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Karl Marx y Federico Engels Obras Escogidas Tomo III. Editorial Progreso INDICE Prólogo a la Crítica del Programa de Gotha de Marx . Engels, enero de 1891. 5 Carta a W. Bracke . Marx, 5 de mayo de 1875. 7 (Crítica del Programa de Gotha). Marx, entre abril y mayo de 1875. 9 Carta a A. Bebel . Engels, 18-28 de marzo de 1875. 28 Carta a C. Kautsky . Engels, 23 de febrero de 1891. 35 Introducción a la Dialéctica de la Naturaleza . Engels, entre 1875 y 1876. 39 Viejo prólogo para el Anti-Dühring. Sobre la Dialéctica . Engels, entre mayo y junio de 1878. 57

Karl Marx y Federico Engels Obras Escogidas · El origen de la familia la propiedad privada y el estado. ... partido se disponía a discutir y adoptar en el Congreso de ... y Engels,

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  • Karl Marx y Federico Engels

    Obras Escogidas Tomo III.

    Editorial Progreso

    INDICE Prlogo a la Crtica del Programa de Gotha de Marx. Engels, enero de 1891.

    5

    Carta a W. Bracke. Marx, 5 de mayo de 1875. 7

    (Crtica del Programa de Gotha). Marx, entre abril y mayo de 1875. 9

    Carta a A. Bebel. Engels, 18-28 de marzo de 1875. 28

    Carta a C. Kautsky. Engels, 23 de febrero de 1891. 35

    Introduccin a la Dialctica de la Naturaleza. Engels, entre 1875 y 1876. 39

    Viejo prlogo para el Anti-Dhring. Sobre la Dialctica. Engels, entre mayo y junio de 1878. 57

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe304.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe305.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe306.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe307.htm
  • El papel del trabajo en la transformacin del mono en hombre. Engels, en 1876.

    66

    Carlos Marx. Engels, junio de 1877. 80

    De la carta circular a A. Bebel, W. Liebknecht, W. Bracke y otros. Marx y Engels, septiembre de 1879.

    91

    Del socialismo utpico al socialismo cientfico. Engels, en 1880. 98

    Proyecto de respuesta a la carta de V. I. Zasulich. Marx, entre febero y marzo de 1881. 161

    Discurso ante la tumba de Marx. Engels, 17 de marzo de 1883. 171

    Marx y la Neue Rheinische Zeitung (1848-1849). Engels, entre febrero y marzo de 1884. 174

    Contribucin a la historia de la Liga de los Comunistas. Engels, octubre de 1885. 184

    El origen de la familia la propiedad privada y el estado. Engels, 1884. 203

    Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana. Engels, 1886. 353

    El papel de la violencia en la historia. Engels, entre 1877 y 1888. 396

    Contribucin a la crtica del proyecto de programa socialdemocrata de 1891. Engels, junio de 1891.

    450

    Prefacio a la segunda edicin alemana de 1892 de La situacin de la clase obrera en Inglaterra. Engels, en 1892.

    462

    La venidera revolucin italiana y el Partido Socialista. Engels, enero de 1894. 478

    El problema campesino en Francia y en Alemania. Engels, noviembre de 1894. 482

    Carta a Piotr Lavrovich Lavrov. Engels, 12-17 de noviembre de 1875. 503

    Carta a Guillermo Bloss. Marx, 10 de noviembre de 1877. 507

    Carta a Carlos Kautsky. Engels, 12 de septiembre de 1882. 507

    Carta a Florence Kelley-Wischnewetzky. Engels, 28 de diciembre de 1886. 508

    Carta a Conrado Schmidt. Engels, 5 de agosto de 1890. 510

    Carta a Otto von Boenigk. Engels, 21 de agosto de 1890. 512

    Carta a Jose Bloch. Engels, 21-[22] de septiembre de 1890. 514

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe308.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe308.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe309.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe310.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe310.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/80dsusc/index.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe312.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe313.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe314.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe315.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/84of/84OF.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/86lfffca/index.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/88pvh/index.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe319.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe319.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe320.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe320.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe321.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe322.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe323.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe324.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe325.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe326.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe327.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe328.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe329.htm
  • Carta a Conrado Schmidt, Engels, 27 de octubre de 1890. 516

    Carta a Francisco Mehring. Engels, 14 de julio de 1893. 522

    Carta a Nikolai Frantsevich Danielson. Engels, 17 de octubre de 1893. 527

    Carta a W. Borgius. Engels, 25 de enero de 1894. 530

    Carta a Werner Sombart. Engels, 11 de marzo de 1895. 532

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe330.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe331.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe332.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe333.htmhttp://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe334.htm
  • F. ENGELS

    CRITICA DEL PROGRAMA DE GOTHA [1] PROLOGO DE F. ENGELS [2] En vida de Engels no se volvi a editar la "Crtica del Programa de Gotha" y su prlogo a dicho trabajo. El texto completo de la obra fue publicado por vez primera en 1932, en la URSS.- 5

    El manuscrito que aqu publicamos la crtica al proyecto de programa y la carta a Bracke que la acompaa fue enviado a Bracke en 1875, poco antes de celebrarse el Congreso de unificacin de Gotha [3], para que lo transmitiese a Geib, Auer, Bebel y Liebknecht y se lo devolviera luego a Marx. Como el Congreso del partido en Halle [4] haba incluido en el orden del da la discusin del programa de Gotha, me pareca un delito hurtar por ms tiempo a la publicidad este importante documento acaso el ms importante de todos sobre el tema que iba a ponerse a discusin.

    Este trabajo tiene, adems, otra significacin de mayor alcance. En l se expone por primera vez, con claridad y firmeza, la posicin de Marx frente a la tendencia trazada por Lassalle desde que se lanz a la agitacin, tanto en lo que atae a sus principios econmicos como a su tctica.

    El rigor implacable con que se desmenuza aqu el proyecto de programa, la inexorabilidad con que se expresan los resultados obtenidos y se ponen de relieve los errores del proyecto; todo esto, hoy, a la vuelta de quince aos, ya no puede herir a nadie. Lassalleanos especficos ya slo quedan ruinas aisladas en el extranjero, y el programa de Gotha ha sido abandonado en Halle, como absolutamente inservible, incluso por sus propios autores.

    [6]

    A pesar de esto, he suprimido algunas expresiones y juicios duros sobre personas, all donde carecan de importancia objetiva, y los he sustituido por puntos suspensivos [*]. El propio Marx lo hara as, si hoy publicase el manuscrito. El lenguaje violento que a veces se advierte en l obedeca a dos circunstancias. En primer lugar, Marx y yo estbamos ms estrechamente vinculados con el movimiento alemn que con ningn otro; por eso, el decisivo retroceso que se manifestaba en este proyecto de programa, tena por fuerza que afectarnos muy seriamente. En segundo lugar, nosotros nos encontrbamos entonces pasados apenas dos aos desde el Congreso de La Haya de la Internacional [5] en pleno apogeo de la lucha contra Bakunin y sus anarquistas, que nos hacan responsables de todo lo que ocurra en el movimiento obrero de Alemania; era, pues, de esperar que nos atribuyesen tambin la paternidad

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fn0http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fn1http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fn2http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fn3http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fn4http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fn5
  • secreta de este programa. Estas consideraciones ya no tienen razn de ser hoy, y con ellas desaparece tambin la necesidad de los pasajes en cuestin.

    Algunas frases han sido sustituidas tambin por puntos, a causa de la ley de prensa. Cuando he tenido que elegir una expresin ms suave, la he puesto ente parntesis cuadrados. Por lo dems, reproduzco literalmente el manuscrito.

    Londres, 6 de enero de 1891

    F. Engels

    Publicado en la revista "Die Neue Zeit", Bd. I, N 18, 1890-1891.

    Se publica de acuerdo con el texto de la revista.

    Traducido del alemn.

    NOTAS

    [1]

    1 El trabajo de Marx "Crtica del Programa de Gotha", escrito en 1875, consta de observaciones crticas al proyecto del futuro partido obrero unificado de Alemania. El proyecto pecaba de graves errores y haca concesiones de principio a los lassalleanos. Marx y Engels, a la vez que aprobaban la creacin del partido socialista nico de Alemania, se pronunciaron en contra del compromiso ideolgico con los lassalleanos y lo sometieron a dura crtica.- 5, 9, 450

    [2] 2 Engels escribi el presente prlogo al publicar en 1891 la obra de C. Marx "Crtica del Programa de Gotha". Al emprender la edicin de este impartante documento programtico, Engels quera asestar un golpe a los elementos oportunistas que haban levantado cabeza en la socialdemocracia alemana. Tal golpe revesta particular importancia en el momento en que el partido se dispona a discutir y adoptar en el Congreso de Erfurt un programa nuevo en sustitucin del de Gotha. Al publicar la "Crtica del Programa de Gotha", Engels, que tropez con cierta resistencia por parte de los dirigentes de la socialdemocracia alemana, como tambin de Dietz, editor de "Die Neue Zeit" (Tiempos Nuevos) y del redactor C. Kautsky, tuvo que hacer algunas enmiendas y omitir ciertos pasajes del texto. El trabajo de Marx fue acogido con satisfaccin por la masa fundamental de los miembros del partido alemn y por los socialistas de otros partidos, que vieron en l un documento programtico para todo el movimiento socialista internacional. Junto con la Crtica del Programa de Gotha, Engels public la carta de Marx a Bracke del 5 de mayo de 1875, directamente relacionada con la obra.

    [3] 3 En el Congreso de Gotha, celebrado del 22 al 25 de mayo de 1875, se unieron las dos corrientes del movimiento obrero alemn: el Partido Obrero Socialdemcrata (los eisenachianos), dirigido por A. Bebel y W. Liebknecht, y la lassalleana Asociacin General de Obreros Alemanes. El partido unificado adopt la denominacin de Partido Obrero Socialista de Alemania. As se logr superar la escisin en las filas de la clase obrera alemana. El proyecto de programa del partido unificado, propuesto al Congreso de Gotha, pese a la dura crtica que haban hecho Marx y Engels, fue aprobado en el Congreso con insignificantes modificaciones.- 5, 98, 439

    [4] 4 El Congreso del Partido Socialdemcrata Alemn, celebrado en Halle del 12 al 18 de octubre de 1890, acord preparar para el prximo Congreso del partido, que deba convocarse en Erfurt,

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fnB0http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fnB1http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fnB2http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fnB3
  • un proyecto de nuevo programa, y publicarlo tres meses antes del Congreso, con el fin de que las organizaciones locales y la prensa del partido pudiesen discutirlo.- 5

    [*]El texto se publica de acuerdo con el manuscrito de Marx, y no con la edicin que prepar Engels para la revista "Die Neue Zeit" en 1890-91.

    [5] 5 El Congreso de la Asociacin Internacional de los Trabajadores de La Haya se celebr del 2 al 7 de septiembre de 1872, con la asistencia de 65 delegados de 15 organizaciones nacionales. Dirigan las labores del Congreso Marx y Engels. En l se dio cima a la lucha de largos aos de Marx y Engels y sus compaeros contra toda clase de sectarismo pequeoburgus en el movimiento obrero. La actuacin escisionista de los anarquistas fue condenada, y sus lderes expulsados de la Internacional. Los acuerdos del Congreso de La Haya colocaron los cimientos para la futura fundacin de partidos polticos de la clase obrera con existencia propia en los distintos pases.- 6, 85

    [7]

    C. MARX

    CARTA A W. BRACKE

    Londres, 5 de mayo de 1875

    Querido Bracke:

    Le ruego que, despus de leerlas, transmita las adjuntas glosas crticas marginales al programa de coalicin a Geib, Auer, Bebel y Liebknecht, para que las vean. Estoy ocupadsimo y me veo obligado a rebasar con mucho el rgimen de trabajo que me ha sido prescrito por los mdicos. No ha sido, pues, ninguna "delicia" para m, tener que escribir una tirada tan larga. Pero era necesario hacerlo, para que luego los amigos del partido a quienes van destinadas esas notas no interpreten mal los pasos que habr de dar. Me refiero a que, despus de celebrado el Congreso de unificacin, Engels y yo haremos pblica una breve declaracin haciendo saber que no estamos de acuerdo con dicho programa de principios y que nada tenemos que ver con l.

    Es indispensable hacerlo as, pues, en el extranjero se tiene la idea, absolutamente errnea, pero cuidadosamente fomentada por los enemigos del partido, de que el movimiento del llamado Partido de Eisenach [1] est estrechamente dirigido desde aqu por nosotros. Todava en un libro [2] que ha publicado hace poco en ruso, Bakunin, por ejemplo, me hace a m responsable, no slo de todos los programas, etc., de ese partido, sino de todos los pasos dados por Liebknecht desde el da en que inici su cooperacin con el Partido Popular [3] En 1866 al Partido Popular Alemn se adhiri el Partido Popular Sajn, cuyo ncleo fundamental constaba de obreros. Este ala izquierda, que comparta

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fnB4http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe301.htm#fnB5http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fn0http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fn1http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fn2
  • el deseo del Partido Popular de resolver la cuestin de la unificacin del pas por va democrtica, particip en la creacin, en agosto de 1869, del Partido Obrero Socialdemcrata Alemn.- 7, 23, 29.

    Aparte de esto tengo el deber de no reconocer, ni siquiera mediante un silencio diplomtico, un programa que es, en mi [8] conviccin, absolutamente inadmisible y desmoralizador para el partido.

    Cada paso de movimiento real vale ms que una docena de programas. Por lo tanto, si no era posible --y las circunstancias del momento no lo consentan-- ir ms all del programa de Eisenach, habra que haberse limitado, simplemente, a concertar un acuerdo para la accin contra el enemigo comn. Pero, cuando se redacta un programa de principios (en vez de aplazarlo hasta el momento en que una prolongada actuacin conjunta lo prepare), se colocan ante todo el mundo los jalones por los que se mide el nivel del movimiento del partido.

    Los jefes de los lassalleanos han venido a nosotros porque las circunstancias les obligaron a venir. Y si desde el primer momento se les hubiera hecho saber que no se admita ningn chalaneo con los principios, habran tenido que contentarse con un programa de accin o con un plan de organizacin para la actuacin conjunta. En vez de esto, se les consiente que se presenten armados de mandatos, y se reconocen estos mandatos como obligatorios, rindindose as a la clemencia o inclemencia de los que necesitaban ayuda. Y, para colmo y remate, ellos celebran un congreso antes del Congreso de conciliacin, mientras que el propio partido rene el suyo post festum *****[*]. Indudablemente, con esto se ha querido escamotear toda crtica y no permitir que el propio partido reflexionase. Sabido es que el mero hecho de la unificacin satisface de por s a los obreros, pero se equivoca quien piense que este xito efmero no ha costado demasiado caro.

    Por lo dems, aun prescindiendo de la canonizacin de los artculos de fe de Lassalle, el programa no vale nada.

    Prximamente, le enviar a usted las ltimas entregas de la edicin francesa de "El Capital". La marcha de la impresin se vio entorpecida largo tiempo por la prohibicin del Gobierno francs. Esta semana o a comienzos de la prxima quedar el asunto terminado. Ha recibido usted las seis entregas anteriores? Le agradecera que me comunicase tambin las seas de Bernhard Becker, a quien tengo que enviar tambin las ltimas entregas.

    La librera del Volksstaat [4] "Der Volksstaat" (El Estado Popular): rgano central del Partido Obrero Socialdemcrata Alemn (eisenachianos); se public en Leipzig desde el 2 de octubre de 1869 hasta el 29 de septiembre de 1876. La direccin general del peridico corra a cargo de G. Liebknecht. Marx y Engels colaboraban en el peridico, ayudando constantemente en la redaccin del mismo.- 8, 29 obra a su manera. Hasta este momento, no he recibido ni un solo ejemplar de la tirada del "Proceso de los comunistas de Colonia" [*].

    Saludos cordiales. Suyo,

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fn3http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fn4http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fn5
  • Carlos Marx

    [1]

    6 En Eisenach, en el Congreso panalemn de los socialdemctatas de Alemania, Austria y Suiza, celebrado del 7 al 9 de agosto de 1869, fue instituido el Partido Obrero Socialdemcrata Alemn, conocido luego con el nombre de partido de los eisenachianos. El programa adoptado en el Congreso responda enteramente al espritu de la Internacional.- 7, 29

    [2] 7 Trtase del libro de Bakunin titulado "El Estado y la Anarqua", publicado en Suiza en 1873.- 7

    [3] 8 El Partido Popular Alemn, fundado en 1865, constaba de elementos democrticos de la pequea burguesa y, en parte, de la burguesa, principalmente de los Estados del Sur de Alemania. Al aplicar una poltica antiprusiana y presentar consignas democrticas generales, este partido reflejaba, al propio tiempo, tendencias particularistas de ciertos Estados alemanes. Al hacer propaganda de la idea del Estado alemn federal, era contraria a la unificacin de Alemania bajo la forma de repblica democrtica centralizada nica.

    [******] Despus de la fiesta, es decir, despus de los acontecimientos. (N. de la Edit.)

    [4] 9 Se alude a la editorial del Partido Obrero Socialdemcrata que publicaba el peridico "Der Volksstaat" y literatura socialdemocrtica. El director de la editorial era A. Bebel.

    [*] Se alude a la obra de Marx, "Revelaciones acerca del proceso de los comunistas de Colonia". (N. de la Edit.)

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fnB0http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fnB1http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fnB2http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fnB3http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fnB4http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe302.htm#fnB5
  • [9]

    C. MARX

    GLOSAS MARGINALES AL PROGRAMA DEL PARTIDO OBRERO ALEMAN [1]

    I

    1.- El trabajo es la fuente de toda riqueza y de toda cultura, y como el trabajo til slo es posible dentro de la sociedad y a travs de ella, todos los miembros de la sociedad tienen igual derecho a percibir el fruto ntegro del trabajo.

    Primera parte del prrafo: El trabajo es la fuente de toda riqueza y de toda cultura.

    El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de los valores de uso (que son los que verdaderamente integran la riqueza material!), ni ms ni menos que el trabajo, que no es ms que la manifestacin de una fuerza natural, de la fuerza de trabajo del hombre. Esa frase se encuentra en todos los silabarios y slo es cierta si se sobreentiende que el trabajo se efecta con los correspondientes objetos e instrumentos. Pero un programa socialista no debe permitir que tales tpicos burgueses silencien aquellas condiciones sin las cuales no tienen ningn sentido. Por cuanto el hombre se sita de antemano como propietario frente a la naturaleza, primera fuente de todos los medios y objetos de trabajo, y la trata como posesin suya, por tanto su trabajo se convierte en fuente de valores de uso, y por consiguiente, en fuente de riqueza. Los burgueses tienen razones muy fundadas para atribuir al trabajo una fuerza creadora sobrenatural; pues precisamente del hecho de que el trabajo est condicionado por la naturaleza se deduce que el hombre que no dispone de ms propiedad que su fuerza de trabajo, tiene que ser, necesariamente, en todo estado social y de civilizacin, esclavo de otros hombres, de aquellos que se han adueado de las condiciones materiales de [10] trabajo. Y no podr trabajar, ni, por consiguiente, vivir, ms que con su permiso.

    Pero dejemos la tesis tal como est, o mejor dicho, tal como viene renqueando. Qu conclusin habra debido sacarse de ella? Evidentemente, sta:

    Como el trabajo es la fuente de toda riqueza, nadie en la sociedad puede adquirir riqueza que no sea producto del trabajo. Si, por tanto, no trabajo l mismo, es que vive del trabajo ajeno y adquiere tambin su cultura a costa del trabajo de otros.

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn0
  • En vez de esto, se aade a la primera oracin una segunda mediante la locucin copulativa y como, para deducir de ella, y no de la primera, la conclusin.

    Segunda parte del prrafo: El trabajo til slo es posible dentro de la sociedad y a travs de ella.

    Segn la primera tesis, el trabajo era la fuente de toda riqueza y de toda cultura, es decir, que sin trabajo, no era posible tampoco la existencia de una sociedad. Ahora, nos enteramos, por el contrario, de que sin la sociedad no puede existir el trabajo til.

    Del mismo modo hubiera podido decirse que el trabajo intil e incluso perjudicial a la comunidad, slo puede convertirse en rama industrial dentro de la sociedad, que slo dentro de la sociedad se puede vivir del ocio, etc., etc.; en una palabra, copiar aqu a todo Rousseau.

    Y qu es el trabajo til? No puede ser ms que uno: el trabajo que consigue el efecto til propuesto. Un salvaje -y el hombre es un salvaje desde el momento en que deja de ser mono- que mata a un animal de una pedrada, que amontona frutos, etc., ejecuta un trabajo til.

    Tercero. Conclusin: Y como el trabajo til slo es posible dentro de la sociedad y a travs de ella, todos los miembros de la sociedad tienen igual derecho a percibir el fruto ntegro del trabajo.

    Hermosa conclusin! Si el trabajo til slo es posible dentro de la sociedad y a travs de ella, el fruto del trabajo pertenecer a la sociedad, y el trabajador individual slo percibir la parte que no sea necesaria para sostener la condicin del trabajo, que es la sociedad.

    En realidad, esa tesis la han hecho valer en todos los tiempos los defensores de todo orden social existente. En primer lugar, vienen las pretensiones del gobierno y de todo lo que va pegado a l, pues el gobierno es el rgano de la sociedad para el mantenimiento del orden social; detrs de l, vienen las distintas clases de propiedad privada, con sus pretensiones respectivas, pues las distintas clases de propiedad privada son las bases de la sociedad, etc. [11] Como vemos, a estas frases hueras se les puede dar las vueltas y los giros que se quiera.

    La primera y la segunda parte del prrafo slo guardaran una cierta relacin lgica redactndolas de la siguiente manera:

    El trabajo slo es fuente de riqueza y de cultura como trabajo social, o, lo que es lo mismo, dentro de la sociedad y a travs de ella.

    Esta tesis es, indiscutiblemente, exacta, pues aunque el trabajo del individuo aislado (presuponiendo sus condiciones materiales) tambin puede crear valores de uso, no puede crear ni riqueza ni cultura.

    Pero, igualmente indiscutible es esta otra tesis:

  • En la medida en que el trabajo se desarrolla socialmente, convirtindose as en fuente de riqueza y de cultura, se desarrollan tambin la pobreza y el desamparo del obrero, y la riqueza y la cultura de los que no trabajan.

    Esta es la ley de toda la historia, hasta hoy. As pues, en vez de los tpicos acostumbrados sobre el trabajo y la sociedad, lo que proceda era sealar concretamente cmo, en la actual sociedad capitalista, se dan ya, al fin, las condiciones materiales, etc., que permiten y obligan a los obreros a romper esa maldicin social.

    Pero de hecho, todo ese prrafo, que es falso lo mismo en cuanto a estilo que en cuanto a contenido, no tiene ms finalidad que la de inscribir como consigna en lo alto de la bandera del partido el tpico lassalleano del fruto ntegro del trabajo. Volver ms adelante sobre esto del fruto del trabajo, el derecho igual, etc., ya que la misma cosa se repite luego en forma algo diferente.

    2.- En la sociedad actual, los medios de trabajo son monopolio de la clase capitalista; el estado de dependencia de la clase obrera que de esto se deriva es la causa de la miseria y de la esclavitud en todas sus formas.

    As, corregida, esta tesis, tomada de los Estatutos de la Internacional, es falsa.

    En la sociedad actual los medios de trabajo son monopolio de los propietarios de tierras (el monopolio de la propiedad del suelo es, incluso, la base del monopolio del capital) y de los capitalistas. Los Estatutos de la Internacional no mencionan, en el pasaje correspondiente, ni una ni otra clase de monopolistas. Hablan de los monopolizadores de los medios de trabajo, es decir, de las fuentes de vida. Esta adicin: fuentes de vida, seala claramente que el suelo est comprendido entre los medios de trabajo.

    [12]

    Esta enmienda se introdujo porque Lassalle, por motivos que hoy son ya de todos conocidos, slo atacaba a la clase capitalista, y no a los propietarios de tierras. En Inglaterra, la mayora de las veces el capitalista no es siquiera propietario del suelo sobre el que se levanta su fbrica.

    3.- La emancipacin del trabajo exige que los medios de trabajo se eleven a patrimonio comn de la sociedad y que todo el trabajo sea regulado colectivamente, con un reparto equitativo del fruto del trabajo.

    Donde dice que los medios de trabajo se eleven a patrimonio comn, debera decir, indudablemente, se conviertan en patrimonio comn. Pero esto slo de pasada.

    Qu es el fruto del trabajo? El producto del trabajo, o su valor? Y en este ltimo caso, el valor total del producto, o slo la parte de valor que el trabajo aade al valor de los medios de produccin consumidos?

  • Eso del fruto del trabajo es una idea vaga con la que Lassalle ha suplantado conceptos econmicos concretos.

    Qu es reparto equitativo?

    No afirman los burgueses que el reparto actual es equitativo? Y no es ste, en efecto, el nico reparto equitativo que cabe, sobre la base del modo actual de produccin? Acaso las relaciones econmicas son reguladas por los conceptos jurdicos? No surgen, por el contrario, las relaciones jurdicas de las relaciones econmicas? No se forjan tambin los sectarios socialistas las ms variadas ideas acerca del reparto equitativo?

    Para saber lo que aqu hay que entender por la frase de reparto equitativo, tenemos que cotejar este prrafo con el primero. El prrafo que glosamos supone una sociedad en la cual los medios de trabajo son patrimonio comn y todo el trabajo se regula colectivamente, mientras que en el prrafo primero vemos que todos los miembros de la sociedad tienen por igual derecho a percibir el fruto ntegro del trabajo.

    Todos los miembros de la sociedad? Tambin los que no trabajan? Dnde se queda, entonces, el fruto ntegro del trabajo? O slo los miembros de la sociedad que trabajan? Dnde dejamos, entonces, el derecho igual de todos los miembros de la sociedad?

    Sin embargo, lo de todos los miembros de la sociedad y el derecho igual no son, manifiestamente, ms que frases. Lo esencial del asunto est en que, en esta sociedad comunista, todo obrero debe obtener el fruto ntegro del trabajo lassalleano.

    [13]

    Tomemos, en primer lugar, las palabras el fruto del trabajo en el sentido del producto del trabajo; entonces el fruto colectivo del trabajo ser el producto social global.

    Pero, de aqu, hay que deducir:

    Primero: una parte para reponer los medios de produccin consumidos.

    Segundo: una parte suplementaria para ampliar la produccin.

    Tercero: el fondo de reserva o de seguro contra accidentes, trastornos debidos a calamidades, etc.

    Estas deducciones del fruto ntegro del trabajo constituyen una necesidad econmica, y su magnitud se determinar segn los medios y fuerzas existentes, y en parte, por medio del clculo de probabilidades; lo que no puede hacerse de ningn modo es calcularlas partiendo de la equidad.

  • Queda la parte restante del producto global, destinada a servir de medios de consumo.

    Pero, antes de que esta parte llegue al reparto individual, de ella hay que deducir todava:

    Primero: los gastos generales de administracin, no concernientes a la produccin.

    En esta parte se conseguir, desde el primer momento, una reduccin considerabilsima, en comparacin con la sociedad actual, reduccin que ir en aumento a medida que la nueva sociedad se desarrolle.

    Segundo: la parte que se destine a la satisfaccin colectiva de las necesidades, tales como escuelas, instituciones sanitarias, etc.

    Esta parte aumentar considerablemente desde el primer momento, en comparacin con la sociedad actual, y seguir aumentando en la medida en que la sociedad se desarrolle.

    Tercero: los fondos de sostenimiento de las personas no capacitadas para el trabajo, etc.; en una palabra, lo que hoy compete a la llamada beneficencia oficial.

    Slo despus de esto podemos proceder a la distribucin, es decir, a lo nico que, bajo la influencia de Lassalle y con una concepcin estrecha, tiene presente el programa, es decir, a la parte de los medios de consumo que se reparte entre los productores individuales de la colectividad.

    El fruto ntegro del trabajo se ha transformado ya, imperceptiblemente, en el fruto parcial, aunque lo que se le quite al productor en calidad de individuo vuelva a l, directa o indirectamente, en calidad de miembro de la sociedad.

    Y as como se ha evaporado la expresin el fruto ntegro del trabajo, se evapora ahora la expresin el fruto del trabajo en general.

    En el seno de una sociedad colectivista, basada en la propiedad comn de los medios de produccin, los productores no cambian [14] sus productos; el trabajo invertido en los productos no se presenta aqu, tampoco, como valor de estos productos, como una cualidad material, inherente a ellos, pues aqu, por oposicin a lo que sucede en la sociedad capitalista, los trabajos individuales no forman ya parte integrante del trabajo comn mediante un rodeo, sino directamente. La expresin el fruto del trabajo, ya hoy recusable por su ambigedad, pierde as todo sentido.

    De lo que aqu se trata no es de una sociedad comunista que se ha desarrollado sobre su propia base, sino de una que acaba de salir precisamente de la sociedad capitalista y que, por tanto, presenta todava en todos sus aspectos, en el econmico, en el moral y en el intelectual, el sello de la vieja sociedad de cuya entraa procede. Congruentemente con esto, en ella el productor individual obtiene de la sociedad despus de hechas las obligadas deducciones

  • exactamente lo que ha dado. Lo que el productor ha dado a la sociedad es su cuota individual de trabajo. As, por ejemplo, la jornada social de trabajo se compone de la suma de las horas de trabajo individual; el tiempo individual de trabajo de cada productor por separado es la parte de la jornada social de trabajo que l aporta, su participacin en ella. La sociedad le entrega un bono consignando que ha rendido tal o cual cantidad de trabajo (despus de descontar lo que ha trabajado para el fondo comn), y con este bono saca de los depsitos sociales de medios de consumo la parte equivalente a la cantidad de trabajo que rindi. La misma cantidad de trabajo que ha dado a la sociedad bajo una forma, la recibe de sta bajo otra distinta.

    Aqu reina, evidentemente, el mismo principio que regula el intercambio de mercancas, por cuanto ste es intercambio de equivalentes. Han variado la forma y el contenido, porque bajo las nuevas condiciones nadie puede dar sino su trabajo, y porque, por otra parte, ahora nada puede pasar a ser propiedad del individuo, fuera de los medios individuales de consumo. Pero, en lo que se refiere a la distribucin de ste entre los distintos productores, rige el mismo principio que en el intercambio de mercancas equivalentes: se cambia una cantidad de trabajo, bajo una forma, por otra cantidad igual de trabajo, bajo otra forma distinta.

    Por eso, el derecho igual sigue siendo aqu, en principio, el derecho burgus, aunque ahora el principio y la prctica ya no se tiran de los pelos, mientras que en el rgimen de intercambio de mercancas, el intercambio de equivalentes no se da ms que como trmino medio, y no en los casos individuales.

    A pesar de este progreso, este derecho igual sigue llevando implcita una limitacin burguesa. El derecho de los productores es proporcional al trabajo que han rendido; la igualdad, aqu, consiste en que se mide por el mismo rasero: por el trabajo.

    [15]

    Pero unos individuos son superiores fsica o intelectualmente a otros y rinden, pues, en el mismo tiempo, ms trabajo, o pueden trabajar ms tiempo; y el trabajo, para servir de medida, tiene que determinarse en cuanto a duracin o intensidad; de otro modo, deja de ser una medida. Este derecho igual es un derecho desigual para trabajo desigual. No reconoce ninguna distincin de clase, porque aqu cada individuo no es ms que un obrero como los dems; pero reconoce, tcitamente, como otros tantos privilegios naturales, las desiguales aptitudes de los individuos, y, por consiguiente, la desigual capacidad de rendimiento. En el fondo es, por tanto, como todo derecho, el derecho de la desigualdad. El derecho slo puede consistir, por naturaleza, en la aplicacin de una medida igual; pero los individuos desiguales (y no seran distintos individuos si no fuesen desiguales) slo pueden medirse por la misma medida siempre y cuando se les enfoque desde un punto de vista igual, siempre y cuando que se les mire solamente en un aspecto determinado; por ejemplo, en el caso concreto, slo en cuanto obreros, y no se vea en ellos ninguna otra cosa, es decir, se prescinda de todo lo dems. Prosigamos: unos obreros estn casados y otros no; unos tienen

  • ms hijos que otros, ect., ect. A igual trabajo y, por consiguiente, a igual participacin en el fondo social de consumo, unos obtienen de hecho ms que otros, unos son ms ricos que otros, ect. Para evitar todos estos inconvenientes, el derecho no tendra que ser igual, sino desigual.

    Pero estos defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, tal y como brota de la sociedad capitalista despus de un largo y doloroso alumbramiento. El derecho no puede ser nunca superior a la estructura econmica ni al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado.

    En la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinacin esclavizadora de los individuos a la divisin del trabajo, y con ella, la oposicin entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan tambin las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, slo entonces podr rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgus, y la sociedad podr escribir en su bandera: De cada cual, segn su capacidad; a cada cual, segn sus necesidades!

    Me he extendido sobre el fruto ntegro del trabajo, de una parte, y de otra, sobre el derecho igual y la distribucin equitativa, para demostrar en qu grave falta se incurre, de un lado, cuando se quiere volver a imponer a nuestro partido como dogmas [16] ideas que, si en otro tiempo tuvieron un sentido, hoy ya no son ms que tpicos en desuso, y, de otro, cuando se tergiversa la concepcin realista que tanto esfuerzo ha costado inculcar al partido, pero que hoy est ya enraizada con patraas ideolgicas, jurdicas y de otro gnero, tan en boga entre los demcratas y los socialistas franceses.

    Aun prescindiendo de lo que queda expuesto, es equivocado, en general, tomar como esencial la llamada distribucin y hacer hincapi en ella, como si fuera lo ms importante.

    La distribucin de los medios de consumo es, en todo momento, un corolario de la distribucin de las propias condiciones de produccin. Y esta distribucin es una caracterstica del modo mismo de produccin. Por ejemplo, el modo capitalista de produccin descansa en el hecho de que las condiciones materiales de produccin les son adjudicadas a los que no trabajan bajo la forma de propiedad del capital y propiedad del suelo, mientras la masa slo es propietaria de la condicin personal de produccin, la fuerza de trabajo. Distribuidos de este modo los elementos de produccin, la actual distribucin de los medios de consumo es una consecuencia natural. Si las condiciones materiales de produccin fuesen propiedad colectiva de los propios obreros, esto determinara, por s solo, una distribucin de los medios de consumo distinta de la actual. El socialismo vulgar (y por intermedio suyo, una parte de la democracia) ha aprendido de los economistas burgueses a considerar y tratar la distribucin como algo independiente del modo de produccin, y, por tanto, a exponer el socialismo como una doctrina que gira principalmente en torno a la

  • distribucin. Una vez que est dilucidada, desde hace ya mucho tiempo la verdadera relacin de las cosas, por qu volver a marchar hacia atrs?

    4.- La emancipacin del trabajo tiene que ser obra de la clase obrera, frente a la cual todas las otras clases no forman ms que una masa reaccionaria.

    La primera estrofa est tomada del prembulo de los Estatutos de la Internacional, pero corregida. All se dice: La emancipacin de la clase obrera debe ser obra de los obreros mismos [*], aqu, por el contrario, la clase obrera, tiene que emancipar, a quin?, al trabajo. Entindalo quien pueda!

    Para indemnizarnos, se nos da, a ttulo de antistrofa, una cita lassalleana del ms puro estilo: frente a la cual (a la clase [17] obrera) todas las otras clases no forman ms que una masa reaccionaria.

    En el Manifiesto Comunista se dice: De todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesa, slo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria. Las dems clases van degenerando y desaparecen con el desarrollo de la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto ms peculiar [*].

    Aqu, se considera a la burguesa como una clase revolucionaria vehculo de la gran industria frente a los seores feudales y a las capas medias, empeados, aqullos y stas, en mantener posiciones sociales que fueron creadas por modos caducos de produccin. No forman, por tanto, juntamente con la burguesa, slo una masa reaccionaria.

    Por otra parte, el proletariado es revolucionario frente a la burguesa, porque habiendo surgido sobre la base de la gran industria, aspira a despojar a la produccin de su carcter capitalista, que la burguesa quiere perpetuar. Pero el Manifiesto aade que las capas medias... se vuelven revolucionarias cuando tienen ante s la perspectiva de su trnsito inminente al proletariado.

    Por tanto, desde este punto de vista es tambin absurdo decir que frente a la clase obrera no forman ms que una masa reaccionaria, juntamente con la burguesa, y, adems por si eso fuera poco, con los seores feudales.

    Es que en las ltimas elecciones se ha gritado a los artesanos, a los pequeos industriales y a los campesinos: Frente a nosotros, no formis, juntamente con los burgueses y los seores feudales, ms que una masa reaccionaria?

    Lassalle se saba de memoria el Manifiesto Comunista, como sus devotos se saben los evangelios compuestos por l. As, pues, cuando lo falsificaba tan burdamente, no poda hacerlo ms que para cohonestar su alianza con los adversarios absolutistas y feudales contra la burguesa.

    Por lo dems, en el prrafo que acabamos de citar, esta sentencia lassalleana est trada por los pelos y no guarda ninguna relacin con la mal digerida y arreglada cita de los Estatutos de la Internacional. El traerla aqu, es sencillamente una impertinencia, que seguramente no le desagradar, ni mucho

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn1http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn2
  • menos, al seor Bismarck; una de estas impertinencias baratas en que es especialista el Marat de Berln *[*].

    [18]

    5.- La clase obrera procura, en primer trmino, su emancipacin dentro del marco del Estado nacional de hoy, consciente de que el resultado necesario de sus aspiraciones, comunes a los obreros de todos los pases civilizados, ser la fraternizacin internacional de los pueblos.

    Por oposicin al Manifiesto Comunista y a todo el socialismo anterior, Lassalle conceba el movimiento obrero desde el punto de vista nacional ms estrecho. Y, despus de la actividad de la Internacional, an se siguen sus huellas en este camino!

    Naturalmente, la clase obrera, para poder luchar, tiene que organizarse como clase en su propio pas, y ste es la palestra inmediata de sus luchas. En este sentido, su lucha de clases es nacional, no por su contenido, sino, como dice el Manifiesto Comunista, por su forma. Pero el marco del Estado nacional de hoy, por ejemplo, del Imperio alemn, se halla a su vez, econmicamente, dentro del marco del mercado mundial, y polticamente, dentro del marco de un sistema de Estados. Cualquier comerciante sabe que el comercio alemn es, al mismo tiempo, comercio exterior, y el seor Bismarck debe su grandeza precisamente a una poltica internacional sui gneris.

    Y a qu reduce su internacionalismo el Partido Obrero Alemn? A la conciencia de que el resultado de sus aspiraciones ser la fraternizacin internacional de los pueblos, una frase tomada de la Liga burguesa por la Paz y la Libertad [2], que se quiere hacer pasar como equivalente de la fraternidad internacional de las clases obreras, en su lucha comn contra las clases dominantes y sus gobiernos. De las funciones internacionales de la clase obrera alemana no se dice, por tanto, ni una palabra! Y esto es lo que la clase obrera alemana debe contraponer a su propia burguesa, que ya fraterniza contra ella con los burgueses de todos los dems pases, y a la poltica internacional de conspiracin del seor Bismarck!

    La profesin de fe internacionalista del programa queda, en realidad, infinitamente por debajo de la del partido librecambista. Tambin ste afirma que el resultado de sus aspiraciones ser la fraternizacin internacional de los pueblos. Pero, adems, hace algo por internacionalizar el comercio, y no se contenta, ni mucho menos, con la conciencia de que todos los pueblos comercian dentro de su propio pas.

    La accin internacional de las clases obreras no depende, en modo alguno, de la existencia de la Asociacin Internacional de los Trabajadores. Esta ha sido solamente un primer intento de dotar a aquella accin de un rgano central; un intento que, por el impulso que ha dado, ha tenido una eficacia perdurable, pero que [19] en su primera forma histrica no poda prolongarse despus de la cada de la Comuna de Pars.

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn3http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn4
  • La Norddeutsche de Bismarck tena sobrada razn cuando, para satisfaccin de su dueo, proclam que, en su nuevo programa, el Partido Obrero Alemn renegaba del internacionalismo [3].

    I I

    Partiendo de estos principios, el Partido Obrero Alemn aspira, por todos los medios legales, a implantar el Estado libre y la sociedad socialista; a abolir el sistema del salario, con la ley de bronce y la explotacin bajo todas sus formas; a suprimir toda desigualdad social y poltica.

    Sobre lo del Estado libre, volver ms adelante.

    As pues, de aqu en adelante, el Partido Obrero Alemn tendr que comulgar con la ley de bronce del salario lassalleana! Y para que esta ley no vaya a perderse, se comete el absurdo de hablar de abolir el sistema de salario (lo correcto hubiera sido decir el sistema de trabajo asalariado) con su ley de bronce. Si suprimo el trabajo asalariado, suprimo tambin, evidentemente, sus leyes, sean de bronce o de corcho. Lo que pasa es que la lucha de Lassalle contra el trabajo asalariado, gira casi toda ella en torno a esa llamada ley. Por tanto, para demostrar que la secta de Lassalle ha triunfado, hay que abolir el sistema del salario, con su ley de bronce, y no sin ella.

    De la ley de bronce del salario no pertenece a Lassalle, como es sabido, ms que la expresin de bronce, copiada de los ewigen, ehernen grossen Gesetzen (las leyes eternas, las grandes leyes de bronce), de Goethe [*]. La expresin de bronce es la contrasea por la que los creyentes ortodoxos se reconocen. Y si admitimos la ley con el cuo de Lassalle, y por tanto en el sentido lassalleano, tenemos que admitirla tambin con su fundamentacin. Y cul es sta? Es, como ya seal Lange, poco despus de la muerte de Lassalle, la teora de la poblacin de Malthus (predicada por el propio Lange). Pero, si esta teora es exacta, la mentada ley no se podr abolir, por mucho que se suprima el trabajo asalariado, porque esta ley no regir solamente para el sistema del trabajo asalariado, sino para todo sistema social. Apoyndose precisamente en esto, los economistas han venido demostrando, desde hace cincuenta aos y aun ms, que el socialismo no puede acabar [20] con la miseria, determinada por la misma naturaleza, sino slo generalizarla, repartirla por igual sobre toda la superficie de la sociedad!

    Pero todo esto no es lo fundamental. Aun prescindiendo plenamente de la falsa concepcin lassalleana de esta ley, el retroceso verdaderamente indignante consiste en lo siguiente:

    Despus de la muerte de Lassalle, se ha abierto paso en nuestro partido la concepcin cientfica de que el salario no es lo que parece ser, es decir, el valor o el precio del trabajo, sino slo una forma disfrazada del valor o del precio de la fuerza de trabajo. Con esto, se ha echado por la borda, de una vez para siempre, tanto la vieja concepcin burguesa del salario, como toda crtica dirigida hasta hoy contra esta concepcin, y se ha puesto en claro que el obrero

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn5http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn6
  • asalariado slo est autorizado a trabajar para mantener su propia vida, es decir, a vivir, si trabaja gratis durante cierto tiempo para el capitalista (y, por tanto, tambin para los que, con l, se embolsan la plusvala); que todo el sistema de produccin capitalista gira en torno a la prolongacin de este trabajo gratuito, alargando la jornada de trabajo o desarrollando la productividad, o sea, acentuando la tensin de la fuerza de trabajo, etc.; que, por tanto, el sistema del trabajo asalariado es un sistema de esclavitud, una esclavitud que se hace ms dura a medida que se desarrollan las fuerzas sociales productivas del trabajo, aunque el obrero est mejor o peor remunerado. Y cuando esta concepcin va ganando cada vez ms terreno en el seno de nuestro partido, se retrocede a los dogmas de Lassalle, a pesar de que hoy ya nadie puede ignorar que Lassalle no saba lo que era el salario, sino que, yendo a la zaga de los economistas burgueses, tomaba la apariencia por la esencia de la cosa!

    Es como si, entre esclavos que al fin han descubierto el secreto de la esclavitud y se rebelan contra ella, viniese un esclavo fantico de las ideas anticuadas y escribiese en el programa de la rebelin: la esclavitud debe ser abolida porque el sustento de los esclavos, dentro del sistema de la esclavitud, no puede pasar de un cierto lmite, sumamente bajo!

    El mero hecho que los representantes de nuestro partido fuesen capaces de cometer un atentado tan monstruoso contra una concepcin tan difundida entre la masa del partido, prueba por s solo la ligereza criminal, la falta de escrpulos con que se ha acometido la redaccin de este programa de compromiso.

    En vez de la vaga frase final del prrafo: suprimir toda desigualdad social y poltica, lo que debiera haberse dicho, es que con la abolicin de las diferencias de clase, desaparecen por s mismas las desigualdades sociales y polticas que de ellas emanan.

    [21]

    I I I

    Para preparar el camino a la solucin del problema social, el Partido Obrero Alemn exige que se creen cooperativas de produccin, con la ayuda del Estado y bajo el control democrtico del pueblo trabajador. En la industria y en la agricultura, las cooperativas de produccin debern llamarse a la vida en proporciones tales que de ellas surja la organizacin socialista de todo trabajo.

    Despus de la ley de bronce del salario de Lassalle, viene la panacea del profeta. Y se le prepara el camino de un modo digno. La lucha de clases existente es sustituida por una frase de periodista el problema social, para cuya solucin se prepara el camino. La organizacin socialista de todo el trabajo no resulta del proceso revolucionario de transformacin de la sociedad, sino que surge de la ayuda del Estado, ayuda que el Estado presta a cooperativas de produccin llamadas a la vida por l y no por los obreros. Esta fantasa de que con emprstitos del Estado se puede construir una nueva sociedad como se construye un nuevo ferrocarril es digna de Lassalle!

  • Por un resto de pudor, se coloca la ayuda del Estado bajo el control democrtico del pueblo trabajador.

    Pero, en primer lugar, el pueblo trabajador, en Alemania, est compuesto, en su mayora, por campesinos, y no por proletarios.

    En segundo lugar, democrtico quiere decir en alemn gobernado por el pueblo (volksherrschaftlich). Y qu es eso del control gobernado por el pueblo del pueblo trabajador? Y, adems, tratndose de un pueblo trabajador que, por el mero hecho de plantear estas reivindicaciones al Estado, exterioriza su plena conciencia de que ni est en el poder ni se halla maduro para gobernar!

    Huelga entrar aqu en la crtica de la receta prescrita por Buchez, bajo el reinado de Luis Felipe, por oposicin a los socialistas franceses, y aceptada por los obreros reaccionarios de L'Atelier [4]. Lo verdaderamente escandaloso no es tampoco el que se haya llevado al programa esta cura milagrosa especfica, sino el que se abandone el punto de vista del movimiento de clases, para retroceder al del movimiento de sectas.

    El que los obreros quieran establecer las condiciones de produccin colectiva en toda la sociedad y ante todo en su propia casa, en una escala nacional, slo quiere decir que laboran por subvertir las actuales condiciones de produccin, y eso nada tiene que ver con la fundacin de sociedades cooperativas con la ayuda del [22] Estado, Y, por lo que se refiere a las sociedades cooperativas actuales, stas slo tienen valor en cuanto son creaciones independientes de los propios obreros, no protegidas ni por los gobiernos, ni por los burgueses.

    I V

    Y ahora voy a referirme a la parte democrtica.

    A. Base libre del Estado.

    Ante todo, segn el captulo II, el Partido Obrero Alemn aspira al Estado libre.

    Qu es el Estado libre?

    La misin del obrero, que se ha librado de la estrecha mentalidad del humilde sbdito, no es, en modo alguno, hacer libre al Estado. En el Imperio alemn el Estado es casi tan libre como en Rusia. La libertad consiste en convertir al Estado de rgano que est por encima de la sociedd en un rgano completamente subordinado a ella, y las formas del Estado siguen siendo hoy ms o menos libres en la medida en que limitan la libertad del Estado.

    El Partido Obrero Alemn al menos, si hace suyo este programa demuestra cmo las ideas del socialismo no le calan siquiera la piel; ya que, en vez de tomar a la sociedad existente (y lo mismo podemos decir de cualquier sociedad en el futuro) como base del Estado existente (o del futuro, para una sociedad futura),

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn7
  • considera ms bien al Estado como un ser independiente, con sus propios fundamentos espirituales, morales y liberales.

    Y, adems, qu decir del burdo abuso que hace el programa de las palabras Estado actual, sociedad actual y de la incomprensin ms burda todava que manifiesta acerca del Estado, al que dirige sus reivindicaciones!

    La sociedad actual es la sociedad capitalista, que existe en todos los pases civilizados, ms o menos libres de aditamentos medievales, ms o menos modificada por las particularidades del desarrollo histrico de cada pas, ms o menos desarrollada. Por el contrario, el Estado actual cambia con las fronteras de cada pas. En el Imperio prusiano-alemn es otro que en Suiza, en Inglaterra, otro que en los Estados Unidos. El Estado actual es, por tanto, una ficcin.

    Sin embargo, los distintos Estados de los distintos pases civilizados, pese a la abigarrada diversidad de sus formas, tienen de comn el que todos ellos se asientan sobre las bases de la moderna sociedad burguesa, aunque sta se halle en unos sitios ms desarrollada que en otros, en el sentido capitalista. Tienen tambin, [23] por tanto, ciertos caracteres esenciales comunes. En este sentido, puede hablarse del Estado actual, por oposicin al futuro, en el que su actual raz, la sociedad burguesa, se habr extinguido.

    Cabe, entonces, preguntarse: qu transformacin sufrir el Estado en la sociedad comunista? O, en otros trminos: qu funciones sociales, anlogas a las actuales funciones del Estado, subsistirn entonces? Esta pregunta slo puede contestarse cientficamente, y por ms que acoplemos de mil maneras la palabra pueblo y la palabra Estado, no nos acercaremos ni un pelo a la solucin del problema.

    Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el perodo de la transformacin revolucionaria de la primera en la segunda. A este perodo corresponde tambin un perodo poltico de transicin, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado.

    Pero el programa no se ocupa de esta ltima ni de la futura organizacin estatal de la sociedad comunista [*].

    Sus reivindicaciones polticas no se salen de la vieja y consabida letana democrtica: sufragio universal, legislacin directa, derecho popular, milicia del pueblo, etc. Son un simple eco del Partido Popular burgus, de la Liga por la Paz y la Libertad. Son, todas ellas, reivindicaciones que, cuando no estn exageradas hasta verse convertidas en ideas fantsticas, estn ya realizadas. Slo que el Estado que las ha puesto en prctica no cae dentro de las fronteras del Imperio alemn, sino en Suiza, en los Estados Unidos, etc. Esta especie de Estado del futuro es ya Estado actual, aunque situado fuera del marco del Imperio alemn.

    Pero, se ha olvidado una cosa. Ya que el Partido Obrero Alemn declara expresamente que acta dentro del actual Estado nacional, es decir, dentro de su propio Estado, del Imperio prusiano-alemn de otro modo, sus

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  • reivindicaciones seran, en su mayor parte, absurdas, pues slo se exige lo que no se tiene no deba haber olvidado lo principal, a saber: que todas estas lindas menudencias tienen por base el reconocimiento de la llamada soberana del pueblo, y que, por tanto, slo caben en una repblica democrtica.

    Y si no tena el valor lo cual es muy cuerdo, pues la situacin exige prudencia de exigir la repblica democrtica, como lo hacan los programas obreros franceses bajo Luis Felipe y bajo Luis Napolen, no deba haberse recurrido al ardid, que ni es honrado ni es digno, de exigir cosas, que slo tienen sentido en una repblica democrtica, a un Estado que no es ms que un despotismo militar de armazn burocrtico y blindaje policaco, guarnecido de formas parlamentarias, revuelto con ingredientes feudales e influenciado ya por la burguesa; y, encima, asegurar [24] a este Estado que uno se imagina poder conseguir eso de l por medios legales!

    Hasta la democracia vulgar, que ve en la repblica democrtica el reino milenario y no tiene la menor idea de que es precisamente bajo esta ltima forma de Estado de la sociedad burguesa donde se va a ventilar definitivamente por la fuerza de las armas la lucha de clases; hasta ella misma est hoy a mil codos de altura sobre esta especie de democratismo que se mueve dentro de los lmites de lo autorizado por la polica y vedado por la lgica.

    Que por Estado se entiende, en realidad, la mquina de gobierno, o el Estado en cuanto, por efecto de la divisin del trabajo, forma un organismo propio, separado de la sociedad, lo indican ya estas palabras: el Partido Obrero Alemn exige como base econmica del Estado: un impuesto nico y progresivo sobre la renta, etc. Los impuestos son la base econmica de la mquina de gobierno, y nada ms. En el Estado del futuro, existente ya en Suiza, esta reivindicacin est casi realizada. El impuesto sobre la renta presupone las diferentes fuentes de ingresos de las diferentes clases sociales, es decir, la sociedad capitalista. No tiene, pues, nada de extrao que los Financial Reformers [*] de Liverpool que son burgueses, con el hermano de Gladstone al frente planteen la misma reivindicacin que el programa.

    B. El Partido Obrero Alemn exige, como base espiritual y moral de Estado:

    1. Educacin popular general e igual a cargo del Estado. Asistencia escolar obligatoria para todos. Instruccin gratuita.

    Educacin popular igual ? Qu se entiende por esto?. Se cree que en la sociedad actual (que es la de que se trata), la educacin puede ser igual para todas las clases? O lo que se exige es que tambin las clases altas sean obligadas por la fuerza a conformarse con la modesta educacin que da la escuela pblica, la nica compatible con la situacin econmica, no slo del obrero asalariado, sino tambin del campesino?

    Asistencia escolar obligatoria para todos. Instruccin gratuita. La primera existe ya, incluso en Alemania; la segunda, en Suiza y en los Estados Unidos, en lo que a las escuelas pblicas se refiere. El que en algunos Estados de este ltimo pas

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn9
  • sean gratuitos tambin los centros de instruccin media, slo significa, en realidad, que all a las clases altas se les pagan sus gastos de educacin a costa del fondo de los impuestos generales. Y dicho [25] sea incidentalmente esto puede aplicarse tambin a la administracin de justicia con carcter gratuito, de que se habla en el punto A, 5 del programa. La justicia en lo criminal es gratuita en todas partes; la justicia civil gira casi exclusivamente en torno a los pleitos sobre la propiedad y afecta, por tanto, casi nicamente a las clases poseedoras. Se pretende que stas ventilen sus pleitos a costa del Tesoro pblico?

    El prrafo sobre las escuelas debera exigir, por lo menos, escuelas tcnicas (tericas y prcticas), combinadas con las escuelas pblicas.

    Eso de educacin popular a cargo del Estado es absolutamente inadmisible. Una cosa es determinar, por medio de una ley general, los recursos de las escuelas pblicas, las condiciones de capacidad del personal docente, las materias de enseanza, etc., y velar por el cumplimiento de estas prescripciones legales mediante inspectores del Estado, como se hace en los Estados Unidos, y otra cosa, completamente distinta, es nombrar al Estado educador del pueblo! Lejos de esto lo que hay que hacer es substraer la escuela a toda influencia por parte del Gobierno y de la Iglesia. Sobre todo en el Imperio prusiano-alemn (y no vale salirse con el torpe subterfugio de que se habla de un Estado futuro; ya hemos visto lo que es ste), es, por el contrario, el Estado el que necesita recibir del pueblo una educacin muy severa.

    Pese a todo su cascabeleo democrtico, el programa est todo l infestado hasta el tutano de la fe servil de la secta lassalleana en el Estado; o lo que no es mejor ni mucho menos de la supersticin democrtica ; o es ms bien un compromiso entre estas dos supersticiones, ninguna de las cuales tiene nada que ver con el socialismo.

    Libertad de la ciencia; la estatuye ya un prrafo de la Constitucin prusiana. Para qu, pues, traer sta aqu?

    Libertad de conciencia! Si, en estos tiempos de Kulturkampf [5], se quera recordar al liberalismo sus viejas consignas, slo poda hacerse, naturalmente, de este modo: todo el mundo tiene derecho a satisfacer sus necesidades religiosas, lo mismo que a hacer sus necesidades fsicas sin que la polica tenga que meter las narices en ello. Pero el Partido Obrero, aprovechando la ocasin, tena que haber expresado aqu su conviccin de que la libertad de conciencia burguesa se limita a tolerar cualquier gnero de libertad de conciencia religiosa, mientras que l aspira, por el contrario, a liberar la conciencia de todo fantasma religioso. Pero, se ha preferido no salirse de los lmites burgueses.

    Y con esto, llego al final, pues el apndice que viene despus del programa, no constituye una parte caracterstica del mismo. Por tanto, procurar ser muy breve.

    [26]

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn10
  • 2. Jornada normal de trabajo.

    En ningn pas se limita el Partido Obrero a formular una reivindicacin tan vaga, sino que fija siempre la duracin de la jornada de trabajo que, bajo las condiciones concretas, se considera normal.

    3. Restriccin del trabajo de la mujer y prohibicin del trabajo infantil.

    La reglamentacin de la jornada de trabajo debe incluir ya la restriccin del trabajo de la mujer, en cuanto se refiere a la duracin, descansos, etc., de la jornada; de no ser as, slo puede equivaler a la prohibicin del trabajo de la mujer en las ramas de produccin que sean especialmente nocivas para el organismo femenino o inconvenientes, desde el punto de vista moral, para este sexo. Si es esto lo que se ha querido decir, debi haberse dicho.

    Prohibicin del trabajo infantil. Aqu, era absolutamente necesario sealar el lmite de la edad.

    La prohibicin general del trabajo infantil es incompatible con la existencia de la gran industria y, por tanto, un piadoso deseo, pero nada ms.

    El poner en prctica esta prohibicin suponiendo que fuese factible sera reaccionario, ya que, reglamentada severamente la jornada de trabajo segn las distintas edades y aplicando las dems medidas preventivas para la proteccin de los nios, la combinacin del trabajo productivo con la enseanza desde una edad temprana es uno de los ms potentes medios de transformacin de la sociedad actual.

    4. Inspeccin por el Estado de la industria en las fbricas, en los talleres y a domicilio.

    Tratndose del Estado prusiano-alemn, deba exigirse, taxativamente, que los inspectores slo pudieran ser destituidos por sentencia judicial; que todo obrero pudiera denunciarlos a los tribunales por transgresiones en el cumplimiento de su deber; y que perteneciesen a la profesin mdica.

    5. Reglamentacin del trabajo en las prisiones.

    Mezquina reivindicacin, en un programa general obrero. En todo caso, debi proclamarse claramente que no se quera, por celos de competencia, ver tratados a los delincuentes comunes [27] como a bestias, y, sobre todo, que no se les quera privar de su nico medio de corregirse: el trabajo productivo. Era lo menos que poda esperarse de socialistas.

    6. Una ley eficaz de responsabilidad civil.

    Haba que haber dicho qu se entiende por ley eficaz de responsabilidad civil.

  • Diremos de paso que, al hablar de la jornada normal de trabajo, no se ha tenido en cuenta la parte de la legislacin fabril que se refiere a las medidas sanitarias y medios de proteccin contra los accidentes, etc. La ley de responsabilidad civil slo entra en accin despus de infringidas estas prescripciones.

    En una palabra, tambin el apndice se caracteriza por su descuidada redaccin.

    Dixi et salvavi animan meam [*]

    Escrito por C. Marx en abril y a principios de mayo de 1875. Se publica de acuerdo con el manuscrito.

    Publicado (con ciertas omisiones) en la revista "Die Neue Zeit", Bd. 1, N 18, 1890-1891.

    Traducido del alemn.

    NOTAS

    [1]

    1 El trabajo de Marx "Crtica del Programa de Gotha", escrito en 1875, consta de observaciones crticas al proyecto del futuro partido obrero unificado de Alemania. El proyecto pecaba de graves errores y haca concesiones de principio a los lassalleanos. Marx y Engels, a la vez que aprobaban la creacin del partido socialista nico de Alemania, se pronunciaron en contra del compromiso ideolgico con los lassalleanos y lo sometieron a dura crtica.- 5, 9, 450

    [*] Vase la presente edicin, t. 2, pg. 14 (N. de la Edit.)

    [*] Vase la presente edicin, t. 1, pg. 120. (N. de la Edit.)

    [**]Por lo visto, Hasselmann, redactor jefe de "Neuer Sozial-Demokrat" (Nuevo Socialdemcrata). (N. de la Edit.)

    [2] 10 La Liga por la Paz y la Libertad era una organizacin burguesa pacifista fundada en 1867 en Suiza por republicanos y liberales pequeoburgueses. Con sus declaraciones acerca de la posibilidad de acabar con la guerra mediante la creacin de los Estados Unidos de Europa, la Liga sembraba entre las masas falsas ilusiones y apartaba al proletariado de la lucha de clase.- 18, 30

    [3] 11 "Norddeutsche Allgemeine Zeitung" (Peridico General de Alemania del Norte): diario reaccionario que se public en Berln desde 1861 hasta 1918; en los aos 60-80 fue rgano oficial del Gobierno de Bismarck; Marx se refiere al artculo aparecido en el peridico del 20 de marzo de 1875.- 19

    [*]De la poesa de Goethe "Lo Divino". (N. de la Edit.)

    [4] 12 "L'Atelier" (El Taller): revista mensual francesa que se publicaba en Pars desde 1840 hasta 1850; rgano de artesanos y obreros influenciados por el socialismo cristiano.- 21

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fn11http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fnB0http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fnB1http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fnB2http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fnB3http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fnB4http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fnB5http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fnB6http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe3/mrxoe303.htm#fnB7
  • [*]Staatswesen (organizacin estatal) es la palabra que utiliza Marx en este caso. Para justificar sus puntos de vista, la camarilla revisionista de Jruschov afirm que esa Staatwesen en la sociedad comunista a que se refera Marx, ya no es la dictadura del proletariado, sino otro tipo de estado como poda serlo el estado de todo el pueblo. El Presidente Mao Tsetung rebati esa tergiversacin en el artculo de la polmica "Acerca del falso comunismo de Jruschov y sus lecciones histricas para el mundo", en el captulo dedicado especialmente a refutar el llamado estado de todo el pueblo. En este edicin de las Obras Escogidas de Marx y Engels, fechada en Mosc en 1974, se sustituye el trmino organizacin estatal por l de Estado, Estado futuro de la sociedad comunista. La falsificacin es evidente.

    [*]Partidarios de la reforma financiera. (N. de la Edit.)

    [5] 13 "Kulturkampf" (Lucha por la cultura): denominacin dada por los liberales burgueses al sistema de medidas legislativas del Gobierno de Bismarck en los aos 70 del siglo XIX llevadas a la prctica bajo la bandera de la lucha por la cultura laica. En Ios aos 80, Bismarck aboli la mayor parte de estas medidas, con el fin de unir las fuerzas reaccionarias.- 25, 410, 448

    [*] He dicho y salvado mi alma. (N. de la Edit.)

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  • [28]

    F. Engels

    CARTA A A. BEBEL

    Londres, 18-28 de marzo de 1875.

    Querido Bebel:

    He recibido su carta del 23 de febrero, y me alegra que su estado de salud sea tan satisfactorio.

    Me pregunta usted cul es nuestro criterio sobre la historia de la unificacin. Desgraciadamente, nos ha pasado lo mismo que a usted. Ni Liebknecht ni nadie nos ha dado ninguna noticia, por lo cual tampoco nosotros sabemos ms que lo que dicen los peridicos, que no trajeron nada, hasta que hace unos ocho das recibimos el proyecto de programa. Este nos ha causado, ciertamente, bastante asombro.

    Nuestro partido ha tendido con tanta frecuencia la mano a los partidarios de Lassalle para la conciliacin, o cuando menos para llegar a algn acuerdo, y los Hasenclever, Hasselmann y Tlcke la han rechazado siempre de un modo tan persistente y desdeoso que hasta a un nio podra ocurrrsele que si ahora esos seores vienen a nosotros por s solos y nos ofrecen la conciliacin, es porque deben encontrarse en una situacin muy apurada. Dado el carcter, sobradamente conocido, de esta gente, el deber de todos nosotros era el de aprovechar este apuro para arrancar toda clase de garantas y no permitir que esta gente afianzase de nuevo su insegura posicin ante la opinin obrera a costa de nuestro partido. Haba que haberles acogido con extraordinaria frialdad y desconfianza, hacer depender la unificacin del grado en que estuviesen dispuestos a renunciar a sus consignas sectarias y a su ayuda [29] del Estado, y adoptar, en lo esencial, el programa de Eisenach de 1869 [1], o una versin del mismo corregida y adaptada a los momentos actuales. En el aspecto terico, es decir, en lo que es decisivo para el programa, nuestro partido no tiene absolutamente nada que aprender de los de Lassalle, pero ellos s que tienen que aprender de l; la primera condicin para la unidad deba haber sido que dejasen de ser sectarios, que dejasen de ser lassalleanos, y, por tanto y ante todo, que renunciasen a la panacea universal de la ayuda del Estado, o por lo menos, que la reconociesen como una de tantas medidas transitorias y secundarias. El proyecto de programa demuestra que nuestra gente, situada a cien codos por encima de los dirigentes lassalleanos en lo que a la teora se refiere, est a cien brazos por debajo de ellos en cuanto a habilidad poltica; los honrados *****[*] se han visto, una vez ms, cruelmente burlados por los pcaros.

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe304.htm#fn0http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe304.htm#fn1
  • En primer lugar, se acepta la rimbombante, pero histricamente falsa, frase de Lassalle: frente a la clase obrera, todas las otras no forman ms que una masa reaccionaria. Esta tesis slo es exacta en algunos casos excepcionales, por ejemplo, en una revolucin del proletariado como la Comuna, o en un pas donde no ha sido la burguesa sola la que ha creado el Estado y la sociedad a su imagen y semejanza, sino que despus de ella ha venido la pequea burguesa democrtica y ha llevado hasta sus ltimas consecuencias el cambio operado. Si, por ejemplo, en Alemania, la pequea burguesa democrtica perteneciese a esta masa reaccionaria, cmo poda el Partido Obrero Socialdemcrata haber marchado hombro con hombro con ella, con el Partido Popular [2] En 1866 al Partido Popular Alemn se adhiri el Partido Popular Sajn, cuyo ncleo fundamental constaba de obreros. Este ala izquierda, que comparta el deseo del Partido Popular de resolver la cuestin de la unificacin del pas por va democrtica, particip en la creacin, en agosto de 1869, del Partido Obrero Socialdemcrata Alemn.- 7, 23, 29, durante varios aos? Cmo poda el "Volksstaat" [3] "Der Volksstaat" (El Estado Popular): rgano central del Partido Obrero Socialdemcrata Alemn (eisenachianos); se public en Leipzig desde el 2 de octubre de 1869 hasta el 29 de septiembre de 1876. La direccin general del peridico corra a cargo de G. Liebknecht. Marx y Engels colaboraban en el peridico, ayudando constantemente en la redaccin del mismo.- 8, 29 tomar la casi totalidad de su contenido poltico de la "Frankfurter Zeitung" [4], peridico democrtico pequeoburgus? Y cmo pueden incluirse en este mismo programa siete reivindicaciones, por lo menos, que coinciden directa y literalmente con el programa del Partido Popular y de la democracia pequeoburguesa? Me refiero a las siete reivindicaciones polticas (de la 1 a la 5 y la 1 y la 2), entre las cuales no hay una sola que no sea democrtico-burguesa [5] El Partido Obrero Alemn exige, como base libre del Estado:

    1 . Sufragio universal, igual, directo y secreto para todos los hombres, desde los 21 aos, en todas las elecciones nacionales y municipales; 2 . Legislacin directa por el pueblo con derecho de iniciativa y de veto; 3 . Instruccin militar general. Milicias del pueblo en lugar de ejrcito permanente. Las decisiones acerca de la guerra y de la paz las tomar la representacin del pueblo; 4 . Derogacin de todas las leyes de excepcin, especialmente las de prensa, reunin y asociacin; 5 . Administracin de justicia por el pueblo y con carcter gratuito.

    El Partido Obrero Alemn exige, como fundamento espiritual y moral del Estado:

    1 . Educacin popular general e igual, a cargo del Estado. Asistencia escolar obligatoria para todos. Instruccin gratuita. 2 . Libertad de la ciencia. Libertad de conciencia.- 29.

    En segundo lugar, se reniega prcticamente por completo, para el presente, del principio internacionalista del movimiento obrero, y esto lo hacen hombres que por espacio de cinco aos y en las circunstancias ms duras mantuvieron de un modo glorioso este principio! La posicin que ocupan los obreros alemanes a la cabeza del movimiento europeo se debe, esencialmente, a la actitud autnticamente internacionalista mantenida por ellos durante la guerra [6]; ningn otro proletariado se hubiera portado tan bien. [30] Y ahora va a renegar

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  • de este principio, en el momento en que en todos los pases del extranjero los obreros lo recalcan con la misma intensidad que los gobiernos tratan de reprimir todo intento de imponerlo en una organizacin! Y qu queda en pie del internacionalismo del movimiento obrero? La plida perspectiva, no ya de una futura accin conjunta de los obreros europeos para su emancipacin, sino de una futura fraternidad internacional de los pueblos, de los Estados Unidos de Europa de los burgueses de la Liga por la Paz [7]!

    No haba, naturalmente, para qu hablar de la Internacional como tal. Pero al menos no deba haberse dado ningn paso atrs respecto al programa de 1869 y decir, por ejemplo, que aunque el Partido Obrero Alemn acta, en primer trmino, dentro de las fronteras del Estado del que forma parte (no tiene ningn derecho a hablar en nombre del proletariado europeo, ni, sobre todo, a decir, nada que sea falso), tiene conciencia de su solidaridad con los obreros de todos los pases y estar siempre dispuesto a seguir cumpliendo, como hasta ahora, con los deberes que esta solidaridad impone. Estos deberes existen, aunque uno no se considere ni se proclame parte de la Internacional; son, por ejemplo, el deber de ayudar en caso de huelga y paralizar el envo de esquiroles, preocuparse de que los rganos del partido informen a los obreros alemanes sobre el movimiento extranjero, organizar campaas de agitacin contra las guerras dinsticas inminentes o que han estallado ya, una actitud frente a stas como la mantenida ejemplarmente en 1870 y 1871, etc.

    En tercer lugar, nuestra gente se ha dejado imponer la ley de bronce del salario lassalleana, basada en un criterio econmico completamente anticuado, a saber: que el obrero no recibe, por trmino medio, ms que el mnimo de salario, y esto porque segn la teora de la poblacin de Malthus, hay siempre obreros de sobra (sta era la argumentacin de Lassalle). Ahora bien: Marx ha demostrado minuciosamente, en "El Capital", que las leyes que regulan el salario son muy complejas, que tan pronto predominan unas como otras, segn las circunstancias; que, por tanto, estas leyes no son, en modo alguno, de bronce, sino, por el contrario, muy elsticas, y que el problema no puede resolverse as, en dos palabras, como crea Lassalle. La fundamentacin que da Malthus de la ley que Lassalle toma de l y de Ricardo (falseando a este ltimo), tal como puede verse, por ejemplo, citada de otro folleto de Lassalle, en el "Libro de lecturas para obreros", pag. 5, ha sido refutada con todo detalle por Marx en el captulo sobre el proceso de acumulacin del capital *********[*]. As pues, al adoptar [31] la ley de bronce de Lassalle, se han pronunciado a favor de un principio falso y de una falsa fundamentacin del mismo.

    En cuarto lugar, el programa plantea como nica reivindicacin social la ayuda estatal lassalleana en su forma ms descarada, tal como Lassalle la plagi de Buchez. Y esto, despus de que Bracke demostr de sobra la inutilidad de esta reivindicacin [8]; despus de que casi todos, si no todos, los oradores de nuestro partido se han visto obligados, en su lucha contra los lassalleanos, a pronunciarse en contra de esta ayuda del Estado! Nuestro partido no poda llegar a mayor humillacin. El internacionalismo rebajado a la altura de un Armand Ggg, el socialismo, a la del republicano burgus Buchez, que planteaba esta reivindicacin frente a los socialistas, para combatirlos!

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe304.htm#fn7http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe304.htm#fn8http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe304.htm#fn9
  • En el mejor de los casos, la ayuda del Estado, en el sentido lassalleano, no es ms que una de tantas medidas para conseguir el objetivo que aqu se define con las torpes palabras de para preparar el camino a la solucin del problema social, como si para nosotros existiese todava un problema social que estuviese tericamente sin resolver! Si, por tanto, se dijera: el Partido Obrero Alemn aspira a abolir el trabajo asalariado, y con l las diferencias de clase, implantando la producccin cooperativa en la industria y en la agricultura en una escala nacional, y aboga por todas y cada una de las medidas adecuadas a la consecucin de este fin, ningn lassalleano tendra nada que objetar contra esto.

    En quinto lugar, no se dice absolutamente nada de la organizacin de la clase obrera como tal clase, por medio de los sindicatos. Y ste es un punto muy esencial, pues se trata de la verdadera organizacin de clase del proletariado, en la que ste ventila sus luchas diarias con el capital, en la que se educa y disciplina a s mismo, y an hoy da, con la ms negra reaccin (como ahora en Pars), no se la puede aplastar. Dada la importancia que esta organizacin ha adquirido tambin en Alemania, hubiera sido, a nuestro juicio, absolutamente necesario mencionarla en el programa y reservarle, a ser posible, un puesto en la organizacin del partido.

    Todo esto ha hecho nuestra gente para complacer a los lassalleanos. Y en qu han cedido los otros? En que figuren en el programa un montn de reivindicaciones puramente democrticas y bastante embrolladas, algunas de las cuales no son ms que cuestin de moda, como, por ejemplo, la legislacin por el pueblo, que existe en Suiza, donde produce ms perjuicios que beneficios, si es que puede decirse que produce algo. Si se dijera administracin por el pueblo, quiz tendra algn sentido. Falta, igualmente, la primera condicin de toda libertad: que todos los funcionarios sean responsables en cuanto a sus actos de servicio [32] respecto a todo ciudadano, ante los tribunales ordinarios y segn las leyes generales. Y no quiero hablar de reivindicaciones como la de libertad de la ciencia y la libertad de conciencia, que figuran en todo programa liberal burgus y que aqu suenan a algo extrao.

    El Estado popular libre se ha convertido en el Estado libre. Gramaticalmente hablando, Estado libre es un Estado que es libre respecto a sus ciudadanos, es decir, un Estado con un Gobierno desptico. Habra que abandonar toda esa charlatanera acerca del Estado, sobre todo despus de la Comuna, que no era ya un Estado en el verdadero sentido de la palabra. Los anarquistas nos han echado en cara ms de la cuenta esto del Estado popular, a pesar de que ya la obra de Marx contra Proudhon [*], y luego el "Manifiesto Comunista" *[*] dicen claramente que, con la implantacin del rgimen social socialista, el Estado se disolver por s mismo [sich auflst] y desaparecer. Siendo el Estado una institucin meramente transitoria, que se utiliza en la lucha, en la revolucin, para someter por la violencia a los adversarios, es un absurdo hablar de Estado popular libre: mientras que el proletariado necesite todava del Estado no lo necesitar en inters de la libertad, sino para someter a sus adversarios, y tan pronto como pueda hablarse de libertad, el Estado como tal dejar de existir. Por eso nosotros propondramos remplazar en todas partes la palabra Estado por la

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  • palabra comunidad' (Gemeinwesen), una buena y antigua palabra alemana equivalente a la palabra francesa Commune **[*].

    Supresin de toda desigualdad social y poltica, en vez de abolicin de todas las diferencias de clase, es tambin una frase muy dudosa. De un pas a otro, de una regin a otra, incluso de un lugar a otro, existir siempre una cierta desigualdad en cuanto a las condiciones de vida, que podr reducirse al mnimo, pero jams suprimirse por completo. Los habitantes de los Alpes vivirn siempre en condiciones distintas que los habitantes del llano. La concepcin de la sociedad socialista como el reino de igualdad, es una idea unilateral francesa, apoyada en el viejo lema de libertad, igualdad, fraternidad; una concepcin que tuvo su razn de ser como fase de desarrollo en su tiempo y en su lugar, pero que hoy debe ser superada, al igual que todo lo que hay de unilateral en las escuelas socialistas anteriores, ya que slo origina confusiones, y porque adems se han descubierto frmulas ms precisas para presentar el problema.

    [33]

    Y termino aqu, aunque habra que criticar casi cada palabra de este programa, redactado adems sin jugo y sin bro. Hasta tal punto que, caso de ser aprobado, Marx y yo jams podramos militar en el nuevo partido erigido sobre esta base y tendramos que meditar muy seriamente qu actitud habramos de adoptar frente a l, incluso pblicamente. Tenga usted en cuenta que, en el extranjero, se nos considera a nosotros responsables de todas y cada una de las manifestaciones y de los actos del Partido Obrero Socialdemcrata Alemn. As, por ejemplo, Bakunin en su obra "Poltica y Anarqua" nos hace responsables de cada palabra irreflexiva pronunciada y escrita por Liebknecht desde la fundacin del "Demokratisches Wochenblatt" [9]. La gente se imagina, en efecto, que nosotros dirigimos desde aqu todo el asunto, cuando usted sabe tan bien como yo, que casi nunca nos hemos mezclado en lo ms mnimo en los asuntos internos del partido, y cuando lo hemos hecho, slo ha sido para corregir, en lo posible, los errores que a nuestro juicio se haban cometido, y adems, slo cuando se trataba de errores tericos. Pero usted mismo comprender que este programa representa un viraje, el cual fcilmente podra obligarnos a declinar toda responsabilidad respecto al partido que lo adopte.

    En general, importan menos los programas oficiales de los partidos que sus actos. Pero un nuevo programa es siempre, a pesar de todo, una bandera que se levanta pblicamente y por la cual los de fuera juzgan al partido. No debera, por tanto, en modo alguno, representar un retroceso como el que representa ste, comparado con el de Eisenach. Y habra tambin que tener en cuenta lo que los obreros de otros pases dirn de este programa; la impresin que ha de producir esta genuflexin de todo el proletariado socialista alemn ante el lassallesmo.

    Adems, yo estoy convencido de que la unin hecha sobre esta base no durar ni un ao. Van las mejores cabezas de nuestro partido a prestarse a aprender de memoria y recitar de corrido las tesis lassalleanas sobre la ley de bronce del salario y la ayuda del Estado? Aqu quisiera yo verle a usted, por ejemplo! Y si fuesen capaces de hacerlo, el auditorio les silbara. Y estoy seguro de que los

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  • lassalleanos se aferran precisamente a estas partes del programa como Shylock a su libra de carne [*]. Vendr la escisin; pero habremos devuelto la honra a los Hasselmann, los Hasenclever, los Tlcke y consortes; nosotros saldremos debilitados de la escisin y los lassalleanos fortalecidos; nuestro partido habr perdido su virginidad poltica y jams podr volver a combatir con valenta [34] la fraseologa de Lassalle, que l mismo ha llevado inscrita en sus banderas durante algn tiempo; y si entonces los lassalleanos vuelven a decir que ellos son el verdadero y nico partido obrero y que los nuestros son unos burgueses, all estar el programa para demostrarlo. Cuantas medidas socialistas figuran en l, proceden de ellos, y lo nico que nuestro partido ha puesto son las reivindicaciones tomadas de la democracia pequeoburguesa, a la cual tambin l considera, en el mismo programa, como parte de la masa reaccionaria!

    No he echado esta carta al correro, ya que no saldr usted en libertad hasta el 1 de abril, en honor del cumpleaos de Bismarck, y no quera exponerla al riesgo de que la interceptasen si se intentaba pasarla de contrabando. Mientras, acabo de recibir una carta de Bracke, al que tambin ofrece graves reparos el programa y que quiere conocer nuestra opinin. Por eso, y para ganar tiempo, se la envo por intermedio suyo, para que la lea y as no necesito escribirle tambin a l, repitindole toda la historia. Por lo dems, tambin a Ramm le he hablado claro, y a Liebknecht le he escrito slo concisamente. A l no le perdono que no nos haya dicho ni una palabra de todo el asunto (mientras Ramm y otros crean que nos haba informado detalladamente), hasta que se hizo, por decirlo as, demasiado tarde. Cierto que siempre ha hecho lo mismo --y de aqu el montn de cartas desagradables que Marx y yo hemos cambiado con l--, pero esta vez la cosa es demasiado grave y, decididamente, no marcharemos con l por ese camino.

    Arregle usted las cosas para venirse en el verano. Se alojar usted, naturalmente, en mi casa y, si hace buen tiempo, podremos ir un par de das a baarnos en el mar, cosa que le vendr a usted muy bien, despus despus del largo encarcelamiento.

    Cordialmente suyo, F. E.

    Marx ha cambiado recientemente de domicilio. Sus seas: 41, Maitland-park, Crescent, North-West, London.

    Publicado por primera vez en el libro: A. Bebel. Aus meinem Leben, t. II, Stuttgart, 1911.

    Se publica de acuerdo con el texto del libro. Traducido del alemn.

    [1]

    6 En Eisenach, en el Congreso panalemn de los socialdemctatas de Alemania, Austria y Suiza, celebrado del 7 al 9 de agosto de 1869, fue instituido el Partido Obrero Socialdemcrata Alemn,

    http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe304.htm#fn14http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe304.htm#fnB0
  • conocido luego con el nombre de partido de los eisenachianos. El programa adoptado en el Congreso responda enteramente al espritu de la Internacional.- 7, 29

    [******] Se llaman honrados a los eisenachianos. (N. de la Edit.)

    [2] 8 El Partido Popular Alemn, fundado en 1865, constaba de elementos democrticos de la pequea burguesa y, en parte, de la burguesa, principalmente de los Estados del Sur de Alemania. Al aplicar una poltica antiprusiana y presentar consignas democrticas generales, este partido reflejaba, al propio tiempo, tendencias particularistas de ciertos Estados alemanes. Al hacer propaganda de la idea del Estado alemn federal, era contraria a la unificacin de Alemania bajo la forma de repblica democrtica centralizada nica.

    [3] 9 Se alude a la editorial del Partido Obrero Socialdemcrata que publicaba el peridico "Der Volksstaat" y literatura socialdemocrtica. El director de la editorial era A. Bebel.

    [4] 14 "Frankfurter Zeitung und Handelsblatt" (Peridico de Francfort y Hoja del Comercio): diario de orientacin democrtica pequeoburguesa; se public desde 1856 (con este nombre desde 1866) hasta 1943.- 29

    [5] 15 Trtase de los siguientes puntos del proyecto de Programa de Gotha:

    [6] 16 Se trata de la guerra franco-prusiana de 1870-1871.- 29

    [7] 10 La Liga por la Paz y la Libertad era una organizacin burguesa pacifista fundada en 1867 en Suiza por republican