Ki-Zerbo, Joseph, Historia del áfrica Negra 4(2)

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Ki-Zerbo, Joseph, Historia del África Negra. Alianza, Madrid, 1980. Capítulo 10 LA EDAD DE ORO DE LOS EXTRANJEROS 1. LAS POSESIONES FRANCESAS A. La economía Francia había obtenido una parte inmensa de Africa, pero estaba mediocremente dotada de recursos naturales. Se trataba de un vasto hínterland, con frecuencia sin salidas al mar. El sistema económico colonial francés no se diferencia esencialmente del de los demás países colonizadores; y las numerosas observaciones que siguen, en esp

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Ki-Zerbo, Joseph, Historia del frica Negra. Alianza, Madrid, 1980. Captulo 10 LA EDAD DE ORO DE LOS EXTRANJEROS 1. LAS POSESIONES FRANCESAS A. La economa Francia haba obtenido una parte inmensa de Africa, pero estaba mediocremente dotada de recursos naturales. Se trataba de un vasto hnterland, con frecuencia sin salidas al mar. El sistema econmico colonial francs no se diferencia esencialmente del de los dems pases colonizadores; y las numerosas observaciones que siguen, en especial en materia de explotacin econmica, y que ya no repetiremos, sirven para las dems colonias europeas. Pues bien, se trata de extraer el mximo beneficio de las tierras sometidas, de obtener amplios resarcimientos. Acaso no existe un determinado anticolonialismo de derechas que se basa en la escasa rentabilidad de las colonias? La primera doctrina colonial coherente, despus de la de Jules Ferry, es la de Albert Sarraut, hacia 1923. Este autor presenta las colonias como el recurso decisivo que levantar a Francia de las miserias de la Gran Guerra. En principio, la colonia debe autoabastecerse, gracias a la autonoma financiera. Este principio fue aplicado en el Africa Occidental Francesa (A.O.F.), donde las cajas de reserva, abundantemente dotadas, sirvieron como garanta a los prstamos concedidos por Francia para la realizacin de trabajos demasiado poco rentables para el sector privado. Este tom en sus manos lo esencial de la actividad econmica, basada en la trata de productos africanos y europeos. El remate del sistema era una red bancaria muy integrada y casi monopolista, con el B.A.O. y el Crdito Financiero del Oeste Africano. El B.C.A. 2 y el Banco Francs de Africa, menos slidos, sufrieron cracks durante la gran crisis de 1929. A tales organismos de crdito no podan acercarse los indgenas, entre otras razones porque debido a la ausencia de propiedad privada, no podan proporcionar garantas hipotecarias. Por otro lado, los bancos mencionados, del mismo modo que los holdings especializados, sostenan sobre todo casas bordelesas (Peyrissac, Maurel y Prom) o marsellesas (C.F.A.O. , C.I.C.A.) Las tres grandes firmas que controlan el mercado son la C.F.A.O., la S.C.O.A. y la Unilever que domina la mayor parte, pero que posee filiales en muchos otros sectores, y que dispone por otra parte de un imperio pluricontinental. La mayora de las veces tales sociedades se hallan ligadas entre s, y poseen ramificaciones ms all de las fronteras coloniales francesas. Las empresas disponen de factoras en los principales centros, que envan a su vez los productos africanos de exportacin y venden los productos manufacturados europeos. El control total sobre estas dos corrientes comerciales permita que las compaas tuvieran mrgenes de beneficio muy amplios, en especial debido a la ausencia de un control de precios. Los libaneses y sirios, que tenan gastos generales mnimos, conseguan generalmente hacerse un sitio en el comercio al detalle e incluso a veces en el intermedio. Los comerciantes africanos, completamente dominados por las compaas en el campo del mercado, solan convertirse en intermediarios, operando en las zonas perifricas de la red comercial. Esta sufre la fuerte influencia de las recientemente instaladas vas frreas o de las carreteras que permiten el drenaje de los productos. Por ejemplo, y en particular, la sal ya no llega del desierto, sino de los puertos costeros. Y lo mismo sucede con el oro, que ya no se dirige hacia el norte, hacia el desierto, sino hacia el mar. Con todo, el antiguo intercambio norte-sur entre la kola, por un lado, y el ganado y el pescado seco por el otro, proseguir como siempre. En trminos generales, las compaas invierten y reinvierten poco. Al haber sido encargadas de supervisar econmicamente las colonias y de extraer de ellas el mximo beneficio, chocan con la pobreza de la red de comunicaciones, con la desgana profunda de los africanos para dedicarse a los cultivos de exportacin y con el bajo nivel de entradas. 1

Sin embargo, en cada uno de estos campos la administracin va a aportar su poderoso apoyo. La estructura que va a instalarse estar fuertemente condicionada por la trata. El nico puerto utilizable es Dakar; en otros lugares existen tan slo embarcaderos y muelles. Los ferrocarriles penetran en el interior, como antenas aisladas, y apoyndose en los ejes de los ros. El ferrocarril Dakar-Nger (hasta Bamako y Kulikoro) es prolongado hasta Thies-Kayes en 1923. El Conakry-Kankn, va Kurusa, en el Nger, est terminado en 1914. La va frrea de Dahomey-Nger queda parada en el camino... Lo mismo que la Abidyn-Nger, que no alcanza el Alto Volta, en Bobo Diulaso, hasta 1934. En lo que respecta al ferrocarril CongoOcano, iniciado en 1921, terminado en 1934, para asegurar una salida francesa desde el Congo hasta Pointe-Noire, su construccin moviliza a ms de veinte mil hombres. Los ros, a menudo cortados por obstculos naturales, sern de escasa utilidad. La red de carreteras es importante en Africa Occidental, donde se alcanzan los cien mil kilmetros en 1940, de los que treinta y dos mil son permanentes; pero es muy dbil en el Africa Ecuatorial Francesa, donde, por ejemplo, Gabn slo dispone de cien kilmetros de carreteras en 1936. Adems del establecimiento de una infraestructura muy til para el comercio, la administracin va a ayudar a las compaas a asegurarse la posesin de su situacin de monopolio, imponiendo pref eren-cias aduaneras, por medio de derechos de aduanas draconianos, salvo en la cuenca convencional del Congo. El decreto del 14 de abril de 1905, que hace general la sobretasa de Senegal. consolida el comercio francs y acaba con la preponderancia, hasta entonces grande, de las casas britnicas. Asimismo, las grandes compaas van a verse beneficiadas con concesiones territoriales de envergadura, especialmente en Africa Ecuatorial. En 1889, un setenta por ciento, aproximadamente, de la superficie del Africa Ecuatorial Francesa (A.E.F.), es decir, seiscientos cincuenta mil kilmetros cuadrados, una extensin mayor que Francia, ser atribuida por treinta aos a algunas grandes compaas: la Socit des Sultanats du Haut-Oubangui (Sociedad de los Sultanatos del Alto Ubangui) se adjudicar ciento cuarenta mil kilmetros cuadrados para ella sola. Las compaas francesas aprovecharn su monopolio para alejar a las compaas britnicas, como la John Holt, la cual, tras pedir justicia repetidas veces, obtendr por fin alguna compensacin. Y el monopolio ser utilizado tambin contra el productor africano que, si vende un producto valorado en tres francos, ver cmo se le da a cambio una mercanca que vale un franco, y an as, estropeada o de dudosa calidad, pretextando que el producto que ofrece, al provenir de la concesin, pertenece a la compaa, que slo ha de pagar el trabajo. Por otro lado, las aldeas situadas en tierras de las compaas ven cmo se les arrebata las mejores tierras. Posteriormente, cuando las compaas vayan a la bancarrota, obtendrn del Estado amplias compensaciones, a cambio de una reduccin de sus dominios. Asimismo, la mano de obra que utilizan las compaas es proporcionada, la mayor parte de las veces, por la administracin, que se encarga de esta actividad, o bien proviene de las masas de trabajadores forzados. La solucin ms elegante consista en llegar a un acuerdo por el cual la administracin se comprometa a proporcionar cierta cantidad de algodn a la compaa que lo desgranaba. Para terminar, digamos que el gobierno francs practic una poltica de precios que protega a las compaas. Por ejemplo, despus de la gran crisis, cuando los precios de los productos exportados sufrieron bajas gravsimas, se crearon cajas de estabilizacin y compensacin, por parte del Estado, para desencallar a las compaas que dependan de tales exportaciones. Por razones polticas, las ayudas se extendieron parcialmente a los productores africanos, a fines del perodo considerado. Pero, en trminos generales, las bajas de precios solan repercutir duramente en el productor. Los principales episodios de la evolucin econmica se desarrollan en los aos 20 y 30. En los 20, el ministro de Colonias, Albert Sarraut, trat de lanzar la poltica llamada de la valorizacin. Pero el capital privado no se mostr interesado, y algunos grandiosos planes, 2

que iban a establecer polos econmicos directores, fracasaron. As pues, la Offic edu Niger que, segn el ingeniero Blime, en 1920, deba irrigar 1.750.000 hectreas en la curva del Nger, que a su vez iban a ser cultivadas por 1.500.000 voltaicos desplazados al efecto, y que deba producir 300.000 toneladas de algodn se encogi como una piel de zapa, no contando en 1953 ms que con 13.000 colonos y 25.000 hectreas irrigadas, lo que impidi que la produccin superase las 4.000 toneladas. Pese a todo, se haban gastado importantes sumas, para la poca, en investigacin y estudios previos, sumas ampliamente concedidas a las sociedades que se encargaban de ellos. Sin embargo, la investigacin fundamental (de carcter pedolgco y sociolgico) no se llev a cabo. La crisis mundial de 1929, con su terrible descenso de precios en los productos importados y exportados, produjo un marasmo econmico general, que se expres en la cada inmediata de los ingresos presupuestarios provenientes de los derechos de aduana. Hacia 1934-1935, sin embargo, aparecieron claros signos de recuperacin econmica, sobre todo en el A.O.F. La produccin de cacahuete haba vuelto, en 1934, a su nivel de 1930, alcanzando las 722.600 toneladas en 1937. Con la Segunda Guerra Mundial la situacin declina, al suprimirse las subvenciones presupuestarias de la metrpoli. En 1942 la produccin de cacahuete desciende, en A.O.F., a 231.000 toneladas. Por el contrario, la ruptura de relaciones con la metrpoli a causa del conflicto blico va a dar lugar a un primer intento industrializador en Senegal, gracias a la creacin de almazaras. En conjunto, con todo, la economa seguir siendo tpicamente colonial en su estructura: en un 95 por 100 se basa en la agricultura y en la comercializacin de materias primas provenientes de plantaciones o de minas. El caucho silvestre, muy importante en un principio, sobre todo en Guinea, va a la ruina en 1911, por la competencia del caucho de plantacin asitico. Lo releva el cacahuete, sobre todo en Senegal y en Mali; en tercer lugar vendr la palmera oleaginosa. Los tres productos constituyen, en 1909, el 87 por 100 de las exportaciones. El xito del cacahuete va a ser apagado un poco por la competencia del cacao, introducido en 1908 de manera autoritaria en Costa de Marfil, en Indeni; ms tarde lo ser tambin por el caf (Costa de Marfil, Guinea). En la sabana, el algodn y el sisal seguirn siendo producciones secundarias (7.400 toneladas en 1929, 16.500 en 1938). Antes de la Segunda Guerra Mundal el pltano inciar su marcha en Guinea. La madera adquirir gran importancia especialmente en Costa de Marfil. En el A.E.F. los primeros pasos son ms tardos, y se basan sobre todo en el caucho silvestre y en la madera de los grandes bosques (Gabn, Congo francs), mientras que en las zonas de sabana se insiste en el cacahuete y el algodn. Pronto decae el marfil, despus de las matanzas de elefantes perpetradas a causa del aumento del nmero de las armas modernas. Uno de los signos de esta economa de recoleccin de productos silvestres y de puncin, que consista sobre todo en acaparar lo ms posible, sin invertir un cntimo los observadores de la poca deploraban la miopa de tal poltica, es que, pese al precio elevado de los productos de importacin, la balanza comercial del Congo francs acusa, entre 1902 y 1906, un excedente de las exportaciones en valor. Por otro lado, el carcter mercantil de las inversiones aparece en el hecho de que, el 4 de junio de 1945, el valor en bolsa de las sociedades estable7cdas en Africa Negra francesa y cotizadas en la Bolsa de Paris, es como sigue: 63 por 100, para el comercio; 16 por 100, para plantaciones y bosques; 7 por 100, para minas, y slo un 4 por 100 para la industria. Las minas (oro, cobre) siguen en manos de los autctonos, que las explotan segn los sistemas tradicionales. Los intentos de apartar a los africanos no se basaban en ningn deseo real de modernizar el sector, ya que las inversiones habran sido demasiado altas. Las escasas sociedades que actuaban en este campo por ejemplo, la Compaa de Minas de Siguiri, la Faiem Golden Valley tendan sobre todo a explotar la liquidez de ciertos capitalistas ingenuos. Otro aspecto de la estructura colonial es el carcter insular del crecimiento econmico, que se concentra en las costas, a lo largo de 3

los ejes de comunicacin con el exterior y alrededor de algunos centros del interior. Y si la gama de productos se reduce slo a las materias primas en bruto, del mismo modo regiones inmensas permanecen prcticamente fuera del circuito econmico general. No existe, pues, ningn tipo de integracin econmica africana. Por el contrario, la integracin en la economa metropolitana es acusada, y aumentar con el tiempo. As, en 1912, los porcentajes de los intercambios del A.O.F. con la zona del franco son, con relacin al total del comercio, de un 66 por 100 para las exportaciones y de un 44,5 por 100 para las importaciones. En 1932 estas cifras pasan, respectivamente, a 82 por 100 y a 69 por 100. Y ello es debido al estatuto aduanero, que es estrictamente proteccionista. Las consecuencias de toda esta actividad son sumamente onerosas para los africanos, que acabarn siendo despojados de todo por un conjunto de mecanismos econmicos. El impuesto de capitacin constituye, despus de los derechos de aduana, el segundo captulo (en ocasiones el primero) de los ingresos presupuestarios. Sola establecerse de modo arbitrario, por un aumento artificial de las estadsticas de empadronamiento. Este impuesto deba pagarse en dinero contante, lo que tenda a obligar a los campesinos a vender productos de exportacin. Si era necesario, poda servir el pretexto de que los africanos no tenan suficiente dinero contante, con el fin de imponerles el trabajo forzado en los campos de algodn del Comandante; esto sin tener en cuenta las prestaciones ordinarias de trabajo para obras de infraestructura. Los caminos y carreteras, los puertos, los ferrocarriles se construan, en ausencia de material (se limitaba al mximo la adquisicin de maquinaria), a mano por hombres y mujeres, que pasaban semanas enteras, y meses, apisonando las carreteras, como hacan con el suelo de sus casas. Nadie ha podido contar las horas de trabajo obtenidas por la fuerza, sistemticamente. El ferrocarril Congo-Ocano y el de Thies-Kayes estn jalonados de cementerios. Si faltaban los donantes de mano de obra, que a veces huan, se recurra a sus mujeres e hijos que, en Africa Ecuatorial, eran amontonados como rehenes en campos de muerte, pues los rehenes no reciban alimento alguno. A todo esto hay que aadir el expolio de las mejores tierras, legalizado en A.O.F. por el decreto de 1935, y que se refera a las tierras pretendidamente vacantes. Muchas tierras robadas de esta manera, fueron asignadas a compaas privadas. Lo mismo ocurra con los bosques clasificados, y con los terrenos urbanos acaparados para su parcelacin, que provocar la resistencia de los habitantes originarios, como sucedi en el caso de los lebu, en Dakar. Otro mtodo de expolio, muy sutil, fue la creacin de graneros de simientes para las sociedades indgenas de previsin, las cuales, nacidas de un aceptable principio cooperativista, se transformaron paulatinamente en un instrumento de fraude. El sistema se generaliz en los aos 1930-1933. Las simientes que los campesinos cedan les eran devueltas en contadas ocasiones. Asimismo, el jefe de la circunscripcin, que era a la vez presidente de la asamblea general de la sociedad de previsin, no tena ningn reparo en utilizarlas cuando as lo crea conveniente. Y si consideramos que los cultivos de exportacin se realizaban tan slo con fines especulativos, sin tener suficientemente en cuenta la proteccin de los suelos; si aadimos que el alza de precios significaba casi exclusivamente, para el campesino, el alza de precios de los productos importados, en tanto que la de los precios de sus propios productos era absorbida por el margen de beneficio de la sociedad monopolista, comprenderemos fcilmente que el campesino, acorralado en sus fuerzas de trabajo, sus escasas disponibilidades monetarias e incluso, a veces, en sus mismas tierras, haya preferido con frecuencia emigrar. La emigracin va a aumentar el tamao de las ciudades, en especial en las zonas costeras, donde la economa haba evolucionado en mayor grado, y requera mano de obra en condiciones menos arbitrarias que en el interior. As, los trabajadores del Sudn francs (hoy Mali), llamados navtanes, partan hacia Senegal como obreros contratados para trabajar en el cultivo del cacahuete; los habitantes de Alto Volta y de 4

Nger se dirigan hacia la Costa de Oro (hoy Ghana) y hacia la Costa de Marfil, colaborando as al esfuerzo industrial ya iniciado en estos dos pases. Pero, paralelamente, privaban a sus propios pases de valiosas fuerzas de trabajo; adems, devolvan a sus casas ahorros insignificantes, extrados de sus pobres salarios. Por otro lado, buena parte de los salarios solan ser guardados por el patrono o por el administrador, en principio como ahorro forzado en beneficio del trabajador, pero en realidad, mientras tanto, como fondos destinados a gastos corrientes, o como medios de chantaje por parte de las autoridades. Las dos guerras mundiales y la crisis de 1930 agravaron ulteriormente las condiciones generales, ya muy mseras, debido al esfuerzo de guerra suplementario exigido a las poblaciones, por ejemplo en A.E.F., para paliar la inexistencia de subvenciones metropolitanas, o bien a causa del mercado negro, que aumentaba los precios de forma exorbitante, o de las confiscaciones masivas de productos alimenticios y estratgicos. Motivado por la escasez de arroz, de petrleo, de telas de algodn, se produjo una vuelta parcial a la economa de subsistencia. Durante las guerras y la crisis de 1930 hubo hambre, cuyo recuerdo sigue vivo en Wadai, Kanem, Ubangui, en Gabn, en tierras dogon, en Alto Volta, en Nger, donde murieron de hambre quince mil personas en 1931. En ocasiones se produjeron revueltas campesinas y rebeliones polticas; pero stas tuvieron menor alcance que la organizacin en las ciudades en favor del surgimiento de una clase obrera, de sindicatos, que comenzaron ya en esta poca a mostrar su oposicin con los hechos. En 1925, tres dirigentes de una huelga parcial de trabajadores del ferrocarril Dakar-Nger fueron detenidos y azotados. A este hecho sigui una huelga general; la tropa, formada por bmbara, se niega a disparar contra los huelguistas, y las autoridades se ven obligadas a liberar a lo~ detenidos. El decreto de 1937, que regulaba los sindicatos, era desgraciadamente, muy restrictivo, pues para poder sindicarse haba que saber hablar, leer y escribir correctamente francs. En 1938 se produce una nueva huelga: la tropa interviene, dispara, mueren seis huelguistas, y los trabajadores decretan la huelga general, que fina-liza tan slo cuando se llega a la negociacin con el Gobierno general de Dakar. Puede decirse que esta etapa de la colonizacin ha sido slo negativa? Con seguridad, no. Es cierto que las carreteras apenas eran utilizadas por los africanos, que iban a pie, y que usaban los caminos. Pero con todo facilitaron los contactos con el mundo exterior, como sucede todava hoy. Las vas frreas servan sobre todo para enviar al exterior las materias primas, pero al mismo tiempo hacan posible que, paulatinamente, fueran surgiendo otras actividades econmicas. Asimismo, los africanos que se dedicaron a los cultivos de exportacin, acumularon pronto capitales suficientes como para constituir, tanto en Senegal como en Costa de Marfil o en la costa de Benn, una categora social privilegiada, que emplear a su vez a mano de obra proveniente del interior, e iniciando de este modo un proceso capitalista de transformacin. En 1938, en Costa de Marfil, las dos terceras partes de los plantadores de caf eran africanos. Por otro lado, en el campo sanitario, se llev a cabo una gran obra. Los cuidados mdicos eran gratuitos. Las epidemias y endemias, tropicales o no, como la malaria, la amebiasis, la fiebre cerebro-espinal, la enfermedad del sueo, la lepra, el pian, etc., y las enfermedades de importacin, minaban literalmente a la poblacin. en 1905 aparece la A.M.I. 6 con el fin de promover la accin sanitaria. En Brazzaville se funda el Instituto Pasteur, hacia 1910; luego en Dakar, en 1924, y en Conakry; mientras, se crea en Bamako un Instituto de la Lepra (1934). Contra la enfermedad del sueo, el doctor Jamot, que se apoya de buena gana en la fuerza administrativa, organiza equipos mviles de intervencin, realizando una importante labor profilctica. Tambin los misioneros, y en particular las religiosas, han llevado a cabo, en este campo, una labor inestimable y valiosa, casi siempre con pleno desinters. Sin embargo, no hay que dejar de constatar que la colonizacin, debido a la subalimentacin y al agotamiento fsico que provoca, es una de las causas del nuevo vigor de 5

ciertas enfermedades, difundidas adems por las aglomeraciones de trabajadores, pues las medidas de las ciudades coloniales eran, en este sentido, un caldo de cultivo especialmente favorable. En un plano demogrfico, es evidente que la separacin prolongada de las parejas ha tenido efectos negativos, sin contar las matanzas represivas. El trabajo forzado ha hecho disminuir la poblacin en numerosos territorios, especialmente en Gabn. Ahora bien, si se carece de una poblacin sana y sin aumento demogrfico positivo, no hay mano de obra. Se comprende as la alarma de Albert Sarraut en los aos veinte, cuando peda conservar y aumentar el capital humano, para poder hacer trabajar y fructificar el capital monetario. El director de la C.F.A.O., Julien Le Cesne, afirmaba, ms crudamente: Tenemos que fabricar negros. En general, la colonizacin puso en marcha un proceso de transformacin interior. Algunas sociedades cerradas y replegadas sobre s mismas hasta ese momento, se animarn extraordinariamente gracias al dinero y a las ideas nuevas. La propiedad privada, apenas conocida hasta estas fechas, se implanta por doquier, pero sobre todo en las regiones costeras y en las ciudades. La dote que se ofrece a la novia, que hasta entonces era tan slo un smbolo de la unin, se convierte ahora, sobre todo en las ciudades, en un mero precio, como cualquier otro. B. Estructuras polticas Cul era la estructura poltico-jurdica del sistema? En el Africa occidental Francia controlaba un territorio sin solucin de continuidad, cuya superficie era nueve veces la de la metrpoli, es decir, era de unos cinco millones de kilmetros cuadrados. Estos territorios, muy diferentes entre s, se extendan desde los espacios desrticos del Hodh, hasta las oscuras selvas de las tierras guerz y del Mayombe. Quiz fue esta dispersin la que llev a los franceses a erigir un sistema cuya rigidez pudiera mantener en pie y unido a un conjunto tan variado. Aunque tambin existen razones histricas propiamente dichas. En efecto, el imperio francs de Africa Negra haba heredado, a travs de la III Repblica; el rgimen autocrtico de Napolen III. El pequeo territorio senegals que estaba realmente sometido a Francia, en torno a los centros de Saint-Louis, Gorea, Dakar y Rufisque (los cuatro ayuntamientos), poda haber sido asimilado fcilmente y, efectivamente, comenzaba a ser as. Y Senegal fue la base de partida para la conquista de todo e1 oeste africano. Se entiende, pues, por qu los franceses estuvieron tentados de extrapolar pura y simplemente el estatuto de su dominio senegals a todas las dems colonias. Pero en las colinas del pas lobi y los acantilados del pas dogon las condiciones eran tan diferentes de las existentes en la sociedad biolgica y culturalmente mestizada de Saint-Louis, que tal empresa era casi una fantasa. De ello deriva la ambigedad de la poltica colonial francesa, que oscilar, hasta el final, entre la utopa de la asimilacin y el espejismo de la asociacin. Debemos subrayar tambin que la conquista se caracteriz por la organizacin militar, y que regiones enteras ya conquistadas permanecieron largo tiempo bajo administracin militar. Las secuelas de la situacin se manifestaron en el uniforme, cargado de condecoraciones, de los comandantes, y en todo el aparato del ritual militar que rodeaba al representante de la autoridad. Es cierto que el espritu cartesiano y el sentimiento jacobino que subyacan, en mayor o menor medida, jugaron tambin su papel, al establecerse un sistema piramidal, en cuya cspide se hallaba el ministro de Colonias, y en cuya base tenemos a los sbditos en vas de asimilacin ms o menos avanzada. Pero entre los principios y las realidades se produjeron numerosos compromisos. Los territorios franceses fueron agrupados, primero, en dos conjuntos: el A.O.F., compuesto de siete, luego de diez territorios, cuando en 1919 el Alto Senegal-Nger fue escindido para formar dos colonias, Sudn francs y Alto Volta. Los dems eran: Senegal, Mauritania, Guinea, Nger, Costa de Marfil y Dahomey. Los territorios del A.E.F. se formaron con ms dificultad (Congo francs, Gabn, Ubangui-Shari y Chad), quedando incluidos, al principio, 6

en una sola colonia. Pero la decisin se mostr impracticable. A la cabeza del aparato colonial se hallaba, pues, el ministro de Colonias, responsable de la administracin colonial ante la Asamblea Nacional. Esta, en principio, puede legislar para las colonias, pero la falta de inters o la ignorancia de la situacin la condujeron a descargar su tarea sobre los hombros del ministro, que guiaba la marcha de las colonias por decretos. Pero el ministro resida demasiado lejos, y estaba demasiado ocupado, pues administraba, adems de las colonias del Africa Negra, Madagascar y los dominios norteafricanos, asiticos y americanos de Francia. As, el personaje clave era, de modo natural, quien en cada federacin de colonias se encontraba a la cabeza de la administracin: el Gobernador general. Detentaba y representaba los poderes de la Repblica, siendo el administrador del presupuesto federal, jefe de las fuarzas armadas y jefe de los servicios administrativos centrales de la federacin. Ninguna ley ni decreto proveniente de la metrpoli poda ser aplicado en su sector si no eran promulgados por l. Tal disposicin le permitira gozar de una especie de derecho de veto suspensivo respecto de las medidas que no le agradan, aunque deba tomar en consideracin los intereses econmicos poderosamente representados en el Parlamento y en el Gobierno. El Consejo de Gobierno que lo asista, formado por el secretario general de la administracin, por el general en jefe, el procurador general, y otros, era slo un rgano consultivo. El principio se basaba en que el Gobernador general gobierna y el Gobernador administra. Pero tambin en este caso la distancia disminua la rigidez del principio. Las autoridades y funcionarios de la capital del territorio reciban rdenes de Dakar, y ms tarde de Libreville y Brazzaville. Aunque las rdenes del gobernador territorial solan ser las ms apremiantes. El gobernador desarrollaba su trabajo por medio de una red de comandantes de circunscripcin, secundados a su vez por los jefes de subdivisin. El comandante de circunscripcin era realmente la bisagra de todo el sistema, el hombre-orquesta, el facttum encargado de preparar las decisiones y de llevarlas a la prctica. Debe ser al mismo tiempo juez, financiero, ingeniero de obras pblicas, agente de polica y de seguridad, jefe militar, gerente de los graneros pblicos, inspector de enseanza, agente sanitario, contratista, etc. Resumiendo, en todo y para todo, era l quien mandaba. Aqu tambin jugaba su papel la distancia, pues l era el rey del interior. Y lo era hasta el extremo de que, si se le permita permanecer largo tiempo en su destino, un comandante medio poda, a la larga, hacer frente a las tareas polivalentes para las que haba sido investido. Conoca suficientemente las cosas y la gente como para tomar las decisiones ms importantes. Algunos de ellos nos han dejado incluso excelentes monografas sobre su sector. Pero cuando se decidi que era mejor cambiarlos con mayor frecuencia, el comandante se convirti en una especie de chica para todo del sistema colonial. Adems, las condiciones de aislamiento en que viva y la amplitud de poderes eran tan grandes que demasiados sucumban a la embriaguez del poder. Y si no todos moran de colonialismo, la enfermedad invada a todos ellos. Los que pudieron dominarse y escapar a la comisin de abusos fueron sencillamente almas superiores o hroes. Pero la masa de los comandantes no siempre pudo zafarse de esta versin tropical del derecho de pernada (versin deformada de la hospitalidad africana), que consista en presentar al comandante que se hallaba de gira, a veces por peticin suya, a las muchachas ms bellas de la regin, previamente baadas y arregladas, para que eligiese a su gusto: algunas de estas muchachas, parece ser, temblaban como hojas, pues crean que aproximarse al blanco era morir y marchar al ms all (pues el color blanco era, en la religin y en las leyendas africanas, un color funerario...). Algunos hombres selectos pudieron quedar fuera de la tendencia a imponer su voluntad de poder, slo para demostrar que eran los ms fuertes. Otros, desgraciadamente, llegaron demasiado lejos, y las narraciones siniestras abundan en los informes y actas de los procesos. Todava hoy en da, en el campo africano, hay individuos, testigos o vctimas, que cuentan demasiadas cosas, moviendo la canosa cabeza de un lado a otro... 7

Tal era la estructura de la autoridad. Por lo que respecta a los africanos, stos se hallaban divididos en dos categoras: los ciudadanos nativos de los cuatro ayuntamientos de Senegal, y los dems. Los ciudadanos tenan los mismos derechos polticos que los franceses. Disponan de un consejo general y enviaban a un parlamentario a la Asamblea Nacional de Pars. Sin embargo, conservaban su status personal (por ejemplo, la poligamia). Tericamente, todos los sbditos podan acceder a la ciudadana. Despus de la Primera Guerra Mundal se afirm intensamente una doctrina contraria, que preconizaba una poltica de asociacin y no de integracin, respetando los usos y costumbres africanos; una poltica que apenas poda ocultar su negativa de llegar un da a la igualdad. Respecto a la segunda categora de africanos, que eran calificados, muy siginificativamente, como sbditos, su estatuto es el de indigenato. Un decreto de 1924 concede a los agentes de la autoridad el derecho de decisin sobre penas disciplinarias (prisin, multas) por toda una serie de causas, como, por ejemplo, olvidarse de saludar al comandante o a la bandera. Un medio de reclutamiento de mano de obra gratuita fue el internamiento administrativo. Los sbditos no tenan derecho a los mismos hospitales que los ciudadanos franceses, sino a dispensarios indgenas. Y cuando eran reclutados, tampoco tenan derecho a llevar brodequines, y muy pocas veces alcanzaban el grado de oficial; en principio, nunca podan superar el de capitn. En primer grado dependan del tribunal del jefe de cantn o del jefe de subdivisin, y en segundo grado, del tribunal del comandante. En general, ste no comprenda las lenguas del pas, y su intrprete deba de instruir todo el proceso, cuyo resultado poda haber sido decidido la noche antes, gracias a los regalos trados por la parte litigante ms generosa... En 1937, un decreto relativo a la admisin de africanos a la ciudadana francesa enumera once condiciones necesarias, y refuerza ulteriormente las disposiciones anteriores. En 1937, exceptuados los nacidos en los cuatro ayuntamientos, slo unos dos mil quinientos africanos haban conseguido entrar en la familia, sobre quince millones de habitantes. Se haba llegado a un callejn sin salida, y no exista una perspectiva bien definida. El problema de los gobernantes africanos precoloniales fue resuelto de manera ms clara. Desde el punto de vista jurdico se resolvi brutalmente, con un decreto unilateral del 23 de octubre de 1904 que acababa con los protectorados, el problema de las decenas de protectorados establecidos por Francia por la firma de tratados con los gobernantes africanos. Se produjeron entonces diversas purgas, que eliminaron a los jefes africanos recalcitrantes. Alfa Yaya, pese a que haba apoyado a los franceses durante la conquista de las tierras de los koniagui, fue secuestrado en Conakry y enviado a Dahomey. Vuelve al poco, pero es capturado de nuevo y enviado a Port-Etienne, donde muere. Mientras, el Futa haba sido dividido entre Alfaya y Soriya. El wali de Gumba, Tierno Aliu, ser detenido y llevado a los campos de las islas Los, donde muere en 1912. En un comienzo, en efecto, al carecer de suficientes cuadros administrativos, los franceses hubieron de apoyarse en las autoridades locales. Pero desde 1910 el gobernador general, William Ponty, declar que formaban una intil pantalla que haba que suprimir: de ah, la creacin de la jefatura tradicional. Slo el comandante es responsable declarar el gobernador Van Vollenhoven. El jefe indgena no es ms que un instrumento, un auxiliar. Pero numerosos jefes tradicionales se convirtieron en jefes administrativos. En el pas mosi, por ejemplo, el mogho naba, jefe supremo, fue privado del derecho de percibir impuestos, de reclutar, de ejercer como juez de paz, etc. Todo el sistema tradicional quedaba decapitado, no utilizndose ms que sus miembros. Pero la medida muestra a las claras la ambigedad del as llamado sistema de administracin directa, atribuido a los franceses; pues si para el gobierno general el jefe de cantn era solamente un engranaje de la nueva administracin, para el sbdito africano el jefe segua siendo su jefe, con su poder confirmado por los blancos, y la naturaleza de su lealtad no haba cambiado necesariamente. Por el lado africano al menos exista, pues, y de una manera subjetiva, una indirect rule, o gobierno indirecto. Los jefes de cantn que vivan a 8

costa del presupuesto del Estado solan estar muy mal pagados, y hubo de reajustar su jerarqua para consolidar su prestigio. Las nicas instituciones representativas del sistema eran los consejos de notables indgenas, autorizados por el decreto de 1919, y que tenan tan slo un papel consultivo. En 1939 slo existan veintitrs ayuntamientos mixtos, de los cuales catorce en Senegal. Los intereses econmicos de las sociedades privadas solan ser defendidos, con frecuencia sin xito, en el seno de los consejos de gobierno. Uno de los elementos ms importantes de la autoridad era el ejrcito. Los tiradores, llamados senegaleses porque los primeros provenan de este pas, se reclutaban gracias a los jefes de cantn. Los rechazados se destinaban de oficio a la segunda porcin, utilizable, por ejemplo, en los trabajos pblicos. Numerosos jvenes trataron de no ser enrolados, sobre todo cuando tras la primera guerra mundial comenzaron a llegar los mutilados, desfigurados, disminuidos fsicos que haban padecido el infierno de Verdun o del Somme. Se produjeron incluso algunas revueltas, duramente reprimidas, como la de Beledugu, dirigida por Dior Traor, o como la de los somba. Otros pueblos, tradicionalmente guerreros, hallaron en el servicio militar la posibilidad de hacer una excelente carrera. En 1918 haba 211.000 tiradores en Africa Negra. Se trataba de la flor y nata de la juventud de los distintos pases. Fueron utilizados ampliamente como tropas de choque contra los alemanes. De vuelta a casa, los tiradores o antiguos combatientes constituyeron una categora social original: gozaban de una pensin, que resultaba suficiente cuando no eran manirrotos, podan ser ms cultivados que sus hermanos del pueblo, pero con frecuencia no saban hallar de nuevo su sitio en la sociedad que haban abandonado durante quince aos (el servicio propiamente dicho duraba tres aos). Los tiradores formaban, pues, un factor de inquietud, un elemento de fermentacin, un grupo poltico decisivo. Muchos comandantes se quejaban de las ideas explosivas que ciertos tiradoras traan consigo a su vuelta a casa, y ello sin contar con lo que haban visto de los blancos, que, si los inclinaba a respetar su podera material, no les empujaba en cambio a reconocer su superioridad moral. Por medio de diversas organizaciones y distinciones honorficas, los ex combatientes fueron canalizados hbilmente por la administracin. C. Las misiones cristianas Otro factor colonial importante estaba representado por las misiones religiosas. Aunque jugaron un papel menor que en el Congo belga o en las colonias portuguesas, las misiones religiosas francesas llevaron a cabo una actividad multiforme en Africa Negra. En efecto, tanto aqu como en otras partes, los misioneros solan ser de la misma nacionalidad que los dems agentes coloniales, y en pleno medio rural el aislamiento los llevaba obviamente a entablar contactos personales que la Iglesia, para vivir y prosperar, explot con frecuencia desde un punto de vista financiero y material. Los consejos de administracin de las misiones obtuvieron bienes inmuebles y terrenos, y subvenciones para sus actividades sociales. Si a ello aadimos la prctica de la segregacin en el seno de ciertas iglesias, se comprender fcilmente el carcter ambiguo de la colaboracin entre las misiones y la autoridad colonial. Asimismo, debido a una presentacin plenamente occidental de la religin, a la lucha contra sanas tradiciones africanas consideradas diablicas, a los autos de fe de obras religiosas y artsticas animistas, los misioneros hicieron creer a ms de uno que la religin cristiana era un asunto de blancos, propagado por ellos en provecho propio. An as, numerosos misioneros, que vivan en condiciones particularmente mseras (por ejemplo, solian tener vacaciones una vez cada diez aos), retrocedieron con su actividad a la poca heroica de la Iglesia primitiva. Adems, las misiones cumplieron, en este perodo, sobre todo en el A.E.F., donde el gobierno haba dejado en sus manos todo el sector social, una obra que la administracin colonial, quiz, no habra podido cumplir debido a razones de orienracin y por falta de cuadros. Este es el caso de los Hermanos de Ploermel y de las Hermanas de San Jos de Cluny en Senegal, y el de los Padres Blancos en el interior. Se 9

crearon innumerables dispensarios, poblados de religiosas, que, en ocasiones, llevaron su abnegacin hasta el ltimo sacrificio. La mayora de las escuelas primarias fueron abiertas por los misioneros primero para sus necesidades, luego para las necesidades generales del pas. Limitndonos a este punto de vista, jugaron, pues, un papel notable en el campo poltico, en la medida en que, una vez adquirida, sea cual sea su presentacin, la instruccin es una fuerza autnoma incoercible. Sin embargo, en ocasiones los misioneros jugaron un papel poltico directo, chocando con la administracin local, sobre todo en el terreno social. Por ejemplo, preconizaban la liberacin de las jovencitas, y utilizaron al mximo el decreto Mandel sobre la libertad de consentimiento de la novia, creando incluso campamentos (muy criticados por algunos), donde las muchachas podan ser defendidas contra las iniciativas de pretendientes indeseables. De ah numerosos problemas que las autoridades locales habran preferido no tener. Otros administradores, transportando las querellas laicistas de Francia a las colonias, vean en los misioneros a gentes que haba que controlar, antes de que difundieran su gangrena por todo el cuerpo social. A ello se mezclaron cuestiones personales, y la colaboracin habitual entre el comandante y el misionero conoci espectaculares tempestades. En conjunto, podemos decir que las misiones cristianas han sido uno de los principales factores de la evolucin social, intelectual y moral de estos pases. D. El Islam Por lo que respecta al Islam, ste fue considerado en un comienzo, y por ciertos gobernadores, como la etapa necesaria que los negros deban superar para acceder a la civilizacin. Pero ms tarde perdi el apoyo oficial, al menos en los territorios del sur, donde su influjo era menor. Las innumerables escuelas cornicas del perodo precolonial, pese a su nivel generalmente bajo, constituan verdaderos focos de cultura. Pero la administracin colonial las dej morir, y slo prosiguieron sus enseanzas cornicas muy pocas medersas y algunas mediocres escuelas de barrio en Mauritania, Senegal, Guinea francesa, Sudn francs, etc. En trminos generales, el morabito deba estar, segn las autoridades, ntimamente integrado en la poltica colonial. Aquellos que daban muestras de independencia, eran considerados subversivos. Por ejemplo, el sheij (jeque) Hamallah, era un mstico lleno de fe que atrajo numerosos discpulos entusiastas. Algunos colegas morabitos, ms o menos funcionarizados, vieron en l un peligroso rival, y lanzaron contra l sus ataques. Y despus del asunto de Assaba, donde se produjeron cuatrocientos muertos (aunque su participacin nunca ha podido ser probada), fue exilado a Argelia y ms tarde trasladado a Francia, donde muri. La carrera de Amadu Bamba fue menos trgica. Se ha calculado que el nmero de adeptos (talib) adultos varones de la Cofrada de los Muridas fue de medio milln, lo que representa un wolof de cada tres. El fundador de la cofrada fue Amadu Bamba, nacido hacia 1850, sobrino de Lat-Dyor por alianza su padre, morabito, estaba ligado a aqul. Una vez muerto Lat-Dyor, Amadu llega a Baol, donde funda la ciudad de Tuba8 que sigue siendo an hoy la Meca de los muridas. Aliado, protegido y protector del te (rey) de Baol, atrajo a verdaderas masas de fieles, lo que atemoriz a la administracin colonial, obsesionada todava por los precedentes de El-Hadch Omar, de Mamadu Lamn, de Ma-Ba y otros. Amadu Bamba emigra a Dcholof, donde se le persigue bajo las mismas acusaciones. En 1895 es exilado a Gabn por exacerbar descontentos y por alterar el orden pblico. Su exilio es su hgira, de siete aos, durante los cuales pas el tiempo leyendo el Corn y componiendo poemas a la gloria del profeta Mahoma. Los meses y los das escribe se han convertido para m en personas que me hacen compaa. De vuelta a Senegal, es recibido con tanto entusiasmo por sus fieles que la administracin colonial pens en detenerlo de nuevo (1903). Pero el wali ~ Amadu toma la delantera a los franceses y se entrega. En 1907 se le concede un rgimen de residencia vigilada. Posteriormente se mostrar leal al gobierno colonial. Muere en 1927. 10

Amadu Bamba era objeto de un verdadero culto religioso. El agua de sus abluciones era pamente recogida, mientras que la arena embebida con ella se venda a los talib. El era el jeque, el gua espiritual (murshid). En un principio sigui el ritual qadir, pero posteriormente introdujo un nuevo wird (una liturgia) que consista en invocaciones (dwa) y letanas (dhikr) particulares. El Maagal o Gran Peregrinacin reuna cada ao a unos 200.000 talib alrededor de la Gran Mezquita de Tuba, que es adems el mausoleo de Amadu Bamba. Las donaciones de los fieles llegaban, en ocasiones como stas, a un total de doscientos millones de francos CFA (cuatro millones de francos franceses). La solidaridad confesional, que se concretaba en donaciones, ha sido siempre notable entre los muridas. Los muridas se lanzaron, desde fines del pasado siglo, al cultivo en gran escala del cacahuete, animando un frente de colonizacin pionera en el que el trabajo era acompaado rtmicamente por cnticos religiosos ~ Una vez por semana, los campos colectivos de la cofrada requeran el trabajo de los talib (el mircoles), que, a veces, se llevaba a cabo hasta altas horas de la noche. Por otro lado, los fieles deben dar una limosna legal (assaka), que durante un tiempo se fij en 140 francos CFA por cabeza y ao. Una organizacin comunitaria del trabajo como sta, tachada de peligrosa por algunos, debido a que agota las tierras, y considerada una forma de explotacin agrcola social por otros, proporciona a la cofrada murida y a su jeque una potencia considerable y constituye, para determinados autores, un motor de desarrollo agrcola, sino ideal, por lo menos prctico. Amadu Bamba, figura seera del Islam negro, era un fantico, no de la guerra santa y de la violencia, sino de la guerra santa de las almas contra las pasiones. Sus sucesores gozan de gran influencia sociopoltica en Senegal. En trminos generales, la evolucin poltica carece de historia bajo el esplndido sol del colonialismo. Con la excepcin, quiz, de Senegal, que conoce reuniones durante las campaas electorales que, en 1914, llevan por primera vez a la Diputacin a un negro, Blaise Diagne [Dia], hombre sagaz que dominar la escena poltica hasta su muerte, en 1934, cuando es sustituido por Galandu Diuf, que habindose ablandado despus de su eleccin, ser atacado por el S.F.I.O., creado en 1938, cuyo lder es el maestro Lamine Gu~ye [Lamn Guei]. En el Congo francs, Matswa, ex combatiente de vuelta a Brazzaville, trata de formar un sindicato, intento que lo conduce a prisin. Tras este hecho hay disturbios y detenciones (unas quinientas). En la costa de Benn estallan disturbios en 1923 y 1933, debido a las patentes de mercado y a las cargas fiscales demasiado onerosas. Las tropas tradas de Costa de Marfil (siempre se utilizarn tropas extranjeras para reprimir) llevan a cabo devastaciones terribles en Lom, capital de Togo (1933), denunciadas por LEtoile du Dahomey (La Estrella de Dahomey), de la vecina colonia francesa. Digamos que Dahomey era una de las regiones ms avanzadas gracias a las escuelas misioneras y pblicas. E. La enseanza La enseanza laica haba sido instaurada en 1854 por Faidherbe. Se organiz, en 1903, por una ley que prevea escuelas de aldea, escuelas regionales para la preparacin del C.E.P.E., y escuelas urbanas para los hijos de los ciudadanos. La enseanza profesional se imparta en la escuela Pinet-Laprade, de Gorea (Senegal). La escuela normal y la primaria superior de Saint-Louis (Escuela Faidherbe) se convertir en el primer liceo (enseanza media y superior) del Africa Negra. Le seguir la secundaria Van Vollenhoven, de Dakar. En 1912 se crea el Servicio de Enseanza, en Dakar, y la Escuela Normal William Ponty, en Gorea, para enseantes, luego la Escuela de Medicina de Dakar (1918) y la normal femenina de Rufisque (1939). La escuela normal de Katihugu se abrir ms tarde. Las escuelas se convertirn en un semillero de cuadros para el A.O.F. Digamos, no obstante, que el contenido de la enseanza forma parte integrante del sistema colonial; se trata de evitar que la enseanza de los indgenas se convierta en factor de perturbacin social (G. Hardy). De ah, el maltusianismo cultural, los programas truncados, que sacrifican la cultura general y la 11

historia africana autntica. Los pequeos wolof aprenden a conocer a sus antepasados galos, y los tukulor recitan sus lecciones presentado a El-Hadch Omar como un siniestro agitador. Se prohiben las lenguas africanas en las escuelas, y si alguien osa hablar en ellas, se le castiga a ponerse de rodillas en un rincn, con orejas de burro... La enseanza agrcola, por el contrario, goza de mayor desarrollo, pero aporta muy pocas novedades, pues en ella apenas hay nada moderno. En realidad, se trata, generalmente, de la versin escolar del trabajo forzado. Por qu extraarnos, pues, cuando sabemos que los jefes africanos, a quienes se peda que enviaran a sus hijos a las escuelas, preferan substituirlos por pequeos esclavos? Quiz ms tarde se arrepintieran, pero era una reaccin instintiva de defensa. En realidad, las escuelas francesas de Africa fueron el semillero de una lite, generalmente distanciada del pueblo, que se converta as en el piso inferior de la pirmide administrativa. Durante la Segunda Guerra Mundal, el Africa Negra francesa proporcionar una contribucin an ms extraordinaria a la lucha de los aliados. Adems de los doscientos mil hombres de tropa enviados a los campos de batalla, y de las confiscaciones de todo tipo, el Africa francesa se unir a la Francia Libre gaullista, primero Chad, con el gobernador guayans Flix Ebou, luego Camern, Congo francs, Ubangui y Gabn. Fracasa un intento contra Dakar, presente el general De Gaulle, y la represin (con amplio uso de la guillotina) contra los gaullistas verdaderos o supuestos, africanos o europeos, se lleva a cabo implacablemente en nombre del gobierno de Vichy, por el gobernador general Boisson, que no caer hasta septiembre de 1943. Se producen levantamientos en Bobo, en Porto Novo, en el Kasamanza donde el gran tambor de guerra es confiscado por la autoridad colonial tras e1 saqueo de la aldea de Effok . Mientras tanto, los africanos, en gran nmero, combatan en la divisin de Leclerc contra el Afrika Korps y participaban en la invasin de Italia, en el desembarco en Provenza, y en el de Normanda; ms tarde lucharan en Alemania contra las tropas nazis. II. LOS TERRITORIOS BRITANICOS A. Los mtodos polticos Entre las colonizaciones britnicas y francesa existe una diferencia mucho menor de lo que se cree 12 La mayor parte de las divergencias derivan de las distintas costumbres polticas y sociales que se constatan en cada uno de estos dos pases europeos. Ya hablamos antes de cierta forma de indirect rule y de separacin entre sbditos y ciudadanos por el lado francs. La porcin de Africa de la que se apropi Gran Bretaa estaba bien dotada, en trminos generales, desde un punto de vista econmico. Los pases englobados en el Africa britnica solan tener acceso a la costa. Los britnicos no se preocuparn de dotarse de una doctrina general o preconcebida: los britnicos pondrn a punto sus frmulas coloniales a fuerza de precedentes y adaptaciones sucesivas. Pero, como se ha dicho, los precedentes acaban por tener fuerza de ley. Asimismo, existen dos principios que han guiado la poltica britnica en sus colonias, que son parte de los postulados ms sagrados del derecho pblico britnico: el principio de autonoma financiera, en primer lugar, condicin y medida de la autonoma poltica. Si vuestras finanzas pblicas estn equilibradas, significa que tenis vocacin de responsabilidad poltica. Al parecer, podra decirse que los britnicos han extrado, de su amarga experiencia con la revolucin de las colonias de Amrica, una leccin importante. Sin embargo, hay que destacar que ya bastante antes de la guerra de independencia norteamericana la vieja tradicin britnica ha favorecido siempre la autonoma local y ha sentindo repugnancia por la centralizacin. Tales son las ideas generales que forman una filigrana sobre el magma de decisiones o de actitudes eminentemente pragmticas, que han dado su carcter al gobierno indirecto (indirect rule). Ya entre 1830 y 1843, ese hombre notable que fue G. Mac Lean, intent trasplantar las reglas administrativas y jurdicas inglesas a un ambiente africano, por medio de la cooperacin con los gobernantes locales. Pero debido a razones propias a cada una de estas 12

dos categoras, los misioneros y los comerciantes presionaron contra este mtodo. Con todo, la experiencia volver a ser tomada en cuenta ms adelante, pero con otros ropajes. Por otro lado, las colonias del Africa occidental van a iniciar en este perodo su camino socioeconmico de manera mucho ms neta que las posesiones britnicas del Africa oriental y central. Efectivamente, en Africa occidental las colonias britnicas constituan enclaves que gozaban de un amplio frente costero y, en varios casos, disponan de los cursos inferiores de ros importantes: Gambia, Volta, Nger. En 1901, Ashanti era anexionado como colonia, en tanto que sir Goldie se vea obligado a ceder los poderes administrativos de la Compaa Real del Nger al Colonial Office (Departamento de Colonias), en 1900. Las relaciones de los pases costeros con Europa se remontaban a varios siglos atrs. La explotacin econmica ser confiada a compaas de carta, en tanto que la direccin administrativa ser responsabilidad de un gobernador, que debe rendir cuentas ante un secretario de Estado de Colonias, al tiempo que se gobernaba el pas por medio de los jefes de distrito. En 1900, Frederic Lugard, que tena un cargo dirigente en Nigeria septentrional, se hall ante una grave escasez de cuadros. Una vez sometidos los emires fulas, trat de llegar a un acuerdo con ellos, para dejar en manos de stos una gran parte de la rutina administrativa, a condicin de que renunciaran a la prctica del esclavismo y aceptasen la supervisin de un residente, que slo intervendra en los casos de abusos. Los emires continuaran administrando justicia y percibiendo impuestos, cuyo monto y asiento fueron simplificados, por lo que un determinado porcentaje (primero un cuarto, luego la mitad) de las sumas percibidas deban llegar obligatoriamente a la administracin central britnica, para dedicarla a los servicios pblicos. As pues, una vez impuestas sus reglas de juego, Gran Bretaa se limitar a ejercer de rbitro, sin intervenir directa ni habitualmente, salvo en ciertos sectores tcnicos (sanidad, agricultura, transportes). Lugard se afanaba en reunir en un solo conjunto las tres porciones de Nigeria (la Colonia de Lagos, el Protectorado del Sur y el Territorio del Norte), lo que lograra en 1914. Posteriormente, Lugard tratar de dar una formulacin terica a los principios de la administracin indirecta en su libro El doble mandato eir el Africa tropical britnica. En l recuerda el doble mandato que las grandes potencias se haban dado a s mismas en la Conferencia de Berln, esto es, llevar a los africanos los beneficios de la civilizacin material y moral, y, al mismo tiempo, explotar las riquezas de Africa. Acab diciendo primero que la presencia europea nunca es puramente altruista. Pero, aada, el mandato de explotacin corre el riesgo de obliterar completamente el mandato de civilizacin, si los europeos no adoptan la indirect rule apoyndose en los gobernantes tradicionales reconocidos por los africanos, aunque se forme a tales gobernantes para que sean eficaces en su nueva responsabilidad. La doctrina que, en sus principios, no carece de aspectos positivos, es en la prctica demasiado ambigua. Efectivamente, debemos tener en cuenta, en primer lugar, que numerosos jefes tradicionales africanos haban sido depuestos y exilados, cuando no ejecutados, por los britnicos en ciertos casos, es verdad, bajo acusacin de esclavismo, que a veces haban aprendido, por otro lado, de sus colegas europeos. Adems, si la indirect rule satisfara a la aristocracia de los emires y sultanes, la experiencia mostr que apenas satisfaca a sus sbditos. Asimismo, el troceo de pueblos entre las potencias coloniales, a causa de las fronteras artificiales, arrebataba con frecuencia a los gobernantes tradicionales la base material y territorial de su autoridad. Finalmente, la labor de promocin social y de educacin, que se llevaba a cabo de una manera o de otra, haca vacilar de antemano el principio mismo de la autoridad tradicional, y esto sin tener en cuenta que esa autoridad no se presentaba del mismo modo en todas las regiones de Africa. Todo ello se hizo evidente cuando se intent generalizar el sistema colonial del norte de Nigeria y aplicarlo al sur. En la regin del Delta (Calabar, Port Harcourt) y en la de Lagos, una parte de la poblacin, destribalizada, se haba habituado y adaptado a las instituciones municipales 13

europeas. En cambio, los pueblos del este presentaban una estructura poltico-administrativa poco clara, y los Estados Yoruba padecan todava el desmembramiento causado por las crisis polticas del siglo XIX. Entre 1920 y 1930 los britnicos trataron de introducir el mismo sistema en la Costa de Oro, donde la poderosa originalidad poltica de los ashanti, aplastada por los britnicos desde la marcha de Mac Lean, se mostraba refractaria a la administracin directa. En 1926, vuelve del exilio el rey Prempeh. En 1935 se reconoce al Consejo confederal de los jefes ashanti, que es adems legalizado. Un esfuerzo semejante se llev a cabo con los jefes dagomba y mampursi, en los territorios del norte, pero surgieron dificultades cuando se quiso determinar la extensin de sus poderes sobre las pequeas etnias de los alrededores. En conjunto, la experiencia dio resultados bastante menos satisfactorios que en la Nigeria septentrional. En la Colonia de Ghana Meridional incluso fracas totalmente. En efecto, ya desde 1874, cuadros britnicos practicaban la administracin directa. Y pese a la existencia de consejos de jefes, los africanos instruidos a la europea van a gozar de una creciente influencia, al estar dotados ya de instituciones representativas, como las que daran origen, ms tarde, a la constitucin mankesim, y van a bloquear el proceso. Exista ya una opinin pblica, que considerar todo fortalecimiento de la autoridad de los gobernantes tradicionales la mayora de los cuales haban participado en el comercio de esclavos como una poltica reaccionaria intolerable. Finalmente, la indirect rule que, a nivel local, poda ser un expediente prctico para hacer frente a la penuria de cuadros, mostraba su inadecuacin para servir de principio general y dinmico de administracin. Por el contrario, exista otro tipo de institucin que pareca ms prometedor de cara al futuro: los consejos ejecutivos y legislativos. Los primeros estaban compuestos por altos funcionarios que tenan por misin asistir al gobernador, en tanto que el Consejo Legislativo era una asamblea local competente, que elaboraba las leyes de la colonia. Existen en Gambia desde 1843; en 1850, en la Costa de Oro, y en 1852, en Lagos. Entre 1922 y 1925 se tomaron disposiciones para regular la eleccin de los miembros, a elegir por un electorado africano. Pero slo despus de 1948 los miembros elegidos sern mayora en los consejos, a costa de los nombrados. En realidad, se trataba de un rgimen democrtico restringido, y no de un rgimen parlamentario, pues el ejecutivo, en manos del gobernador, no era responsable ante el consejo legislativo, sino ante el secretario de Estado para las colonias. Y en ciertos casos el gobernador gozaba del derecho de veto. De todos modos, es necesario destacar la precocidad de los embriones de autogobierno en el Africa occidental britnica. Y cuando en 1940 se llama a algunos africanos obviamente, cribados con cuidado para que forman parte de los consejos ejecutivos, da comienzo un tmido control, por parte de los africanos, sobre los asuntos econmicos, y en especial sobre los impuestos. Lo que Blaise Diagne haba hecho en el marco institucional instaurado por Pars, unos cuantos africanos, en los consejos ejecutivos y legislativos, trataban de hacerlo en un contexto local. Con todo, el sistema britnico, que haba partido de postulados no asimilacionistas, se acerc de alguna manera al asimilacionismo en el momento en que las colonias se organizaron, en su sector moderno, sobre el modelo britnico. Adems, es cierto que las instituciones democrticas locales permitan a los africanos una accin ms eficaz, reduciendo as la explotacin fiscal de los africanos, al menos respecto a los territorios franceses vecinos. Pero su carcter provincial y extico limitado, haca de esto una experiencia menos completa que la de los parlamentarios africanos admitidos an con cuentagotas en el templo del Parlamento francs. El sistema educativo erigido por los britnicos iba a jugar su papel en el mismo sentido. Aqu tambin, y quiz en mayor medida, la actividad de los misioneros fue importante. La Church Missionary Society (Sociedad Misionera de la Iglesia) funda, en 1827, el primer colegio universitario de Fourah Bay (Freetown), donde se formarn numerosos cuadros y especialistas para toda el Africa occidental britnica. Un siglo ms tarde, se funda el colegio de Achimota (Ghana), bajo el patrocinio del famoso doctor africano James Aggrey. Achimota 14

producir numerosas generaciones de cuadros y hombres de Estado ghaneses. La estructura de la enseanza era la misma que en Gran Bretaa (Grammar School, High School, College, etc.), pero el contenido era, segn los mismos principios generales, una adaptacin a Africa. En particular, los rudimentos de lectura y de escritura se adquiran en y por la lengua materna. El sistema, si limitaba en ocasiones las perspectivas de los alumnos, posea la ventaja incomparable de no desarraigarlos de su medio. Adems; en trminos generales, el sistema britnico, que proceda de postulados menos generosos y humanistas que el sistema francs, era en realidad ms generoso, al ofrecer la ventaja de no dividir la sociedad africana, pues no se estableci separacin alguna entre ciudadanos y no ciudadanos. B. La economa y la evolucin en los distintos territorios Desde un punto de vista econmico los principios enunciados antes condujeron a la gestin prudente y estricta de las colonias. Las subvenciones equilibradoras se consideraron siempre como graves anomalas. Este fue uno de los argumentos que Lugard utiliz para exigir la unigficacin del protectorado del Norte Nigeriano (entonces deficitario) y de la regin meridional, ms favorecida econmicamente. Hizo valer la complementaridad econmica de ambos territorios, la necesidad de una salida martima para el comercio norteo, y de una red ferroviaria comn. En 1927 se creaban dos ferrocarriles que iban de la costa al norte, uno desde Lagos, hacia Kano, el otro desde Port Harcourt, con lo que se desbloquearon tanto las tierras yorubas que atravesaban, como el Born, tradicionalmente muy activo comercialmente, reanimando los cultivos de exportacin, como el algodn y el cacahuete. Las minas de Jos, lo mismo que las de Enugu, fueron alcanzadas fcilmente. El aceite de palma, que haba sustituido a la madera de bano, seguir siendo el primer producto de exportacin an en el sur, constituyendo un cuarto del valor total de las exportaciones en 1950 y con el cacao un tercio. Pero, por esas mismas fechas, el cacahuete forma un sexto del total de las exportaciones. Ms tarde, se les aadirn los productos mineros: estao (Jos) y colombita, en el norte; carbn, en Enugu, y petrleo, en Port Harcourt, en el sur. La actual Ghana, entonces Costa de Oro, menos extensa que Nigeria, ms recogida, conoci un xito econmico precoz, en parte gracias al cacao que, importado de Fernando Poo por Teteh Kwasi, pronto superar las exportaciones de oro, constituyendo, en 1913, el cincuenta por ciento del valor de las exportaciones. Pese a las enfermedades criptogmicas del cacaotero, ese rbol providencial, Ghana se colocaba en el primer puesto de la produccin mundial, con un porcentaje del 60 por 100 del total, aproximadamente. El sistema de los marketing boards, que se aplic tambin en Nigeria, permiti extraer del cacao enormes reservas de capitales. Consista en comprar el cacao a los productores locales, a un precio algo por debajo del precio mundial, cada vez que ste se elevaba un poco. Por el contrario, con las reservas as constituidas, poda comprarse a un precio superior en el mercado mundial cuando ste era menos favorable para el productor local. Sin embargo, al sucederse varios aos de precios altos, permiti disponer de una masa financiera considerable, de la que el gobierno extraa capitales para edificar la infraestructura tcnica y social del pas. El primer ferrocarril uni el puerto de Sekondi, y luego el de Takoradi, a las minas de oro de Tarkwa y a Kumasi. Posteriormente se construirn otros ramales. El oro lo explotaban principalmente los africanos. La Gold Coast o Costa de Oro, se convirti en el pas con la renta per cpita ms elevada de Africa occidental. Comprendemos as cmo el gran mercado de Kumasi poda ejercer esa fascinacin sobre los jvenes territorios del norte, e incluso sobre las colonias francesas: era un verdadero Eldorado. Era el pas del cacao y de las minas de oro, no lejos de las minas de manganeso, y, poco despus, de bauxita. En Sierra Leona, la construccin de una va frrea desde Freetown (colonia) hasta la regin del protectorado del Norte, entre 1896 y 1908, no cambi demasiado las cosas por lo que respecta a la pobreza del pas, por lo menos hasta 1930, cuando el hierro y los diamantes comenzaron a ser explotados. Pero los africanos, aqu como en otros lugares, slo 15

participaban como mano de obra a las actividades, tan lucrativas, de las compaas. Exista, adems, un importante problema de integracin social: los criollos mulatos, que haban sido los mayores beneficiarios de la instruccin, formaban los cuadros, gracias a su gran nmero, del pas, que se vio obligado incluso a exportar a algunos de ellos. Pero la mayora africana del interior se encontraba en una situacin de inferioridad, soportando adems el peso del sistema. Gambia, metida como un pltano entre los dientes de Senegal, era el caso tpico del trozo de territorio anexionado sin tener en cuenta el equilibrio precolonial. Era un pas pobre, con una mezquina produccin de cacahuete, que compona nueve dcimos del total de las exportaciones. En Africa oriental unos principios de colonizacin semejantes a los descritos van a dar como resultado experiencias muy contrastadas. En Uganda haba quedado establecido el protectorado britnico en 1894. Las luchas entre los grupos religiosos cristianos, que se haban transformado, a veces, en batallas campales entre catlicos y protestantes, disminuyeron gracias al nombramiento de un obispo ingls a la cabeza de la misin catlica. Las rebeliones del Kabaka, en 1897, y luego la de los spahi sudaneses en 1898, pudieron ser reprimidas, comenzando la valorizacin del territorio con la construccin de una va frrea entre Uganda y Mombasa (Kenya), pese a la oposicin del ala reaccionaria del gobierno britnico. Iniciado desde la costa, en 1896, la va alcanz las cercanas de Nairobi (en Kenya), en 1898, y tras cruzar el Rift Valley, llegaba al lago Victoria, por la localidad de Kisumu (1901), desde donde, por barco, quedaba asegurada la unin con Kampala. La va frrea ser incrementada despus de la Segunda Guerra Mundial, alcanzando las minas de cobre de Kilembe, descubiertas en 1927. El ferrocarril, muy importante para Uganda, lo fue todava ms para Kenya. En efecto, fueron pocos los colonos europeos que lo aprovecharon para ir a instalarse a Uganda. Con todo, desde 1900, sir Harry Johnson, cnsul general britnico, firmaba un acuerdo con el Kabaka de Buganda, por el cual ste instauraba el rgimen de propiedad privada, innovacin revolucionaria que introduca de golpe al pas en el sistema capitalista. Como contrapartida, el acuerdo reconoca al Kabaka y a su Consejo (Lukiko) el derecho a gobernar el pas con el consentimiento del consejo general. La misma frmula del gobierno indirecto fue establecida tambin en los dems reinos vecinos. En 1921 se instauraban consejos ejecutivos y legislativos que creaban dos administraciones casi paralelas, situacin que provocar, despus de 1945, una grave crisis poltica. Uganda era un pas relativamente rico: el principal cultivo alimenticio era el pltano, pero el algodn (desde 1903) y el caf fueron cultivados por los africanos en suelos frtiles. En relacin con sus vecinos, Uganda apenas sufri la colonizacin europea. Sin embargo, los hindes tomaban en sus manos el comercio. En 1939, se funda el Colegio Makerere (universitario), en Kampala, que jugar en el este de Africa el mismo papel que el de Fourah Bay (Sierra Leona) o el William Ponty (Senegal) en Africa occidental. En Kenya, por el contrario, la evolucin es diferente. An a comienzos del siglo xx este pas se hallaba en manos de la Compaa Britnica del Africa oriental, con algunos centros misioneros. El ferrocarril del lago Victoria acabar con el aislamiento, al transportar oleadas de comerciantes y colonos. El alto comisario britnico, al contrario de lo que suceda en Uganda, apoyaba aqu el establecimiento de colonos, con el fin como l deca de lanzar una produccin comercializable y hacer rentable la va frrea, y al mismo tiempo, hacer callar a los escpticos del Parlamento britnico. Y como el aire ligero y sano de las altas mesetas pareca invitar a los blancos a quedarse, pronto fueron numerosos en esas tierras volcnicas, acaparando las mejores porciones, a costa de los kikuyu (o gikuyu) y de los masai. As, la expoliacin masiva estableca las bases de futuros conflictos. En 1905 exista ya un consejo ejecutivo. En 1907 se instauraba un consejo legislativo de miembros nombrados, entre los que se hallaba lord Delamere, aristcrata ingls, que se convertira en un pionero truculento y 16

brutal, y en portavoz de los colonos. Opinando que el consejo legislativo era tan slo una fachada sin contenido, se march dando un portazo. El incidente revela lo que deban ser en realidad los consejos legislativos, sobre todo para los escasos africanos que se hallaban en l, enfrentados a blancos socialmente pudientes e influyentes. En realidad, el problema no exista para los africanos de Kenya, ya que, pretextando que su nivel de instruccin era mediocre, se les proporcionaba de oficio representantes blancos en el consejo. Los asiticos (indios y pakistanes) haban reclamado una representacin, y en 1923 un informe, conocido por Libro Blanco Devonshi re, conclua que en todas las ocasiones haba que considerar preponderante el inters de los africanos. Pero slo veinte aos despus, en 1944, el primer representante africano cruzar el umbral del consejo legislativo. En Zanzbar los colonos britnicos se dedicaban al cultivo de trigo, caf, t y sisal, y a la ganadera. Por el Tratado de Heligoland (1890), Zanzbar haba pasado a ser protectorado britnico. La ciudad, que antao haba dominado las costas occidentales del ocano Indico, ceda terreno ante los nuevos puertos de la costa continental. La poltica britnica respecto al sultn, caracterizada por su minuciosidad, pona en aprietos a aqul, que no saba cmo apartar de s las sospechas de esclavismo, llevndolo incluso a la rebelin, rpidamente reprimida (1895). El hecho fue aprovechado por Gran Bretana para expulsar, con el apoyo de sus caones, al sultn, sustituyndolo por un hombre de paja, el sultn Hamd, que acab oficialmente con la trata de negros en 1897. En 1913, el control de la administracin feudal zanzibarita pas del Foreign Office al Colonial Office. En 1925 se creaban consejos ejecutivos y legislativos. Pero slo en 1960 se decidi conceder la mayora en el consejo legislativo a los miembros elegidos. Por otro lado, la decisin iba a poner de manifiesto el antagonismo latente entre la mayora negra (unos dos millones y medio) y las minoras rabe (unos cincuenta mil) y asitica (veinte mil). Mientras, el clavo y la nuez de coco seguan siendo los principales recursos de la isla. En las Rhodesias, la Compaa de Africa del Sur se estableca, no sin dificultades, en 1890, en Salisbury. En 1895, Rhodes vea con orgullo cmo su nombre recaa sobre esos dos pases situados a ambos lados del Zambeze, Rhodesia del Norte y Rhodesia del Sur. Esta ltima estaba formada por Mashonaland (norte) y por Matabeland (sur). La Compaa diriga los asuntos administrativos y econmicos, con el doctor Jameson, hasta el famoso raid que provoc su destitucin. En 1914 exista una mayora electa, en un consejo legislativo compuesto nicamente por blancos. Pero en 1914 caducaba la validez de la carta acordada a la Compaa; aunque, a causa del temor de ser unidas en un solo conjunto con Africa del Sur pese a las ventajas econmicas, sobre todo cuando estaba comenzando la guerra, la carta fue prorrogada por diez aos. Asimismo, se rechaz la unin con Rhodesia del Norte, pues, en opinin de los colonos, era un peso muerto sin porvenir econmico. En 1922 los interesados optaron por el estatuto de colonia britnica, lo que representaba el fin del rgimen de la Compaa, aunque sta conserv su monopolio sobre los minerales, hasta 1933, y sobre los ferrocarriles hasta 1945. Habr que esperar hasta 1961 para que exista una representacin africana en los consejos. El hndicap de las Rhodesias era su continentalidad, aunque Rhodes haba conseguido que una prolongacin del ferrocarril de El Cabo pasase por Bechuanaland, evitando Natal, y alcanzase Salisbury. Luego ser prolongada tambin hacia el Congo, va Rhodesia del Norte, y en 1899, un ramal llegar al puerto portugus de Beira, en Mozambique. El dominio blanco es absoluto en Rhodesia del Sur en estas fechas: en efecto, los colonos, que han acaparado las mejores tierras y empujado a los africanos a las reservas, son ya unos doscientos mil. El racismo es moneda corriente; y la segregacin, si es menos brutal que en Africa del Sur, no deja por ello de ser menos real. Existe una enseanza normal para los blancos y una enseanza indgena. A nivel universitario la Universidad se fund en 1950 la separacin, oficialmente, no existe. Rhodesia del Norte, dos veces ms extensa que su vecina del sur, tiene, en cambio, un nmero mucho menor de colonos blancos, en parte 17

porque entonces era mucho menos rica. Hasta 1924 permanecer bajo el control de la Compaa de Africa del Sur; en ese ao ser transformada en colonia, y ser dotada de los rganos legislativo y ejecutivo habituales. En 1927, el descubrimiento del cobre y su explotacin colocan a Rhodesia del Norte en el tercer puesto mundial en la produccin de ese mineral, despus de Estados Unidos y Chile. Ms de la mitad de los europeos se convertirn en empleados en las minas de cobre. Pero habr que esperar hasta 1960 para que la presa de Kariba, en el ro Zambeze, proporcione la energa necesaria para los hornos. La regin del lago Nyassa se haba convertido en el Protectorado britnico del Africa Central (1891). En 1907 se le da el nombre de Nyassalana, con un gobierno asistido por los consejos habituales. El gran problema de este pas era su aislamiento continental, aunque un ferrocarril unir, salvando los escarpamientos del ro Shire, las mesetas y la orilla norte del Zambeze. En 1922, la lnea que parte de la orilla sur, tocar el puerto portugus de Beira. En 1935, un puente sobre el Zambeze une los dos trozos de va, cuya porcin septentrional llegar hasta el lago Nyassa. Las compaas han recibido un cinco por ciento del pas, bajo rgimen de concesin, pero no son muchos los colonos que se instalan en Nyassaland, pues la densidad demogrfica de los yao y ngoni es tal que gran nmero de estos pueblos deber buscar trabajo en las regiones mineras o industriales de Rhodesia o de la Unin Sudafricana. En Africa del Sur existan algunos enclaves de cuya administracin se encargaba Gran Bretaa, que reciban la denominacin de Territorios del Alto Comisariado. En realidad, ante la poltica ms bien inquietante de la Unin Sudafricana, los britnicos rehusaron integrar a estos territorios en el bloque poltico sudafricano. El comisario residente practicaba una poltica de indirect rule, y admita la autoridad de los gobernantes locales de primera y segunda fila. Slo a partir de 1930 el territorio conocer cierto despertar socopoltico. Basutoland, pintoresco pas de colinas, es la tierra de Moshsh, cuyo sucesor, Bereng Seeiso, estudi en Oxford. Sus habitantes son campesinos y mineros ocasionales en las empresas sudafricanas. En Swaziland, los swazi, por su oposicin a los zulu, haban decidido finalmente pedir el protectorado britnico. Su gobernante era asistido por un consejo restringido y otro amplio, y el pas posea algunas minas de asbesto. Bechuanaland, vasta llanura esteparia, habitada por los bamangwato, pidi el protectorado britnico en 1885, por mediacin de su monarca, el rey cristiansimo Jama III. Su sucesor, Seretse Jama, promovi un escndalo cuando, en 1949, se cas con una joven inglesa; pero en 1961 los tiempos haban cambiado- la cosa se acept sin ms. Por lo que respecta a Sudfrica, hemos dejado a este pas en el momento en que, tras la ltima guerra anglo-ber, haba quedado englobado en la Comunidad britnica. En 1910, el general Botha era nombrado primer ministro, como lder del partido sudafricano. Pronto decida asociar como colaborador al general Smuts, burcrata que compensaba admirablemente su temperamento expansivo y dinmico, ms apto para las relaciones humanas. Pero en su go. bierno se hallaba tambin Hertzog, un ultra, portavoz de los afrikaners de Orange. En 1912, este ltimo funda el Partido nacionalista, cuyo programa incluye la secesin de Gran Bretaa. Durante la Primera Guerra Mundial el general Botha hizo causa comn con Gran Bretaa, ponindose incluso a la cabeza de las tropas que conquistaron el Sudoeste Africano alemn, forzando a los alemanes a la rendicin incondicional. Esto permiti a la Unin Sudafricana que haba participado tambin en los combates del Africa oriental y de Europa recibir de la Sociedad de Naciones, a guisa de mandato, el Sudoeste Africano. Muerto Botha, en 1919, Smuts, menos popular, hubo de enfrentarse a alteraciones y disturbios graves, como la huelga general de los mineros europeos, que ocuparon completamente la regin aurfera. Smuts se introdujo secretamente en Johannesburgo, tom la direccin de las operaciones y aplast a los revoltosos, que perdieron a muchos de los 18

suyos. Recordemos que numerosos africanos haban sido linchados por stos. Pese a todo, Smuts fue denominado el sanguinario, y a partir de este momento el partido racista inici una marcha irresistible. En las elecciones de 1924 Smuts perdi el poder y Hertzog instal un gobierno nacionalista, cuyos partidarios ms radicales exigan la secesin. Con todo, Hertzog, aun logrando que se votaran leyes que establecan una bandera nacional y al afrikaans como segunda lengua nacional (1925), acept formar parte de la Commonwealth, en la Conferencia imperial de 1926. As pues, un gobernador britnico se instal en Sudfrica en nombre del rey, y un alto comisario represent al gobierno britnico. Este pondr las bases de la industria pesada, para satisfacer a sus aliados laboristas. Durante la crisis econmica de 1930 Hertzog hubo de constituir un gobierno de unin con Smuts. El acercamiento trajo consigo la separacin de las alas extremas de los dos partidos, que constituirn dos nuevas agrupaciones polticas: el Partido del Dominion y el Partido nacionalista puro del doctor Malan. Y quiz debido a la propaganda de este ltimo, Hertzog acentu su poltica racista: arrebat a los negros instruidos el derecho de voto, y la poblacin negra ser representada en el Parlamento por los blancos. Durante la Segunda Guerra Mundial, Smuts se uni a los Aliados; por su lado, Hertzog se abstuvo. El Parlamento se pronunci, gracias a una nfima mayora, por la guerra, y Smuts volvi al poder para poner la posicin estratgica y las inmensas reservas de la Unin Sudafricana a disposicin de los Aliados. Se vio obligado a depurar los cuadros del Sudoeste Africano, donde un partido nazi tenda su mano a los racistas del Partido nacionalista. Este, por su lado, bajo el liderazgo del doctor Malan, doctor en teologa, logr, an as, tomar el poder en 1946. Malan acentu el racismo apartando a los mestizos (coloured) de las listas electorales de los blancos. En 1954 fue sustituido por Strijdom, y en 1958, por el doctor Verwoerd, ex profesor de psicologa. La prosperidad de la Unin Sudafricana en este perodo se basa fundamentalmente en la ganadera (lana) y en la agricultura, pero sobre todo en la minera (oro y diamantes), que proporcionaban una media de trescientos mil millones de francos CFA al ao. En 1911, fue prohibida la inmigracin de asiticos (de la India), para trabajar en las plantaciones de caa de azcar de Natal y en el comercio. Y las medidas restrictivas contra ellos provocaron los actos de desobediencia civil llevados a cabo por el joven abogado Gandhi, que ejerca a la sazn en Africa del Sur. Por otra parte, la Unin Sudafricana, despreciando el derecho internacional, se neg a proporcionar a la O.N.U. los informes que se le exigan por su mandato sobre el Sudoeste Africano. Terminar por anexionarse el territorio, que enviar diputados al Parlamento sudafricano. III. LOS TERRITORIOS ALEMANES Entre los territorios que Alemania haba logrado reunir de un solo golpe durante su carrera colonial por Africa (Sudoeste Africano, Tanganyika, Camern, Togo), el primero no era precisamente el mejor, debido a su clima desrtico. Hasta el momento de su anexin a la Uni Sudafricana slo se explotaban algunas minas de oro. En cuanto al Togo alemn, ste era un territorio que posea un presupuesto equilibrado y propio. Adems, el colonizador se preocup de crear cuadros tcnicos. Despus de la Primera Guerra Mundial Togo se vio sometido a particin, en dos porciones: el este qued bajo mandato britnico, el oeste, en manos de Francia. Qued planteado as un grave problema de reconversin y casi inmediatamente despus de la Segunda Guerra Mundial, como luego veremos, la tribuna de la O.N.U. recibir la visita de peticionarios togoleses. A. El Kamerun alemn Segn el mtodo bismarckiano, en un comienzo Camern haba sido confiado a comerciantes. Pero su incapacidad oblig a transferir el territorio a manos militares y a las de la administracin alemana. El pas haba sido conquistado y sometido con grandes 19

dificultades. En la regin del monte Camern, los pueblos de Sofo y Gbea, que haban aniquilado a un pequeo destacamento alemn, fueron reducidos gracias a una fuerte expedicin, en 1894. En tierras ewondo -donde se hallaba el lugar en que ser edificada la futura capital, Yaund, en 1887 los habitantes haban ofrecido a los alemanes y a sus tropas de dahomeyanos un recibimiento caluroso, que acab incluso con una boda entre el comandante alemn Dormik con una muchacha del pas. Pero el jefe alemn no se mostraba nada indeciso en reprimir a todos aquellos que daban muestras de la menor veleidad de resistencia. En tierras bulu, en territorio rnaka, entre los ndchem la resistencia durar hasta 1907, y slo en 1911 algunos jefes (como Sorno) y determinadas regiones, como el pas bafia, depondrn las armas. En lo que respecta al Camern del norte, los alemanes chocaron con los lamib fula, mucho mejor organizados y armados que los habitantes del sur; utilizarn adems medios mucho ms importantes. El lmido Mahama se defendi rabiosamente en Tibati, hasta que, en 1909, fue hecho prisionero, torturado y destituido, siendo sustituido por Shiroma, gobernante ttere, que se haba amoldado de antemano a las condiciones de los vencedores. Pero Ngaunder fue conquistada y su jefe, Abo, asesinado. El lmido de Re fue derrotado; Subeiru, emir de Yola, y Amadu, lmido de Marwa, sern derrotados en Garwa y en Marwa, respectivamente, pese a sus proezas militares, y poco despus, asesinados; sus hermanos fueron colocados en el poder en su lugar (1902). En Mora se construy una gran fortaleza, en la punta nortea del pas, situada entre Nigeria y Chad. En las cuatro residencias del norte y del centro (Mora, Adamawa, Banyo y Bamum) se instaur la administracin indirecta, una vez efectuada una prudente purga de jefes. Los ms perjudicados por la nueva situacin fueron los pueblos refugiados, que haban desafiado con frecuencia la autoridad de los lamib fula: ellos fueron los mayores perdedores a causa de la colaboracin entre los conquistadores y los jefes dciles. Despus de la revuelta de los soldados dahomeyanos al servicio de Alemania, y tras un intento abortado de enrolar a soldados mercenarios sudnicos, los alemanes iniciaron a los hijos de los jefes cameruneses en la dura tradicin del ejrcito alemn. Un intento de instaurar una tmida gestin autnoma a nivel de ayuntamientos y de distritos, fue rechazado por la Cmara de Comercio de Kribi (1908). Aqu, por medio del consejo territorial, y como suceda en otros lugares, las compaas locales ejercan una presin, o mejor dicho, una opresin casi soberana. La NordWest Kamerun Gesellschaft (Compaa del Noroeste del Camern) haba recibido, en 1890, una concesin de cien mil kilmetros cuadrados; una vez de haber explotado el caucho de recoleccin, la Compaa como la Sociedad Bidundschi [Bidundchi ] se dedica a las plantaciones de pltanos, de caf, de cacao, de hevea y de palmeras oleaginosas. Se abren algunas carreteras. El ferrocarril del Norte, que une Dwala a Nkongsamba y a las plantaciones del pas bamilek, se inaugura en 1911. El ferrocarril Dwala-Yaund le sigue poco despus. En el ro Benu, en el Ogowe, Logone y Shari el transporte fluvial es activo. Acaparan el comercio grandes compaas como la Graf von Schlippenbach, que emplea a trescientos europeos y a setecientos africanos. Las necesidades de las compaas obligaban a emplear unos ochenta mil porteadores y unos doscientos cincuenta mil braceros negros, que recorran permanentemente las pistas o frecuentaban los talleres y obras. Pero, en 1896, una ordenanza imperial de Guillermo II creaba tierras de la corona (Kronland), que reunan a todas las tierras llamadas vacantes. En 1904 se crearon comisiones de tierras (Landkommissionen) para fundar reservas indgenas protegidas contra la voracidad de las compaas. Se iniciaba una actividad multiforme y minuciosa, con la instalacin de una remonta para la mejora de las razas locales, pesaje de los trabajadores y visitas mdicas en las plantaciones, investigaciones geolgicas, huertos de experimentacin para la mejora de especies, etc. Todo ello estar marcado por el sello del espritu metdico alemn, que no deja nada al azar. Por el acuerdo de 1907, la enseanza se dej en manos de las misiones, pero 20

disminuyendo el espacio de las lenguas africanas en beneficio de una cultura ms general. Desde un comienzo, los alemanes abrieron sus escuelas metropolitanas a los estudiantes cameruneses. Y se presenci cmo, desde 1911, algunos cameruneses enseaban el ewondo y el dwala en la Universidad de Hamburg. Poco antes de la Primera Guerra Mundial, el affaire Rudolf Duala Manga se uni al problema de las tierras arrebatadas a los dwala, de los que aqul era el jefe supremo: al tomar partido por los suyos, el jefe fue sustituido, y los dweala, lejos de rebelarse, fueron en busca de abogados alemanes. Pero el emisario de Duala, de camino hacia Alemania, fue detenido y, junto a su jefe, acusado de complot contra la seguridad del Estado cameruns; sern ahorcados en 1914. El nerviosismo alemn los alemanes se sentan rodeados por franceses y britnicos, que dominaban los territorios vecinos provoc otras numerosas ejecuciones sumarias. Durante la Gran Guerra, mientras que la fortaleza de Mora en el norte, resista, el resto del pas caa en manos de los anglo-franceses, ya en 1916. Despus de la guerra, Camern fue dividido en varias porciones: el occidental y el meridional fueron entregados al Africa Ecuatorial francesa. El resto del pas quedaba dividido en dos mandatos internacionales, confiados respectivamente a Francia y a Gran Bretaa. A causa de la reconversin consiguiente, toda la lite instruida en alemn fue condenada al paro y, por el lado francs, se produjeron severas represiones. Por centenares, los condenados alcanzaron a pie el campamento de Mokolo (Camern del norte). Sin embargo, los franceses, al menos al principio, liberaron a los braceros de las plantaciones alemanas, aunque el trabajo forzado y el indigenato se implantaron tambin aqu, como en otros lugares. Las obras del ferrocarril del Centro se resolvieron por una verdadera hecatombe: Los treinta y ocho kilmetros que separan Ndchok de Makak costaron la vida a miles de personas, y las condiciones de trabajo fueron, en ocasiones, horriblemente inhumanas 16 El puerto de Dwala fue ampliado para hacer frente al aumento de la produccin de cacao, caf, aceite de palma, a la hevea, etc., que conocieron gran desarrollo sobre todo en las ricas tierras bamilek, que se convierten en un verdadero hormiguero humano, con gentes laboriosas y volcadas al beneficio, animadas por los plantadores, ms o menos en las mismas latitudes que el pas yoruba, el ashanti y el Indeni. Los primeros pasos de la enseanza pblica se remontan a 1939, con la fundacin de una escuela primaria superior en Yaund; la labor sanitaria conocer la actividad de mdicos como Jamot y Aujoulat. En 1940 el coronel Leclerc se apodera de Dwala, que se convierte en una base de Gabn y Chad, que luchan con las Fuerzas Francesas Libres. B. Tanganyika Los mtodos empleados para administrar las posesiones alemanas del Africa del este fueron sensiblemente anlogos. Pero mientras que Rwanda y Urundi (Burundi) eran administradas segn los esquemas del gobierno indirecto, a travs del mwami de turno, Tanganyika se hallaba sometida a una administracin directa altamente asimiladora, cuyos cuadros administrativos estaban formados por rabes, swahilis y otros, con niveles mediocres y que, para colmo, no eran autctonos. Numerosos colonos alemanes se apoderaron de las tierras frtiles de las mesetas norteas, en los alrededores de Moshi, y de las de la costa, recibiendo amplias concesiones y beneficindose con el trabajo forzado, al que se unan impuestos severos. Esta situacin conducir a las revueltas de las que antes hemos hablado, y que fueron ahogadas en sangre. En 1893, los alemanes inician la produccin de sisal, luego de caf, algodn y cacahuete. En 1914 existan ya dos vas frreas, en el norte (la lnea Ujumbura [Uzhumbura]) y en el sur. A lo largo de la Primera Guerra Mundial los ataque britnicos chocaron con la ciencia militar del general alemn von Lettow-Vorbeck, que logr mantenerse hasta el final de la guerra. Pero las campaas militares haban transformado vastas regiones en desierto. Al tomar posesin del mandato sobre el territorio, los britnicos cambiaron su nombre de Africa Oriental alemana por el de Tanganyika. Pronto el pas se hall de nuevo en marcha: ya en 21

1923 no necesitaba subvenciones, y en 1925 fue reorganizado administrativamente por el ex colaborador de Lugard, sir Donald Cameron, que reafirm la autoridad de los jefes -debidamente seleccionados, como es obvio, confindoles responsabilidades judiciales y fiscales. En 1926 se crea un consejo legislativo, pero hasta 1958 sus miembros sern nombrados, en vez de elegidos. La colonia de origen asitico era aqu, como en Kenya, muy numerosa (ochenta mil personas). Los recursos del pas sern el sisal, el cacahuete, el caf y el algodn. En 1940 se abrieron minas de diamantes en Shinyanga. IV. LAS COLONIAS PORTUGUESAS Portugal, adems de las islas de Cabo Verde, de Guinea-Bissau y de Santo Tom y Prncipe, controlaba dos enormes pases afric