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1 DOSSIER En abril de 1502, Nicolás de Ovando llegó a La Española con 2.500 colonos en 31 buques y un plan preciso de colonización. Con él, los Reyes Católicos daban la puntilla al personalista régimen de Colón y sentaban las bases del modelo de explotación del nuevo continente: tras el descubrimiento, comenzaba la conquista Colón es recibido por los Reyes Católicos al regreso de su primer viaje a América, según un grabado de 1892. pág. 64 pág. 72 Jaque mate al virrey M.Lucena Salmoral pág. 77 El nacimiento de la globalización T.Cañedo-Argüelles pág. 69 La invención del Nuevo Mundo M.Lucena Giraldo pág. 62 El fin del monopolio de Colón M.Lucena Salmoral El fracaso de la factoría F. Serrano Mangas 1502 A MÉRICA para la Corona LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

La Aventura de La Historia - Dossier042 1502 América Para La Corona

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  • 1DOSSIER

    En abril de 1502, Nicols de Ovando lleg a La Espaola con 2.500colonos en 31 buques y un plan preciso de colonizacin. Con l,los Reyes Catlicos daban la puntilla al personalista rgimen deColn y sentaban las bases del modelo de explotacin del nuevocontinente: tras el descubrimiento, comenzaba la conquista

    Coln es recibido por los ReyesCatlicos al regreso de su primer viaje a

    Amrica, segn un grabado de 1892.

    pg. 64 pg. 72

    Jaque mateal virreyM.Lucena Salmoral

    pg. 77

    El nacimiento de la globalizacinT.Caedo-Argelles

    pg. 69

    La invencindel Nuevo MundoM.Lucena Giraldo

    pg. 62El fin del monopolio de ColnM.Lucena Salmoral

    El fracaso de la factoraF. Serrano Mangas

    1502

    AMRICA para laCorona

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • El 15 de abril de 1502, ha-ce quinientos aos, llega las Indias una poderosaflota de 31 buques con2.500 pobladores mandada por frayNicols de Ovando, a quien se ha-ba nombrado gobernador de la is-la Espaola y, a decir de Bartolomde las Casas, soldado que iba de pasaje-ro en la misma, gobernador de todaslas Indias, porque hasta entonces y des-pus algunos aos, ninguno haba otroen isla ni tierra firme, ni parte otra de to-das ellas. Ovando era el funcionario re-al que pona fin al rgimen dual, de Co-ln y la Corona, anteriormente existen-te (desde 1492) y el que iniciaba unnuevo sistema de administracin, el ex-clusivo del Rey de Castilla. Haba termi-nado el ciclo colombino, el del mono-polio del genovs, y comenzaba el delrealengo indiano. Por eso, los Reyes Ca-tlicos le haban nombrado su gober-nador en Indias. Por eso tambin, Colnquedaba relegado a su papel de marino,a su ttulo de Almirante, excluido de to-da funcin gubernativa en Amrica. Nisiquiera poda pisar la nica isla dondese haban establecido los espaoles,

    Santo Domingo. Si se le ocurriera tal co-sa, Ovando, el gobernador real, teniaorden de detenerlo.

    Frontera cronolgicaEn febrero de 1502, Ovando iniciaba suviaje hacia el Nuevo Mundo y trazabauna frontera, la del ocaso colombino yel comienzo de la colonizacin dirigidaexclusivamente por la Corona y para laque se requerira pronto un organismoespecializado con funcionarios reales: elConsejo de Indias. Un Consejo con ran-go propio, como los de Castilla, Aragn,Npoles, etctera.

    El fin del sistema colombino obedecaa muchas causas. Su decadencia se ini-ci en 1493, cuando el Almirante co-menz a enviar esclavos indios a la Pe-nnsula, sin averiguar si realmente po-dan ser vendidos como tales, por loque se le reprendi; sigui con las de-

    sastrosas factoras colombinas de laisla Espaola, que fueron un mata-dero de espaoles incluso de hi-dalgos, obligados a trabajar con lasmanos, contra las que clamaronMargarit y Boyl a los Reyes Catli-cos; sigui con los informes elabo-rados por Juan de Aguado, en

    1495; con la sublevacin del alcaldeRoldn contra los Coln; con la desas-trosa administracin colombina en la Es-paola tras el tercer viaje (1497); con lallegada del pesquisidor Bobadilla que,tras estudiar la situacin de la coloniade La Espaola, apres al mismo Almi-rante y a sus hermanos; con los permi-sos reales para que otros marinos fuerana descubrir las Indias en 1499 y 1500; y,finalmente, con el nombramiento deOvando como gobernador de La Espa-ola, en 1501. Para entonces, el vaso dela paciencia real ya estaba colmado ylos Reyes Catlicos decidieron privar algenovs de todas las mercedes y privi-legios que haba obtenido en las capitu-laciones de Santa Fe, aprovechando unmomento de debilidad real y a cambiode hacer un viaje a la India por una ru-ta diferente a la portuguesa. Todo esoquedaba atrs.

    Lo que se perfilaba por delante era elcomienzo de la colonizacin realenga,evidenciada en lo que embarc en las

    31 naves mandadas por Ovando: hom-bres y mujeres de todas las clases, la-bradores, hijosdalgo, artesanos, funcio-narios reales, esclavos negros y... msde 20 mujeres para casar con los pobla-dores de la isla. Ms an, cabezas de ga-nado de varias especies y semillas paratrasplantar la agricultura del Viejo alNuevo Mundo. Iban tambin doce fran-ciscanos, dirigidos por fray Alonso delEspinal. No se trataba de un fraile, comoen el segundo viaje, sino de una comu-nidad religiosa que iba a evangelizar in-dios y a establecer la orden en Indias.

    Meta y no punto de partidaLa frontera cronolgica era tambin po-sible porque America era en 1502 muydiferente de lo que haba sido en 1492.Haban transcurrido solo diez aos, pe-ro durante ellos se haba descubierto loque realmente era y lo que podra ser

    en el futuro. Las Indias no era ya seis is-las colocadas en la supuesta antesala delJapn y China, como se haba credo, si-no un enorme continente cuya fachadaatlntica estaba perfilada en el mapa deJuan de la Cosa de 1500. Se interponaentre Europa y Asia, empezando en lacosta de lo que luego sera Canad, yterminaba en la costa brasilea. Su par-te ms ignorada era la central, donde sesupona que podra estar el paso intero-cenico al Mar de la China. Duranteesos dos lustros, dichas Indias habanpasado de un rgimen de explotacinpor factoras, ideado por Coln, a otrode colonizacin urbana, aunque inci-piente, que era necesario organizar yelevar a la categora de colonia insular.Sus habitantes haban sido declaradosvasallos del Rey y se haban dividido enlas dos repblicas de espaoles e in-dios. Su paisaje estaba cambiando a una

    velocidad vertiginosa con la mezcla deplantas de todos los continentes, plantasbuenas y malas, como bien dijo Crosby,iniciando un proceso de globalizacinnunca soado. Su oro aluvional habapermitido tambin intuir la posibilidadde convertirse en importante y sustituirel que llegaba a Europa de frica. Final-mente, Santo Domingo haba sido pisa-da tmidamente por algunos funciona-rios reales, veedores, pesquisidores ycontadores, que poco pudieron hacer,pero cuyos informes evidenciaban lanecesidad de una reorganizacin delsistema con mayor incidencia real. No,las Indias de 1502 no eran las de 1492.Los diez aos transcurridos entre ambasfechas haban cambiado tambin la fazdel Nuevo Mundo, permitiendo el golpede gracia a Coln dado con el envo delnuevo gobernador, fray Nicols deOvando. n

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    MANUEL LUCENA SALMORAL es catedrtico deHistoria de Amrica. Universidad de Alcalde Henares.

    DOSSIER: 1502, AMRICA PARA LA CORONA

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    Mapa de La Espaola, atribuido a Coln en suDiario de a bordo (Madrid, Palacio de Liria).

    La administracin que Cristbal Coln impuso en las islas descubiertas en sus viajes tropez pronto con la Corona, que, de ser socia del aventurero italiano, pas a asestarle el golpe de gracia diez aosdespus. Manuel Lucena Salmoral explica qu cambi en esa dcada

    COLNEl fin del monopolio de

    Representacin alegrica de Cristbal Coln y sus descubrimientos, segn un grabado de Teodoro de Bry, de finales del siglo XVI.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • El 12 de octubre de 1492 se pro-dujo un hecho fundamental pa-ra la historia universal: un ita-liano de dudoso origen y oscu-ra trayectoria, acompaado de una tri-pulacin formada por veteranos caste-llanos de la azarosa navegacin delAtlntico, logr desembarcar en un islo-te situado en lo que ms tarde se deno-min mar Caribe. El valor del evento vi-no dado por dos motivos. En primer lu-gar, fue el comienzo de una reaccin encadena que hoy denominamos expan-sin europea, la forma polticamentecorrecta de calificar el asalto conquista-dor y colonizador de una pequea ypobre pennsula de Asia sobre el restodel mundo.

    En segundo trmino, el singular acon-tecimiento se insert en la memoria his-

    trica de los occidentales como el des-cubrimiento de Amrica. El uso de es-ta peculiar frmula dot a la cultura eu-ropea de una eficiente herramienta parareivindicar una sabia antigedad sobrelos dems pueblos del orbe, al tiempoque facilit a los descubridores y a suspropagandistas la posibilidad de atri-buirse la autoridad moral necesaria paracivilizar, esclavizar o destruir a los des-cubiertos.

    La ira de los diosesPor otra parte, en la medida en que eldescubrimiento era incomprensiblepara una mentalidad no occidental, yaque careca de significado excepto co-mo expresin del desorden del cosmoso la ira de los dioses, moviliz una rpi-da respuesta adaptativa. As, mientraslos barcos y tripulaciones europeos ha-llaban lo que buscaban, los nativos te-nan que ceder, negociar o combatir.

    Segn indic Hernando Coln enuno de sus escritos, las causas que ha-ban movido a su padre al descubri-miento de las Indias fueron tres: losfundamentos naturales, la autoridad delos escritores y los indicios de los na-vegantes.

    La historiografa actual pondera es-pecialmente este ltimo elemento, enla medida en que contemplar la figurade Coln como el heredero de la ex-periencia de navegacin de un mundoatlntico en formacin no tiene porqu implicar el desconocimiento de sugenial protagonismo. Como ha mostra-do el historiador Juan Manzano, un su-puesto piloto annimo, identificadocomo Alonso Snchez de Huelva, ha-bra revelado al Almirante antes demorir el secreto de la existencia de tie-rra hacia el occidente. La extraordina-ria obsesin colombina por llevar a ca-bo su viaje encuentra en la hiptesis

    del predescubrimiento una interesantey adecuada explicacin. Al fin, comosabemos, el genovs de la capa radaobtuvo en las Capitulaciones de SantaFe, firmadas en abril de 1492, buenaparte de los beneficios solicitados, en-tre los cuales destacaba el nombra-miento de almirante de la Mar Ocanay de gobernador y virrey de las tierrasdescubiertas.

    La reunin en el puerto de Palos dela carraca nortea Santa Mara, pro-piedad del cntabro Juan de la Cosa, yde dos carabelas, La Pinta y La Nia,aportadas por los paleos para satisfa-cer una multa pendiente, forma partede la mitologa indiscutible de los des-cubrimientos geogrficos. Por fin, el 3de agosto de 1492, se produjo la parti-da. Las embarcaciones, sin mujeres nireligiosos, bien cargadas de pescado,tocino, harina, vino y aceite, recalaronen La Gomera para hacer aguada y

    efectuar reparaciones, y el 6 de sep-tiembre se dirigieron hacia el interiordel tenebroso Atlntico.

    Andan todos desnudosLa longitud de la navegacin caus im-paciencia en las tripulaciones. MientrasColn esconda a sus hombres la verda-dera distancia recorrida, Martn AlonsoPinzn lleg a atajar un conato de mo-tn. En la noche del 11 al 12 de octubreun marinero de nombre Rodrigo deTriana vio tierra, aunque el propio Co-ln se adjudic el premio concedidopor los Reyes a quien la encontrase pri-mero. Segn l, la noche anterior habavisto lumbre, aunque fue cosa tan ce-rrada que no quise afirmar fuera tierra. Junto a la toma de posesin, tuvo lugarel encuentro con los nativos, llamadosindios desde entonces, en la presuncinde que se encontraban en algn remo-to lugar de Asia: Ellos andan todos des-

    nudos como su madre los pari, y tam-bin las mujeres. [Son] muy bien he-chos, de muy fermosos cuerpos y muybuenas caras. En la travesa posteriorllegaron a Cuba, que el almirante, pro-visto de cartas de los reyes para las au-toridades asiticas, confundi con el Ja-pn, y a La Espaola, actual Santo Do-mingo. Reducido a una sola nave por laprdida de la Santa Mara y la deser-cin temporal de La Pinta, Coln dejuna parte de sus hombres en el primerestablecimiento espaol en el NuevoMundo, Fuerte Navidad, y emprendi eltornaviaje. En marzo de 1493 entr enLisboa, mientras Martn Alonso Pinznhaca lo propio al arribar al puerto deBayona con la Pinta. Ansioso de darcuenta a los reyes de lo sucedido, Colnse dirigi a Barcelona. La travesa de laPennsula constituy una verdaderacampaa publicitaria, ya que se dedica mostrar algunos indgenas, aves y eloro rescatado como seales inequvocasdel xito de la empresa.

    Seis meses despus, con sus privilegiosconfirmados, prueba de que los Reyescreyeron que en verdad Coln haba lle-gado a las proximidades de la India, co-menz el segundo viaje. Esta vez se tra-taba de una armada formidable, com-

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    MANUEL LUCENA SALMORAL es investigadordel Instituto de Historia del CSIC.

    DOSSIER: 1502, AMRICA PARA LA CORONA

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    Las exploraciones que se sucedieron entre lallegada de Coln a La Espaola y la implantacinde la nueva administracin en 1502 demostraron,seala Manuel Lucena Giraldo, que Amricano era la antesala de Asia, sino un mundo inmensolleno de inagotables riquezas

    La invencin del

    NUEVOMUNDO

    A la izquierda, representacin alegrica delDescubrimiento de Amrica, que en forma demujer se sienta sobre una hamaca, segnIoan Stradanus (Madrid, Biblioteca Nacional).

    Representacin de un cacique indio del WeiditzTrachtenbuch (1529-1531).

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • por Francisco Roldn. Slo el reparto detierras y naturales logr detenerlos. Porfin, en 1500 lleg a La Espaola un en-viado real, Francisco Bobadilla, con elfin de poner orden en la catica colo-nia. Bobadilla hall culpable a Coln detodos los males, se apoder de su casa,papeles y bienes y lo remiti a Espaacon sus hermanos Diego y Bartolom.Se abra as una nueva etapa.

    Descubrimientos y rescatesLa crisis del monopolio colombino delos viajes de descubrimiento se manifes-t en la aparicin de un nuevo modeloorganizativo, en el que la Corona con-cedi a algunos particulares licencia pa-ra descubrir islas y tierra firme a la par-te de las Indias. Los resultados de esteciclo descubridor fueron tan escasos enlo material como espectaculares en logeogrfico.

    En el primer viaje, el conquenseAlonso de Ojeda, acompaado de na-vegantes de la talla de Juan de la Cosay Amrico Vespucio, puso rumbo a lastierras encontradas por Coln en su ter-cer viaje. Partieron de El Puerto de San-ta Mara en mayo de 1499, y tras nave-gar al sur arribaron al Pomern; desdeall ascendieron por la desembocaduradel Orinoco, Margarita y el golfo de lasPerlas. Hacia el Occidente, llegaron aun lugar en el que los nativos vivan enpalafitos que les recordaron la ciudadde Venecia. ste es el origen del nom-bre de Venezuela. Tras recorrer la pe-nnsula de La Guajira hasta el cabo dela Vela, pasaron a La Espaola, dondese dedicaron a cortar palo de Brasil pa-ra rentabilizar el viaje.

    Es posible que a la vuelta a la Penn-sula se dedicaran a capturar esclavos, yque Amrico Vespucio se separara desus compaeros para explorar hacia elsur y confirmar la continentalidad de lastierras halladas desde 1492. El segundoviaje de descubrimiento y rescate fueprotagonizado por Pero Alonso Nio,antiguo piloto del primer viaje colombi-no, y Cristbal Guerra, hermano de unfabricante de galletas sevillano que ac-tu como socio capitalista. Tras fletaruna carabela con 33 hombres, pusieronrumbo a Cabo Verde y la costa orientalvenezolana. All se dedicaron al rescatede perlas y aljfar; a su retorno a Espa-a en febrero de 1500 disponan de 96libras de perlas, lo que propag de in-mediato el mito de la riqueza de las tie-rras descubiertas.

    En diciembre de 1499, el veterano Vi-cente Yez Pinzn haba partido almando de cuatro carabelas hacia elEcuador, donde pensaba que se encon-traban las ansiadas islas de la especiera.Navegaron hacia el sur, hasta perder devista la estrella polar.

    En enero de 1500, desembarcaron enun cabo al noreste del continente, alque llamaron Santa Mara de la Conso-lacin. De ese modo, tomaron tierra enel actual Brasil con antelacin al descu-bridor portugus del pas, Pedro lvarezCabral. Luego pusieron rumbo hacia elnorte, y hallaron las bocas del Amazo-nas, que llamaron ro de Santa Mara dela Mar Dulce, y las del Orinoco, quebautizaron como ro Dulce. En la penn-sula de Paria encontraron al naveganteDiego de Lepe, que vena realizando supropio viaje y andaba dedicado a la

    captura de esclavos y el rescate de per-las. Tras ocuparse en la corta de palo deBrasil, en contravencin de las capitula-ciones que los Reyes les haban otorga-do, los supervivientes de ambos viajespusieron rumbo a La Espaola y retor-naron a la Pennsula.

    El viaje fue un fracaso econmico ytuvo un costo humano considerable, yaque se perdieron dos navos completoscon sus tripulaciones. Con todo, enagosto de 1500, se abri un nuevo ciclode viajes de descubrimiento y rescatecon los periplos de Cristbal Guerra enbusca de palo, caafstola y esclavos, yde Alonso Vlez de Mendoza y Luis

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    puesta por 17 barcos, con unas 1500personas. Los objetivos eran socorrer alos espaoles de Fuerte Navidad, conti-nuar los descubrimientos hasta alcanzarlas tierras del Gran Kan, evangelizar a losnaturales y colonizar las tierras halladas.

    Tras una escala en Gomera y GranCanaria, el Almirante orden ponerrumbo ms al sur que en el primer via-je, ya que crea que as llegara ms f-cilmente a Cipango (Japn). Lo que en-contraron fue la ruta ms rpida y segu-ra para navegar a Amrica. En slo 21das, llegaron a las islas Deseada y Do-minica, y a continuacin descubrieronGuadalupe, Montserrat y Puerto Rico.En la costa norte de Hait, donde se ha-llaba Fuerte Navidad, Coln supo quelos 39 hombres que haba dejado en elprimer viaje haban muerto a manos delcacique Caonab. El 2 de enero de1494, fund La Isabela. Desde all man-

    d varias expediciones al sur, y en vistade la falta de alimentos y medicinas re-miti de vuelta a la Pennsula 12 de las17 embarcaciones. En abril se traslad aCuba para comprobar su carcter insu-lar, y poco despus descubri Jamaica,que bautiz con el nombre de Santiago.

    Las islas de los canbalesA su regreso a La Isabela, Coln encon-tr que muchos descontentos se habanmarchado, las enfermedades hacanpresa en los pobladores y los indgenasse haban rebelado. Tras imponer a losvencidos la esclavitud y el pago de untributo en oro y algodn, hall las islasde los Canbales asociados siempre alos mitos ureos, Martinica y Trinidadentre ellas, y una parte de la costa deTierra Firme. En marzo de 1496, regresa la Pennsula. Coln dej construidasseis fortalezas y otorg el mando a su

    hermano Bartolom. En la entrevistacon los Reyes Catlicos, que ya habanllegado a un acuerdo con Portugal pararepartirse el mundo por el Tratado deTordesillas de junio de 1494, escuchfuertes crticas por la conflictividad y fal-ta de rentabilidad de sus empresas.

    Coln tard tres aos en organizar sutercer viaje, ya que su prestigio y el dela empresa descubridora, que parecaun negocio ruinoso, haba decado casipor completo. De hecho, la alarma pro-ducida por los viajes de Juan Caboto alservicio del monarca ingls entre 1497 y1498 result decisiva para que se le con-fiara de nuevo el mando de ocho em-barcaciones, de las que dos reforzaronlos establecimientos de La Espaola yseis se dedicaron a nuevos descubri-mientos. Su partida tuvo lugar el 30 demayo de 1498. En esta ocasin, tomaronrumbo al sur, cre que se me quemasenlos navos y gentes, consign el Almi-rante, y llegaron a Trinidad a finales dejulio: Haba casas y gente y muy lindastierras, tan hermosas y verdes como lashuertas de Valencia en marzo. Posedo de delirios msticos, tras reco-rrer la costa venezolana de Paria y ladesembocadura del ro Orinoco, Colncrey encontrar el paraso terrenal:Grandes indiios son estos del parasoterrenal, porque el sitio es conforme a laopinin de santos y sacros telogos [...]las seales son muy conformes [...] yomuy asentado tengo el nima que all,adonde dije, es el paraso terrenal.

    En agosto de 1498 retornaba a La Es-paola, en la que tuvo que hacer frentea una sublevacin indgena y a la re-vuelta de los espaoles, acaudillados

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    Juan de la CosaSantoa, hacia 1449 -Tierra Firme, 1510De familia de marinos, cono-ca la costa de frica antes deembarcarse con Coln en elprimer viaje a Amrica. El ma-pamundi por el que es conoci-do fue trazado tras su tercerviaje a Amrica. Muri encombate con los indios, en laactual Colombia, en su spti-mo viaje transatlntico. Lleva-ba siempre un cuadernillo enel que iba anotando detallesde la costa y la direccin delos vientos en cada punto.

    Juan CabotoGnova?, 1450- (?), hacia1499 Probablemente el primer euro-peo que visit La Meca, coinci-da con Coln en creer que sepoda llegar a Asia navegandohacia Occidente. En 1495, seestableci en Bristol y el reyEnrique VII le autoriz a partiren busca de tierras desconoci-das. Sigui la ruta de Coln,pero por el Norte, y lleg a La-brador en 1497. Un ao des-pus encabez otra expedicin,pero no se sabe si lleg de nue-vo a Amrica o si naufrag.

    Amrico VespucioFlorencia, 1451-Sevilla, 1512Hijo de un notario, march aSevilla como agente de los Me-dici y all entr en relacin conel comercio de Indias. Viaj aAmrica, primero como sociode Ojeda y Juan de la Cosa,con quienes explor la desem-bocadura del Orinoco y el Ama-zonas, y despus a instanciasde Manuel I de Portugal, cuan-do descubri la baha de Ro deJaneiro y lleg hasta la Patago-nia, comprobando que se habadescubierto un continente.

    Pedro lvarez CabralBelmonte (Portugal), 1467/8-Santarm, 1520Manuel I de Portugal le confiel mando de una expedicin a laIndia por la ruta de Vasco deGama, pero navegando ms ha-cia el oeste para evitar las aguascalmadas del golfo de Guinea.En ese desvo descubri el 22de abril de 1500 una tierra quesera conocida como Brasil. Ca-bral mand un barco de vueltapara informar al rey y lleg aCalcuta el 13 de septiembre. Apesar del xito, nunca se le con-fi ninguna expedicin ms.

    EXPLORADORES

    Coln recibe la bendicin al partir en su primer viaje de descubrimiento, segn un grabado definales del siglo XIX, basado en un cuadro historicista de la poca.

    Coln se enfrenta a los marineros amotinadosen su primer viaje a Amrica, segn unalitografa popular de finales del siglo XIX.

    LA INVENCIN DEL NUEVO MUNDODOSSIER: 1502, AMRICA PARA LA CORONA

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 9Los primigenios asentamientoscastellanos en las Indias sloadmiten la calificacin de fac-toras, de tal manera que el be-neficio econmico era la razn de serde la administracin. En estos enclaves

    se succionaba el oro y se centralizabanlas transacciones mercantiles protago-nizadas por la incipiente poblacin deorigen europeo. La Corona y Colneran los socios de la empresa y stesiempre consider las Capitulacionesde Santa Fe como un contrato, comouna obligacin mercantil.

    La Corona, sin embargo, las inter-

    pret como una concesin graciosa.Disparidad de pareceres que ser elorigen de los pleitos colombinos. Elcomercio ocenico trabado entre LaEspaola y la metrpoli fue concebidocomo un frreo monopolio con dosinfranqueables aduanas terminales:Cdiz e Isabela. El resto de los empo-rios creados posteriormente calc el

    FERNANDO SERRANO MANGAS es profesor deHistoria en la Universidad de Extremadura.

    EL FRACASOde las factoras

    Simbiosis de navegante y mercader, encarnaba Coln el modelo deaventurero y empresario propio de genoveses y venecianos en los siglosXIV y XV. Esta aeja tradicin le enfrent, a juicio de FernandoSerrano Mangas, con el nuevo concepto de Estado

    DOSSIER: 1502, AMRICA PARA LA CORONA

    Un grupo de indios vierte oro fundido en la boca de un espaol para castigar su codicia, segn un grabado de Teodoro de Bry.

    Guerra a las costas de Brasil. La crisis delas expediciones hacia el sur, que mani-festaba la inexistencia de una ruta di-recta a la especiera a causa del hallaz-go de una fachada continental continua,impuso el retorno a las costas e islasdel Caribe.

    Entre febrero de 1501 y septiembre de1502, el sevillano Rodrigo de Bastidas,acompaado de Juan de la Cosa, AndrsMorales y el futuro descubridor del Pa-cfico, Vasco Nez de Balboa, navegpor el cabo de la Vela y el archipilagode Las Mulatas, en Panam. El terribleestado de las embarcaciones, atacadaspor la broma, les impidi continuar, porlo que tuvieron que recalar en Jamaicay La Espaola. Desde all regresaron a laPennsula. En el viaje obtuvieron escla-vos, oro, perlas y palo de Brasil. Encuanto a Alonso de Ojeda, que partide Cdiz en enero de 1502, logr aadiral permiso de rescatar la reserva del te-rritorio de Coquibacoa y la posibilidadde establecerse en Tierra Firme, peroacab el viaje envuelto en pleitos consus socios capitalistas. Al fin, cansadosde esperar el hallazgo del estrecho a laespeciera, los Reyes confiaron a Colnel mando de su cuarto o alto viaje.

    En mayo de 1502, partieron de la Pe-nnsula cuatro carabelas con 140 hom-bres. Tras tocar en Martinica, Dominica,La Espaola, Jamaica y Cuba, explora-

    ron la costa de Honduras, Nicaragua,Costa Rica y Panam. Despus de sufrirun ataque indgena, tuvieron que po-ner rumbo a Cuba, pero naufragaron ala altura de Jamaica. El viaje haba ser-vido para probar que de Brasil a Hon-duras no exista paso hacia el Oriente.Desde Jamaica, por increble que pa-rezca, Coln despach a siete de sushombres para que pidieran socorro enLa Espaola. En julio de 1504, los nu-fragos fueron rescatados; en noviembrede aquel ao Coln llegaba, muy en-fermo, a Espaa. Falleci en mayo de1506, sin querer reconocer que habahallado un nuevo continente.

    El conjunto de viajes realizados bajoel signo y la autoridad de los Reyes Ca-

    tlicos a partir de 1492 tuvo un efectoinmediato en otras cortes europeas, queorganizaron con gran rapidez expedi-ciones a las nuevas tierras. Entre ellas,el viaje de Juan Caboto a las costas deAmrica del Norte, durante 1497 y 1498.Caboto, seguramente veneciano o ge-novs, en un viaje a La Meca o en unaestancia en Espaa plane, a la maneracolombina, alcanzar las tierras de Asianavegando por el oeste. En su proyecto,para evitar las rutas castellanas, eligi lanavegacin por el Atlntico Norte.

    Invencin y revelacinTras obtener el apoyo de Enrique VII,parti de Bristol con apenas 18 20tripulantes, tom el paralelo sur de Ir-landa y logr arribar a una isla situadaal norte de Terranova, que llam SanJuan. Es posible que tambin alcanzarala pennsula del Labrador. En agosto yase encontraba de regreso. En la prima-vera de 1498, Caboto parti al mandode una nueva expedicin, ms nume-rosa y mejor equipada, que contabacon cinco o seis naves. Tras repetir laruta anterior, descendi en latitud, al-canz Las Carolinas o Florida y regresa Inglaterra, pero el rey ingls dej deapoyar los viajes de descubrimientopor su dudosa rentabilidad.

    Bien distinto es el caso portugus,tanto por la directa implicacin de la

    Corona en la expansin martima comopor la consolidada tradicin descubri-dora existente, con la que se vincula-ron los espaoles gracias al increblegolpe de fortuna del primer viaje co-lombino. La expedicin ms destacadafue la de descubrimiento de Brasil, acargo de Pedro lvarez Cabral.

    Se trataba de una imponente fuerzade doce naves y 1.500 hombres, de losque mil eran de guerra, destinada a laIndia. Desde Cabo Verde, la flota sedesvi a Occidente, por lo que acaba-ron recalando en abril en la costa deBrasil. Aunque algunos autores sostie-nen que lvarez Cabral se desvi in-tencionadamente para recalar en losdominios de los Reyes castellanos, lo

    cierto es que los vientos y corrientestambin lo pudieron arrojar a la costabrasilea, de la que tomaron posesinantes de continuar hacia Asia.

    En la primavera de 1503, AmricoVespucio escribi una carta a Lorenzode Medici en la que reseaba la nove-dad de las tierras descubiertas, as co-mo el paso definitivo de una concep-cin del viaje descubridor como em-presa dirigida a un lugar ya conocidoa otra, en la que se encaminar defini-tivamente hacia el hallazgo de lo nue-vo.

    En adelante, para los europeos des-cubrir no ser tanto localizar un lugarcomo hacerlo de cierto modo, segnun determinado sistema, que marcartambin la manera de incorporar, di-fundir y poseer lo descubierto. La ge-nial proclamacin de Vespucio tuvo sucorrelato cartogrfico en el mapa deJuan de la Cosa de 1500, que recogiambos hemisferios americanos. Aosdespus, Martn Waldseemller, un os-curo intelectual de la corte del duquede Lorena, presa de admiracin por laexistencia de un cuarto continente, de-cidi llamarlo Amrica en homenaje aVespucio. La revelacin de Asia haballevado finalmente a la invencin deAmrica. Y an quedaban por hallar,como dijeron los cronistas, los mayo-res prodigios. n

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    Coln seala tierra, en una litografa queilustra una biografa del almirante, publicadaa finales del siglo XIX.

    Coln falleci en mayo de 1506, sin querer reconocer que haba halladoun nuevo continente en lugar de Asia

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • dical en el planteamiento colonizador.El Almirante y sus hermanos fueronencarcelados mientras se les abra pro-ceso por mltiples causas. Remitidos ala metrpoli, caus sensacin su arri-bada en esas circunstancias, mostran-do su pesar los Reyes Catlicos que,no obstante, no rectificaron ni un pi-ce la nueva legalidad. Haban decididoel nombramiento de Nicols de Ovan-do como gobernador, en sustitucinde Bobadilla, que pona en prctica,mientras, el continuo e intensivo ex-polio de la poblacin aborigen, aplica-da, por la fuerza, a la extraccin deoro y, en segundo trmino, a las labo-res del campo.

    Poblados arrasadosEl descontento de la poblacin indge-na se materializ, poco antes del de-sembarco de Ovando, en forma de re-vuelta violenta en el oriente de la isla,en la regin de Higey. Cuenta Las Ca-sas que varios cientos de espaoles lareprimieron siguiendo un sistemticoplan de arrasamiento de poblados yejecucin de aborgenes. La reaccininstintiva de estos consisti en la huidamasiva hacia los montes. La ocupacinefectiva del territorio se consigui conla fundacin de dos ncleos urbanos:Santa Cruz y Salvalen. El suroeste dela isla corri la misma suerte. La deses-perada resistencia protagonizada por lacacica Anacaona fue aplastada, con elresultado de enorme mortandad entrelos indios y la ejecucin de la propiaAnacaona. Hacia 1508, ya no existanperturbaciones internas en La Espao-la. La poblacin aborigen, mucho ms

    numerosa, fue maniatada mediante unrgimen de terror que pervivi tras lapacificacin de la isla.

    Se inicia con el gobierno de Nicolsde Ovando la autntica colonizacincastellana, no slo en La Espaola, si-no en todas las Antillas. Se ha llegadoa afirmar que, con la arribada de la Flo-ta que transportaba a Ovando en 1502,naci el Imperio espaol en Amrica.Jams antes una formacin naval igual

    haba atravesado el Atlntico. Era unaautntica expedicin pobladora: 2.500colonos se acomodaban en ms detreinta embarcaciones, junto a todo loimprescindible para un asentamientopermanente. El carcter de estos colo-nos tambin era muy diferente al deaquellos 1.500 hombres de la primeragran armada transocenica, la del se-gundo viaje colombino, en 1493.

    El naciente orden colonial descansa-ba en un cuerpo de funcionarios, su-jeto directamente a la Corona, y en elque cada componente saba sus tareasy funciones. Al ms alto de los funcio-narios, el gobernador, se le proporcio-naban instrucciones concretas y ancho

    margen de maniobra. La guarnicinmilitar y la Real Hacienda completa-ban el entramado administrativo.

    Los miembros de la empresa coloni-zadora de 1502 se asentaron en n- cle-os urbanos de nueva fundacin conce-bidos bajo los parmetros tradicionalesde Castilla. La atadura a la isla se con-segua con el reparto de tierras, y la li-bertad de buscar oro. Los antiguos co-lonos se vieron ante la obligacin de

    someterse a las innovadoras normas, aavecindarse en poblaciones para evitarla dispersin, fruto del amancebamien-to y de un rgimen de vida ms cerca-no al aborigen que al europeo. Con to-do, hacia 1510, casi a los veinte aosdel desembarco de Coln, la poblacinde origen europeo de La Espaola, nodeba superar los 1.000 vecinos, lo mis-mo que cualquier ciudad media caste-llana de la poca.

    Castilla, en las IndiasNo existe mejor exponente sobre elabandono de la provisionalidad delrgimen de la factora que la obra fun-dacional de Nicols de Ovando. Laplanificacin del ncleo urbano des-de la seleccin del lugar apropiadohasta el trazado regular, perpendiculary rectilneo de las calles implica lams firme voluntad de trasladar a lasIndias la vida castellana. Ya en 1502 semejor la ubicacin de la propia capi-tal, Santo Domingo, al situarse a ori-llas del Ozana, despus de los catas-trficos efectos de un huracn. Losnobles edificios de piedra y las anchasy rectas vas eran todo un smbolo delnuevo espritu. Completaron el pano-rama las fundaciones de Santa Marade la Vera, Santa Mara de la Yaguana,Salvatierra de la Sabana, San Juan dela Maguana, Villanueva de Yquimo,Arza, Puerto Real y Lares. n

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    La ciudad de Santo Domingo, en el Album manuscrito de Nicols Cardona.

    Las revueltas indias fueron brutalmenteaplastadas y la poblacin aborigen,maniatada con un rgimen de terror

    DOSSIER: 1502, AMRICA PARA LA CORONA

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    modelo inicial. El desarrollo agrcolafue escaso, pues no se planteaba irms all de completar la alimentacinde los pocos individuos desplazadospor la Corona para la fiscalizacin dela explotacin. La mano de obra parael rescate del metal precioso resultababarata y abundante.

    Para el europeo, no fue suficiente eldesigual intercambio de trueque tra-bado con el aborigen y se desembocen la explotacin intensiva de los ya-cimientos aurferos. De hecho, el ind-gena pas a ser, por s mismo, piezafundamental del engranaje econmi-co-factorial. Por otra parte, el ltimoeslabn de la empresa capitalista que

    permita exprimir, hasta las ltimasconsecuencias, los beneficios de cadapaso de ella consista en materializarun viejo sueo colombino: la comer-cializacin en Europa del esclavo anti-llano.

    Esclavos de aspecto deplorableFue lamentable la impresin que pro-dujeron en la Corte los 500 esclavosenviados por Coln al cargo del fielAntonio Torres. El sistema de factoraentraba en crisis.

    Los colonos castellanos, por su par-te, mostraban hacia el gobierno co-lombino una actitud distante, cuandono beligerante. Anhelaban el enrique-

    cimiento directo y rpido. Rechazabanel ordenado intercambio, la certeracontabilidad, la asignacin proporcio-nal. Su mentalidad medieval, hija his-trica del fenmeno expansivo, variasveces centenario, mal llamado Recon-quista, conceba la presencia en lasAntillas como una etapa ms de ella.Gloria y oro rpidos versus constanciay comercio regulado en un monopoliode enclaves.

    La rebelin abierta contra el sistemade factoras estall cuando Coln sehallaba en Espaa. Al frente de la mis-ma se puso un tal Francisco Roldn.Diego y Bartolom Coln slo pudie-ron aguardar el retorno de su hermanoCristbal, que aconteci en 1498, du-rante su tercer periplo. El Almiranteproporcion a sus enemigos y a laCorte una prueba ms de sus escasasdotes de gobierno durante la crisis. Seconfundi la conciliacin con la faltade autoridad.

    Fernando el Catlico dio carta de le-galidad a las aspiraciones de los colo-nos, a los que cedi una tercera partede las ganancias del oro, autorizabundantes expediciones y otorg tie-rras e indios para su cultivo. Por lti-mo, y con el fin de aplacar los nimos,Coln fue despojado del gobierno dela isla, que fue provisto en Franciscode Bobadilla. El paquete de medidassignificaba, en la prctica, un giro ra-

    El reparto de los indios

    Como es lgico, el incremento de la po-blacin europea y su concentracin enncleos urbanos determin la aparicin denecesidades desconocidas hasta entonces enLa Espaola. El primitivo y limitado siste-ma productivo aborigen agravaba el inelu-dible problema de la alimentacin, que s-lo pareca afrontarse con un nuevo ordenagrcola. Los colonos pretendan resolver lacuestin de la mano de obra repartindoselos indios entre ellos, aspiracin a la que ac-cedi la Corona. De esta manera surge la re-alidad de la encomienda, o repartimientoen su origen antillano: el soberano enco-mendaba un nmero determinado de in-dios a los colonos espaoles, que les exigantrabajo o tributos. El encomendero, a cam-bio, les proporcionaba instruccin cristianay proteccin. Explotaciones mineras o agr-

    colas se cotizaban segn su riqueza poten-cial y los indios asignados para su laboreo.El sistema, que no pudo ser ms negativo,se institucionaliz con Ovando. Los traba-jos forzados sellaron el proceso de aniquila-cin del indgena. A medida que escaseabala mano de obra por la muerte y desercindel indio, se incrementaba el valor de unamercanca tan preciosa. En consecuencia, serecurri a la esclavitud de otras poblacionesaborgenes antillanas, caribes y lucayos,que tambin sucumbieron. A partir de1518, se generaliz el recurso a la mano deobra esclava negra. Por esas fechas, apenasquedaban unos 15.000 individuos de la an-tigua poblacin indgena de La Espaola.En 1494-96 haban sido unos 600.000,aunque los ms crticos con el desastre de-mogrfico elevan la cifra a 1.100.000.Una india de la primera isla descubierta es

    conducida ante Coln.

    Indios jugando, segn un dibujo del Weiditz Trachtenbuch, de principios del siglo XVI.

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  • No haba precedentes.La Espaa de los Re-yes Catlicos no lostuvo para casi nada,pues dichos monarcas trataronde inventar un Estado moderno,sumando reinos medievales va-riopintos. Pero donde la ausenciade precedentes se manifest msevidente fue en la creacin deuna administracin indiana. Noserva la experiencia canaria, to-talmente diferente, aunque en-cuadrada en el saco comn delReino de Castilla, junto con Gra-nada, otro experimento peculiar.

    A fines del siglo XV, era ini-maginable que un reino tuvieracolonias. El nico precedente dealgo parecido, que no igual, era el go-bierno de las factoras comerciales afri-canas, pero la misma Corona portugue-sa tuvo que inventar algo diferente pa-ra gobernar sus posesiones en la verda-dera India, como fue el Virreinato; cu-riosamente, la misma solucin dada porlos reyes castellanos. Para Isabel y Fer-nando fue mucho ms difcil, porque elvirreinato indiano haba aparecido an-tes que la tierra gobernable algo ver-daderamente inslito e hipotecado auna persona, Cristbal Coln, con laque se haba pactado un rgimen dual:el virrey por una parte y la Corona porotra. Resultaba as que el virreinato in-diano no era de libre designacin real,ni por un tiempo, como lo fue el portu-gus, sino vitalicio y para el genovsllamado Cristbal Coln, amn de here-dable por sus descendientes. Ms an,por un incomprensible descuido, error,chantaje o condescendencia en las Ca-pitulaciones de Santa Fe, dicho virreyera Gobernador de las Indias y Almi-rante de la Mar Ocana, gozando de

    unos privilegios inconcebibles, como elnombramiento de alcaldes, la presenta-cin de terna propondra siempre tresnombres para que el Rey escogiera ne-cesariamente uno de ellos en los car-gos de regidores de los Cabildos, juris-diccin en el fallo de determinadosconflictos comerciales, aparte de unaserie de prebendas de tipo econmicosobre las riquezas indianas.

    El Virrey era un rey de Indias, incon-trolable por los Reyes Catlicos, que ha-ban cometido la equivocacin de con-figurar en 1492 un verdadero rgimendual para las tierras que iba a descubrirel genovs.

    El gran reto de la CoronaAcabar con el omnipotente Coln de1493, cuando al regreso de su viaje pu-do usar todos los privilegios estipula-dos, y subordinarle al realengo, creandoadems una administracin indiana al-ternativa, dependiente de la Corona deCastilla, fue el gran reto de los Reyesdurante la primera dcada posterior al

    descubrimiento. Lo increble esque lo lograran en tan pocotiempo y el milagro se debi sinduda a la habilidad del rey Fer-nando, pero sobre todo a la bue-na voluntad de Cristbal Coln,que supo renunciar a su sueode crear un seoro medieval enlas Indias y aceptar de buen gra-do el sometimiento de sus In-dias al Estado moderno de losreyes castellanos, sin ms queunos justos reclamos, origen deunos pleitos que duraran siglos.

    El cambio fue tan radical que,en 1502, Cristbal Coln, dueoy seor de las Indias diez aosantes, era tan slo el Almirantede la Mar Ocana y tena que

    insistir veinte veces ante la Corona pa-ra que sta le permitiera realizar unnuevo viaje a sus dominios, aceptan-do sumisamente la condicin afrentosaque le impusieron de no tocar en la is-la La Espaola, que l haba descubier-to, y donde para mayor humillacinexista un gobernador real, fray Nicolsde Ovando, que lo apresara si se atre-va a hacerlo. La imagen, enfatizadapor la literatura romntica, de un Colnque, en 1497, era apresado con grille-tes y metido en una carabela con desti-no a Espaa para dar cuenta de sus ac-tuaciones, es realmente histrica, por-que en dicho ao empez el desmon-taje del rgimen dual, consolidado yatotalmente en 1502, cuando las Indiaseran de pleno realengo.

    El primer problema de los Reyes Ca-tlicos fue definir con claridad el do-minio de las Indias descubiertas por elvirrey, evitando una posible guerra conPortugal, a la que les llevaba inexora-blemente el descubrimiento realizadopor Coln. Una India que los portu-

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    DOSSIER: 1502, AMRICA PARA LA CORONA

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    JAQUE MATEAL VIRREY

    Durante unos aos, Coln logr imponer un rgimen dual de gobierno en las tierras recin descubiertas. Manuel Lucena Salmoral analiza la dcada que necesitaron los Reyes Catlicos para apartarle e imponer su autoridad directa en las colonias americanas

    Coln desembarca en la isla La Espaola, segn una xilografasuiza de 1493 (Chicago, Biblioteca Newberry).

    Coln, cargado decadenas, regresa aEspaa, segn unacromolitografa queilustra una Vida del

    Almirante, publicadaen 1885.

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  • dio vala por tres negros. Carg 500tanos en cuatro naves y los envi aSevilla para su venta, como si fuerannegros de Guinea. Los Reyes autoriza-ron venderlos en Andaluca, como essabido. Alguien debi advertir queColn no haba indicado las causaspor las que se haban esclavizado a di-chos tanos y los monarcas decidierondar una prudente marcha atrs, en-viando a Fonseca otra carta para queafianzase el producto de la venta detales indios, hasta que pudieran con-sultar el asunto de su esclavitud contelogos y canonistas: ... porque Nosqueramos informarnos de letrados,telogos y canonistas si, con buenaconciencia, se pueden vender stospor esclavos o no, y esto no se puede

    facer, hasta que veamos las cartas queel Almirante nos escriba para saber lacausa por qu los enva ac por cauti-vos...

    Demanda de mano de obraLa respuesta de Coln fue capturar otrogran nmero de indios en la Vega Real,en marzo de 1495, y enviarlos nueva-mente a Espaa como esclavos. Lo mis-mo hizo luego Bartolom Coln, en au-sencia de su hermano; tres naves con300 indios esclavos, procedentes de re-beliones. Las remesas continuaron du-rante el tercer viaje, pues el Virrey esta-ba convencido de que la esclavitud delos naturales era un negocio magnfico.Afirmaba que la venta de 4.000 esclavosreportara veinte cuentos cinco mil ma-

    ravedises por esclavo, y que los escla-vos se venderan bien en Europa, dadoque haban empezado a escasear losque llegaban de Guinea

    El tan anhelado veredicto de los le-trados, telogos y canonistas se dio fi-nalmente en 1500, declarando que losindios eran libres. El texto de este tras-cendental documento es perfectamen-te desconocido, as como tambin laorden real que origin declarando li-bres a los indios, pero sabemos que es-ta ltima debi ser una Provisin expe-dida antes del 20 de junio de 1500,pues en esta fecha los Reyes Catlicosdieron una cdula, ordenando a Pedrode Torres que entregase a Francisco deBobadilla los esclavos indgenas quetena en su poder, para devolverlos a

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    gueses venan buscando desde hacacasi un siglo y a la que estaban a pun-to de llegar. No es difcil imaginar loque hubiera ocurrido si el genovs nohubiera sido detenido por ese conti-nente que apareci entre Europa yAsia, teniendo en cuenta las tirantes re-laciones existentes entre lusitanos ycastellanos desde el problema de LaBeltraneja. Coln lo agrav an ms alpresentarse en Lisboa en 1493 para re-latar su hallazgo.

    Por qu fue el primer puerto euro-peo al que lleg? Por qu no arrib,como su compaero Martn AlonsoPinzn, a un puerto espaol? Por qupidi entrevistarse con el rey de Portu-gal para contarle su descubrimiento?Por qu escribi all su famosa Cartafechada falsamente en Canarias, el 15de febrero de 1493 contndole a todoel mundo lo que haba descubierto,menos a Isabel y Fernando, que era aquienes deba hacerlo?

    El doble juego de ColnEl conocido argumento sensiblero delorgullo personal de presentarse ante elrey que haba rechazado su proyecto espoco convincente, como tampoco quehubiera sido incapaz de encontrar la for-ma de llegar desde las Azores adondehaba arribado en el tornaviaje a la cos-ta espaola, ruta archiconocida por en-tonces. Coln fue a parar a Lisboa por-que quiso y por lo mismo pidi la en-trevista con el monarca lusitano, en sucalidad de Visorey de las Indias y en ple-no ejercicio de su rgimen dual. Afortu-nadamente, Juan III no le hizo caso y tu-vo el acierto de decirle que ya negocia-ra el asunto el conflicto planteadocon sus primos los Reyes Catlicos.

    El rey Fernando se apresur a evitarmalos entendimientos con el pas veci-no sobre la posible presencia castellanaen la India asitica, negociando las fa-mosas bulas con Alejandro VI, en lasque no slo acept y seguramente pro-puso una particin ocenica para lasCoronas de Castilla y Portugal que deja-ba la India en demarcacin portuguesa,sino que adems dej claro que los cas-tellanos no pretendan tener su domi-nio; solo de las tierras del ocano queaparecieran apud Indie.

    Posteriormente surgi nueva confu-sin sobre el tema, que se resolvi porel Tratado de Tordesillas de 1494 y so-

    bre todo por el de Zaragoza, pero en re-lacin con Las Molucas, no de la India.

    Todo esto, la jurisdiccin descubri-dora, lo negoci la Corona espaolacon el Papa y con la Corona portugue-sa. Al virrey Coln no se le dio la me-nor intervencin en el asunto, aunquees sabido que quiso hacerlo y que in-cluso sugiri la primera la lnea de de-marcacin, la papal de las 100 leguas,aduciendo su experiencia.

    Resuelto el problema del conflicto,los Reyes Catlicos tuvieron siempre elcuidado de prohibir a los descubrido-res castellanos ir a las tierras de losotros prncipes cristianos, que eran ni-camente las portuguesas.

    La definicin del realengo sobre loshabitantes de los dominios encontra-dos se hizo declarndoles vasallos y el

    asunto choc frontalmente con la ideacolombina de que eran simples salvajesesclavizables, como los africanos. Co-ln, en uso de su seoro dual, confi-gur en las Indias un rgimen de fac-tora comercial esclavista, semejante alportugus de La Mina, que fue siempresu modelo: esclavos y oro por mercan-cas europeas.

    Parece que la esclavitud de los in-dios fue propuesta por Coln a los Re-yes Catlicos en Barcelona el ao1493, al regresar de su viaje descubri-dor, y aceptada en principio por losmonarcas. En su segundo viaje, Colncaptur numerosos esclavos y propu-so abiertamente el negocio en su Car-ta-relacin a los Reyes de 20 de ene-ro de 1494, asegurando que cada in-

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    JAQUE MATE AL VIRREYDOSSIER: 1502, AMRICA PARA LA CORONA

    Esclavos indiosen Espaa

    Desde el principio, Coln tuvoen mente la rentabilidad de latrata de esclavos como una de lasnuevas fuentes de ingresos abiertapor sus viajes de exploracin. En1493, escribi que, entre las riquezasde las nuevas tierras, estaban los es-clavos, cuantos quieran cargar... Unao despus, el Almirante comenz aorganizar de forma sistemtica la tra-ta de indios, que se vera frustradapor una Real Provisin de 1500. Eltrfico de nativos del Caribe se rea-nud en 1503, pero nunca alcanzuna gran amplitud y en 1542 se su-primi definitivamente.

    En los diez primeros aos de ex-plotacin del continente americano,entraron en Espaa poco ms de2.000 indios. Prcticamente todosprocedan de La Espaola. En su ma-yora se trataba de hombres, pero losprecios que alcanzaban en el mercadoeran inferiores a los de los negros.Hasta la prohibicin definitiva de latrata de indios, apenas llegaron unos500 ms. La mortandad en el viaje,su destino y sus condiciones de vidahan sido minuciosamente estudiadaspor Esteban Mira en Indios y mestizosamericanos en la Espaa del siglo XVI.

    Indio armado con lanza y escudo,segn una representacin del WeiditzTrachtenbuch.

    Mapa del mundo de Nicolo Caveri, sobre pergamino, que muestra la parte conocida de la costa americana hacia 1504 (Pars, Biblioteca Nacional).Bartolom Coln, adelantado de La Espaola,segn un grabado publicado en 1892.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

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    Adam Smith afirm, en La ri-queza de las naciones, queel descubrimiento del NuevoMundo haba trado a Euro-pa esplendor y gloria, ya que los euro-peos se haban convertido en los abas-tecedores y transportistas de los prspe-ros agricultores de Amrica, Asia y fri-

    ca. Eran los albores del primer ordeneconmico mundial, que empez a ver-tebrarse en la dcada posterior al des-cubrimiento. La Espaa de los Austrias,desde su posicin intercontinental yatlntica, y con un entramado polticoque abarcaba casi la mitad de Europa,estaba llamada a desempear un papelclave para poner en marcha el primerexperimento de economa-mundo. Pe-ro, ausentes de la Pennsula los judosdesde su expulsin en 1492, los monar-

    cas tuvieron que ceder las funciones fi-nancieras a banqueros italianos y ale-manes. Entre ellos destacaban los Fug-ger, principales prestamistas del empe-rador Carlos V y lderes en el nacientecapitalismo mercantil de Europa.

    Al mismo tiempo, el puerto de Ambe-res, en los Pases Bajos, se converta enel principal centro distribuidor de losproductos de ultramar, quedando Espa-a en posicin excntrica del sistema.Pero esto no impidi que el mundo vi-

    TERESA CAEDO-ARGELLES es profesora deHistoria en la Universidad de Alcal deHenares.

    La incorporacin de Amrica al control europeo supuso la primerainternacionalizacin de la economa. Teresa Caedo-Argellesexplica los primeros balbuceos de lo que sera la imparable globalizacinde la economa y la sociedad

    GLOBALIZACINEl nacimiento de la

    Esclavos africanos trabajan para los espaoles en las minas de Amrica, segn una ilustracin de la obra Amrica, de Teodoro de Bry.

    Indias: los cuales (indios) agora nosmandamos poner en libertad, y habe-mos mandado al Comendador FreyFrancisco de Bobadilla que los llevaseen su poder a las dichas Indias y hagadellos lo que le tenemos mandado.

    La llegada de Bobadilla con los indiosa La Espaola tuvo que ser un golpe degracia para Coln, que vio as fracasadotodo su sistema productivo y muy mer-madas sus posibilidades de gobernarunas Indias cuyos habitantes eran con-siderados vasallos del rey y, como tales,prohibidos de esclavizar. La esclavitudindgena subsistira, sin embargo, hasta1542, pero debiendo justificarse. Luegoadems surgira la legislacin indianapara el buen tratamiento de los indios,que completara la imagen de cmo de-ban utilizarse tales vasallos del Rey, nodel seor Coln.

    Otro asalto al rgimen dual fue aca-bar con el monopolio descubridor co-lombino. Dicho monopolio no fue es-tablecido en las Capitulaciones, perofue aceptado por la Corona, dado elprestigio del descubridor y el hecho deque era una magnfico navegante. Fuedifcil anularlo, pero la Corona se deci-di a ello en 1499, cuando autoriz elviaje de Alonso de Ojeda, Juan de laCosa y Amrico Vespucio a Tierra Fir-me. No se hizo de una forma abierta,sino encubierta, pues el permiso parael mismo no lo firm el rey, sino el om-

    nipotente obispo Fonseca, como com-prob Roldn. Coln no objet tal via-je y el monarca opt, ya sin recelos,por extinguir el monopolio descubri-dor colombino, otorgando numerosaslicencias de descubrimiento y rescatetodas firmadas por los Reyes en losmeses siguientes a navegantes y co-merciantes, como fueron Pero AlonsoNio, Vicente Yez Pinzn, CristbalGuerra, Rodrigo de Bastidas, Diego deLepe, Vlez de Mendoza, etc. Desde1500, el Almirante no era ms que unsimple descubridor, que tena que ne-gociar con la Corona los trminos desu viaje, igual que los dems.

    Un paso decisivo para el asentamien-

    to del poder real en las Indias, mer-mando los poderes del seoro colom-bino, fue el envo a La Espaola de unrepostero en 1495, para que averiguaraqu estaba haciendo Coln. Fue Juande Aguado, quien, segn Las Casas, fuecuasi por espa y escuadriador de to-do lo que pasaba. Lleg a la isla enoctubre del mismo ao e inici una se-rie de informes sobre la actuacin vi-rreinal que preocuparon seriamente aColn. Las Casas afirma tambin que,como consecuencia de su actuacin,Coln perdi poder y credibilidad, re-sultando que ya no era el Almirante,ni sus justicias, tan acatado y obedeci-do como antes. Tan preocupado que-d Coln, que cuando Aguado anuncisu vuelta a la Pennsula decidi acom-paarle para entrevistarse con los Re-yes y contrarrestar lo que el reposteropudiera decirles.

    Espa y escudriadorPeor fue luego el envo del Pesquisi-dor, comendador Francisco de Bobadi-lla. Los Reyes le nombraron el 30 demayo de 1500 para que averiguara laactuacin colombina. Pesquis cuantoquiso y sobre todo los dineros del mo-narca y de Coln. Al encontrar fraude,cogi presos a Coln y a sus dos her-manos, envindolos a Espaa. Los gri-lletes puestos a Coln al termino deltercer viaje son una demostracin clara

    de que el realengo se haba impuestosobre el rgimen dual de las Capitula-ciones. El Virrey perdi todo su poder,aunque no su prestigio, y qued su-bordinado a su seor el Rey.

    Por las Capitulaciones de Santa Fe,Coln se haba reservado el gobiernoindiano. Por su preciado ttulo de go-bernador general de las Islas y TierraFirme de la Mar Ocana, pudo nom-brar administradores a sus hermanos oa personas adictas. En uso de tal privi-legio, nombr por ejemplo alcalde deSanto Domingo a Roldn, sin mediareleccin alguna.

    No lleg a utilizar su derecho a pre-sentar terna de los cargos de regidor en

    las ciudades que se fundaran en Indias,pero todava en la primavera de 1497antes de iniciar su tercer viaje los Re-yes Catlicos respetaron su derecho anombrar un representante, para queentendiese, junto con los oficiales rea-les, en los asuntos relativos a Indias, ascomo de repartir solares. Todo esto sevino abajo tras la visita de Bobadilla,que suspendi a Coln. El 21 de mayode 1499, los Reyes Catlicos nombra-ron a Bobadilla gobernador general delas Indias, sustituyendo los poderes degobernador general y virrey que teniaColn y, cinco das despus, ordenarona ste que obedeciera cuanto le man-dara Bobadilla. El rgimen dual quedas truncado y Coln, sometido a la vo-luntad real.

    No tard mucho en llegar el golpe degracia, que fue el nombramiento, en1501, de fray Nicols de Ovando comogobernador de la isla de Santo Domin-go. El nuevo gobernador recibi unacdula el 3 de septiembre de 1501 or-denndole tomar el juicio de residenciadel gobernador Bobadilla. La Coronaestableca as el pleno gobierno real enIndias, con unos funcionarios nombra-dos por ella que iniciaran la prctica depedir responsabilidades a sus anteceso-res en nombre de la justicia real. Era elnacimiento del aparato burocrtico in-diano al servicio del Rey. El rgimendual era ya cosa del pasado. n

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    El conquistador Ojeda encuentra restoshumanos en una aldea de canbales, segnuna litografa del siglo XIX.

    El golpe de gracia a la autoridad deColn fue el nombramiento de Ovandocomo gobernador de Santo Domingo

    DOSSIER: 1502, AMRICA PARA LA CORONA

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • Para hablar de globalizacin econ-mica, era preciso que se dieran cambioscualitativos, tanto en el tipo de mercan-cas como en el sistema laboral emplea-do para su produccin. En cuanto a lanaturaleza de las mercancas, stas ten-an que orientarse a un consumo ordina-rio y masivo, esto es, responder a de-mandas bsicas de alimentacin o vesti-do. Y en cuanto al trabajo, el sistema deeconoma-mundo requera de la presen-cia de tres zonas: el centro, con trabajoasalariado y autoempleo; la semi-perife-ria, con aparcera; y la periferia, con ma-no de obra esclava.

    Esta ltima era la que garantizaba elflujo de excedentes necesario para quecristalizara el sistema capitalista. Laaplicacin de esta forma de produc-cin en La Espaola hizo que esta islacumpliera, como periferia, con el doblepapel de producir materias primas y deutilizar trabajo servil o casi esclavo.

    Ensayo general con africanosAunque este sistema se haba ensayadoya en los archipilagos atlnticos me-diante el cultivo de cereales y la pro-duccin de azcar con mano de obraafricana, fue en Amrica, y concreta-mente en las Antillas, donde se aplicpor primera vez de una forma sistem-tica y regulada. Esto no hubiera sidoposible de haber prosperado en La Es-paola el modelo de factora previstoen las Capitulaciones de Santa Fe. Pe-ro, desde los primeros momentos, losnegocios de La Isabela resultaron pocomenos que ruinosos. El oro se obtenamediante el lavado de las arenas aur-feras de los ros o sistema de bateado,que se combinara con la explotacinen precario de algunos yacimientos mi-neros y con la exigencia a los indios detrabajo y de tributo en oro. El volumenextrado estuvo inicialmente por deba-jo de las expectativas, lo que en partese deba a una destructiva y deficienteregulacin del sistema laboral indgenay tambin a una poltica econmicadesmotivadora, puesto que los expedi-cionarios trabajaban a sueldo y queda-ban excluidos de los beneficios.

    Desde el comienzo, se pens en elpapel alternativo que la agricultura y laganadera podan desempear, pruebade ello es que, en un memorial de 1494,Cristbal Coln solicitaba a la Coronasemillas y mano de obra esclava para

    activar el laboreo agrcola en La Espa-ola. Pero, sin un verdadero plan colo-nizador, estas actividades fueron desa-tendidas a expensas de la explotacinaurfera que en el sistema de factoraconstitua el objetivo prioritario. En laprimera fase de factora, que transcurrientre 1492 y 1498, la perentoria necesi-dad de subsistir incit a los expedicio-narios a utilizar la colaboracin indge-

    na de forma arbitraria para obtener oroy alimentos. Entre los productos cotidia-nos que aquel nuevo medio les propor-cionaba estaban la mandioca, la yuca yla batata, en combinacin con el maz,el frjol y la calabaza, adems de infini-dad de frutas tropicales, que fueron in-corporndose a su dieta sin dificultad.

    Esos productos autctonos eran cul-tivados tradicionalmente por los indiostanos mediante el sistema de roza.Junto a ellos, desde 1493, se sembraronlas primeras semillas de trigo y olivo yalgunas cepas de vid. Pero estos pro-

    ductos, triloga simblica del cristianis-mo y elementos bsicos de la dieta me-diterrnea, no prosperaran hasta pasa-das unas dcadas, por lo difcil que re-sultaba su aclimatacin en los humeda-les del Caribe. Ese mismo ao se tras-ladaron a La Espaola vacas, cerdos,cabras, ovejas, caballos y aves de corraly, aunque tampoco se practic con es-tos animales una tarea de crianza, se

    multiplicaron rpidamente en estadode libertad.

    Ante el clima de descontento de co-lonos e indgenas y la escasez de ga-nancias, la Corona opt por abrir elmonopolio de la empresa extractiva ycomercial. Mediante una Real Ordende 10 de abril de 1495, se permiti laintervencin de la iniciativa privadaque desde Sevilla pujaba por participaren el negocio antillano. Ojeda, Pera-lonso Nio, Vicente Yez Pinzn yDiego de Lepe fueron los primeros enrecibir licencias. A la gratuidad del pa-

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    A la batata, el maz y la calabaza sesumaron, desde 1493, las primeras semillasde trigo y olivo y algunas cepas de vid

    Mapa de Amrica de 1596, flanqueado por los retratos de Cristbal Coln, Amrico Vespucio,Fernando de Magallanes y Francisco Pizarro, segn un grabado de Teodoro de Bry.

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    brara al ritmo de Sevilla, es decir, al rit-mo del comercio transatlntico. La Casade Contratacin, fundada en 1503, seerigira en uno de los ejes articuladoresdel comercio mundial, actuando comoaduana, escuela de pilotos, tribunal dejusticia y oficina de pasaje. Como afir-maba Pierre Chaunu, la capital andaluzaseguira controlando desde all la vidaeuropea y la del mundo entero.

    Las tierras a las que arrib Coln en1492 no eran evidentemente la India,sino Amrica. Pero eso tardara variosaos en saberse y, para entonces, lamitad del mundo se haba incorporadoal imaginario occidental bajo el nom-bre de Indias Occidentales, puesto quese haban alcanzado por la ruta atlnti-ca del Oeste.

    Adems, fueron catalogadas comotierras de nadie, porque no se hallabansujetas al dominio de ningn prncipecristiano ni emperador oriental. En opi-

    nin de Juan Luis Vives, aquel hallazgohizo que el mundo se abriera a la es-pecie humana (De disciplinis, 1531).Con esta frase se haca por primera vezmencin a un nuevo orden econmicode carcter global, que actualmente co-nocemos con el nombre de economa-mundo o globalizacin econmica.

    Tierra de nadieCuando el 17 de abril de 1492, los mo-narcas espaoles firmaron con CristbalColn las Capitulaciones de Santa Fe, seformaba la primera empresa comercialamericana en la que aqullos actuabancomo socios capitalistas y Coln, comosocio industrial. La idea era fundar fac-toras o asentamientos de intercambiocomercial, para obtener especias y oro,de cuyos beneficios seran partcipesambas partes. Coln, adems de un por-centaje de las ganancias, recibira esta-tus de nobleza y no pocos ttulos hono-

    rficos y de gobierno (Almirante, Virreyy Gobernador). Este planteamiento noera diferente en esencia al que ya ven-an practicando los italianos y portugue-ses en sus factoras situadas en el MedioOriente y frica, excepto en el hecho deque aquellos mercaderes no formabanparte del sistema de poder. Por lo de-ms, tanto aquel comercio como el quepretenda establecerse en La Espaolase basaban en la obtencin de objetospreciosos o productos suntuarios y delujo; en aquel caso, especias, sedas, mu-selinas, joyas, porcelanas o marfil; eneste, oro y especias.

    Todos estos intercambios tenansiempre un alcance intercontinental,pero lo restrictivo de su volumen re-presentaban el 5% del producto euro-peo y la exclusividad de su consumose destinaba a los sectores dominan-tes impedira catalogarlos como for-mas de economa-mundo.

    Cabo Verde, antesala de la plantacin

    Las islas de Cabo Verde, que fueron es-cala de muchos de los viajes de explo-racin y descubrimiento de las costas ame-ricanas, jugaron un papel fundamental enla primera fase de la internacionalizacinde la economa a partir de 1492.

    Deshabitadas antes de la llegada de losportugueses en 1462, stos convirtieronel reseco archipilago, prximo al conti-nente africano, en depsito de esclavos ala espera de ser enviados a las plantacionesamericanas. Fue tambin aqu, sobre todoen la isla de Santiago, donde una lite deterratenientes y eclesisticos explot, conmano de obra esclava, grandes latifun-dios, en los que se cultivaba algodn y ca-

    a de azcar, un experimento que sirvide ensayo del sistema de plantacin quefloreci en Amrica.

    Fracasado el intento colombino de es-clavizar a los indios, la demanda de manode obra africana convirti a Cabo Verde enun enclave rico ya desde la primera mitaddel siglo XVI. Su capital fue la prsperaRibeira Grande hoy Cidade Velha, laprimera ciudad europea en frica, dondean se mantiene en pie el rollo de piedramedieval para administrar justicia pbli-ca, habitual de las villas portuguesas y cas-tellanas de la poca. El pelourinho (en por-tugus), patbulo y advertencia para escla-vos rebeldes, recuerda el emplazamientodel mercado de africanos, que en su estan-cia en la isla eran bautizados en masa,aprendan rudimentos de portugus y co-menzaban un brutal proceso de acultura-cin que terminaba en la mina o la planta-cin, al otro lado del Atlntico.

    La abundancia econmica de RibeiraGrande fue tambin la causa de su perdi-cin, ya que la hizo blanco de sucesivosataques de piratas en 1541, 1585, 1592en el que particip Drake y finalmenteel francs de 1712, tras el que la localidadfue abandonada por la seguridad que ofre-ca la posicin escarpada de Praia, la capi-tal actual. La prosperidad y relevancia in-

    ternacional de las islas se evaporaron cuan-do lo hizo la trata de esclavos.

    Cidade Velha est siendo reconstruida enla actualidad bajo la direccin del arqui-tecto portugus lvaro Siza Vieira, res-ponsable de la recuperacin del Chiado deLisboa tras el incendio de 1988. El Fuertede San Felipe, erigido en 1593 para prote-ger la ciudad, ha sido restaurado con fi-nanciacin espaola de la AECI.

    Arturo Arnalte

    Ruinas de Riberia Grande, que est siendoreconstruida, desde el fuerte de San Felipe,en una imagen de 2000.

    El pelourinho de Ribeira Grande, erigido porlos portugueses para castigar a los esclavossegn el modelo de la picota medieval.

    EL NACIMIENTO DE LA GLOBALIZACINDOSSIER: 1502, AMRICA PARA LA CORONA

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  • saje de ida, se sumaba la autorizacin arealizar exploraciones en busca de ri-quezas, sobre todo oro, con la condi-cin de que ello se hiciera bajo licenciareal y se entregara al Estado una quin-ta parte de los bienes obtenidos o desu comercio.

    Capitalismo cosmopolitaEl flete y aprovisionamiento de carabe-las propici la formacin de sociedadesen las que participaban comerciantes,navieros y pilotos, muchos de ellos ex-tranjeros, cuyas licencias, obtenidas co-mo residentes durante ms de diez aosen la Pennsula, como propietarios debienes races o como cnyuges de mu-jeres espaolas, rompieron el supuestohermetismo del sistema e inspiraron elespritu cosmopolita y capitalista de laempresa indiana. Eso s, en cada una delas expediciones viajaba un veedor paracontrolar el cumplimiento de los contra-tos o capitulaciones que la Corona pro-vey bajo el nombre de descubrimientoy rescate. Y es que el rescate o inter-cambio con los nativos de manufacturasy baratijas por oro y perlas fue el princi-pal estmulo de estas arriesgadas em-presas, que se realizaron por lo demssin dispendio por parte del Estado.

    Aquella poltica colonizadora y libera-lizadora, que la Corona ensay al finalde la primera dcada antillana, estimullas exploraciones hacia el litoral conti-nental, la llamada Tierra Firme, y entre1498 y 1502 se recorrieron las costas deVenezuela, Colombia, Honduras, Nica-ragua, Costa Rica y Panam. Se tratabatambin de afianzar los asentamientoscoloniales mediante la fundacin de

    ciudades donde los colonos tenan obli-gacin de avecindarse en 1498 se fun-d al sur de La Espaola la ciudad deSanto Domingo.

    La participacin de particulares enlos beneficios hizo que la produccinaurfera experimentara un considerabley momentneo auge, que se dio enconcomitancia con la progresiva dismi-nucin de la mano de obra indgena ycon la necesidad de importar esclavosdesde frica.

    Pero el caudal de oro antillano fuemermando al mismo ritmo que lo hacala poblacin, de modo que hacia 1518sendos recursos, humanos y aurferos,estaban ya prximos a agotarse. Paraentonces, la agricultura se haba incor-porado a los objetivos econmicos co-mo alternativa al oro y para asegurar eldominio territorial de las tierras ocupa-das. Con estos propsitos goz de pro-teccin estatal y los colonos recibierontierras a ttulo de merced y premios,que estimularon las tareas de labranzaorientadas al cultivo de productos tanselectos como competitivos.

    Las miras se pusieron al principio enla produccin que demandada el tradi-cional mercado europeo renacentista yla obtencin de clavo, jengibre, palobrasil y canela se recompensaba conprimas que oscilaban entre 10.000 y30.000 maravedes. Pero tambin se pu-so atencin en las necesidades de la po-blacin blanca que se iba asentando enlas nacientes ciudades de la plataformaantillana y Tierra Firme y, ms que na-da, en las nuevas demandas, cada vezms populares y masivas, del mercadoeuropeo.

    La industria textil requera grandescuotas de algodn y de sustancias colo-rantes para el teido de los paos. Taleseran el xiquilite planta productora deail en Guatemala, la cochinilla in-secto parsito productor de tinte rojoy, sobre todo, el palo brasil. Se tratabade un tinte de color rojo, abundante enlas selvas tropicales y especialmente enla costa brasilea, que no tard en con-vertirse en uno de los productos mscotizados de Amrica y de los primerosen articularse en un sistema de econo-ma mercantilista.

    Proteccionismo desde SevillaLa ley de la oferta y la demanda hizoprever los efectos inflacionistas que suexcesiva produccin, y la consiguientesaturacin del mercado, podran tenersobre los precios de este producto. Porotro lado, surgieron competencias des-de regiones controladas por otras me-trpolis europeas involucradas en la in-dustria del tejido. Esto motiv la aplica-cin de medidas proteccionistas que, re-guladas desde la Casa de Contratacinen Sevilla, prohiban la importacin depalo que no procediese de los reinosespaoles de ultramar.

    Los ensayos de la agricultura antillanalograron su mayor xito con la caa deazcar, llevada a las Antillas desde lasCanarias. La caa de azcar prosperdesde que los frailes jernimos, a partirde 1516, incentivaron su explotacinmediante la concesin de primas de 500pesos de oro por cada trapiche. Agricul-tores canarios acudieron a La Espaolapara construir ingenios azucareros y es-clavos negros comenzaron a importarsedesde frica para las plantaciones. Laescasez de capital y de mano de obradificultara al principio el despegue deproduccin azucarera, pero, tras la pri-mera dcada, este producto reunira lascondiciones idneas para incorporarsedesde la periferia a un nuevo ordeneconmico mundial. El de la economa-mundo o globalizacin econmica. n

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    Vista de Sevilla, donde recalaban los barcos procedentes de Amrica, a finales del siglo XVI, enun leo atribuido a Snchez Coello (Madrid, Museo de Amrica).

    BERNABEU, S., La aventura de lo imposible.Expediciones martimas espaolas, Barcelo-

    na, Lunwerg, 2000.COLN, C. Textos y documentos completos (ed. deConsuelo Varela), Madrid, Alianza, 1982.VV. AA., Amrica, Tomo 10 del Manual de Histo-ria Universal, Madrid, Historia 16, 1992.

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