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La santa inquisición y los años más oscuros de la humanidad
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LA CACERÍA DE BRUJAS
La Santa Inquisición y los años más
oscuros de la humanidad
PARTE TEÓRICA
¡La gran caza de Brujas!
Se trata de la búsqueda, acusación, procesamiento,
condena y ejecución de personas por prácticas relacionadas
con la magia negra, la hechicería y la posesión demoniaca.
Muchas culturas antiguas y modernas han perseguido o
hasta asesinado por practicar estas artes.
Este pasaje de nuestra historia se dio tanto en Europa
como en América y consistió en la persecución por parte de
la iglesia y la justicia civil de hombres, mujeres, niños e
incluso animales, acusados de presunta brujería y de
conspirar para acabar con la cristiandad. En la actualidad
este fenómeno es llamado pánico moral, igual que en el
pasado sigue siendo una persecución irracional e
independiente de cualquier culpa o inocencia real.
No se tiene clara la fecha en la cual se inicia este
temor por las artes mágicas, pero existen registros de que
tanto en Babilonia [ver el Código de Hammurabi (la prueba
del agua] como en el Antiguo Egipto se castigaba a los
magos; sin embargo nunca se llegó a una persecución
masiva del modo en que se realizaría a comienzos de la
Época Moderna. Curiosamente los 3 Reyes Magos,
mencionados en la Biblia son considerados más bien como
sabios o científicos que como magos.
La primera ejecución registrada de una mujer por su
conocimiento se da en al 415, cuando una turba cristiana
ataca a la filósofa Hipatia, aunque no existía una
persecución explícita, la Iglesia Primitiva ya rechazaba la
brujería calificándola de superstición.
Durante la Baja Edad Media no hubo una caza de
brujas ya que se consideraba que no existían, el Concilio de
Paderborn en el 785 castigaba la creencia en ellas así como
su persecución. Esto fue valido por
Carlomagno en una ley durante los años
80`s del siglo VIII, la cual dice:
“Quien, cegado por el Demonio, cree
como los paganos que alguien es una bruja
y come a personas, y la queme por ello o
deja comer su carne por otros, será castigado a pena de
muerte.”
“La connotación negativa se debe a que según
la antigua mitología de diversas culturas se creía
que las brujas practicaban el canibalismo”.
En Alemania, las primeras pruebas de la existencia de
la palabra bruja aparecen en las leyes de la ciudad de
Schaffhausen de finales del siglo XIV (años 1368-1387)
según ha demostrado el historiador Dr. Oliver Landolt. El
término bruja aparece por primera vez en 1402, en
Lucerna (Suiza).
En Hungría se utiliza el término Strigis (búho), el
reinado de Colomán (1095-1116) fue considerado una de
las excepciones durante la época medieval no la brujería no
se persiguió con tal tenacidad. Los monarcas húngaros
posteriores fueron en extremo flexibles y respetuosos de
otras etnias que habitaban dentro de sus fronteras.
La inquisición surge en Europa en 1231, su actividad
principal no eran propiamente la brujería sino más bien la
herejía. El Papa Alejandro IV da instrucciones sobre esto el
20 de enero de 1260, aclarando que las brujas solo serán
perseguidas bajo denuncia, dando prioridad a otras
prácticas medievales consideradas como herejías
(movimientos o corrientes de pensamiento que se
contraponían o competían con la Iglesia Católica). Es en
1484 cuando una bula papal redactada por Heinrich
Institoris y firmada por Inocencio VIII reconoce oficialmente
la existencia de las brujas. La Summis desiderantes solo
influyó duraderamente en los territorios católicos pero fue
plenamente apoyada por las otras iglesias occidentales
(luteranos, reformados, anglicanos y puritanos). Las iglesias
orientales no participaron de esta cacería.
La persecución de las brujas se dio con mayor auge
entre 1450 y 1750, siendo los años entre 1550 y 1650
donde se dio la mayor histeria colectiva contra lo que se
denominaba “La ciencia de las Brujas”. La magia se
convirtió en un delito. Durante el siglo XV la Inquisición se
dedicó a quemar más herejes que brujas; al organizarse los
estados feudales como monarquías independientes del
Papa, el poder punitivo se trasladó a los jueces laicos
quienes continuaron la tarea de la Iglesia de quemar brujas
hasta el siglo XVIII.
El Malleus Maleficarum o Martillo de las brujas surge
en Alemania e influye en Francia, Italia e Inglaterra.
Mediante tortura cientos de hombres y principalmente
mujeres fueron obligadas a confesar su herejía y fueron
condenadas a la muerte. Se calcula que fueron ejecutas
entre 60 mil y unas cinco millones de personas. Para 1657
una nueva bula Pro Formandis, prohibió la persecución de
brujas.
En la actualidad la caza de brujas
se sigue dando en regiones no
cristianizadas o reciente mente
cristianizadas. Se conocen casos como
los de Los Niños Brujos del Congo. En el
Norte de Sudáfrica cada año cientos de
personas son acusados y asesinados por
brujería, así mismo en Tanzania y Kenia. Algunos estados
africanos incluso tienen leyes específicas contra estas
prácticas. En América del sur se conocen algunos casos.
En México y otros países latinoamericanos el término
“Cacería de Brujas” se aplica de forma coloquial para
referirse a las actividades fallidas de alguna o algunas
personas en un tema en particular.
PARTE PRÁCTICA
Preparar un lugar para
Las Hadas
Un lugar para las hadas no es propiamente un altar, es
más bien un espacio, para que se sientan bienvenidas en
casa. Estos lugares pueden ser en el jardín, o en la sala de
estar o un patio multifuncional; lo importante es que sea
agradable para ellas.
* Vamos a necesitar un rincón de la casa que sea
discreto, recuerda que ellas suelen ser tímidas con los
humanos. Debe estar aireado y limpio.
* Lo siguiente son los elementos para esta zona
mágica:
Una fuente de agua o un recipiente para agua; debe
ser nuevo y destinarse solo para ellas, además recuerda
renovar el agua todos los días.
El elemento tierra ya sean unas piedritas decorativas,
un recipiente con tierra fértil, puedes poner unas semillas
de alguna planta para que ellas se diviertan cuidándola.
Una vela, en este caso yo use una blanca y una verde,
pero puedes usar otros colores si deseas dedicar el lugar a
algún tipo de hada específico.
Flores, preferiblemente frescas; también puedes
recolectar algunos pétalos del jardín o de la comunidad
donde vives y colocarlos en un plato, pero no dejes que se
marchiten demasiado, cámbialos cada dos o tres días
El incienso, ya sea en varita o en quemador no es
indispensable pero si es agradable, sobre todo si el aroma
que escoges es herbal.
Por último coloca en un trozo de papel un poema o una
frase de bienvenida para las hadas.
El texto puede decir algo como esto:
“Bienvenidas a mi casa
las mágicas criaturas
de luz y de vida
que bondadosas y traviesas
colman mi morada de alegrías”
Esta imagen muestra solo un ejemplo de cómo podría lucir ese lugar dentro de la casa
