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¿Quién es Karel Kosík? Nació en Praga el 26 de Junio de 1926 y falleció el 21 de febrero de 2003. A lo largo de toda su vida Karel Kosík fue un militante y un revolucionario. Desde esa óptica, creemos, hay que leer su obra filosófica. En su juventud Kosík militó como miembro del Partido Comunista en la resistencia contra el nazismo y la ocupación alemana. Siempre se mantuvo comprometido con sus ideales lo cual lo llevo a vivir persecuciones y a tener que recluirse. Sin embargo, esa imposibilidad de seguir trabajando regularmente y en forma pública no le impidió seguir pensando y escribiendo en la vida privada. A diferencia de quienes siempre se acomodan en forma oportunista con la onda del momento y nadan para donde marcha el agua, el filósofo Kosík seguía pensando contra la corriente. Quizás por ello, siete años después del ’68, el 25 de abril de 1975, la represión estatal le secuestra e incauta más de 1.000 (mil) páginas inéditas de sus manuscritos filosóficos. Ese 25 de abril la policía checa allanó el domicilio del filósofo y durante seis horas estuvo revolviendo sus papeles para finalmente llevárselos. Allí le incautan los borradores de dos obras que iban a prolongar el impulso teórico y el programa de investigación filosófica de Dialéctica de lo concreto: la primera iba a llevar por título De la práctica y la segunda De la verdad. La visión filosófica de Karel Kosík pertenece a aquellas corrientes dialécticas del marxismo que lo conciben no como una metafísica “materialista y científica” sino como una filosofía política militante y activista, una filosofía de la praxis. En Kosík la ontología sí juega un papel, pero en sus escritos siempre se trata de una ontología praxiológica, es decir, centrada en la praxis histórica de la humanidad. Karel Kosik somete a crítica desde el punto de vista filosófico al mismo sentido común que tanto elogian las versiones aggiornadas del populismo (como si el sentido común

Karel KoSik

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una entrevista que me hubiera gustado hacerle, pero interrogo al libro

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El Gran hombre:

Quin es Karel Kosk?

Naci en Praga el 26 de Junio de 1926 y falleci el 21 de febrero de 2003.

A lo largo de toda su vida Karel Kosk fue un militante y un revolucionario. Desde esa ptica, creemos, hay que leer su obra filosfica. En su juventud Kosk milit como miembro del Partido Comunista en la resistencia contra el nazismo y la ocupacin alemana.

Siempre se mantuvo comprometido con sus ideales lo cual lo llevo a vivir persecuciones y a tener que recluirse. Sin embargo, esa imposibilidad de seguir trabajando regularmente y en forma pblica no le impidi seguir pensando y escribiendo en la vida privada. A diferencia de quienes siempre se acomodan en forma oportunista con la onda del momento y nadan para donde marcha el agua, el filsofo Kosk segua pensando contra la corriente.

Quizs por ello, siete aos despus del 68, el 25 de abril de 1975, la represin estatal le secuestra e incauta ms de 1.000 (mil) pginas inditas de sus manuscritos filosficos. Ese 25 de abril la polica checa allan el domicilio del filsofo y durante seis horas estuvo revolviendo sus papeles para finalmente llevrselos. All le incautan los borradores de dos obras que iban a prolongar el impulso terico y el programa de investigacin filosfica de Dialctica de lo concreto: la primera iba a llevar por ttulo De la prctica y la segunda De la verdad.La visin filosfica de Karel Kosk pertenece a aquellas corrientes dialcticas del marxismo que lo conciben no como una metafsica materialista y cientfica sino como una filosofa poltica militante y activista, una filosofa de la praxis.En Kosk la ontologa s juega un papel, pero en sus escritos siempre se trata de una ontologa praxiolgica, es decir, centrada en la praxis histrica de la humanidad.Karel Kosik somete a crtica desde el punto de vista filosfico al mismo sentido comn que tanto elogian las versiones aggiornadas del populismo (como si el sentido comn pudiera ser puro y virgen, y nunca se manchara por la ideologa del poder).La tradicin revolucionaria de pensamiento que se inspira en Kosk rechaza de plano el relativismo que equipara todos los discursos y pone en suspenso al marxismo como gran relato intil o al menos no apropiado para dar cuenta de la opresin femenina, las culturas indgenas, la destruccin del medio ambiente y otras opresiones contemporneas.El individuo y la historia

Karel Kosk crtica las teoras que postulan que los grandes hombres hacen la historia. Dice que desde esta perspectiva la historia y el individuo son dos categoras que no dependen la una de la otra, a las que podemos conocer separadamente para investigar despus en qu medida estn ligadas entre s.

Como la historia slo existe en tanto que continuidad, la teora debe explicarnos si la historia desaparece o si se detiene en los perodos en que no hay grandes individuos y en los cuales reina la mediocridad. Si la actividad de los grandes individuos no se inscribe en una cierta continuidad del proceso y no es cocreadora de esta continuidad, ya no hay historia y en su lugar se instaura un caos hecho de acciones aisladas e incoherentes.

En contraposicin a estas teoras, se plantea que el individuo puede ser grande pero su grandeza puede no provenir de su personalidad, de su espritu o de su carcter, sino reposar sobre el poder; su grandeza est contenida en el poder del que, por un tipo u otro de circunstancias, dispone un individuo particular y gracias al cual se cree que hace la historia.

Este gran individuo tambin posee una cotidianeidad porque adems de ser un hroe es un hombre (ama las flores, juega a las cartas, se ocupa de su familia, etc.) y, desde este punto de vista, no se distingue de los otros, sigue siendo semejante a los dems. Pese a esto, lo humano aparece bajo la forma de detalles biogrficos secundarios en tanto que formando parte nicamente del dominio de la vida privada. La historia, por el contrario, pertenece al dominio de lo serio, de la abnegacin, y, como dice Hegel, los perodos de felicidad no aparecen en ella ms que excepcionalmente.

En esta concepcin se manifiesta netamente una secuela de la teora teolgica que considera la historia como el andamiaje con la ayuda del cual se construye un edificio; el andamiaje, caracterizado por la provisionalidad, es por su naturaleza ontolgica, radicalmente distinto del edificio y, por ello, separable de este ltimo, que tiene el carcter de la perennidad.

Es decir que la Historia tiene como caracterstica la de ser indeterminada, cmo dice Castoriadis, implica la posibilidad de lo nuevo al determinarse algo que no estaba. Las cosas que son hoy no eran antes y quizs no son maana, y otras cosas sern maana que no eran hoy. El tiempo es lo que les permite a las cosas ser, el tiempo es lo que hace que haya algo nuevo al lado de algo viejo. Esta forma de pensar la sociedad es lo que permite entender los cambios novedosos, radicales. Esta perspectiva acerca del tiempo introduce otra manera de pensar la historia, y lo social esta indisolublemente ligado a la idea de historia. La sociedad no existe sin historia.

De esta manera, podra decirse, siguiendo a Kosk, que la cotidianeidad entendida como la organizacin da tras das de la vida individual de los hombres, no puede separarse de la historia. Para l, separada de la Historia se vaca la cotidianeidad, mientras que la Historia separada de la cotidianeidad se convierte en un coloso absurdamente impotente, que irrumpe como una catstrofe sobre la cotidianeidad, sin poder modificarla, es decir, sin poder eliminar su banalidad y darle contenido.

As es como sujeto crea una conciencia acrtica y vive en el mundo determinado, enajenado. Si el hombre desea vivir con autenticidad debe poder ver la realidad ms all de lo que esta representado, eligiendo sus posibilidades.

En consecuencia, considera al sujeto como un ser social por que esta siempre enredado en las mallas de las relaciones sociales, sabe orientarse en el mundo que le es ms prximo, en el mundo de las preocupacin y de la manipulacin. El hombre es ante todo lo que es su mundo.

Proceso de Mistificacin

El resultado de los procesos de mistificacin es que lo cotidiano pasa a ser sinnimo de lo conocido. La actividad y el modo de vivir se transforman en un instintivo (subconsciente e inconsciente) e irreflexivo mecanismo de accin y de vida.

El sujeto en su praxis humana objetiva su cotidianeidad y se impregna de ella. El individuo puede ser absorbido por la objetividad, por el mundo de las manipulaciones y del trabajo, hasta tal punto que su sujeto se pierda en esa misma objetividad, y que esta ltima se presente, por tanto, como sujeto real, aunque este mistificado.

El dicho popular de que el hombre se habita incluso a la horca, significa que el hombre se crea un ritmo de vida incluso en el ambiente menos habitual, menos natural y humano; incluso en campos de concentracin tiene su propia cotidianeidad, como la tiene tambin un condenado a muerte.

La conciencia ingenua considera la cotidianeidad como la atmsfera natural, o como realidad intima y familiar, todo esta al alcance de la mano y los propsitos del individuo son realizables.

Mientras tanto, la Historia se le aparece como la realidad trascendente, que se desarrolla a espaldas suyas y que irrumpe en la vida de cada da como una catstrofe en la que en individuo se ve arrojado de manera igualmente fatal como las bestias son empujadas al matadero.

Por ello es necesario el anlisis de la vida cotidiana. El mismo no se realiza como salto de la cotidianeidad a la autenticidad, sino como destruccin prctica del fetichismo de la cotidianeidad y de la Historia, es decir, como destruccin prctica de la realidad cosificada, tanto en sus aspectos fenomnicos como en su esencia real.

El proceso de automatizacin y mecanizacin de la cotidianeidad de la vida humana es un proceso histrico, y, por tanto, tambin existen lmites que separan, de una parte, la esfera donde es posible y necesaria la automatizacin y, de otra, la esfera, que en el propicio inters del hombre no puede ser automatizada.

Para Kosk, la solucin consiste en la apertura a un nuevo tipo de vida cotidiana que vendr de la mano de la revolucin entendida como praxis desalienante y proceso ininterrumpido y continuado.

Karel Kosk, El individuo y la historia, traducido por Fernando Crespo, publicado en LHomme et la societ N9 9, julio-septiembre 1968, Pars, Editorial Almagesto, Buenos Aires, 1991

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Raquel Bozzolo, Lo imaginario social, el enfoque ontolgico de Cornelius Castoriadis.

Karel Kosk, Dialctica de lo concreto (estudios sobre los problemas del hombre y el mundo), Editorial Grijalbo S. A., Mxico, 1967.

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