9
1 er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN Institución: Universidad Autónoma de Zacatecas, Unidad Académica de Psicología. Licenciatura en Psicología – Área Social. Tema: “Influencia de la autoeficacia para desarrollar conductas proambientales”. Participantes: Cynthia Michelle Martínez de la Torre y Omar Vázquez Hernández Correos: [email protected] [email protected], 7° semestre. Asesora de investigación: Dra. María Gabriela Luna Lara, Institución: Universidad de Guanajuato Correo:[email protected] Influencia de la autoeficacia para desarrollar conductas proambientales M. G., Luna Lara, O., Vázquez Hernández y C.M., Martínez de la Torre Resumen— En la presente investigación se estudian los diferentes factores a nivel social e individual que integran las condiciones ambientales. Ya que el mal manejo de residuos sólidos en las ciudades, pueden afectar tanto a la vida del ecosistema en todas sus formas, así como las dinámicas sociales, entre ellas la calidad de vida Por ello es necesario fomentar el cuidado del entorno. La Psicología Ambiental nos muestra que el conocimiento y la motivación son necesarios pero no suficientes para desarrollar conductas proambientales, por tanto se exploró la autoeficacia. Se realizó un muestreo no probabilístico por cuota de 60 habitantes de la ciudad de León, Guanajuato a quienes se les aplicó un instrumento con 40 reactivos Likert para evaluar conducta proambiental, y la autoeficacia, además de registrar datos sociodemográficos. Se realizó la captura de respuestas en el paquete estadístico SPSS y se realizó un análisis de correlación entre conducta proambiental y autoeficacia obteniendo una correlación de Pearson de r=.704. En general se encontraron puntajes de autoeficacia y conducta proambiental mayores a la media teórica, lo que nos da la pauta para realizar programas de intervención. Palabras clavePsicología ambiental, sustentabilidad, calidad de vida, reciclaje

La autoeficacia y las conductas proambientales

Embed Size (px)

DESCRIPTION

 

Citation preview

Page 1: La autoeficacia y las conductas proambientales

1er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN

Institución: Universidad Autónoma de Zacatecas, Unidad Académica de Psicología.

Licenciatura en Psicología – Área Social.

Tema: “Influencia de la autoeficacia para desarrollar conductas proambientales”.

Participantes: Cynthia Michelle Martínez de la Torre y Omar Vázquez Hernández

Correos: [email protected] [email protected], 7° semestre.

Asesora de investigación: Dra. María Gabriela Luna Lara,

Institución: Universidad de Guanajuato

Correo:[email protected]

Influencia de la autoeficacia para desarrollar conductas proambientales

M. G., Luna Lara, O., Vázquez Hernández y C.M., Martínez de la Torre

Resumen— En la presente investigación se estudian los diferentes factores a nivel social e individual que integran las condiciones ambientales. Ya que el mal manejo de residuos sólidos en las ciudades, pueden afectar tanto a la vida del ecosistema en todas sus formas, así como las dinámicas sociales, entre ellas la calidad de vida Por ello es necesario fomentar el cuidado del entorno. La Psicología Ambiental nos muestra que el conocimiento y la motivación son necesarios pero no suficientes para desarrollar conductas proambientales, por tanto se exploró la autoeficacia. Se realizó un muestreo no probabilístico por cuota de 60 habitantes de la ciudad de León, Guanajuato a quienes se les aplicó un instrumento con 40 reactivos Likert para evaluar conducta proambiental, y la autoeficacia, además de registrar datos sociodemográficos. Se realizó la captura de respuestas en el paquete estadístico SPSS y se realizó un análisis de correlación entre conducta proambiental y autoeficacia obteniendo una correlación de Pearson de r=.704. En general se encontraron puntajes de autoeficacia y conducta proambiental mayores a la media teórica, lo que nos da la pauta para realizar programas de intervención.

Palabras clave— Psicología ambiental, sustentabilidad, calidad de vida, reciclaje

Page 2: La autoeficacia y las conductas proambientales

1er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN

Introducción La problemática ambiental ha ido aumentando día con día, en específico sobre el manejo y disposición de los residuos sólidos fue hasta 1970 que a nivel mundial se comenzó una nueva perspectiva con la Cumbre de Estocolmo, en ella se habló sobre el manejo de los residuos sólidos municipales, ya que se estaba convirtiendo en un problema importante dentro de las administraciones públicas; así que se estimuló a la reducción, un manejo adecuado e incentivar mecanismos de reciclaje (Guevara, Quintanar y Rodríguez, 2004). Para incidir en el cambio conductual, hasta hace poco no había muchos estudios acerca del efecto de la motivación intrínseca en el comportamiento sustentable, y la mayor parte de los motivos que se ligaban a la acción protectora del entorno era de naturaleza extrínseca. Varios psicólogos ambientales, especialmente los de orientación conductista, enfocaron sus esfuerzos de promoción de la conducta proambiental en las consecuencias de esas conductas. Se basaron en el conductismo radical, pregonado por Skinner (1953, citado en Corral 2012), de acuerdo con él, era posible explicar casi cualquier tipo de comportamiento si se conocían los estímulos antecedentes (o discriminativos) y las consecuencias de ese comportamiento.Son pocas las excepciones a la observación de que el reforzamiento extrínseco no mantiene en el largo plazo la conducta proambiental. Por ejemplo, los incentivos monetarios para el reciclaje (es decir, recibir dinero a cambio de entregar material reciclable) son capaces de mantener de por vida a una persona seleccionado, almacenando y entregando productos para reciclar, pero esto ocurre porque la consecuencia positiva siempre se presenta. Esto puede aplicarse también a otras conductas que dependen en buena medida del ahorro económico, como el cuidado de agua y de la energía eléctrica. Por otro lado se tienen las consecuencias intrínsecas que son las repercusiones “naturales” y automáticas que surgen del comportamiento, las cuales solo requieren de la aparición de la conducta para surgir. Las consecuencias positivas intrínsecas de la conducta sustentable se experimentan en la forma de estados psicológicos positivos, tales como satisfacción intrínseca, motivación de competencia, bienestar psicológico y felicidad, que se asocian a la práctica de acciones en beneficio del ambiente social y físico. Estos factores representan una importante área de investigación que se tiene que ligar con las políticas públicas, porque si bien es cierto la responsabilidad de la gestión de los residuos es tarea de la Administración Publica, los ciudadanos también deberían de contribuir y muchas veces no tienen la perspectiva de su propia responsabilidad en esta actividad percibiéndola como algo secundario o ajeno. Existe una conciencia ambiental generalizada sobre los grandes problemas

Page 3: La autoeficacia y las conductas proambientales

1er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN

ambientales, sin embargo, las implicaciones individuales de separación y depósito de residuos no parecen estar relacionadas con los problemas ambientales globales. Probablemente sea debido a que el individuo no percibe la importancia de la contribución personal o debido a la hipermetropía ambiental que caracteriza la percepción de los problemas cercanos o léanos a nuestro contexto inmediato. Tal vez, la causa se deba al desconocimiento total del ciclo del producto de reciclaje, su naturaleza, su composición y sus posibilidades de reutilización. Simplemente se abandona en la calle o en contenedor y desaparece mágicamente. No sabemos qué ocurre después.En una sociedad de servicios lo más importante para los ciudadanos es que estos deben responder a nuestras expectativas y demandas. Además, se piensa que deben cubrir nuestras necesidades librándonos de toda responsabilidad. En la actualidad hablar de residuos es hablar de separación y deposito selectivo de los distintos materiales por parte del ciudadano, aunque existen obstáculos ambientales que dificultan implantar la separación en origen (pocos contenedores, mal ubicados, poca capacidad, no se recogen con la frecuencia, etc.). Otro problema social asociado a los residuos se puede observar en los tiraderos de basura, Richer (2006) describe las condiciones del tiradero de basura y los contextos en que vivían las personas que realizan actividades alrededor de los desechos en la ciudad de Medellín, Colombia, ya que muchas personas de todas las edades, trataban de rescatar algo de los residuos que los pudiera alimentar y/o hacer sobrevivir vendiendo el poco material inorgánico que pudieran; el gobierno junto con diferentes asesorías, mandó cerrar el tiradero para abrir un relleno sanitario, en el que incluyera como empleados a las personas que vivían en condiciones deplorables anteriormente descritas, al principio éstas personas trabajaban separando los materiales que llegaban de los nuevos camiones de recolección y el gobierno además de pagarles un salario, les proporcionó educación y al debido tiempo los ascendió de puesto a éste grupo de personas, que como característica ya contaban con un nivel de escolaridad más alto, y ahora eran los líderes de la nueva empresa de recolección de basura, en éste nuevo ascenso, las personas se dedicaban a venderle a mercados internacionales los materiales orgánicos e inorgánicos para hacerlos reciclables y como consecuencia fue bastante redituable. La psicología ambiental enfatiza los procesos mediante los cuales los individuos interactúan con el ambiente, asume una perspectiva holística del organismo y su ambiente, reconociendo un rol activo del organismo dentro de esta relación (Bustos y Flores, 2014). Y una de las formas de interacción con el medio es fomentando Conductas Pro Ambientales (CPA) que se adquiere si el sujeto encuentra congruencia y sistematización mientras se adopta como responsabilidad ciudadana, además debe proponerse por medio de estrategias gubernamentales y educativas que se encuentren abiertas a todo habitante en la estructura social. Sin embargo antes de introducir el proceso para crear la conducta adquirida, es necesario conocer la “predisposición conductual” para

Page 4: La autoeficacia y las conductas proambientales

1er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN

conocer el interés de la población relacionado con el tema en donde actúa la nueva conducta adquirida. Por otro lado debe existir una intención dirigida (con la intensidad necesaria) para llevar a cabo una acción y así obtener una actitud que a su vez predice una conducta. En el caso de un grupo, la influencia social es importante porque luego de analizar alguna problemática se deberán tomar las pautas para la modificación de las actitudes relacionadas, incluso como reforzamiento la comunicación persuasiva promueve el cambio de actitudes. La conciencia ambiental deriva de la Psicología ambiental que engloba valores, creencias, actitudes y comportamientos que se pueden incrementar aunque existen barreras como la edad de los sujetos; según diferentes investigaciones en los niños se encontró un nivel muy bajo de conocimiento ambiental según Guevara y Fernández (2010, citado en Pol y Castrechini, 2013) y en los adolescentes mostraron menos compromiso con el ambiente según Grønhoj y Thøgersen (2009 citado en Pol y Castrechini, 2013). En el “modelo de las cuatro esferas” se señala que para comprender el actuar o realizar un cambio de comportamiento, las actitudes se tienen que analizar bajo los siguientes enfoques: racionalidad, emoción, funcionalidad e influencia social, ya que están estrechamente relacionadas, sin embargo están sujetas a variar de funcionalidad jerárquica ya que depende de la situación en la que se encuentre un sujeto. Uno de los comportamientos pro­ambientales más estudiados desde la psicología ambiental en el tema de residuos está relacionado con el reciclaje este comportamiento implica la separación de objetos a reciclar (Martimportugués, Canto y Hombrados, 2007). También cuenta como comportamiento ambiental el conocer campañas o programas locales de reciclaje, ya que significaría que la persona está encontrándose con conocimiento necesario para saber cómo separar la basura correctamente. Se han realizado diferente estudios para que la motivación lleve a personas a realizar actividades pro ambientales, como la presión social, que se sienten sujetos al “quedar mal” socialmente al no reciclar, y por ello deciden actuar, pero no sucede similarmente en el caso contrario, donde algunas personas creen que su esfuerzo por reciclar no tendrá ningún impacto, sin embargo todo se reduce al grado de responsabilidad e ideas que tengan los ciudadanos. Actualmente la preocupación por el ambiente en el que vivimos, se reduce a los diferentes cambios que conocemos o sentimos y eso lleva a la preocupación por cambiar cuanto antes las actitudes o hábitos por parte de gobiernos, empresas e individuos. La conciencia ambiental es definida como el grado de preocupación de los individuos por los problemas ambientales, el apoyo a determinadas iniciativas para solucionarlos (López­Miguens, González­Vázquez, García­Rodríguez, y Álvarez­González, 2014). La autoeficacia comienza al notarse cuando una acción o conducta se está realizando, ésta es una teoría principalmente abordada por Albert Bandura en la que él propone cuatro características fundamentales: una de ellas es la intencionalidad del sujeto con la que planea sus estrategias para luego realizarlas, la segunda es la previsión con

Page 5: La autoeficacia y las conductas proambientales

1er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN

la que va ideando acciones a futuro, la tercera es la auto reactividad que planea la autoestima y evita acciones de auto censura cada situación y la cuarta la auto re flexibilidad, donde las personas analizan su propio desempeño y reflexionan su eficacia así como hacer una introspección de su mentalidad y el significado de sus actividades, por tanto algunas veces se necesitan ajustes para tener una especie de equilibrio. Para que la autoeficacia se convierta en una conducta, ésta debe tener una meta y ésta a su vez debe estar compuesta por dos partes: expectativas (físicas, sociales y auto evaluables) y Constructos sociales (como facilitadores e barreras). Las personas con jornadas laborales comienzan una rutina, pero si se ponen a pensar en la autoeficacia que reciben de su trabajo, da un enorme giro y ésta bajo la influencia se contagia a otros compañeros de trabajo, así se equilibra el ambiente en el trabajo, e incluso perciben una agilidad en el campo laboral y su predisposición al estrés es menor y su salud aumenta (Bandura 2014). Objetivos General: Conocer si existe una influencia entre la autoeficacia y las conductas proambientales. Particulares: Desarrollar escalas confiables de autoeficacia y conductas proambientales. Comparar el grado de autoeficacia y conductas proambientales en hombres y mujeres.

Materiales y Métodos Se realizó un estudio correlacional con el objetivo de conocer la relación que tienen la autoeficacia y las conductas proambientales. Participantes: Se realizó un muestreo no probabilístico por cuota de 60 habitantes de la ciudad de León, Guanajuato en el mes de julio del 2015. Contemplando que la mitad fueran hombres y la otra mitad mujeres. El rango de edad fue de los 18 a los 73 años. Instrumento: Se aplicó un instrumento que consta de tres partes: la primera que tiene datos socio demográficos, la segunda una escala Likert de 20 reactivos que evalúa conducta proambiental y la tercera es una escala Likert de 20 reactivos que mide autoeficacia. Procedimiento: Se comenzó por desarrollar un instrumento para evaluar las dos variables, se realizó un piloteo y ajuste de reactivos. El instrumento definitivo se aplicó a población abierta de la ciudad de León. Los datos se capturaron en el paquete estadístico SPSS y se comenzó por realizar un análisis descriptivo y posteriormente el análisis de correlación entre conducta proambiental y la autoeficacia.

Page 6: La autoeficacia y las conductas proambientales

1er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN

Resultados

La edad promedio de la muestra fue de 44.5 años. En relación a la escolaridad, se obtuvieron los siguientes porcentajes: Sin estudios 1.7%, Primaria 6.7%, Secundaria 16.7%, Técnica terminal 1.7%, Preparatoria 26.7%, Licenciatura 41.7%, y posgrado 5.0%. El estado civil que se agrupó en dos categorías: 1 (Casado, unión libre) con 38.3% y 2 (Soltero, Divorciado, Viudo) con 61.7%. En la figura 1, se muestra el porcentaje de la ocupación, donde destaca el porcentaje de empleados y estudiantes.

Figura 1. Porcentaje de ocupación de la muestra

La confiabilidad de la escala de conducta proambiental fue moderada ya que obtuvo una alpha de Cronbach de 0.67, en cambio la escala de autoeficacia obtuvo una confiabilidad alta con una alpha de Cronbach de 0.84. La media obtenida por la muestra en estas dos escalas en un poco mayor a la media teórica, para conducta proambiental fue de 51.72 y para autoeficacia 54.58.

Se buscaron diferencias estadísticamente significativas entre sexo aplicando el estadístico t de students encontrando tal como se ha mostrado en varias investigaciones que la media de las mujeres en conducta proambiental es mayor a la de los hombres (media mujeres 54.13 y media hombres 49.31), esto con una t=­2.48 con una p=0.01). También se aplicó este estadístico para probar las diferencias entre la autoeficacia y no se encontraron diferencias estadísticamente significativas.

Page 7: La autoeficacia y las conductas proambientales

1er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN

Tampoco se encontraron diferencias al considerar los diferentes niveles de escolaridad, la ocupación, el estado civil y la edad. Finalmente se obtuvo una correlación de Pearson de r=.704, lo que nos indica que a mayor autoeficacia se perciba, también serán más las conductas proambientales que se realicen.

Discusión

En primera instancia se cumplió el objetivo de probar la influencia de la autoeficacia sobre la conducta proambiental, de esta manera, tenemos más información sobre los contenidos a desarrollar en intervenciones para que la conducta proambiental aumente. Si bien es cierto que las conductas proambientales deben de estar basadas primeramente en la concientización del problema y daños que afectan tanto a comunidades como a individuos, también es necesaria una intención. Pero para que se mantenga en el tiempo deben ser compartidas y/o reforzadas por factores como la influencia social o bien algún tipo de iniciativa “social” que invite a grandes grupos o comunidades a realizar un cambio, tal es el caso de algunos programas de gobierno y aunque las administraciones de éstas estén en cambio constante, siempre intentan seguir la dinámica aunque con leves giros o nombres. En cuanto a la autoeficacia, ésta surgirá de manera simultánea al haber realizado una o varias de las conductas proambientales ya que el sentir que con pequeñas acciones se está logrando una diferencia, éstas a su debido tiempo, mostrarán los resultados deseados y satisfacción.

Finalmente al encontrar que el realizar conductas pro ambientales y sentirse autoeficaz, no son producidas por los diferentes niveles de escolaridad, ni la ocupación, estado civil, edad, es que podemos concluir que no existen condiciones sociodemográficas únicas que deba de tener un individuo para llevar a cabo una conducta a favor del ambiente, es decir, todos podemos contribuir al cuidado de nuestro entorno ya que el desuso de prácticas pro ambientales, puede causar un daño aún más grave que el que se observa y convive en los diferentes paisajes del mundo y éste puede ser completamente irreversible, provocando no sólo un problema ecológico, sino para la salud, el desarrollo social e individual, entre otros.

Conclusiones

En primera instancia se cumplió el objetivo de probar la influencia de la autoeficacia sobre la conducta proambiental, de esta manera, tenemos más

Page 8: La autoeficacia y las conductas proambientales

1er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN

información sobre los contenidos a desarrollar en intervenciones para que la conducta proambiental aumente.

Finalmente al encontrar que el realizar conductas pro ambientales y sentirse autoeficaz, no son producidas por los diferentes niveles de escolaridad, ni la ocupación, estado civil, edad, es que podemos concluir que no existen condiciones sociodemográficas únicas que deba de tener un individuo para llevar a cabo una conducta a favor del ambiente, es decir, todos podemos contribuir al cuidado de nuestro entorno ya que el desuso de prácticas pro ambientales, puede causar un daño aún más grave que el que se observa y convive en los diferentes paisajes del mundo y éste puede ser completamente irreversible, provocando no sólo un problema ecológico, sino para la salud, el desarrollo social e individual, entre otros.

Recomendaciones

La finalidad es replicar la investigación en la ciudad de Zacatecas, realizar una comparación entre poblaciones y posteriormente, con los resultados, efectuar una intervención para que la conducta proambiental se incremente.

Referencias

A. Bandura, “Thegrowingprimacy of perceivedefficacy in human self­development, adaptation and change”, En: Nuevos horizontes en la investigación sobre la autoeficacia M., Salanova, R., Grau, I., Martínez, E., Cifre, S., Llorens, y M., García­Renedo (Eds.). Castelló de la Plana: Universitat Jaime I. 2004, pp. 35­51.

M. Bustos y L. Flores, Psicología ambiental: análisis de barreras y facilidades psicosociales para la sustentabilidad México: UNAM, 2014, pp. 15­46

V. Corral, Sustentabilidad y psicología positiva. México: Manual Moderno, 2012 J. Guevara, F. Quintanar y C. Rodríguez, “Sociedad orientada ambientalmente:

Actitudes ambientales de habitantes de un vecindario de Puebla”. EnLa basura en una perspectiva multidisciplinaria, J. Guevara. (Ed.). México: Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, 2004, pp. 87­91.

M. López­Miguens, E. González­Vázquez, M. García­Rodríguez, y P. Álvarez­González “Evidencia empírica de la influencia de la preocupación ambiental sobre el comportamiento ecológico del consumidor”, Psycoecology: BilingualJournal of EnvironmentalPsychology. vol. 5 num 1, pp. 58­90, 2014.

Page 9: La autoeficacia y las conductas proambientales

1er COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ESTUDIANTES DE SOCIOLOGÍA APRENDER INVESTIGANDO: NUEVOS ACTORES, VOCES E IDEAS EN ACCIÓN

C. Martimportugués, J. Canto y M. Hombrados, “Habilidades pro­ambientales en la separación y depósito de residuos sólidos urbanos”. Medio Ambiente y Comportamiento Humano, vol. 8, num. 1, pp. 71­92, 2007.

E., Pol y A. Castrechini “¿Disrupción en la educación para la sostenibilidad?” Revista Latinoamericana de Psicología, vol.45, num 3, pp 335­349, 2013.

M. Richer, “Los doctores de la basura”. Cayapa. Revista Venezolana de Economía Social. vol. 6, num. 12, pp. 334­336, 2006