LA CÚPULA DEL ISLAM OCCIDENTAL. ESTRUCTURAS, DECORACION Y SIMBOLO Basilio Pavón Maldonado

Resumen

Estudio investigación de cúpulas árabes occidentales, al-Andalus e Ifriqiya, seguida de las mudéjares. Cubiertas de piedra, de crucería, gallonadas, albañilería (ladrillo y estuco), de mocárabes, cubiertas de madera de la Alhambra y estructuras lignarias mudéjares. El estudio tiene una introducción ilustrada y siete apartados con 107 figuras con cúpulas conocidas o desconocidas. Se propone si las estructuras de madera de base octogonal con cuatro trompas planas y laceria deberían ser tenidas por cúpulas.

Abstract

THE DOME OF WESTERN ISLAM. STRUCTURES, DESING AND SYMBOL

Research of the Hispano domes of Ifriqiya and Palermo, of stone, masonry (brick and stucco), ribbed, galloned of mozarabic, wooden ceilings of the Alhambra and wooden Mudejar. The study has an illustrated introduction and seven sections documented with 107 figures with domed covers, known, unknown and unpublished. It includes the tesis if wood structures octagonal with four tubes flat and tracery decoration should be taken as wooden domes.

INTRODUCCIÓN En mi Página Personal de Internet publiqué el artículo “Bóvedas y cúpulas hispanomusulmanas y mudéjares”, básicamente las de piedra y albañilería. En él quedaban comprendidas con cierta extensión las cúpulas agallonadas, las de crucería y

algo de estructuras de muqarnas. Se dejaba un poco desdibujado el tema de las estructuras de madera ochavadas con faldones inclinados y plano en la cumbre o almizate por cubrición de sala o espacio de base cuadrada. Este último tipo de cubierta como prolongación de las de pìedra o albañilería llamadas bóvedas esquifadas de cuatro, ocho y hasta dieciséis paños inclinados que al pasar a la madera los carpìnteros

Figura A. Trompas planas y en pendiente o pechinas; mudéjares las trompas 7.

Exterior parcial de la cúpula de delante del mihrab. Mezquita almorávide de Tremecén

inventan el plano de la clave del almizate o harneruelo de cambiante contorno Las esquifadas no lígnarias acostumbran a tener cuatro trompas, una por cada ángulo, huecas o cóncavas normalmente de aristas que los carpinteros sustituyen en sus armaduras por trompas planas horizontales o en pendiente de forma de triángulo isósceles, por su semejanza con las pechinas así llamadas, las primeras derivadas de algunos ejemplos musulmanes de puertas y torres, Torre de Villena y dos casos de puertas almohades de Rabat (fig. A, 1, 2, 3, 4), la de pendiente constada en la escalera de la Torre de la Cautiva de la Alhambra y mihrab de la mezquita almohade de Tinmall (fig. A, 5, 6). Las de (7) son trompas planas lignarias de estructura árabe y mudéjar del siglo XIV. A veces sustituyéndolas aparece en los ángulos viga en diagonal sobre canecillos llamada cuadral (toda esta nomenclatura de cubiertas lígnarias queda bien reflejada en la figura 63 del capítulo 8 de este artículo en la que se prioriza la armadura ochavada de espacio cuadrado: de la 50 a la 65; las estructuras A, B y los cuatro modelos del apartado D son de albañilería; el C un esquema de cúpula de mocárabes norteafricana. El edificio habitual para este tipo de cubierta es el esquema de rábitat o morabout de España y del Norte de África (1) y (1-1). El esquema 2 es de armadura en ochavo del Tratado de Fray Lorenzo de San Nicolás, el 3 de Diego López de Arenas) Al objeto de que este artículo atesore toda la comprensión requerida para juzgar con acierto los techos de la cinco categorías que se proponen, en orden a los materiales y estructura adoptada, de alguna manera siempre interrelacionadas entre sí, insistiré con nuevas connotaciones y visualizaciones en la presentación de ejemplares de cúpulas de crucería, agallonadas, de albañilería y de mocárabes, todas ellas como prolegómenos de las de madera “cuajadas” o no de decoración de lacería que cubre por entero los faldones y el almizate, total o parcialmente, siguiendo modelos árabes conservados en la Alhambra. Una cuestión importante a analizar es si las armaduras ochavadas de madera de base cuadrada con trompas además de adoptar este enunciado o definición deberían ser consideradas como cúpulas, en lugar de simplemente bóvedas de tal o cual tipo u “ochavo”, en base a la planta cuadrada y la presencia de trompas; si además de la media naranja sobre trompas mocarabadas de madera de base circular, caso de los templetes del Patio de los Leones de la Alhambra y las medias naranjas del Salón de Embajadores del Alcázar de Sevilla, de la Casa de Pilatos y del palacio de los Cárdenas de Torrijos (Toledo) (figs. de la 69 a la 75), se podría aplicar el término cúpula a las innumerables estructuras ochavadas u ochavos de madera con trompas que pueblan nuestros palacios, capillas y presbiterios de iglesias hasta el siglo XVII, considerando que, además de las cuatro trompas, la Real Academia Española da esta definición de cúpula: “bóveda en forma de media naranja u otra aproximada con que suele cubrirse todo un edificio o parte de él”.

La estructura de dieciséis lados en la base, tan aproximada al anillo circular, es el caso de la cubierta emigrada a Alemania del piso alto del palacio del Partal de la Alhambra

El ejemplo (1) es de la qubba rabita de San Sebastián de Granada, su cúpula de base de dieciséis lados al igual que la de la planta alta de la torre musulmana del castillo de Setenil (Cádiz) (2), cuatro trompas de aristas y otras ocho trompillas planas.

(fig. B, 6) sucedánea de la cubierta no lígnaria de delante del mihrab de la mezquita aljama de Taza o de las estructuras agallonadas de la Puerta de las Armas y de la Puerta de la Rawda de la Alhambra, también la ermita árabe de San Sebastián de Granada y la segunda planta de la torre del castillo de Setenil (Cádiz); es el mismo caso del llamado cupulín del centro del alfarje del pórtico del Partal de la Alhambra, con base de dieciséis lados, estas cubiertas mencionadas del Partal efectivamente llamadas cúpulas o cupulín por Gómez-Moreno y por Torres Balbás. Otro cupulín en el centro del alfarje del pórtico norte del Patio de los Arrayanes de la Alhambra, restaurado Como casos excepcionales de lo mudéjar una estructura de dieciséis lados en la base de Villanueva de la Cueza (Palencia), otra de la Capilla de la Virgen del castillo en San Fernando de Cisneros (fig. 97, 4, 5). Pero, ¿y los ochavos con trompas de base de ocho lados? Es el caso por ejemplo de la cubierta de madera de la Sala de Justicia del alcázar de Sevilla y sucedánea de la Casa de Dueñas de esa ciudad (fig. B, 2.), por su aparatosa decoración geométrica tan vistosa como la cúpula de estuco de mocárabes con trompas de la Sala de dos Hermanas de la Alhambra (3) que los más cualificados especialistas llaman cúpula, al igual que la de la Sala de los Abencerrajes del mismo Palacio de los Leones. Tradicionalmente la vox populi viene aplicando el término cúpula a la estructura de albañilería de la “Capilla Dorada” del palacio mudéjar de Tordesillas, la de la Mejorada de Olmedo y algunas de las capillas de la Magdalena de Sevilla y de Santa María de la Oliva de Lebrija, todas de ocho y dieciséis lados en la base con trompas (4, de la Magdalena de Sevilla). La (5) con anillo circular en la base del Salón de Embajadores del palacio mudéjar de Pedro I, Alcázar de Sevilla, con entramado añadido como sustento de dieciséis lados (A) que este sería el caso de los templetes del Patio de los Leones granadino, visto en el Partal de la Alhambra (6). Es por todo ello que el título de este artículo sea encabezado con el término cúpula amparando por igual a estructuras de piedra, albañilería, mocárabes de estuco y madera: cubierta de base circular, de dieciséis lados y ochavos con cuatro trompas o pechinas generadoras de paños inclinados o faldones y el plano igualmente poligonal y horizontal del almizate. La base de las de dieciséis lados enseña las cuatro obligadas trompas

Figura B. Cúpulas de madera de base ochavada con trompas planas y circular.

planas de los ángulos a las que se añaden ocho trompillas planas como arranque de los dieciséis faldones convergentes en el almizate con lazo de 16. Este caso viable lo mismo en cubiertas de estuco o albañilería y de madera, las primeras como dije ejemplarizadas en la cubierta de delante del mihrab de la mezquita mayor de Taza. Compárese el soporte de madera (A) de la media naranja sevillana del Salón de Embajadores (5) con la base poligonal de la cubierta de Alemania. La apariencia de cúpula lignaria de la categoría de ochavado trompeado en estudio tiene por indeclinable modelo por ejemplo en la cúpula de albañilería esquifada de una de las pilas independientes del Baño Real del palacio de Comares (1), cúpula en el criterio de Torres Balbás, según foto de su Ars Hispania IV, aunque antes en el texto del libro dice bóveda esquifada (fig. B, 1). En este estudio el tema de las estructuras de cubiertas lignarias es más bien de orden clasificatorio a la vez que estilístico, sin entrar de lleno en la fabricación de las mismas a cargo adiestrados carpinteros adictos al tipo de técnicas predicadas en el siglo XVII por Diego López de Arenas y Fray Lorenzo de San Miguel en sus respectivos tratados de carpintería española (1), con estudio de profundización y matizaciones a cargo de Prieto Vives (2). En estos años en la misma línea técnica estudios de Enrique Nuere Matauco (3), M. A. Toajas Roger (4), A. L. Candelas Gutierrez (5) y otros arquitectos y arquitectos técnicos que vienen ocupándose de las estructuras mudéjares del Palacio Alto mudéjar añadido al de Pedro I del Alcázar de Sevilla. Por ende las trazas geométricas acumuladas en la figuras de este trabajo no abordan de lleno la temática del rayado técnico, matemático o instrumental previo sobre la yesería, zócalos vidriados, pinturas y maderas de armaduras utilizado por el artesano en su operación de traslado de la lacería original árabe cualquiera que fuere la clase de la misma, lazos de 4, 6, 8, 9, 10, 11, 12, 16, 20, a su destino. Doy en este artículo testimonios a título de documentos en su mayoría inéditos o poco conocidos de esos lazos, su traza geométrica y combinación de los mismos en una misma representación en nuestro caso de armaduras lignarias así como su origen árabe medieval en el escenario de ciudades como Granada con la Alhambra como laboratorio irrenunciable de creaciones lignarias y no lignarias de primera mano, sistemas decorativos apeinazado y ataujerado en el caso de la madera, cuestiones todas tratadas por mí de primera mano en sucesivos trabajos, en ellos lo geométrico decorativo muy en primer plano: El arte hispanomusulmán en su decoración geométrica (6), Estudios sobre la Alhambra, I-II (7), Tratado de arquitectura hispanomusulmana, III, IV (8) y estudio en dos partes de mi página personal de Internet “Techumbres hispanomusulmanas y mudéjares”. ______________ 1. Gómez-Moreno, M. Primera y segunda parte de las reglas de la carpintería de D. Diego López de Arenas, edic. fasc. con introd. Y glosario técnico, Madrid, Instituto de Valencia de Don Juan, 1966. A. Segura de la Alcuña (Fray Andrés de San Miguel). Manuscrito sin título (h. 1640) conservado en la Universidad de Texas, facsímil de Nuere, 1990. 2. Prieto Vives, A., El arte de la lacería, Madrid, 1904; “La carpintería hispanomusulmana”, Arquitec- Tura, XIV, 1932, junto con M. Gómez-Moreno, El lazo. Decoración geométrica musulmana, Madrid 1921. 3. Nuere Matauco, E., La carpintería de lo blanco. Lectura dibujada del primer manuscrito de Lòpez de Arenas, Madrid, 1985; La carpintería de lazo. Lectura dibujada del manuscrito de Fray Andrés de de San Miguel, 1990; La carpintería de armas española, Madrid, 2000. 4. Carpintería de tradición mudéjar en la arquitectura de Diego López de Arenas, 1986. 5. “Bóvedas de madera: ¿Se pueden construir según las describen los tratados? Actas del III Congreso 9acional de la Historia de la construcción, 2000; “Geometría y proceso constructivo de la cúpula del Salón de Embajadores, Apuntes del Alcázar de Sevilla, 2, 200.

6. Madrid, 1975, 1989. Muy posteriormente “El lazo de 6 de la Alcudia (Elche), el primer ejemplo cono cido de Occidente. Las tramas hexagonales en el arte árabe”, Al-Qantara, XXI, 2001. Sobre el lazo en general, Gómez-moreno, M., “Una de mis teorías del lazo”, Cuadernos de la Alhambra, X-XI. Sobre el lazo de 12, Prieto Vives, A., “Temas de composición de los tracistas musulmanes: el lazo de doce, Investigación y Progreso, 19, 1935. El lazo de 8, Fernández-Puertas, A., El lazo de ocho occi- dental o andaluz: su trazado canon proporcional, series y patrones”, Al-Andalus, 40, 1975, trabajo muy relacionado con otro muy anterior de lacería publicado por M. Gómez-Moreno en el año 1949, Miscelánea de arte y arqueología. Confesaba este último autor en uno de sus escritos “no haber estu- diado por culpa suya ya sin enmienda las lacerías de la Alhambra”. 7. Granada, 1975-1977. 8. Madrid, 2004, 2009.

Todos estos aspectos y documentos vistos desde el punto de visto artístico dentro de la Historia del arte obviados por Enrique Nuere (esfuerzo muy loable de sus trabajos en el deseo de un conocimiento técnico más profundo de la carpintería de tradición mudéjar sirviéndose de numerosos y virtuosos dibujos obtenidos por las modernas técnicas instrumentales al uso), Balbina Martínez Caviró, a continuación de J. F. Ràfols pionera en la labor clasificatoria de armaduras mudéjares y moriscas (9) y P. J. Lavado, estudioso de algunas armaduras de Castilla la Vieja y León (10) que tuve la oportunidad estudiar también hacia los años setenta del pasado siglo (11). ______________ 9. “Carpintería mudéjar toledana”, Cuadernos de la Alhambra, 12, 1976; y “Carpintería mudéjar. Pro- blemática”, Simposio Internacional de al-Andalus, Actas, 2007. 10. “Carpintería y otros elementos mudéjares de la Provincia de Palencia”, 1981; “Las artes decorativas Mudéjares”, en Arte mudéjar en Aragón, Castilla, Extremadura, Andalucía, coord.. María del Car- men Lacarra Ducay, 2006; Recensión, “Un estudio de la carpintería de armar de Nuere española”, 1999. 11. Arte mudéjar en Castilla la Vieja y León, Madrid, 1975, y El arte hispanomusulmán… (en rea- lidad me tocó a mí reproducir por primera vez las techumbres de madera de la provincia de Pa- lencia). Respecto a la simbología o símbolo término que introduzco en el título de este artículo nunca me han impresionado trabajos en los que con estilo literario muy acicalado sus autores tratan de recrearse en el firmamento plagado de estrellas y candilejas, incluso el paraíso islámico, que dicen ver en nuestras bóvedas y cúpulas de muqarnas y lignarias amparándose en la interpretación de los Siete Cielos superpuestos de Islam que el padre Cabanelas puso a prueba con alto grado de credibilidad en el caso concreto del techo del Salón del Palacio de Comares de la Alhambra, con presencia de supuestos árboles invertidos del paraíso instalados en las cuatro limas maomares de los ángulos de la estructura (12). Ideas astrales extensibles, según diferentes autores, a las cúpulas de mocarábes de las Salas de dos Hermanas y de los Abencerrajes del Palacio de los Leones teniendo por fundamento expresiones admirativas de poemas de Ibn Zamrak dedicados a la primera antes reflejadas por otros poetas árabes en palacios del siglo XI de Granda y Sevilla. Mi tesis es esta otra, tal vez menos atractiva, entre técnica y simbólica, centrada en la estrella de ocho puntas y el octógono que conlleva y la doble estrella de igual número de puntas que desde el trazado de proporcionalidad de la Qubbat de la Roca de Jerusalén, visto por Creswell, venía dándose en la planimetría de edificios bizantinos de planta central hasta que en el siglo X en la mezquita aljama de Córdoba adquieren cuerpo arquitectónico a título de cúpulas de crucería, cabezas de serie de multitud de cubiertas hispanomusulmanas y mudéjares (sin olvidar su presencia

en las trazas arquitectónicas de Leonardo da Vinci y las de Guarino Guarini del siglo XVII), en las que la estrella siempre se hace notar en solitario en la clave o centro del almizate (fig. C). La universalidad de esas estrellas, aisladas o reiteradas en serie o como centro de los lazos de diversa clase, es lo que mueve a ver, aparte de razones técnicas, un atisbo de simbología. Si en todos estos casos la estrella es símbolo de la Divinidad o del Islam aún está por probar. Pero no hay duda que la estrella de ocho puntas marca una incuestionable unicidad que en procesos sucesivos o encadenados dan lugar a las señas de identidad de cualquiera cubierta hispanomusulmana: estrellas, o lazos, de 4, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 16 y hasta veinte y treinta y dos zafates (elementos hexagonales radiales) que los carpinteros trazan con extremada destreza auxiliándose de diversos cartabones estudiados por Nuere a partir de Diego López de Arenas (fig. C, c y c-1). En pie queda el fenómeno o espectáculo de la estrella o doble estrella de ocho puntas en solitario presidiendo la clave de una cubierta con el cuajo de ondas expansivas simétricas escalonadamente dispuestas de menos a más hasta la base de la estructura, espectacular estética plasmadas en nuestras más osadas techumbres lignarias. En esas ondas se da diálogo entre dos clases de lazos diferentes, nunca tres lazos o más excepto en la cubierta del Salón de Comares de la Alhambra, con la supuesta superposición de siete cielos coronados por el octavo de la clave, en que se dan siete tipos de lazos o ruedas originales diferentes, tres en el zócalo vidriado del Mexuar y de seguido los zócalos vidriados del camarín central del trono de Yusuf I de ese salón, con cuatro tipos de lazos. Ahora bien, el tema de la geometría decorativa nuestro viene dando pie a polémicas veladas o manifiestas, es la de una parte decoración geométrica en si misma o formalista y de otra la cara basada en valoración simbólica en términos religiosos o terrenales, cara de la que al parecer se sienten adictos determinados estudiosos del arte islámico (13) frente a la mía formalista cuyos resultados seguros o contribuciones se reflejan en los esquemas de mis obras arriba consignadas y de distintos autores. Dicho sea de paso, en este debate media el “aburrimiento” que siente ciertos historiadores del arte ante la plaga de lo geométrico, que es como si el universo islámico se geometrizara en paredes, solerías y techumbres de los edificios. “La figuración islámica será un arte bidimensional basado en ese alfabeto de figuras geométricas simples cuyas posibilidades de combinación son infinitas” que algunos historiadores tachan de “telaraña” e incluso “telaraña de Dios” en el discurso de Titus Burckhan. Taxativamente Lavado Paradina entra en el debate sin experiencia alguna personal en lo monumental, dibujística o técnica, con la frase “la tradición entre los geómetras y los formalistas ha proseguido dentro de publicaciones españolas sin dar ningún fruto nuevo hasta el momento”, es la tesis del aburrimiento desestimando por ejemplo los resultados

atesorados por los tratadistas antes referenciados. Y a continuación ese mismo autor se lanza a admitir que hay pruebas que nos muestran hasta qué punto la asimilación de esos aspectos ornamentales con imágenes paradisiacas o teológicas es harto frecuente y propicia nuevas lecturas. En este terreno, salvo el estudio del supuesto firmamento celestial, basado en la geometría y los colores, del Salón de Comares de la Ahambra a cargo de Darío Cabanelas, no consta investigación alguna creible o de peso. Como igualmente es

Figura C. Estrellas de ocho puntas musulmanas y mudéjares.

discutible la credibilidad en el comentario que le merece al poeta nazarí Ibn Yayyab del siglo XIV el techo, desaparecido, de la torre-palacio de la Cautiva de la Alhambra: “Torre fuerte que sostiene a las estrellas del firmamento y que cruzan las constelaciones”. También los contemporáneos de la excelsa techumbre de la Capilla Palatina de Palermo del siglo XII realizada y pintada por árabes de formación occidental se deleitan viéndola como imagen de los cielos con sus vivos colores entre los que descuella el oro o dorado. _______________ 12. El techo del Salón de Comares de la Alhambra. Decoración, símbolo y etimología, Granada, 1988 . 13. Lavado Paradinas, “Iconografía de la geometría musulmana”, Cuadernos de Arte e iconografía, VI -11, 1993. Descendamos de estas ideas astrales o cósmicas muy habituales en el mundo árabe y antes en lo bizantino, quedándonos tan sólo con la engañosa interpretación de estrella de ocho puntas y la doble estrella califales para ir directamente al tema geométrico al desnudo como signo de identidad de un estilo o manera de ver el arte en España desde el siglo X a los confines del XVI. De ello su mejor escaparate está en nuestras techumbres de todo género, porque, ¿cómo llegar al deseado simbolismo, por algunos autores considerado como inherente a patrón geométrico islámico, si no se tiene conocimiento concreto cuantitativamente de las unidades, patrones y composiciones o tramas geométricas que se dieron en nuestro arte hispanomusulmán y mudéjar en cualquier medio material? Y, ¿nos hemos ocupado de diferenciar la geometría árabe oriental de la

Figuras D y D-1. Las dos cúpulas de crucería de la mezquita aljama de Córdoba, 1, 2, 3, 4, 5. A la derecha estrellas de la cubierta de la Capilla Palatina de Palermo; la decoración 5, 6, 7, de la aljama de Córdoba. Es importante conocer que la estrella de 10 puntas de la cúpula central de Córdoba se repite en la clave de la cúpula de mocárabes de los Acantos de la nave central de Al-Qarawiyyin de Fez

Estrella de siete y de seis puntas generadora de lazo de 6, inéditas en techos árabes y mudéjares de madera (1, Qubba Barudiyyin; 2, piedra de

Madinat al-Zahra y trama mudéjar de ladrillo o yesería.

occidental y del porqué la andalusí incluyendo el tema de las muqarnas se muestran adictas a patrones básicos clásicos frente al tratamiento más superficial de lo oriental? ¿Es creíble la idea de que los rayos de una estrella se extienden en todas las direcciones haciendo que la estrella sea un símbolo apropiado de la expansión del Islam? Es innegable que de las estrellas de la figura C, tan habituales en la cumbre y centro de bóvedas y cúpulas, parten en todas las direcciones los nervios básicos de la estructura, pero las inscripciones árabes que a veces las asisten no dicen o insinúan nada que aclare el hipotético simbolismo de esta figura geométrica: en la cúpula de delante del mihrab de la mezquita aljama de Córdoba (fig. D, 1) la epigrafía contiene versículos de la sura 22 del Qur´an, según M. Ocaña Jiménez (14), a este respecto nada sabemos de la cúpula, muy restaurada, de la Roca de Jerusalén y en la clave de la cúpula de Santa Sofía de Constantinopla los árabes en lugar de los mosaicos originales bizantinos ponen el epígrafe en árabe “En el nombre de Dios el .Misericordioso e Indulgente”. Únicamente en el centro de algunas estrellas de ocho puntas, no precisamente de cubiertas, aparece escrito el “Allah”: estrella funeraria árabe aparecida en Córdoba, estrella esta vez de alfarje de la Gran Mezquita de Qayrawan, s. XI (fig. C, 9), y estrella de estuco de madrazas marroquíes (fig. C, 10), además de la enigmática e interesante estrella del centro del “Pendón de las Navas” (7) (8). ______________ 14. “Las inscripciones en mosaicos del mihrab de la Gran Mezquita de Córdoba y la incógnita de su data”, Qurtuba, I, 1996. Y sobre los mosaicos propiamente dichos, Stern. H., “Les mosaïques de la Gra de Mosquée de Cordoue”, Madrider Forschungen, 1, Berlín, 1976. Antes he hecho mención de la cúpula central de la maqsura de la mezquita aljama de Córdoba del siglo X (Fig. D, 1, 2) a la que acompañan a los lados dos de crucería iguales entre sí de doble estrella (4). De la primera, su cúpula gallonada con mosaicos bizantinos bastante se ha escrito sobre si se trata de imagen del paraíso musulmán. Personalmente me detengo en el centro en que convergen los gallones de los faldones por así llamarlos: una semiesfera tipo bizantino con estrella de diez puntas en medio de entrelazado de cintas bizantinas de impecable simetría (3), de ella parten ocho hacecillos dorados a modo de aureola que permiten singularizar el centro, tal vez a imitación de los rayos de luz de representaciones cristianas con la figura de Cristo o signo suyo central. Para algunos autores esos rayos son velo o simbólico cortinaje. Como quiera que fuere aquí la protagonista es la estrella o lazo de 10 de trazado curvo, el primero de esta serie del arte hispanomusulmán y atisbo del mismo entrelazado en la cubierta de la Capilla Palatina de Palermo, s. XII (fig. D-1, 3, 4). Precisamente delante de esta techumbre siciliana podemos establecer un claro paralelismo que permite acercar más a Bizancio la cúpula central de la maqsura cordobesa: figura D-1: 1, 2, estrella de ocho puntas que encierra ocho gallones convergentes en el centro señalado por estrella de ocho puntas; la estrella grande rodeada de epígrafe árabe de caracteres cúficos; en la estrella 2 cada gallón tiene pintada decoración vegetal, a veces el hom o árbol de la vida. Hasta aquí las similitudes de esta cubierta con la cúpula de crucería cordobesa en su parte central son bastantes claras. En la estrella palermitana (1) la decoración de los gallones cambia el tema vegetal por siluetas beatificas humanas. O estas estrellas sicilianas imitan la cúpula cordobesa o una influencia derivada de Bizancio está informando salvando las distancias cronológicas por igual a Córdoba y Palermo. En este contexto viene bien subrayar la presencia del motivo de estuco cordobés de debajo de la cúpula (5) que figura en el exterior de la catedral de Palermo.

Por contraste, la cúpula 4 de la doble estrella en la figura D tiene por clave un octógono de falsos gallones radiales con el centro ocupado por la misma estrella de la estructura general (4) (5), y para más inri en la plementería se concentran estrellas y figurillas gallonadas en número de dieciséis distribuidas en dos ondas como si giraran rítmicamente en torno al centro. Esta concurrencia de figurillas accesorias o de compañía, desde luego enigmáticos iconos, recuerdan a las que se ven en la base alta de la cúpula de la maqsura de la Gran Mezquita de Qayrawan y como plagios de las de Córdoba las de las mezquitas toledanas del Cristo de la Luz y de las Tornerías. Toda esta procesión amañada de estrellas de diferente escala, ¿son interpretación de cielos o paraíso musulmán? De momento mi conclusión para el escenario en que nos movemos es que se dan tres tipos de estrellas, una de ocho puntas, las dos estrellas de ocho puntas reunidas y estrella de diez puntas tal vez fruto de mero juego estético del artesano llamado a ser interpretado de mil maneras en el ulterior desarrollo del arte hispanomusulmán empezando por la falsa bóveda de crucería de la Capilla de Villaviciosa de la misma mezquita cordobesa (A). Una connotación sobre ésta: en mi criterio la negación de signo estrellado protagonista en el centro de la estructura enaltece o prestigia a las cúpulas de la maqsura selladas con las mencionadas estrellas que por figurar en donde figuran, el lugar más sacramentado del edificio, pudieron ser tenidas con mensajes divinos en su doble acepción de paraíso o cielo islámico, interpretación tal vez reforzada por el uso y abuso a posteriori de esos mismos signos, empezando por la estructuras de muqarnas, en cúpulas y bóvedas próximas a la maqsura en los ejemplos de mezquitas almorávides y almohades, a veces estrella presidiendo cupulilla del mihrab, según figura en lo hispanomusulmán por última vez en el nicho sagrado del oratorio del Partal de la Alhambra. Omnipresencia de la estrella califal con el paso el tiempo de variable número de puntas por pura técnica o rutina artesana, el artesano más que creador es un virtuoso de su oficio que se mide por la calidad de su trabajo, o ¿porque es denominador común de la islamología en su acepción de paraíso o cielo predicados por el Qur´an? A este respecto habrá que reparar de cara a lo postcalifal en el abanico de estrellas de muy variable número de puntas, del 4 al 16, con lo que esas figuras no dejarían de relacionarse con la supuesta Deidad así como el nicho de mihrab no deja serlo por su planta: octogonal, cuadrado, hexagonal, pentagonal, en la Gran Mezquita de Qayrawan de más de doce lados y hasta un circulo completo. He aquí un modelo para poder comprender la mentalidad estética del Islam.

Y voy a detenerme, como obligado complemento de lo hasta ahora dicho sobre el simbolismo, en las acepciones o significados que se vienen dando al termino árabe qubba sobre el que he escrito con cierta amplitud a partir del 1981. De este año es mi artículo “En torno a la Qubba Real en la arquitectura hispano-musulmana” (15) minimizado u obviado por algunos historiadores del arte y arquitectos nuestros. El tema central es el binomio qubba-cúpula o qubba= cúpula que no es lo mismo que qubba= edificio o pabellón con o sin cúpula de planta cuadrangular. Maslow y G. Marçais (16) ya admitieron para el Norte de

Figura E. Tipos de qubbas mu

Figura E. Tipos de qubba-s hispanomusulmanas y mudéjares.

África que qubba puede ser una pieza o habitación cubierta o no con cúpula. Y para más aclaración Lévi-Provençal comenta texto árabe del siglo XIV sobre palacio marini que debía tener cuatro salas o qubba-s con techos de madera-saqf niyarat-, o sea de una parte sala llamada qubba y de otra techo de madera (Le Musnad de Ibn Marzuk). Y por conclusión Dozy dice del término que nos ocupa: “lugar que sirve de centro de otros lugares y que ejerce de soberanía o supremacía” (17). Grabar curiosamente no supo o quiso aplicar el término a las salas principescas de la Alhambra cuando los poetas nazaríes se refiere a ellas con el término qubba. Y así, no sé si con otros autores, personalmente a la vista de muchos ejemplos arquitectónicos supe que qubba era edificio regio de planta cuadrada de gran altura dentro de una mezquita metropolitana o palacio, desde los años del califato de Córdoba, Qubba Real ya presente en Oriente durante las dinastías omeya y abasí (18). Sobre la Qubbat al-Sajra de Jerusalén (691) una inscripción dice que fue ordenada la restauración (´imara) de la qubba en 1022/413. A lo que Van Berchem añade que la inscripción significa no que la cúpula ha sido rehecha, sino simplemente que el edificio, todo el edificio, ha sido restaurado (19). Y esta otra cita de Donald N. Wilber: la sala de la gran cúpula de la mezquita Masyid al- Yama´a de Qazwin, en Irán, según reza la inscripción fue comenzada en 1106 y terminada en 1115. Se llamó a esta sala- añade el autor- maqsura, pero la última lectura de la inscripción dice qubba término que está aludiendo a toda la arquitectura abovedada (20). Pues bien, ya tenemos el termino qubba liberado de techo o cúpula, la cual puede o no estar instalada en la qubba o sala de elevada altura de planta cuadrada normalmente abierta por cuatro lados. En la dirección de la acepción qubba= sala o pabellón podemos ir acercándonos al simbolismo de la centralidad de aquella en solitario o dentro de una mezquita o palacio, pieza arquitectónica de superior jerarquía de edificio o incluso de ciudad, el módulo qubba que en el mundo islámico conlleva a lo largo de los tiempos múltiples funciones quedándonos nosotros con la Qubba Real de la mezquita aljama de la Córdoba metropolitana del siglo X y de palacios, porque en Madinat al-Zahra según al-Maqqari también hubo Qubba Real. Se puede decir que en Córdoba la qubba encarna una idea, un módulo abstracto, forma inconcreta que a tenor del país o la época en que va a materializarse adquirirá esta o aquélla forma arquitectural (fig. E). De manera que la qubba califal de Córdoba estilísticamente no es lo mismo que la qubba omeya o abasí oriental, si bien las qubba-s de la Alhambra del Palacio de los Leones quieren seguir la pauta marcada por Córdoba. Ya vimos que al decir de Idrisi e Ibn Nazzam las qubba-s de la mezquita aljama de esta ciudad son los tres pabellones abovedados de delante del mihrab y el de la Capilla de Villaviciosa, según la ampliación de la mezquita de al-Hakam II. En ellas está la sede de la religión, bajo la central se cobija la oración del califa que mira al mihrab: una lujosa estancia para el califa postrado ante el nicho del mihrab o el Santa Sanctorum de la Divinidad. Sobre la Qubba Real la figura E nos muestra diversos diseños de la misma hispanomusulmanes y mudéjares: 1, 2, mezquita aljama de Córdoba; 3, Sala de las Dos Hermanas de la Alhambra y en ésta también el Salón de Comares o sala del trono de Yusuf I (4); el 5 y 6 de la qubba de Justicia mudéjar del Alcázar de Sevilla. _____________ 15. “En torno a la Qubba Real de la arquitectura hispanimusulmana”, I Jornadas de Cultura Árabe e Is- Lámica, Actas, 1981. 16. Marçais, G., L´architecture musulamne d´Occident, 1954, p. 311. Maslow, Les mosques de Fes et du 9ord du Maroc, París, 1937 17. Suppl., T. II, p. 297. 18. Sourdel Thomine , J., “Questions des ceremoniel ´abbaside “, Revue des Études Islamiques, 1960. 19. K. A. C. , Creswell, Early Muslim architecture, I, 65, 66.

20. “Le Masgid-i.- Gami de Qazwin”, Revue des Études Islamiques, XLI, 1973. Y el mismo poeta de la Alhambra Ibn Zamrak presumía de que todas las inscripciones de tacas de las qubbas de la Alhambra eran suyas (E. García Gómez, Ibn Zamrak, el poeta de la Alhambra, Madrid, 1943).. Evidentemente aquí se entiende qubba como edificio, tipo Sala de las Dos Hermanas, pues no cabe pensar en cúpulas con tacas inscripcionadas..

Vistos los atributos que ennoblecen al edificio módulo más singular del Islam, la Qubba Real, su centralidad y singularidad, es lógico que en él, en su cúpula, viniera a instalarse no sólo la innovara estructura de nervios o arcos entrelazados, como un gesto de independencia respecto a otras cúpulas islámicas de Oriente y del Norte de África, según trazas básicas clásicas, sino también la decoración artística más selecta o sublime del orbe islámico y el occidental personificado en Bizancio. Esta sobrecarga de decoración hasta el punto de que la pieza arquitectónica pueda ser considerada como una obra suntuaria viene de que efectivamente la Qubba Real es, entre muchas cosas, el centro, el lugar del califa o su trono, y la materialización de algo trascendente y sublime, cual es el Islam. Aunque sin comprobar no sería extraño que en este marco palpable de simbolismo de orden arquitectural se incluyera la imagen abstracta de paraísos o cielos del Qur´an en el lenguaje geométrico y floral sobre la que tantos autores de nuestro tiempo se muestran tan entusiasmados. Para mí las estrellas de ocho puntas y la doble estrella más la de diez puntas de la cúpula central con el añadido de los mosaicos bizantinos y vegetales de los gallones acompañados de los estucos de debajo de la estructuras (fig, D-1, 6, 7) son incitaciones incuestionables pese a que la realidad del significado de estos atributos siga siendo engañoso y lo seguirá siendo mientras los textos árabes y epigrafía al caso enmudezcan. Hasta la fecha una aproximación a la realidad del simbolismo solamente constatada en el techo del Salón de Comares de la Alhambra en cuya base se lee un versículo del Qur´an sobre los “siete cielos superpuestos” y “hemos adornado el cielo del mundo con candilejas…”, tema que nos remite a la interpretación que hace Dario Cabanelas del techo alhambreño. 1. LA EXPERIENCIA ÁRABE ORIENTAL

Qubbat as-Sajra de Jerusalen Para las cubiertas hispanomusulmanas de lujosa decoración geométrica o de lazos, prácticamente todas, viene bien aludir a la cuna de la arquitectura árabe encarnada en la Qubbat de la Roca de Jerusalén, Qubbat as-Sajra finalizada en el año 691, monumento de carácter conmemorativo mandado erigir por el califa Abd al-Malik en la explanada sagrada del templo de Salomón (fig. 1, 1, A). Me refiero de ella a la traza de proporcionalidad o planta centralizada (sistema radial o trazado regular) que Creswell dibuja en su esquema (A) (21). La planta entera del edificio es la (3) de

Figura 1. La estrella de proporcionalidad en la arquitectura árabe

H. Stierlin. La traza de Creswell (A) da la doble estrella del esquema (B) extraída de mosaicos de la Antigüedad: estrella de ocho puntas iguales dentro de otra de puntas agudas con ocho cuadrados adicionales, esquema muy presente en la arquitectura decorativa hispanomusulmana como vimos y seguiremos viendo. Se ha dicho que la traza de proporcionalidad de la Roca viene de la arquitectura paleocristiana reflejada también en la iglesia bizantina de San Vital de Ravena (fig. 1, 5: la mitad de la derecha, la de la izquierda es de la Roca, además fig. 2, C). La misma traza aunque esta vez sesgada se deja comprender en la planta de la iglesia preislámica siria de San Jorge de Ezra (2) (2-1). En definitiva plantas ochavadas todas ellas provistas de uno o dos deambulatorios. Una interesante modalidad lo di en una de mis publicaciones propia de la arquitectura romana, concretamente espacio octogonal de las termas de Antonino de Cartago (4: la de la izquierda con sus bóvedas de aristas actuales, la traza de proporcionalidad a la derecha). A continuación la traza de iglesia romana de Leonardo da Vinci (6) (fig, 2, E) (22). En Oriente la Qubbat as-Subaibiya, tumba mausoleo abbasi cerca de Samarra, del siglo IX, según versión de Creswell (7) (fig. 2, D, con la traza de proporcionalidad) (23). Y viene muy a cuento la planta alta de torre ochavada, almohade, de la calle Porvera de Jerez de la Frontera (8) (24), esta vez salita octogonal de ocho pilares y deambulatorio con ocho techos trapezoidales de medio cañón mientras el de la salita central es bóveda esquifada de ocho paños, sin trompas. Luego viene el cuándo se da el traspaso de la trama de la doble estrella a la arquitectura viva con función a la vez arquitectónica y decorativa presumiblemente gestado en Oriente (la cuna en Irán o Irak) frente a la tesis prioritaria occidental con escenario en la mezquita aljama de Córdoba del siglo X (fig. 2, A, B, B-1) que veremos en siguiente capítulo. Esta última tesis desde luego se afianza dejándose notar en la amplia descendencia que tuvo la traza estrellada en nuestra arquitectura hispanomusulmana, ba-

Figura 2. La estrella de proporcionalidad en Bizancio y la

arquitectura árabe Figura 3. La estrella de ocho puntas en los mocárabes

sicamente en el nivel decorativo, pero como quiera que fuere una iconografía legendaria y milenaria inherente al Islam de uno y otro lado del Mediterráneo, desde su más temprana edad, por no decir de carácter simbólico que algunos autores atribuyen a la traza de proporcionalidad de la Roca de Jerusalén. Ya Burckhard advierte en ella la Divinidad oculta en el mensaje geométrico derivado del Templo de Salomón. Las claves de nuestras cúpulas hispanomusulmanas más representativas, en la Alhambra la del Salón de Comares, salas de Dos Hermanas y de los Abencerrajes y Sala de la Justicia (fig. 1, 9, 10, Sala de las Dos Hermanas) e incluso el trazado previo de la geometría decorativa de los alicatados alhambreños de Comares (11), vienen presididas por la mítica doble estrella. Y un poco al margen la radiografía de las torres ochavadas de la arquitectura mudéjar aragonesas, figura 2: 2, de la Torre Nueva de Zaragoza, pasando por las torres (3) (4) y (5) de la torre de San Pablo de Zaragoza. A la cabeza de ellas he dispuesto la planta del aminar de la mezquita aljama de Madinat al-Zahra (1). (25) Termino con la figura 2 poniendo la comparación de la traza de Leonardo da Vinci (E) y la (F) de cúpula de capilla de San Pablo de Córdoba y al final trazas de la arquitectura religiosa de Turín de Guarino Guarini, siglo XVII (26). Y como última modalidad la de la Capilla Palatina de Aquisgrán (7) con octógono central y planta de hexadecagonal al exterior, en torno al primero alternancia de bovedillas de aristas triangulares y cuadradas según se advierte también en la Torre del Oro de Sevilla, sólo que en ésta la relación de polígonos es la 12-6 frente a la Capilla de Aquisgrán, 16-8. El caso de la torre del Oro relacionado con la clave de la cúpula nervada del siglo XII de habitación del Patio de Banderas de Sevilla y ambos iconos derivados de traza clásica constatada en España (ver fig. 15, 2, 3). La universalidad en el mundo árabe de la doble estrella se concreta en los más mínimos detalles decorativos de nuestras techumbres mudéjares del siglo XV, con ejemplo muy elocuente en el ensamblaje de una trompa plana de la iglesia parroquial de Erustes (Toledo) (fig. 3). (27) Otros ejemplos de cúpulas orientales La relación Oriente y al-Andalus, vía estructura cupular, tiene otro ejemplo en el mausoleo o tumba regia del Sultan Sangar en Merv, Irán, erigida en 1157 (fig. 4, 1, C) (28), sala cuadrada de 17 metros de diámetro, cuatro trompas de muqarnas e interesante trazado geométrico meramente decorativo formado por yuxtaposición o entrelazado de dos estrellas, la normal de ocho puntas, propia de la cúpula central de delante del mihrab de la mezquita aljama de Córdoba del siglo X, y la doble estrella de la traza de la Roca de Jerusalén (B); el esquema resultante es el (A) que incluye lacillo de ocho rombillos irregulares de la clave. Sobre este tema decorativo no se deja ver en otra arquitectura oriental que se sepa, mientras tiene varias replicas en nuestros monumentos hispanomusulmanes: 3, de lápida funeraria de cementerio árabe de Ronda; 4, se da en la mezquita de Taza, yeserías nazaríes del siglo XIII e incluso en zócalos pintados; también aparece en los ábsides de la catedral de Palermo (5) y en techo plano del Palacio Real de Ruggero II de la misma ciudad (29); de la sinagoga de Santa María la Blanca de Toledo es el disco (6). La relación Irán-al-Andalus a la altura de los siglos XII, XIII y primera mitad del XIV no resultan tan extraña si se acepta el paralelo de dibujo de yesería del Partal de la Alhambra (7) y de otro persa del siglo XII-XIII (7-1).

Sin salir de Irán la mezquita de Yazd (1325) (30) luce espléndida cúpula de base circular esta vez cerámica sobre cuatro trompas de muqarnas. La geometría decorativa es un lazo de 16 zafates en la clave rodeado de otros tantos lacillos en rueda de seis zafates más otra onda de dieciséis lazos de 7 zafates. Semejante programa decorativo se adelanta a composiciones geométricas de las cúpulas de los templetes del patio de los Leones de la Alhambra y cubiertas ochavadas mudéjares de madera de época tardía. Respecto a otras cúpulas con trompas de muqarnas esta vez muy rebajadas respecto a la linterna de ocho ventanas, tipo de cúpula de las salas de Dos Hermanas y de los Abencerrajes de la Alhambra, destaco la de la mezquita iraní de Veramin (8) también de decoración cerámica de azulejos (31). Cúpulas las dos aquí descritas trasdosadas, como la de Santa Sofía de Constantinopla (fig. 5, 1) de 39 nervios, cuyos dibujos originales de la clave fueron sustituidos por el epígrafe árabe “en el nombre de Dios el misericordioso e indulgente”, cúpula literalmente replicada en la mayoría de las monumentales mezquitas árabe turcas en paralelo con la cúpula de crucería de la mezquita aljama de Córdoba del siglo X traspasada a muchos edificios hispanomusulmanes y mudéjares. Muestras de cúpulas trasdosadas de Oriente y Egipto son las de las figura 5, 2, 3, del cementerio de Assuan y de la madraza de Qala´ún de El Cairo. Interesante es la cúpula Bukhara de Uzbekistan con cúpula ochavada de cuatro trompas planas en horizontal, toda la superficie estucada plagada de decoración geométrica original formada por la clave de dieciséis estrellas de ocho puntas como centro de lazo de 16 y abajo ronda de ochos lazos o ruedas de 10, muy hispánica en su estética general si bien la combinación de lazos de 16 y de 10 es composición inédita en al-Andalus y en lo mudéjar. Si se da aquí el combinado de lazo de 12 de la clave y rondas de lazos de 10, de la media naranja

Figura 4. Cúpulas orientales. 1, A, B, C, tumba del sultán Sangar, Merv, Iran; 2, mezquita de Yazd; 8, mezquita de Veramín, Irán

Figura 5. 1, Santa Sofía de Constantinopla; 2, 3, cúpulas de El Cairo; 4, mezquita de Buhhara, Uzbekistan;5 rueda de lazos de la Alhambra.

del Salón de Embajadores del Alcázar de Sevilla. En España el combinado de ruedas más propicio es el del esquema (5), lazo de 16 y lacillos de 8 y otros más. Aún así no se puede negar que la estética de los casos orientales y los hispanos mencionados en base a los combinados de lazos viene a ser la misma. Otra cosa es la cúpula trasdosada de claro origen oriental. Si bien la cúpula extradosada hizo fortuna en Ifriqiya y Palermo a partir del siglo IX tal como se ve en la figura 6: Palermo del siglo XII, 1, 2; Gran Mezquita de Qayrawan, 2-1, 4, 7, 8; Susa, 3-1, 5, 9, 10; mezquita aljama de Túnez, 3. Mientras en la arquitectura hispanomusulmana se desestima por completo en los monumentos oficiales la cúpula extradosada (fig. 7): mezquita aljama de Córdoba del siglo X , 1, 2, 3, 4; respecto a su alminar hay dos versiones sobre la cubierta del segundo cuerpo, la de Félix Hernández con cúpula trasdosada (5) (32) y la de Gómez-Moreno y la mía (5-1) (33), segundo cuerpo aterrazado o con tejado de cuatro aguas. Esta última modalidad se perpetúa en la arquitectura hispanomusulmana y la mudéjar: 6, Cuarto Real de Santo Domingo de Granada; 7, puerta de la Rawda de la Alhambra; 8, las cinco cúpulas del Palacio de los Leones de la Alhambra; 9, qubba de la Sala de Justicia del Alcázar de Sevilla. Respecto a Madinat al-Zahra pudiera haber indicio de cúpulas en las dos torres de uno y otro lado del pórtico cerrado del “Salón Rico” de Abd al-Rahman III reconstruidas exteriormente por Félix Hernández (fig.7-1, 1). Podrían haber tenido un segundo cuerpo octogonal con tejado de ocho aguas, de acuerdo con las qubbas de delante del mihrab de la mezquita aljama de Córdoba. En este sentido traigo el salón o tarbea mudéjar del “Taller del Moro” de Toledo (fig. 7-1, 3) flanqueado por dos torres ochavadas con tejados en la parte superior que albergan cúpulas de ocho paños de madera según veremos más adelante. Diferente aspecto ofrecen las capillitas y fuentes populares de tradición islámica del nuestro orbe occidental, incluida España, con cupulillas generalmente esquifadas de ocho gajos (fig. 8): 1, 2, 7, del cementerio musulmán de Fez; 3, de zona de Murcia; 4, fuente de Sicilia; 5, ermita de Lepe; 6, fuente de Palos de Moguer; 8, de jardín palatino de Palermo. La cúpula (9) es de la capilla de la iglesia de Santa Catalina de Sevilla.

Figura 6.Cúpulas de Qayrawan, Susa, Túnez y Palermo. Figura 7. Cúpula hispanomusulmana con tejados a cuatro y ocho aguas

2. CÚPULAS DE NERVIOS ENTRELAZADOS DE LA MEZQUITA ALJAMA DE CÓRDOBA DEL SIGLO X Y SUS SECUELAS En el Tratado de arquitectura hispanomusulmana, IV, di amplia descripción y documentación gráfica de las cúpulas de arcos o nervios cruzados de piedra de la mezquita aljama cordobesa que resumo en las figuras 9, 10, 10-1, 11, 11-1 y 12. Tres cúpulas centradas en la maqsura la de en medio delante del mihrab de al-Hakam II (fig.9, 1, 2, según plantas de Ewert y Torres Balbás; las secciones 4 y 3 de Ewert y de Saladín (1907). (34) .En A la cúpula central: 1, sección; 3, planta con ocho contrafuertes exteriores a imitación de capilla bizantina de San Lorenzo de Milán a titulo de baptisterio (2). Los arcos o nervios correspondientes a dos cuadrados entrelazados con bóveda agallonada en la clave, la primera cúpula estrellada conocida del Islam Occidental. Los nervios o arcos entrelazados de las cúpulas laterales da la doble estrella

Figura 7-1, Supuesta presencia de cúpulas en el pórtico del “Salón Rico” de Madinat al-Zahra.

Figura 8. Cúpulas populares de cementerios, rabitas, fuentes y capillas cristianas.

Figura 9. Los dos tipos de cúpulas de crucería de la mezquita aljama de Córdoba.

Figura 10. Los dos tipos de cúpulas de crucería de Córdoba

derivada del módulo de proporcionalidad en los edificios de planta centralizazada o regular, qubbat de la Roca y San Vital de Ravena, analizada en el capítulo anterior (B) (5) y figuras 10 y 10-1. No se sabe a ciencia cierta si esos arcos entrelazados trasladados a las superficies cupulares se pensaron a modo de trípodes o apoyos de ocho pies de la cupulilla gallonada de diferente escala instalada en la clave o ésta es mera solución de cerramiento de la estructura protagonizada por los arcos. Como quiera que fuere se dan de lado los arcos-nervios convergentes en el centro propios en esa época de las cúpulas trompeadas de las mezquitas de Qayrawan, Susa y la Zaytuna de Túnez, según tradición bizantina (35). Desde el punto de vista técnico y decorativo el caso cordobés sin duda obedece a la voluntad de independencia con respecto a cubiertas de las arquitecturas africanas y orientales. En el terreno estético las diferencias son evidentes y en lo técnico o constructivos los nervios de las cúpulas cordobesas son independientes del resto de la cubrición en tanto que en Qayrawan, la Zaytuna de Túnez y Susa los nervios y plementos forman armazón o bloque conjunto, ello probado por A. Lézine y L. Golvin, siguiendo tradición bizantina (36). Pero no se puede negar que a esa tradición se debe la instalación de las cuatro trompas de los ángulos (6) (7) y fig. 11, 5, 6, en la misma base de la estructura cupular cordobesa que en los especímenes de Ifriqiya se ubican muy por debajo de las ventanas de la linterna (fig. 11, 7, 8). La teoría de los arcos entrelazados, arcos de herradura en las cúpulas laterales del mihrab, aplicada a estructura cupular nace propiamente en los paramentos calados de las tres capillas o qubbas y en las portadas laterales de la mezquita patrocinada por el califa al-Hakam II, de manera que dicho traspaso de superficie plana a superficie cupular es una invención incuestionable occidental cordobesa que escapa a supuesta influencia oriental iraní o irakí propuesta por varios autores la que según Torres Balbás no queda aún probada (37). En un artículo mío daba una piedra goda aparecida en Almonacid (Toledo) con decoración de arcos de medio punto entrelazados (fig. 11, 1) (38) modelo sin duda, al menos en esta parte occidental del Islam, del entrecruzado de arcos de herradura cordobés. En la propia mezquita aljama de Córdoba se dan dos tipos de dibujos de arcos

Figura 10-1. Teoría de los arcos entrelazados hispanomusulmanes; A, B, 1, 2, 3, Córdoba; 4, del palacio Ziri en Achir, Argelia; 5, ábside de la catedral de Cefalú, Sicilia.

Figura 10-2. Teoría de las cúpulas de crucería cordobesas y sus luces sobrepuestas a las sículo- normandas de Palermo a partir de San Cataldo y la “Martorana”, 3, 5: decoración floral de mosaicos cordobeses y de la “Martorana”, 6, 7, 8.

entrelazados vistos en la figura 11 (2, A y B); el A se da en la cúpula central y el B en las cúpulas laterales; en el esquema (3) dichos entrelazados con las trompas y ventanas incluidas. De otra parte reparamos en la ruedas a y b del dibujo (4) de piedra plana meramente decorativas de las mezquitas aljamas de Susa y de Qayrawan respectivamente publicadas por A. Lézine (39). ¿Se trata de decorados copiados de supuestas cúpulas del siglo IX o anteriores desconocidas con nervios o arcos entrelazados?, ¿tuvieron algo que ver los mismos en la confección de las cúpulas nervadas cordobesas? En este discurso tras de lo dicho siempre habrá que seguir pensando si la aljama de Córdoba tuvo en el siglo IX algún espécimen de cúpula de madera, con o sin nervios; así lo pensaba L. Golvin que la ubica delante del mihrab de la ampliación del haram de Abd al-Rahman II (40), justo donde ahora se encuentra la Capilla o qubba de Villaviciosa de al-Hakam II. Cúpulas de madera existieron en un principio en las aljamas orientales de Medina y Damasco, también en la Gran Mezquita de Qayrawan, de hecho la cúpula de la Roca de Jerusalén es de madera (41). Si la supuesta armadura de madera cordobesa del siglo IX era nervada o no nunca se sabrá, aunque al arquitecto o diseñador de la superposición de arcos impuestos en el haram emiral no le faltaría talento para organizar cúpulas de nervios cruzados, de piedra o de madera. Respecto a los arcos lobulados entrelazados en cúpulas, sustituyendo a los de medio punto o herradura, disponemos de dos ejemplos a título decorativo, en la pseudobóveda de los píes de la nave central, la Capilla de Villaviciosa (fig. 12, A, 7, 8, 9) con réplica en la mezquita del Cristo de la Luz de Toledo y en la Qubbat al-Barudiyyin de Marrakech del siglo XII (fig. 12, B) (42). El esquema geométrico de la falsa bóveda de Villaviciosa en la que se eliminan las trompas viene dado por uno de los azulejos abasíes del muro de qibla de la Gran Mezquita de Qayrawan (fig. 12, 5). Y respecto al antecedente de su cupulilla agallonada de la clave (1) se podría pensar en la cúpula de los pies de la nave central de la Gran Mezquita de Qayrawan del siglo IX sustituida entre el siglo XIII y el XIX por otra de ladrillo presumiblemente imitación de la estructura primitiva aglabí (fig. 12, 2); en el dibujo 3 la mitad superior es de la clave de la cubierta de la capilla de Villaviciosa, la inferior de 16 gallones del ejemplar qayrawaní que nos ocupa. Volviendo a las cúpulas nervadas laterales de la maqsura de la mezquita aljama de Córdoba insisto en la participación de tradición bizantina. Se puede trasladar la cimbra de piedra con las dos estrellas (fig. 10-2, 2) por ejemplo a una de las cúpulas o medio naranja con cuatro trompas tipo bizantino de la iglesia de San Cataldo de Palermo (3) dando por resultado la hipotética cúpula (4). Igualmente se podría imaginar el mismo efecto si la trasladada es la cimbra de la cúpula central de la maqsura cordobesa (1). Al tratar la cúpulas agallonadas del siguiente apartado tendré la oportunidad de incidir en que las juntas de los gallones son aristas vivas, al uso bizantino, mientras los nervios de la cúpulas radiales ifriqíes comentadas son listeles o cintas planas, añádase el mensaje de Idrisí sobre la presencia de mosaistas bizantinos en Córdoba para decorar todo el frente del mihrab y la cúpula de delante. (43). En este punto no se puede obviar el paralelo referido a la decoración floral de mosaicos de Córdoba (6) y de la “Martorana” de Palermo (7) (8) así como el juego de ventanas de la cúpula de ésta (5): sobre las trompas la claridad de cuatro ventanas y las otras cuatro entre trompas que lleva sobre todo a la cúpula central de la maqsura de Córdoba. Yo destaqué ya una curiosa cúpula bizantina del siglo XIII localizada en la iglesia de Parigoritissa de Arta publicada por Cyril Mango (fig. 11-1), trayéndola a cuento por cuanto su provinciana estructura me

recordaba las cúpulas cordobesas: engañosas trompas y arcos grandes entremedia descansando en parejas de columnas como colgadas. Dice Cyril Mango de ella y de su

anónimo autor:” porque el arquitecto fuera un provinciano libre de las concesiones de una fuerte tradición, fue capaz de experimentar con formas tomadas en préstamo al Occidente y así llego a una solución ad hoc que si no del todo feliz es al menos un híbrido interesante” (43). Respecto a la propuesta de supuesta influencia oriental en nuestras cúpulas de crucería cordobesas G. Marçais publicó el dibujo 7 de la figura 11-2, de la gran mezquita o

Chum´a de Isfaham (D) donde además se ha podido localizar el esquema (6) y dos cupulillas más (C), (D), en aquél los puntos de convergencias de las puntas de la estrella inciden en el centro de los ocho lados del octógono. Nueva cúpula de ladrillo estrellada iraní es la (8). La modalidad de cúpula (6) anticipándose a la iraní la tenemos en España: primero cupulillas decorativa de la pseudobóveda de la Capilla de Villaviciosa (fig. 12), lue-

Figura 11. Teoría de arcos entrelazados: 1, 2, 2-B, 3, 4; cúpulas de nervios radiales, 5, 6, 7; cupulines decorativos de compañía, A, B, 7, 8. La cúpula 6, restitución hipotética de la mezquita de Pechina del s. IX, según descripción de Himayari y al-Udri ( 11 arcos convergentes sostenidos por cuatro columnas)

Figura 11-1. Cúpula de la iglesia bizantina de Parigoritissa de Arta, según Cyril Mango.

Figura 11-2. Diseños de cúpulas de crucería post califales e iraníes

go la mezquita toledana del Cristo de la Luz (fig. 11-2, 1, 2, 5) y dentro del arte románico de piedra la iglesia de Hospital de San Blas del país galo (3) (Pierre Dabourg-Noves), además de San Miguel de Almazán y Capilla-torre navarra de Loarre divulgadas por Torres Balbás (45). Pasando a las cúpulas de muqarnas del siglo XII la clave de la de delante del mihrab de la mezquita de Tremecén adopta el mismo tipo de estrella sesgada (4) y figura 15, 4). Respecto a la Chum´a de Isfahan sus cupulillas referidas está probado que se deben a reformas del monumento introducidas entre el siglo XI y el XIV. Interesa además ver cómo algunas de las estrellas de ocho puntos de la trama geométrica de la cubierta plana de la Capilla Palatina de Palermo se cubren con la doble estrella cordobesa (fig. 11-2, A). Por último, la estrella cordobesa sesgada en la modalidad toledana (1) trascendió a algunos zócalos pintados del siglo XII, de la alcazaba almeriense y otras exhumadas en Córdoba (B). Insistiendo en la influencia oriental de cúpulas nervadas de al-Andalus como dije las hipótesis son abundantes básicamente resumidas en dos propuestas. La de G. Marçais: “La Grande Mosquée d´Ispahan presente des coupoles dont des arcs de briques entrecroisés constituent lóssature, Nous constaterons en Espagne, dès le X siècle, l´enploi de ce genre de coupoles sur nervures” dont la Perse semble bien la patrie”; y refiriéndose nuevamente a las cúpulas hispanas, “Elles présentaient des arcs entrecroisés enjambant l´espace à cuvrir et délimitant un polygone central que surmontait une calotte hémisphérique. Comme nous l´avons vu, l´origine ces “coupoles sur nervures” semble iranienne”. Dès le début de l´époque sassanite, la Perse employait des arcs entrelacés réunis par de légères portions de voûtes cintrées” (46). La traza de la estrella de la cúpula central cordobesa con polígono en la clave la ve Torres Balbás

Figura 12. Cubierta de la Capilla de Villaviciosa de Córdoba.

Figura 12-1. La mezquita del Cristo de la Luz de Toledo, según Ewert, 1 ( 2, teoría de las estrellas matrices de cúpulas de crucería.

Mezquita de las Tornerías de Toledo

en una de las bóvedas de la mezquita comentada de Isfaham y en bóveda de la tumba de Mahmud en Bijapur (India, s. XVII) (47). Respecto a la estrella de las dos cúpulas laterales cordobesas ese autor la registra en bóveda de al-Maqam- ´Ali (Mesopotamia, 1193) y bóveda de la Chum´a de Isfahám, si bien el propio autor no ve resuelto el tema de la prioridad cronológica de los ejemplares iraníes, de difícil resolución también para John D. Hoag (48). Curiosamente este último autor refiriéndose a los cupulines o iconos agallonados que salpican los plementos de las cúpula laterales de la maqsura cordobesa y la de la Capilla de Villaviciosa (fig. 11, A) dice que obedecen a inspiración de la Gran Mezquita de Qayrawan (49); deberá referirse a los iconos decorativos sueltos que se dejan ver por debajo de las trompas (fig. 11, 7, 8), igualmente presentes en las mezquitas toledanas del Cristo de la Luz y de las Tornerías (fig. 11, B). Por conclusión subrayar novedosa teoría propuesta por L. Golvin referida a Córdoba y Toledo (50). Piensa este autor galo que las bovedillas decorativas de la mezquita toledana del Cristo de la Luz (999) (50 bis) (fig. 12-1) hechas de ladrillo y estuco deberían ser como ensayos de cúpulas nervadas de tales materiales que pasan a ser de piedra con función arquitectónica a la mezquita cordobesa del siglo X (965), entendiéndose que las toledanas provendrían de edificios locales muy anteriores de la ciudad del Tajo. Sobre el traspaso de estructuras de ladrillo orientales a la piedra ya alertaron Lézine y Golvin en casos concretos de la tradición cupular de Ifriqiya. Las restantes cúpulas de albañilería con nervios o arcos entrelazados y la clave estrellada

Derivan directamente de las cordobesas y toledanas antes estudiadas del siglo X, si bien se registran dos modalidades muy diferentes: aquellas que son prácticamente plagio de las califales aunque fraguadas con material poco noble, como en el Cristo de la Luz de Toledo, los casos de la Capilla de Belén del viejo Convento de Santa Fe de Toledo (s. XI-XII) (fig. 13, 1, sección de Gómez-Moreno), la de una torre del castillo-alcazaba de Alcalá la Real (Jaén), s. XIII-XIV (2) (3) fraguada enteramente con ladrillo, al estilo iraní, y cúpula de capilla o sacristía de la iglesia de San Pablo de Córdoba, s. XIII-XIV (5) en la que sobre la cúpula de las dos estrellas se acopló linterna con

Figura 13. Cúpulas de crucería poscalifales.

cupulilla de la misma estructura que debió haber tenido, según Gómez-Moreno, la referida cúpula de la Capilla de Belén de Toledo. Con ellas finaliza la primera modalidad. Luego ya dentro de la dominación almorávide-almohade, siglo XII, se inaugura la cúpula baída o esquifadas de ocho paños decorada con la doble estrella califal instalada en la clave de las que parten ocho parejas de arcos por continuación de la estrella central, es decir, cúpula con lazo o rueda de 8 que en realidad se da por insinuada en superficie plana de celosías caladas o ciega del siglo X de Córdoba y de Toledo (fig.13-1). Se trata de cúpulas de nervios meramente decorativos o superficiales. Esta modalidad afecta a buen número de casos que paso a describir. Una planta superior del alminar de la Kutubiya de Marrakech (fig.13, 6), en la clave lisa dos estrellas califales y muqarnas en las cuatro trompas (51). El segundo ejemplo localizado en la planta baja de la referida torre de Alcalá la Real (4) (10) (52) también toda de ladrillo y cuatro trompas de aristas. El tercer caso dentro de la torre del homenaje del castillo alicantino de Villena dándose aquí dos cúpulas de trazado no semejantes, inicialmente publicadas por Azuar Ruiz (53), la de la planta inferior (8) (9), cascaron de recio hormigón al que se añadió la trama geométrica de ladrillo, esta vez las trompas planas con roseta en el centro de ocho gajos o gallones. La cupulilla (7) es de la Torre Calahorra de Gibraltar, esta vez de la doble estrella de la clave parten las ocho aristas de la estructura esquifada de ocho paños (54).

En la figura 14 los siguientes ejemplos: 1, 3, la conocida Capilla de la Asunción de las Huelgas de Burgos con el modelo de lazo de 8 y cuatro trompas rebajadas de arco mixtilíneo tipo almohade, fechable en entre finales del siglo XII y principios del XIII, inicialmente estudiada por Torres Balbás (55); 2, la capilla o Rabita de San Sebastián de Granada del siglo XIII, según gráfico publicado por Torres Balbás, esta vez el lazo es de dieciséis miembros o zafates, lazo de 16, que dan lugar a base cupular de dieciséis lados acoplada a estructura ochavada con cuatro trompas. De esta se pasa a sofisticada

Figura 13-1. Nervios de ladrillo de cúpulas de crucería de la torre de Alcalá la Real, 1; celosías califales con lazos de 8.

Figura 14.Cúpulas de crucería poscalifales del tipo de lazos de 8, 12 y 16.

cúpula de una de las dependencias del Hammam de Mukhafiya de Fez estudiada por H.Terrasse (A) (A-1), (56) formada por dos lazos de 12 partidos unidos en el centro por un circulo, en realidad se trata de lazo de 14 inédito en la arquitectura hispanomusulmana. Existe una puerta nazarí del siglo XIV en el castillo de Gibralfaro de Málaga con cúpula baída de ladrillo cuya clave se adorna con la doble estrella califal aliada a diminutos lazos de trama de cuadrados, en el centro un lazo cerámico de 10. Para finalizar la presente figura doy la cúpula de la Capilla Real de la Mezquita aljama de Córdoba, del año 1372, adosada a la capilla califal de Villaviciosa (5). Se trata de estructura copiada de la cúpula de Villaviciosa, los arcos o nervios ahora mistilíneos con ganchos de tradición almohade y el relleno de todos los espacios cubiertos con diferentes tramas de muqarnas sobresaliendo las de los cuatro cuadrados de los ángulos donde se da dibujo de la doble estrella califal.

Pero las cúpulas más interesantes de origen almorávide son la de una habitación del Patio de Banderas del Alcázar de Sevilla (fig. 15) (1) y la de la qubba de delante del mihrab de la mezquita aljama de Tremecén (4) (5) (57). En la figura 16 otros ejemplares no menos espectaculares, la cúpula de delante del mihrab de la mezquita aljama de Taza (1292) (1) (2), mezquita Jdid de Fez (3) y una de ladrillo de la iglesia sevillana de San Andrés de Sevilla (4-1) que copia la estructura de cúpula ochavada tipo esquifada del los baños árabes de Alhama (4). Analicemos las dos de la figura 15. La primera ampliamente conocida últimamente dibujada por A. Almagro Gorbea. En realidad se trata de cuatro pares de arcos o nervios de estucos entrelazados (1) que originan en el centro o clave estrella de 12 puntas con octógono del mismo número de lados. El proceso de esta curiosa geometría se inicia en el núcleo mocarabado del centro (2) formado por hexágono con estrella de seis puntas del interior; por fuera del hexágono parten seis cuadrados y seis triángulos dispuestos radialmente cuyo perímetro es de doce lados, es decir, un hexágono dentro de un dodecágono (A) que viene a ser la planta

Figura 15. Cúpulas nervadas del Patio de Banderas de Sevilla y de la mezquita almorávide de Tremecén.

de la Torre del Oro del Sevilla (3). Por último a esta clave descrita se añade especie de deambulatorio de doce lados al exterior con otras tantas celdillas radiales a modo de bovedillas de aristas. Toda esta trama en realidad es un cubo de muqarnas en parte inspirado en trama de mosaicos clásicos entre los que se cuenta uno de Mataró, una de tantas que se pueden contabilizar en cubiertas de mocárabes hispanomuslmanas con reflejo en el Norte de África y en Palermo. En definitiva en Banderas se constata la relación de trama geométrica de arquitectura centralizada que vimos en la Roca de Jerusalén y cúpulas de rango arquitectónico. Vuelve a imperar el número 12 en la cúpula de la mezquita aljama de Tremecén (4) (5). Esta vez la cuatro parejas de arcos o nervios dan en la clave un dodecágono y estrella de doce puntas con cubo de muqarnas que tiene por centro la doble estrella califal sesgada que ya vimos en el Cristo de la Luz de Toledo. Esta composición de muqarnas replicado con variantes en una de la Cúpulas de la Qarawiyyin de Fez. Incluyo en este apartado una de las cúpula mudéjares de albañilería de Santa María de Oliva de Lebrija (6). La participación del tipo de muqarnas de edificios de El Cairo del siglo XI-XII en la cúpula de Tremecén queda reflejada en las cuatro trompillas de la base (ver figura 31, 5, 8). (58). Pasando a la figura 16 vemos la cúpula de Taza de finales del siglo XIII (1) (2) que arroja ocho parejas de arcos o nervios que al cruzarse en el centro dan lugar a la estrella de dieciséis puntas de la clave. Podríamos tratar como lazo de 16 toda la composición cupular de base de 16 lados: cuatro lado de las trompas y doce más planas, experimentos que pudo servir de modelo a la cúpula de la rabita de San Sebastián de Granada (ver fig. 14, 2) y a la estructura de madera de habitación alta del Partal emigrada a Alemania (ver fig. 55). La trama de cuatro parejas de arcos o nervios y estrella en la clave de 12 puntas del patio sevillano de Banderas y de Tremecen se repite en qubba de la mezquita Jdid de Fez (5). De Otra parte la originalidad de la cúpula esquifada de ocho paños de San Andrés de Sevilla radica en el añadido de octógono de lados curvos.

Estrella de una de los alfarjes del Monasterio de Sigena

Figura 17. Cúpulas de crucería italianas de Guarino Guarini, s. XVII

Figura 16. Cúpula de Taza, 1, 2; de Fez Jdid, 3; de San Andrés de Sevilla, 4-1. La cubierta de ladrillo 4 de baños musulmanes de Alhama.

3. CUPULAS AGALLONADAS En las cupulillas de la clave de las tres cúpulas califales de la mezquita aljama de Córdoba se inicia esta categoría de cubierta en la arquitectura hispanomusulmana, en la cúpula de delante del mihrab (fig. 18, 3) ocho gallones alternando con otros tantos husos de dos puntas convergentes en el centro de bola con lazo de 10 (4); más esquemática la clave de las cúpulas laterales (5), de doce gallones el cupulín de la falsa bóveda de la Capilla de Villaviciosa (fig. 12). Menciono de paso los gallones de la concha o venera que cubre el mihrab de la mezquita cordobesa (6) (7) imitada en veneras decorativas de la propia mezquita (8), bovedillas de las trompas de la cúpula central (9), la de la clave de la cubierta de la Capilla de Villaviciosa (10) e iconos gallonados de la plementería de la misma (11). Respecto al mármol (1) con 18 gallones se trata de pieza romana reutilizada en el Puente de Alcántara, otra en una de las torres mudéjares de Toledo. El más antiguo ejemplo de bóveda agallonada localizase en el crucero de la iglesia mozárabe de Santiago de Peñalba (937) inspirada según Gómez-Moreno en la Cebrián de Mazote, en ambos casos sin pechina (fig. 18-1, 1) (56). En este sentido mencionar el cascaron agallonado de la iglesia bizantina de San Sergio y Baco de Constantinopla (527) (fig. 18-1, 2, 3), de la Historia del arte de Wladimir Sas-

Zaloziecky. En el Islam Occidental este tipo de cúpula con anillo o linterna de ventanas cabalgando sobre cuatro trompas gallonadas se inaugura en las mezquitas ifriqíes de la dinastía agablí (s. IX-X) (fig. 19): 1, de la Zaytuna de Túnez; 2, 3, de la Gran Mezquita de Qayrawan. En Susa el edificio Qubba Bin el- Qhawi (s. X) (4). De entre los últimos años de las taifas y primera mitad del siglo XII son la bóveda agallonada con juntas de aristas vivas del mibrab de la mezquita de la alcazaba de mezquita aljama de Tremecén (7, según Marçais) (7) y cupulilla de

Figura 18. Cúpulas gallonadas y la venera como cubierta del mihrab en la mezquita aljama de Córdoba.

Figura 18-1.Cupula mozárabe de gallones y bizantina de San Sergio y Baco, 2. 3.

la mezquita aljama de San Juan de Almería (8) (9). Siguiendo con el siglo XII dentro ya de la dominación almohade sobresalen las bóvedas agallonadas de Rabat (fig. 20): 1, 2; en el alminar de la gran mezquita de Hasan de esa ciudad (4) bovedillas de sus plantas (5); interesante ya dentro de la primera mitad del siglo XIII es la cúpula de delante del mihrab de la mezquita de la alcazaba de Túnez; en la Gran Mezquita de Qayrawan cúpula agallo nada de Bab al-Rihana (6). Un ejemplo de las chellas o diminutas bovedillas de la cubierta plana de la Capilla Palatina de Palermo (7) (7-1) de las que ya me ocupé (fig. D-1) y bovedilla decorativa de algunas de las tramas de muqarnas de tradición almorávide (8). El (9) cubierta de la mezquita al-Qarawiyyin, según H. Terrasse (59). Respecto a Oriente representativas son las bóvedas agallonadas de monumentos funerarios turcos (fig 21, 1).

Cierro este inventario de cúpulas agallonadas con los especímenes más representativos de la Alhambra (fig. 22-23), siglo XIV. La Puerta militar de las Armas, 1, axonométrica con dos bóvedas, de dieciséis (5) (6) y ochos gallones con trompas de aristas (2), su ubicación en la planta (3); la segunda sustituye las aristas vivas de la primera por cintas planas al estilo de Ifriqiya; 1-1, decoración de

Figura 19. Cúpulas gallonadas del Norte de África; 6, de la mezquita de la alcazaba de Murcia; 9 de la mezquita de San Juan de Almería.

Figura 20. Cúpulas gallonadas del Norte de África. Del techo de la Capilla Palatina de Palermo, 7, 7-1; de la mezquita de la Qarawiyyin de Fez, 9.

Figura 21. Cúpula gallonada de Turquía, 1; arco gallonado del Palacio de Comares de la Alhambra, 2.

la clave de la cúpula de dieciséis gallones. La Puerta de la Rawda añadida al Patio de los Leones (4) (6). La bovedilla agallonada de A y B son de la cubierta plana del pórtico del pabellón norte del patio de la Acequia del Generalife. En la figura 21, 2, un arco gallonado del Palacio de Comares de la Alhambra descendiente de arquillo con gallones de cúpulas mocarabadas norteafricanas.

4. CÚPULAS DE ALBAÑILERÍA. ESQUIFADAS DE OCHO Y DIECISÉIS PAÑOS (ladrillo y estuco). Venían empleándose en la arquitectura castrense del siglo XIII, como las de las torres de la Vela y del Homenaje de la alcazaba de la Alhambra, normalmente con cuatro trompas de aristas las mismas que pasaron a los ejemplares más vistosos que iremos viendo a continuación, la variedad o modalidades de trompas probada en las figuras 24 y 25: 1, modelo oriental; 2, de la Alhambra; 3, modelo de la arquitectura medieval de Huelva y Sevilla; 4, de los baños árabes de Ronda; 5, del castillo de Medina del Campo; 6, trompa de mocárabe; 7, del siglo XIII de Túnez; 9, de Alcázarseguir; 10, 14, de torre del castillo de Alcalá la Real; 11, de una de las puertas almohades de Rabat; 12, de la Alhambra; 13, de la torre de Quintos de Dos Hermanas, según Torres Balbás (60). En la

Figura s 22 y 23. Cúpulas gallonadas de la Alhambra. Puerta de las Armas, 1, 2, 3, 5, 6; Puerta de la Rawda, 4.

Sobre la relación de cúpula gallonada y venera igualmente con gallones subrayar que la concha del mihrab de la mezquita aljama de Córdoba tiene la charnela hacia afuera según hábito bizantino manifiesto en nichos de iconos sacros con repercusión en mosaico omeya de la mezquita de Damasco, figura de arriba de color de R. Ettinghausen

figura 25, 1, 3, de la cúpula de la qubba de los pies de la nave central, Gran Mezquita de Qayrawan; 2, de una de las torres bizantinas de Constantinopla; 4, 5, trompas de cúpulas de Palermo, siglo XII; la 6 de la torre de Alcalá la Real.

Vistosa por su policromía cerámica tipo valenciano y complicada decoración de lacería es la cúpula en la hoy Capilla de San Jerónimo (0tros autores la llaman de San Gregorio) del convento de la Concepción Francisca de Toledo que se fecha en 1422 (fig. 26) (61). Ejemplar tipo esquifada de ocho paños decorados de abajo arriba con medios lazos de 8 y ondas de estrellas de ocho alternando con crucetas o aspas; la clave ocupada por lazo o rueda de 16 zafates rellenados de cerámica levantina (2) (3) en la que se dejan ver palmetas afrontadas, el JHS y las simbólicas llaves y manos de origen nazarí. (A, de cerámica estampillada de la Alhambra(, el 4 de

Figura 24. Trompas de cúpulas de albañilería. Figura 26. La Capilla de San Gregorio de Toledo.

Figura 25. Trompas de la Gran Mezquita de Qayrawan, 1, 3; de torre bizantina, 2; de Palermo, 4, 5; de la Torre del Homenaje de la alcazaba de la Alhambra, 6.

cerámica de Paterna; también se deja ver repetido “Allah”. Todo de tonos azulados y dorados. Dice Torres Balbás que el centro de la clave (X) es un alicatado. Tiene al visto exterior el extradós semiesférico, excepcionalmente sin tejado. Las ya muy conocida cúpula de la “Capilla Dorada” del palacio mudéjar de Tordesillas atribuido inicialmente a Alfonso XI y a su hijo Pedro I, segunda mitad del siglo XIV (fig. 27, 1). Cuatro trompas de aristas en las que descansa anillo de dieciséis lados como base de prácticamente una media naranja decorada con lazo de 16 zafates harpados cortejado en su fleco exterior por dos hiladas de estrellas de ocho puntas alternando con aspas o lacillos de 4 que vimos en la Concepción Francisca de Toledo. Otra cúpula muy similar en capilla conventual de la Mejorada de Olmedo (Valladolid) (fig. 27, 2) (62), algo más moderna que la anterior de la que toma el lazo central de 16 alterándose la disposición de las dos ondas de estrellas y lacillos de 4, una hacia el centro y la otra en la base. Estas dos cúpulas y tal vez algunas desaparecidas de Sevilla de la misma centuria pudieron haber inspirado las cúpulas de esta ciudad que fueron sucediéndose en distintas iglesias comprendidas entre el siglo XIII y el XVI. Muy destacadas tres de la iglesia de la Magdalena además de las de Santa María de la Oliva de Lebrija aquí con extradoses de media naranja vistos (fig.29, 3). De La Magdalena son las cúpula 3 (1 de la figura 28 y 4 de la figura 27), la primera prácticamente gemela de la de Tordesillas, la otra enlazando más con la de la Mejorada añade hacia la base un lazo de ocho incompleto por cada uno de los ocho paños. Respecto a la primera una exploración de la misma dio importante decoración pintada propia de la segunda mitad del siglo XIV y principio del XV estudiada por J. M Medianero Hernández en 1995 (fig. 28, 2, 3, 4) (63), viéndose atauriques de dos modalidades mudéjares propias de la decoración toledana del reinado

Figura 27. Cúpulas de lacería mudéjares. Tordesillas, 1; de la Capilla de la Mejorada de Olmedo, 2; de la Magdalena de Sevilla, 3, 4, 5.

Figura 28. Cúpula ilustrada con pintura de la Magdalena de Sevilla.

de Pedro I y figuras animadas de seres híbridos y simbólicos característicos de ese reinado y de maderas de techos de los siglos XIV y XV (fig. 28-1). De la Magdalena es también la cúpula 5. Ejemplar más sofisticado es la cúpula (5) de la figura 27, esta vez con linterna, de la Capilla de la Piedad de Santa Marina con friso o registro de mocárabes entre la base cupular y las trompas agallonadas de claro aspecto renacentista. Debajo de la figura 29 tres capillas de la Magdalena con tejados a cuatro aguas (4). En la misma figura dos de las cúpulas que cubren las tres naves de iglesia lebrijana (3); la 1, de aspecto muy almohade, completamente lisa, trompas de aristas y arco de medio punto ciego en la base de cada uno de los ocho paños; la 2 con nervios concéntricos en número de dieciséis, sin la lacería que se ve en otras ejemplares del mismo templo. Últimamente Alfredo J. Morales (64) ha publicado dos cúpulas ochavadas completamente lisas o sin decorar del sevillano Convento de Santa Inés (fig. 29-1) muy del estilo de cúpulas de albañilería de plantas altas de la Torre del Homenaje de la alcazaba de la Alhambra.

Figura 28-1. Ilustraciones de pinturas mudéjares de techos árabes y mudéjares del siglo XIV-XV.

Figura 29. Cúpulas de Santa María de la Oliva, Lebrija, 1, 2); vista aérea de capillas, Santa María de la Oliva y de la Magdalena de Sevilla.

Figura 29-1. Cúpulas del Convento de Santa Inés de Sevilla, según A. J. Morales; 3, de torre del Alcázar de Sevilla en Carmona.

Ese tipo andaluz de cúpula esquifada con trompas de aristas nos lleva al ejemplo del tepidarium de los baños musulmanes de la Judería de Mallorca, siglo XI.

5. CÚPULAS DE MOCARABES Escenario básico de las cúpulas mocárabes del siglo XII son las mezquitas aljamas de Tremecén, la de Tinmall (fig. 30, 1), la Kutubiya de Marrakech (2), la Qarawiyyin de Fez (5) (6) y con algún reflejo de muqarnas la aljama almohade de Sevilla (3) (4), en las dos primeras mezquitas cúpulas ubicadas en la nave transversal del muro de qibla protegidas al exterior por tejados de cuatro aguas en número de tres y cinco qubbas que pudieron darse también en la aljama sevillana. En la Qarawiyyin diversificadas a lo largo de la nave central (el número 5, refleja presencia de cúpula de muqarnas, el 3 arco de muqarnas, el 4 cúpulas de nervios entrelazados tipo cordobés) (65). Supuestamente originadas de Oriente, trompas de muqarnas de mezquitas iraníes de los siglos XI y XII (fig. 31, A) (66), pasan a El Cairo en la segunda centuria (5) (7) (8) ( 67) y de aquí a la cúpula de delante del mihrab de la mezquita almorávide de Tremecén y la del patio de Banderas de Sevilla (ver figura 15, 1, 2, 4) (68). Vaya por delante que en la clave de arcos mocarabados almohades del Norte de África y otros andaluces se instalaron cupulillas de crucería con las dos estrellas de la cúpulas califales de Córdoba (9), estrellas que pasan a protagonizar la clave de cúpulas de muqarnas almorávides y almohades, según vemos en la figura 32: 1, 1-1, de la Qarawiyyin de Fez, según dibujos publicados por H. Terrasse; de la mezquita de Tinmal la cúpula A y la B del mihrab, las secciones según Ewert (69); la 3 otra modalidad de la Qarawiyyin, de la Kutubiya la 4, con dos claves estrelladas unidas por sendos arcos mixtilíneos. Entre otras cúpulas mocarabadas una de planta del alminar de Hasan de Rabat estudiadas por Caillé (2) (70). La radiografía de todas ellas permiten ver que los alarifes fueron acoplando las celdillas siguiendo el esquema básico de las dos estrellas califales reflejadas en planta (A) (B) sistema que siguió vigente hasta las cúpulas mocarabadas de la Alhambra del siglo XIV, un sistema o juego de muqarnas completamente inédito en las muqarnas orientales y de El Cairo.

Figura 30. Las mezquitas hispanomusulmanas y sus cúpulas y bóvedas de mocárabes, siglo XII.

Figura 31. Muqarnas de Oriente y El Cairo, A, 5, 7, 8; arcos de mocárabes almohades, 9.

La primera cúpula de mocárabes andalusí, por lo que se refiere a la clave, es la comentada cúpula del Patio de Banderas de Sevilla seguida de una de las puertas del patio de la aljama almohade de la ciudad (fig. 33, 1) de planta rectangular esta vez, aunque en el centro se mantiene la doble estrella califal. Siguen otros ejemplares meramente decorativos localizados en los pies del Patio de las Doncellas del Alcázar de Sevilla (fig. 34, 2, 3), y en la Capilla de la Asunción del Monasterio de las Huelgas de Burgos, de finales del siglo XII, dos tipos de cupulillas estrelladas almohades de diferente traza (fig. 34, 6, 7) seguida de la cúpula de la Capilla de Salvador del mismo monasterio (8). En la Alhambra se inaugura la cúpula mocarabada en el llamado Observatorio de la planta alta del Partal (fig. 34, 1, 4) en el que se aprecia

un sesgo brusco respecto a la cúpulas anteriores del siglo XII y el XIII; me refiero a la cupulilla gallonada de la clave dibujada dentro de estrella de dieciséis puntas y rueda exterior de ocho estrellas de cuatro puntas con chelillas centrales gallonadas; semejantes novedades debieron venir de las mezquitas tipo almohade del siglo XIII, cual es el caso de la aljama de la alcazaba de Túnez.( fig. 33, 8). Es el mismo tipo de trama que veremos en la clave del techo de madera del Salón de Comares y clave de arco de entrada al Mirador de Lindaraja de la Alhambra. En la Qarawiyyin se da particular trama de cupulines agallonados en número de 9 cubriendo esquema de otros tantos espacios priorizado el central (fig. 33, A) que pudiera haber inspirado una de las cúpulas de estuco mocarabadas de la iglesia toledana de San Andrés (7). Palermo en el siglo XII se hace eco de las cubiertas de muqarnas del Norte de África y sin duda de las andalusíes de ese siglo desaparecidas, el palacio de Zisa por escenario de audaces nichos mocarabados de piedra en los que a veces se ven en yeso las cupulillas de doble estrella califal (del 2 al 5) (71). Recordándonos la cúpula de la Capilla del Salvador de las Huelgas de Burgos una de palacio palermitano (6).

Figura 32. Mocárabes en mezquitas almorávides y almohades.

Figura 33. Mocárabes de la Qarawiyyin, A; de la mezquita aljama almohade de Sevilla, 1; mocárabes de Palermo, 2, 3, 4, 5, 6, A, B; mocárabes hispanomusulmanes, C, D; de cúpula de la mezquita de la alcazaba de Túnez.

Figura 34. Mocárabes de la Alhambra, 1, 4; de Sevilla, 2, 3; de las Huelgas de Burgos, 6, 7, 8.

Figura 35. Las cúpulas de mocárabes del Palacio de los Leones de la Alhambra.

La Alhambra, particularmente el Patio de los Leones, es sede de los ejemplos más sofisticados de cúpulas de muqarnas de todo el orbe islámico consecuencia lógica de las atrevidas experiencias relatadas en cubiertas anteriores de los siglos XII y XIII, siempre con la doble estrella califal presidiendo la clave. Las mismas se localizan en los dibujos 1 y 2 de la figura 35: enfrentadas las de las Salas de las Dos Hermanas y de los Abencerraje y al este las tres qubbas de la Sala de Justicia, los tejados de ocho aguas estrellado y de cuatro aguas en la Sala de Justicia (fig.36, vista interior y exterior). Particularmente complicadas son las tramas de sus tres cubiertas centrales de planta cuadrada, sin trompas o pechinas, la de en medio (fig. 37-38) tiene por clave el dibujo (1) con la doble estrella califal, abajo registro de muqarnas (2) semejante a otro del mismo estilo de la capilla del palacio de Zisa de Palermo estudiado por G. Bellafiore (3) (3-1). Las claves de esas tres cubiertas son la A, B y C de la figura 39, la modalidad C casando con la ronda de ocho estrellas de cuatro puntas vista en el Partal y en Comares, reiterada en la clave del arco principal de Lindaraja (D). La clave B de la cubierta central de la Justicia tiene precedente en la clave de la cúpula mocarabada de la Capilla del Salvador de las Huelgas de Burgos (fig. 34, 8), reiterada en las cúpulas de las salas de las Dos Hermanas y de los Abencerrajes.

Figura 36. Mocárabes de la Sala de Justicia de la Alhambra.

Figura 37-38. La bóveda central de la Sala de Justicia de la Alhambra, 1, 2; mocárabes de la capilla del Palacio de la Zisa de Palermo, 3, 3-1.

Figura 39. Las tres claves de las tres bóvedas de la Sala de Justicia de la Alhambra; clave de arco del Mirador de Lindaraja, D.

La espectacularidad de las cúpulas de las qubbas o salas de las dos Hermanas (fig. 40 y 41) y de los Abencerrajes (fig. 42 y 43) no tiene paralelo, el refinamiento técnico de las mismas no está regañado con su vistosidad fuera de toda regla, ambas propulsadas por experiencias anteriores de las que derivan sus trazas geométricas de base que nos llevan siempre a los ejemplos de las cúpulas africanas del siglo XII presididas por la doble estrella califal. La génesis de la primera puede seguirse en los dibujos de la figura 41: 1, en el que se va despejando el esquema base del dibujo 2 que tiene por precedente las cúpulas mocarabadas almohades 4 y 5, el añadido 6 es de Dos Hermanas, y en la clave la doble estrella 3. La sofisticación de la cúpula de los Abencerrajes radica en su planta alta estrellada, de la base de las trompas para arriba, en que se sitúa la linterna con dos ventanas

por cada punta de la estrella de ocho puntas sesgada que debió tomar por modelo la cúpula central de la maqsura de la mezquita aljama de Córdoba de al-Hakam II, planta igualmente instalada en la Qubbat al-Barudiyyin de Marrakech (fig. 42, 2). En mi criterio la operación singular de Dos Hermanas y Abencerrajes es haber dispuestos las trompas de al-Barudiyyin muy por debajo de la linterna de luces mediando entre ellas una faja lisa ya presente en la Capilla de la Asunción de las Huelgas de Burgos. El mismo tipo de estrella se puede contemplar en la composición central de la trama mocarabada (7) y justo en el mismo centro de la clave la omnipresente doble estrella califal. Las trompas y arcos mocarabados intermedios parecen proceder de la madraza de Granada de Yusuf I y de madrazas mariníes del otro lado del Estrecho. Últimamente Bernabé Cabañero (72) ha establecido paralelo entre estas trompas esquinada y el juego de triángulo de muqarnas de las dos torres de la puerta principal de la Chella de Rabat (fig. 43, 1, 2 de dibujo de G. Marçais) que aseguran el paso de planta ochavada a la cuadrada de arriba, trompillas también presentes en chaflanes de la arquitectura granadina anterior, el de la Puerta de Elvira y otros del patio de la mezquita mayor del Albaicín, a veces constatadas en edificios de El Cairo (3). Otro asunto es el la inédita estrella reflejada en la arquitectura viva de los Abencerrajes sin que deje resquicio, al

Figura 40. La Sala de las Dos Hermanas de la alhambra.

Figura 41. Proceso de formación de la cúpula de la Sala de las Dos Hermanas de la Alhambra.

menos en nuestro medio occidental, de prolegómeno alguno, aunque no faltan teorías al respecto. Bernabé Cabañero se ha fijado en los tambores poligonales de lados curvos o cóncavos con aristas muy marcadas de las cúpulas ifriqíes (con ejemplos en el ribat y mezquita mayor de Susa, fig. 6,3-1, 5 y en la Gran Mezquita de Qayrawan, fig. 19, 3, constatada en el cementerio de Assuán, fig. 5, 2). Antes me fijé yo en el exterior del Iman Dur, tumba de Muslim Ibn Karaish de Samarra, Irak, del siglo XI publicada por E. Herzfeld (fig. 43, 5, 6, 7) (73), incuestionablemente acusada la estrella de ocho puntas en los tres cuerpos superiores. Pero en mi criterio la hipótesis de Cabañeros y la mía no acaban de explicar al completo el caprichoso acierto de la estrella granadina que según Vittorio Noto obedece a la fórmula de interseccionar dos figuras cúbicas que generan arriba estrella de ocho puntas con octógono en medio (74).

Respecto a la cúpula del Observatorio del Partal de la Alhambra (fig. 34, 1) como dije su muy probable fuente se encuentra en la mezquita de la alcazaba de Túnez de la primera mitad del siglo XIII (75). Y abundando en tramas originales de cúpulas mocarabadas Torres Balbás ya se fijo en una bovedilla de ángulo del Patio de los Leones de la Alhambra (fig. 44, 1) (69) de la que he extraído su traza básica (A) (3, 4) que nos lleva a iconos clásicos reflejados con los números 1 y 2. Aún subsiste la

Figura 42. La Sala de los Abencerrajes del Palacio de los Leones de la alhambra.

Figura 43. Trompas de esquina hispanomusulmanas, 1, 2, 3, 4; cúpula del mausoleo Ibn Karaish, Irak, según E. Herfeld.

cupulilla de la planta pentagonal del mihrab del oratorio del Partal, atribuido a Yusuf I, aunque al parecer fue objeto de restauración moderna (fig. 44, 2), su esquema básico de la clave a imitación de mihrabs almorávides y almohade africanos refleja la doble estrella califal (3) que se ha visto en las cinco qubbas del Palacio de los Leones. Del Generalife de Granada es la cupulilla (4) muy dentro del esquema mocarabado de la torrecilla del Observatorio del Partal. De nuestras cúpulas y otras estructuras de madera, no las africanas, viene la moda de instalar en la clave o en el centro de la pechinas planas cubo de mocárabes, clave rehundida o cóncava, y racimos colgantes de muqarnas que se atienen a muy diversos modelos de traza geométrica, todo ello reflejado en cubiertas carpinteras que vemos en las figuras

45, 46, 46-1 y 47, siempre el denominador común es la estrella de ocho puntas normal o la doble estrella califal: 1, sinagoga de El Tránsito de Toledo; A, trompa de Partal de la Alhambra y de alfarje de la iglesia de Erustes (Toledo); 2, alfarje del Patio de las Doncellas del Alcázar de Sevilla; 3, racimo según Prieto Vives; 4, interpretación de A. Beyne; de clave gótica de la iglesia de Tobed (1356), Zaragoza; 6, 7 de techos toledanos; 8 de la Capilla de Anaya, Catedral Vieja de Salamanca; 9, concento de Santa Clara la Real de Toledo; 10, piedra de cornisa de San Dionisio de Jerez de la Frontera; 11, de la iglesia de Santa Clara de Astudillo; 12 escalera de la Maestranza de Zaragoza; 13, iglesia de Cisneros (Palencia); 14, esquema de techo de palacio tardío de Tánger, según G. Marçais; 15, 16 de cornisas de piedra de la alcazaba de Almeria y del castillo de Belalcázar de Córdoba. En el apartado B, 1, 2, 3, de techos de San Gregorio de Valladolid; 4, Catedral de Valladolid; 5 repetido en el arte mudéjar sobre modelo de casetón de alfarje de galería superior del Patio de los Arrayanes de la Alhambra, tipo Kutubiya; 6, San Gregorio de Valladolid; 7, traza básica de alicatado del Saón de Comares de la Alhambra; 8, trama rescatada por Nuere con variantes de techos mudéjares toledanos y techos modernos marroquíes; 9, repetida en techos mudéjares toledanos; 10, traza básica nazarí; C, D, E racimos mudéjares sevillanos., el E estudiado por Inmaculada Ramírez López e Irene Ramírez López. Figura 46: 1 de almizate del Museo Arqueológico de la Alhambra; 2, de taujel de Santa Úrsula de Toledo; 3, iglesia de Macoteras de Arriba (Salamanca); 4, Santa María de Alaejos (Valladolid); 5, capilla de San Ildefonso de Alcalá de Henares; 7, castillo de

Figura 44. Bóveda de mocárabes de ángulo, Patio de los Leones de la Alhambra, 1; oratorio del Partal, 2, 3; cupulilla del Generalife de Granada, 4.

Manzanares el Real (Madrid); 8, clave del techo de madera de la Alhambra. en la figura 46-1, 1, de cúpula de delante del mihrab, mezquita de la alcazaba de Túnez; 2, clave de la cúpula del Salón de Comares de la alhambra; 3, racimo del Museo Arqueológico Provincial de Sevilla; 4, de la iglesia de San Martín de Medina del Campo. Figura 47. Dos imágenes de racimos de madera castellanos. 1, de alfarje de la iglesia parroquial de Erustes (Toledo), según Basilio Pavón; 2, racimo de mocárabes mediante adarajas, Palacio Real de León, según dibujo de Agustín Castellanos Migueliz (76).

Figura 45. Cubos y racimos de mocárabes, árabes y mudéjares Figura 46. Racimos de mocárabes de almizates de techumbres mudéjares.

6. LAS CÚPULAS GRANADINAS DE MADERA EN ÉPOCA NAZARI.

Cronológicamente se impone un tipo de techumbre de base cuadrada que obedece al tipo de cubierta esquifada con la clave plana ya representada en la Capilla de Santiago del Monasterio de las Huelgas de Burgos (s. XIII) (fig. 50): estructura formada por dos planos escalonados ascendentes por faldones mas el horizontal del almizate con decoración de lazos de 8 obtenido por el sistema ataurejado o decoración geométrica ocultando los miembros de la estructura. En este caso la trama de lacería es la de ocho zafates harpados trabados por lacillos de 4 con estrella incluida (B) que se puede ver entre otros ejemplos en yeserías de las Teresas de Écija, s. XIV (A), mezquita de Fez Jdid y solería mudéjar tardía del Convento de Santo Domingo de Toledo (C). Esta armadura burgalesa en lo estructural se adelanta a la cubierta del Salón de Comares de la

Figura 47. Cubo y racimos de mocárabes de techumbres. Figura 48-49. Trompas con racimos de mocárabes. De la iglesia toledana de Erustes, 1: de techo del Antiguo Palacio Real de León, según A. Castellanos Miguéliz.

Cubo de alfarje del Alcázar de Sevilla, 1; de alfarje de l palacio mudéjar de Tordesillas, 2.

Figura 50. Cubierta de la Capilla de Santiago, Monasterio de las Huelgas de Burgos, 1.

Alhambra. La consecución de la estructura se va con el esquema (2) de la Carpintería de Diego López de Arenas o el dibujo (3); la proyección de planta cuadrada (4) igualmente de López de Arenas. En atención a sus lacerías, que no a lo estructural, alejado de las cúpulas de ochavos con cuatro trompas, las armaduras granadinas siguiendo orden cronológico son la de la qubba del Cuarto Real de Santo Domingo (fig. 50-1, 5), sistema apeinazado en su decoración con lazo de 8 en el almizate casando con la lacería de los faldones de la armadura de la qubba del Partal de la Alhambra (4) esta vez lacería ataujerada. La del Cuarto Real probablemente anterior a la de las Huelgas de Burgos. Otra ataujerada en la qubba del pabellón norte del Patio de la Acequia del Generalife (2). Su tema decorativo es de original trama de lazos de 8. En este sentido novedosa es la lacería ataujerada de la cubierta del Peinador de la Reina de la Alhambra (1) cuya clave según Torres Balbás fue reparada en tiempos modernos. Y la de la torrecilla mirador del Patio de Machuca (3), apeinazada con lazos de 8 en la base de los faldones y en el almizate cuya clave enseña un sofisticado cubo de muqarnas. El tipo granadino de cubierta de planta cuadrada con cuatro faldones analizado es el que se impuso en el Salón de Comares de la Alhambra sólo que aquí se recurre al tipo de cubierta esquifada de planos escalonados de distinta inclinación que vimos en las Huelgas de Burgos, ahora en número de tres por cada faldón más el plano del almizate presidido por original cubo de mocárabe. ¿Merece llamarse cúpula este género de estructura granadina ahora sin trompas, pechinas o cuadrales de pura invención nazarí? No en mi criterio.

Figura 50-1. Cubiertas granadinas de época nazarí. Del Cuarto Real de Santo Domingo, 5; las restantes de la Alhambra..

Cubiertas del Partal Antes del techo de Comares describimos una singular cubierta de la planta alta del Partal (fig. 51). Bellísimo ejemplar emigrado a Alemania. En 1885 Arthur von Gwinner adquirió una parcela de tierra de la Alhambra. En 1891 domó el palacio del Partal a Granada a cambio se le permitió desmantelar la cúpula de madera de la torre de las Damas y la trasladó a Berlín donde se montó de nuevo. En 1921 dono todas sus propiedades al gobierno español. La cubierta se encuentra hoy en el Museo de Arte Islámico, Museo de Pérgamo, Berlín (77). Se trata de una estructura de planta cuadrada con cuatro trompas planas que junto con otras pequeñas igualmente planas dan lugar a cúpula propiamente dicha de dieciséis paños convergentes en el plano del lazo de 16 del almizate (1, dibujo del Patronato de la alhambra) (2, dibujo del Patronato de la Alhambra) (3. Dibujo de K. Brisch). Las trompas (4) tienen una particular traza geométrica con racimo de muqarnas en el centro replicada en el mudéjar toledano (iglesia de Erustes y cúpula ochavada de San Juan de la Penitencia de Toledo). Los dieciséis paños de los faldones arrancan de preciosos registros de muqarnas (5, 7, dibujo de Brisch) y (6). En la figura 52, 4, otro aspecto de la cubierta que encajaba en la habitación de la derecha de la planta alta del Partal. El dibujo 1 es de la “Libreta verde” del arquitecto Cendoya, dorso de la hoja 30, la estancia de la derecha donde estaba la cubierta. A propósito de este edificio interesa dar aquí grabado de A. Laborde del siglo XIX (2) con representación de edificio de puerta desaparecida al pie mismo de la Torre de los Picos (78), edificio en su planta alta que imita las ventanas vistas en el Partal. Incluye a la derecha estructura ochavada con tejado de ocho aguas sin duda extradós de supuesta cúpula de madera parecida a la que estoy describiendo. No creo que esa torre ochavada exterior se diera en la planta alta del palacio del Partal.

Figura 51. Cúpula de madera de la planta alta del Partal; cúpula de ladrillo y estuco de la mezquita aljama de Taza, A.

Figura 52. Habitación de la planta alta del Partal donde iba instalada la cúpula, 1, 2; el dibujo 1 del arquitecto Cendoya; detalle decorativo de la cúpula, 4; a la derecha puerta desaparecida al pie de la Torre de los Picos de la Alhambra, según Laborde.

Del pórtico de la Qubba del Partal es el alfarje destruido por incendio y luego restaurado de acuerdo con los testigos rescatados (fig. 53, 3, 3-1). Tenía en el centro excelente cupulilla de base de dieciséis lados, decoración esquemática en los dieciséis faldones arrancando de frisos de muqarnas, en la clave lazo de 16 independiente. En el resto del alfarje podía verse la trama geométrica (3-1) con lazo de 8 de zafates harpados rodeado de ocho octógonos, composición propiamente nacida en el mudéjar toledano del siglo XIII con reflejo de la misma en yeserías de Monasterio de las Huelgas de Burgos (ver figura 93). En Granada descuella otra interesante estructura cupular, también desaparecida, del oratorio de la Madraza fundada por el sultán Yusuf I (fig. 53, 1, 2), la planta 2 publicada por Torres Balbás (79), la sección según la Escuela de Estudios Árabes de Granada del CSIC (A. Almagro Gorbea) (80). Su originalidad reside en la composición geométrica de lazos, lazos excepcionalmente de 11 zafates trabados por otros de 8, el primero reiterado en la cúpula de madera del temple oriental del Patio de los Leones de la Alhambra.

La estructura del Salón de Comares Torres Balbás describía así la estructura del Salón de Comares: techumbre de serie de planos escalonados de distinta inclinación y cerrados por otro horizontal en el centro y en lo alto-almizate-, su apariencia es de bóveda esquifada, el almizate tiene precioso cubo de mocárabes (81). La figura 54 da testimonio de la estructura (1) (2) (3) y de la decoración geométrica de los paños realizada por el sistema ataujerado. Las ruedas o lazos representados por faldón son: en el almizate (A) (A-1), cubo de mocárabes con esquema relacionado con la cupulilla de estuco del Observatorio de la planta alta del Partal. Los lazos innovadores son siete: B, C, D, E, F, G, el lazo de 16 H actúa como

enlace o trabazón de todos ellos. Es curioso que cinco son lazos de 8 de diferente traza, lazos de 16 sólo el B y el H; es igualmente novedoso que el D se vea rodeado de ocho lacillos de 8. Algunos de ellos reiterados en zócalos de alicatados (fig. 55): 1, 2, de zócalo hoy instalado en el Mexuar de la Alhambra; 3, yesería de las Teresas de Écija; 4, de zócalos del siglo XVI en el mausoleo sa´adí de Marrakech; 5, jamba del arco de ingreso del mirador de Lindaraja de la Alhambra; A, trabazón de lazo de 16 con los ocho lazos de 8 que le rodean. En esta línea Enrique Nuere dibuja el esquema X de la figura 54. Respecto a la decoración geométrica de la Alhambra es difícil encontrar fuera

Figura 53. Cúpula de lacería de la Madraza de Granada, 1, 2; cupulín del alfarje del pórtico de la Torre de las Damas del Partal.

de Comares en una misma superficie varios modelos de lazos; excepcionalmente en los zócalos de alicatados del camarín central del muro norte del Salón de Comares se detectan cuatro lazos diferentes (fig. 55, 6).

Los dos templetes del Patio de los Leones Aparecen enfrentados en el centro de los lados menores de la caja rectangular del patio. Tienen planta cuadrada con columnas y se cubren con media naranja de madera decorada con dos tramas geométricas diferentes por el sistema ataujerado, estructura inédita en la arquitectura hispanomusulmana, sólo conocida en Ifriqiya aunque en piedra (mezquita y ribat de Susa) y por extensión cúpulas de Palermo del siglo XII (fig. 56-57, 4, 5), en la misma Alhambra, dentro de su alcazaba, cúpula de albañilería con anillo prácticamente circular de plantas altas de la Torre del Homenaje (6) (7). Al exterior se cubren con tejados a cuatro aguas (fig. 56-57, 1, 2). Al oriental se le cubrió a titulo de extradós en 1859 con cúpula semiesférica con “innovadora estética” inadmisible para Torres Balbás que en 1936 devuelve su primitiva fisionomía (fig. 56-57, 2) (82). Las

Figura 54. Armadura del Salón de Comares de la Alhambra. Lazos de 8 y 16.

Figura 55. Paralelismo entre los lazos del techo de Comares y los de la cerámica vidriada musulmana y mudéjar.

figuras 58 y 59 enseñan la selecta decoración de índole floral, en madera, con que se dotó la parte baja de la cúpula y los zafates de los lazos de 12, templete oriental. Respecto a las tramas geométricas de una y otra cúpula parece que hay confusión. En 2004 Enrique Nuere dice de la trama de la cúpula oriental que “es difícil reconocer en estas cúpulas el mismo trazado de ruedas de nueve y doce que aparece en la alcoba real de Comares (fig.60, 1), reproducción exacta de foto publicada por Nuere) (83), lo de la ruedas de nueve y doce de la alcoba real de Comares se refiere al dibujo 4 con esas ruedas publicado por mí por primera vez. La realidad es que la verdadera trama del templete oriental es la 2 de la figura 60 que nos lleva a la figura 61: 1, 6, cúpula oriental con trama de lazos de 11 y 12 en la base (fig. 59). El lazo de 11 ya lo vimos en la armadura del oratorio de la madraza de Granada. La otra cúpula es la 2 de la figura 61 con trama de lazos de 12 de diferente escala, el mismo lazo que con carácter exclusivo domina la bóveda de madera de la Sala de la Barca del Palacio de Comares (fig. 62, 1, 2, 3, 5). Los dibujos de tramas de ambas cúpulas de Leones y el 1 de la figura 62 publicados en 1999 por Gerd Schneider (84). La clave de la trama 1 de Leones, estrella de ocho puntas dentro de octógono sesgado, es la misma que se repite en la bóveda de la Sala de la Barca, caracterizada por las dos semiesferas de los extremos. Cierro este apartado con el alfarje del pórtico norte de del Patio de los arrayanes de Comares que según Gómez-Moreno tenía “cupulílla en el centro, semiesférica pintada de azul y estrellas plateadas, hundido en el incendio, pero pudo sacarse más de la mitad para su reconstrucción”. Desconozco si hay testigos de la misma en publicaciones. La trama que nos ocupa del templete oriental y de la Sala de Barca fue replicada en tiempos modernos en cubierta estrellada de palacio de la alcazaba de Tánger (7) formado de doce paños, el

Figura 56-57. Las cúpulas de los templetes del Patio de los Leones de la alhambra

Figura 58. Las cúpulas de los templetes del Patio de los Leones

almizate con lazo de 22. Sobre el despiece de los distintos maderos de una composición de la Alhambra vale como ejemplo el entramado (6).

Figura 59. Cúpula del templete oriental del Patio de los Leones Figura 60. Cúpula del templete oriental; el 1, según visión de E. Nuere; cubierta de camarín central del Salón de Comares, 4.

Figura 61. Lacerías de las cúpulas de los templetes del Patio de Leones.

Figura 62. Bóveda de madera de la Sala de la Barca de la alhambra, 1, 2, 3, 4, 5; lazos de8 de tablero apeinazado de la Alhambra; cúpula estrellada de la alcazaba de Tánger, 7.

La estructura del oratorio del Partal La construcción atribuida por Gómez-Moreno y Torres Balbás a Yusuf I, poco posterior al vecino palacio (1333-1354). (85). Cubierta de madera de 4, 16 por 3 metros (fig. 63). Se trata de estructura ligeramente rectangular de par y nudillo, sin trompas ni cuadrales cual era uso en la Alhambra, en la base de los faldones serie de estrellas de ocho puntas anudadas, limas moamares en los ángulos con sus correspondientes péndolas y arrocabas y en el almizate rectangular sencilla trama de estrellas de ocho puntas y aspas o lacillos de cuatro tipo (3) (4) inaugurada en el par y nudillo del Palacio de Pinohermoso de Játiva (s. XII-XIII); el sistema de decoración es el apeinazado. En la clave un octógono sesgado con estrella de ocho puntas dentro. El alicer labrado viene

del par y nudillo del Cuarto Real de Santo Domingo de Granada reiterado en aliceres de la arquitectura religiosa de la Ceuta mariní. Semejante cubierta. Literalmente semejante es otro par y nudillo de habitación alta de casa árabe adjunta del palacio del Partal (5). Respecto a la Qubba Real de Muhammad V que existió en el Mexuar de la Alhambra orienta el dibujo (6), la cúpula de desconocida estructura desaparecida reflejada en blanco dentro de la estructura actual del Mexuar. Hoy se ve como techo del cuadrado de las cuatro columnas originales nazaríes una cubierta plana con lazo de 32 zafates entre cuatro lazos de 16 zafates del siglo XVI (7).

7. ESTRUCTURAS DE MADERAS MUDÉJARES Entra en juego ahora el tema de si se pueden considerar cúpulas las armaduras de par y nudillo, independientemente de su decoración, de base poligonal con cuatro trompas o pechinas, cubiertas de salas o espacios de planta cuadrada, capillas, cruceros y presbiterios cuando se trata de iglesias y salas de honor o principales e incluso escaleras de palacios mudéjares. De este enunciado ya me ocupé en la introducción de este

Figura 63. Cubierta o “artesonado” de la Torre de las Damas del Partal, A; par y nudillo del oratorio del Partal, 1, 2; qubba del Mexuar de la Alhambra, 6, 7.

Lugar de ubicación de la qubba del Mexuar de la Alhambra; en 2, restitución de la qubba con su linterna.

artículo, dentro de la línea marcada por Ràfols (86) en mi criterio con pleno acierto: “cubiertas cupulares, pero en lo mudéjar se presentan como derivación de las de par y nudillo, basta con prescindir de los tirantes, dando lugar a abundantes bóvedas y cúpulas de madera cada vez distintas. Se origina la bóveda de harneruelo elíptico en San Pedro de Cuenca, estructura cupular de planta octógona de la Capilla de San Miguel de la Seo de Zaragoza. Salón de embajadores y Sala de Justicia del Alcázar de Sevilla, Casa de Dueñas”. Ràfols llama cúpulas a las tres cubiertas de Capilla de la Quinta Angustia de la Magdalena de Sevilla, de albañilería o barro cocido, tan semejantes a las de la Capilla Dorada del palacio mudéjar de Tordesillas y la de la Mejorada de Olmedo. Balbina Martínez Caviró parece que no se hace eco de la armadura octogonal definida como cúpula, únicamente dice que “no deben confundirse las armaduras ochavadas con las octogonales o en ochavo de forma de octógono regular para espacios cuadrados”, por ejemplo en Toledo, los dos atajos o al-haniyyas del “Taller del Moro” y otra ya tardía, en realidad eran dos, del desaparecido Monasterio de San Juan de la Penitencia, la del presbiterio de la iglesia de Erustes (87), antes estudiada por M. Terrasse y por mí (88), y otra del Casar de Talavera, ambas con trompas. Dicha autora añade que si el nombre de cúpula se aplica a las bóvedas semiesféricas que descansan en anillo circular y en triángulos curvos llamados pechinas serán armaduras cupulares y pone por ejemplo toledano la media naranja del palacio de los Cárdenas del desaparecido palacio de Torrijos (Toledo).

No se olvide que Torres Balbás llama cúpula a la de una pila del Baño Real de la Alhambra, aunque en texto añadido a la foto de la misma dice “bóveda de planta octogonal sobre trompas de aristas, en realidad es cúpula esquifada de ocho paños (Ars Hispaniae, IV); el mismo autor llama cúpula a la cubierta ya estudiada de la Capilla de la Asunción de las Huelgas de Burgos, con trompas. Evidentemente lo que da categoría a la cúpula es la presencia de cuatro trompas añadidas a la base cuadrada presente en la mayoría de las armaduras de madera de ochavos que vamos a estudiar a lo largo y ancho de la Península Ibérica. Como introducción adelanto recapitulación de modelos de estructuras lignarias ya anunciadas en la introducción de este artículo, antes publicada en mi Arte

hispanomusulmán en su decoración geométrica (1975-1989) cual es el caso de la siguientes dos figura. FIGURAS 63-1 y 63-2. Estructuras ochavadas con trompas o cuadrales en la parte superior de la página: rectangulares, de base cuadrada tipo esquifada, en mi criterio verdaderas cúpulas de ochavos (del número 54 al 59) inspiradas sin duda en cubiertas esquifadas de cuatro y ochos paños de albañilería (A) (B), la segunda con trompas

Figura 63-1. Cubiertas cuadradas de madera, ochavos y de base de dieciséis faldones.

inclinadas o en pendiente que se ven ya en cupulilla de la escalera de la torre de la Cautiva de la Alhambra y alguna de mocárabes del Norte de África (C). Los modelos de albañilería de cúpulas mudéjares en (D), con el añadido de los ejemplos 1 y 1-1 de rábitas o marabout de España y del Norte de África. En la parte superior derecha de la página la estructura (61) (65) de dieciséis lados de base del Partal de Granada, valedero para algún espécimen tardo mudéjar cual es el caso de la armadura palentina de Villanueva de la Cueza; 62 la cúpula de anillo de media naranja del Salón de Embajadores del Alcázar de Sevilla; el 63 es la planta estrellada, efecto de las trompas, de la misma cúpula. La estructura (64) es esquema plagado de laceria de iglesia parroquial palentina de Oñoza. La estructura (2) es proyección de planta de armadura del tratado de arquitectura de Fray Lorenzo de San Miguel, elementos constituyentes de la misma. Figura 63-2: 1, estructura lignaria de base cuadrada con cuadrales de edificio de Cuenca de Campos (Valladolid), en los ángulos pares de vigas o limas moamares (1-1), según la escala clasificadora de Balbina Martínez Caviró es armadura de jaldetas al no llevar decoración de lazos. El esquema (2) es de armadura rústica del Generalife de Granada del mismo tipo de la cubierta anterior sólo que en ésta la lima de ángulos es única, por ello llamada lima bordón; la denominación de sus distintos elementos figura escrita en cada uno de ellos; el 3 de los distintas maneras de trabazón de vigas en armaduras de par y nudillos; el A, miembro llamado arrocaba en las limas moamares. Como complemento análisis de los miembros de una estructura de par y nudillo tomando como base la de la nave central de la iglesia mudéjar de Erustes (Toledo) Decoración de almizates. A continuación serie de esquemas geométricos más comunes aplicados a almizate o harneruelo de una estructura de base de ocho lados con trompas, formado por serie de nudillos y peinazos produciendo emparrillado de alto grado de indeformabilidad. Añade Angel Candelas Gutiérrez estudioso de algunos pares y nudillos de la provincia de Huelva (89), que los taujeles situados en el plano inferior del almizate y clavados simultáneamente sobre nudillos y peinazos proporcionan adicional estabilidad al con junto. El almizate puede tener

Figura 63-2. Cubiertas de par y nudillo sin decoración de lazos.

Figura 64. Almizates con lazos de 8.

forma cuadrangular o poligonal, el más generalizado es el de plantilla octogonal. Figura 64. Almizate derivado de la serie de lazos de 8, de cúpulas de la zona granadina de Guadix, según Gómez-Moreno Calera, 1, 2, 3 (90) el primero muy simplificado repetido entre otros ejemplos en armadura de la iglesia de Santiago de Murcia (fig. 65, 2-1); el sistema de decoración de las tramas es apeinazada de la que arrancan los pares de los ochos paños de la armadura; el caso 3 poco conocido tiene pareja de lazos de 8 unidos por contacto; la presencia de clave con racimo mocarabado ennoblece estas estructuras. El almizate (4) de iglesia del Vado, Gibraleón, según A. Candelas; el 4-1 del Monasterio de San Juan de la Penitencia de Toledo, según Prieto Vives. Más generalizado es el almizate (5) que va de la cubierta de la Sala de Justicia del alcázar de Sevilla a la de la Casa de las Dueñas del siglo XVI de la misma ciudad, muy habitual en Granada, un buen ejemplo en la cúpula de San Francisco de Palencia, entre otros. El (6) detectado en armadura de la planta alta del Alcázar de Sevilla (s. XVI) y en la iglesia de Villanueva de Duero (Valladolid); 7, par y nudillo de sala de planta alta del Alcázar de Sevilla; 8, de cubierta de iglesia en Cortes de Baza (Granada); 9, planta alta del Alcázar de Sevilla; 10, de Nuestra Señora del Carmen de Antequera; 11, iglesia de Santa Isabel de Écija; 12, techumbre de Escalonilla (Toledo) y del Dar Bel-Hussen, Túnez; 13, techumbre desaparecida del antiguo Cuartel de la Guardia Civil de Toledo; 14, techumbre de Santa Escolástica de Granada; 15, techumbre de sala de la planta alta del Alcázar de Sevilla.

Figuras 65 y 65-1. De rara composición geométrica son los almizates de esta figura, la mayoría de ellos no genéricos. El 1 de la planta alta del palacio mudéjar del alcázar de Sevilla; el 2 repetido en las dos Castillas, a partir de la cúpula de la capilla mayor de la iglesia de Erustes (Toledo); 2-1, de la iglesia de Santiago de Murcia muy afín en ejemplar de la iglesia de San Fernando de Cisneros (Palencia); 3 iglesia de San Fernando de Cisneros (Palencia); 4, de Villanueva de la cueza (Palencia); 5, de techo de iglesia de Ragama (Salamanca); 7, de Capilla Real de Granada; 8, de San Francisco de Murcia; 9, de San Gregorio de Valladolid: 10, de San Juan de Villalón de Campos (Valladolid); 11, almizate de la catedral de Tunja, según Santiago Sebastián.. En la figura 65-1 peculiar traza muy abreviada de almizate de la antecapilla de la planta alta del

Figura 65. Almizates con lazos de 8, serie dos.

palacio mudéjar del Alcázar sevillano, según Cecilia Cañas Palop (91). Figura 66. Almizates con lazos de 10, 12 y de 16. El (1) de estructuras sencillas; el 2 de Santa Cruz de Cardeñosa (92); 3, de la Iglesia del Prado de Talavera de la Reina (Toledo); 4, solución de trabazón de estrella o lazo de 16 del almizate con los pares de los faldones en armaduras rectangulares y de ochavos, por ejemplo la de San Facundo de Ávila; el lazo de 10 (5) poco habitual; 6, lazo de 12 de San Juan de Dios de Granada; 7 de San Francisco de Ayamonte , según A. Candelas, con lazos de 16; el A de lazo de 12 sesgado de la iglesia de San Andrés de Zamora.

Las trompas. Yo siempre he hecho hincapié en trompas planas con lacería y racimos de mocárabes de una de las cubiertas de la mencionada iglesia toledana de Erustes cuyo montaje se ve en la figura 67 (1) (2), la decoración de lazo emparentando con las trompas de la cúpula de madera del Partal de la Alhambra que emigró a Alemania, por cierto presente también en una cúpula lignaria del desaparecido monasterio de San Juan de la Penitencia de Toledo; el 3, otra trompa plana de la provincia de Totanés (Toledo), según R. Montoya Invarato; 4, trompa plana rescatada del convento de Santa Clara de Sevilla semejante a la anterior, ambas con trama de lazos de 8 trabados por lacillos de 8 muy presente en la alhambra de Granada (A). El 5 muy popular; 7, gotizante, del estructura del castillo de Belmonte (Cuenca); 8, trompa tipo renacentista llamada de “pergamino” generalizada

Figura 65-1. Tres fases de la decoración de almizate sevillano, según Cecilia Cañas.

Figura 66. Almizates de lazos de 10, 12 y 16.

en cubiertas toledanas; 9, tipo trompa o cuadral de iglesia de la provincia de Almería; 10, trompa mocarabada, según Prieto Vives; 11, tipo pechina en pendiente con lazos de 12. Figura 68. 1, de ochavo de la iglesia de San Francisco de Palencia; 2, de la sinagoga de El Tránsito de Toledo con floreciente racimo mocarabado; 3 clásico en el mudéjar sevillano desde la Sala de Justicia del Alcázar de Sevilla hasta armadura de la Casa de las Dueñas; 5, del ochavo de la iglesia de Erustes; 6, de iglesia de Narros del Castillo (Ávila) (93); 7, iglesia de Graena de Guadix, según Gómez-Moreno Calera; 8, trompa de estructura mudéjar-renacentista del palacio de Peñaranda de Duero; 9, cuadral de armadura de la Casa de Pilatos de Sevilla.

Estructuras sencillas de planta cuadrada con cuadrales y de planta octogonal con trompas (fig. 69). Casi siempre con variable trama geométrica cubriendo el almizate o sustituyéndola simplemente una pequeña estrella de ocho puntas, cual es el ejemplo de la iglesia de Matute de Almazán (Soria) en el que al igual que las otras se distinguen perfectamente las limas moamares con péndolas y arrocabas, bien patente en el ejemplo (6) del par y nudillo de

Figura 67 y 68. Tipos de trompas planas más representativas. El 1, 2 de la primera figura de a iglesia de Erustes.

Figura 69. Armaduras de par y nudillo sin decoración de lazos, base cuadrada u ochavadas; la 6 con limas moamares, del Cuarto Real de Santo Domingo de Granada.

base cuadrangular del Cuarto Real de Santo Domingo de Granada; el 2 estructura cuadrada de la iglesia almeriense de Instición (94), su almizate en (A) un patrón árabe; el 4 de iglesia de Abla (Almería), otra semejante de Santa Úrsula de Alcalá de Henares fig. 93, 2) (95): los faldones con dos ondas de estrellas de ochos puntas y lacillos de 4 en serie a imitación de las cúpulas de albañilería por lo tanto decoración apeinazada que trasciende al almizate; el 5, de iglesia palentina de Oñoza, aunque Martínez Caviró la da como de iglesia del pueblo palentino de Villarmenteros, del siglo XVI: apeinazada y con limas moamares, esta vez trompas o pechinas en pendiente con decoración de casetones renacentistas también representados en el almizate. Aunque en cuadrado parecida descripción merecen las armadura 8, de San Sebastián de la Solana (Ciudad Real) y la 7 del Convento de Santa Clara de Moguer (Huelva). Prácticamente todas las señaladas tiene decoración llamada de jaldeta, característica de armaduras modestas: se las conoce por los recuadros formados por los pares y finas cintas dispuestas perpendicularmente. . Los faldones y su decoración de lazos.

Bien explícitos al respecto son las hojas 1 y 2 de la figura 69-1: 1, del manuscrito de Diego López de Arenas, folios 28 v y 34 v, con lazos de 10; 2, del Tratado de

Figuras 69-1 y 69-2. Tipos de faldones decorados. 1, A, B, 4, de la Carpintería de López de Arenas; el 2, de Fray Andrés de San Miguel. Los restantes de carpintería mudéjar; el 8 de la Alhambra.

arquitectura de Fray Andrés de San Miguel, “reglas alta y baja para una ochavada”, lám. LVIII, también con lazo de 10. De los mismos tratadistas son las tramas A y B: lazos de 16 trabados por lazos de 8, ya reconocido en el arte hispanomusulmán (en la fig. 69-2 el 1, celosía de la mezquita de Taza, s. XIII), también constatado en el arte mudéjar (2, de la misma figura, yesería de la Casa de la Campana de Córdoba. El lazo de 12 de la figura 69-1 se inscribe en hexágono reconocido en yeserías del Monasterio de San Juan de la Penitencia de Toledo, s. XIV (fig. 69-2, 3). El lazo de 16 con lacillos de 8 se constata claramente en estructura de ochavo de iglesia de Oñoza (Palencia) (fig. 69-1 C). Volviendo a la figura 69-2 el (4) es del manuscrito de Diego López de Arenas, con lazos combinados de 12 y 9, inicialmente representado en yeserías del convento de la Concepción Francisca de Toledo (s, XIII-XIV) y techos de uno de los camarines del Salón de Comares de la Alhambra (5), s. XIV. De esta ciudad palatina es el par y nudillo con decoración apeinazada y limas moamares en los ángulos del la Torre mirador del patio de Machuca (8), ejemplo clave de estructuras de base cuadrada sin cuadrales y trompas características de cubiertas lignarias granadinas entre el siglo XIII y el XIV. Engañosos lazos de 8 se dan en el almizate y en faldones alternando con estrellas de ocho puntas y aspas o lacillos de 4; ejemplar el cubo de mocárabes del centro del almizate. En zona toledana se dan faldones con simple presencia de pares y calles sin decorar, ejemplo (9) de la iglesia de Totanés, según Montoya Invarato (96). En Alcalá de Henares dentro de la Universidad se dan los faldones de la armadura ochavada (7): limas moamares, péndolas y arrocabas ligadas a las mismas, decoración lisas o de jaldetas con menado entre los pares (10), siempre con trompas planas. Este ejemplar de par y nudillo sencillo aunque de bella presencia pasa por ser armazón previo de lo ochavos cuajados de lacería ataujerada cual es el caso de la armadura de la iglesia de San José de Granada (6) en la que volvemos a ver el diálogo de lazos de 12 y lacillos de 9 de la trama (5) Cúpulas de madera de anillo circular en la base o media naranja con trompas mocarabadas La media naranja del Salón de Embajadores de Sevilla Se conocen sólo tres ejemplos mudéjares localizados en el Salón de Embajadores del Alcázar de Sevilla, escalera del Palacio de Pilatos de Sevilla y cúpula del desaparecido palacio de los Cárdenas de Torrijos (Toledo), cubierta hoy en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Incuestionablemente el modelo son las dos medio naranjas de los templetes del Patio de los Leones de la Alhambra también con trompas o pechinas de mocárabes en las que distintos autores reconocen la complejidad de su construcción, sobre todo la dificultades técnicas de acoplamiento de la trama de laceria en la curvatura de la cubierta,

Figura 70. Dibujo de la media naranja de color, de Cabecera Soriano y A. Gómiz Gordo, del Salón de Embajadores, Alcázar de Sevilla..

complejidad y aspectos técnicos en buena parte dilucidados por el arquitecto A. L. Candelas Gutiérrez estudioso de la media naranja del Salón de Embajadores sevillano (97). Su construcción es de 1427, del Maestro D. Diego Ruiz (fig. 70, dibujo de la cúpula de Cabecera Soriano y A. Gómiz Gordo, acoplado al alzado de la sala de Girault de Prangey) (98). El Salón es del reinado de Pedro I hasta una altura de 8, 80 o 9 metros, por encima hasta la cumbre de la cúpula todo es del siglo XV. Se ignora cómo era la cubrición mudéjar original. A. Almagro Gorbea como hipótesis dice que sería como el par y nudillo de la Sala de Justicia del mismo alcázar (ver fig. 77). El friso mudéjar (A) del alzado es el auténtico del siglo XIV. La planta (B) es de la sala con proyección de la cúpula de base mocarabada de estuco, traza estrellada que evoca la base de estrella de ocho puntas segada de la Sala de los Abencerrajes del Patio de los Leones de la alhambra. La armadura es un ejemplo del bien hacer de la carpintería sevillana, imagen serena y reposada, tan bella como clásica, como conclusión de un trabajoso montaje de la trama geométrica a la superficie elíptica (fig. 71).

Su complicado proceso de construcción puede seguirse en gráficos de Candelas Gutiérrez (fig. 72, 3, 4, 5). Se trataba de aunar la carpintería y la decoración de lacería con recetas al respecto que facilitaban su prefabricación: la cúpula se subdividía en 12 husos o camones y un casquete esférico en la parte superior o la clave ocupada por lazo de 12 (fig. 73). Cada huso estaba compuesto por tres paños fabricados, con ello la

Figura 71 y 72. La media naranja del Salón de Embajadores. A la derecha dibujos 3, 4. 5 de A. L. Candelas Gutiérrez; A, de López de Arenas..

estructura de la media naranja se dividía en 37 fragmentos elevados desde el suelo. Sin contar el lazo de 12 de la clave, la traza geométrica de la cúpula es de lazo de 10 lefe (lazo de curvo), el lazo de 10 plano muy generalizado en las armaduras cupulares de base poligonal que vamos a estudiar. El camon A es de la carpintería de Diego López de Arenas y el entramado 5 del invento ingeniado para soporte de dieciséis lados del anillo de la media naranja sevillana. La excelente visualidad de la media naranja ofrece la bella estampa de la figura 70 (1) de Soriano Cabecera y A. Gómiz Gordo. La predilección por el lazo de 10 viene determinada por el uso de este tipo de geometría en superficies planas con el siguiente derrotero, siguiendo un orden cronológico, de la figura 74: 1, lazo de 10 de los ábsides de la catedral de Palermo del siglo XII, el más antiguo lazo de este tipo del Islam occidental; 2, de zócalo vidriado de la Qubba del Cuarto Real de Santo Domingo de Granada, s. XIII; 3, ejemplo, tal vez el primer lazo de 10 conocido hecho con madera, posiblemente de alfarje toledano, pieza hoy en el Museo del “Taller del Moro” de la ciudad; el 4 es de celosía de estuco mudéjar de palacio del Alcázar de Sevilla; 5 curiosa trabazón de lazos de 10 de zócalo vidriado de madraza de Fez, exactamente se trata de lazo de 10 rodeado de diez lazos pequeños de 10 formando estrella de diez puntas, es toda una apoteosis de este tipo de lazo que al parecer se ignoraba en la carpintería de la Alhambra de los siglos XIII y XIV, excepcionalmente empleado en rueda cerámica del Museo Arqueológico de esa ciudad palatina (10): lazo de 20 rodeado de diez lacillos de 10; otra interesante composición en solería de la Sala de las Camas del Baño Real de Yusuf I (7); de yesería del Generalife el (8); de un alfarje sería trama de madera de lazos de 10 al parecer de madraza de Ceuta (6). El mismo tipo de lacería, aunque sin el lazo de 12 de la clave del Salón de Embajadores se ve en otra media naranja del templo de San Francisco de Lima (A), esta vez las trompas en rampa con la trama de lazos de 12 y 9. La trama (9) es de armadura de madera palentina de Villalcón, s. XVI. Está probado que este tipo de lazo es constatado en Oriente ya dentro del siglo XII, un ejemplo tardío es el de la trama (C) obtenido según algunos autores por trama formada por grandes decágonos rodeados de diez pentágonos pequeños, si bien una de mis teorías sobre tramas previas de lazos de 10 es la reflejada en el esquema B con serie de estrellas de cinco puntas entrelazadas según trama clásica. Y por último un excelente almizate del Museo Arqueológico de la alhambra (fig. 75, 1): en torno a paño octogonal con ocho racimos de mocárabes y otro

Figura 73 y 74. Lazo de 12 de la clave de la media naranja sevillana. A la derecha desarrollo de lazos de 10 musulmanes y mudéjares.

mayor central se dibujan ocho lazos de 10 zafates. La cúpula de la escalera de la casa de Pilatos de Sevilla (figura 75) Se trata de armadura un poco abreviada de la del Salón de embajadores. Coincidiendo básicamente en el lazo de 12 de la clave y lazos de 10 solitarios o emparejados en los doce husos o camones, también aquí se dan trompas mocarabadas. El dibujo (A) de Enrique Nuere. Se prescinde de escudos de castillos y leones que rodean el lazo de 12 del Salón de Embajadores (fig. 73). Cúpula del palacio de los Cárdenas de Torrijos (Toledo) (figura 76) El palacio sin duda fundado por Gutierre de Cárdenas, esposo de la “Loca del Sacramento” de parentesco real (hija del almirante de Castilla y prima de Fernando el Católico), que tenía otro palacio en Ocaña. En mi estudio de éste del año 1965 (99) incluií foto de esta espectacular media naranja de Torrijos luego dada a conocer por Balbina Martínez Caviró en su “Carpintería mudéjar t oledana” de 1977. Desde luego es posterior a la de la qubba sevillana de Embajadores y forjada antes de la del palacio de Pilatos. Prácticamente la clave es la misma, lazo de 12 (2) en la clave y 12 husos cuajados de lazos de 10, aislados o emparejados. Ahora la base circular descansa propiamente en polígono de dieciséis lados, como en los ejemplares sevillanos, aunque soportado por cuerpo octogonal o linterna ciega con cuatro trompas en rampa o pechinas mocarabadas al completo. Los dos castillos y león rampante del cuerpo octogo

nal es emblema de la esposa de don Gutierre de Cárdenas quien exhibía por escudo de su casa los dos lobos de los Ayala y conchas jacobeas. Estos escudos reunidos en uno de yeserías del palacio ocañense (3). Entre las pechinas se esculpieron conchas, santiaguistas, una por lado, símbolo de la Orden de Santiago de la que era miembro

Figuras 75 y 76. 2, 3, 4, A de la Casa Pilatos de Sevilla. A la derecha la media naranja de Torrijos.

Lazos de 10 de celosía, sinagoga de El Tránsito, Toledo.

sobresaliente don Gutierre. Lo que no se sabe bien es si este tipo de cúpula u otra parecida se daba en otras torres angulares que tenía el palacio torrijeño. Ochavos o cúpulas más representativas con cuatro trompas de Andalucía Sevilla Figuras 77 y 78. Armadura de la Sala o Qubba de Justicia del Alcázar y la de la Casa de las Dueñas

La qubba es fundación de Alfonso XI cuyos escudos castellanos y el de la Banda figura en la parte alta de las yeserías por primera vez vistos por Torres Balbás (100). La cubierta (1) va protegida por tejados a ocho aguas de base octogonal (2). Se trata de sala cuadrada con tres nichos por cada lado con bancal, sala sin duda asamblearia del siglo XIV (3). La estructura del techo es ochavada, de par y nudillo con ocho limas moamares. La base descansando en cuatro trompas plana (1) (4) (B) con labor de lazos de 8, y en el almizate de forma octogonal traza apeinazada formada por octógono sesgado con racimo de mocárabe rodeado de ocho lazos de 8 entrelazados (A), la primera trama de este tipo muy difundido en armaduras de los siglos XV y XVI. Los faldones se clasifican como decoración lisa o de jaldeta, sin menado entre los pares (los dibujos 4 y 5 de varios autores de “Geometría de los Reales Alcázares de Sevilla”, del Departamento de Matemáticas del Instituto Gonzalo Nazareno, Dos Hermanas; la

Figuras 77 y 78. Cubierta de la Sala Qubba de Justicia, Alcázar de Sevilla, y la de las Dueñas de la misma ciudad.

Escudos en uno de Don Gutierre de Cárdenas y de la “Loca del Sacramento”. Sepulcro de mármol de los cónyuges de la Colegiata de Torrijos.

sección 6 de la Escuela de Estudios Árabes de Granada). Dos siglos después la cubierta es imitada con ligeras variantes en sala-torre de la Casa de las Dueñas de la ciudad (fig.78). En los faldones doble banda horizontal con estrellas de ocho puntas anudadas, las entrecalles de los pares con menado de decoraciones vegetales. Figura 79. Cubierta del Convento de Madre de Dios de Sevilla. Estructura ligeramente oblonga y de cinco paños exuberantemente decorados, en los faldones trama de lazos de 10 (1) que afectan al almizate ochavado presidido por dos racimos. En las trompas planas desarrollo de trama de lazos de 12 rodeados de lacillos de 9 (2). En espectacularidad corre a la par de la cubierta de la iglesia de Santiago de Baza (fig. 83) Techumbres granadinas del siglo XVI.

Granada Figura 80. Cubierta de escalera de la casa número 19 desaparecida de la Calle de Santa Escolástica, de principios del siglo XVI, según publicación de Torres Balbás (1923) (101). Con visos gotizantes y renacientes particularmente en largueros de la base ochavada y las trompas, aunque lo geométrico se mantiene dentro de la tradición hispanomusulmana. El almizate con la trama (A) de las cúpulas estudiadas de la Sala de Justicia del alcázar sevillano y de la Casa de las Dueñas. Los faldones con decoración sencillas apeinazada que recuerda armadura toledana de la Puebla de Montalbán (ver figura 89, 4). En Granada la cubierta ochavada de del Hospital Real, según reproducción de Ràfols (fig. 80, 2). Los faldones con decoración apeinazada siguen de cerca los de la cubierta de la Casa de las Dueñas de Sevilla, limas moamares y vistoso racimo de mocárabes en la clave del almizate. Cubierta esta vez de base cuadrada de San Juan de Dios de la misma ciudad, su almizate con lazo de 12 apeinazado sistema aplicado a los faldones, las trompas sustituidas por cuadrales en los cuatro ángulos. Del Palacio de los Córdoba es el ochavo de la figura 81. La decoración pintada tipo ranaciente de las calles entre pares de los faldones delatan cronología dentro del siglo XVI, trompas planas con decoración pintada de sumarios lazos de 8; en el almizate racimo mas renaciente que de tradición mudéjar dentro de octógono renaciente bordeado de inédita y elemental decoración geométrica.

Figura 79. Cubierta de Madre de Dios de Sevilla.

Muy vistosos son tres ochavos localizados en iglesias de la zona de Guadix estudiados por Gómez-Moreno Calera (fig. 82, 1, 2, 3) (102). La primera, de Beas de Guadix, y la tercera de Graena, atribuible al carpintero Bartolomé Meneses, enseñan en la clave o almizate lazos de 8 encadenados, tipo armadura de Santiago de Murcia, y lazo de 8 en solitario. Las cintas de las tramas geométricas por novedad ataraceadas. Mientras las

Figuras 80 y 81. Cubiertas granadinas de casa de Santa Escolástica, del Hospital Real, de San Juan de Dios y del palacio de los Córdoba.

Figuras 82 y 83. Cubiertas granadinas. De la zona de Guadix, según Gómez-Moreno Calera 1, 2, 3. A la derecha, de San José de Granada, 1; de Cortes de Baza y de Santiago de Baza, 2, 3.

trompas de la primera enseñan tema avenerado o de pergamino tipo renacentista, la segunda recoge muy sumariamente trama de lazos de 12 y 8 combinados. De escalera del Palacio Episcopal de Guadix es la cubierta de ochavada (2), su almizate similar al de la cubierta (1). Las tres cubiertas con limas moamares. En San José de Granada interesante cúpula de cuatro trompas ligeramente cóncavas de tres nervios convergentes (fig. 83, 1), muy original el almizate con racimo central rodeado de otros ocho de menor escala, como en el almizate del Museo de la alhambra, dando paso a la trama ataujerada de los ocho faldones de la clase árabe de diálogo de lazos de 12 y de 9 (A). Otra cubierta de iglesia de Corte de Baza (fig. 83, 2), lacería en las cuatro trompas planas, en el almizate y faldones serie de lazos de 8 encadenados con estrellas de ocho puntas de ligazón en la base de los segundos. Frente a la monotonía de esta cubierta destaca la de iglesia principal de Baza (fig. 83, 3 y fig. 84, 1)., su espectacularidad conseguida al desaparecer de la vista las ocho limas moamares por irrupción en todos los paños o faldones de trama de lazos de 10, sin duda por inspiración de la cúpulas sevillanas de anillo circular, de las cuales se diferencia en

primer lugar por el trato dado al almizate, desconocido en Andalucía, con octógono rodeado de otros ocho de menor escala, de acuerdo con trama mudéjar de ascendencia toledana (fig. 84, A, B), en segundo lugar la trama de la base de los faldones con medioslazos de 20 rodeados de lazos de 10 en teoría en número de diez según vemos en la figura 84 (2) (3) de trozo de zócalo vidriado depositado en el Museo Arqueológico de la Alhambra. Lo lazos resaltados por el color rojo intenso de los zafates. La trama de almizate (4) de la figura 84 es de estructura mudéjar malagueña (103).

Dentro de la misma línea estética sobresale la cubierta del Convento de Dominicos de Baena (Córdoba) (fig. 85, 1, 2). Los mismos diálogos de lazos de 20 y de diez lacillos de 10, con ausencia aparente de limas moamares. El almizate mantiene la trama de nueve racimos, mayor el central. Las trompas planas con lazos de 12 y racimo central. De Málaga es la cubierta de ochavo instalada en el Museo de Bellas Artes de la ciudad (fig. 85, 3) (104). La decoración de su almizate tomado de lacería propia de la Alhambra de la primera mitad del siglo XIV (B), aunque también se acerca a trama mudéjar del mismo siglo de Sevilla y Toledo (A). Cierro este periplo andaluz con cubierta de qubba arquitectónica aneja a la iglesia de Santa María de Ronda (Málaga) (fig. 86, 1) (94) y otra localizada en iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de Fiñana (Almería) (86, 5) (105). La primera es de base octogonal, limas moamares, decoración de menado entre los pares, su almizate ocupado por lazo único de 8 (2) (4), tema reiterado por ejemplo en la cubierta de la Ermita de la Piedad de Osorno (Palencia (fig. 100). La cubierta de Fiñana de limas moamares da faldones con pareja de lazos

Figura 84. De Santiago de Baza, 1; almizate de cubierta malagueña, 2.

de 10 unidos por contacto a imitación de la media naranja del Salón de Embajadores de Sevilla (A). Ochavos o cúpulas toledanas más representativas

Figuras 85 y 86. De Convento de los Dominicos de Baena, 1; cubierta del museo de Bellas Artes de Málaga, 2. A la derecha, qubba de la iglesia de Santa María de Ronda, 1, 2, 3, 4; de Nuestra Señora de la Encarnación de Fiñana.

Figuras 87 y 88. Cubierta del “Taller del Moro” de Toledo. A la derecha cubierta del salón del Corral de Don Diego de la misma ciudad.

Las más antiguas al parecer serían dos estructuras de los cabos de la rica tarbea del edificio llamado “Taller del Moro” de Toledo, resto de palacio mudéjar de la primera mitad del siglo XIV (fig. 87, 1, 2, 3). Son sencillas estructuras de par y nudillo, trompas planas rehundidas, limas moamares y decoración de menado en los faldones. El aspecto (3) del pabellón ochavado de ocho aguas se asemeja a las qubbas de la Sala de la Justicia del Alcázar de Sevilla y del Corral de Don Diego de Toledo que vemos a continuación. En ésta (fig.88) la armadura es más animada que las del “Taller del Moro”: incluye cubo mocarabado en el almizate el cual da un sencillo a la vez que raro dibujo (A) que se ve en cubierta del piso alto de la Puerta de Santa María de Burgos (fig. 89.1, 2), sin duda ambos ejemplares de la misma escuela toledana. Por lo demás los dibujos y fotografía de la figura lo dicen todo. Únicamente parece que las trompas planas, rehundidas como las del “Taller del Moro”, eran de simples viguetas con menado. Del siglo XVI serán las estructuras (3) y (4) de la figura 89. De la capilla de San Bernardino la primera, dentro de la “Casa del Greco” de Toledo: trompas gallonadas, sus ochos paños cuajados de lazos de 10 sesgados ocultan las limas moamares y excelente racimo de mocárabes en el almizate. Menos aparatosa aunque pedagógicamente más interesante es la estructura de la Puebla de Montalbán, decorado apeinazado de los faldones en lo que alternan estrellas de ocho puntas y hexágonos irregualres o alfardones. El desaparecido Monasterio de San Juan de la Penitencia de Toledo fundado por el Cardenal Cisneros encerraba interesantes estructuras lignarias, dos de base de octógono regular con trompas planas de lacería. La principal de la figura 90 (1) un espécimen típicamente toledano en razón a sus decorados: limas moamares,

Figuras 89 y 90. Cubierta de la planta alta de la Puerta de Santa María de Burgos, 1, 2. Techumbres toledanas, 3 y 4. A la derecha cubierta de San Juan de la Penitencia, 1, 3.

vistas, faldones con la misma trama geométrica del almizate de la sinagoga de El Tránsito de la ciudad (2), el almizate con lazo de 8 rodeado de ocho octogonillos (3), el mismo esquema de yeserías mudéjares toledanas del siglo XIII (7) (8), además de la cubierta del pórtico del Partal de la Alhambta (5) (6). Respeto a las trompas planas (4) se evidencia modelo antes representado en la armadura de la planta alta del Partal de la Alhambra y en la iglesia de Erustes.

De esta iglesia de la provincia de Toledo interesan dos alfarjes, el par y nudillo de la nace central y la cubierta de base octogonal del presbiterio (figs. 91 y 92, 1) que describo de seguido. Estructura muy interesante cuajada de lazos de 10 ocultando el dibujo de las limas moamares, el almizate ochavado con interesante racimo central rodeado de esquemáticos lacillos (A) de indeterminado definición y muy recurrentes en techumbres de la mitad norte de la Península. Curiosamente la estructura descansa en registro ochavado

Figuras 91 y 92. Ochavo del presbiterio, iglesia de Erustes (Toledo). A la derecha, de la misma iglesia, 1; otros techos toledanos, 2, 3; ochavos renacentistas de Alcalá de Henares, 4, 4-1.

Figura 92-1 Artesonados renacientes de Alcalá de Henares, 1, 2; ejemplo de par y nudillo sin lazos y decorado con lazos ataujerados, 3, 4; artesonado renaciente de Alcalá de Henares, 5, 7; en A ejemplo de artesonado italiano, según P. Lataronilly.

Lazo de 6: 1, de piedra de Madinat al-Zahra; 2, mudéjar aragonés. Inédito en cubiertas de madera, sólo en el Paraninfo de Alcalá de Henares, fig. 92-1, 5

de mocárabes de escasísima presencia en obras lignarias, con un solo precedente en los techos del Partal de la Alhambra. Cuatro trompas ahuecadas más que planas tiene lazo de 12 incompleto. Los lazos de 10 conseguidos por el sistema ataujerado, las cintas con dibujo de cordón añadido. Se trata quizá de la estructura más interesante del mudéjar castellano (106). Estructura ochavada plana, oblonga con trompas agallonadas renacientes es la que cubre la escalera del hospital de San Cruz de Toledo (fig.92, 2) cuyo dibujo de lacería, lazos de 8 con estrellas de trabazón, vienen de la lacería de la árabe de la Alhambra (5), también presente en un par y nudillo del palacio de los Cárdenas de Ocaña (3) (107). Luego Toledo y Alcalá de Henares se echan en los brazos del Renacimiento aunque sin desligarse del todo de la tradición musulmana y la mudéjar ello bien manifiesto sobre todo en el Paraninfo y Capilla de San Ildefonso de la Universidad cisneriana de Alcalá, además del Palacio Arzobispal de esta ciudad. De este palacio techos de la escalera principal (fig. 92, 4, 4-1) almacenando artesones de todo tipo renacientes aplicados sobre todo a techos planos (fig. 92-1, 1, 2) (97). De la capilla de San Ildefonso es la semicubierta ochavada (3) de la misma figura cuyo armazón de indudable valor pedagógico sirve para explicar otras estructuras ya estudiadas cuajadas de laceria, por ejemplo la andaluz (4). La cubierta del Paraninfo cabe clasificarla como artesonado en el sentido del Renacimiento si bien el dibujo general es trama de lazos de 6 de tradición musulmana (5) (98), el relleno de los miembros del lazo es de decoración tipo plateresco iniciado en la ciudad complutense con el Cardenal Cisneros. En ese dibujo doy el intradós de la trama y el extradós de sencillo tableado que recuerda casetones renacientes italianos de la misma época, según dibujos (6) (A) (B) de la Basílica de San

Lorenzo de Extramuros de Roma, extradós e intradós, según P. Latarinilly. Del Palacio Arzobispal alcalaíno es la fachada de la figura 93 (1), la torre ochavada en la planta alta de la derecha posiblemente albergó una armadura mudéjar-renacentista. En Alcalá y

Figura 93 y 94. Torreón de supuesta cubierta ochavada, Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares; de la misma ciudad ochavo de convento. A la derecha tres aspectos de ochavos del castillo del Belmonte (Cuenca).

pueblos de los aledaños en tiempos en que se iba imponiendo el Renacimiento en su fase plateresca se siguieron haciendo cubierta de ochavos más dentro de la tradición mudéjar cual es el caso del Convento de Santa Úrsula de la ciudad cisneriana (fig. 93, 2). El castillo de Belmonte (Cuenca) cuenta con vistosas o caprichosas techumbres, ejemplos de ochavos que sin salirse de los formatos mudéjares que venimos estudiando introducen originales tramas, ejemplos en la figura 94, imágenes que hablan por sí solas de ciertos desvíos de la tradición musulmana en la que se introducen angelotes con escudos y trompas planas con raros racimos. En el Alcázar de Segovia excelente ochavo plagado de lazos de 12 en dialogo con lazos de 9 (fig. 95, 1, A). Techumbres de Castilla la Vieja y León En la misma figura la cúpula (2) de Iglesia de San Nicolás de Bari de Madrigal de las altas torres con la misma trama geométrica de la cubierta anterior segoviana, pechinas en pendiente cubierta de sencilla labor de mocárabes extensible a registro de la base de la estructura ochavada. En Ragama (Salamanca) sencilla cubierta ochavada con trompas planas con breve lacería , esta vez los faldones con trama de lazos de 10 (A), la misma que cubre los faldones de la estructura del presbiterio de la iglesia del Sancti Spiritus de Toro (Zamora), s. XVI, reproducida por Lavado Paradinas en uno de sus artículos (4) (108). La breve lacería del almizate que acompaña al cubo del almizate se va con el almizate estudiado de la iglesia toledana de Erustes. En Palencia capital la excelente y conocida cúpula ochavada de planta cuadrada con trompas de la iglesia de San Francisco (fig. 96): estructura apeinazada, ocho limas moamares, paños de faldones con tres bandas o registros de estrellas de ocho puntas entre lacillos de 4 o aspas, almizate (A) inaugurado en la Sala Quba de Justicia del Alcázar de Sevilla, es decir, ocho lazos de 8 haciendo la rueda; las trompas (fig.68, 1) con original trama que incluye un semillazo de 8. Acerca de la decoración de los faldones en la figura 96-1 doy un breve recuento de ese tipo de ornato tan peculiar en lo árabe y lo mudéjar: 1, 2, 3 del desgüace de techo plano de la Torre del Burgo (Guadalajara); 2, de techo de Tánger, de palacio de la alcazaba; 5, de iglesia parroquial

Figura s 95 y 96. Cubierta del Alcázar de Segovia, 1, de San Nicolás de Bari, Madrigal de las Altas Torres, 2, de iglesia de Ramaga, 3, del Sancti Spiritus de Toro, 4. A la derecha, cubierta de San Francisco de Palencia.

de Dois Portos, Torres Vedras, Portugal. Se origina propiamente en techumbre de palacio árabe del Palacio de Pinohermoso de Játiva (E) (100), quizá como adelanto de la cubierta plana de la nave central de la Capilla Palatina de del Palacio Real de Palermo (C) (D) originariamente ya dado en mosaicos de la Antigüedad (A) y piedra califales nuestras (B). Sin salir de tierras palentinas vemos interesantes tramas geométricas en ochavos (fig. 97): 3, pórtico de iglesia de Castromocho, cuya decoración nos devuelve al diálogo árabe de lazos de 12 y de 9 nacido según se vio en camarín del Salón de Comares de la Alhambra (1, 2, 4), esquema traspasado también a la cubierta de la Capilla de la Virgen del Castillo de San Facundo de Cisneros (5), obra según Lavado Paradinas de Juan Carpeil (1516-1518) y la de Villanueva de la Cueza (4), ambas estructuras curiosamente de base de dieciséis lados evocando la cúpula de la planta alta del Partal de la Alhambra. Otros tres ochavos palentinos (fig. 98): presbiterio de la iglesia de Añoza, cuadrales en lugar de trompas planas, porque en realidad es estructura de base cuadrada, igual que el almizate, éste y los faldones con espléndidos lazos de 16 (A) de tradición nazarí. El mismo tipo de lazos en la estructura esta vez ochavada con trompas planas de iglesia de Villalcón (2) (3): lazo de 16 en el almizate y otros ocho de 12 haciendo rueda de los faldones; estos últimos simplificados aplicados a la trompas planas. A la estructura de San Fernando de Cisneros (B) regresa la trama nazarí (B). Aunque no exactamente ochavo o cúpula trompeada destaco el ejemplo de la Capilla del Cristo del Amparo de Cisneros (fig. 99, A), su almizate tocado con lazo de 8 de zafates harpados (B) de origen nazarí (C). y en Fuentes de Navas cubierta con dialogo de lazos de 16 y de 12 sesgado ocultando las limas moamares .Para terminar con la provincia palentina nos detenemos en la ermita de la Piedad de Osorno (fig. 100). Estructura ochavada en planta cuadrada con pechinas

Figura 96-1. Modelos de estrellas y lacillos de 4 de cubiertas musulmanas y mudéjares.

Figuras 97 y 98. Lazos de 12 y 9 de la iglesia palentina de Castromocho, 3: repetidos en las cubiertas de la capilla de la Virgen del castillo de San Fernando de Cisneros (5) y de Villanueva de la Cueza (4); los mismos lazos provenientes de camarín del Salón de Embajadores de la Alhambra (1) (2). A la derecha cubiertas de iglesias palentinas de Oñoza, Villalcón y San Fernando de Cisneros.

en pendiente, muy simple la decoración de los faldones con menado, limas moamares, lazo de 8 en el almizate, semejante al del harneruelo de la qubba de Santa María de Ronda (1), las pechina con dialogo de lazos de 12 y de 9 (2). En Valladolid buenas estructuras en el Colegio de San Gregorio de las que destaco una de cúpula trompeada de base octogonal (fig. 101, 1) con lazo de 10 por cada faldón (A) teóricamente dibujado dentro de un pentágono. El lazo de 12 y de 9 reunidos se daba en estructura ochavada de la provincia de Valladolid, según reza en el Catálogo Monumen-

tal de la Provincia (2) (B). Interesante es la cubierta de Villalcón de Campos con lazos de 12 y de 9 en los faldones y peculiar almizate tipo toledano con racimo dentro de octógono sesgado (3) (4). Y estructuras pintadas en la Capilla de San Llorente y en el Museo Diocesano Catedralicio de la ciudad (fig, 102, 1, 2), particularmente el primero plagado de lazos de 8 formando peculiar trama de tradición mudéjar: puertas de las Huelgas de Burgos y del palacio mudéjar de Pedro I del Alcázar de Sevilla, uno de los alfarjes del Patio de los Leones de la Alhambra, zócalo vidriado de la madraza Sahry

Figura s 99 y 100. Cubierta palentina de la ermita del Santo Cristo del Amparo de Cisneros, A; de Fuentes de Nava, 1. A la derecha la ermita de la Piedad y su cubierta, Osorno.

Figuras 101 y 122. Cubierta del Colegio de San Gregorio de Valladolid, 1; el 2 de iglesia vallisoletana (Catálogo Monumental de la Provincia). A la derecha, ejemplos de cubiertas pintadas del Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid, 1, 2; cubierta de Villalcón de Campos, 3, 4..

de Fez. Curiosamente la misma trama presente en la mezquita del siglo VIII de Damasco que aquí recojo de una foto publicada por Rivoira en 1914, en mi criterio una réplica tardía de algunos de los ejemplos mudéjares mencionados. En la población de Alaejos la excelente cubierta del presbiterio de la iglesia de Santa María (fig. 103, 1) repleta esta vez de casetones hexagonales renacentistas que incluyen cabezas beatificas, estructura de ochavo con pechinas de pendiente y en la clave del almizate complicadísimo cielo de muqarnas con sesenta y cuatro estrellas rítmicamente distribui das. Todo ello dentro del estilo plateresco o cisneriano del desaparecido Monasterio de San Juan de la Penitencia de Toledo (2).

Capítulo aparte para algunas cubiertas ochavadas tardías detectadas en tierras leonesas publicadas por J. García Nistal en el año 1981 (fig. 104) (110). Armadura de Valdesaz de los Oteros con lazos de 10 ocultando las limas moamares, ataujerada, en el almizate racimo rodeado de sumaria lacería semejante a la del almizate de la iglesia toledana de Erustes (1); se fecha en 1531 y atribuye a Hernando de la Sota. Otra armadura ataujerada de Escobar de Campos esta vez con trama o red de estrellas de seis puntas de estilo renacentista que quiere casar con ejemplos palentinos cual es el caso (3) de Quintanilla de la Cueza y otra de Santa María de Becerril de Campos. Por último cubierta de forjado con jabalcones de Sala Capitular de San Marcos de León (4), según J. García Nistal atribuida a Guillén Doncel, Pedro de la Tijera, Hernando de Villaverde y Rodrigo de Villaverde (1542-1545).

Figuras 103 y 104. Artesonado renacentista de ochavo de Santa María de Alaejos (Valladolid), 1; artesonado plateresco de San Juan de la Penitencia de Toledo, 2 . A la derecha cubiertas renacentista de León y provincia publicadas por J. García Nistal: de Valdesaz de los Oteros, León, Quintanilla de la Cueza, Sala Capitular de León, 1, 2, 3, 4.

Dos casos excepcionales de Aragón Cúpula ochavada de la Capilla de San Miguel de la Seo de Zaragoza (fig. 105). Capilla de planta cuadrada que mediante trompas planas rehundidas pasa a ser ochavada con alto zócalo de ocho lados por sustento de nuevo ochavo con sencilla lacería apeinazada entre limas moamares y en la cumbre nuevo ochavo de rica decoración de mocárabes, la clave con cubo también de muqarnas cuya traza viene a casar con la de determinadas estructuras mocarabadas de la Alhambra presididas por estrellas de dieciséis puntas, cual es el caso del Observatorio de la planta alta del Partal y de la clave del techo del Salón de Comares. Capilla del Castillo de Mesones de la Iruela (fig. 105-1, 1, 3, 4, 5, 7) (111). Magnífica techumbre de base hexagonal propia del siglo XIV-XV instalada en espacio de seis lados, única estructura hexagonal en lo árabe y lo mudéjar hasta ahora estudiado. El dibujo (2) es de Enrique Nuere. En realidad es un par y nudillo de seis faldones entre otras tantas limas moamares que convergen en el almizate hexagonal decorado con lazo de 12 hasta ahora visto en el techo de San Juan de Dios de Granada . Lo de lazo de 12 dentro de hexágono, dibujado por Diego López de Arenas en su Carpintería (fig. 69-1, B) viene de trazas de yesería mudéjar de casas del siglo XIV anejas al desaparecido Monasterio de San Juan de la Penitencia de Toledo (B) cuyo origen puede verse en los discos con decoración geométrica de la sinagoga de Santa María la Blanca de esa ciudad (A); otro ejemplo en yeserías de la sinagoga de Córdoba (C) además de celosía del Cuarto Dorado de la Alhambra (D). En los faldones registros de estrellas de ocho puntas y lazos de 4 o aspillas en la base y doble registro hacia la mitad (6). Destacan las pinturas de vivos colores de figuras sacras del menado de los faldones. Para finalizar doy dos figuras con lazos de 16 rodeado de ocho lazos pequeños de 8 propios de la Alhambra aunque desconocidos en las estructuras estudiadas lignarias árabes y mudéjares. Estudio de este tipo de decoración, figura 106: 1, de la Alhambra del siglo XIV; 2, interpretación de Enrique Nuere de techumbre plana o alfarje; 3, de armadura de Cardeñosa (Ávila) (112); 5 de alfarje de Salamanca; 4, mi propuesta de esquema clásico básico en la consecución de la trama de lazos de 16 y de 8. En la figura 107 lazos de mayor número de zafates conocidos en el arte islámico y mudéjar, también sin localizar en estructuras cupulares: de alfarje dispuesto en el centro de la qubba del Mexuar de la Alhambra, excepcionalmente de 32 zafates, mudéjar; 2, de celosía de la Sala de la Barca de la Alhambra, 24 zafates; 23, de friso alto del “Taller del Moro” de Toledo, 24 zafates; 4, cerámica monumental de Marrakech, s. XV-XVI, 24 zafates; 4-

Figuras 105 y 105-1. Cubierta mocarabada de la capilla de San Miguel de la Seo de Zaragoza. A la derecha, cubierta de base hexagonal de capilla del castillo de Mesones de la Iruela.

1, de alfarje del palacio de Lucas de Iranzo de Jaén, 24 zafates; 5, de iglesia de Fuentes de Navas (Palencia), 24 zafates acompañado de otros lazos de 12; 6, cerámica vidriada de solería del convento toledano de Santo Domingo el Antiguo.

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Figura 106 y 107. Ejemplos de lazos de 16 y de 8 de cubiertas musulmanas (1) (2) y mudéjares (3) (5) no detectadas en cubiertas ochavadas con cuatro trompas. A la derecha ejemplos de lazos de 20, 24 y 28 no detectados en cubiertas ochavadas de cuatro trompas; el ejemplo 1, de alfarje de la qubba del Mexuar de la Alhambra no musulmán, con 32 zafates.

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Martínez Caviró, B., “Carpintería mudéjar toledana”, pp. 258-262; Identificación y clasificación de mucarnas Fernández-Puertas, A, “Mukarbas”, Encyclopedia of Islam, VII, Leiden, 1993; de interés es la conclusión e ín- dice de edificios orientales con mocárabes de Compendio de las muqarnas: génesis y evolución (siglos XI-XV) 2009, de A. Carrillo Caldedero. Para aclaración específica desde un punto vista técnico del tema de las compo- siciones geométricas formadas por las llamadas adarajas y jairas se viene aceptando la interpretación dada por Gómez-Moreno: “las jairas son prismas de los que se forman las adarajas, una vez recortadas en curvas sus ca- bezas”, y “las adarajas son piezas prismáticas cortadas por su cabeza en curva de arco semicircular o carpanel, que dispuestas escalonadamente componen la labor de mocarábes…” Este mismo autor sobre mocárabes a- ñade en Ars Hispaniae, III, “pero en Occidente, concretamente en el período almorávide, se organiza sobre perfiles de arcos mixtilíneos muy complicados que son el esqueleto de la bóveda, rellenos sus huecos con miem´ bros prismáticos, recortados por abajo en planos cóncavos y cabalgando unos sobre otros metódica e ingenio- samente, jugar con los mocárabes que decían. Su proyección vertical es una red geométrica, a las lineas directri- ces se las llama medinas; a los miembros poligonales adarajas”. El Diccionario de la Real Academia de la Len- gua dice de los mocárabes: “labor formada por la combinación geométrica de prismas acoplados, cuyo extre- inferior se corta en forma de superficie cóncava. Se usa como adorno de bóvedas, cornisas, etc. Vistas estas explicaciones o propuestas doy los gráficos adecuados al respecto.

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1.Origen de las tramas básicas geométricas de los mocárabes, a partir de las cúpulas de arcos entrelazados de la mezquita aljama de Córdoba (11) (12) (13) (14) (16); los restantes remedos de la estrella califal de Córdoba son de las claves de composiciones mocarabadas de estuco o madera. 2. Serie de miembros de adarajas y jairas en composiciones geométricas de trompas de madera occidentales; la trompa en negro de Prieto Vives; en la fila inferior la trompa de la izquierda y las tres adarajas inmediatas de L, Golvin (Essai sur l´architecture religieuse musulmane, I, Gené- ralités, 1970, p. 158). 3. Tipos de arcos mixtilíneos empleados en las tramas geométricas de mocárabes occidentales de estuco y madera. 4. Trama de mocárabes de estuco de cúpula de la mezquita de la Qarawiyyin de Fez, señaladas en blanco las líneas de las medinas que visualizan la composición geométrica básica.

90. Gómez-Moreno Calera , J. M., Arquitectura mudéjar de la comarca de Guadix. 91. Cañas Palop, C., “La técnica de ejecución de la armadura mudéjar de la antecapilla del Palacio Alto del real Al- cázar de Sevilla”, Actas del Tercer Congreso 9acional de Historia de la Construcción, 2000. 92. Fernández Shaw Toda, M., Carpintería de los blanco en la Provincia de Ávila (Arquitectura religiosa). Tesis doctoral, 1994. 93. Ibidem. 94. Villanueva Muñoz , M. de R., Torres Fernández, Armaduras mudéjares. Provincia de Almería, 1981. 95. Pavón Maldonado, B., Alcalá de Henares medieval. Arte Islámico y mudéjar, Madrid, 1982. 96. Montoya Invarato, R., “La iglesia mudéjar de Totanés”, Al-Andalus, XLI, 1976. 97. Candela Gutiérrez, op. cit. 98. Dibujo de la media naranja del Salón de Embajadores de Sevilla, de Cabecera Soriano y A. Gómiz Gordo. 99. Pavón Maldonado, B., “El palacio ocañense de don Gutierre de Cárdenas”, Arch. Español de Arte, XXXVI, 1965 (con foto de la cúpula de madera de Torrijos). 100. Torres Balbás, L., Ars Hidpaniae, IV; Pavón Maldonado, B., Tratado de arquitectura hispanomusulmana, III. 101. Torres Balbás, “Granada, la ciudad que desaparece”, Arquitectura, 1923. 102. Gómez-Moreno Calera, J. M. Arquitectura mudéjar de la comarca de Guadix, 103. Aguilar Garcia, M. D., “Carpintería mudéjar de los Tratados”, Málaga, 1984. 104. Ibidem. 105. Villanueva Muñoz, Torres Fernández, Armaduras mudéjares. Provincia de Almería. 106. Sobre la iglesia de Erustes, ver Terrasse, M., Pavón Maldonado y Martínez Caviró. 107. Pavón Maldonado, “El palacio ocañense…” 108. Lavado Paradinas, “Las artes decorativas mudéjares…”. 109. Torres Balbás, L., “Játiva y los restos del Palacio de Pinohermoso”, Al-Andalus, XXIII, 1958. 110. Garcia Nistal, J., “¿Artesonados mudéjares? De algunas cuestiones terminológicas e investigadoras en los estu- dios sobre carpintería de armar española”, Anales de Historia del arte, 2011. 111. Fernández Shaw, Carpintería de los blanco.