La Ablacion Femenina y El Aborto Pdf

8/16/2019 La Ablacion Femenina y El Aborto Pdf

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Cuadernos de Bioética

ISSN: 1132-1989

bioé[email protected]

Asociación Española de Bioética y Ética

Médica

España

Bosch Barrera, Joaquim

La mutilación genital femenina y el aborto: dos dilemas éticos con dos enfoques resolutivos diferentes

Cuadernos de Bioética, vol. XVII, núm. 2, mayo-agosto, 2006, pp. 207-214Asociación Española de Bioética y Ética Médica

Murcia, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87506003

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Cuad. Bioét. XVII, 2006/2ª

LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA Y EL ABORTO: DOS DILEMAS TICOS CON DOS

ENFOQUES RESOLUTIVOS DIFERENTES

ABORTION AND WOMAN GENITALMUTILATION: TWO ETHICS DILEMES WITH

DIFFERENT APROACH RESOLUTIONS

oaquim Bosch Barrera

C/Muntaner 430, 1, 1 Barcelona, CP: 08006

E-mail: [email protected]

Resumen

La muti ación genita emenina supone un di ema ético en nuestro entorno. Es unproblema derivado del choque cultural entre la tradición de los inmigrantes, paraquienes se trata de una costumbre social, y la concepción de la población autóctona,donde está considerada como una práctica inacepta e. Sin em argo, e en oque

doptado por nuestra sociedad no deja de ser incoherente cuando lo comparamoson la postura adoptada ante el aborto, un dilema ético también relacionado con laa ud reproductiva de a mujer. Occidente de ería a rontar esta inco erencia y ap i-arse los argumentos que defiende en contra de la mutilación genital en el campo del borto. Si no, estamos abocados a una confrontación arbitraria y subjetiva, donde unaociedad está imponiendo unos principios a otra cuando ni e a misma os ap ica entras circunstancias comparables.

Palabras clave: borto, mutilación genital, inmigración.


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stract

The female genital mutilation puts us in an ethical dilemma in our social environ-ent. This is a problem that derives from the cultural clash between the tradition of

mmigrants, to w om t is practice is a socia custom, and t e deve oped wor d, w eret’s seen as unacceptable practice. However, the approach assumed by our society isnco erent w en we compare it wit our attitude towards a ortion, an et ica di em-

a a so in ed wit ema e reproductive ea t . Western countries ave to ace t isncoherence and apply same arguments over abortion that defends in female genital

utilation. Otherwise, we will end up with an arbitrary and subjective confrontation,w ere a society is imposing certain princip es to some w en t ey t emse ves do not

pply it other similar circumstances.

Key wor s: A ortion, genita muti ation, immigration.

Intro uccion

Avanzamos inexorablemente hacian mundo g o a izado. Ya no se trata de

discutir si la globalización es positiva onegativa, sino de constatar que es un he-

o. Uno de os puntos más importantesde este fenómeno, y que por tanto másstá apareciendo en los medios de comu-

nicación, es a migración de personas.Según datos de la OIM (Organización

nternacional para las Migraciones), hayás de 185 mi ones de personas que viven

uera del país en el que nacieron . Españaha entrado recientemente en el flujo mi-

gratorio, reci iendo po ación de paísesdel tercer mundo que ven en este país unugar donde poder vivir y prosperar. A 31

de marzo de 2005, según a Secretaría destado había en España 2.054.453 personason tarjeta o autorización de residencia (a

los que habrá que sumar los miles de per-sonas que se an acogido a reciente pro-ceso de regularización). Aproximadamenteun 66% son extracomunitarios (de paísesuera de a Unión Europea) procedentes

un 33% de Sudamérica, un 25% de Africa

y un 7% de Asia.stos datos son a evidencia de quela población española es cada vez másrica étnica y culturalmente. La multicul-tura idad permite un enriquecimientomutuo muy positivo, a pesar de que noestá exenta de problemas. Quizás el másparadigmático es e c oque cu tura , esdecir, el choque entre las costumbres o

tradiciones de un país con los modos dever y de actuar de otra po ación.l caso que nos ocupa en el presente

artículo es el de la mutilación genital fe-menina. En países a ricanos es recuente

1 OIM: World Migration 2005: Costs and be-nefits of international migration. 005, Ginebra. Edita

rganización Internacional para las Migraciones.

2 ecretar a e sta o e nmigraci n yEmigración [Publicación en línea] . 4.4.2005 [Consulta: 18/07/2005]


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La MGF y el aborto, diferentes enfoques resolutivos

que se vea esta práctica como un actoocial y cultural. Sin embargo, Occidenteonsidera esta práctica una a erración yna violación de los derechos humanos.l médico puede encontrarse ante el di-

ema ético de dar una asistencia sanitariadecuada o bien negarse a aplicarla alonsiderarla como mala praxis3.

Fina mente, cua quier c oque suponena confrontación. Ante este problema,

o más sensato es analizar los motivosde este c oque y uscar un punto de

ncuentro que pueda ser asumido pormbas partes y construir a partir de él. Sinm argo, esto exige una argumentaciónacional, es decir, buscar la objetividad so-

bre el problema (ser acorde con la verdadde as cosas, uyendo de un re ativismo

rbitrario). Occidente y los organismosnternacionales ya han tomado una de-isión so re cómo a rontar a muti ación

genital femenina. Sin embargo, en mipinión, no deja de ser incoherente con elposicionamiento que a adoptado acercade otra problemática ética relacionadaon la reproducción humana como es el

orto. Ana izaremos am as actitudes, noin hacer antes un poco de repaso sobrea mutilación genital femenina.

1. La Mutilación Genital FemeninaMGF)

Empezamos haciendo un pequeñoepaso sobre este fenómeno. Según datos

de la OMS (Organización Mundial de laSalud) hay en el mundo entre 100-140 mi-

ones de mujeres que an padecido unamutilación genital. Se calcula que cadaaño hay unos dos millones de mujeresque su rirán este proceso.

a Mutilación Genital Femenina (MGF)es definida como todo procedimientoque inc uye a extirpación tota o parciade los genitales externos femeninos, yasea por motivos culturales o cualquierotro motivo que no sea por indicación

de tratamiento médico . Anteriormentese empleaba el término ablación genitalemenina, pero se pre iere actua mente

hablar sólo de mutilación para usar untérmino más fuerte y claro.

sta práctica puede ser rea izada en amujer en cualquier momento, en funciónde la tribu o grupo étnico al que pertenez-ca: a nacer, en a in ancia, a ado escencia,

la pubertad, al casarse, en el embarazoe incluso en el parto. El momento másrecuente sue e ser durante a minoría de

edad, siendo decidido por sus progenito-res; de hecho, a menudo es consideradacomo e paso a a madurez.

o está muy claro cuál es el origen deesta práctica. Sea cuál sea su origen, locierto es que se an estudiado muc o os

motivos que permiten la supervivenciade esta práctica. Se pueden agrupar enos siguientes campos:

3 , .: tenci n eenores inmigrantes en la consulta: entre la dife-

encia cultural y el delito. Un caso de ablación delítoris. Aten. Primaria. 2005; 36(7): 397-400.

ara más detalles y técnicas usadas consul-tar el manual: Female Genital Mutilation, elaboradopor la OMS. [Publicación en línea] http://www.who.int/gender/other_health/en/Studentsmanual.pdf. 2001 [Consulta: 12/06/2005]


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1. Socioculturales:• igno de madurez de la mujer onsiderar e c ítoris como causa

de muerte o deformidad del niñon el parto o incluso muerte delarido si no es extirpado.

• segurar la virginidad de la mujerhasta el matrimonio.

ondición imprescindi e paraoder casarse.

• uente de ingreso económico paraejecutor de rito, que sue e ser a

lite de la población.• onsiderarlo una tradición, y no

racticar a es ir en contra de susonciudadanos.

2. Estéticos e igiénicos:• reer que el clítoris es una estruc-

ura que irá creciendo con la edada ea a a mujer, además de ser

uente de infecciones.

3. Re igiosos:• ara algunas sociedades una mujer

no es pura hasta que ha sido muti-ada.

• n sociedades islámicas existe lareencia popular de que la MGFstá indicada por e Corán, cuando

sto es erróneo.

4. Psicosexua es:• i no se realiza la mutilación ge-

nital, la mujer tendrá un deseoexua irre rena e, siendo motivo

de infidelidad matrimonial.• l reducir la entrada vaginal dará

ás p acer a marido, incrementan-do así la estabilidad matrimonial.

Algunas culturas defienden que esun tratamiento de la infertilidademenina.

sta práctica está muy extendida en al-gunos países a ricanos, como por ejemp oSomalia (98-100%), Guinea (99%), Egipto(97%), Mali (94%), Sudán (89%), BurkinaFaso (72%), ...

os problemas derivados de estapráctica son múltiples. En primer lugar,e ec o de rea izarse uera de contexto

médico, implica unas medidas asépticasinaceptables, siendo frecuente la infecciónoca de a erida, así como a transmisión

de enfermedades como el HIV (ya queen un mismo día se realizan múltiplesintervenciones con e mismo materia qui-rúrgico sin esterilizarlo). También es fre-cuente que se realicen fístulas, estenosisvagina es (di icu tando e parto), así como

dispareunia (dolor coital) posterior .or todos estos motivos negativospara a sa ud materna e in anti , y sinningún beneficio que lo compense, enOccidente se considera una equivocaciónpracticar esta intervención . Los organis-mos internacionales, como la OMS, han

5 atos obtenidos de National Demographic

and Health Surveys (DHS).6 n estudio m detallado puede en-

contrarse en el documento: A systematic Reviewo t e ea t omp ications o ema e enitaMutilation including Sequelae in Childbirth, pu-

blicado y elaborado por la OMS. [Publicación enlínea] . ñ 2000. [Consulta:18/06/2005]

ELLY, E ; HILLARD, PJ : Female Genitaluti ation. urr pin stet yneco . . ct

17(5): - .


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ad. Es decir, la decisión de un padre oadre que decide por un menor. Ambas

ctividades repercuten negativamente ena salud reproductiva de la mujer. Ambasctividades son ilegales según el ordena-iento jurídico españo , aunque e a orto

stá despenalizado (que no legalizado) enlgunos supuestos.

. La contradicción occidental

E aná isis comparativo rea izado as-

a ahora, desde el punto de vista ético, nosuestra que ambas acciones suponen un

tentado a va or undamenta de a vidahumana y aunque el aborto es sin duda

n acto más grave que la MGF, ambos sonícitos. A ora ien, para os partidarios

del aborto, que son una importante partedel mundo occidental, la acción sobre eleto —sea considerado parte de a madre

realidad viva independiente— puedeustificarse según finalidades sociales,édicas o psico ógicas, mientras que aGF es algo que debe prohibirse y no

dmite excepciones. ¿Es éste un plantea-iento co erente con os principios que

e sostienen?Si hacemos un poco de retroceso

istórico so re e a orto, veremos cómo

ernard Nathanson, gran impulsor dea legalización del aborto en Estadosnidos, a irma a en su auto iogra ía,

publicada bajo el título «La Mano deios», que el motivo principal que le

mpu só en su uc a para ega izar e borto era la alta tasa de mortalidad de

ujeres por abortos realizados fuera delntorno sanitario. Era recuente que trasn aborto aparecieran complicaciones,

como hemorragias o shocks sépticos, queacababan con la vida de la hasta entoncesmujer gestante. Ha ía que ega izar esapráctica para que los abortos se realizaranen hospitales y evitar así la muerte dea mujer. E ectivamente, su ega ización

disminuyó drásticamente la mortalidadmaterna, aunque, lejos de acabar con supráctica, está causando una verdadera«epidemia» de abortos en los países oc-cidentales.

os organismos internaciona es pro-

mueven la legalización y subvencionanel aborto en países del tercer mundocon e in de aca ar con a muerte de asmujeres embarazadas que desean abortar.El argumento esgrimido es que resultaimposi e evitar que existan mujeresque quieran abortar. La única solución esdarles por tanto una atención médica queevite su muerte y minimice os riesgos de

su práctica.o deja de ser paradójico que, antea MGF, e en oque sea di erente. A pe-

sar de existir una fuerte base cultural ytradicional a favor de esta práctica, serecomienda vivamente in ormar so re osefectos adversos de esta práctica y no ne-gociar con ella. ¿Por qué no proporcionarmateria estéri para su práctica y evitar

la extensión del HIV en África? ¿Por quéno educar a las personas que lo realizanen medidas igiénicas para evitar asinfecciones? ¿Por qué no dar consejos ytécnicas quirúrgicas para evitar reaccio-nes in amatorias y i rosis de os tejidosque dificultarán las relaciones sexuales yel parto posterior?

n e ondo en parte de nuestra so-ciedad existe una doble moral. En la


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La MGF y el aborto, diferentes enfoques resolutivos

utilación genital femenina adoptamos laposición que imponen el sentido comúntico y a evidencia cientí ica. Esta prác-ica supone un atentado a la integridadorporal sin base terapéutica, creandon daño mayor a ene icio que genera;

por tanto, no es éticamente aceptable. Sinmbargo, en el aborto, a pesar de estarca ando con a vida de un ser umano,ausando daños a otro y a sí misma, asu-imos que su libertad o la de su tutor,

u autonomía (se entiende a autonomía

de la madre o tutor) está por encima dea integridad y defensa de la vida huma-

na. Sí consideramos que por encima deos criterios éticos, científicos y médicos

(abortar implica vulnerar la integridadísica de una persona y acer e un daño),n el aborto lo central son los motivosociales o psíquicos que lo inducen.

¿Acaso en a MGF no existen tam ién?

or ejemplo, muchas mujeres que no sonutiladas son marginadas de su sociedad jamás egarán a casarse (no cump en eequisito exigido).

En mi opinión, deberíamos darnosuenta de a inco erencia en a que esta-os. No podemos imponer a otros unos

riterios y razonamientos, muy lógicos ycordes con a rea idad de ser umano y

del buen ejercicio de la práctica médica,uando nosotros mismo no los aplicamosn otro di ema, porque nos supone unacrificio o afrontar un problema. Comoínimo, es difícil sostener frente a una

u tura que acepta a MGF, que destruirn ser humano —aunque sea bajo ciertasircunstancias— es menos punible que laGF. No ca ría otra opción para ser co e-

entes que regular bajo ciertos supuestos

la MGF. Es cierto que cabría argüir quealgunos de los partidarios del aborto es-tán a avor de ta medida en cuanto quela destrucción del feto es sólo un atentadoa la integridad de una mujer —en nues-tro caso una ado escente—, simi ar a uncorte de pelo o uñas, y no un atentado ala sustancial integridad corporal como ese caso de a MGF. En este caso ta de ensade la ilicitud de la MGF estaría basadaen un presupuesto ideológico que hacecaso omiso de a rea idad io ógica de

feto como distinto de la madre. En con-secuencia, probablemente el único efectoque conseguiríamos en os partidarios dela MGF sería una carcajada ante tal errorcientífico y médico.

videntemente ay que aca ar conla MGF a nivel mundial, pero esto sóloes posible a traves de los mismos argu-mentos con que de eríamos aca ar con

el aborto. No podemos seguir siendoincoherentes. Sólo si primamos siempre elcriterio cientí ico (e conocimiento ciertopor sus causas) y el principio del respetoy promoción de la vida humana, podre-mos sentar una ase so re a que, a pesarde proceder de culturas o tradicionesdiferentes, podamos mantener un diálo-go asado en ec os . Si no, corremos e

riesgo de crear verdaderos choques cul-turales y obligar a unas culturas a aceptarunos criterios tota mente ar itrarios yartificiales, en contra de sus principios

8 ELLSTEN, SK: Rationalising circumci-sion: from tradition to fashion, from public healthto individual freedom – critical notes on culturalpersistence of the practice of genital mutilation. JMed Ethics. 2004 Jun 30(3): - .


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(y nosotros mismos, vulnerarlos cuandonos conviene o nos parece oportuno). Sóloi aceptamos que existe una ética común

para todos, y que los Derechos Humanospueden ser su expresión más aceptada

undia mente, podremos construir enn mundo globalizado una sociedad conna cultura y tradición distinta, pero connas mismas normas y principios mora es

que permitan su convivencia . Si no, loshoques culturales serán cada vez másrecuentes y más di íci es de so ucionar.

i Occidente quiere liderar este proyecto,primero debería sentarse y reflexionar si

realmente está siendo coherente con susprincipios éticos y morales y rectificar loserrores que detecte.

a mutilación genital femenina eséticamente inaceptable a la luz de losconocimientos cientí icos que oy díaposeemos y del principio del respeto ala vida humana. Así mismo el aborto–acción ética más grave que a muti ación-es una violencia contra el hombre por lasmismas razones. Por tanto, deberíamosap icar a misma energía y es uerzo para

acabar con su práctica en todo el mundoque con la mutilación genital femenina.

ecibido 21-07-2005

Aceptado - -

9 , ; , : Nurses and re-uests for female genital mutilation: cultural rights

versus human rights. Nurs Ethics. 2001 May; 8(3)- .

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