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La Administracioacuten de Cuba en los siglos XVIII y XIX Direccioacuten y coordinacioacuten a cargo de
Javier Alvarado Planas
Boletiacuten Oficial del Estado
Centro de Estudios Poliacuteticos y Constitucionales
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LA ADMINISTRACIOacuteN DE CUBA EN LOS SIGLOS XVIII Y XIX
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La Administracioacuten de Cuba
en los siglos XVIII y XIX
Direccioacuten y coordinacioacuten
JAVIER ALVARADO PLANAS
BOLETIacuteN OFICIAL DEL ESTADO
CENTRO DE ESTUDIOS POLIacuteTICOS Y CONSTITUCIONALES
MADRID 2017
Primera edicioacuten julio de 2017 En portada Vista del puerto de La Habana por Louis Le Bretoacuten mediados del siglo XIX
En contraportada Plano topograacutefico del puerto y bahiacutea de La Habana 1841
Centro de Estudios Poliacuteticos y Constitucionales Plaza de la Marina Espantildeola 9 28071 Madrid httpwwwcepcgobes Twitter cepcgob
copy Agencia Estatal Boletiacuten Oficial del Estado y Centro de Estudios Poliacuteticos y Constitucionales de esta edicioacuten
Quedan rigurosamente prohibidas sin la autorizacioacuten escrita de los titulares del copyright bajo las sanciones establecidas en las leyes la reproduccioacuten total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento comprendidas la reprografiacutea y el tratamiento informaacutetico
httppublicacionesoficialesboees
NIPO (AEBOE) 786-17-065-4 NIPO (CEPC) 787-17-049-X ISBN 978-84-340-2411-3 Depoacutesito Legal M-19963-2017
Imprenta Nacional de la Agencia Estatal Boletiacuten Oficial del Estado Avda de Manoteras 54 28050 MADRID
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S U M A R I O Paacutegs
1 PREAacuteMBULO A UNA SINGULARIDAD por Javier Alvarado 13
2 ESPANtildeA Y CUBA EN EL CONTEXTO DE LA POLIacuteTICA INTERNACIONAL (1701-1898) por Antonio Manuel Moral Roncal
I Introduccioacuten 21 II La guerra de sucesioacuten espantildeola en Ameacuterica y Europa 22 III En busca de un nuevo reordenamiento en el Caribe
III1 Cuba como objetivo britaacutenico 25 III2 Peacuterdida y recuperacioacuten de La Habana 28
IV Reforzamiento de la posicioacuten espantildeola en Cuba IV1 Consecuencias de la guerra de independencia de Esta-
dos Unidos 30 IV2 Vientos revolucionarios europeos llegan a las Antillas 32
V Cambios y permanencias diplomaacuteticas en el siglo XIX
V1 Objetivo conservar Cuba y mantener el statu quo 34 V2 El Caribe una zona de tensioacuten internacional en la
eacutepoca liberal 35 V3 El peso determinante de Cuba en la poliacutetica exterior
de la Unioacuten Liberal 40
VI Entre el aislamiento diplomaacutetico y la expansioacuten norteame-ricana 42
3 CUBA REFORMISMO PODER Y CONFLICTO (1760-1868) por Consuelo Naranjo Orovio I El despertar econoacutemico y cultural 47
I1 El inicio de los cambios 50 I2 Esclavitud miedo y convulsioacuten el pacto colonial 59
II Un nuevo contexto colonial las deacutecadas de 1820-1860 62
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Paacutegs
La Administrac ioacuten de Cuba en los s ig los x v i i i y x i x
4 CUBA DE LA EMERGENCIA DE LA NACIONALIDAD A LA INDEPENDENCIA (1868-1898) por Luis Miguel Garciacutea Mora 69
I Diez antildeos de guerra 71 II El Zanjoacuten y la instauracioacuten de un nuevo modelo colonial 76 III Los primeros partidos poliacuteticos cubanos 83 IV La abolicioacuten de la esclavitud y la construccioacuten de una socie-
dad de clases 89 V La transformacioacuten de la industria azucarera y la dependencia
econoacutemica de los Estados Unidos 95 VI El camino hacia la autonomiacutea y la independencia 100
5 HACIENDA PUacuteBLICA Y EVOLUCIOacuteN ECONOacuteMICA EN CUBA (1765-1898) por Ineacutes Roldaacuten de Montaud
I De las reformas borboacutenicas a la desaparicioacuten del Situado Novohispano 1763-1809 107
II La eacutepoca de las independencias 113 III Consolidacioacuten del estado liberal en Espantildea y hacienda colo-
nial 120 IV Los antildeos cincuenta vientos de reforma tributaria 124 V La fallida reforma de 1867 129 VI Desafiacuteos y consecuencias de una guerra prolongada
1868-1878 134 VII Hacia una hacienda y economiacutea en quiebra 1878-1898 137
6 LA HACIENDA COLONIAL Y SUS BASES COMERCIALES (1763-1898) por Oscar Zanetti Lecuona 145
I Del mercantilismo a la liberalizacioacuten 145 II Un reacutegimen pactado 152 III Reformas y endeudamiento 160 IV La crisis terminal 168
7 LAS EacuteLITES DE CUBA EN UN SIGLO HISTOacuteRICO (1780-1886) por Mariacutea del Carmen Barcia Zequeira 179
I Un uacutetil pareacutentesis metodoloacutegico sobre las eacutelites 181 II Bases preparatorias del siglo XVI a la primera mitad del XVIII 183 III Se inicia el siglo XIX histoacuterico (1789 a 1835) 188 IV Las casas y las eacutelites 191 V Eclosioacuten de eacutelite negrera y desplazamiento de la criolla 193 VI La eacutelite negrera se emplaza en el espacio puacuteblico 1834-1866 195 VII Las eacutelites a finales del siglo histoacuterico (1867-1886) 201
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Paacutegs
Sumario
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8 LOS PROCESOS DE ENNOBLECIMIENTO EN LA CUBA COLONIAL por Carlos Nieto Saacutenchez
I Introduccioacuten 205 II Primer periodo la nobleza cubana con los primeros Borbo-
nes 207 III Segundo periodo la nobleza cubana en el apogeo del Anti-
guo Reacutegimen 210 IV Tercer periodo los tiacutetulos de nobleza en el estado liberal 213 V Los tiacutetulos de nobleza en el sexenio el reinado de Alfonso XII
y la minoriacutea de edad de Alfonso XIII 216
9 CUBA Y EL CONSTITUCIONALISMO ESCLAVISTA ESPANtildeOL por Javier Alvarado Planas
I Saacutelvense las colonias aunque perezcan los principios 219 II El reacutegimen de segregacioacuten poliacutetico-administrativo ultrama-
rino 221 III El proceso abolicionista espantildeol 226 IV Esclavos y libertos en el Coacutedigo Penal de Cuba y Puerto Rico 232 V Cuba como reheacuten de la poliacutetica internacional espantildeola 237
10 CUBA Y LA MONARQUIacuteA CONSTITUCIONAL por Aacutengeles Lario Gonzaacutelez
I Cuba en la revolucioacuten 243 II Cuba en los laquoTreinta antildeos de exclusioacutenraquo 247 III Cuba de la insurreccioacuten a la independencia
III1 La Insurreccioacuten 259 III2 La paz Cuba quiere ser provincia 261 III3 La mala gestioacuten de la paz y la independencia 263 III4 Cuba y la crisis poliacutetica 264
IV Conclusiones Cuba en la poliacutetica espantildeola 272
11 LA ADMINISTRACIOacuteN CENTRAL ULTRAMARINA EN LOS INICIOS DEL ESTADO LIBE-RAL por Isabel Martiacutenez Navas
I Introduccioacuten 277 II Las reformas de la Administracioacuten Central Ultramarina 279
II1 La propuesta de creacioacuten de un Ministerio de Marina y de Colonias en 1835 280
II2 Los proyectos de creacioacuten de un Ministerio Universal de Indias 282
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II3 La creacioacuten de la Direccioacuten General de Ultramar en 1851 287
III La Administracioacuten Consultiva Ultramarina 294
III1 El Consejo Real de Espantildea e Indias 294 III2 La Junta Consultiva para la Gobernacioacuten de Ultramar 298 III3 La Junta de Ultramar 300 III4 El Consejo de Ultramar 302 III5 La Junta Consultiva de Ultramar 305
12 EL CAPITAacuteN GENERAL DE CUBA (1763-1898) POR EDUARDO GALVAacuteN RODRIacuteGUEZ 307
I De las Reformas Carolinas a la Invasioacuten Napoleoacutenica 308 II El cargo entre los vaivenes liberales y absolutistas 314 III Refuerzo del cargo durante la deacutecada ominosa 318 IV El cargo bajo el reinado de Isabel II 320 V Revolucioacuten en la peniacutensula y guerra en Cuba del Goberna-
dor Capitaacuten General al Capitaacuten General Gobernador Superior Civil 337
VI La capitulacioacuten de Zanjoacuten y las reformas administrativas en Cuba 338
VII Epiacutelogo 346
13 LA IMPLANTACIOacuteN DE LAS DIPUTACIONES PROVINCIALES CUBANAS por Manuel Santana Molina
I Introduccioacuten 349 II Origen e implantacioacuten territorial 351 III El concepto institucional de las Diputaciones Provinciales en
los debates parlamentarios 354 IV Las Diputaciones Provinciales y los Diputados cubanos 361 V Contexto administrativo y econoacutemico-social 366 VI El proceso normativo
VI1 Periodo 1812-1814 Implantacioacuten de las Diputaciones Provinciales 369
VI2 Trienio liberal y Reimplantacioacuten de las diputaciones provinciales y proceso electoral (1820-1821) 377
VI3 Conflictos de competencias 387 VI4 Propuestas de reforma legislativa 391 VI5 Los uacuteltimos intentos a partir de 1878 395
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Sumario
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14 LA CIENCIA EN CUBA EN EL CONTEXTO COLONIAL por Miguel Aacutengel Puig-Samper 397
I Las expediciones destinadas al reconocimiento de Cuba
I1 La expedicioacuten militar de Alejandro OrsquoReilly y las car-tograacuteficas de la Marina 398
I2 La Comisioacuten Real de Guantaacutenamo 400 I3 La expedicioacuten de Martiacuten de Sesseacute en Cuba y Puerto
Rico 402 I4 La obra naturalista del viajero Antonio Parra 403 I5 Alexander von Humboldt en Cuba 404
II La ciencia cubana y sus instituciones
II1 Las instituciones ilustradas en Cuba 406 II2 Las instituciones cientiacuteficas en Cuba en el siglo XIX 411
II21 El Jardiacuten Botaacutenico de La Habana 412 II22 La Real Academia de Ciencias Meacutedicas Fiacutesicas y
Naturales 414 II23 Las Sociedades Cientiacuteficas cubanas 415 II24 Las Ciencias Naturales en Cuba en el siglo XIX 417
15 ENSENtildeANZA E INSTITUCIONES EDUCATIVAS EN CUBA (SIGLOS XVIII-XIX) por Juan Francisco Baltar Rodriacuteguez
I Introduccioacuten 419 II La educacioacuten impartida por cleacuterigos 420 III La educacioacuten y la sociedad econoacutemica de amigos del paiacutes 422 IV La normativa de educacioacuten para ultramar 424 V La ensentildeanza secundaria 431 VI La ensentildeanza universitaria 434
16 ORGANIZACIOacuteN DE LA ADMINISTRACIOacuteN SANITARIA EN CUBA (SIGLOS XVIII-XIX) por Mordf Soledad Campos Diacuteez
I Introduccioacuten 439 II Los primeros sanitarios espantildeoles en territorio cubano 441 III Sanidad y educacioacuten en la ilustracioacuten cubana 445 IV El siglo XIX Legislacioacuten liberal autarquiacutea municipal y sani-
dad militar 449 V Sanidad militar en la guerra 454
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17 LAS SOCIEDADES ECONOacuteMICAS DE AMIGOS DEL PAIacuteS EN CUBA iquestLOBBIES PARA EL PROGRESO por Izaskun Aacutelvarez Cuartero 457
I Los oriacutegenes de las sociedades 458 II Globalizacioacuten del conocimiento del poder y los negocios 465 III La sociedad econoacutemica de La Habana iquestUna institucioacuten creada
para el progreso 473
18 LA ACCIOacuteN MILITAR ESPANtildeOLA EN CUBA DURANTE EL SIGLO XIX por Juan Carlos Domiacutenguez Nafria
I Planteamiento 485 II El gobierno de los capitanes generales 489 III El intereacutes norteamericano 494 IV El esfuerzo militar espantildeol en cifras 499 V Situacioacuten de la tropa espantildeola 501 VI Otras consideraciones sobre la guerra de Cuba 505 VII El relato beacutelico
VII1 La Guerra de los Diez Antildeos 506 VII2 La Guerra Chiquita y el tenso camino hacia 1895 509 VII3 El uacuteltimo capiacutetulo (1895-1898) 511
VIII Las uacuteltimas cifras y algunas consecuencias de la derrota 523 IX Epiacutelogo 525
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1 PREAacuteMBULO A UNA SINGULARIDAD
JAVIER ALVARADO PLANAS
Catedraacutetico de Historia del Derecho Universidad Nacional de Educacioacuten a Distancia
En la medida en que cada generacioacuten necesita revisitar su historia para com-prender su presente parece oportuno que merced a este proyecto editorial aus-piciado por el Boletiacuten Oficial del Estado y el Centro de Estudios Poliacuteticos y Constitucionales y de la mano de historiadores espantildeoles y cubanos se ofrezca al lector interesado una visioacuten pluridisciplinar de nuestro pasado comuacuten y con-cretamente de la historia de la administracioacuten de Cuba en los siglos XVIII y XIX
Dos acontecimientos traumaacuteticos marcaron el principio y fin del siglo XVIII en Cuba la Guerra de Sucesioacuten y el reflujo de la Revolucioacuten francesa En efecto fa-llecido en 1700 sin descendencia Carlos II habiacutea designado sucesor a tiacutetulo de rey a su sobrino Felipe V de Borboacuten La amenaza de que las coronas de Francia y Espantildea pudieran recaer en el futuro en una sola persona provocoacute la Guerra de Sucesioacuten (1702-1713) Cuba como llave de Ameacuterica continuaba desempentildeando un papel esencial en el dispositivo geoestrateacutegico de comunicaciones entre la Peniacutensula y Ameacuterica Por eso la isla fue especialmente observante de la poliacutetica centralizadora borboacutenica tanto en lo econoacutemico (ejemplo de ello fueron el Estanco del Tabaco en 1717 o la fundacioacuten de la Real Compantildeiacutea de Comercio de La Habana en 1740) como en lo administrativo (por ejemplo el fortalecimiento de la autoridad de los gobernadores y capitanes generales o la militarizacioacuten de la administracioacuten colonial) Las medidas liberalizadoras del comercio decretadas maacutes tarde por Carlos III el aumento del comercio entre la isla y las colonias nor-teamericanas en su guerra de Independencia y sobre todo la Revolucioacuten france-sa a consecuencia de la cual la insurreccioacuten de esclavos en Haitiacute y la abolicioacuten de la esclavitud en sus colonias propicioacute que los propietarios y esclavistas fran-ceses trasladaran sus negocios a Cuba La isla se erigioacute al poco en un enclave econoacutemico de primer orden aunque su total dependencia del modo de produc-cioacuten esclavista acabariacutea condicionando su futuro poliacutetico
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Tambieacuten fueron importantes los acontecimientos que en Cuba abrieron y cerraron el proceloso siglo XIX la promulgacioacuten de la primera Constitucioacuten espa-ntildeola en 1812 (y nuevamente en 1820) seguida de las guerras de independencia hispano-americanas y la derrota militar de Espantildea ante los EEUU (1898) En medio de estos dos acontecimientos la Cuba espantildeola vivioacute gozoacute y padecioacute una eacutepoca convulsa de total excepcionalidad A la par que intentaba prolongar los nostaacutelgicos ecos del glorioso imperio hispaacutenico era hostigada por las nuevas re-puacuteblicas vecinas singularmente la nueva repuacuteblica de Meacutexico y los EEUU de norteameacuterica con el fin de propiciar su emancipacioacuten La paz de las Universidades Academias Asociaciones econoacutemicas y de fomento etc cohabitaba con la guerra en defensa de la espantildeolidad de una isla sometida de facto o de iure a la discipli-na militar Tan pronto se autorizaba el ejercicio de determinados derechos y li-bertades (sufragio activo y pasivo asociacioacuten prensa etc) como se decretaba su suspensioacuten al amparo de la famosa real orden de 28 de mayo de 1825 que esta-blecioacute un reacutegimen excepcional bajo la autoridad militar que consideraba a Cuba una plaza sitiada por el enemigo y otorgaba al Capitaacuten General-Gobernador General poderes absolutos u omniacutemodos incluido el de suspender la aplicacioacuten de las leyes comunicadas desde la Metroacutepoli Recordemos que dicha real orden estuvo vigente durante la mayor parte del siglo XIX
Y es que tras la negativa experiencia de la aplicacioacuten de la Constitucioacuten gadi-tana en Ameacuterica en la deacutecada de 1820 la traumaacutetica independencia de las colo-nias del continente americano obligoacute a reconsiderar la bondad de la extensioacuten del reacutegimen constitucional de la Peniacutensula al resto de las posesiones ultramari-nas De hecho existiacutea una iacutentima conviccioacuten de que el reacutegimen de derechos y li-bertades por los que se luchaba en la Peniacutensula no podiacutea ser aplicado sin maacutes a Ultramar ante el riesgo de que fueran utilizados por los partidarios de la indepen-dencia para actuar maacutes desenvueltamente A ello se antildeadiacutea un problema de no menor calado como la economiacutea de Cuba gravitaba en torno a la mano de obra esclava cualquier medida poliacutetica o administrativa pasaba por no inquietar los intereses de los hacendados de la isla Ello llevoacute a los diferentes Gobiernos me-tropolitanos a adoptar medidas tan paradoacutejicas como singulares que pretendiacutean soslayar las palmarias anomaliacuteas poliacutetico-administrativas de Cuba De entrada aunque las Constituciones espantildeolas del siglo XIX definiacutean las posesiones de Ultramar con el teacutecnico nombre de laquoprovinciasraquo lo cierto es que no existioacute una total asimilacioacuten poliacutetica y administrativa con la Metroacutepoli A ambos lados de Atlaacutentico no fueron iguales las leyes poliacutetico-administrativas penales procesa-les civiles mercantiles etc Mientras que en la Peniacutensula se desarrollaba un sistema poliacutetico de corte liberal en Ultramar pervivieron las instituciones del Antiguo Reacutegimen amparadas en la antigua legislacioacuten indiana Para ello las Constituciones liberales decimonoacutenicas incorporaron una disposicioacuten final que consagraba un sistema de excepcioacuten o de legislacioacuten especial para las laquoprovincias
Preaacutembulo a una singularidad
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de ultramarraquo Durante esos antildeos rivalizaron las tendencias poliacuteticas maacutes liberales o progresistas las abanderadas de la asimilacioacuten plena con las maacutes moderadas partidarias de una integracioacuten maacutes lenta cuando no de una clara segregacioacuten Incluso desde posturas teoacutericamente liberales se veiacutean con recelo las posiciones del colonialismo asimilista e integrador Asiacute por ejemplo en las Cortes de 1820-1823 se llegoacute a aceptar que algunas leyes aprobadas para la Peniacutensula no pudieran ser aplicadas en las provincias de Ultramar Los mismos diputados americanos del trienio presentaron la propuesta de formacioacuten de una comisioacuten especial que re-dactase un proyecto de Instruccioacuten para el Gobierno poliacutetico-econoacutemico de las provincias de Ultramarraquo ante la dificultad de trasladar las reformas que se apro-baran en la Peniacutensula (DSC de 15 de diciembre de 1822 p 999) Y efectivamente sancionado el 15 de marzo de 1823 el proyecto peninsular la comisioacuten comenzoacute su estudio para trasladarlo a las Antillas aunque el fin del trienio supuso la di-solucioacuten de la comisioacuten y de sus trabajos
En definitiva si bien existiacutea la extendida opinioacuten de que el reacutegimen poliacutetico-administrativo ultramarino necesitaba urgentes reformas para seguir actuando de complemento a los nuevos aires liberales que soplaban hacia las Antillas por otro lado este primer constitucionalismo espantildeol habiacutean asumido que la implan-tacioacuten del nuevo orden constitucional en Ultramar era incompatible con el siste-ma administrativo de corte esclavista imperante hasta ese momento y con la debilidad geoestrateacutegica de las islas rodeadas por potencias claramente hostiles
De ahiacute que en 1837 surgieran en toda su crudeza las contradicciones entre ambos regiacutemenes poliacuteticos No se veiacutea el modo de sortear los problemas de tras-ladar el reacutegimen constitucional a Cuba y Puerto Rico sin abolir la esclavitud La solucioacuten adoptada por los doceantildeistas consistente en distinguir entre blancos libres libres de origen africano y esclavos para despueacutes reconocer derechos po-liacuteticos soacutelo a los primeros resultaba inviable Hay que insistir en que tanto los sectores moderados como los liberales (salvo algunas excepciones) habiacutean llega-do a la conclusioacuten de que los beneficios del reacutegimen de derechos y libertades derivados de la aplicacioacuten de la futura Constitucioacuten seriacutean utilizados deslealmen-te por quienes trabajaban para la independencia de las islas Les parecioacute que la uacutenica manera de garantizar la estabilidad de las islas y de su statu quo pasaba por establecer en la Constitucioacuten un precepto en virtud del cual no rigiera en las islas dicha Constitucioacuten Asiacute la disposicioacuten adicional 2ordf de la Constitucioacuten de 1837 establecioacute que laquoLas Provincias de Ultramar seraacuten gobernadas por leyes especia-lesraquo Igualmente la Constitucioacuten de 1845 art 80 y la Constitucioacuten 1876 art 89 mantuvieron el reacutegimen de legislacioacuten especial
Ciertamente era cuestioacuten praacutecticamente paciacutefica que el sistema de legislacioacuten especial pareciacutea ser la solucioacuten idoacutenea para garantizar los intereses de la gran mayoriacutea de los propietarios antillanos Por tanto durante el reinado de Isabel II tal sistema fue conceptuado como el remedio indiscutible para todos los proble-
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mas que pudieran afectar a las provincias de Ultramar Para ello los diversos Gobiernos partidarios de mantener el statu quo de las islas se esforzaron por defender una interpretacioacuten conservadora del alcance y contenido de esas leyes especiales En esencia consistiacutea en aplicar el sistema de communicatio por medio de la creacioacuten de Juntas o Comisiones teacutecnicas dependientes del Gobierno que actuaban de filtros para impedir la aplicacioacuten de medidas legislativas perjudicia-les para la Metroacutepoli o la oligarquiacutea antillana En consecuencia ninguna de las Constituciones espantildeolas de 1837 1845 1869 y 1876 llegaron a aplicarse en Ultramar Alliacute siguieron vigentes como texto fundamental la Recopilacioacuten de Leyes de Indias de 1680 con sus actualizaciones posteriores asiacute como el derecho castellano subsidiario (Partidas Leyes de Toro Nueva y Noviacutesima Recopilacioacuten etceacutetera) que fueron considerados como prototipo de leyes especiales a partir la Constitucioacuten de 1837
En vano se solicitoacute desde Cuba la aplicacioacuten total o parcial del texto constitu-cional vigente en la metroacutepoli para que sus habitantes gozasen de los beneficios del sistema liberal que ya alcanzaban al resto de los ciudadanos espantildeoles euro-peos Asiacute por ejemplo los reformistas cubanos con fecha 28 de julio de 1865 elevaron a la Reina una carta denunciando la injusta decisioacuten de las Cortes de 1837 que habiacutea excluido la representacioacuten americana y el disfrute de los de-rechos poliacuteticos que ya teniacutean los espantildeoles europeos laquodesde aquella eacutepoca principiaron el malestar del paiacutes la desconfianza de las Autoridades locales los odios de provincialismoraquo Exigiacutean el cumplimiento de la promesa constitucio-nal de unas leyes especiales entendidas como ley constitutiva que acabara con laquolos males del sistema excepcional que consideraban transitorioraquo Y no menos importante era que dichas leyes especiales fueran laquoformadas con la intervencioacuten de sus legiacutetimos representantesraquo (Revista Hispano-Americana en Biblioteca del Congreso de los Diputados B-13 tomo 54 fol 3971 vto)
Los primeros intentos de aplicacioacuten de un texto constitucional en Ultramar se dieron durante el sexenio revolucionario Concretamente se trataba de un proyecto de ley para aplicar la Constitucioacuten de 1869 a Puerto Rico con la idea de que laquono era liacutecito suponer tan abyectos y degradados a nuestros hermanos de Ultramar para pretender que se resignasen a vivir bajo un reacutegimen absoluto y arbitrarioraquo (DSC de 24 de enero de 1870 apeacutendice segundo al nordm 200 que tuvo su origen en una iniciativa de los diputados de Puerto Rico DSC de 25 de octubre de 1869 p 4044) Previamente un real decreto de 18 de noviembre de 1869 que habiacutea autorizado al Ministro de Ultramar Manuel Becerra a presentar a las Cortes laquoun proyecto de ley modificando varios artiacuteculos de la Constitucioacuten del Estado para su aplicacioacuten a la isla de Puerto Ricoraquo Sin embargo meses despueacutes el propio Ministro Becerra ya no teniacutea empacho en aplazar la medida toda vez que laquono es conveniente no es riguroso no es loacutegico que una provincia lejana
Preaacutembulo a una singularidad
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tenga los mismos grados de libertad que la Metroacutepoliraquo (DSC de 13 de noviembre de 1869 p 4221)
Con todo un Decreto de 7 de abril de 1881 vino a establecer que laquoLos Gobernadores generales de las islas de Cuba y Puerto Rico promulgaraacuten en las Gacetas oficiales de las provincias de su mando la Constitucioacuten de la Monarquiacutearaquo Pero ello sin perjuicio laquode la observancia y cumplimiento de la ley de 13 de Febrero de 1880 y de las demaacutes especialesraquo por las que se regiacutean los libertos (Gaceta de 9 de abril 1881) Ademaacutes de la anomaliacutea de establecer una Constitucioacuten mediante una norma de rango inferior (un decreto del Gobierno que sustraiacutea a las Cortes el control de las islas) que por tanto suponiacutea que la Constitucioacuten no era considerada una norma suprema o de rango superior hay que sentildealar que la inexistencia de leyes de desarrollo de esos derechos constitucionales y sobre todo el reacutegimen de excepcionalidad y suspensioacuten de derechos y libertades im-puesto por los Gobernadores Generales impidieron la aplicacioacuten de la Constitucioacuten en Cuba
Finalmente cabriacutea sentildealar que un uacuteltimo real decreto sancionado en la tardiacutea fecha de 25 de noviembre de 1897 veniacutea a establecer que laquolos espantildeoles residen-tes en las Antillas gozaraacuten en los mismos teacuterminos que los residentes en la Peniacutensula de los derechos consignados en el tiacutetulo Iordm de la Constitucioacuten de la Monarquiacutea y de las garantiacuteas con que rodean su ejercicio las leyes del Reinoraquo Nuevamente se evitaba en Ultramar la aplicacioacuten iacutentegra y sin reservas de la Constitucioacuten vigente en la peniacutensula para conservar un sistema poliacutetico-adminis-trativo especiacutefico y singular o si se quiere excepcional que pendiacutea directamente del Gobernador-Capitaacuten General y del Gobierno de la Nacioacuten Con ello insisti-mos se pretendiacutea garantizar la libertad de actuacioacuten del poder ejecutivo en las islas para frenar draacutestica e inmediatamente todo intento de subversioacuten secesio-nista que pretendiera cobijarse en un supuesto ejercicio de derechos constitucio-nalmente reconocidos y amparados
En suma y como queda apuntado a partir de 1837 la isla de Cuba estuvo afectada por el sistema segregacionista de especialidad legislativa que trajo como consecuencia que viviera praacutecticamente al margen de la Constitucioacuten
iquestQueacute se entendiacutea en el siglo XIX por leyes especiales Mientras que para los primeros liberales las Leyes de Indias eran normas que gozaban de un prestigio ciertamente indiscutible pero que necesitaban de urgentes reformas a partir de 1837 bastantes liberales coincidiacutean con los conservadores en que las Leyes de Indias es decir la Recopilacioacuten sancionada en 1680 (maacutes la normativa posterior) conti-nuaban siendo un modelo normativo Es maacutes las Leyes de Indias habiacutean sido y deberiacutean seguir siendo la ley especial por excelencia por cuanto ello favoreciacutea los intereses de quienes defendiacutean el statu quo de las islas Por eso asistiremos en estos momentos al surgimiento de toda una literatura empentildeada en demostrar que la privacioacuten del sistema constitucional a las islas quedaba suficientemente
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compensado por la existencia de un conjunto normativo justo adecuado huma-nitario etc encarnado en las Leyes de Indias Sin embargo en la deacutecada de los 60 buena parte de la clase poliacutetica comenzaba a dar un giro a esta riacutegida inter-pretacioacuten que ademaacutes minimizaba el papel de las medidas legislativas que se estaban estableciendo en ultramar Los Gobiernos isabelinos de la eacutepoca ahora entendiacutean que las leyes especiales habiacutean de implicar ademaacutes una cierta reforma de las estructuras poliacuteticas econoacutemicas y administrativas en Cuba y Puerto Rico Durante la Restauracioacuten uacutenicamente los grupos maacutes conservadores inmovilistas e incondicionales recurriacutean al precedente de las Leyes de Indias como modelo a seguir laquoAhiacute estaacute el famoso Coacutedigo de las leyes de Indias hecho por ilustres es-pantildeoles para civilizar un mundo Ahiacute estaacute esa compilacioacuten inmortal benigna y saludable como la ha llamado el viajero insigne baroacuten Humboldt tan benigna y saludable que ella por siacute sola eleva con justicia el caraacutecter espantildeol sobre el de todas las naciones europeasraquo (Gaceta de 26 de noviembre de 1897)
Como consecuencia de ello el apartheid cubano acaboacute por afectar al principio de legalidad en la medida en que amparaba la praacutectica abusiva de legislar por medio de decretos del Gobierno sobre materias reservadas a las Cortes Esta quiebra del principio de separacioacuten de poderes y de interferencia del ejecutivo en las competencias del poder legislativo fue reiteradamente denunciada en las Cortes y objeto de vivas discusiones Asiacute durante la etapa isabelina las cuestio-nes ultramarinas estuvieron praacutecticamente reservadas al Gobierno sin apenas intervencioacuten de las Cortes La extrema docilidad de eacutestas al Gobierno de turno y un cierto taacutecito consenso entre las principales fuerzas poliacuteticas determinaron la ausencia de voces de protesta por esta anoacutemala situacioacuten Conocido es que los excesos gubernativos de los uacuteltimos antildeos de la etapa isabelina propiciaron ano-maliacuteas como la ley de 17 de mayo de 1867 en virtud de la cual se declaraba libre al Gobierno laquode la responsabilidad en que haya incurrido por todos los actos de su administracioacuten en que se haya arrogado las facultades del Poder legislativoraquo (DSC de 20 de mayo de 1867 Apeacutendice 5ordm) De esta manera los diferentes Gobiernos de turno continuaron la praacutectica de regular por decreto lo relativo a Ultramar a pesar de las expliacutecitas denuncias de algunos diputados como Manuel Azcaacuterraga laquocomo individuo del partido liberal debo consignar aquiacute una protesta porque constituyen un pequentildeo golpe de Estado que pudiera ser precursor de otros mayores un ataque a las atribuciones del poder legislativoraquo (DSC de 24 de enero de 1885 pp 1827-1828)
Por lo demaacutes mal se compadeciacutea la riacutegida centralizada y militarizada admi-nistracioacuten ultramarina con el principio de separacioacuten de poderes En efecto el Gobernador General como maacutexima autoridad de cada una de las tres provincias ultramarinas (Cuba Puerto Rico y Filipinas) heredaba el estatuto de los antiguos virreyes reuniendo en su persona la maacutexima jefatura militar judicial y tributa-ria Ciertamente el primer liberalismo espantildeol coherente con el dogma de la
Preaacutembulo a una singularidad
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separacioacuten de poderes optoacute por nombrar a personas distintas para los mandos militar civil y la presidencia de la Audiencia De esta manera rompiendo con una tradicioacuten secular la ley de 25 de abril de 1820 separoacute los cargos de Gobernador General y Capitaacuten General para que recayesen en personas distintas (aunque el Gobernador siguioacute siendo Presidente de la Audiencia) No obstante durante la etapa isabelina la unidad de mandos en Ultramar fue un principio inconmovible En 1870 a consecuencia del artiacuteculo 15 de la Ley Provincial vigen-te en la Peniacutensula que declaraba la incompatibilidad del cargo de Gobernador General con el ejercicio de cualquier mando militar la poliacutetica asimilista de los demoacutecratas y liberales supuso la separacioacuten de mandos mediante los Reales de-cretos de agosto de 1870 No obstante lo cierto es que los propios Gobiernos li-berales optaron por designar como Gobernadores civiles de Ultramar a militares de alta graduacioacuten para hacer maacutes eficaz y fluida la autoridad de eacuteste sobre la autoridad militar de la plaza En todo caso conviene insistir en que durante todo el siglo XIX las actuaciones del Gobernador General de Ultramar estuvieron praacutec-ticamente fuera del control a que eran sometidos los Gobernadores provinciales peninsulares De hecho se ha afirmado que en la Administracioacuten espantildeola el Gobernador General de Ultramar era la persona que despueacutes del monarca de-tentaba maacutes poderes
Por todo ello en materia de derechos poliacuteticos la isla de Cuba estuvo tambieacuten al margen de los beneficios del liberalismo La experiencia del sexenio revolucio-nario fue en ese sentido decepcionante desde el momento en que los grupos o partidos poliacuteticos antillanos que teniacutean aspiraciones a incorporarse a la senda constitucional que transitaban el resto de los ciudadanos se enfrentaron a los recelos del Gobierno liberal y en definitiva a unos Gobernadores Generales maacutes preocupados en no provocar la reaccioacuten de los grandes propietarios antillanos que de imponer el nuevo orden constitucional Uacutenicamente se extendieron algu-nas disposiciones concretas en materia de derechos y libertades Por ejemplo un Decreto de 23 de septiembre de 1869 trasladoacute a las Antillas la libertad de culto laquosin maacutes limitaciones que las reglas universales de la moral y el derechoraquo (Gaceta de 21 de octubre de 1869) o la libertad de asociacioacuten en mayo de 1873 Durante la Restauracioacuten borboacutenica el ejercicio de los derechos poliacuteticos singularmente de sufragio reunioacuten imprenta y libertad de movimientos estuvo en manos del Gobernador General de turno quien podiacutea suspenderlos impunemente sin con ello pensaba que se garantizaba el orden puacuteblico o la pacificacioacuten de las isla Podriacuteamos citar numerosos ejemplos ilustrativos de los excesos cometidos en el ejercicio de las facultades omniacutemodas o extraordinarias del Gobernador General (suspensioacuten de oacuterdenes o decretos del Gobierno suspensioacuten de sentencias del Tribunal Supremo encarcelamientos ilegales extrantildeamientos sin los traacutemites debidos disolucioacuten de Ayuntamientos desafectos destitucioacuten arbitraria de alcal-des etc) y de la ausencia de responsabilidad por la toma de tales decisiones Y
Javier Alvarado Planas
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esto sin entrar en los excesos cometidos en el ejercicio de las competencias como Capitaacuten General es decir como maacutexima autoridad militar de la isla cuyo control no era competencia del juicio de residencia que debiacutean rendir estos altos funcio-narios civiles de la administracioacuten ultramarina al dejar el cargo
Otra de las circunstancias anoacutemalas que caracterizaron la vida poliacutetica de las provincias de Ultramar arranca de los problemas que implicaba el otorgarles el derecho a enviar diputados a las Cortes de la Nacioacuten con el consiguiente ejercicio del derecho de sufragio activo y pasivo De entrada uno de los problemas maacutes trascendentes con que se enfrentoacute la Junta Central en el momento de convocar Cortes de Caacutediz fue el de la representacioacuten ultramarina El uacuteltimo censo estima-ba en poco maacutes de 10 millones la poblacioacuten peninsular frente a los 15 a 17 mi-llones de ultramarinos (americanos y filipinos) Ello significaba que de estable-cerse una igualdad absoluta en la representacioacuten poliacutetica de ambos hemisferios las Cortes quedariacutean en manos de los diputados americanos Por eso los euro-peos establecieron filtros que moderasen dicha representacioacuten Por su parte las Cortes Constituyentes de 1837 suprimieron el derecho de representacioacuten de las provincias de Ultramar imponiendo el sistema segregacionista de legislacioacuten especial Fueron los poliacuteticos del sexenio los que devolvieron a las provincias ultramarinas la representacioacuten en Cortes aunque frente al sistema universal masculino de la Metroacutepoli en Cuba se fijoacute el censitario-capacitario Y ya durante la Restauracioacuten aunque se reconocioacute nuevamente el derecho de sufragio univer-sal masculino un real decreto de 27 de diciembre de 1892 mantuvo el censitario para las Antillas hasta el real decreto de 25 de noviembre de 1897 (Gaceta del 26) que estableciacutea finalmente el sufragio universal masculino en las provincias de Ultramarhellip tan tarde que casi asomaba el siglo siguiente
En fin muchas y notables fueron las vicisitudes que afrontoacute la Administracioacuten hispano-cubana y que han sido expuestas en los diferentes capiacutetulos de este li-bro En todo caso esperamos que la obra que ahora tiene el lector en sus manos contribuya a responder a estas y otras preguntas y paradojas Esa ha sido al menos la intencioacuten del equipo de profesores e investigadores espantildeoles y cuba-nos que con el patrocinio del Boletiacuten Oficial del Estado y el Centro de Estudios Poliacuteticos y Constitucionales ha colaborado en la redaccioacuten de este estudio sin perder en ninguacuten momento la regla de oro marcada hace ya maacutes de 2000 antildeos por Ciceroacuten laquoLa primera ley del historiador es no mentir Y la segunda es atre-verse a decir la verdad Y ademaacutes que al escribirla no haya sospecha de parciali-dadraquo (De Oratore 2 62)
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2 ESPANtildeA Y CUBA EN EL CONTEXTO DE LA POLIacuteTICA INTERNACIONAL
(1701-1898)
ANTONIO MANUEL MORAL RONCAL
Universidad de Alcalaacute
I INTRODUCCIOacuteN
En las relaciones internacionales de las potencias europeas del siglo XVIII Ameacuterica desempentildeoacute un papel de primera liacutenea sobre todo en conflictos beacutelicos de gran alcance Y es que la universalizacioacuten de los enfrentamientos europeos motivada por los conflictos de intereses coloniales dotoacute a los territorios del Nuevo Mundo de una nueva dimensioacuten diplomaacutetica1 En ese escenario Cuba adquirioacute una importancia estrateacutegica vital aseverando la frase atribuida al rey Felipe II que asegura que quien poseyera esta isla teniacutea la llave del Nuevo Mundo Espantildea luchoacute por asegurarse su control en abierta disputa con Gran Bretantildea durante todo el siglo de las Luces
La aparicioacuten de un nuevo orden europeo durante la etapa napoleoacutenica (1799-1814) repercutioacute en el estallido de guerras de independencia de los territorios america-nos bajo soberaniacutea de Portugal y Espantildea Madrid logroacute que Cuba y Puerto Rico no se sumaran a ellos manteniendo su unioacuten con la peniacutensula durante el siglo XIX A partir de los antildeos treinta de esa centuria comenzariacutea un nuevo periodo caracterizado por la intervencioacuten de potencias europeas en diversos paiacuteses lati-noamericanos y el aumento de la presencia de Cuba en la agenda poliacutetica nortea-mericana Los uacuteltimos antildeos del siglo se caracterizaron por un lento retroceso de la influencia britaacutenica y francesa en el Nuevo Mundo a la que se sumoacute Espantildea
1 Como advierte en su estudio de historias nacionales comparadas John H ELLIOTT Empires of the Atlantic Wold Britain and Spain in America 1492-1830 New Haven 2006
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tras la guerra de 1898 con Estados Unidos que le sustituyoacute como potencia tuto-ra en Cuba y Puerto Rico a partir de entonces2
II LA GUERRA DE SUCESIOacuteN ESPANtildeOLA EN AMEacuteRICA Y EUROPA
El siglo XVIII espantildeol amanecioacute ensombrecido por el estallido de la Guerra de Sucesioacuten (1701-1713) que puso a prueba la capacidad beacutelica y la posicioacuten inter-nacional de la Monarquiacutea de Espantildea Por supuesto Ameacuterica no permanecioacute al margen de ese proceso beacutelico siendo Cuba uno de los principales agentes debido a su posicioacuten estrateacutegica como base de llegada y salida de las flotas que comuni-caban ambos continentes
En septiembre de 1701 Gran Bretantildea y Holanda firmaron la Gran Alianza de La Haya a la que fue arrastrada Portugal y Saboya apoyando las pretensiones al trono del archiduque Carlos de Habsburgo mientras Felipe V de Borboacuten era apo-yado por Francia y Baviera Las hostilidades se desarrollaron a lo largo de doce antildeos en Italia Alemania Flandes Espantildea y algunos territorios americanos
La Guerra de Sucesioacuten fue el desenlace de una situacioacuten internacional que veniacutea gestaacutendose desde tiempo atraacutes las pretensiones hegemoacutenicas francesas la necesaria buacutesqueda de aliados que permitieran a la Monarquiacutea espantildeola la defen-sa de sus posesiones europeas y las ambiciones mariacutetimas de Inglaterra y Holanda que deseaban el dominio sobre el comercio y los metales preciosos de Indias Como consecuencia inmediata del apoyo de Versalles a Felipe V se pro-dujo la firma de un Asiento con la Compantildeiacutea de Guinea francesa en 1702 En el contexto de lucha contra el contrabando ingleacutes y holandeacutes se acordoacute una explo-tacioacuten comuacuten de las tierras y minas de las islas francesas y espantildeolas en las Antillas fortaleciendo ambas Coronas la presencia de funcionarios ingenieros y soldados De esta manera se consolidaron fortificaciones y aumentoacute el apoyo militar como resultado de esta cooperacioacuten3
En 1702 la flota borboacutenica fue destruida en Terranova y en Vigo por la escua-dra anglo-holandesa privando a Felipe V de los naviacuteos necesarios para el traacutefico americano por lo que tuvo que recurrir a barcos franceses para continuar prote-giendo sus comunicaciones con Indias Pero entre 1708 y 1709 desaparecieron definitivamente las uacuteltimas fuerzas navales borboacutenicas de importancia en el Atlaacutentico Este hecho fue un aspecto fundamental para Cuba durante este con-flicto determinando la actitud que tomaron sus autoridades durante la guerra
2 G KAHLE laquoAmeacuterica Latina como esfera de los intereses europeos desde el siglo XVI al siglo XIXraquo en Bern SCHROumlTE y Karin SCHUumlLLER (eds) Tordesillas y sus consecuencias La poliacutetica de las grandes potencias europeas respecto a Ameacuterica Latina (1494-1898) Frankfurt 1995 pp 3-10
3 Hortense FAIVRE laquoLa estrategia del reformismo colonial borboacutenico en Cuba durante el siglo XVIII (1700-1808)raquo en Tebeto anuario del Archivo Histoacuterico Insular de Fuerteventura anexo V (2004) pp 205-209
Espantildea y Cuba en el contexto de la pol iacutet ica internacional (1701-1898)
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Ante la ausencia de un poder en Espantildea que condujese los movimientos militares la toma de decisiones propia fue una de las caracteriacutesticas cardinales de las actividades beacutelicas en la isla caribentildea Su defensa sin embargo resultoacute muy costosa para la Real Hacienda que tuvo que invertir importantes cantidades en situados pero el dominio de esta posicioacuten estrateacutegica en el Caribe resultaba esencial
Los britaacutenicos organizaron un importante aparato beacutelico alrededor de Cuba de tal manera que el traacutefico mariacutetimo hispano quedoacute a merced del corso ingleacutes y holandeacutes Pero la armada francesa envioacute sucesivos convoyes para proteger a la isla y a los barcos espantildeoles de tal manera que soacutelo algunos escuadrones ingleses ndashcomandados por Graydon y Walkerndash se presentaron frente a La Habana reali-zando amagos de ataque los cuales fueron rechazados por las defensas espantildeo-las Y es que nunca pudieron los aliados desembarcar en la isla puesto que las fortalezas tropas regulares y milicias eran muy superiores a las fuerzas britaacuteni-cas Finalmente la estrategia de Londres fue apostar por la defensa de sus colo-nias en Norteameacuterica atacar las flotas de metales enviadas a Espantildea y mantener la visibilidad de su flota en el Caribe para animar a una rebelioacuten interna en las Antillas de los partidarios del archiduque Carlos
Y es que en el interior de la isla la situacioacuten de guerra civil que se desarrolloacute en Espantildea tuvo su reflejo a lo largo de todo el conflicto aunque nunca alcanzara las cotas de enfrentamiento que se produjeron en la Peniacutensula La Corona de Castilla ndashy las Indias con ellandash defendioacute el trono de Felipe V mientras la de Aragoacuten apostoacute su futuro por el bando del archiduque Carlos Los emisarios bri-taacutenicos en la isla intentaron fomentar las suficientes diferencias locales como para facilitar la entrada de sus tropas y naves frente a la influencia francesa En 1704 agentes del gobernador ingleacutes de Jamaica lograron crear las suficientes tensiones filoaustriacas en Cuba que provocaron la intervencioacuten de las autorida-des borboacutenicas reforzadas con la llegada de la escuadra del almirante Coetlegon al puerto de La Habana cuyos soldados franceses reforzaron la guarnicioacuten La derrota de las armas de Felipe V en los siguientes antildeos en los campos europeos aumentaron las dificultades de sus partidarios en Ameacuterica pero se mantuvieron firmes en su decisioacuten de defender su bandera
Por ello espantildeoles y franceses decidieron jugar tambieacuten la carta del corso con el fin de causar los mayores dantildeos posibles a las flotas mercantes enemigas De ahiacute la operacioacuten organizada por el gobernador de Santiago de Cuba Juan Baroacuten de Chaves Despueacutes de incautarse de los barcos y caudales del asiento portugueacutes encargado de conducir esclavos a Cuba preparoacute una expedicioacuten con 450 soldados contra las colonias inglesas en las islas Bahamas Se destruye-ron varios establecimientos diezmaron a sus defensores capturaron trece barcos enemigos armas y prisioneros En 1706 con Madrid en manos de los austracis-tas el capitaacuten general de Cuba Aacutelvarez de Villariacuten planeoacute un ataque contra el
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puerto de Charleston en la colonia britaacutenica de Carolina del Sur buena muestra de las iniciativas personales a las que la guerra obligoacute a las autoridades locales La expedicioacuten finalmente fue descubierta y no logroacute sus objetivos pero fue suficiente para alarmar a Londres que ordenoacute que parte de sus fuerzas en Ameacuterica reforzaran sus colonias En los siguientes antildeos las acciones de corso fueron justamente rentables arrebatando presas en el mar en las costas de Jamaica y Carolina obteniendo principalmente cargamentos de esclavos y otros bienes ingleses Cuba se adaptoacute al proceso beacutelico y sus autoridades supieron responder a la amenaza de las flotas aliadas4
Sin embargo en 1711 la situacioacuten alcanzoacute grados de extrema gravedad los bandos se enfrentaron en las calles de las ciudades cubanas y las elecciones mu-nicipales estuvieron a punto de ser el detonante del inicio de un primer proceso de independencia de la isla ya que ndashante la suspensioacuten de las maacuteximas autori-dades de la islandash se lanzaron argumentos a favor de que las ciudades organizaran ligas levantaran armas para su defensa y pudieran buscar otra potestad en busca de amparo La actuacioacuten del capitaacuten general Luis Chacoacuten al frente de sus solda-dos permitioacute el control de todas esas disputas cuya falta de unidad favorecioacute finalmente la causa borboacutenica
El 17 de abril de ese antildeo fallecioacute el emperador Joseacute I hermano del archiduque Carlos en quien recaiacutean los derechos a la corona imperial y los territorios de los Habsburgo en Centroeuropa El equilibrio europeo se romperiacutea si ademaacutes here-dara la corona de Espantildea Gran Bretantildea y sus aliados cansados de la larga dura-cioacuten del conflicto no deseaban esa hegemoniacutea y seguro de obtener en la paz ventajas econoacutemicas y coloniales Londres apostoacute por los acuerdos y el fin de las hostilidades beacutelicas En el congreso de Utrech abierto en enero de 1712 todos los beligerantes estuvieron representados menos Carlos VI Las negociaciones duraron hasta el 11 de abril de 1713 cuando fueron firmados los tratados En ellos se reconociacutea a Felipe V como rey de Espantildea y sus Indias previa renuncia de todos sus derechos al trono franceacutes Los territorios europeos ligados a la Monarquiacutea hispaacutenica durante dos siglos fueron repartidos entre Saboya Holanda y Austria Gran Bretantildea obtuvo algunas concesiones poliacuteticas como la demolicioacuten de las fortificaciones de Dunquerque y reconocimiento de la dinastiacutea de los Hannover por Francia pero sus principales ventajas fueron mercantiles los puertos de Gibraltar Menorca y Terranova el Asiento o contrata exclusiva para introducir negros en las Indias espantildeolas ndashadjudicado a la Southern Sea Companyndash y el naviacuteo de registro autorizado para vender alliacute 500 toneladas de mercaderiacuteas Finalmente el emperador Carlos VI aceptoacute firmar la paz de Rastadt
Antonio BEacuteTHENCOURT MASSIEU (coord) Felipe V y el Atlaacutentico III Centenario del ad-venimiento de los Borbones Las Palmas de Gran Canaria 2002
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el 6 de marzo de 1714 por la que renunciaba al trono espantildeol y aceptaba las compensaciones de Utrecht
Para la eacutelite social cubana el conflicto fue econoacutemicamente beneficioso por la presencia de comerciantes y marinos franceses asiacute como lo fue la nueva situa-cioacuten comercial obtenida por los britaacutenicos Para el gobierno espantildeol la guerra habiacutea demostrado la importancia estrateacutegica de Cuba ante los deseos ingleses por conquistar La Habana ndashque llegaron a materializarse en 1762ndash por lo que aumentaron sus inversiones a partir de entonces en defensa de la isla5
III EN BUSCA DE UN NUEVO REORDENAMIENTO EN EL CARIBE
III1 CUBA COMO OBJETIVO BRITAacuteNICO
Las paces de 1713 y 1714 no eliminaron todas las causas de conflicto entre las potencias europeas pese a que el fallecimiento de Luis XIV al antildeo siguiente supusiera el fin de la poliacutetica de hegemoniacutea gala Inglaterra denuncioacute que los franceses continuaban operando en Cuba y las Antillas pagando deudas ven-diendo propiedades y traficando con esclavos de forma ilegal Carlos VI intentoacute compensar la peacuterdida del trono espantildeol con una mayor poliacutetica expansiva en Italia sobre la base de sus posesiones de Milaacuten Sicilia y Naacutepoles Trieste se con-virtioacute en un gran puerto comercial y en 1717 se fundoacute la Compantildeiacutea Imperial de Ostende para impulsar el comercio con las Indias orientales desde los Paiacuteses Bajos Por su parte Felipe V apostoacute por una poliacutetica de reconquista de los terri-torios italianos sorprendiendo a Europa con la recuperacioacuten militar de Cerdentildea y Sicilia La intervencioacuten naval de Gran Bretantildea y la terrestre de Francia termina-ron con los planes de Madrid que tuvo que adherirse en 1720 a la Cuaacutedruple Alianza junto a Inglaterra Francia y Austria Tres antildeos maacutes tarde el rey de Espantildea tuvo que admitir un aumento de las ventajas britaacutenicas dos naviacuteos de gracia a los que antildeadiriacutea el 10 que se habiacutea reservado en el naviacuteo de permiso y el 5 del asiento de negros6
Como ha sentildealado Mariacutea Luz Gonzaacutelez en el aacutembito internacional los trata-dos de Utrecht pretendieron garantizar la seguridad y libertades de Europa que se suponiacutean amenazadas ante la posibilidad de la unioacuten de Espantildea y Francia
5 La etapa 1701-1714 ha sido estudiada por Sigfrido VAacuteZQUEZ CIENFUEGOS laquoCuba durante la Guerra de Sucesioacuten espantildeola algunos aspectos militaresraquo en VV AA La Guerra de Sucesioacuten en Espantildea y Ameacuterica Actas de las X Jornadas Nacionales de Historia Militar 2001 pp 313-324 Friedrich EDELMAYER Virginia LEOacuteN Joseacute Ignacio RUIZ Hispania-Austria III La Guerra de Sucesioacuten espa-ntildeola 2008 Joaquim ALBAREDA La Guerra de Sucesioacuten de Espantildea (1700-1714) Madrid 2010 Pedro LOSA La Guerra de Sucesioacuten espantildeola y la opinioacuten puacuteblica hispano-britaacutenica Madrid 2015
6 Santiago de LUXAacuteN y Liacutea de LUXAacuteN laquoLas Compantildeiacuteas Reales de esclavos y la integracioacuten de Cuba en el sistema atlaacutentico del tabaco espantildeol 1696-1739raquo Anuario de Estudios Atlaacutenticos 62 (2016) pp 6-12
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pero al mismo tiempo fueron un intento por superar los escollos que presenta-ban estas dos potencias para la poliacutetica de Gran Bretantildea en Ameacuterica El equilibrio europeo y el balance de poderes eran en realidad un sistema que poniacutea las bases para el crecimiento de la potencia britaacutenica Fueron la forma de intentar neutra-lizar la Europa continental mientras la flota inglesa garantizaba el domino de los mares para construir un imperio colonial7
En 1726 las tensiones entre las cortes de Madrid y Londres estallaron nue-vamente y al antildeo siguiente una potente escuadra britaacutenica al mando del almi-rante Hossier se presentoacute frente a La Habana alardeando de su potencia duran-te una semana Sin embargo el estallido de una epidemia paralizoacute su eficacia muriendo de la misma su comandante
Las esperanzas de consolidacioacuten de una paz duradera ndashfavorable a la poliacutetica britaacutenica de equilibrio europeo en el continente mientras Inglaterra reinaba en los maresndash produjeron los tratados de Sevilla (1729) y Viena (1731) Con ellos se eliminoacute definitivamente los uacuteltimos rescoldos de la rivalidad entre Felipe V y Carlos VI pero se mantuvieron las exigencias de Londres abolicioacuten de la Compantildeiacutea de Ostende posible competidor comercial mantenimiento de unas ventajas comerciales en Indias que no eran maacutes que un pretexto para el contra-bando y la pirateriacutea reconocimiento de su control sobre Gibraltar y Menorca
En 1732 Espantildea intentoacute dar por finiquitada la relacioacuten contractual del Asiento britaacutenico pero Londres se negoacute siempre tanto por no perder una red de factoriacuteas que ademaacutes de potenciar el comercio les proporcionaba un sistema de informacioacuten privilegiada para aumentar su presencia en Ameacuterica como por ob-tener el mayor beneficio posible en la indemnizacioacuten si se produciacutea el final del contrato Ademaacutes los acuerdos de las compantildeiacuteas portuguesa francesa y britaacuteni-ca permitiacutean abrir una brecha en el monopolio comercial espantildeol Madrid res-pondioacute con la interrupcioacuten de los privilegios comerciales siempre que estallaba una crisis beacutelica con Gran Bretantildea la cual mermaba sus adquisiciones de tabaco y azuacutecar puesto que los ingleses vendiacutean buena parte de sus esclavos a cambio de esos productos cubanos De esta manera la factoriacutea de tabacos de La Habana se convirtioacute en una pieza fundamental del sistema atlaacutentico puesto que se inte-groacute como la regioacuten productora que debiacutea abastecer a la faacutebrica de Sevilla desde donde se distribuiacutea al resto del estanco espantildeol8 Todo ello aumentoacute las ambicio-nes britaacutenicas de control de la perla del Caribe que Londres tratoacute de alcanzar
7 Mariacutea Luz GONZAacuteLEZ MEZQUITA laquoLa paz de Utrecht y su impacto en el mundo atlaacutenticoraquo Anuario de Estudios Americanos 72 (2015) p 118
8 Sobre la importancia del comercio y la agricultura cubana a la hora de estudiar sus implicacio-nes en las relaciones internacionales ver Antonio Miguel BERNAL laquoDe Utrecht a Trafalgar El papel de la economiacutea e instituciones en los imperios atlaacutenticosraquo en Agustiacuten GUIMERAacute y Viacutector PERALTA (coords) El equilibrio de los imperios de Utrecht a Trafalgar Madrid 2005 pp 235-256
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mediante su intervencioacuten en los siguientes grandes conflictos europeos que se abrieron en las deacutecadas centrales del siglo XVIII
En 1740 estallo la Guerra de Sucesioacuten austriacuteaca en la que Francia Espantildea y Baviera apoyaron al candidato Carlos Alberto de Baviera frente a Mariacutea Teresa de Habsburgo que logroacute el apoyo de Hungriacutea y la neutralidad final de Prusia Gran Bretantildea y Holanda intervinieron a favor de la emperatriz para evitar una nueva hegemoniacutea franco-espantildeola al tiempo que intentaban aumentar sus ventajas en las Indias El conflicto europeo tuvo su reflejo en el Nuevo Mundo donde se organizoacute una guerra de guerrillas entre francocanadienses y angloamericanos en las que se mezclaron tribus indias aliadas de ambos contendientes En el Caribe aumentaron los enfrentamientos entre naves borboacutenicas y corsarios que perju-dicaban gravemente los intereses comerciales de todos los beligerantes Vernon con patente de corso logroacute apoderarse de Portobello sin mucho esfuerzo al ca-recer de defensa la ciudad la mayor parte del antildeo y el 4 de junio de 1740 decidioacute intentar la toma de La Habana con 57 buques Las defensas espantildeolas le hicie-ron sin embargo detener el envite y durante dos meses navegoacute por las costas cubanas sin atreverse a desembarcar ni a enfrentarse a la artilleriacutea del castillo del Morro Finalmente decidioacute retirarse sin lograr su objetivo
Otra retirada britaacutenica marcoacute la guerra en el Caribe Del 13 de marzo al 20 de mayo de 1741 tuvo lugar la batalla de Cartagena de Indias entre las armadas espantildeola e inglesa El ejeacutercito ingleacutes comandado por el almirante Edward Vernon tratoacute de invadir Cartagena de Indias con 32000 soldados y 3000 piezas de artilleriacutea transportados en 195 naviacuteos La ciudad estaba defendida por 3600 soldados y 6 naviacuteos espantildeoles que al mando de Blas de Lezo derrotaron a la mayor armada del mundo que tras una serie de desafortunados encuentros tuvo que retirarse
La paz de Aquisgraacuten firmada el 18 de octubre de 1748 puso fin al conflicto Paz blanca sin vencedores ni vencidos aunque con algunos cambios territoria-les Prusia obtuvo Silesia Espantildea lograba que sus infantes ndashy por ende su in-fluenciandash reinaran en Parma Plasencia y Guastalla la emperatriz Mariacutea Teresa conservaba casi todos sus Estados y ademaacutes su esposo obteniacutea la corona impe-rial Gran Bretantildea logroacute revalidar todos sus privilegios comerciales en las Indias
Los siguientes antildeos de paz fueron de sorda labor diplomaacutetica y militar pre-paracioacuten clara para otra futura guerra En Espantildea el marqueacutes de la Ensenada impulsoacute una poliacutetica de grandes construcciones navales a semejanza de Francia en un intento por defender mejor el traacutefico atlaacutentico y anular la superioridad britaacutenica en los oceacuteanos9 La raacutepida ascensioacuten de Prusia despertoacute los deseos aus-
9 Las reformas modernizadoras del gobierno de Madrid tanto en Espantildea como en las Indias fueron paralelas en todo el siglo y estuvieron muy condicionadas por los virajes de su poliacutetica inter-nacional Idea que incide la historiografiacutea maacutes moderna como Allan KUETHE y Kenneth ANDRIEN
Antonio Manuel Moral Roncal
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triacuteacos por recuperar Silesia mientras Sajonia Polonia y Rusia comenzaron a prever importantes beneficios territoriales de la desmembracioacuten del reino de Federico II De esa manera se abrioacute la Guerra de los Siete Antildeos (1756-1763) que involucroacute nuevamente a Francia y Gran Bretantildea en el escenario americano mien-tras en Europa el conflicto se dirimiacutea en sus zonas centrales Inicialmente la guerra se desarrolloacute con clara ventaja para Londres Quebec fue tomado por los ingleses asiacute como los principales fuertes franceses en Canadaacute en 1760 el almi-rante Rodney ocupoacute la mayoriacutea de las Pequentildeas Antillas y en la India los fran-ceses tuvieron que rendir Chadernagor y Pondichery ante las tropas de Clive
Espantildea intentoacute mediar entre franceses y britaacutenicos aunque los primeros de-seaban la intervencioacuten militar de Madrid para mejorar su situacioacuten mientras que la actitud desafiante con que el gobierno de Londres acogiacutea las reclamaciones espantildeolas manifestoacute abiertamente sus sentimientos no temiacutean un enfrenta-miento beacutelico con Espantildea En busca de un equilibrio en el espacio atlaacutentico-americano Carlos III aceptoacute firmar el Tercer Pacto de Familia el 15 de agosto de 1761 por el cual Pariacutes imposibilitaba una paz inmediata y desigual con Gran Bretantildea Madrid ordenoacute funcionar a sus astilleros al maacuteximo rendimiento para aumentar el nuacutemero de naviacuteos de guerra y reforzoacute las fortificaciones de las prin-cipales plazas americanas dotaacutendolas de maacutes artilleriacutea El 2 de enero de 1762 se produjo la declaracioacuten de guerra a los britaacutenicos
III2 PEacuteRDIDA Y RECUPERACIOacuteN DE LA HABANA
El primer Lord del Almirantazgo lord Anson organizoacute un plan de ataque en el Caribe que encargoacute al almirante Rodney En primer lugar los britaacutenicos dise-ntildearon un ataque a la isla de la Martinica y el 13 de febrero tras un largo mes de asedio cayoacute el enclave franceacutes En esta primera expedicioacuten se encontraba una nutrida presencia de combatientes de las trece colonias que tambieacuten participa-ron en el ataque a Cuba Los britaacutenicos desde ese enclave lograron reunir unos 12000 hombres en una escuadra de 30 naviacuteos 25 fragatas y 150 barcos de transporte A ellos se antildeadieron unos miles de esclavos negros traiacutedos de Jamaica para cavar trincheras y realizar trabajos mecaacutenicos10 El 6 de junio los 10000 defen-sores de La Habana pudieron observar la llegada de las fuerzas britaacutenicas que al diacutea siguiente comenzaron las hostilidades y el largo asedio de la ciudad que caeriacutea finalmente el 13 de agosto de 1762
Para Londres la captura de la ciudad supuso el cierre del paso del oceacuteano a las flotas espantildeolas ampliando el comercio ingleacutes en las Antillas y en todas las
The Spanish Atlantic World in the Eighteenth Century War and the Bourbon Reforms 1713-1796 Nueva York 2014
10 Sobre la campantildea completa de los britaacutenicos en el Caribe en esos meses ver Ceacutesar GARCIacuteA del PINO Toma de la Habana por los ingleses y sus antecedentes La Habana 2002
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costas del Caribe al tiempo que controlaban una posicioacuten estrateacutegica fundamen-tal dotada de un astillero y un arsenal destacables11 En poco tiempo la ciudad advirtioacute la inmediata irrupcioacuten de los capitales britaacutenicos en la isla Desde sus trece colonias de Norteameacuterica llegaron comerciantes en productos alimenticios tratantes de caballos y granos desde Inglaterra vendedores de lienzos lanas y vestidos Se establecioacute un activo comercio con las colonias britaacutenicas siendo el traacutefico de esclavos el maacutes importante12 En los siguientes once meses llegaron a arribar al puerto cubano maacutes de 700 barcos mercantes cuando nunca en todo un antildeo habiacutean entrado maacutes de una quincena Para Espantildea supuso un duro golpe la noticia de la caiacuteda de La Habana pues reafirmaba la hegemoniacutea de Gran Bretantildea alcanzada tras el statu quo surgido de la paz de Utrecht13
Sin embargo la conciliacioacuten se adivinaba en el horizonte Conseguidos todos sus objetivos Londres no teniacutea intereacutes en prolongar la guerra y tampoco Pariacutes deseoacute seguir experimentado sucesivas derrotas mariacutetimas para que Austria recu-perase Silesia La paz de Hubertburg entre Prusia Austria y Sajonia e1 15 de febrero de 1763 confirmoacute el equilibrio de fuerzas en Europa aunque mantenien-do el prestigio de los prusianos Cinco diacuteas antes se habiacutea firmado la paz de Pariacutes entre Francia Gran Bretantildea y Espantildea en la cual Luis XV renunciaba al Canadaacute recuperando La Martinica Guadalupe y otros enclaves estrateacutegicos entregaba a Jorge III parte de Senegal a cambio de la devolucioacuten de Pondichery cediacutea a Carlos III la Luisiana a fin de recompensar a Espantildea por la peacuterdida de la Florida en manos britaacutenicas que fue el territorio en trueque que facilitoacute la recuperacioacuten espantildeola de La Habana y Manila La diplomacia europea volviacutea a confirmar la supremaciacutea britaacutenica en los mares pues tambieacuten exigioacute la renovacioacuten de los tratados comer-ciales con Espantildea una vez terminada la guerra Sin necesidad de retener las bases conquistadas a sus enemigos Londres quedoacute convencido de que el dominio del oceacuteano atlaacutentico le aseguraba el control del Caribe
El 30 de junio llegoacute a la isla el conde de Ricla representante de la Corona espantildeola que inicioacute los traacutemites para la evacuacioacuten de las autoridades britaacutenicas Las consecuencias de la ocupacioacuten pronto se hicieron notar a la poblacioacuten local Madrid continuoacute la serie de medidas ndashque antes de la toma de La Habanandash se habiacutean intentado hacer con el fin de acrecentar el control poliacutetico y econoacutemico de la isla La pretensioacuten fue que Cuba estuviese convenientemente defendida y controlada sin tener que invertir gastos metropolitanos ni depender continua-mente de situados del virreinato de Nueva Espantildea Pronto se advirtioacute que la isla podiacutea generar numerosos recursos con la explotacioacuten azucarera por lo que se fa-cilitoacute la entrada de negros para las plantaciones
11 Como demuestra Ovidio ORTEGA PEREYRA El Real Arsenal de La Habana La Habana 1998 12 Gustavo PLACER CERVERA Inglaterra y La Habana 1762 La Habana 2007 13 Una descripcioacuten detallada de los combates es realizada por Rauacutel SUEVOS BARRERO laquoLa toma
de La Habana por los inglesesraquo Revista Ejeacutercito 853 (2012) pp 102-111
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Como sentildeala Sigfrido Vaacutezquez la conquista de La Habana demostroacute algunos puntos vulnerables del imperio espantildeol pero actuoacute como estiacutemulo uno maacutes para la puesta en marcha de reformas por el gobierno de Carlos III Se inicioacute un pro-ceso de liberalizacioacuten del comercio exterior en 1765 al autorizarse el comercio directo de Cuba con nueve puertos peninsulares La creacioacuten de la intendencia de La Habana la primera en Ameacuterica facilitoacute la modernizacioacuten administrativa del territorio pero la isla continuoacute recibiendo situados de Nueva Espantildea sobre todo para sufragar los gastos militares de defensa La Habana fue fortificada nuevamente y dotada de mejores tropas permanentes14
El conde Ricla primo hermano del conde de Aranda el principal ministro del rey de Espantildea fue nombrado gobernador de Cuba asumiendo como principal misioacuten el impulso de esta nueva poliacutetica colonial Ricla eliminoacute la prohibicioacuten de la salida de buques fuera del sistema de flotas suprimioacute los privilegios de la Real Compantildeiacutea de Comercio de La Habana organizoacute un nuevo sistema de correos y promulgoacute un nuevo reglamento de ley arancelaria El establecimiento de puertos francos en Jamaica y Dominica en 1766 favorecioacute un lento cambio en las autori-dades hispaacutenicas locales en el Caribe que aceptaron la reanudacioacuten del comercio anglo-hispano a partir de la siguiente deacutecada
IV REFORZAMIENTO DE LA POSICIOacuteN ESPANtildeOLA EN CUBA
IV1 CONSECUENCIAS DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS
El estallido de la rebelioacuten de las trece colonias britaacutenicas en Norteameacuterica proceso que abrioacute la guerra de la independencia y la creacioacuten de los Estados Unidos (1776-1783) supuso una oportunidad para que Madrid y Pariacutes intentaran reordenar nuevamente el espacio atlaacutentico ante las dificultades que se abrieron a Londres En un primer momento Francia se limitoacute a contribuir discretamente con el enviacuteo de armas y dinero a los colonos rebeldes mientras autoridades espa-ntildeolas de la Luisiana tambieacuten facilitaban materiales y apoyo a los insurgentes Tras la victoria del ejeacutercito continental en la batalla de Saratoga (septiembre-octubre de 1777) Luis XVI se decidioacute por la intervencioacuten militar Carlos III tardoacute un poco maacutes en decantarse abiertamente por la guerra contra los britaacutenicos pues el mi-nistro Floridablanca defendioacute que la posicioacuten de Madrid debiacutea centildeirse estricta-mente a un papel mediador neutral entre Londres y los colonos a cambio de alguna concesioacuten territorial Pero las ofertas de la diplomacia espantildeola no fueron atendidas por lo que el rey se inclinoacute por la postura del conde de Aranda emba-
14 Sigfrido VAacuteZQUEZ laquoLa Habana britaacutenica once meses claves en la historia de Cubaraquo en VV AA Metodologiacutea y nuevas liacuteneas de investigacioacuten de la Historia de Ameacuterica Burgos 2001 pp 131-147 Asimismo ver Francisco EISSA BARROSO y Ainara VAacuteZQUEZ (eds) Early Bourbon Spanish America Politics and Society in a Forgotten Era (1700-1759) LeidenBoston 2013
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jador en Pariacutes favorable a la entrada en el conflicto beacutelico de Espantildea con el ob-jetivo de eliminar las concesiones realizadas en las paces de 1713 y 1763
A partir de 1778 comenzaron los preparativos navales y militares con el ob-jetivo de lograr derrotar a las armas britaacutenicas en el Caribe y recuperar las plazas de Gibraltar y Menorca La actuacioacuten en el Nuevo Mundo se concentroacute en una serie de acciones que partieron de la peniacutensula del Yucataacuten ndashen el virreinato de Nueva Espantildeandash y de Luisiana dirigidas por miembros de la familia Gaacutelvez Matiacuteas gobernador de Guatemala se concentroacute en la derrota y expulsioacuten de los britaacutenicos situados en la bahiacutea de Honduras mientras que su hijo Bernardo in-tentoacute lograr la recuperacioacuten de la Florida con apoyo de la Real Armada milicias y fuerzas profesionales
La escuadra situada en La Habana fue encuadrada dentro de las operaciones militares planteadas por Madrid en el Caribe Se formoacute en 1780 ante el paso de una poderosa formacioacuten britaacutenica ndashal mando del almirante Rodneyndash hacia aque-lla isla amenazando a sus defensores Comandada por el jefe de escuadra Joseacute Solano estuvo formada por 13 naviacuteos 21 fragatas 13 bergantines 14 naviacuteos menores y un nuacutemero de embarcaciones menores con 12500 soldados Esta flota logroacute superar el bloqueo britaacutenico y se agrupoacute en las proximidades de la isla Dominica con una escuadra francesa al mando del conde de Guichen constitu-yendo una fuerza naval importante de 35 naviacuteos15 El estallido de una epidemia impidioacute su marcha hacia Jamaica por lo que tuvo que desembarcar tropas en Puerto Rico y Cuba A partir de entonces la flota espantildeola se concentroacute en de-fender las Antillas y ayudar a las tropas de Gaacutelvez que tras una larga campantildea lograron tomar la ciudad de Pensacola el 11 de mayo de 1781 Ello supuso la recuperacioacuten de Florida para la Corona espantildeola y la consecucioacuten de la vieja as-piracioacuten de sus reyes de dominar por completo el seno mexicano16
Mientras tanto en Europa se habiacutea formado una Liga de Neutralidad Armada para proteger el comercio mariacutetimo neutral de las violaciones cometidas por Inglaterra en su intento de evitar el abastecimiento de sus enemigos Formaron parte de la Liga el Imperio ruso Dinamarca Suecia Prusia Austria y Portugal Con ello el equilibrio de fuerzas se modificoacute totalmente Gran Bretantildea quedoacute aislada y hubo de diversificar sus fuerzas Varias islas de las Antillas cayeron en poder de los franceses En Ameacuterica del Norte el ejeacutercito del general Cornwallis
15 Las campantildeas beacutelicas sobre todo las de Mobila y Pensacola fueron sufragas por los comer-ciantes de Cuba que entregaron a la Hacienda Real numerosos preacutestamos entre 1781 y 1788 como sentildeala Pablo TORNERO TINAJERO laquoComerciantes hacendados y poliacutetica mercantil en Cuba La rivalidad Caacutediz-Estados Unidos (1763-1800)raquo Bibiano TORRES RAMIacuteREZ y Joseacute J HERNAacuteNDEZ PALOMO (coords) Andaluciacutea y Ameacuterica en el siglo XVIII actas de las IV Jornadas de Andaluciacutea y Ameacuterica Universidad de Santa Mariacutea de la Raacutebida marzo 1984 vol 1 1985 pp 131-132
16 Alfredo MARTIacuteN GARCIacuteA laquoProcedencias territoriales y actitudes ante la muerte en la es-cuadra de La Habana (1780-1783)raquo Revista de Indias 225 (2002) pp 511-534
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tuvo que rendirse en Yorktown a las tropas norteamericanas y francesas coman-dadas por Washington y Rochambeau el 19 de octubre de 1781
A partir de entonces Londres optoacute por la finalizacioacuten de la guerra Americanos e ingleses entablaron negociaciones que pronto cristalizaron en unos prelimina-res de paz El 3 de septiembre de 1783 se firmoacute por todos los contendientes la paz definitiva en Versalles Gran Bretantildea reconocioacute a sus antiguas colonias como estados libres soberanos e independientes Las fronteras de los nuevos estados quedaron fijadas en el paralelo 32 en el norte y el Missisipi por el oeste Londres conservoacute todaviacutea el inmenso territorio del Canadaacute pero hubo de ceder a Francia las islas de Tobago y Santa Luciacutea en las Antillas Los espantildeoles recuperaron la peniacutensula de la Florida y la isla de Menorca resarcieacutendose de pasadas derrotas Con la firma del Tratado de Versalles los Estados Unidos entraron en el concier-to de las naciones libres Por primera vez en la historia del mundo contemporaacute-neo unas colonias soliviantadas contra la metroacutepoli accedieron a la independen-cia El conde de Floridablanca ya habiacutea advertido de ese problema pues ese nuevo estado teniacutea una extensa frontera comuacuten con las posesiones del rey de Espantildea lo que podiacutea llegar a generar un problema futuro
Cuba se vio extraordinariamente beneficiada de esta guerra cuando los trafi-cantes de esclavos y proveedores de maquinarias para los ingenios canalizaron hacia la isla sus productos a precios bajos con facilidades crediticias y aceptando en pago azuacutecares y mieles Ello aumentoacute la actividad comercial y la consolidacioacuten de la economiacutea de plantacioacuten En poco tiempo Cuba se transformoacute en la tercera productora azucarera mundial17 La Corona apoyoacute las demandas de los comer-ciantes de Caacutediz dispuestos a defender sus intereses en la isla de manera que el rey resolvioacute que ninguacuten buque de comercio extranjero entrara en 1784 El inten-dente cumplioacute la orden a rajatabla de manera que a punto estuvo de provocar un incidente diplomaacutetico al encarcelar a mercaderes norteamericanos y ordenar posteriormente su expulsioacuten sin ni siquiera haberles satisfecho las deudas que se les debiacutean por sus importaciones18
IV2 VIENTOS REVOLUCIONARIOS EUROPEOS LLEGAN A LAS ANTILLAS
Transcurrido un tiempo las autoridades permitieron el comercio de las Indias con las colonias britaacutenicas caribentildeas de tal manera que nuevamente se impulsa-ron las transacciones sobrepasando en volumen y valor ndashhacia 1790ndash tanto el comercio britaacutenico a traveacutes de Andaluciacutea como la importancia del intercambio
17 Carmen CUEVAS DIacuteAZ laquoCuba auge econoacutemico y demanda de reformas a finales del siglo XVIII
e inicios del siglo XIXraquo en Bern SCHROumlTER y Kavia SCHUumlLLER (eds) Tordesillas y sus consecuen-cias pp 128-131
18 Pablo TORNERO TINAJERO laquoComerciantes hacendadosraquo p 135
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franco-espantildeol en el Caribe19 Sin embargo un nuevo acontecimiento amenazoacute con variar el statu quo internacional en el Atlaacutentico y Europa el estallido de la revolucioacuten francesa de 1789 que desembocariacutea en guerra externa e interna en 1792 La Convencioacuten declaroacute la guerra a Prusia y Austria y en marzo de 1793 Espantildea se unioacute a la coalicioacuten europea
Carlos IV y su gobierno revalorizaron altamente las posibilidades de la posi-cioacuten estrateacutegica de Cuba a la entrada del Caribe en la regioacuten americana donde los conflictos internacionales adquiriacutean gran intensidad por lo que continuaron apostando por el fortalecimiento de la isla que asistioacute a un crecimiento demograacute-fico no soacutelo por la llegada de mayores contingentes de esclavos
Oficiales monaacuterquicos franceses se exiliaron para no servir en el ejeacutercito re-volucionario algunos de los cuales se trasladaron a Cuba estableciendo planta-ciones de azuacutecar alrededor de La Habana Estos militares sirvieron ademaacutes para remediar la insuficiencia de oficiales peninsulares al mando de las milicias con el fin de asegurar el mantenimiento del orden interno A ellos se unieron los emigrados del Santo Domingo franceacutes plantadores en su mayoriacutea que huyeron de la revolucioacuten que habiacutea estallado refugiaacutendose en los territorios vecinos espa-ntildeoles que sirvieron como bastioacuten contrarrevolucionario Efectivamente en la isla de Santo Domingo se habiacutea producido una revolucioacuten en 1791 en la zona domi-nada por Francia que amenazaba extenderse a todas las islas vecinas El temor a una revuelta de mulatos y esclavos que fuera imitada por la poblacioacuten cubana impuso la censura y la intervencioacuten militar hispano-britaacutenica en Haitiacute dos antildeos despueacutes La Paz de Basilea (22 de julio de 1795) entre Espantildea y la Convencioacuten supuso la renuncia francesa a sus pretensiones sobre la Luisiana a cambio de la zona norte de la isla de Santo Domingo que Madrid entregoacute desligaacutendose de un problema beacutelico y poliacutetico
Los criollos cubanos temieron que la implicacioacuten de los negros en un proceso de independencia desembocara en una situacioacuten exclusivamente beneficiosa para los esclavos Aquellos que sin embargo simpatizaron con tesis de ruptura con Espantildea advirtieron que la situacioacuten militar de Cuba no era la misma que en otros territorios El enviacuteo permanente de unidades desde Espantildea habiacutea propor-cionado un elevado nuacutemero de oficiales peninsulares en el ejeacutercito regular que controlaba la isla como en Manila o Lima Y muchos de esos oficiales se encon-traban casados con hijas de familias plantadoras que dominaban la isla20 Para vencer a esos militares seriacutea necesario armar a los esclavos negros idea que fue rechazada finalmente ante el desarrollo de la revolucioacuten haitiana donde hasta
19 Lo que demuestra en su estudio Adrian J PEARCE British Trade with Spanish America 1763-1808 Liverpool 2007
20 Hortense FAIVRE laquoLa estrategia del reformismo colonialraquo pp 213-215
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al menos 1804 continuaron las masacres entre blancos negros y mestizos con sucesivas intervenciones militares de las potencias europeas
Paralelamente el comercio britaacutenico continuoacute prosperando en la zona del Caribe aportando un 6 de su comercio exterior a pesar de los continuos cam-bios en las relaciones internacionales europeas21 Efectivamente el gobierno es-pantildeol volvioacute a apostar por la alianza con Francia frente a Gran Bretantildea entre 1796 y 1807 con la esperanza de defender mejor sus posiciones en el Nuevo Mundo aunque ello conllevara la guerra nuevamente con Londres Por otra parte du-rante esa eacutepoca comenzaron a vislumbrarse las amenazas provenientes de Estados Unidos con Thomas Jefferson en la presidencia con sus planes de ex-pansioacuten se desarrollaron momentos de amenaza de ataque sobre Cuba En 1809 se envioacute un emisario a La Habana que establecioacute algunos contactos con fines anexionistas22
V CAMBIOS Y PERMANENCIAS DIPLOMAacuteTICAS EN EL SIGLO XIX
V1 OBJETIVO CONSERVAR CUBA Y MANTENER EL STATU QUO
Con la invasioacuten napoleoacutenica de Espantildea comenzoacute el proceso beacutelico conocido como la Guerra de Independencia (1808-1814) y un cambio de alianzas diplomaacute-ticas ya que las juntas rebeldes a la autoridad francesa solicitaron la ayuda mili-tar y econoacutemica de Gran Bretantildea la cual fue ratificada por la Junta Central y la Regencia meses maacutes tarde Estos acontecimientos repercutieron en Ameacuterica iniciaacutendose un proceso de creacioacuten de Juntas que con el tiempo plantearon la separacioacuten de Espantildea Cuba no se sumoacute a ese proceso pues sus criollos no adop-taron entonces una posicioacuten separatista luchando por un camino reformista para alcanzar sus aspiraciones Por ello ni siquiera se formoacute una junta en La Habana
Con la restauracioacuten borboacutenica entre 1814 y 1820 Madrid reinicioacute una poliacuteti-ca diferenciada hacia Cuba manteniendo buenas relaciones con la eacutelite de plan-tadores Espantildea tuvo que enfrentarse militarmente a los movimientos insurgen-tes americanos hasta 1825 de tal manera que la importancia estrateacutegica y econoacutemica de Cuba se hizo auacuten maacutes patente Ademaacutes el Congreso de Viena y la reorganizacioacuten de Europa tras la aventura napoleoacutenica abrieron un periodo de paz en donde se produjo un crecimiento de la demanda de productos tropicales fortalecieacutendose el comercio con el Viejo Mundo y con Estados Unidos Fernando VII autorizoacute el demandado desestanco del tabaco y apoyo la abolicioacuten del traacutefico de
21 Asiacute lo prueba Adrian PEARCE British Trade with Spanish America pp 250 y ss 22 No fue la primera vez desde haciacutea diez antildeos Estados Unidos habiacutea empezado a apoderarse
de algunas zonas de soberaniacutea espantildeola como estudia Joseacute A ARMILLAS laquoLa peacuterdida de Natchez (30-III-1798) Primera consecuencia territorial de las presiones norteamericanas contra la integri-dad colonial espantildeolaraquo Aportes Revista de Historia contemporaacutenea 3 (1986) pp 35-35
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negros para mejorar las relaciones con Gran Bretantildea que en aquellos momentos enarboloacute la bandera contra la trata de esclavos
El temor a una sublevacioacuten de los esclavos ndashcomo habiacutea ocurrido en Haitiacutendash llevoacute a los reformistas criollos de estaacutes deacutecadas a contrarrestar el movimiento independentista lo que favorecioacute los planes de la Corona de mantener a toda costa la posesioacuten de Cuba a la entrada del Caribe y en la frontera inmediata del expansionismo norteamericano Hubo en Madrid a partir de 1826 unos antildeos de planes de reconquista de los virreinatos americanos que subrayaron la importan-cia de Cuba como base para cualquier operacioacuten naval pero ante la imposibili-dad militar econoacutemica y diplomaacutetica finalmente se abandonaron
La escasa capacidad financiera y diplomaacutetica para defender los uacuteltimos restos del imperio ultramarino hizo que Espantildea intentara a toda costa mantener el statu quo por parte de las potencias europeas frente a la creciente presioacuten de Estados Unidos de Ameacuterica que comenzoacute a expandirse por medio de la conquis-ta o de la compra de territorios Madrid ya habiacutea aceptado con resignacioacuten la venta de la Florida en 1819 ante la ocupacioacuten militar de la peniacutensula por los norteamericanos23
Durante el reinado de Isabel II (1833-1868) como sentildeala Germaacuten Rueda la poliacutetica exterior espantildeola estuvo maacutes pendiente de los problemas de Ultramar que de los europeos en los que tendioacute a una neutralidad con la esperanza de conseguir el apoyo de los principales estados a su poliacutetica intercontinental24 Para coordinar la mejora de la administracioacuten ultramarina y la resolucioacuten de sus pro-blemas internos fue creado el Ministerio de Ultramar en 1863 que en un princi-pio tuvo numerosos problemas por falta de dotacioacuten econoacutemica independencia y continuidad Pero quedoacute muy claro durante el etapa isabelina que el gran problema para la conservacioacuten de Cuba y Puerto Rico era la posicioacuten de los Estados Unidos Durante antildeos la situacioacuten fue salvada por el equilibrio Gran Bretantildea y Francia sostuvieron la presencia espantildeola para evitar la expansioacuten norteamericana donde hubo durante un tiempo un sentimiento de preferencia por el control espantildeol preferible ante la posibilidad de que la isla pasara a manos de los britaacutenicos
V2 EL CARIBE UNA ZONA DE TENSIOacuteN INTERNACIONAL EN LA EacutePOCA LIBERAL
A partir de 1840 en Cuba y el aacuterea circumcaribe se perfiloacute una zona de gran tensioacuten por la persistencia del colonialismo europeo junto a la de Estados-nacioacuten
23 Sobre las circunstancias de este hecho ver Juan Ramoacuten ANDREacuteS MARTIacuteN laquoEl frente di-plomaacutetico y militar espantildeol ante la conspiracioacuten bonapartista norteamericana de 1817 y 1818raquo Aportes Revista de Historia contemporaacutenea 88 (2015) pp 5-27
24 Germaacuten RUEDA laquoEl desastre del 98 y la actitud norteamericanaraquo Anales de Historia con-temporaacutenea 14 (1998) pp 78-79
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en formacioacuten la lucha britaacutenica contra la trata de negros y el anexionismo de potenciales territorios esclavistas promovidos por intereses surentildeos de Estados Unidos Sobre Cuba pesaron varias ofertas de compra al gobierno espantildeol ame-nazas filibusteras ndashexpediciones privadas organizadas ilegalmente para expulsar a Espantildeandash el anexionismo declarado de algunos presidentes estadounidenses y el oficialmente desautorizado Manifiesto de Ostende de 1854 por el que tres diplomaacuteticos de los Estados Unidos declararon que su paiacutes teniacutea derecho a apo-derarse por la fuerza de la isla si Madrid se negaba a venderla25
Para situarnos en estos hechos debe tenerse en cuenta que ni la poblacioacuten cubana ni la espantildeola podiacutean consumir todo el azuacutecar producido por los ingenios cubanos y una parte de esta produccioacuten fue destinada al mercado mundial en una medida creciente al mercado de los Estados Unidos que al contrario sumi-nistraban a la colonia espantildeola la maquinaria maacutes moderna del momento como maacutequinas de vapor y material ferroviario que resultaban indispensables para el desarrollo de la economiacutea islentildea Desde finales del siglo XVIII entre la perla del Caribe y los Estados Unidos se fueron formando lazos muy estrechos a pesar del esfuerzo del gobierno de Madrid por detener tal evolucioacuten Hubo poliacuteticos em-presarios y poliacuteticos surentildeos que intentaron influir en la opinioacuten puacuteblica para plantear la anexioacuten ndashde una u otra formandash de las Antillas espantildeolas
En 1843 Madrid ndashante el aumento de las ambiciones norteamericanasndash envioacute a la isla a Leopoldo OacuteDonnell como capitaacuten general Su predecesor habiacutea sido Jeroacutenimo Valdeacutes militar diligente y capaz cuyo informe final sobre sus antildeos de gobierno fue un instrumento muy uacutetil A modo de testamento poliacutetico escribioacute instrucciones prevenciones e informaciones de suma utilidad en una isla donde las diferencias entre criollos y braceros no soacutelo eran econoacutemicas sino tambieacuten eacutetnicas Advirtioacute que la sociedad cubana era amiga de diversiones y fiestas pero tambieacuten se encontraba llena de conspiraciones independentistas favorecidas de una u otra manera por los representantes consulares de Gran Bretantildea y Estados Unidos Por ello OacuteDonnell intento evitar la entrada en primer lugar de litera-tura independentista controlando la prensa e igualmente procuroacute depurar la oficialidad militar de posibles revolucionarios enviando a Espantildea a los militares maacutes sospechosos
Pocos diacuteas antes de la llegada del nuevo capitaacuten general comenzoacute una gran revuelta de gente de color en Matanzas sublevaacutendose al grito de laquoiexclMuerte fuego y libertadraquo incendiaacutendose varios ingenios Pronto fueron enviadas fuerzas de ca-balleriacutea que lograron dispersar a los alzados controlar la zona y arrestar a numero-sos prisioneros La represioacuten en la isla en estos casos era dura pues se intentaba evitar asiacute la repeticioacuten de los hechos por lo que OacuteDonnell no faltoacute a la costumbre
25 Sylvia L HILTON laquoAmeacuterica en el sistema internacional 1783-1895raquo en Juan Carlos PEREIRA (coord) Historia de las relaciones internacionales contemporaacuteneas Barcelona 2001 pp 97-98
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No obstante pronto se percatoacute de que ese sistema represivo estaba equivocado pues su resultado maacutes claro y constante era suministrar maacutertires a la causa revolu-cionaria De esa manera el capitaacuten general procuroacute buscar alivio a los difiacuteciles problemas sociales planteados en la isla con una mejor organizacioacuten del trabajo y con una maacutes adecuada proporcioacuten entre las dos etnias blanca y negra que pobla-ban Cuba Bajo su mandato la autoridad espantildeola procuroacute favorecer los matrimo-nios entre los braceros de color impulsando la labor de cristianizacioacuten de los mi-sioneros establecioacute premios para los agricultores que sobresalieran en el cultivo de sus tierras un bando recomendoacute a los duentildeos de los ingenios que trataran con justicia y mejora a sus trabajadores y se intentoacute alejar de los nuacutecleos urbanos a los laquobrazos de colorraquo para que mejorara la produccioacuten agraria
Thurnbull coacutensul britaacutenico en La Habana fue acusado de excitar las aspira-ciones a la libertad de la gran masa de trabajadores de la isla libres y esclavos animaacutendoles a buscar la ansiada liberacioacuten en la independencia de la isla a se-mejanza de lo ocurrido en Haitiacute Sus aspiraciones abolicionistas en el fondo buscaban el resquebrajamiento de la autoridad espantildeola en Cuba y la expulsioacuten de su presencia que con el paso del tiempo debiacutea ser sustituida por la de Gran Bretantildea La tensioacuten aumentoacute y OacuteDonnell incluso ordenoacute el secuestro de aquellas ediciones de prensa peninsular donde se solicitaban reformas en el gobierno de las Antillas por el temor de que su lectura antildeadiera aacutenimos a los revolucionarios Al frente de los abolicionistas y emancipadores se alzoacute la figura del general vene-zolano Narciso Loacutepez el cual ndashtras ser apercibido para que cesaran sus provoca-cionesndash fue condenado a prisioacuten por lo que huyoacute al sur de los Estados Unidos donde continuoacute con sus planes independentistas
En Nueva Orleaacutens se concentroacute el nuacutecleo principal de revolucionarios el cual organizoacute un conjunto de ramificaciones en la isla de Santo Domingo y la de Jamaica por lo que el capitaacuten general de Cuba se encargoacute de enviar agentes de informacioacuten Gracias a ellos OacuteDonnell supo que habiacutea cubanos que trabajaban para el gobierno britaacutenico con el objeto de que algunos barcos que el Reino Unido manteniacutea en el Caribe ndashpara impedir el traacutefico de esclavosndash se apoderaran de Cuba bajo la acusacioacuten de violar los tratados contra ese comercio inhumano El oacutergano de prensa maacutes importante de la faccioacuten cubana antiespantildeola era el diario La Patria que se editaba en Nueva Orleaacutens bajo la direccioacuten de Gaspar Bethencourt y Cisneros al que la autoridad espantildeola habiacutea expulsado de las Antillas En todo caso y pese a las amenazas externas Madrid logroacute evitar diplo-maacuteticamente la intervencioacuten britaacutenica y de esa manera la estadounidense pues Washington habiacutea resuelto no tomar posesioacuten de Cuba siempre que no cayera en manos de Gran Bretantildea26
26 Antonio Manuel MORAL RONCAL OacuteDonnell En busca del centro poliacutetico Madrid en prensa para 2017
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Los acontecimientos de Matanzas tuvieron otra consecuencia pues el Gobierno espantildeol adoptoacute maacutes medidas para el cumplimiento de leyes contra la trata A pesar de que al mismo tiempo trataba de buscar la proteccioacuten de los in-tereses econoacutemicos ligados al comercio colonial una parte de los plantadores decidioacute buscar apoyo para sus intereses fuera de Espantildea y Cuba De esa manera comenzoacute un periodo en que una parte de los productos criollos de azuacutecar de cantildea buscaron la proteccioacuten del status quo en la isla fuera del marco colonial espantildeol Entonces la uacutenica garantiacutea de mantenimiento del sistema esclavista la ofreciacutea el Sur de los Estados Unidos cuyos poliacuteticos pareciacutean que iban a controlar la poliacute-tica exterior e interior No en vano habiacutean logrado la separacioacuten de Texas del territorio mexicano tras una guerra que repercutioacute en el pensamiento anexionis-ta de algunos cubanos que pensaron en apoyarse en la posible colaboracioacuten con grupos expansionistas norteamericanos
En la segunda mitad de los antildeos 40 la propaganda anexionista se divulgoacute tanto desde La Habana como desde Nueva York Sin embargo no hubo unidad entre los anexionistas pues hasta el secretario de Estado Buchanan temioacute duran-te un largo tiempo la posibilidad de que Gran Bretantildea y Francia entraran en guerra con Estados Unidos si eacutestos se atreviacutean a apoderarse de la perla del Caribe Por ello apostoacute por la vieja poliacutetica de la compra de territorios encargoacute al emba-jador Saunders que ofreciera al gobierno de Madrid cien millones de doacutelares por prescindir de Cuba pero una negativa tajante concluyoacute las negociaciones en poco tiempo
La poliacutetica exterior se mezcloacute con la interior en beneficio de Espantildea pues a la ofensiva diplomaacutetica de los surentildeos y esclavistas se enfrentoacute la iniciativa inte-rior de los abolicionistas especialmente en el Norte a la que se sumaron aquellos poliacuteticos que habiacutean criticado la guerra con Meacutexico para conquistar nuevos terri-torios Estos ciacuterculos divulgaron por la prensa la idea de que para reforzar las relaciones econoacutemicas con Cuba no era imprescindible su anexioacuten ya que el comercio norteamericano manteniacutea unas condiciones privilegiadas Estas opinio-nes llegaron a oiacutedos de los anexionistas cubanos que comenzaron a dudar sobre el mantenimiento de la esclavitud si triunfaba la unioacuten con el gigante norteame-ricano
Ello no debilitoacute la amenaza filibustera de Narciso Loacutepez que ndashcon dinero de algunos surentildeos y cubanosndash intentoacute una expedicioacuten armada desde el Sur esta-dounidense para invadir Cuba y proclamar la independencia en mayo de 1850 Al ser un secreto a voces el embajador espantildeol en Washington protestoacute ante Clayton secretario de Estado que tuvo que abrir una investigacioacuten El proyecto fracasoacute pero Loacutepez lo volvioacute a intentar aunque agentes espantildeoles lograron pene-trar en su ciacuterculo lo que permitioacute al embajador espantildeol presentar el plan de los conspiradores ante el secretario de Estado La conclusioacuten de las investigaciones que se derivaron de este hecho fue por una parte la actitud cada vez menos
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anexionista de los ciacuterculos oficiales de Washington y por otra la comprobacioacuten de la existencia de suficientes personas en su administracioacuten dispuestas a apoyar a los anexionistas por viacuteas no legales
Otras dos aventuras conquistadoras ndashla de Aguumlero y otra del general Loacutepezndash fracasaron en 1851 mientras el presidente Fillmore temeroso de un aumento de las tensiones internas Norte-Sur por la cuestioacuten de Cuba criticaba la preparacioacuten de estas y otras invasiones posibles calificaacutendolas en su declaracioacuten de 25 de abril de laquoaventuras rateriacutea y robosraquo Tres antildeos maacutes tarde sin embargo la apa-rente pacificacioacuten interior en Estados Unidos potencioacute nuevamente la carta de la compra de la isla operacioacuten que nuevamente volvioacute a fracasar ante la negativa de Madrid Por contra las autoridades permitieron en 1853 la emigracioacuten legal de poblacioacuten blanca hacia Cuba y Puerto Rico27
En el otontildeo del siguiente antildeo los embajadores norteamericanos en Gran Bretantildea Francia y Espantildea se reunieron en Ostende y Aache De esta conferencia surgioacute el documento llamado Manifiesto de Ostende el 18 de octubre de 1854 por la cual se afirmaban en la conviccioacuten de que los Estados Unidos no solamen-te teniacutean el derecho sino hasta el deber de ganar Cuba para la Unioacuten Declararon que se debiacutean ofrecer 120 millones de doacutelares a Madrid por su compra ya que las fuerzas espantildeolas seriacutean incapaces de hacer frente a una sublevacioacuten de escla-vos lo que provocariacutea la intervencioacuten militar de otras potencias y el estallido de una conflagracioacuten a ambas orillas del Atlaacutentico Estas formulaciones eran una amenaza directa y causaron indignacioacuten no soacutelo en Madrid sino en ciudades norteamericanas cuya opinioacuten puacuteblica interpretoacute el Manifiesto de Ostende como una declaracioacuten militante de los intereses esclavistas del Sur La criacutetica al docu-mento fue tan fuerte que el embajador estadounidense en Espantildea abandonoacute su puesto a finales de antildeo
A partir de 1860 el apoyo de los liacutederes poliacuteticos del Sur al proyecto anexio-nista y las expediciones filibusteras comenzoacute a decaer ante el temor del estallido de una guerra civil que se adivinaba en el horizonte Si bien continuaron algunos surentildeos respaldando la idea no se tratoacute maacutes que de un apoyo verbal para bene-ficio del gobierno espantildeol La Guerra Civil norteamericana (1861-1865) rematoacute esta situacioacuten pues los poliacuteticos de ambos bandos buscaron los medios para ganarse a Madrid Pariacutes y Londres rechazando en este contexto beacutelico todas la referencias a la anexioacuten de Cuba El Sur fue derrotado y el Norte no tuvo ninguacuten intereacutes en Cuba en el periodo de reconstruccioacuten y su papel en la poliacutetica exterior de los Estados nuevamente unidos fue miacutenima durante mucho tiempo28 Las tentaciones expansionistas de los presidentes Andrew Jonhson (1865-1869) y
27 Juan Manuel SANTANA PEacuteREZ laquoRelaciones entre Canarias y Puerto Rico desde el siglo XVIII
hasta mediados del siglo XIXraquo Anuario Americanista Europeo 4-5 (2006-2007) p 234 28 Joseacute OPATRNY laquoCuba a mediados del siglo XIX en las relaciones internacionalesraquo usdff
cuniczq=systemfilesopatrnyacutepdf pp 102-115
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Ulysses Grant (1869-1877) se enfrentaron a la oposicioacuten del Senado y la modera-cioacuten del secretario de Estado Hamilton Fish en sus deseos de adquisicioacuten de base navales o anexioacuten de Santo Domingo y Puerto Rico29
V3 EL PESO DETERMINANTE DE CUBA EN LA POLIacuteTICA EXTERIOR DE LA UNIOacuteN LIBERAL
A partir de 1858 con la llegada al poder de la Unioacuten Liberal de Leopoldo OacuteDonnell se abrioacute una nueva etapa en la poliacutetica exterior espantildeola abiertamen-te maacutes intervencionista en Ameacuterica Aacutefrica y Asia30 Uno de los objetivos de la misma fue defender la unioacuten de Cuba y Puerto Rico con Espantildea pues OacuteDonnell ndashantiguo gobernador de la Gran Antillandash siempre evitoacute pasar a la Historia como el estadista espantildeol que fue despojado de las uacuteltimas colonias Era muy conscien-te de que entre 1860 y 1861 Cuba aportaba los mayores ingresos hasta ese momento en impuestos al Estado Por eso debe revisarse el toacutepico de que no hubo una poliacutetica atenta a los sucesos de las Antillas sino que eacutesta estuvo deter-minada por los medios a los que podiacutea alcanzar Espantildea en aquellos antildeos
Dentro de estos paraacutemetros debe entenderse la intervencioacuten en el lejano su-reste asiaacutetico Francia habiacutea invitado al Gobierno espantildeol a una accioacuten conjunta sobre Annam en la Conchinchina donde se habiacutea producido una serie de asesi-natos de misioneros de ambas naciones Pariacutes consideroacute necesario exigir repara-ciones y garantiacuteas de futuro al tiempo que a nadie se le ocultaba su intereacutes eco-noacutemico y estrateacutegico por ese territorio donde ambicionaba asentar una base territorial para una futura expansioacuten Para Espantildea la participacioacuten en la expedi-cioacuten tuvo como fin afirmar su soberaniacutea sobre las islas Filipinas las cuales habiacutean comenzado a despertar el intereacutes de otras potencias coloniales Igualmente tambieacuten podriacutea fomentarse las relaciones comerciales con Vietnam con la vista puesta en el mercado de mano de obra annamita ante las crecientes demandas de braceros de las plantaciones cubanas El conflicto entre los tres paiacuteses finalizoacute con el tratado de Saigoacuten (5 de junio de 1862) y las ventajas comerciales espantildeolas se reforzaron mediante el Real Decreto de 28 de junio de 1864 que permitiacutea la introduccioacuten de colonos annamitas en la isla de Cuba31
Para comprender el caraacutecter exitoso que tuvo el final del asunto annamita hay que tener en cuenta que la experiencia del presidente del Consejo de Ministros como capitaacuten general de Cuba En 1844 en un informe a sus superio-
29 Sylvia L HILTON laquoAmeacuterica en el sistema internacionalraquo p 101 30 Centra el anaacutelisis de la poliacutetica exterior unionista el estudio de Juan Antonio INAJEROS
MUNtildeOZ Intervenciones coloniales y nacionalismo espantildeol La poliacutetica exterior de la Unioacuten Liberal y sus viacutenculos con la Francia de Napoleoacuten III (1856-1868) Madrid 2010 asimismo Mateo MARTIacuteNEZ laquoSobre la paz y la guerra en la etapa de la Unioacuten Liberal (1858-1863)raquo Investigaciones histoacutericas Eacutepoca moderna y contemporaacutenea 20 (2000) pp 139-148
31 Luis E TOGORES Extremo Oriente en la poliacutetica exterior de Espantildea 1830-1885 Madrid Prensa y ediciones iberoamericanas 1997
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res Leopoldo OacuteDonnell habiacutea advertido del peligro que se cerniacutea sobre la rique-za principal de la isla la cantildea de azuacutecar pues no se encontraban coacutemodamente braceros fuertes para su explotacioacuten Desde la prohibicioacuten de la trata de esclavos La Habana habiacutea fomentado la presencia de colonos blancos que se negaban a trabajar en esas duras labores agrarias prefiriendo el comercio y la administra-cioacuten Por ello OacuteDonnell propuso a Madrid que se cerrara la inmigracioacuten de eu-ropeos a Cuba y por el contrario se fomentase por todos los medios posibles la llegada de trabajadores de color Como los tratados de 1817 y 1835 ademaacutes de la ley penal de 1845 impediacutean el traacutefico inhumano de esclavos debiacutean buscarse los medios para lograr braceros para los ingenios cubanos Antildeos maacutes tarde el gobierno unionista tratoacute por una parte de concienciar a los terratenientes de la necesidad de mejorar la condicioacuten de sus trabajadores negros trocados en fuen-te insustituible de riqueza y prosperidad por otra abogoacute por impulsar el traslado de trabajadores asiaacuteticos a la Perla del Caribe
Igualmente junto a Francia ndashpero conjuntamente con Gran Bretantildeandash Espantildea intervendriacutea en los asuntos mexicanos donde las relaciones diplomaacuteticas se habiacutean ido deteriorando debido principalmente a la morosidad de la nacioacuten ame-ricana en abonar la deuda contraiacutea con las tres potencias europeas El conflicto secesionista en Estados Unidos facilitoacute la intervencioacuten europea los conservado-res mexicanos se mostraron favorables y para numerosos parlamentarios de la Unioacuten Liberal un Meacutexico fuerte e independiente era la mejor garantiacutea para la conservacioacuten de Cuba vista con ojos de deseo por los surentildeos norteamericanos En octubre de 1861 fue firmado en Londres un convenio entre las tres potencias europeas para coordinar una accioacuten conjunta en Meacutexico Se concediacutea a Espantildea el compromiso moral de socorrer a su antiguo virreinato con la intencioacuten de reafir-mar su primaciacutea en Hispanoameacuterica Para Madrid la expedicioacuten serviriacutea para demostrar a los Estados Unidos la capacidad espantildeola para defender la Gran Antilla y para promover la emigracioacuten de mano de obra yucateca a Cuba En la conferencia de Orizaba de 9 de abril de 1862 se rompioacute la alianza las tropas es-pantildeolas y britaacutenicas regresaron despueacutes de ajustar con Juaacuterez un acuerdo sobre la devolucioacuten de bienes y deudas pues no estuvieron de acuerdo con los planes de Francia tendentes a crear un Imperio mexicano bajo su tutela Pese al revue-lo poliacutetico que esa decisioacuten provocoacute en Espantildea OacuteDonnell quedoacute satisfecho pues se habiacutea logrado mantener el prestigio militar proteger las posesiones en el Caribe y evitar la sensacioacuten de excesiva subordinacioacuten ante Francia delante de la oposicioacuten parlamentaria32
32 Una aproximacioacuten al debate de la poliacutetica exterior unionista en la prensa es realizado por Pilar GARCIacuteA PINACHO laquoLa prensa espantildeola ante la cuestioacuten mexicana (1861-1867)raquo Aportes Revista de Historia contemporaacutenea 79 (2012) pp 113-145
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Las mismas intenciones deben tenerse en cuenta para comprender la anexioacuten de Santo Domingo a Espantildea Su presidente Santana ante la inestabilidad poliacuteti-ca constante y las presiones de invasioacuten por parte de Haitiacute y Estados Unidos consideroacute expliacutecitamente el proyecto de reincorporar Santo Domingo a la sobe-raniacutea espantildeola Las negociaciones se sucedieron en La Habana y Madrid pero antes de terminar las gestiones el presidente dominicano proclamoacute la unioacuten el 18 de marzo de 1861 sin oposicioacuten de ninguna gran potencia El gobierno espa-ntildeol sancionoacute el hecho por Real Decreto ndashtras meditarlo 45 diacuteasndash y el optimismo crecioacute pero cuando los espantildeoles enviados a la isla para reformar la administra-cioacuten emprendieron su labor percibieron el descontento de numerosos dominica-nos que llevoacute a una guerra civil en 1863 De nada sirvioacute la amnistiacutea poliacutetica concedida por lo que se impuso el abandono o la conquista militar opcioacuten que derivariacutea en ruinosas consecuencias econoacutemicas Tras un largo debate en las Cortes madrilentildeas se impuso la primera opcioacuten sancionaacutendose en mayo de 1865 la derogacioacuten de la anexioacuten33
La oposicioacuten criticoacute el gasto en hombres y dinero de la incorporacioacuten y con-centroacute sus criacuteticas contra el gobierno de la Unioacuten Liberal pero nuevamente debe considerarse que este asunto fue una demostracioacuten de fuerza de Espantildea ante quienes deseaban separarla de Cuba por medio de una intervencioacuten extran-jera o una rebelioacuten interna Como el mismo presidente afirmoacute en el Senado la incorporacioacuten de Santo Domingo no habiacutea sido el suentildeo de un partido sino de toda la nacioacuten como habiacutea demostrado el entusiasmo inicial de la prensa Nuevamente la poliacutetica exterior habiacutea sido condicionada por Cuba por ello ha-biacutea sido interesante la anexioacuten de Santo Domingo para acabar con un foco de apoyo a los independentistas cubanos y demostrar la capacidad de gestioacuten de Espantildea en las Antillas
VI ENTRE EL AISLAMIENTO DIPLOMAacuteTICO Y LA EXPANSIOacuteN NORTEAMERICANA
A finales de la deacutecada de los antildeos 60 las capas maacutes radicales e independen-tistas de la sociedad cubana apostaron por abrir un conflicto abierto con Espantildea Su objetivo ya no era la unioacuten con unos Estados Unidos que habiacutean abolido la esclavitud sino la independencia A pesar de ello este lapso de tiempo no supu-so una interrupcioacuten del comercio con el paiacutes vecino pues la dependencia econoacutemica de Cuba respecto al mercado norteamericano crecioacute y la destruccioacuten de la economiacutea de la zona oriental de la isla durante la Guerra de los Diez Antildeos (1868-1878) hizo ver a los independentistas cubanos la necesidad de las armas
Esta etapa ha sido profusamente estudiada por Cristoacutebal ROBLES MUNtildeOZ Paz en Santo Domingo 1854-1865 El fracaso de su anexioacuten a Espantildea Madrid 1987
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yankees La paz de Zanjoacuten (10 de febrero de 1878) puso fin al conflicto separa-tista mediante promesas de reformas y trato de igualdad con las provincias pe-ninsulares de Espantildea El incumplimiento de estas ofertas produjo la llamada Guerra Chiquita (1879-1880) en donde el movimiento independentista fue derro-tado nuevamente pero sobrevivioacute una importante red de prensa en la Estados Unidos que mantuvo viva su llama34
A partir de entonces Espantildea intentoacute buscar un sosiego poliacutetico en el exterior para no perder maacutes posiciones en la escena internacional pues su dominio sobre Cuba habiacutea dependido extraordinariamente de las complicaciones internas de los Estados Unidos y la falta de un acuerdo entre Francia y Gran Bretantildea al respecto Madrid a partir de 1880 optoacute por una poliacutetica internacional que tendioacute a conser-var su escaso disperso y complicado imperio ultramarino sin apenas acrecentar-lo sin intencioacuten de influir en las grandes decisiones mundiales sin adquirir compromisos internacionales que pusieran a Espantildea en riesgos beacutelicos Se abriacutea una eacutepoca de recogimiento a diferencia de las potencias europeas que construiacutean sus imperios coloniales en Aacutefrica y Asia y de unos Estados Unidos abiertos a la expansioacuten territorial35 Por ello maacutes que el Ministerio de Ultramar fue la inicia-tiva privada la que en 1885 impulsoacute el nacimiento de la Unioacuten Iberoamericana entidad creada para mejorar las relaciones con diferentes Estados del centro y sur de Ameacuterica con la intencioacuten de evitar entre otros objetivos que fomentaran la independencia de las Antillas espantildeola36
Pronto las ambiciones norteamericanas volvieron a amenazar Cuba Segismundo Moret en una memoria escrita en 1888 defendioacute un cambio en la poliacutetica exterior Estimoacute que soacutelo la incorporacioacuten de Espantildea al sistema de alian-zas europeas podiacutea salvar los intereses nacionales en Ameacuterica Asia y el norte de Marruecos Rechazando el recogimiento canovista anterior el gobierno liberal aproboacute la adhesioacuten espantildeola a la Triple Alianza ndashAlemania Italia y Austria-Hungriacuteandash en 1887 de forma secreta y no conocida hasta 1904 La viacutea utilizada fue la ofrecida a traveacutes de una firma de un convenio Madrid-Roma con el visto bueno de Berliacuten Pero el modelo de laquopactoraquo individual era vago y no se obteniacutea en realidad ninguna garantiacutea de que otras potencias acudieran en ayuda de Espantildea en caso de guerra37 Por eso Caacutenovas ndashal volver al poder en 1895ndash consi-
34 Fernando SERRANO SUAacuteREZ laquoNotas para un estudio de la prensa revolucionaria cubana en el exilio 1878-1887raquo Aportes Revista de Historia contemporaacutenea 7 (1988) pp 28-43
35 Julio SALOM laquoLa poliacutetica exterior y ultramarina de Caacutenovasraquo en Actas del Congreso Caacutenovas y su eacutepoca Madrid 1999 pp 1087-1137
36 Aacutelvaro DURAacuteNTEZ PRADOS laquoEspantildea en su dimensioacuten ibeacuterica e iberoamericana Hispanoamericanismo y panlusitanismo Una aproximacioacuten histoacuterica a sus oriacutegenes y desarrollos paralelosraquo Aportes Revista de Historia contemporaacutenea 85 (2014) p 161
37 Germaacuten RUEDA laquoEl desastre del 98raquo pp 83-84 Asimismo Demetrio RAMOS laquoiquestFue posible evitar el 98raquo Aportes Revista de Historia contemporaacutenea 38 (1998) pp 3-10
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deroacute el acuerdo innecesario ante el escaso apoyo que Espantildea recibiacutea de sus alia-dos en sus problemas coloniales
Estados Unidos una vez recuperada su economiacutea y limados ndashhasta donde se pudiera llegarndash los rescoldos de la Guerra Civil volvioacute a interesarse por Iberoameacuterica En la deacutecada de los antildeos 70 habiacutea aumentado su intereacutes por el Oceacuteano Paciacutefico sobre todo con la compra de Alaska (1867) a los rusos y la ocupacioacuten de las islas Midway En 1872 y 1878 Washington negocioacute el uso de una estacioacuten carbonera en Pago Pago llegando en 1889 a acordar con Gran Bretantildea y Alemania un protecto-rado tripartito sobre las islas Samoa Pero su intereacutes exterior prioritario continuoacute girando hacia el continente americano donde mantuvo una actitud vigilante cada vez maacutes hegemoacutenica e intervencionista La poliacutetica de Washington reflejoacute en este sentido su inquietud por el aumento de las acciones financieras europeas en Iberoameacuterica en auge a partir de 1880 y por la creciente amenaza del uso de la fuerza para reclamar el pago de preacutestamos y beneficios a la inversioacuten James J Blaine secretario de Estado intentoacute impulsar la idea del Panamericanismo como herramienta para promover la influencia y los intereses comerciales estadouniden-ses dentro del hemisferio americano En 1889 se celebroacute en este sentido y con apoyo oficial la I Conferencia Panamericana en Washignton38
El crecimiento del comercio y las inversiones norteamericanas en el Caribe continuaron aumentando de tal manera que en 1891 se firmoacute un nuevo conve-nio comercial llamado Caacutenovas-Foster y se rebajoacute los impuestos aduaneros de algunos productos cubanos en Estados Unidos mediante el arancel Wilson apli-cado dos antildeos maacutes tarde Gracias a ello aumentaron las exportaciones de entre otros productos el cafeacute39
En beneficio de la posicioacuten espantildeola acudioacute la poliacutetica exterior ambivalente y contradictoria del presidente Grover Cleveland (1893-1897) pues si bien no dudo en intervenir en Venezuela y en las disputas argentino-brasilentildeas en 1895 man-tuvo posturas anti-imperialistas Cleveland fue muy elogiado por las pequentildeas minoriacuteas democraacuteticas defensoras de una corriente ideoloacutegica internacional formada por pensamientos humanitarios anticoloniales y antirracistas criacuteticos con la poliacutetica de fuerza de las grandes potencias40 De esta manera cuando se reinicioacute la segunda guerra de independencia cubana con el grito de Baire en 1895 Cleveland mantuvo formalmente neutral a Estados Unidos Al antildeo siguiente se ofrecioacute de intermediario para intentar una autonomiacutea que satisficiera a los insur-gentes cubanos y al Gobierno de Madrid Pero eacuteste rehusoacute el arbitraje en un contexto de vuelta al recogimiento y huida de los compromisos exteriores
38 Sylvia L HILTON laquoAmeacuterica en el sistema internacionalraquo pp 99-100 39 Alejandro GARCIacuteA AacuteLVAREZ laquoLos primeros tiempos de Cuba en la ruta antillana del cafeacuteraquo
Revista de Indias 263 (2015) p 140 40 Su trayectoria poliacutetica centra la biografiacutea de Alyn BRODSKY Grover Cleveland A studio in
character Hardcover 2000
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Para mayores complicaciones para las armas espantildeolas en agosto de 1896 estalloacute una sublevacioacuten en las islas Filipinas que fue sofocada unos meses maacutes tarde En diciembre de ese mismo antildeo Cleveland en un mensaje ofrecioacute una alternativa a la autonomiacutea cubana la compra de la isla o la entrada de Estados Unidos en la guerra Espantildea aislada internacionalmente no teniacutea posibilidad de frenar esa ofensiva con el argumento de una intervencioacuten de Francia o Gran Bretantildea a su favor ni siquiera Alemania El nuevo presidente McKinley el pre-dominio de los poliacuteticos intervencionistas y la campantildea de prensa favorable a la guerra prepararon el clima beacutelico que no logroacute detener ni el asesinato de Caacutenovas del Castillo ni la oferta del nuevo gobierno del Partido Liberal ofreciendo una autonomiacutea importante para Cuba y Puerto Rico41 Ya era tarde para frenar a los independentistas cubanos entusiasmados ante las promesas de ayuda militar de Estados Unidos El 15 de febrero de 1898 estallaba el acorazado Maine en la ba-hiacutea de La Habana en una clara maniobra de provocacioacuten de los norteamericanos Al mes siguiente Washington ofreciacutea la uacuteltima oferta de compra de la isla recha-zada por Madrid al que se acusaba de hundir el barco
El Congreso y el Senado norteamericanos autorizaron la utilizacioacuten de la ar-mada y el ejeacutercito si Espantildea no abandonaba Cuba de inmediato La declaracioacuten de guerra se produjo el 25 de abril de 1898 y en julio siguiente las defensas na-vales espantildeolas habiacutean sido derrotadas Espantildea firmoacute el protocolo de 12 de agos-to donde renunciaba a Cuba cediacutea Puerto Rico a los Estados Unidos poniacutea fin a las hostilidades y daba comienzo a las conversaciones de paz en Pariacutes en el oto-ntildeo Las tropas espantildeolas en Cuba ndash200000 hombresndash fueron repatriadas por el Gobierno no en barcos norteamericanos sino en naviacuteos de la compantildeiacutea de nave-gacioacuten Transatlaacutentica42 La paz se firmoacute el 10 de diciembre Espantildea renunciaba a su soberaniacutea sobre Cuba y entregaba Puerto Rico Filipinas y la isla de Guam en el archipieacutelago de las Marianas aunque percibiacutea una indemnizacioacuten de 20 millo-nes de doacutelares Tras unos antildeos de ocupacioacuten militar en 1902 se proclamaba oficialmente la independencia de Cuba pero la llamada enmienda Platt reservaba a Estados Unidos el derecho de intervencioacuten43
41 Sobre el papel de las grandes editoriales en la crisis beacutelica ver Juliaacuten COMPANYS La prensa amarilla norteamericana Madrid 1998 Aacutelvaro ARMEDO Fragmentos del 98 Prensa e informa-cioacuten en el antildeo del desastre Madrid 1998
42 Joseacute F GARRALDA ARIacuteZCUN laquo1898 Guerra y situacioacuten posbeacutelica de Cubaraquo Aportes Revista de Historia contemporaacutenea 38 (1998) pp 11-26
43 Germaacuten RUEDA laquoEl desastre del 98raquo pp 86-89 La crisis finisecular ha generado una ingente bibliografiacutea de la que destacamos con ocasioacuten de su centenario Luis NAVARRO Las guerras de Espantildea en Cuba Madrid 1998 Luis E TOGORES Espantildea entre dos siglos En torno al 98 Zaragoza 1998 Francisco J PORTELA El ejeacutercito y la armada en el 98 Madrid 1998 Carlos DARDEacute Imaacutegenes y ensayos del 98 Valencia 1998 Agustiacuten R RODRIacuteGUEZ La guerra del 98 Madrid 1998
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No debe olvidarse que el 98 espantildeol no fue un hecho aislado se insertoacute en una coyuntura internacional caracterizada por unos impulsos imperialistas en pleno ascenso por parte de las grandes potencias que ante la limitacioacuten del es-pacio colonial comenzaron a repartirse los territorios de otras potencias conside-radas maacutes deacutebiles Este proceso de laquoreparto del reparto colonialraquo contoacute con una base teoacuterica el darwinismo poliacutetico y una triple praacutectica diplomaacutetica el ultimaacute-tum el acuerdo de reparto y el tratado de garantiacutea Por ello no soacutelo Espantildea tuvo su crisis colonial pues tambieacuten la padecieron Francia (1898) Japoacuten (1895) Portugal (1890) y Gran Bretantildea e Italia (1896)44
44 Luis M ENCISO y Antonio MORALES (coords) Los 98 ibeacutericos y el mar Salamanca 1998
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3 CUBA REFORMISMO PODER Y CONFLICTO (1760-1868) 1
CONSUELO NARANJO OROVIO
Instituto de Historia-CSIC
I EL DESPERTAR ECONOacuteMICO Y CULTURAL
En el uacuteltimo tercio del siglo XVIII Cuba experimentoacute unos cambios fundamen-tales que marcaron el devenir de las deacutecadas siguientes En este periacuteodo asisti-mos a un crecimiento econoacutemico de la isla y a la reorganizacioacuten de las relaciones entre la metroacutepoli y las Antillas especialmente en los uacuteltimos antildeos del siglo XVIII
y primeros del XIX Estos hechos fueron consecuencia de diversos factores y co-yunturas tanto internos como externos En el orden interno hay dos escenarios de anaacutelisis diferentes la monarquiacutea espantildeola y la loacutegica local Si nos detenemos en la monarquiacutea espantildeola los dos elementos a tener en cuenta fueron por una parte el reformismo implementado por los Borbones para gobernar sus colonias por otra la necesidad que la Monarquiacutea teniacutea de defender sus posesiones frente a los ataques de la potencias enemigas especialmente en el Caribe convertido en el siglo XVIII en escenario de las luchas imperiales a nivel local el foco de estudio es la oligarquiacutea habanera la forma en que supo trasladar y negociar sus aspira-ciones con la metroacutepoli
Las Antillas que desde los primeros antildeos de la conquista fueron espacios de experimentacioacuten y ensayo lo volvieron a ser en la segunda mitad del siglo XVIII
cuando la monarquiacutea hispana trazoacute un plan para la reconfiguracioacuten del modelo colonial para el ensanchamiento de la base fiscal la explotacioacuten maacutes racional de los recursos americanos y la defensa de los territorios maacutes acorde con las nece-sidades del momento En 1776 Joseacute de Gaacutelvez entonces Secretario de Estado del
Trabajo realizado en el proyecto de investigacioacuten HAR2015-66152-R
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Despacho Universal de Indias aconsejaba disminuir los gastos y adoptar un nuevo sistema econoacutemico y fiscal que contribuyera a costear los grandes gastos militares de la Corona lo que dio lugar a un aumento de la presioacuten tributaria sobre las colonias La defensa de los territorios y el espacio geograacutefico tambieacuten recibieron la atencioacuten de los reformistas maacutexime en este periacuteodo cuando los ataques de las potencias enemigas se habiacutean intensificado y perjudicaban los intereses de la Monarquiacutea Entre 1760 y 1800 se procedioacute a la modernizacioacuten del Ejeacutercito y de la Armada y del sistema defensivo especialmente en el Caribe a la vez de establecerse un cuerpo defensivo permanente asistido por un cuerpo moacute-vil de la escuadra naval
En Cuba las deacutecadas previas al despegue azucarero son claves para entender coacutemo la conversioacuten de la isla en una economiacutea de plantacioacuten se produjo en un breve espacio de tiempo tras la caiacuteda de la colonia maacutes proacutespera que hasta 1791 era Saint-Domingue Una colonia francesa situada a escasos kiloacutemetros de Cuba y que a finales del siglo XVIII antes de producirse la rebelioacuten de esclavos era la principal exportadora de cafeacute y junto a Jamaica la mayor productora de azuacutecar En el siglo XVIII Cuba contaba con varios factores para poner en marcha su eco-nomiacutea tierra capital y un grupo social dispuesto a aprovechar la oportunidad que la historia brindaba Solo faltaba uno de los principales la fuerza de trabajo esclavo que habiacutea asegurado a las Antillas no hispanas el boom de la economiacutea azucarera Como veremos la liberalizacioacuten de las trabas comerciales y de la in-troduccioacuten de esclavos completaron el despegue de la economiacutea cubana
Los cambios de la economiacutea insular se suceden a lo largo del siglo XVIII cuando se transita de una economiacutea portuaria de servicios y produccioacuten generada alrededor del sistema de flotas localizada en torno a La Habana a una economiacutea que fue amplian-do su radio a otros espacios en la medida que el sistema de flotas perdioacute importancia y los habitantes buscaron en el comercio ilegal una salida a sus producciones Los principales cambios en la economiacutea fueron consecuencia de la modificacioacuten de la estructura agraria la llegada de inmigrantes fundamentalmente canarios la expan-sioacuten de las vegas de tabaco como resultado del arrendamiento de las tierras la ex-tensioacuten de la ganaderiacutea y de los terrenos para cultivar tras la tala de los bosques cuya madera alimentaba el astillero de La Habana y los ingenios y la importacioacuten de es-clavos e introduccioacuten de nuevos meacutetodos de explotacioacuten en los ingenios regentados por la Iglesia especialmente por los jesuitas1 Su expulsioacuten en 1762 y la desamorti-zacioacuten de sus bienes contribuyoacute al enriquecimiento de la Corona y a la consolidacioacuten
Gloria GARCIacuteA RODRIacuteGUEZ laquoEl mercado de fuerza de trabajo en Cuba el comercio escla-vista 1760-1789raquo en La Esclavitud en Cuba La Habana 1986 pp 124-148 Mercedes GARCIacuteA RODRIacuteGUEZ Misticismo y capitales La Habana 2000 y La aventura de fundar ingenios La Habana 2004 Alejandro DE LA FUENTE laquoSugar and Slavery in Cubaraquo en S B SCHWARTZ (edi-tor) Tropical Babylons Sugar and the Making of the Atlantic World 1450-1680 Chapel Hill and London 2004 pp 115-126
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de la oligarquiacutea Para administrar los bienes expropiados se nombroacute la Junta de Temporalidades que desde 1765 prestoacute a los hacendados 150000 pesos Ademaacutes del azuacutecar el tabaco tambieacuten contoacute con capital de la Iglesia y de los comerciantes para su cultivo produccioacuten y comercializacioacuten
Al igual que la Ameacuterica hispana continental las Antillas recibieron la visita de varios oficiales del Ejeacutercito marinos y exploradores ilustrados encargados de su prospeccioacuten Los informes enviados a lo largo del siglo XVIII apuntaban las medidas que Espantildea debiacutea poner en marcha para obtener los fines deseados La renovacioacuten del sistema defensivo el fomento de la agricultura y de la poblacioacuten era para los pensadores ilustrados la piedra angular del programa reformista un programa que debiacutea incluir ciertas medidas como la libertad de comercio la for-tificacioacuten de sus puertos y ciudades a lo largo de la costa el establecimiento de nuacutecleos urbanos y el fomento de la economiacutea de manera particular de la agricul-tura comercial2 En el caso de Cuba la urgencia de emprender los cambios sobre-vino cuando La Habana fue ocupada por los ingleses en agosto de 1762 Recuperada esta plaza en 1763 el gobierno fue consciente de que era preciso estudiar la situacioacuten de la isla y tomar medidas urgentes para repeler cualquier ataque y evitar que la principal ciudad volviera a ser tomada en caso de asalto por alguna de las potencias enemigas Con este fin Carlos III envioacute al mariscal de campo Alejandro OrsquoReilly en 1763 a Cuba donde llegoacute en junio de dicho antildeo desde alliacute se dirigioacute a Puerto Rico en julio de 1764 con la misma misioacuten Su vi-sita generoacute un minucioso informe que abarcaba el estado de las tropas y del sistema defensivo datos maacutes precisos sobre la geografiacutea los recursos naturales y la poblacioacuten y estado de la economiacutea
Tras recibir el informe lo primero que se acometioacute fue la remodelacioacuten del siste-ma defensivo procedieacutendose a levantar un cordoacuten defensivo alrededor de la muralla existente para cuyas obras se designaron a Agustiacuten Cramer y Silvestre Abarca Se construyeron la fortaleza de San Carlos de La Cabantildea (1763 y 1774) los castillos del Priacutencipe y Atareacutes desde los que se vigilaba la entrada a la bahiacutea los torreones de Cojiacutemar y de La Chorrera el fortiacuten de San Diego el torreoacuten de San Laacutezaro y otros fuertes menores y bateriacuteas con los que se fortaleciacutean algunos edificios defensivos con los que la isla contaba desde finales del siglo XVI Las obras convirtieron a La Habana en una de las plazas fuertes del Caribe de mayor importancia La remodelacioacuten del sistema defensivo tambieacuten se hizo en 1772 en Matanzas donde se levantoacute del castillo de San Severino y en Santiago donde reconstruyoacute el castillo del Morro
Las rivalidades imperiales y la presioacuten de las potencias enemigas sobre las po-sesiones espantildeolas tambieacuten desplegaron dentro de la poliacutetica reformista borboacuteni-
Miguel Aacutengel PUIG-SAMPER laquoLa exploracioacuten cientiacutefica de Cuba en el siglo XVIIIraquo Arbor nuacutems 547-548 (1991) pp 55-82 Consuelo NARANJO OROVIO laquoExpediciones y ciencia en el Caribe insular siglos XVIII y XIXraquo en F J PUERTO SARMIENTO (coordinador) Desde la memoria Historia medicina y ciencia en tiempo de los virreinatos Madrid 2012 pp 105-131
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ca proyectos de reconocimiento cartograacutefico En el caso del Caribe en 1765 se mandaron varias expediciones una primera bajo la direccioacuten del conde de Macuriges que exploroacute la costa norte de Cuba en 1790 la expedicioacuten hidrograacutefica de Ventura Barcaiacuteztegui en 1792 la mayor de todas conocida como la Expedicioacuten del Atlas de la Ameacuterica Septentrional comandada por Cosme de Churruca y Elorza que realizoacute un levantamiento cartograacutefico del Golfo de Meacutexico Florida Tierra Firme y Antillas y en 1796-1802 la Comisioacuten Real de Guantaacutenamo dirigida por Joaquiacuten Beltraacuten de Santa Cruz conde de Mopox y Jaruco en la que a diferencia de las anteriores la oligarquiacutea cubana tuvo una participacioacuten importante3
I1 EL INICIO DE LOS CAMBIOS
La puesta en marcha de algunas de las ideas planteadas por los asesores ilustra-dos de Carlos III contribuyeron a variar el panorama econoacutemico de las Antillas his-panas Se atendioacute a los informes remitidos por los enviados que aconsejaban aumen-tar la importacioacuten de esclavos africanos e incrementar la poblacioacuten llevando colonos que habitaran y trabajaran las ricas y numerosas tierras despobladas con que Cuba contaba Asiacute mismo el comercio recibioacute un gran impulso con las nuevas medidas de liberalizacioacuten comercial como fueron el inicio de la navegacioacuten de un buque correo mensual a partir de 1764 entre La Habana y La Coruntildea en detrimento del monopo-lio gaditano el permiso para comerciar con naciones amigas de manera excepcional y la exencioacuten de impuestos a las importaciones de la isla en la peniacutensula El gran cambio se produjo a partir de las disposiciones dictadas por Espantildea desde 1778 rela-tivas al comercio de mercanciacuteas y esclavos la tenencia y distribucioacuten de tierras la entrada de inmigrantes la introduccioacuten de capitales e instrumentos y la exoneracioacuten de impuestos para algunas de estas actividades En este sentido recueacuterdese el Reglamento de Libre Comercio de 1778 por el que se autorizoacute el comercio directo de puertos de las Antillas con Espantildea eliminoacute algunos gravaacutemenes que debiacutean pagar los productos americanos a su salida a la vez de reducir los gravaacutemenes que pagaban a la entrada en Espantildea la creacioacuten de la Intendencia de Hacienda en 1784 la concesioacuten de la ceacutedula de 1778 que reguloacute la entrada y establecimiento de inmigrantes extran-jeros catoacutelicos en las colonias y se permitioacute la introduccioacuten de capitales y de instru-mentos para la agricultura Ademaacutes en 1789 la autorizacioacuten para la compraventa de esclavos y la habilitacioacuten de algunos puertos para su introduccioacuten entre ellos el puerto de La Habana Por otra parte Espantildea impuso aranceles a las importaciones y exportaciones procedentes de las Antillas protegioacute el transporte nacional con dere-
3 Mordf Dolores GONZAacuteLEZ-RIPOLL laquoUna aproximacioacuten a la expedicioacuten laquosecretaraquo de Ventura Barcaiacuteztegui (17901793) y los reconocimientos de la parte oriental de Cubaraquo Asclepio (Monograacutefico Ciencia y Sociedad en Cuba) vol XLIII fasc 2 (1991) pp 165-180 y A las oacuterdenes de las estrellas La vida del marino Cosme de Churruca y sus expediciones a Ameacuterica Madrid 1995 Mordf Dolores HIGUERAS (coordinadora) Cuba Ilustrada La Real Comisioacuten de Guantaacutenamo 1796-1802 2 Ts Madrid-Barcelona Lunwerg Ed 1991
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chos diferenciales de bandera y fijoacute aranceles que protegiacutean las importaciones espa-ntildeolas a su entrada en Cuba y Puerto Rico
Las medidas adoptadas por Espantildea coincidieron con las peticiones planteadas por la oligarquiacutea habanera y en algunos casos fueron consecuencia directa del re-clamo de dicha oligarquiacutea Conscientes de la demanda internacional de los produc-tos tropicales los plantadores insulares utilizaron al apoderado del Ayuntamiento de La Habana Francisco de Arango y Parrentildeo (1765-1837) que se erigioacute como su representante en Espantildea para conseguir sus fines Sus gestiones en la corte madri-lentildea en 1788 desembocaron en la aprobacioacuten por la Junta Suprema de Estado del informe que presentoacute conocido como Primer Papel sobre el comercio de negros Era el inicio de una carrera como estadista y representante de los intereses habaneros en la que Arango y Parrentildeo logroacute extraordinarios resultados y beneficios para Cuba En dicho informe el Apoderado del cabildo habanero expuso las ambiciones de la oligarquiacutea y los puntos clave para lograr el fomento insular siendo una de las principales cuestiones la prohibicioacuten de importar esclavos y la necesidad de libera-lizar su comercio En el informe Arango puso de relieve de queacute manera la escasez de esclavos habiacutea limitado durante antildeos la produccioacuten del azuacutecar y constrentildeido la economiacutea insular Otra de las demandas que Arango plasmoacute en el informe fue la rebaja o desaparicioacuten de los aranceles que gravaban el comercio con puertos espa-ntildeoles y con Estados Unidos Parte de sus peticiones fueron escuchadas y recogidas en la Real Ceacutedula de 28 de febrero de 1789 por la que se autorizaba el comercio libre y directo con Aacutefrica para comprar esclavos a espantildeoles y extranjeros durante un periacuteodo de dos antildeos que fue ampliaacutendose sucesivamente quedando restringido este derecho a los puertos de La Habana y Santiago de Cuba La libertad de comer-cio y del traacutefico de esclavos fue el inicio del cambio econoacutemico de las Antillas es-pantildeolas cuyas oligarquiacuteas vinculadas a la produccioacuten y comercializacioacuten de produc-tos tropicales ndashtabaco azuacutecar cafeacute algodoacuten o antildeilndash consiguieron liberar uno de los elementos que entorpeciacutea el crecimiento especialmente de la industria azucarera cuyo desarrollo dependiacutea directamente del trabajo esclavo
Las nuevas medidas consolidaron los cambios que se veniacutean produciendo desde la segunda mitad del siglo XVIII con el desarrollo de las explotaciones co-merciales y la entrada de esclavos africanos que en treinta antildeos desde 1762 a finales de siglo casi igualaron el nuacutemero de los introducidos desde 1492 (60000 esclavos) En estas deacutecadas se asiste a un incremento espectacular del comercio de esclavos ascendiendo el nuacutemero de africanos introducidos a unos 50000 asiacute como de la produccioacuten azucarera que pasoacute a triplicarse Con una produccioacuten algo mayor de 15000 toneladas Cuba pasoacute a ocupar el tercer lugar como productora de azuacutecar del Caribe4 La liberalizacioacuten del comercio de esclavos en 1789 guarda una relacioacuten directa con el crecimiento que la isla habiacutea obtenido con la introduc-
4 Oscar ZANETTI Historia miacutenima de Cuba Meacutexico D F 2013 p 63
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cioacuten de africanos durante los meses de la ocupacioacuten inglesa El nuevo modelo econoacutemico que se implantoacute aceleroacute la transformacioacuten de la estructura agraria tradicional especialmente si nos referimos a la expansioacuten del azuacutecar en detri-mento de las vegas de tabaco que fue ampliando la frontera agraria al interior y este un proceso que se mantuvo a lo largo del tiempo hasta las primeras deacutecadas del siglo XX al que contribuyeron distintas medidas para la distribucioacuten de los realengos y haciendas comuneras
La estructura demograacutefica tambieacuten sufrioacute modificaciones importantes a lo largo de las deacutecadas que estamos analizando especialmente en los uacuteltimos antildeos de siglo tras la liberalizacioacuten de la trata El aumento de la entrada de esclavos africanos impu-so una estructura y caracteriacutesticas diferentes en la poblacioacuten insular tanto en la composicioacuten de los grupos en los que los censos clasificaban a la poblacioacuten -blancos y poblacioacuten de color libres de color y esclavos- como en las tasas y ritmos de creci-miento El cuadro 1 refleja las variaciones de la estructura demograacutefica del periacuteodo consecuencia directa de la entrada de inmigrantes y fundamentalmente de esclavos africanos El periacuteodo 1775-1827 la poblacioacuten se cuadruplicoacute En esta etapa 1817 es el antildeo que registra el mayor aumento de la poblacioacuten (+103) siendo la tasa de cre-cimiento la maacutes alta (285) Uno de los principales datos a tener en consideracioacuten es que a partir de 1792 y hasta 1861 la poblacioacuten de color fue superior a la blanca el otro dato interesante es el volumen de la poblacioacuten esclava en 1841 que por primera vez superoacute al de grupo de blancos El conocimiento de estas cifras alimentoacute el miedo de la poblacioacuten ante cualquier conato o rumor de sublevacioacuten en alguna dotacioacuten de ingenios y reforzoacute la violencia con la que se reprimieron como fue la Conspiracioacuten de la Escalera de 1844 De este aspecto nos ocuparemos en las paacuteginas siguientes
CUADRO 1
Poblacioacuten de Cuba 1774-1841
1774-1775 1778 1792 1817 1827 1841
Total habitantes 171620 179484 273979 5530331 704487 1007624
Blancos () 562 488 434 442 415
Libres de color () 18 204 206 151 152
Esclavos () 258 308 36 407 433
Poblacioacuten de color () 438 512 566 558 585
Fuente Los censos de poblacioacuten y vivienda en Cuba 2 ts La Habana 1988
1 Para este antildeo los datos publicados parten de la informacioacuten de Ramoacuten de la SAGRA Historia econoacutemi-co-poliacutetica y estadiacutestica de la Isla de Cuba o sea de sus verdaderos progresos en la poblacioacuten la agricultura el comercio y las rentas La Habana 1831 En los 553033 habitantes estaban incluidos los transeuacutentes y los ne-gros bozales El Balance general del censo de la poblacioacuten de la isla de Cuba del antildeo 1817 con el verificado en el 1827 arroja la cifra de 551998
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El cuanto a las tasas de crecimiento el Cuadro 2 refleja la correlacioacuten que existe entre la tasa de crecimiento y la entrada de esclavos Este grupo hasta entrada la deacutecada de 1840 tuvo las mayores tasas de crecimiento A partir de los antildeos cuarenta el proceso se invirtioacute como consecuencia de la reduccioacuten de las entradas de africanos tras la firma Espantildea de la ley inglesa que prohibiacutea la trata (ley penal del traacutefico negrero de 1845) que provocoacute el incremento del precio de los esclavos ya la reduccioacuten de su comercio En estos antildeos la poblacioacuten blanca fue la que obtuvo mayores tasas de crecimiento5
CUADRO 2
Crecimiento de la poblacioacuten cubana 1792-1846
Antildeo Total Tasas
de crecimiento Blancos Libres de color Esclavos
1792 273979 263 183 336 365
1817 553033 285 237 289 346
1827 704487 245 263 -68 372
1846 898752 129 167 179 06
Fuente Los censos de poblacioacuten y vivienda en Cuba 1988
A partir de la deacutecada de 1840 aunque la poblacioacuten de la isla continuoacute aumen-tando lo hizo a un ritmo menor Las nuevas condiciones del mercado negrero influyeron en la poliacutetica de colonizacioacuten blanca a la que se destinaron maacutes recur-sos para la traiacuteda de colonos Del mismo modo los hacendados buscaron nuevos mercados en los que abastecerse con mano de obra barata continua y abundan-te que supliera al trabajador africano El mercado laboral insular se abrioacute a otros trabajadores a partir de 1847 cuando comenzoacute el traacutefico de chinos laquoculiacuteesraquo con el fin de que cumplieran tareas similares a las ejercidas por los africanos Junto a ellos llegaron yucatecos en mucho menor nuacutemero que fueron vendidos duran-te la guerra de castas de Yucataacuten en 1848
Los factores externos que confluyeron y propiciaron el cambio que Cuba vivioacute en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVIII fueron los acontecimientos internacionales como las guerras de independencia de Estados Unidos 1776-1783 la Revolucioacuten de Saint-Domingue de 1791 y la crisis del impero espantildeol tras 1808 Estos he-chos concedieron a las dos Antillas hispanas Cuba y Puerto Rico un nuevo destino y papel en el imperio espantildeol En pocos antildeos Cuba y Puerto Rico estaban llamados a ser los uacutenicos territorios del Ultramar espantildeol fue a partir de enton-
5 El precio de cada esclavo subioacute de 340 a 664 pesos entre 1840 y 1861 Laird BERGAD Fe IGLESIAS GARCIacuteA y Mordf Carmen BARCIA The Cuban Slave Market 1790-1880 Cambridge 1995
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ces cuando estas colonias se convirtieron en puntos estrateacutegicos para la metroacute-poli de donde extrajo grandes beneficios Las guerras de independencia de Estados Unidos y la Revolucioacuten de Saint-Domingue abrieron nuevos mercados para los productos cubanos En concreto fue la rebelioacuten protagonizada por escla-vos la que brindoacute una oportunidad mayor a las Antillas hispanas de incorporarse a los circuitos comerciales internacionales A traveacutes del azuacutecar fundamentalmen-te Cuba inicioacute una economiacutea comercial especializada con una fuerza y tamantildeo hasta el momento desconocido6 Aunque en la isla se produciacutea azuacutecar en las deacute-cadas anteriores especialmente tras 1760 como consecuencia de la llegada de nuevos capitales y la ejecucioacuten de las medidas liberalizadoras en materia comer-cial y de entrada de mano de obra esclava ya apuntadas la Revolucioacuten de Saint-Domingue marcoacute un antes y un despueacutes y fue el origen de la economiacutea de plantacioacuten y de la importacioacuten masiva de esclavos africanos siguiendo las pautas marcadas desde el siglo XVII por Inglaterra Holanda y Francia en sus posesiones antillanas conocidas como Sugar Islands La revolucioacuten de los esclavos en la colonia francesa de manera indirecta situoacute a Cuba y a Puerto Rico en los circuitos internacionales y produjo que ambas Antillas adquirieran una importancia ma-yor dentro del imperio espantildeol lo cual a corto plazo tambieacuten conllevoacute una refor-mulacioacuten de las relaciones entre las colonias y la metroacutepoli
Pocos antildeos despueacutes de la revolucioacuten de esclavos de 1791 y del nacimiento de Haitiacute como estado soberano construido y dirigido por antiguos esclavos en 1804 otro hecho de enorme trascendencia a nivel internacional provocoacute que la relacioacuten y dependencia entre las Antillas y la metroacutepoli variara y se incrementara La peacuterdida de la Ameacuterica hispana continental convirtioacute a estas islas en enclaves estrateacutegicos del imperio espantildeol tanto desde un punto de vista econoacutemico como poliacutetico Para ambas islas estos acontecimientos supusieron el despertar de una oligarquiacutea que tomaba conciencia de las capacidades y ventajas que teniacutea y que en consecuencia supo aprovecharlas para negociar con la metroacutepoli algunas con-cesiones comerciales y la creacioacuten de varias instituciones econoacutemicas sociales y culturales Una eacutelite que supo laquoimponerse sobre las autoridades coloniales y de-cidir los asuntos de su incumbencia desplegando sus dos armas maacutes eficaces un inagotable poderiacuteo econoacutemico y una acreditada astuciaraquo7 Es asombrosa la rapi-dez con que Francisco de Arango y Parrentildeo se percatoacute de los beneficios que tendriacutea Cuba si lograba reemplazar a Saint-Domingue como proveedora de azuacutecar
6 Heinrich FRIEDLAENDER Historia econoacutemica de Cuba 2 vols La Habana 1978 Consuelo NARANJO y Antonio SANTAMARIacuteA laquoLas uacuteltimas colonias Puerto Rico y Cubaraquo en B LAVALLEacute C NARANJO y A SANTAMARIacuteA La Ameacuterica espantildeola II (1763-1898) Economiacutea Madrid 2002 pp 139-394
7 Joseacute Antonio PIQUERAS laquoLa vida poliacutetica entre 1780 y 1878raquo en C NARANJO OROVIO (directora) Historia de Cuba vol 1 de Historia de las Antillas 5 vols Aranjuez (Madrid) 2009 pp 273-302
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en el mercado internacional Su sagacidad le convirtioacute desde entonces y durante muchos antildeos en el velador de los intereses y representante de la elite cubana al ser como indica Mordf Dolores Gonzaacutelez-Ripoll miembro de la oligarquiacutea y admi-nistrador del estado un laquohiacutebrido eficaz imprescindible para momentos de tran-sicioacuten y cambio exento de convulsionesraquo8 A los pocos meses de producirse la Revolucioacuten en Saint-Domingue en 1791 Arango y Parrentildeo no vaciloacute en escribir al Rey un informe laquoRepresentacioacuten con motivo de la sublevacioacuten de esclavos en los dominios franceses de la isla de Santo Domingo 1791raquo9 en el que con firme conviccioacuten y conocedor de los acontecimientos indicaba las ventajas que se ob-tendriacutean si se aprovechaba el momento ya que era la laquoocasioacuten y los medios de dar a nuestra agricultura de las Islas ventaja y preponderancia sobre la de los franceses [seraacute] menester andar mucho y aprovechar por entero el tiempo de inaccioacuten del vecinoraquo El Apoderado del Ayuntamiento habanero disipaba los te-mores que de que en Cuba se repitiesen los acontecimientos de Saint-Domingue sentildealando al menos tres aspectos que diferenciaban a la isla de las otras colonias azucareras el mejor trato que recibiacutean los esclavos en las posesiones espantildeolas la fidelidad de los habitantes de Cuba y la certeza de que los duentildeos de ingenios no se dejariacutean embaucar con ideas revolucionarias
A los pocos meses en enero de 1792 Arango habiacutea terminado la obra que se convirtioacute en un texto de referencia de economiacutea poliacutetica en la obra fundacional de la economiacutea de plantacioacuten cubana el Discurso sobre la agricultura de la Habana y medios de fomentarla10 En esta obra Arango ofreciacutea un panorama muy completo de la economiacutea insular las potencialidades de la isla y los medios ne-cesarios para implementarlas en un momento clave y se situaba desde la metroacute-poli donde residiacutea por entonces refirieacutendose a Cuba como laquonuestras posesiones ultramarinasraquo11 Esta estrategia de mediador portavoz de los hacendados pero
8 Mordf Dolores GONZAacuteLEZ-RIPOLL laquoViacutenculos y redes de poder entre Madrid y La Habana Francisco Arango y Parrentildeo (1765-1837) ideoacutelogo y mediadorraquo en Revista de Indias nuacutem 222 (2001) pp 291-305
9 Francisco de ARANGO y PARRENtildeO Obras del Excmo Sr D Francisco de Arango y Parrentildeo 2 ts La Habana Publicaciones de la Direccioacuten de Cultura del Ministerio de Educacioacuten 1952 t I pp 109-113
10 Francisco de ARANGO y PARRENtildeO Obras del Excmo Sr D Francisco de Arango y Parrentildeo 2 ts La Habana Publicaciones de la Direccioacuten de Cultura del Ministerio de Educacioacuten 1952 t I pp 114-203
11 Entre los estudios que han analizado el pensamiento de Arango y Parrentildeo se encuentran Mordf Dolores GONZAacuteLEZ-RIPOLL laquoDesde Cuba antes y despueacutes de Haitiacute pragmatismo y dilacioacuten en el pensamiento de Francisco Arango sobre la esclavitudraquo en Mordf D GONZAacuteLEZ-RIPOLL C NARANJO OROVIO A FERRER G GARCIacuteA y J OPATNRY El rumor de Haitiacute en Cuba Temor raza y rebeldiacutea 1789-1844 Madrid 2004 pp 9-81 Joseacute Antonio PIQUERAS laquoLa siempre fiel isla de Cuba o la lealtad interesadaraquo en Historia Mexicana vol LVIII nuacutem 1 (julio-septiembre 2008) pp 427-486 asiacute como los textos integrados en el libro colectivo editado por Mordf Dolores GONZAacuteLEZ-RIPOLL e Izaskun AacuteLVAREZ CUARTERO (editoras) Francisco de Arango y la invencioacuten de la Cuba azucarera Salamanca 2009 Antonio SANTAMARIacuteA y Sigfrido VAacuteZQUEZ CIENFUEGOS laquoEl Discurso de Arango
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desde dentro del sistema poliacutetico asumiendo su naturaleza de espantildeol le convir-tioacute en el personaje clave y decisivo durante muchos antildeos en la negociacioacuten con la metroacutepoli obteniendo ventajas y favores y ofreciendo a cambio apoyo lealtad y por supuesto tambieacuten beneficios El Discurso era como apuntoacute en su diacutea Manuel Moreno Fraginals laquouna leccioacuten de economiacutea seca franca sin maacutes pre-ocupaciones eacuteticas que el dinero ni maacutes objetivos que la produccioacuten de azuacutecar a bajo costoraquo12
Hombre ilustrado con fe ciega en el progreso Arango planteoacute la creacioacuten de instituciones que integrasen a los individuos representantes de los principales sectores como eran el comercio y la agricultura De nuevo sus peticiones fueron escuchadas autorizaacutendose la formacioacuten de las Sociedades Patrioacuteticas la Real Sociedad Econoacutemica de Amigos del Paiacutes de Santiago en 1787 y la Sociedad Econoacutemica de la Habana en 1792 y del Real Consulado de Agricultura y Comercio de la Habana en 179413 A traveacutes de dichas instituciones la oligarquiacutea se fue definiendo como grupo y fue tomando consistencia en los antildeos venideros en los que su poder econoacutemico entre otros factores facilitoacute su acceso al poder Estas corporaciones se unieron a las instituciones acadeacutemicas existentes en Cuba como el Real Colegio y Seminario San Carlos y San Ambrosio inaugurado en 1774 y la Universidad de la Habana creada en 1728
Las nuevas instituciones ilustradas contaron con oacuterganos de expresioacuten a tra-veacutes de los cuales difundieron sus proyectos a un puacuteblico maacutes amplio y abrieron a la sociedad al exterior Un ejemplo es la creacioacuten en 1790 del Papel Perioacutedico de la Havana en el que participaron los miembros de la elite criolla ilustrada vinculada al negocio del azuacutecar Este perioacutedico ademaacutes de recoger algunos de los debates del Real Consulado y la Sociedad Econoacutemica dio noticias sobre la actua-lidad internacional y de Cuba el comercio de esclavos la literatura y los avances cientiacuteficos e innovaciones tecnoloacutegicas cuya aplicacioacuten a la agricultura era ya una preocupacioacuten de los hacendados azucareros14 Un ejemplo de este pensamiento
en su contexto histoacuterico un proyecto econoacutemico para Cuba o la redefinicioacuten de su equilibrio de poderes y relacioacuten colonial desde una laquopraxisraquo competitiva 1790-1820raquo en J B AMORES (editor) Los tiempos de Espada Vitoria y La Habana en la era de las revoluciones atlaacutenticas Leioa 2014 pp 253-294
12 Manuel MORENO FRAGINALS El Ingenio El complejo econoacutemico social cubano del azuacute-car 3 ts La Habana 1978 t I p 73 En la deacutecada de 1830 Arango y Parrentildeo seguiacutea gozando de las prerrogativas del gobierno metropolitano y a los cargos de superintendente director general de la renta de tabacos oidor honorario de la Audiencia de Meacutexico diputado a Cortes en 1813 minis-tro del Consejo de Indias en 1816 encargado de la Intendencia del Ejeacutercito y la Superintendencia subdelegada de la Real Hacienda en 1824 se sumoacute el nombramiento de proacutecer del Reino en 1834
13 Izaskun AacuteLVAREZ CUARTERO Memorias de la Ilustracioacuten las Sociedades Econoacutemicas de Amigos del Paiacutes en Cuba (1783-1832) Madrid 1999 Carlos Rafael FLEITAS SALAZAR La Real Sociedad Econoacutemica de los Amigos del Paiacutes en Santiago de Cuba Santiago de Cuba 2014
14 Larry Russel JENSEN Children of Colonial despotism Press politics and culture in Cuba 1790-1840 Tampa 1998 Miguel Aacutengel PUIG-SAMPER MULERO y Consuelo NARANJO OROVIO
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praacutectico son Juan Manuel OrsquoFarrill y Nicolaacutes Calvo de la Puerta quienes en 1793 defendieron el beneficio que se obtendriacutea del conocimiento botaacutenico si se aplica-ba a la agricultura asiacute como creacioacuten de escuelas de agricultura y la introduccioacuten de nuevos cultivos15 A la sombra del impulso que adquirioacute la agricultura se de-sarrollaron algunas caacutetedras vinculadas directamente con los temas agriacutecolas como la Caacutetedra para la ensentildeanza de la Botaacutenica asiacute como otras instituciones cientiacuteficas que fueron inauguraacutendose a lo largo del siglo XIX el Real Jardiacuten Botaacutenico de La Habana en 1817 la Caacutetedra de Anatomiacutea Praacutectica y de Fisiologiacutea de 1819 el Museo Anatoacutemico de 1823 entre otras16
Las nuevas sociedades la Sociedad Econoacutemica de Amigos del Paiacutes y el Real Consulado de Agricultura y Comercio fueron espacios de discusioacuten y representa-cioacuten de la intelectualidad y de la elite criolla impulsaacutendose desde ellas la crea-cioacuten de caacutetedras como la Caacutetedra de Economiacutea Poliacutetica que comenzoacute a funcionar en La Habana en 1816 Las Memorias de la Sociedad Patrioacutetica de la Habana re-cogen las sesiones que albergoacute esta institucioacuten En ambos espacios se debatieron temas relacionados con la educacioacuten las costumbres la ciencia y la economiacutea y se discutieron los proyectos para el fomento de la isla desde la introduccioacuten de maquinaria y la aplicacioacuten de nuevos conocimientos cientiacuteficos y teacutecnicos a la agricultura hasta la introduccioacuten de esclavos y los planes de colonizacioacuten e in-migracioacuten blanca Si el trabajo esclavo era uno los factores de produccioacuten impres-cindible para que la produccioacuten de azuacutecar reportara grandes beneficios a todos los implicados en el negocio hacendados y comerciantes la introduccioacuten de poblacioacuten blanca fue otro de los temas claves directamente relacionados con la llegada de esclavos africanos especialmente tras la Revolucioacuten de Saint-Domingue Este hecho marcoacute en gran medida los discursos a favor o en contra de la esclavitud que integraron un intenso y continuo debate a lo largo del si-glo XIX hasta su abolicioacuten en 1886 Maacutes allaacute de consideraciones econoacutemicas esta poleacutemica contuvo matices y aspectos sociales y culturales Desde el principio los hacendados y los comerciantes fueron conscientes de que la importacioacuten de es-clavos implicaba riesgos de seguridad y que incluso podriacutea ser la causa del final de la presencia de Espantildea sin embargo apostaron por su comercio y por incre-mentarlo Navegando entre el miedo y las ganancias algunos miembros de la elite insular recurrieron a la importacioacuten de colonos blancos como forma de au-
laquoLa ciencia y la teacutecnica ilustrada en el Papel Perioacutedico de la Habana (1790-1805)raquo en Estudios de Historia Social Monograacutefico laquoPeriodismo e Ilustracioacuten en Espantildearaquo nuacutems 52-53 (1990) pp 385-391 Mordf Dolores GONZAacuteLEZ-RIPOLL laquoOcio lecturas y escritura en la ilustracioacuten cubanaraquo Revista de Indias nuacutem 219 (2000) pp 331-343
15 Nicolaacutes CALVO laquoDiscurso de Nicolaacutes Calvo promoviendo el establecimiento de una escue-la de Quiacutemica y Botaacutenicaraquo Memorias de la Sociedad Patrioacutetica de La Habana (1793) T I p 155
16 Miguel Aacutengel PUIG-SAMPER y Mercedes VALERO GONZAacuteLEZ Historia del Jardiacuten Botaacutenico de la Habana Aranjuez (Madrid) 2000
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mentar la poblacioacuten blanca y de esta manera atenuar y contrarrestar la presencia africana En 1803 Francisco Arango y Parrentildeo al mismo tiempo que apostaba por la plantacioacuten esclavista apuntaba las medidas que debiacutean tomarse para que Cuba no se convirtiera en otra Haitiacute Tras revisar el nuacutemero de habitantes y la proporcioacuten inferior de blancos respecto a la poblacioacuten negra y observar la des-poblacioacuten de muchas zonas especialmente lugares costeros cercanos a las costas de Saint-Domingue propuso un plan para el poblamiento de dichos territorios como Baracoa Holguiacuten y Santiago El proyecto de Arango era similar a otros ya presentados desde los uacuteltimos antildeos del siglo XVIII y a los que se presentaron du-rante el siglo XIX En muchos de ellos el recuerdo haitiano es el teloacuten de fondo17
Relacionado con el terror a Haitiacute y el miedo al negro el temor a la africaniza-cioacuten de Cuba tanto eacutetnica como cultural fue otro los aspectos maacutes interesantes que gravitoacute en el siglo XIX y que se trasladoacute a los primeros antildeos del siglo XX Uno de los medios de frenarla fue la poliacutetica de colonizacioacuten e inmigracioacuten uno de cuyos fines era el blanqueamiento de la sociedad Los proyectos de colonizacioacuten fueron tramitados a traveacutes de la Sociedad Econoacutemica que contoacute con secciones especiales integradas por comerciantes plantadores e intelectuales como la Comisioacuten de Poblacioacuten Blanca constituida en 1812 que pasoacute a llamarse Junta de Poblacioacuten Blanca en 1818 A partir de 1842 la poliacutetica de colonizacioacuten blanca fue asumida por la nueva Real Junta de Fomento para lo que contoacute la Comisioacuten Permanente de Poblacioacuten Blanca18 Maacutes allaacute de los proyectos y de la contribucioacuten que la inmigracioacuten blanca tuvo en el crecimiento del grupo de poblacioacuten blanca sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX un aspecto interesante es la actitud que la elite y el gobierno mantuvieron frente a la entrada de esclavos africanos Su decisioacuten de incrementar la llegada de africanos estuvo rodeada de poleacutemica y de terror miedo a las posibles rebeliones de esclavos y de la pobla-cioacuten negra en general a la subversioacuten del orden y a la africanizacioacuten un senti-miento que se tradujo y fue conocido como el laquomiedo al negroraquo Pero a la hora de la verdad pesoacute maacutes el pragmatismo y los beneficios que ocasionaban la im-portacioacuten y el trabajo esclavo que el miedo Auacuten asiacute el miedo siguioacute planeando por la isla como un fantasma agazapado que era utilizado por las elites y las au-toridades a su conveniencia como un elemento de contencioacuten y sometimiento de la poblacioacuten en general y del mantenimiento del poder colonial
Ademaacutes de la gran habilidad de la oligarquiacutea insular al saber pactar con Espantildea que comprendioacute los beneficios que produciriacutea la concesioacuten de algunas de
17 Consuelo NARANJO OROVIO laquoCara y cruz de una poliacutetica colonial azuacutecar y poblacioacuten en Cubaraquo en A SANTAMARIacuteA y C NARANJO OROVIO (coordinadores) Maacutes allaacute del azuacutecar poliacutetica diversificacioacuten y praacutecticas econoacutemicas en Cuba 1878-1930 Aranjuez 2009 pp 21-57
18 Consuelo NARANJO y Antonio SANTAMARIacuteA laquoLas uacuteltimas colonias Puerto Rico y Cubaraquo en B LAVALLEacute C NARANJO y A SANTAMARIacuteA La Ameacuterica espantildeola II (1763-1898) Economiacutea Madrid 2002 pp 139-394
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las demandas solicitadas este grupo gozoacute del apoyo de las autoridades coloniales que acogieron favorablemente los proyectos de fomento econoacutemico y cultural En esta eacutepoca fueron claves el capitaacuten general Joseacute Manuel de Ezpeleta (1785-1789) y el gobernador y capitaacuten general Luis de las Casas (1790-1796) quien por el momento que le tocoacute vivir fue otro de los grandes artiacutefices de la construccioacuten de la nueva Cuba19 Durante su mandato la influencia de la elite azucarera se hizo sentir en el gobierno bajo el cual el desarrollo econoacutemico se compaginoacute con el despertar cultural y el intereacutes por las ciencias Estaacute comunioacuten de intereses entre la elite insular y las autoridades continuoacute con los capitanes generales siguientes Salvador Muro y Salazar (1799-1812) marqueacutes de Someruelos Juan Ruiz de Apodaca (1812-1816) y Joseacute de Cienfuegos (1816-1819) Esta dinaacutemica se fracturoacute a partir de la deacutecada de 1820 tras las independencias hispanoamericanas y la concesioacuten de Fernando VII en 1825 de facultades ex-traordinarias a los capitanes generales de las posesiones ultramarinas
I2 ESCLAVITUD MIEDO Y CONVULSIOacuteN EL PACTO COLONIAL
En un escenario convulso por rebeliones de esclavos tumultos guerras revo-luciones independencias supresioacuten de la esclavitud en una colonia esclavista fractura del modelo colonial es interesante saber de queacute manera la poblacioacuten respondioacute coacutemo recibiacutean las noticias quien las transmitiacutea cuaacutel era el origen y coacutemo circulaban hasta llegar a ser lejanos rumores que impregnaron la atmoacutesfera con un miedo latente que tomaba cuerpo cuando se conociacutea la existencia de al-guna conspiracioacuten de la llamada laquogente de colorraquo El significado y los contenidos de la Revolucioacuten Haitiana hicieron de ella una revolucioacuten universal que se expan-dioacute fuera de los liacutemites de su territorio o del imperio franceacutes El fantasma recorrioacute toda Ameacuterica pero se asentoacute especialmente en aquellas zonas en las que la escla-vitud era el motor que regiacutea la economiacutea En un ambiente de incertidumbre marcado por invasiones rebeliones y conspiraciones es faacutecil comprender que el temor al esclavo se ampliara a toda la poblacioacuten negra tanto forzada como libre Para ello vamos a detenernos en algunos hechos puntuales que ayudan a profun-dizar en la existencia del miedo auacuten antes de que los esclavos se alzasen en armas en Saint-Domingue y a evaluar hasta queacute punto eacuteste fue manipulado
Partimos de la Real Ceacutedula dictada el 31 de mayo de 1789 por la que regula-ban aspectos muy variados de la esclavitud como los trabajos que correspondiacutean a los esclavos la educacioacuten y el trato que se les debiacutea proporcionar y el nombra-miento de protector de los esclavos al Procurador Siacutendico de los ayuntamientos americanos A pesar de que el coacutedigo negro manteniacutea intacta la institucioacuten escla-
19 Juan Bosco AMORES CARREDANO Cuba en la eacutepoca de Ezpeleta (1785- 1790) Pamplona 2000 Mordf Dolores GONZAacuteLEZ-RIPOLL Cuba la isla de los ensayos Cultura y sociedad (1790-1815) Madrid 1999
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vista los hacendados y duentildeos de minas de varios territorios americanos consi-deraron que su conocimiento y aplicacioacuten ocasionariacutea grandes perjuicios Asiacute lo manifestaron en Cuba Santo Domingo Caracas Quito Nueva Granada y Luisiana argumentando que los contenidos podriacutean incitar a los esclavos a suble-varse al saberse poseedores de determinados derechos asiacute como de una persona que velaba por ellos Desde Cuba en diciembre de 1789 Domingo Cabello gober-nador interino de la Habana junto a algunos hacendados escribieron a Antonio Porlier presidente del Consejo de Indias avisaacutendole de los males que su publi-cacioacuten causariacutea en la isla Propusieron que se nombrase una junta integrada por las autoridades de la isla el Capitaacuten General y el Obispo y por algunos de los hacendados maacutes importantes que se encargariacutea de redactar un reglamento apro-piado a las condiciones necesidades y laquousos y costumbres del paiacutesraquo La presioacuten ejercida logroacute que el nuevo coacutedigo no se publicara aplazando el momento hasta saber en queacute desembocaba la rebelioacuten de los esclavos de Saint-Domingue A esta medida cautelar se sumaron otras que poco a poco fueron engrosando una legis-lacioacuten que levantaba barreras entre dos grupos de poblacioacuten los blancos y los negros con el fin de prevenir posibles conspiraciones y rebeliones de esclavos Detraacutes se ocultaba el terror de la elite a que se repitiesen los sucesos de Haitiacute que fueron recreados manipulados y difundidos por todo el Mundo Atlaacutentico El temor a la entrada de las ideas revolucionarias y a la llegada de refugiados fran-ceses que huiacutean de Saint-Domingue con sus esclavos produjo un afaacuten de prote-gerse como en pocos momentos antes se habiacutea visto El contagio revolucionario teniacutea que evitarse por todos los medios La obsesioacuten no era soacutelo de las autorida-des los hacendados y hombres ilustrados tambieacuten la dejaron ver en sus escritos y proyectos en los que se haciacutea hincapieacute en la necesidad de defenderse frente a los enemigos a los que ahora se sumaban los ex esclavos haitianos y el poder de las ideas En uno de eacutestos en el informe que el conde de Mopox presentoacute a Manuel Godoy en 1797 alertaba del peligro que Cuba teniacutea por la proximidad a Saint-Domingue y Jamaica la admisioacuten de esclavos procedentes de la colonia francesa la presencia de espiacuteas ingleses y la existencia de cimarrones y palen-ques todo lo que en su opinioacuten laquopueden hacer en el aacutenimo de los negros de esta isla en nuacutemero superior a los blancos y los cuales estando alerta y en observacioacuten como no puede menos del fomento y de los progresos de aquellos insurgentes sus vecinos muchos maacutes instruidos y aleccionados por los negros franceseshellip podraacuten hacer brotar en ella alguacuten tipo de rebelioacuten que si llegase a tomar cuer-pohellipraquo se repetiriacutean laquotan traacutegicos suentildeos como aquellosraquo 20
Como ya apuntaba el conde de Mopox la huida de los esclavos albergaba otro de los miedos Los cimarrones se constituiriacutean en individuos fuera de la ley y el orden y su ejemplo podiacutea prender en otros esclavos Para castigarlo y prevenirlo
20 Archivo del Museo Naval (Madrid) Ms 1578 doc 12 fols 48-52 y Ms 559
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en 1796 se aproboacute el Reglamento de Cimarrones laquoNuevo Reglamento y Arancel que debe gobernar en la captura de los esclavos proacutefugos o cimarrones 20 de di-ciembre de 1796raquo al que siguieron otros reglamentos de 1814 y 1832 para sofocar el cimarronaje en la parte este de Cuba y el Reglamento de Esclavos de 1842
Los acontecimientos en la Ameacuterica continental y los focos de sublevacioacuten que ocurrieron en Cuba dieron la razoacuten a aquellos que aconsejaban pragmatismo y cautela a la hora de tomar decisiones especialmente en lo concerniente a la su-presioacuten de la trata y de la esclavitud Tras aprobarse la Constitucioacuten de 1812 se otorgoacute la libertad de imprenta y se formaron Ayuntamientos y en 1813 Diputaciones Provinciales instituciones que gozaron de una vida muy efiacutemera al ser suprimidas por Fernando VII tras su vuelta al trono en 1814 a la vez se lla-maba a enviar diputados a las Cortes de Caacutediz Desde Cuba y en las Cortes Francisco Arango y Parrentildeo (diputado en 1813) Andreacutes de Jaacuteuregui y Juan Bernardo OrsquoGavan (estos dos uacuteltimos diputados por La Habana y Santiago res-pectivamente en 1812) fueron los encargados de defender la trata y la esclavitud frente a la propuesta de abolicioacuten de los diputados Agustiacuten de Arguumlelles y Joseacute Miguel Guridi Como representantes de la elite insular ambos apoyaron sus ar-gumentos en la situacioacuten que podriacutea ocasionar en Cuba la abolicioacuten de la esclavi-tud dibujando un escenario de ruina muy similar al que vivioacute la vecina Saint-Domingue tras la revolucioacuten y victoria de los esclavos La presioacuten de la elite se trasladoacute a las Cortes a traveacutes de Arango y el capitaacuten general marqueacutes de Someruelos en 1811 En los escritos que ambos remitieron el crecimiento eco-noacutemico que la isla habiacutea experimentado a consecuencia tanto de la liberalizacioacuten del comercio de esclavos y la llegada masiva de estos trabajadores como del laquomiedo al negroraquo aparecen como los hilos conductores del discurso En el Memorial de Arango tras exponer los beneficios que la esclavitud estaba repor-tando planteaba un panorama de incertidumbre para Cuba y en especial para su metroacutepoli al indicar que el fin de la esclavitud supondriacutea la absorcioacuten por Estados Unidos un panorama similar era descrito por el capitaacuten general para quien la abolicioacuten conduciriacutea al caos econoacutemico y social semejante al ocurrido en Saint-Domingue El marqueacutes de Someruelos aprovechaba para indicar en su es-crito las ganancias que la esclavitud habiacutea reportado a la isla y a Espantildea asiacute como la lealtad que los cubanos habiacutean demostrado en tiempos de guerra Antildeos maacutes tarde Juan Bernardo OrsquoGavan justificaba ante las Cortes la esclavitud recurriendo de nuevo a la lealtad de Cuba y a los beneficios que el trabajo esclavo habiacutea ge-nerado tanto en la isla como en la metroacutepoli21
Juan Bernardo OrsquoGAVAN Observaciones sobre la suerte de los negros del Aacutefrica conside-rados en su propia patria y trasladados a las Antillas espantildeolas y reclamacioacuten contra el tratado firmado con los ingleses en el antildeo de 1817 Madrid 1821
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Como ya comentamos la fidelidad de Cuba durante las guerras de independen-cia le sirvioacute a la elite azucarera para consolidar su poder y el modelo econoacutemico Los intentos de rebelioacuten fueron sofocados El primero conocido ocurrioacute en La Habana 1810 bajo la direccioacuten Romaacuten de la Luz Saacutenchez Silveira hacendado haba-nero A eacutel se unieron un capitaacuten de milicias Luis Francisco Basabe algunos miem-bros del batalloacuten de Pardos y Morenos y el abogado Joaquiacuten Infante todos maso-nes miembros de familias adineradas La conspiracioacuten secundada por algunos trabajadores de varios barrios de la capital fue raacutepidamente abortada tras conocer-se Las autoridades desmontaron la conspiracioacuten y apresaron condenaron y deste-rraron a los cabecillas Desde Venezuela donde Joaquiacuten Infante habiacutea escapado redactoacute el Proyecto de constitucioacuten para la isla de Cuba en el que trazoacute un modelo de estado cubano independiente con separacioacuten de poderes esclavista y catoacutelico En estos antildeos el otro proyecto insurreccional fue el liderado por Joseacute Antonio Aponte entre los uacuteltimos meses de 1811 y los primeros de 1812 Aponte miembro de la milicia de color hizo correr el rumor entre los esclavos de que la esclavitud habiacutea sido abolida por las Cortes en Espantildea consiguiendo por primera vez que la poblacioacuten negra libre se uniera a los esclavos sublevados de los ingenios Tras co-nocerse la rebelioacuten los cabecillas fueron apresados y ahorcados22
La vulnerabilidad del pacto colonial se hizo presente cada vez que los intere-ses de la oligarquiacutea azucarera se vieron afectados o pensaron que podiacutean estar comprometidos por lo que la articulacioacuten de la poliacutetica colonial y las estrategias desplegadas por las elites fueron complicadas y estuvieron condicionadas por factores diversos que tuvieron que sopesarse en cada situacioacuten La transforma-cioacuten de la poliacutetica colonial en ocasiones vino impuesta por los acontecimientos tanto internos de Espantildea y Cuba como externos
II UN NUEVO CONTEXTO COLONIAL LAS DEacuteCADAS DE 1820-1860
El fin de las guerras de independencia hispanoamericanas supuso un antes y un despueacutes en la poliacutetica colonial espantildeola Terminada la fase de reorganizacioacuten del imperio espantildeol que se habiacutea puesto en marcha en las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVIII a Espantildea le esperaba la tarea de administrar sus uacuteltimas posesiones unos territorios que pasaron a ser puntos estrateacutegicos para la poliacutetica y la econo-miacutea metropolitana Frente a la Ameacuterica hispana Cuba y Puerto Rico se mantu-vieron leales al gobierno espantildeol23 Las reformas iniciadas en las uacuteltimas deacutecadas
22 Gloria GARCIacuteA laquoLa resistencia la lucha de los esclavos contra el sistema esclavista 1790-1845raquo en Mordf D GONZAacuteLEZ-RIPOLL C NARANJO OROVIO A FERRER G GARCIacuteA y J OPATNRY El rumor de Haitiacute en Cuba Temor raza y rebeldiacutea 1789-1844 Madrid 2004 pp 233-320
23 Joseacute Antonio PIQUERAS laquoLeales en eacutepoca de insurreccioacuten La elite criolla cubana entre 1810 y 1814raquo en I AacuteLVAREZ y J SAacuteNCHEZ (editores) Visiones y revisiones de la independencia americana Salamanca 2003 pp 183-206
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del siglo XVIII siguieron ensayaacutendose y aplicaacutendose en estas islas en un nuevo orden colonial en el que como nunca antes habiacutea ocurrido la metroacutepoli necesita-ba de sus territorios antillanos en los que los intereses de sus oligarquiacuteas coinci-diacutean con los de la metroacutepoli Cuba y Puerto Rico se convirtieron en los baluartes del imperio espantildeol y en refugio de los realistas que huiacutean de Tierra Firme Envuelta en guerras Espantildea necesitaba fondos para afrontar sus peacuterdidas y asu-mir sus gastos Para ello recurrioacute a Cuba y Puerto Rico cuyas contribuciones nu-trieron en parte el erario espantildeol a la vez que puso en marcha medidas econoacute-micas y comerciales que contribuyeron al cultivo de los productos agriacutecolas que tan buena acogida teniacutean en el mercado exterior y al crecimiento econoacutemico insular24 A cambio los habitantes declararon su lealtad a la metroacutepoli y poster-garon las aspiraciones de independencia que algunos teniacutean En varios escritos enviados desde Ultramar los hacendados y algunas autoridades dejaron deslizar los momentos en los que los criollos habiacutean demostrado su patriotismo Este fue un arma que sus elites supieron aprovechar y de la que sacar ventajas Algunas de ellas ya las hemos expuesto El uso de este recurso desembocoacute en la concesioacuten del tiacutetulo de laquoSiempre fiel isla de Cubaraquo por parte de Fernando VII en 1824
Terminadas las guerras de independencia hispanoamericanas las elites de Cuba y Puerto Rico desplegaron una estrategia discursiva utilizada en antildeos ante-riores de forma exitosa en la que destacaban su lealtad en unos momentos tan delicados como por los que atravesaba la metroacutepoli Un sector de los criollos manifestoacute su adhesioacuten a Espantildea laquoSomos espantildeoles no de las perversas clases de que las demaacutes naciones forman muchas de sus factoriacuteas mercantiles que es a lo que redujeron y reducen sus establecimientos en Ameacuterica sino parte sana de la honradiacutesima Espantildea Y esa ilustre sangre que corre por nuestras venas en nada ha desmerecido porque a costa de tantas visas probaciones y fatigas haya lo-grado conquistar establecer y fomentar tantas Espantildeas nuevas tantos reinos opulentosraquo25 Ahora como entonces cuando al comienzo de las guerras liberado-ras en el continente Arango manifestaba la lealtad de los cubanos este discurso de la obediencia lealtad y fidelidad le siguioacute abriendo las puertas a la elite para negociar con la metroacutepoli Sin embargo las circunstancias fueron cambiando es-pecialmente tras el fin de Trienio Liberal y el regreso del absolutismo
El inicio de los antildeos veinte trasladoacute a Cuba los aires liberales de la peniacutensula El restablecimiento de la Constitucioacuten la libertad de imprenta y de reunioacuten la eleccioacuten de diputados a Cortes la formacioacuten de la milicia nacional y el enfrenta-
24 Consuelo NARANJO y Antonio SANTAMARIacuteA laquoLas uacuteltimas colonias Puerto Rico y Cubaraquo en B LAVALLEacute C NARANJO y A SANTAMARIacuteA La Ameacuterica espantildeola II (1763-1898) Economiacutea Madrid 2002 pp 139-394
25 Francisco de ARANGO y PARRENtildeO Obras del Excmo Sr D Francisco de Arango y Parrentildeo 2 ts La Habana Publicaciones de la Direccioacuten de Cultura del Ministerio de Educacioacuten 1952 t II p 113
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miento entre los constitucionalistas bando integrado por sectores radicales es-pantildeolistas conocido con el nombre de laquopintildeeristaraquo y el bando de los criollos que aunoacute a los partidarios de las reformas caracterizaron esta nueva y corta eacutepoca Al calor del constitucionalismo los peninsulares recobraron el espacio que habiacutean perdido frente a los criollos a los que consideraron favorecidos por las autorida-des espantildeolas Esta disputa por el poder saltoacute a la arena puacuteblica a traveacutes de la prensa que cada faccioacuten controlaba El Esquinfe Arranchador y El Amante de Siacute Mismo favorable a los laquopintildeeristasraquo y El Observador Habanero El Americano Libre y El Revisor Poliacutetico y Literario en manos de los criollos La rivalidad entre ambos bandos fue trazando una liacutenea y unas posiciones ideoloacutegicas que condu-jeron a la persecucioacuten y al exilio de algunos de ellos como el caso de Feacutelix Varela diputado a Cortes en donde defendioacute la abolicioacuten de la esclavitud y medidas que descentralizasen la administracioacuten de Cuba por lo que tras la vuelta del absolu-tismo en 1823 tuvo que exiliarse a Estados Unidos
Fueron antildeos de intrigas y revueltas En 1821-1823 se produjo una de las cons-piraciones maacutes significativas la llamada laquoRayos y Soles de Boliacutevarraquo cuya trama se extendioacute por varias localidades del paiacutes de la parte oeste y centro y cuyo fin era proclamar la independencia y la repuacuteblica de Cubanacaacuten una repuacuteblica cuyo lema era la igualdad poliacutetica de todos sus ciudadanos abolieacutendose la esclavitud y que gozariacutea de un gobierno representativo Bajo la direccioacuten de Francisco Lemus contoacute con varios seguidores con el apoyo de la masoneriacutea de la logia Los Soles y el auxilio de tropas de Venezuela Unos 3000 soldados desembarcariacutean en Cuba para contribuir a la victoria El movimiento fue duramente reprimido y sus cabecillas condenados Desde el exterior desde 1823 a 1830 se proyectaron otras conspiraciones para liberar la isla como la dirigida por Francisco Aguumlero y Manuel Andreacutes Saacutenchez que tras ser capturados fueron condenados a muerte y la enviada desde Meacutexico laquoGran Legioacuten del Aacuteguila Negraraquo 1829-1830 que tam-bieacuten fue abortada
El retorno de Fernando VII al trono no fue una simple vuelta a los antildeos pre-vios al Trienio La trama de intereses entre las elites ultramarinas especialmente las peninsulares ligadas al comercio y las de la metroacutepoli se haciacutea cada vez maacutes tupida Esta red impidioacute que ciertas aspiraciones de algunos sectores criollos tu-vieran suficiente fuerza y seguidores cuando las hubo el gobierno metropolitano respondioacute de manera contundente reprimieacutendolas La vuelta al poder de Fernando VII en 1823 imprimioacute un nuevo orden en la forma de gobernar las colonias El caraacutecter absolutista del gobierno pronto se dio a conocer a traveacutes de medidas y leyes por las que se suspendieron ya en diciembre de 1823 institu-ciones y cargos como las diputaciones provinciales los juzgados de primera ins-tancia o los jefes poliacuteticos El orden puacuteblico y el control social pasaron a ser la prioridad Para ello se creoacute en enero de 1824 en todas las capitales de provincia de la peniacutensula una comisioacuten militar En Cuba dicha comisioacuten se establecioacute en
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marzo de 1825 prolongaacutendose hasta 1869 a diferencia de la peniacutensula donde tuvo una vida mucho maacutes efiacutemera El fin de la comisioacuten era perseguir a los laquoene-migos de los legiacutetimos derechos del Trono o partidarios de la Constitucioacuten pu-blicada en Caacutediz en el mes de marzo de 1812raquo Los trabajos de la comisioacuten y el celo de las autoridades espantildeolas por hacer cumplir las leyes terminaron con las disputas abiertas y acaloradas que en los antildeos previos se habiacutean mantenido en la prensa tertulias actos puacuteblicos o reuniones La vuelta al absolutismo implicoacute un reajuste en las relaciones de las elites antillanas con la metroacutepoli y con las auto-ridades espantildeolas Los miembros de la elite que en esos momentos estaban ob-teniendo grandes ganancias del azuacutecar siguieron negociando en condiciones po-liacuteticas que a veces les resultaron adversas especialmente tras la concesioacuten que hizo que Fernando VII en 1825 de poderes omniacutemodos a los capitanes generales de Cuba y Puerto Rico Tras el gobierno del capitaacuten general Francisco Dionisio Vives (1823-1832) la llegada de Miguel Tacoacuten a Cuba 1834-1838 supuso el des-plazamiento de los hacendados de los ciacuterculos de poder poliacutetico maacutes cercanos a los gobernadores que se rodearon de una camarilla de comerciantes que por re-gla general eran peninsulares Durante el gobierno de Tacoacuten se afianzoacute la alianza entre el gobierno y los sectores maacutes conservadores y pudientes de la elite inte-grada por individuos vinculados al comercio de esclavos y con fuertes lazos eco-noacutemicos con la metroacutepoli Su poder econoacutemico hizo que la balanza se inclinara a su favor y desplazara a los criollos de las esferas del poder situacioacuten que empeo-roacute tras la expulsioacuten de los diputados antillanos de las Cortes en 183726
Solo algunos reformistas se arriesgaron a presentar sus ideas a sabiendas que seriacutean sentildealados y castigados con el destierro del paiacutes como fue el caso de Joseacute Antonio Saco el portavoz del movimiento reformista Entre algunos de eacutestos (el ya citado Joseacute Antonio Saco Domingo del Monte Francisco Friacuteas y Jacott entre otros) se iba perfilando una nueva idea de las relaciones entre Cuba y Espantildea y quizaacute lo que es maacutes importante una percepcioacuten de las diferencias que distancia-ban a la colonia y a la metroacutepoli a partir de la particularidad de la cultura y cos-tumbres de Cuba y de la aprehensioacuten del espacio como un territorio propio Ensayos histoacutericos prensa y literatura recogieron las aspiraciones de este grupo de intelectuales entre los que se encontraban tambieacuten algunos hacendados como el caso de Friacuteas y Jacott conde de Pozos Dulces La prensa recogioacute la lucha sim-boacutelica de este sector reformista por el poder poliacutetico que se fue traduciendo en reivindicaciones culturales La Revista Bimestre Cubana La Moda El Plantel y El Aacutelbum entre otras
26 Joseacute Gregorio CAYUELA Bahiacutea de Ultramar Espantildea y Cuba en el siglo XIX El control de las relaciones coloniales Madrid 1993 Joseph M FRADERA Gobernar colonias Barcelona 1999 y Colonias para despueacutes de un imperio Barcelona 2005
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En los antildeos treinta estas voces procedentes del movimiento reformista co-menzaron a clamar por reformas en la organizacioacuten de la produccioacuten Algunos de ellos como el conde de Pozos Dulces sentildealoacute la conveniencia de introducir mejoras teacutecnicas y conocimientos cientiacuteficos en la agricultura Estos escritos que no es-caparon a la censura que actuoacute con contundencia acogiacutean propuestas que tras-cendiacutean la economiacutea al plantear los beneficios sociales y culturales que reportariacutea la entrada de colonos blancos para trabajar el campo La sustitucioacuten del trabajo esclavo por mano de obra libre comenzoacute a escucharse en ciertos ciacuterculos refor-mistas que veiacutean a traveacutes de otras ventanas que el avance y el progreso de los pueblos no teniacutea por queacute descansar en la esclavitud Otras reformas eran comer-ciales y administrativas que en teacuterminos generales se traduciacutean en una mayor libertad en las relaciones comerciales maacutes representatividad en la administra-cioacuten insular y mayores libertades Las aspiraciones en materia econoacutemica y co-mercial de los criollos reformistas chocaban con la poliacutetica puesta en marcha por los gobiernos liberales que atendiacutea a una metroacutepoli que requeriacutea que las colonias contribuyeran maacutes al crecimiento de su economiacutea Para ello Espantildea desplegoacute una fuerte poliacutetica proteccionista por la que las Antillas contribuiriacutean al erario espantildeol convirtieacutendolas en un mercado preferente de los productos espantildeoles y elevando los impuestos sobre las mercanciacuteas procedentes de Cuba y Puerto Rico entre otras medidas27 La expulsioacuten de los diputados antillanos de las Cortes y la promulgacioacuten de leyes especiales para las provincias de Ultramar marcoacute un nue-vo punto de inflexioacuten en la relaciones entre la metroacutepoli y los criollos antillanos que denunciaron en algunas obras la situacioacuten de laquoesclavitud poliacuteticaraquo de Cuba como lo definioacute Joseacute Antonio Saco en Paralelo entre la isla de Cuba y algunas colonias inglesas28 A pesar de ello el pacto colonial se mantuvo se fue formu-lando y reformulando y adaptaacutendose a las circunstancias Todo ello fue posible mientras los intereses de los criollos y los peninsulares caminaron en la misma direccioacuten Soacutelo cuando dichos intereses dejaron de ser convergentes se inicioacute el proceso independentista29 La oligarquiacutea azucarera negocioacute con la metroacutepoli un nuevo estatus de reciacuteproca conveniencia a partir de concesiones sobre el reacutegimen de tenencia de la tierra libertad de comercio mantenimiento de la trata y exce-dentes fiscales que condujeron a la expansioacuten de la plantacioacuten esclavista y de sus negocios30
27 Luis Miguel GARCIacuteA MORA y Antonio SANTAMARIacuteA laquoLa savia del imperio Azuacutecar comer-cio y relacioacuten colonial en Cubaraquo en Alcores Revista de Historia Contemporaacutenea 2 (2006) pp 59-105
28 Joseacute Antonio SACO Paralelo entre la Isla de Cuba y algunas colonias inglesas Madrid 1837 29 Joseacute Antonio PIQUERAS laquoLa vida poliacutetica entre 1780 y 1878raquo en C NARANJO OROVIO
(directora) Historia de Cuba vol 1 de Historia de las Antillas 5 vols Aranjuez (Madrid) 2009 pp 273-302
30 Joseacute Antonio PIQUERAS laquoLeales en eacutepoca de insurreccioacuten La elite criolla cubana entre 1810 y 1814raquo en I AacuteLVAREZ y J SAacuteNCHEZ (editores) Visiones y revisiones de la independencia ame-ricana Salamanca 2003 p 188
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La economiacutea cubana durante las dos primeras deacutecadas de la segunda mitad del siglo XIX gozoacute del mayor crecimiento hasta el momento conocido Los hacen-dados fueron capaces de afrontar la competencia de otros paiacuteses productores de azuacutecar como Brasil y el proteccionismo de la metroacutepoli y de los mercados que desde los antildeos treinta y cuarenta gravaban la produccioacuten Para ello concentraron sus recursos en los cultivos comerciales que teniacutean ventaja comparativa e invir-tieron capital en la modernizacioacuten de los ingenios y en la creacioacuten de infraestruc-turas31 La agricultura comercial se encontraba en plena expansioacuten especialmen-te el azuacutecar con el aumento del nuacutemero de ingenios y de la capacidad productiva Su oferta experimentoacute el mayor crecimiento entre 1845 y 1854 un 662 Este porcentaje aunque se redujo en los antildeos siguientes se mantuvo elevado hasta la mitad de la deacutecada de 1870 Aunque el azuacutecar fue el motor del crecimiento su especializacioacuten no impidioacute el desarrollo de otras actividades no agrarias y de cultivos como el cafeacute el tabaco y el banano Todas estas producciones se benefi-ciaron del despegue econoacutemico aumentando el volumen de sus exportaciones La otra cara de la moneda sobrevino cuando el azuacutecar necesitoacute maacutes terreno para su cultivo expandieacutendose por las tierras cubiertas de bosques pero tambieacuten por las cultivadas con otros productos como el cafeacute32
El panorama cambioacute en pocos antildeos al variar las condiciones en el mercado de esclavos cuyo precio se elevoacute a partir de la segunda mitad de la deacutecada de 1840 Este factor contribuyoacute al encarecimiento de los costes de produccioacuten que unido a la cada vez mayor presioacuten fiscal de la metroacutepoli la crisis econoacutemica de 1857 y la bajada de los precios del azuacutecar a partir de ese antildeo situaron a muchos hacen-dados azucareros en una situacioacuten muy delicada al no poder pagar las deudas contraiacuteda con los comerciantes prestamistas La crisis arrastroacute a varios ingenios que fueron vendidos instituciones bancarias y establecimientos comerciales que tuvieron que cerrar Esta situacioacuten empeoroacute en 1866 al sobrevenir de nuevo una crisis econoacutemica que de nuevo afectoacute a los duentildeos de haciendas de azuacutecar y cafeacute trasladaacutendose a otros sectores de la sociedad insular
En el terreno poliacutetico las voces disconformes procediacutean del reformismo y de los sectores anexionistas a Estados Unidos que planteaban como solucioacuten a los problemas la unioacuten a vecino paiacutes del Norte El debate entre ambos sectores fue interesante y estuvo salpicado de consideraciones no soacutelo poliacuteticas y econoacutemicas sino tambieacuten sociales y culturales Los partidarios de la anexioacuten auxiliados por los grupos esclavistas de Estados Unidos lograron organizar algunas expedicio-nes a Cuba De todas ellas la maacutes importante fue la comandada en dos ocasiones
31 Luis Miguel GARCIacuteA MORA y Antonio SANTAMARIacuteA laquoLa savia del imperio Azuacutecar comercio y relacioacuten colonial en Cubaraquo en Alcores Revista de Historia Contemporaacutenea 2 (2006) pp 59-105
32 Julio LE RIVEREND Historia econoacutemica de Cuba La Habana 1985 Antonio SANTAMARIacuteA y Alejandro GARCIacuteA Economiacutea y colonia La economiacutea cubana y la relacioacuten con Espantildea 1765-1902 Madrid 2004
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por Narciso Loacutepez en 1850 y 1851 que fue sofocada por el ejeacutercito espantildeol La panacea para unos representaba para otros los reformistas la absorcioacuten de la isla por el gigante
La viacutea de negociacioacuten seguiacutea abierta en estos antildeos en mano de los reformis-tas En 1865 presentaron un informe al gobierno que recogiacutea las aspiraciones que este grupo habiacutea reclamado durante antildeos libertad de comercio supresioacuten de la trata reforma arancelaria igualdad en el reacutegimen juriacutedico con Espantildea y represen-tacioacuten poliacutetica en las Cortes La reclamacioacuten fue atendida por Antonio Caacutenovas del Castillo ministro de Ultramar quien organizoacute la Junta de Informacioacuten en Madrid en 1865 para estudiar los problemas y soluciones del sistema colonial espantildeol A dicha Junta fueron convocados representantes de Cuba y Puerto Rico 16 y 6 respectivamente eleccioacuten que se hizo en las islas y que dio una abruma-dora mayoriacutea a los reformistas Junto a estos comisionados el Gobierno designoacute a otros 22 En noviembre de 1866 comenzaron los trabajos divididos en seccio-nes que discutieron asuntos econoacutemicos sociales y poliacuteticos33 De nuevo como en los debates de las Cortes de 1812 la esclavitud y los intereses econoacutemicos eran uno de los noacutedulos
El intento de la metroacutepoli por abrir un espacio de diaacutelogo estuvo limitado por la voluntad real de reformas que se queriacutean aplicar a las colonias Tras un antildeo de discusiones los reformistas soacutelo habiacutean obtenido una reforma fiscal que quedoacute anulada con el impuesto uacutenico del 10 que meses despueacutes implantoacute la metroacutepo-li Si los criollos reformistas volvieron a casa con las manos vaciacuteas y pensando que las viacuteas de negociacioacuten se habiacutean agotado otros optaron por la viacutea armada
33 Informacioacuten sobre Reformas en Cuba y Puerto Rico Madrid 1867 Leviacute MARRERO Cuba economiacutea y sociedad 15 vols 1992 vol15 pp 230-239
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4 CUBA DE LA EMERGENCIA DE LA NACIONALIDAD
A LA INDEPENDENCIA (1868-1898)
LUIS MIGUEL GARCIacuteA MORA
Fundacioacuten MAPFRE
La historiografiacutea cubana maacutes nacionalista del periodo republicano conoce al periodo que se inicia con el Grito de Yara y desemboca en la independencia como la guerra cubana de los treinta antildeos En realidad el conflicto beacutelico propiamente dicho duroacute poco maacutes de catorce si bien fueron muacuteltiples las intentonas insurrec-cionales que se vivieron durante la que Joseacute Martiacute denominoacute tregua fecunda La correspondencia de los gobernadores generales constituye una muestra elocuen-te del estado de alarma constante en que viviacutean las autoridades coloniales pen-dientes en todo momento de las actividades separatistas Como la emancipacioacuten de Espantildea acaboacute triunfando todo parece indicar que siacute que Cuba vivioacute treinta antildeos de guerra y que todos los cubanos anhelaban la independencia La perspec-tiva de los contemporaacuteneos fue otra Incluso connotados patriotas como Enrique Joseacute Varona dudaban a la altura del verano de 1894 de que hubiese llegado el momento de la separacioacuten y por ello viajoacute a Nueva York a intentar convencer a Martiacute de que pospusiera sus planes1
Rafael Mariacutea de Labra fue probablemente el poliacutetico espantildeol que maacutes y mejor conocioacute las limitaciones del modelo colonial hispano del siglo XIX Hombre del Sexenio que desarrolloacute la mayor parte de su vida poliacutetica en la Restauracioacuten en-
Trabajo realizado en el proyecto de investigacioacuten HAR2015-66152-R Veacutease Emilio ROIG de LEUCHSENRING La guerra libertadora cubana de los treinta antildeos
1868-1898 Razoacuten de su victoria La Habana 1952 El testimonio de Varona en Enrique Joseacute VARONA laquoMis recuerdos de Martiacuteraquo Revista Bimestre Cubana (La Habana) XXX1 (1932) pp 5-8
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tendiacutea el problema colonial como uno de los muacuteltiples retos que teniacutea que enfren-tar el Estado espantildeol en su proceso de modernizacioacuten Liacuteder parlamentario de la minoriacutea autonomista antillana durante todo el periodo consideraba que un am-plio autogobierno era la medida maacutes eficaz para que espantildeoles y cubanos pudieran seguir compartiendo un mismo Estado El desafiacuteo independentista esperaba una respuesta como la esperaba tambieacuten la lucha por el librecambio el sufragio uni-versal la educacioacuten puacuteblica la del obrero y la de la mujer en definitiva el colonial era otro de los retos que enfrentar y resolver por la Restauracioacuten y en el sentir de Labra un republicano histoacuterico soacutelo se podriacutea conseguir aumentando el grado de libertad y de decisioacuten del ciudadano La tarea de la Gloriosa estaba inconclusa y por las buenas o por las malas a la Restauracioacuten por mucho que el moderantismo fuera su divisa no le quedaba maacutes remedio que completarla Claro estaacute esta inac-cioacuten por parte de los poliacuteticos de la Restauracioacuten que en la peniacutensula tambieacuten se padeciacutea en Ultramar era entendida por el nacionalismo como un ataque a Cuba y lo cubano y una justificacioacuten del autogobierno y la independencia2
Los demoacutecratas liberales y conservadores que entre 1868 y 1898 estuvieron al frente del gobierno de Espantildea tuvieron sobre todo los del Sexenio maacutes volun-tad de cambio del que por el fracaso de su poliacutetica les ha querido reconocer la historiografiacutea La Gloriosa se enfrentoacute con los independentistas en armas y con los esclavistas reacios a hacer concesioacuten alguna aunque desde que se decretoacute la abolicioacuten en los Estados Unidos y se celebroacute la Junta de Informacioacuten (1866-67) todos eran conscientes de que el final de la esclavitud era un hecho Sagastinos y canovistas empujaron la reforma colonial de distinto modo los primeros con le-yes los segundos ofreciendo soluciones para evitar que problemas consumados fueran a maacutes pero ambos siempre con miedo de lesionar intereses muy arraiga-dos Asiacute soacutelo cuando no les quedaba maacutes remedio antepusieron los de Cuba a los de la peniacutensula Eso siacute el nuevo orden colonial que surgioacute tras el Zanjoacuten permitioacute que la emergente nacionalidad cubana que vio la luz durante la Guerra de los Diez Antildeos se consolidase el Zanjoacuten llevoacute a Cuba la libertad suficiente como para que los males del colonialismo fueran conocidos de todos pero no la necesaria como para atajarlos El periodo que va de 1868 a 1898 empezoacute con una guerra y acaboacute con otra cierto el modelo colonial fracasoacute por no saber enfrentar de manera ade-cuada el nacionalismo cubano ni al moderado de los autonomistas ni al revolu-
2 Veacutease Rafael Mariacutea DE LABRA La crisis colonial de Espantildea (1868 a 1898) Estudios de poliacute-tica palpitante y discursos parlamentarios Madrid 1901 y El problema colonial contemporaacuteneo Madrid 1895 que recoge un ciclo de conferencias organizado en el Ateneo en el que convocados por Segismundo MORET tomaron parte lo maacutes granado de la representacioacuten parlamentaria cubana Sobre estas conferencias Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoEl Ateneo de Madrid y el problema colonial en las viacutesperas de la guerra de independencia cubanaraquo Revista de Indias (Madrid) LI207 (1996) pp 429-449 Sobre Labra Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoRafael Mariacutea de Labra (1840-1918) la abo-licioacuten de la esclavitud y la autonomiacutea colonialraquo en Rafael SERRANO GARCIacuteA (ed) Figuras de la Gloriosa Aproximacioacuten biograacutefica al Sexenio Democraacutetico Valladolid 2006 pp 125-137
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cionario que no estaba dispuesto a llegar a ninguacuten tipo de entendimiento con Espantildea Pero tambieacuten es cierto que sin la dependencia econoacutemica cubana de los Estados Unidos y su postrera intervencioacuten en el conflicto la solucioacuten bien podiacutea haber sido otra Las estructuras explican muchas cosas el comportamiento con-creto de los actores en juego tambieacuten porque son los que en uacuteltima instancia y maacutes allaacute y a pesar del marco de relacioacuten generan el conflicto y pueden resolverlo
I DIEZ ANtildeOS DE GUERRA
A lo largo del XIX los criollos habiacutean intentado la independencia con poco eacutexito (el azuacutecar y la esclavitud conspiraba contra ello) la anexioacuten (se salvaba la esclavitud y se obteniacutea un mercado para el dulce) y la reforma que habiacutea tenido un primer pe-riodo entre 1790-1820 otro en el retorno liberal entre 1830-1837 y un uacuteltimo mo-mento entre 1860-1868 despueacutes que la guerra y derrota del Sur en la Guerra Civil americana cerroacute la viacutea anexionista claacutesica La deacutecada de 1860 fue un momento en el que la dinaacutemica industria azucarera daba muestras de agotamiento los cubanos ya no podiacutean cumplir como antantildeo con las cargas presupuestarias y la abolicioacuten comen-zaba a vislumbrarse como un hecho inaplazable La burguesiacutea criolla amparada por dos capitanes generales proacuteximos a ella casados ambos de hecho con dos damas de la oligarquiacutea azucarera Francisco Serrano (1859-1862) y Domingo Dulce (1862-1866) comenzoacute a hablar con mayor insistencia de la reforma colonial Se creoacute una agrupa-cioacuten poliacutetica informal que recibioacute el nombre de partido reformista y que tuvo un oacuter-gano de expresioacuten propio El Siglo al frente del que se situoacute Francisco Friacuteas y Jacott el conde de Pozos Dulces y cuyo principal sosteacuten econoacutemico fue Miguel Aldama miembro prominente de la sacarocracia esclavista Los reformistas propusieron me-didas econoacutemicas pero tambieacuten comenzaron a reclamar libertades poliacuteticas de im-prenta reunioacuten representacioacuten en Cortes a la vez que abriacutean la puerta a la abolicioacuten y una inmigracioacuten exclusivamente blanca La campantildea reformista fue creciendo y su eco llegoacute hasta un joven poliacutetico que empezaba a destacar en las huestes de la Unioacuten Liberal Antonio Caacutenovas del Castillo quien acababa de acceder a la cartera de Ultramar y que no dudoacute en emplazarles a una Junta de Informacioacuten para atender todas sus reclamaciones Convocada en noviembre de 1865 no se llegoacute a reunir has-ta casi un antildeo despueacutes en octubre de 1866 cuando ya Caacutenovas no era ministro Las reuniones duraron hasta abril del 1867 Hubo muchas promesas muchos y sesudos informes pero los comisionados regresaron a las Antillas sin ninguna medida con-creta y alliacute se encontraron con un nuevo impuesto justificado por lo discutido en la Junta pero que en un momento de mala zafra y precios bajos se consideroacute intolera-ble El fracaso de la Junta marcoacute el fin del tercer periodo reformista3
3 Sobre las opciones poliacuteticas de la burguesiacutea cubana Sergio AGUIRRE laquoSeis actitudes de la burguesiacutea cubana en el siglo XIXraquo en Eco de los caminos La Habana 1974 pp 73-96 y en concreto sobre el anexionismo Manuel MORENO FRAGINALS laquoEl anexionismoraquo en Cien antildeos de historia
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El discurso reformista estaba maacutes pensado para el occidente de la isla donde la plantacioacuten se habiacutea desarrollado y producir con esclavos todaviacutea era rentable donde existiacutea una industria moderna que negociaba las cosechas en el mercado de futuros y donde una tupida red de ferrocarriles estaba permitiendo que sur-giesen los primeros centrales La historia y realidad de la parte oriental de la isla era otra Nunca llegoacute la gran plantacioacuten pero siacute tuvo una industria azucarera y cafetalera Los antiguos trapiches orientales no eran rentables desde haciacutea tiem-po y la esclavitud ya no teniacutea sentido Y fue un propietario de uno de esos tra-piches ruinosos para los que el nuevo impuesto les era auacuten maacutes oneroso el primero que se levantoacute contra Espantildea y acto seguido manumitioacute la dotacioacuten de su ingenio algo que por otro lado estaba dentro de la maacutes absoluta legalidad esclavista Su nombre Carlos Manuel de Ceacutespedes el lugar Yara la fecha el 10 de octubre apenas unos diacuteas despueacutes de que en Lares Puerto Rico se escuchase un grito igual y a menos de un mes de que en Caacutediz el manifiesto Espantildea con honra fuese el pistoletazo de salida de la Gloriosa4
Se ha querido especular en maacutes de una ocasioacuten por la conexioacuten de estos tres acontecimientos algo que maacutes que improbable es imposible Cuando Ceacutespedes se alzaba quizaacutes pudiera tener alguna noticia de lo que habiacutea pasado en Puerto Rico y la peniacutensula pero lo que siacute teniacutea claro era ademaacutes de la ruina y falta de futuro en Cuba que Espantildea acababa de fracasar en Santo Domingo y por ello una insurreccioacuten armada inoculada desde tiempo atraacutes por la accioacuten de distintas lo-gias masoacutenicas en las que las ideas de independencia y libertad se habiacutean estado dando la mano podriacutea tener eacutexito A lo largo de 1868 se sucedieron distintas reuniones sobre todo en la regioacuten oriental (Convencioacuten de Trizaacuten Finca de Muntildeoz) con el fin de vertebrar la insurreccioacuten cuya fecha quedoacute fijada para principios de 1869 una vez finalizada la zafra azucarera Pero Ceacutespedes decidioacute adelantar la fecha Cuando el 10 de octubre se alzoacute en su ingenio La Demajagua ya habiacutea otras partidas en armas en la regioacuten y alguacuten que otro recaudador de impuestos habiacutea sido ahorcado
En el Manifiesto del 10 de Octubre Ceacutespedes proponiacutea una Cuba indepen-diente respetuosa con los derechos de opinioacuten y reunioacuten pero se mostraba muy
de Cuba (1898-1998) Madrid 2000 pp 35-45 Sobre El Siglo Rauacutel CEPERO BONILLA El Siglo (1862-1868) Un perioacutedico en lucha con la censura La Habana 1957 y sobre el programa reformis-ta en Vidal MORALES y MORALES Iniciadores y primeros maacutertires de la Revolucioacuten Cubana La Habana 1931 III pp 125-127 El fracaso de la Junta de Informacioacuten y la influencia de la nueva tributacioacuten en Ramiro GUERRA Manual de historia de Cuba La Habana 1971 pp 651-655
4 La mejor aproximacioacuten a la guerra sigue siendo la de Ramiro GUERRA Guerra de los Diez Antildeos 1868-1878 La Habana 1986 2 vols que fue el primero en llamar la atencioacuten sobre la desigual situacioacuten entre el oriente y el occidente cubano (I pp 28-38) e inspiroacute a Juan PEacuteREZ de la RIVA laquoUna isla con dos historiasraquo en El barracoacuten y otros ensayos La Habana 1975 pp 75-89 donde desarrolloacute la idea de Cuba A y B Sobre la relacioacuten entre abolicioacuten e independentismo en los primeros momentos de la guerra en Rauacutel CEPERO BONILLA Azuacutecar y abolicioacuten Barcelona 1976 pp 112-140
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conservador en cuanto al tema de la abolicioacuten que debiacutea ser gradual y con in-demnizacioacuten quizaacutes para tratar de atraer a las filas independentistas a la regioacuten occidental Logroacute ser reconocido como maacutexima autoridad y formar un ejeacutercito de unos 12000 hombres al que se fueron incorporando algunos antiguos militares de la guerra de Santo Domingo lo que ayudoacute a otorgar estructura y disciplina a sus tropas En un mes habiacutea conseguido ocupar dos grandes poblaciones Holguiacuten y Bayamo teniacutean un himno nacional una bandera y un apoyo que iba maacutes allaacute del inicial grupo de pequentildeos hacendados blancos que comenzoacute el con-flicto A principios de noviembre Ignacio Agramonte y Salvador Cisneros Betancourt sublevaron Puerto Priacutencipe en enero de 1869 se unioacute la provincia de Santa Clara
La regioacuten occidental no se incorporoacute a la insurreccioacuten Joseacute Morales Lemus o Miguel Aldama antiguos reformistas tras tratar de buscar una solucioacuten de con-senso acabaron emigrando e incorporaacutendose al movimiento Por maacutes que se intentoacute extender la insurreccioacuten a todo el territorio nunca se consiguioacute algo que quedoacute grabado en mente de los veteranos de este primer conflicto como Antonio Maceo y Maacuteximo Goacutemez cuando en 1895 emprendieron la guerra definitiva La oligarquiacutea financiera y comercial espantildeolista desde el primer momento tomoacute conciencia de que en defensa de sus intereses el conflicto teniacutea dos frentes Uno estaba en el oriente de la isla pero el otro estaba en La Habana en el palacio del capitaacuten general y en Madrid recelaban del gobierno salido de la Revolucioacuten de Septiembre que teniacutea estrechas conexiones con los reformistas criollos y temiacutean que con Serrano al frente del ejecutivo de Madrid y Dulce en la Capitaniacutea General de Cuba se volviese en su contra el pacto colonial Asiacute no dudaron en revitalizar la milicia urbana conocida como Cuerpo de Voluntarios existente desde media-dos del XIX para convertirla en una fuerza de choque en defensa de sus intereses El programa de reformas moderadas con el que arriboacute Dulce en enero de 1869 hizo del capitaacuten general un objetivo de su accioacuten tan prioritario como el hostiga-miento al que sometiacutean a los simpatizantes de los insurrectos (asaltos a teatros y cafeacutes saqueo e incendio de sus propiedades fusilamientos) Finalmente am-parados en los voluntarios la oligarquiacutea peninsular destituyoacute a Dulce y consiguioacute una autoridad maacutes afiacuten a sus intereses capaz de deportar y embargar los bienes de los que eran considerados sospechosos y mantener la guerra en la regioacuten oriental Asiacute ganaron la guerra en La Habana seis antildeos despueacutes con la Restauracioacuten borboacutenica la ganaron en Madrid5
Tras unos inicios prometedores la contraofensiva espantildeola comandada por el Conde de Valmaseda habiacutea conseguido equilibrar la situacioacuten y los independen-
Sobre el fracaso de Dulce y la accioacuten de los cuerpos de voluntarios Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD La Restauracioacuten en Cuba El fracaso de un proyecto reformista Madrid 2000 pp 13-33 Sobre el trasfondo cubano de la Restauracioacuten Manuel ESPADAS BURGOS Alfonso XII y los oriacutege-nes de la Restauracioacuten Madrid 1990 pp 271-299
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tistas se vieron obligados a rendir Bayamo su ciudad mito Ceacutespedes habiacutea basa-do su poder en sus iniciales eacutexitos militares al cesar estos se cuestionoacute su lide-razgo Los camaguumleyanos defendiacutean una separacioacuten de poderes entre el mando civil y militar opcioacuten que apoyaban los independentistas de Santa Clara Por otro lado entre algunos de los sublevados habiacutea veleidades anexionistas e incluso de llegar a alguacuten acuerdo con Espantildea junto a un abolicionismo maacutes radical que el defendido por Ceacutespedes A la Asamblea de Guaacuteimaro (febrero 1869) se llegoacute por la necesidad de unificar la poliacutetica de la revolucioacuten y crear una estructura estatal de apoyo al Ejeacutercito Libertador en un momento en que las tropas espantildeolas toma-ban la iniciativa De Guaacuteimaro salioacute el primer estado independiente que tuvo Cuba amparado en una breve constitucioacuten de 29 artiacuteculos vertebrado en un presidente de la repuacuteblica (Ceacutespedes) un gobierno una caacutemara de representantes (presidida por Cisneros Betancourt) y un general en jefe del ejeacutercito (Manuel de Quesada) Se proclamoacute la abolicioacuten de la esclavitud pero se reglamentoacute el trabajo de los esclavos medida de compromiso que buscaba un mayor apoyo de los ha-cendados occidentales y se dejaba una puerta abierta a la anexioacuten a los Estados Unidos No en vano se oficializa la bandera anexionista de Narciso Loacutepez6
En los Estados Unidos tambieacuten se decidiacutea la suerte del conflicto donde muchos independentistas encontraban una repuacuteblica admirable que conjugaba democracia y progreso econoacutemico Los independentistas a traveacutes de la Junta Cubana de Nueva York dirigida por Morales Lemus y Aldama urgiacutean al gobierno de Ulises Grant a que reconociese la beligerancia de los independentistas cubanos Sin embargo el objetivo de Washington era otro muy distinto y consistiacutea en lograr algo que desde tiempos atraacutes deseaba que Espantildea le vendiese la isla Para ello negociaba en secre-to con el presidente del gobierno espantildeol Juan Prim pero la oposicioacuten de algunos de sus ministros que filtraron a la prensa las negociaciones y el posterior asesina-to del propio Prim frustroacute el plan Desde ese momento y a lo largo de todo el conflicto Washington mantuvo una poliacutetica oficial de neutralidad nunca recono-cioacute el estatuto de beligerantes a los independentistas cubanos pero salvo contadas excepciones no impidioacute que organizaran desde su territorio expediciones de apoyo al Ejeacutercito Libertador La actitud norteamericana se mantuvo incluso cuando en 1873 un barco de su bandera el Virginius que transportaba pertrechos de gue-rra y tropas para los independentistas fue interceptado por los espantildeoles y toda la tripulacioacuten que incluiacutea a suacutebditos britaacutenicos y norteamericanos fue fusilada7
6 Sobre la asamblea y Constitucioacuten de Guaacuteimaro Enrique COLLAZO Cuba Heroica La Habana 1980 pp 107-109 y Jorge IBARRA laquoLa Asamblea de Guaacuteimaroraquo en Aproximaciones a Clio La Habana pp 51-79 La Constitucioacuten la reproduce Joseacute Ignacio RODRIacuteGUEZ Estudio histoacute-rico sobre el origen desenvolvimiento y manifestaciones praacutecticas de la idea de la anexioacuten de la isla de Cuba a los Estados Unidos de Ameacuterica La Habana 1900 pp 454-456
7 Veacutease Manuel MAacuteRQUEZ STERLING La diplomacia en nuestra historia La Habana 1967 pp 44-156 Sobre la actuacioacuten de Prim y el incidente del Virginius Javier RUBIO La cuestioacuten
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Poco a poco la sublevacioacuten se fue enquistando en la regioacuten oriental y en sus aacutereas rurales Los cubanos apelaban a la guerra de guerrillas y rehusaban prota-gonizar una invasioacuten hacia el occidente asolando todas las propiedades azucare-ras y liberando a las dotaciones de esclavos Todaviacutea se confiaba en un mayor compromiso de los hacendados occidentales pero la realidad era que quienes se estaban comprometiendo con la causa de la independencia eran cada vez maacutes los sectores populares negros y mulatos libres y esclavos que luchaban tanto por la independencia como por la abolicioacuten de la esclavitud y de la discriminacioacuten racial De esta manera a la dirigencia inicial del movimiento formada por blan-cos de clase media y alta se unieron individuos de extraccioacuten popular que fueron ganando su prestigio en el combate diario Los casos maacutes paradigmaacuteticos fueron los de Maacuteximo Goacutemez y Antonio Maceo junto a Joseacute Martiacute las figuras claves del movimiento independentista cubano En diciembre de 1870 la Repuacuteblica cubana abolioacute definitivamente la esclavitud rompiendo uno de los ejes sobre el que se basaba el dominio colonial el antagonismo de negros y blancos A partir de ese momento la categoriacutea nacional de laquocubanoraquo se impone a cualquier distincioacuten racial generales negros mandando a soldados blancos eran la prueba evidente de la cristalizacioacuten de la nacionalidad
A la altura de 1873 el Ejeacutercito Libertador habiacutea asegurado su posicioacuten en la zona rural del oriente Los liacutederes militares en especial Goacutemez pretendiacutean tras-ladar el conflicto beacutelico hacia la rica regioacuten azucarera occidental y mediante la poliacutetica de la tea incendiaria sembrar el caos y privar al estado colonial de los recursos para realizar la guerra Ceacutespedes apoyaba esta estrategia pero otros militares como Ignacio Agramonte y la Caacutemara de Representantes se oponiacutean Las diferencias entre la direccioacuten civil y militar se fueron agudizando A fines de 1873 Ceacutespedes fue destituido como presidente y en febrero de 1874 murioacute en combate meses despueacutes Agramonte corriacutea la misma suerte Finalmente en 1875 Goacutemez fue autorizado para llevar la invasioacuten al occidente En cuarenta y seis diacuteas incendia ochenta y tres ingenios Pero el sector independentista maacutes conservador recelaba tanto de la tea incendiaria como del protagonismo que adquiriacutean los generales Goacutemez dominicano y Maceo negro8
En el mismo momento en que las fuerzas independentistas daban siacutentomas de divisioacuten en enero de 1876 asumiacutea el gobierno general de Cuba Joaquiacuten Jovellar Una vez restaurada la monarquiacutea y liquidada la uacuteltima resistencia carlis-ta la metroacutepoli podiacutea concentrar todas sus energiacuteas en sofocar la insurreccioacuten cubana Jovellar habiacutea iniciado una fuerte ofensiva militar A fines de antildeo Arsenio Martiacutenez Campos asumioacute la direccioacuten de la guerra con un ejeacutercito de
de Cuba y las relaciones con los Estados Unidos durante el reinado de Alfonso XII Los oriacutegenes del laquodesastreraquo de 1898 Madrid 1995 pp 83-131
Veacutease Maacuteximo GOacuteMEZ Invasioacuten y campantildea de Las Villas 1875-76 La Habana 1984 8
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70000 hombres y los medios poliacuteticos y econoacutemicos para atraerse al enemigo Ya estaba sobre el tapete la ley Moret de vientres libres que contrarrestaba la legislacioacuten abolicionista mambisa9 Era el momento de ofrecer algo maacutes En oc-tubre de 1877 capturaron al presidente de la repuacuteblica Tomaacutes Estrada Palma En diciembre su sucesor Vicente Garciacutea entabloacute negociaciones para un posible ar-misticio El pacto del Zanjoacuten vino a poner fin al conflicto
II EL ZANJOacuteN Y LA INSTAURACIOacuteN DE UN NUEVO MODELO COLONIAL
En 1899 Luis Esteacutevez y Romero un abogado criollo casado con la rica here-dera y benefactora cubana Marta Abreu publicoacute Desde El Zanjoacuten hasta Baire que llevaba por subtiacutetulo Datos para la historia poliacutetica de Cuba En la senda de libros anteriores como el de Rafael Mariacutea Merchaacuten Cuba justificacioacuten de sus guerras de independencia que habiacutea visto la luz en 1896 las casi setecientas paacuteginas del libro de Esteacutevez constituyen un relato cerrado y justificativo de la guerra e independencia de Cuba como consecuencia de una poliacutetica colonial sorda a las reclamaciones cubanas que nunca confiacuteo en las preacutedicas criollas que clamaban por la autonomiacutea y donde la emancipacioacuten por tanto se imponiacutea como una necesidad histoacuterica En el proacutelogo de su libro Esteacutevez afirmaba que laquola imparcialidad maacutes estricta ha guiado una serie de datos relacionados de la me-jor manera que he podidoraquo En el mismo antildeo en que publicoacute su libro Esteacutevez era presidente del Partido Nacional de Cuba y habiacutea sido nombrado por el gobierno de Leonard Wood secretario de Justicia En 1901 acompantildeoacute a Tomaacutes Estrada Palma en la candidatura nacional-republicana en las elecciones de diciembre que sin oposicioacuten tras la retirada de la rival encabezada de Bartolomeacute Masoacute hizo de Esteacutevez vicepresidente hasta 1905 antildeo en el que abandonoacute la poliacutetica disconfor-me con los intentos de Estrada de perpetuarse en el poder No era esa la Repuacuteblica con la que habiacutea sontildeado y que los cuantiosos recursos de su esposa habiacutean ayudado a alumbrar Una vez maacutes puso rumbo a Pariacutes donde se suicidoacute en 1909 al no poder sobreponerse a la muerte de Marta10
La obra de Esteacutevez que como la de Merchaacuten fue la de un autonomista sin carneacute ha marcado en gran medida el conocimiento de la historia de Cuba com-prendida entre 1878 y 1898 La cantidad de datos que aporta cronoloacutegicamente bien organizados facilita enormemente la labor de los historiadores que en mu-
9 Rebecca SCOTT La emancipacioacuten de los esclavos en Cuba La transicioacuten al trabajo libre 1860-1899 Meacutexico 1989 pp 92-114
10 Luis ESTEacuteVEZ y ROMERO Desde el Zanjoacuten hasta Baire Datos para la historia poliacutetica de Cuba La Habana 1899 Rafael Mariacutea MERCHAacuteN Cuba justificacioacuten de su guerra de independencia Bogotaacute 1896 Muchas de las ideas contenidas en este texto tambieacuten estaacuten presentes en Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoUn nuevo orden colonial del Zanjoacuten al Baire La vida poliacutetica en Cuba 1878-1898raquo en Consuelo NARANJO (coord) Historia de las Antillas vol 1 Historia de Cuba Madrid 2009 pp 303-338
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chas ocasiones olvidamos que Desde El Zanjoacuten hasta Baire nacioacute con una clara intencioacuten la de hermanar a autonomistas e independentistas que hasta 1898 habiacutean militado en bandos opuestos en pro de la constitucioacuten de la Repuacuteblica de Cuba Publicada una vez que la suerte de Espantildea en Cuba estaba echada el discur-so funcionaba a la perfeccioacuten Era el momento de cambiar la historia y elaborar un discurso a la medida de las circunstancias post hoc ergo propter hoc pero no siempre todo lo que sucede despueacutes es causa y efecto de lo que ha sucedido antes Desde esta perspectiva el relato en blanco y negro cerrado y nacionalista nece-sario para fundar una repuacuteblica deja paso a otro construido en escala de grises no tan pedagoacutegico cierto pero que creemos maacutes sugerente y cercano a lo que realmente ocurrioacute
En la historia de Cuba la revolucioacuten siempre ha venido de oriente (Yara Bairehellip Sierra Maestra) mientras que de occidente lo que llegaban eran las refor-mas El poblado de El Zanjoacuten dista unos 220 kiloacutemetros de Yara y 250 de Baire Probablemente el trayecto que se recorriacutea en una o dos jornadas a fines del siglo XIX en unas horas hoy Sin embargo la distancia simboacutelica entre estas lo-calidades es infinitamente mayor La Cuba que encontramos cuando se produjo el Grito de Yara viviacutea lastrada por la esclavitud escasamente integrada en el or-den constitucional espantildeol y caminaba decididamente a la dependencia econoacute-mica de los Estados Unidos Cuando se produjo el Grito de Baire la esclavitud habiacutea dado paso a una sociedad de clases tremendamente desigual los criollos participaban si bien en condiciones de inferioridad en comparacioacuten con los ciu-dadanos de la peniacutensula en la vida poliacutetica del Estado y vislumbraban una cierta descentralizacioacuten del modelo colonial a la altura de 1895 la estructura econoacutemi-ca cubana ya era totalmente dependiente de las exportaciones a los Estados Unidos Muchas cosas habiacutean cambiado pero quizaacutes no las suficientes como para que el sentimiento nacional cubano cristalizado tras diez antildeos de guerra creyese a la altura de 1895 que todaviacutea podiacutean espantildeoles y cubanos compartir un orden estatal Y todos esos cambios habiacutean comenzado cuando en febrero de 1878 el general en jefe del ejeacutercito espantildeol Arsenio Martiacutenez Campos llegoacute desde el oc-cidente al poblado de El Zanjoacuten a escasos 39 kiloacutemetros de Puerto Priacutencipe ac-tual Camaguumley en el centro de la isla con una oferta de paz que los insurgentes mambises que persistiacutean en el oriente en su lucha por la independencia estaban dispuestos a aceptar
El Zanjoacuten supuso la instauracioacuten de un nuevo orden colonial que vino marca-do por tres acontecimientos histoacutericos la abolicioacuten de la esclavitud y la constitu-cioacuten de una sociedad de clases postesclavista la reorganizacioacuten de la industria azucarera y su vinculacioacuten con la economiacutea norteamericana hasta niveles de monopsonio y la construccioacuten de un orden liberal a distinta velocidad que en la metroacutepoli cierto pero liberal al fin y al cabo con partidos poliacuteticos y libertades baacutesicas garantizadas que transitoacute de un espantildeolismo asimilista a la especialidad
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primero y la autonomiacutea despueacutes proyecto que el desafiacuteo independentista prime-ro y la intervencioacuten norteamericana en 1898 despueacutes truncaron
Lo acordado en el Zanjoacuten ha sido denominado tratado capitulacioacuten conve-nio pacto o paz dependiendo de quieacuten tome la palabra para hablar de ello El propio Martiacutenez Campos afirmoacute en las Cortes laquoNo hay tratado del Zanjoacuten no hay pacto del Zanjoacuten no hay convenio del Zanjoacuten Se han empleado estas pala-bras y como yo no he de contestar a todo lo que por ahiacute se diga he dejado que cada uno califique las cosas como estime conveniente pero ya ha llegado el mo-mento de rectificar No hay tal pacto ni tratado es una capitulacioacuten y en rigor ni aun capitulacioacuten puede llamarse [porque] mi firma no estaacute en ninguna parte [ya que los insurgentes] dijeron que les bastaba mi palabraraquo11
Maacutes allaacute de la intencioacuten que se le quiera dar el acta firmada el 10 de febrero de 1878 conteniacutea 8 artiacuteculos que serviacutean para que los independentistas cubanos depusieran las armas y tuviesen garantiacuteas por parte de las autoridades de poder reincorporarse a la vida civil A cambio pediacutean que Cuba tuviese las mismas laquocondiciones poliacuteticas orgaacutenicas y administrativasraquo que Puerto Rico y la libertad de laquolos esclavos y colonos asiaacuteticos que se hallen en las filas insurrectasraquo En estricto sentido esto es lo convenido en el Zanjoacuten Nada maacutes Luego estaban las interpretaciones Para los criollos no era maacutes que un punto de partida de todo lo que estaba por venir Para el Gobierno de Madrid sin embargo era un punto de llegada lo estipulado estaba cumplido y una vez que Cuba recuperase su repre-sentacioacuten parlamentaria seriacutea en las Cortes donde se desarrollase la poliacutetica que conveniacutea a la isla A pesar de ello Martiacutenez Campos alentaba vehementemente a Antonio Caacutenovas del Castillo y a su ministro de Ultramar Joseacute Elduayen a poner en marcha una serie de reformas que sirvieran para afirmar la paz puesta en duda desde muy pronto cuando en el 15 de marzo el liacuteder independentista Antonio Maceo rehusoacute a aceptarla en lo que se conoce como la protesta de Baraguaacute Se llegoacute a hablar incluso de claacuteusulas secretas algo que el propio Martiacutenez Campos negariacutea en las Cortes La paz del Zanjoacuten teniacutea un alcance real limitado pero a su vez toda la potencialidad que se le quisiera dar Para los auto-nomistas cubanos en palabras de uno de sus maacutes caracterizados liacutederes Rafael Montoro el Zanjoacuten significaba a la altura de septiembre de 1878 laquola libertad de Cuba con Espantildearaquo12
11 Citado por Antonio PIRALA Historia Contemporaacutenea Segunda parte de la Guerra Civil Anales desde 1843 hasta el fallecimiento de don Alfonso XII Madrid 1895 t 6 p 136 Sobre por queacute denominarlo pacto Domingo MEacuteNDEZ CAPOTE El Pacto del Zanjoacuten La Habana 1929 pp 8-9
12 Sobre las claacuteusulas secretas Joseacute IBAacuteNtildeEZ MARIacuteN El general Martiacutenez Campos y su monumen-to Madrid 1905 p 362 La afirmacioacuten de Montoro en Rafael MONTORO laquoDiscurso pronunciado en Cienfuegos el 22 de septiembre de 1878 al constituirse alliacute el Partido Liberalraquo en Discursos po-liacuteticos y parlamentarios informes y disertaciones por Rafael Montoro 1878-1893 La Habana 1894 p 5 El texto del pacto en Luis ESTEacuteVEZ Y ROMERO Desde el Zanjoacuten hasta Baire La Habana 1899 pp 1-2
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El quid de la cuestioacuten estaba en interpretar el artiacuteculo primero aquel que re-conociacutea las mismas condiciones a Cuba que a la isla de Puerto Rico Ni Martiacutenez Campos ni los independentistas cubanos teniacutean una idea exacta del alcance que el reacutegimen liberal teniacutea en la otra antilla En principio pareciacutean reconocer todas las libertades que la Revolucioacuten de Septiembre habiacutea llevado a la isla y que en el momento de la firma del Zajoacuten estaban vigentes las leyes provincial y municipal y una ley electoral expansiva que daba derecho al voto a cualquier persona que pagase impuestos y supiese leer y escribir Sin embargo desde el golpe de Estado de enero de 1874 el gobernador Laureano Sanz habiacutea dejado en suspenso todas las garantiacuteas constitucionales contenidas en el tiacutetulo primero de la Constitucioacuten de 1869 que habiacutea sido extendido a la isla en agosto de 1873 y disuelto las di-putaciones provinciales y ayuntamientos Como avisoacute Elduayen laquoSe ha ofrecido por ustedes [Martiacutenez Campos y Joaquiacuten Jovellar] para diputados a Cortes ayun-tamientos y diputaciones las leyes que rigen en Puerto Rico y no han tenido presente que en la actualidad no hay vigente ninguna en aquella provinciaraquo En la praacutectica como el mismo Montoro reconociacutea en enero de 1895 la equiparacioacuten fue una victoria piacuterrica que se limitaba a la abolicioacuten de la esclavitud y la repre-sentacioacuten en Cortes lo uacutenico que quedoacute en pie en Puerto Rico cuando la Restauracioacuten alfonsina llegoacute a sus costas13
Pronto Martiacutenez Campos como general en jefe del ejeacutercito y Joaquiacuten Jovellar en su calidad de gobernador general empezaron a poner en pie el nuevo orden colonial Les sobraba a ambos voluntad poliacutetica para cambiar las cosas pero les faltaban recursos con los que llevar a cabo sus planes Desde Madrid Elduayen lo teniacutea claro laquoque se renuncie en esa provincia a contar con ninguacuten auxilio pecu-niario por parte de la peniacutensula teniendo que resolver sus problemas econoacutemi-cos liquidacioacuten de su deuda como consecuencia de la guerra y desarrollo de obras y medios sucesivos de defensa con los propios recursos de esa islaraquo Enunciaba asiacute un principio que fue el que en gran medida siguieron todos los gobiernos de la Restauracioacuten los problemas ultramarinos debiacutean resolverse sin menoscabo del Tesoro de la peniacutensula que era sin embargo la gran beneficiaria del modelo colonial que se poniacutea en marcha El mundo ultramarino debiacutea ser por
13 Sobre las condiciones poliacuteticas en Puerto Rico a la firma del Zanjoacuten Astrid CUBANO laquoReformas electorales y praacutectica poliacutetica en Puerto Rico (1874-1904)raquo en Carlos MALAMUD (coord) Legitimidad representacioacuten y alternancia en Espantildea y Ameacuterica Latina las reformas electo-rales (1880-1930) Meacutexico 2000 pp 87-100 cita en p 90 y Carmen RAMOS de SANTIAGO El desarrollo constitucional de Puerto Rico documentos y casos San Juan 1985 p 488 La cita de Elduayen en Archivo de la Universidad Carlos III Fondo Joseacute Elduayen Correspondencia con Joaquiacuten Jovellar caja 4 exp 6 Madrid 18 de abril de 1878 El juicio de Montoro en Rafael MONTORO laquoEl programa autonomistaraquo en El problema colonial contemporaacuteneo Madrid 1895 pp 275-308 cit en pp 279-280
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tanto generador de sus propios recursos o la garantiacutea de los empreacutestitos con los que conseguirlos14
Auacuten no estaba seca la tinta del Zanjoacuten cuando comenzoacute un tira y afloja entre Madrid y La Habana Martiacutenez Campos y Jovellar propugnaban un amplio refor-mismo en sentido asimilador de Cuba con la peniacutensula algo que consideraban vital para continuar ganaacutendose voluntades poliacuteticas y facilitar el gobierno de la isla Lo inmediato eran las leyes provincial y municipal la representacioacuten en Cortes y la abolicioacuten de la esclavitud Desde Madrid Caacutenovas y Elduayen inten-taron ralentizar el cambio todo lo posible la representacioacuten en Cortes llegariacutea con la siguiente convocatoria de elecciones generales no antes y la base sobre la que calcular el nuacutemero de representantes se hariacutea con criterios maacutes restrictivos que la que regiacutea en la peniacutensula y la abolicioacuten llegariacutea despueacutes cuando los repre-sentantes cubanos tomasen asiento en el Parlamento tal y como estableciacutea la enmienda a la Ley Moret que habiacutea propuesto Caacutenovas en su momento Frente a las medidas excepcionales queriacutean que la poliacutetica colonial una vez concluida la paz se adaptase al ritmo lento que caracterizaba a la Restauracioacuten el mismo que enervaba a los sectores reformistas metropolitanos que queriacutean una Espantildea moderna y que en Cuba fue entendido por los nacionalistas criollos como una afrenta que justificaba en un plazo breve la autonomiacutea y de no conseguirse esta la independencia15
Disentir de Martiacutenez Campos era algo difiacutecil hasta para el propio Caacutenovas Era el general por antonomasia el que proclamoacute al rey en Sagunto el que con astucia poliacutetica y energiacutea en el campo de batalla habiacutea despejado el horizonte poliacutetico del nuevo reacutegimen al derrotar a sus principales enemigos los carlistas primero y los independentistas cubanos despueacutes Maacutes allaacute de su vinculacioacuten con el moderan-tismo histoacuterico y con los liberales conservadores Martiacutenez Campos haciacutea gala de su firmeza de criterio que no se paraba ante nada y ante nadie era maacutes militar que poliacutetico pero las decisiones poliacuteticas que teniacutea que tomar las defendiacutea con el mismo rigor que una posicioacuten en el campo de batalla Teniacutea muy claro queacute era lo que se debiacutea hacer en Cuba el problema era que aunque en principio aparen-tasen lo contrario y dijesen estar abiertos a cualquier indicacioacuten Elduayen y Caacutenovas tambieacuten lo teniacutean era necesario descabalgar a Martiacutenez Campos de todo su poder simboacutelico y subyugar al heacuteroe militar a la disciplina civil
14 Archivo Universidad Carlos III Fondo Joseacute Elduayen Correspondencia con Joseacute Caacutenovas del Castillo caja 3 exp 6 Madrid 9 de marzo de 1878
15 Archivo Universidad Carlos III Fondo Joseacute Elduayen Pacificacioacuten de Cuba caja 5 exp 3 Telegramas intercambiados entre Jovellar Martiacutenez Campos y Elduayen entre el 24 de febrero y el 8 de marzo de 1878 Archivo Histoacuterico Nacional Ultramar leg 4940 caja 3 laquoCarta de Joaquiacuten Jovellar a Joseacute Elduayen remitiendo para su examen y aprobacioacuten los proyectos de la ley electo-ralraquo La Habana 25 de abril de 1878 y laquoCarta de Joaquiacuten Jovellar a Joseacute Elduayen informando sobre el proyecto de decreto sobre eleccioacuten de diputadosraquo La Habana 5 de junio de 1878
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El 9 de junio de 1878 Martiacutenez Campos asumioacute el Gobierno General de Cuba que hasta esa fecha habiacutea desempentildeado Jovellar16 Asentada la pacificacioacuten era necesario poner en marcha las reformas de las que habiacutean venido hablando des-de febrero Lo primero era deshacer el entuerto en el que se habiacutea incurrido en la primera base del Zanjoacuten El 24 de mayo se llevoacute la Ley Municipal y Provincial de la peniacutensula de 2 de octubre de 1877 modificada a Puerto Rico esto es meses despueacutes de firmado el Zanjoacuten La nueva ley veniacutea a reconocer el principio de voluntad popular que ayuntamientos y diputaciones debiacutean tener pero robuste-ciacutea la autoridad del gobernador general que en todo momento podiacutea imponerse sobre las instituciones en temas como el nombramiento del alcalde de algunos funcionarios y de determinadas decisiones que se tomasen en relacioacuten sobre todo pero no exclusivamente con el orden puacuteblico y la Hacienda Ademaacutes se estableciacutea un censo de 5 pesos para poder ser elector mientras que en la peniacuten-sula podiacutea ejercer el sufragio cualquiera que justificase pagar alguacuten tipo de im-puestos y supiese leer y escribir Estas leyes seriacutean las que se aplicasen a Cuba el 21 de junio17 Suponiacutean sin duda un avance sobre el orden anterior pero eran restrictivas en comparacioacuten con las de la peniacutensula y en dependencia de quieacuten ostentase el mando se podiacutean convertir ayuntamientos y diputaciones en orga-nismos sin vida18
Tambieacuten el 9 de junio de 1878 se decretoacute coacutemo se ejerceriacutea el sufragio para la representacioacuten en Cortes en Cuba A pesar de los consejos de Martiacutenez Campos que queriacutea una legislacioacuten maacutes proacutexima entre metroacutepoli y colonia se dispuso un censo mucho maacutes elevado que en la peniacutensula 25 pesos a la vez que se creaban grandes circunscripciones electorales en el que el peso de las ciudades ahogaba el voto rural19 Ademaacutes se concediacutea el derecho de sufragio a los funcionarios a los que perteneciesen al Cuerpo de Voluntarios y a los socios de las sociedades anoacutenimas Este decreto que se convirtioacute en diciembre de 1878 en el tiacutetulo VIII de la Ley Electoral de la peniacutensula que planteaba coacutemo debiacutea ejercerse el sufragio en las Antillas propiciaba un sistema poco competitivo en el que la masa electo-ral movilizada era escasa y favorable al voto conservador y espantildeol frente al criollo Un orden de cosas que se modificoacute en parte con las reformas que en 1891 introdujo Antonio Mariacutea Fabieacute reorganizando los distritos y circunscripciones
16 Gaceta de Madrid 9 de junio de 1878 17 Gaceta de Madrid 20 de julio de 1878 Toda la legislacioacuten puesta en vigor tras el Zanjoacuten estaacute
recogida en Reales decretos sobre el reacutegimen poliacutetico y administrativo de la isla de Cuba Atribuciones del Gobernador General ndash Divisioacuten territorial Creacioacuten de los gobiernos de provincia ndash Atribuciones de los gobernadores Organizacioacuten provincial ndash Organizacioacuten municipal [Madrid] 1878
18 Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD La Restauracioacuten en Cuba El fracaso de un proceso reformis-ta Madrid 2000 pp 123-125
19 Archivo Histoacuterico Nacional Ultramar Gobierno Leg 4940 caja 3 laquoCarta de Joaquiacuten Jovellar a Joseacute Elduayen informando sobre el proyecto de decreto sobre eleccioacuten de diputadosraquo La Habana 5 de junio de 1878
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y un antildeo despueacutes Antonio Maura cuando redujo la cuota a 5 pesos y suprimioacute el voto de los voluntarios para sacar a los autonomistas del retraimiento electo-ral y atraerlos hacia el plan de reformas que ya teniacutea en mente20
El mismo diacutea 9 de junio se decretoacute la divisioacuten territorial en seis provincias las atribuciones del gobernador general y de los gobernadores provinciales Lo fundamental era ratificar el poder del gobernador como maacutexima autoridad en un momento en el que Cuba volviacutea a la vida poliacutetica Podriacutea obrar incluso en contra de las disposiciones del Gobierno si lo estimase conveniente siempre y cuando informase laquolo maacutes pronto posibleraquo a Madrid y despueacutes de oiacuter a una Junta de Autoridades de caraacutecter meramente consultivo compuesta por el obispo de La Habana el arzobispo de Santiago de Cuba laquosi se encontrase en La Habanaraquo el comandante general del Apostadero el general segundo cabo los jefes superio-res de la administracioacuten de Justicia Fiscaliacutea Hacienda y administracioacuten Civil21
Otra de las nuevas medidas fue la divisioacuten provincial que se justificaba por la necesidad de un mayor control del territorio y para que fuese maacutes efectiva la poliacutetica de reconstruccioacuten y colonizacioacuten tras la guerra En un principio se pensoacute en siete provincias dado el tamantildeo de Santiago de Cuba pero finalmente se redujeron a seis y quizaacutes en ello influyoacute tambieacuten la cuantiacutea econoacutemica de la nueva planta de la Administracioacuten algo que preocupaba a Madrid Las provin-cias fueron Pinar del Riacuteo La Habana Matanzas Santa Clara Puerto Priacutencipe y Santiago de Cuba Se introduciacutea tambieacuten la figura del gobernador civil que po-diacutea ser desempentildeado como en la praacutectica sucedioacute casi siempre por un militar A diferencia del gobernador general que lo nombraba el Gobierno a propuesta del ministro de Ultramar el gobernador provincial lo designaba el ministro di-rectamente pero era el representante del Gobierno General en cada una de las nuevas provincias que se creaban22 Finalmente el 23 de julio se promulgoacute el real decreto que reorganizaba la Secretariacutea del Gobierno de la Isla de Cuba a la vez que instituye las secretariacuteas de los gobiernos civiles de cada una de las pro-vincias recieacuten creadas23
En la confeccioacuten de toda esta legislacioacuten Martiacutenez Campos habiacutea obrado con cierta independencia con respecto a Madrid algo que por otro lado estaba den-tro de la maacutes absoluta legalidad como maacutexima autoridad de la isla podiacutea modi-ficar toda medida que llegase desde la peniacutensula Sin embargo cuando esta inde-
20 Gaceta de Madrid 8 de agosto 9 de noviembre y 30 de diciembre de 1878 Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoCubaraquo en Joseacute VARELA ORTEGA (dir) El poder de la influencia geografiacutea del caciquismo en Espantildea (1875-1923) Madrid 2001 pp 515-539
21 Gaceta de Madrid 20 de julio y 9 de noviembre de 1878 22 El proyecto de las siete provincias en Archivo de la Universidad Carlos III Fondo Joseacute
Elduayen Correspondencia con Joaquiacuten Jovellar caja 4 exp 6 Madrid 18 de abril de 1878 La nueva divisioacuten provincial y las facultades de los gobernadores provinciales en Gaceta de Madrid 20 de julio de 1878
23 Gaceta de Madrid 28 de julio de 1878
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pendencia de criterio se quiso llevar a temas como la abolicioacuten de la esclavitud y sobre todo a las reformas econoacutemicas pues la abolicioacuten era algo que Madrid teniacutea que aceptar pronto le gustase o no el enfrentamiento fue inevitable y obli-goacute a que el propio general asumiese la jefatura del Gobierno para dar mayor im-pulso a la reforma algo que no consiguioacute y que alejoacute al heacuteroe de Sagunto del canovismo Mientras en el oriente de Cuba se escuchoacute de nuevo el grito de laquoIndependencia o muerteraquo A finales de agosto de 1879 parte de los patriotas cubanos volviacutean a invocar las armas y daban paso a un nuevo conflicto beacutelico que duroacute un antildeo y que la historiografiacutea conoce como la Guerra Chiquita Asiacute acaboacute el espiacuteritu del Zanjoacuten con su inspirador lejos de la isla y con una parte de los cu-banos otra vez en el campo de la insurreccioacuten Lo que levantoacute tantas esperanzas acaboacute como veremos con una ley de abolicioacuten tiacutemida y con un reformismo econoacutemico lento y supeditado a conjugar dos estructuras econoacutemicas la de Cuba y la del conjunto del Estado espantildeol difiacutecilmente equiparables24
III LOS PRIMEROS PARTIDOS POLIacuteTICOS CUBANOS
A pesar de que el impulso reformista inicial no fue lo ambicioso que se habiacutea previsto por los que negociaron el pacto del Zanjoacuten siacute fue lo suficiente como para instaurar un orden liberal en el que la representacioacuten descansaba en el sufragio El periacuteodo que se abre en 1878 conoce una profunda movilizacioacuten poliacutetica de la sociedad cubana que maacutes allaacute de lo limitado del derecho electoral y de las com-petencias de diputaciones provinciales y ayuntamientos permitiacutea como en la metroacutepoli un juego poliacutetico escasamente competitivo cierto pero con el sufi-ciente grado de libertad para ir socavando los mecanismos coloniales tradiciona-les de poder y paulatinamente irlos modificando Poco a poco y en muchos casos limitada en su accioacuten la legislacioacuten del Estado fue llegando a la isla El Coacutedigo Penal en 1879 la proclamacioacuten de la Constitucioacuten las leyes de imprenta y reunioacuten en 1881 la reforma de la ley de imprenta en 1886 y de asociaciones de 1888 fueron estableciendo un marco de libertades baacutesicas que sirvioacute para concienciar a muchos de que otra Cuba era posible El orden liberal llegaba a las Antillas esta vez para quedarse y para hacer realidad el mismo surgieron los primeros partidos poliacuteticos25
24 Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoTras la Revolucioacuten las reformas el Partido Liberal Autonomista cubano y los proyectos reformistas tras la Paz del Zanjoacutenraquo en Consuelo NARANJO y Tomaacutes MALLO (eds) Cuba la Perla de las Antillas Aranjuez 1994 pp 197-212 Sobre la Guerra Chiquita Francisco PEacuteREZ GUZMAacuteN y Rodolfo SARRACINO La Guerra Chiquita una experiencia necesaria La Habana 1982
25 Una buena aproximacioacuten a la interaccioacuten entre una sociedad civil muy activa y un sistema poliacutetico que no estuvo a la altura en Joseacute Antonio PIQUERAS Sociedad civil y poder en Cuba Colonia y poscolonia Madrid 2005 pp 155-213
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El primero en formarse fue el Partido Liberal en agosto de 1878 Empezoacute abogando por la descentralizacioacuten para un antildeo despueacutes declarase francamente autonomista Era un partido criollo de clases medias de profesionales26 que podiacutean haber participado o no en la guerra pero que confiaban en que la evolu-cioacuten de las estructuras permitiese a los cubanos gozar de un gobierno propio bajo la tutela del Estado espantildeol esto es un modelo colonial a la altura de sus intere-ses que no poniacutea en entredicho el imperio de Espantildea pero que tampoco aposta-ba por una guerra de independencia que arruinase a la isla Era un partido de orden que frente a la revolucioacuten apostaba de manera decidida por la evolucioacuten hacia el autogobierno En su congreso constituyente lanzaron un manifiesto al paiacutes que resume su programa en tres puntos En lo social propugnaban por una abolicioacuten de la esclavitud de acuerdo al artiacuteculo 21 de la Ley Moret es decir con indemnizacioacuten para los propietarios y con la presencia de representantes cuba-nos en las Cortes a la vez que pediacutean el fomento de la inmigracioacuten blanca y por familias queriacutean una inmigracioacuten que arraigase y a partir de la que conformar una sociedad eacutetnicamente homogeacutenea En lo econoacutemico reclamaban el librecam-bio para lo que pediacutean una revisioacuten completa del sistema fiscal y de aduanas que permitiese engrosar las exportaciones cubanas en particular las que se diri-giacutean a los Estados Unidos su principal mercado En lo poliacutetico reclamaban la identidad de derechos de peninsulares y cubanos el acceso de los criollos a la Administracioacuten colonial y al amparo del artiacuteculo 89 de la Constitucioacuten que re-conociacutea que los territorios de Ultramar se gobernariacutean por leyes especiales de-mandaban la laquomayor descentralizacioacuten posible dentro de la unidad nacionalraquo Los liberales de 1878 fueron en extremo moderados al plantear su programa Estaban todaviacutea calientes los campos de Cuba eran muchos los deportados y capitulados que auacuten no habiacutean vuelto a su hogar y confiaban en la obra de go-bierno de Martiacutenez Campos A pesar de su moderacioacuten surgioacute al poco tiempo un partido Liberal Nacional que supeditaba el liberalismo a la asimilacioacuten Ambas tendencias confluyeron en un uacutenico partido en febrero de 1879 y meses despueacutes en agosto en el aniversario de su fundacioacuten y sin el garante del Zanjoacuten en Cuba radicalizaron su programa abolicioacuten de la esclavitud inmediata simultaacutenea y sin indemnizacioacuten y autonomiacutea colonial entendida como gobierno del paiacutes por el paiacutes de acuerdo a una constitucioacuten propia27
26 Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoQuieacutenes eran y a queacute se dedicaban los autonomistas cuba-nosraquo en Teresa CORTEacuteS Consuelo NARANJO y Alfredo URIBE (eds) Ameacuterica Latina y el Caribe el 98 en la coyuntura imperial Morelia 1999 II pp 53-72
27 Visiones generales del autonomismo cubano en Marta BIZCARRONDO y Antonio ELORZA Cuba Espantildea El dilema autonomista Madrid 2001 y Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoLa fuerza de la palabra El autonomismo en Cuba en el uacuteltimo tercio del siglo XIXraquo Revista de Indias (Madrid) LXI223 (2001) pp 715-748
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Al poco de constituidos los liberales los grandes hacendados comerciantes e industriales unidos a los altos funcionarios coloniales en su mayoriacutea penin-sulares e ideoloacutegicamente espantildeolistas se agruparon en torno a una idea laquoPaz patria y Unioacuten Constitucionalraquo que dio lugar al partido conservador que a tenor de su lema fue conocido como la Unioacuten Constitucional En eacutel se congregaron los voluntarios y todos aquellos que durante la guerra habiacutean sido el baluarte en que se basaron las autoridades para hacer frente al independentismo Eran por tanto los heredaros del partido espantildeol y que en ausencia de conflicto beacutelico teniacutean que adecuar su actuacioacuten poliacutetica al nuevo entramado de libertad y repre-sentacioacuten poliacutetica A pesar de su conservadurismo y como bien observaba un poliacutetico tan perspicaz como fue el liacuteder de color y futuro independentista Juan Gualberto Goacutemez el programa de los conservadores no se separaba mucho de los liberales autonomistas En lo poliacutetico pediacutean la asimilacioacuten racional y posi-ble de Cuba al resto del Estado es decir al igual que los autonomistas enten-diacutean la necesidad de una legislacioacuten especial pero en vez de que descansase en una asamblea colonial confiacuteaba en las adaptaciones que realizase el Gobierno en lo relativo a la esclavitud tambieacuten estaban por el mantenimiento de la Ley Moret lo que suponiacutea una abolicioacuten gradual y extremadamente lenta En lo econoacutemico ademaacutes del libre comercio con preferencia al mercado norteameri-cano a traveacutes de la firma de tratados comerciales defendiacutean el comercio de ca-botaje con la peniacutensula que crease un espacio econoacutemico integrado entre me-troacutepoli y colonia lo que sin duda favoreceriacutea la unioacuten poliacutetica a pesar de la distancia geograacutefica y de la difiacutecil equiparacioacuten de dos estructuras econoacutemicas tan contrapuestas28
Constitucionales y liberales protagonizaron la vida poliacutetica de la isla en estos antildeos Los primeros contaron siempre con el favor de los gobiernos de Madrid fuesen estos canovistas o sagastinos y con el apoyo de las autoridades colonia-les Asiacute se conformoacute un sistema de partidos poco competitivo en el que los cons-titucionales se imponiacutean una y otra vez en las elecciones gracias a un sistema electoral hecho a su medida desde la cuota del censo al establecimiento de las circunscripciones en donde el peso de las grandes ciudades aquellas que en las que la presencia de los funcionarios coloniales y la inmigracioacuten peninsular era mayor ahogaba el voto del campo maacutes criollo y supuestamente maacutes afiacuten a los liberales autonomistas Siendo esto cierto tambieacuten lo fue que en muchas ocasio-nes el autonomismo no fue capaz de movilizar a sus potenciales votantes des-contentos por lo que se podiacutea obtener por las viacuteas legales y que poco a poco se
Sobre la Unioacuten Constitucional Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD La Restauracioacuten en Cuba El fracaso de un proceso reformista Madrid 2000 y Mariacutea Joseacute PORTELA MIGUELEZ Redes de po-der en Cuba en torno a la Unioacuten Constitucional 1878-1898 Caacutediz 2004 El juicio de Goacutemez en Juan Gualberto GOacuteMEZ La cuestioacuten de Cuba en 1884 Historia y soluciones de los partidos cubanos Madrid 1885 pp 27-32
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fueron alejando de la vida poliacutetica lo que lastroacute su resultado en los comicios lo-cales provinciales y parlamentarios
El discurso autonomista se movioacute raacutepido de la esperanza al pesimismo ante la lentitud del cambio En palabras de uno de sus liacutederes maacutes caracterizados Francisco Conte laquoLos liberales no son intransigentes son descontentadizos porque auacuten les queda mucho que obtener y pesimistas porque su historia en el siglo XIX ha sido una serie indefinida de desengantildeos amargos y de tristes decep-cionesraquo Los constitucionales enarbolaron un discurso de resistencia de defensa de Espantildea y lo espantildeol de ahiacute que se definiesen como laquoministeriales con todos los ministeriosraquo Esta actitud ademaacutes de poliacutetica serviacutea para amparar intereses que creciacutean al abrigo del Estado colonial Pero dentro de la Unioacuten Constitucional habiacutea otros que no estaban tan vinculados con los negocios que produciacutea la rela-cioacuten metroacutepoli-colonia y maacutes con lo que pasaba en Cuba De ahiacute surgioacute una disi-dencia que en el momento que Antonio Maura presentoacute su plan de reformas en 1893 dio lugar a un nuevo partido que no podiacutea denominarse de otra manera que Partido Reformista que frente al asimilismo conservador y el autonomismo liberal defendiacutea la especialidad algo maacutes que ser una provincia para algunos asuntos pero menos que el gobierno propio que representaba la autonomiacutea co-lonial29
La vida poliacutetica de Cuba del Zanjoacuten al Baire fue muy activa La prensa los libros y los folletos de unos y otros amparados en una libertad de imprenta que no habiacutea conocido la isla antes contribuyeron a la creacioacuten de una cultura poliacute-tica cubana Cierto es que el sistema de partidos y electoral era escasamente competitivo pero tambieacuten lo era que a su vez conformaba un espacio poliacutetico propio y con caracteriacutesticas especiacuteficas La primera es que estaba basado en dis-tinciones eacutetnicas lo criollo frente a lo peninsular y vertebrado maacutes que por las ideologiacuteas al uso justificadas por una demanda social por el modelo de relacioacuten establecido entre Cuba y el resto del Estado espantildeol La segunda es que fue un espacio donde los grandes partidos poliacuteticos estatales nunca arraigaron y donde el encasillado contoacute en comparacioacuten con lo que ocurriacutea en la peniacutensula con in-finitas dificultades lo que no significa que no existiese y que las autoridades no lograsen colocar en las candidaturas principalmente en las conservadoras a poliacuteticos cuneros pero siempre veniacutean a completar una lista ya decidida por los partidos cubanos Asiacute y esta es la tercera caracteriacutestica los representantes poliacute-ticos cubanos eran productores de su propia ideologiacutea todas ellas eran colonia-les esto es que veniacutean definidas por estatus de Cuba De esta manera unos eran
29 Acerca del pesimismo autonomista Francisco CONTE La lucha poliacutetica en Cuba Los unos y los otros (1878-1889) La Habana 1889 p 192 Sobre el Partido Reformista Eduardo DOLZ laquoEl programa reformistaraquo en El problema colonial contemporaacuteneo Madrid 1895 pp 203-273 y James DURNERIN laquoEl nacimiento del Partido Reformista en Cuba de 1893raquo en Cuba Les Etapes drsquoune Liberation Tolouse 1980 pp 221-242
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asimilistas otros autonomistas y una tercera ideologiacutea propugnaba la especiali-dad que defendiacutea una amplia descentralizacioacuten administrativa pero que a dife-rencia de los autonomistas consideraba que todas las decisiones poliacuteticas debiacutean ser tomadas por la metroacutepoli El Estado se apoyoacute primero en el asimilismo y a partir de 1893 en la especialidad a la vez que intentoacute integrar a los autonomistas pues en el fondo lo que trataba era amparando a estas ideologiacuteas coloniales contrarrestar a aquellas que se definiacutean como anticoloniales independentismo y anexionismo opciones que en ocasiones se confundiacutean Entre 1878 y 1898 la vida poliacutetica osciloacute de un espantildeolismo extremo a medidas descentralizadoras reformas de Maura y Abarzuza y finalmente de raiacutez autonomista el decreto ca-novista de febrero de 1897 y los autonoacutemicos de noviembre de ese mismo antildeo Todo ello fracasoacute cuando el independentismo ayudado por la intervencioacuten nor-teamericana puso fin a la presencia de Espantildea en Cuba
Al margen de la legalidad constituida estaba el independentismo herido de muerte por el pacto del Zanjoacuten Aun asiacute Antonio Maceo pudo protestar ante el propio Martiacutenez Campos en los mangos de Baraguaacute y rechazar un pacto que si no reconociacutea la abolicioacuten de la esclavitud y la independencia no podiacutea aceptar Intentoacute continuar la lucha pero ante la falta de recursos abandonoacute Cuba en mayo de 1878 El independentismo que protestoacute en Baraguaacute era radicalmente distinto del que se habiacutea alzado en Yara Carlos Manuel de Ceacutespedes un patricio blanco anclado a un trapiche azucarero obsoleto en 1868 poco teniacutea que ver con Maceo un liacuteder negro que abogaba por una repuacuteblica sin esclavos sin discriminacioacuten racial y profundamente democraacutetica El independentismo de Ceacutespedes se puede entender como el uacuteltimo capiacutetulo del que habiacutea emancipado al continente mien-tras que el que representa Maceo estariacutea maacutes proacuteximo a lo que estaba por venir en el siglo XX a movimientos como la Revolucioacuten Mexicana en donde la lucha por la emancipacioacuten nacional se confunde con la justicia social Quien mejor supo comprender ese nuevo tiempo fue un joven abogado habanero Joseacute Martiacute que tras siete antildeos de exilio volviacutea a Cuba laquoa trabajar por los miacuteos y a fortificarme para la lucharaquo y que consideraba a la protesta de Baraguaacute laquoel documento maacutes glorioso de nuestra historiaraquo30
Pero la realidad era que con la firma del Zanjoacuten el independentismo pasaba por sus peores momentos Domingo Meacutendez Capote que seraacute mambiacute y que en 1878 teniacutea 15 antildeos recuerda de manera muy viacutevida como los antiguos insu-rrectos al volver a sus pueblos como capitulados eran recibidos como heacuteroes Seguacuten Meacutendez Capote fue justo en ese momento cuando empezoacute a arraigar la
30 Sobre la protesta de Baraguaacute puede consultarse el trabajo de Elias ENTRALGO laquoEl sentido revolucionario de la protesta de Baraguaacuteraquo Universidad de La Habana (La Habana) 94-96 (1951) pp 82-99 y Jorge IBARRA Ideologiacutea mambisa La Habana 1967 pp 122-126 que recoge las pala-bras de Martiacute sobre la protesta de Baraguaacute (p 126) La cita de Martiacute en Joseacute MARTIacute Obras com-pletas La Habana 2001 XX p 52
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leyenda revolucionaria algo que cincuenta antildeos despueacutes de los hechos relacio-na directamente con el Zajoacuten Es un discurso que a la altura de 1929 puede funcionar muy bien pero que en 1878 estaacute lejos de ser verdad Para los auteacuten-ticos independentistas el Zanjoacuten fue un fracaso en el que maacutes allaacute de que abrie-se un nuevo periodo en el mismo no se vislumbraba ni la independencia ni la abolicioacuten Eran viacutectimas de su impotencia nada era lo que habiacutean conseguido en diez antildeos de lucha y lo peor era que por mucho que lo intentaran no estaban en disposicioacuten de poner en marcha una nueva guerra La Guerra Chiquita fue tal y como reconoce la historiografiacutea una experiencia tan necesaria como inuacutetil A fin de cuentas nada logroacute y sirvioacute para que las autoridades se diesen cuenta del potencial de los autonomistas para frenar futuras intentonas separatistas El gobernador general de Cuba Ramoacuten Blanco llegoacute a afirmar laquola actitud del Partido Liberal habiacutea valido para Espantildea y para la paz mucho maacutes que veinte batallonesraquo31
La guerra supuso la deportacioacuten de los principales liacutederes civiles como Martiacute y Juan Gualberto Goacutemez y no consiguioacute que se involucrasen los liacutederes militares histoacutericos Maacuteximo Goacutemez y Antonio Maceo El independentismo si queriacutea triunfar no podiacutea cifrarlo todo al eacutexito de una accioacuten militar que insurreccionase la isla El esfuerzo militar debiacutea estar supeditado a un movimiento civil amplio perfectamente organizado y que fuera profundamente democraacutetico en el que cupiesen todos y nadie sobrase un movimiento que fuese capaz de sostener el movimiento beacutelico pero que a la vez supiese cuaacutel era la repuacuteblica independiente por la que luchaba y evitar el anexionismo que siempre estuvo ahiacute y maacutes en un momento en el que la economiacutea cubana se haciacutea maacutes y maacutes dependiente de las compras norteamericanas Fue Joseacute Martiacute el primero que lo vio con claridad y sabiacutea que reorganizar el movimiento suponiacutea incorporar en un mismo frente a los veteranos de la Guerra de los Diez Antildeos y a la nueva generacioacuten para lo que habiacutea que tener las ideas y una organizacioacuten adecuada El independentismo ne-cesitaba tiempo y no malgastar los recursos Diez antildeos de guerra habiacutean servido para que la nacionalidad emergiese y borrar la mancha del anexionismo de mu-chos patriotas una mancha sin embargo indeleble y latente por lo econoacutemico y maacutes allaacute porque muchos independentistas encontraban en el vecino del norte esa repuacuteblica democraacutetica ahora ya sin esclavos en la que mejor salvaguardar sus intereses presentes y futuros Pero tras diez antildeos de guerra habiacutea que esperar la coyuntura precisa y estar preparado para cuando esta llegase En octubre
Domingo MEacuteNDEZ CAPOTE El Pacto del Zanjoacuten La Habana 1929 pp 44-50 Las palabras de Blanco en Luis ESTEacuteVEZ Y ROMERO Desde el Zanjoacuten hasta Baire La Habana 1899 p 56 Los autonomistas a lo largo de toda su historia recordaron esta ayuda Veacutease Antonio GOVIacuteN Discursos La Habana 1955 pp 45-46 y la versioacuten del autonomista que fue el agente de Blanco ante los insurrectos en Herminio LEYVA Y AGUILERA El movimiento insurreccional de 1879 En la provincia de Santiago de Cuba (La Guerra Chiquita) La Habana 1893
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de 1880 Joseacute Martiacute escribioacute a Emilio Nuacutentildeez que auacuten intentaba en vano continuar la guerra laquoyo le aconsejo como revolucionario y como hombre que admira y envidia su energiacutea y como carintildeoso amigo que no permanezca inuacutetilmente en el campo de batalla [mientras] que aquellos a quienes usted defiende son impoten-tes para hacer llegar a usted auxiliosraquo Era el momento de la palabra las armas debiacutean esperar32
IV LA ABOLICIOacuteN DE LA ESCLAVITUD Y LA CONSTRUCCIOacuteN DE UNA SOCIEDAD DE CLASES
Afirmada la paz la abolicioacuten reclamaba una solucioacuten urgente La suerte de los esclavos era algo que los dos bandos habiacutean puesto sobre el tapete durante la guerra Las autoridades de Madrid y La Habana sabiacutean que la opinioacuten puacuteblica y las presiones internacionales les empujaban inexorablemente hacia la abolicioacuten maacutes cuando ya en el Zanjoacuten se habiacutea concedido la libertad a parte de las dotacio-nes precisamente a aquellos que habiacutean luchado con los mambises Quedaban en la isla unos doscientos mil esclavos en la mayoriacutea en el sector azucarero donde seguiacutean siendo el recurso de mano de obra preferido por los hacendados Sabemos que la uacuteltima expedicioacuten esclavista documentada habiacutea arribado a las costas cubanas en fecha tan tardiacutea como 1873 justo el mismo antildeo en que la ley de abolicioacuten llegoacute a Puerto Rico pero desconocemos como bien afirma Juan Peacuterez de la Riva si llegoacute alguna otra despueacutes33
Cuando en marzo Martiacutenez Campos se hizo cargo del Gobierno de la nacioacuten para desde la maacutes alta magistratura poder implantar las reformas coloniales que consideraba imprescindibles sabiacutea que la abolicioacuten debiacutea ser la primera pero no estaba seguro del todo de cuaacutel debiacutea ser la foacutermula que se debiacutea emplear El mar-co legal veniacutea dado por la Ley Moret de vientres libres legislacioacuten a la que se acogiacutean los dos partidos cubanos constituidos y que en las elecciones de abril de 1879 habiacutean elegido los primeros representantes parlamentarios cubanos desde 1836 Desde La Habana Martiacutenez Campos en comunicacioacuten con el
32 Sobre la relacioacuten del anexionismo-independentismo en este periodo resultan muy sugerentes las afirmaciones de Manuel MORENO FRAGINALS laquoEl anexionismoraquo en Cien antildeos de historia de Cuba (1898-1998) Madrid 2000 pp 35-45 La cita de MARTIacute en Obras completas La Habana 2001 I p 153
33 Sobre el nuacutemero de esclavos Joseacute Antonio PIQUERAS laquoCensos lato sensu La abolicioacuten de la esclavitud y el nuacutemero de esclavos en cubaraquo Revista de Indias (Madrid) LXXI251 (2011) pp 193-230 Sobre su importancia como recurso en la industria azucarera Luis Miguel GARCIacuteA MORA y Antonio SANTAMARIacuteA GARCIacuteA laquoCentrales por ingenios y colonos por esclavos Mano de obra y cambio tecnoloacutegico en la industria azucarera cubana 1860-1877 Un estudio cuantitati-voraquo en J A PIQUERAS (ed) Azuacutecar y esclavitud en el Caribe el final del trabajo forzado Madrid 2002 pp 165-185 La informacioacuten sobre el uacuteltimo desembarco documentado que sin embargo no estaacute recogida en la The Trans-Atlantic Slave Trade Database (httpwwwslavevoyagesorg [consul-ta 19032017]) en Juan PEacuteREZ DE LA RIVA laquoEl monto de la inmigracioacuten forzada en el siglo XIXraquo en Para la historia de la gente sin historia Barcelona 1976 pp 95-140 dato en la p 108
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Gobierno de Madrid habiacutea afirmado categoacuterico el 18 de febrero la necesidad de laquoestudiar el pavoroso pero insostenible problema de la esclavitud antes que el extranjero nos imponga una resolucioacutenraquo y exponiacutea el meacutetodo de coacutemo abordar el tema de la abolicioacuten y los demaacutes problemas coloniales laquodeben ser resueltos con audiencia de sus representantes no por los informes que den juntas para cuyo nombramiento es el favoritismo o la poliacutetica la baseraquo Sin embargo el 15 de agosto y para aprovechar el interregno parlamentario convocoacute una junta que asesorase al Gobierno en la que si bien estaban todos los parlamentarios presen-tes en Madrid tambieacuten estaban otros personajes como Manuel Calvo y Antonio Loacutepez entre otros que no lo eran y cuya presencia menoscababa el alcance refor-mista de la comisioacuten34
De la junta salieron cuatro proyectos de abolicioacuten El autonomista Portuondo en la liacutenea de lo que propugnaba su partido desde agosto de 1879 defendioacute una abolicioacuten inmediata y sin indemnizacioacuten en metaacutelico para el propietario ya que la perdida de la propiedad se compensariacutean por las reformas econoacutemicas (tribu-tacioacuten aranceles presupuestos) beneficiosas para el conjunto de la isla y por ende para los hacendados El senador por Santiago de Cuba Joseacute Bueno esbozoacute dos proyectos del que soacutelo puso en discusioacuten uno al entender que el clima beacutelico que se viviacutea en el oriente de Cuba no permitiacutea maacutes opciones que posponer la abolicioacuten en cuatro antildeos dejar que la ley Moret hiciese su efecto y que las refor-mas econoacutemicas fuesen la indemnizacioacuten El que aproboacute la comisioacuten lo avaloacute el diputado de la Unioacuten Constitucional Francisco de los Santos Guzmaacuten y proponiacutea una abolicioacuten sin indemnizacioacuten pues eacutesta entendiacutea que de manera indirecta tambieacuten acabariacutea recayendo en los propietarios y gradual por plazos seguacuten la edad del esclavo empezando por los mayores de 55 y cada dos antildeos el grupo de edad siguiente establecido en rebajar 5 antildeos la fecha de su libertad hasta llegar a 1890 en que seriacutean libres todos El uacuteltimo proyecto y el que maacutes se pareciacutea a la ley que se acaboacute aprobando lo presentaron dos parlamentarios conservadores cubanos Miguel Martiacutenez Campos a la postre hermano del presidente del Gobierno y Julio Apezteguiacutea el maacutes grande empresario azucarero del momento A diferencia de los anteriores era una iniciativa que tomaban dos miembros de la comisioacuten pero no de la subcomisioacuten de esclavitud A pesar de ello se discutioacute el proyecto que postulaba una abolicioacuten inmediata seguida de un patronato de seis antildeos que fue maacutes o menos el que hizo suyo el Gobierno y que se estaba estudiando en la comisioacuten parlamentaria del Senado cuando a principios de di-ciembre y ante la imposibilidad de sacar adelante su plan de reformas Martiacutenez Campos dimitioacute35
34 La comunicacioacuten de Martiacutenez Campos con el ministro de la Guerra en Luis ESTEacuteVEZ Y ROMERO Desde el Zanjoacuten hasta Baire La Habana 1899 p 3
35 Veacutease Documentos de la Comisioacuten creada por el real decreto de 15 de agosto de 1879 para informar al gobierno acerca de los proyectos de ley que habraacuten de someterse a las Cortes sobre
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Regresaba Caacutenovas a la presidencia y con eacutel Elduayen al ministerio de Ultramar Si bien habiacutean podido frenar las reformas econoacutemicas de Martiacutenez Campos era poco el margen de maniobra que teniacutea el nuevo Gobierno en cuanto a la abolicioacuten El propio Elduayen sin saberlo o con toda su intencioacuten habiacutea adelantado un antildeo antes en junio de 1878 la foacutermula cuando escribioacute a Manuel Calvo importante capitalista y propietario de un ingenio en el que trabajaban maacutes de doscientos esclavos que la institucioacuten laquodentro de diez o doce antildeos habraacute desaparecido [y por ello] si la esclavitud va a desaparecer en el plazo que acabo de indicar si puede ser motivo de luchas de conflictos y de nuevas complicacio-nes iquestpor queacute no adelantarse los propietarios sin necesidad de ninguna ley sino por actos voluntarios a transformar esa esclavitud en servicio personal durante el mismo periodo pero apercibiendo desde luego que la palabra esclavitud se ha borrado en su servicioraquo36
La ley de abolicioacuten de febrero de 1880 abolioacute la palabra esclavitud pero eacutesta subsistioacute durante seis antildeos con el nombre de patronato El Gobierno de Martiacutenez Campos habiacutea aprobado el proyecto de ley de abolicioacuten salido de la comisioacuten del Senado En esencia era el mismo que un mes antes habiacutea presen-tado pero en la comisioacuten se habiacutean hecho algunas modificaciones de matiz que lo haciacutean auacuten maacutes conservador La comisioacuten del Senado escuchoacute a todo aquel representante que tuviera algo que decir al respecto Tambieacuten disponiacutea de toda la informacioacuten de la comisioacuten de reformas de Cuba Entre el 5 y 23 de diciem-bre de 1879 se discutioacute ampliamente en el Senado y entre el 14 y 17 de enero en el Congreso de los Diputados La ley estableciacutea una abolicioacuten inmediata Los antiguos esclavos pasaban a ser patrocinados durante ocho antildeos Al quinto antildeo se liberariacutea una cuarta parte y asiacute antildeo tras antildeo de tal manera que al octavo no quedase en Cuba rastro de la esclavitud No se estableciacutea indemnizacioacuten ya que el patronato lo era de hecho y se conveniacutea una serie de derechos para los patrocinados un pequentildeo salario y un conjunto de obligaciones por parte de los propietarios En definitiva los antiguos esclavos teniacutean un marco legal un poco maacutes amplio al que acogerse y ser en cierta medida protagonistas de su propia libertad La ley fue una solucioacuten que no acaboacute por convencer a nadie Los abolicionistas la consideraban tiacutemida pues la esclavitud persistiacutea con otro nombre Los propietarios barruntaban la ruina del azuacutecar Los representantes
reformas de la isla de Cuba La Habana 1879 los proyectos en las paacuteginas 2-10 y la discusioacuten de los mismos pp 30-62 Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoLa Unioacuten Constitucional y la abolicioacuten de la esclavitud las actitudes de los conservadores cubanos ante el problema socialraquo Santiago Santiago de Cuba 73 (1989) pp 131-217 y Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoTras la Revolucioacuten las reformas el Partido Liberal Autonomista cubano y los proyectos reformistas tras la Paz del Zanjoacutenraquo en Consuelo NARANJO y Tomaacutes MALLO (eds) Cuba la Perla de las Antillas Aranjuez 1994 pp 197-212
36 Archivo de la Universidad Carlos III Fondo Joseacute Elduayen Correspondencia con Manuel Calvo caja 3 exp 4 Madrid 18 de junio de 1878
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antillanos entendiacutean que la ley tendriacutea que venir acompantildeada de las reformas econoacutemicas auteacutentica indemnizacioacuten o compensacioacuten por la peacuterdida de una propiedad El Gobierno por boca del propio Elduayen alegaba que el proyecto no era suyo pero que teniacutea la obligacioacuten de asumirlo Es maacutes creiacutea que se debiacutea haber consignado una indemnizacioacuten en metaacutelico pero las dificultades del Tesoro la haciacutean imposible y por ello la necesidad del patronato Respecto a la demanda antillana de aprobar a la vez las reformas econoacutemicas consideraba el ministro que era algo innecesario y que eacutestas llegariacutean con los presupuestos algo que no acababan de ver los parlamentarios cubanos Por ello ninguno de ellos votoacute la abolicioacuten que fue ley al sancionarla el rey el 13 de febrero de 1880 y publicada en la Gaceta diacuteas despueacutes37
La pretensioacuten de cualquier movimiento abolicionista es tener una ley A partir de 1880 se disponiacutea de una pero tambieacuten la esclavitud continuoacute con otro nombre algo que puso de manifiesto el reglamento de mayo del mismo antildeo que la regulaba que reintroduciacutea los castigos fiacutesicos del cepo y el grillete y manteniacutea jornadas extenuantes de trabajo La lucha en esta uacuteltima etapa abo-licionista recayoacute principalmente en el autonomismo cubano cuyas actividades se confundiacutean con las de la Sociedad Abolicionista Espantildeola que por fin pudo operar en Cuba Ademaacutes de llevar la iniciativa parlamentaria para conseguir medidas que liberaron a miles de esclavos que permaneciacutean de manera indebi-da en los censos o la supresioacuten de los castigos fiacutesicos desarrollaron un aboli-cionismo praacutectico auxiliando a muchos patrocinados en su lucha por la liber-tad pleitos que en ocasiones empezaban en la isla y se acababan resolviendo en el Tribunal Supremo Pero fue el propio sistema una combinacioacuten paradoacuteji-ca de cambio y ausencia de cambio lo que maacutes influyoacute en la desintegracioacuten de la esclavitud como habiacutea previsto Elduayen Aprobada la ley pareciacutea que esta beneficiaba a los amos pero el patrocinado disponiacutea de un marco legal preciso al que acogerse para ser protagonista de su libertad como saber cuaacutendo iba a ser libre denunciar a su amo si incumpliacutea las regulaciones del patronato y sa-ber cuaacutento costaba su libertad y coacutemo obtenerla El resultado fue que el proce-so fue mucho maacutes raacutepido de lo esperado En julio de 1886 los autonomistas lograron que en la discusioacuten del presupuesto el Gobierno aprobase una dispo-sicioacuten adicional al mismo que declaraba abolido el patronato disposicioacuten que se hizo efectiva por el decreto de 7 de octubre de 1886 En ese momento habiacutea en Cuba 25000 esclavos38
37 Diario de Sesiones del Senado 5 12 13 15 16 18 19 22 y 23 de diciembre de 1879 Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados 14 15 16 y 17 de enero de 1880 Gaceta de Madrid 20 de febrero de 1880
38 Sobre la lucha autonomista contra el patronato veacutease Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoThe Paths of Freedom Autonomism and Abolitionism in Cuba 1878-1886raquo en Dale TOMICH (ed) The politics of the second slavery Albany 2016 pp 113-144 laquoLas actividades abolicionistas en
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En los procesos de transicioacuten al trabajo libre amos y esclavos intentaraacuten in-fluir sobre el resultado final del mismo El resultado siempre es un compromiso Los primeros intentaraacuten que las condiciones sean lo maacutes parecidas posibles a las que existiacutean cuando la esclavitud era legal mientras que los segundos procuraraacuten acceder a la tierra bien en propiedad o en aparceriacutea o emigrar a la ciudad en busca de una ocupacioacuten mejor En Cuba los esclavos fueron primero patrocinados y despueacutes jornaleros Con ellos se constituyoacute el proletariado agriacutecola cuya situa-cioacuten laboral en muchos casos recordaba a situaciones anteriores La reestructura-cioacuten de la industria azucarera separando la produccioacuten industrial de la agriacutecola y dejando el cultivo de cantildea en manos de colonos mitigoacute en parte las necesida-des de mano de obra pero en los momentos de zafra esta continuoacute existiendo si bien ahora la inmigracioacuten en casos incluso estacional ayudoacute a paliar estas necesidades Ademaacutes el desarrollo del colonato posibilitoacute que agricultores y tierras que antes se dedicaban a otras producciones ahora se dedicasen al cultivo y recoleccioacuten de cantildea Pocos fueron los emancipados que tuvieron acceso a la propiedad de la tierra y muchos los que abandonaron el campo y marcharon a la ciudad39
A partir de 1886 con la abolicioacuten se fue conformando una sociedad de cla-ses lastrada por el racismo que distinguiacutea al blanco del que no lo era pero don-de la capacidad econoacutemica era ya lo maacutes determinante para definir el estatus La demanda de trabajadores continuacuteo y se palioacute en gran medida gracias a la inmi-gracioacuten principal pero no exclusivamente blanca y peninsular que desplazoacute a las de otro tipo como la asiaacutetica que soportoacute los mismos prejuicios que antes habiacutean soportado los africanos En esta sociedad racializada de blancos negros asiaacuteticos yucatecos y las innumerables construcciones sociales que entre una y otra categoriacutea social se van estableciendo sobrevuela todaviacutea una distincioacuten cas-tiza propia de las sociedades coloniales la que separa al criollo del peninsular donde el dependiente de una tienda se aliacutea con el gran capitalista por el mero hecho de haber nacido los dos en la peniacutensula Es por tanto una sociedad com-pleja rica en matices y afirmaciones culturales condicionada por el marco colo-
Cuba y la metroacutepoliraquo en Arthur F CORWIN Spain and the abolition of slavery in Cuba 1817-1886 Austin and London 1967 pp 309-310 y Laird BERGAD The comparative histories of slavery in Brazil Cuba and the United States New York 2007 pp 273-282 Sobre el patronato como una combinacioacuten paradoacutejica de cambio y ausencia de eacutel Rebecca SCOTT La emancipacioacuten de los escla-vos en Cuba La transicioacuten al trabajo libre 1860-1899 Meacutexico 1989 pp 167-179
39 Sobre los procesos de transicioacuten al trabajo libre Herbert S KLEIN y Stanley ENGERMAN (1983) laquoDel trabajo esclavo al trabajo libre Notas en torno a un modelo econoacutemico compartidoraquo HISLA Revista Latinoamericana de Historia Econoacutemica y Social 1 (1983) pp 41-55 La perpetua-cioacuten de formas esclavistas en el nuevo tiempo en Manuel MORENO FRAGINALS laquoEl token azu-carero cubanoraquo en La historia como arma y otros estudios sobre esclavos ingenios y plantaciones Barcelona 1983 pp 145-161 Sobre el colonato Antonio SANTAMARIacuteA GARCIacuteA y Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoColonos Agricultores cantildeeros iquestclase media rural en Cuba 1880-1898raquo Revista de Indias Madrid LVIII212 (1998) pp 131-161
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nial que los criollos definieron como opresor y los inmigrantes peninsulares como una tierra de oportunidades La literatura costumbrista cubana como la que escribioacute Ramoacuten Meza o la que encontramos en las obras teatrales de Raimundo Cabrera ha dado buenas muestras de coacutemo era esta sociedad y coacutemo funcionaba la confrontacioacuten criollo-peninsular40
La inmigracioacuten fue clave a la ahora de entender la sociedad cubana de este periodo Desde 1882 contamos con estadiacutesticas oficiales que ponen de manifies-to que Cuba fue el principal destino ultramarino del emigrante peninsular Consuelo Naranjo establece que entre 1882 y 1894 entraron a Cuba 300000 pe-ninsulares de los que 100000 permanecieron Muchos fueron emigrantes al uso otros muchos remplazos de tropa que cumplido el servicio se quedaron en la isla Maacutes allaacute de que fueran la mano de obra necesaria que demandaba una estructura econoacutemica vertebrada alrededor del azuacutecar serviacutean para blanquear la poblacioacuten una obsesioacuten a lo largo de todo el siglo XIX y para espantildeolizar sobre todo en las ciudades del occidente donde la poblacioacuten de origen peninsular llegoacute a ser pre-ponderante41
La sociedad cubana finisecular enfrentoacute a la vez lo que en la eacutepoca se conocioacute como el problema negro que no era maacutes que una vertiente del conflicto de clases laquo[que] se acentuacutea con la divisioacuten de razas o color y por el conflicto colonial que se hace criacutetico en este periodoraquo como bien sintetiza Raquel Mendieta En 1881 se derogoacute la ley que impediacutea el matrimonio intererracial y haciacutea 1890 cuatro antildeos despueacutes de la supresioacuten del patronato gran parte de la legislacioacuten segregacionista La ley iba haciendo su trabajo pero las condiciones sociales demandaban maacutes La preacutedica martiana que confundiacutea justicia social con independencia poliacutetica llegoacute en el momento justo42
40 Verena STOLKE Racismo y sexualidad en la Cuba colonial Madrid 1992 pp 202-214 ofrece buenas pistas sobre coacutemo era la sociedad cubana decimonoacutenica y coacutemo operaba en ella las relaciones de raza Ver tambieacuten Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoClases y castas desequilibrios regionales y conflictos coloniales hacia una sociedad de clases en Cuba 1878-1898raquo Iberoamericana Pragensia Praga XXXII (1998) pp 129-142 De Ramoacuten MEZA ver Mi tiacuteo el empleado y de Raimundo CABRERA cualquiera de sus comedias bufas Sobre como la literatura se entremezcla con lo poliacutetico en este periodo Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoEl debate de lo criollo en la Cuba de fines del siglo XIX El criollo como voluntad y representacioacuten IIraquo Horizontes Socioloacutegicos Revista de la Asociacioacuten Argentina de Sociologiacutea II4 (julio-diciembre de 2014) pp 90-100
41 Consuelo NARANJO OROVIO laquoCara y cruz de una poliacutetica colonial azuacutecar y poblacioacuten en Cubaraquo en Consuelo NARANJO OROVIO y Antonio SANTAMARIacuteA GARCIacuteA (eds) Maacutes allaacute del azuacutecar poliacutetica diversificacioacuten y praacutecticas econoacutemicas en Cuba 1878-1930 Aranjuez 2009 pp 21-57 y Consuelo NARANJO OROVIO laquoTrabajo libre e inmigracioacuten espantildeola en Cubaraquo Revista de Indias LII195-196 (1992) pp 749-794 Sobre la relacioacuten ejeacutercito y emigracioacuten Manuel MORENO FRAGINALS y Joseacute J MORENO MASO Guerra migracioacuten y muerte Gijoacuten 1993
42 La cita de Raquel MENDIETA Cultura Lucha de clases y conflicto racial La Habana 1989 p 31 Sobre la derogacioacuten de la legislacioacuten segregacionista Jorge IBARRA Ideologiacutea mambisa La Habana 1972 pp 68-69
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V LA TRANSFORMACIOacuteN DE LA INDUSTRIA AZUCARERA Y LA DEPENDENCIA ECONOacuteMICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
A lo largo del siglo XIX la industria azucarera cubana enfrentoacute dos retos El primero le era propio el constante deacuteficit de mano de obra que le habiacutea llevado a producir con esclavos A partir de 1860 y sobre todo con la abolicioacuten en los Estados Unidos los hacendados eran conscientes de que la esclavitud llegaba a su fin Podiacutea ser el recurso de mano de obra favorito pero el precio del esclavo y la seguridad de que en un futuro proacuteximo no podriacutea recurrir a eacutel obligaba al ha-cendado a buscar otras alternativas El segundo reto fue la competencia del azuacute-car de remolacha que cada vez restaba maacutes mercados a la produccioacuten cubana La solucioacuten que adoptoacute la industria fue potenciar los otros factores de produccioacuten la tierra y la tecnologiacutea Desde mediados del siglo XIX la parte industrial del inge-nio comenzoacute a tecnificarse Los antiguos trapiches fueron sustituidos por eficien-tes maacutequinas de vapor y otras novedades teacutecnicas que aumentaron la rentabili-dad de las explotaciones Se incrementoacute la ratio cantildea procesadaazuacutecar pero para rentabilizar las inversiones era necesario un suministro constante de cantildea de tal manera que cada vez se haciacutea maacutes necesario una mayor cantidad de tierras dedi-cadas a su cultivo El ferrocarril que se desarrolloacute en Cuba desde 1837 fue la so-lucioacuten poniendo al alcance del ingenio el suministro de tierras que antes estaban muy lejos de su radio de accioacuten Poco a poco la unidad agroindustrial azucarera se fue resquebrajando entre quienes teniacutean los recursos para invertir en la parte industrial y transformar sus ingenios en centrales azucareros y los que no que pasaron a convertirse en suministradores de materia prima Asiacute nacieron los colonos que bien podiacutean ser antiguos hacendados sin capacidad financiera para tecnificar o propietarios agriacutecolas que ahora encontraban maacutes rentable sustituir antiguas producciones por cantildea43
De la separacioacuten del trabajo se veniacutea hablando desde mediados de la deacutecada de 1860 pero fue la Guerra de los Diez Antildeos la que facilitoacute el desarrollo de los centrales azucareros La industria azucarera principalmente ubicada en el occi-dente de la isla apenas se vio afectada por el conflicto y pudo mantener los ni-veles de produccioacuten Sin embargo las provincias de Puerto Priacutencipe y Santiago vieron coacutemo los antiguos ingenios desapareciacutean liberando terreno para la nueva expansioacuten
43 Visiones generales sobre la reorganizacioacuten de la industria en Fe IGLESIAS Del ingenio al central San Juan de Puerto Rico 1998 Oscar ZANETTI LECUONA laquoModernizacioacuten auge y declive de las economiacuteas azucarerasraquo en Joseacute Antonio Piqueras Historia comparada de las Antillas Aranjuez 2014 pp 251-299 y Luis Miguel GARCIacuteA MORA y Antonio SANTAMARIacuteA GARCIacuteA laquoCentrales por inge-nios y colonos por esclavos Mano de obra y cambio tecnoloacutegico en la industria azucarera cubana 1860-1877 Un estudio cuantitativoraquo en J A PIQUERAS (ed) Azuacutecar y esclavitud en el Caribe el final del trabajo forzado Madrid 2002 pp 165-185
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Si el azuacutecar queriacutea seguir siendo una actividad rentable debiacutea producir maacutes y maacutes barato Ademaacutes sabiacutea que teniacutea que hacerlo sin esclavos La divisioacuten del trabajo entre centrales y colonos ayudaba pero la solucioacuten pasaba por encontrar mercados de exportacioacuten en un momento en que el azuacutecar de remolacha suponiacutea una fuerte competencia que restaba y bajaba el precio La solucioacuten estaba a cien millas de sus costas en los Estados Unidos con un mercado en expansioacuten y una industria refinadora que demandaba un tipo de azuacutecar al que faacutecilmente se po-diacutean adaptar los centrales cubanos En el decenio de 1840-1849 solo un 2591 de la produccioacuten cubana se dirigiacutea a los Estados Unidos En el decenio que sigue a la guerra 1880-1889 el ratio ascendioacute al 8358 En esos mismos periodos la destinada a Espantildea pasoacute del 1362 al 42044
Hasta 1886 el mantenimiento de la esclavitud habiacutea sido la salvaguarda de Espantildea en Cuba donde todo giraba alrededor del azuacutecar Ya lo habiacutea dicho uno de los proacuteceres cubanos el padre Feacutelix Varela en 1824 laquoEn la isla de Cuba no hay amor a Espantildea ni a Colombia ni a Meacutexico ni a nadie maacutes que a las cajas de azuacutecar y a los sacos de cafeacuteraquo Entre 1878-1898 el cafeacute habiacutea dejado de ser una produccioacuten que mediatizara la relacioacuten de Cuba con Espantildea pero el azuacutecar seguiacutea siendo la savia de la Corona Todo pasaba por armonizar intereses disimiles den-tro de las estructuras de un mismo Estado45
Entre Cuba Espantildea y los Estados Unidos se tejiacutea un triaacutengulo de relaciones en el que la economiacutea cubana encontraba en el mercado estadounidense todo lo que el espantildeol no podiacutea ofrecerle Espantildea teniacutea el poder poliacutetico sobre Cuba pero el monopsonio norteamericano sobre el azuacutecar haciacutea de Estados Unidos la me-troacutepoli econoacutemica El mercado peninsular no era suficiente para absorber las producciones antillanas y tampoco teniacutea capacidad para desarrollar una industria de transformacioacuten que las colocase a estas en el mercado mundial empentildeo para el que careciacutea de una marina mercante adecuada La rentabilidad colonial descan-saba por tanto en las exacciones fiscales Ademaacutes los altos aranceles reserva-ban el mercado cubano para las producciones peninsulares algo que todos los gobiernos de la Restauracioacuten tuvieron muy en cuenta
El presupuesto era sustento de la renta colonial Con una industria azucarera en expansioacuten el Tesoro cubano cumpliacutea y sobrecumpliacutea (los conocidos como sobrantes de Ultramar) con las cargas tributarias que le fijaba la metroacutepoli Ya antes de la guerra el modelo dio muestras de agotamiento y los superaacutevits ante-riores dieron paso a los deacuteficits constantes situacioacuten que la guerra no hizo maacutes
44 Las estadiacutesticas de exportacioacuten de azuacutecar en Manuel MORENO FRAGINALS El ingenio La Habana 1978 III pp 75-77
45 La cita de Feacutelix Varela en Joseacute Antonio PIQUERAS Feacutelix Varela y la prosperidad de la patria criolla Madrid 2007 p 108 Sobre la relacioacuten comercio y dominio colonial en este periodo veacutease Luis Miguel GARCIacuteA MORA y Antonio SANTAMARIacuteA GARCIacuteA laquoLa savia del imperio Azuacutecar comercio y relacioacuten colonial en Cubaraquo Alcores Revista de Historia Contemporaacutenea Leoacuten 2 (2006) pp 59-105
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que empeorar Aun asiacute y como dijimos antes la poliacutetica de la metroacutepoli pasaba porque fuera la isla por sus propios recursos o siendo garante de un empreacutestito la que sufragase sus gastos descartaacutendose en principio que el Tesoro espantildeol recurriese en su auxilio La amortizacioacuten de la deuda fue una de las mayores partidas del presupuesto de gastos mientras que el 50 de los ingresos descan-saba en la renta de aduanas lo que aseguraba ademaacutes de cubrir el presupuesto mercados a las producciones espantildeolas Por el contrario la economiacutea cubana exigiacutea facilidades a la exportacioacuten Los gobiernos de la Restauracioacuten eran cons-cientes de ello y trataron de conciliar intereses entre 1879 y 1895 el presupues-to habiacutea pasado de los 50 millones de pesos a la mitad 245 Pero cada peso que pagaban los cubanos se consideraba una exaccioacuten intolerable y por maacutes que cediacutea Madrid maacutes pediacutean en la isla los autonomistas Todo era en balde Como reco-nociacutea el liacuteder autonomista en Madrid Rafael Mariacutea de Labra los intereses eran tan grandes y fuertes que ninguacuten gobierno por mucho que lo hubiese querido hubiera podido vencerlos46
Lo primero que intentoacute la metroacutepoli fue incorporar a las Antillas en el espacio econoacutemico metropolitano a traveacutes de las leyes de relaciones comerciales de 1882 medidas maacutes conocidas con el nombre de cabojate Consistiacutea en disminuir las cargas de las exportaciones antillanas a la peniacutensula y viceversa de manera cons-tante hasta llegar al librecomercio en 1892 Las medidas incrementaron el volu-men de intercambios pero siendo la peniacutensula un mercado secundario que ab-sorbiacutea un 10 de las producciones antillanas poco se podiacutea esperar de ellas maacutes cuando se manteniacutea los altos aranceles con los que se gravaban las mercanciacuteas extranjeras en los puertos coloniales47
Las leyes de relaciones comerciales estaban lejos de ser las reformas econoacute-micas que demandaban los productores cubanos en un momento que enfrenta-ban bajos precios la competencia de la remolacha la modernizacioacuten de las ins-talaciones y la abolicioacuten sin una indemnizacioacuten en metaacutelico La zafra de 1883 fue escasa y los precios del mercado internacional se desplomaron El Ciacuterculo de Hacendados reaccionoacute proponiendo un frente amplio conocido como Junta Magna para reclamar del Gobierno la supresioacuten del derecho de exportacioacuten la rebaja del impuesto del tabaco en la peniacutensula y su desestanco libre entrada del
46 Sobre los presupuestos los trabajos de Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoEspantildea y Cuba Cien antildeos de relaciones financierasraquo Studia Historica Salamanca 15 (1997) pp 35-69 y laquoLas ha-ciendas puacuteblicas en las Antillas Hispaacutenicas desde las reformas borboacutenicas hasta el final del periodo colonialraquo en Joseacute Antonio PIQUERAS Historia comparada de las Antillas Aranjuez 2014 pp 333-380 La reflexioacuten de Rafael Mariacutea de LABRA en Cuestiones palpitantes de poliacutetica derecho y administracioacuten Madrid 1897 p 266
47 Sobre el cabotaje Jordi MALUQUER DE MOTES laquoEl mercado antillanoraquo en Gabriel TORTELLA y Jordi NADAL (eds) Agricultura comercio colonial y crecimiento econoacutemico en la Espantildea contemporaacutenea Barcelona 1974 pp 322-357 y Elena HERNAacuteNDEZ SANDOICA Pensamiento burgueacutes y problemas coloniales en la Espantildea de la Restauracioacuten 1875-1887 pp 279-313
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azuacutecar en el mercado espantildeol y tratados de comercio en especial con los Estados Unidos La iniciativa de la Junta Magna surgioacute de dos poliacuteticos conservadores que eran tambieacuten grandes hacendados azucareros Joseacute Feliciano Ibaacutentildeez y Joseacute Eugenio Moreacute este uacuteltimo presidente de la Unioacuten Constitucional y del Ciacuterculo de Hacendados Otras corporaciones econoacutemicas como la Junta General de Comercio y la Sociedad Econoacutemica de Amigos del Paiacutes se unieron a la iniciativa del Ciacuterculo Poco a poco se fue conformando una alianza que maacutes allaacute de los partidos defendiacutean los intereses de los productores En principio las autoridades permanecieron atentas pero sin inmiscuirse Pero el protagonismo que los auto-nomistas Rafael Montoro y Joseacute Mariacutea Zayas tomaron en el movimiento alentoacute a las autoridades a descabezarlo Moreacute e Ibantildeez renunciaron Montoro en su informe a la Sociedad Econoacutemica de Amigos del Paiacutes sentildealoacute que a pesar del fra-caso de la iniciativa producto de las divisiones poliacuteticas que tan bien supo apro-vechar el gobernador general era posible en un futuro lograr laquofecundos y salva-dores acuerdos en que se cifran las esperanzas de todo el paiacutesraquo48
La reaccioacuten del Gobierno fue una vez maacutes la excepcionalidad Mediante la ley de autorizaciones aprobada en julio de 1884 podiacutea descargar el presupuesto bajar la tributacioacuten al azuacutecar y blindar el mercado espantildeol con altos aranceles impidiendo la llegada del dulce que no fuese de procedencia cubana o andaluza La ley de autorizaciones tambieacuten permitiacutea fomentar la inmigracioacuten y modificar la ley hipotecaria De acuerdo a la ley se modificaron derechos de importacioacuten y exportacioacuten que se rebajoacute en maacutes de un 60 Fueron medidas necesarias pero insuficientes Todo pasaba por la consecucioacuten de un tratado de comercio con los Estados Unidos el conocido como Foster-Albacete que el Senado norteamerica-no se negoacute a ratificar por lo que el pretendido tratado devino en un mero modus vivendi que reconociacutea el beneficio de bandera espantildeola a las producciones nor-teamericanas En el sentir de los parlamentarios cubanos poco era lo que se obteniacutea Los constitucionales queriacutean maacutes reformas econoacutemicas mientras que los autonomistas iban maacutes allaacute y reconociacutean abiertamente que Estados Unidos era la metroacutepoli econoacutemica y solo abrigaban como solucioacuten la autonomiacutea49
Poco a poco el mercado antillano que habiacutea sido concebido como de reserva para las producciones peninsulares se fue compartiendo con los Estados Unidos Era el precio por no perder la isla No era sin embargo la autonomiacutea colonial que demandaban los criollos donde el Parlamento insular pudiese fijar los aranceles
48 Rafael MONTORO laquoLa Junta Magna su historia y las causas de su fracasoraquo en Discursos poliacuteticos y parlamentarios informes y disertaciones por Rafael Montoro 1878-1893 La Habana 1894 pp 247-263 cita en la paacutegina 263
49 Veacutease Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD La Restauracioacuten en Cuba El fracaso de un proyecto reformista Madrid 2000 pp 306-319 Joseacute Antonio PIQUERAS Cuba emporio y colonia Madrid 2003 pp 161-186 y Oscar ZANETTI LECUONA Comercio y poder Relaciones cubano-hispano-norteamericanas en torno a 1898 La Habana 1998 pp 126-144
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pero siacute una concesioacuten El modus vivendi palioacute el problema hasta que en 1889 el nuevo gobierno estadounidense dio una nueva vuelta de tuerta a las relaciones comerciales Los norteamericanos deseaban el control de sus tradicionales mer-cados de exportacioacuten alejaacutendolos de las potencias europeas a la vez que necesi-taban conseguir materias primas baratas para sus industrias Esta estrategia tuvo una cara poliacutetica la Conferencia de Washington y otra econoacutemica el ultrapro-teccionista arancel McKinley que soacutelo podiacutea ser sorteado mediante la firma de un tratado comercial que afectase a un producto determinado o una modificacioacuten general del arancel
Una vez maacutes como en 1884 los productores crearon un frente amplio cono-cido esta vez como Movimiento Econoacutemico que tambieacuten iba maacutes allaacute de los partidos para presionar al Gobierno de Madrid y conseguir el anhelado tratado Como bien afirmaba Antonio Mariacutea Fabieacute el ministro de Ultramar en correspon-dencia con el gobernador general de Cuba Camilo Polavieja laquo[no] estamos dis-puestos a sacrificar ni siquiera a posponer el intereacutes de Cuba al de otra provincia o regioacuten espantildeola sino a proponer armonizar los intereses insulares y peninsu-laresraquo Espantildea podiacutea o bien decretar la modificacioacuten del arancel o firmar un tra-tado que es lo que finalmente se hizo En junio de 1891 se firmaba el que se conoce como Foster-Caacutenovas Las consecuencias del tratado consolidoacute auacuten maacutes la dependencia de Cuba de los Estados Unidos A partir de la firma del tratado cualquier variacioacuten de la poliacutetica americana repercutiacutea gravemente sobre la eco-nomiacutea cubana En 1894 los demoacutecratas recuperaron el poder y el presidente Cleveland acababa de un plumazo con las franquicias al azuacutecar cubano justo en el momento en que el precio se desplomaba El paacutenico se apoderoacute de los hacen-dados Rafael Fernaacutendez de Castro diputado autonomistas y productor azucare-ro llamaba al boicot de las producciones peninsulares y a la paralizacioacuten de toda actividad econoacutemica con el fin de obtener una modificacioacuten radical del orden econoacutemico imperante Leland Jenks supo definir muy bien esta poliacutetica nortea-mericana premeditada o no pero cuyo resultado fue mostrar a los cubanos lo proacutespera que podiacutea ser su economiacutea sin las limitaciones del colonialismo espantildeol Asiacute a la altura de 1895 mientras que unos reemprendiacutean la guerra de indepen-dencia los productores cubanos que habiacutean tecnificado la industria y habiacutean sido capaces de producir sin esclavos soacutelo queriacutean un mercado al que dirigir sus exportaciones Desde esa perspectiva a lo mejor era el momento oportuno de romper con Espantildea50
La cita de Antonio Mariacutea FABIEacute en Mi gestioacuten ministerial respecto a la isla de Cuba Madrid 1898 p 276 Sobre el Movimiento Econoacutemico entre otros siguen siendo uacutetiles las siacutentesis de Paul ESTRADE laquoCuba a la veille de lrsquoindependance le Mouvement Economique (1890-1893) Faits et jalons pour son histoireraquo y laquoCuba a la veille de lrsquoindependance le Movement economique (1890-1893) Bilan et essai drsquointerpretationraquo Melanges de la Casa de Velazquez Pariacutes XIV y XV (1977 y 1978) pp 385-424 y 353-380 y Oscar ZANETTI laquoEn busca de la reciprocidadraquo Santiago
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VI EL CAMINO HACIA LA AUTONOMIacuteA Y LA INDEPENDENCIA
Como sentildealamos antes la promulgacioacuten de la Constitucioacuten la libertad de imprenta reunioacuten y asociacioacuten asiacute como coacutedigos Mercantil (1886) y Civil (1889) habiacutean establecido el orden liberal en Cuba Por sufragio eran elegidos ayunta-mientos diputaciones provinciales y los representantes parlamentarios pero como tambieacuten vimos era un sistema en el que los criollos por el temor de las autoridades y por carecer de la movilizacioacuten poliacutetica necesaria no acababan de imponerse A la altura de 1890 el centralismo asimilista seguiacutea siendo la pauta y los autonomistas cediacutean terreno frente a un independentismo cada vez mejor organizado y ya liderado por Joseacute Martiacute
Para los autonomistas la reforma poliacutetica pasaba por la modificacioacuten de la legislacioacuten electoral para que la representacioacuten estuviera de acuerdo con la au-teacutentica realidad de la isla que era seguacuten ellos la que ellos mismos representa-ban En las elecciones de 1886 consiguieron conforman un nutrido grupo parla-mentario Consideraban que con un gobierno liberal en Madrid que tantas veces habiacutea enarbolado la bandera de las reformas era el momento de equiparar la le-gislacioacuten electoral de metroacutepoli y colonia a la vez que dejar sentadas las bases para que la autonomiacutea colonial maacutes pronto que tarde fuese una realidad Sin embargo en julio de 1890 los liberales abandonaron el poder tras haber implan-tado el sufragio universal masculino pero sin hacer realidad la reforma electoral antillana Los autonomistas se sintieron decepcionados Por mucho que el nuevo gobierno conservador de Caacutenovas tratoacute de traquilizarlos tal y como habiacutean ame-nazado decretaron el retraimiento electoral en enero de 1891 justo en el mo-mento en que se negociaba un acuerdo econoacutemico con los Estados Unidos gracias a la presioacuten del Movimiento Econoacutemico en el que los liacutederes autonomistas lleva-ban la voz cantante El gobierno habiacutea intentado una tiacutemida reforma que modi-ficaba la divisioacuten electoral aumentaba el nuacutemero de representantes de 24 a 30 y manteniacutea distritos en todas las provincias algo que favoreciacutea a las minoriacuteas au-tonomistas Sin embargo y con la metroacutepoli instalada ya en el sufragio universal manteniacutea la cuota de 25 pesos por lo que el autonomismo se retrajo del juego poliacutetico y veladamente amenazaba con la disolucioacuten lo que dejaba todo el cam-po de accioacuten a los independentistas51
El ministro Fabieacute era consciente de la importancia que los autonomistas te-niacutean en el juego poliacutetico Estaba dispuesto a llevar a cabo una reforma electoral
Santiago de Cuba 57 (1985) pp 165-205 La dependencia con los Estados Unidos en Louis A Jr PEacuteREZ laquoToward Dependency and Revolution The Political Economy of Cuba between Wars 1878-1895raquo Latin America Research Review New Mexico XVIII 1 (1983) pp 127-142 Ver tam-bieacuten Leland JENKS Nuestra colonia de Cuba La Habana 1929 p 64
Sobre el retraimiento autonomista Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoEl retraimiento autono-mista de 1891-1893raquo en Josef OPATRNYacute (coord) Proyectos poliacuteticos y culturales en las realidades caribentildeas de los siglos XIX y XX Praga 2016 pp 99-107
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maacutes profunda con tal de que volvieran a las Cortes En ello estaba cuando los sectores maacutes conservadores impusieron a Francisco Romero Robledo casado con la hija del gran azucarero esclavista cubano Juliaacuten Zulueta como nuevo ministro de Ultramar para parar una reforma que todos consideraban necesaria pero nadie se atreviacutea a acometer Romero llevoacute a la isla una descentralizacioacuten a su manera Decretoacute una nueva divisioacuten administrativa creando tres regiones y co-locoacute al frente de cada una de ellas a un gobernador que dependiacutea directamente del ministro Rompiacutea de esta manera la cacareada unidad insular de los autono-mistas a la vez que menoscababa la autoridad del gobernador general Ademaacutes y salvado el acuerdo comercial con los Estados Unidos decretoacute un nuevo arancel para proteger las producciones peninsulares La poliacutetica de Romero que llegoacute a disgustar incluso a amplios sectores de la Unioacuten Constitucional fue el uacuteltimo intento del asimilismo Su tiempo se acababa La poliacutetica colonial teniacutea que des-plazarse a la descentralizacioacuten y la autonomiacutea maacutes desde que en enero de 1892 Joseacute Martiacute habiacutea constituido el Partido Revolucionario Cubano52
Con los liberales de vuelta al Gobierno en Madrid en diciembre de 1892 el nuevo ministro Antonio Maura no perdioacute el tiempo En el mismo mes de di-ciembre consensuaba con las autonomistas una reformas electoral que si bien no era el sufragio universal siacute suponiacutea una duplicacioacuten del censo al reducirse la cuota de 25 a 5 pesos Maura necesitaba a los autonomistas en las Cortes Contaba con ellos para llevar adelante el plan de reformas que teniacutea en mente En marzo se celebraron las elecciones y en junio presentoacute Maura su plan una reforma completa del modelo colonial La piedra maestra del mismo era la Diputacioacuten Provincial uacutenica compuesta de 18 diputados elegidos por sufragio y con capacidad para tratar temas que iban desde las obras puacuteblicas a la inmigra-cioacuten educacioacuten y sanidad ademaacutes de tener la capacidad de conformar su propio presupuesto La autoridad de la Diputacioacuten estaba limitada por el Gobernador General que recobraba todo el poder que le habiacutea quitado la reforma de Robledo si bien para actuar contra ella debiacutea tener el beneplaacutecito del ministro de Ultramar o de los tribunales ordinarios de justicia El entramado se completaba con la re-novacioacuten del Consejo de Administracioacuten institucioacuten de caraacutecter consultivo que agrupaba a antiguos diputados provinciales las principales autoridades colonia-les ademaacutes de nueve vocales nombrados por el Ministerio de Ultramar53
52 La poliacutetica de Fabieacute de atraccioacuten del autonomismo en Antonio Mariacutea FABIEacute Mi gestioacuten ministerial respecto a la isla de Cuba Madrid 1898 pp 334 379 402 413 y 444 La gestioacuten de Romero Robledo en Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoCuba entre Romero Robledo y Mauraraquo en Consuelo NARANJO OROVIO Miguel Aacutengel PUIG-SAMPER y Luis Miguel GARCIacuteA MORA (eds) La nacioacuten sontildeada Cuba Puerto Rico y Filipinas ante el 98 Aranjuez 1996 pp 377-389
53 Sobre reforma electoral Reales decretos sobre la reforma de la ley electoral para la eleccioacuten de diputados a Cortes en las islas de Cuba y Puerto Rico y fijando la divisioacuten territorial de las mismas Madrid 1893 y sobre el proyecto de reformas ver Proyecto de ley reformando el gobier-
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El plan de Maura pretendiacutea refundar la relacioacuten colonial sobre bases maacutes soacutelidas para evitar el desafiacuteo independentista o la injerencia norteamericana Estaba lejos de ser el gobierno del paiacutes por el paiacutes que reclamaban los autono-mistas pero era tan grande el avance respecto a lo que existiacutea que fueron estos sus grandes defensores A pesar de que la reforma Maura no era maacutes que trans-formar todo para que todo siguiese igual la gran parte de los poliacuteticos metro-politanos incluso de su propio partido y la derecha de la Unioacuten Constitucional se opusieron al proyecto mientras que de su izquierda surgioacute en octubre de 1893 el Partido Reformista con un programa que asumiacutea la defensa del proyec-to de Maura y muchas de las demandas del Movimiento Econoacutemico En no-viembre de 1894 un nuevo ministro de Ultramar Buenaventura Abarzuza presentoacute una reforma colonial que partiacutea del plan de Maura pero que era mu-cho maacutes limitada en su alcance donde el Consejo de Administracioacuten asumiacutea muchas de las funciones antes atribuidas a la Diputacioacuten Provincial uacutenica La foacutermula que Abarzuza logroacute consensuar se aproboacute por las Cortes el 13 de mar-zo de 1895 El 24 de febrero los independentistas cubanos habiacutean vuelto a las armas54
Desde que en 1887 tras el discurso conmemorativo del 10 de octubre en el Masonic Temple de Nueva York Martiacute retornase al primer plano de la direc-cioacuten el independentismo tomoacute nuevo vuelo Los militares estaban de acuerdo en la preponderancia del elemento civil en la organizacioacuten y en el rechazo del anexionismo Afianzado su liderazgo en Nueva York Martiacute se desplazoacute al sur a Tampa y a Florida a convencer a los obreros de las tabaqueriacuteas de que la futura repuacuteblica cubana debiacutea ser una democracia popular en la que cabiacutean todos
En 1890 Maceo viajoacute a Cuba Se reunioacute con antiguos independentistas e in-tentoacute consensuar una fecha de alzamiento algo que no consiguioacute antes de que las autoridades le expulsaran de la isla La iniciativa volviacutea a Martiacute que aprove-chaba cada discurso conmemorativo del 10 de octubre para cohesionar las fuer-zas En el de 1891 con el autonomismo retraiacutedo anuncioacute que el momento se aproximaba Renuncioacute a las representaciones consulares de Argentina Paraguay y Uruguay y marchoacute a La Florida donde con dos discursos memorables pronun-ciados en 26 y 27 de noviembre laquoCon todos y para bien de todosraquo y laquoLos pinos nuevosraquo acaboacute convenciendo y cohesionando a la mayoriacutea de los independen-
no y administracioacuten civil de las islas de Cuba y Puerto Rico presentado al Congreso de los Diputados en 5 de junio de 1893 Madrid 1893
54 Sobre las reformas Maura veacutease James DURNERIN Maura et Cuba Politique coloniale drsquoun ministre liberal Pariacutes 1978 Emilio de DIEGO GARCIacuteA laquoLas reformas de Maura iquestla uacuteltima opor-tunidad poliacutetica en las Antillasraquo en 1895 La guerra en Cuba y la Espantildea de la Restauracioacuten Madrid 1996 pp 99-117 y Luis Miguel GARCIacuteA MORA laquoTres planos de la Reforma Mauraraquo en James COHEN (ed) Homenaje a Paul Estrade Pariacutes 2004 pp 257-273
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tistas Acto seguido redactaron las bases del Partido Revolucionario Cubano que fueron aprobadas el 5 de enero de 189255
El partido se creaba para ganar una guerra y fundar una nacioacuten basada en la democracia poliacutetica y en la restauracioacuten de la vida econoacutemica de la isla era un eficaz elemento de proselitismo capaz de allegar fondos para la guerra necesaria pero con la vista puesta en el diacutea despueacutes en el papel que le cabiacutea jugar a una Cuba independiente se planteaba la futura relacioacuten con los Estados Unidos y con el resto de las repuacuteblicas latinoamericanas con las que se preocupoacute de establecer relaciones El partido se fue extendiendo por Estados Unidos y por la propia Cuba En abril de 1892 aparece el diario Patria En la isla Juan Gualberto Gomez el liacuteder de color fundoacute La Fraternidad desde el que defendioacute puacuteblicamente la independen-cia amparaacutendose en la legislacioacuten espantildeola El congreso obrero de 1892 celebrado en La Habana tambieacuten declaroacute su apoyo a la independencia56
Martiacute habla con unos y con otros con Maceo en Costa Rica con Maacuteximo Goacutemez en Santo Domingo Gerardo Castellanos y Juan Gualberto Goacutemez le tienen al tanto de todo lo que se cociacutea en Cuba El fracaso de las reformas Maura marcoacute pistoletazo de salida La primera orden de alzamiento firmada el 8 de diciembre de 1894 fracasoacute pues enteradas las autoridades norteamericanas impidieron el plan El 29 de enero de 1895 hacen llegar una nueva orden de alzamiento a Juan Gualberto Goacutemez Martiacute partioacute a Santo Domingo en busca de Maacuteximo Goacutemez El 24 de febrero estalloacute la guerra Un mes despueacutes redactoacute y firmoacute el Manifiesto de Montecristi que definiacutea coacutemo debiacutea ser esta y la repuacuteblica que iba a fundar En compantildeiacutea de Maacuteximo Goacutemez desembarcoacute en Cuba el 11 de abril57
En Cuba se reunioacute con Maceo y Maacuteximo Goacutemez en La Mejorana Los liacutederes militares recelosos quizaacute del profundo civilismo que definiacutea a la nueva insurgen-cia trataron que Martiacute abandonase el frente y volviera a Estados Unidos a dirigir el partido Fue imposible convencerle laquoYa estoy todos los diacuteas en peligro de dar la vida por mi paiacutes y mi deberraquo escribiacutea a Manuel Mercado un diacutea antes de mo-rir en su primer diacutea de combate Con Martiacute caiacutea el maacutes preclaro dirigente El partido pasoacute a manos de Tomaacutes Estrada Palma acrisolado veterano de la Guerra de los Diez Antildeos que representaba un independentismo diferente y por ende a otros sectores sociales58
55 Los discursos en Joseacute MARTIacute Obras completas La Habana 2001 IV pp 266-286 56 Todos estos preparativos independentistas se pueden seguir en Juan Gualberto GOacuteMEZ Por
Cuba libre La Habana 1974 p 341 57 El manifiesto en Joseacute MARTIacute Obras completas La Habana 2001 IV pp 93-101 58 La carta a Manuel Mercado en Joseacute MARTIacute Obras completas La Habana 2001 XX p 87 Lo
que supuso la muerte de Martiacute para el independentismo en Francisco PEacuteREZ GUZMAacuteN laquoLa revolucioacuten del 95 De los alzamientos a la campantildea de invasioacutenraquo en Historia de Cuba Las luchas por la indepen-dencia nacional y las transformaciones estrucutrales (1868-1898) La Habana 1996 pp 430-480
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Ante el empuje independentista Sagasta cedioacute la presidencia del Gobierno a Caacutenovas con el prestigio suficiente como para armar un gran ejeacutercito al frente del que colocoacute al heacuteroe del Zanjoacuten Arsenio Martiacutenez Campos Pero tanto Caacutenovas como Sagasta eran conscientes de que la fuerza nuevamente debiacutea de ir acompantildeada de medidas poliacuteticas que pasaban por arbitrar una amplia descen-tralizacioacuten e incluso la autonomiacutea empentildeo que trataron de vender incluso a la Unioacuten Constitucional el partido que maacutes se habiacutea opuesto a la misma59
Los independentistas teniacutean en su haber la experiencia de la anterior guerra Sabiacutean que debiacutean dotarse de un instrumento legal que insititucinalizase su mo-vimiento En septiembre de 1895 promulgaron la Constitucioacuten de Jimaguayuacute Sabiacutean tambieacuten que si queriacutean triunfar debiacutean extender el conflicto a todo el te-rritorio Ademaacutes con una poliacutetica de tea incendiaria que habiacutea sido remisa en la Guerra de los Diez Antildeos arrasaron con ingenios y cantildeaverales para impedir que la riqueza del azuacutecar acabase en el Tesoro espantildeol Poco a poco la guerra se ex-tendiacutea el 22 de enero de 1896 Maceo plantoacute la bandera cubana en Mantua el poblado maacutes occidental de Cuba Espantildea se veiacutea obligada a redoblar el esfuerzo militar y a poner al frente del mismo a un general que fuera capaz de emplear en marcha meacutetodos maacutes expeditos maacutes cuando las presiones norteamericanas para acabar el conflicto se recrudeciacutean Valeriano Weyler habiacutea declarado que contra la insurreccioacuten solo cabiacutea proceder con energiacutea y sin contemplaciones algo que aplicoacute nada maacutes desembarcar en la isla en febrero de 189660
Weyler emprendioacute una poliacutetica de reconcentracioacuten de las poblaciones para evitar que los campesinos auxiliasen la insurgencia El bando fue dado en octubre de 1896 para la provincia de Pinar del Riacuteo y luego se extendioacute por todo el territo-rio La estrategia cubana fue resistir con Calixto Garciacutea en oriente Maacuteximo Goacutemez en Santa Clara y Camaguumley y Maceo en Pinar del Riacuteo en espera de una gran batalla que decidiese el conflicto Pero esta no llegaba y las disensiones em-pezaron a hacer mella Cuando Maceo se dirigiacutea a Camaguumley a apaciguar a Maacuteximo Goacutemez que no estaba de acuerdo con algunas decisiones del Consejo de Gobierno cayoacute abatido el 7 de diciembre de 1896 Con eacutel caiacutea laquoel guerrero considerado in-vencible por los sectores populares y hombre clave entre negros y mulatosraquo61
Muerto Maceo el objetivo de las tropas espantildeolas fue acabar con Maacuteximo Goacutemez Los independentistas solo combatiacutean empero cuando las condiciones
59 Veacutease Rafael Mariacutea DE LABRA La crisis colonial de Espantildea (1868 a 1898) Estudios de po-liacutetica palpitante y discursos parlamentarios Madrid 1901 pp 252-259
60 La Constitucioacuten de Jiguamayuacute estaacute reproducida en Joseacute Ignacio RODRIacuteGUEZ Estudio histoacute-rico sobre el origen desenvolvimiento y manifestaciones praacutecticas de la idea de la anexioacuten de la isla de Cuba a los Estados Unidos de Ameacuterica La Habana 1900 pp 467-471 Sobre la toma de posesioacuten de Weyler Rolando RODRIacuteGUEZ Cuba la forja de una nacioacuten Madrid 1999 II p 56
61 Manuel MORENO FRAGINALS Cuba Espantildea Espantildea Cuba Historia comuacuten Barcelona 2002 p 278
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les eran totalmente favorables Mientras seguiacutean dibujando la repuacuteblica que no llegaba y en octubre de 1897 promulgaban la Constitucioacuten de La Yaya62 Las bajas del ejeacutercito espantildeol eran maacutes debidas a las enfermedades tropicales que al ene-migo La reconcentracioacuten aunque de manera cruel iba dando resultados y Caacutenovas proponiacutea reformas en el modelo colonial que se acercaban a la autono-miacutea Sin embargo ni uno ni otro bando lograban imponerse Los recursos del Tesoro espantildeol comenzaban a flaquear Cuando Caacutenovas murioacute asesinado en agosto de 1897 pareciacutea que se iba a cumplir su promesa de hasta el uacuteltimo hom-bre y la uacuteltima peseta Los liberales volviacutean al poder y con la presioacuten norteame-ricana sobre sus hombros por acabar de una vez con el conflicto relevaron a Weyler y en su lugar pusieron a Ramoacuten Blanco con la intencioacuten de aplicar una nueva estrategia militar y con la baza poliacutetica de los decretos de noviembre de 1897 que estableciacutean la autonomiacutea colonial
Con la autonomiacutea llegoacute el sufragio universal Autonomistas y reformistas se unieron para dar viabilidad al nuevo modelo El primero de enero de 1898 enca-bezado por Joseacute Mariacutea Gaacutelvez desde 1878 presidente del Partido Autonomista comenzaba a funcionar el gobierno autonoacutemico con tres secretarios autonomis-tas y dos reformistas Por fin se haciacutea realidad el viejo anhelo criollo En las elecciones a Cortes y al Parlamento insular ahora con el sufragio a su medida los autonomistas arrasaron Pero el problema era lograr la paz y los independen-tistas se negaban a aceptar la autonomiacutea Es maacutes decretaron que matariacutean como asiacute fue a cualquiera que les ofreciese la foacutermula de paz por autonomiacutea Por su lado el Gobierno norteamericano estaba a la expectativa se debatiacutea por aceptar cualquier foacutermula que pusiese fin a un conflicto que estaba dantildeando sus intere-ses pero a su vez no podiacutea obviar una opinioacuten puacuteblica que estaba claramente del lado de los independentistas Quizaacutes fuese maacutes faacutecil para ellos entenderse con un gobierno independiente bajo su tutela que con una autonomiacutea que en uacuteltima instancia seguiacutea dependiendo de Espantildea la uacutenica que podriacutea sacar reacuteditos poliacute-ticos del nuevo sistema El gobierno autonoacutemico tratoacute de convencer a unos y otros de que un nacionalismo moderado era la solucioacuten La voladura del crucero Maine el 15 de febrero de 1898 y la consiguiente guerra con los Estados Unidos echoacute por tierra una campantildea poliacutetica que comenzoacute con la firma del Zanjoacuten y que una nueva insurreccioacuten habiacutea hecho realidad
Posiblemente la voladura fue un accidente pero fue la excusa perfecta para que el Gobierno norteamericano tomase parte en el conflicto Primero intentaron la compra y despueacutes una independencia tutelada amparada en la Joint Resolution de 20 de abril de 1898 La guerra fue raacutepida el 2 de julio la armada espantildeola fue
La Constitucioacuten de La Yaya estaacute reproducida en Joseacute Ignacio RODRIacuteGUEZ Estudio histoacuterico sobre el origen desenvolvimiento y manifestaciones praacutecticas de la idea de la anexioacuten de la isla de Cuba a los Estados Unidos de Ameacuterica La Habana 1900 pp 472-481
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aniquilada y el 12 de agosto se alcanzaba un armisticio En diciembre se firmaba la Paz de Pariacutes y poco despueacutes sin ser Cuba la repuacuteblica que sontildeoacute Martiacute se disol-viacutea el Partido Revolucionario Cubano Comenzaba la primera que no uacuteltima in-tervencioacuten norteamericana en Cuba que desembocariacutea en esa repuacuteblica tutelada por la enmienda Platt de generales y doctores que nacioacute en 190263
Sobre la guerra Antonio ELORZA y Elena HERNAacuteNDEZ SANDOICA La guerra de Cuba (1895-1898) Madrid 1989 y J L TONE Guerra y genocidio en Cuba 1895-1898 Madrid 2008 Generales y doctores es una conocida obra de Carlos LOVEIRA publicada en 1920 en la que se muestra el desencanto con la repuacuteblica que nacioacute en 1902
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5 HACIENDA PUacuteBLICA Y EVOLUCIOacuteN ECONOacuteMICA EN CUBA (1765-1898)
INEacuteS ROLDAacuteN DE MONTAUD 1
CCHS Consejo Superior de Investigaciones Cientiacuteficas
1 DE LAS REFORMAS BORBOacuteNICAS A LA DESAPARICIOacuteN DEL SITUADO NOVOHISPANO 1763-1809
Cuando concluyoacute la primera etapa de la conquista del Nuevo Mundo y se produjo el desplazamiento del foco del Imperio hacia el continente la isla de Cuba comenzoacute a adquirir un papel cada vez maacutes relevante como baluarte militar y defensivo Su privilegiada situacioacuten geograacutefica a las puertas del golfo de Meacutexico permitiacutea controlar el acceso a Veracruz el puerto maacutes destacado del Virreinato de Nueva Espantildea cuya defensa era la prioridad de la poliacutetica imperial La bahiacutea de La Habana cobijaba a los naviacuteos de la Flota y su puerto se convirtioacute en el maacutes importante en la ruta hacia el continente
Desde finales del siglo XVI los gastos de fortificacioacuten y defensa de aquella plaza el mantenimiento de sus astilleros y la adquisicioacuten del tabaco que se remi-tiacutea a las faacutebricas reales en Espantildea se cubriacutean mediante el enviacuteo de remesas de plata (situados) procedentes de las cajas de Nueva Espantildea cuyas minas propor-cionaban al Erario un promedio de 6000000 de pesos anuales Las trasferencias novohispanas llegaron a Cuba con mayor o menor regularidad y en cuantiacutea muy variable hasta los primeros antildeos del siglo XIX2 Se completaban asiacute los menguados recursos que la escasa actividad econoacutemica permitiacutea recabar en la isla Seguacuten datos de La Sagra entre 1765 y 1811 el monto de los situados llegoacute a poco maacutes de 118 millones de pesos
1 Investigacioacuten realizada en el marco del proyecto MINECOFEDER HAR2015-64085-P 2 Carlos MARICHAL La bancarrota del virreinato Nueva Espantildea y las finanzas del imperio
espantildeol 1780-1810 Meacutexico 1999 pp 50-51
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La afluencia de aquellas remesas fue produciendo transformaciones econoacutemi-cas de alcance en el hinterland de La Habana donde la plata amonedada pasaba a manos de los plantadores azucareros y estimulaba la creacioacuten de industrias para el abastecimiento de la tropa y el suministro de materiales de construccioacuten por maacutes que una parte importante saliera viacutea contrabando y para compensar la todaviacutea deficitaria balanza comercial3 En el transcurso del siglo XVIII la colonia fue adquiriendo un importante dinamismo y desarrollando una economiacutea de exportacioacuten basada en la plantacioacuten azucarera Hacia 1760 exportaba cerca de 5000 toneladas de dulce y en 1765 contaba ya con 204000 habitantes de los que 72000 eran esclavos africanos La Real Hacienda recaudaba entonces en torno a 316000 pesos anuales de los que 225028 procediacutean de las aduanas es decir del comercio de importacioacuten y exportacioacuten con la peniacutensula En 1773 el situado rondoacute 1150000 pesos y se recaudaron in situ 450000 es decir el 39 de lo ingresado por el Erario4
A pesar del desarrollo comercial que iba adquiriendo la colonia ni el sistema impositivo ni la estructura organizativa de su Hacienda habiacutean experimentado cambios desde el siglo XVI El sistema fiscal estaba formado por unos gravaacutemenes generales (comunes a todo el Imperio) y por otros de caraacutecter particular que se habiacutean ido creando a tenor de necesidades locales especiacuteficas Dentro de un con-junto abigarrado y desordenado de imposiciones que perdurariacutea con escasas modificaciones hasta la reforma fiscal de 1867 destacaba el almojarifazgo o de-recho de aduana que desde 1582 pesaba sobre la entrada y salida de las mercan-ciacuteas importadas desde Sevilla y maacutes tarde Caacutediz Eran tambieacuten de vieja creacioacuten los derechos de consumo sobre el vino y las carnes y los novenos reales la parte del diezmo eclesiaacutestico que percibiacutea el Fisco que hasta 1867 fue praacutectica-mente la uacutenica contribucioacuten directa sobre la produccioacuten Databan tambieacuten de la temprana eacutepoca colonial el estanco de la sal los naipes los gallos o el papel sellado
Acompantildeado por Alejandro OrsquoReilly el conde Ricla llegoacute a La Habana en julio de 1863 con el encargo de implantar reformas militares y de reconstruir el siste-ma defensivo destruido durante la toma de La Habana por los ingleses en la guerra de los Siete Antildeos Para ello era imprescindible una reforma del sistema impositivo que permitiera a la Corona aumentar sus recursos y beneficiarse de la riqueza que estaban generando los cambios en la economiacutea islentildea Ademaacutes ha-biacutea que suprimir las trabas que impediacutean que la plantacioacuten azucarera se extendie-ra como lo habiacutea hecho en otras colonias del entorno y habiacutea que adoptar medi-
3 Allan J KUETHE laquoEl situado mexicano los azucareros y la fidelidad cubana comparaciones con Puerto Rico y Nueva Granadaraquo en Joseacute A PIQUERAS (editor) Las Antillas en la era de las luces y la revolucioacuten Madrid 2005 p 312
4 Citado por Leviacute MARRERO Cuba Economiacutea y sociedad azuacutecar ilustracioacuten y conciencia (1867-1868) (IV) Barcelona 1985 vol 12 p 319
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das capaces de impulsar su desarrollo Finalmente era preciso dotar a la Antilla de una eficiente organizacioacuten hacendiacutestica Ricla optoacute por actuar sobre la alcaba-la una figura tributaria que existiacutea en todo el Imperio y que gravaba las transac-ciones mercantiles Se habiacutea introducido en Cuba en 1758 pero alliacute uacutenicamente se imponiacutea un 4 en la distribucioacuten de geacuteneros decomisados La real ceacutedula de 26 de abril de 1764 fijoacute el derecho en un 5 y lo generalizoacute a todas las transac-ciones interiores y exteriores5 Establecioacute tambieacuten un impuesto de dos pesos por barril de aguardiente y de un real por el de zambumbia una suerte de ron de consumo popular y otro del 3 sobre el valor de las fincas ruacutesticas y urbanas Ante la protesta protagonizada por los hacendados y otros sectores afectados eacuteste uacuteltimo se suprimioacute en noviembre de 1765 y a cambio se elevoacute la alcabala al 66 Era la primera vez que se intentaba introducir aunque sin eacutexito una contri-bucioacuten de naturaleza directa
La reforma de 1764-1765 se completoacute con la real ceacutedula de 16 de octubre de 1765 que liquidoacute el monopolio gaditano sobre el comercio americano autori-zando a los antillanos a exportar sus productos directamente a varios puertos peninsulares En principio debiacutea aumentar el traacutefico comercial y por ende los ingresos de la Hacienda Kuethe e Inglis han visto en esta apertura comercial la contrapartida de la reforma de la fiscalidad que se habriacutea negociado con la elite local que habriacutea obtenido ademaacutes cierta promocioacuten social en la recieacuten creada milicia7 Otros autores entienden que tal como se establecioacute el libre comercio fue lo uacutenico que la Corona pudo imponer de un proyecto maacutes ambicioso que quedoacute limitado al Caribe porque alliacute los intereses gaditanos teniacutean menor peso8
El reglamento que acompantildeaba a la real ceacutedula fijoacute los derechos de importa-cioacuten para los productos espantildeoles y extranjeros en un 6 y 7 ad valorem Unos antildeos maacutes tarde en 1778 el titular de la recieacuten creada Secretariacutea de Indias Joseacute de Gaacutelvez publicoacute su Reglamento y Aranceles para el comercio libre de Espantildea a Indias extendiendo el libre comercio a otras ciudades espantildeolas y a la mayor parte del Imperio Redujo el derecho de importacioacuten de los productos peninsula-res al 3 y mantuvo el 7 para los extranjeros (que ademaacutes pagaban un 6 de
5 Josep Mordf FRADERA Colonias para despueacutes de un imperio Barcelona 2005 p 338 Veacutease Ramoacuten de la SAGRA Historia econoacutemico-poliacutetica y estadiacutestica de la isla de Cuba o sea de sus progresos en la poblacioacuten el comercio la agricultura y las rentas La Habana 1831 pp 225-226
6 Joseacute Mariacutea ZAMORA Y CORONADO Biblioteca de legislacioacuten ultramarina Madrid 1844-1849 voI I p 146 Julio LE RIVEREND Historia econoacutemica de Cuba La Habana 1974 pp 137-138
7 Allan J KUETHE y G DOUGLAS INGLIS laquoAbsolutism and Enlightment reform Charles III the Establishment of the Alcabala and Commercial Reorganization in Cubaraquo Past amp Present 109 (1985) pp 118-143
8 Juan Bosco AMORES CARREDANO y Joseacute Manuel SERRANO AacuteLVAREZ laquoEl conde de Ricla y las reformas fiscales en Cuba (1763-1765) iquestnegociacioacuten o imposicioacutenraquo en Fernando NAVARRO ANTOLIacuteN Orbis incognitus avisos y legajos del Nuevo Mundo homenaje al profesor Luis Navarro Garciacutea Huelva 2007 vol 1 pp 385-404
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entrada en la peniacutensula) lo que agregado a la alcabala de aduana y a la de prime-ra venta suponiacutea un 15 o 19 para las importaciones en Cuba9
Durante algunos antildeos la alcabala reformada fue la figura tributaria maacutes rele-vante del sistema impositivo En 1794 por ejemplo aportoacute 481409 pesos el 4626 del 1040633 recaudado Seguiacutean el almojarifazgo (aduanas) que con 146127 pesos representaba el 14 de los ingresos Los novenos reales y la venta de la sal con 50000 y 49000 pesos respectivamente aportaban el 48 y el 47 de los ingresos El resto de la recaudacioacuten procediacutea de un extenso elenco de gravaacutemenes de muy poca monta10
El establecimiento de la Intendencia General de Ejeacutercito y Hacienda en Cuba la primera de las creadas en Ameacuterica fue pieza fundamental de la reforma cuba-na de Carlos III11 Hasta entonces la administracioacuten de Hacienda no pasaba de ser una estructura embrionaria reducida al capitaacuten general en cuyas manos que-daba el fomento de la Hacienda y la recaudacioacuten e inversioacuten de sus rentas12 En esta tarea desde mediados del siglo XVI contaba con dos oficiales reales residen-tes en la capital que ejerciacutean las funciones de contador y tesorero y con unos cuantos tenientes en las poblaciones del interior13 La caja real de La Habana (una de las 46 diseminadas a lo largo del Imperio) dependiacutea del Tribunal de Cuentas de Nueva Espantildea desde su creacioacuten a principios del siglo XVII si bien los oficiales reales rendiacutean cuentas ante el capitaacuten general hasta el establecimiento de un contador de cuentas en 1638
El intendente era jefe de la Real Hacienda (responsabilidad hasta entonces del gobernador capitaacuten general) y teniacutea a su cago la recaudacioacuten el resguardo el control y la distribucioacuten de los ingresos y los gastos Le competiacutea ademaacutes todo lo relativo a la subsistencia economiacutea y policiacutea de las tropas14 En febrero de 1765 llegaba el primer intendente Miguel de Altarriba y al antildeo siguiente se creaba el Tribunal de Cuentas
9 LE RIVEREND p 139 10 LA SAGRA Historia econoacutemicohellip p 284 FRADERA Colonias p 340 En 1791 los produc-
tores consiguieron que se eximiera del pago de alcabala de exportacioacuten al cafeacute al antildeil y al algodoacuten y en 1804 del diezmo y la alcabala al azuacutecar de los ingenios de nueva fundacioacuten de modo que las grandes unidades productivas azucareras pronto dejaron de pagar los dos impuestos que gravaban directamente su produccioacuten
11 Real ceacutedula de 31 de octubre de 1764 Maacutes detalles sobre el desarrollo institucional en Juan Bosco AMORES CAREDANO laquoLa Intendencia de Ejeacutercito y Hacienda de Cuba origen y primera organizacioacuten (1765-1775)raquo en XI Congreso del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano Buenos Aires 1997 pp 9-30
12 Fernando ARMAS MEDINA laquoOrganizacioacuten de la Real Hacienda en Cuba hasta la creacioacuten de la Intendenciaraquo en Anuario de Estudios Americanos 26 (1967) pp 1-64
13 LA SAGRA Historia econoacutemicohellip p 271 14 Para el resto del entramado institucional consuacuteltense diversos voluacutemenes de Zamora y
Coronado y la obra de Violeta SERRANO La Intendencia de Hacienda en Cuba La Habana 1990
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subsistencia economiacutea y policiacutea de las tropas14 En febrero de1765 llegaba el primer
intendente Miguel de Altarriba y al antildeo siguiente se creaba el Tribunal de Cuentas
La apertura comercial de 1778 el intercambio con paiacuteses neutrales o amigos
autorizado por Espantildea durante las guerras contra Inglaterra y la Francia revolucionaria
(cuando las circunstancias imposibilitaban el abastecimiento metropolitano) y la
liberalizacioacuten del comercio de esclavos en 1789 y 1791 (prolongada en 1804)
estimularon el crecimiento de la economiacutea A ello contribuyeron medidas como la
exencioacuten de la alcabala al cafeacute y otros productos en 1792 o la libre importacioacuten de uacutetiles
y herramientas duelas y otros objetos autorizada por el intendente Pedro Pablo
ones de beneficiarse de la ruina de laValiente Con todo ello Cuba estuvo en condici agricultura de
plantacioacutenocasionada po la revolucioacuten en Saint-Dom ingue
produccioacuten azucarera en Cuba 1780-1864
Fuente Manuel MORENO FRAGINALS vol III pp 43-45 y PEZUELA vol III p 381
La produccioacuten de azuacutecar pasoacute de un promedio de 5300 toneladas anuales en el
quinquenio 1760-1764 a 11120 en 1785-1789 y a 38960 en 1805-180915 la de tabaco
que desde 1760 era un producto estancado en manos de la Real Factoriacutea lo hizo de 640
toneladas a 3390 todaviacutea insuficientes para abastecer las faacutebricas reales16 La poblacioacuten
crecioacute de cerca de 274000 habitantes en 1792 a los 630000 que registra el censo de
14 Para el resto del entramado institucional consuacuteltense diversos voluacutemenes de ZAMORA Y CORONADO y la obra de Violeta SERRANO La Intendencia de Hacienda en Cuba LaHabana 1990 15 Manuel MORENO FRAGINALS El Ingenio complejo econoacutemico social cubano del azuacutecar La Habana 1878 vol III para la informacioacuten relativa a la produccioacuten de azuacutecar16 Jacobo de la PEZUELA Diccionario geograacutefico estadiacutestico histoacuterico de la isla de CubaMadrid 1863-1866 tomo IV pp 567-572 Bernard LAVALLEacute C NARANJO y A SANTAMARIacuteA La Ameacuterica espantildeola Economiacutea (1763-1898) Madrid Siacutentesis 2002 p 243
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La apertura comercial de 1778 el intercambio con paiacuteses neutrales o amigos autorizado por Espantildea durante las guerras contra Inglaterra y la Francia revolu-cionaria (cuando las circunstancias imposibilitaban el abastecimiento metropoli-tano) y la liberalizacioacuten del comercio de esclavos en 1789 y 1791 (prolongada en 1804) estimularon el crecimiento de la economiacutea A ello contribuyeron medidas como la exencioacuten de la alcabala al cafeacute y otros productos en 1792 o la libre im-portacioacuten de uacutetiles y herramientas duelas y otros objetos autorizada por el in-tendente Pedro Pablo Valiente Con todo ello Cuba estuvo en condiciones de beneficiarse de la ruina de la agricultura de plantacioacuten ocasionada por la revolu-cioacuten en Saint-Domingue
GRAacuteFICO 1
Ingresos del Tesoro y produccioacuten azucarera en Cuba 1780-1864
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1840
1844
1848
1852
1856
1860
1864
RENTAS AZUacuteCAR
millones de pesos miles de toneladas
Fuentes Manuel MORENO FRAGINALS vol III pp 43-45 y PEZUELA vol III p 381
La produccioacuten de azuacutecar pasoacute de un promedio de 5300 toneladas anuales en el quinquenio 1760-1764 a 11120 en 1785-1789 y a 38960 en 1805-180915 la de tabaco que desde 1760 era un producto estancado en manos de la Real Factoriacutea lo hizo de 640 toneladas a 3390 todaviacutea insuficientes para abastecer las faacutebricas reales16 La poblacioacuten crecioacute de cerca de 274000 habitantes en 1792 a los 630000
15 Manuel MORENO FRAGINALS El Ingenio complejo econoacutemico social cubano del azuacutecar La Habana 1878 vol III para la informacioacuten relativa a la produccioacuten de azuacutecar
16 Jacobo DE LA PEZUELA Diccionario geograacutefico estadiacutestico histoacuterico de la isla de Cuba Madrid 1863-1866 tomo IV pp 567-572 Bernard LAVALLEacute Consuelo NARANJO y Antonio SANTAMARIacuteA La Ameacuterica espantildeola Economiacutea (1763-1898) Madrid Siacutentesis 2002 p 243
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que registra el censo de 1817 de los que casi 225000 eran esclavos cuyo nuacuteme-ro se habiacutea triplicado desde 1792 Los instrumentos fiscales introducidos en 1765 permitieron a una Hacienda dotada de una estructura administrativa maacutes eficiente participar de la renta generada por la agricultura de exportacioacuten en franca expansioacuten (Graacutefico 1) En efecto la recaudacioacuten experimentoacute un raacutepido aumento Con algunos altibajos pasoacute de un promedio de 316029 pesos en el quinquenio 1761-1865 a 997736 en 1786-1789 y a 2000000 en 1801-1805 (Cuadro 1) Con ello la participacioacuten de los recursos generados en la propia isla en el gasto total de la colonia fue en aumento17 En los antildeos noventa el promedio recaudado superaba ya al situado en 1791 y 1792 (seguacuten los estados del Tribunal de Cuentas) se ingresaron 824120 y 1118324 pesos respectivamente y se reci-bieron de Nueva Espantildea 748767 y 86889318
CUADRO 1
Ingresos del Tesoro cubano 1761-1810 promedio anual (pesos)
Ingresos Δ
1761-1765 316029
1766-1775 500000 582
1776-1780 919018 838
1781-1785 1221288 329
1786-1789 997736 -183
1790-1794 1027743 3
1795-1800 1500000 46
1801-1805 2000000 333
1806-1810 3317648 658
Fuentes Formado con datos de PITA PIZARRO pp 381-382 LA SAGRA Historia econoacutemicohellip pp 278-279 y PEZUELA vol III p 381
Aunque no existe acuerdo entre los historiadores la trasferencia mexicana desaparecioacute definitivamente en torno a 1807-1811 Para entonces el promedio recaudado se habiacutea maacutes que duplicado con relacioacuten al uacuteltimo quinquenio del XVIII
17 KUETHE e INGLIS p 109 En efecto la trasferencia de plata mexicana crecioacute desde 1765 y llegoacute a un maacuteximo en los antildeos ochenta con un promedio de 52 millones al antildeo que se redujo a la mitad en los noventa Carlos MARICHAL laquoLas reales finanzas en el Gran Caribe en el siglo XVIII situados y monopolio de tabacoraquo en Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD (editora) Las Haciendas puacute-blicas en el Caribe hispano durante el siglo XIX Madrid 2008 pp 273-329 pp 25-47 p 35
18 PEZUELA Diccionariohellip vol III p 381
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pese a ello aquellos no fueron antildeos faacuteciles y para compensar la disminucioacuten del situado la Intendencia tuvo que recurrir a una serie de preacutestamos o donativos forzosos del modo en que se habiacutea hecho durante las guerras contra Inglaterra y Francia19 echoacute mano de los recursos previstos para consolidar los vales reales emitidos en Espantildea fundamentalmente los bienes de las oacuterdenes religiosas20 y creoacute nuevas figuras tributarias como la subvencioacuten de guerra (un 15 adicional sobre importaciones y exportaciones) en 180521 o el llamado donativo en 1810 para recolectar un subsidio de 200000 pesos para la Regencia22 En 1805 1809 y 1810 se admitieron en los puertos habilitados buques extranjeros con toda clase de productos con el fin de estimular el comercio y aumentar la recauda-cioacuten23 Se adoptaron tambieacuten medidas con relacioacuten al tabaco en 1804 se supri-mieron privilegios a la Factoriacutea cuya deficiente gestioacuten habiacutea llevado a la produc-cioacuten al estancamiento24
A la vuelta de siglo se introdujeron algunos cambios institucionales La com-plejidad cada vez mayor de los recursos de la Hacienda aconsejoacute la creacioacuten de una administracioacuten de rentas terrestres y otra de rentas mariacutetimas25 Al hilo del crecimiento de la actividad econoacutemica y de la recaudacioacuten de la Hacienda las Cortes de Caacutediz creyeron necesario establecer dos nuevas intendencias una en Santiago de Cuba y otra en Puerto Priacutencipe y revestir de mayor importancia a la de La Habana al agregaacutersele el caraacutecter de Superintendencia General Subdelegada de Hacienda26
II LA EacutePOCA DE LAS INDEPENDENCIAS
El 29 de julio de 1815 Fernando VII encomendoacute la Superintendencia de Cuba a Alejandro Ramiacuterez el vallisoletano que habiacutea desempentildeado importantes desti-nos en Guatemala y que a su paso por la Intendencia de Puerto Rico en circuns-tancias sumamente difiacuteciles habiacutea dotado a la isla de un sistema de finanzas del
19 LA SAGRA Historia econoacutemicohellip p 240 20 Sigfrido VAacuteZQUEZ CIENFUEGOS y Antonio SANTAMARIacuteA laquoCuba econoacutemica en tiempos
de las independencias americanas La Hacienda y la consolidacioacuten de los vales reales en compara-cioacuten con el caso de Meacutexicoraquo Revista de Historia Econoacutemica Journal of Iberian and Latin American Economic History 30 (2011) pp 91-124
21 Nadia FERNAacuteNDEZ DE PINEDO Comercio exterior y fiscalidad Cuba (1794-1860) Bilbao 2002 p 175
22 SERRANO p 59 23 Ramoacuten PASAROacuteN Y LASTRA La isla de Cuba considerada econoacutemicamente Madrid 1858 p 7 24 LA SAGRA Historia econoacutemicohellip p 266 25 Las contribuciones interiores recaiacutean sobre el capital productivo como la alcabala de ventas
sobre los productos como el diezmo o sobre el consumo como el impuesto de pulperiacuteas la sisa o la alcabala de consumos
26 Ademaacutes se volvieron a reunir en una sola oficina las administraciones de rentas terrestres y mariacutetimas hasta que en 1829 se impuso ya la separacioacuten definitiva cuando los ingresos ascen-diacutean a 9142610 pesos ZAMORA Y CORONADO vol II pp 42 y ss y SERRANO pp 57-58
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que careciacutea y echado las bases del crecimiento econoacutemico de la pequentildea colonia A su llegada a Cuba y hasta su muerte en 1821 Ramiacuterez se dedicoacute a movilizar los recursos de la isla para ponerlos al servicio de la reconquista continental27 Durante esos antildeos impulsoacute un puntildeado de medidas liberalizadoras para acabar con las restricciones que todaviacutea trababan el crecimiento de aquella ya florecien-te economiacutea de plantacioacuten muy en liacutenea con las que haciacutea antildeos reclamaba el defensor de los intereses azucareros Francisco de Arango y Parrentildeo Un real decreto de 1815 autorizoacute la libre roturacioacuten de los montes de propiedad particu-lar otro de 1816 concedioacute el pleno domino de los terrenos mercedados es decir se entregaron en propiedad a quienes los habiacutean recibido en usufructo por real decreto de 23 de junio de 1817 se desestancoacute el tabaco y se liberalizaron el culti-vo y la elaboracioacuten Aquel antildeo la real ceacutedula de poblacioacuten proporcionoacute exencio-nes a los espantildeoles y extranjeros que se asentaran en el paiacutes Por fin el 10 de febrero de 1818 llegoacute el anhelado libre comercio la libertad de Cuba para comer-ciar con el extranjero
La contrapartida al libre comercio fue la creacioacuten de un nuevo arancel de aduanas que entroacute en vigor en octubre de 1819 Con cuatro columnas gravaba las producciones nacionales y extranjeras con derechos que variaban entre el 2625 3225 4325 y 4350 de su valor seguacuten fueran transportadas en bandera nacional o extranjera Asiacute los mercados antillanos seguiacutean siendo mer-cados protegidos y se compensaba la peacuterdida del viejo monopolio que de facto habiacutea desaparecido con las ventajas fiscales concedidas en las aduanas a ciertos productos y la apertura al comercio de los neutrales durante las guerras En 1821 las Cortes hicieron extensivo a Cuba el restrictivo arancel de aduanas aprobado en 1820 para todo el Imperio28 El criollo Claudio Martiacutenez de Pinillos futuro conde de Villanueva (que habiacutea desempentildeado con Ramiacuterez la Tesoreriacutea general de Hacienda y le habiacutea sucedido interinamente en abril de 1821) se hizo eco de la oposicioacuten que suscitaron unos derechos francamente prohibitivos Consiguioacute que en julio de 1821 se eximiera a la isla de aplicar el arancel y que se fijara un derecho maacutes reducido que los existentes En febrero de 1822 se encomendoacute a las autoridades coloniales que establecieran una tarifa provisional con derechos que variaran entre el 20 y 375 para las importaciones extranjeras y un tercio me-nos para las nacionales Ademaacutes se autorizo al superintendente a modificar ava-luacuteos y disposicioacutenes de los aranceles con el fin de conciliarlos con las necesida-
27 Ramoacuten ZAMBRANA VALDEacuteS laquoElogio del sentildeor don Alejandro Ramiacuterez intendente de la Habana Leiacutedo en la Real Sociedad Econoacutemica la noche del 13 de Dbre de 1855raquo en Trabajos acadeacutemicos del Doctor D Ramoacuten Zambrana La Habana1865 pp 243-254
28 Apuntaciones de un empleado de la Real Hacienda en vindicacioacuten de la Superintendencia General Delegada de la isla de Cuba bajo el mandato del excelentiacutesimo sentildeor Conde de Villanueva con motivo de las especies falsas y calumniosas esparcidas en varios folletos y perioacutedicos recieacuten publicados en la peniacutensula Key West 1838 p 25
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des de la localidad29 En 1824 se pusieron en planta nuevos aranceles con derechos ad valorem que variaban entre el 3 (productos nacionales en bandera nacional) y el 27 (productos extranjeros en bandera extranjera) maacutes elevados en el caso de las harinas que para proteger a los productores castellanos adeuda-ban un 56 en buque extranjeros30 Como todos los posteriores aquellos aran-celes teniacutean un caraacutecter protector ademaacutes de fiscal
CUADRO 2
Ingresos del Tesoro cubano 1806-1850 promedio anual
Ingresos (pesos) Δ
1806-1810 3317648 658
1811-1815 2937876 -114
1816-1820 3467378 18
1821-1825 4544121 31
1826-1830 8561655 884
1831-1835 8674616 13
1836-1840 10097576 164
1841-1845 10572764 47
1846-1850 11964446 13
Fuentes Formado con datos de PITA PIZARRO pp 381-382 LA SAGRA Historia econoacutemico pp 278-279 TORRENTE vol II p 365 y PEZUELA vol III p 381
El volumen de las rentas recaudadas entre 1806 y 1815 se habiacutea triplicado con relacioacuten a los antildeos finales del XVIII y hubiera permitido atender sobradamen-te los gastos de la administracioacuten interior pero Cuba tuvo que proporcionar so-porte financiero a los proyectos de reconquista del continente y su Tesoro dedi-coacute varios millones anuales para defender la isla militarmente y en cobertura de los gastos crecientes del apostadero de La Habana Ademaacutes de sufragar los gastos del Ejeacutercito expedicionario de Costa Firme envioacute fondos a Santo Domingo a Puerto Rico a las Floridas a Venezuela e incluso a Meacutexico En el quinquenio 1823-1827 remitioacute a la peniacutensula 1352463 pesos y empleoacute en auxilios a otras provincias 3240777 (Cuadro 3)31 En 1821 Pinillos escribiacutea alarmado sobre los gastos que habiacutea que cubrir en diversos puntos del Imperio que ascendiacutean a 271543432 Al antildeo siguiente aseguraba que casi la mitad de la recaudacioacuten
29 ZAMORA Y CORONADO vol 1 p 297 Serrano p 70 30 FERNAacuteNDEZ DE PINEDO pp 54-57 31 PEZUELA vol III p 389 32 Joseacute Luciano FRANCO Poliacutetica continental americana de Espantildea en Cuba La Habana 1964
I p 313 transcribe una correspondencia de Pinillos sobre la crisis de la Hacienda en 1821
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(unos dos millones) se empleaba para cubrir gastos que no teniacutean que ver con la isla33 Lo cierto es que en el transcurso de unos lustros Cuba habiacutea dejado de tener una Hacienda dependiente del situado y se habiacutea convertido en proveedo-ra de recursos financieros para otras tesoreriacuteas del ya menguado Imperio
CUADRO 3
Trasferencias del Tesoro cubano 1823-1866
Pesos Trasferencias ingresos
1823-1827 4593209 15
1828-1832 5058078 115
1833-1837 9378115 206
1838-1842 17063809 308
1843-1847 12397926 229
1848-1852 9574579 145
1853-1857 14601045 20
1858-1862 15695361 16
1863-1866 2148243 2
Fuentes Elaborado con datos de PITA PIZARRO TORRENTE y Ministerio de Ultramar Ingresos Los ingresos tomados de TORRENTE y PEZUELA
Las rentas ordinarias eran insuficientes para cubrir todos aquellos gastos extraordinarios y las autoridades de Hacienda recurrieron a preacutestamos de los comerciantes locales pusieron en venta algunas propiedades del Estado y crea-ron nuevos impuestos como el auxilio a Costa Firme en 1817 (consistente en dos reales por caja de azuacutecar exportada y medio por arroba de cafeacute) o el adicional de averiacuteas creado para reintegrar al Real Consulado un anticipo que habiacutea hecho para socorrer al Ejeacutercito expedicionario
En 1825 la situacioacuten era criacutetica Ante la necesidad de cubrir 16 millones en gastos militares y 09 de marina en un momento en que la llegada de los refuer-zos que se esperaban de la peniacutensula aumentariacutea las erogaciones se pensoacute seria-mente en una reforma fiscal y se nombroacute una Junta de Auxilios para estudiar la creacioacuten de un impuesto directo que gravara la propiedad ruacutestica urbana e indus-trial una verdadera novedad fiscal en Cuba donde como se ha sentildealado ya los ingresos procediacutean de una imposicioacuten indirecta34 Entre tanto a mediados de aquel antildeo se concertoacute un empreacutestito de 500000 pesos para socorrer a las tropas
33 Citado por Alexander HUMBOLDT The island of Cuba translated from the Spanish with notes and preliminary notes by J S Thrasher New York 1856 p 335
34 Ramoacuten DE LA SAGRA Breve idea de la administracioacuten del comercio y de las rentas y gastos de la isla de Cuba durante los antildeos de 1826 a 1834 pudiendo servir de apeacutendice a la Historia econoacutemico-poliacutetica y estadiacutestica de la misma Pariacutes 1836 p 8 e Historia econoacutemicohellip p 258
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que capitularon en Venezuela y para armar buques contra los corsarios de Meacutexico y Colombia Ante las dificultades que suponiacutea la implantacioacuten de una contribu-cioacuten directa y plantear su repartimiento entre las distintas clases de contribuyen-tes por desconocerse de la base imponible (se careciacutea de datos estadiacutesticos sobre la produccioacuten e incluso se desconociacutea el nuacutemero de ingenios cafetales o sitios de labranza) en marzo de 1826 se optoacute por establecer un impuesto extraordinario sobre la exportacioacuten del azuacutecar el cafeacute y la cera y sobre el consumo de ganado y la sal Los propietarios interesados en no tributar de acuerdo con sus rentas y en evitar la creacioacuten de un catastro favorecieron aquella decisioacuten35 Como en 1765 se poniacutea de manifiesto la preferencia por la imposicioacuten indirecta basada en los derechos de importacioacuten que gravaban el consumo de las clases populares y arrojaban el peso de la tributacioacuten sobre los propietarios de ingenios y cafeta-les La fiscalidad en Cuba recayoacute principalmente sobre el comercio exterior rasgo que compartiacutea con los sistemas impositivos de las colonias del entorno incluida la isla de Puerto Rico36 si bien es cierto que alliacute el intendente Ramiacuterez habiacutea in-troducido una contribucioacuten directa el subsidio cuya aportacioacuten a los recursos del Erario era significativa
Las medidas liberalizadoras estimularon el crecimiento de la plantacioacuten azu-carera y la expansioacuten del sector cafetalero y tabaquero al tiempo que contribu-yeron a reforzar la lealtad de los cubanos hacia la monarquiacutea de Fernando VII En el quinquenio 1810-1814 se habiacutea producido un promedio de 35000 tonela-das de azuacutecar que en 1830-1834 rondaban las 100000 El cafeacute se convirtioacute en uno de los grandes renglones de la economiacutea y su produccioacuten crecioacute a un ritmo veloz hasta 1844 cuando despueacutes de un corto ciclo comenzoacute su declive Tras el desestanco la produccioacuten de tabaco tambieacuten se elevoacute aunque muy lentamente37 La Hacienda se beneficioacute de la evolucioacuten econoacutemica y los ingresos fiscales pasa-ron de 2937876 en 1811-1815 a 4544121 en 1821-1825 (Cuadro 2 y Graacutefico 1)
El crecimiento de la actividad comercial modificoacute el peso relativo de las ren-tas El almojarifazgo (derecho de aduanas) se situoacute ahora por encima de la alca-bala En 1821 representaba el 60 de los 3330168 pesos recaudados en lugar del 14 de 1794 la alcabala el 2550 en lugar del 46 y el diezmo apenas re-presentaba el 237 casi la mitad que en 1794 Lo mismo que la alcabala el diezmo habiacutea sido objeto de diversas exenciones y habiacutea ido perdiendo relevan-cia dentro del cuadro tributario38 A la vista de su evolucioacuten en 1842 se procedioacute
35 Ramoacuten DE LA SAGRA Historia fiacutesica poliacutetica y natural de la isla de Cuba Pariacutes 1842 vol II pp 110-113 Candelaria SAIZ PASTOR Liberales y esclavistas El dominio colonial espantildeol en Cuba en el siglo XIX (1823-1868) Alicante 1990 pp 98-102
36 Victor BULMER-THOMAS The Economic History of the Caribbean since the Napoleonic Wars Cambridge 2012 p 148
37 LAVALLEacute p 243 38 LA SAGRA Historia econoacutemicohellip p 286
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a su reforma se suprimieron todas las exenciones se fijoacute en un 25 del produc-to para las fincas azucareras y un 10 para el resto y se convirtioacute en una renta del Estado que en contrapartida asumioacute los gastos del culto y clero Desde en-tonces fue adquiriendo mayor importancia y cuando desaparecioacute en 1867 apor-taba 2000000 de pesos el 10 de los ingresos fiscales39
El 2 de noviembre de 1825 Pinillos ocupoacute la Superintendencia Desempentildeoacute el cargo hasta 1851 con dos breves interrupciones una de marzo a agosto de 1839 y la otra durante la regencia del general Espartero40 A pesar de las dificultades financieras del momento y del peligro de invasioacuten del exterior se propuso faci-litar el comercio interno y externo y adoptoacute una serie de medidas con las que se inauguroacute lo que La Sagra consideroacute una laquonueva eacutepocaraquo de la Hacienda cubana Aunque no es posible mencionar todas sus disposiciones baste recordar que durante los primeros antildeos de su gestioacuten reformoacute profundamente las aduanas simplificoacute y clarificoacute los aranceles introdujo un nuevo meacutetodo de contabilidad agilizoacute la administracioacuten y separoacute definitivamente las rentas de mar y tierra para dar mayor proyeccioacuten a las interiores hasta entonces objeto de escasa atencioacuten y dictoacute reglamentos claros y precisos Durante su interinidad en 1822 ademaacutes de reducir los aranceles establecioacute las comisiones mercantiles de vigilancia para luchar contra el contrabando y creado un depoacutesito mercantil en La Habana lo que permitioacute a Cuba surtir a otros mercados de productos nacionales y extranje-ros por poco coste41
Pinillos racionalizoacute los impuestos que pesaban sobre el tabaco y los que gra-vaban el consumo de ganado reduciendo con ello los gastos de recaudacioacuten Al suprimirse el Estanco en 1817 se establecieron el derecho de vigeacutesima y el de matriacutecula que pesaban sobre los cosecheros y los fabricantes y habiacutean impedido al sector desarrollarse adecuadamente Suprimidos ambos la produccioacuten crecioacute la hoja pasoacute de 70000 arrobas en 1828 a 160000 en 1830 el torcido de 197194 libras a 40715242 Pinillos adoptoacute tambieacuten medidas que beneficiaron al sector ganadero en 1833 reunioacute los derechos que lo gravaban (alcabala del 6 el im-puesto extraordinario de 1826 la sisa de la zanja y la sisa de la piragua43) y los sustituyoacute por un derecho uacutenico de consumo de ganados maacutes moderado que se
39 ZAMORA Y CORONADO vol IV pp 328-329 40 Manuel OVILIO Y OTERO Biografiacutea del Excmo Sr D Claudio Martiacutenez de Pinillos conde
de Villanueva publicada en el perioacutedico titulado El Trono y la Nobleza La Habana 1851 Manuel BARCIA PAZ laquoEl Conde de Villanueva y la alternativa de la Cuba grande una aproximacioacuten a la labor de Claudio Martiacutenez de Pinillos al frente de la Intendencia de Hacienda de la Isla de Cubaraquo en Mordf Dolores GONZAacuteLEZ-RIPOLL NAVARRO e Izaskun AacuteLVAREZ CUARTERO (coordinadoras) Francisco Arango y la invencioacuten de la Cuba azucarera Madrid 2009 pp 289-300
41 Apuntacioneshellip p 30 42 Apuntacioneshellip pp 28 y 58 43 Creado en 1562 gravaba al ganado introducido en La Habana para costear la traiacuteda del agua
a la ciudad Veacutease Apuntacioneshellip pp 27-28
Hacienda Puacuteblica y evolucioacuten econoacutemica en Cuba (1765-1898)
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convirtioacute en una de las principales rentas interiores Con ello permitioacute la libre circulacioacuten facilitoacute el traacutefico interior y la exportacioacuten del ganado
Durante los primeros antildeos de su gestioacuten la recaudacioacuten crecioacute extraordinaria-mente De 5722198 pesos en 1825 pasoacute a maacutes de nueve millones en 1828 y 1829 de un promedio anual de 45 millones en el quinquenio 1821-1825 llegoacute a 85 en 1826-1830 un incremento del 88 (Cuadro 2) El crecimiento obedecioacute a la extraor-dinaria expansioacuten que en esos antildeos experimentaba la agricultura de exportacioacuten (el valor del comercio pasoacute de 19555541 pesos en 1825 a 32649285 en 1828) y al consiguiente crecimiento de la riqueza imponible (Graacutefico 1) Respondioacute tambieacuten a las reformas administrativas a la eficacia y la economiacutea que tan singular perso-naje imprimioacute a la gestioacuten de la Hacienda No se debioacute pues el aumento de la pre-sioacuten fiscal44 De hecho Pinillos redujo los derechos de exportacioacuten para azuacutecares cafeacute melazas y rones y disminuyoacute el derecho de toneladas a los buques medidas descritas minuciosamente por La Sagra que las consideroacute laquouna revolucioacuten benefi-ciosaraquo porque facilitaban el traacutefico comercial y aumentaban los ingresos45
CUADRO 4
Procedencia de los ingresos del Tesoro de Cuba 1823-1852 promedio anual (miles de pesos)
Cuba Derechos de importacioacuten
Derechos de exportacioacuten
Rentas mariacutetimas
Rentas terrestres
Total rentas
Δ Aduanas total
1823-1827 4479 1638 6117 732
1828-1832 3916 1107 5023 3764 8787 436 571
1833-1837 4685 778 5463 3486 8949 18 61
1838-1842 5852 1248 7100 3935 11035 23 643
1843-1847 5765 987 6752 3948 10701 -3 63
1848-1852 6249 1098 7347 4198 11545 79 636
Fuente Formado con datos de LA SAGRA Historia fiacutesicahellip vol II p 128 y Breve ideahellip p 272 y de TORRENTE vol II pp 365
Hacia 1827 el 67 de los ingresos procediacutea de impuestos sobre el comercio mariacutetimo y el 24 de las contribuciones interiores cerca del 3 de deducciones sobre los sueldos personales A pesar de las variaciones que experimentaron los derechos mariacutetimos fueron siempre superiores a las rentas terrestres que se mantuvieron en torno al 35 aunque a finales de los cuarenta creceriacutean notable-mente Los derechos de importacioacuten constituiacutean la pieza clave del sistema (Cuadro 4) El arancel fijaba derechos ad valorem para la casi totalidad de los productos siendo pocos los que adeudaban derechos especiacuteficos caso de las
44 El impuesto extraordinario creado en 1825 mencionado maacutes arriba suponiacutea 844555 pesos 45 LA SAGRA Breve ideahellip p 7
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harinas un producto que estuvo siempre en el punto de mira de todos los inte-reses y que a lo largo de siglo motivoacute numerosas poleacutemicas y vivos enfrentamien-tos entre productores y navieros peninsulares y hacendados y consumidores cubanos Ademaacutes del derecho fijado en el arancel las mercanciacuteas importadas estaban sujetas a diversos derechos adicionales creados en distintos momentos como el extraordinario de guerra el de balanza el de extincioacuten de pesetas con-sulado depoacutesito mercantil habilitacioacuten de bandera entre otros Seguiacutean en im-portancia los derechos de exportacioacuten que eran derechos especiacuteficos que no te-niacutean relacioacuten con el precio del producto exportado de modo que la presioacuten fiscal variaba con el vaiveacuten de los precios en el mercado internacional La exportacioacuten se sometiacutea tambieacuten a otra serie de derechos como el de navegacioacuten puerto to-neladas pontoacuten balanza fanalhellip
Abandonados los planes de reconquista del continente y mitigada la amenaza externa a principios de los antildeos treinta cierto remanso en los gastos (producido por la disminucioacuten del capiacutetulo de Marina) unos ingresos saneados y la ausencia de deuda puacuteblica permitieron a Pinillos promover importantes obras puacuteblicas (como el acueducto de Fernando VII) y dedicar algunas sumas a fomentar la agricultura a dotar establecimientos cientiacuteficos y literarios y a crear la Junta de Fomento y el Banco de Fernando VII abierto en 1832 con un milloacuten de pesos acumulados en la Tesoreriacutea
III CONSOLIDACIOacuteN DEL ESTADO LIBERAL EN ESPANtildeA Y HACIENDA COLONIAL
Con la implantacioacuten del liberalismo en la peniacutensula y la peacuterdida del Imperio continental se produjeron cambios de alcance en la Antilla La isla perdioacute su valor estrateacutegico y adquirioacute cada vez mayor relevancia como proveedora de recur-sos para el Tesoro peninsular a modo de compensacioacuten por los que ya no volve-riacutean a fluir del continente Enfrascada en la guerra carlista y cada vez maacutes nece-sitada de dinero la monarquiacutea liberal recurrioacute de forma sistemaacutetica al empleo de recursos generados en Ultramar (Cuadro 3) Una de las razones por las que los diputados antillanos fueron expulsados de las Cortes en 1836 y aquellos territo-rios excluidos del reacutegimen constitucional tuvo relacioacuten seguramente con la cre-ciente extraccioacuten de renta colonial y el deseo de no airear en los cuerpos legisla-tivos las cuentas de aquellos territorios46 Cuba ya habiacutea hecho enviacuteos a otras Tesoreriacuteas con anterioridad seguacuten se vio pero las remesas crecieron al hilo de las necesidades del Estado liberal que se implantaba en el marco de una costosa guerra civil En 1836 se suspendioacute en todas las cajas de Ultramar el pago de los
46 Candelaria SAIZ PASTOR laquoLa revolucioacuten liberal espantildeola y el control de la Hacienda cuba-na (1826-1843)raquo Revista de Historia Econoacutemica antildeo IX 12 (1991) p 343
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creacuteditos anteriores al 26 de mayo de 1835 aumentando con ese corte de cuentas el monto de los recursos susceptibles de ser trasferidos a la peniacutensula47
Poco despueacutes la ley de 3 de noviembre de 1837 autorizoacute al Gobierno a obte-ner 5000000 de pesos con cargo a las Haciendas antillanas en concepto de subsidio extraordinario de guerra A Cuba le correspondiacutea aportar 2500000 y a Puerto Rico 500000 La mitad del monto asignado se obtendriacutea de la venta de los bienes eclesiaacutesticos lo que llevoacute el proceso desamortizador de los liberales a las colonias48 El aumento de la presioacuten fiscal en una coyuntura econoacutemica fran-camente adversa cuando los efectos de la crisis de 1837 se dejaban sentir con fuerza motivoacute una esteacuteril protesta de las autoridades de Hacienda y de las elites locales obligadas a pagar sin obtener a cambio derecho poliacutetico alguno ni parti-cipacioacuten en el trazado de la poliacutetica tributaria49
Para obtener raacutepidamente las cantidades que exigiacutea la guerra50 la Intendencia emitioacute un empreacutestito que permitiriacutea disponer de los recursos que iriacutea recaudan-do durante los tres antildeos siguientes mediante nuevos arbitrios sobre la exporta-cioacuten y la importacioacuten51 incluyendo un peso por barril de harina procedente de la peniacutensula Esto explica el raacutepido aumento de los ingresos de un promedio de 8895556 pesos en 1833-1837 a 11672090 en 1838-1842 un incremento del 233 (Cuadro 4)
La remisioacuten de caudales a la metroacutepoli absorbioacute casi el 31 de la recaudacioacuten durante el quinquenio 1838-1842 (Cuadro 3) El antildeo 1839 con 3700033 pesos fue el de mayores remesas (399 de los ingresos) si no en teacuterminos absolutos siacute con relacioacuten a los ingresos totales de la colonia Entre 1834 y 1839 los recursos procedentes de Cuba y Puerto Rico proporcionaron el 95 de los ingresos ordi-narios del Estado quizaacute el 10 de lo que habiacutean representado las remisiones del Imperio a principios del siglo52
La trasferencia efectiva se realizoacute directamente a traveacutes de remesas en metaacute-lico o bien mediante el pago en La Habana San Juan o Manila de las libranzas expedidas por el Ministerio de Hacienda sobre las cajas coloniales53 La Tesoreriacutea cubana tuvo serias dificultades para hacer frente al creciente giro de libranzas y
47 La medida se prorrogoacute en 1840 Joaquiacuten RODRIacuteGUEZ SAN PEDRO Legislacioacuten ultramarina concordada y anotada por Joaquiacuten Rodriacuteguez San Pedro con la colaboracioacuten de Antonio Fernaacutendez Chorot Eduardo y Arturo Piera y Manuel Gonzaacutelez Junguitu 1865-1867 vol IX pp 457-458
48 Almudena HERNAacuteNDEZ RUIGOacuteMEZ La desamortizacioacuten en Puerto Rico Madrid 1987 49 Luis NAVARRO GARCIacuteA Control social y actitudes poliacuteticas en Puerto Rico (1823-1837)
Sevilla 1991 pp 340-344 50 ZAMORA Y CORONADO vol I pp 313-331 Apuntacioneshellip pp 23-24 51 MARRERO vol 12 p 345 En 1833 tras la epidemia de coacutelera que mato a miles de esclavos
se redujeron para proporcionar alivio a los hacendados 52 Francisco COMIacuteN COMIacuteN Las cuentas de la Hacienda preliberal en Espantildea (1800-1855)
1990 pp 45 48 y 132 53 SAIZ PASTOR La revolucioacuten liberalhellip pp 349-352
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Pinillos no pudo evitar los atrasos En 1840 el ministro de Hacienda Pita Pizarro reconociacutea que desde 1835 se habiacutean girado sobre las cajas cubanas letras por importe de 196 millones de pesos y que se habiacutean pagado uacutenicamente 10654 Pinillos no puedo impedir que la presioacuten sobre los recursos cubanos diera al traste con el capital del Banco de Fernando VII que tuvo que poner teacutermino a sus operaciones en 1842 Las trasferencias coloniales no cesaron al finalizar la guerra carlista y se prolongaron hasta principios de los sesenta cuando Cuba dejoacute de disponer de los llamados sobrantes
Paralelamente se fueron trasladando sobre las cajas cubanas obligaciones que antes pesaban sobre el Tesoro peninsular como las asignaciones de la regen-te (175000 pesos anuales) en 1838 o los intereses de la deuda de Espantildea a los Estados Unidos en 184155 Corriacutea por cuenta de aquellas cajas el gasto del cuerpo consular en Ameacuterica la pensioacuten del duque de Veragua el servicio de los vapores correos desde 1856 entre otros Con todo las partidas maacutes elevadas del presu-puesto de gastos fueron las de guerra y marina que representaban cerca del 60 y que en otros imperios coloniales se consideraban gastos imperiales con cargo a los presupuestos metropolitanos (Cuadro 5)
CUADRO 5
Gastos de la isla de Cuba 1823-1852 promedio anual (miles de pesos)
1823-1827
Militares Marina Civiles Otras teso-reriacuteas Total gasto
1748 370 1045 221 1008 213 925 196 4726
1828-1832 2644 424 1300 208 1206 193 1089 174 6240
1833-1837 2749 408 906 134 1187 176 1895 281 6737
1838-1842 2787 307 1015 112 1838 202 3446 379 9086
1843-1847 2894 342 1325 157 1696 201 2544 301 8459
1848-1852 4565 422 1729 160 2518 233 1993 184 10806
Fuentes Las del cuadro anterior
Incluye legaciones en el extranjero
Aunque permanecioacute casi 25 antildeos en su puesto Pinillos tuvo importantes detractores entre otros hubo de enfrentar los desafiacuteos del general Tacoacuten Se
54 Piacuteo PITA PIZARRO Examen econoacutemico histoacuterico-criacutetico de la Hacienda y Deuda del Estado proyecto de su reforma general y de la del Banco equilibrando las rentas y los gastos restableciendo el creacutedito y fomentando la prosperidad nacional Madrid 1840 pp 383 y 433
55 Reconocida por Espantildea a Estados Unidos en 1834 puso fin a las reclamaciones reciacuteprocas por actos de pirateriacutea En 1899 fue asumida por Espantildea
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le acusoacute de favorecer el comercio extranjero y de haberse conducido como hubiera podido hacerlo laquoel soberano de una nacioacuten independiente y enemi-garaquo entre otras cosas porque aumentoacute los derechos de importacioacuten sobre los productos peninsulares en particular las harinas sin modificar las tarifas sobre las norteamericanas 56 Se le responsabilizoacute tambieacuten del estancamiento de la recaudacioacuten atribuyeacutendola a la liberalizacioacuten de los aranceles Lo cierto era que durante el quinquenio 1826-1830 las rentas habiacutean crecido extraordi-nariamente pero entre 1831-1837 se estancaron a pesar de que la exporta-cioacuten de frutos habiacutea ido en aumento (Cuadro 4) El azuacutecar pasoacute de un prome-dio de 74000 toneladas en 1825-1829 a casi 100000 en 1830-1834 Asiacute las cosas en 1835 se le pidioacute que se abstuviera de hacer cualquier modificacioacuten en el arancel o en cualquier otro ramo del sistema tributario hasta que se le comunicasen las resoluciones que no podiacutean tomarse sin concurrencia de las Cortes 57 Las denuncias y escritos contra el conde de Villanueva el retraso en el pago de libranzas y el estancamiento de las rentas levantaron recelos en Madrid y motivaron el nombramiento de una Comisioacuten Regia Despachada por Pita Pizarro en 1839 entre otras cosas teniacutea por finalidad fiscalizar la actuacioacuten de Pinillos y condujo a su abandono del cargo La Comisioacuten nada concluyoacute y Villanueva retornoacute a la Superintendencia de la que le apartoacute Espartero en septiembre de 1841 sustituyeacutendole Antonio Larruacutea Tras el re-greso de los moderados al poder ocupoacute nuevamente la Superintendencia hasta 1851 buscando siempre favorecer los intereses de la colonia sin entrar en conflicto con los metropolitanos
En aquellos 25 antildeos los ingresos habiacutean pasado de algo maacutes de seis millo-nes a 125 y cubriacutean con creces los gastos que tambieacuten se habiacutean duplicado (Graacutefico 2) Habiacutea habido periodos difiacuteciles como el quinquenio 1843-1847 en el que la recaudacioacuten disminuyoacute por los efectos de la crisis financiera de 1842 las sequiacuteas de 1845 la limitada zafra de aquel antildeo los descalabros del cafeacute y la caiacuteda de los precios pero las rentas volvieron a crecer al finalizar la deacutecada (Cuadro 4 y Graacutefico 1)
Es poco lo que puede decirse sobre la presioacuten fiscal en aquellos antildeos En un infor-me emitido a peticioacuten de Larruacutea en 1841 se estimaba que ademaacutes de los once mi-llones y medio procedentes de rentas mariacutetimas y terrestres aquel antildeo se habiacutean pagado 2350000 pesos de loteriacuteas 997000 de correos 416000 de diezmo 250000 de renta obvencional otro tanto de papel sellado cuatro millones de reacuteditos de cen-
56 Refutacioacuten al papel anoacutenimo titulado Estado actual de la isla de Cuba y medios que han de adoptarse para fomentar su prosperidad con utilidad de la madre patria Madrid1838 p 45 Manuel Mordf GUTIEacuteRREZ Memoria sobre las harinas espantildeolas con destino a la isla de Cuba o examen analiacutetico de la administracioacuten del Intendente de la Habana en esta parte o contestacioacuten a los artiacuteculos 131 133 y 134 del Boletiacuten de Comercio Madrid 1834 p 44
57 RODRIacuteGUEZ SAN PEDRO vol IX p 9 real orden de 2 de mayo de 1836
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sos y 250000 pesos de propios y arbitrios en conjunto 20 millones lo que suponiacutea unos 335 pesos por cada uno de los 600000 habitantes libres Aunque los millones por censos no ingresaban en el Tesoro siacute pesaban sobre la produccioacuten y debiacutean con-siderarse entre los desembolsos58 La relacioacuten entre la imposicioacuten y el valor de las exportaciones que ascendiacutea a 25941783 pesos suponiacutea que de cada 100 pesos ex-portados se habiacutean extraiacutedo 77 Pocos antildeos maacutes tarde en junio de 1847 Villanueva lamentaba la existencia de una presioacuten fiscal de 40 pesos por habitante libre 20 si se computaba el milloacuten de habitantes59
IV LOS ANtildeOS CINCUENTA VIENTOS DE REFORMA TRIBUTARIA
Las Antillas habiacutean quedado al margen de la reforma tributaria introducida por Alejandro Mon en Espantildea y su estructura impositiva no habiacutea experimentado tras-formaciones significativas en la primera mitad del siglo XIX60 Tampoco habiacutea habido importantes cambios institucionales pero a comienzos de los antildeos cincuenta hubo modificaciones sustanciales en la estructura organizativa de la Hacienda y se discutioacute cada vez con maacutes amplitud sobre la necesidad de una reforma tributaria
El real decreto de 21 de octubre de 1853 dispuso que los gobernadores capi-tanes generales de Ultramar asumieran en comisioacuten las competencias de la Superintendencia Redujo a dos departamentos (occidental y oriental) los tres existentes y suprimioacute la Intendencia y la Contaduriacutea de Puerto Priacutencipe quedan-do las de La Habana y Santiago bajo la jurisdiccioacuten de la Superintendencia A instancias del general Concha61 los progresistas confirmaron la tendencia cen-tralizadora de la accioacuten gubernativa el real decreto de 17 de agosto de 1854 su-primioacute las intendencias de La Habana y Santiago y creoacute la Intendencia General de Hacienda y Ejeacutercito con las facultades de gestioacuten y direccioacuten de las rentas en toda la isla supeditada a la fiscalizacioacuten e inspeccioacuten de la Superintendencia asumida por el gobernador62 De modo que de la independencia absoluta que
58 Informe sobre las contribuciones en la isla de Cuba dado a pedimento del Excmo S D Antonio Larruacutea intendente de la Habana en noviembre 1841 con notas posteriores New York 1849 pp 7-8
59 MARRERO vol 12 pp 328 y 356 60 Candelaria SAIZ PASTOR laquoImperio colonial y reforma tributaria liberal Cuba 1822-1868raquo
en Hacienda Puacuteblica Espantildeola (1996) pp 74-76 61 Joseacute GUTIEacuteRREZ DE LA CONCHA fue capitaacuten general de Cuba desde 1850 hasta 1859 con
una interrupcioacuten en 1852-1854 62 Gaceta de Madrid 7 de octubre de 1854 Joseacute GUTIEacuteRREZ DE LA CONCHA Memoria del
Excmo Sr D Joseacute Gutieacuterrez de la Concha al actual capitaacuten general de la isla de Cuba sobre la Hacienda puacuteblica de la misma en la eacutepoca transcurrida desde octubre de 1854 a 1859 Madrid 1862 pp 5-10 Para el estudio del complejo deslinde de competencias real decreto de 31 de marzo de 1856 en Leandro GARCIacuteA Y GRAGITENA Guiacutea del empleado de Hacienda de la isla de Cuba o Historia de todos los ramos de recaudacioacuten por orden alfabeacutetico La Habana 1860 RODRIacuteGUEZ SAN PEDRO vol VIII p 75 y MARRERO vol 12 p 317
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habiacutean tenido las autoridades de Hacienda se pasoacute a una absorcioacuten de las funcio-nes administrativas de la Hacienda por el gobernador superior civil
Los progresistas llevaron a Ultramar la ley de contabilidad peninsular de 1850 que Concha puso en vigor en enero de 185663 En esencia se centra-lizaron todos los productos de las rentas impuestos y derechos y todos los pagos en la Tesoreriacutea General de Hacienda Desapareciacutean por consiguiente los llamados ramos ajenos a la administracioacuten hacendiacutestica es decir ciertas rentas que la Hacienda recaudaba y distribuiacutea entre establecimientos especiales del Estado como la Junta de Fomento o el Real Consulado sobre las que perdiacutea todo control64 En lo sucesivo los servicios de las entidades dotadas de los lla-mados fondos propios se fijariacutean en los presupuestos generales65
Ademaacutes se fijaron normas para elaborar los presupuestos de ingresos y gas-tos en las colonias Las autoridades de Hacienda debiacutean remitirlos a Madrid en junio para ser aprobados y devueltos antes de diciembre La estructura de los presupuestos se clarificoacute y se asemejoacute a la de los peninsulares Ingresos y gastos se dividieron en secciones capiacutetulos y artiacuteculos Los primeros en seis secciones atendiendo a la procedencia contribuciones e impuestos aduanas rentas estan-cadas loteriacutea bienes del Estado e ingresos eventuales Con anterioridad se divi-diacutean en rentas mariacutetimas y terrestres (y cada una de ellas en ramos comunes y ajenos) en propios y arbitrios en establecimientos piadosos y otros fondos66 En cuanto a los gastos se distribuiacutean por ministerios Estado Gracia y Justicia Guerra Marina Hacienda y Atenciones de la Peniacutensula que sustituiacutea al capiacutetulo de sobrantes existente hasta entonces en los muy defectuosos presupuestos En 1860 se incorporoacute un capiacutetulo de trasferencias a Fernando Poo 288224 pesos ese antildeo En definitiva la contabilidad se arregloacute a un meacutetodo fijo y mucho maacutes sencillo y se dio unidad en la recaudacioacuten y distribucioacuten de ingresos y gastos67
Los progresistas hicieron algo maacutes por clarificar las cuentas coloniales A comienzos de 1856 remitieron a las Cortes los proyectos de los presupuestos que debiacutean regir en 1856 y primeros seis meses de 1857 (todaviacutea con la estruc-tura previa a la reforma) precedidos de sendos dictaacutemenes de una comisioacuten nombrada para su examen No llegaron a aprobarse porque sobrevino su caiacuteda del poder68 Era la primera vez que se llevaban las cuentas de las Antillas a
63 Gaceta de Madrid 4 de abril de 1855 real decreto e instruccioacuten de 6 y 7 de marzo de 1855 64 La Hacienda percibiacutea un 10 por la recaudacioacuten Presupuestos de gastos e ingresos de las
islas de Cuba Puerto-Rico y Filipinas para el antildeo 1839 Madrid 1840 p 37 65 Un estudio detallado de esta cuestioacuten en PASAROacuteN Y LASTRA pp 157-164 66 Veacutease Ministerio de Ultramar Ingresos y gastos del Estado en las provincias de Ultramar
desde 1850 a 1863-1864 Madrid 1865 67 Feacutelix ERENCHUN Anales de la isla de Cuba diccionario administrativo econoacutemico esta-
diacutestico y legislativo La Habana 1855-1861 vol III pp 1152-1176 68 DSCD (Diarios de las Sesiones de Cortes Congreso de los Diputados en adelante DSCD)
26 de marzo de 1856 pp 11793-11804 El dictamen de la Comisioacuten en pp 11805-11830
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Cortes y pasariacutean lustros antes de que alliacute se discutieran En 1865 el ministro moderado Manuel Seijas Lozano dispuso que se publicaran cada antildeo y para dar publicidad a los ingresos y gastos ejecutados mandoacute que se imprimieran los liquidados desde 1850 hasta junio de 1864 y que a partir de entonces se insertaran en la Gaceta los resuacutemenes69
Desde mediados de siglo pasoacute a primer plano la necesidad de revisar el siste-ma rentiacutestico y de introducir una contribucioacuten directa Mariano Torrente (admi-nistrador general de rentas mariacutetimas de 1832 a 1837) se habiacutea ocupado del asunto en 1838 y volviacutea sobre ello en su ceacutelebre Bosquejo Econoacutemico de 185370 Gutieacuterrez de la Concha (superintendente de Hacienda) su intendente Ramoacuten Pasaron y Lastra el publicista Feacutelix Erenchun entre otros expusieron sus ideas en extensos informes en los que defendiacutean un sistema tributario que diera cabi-da a una contribucioacuten directa sobre la renta del que debiacutean desaparecer figuras injustas como el diezmo y la alcabala La alcabala del 6 se imponiacutea sobre el valor nominal de las propiedades rurales de ahiacute que a veces resultara del 20 o 30 de su valor efectivo El diezmo era condenado por la desigualdad con la que afectaba a los distintos tipos de fincas y porque para su exaccioacuten se habiacutea fijado un sistema de igualas que si bien facilitaba la recaudacioacuten y evitaba la fiscaliza-cioacuten en las fincas fijaba la misma cuota en antildeos de malas cosechas que en los de abundancia lo que de hecho lo habiacutea convertido en un impuesto de cuota uacutenica En cuanto al arancel era preciso reformarlo porque dificultaba el movimiento comercial y estimulaba el fraude No debiacutea tener derechos prohibitivos ni protec-tores sino uacutenicamente fiscales y habiacutea que limitar las ventajas que concediacutea a ciertos productos nacionales en particular la harina71 Los derechos de exporta-cioacuten debiacutean desaparecer (recordaban que en la peniacutensula solo se gravaban seis productos a su salida) Era preciso simplificar el sistema impositivo un laquoprodigio de diversidadraquo con 77 conceptos tributarios entre los ramos terrestres y 22 en las aduanas mariacutetimas cuatro veces maacutes que en la peniacutensula donde la recauda-cioacuten era cinco veces superior Tan variado elenco era resultado del paso del tiem-po no respondiacutea a un plan fijo y daba lugar a la desigualdad en el impuesto a la imposicioacuten en los momentos maacutes inconvenientes para el contribuyente a la
69 Ministerio de Ultramar Ingresos y gastoshellip Gracias al esfuerzo del ministro se dispo-ne de una fuente fundamental para conocer las cuentas puacuteblicas de Ultramar de los antildeos centrales de siglo de la que se carece para los antildeos posteriores
70 Mariano TORRENTE Proyecto de contribucioacuten apoyado en soacutelidos principios de la ciencia econoacutemica con el cual puede la isla de Cuba hacer frente al pedido extraordinario de guerra por los medios maacutes suaves maacutes justos i equitativos La Habana 1838 y Bosquejo econoacutemico poliacutetico de la isla de Cuba comprensivo de varios proyectos de prudentes y sa-ludables mejoras que pueden introducirse en su gobierno y administracioacuten Madrid 1853 vol II p 365
71 PASAROacuteN Y LASTRA p 135 GUTIEacuteRREZ DE LA CONCHA Memoriahellip p 17
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desproporcioacuten en las cargas la oscuridad la complicacioacuten y a una costosa recau-dacioacuten72
En un momento en el que la amenaza anexionista pareciacutea cuestionar la sobe-raniacutea espantildeola y se produciacutea el desembarco de diversas expediciones los gastos militares fueron en aumento Durante el mando de Concha los de Guerra pasaron de 55 a 76 millones y los de Marina de 19 a 34 En el quinquenio 1848-1852 ascendieron a un promedio anual de 45 y 17 millones respectivamente y en 1856-1859 se situaron en 69 y 3 No faltaron quienes cuestionaron la gestioacuten de Concha entre otras razones por un aumento del gasto puacuteblico de 11387657 millones en 1850 a 18921650 en 186073
Los ingresos experimentaron tambieacuten un crecimiento muy raacutepido En el primer quinquenio de la deacutecada se recaudoacute un promedio de 154 millones al antildeo en el segundo de 212 Durante aquellos antildeos la economiacutea cubana seguiacutea creciendo velozmente La produccioacuten de azuacutecar pasoacute de 329905 toneladas en 1852 a 469200 en 185974 y el valor del conjunto de las exportaciones de 25681948 pesos a 57455184 Aquella deacutecada se importaron 144000 es-clavos africanos (casi maacutes que en ninguacuten otro periodo) para atender la deman-daba de una economiacutea en franca expansioacuten estimulada por la subida de pre-cios del azuacutecar en los antildeos centrales de la deacutecada (Graacutefico 3) Se crearon contribuciones nuevas como la capitacioacuten de esclavos y se modificoacute el arancel de aduanas (1853)75 pero el aumento de los ingresos se debioacute sobre todo al crecimiento de la produccioacuten y del intercambio comercial a las mejoras que Concha y Pasaroacuten introdujeron en la administracioacuten hacendiacutestica y a la acen-tuada persecucioacuten del fraude
A mediados de siglo la estructura fiscal apenas habiacutea variado Los derechos de aduanas representaban un 65 de los ingresos y las rentas terrestres el 31 del que solo el 18 correspondiacutea a impuestos directos Los maacutes importantes seguiacutean siendo las alcabalas sobre la venta de fincas y esclavos los derechos de consumo de ganado y el diezmo La loteriacutea creada en 1812 aportaba el 4 de las rentas en 1850 y su importancia fue creciendo Se percibiacutean tambieacuten una serie de rentas no fiscales procedentes de los bienes del Estado e ingresos eventuales
72 Veacuteanse las obras de PASAROacuteN Y LASTRA TORRENTE y ERENCHUN citadas asiacute como Joseacute GUTIEacuteRREZ DE LA CONCHA Memorias sobre el estado poliacutetico gobierno y administracioacuten de la isla de Cuba Madrid 1853 pp 126-127
73 Las cifras para los primeros antildeos cincuenta variacutean seguacuten los autores Se ha optado por las que Seijas Lozano mandoacute publicar y las que aparecieron en la Gaceta en cumplimiento de su dis-posicioacuten Desde la reforma del 56 en el presupuesto de ingresos se incluiacutea la renta bruta de loteriacuteas sin deducir los premios cuyo importe figuraba tambieacuten entre los gastos de Hacienda Este cambio contable explica en parte el crecimiento de las cifras
74 MORENO FRAGINALS vol III p 36 75 GUTIEacuteRREZ DE LA CONCHA Memoriashellip p 126 LE RIVEREND p 387
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CUADRO 6
Ingresos del Tesoro de Cuba 1850-1867 (miles de pesos)
Contribuciones Aduanas Estancadas Loteriacutea Bienes
del Estado Ingresos
eventuales Fondos
puacuteblicos Total
1850-54 2302 8296 520 748 245 1450 1899 15460
1855-59 3953 13061 1300 7015 214 772 26315
1860-64 4405 12400 1073 9814 186 401 28279
1865-67 3655 10936 1159 9454 496 857 26558
Fuentes Elaborado con datos de Ministerio de Ultramar Ingresoshellip y Gaceta de Madrid 18 de diciembre de 1866 27 de mayo y 4 de noviembre de 1867 y 11 de enero de 1868
Se recaudaban separadamente de los del resto de la Hacienda En 1856 se incorporaron a los del Estado
Desde la reforma de 1855 incluiacutea los premios cuyo importe figuraba tambieacuten entre los gastos de Hacienda Este cambio contable explica en parte el crecimiento del quinquenio
En calidad de superintendente en su proyecto de presupuesto para el ejerci-cio 1857-1858 Concha introduciacutea una importante reforma fiscal que permitiriacutea aumentar los ingresos y hacer un reparto maacutes justo de la carga tributaria76 Suprimiacutea el diezmo la alcabala de fincas y el derecho de exportacioacuten y los sus-tituiacutea por una contribucioacuten territorial del 4 o 5 sobre la renta Creaba una con-tribucioacuten industrial y de comercio sobre las mismas bases que la creada por Mon para sustituir el derecho fijo de almacenes y tiendas Establecido por Pinillos en 184677 este gravamen no pasaba de ser una cuota anual sobre las bodegas tiendas de viacuteveres y otra treintena de negocios de la que habiacutea quedado exenta la mayor parte de las actividades industriales y de comercio No era sino un re-medo muy imperfecto de la contribucioacuten de Mon En 1850 aportaba uacutenicamente 112912 pesos
76 GUTIEacuteRREZ DE LA CONCHA Memoriashellip p 130 77 Se convertiriacutean en arbitrios municipales el estanco del juego de gallos y el consumo de ga-
nados
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GRAFICO 2
Ingresos y gastos del Tesoro de Cuba 1823-1857 (miles de pesos)
Fuentes Elaborado con datos de TORRENTE pp 365-367 y Mariano CANCIO VILLAAMIL Cuba su presupuesto de gastos Madrid 1883 pp 29-30
La ambiciosa reforma no se aproboacute y a la postre su proyecto quedoacute reducido a unos pocos cambios en la forma de percibir el diezmo sustituyendo su arren-damiento por parroquias en puacuteblica licitacioacuten por una administracioacuten directa por la Hacienda El nuevo sistema dio buenos frutos pues la recaudacioacuten pasoacute de 2030977 pesos en 1853-1856 a 2993483 en 1857-1860 Ademaacutes Concha simplificoacute las rentas mariacutetimas fundioacute en un uacutenico derecho real de importacioacuten siete de los antiguos y en uno de exportacioacuten tres de los anteriores78 Simplificoacute el cuadro tributario y redujo los gastos de recaudacioacuten con todo quedoacute lejos del proyecto de Pasaroacuten y Lastra de reducir las rentas mariacutetimas a dos impuestos uno de navegacioacuten y otro de importacioacuten
V LA FALLIDA REFORMA DE 1867
A su paso por el poder los gobiernos de la Unioacuten Liberal emprendieron una ambiciosa poliacutetica exterior que llevoacute a Espantildea a intervenir en Meacutexico en 1861 y poco despueacutes a anexionarse Santo Domingo un proyecto cuyo desenlace fue la guerra y el posterior abandono de la vieja colonia El coste financiero de aquellas empresas corrioacute por cuenta del Tesoro cubano y seguacuten caacutelculos del ministro de Ultramar Seijas Lozano ascendioacute a 14309363 pesos79 El nuevo esfuerzo se le pediacutea a la colonia cuando la plantacioacuten azucarera comenzaba a dar sentildeales de un cierto agotamiento y el mercado se tornaba cada vez maacutes competitivo Desde los
78 LA SAGRA Cuba en 1860hellip p 269 y MARRERO vol 12 pp 370-371 79 Ministerio de Ultramar Ingresoshellip diversas paacuteginas
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antildeos cuarenta exceptuando un breve periodo alcista a mediados de los cincuenta los precios del azuacutecar no habiacutean dejado de caer hasta situarse en cinco centavos de doacutelar por libra al tiempo que la remolacha expulsaba a los azuacutecares cubanos de sus viejos mercados (Graacutefico 3) Durante aquellos antildeos la recaudacioacuten se vio seriamen-te afectada por la crisis financiera de 1861 el conflicto beacutelico de los Estados Unidos y poco despueacutes por la crisis de 1866 que coincidioacute con una zafra muy reducida unas 286000 toneladas en lugar las 540000 de los uacuteltimos antildeos
CUADRO 7
Ingresos del Tesoro de Cuba 1863-1868 (miles de pesos)
1863-64 1864-65 1865-66 1866-67
Previstos Ejecutados Previstos Ejecutados Previstos Ejecutados Previstos Ejecutados
Contribuciones 4561 3975 4804 4098 5173 3811 5396 3056
Aduanas 11925 10609 12665 12968 13536 11003 12825 8838
Estancadas 1219 992 1204 1104 1468 1161 1596 1211
Loteriacuteas 8734 7068 8734 8705 8734 9028 10757 10630
Bienes Estado 3530 136 2321 254 2409 331 1432 904
Eventuales 491 463 530 958 534 552 846 1062
Total 30460 23243 30258 28087 31854 25886 32852 25701
Fuentes Para las previsiones Presupuestos generales de ingresos y gastos de la isla de Cuba Madrid 1861-1867 para las ejecuciones las mismas que en el cuadro anterior
Se refiere a ingresos brutos (sin deduccioacuten de los premios) tal como se contabilizaron desde 1856
En el presupuesto de 1863-1864 se habiacutea previsto un ingreso de 30 millones de pesos pero solo se recaudaron 23780 Entre los gastos de 1864-1865 aparecioacute por primera vez un capiacutetulo de Deuda con 129000 pesos que en 1866-1867 se elevaba a 367546 cantidad exigida por el servicio de la deuda que se estaba creando para financiar la campantildea de Santo Domingo que a finales de 1865 as-cendiacutea a 8392851 pesos81 La situacioacuten preocupaba seriamente en Madrid82 entre otras cosas porque los sobrantes habiacutean dejado de llegar En 1863-1864 y 1864-1865 se redujeron a 21707 y 1051 pesos respectivamente (Cuadro 3)83
80 Gaceta de Madrid 19 de diciembre de 1866 y 4 de diciembre de1867 81 El capiacutetulo de la Deuda formaba parte de una nueva seccioacuten del presupuesto Obligaciones
del Estado que aparecida aquel ejercicio en sustitucioacuten de las Atenciones a la Peniacutensula Incluiacutea tambieacuten los gastos por clases pasivas
82 Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoLas Haciendas puacuteblicas de Cuba y Puerto Rico desde el grito de independencia al final de la colonialaquo en Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD (editora) Las Haciendas puacuteblicas en el Caribe hispano durante el siglo XIX Madrid 2008 pp 276-277
83 Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoEspantildea y Cuba Cien antildeos de relaciones financierasraquo Stvdia Historica Historia Contemporaacutenea 15 (1997) pp 38 40 y 43
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y los Sobrantes de Ultramar eran una partida ordinaria del presupuesto de ingre-sos del Estado que atravesaba por enormes dificultades financieras Lo ocurrido era que las cajas de Cuba habiacutean tenido que asumir los gastos de las campantildeas de la Unioacuten Liberal en un momento en que las posibilidades recaudatorias de la Hacienda pareciacutean haber tocado techo y mientras los gastos iban en aumento los ingresos comenzaban a contraerse al tiempo que apuntaba el deacuteficit La Intendencia tuvo que recurrir al creacutedito y colocoacute en el mercado cubano varias series de bonos de Santo Domingo que a la postre fueron a parar a la cartera del Banco Espantildeol de la Habana (el emisor privilegiado que funcionaba en la colonia desde 1856) que los retiroacute de la circulacioacuten por cuenta del Tesoro
Las autoridades coloniales creyeron llegado el momento de realizar la refor-ma tributaria de la que se hablaba haciacutea antildeos Se habiacutea pospuesto porque hasta entonces las rentas indirectas (maacutes faacuteciles de recaudar y mejor toleradas por los contribuyentes) habiacutean ido cubriendo los gastos La reforma se aproboacute por real decreto de 12 de febrero de 1867 suscrito por Alejandro de Castro Se creoacute una contribucioacuten directa de reparticioacuten y cuota fija del 10 sobre la renta liacutequida de la riqueza ruacutestica pecuaria y urbana (cuyo monto se fijariacutea cada antildeo por real de-creto) y un impuesto sobre las utilidades de la industria las artes las profesio-nes y el comercio que comenzariacutean a cobrarse en julio A cambio Castro supri-mioacute el diezmo (que aportaba 2055618 pesos) el impuesto sobre el consumo de ganado (821250 pesos) las alcabalas de fincas esclavos (547500 y 420929 pe-sos) ganados y remates asiacute como los impuestos sobre las salinas los portazgos y el derecho de almacenes y tiendas Desaparecieron tambieacuten los derechos de exportacioacuten (que aportaban 2872450 pesos) para facilitar las ventas de azuacutecar y otros productos almacenados en los muelles durante la crisis comercial y finan-ciera En total 16 conceptos tributarios que aportaban 7850000 pesos84
La reforma permitiacutea realizar un reparto maacutes justo de la carga tributaria porque obligaba a contribuir a grupos que hasta entonces apenas lo habiacutean hecho En efecto de los cerca de ocho millones aportados por los impuestos suprimidos solo 350000 pesos correspondiacutean a gravaacutemenes sobre la industria y el comercio cuyas utilidades se estimaban entonces en 92250000 pesos lo que representaba uacutenicamente un 049 Con la reforma tributariacutean un 10 de su renta Ademaacutes la reforma disminuiacutea la dependencia de los ingresos fiscales de los vaivenes del comercio internacional racionalizaba simplificaba y reduciacutea los gastos de recau-dacioacuten En cierto modo veniacutea a ser la transposicioacuten tardiacutea de la implantada por Mon haciacutea un par de deacutecadas y sin duda representaba un paso importante en la modernizacioacuten fiscal85
84 Gaceta de Madrid 13 de febrero de 1867 85 Para un estudio completo de esta importante reforma fiscal AHN Ultramar leg 862 Una
valoracioacuten positiva en DSCD 18 de julio 1884 pp 1366-1367 discurso de Bernardo Portuondo La
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Completaba la reforma un arancel de aduanas que se publicoacute en marzo86 El nuacutemero de las partidas caiacutea de maacutes de 4000 a 163 lo que en siacute mismo era ya importante Se manteniacutean los derechos de importacioacuten (y el derecho diferencial de bandera y procedencia) pero se introduciacutean ciertas reducciones para algunos productos de mayor consumo La maquinaria necesaria para la agricultura e in-dustria azucarera y la produccioacuten de cafeacute y de algodoacuten entrariacutea libre de derechos En total un descenso de 1850000 pesos87 Los derechos que gravaban la expor-tacioacuten como se ha dicho desapareciacutean completamente
Pocos meses antes de la reforma se habiacutea reunido en Madrid una Junta Informativa convocada por Caacutenovas del Castillo a su paso por el Ministerio de Ultramar Con independencia de su orientacioacuten poliacutetica los comisionados habiacutean defendido la creacioacuten de una contribucioacuten directa del 65 en sustitucioacuten de los impuestos indirectos de importacioacuten que pesaban sobre el consumo de los inge-nios y habiacutean reclamado el comercio de cabotaje con la peniacutensula donde los pro-ductos coloniales estaban sujetos al pago de derechos y el tabaco era un producto estancado Estaban todaviacutea reunidos en Madrid cuando se publicoacute el decreto de Castro De inmediato protestaron y pidieron que se suspendiese mientras llegaban las reformas que lo completaban (la arancelaria) En su memoraacutendum anunciaban que produciriacutean muy mal efecto en Cuba porque no se habiacutean suprimido los dere-chos de importacioacuten y se habiacutea aumentado la presioacuten sobre el contribuyente88
Dos meses despueacutes llegoacute a Cuba el delegado especial para plantear el impues-to que comenzoacute a cobrarse en julio Sin haber hecho los trabajos preparatorios se recurrioacute a las relaciones de la riqueza que empleaban los ayuntamientos para recaudar sus impuestos desde la renovacioacuten municipal de 1859 de todo punto insuficientes Semejante precipitacioacuten pudo contribuir al fracaso de la reforma pues a falta de un catastro que proporcionara informacioacuten sobre la riqueza de cada propietario era imposible un reparto equitativo del cupo Lo cierto es que contra el nuevo impuesto se desatoacute una feroz oposicioacuten y que la dureza con la que actuaron los agentes del Banco con el que se contratoacute la recaudacioacuten en di-ciembre de 1867 no facilitoacute las cosas89
Eacutepoca del 20 de marzo de 1867 refutando las observaciones hechas a la reforma tributaria de Cuba Madrid 1867 y en GUERRA SAacuteNCHEZ pp 666-669
86 Castro adoptoacute tambieacuten medidas importantes en cuanto a la organizacioacuten administrativa de la Hacienda como la supresioacuten de los Tribunales de Cuentas de Ultramar A cambio creoacute una Sala de Indias en el Tribunal de Cuentas del Reino
87 Arancel de aduanas en la isla de Cuba aprobado por Real Decreto de 12 de marzo de 1867 Madrid 1867
88 Informacioacuten sobre reformas 1867 Intendencia General de Real Hacienda de la siempre fiel isla de Cuba Real decreto instruccioacuten y tarifas reformando el sistema tributario de la isla de Cuba Madrid 1867 y GUERRA SAacuteNCHEZ p 667
89 Instruccioacuten para llevar a cabo el repartimiento y exaccioacuten de la contribucioacuten territorial de la isla de Cuba y reales disposiciones dictadas para su cumplimiento y el del real decreto del 12 de febrero de 1867 reformando el sistema tributario de la misma Madrid 1868
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La reforma llegoacute en un momento inoportuno y circunstancias poco favorables dificultaron su ya compleja implantacioacuten Coincidioacute con los efectos de la severa crisis comercial y financiera y con una reducida zafra y tropezoacute con la tenaz re-sistencia de los contribuyentes no solo de la zona oriental de la isla donde la renta de la propiedad territorial era inferior y la presioacuten fiscal sobre el contribu-yente podiacutea resultar maacutes agobiante sino tambieacuten de los sectores que en los centros urbanos y portuarios se dedicaban a las actividades comerciales e indus-triales en su mayoriacutea peninsulares hasta entonces beneficiarios de un sistema de tributacioacuten indirecta que arrojaba la carga maacutes pesada sobre la propiedad te-rritorial El sector protagonizoacute una verdadera revuelta al frente de la que se situoacute el general Lersundi
Para el sucesor de Castro Carlos Marfori garantizar la llegada de sobrantes era una obsesioacuten En ninguna de sus cartas a las autoridades ultramarinas dejaba de ocuparse de los medios de sacar al Tesoro peninsular de su deplorable situa-cioacuten con los recursos y garantiacuteas de las provincias ultramarinas Desentendieacutendose de la realidad financiera de la Antilla y poco sensible a la campantildea orquestada contra el impuesto en una real orden de diciembre de 1867 indicaba que de ser preciso para cubrir las necesidades del Tesoro podriacutea aumentarse el tipo del 10 En el ejercicio 1866-1867 (que finalizaba al iniciarse la implantacioacuten de la refor-ma) solo se habiacutean recaudado 257 millones de los 328 presupuestados En concepto de derechos de aduana 88 millones es decir 42 menos que en 1864-1865 y dos menos que en 1865-1866 La recaudacioacuten del ejercicio 1867-1868 estaba siendo incluso menor y sin embargo los laquoteoristas del ministerioraquo (como despectivamente apuntaban quienes como Justo Zaragoza consideraban un desacierto la reforma) enviaban para 1868-1869 uno con sobrantes por impor-te de 133 millones de reales90 En definitiva la recaudacioacuten disminuyoacute y la im-plantacioacuten de la reforma contribuyoacute a crear un clima de malestar en el que la insurreccioacuten se extendioacute con rapidez
Ante la imposibilidad de aumentar la recaudacioacuten para salir del atolladero Marfori optoacute por la viacutea del empreacutestito que permitiriacutea saldar atrasos consolidar la deuda flotante y proporcionar al Tesoro peninsular los sobrantes que no se percibiacutean desde 1862-1863 Contratoacute un empreacutestito de 2335000 libras esterli-nas con las casas Bischffslseim y Goldschmisdt de Londres y Pariacutes pero las Cortes se negaron a legalizar su actuacioacuten y a conceder la garantiacutea exigida por los banqueros que suspendieron la operacioacuten91
90 Justo ZARAGOZA Las insurrecciones en Cuba apuntes para la historia poliacutetica de esta isla en el presente siglo Madrid 1873 vol II pp 191 y 198
91 DSCD 9 de mayo de 1868 p 115
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VI DESAFIacuteOS Y CONSECUENCIAS DE UNA GUERRA PROLONGADA 1868-1878
Sobre un trasfondo marcado por la crisis monetaria y por una acelerada caiacuteda de los precios del azuacutecar excepcionalmente elevados en el mercado americano durante la Guerra de Secesioacuten el estallido revolucionario del 10 de octubre de 1868 se convirtioacute en una guerra larga Su financiacioacuten absorbioacute un importante volumen de recursos que el Gobierno metropolitano decidioacute arrojar sobre el Tesoro cubano que todaviacutea no habiacutea podido enjugar la deuda acumulada en los antildeos sesenta y entraba en la etapa beacutelica con unas cuentas deficitarias
Para allegar recursos inicialmente se optoacute por recurrir al emisor que tras ciertas negociaciones con el capitaacuten general Domingo Dulce y una Junta de Auxilios formada por propietarios comerciantes y hacendados se comprometioacute a aumentar el monto de sus billetes en circulacioacuten y a entregar al Gobierno ocho millones de pesos Entre la primera emisioacuten en febrero de 1869 y la uacuteltima en marzo de 1874 el Banco puso en circulacioacuten por cuenta del Tesoro de Cuba 72 millones de pesos en billetes que dejaron de ser convertibles No tardoacute en pro-ducirse una depreciacioacuten del signo fiduciario cuyo maacuteximo se alcanzoacute en junio de 1874 cuando llegoacute a circular con una peacuterdida del 200 de su valor con los consiguientes efectos para la Hacienda que con el fin de facilitar su circulacioacuten se habiacutea comprometido a admitirlos por todo su valor nominal en el pago de buena parte de los impuestos92
Cuando estalloacute la insurreccioacuten la contribucioacuten directa se estaba demostrando difiacutecil de cobrar Habiacutea encontrado una tenaz oposicioacuten entre los peninsulares que defendiacutean la causa del Gobierno y las autoridades se vieron obligadas a limi-tar el alcance del impuesto por razones poliacuteticas El 12 de noviembre de 1868 el general Lersundi eximioacute de un antildeo del impuesto territorial a los contribuyentes que se unieran a las columnas que perseguiacutean a los insurrectos93 El 16 de marzo de 1869 Dulce redujo a la mitad el cupo de la contribucioacuten y dispensoacute a los con-tribuyentes del pago del uacuteltimo cuatrimestre Asiacute pues desistiacutean de cobrar las cuotas iacutentegras cuando la insurreccioacuten estaba arrojando nuevos gastos que obli-gaban a recurrir a las primeras emisiones Finalmente el 30 de septiembre el ministro de Ultramar Manuel Becerra suprimioacute definitivamente la contribucioacuten del 10 ante la imposibilidad de plantearla con equidad por desconocerse la ri-queza imponible94
92 Para un estudio de la financiacioacuten de la guerra Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD La Hacienda en Cuba durante la Guerra de los Diez Antildeos (1868-1880) Madrid 1990 y La banca de emisioacuten en Cuba (1856-1898) Madrid 2004 pp 67-90
93 Cuban Economic Research Project A Study of Cuba The Colonial and Republican Periods Miami 1965 p 48
94 Gaceta de Madrid 2 de octubre de 1869 y ROLDAacuteN DE MONTAUD La Hacienda en Cubahellip pp 47-50
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Obviamente no era posible retornar el antiguo sistema del diezmo la alcaba-la y las demaacutes rentillas difiacuteciles de recaudar e insuficientes en los antildeos anteriores de modo que una vez maacutes se actuoacute sobre las aduanas Realizados los estudios pertinentes y oiacuteda la Junta Arancelaria de La Habana el 10 de septiembre de 1870 el ministro Segismundo Moret aproboacute un nuevo arancel en sustitucioacuten del de 1867 En eacutel se desarrollaba el derecho de exportacioacuten y se conservaban los derechos diferenciales de bandera y procedencia pese a lo cual generoacute protestas entre los productores catalanes quejosos de que la elevacioacuten de las tarifas no hubiera sido proporcional En principio el arancel tendriacutea caraacutecter provisional y estariacutea vigente en tanto se pudiera implantar la contribucioacuten directa pese a ello estuvo en vigor hasta 1892 aunque con una serie de alteraciones que se fueron introduciendo con el paso de los antildeos El retorno al sistema tributario dominado por la imposicioacuten indirecta se estaba verificando con todo el beneplaacutecito de los grupos de comerciantes de origen peninsular que habiacutean encabezado la protesta contra la tributacioacuten directa forma preferida por los productores azucareros95
Durante la guerra la presioacuten fiscal fue en aumento Desde su comienzo se crearon nuevos impuestos El primero el subsidio de guerra en febrero de 186996 Estaba integrado por un gravamen sobre la exportacioacuten (un escudo la caja de azuacutecar dos escudos cinco centavos el bocoy de mascabado dos el tercio de taba-co en rama y uno el millar de torcido) por un recargo del 5 sobre los derechos de importacioacuten y otro sobre las cuotas de la contribucioacuten industrial y de comer-cio El subsidio se reforzoacute en 1871 y nuevamente en 1872 con nuevos gravaacuteme-nes sobre la importacioacuten y la exportacioacuten En principio su producto debiacutea desti-narse a amortizar billetes en circulacioacuten como garantiacutea de la emisioacuten Poco despueacutes se restablecieron el impuesto sobre el consumo de ganado y la contribu-cioacuten sobre la riqueza urbana y las utilidades de la industria y comercio y se creoacute un arbitrio sobre la propiedad y el alquiler de esclavos domeacutesticos97 En abril de 1874 con el concurso de los hacendados y comerciantes Concha que ocupa-ba la capitaniacutea por tercera vez aproboacute un impuesto del 5 en oro sobre el capital pagadero en dos antildeos que poco despueacutes sustituyoacute por uno del 15 sobre las utilidades Siguiendo los planes de su intendente Cancio Villaamil en mayo de 1874 dispuso el retorno escalonado a la tributacioacuten en oro lo que dada la depreciacioacuten del billete suponiacutea duplicar la tributacioacuten de la noche a la mantildeana
Ante el desorden el fraude y las dificultades financieras el Gobierno envioacute a Cuba un comisario regio Tomaacutes Rodriacuteguez Rubiacute En un intento de poner orden en la marantildea de impuestos eacutel y el general Jovellar crearon una uacutenica contribu-cioacuten del 30 sobre la renta que empezoacute a cobrarse en enero de 1877 Poco des-
95 Boletiacuten oficial del Ministerio de Ultramar 1870 pp 379-384 96 Boletiacuten oficial del Ministerio de Ultramar 1869 p 68 97 Sobre el elenco de contribuciones Mariano CANCIO VILLAAMIL Situacioacuten econoacutemica de
la isla de Cuba Madrid 1875
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pueacutes se modificaba con ciertas exenciones para las fincas destruidas que se es-tuvieran reconstruyendo98 En definitiva durante la guerra laquose habiacutea aclimatadoraquo la contribucioacuten directa que tanta resistencia habiacutea ocasionado en 1868 se exigiacutea un tipo mucho maacutes elevado y ademaacutes se habiacutea restablecioacute el derecho de expor-tacioacuten suprimido en 186799 La presioacuten fiscal fue muy intensa Durante los ejer-cicios 1874-1875 y 1877-1878 se ingresaron 58586157 y 53211983 pesos De ser correcta la estimacioacuten de la renta liacutequida de Cuba que la Direccioacuten General de Rentas cifroacute en 57044842 a principios de 1877 la Hacienda estaba absorbiendo praacutecticamente la renta de la isla muy lejos del 138 que se habiacutea calculado para comienzos de los sesenta100 Al finalizar la contienda la contribucioacuten directa so-bre la agricultura era del 30 Ademaacutes se pagaba un recargo de entre el 2 y el 6 como ingreso municipal El derecho de exportacioacuten sobre el azuacutecar equivaliacutea a otro 30 de su valor de modo que el azuacutecar que era la principal fuente de rique-za soportaba una carga del 66 de las utilidades101 El presupuesto para el antildeo econoacutemico 1878-1879 se elevaba a maacutes de sesenta millones diez menos si se deduce el importe de los premios de loteriacutea Una recaudacioacuten tan importante fue posible porque durante aquellos antildeos se tributoacute sobre el capital y se consumioacute gran parte del que se habiacutea acumulado en la etapa expansiva anterior
Con todo la presioacuten fiscal no pudo proporcionar ingresos suficientes para cu-brir gastos ordinarios y extraordinarios de guerra y se concertaron varias operacio-nes de creacutedito (ademaacutes del creacutedito en forma de billetes) El 2 de agosto de 1872 un real decreto de Gasset y Artime creoacute la Deuda del Tesoro de Cuba y en enero de 1873 el intendente Mariano Cancio Villaamil emitioacute los 20 primeros millones en bonos pese a todos los esfuerzos solo pudo colocar tiacutetulos por importe de once millones en buena medida porque las Cortes se habiacutean negado a conceder a la operacioacuten la garantiacutea de la nacioacuten102 En 1874 Concha realizoacute una emisioacuten de bonos del Tesoro y poco despueacutes se concertoacute un preacutestamo con la casa Samaacute Sotolongo y Ciacutea y se realizaron varias operaciones con el Banco Espantildeol al que en 1875 el general Valmaseda forzoacute a entregar dos millones de pesos oro de su reserva En enero de 1876 se negocioacute un preacutestamo de 25 millones de pesos con un grupo de financieros entre los que se contaba Antonio Loacutepez que en breve constituyeron el Banco Hispano-Colonial para gestionar el empreacutestito para el que aquellos banque-ros en una situacioacuten desesperada del Gobierno con los insurrectos rozando con
98 ROLDAacuteN DE MONTAUD La Hacienda en Cubahellip pp 43-67 126-137 155-184 99 Ministerio de Ultramar Documentos de la Comisioacuten creada por real decreto de 15 de agos-
to de 1879 para informar al gobierno acerca de los proyectos de ley que habraacuten de someterse a las Cortes sobre reformas en la isla de Cuba publicados en la Gaceta de Madrid de 13 de noviembre de 1879 Madrid 1879 p 11
100 Gaceta de la Habana 2 de marzo de 1877 101 Ministerio de Ultramar Documentos de la Comisioacutenhellip p 16 102 Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD La Hacienda en Cubahellip pp 114-122
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sus machetes las puertas de La Habana exigieron y obtuvieron la garantiacutea nacional ademaacutes de un suculento tipo de intereacutes En 1878 se colocoacute otro empreacutestito de 25 millones cuyos tiacutetulos se domiciliaron en diversas plazas espantildeolas y europeas La mitad de los tiacutetulos se entregoacute al Banco Espantildeol para cubrir sus creacuteditos contra el Tesoro (pendientes desde los antildeos sesenta y acrecentados durante la guerra) con el resto se financiaron los gastos de repatriacioacuten del Ejeacutercito tras el acuerdo del Zanjoacuten firmado en la primavera de 1878 De modo que Cuba salioacute de la guerra con una deuda que ascendiacutea a 206680250 pesos buena parte representada por tiacutetulos domiciliados en el extranjero103 Desde entonces cada antildeo saldriacutean de la isla im-portantes cantidades recaudadas por su Hacienda pero ya no en beneficio del Tesoro metropolitano directamente sino de los tenedores de la deuda en cualquier caso muchos millones detraiacutedos de una inversioacuten productiva
VII HACIA UNA HACIENDA Y ECONOMIacuteA EN QUIEBRA 1878-1898
Cuba salioacute de la guerra empobrecida Se ha estimado que durante aquellos antildeos habiacutea perdido la mitad de su renta liacutequida que habiacutea pasado de 594 millo-nes de pesos a poco maacutes de 32104 La guerra habiacutea sido muy costosa En 1880 el ex ministro Moret calculaba que se habiacutean consumido 621 millones de pesos (3105 millones de pesetas)105 comprendidas las deudas del Tesoro y los capita-les tomados a creacutedito estimacioacuten que en principio puede parecer excesiva pues seguacuten el historiador Antonio Pirala desde octubre de 1868 a marzo de 1878 la Tesoreriacutea General de la isla solo habiacutea satisfecho 246856209 pesos106 Sin duda Moret incluiacutea ademaacutes de la deuda contraiacuteda todos los gastos de repatriacioacuten del Ejeacutercito y los ocasionados por la represioacuten de la Guerra Chica que estalloacute en el verano de 1879
Los antildeos inmediatos al Zanjoacuten fueron de dificultades econoacutemicas y financie-ras la reconstruccioacuten de las fincas la abolicioacuten de la esclavitud (que se habiacutea iniciado en 1870 con la llamada ley Moret con aacutenimo de evitar la injerencia de los Estados Unidos y de contrarrestar la atraccioacuten del bando insurrecto sobre los esclavos) y el traacutensito del trabajo esclavo al trabajo asalariado exigiacutean importan-tes inversiones en un paiacutes que saliacutea de la guerra descapitalizado Todos estos cambios debiacutean ademaacutes realizarse en un momento en el que las condiciones del mercado azucarero se habiacutean transformado completamente Quedaban atraacutes los tiempos en que Cuba produciacutea azuacutecar casi en reacutegimen de monopolio y ahora debiacutea competir en un mercado en el que en el contexto de la Gran Depresioacuten se
103 DSCD 5 de abril de 1880 p 604 y ss 104 Rebeca ROSSEL DE PLANAS Factores econoacutemicos poliacuteticos y sociales de la Guerra
Chiquita La Habana 1953 p 13 105 DSCD 12 de abril de 1880 p 2844 106 Antonio PIRALA Anales de la guerra de Cuba Madrid 1895-1898 vol III p 798
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experimentaba una raacutepida caiacuteda de los precios que en el caso del azuacutecar pasaron de 537 centavos de doacutelar en 1872 a 441 en 1884 y a 267 en 1885 un reto que solo podiacutea superarse con la creacioacuten de unidades productivas mucho maacutes eficien-tes pero tambieacuten costosas
GRAacuteFICO 3
Precios del azuacutecar en Londres 1840-1900 (centavos de doacutelar por libra)
Fuente Formado con datos de Noumlel DEERR The History of Sugar Londres 1950 vol II p 531
En un contexto deflacionista durante toda la deacutecada de los ochenta la evo-lucioacuten de la Hacienda cubana quedoacute marcada por una paulatina disminucioacuten de los ingresos una contraccioacuten del gasto puacuteblico que fue siempre a la zaga y una acumulacioacuten de sucesivos deacuteficits presupuestarios que alimentaron el crecimien-to de la deuda Los tiempos en los que los ingresos del Estado en la isla habiacutean crecido raacutepidamente al compaacutes de la expansioacuten azucarera y del ascenso de los precios no iban a regresar
Al concluir la guerra una tarea inevitable y urgente era plantear un nuevo presupuesto en el que se atendieran las exigencias y necesidades creadas por las transformaciones que en lo poliacutetico y administrativo planteaba el restablecimien-to de la paz Cuba no podiacutea continuar soportando el sistema tributario heredado del periacuteodo beacutelico y haciendo efectivos los 56 millones recaudados en los uacuteltimos antildeos En octubre de 1878 el general Martiacutenez Campos y su intendente nueva-mente Cancio Villaamil pusieron en vigor un presupuesto que regiriacutea con caraacutec-ter provisional hasta junio de 1879 y durante el ejercicio 1879-1880 Redujeron un 10 el derecho de exportacioacuten y bajaron el tipo de la contribucioacuten territorial del 30 al 25107 disminucioacuten que parecioacute insuficiente y suscitoacute no poco descon-tento en Cuba Con ello el presupuesto de ingresos se situaba en 49802334 pe-sos En marzo de 1879 una crisis de gabinete llevoacute a la Presidencia del Consejo
107 Documentos de la Comisioacutenhellip pp 22-23
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de Ministros a Martiacutenez Campos que desde el poder tratariacutea de plantear su programa de reformas para la isla Atento a demandas que llegaban de Cuba en junio su ministro Salvador Albacete redujo el tipo de la contribucioacuten directa de las fincas azucareras al 2 y el de las restantes al 16 En consecuencia los in-gresos previstos para 1880-1881 pasaron de 498 millones a 438 (Cuadro 8) Tras varias modificaciones posteriores en el presupuesto de 1882 la contribucioacuten di-recta se fijoacute en un 2 para todo tipo de fincas los ingresos por contribucioacuten ca-yeron de 192 millones a 88 y el presupuesto a 362 millones todaviacutea muy ale-jado de los prebeacutelicos108
CUADRO 8
Presupuesto de ingresos de la isla de Cuba 1879-1894 (miles de pesos)
1879-80
Contribuciones e impuestos
Aduanas Rentas
estancadas Loteriacutea
Bienes Estado
Ingresos Eventuales
Total
19238 22641 3755 3381 264 520 49802
1880-81 12978 23247 3489 3477 244 422 43858
1882-83 8798 20571 2368 3133 710 667 36248
1883-84 7803 19854 1955 3449 376 831 34269
1885-86 7939 13106 2119 2663 307 4655 30790
1886-87 7528 12553 2520 2451 156 787 25994
1887-88 6791 11061 2306 2569 130 571 23428
1888-89 8377 12043 2423 2403 160 204 25609
1890-91 5818 14941 1609 3104 185 127 25815
1892-93 5936 10554 1662 3500 250 43 21944
1893-94 7449 11375 2174 3104 399 138 24640
Fuentes Formado con datos de los Presupuestos generales del Estado en la isla de Cuba
Estas rebajas de la contribucioacuten territorial fueron insuficientes porque la pro-gresiva caiacuteda de los precios del azuacutecar continuoacute mermando el margen de beneficio de los productores y haciacutea ineficaces las reducciones realizadas En efecto los seis pesos que cada bocoy pagaba por derecho de exportacioacuten que suponiacutean un 32 del producto liacutequido en 1883 al antildeo siguiente representaban el 50 En 1884 la situacioacuten llegoacute a un punto criacutetico La isla atravesoacute una grave crisis financiera y co-mercial que arrastroacute a algunas de las instituciones de creacutedito en tanto que los frutos quedaban depositados en los almacenes en espera de precios maacutes remune-radores Para garantizar la competitividad del azuacutecar y asegurar un margen de be-
Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD La Hacienda en Cuba pp 222-237 108
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neficio a los productores aquel verano de 1884 el Gobierno tuvo que reducir el derecho de exportacioacuten en un 60 El resultado fue que los ingresos previstos por dicho concepto descendieron de 65 millones a 33 La caiacuteda de los precios tocoacute fondo en 1886 y obligoacute a Germaacuten Gamazo a reducir nuevamente el derecho para azuacutecares mieles y aguardientes que finalmente suprimioacute Viacutector Balaguer al dicta-do de la campantildea de los hacendados que amenazaban con no hacer la zafra Los ingresos por exportacioacuten se redujeron a 13 millones en 1887-1888
GRAacuteFICO 4
Presupuestos de ingresos de Cuba 1879-1894 (miles de pesos)
Fuentes Elaborado con datos de los Presupuestos generales del Estado en la isla de Cuba 1879-1894
Durante aquellos antildeos por diversos motivos tambieacuten se fueron reduciendo los ingresos proporcionados por los derechos de importacioacuten En 1882 las Cortes aprobaron la Ley de Relaciones Comerciales que preveiacutea un desarme arancelario escalonado para las importaciones peninsulares en las Antillas (no asiacute para las antillanas en la peniacutensula) hasta llegar a la total franquicia en 1892 que era el desideraacutetum de los productores peninsulares El resultado fue que la importacioacuten de los productos nacionales aumentoacute y que fue desplazando a los de otras proce-dencias que eran los que adeudaban mayores derechos La recaudacioacuten por de-rechos de importacioacuten se vio afectada tambieacuten por la aplicacioacuten del modus viven-di comercial firmado con los Estados Unidos en 1884 que concediacutea el beneficio de la bandera espantildeola a los productos y procedencias de la vecina repuacuteblica a cambio de que se facilitara el acceso de las importaciones cubanas a su principal mercado consumidor El descenso prosiguioacute tras la firma del Tratado de Reciprocidad Comercial de 1891 que Caacutenovas del Castillo se vio obligado a sus-cribir para evitar que se sometiera a los azuacutecares antillanos al arancel Mckinley
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excluyeacutendolos del mercado que absorbiacutea el 90 del azuacutecar de Cuba En conjunto los ingresos por derechos de aduanas pasaron de los 226 millones previstos en 1879-1880 a 11 en 1887-1888 una caiacuteda del 51
La administracioacuten metropolitana tratoacute de nivelar las cuentas de su colonia actuando tambieacuten sobre el gasto Las erogaciones de Guerra y Marina pasaron de 286 millones en 1879-1880 a 63 en 1892-1893 es decir del 64 al 26 del gasto total proporciones similares a las de los antildeos previos a la guerra En segun-do lugar se comenzoacute a descargar el presupuesto cubano de algunos gastos de caraacutecter general En 1885-1886 desaparecioacute el capiacutetulo de Estado con las partidas destinadas a sostener el cuerpo consular en Ameacuterica y a sufragar la administra-cioacuten de las posesiones del Golfo de Guinea Maacutes que por la cuantiacutea el hecho re-vestiacutea importancia por tratarse de un reconocimiento expliacutecito de que ciertos compromisos del Estado no debiacutean recaer sobre los presupuestos coloniales Los gastos de Fomento y Gracia y Justicia representaban uacutenicamente el 5 del gasto y disminuir su monto era difiacutecil con todo con Romero Robledo en el Ministerio llegaron a un escuaacutelido 2
Los sucesivos gobiernos trataron de actuar sobre la inelaacutestica partida de la Deuda Cuando finalizoacute la guerra en 1880 se unificoacute la deuda representada por los pagareacutes entregados al Banco Hispano-Colonial y la deuda flotante creada desde julio de 1878 dejando pendiente las anteriores En 1882 se completoacute la conversioacuten incluyendo las deudas creadas por Villaamil y Concha y la que se habiacutea ido acumulando desde la conversioacuten de 1880 En 1886 y 1891 se realizaron otras dos conversiones de cuyos pormenores no es posible tratar aquiacute 109 El alivio de estos arreglos (que extendiacutean el plazo de amortizacioacuten y reduciacutean los intereses) era temporal Fue imposible evitar que el gasto por deuda fuera en aumento porque durante todos esos antildeos los ingresos no alcanzaron para cubrir los gastos y los presupuestos se saldaron con deacuteficits que llegaron al 26 e incluso al 44 de los ingresos (Graacutefico 5) De acuerdo con los datos de la Intervencioacuten General del Estado en la isla de Cuba el deacuteficit acumulado entre los ejercicios 1882-1883 y 1895-1896 fue de 62367000 pesos 110 De modo que el coste financiero de la deuda fue en aumento si al acabar la guerra representaba el 1879 del gasto en 1880-1881 se habiacutea elevado al 2265 en 1882-1883 al 3018 oscilando luego entre un 35 y un 40 lo que suponiacutea 10 o 12 millones de pesos anuales
109 Para estas operaciones Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD La Restauracioacuten en Cuba el fracaso de un proceso reformista Madrid 2002 pp 323-325 352-353 y 461-462
110 Isla de Cuba Intervencioacuten general de Estado Resuacutemenes estadiacutesticos de ingresos y pagos por recursos y obligaciones de los presupuestos de 1891-92 a 1895-96 y primer semestre de 1896-97 La Habana 1897 p 77 Joseacute A PIQUERAS ha estimado el deacuteficit acumulado entre 1878 y 1894 en 91 millones Cuba emporiohellip p 139
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GRAacuteFICO 5
Ingresos y gastos ejecutados 1882-1897 (miles de pesos)
Fuentes Elaborado con los datos de Isla de Cuba Intervencioacuten general del Estadohellip y de El Economista 10 de enero de 1896
Entre 1888 y 1892 el precio del azuacutecar mejoroacute ligeramente y las zafras fueron maacutes abundantes lo que produjo un aumento de la recaudacioacuten En los ejercicios 1888-1889 1889-1890 y 1890-1891 se recaudaron 239 246 y 25 millones de pesos respectivamente y las cuentas se saldaron con un ligero superaacutevit desco-nocido desde mediados de siglo (Graacuteficos 4 y 5 y Cuadro 8) El alivio fue tempo-ral y el ejercicio 1891-1892 volvioacute a cerrar con un deacuteficit de cinco millones
En 1892 Romero Robledo hizo un nuevo esfuerzo por nivelar las cuentas y para ello redujo draacutesticamente los gastos y formoacute un presupuesto de 22 millones porque maacutes no se podiacutea recaudar Para compensar los efectos del tratado comer-cial sobre los ingresos forzoacute un nuevo impuesto industrial sobre la elaboracioacuten del tabaco y fabricacioacuten del azuacutecar que su antecesor no habiacutea logrado imponer el antildeo anterior por la resistencia que encontroacute entre los productores cubanos Ademaacutes reformoacute el arancel de aduanas aumentando la proteccioacuten dada a las in-dustrias peninsulares Su poliacutetica fiscal puso a Cuba al borde de la rebelioacuten pero no logroacute devolver el equilibrio financiero a las cuentas y el ejercicio 1892-1893 se saldoacute con un deacuteficit cercano a cinco millones el siguiente con uno de 55 La merma progresiva de los ingresos y la imposibilidad de cubrir unos gastos que tambieacuten habiacutean minorado mostraba un progresivo empequentildeecimiento del ta-mantildeo del Estado que contrasta con el raacutepido e ininterrumpido crecimiento de los recursos puacuteblicos hasta comienzos de los antildeos sesenta evoluciones que pue-den contrastarse comparando los Graacuteficos 2 y 5
Hacienda Puacuteblica y evolucioacuten econoacutemica en Cuba (1765-1898)
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De modo que en la primavera de 1895 Cuba entroacute en la segunda guerra de independencia en una situacioacuten financiera precaria y maacutes endeudada que al con-cluir la primera contienda En esas condiciones no fue posible pulsar la tecla de la presioacuten tributaria ni recurrir a la financiacioacuten fiduciaria en gran escala asiacute que los gastos del nuevo conflicto se pagaron casi exclusivamente recurriendo al creacute-dito En la primavera de 1895 las Cortes aprobaron un creacutedito extraordinario de guerra con cargo al presupuesto de gastos de Cuba Para dotarlo de recursos efectivos se acudioacute a la venta y pignoracioacuten de los billetes hipotecarios de Cuba existentes en cartera del Ministerio de Ultramar desde la conversioacuten de 1891 cuyo valor nominal ascendiacutea a 600 millones agotadas las llamadas cubas la me-troacutepoli tuvo que proporcionar mediante sucesivas operaciones de creacutedito garan-tizadas con sus propias rentas los recursos para la guerra porque el Tesoro cuba-no careciacutea de creacutedito y sus rentas ya no podiacutean servir de afianzamiento de ninguna operacioacuten111 Los fondos obtenidos se entregaban a dicho Tesoro en calidad de anticipo que seriacutea reintegrado en su diacutea cuando se restableciese el orden A la altura de 1896 los poliacuteticos de la Restauracioacuten seguiacutean sontildeando con cargar sobre la colonia el coste financiero de aquella guerra
Con la prolongacioacuten del conflicto la situacioacuten se agravoacute Bien pronto la des-truccioacuten sistemaacutetica de las fincas por los insurrectos produjo una brusca caiacuteda de la produccioacuten Del milloacuten de toneladas de azuacutecar de 1895 se pasoacute a 225000 en 1896 Algo similar sucedioacute con el tabaco La cosecha veniacutea siendo de 560000 tercios en torno a 220000 se empleaban en la fabricacioacuten de cigarros y cigarri-llos y el resto era exportado En 1896 apenas se produjeron 85000 tercios La desaparicioacuten de la riqueza imponible redujo la ya mermada recaudacioacuten En el ejercicio 1895-1896 se ingresaron 18523743 millones de pesos y se gastaron 2674753 arrojando un deacuteficit de ocho millones (el 44 de los ingresos realiza-dos) el de 1896-1897 se saldoacute con un deacuteficit de diez millones Avanzada la con-tienda en agosto de 1897 se aproboacute el uacuteltimo arancel de aduanas de Cuba espa-ntildeola en el que se sometioacute a los productos nacionales al pago de derechos fiscales Se les reservaba no obstante un margen protector del 18 o 25 mucho menor que en 1892112 Aunque desde los uacuteltimos meses de 1897 se experimentoacute cierta recuperacioacuten de la renta de aduanas a partir de abril la guerra con los Estados Unidos y el bloqueo de las costas paralizoacute la actividad comercial y redujo los in-gresos del Tesoro cubano a la nada El Tesoro de la metroacutepoli tuvo que asumir incluso el pago de los gastos ordinarios de su colonia
111 Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoGuerra y finanzas en la crisis de fin de siglo 1895-1900raquo Hispania LVII2 (1997) pp 665-675
112 Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoLa paz a cambio de un mercado en torno al proyecto autonoacutemico de Antonio Caacutenovas del Castilloraquo en Josef OPATRNYacute (editor) Cambios y revoluciones en el Caribe Hispano de los siglos XIX y XX Praga 2003 p 117
Ineacutes Roldaacuten de Montaud
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Cuando finalizoacute el conflicto los comisionados se reunieron en Pariacutes para ne-gociar la paz Los espantildeoles se desgantildeitaron por rechazar la responsabilidad de la deuda cubana recurriendo a argumentos del Derecho internacional al uso fi-nalmente Espantildea acaboacute subrogaacutendose en la deuda de su colonia tanto la contraiacute-da para financiar la uacuteltima guerra con garantiacutea de las rentas peninsulares 1520 millones de pesetas (cuyos tiacutetulos habiacutean ido a parar en buena medida a la carte-ra del Banco de Espantildea) como la que el Tesoro cubano arrastraba desde los antildeos sesenta que rondaba los 1000 millones en 1898 Pasaron tambieacuten al presupues-to del Estado los gastos que seguiacutean corriendo por cuenta de los coloniales como el pago de las clases pasivas En total 3000 millones de pesetas lo que hizo in-evitable la profunda conversioacuten de la deuda y la reforma tributaria emprendidas por Raimundo Fernaacutendez Villaverde113
113 A WHITCOMB La situation international de Cuba Pariacutes 1905
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6 LA HACIENDA COLONIAL Y SUS BASES COMERCIALES (1763-1898)1
OacuteSCAR ZANETTI LECUONA
Acadeacutemico de nuacutemero de la Academia de la Historia de Cuba
En las deacutecadas finales del siglo XVIII Cuba evoluciona con cierta rapidez a una condicioacuten de autosuficiencia fiscal circunstancia que permitiriacutea a la Hacienda de la isla no solo cubrir los gastos de la administracioacuten colonial sino contribuir con importantes cifras a solventar los continuos apuros del Tesoro espantildeol El grueso de dichos recursos proveniacutea de la recaudacioacuten aduanera de manera que respecto al erario puacuteblico como en otros oacuterdenes de la peculiar relacioacuten econoacutemica entre la isla y su metroacutepoli el comercio exterior desempentildeaba un papel fundamental
I DEL MERCANTILISMO A LA LIBERALIZACIOacuteN
Centralizado primero en Sevilla por su Casa de Contratacioacuten y maacutes adelante en Caacutediz el comercio colonial se desarrolloacute desde su origen dentro de un riacutegido mol-de mercantilista cuyos monopolios asientos y otras foacutermulas exclusivistas asegu-raban el control al Estado imperial La privilegiada posicioacuten geograacutefica de La Habana que hizo de su puerto escala obligada del sistema de Flotas y ndashtras la decadencia de estasndash el desenvolvimiento de un creciente comercio intercolonial posibilitaron que Cuba permaneciese como una plaza relativamente activa dentro de la red comercial espantildeola incluso en las etapas en que ese traacutefico languidece durante el siglo XVII Pero ni las azarosas posibilidades del comercio imperial ni el contrabando practicado con mayor o menor intensidad en distintas localidades de la isla ofreciacutean estiacutemulo suficiente a la actividad econoacutemica de una colonia que ademaacutes permaneciacutea poco poblada Los recursos que podiacutean aportar al fisco la pro-duccioacuten y exportacioacuten de cueros o renglones todaviacutea incipientes como el azuacutecar y el tabaco no alcanzaban a sostener la administracioacuten en la mayor de las Antillas
Trabajo realizado en el marco del proyecto de investigacioacuten HAR2015-66152-R
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Desde los propios inicios de la colonizacioacuten en Cuba habiacutea ido tomando for-ma un reacutegimen tributario maacutes impresionante por la diversidad de gravaacutemenes que por su eficacia cuyas rentas con frecuencia eran administradas mediante arrendamiento En dicha estructura impositiva coexistiacutean contribuciones de ca-raacutecter general y local estas uacuteltimas fijadas por los municipios para enfrentar necesidades particulares como lo era la laquosisa de la zanjaraquo establecida en La Habana para abastecer de agua a la villa o la media anata que estaba obligada a pagar la vecina poblacioacuten de Guanabacoa Entre los impuestos generales los de mayor importancia eran el almojarifazgo cobrado en las aduanas por los frutos y efectos introducidos o exportados y el diezmo contribucioacuten directa de origen eclesiaacutestico de la cual solo un tercio iba a las arcas estatales Las rentas recauda-das por ese conglomerado tributario parecen haber sido siempre escasas ya que sus primeros registros confiables a mediados del siglo XVIII apenas superaban los 150000 pesos fuertes En parte por la debilidad de la tributacioacuten pero tam-bieacuten por la ineficacia y vulnerabilidad del sistema impositivo Cuba resultaba incapaz de cubrir los requerimientos funcionales del Estado colonial Ello era particularmente cierto en lo relativo a los gastos de defensa pues la importancia estrateacutegica de la isla ndashy en particular de La Habanandash dentro del sistema de comu-nicaciones imperiales exigiacutea que la Corona ibeacuterica destinase cuantiosas partidas a la construccioacuten y el mantenimiento de fortificaciones asiacute como para sostener las guarniciones de estas y una Armada destinada a proteger las costas y el traacute-fico comercial Desde mediados del siglo XVI se dispuso que dichos gastos y al-gunos otros de iacutendole administrativa y hasta religiosa fuesen cubiertos median-te caudales laquosituadosraquo por el virreinato de Nueva Espantildea tanto en Cuba como en otras posesiones espantildeolas del Caribe Dichas transferencias fiscales constitu-yeron una pieza primordial en el funcionamiento financiero del imperio espantildeol en Ameacuterica cuya integridad descansoacute en buena medida en el volumen y puntua-lidad con que los laquosituadosraquo satisfaciacutean sus necesidades defensivas1 De tal suerte mientras Cuba veiacutea constrentildeida sus posibilidades econoacutemicas por el mo-nopolio comercial la Corona madrilentildea debiacutea movilizar recursos desde otras aacutereas del imperio para salvaguardar tan valiosa colonia
Con la entronizacioacuten de la dinastiacutea borboacutenica a principios del siglo XVIII co-menzaron a proponerse cambios que permitiesen aprovechar mejor las potencia-lidades de las colonias un objetivo que ya veniacutea perfilaacutendose desde el siglo an-terior Sin embargo las concesiones que sobre su comercio colonial Espantildea se vio
1 Los estudios sobre el reacutegimen fiscal de la monarquiacutea espantildeola en sus colonias y en particular sobre el mecanismo de los situados son ya numerosos tanto en lo relativo a su funcionamiento como desde el punto de vista cuantitativo Carlos MARICHAL hace una completa presentacioacuten del tema en el capiacutetulo I de la obra colectiva Las haciendas puacuteblicas en el Caribe hispano durante el siglo XIX Madrid 2008 Consejo Superior de Investigaciones Cientiacuteficas coordinada por Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD
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obligada a hacer a Inglaterra y Francia obstaculizaban la reforma de la economiacutea imperial De hecho respecto a Cuba la renovacioacuten del viacutenculo colonial no fue maacutes allaacute de la modernizacioacuten de ciertas concepciones monopolistas con la implanta-cioacuten del Estanco del Tabaco que colocoacute en manos de la Corona la comercializa-cioacuten de ese dinaacutemico rubro ndashcuyo financiamiento era provisto por el situado novohispanondash o la posterior creacioacuten de la Real Compantildeiacutea de Comercio de La Habana que si bien agilizoacute de inicio ciertas transacciones mercantiles y estimuloacute la produccioacuten de azuacutecar muy pronto habriacutea de anquilosarse No fue hasta la se-gunda mitad del siglo XVIII que las transformaciones se hicieron visibles dentro del imperio espantildeol su primera evidencia en Cuba fue la introduccioacuten de la alca-bala (1758) antiguo tributo hispaacutenico fijado en un principio a los artiacuteculos deco-misados por las aduanas de la isla el cual no tardariacutea en extenderse a las expor-taciones de azuacutecar y otras transacciones2
En 1762 La Habana fue tomada y transitoriamente ocupada por las tropas britaacutenicas Aunque la ciudad seriacutea recuperada al antildeo siguiente a cambio de La Florida su peacuterdida no solo realzoacute la importancia de la capital cubana y la necesi-dad de su mejor fortificacioacuten sino que condujo a un replanteo integral del esque-ma defensivo del imperio con una maacutes activa participacioacuten militar y econoacutemica de los habitantes de las colonias americanas Claro que la aspiracioacuten a que los suacutebditos de laquolas Indiasraquo llevasen el peso en los gastos de la defensa implicaba tambieacuten reconocer la necesidad de que estos ampliasen su capacidad contributi-va mediante el incremento de la produccioacuten y el traacutefico mercantil Comercio y tributacioacuten debiacutean por tanto andar de la mano en el redisentildeo del sistema impe-rial certeza que habriacutea de imprimir verdadero iacutempetu a las reformas
Para dicho proceso Cuba representoacute algo parecido a un banco de pruebas El conde de Ricla enviado a la isla como capitaacuten general tras recuperarse La Habana veniacutea con la fundamental misioacuten de reforzar el sistema defensivo e ins-trucciones precisas de hacer que los grandes propietarios locales sufragasen una parte de su costoso programa de fortificaciones Con tal propoacutesito se decretoacute un incremento de la alcabala hasta el 4 en 1764 impuesto que ahora se aplicariacutea a las exportaciones de azuacutecar aguardientes y mieles asiacute como a la compraventa de fincas de esclavos y otras transacciones con exclusioacuten de las ventas de viacuteveres A pesar de la aplicacioacuten de esos gravaacutemenes y de otros impuestos ya existentes como el almojarifazgo las recaudaciones solo aumentaron de 163000 pesos fuer-tes en 1760 a 225 028 ps fs en 1765 deacutebil incremento que vino a corroborar el criterio sostenido por los principales colaboradores de Ricla de que las rentas cubanas no se acrecentariacutean en medida apreciable sin una paralela apertura co-
2 Julio LE RIVEREND Historia econoacutemica de Cuba La Habana Edicioacuten Revolucionaria 1971 pp 135-137 Veacutease tambieacuten A J KUETHE y Douglas INGLIS laquoAbsolutism and Enlightened Reform the establishment of the Alcabala and commercial reorganization in Cubaraquo Past and Present ndeg 109 noviembre de 1985
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mercial que beneficiase a los productores insulares Ante el apremio de sus fun-cionarios en la isla y de la muy activa oligarquiacutea habanera las autoridades me-tropolitanas terminaron por ceder y tras declarar extinguido el monopolio de la Real Compantildeiacutea en 1765 se autorizoacute a La Habana y otras plazas del Caribe a co-merciar con ocho puertos peninsulares medida que fue seguida por la liberaliza-cioacuten del comercio intercolonial algunos de cuyos artiacuteculos comenzariacutean a entrar libres de derecho en Cuba antes de concluir esa deacutecada
Simultaacuteneamente para organizar la actividad fiscal y poner coto a las corrup-telas asociadas al contrabando se creoacute en Cuba la primera Intendencia de Hacienda americana El funcionamiento del nuevo organismo revestiacutea cierta complejidad integrada por tres secciones la primera a cargo de la recaudacioacuten de impuestos y la contabilidad la segunda ndashconfiada a un interventorndash respon-sabilizada con investigaciones especiales y una tercera que actuaba como ente legal para perseguir y juzgar las contravenciones la Intendencia gozaba de muy extensas atribuciones Como el Intendente que la encabezaba poseiacutea similares prerrogativas respecto a la administracioacuten del Ejeacutercito quedoacute convertido de he-cho en la segunda autoridad de la colonia3 Gracias a la conjuncioacuten de medidas comerciales y fiscales las rentas cubanas continuaron elevaacutendose hasta acercarse a los 400000 ps fs al terminar la deacutecada de 1760 pero dichas cantidades apenas representaban un 20 de los gastos de la colonia acrecentados con la construc-cioacuten de un impresionante sistema de fortificaciones Las finanzas insulares por tanto continuaron dependiendo del situado mexicano cuyo monto ndashincluyendo las partidas destinadas a la compra del tabaco- promediaba en esos antildeos 19 mi-llones de pesos seguacuten los maacutes confiables estimados
En 1778 la puesta en vigor de un reglamento que autorizaba el libre comercio entre Espantildea y sus colonias dio nuevo impulso al traacutefico mercantil expresado sobre todo en el considerable aumento de actividad en el puerto habanero Sin embargo lo que provocoacute un verdadero salto en el movimiento comercial fue la guerra de independencia de las Trece Colonias norteamericanas a las cuales Espantildea apoyaba y autorizoacute a comerciar con Cuba entre 1779 y 1783 En dicho lapso el trasiego de buques en La Habana casi se quintuplica a la vez que se re-gistraba un espectacular incremento de las exportaciones de azuacutecar que en los antildeos 1781 y 1783 llegaron a exceder el milloacuten de arrobas realizaacutendose tambieacuten exportaciones significativas de mieles y aguardientes e incluso las primeras ven-tas de cafeacute cultivo de reciente introduccioacuten en la isla4 Como contrapartida los
3 Un estudio general de las caracteriacutesticas y el funcionamiento de este organismo en la isla en Violeta SERRANO La Intendencia de Hacienda en Cuba La Habana editorial Academia 1980
4 Respecto a los efectos de la Guerra de Independencia norteamericana sobre el comercio y otras actividades en Cuba Mariacutea E RODRIacuteGUEZ VICENTE laquoEl comercio cubano y la guerra de emancipacioacuten norteamericanaraquo Anuario de Estudios Americanos No 11 1954 pp 61-106 Los datos proceden de Pablo TORNERO Crecimiento econoacutemico y transformaciones sociales Esclavos
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Graacutefico 1 CUBA Situados e ingresos de aduanas (en miles de pesos fuertes)
Graacutefico 2 CUBA Comercio exterior (en millones de pesos fuertes)
Graacutefico 3 CUBA rentas mariacutetimas y terrestres (en miles de pesos fuertes)
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norteamericanos colocaron sus productos ndashy en particular la harina de trigondash a precios inferiores a los usuales en el mercado insular lo que determinoacute que me-diante reales ceacutedulas se eximiese primero de alcabalas a las harinas mexicanas para favorecer su competitividad y que finalmente se prohibiese la importacioacuten de harinas extranjeras tan pronto las colonias nortentildeas alcanzaron su indepen-dencia Consecuentemente se verifica un salto igualmente notable en los ingre-sos que reportaban las aduanas de la isla que en 1782 rozaban ya 900000 pesos Los efectos fiscales del auge comercial no solo se dejaron sentir en el incremento proporcional de las laquorentas mariacutetimasraquo ndasho aduanalesndash sino tambieacuten en la incli-nacioacuten a hacer descansar la carga tributaria sobre el comercio externo como lo evidencia la transferencia del antiguo impuesto sobre el consumo del pan ndashdes-tinado a sufragar el armamento y vestuario de las milicias localesndash hacia las im-portaciones de harinas y vinos
GRAacuteFICO 1 Cuba Situados e ingresos de aduanas (en miles de pesos fuertes)
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Situados
Ingresos aduanas
Fuente Situados Josep Mordf FRADERA Colonias para despueacutes de un imperio Barcelona Edicions Bellaterra 2005 p 691 Ingresos aduanales Nadia FERNAacuteNDEZ DE PINEDO Comercio exterior y fiscalidad Cuba 1794-1860 Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 2002 p 172
El breve pareacutentesis de prosperidad que trajo aparejado el permiso concedido a los rebeldes norteamericanos para comerciar con Cuba constituye una eviden-
hacendados y comerciantes en la Cuba colonial (1760-1840) Madrid Ministerio de Trabajo y Seguridad Social 1996 apeacutendices 1 y 3
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cia de que el marco establecido por el reacutegimen de comercio colonial constrentildeiacutea las fuerzas productivas de la isla Aunque el gobierno de Madrid no era remiso a estimularlas como lo demuestra la libertad para el comercio e introduccioacuten de esclavos africanos decretada en 1789 seriacutea la especial coyuntura creada por las guerras de la Revolucioacuten y el Imperio franceses la que propiciariacutea un vuelco radi-cal tanto en el comercio como en la fiscalidad de la mayor de las Antillas
Los conflictos beacutelicos que se suceden en el traacutensito de los siglos XVIII a XIX en los cuales Espantildea se vio involucrada e incluso ocupada durante algunos antildeos por la Francia napoleoacutenica debilitaron los nexos entre la metroacutepoli y sus colonias americanas hasta el punto de ocasionar por momentos su desaparicioacuten Durante etapas relativamente prolongadas Cuba carecioacute de conexiones mariacutetimas con la Peniacutensula circunstancia que impediacutea realizar la actividad comercial dentro los marcos legales establecidos Por las mismas razones aunque tambieacuten debido a problemas internos del virreinato de Nueva Espantildea el monto de los situados fue disminuyendo hasta praacutecticamente desaparecer hacia 1810 La mayor colonia antillana se vio entonces enfrentada al doble reto de sobrevivir como plaza co-mercial y alcanzar la autosuficiencia fiscal
En 1793 durante la guerra con Francia una Real Orden autorizoacute a los puertos cubanos a comerciar con buques laquoneutralesraquo que para todo efecto praacutectico eran los norteamericanos sobre cuyas praacutecticas mercantiles ya existiacutea apropiado cono-cimiento en la isla Como socio comercial Cuba representaba para Estados Unidos la posibilidad de sustituir su tradicional comercio con las West Indies suprimido por Gran Bretantildea a raiacutez de la independencia Al firmarse la paz en 1796 Madrid canceloacute el comercio con neutrales pero al antildeo siguiente el estallido de otra guerra ocasionariacutea una nueva autorizacioacuten de dicho traacutefico aunque en este caso por los gobernantes de la isla que ante la amenaza de una hambruna y el riesgo de quedar sin recursos para sostener al ejeacutercito y la administracioacuten optaron por ignorar las regulaciones metropolitanas Dicha situacioacuten habriacutea de reiterarse en la deacutecada si-guiente y casi hasta el fin de las hostilidades con Francia en 1815 incluso enton-ces los trastornos ocasionados al comercio por el corso que se originaba en las colonias independentistas del continente permitiriacutean a las autoridades locales actuar con cierta liberalidad Dichas circunstancias propiciaron el definitivo des-pegue de la economiacutea cubana sobre la base de las plantaciones y la esclavitud crecimiento manifiesto en el comercio exterior cuyo valor se eleva desde 166 millones de pesos en 1790 hasta 236 millones en 1810 por maacutes que esa tenden-cia se desarrollase en medio de muy marcados altibajos debido a las propias cir-cunstancias beacutelicas y a la disponibilidad del transporte mariacutetimo Factor funda-mental de dicho ascenso lo fue el azuacutecar cuya exportacioacuten en ese mismo lapso aumenta de 15 423 tm a 39 286 t m aunque tambieacuten es notable el crecimiento de otras producciones particularmente el cafeacute Al tiempo que incrementaba sus valores el comercio se diversificaba en su distribucioacuten geograacutefica sobre todo por
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la participacioacuten de Estados Unidos que en 1811 llegariacutea a proporcionar el 368 de las importaciones y absorberiacutea en 46 de las ventas exteriores de Cuba5
Los sucesivos reajustes en las normativas comerciales no se produjeron sin dificultades en ocasiones por las contradicciones entre los propietarios criollos afanosos de dar salida y acrecentar sus producciones y los comerciantes represen-tativos de las casas mercantiles gaditanas que temiacutean la peacuterdida de sus privilegios monopoacutelicos Sin embargo tanto los capitanes generales como los intendentes que ejercieron el gobierno en estos antildeos se inclinaron a favorecer los intereses de la oligarquiacutea local para elevar de esa forma su capacidad contributiva
En materia hacendiacutestica las relaciones entre las maacuteximas autoridades colonia-les y los grandes propietarios de la isla eran bastante fluidas pues se habiacutea hecho costumbre negociar las medidas tributarias mediante juntas consultivas Dicho procedimiento fue aprovechado con diligencia por los representantes de la oligar-quiacutea criolla ndashhaacutebilmente encabezados por Francisco de Arango y Parrentildeondash para expandir sus posibilidades productivas como ocurrioacute en 1792 cuando se consi-guioacute eximir por cierto tiempo del pago de la alcabala a las compraventas de escla-vos dispensa que se concedioacute poco despueacutes a los ingenios de nueva creacioacuten que se beneficiariacutean tambieacuten a partir de 1804 con la exencioacuten del pago de diezmos En compensacioacuten se fueron estableciendo nuevos gravaacutemenes que en su gran mayoriacutea recayeron sobre el comercio exterior En 1794 se reimplantoacute el antiguo derecho de averiacutea para enfrentar los crecidos gastos de defensa al cual se sumoacute en 1805 una subvencioacuten de guerra que antildeadiacutea un 15 a lo tributado por impor-taciones y exportaciones Este tipo de impuestos especiales se hicieron frecuentes en ocasiones bajo la denominacioacuten de laquodonativosraquo o laquosocorro extraordinarioraquo En 1789 una reglamentacioacuten arancelaria habiacutea afianzado la preferencia tributaria de las mercanciacuteas nacionales sobre las extranjeras pero en 1809 los aranceles fueron rebajados provisionalmente mediante un laquoarregloraquo que aliviaba la tensa situacioacuten con las harinas importadas a la vez que se eximiacutea de derechos a casi todos los geacuteneros exportados Tres antildeos despueacutes por decisioacuten de las Cortes el azuacutecar fue gravada nuevamente con 6 ad valorem si se exportaba en buques extranjeros derecho que se reduciacutea a la mitad si la salida se efectuaba bajo bandera nacional con destino a la Peniacutensula o a las colonias americanas En medio de tan frecuentes vaivenes determinados por el acontecer beacutelico las recaudaciones de las aduanas cubanas se fueron elevando consistentemente hasta alcanzar 17 millones de pe-sos en 1805 En la deacutecada siguiente con ingresos superiores a los 3 millones de pesos la Hacienda insular no solo podiacutea sufragar los gastos que antantildeo cubriera el situado mexicano sino que del presupuesto cubano se destinaban partidas a La
5 El valor del intercambio comercial en Jacobo DE LA PEZUELA Diccionario geograacutefico his-toacuterico y estadiacutestico de la Isla de Cuba t II Madrid Imprenta de Mellado 1863 Los datos sobre azuacutecar proceden de Manuel MORENO FRAGINALS El ingenio Complejo econoacutemico- social cuba-no del azuacutecar La Habana Editorial de Ciencias Sociales 1978 Anexo estadiacutestico tabla II
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Florida Santo Domingo Puerto Rico y hasta para socorrer a la propia Peniacutensula El cambio en el sistema de recaudacioacuten llevado a cabo en 1802 diferenciando las rentas mariacutetimas de las terrestres y de las recaudaciones del Tesoro permite apre-ciar el franco predominio de las primeras como fuente fiscal La suma del almoja-rifazgo el derecho de tonelada el auxilio consular y algunos otros gravaacutemenes sobre exportacioacuten e importacioacuten representaban casi el 60 de las recaudaciones a pesar de la mayor diversidad de los impuestos laquode tierraraquo6
Envueltas las colonias del continente en la contienda independentista los recursos proporcionados por Cuba resultaban esenciales para la supervivencia del muy maltrecho imperio espantildeol La oligarquiacutea criolla bien consciente de dicha circunstancia supo sacarle el mejor partido en forma de importantes concesiones por parte de la Corona madrilentildea En 1817 un Real Decreto extinguiacutea el estanco del tabaco una decisioacuten celebrada por los grandes propietarios de la isla no solo por eliminar el repudiado monopolio sobre el comercio de la hoja sino porque permitiriacutea ganar para la cantildea de azuacutecar terrenos hasta entonces reservados al cultivo tabacalero Dicha medida habiacutea estado antecedida por la autorizacioacuten para explotar libremente los recursos maderables de montes y baldiacuteos por mu-cho tiempo reservados a la Real Marina y sucedida dos antildeos despueacutes por una gracia real que otorgaba a los hacendados la plena propiedad de las tierras antantildeo mercedadas Tanta o mayor significacioacuten tuvo la concesioacuten en 1818 de la liber-tad de comercio que conectaba directa y definitivamente los puertos cubanos con el mercado mundial disposicioacuten que constituye el momento culminante de las transformaciones hacia una nueva eacutepoca en la relacioacuten entre la actividad mer-cantil y el fisco colonial
II UN REacuteGIMEN PACTADO
La libertad de comercio concedida a Cuba reconociacutea la madurez de su econo-miacutea exportadora asiacute como el hecho ndashinusitado en el marco de las relaciones co-lonialesndash de una colonia cuyos principales intercambios comerciales se desarro-llaban fuera del aacutembito metropolitano Pero como la libertad comercial no suponiacutea en modo alguno el libre cambio su alcance quedariacutea bien delimitado por el correspondiente reacutegimen arancelario Durante las especiales circunstancias de la coyuntura inter secular los cubanos se las habiacutean ingeniado para conseguir de las autoridades coloniales un tratamiento arancelario casi siempre favorable a sus intereses Esa fue tambieacuten a todas luces la conducta seguida por el Intendente Alejandro Ramiacuterez al elaborar el reacutegimen aduanero que entroacute en vigor provisio-nalmente al antildeo siguiente de decretarse la liberalizacioacuten comercial No obstante
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con el inicio del trienio liberal en la Peniacutensula las Cortes aprobaron un arancel que debiacutea regir en las aduanas de laquotoda la Monarquiacutea Espantildeolaraquo Organizado en cuatros columnas seguacuten el caraacutecter nacional o extranjero de los productos asiacute como de los buques que los transportaban el nuevo instrumento fiscal otorgaba una amplia proteccioacuten a las mercanciacuteas y la marina laquonacionalesraquo En la fijacioacuten de derechos ad valorem escalonados hasta un tope de 835 se haciacutea notar un principio que hubo de imponerse en la poliacutetica arancelaria espantildeola en corres-pondencia con el ascenso poliacutetico de la burguesiacutea liberal a diferencia de la con-cepcioacuten esencialmente tributaria que prevaleciera durante el Antiguo Reacutegimen los aranceles ahora no solo deberiacutean asegurar apropiadas recaudaciones sino tambieacuten crear en las colonias un mercado reservado mediante el trato preferente a los productos espantildeoles
El arancel proteccionista con sus elevados derechos fue objeto en Cuba de una estruendosa repulsa al punto que las autoridades coloniales optaron por suspender su aplicacioacuten y abrir negociaciones con el gobierno metropolitano Los argumentos esgrimidos por la parte cubana y sobre todo la criacutetica situacioacuten del imperio en franca descomposicioacuten determinaron que la metroacutepoli facultase ndashen 1822ndash al Intendente Claudio Martiacutenez de Pinillos sustituto de Ramiacuterez y al Gobernador de la isla Francisco Dionisio Vives para confeccionar un arancel sobre las bases ya definidas del derecho diferencial de bandera Se selloacute asiacute una suerte de pacto en torno al manejo del arancel de laquocuatro columnasraquo que habriacutea de perdurar por tres deacutecadas Las bases del acuerdo eran por lo demaacutes bastante claras Espantildea no renunciariacutea a los recursos que la Hacienda cubana podiacutea pro-porcionarle pero tampoco se arriesgariacutea a enfrentar un levantamiento indepen-dentista en la isla por lo cual aceptaba que los oligarcas criollos ajustasen la presioacuten fiscal a las posibilidades de su economiacutea estos a su vez se comprome-tiacutean a sostener el poder espantildeol el cual les resguardaba de una sublevacioacuten al estilo haitiano toleraba ndashy facilitabandash la introduccioacuten de esclavos a despecho del creciente abolicionismo britaacutenico y garantizaba la tranquilidad social mediante una nutrida fuerza militar
Tanto la nueva tarifa provisional establecida en 1822 como el definitivo aran-cel de 1824 y sus posteriores laquoarreglosraquo de 1827 1829 1831 y 1835 siguieron una pauta bastante uniforme con aumentos y disminuciones en los adeudos de algunos productos como resultado de un intenso regateo El arancel de 1824 promulgado despueacutes de la restauracioacuten absolutista estableciacutea los derechos de cada artiacuteculo como una proporcioacuten de su avaluacuteo adeudos que se moviacutean entre un miacutenimo de 3 para productos espantildeoles importados en buques nacionales y un maacuteximo de 27 sobre las mercanciacuteas foraacuteneas introducidas bajo bandera extranjera dicha proporcioacuten se elevaba hasta un 56 en el caso de las harinas extranjeras y un 48 para los cerdos y sus derivados clara evidencia de la pro-teccioacuten brindada a la produccioacuten nacional En comparacioacuten con esto los dere-
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chos pagados por las exportaciones eran relativamente bajos un 6 sobre los productos principales como el azuacutecar el cafeacute los cueros y el tabaco en rama que se reduciacutean a un 2 en caso de realizarse la laquoextraccioacutenraquo con destino a la Peniacutensula en buque de bandera nacional7
El intereacutes metropolitano de maximizar la recaudacioacuten aduanera que el Intendente Pinillos no podiacutea desconocer en modo alguno y el afaacuten de aliviar la carga impositiva por la parte cubana dieron lugar a una pugna permanente en torno al alcance de las tarifas arancelarias origen de las frecuentes fluctuaciones en los adeudos de los productos de maacutes intenso movimiento comercial La mayor ambicioacuten de los productores cubanos era reducir ndashhasta su eliminacioacutenndash los dere-chos de exportacioacuten objetivo respecto al cual consiguieron eacutexitos parciales en la revisioacuten arancelaria de 1827 al suprimirse los recargos que pesaban sobre el cafeacute un beneficio que maacutes adelante ndash1831ndash tambieacuten alcanzariacutea el azuacutecar La moneda de cambio fueron las harinas extranjeras cuyos gravaacutemenes que totalizaban 7 pesos por barril en 1824 se elevariacutean hasta 850 pesos en 1829 Esta loacutegica nego-ciadora con la cual los grandes plantadores de la isla procuraban colocar maacutes ventajosamente sus productos en el mercado internacional y optimizar la ganan-cia tuvo como contrapartida el progresivo aumento del costo de la vida con indi-rectos pero perjudiciales efectos sobre los costes productivos Y lo que es peor el repetido incremento de derechos a las importaciones de muy sentildealados productos no tardariacutea en deteriorar las relaciones con los socios comerciales de Cuba que al sentirse viacutectimas de un trato discriminatorio decidieron tomar represalias como lo hizo Estados Unidos con fatales consecuencias para el cafeacute cubano
Bajo el nuevo reacutegimen creado a partir del Real Decreto de 1818 el comercio exterior de la isla experimentoacute una raacutepida progresioacuten bien apreciable en el graacute-fico 2 El valor total de las exportaciones calculado en 138 millones de pesos en 1826 se duplica en dos deacutecadas y alcanza 28 m de pesos en 1845 Tan notable como el crecimiento de las exportaciones fue su especializacioacuten el azuacutecar y sus derivados ndashmieles y aguardientesndash a inicios de la deacutecada de 1820 ya aportaban maacutes de la mitad de los valores exportados pero tres deacutecadas despueacutes dicha pro-porcioacuten se eleva hasta el 75 incremento sustentado en un volumen de exporta-ciones que en dicho lapso se quintuplica hasta rozar las 300000 t m en 1850 Solo el tabaco iguala el impetuoso empuje del dulce pues sus exportaciones se recuperan y superan nuevamente las 300000 arrobas a mediados de los antildeos cuarenta pero con un valor que representaba menos del 10 de la exportacioacuten total En cambio el cafeacute que habiacutea llegado a constituir un tercio de los valores
7 El Intendente Pinillos establecioacute una tarifa de 4 reales por millar sobre las exportaciones de tabaco torcido para impulsar las ventas en rama gravamen que maacutes tarde seriacutea reducido a la mitad debido a las protestas de los fabricantes Aranceles Generales para el cobro de derechos de intro-duccioacuten y extraccioacuten en todas la aduanas de los puertos habilitados de la isla de Cuba La Habana Imprenta del Gobierno y Capitaniacutea General 1824
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Graacutefico 1 CUBA Situados e ingresos de aduanas (en miles de pesos fuertes)
Graacutefico 2 CUBA Comercio exterior (en millones de pesos fuertes)
Graacutefico 3 CUBA rentas mariacutetimas y terrestres (en miles de pesos fuertes)
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exportados a partir de 1840 sufre una decadencia que haraacute maacutes acusada la prima-ciacutea azucarera El grueso de las ventas cubanas se orientaba hacia Estados Unidos e Inglaterra Aunque el primero de esos paiacuteses perdioacute algo del peso relativo alcan-zado en los antildeos del laquocomercio de neutralesraquo ndashcuando tambieacuten se desempentildeaba como intermediariondash mantuvo un invariable primer lugar como cliente absor-biendo el 281 de las exportaciones en 1826 y un 308 a finales de los antildeos cuarenta Gran Bretantildea cuya importancia se acrecienta desde 1830 asimilariacutea como promedio una cuarta parte de las ventas cubanas en las deacutecadas siguientes En dicho contexto Espantildea resultaba una pobre receptora de la formidable corrien-te mercantil que se generaba en la mayor de sus posesiones antillanas pues en esos antildeos la Peniacutensula apenas fue destino del 14 de las exportaciones cubanas
GRAacuteFICO 2 Cuba Comercio exterior (en millones de pesos fuertes)
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Importaciones
Exportaciones
Nota No incluye metales preciosos Fuente Nadia FERNAacuteNDEZ DE PINEDO Comercio exterior y fiscalidad Cuba 1794-1860 Bilbao
Universidad del Paiacutes Vasco 2002 p 9 347-348
Si como mercado la metroacutepoli teniacutea una importancia secundaria para Cuba no ocurriacutea lo mismo en tanto proveedor papel en el cual Espantildea recogioacute muy pronto los frutos de su proteccionismo En 1826 las mercanciacuteas procedentes de la Peniacutensula representaban el 191 de la importaciones cubanas pero antes de finalizar esa deacutecada su participacioacuten ya se elevaba hasta 265 proporcioacuten que con muy pequentildeas fluctuaciones conservariacutea hasta mediar el siglo La poliacutetica arancelaria seguida en las colonias antillanas permitioacute a la Peniacutensula sostener e
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incluso aumentar sus exportaciones en algunos renglones agriacutecolas a pesar de la peacuterdida del imperio continental Hacia la deacutecada de 1850 los viacuteveres espantildeoles representaban maacutes de 40 de todas las importaciones cubanas en ese sector seguidas a cierta distancia por los alimentos procedentes de Estados Unidos El fenoacutemeno de mayor relieve lo escenifican las harinas pues el cereal norteameri-cano despueacutes de haber copado el mercado de Cuba en las dos primeras deacutecadas del siglo fue perdiendo terreno ante su homoacutelogo hispano en virtud del arancel Desde unas 3400 toneladas en 1826 las harinas de Castilla incrementaron sus ventas hasta superar las 23000 toneladas en 1850 con lo cual monopolizaban praacutecticamente el consumo insular
Los beneficios proporcionados por el arancel proteccionista excedieron am-pliamente el terreno comercial Batida durante las guerras napoleoacutenicas la mari-na espantildeola habiacutea ido reduciendo su presencia en los puertos cubanos hasta lle-gar en 1827 a un miacutenimo de solo 137 naves hispanas sobre un total de 2865 embarcaciones entradas en la rada habanera Siete antildeos despueacutes gracias al arancel diferencial los buques de laquobandera nacionalraquo representaban el 43 del movimiento naval en el principal puerto de la isla Los mercantes hispanos no solo controlaban el traacutefico entre la colonia y su metroacutepoli sino que se beneficia-ban de un comercio triangular con el Riacuteo de la Plata donde cargaban tasajo con destino a Cuba y participaban tambieacuten del intenso trasiego mercantil entre la isla y los Estados Unidos al menos hasta 1834 cuando el gobierno norteameri-cano aproboacute una ley de Navegacioacuten que praacutecticamente excluiacutea a la flota espantildeola de ese lucrativo transporte en represalia por el trato cuasi punitivo de que eran objeto en las aduanas de la isla los barcos de su bandera8
En teacuterminos fiscales el manejo del arancel por el Intendente Pinillos y otros altos funcionarios de la Hacienda cubana resultariacutea igualmente provechoso Para la administracioacuten de las rentas la Intendencia habiacutea quedado organizada sobre una base territorial en La Habana Puerto Priacutencipe y Santiago de Cuba Al hacer-se firme la separacioacuten entre rentas mariacutetimas y terrestres la Tesoreriacutea quedoacute exenta de responsabilidades recaudatorias al tiempo que se simplificaba la con-tabilidad de aduanas y se intentaba racionalizar en alguna medida la diversidad de gravaacutemenes terrestres que incluiacutean maacutes de 40 ramos
En correspondencia con el crecimiento econoacutemico y comercial los ingresos de la Hacienda colonial se elevaron consistentemente La sola instauracioacuten del nuevo reacutegimen comercial y arancelario duplicoacute praacutecticamente las recaudaciones que de 44 millones de pesos en 1822 aumentaron a 84 millones cinco antildeos despueacutes Durante los antildeos treinta estas continuaron elevaacutendose aunque a ritmo maacutes lento
8 Esta informacioacuten sintetiza la presentada por Oscar ZANETTI laquoLas relaciones comerciales hispano-cubanas en el siglo XIXraquo en Salvador PALAZOacuteN FERRANDO y Candelaria SAIZ PASTOR (editores) La ilusioacuten de un imperio Las relaciones econoacutemicas hispano-cubanas en el siglo XIX Alicante Universidad de Alicante 1998 pp 100-102
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Graacutefico 4 CUBA Cantidades remitidas a la Hacienda espantildeola (en pesos fuertes)
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y tras experimentar un atascamiento a principios de la deacutecada siguiente retoma-ron su rumbo ascendente hasta alcanzar casi 13 M de pesos en 1848 El ritmo de crecimiento y las oscilaciones en estos ingresos estaban determinados por distin-tos factores desde las adversidades climaacuteticas o epidemias que podiacutean afectar el volumen de las producciones exportadas hasta las perentorias necesidades de la Hacienda metropolitana que acentuaban la presioacuten fiscal especialmente sobre el comercio exterior Porque como lo muestra el graacutefico 3 el grueso de las recauda-ciones proveniacutea de las llamadas rentas mariacutetimas ndashy particularmente de las adua-nasndash que de manera bastante estable aportaban entre el 55 y el 70 del total recaudado durante la etapa que analizamos Dichos ingresos proveniacutean en propor-cioacuten de 4 o 5 a 1 de los derechos de importacioacuten ya que los gravaacutemenes a las exportaciones no solo eran proporcionalmente maacutes bajos sino que en ocasiones los avaluacuteos de los productos gravados resultaban inferiores a sus precios efectivos
GRAacuteFICO 3 Cuba rentas mariacutetimas y terrestres (en miles de pesos fuertes)
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Rentas Mariacutetimas
Rentas Terrestres
Fuente Nadia FERNAacuteNDEZ DE PINEDO Comercio exterior y fiscalidad Cuba 1794-1860 Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 2002 p 172
Las rentas terrestres que comprendiacutean ramos tan disiacutemiles como los impues-tos sobre consumo o sobre fincas ruacutesticas y hasta rentas estancadas como la loteriacutea aportaban en torno a un 30 de los ingresos del Tesoro La Sagra que con buen tino ensayoacute deshacer esa marantildea calcula ndashsobre la informacioacuten de 1829-1830ndash que el 23 de ese sector de ingresos procediacutea de lo que denominoacute
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laquoimpuestos interioresraquo (alcabalas derechos de consumo impuestos sobre heren-cias gallos loteriacutea etc) 142 de las laquodeducciones sobre rentas eclesiaacutesticasraquo (principalmente el diezmo) 236 de laquodeducciones personalesraquo (montes piacuteos medias anatas etc) y la proporcioacuten restante de una variedad de pequentildeas entra-das como los decomisos reacuteditos de censos sellos de correo y otros Los tributos comprendidos dentro de las rentas terrestres eran con excepcioacuten del diezmo todos indirectos caracteriacutestica que tambieacuten revestiacutean por supuesto las rentas mariacutetimas Se conformaba asiacute un reacutegimen fiscal de muy desigual composicioacuten resultado del rechazo de los propietarios y comerciantes en la isla hacia un tipo de impuesto que podiacutea implicar una medicioacuten maacutes precisa de su riqueza o quedar al arbitrio del funcionario recaudador9
Los ingresos que proporcionaba tan abigarrado sistema fiscal nutriacutean el no menos complicado presupuesto de gastos Este era formado por la Intendencia a partir de las propuestas de sus diversos ramos y sometida a la Junta Consultiva formada por contadores administradores fiscales jueces de la Audiencia y otro personal de jerarquiacutea dentro de la administracioacuten colonial bajo la presidencia del Intendente Una vez obtenida la aprobacioacuten en esa instancia pasaba a la conside-racioacuten de la Junta de Autoridades presidida por el Capitaacuten General e integrada por los maacutes altos funcionarios del gobierno insular Desde finales de la deacutecada de 1830 ndashcomo se veraacutendash cuando concluiacutea la tramitacioacuten local el presupuesto debiacutea remitir-se al ministerio de Hacienda en Madrid quedando al arbitrio de las autoridades metropolitanas las modificaciones y su aprobacioacuten final Con caraacutecter eminente-mente poliacutetico el presupuesto no suponiacutea compromiso alguno entre el Estado y los contribuyentes de la isla sus funciones principales consistiacutean en sostener la Administracioacuten colonial y enviar fondos hacia el Tesoro metropolitano quedando en un segundo plano la atencioacuten de los intereses econoacutemicos de la colonia10
En consecuencia agrupado los gastos en grandes partidas desde mediados de la deacutecada del 1820 hasta los antildeos 40 estos se distribuiacutean aproximadamente en las siguientes proporciones Ejeacutercito y Marina en torno a un 50 gastos de la admi-nistracioacuten colonial 9 gastos varios y eventuales 12 remisiones a la Peniacutensula entre un 9 y un 35 La imposibilidad de promediar esta uacuteltima partida obedece a su extraordinaria dispersioacuten pues mientras las demaacutes muestran solo pequentildeas fluctuaciones e incluso los gastos militares tienden a disminuir levemente los fondos destinados a la metroacutepoli se sextuplican en menos de dos deacutecadas Las cantidades remitidas a Espantildea estaban representadas por libranzas dispersas asiacute como por partidas registradas entre los gastos del presupuesto bajo el acaacutepite de laquoAtenciones a la Peniacutensularaquo o simplemente asentadas como laquosobrantes de
9 Ramoacuten DE LA SAGRA Historia fiacutesica poliacutetica y natural de la Isla de Cuba t II pp 122-125 Pariacutes Libreriacutea de Arthus Bertrand 1842
10 Josep Mordf FRADERA Colonias para despueacutes de un imperio Barcelona Edicions Bellaterra 2005 pp 538-548
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Ultramarraquo definicioacuten esta que en principio derivaba de un superaacutevit del presupues-to insular pero que terminariacutea por englobar todo tipo de transferencia Dichas re-mesas ndashcuya evolucioacuten puede apreciarse en el graacutefico 4ndash constituiacutean cantidades tan diversas en su composicioacuten como en su destino que ofrecen el maacutes expliacutecito refle-jo de la explotacioacuten colonial de la que era objeto la economiacutea cubana11
El cuantioso drenaje fiscal a que Cuba se veiacutea sometida veniacutea a sumarse a los beneficios que reportaba a la metroacutepoli el sistema de comercio instaurado bajo el laquoarancel de cuatro columnasraquo Entre esas ventajas que arriba apuntaacuteramos debe sin embargo incluirse otra de difiacutecil expresioacuten numeacuterica pero no menos impor-tante para la relacioacuten colonial En la peculiar estructuracioacuten de la economiacutea cuba-na el mercado interno de la isla se fue conformando como una funcioacuten del co-mercio importador El control de ese vital rengloacuten por los comerciantes peninsulares tanto en materia de viacuteveres y artiacuteculos de consumo como respecto a la trata clandestina de esclavos ndashtraacutefico del cual participaban con alto grado de corrupcioacuten los diferentes niveles de la administracioacuten colonialndash dejoacute en manos de estos las principales redes de comercio de la isla Desde esa firme base dichos empresarios extenderiacutean su actividad haciacutea la esfera productiva y ganariacutean con-siderable influencia poliacutetica12
De tal suerte se fue articulando en la isla un poderoso grupo de intereacutes que en consonancia con el liberalismo peninsular actuariacutea en favor de la unidad del mer-cado laquonacionalraquo y el estricto cumplimiento por parte de la Hacienda cubana de sus responsabilidades con la metroacutepoli La amenaza que ello representaba para las posiciones de la oligarquiacutea criolla se hariacutea patente durante el gobierno del capitaacuten general Miguel Tacoacuten en torno al cual los comerciantes peninsulares formaron una influyente camarilla asiacute como con el ascenso del liberalismo radical en la Peniacutensula tras el motiacuten de La Granja en 1836 En ese mismo antildeo el ministro de Hacienda recieacuten designado Juan Aacutelvarez de Mendizaacutebal enviaba a Pinillos una Real Orden en que se le instruiacutea no hacer cambios en el sistema tributario de la isla Mendizaacutebal hizo caso omiso de la protesta de la Junta de Aranceles en la colonia aduciendo que con el sistema representativo instaurado por la constitucioacuten de 1837 corres-pondiacutea a las Cortes ejecutar modificaciones en los aranceles y el presupuesto insu-lar Acuciada por las urgencias de la guerra carlista la nueva poliacutetica siguioacute su curso en 1838 se imponiacutea a la Hacienda insular una contribucioacuten extraordinaria de gue-
11 Un apropiado y sucinto anaacutelisis de este asunto en sus variados aspectos lo ofrece Candelaria SAIZ PASTOR laquoLas finanzas puacuteblicas de Cuba la etapa de las desviaciones de fondos a la Peniacutensula 1823-1866raquo en Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD (editora) Las haciendas puacuteblicas en el Caribe hispano durante el siglo XIX Madrid Consejo Superior de Investigaciones Cientiacuteficas 2008 pp 69-107
12 En un estudio pionero sobre este tema Jordi MALUQUER DE MOTES laquoEl mercado colonial antillano en el siglo XIXraquo en J NADAL y G TORTELLA (editores) Agricultura comercio colonial y crecimiento econoacutemico en la Espantildea contemporaacutenea Barcelona Ariel 1974 p 323) llama la atencioacuten sobre la importancia para la balanza de pagos espantildeola de las actividades de los llamados laquoindianosraquo tanto por el continuo enviacuteo de remesas como por la laquorepatriacioacutenraquo de capitales
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rra por un milloacuten de pesos fondo a cuya constitucioacuten deberiacutea contribuir la simul-taacutenea desamortizacioacuten de los bienes del clero Pero como lo recaudado por dicha operacioacuten resultaba escaso el Intendente terminoacute por realizar un empreacutestito con cuya emisioacuten se obtuvo menos de la mitad de la cantidad requerida Casi al concluir el antildeo un Real Decreto disponiacutea la creacioacuten de una Comisioacuten Regia para inspeccio-nar la administracioacuten de la colonia y asegurar la recaudacioacuten del subsidio de guerra a la vez que transferiacutea al Capitaacuten General la responsabilidad maacutexima por la Hacienda insular Despojado de sus atribuciones Pinillos renuncioacute accioacuten a la que se unioacute una fuerte campantildea por parte de las instituciones insulares para conseguir la derogacioacuten del decreto Maacutes que las protestas en la isla fue el fracaso de la Comisioacuten Regia en sus funciones lo que persuadioacute a Madrid a volver sobre sus pasos y reponer a Pinillos otorgaacutendole nuevamente toda su confianza Aunque el alto funcionario criollo se mantuvo en su cargo ndashcon un breve lapsondash hasta 1851 su poder ya nunca seriacutea el mismo Mientras la subida de derechos que trajo apare-jada la revisioacuten del arancel en 1845 dejaba a los propietarios criollos con un senti-miento de frustracioacuten en distintos ciacuterculos ganaban fuerza los argumentos en fa-vor de una reforma en la organizacioacuten hacendiacutestica que seguacuten todos los indicios apuntaba hacia una mayor centralizacioacuten
III REFORMAS Y ENDEUDAMIENTO
Los antildeos que corren desde finales de la deacutecada de 1840 hasta mediados de la de 1860 fueron testigos de la definitiva instauracioacuten de un nuevo modelo de explotacioacuten colonial por parte de las diversas tendencias liberales que en la Peniacutensula se sucedieron en el ejercicio del poder Como la eficacia del Estado en las colonias se mediacutea por su capacidad recaudatoria la Hacienda estuvo en el centro de dichas transformaciones En 1853 dos antildeos despueacutes del definitivo relevo de Pinillos ndashya conde de Villanuevandash de su cargo de Intendente un Real Decreto disponiacutea que los capitanes generales se hiciesen cargo de la Superintendencia General de Hacienda Al antildeo siguiente dicha dependencia se refundiacutea con la del Ejeacutercito en clara muestra de la decisioacuten de unificar el mando poliacutetico y militar de la colonia criterio que tambieacuten llevoacute a concentrar en el Capitaacuten General el mando de todas las fuerzas militares asiacute como a reforzar su autoridad sobre la Junta de Fomento y otras instituciones de la administracioacuten colonial Tales disposiciones eran sin duda una respuesta a las amenazas del movimiento anexionista en la isla y en los Estados Unidos pero tambieacuten el re-flejo de una loacutegica de gobierno que se imponiacutea en la metroacutepoli13
13 La Hacienda quedoacute bajo la direccioacuten de un Superintendente pero supeditada al Capitaacuten General ademaacutes su Secretariacutea se fusionoacute con la del Gobierno Superior Civil y fue internamente dividida en una administracioacuten de rentas mariacutetimas y otra para las terrestres con subintendencias en distintos territorios de la isla
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Desde el punto de vista institucional esa tendencia apuntaba a la creacioacuten de una entidad dentro de la monarquiacutea capaz de gestionar de manera coherente todo lo relativo a la administracioacuten de las colonias Por mucho tiempo dicha labor habiacutea estado distribuida entre los distintos ministerios del gobierno metropolitano con la consiguiente dispersioacuten funcional hasta que al decidir las Cortes en 1838 que las colonias se gobernasen por laquoleyes especialesraquo se creoacute una Junta Revisora co-misionada para recopilar y armonizar la legislacioacuten vigente en esa esfera La Junta debiacutea realizar tambieacuten cierta gestioacuten coordinadora actividad esta que desempentildeoacute con poca eficacia pues su atencioacuten estuvo centrada en la supervisioacuten del trabajo de las Haciendas coloniales La disolucioacuten de esa Junta en 1851 dio paso a una reorganizacioacuten de la administracioacuten cuyo punto de partida fue la creacioacuten de la Direccioacuten General de Ultramar adscrita primero al ministerio de Hacienda supri-mida al antildeo siguiente y restablecida en 1856 tras lo cual transitoacute por distintos ministerios Asignada por un tiempo a la Presidencia del Gobierno dicha depen-dencia fue finalmente transformada en ministerio de Ultramar en 1863 organis-mo que durante las siguientes deacutecadas seriacutea decisivo en la formulacioacuten de la poliacute-tica colonial Con esos movimientos reflejos en buena medida del reverdecer de las ansias coloniales Espantildea se acercoacute al modelo administrativo que la Francia del Segundo Imperio habiacutea adoptado para el manejo de sus asuntos coloniales14
La reorganizacioacuten institucional se desarrolloacute en estrecha relacioacuten con medi-das igualmente centralizadoras de caraacutecter funcional que incluyeron la aplica-cioacuten en la colonia ndasha partir de 1856ndash de la ley de Contabilidad que regiacutea en la Peniacutensula la cual estableciacutea la entrega de todas las recaudaciones por concepto de rentas impuestos y otros a la Tesoreriacutea General de la Hacienda de la isla asiacute como el intento por parte del ministro de Estado de hacer aprobar por las Cortes un proyecto de presupuesto colonial intencioacuten que no hubo de cuajar Paralelamente el capitaacuten general Joseacute Gutieacuterrez de la Concha durante sus dos etapas de mando en Cuba ndashque cubrieron la mayor parte de la deacutecada de 1850ndash introdujo algunos cambios en la administracioacuten fiscal en consonancia con el fortalecimiento de la presencia militar espantildeola en la colonia ndashy el consiguiente aumento de los gastosndash la cual se elevoacute desde unos 15000 efectivos en 1849 hasta maacutes de 23000 al mediar la deacutecada del 50
Dada su naturaleza maacutes bien puntual los cambios que se introducen en el reacutegi-men fiscal de la isla durante los antildeos que ahora analizamos no modificaron sustan-cialmente el funcionamiento de la Hacienda Un nuevo arancel de aduanas implan-tado en 1853 que se mantendriacutea vigente por maacutes de una deacutecada introdujo ligeras rebajas en los artiacuteculos espantildeoles importados en bandera nacional pero en cambio elevoacute los derechos en las restantes tres columnas particularmente los que gravaban a la mercaderiacutea extranjera importada en buques nacionales que casi se duplicaron
14 FRADERA ob cit pp 582-597
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Tan desfavorable variacioacuten se agravaba por el hecho de que los avaluacuteos de los pro-ductos ndashparticularmente los tejidos y otras manufacturasndash apenas se redujeron a pesar del ostensible descenso de sus precios Por otra parte la vetusta estructura del arancel que contaba con maacutes de 3000 partidas ordenadas alfabeacuteticamente se mantuvo intacta circunstancia que complicaba la contabilidad y dejaba un ancho margen a la corrupcioacuten y el contrabando15 Para exprimir todaviacutea maacutes la actividad importadora sobre ella pesaban otros tributos algunos en calidad de recargos como el subsidio extraordinario o el derecho de consulado y otros de caraacutecter in-directo por cuanto gravaban principalmente la navegacioacuten y el movimiento portua-rio El comercio externo debiacutea soportar tambieacuten las exacciones sobre los productos exportados sin duda menos onerosas aunque en modo alguno despreciables como fuente de recaudacioacuten El panorama fiscal se tornaba auacuten maacutes embrollado por la presencia de los 67 diferentes ramos que integraban las rentas terrestres entre los cuales figuraban impuestos tan difiacuteciles calcular como de cobrar
Si bien las recaudaciones experimentan un ascenso que ronda el 40 desde finales de la deacutecada de 1840 hasta principios de los antildeos sesenta acercaacutendose a los 30 millones de pesos dicha tendencia se desenvolvioacute en medio de altibajos determinados principalmente por los efectos que ejerciacutean sobre el comercio exte-rior algunas crisis coyunturales y la Guerra de Secesioacuten que afectoacute al principal socio comercial de la isla Aunque las rentas mariacutetimas continuaban aportando la mayor parte de los ingresos el rengloacuten maacutes dinaacutemico en ese presupuesto lo cons-tituiacutea una laquorenta estancadaraquo la Loteriacutea que en menos de una deacutecada quintuplicoacute su participacioacuten superando los 3 millones de pesos Frente a esta evolucioacuten el incremento en el presupuesto de gastos se muestra maacutes acelerado y persistente impulsado principalmente por dos capiacutetulos el de Guerra cuya especial dinaacutemica en los antildeos 50 ya apuntaacuteramos y las Atenciones a la Peniacutensula disparadas por el expansionismo de los gobiernos de la Unioacuten Liberal cuyas expediciones militares a Meacutexico y Santo Domingo fueron cargadas al presupuesto cubano factor que explica el notable aumento de las remisiones que durante esos antildeos presenta el graacutefico 4 Despueacutes de superar los 5 millones de pesos en 1859 las remisiones a la metroacutepoli se mantuvieron muy elevadas en los antildeos subsiguientes hasta que la partida de Atenciones a la Peniacutensula desaparece en el presupuesto de 1864 Ello no obedecioacute a que dichos gastos se hubiesen suprimido de hecho al retirarse las tropas espantildeolas de Santo Domingo en 1865 los desembolsos que habiacutean impli-cado para la Hacienda cubana esa fallida anexioacuten y otras aventuras neocoloniales superaban los 7 millones de pesos Por el contrario como en virtud de dicha san-griacutea el equilibrio entre ingresos y gastos en la isla se habiacutea perdido se hizo impe-rioso hallar otra foacutermula para financiar las galopantes necesidades de la metroacutepo-li Esta consistioacute en la obtencioacuten de preacutestamos de parte del Banco Espantildeol de La
15 N FERNAacuteNDEZ DE PINEDO ob cit pp 65-70
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Habana entidad que por cuenta del Tesoro cubano hariacutea sucesivas emisiones de bonos hasta totalizar en 1868 20 millones de pesos El servicio de esa deuda aun-que todaviacutea en proporciones manejables creaba una partida de laquoobligacionesraquo dentro del presupuesto de Cuba que en el futuro habraacute de crecer de manera irre-frenable El deterioro sufrido por las finanzas insulares vino asiacute a sumar un argu-mento decisivo a las opiniones que desde antildeos antes veniacutean vertieacutendose sobre la necesidad de reformar en profundidad el sistema fiscal de la colonia16
GRAacuteFICO 4 Cuba Cantidades remitidas a la Hacienda espantildeola (en pesos fuertes)
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Notas No hay datos para 1849 De 1862 a 1867 incluye el financiamiento de las expediciones a Meacutexico y Santo Domingo
Fuentes 1826-1848 Candelaria SAIZ PASTOR laquoImperio de ultramar y fiscalidad colonialraquo cuadro II en Salvador PALAZOacuteN FERRANDO y Candelaria SAIZ PASTOR (editores) La ilusioacuten de un imperio Las relaciones econoacutemicas hispano-cubanas en el siglo XIX Alicante Universidad de Alicante 1998 1850-1869 Nadia FERNAacuteNDEZ DE PINEDO Comercio exterior y fiscalidad Cuba 1794-1860 Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 2002 p 186
La insensata poliacutetica colonial de la Unioacuten Liberal habiacutea contribuido a acelerar una crisis del fisco cubano que ya se avizoraba desde la deacutecada de 1850 En su se-gundo gobierno el general Concha se habiacutea propuesto modificar el sistema supri-miendo el diezmo la alcabala de fincas y los derechos de exportacioacuten contribucio-
16 Una imagen parcial de la naciente deuda puede obtenerse en Cuba Intendencia General de Hacienda Cuenta general de operaciones de los bonos del Tesoro aprobados y emitidos desde el 20 de febrero de 1864 a 23 de mayo de 1866 Habana 1866 Sobre la creacioacuten del Banco y su crecien-te vinculacioacuten con el Tesoro de Cuba Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD La banca de emisioacuten en Cuba (1856-1898) Madrid Banco de Espantildea 2004 pp 53-56
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nes cuyos productos seriacutean sustituidos por un impuesto territorial sobre la renta pero dicho proyecto no pudo concretarse y quedoacute solo en un superficial cambio en la recaudacioacuten del diezmo Algunas de esas ideas seriacutean retomadas poco despueacutes durante el gobierno del capitaacuten general Francisco Serrano por el intendente de Hacienda conde Armildez de Toledo quien tratoacute de contrarrestar la disminucioacuten en las rentas de aduana reduciendo los derechos de exportacioacuten y sustituyendo diezmos y alcabalas asiacute como los derechos a pagar por almacenes y tiendas por una contribucioacuten uacutenica de 595 sobre la renta liacutequida Sin embargo ese proyecto quedariacutea tambieacuten en suspenso dada la existencia de serias dificultades teacutecnicas en particular la ausencia de un catastro que sirviese de base a la contribucioacuten circuns-tancia que alimentoacute la oposicioacuten de los propietarios insulares17
En cualquier caso las medidas propuestas se revelaban parciales ante la criacutetica de analistas calificados como Ramoacuten de Pasaroacuten y Lastra que censuraba la diver-sidad de impuestos existentes asiacute como la tendencia a incrementar las contribu-ciones seguacuten aumentaban las obligaciones presupuestarias sin que mediase crite-rio sistemaacutetico alguno El resultado seguacuten ese estudioso era la ausencia de la maacutes elemental equidad contributiva situacioacuten agravada por la existencia de algunos impuestos ndashcomo las alcabalasndash que dificultaban las transacciones mientras otros imponiacutean una enojosa presencia de funcionarios en entidades productivas con lo cual se manteniacutean abiertos espacios muy propicios a la corrupcioacuten En el mismo sentido se manifestaban Feacutelix Erenchun y otros comentaristas espantildeoles sin excluir altos funcionarios de la Hacienda como Mariano Torriente A esos criterios se sumaban los de Francisco Friacuteas ndashconde de Pozos Dulcesndash Miguel de Embil Calixto Bernal Joseacute Morales Lemus y otros autores cubanos cuyas criacuteticas por lo general no se circunscribiacutean a la problemaacutetica fiscal Los gobernadores designados en los antildeos sesenta en particular el general Serrano y su sucesor Domingo Dulce tratariacutean de atraerse a ese sector de reformistas cubanos mos-trando receptividad hacia sus propuestas e incluyeacutendoles en oacuterganos guberna-mentales recieacuten creados como el Consejo de Administracioacuten18
El punto culminante en el proceso de revisioacuten del reacutegimen fiscal lo constituyoacute la Junta de Informacioacuten sobre reformas en Cuba y Puerto Rico convocada en Madrid en 1865 por el ministro de Ultramar en la cual participaron 22 comisio-nados electos en las islas e igual nuacutemero de representantes designados por el gobierno Aunque la prioridad para las autoridades madrilentildeas era sin dudas la cuestioacuten fiscal ndashque significativamente fue tratada en el maacutes amplio marco de las
17 LE RIVEREND ob cit pp 428-430 18 Ramoacuten DE PASAROacuteN Y LASTRA La Isla de Cuba considerando econoacutemicamente Madrid
Imprenta de Ciprianos Loacutepez 1858 pp 81-90 Feacutelix ERENCHUN Anales de la Isla de Cuba La Habana 1855-1858 y Mariano TORRENTE Bosquejo econoacutemico-poliacutetico de la Isla de Cuba Madrid Imprenta Manuel Pita 1852 Francisco FRIacuteAS JACOTT La cuestioacuten de Cuba Pariacutes E Dentu 11859 Miguel DE EMBIL Proyecto de impuesto uacutenico para la Isla de Cuba La Habana Imprenta La Natilla 1868
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relaciones comercialesndash la conferencia no podiacutea obviar las inquietudes de los delgados coloniales sobre asuntos como la esclavitud y el reacutegimen de trabajo o la legislacioacuten especial siempre postergada que desde 1838 se habiacutea prometido para definir el estatus poliacutetico de las colonias La revisioacuten de este uacuteltimo asunto de serias implicaciones poliacuteticas se desplazoacute hacia las sesiones finales de la confe-rencia la cual comenzoacute sus labores atendiendo a los asuntos sociales y laborales En ese tema aunque no faltaron discrepancias terminoacute por imponerse el criterio favorable a una abolicioacuten gradual e indemnizada de la esclavitud Bastante maacutes abarcador fue el tratamiento de la problemaacutetica comercial y arancelaria con sus evidentes derivaciones fiscales sobre las cuales resultaron maacutes frecuentes las coincidencias entre los representantes de las colonias En el terreno comercial las opiniones convergieron hacia propuestas tales como la supresioacuten de los derechos de exportacioacuten la modificacioacuten del arancel en sentido reduccionista ndashmientras este no pudiese ser abolido para dar paso al libre cambio estimado como lo maacutes convenientendash la eliminacioacuten del derecho diferencial de bandera y de la protec-cioacuten de que disfrutaban las harinas espantildeolas la declaracioacuten de cabotaje al co-mercio entre la Peniacutensula y sus colonias asiacute como la firma de tratados comercia-les que favoreciesen las exportaciones coloniales Resulta obvio que la aplicacioacuten de tales reformas entrantildeaba una radical transformacioacuten del sistema tributario para lo cual se recomendaba el reemplazo de las cargas indirectas como las alca-balas el diezmo el derecho de consumo de ganados y los restantes ramos de las rentas terrestres asiacute como los derechos de exportacioacuten con un impuesto directo del 6 sobre la renta liacutequida proveniente de la riqueza ruacutestica pecuaria y urbana el cual se consideraba que podiacutea proporcionar a la Hacienda ingresos equivalen-tes a los que reportaban los gravaacutemenes abolidos y los aranceles a reducir
Un cambio de gabinete en el gobierno metropolitano condujo a la disolucioacuten de la Junta de Informacioacuten en abril de 1867 sin apenas dar tiempo a la conclusioacuten de sus trabajos ni haber sido recogidas debidamente sus propuestas De hecho auacuten no se habiacutea recibido formalmente la mocioacuten relativa a las cuestiones econoacutemicas cuando el 13 de febrero fue promulgado un Real Decreto contentivo de la reforma tributaria Dicha disposicioacuten suprimiacutea los derechos de exportacioacuten asiacute como cator-ce de los gravaacutemenes comprendidos en las rentas terrestres pero no todas estas ni el derecho diferencial de bandera Sin embargo lo maacutes sorprendente resultoacute ser el impuesto sobre la renta liacutequida encargado de sustituirlos que fue fijado en un 10 una proporcioacuten bastante superior a la recomendada para colmo a esto se antildeadiacutea un imprevisto tributo sobre las utilidades de las diversas actividades econoacutemicas Como cabe esperar la medida provocoacute una ardorosa impugnacioacuten por parte de los delegados insulares quienes pusieron de manifiesto que al elevarse al 10 el im-puesto sobre la renta liacutequida y modificarse la tributacioacuten sobre bienes muebles sin haberse rebajado los derechos arancelarios sobre las importaciones el fisco com-pensaba en exceso las recaudaciones de los gravaacutemenes suprimidos Aunque el
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reacutegimen fiscal se modernizaba ndashlas partidas del arancel se reagruparon en 161 por ejemplondash al quedar en vigor las trabas derechos diferenciales y demaacutes gabelas que pesaban sobre el comercio cubano y amalgamarse estas con los nuevos gravaacuteme-nes el sistema modificado continuaba siendo un engendro19
La medida fiscal tuvo fatales consecuencias poliacuteticas en tanto constituiacutea una demostracioacuten palmaria del fracaso de las propuestas reformistas Decepcionado de la posibilidad de dar soluciones a los problemas del paiacutes en el marco de la soberaniacutea espantildeola una parte del patriciado cubano ndashen particular propietarios de las haciendas menos productivas del centro y el oriente de la islandash decidioacute lanzarse a la lucha por la independencia a la cabeza de campesinos esclavos libe-rados y otros sectores de la sociedad insular La cruenta contienda se prolongariacutea casi una deacutecada cobrando numerosas vidas e incontables recursos Pero el impac-to de la guerra no se limitoacute a las devastaciones que esta ocasionara en la mitad oriental del paiacutes ndashque fue su principal escenariondash sino que empentildeada en sostener su dominacioacuten Espantildea envioacute a la isla enormes contingentes militares ndashhasta to-talizar cerca de 100000 soldadosndash cuyo armamento movilizacioacuten y avitualla-miento cargoacute a la Hacienda colonial
Desde los primeros momentos se hizo evidente que los gastos generados por el conflicto superaban la capacidad del presupuesto cubano a principios de 1869 se planteoacute la posibilidad de emitir un empreacutestito del Tesoro colonial aunque con la garantiacutea subsidiaria del metropolitano de manera que si sus obligaciones no fuesen satisfechas se cargariacutean a la deuda del Estado espantildeol El proyecto fue inmediatamente desechado por Madrid decidido a descargar sobre la colonia toda la responsabilidad financiera por los gastos que ocasionara la preservacioacuten de su dominio De tal suerte el maltrecho presupuesto cubano se vio obligado a soportar un peso abrumador muy superior a las posibilidades contributivas Se recurrioacute entonces a la foacutermula ya empleada de acudir a los fondos del Banco Espantildeol de La Habana institucioacuten que puso en circulacioacuten una emisioacuten de bille-tes por ocho millones de pesos entregados al gobierno insular en calidad de an-ticipo La operacioacuten habriacutea de repetirse en antildeos sucesivos hasta alcanzar un monto de 72 millones de pesos en billetes circulantes en 1874 cantidad que al no poderse absorber por el mercado ocasionoacute una incontenible depreciacioacuten que en ese mismo antildeo llegaba al 200
La Guerra de los Diez Antildeos habiacutea estallado en momentos en que el presupues-to cubano sufriacutea una sensible merma en sus ingresos como resultado de la fallida reforma fiscal de 1867 Como el impuesto del 10 sobre la renta liacutequida se fijoacute sin una apropiada base de caacutelculo su recaudacioacuten fue menor de la esperada a la vez
Reneacute GOacuteMEZ-CORTEacuteS en El Reacutegimen fiscal antes del inicio de la Guerra de los Diez Antildeos La Habana Selecta 1959 pp 81-96 recoge los elementos fundamentales del Real Decreto asiacute como de la impugnacioacuten que a este hiciese Joseacute Morales Lemus
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que el injusto repartimiento de su cupo generaba protestas tanto entre los pro-pietarios rurales como por parte de comerciantes e industriales Reducida primero a la mitad dicha contribucioacuten fue definitivamente suprimida en 1869 con la pretensioacuten ndashpor demaacutes imposiblendash de regresar al reacutegimen precedente con sus alcabalas diezmos y otros ramos muy difiacuteciles de recaudar La solucioacuten como cabiacutea esperar fue a buscarse por la viacutea arancelaria En 1870 se implantaba un nuevo arancel suscrito por el ministro Segismundo Moret que manteniacutea el repu-diado diferencial de bandera y restableciacutea los derechos de exportacioacuten Los adeu-dos establecidos sobre 614 partidas llegaban hasta un maacuteximo de 4625 ad va-lorem aunque resultaban maacutes bajos para los artiacuteculos de primera necesidad principalmente los nacionales gravados entre 1125 y 1250 asiacute como para para la maquinaria y ciertos insumos industriales20 Promulgado a tiacutetulo provisional el arancel Moret se mantendriacutea en vigor hasta 1892 Los crecientes gastos beacutelicos determinaron la creacioacuten de impuestos adicionales como el subsidio extraordina-rio de guerra que recargaba las importaciones y las contribuciones de la industria y el comercio en 1871 dicho tributo se hariacutea extensivo a las exportaciones y al antildeo siguiente gravariacutea la riqueza urbana ndashcon un 10ndash asiacute como las utilidades industriales y comerciales Como resultado de la avasalladora presioacuten fiscal a partir de 1873 las recaudaciones rondariacutean 55 millones de pesos cifra que casi duplicaba los mayores ingresos de la Hacienda cubana en la deacutecada de 185021
A pesar de todo las exacciones no resultaban suficientes para enfrentar los crecientes gastos por lo cual el gobierno colonial agotado ya el expediente de las emisiones monetarias del Banco Espantildeol tuvo que recurrir a otros procedimien-tos para nutrir su exhausta Hacienda Uno de ellos consistioacute en emitir 20 millones de pesos en bonos del Tesoro pero en el mercado de valores ni siquiera se consi-guioacute suscribir la mitad de dicha emisioacuten Se apeloacute entonces nuevamente al Banco asiacute como a grandes casas comerciales habaneras sin que el fisco pudiese superar su persistente agobio En 1876 restaurada la Monarquiacutea y maduraacutendose un su-premo esfuerzo militar para ahogar la insurreccioacuten cubana el gobierno metropo-litano concertoacute un empreacutestito con financieros de la Peniacutensula y de la isla por un monto fijado entre 15 y 25 millones de pesos cuya garantiacutea eran las rentas de aduana cubanas para cuya recaudacioacuten ndashy el manejo de la deuda emitidandash fue creado en Madrid el Banco Hispano Colonial Ya terminadas las hostilidades me-diante el Pacto del Zanjoacuten el embarque y licenciamiento de las tropas requirioacute de nuevos recursos por lo cual se emitieron laquoobligaciones de aduanasraquo por $ 25
20 Cuba Intendencia General de Hacienda Arancel de importacioacuten y exportacioacuten de los dere-chos que se pagan en las aduanas de la Isla de Cuba desde 1ordm de octubre de 1870 Habana1873
21 Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoLas Haciendas puacuteblicas de Cuba y Puerto Rico desde el grito de independencia hasta el final de la coloniaraquo en Ineacutes ROLDAacuteN (editora) Las haciendas puacuteblicas en el Caribe hispano durante el siglo XIX Madrid Consejo Superior de Investigaciones Cientiacuteficas 2008 pp 283-288
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millones de cuya negociacioacuten y servicio se encargoacute en principio el Banco Espantildeol pero que terminariacutean nutriendo la deuda con el Hispano Colonial El costo iacutentegro de la Guerra de los Diez Antildeos resulta muy difiacutecil de calcular pero al teacutermino de dicha conflagracioacuten sobre la Hacienda cubana pesaba una deuda cercana a los 100 millones de pesos cuyo servicio absorbiacutea maacutes de un tercio del presupuesto a consecuencia de ello con una tributacioacuten per caacutepita de 3580 pesos anuales la poblacioacuten de la isla sufriacutea una de las mayores presiones fiscales del planeta22
Para agravar las desdichas ese desenlace vino a coincidir con un desfavorable sesgo en las exportaciones cubanas pues a partir de 1873 el azuacutecar experimentoacute tanto en su precio como en sus voluacutemenes productivos un descenso de muy perjudicial impacto sobre las recaudaciones del fisco En su indisoluble matrimo-nio con el reacutegimen comercial la Hacienda colonial veriacutea como sus calamidades se entrelazaban con el pobre desenvolvimiento de la actividad mercantil
IV LA CRISIS TERMINAL
Durante el uacuteltimo tercio del siglo xIx las exportaciones cubanas acusan los efectos de la tendencia depresiva que experimenta en su conjunto la economiacutea internacional la cual tuvo una manifestacioacuten muy notable en el comercio azucare-ro gracias a la masiva concurrencia del azuacutecar de remolacha Iniciada en la Francia napoleoacutenica la elaboracioacuten de ese edulcorante se fue extendiendo a otras naciones europeas y en 1872 alcanzaba el milloacuten de toneladas diez antildeos despueacutes con una produccioacuten de 18 millones de toneladas la remolacha aventajaba por primera vez a la cantildea como productora mundial del dulce La enconada competencia entre los dos productos sacarinos tuvo un efecto desastroso sobre los precios que de un promedio de 49 centavos de doacutelar por libra en 1881 descendieron a 3 centavos en 1885 y hasta poco maacutes de dos centavos una deacutecada despueacutes23 Apoyada en un sistema de subsidios el azuacutecar de remolacha podiacutea exportarse a precios inferiores a su costo de produccioacuten ventaja competitiva que le posibilitoacute desplazar al azuacutecar cubano de los mercados europeos Consecuencia directa de ese infortunado sesgo fue la concentracioacuten de las ventas de la isla en los Estados Unidos poderoso vecino que en la deacutecada de 1880 adquiriacutea el grueso del azuacutecar producido en Cuba
El tabaco segunda de las exportaciones cubanas no corrioacute mejor suerte Su elaboracioacuten comenzoacute a desarrollarse en Alemania Holanda y otros paiacuteses como ya lo estaba en Estados Unidos fenoacutemeno al cual vino a sumarse la fabricacioacuten mecaacutenica de cigarrillos El retroceso del torcido no fue mayor por la reconocida
22 Dicho promedio ofrecido por Servando RUIZ GOacuteMEZ en su Examen criacutetico de los presu-puestos generales de gatos e ingresos de la Isla de Cuba para el antildeo 1878-19 Paris 1880 praacutectica-mente cuadruplicaba el per caacutepita contributivo peninsular que era de 9 19 pesos
23 Precio FOB en Hamburgo registrado por Willett amp Gray Roy G BLAKLEY The United States Beet Sugar Industry and the Tariff New York 1912 pp 212-213
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calidad de los habanos pero importantes segmentos del mercado se vieron inva-didos por puros que a menudo utilizaban la hoja cubana como materia prima
El deterioro de la posicioacuten comercial de Cuba sobrevino en un trance particu-larmente difiacutecil para la economiacutea insular La esclavitud sustento secular de la produccioacuten azucarera no solo era objeto de proscripcioacuten universal sino que tras la Guerra de los Diez Antildeos su abolicioacuten se habiacutea tornado inevitable en la propia isla En los antildeos 1880 el sector azucarero se vio asiacute enfrentado al doble desafiacuteo de adoptar un reacutegimen laboral basado en el trabajo libre y a la vez llevar a cabo una vasta transformacioacuten empresarial y tecnoloacutegica dotaacutendose de potentes uni-dades fabriles capaces de reducir costos y enfrentar la caiacuteda del precio Se trataba de un proceso sumamente complicado ndashen su fase inicial la produccioacuten del dulce descendioacute desde 768000 Tm en 1874 hasta poco maacutes 600000 toneladas en 1883ndash pues a las cuantiosas inversiones que suponiacutea adquirir el costoso uti-llaje industrial de un central azucarero se sumaban la restructuracioacuten del trabajo sobre bases salariales y la trasferencia de una parte sustancial del cultivo cantildeero a manos de cultivadores independientes ndashllamados colonosndash cambios de notable influencia en la formacioacuten del coste de produccioacuten24
La elevada demanda de capitales que entrantildeaba la transformacioacuten azucarera se presentaba en medio de un deplorable panorama financiero del cual el reacutegi-men tributario era factor descollante Elevadas progresivamente durante los diez antildeos de guerra en 1880 las contribuciones gravaban en un 30 de la renta liacutequi-da a las actividades econoacutemicas de la isla carga a la cual debiacutean sumarse impues-tos municipales y de consumo asiacute como los derechos de exportacioacuten Como re-sultado de ese conjunto de exacciones la industria azucarera aportaba al fisco maacutes de la cuarta parte de sus ingresos brutos situacioacuten que de manera maacutes o menos gravosa afectaba tambieacuten a los demaacutes renglones productivos del paiacutes
Envuelto en su labor pacificadora el capitaacuten general Arsenio Martiacutenez Campos estimoacute conveniente aliviar dicha situacioacuten y ademaacutes de eximir de con-tribuciones a las fincas arruinadas por la guerra en 1878 redujo en un 5 y un 10 respectivamente las contribuciones sobre la renta liacutequida y los derechos de ex-portacioacuten medidas a las cuales antildeadioacute la promesa de una revisioacuten arancelaria Al antildeo siguiente la designacioacuten del general Martiacutenez Campos como Presidente del Gobierno despertoacute las esperanzas de los contribuyentes cubanos expectativas que parecieron materializarse con la propuesta de fijar en 2 de la renta liacutequida la tributacioacuten de las fincas azucareras dentro del presupuesto de 1880-81 Sin embargo la caiacuteda de ese ministerio y su sustitucioacuten por otro presidido por Antonio Caacutenovas del Castillo produjo un vuelco en la orientacioacuten gubernamen-
24 Los datos de la produccioacuten de azuacutecar en Moreno FRAGINALS ob cit t III p 37 Para un anaacutelisis suscinto del proceso de centralizacioacuten Oscar ZANETTI Esplendor y decadencia del azuacutecar en las Antillas hispanas La Habana editorial de Ciencias Sociales 2012 pp 23-53
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tal Pretextando el estallido de una nueva insurreccioacuten en Cuba el presupuesto insular de 1880-81 ndashprimero aprobado por las Cortes madrilentildeasndash limitoacute la reba-ja de la contribucioacuten directa al 16 a la vez que desechoacute la tasa de 2 propuesta para las explotaciones azucareras que quedariacutea fijada en 10 Por antildeadidura lo que se anunciaba como la mayor concesioacuten una rebaja del 10 en los derechos de exportacioacuten resultoacute una simple treta pues dicha proporcioacuten se reimplantoacute de inmediato a tiacutetulo extraordinario aduciendo el incremento de los gastos milita-res Tanto el presupuesto de ingresos como el de gastos acusaban una reduccioacuten de 10 millones de pesos pero esta obedeciacutea mayormente a cambios en la conta-bilidad de la renta de loteriacuteas No obstante lo engantildeoso de tales manejos en cierto modo evidenciaba un reconocimiento de la necesidad de reducir la presioacuten tributaria a que se hallaban sometidos los habitantes de la colonia25
De los elevadiacutesimos gastos presupuestados la mitad respondiacutea a los capiacutetulos de Guerra y Marina mientras que otro 25 se destinaba al servicio de la deuda que por casi $ 130 millones pesaba sobre el Tesoro insular Para aliviar dichas obligaciones el gobierno de Caacutenovas negocioacute una reestructuracioacuten de la deuda con el Hispano-Colonial que permitioacute extender el plazo de amortizacioacuten y redujo su servicio en unos tres millones de pesos Paralelamente el afianzamiento de la paz en la isla dio paso a una reduccioacuten sustantiva de los gastos militares a pesar de lo cual el deacuteficit con que se saldaban los ejercicios presupuestarios se mantuvo invariable clara indicacioacuten de que el reacutegimen fiscal requeriacutea una revisioacuten a fondo El nuacutecleo del problema radicaba en el diferencial de bandera por cuya elimina-cioacuten se pronunciaba de manera unaacutenime la recieacuten electa representacioacuten insular en las Cortes la cual demandaba tambieacuten la desaparicioacuten del recargo implantado en 1880 la rebaja de derechos a las harinas extranjeras y la concertacioacuten de un tratado comercial con los Estados Unidos El ministro liberal Juan Francisco Camacho en el contexto de las reformas propuestas para la Hacienda metropo-litana en 1881 decidioacute resucitar el proyecto de declarar como cabotaje el comer-cio entre Espantildea y sus colonias sistema que una vez plenamente implantado supondriacutea la eliminacioacuten del diferencial de bandera El proyectado cabotaje que debiacutea coincidir con ciertas rebajas impositivas contaba con el decidido apoyo de la Unioacuten Constitucional el partido integrista que controlaba la representacioacuten cubana en Cortes pero suscitaba temores entre los trigueros castellanos y los industriales catalanes al igual que por parte de los azucareros andaluces y las compantildeiacuteas navieras grupos de intereacutes para cuya satisfaccioacuten se introdujeron ajustes y compensaciones a la ley de Relaciones Comerciales y sobre todo se extendioacute hasta diez antildeos el plazo para su plena aplicacioacuten
25 Las medidas de Martiacutenez Campos en Grupo Cubano de Investigaciones Econoacutemicas Un estudio sobre Cuba Miami University of Miami Press 1963 pp 100-101 Sobre el presupuesto de 1880-81 Presupuesto generales de gastos e ingresos de la Isla de Cuba para el antildeo econoacutemico de 1880-81 Madrid 1881 y J DE ELDUAYEN La Hacienda en Cuba Madrid 1880
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La entrada en vigor del nuevo reacutegimen comercial vino a coincidir con la seve-ra crisis de 1883-1884 que se abatioacute con fuerza sobre la economiacutea cubana en particular sobre su endeble sector financiero del cual solo sobreviviriacutean una pe-quentildea banca comercial y el Banco Espantildeol praacutecticamente reducido este a la condicioacuten de agente de la Hacienda Las agobiadas clases econoacutemicas de la isla reunidas entonces en una Junta Magna demandaron de Espantildea acelerar la im-plantacioacuten del cabotaje y eliminar los derechos de exportacioacuten asiacute como una reforma arancelaria que abaratase el costo de la vida la reduccioacuten de las cargas tributarias y la concertacioacuten de un tratado comercial con Estados Unidos Impuesto de la gravedad de la situacioacuten cubana Caacutenovas obtuvo de las Cortes una laquoley de autorizacionesraquo a tenor de la cual aplicoacute una rebaja sustancial a los derechos de exportacioacuten del azuacutecar ndashque debido al descenso de las cotizaciones habiacutean llegado a representar la mitad del precio de ese productondash a la vez que se facilitoacute su acceso al mercado espantildeol Las laquoautorizacionesraquo tambieacuten franquearon el paso a un acuerdo comercial con Estados Unidos medida considerada crucial dado que Cuba realizaba en ese mercado el 80 de sus exportaciones y adquiriacutea alliacute el 30 de los valores que importaba Su negociacioacuten se facilitaba pues la adopcioacuten del cabotaje en el intercambio hispano-cubano eliminaba de hecho el diferencial de bandera de modo que espantildeoles y norteamericanos pudieron lle-gar a un entendimiento que concretaron en un tratado de reciprocidad comercial Aunque dicho arreglo quedariacutea finalmente reducido a la condicioacuten de un modus vivendi debido a la oposicioacuten de sectores proteccionistas norteamericanos su adopcioacuten eliminoacute el trato discriminatorio de que eran objeto las mercaderiacuteas norteamericanas en Cuba y en correspondencia EE UU abolioacute el recargo de 10 que pesaba sobre las mercaderiacuteas antillanas medida que beneficioacute principalmen-te a la marina peninsular Para Cuba sobre todo se alejaba la posibilidad de futu-ras represalias los beneficios que el acuerdo podiacutea reportar a las importaciones en la praacutectica se limitaron a las harinas pues la reduccioacuten de la diferencia aran-celaria respecto al trigo castellano facilitoacute la entrada de su homoacutelogo estadouni-dense ocasionando una sustancial rebaja de precios26
La Hacienda puacuteblica insular cuya estructura habiacutea experimentado una tar-diacutea reorganizacioacuten para adaptarse a la divisioacuten poliacutetico-administrativa de la isla en seis provincias padeciacutea de un grave desequilibrio27 Tanto las reducciones
26 Oscar ZANETTI Comercio y poder Relaciones cubano-hispano-norteamericanas en torno a 1898 La Habana Casa de las Ameacutericas 1998 pp 103-140
27 En virtud de un Real Decreto promulgado en 1884 se suprimieron las Subintendencias de Hacienda que fueron sustituidas por Administraciones Principales de la Hacienda en cada una de las seis provincias en que habiacutea quedado dividida la isla en 1878 A dichas dependencias se subor-dinaron las administraciones de aduanas y partidos asiacute como las colecturiacuteas de rentas de cada territorio Real Decreto de 8 de mayo de 1884 creando las Administraciones Principales de Hacienda de la Isla de Cuba y reglamentacioacuten para el reacutegimen de las mismas Habana Imprenta del Gobierno y Capitaniacutea General 1884
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tributarias impuestas por la crisis como el acuerdo comercial con Estados Unidos y la progresiva aplicacioacuten del cabotaje presionaban sobre los ingresos hasta el punto que el ejercicio fiscal de 1884-85 se saldoacute con un deacuteficit del 26 cubierto mediante una ampliacioacuten de la deuda flotante Aunque se habiacutea hecho un esfuerzo por controlar el gasto disminuyendo las partidas de Guerra y Marina hasta casi un tercio respecto a su monto en 1879 y se liberoacute a la Hacienda cubana de cargas que no le correspondiacutean como el sostenimiento de la colonia africana de Fernando Poo las obligaciones derivadas de la Deuda consumiacutean maacutes del 40 del gasto presupuestado y resultaban insostenibles Para encontrar salida a dicha situacioacuten en 1886 se decidioacute reconvertir la deuda mediante una emisioacuten de 124 millones de pesos en billetes hipotecarios parte de los cuales se destinariacutean a satisfacer los $ 17 millones de la deuda flotante que se habiacutea acumulado por efecto de los deacuteficits presupuestarios mientras que el resto permitiriacutea convertir las obligaciones existentes y extender su plazo de amortizacioacuten Al propiciar cierta reduccioacuten del gasto puacuteblico dicha medida contribuyoacute a equilibrar el presupuesto hacia finales de la deacutecada de 1880 por maacutes que esa estabilizacioacuten se revelariacutea transitoria ante las persistentes dificul-tades del fisco colonial
CUADRO 1 Cuba Ingresos gastos y saldo de los presupuestos ejecutados (En miles de pesos)
Antildeo Ingresos Gastos Saldo
1882-1883 27 555 35 378 -7 822
1883-1884 23 462 33 715 -4 253
1884-1885 25 384 31 918 -6 534
1885-1886 31 870 35 609 -3 738
1886-1887 22 762 26 628 -3 866
1887-1888 20 126 25 264 -5 137
1888-1889 23 925 23 933 -7
1889-1890 24 656 23 782 873
1890-1891 25 190 24 650 539
1891-1892 20 752 25 803 -5 051
1892-1893 20 068 24 925 -4 857
1893-1894 20 686 26 155 5 469
1894-1895 23 386 26 202 2 815
1895-1896 18 523 26 747 -8 223
Ineacutes ROLDAacuteN DE MONTAUD laquoLa Hacienda cubana en el periacuteodo de entreguerras 1878-1895raquo en Pedro TEDDE (editor) Economiacutea y colonias en la Espantildea del 98 Madrid Editorial Siacutentesis 1999 p 140
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Una de las dimensiones maacutes visibles del problema eran las rentas de aduana que durante la deacutecada de 1880 se redujeron hasta un 50 afectadas sobre todo por los ajustes comerciales ndashprincipalmente el cabotajendash aunque tambieacuten debido al contrabando y otras praacutecticas corruptas situacioacuten esta uacuteltima que en 1887 obligoacute al Gobernador General a decretar la intervencioacuten temporal de dichas de-pendencias para asegurar sus recaudaciones El reacutegimen de cabotaje reportaba indudables beneficios a las importaciones de procedencia espantildeola en Cuba cuyo valor total asciende en torno a 30 entre 1885 y 1890 tendencia maacutes visible auacuten en la evolucioacuten de ciertos renglones como los textiles que en ese mismo lapso quintuplican su valor En contrapartida las exportaciones cubanas en la Peniacutensula acusan un incremento en valor de poco maacutes de un milloacuten de pesos a lo largo de los antildeos 80 sobre todo por el incremento de las ventas de azuacutecar Ese traacutefico se habiacutea reanimado gracias a ciertos beneficios otorgados bajo la ley de autorizacio-nes en 1884 pero tras alcanzar las 40000 toneladas se atascariacutea estancamiento que tambieacuten padeciacutean las ventas de tabaco Si el cabotaje no habiacutea impulsado las ventas a la metroacutepoli en la medida esperada su efecto sobre el costo de la vida en la isla tampoco colmoacute las expectativas pues al mantenerse muy elevados los aranceles que gravaban a los productos extranjeros el precio de sus homoacutelogos espantildeoles tendioacute a fijarse sobre esos valores de modo que el diferencial operaba a favor del exportador peninsular y no del consumidor cubano28 Los resultados del cabotaje se apreciaban desfavorables hasta por parte de quienes habiacutea sido sus maacutes ardorosos defensores en Cuba donde dicho reacutegimen era objeto de fre-cuentes y aacutesperas criacuteticas alentadas ademaacutes por la latente tendencia de la metroacute-poli a compensar las peacuterdidas en los ingresos aduanales mediante recargos contribuciones directas y otras medidas tributarias29
La actitud metropolitana se tornoacute maacutes peligrosa al acercarse la plena aplicacioacuten del cabotaje circunstancia en la cual trascendioacute que el ministro de Ultramar estu-diaba un nuevo arancel para Cuba El proyectado instrumento fiscal que se aspira-ba poner en vigor en 1891 introduciacutea sustanciales ndashy negativasndash modificaciones a las tarifas vigentes Enviado a las corporaciones econoacutemicas de la isla sin apenas tiempo para que estas emitieran sus opiniones las protestas no se hicieron esperar agudizadas por el recargo de 20 sobre las tarifas aduanales y un nuevo impuesto industrial que fueron incluidos en el presupuesto de 1890-91 con el propoacutesito de
28 El caso extremo de ese perverso mecanismo lo presentan las harinas pues a menudo se importaban en la Peniacutensula harinas norteamericanas que luego eran exportadas a Cuba con buen margen de ganancia Sobre la crisis del cabotaje Joseacute A PIQUERAS Cuba emporio y colonia La disputa de un mercado interferido Madrid Fondo de Cultura Econoacutemica 2003 pp 151-155
29 Evidencias de esas criacuteticas en Sociedad de Estudios Econoacutemicos de La Habana Exposicioacuten dirigida al Excmo Sr Presidente del Consejo de Ministros acerca de las relaciones comerciales de la Isla de Cuba La Habana 1888 y Caacutemara Oficial de Comercio Industria y Navegacioacuten de La Habana Informe sobre una exposicioacuten de la Sociedad de Estudios Econoacutemicos sobre el comercio con la metroacutepoli La Habana 1889
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evitar otro inminente deacuteficit presupuestario Tal era el clima prevaleciente en la isla cuando se conocioacute la promulgacioacuten del llamado arancel McKinley en los Estados Unidos Pese a su espiacuteritu marcadamente proteccionista la nueva tarifa aduanera otorgaba franquicias a diversas materias primas entre ellas el azuacutecar crudo pero a condicioacuten de que los socios comerciales brindasen ventajas similares a las mercan-ciacuteas norteamericanas mediante la firma de tratados de reciprocidad La posibilidad de que el dulce cubano se viese excluido de su principal ndashy casi uacutenicondash mercado era cierta salvo que Espantildea se aviniese a concertar un acuerdo comercial con Washington Las corporaciones insulares se agruparon entonces en un poderoso laquomovimiento econoacutemicoraquo que por encima de las tradicionales diferencias poliacuteticas entre integristas y autonomistas exigioacute a la metroacutepoli no solo la concertacioacuten de un tratado con EE UU sino otras medidas de alivio para la economiacutea cubana entre las que figuraba la abolicioacuten del reacutegimen de cabotaje El peligroso sesgo poliacute-tico que tomoacute ese movimiento indujo a Caacutenovas ndashnuevamente al frente del gobier-no en Madridndash a negociar el tratado quizaacutes la menos costosa de las demandas planteadas en Cuba pasando asiacute por alto las objeciones del Fomento del Trabajo Nacional de Cataluntildea y otros grupos proteccionistas peninsulares30
En quiebra la foacutermula del cabotaje y establecida la reciprocidad con los nor-teamericanos las bases tradicionales del reacutegimen de comercio colonial y de su correlato fiscal se vieron profundamente trastornadas Bajo las condiciones acordadas con los Estados Unidos el intercambio entre Cuba y ese paiacutes se incre-mentoacute un 35 entre 1891 y 1893 rozando en ese uacuteltimo antildeo los 100 millones de doacutelares Respecto a la exportacioacuten dicho avance se habiacutea concretado casi exclu-sivamente en el azuacutecar cuya produccioacuten sobrepasoacute el milloacuten de toneladas con-centraacutendose el 90 de sus ventas en el mercado norteamericano Entre las im-portaciones cubanas las mercaderiacuteas estadounidenses registraron igualmente un ascenso ndash25ndash pero salvo en el rubro de las harinas donde el cereal peninsular su vio praacutecticamente desplazado por su homoacutelogo nortentildeo en los demaacutes renglo-nes dicho progreso se efectuoacute a costa de terceros paiacuteses sin que la posicioacuten de los productos espantildeoles resultase sensiblemente afectada Aunque desde el pun-to de vista fiscal el crecimiento del comercio cubano representaba un beneficio este no alcanzoacute a compensar las peacuterdidas ocasionadas por las rebajas arancelarias derivadas del reacutegimen de reciprocidad que ya en 1892 provocan una caiacuteda de 45 millones de pesos en las recaudaciones aduaneras disparando el deacuteficit de la Hacienda cubana en dicho ejercicio hasta un 24
Urgido de recuperar el equilibrio fiscal el nuevo ministro de Ultramar Francisco Romero Robledo impuso una serie de nuevos tributos recargos sobre las importaciones y sobre algunos impuestos directos como la contribucioacuten in-dustrial ndashrecargada en 10ndash o la produccioacuten azucarera gravada segun sus calida-
30 ZANETTI Comercio y poderhellip ed cit pp 157-206
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des a razoacuten de 10 y 5 centavos por 100 kg El colofoacuten de dicha poliacutetica fue la promulgacioacuten de un nuevo arancel que comenzoacute a regir en julio de 1892 Compuesto por 417 partidas el instrumento aduanal contaba solo con dos colum-nas una general y otra para los paiacuteses con los cuales existiesen arreglos comercia-les pues las mercaderiacuteas espantildeolas ratificando la plena vigencia del sistema de cabotaje continuariacutean entrando libres de derechos Gracias a la conjugacioacuten del arancel con el tratado de reciprocidad Cuba se transformoacute en una suerte de mer-cado compartido entre Espantildea y Estados Unidos con visible perjuicio para el consumidor cubano pues como apuntaban los criacuteticos la ventaja de los productos norteamericanos en aquellos rubros en que no concurriacutean mercanciacuteas peninsula-res era de tal magnitud que sus proveedores elevaron sus precios hasta acercarse a los procedentes de paiacuteses que pagaban derechos plenos31
En 1894 la adopcioacuten de la tarifa Wilson en Estados Unidos dejoacute sin efecto el reacutegimen de la reciprocidad acontecimiento que vino a encarecer las importacio-nes cubanas al quedar las mercaderiacuteas nortentildeas sujetas a la columna maacutes eleva-da del arancel implantado dos antildeos atraacutes Afectados por una crisis desde 1893 los productores de la isla habiacutean estado pendientes de la revisioacuten de ese instru-mento aduanal prometida por el ministro Antonio Maura dentro de un amplio paquete de reformas pero esas medidas quedaron en suspenso ndashy en la praacutectica desechadasndash tras la renuncia del poliacutetico liberal a la cartera de Ultramar Redoblaron entonces en la isla las criacuteticas contra el sistema de cabotaje que des-equilibraba el presupuesto a la vez que se exigiacutea la eliminacioacuten de los gravaacuteme-nes aplicados a la fabricacioacuten de azuacutecar y tabaco con que se pretendiacutea nivelarlo Para calmar los aacutenimos las corporaciones insulares fueron convocadas a una reu-nioacuten informativa en Madrid en la cual se decidioacute crear una Comisioacuten Arancelaria Antillana integrada por senadores y diputados de Cuba y Puerto Rico asiacute como por representantes de las corporaciones de ambas islas y de la Peniacutensula Como los trabajos de la comisioacuten habriacutean de prolongarse en lo inmediato se decidioacute suprimir el impuesto sobre la fabricacioacuten de azuacutecar y rebajar otro que pesaba sobre su estiba aunque como contrapartida se establecioacute un impuesto sobre ali-mentos y bebidas que encareciacutea el consumo y se aumentoacute el derecho transitorio de 10 que gravaba las importaciones reafirmaacutendose la propensioacuten a la tributa-cioacuten indirecta32
31 Veacutease la Exposicioacuten a las Cortes presentada por la Liga de Comerciantes Industriales y Agricultores de la Isla de Cuba (La Habana 1894) representada por Laureano Rodriacuteguez asiacute como el maacutes amplio anaacutelisis que sobre las relaciones mercantiles y el problema fiscal expuso Emilio Terry en el marco de las conferencias pronunciadas por varias personalidades de Cuba en el Ateneo de Madrid en enero de 1895 publicadas bajo el tiacutetulo El problema colonial contemporaacuteneo por la Universidad de Oviedo (Oviedo 1998)
32 Esa comisioacuten seria escenario de una nueva ronda de enfrentamientos entre las corporacio-nes insulares y los intereses proteccionistas de la Peniacutensula encabezados en esa ocasioacuten por los
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En la primavera de 1895 cuando la Comisioacuten inicioacute sus trabajos en Cuba ya habiacutea estallado la insurreccioacuten independentista organizada por Joseacute Martiacute factor que habriacutea de alterar profundamente tanto el movimiento comercial como la si-tuacioacuten fiscal de la isla Las exportaciones cubanas que en 1895 totalizaban 614 millones de pesos dos antildeos despueacutes se habiacutean reducido apenas a $ 22 millones pues el Ejeacutercito Libertador que en esta ocasioacuten consiguioacute llevar la guerra de un extremo a otro de la isla aplicaba una poliacutetica de destruccioacuten sistemaacutetica del aparato productivo para impedir que Espantildea dispusiese de sus recursos Enfrentado a una contienda con elevadiacutesimas exigencias humanas y financieras el Estado espantildeol evitoacute adoptar cualquier medida que redujese sus ingresos de manera que tanto el nuevo arancel elaborado por la Comisioacuten Antillana como otras modificaciones contempladas en el reacutegimen colonial vieron aplazadas sine die su aplicacioacuten
Apenas iniciado el conflicto las Cortes aprobaron un creacutedito ilimitado con cargo al presupuesto cubano para sostener el esfuerzo militar pero los medios financieros disponibles eran soacutelo los billetes hipotecarios remanentes de la uacutelti-ma conversioacuten de la Deuda dispuesta en 1890 recursos que muy pronto se ago-taron Al igual que en la guerra anterior se apeloacute entonces a emisiones del Banco Espantildeol pero este no disponiacutea de creacutedito y aunque la maacutes cuantiosa de esas emisiones ndash$ 20 millones en 1896ndash se garantizoacute con un gravamen del 5 sobre las mercanciacuteas importadas a los pocos meses los billetes ya circulaban con un 50 de depreciacioacuten Los ingresos de la Hacienda cubana calculados en 236 millones de pesos en el presupuesto de 1894-95 dos antildeos despueacutes se habiacutean reducido en un tercio contraccioacuten determinada en buena medida por las recau-daciones aduaneras que en dicho lapso disminuyeron de $ 131 millones a $ 96 millones A mediados de 1897 se promulgoacute un nuevo arancel concebido con evidente propoacutesito exactor el cual durante unos meses parecioacute cumplir su come-tido pero no tardoacute en perder efectividad33
Espantildea se vio asiacute obligada a costear la guerra colonial con cargo al Tesoro de la Peniacutensula Las posibilidades de financiacioacuten a partir de tributos sobre la pobla-cioacuten peninsular eran tan limitadas como desaconsejables de modo que solo se aplicaron algunos recargos a impuestos ya existentes Las emisiones de moneda fiduciaria por parte del Banco de Espantildea materializadas principalmente en el en-viacuteo de fuertes cantidades de metaacutelico hacia Cuba se utilizaron con igual pruden-cia El mayor caudal se obtuvo por viacutea de los empreacutestitos de los cuales el primero ndashpor 400 millones de pesetasndash se lanzoacute en 1896 con cargo a las rentas de aduana a este seguiriacutean otros valores emitidos con la misma garantiacutea asiacute como con la del
industriales vascos al frente de la poderosa Liga Nacional de Productores Un resumen de los tra-bajos y dictaacutemenes de la Comisioacuten en El Trabajo Nacional no 114 15 de octubre de 1895
ROLDAacuteN DE MONTAUD Las haciendas puacuteblicas en el Caribe hispanohelliped cit pp 324-325 33
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Tesoro de Filipinas De tal suerte los flujos financieros entre Cuba y Espantildea que tradicionalmente habiacutean transitado de la colonia a la metroacutepoli cuando finalizaba la dominacioacuten hispana en la isla tomaron el rumbo inverso34
Esa transferencia se tornoacute definitiva con la intervencioacuten de Estados Unidos en la guerra la cual condujo a la pronta capitulacioacuten de la exhausta metroacutepoli Al pactar la paz con la potencia interventora la representacioacuten de Espantildea intentoacute que la futura repuacuteblica de Cuba asumiese la pesada deuda del Tesoro colonial con garantiacutea norteamericana pretensioacuten rechazada de plano por Washington En maacutes de un sentido para bien y para mal el nuevo Estado cubano seriacutea heredero de cinco siglos de administracioacuten espantildeola pero no asistiacutea justicia alguna al in-tento de hacerle nacer con la deformacioacuten congeacutenita de una onerosa deuda
34 Para un anaacutelisis de conjunto Jordi MALUQUER DE MOTES Espantildea en la crisis de 1898 Barcelona Peniacutensula 1999 caps 4 y 5
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7 LAS EacuteLITES DE CUBA EN UN SIGLO HISTOacuteRICO (1780-1886)
MARIacuteA DEL CARMEN BARCIA ZEQUEIRA
Casa de Altos Estudios D Fernando Ortiz Facultad de Filosofiacutea Historia y Sociologiacutea
Universidad de La Habana
Estudiar las eacutelites de la sociedad cubana en el siglo XIX implica abordar una serie de cuestiones factuales y metodoloacutegicas destinadas a facilitarnos su mejor comprensioacuten Tiempo y espacio son dos categoriacuteas esenciales para el anaacutelisis histoacuterico tambieacuten lo son la estructura social el sujeto histoacuterico y algunas inci-dencias poliacuteticas como la condicioacuten colonial de Cuba y la situacioacuten internacional que afectoacute al mundo atlaacutentico durante los siglos XVIII y XIX
Si empezamos por el tiempo en su dimensioacuten secular es necesario compren-der que entre los siglos histoacutericos y los cronoloacutegicos hay una especie de desfasa-je temporal porque los cambios en los problemas y dinaacutemicas que caracterizan a una eacutepoca comienzan por lo general antes de que el calendario reconozca la nueva centuria Esta manera de apreciar la periodizacioacuten de la historia no es nueva la usoacute Wallersetein para el siglo XVI1 y Hobsbawm tanto para el siglo XIX
como para el XX2 En el caso de Cuba el siglo XIX inicia sus proyecciones en los antildeos ochenta del siglo XVIII ya que en ese momento se evidencia una nueva pro-blemaacutetica resultado de cambios en la estructura econoacutemica y social de la Isla y de las transformaciones que teniacutean lugar en el mundo atlaacutentico ese proceso concluye a finales de los antildeos ochenta del siglo XIX
1 Para Inmanuel WALLERSTEIN el siglo XVI comienza en 1492 y se extiende hasta 1590 tesis que aparece en su libro El moderno sistema mundial Siglo XXI Meacutexico 1984
2 Eric Hobsbawm sostiene que el siglo XIX cuyo inicio habiacutea situado en 1789 se alarga hasta 1914 Ver La era de la Revolucioacuten (1789-1848) editorial Criacutetica 1971 y La era del imperio (1875-1914) editorial Criacutetica 1998
Mariacutea del Carmen Barc ia Zequeira
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Las cuestiones metodoloacutegicas tienen que ver con la utilizacioacuten de conceptos y desde luego con el origen de estos Para un anaacutelisis histoacuterico teacuterminos como clases sociales eacutelites grupos de poder de presioacuten o incluso de intereacutes son im-prescindibles pero tambieacuten diversos y se entrelazan razoacuten por la cual vale la pena que cada uno ocupe el lugar que le corresponde maacutes cuando son conceptos elaborados desde la sociologiacutea
Posiblemente el maacutes antiguo y geneacuterico de estos sea el de clases sociales al-gunos atribuyen su introduccioacuten a Marx3 quien establecioacute que su base era es-tructural y que se vinculaba esencialmente a la posesioacuten de los medios de pro-duccioacuten aunque es bueno recordar que tambieacuten estimoacute que sus integrantes se diferenciaban laquopor su modo de vivir por sus intereses y por su cultura de otras clases y cuando las oponen a eacutestas de un modo hostil aquellas forman una claseraquo4 Esta uacuteltima idea menos desarrollada en sus escritos resultoacute opacada por el marcado caraacutecter econoacutemico que atribuyoacute a la manera en que se relacionaban las clases sociales
Max Weber por su parte no obvia como algunos socioacutelogos expresan la definicioacuten de Marx aunque la considera excesivamente determinista por descar-tar la accioacuten del sujeto5 imprescindible para todo anaacutelisis socio-cultural
Pierre Bordieu desde una perspectiva maacutes actualizada retomoacute las posiciones expuestas por Marx Weber y tambieacuten por Raymond Aron al exponer que una clase social soacutelo tiene existencia real si conforma un grupo con iniciativa de accioacuten conjunta movilizado para la lucha con auto-conciencia organizacioacuten propia aparato y portavoz y que en tanto eso no suceda soacutelo tendraacute un caraacutecter potencial Insiste en que la clase social debe ser pensada como una laquoconstruc-cioacuten teoacuterica bien fundamentada en la realidadraquo6 lo cual implica una multiplici-dad de diferencias que superan su cualificacioacuten econoacutemica Como puede apre-ciarse nada de esto es esencialmente novedoso con respecto a los presupuestos anteriores
3 En su carta a J Weydemeyer del 5 de marzo de 1852 Marx aclara que el concepto no era suyo y que habiacutea sido usado con anterioridad por laquoalgunos historiadores burguesesraquo y que el solo habiacutea aportado su vinculacioacuten a etapas del desarrollo histoacuterico Ver MARX Karl y ENGELS Federico Obras Escogidas tomo I editorial Progreso 1974 p 542 wwwarchivochilecomIdeas Autoresengelsfengelsde00029pdf
4 Ver Ibidem p 443 5 Weber consideraba que la clase respondiacutea a laquotodo grupo humano que se encuentre en igual
situacioacutenraquo Consideraba como clases sociales a 4 grupos el proletariado la pequentildea burguesiacutea la intelligentsia sin propiedad y los expertos profesionales y finalmente a los propietarios y privile-giados por la educacioacuten En su anaacutelisis teniacutea en cuenta la movilidad social entre estos estamentos tambieacuten el modo de vida la educacioacuten y el prestigio hereditario o profesional Ver WEBER Max Economiacutea y Sociedad tomo I La Habana editorial de Ciencias Sociales 1972 pp 244-246
6 BORDIEU Pierre laquoEspacio social y geacutenesis de las clasesraquo en Sociologiacutea y cultura editorial Grijalbo Meacutexico 1990 pp 283-284
Las eacutel i tes de Cuba en un siglo histoacuterico (1780-1886)
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Cabe destacar que solo se trata de tres perspectivas sobre la definicioacuten de una categoriacutea pero a nuestro modo de ver estas son paradigmaacuteticas y se adecuan unas a otras en tanto resumen avalan y enriquecen los presupuestos metodoloacute-gicos en funcioacuten del anaacutelisis histoacuterico ya que en toda sociedad existen clases sociales diferentes antagoacutenicas o complementarias cuyas formas de vida y de reproduccioacuten se reflejan a traveacutes de la cultura que las sustenta y que desde luego son reales y complejas Pero entre la clase y la eacutelite hay niveles sustanciales que tienen que ver con la calidad la representatividad las diferencias y la manera en que se organizan los sujetos que las integran
I UN UacuteTIL PAREacuteNTESIS METODOLOacuteGICO SOBRE LAS EacuteLITES
iquestCoacutemo aplicar un concepto esencialmente socioloacutegico a la historia de un paiacutes colonial El concepto de eacutelites fue inicialmente elaborado para el siglo XX por pensadores de la talla de Vilfredo Pareto7 Gaetano Mosca8 y Robert Michels9 calificados por Burhman como laquoMaquiavelistasraquo10
Para el primero cuyo concepto estaacute maacutes vinculado a una percepcioacuten de las clases sociales en su conjunto la eacutelite estaacute compuesta por todos aquellos que manifiestan unas cualidades excepcionales o que dan pruebas de aptitudes emi-nentes en su dominio propio o en una actividad cualquiera Por esta causa la in-tegran los miembros laquosuperioresraquo de una sociedad aquellos que por sus cualida-des eminentes disfrutan de prestigio y de poder A la luz de esta nocioacuten es preciso apreciar su teoriacutea de la laquocirculacioacuten de las eacutelitesraquo seguacuten la cual esta per-tenencia no es hereditaria ya que se produce una incesante sustitucioacuten de eacutelites antiguas por otras nuevas cuestioacuten que asegura la movilidad ascendente de los mejores y el equilibrio del sistema social En ese contexto cabe destacar que Pareto hace una uacutetil distincioacuten entre la laquoeacutelite no gobernanteraquo y la laquoeacutelite gober-nanteraquo caracterizando a esta uacuteltima como aquella que ejerce el control efectivo del poder
Mosca por su parte limita las eacutelites al espacio poliacutetico ya que en su concep-cioacuten estaacuten integradas por una minoriacutea que detenta el poder y se consolida en eacutel al estar dotada de poderosos medios econoacutemicos Se caracteriza antildeade por su influencia cultural sobre una mayoriacutea que refiere como mal organizada Estaacute in-
7 PARETO Vilfredo FARINA Giulio (editor) ABBOTT Elisabeth (contributor) Compendium of General Sociology University of Minnesota Press1980
8 MOSCA Gaetano La clase poliacutetica Meacutexico Fondo de Cultura Econoacutemica 1984 9 MICHELS Robert Los partidos poliacuteticos Un estudio socioloacutegico de las tendencias oligaacuterqui-
cas de la democracia moderna 1911 10 En 1943 James Burnham afiliado a la tendencia trotskista consideraba que la historia la
haciacutean las eacutelites y no las masas y definioacute a Vifredo Pareto Gaetano Mosca Robert Michels y Georges Sorel como laquolos maquiavelistasraquo Ver BURNHAM James Los maquiavelistas defensores de la libertad Buenos Aires Emeceacute 1953
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tegrada por un nuacutemero reducido de personas o de familias que desempentildean funciones de liderazgo Desde el punto de vista poliacutetico es uniacutevoca Considera que estos elementos definen su papel histoacuterico
La diferencia esencial entre ambos usos del concepto radica en que en tanto para Pareto sus integrantes son personas de diversas clases sociales que llegan a la cumbre por ser las mejores para Mosca ese ascenso al poder estaacute mediati-zado por el origen social y la educacioacuten cuestioacuten que influiriacutea desde luego en su relevo
Por otra parte los presupuestos de Robert Michels se circunscriben a la emer-gencia del liderazgo a la psicologiacutea del poder y a las tendencias oligaacuterquicas cuestioacuten que se expresa en su laquoley de hierro de la oligarquiacutearaquo concepto con el que expresa la organizacioacuten que este grupo precisa para poder actuar en todas las esferas de la vida puacuteblica poliacutetica y social11
La eacutelites responden a minoriacuteas organizadas que pretenden ajustar a sus inte-reses las condiciones especiacuteficas de la eacutepoca en que se desenvuelven en virtud de sus propias ideas acerca de estas reglas12 Desde luego que no dictan el curso de la historia pero siacute tratan de inclinar su devenir en beneficio de una clase social a la cual pertenecen y representan13
Al margen de la utilidad que puede tener el uso de estos conceptos por mira-das diversas y presupuestos diferentes estimamos que el elaborado por Pareto se adapta maacutes coherentemente a los presupuestos histoacutericos que se abordaran Consideramos ademaacutes que para apreciar el papel de las eacutelites resultan imprescin-dibles otros conceptos baacutesicos tambieacuten socioloacutegicos como los de laquogrupos de poderraquo laquogrupos de presioacutenraquo o laquogrupos de intereacutesraquo14 que permiten garantizar una adecuada percepcioacuten de la organizacioacuten civil de los grupos sociales porque
11 Seguacuten Michels los grandes conglomerados humanos necesitan de una determinada estruc-tura organizativa para poder actuar en todas las esferas de la vida puacuteblica poliacutetica o social Esta organizacioacuten de la oligarquiacutea (ley de hierro) es la que da origen a la dominacioacuten de los elegidos sobre los electores de los mandatarios sobre los mandantes de los delegados sobre los delegantes
12 POLANYI K La Gran Transformacioacuten los oriacutegenes poliacuteticos y econoacutemicos de nuestro tiem-po Meacutexico Fondo de Cultura Econoacutemica 2003 pp 194 y 196
13 Juan Bosco Amores Carredano en un interesante artiacuteculo titulado laquoLas eacutelites cubanas y la estrategia imperial borboacutenica en la segunda mitad del siglo XVIIIraquo enfrenta la tesis proyectada por buena parte de la historiografiacutea cubana sobre el predominio de sus intereses subrayando la tras-cendencia e influencia de la poliacutetica trazada por la Metroacutepoli Un anaacutelisis desprejuiciado desde ambas historiografiacuteas debe tambieacuten tener en cuenta la coincidencia de intereses entre unos y otros las relaciones sociales ndashen muchos casos familiaresndash establecidas entre las eacutelites criollas y las peninsulares por calificarlas de una manera muy geneacuterica Entre ambos grupos existiacutean intereses econoacutemicos coincidentes que influiacutean necesariamente en sus proyecciones poliacuteticas En realidad lo que se produce es una especie de pacto colonial propio de la etapa manufacturera del capitalismo
14 Los grupos de poder integran a individuos con intereses econoacutemicos sociales y poliacuteticos similares que detentan en un momento determinado posiciones de mando y control y utilizan sus prerrogativas para desarrollar a traveacutes de la adopcioacuten de medidas concretas una poliacutetica favorable a sus intereses
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de acuerdo al concepto de Pareto las eacutelites pueden formar parte de estas tres maneras de organizarse
II BASES PREPARATORIAS DEL SIGLO XVI A LA PRIMERA MITAD DEL XVIII
El espacio escogido es la sociedad colonial de Cuba en un tiempo secular que se inicia en los antildeos ochenta del siglo XVIII y se prolonga hasta finales de los ochenta en el siglo XIX Este intersticio temporal tiene desde luego sus antece-dentes en la etapa que lo precede porque precisamente en ese tiempo histoacuterico se consolidaron las bases socioeconoacutemicas que sirvieron de sosteacuten a la sociedad insular
Cuando de anaacutelisis clasista se trata hay que tener en cuenta que en esos antildeos la tierra fue el mayor valor ndashmedio de produccioacuten fundamentalndash de la sociedad criolla primero y cubana despueacutes de ahiacute que su posesioacuten definiera muchas cosas en primer lugar el nivel econoacutemico de los propietarios luego su prestigio social y consecuentemente la clase a la cual perteneciacutean
Desde el siglo XVI hasta el XVIII la gran propiedad territorial de la Isla de Cuba descansoacute en los hatos los corrales y las estancias los primeros se dedicaban a la criacutea extensiva de ganado vacuno los segundos al de cerda y las terceras a la pro-duccioacuten en pequentildea escala con vistas al abastecimiento de las ciudades15
En sus inicio la vida colonial fue maacutes intensa en el oriente de la Isla Santiago de Cuba era su nuacutecleo poliacutetico y comercial16 y San Salvador de Bayamo el lugar donde se fundiacutea el oro y se contrabandeaban todo tipo de mercanciacuteas17 pero paulatinamente esa situacioacuten comenzoacute a variar cuando en los antildeos sesenta del siglo XVI18 la monarquiacutea espantildeola establecioacute un sistema de flotas destinado a trasladar las riquezas expoliadas en el continente americano hasta esa metroacutepo-
Los grupos de presioacuten se organizan a partir de intereses sectoriales con el propoacutesito de influir en las decisiones del poder Usan entre otros medios la poliacutetica de cabildeo o lobbing
Los grupos de intereacutes son aquellos que nuclean a personas con intereses comunes de diverso tipo Pueden en coyunturas unirse a otros similares y convertirse en grupos de presioacuten Estos pueden a su vez alcanzar en circunstancias especiacuteficas el poder poliacutetico
15 El proceso de mercedacioacuten de la tierra a favor de familias locales que se constituyeron como oligarquiacutea ocurrioacute Bayamo Santiago de Cuba Trinidad La Sabana y la Habana pero soacutelo en esta uacuteltima ciudad apreciarse con mayor detalle debido a que fue el uacutenico lugar en que se conservaron las Actas Capitulares desde el siglo XVI
16 En 1616 teniacutea 16 ingenios de azuacutecar ademaacutes de las minas de cobre 17 A principios del siglo XVII Bayamo teniacutea 11 ingenios Su auge comenzoacute a decaer a partir
de 1616 con la obstruccioacuten de la boca del riacuteo Cauto que limitoacute su navegacioacuten y la persecucioacuten del contrabando
18 La Corriente del Golfo circulaba por y favoreciacutea la posicioacuten de la bahiacutea de la Habana que ademaacutes era sumamente protegida por su boca estrecha y su gran capacidad interna El sistema de flotas se fundoacute en 1561
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li19 una procediacutea de Nueva Espantildea y la otra de Tierra Firme ambas se uniacutean en el puerto habanero donde permaneciacutean durante meses razoacuten por la cual la villa habanera debiacutea acoger y sostener una poblacioacuten flotante que demandaba todo tipo de servicios y muchos alimentos
En las estancias coexistiacutean la produccioacuten de frutas viandas y vegetales con la del tabaco y el azuacutecar y aunque en algunas se habiacutean establecido pe-quentildeos trapiches hasta mediados del siglo XVIII solo fueron laquohaciendas que iban alcanzando una produccioacuten de azuacutecar aceptable para los paraacutemetros productivos de la eacutepocaraquo 20 La demanda creciente de un mercado interno y tambieacuten externo incidioacute en el incremento de la produccioacuten tabacalera muy solicitada y en la criacutea hasta entonces extensiva de ganado vacuno y porcino para producir tocinos carne salada y tambieacuten fresca para alimentar la cre-ciente poblacioacuten flotante de la villa que en la primera deacutecada del siglo XVII
concentraba al 46 de la total 21 Paralelamente a este proceso se fue consolidando a lo largo de la Isla una
clase social integrada por ricos terratenientes duentildeos de hatos corrales y estan-cias que se representaban como dones prestigiosos Poco a poco constituyeron junto a los funcionarios nombrados por la corona y los comerciantes22 oligar-quiacuteas locales que alcanzaron en un corto tiempo una altiacutesima importancia en cada regioacuten
19 El sistema de flotas fue la esencia de la denominada Carrera de Indias que englobaba todo el comercio entre la metroacutepoli espantildeola y sus colonias en Ameacuterica Fue creado por Real Ceacutedula de 16 de junio de 1561 Protegiacutea las riquezas expoliadas de los corsarios y piratas franceses holande-ses o ingleses Se haciacutean dos expediciones al antildeo la flota de Tierra Firme partiacutea de Cartagena Nombre de Dios y Portobelo y la de Nueva Espantildea de Veracruz que transportaba tambieacuten las rique-zas que llegaban del lejano Oriente Todas se reuniacutean en la bahiacutea habanera y partiacutean hacia Espantildea en abril y agosto respectivamente pero era frecuente que por diversos motivos estas fechas se alteraran Este sistema se mantuvo hasta 1778 pero para estos antildeos habiacutea dejado de tener la im-portancia que revistioacute en los siglos XVI y XVII
20 Estos criterios corresponden a la historiadora Mercedes Garciacutea quien tambieacuten destaca que la produccioacuten azucarera formaba parte de los intercambios comerciales entre Cuba el Caribe y Europa desde el siglo XVII cuestioacuten que se incrementoacute en el siglo XVII Ver GARCIacuteA RODRIacuteGUEZ Mercedes Entre haciendas plantaciones Oriacutegenes de la manufactura azucarera en La Habana La Habana Editorial de enciacuteas Sociales 2007 pp 2-3
21 Seguacuten Mercedes Garciacutea es necesario precisar que no soacutelo el tabaco penetroacute los linderos de la gran hacienda ganadera durante el siglo XVII tambieacuten lo hizo el azuacutecar que va cobrando fuerza en la isla desde que en la ultima deacutecada de esa centuria quince propietarios de ingenios avecinda-dos en La Habana reciben un preacutestamo real de 40000 ducados para el beneficio de esta produccioacuten y se les privilegia sus propiedades con la prohibicioacuten de que pudieran ser embargadas por deudas GARCIacuteA RODRIacuteGUEZ Mercedes laquoCiudad y campo perfiles de la estructura agraria de La Habana entre 1600 y 1792raquo Sotavento V 4 nordm 7 Instituto de investigaciones histoacuterico-sociales Universidad Veracruzana 1999-2000 pp 9-24
22 Ver SORHEGUI DacuteMARES Arturo y DE LA FUENTE Alejandro laquoLa organizacioacuten de la sociedad criolla (1608-1699)raquo en BARCIA Mariacutea del Carmen GARCIacuteA Gloria y TORRES CUEVAS Eduardo (redactores) La Colonia evolucioacuten socioeconoacutemica y formacioacuten nacional p 150-152
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El proceso fue relativamente sencillo primero se entronizaron los clanes fa-miliares del grupo conquistador sobre todo los integrantes de las familias Rojas23 y Recio24 que recibieron de manos del Cabildo habanero treinta y cuatro hatos en este territorio25 A estas familias se sumaron otras tambieacuten ricas y prestigiosas presididas por funcionarios que desempentildeaban cargos importantes en la administracioacuten colonial escribanos que garantizaban la legalizacioacuten de los negocios y comerciantes dispuestos a suministrar legal o ilegalmente todo tipo de mercanciacuteas Asiacute se formaron densas redes familiares entre los primeros dones de la tierra los funcionarios que llegaron despueacutes ndashsobre todo los escribanos imprescindibles para la documentacioacuten legalndash como Francisco de Madrid Juan y Gaspar Peacuterez Borroto26 y Martiacuten Calvo de la Puerta27 y algunos comerciantes como Pedro y Pablo Pedroso28 Pero Goacutemez Gaspar de Aacutevila y Diego y Juan Cabrera El prestigio era garantizado por el dinero la relevancia social y el eacutexito continuado
23 Manuel de Rojas o Roxas vino a Cuba como conquistador apoyoacute a Diego Velaacutesquez y tuvo un hijo Juan con Magdalena Velaacutezquez que fue regidor del cabildo habanero en varias ocasiones tambieacuten Tte Gobernador y procurador ante la Corte Se casoacute con Mariacutea Cepero que tambieacuten perteneciacutea a una importante familia CORNIDE Mariacutea Teresa De La Habana de siglos y de fami-lias La Habana Editorial de Ciencias Sociales 2003 pp 22-25
24 Antoacuten Recio en unioacuten de su esposa Catalina Hernaacutendez fundo el primer mayorazgo de la Isla de Cuba Su hijo Juan nacido de su relacioacuten con la aborigen Isabel Cucanga fue al igual que su padre Regidor Perpetuo viviacutea en los alrededores de la actual Plaza de Armas Ver Ibiacutedem pp 29 y ss
25 LE RIVEREND Julio La Habana Biografiacutea de una provincia La Habana Imprenta El Siglo XX 1960 p 57
26 Los Peacuterez Borroto se establecieron en la villa habanera en el siglo XVI sus principales miem-bros fueron escribanos del cabildo inicio esta saga su fundador Francisco quien comproacute la prime-ra escribaniacutea habanera en 1550 adquirioacute otra en 1564 y luego una para su hijo Gaspar Su hermana Beatriz casoacute con Martiacuten Calvo de la Puerta D Juan Bautista Peacuterez Borroto casoacute en segundas nupcias con Juana de Sotolongo y Gonzaacutelez Su hijo Melchor casoacute con Petronila Recio hija de Antoacuten Recio Castantildeos y de Mariana del Corral Velaacutezquez de Cuellar Rojas Inestrosa y Cepero Este tipo de unio-nes que enlazaban a las familias maacutes poderosas se mantuvo en los siglos sucesivos CORNIDE Mariacutea Teresa De La Habana de siglos y de familias pp 37-40
27 El primero en llegar a la Habana procedente de Huelva fue Martiacuten fue escribano del cabil-do habanero procurador general y alcalde ordinario Se casoacute con Beatriz Peacuterez Borroto y Alfaro de esta manera entroncaron dos poderosas familias de escribanos Uno de sus hijos Sebastiaacuten se casoacute en segunda nupcias con Antonia Recio y Sotolongo De esta manera se vinculaban con tres de las principales familias habaneras Borroto Recio y Sotolongo maacutes tarde se vincularon tambieacuten a los Arango a los OacuteFarrill y a los Manzano los Arango y los Pentildealver entre otras familias de lustre construyendo un cerrado nuacutecleo oligaacuterquico Obtuvieron los tiacutetulos de Conde de Buenavista y Marqueacutes de Casa Calvo A finales del siglo XVII su nieto Sebastiaacuten Calvo de la Puerta y Recio teniacutea entre sus propiedades los corrales de Marien (Mariel) Baracoa Rio Hondo y Mosquitos Beatriz medio hermana de Martiacuten caso con Diego de Zayas Bazaacuten y Rojas Como puede apreciarse solo con estos datos las redes familiares controlaban la economiacutea y la poliacutetica de la villa habanera Ibiacutedem pp 73-92
28 La familia Pedroso emparentoacute a traveacutes de diversos matrimonios con los Recio los Calvo de la Puerta los Garro los Zayas Bazaacuten los Zequeira (condado de Lagunillas) los Barreto los Nuacutentildeez del Castillo y los Montalvo (condado de casa Montalvo) entre otras Ibiacutedem pp 236-256
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La produccioacuten para el mercado hizo que a mediados del siglo XVIII comenzaran a laquodemolerseraquo es decir a dividirse muchos hatos Esta situacioacuten se inicioacute en la regioacuten habanera En 1740 moliacutean 62 ingenios en torno a la ciudad y se estaban construyendo otros 21 Diez antildeos maacutes tarde habiacutea 88 ingenios activos y para 1763 cuando concluyoacute la ocupacioacuten de la Habana por los ingleses existiacutean 96 ingenios de azuacutecar y 18 trapiches29
La estrategia de fortalecimiento econoacutemico a partir de la constitucioacuten de re-des familiares a las que antes nos referimos se desarrolloacute en todas las villas pero tuvo su expresioacuten maacutes acabada en la regioacuten habanera por su mayor crecimiento econoacutemico muestra de esa circunstancia fue el raacutepido y sostenido enlace entre las familias maacutes destacadas A finales del siglo XVII los Zayas Bazaacuten30 habiacutean em-parentado con los Sotolongo 31 y con los Calvo de la Puerta otra rama de estos se habiacutea enlazado con los Pentildealver 32 y los Beltraacuten Santa Cruz33 quienes a su vez se habiacutean matrimoniado con los Zayas Bazaacuten para luego vincularse a los Juacutestiz34 Asiacute se inicioacute la construccioacuten de familias extensas a traveacutes de una poliacutetica matri-monial bien disentildeada que les garantizaba el incremento de sus fortunas y el fo-mento de un prestigio fuera este secular o recieacuten adquirido En la villa habanera que comenzaba a proyectarse como centro poliacutetico de la Isla35 unos veinte
29 GARCIacuteA RODRIacuteGUEZ Mercedes Entre haciendas plantaciones Oriacutegenes de la manufactu-ra azucarera en La Habana pp 11
30 Diego de Zayas Bazaacuten y Rojas casoacute con Beatriz Calvo de la Puerta y Recio de esta manera se uniacutean cuatro ilustres apellidos de la oligarquiacutea habanera Con posterioridad la familia emparen-toacute por la viacutea matrimonial con los Sotolongo CORNIDE Mariacutea Teresa De La Habana de siglos y de familias pp 75-77
31 A lo largo de los antildeos la familia Sotolongo emparentoacute con los Recio los Rojas los Clavo de la Puerta los Borroto los Cepero los Arango los Barreto los Montalvo y los Pedroso Ibiacutedem pp 27-34 125-126
32 El primero en llegar a Cuba fue Diego de Pentildealver Angulo procedente de Jamaica antes de establecerse en la Habana pasoacute por Santiago de Cuba Durante 4 generaciones uno de los miembros de esta familia se desempentildeoacute como Tesorero diez de sus miembros pertenecieron a la Real Sociedad Econoacutemica de Amigos del Paiacutes se vincularon matrimonialmente a las fami-lias Pentildealver Caacuterdenas Casa Calvo Arango y Santa Cruz entre otras Sus integrantes recibie-ron los siguientes tiacutetulos de Castilla Marqueacutes de Arcos Marqueacutes de Casa Pentildealver Conde de Santa Mariacutea del Loreto Conde de Pentildealver y Conde de San Fernando de Pentildealver Ibiacutedem pp 257-274
33 Fue su primer miembro en Cuba Pedro Beltraacuten de Santa Cruz y Beitiacutea contador del Tribunal de Cuentas emparentoacute tempranamente con las familias Noriega y Recio Sotolongo Pedroso Calvo de la Puerta Arango y Montalvo entre otras familias de la oligarquiacutea habanera Ibiacutedem pp 95-125
34 Manuel Joseacute Juacutestiz de Umpierrez fue Castellano de la Fortaleza del Morro y Capitaacuten General de San Agustiacuten de la Florida Se le concedioacute el tiacutetulo de Marqueacutes de Casa Juacutestiz de Santa Ana Esta familia emparentoacute con otras notables como los Zayas Bazaacuten los Calvo de la Puerta los Caacuterdenas los OacuteReilly los Nuacutentildeez del Castillo y los Manzano D Beatriz Marquesa de Juacutestiz de Santa Ana se destacoacute por su cultura por sus demandas ante el Rey tras la ocupacioacuten de la Habana por los ingle-ses y tambieacuten por su generosa conducta con sus esclavos Ibiacutedem pp 395-396
35 En 1630 no quedaba tierra alguna por mercedar en la zona occidental de Cuba LE RIVEREND La Habana Biografiacutea de una provincia p 99
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laquovecinosraquo36 capitalizaban la economiacutea y la autoridad constituyendo una eacutelite econoacutemica bien definida37 Este proceso fue similar al ocurrido en otras villas pero en la capital alcanzoacute una mayor representatividad
La oligarquiacutea colonial integrada por grandes hateros duentildeos ademaacutes de ve-gas estancias y potreros por funcionarios notables entre los cuales se destaca-ban los escribanos y por comerciantes que desde mediados del siglo XVIII refac-cionaban ingenios38 habiacutea madurado lo suficiente como para gestar grupos de intereacutes que luego ejerceriacutean presiones de todo tipo y llegariacutean a alcanzar el poder poliacutetico se habiacutea ido produciendo un original y temprano proceso de laquocircula-cioacuten de las eacutelitesraquo
La oligarquiacutea habanera expresioacuten de los grandes propietarios funcionarios y comerciantes estaba integrada por verdaderos clanes familiares como los Calvo de la Puerta Rojas Recio Sotolongo Caacuterdenas Oquendo Nuacutentildeez del Castillo Montalvo OacuteFarril Zequeira Juacutestiz Lisundia Pentildealver Ambulodi y Zayas Bazaacuten39 a estos apellidos se fueron sumando otros como los Crucet Gonzaacutelez Larrinaga Beitiacutea y Renteriacutea40 y Martiacutenez de Pinillos41
Su eacutelite evidencioacute poseer un pensamiento propio y disposicioacuten para afrontar la defensa de sus intereses ante la metroacutepoli no en balde sus integrantes fueron representados con una frase categoacuterica laquo (hellip) es la naturaleza de esta gente (hellip) tan opuesta a todo lo que se le manda y tan hechos a su libertad que todo cues-ta no poca dificultad (hellip)raquo42
Las bases estructurales de la etapa emergente estaban garantizadas
36 Se denominaba laquovecinosraquo a los pobladores permanentes estos gozaban de ciertos privile-gios y podiacutean ocupar cargos en el Cabildo tambieacuten participaban en la eleccioacuten de los alcaldes y regidores Podiacutean solicitar mercedes de tierra y tambieacuten solares en las villas
37 Los que solicitaran ser vecinos de la villa podiacutean escoger un solar una estancia y un hato o corral para la criacutea de ganado vacuno o porcino y teniacutean ademaacutes el derecho de ser elegidos como miembros del cabildo En tan solo diez antildeos entre 1568 y 1578 fue distribuido todo el territorio disponible Ver esta evolucioacuten en SORHEGUI DacuteMARES Arturo y DE LA FUENTE Alejandro laquoEl surgimiento de la sociedad criolla de Cuba (1553-1608)raquo en BARCIA Mariacutea del Carmen GARCIacuteA Gloria y TORRES CUEVAS Eduardo (redactores) La Colonia evolucioacuten socioeconoacutemica y forma-cioacuten nacional La Habana editora Poliacutetica 1994 pp 107-138
38 Es decir prestaban a creacutedito a los productores y poco a poco se convertiacutean en los verdaderos duentildeos de la produccioacuten
39 GARCIacuteA RODRIacuteGUEZ Mercedes Entre haciendas plantaciones Oriacutegenes de la manufactu-ra azucarera en La Habana p 59
40 Joseacute Antonio de Beitiacutea y Renteriacutea fue un comerciante vasco que se inicioacute como refaccionista obtuvo en 1770 el tiacutetulo de marqueacutes del Real Socorro Ibiacutedem p 83 Su hijo Antonio seguacuten era costumbre para fortalecer las redes familiares casoacute con Mariacutea Luisa de los Aacutengeles OrsquoFarril y Herrera En la actualidad este tiacutetulo lo ostenta Mariacutea Alicia Koplowitz y Romero de Juseu quien tambieacuten tiene otro tiacutetulo de origen cubano el de marquesa de Bellavista
41 Ibidem P 58 42 CORNIDE Mariacutea Teresa De La Habana de siglos y de familias p 56 cita esta frase pro-
nunciada muchos antildeos antes en el siglo XVII por el Gobernador y Capitaacuten General D Joseacute Fernaacutendez de Coacuterdoba y Ponce de Leoacuten (1680-1685)
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III SE INICIA EL SIGLO XIX HISTOacuteRICO (1789 A 1835)
En los antildeos setenta del siglo XVIII concluye la etapa preparatoria que daraacute paso al siglo XIX histoacuterico Este se inicia con una produccioacuten azucarera apreciable que desde 1779 se destinaba esencialmente al mercado norteamericano43 y que maacutes tarde en los antildeos noventa tras la revolucioacuten en Saint Domingue mundia-lizariacutea sus destinos Tras este acontecimiento fechado en 1791 Cuba sustituyoacute a la ex colonia francesa en la produccioacuten de azuacutecar y por un tiempo tambieacuten en la de cafeacute
A diferencia de lo acontecido en las colonias inglesas francesas y holande-sas los grandes dones de Cuba no eran absentistas y hasta los antildeos cuarenta del siglo XIX fueron baacutesicamente criollos44 Los duentildeos de ingenios azucareros laquohistoacutericosraquo y algunos comerciantes y funcionarios que de una u otra forma se habiacutean convertido en tales integraban como ya se expuso una clase social soacutelidamente establecida en la nueva coyuntura sus maacutes poderosos integrantes constituyeron una eacutelite que en cortos antildeos logroacute hacer inversiones millonarias al transformar procedimientos teacutecnicas y meacutetodos e introducir nuevos instru-mentos de produccioacuten45 Esta eacutelite comenzoacute a expresarse en teacuterminos burgue-ses y eludioacute enfrentarse a la poliacutetica metropolitana en beneficio de sus intere-ses econoacutemicos utilizando su laquoadhesioacutenraquo como un instrumento que le permitiacutea obtener ciertas concesiones que resultaban imprescindibles para su crecimien-to econoacutemico D Francisco de Arango y Parrentildeo46 se convirtioacute en breve tiem-po en un eficaz agente y un eficiente promotor de esos intereses algunos lle-garon a considerarlo el laquoverdadero Capitaacuten General de la Isla de Cubaraquo47 Al expresar su poder real de una forma tan simboacutelica se mostraba la importancia
43 Hacia 1778 comerciantes y negreros de los Estados Unidos que antes abasteciacutean a las Sugar Islands canalizaron hacia Cuba su comercio En 1785 17 de los 24 naviacuteos fondeados en el puerto habanero procediacutean de ese paiacutes Ver MORENO FRAGINALS Manuel El Ingenio comple-jo econoacutemico social cubano del azuacutecar La Habana Editorial de Ciencias Sociales 1978 tomo I pp 45-47
44 Cabe destacar que los productores emigrados de Saint Domingue establecieron cafetales en la Sierra del Rosario y sus cercaniacuteas y en las montantildeas surorientales pero desde el punto de vista social nunca tuvieron la preponderancia de los azucareros
45 Seguacuten Moreno Fraginals en los uacuteltimos antildeos del siglo XVIII esta rebasoacute los 15000000 de pesos Ibidem p 71
46 Sobre Francisco de Arango y Parrentildeo se ha escrito mucho pero esencialmente todos los trabajos al respecto han partido de dos publicaciones antoloacutegicas la primera Arango y Parrentildeo El estadista colonial fue premio de la Sociedad Econoacutemica de Amigos del Paiacutes y se debe a la pluma de PONTE Y DOMIacuteNGUEZ Francisco J fue publicada por la editorial Troacutepico en La Habana en 1937 La segunda Obras de D Francisco de Arango y Parrentildeo recoge sus informes y papeles y fue publi-cada en dos tomos por la Direccioacuten de Cultura del Ministerio de Educacioacuten en La Habana antildeo de 1953
47 Archivo General de Indias Papeles de Cuba 1753 nordm 214 Comunicacioacuten del Marqueacutes de Someruelas a Hacienda La Habana 7 de julio de 1808
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que habiacutea alcanzado al representar con inteligencia los intereses de eacutelite agra-ria criolla
En 1787 D Francisco habiacutea iniciado estudios en la Academia de Jurisprudencia de Santa Baacuterbara en Madrid solo teniacutea 24 antildeos y ya se destacaba por su inteli-gencia y capacidad en dos antildeos concluyoacute la carrera de Derecho Un antildeo antes en 1788 habiacutea sido nominado apoderado del Ayuntamiento habanero desde ese momento comenzoacute a representar los intereses de los grandes azucareros criollos quienes solicitaban para su crecimiento econoacutemico que el gobierno autorizara la libre introduccioacuten de esclavos liberalizara el comercio y disminuyera los tributos que desde 1763 pesaban sobre sus principales productos azuacutecar tabaco y aguar-diente de cantildea
El eacutexito alcanzado por algunas de las gestiones del joven funcionario fue axiomaacutetico el 28 de febrero de 1789 se promulgaba una Real Ceacutedula que liberaba el comercio de africanos de forma tal que la mano de obra para la produccioacuten azucarera podiacutea considerarse garantizada48 Dos antildeos maacutes tarde Arango logroacute que ese permiso se prolongara49 para beneficiar la agricultura50 en 1804 se extende-riacutea por doce antildeos maacutes51
Seis meses maacutes tarde el 19 de noviembre de 1791 llegaba a Madrid la noticia del levantamiento de los esclavos en la colonia francesa de Saint Domingue y la consecuente destruccioacuten de sus plantaciones azucareras y cafetaleras por este motivo se abriacutea una coyuntura favorable para la oligarquiacutea criolla de Cuba ya que existiacutean las condiciones econoacutemicas para una sustitucioacuten exitosa la oportunidad fue aprovechada y Cuba ocupoacute el espacio que habiacutea quedado vaciacuteo Se trata de una historia contada por muchos y por lo tanto bien conocida pero seriacutea ingenuo pensar que el triunfo de las gestiones de Arango solo se debiacutea a su intereacutes perso-nal tras eacutel estaba la eacutelite que representaba pero tambieacuten los funcionarios espa-ntildeoles que esperaban beneficios absolutos
En ese contexto Arango escribioacute su famoso Discurso sobre la agricultura en la Habana y los medios de fomentarla52 Sabiacutea que la mano de obra parcialmen-
48 Autorizaba la importacioacuten de bozales sin licencia especial y exentos de todo derecho la Real Hacienda gratificariacutea con 4 pesos por pieza a los que se introdujesen en buques nacionales por espantildeoles y tuviesen buena calidad PONTE DOMIacuteNGUEZ Francisco J Arango y Parrentildeo El esta-dista colonial La Habana editorial Troacutepico 1937 p 31
49 Se autorizoacute la extensioacuten del traacutefico por seis antildeos a partir del 1 de enero de 1792 ademaacutes de los puertos de La Habana y Santiago de Cuba fueron habilitados los de Nuevitas Trinidad y Batabanoacute
50 En dos antildeos se habiacutean introducido 20000 africanos 51 Por Real Ceacutedula de 22 de abril de ese antildeo se dispuso que la libre introduccioacuten de esclavos
se mantuviese por doce antildeos contados a partir de la publicacioacuten de tal disposicioacuten De esta mane-ra el traacutefico estariacutea vigente hasta 1816 Ver FRANCO Joseacute Luciano Comercio clandestino de escla-vos Editorial de Ciencias Sociales La Habana 1980 p 96
52 Fue presentado el 24 de enero de 1791 apenas dos meses despueacutes de que se tuvieran noti-cias del alzamiento en Saint Domingue
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te resuelta no era la uacutenica condicioacuten para obtener la produccioacuten que demandaba el mercado tambieacuten se necesitaban referencias tecnoloacutegicas para adecuar la in-dustria por ese motivo proyectoacute un viaje con su amigo Ignacio Montalvo y Ambulodi conde de Casa Montalvo Durante casi un antildeo entre marzo de 1794 y febrero de 1795 viajaron por dos metroacutepolis con colonias productoras Portugal y Gran Bretantildea y recorrieron despueacutes dos colonias Barbados y Jamaica Conocieron del precio de los esclavos supieron de las factoriacuteas en las costas de Aacutefrica averiguaron la manera en que se practicaba la trata negrera y se enteraron de las maquinarias que se construiacutean para las faacutebricas de azuacutecar esta uacuteltima cuestioacuten entusiasmoacute a Montalvo quien mandoacute a fabricar una maacutequina de vapor visitaron refineriacuteas de azuacutecar en las metroacutepolis mencionadas y en Barbados y Jamaica estudiaron los cultivos y su rendimiento y ademaacutes conocieron coacutemo se verificaba el comercio clandestino desde esos territorios En ese uacutetil viaje tam-bieacuten se relacionaron con expertos en la produccioacuten de cafeacute y de azuacutecar que luego llevaron a Cuba53
Desde ese momento se inicioacute un crecimiento acelerado de la industria nada los limitaba aunque fomentar un ingenio resultaba costoso no solo por la tierra que ya poseiacutean ni por la mano de obra esclavizada cuya libre entrada de habiacutea sido consentida sino por los instrumentos y tecnologiacutea que necesitaban las ma-nufacturas54 Sebastiaacuten Calvo de la Puerta marqueacutes de Casa Calvo era duentildeo de dos ingenios laquoNuestra Sentildeora de Reglaraquo y laquoSantiacutesimo Cristo de Figueroaraquo su participacioacuten como militar en Saint Domingue le posibilitoacute apropiarse de maqui-narias de los destruidos ingenios que acumuloacute cerca de su mansioacuten para luego trasladarlas a Cuba55
53 laquoTrajeron varios agricultores extranjeros praacutecticos en el cultivo del azuacutecar y del cafeacute que estaban refugiados en Jamaica por la emigracioacuten de Guarico Trajeron otro ajustado con el con-de de Casa Montalvo para establecerle un ingenio en todo conforme a la economiacutea que exige la escasez de maderas y animales en las islas extranjeras Trajeron otro espantildeol costeado por el propio conde y por el Sor Arango por cuenta del Sor Conde de Mompox para establecer la bomba de vapor aplicada al movimiento del trapiche de moler cantildea de que hasta ahora carece-mos por no haber surtido los mejores efectos aquel modelo que entonces se experimentoacute en el ingenio de Seibabo (hellip)raquo En GUITERAS Pedro J Historia de la Isla de Cuba con notas e ilus-traciones Tomo 2 New York John F Trow amp Co 1806 p 189 Ver ademaacutes PONTE DOMIacuteNGUEZ Francisco Arango y Parrentildeo El estadista colonial p 79-87 GONZAacuteLEZ RIPOLL M Dolores laquoDos viajes una intencioacuten Francisco Arango y Alejandro Olivan en Europa y las Antillas azucareras (1794 y 1829)raquo Revista de Indias vol LXII nordm 224 Madrid CSIC 2002 pp 85-102 AMORES CARREDANO Juan B laquoLiberalismo ilustrado y liberalismo poliacutetico en Cuba en torno a Francisco de Arango y Parrentildeo (17641837)raquo cAacutep II En wwwehueus amores052
54 Ascendiacutea como promedio al 25 de las inversiones Ver BARCIA Mariacutea del Carmen Burguesiacutea esclavista y abolicioacuten La Habana Editorial de Ciencias Sociales 1987 p 91 nota 18
55 FERRER Ada Freedomacutes Mirror Cuba and Haiti in the Age of Revolution New York Cambridge University Press 2014 p 102 y 140
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IV LAS CASAS Y LAS EacuteLITES
En 1790 fue nombrado Capitaacuten General de la Isla de Cuba D Luis de las Casas y Arragoiri Esta designacioacuten no tuvo nada de casual desde luego pues fue pro-ducto de los viacutenculos que existiacutean entre la eacutelite criolla y los poliacuteticos y militares la metroacutepoli56 Desde su adolescencia Las Casas habiacutea contado con la proteccioacuten del conde de Aranda ademaacutes estaba vinculado por la viacutea familiar con el general Alejandro OacuteReilly que era su cuntildeado y con el cual habiacutea combatido en las cam-pantildeas de Portugal y Argel en la primera de estas operaciones habiacutea sido ayudan-te de campo de D Ambrosio Funes de Villalpando Conde de Ricla quien antildeos maacutes tarde seriacutea el Gobernador designado tras la ocupacioacuten de la Habana por los ingleses para que reformara todo lo que debiera ser cambiado Como puede apreciarse D Luis asumiacutea el poder con el respaldo de los maacutes altos funcionarios de la metroacutepoli que desde los tempranos sesenta habiacutean reconocido la importan-cia del territorio islentildeo57 y desde luego con el apoyo de la eacutelite criolla
Si en los siglos anteriores los funcionarios tras su arribo trataban de adquirir tierras e ingenios cuestioacuten que los convertiacutea en miembros de una clase prestigio-sa ahora se actuoacute con cierta premura para establecer relaciones similares si se queriacutea obtener el respaldo total del Capitaacuten General nada resultaba maacutes expedito que incorporarlo al grupo de los grandes propietarios con ese propoacutesito le rega-laron un ingenio cuyo nombre laquoLa Amistadraquo resultaba altamente simboacutelico58 A los pocos meses Las Casas entusiasmado fomentoacute otro el laquoAlejandriacutearaquo esta vez en colaboracioacuten estrecha con su sobrino D Pedro Pablo OacuteReilly y de Las
56 AMORES CARREDANO Juan B y CASTELLS Carmen laquoLuis de las Casas y Aragorriraquo Eusko Ikaskuntzaren Euskomedia Fundazioa 2004
57 Ricla y OrsquoReilly llegaron a la Habana el 30 de junio de 1763 veniacutean acompantildeados de oficia-les seleccionados previamente Su primera accioacuten fue notificar a los ingleses que debiacutean salir de la ciudad antes del 10 de septiembre pues ese diacutea concluiacutea el plazo que se les habiacutea concedido Ver DELGADO Jaime laquoEl conde de RicIa Capitaacuten general de Cubaraquo Revista de Historia de Ameacuterica 55-56 Madrid 1963 pp 41-138 Y por TORRES RAMIacuteREZ Bibiano laquoAlejandro OrsquoReilIy en Cubaraquo Anuario de Estudios Americanos XXIV Sevilla 1967 1357-1388
La funcioacuten reformadora de OrsquoReilly fue muy eficaz organizoacute las milicias blancas y tambieacuten las laquode colorraquo para lo que sin lugar a dudas tuvo en cuenta el valeroso y audaz comportamiento de los milicianos negros y mulatos durante la invasioacuten inglesa y su participacioacuten en otras acciones anteriores En julio de 1764 su labor estaba concluida Durante su estancia en Cuba visitoacute toda el territorio y antes de trasladarse a Puerto Rico envioacute al monarca su optimista visioacuten del futuro de Cuba al sentildealar que la Isla mereciacutea laquola mas especial atencioacuten de S M por su situacioacuten productos proporciones fortificaciones adelantadas quarteles (sic) hechos y las tropas efectivas que tiene para su defensa ventajas todas que hasta ahora no tiene el Rey en otra parte de sus Ameacutericas Ver Carta del 9 de febrero de 1765 AGI Fondo Audiencia de Santo Domingo legajo 2078 Esta apre-ciacioacuten no debiera desvincularse de las recomendaciones del conde de Aranda a Carlos III en 1783 laquoQue V M se desprenda de todas las posesiones del continente de Ameacuterica quedaacutendose uacutenica-mente con las islas de Cuba y Puerto Rico en la parte septentrional y algunas que maacutes convengan en la meridional con el fin de que ellas sirvan de escala o depoacutesito para el comercio espantildeol (hellip)raquo
58 El duentildeo aparente fue D Joaquiacuten de Aristaraiacuten
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Casas casado con D Ma Francisca Calvo de la Puerta y Manzano Paralelamente otro funcionario de la mayor relevancia el Intendente de Hacienda59 D Pedro Pablo Valiente compartiacutea con Francisco de Arango y Parrentildeo la propiedad del ingenio laquoLa Ninfaraquo60 Como puede apreciarse las redes familiares eran amplias y la eacutelite criolla se valiacutea de sus relaciones
En ese contexto epocal se fundaron en la Habana dos instituciones que des-empentildearon un importante papel a lo largo del siglo histoacuterico que abordamos y que ademaacutes son esenciales para la comprensioacuten de las maneras de operar de esa eacutelite una fue la Sociedad Patrioacutetica de Amigos del Paiacutes61 otra el Real Consulado de la Habana62 la primera limitoacute sus acciones a los de una comunidad interesada en el progreso y formada por propietarios pero tambieacuten por intelectuales en tanto la segunda actuoacute como grupo de presioacuten
La eacutelite sobre todo la agraria se integroacute a la Sociedad Patrioacutetica de Amigos del Paiacutes y tanto Arango y Parrentildeo como el conde de Casa Montalvo Nicolaacutes Calvo de la Puerta ndashamigo de ambosndash D Luis de las Casas y todos aquellos grandes hacendados que teniacutean un pensamiento ilustrado estuvieron entre su membresiacutea pero tambieacuten formaron parte de esa sociedad destacados intelectua-les como Joseacute Agustiacuten Caballero Feacutelix Varela Joseacute de la Luz y Caballero y Joseacute Antonio Saco y profesionales muy reconocidos como los meacutedicos Tomaacutes Romay y Aacutengel Cowley La Sociedad se ocupoacute de todas las cuestiones que podiacutean afectar el desarrollo de la agricultura la industria y el comercio pero tambieacuten se preocu-poacute de la educacioacuten fundoacute la primera biblioteca puacuteblica se ocupoacute de la imprescin-dible construccioacuten de caminos combatioacute la vagancia y envioacute comisiones al ex-tranjero para actualizar los conocimientos vinculados a cuestiones productivas y culturales
59 La primera intendencia americana se establecioacute en la Habana el 31 de octubre de 1764 El in-tendente se ocupaba del ejeacutercito y la hacienda Ver AMORES CARREDANO Juan Bosco laquoLa Intendencia de ejeacutercito y Hacienda de Cuba origen y primera organizacioacuten (1765-1775)raquo XI Congreso del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano Buenos Aires 1997 pp 9- 20
60 En Guumlines donde se enclavaba este ingenio teniacutea otras propiedades el cafetal laquoValienteraquo y el potrero laquoSan Pedro de las Carrerasraquo de 19 caballeriacuteas Era duentildeo de la estancia laquoEl Retiroraquo en las inmediaciones de Regla
61 Se establecioacute el 9 de enero de 1793 Tuvo diversas denominaciones a lo largo del siglo XIX
histoacuterico estas fueron Sociedad Patrioacutetica de la Habana (1793-1795 mayo 1838-abril 1843) Real Sociedad Econoacutemica de la Habana (1817-1823 enero 1846-junio 1849) Sociedad Econoacutemica de La Habana (1824-1825 mayo 1843-noviembre 1845) Real Sociedad Patrioacutetica de la Habana (no-viembre 1835-abril 1838) Real Sociedad Econoacutemica de la Habana (enero 1846-junio 1849) Reales Junta de Fomento y Sociedad Econoacutemica de la Habana ( julio 1849-1850) Real Junta de Fomento y Sociedad Econoacutemica de la Habana (1851-1853) Real Junta de Fomento y Real Sociedad Econoacutemica de la Habana (noviembre 1853-1857) Real Junta de Fomento y Real Sociedad Econoacutemica (1858-1863) Real Sociedad Econoacutemica (1864-1866) Real Sociedad Econoacutemica de Amigos del Paiacutes de la Habana (noviembre 1877-diciembre 1896)
62 La primera Junta fue presentada en Madrid el 20 de enero de 1794
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El establecimiento del Real Consulado respondioacute a los intereses esenciales de los hacendados y de los comerciantes por ese motivo proyectoacute el desarrollo de la agricultura y del mercado sus funciones estaban como es loacutegico suponer en manos de la eacutelite comercialproductora en pie de igualdad Tanto Arango como el conde de Casa Montalvo apostaban por el predominio de los hacendados pero el Consejo de Estado que tramitoacute su creacioacuten tuvo muy en cuenta el criterio equilibrado de la Corona ya que laquoS M quiere que se atienda mucho a que no prevalezca el partido de los hacendados ni el de los comerciantesraquo63 por esa causa el Real Consulado se organizoacute como Junta Econoacutemica y de Gobierno ndashJunta de Fomentondash y como Tribunal de Justicia mercantil
La primera directiva del Consulado estuvo integrada por titulares y tenientes que perteneciacutean a los estratos maacutes altos de la sociedad colonial eran una pleacuteyade integrada por los maacutes poderosos y tambieacuten prestigiosos hacendados comercian-tes y navieros individuos dispuestos a presionar sobre la administracioacuten colonial o el gobierno de Madrid para lograr que sus demandas fuesen escuchadas y aprobadas64 Ambos cuerpos fueron esenciales para la economiacutea y la poliacutetica del siglo XIX histoacuterico
V ECLOSIOacuteN DE EacuteLITE NEGRERA Y DESPLAZAMIENTO DE LA CRIOLLA
Hubo una eacutelite agraria cuyos integrantes eran duentildeos de esclavos pero tam-bieacuten tuvieron la suya los comerciantes que vendiacutean mano de obra coartada y vituallas e instrumentos de todo tipo para los ingenios En la Habana de 1800 habiacutea
(hellip) maacutes de 50 casas de comercio que sostienen un giro que se graduacutea en maacutes de 20000000 de pesos en disposicioacuten de que se realizan en un momento y al contado los cargamentos maacutes ricos (hellip) Las negociaciones de frutos entre comerciantes y hacendados han tomado un vuelo que admira65
63 ARREGUI MARTIacuteNEZ-MOYA Salvador laquoLa Fundacioacuten del Real Consulado de la Habana (1794)raquo Anales de la Universidad de Murcia Vol 41 No 3-4 Facultad de Filosofiacutea y Letras 1983 pp 43-94
64 Eran el conde de Casa Montalvo Juan Tomaacutes de Jauacuteregui Marqueacutes del Real Socorro Marqueacutes de Villalta Juan Bautista Lanz Pedro Juan de Erice marqueacutes de Casa Pentildealver Marqueacutes de Arcos Manuel de Quintanilla Joseacute Antonio de Arregui Nicolaacutes Clavo de la Puerta Francisco de Arango y Parrentildeo Antonio del Valle Hernaacutendez Ramoacuten de Arango y Pizarrentildeo como Tesorero Joseacute Rafael de Armas asesor D Manuel de Coimbra los tenientes eran el marqueacutes del Real Socorro Manuel Joseacute de Torrontegui Juan Francisco de Olinden Joseacute Eusebio de la Luz Joseacute Ricardo OacuteFarril Pedro Maacutertir Alguer D Mariano Carboacute Pedro Regalado Pedroso Miguel de Caacuterdenas Pablo Boloix Bernabeacute Martiacutenez de Pinillos Agustiacuten de Ibarra y Antonio Robredo Ibiacutedem p 57-58
65 VALLE HERNAacuteNDEZ Antonio del laquoLa Habana en 1800raquo Revista Cubana tomo II La Habana 1885
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Cuando se firmoacute el Tratado del Pardo en 1778 por el que Portugal cediacutea a Espantildea las islas de Fernando Poo y Annobon la oligarquiacutea asentada en el cabil-do habanero se interesoacute por invertir en el comercio negrero y aunque este inten-to se frustroacute por disiacutemiles razones sus intenciones fueron evidentes66 Pero no fue hasta finales del siglo XVIII cuando estas intenciones se concretaron en la fi-gura de D Santiago Lasa Su laquohazantildearaquo ndashhaber emprendido y concluido en 34 meses una expedicioacuten a las costas de Aacutefricandash le permitioacute ser nombrado Oidor67 Seis antildeos maacutes tarde en 1798 arriboacute a la Habana otra armazoacuten esta vez al man-do de D Luis Beltraacuten Gonet68 quien traiacutea desde Senegal 123 africanos Estos eacutexitos parciales animaron a negreros establecidos en Cuba a ocupar el vaciacuteo laquoformalraquo69 que iban dejando los ingleses los franceses y los daneses cabe des-tacar que los negreros espantildeoles tuvieron desde esos antildeos el respaldo de los armadores norteamericanos En 1803 los hermanos Cuesta y Manzanal asocia-dos a D Tomaacutes de la Cruz presentaron al Real Consulado un proyecto negrero la Compantildeiacutea Africana de la Habana70
Pronto se animaron otros comerciantes para introducirse en la trata entre estos se destacan D Domingo Aldama D Gabriel Lombillo D Isidro Inglada D Joaquiacuten Madam D Santiago Cuesta y Manzanal que era Conde de la Reunioacuten71 D Bonifacio Gonzaacutelez Larrinaga72 D Pablo Samaacute D Joaquiacuten de Arrieta D Joseacute Antonio Ibarra D Martiacuten de Zavala D Juan Vinent73 y D Salvador Lapaza de Martiatu
Cuando la monarquiacutea espantildeola firmoacute con Gran Bretantildea el Tratado de Abolicioacuten del Comercio Negrero en 1817 el productivo negocio se convirtioacute en ilegal pero coacutemo los ingenios y cafetales de Cuba seguiacutean demandando mano de obra esclava y sus duentildeos la pagaban a un elevado precio las operaciones se incrementaron en lugar de disminuir esto se tradujo en la formacioacuten de colosales fortunas
66 Entre los interesados estaban D Joseacute Ricardo OacuteFarrill D Martiacuten de Aroacutestegui D Carlos del Castillo D Mateo Pedroso D Manuel Recio D Gabriel Pentildealver y varios tiacutetulos de Castilla Ver FRANCO Joseacute Luciano Comercio clandestino de esclavos pp 206-209
67 FRANCO Joseacute Luciano Comercio clandestino de esclavos p 210 La Real Orden es del 23 de noviembre de 1792 y fue expedida en San Lorenzo ANC Fondo Asuntos Poliacuteticos legajo 4 expediente 39
68 Ibidem p 127 69 Muchos negreros de estos paiacuteses sobre todo los de Francia continuaron ejerciendo el traacute-
fico Ibiacutedem pp 278-285 70 FRANCO Joseacute Luciano Comercio clandestino de esclavos pp 211-215 71 Era la figura maacutes poderosa de Cabantildeas donde teniacutea varios ingenios fue el negrero maacutes
connotado de su eacutepoca aunque no es el maacutes mencionado Era duentildeo de varios ingenios azucareros en esa zona en particular de laquoDos Hermanosraquo y laquoLa Herraduraraquo tambieacuten era armador de barcos negreros
72 Seguacuten Moreno Fraginals fue el segundo refaccionista de la manufactura azucarera cubana entre los antildeos 1790 a 1805 Se casoacute con una hija de Santiago Cuesta y Manzanal poseiacutea varios ingenios azucareros en Cabantildeas el laquoSan Joseacuteraquo el laquoSan Jacintoraquo (a) laquoCruzraquo y el laquoBalbaneraraquo
73 ANC Escribaniacutea de Marina antildeo 1816 tomo I nordm 37 y tomo II nordm 38
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Los tratantes negreros que habiacutean adquirido una gran riqueza con cierta ra-pidez invirtieron parte de su dinero en fomentar y refaccionar ingenios por lo cual apareciacutean como personas prestigiosas tampoco se les podiacutea criticar que ejercieran tan execrable oficio porque ese negocio habiacutea sido en principio tan legal como cualquier otro aunque mucho maacutes rentable y por otra parte eran los suministradores de la imprescindible mano de obra que haciacutea funcionar las siem-bras y cosechas de cantildea y cafetos y tambieacuten las manufacturas Todos los perso-najes que hemos mencionado sin excepcioacuten y tambieacuten muchos otros continua-ron sacando negros de Aacutefrica despueacutes de 1820 cuando ese traacutefico estaba prohibido por el Tratado que se habiacutea firmado tres antildeos antes entre ambas majestades la inglesa y la espantildeola
Desde el punto de vista poliacutetico la eacutelite criolla fue conservadora Apegada a los beneficios que habiacutea recibido de la Metroacutepoli pues sus demandas habiacutean sido resueltas favorablemente prefirioacute obviar la independencia poliacutetica y mantenerse unida a Espantildea Destacadas figuras como el conde de Montalvo o el de Casa Barreto defendieron esa actitud Las lecturas y apreciaciones historiograacuteficas con respecto a ese proceso pueden ser diversas pero lo cierto es que en ese momen-to la Isla de Cuba fue reputada como laquofideliacutesimaraquo74
Pero como antes se expuso la eacutelite agrariocomercial habiacutea ido cambiando y por ese motivo tambieacuten varioacute el discurso del que hasta los antildeos veinte fue su principal vocero D Francisco de Arango y Parrentildeo En noviembre de 1824 este fue nominado como Intendente de Hacienda75 y para presidir la Junta de Fomento se nombroacute a D Claudio Martiacutenez de Pinillos Conde de Villanueva la eacutelite renovaba su representacioacuten En los antildeos treinta Arango era un anciano pres-tigioso e ilustre que gozaba de un ganado respeto pero sin posibilidades deciso-rias76 en tanto Martiacutenez de Pinillos teniacutea 34 antildeos y estaba dispuesto a defender los intereses de su clase En condiciones econoacutemicas sociales y poliacuteticas diferen-tes se produciacutea el relevo generacional de la eacutelite criolla
VI LA EacuteLITE NEGRERA SE EMPLAZA EN EL ESPACIO PUacuteBLICO 1834-1866
Aunque las inversiones refaccionistas de un apreciable nuacutemero de negreros los habiacutea convertido por estos antildeos en los duentildeos reales de la produccioacuten azu-carera de la Isla y otros fomentaban nuevas faacutebricas la eacutelite criolla laquohistoacutericaraquo bien por el prestigio que habiacutea alcanzado dentro y fuera de la Isla o por sus
74 Un anaacutelisis sobre estos antildeos puede encontrarse en VAacuteZQUEZ CIENFUEGOS Sigfrido Tan difiacuteciles tiempos para Cuba El gobierno del Marqueacutes de Someruelos Sevilla Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla 2008
75 Era hijo del comerciante negrero Bernabeacute Martiacutenez de Pinillos 76 Residiacutea en la calle Cuba no 150 en la casa conocida como de los Pedroso En febrero de 1834
ofrecioacute una gran fiesta con motivo de la proclamacioacuten de Isabel II le costoacute maacutes de 20000 pesos Fallecioacute en 1837 PONTE DOMIacuteNGUEZ Francisco J Arango y Parrentildeo El estadista colonial p 304
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cordiales relaciones con la administracioacuten colonial y con la Corona detentoacute el poder poliacutetico hasta los antildeos treinta despueacutes la situacioacuten comenzoacute a cambiar
Era evidente que los comerciantes negreros se enriqueciacutean raacutepidamente y alcanzaban una influencia poliacutetica que habiacutea dejado de privilegiar a la antigua eacutelite criolla Nombres como los de D Joaquiacuten Goacutemez D Francisco Marty D Pablo y D Salvador Samaacute D Joseacute Baroacute y D Juliaacuten de Zulueta adquiriacutean relevan-cia y se uniacutean a otros negreros laquotradicionalesraquo como el Conde de la Reunioacuten D Santiago Cuesta y Manzanal Esta circunstancia coincidioacute con el arribo a Cuba de un nuevo capitaacuten general D Miguel Tacoacuten y Rosique77 Teniacutea 59 antildeos experien-cia militar ndashhabiacutea llegado a ser Mariscal de Campondash y tambieacuten administrativa ndashfue Capitaacuten General en Puerto Rico y en Andaluciacutea era viudo misoacutegino altivo y reservado metoacutedico laborioso y organizado En el plano poliacutetico era un liberal progresista78 pero sus experiencias anteriores le habiacutean procurado cierta descon-fianza y rencor a todo lo que aparentase ser criollo Perteneciacutea ndashcomo D Juan Manuel de la Pezuela D Joaquiacuten Ezpeleta D Mariano Ricafort y D Geroacutenimo Valdeacutesndash al grupo de los laquoAyacuchosraquo79 y paulatinamente se rodeoacute de los inte-grantes de la nueva eacutelite negrera a los cuales beneficioacute con sus medidas Para los peninsulares fue un laquoaacutengel tutelarraquo para la eacutelite criolla un laquonuevo Neroacuten o un laquonuevo Caliacutegularaquo que los habiacutea apartado del poder80
Seguacuten datos proporcionados por el Foreign Office entre 1835 y 1841 habriacutean arribado a las costas del occidente de la Isla de Cuba desde Pinar del Riacuteo hasta Matanzas 229 barcos negreros que habriacutean desembarcado maacutes de 82000 boza-les es decir un promedio de 358 negros por embarcacioacuten Consignatarios como D Pedro Forcade Mayner y Hno D Joseacute Mazorra D Pedro Martiacutenez D Joaquiacuten Goacutemez D Pedro Blanco y Manzanedo y Abrisqueta entre otros habiacutean introdu-cido soacutelo en el occidente de la Isla maacutes de 9 534 bozales en goletas y bergantines como laquoEstrellaraquo laquoVoladorraquo laquoVenusraquo laquoTres de Febreroraquo laquoGabrielraquo laquoTruenoraquo y laquoSegunda Unioacutenraquo Como puede apreciarse la trata se incrementaba y los ingleses
77 Su nombramiento en Cuba debioacute responder a un elaborado plan poliacutetico motivado por las circunstancias que se manifestaban con respecto al comercio de esclavos y las posiciones de Espantildea Paralelamente fueron nombrados Bernardo Tacoacuten su hermano como Gobernador Militar de Caacutediz (principal puerto negrero en Espantildea) su hermano Francisco Tacoacuten como ministro de Espantildea en los Estados Unidos su hijo Miguel como primer secretario de la embajada espantildeola en Londres Ver PEacuteREZ DE LA RIVA Juan Correspondencia reservada del Capitaacuten General D Miguel Tacoacuten La Habana Departamento de Coleccioacuten Cubana de la Biblioteca Nacional laquoJoseacute Martiacuteraquo 1963 p 16
78 Coincido con el criterio del destacado historiador Juan Peacuterez de la Riva que se contrapone a lo expuesto por la mayor parte de los historiadores De la Riva insiste en que era un liberal progre-sista aunque esto no significaba que actuase como tal en Cuba Ver Ibiacutedem p 16
79 Este teacutermino calificaba a todos los militares que habiacutean participado en la Batalla de Ayacucho (1824) que puso fin a las guerras de independencia hispanoamericanas
80 SEDANO Y CRUZAT Carlos Cuba Estudios poliacuteticos Madrid Imprenta a cargo de Manuel Hernaacutendez 1872 p 169
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presionaban ese fue el contexto en que se desenvolvioacute el gobierno de Tacoacuten y tambieacuten de los capitanes generales que le sucedieron 1860 fue un antildeo excepcio-nal para el escandaloso negocio pues en sus doce meses arriboacute el 459 de los alijos que se introdujeron entre 1859 y 1866 uacuteltimo antildeo del cual se tienen refe-rencia de desembarcos
Durante esos antildeos la burguesiacutea esclavista habiacutea continuado fundando faacutebri-cas de azuacutecar y cafetales en muchos casos estas manufacturas perteneciacutean a ar-madores o a consignatarios de expediciones negreras como fueron los casos de D Pedro Blanco D Joaquiacuten Zulueta D Pedro Baroacute D Santiago Cuesta y Manzanal o D Francisco Durantildeona por soacutelo mencionar a los maacutes mentados en los documentos Las cifras que muestra la siguiente tabla son elocuentes
NUMERO DE INGENIOS NUacuteMERO DE CAFETALES
Antildeos Occidente Centro Puerto
Priacutencipe Oriente Total Occidente Centro
Puerto Priacutencipe
Oriente Total
1827 449 151 85 305 1000 1207 127 8 725 2067 1841 658 339 241 1238 1141 36 661 1835
1852 683 492 117 239 1531 276 19 0 395 690
Como puede apreciarse el nuacutemero de ingenios crecioacute de manera apreciable a lo largo de estos antildeos sobre todo en las zonas occidental y central de la Isla ndashel occidente concentroacute el 449 de los ingenios en 1827 el 532 en 1841 y el 446 en 1862 en tanto el Centro sobre todo las zonas de Sagua y Cienfuegos agluti-naba el 322 en 1862ndash Los cafetales a pesar de una notable disminucioacuten a partir de los antildeos cuarenta auacuten alcanzaban una cifra notable en los sesenta es-peciacuteficamente en la regioacuten oriental que reuniacutea al 572 de estas manufacturas
Pero lo que interesa destacar con respecto al tema que se aborda es que para la mayor parte de los hacendados fue imposible laquosacudirse el pesado yugo de los refaccionistasraquo de forma tal que los tratantesproductores integraron una nueva eacutelite pues sus preacutestamos los habiacutean ido convirtiendo poco a poco en los reales duentildeos de los ingenios y con esa praacutectica concluyeron laquopor apropiarse por el alto intereacutes al que prestan su dinero de los maacutes hermosos patrimonios hereditariosraquo81 Esta situacioacuten se hizo evidente en 1852 cuando cesoacute para los ingenios de vieja planta la ley que los privilegiaba82
81 SANTA CRUZ Mariacutea de la Merced Viaje a la Habana La Habana libreriacutea Cervantes 1922 82 Seguacuten la ley del Privilegio de Ingenios en ninguacuten caso podiacutean embargarse las fincas es decir
la tierra los esclavos los artefactos los animales o los muebles pero no ocurriacutea lo mismo con la produccioacuten que pasaba a manos de los refaccionistas Esta ley se mantuvo incoacutelume desde 1595 hasta 1848 en este antildeo se establecioacute que los duentildeos de ingenios tendriacutean la facultad de renunciar
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De esta forma sutil la eacutelite antes criolla dejoacute de serlo a favor de los grandes negreros espantildeoles Paulatinamente comenzaba a producirse una laquocirculacioacutenraquo que llevaba al poder poliacutetico a los nuevos grandes azucareros buena parte de los cuaacuteles eran tambieacuten traficantes negreros
Desde el punto de vista poliacutetico la situacioacuten fue muy complicada desde 1837 en enero de ese antildeo fueron excluidos de las Cortes los diputados electos en las provincias de Ultramar y por R D del 18 de abril se decidioacute que estas seriacutean regidas y administradas por leyes especiales que por cierto nunca se redactaron de hecho las supuestas laquoprovinciasraquo se convertiacutean en colonias de nuevo tipo Paralelamente la historia de Espantildea comenzoacute a caracterizarse por los pronuncia-mientos las guerras civiles y los golpes de estado con lo cual el problema colo-nial quedaba al margen de lo importante lo sustancial era recibir dinero el resto poco importaba pero las situaciones pendientes y la falta de respuesta a situa-ciones concretas como las vinculadas a los altos impuestos gravaron la estabili-dad de los antildeos subsiguientes Por si eso fuese poco estaba el enfrentamiento continuo con Inglaterra por el incumplimiento de los tratados y la necesidad impliacutecita de sostener el comercio negrero espantildeol
Por esas y otras causas comenzaron a evidenciarse diferencias entre los pro-ductores y los comerciantes reunidos en el Real Consulado y tambieacuten entre algu-nos de estos que perteneciacutean a la Sociedad Econoacutemica de Amigos del Paiacutes En este grupo de intereacutes tambieacuten se asentaba como es sabido la intelectualidad criolla razoacuten por la cual las posiciones de sus miembros resultaban heterogeacute-neas Uno de los asuntos que comenzoacute a debatirse por ejemplo fue el vinculado a la libertad de imprenta que interesaba especiacuteficamente a los ilustrados en este contexto se destacoacute la participacioacuten de Joseacute Antonio Saco que poco despueacutes fue desterrado por el Capitaacuten General aunque fue Martiacutenez de Pinillos supuesta-mente liberal quien propicioacute su expatriacioacuten tras la publicacioacuten del folleto titu-lado laquoJusta defensa de la Academia Cubana de Literaturaraquo Como puede apreciar-se el enfrentamiento de la eacutelite intelectual asentada en la Sociedad no era uacutenicamente contra Tacoacuten y los capitanes generales que lo sucedieron sino contra los hacendados y comerciantes poderosos tambieacuten vinculados a la trata negrera que en los antildeos treinta eran representados por el Intendente Martiacutenez de Pinillos Esas conductas liberales se fueron incrementando a partir de los antildeos cincuenta durante los cuales tambieacuten asomoacute el anexionismo
Por otra parte tampoco faltoacute en esos antildeos cierto resquemor laquopeninsularraquo por la supuesta vanidad y soberbia de la eacutelite islentildea esto se reflejaba en los criterios y percepciones de importantes figuras de la administracioacuten colonial Concha por
al privilegio Hasta 1852 se mantuvo vigente para los de vieja planta pero para los fomentados a partir de abril de ese antildeo concluyoacute La ley concluyoacute en 1865 Ver ELY Roland T Cuando reinaba su majestad el azuacutecar La Habana editorial Imagen Contemporaacutenea 2001 pp 320-341
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ejemplo resumioacute este juicio en su Memoria de 1850 al exponer que la Junta de Fomento lejos de emplear los recursos que le otorgaba el Gobierno para cons-truir caminos u otras acciones convenientes para la defensa del paiacutes ndashque desde luego saliacutean de los onerosos impuestos que pagaban los criollosndash laquoha llevado a cabo o fomentado caminos de hierro y obras ostentosas que los hacen aparecer sobrepuestos a la Peniacutensula en los adelantos que proporcionan tan costosas em-presasraquo lo cual habiacutea contribuido laquoa que estos naturales se consideren maacutes avanzados en civilizacioacuten y con mayores elementos de riqueza que la Madre Patria llegando el desvariacuteo de las ideas en algunos al extremo de mirar como una mengua y descreacutedito propio la dependencia de su metroacutepoliraquo83 Estas apreciacio-nes formaron parte del imaginario que sobre los criollos se habiacutean construido casi todos los capitanes generales que gobernaron la Isla con anterioridad a D Francisco Serrano Pero la desatencioacuten hacia los asuntos coloniales propicioacute maacutes que ninguna otra circunstancia el agrupamiento informal de los intereses liberales que reclamaban la participacioacuten de la Isla que durante el gobierno de este Capitaacuten General se formalizoacute en el Ciacuterculo Reformista
Pero lo cierto es que las eacutelites cercanas a los sucesivos gobiernos desde Tacoacuten hasta Lersundi estaba integrada mayoritariamente por espantildeoles y que aunque muchos criollos tambieacuten implicados en el negocio negrero ndashcomo con-signatarios o como propietariosndash perteneciacutean a estas los viacutenculos poliacuteticos esenciales con el gobierno de Madrid se establecieron a partir de la eacutelite negrera en la que desde Cuba predominaban los capitales de catalanes vascos y gadi-tanos Marty Zulueta y Baroacute entre otros evidencian esta circunstancia No obstante sus integrantes como actores coloniales que eran sufriacutean en cierta medida las desventajas poliacuteticas y se preocupaban por la ausencia de Cuba en las Cortes El 26 de diciembre de 1854 Juliaacuten de Zulueta solicitoacute la representa-cioacuten de Cuba en esta institucioacuten asiacute como reformas en la administracioacuten civil y en los sistemas de justicia tributario y de aduanas84 se le atribuye una frase que simboliza los intereses de su grupo laquoA los cubanos conviene darles todo todo menos la independenciaraquo
Algunas cuestiones se flexibilizaron a finales de los antildeos cincuenta cuando gobernaba en Madrid la Unioacuten Liberal85 Como es conocido sus integrantes ha-biacutean desempentildeado cargos importantes en Ultramar especialmente en Cuba y Puerto Rico conociacutean bien las circunstancias de estos territorios y consideraban
83 El subrayado es de la autora Ver laquoMemoria remitida al Exmo Ministro de Gobernacioacuten por el Teniente General D Joseacute de la Concha en 21 de diciembre de 1850raquo En SEDANO Y CRUZAT Carlos Cuba desde 1850 hasta 1873 Coleccioacuten de informes memorias proyectos y antecedentes sobre el gobierno de la Isla de Cuba Madrid Imprenta Nacional 1873 p 47
84 DOMINGO ACEBROacuteN Dolores laquoLa Junta de Informacioacuten en Madrid para las reformas en las Antillas 1866 Hiacutespania LXII1 nuacutem 210 Madrid CSIC 2002 P 144
85 Gobernoacute de junio de 1858 a marzo de 1863
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que se debiacutea considerar introducir cambios poliacuteticos econoacutemicos y sociales En 1859 fue enviado a Cuba una de sus figuras maacutes destacadas D Francisco Serrano Domiacutenguez quien estaba casado con una rica trinitaria D Mariacutea Antonia Domiacutenguez y Borrell condesa de San Antonio quien ademaacutes era su prima por viacutea materna86 Entre sus medidas maacutes exitosas estuvo la autorizacioacuten del denominado Ciacuterculo Reformista87 este grupo de intereacutes comenzoacute a reunirse en la casa de Joseacute Ricardo OacuteFarrill un importante hacendado propietario de tres ingenios azucareros quien contradictoriamente a la imagen edulcorada que se ha dado sobre su persona estaba tambieacuten involucrado en el negocio de la trata ne-grera al punto de que en febrero de 1866 su hijo de igual nombre habiacutea sido sorprendido trasladando africanos a sus ingenios de Matanzas se los habiacutea com-prado a D Pancho Marty Algo similar ocurriacutea con la familia del muy respetado Conde de Santovenia88
Domingo Dulce al final de su mandato se convirtioacute en tercer marido de la riquiacutesima condesa de Santovenia que habiacutea enviudado en 1865 y no perdioacute tiem-po en volver a casarse esta vez con el Capitaacuten General de la Isla89 Eran viejos nombres de antiguas familias que continuaban usufructuando privilegios pero a pesar de la evidente relacioacuten entre criollos y peninsulares en la eacutelite poliacutetica predominaban estos uacuteltimos
En 1866 concluyoacute la trata no metafoacutericamente sino de manera real porque el 9 de julio de ese antildeo las Cortes aprobaron la laquoLey para la Supresioacuten y Castigo del Traacutefico de Esclavos90 De esta forma se poniacutea fin a este oneroso comercio pero no a la esclavitud pues los grandes negreros teniacutean ingenios muchos ingenios que funcionaban con mano de obra esclava La burguesiacutea esclavista se enfocoacute entonces en la supervivencia de esa institucioacuten con el propoacutesito de mantener la produccioacuten con mano de obra forzada el mayor tiempo posible Su eacutelite se empe-ntildeoacute en defender este presupuesto fundamental
86 Se casaron en Madrid el 29 de septiembre de 1850 87 Su caraacutecter elitista conservador y esclavista se observa en su programa que fue reproduci-
do en el editorial inicial del perioacutedico laquoEl Sigloraquo Ver BARCIA Mariacutea del Carmen GARCIacuteA Gloria y TORRES CUEVAS Eduardo (redactores) La Colonia evolucioacuten socioeconoacutemica y formacioacuten na-cional pp 452-453
88 Ver juicio por plagio de bozales BNJM CM Bachiller y Morales nordm 3 89 Antildeos maacutes tarde los intereses de las familias SerranoDomiacutenguez y DulceMartin se entre-
lazaban por la viacutea familiar pues dos hijos de D Joseacute de Martiacutenez de Campos Conde de Santovenia con D Elena Martiacuten -Mariacutea de las Mercedes se casaron respectivamente con los de D Francisco Serrano y Mariacutea Antonia Domiacutenguez Serafina la tercera hija de Santovenia se matrimonioacute con Juan Pentildealver y Montoto
90 Definiacutea de manera precisa laquola complicidad en la trataraquo que estableciacutea inclusive la pena de muerte para los que se resistieran a ser detenidos Por otra parte a partir de ese momento era obli-gatorio censar a los esclavos los que no se inscribieran debiacutean ser considerados libres se estable-cieron penas de caacutercel y multas para los que violaran las disposiciones prescritas
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Tambieacuten en Octubre de 1866 comenzaba sus reuniones la Junta de Informacioacuten con el propoacutesito discutir cuestiones relativas a Cuba y Puerto Rico sus sesiones se extendieron durante seis meses hasta el 7 de abril de 186791 Los representantes electos o designados eran variopintos intelectuales reformistas como Morales Lemus Calixto Bernal o Nicolaacutes Azcaacuterate y reconocidas persona-lidades vinculadas al traacutefico negrero como el marqueacutes de Manzanedo Pedro Sotolongo o Tomaacutes Terry Lejos de solucionar situacioacuten alguna en la Junta se decidieron medidas como la relativa a los impuestos que contribuyeron al esta-llido de la Guerra de los Diez Antildeos
VII LAS EacuteLITES A FINALES DEL SIGLO HISTOacuteRICO (1867-1886)
En 1867 ya no habiacutea trata ni negreros pero siacute esclavistas que deseaban sos-tener la mano de obra forzada en sus plantaciones lograron mantenerla hasta 1886 aunque los planteamientos abolicionistas se aceleraron a partir de 1870 el 4 de julio de ese antildeo se aprobaba en las cortes la Ley Moret y cinco meses maacutes tarde el 25 de diciembre se aboliacutea la esclavitud en el campo insurrec-to No obstante los esfuerzos para retardar un proceso que era inevitable fueron sustanciales desde finales de los antildeos sesenta
La eacutelite criolla estuvo marcadamente involucrada en el movimiento septem-brista de 1868 sobre todo el sector vinculado a los intereses de la Unioacuten Liberal la condesa de San Antonio y la de Santovenia contribuyeron con joyas y dinero tambieacuten lo hizo Constantino Fernaacutendez Valliacuten Marqueacutes de Muros todos temiacutean con razoacuten que los elementos maacutes progresistas del Gobierno como Figarola Castelar Sagasta o Becerra abolieran la esclavitud Para frenar esas intenciones fundaron el 16 de octubre de 1868 la Junta Cubana92 diez diacuteas antes habiacutea es-tallado la insurreccioacuten en Cuba A diferencia de lo que habiacutea ocurrido en otros momentos la policiacutea lobbysta y la creacioacuten de organizaciones como la Junta los ciacuterculos hispano-ultramarinos y el uso de la prensa constituyeron sus principales medios de accioacuten
Entre tanto las contradicciones se polarizaban en la Isla Frente al Comiteacute Espantildeol integrado por peninsulares acaudalados como D Juliaacuten de Zulueta y
91 Las reuniones se desarrollaron en 36 sesiones que fueron presididas por D Alejandro Olivan Llama la atencioacuten la desinformacioacuten de algunos delegados pues Angulo Heredia presentoacute una mocioacuten pidiendo que la trata fuese declarada pirateriacutea cuando en julio de 1866 es decir cuatro meses antes se habiacutea aprobado la Ley para la Supresioacuten y Castigo del Traacutefico de Esclavos No se lograron acuerdos importantes en lo relativo a las cuestiones poliacutetica que quedoacute para el final y econoacutemica que creoacute una situacioacuten caoacutetica con el establecimiento de un impuesto del directo del 10 sin que se suprimieran otras tributaciones
92 Estaba presidida por D Joseacute Joaquiacuten de Arrieta duentildeo del ingenio Flor de Cuba y por el Marqueacutes de Villaytre tratante de negros y chinos en su poliacutetica lobbysta se valieron del diputado Conde de Vegamar
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D Joseacute Baroacute cuyos intereses econoacutemicos y vida social eran similares a la de los maacutes ricos criollos surgioacute el Casino Espantildeol Esta asociacioacuten fue promovida por un sector de comerciantes importadores interesados en mantener a Cuba como su mercado reservado Sus principales miembros Segundo Rigal entre estos disponiacutean de una clientela poliacutetica muy numerosa la de los llamados laquodetallistasraquo93 quienes por lo general eran inmigrantes pobres incitados por un desmedido nacionalismo Tambieacuten contaban con un brazo armado el cuerpo de voluntarios al que perteneciacutean todos los peninsulares bien como oficiales o a modo de simples soldados Este cuerpo desarrolloacute extraordinarias acciones de fuerza como fue la deposicioacuten de un Capitaacuten General al que consideraban dema-siado liberal Domingo Dulce
Para representar sus intereses en Madrid este Comiteacute designoacute a D Manuel Calvo y Aguirre quien habiacutea iniciado su capital en la trata negrera era duentildeo del ingenio Portugalete estaba vinculado en Espantildea al Marqueacutes de Comillas y sus socios y era ademaacutes un poliacutetico inteligente acostumbrado a mantenerse tras bambalinas Desde ese momento se convirtioacute en figura clave del sector integrista En octubre de 1868 estaba en Pariacutes instaloacute su residencia en la Casa Lhardy y la convirtioacute en un centro operativo donde recibioacute a ministros consejeros diputa-dos periodistas y directores de oacuterganos de prensa Su influencia contribuyoacute a la democioacuten de D Manuel Becerra como Ministro de Ultramar y al nombramiento en su lugar de D Segismundo Moret94 Era a sotto voce una especie de gestor promotor de los elementos poliacuteticamente maacutes reaccionarios es decir el vocero y representante de esa eacutelite
La Guerra de los diez Antildeos iniciada en 1868 habiacutea contribuido al proceso de descapitalizacioacuten de Cuba a favor de su metroacutepoli pues grandes propietarios como el Conde de San Fernando de Pentildealver el Conde de Vegamar el Marqueacutes de Candelaria de Yarayabo la Condesa de San Antonio la de de Santovenia la Marquesa de Valero de Urriacutea el Conde de San Ignacio D Salvador Samaacute y D Javier Durantildeona hijo de D Francisco entre muchos otros trasladaron sus capitales a la Peniacutensula95
La mayor parte de los comerciantes peninsulares y de los propietarios de in-genios azucareros permanecieron en Cuba sin que la guerra afectara su produc-cioacuten que en la praacutectica resultoacute incrementada en un 9 en tanto el nuacutemero de
93 De esta manera se llamaba a los encargados de hacer ventas al laquodetalleraquo es decir eran co-merciantes pequentildeos en la mayor parte de los casos solo eran dependientes es decir empleados de las casas de comercio
94 En telegrama a D Pedro Sotolongo informaba laquotranquilos nuestros asuntos Moret ilustra-do prudente (hellip) Ver BARCIA Mariacutea del Carmen Eacutelittes y grupos de presioacuten en Cuba 1868-1898 La Habana editorial de Ciencias Sociales 1998 pp 17 y ss
95 Ibiacutedem pp 57-58
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faacutebricas crecioacute en un 18 Esto no se reflejoacute sin embargo en la acumulacioacuten de capitales pues sobre este sector recayoacute esencialmente el costo de la guerra96
No eran muchos los que poseiacutean grandes plantaciones con 400 esclavos o maacutes entre estos se destacaban antiguos negreros como Juliaacuten Zulueta quien llegoacute a poseer cinco97 Joseacute Baroacute que tuvo siete98 Tomaacutes Terry con cinco99 en tanto Joseacute Eugenio Moreacute 100 y Joseacute Mazorra teniacutean uno en cada caso a este grupo perteneciacutea el criollo Joseacute Luis Alfonso cuntildeado de Miguel Aldama porque entre eacutel y su familia poseiacutean 14 ingenios101 Hubo algunos personajes que como Mamerto Pulido102 y Sebastiaacuten Ulacia103 obtuvieron ventajas econoacutemicas con la administracioacuten de bienes embargados en tanto otros se beneficiaron con el ne-gocio de la guerra vendiendo avituallamientos para las tropas y trasladando a los quintos procedentes de la Peniacutensula Los maacutes ricos participaron en la administra-cioacuten de las aduanas de Cuba como financieros del Banco Hispano-Colonial fun-dado a partir de un empreacutestito de guerra104
Al concluir la guerra la Isla se proclamoacute laquoprovincia ultramarinaraquo y en su te-rritorio se aplicoacute primero de manera provisional y despueacutes permanente la Constitucioacuten de 1876
Todos sabiacutean que el fin de la esclavitud tocaba a sus puertas y de una forma u otra participaron en los proyectos de abolicioacuten sobre todo en los presentados a la Junta de Informacioacuten de 1879 En 1880 se aprobaba la llamada Ley del Patronato y tres antildeos maacutes tarde saliacutea a la luz su oprobioso reglamento que cons-tituyoacute una vuelta atraacutes Tras seis antildeos de aplicacioacuten se decidioacute con el acuerdo del
96 IGLESIAS Fe laquoEl desarrollo capitalista de Cuba en los albores de la eacutepoca imperialistaraquo En BARCIA Mariacutea del Carmen GARCIacuteA Gloria y TORRES CUEVAS Eduardo (redactores) La Colonia evolucioacuten socioeconoacutemica y formacioacuten nacional pp 160-161
97 En 1878 poseiacutea el Alava el Vizcaya el Habana el Espantildea y el Zaza 98 En 1878 poseiacutea La Luisa Santa Rita San Miguel Cristina Adela Convenio y Olimpo 99 En 1878 poseiacutea los ingenios Caridad Esperanza Teresa Jiviagna y Caracas 100 En 1878 poseiacutea junto a Manuel Ajuriacutea los ingenios La Merced (a) El Indio Labrador San
Isidro 101 Estos eran Julia Santa Lutgarda Aacutecana Concepcioacuten El Dorado (a) Congojas Dolores
Triunvirato Antonia San Miguel Resulta Santa Isabel Esperanza Majagua y San Cayetano 102 En 1878 era duentildeo del ingenio San Antonio 103 En 1868 no poseiacutea ninguacuten ingenio pero diez antildeos despueacutes era propietario de cuatro
Josefita Desengantildeo Primavera y Amistad 104 Para profundizar en esta cuestioacuten pueden consultarse ROLDAacuteN DE MONTAUD Ineacutes La
banca de emisioacuten en Cuba (1856-1898) Madrid Banco de Espantildea Servicio de Estudios (serie Historia Econoacutemica Estudio nordm 44) 2004 TORRES CUEVAS Elena laquoA propoacutesito del imperio co-lonial espantildeol en el siglo XIX Los negocios cubanos del Marqueacutes de Comillasraquo en NARANJO Consuelo y MALLO Tomaacutes Cuba La perla de las Antillas Doce Calles Madrid 1992 pp 183-195 RODRIGO Y ALHARILLA Martiacuten Los Marqueses de Comillas 1817-1925 Antonio y Claudio Loacutepez Lid Editorial Madrid 2000 TEDDE DE LORCA Pedro laquoLa banca privada espantildeola duran-te la Restauracioacuten (1874-1914)raquo en TORTELLA CASARES Gabriel (director) La banca espantildeola en la Restauracioacuten tomo I Banco de Espantildea Servicio de Estudios Madrid 1974 pp 217-455 y BARCIA Mariacutea del Carmen Eacutelites y grupos de presioacuten en Cuba (hellip)
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Ciacuterculo de Hacendados dar la esclavitud por concluida pero esa es otra historia que no puede ser contada en este trabajo
Los tiempos eran otros y el fantasma de la insurreccioacuten asomaba por todos los espacios algunas figuras muy connotadas como Zulueta105 y Baroacute habiacutean fallecido en 1878 otros no tuvieron su empuje a pesar de su poder econoacutemico La eacutelite poliacutetica fue integrista y el liberalismo quedoacute marginado
Aunque auacuten prevaleciacutean los intereses de los grandes propietarios se produjo una nueva circulacioacuten de las eacutelites ahora los voceros eran otros y teniacutean como ya se ha visto diferentes formas de actuar Tras bambalinas moviacutean el cotarro y poniacutean o quitaban ministros como por ejemplo ocurrioacute con Becerra y Moret La eacutelite poliacutetica que primoacute en estos antildeos fue la integrista y respondioacute a los intereses del grupo representado en Cuba por Manuel Calvo pero sus intereses reales es-taban en la metroacutepoli Cuba era para estos esencialmente un mercado reservado
En apenas cien antildeos se habiacutea transitado del poder de los criollos al de los peninsulares y esto tuvo sus consecuencias poliacuteticas una nueva guerra por la independencia comenzoacute a fraguarse la nueva eacutelite poliacutetica se disentildeariacutea bajo otros presupuestos con diversas influencias internacionales en especial de los Estados Unidos
105 El primero en presidir el Ciacuterculo fue Zulueta y a su muerte lo sustituyoacute hasta 1890 Moreacute
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8 LOS PROCESOS DE ENNOBLECIMIENTO EN LA CUBA COLONIAL
CARLOS NIETO SAacuteNCHEZ
Universidad Complutense de Madrid
I INTRODUCCIOacuteN
La historia de la monarquiacutea hispaacutenica desde sus inicios altomedievales y hasta el advenimiento del reacutegimen republicano de 1931 no puede entenderse sin la nobleza grupo humano imprescindible para el sosteacuten de los monarcas en sus tronos especialmente en los momentos de cambio de reacutegimen o en coyunturas poliacuteticas poco favorables Los procesos de ennoblecimiento como han explicado todos los autores claacutesicos ndashdesde Moreno de Vargas a Faustino Meneacutendez Pidal en nuestros diacuteasndash han sido claves para los reyes al conseguir con ello la lealtad de hombres y mujeres unidos por un especialiacutesimo viacutenculo con la figura del mo-narca Asiacute ocurrioacute en Ameacuterica ndashy por ende en la isla de Cubandash donde militares funcionarios reales altos cargos de la administracioacuten espantildeola y potentes criollos fueron premiados por sus desvelos hacia la Corona y por estar dispuestos a apo-yarla ya fuera con sus propias vidas en el terreno de las armas o con cuantiosos donativos para socorrer al siempre empobrecido erario
Y esta situacioacuten se mantuvo no soacutelo durante el antiguo sino tambieacuten en el nuevo reacutegimen en el sistema liberal surgido tras la revolucioacuten francesa y que acaboacute triunfando en toda Europa de forma inexorable a lo largo del siglo XIX La configuracioacuten de un sistema representativo no supuso hacer tabula rasa con todo lo anterior al contrario muchas fueron las tradiciones que mutaron al compaacutes de los tiempos y una de ellas fue el estamento nobiliario Por un lado la nueva y pujante clase social surgida de los procesos revolucionarios la burguesiacutea teniacutea un gran deseo de ennoblecimiento para ver coronado su proceso de promocioacuten social por otro los reyes que necesitaban el apoyo de un grupo poderoso y eco-noacutemicamente potente encontraron en el ennoblecimiento una viacutea fuerte para
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Carlos Nieto Saacutenchez
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asegurar la lealtad de los hombres de negocios y de la clase dirigente en general Asiacute los tiacutetulos de nobleza se convirtieron en una parte importante del juego poliacutetico liberal y en el caso de Espantildea en un elemento decisivo durante el reinado de Isabel II el Sexenio y la Restauracioacuten
En Cuba los intereses de la monarquiacutea con los ennoblecimientos van maacutes allaacute los monarcas anhelaban una poderosa eacutelite nobiliaria capaz de mantener en la isla el dominio de la metroacutepoli En aquella Espantildea en la que se vertebraba el estado liberal no sin dificultades los nuevos tiacutetulos otorgados a comerciantes traficantes de esclavos o miembros de la clase poliacutetica ndashya fueran espantildeoles o criollosndash pretendiacutean crear una emergente clase social partidaria de la dependen-cia de la peniacutensula
En las paacuteginas de este breve estudio se quiere articular y dar a conocer cuaacutel fue la poliacutetica de ennoblecimiento llevada a cabo por la monarquiacutea hispaacutenica en la isla de Cuba desde principios del siglo XVIII hasta el final del dominio espantildeol teniendo en cuenta muacuteltiples factores Los intereses de la metroacutepoli y los de la eacutelite antillana peninsular o criolla hacendada o comerciante fueron baacutesicos y constituyeron una serie de liacuteneas cruzadas muy complejas que influyeron en el aacutenimo de los monarcas a la hora de ennoblecer a espantildeoles asentados en la isla y a criollos A su vez el proceso de ennoblecimiento en Cuba pretendiacutea servir de nexo para solventar dos situaciones antagoacutenicas el asentamiento del estado li-beral en la metroacutepoli y el reforzamiento militar y la falta de autonomiacutea de la isla negada sistemaacuteticamente por los gobiernos liberales de la peniacutensula especial-mente desde que se produjo el grito de Yara y la guerra de los Diez Antildeos
Con el presente trabajo se pretende llenar un hueco que la historiografiacutea ha dejado praacutecticamente en blanco en las uacuteltimas deacutecadas Muy poco se ha escrito ndashy casi nada nuevo se ha aportadondash desde que genealogistas como el conde de San Juan de Jaruco o el inolvidable Filo Nieto Cortadellas realizaron sus ceacutelebres nobiliarios sobre antiguas familias habaneras Poco se ha avanzado en el estudio de las eacutelites cubanas ya que en la historiografiacutea en aquella isla desde hace deacuteca-das priman otro tipo de liacuteneas de investigacioacuten Sirva este capiacutetulo espero para abrir nuevos cauces en la investigacioacuten y dar a conocer al gran puacuteblico las rela-ciones entre la nobleza y el poder poliacutetico en una parte de la Ameacuterica espantildeola durante varias centurias1
1 No es demasiada la bibliografiacutea existente en torno a la nobleza en Cuba Entre todas las obras tradicionales sobre el asunto que se trata en este capiacutetulo hay una que destaca especialmen-te Dignidades Nobiliarias Cubanas (Madrid 1954) de Rafael NIETO CORTADELLAS De gran inte-reacutes para el investigador son otras obras claacutesicas sobre el tema entre las que destacamos tres el Nobiliario Cubano del conde de Vallellano (Madrid 1928) los nueve tomos de la obra de Francisco DE SANTA CRUZ Y MALLEacuteN conde de San Juan de Jaruco y de Santa Cruz de Mopox Historia de las familias cubanas (La Habana-Miami 1950-1986) y las Genealogiacuteas Habaneras del citado Rafael NIETO CORTADELLAS (Madrid 1978-1995) Maacutes actual es el resumen esquematizado que de los tiacutetulos cubanos traza Mariacutea Montserrat GAacuteRATE OJANGUR en su artiacuteculo laquoTiacutetulos nobilia-
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II PRIMER PERIODO LA NOBLEZA CUBANA CON LOS PRIMEROS BORBONES
Los siglos XVI y XVII constituyen dos centurias en las que se formoacute una oligar-quiacutea local en la isla de Cuba En aquellos antildeos la actividad econoacutemica se basoacute en la extraccioacuten de oro y plata de las minas y en una naciente agricultura fundamen-tada en el tradicional sistema de encomienda El territorio cubano tuvo por lo general escasa importancia econoacutemica en aquellos siglos en los que la metroacutepoli estaba ocupada en obtener riquezas en otros puntos del continente americano y en mucho menor medida en las islas de las Antillas Soacutelo la ciudad de La Habana gracias a su puerto mariacutetimo fue considerada un centro de especial in-tereacutes estrateacutegico para desarrollar actividades comerciales y militares en ella y poco a poco se convirtioacute en un enclave de gran importancia econoacutemica y estra-teacutegica llevaacutendose a cabo su fortificacioacuten
El primer y uacutenico tiacutetulo concedido durante la monarquiacutea de los Austrias en relacioacuten directa con Cuba fue otorgado durante la minoriacutea de edad del Rey Carlos II Los reyes de la casa de Austria habiacutean trazado una poliacutetica muy distin-ta a la que pondriacutean en marcha sus sucesores y praacutecticamente no se otorgaron tiacutetulos de nobleza en Ameacuterica siguiendo asiacute una poliacutetica muy clara para no fo-mentar una aristocracia colonial en aquel continente Esa primera merced men-cionada es el marquesado de Villa Real de Burriel otorgado a dontildea Alfonsa Jacinta Vallecilla y Ojeda mujer del Almirante don Francisco Diacuteaz-Pimienta y Peacuterez de Mendizaacutebal2 Los meacuteritos del concesionario almirante y general de la armada en la carrera de Indias muerto en la defensa del sitio de Barcelona en 1652 que combatioacute heroicamente a los ingleses en las Antillas llevaron a la creacioacuten de esta merced3
rios en la Cuba espantildeola (XVIII-XIX)raquo Hidalguiacutea la revista de genealogiacutea nobleza y armas 276 (1999) pp 617-636 Muy atractivo para el conocimiento del estamento nobiliario en Ameacuterica es el discur-so de ingreso en la Real Academia matritense de Heraacuteldica y Genealogiacutea de Javier GOacuteMEZ DE OLEA Y BUSTINZA La nobleza titulada en la Ameacuterica espantildeola (Madrid 2005) con un extenso capiacutetulo dedicado a los tiacutetulos de nobleza en la isla de Cuba Para el punto tercero de este capiacutetulo que trata de la nobleza cubana en el antiguo reacutegimen es interesante la obra de Dominique GONCALVEgraveS publicada por la Casa de Velaacutezquez Le planteur et le roi lrsquoaristocratie havanaise et la Couronne drsquoEspagne (1763-1838) Madrid 2008 No puede olvidarse por uacuteltimo la importancia y la gran cantidad de datos genealoacutegicos que recoge la obra de Margarita ZABALA Y MENEacuteNDEZ Coronas de Indias Genealogiacutea de los tiacutetulos nobiliarios concedidos en Indias publicado en Sevilla entre los antildeos 2006 y 2007
2 No en vano como afirma GOacuteMEZ DE OLEA (La nobleza tituladahellip op cit p 45) dos lina-jes ennoblecidos por la Casa de Austria se establecieron muy pronto en Cuba Se trata de los mar-queses de Villalta tiacutetulo otorgado en 1668 a un linaje que se asentoacute en Cartagena de Indias y pasoacute a Cuba en 1755 y de los marqueses de Monte Cortes cuyos poseedores llegaron a la isla en 1747 aproximadamente
3 El concesionario era ademaacutes sentildeor de Puerto Real y de Villarreal de Burriel gobernador de Menorca y consejero de Guerra de S M Los meacuteritos del concesionario que combatioacute a los invaso-
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La llegada al trono de Felipe V primer monarca de la Casa de Borboacuten supuso un cambio en la poliacutetica de creacioacuten de tiacutetulos pero no afectoacute sobremanera a Cuba En aquellos primeros antildeos del siglo XVIII la concesioacuten de mercedes nobilia-rias estaba encaminada a recompensar los servicios prestados durante la contien-da sucesoria y a crear un grupo de nobles afiacuten al nuevo monarca La coyuntura geograacutefica y poliacutetica de Cuba alejada de la peniacutensula y al margen de la guerra de Sucesioacuten que se desarrolloacute en Europa implicoacute que no se crearan praacutecticamente tiacutetulos para espantildeoles o criollos en Cuba y de los 322 tiacutetulos nobiliarios otorga-dos por el primer soberano de la nueva dinastiacutea soacutelo tres como se veraacute de forma inmediata fueron creados para cubanos4
El inicio del siglo XVIII supuso el redescubrimiento de la isla pues el potencial econoacutemico y militar que ofreciacutea La Habana era fundamental dentro del proceso de reorganizacioacuten territorial iniciado por la nueva dinastiacutea Durante el reinado de Felipe V el puerto de La Habana amplioacute sus funciones y en 1725 se creoacute un nue-vo Real Astillero Por otra parte la nueva monarquiacutea se interesoacute desde los inicios de la centuria por la explotacioacuten de un producto clave el tabaco Poco despueacutes otro monopolio comercial con participacioacuten del Rey la Real Compantildeiacutea de Comercio de La Habana se establecioacute en la capital de la isla5 Por Real Ceacutedula de 18 de diciembre de 1740 se creaba la mencionada Real Compantildeiacutea que se haciacutea cargo de las construcciones navales por un periodo de diez antildeos comprometieacuten-dose a construir tres o cuatro bajeles anuales6
En estos antildeos en los que se comenzoacute a ver la importancia econoacutemica y estra-teacutegica de Cuba fueron creados cuatro marquesados para don Laureano Joseacute de Torres y Ayala marqueacutes de Casa Torres (1708)7 don Juan Nuacutentildeez de Castilla
res britaacutenicos en las islas de Santa Catalina y Providencia le valieron el haacutebito de Santiago y la creacioacuten de esta merced Sobre el personaje veacutease Heacutector RODRIacuteGUEZ ANTERO laquoGeneral y almi-rante de la Real Armada de la Guarda de las Indias Francisco Diacuteaz Pimienta y Peacuterez de Mendizaacutebalraquo Revista de la Biblioteca Nacional VIII (1957) pp 155-177 Rafael NIETO CORTADELLAS en su obra Dignidades Nobiliarias ya citada en las paacuteginas 622 y siguientes traza unos interesantes datos biograacuteficos del concesionario asiacute como de sus descendientes
4 Mariacutea del Mar FELICES DE LA FUENTE Condes Marqueses y Duques biografiacuteas de nobles titulados durante el reinado de Felipe V Madrid 2013 p 12
5 Estos aspectos econoacutemicos pueden verse con detalle en la obra de Julio LE RIVEREND Historia Econoacutemica de Cuba La Habana 1974 p 97
6 Muy interesante es la informacioacuten que sobre el puerto de La Habana su creacioacuten y avatares posteriores proporciona Ceacutesar GARCIacuteA DEL PINO en el artiacuteculo titulado laquoEl arsenal de La Habana durante el siglo XVIIIraquo en Agustiacuten GUIMERAacute y Fernando MONGE (coords) La Habana puerto colonia Siglos XVIII-XIX Madrid 2000 pp 157-182
7 Dedicado al comercio entre Canarias y Ameacuterica capitaacuten general de la Isla de Cuba goberna-dor de San Agustiacuten de la Florida caballero de la orden de Santiago Se trata de la adquisicioacuten de un tiacutetulo por un rico comerciante en Ameacuterica en este caso por 300000 reales para financiar las necesidades de la hacienda puacuteblica y la provisioacuten de granos durante la guerra de Sucesioacuten En el despacho del tiacutetulo se ocultoacute por completo cualquier rastro del dinero que habiacutea propiciado la ob-tencioacuten de la merced mencionando soacutelo sus servicios como gobernador de La Habana Los datos
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marqueacutes San Felipe y Santiago (1713)8 don Juan Joseacute Juacutestiz y Umpieacuterrez mar-queacutes de Juacutestiz de Santa Ana (1758)9 y don Gonzalo Recio de Oquendo y Hoces marqueacutes de la Real Proclamacioacuten (1760)10 y dos condados Casa Bayona11 (1733) para don Joseacute Bayona y Chacoacuten y Revillagigedo (1749) a don Juan Francisco Guumlemes y Horcasistas12 Los poseedores de estas mercedes fueron la mitad crio-llos de Cuba y la otra mitad miembros de viejas familias de Andaluciacutea y Castilla la Vieja Todos ellos desempentildeaban cargos por su estado noble en la isla de Cuba y perteneciacutean a la eacutelite social militar y econoacutemica del momento El conde de Revillagigedo era capitaacuten general y gobernador de la isla de Cuba y fue agraciado con esta merced por sus gestiones directas en la implantacioacuten y organizacioacuten del monopolio del tabaco Mientras tanto Juan Nuacutentildeez del Castillo y Espejo I mar-queacutes de San Felipe y Santiago fundoacute en unos terrenos de su propiedad la ciudad de Bejucal y su sentildeoriacuteo a cambio de lo cual recibioacute este tiacutetulo13 Nacidos en La Habana fueron el conde de Casa Bayona don Joseacute Bayona y Chacoacuten fundador de la ciudad de Santa Mariacutea del Rosario y uno de los mayores hacendados del momento y el primer marqueacutes de Juacutestiz de Santa Ana don Juan Joseacute Juacutestiz y
de los primeros concesionarios de mercedes nobiliarias se toman del libro recientemente publicado por Damiaacuten SANGRO Y SILVELA Meacuterito y Gracia trazando los oriacutegenes de la nobleza Madrid 2016 y de la obra de Rafael NIETO CORTADELLAS Dignidades Nobiliarias ya citada GOacuteMEZ DE OLEA considera que este tiacutetulo es peruano En La nobleza tituladahellip op cit p 45
8 El concesionario era adelantado y justicia mayor de Bejucal ademaacutes de un importante co-merciante establecido en Ameacuterica acreedor de la Corona teniente de milicias del castillo de San Felipe el Fuerte y maacutes tarde capitaacuten y sargento mayor de Cumanaacute en Venezuela En 1710 fundoacute en Cuba la ciudad de San Felipe y Santiago Esta iniciativa sufragada en gran parte por eacutel llevoacute al Rey a otorgarle esta merced
9 Otorgado por los meacuteritos contraiacutedos para el desarrollo de la isla de Cuba por don Juan Joseacute y los de su difunto hermano el coronel don Manuel Joseacute Juacutestiz El concesionario que construyoacute a sus expensas la iglesia de San Carlos de Matanzas fallecioacute antes de obtener el Real Despacho
10 El Rey Carlos III otorgoacute este tiacutetulo a don Gonzalo regidor perpetuo del ayuntamiento de La Habana alcalde ordinario alfeacuterez mayor y teniente gobernador poliacutetico de esta ciudad durante la dominacioacuten inglesa El concesionario fue el encargado de proclamar Rey a Carlos III en Cuba cuan-do comenzoacute a reinar en Espantildea tras abandonar Naacutepoles y por ello le fue concedido este tiacutetulo cuyo nombre pretende recordar aquel hecho
11 Alfeacuterez mayor y alcalde de La Habana sentildeor de Justicia Mayor de Santa Mariacutea del Rosario ciudad que eacutel mismo fundoacute y de la que era sentildeor jurisdiccional En este caso y de forma contraria a los tiacutetulos descritos anteriormente se trata de un tiacutetulo comprado a la Corona En marzo de 1718 a traveacutes de un vecino de Caacutediz el concesionario logroacute adquirir por 20000 ducados un tiacutetulo nobi-liario en blanco que estaba en poder de la ciudad de Fuenterrabiacutea desde 1697 para sufragar con su venta la reparacioacuten de los destrozos del asedio franceacutes de 1638 Esta merced teniacutea la peculiaridad de que necesitaba que quien la adquiriese tuviera la aprobacioacuten de la Caacutemara de Castilla que enco-mendoacute el informe a don Andreacutes Pez gobernador del Consejo de Indias y tiacuteo de don Joseacute Bayona Sobre este tiacutetulo y su linaje es de especial intereacutes el trabajo de Javier GOacuteMEZ DE OLEA Y BUSTINZA Los condes de Casa Bayona que veraacute la luz proacuteximamente
12 Especialmente interesante es la biografiacutea de este personaje que llegoacute a ser virrey de la Nueva Espantildea Una aproximacioacuten a su figura en Carmen GONZAacuteLEZ ECHEGARAY El Virrey Revillagigedo y sus oriacutegenes Santander 1990
13 Si bien no fue expedido hasta el 11 de octubre de 1757 reinando ya el Rey Fernando VI
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Echevarriacutea El marquesado de Casa Torres y el condado de Casa Bayona fueron dos ejemplos claros de lo que se ha llamado tiacutetulos en blanco o tiacutetulos beneficia-dos Estos tiacutetulos eran mercedes concedidas por los soberanos a instituciones generalmente beneacuteficas o religiosas si bien tambieacuten algunos virreyes de Ameacuterica dispusieron de mercedes en blanco En tiempos de especial necesidad crisis de subsistencia periacuteodos de grandes carestiacuteas etc estos tiacutetulos en blanco eran vendidos a particulares por las entidades a las que el Rey los habiacutea concedido Era una forma de paliar sus necesidades y solventar los problemas econoacutemicos14
III SEGUNDO PERIODO LA NOBLEZA CUBANA EN EL APOGEO DEL ANTIGUO REacuteGIMEN
La toma de La Habana por los ingleses en agosto de 1762 que estuvo once meses en poder de los britaacutenicos en el contexto de la guerra de los Siete Antildeos trajo como consecuencia una cierta libertad de comercio y un notable enriqueci-miento de la ciudad En aquellos difiacuteciles momentos los criollos cubanos dirigi-dos por Joseacute Antonio Goacutemez destacaron como buenos patriotas comprometidos en la defensa de la ciudad demostrando un heroiacutesmo y un patriotismo sin liacutemi-tes En consecuencia los reyes comenzaron a ennoblecer a los criollos islentildeos como antes no habiacutea ocurrido Los tiacutetulos de nobleza para los criollos cubanos fueron doce y en todas las cartas de concesioacuten se menciona la lealtad al Rey y los servicios militares efectuados en la defensa de la ciudad de La Habana contra los ingleses ya fuera con preacutestamos monetarios sosteniendo tropas a su costa en la ciudad o concediendo tierras para asentar a los evacuados15 No se puede ademaacutes olvidar que estos criollos sin duda una nueva eacutelite en la isla de Cuba en las pri-meras deacutecadas del siglo XIX habiacutean comenzado a enriquecerse desde haciacutea lus-tros y en muchos casos dedicaron su fortuna a obtener tiacutetulos nobiliarios Todo sumado hizo que su ascenso poliacutetico y su participacioacuten social en la vida poliacutetica de La Habana se viese notablemente incrementada16
En el periodo comprendido entre 1758 y 1808 coincidente con los reinados de Carlos III y Carlos IV y con el apogeo del Despotismo Ilustrado en la peniacutensu-
14 En la carta de concesioacuten del tiacutetulo sin embargo nunca se haciacutea mencioacuten a esta transaccioacuten econoacutemica figurando los meacuteritos del concesionario en unas ocasiones reales y en otras maacutes bien ficticios
15 El total de los tiacutetulos otorgados por Carlos III se completa con los siguientes los condados de Buena Vista Gibacoa San Juan de Jaruco Vallellano Lagunillas Casa Montalvo Santa Mariacutea de Loreto Casa Barreto y Reparaz y los marquesados de Caacuterdenas de Monte-Hermoso Casa Calvo Casa Angulo Almeiras Guisa y Prado Ameno
16 Muy graacutefica es a este respecto la opinioacuten de Moreno Fraginals cuando asegura que en Cuba laquoser rico sin ser noble era en rigor algo indecente pues el rango es lo que legitima la nobleza Como a finales del siglo XVIII el sacaroacutecrata no ha cobrado plena fe en siacute mismo son muchos los que se apresuran a comprar tiacutetulos nobiliarios La Habana se llena de condes y marquesesraquo En Manuel MORENO FRAGINALS El Ingenio vol I La Habana 1978 p 127
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la comienza por parte de la metroacutepoli una nueva fase en los ennoblecimientos cubanos se dejan a un lado las recompensas relacionadas con temas militares y de colonizacioacuten y comienza una praacutectica de ennoblecimiento en la que tienen mucho que ver la produccioacuten ascendiente del azuacutecar los preacutestamos a la Corona y la formacioacuten o consolidacioacuten de nuevos patrimonios econoacutemicos Los tiacutetulos concedidos en estos antildeos a espantildeoles peninsulares destacados en la isla fueron cinco dos para militares fallecidos heroicamente en la defensa de La Habana don Vicente Gonzaacutelez de Bassecourt creado en 1763 conde del Asalto17 y don Luis Vicente de Velasco marqueacutes de Velasco18 y otros tres tiacutetulos concedidos a altos funcionarios reales para don Domingo de Lizundia y Echevarriacutea el marque-sado del Real Agrado19 a don Lorenzo de Montalvo y Montalvo el condado de Macuriges20 y para don Joseacute de Veitia y Renteriacutea el marquesado del Real Socorro21 Tambieacuten se otorgoacute un tiacutetulo el condado de OacuteReilly a un noble irlan-deacutes catoacutelico Alejandro OrsquoReilly y Mc Dowell militar destacado en La Habana22
En el reinado de Carlos IV la nobleza criolla titulada alcanzoacute la mayor influen-cia poliacutetica tanto en el gobierno de la isla como en la corte real de Madrid La aristocracia nutrida por nobles criollos titulados fue ocupando los altos cargos gubernamentales dentro de La Habana y fuera de ella e influiacutea notablemente en los proyectos relativos al fomento econoacutemico de la isla apoyados fundamental-mente en la produccioacuten y exportacioacuten de azuacutecar de cantildea No hay que olvidar que ademaacutes muchos de ellos formaban parte de las eacutelites intelectuales del momento y eran los exponentes de las Luces y del nuevo pensamiento ilustrado en Cuba Durante este reinado fueron beneficiados con concesiones nobiliarias don
17 El concesionario destacoacute en la defensa en el asalto ingleacutes perpetrado al castillo del Morro en La Habana en cuya defensa murioacute heroicamente el 31 de julio de 1762
18 Como en el caso anterior este tiacutetulo fue otorgado a uno de los heacuteroes en la lucha contra los ingleses Sobre el personaje y sobre esta merced veacutease el libro del bailiacuteo melitense Fernando GOacuteMEZ DE OLEA Y DE LA PENtildeA El capitaacuten de naviacuteo de la Real Armada don Luis Vicente de Velasco e Isla Santander 2006
19 Regidor perpetuo de La Habana tesorero de las rentas de tabacos de Cuba El concesionario fue un vasco nacido en Elgoibar que emigroacute a Cuba donde hizo una importante fortuna que le permitioacute formar parte de las eacutelites habaneras La lealtad a la Corona mostrada en La Habana fue la causa de esta concesioacuten
20 El primer titular fue intendente y comisario ordenador de Guerra y Marina ministro de la faacutebrica de bajeles de la Real Hacienda y Cajas de La Habana caballero de la orden de Santiago
21 Ilustre vecino de La Habana duentildeo de seis ingenios azucareros en Cuba y uno de los hom-bres maacutes poderosos de su tiempo en la isla Los inmensos donativos hechos por el concesionario a los caudales de la Corona sirvieron para que Carlos III le otorgara esta merced
22 OrsquoReilly era teniente general de los Reales Ejeacutercitos capitaacuten general y gobernador de Nueva Orleans y de la provincia de la Luisiana inspector general de las islas de Cuba y Puerto Rico y ca-ballero de la orden de Alcaacutentara Fue tambieacuten capitaacuten general en Andaluciacutea y bajo su gobierno se construyeron en Caacutediz las murallas de San Carlos y Puerta de Tierra En el sur fomentoacute las artes y las ciencias abriendo numerosas escuelas y centros de investigacioacuten Satisfecho con su gobierno Carlos III le otorgoacute esta merced nobiliaria
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Gabriel de Pentildealver y Calvo de la Puerta marqueacutes de Casa Pentildealver (1790)23 don Ignacio de Pentildealver y Caacuterdenas marqueacutes de Arcos (1792)24 don Adriaacuten Carlos Joseacute Caudroacuten de Cantin y Tomasso marqueacutes de Casa Cantiacuten (1796)25 don Joaquiacuten de Santa Cruz y Caacuterdenas conde de Santa Cruz de Mopox (1796)26 don Joseacute Fernaacutendez de Zaldiacutevar y Murguiacutea conde de Zaldiacutevar (1798)27 y don Juan Clemente Nuacutentildeez del Castillo y Molina conde del Castillo G de E (1807)28 Tambieacuten en este periodo se concedioacute la Grandeza a tres titulares de mercedes todos ellos nacidos en la ciudad de La Habana al tercer conde de Revillagigedo al conde del Castillo y al conde de Santa Cruz de Mopox
Puede afirmarse y asiacute lo ha hecho en un excelente estudio la profesora Lohania Aruca Alonso que los fuertes viacutenculos del grupo social nobiliario esta-ban perfectamente delimitados en 1808 cuando tuvo lugar la revolucioacuten en contra del invasor franceacutes en la peniacutensula y se produjo el apogeo de las ideas li-berales en Espantildea coronadas con la Constitucioacuten gaditana de 1812 La fundacioacuten de sentildeoriacuteos ciudades villas pueblos nuevos y mayorazgos por parte de la noble-za titulada confirieron a la ciudad de La Habana en pleno proceso de formacioacuten y definicioacuten durante el siglo XVIII caracteriacutesticas econoacutemicas y sociales muy par-ticulares y tambieacuten patrones culturales de vida urbana especiacuteficos muy avanza-dos en relacioacuten con el resto de las regiones histoacutericas de la isla29
Tras la revolucioacuten poliacutetica y social que supusieron las Cortes de Caacutediz y con el absolutismo restablecido en el reinado de Fernando VII se otorgaron veinti-treacutes mercedes nobiliarias En esta fase resulta evidente que la creacioacuten de la nueva nobleza cubana responde a una poliacutetica determinada por la peacuterdida de la mayoriacutea de los territorios de Ultramar y la necesidad de mantener a Cuba en la
23 El primer titular fue hijo de los marqueses de Arcos I conde de San Fernando de Pentildealver regidor perpetuo y alcalde de La Habana
24 Tesorero intendente y comisario ordenador del ejeacutercito de La Habana hermano del arzo-bispo de Guatemala
25 Que fue teniente general de la Real Armada Espantildeola En el decreto de creacioacuten del tiacutetulo se dice que los excepcionales meacuteritos y servicios como marino fueron el motivo de la concesioacuten de este tiacutetulo
26 El nuevo conde era ya conde de San Juan del Jaruco mariscal de Campo gentilhombre de caacutemara con entrada fundador de la ciudad de Nueva Paz en Cuba presidente de la comisioacuten para la Prospeccioacuten y el Fomento de Nuevas Poblaciones en la isla de Cuba y caballero de la orden de Calatrava
27 Fernaacutendez de Zaldivar era natural de La Habana coronel de Infanteriacutea de Milicias regidor del ayuntamiento alcalde ordinario y caballero de la orden de Santiago
28 El conde del Castillo era tambieacuten marqueacutes de San Felipe y Santiago gentilhombre de caacutema-ra de S M con ejercicio caballero de la orden de San Juan de Jerusaleacuten Fue adelantado y justicia mayor de la ciudad de San Felipe y Santiago y designado diputado a Cortes el 6 de agosto de 1810 siendo uno de los primeros que representaron al pueblo cubano en las Cortes de Caacutediz
29 Lohania ARUCA ALONSO laquoAcercamiento a los oriacutegenes de la nobleza criolla titulada en Cuba su vinculacioacuten con la regioacuten histoacuterica de La Habana durante el siglo XVIII y hasta 1808raquo Revista Raacutebida 20 (2001) pp 154
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oacuterbita espantildeola iniciaacutendose una nueva praacutectica muy diferente a la que habiacutea te-nido lugar hasta entonces No es de extrantildear como han sentildealado Aacutengel Bahamonde y Joseacute Gregorio Cayuela que la bancarrota de la hacienda puacuteblica favoreciera el acercamiento entre Fernando VII y los propietarios islentildeos tejieacuten-dose un doble compromiso expliacutecito apoyo financiero a la Corona a cambio de cargos y prebendas a la eacutelite criolla y a la permisividad en la trata de esclavos y la ratificacioacuten de la libertad de comercio30
IV TERCER PERIODO LOS TIacuteTULOS DE NOBLEZA EN EL ESTADO LIBERAL
Siguiendo a los autores anteriormente citados en la Espantildea del siglo XIX la creacioacuten de nueva nobleza estaacute intriacutensecamente relacionada con la construccioacuten del Estado liberal en su modelo moderado Los deacutebiles gobiernos de la menor edad de la Reina Isabel II necesitaban del respaldo de un partido fuerte formado en gran parte por hombres que habiacutean sido represaliados por Fernando VII en su persecucioacuten contra los elementos liberales y que ahora en la primera liacutenea de la poliacutetica comenzaron a recibir tiacutetulos nobiliarios junto a cruces y honores para sostener con mayor lealtad el trono de la reina nintildea Sin embargo en el caso de Cuba este fenoacutemeno responde a una dinaacutemica diferente entroncada con el fenoacute-meno colonial y las relaciones que de eacutel emanan El proceso de ennoblecimiento en Cuba estaacute mediatizado por las nuevas directrices generadas por la metroacutepoli tras la peacuterdida del imperio continental americano y por la consolidacioacuten de la economiacutea azucarera con mano de obra esclava en la Gran Antilla El complejo acoplamiento poliacutetico y econoacutemico entre la isla y la metroacutepoli a lo largo del siglo XIX establecioacute una contradiccioacuten difiacutecilmente salvable entre una Espantildea que se dotaba de un sistema liberal y una isla Cuba a la que sistemaacuteticamente se le negaba ese mismo ordenamiento con el objetivo de asegurar la soberaniacutea metro-politana
No puede olvidarse ademaacutes que en la mitad del siglo XIX Cuba se convirtioacute en pieza clave para la creacioacuten del Estado liberal en la peniacutensula perdidas las posesiones americanas la isla era en un proveedor necesario para el erario puacutebli-co transformaacutendose en una de las mayores potencias productoras y exportado-ras de azuacutecar en un contexto productivo marcado por la mecanizacioacuten y la exten-sioacuten del comercio mercantilista tras haber dejado a un lado las viejas costumbres
30 Los tiacutetulos fueron los condados de Fernandina de San Esteban de Cantildeongo de Villamar San Fernando de Pentildealver de Santa Ineacutes de Baynoa de Casa Ponce de Leoacuten y Maroto de la Reunioacuten de Cuba Santovenia Villanueva Casa Lombillo Casa Romero Du-Quesne Casa Pedroso y Garro (cuya denominacioacuten mudoacute luego a Pedroso y Garro) y los marquesados de Casa Ramos de la Fidelidad de Santa Olalla de la Candelaria de Yarayabo Santa Ana y Santa Mariacutea Santa Luciacutea Campoflorido Delicias del Tempuacute Aguasclaras y Esteva de las Delicias
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comerciales dieciochescas31 Por eso los tiacutetulos de nobleza y otras prebendas no soacutelo se otorgaron a militares o altos cargos de la administracioacuten peninsular como veniacutea ocurriendo desde haciacutea casi cien antildeos sino tambieacuten a la cuacutespide social de la isla es decir a la figura del hacendado del duentildeo de ingenios y del gran co-merciante32 El proceso de ennoblecimiento en Cuba durante el reinado de Isabel II siguiendo las maacuteximas de los monarcas ya explicadas teniacutea como fin apuntalar el sistema liberal recientemente iniciado en Espantildea Sin embargo mientras que en la peniacutensula la creacioacuten de nueva nobleza responde a la necesi-dad de cimentar a las eacutelites poliacuteticas moderadas que estaacuten poniendo en marcha el nuevo sistema poliacutetico en Cuba el ennoblecimiento sigue un proyecto de difiacutecil relacioacuten la atraccioacuten de sectores de la cuacutepula social islentildea que viera viable el estatus colonial nuevamente redefinido es decir la mediatizacioacuten del hecho colonial
Durante el reinado de Isabel II se concedieron treinta tiacutetulos de nobleza rela-cionados con la isla de Cuba De estos treinta al menos doce de ellos fueron otorgados a hacendados azucareros cuatro a comerciantes y siete de ellos co-merciantes y hacendados33 En este grupo de agraciados destacan los hacendados con ingenio azucarero propio o con otro tipo de explotacioacuten agraria principal-mente cubanos de nacimiento provenientes de importantes familias ya entron-cadas con la nobleza creada en el siglo XVIII son el nuacutecleo de la oligarquiacutea criolla que la metroacutepoli intenta incorporar a su sistema de atraccioacuten Entre estos nobles se encuentra don Carlos Guillermo Drake y Nuacutentildeez del Castillo conde de Vegamar muy proacuteximo al general Serrano o Miguel Aldama marqueacutes de Santa Rosa una de las excepciones entre los ennoblecidos que apoyaraacute la causa inde-pendentista34 Muy cercano a este grupo de nobles se encuentra el formado por comerciantes de origen peninsular enriquecidos a traveacutes del comercio de escla-vos y del monopolio de la distribucioacuten del azuacutecar Entre los ennoblecidos de este conjunto hay que destacar al conde de Santiago y al marqueacutes de Manzanedo fi-nanciador de la Restauracioacuten alfonsina De gran importancia es el ennobleci-
31 Sobre este asunto particular puede consultarse la obra publicada recientemente por Rubeacuten C ARANGO La Sacarocracia Historia de la aristocracia azucarera cubana Miami 2006
32 Joseacute Gregorio CAYUELA FERNAacuteNDEZ y Aacutengel BAHAMONDE MAGRO laquoLa creacioacuten de nobleza en Cuba durante el siglo XIXraquo Historia Social 11 (1991) p 61
33 Se trata de los marqueses de Moncayo Casa Nuacutentildeez de Villavicencio y Jura Real Rendoacuten Almendares OrsquoGavan Valero de Urria Real Campintildea Guaimaro Santa Rosa (maacutes tarde denomi-nado Santa Rosa del Riacuteo) San Miguel de Bejucal Montelo Marinao Manzanedo y San Carlos de Pedroso los condados de Casa Brunet Pentildealver Fernandina de la Jagua Campo Alegre del Puente Yumuriacute San Antonio San Feacutelix Caniacutemar Vegamar Santiago San Ignacio y San Buenaventura y los vizcondados de Valvanera Casa Gonzaacutelez y Bahiacutea Honda de la Real Fidelidad
34 NIETO CORTADELLAS asegura en su libro Dignidades Nobiliarias (op cit p 543) que por Real Decreto de Isabel II de fecha 11 de agosto de 1864 laquofue otorgada esta dignidad al que se diraacute (Miguel de Aldama y Alfonso) el cual por sus ideas separatistas no llegoacute a obtener el correspon-diente Real Despachoraquo
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miento de los comerciantes cubanos en los momentos previos al Sexenio con el acceso al tiacutetulo el comerciante persigue obtener un rango en consonancia con el papel que desarrolla en el entramado social es decir igualar al hacendado de viejo cuntildeo enraizado en los resortes del gobierno de la isla y a quien ya supera en los aacutembitos de poder35
Un intento para configurar un sistema verdaderamente representativo en nuestro paiacutes se produjo con la eleccioacuten de Amadeo de Saboya como rey de Espantildea La clase poliacutetica teniacutea la esperanza de que el nuevo Rey identificado con el progresismo europeo de finales de siglo y alejado de las camarillas del reinado isabelino asentase de una forma definitiva el sistema democraacutetico liberal Era como lo ha definido Carlos Seco Serrano el primer ensayo de una monarquiacutea democraacutetica o de una democracia coronada36
Pero Amadeo fue rechazado por la nobleza tradicional y las grandes familias de la eacutepoca Una de las pocas formas que encontroacute el Rey de atraer partidarios a su Corona ndashjunto con los constantes viajes por las regiones de la peniacutensulandash fue iniciar una serie de procesos de ennoblecimiento con que recompensar a la clase poliacutetica a quienes habiacutean apoyado su candidatura al trono y en general a quie-nes se mostraban cercanos a su causa Amadeo I creoacute ex novo hasta ochenta mercedes nobiliarias entre ellas ocho con Grandeza de Espantildea y sesenta y nue-ve tiacutetulos El Rey y sus gobiernos fueron pues muy generosos a la hora de dis-tribuir mercedes como correspondiacutea a un reacutegimen amenazado desde muchos frentes y abandonado por la vieja nobleza espantildeola
En el caso de Cuba los ennoblecimientos llevados a cabo en el reinado de Amadeo estaacuten determinados por motivaciones de tipo personal peticiones no sa-tisfechas anteriormente o apoyos financieros con la finalidad de crear una cliente-la nobiliaria adicta a la persona del nuevo Rey en la isla de Cuba Los nuevos agraciados con un tiacutetulo fueron don Gabriel de Caacuterdenas y Caacuterdenas marqueacutes de Bellavista37 don Constantino Fernaacutendez-Valliacuten y Aacutelvarez de Albuerne marqueacutes de Muros38 don Antonio Suaacuterez de Argudiacuten y Ramiacuterez de Arellano marqueacutes de Casa
35 Joseacute Gregorio CAYUELA FERNAacuteNDEZ y Aacutengel BAHAMONDE MAGRO laquoLa creacioacuten de noblezahellipraquo op cit pp 76 y 77
36 Carlos SECO SERRANO laquoEl reinado de Amadeo contado por eacutel mismoraquo en Boletiacuten de la Real Academia de la Historia CXCVIII (2000) p 196
37 Regidor y siacutendico procurador general del ayuntamiento de La Habana teniente alcalde de esta ciudad gentilhombre de caacutemara de Su Majestad y caballero de la orden de Calatrava hijo del primer marqueacutes de Campo Florido y bisnieto del primer marqueacutes de Caacuterdenas de Monte Hermoso
38 Senador del Reino caballero de la orden de San Juan de Jerusaleacuten gran benefactor de la localidad de Muros del Naloacuten Don Constantino nacioacute en La Habana y tras doctorarse en Derecho ejercioacute como diplomaacutetico en el extranjero Como consecuencia del fallecimiento de su hermano Benjamiacuten en la Revolucioacuten de 1868 el Rey lo premioacute con este marquesado
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Argudiacuten39 don Antonio Samaacute y Urgelleacutes marqueacutes de Samaacute40 don Eduardo Bassave y Rodriacuteguez de Alburquerque marqueacutes de San Eduardo41 don Alonso Jimeacutenez y Cantero marqueacutes de la Granja de San Saturnino42 y don Cipriano Muntildeoz y Ostaled conde de la Vintildeaza43 De estas mercedes soacutelo el marqueacutes de Bellavista segundogeacutenito del marqueacutes de Campo Florido perteneciacutea a la vieja oligarquiacutea crio-lla siendo el resto de agraciados comerciantes traficantes de esclavos y altos finan-cieros y uno de ellos Vintildeaza miembro del cuerpo diplomaacutetico
V LOS TIacuteTULOS DE NOBLEZA EN EL SEXENIO EL REINADO DE ALFONSO XII Y LA MINORIacuteA DE EDAD DE ALFONSO XIII
Con la revolucioacuten de 1868 y el Sexenio el marco referencia que se ha utiliza-do para el reinado de Isabel II basado en un binomio contradictorio ndashconstruc-cioacuten del estado liberal y a su vez reforzamiento de la soberaniacutea espantildeola en la isla de Cubandash se torna insuficiente A partir de ahora los ennoblecimientos se dirigiraacuten al sector declarado abiertamente pro espantildeol y partidario del manteni-miento de la soberaniacutea espantildeola en la isla y de la dependencia cubana de la me-troacutepoli No deja de ser paradoacutejico que mientras que en la peniacutensula se ennobleciacutea a proacuteceres de la causa liberal a los hombres que habiacutean repuesto de nuevo en el trono a la monarquiacutea tradicional y auspiciado la Constitucioacuten de 1876 en Ameacuterica se premiase a aquellos que se vinculaban ideoloacutegica y poliacuteticamente a la causa pro espantildeola en la isla y prestaron sus servicios a la metroacutepoli durante la guerra de los Diez Antildeos A ello hay que sumar otro leitmotiv no menos impor-tante durante el reinado de Alfonso XII los tiacutetulos van tambieacuten dirigidos a quie-nes apoyaron financiera y poliacuteticamente su causa44 es decir los hombres que veiacutean en eacutel la restauracioacuten del orden tradicional de la poliacutetica en la peniacutensula
En relacioacuten directa con este pensamiento destaca el caso del diputado a Cortes y senador del Reino don Juan Manuel de Manzanedo que ya habiacutea sido creado en 1862 marqueacutes de Manzanedo y en 1875 habiacutea recibido el ducado de Santontildea El
39 El primer titular era caballero de la orden de San Juan de Jerusaleacuten Procedente de una fa-milia asturiana afincada en La Habana desde principios del siglo XIX por parte paterna y de un ilustre linaje manchego de origen navarro por la liacutenea de su madre
40 El concesionario era un gran propietario originario de Vilanova i la Geltruacute en Barcelona El Rey le otorgoacute esta merced en agradecimiento a sus actos de filantropiacutea y a los servicios que habiacutea prestado al paiacutes al comercio y a la industria nacional tal y como afirma el decreto de concesioacuten
41 Diputado a Cortes por diversas provincias y senador del Reino fue recompensado con esta merced como agradecimiento a su labor poliacutetica y su adhesioacuten a la causa de Amadeo en el trono
42 Los meacuteritos contraiacutedos con la Corona en el campo del comercio cubano por esta destacada personalidad de las finanzas residente en La Habana dieron lugar a la creacioacuten de este marquesado
43 El concesionario que fue embajador en Rusia Italia y ante el Vaticano diputado y senador del Reino habiacutea nacido en La Habana en 1862
44 Joseacute Gregorio CAYUELA FERNAacuteNDEZ y Aacutengel BAHAMONDE MAGRO laquoLa creacioacuten de noblezahellipraquo op cit p 77
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duque de Santontildea prototipo del indiano que marcha Ameacuterica donde acumula una gran fortuna que le permite vivir con gran holgura a su regreso a la peniacutensula desarrolloacute un papel decisivo a lo largo del Sexenio como portavoz en Madrid de un grupo de presioacuten prometropolitano y fue ademaacutes impulsor del Centro de Estudios Ultramarinos y financioacute directamente la causa del futuro Alfonso XII45 Igualmente relevantes fueron el marqueacutes de Aacutelava46 el maacutes importante productor de azuacutecar y traficante de esclavos del momento y el marqueacutes de Santa Rita En conjunto los ennoblecimientos de los antildeos 1875 y 1876 corresponden a peninsu-lares en Cuba de posicioacuten econoacutemica elevada y representantes del partido alfon-sino en la isla y a quienes ejerciacutean el mando efectivo de los cuerpos de las Milicias Voluntarias es decir a la cuacutespide del pro-peninsularismo en Cuba47
Como consecuencia de la Guerra de los Diez antildeos y de la paz de Zanjoacuten de 1878 se produjo una nueva oleada de ennoblecimientos que tambieacuten puede ser considera-da en buena medida una recompensa a los desvelos poliacuteticos en pos de la Restauracioacuten Entre ellos cabe destacar al ceacutelebre marqueacutes de Comillas don Antonio Loacutepez y Loacutepez48 a don Pedro Joseacute Balboa y Montantildeeacutes marqueacutes de Balboa49 a don
45 Interesante es el retrato biograacutefico que traza de este indiano Rafael PORTELL DE PASAMONTE en el artiacuteculo titulado laquoDon Juan Manuel Manzanedo y Gonzaacutelez I Duque de Santontildea I Marqueacutes de Manzanedoraquo Monte Buciero 10 (2004) pp 87-102
46 Don Juliaacuten de Zulueta y Amondo era coronel de voluntarios de La Habana regidor alcalde y senador del Reino por La Habana La mayor parte de los historiadores coinciden en que esta merced fue otorgada al concesionario en agradecimiento a la defensa de la causa espantildeola en la isla de Cuba a finales del siglo XIX NIETO CORTADELLAS (Dignidades Nobiliariashellip op cit p 17) asegura en cambio que la concesioacuten se debioacute a que fue don Juan quien construyoacute el ferrocarril de Caibareacuten a Zaza en Cuba Existen varias biografiacuteas del personaje entre todas ellas hay que destacar la de Urko APAOLAZA AacuteVILA laquoUn anaacutelisis sobre la historiografiacutea en torno al alaveacutes Juliaacuten de Zulueta Aacutevilaraquo Sancho el Sabio 18 (2003) pp 121-140
47 Sobre los nobles pertenecientes al partido peninsular y su vinculacioacuten con la Restauracioacuten de Alfonso XII veacutease el artiacuteculo de Manuel ESPADAS BURGOS laquoEl trasfondo cubano de la Restauracioacutenraquo en Alfonso XII y los oriacutegenes de la Restauracioacuten Madrid 1975
48 Armador naviero y fundador de la Compantildeiacutea Transatlaacutentica fundador de Tabacos de Filipinas consejero de la Compantildeiacutea de Ferrocarriles del Norte presidente de la Sociedad Hullera Espantildeola fundador del Banco Hispano Colonial cuyas aportaciones ayudaron a la restauracioacuten de la monarquiacutea Su biografiacutea en Raquel CELIS SAacuteNCHEZ Antonio Loacutepez primer marqueacutes de Comillas Cantabria 1999
49 El agraciado con esta merced fue alcalde de La Habana jefe de la administracioacuten de prime-ra clase jefe de la seccioacuten de la Secretariacutea del Gobierno Superior Civil vicepresidente del partido Unioacuten Constitucional y senador por Puerto Priacutencipe Este poliacutetico cubano obtuvo este tiacutetulo sin duda por la colaboracioacuten en favor de la causa espantildeola en la isla de Cuba Sin embargo el decreto de concesioacuten asegura que fue en virtud de los meacuteritos de su padre el general Joseacute de la Trinidad Navarro de Balboa y Aacutelvarez-Godoy brigadier de los ejeacutercitos nacionales veterano de la guerra de la Independencia y ministro de la Gobernacioacuten y de forma interina de Comercio Instruccioacuten y Obras Puacuteblicas Algunos datos biograacuteficos en Martha Elizabeth LAGUNA ENRIQUE El museo nacional de bellas artes de La Habana y la coleccioacuten de retratos de la pintura espantildeola del siglo XIX Salamanca 2013 pp 462 y 463
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Juan Antonio Soler y Morell conde la Diana50 y a don Joseacute Moreacute conde de Casa Moreacute51 Durante el reinado de Alfonso XII y la regencia de dontildea Mariacutea Cristina se continuacutea con la costumbre de ennoblecer a los criollos para asegurar su lealtad a la metroacutepoli y llama la atencioacuten que de forma aislada se conceden mercedes nobiliarias a familiares de primeras figuras del independentismo cubano como es el caso de Agustiacuten Madan y Madan conde de Madan en 1880 o el marqueacutes de Montoro secre-tario de la Repuacuteblica52
Cuando Espantildea perdioacute la isla de Cuba en 1898 habiacutea dejado tras de siacute una estela de mercedes nobiliarias que ya formaban parte de la historia de aquella isla y de la gran historia de Espantildea en Ameacuterica Mucho maacutes podriacutea hablarse de la nobleza en Cuba sobre decenas de coordenadas pero lo expuesto resume coacutemo se creoacute un estamento nobiliario en las Antillas con un uacutenico fin mantener la soberaniacutea espantildeola en la zona en una eacutepoca de grandes cambios que comenzoacute con el liberalismo dieciochesco y acaboacute a finales del siglo XIX cuando el mundo comenzaba su proceso de cambio maacutes radical y cuando la historia viraba ya hacia nuevos postulados y nuevos planteamientos poliacuteticos sociales y econoacutemicos
50 Don Juan Antonio Soler y Morell fue alcalde de Matanzas en la isla de Cuba y senador por La Habana El primer conde de la Diana era hijo de Pablo Soler y Ballester que emigroacute a Cuba donde fue propietario del ingenio de azuacutecar La Diana Fue coronel de milicias de La Habana y te-niente coronel en jefe de las milicias de Matanzas En atencioacuten a los meacuteritos contraiacutedos obtuvo diversas condecoraciones y finalmente esta dignidad
51 El primer titular se establecioacute en Santiago de Cuba en 1833 De oriacutegenes humildes llegoacute a ser uno de los empresarios maacutes proacutesperos de la isla y Presidente de la Empresa del Ferrocarril que se construye en Sagua
52 Durante los reinados de Alfonso XII y de Alfonso XIII hasta la peacuterdida de Cuba fueron otorgados los marquesados de la Gratitud Du-Quesne Casa Montalvo Casa Sandoval Aacutelava Santa Rita Placetas Comillas Pinar del Riacuteo Mont Roig Daacutevalos Montoro Perinat Cienfuegos Rabell Arguelles Regueras OrsquoReally Azpateguiacutea Santa Susana Avileacutes y los condados de Duany Casa Sedano Casa Moreacute Madaacuten Morales Almaraz Castillo de Cuba de la Diana Galarza Ibaacutentildeez Mortera y Sagunto Y los vizcondados de Canet de Mar y Casa Blanca y Santa Clara
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9 CUBA Y EL CONSTITUCIONALISMO ESCLAVISTA ESPANtildeOL
JAVIER ALVARADO PLANAS
Universidad Nacional de Educacioacuten a Distancia (Madrid)
I SAacuteLVENSE LAS COLONIAS AUNQUE PEREZCAN LOS PRINCIPIOS
En mayo de 1791 con motivo del debate sobre la abolicioacuten de la esclavitud en las colonias francesas el diputado Robespierre pronuncioacute en la Asamblea Nacional una frase que tendriacutea una inusitada fortuna Sin embargo de aquella Saacutelvense los Principios aunque se pierdan las Colonias los antiabolicionistas incluidos los espantildeoles optaron por Saacutelvense las Colonias aunque perezcan los Principios En efecto ninguna Constitucioacuten espantildeola del siglo XIX fue coherente con el pensamiento liberal al no atreverse a abolir la esclavitud1 Asiacute la primera de todas ellas la Constitucioacuten de 1812 consagroacute la existencia de espantildeoles libres pero de origen africano (las castas) y los esclavos todo ello con la finalidad de reconocer a los primeros los denominados derechos civiles pero no los derechos poliacuteticos (derecho de sufragio activo y pasivo) y no reconocer derecho alguno a los esclavos Ya diputados de la eacutepoca calificaron la situacioacuten de injusta y esper-peacutentica laquoLa Constitucioacuten del 12 son dos Constituciones diferentes una para Europa y otra para Ameacuterica la palabra libre se ha puesto precisamente para las Antillas y se puso a peticioacuten de los diputados americanos que no queriacutean que a los esclavos se les considerara espantildeoles Es decir que la Constitucioacuten define los espantildeoles de dos manerasraquo2 Detraacutes de estas medidas no solo estaban los pode-
1 Sobre esto Vid Javier ALVARADO Constitucionalismo y codificacioacuten en las provincias de Ultramar la supervivencia del Antiguo Reacutegimen en la Espantildea del XIX Madrid 2001 Control y responsabilidad en la Espantildea del siglo XIX El juicio de residencia del Gobernador General de Ultramar Madrid 2010 y en La Administracioacuten Colonial espantildeola en el siglo XIX Madrid 2013
2 Vicente Sancho en el Diario de Sesiones del Congreso (en adelante DSC) de 25-3-1837 p 2317
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rosos intereses de los propietarios de ingenios esclavistas sino tambieacuten los dipu-tados que se sentiacutean amenazados ante una previsible mayoriacutea de representantes americanos en las Cortes3 El uacuteltimo censo4 estimaba en 105 millones la pobla-cioacuten peninsular frente a los 15 a 17 millones de ultramarinos (americanos y fili-pinos) Ello significaba que de establecerse una igualdad absoluta en la represen-tacioacuten poliacutetica de ambos hemisferios las Cortes quedariacutean en manos de los diputados americanos Era vital para los europeos por tanto establecer unos filtros que moderasen dicha representacioacuten5
Con todo ha quedado constancia del sentimiento abolicionista de algunos diputados en Cortes de Caacutediz Ya en enero de 1811 Quintana habiacutea propuesto a las Cortes laquoque se pensara mediante planes juiciosos en desterrar para siempre hasta de la memoria la esclavitudraquo6 Tambieacuten el divino Arguelles defendiacutea la abolicioacuten de la esclavitud y criticaba la trata porque laquocomerciar con la sangre de nuestros hermanos es horrendo es atroz es inhumanoraquo7 Y Garciacutea Herreros pediacutea la libertad de vientre antildeadiendo que laquosi se cree injurioso a la humanidad el comercio de esclavos iquestlo es menos el que sea esa esclava una infeliz criatura que nace de madre esclava8 En marzo de ese antildeo el diputado de Meacutexico Guridi y Alcocer propuso a las Cortes la abolicioacuten de la esclavitud y diacuteas despueacutes Arguumlelles planteoacute la prohibicioacuten de la trata9 La respuesta a tales planes llegoacute inmediatamente en julio el Ayuntamiento Consulado y Sociedad Patrioacutetica de La Habana enviaron a las Cortes un informe instando a que tales asuntos se
3 Ha sido un problema extensamente tratado por la historiografiacutea Fundamentalmente James F KING laquoThe Colored Castes and American Representation in the Cortes of Cadizraquo en Hispanic American Historical Review 33-1 (1953) pp 33-64 Albert DEROZIER laquoArguelles y la cuestioacuten de Ameacuterica ante las Cortes de Caacutediz de 1810-1814raquo en Alberto GIL NOVALES (ed) Homenaje a Noeacutel Salomoacuten Ilustracioacuten espantildeola e Independencia de Ameacuterica Barcelona 1979 pp 159-164 Timothy E ANNA Espantildea y la independencia de Ameacuterica Meacutexico 1986 p 98 y ss Mario RODRIacuteGUEZ El experimento de Caacutediz en centroameacuterica 1808-1826 Meacutexico 1984 Marie Laure RIEU-MILLAN Los diputados americanos en las Cortes de Caacutediz Madrid 1990 Ademaacutes de Cesaacutereo DE ARMELLADA La causa indiacutegena americana en las Cortes de Caacutediz Madrid 1959 Manuel CHUST CALERO laquoLas Cortes de Caacutediz y la problemaacutetica americanaraquo en Las Cortes de Castilla y Leoacuten 1188-1988 Madrid 1990 pp 717-731 y La cuestioacuten nacional americana en las Cortes de Caacutediz Valencia 1999 Roberto L BLANCO VALDES laquoEl problema americano en las primeras Cortes libe-rales espantildeolas 1810-1814raquo en Cuadernos Constitucionales Meacutexico-Centroameacuterica 16 (Meacutexico 1995) Javier ALVARADO La Administracioacuten Colonial espantildeola en el siglo XIX cit pp 41-72
4 Vid J CANGA ARGUumlELLES Diccionario de Hacienda Madrid 1834 (reimp del IEF Madrid 1969) pp 365-367
5 De ahiacute que los artiacuteculos 11 de la Constitucioacuten de 1837 Constitucioacuten de 1845 Constitucioacuten de 1876 y 31 de la Constitucioacuten de 1869 establecen que son espantildeolas laquotodas las personas nacidas en los dominios de Espantildea (o en territorio espantildeol)raquo estableciendo la ficticia distincioacuten entre es-pantildeoles (ciudadanos o ingenuos y esclavos) y ciudadanos (espantildeoles sujetos de derechos)
6 DSC de 9 de enero de 1811 p 105 7 DSC de 2-4-1811 p 811 8 DSC de 2-4-1811 p 812 9 DSC de 2-4-1811 pp 809 y ss
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aplazaran hasta que hubiera una Constitucioacuten10 Lo cierto es que la dilacioacuten del debate tuvo unos efectos concretos pues la Constitucioacuten de 1812 fue en esta materia inequiacutevocamente esclavista
Tras la experiencia gaditana en la deacutecada de 1820 la traumaacutetica independen-cia de las colonias del continente americano obligoacute a reconsiderar la bondad de la extensioacuten del reacutegimen constitucional de la Peniacutensula al resto de las posesiones ultramarinas (Cuba Puerto Rico y Filipinas) De hecho existiacutea una iacutentima con-viccioacuten de que el reacutegimen de derechos y libertades por los que se luchaba en la Peniacutensula no podiacutea ser aplicado sin maacutes a Ultramar ante el riesgo de que fueran utilizados por los partidarios de la independencia para actuar maacutes desenvuelta-mente Asiacute por ejemplo en las Cortes del trienio se llegoacute a aceptar que algunas leyes aprobadas para la Peniacutensula no pudieran ser aplicadas en las provincias de Ultramar Los mismos diputados americanos del trienio liberal presentaron la propuesta de formacioacuten de una comisioacuten especial que redactase un proyecto de Instruccioacuten para el Gobierno poliacutetico-econoacutemico de las provincias de Ultramar ante la dificultad de trasladar las reformas que se aprobaran en la Peniacutensula11 Y efectivamente sancionado el 15-3-1823 el proyecto peninsular la comisioacuten co-menzoacute su estudio para trasladarlo a las Antillas aunque el fin del trienio supuso la disolucioacuten de la comisioacuten
En definitiva si bien existiacutea la extendida opinioacuten de que el reacutegimen poliacutetico-administrativo ultramarino necesitaba urgentes reformas que trasladasen a aque-llos territorios los beneficios de la legislacioacuten liberal por otro lado este primer constitucionalismo espantildeol habiacutean asumido que la implantacioacuten en los territo-rios caribentildeos del nuevo orden constitucional era incompatible con su sistema administrativo de corte esclavista y con la debilidad geoestrateacutegica de las islas rodeadas por paiacuteses hostiles
II EL REacuteGIMEN DE SEGREGACIOacuteN POLIacuteTICO-ADMINISTRATIVO ULTRAMARINO
En 1833 la muerte de Fernando VII acaboacute con la deacutecada absolutista y dio paso a un nuevo reacutegimen constitucional Sin embargo los poliacuteticos no veiacutean el modo de sortear los problemas de trasladar el reacutegimen constitucional a Cuba y Puerto Rico sin abolir la esclavitud La solucioacuten adoptada por los doceantildeistas consistente en distinguir entre blancos libres libres de origen africano y escla-vos para despueacutes reconocer derechos poliacuteticos soacutelo a los primeros resultaba inviable Por otra parte tanto los sectores moderados como los liberales (salvo
10 El informe fue publicado por Joseacute Antonio SACO Historia de la esclavitud de la raza africa-na en el Nuevo Mundo y en especial en los paiacuteses Ameacuterico-Hispanos La Habana 1938 tomo II pp 90-103
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algunas excepciones) habiacutean llegado a la conclusioacuten de que los beneficios del reacutegimen de derechos y libertades derivados de la aplicacioacuten de la futura Constitucioacuten seriacutean utilizados deslealmente por quienes trabajaban por la inde-pendencia de las islas con la ayuda de los ingleses y las nuevas repuacuteblicas de Meacutexico y Norteameacuterica12 Les parecioacute que la uacutenica manera de garantizar la esta-bilidad de las islas y de su statu quo pasaba por establecer en la Constitucioacuten un precepto en virtud del cual no rigiera en aquellas islas dicha Constitucioacuten Asiacute la disposicioacuten adicional 2ordf de la Constitucioacuten de 1837 establecioacute que laquoLas Provincias de Ultramar seraacuten gobernadas por leyes especialesraquo Repaacuterese en la concesioacuten maacutes que semaacutentica del texto constitucional al otorgar a las islas la condicioacuten de provincias como las del resto de Espantildea aunque sujetas a un reacutegi-men de excepcioacuten o de apartheid
Ejemplo de esta conviccioacuten es que el proyecto de ley de abolicioacuten de la escla-vitud presentado el 5 de marzo de 1837 por la comisioacuten legislativa de las Cortes propusiera la emancipacioacuten de todos los esclavos de la Peniacutensula islas adyacen-tes y posesiones africanas pero exceptuando a los esclavos de las provincias de Ultramar con el fin de no causar la ruinas de aquellas islas13 Igualmente la Constitucioacuten de 1854 (art 80) el proyecto de Constitucioacuten de 1856 (art 86) la Constitucioacuten de 1869 (art 108) y la Constitucioacuten de 1876 (art 89) establecieron invariablemente que laquolas provincias de ultramar seraacuten gobernadas por leyes es-pecialesraquo lo que supuso una carta blanca en manos del Gobierno y de las oligar-quiacuteas criollas para establecer un cuerpo de leyes en Cuba y Puerto Rico a la me-dida de sus intereses La Constitucioacuten de 1869 antildeadioacute ademaacutes una promesa laquoLas Cortes Constituyentes reformaraacuten el sistema actual del Gobierno de las Provincias de Ultramarraquo
Como el sistema de legislacioacuten especial pareciacutea ser la solucioacuten idoacutenea para mantener el statu quo de las islas y garantizar los intereses de los propietarios antillanos14 el Gobierno asumioacute la interpretacioacuten maacutes conservadora posible del alcance y contenido de esas leyes especiales En esencia se limitaba a aplicar el sistema de communicatio por medio de la creacioacuten de Juntas o Comisiones teacutec-
12 En esos teacuterminos se expresaba el Ministro de la Guerra al comunicar con fecha 28-4-1837 a los Gobernadores de Cuba y Puerto que no cabiacutea aplicar la reciente Constitucioacuten de 1837 en las islas a fin de no favorecer a laquolos maleacutevolos que con la apariencia de apetecer una libertad que no entienden aspiran a otro objeto execrable y perjudicialraquo Concluiacutea ordenando que las provincias ultramarinas continuaran gobernaacutendose por las Leyes de Indias Vid la cita y comentarios en Lidio CRUZ MONCLOVA Historia de Puerto Rico tomo I Barcelona 1969 p 229
13 El informe de dicha comisioacuten legislativa redactado el 27 de febrero y presentado el 5 de marzo (Apeacutendice cuarto del nordm 133 pp 1945-1946 tomo 3) fue publicado como mero Dictamen en la Gaceta de Madrid del 8 de marzo de 1837 lo que ha llevado a muchos historiadores a suponer que el proyecto fue finalmente sancionado como ley Pero lo cierto es que nunca fue aprobado por las Cortes
14 En ese sentido antiasimilista se pronuncioacute el Marqueacutes de Miraflores en sus Memorias del reinado de Isabel II editadas en la BAE Madrid 1964 tomo III pp 214-215
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nicas dependientes del Gobierno que actuaban de filtros para impedir la aplica-cioacuten de medidas legislativas perjudiciales para la metroacutepoli o la oligarquiacutea anti-llana En suma el sistema de legislacioacuten especial fue una solucioacuten negociada un pacto colonial para sustraer las islas al programa de reformas liberales que se estaban aplicando en la metroacutepoli Ello sirvioacute de instrumento al Gobierno de turno para legislar coacutemodamente sin el control de las Cortes En uacuteltima instancia el mantenimiento de un reacutegimen juriacutedico especial proporcionoacute la cobertura poliacute-tico-administrativa necesaria a las denominadas provincias de Ultramar para no abolir la esclavitud15
Tal sistema de legislacioacuten especial disentildeado para mantener la esclavitud y que hemos calificado como esclavismo constitucionalizado16 fue acompantildeado de un discurso ideoloacutegico directa o indirectamente justificador del esclavismo o del abolicionismo gradual en definitiva del antiabolicionismo que podemos resu-mir en tres tipos de argumentos econoacutemicos poliacuteticos y morales17
Diversos argumentos de iacutendole econoacutemica seraacuten repetidos por los parlamen-tarios espantildeoles para dubitar la abolicioacuten de la esclavitud A este respecto hay dos momentos destacables en esta encendida poleacutemica que permiten conocer la posicioacuten de ilustres poliacuteticos espantildeoles ante la cuestioacuten las discusiones parla-
15 Una magniacutefico estudio general sobre la esclavitud sigue siendo la claacutesica obra de Joseacute Antonio SACO Historia de la esclavitud de la raza africana en el Nuevo Mundo y en especial en los paiacuteses Ameacuterico-Hispanos La Habana 1938 3 vols Igualmente Manuel MORENO FRAGINALS El Ingenio Complejo Econoacutemico Social Cubano del Azuacutecar La Habana 1973 3 vols Franklin W KNIGHT Slave society in Cuba in the nineteenth century Madison-Wisconsin 1974 Enriqueta VILA VILAR laquoLa esclavitud americana en la poliacutetica espantildeola del siglo XIXraquo en Estudios Latinoamericanos 6 (1980) pp 385-403 Pueden consultarse con provecho La esclavitud en Cuba La Habana 1986 volumen colectivo preparado por la Academia de Ciencias de Cuba y tambieacuten Eduardo TORRES-CUEVAS y Eusebio REYES Esclavitud y sociedad (notas y documentos para la historia de la esclavitud negra en Cuba) La Habana 1986 Tambieacuten Joseacute ANDREacuteS-GALLEGO La escla-vitud en la Ameacuterica espantildeola Madrid 2010 Sobre la abolicioacuten de la esclavitud en el caribe es in-gente la bibliografiacutea Ademaacutes de la arriba citada puede consultarse Arthur F CORWIN Spain and the abolition of slavery in Cuba 1817-1866 Austin-London 1967 H CLEMENTI La abolicioacuten de la esclavitud en Ameacuterica Latina Buenos Aires 1974 pp 151-186 sobre Cuba pp 187-200 sobre Puerto Rico Tambieacuten los Estudios sobre la Abolicioacuten de la Esclavitud anexo 2 de la Revista de Indias Madrid 1986 Igualmente Concepcioacuten NAVARRO AZCUE La abolicioacuten de la esclavitud negra en la legislacioacuten espantildeola 1870-1886 Madrid 1987 Uno de las obras maacutes importantes es la coordinada por Francisco DE SOLANO y Agustiacuten GUIMERAuml Esclavitud y Derechos Humanos La lucha por la Libertad del Negro en el Siglo XIX Madrid 1990 que recoge las ponencias y comuni-caciones del Coloquio Internacional sobre la abolicioacuten de la esclavitud organizado en diciembre de 1986 por el Departamento de Historia de Ameacuterica del Centro de Estudios Histoacutericos (CSIC) que citareacute en adelante por la siglas EDH
16 Javier ALVARADO Constitucionalismo y codificacioacuten en las provincias de Ultramar La supervivencia del Antiguo Reacutegimen en la Espantildea del XIX Madrid 2001
17 Para un estudio maacutes detenido de los debates parlamentarios de los poliacuteticos espantildeoles del siglo XIX
acerca de la abolicioacuten de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico y sobre el colonialismo vid Roberto MESA El colonialismo en la Crisis del XIX Espantildeol Madrid 1967 y sobre todo Eduardo GALVAacuteN La abolicioacuten de la esclavitud en Espantildea Debates parlamentarios (1810-1886) Madrid 2014
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mentarias con motivo de la aprobacioacuten de la ley penal contra la trata de 2-3-184518
y el proyecto de ley de abolicioacuten de la esclavitud en Puerto Rico de marzo de 1873 Alliacute se afirmoacute que el trabajo esclavo era maacutes rentable que el del jornale-ro19 o que la abolicioacuten conllevaba la ruina de las Antillas y consecuentemente de Espantildea Por eso un buen nuacutemero de diputados condicionaba la abolicioacuten al establecimiento de medidas paliativas que evitasen la peacuterdida de riquezas produ-cidas en las Antillas Para Gutieacuterrez de los Riacuteos la abolicioacuten atentaba contra la prosperidad de las colonias e indirectamente de Espantildea20 Para Nocedal estaba claro que la esclavitud debiacutea abolirse pero no antes de arbitrar medios de traba-jo que evitasen la peacuterdida de las Antillas21 El diputado Gallego manteniacutea que como los esclavos eran laquopropiedad ajena que estaacute autorizada por las leyesraquo no cabiacutea emanciparlos sin antes indemnizar a sus propietarios22 Martiacutenez de la Rosa a la sazoacuten ministro de Estado defendiacutea el proyecto de ley contra la trata aduciendo que a la vez que garantizaba la propiedad esclavista evitaba el riesgo de una revuelta de la poblacioacuten negra laquoEl gobierno ha dicho que la esclavitud ni la toca ni permitiraacute que se toque porque su deber es asegurar esas propiedadesraquo23 Conservadores como Seijas veiacutean en el proyecto de abolicioacuten de la trata una ame-naza a la seguridad de las Antillas porque al suponer que era falso laquoque la raza blanca pueda llenar el trabajo de los negros es imposible que otra raza que la negra se dedique al cultivo de aquellas posesionesraquo24 Tales argumentos se pro-longaron en la sesioacuten de 4-3-1873 con motivo de la discusioacuten del proyecto de ley de abolicioacuten de la esclavitud en Puerto Rico Joseacute Hevia criticaba el proyecto de ley identificando abolicioacuten con ruina econoacutemica y revuelta de negros25
Tambieacuten se aduciacutea que la abolicioacuten supondriacutea la destruccioacuten del orden poliacuteti-co establecido es las islas Ya el diputado Palacios en la sesioacuten de Cortes del 9-1-1811 deciacutea laquoEn cuanto a que se destierre la esclavitud lo apruebo como amante de la humanidad pero como amante del orden poliacutetico lo reprueboraquo26 Gutieacuterrez de los Riacuteos recurriraacute a los mismos argumentos en la sesioacuten de Cortes de 3-2-1845 El mismo posibilismo es el que llevoacute al Gobierno a reconocer en su proyecto de ley para represioacuten de la trata de 1866 que la esclavitud en las islas de Cuba y Puerto Rico es laquoun hecho preexistente que no podriacutea desaparecer en un instante dado sin grandes perturbaciones e incalculables conflictosraquo (D S del
18 C L 34 p 96 19 Agustiacuten GUIMERAacute RAVINA laquoLa Burguesiacutea Canaria ante la Abolicioacuten la Consulta de 1842raquo
en EDH p 104 20 DSC de 3-2-1845 p 1481 21 DSC de 3-2-1845 p 1845 22 DSC de 2-4-1811 p 813 23 DSC de 3-2-1845 p 1473 24 DSC de 29-1-1845 p 1405 25 DSC de 4-3-1873 p 367 26 DSC de 9-1-1811 p 328
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Senado apen 4ordm al nordm 22) Otro tipo de argumentos explotaba el temor a las revueltas que podriacutean derivarse de la abolicioacuten de la esclavitud de los negros Martiacutenez de la Rosa en un paacuterrafo sin desperdicio sentenciaba laquoYo sentildeores quiero respetar la esclavitud puesto que alliacute existe y que es una propiedad garantida por las leyes pero es necesario evitar el contacto de los negros libres con los negros esclavos porque cada negro libre es digaacutemoslo asiacute una proclama viva de insurreccioacutenraquo27 No habiacutea maacutes que invocar algunas cifras para atemorizar a sus sentildeoriacuteas en 1846 se encuentran censados 326000 esclavos negros y maacutes de 150000 libertos negros es decir una poblacioacuten de 476000 negros frente a 425000 blancos Tambieacuten se dejaban oiacuter argumentos como el del diputado Romero Ortiz quien afirmaba que la abolicioacuten en cuanto suponiacutea un ataque di-recto a los intereses de los hacendados antillanos conllevariacutea en un plazo inme-diato la independencia de Cuba laquoNo llevo mi entusiasmo abolicionista hasta el extremo criminal de comprometer la seguridad de la patria Si ese proyecto llega a ser ley (abolicioacuten en Puerto Rico) las islas de Cuba y Puerto Rico dejaraacuten en breve plazo de pertenecernosraquo (DSC de 22-2-1873) En relacioacuten con lo ante-rior otro argumento muy manido consistiacutea en vincular las tesis abolicionistas a los intereses ingleses que queriacutean eliminar la competencia del azuacutecar cubano frente al azuacutecar de las colonias inglesas de las Antillas y de la India Asiacute el dipu-tado conservador Esteban Collantes hablaba de intrigas inglesas28
Uno de los pretextos maacutes antiguos para legitimar la esclavitud consistiacutea en destacar de una u otra manera el papel moral y civilizador del los amos Hay quienes afirmaban que los esclavos cubanos eran mejor tratados que los asalaria-dos ingleses o norteamericanos La real ceacutedula de 19-12-1817 que daba vigencia interna al tratado hispano-britaacutenico de 23-9-1817 consideraba que el traslado inveterado de esclavos negros a Ameacuterica teniacutea su justificacioacuten en que laquolejos de ser perjudicial para los negros de Aacutefrica transportados a Ameacuterica les proporcio-naba no soacutelo el incomparable beneficio de ser instruidos en el conocimiento del Dios verdadero y de la uacutenica religioacuten con que este Supremo Ser quiere ser adora-do de sus criaturas sino tambieacuten todas las ventajas que trae consigo la civiliza-cioacuten sin que por esto se les sujetara en su esclavitud a una vida maacutes dura que la que traiacutean siendo libres en su propio paiacutesraquo29 Tambieacuten la Caacutemara baja pudo escu-
27 DSC de 27-1-1845 p 1390 28 DSC de 17-2-1873 La historiografiacutea britaacutenica admite que el proceso abolicionista en
Inglaterra no se debioacute laquoa la labor desinteresada de liacutederes religiosos y humanitaristasraquo sino a la decadencia econoacutemica de las colonias britaacutenicas en el Caribe vid Estado de la cuestioacuten y abundan-tes referencias bibliograacuteficas en WALTER MINCHINTON Abolicioacuten y Emancipacioacuten Historiografiacutea Britaacutenica desde 1975 en EDH pp 531-551
29 Declaracioacuten relativa al tratado entre Espantildea y la Gran Bretantildea del 23 de septiembre de 1817 sobre la trata de negros firmada en Madrid el 2 de febrero de 1824 Alejandro DEL CANTILLO Tratados Convenios y Declaraciones de Paz y Comercio desde el antildeo del 1700 hasta el diacutea Madrid 1843 p 808
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char argumentos racistas que consideraban al negro bioloacutegica e intelectualmente inferior para justificar la esclavitud Tales fueron las intervenciones del diputado Gamazo (DSC de 17-3-1873) o de Fernaacutendez de Castro laquoLos negros tienen muy arraigadas las pocas ideas que caben en su mente y estas ideas son la esclavitud el trabajo la libertad la holganza Para el negro el trabajo es la esclavitud y la libertad es el derecho de no trabajar la holganzaraquo (DSC de 15-12-1879) Maacuteximo exponente de esta argumentacioacuten fue el diputado Villalba al afirmar que la es-clavitud no estaba prohibida por la religioacuten ni la moral (DSC de 4-2-1845) Bajo una aparente erudicioacuten cientiacutefica se afirmaba que precisamente las teoriacuteas darwinianas habiacutean tomado como principal punto de apoyo de sus conclusiones algunas de las razas existentes en Filipinas30
III EL PROCESO ABOLICIONISTA ESPANtildeOL
El discurso antiabolicionista decimonoacutenico tuvo sus logros maacutes inmediatos al conseguir
a) Dificultar el cumplimiento de los tratados internacionales que prohibiacutean el traacutefico de esclavos
b) Retrasar la toma de decisiones abolicionistas31 c) Transigir en la prohibicioacuten de la trata pero manteniendo la esclavitud d) Aplicar una abolicioacuten gradual para no provocar desajustes socioeconoacutemi-
cos en las Colonias32 e) Limitar el problema abolicionista a unos estrictos cauces econoacutemicos y
no morales y filosoacuteficos establecieacutendose una indemnizacioacuten a los hacendados por la peacuterdida de la mano de obra
f) Decretar la libertad de vientre como paso previo a la abolicioacuten de la escla-vitud
g) Lograda la emancipacioacuten de todos los esclavos someter a los libertos a un reacutegimen de Patronato que controlase sus derechos poliacuteticos su reacutegimen labo-ral y mantuviera ciertas prebendas de los antiguos amos
30 Este argumento fue llevado hasta sus uacuteltimas consecuencias al establecerse la agravante de laquorazaraquo en los coacutedigos penales ultramarinos Sobre el coacutedigo penal de Cuba y Puerto Rico de 1879 se trataraacute maacutes adelante Sobre tal agravante en el coacutedigo penal hispano-filipino de 1884 vid Javier ALVARADO laquoLa raza como circunstancia modificativa de la responsabilidad penal en la jurispru-dencia del Tribunal Supremo a fines del XIXraquo en Javier ALVARADO (cord) Estudios sobre Historia de la Intolerancia Messina-Madrid 2011 pp 347-369
31 Ya en la Sesioacuten del 2-4-1811 el diputado Aner pediacutea que antes de decidir sobre esta cuestioacuten se nombrase una Comisioacuten que informase sobre tema tan arduo y laborioso evitando precipitacio-nes que arruinasen la mano de obra tan necesaria para las Antillas Y como es sabido a veces el meacutetodo para archivar una cuestioacuten era someterla al informe de una Comisioacuten
32 Era el punto de vista de teoacutericos abolicionistas como Guridi Alcocer en DSC de 26-3-1811 y de Arguumlelles en DSC de 2-4-1811
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A comienzos del siglo XIX la esclavitud y la trata eran comuacutenmente aceptadas como medio para conseguir mano de obra barata aunque los movimientos aboli-cionistas ejerciacutean una presioacuten creciente en los diferentes gobiernos europeos Dichos movimientos fueros especialmente significativos en Inglaterra y Francia No obstante hay dos factores que pueden darnos una conexioacuten de sentido para explicar la pujanza de las tesis abolicionistas entre los ingleses El inicio de la Revolucioacuten Industrial conllevaba la supresioacuten de mano de obra ante la disminu-cioacuten de costos de la maquinaria que ademaacutes convertiriacutea necesariamente a los esclavos en ciudadanos libres con suficiente poder adquisitivo es decir en clien-tes consumidores Y en segundo lugar la real ceacutedula de 28-2-1789 que habiacutea consagrado la libertad de comercio en Espantildea y acabado con el privilegio de asientos y licencias del comercio de esclavos en beneficio de Inglaterra Precisamente la primera etapa del abolicionismo espantildeol va a estar caracterizada por la presioacuten britaacutenica ejercida sobre Espantildea33
El boom azucarero en Cuba y Puerto Rico se produjo entre 1789 y 1815 a causa de la ruina econoacutemica del Saint Dominique franceacutes tras el impacto de la Revolucioacuten Francesa en el Caribe la abolicioacuten de la esclavitud en las colonias francesas y la consiguiente emigracioacuten de latifundistas y capital franceses a Cuba y Puerto Rico La poliacutetica exterior inglesa se encaminoacute a eliminar la competencia del azuacutecar espantildeol tras la abolicioacuten de la esclavitud en las Antillas britaacutenicas en 1807 (hay que observar que Inglaterra no aboliacutea la esclavitud en el resto de sus colonias) alentando la sublevacioacuten de esclavos en Puerto Rico y Guayanilla (1840) Ponce (1841) Costa Norte (1843 y 1846) etc y en definitiva presionan-do al Gobierno espantildeol a suscribir tratados internacionales que prohibiesen el comercio de esclavos La poliacutetica espantildeola en este punto seraacute contemporizadora cediacutea a la presioacuten britaacutenica e internacional con alguna medida legislativa pero sin que eacutesta fuera tan firme y contundente como para perjudicar a los hacenda-dos caribentildeos
Por el Tratado de Viena de 1815 todos los paiacuteses firmantes se habiacutean com-prometido a erradicar el traacutefico negrero en el menor tiempo posible Por su parte Fernando VII habiacutea roto la tradicional alianza dinaacutestico-familiar con Francia ahora revolucionaria e invasora acercaacutendose a Gran Bretantildea para frenar el pro-ceso emancipador en las colonias americanas temiendo que el ejemplo reciente de Estados Unidos se extendiera34 Se firmoacute asiacute el tratado Hispano-britaacutenico de 23-9-1817 de prohibicioacuten de la trata de esclavos en virtud del cual ambas po-tencias se comprometiacutean a no acosarse mutuamente Gran Bretantildea se compro-metiacutea a laquoque sus suacutebditos no proporcionen armas municiones ni otro artiacuteculo
33 Sobre la influencia de la poliacutetica abolicionista inglesa en el Caribe David MURRAY Odious Commerce Britain Spain and the Abolition of the Slave Trade Cambridge University Press 1980
34 Julio MORENO GARCIacuteA El Abolicionismo en la Poliacutetica Internacional del Siglo XIX La Actitud de Espantildea en EAE p 150
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ninguno de guerra a los disidentes de Ameacutericaraquo a cambio de que Espantildea prome-tiera laquoprohibir a sus suacutebditos que se ocupen en el comercio de esclavosraquo que atentaba directamente contra los intereses econoacutemicos de los hacendados ingle-ses en el Caribe35 El contenido del tratado estableciacutea la abolicioacuten total del traacutefico a partir de 1820 por parte de Espantildea a cambio de una indemnizacioacuten britaacutenica de 400000 libras para los propietarios de esclavos (que Fernando VII destinoacute a la compra de una flota de barcos a Rusia que se hundioacute en el camino) se recono-ciacutea el derecho reciacuteproco de visita asiacute como la constitucioacuten de Tribunales Mixtos para juzgar los buques apresados36
Las disposiciones del tratado internacional se integraron en el artiacuteculo 273 del Coacutedigo Penal de 1822 que tipificaba como delito la trata de esclavos (aunque desaparece en los Coacutedigos penales posteriores tras regularse expliacutecitamente me-diante la ley penal de 1845) y castigaba con la pena de 10 antildeos de obras puacuteblicas a los capitanes maestres y pilotos de buques espantildeoles que compraran negros en las costas de Aacutefrica y los introdujeran en alguacuten puerto espantildeol y a pena de mul-ta a quienes compraran dichos negros37 En todo caso a partir de 1824 las captu-ras de barcos negreros en el Caribe por parte de Gran Bretantildea obligaron a Cuba y Puerto Rico a surtirse de esclavos bozales de las laquoislas amigasraquo (Santo Tomaacutes San Bartolomeacute Curalao Antillas Menores etc) en cuyas licencias se especificaba que fueran laquobozales sin resabios ni comprendidos en los disturbios de las islas francesas ni lanzados a ellas por perniciososraquo38
El inicio de la primera guerra carlista proporcionoacute a Inglaterra y Francia la ocasioacuten para intervenir en Espantildea con el pretexto de asegurar la estabilidad del regiacutemen liberal (tratado de la cuaacutedruple alianza) Fruto de esta intervencioacuten fue el tratado Hispano-britaacutenico de 183539 que en esencia era el de 1817 Detraacutes de este tratado no estaba uacutenicamente la opinioacuten de las Cancilleriacuteas europeas o de
35 El comercio de esclavos durante los siglos XV al XIX ha sido estudiado por Joseacute Luciano FRANCO Esclavitud comercio y traacutefico negreros cataacutelogo de los fondos de los Archivos Nacionales de Cuba Academia de Ciencias de Cuba Serie Archivo Nacional nordm 7 La Habana 1972 Sobre el siglo XIX tambieacuten por Philip D CURTIN The Atlantic Slave Trade A Census Univ of Wisconsin Press 1972 y Herbert S KLEIN The Atlantic Slave Cambridge University Press 2010
36 Acerca de los Tribunales Mixtos vid Luis A ARNALTE BARRERA laquoEl Tribunal Mixto anglo-espantildeol de Sierra Leona 1819-1865raquo Cuadernos de Historia Moderna y Contemporaacutenea nordm 6 1985
37 Coacutedigo penal de 1822 artiacuteculo 273 Hay que observar que el precepto no castiga la trata de esclavos procedentes de otro lugar lo que originoacute corruptelas para evitar incurrir en el delito citado En favor de dicho artiacuteculo hay que mencionar que los esclavos negros capturados o vendidos eran declarados libres y el precio dedicado a su venta entregado por mitad a la persona comprada En demeacuterito del citado precepto tambieacuten hay que decir entre otras cosas que castigaba a los compra-dores es decir a los hacendados a la multa precitada siempre y cuando se probase que el compra-dor conociacutea la ilegalidad del acto o dicho de otra manera bastaba al hacendado alegar el descono-cimiento de la Ley para eximirse de su cumplimiento
38 Cit por Antonio MORALES CARRIOacuteN Auge y decadencia de la trata negrera en Puerto Rico (1820-1860) San Juan 1978 pp 39-40
39 Julia MORENO GARCIacuteA El Abolicionismo en la Poliacutetica Internacional op cit pp 156
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los movimientos religiosos y filosoacuteficos ingleses sino tambieacuten los hacendados de las Antillas britaacutenicas que pretendiacutean eliminar la competencia del azuacutecar cuba-no40 El grado de cumplimiento del Tratado resultoacute muy escaso hasta que fue convertido en ley Interna en virtud de la ley penal de 27-2-1845 aprobada en Cortes En efecto la citada ley penal de 27-2-1845 prohibiacutea la trata41 pero no cuestionaba la esclavitud por el contrario explicitaba su proteccioacuten a los intere-ses de los hacendados antillanos laquoNo perdamos de vista en todo caso que las Antillas piden a Espantildea proteccioacuten y que consiste en la absoluta seguridad de la conservacioacuten del orden social existente en la garantiacutea de toda clase de propie-dadraquo (DSC de 29-1-1845)
En la deacutecada de 1850 se produjo una disminucioacuten de la presioacuten britaacutenica a pesar del clima internacional favorable a la abolicioacuten potenciado por la emanci-pacioacuten de los esclavos de las colonias danesas en 1846 y de las francesas en 1848 En esos antildeos Cuba importaba maacutes manufacturas norteamericanas que de la me-troacutepoli42 La oligarquiacutea cubana temiacutea que la metroacutepoli acabara por plegarse a la presioacuten internacional y decretara la abolicioacuten de la esclavitud en las islas por lo que comenzoacute a alentar una corriente de opinioacuten favorable a las ansias expansio-nistas de EE UU Se hablaba abiertamente incluso de una unioacuten con los nortea-mericanos Ante tal posibilidad Gran Bretantildea y Francia disminuyeron su presioacuten en Madrid y en las Antillas Espantildeolas ante el temor de una alteracioacuten del equili-brio poliacutetico en el Caribe43
La deacutecada siguiente veraacute un viraje favorable a las tesis abolicionistas En el plano internacional la Guerra de Secesioacuten en EE UU (1861-1865) supondraacute una disminucioacuten de la presioacuten en el Caribe De hecho el tratado Anglo-americano de 1862 que imponiacutea el derecho de visita a los barcos con pabelloacuten de EE UU no supuso soacutelo una concesioacuten de esta uacuteltima potencia sino sobre todo un golpe mor-tal a la trata de esclavos de los comerciantes americanos que abasteciacutean los merca-dos de las Antillas espantildeolas Tambieacuten lo fue el decreto de Lincoln de 1-1-1863
40 A pesar de la precursora labor de Thomas Clarkson fundador en 1787 de la British Anti-Slavery Society y de las actividades parlamentarias del jefe evangeacutelico Wilbeforse entre 1775 y 1806 la sinceridad poliacutetica del gobierno ingleacutes en la causa abolicionista ha de matizarse vid al respecto el ya citado trabajo de Walter MINCHINTON en la nota 5 En Inglaterra laquoel paso del tema (abolicionista) al campo poliacutetico parlamentario no deja de ser sospechoso pues al estar dirigida primordialmente la abolicioacuten al mar de las Antillas mientras a mediados del siglo XIX existiacutean en la India maacutes de diez millones de esclavos para los que no llegan las medidas abolicionistas iquestno resul-taba un procedimiento dirigido a debilitar la produccioacuten de las regiones que podiacutean competir comer-cialmente con Inglaterraraquo Vid tambieacuten Mario HERNAacuteNDEZ SAacuteNCHEZ-BARBA El Abolicionismo en el Mundo Europeo Mentalidad e Ideologiacutea en EAE p 124
41 El Proyecto fue redactado por una Comisioacuten integrada entre otros por Juan Bravo Murillo Joaquiacuten Fernaacutendez Pacheco y Pedro Mariacutea Fernaacutendez Villaverde DSC 24-1-1845 apeacutendice al nordm 72 pp 1345-1351
42 Roberto MESA El Colonialismo op cit p 53 43 Julia MORENO GARCIacuteA El Abolicionismo en la Poliacutetica Internacional op cit p 160
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sobre emancipacioacuten de esclavos y la supresioacuten total de la esclavitud en 1865 consecuencia del triunfo de los Estados industriales del norte sobre los agrarios del sur
En Espantildea la causa abolicionista se abriraacute paso a traveacutes de la Academia de Jurisprudencia y Legislacioacuten la Sociedad Libre de Economiacutea y Poliacutetica y especial-mente de la Sociedad Abolicionista Espantildeola fundada por Julio Vizcarrondo entre cuyos miembros cabe citar a Sagasta Castelar Moret Oloacutezaga Figuerola Labra Becerra Echegaray etc Efectivamente seraacute a raiacutez de la fundacioacuten de la Sociedad Abolicionista Espantildeola cuando surja una decidida actividad poliacutetica y legislativa maacutes claramente favorable a las tesis abolicionistas teniendo en el Decreto de 18-9-1862 y de 26-1-1863 sobre laquoprocedimientos de esclavos en queja de sus amosraquo unos interesantes precedentes44 Fruto de la influencia de la Sociedad Abolicionista pueden considerarse el R D de 25-11-1865 para la con-vocatoria de la Junta de Informacioacuten de Ultramar el R D 29-9-1866 declarando libres a los esclavos que pisaran el suelo de la Peniacutensula e islas adyacentes o al llegar a la jurisdiccioacuten mariacutetima de estos territorios y Ley de 17-3-186745 sobre represioacuten de la trata de negros castigando por fin los actos preparatorios y no uacutenicamente el delito consumado
El que ilustres miembros de la Sociedad Abolicionista tales como Sagasta Moret Echegaray y Becerra formasen parte del gobierno del sexenio revolucio-nario despertoacute razonables expectativas El famoso decreto de 15-10-1868 utiliza-ba un esperanzador lenguaje revolucionario al proclamar laquoque la esclavitud de los negros es un ultraje a la naturaleza humana y una afrenta para la Nacioacuten es una de esas instituciones repugnantes cuya desaparicioacuten no debe hacerse esperarraquo Sin embargo pronto adoptoacute un tono moderado en la cuestioacuten abolicionista el citado decreto aun manteniendo el tono revolucionario hasta el final laquola Junta Superior Revolucionaria de Madrid propone al Gobierno provisional como medi-da de urgencia y salvadoraraquondash conteniacutea una sorprendente limitacioacuten al establecer que uacutenicamente laquoquedan declarados libres todos los nacidos de mujer esclava a partir del 17 de septiembre proacuteximo pasadoraquo decisioacuten que suponiacutea la emancipa-cioacuten de apenas una decena de recieacuten nacidos
iquestHubo voluntad poliacutetica real de acabar con la esclavitud Hay un hecho que podriacutea aclarar las dudas al respecto el artiacuteculo 108 de la Constitucioacuten de 1869 estableciacutea que laquolas Cortes Constituyentes reformaraacuten el sistema actual de Gobierno de las provincias de Ultramar cuando hayan tomado asiento los dipu-
44 De escasa utilidad para el esclavo en cuanto que no se creaban medios para canalizar ade-cuadamente tales quejas vid Joseacute Manuel ROMERO MORENO Proceso y Derechos Fundamentales en la Espantildea del Siglo XIX Madrid 1984 p 138 con dudas semejantes sobre la efectividad de los mecanismos de proteccioacuten a los esclavos establecidos en el artiacuteculo 18 de la Ley Moret de 1870
45 El expediente formado para la elaboracioacuten de la ley puede consultarse en ACD General legajo 131 nordm 33
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tados de Cuba o Puerto Rico para hacer extensivas a las mismas con las modifi-caciones que fueran necesarias los derechos consignados en la Constitucioacutenraquo Pero dado que el proyecto de Constitucioacuten en su redaccioacuten originaria deciacutea laquoCuba y Puerto Ricoraquo teniendo en cuenta el rechazo de los hacendados cubanos a todo intento abolicionista y bastaacutendoles la no asistencia a Cortes para boico-tear todo proyecto legislativo la conversioacuten de la laquoyraquo en laquooraquo daba maacutes margen al Gobierno para efectuar las reformas legislativas necesarias sin el concurso de las oligarquiacuteas cubanas todo ello dentro del marco constitucional46 Pero lo cier-to es que la amenaza de una revuelta o de una independencia de Cuba convirtioacute en moderado al Gobierno En esta direccioacuten moderantista cabe situar el proyecto de Manuel Becerra Ministro de Ultramar elaborado para Puerto Rico47 y frustra-do por la Guerra Separatista Cubana que propugnaba una abolicioacuten gradual de la esclavitud y un reacutegimen de Patronato para los libertos
El fruto maacutes significativo del moderantismo abolicionista de este periacuteodo fue la ley Moret de 4-7-1870 (Gaceta de 6-7-1870) Los artiacuteculos 1 al 5 estableciacutean los casos de manumisioacuten los nacidos de madre esclava desde el 17-9-1868 los que hubieran servido bajo bandera espantildeola en la guerra de Cuba los mayores de 60 antildeos y los pertenecientes al Estado No obstante el artiacuteculo 6 y siguientes esta-bleciacutean que los emancipados quedariacutean bajo patronato de sus antiguos duentildeos laquoEl patrono adquiere todos los derechos de tutor pudiendo a maacutes aprovecharse del trabajo del liberto sin retribucioacuten alguna hasta la edad de diez y ocho antildeosraquo (art 7) El reiterado incumplimiento y los abusivos fraudes cometidos por los patronos motivaron numerosas quejas que canalizadas por la Sociedad Abolicionista Espantildeola tuvieron un cierto reflejo en el reglamento de 5-8-1872 que desarrollaba la ley Moret sin que ello supusiera progreso alguno en el reacutegi-men de patronato de los libertos
Otro ejemplo maacutes del moderantismo abolicionista del sexenio revolucionario fue la Ley del 22-3-187348 sobre la abolicioacuten de la esclavitud en Puerto Rico Efectivamente a pesar de que el artiacuteculo 1ordm declara que laquoqueda abolida para siempre la esclavitud en la isla de Puerto Ricoraquo el artiacuteculo siguiente matizaba que laquolos libertos quedan obligados a celebrar contratos con sus actuales poseedores con otras personas o con el Estado por un tiempo que no bajaraacute de tres antildeosraquo Ademaacutes el artiacuteculo 3 estableciacutea una indemnizacioacuten para los poseedores de escla-vos a cargo del Estado aumentada en un 25 en el caso de que los libertos no quisieran celebrar el contrato a que se referiacutea el artiacuteculo 2 con sus antiguos due-
46 Sobre las actitudes reformistas del cambio de la laquoyraquo en laquooraquo vid Rafael Mariacutea DE LABRA La Cuestioacuten de Puerto Rico Estudio de un Proyecto de Constitucioacuten Colonial Madrid 1870 p 34 y uacuteltimamente Consuelo FERNAacuteNDEZ CANALES Exposiciones de la Opinioacuten Puacuteblica ante la Abolicioacuten de la Esclavitud en Puerto Rico 1868-1863 EDH pp 286-287
47 Puede consultarse en el Archivo del Congreso de los Diputados General legajo 139 nordm 33 48 ACD General legajo 171 nordm 21
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ntildeos El artiacuteculo 7 aplazaba hasta pasados cinco antildeos de publicada la ley en la Gaceta de Madrid laquoel pleno goce de los derechos poliacuteticosraquo de los libertos
El grado de cumplimiento de la ley fue escaso dado que para evitar la eman-cipacioacuten se procedioacute a un masivo traslado de esclavos de Puerto Rico hacia Cuba En todo caso antes de que transcurrieran los tres antildeos de vigencia del contrato forzoso los hacendados ya disponiacutean de medios legales para continuar retenien-do a los libertos en sus plantaciones Asiacute en 1874 aparece el Reglamento de Vagos que ya teniacutea un precedente deacutecadas atraacutes mediante el cual se obligaba a seguir trabajando a aquellos libertos que no pudieran demostrar medios propios de vida Tambieacuten se recurriacutea al inveterado procedimiento de endeudar a los liber-tos mediante un sistema de vales que les obligaba a permanecer en la finca hasta que pagasen su deuda maacutes los intereses49
En definitiva la ley abolicionista trataba de prolongar las condiciones de ex-plotacioacuten de la mano de obra barata bajo mecanismos juriacutedicos que encubriacutean situaciones de hecho semejantes a la esclavitud Y en la misma liacutenea hay que situar el reglamento de abril de 1873 que desarrollaba la Ley
IV ESCLAVOS Y LIBERTOS EN EL COacuteDIGO PENAL DE CUBA Y PUERTO RICO
Habiacuteamos mencionado paacuteginas atraacutes que una de las caracteriacutesticas tiacutepicas del sistema colonial y por tanto del moderantismo abolicionista fue desde el pun-to de vista normativo el mantenimiento de un reacutegimen juriacutedico especial para los territorios de Ultramar La Constitucioacuten de 1876 en su artiacuteculo 89 continuaba la liacutenea de las anteriores Constituciones al establecer que laquolas provincias de Ultramar seraacuten gobernadas por leyes especialesraquo autorizaacutendose al Gobierno laquopara aplicar a las mismas con las modificaciones que juzgue convenientes y dando cuenta a las Cortes las leyes promulgadas o que se promulguen para la Peniacutensularaquo Con base en dicho precepto mediante R D de 23-5-1879 se sancio-noacute el Coacutedigo penal de Cuba y Puerto Rico laquoa propuesta del Ministro de Ultramar de acuerdo con el Consejo de Ministros y en virtud de la autorizacioacuten que otorga a mi Gobierno el artiacuteculo 89 de la Constitucioacuten de la Monarquiacutearaquo50 El artiacuteculo 1ordm del decreto de promulgacioacuten veniacutea a aplicar el Coacutedigo Penal reformado de 17-6-1870 fruto del sexenio revolucionario con las modificaciones propuestas por una Comisioacuten nombrada al efecto e integrada por ilustres juristas Presidiacutea la Comisioacuten Alonso Martiacutenez actuando de Secretario Federico Pons y de Vocales Joseacute Fernaacutendez de la Hoz Laureano Figuerola Alejandro Groizard Saturnino Aacutelvarez Bugallal y Emilio Bravo Esto era posible porque como especificaba la
49 M TONA MASCARENtildeAS La Abolicioacuten en Puerto Rico op cit p 278 50 Coacutedigo penal para las provincias de Cuba y Puerto Rico Imprenta Nacional Madrid 1879
El Real Decreto se incorpora en p 4
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propia Comisioacuten coincidiacutean varios acontecimientos propicios la Ley de 22-3-1873 de abolicioacuten de la esclavitud en la vecina isla de Puerto Rico el fin de la guerra de Cuba laquola sustitucioacuten del reacutegimen colonial por el de la asimilacioacuten de las islas de Cuba y Puerto Rico a la madre patria que hoy las considera como provincias espantildeolasraquo la necesidad de uniformar la legislacioacuten tal y como ya las Leyes de Indias aconsejaban y finalmente la existencia de una cierta legislacioacuten penal comuacuten (por ejemplo la ley de supresioacuten y represioacuten de la trata) para la Metroacutepoli y las Antillas cuya experiencia ndashdice la Comisioacutenndash ha sido favorable51
Una de las mayores paradojas del Coacutedigo penal de Cuba y Puerto Rico radicoacute en que a pesar de la valiacutea juriacutedica y poliacutetica de los integrantes de la Comisioacuten su labor praacutecticamente se limitoacute a desdoblar los tipos penales del Coacutedigo de 1870 para agravar la pena de los delitos cometidos por esclavos o libertos52 Asiacute por ejemplo se aumentaba la pena cuando era laquoel agraviado amo o patrono del ofen-sor o coacutenyuge ascendiente descendiente o hermano legiacutetimo de aqueacutellosraquo (art 102) y ampliando la anterior agravante se estableciacutea de manera eufemiacutestica un precepto igualmente racista laquoEjecutar el hecho contra un blanco por uno que no lo fuereraquo (art 1022)
No habiacutea paternalismo sino una concepcioacuten racista del honor en el artiacuteculo 4683 que castigaba al reo de violacioacuten estupro o rapto laquoa reconocer la prole si la calidad de su origen no lo impidieraraquo o en el artiacuteculo 117 que estableciacutea que la pena de arresto menor podriacutea cumplirse en las casas del Ayuntamiento o en la del mismo penado excepto los esclavos quienes la sufriraacuten en la casa de su pa-trono Pero donde maacutes se aprecia el talante pseudopaternalista de la Comisioacuten era en la regulacioacuten de los delitos contra la vida la integridad fiacutesica y la laquohones-tidadraquo al incluir preceptos en los que ante el mismo delito se castiga maacutes seve-ramente al esclavo o al liberto Asiacute en los delitos de asesinato homicidio lesio-nes graves con peacuterdida de miembro principal o incapacidad laboral total lesiones graves con peacuterdida de miembro no principal o incapacidad laboral hasta 90 diacuteas lesiones menos graves causadas al patrono adulterio violacioacuten abusos desho-nestos estupro rapto inconsentido y el rapto consentido en los que en liacuteneas
51 Informe cit pp 11-12 52 Asiacute se diraacute paternalmente que laquoLas demaacutes reformas que en el proyecto se proponen estaacuten
principalmente basadas en la especie de potestad paternal que otorgan nuestras sabias y antiguas leyes a los amos sobre los siervos y libertos y en la adhesioacuten filial de eacutestos asiacute como en la solida-ridad que engendra entre unos y otros su constante trato viniendo por decirlo asiacute a formar una sola familia todos ellos Si el legislador no puede prescindir de los viacutenculos de la sangre y del amor base de la familia cristiana tan distinta de la familia artificial organizada por las leyes de la antigua Roma si el esclavo mira a su duentildeo como un verdadero padre que le protege asiste y defiende si el liberto debe a su patrono el beneficio inapreciable de la libertad por lo cual el derecho iguala en determinados casos el patronato y la paternidad y si el siervo no tiene en rigor personalidad pro-pia ni otros haacutebitos que los de una obediencia ciega es de estricta justiciaraquo Informe de la Comisioacuten remitiendo el proyecto de Coacutedigo penal incorporado a la propia edicioacuten del Coacutedigo pe-nal pp 12-13
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generales la duracioacuten de la pena se aumentaba a maacutes del doble del tiempo cuan-do el ajusticiado era esclavo o liberto
No se piense que este estado de cosas duroacute hasta la abolicioacuten de la esclavitud en Cuba en 1880 pues aunque en puridad legal habiacutean desaparecido los tipos penales referidos a los esclavos asiacute como la agravante del artiacuteculo 102 ndashlaquoser el agraviado amo o patrono del ofensorraquondash lo cierto es que ante el mismo delito se castigaba maacutes severamente al negro que al blanco en el caso de que el ofendido o perjudicado fuera de raza blanca Esto era asiacute porque se consideraba que la abolicioacuten de la esclavitud no habiacutea derogado la agravante nuacutemero 22 del artiacute-culo 10 laquocometer el delito contra un blanco uno que no lo fuereraquo que soacutelo se referiacutea a una agravante en funcioacuten de la raza del sujeto y no de su condicioacuten ju-riacutedica de privacioacuten de libertad La jurisprudencia fue implacable en esto53 Por lo demaacutes desde el punto de vista del progreso de la ciencia penal y de la teacutecnica juriacutedica el Coacutedigo penal de Cuba y Puerto Rico heredoacute todos los defectos del Coacutedigo penal de 1870 y no conteniacutea ninguna innovacioacuten positiva
Al antildeo siguiente de la promulgacioacuten del Coacutedigo penal se sancionoacute la ley de 13-2-1880 declarando la abolicioacuten de la esclavitud en Cuba (Gaceta de 18-2-1880) Varias fueron las razones que movieron al Gobierno conservador (el pro-yecto de Martiacutenez Campos fue acabado por Caacutenovas) a sacar a la luz esta espera-da ley54 la presioacuten sostenida por Gran Bretantildea desde 1820 y de la Sociedad Abolicionista Espantildeola desde 186555 el agotamiento de la economiacutea de planta-
53 Efectivamente el 23-10-1985 se dictaba sentencia en recurso de casacioacuten interpuesto por el ministerio Fiscal contra una resolucioacuten de la Audiencia de La Habana que estimaba la agravante 22 del artiacuteculo 10 del Coacutedigo penal de Cuba y Puerto Rico es decir la de cometer el delito contra un blanco uno que no lo fuere por considerar dicha agravante derogada en virtud de la Ley de Abolicioacuten de la esclavitud de 1880 La sala segunda estimaba laquoque no ha sido en manera alguna derogada sino que por el contrario subsiste en toda su eficacia la circunstancia agravante de que queda hecho meacuterito la cual se refiere exclusivamente a la raza de color prescindiendo por comple-to de la condicioacuten de esclavitudraquo Sentencia publicada el 23 de Octubre de 1885 e inserta en la Gaceta de 19 de Abril de 1886) No obstante el acusado formalismo de la sala segunda eacutesta dicta-ba el antildeo siguiente otra sentencia confirmando la pena por homicidio a un capataz responsable de apalear a una muchacha negra de doce antildeos de cuyas heridas le sobrevino un ataque epileacuteptico y posterior muerte El recurrente pretendiacutea introducir una causa atenuante por la puerta falsa del artiacuteculo 910 que consideraba como tales laquocualquier otra circunstancia de igual entidad y anaacuteloga a las anterioresraquo entendiendo que podiacutea serlo el recuerdo y haacutebito que teniacutea el capataz en castigar severamente a los esclavos antes de la abolicioacuten de la esclavitud La Sala no lo entendioacute asiacute y tam-poco estimoacute la rectificacioacuten del tipo penal solicitada por el recurrente es decir el delito de impru-dencia con la atenuante tercera al no haber tenido intencioacuten de causar un dantildeo tan grave del producido sentencia publicada el 18 de Enero de 1887 e inserta en la Gaceta de 28 de mayo del mismo antildeo)
54 Antecedentes legislativos y trabajos parlamentarios en ACD General legajo 201 nordm 71 55 Para Josep FRADERA Limitaciones histoacutericas del abolicionismo catalaacuten EDH p 125 el fin
de la esclavitud fue impuesto al Estado espantildeol a instancias de presiones ajenas especialmente por la laquosostenida presioacuten britaacutenica desde 1820raquo con base en D R MURRAY Odious Commerce op cit y no debida al agotamiento de la economiacutea de plantacioacuten en las Antillas
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cioacuten esclavista debida fundamentalmente al descenso del nuacutemero de esclavos56 y la paz de Zanjoacuten de 1879 que concediacutea la emancipacioacuten a los esclavos que habiacutean combatido en favor de la metroacutepoli con lo que pareciacutea loacutegico emancipar a todos los demaacutes57 En cualquier caso el que la ley fuera obra de un Gobierno conservador prueba que tal abolicioacuten ya no representaba un gran peligro para las Colonias dicho de otro modo no fue una decisioacuten progresista sino praacutectica
Con todo la ley de abolicioacuten de la esclavitud en Cuba se inspiroacute en el maacutes puro moderantismo al recurrir a la ficcioacuten juriacutedica de la tutela de los emancipa-dos para encubrir situaciones de esclavitud Efectivamente el artiacuteculo 2 estable-ciacutea un reacutegimen de Patronato para los emancipados que a diferencia de la tutela del derecho civil comuacuten era considerado un negocio lucrativo siendo laquotransmi-sible por todos los medios conocidos en derechoraquo Bien es verdad que a diferen-cia de la ley Moret de 1870 ahora se estableciacutea la intransmisibilidad de los hijos menores de 12 antildeos separadamente de sus padres emancipados y ademaacutes laquoen ninguacuten caso podraacuten separarse los individuos que constituyan familia sea cual fuere el origen de eacutestaraquo evitaacutendose asiacute abusos y desmanes como el de castigar a esclavos emancipados mediante la separacioacuten de sus familiares El patrono con-servaba el derecho de utilizar el trabajo de sus patrocinados laquoy el de representar-los en todos los actos civiles y judiciales con arreglo a las leyesraquo (art 3) lo que ocasionaba flagrantes situaciones de indefensioacuten en los casos de colisioacuten de in-tereses entre patrono y emancipado que se agravaban maacutes auacuten a tenor del artiacute-culo 35 del reglamento de 8-5-1880 que atribuiacutea a los patronos laquofacultades coercitivas y disciplinariasraquo El artiacuteculo 6 estableciacutea un estipendio mensual a los emancipados de 1 a 2 pesos para los que tuvieran entre 18 y 20 antildeos y de 3 pesos para los mayores de edad pero en caso de enfermedad o cualquier otra causa de absentismo laboral laquoel patrono no estaraacute obligado a entregar la parte de estipendio que corresponda al tiempo que dicha inutilidad hubiere duradoraquo A pesar de que el artiacuteculo 7 estableciacutea cinco causas de extincioacuten del patronato me-diante las cuales el patrocinado o emancipado quedaba juriacutedicamente libre el artiacuteculo 9 matizaba que tales personas laquogozaraacuten de sus derechos civiles pero quedaraacuten bajo la proteccioacuten del Estado y sujetos a las leyes y reglamentos que impongan la necesidad de acreditar la contratacioacuten de su trabajo o un oficio u ocupacioacuten conocidosraquo lo que suponiacutea volver al antiguo reacutegimen de la libreta con
56 Seguacuten las cifras manejadas por Rebecca SCOTT La Dinaacutemica de la Emancipacioacuten y la Formacioacuten de la Sociedad Post-abolicionista El Caso Cubano en una Perspectiva Comparada EDH p 348 en 1877 habiacutea aproximadamente 199000 esclavos en Cuba en 1883 99000 y soacutelo 25000 en 1886 al suprimiese el Patronato Las cifras son suficientemente expresivas del impacto causado por la legislacioacuten abolicionista en soacutelo diez antildeos Bien es verdad que las estadiacutesticas de poblacioacuten esclava de Cuba fueron deliberadamente inexactas tal y como ha sentildealado Joseacute Antonio PIQUERAS laquoCensos lato sensu La abolicioacuten de la esclavitud y el nuacutemero de esclavos en Cubaraquo en Revista de Indias 71 nordm 251 (2011) pp 193-230
57 Vid Paloma ARROYO JIMEacuteNEZ La Sociedad Abolicionista Espantildeola en EDH p 178
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el que los hacendados portorriquentildeos habiacutean vulnerado el espiacuteritu de la ley de abolicioacuten de la esclavitud en su isla en 1873 Aun maacutes el artiacuteculo 10 aclaraba que la obligacioacuten de acreditar la contratacioacuten de trabajo para los que hubieran salido del Patronato durariacutea cuatro antildeos y tan soacutelo transcurrido ese plazo disfrutariacutean de todos sus derechos civiles y poliacuteticos
Y el reglamento de 8-5-1880 no era maacutes afortunado que la Ley que desarro-llaba A pesar de que el nuacutemero de libertos era ya considerable en 1880 la inercia del sistema esclavista convertiacutea a toda persona de raza negra en sospechosa de vagancia Para evitar tal situacioacuten los artiacuteculos 79 y siguientes regularon minu-ciosamente las ceacutedulas que todo liberto deberiacutea llevar consigo para su correcta identificacioacuten En esa liacutenea el artiacuteculo 51 prohibiacutea a los patrocinados salir de las fincas sin permiso del patrono laquosalvo en el caso de que alegue que va a presentar alguna queja a la Junta respectiva pues entonces seraacute amparado por la misma autoridad o agente para que llegue sin tropiezo a su destinoraquo58 Que todo negro era sospechoso por el mero hecho de su origen racial lo prueba el artiacuteculo 52 del Reglamento al establecer una presuncioacuten en contra de tales individuos laquoLos individuos de color que presentados o detenidos sin documentos de policiacutea se negasen a suministrar datos para su identificacioacutenraquo Pero donde maacutes se obser-va el receloso temor del blanco a la poblacioacuten negra libre o patrocinada era en los artiacuteculos 46 y 47 del reglamento El artiacuteculo 47 remitiacutea los delitos de rebelioacuten sedicioacuten atentado o desoacuterdenes puacuteblicos cometidos por los patrocinados a la jurisdiccioacuten militar59 como en los maacutes oscuros antildeos del laquoBando contra la Raza Africanaraquo dictado por Juan Prim de 31-5-1848 Sin embargo hay que sentildealar como hacen algunos autores el indudable meacuterito de la Ley y del Reglamento al crear mecanismos de queja de los esclavos ante la Junta del Patronato
En buena medida la institucioacuten del Patronato pretendiacutea prolongar la es-clavitud bajo la ficcioacuten juriacutedica de la tutela La subida al poder del Gobierno de Sagasta el 17-2-1881 dio origen a una serie de medidas beneficiosas para los pa-trocinados tales como la creacioacuten de centros de letrados para defender a los li-bertos la supresioacuten de los castigos de cepo y grillete (R D 27-11-1883) Incluso se comenzoacute a estudiar la supresioacuten del Patronato aunque cuando en enero de 1884 accedieron al poder los conservadores de Caacutenovas se paralizoacute tal proyec-
58 Vid una criacutetica al Reglamento en Rafael Mariacutea DE LABRA Un reto del esclavismo El regla-mento el 8 de mayo de 1880 Madrid 1881 Sobre los efectos de esta medidas vid Rebecca J SCOTT La emancipacioacuten de los esclavos en Cuba La transicioacuten al trabajo libre 1860-1899 Meacutexico 1989 Imilcy BALBOA Los brazos necesarios Inmigracioacuten colonizacioacuten y trabajo libre en Cuba 1878-1898 Valencia 2000
59 Artiacuteculo 46 laquoLos libertos se sujetaraacuten durante el tiempo de patronato al orden y disciplina que se observen en la finca establecimiento o casa particular del patronoraquo Artiacuteculo 47 laquoSi los patrocinados cometiesen delitos o faltas de que fueren responsables con arreglo al Coacutedigo penal seraacuten sometidos a los tribunales ordinarios Si los delitos fueren de rebelioacuten sedicioacuten atentado o desoacuterdenes puacuteblicos se les juzgaraacute por la jurisdiccioacuten militarraquo
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to Con todo la presioacuten de los abolicionistas obligoacute a los conservadores a supri-mir definitivamente el Patronato establecido en Cuba en virtud de R D de 7-10-1886 (Gaceta de 8-10-1886) aunque en su artiacuteculo 4ordm se mantuvieron restricciones absurdas al obligar a quienes hubieran salido del patronato y se encontrasen todaviacutea dentro del plazo de los cuatro antildeos a que aludiacutea el artiacuteculo 10 de la ley a laquopresentar cada tres meses al alcalde de la localidad en que residiere la ceacutedula de liberto y el documento que acredite que se hallan contratados para el trabajoraquo
V CUBA COMO REHEacuteN DE LA POLIacuteTICA INTERNACIONAL ESPANtildeOLA
Por el sistema de legislacioacuten especial no fueron iguales la base electoral ni las leyes electorales ni fueron iguales las leyes penales procesales civiles mercan-tiles etc En suma no se aplicaron a Ultramar las leyes e instituciones del cons-titucionalismo liberal vigente en la Peniacutensula sino que se mantuvieron las es-tructuras sociales econoacutemicas y poliacuteticas del Antiguo Reacutegimen Ejemplo paradigmaacutetico de esto fue la perduracioacuten de la esclavitud en Cuba hasta 1880 y su prolongacioacuten encubierta bajo la figura juriacutedica del Patronato de libertos De esta afirmacioacuten se deduce que en Espantildea el fin del Antiguo Reacutegimen no conclu-yoacute con los inicios del reacutegimen liberal constitucional sino a finales del XIX Mientras que en la Peniacutensula se desarrollaba un sistema poliacutetico de corte liberal en Ultramar pervivieron las antiguas instituciones amparadas en la legislacioacuten indiana
iquestTuvieron los diferentes Gobiernos espantildeoles decimonoacutenicos efectiva inten-cioacuten de abolir la esclavitud en Ultramar Resulta sorprendente y decepcionante el tratamiento otorgado por la Constitucioacuten de 1812 al problema de la esclavitud pero es que ya en ese momento la cuestioacuten trascendiacutea el concreto intereacutes de los hacendados caribentildeos por afectar a la posible separacioacuten de Cuba de la Corona espantildeola A partir del 20 de julio de 1811 las corporaciones maacutes poderosas de Cuba ndashAyuntamiento Consulado y Sociedad Patrioacuteticandash exigieron que la cues-tioacuten esclavista no fuera discutida en la Cortes y menos auacuten fuera referida en la Constitucioacuten60 Las Cortes de Caacutediz creiacutean que la adopcioacuten de alguna medida abolicionista empujariacutea a los hacendados americanos a la separacioacuten de Espantildea Avisaba Arguumlelles que laquola corona no podiacutea vacilar entre comprometer sus subli-mes principios o el intereacutes de algunos particularesraquo61 y se contentoacute con apoyar la supresioacuten de la trata pero no la esclavitud
60 Dado que la esclavitud laquono es obra de los particulares sino de los soberanos que nos pusie-ron en tal caso y de eacutel no pueden sacarnos precipitadamente decretando nuestra ruinaraquo AGI Indiferente 2827 cit por J A SACO op cit vol III p 90 Vid Enriqueta VILA VILAR La escla-vitud americana en la poliacutetica espantildeola AEA 1977 pp 573 y ss
61 DSC de 2-4-1811 tomo 2 pp 809 y ss
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Con motivo de la negociacioacuten del tratado Hispano-britaacutenico de 1817 sobre la abolicioacuten de la esclavitud Joseacute Garciacutea de Leoacuten y Pizarro primer secretario de Estado de Fernando VII fue testigo de las presiones ejercidas en Madrid por Francisco Arangoacute Parrentildeo representante de la oligarquiacutea cubana62 para neutra-lizar la presioacuten britaacutenica El tratado de 1817 al reprimir soacutelo la trata satisfaciacutea a Gran Bretantildea pero tambieacuten satisfaciacutea a la oligarquiacutea esclavista en cuanto que no aboliacutea la esclavitud y ademaacutes habiacutea trascendido en los ciacuterculos sacarocraacuteticos la intencioacuten de Fernando VII de flexibilizar su cumplimiento El dilema guberna-mental volvioacute a quedar patente con motivo de la redaccioacuten del artiacuteculo 273 del Coacutedigo penal de 1822 por una parte castiga con penas de hasta 10 antildeos de tra-bajos forzados a los tratantes de esclavos de origen africano y a una multa a los compradores pero de otro lado se eximiacutea de responsabilidad al hacendado cuba-no-comprador si alegaba desconocer la ilegalidad del negocio
La decidida condena de la trata y la consideracioacuten casi connivente para con los hacendados refleja una constante de la poliacutetica abolicionista de Madrid siem-pre entre dos frentes las presiones abolicionistas nacionales e internacionales de un lado y las presiones de los hacendados cubanos de otro Esto mismo explica la aparente contradiccioacuten del Gobierno de Madrid cuando en 1837 proyectoacute sin lograrlo abolir la esclavitud en la Peniacutensula pero no en las llamadas provincias de Ultramar laquoLa comisioacuten convencida como lo estaacute el Gobierno de que debe abolirse en Espantildea la esclavitud como incompatible con los principios de su existencia poliacutetica y acorde con aquel en que no cabe por ahora hacerse esta abolicioacuten extensiva a las Provincias de Ultramarraquo63 iquestPor queacute no era posible laquopor ahoraraquo tal medida iquestAcaso el Gobierno seguiacutea sometido a las presiones cubanas Ciertamente los hacendados cubanos ya no teniacutean empacho en ocultar sus ame-nazas puacuteblicamente laquoEn un punto coincidimos todos [los hacendados cubanos] unaacutenimemente en declararnos independientes apenas se intente desde Espantildea destruir nuestros derechos como propietarios de los esclavos que poseemosraquo64 Avisos que se prolongan en las mismas Cortes por ejemplo cuando el diputado Seijas advirtioacute que cualquier medida sobre la esclavitud habiacutea de ser compatible con la conservacioacuten de las Antillas65
El general Francisco Serrano Presidente del Gobierno revolucionario de 1868 encarnaba en su persona esta dualidad estrechamente vinculado con la burgue-siacutea esclavista cubana en su calidad de ex capitaacuten general de Cuba (y casado con una hacendada) y no menos abolicionista que miembros de su gabinete como Figarola Sagasta Castelar o Becerra El programa abolicionista del Gobierno re-
62 Memorias de Joseacute Garciacutea de Leoacuten y Pizarro (1770-1835) Madrid 1953 pp 225-227 63 Dictamen de la Comisioacuten legislativa de 5-3-1837 firmado entre otros por Aacutengel Fernaacutendez
de los Riacuteos Ministro de Gracia y Justicia Mateo Aylloacuten y Joseacute Fuente Herrero 64 Cit por R T ELY Cuando reinaba su magestad el azuacutecar Buenos Aires 1963 pp 501-592 65 DSC de 29-1-1845 pp 1401-1405
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volucionario pondraacute en guardia raacutepidamente a la oligarquiacutea cubana El 16 de noviembre de 1868 se constituyoacute en Madrid la Junta Cubana presidida por Joseacute Joaquiacuten de Arrieta duentildeo de uno de los ingenios azucareros maacutes importantes de la perla de las Antillas Arrieta remitioacute con fecha de 17 de ese mismo mes un escrito al Gobierno Provisional advirtiendo que los tres siglos de esclavismo en las Antillas laquohan creado derechos a favor de sus habitantes y obligaciones en la Metroacutepoliraquo66 y que cualquier medida contraria a tales derechos conllevariacutea desas-tres imprevisibles Son conocidos los movimientos y gestiones de la oligarquiacutea cubana a partir e estas fechas Otro hacendado el conde de Vega Mar presentoacute el 16 de noviembre de 1868 un contundente escrito para advertir al Gobierno Provisional laquoque se provocariacutea y excitariacutea la autonomiacutea si imprudentemente se concediera la libertad a la esclavitud sin previa preparacioacuten sin la debida indem-nizacioacuten a los duentildeosraquo de modo que en eso la indignacioacuten de los cubanos les hariacutea laquovolver los ojos a la vecina Repuacuteblica pidiendo su protectoradoraquo67
Han quedado documentadas las reuniones de representantes de la oligarquiacutea esclavista cubana como Manuel Calvo y Constantino Fernaacutendez Valliacuten con Moret y Serrano con el fin de consensuar la ley de vientres El mismo Manuel Calvo se jactariacutea en una reunioacuten en el Ciacuterculo de Hacendados celebrada el 10 de julio de 1878 de haber participado en la redaccioacuten de dicha ley laquohaciendo triun-far las ideas de conservacioacuten de este paisraquo68 Pero las presiones cubanas en los antildeos cruciales del sexenio revolucionario tuvieron ademaacutes poderosos aliados Efectivamente la preparacioacuten de la ley de abolicioacuten de la esclavitud en Puerto Rico a cargo del gobierno radical de Ruiz-Zorrilla en 1872 reanudoacute las presiones cubanas en Madrid Al parecer tras el ultimatum dado al Gobierno el 13 de di-ciembre de 1872 los hacendados solicitaron a Amadeo de Saboya la destitucioacuten del propio Ruiz-Zorrilla lo que fue rechazado El 19 de ese mes se presentoacute a las Cortes el proyecto de ley en cuestioacuten La poleacutemica estaba servida el 21 de di-ciembre Castelar ministro de Estado trataba de justificar el proyecto alejando laquoel fantasma de la relacioacuten abolicioacuten=peacuterdida de las coloniasraquo69 concluyendo que el mantenimiento de la esclavitud laquoperderaacuten a Cuba y Puerto Rico y que soacutelo las conservaraacuten nuestras reformas y nuestros principiosraquo70 Hubo dimisiones en el propio Gabinete El 25 de diciembre cerca de 300 nobles y la casi totalidad de Grandes de Espantildea reunidos en el palacio del duque de Alba firmaban un ma-
66 AHN Ultramar legajo 3554 Vid Mordf del Carmen BARCIA Taacutectica y estrategia de la burgue-siacutea esclavista de Cuba ante la abolicioacuten de la esclavitud en AEA 1986 p 115 Tambieacuten Jordi MALUQUER DE MOTES El problema de la esclavitud y la revolucioacuten de 1869 Hispania 31 1971 pp 56-76
67 AHN Ultramar legajo 3554 Vid Mordf del Carmen BARCIA op cit p 116 68 Mordf del Carmen BARCIA op cit p 118 69 E VILA VILAR AEA op cit p 585 70 DSC de 21-12-1872
Javier Alvarado Planas
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nifiesto antiabolicionista adhirieacutendose a la Liga Nacional 71 La prensa conserva-dora una vez aprobado el proyecto de ley publicoacute el 27 de diciembre de 1872 en el Diario de Barcelona un manifiesto declarando que ante el apoyo de Amadeo de Saboya al citado proyecto y laquola poliacutetica antinacional que sigue este Gobierno nuestros juramentos estaacuten rotos y soacutelo estamos al lado de la patriacutearaquo72 Alguacuten autor73 ha apuntado que tras el levantamiento que motivoacute la caiacuteda de Amadeo de Saboya en febrero de 1873 estaban principalmente los antiabolicionistas ca-nalizando el descontento de los sectores maacutes conservadores del paiacutes Desde luego que no les faltaba dinero para financiar este tipo de campantildeas incluyendo regalos sobornos sueltos periodiacutesticos etc74 Ni siquiera la abdicacioacuten de Amadeo de Saboya impidioacute la promulgacioacuten de la ley de abolicioacuten de la esclavi-tud en Puerto Rico Por lo demaacutes la ley apenas afectaba a los intereses sacarocraacute-ticos de hecho se modificoacute la redaccioacuten inicial al aplazar por cinco antildeos la adqui-sicioacuten de derechos poliacuteticos de los libertos y su obligacioacuten de contratarse con sus antiguos amos al menos por 3 antildeos La ley era consecuencia de un puro pacto en el que paradoacutejicamente fueron los hacendados cubanos y no los puertorrique-ntildeos quienes se afanaron maacutes en modificar su articulado Seguacuten un censo de Puerto Rico de 1 de enero de 1875 de una poblacioacuten de 617328 almas 32000 eran esclavos y soacutelo 10000 estaban empleados en faenas agriacutecolas75 Esto explica en parte la adhesioacuten de la mayoriacutea de los hacendados puertorriquentildeos a la ley abolicionista Ademaacutes hay que tener en cuenta que desde meses antes de la promulgacioacuten de dicha ley hubo un traslado masivo de esclavos de Puerto Rico hacia Cuba para eludir sus consecuencias
Los efectos del Patronato establecido en Cuba por la Ley Moret en 1870 tam-bieacuten inquietaron a la oligarquiacutea esclavista que veniacutea obligada a pagar un salario a los esclavos emancipados si queriacutean retenerles en la plantacioacuten En tal situacioacuten los hacendados daban sentildeales a Madrid de que en tales circunstancias no seriacutea laquoposible mantener la isla unida a la monarquiacutea espantildeola y formando parte de ellaraquo76 o que tambieacuten laquose provocariacutea un movimiento militar alfonsino en la repuacuteblicaraquo77
71 Vid Jordi MALUQUER DE MOTES El problema de la esclavitud op cit pp 56-57 72 Cit por Jordi MALUQUER DE MOTES Abolicioacuten y resistencia a la Abolicioacuten en la Espantildea
del siglo XIX AEA 1986 p 329 73 Miguel MORAYTA Historia General de Espantildea Madrid 1883-1890 8 pp 1131-1133 74 Cada hacendado contribuiacutea con 10 pesos anuales por esclavo de su propiedad a un fondo
comuacuten que gestionaban los representantes en Madrid en defensa de sus intereses vid Mordf del Carmen BARCIA op cit p 122
75 Vid Rafael Mariacutea DE LABRA La Abolicioacuten en el orden econoacutemico Madrid 1873 p 231 76 Documentacioacuten del Ciacuterculo de Hacendados Biblioteca del MINAZ tomo 4 cit por Mordf del Carmen
BARCIA p 125 77 La voz de Cuba Diario de La Habana de 28 de abril de 1874 nordm 100 p 1 cit por Mordf del Carmen
BARCIA p 122
Cuba y el constitucional ismo esclavista espantildeol
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Puede por tanto hablarse de un moderantismo colonial en materia de aboli-cionismo La causa de ello se debioacute a la debilidad de los Gobiernos espantildeoles decimonoacutenicos (en buena medida infiltrados por los intereses de la sacarocracia caribentildea) y fundamentalmente a la coaccioacuten ejercida por los hacendados escla-vistas al utilizar la isla de Cuba como reheacuten de la poliacutetica internacional espantildeola Son pocos pero suficientes los datos que evidencian la creciente voluntad poliacutetica espantildeola de reprimir la trata y la esclavitud el artiacuteculo 273 del Coacutedigo penal de 1822 reprimiendo la trata complementado por la ley penal de 27 de febrero de 1845 la modificacioacuten del artiacuteculo 108 de la Constitucioacuten de 1869 que susti-tuiacutea la laquoyraquo por una laquooraquo para dar la posibilidad al Gobierno de efectuar las refor-mas legislativas necesarias en las Antillas sin el concurso u obstaacuteculo de los di-putados cubanos la ley Moret de 4 de julio de 1870 que aunque de consecuencias tiacutemidas daba un cauce legal inequiacutevoco para la paulatina emancipacioacuten de escla-vos las imperiosas oacuterdenes dadas por Moret para su cumplimiento en la isla y las reticencias cubanas son prueba de ello78 la ley de abolicioacuten de la esclavitud en Puerto Rico de 1873 la masiva emancipacioacuten tras la paz de Zanjoacuten en febrero de 1878 y finalmente la ley de abolicioacuten de la esclavitud en Cuba de 1880 y el real decreto de 7 de octubre de 1886 suprimiendo el patronato de libertos son los uacuteltimos pasos que jalonaraacuten este parodoacutejico proceso que hemos definido como constitucionalismo esclavista o si se prefiere esclavismo constitucionali-zado
78 Moret remitioacute el 13 de julio de 1870 un ejemplar de la Gaceta de Madrid a los gobernadores de Cuba y Puerto Rico El Gobernador de Cuba Caballero de Rodas no la publicoacute en la Gaceta de La Habana alegando dudas sobre su aplicacioacuten que deberiacutean solucionarse en un Reglamento Inmediatamente Moret propuso al Gobernador un Proyecto de Reglamento con arreglo a 34 bases Las consecuencias de la sorprendente diligencia de Moret fueron la dimisioacuten del Gobernador la promulgacioacuten del Reglamento y la publicacioacuten de la ley en la Gaceta de La Habana con fecha 28 de septiembre de 1870 Vid Concepcioacuten NAVARRO AZCUE La abolicioacuten de la esclavitud negra en la legislacioacuten espantildeola 1870-1886 op cit pp 90-92
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10 CUBA Y LA MONARQUIacuteA CONSTITUCIONAL
AacuteNGELES LARIO GONZAacuteLEZ
Universidad Nacional de Educacioacuten a Distancia (Madrid)
laquohellip los espantildeoles seamos los uacutenicos que descansando en nuestros antiguos laureles abandonemos casi a la ventura la suerte de las (colonias) nuestras Tamantildeo desvariacuteo solo puede explicarse por la ignorancia en que generalmente se estaacute de la importan-cia de las colonias sea que nos hayamos olvidado de la preponderancia poliacutetica que les debimos en maacutes felices diacuteas sea que abatidos por la inmensa peacuterdida que de su mayor parte hicimos en el reinado precedente nos parezcan insignificantes las poquiacutesimas que nos han quedado (hellip) En medio de las vicisitudes de una guerra civil no fue posible tampoco pensar seriamente en los magniacuteficos restos que aun poseemos de aquellas precisamente en los momentos en que la interesada poliacutetica de una nacioacuten rival y poderosa prepara poco menos que un trastorno social para consumar su obra privaacutendonos hasta de estas gloriosas reliquiasraquo1
I CUBA EN LA REVOLUCIOacuteN
La Constitucioacuten de 1812 fue la primera que rigioacute en Cuba llegando a La Habana el 13 de julio para proclamarse alliacute el 21 y el 8 de agosto en Santiago2 La llegada del nuevo reacutegimen implicoacute para las antiguas colonias su participacioacuten en
1 Informe fiscal sobre fomento de la poblacioacuten blanca en la isla de Cuba y emancipacioacuten pro-gresiva de la esclava con una breve resentildea de las reformas y modificaciones que para conseguirlo convendria establecer en la legislacioacuten y constitucioacuten colonialesndashPresentado por el fiscal de la Superintendencia General Delegada de Real Hacienda en diciembre de 1844 Madrid imprenta de J Martiacuten Alegriacutea 1845 e-book (Bodleian Library 1975) pp III XIII
2 Janet IGLESIAS CRUZ laquoLa aristocracia habanera en las Cortes de Caacutedizraquo en Eduardo REY TRISTAacuteN y Patricia CALVO GONZAacuteLEZ XIV Encuentro de Latinoamericanistas Espantildeoles con-greso internacional Sep 2010 Universidade de Santiago de Compostela Centro Interdisciplinario de Estudios Americanistas Gumersindo Busto Consejo Espantildeol de Estudios Iberoamericanos pp 74-89 2010 httpshalshsarchives-ouvertesfrhalshs-00529176document p 74
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el gobierno a traveacutes de la representacioacuten en las instituciones de la metroacutepoli y directamente en las instituciones de gobierno local que preveiacutea la Constitucioacuten Su protagonismo en el nuevo estado de cosas comenzoacute a partir de la Junta Central organizada para gobernar Espantildea en ausencia de los reyes tras la invasioacuten napoleoacutenica revertida la soberaniacutea a la nacioacuten definida en la Constitucioacuten como laquola reunioacuten de todos los espantildeoles de ambos hemisferiosraquo (tiacutetulo I capiacutetulo 1 artiacuteculo 1)
laquoLas Cortes generales y extraordinarias confirman y sancionan el incon-cuso concepto de que los dominios espantildeoles en ambos hemisferios forman una sola y misma monarquiacutea una misma y sola nacioacuten y una sola familia y que por lo mismo los naturales que sean originarios de dichos dominios europeos oacute ultramarinos son iguales en derechos a los de esta peniacutensularaquo (Decreto V de 15 de octubre de 1810 de las Cortes Extraordinarias)
laquoQue los americanos asiacute espantildeoles como indios y los hijos de ambas clases tengan igual opcioacuten que los espantildeoles europeos para toda clase de empleos y destinos asiacute en la corte como en cualquier otro lugar de la Monarquiacutea sea de la carrera eclesiaacutestica poliacutetica o militarraquo (Decreto XXXI de 9 de febrero de 1811 de las Cortes Extraordinarias artiacuteculo 3)3
Fue el 14 de febrero de 1810 cuando una Instruccioacuten del Consejo de Regencia de Espantildea e Indias que sustituyoacute a la Junta Central establecioacute la eleccioacuten de diputados de las colonias para que las representaran en las Cortes que se iban a reunir en Caacutediz advirtiendo que
laquoDesde este momento Espantildeoles Americanos os veis elevados a la dignidad de hombres libres (hellip) vuestros destinos ya no dependen ni de los ministros ni de los virreyes ni de los gobernadores estaacuten en vuestras manosraquo4
Ya en julio de 1808 el ayuntamiento de La Habana habiacutea intentado crear alliacute una Junta a imitacioacuten de lo que sucediacutea en la peniacutensula que no fructificoacute por oposicioacuten del capitaacuten general y otros funcionarios de la administracioacuten insular pero en octubre ya se reconocioacute a la Junta Central a propuesta de Francisco de Arango y Parrentildeo Habiacutea diferencias en el modo de eleccioacuten de los representan-tes ultramarinos pues mientras que en la metroacutepoli se elegiacutea un diputado por cada 50 mil habitantes en el caso de los ultramarinos se elegiacutea un diputado por
3 Coleccioacuten de los Decretos y oacuterdenes que han expedido las Cortes Generales y Extraordinarias desde su instalacioacuten en 24 de septiembre de 1810 hasta igual fecha de 1811 Imprenta Real Caacutediz 1811 pp 10 y 73-74
4 Instruccioacuten para las elecciones por Ameacuterica y Asia Real Isla de Leoacuten 14 de febrero de 1810 El Consejo de Regencia de Espantildea e Indias a los americanos espantildeoles en Congreso de los Diputados Leyes electorales y proyectos de ley Madrid 1906 Accesible en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes httpwwwcervantesvirtualcomobra-visorinstruccion-para-las-elecciones-por-america-y-asia-14-de-febrero-de-1810--0htmlfffa720a-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2html
Cuba y la monarquiacutea constitucional
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cada laquocapital cabeza de partidoraquo de las provincias quedando confiada la eleccioacuten al ayuntamiento correspondiente seguacuten el real decreto de la misma fecha de 14 de febrero en lo que influiacutea el hecho de que no se reconociacutea como ciudadanos a los africanos y sus descendientes En 1820 se amplioacute la capacidad de representa-cioacuten tanto en el sufragio activo como pasivo no soacutelo a los laquoespantildeoles america-nosraquo sino tambieacuten a laquolos indiacutegenas los mestizos de indio y espantildeol y los espa-ntildeoles europeos avecindados en Ameacutericaraquo despueacutes siempre se mantuvo a los indiacutegenas y a los mestizos sin incluir a las castas pardas El uacutenico que pudo llegar a tiempo a las sesiones fue Ramoacuten Power y Giralt el diputado por Puerto Rico el resto fue cubierto por suplentes que se eligieron entre los originarios de las provincias residentes en Caacutediz de modo que 177 electores americanos (14 de ellos eran europeos avecindados en Ameacuterica) eligieron a 29 suplentes ultramari-nos A este sistema le negaron toda representatividad los americanos que lo impugnaron por ello se establecioacute que debiacutean admitirse en lugar de los suplentes los que habiacutean sido convocados por la Junta Central y que habiacutean merecido la confianza de sus provincias aunque fuera para otro tipo de oacutergano ademaacutes ellos siacute iban llegando poco a poco5
En La Habana la eleccioacuten se llevoacute a cabo el 6 de agosto de 1810 reunidos los trece miembros del cabildo bajo la presidencia del gobernador y capitaacuten general Salvador de Muro y Salazar marqueacutes de Someruelos De entre los tres elegidos Francisco de Arango y Parrentildeo con todos los votos Andreacutes de Jaacuteuregui y Aroacutestegui con 11 y Pedro Regalado Pedroso con 9 resultoacute designado diputado por insaculacioacuten Andreacutes de Jaacuteuregui En el departamento oriental en Santiago de Cuba hay menos datos sobre la eleccioacuten y con fechas algo confusas la terna es-taba compuesta por Tomaacutes del Monte y Mesa Francisco Antonio Bravo y Juan Bernardo OacuteGavan que fue finalmente el diputado tras la renuncia de los otros dos Desde el inicio se planteoacute la desigual representatividad con la peniacutensula y se fueron sugiriendo correcciones por ello sostiene Varela Suanzes que los diputados ultramarinos formaron una tercera tendencia constitucional en su defensa del autogobierno y una monarquiacutea cuasi-federal Destaca sin embargo Iglesias Cruz su mayor representacioacuten en las comisiones y puestos directivos de las caacutemaras (10 presidentes 12 vicepresidentes 11 secretarios) y entre ellos los dos diputados electos en la Isla de Cuba En la comisioacuten constituyente compuesta por quince miembros habiacutea cinco diputados americanos entre ellos el cubano Jaacuteuregui se-ntildealando con ello que a pesar del menor nuacutemero jugaron un importante papel6
5 Janet IGLESIAS CRUZ laquoLa aristocracia habanera en las Cortes de Caacutedizraquo ob cit pp 75-76 Marie-Laure LEV-MILLAN laquoLos diputados americanos en las Cortes de Caacutediz Elecciones y repre-sentatividadraquo Quinto centenario v 14 1988 pp 53 y ss
6 Joaquiacuten VARELA SUANZES laquoLas Cortes de Caacutediz y la Constitucioacuten de 1812 (una visioacuten de conjunto)raquo Anuario de Derecho Parlamentario nuacutem 26 2012 pp 191-208 p 197 p 194-196 Janet IGLESIAS CRUZ laquoLa aristocracia habanera en las Cortes de Caacutedizraquo ob cit p 78
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Aunque la igualdad no era tal en la isla por la exclusioacuten de los africanos y sus descendientes la situacioacuten se ajustaba perfectamente a las pretensiones de la eacutelite criolla bien representada por los diputados cubanos que formaban parte de esa oligarquiacutea azucarera esclavista lo que quedaba de manifiesto en su modo de vida en Caacutediz que como nos recuerda Lev-Millan estaban acompantildeados de sus esclavos y sus criados Los objetivos principales de esa representacioacuten se centra-ban en defender la libertad de comercio el desestanco del tabaco la propiedad que se haciacutea extensiva a la esclavitud y la trata de esclavos lo que les hizo per-manecer leales como garantiacutea de su status7 En ese sentido los diputados cuba-nos representaron fielmente los intereses de la eacutelite de la isla defendieron la esclavitud y el modo de economiacutea que representa como hizo Arango por encargo del Ayuntamiento de la Habana del consulado de agricultura y comercio y la sociedad patrioacutetica Jauacuteregui logroacute sortear junto al diputado por Puerto Rico Ramoacuten Power la cuestioacuten de la abolicioacuten de la esclavitud propuesta por el dipu-tado por Tlaxcala (Meacutexico) Joseacute Miguel Guridi Alcocer que quedoacute en la comisioacuten de Constitucioacuten sin pasar al pleno y a la que se opuso abiertamente al ayunta-miento de La Habana el 10 de julio y el de la abolicioacuten de la trata de esclavos propuesto por Arguumlelles con maacutes eacutexito porque no afectaba a la propiedad en su defensa ademaacutes de invocar el fantasma de Haitiacute se alegoacute la praacutectica en los EE UU que dejaron la supresioacuten del comercio pendiente y la de los esclavos existentes al cargo de los gobiernos provinciales8
La esclavitud acaboacute afirmaacutendose al eliminar la alcabala sobre el traacutefico de escla-vos en noviembre de 1813 sin embargo esta situacioacuten no perduroacute pues en un in-forme fiscal de 1845 se dice que la agricultura y los esclavos no fueron favorecidos con la exencioacuten de la alcabala en la industria y comercio interior desde 28 de di-ciembre de 18329 Puede decirse que a cambio de la fidelidad a la metroacutepoli la isla disfrutoacute de una autonomiacutea de hecho que garantizaba su modo de produccioacuten y su status econoacutemico Tras la vuelta de Fernando VII y el absolutismo los diputados ultramarinos se quedaron por mandato del rey de junio de 1814 para informar so-bre las necesidades de sus provincias y casi todos aceptaron10 A partir de la res-tauracioacuten liberal ya nada seriacutea como se previoacute durante la revolucioacuten y el sistema
7 Marie-Laure LEV-MILLAN laquoLos diputados americanos en las Cortes de Caacutediz Elecciones y representatividadraquo ob cit p 72 Como ejemplo de caso sirva el de Francisco Muntildeoz del Monte a quien dedica un estudio Olga PORTUONDO ZUacuteNtildeIGA Un liberal cubano en la Corte de Isabel II Ediciones Unioacuten La Habana 2002 pp 56 y ss anexo 2
8 Antonio TENORIO ADAME laquoLa esclavitud en el discurso de Joseacute Miguel Guridiraquo en Eduardo Alejandro LOacutePEZ SAacuteNCHEZ (coord) La Constitucioacuten de Caacutediz de 1812 y su impacto en el Occidente Novohispano Meacutexico UNAM Instituto de Investigaciones Juriacutedicas 2016 pp 401-422 en pp 406 y ss en las pp 408-409 pueden verse las proposiciones de Guridi contra la esclavitud
9 Informe fiscal sobre fomentohellip ob cit p 105 10 Puede verse el enlace de la Universidad de Navarra sobre los diputados cubanos en las Cortes
de Caacutediz con datos de cada uno diputados cortes caacutediz 1812 - Universidad de Navarra
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gaditano por el contrario lo que quedaba del imperio a finales de los veinte pasoacute a depender de las laquofacultades omniacutemodasraquo de los capitanes generales sin represen-tacioacuten en las Cortes de la metroacutepoli y sin la condicioacuten de provincia sino de colonia
II CUBA EN LOS laquoTREINTA ANtildeOS DE EXCLUSIOacuteNraquo11
Tras la peacuterdida de la mayor parte del imperio fruto del revulsivo de la guerra y revolucioacuten en Espantildea y sus vaivenes y retrocesos soacutelo quedaron Cuba Puerto Rico y Filipinas que siguieron unidas a Espantildea hasta finales del siglo El objetivo de Espantildea de guarnecer Cuba y Puerto Rico frente al intento de otras potencias y de los paiacuteses independizados o en viacuteas de hacerlo queda reflejado en la corresponden-cia de Santander y Boliacutevar donde tambieacuten se da cuenta de los intentos de laquoblo-quear la isla de Cubaraquo (carta de 21 de julio de 1825) y de los preparativos de laquola Habanaraquo para defenderse Incluso la garantiacutea de permanencia de Cuba y Puerto Rico ademaacutes de Canarias y Filipinas fue medio de negociacioacuten diplomaacutetica para que Espantildea reconociera las nuevas repuacuteblicas y ello por los rumores extendidos sobre el intereacutes de Francia e Inglaterra en Cuba donde desplegaban sus escuadras12
laquoReservado Villele ha asegurado nuevamente a nuestro agente que la Francia emplea sus buenos oficios en el gabinete espantildeol para inducirlo a que nos reconozca y que al efecto se le ha ofrecido como precisa condicioacuten la de garantirle la posesioacuten tranquila de las islas de Cuba y Puerto Rico las Canarias y Filipinas El sentildeor Canning ha ratificado esto mismo pero el gobierno espantildeol maacutes obcecado que nunca nada oye y prosigue haciendo esfuerzos para enviar mayor nuacutemero de tropas a La Habanaraquo (Carta del General Francisco de Paula Santander a Boliacutevar de 20 de octubre de 1825 desde Bogotaacute Carta No 206 p 106-110)
laquoHa venido a Martinica una fuerte escuadra francesa y de ella ha pasado una parte a la isla de Cuba (hellip) Por los diarios extranjeros por las comuni-caciones de Hurtado y por cartas de nuestros confidentes de Madrid se asegura que el proyecto de Espantildea es guarnecer las islas de Cuba y Puerto Rico con tropas francesas a fin de conservarlas contra la empresa de los Estados americanos del sur de invadirlas y revolucionarlasraquo (carta del General Francisco de Paula Santander a Boliacutevar de 21 de agosto de 1825 Carta No 194 p 73-78)
11 Para el anaacutelisis en profundidad y comparado de la existencia de leyes especiales en las na-ciones liberales con colonias en la eacutepoca post-revolucionaria las denominadas laquoconstituciones colonialesraquo o laquoconstituciones dualesraquo veacutease el extenso y detallado libro de Joseacute Mariacutea FRADERA La nacioacuten imperial Derechos representacioacuten y ciudadaniacutea en los imperios de Gran Bretantildea Francia Espantildea y Estados Unidos (1750-1918) Barcelona Edhasa 2015
12 Vicente LECUNA (compilador) Cartas de Santander Caracas Litografiacutea y Tipografiacutea del Comercio 1942 t 2 carta Nordm 196 (6 de septiembre de 1825) p 80-85 tambieacuten carta de 21 de agosto donde se habla de posible enfrentamiento de Francia e Inglaterra) Roberto CORTAacuteZAR (comp) Correspondencia dirigida al general Santander Bogotaacute Voluntad 1964 t 3 carta Nordm 595 pp 8-11 (Se comunicoacute la existencia en Cuba de 16 buques de guerra espantildeoles y un naviacuteo)