Ki-Zerbo, Joseph, Historia del áfrica Negra 2

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Ki-Zerbo, Joseph, Historia del África Negra. Alianza, Madrid, 1980. Capítulo 8 LOS INTENTOS DE INTEGRACION DEL SIGLO XIX El robo de Africa: éste es el gran negocio que ocupa a los europeos en el último cuarto del siglo XIX. Africa, agotada por los siglos de la trata, no se había convertido, pese a todo, en tierra de colonización fácil. Y en el siglo xix va a presenciar el surgimiento —precisamente un poco antes de la conquista europea— de líderes de una calidad excepcional, que van a

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Ki-Zerbo, Joseph, Historia del frica Negra. Alianza, Madrid, 1980. Captulo 8 LOS INTENTOS DE INTEGRACION DEL SIGLO XIX El robo de Africa: ste es el gran negocio que ocupa a los europeos en el ltimo cuarto del siglo XIX. Africa, agotada por los siglos de la trata, no se haba convertido, pese a todo, en tierra de colonizacin fcil. Y en el siglo xix va a presenciar el surgimiento precisamente un poco antes de la conquista europea de lderes de una calidad excepcional, que van a tratar de enderezar el curso implacable del destino, aun cuando no siempre sern explcitamente conscientes de ello. Y van a intentar reconstituir los grandes conjuntos polticos supratribales, como existan durante los Grandes Siglos. Este es el sentido de la epopeya de Chaka. Y lo ser tambin de la plyade de africanos que surgen ahora en todas las zonas de Africa Negra: Usmn dan Fodio, El-Hadch mar, Samori, el Mahdi y Menelk de Etiopa. 1. CHAKA Si hubisemos de elegir cinco nombres tan slo entre las individualidades que ms han influido sobre el destino histrico de regiones enteras de Africa, Chaka sera uno de ellos. Cabra preguntarse cmo este pastor despreciado y maltratado pudo convertirse en pocos aos en un forjador y, desgraciadamente, en un desmenuzador. . . de pueblos. Venerado como un dios por miles de hombres y mujeres, era temido como un diablo por millones de personas, a miles de kilmetros a la redonda. Como acabamos de ver, hacia el siglo xv, o incluso antes 1, los nguni se establecen en el sudeste de Africa. Estaban formados por diversas etnias, y rodeados por los sotho al este, por pueblos emparentados con ellos, como los swazi y los xhosa, al norte y al sur, y separados de los bers por el Great Fish River, declarado frontera (1778) entre blancos y negros. Pero los bers haban iniciado ya un proceso de expansin hacia el norte.

A. Los origenes y la conquista del poder Los jvenes bers, para paliar los inconvenientes de la regla del reparto de tierras entre todos los hijos, se haban lanzado a la aventura para establecerse por su cuenta. As, rechazaron a tiros a los xhosa, que retrocedieron, empujando a otras tribus, que se pusieron en marcha a su vez. Estamos pues en un perodo de lucha por el espacio vital. Los abatetwa eran una de las tribus nguni, gobernados por un jefe superior llamado Dchobe [o Jobe 1. Eran ganaderos, comerciantes en tabaco y en instrumentos de madera esculpida. Uno de los clanes de los abatetwa se hallaba bajo el mando de Senza Ngakona, que tena cuatro mujeres pero ningn hijo varn. En ocasin de una fiesta popular organizada por l, observ la presencia de Nandi (que significa la deliciosa), incomparable danzarina de mochosho. Al da siguiente se las ingeni para cruzarse con ella en el camino de vuelta a su aldea. Poco despus Nandi quedaba encinta; cuando el jefe lo supo, se cas con ella. Naci un nio, su primer hijo, Chaka. Despus las dems mujeres tendran tambin hijos varones, pero Nandi sigui siendo la 1

favorita de Senza Ngakona, y Chaka, el preferido. Pronto la coalicin de sus coesposas se convirti en un chantaje odioso. Amenazaron al jefe con desvelar que Nandi haba llegado hasta 1 como una perra... ya preada, si no la abandonaba, y con ella a su hijo, presunto heredero. Senza Ngakona termin por ceder y envi a su aldea a Nandi y a su hijo. Para este ltimo comenzaba una especie de martirio, una vida de bromas excesivamente pesadas, de humillaciones y opresiones. Siendo pastor, era maltratado por sus camaradas, que lo trataban como a un bastardo, le pegaban y en una ocasin lo dejaron tumbado en el suelo, creyndolo muerto. Un muchacho normal habra quedado malparado, pero Chaka estaba hecho de un metal especial: ante la desgracia, se introvirti. Reflexion yse endureci. Se forj una energa terrible y salvaje, con el fin de superar al destino. Ahora bien, Chaka estaba dotado de una fuerza fsica considerable, y pronto comenz a tener algunos xitos, a atraer-se a algunos amigos que lo apoyaban, amigos vencidos o convencidos, y finalmente, en este mundo estrecho de pastores, logr imponerse como jefe (mam pali), permitindose incluso el lujo de matar a un len y arrebatar a una nia de los dientes de una hiena que trataba de llevrsela. La leyenda atribuye tales hazaas a la posesin de remedios mgicos; y pronto su fama super los lmites del clan. En lugares remotos, las muchachas mostraban su admiracin por Chaka en canciones apasionadas dedicadas a su gloria, desencadenando una envidia venenosa a sus medio-hermanos. Temiendo por su vida, Chaka se refugi en la corte del soberano de su padre, Dinguiswayo. All, exilado, privado de afecto y de familia, harto de persecuciones, endurecido por toda suerte de penalidades, Chaka se transform en un guerrero de coraje extraordinario, de energa implacable, sin piedad: algo as como un hombre de presa. Arrebata a todos los guerreros nguni sus condecoraciones, que consistan en cuentas fijadas al cabello. Se convierte en el brazo derecho de Dinguiswayo, y en su portavoz. Al morir su padre Senza Ngakona, Dinguiswayo le ayuda a recuperar su herencia, que le estaba reservada desde antes de que su madre cayera en desgracia. Chaka asesina a una parte de sus mediohermanos y se convierte en jefe de su clan. Lanza incursiones contra los pueblos vecinos, acaba con los ngoana, y se le promete la mano de la hermana preferida del jefe. Este ltimo, que tambin llevaba a cabo guerras de conquista, comete la imprudencia de desmovilizar su ejrcito demasiado pronto. Atacado inesperadamente por su enemigo Zwide, es capturado y muerto. Chaka llega inmediatamente, triste y lleno de ansia, para ver la cabeza del soberano empalada, en la punta de un poste en plena plaza pblica, ante la sede del consejo. El miedo se apodera de todo el mundo. Y como Zwide contina en campaa, los regimientos eligen como comandante en jefe a Chaka, que sobre la marcha derrota a las tropas de Zwide, quien huye y muere poco despus. Chaka se convierte as en jefe de la mayor parte de las tribus del pueblo nguni. B. El Imperio zulu 1. El ejrcito y la guerra Chaka empieza por cambiar el nombre de su pueblo: nguni resultaba mediocre. El elige un nombre que suena como un tambor de guerra y cuyo fragor es como el del agua de una tormenta: Zulu, es decir, el cielo; amazulu, es decir, los del cielo. Se le atribuye, por estas fechas, la siguiente afirmacin: Me parezco a esa gran nube donde retumba el trueno. Nadie puede impedirle hacer lo que quiera. Yo tambin, cuando miro a los pueblos, los hago temblar. Chaka comienza por organizar un ejrcito nuevo. Los regimientos (im pi) estaban compuestos de un millar de hombres o de mujeres cada uno, todos aproximadamente de la misma edad. Su jefe es el induna. En pocas de paz permanecen acantonados en campamentos especiales y sometidos a ejercicios intensivos y diarios. Cada regimiento posee

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su uniforme propio y lleva una insignia particular: en la frente, una cinta de colores diferentes; escudos con colores propios, plumas de avestruz en el cabello, etc. De est emodo Chaka poda distinguir a cada uno de sus regimientos en pleno combate. Cada uno posea su grito de guerra. Los regimientos de mujeres servan casi exclusivamente en la intendencia (cocinas, transporte, etc.). Chaka suprime las sandalias de los soldados, pues estima que les impide moverse adecuadamente. La comida de los soldados se compone casi exclusivamente de carne. No pueden beber leche. En el combate se mantiene una disciplina de hierro. Retroceder, volver sin el arma, significa la ejecucin capital. Un induna que vuelve sin botn puede ser condenado a la eliminacin fsicamente (tragado, como deca Chaka), en ocasiones con todos sus hombres. No slo haba que ser valiente; era necesario ser eficaz. Una revolucin en el armamento proporcion mayor vigor al ejrcito: hasta ese momento los soldados nguni llevaban dos armas ofensivas, la jabalina para lanzar y la azagaya para el cuerpo a cuerpo, ambas de larga asta. Chaka hace suprimir la jabalina, conserva la azagaya, pero la transforma, dejndole un asta ms corta y una hoja ms ancha. La convierte as en un arma para herir de estoque. Las dems armas son el hacha y el escudo de piel de buey. As pues, el soldado zulu no tiene ningn arma para lanzar. Psicolgicamente esto es importante: el arma larga, en efecto, desarrolla el miedo, el reflejo de alejamiento y de huida, mientras que el portador de un arma corta, si no quiere hallarse en situacin desfavorable, se ve obligado a forzar a su enemigo a entablar el cuerpo a cuerpo, en el que ste, en cambio, se ve incomodado por la excesiva longitud de su arma. De este modo la azagaya corta como la espada corta de los romanos incita al guerrero a la ofensiva permanente. En cuanto a la estrategia y a la tctica, parece ser que en este campo Chaka aprendi mucho de su seor Dinguiswayo. Renuncia a la costumbre tradicional de atacar en orden disperso, til slo para hazaas individuales. El impi se convierte en un cuerpo bien ensamblado y slido, que avanza de forma compacta, con la intencin de llegar, cueste lo que cueste, al cuerpo a cuerpo. A veces se llevan a cabo operaciones sorpresa. Pero en trminos generales la formacin de ataque toma el aspecto de semicrculo, como la cabeza de bfalo, segn expresin del propio Chaka. En efecto, las tropas se dividen en general en cuatro cuerpos: dos alas que forman los cuernos del bfalo, y dos cuerpos centrales, colocados uno detrs del otro, formando el crneo. Operan en movimiento envolvente; una de las alas ataca, en tanto que la otra se oculta y slo interviene cuando el combate ya se ha iniciado. Las alas estn formadas por guerreros jvenes y ardientes, y su tarea es impedir que el enemigo se retire, empujndolo hacia el centro. Una vez all, los soldados veteranos, que esperan emboscados, se adelantan para coger al enemigo en una tenaza. Es el momento crucial del combate, cuando la llegada de fuerzas de refresco suele acelerar la victoria. Pero si no se logra decidir la victoria en seguida, entonces la retaguardia, compuesta de veteranos, y que hasta ese momento haba permanecido en reserva, sentados de espaldas al campo de batalla, interviene a su vez. Podemos hacer aqu numerosas comparaciones: la reforma del armamento nos hace pensar en Gustavo Adolfo de Suecia en la Guerra de los Treinta Aos; la formacin compacta erizada de lanzas evoca la falange macedonia de Filipo, padre de Alejandro. La hbil estrategia nos recuerda a la de Csar o la de Anbal. En realidad, todos los genios militares han tenido las mismas ideas luminosas. Pero no olvidemos que Chaka es un antiguo pastor y cazador. Es probable que la tctica de grandes batidas para la caza de antlopes, bfalos y fieras, le haya sugerido ideas para esa caza de hombres que es la guerra.

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2. La sociedad Especializando, por decirlo as, a todo su pueblo para la guerra, Chaka trastocaba automticamente las estructuras sociales. Hasta ese momento era una sociedad patriarcal, donde cada familia importante posea su kraal (concesin) con las casas de las familias restringidas, en las que los hijos casados deban de obedecer al patriarca. Este, polgamo, tena una casa por mujer. La primera mujer ocupaba la casa mayor; la segunda, la casa de la derecha; la tercera, la de la izquierda. Cada casa dispona de bienes y tierras, heredados por el hijo mayor, pero el principal heredero era el hijo de la casa mayor. Desde el punto de vista econmico los hombres practicaban La cra de ganado, actividad prohibida a las mujeres. Uno de los principales cultivos era el maz. Pero desde el instante en que los zulu se convierten en una mquina militar, en la que todo el mundo quedaba integrado, acaecieron importantes cambios sociales. La circuncisin y las ceremonias adicionales fueron abolidas, como prdida de tiempo. El perodo de la iniciacin fue consagrado al entrenamiento militar. Las clases de edad fueron incorporadas como regimientos. El servicio duraba desde los diecisis a los sesenta aos. El casamiento se produca tan slo entre los treinta y cuarenta aos, y era como una concesin a los regimientos ms valerosos, que reciban, en bloque, permiso para buscar mujer en un regimiento femenino que se les designaba. Los guerreros casados formaban un conjunto aparte dentro del ejrcito. El mismo Chaka no se cas nunca. As pues, la idea de familia, tan fundamental en la sociedad africana, se utilizaba en beneficio de la eficacia militar. A mayor violencia en el combate, ms pronto llegaba la hora de las deseadas bodas. Por otro lado, se crea que era mejor estar libre de lazos familiares, pues as se poda combatir con mayor decisin, y llegar a ser soldados valerosos; los cabezas de familia, se pensaba, tenan el problema del dulce recuerdo del hogar. Asimismo, por una especie de transferencia subconsciente, el instinto sexual reprimido poda dar lugar a un estado de ferocidad til para el combate. Desde el punto de vista poltico, las conquistas zulu produjeron una profunda integracin de los pueblos de la regin del Limpopo y del Zambeze. Todos los jvenes de los pases vencidos podan salvar su vida si se enrolaban en los impi zulu, si cambiaban su nombre, abandonaban su lengua y se convertan, de corazn, en zulu. El marco tribal haba saltado hecho pedazos y haba sido superado por una colectividad ms amplia con un destino comn, a cuya cabeza se hallaba Chaka como jefe supremo, propietario de la tierra, supremo en los delitos de sangre. En cambio, los casos menos graves dependan de los jefes subalternos, que imponan multas a pagar en ganado, o penas corporales. Hubo incluso tendencia a considerar a Chaka como un semidis, emanacin del soberano (Nkulunkulu). Su ttulo (.Bayete) designaba a aquel que est situado entre Dios y los hombres; el pueblo lo invocaba de esta manera: Bayete, oh, padre! Seor de los seores! T, el gran len, elefante al que nadie puede hacer frente! Oh, Zulu; oh, celeste! Guanos con clemencia! Oh, Chaka, tiemblo porque eres t, Chaka! Con todo, el poder no era tan slo personal ni ilimitado, sino que estaba controlado por los induna ms importantes, con los cuales Chaka haba de ponerse de acuerdo sobre sus decisiones y sus actos. La capital llevaba un nombre simblico: Umgungundlovu, es decir, semejante al elefante. Era una ciudad de Llanura, situada en una confluencia de ros. Formaba un crculo inmenso, cruzado en su totalidad por dos vas perpendiculares orientadas en direccin a los cuatro puntos cardinales, que eran utilizadas como accesos de las tropas y de los rebaos tomados como botn. En el cruce de las vas se hallaba una plaza gigantesca, utilizada para las 4

maniobras, los desfiles, la instruccin y las proclamas al ejrcito. Junto a la plaza se encontraban las viviendas de los consejeros y de los notables, as como el consejo real y la corte de justicia (Kgotla), vigilada por una guardia. No lejos de all se hallaba la corte de Chaka, rodeada por un muro tan ancho que cuatro hombres podan caminar de frente sobre l. All se encontraban tambin las insignias reales. Fuera del sector real existan otros dos barrios, destinados a los civiles y un gran barrio destinado a los regimientos de guarnicin en la capital. En cada puerta haba guardias que vigilaban las entradas y salidas. Si se quera acceder de noche a este inmenso campamento, era necesario hacer seales luminosas con antorchas. Con un instrumento tan poderoso como su ejrcito que llegar a tener cien regimientos, es decir, cien mil soldados Chaka orientar la expansin en dos direcciones: hacia el oeste, ms all de los montes Drakensberg, donde los sotho (basuto) y los bechuana sern dispersados y empujados an ms all. Y hacia el sur, contra Los tembu, pondo y xhosa. Los mtodos de guerra eran extremadamente duros; se hizo famoso el m!ecane, o sea, la oleada arrolladora de pueblos en busca de un lugar y de bienes: la Vlkerwanderung. Los viejos de los pueblos vencidos solan ser suprimidos. Las mujeres y los jvenes, incorporados a los zulu. Los mejores consejeros del rey eran colocados como administradores de las provincias conquistadas. Por otro lado, exista todo un ritual de guerra, que haca de ella no solamente una operacin econmica, sino un acto de orgullo nacional, una razn de vivir. Haba una temporada para las conquistas, poco despus de las grandes lluvias y de la luna llena, precedida por un perodo de recogimiento, de amnista general, de reconciliacin y preparacin. En ese tiempo no poda derramarse ni una sola gota de sangre, ni se toleraba violencia alguna. Se prohiban incluso los colores rojo sangre en la ropa y en los adornos. Tras esto se llevaba a cabo la ceremonia de La inauguracin de la temporada de combates: el rey, desde lo alto de su majestad, se colocaba frente a sus soldados, dispuestos en semicrculo. El momento culminante de la ceremonia llegaba cuando el monarca se levantaba y comenzaba a danzar solo delante de todo el pueblo reunido; luego lanzaba su azagaya enrgicamente en una determinada direccin para sealar la orientacin que debera tomar el prximo contingente. En cuanto el arma tocaba el suelo, los guerreros rompan filas y se precipitaban en la direccin indicada, clavando sus armas en el suelo alrededor de la del rey, como muestra de obediencia, queriendo significar de este modo que se hallaban dispuestos a dar de beber a sus azagayas. 3. El declive y la dispersin El declive de Chaka se inicia al mismo tiempo que su tendencia a la tirana. Al retorno de una expedicin hizo aniquilar en la gran plaza a todos los guerreros que haban retrocedido o que haban perdido sus armas. Fue el da de la matanza de los cobardes. Todos gritaron: Qu sabidura la suya!, y un proverbio nguni expres pronto la suerte tremenda reservada a los jvenes zulu: Un nio varn es un buey destinado al buitre. A este acto siguieron secesiones importantes, que dislocaron paulatinamente al pueblo que haba sido amalgamado gracias a las conquistas y a la asimilacin militar. Zwide condujo a los ngoni a refugiarse al norte del actual Transvaal (1820-1821). Posteriormente, su hijo Zwangendaba (Zwangendaba) toma de nuevo el camino del norte despus de dispersar a los sotho. En 1834 los ngoni franquean el Limpopo, apartan a los rozwi, rama del pueblo shona que ocupaba Zimbabwe y el Monomotapa. Luego se dirigen sin ms hacia el lago Victoria, donde chocan con los reinos interlacustres y deben dar media vuelta e instalarse junto al lago Nyassa, tomando el nombre de angoni; asimismo abandonan algunos usos zulu, tales como la incorporacin de los muchachos de los pueblos derrotados, que ahora se convierten en

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esclavos, en tanto que los propios angoni siguen siendo guerreros y cazadores hasta el da en que, tras su estabilizacin, vuelven a hacer suya su tradicional asociacin agriculturaganadera. Aunque, a falta de ganado vacuno, se dedicarn a la cra de cabras y se convertirn en agricultores expertos que utilizaban abonos y practicaban la rotacin de cultivos: es decir, haban vuelto a sus fuentes ganaderas tras el episodio volcnico del militarismo zulu. Otro grupo secesionista, dirigido por Mzilikazi, se separa de Chaka. Estos ngoni se haban rebelado contra el celibato forzado y por ello convencieron a numerosas muchachas de que partieran con ellos; por el camino integraron a otras tribus, formando finalmente el pueblo de los ndebele, o matabele. Cruzan los Drakensberg, rechazan ms all an a los basuto y a los bechuana, chocan con los bosquimanos y con los mestizos griqua, armados de fusiles. Presionados por estos pueblos y por los bers, cruzan el Limpopo e intentan pasar al otro lado del Zambeze, sin xito. Aacabarn instalndose como dominadores entre los dos ros, en la regin de Bulawayo, donde controlarn el antiguo imperio shona de Monomotapa. Despus de una serie de incursiones contra los shona, los matabele acabarn estableciendo con ellos una simbiosis tnica y relaciones sociales de seores a siervos. Como vemos, no se produjo exterminio sistemtico de los shona, como han pretendido ciertos autores europeos para justificar sus agresiones contra los ndebele despus del descubrimiento de los yacimientos aurferos en Matabeleland (en lo que luego ser Rhodesia). Mzilikazi no fue tampoco el tirano sanguinario de los relatos europeos, evidentemente interesados y parciales. El reverendo Mackenzie expresa su sorpresa ante la dulzura de este pretendido dspota: Le horrorizaba dice todo tipo de sufrimiento, y no slo el de los hombres, sino tambin el de los animales. Aconsejaba que no se pegase a las bestias, sino que se les incitase con moderacin, usando solamente ramas secas. Tras treinta aos de reinado Mzilikazi muere, en 1870. Su hijo Lobengula, a la cabeza de veinticinco mil hombres, deber defender su pas contra los buscadores de oro. Pero Chaka haba desaparecido desde haca mucho tiempo, en fecha y circunstancias poco conocidas. Se cree que fue asesinado, a consecuencia de un complot urdido por sus medio-hermanos. Y parece ser que en el momento de su muerte predijo a sus asesinos que no gozaran durante mucho tiempo de su victoria, pues los blancos se hallaban ya en camino para expulsarlos. Es autntica la prediccin? Sea como sea, no parece que responda a la mentalidad y a la poltica de un gran gobernante como l, que lleg a forjar una gran nacin, de la que se senta extremadamente orgulloso. Chaka fue un organizador genial, un forjador de pueblos, un revolucionario brutal con frecuencia; fue la refutacin viva del mito del negro incapaz de innovar y cambiar el curso estereotipado de la tradicin. Chaka, despus de todo, no es quiz ms que el producto de su poca. En medio del hundimiento de etnias enteras, en constante estado de querella y antagonismos internos y alterados por las llamadas guerras cafres, provocadas por la expansin europea, surge un individuo excepcional, y este individuo no poda ser ms que un dictador. En trminos generales, Chaka es uno de los mayores conquistadores de la historia de Africa, y su nombre merece ser recordado por la historia universal.

II. USMAN DAN FODIO A. Los origenes Desde siglos atrs, el Islam haba sido fermento de integracin poltica en el Blad asSudan. Pero eran escasos los pases en los que haba penetrado profundamente cii las masas. 6

En general, el Islam era un asunto limitado a los faques o letrados o, todo lo ms, a los gobernantes, que lo utilizaban como elemento de prestigio para uso externo, del mismo modo que los reyes convertidos de la costa usaban el cristianismo. La fidelidad de los monarcas segua estando dirigida hacia las prcticas religiosas africanas. As eran los sultanes de las ciudades hausa. El rico se enriqueca mucho ms, y el pobre empobreca, nos dicen. Pero habra que matizar tal afirmacin, pues nos viene de los informadores opuestos a los sultanes hausa. Ahora bien, para los verdaderos musulmanes que vivan en estos reinos, gobernados por no musulmanes o por seudomusulmanes, surgan contradicciones graves entre su lealtad religiosa y sus obligaciones como ciudadanos, en lo que se refiere al fisco y al servicio militar, sobre todo en los casos de guerra contra otros pases musulmanes. La tensin moral y social; padecida en su da por los primeros cristianos del imperio romano, se ir haciendo cada vez ms aguda entre los intelectuales que eran testigos de la actitud de los seudomusulmanes. As, muchos de aquellos sern tentados por la guerra santa (dchihd) contra los tiranos (zdhmin). Es el esquema que hemos visto al estudiar la evolucin del Futa Toro, del Futa Dchaln y de Masina, que va a desarrollarse tambin aqu, pero a escala mucho ms amplia, a la medida del Sud&n central y del genio del iniciador de la cruzada: Usmn dan Fodio (1754-1817), del clan de los Torb. Perteneca al pueblo de los tukulor, uno de los primeros, en el Africa Sudnica, en recibir el mensaje de Mahoma y en asimilarlo ntimamente. Suelen ser confundidos con los fula, de los que entonces existan dos categoras en tierras hausa: los fula borodchi que se dedicaban al nomadeo, con sus rebaos, y que, an no musulmanes, practicaban la endogamia, que conservaba la pureza de sus rasgos fsicos y los fula dchidda, o ciudadanos -que eran musulmanes y se haban mezclado considerablemente con los autctonos. Usmn dan Fodio era un sabio y un santo segn el rito malekita y segn la Qadriya. Gracias a su piedad y a su prestigio personal, pronto se vio rodeado por toda una comunidad de discpulos (zhmaa [la yemaa de la transcripcin castellanizada]). Extraordinariamente dotado para el estudio y las lenguas pudo, sin abandonar el Africa Sudnica, instruirse perfectamente con maestros como Al-Hadch Dchibril, de Agades, y con sus propios tos. Supo de la sublevacin fula que, en el Futa, haba dado el poder a los musulmanes. Por su lado, se consideraba herido por el desprecio que padecan los letrados musulmanes por parte de los gobernantes, y por el compromiso escandaloso del Islam con las prcticas religiosas locales. As, Nafata, sarkin (rey) de Gobir, se haba convertido prcticamente en un restaurador del paganismo, y no toleraba a los musulmanes a menos que hubiesen nacido dentro de esa religin. Sancionaba a los que se tocaban con turbantes y prohiba el velo a las mujeres. Su hijo Yunfa -que haba sido alumno de Usmn dan Fodio vio en la actitud de este ltimo una fuerza explosiva sumamente peligrosa, pues no se hallaba acaso en correspondencia regular con una red de letrados fula los cuales un da podan tratar de poner en prctica su prestigio en todo el pas hausa, en favor de la subversin? Por ello trat, sin xito de hacerlo asesinar, logrando tan slo aumentar el prestigio de Usmn. Un da el jeque (shej) se encontr con una hilera de esclavos de guerra, entre los que reconoci a algunos musulmanes, incluso a algunos de sus discpulos, y rompi sus cadenas. Era un acto pblico de rebelin, y Yunfa lo expuls. Desde este momento pudo dedicarse a formar a sus discpulos para luchar contra el paganismo, escribiendo contra ste una serie de panfletos y manifiestos en rabe, para informar a la opinin ilustrada sobre su programa de accin renovadora. Estas cartas abiertas tuvieron gran impacto. Yunfa march contra la residencia del jeque, en Dezbel, pero Usmn pudo huir hacia Gudu (21 de febrero de 1804), en una especie de hgira que fue comparada a la del Profeta por el gran nmero de discpulos que fueron a colocarse a su lado, bajo su mando, con sus armas y, sobre todo, con su poderosa determinacin de creyentes. Tambin se 7

hallaban con l su hermano Abdallh y su hijo Bello, con los contingentes fula, con sus pequeos y nerviosos caballos piafando de impaciencia, en espera de lanzarse contra el pas hausa y acabar con el yugo de los infieles.

B. La espada de Allh Pero no se trataba de una cruzada fula o tukulor contra los hausa. En las filas del jeque haba tambin bausa, y en las del sarkin haba fula. Era ms bien un llamamiento a la resistencia a un poder considerado opresor en un plano religioso y social. En presencia de las masas que le rodeaban en Gudu, Usmn tena la sensacin de haber sido elegido para ser la espada de Al, y de que era necesario desenvainar el estoque de la verdad. Abdallh dispers a las fuerzas del sarkun de Gobir, y los discpulos de Usman le nombraron comandante de los creyentes (amir al-muminn). Este acept el ttulo humildemente. Pero el Gobir haba alertado ya a los dems soberanos y les haba aconsejado una alianza para hacer frente a la guerra santa, y una represin general, antes de que fuese demasiado tarde. Como medida preventiva, todos los musulmanes sospechosos fueron asesinados, y como la sospecha se diriga sobre todo contra los fula, la represin tom el sesgo de una represin tnica, que ech en brazos del jeque a la mayor parte de los tukulor y de los fula, incluso a aquellos que no simpatizaban con el Islam. El ejrcito del jeque fracas ante la capital de Gobir, Alkalawa, e incluso fue derrotado en varias ocasiones. Sin embargo, sus soldados volvan a la carga cada vez con mayor entusiasmo, convencidos de que tenan una cita con la victoria o con el paraso. As pues, en tales condiciones, la victoria no poda tardar en llegar. En efecto, fueron conquistadas sucesivamente Zaria (1804) y Katsina. Y Kano, pese a haber alineado en el campo de batalla a diez mil lanceros a caballo, cubiertos con cotas de malla, fue derrotada por los caballeros de la Fe, que penetraron en la ciudad; ste, comerciante ante todo, se someti sin pestaear. Pero van a producirse otras resistencias: el Kebbi y los tuaregh se aliaron durante un tiempo a Gobir y estuvieron a punto de cambiar las tornas. Slo en 1808 el hijo de Usmn, Bello, se apoderaba de la capital de Gobir y ordenaba ejecutar a Yunf a, erigiendo as, definitivamente, el podero del jeque. Poco despus, ste reciba el juramento de fidelidad del jefe de los tuaregh del Air, que haba llegado de Agades. En 1809 surga una nueva ciudad, que representaba el nuevo orden poltico-social: Sokoto. Slo quedaba Bonn, cuyo podero en las regiones orientales pareca desafiar todo peligro, aunque slo fuese por su antigedad. Cuando las tropas de Usmn decidieron lanzarse contra ese reino, el sultn, en realidad muy dbil, llam a su alcalde de palacio, el hombre fuerte de Knem, El-Kanemi, un musulmn como Usmn dan Fodio, aunque menos mstico y ms soldado, que pudo rechazar las oleadas de Sokoto, que hubieron de dispersarse hacia el sur y el sudoeste. Algunos jefes de guerra, y sobre todo algunos letrados morabitos, dotados de estandartes recibidos de Usmn dan Fodio, propugnaban la conquista santa: en 1811 Nupe es sumergido por las tropas de Malam Musa Dendo, cuyo hijo Usman Zaki se convertir en el primer etsu (rey) fula. Y en Ilorin, en Nikki, en tierras bula, en la regin de Bauchi, Adama, que ha recibido una bandera, va a instaurar el poder fula en todas las tierras del Benu, que pronto se denominarn por su nombre, Adamawa. Asimismo Yola, centro secundario de dispersin, y los lamidatos menos importantes, como Garwa, Marwa, Ngawnder, Re Buba, etc., servirn como glacis orientales al imperio de Usmn dan Fodio, hasta el Logone. Solamente algunos puntos montaosos, donde, como en islotes, se han refugiado ciertos pueblos como los kirdi, escaparn al proceso de islamizacin, aunque sin conseguir, con todo, zafarse de la profunda alteracin provocada por los fula, como sucedi

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en el Futa Dchaln y que en este caso tena su epicentro en Sokoto. Algo semejante haba sucedido o iba a suceder en otras regiones de Africa, en el Alto Nilo o en tierras zulu, a causa tambin de los expasionismos locales. Los fulani siguieron su camino y fueron hasta Born, dejando pocos hombres en tierras bausa, con algunos esclavos y personas que estaban fatigadas por el viaje, as se expresa la crnica de Kano a propsito de los fula provenientes de Mali bajo las rdenes de Yakubu. Otros fula haban continuado su camino hasta regiones mucho ms lejanas, hasta las tierras altas del actual Camern central, en busca de pastos y para sustraerse a los tributos impuestos por los agentes del sultn, establecindose en simbiosis con los autctonos paganos, a los que pagarn incluso impuestos. Los mejores de ellos se mostraron suficientemente agradables, como para casarse con gente del lugar. Aunque no todo iba a marchar tan bien, y si las inevitables querellas terminaban con la victoria de los fula, conllevaban la creacin de lamidatos, como los de Garwa, Re y Bandu, instaurados a fines del siglo xvii.

C. Adamawa En tiempos de la dchihd de Usmn dan Fodio no faltaron candidatos para llevar a estas regiones la doctrina y el poder del maestro. Adama fue designado en 1805 y se estableci en un primer momento en Gurin, y luego en Yola. Consigui imponerse a todos y orquest la ofensiva generalizada contra los paganos, poniendo en prctica la verdadera dchihd, en el sentido estricto de la palabra. Los fula que se mostraron refractarios y prefirieron la coexistencia pacfica (que vena de antiguo) con los autctonos, fueron eliminados. En cambio los seores (lamib) fula, ya establecidos o que se disponan a establecerse, y aun habiendo. reconocido como soberano a Adama, por orden de Usmn dan Fodio, le causaron grandes problemas. Algunos fula no musulmanes se sometieron de buena gana, pero otros, tanto en las regiones escarpadas de Mandara y de la Atlantika, como en las regiones de llanura de los mundang, por ejemplo, opusieron una resistencia feroz. La conversin y el sometimiento eran las soluciones ms prcticas, ya que, as, las incursiones sistemticas cesaban inmediatamente. Los tributos en esclavos y el diezmo se consideraban prdidas menos arbitrarias que las de las incursiones. Los trabajos agrcolas eran menos arriesgados y ms fructferos, y permitan la venta de unos cuantos excedentes, a cambio de carne, sal y tejidos. Las casas, en un perodo de mayor seguridad, se construan ms slidamente, y las muchachas, que los seores fula no desdeaban como acompaantes, y los esclavos domsticos constituan en las residencias seoriales otras tantas inteligencias, hasta el punto de matizar la relacin de fuerzas. En cambio los rebeldes estaban destinados a errar medio desnudos y hambrientos, inseguros, por las montaas, aunque, como el lobo de la fbula, no llevaban collar... La primera oleada fula barri con xito el norte de la regin, y Marwa cay en 1810. Tambin el sur de la regin de Marwa acabar siendo conquistado. Pero mientras en el norte los wandala y los banana se mostraban invencibles, en el sur los golpes de ariete de los arqueros tapuri y mundang no dejaron en paz las fronteras de las posesiones fula. En realidad, las rivalidades entre los diversos lamib que en ocasiones llegaron a enrolar entre sus tropas a los paganos hundan al pas en una inestabilidad crnica. En la regin de Gela,. en el curso inferior del Mayo Ulo, fula mestizados con fali se dispersaron rpidamente, tomando Golombe en 1825; Abdu se estableci all en 1863, siendo atacado inmediatamente por los mundang. 9

En la cuenca superior del Benu las cosas marcharon mejor gracias a la existencia, desde tiempo atrs, de los lamidatos de Garwa, Re Buba y otros, que reconocieron la soberana de Adama, y a los que se unieron otras posesiones. Pero en tanto que el lamidato de Re amalgamaba a los principados del este, la balcanizacin ser mucho ms acusada en la cuenca del Benu, en el oeste. Aqu los fula llegaron hasta el Hosere, que an no haba sido tocado por ellos, infiltrndose en la meseta por los valles: el de Faro fue conquistado por el Nzhobdi, jefe de los borongo, que ms tarde se establecer definitivamente en Ngawnder, mientras que el ardo de Kin, Haman Sambo, se apoderaba de Tibati. Se iniciaba as una amplia expansin que no excluir las guerras entre los propios lamidatos, ni los puyazos contra el emir de Yola, que pagaba los platos rotos por los dems. El sultn de Ngawnder llev a cabo sus guerras santas incluso con la ayuda de los paganos, que le enviaban una parte del botn. En los primeros aos de la conquista colonial, su territorio se extenda desde el borde norteo del Hosere al ro Sanaga. Por el contrario, el sultn de Banyo, durante su avance hacia el sur, fue detenido por los bamm, que disponan de armas de fuego, infligindole prdidas importantes. En trminos generales, el norte y el centro del Adamawa conocieron una expansin conquistadora ms lenta, posiblemente porque los lamidatos no eran contiguos y los enclaves no musulmanes se consideraban territorios disputados, donde los musulmanes chocaban entre s a causa de la guerra santa. Los kirdi aprovechaban las rivalidades fula para darse nimos y desafiar, desde lo alto de sus roquedales, a los temerarios que se aventuraban hasta su pas. En cambio, en la meseta, los territorios de los lamidatos se tocaban, gracias a la rpida sumisin de los grupos humanos no musulmanes; por este motivo se evitaban las querellas eventuales sobre las zonas intermedias. Los lamidatos se caracterizaban por una vida econmica extremadamente sobria. Los siervos de los fula y los autctonos sometidos se dedicaban, como en el Futa Dchaln, a la agricultura extensiva, pero las cosechas quedaban comprometidas en general por los ataques, la sequa o la langosta. La cra de ganado era ms un rito sociolgico que una actividad econmica. La inexistencia de una artesana se supla por la actividad de los tintoreros hornuanos, los tejedores bausa y los herreros locales. Pero no haba nada que recordase a las ferias, extraordinariamente concurridas, de las corporaciones de Sokoto o de Kano. Con todo, una vez establecidos los lamib, fueron apareciendo nuevas necesidades cii el marco de las cortes principescas. Pero las corrientes comerciales que iban de Tripolitania a Kano, pasando por Born y Gobir, alargaban ramales insignificantes hacia el Adamawa. Los riesgos eran demasiado grandes y las primas para paliar-los se aadan a los precios del transporte, lo que encareca enormemente los productos, por lo que slo comerciantes aislados, hausa o kanuri, se aventuraban hasta all. Ya Barth not una diferencia de precio de uno a tres entre Kuka (Born) y Sokoto. Pero los esclavos que podan comprarse localmente a precios de por mayor y venderse a precios muy elevados, hacan que, como suele decirse, se pudiera perdonar el bollo por el coscorrn. Los mercaderes bornuanos, rabes, hausa, tripolitanos o egipcios vendan, pues, telas de algodn, cuentas de vidrio, albornoces y ropa bordada, perfumes, etc., y se llevaban esclavos; cinco mil cautivos, ms o menos, eran cedidos anualmente como tributo por los lamib a su soberano, el emir de Yola. Y su precio por unidad, que equivala al de una cabra en tierras mbum, es decir, donde eran producidos, igualaba al de un caballo en Sokoto. 10

Las tierras donde se haban refugiado los pueblos autctonos se haban convertido en un inmenso vivero de esclavos. La puncin se efectuaba por dos lados: por uno que miraba hacia al costa atlntica, en el sur, y por otro en direccin al Mediterrneo, en ei norte. En el extremo occidental de este vasto conjunto los songhai y los zerma, situados ms all del Nger, en Dendi, nunca aceptarn completamente el nuevo poder, como tampoco lo aceptarn los kebbi, que resistirn en Argungu. Masina recibir banderas, lo mismo que el emir de Liptako, que se apoyaba en Sokoto, pero que dependa de Gwandu. En conjunto, el imperio, que se extenda del desierto al Benu y del Nger al lago Chad, cubra todo el Sudn central, y su propia desmesurada extensin iba a ser la causa de su debilidad orgnica. Usmn dan Fodio no era en realidad un poltico, sino ms bien un santo varn, que se contentar con escindir sus posesiones en dos, entre su hijo Mohnimed Bello (que gobernaba todo el este desde Sokoto), y su hermano Abdallh que, desde Gwandu, en el Kebbi, controlaba la porcin occidental del imperio, la cual, teniendo en cuenta la actitud hostil de tales regiones, se transform rpidamente en una simple esfera de influencia. En efecto, ya desde 1850 el sarkun del oeste no controlaba ms que la regin de Gwandu. El extremo este, ms slido, estaba compuesto por una amalgama de proconsulados fula, algunos de los cuales estaban unidos directamente a Sokoto, y con frecuencia utilizaron los sistemas administrativos preexistentes, aunque sometidos a las exigencias cornicas. Estas provincias eran feudos que no solan coincidir exactamente con las fronteras de los reinos precedentes. Cada uno de aqullos posea sus reglas de sucesin, en las que se inclua, generalmente, la intervencin previa o posterior del sarkun tecrata de Sokoto. Asimismo, cada uno de ellos estaba obligado a porporcionar un tributo anual en especie y en esclavos, y en caso de necesidad, un contingente armado. Pese a todo, a medida que nos alejamos de los aos de reinado de Usmn dan Podio, la provincia ir convirtindose en una entidad poltica soberana. Y a medida que nos alejamos de Sokoto, las obligaciones respecto al centro irn olvidndose. En resumen, la simple cualidad de tukulor o de fula, o de musulmn, pareca dar derecho, gracias a las conquistas de Usmn, a poseer vocacin de mando, aunque no fuese ms que sobre un pequeno dominio dentro de una provincia. En ciertos casos, sin embargo, se permiti permanecer en el poder a algunos jefes locales poderosos. La unidad del sistema real pero polticamente dbil resida en la conciencia de llevar a cabo una misma revolucin poltico-espiritual. Pero tal conciencia fue perdindose, y parece ser que numerosos emires terminaron utilizando el cambio de rgimen como un derecho de explotacin o como cobertura... Tras el parntesis de seis aos escasos, Usmn dan Podio sigui con su vida de austeridad y misticismo, dedicada al estudio y a la contemplacin. Muri en 1817; su tumba en Sokoto es todava lugar de peregrinacin. Su hijo, Mohammed Bello, se apoder del poder, pero lo reparti con Abdallh, instaurando una especie de duunvirato. Ya durante su reinado las fuerzas centrfugas tenan una importancia considerable. Cuando muere, en 1837, su hermano Usmn le sucede hasta 1842, teniendo que enfrentarse a su sabruno Sad, que no haba conseguido acceder al poder. Y entre 1842 y 1859 Ah hubo de emplear toda su habilidad para conservar el control poltico sobre los gobernadores de provincia, ocupados por su lado en salvaguardar la integridad de su regin contra los ataques exteriores o interiores.

D. Un Ideal de poder justo e Ihuninado Al menos, la supremaca espiritual de Sokoto no se discuti. Y aun suponiendo como hacen algunos autores que el imperio de Usmn dan Podio haya degenerado en un

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conglomerado de principados anrquicos y esclavistas ~, no deja de ser cierto que esta empresa supratribal unificadora (aun aceptando que estuviese dirigida sobre todo por los fula) de una amplitud gigantesca tuvo xito evidentemente durante algn tiempo. Se trataba de una empresa religiosa y progresista: persegua el ideal del califato justo e iluminado, pues estaba inspirado por Dios; sus protagonistas eran hombres de una erudicin asombrosa, y no slo en las disciplinas cornicas clsicas, sino en poesa e incluso en materias profanas. Clapperton nos describe a Bello tal como lo vio sentado en una alfombra: un aire noble e imponente, una frente alta. Hizo gala ante su husped de sus conocimientos teolgicos y le instruy sobre las controversias entre cristianos, lo que oblig al ingls a confesar que l no estaba muy versado en los misterios de la fe. Manejando lentes y planisferios nombr a todos los planetas y a algunas constelaciones por su nombre rabe. Pregunt a Clapperton sobre la conquista de la India por Gran Bretaa y sobre ha toma de Argel por los franceses. El viajero britnico le regal un ejemplar en rabe de la geometra de Euclides; Bello se lo agradeci vivamente, pero le hizo saber que tiempo atrs l mismo tena un ejemplar trado de La Meca por un pariente, pero que haba desaparecido el ao anterior en un incendio. Debemos doscientos cincuenta libros y opsculos a los tres dirigentes de la revolucin, sin contar la correspondencia oficial. No dudaban en tomar la pluma a la menor ocasin para dar explicaciones suplementarias o confundir a un oponente. Como muchos otros revolucionarios, stos trataron de justificar su actividad, que en este caso, para ellos, representaba un renacimiento del Islam, destinado a crear un poder digno de la pureza original de la fe, una sociedad regida por un soberano justo (Al-Imam al-Adl ) El mismo Usmn dan Fodio lo ha dicho: Y yo digo (y la ayuda viene de Dios!) que un gobierno debe basarse en cinco cosas: la primera es que el poder no debe darse a quien lo busca; la segunda sigue escribiendo, es la necesidad de la consulta; la tercera, la abstencin de la violencia; la cuarta, es la justicia; la quinta, la beneficencia (...). Los ministros aade deben ser cuatro: el primero es un visir ntegro encargado de despertar al soberano si ste se duerme, de abrirle los ojos si se muestra ciego, de refrescarle la memoria si es olvidadizo. El peor de los males para un pueblo es tener un visir poco honrado. Y una de las cualidades de un visir es ser compasivo y misericordioso hacia la gente. Los otros tres ministros son el de justicia, el de la polica y el de los impuestos. Estos revolucionarios trataron de aproximarse lo ms posible a su ideal. Mohammed Bello escribe Sad gastaba de sus propios fondos y de los del Estado. Y trabajaba con sus propias manos. En cuanto a Usmn dan Podio, su nica preocupacin era mostrarse digno de su tarea. Antes de salir de su vivienda para dirigirse al pueblo, guardaba unos minutos de recogimiento para, como l deca, reavivar su entusiasmo y renovar a Dios el juramento de sinceridad. Para l el Islam no era en absoluto una conviccin abstracta o decorativa, sino un mensaje vivo y que haba que vivir en cada detalle de la vida diaria. Ataca a los comerciantes musulmanes que utilizan medidas falsas, y critica a aquellos que, en lugar de instruir a sus mujeres en la fe y en el temor de Dios, se contentan con repetirles que la felicidad de una mujer se halla en obedecer al marido. Es evidente que tal programa social, integrado en un Islam renovado, puesto que se remonta a los orgenes, ha jugado un importante papel en el xito de la revolucin de Usmn el torodo, que no aspiraba tan slo a derribar algunos tronos, sino a operar una regeneracin social global del Blad as-Sudn.

III. EL-HADCH OMAR TALL

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A.

Los comienzos

En el caso de la fulgurante conquista del Sudn occidental por parte del tukulor El-Hadch mar el carcter religioso queda ms oculto, en favor del proyecto poltico. mar Tall, hijo de Saidu Tall y de Adama Ciss (o Sis), naci hacia 1797 en Aloar, ms all de Podor, en Senegal. Este tukulor estaba ligado a la casta clerical de los Torodo. De su madre ha conservado un recuerdo penetrante, cuya piedad y sumisin le impresionaron profundamente. He dejado en el Futa a muchos hombres parecidos a mi padre deca, pero no he dejado mujeres comparables a mi madre. Ya desde su infancia goz, pues, de una instruccin religiosa slida, ampliada tras algunos viajes a tierras mauritanas y a Walatta, donde existan algunas zawi Qadriya clebres. Pero el acontecimiento decisivo de su vida fue la peregrinacin a La Meca y una estancia prolongada en las teocracias tukulor y fula del Africa Sudnica. No se conocen con exactitud las fechas de tales estancias; en todo caso, se puso en camino a los veintitrs aos; lleg a Bonn, donde visita a El-Kanemi; a Egipto, donde asisti a las clases de los profesores de la universidad Al-Azhar, y a los lugares santos donde el rgido movimiento de los wahhabitas se encontraba entonces en plena lucha contra los turcos. El califa Tidchani de Hedchz lo atrajo a su secta y le design delegado suyo en Sudn occidental. As, El-Hadch Omar TaU residi durante doce aos -quiz en varias veces en Sokoto, donde escribi su principal libro, Suyi/ as-Sad, junto a Mohammed Bello, que lo colm de presentes y le dio por esposas a dos princesas, una de las cuales era su propia hija. En Hamdallahi el sheiku Amadu, ms austero, qued sorprendido por el fasto del tukulor, que fue recibido con dignidad pero sin entusiasmo. Si, como se cree, fue objeto de un intento de asesinato, ello mostrara que el gobernante fula vea en l a un futuro adversario, a menos que los tukulor no hayan difundido este rumor deliberadamente para justificar su conquista de Masina. En todo caso la acogida que le dispens el rey no musulmn de Segu fue francamente hostil. Pero El-Hadch Omar fue bien recibido, por el contrario, por el heredero de los Keita y por el almamy del Futa Dchaln, que le permiti fundar una zawi que pronto atrajo a su alrededor a todo un ejrcito de talib, casi todos originarios de su pas natal, Puta Toro, donde El-Hadch Omar haba llevado a cabo algunas giras de propaganda y reclutamiento (1847). Paulatinamente fue consolidndose en l la voluntad de intervencionismo religioso y poltico, que se tradujo, en 1850, en su establecimiento en Dinguirai. Esta fue su hgira. Se erigi una fortaleza de grandes proporciones (tata), que sera empleada como cuartel general. A qu se debi este xito? Quedaba claro que a mediados del siglo xix Africa occidental estaba madura para un acontecimiento de este tipo. En efecto, en trminos generales, la trata haba exacerbado la tendencia a la dispersin tnico-poltica y a la inestabilidad. Aprovechando la ocasin algunas jefaturas efmeras superaban a veces el marco tnico para adaptarse al nuevo curso de las cosas. Pero el Islam, como Omar haba constatado en el este, era el marco en el que la voluntad de superacin poda concretarse ms fcilmente. Y la cofrada ms extendida hasta ese momento, incluso en el Futa Toro, era la Qadriya, con sus numerosos escalones msticos entre los adeptos y sus morabitos. Slo algunos escasos talib, en general provenientes de familias aristocrticas, podan alcanzar la intimidad del jefe religioso. Por el contrario, la Tidchaniya, debido a la inexistencia de penitencias rigurosas, a la disminucin del nmero de plegarias, por su liberalismo y su carcter democrtico, permita a cada individuo acceder a la intimidad y a la baraka del morabito, formando as una especie de comunidad, de hermandad poltico-religiosa superior, que los pueblos del Sudn, ms o menos conscientemente, esperaban en ese momento. Por su sencillez se hallaba mejor adaptada a estos hombres de accin. Y para las mujeres, los jvenes y los miembros de las castas inferiores representaba el marco ideal en el que el xito quedaba asegurado por medio 13

del talento y del valor. B. La guerra santa Una vez que El-Hadch pidi cierta cantidad de fusiles a los mercaderes britnicos de Sierra Leona, la tensin fue creciendo con sus vecinos, incluso con los musulmanes, como los de Jasso (o Khasso) y el almamy del Futa, que llegar incluso a llamar a los franceses. Tras un retiro de cuarenta das para meditar, permaneciendo en vela incluso cuando hay una oscuridad de hiena, El-Hadch Omar se dispuso en primer lugar a atacar a las regiones de mayora o de gobierno no musulmn. Se apodera de la regin aurfera de Bambuk y, tras tomar Nioro (1854), se apodera del Kaarta de los Kulibali Massasi. Despus de esto se vuelve hacia el oeste, hacia su patria de Toro, de donde le haban llegado tantos jvenes entusiastas. - Los tukulor formaban tres de los cinco cuerpos de ejrcito, cada uno de los cuales estaba dividido en tres brazos. Sus efectivos alcanzaban la cifra de 30.000 hombres, entre los que se contaban soldados de infantera, fusileros y lanceros fula a caballo. Pero los morabitos de la Qadriya le eran hostiles, y lo eran en especial los franceses, establecidos en Senegal, con Faidherbe, que haban elegido el ro como eje de penetracin hacia el Nger, jalonndolo con una serie de fortines, como Medina, la capital del reino musulmn de Jassi. Faidherbe, nombrado gobernador en 1854, estaba dispuesto a dar algn empuje a las factoras francesas, expulsar a los mauros hacia el norte de Senegal, y poner pie de manera slida en el Continente, fundando Dakar en 1857. En Medina, bloqueada y abocada al desastre, los talib, fanatizados, se lanzaron en oleadas furiosas contra las murallas del fortn francs, defendido por el mestizo Paul Holle. El-Hadch Omar haba ordenado al comandante de la formacin de asalto: Dirgete all donde veas mayor dificultad! . Sus hazaas nunca vistas anteriormente y su desprecio por la muerte se mostraron vanos, por la que el fuerte fue rodeado y reducido a una situacin desesperada. Pero al llegar la estacin de las lluvias, Faidherbe pudo remontar el ro Senegal, situarse con sus caoneras junto al fuerte y dispersar a los asaltantes. Pero Omar se haba establecido ro arriba, en Guemu, desde donde tratar de aliarse con los mauros, tambin adversarios de la presencia francesa. Una vez aplastado el tata de Guemu, pese a su herosmo, por los caones franceses (1859), y cuando, en el mismo ao, El-Hadch fracasa ante Matam, comprende que la desorganizacin senegalesa y la hostilidad religiosa, y en especial la cobertura colonial que Francia haba echado sobre ella, le impedira alcanzar el mar, esencial para el aprovisionamiento de armamento, cambia sus planes y se dirige hacia el este. Omar ir pasando cada vez ms de sus proyectos religiosos a las ambiciones polticas. Unific la curva del Nger y quiz pens poder volverse contra el invasor europeo del oeste y cerrarle el paso e incluso empujarlo al mar. El-Hadch Omar era un estratega excepcional. En 1860 protegi su retaguardia firmando un tratado con Faidherbe, por el que renunciaba al Senegal, volva a Nioro y desde Shel lanzaba un ataque que barri la curva del Nger en toda su longitud, apoderndose de Nyamina, Sansanding y, finalmente, de Segu, donde hizo ejecutar al ltimo rey de los bmbara (1861). Y pretextando que el rey fula de Masuna, musulmn como l, se haba negado a ayudarle en el asedio de Medina y haba acogido al rey Amadu de Segu, convertido slo formalmente al Islam, e influido por las teoras de Mohammed Bello sobre la legitimidad de la dchihd contra los gobernante musulmanes hipcritas (munafiq), invade Masina, destruye Hamdallahi y lanza una incursin hasta Tombuktu (1862).

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C. Las consecuencias Se haba formado un imperio vasto que se extenda a lo largo de mil kilmetros, de este a oeste, y tena por principales puntos de apoyo Dinguirai, Nioro, Segu, y, en las fronteras orientales, Bandiagara. Pero El-Hadch tena ya ms de sesenta y cinco aos; por otro lado, las contradicciones internas permanecan en pie en este conjunto construido tan deprisa gracias a la actividad de los talib tukulor movidos por una fe volcnica. Estos, sin embargo, creyeron que todo les estara permitido en los pases conquistados, que fueron exprimidos al mximo. As, la guerrilla se hizo permanente, alimentada por el patriotismo y la religin de los bmbara, paradjicos aliados de los fula del Masina, con sus convicciones de la Qadriya, y de los Kunta de Kebbi. El-Hadch Omar se consideraba instrumento de la voz divina, que le haba exhortado de la siguiente manera: Barre a los pases!. El viejo profeta empleaba ya la mayor parte del tiempo en apagar las chispas de las erupciones polticas y precisamente hall la muerte, en condiciones misteriosas, durante una de estas expediciones de castigo, en 1864, quiz en la gruta de Dchiguimber, cerca de Bandiagara. La carrera de El-Hadch Omar, ingente oleada pica que acab destrozndose en los contrafuertes salvajes del pas de los dogon, no podr ser continuada por su hijo Amadu, designado como su sucesor, a causa de las disensiones familiares, de la agitacin fula y bmbara, y en especial a causa del avance francs. Su empresa que, por sus xitos vertiginosos, pareca marcada por el destino y haber llegado oportunamente, fracas quiz porque el fundador careci del tiempo necesario para organizar su imperio. Y quiz tambin porque menospreci y subestim a las fuerzas preexistentes, en lugar de integrarlas para utilizarlas; y quiz tambin por los mtodos implacables empleados contra los no musulmanes e inclusive contra los tukulor para obligarles a ponerse en marcha junto a l: A aquellos que se haban negado a partir, fue el fuego quien les hizo emigrar. Los graneros de mijo eran incendiados. En cuanto a los paganos, su cabeza fue cortada de un solo golpe. Nadie se atrevi a toser. Otros treparon a los rboles. Se les hizo bajar; otros fueron quemados en la espesura ~. Pero su significado para la historia es que un lder africano haya intentado resucitar en la curva del Nger, tan frtil en imperios, un conjunto poltico tan amplio como para hacer frente a las fuerzas extranjeras que haba visto actuar en Senegal. Le falt el tiempo y los medios. Con todo, su cultura, su gran inteligencia de estratega poltico y militar hicieron de este proyecto una de las ltimas y grandes tentativas del Africa occidental precolonial, tentativa que tiene algo de instinto colectivo de conservacin.

IV. SAMORI TURE: UN DESTINO A. Dnde y por qu? Samori no se yergue sobre una tabula rasa. Su empresa est relacionada con ciertos factores de tiempo y de lugar, y lleva en s un proceso del que aqulla es el resultado normal. Pero haca falta que el hombre tuviera suficientes cualidades para extraer de las circunstancias su energa potencial. Nada permita presagiar que se impondra en tan poco tiempo sobre esta tierra que fue cuna del antiguo Mali. Existan otros hombres mucho ms poderosos, pero pareca que todos se hubiesen puesto de acuerdo para preparar el terreno a Samori, por sus errores, por su eliminacin recproca y por sus mismas realizaciones.

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Aqu se cruzaban influencias convergentes, polticas sobre todo en el norte, y econmicas en el sur. En el norte, los bmbara de Segu, con Da Diarra, haban extendido su hegemona hasta las minas de Bure, y eran soberanos de Kankn y de Kurussa. Aunque desde 1820 aproximadamente, el conjunto bmbara haba comenzado a decaer lentamente. Y el imperio de El-Hadch Omar, rodo por el odio sordo de los no musulmanes y por las querellas familiares de sus sucesores, no tena tampoco gran dinamismo. En el oeste, los dirigentes del Puta Dchaln estaban paralizados por el duelo sin fin entre los Alfaya y Soriya. Al ser adeptos de la tidchaniya omariana, chocaron contra el levantamiento socio-religioso de los Hubbu, afiliados a la Qadriya y catalizadores, adems, del descontento de los fula desarraigados o de los campesinos reducidos a una condicin inferior. En el este surga el reino de Kenedugu. Y entre las potencias decadentes o en germen se hallaban los pases del Alto Nger: Mau, Konyan, Toma, Kisi y Nafana, en el sur; Sankarn, Toron y Bate (Kankn), en el centro; y Wasulu, Bure y Mandfng, en el norte. Era el cruce de caminos de la kola, del oro, de la sal marina, de la sal gema, de los esclavos y de los caballos, y de los cada vez ms numerosos productos manufacturados, incluidas las armas. Entre la Costa de los Ros y la costa del golfo de Guinea por un lado, y las tierras claras de la sabana y del Shel por otro, exista una zona de baja presin poltica que pareca estar esperando el puo creador de un lder. Esta era, desde siglos atrs, la regin elegida por los diula, que se infiltraban de norte a sur, llevando a cabo su colonizacin mercantil y, en ocasiones, militar. Algunos de stos se haban convertido, en el norte, en reyes del comercio, como NanaPali Kamara, un dialonk que haba llegado a ser el hombre fuerte del Bure, jugando con virtuosismo con las fluctuaciones de precios de los productos, al poseer, en Didi, enormes almacenes con ingentes stocks, y disponiendo de una cadena de corresponsables escalonados hasta la costa como, por ejemplo, en Kankn. Ms hacia el sur, los diula se movan en un medio de mayora no musulmana. El relieve ms accidentado, el bosque y la dispersin tnica limitaban en aquel entonces su radio de accin, pero la confianza adquirida por ellos debido a su prolongado arraigo les garantizaba con frecuencia una posicin de monopolio en el seno de ciertas jefaturas, posicin que sola ser mejorada y reforzada por medio de casamientos. Pero por debajo de los grandes comerciantes estabilizados, existe la masa de los diula que, por su movilidad continua y su ubicuidad constituan la base de esta especie de imperio fantasma que, de vez en cuando, se materializaba de manera brillante por medio de formaciones estatales fulgurantes. As es la carrera de Samori. Aunque otros le haban precedido, como Moriul Sis (o Ciss), de la regin de Kankn, que llev a cabo slidos estudios islmicos en el Instituto de Tuba (Puta Dchaln), y tras una serie de peregrinajes a Konyan, se estableci en una especie de tierra de nadie que denomin Madina, de la que hizo un punto de partida para la guerra santa (dchihd, o dyaadi). Cuando sta estall, la tarda reaccin de Man Kuruma, aniftrin no musulmn del morabito, le cost ser derrotado y ejecutado. As, despus de haber organizado un consejo de jefes religiosos y militares, se adjudic el ttulo de aama (soberano) y envi a sus delegados (dugukunasigui) a las tierras sometidas, ligadas a l por medio del ritual, islamizado, del degu . Form un pequeo ejrcito bien organizado, armado de fusiles y equipado con caballos, pero pronto hubo de hacer frente a la enrgica oposicin de los Kamara, Kuruma y Konate, que controlaban la ruta de Kankn. Y cuando, al dirigirse hacia el sur, atac Worodugu, fue capturado en el combate de Kurukoro, y nunca ms se le volvi a ver. 16

Su reino (Moriuledugu) sobrevivi. Aunque tras una pausa fatal. En efecto, su hijo Sere Burlai propondr una alianza al adversario de ayer, un joven porteador que haba combatido a las rdenes de Moriul antes de crearse un grupo autnomo: Vakaba Tur. Pronto, ste fue llamado para. arbitrar las querellas del Toron y del Nafana. All, desde mediados del siglo xviii los diarasuba haban eliminado el dominio de los diomand e instauraron un poderoso Estado ligado a Kong y a Segu a travs del Wasulu. Pero, al hasarse en la regin montaosa, la resistencia de los senufo de Noolu en el este, y la de los diomand de Gbe en el sur, prosigui. Establecidos en las cercanas de Odienn, los diarasuba controlaban cada vez menos a sus vasallos. De ah la intervencin de Vakaba, que fue laboriosa a pesar de todo, ya que los diarasuba, provistos de fusiles, que les llegaban desde Kong, seguirn siendo un peligro para el recin creado reino de Vakaba, denominado Kabasarana, como su madre. Reino que estructur segn el modelo de Moriuledugu. Los capturados despus de la huida de los diarasuba constituan una milicia selecta y mano de obra agrcola, instalada en vastos terrenos cerca de Odienn, en tanto que las tropas de los vasallos acampaban en las fronteras siempre en peligro. As pues, un jefe musulmn, escasamente culto, se haba instaurado como gobernante en las altas tierras, en las que hasta ese momento los diula haban estado en situacin de inferioridad. Sere Burlai conservar una fidelidad ejemplar al reino de Kabasarana, an despus de la muerte de Vakaba. Liberado por este ltimo, con todos los honores debidos a un valeroso capitn, trat de reconstituir el Estado de su padre Moriul. Aprovechando las disensiones de los konat de Alto Toron, se impuso a ellos despus de dominar difcilmente su resistencia, dirigida por Saransware Mori y Ter Yar, destruyendo varias aldeas, y entre ellas Manyanbaladugu, donde la madre de Samori fue hecha prisionera (hacia 1853). Sin embargo, cuando Sere Burlai sediriga, hacia 1858, a apoyar las campaas de Vabrema (sucesor de Vakaba) contra los fula, iba ya hacia el desastre: el rey de Kabasarana muere, y su muerte da la seal del levantamiento general de Moriuledugu, encabezado por Seriko Kon, atrincherado en las alturas salvajes de Kobobi Kuru, donde Sere Burlai muri mientras lanzaba un ataque desesperado. Su hermano y sucesor, Sere Brema, consigui restablecer la situacin apoderndose de Kobobi Kuru y recuperando los territorios perdidos hasta las alturas de Gbe, sobre la frontera de Kabasarana. El nuevo gobernante flexibiliz la dominacin diula, antes centrada en los dugukunasigui, adoptando un sistema de amplia autnoma. Sin embargo, la rebelin permaneca en pie, alimentada por Dyente, establecido en Gbankundo y luego en el Gundo, donde Saransware Mori, del clan Berete, volva a la carga tras su alianza con el jefe Konat Ter Yar, del que Samori era sobrino. Y Samori, que acababa de alejarse de las tropas de los Sis (Moriuledugu), ingres en el ejrcito de Saransware Berete, que logr imponerse en toda la cuenca del Milo. Pero cuando, pese al juramento que lo una a Ter Yar, lo hizo ejecutar con el pretexto de que haba cometido traicin, Samori fue abandonado inmediatamente por el clan de los Konat y qued aislado; pero haba obtenido tambin su libertad, y se apoder del Alto Milo, en tanto que los Sis eliminaban a Saransware (1865). A partir de 1866 los Sis aumentaron su ventaja y se apoderaron de Lenko, donde los Kamara, parientes de Samori, se hallaban aterrorizados, mientras que Samori se refugiaba en tierras de los toma. Sere Brema (Sis) avanz hasta el lmite del bosque, en tierras guerz, donde se reconoci 17

su autoridad. Para consolidar su obra, se reconcili con el jefe no musulmn Nantene Famudu. Pero los aos que siguen vern por un lado a Samori, de nuevo en auge y en accin entre los ros Dion y Milo, y por otro, el declive de los Sis, que inician estriles campaas contra Wasulu. Y Va Muktar, sucesor de Vabrema (o Va Brema), en su esfuerzo por alcanzar, en el noreste, el -mercado de Tengrela, acept enviar a su primo Bintu Mamadu, con el fin de que se inmiscuyese en el avispero de las querellas internas de Wasulu. Bintu tendr xito al principio, pero los Sis, temiendo ver cerrada la ruta de Bamako, intervienen inmediatamente, y Sere Brema arrebata sus conquistas a Bintu, que apenas tiene tiempo de saborear su victoria. Por ello, en 1873, Bintu vuelve a la carga y se apodera de gran parte del pas, a fuerza de matanzas, pero con igual rapidez es perseguido por un jefe local, Adyigb... Sin relacin con sus bases de partida, huye hacia adelante, hasta el momento en que Amadu, de Segu, lo acoge, mientras que Van Muktar, que haba salido de Odienn con nimo de socorrerle, muere a causa de una herida (1874). Su sucesor, Van Madu, se dedicar ya tan slo a tratar de detener las oleadas crecientes de sus vecinos, enardecidos por los recientes desastres. En tierras kissi, convertidas en vivero de esclavos, fruto de las guerras entre aldeas, Mori Suleimn Savane cuya dinasta era originaria del Puta Toro y del Bundu impuso el monopolio comercial por medio de matrimonios, de actividad diplomtica y de incursiones armadas. Pero la complejidad de los arbitrajes, que a veces terminaban con arreglos de cuentas, le forzarn a pedir la proteccin de Samori. En lo que respecta a Pod Dram, morabito sarajol de Bundu, ste pudo imponerse por medio de engaos y astucias, sin descartar la fuerza, a costa de los ulare del Sankarn. En su fortaleza de Bereburiya ser sometido a una presin tan poderosa por parte de las poblaciones no mulsulmanas, exasperadas por sus excesos, que acabar uniendo su causa a la de los Sis. Tanta efervescencia y tantos problemas eran la seal del crepsculo de un mundo y, al mismo tiempo, del nacimiento doloroso de otro nuevo. Kankn, la capital religiosa y comercial, habra podido aprovechar el agotamiento de los protagonistas para intentar controlar el comercio de la regin. Pero la ciudad, sometida durante breve tiempo por Kond Brema, y liberada bajo la autoridad de Alfa Kaabin, patriarca de los Kaba (1878), se repleg pues sobre s misma, como movida por una prudencia pusilnime frente a los no musulmanes de Sankarn y de Toron, y tanto ms cuanto que los musulmanes no estaban unidos. Algunos de ellos, como los Kaba, se haban unido a -la Tidchaniya, en tanto que los sharf, llegados del Nger Medio en el siglo xviii, pertenecan a la Qadriya. Con todo, la idea de guerra santa reaparece con Alfa Mamadu, nieto de Alfa Sanusi. Aunque la guerra de los Hijos del Sueo 12, que estall a causa de la actividad de los adeptos del pagano Dyeri Sidib (que estuvo a punto de conquistar Kankn, como estuvieron a punto de hacerlo Nanten Famudu y los jefes no musulmanes kone, de Wasulu), reducirn a la nada las veleidades conquistadoras de una ciudad fundamentalmente intelectual y comerciante. As, aqu, como en la Costa de Oro o en la de Benn, una fase de reajuste, caracterizada por una nueva estructura en las transacciones comerciales, traa consigo que un hombre o un pueblo, decidiesen dominar por su cuenta la nueva relacin de fuerzas. Sin embargo, debemos sealar la existencia de otro factor decisivo: la influencia de la dispersin y difusin islmicas, cuyo epicentro se hallaba indudablemente en el impulso poltico-religioso de Usmn dan Podio, continuado por Sheiku Amadu y El-Hadch Omar. De 18

esta manera el Islam ofreca a los diula y a otros pueblos emparentados, la inspiracin y la voluntad. Con todo, los medios de accin y el poder provenan del comercio, que transform la regin y proporcion armas. Pero los lderes extranjeros no tendrn aqu la misma suerte que en las amplias regiones abiertas del Shel, donde exista ya, adems, una tradicin estatal secular. Como por un fenmeno de rechazo sociolgico, los no musulmanes se desprendan, antes o despus, de todo diula extrao a su medio y que se negaba a ser asimilado aun en pequea medida: estos fueron los casos de Moriul y de Fod Dram~ Digamos, sin embargo, que los gobernantes no musulmanes no tenan los medios ni la inspiracin adecuada para llevar a cabo el reajuste global necesario, especialmente por medio de la integracin. El desmigajamiento geogrfico, muy acentuado sobre todo en el sur, era por s solo un obstculo decisivo. Aunque, por el contrario, s aceptaban la iniciativa de los diula nacidos en sus propios clanes y cuyo prestigio militar y de poder era, por tanto, tambin suyo, a condicin de que quedase garantizado un mnimo de tolerancia. Este ser el caso de Samori. Con todo, hay que tener cuidado con los anlisis demasiado deterministas, que no dejaran espacio para el genio creador del almamy Tur: ste no estaba condenado a convertirse en lo que fue, sino que, para imponerse, ser capaz de sacar todo el provecho posible de tres factores fundamentales, el Islam, el comercio y el parentesco tnico.

B. El difcil camino hacia el poder (1853-1875) Este camino pasa por el comercio, por las armas y el Islam. Samori nace hacia 1830, en Manyambalandugu, de Laafiya Tur y de Masorona Kamara. Primero fue buhonero, como su padre, comprando el oro de Bure con la kola y los esclavos de las tierras toma, que cambiaba por armas y bueyes ambicionados por los forestales toma. La existencia de parientes maternos no musulmanes en las rutas que recorra, le favoreca en gran medida. Por otro lado, el trato obligado con los diula musulmanes iba encaminndolo hacia el Islam, ligado al comercio desde siglos atrs en estas mismas rutas. Su inclinacin hacia el Islam creci cuando visit Madina para enrolarse en las tropas de los Sis, con el fin de obtener la liberacin de su madre, capturada en un ataque esclavista. En seguida le fue reconocido cierto valor militar, en especial por Sere Burlai, entonces en el poder, en tanto que el hermano de ste, Sere Brema, sospechaba de l. Tras la muerte de Sere Burlai se vio obligado a abandonar a los Sis, y atrado por las actividades de los menos fanticos Beret contra los no musulmanes, ofreci sus servicios a Saransware, hasta su asesinato por Ter Yar, por lo que Samori hubo de alejarse de nuevo. Poco despus los Beret lo detienen, por haber percibido un tributo en su nombre indebidamente, y lo someten al cepo. Se hallaba en esa incmoda postura cuando una noche uno de sus amigos dendasoghoma lo liber y le hizo llegar un fusil. Este ser el punto de arranque de su carrera militar autnoma. Y mientras que los Sis iban agotndose en su estril empuje hacia el norte y hacia Kankn, y en tanto que los Beret se debatan en el odio sordo suscitado por el asesinato de Ter Yar, Samori, por medio de acciones inaccesibles al desnimo, fue ampliando sus dominios, aldea tras aldea, ka/u tras ka/u por medio de actos conciliares o bien por medio de la liquidacin de sus adversarios. Cuando sus fuerzas se presentaron ante Sanankoro, los habitantes de la ciudad enviaron a su encuentro a su propio padre, con el fin de parlamentar. Samori retuvo a su padre, no como rehn, sino para evitar que se convirtiera en rehn de una ciudad que estaba dispuesto a conquistar. En Komodugu aprovech una noche lluviosa y 19

oscura para, con la complicidad de un vigilante, introducirse en la ciudad, cuyos habitantes, despertados por el hecho, se mostraron primero irritados, pero ms tarde aterrorizados al ver la enorme cantidad de plvora y municiones que, con el pretexto de secarla al sol, Samori haba hecho disponer en el suelo... Las negociaciones comenzaron. Cuando se oyeron algunos disparos, que indicaban que la plvora se haba secado, los notables de Komodugu compredieron que slo les quedaba beber el degu de la sumisin. Samori montaba tambin representaciones en diversos actos, y en el ltimo acto una nueva plaza se aada a sus dominios en continuo crecimiento. Gracias a una diplomacia desbordante de imaginacin, punteada de terribles zarpazos, llevaba a cabo su actividad entre los reinos musulmanes de los Sis y de los Beret por un lado, y por otro en medio de las desesperadas resistencias de los no musulmanes, como Nanten Famadu, Adyigb y Sagadyigui. Pronto los Beret se vern reducidos a su ms mnima expresin, y los Sis, muy debilitados. Reconciliado breve y provisionalmente con los Sis,, esto ie permtir acabar con los Beret. Adyigb, hbilmente corrompido, traicionar a su aliado Nanten Famadu que acaba de fracasar ante los muros de Bisandugu, ser ejecutado en 1874. Pero el mismo Adyigb caer tambin poco despus en su lucha contra el ejrcito perdido de Bintu Mamadu, en el asedio de Siratogo (Wasulu). Al parecer, Samori dijo en esa ocasin: Adyigb ha muerto. El nico bonte que cubra Wasulu ha cado; yo debo recogerlo. En este momento, y exceptuado el no musulmn Sagadyigui, a quien los Sis, impotentes, haban abandonado el Alto Konyan, slo le quedaban como competidores serios Kankn en el norte, y los Sis en el este. Mientras tanto, la base geogrfica de su podero haba ido trasladndose primero a Sanankoro (llanura del Milo). Subrayando la importancia de los ejercicios de su caballera, declar, segn parece: Vayamos a Sanankoro, all el terreno es llano. Ms tarde, retrocediendo con respecto a sus relaciones familiares, se estableci en Bisandugu, a caballo de la pista caravanera que lleva de Kankn a tierras toma. Y no le faltaron fracasos, como en el caso de la batalla de Narena, en la que slo la fuga salv su vida. Sin embargo, paulatinamente, su organizacin fue perfeccionndose, as como su- armamento, gracias a los fusiles modernos y a su movilidad. Paralelamente a las conquistas, que hacan caer en sus manos el Bajo Konyan y el Toron, regin estratgica entre Bate, Wasulu, Sankarn y Kabasarana, Samori se adjudic ttiulos que son a un tiempo una rememoracin del pasado y un programa para el futuro: keletigui (jefe de guerra), primero, luego murutigui (dueo del sable) y finalmente Faama (soberano). C. Los aos de auge (1875-1881) Impresionado por sus hazaas, Kankn pidi los servicios de Samori para reducir a los paganos del Sankarn. Para ello se llev a cabo una alianza solemne, segn el ritual islmico, aunque ambas partes no pertenecan a la misma cofrada. El botn de las campaas futuras deba recaer en los Kaba de Kankn, pero las tierras seran adjudicadas al conquistador. As, Samori inici una vigorosa campana que, victoria tras victoria, se transform en una gira triunfal. Los Kond fueron reducidos, pero tratados con indulgencia, con el fin de separarlos de los Kaba de Kankn y facilitar el reclutamiento de los jvenes. La toma de Kurussa y ci acceso a Baleya da a Samori finalmente una posibilidad de acceder a la ruta que lleva al mar cruzando el Puta Dchaln. Kankn, que no peda tanto, comenzo a inquietarse, y trat de convencer a Aguibu, de Dinguirai, para que cortara el paso a Samori, pero despus de ser informado sobre las fuerzas de que dispona aqul, decidi resignarse. El Uladn y el Bure (Siguiri) se sometieron y aceptaron entregar un tributo en oro.

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La rabia impotente de los Kaba de Kankn aumentaba ante cada nueva victoria de Samori. Pero fueron los Sis, en la persona del joven Morlai, quienes reaccionaron ms vigorosamente: aprovechando que Samori se hallaba lejos, en el norte, ocup Sankarn y Ularedu, terminando por contactar con Fod Dram, que haba pedido su ayuda. La reaccin de los animistas kuranko no se hizo esperar, pero fueron reprimidos y el engranaje de la represin, lo mismo que la atraccin ejercida por la ruta meridional hacia el mar, alejaron peligrosamente a Morlai de sus bases. Este era el momento esperado por Samori. Efectuadas algunas intimaciones enrgicas a los Sis, se abalanz fulminantemente contra el campamento de Sininkoro, dbilmente defendido. Morlai volvi rpidamente sobre sus pasos, y se hall frente a frente con un adversario que se haba apropiado ya del botn capturado por l mismo y que haba dejado imprudentemente en la retaguardia; es ms, con un adversario que haba comenzado ya a desmoralizar a la tropa enemiga. Ante las deserciones masivas, Morlai hubo de capitular y rendirse al ms poderoso ejrcito de la regin (1880), lo que permiti a Samori presentarse como heredero del gran designio de integracin por el Islam y de reajuste global, exigido por la evolucin en curso. Pretensin normal, si vemos que al ao siguiente Kankn, que estaba organizndose para tratar de acabar con el conquistador, fue inmediatamente asediada y tomada. La ciudad no fue destruida. Slo los dirigentes religiosos de la Tidchaniya fueron sustituidos por los de la Qadriya, y Waramogho Sidiki se converta en el morabito personal del /aama. En ese mismo ao el ya anciano Sere Brema, desprovisto de la mayor parte de las tropas de Madina por la derrota de Morlai, se aproxim al gobernante no musulmn Sagadyigui con el fin de acabar de una vez con Samori, una de cuyas unidades fue atacada por sorpresa y aniquilada. Esta efmera victoria tuvo una contrapartida extraordinariamente dura, cuando el viejo Sis se vio obligado a capitular en la ciudad de Worokoro, abandonada precipitadamente por sus aliados, atemorizados por el imponente ejrcito de Samori. Los consejeros de Sere Brema fueron ejecutados, pero ste fue perdonado, en aras del pasado comn. Samori hizo arrasar Madina y. consigui recuperar el podero de los Sis, incluidos sus siervos rurales y sus poetas. Ahora, entre los numerosos competidores de los primeros aos, slo quedaba en pie Sagadyigui, el pagano refractario, refugiado en las alturas del sur. Todo pareca estar permitido a Samori, que poda medir sus fuerzas con ventaja con sus vecinos del Puta Dchaln o de Segu. Quiz con esta perspectiva volvi al norte para consolidarse. En efecto, y pese a la alianza de Mambi Keita, descendiente de los cmperadores de Mali, y conservador del santuario real (Kama Blo) de Kangaba, chocaba con la resistncia del Dai Kaba de Kudian y con la de los Kulibali del importante mercado de Kenieran. La osada de estos ltimos se explicaba tan slo porque detrs de ellos apareca ya la sombra amenazadora del colonizador. La doctrina colonial de Francia en este perodo dependa del cambio de personas en el Ministerio de Marina y, en especial, de oficiales responsables en misin. Pero, en 1880, Jaurguiberry haba autorizado la ocupacin de Kita, y haba creado un gobierno auto- -nomo del Alto Ro, habilitado para relacionarse directamente con el Ministerio. El jefe de escuadrn Borgnis-Desbordes haba decidido llevar la presencia francesa hasta el ro Nger, costara lo que costara. As pues, el teniente senegals Alkamesa fue enviado a Samori para ponerle en guardia. Como respuesta, el /aama lo coloc en residencia vigilada y activ el asedio de Kenieran, que acabara cayendo en sus manos en 1882. Fueron ejecutados numerosos 21

notables considerados traidores. Borgnis-Desbordes, estimando que el honor de Francia haba sido puesto en ridculo, decidi intervenir: logr dispersar a las tropas de Samori por medio de salvas y disparos de can, pero qued aislado, y hubo de retornar a Kita, perseguido por los so/a. Samori comprendi que deba darse prisa y marchar en direccin a Bamako. La alianza de Mambi Keita le permita consolidar su autoridad en el Nger. Para guardarse las espaldas, complet su control sobre todo el Wasulu, y encarg a su hermano Keme Brema que redujese a los opositores del Manding y que ocupase Bamayo, situada en un lugar en que, a causa del obstculo representado por los montes Manding, la totalidad de las numerosas vas procedentes del sur convergan necesariamente sobre el ro. Sin embargo, el debilitamiento del poder de los herederos de El-Hadch Omar haba comprometido al seguridad de las rutas; por lo que, desde ahora, el ascendiente de Samori pareci que podra garantizar, al menos, la seguridad de las del sur. Los comerciantes diula de Bamako y, en especial, los tres hermanos Tur se unieron a Samori, con la esperanza quiz de derrocar a los jefes locales apartando a su clan, el de Niar. Pero Borgnis-Desbordes se adelant sbitament al /aama, llegando hasta Bamako, que logr ocupar en 1883, pese a la heroica resistencia del viejo jefe Namba, en Daban, en la regin de Beledugu. Kem Brema, sorprendi, no logr recuperar Bamako. Su campamento fue destruido y dos de los comerciantes de la familia Tur, tomados como rehenes, fueron ejecutados. El plan de Borgnis-Desbordes comprenda una accin sobre la derecha, destinada a expulsar a las fuerzas de Samori del Alto Ro, antes de volverse contra los tukulor. Por su lado, Samori haba decidido replegarse hacia el sur para acabar de una vez con su enemigo Sagadyigui, antes de volver a imponer sus derechos en el Alto Nger. Sin embargo, Sagadyigui haba fortificado poderosamente el macizo de Gbankundo con enormes bloques, ayudado por los herreros. Desde ella extendi su dominio sobre los grupos toma y guerz, y sobre los barrancos de Gbe. Slo por medio de una traicin Samori pudo escalar los muros de la fortaleza y apoderarse de este nido de guilas del que, pese a todo, Sagadyigui consigui escapar, aunque fue capturado poco despus y decapitado. Y como los Tur de Odienn se le haban unido, a Samori no le quedaba ya ningn enemigo de su calibre. El /aama, percatndose de la importancia de las vas costeras en el caso de un enfrentamiento con los franceses, encarg al jefe militar Langaman Pali de la apertura de esta ruta. En pocos meses ste se desembarazaba de los hubbu, los cuales desde tiempo atrs se burlaban de la impotencia de los dirigentes del Puta; luego tomaba pleno contacto con las tierras de la actual Sierra Leona, que proporcionaban productos europeos. Si hacan falta armas, tambin hacan falta caballos. Pero el norte, donde stos se vendan, se hallaba cada vez ms taponado por los franceses, producindose escaramuzas entre el tukulor Kem Brema y los europeos, pues aqul se haba adelantado hasta pocos kilmetros de Segu, como si tuviera la intencin de llegar antes que Francia, despus de haber quedado atrs l mismo, ro arriba de Bamako. As pues, Samori se dirigi hacia las tierras de la curva del Nger, hacia Mosi, tanto ms cuanto que slo lo separaba de l el pas bmbara, fragmentado polticamente. Pero en Kenedugu, Tieba, rey de Sikasso, permaneca vigilante y aspiraba por su lado a apoderarse de la va hacia Kong y el golfo de Guinea, que corra el riesgo de ser interceptada por Samori. Este fue el punto de partida de un engranaje fatal. Pues, la guerra entre los pases del Bago y del Tudugu, y luego la represin contra los levantamientos provocados por las 22

exacciones o por el fanatismo religioso de la gente de Samori, exacerbaron a los pueblos no musulmanes reacios y abrieron el camino del primer desmembramiento precoz y espectacular del Imperio. Entre tanto, el espritu estratgico de Samori se percat de que el inevitable choque con los franceses exiga la obtencin de escapes hacia todos los ejes comerciales por los que pasaban los caballos y las armas: es decir, la va que va de Bamako a Kong y a Ashanti pasando por las tierras del Alto Volta; la va que va de Bisandugu a Liberia, pasando por tierras kissi y toma; y la ruta del Futa hacia la Regin de los Ros y Sierra Leona. D. Entre la diplomacia y la guerra Entre 1881 y 1890, aproximadamente, Samori va a vivir entre la diplomacia y la guerra con los europeos. Es fcil comprender por qu Samori, cogido entre dos fuegos de manera creciente, por la actividad especialmente militar de los franceses en direccin al Nger, y por las actividades sobre todo comerciales de los britnicos tambin hacia ese ro, hubo de apoyarse en estos ltimos para detener a los primeros. Pero al final este intento fracasara. En efecto, la poltica colonial britnica, contrariamente a los sueos nigerianos de los notables krio de Sierra Leona, haba adoptado como principio bsico en esa poca, no cargarse con responsabilidades territoriales costosas en el hnterland, y apoyarse en acuerdo comerciales con gobernantes africanos slidos, para ir sustituyendo la trata por el comercio legtimo. Ahora bien, los gobernantes del interior, entre otras cosas, posean cautivos como medio de intercambio. Adems, tanto aqu como en Ashanti, la ambigedad de tal poltica salta a la vista por el hecho de que Gran Bretaa deseaba seres fuertes en el interior para proteger las rutas comerciales, pero no excesivamente fuertes, como para poner en peligro a la colonia. Por ello, el podero de Samori los atemorizaba, lo mismo que a los franceses, que teman una incursin rpida de los contingentes de Samori hacia Saint-Louis, en Senegal. Samori haba jurado que Sikasso deba ser destruida, pero no poda permitirse el lujo de combatir en dos frentes. De ah la necesidad de tratar con los franceses, que a su vez necesitaban llegar a un trato con l, al menos mientras la hipoteca tukulor de El-Hadch Omar no hubiese desaparecido. Pero al tratar ya con Francia, Samori se negaba a comprometerse polticamente a fondo con los britnicos. De esto deriv un perodo de incertidumbre, de medidas dubitativas, de malentendidos recprocos, de hipocresa y de mala fe, sobre todo por parte de ciertos oficiales franceses, para los que todos los medios eran buenos con tal de hacer caer en sus manos el mayor nmero de tierras. Sin embargo, Samori haba tomado la delantera y envi a un comerciante de Kankn, Dande Kaba, a negociar con los britnicos de Sierra Leona. Pero pese a los recibimientos con desfiles militares, no hubo resultado jurdico concreto. Aunque fue a partir de este hecho cuando Karamogho Lansana Tur pudo organizar, hasta 1893, la red comercial para los pedidos de armamento de Samori. La misin del mayor Festing y su espera resignada y yana al pie de las murallas de Sikasso, para que Samori aceptara firmar un tratado con los britnicos son reveladoras de la existencia de todo un nudo de contradicciones. Cuando la rebelin de las tierras del sur, que sigui al frasaco de Sikasso, comprometi la seguridad de las vas comerciales, y cuando por el acuerdo franco-britnico del 10 de agosto de 1889 reconoci a Francia la posesin del Puta Dchaln y el protectorado sobre Samori, se acababa de dar fin virtualmente al dilogo de este ltimo con Francia. Aunque en un comienzo, en 1881, el modus vivendi entre Samori y Francia en el Nger pareci viable. Boilve se haba mostrado asequible, y Samori orden a sus hombres que no 23

tomaran iniciativa alguna por ese lado. Pero poco despus, en 1885, el comandante Combes se permita lanzar un ataque armado contra Siguiri, en el Nger, y castigar a los partidarios de Samori en la orilla izquierda e incluso en la derecha. Inmediatamente recibi la respuesta de las tropas de Samori, que lo persigulieron hasta Niagasola. El frente volva a animarse pues, por acciones y reacciones de represalia, en las cuencas del Bafing y del Bakoi. Sin embargo, el tratado de paz y otro de comercio, firmados en Kenieba Kura en 1886, delimit las fronteras, prohibi las migraciones y los movimientos de tropas difciles de controlar, por otro lado, por parte de Samori en tierras de sus vasallos o de sus protegidos de la orilla izquierda del Nger, que haba quedado bajo influencia francesa. Al menos no podr imputrsele seriamente ninguna violacin voluntaria, en tanto que podrn constatarse las violaciones del espritu y la letra del texto por los franceses, pese a ser los autores del mismo Para dar fe de su buena voluntad, Samori envi a Francia a su propio hijo Dyaul Karamogho, que fue recibido por el presidente de la Repblica y por el ministro de la Guerra, general Boulanger. Pero a causa del compromiso poltico mayor que implicaba, Samori se mostr mucho ms reticente a la hora de firmar el tratado de Bisandugu (1887). Gallini, para que se conociese adecuadamente el punto de vista de Francia, no dud en escribir ese mismo ao, que se trataba de acciones diplomticas establecidas por las potencias extranjeras y destinadas a instaurar nuestros derechos en regiones sobre las que Gran Bretaa podra poner su mirada. La nica politica a seguir respecto de este jefe (Samori) es hacerlo desaparecer~ Podemos comprender as, la observacin de Y. Person: .. .Es difcil negar que Francia ha violado de manera flagrante el tratado de Bisandugu. Gallini no ignoraba que Samori lo respetaba escrupulosamente, aunque se consideraba con derecho a romperlo segn su conveniencia, ya que trabajaba en beneficio del inters superior de la civilizacin francesa. El mismo Gallini lo confiesa as: Despus de haberle impedido, por el tratado de Bisandugu, dirigirse contra los ingleses, yo me dediqu, desde el momento en que tom el mando, a minar el podero de este soberano negro. ~ Y prosigue: Apoyado y animado por m, Tieba a infligido serias derrotas a Samori, que ahora se encuentra reducido a una situacin extrema. E. El giro Silcasso-Kel o la guerra fratricida

Sikasso, foco de expansin de otro pueblo mand, el de los samogho, se haba convertido, en tierras senufo, en una base militar de Kong, como lo era Gwiriko entierras bobo. Esto ocurra a fines del siglo xviii, durante el gobierno de Daula-Ba. Posteriormente, Daula extendi su dominio hacia Tengrela, Banfora y Korogho, en contra de las aspiraciones de los Wattara de Bobo. As, su hijo Tieba haba heredado un reino bien organizado, al que aadi territorios militares que rodeaban a los cantones semiautnomos de los habitantes autctonos mand y senufo. Solamente algunos morabitos representaban a la Tidchaniya de Segu, a la que Tieha se afiliar. Pero el paganismo persista en la masa de la poblacin y en la casta militar, lo que dar lugar a la justificacin islmica de la agresin de Samori. A fines del siglo xix la regin intermedia entre el Kenedugu y Segu se hallaba bajo control de mercenarios separados de la guerra santa de El-Hadch Omar, que haban formado el Estado de Fafadugu, en las proximidades de Kinian, cuyo dinamismo estuvo a punto de 24

neutralizar el de Kenedugu, en cuyos asuntos intervino enseguida hasta tal punto que comprometi el acceso al poder del propio Tieba. Este acab imponindose y estableci su cuartel general en Sugoka, que posteriormente se convertir en Sikasso. Re