii, en las sombras cómplices denoche de eterna infamia con que asegurar, ahibuenos lectores amigos que ci inisnio Hernársaparece huinanitario, Lenigno , atnoroso ytierno con el indio en comparacion con los dc^was terribles amos que vinieron a ser verdu-gos de la vencida razal..

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En medio de las persecuciones que sufrianJos 1timos aztecas, que vagaban tristIsirnospor entre los desiertos, por entre los montesylas aelvas intrincadas por donde nunca babiau-

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se posado las plantas del hounbre; en ineiiu deaquella noche de Ióbrega desesperaciOn tcrri—ble de tanto sér que hula, prefiriendu las

amarguras y dolores de la vida errante a Laesclavitud indigna con el duro amo espaflol,solo aparece como un astro de luz benéfica,

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como irna estrella pitrisitna de esperanza yamot!

(( j La verdadera Religián Crisiiana, 6 seaLa Caridad>'

S.

La lirvaba Coi tés en su estandarse tie gue-rra que despues de largos combates y trernen-das jornadas de drrrota y exterzninio, de fueg()y sangre cunsiguiO, logrO triunfar ondeaTidopoderoco y rnarciai insolerite y bárl)arO sobre]as ruinas (le Ia citidad dcl antiguo Mexico deZv1oc1uma?...

.-;No!... No! . . • 1-leroAn Cortés no I levabacorno Irma en su estandarte aquellas pala-bras . 1...,lrvaba el bravo Caudillo ci sIfllbhI()del crisi i;4tliSIfl() corno WI sarcasinO! • . La

Cruz!...Mas no rs hi cruz, la h umildad , la dulzu ra,

el amor, ci perdon?No cii esa cruz que Cones hizo pintar tu

su Lan(Iera, inti no ci Señor, victima cit Iaf(lerza, (tel odio, de Ia soldadesca, del popula -Cii() él)ri() que escarneCe Con sarcastnos at hu-m tide?.

Entonces, jverdad que la cruz en tin estan -dane de guerra de conquista, cuando no hayperdOn, ni justicia, y si ambiciones, astucias

I I

mercantiles y judias, s'erdad que entonces esacruz es un doloroso sarcasmo?...

jOb!:., quién pensaba en ci verdadero amorde la justicia, en el arnor del Cruciticado,cuando tOd() era rapacidad, ansias de oro...iob, si ci oroL. el oro a toda costa... iA sangre y fuego!... eso y no la humildad y lit dukepaz.., era to cj ue inspiniba en acj uella épocacuando la irrupcion de la conqtiista de losblancos del Occidente que está a fluestr()Oriente, se precipitó sobre las rants de estantiestra querida y Iecuricla Ainé r I ca , A Ia q tiela Providencia ha designado pant tan grandrs,portentosos y Iclices (lestilloS....

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MAs lie aqtii,coIn() OS il)a diciendo arniguitos,que surge curno una itiz de Consuelo y Reden-ciofl, corno una purisima aurora, de verdatirrocristIanISWO.

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Y también venia Con Ufl candillo a su IreneU! 1Y tawbien aquel caudillo traia su estandar-Ic con SU cruz!

1Ah! mas no era la cruz de la espada, sino'a cruz del Señor... iNo venlan por el oro delos indios, oculto en inisteriosos encierros, Si-no por el alma (IC los indi.s, abrurnada y per-dida en el tremendo error sanguinarlo de susteocallis sembrados con cráneos hurnanos!...

Cuandc todo en to que se llarnó Nueva Es-pafla, era guerra, sa lueo, conquista, viola-don, exterminio, asesinato, barbarie, orgia,desorden y soberijia en un caos rojo y negro,en una borrasca en que las ünicas victilnaseran los indios, aparecieron los Irailesfraticis-canos, suiridos, hondadosos, inteligentes, Conel lanai de su civilizaciOn y et awparo de sqarncr!

***

jMientras Hernán Cortés era recLbido Csjléndidamente en Esptfia, defendiéndose de

I.- Isus envidiUsos enemigos, gozando de un prts -tlgio tic srnnr ante I:i Cone suntuosa del Em -perador, r rciliiendo honcires y extensas posi-

ciones y pueblos, pues bahia lievado cuantio—sas riquezas, curiosidades riquIsiinas, ramsanimates, joyas y prirnores regios, mientras laprimera Audiencia formada por magistradoslI.rnns tie ambición transformaba a Mexico en

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itn banquete colosal en que los blancos devo-raban a Los de los rostros e bronce, vencidospor Dios y Ia fatatidad, y se hundla en su turn-ba de eternidad 's' de gloria el heroismo azteca,tras el castigo de la nación sangtiinaria en sufanatismo de barbara Religion, aparecian losluceros de la esperanza: los franciscanos: FrayBartolorné de las Casas; Sahagün; ci ObispoFuen Lea y otros buenos y santos varones!

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Apenas aparecieron estos benditos adorado-res de la verdad, de la justicia y del anior, Fiinfeliz raza oj)rilnida y esclavizada se \e de-fendida y consolada... jLas tristezas de los in-felices esclavos que perteneclan al cruel enco--mendero, al señor espaflol se dulcilican por . -que La Religion del Cristo, q tie mu riO en laCruz envia a los verdaderos saceidotes... yribs van al pobre Xacal del indio; le cuentan.

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la sagiada leyenda dcl Salvador dc-I Miiut!o yle dicen: 1Ora; espera; ten te, ama y trabaji!...1Reniega de tus crueles idulos sang uisnr iust j tie ban sido la causa de tu inIoi tunjo, liusca

en la religion del amor, el consuelo tie titsdesgracias. Ama a la \' irgen Maria, (pie Cs tO-da pureza y abnegaciOn y que velata sicinprepor ti... No desesperes; se luerte y alto!...

V dijeron a los- feroces emos:

Id

1Detened ci Játigo qne no es de hidalgosespafloles esgrimirlos, pie si Hernân y Lossuyos esgrimieron sus espadas, bien pudo es-tar, mas no en vosotros aprovechar la pres.ainocente, y azotar la came de estos desdicha-dos desnudos, inermes, infelices indios! ([tamed a Dios!... ,Sed buenos!

No pot eso lo eran; mas al fin mucho logra-roil los dignos franciscanos y at fin por prime-ra vez los indios vencidos bendijeron a algu-nos blancos!

Y aón cuantos padecimientos tenlan quesoportar!...1 jHasta cuándo triunfarla la diviaaCruz?...

FIN

Barcelona.—Iinp, de la Casa Editorial Maucel

(S BIBUOTECA DEL NINOMEXICANO®Las Alegrias en Vispera de la MatanzaLa Hij a de XicotencatlLa Barca de la TraiciónEl Subterráneo del OroEl Sueno de TenochtitlanLa Cólera del PuebloLa Maldición contra el DéspotaLa Noche Triste en TenochtitlanEl Llanto do CortésLa Piedra contra el EmperadorEl Sitio de TenoctitlanLa Sirena Blanca y el Triton NegroLa ConspiraciOn del Marques del ValleLa Voz del HeroismoLa Formidable CatástrofeEl Castigo EspantosoEl Ultimo TeocalliEl Temaxcall de NetzahualcoyotlMexico ante la Independencia NacionalLos Crimenes y las Epopeyas do MexicoLos Vireyes do la Nueva EspanaLas Infamias de la AmbiciónLos Crimenes de la AmbiciOnLas Auras de la IndependenciaLa Inf'amia del Rey Tzintzicha