Upload
alan-carroll
View
215
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
hola
Citation preview
Departamento de Lenguaje y Filosofía/HPO 2015
KANT Y LA FILOSOFIA QUE LO PRECEDE
Kant se encuentra con dos corrientes de pensamiento con respecto al conocimiento. Locke y otros ingle-
ses tras él, afirman que la única fuente de conocimiento es la experiencia de los sentidos y mientras más
alejado de ella esté el conocimiento tanto menor valor tendrá. Descartes niega toda validez al conocimien-
to sensorial y reconoce a la razón y sus ideas innatas como el único conocimiento verdadero.
Pero el desacuerdo entre estas dos corrientes filosóficas no se limita a la manera válida de adquirir cono-
cimientos, sino al tipo de conocimientos producidos. La razón, afirmada por Descartes como fuente ex-
clusiva del conocimiento, tiene la ventaja de que sus verdades son universales y necesarias. Sin embargo,
son solamente deductivas y nunca la experiencia va ir acrecentándolas. Los ingleses, especialmente Hu-
me, que es el último de ese grupo de filósofos, al reducir el conocimiento a la experiencia, le quita el
carácter de universal y necesario, pues la experiencias siempre tienen la posibilidad de ser distintas y solo
la costumbre puede hacernos predecir, a modo de probabilidad, su comportamiento futuro. Además que-
dan fuera de esta experiencia conceptos como sustancia, causalidad, esencia…, por lo cual Hume les
niega toda realidad, aunque son ellos los que hacen posible un conocimiento universal.
INTEGRACION DE LOS DOS VISIONES EN UNA NUEVA ESTRUCTURA
Kant reconoce como fuente indispensable del conocimiento a la experiencia de los sentidos. Afirma que
todo conocimiento empieza en ella, pero ella no constituye su única fuente. Es a través de los sentidos-o
sensibilidad-, que captamos muchos estímulos que nos vienen desde el exterior, pero la manera como el
hombre puede percibirlos es apartado desde sí mismo loas formas a priori de espacio y tiempo. El espacio
y el tiempo no son sensaciones que nos vengan desde el exterior, sino que son la condición para que noso-
tros podamos percibir. Estructurando todo el material que nos viene por los sentidos y lo ordenamos en el
espacio y el tiempo.
Esta idea kantiana de no considerar el espacio y el tiempo como realidades externas al hombre, sino como
algo que el hombre pone de su propia estructura para poder conocer, es un cambio radical en la manera de
concebir el conocimiento y Kant dice que constituye una Revolución Copernicana.
Espacio y tiempo, decíamos, son formas a priori, es decir, anteriores a toda experiencia. Se trata de for-
mas, maneras de estructurar; pero son vacías: necesitan un material sobre el cual actuar. Este material
proviene de las sensaciones o intuiciones sensibles. Sería imposible captar este material sin fuera por las
formas que lo ordenan; sería ciego, según la terminología de Kant, pero las formas solas tampoco tendrían
sentido, pues serían vacías.
Para el conocimiento, en consecuencia, es necesario el material de la experiencia, lo dado y lo que el
hombre pone desde sí, lo puesto. O sea el conocimiento se constituye con lo dado por las sensaciones y lo
puesto por el sujeto que conoce (las formas a priori)
El elemento de lo dado es el que corresponde a la experiencia y es la causa de que nuestros conocimientos
vayan creciendo y aumentando, siempre podemos ir incorporando elementos nuevos.
El elemento de lo puesto, que es a priori, es decir, independiente de toda experiencia, es el que incorpora
en el conocimiento lo universal y necesario, imposible si la experiencia fuera su única fuente.
Kant razona que el espacio y e tiempo son propios del hombre. No puede existir ninguna sensación exter-
na que no esté colocada, ordenada en un espacio; el espacio tiene que estar presente en cualquier sensa-
ción del exterior y todas ellas exteriores e interiores están ordenadas dentro de una sucesión o sea dentro
del tiempo. No pueden existir sensaciones sin espacio y tiempo, pero a éstos sí podemos concebirlos va-
cíos, sin sensaciones. Ellos no dependen de las sensaciones pero las sensaciones dependen del espacio y
el tiempo.
NOUMENO Y FENOMENO
Llama Kant noúmeno a la cosa en sí, que me es incognoscible. Nunca puedo llegar a ella tal cual es:
siempre conozco el fenómeno: la cosa en mí, con lo que he puesto de mí. Hasta ahora hemos visto como
lo puesto, las formas de espacio y tiempo. Pero también reconoce otros elementos aportados por el hom-
bre: causalidad, sustancia, identidad, relación.
REFERENCIA: Edward y Velazco (2012). Manual de Filosofía. Editorial Andrés Bello: Santiago de
Chile.