l'état c'est moi

Quien haya escuchado el discurso de Dr. Angela Merkel en el congreso de la democrácia cristiana (CDU) el fín de semana pasado tendrá que admitir sorprendido qué este discurso fué una obra maestra. Pocas veces a lo largo de una vida humana se tendra la oportunidad de ver con sus propios ojos a alguien entrelazando palabras huecas durante 60 minutos alternándolas con giros de relleno, frases sin contenido, promesas sin compromiso junto a puntos álgidos sin sentido alguno. Ante esta diarrea semantica los delegados se levantaron de sus asientos para aplaudir durante 10 minutos.¿Hasta que profundidad ha caido nuestro sistema político? Ya no tiene nada que decir. ¿Acaso representan estos delegados al pueblo elector? ¡NO! Son solo una selección de monos elegidos sabiamente para aplaudir y sin autoestima garantizan la permanencia en pie del chiringuito sin percibir que se les humilla mientras ellos sueñan con poder ocupar algún día un puesto en la mesa presidencial. Para llegar hasta ahi harían cualquier cosa sin darse cuenta de que los ciudadanos -que les votaron- no se encuentran representados con sus temores en este tipo de celebraciones financiadas por un grupo de presión.