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LA TIPOLOGÍA. CONSIDERACIO- NES PREVIAS La construcción de una tipología cerámica es un trabajo que nunca puede ser considera- do como un fin en sí mismo, sino que se trata- ría de un vía con la que obtener fundamental- mente tres objetivos: 1 - La sistematización del material. 2 - Establecer la cronología de los contextos arqueológicos, colaborando en su interpreta- ción. 3 - Comparar materiales documentados en otras zonas con el fin de globalizar los análisis. No obstante, las primeras investigaciones realizadas sobre la cerámica islámica no siguieron estos criterios, sino que en las mis- mas prevalecieron otros taxonómicos y des- criptivos más cercanos a los postulados de la Historia del Arte, inclinando los estudios hacia las denominadas "Cerámicas de Lujo". Como ya indicó H. KIRCHNER (1988), estas clasificaciones se caracterizaban por la preva- lencia de los aspectos estéticos y artísticos de las producciones lujosas, principalmente del Verde y Manganeso, Cuerda Seca, etc. (CAMPS, 1943; GONZÁLEZ, 1944; GÓMEZ, 1951; LLUBIA, 1973), sin que interesase la contextualización de las producciones, ni el estudio de las cerámicas "Comunes". En consecuencia, no se intentaba obtener la información histórica y arqueológi- ca que subyace en los conjuntos cerámicos. Este panorama apenas cambió, a pesar de que empezaron a emplearse otros métodos de clasificación de acuerdo con los aspectos funcionales de los recipientes (LLUBIA, 1973), sobre todo porque en estas clasificaciones se desechaba gran cantidad de material fragmen- tado, por otra parte el más abundante, pero que no interesaba por su escaso valor estético, y por su supuesta escasa contribución a la ela- boración de una tipología formal. De esta manera, las tipologías se circunscribían al estu- dio de piezas más o menos completas. En la actualidad, y a pesar de que la abun- dante cantidad de seriaciones efectuadas a partir de excavaciones y secuencias estratigrá- ficas, la mayor parte de los estudios siguen teniendo como objetivo principal los aspectos tipológicos y descriptivos, que aportan crono- logías demasiado imprecisas, lo que ha impedi- do correlacionar formas, cronologías y áreas geográficas, y producir un aumento cualitativo de los conocimientos sobre este tema. La mayoría de las clasificaciones han sido efectuadas en función de los criterios tipológi- cos básicos propuestos por G. Roselló (1978; 1983), e incluso la mayor parte de las investiga- ciones que han optado por otra vía distinta, han mantenido líneas de conexión con dicho sistema, de forma que en ocasiones puede dar la impresión de que existe una sola forma de establecer la tipología, lo que desde luego es erróneo. Una de las principales causas que ha La cerámica emiral de la campiña de Jaén Juan Carlos Castillo Armenteros* * Universidad de Jaén, Área de Historia Medieval. Grupo de Investigación del Patrimonio Arqueológico de Jaén

La cerámica emiral de la campiña de Jaén contribuido a frenar la multiplicación de méto-dos, ha sido el escaso grado de precisión cro-nológica que se ha alcanzado, de tal manera

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LA TIPOLOGÍA. CONSIDERACIO-NES PREVIAS

La construcción de una tipología cerámicaes un trabajo que nunca puede ser considera-do como un fin en sí mismo, sino que se trata-ría de un vía con la que obtener fundamental-mente tres objetivos:

1 - La sistematización del material.2 - Establecer la cronología de los contextosarqueológicos, colaborando en su interpreta-ción.3 - Comparar materiales documentados enotras zonas con el fin de globalizar los análisis.

No obstante, las primeras investigacionesrealizadas sobre la cerámica islámica nosiguieron estos criterios, sino que en las mis-mas prevalecieron otros taxonómicos y des-criptivos más cercanos a los postulados de laHistoria del Ar te, inclinando los estudioshacia las denominadas "Cerámicas de Lujo".Como ya indicó H. KIRCHNER (1988), estasclasificaciones se caracterizaban por la preva-lencia de los aspectos estéticos y artísticos delas producciones lujosas, principalmente delVerde y Manganeso, Cuerda Seca, etc. (CAMPS,

1943; GONZÁLEZ, 1944; GÓMEZ, 1951; LLUBIA, 1973),sin que interesase la contextualización de lasproducciones, ni el estudio de las cerámicas"Comunes". En consecuencia, no se intentabaobtener la información histórica y arqueológi-ca que subyace en los conjuntos cerámicos.

Este panorama apenas cambió, a pesar deque empezaron a emplearse otros métodosde clasificación de acuerdo con los aspectosfuncionales de los recipientes (LLUBIA, 1973),sobre todo porque en estas clasificaciones sedesechaba gran cantidad de material fragmen-tado, por otra parte el más abundante, peroque no interesaba por su escaso valor estético,y por su supuesta escasa contribución a la ela-boración de una tipología formal. De estamanera, las tipologías se circunscribían al estu-dio de piezas más o menos completas.

En la actualidad, y a pesar de que la abun-dante cantidad de seriaciones efectuadas apartir de excavaciones y secuencias estratigrá-ficas, la mayor parte de los estudios siguenteniendo como objetivo principal los aspectostipológicos y descriptivos, que aportan crono-logías demasiado imprecisas, lo que ha impedi-do correlacionar formas, cronologías y áreasgeográficas, y producir un aumento cualitativode los conocimientos sobre este tema.

La mayoría de las clasificaciones han sidoefectuadas en función de los criterios tipológi-cos básicos propuestos por G. Roselló (1978;

1983), e incluso la mayor parte de las investiga-ciones que han optado por otra vía distinta,han mantenido líneas de conexión con dichosistema, de forma que en ocasiones puede darla impresión de que existe una sola forma deestablecer la tipología, lo que desde luego eserróneo. Una de las principales causas que ha

La cerámica emiral de la campiña de JaénJuan Carlos Castillo Armenteros*

* Universidad de Jaén, Área de Historia Medieval. Grupo de Investigación del Patrimonio Arqueológico de Jaén

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contribuido a frenar la multiplicación de méto-dos, ha sido el escaso grado de precisión cro-nológica que se ha alcanzado, de tal maneraque se ha impedido un aumento de la comple-jidad de las tipologías.

LAS CERÁMICAS EMIRALES EN LACAMPIÑA DE JAÉN. LA METODO-LOGÍA DE LA CLASIFICACIÓN

Nuestra propuesta tipológica, expuesta porprimera vez en la reunión de Arqueología yPatrimonio de Salobreña celebrada en 1990(SALVATIERRA Y CASTILLO, 1993a), parte de las tipo-logías establecidas, desarrollando nuevas víasde trabajo, que nos permitan:

A - Analizar una mayor cantidad de frag-mentos cerámicos procedentes del registroarqueológico, tanto de la prospección comode la excavación, que de otra manera hubie-sen sido desechados.

B - Reducir el grado de subjetividad queconlleva el estudio meramente formal.

C - Establecer mayores precisiones crono-lógicas con el objetivo de lograr en un futuro,aún lejano, la determinación de pervivenciasculturales, detectar tradiciones locales, y si esposible, relacionar materiales y grupos étnicos.

Por ello, proponemos el análisis sistemáticodel material mediante criterios morfométricosaplicados a las bases y bordes de los recipien-tes (RÍSQUEZ et alii, 1991; RÍSQUEZ, 1993; MOLINOS et alii,

1995; RÍSQUEZ, 1995), estableciendo después lasvariantes a través de los Análisis Multivariante(CASTILLO, 1995).

No obstante, aunque este tipo de análisises capaz de generar Tipos, Subtipos yVariantes, proponemos un método de trabajodiferente. En primer lugar, y como punto departida, elaboramos una Tipología Formal rea-lizada en función de los aspectos tecnológicos,formales, funcionales, tipológicos y decorativosde los recipientes cerámicos. Esta clasificaciónsubjetiva está estrechamente relacionada conlas empleadas por los demás arqueólogos

medievalistas. De la misma obtenemos variasseries que están suficientemente contrastadasy que facilitarán la comparación de los resulta-dos con los obtenidos por otros modelos. Ensegundo lugar, para la determinación de losTipos que configuran cada serie se ha optadopor un criterio morfométrico, definido pordiversas variables obtenidas en los bordes ybases de los recipientes, que indican verticali-dad, horizontalidad, exvasamiento, grosores ytamaño, generando una Tipología Estadística(CASTILLO, 1995).

En este ar ticulo haremos referencia tansolo a la Tipología Formal, dejando para unfuturo trabajo de mayor extensión el resto dela propuesta metodológica.

LA TIPOLOGÍA FORMAL

Una característica común a las zonas parala que se han establecido tipologías emiralesconsistentes, y nuestra propia área de trabajo,es la presencia de materiales elaborados a tor-neta/mano, junto a otros fabricados a tornoalto, rasgo que hemos considerado priorita-rios. A partir de aquí hemos estructurado losdiferentes grupos en función de los caracteresformales (Formas Abiertas y Cerradas), y acontinuación clasificando los recipientes segúnla función para la que fueron realizados, situan-do en un cuarto nivel los tipos básicos estable-cidos por G. Roselló (1978; 1983), pero aceptan-do algunas de las "integraciones" propuestaspor Acién y su grupo (ACIÉN et alii, En prensa), porconsiderarlas especialmente operativas, paraterminar con el análisis del acabado final de lapieza (Tabla 1).

El estudio se ha realizado con 1.264 frag-mentos, divididos en varios bloques: Bordes,Bases, Asas, Cuellos y Cuerpos. Naturalmentetambién se han tenido en cuenta otros ele-mentos susceptibles de identificar perfecta-mente una pieza, como la piquera o la cazole-ta de candil, la rejilla de la Jarra-colador o lapesa de telar, no obstante estos son porcen-tualmente casi inapreciables. Sí hemos inclui-do las "patas" pertenecientes a las Ollas trípo-des por ser un elemento característico del

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período emiral del Alto Guadalquivir y por-que su incidencia en el conjunto cerámico esmuy importante.

Así mismo, resaltar, que los porcentajes demateriales más representativos son los apor-tados por los asentamientos de CerroMiguelico (SALVATIERRA Y AGUIRRE, 1987a y b) yCerro del Castillo de Peñaflor (SALVATIERRA,

AGUIRRE Y CASTILLO, 1991; SALVATIERRA Y CASTILLO,

1992, 1993b, 1995) (SALVATIERRA, CASTILLO Y PÉREZ,

1992) que son aquellos donde se han efectua-do excavaciones arqueológicas por habersedetectado niveles emirales. El resto del mate-rial procede de excavaciones sistemáticas,prospecciones con sondeo estratigráfico,urgencias y excavaciones de apoyo a la res-tauración de muy distintas épocas y que porello aportan cantidades de material bastanteinferiores. Junto a ello se han incorporado loselementos cerámicos recogidos en las diver-sas prospecciones que aportan individualmen-te un número de fragmentos aún más reduci-do, pero pese a ello de gran interés para elestudio de la distribución del poblamiento dela Campiña de Jaén (Fig. 1).

Para el desarrollo de nuestro estudio for-mal, la muestra quedará dividida en dos gran-des bloques, establecidos en base a sus atribu-tos tecnológicos, subdivididos a su vez encompartimentaciones más pequeñas, en fun-ción de los aspectos formales:

A.- RECIPIENTES ELABORADOS ATORNETA/MANO.

Constituye un amplio grupo, en él seincluyen todos aquellos recipientes elaboradoscon torno lento/torneta o bien realizados amano, es decir aquellos realizados principal-mente en base a dos procesos de elaboración:

- El Modelado Manual, efectuado a tra-vés del sistema denominado de urdido, con-sistente en colocar sobre una plancha dearcilla, rollos de barro que configuran ylevantan las paredes del recipiente, en esteproceso de fabricación no interviene ningúninstrumento (MATESANZ, 1987).

- El Torno Lento/Torneta, utilizada por elalfarero para facilitar la fabricación del reci-piente. En esta técnica se funde el urdido y lafuerza centrífuga que proporciona el instru-mento mecánico (GUTIÉRREZ, 1988). Este instru-mento consiste en una rueda apoyada en uneje de rotación, y este, a su vez, sobre unabase estable, aunque puede acoplar otros ele-mentos con el objetivo de facilitar el sistemade equilibrio, como una placa de madera ouna segunda rueda unida a la rueda con ten-sores (CORTES, 1954; 1958; FEITO, 1985).

Esta técnica de fabricación que combina elurdido con la fuerza centrífuga de la torneta,genera dos tipos de torneados (MATESANZ,

1987). En el Torneado Intermitente, el alfareromodela la pieza con las dos manos aprove-chando la fuerza de rotación de la rueda, quees impulsada intermitentemente con la manopor el propio alfarero. Y en segundo lugar, elModelado, en este se modela la pieza con elsistema de urdido, utilizándose la torneta parafacilitar y perfeccionar el modelado manual.

Este proceso ha dejado múltiples huellasfísicas en el recipiente que permiten identifi-car esta técnica (GUTIÉRREZ, 1988; GÓMEZ, 1992).

A pesar de estas significativas marcas quediferencian las cerámicas elaboradas a tornetade las modeladas a mano y torno, a la hora dediferenciar las nos hemos encontrado condiversas dificultades, sobre todo, porque si yaresulta complicado determinar el procesoseguido al examinar las huellas dejadas por elalfarero, generalmente encubiertas por alisadosy otros procesos de acabado del recipiente, ladificultad aumenta, al contar con una muestramuy erosionada y fragmentada que impidedeterminar con exactitud la técnica utilizada.

Ante esta problemática, y con el fin de tra-tar de obtener resultados clarificadores, hemosiniciado una serie de estudios en la línea de lostrabajos emprendidos por la Dra. Rísquez enel Área de Prehistoria y Arqueología delDepar tamento de Territorio y PatrimonioHistórico de la Universidad de Jaén. Se tratabásicamente de la utilización de radiografíasefectuadas a los fragmentos cerámicos con las

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que es posible observar con más claridad latécnica utilizada para su elaboración, a travésde la determinación de las huellas internaspresentes en los fragmentos cerámicos y queson significativas de la utilización de una u otratécnica alfarera, como la distribución de lasvacuolas, distribución y orientación de losminerales que componen el desgrasante, líne-as de torno, etc, indicios que sólo se apreciancon un estudio radiográfico de la pieza. Hastael momento, y teniendo en cuenta que lasinvestigaciones acaban de comenzar, sólo sehan obtenido resultados significativos a la horade distinguir los recipientes elaborados a tornode los fabricados a mano o a torneta, estandoaún en proceso de estudio las característicasque permiten diferenciar estos dos últimosgrupos, ya que los análisis efectuados con frag-mentos elaborados con la torneta indican quelas huellas de los mismos son muy similares alas documentadas en los recipientes elabora-dos a mano. Esta semejanza interna derivaposiblemente de la gran similitud en la fabrica-ción, ya advertida por Matesanz (1987) cuandoseñalaba que en realidad la torneta es sólo uninstrumento auxiliar de la fabricación a mano,o bien pueden alcanzarse resultados parecidosa los del torno, porque la velocidad de rota-ción que se le puede imprimir es similar a lade aquel. Hemos de reconocer que si nofuese posible avanzar en el análisis radiográfico,el mismo no pasaría de ser una curiosidad, sinauténtica utilidad. No obstante, el continuoavance de las técnicas radiográficas permiteesperar resultados.

Ante los inconvenientes para la distinciónfísica entre materiales elaborados a mano otorneta, hemos preferido agruparlos para suestudio tipológico.

Dentro del mismo distinguimos dos blo-ques diferenciados por la forma del recipien-te, Abiertos y Cerrados:

A.1. ABIERTOS:

Aquellos que poseen un diámetro de laboca superior, igual o muy poco inferior aldiámetro de la panza (BAZZANA, 1979). La únicaserie que configura este grupo está definida

por un recipiente de Cocina, la CAZUELA.Está elaborada con pastas de tonalidades roji-zas o marrones con desgrasante grueso. Loselementos que conservan sus bases nos indi-can que son planas o ligeramente convexas(Fig. 2; Nº 1, 3 y 5). De los fragmentos con-servados tan sólo uno presenta un asa, quearranca desde la base y llega hasta el bordedel recipiente, se trata de un evidente asiderode grandes proporciones y de sección lenticu-lar (Fig. 2; Nº 1).

A juzgar por la forma del borde o por la delcuerpo del recipiente distinguimos dos tipos:

Tipo I - Cazuela de borde plano, con pare-des, rectas muy verticales o con exvasamientoexterno (Fig. 2; Nº 1 y 2). Posee paralelos enGranada (GÓMEZ, 1992, nº 20, nº 25). No se recogeen la tipología general del S.E. de al-Andalus(ACIÉN et alii, En prensa).

Tipo II - Cazuela de borde redondeado,con paredes rectas o con distinto grado decurvatura (Fig. 2; Nº 3 y 4). Existen paralelosde este tipo de cazuela en Bayyana (CASTILLO Y

MARTÍNEZ, 1993, pág. 83, lám. III-1), Málaga (ACIÉN, 1986,

pág. 254, f ig. 4-4), Málaga y Almería (ACIÉN Y

MARTÍNEZ, 1989, pág. 126, fig. 1-1), Granada (MOTOS,

1991, pág. 35, fig.3-1; 1993, pág. 211, fig.1-15; GÓMEZ, 1992,

nº 22, nº 28; 1993, pág. 181, fig. 1-8). Y presenta lasmismas características que el tipo de cazuelaelaborado a torneta de la clasificación generalestablecida para la zona del S.E. de al-Andalus(ACIÉN et alii, En prensa, nº 511).

A.2. CERRADOS:

Son aquellos recipientes que presentan undiámetro en la panza superior al de la boca(BAZZANA, 1979). Este grupo está formado pordos tipos de recipientes:

A.2.1. Cocina:

- OLLA / MARMITA. La olla o marmitaelaborada a mano/torneta, a grandes rasgos,son recipientes modelados con pastas rojas omarrones, similares a las de las cazuelas, conabundante desgrasante mineral (cuarzos, piri-tas, etc.). Tiene cuerpo globular, y presentan

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dos asas de puente de sección lenticular, quearrancan de la par te superior del cuerpohasta enlazar con el borde. Sus bases son pla-nas o convexas (Fig. 3), destacando principal-mente estas últimas en aquellos recipientesque llevan acoplados tres vástagos o patasque suelen ser de unos 10 cm. de longitud,configurando lo que se ha definido como ollatrípode (Fig.3; Nº 1, 2 y 3) (SALVATIERRA Y CASTI-

LLO, 1993a). Esta característica también sueleaparecer, aunque en menor número de ejem-plares, en ollas con base plana. Este tipo deolla, también documentado en el grupo de laselaboradas a torno, no ha sido localizado enotras zonas de al-Andalus, constituyendo unparticularismo propio de la región del AltoGuadalquivir durante el período emiral.

La existencia de pocas vasijas que conser-ven su perfil completo nos impide realizar unestudio pormenorizado de la forma del cuer-po, y por tanto hacer una clasificación en basea las características de este.

Con respecto a los bordes, las diferentesformas documentadas nos permiten definirvarios tipos de ollas:

Tipo I - Olla de borde redondeado, estácaracterizada por un cuerpo globular, pudien-do tener un cuello de reducidas dimensioneso prescindir del mismo (Fig. 2; Nº 10-22).Tiene paralelos en Granada (MOTOS, 1986, pág.

401, fig. 3-1; 1991, fig. 4); Málaga (ACIÉN, 1986, pág. 253, fig.

3-1), Almería (CASTILLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 79, fig.

I-7), Huelva (FERNÁNDEZ, 1989, pág. 206, fig. 1, 8),

Madrid (CABALLERO, 1989, fig. 9, fig. 10) y en Levante(GUTIÉRREZ, 1988, AR19).

Tipo II - Olla de borde bífido, tiene cuerpoglobular y un pequeño cuello (Fig. 3; Nº 4 y5). Tipos similares se han localizado en el yaci-miento de Montefrío (MOTOS, 1991, fig. 5) yBayyana (CASTILLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 81, lám. II-1),aunque efectuadas a torno.

Tipo III - Olla de borde recto, constituyeun grupo muy frecuente junto a la del tipo I,se caracteriza por un cuerpo globular y uncuello corto, o sin éste, lo que puede originarun exvasamiento externo del borde. (Fig. 3;

Nº 6-13) Tipos similares se localizan en grannúmero de asentamientos del Sureste penin-sular (MALPICA, 1993), así como en Cuenca(ALVAREZ, 1989, pág. 111, f ig.1-5,10), Alicante(GUTIÉRREZ, 1988, AL15, F7,F8) y Huelva (FERNÁNDEZ,

1989, pág. 206, fig. 1-5).

Tipo IV - Olla de borde triangular, princi-palmente, como las anteriores, tienen cuerpoglobular, aunque carecen de cuello, determi-nando un borde sin apenas exvasamientoexterno (Fig. 3; Nº 14-18). Existen formassemejantes en asentamientos del áreaAlicantina (GUTIÉRREZ, 1993, pág. 50, fig. 5-9; 1988,

AL14,AL23,G35,G36); AZUAR, 1989, pág. 103, nº 158), y

Huelva (FERNÁNDEZ, 1989, pág. 206, f ig. 1-1,2).También se encuentra clasificada como uno delos tipos de olla a torneta en la tabla tipológicadel S.E de al-Andalus (ACIÉN et alii, En prensa, 412).

Tipo V - Olla de borde apuntado, son muyescasos los elementos que presentan estetipo de borde, no poseen cuello y tienencuerpo globular (Fig. 4, Nº 1-5). Tipos muysemejantes se han localizado en Bezmiliana(ACIÉN, 1986, pág. 252, fig. 2-2), el Maraute (GÓMEZ,

1992, nº 16), Málaga (IÑIGUEZ Y MAYORGA, 1993, pág.

134, fig. 9-5) y Marmuyas (NAVARRO, 1991, pág. 56, fig. 8

-NO-1-121). Algunos de los recipientes clasifica-dos dentro de este tipo guardan cierta simili-tud con el tipo 411 de la clasificación realizadapara el S.E. de al-Andalus (ACIÉN et alii, En prensa).

Tipo VI - Olla de borde con engrosamien-to interno, son sólo cuatro fragmentos loslocalizados, poseen cuerpo troncocónicoinvertido con borde reentrante (Fig. 4; Nº 6,7 y 8). Existe una forma parecida pero efec-tuada a torno en Bayyana (CASTILLO Y MARTÍNEZ,

1993, pág. 81, lám. II-11).

A.2.2 . Mesa:

- JARRO - Son recipientes elaborados conpastas rojas o grises, que incorporan un desgra-sante grueso, se definen como recipientes debase plana y cuerpo globular, de cuello cóncavoy borde trilobulado, poseen un asa de puentede sección plana o lenticular de grandes pro-porciones, no suelen ir decorados. Por la formade su labio, podemos distinguir dos tipos:

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Tipo I - Jarro de labio redondeado o apun-tado (Fig. 4; Nº 9, 10 y 11), posee paralelosen el Maraute (GÓMEZ, 1992, nº 62) y en Alicante(GUTIÉRREZ, 1988, Z8,Z9)

Tipo II - Jarro con doble engrosamiento(Fig. 4; Nº 12 y 13)

Estos tipos de Jarros elaborados amano/torneta están ausentes de la tipologíageneral establecida para el S.E de al-Andalus(ACIÉN et alii, En prensa).

A.2.3. Contención:

- TINAJA - Son recipientes de base plana ycuerpo ovoide, están elaboradas por partes,que posteriormente se van uniendo, cubrien-do la línea de unión con una cinta o cordónen relieve, que alberga decoración impresa oincisa, el material empleado para su fabrica-ción son arcillas de tonalidades rojas o marro-nes y amarillas, que incorporan desgrasantesgruesos. La forma del borde nos permite dis-tinguir tres tipos:

Tipo I - Borde Redondeado, presentaengrosamiento tanto interno como externo(Fig. 4; Nº 14 y 15), con o sin cuello. Existenparalelos de este tipo de tinaja en el Castillón(MOTOS, 1991, fig. 13-25,26) y Bayyana (CASTILLO Y

MARTÍNEZ, 1993, pág. 96, lám. XI-1)

Tipo II - Borde Recto, no presenta engrosa-mientos, carece de cuello (Fig. 4; Nº 16 y 17).

Tipo III - Borde Moldurado, posee cuello,que puede ser cóncavo, convexo o recto. Lamolduración subdivide este tipo en tresvariantes:

Variante III.1 - Labio Triangular, presenta unengrosamiento externo que determina unperfil triangular (Fig. 4; Nº 18 y 19). Este tipoes muy común en los asentamientos de todoel Sureste de al-Andalus (MALPICA, 1993, pág. 46, fig.

3-8; pág. 96, lám. XI-2, pág. 114, lám. XXI-1,2, pág. 187, fig. 3-

15, pág. 224, fig.9-1,9,10, 15).

Variante III.2 - Labio Cuadrado, posee unengrosamiento externo que define un perfil

cuadrado (Fig. 4; Nº 20), incorpora una cana-ladura exterior. Se asemeja bastante al tipo2.7.2.a del Castillón (MOTOS, 1991, fig. 13-13) y elMaraute (GÓMEZ, 1992, nº69,70) y Bayyana (CASTI-

LLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 114, lám. XXI-9).

Variante III.3 - Labio Engrosado, posee uncuello convexo y doble engrosamiento, quedefine un borde reentrante (Fig. 4; Nº 21).

A.3. OTRAS FORMAS:

Dentro de este grupo definimos un reci-piente de Cocina muy común para la mayorparte de los asentamientos, constituyendo otroelemento característico de los mismos, la TAPA-

DERA/DISCO. Poseen grandes dimensiones yforma circular, están modeladas con pastasrojas o marrones que incorporan desgrasantesgruesos de micas y cuarzos. Según la forma delborde podemos distinguir dos tipos básicos:

Tipo I - Tapadera de borde no diferencia-do, presenta una base plana o ligeramentecóncava o convexa, la forma del mismopuede ser redondeada, recto o bien apuntada(Fig. 5; Nº 1 - 4). En los fragmentos documen-tados no hay indicios, ni marcas de asideros.Este tipo de tapadera/disco suele aparecer entodo el sur-este de al-Andalus (MALPICA, 1993,

pág.47, fig. 4-2,3,4,5,6; pág.83, lám. III-7,8; pág. 225, fig. 10-1 al

13 ), Alicante (GUTIÉRREZ, 1988, AL25, AL26, AL27) yMarmuyas (NAVARRO, 1991, fig. 14).

Tipo II - Tapadera con reborde, poseenbase plana aunque irregular, su borde presentauna sección que oscila desde un simple engro-samiento a una pequeña cresta que reproduceun perfil diverso, redondeado, cuadrangular,apuntado (Fig. 5; Nº 5 - 10). Algunas de ellasmuestran indicios de un asa de puente consección lenticular. Tipos similares se han locali-zado en Granada (GÓMEZ, 1992, nº 39,45, 46),Almería (CASTILLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 102, lám. XIII-

11,12), Málaga (ACIÉN, 1986, pág. 262, f ig. 12),

Marmuyas (NAVARRO, 1991, fig. 15), Córdoba (FUER-

TES et alii, 1993, Lám. 3), Murcia (NAVARRO, 1986, pág.

163, nº 352) y Alicante (GUTIÉRREZ, 1988, G66,Z7).

Ambos tipos de tapaderas son muy comu-nes en los yacimientos andaluces del S.E. de

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al-Andalus, como indica la tipología generalelaborada para esta zona de España (ACIÉN et

alii, En prensa).

B. RECIPIENTES ELABORADOS ATORNO RÁPIDO

Tecnológicamente estos elementos hansido modelados en base a la fuerza giratoriaque produce un torno alto, compuesto princi-palmente por dos ruedas, unidas entre sí conun eje giratorio. En la rueda superior se ela-bora el recipiente, mientras que la inferior seutiliza para efectuar el movimiento del tornoimpulsándolo con el pie.

Este grupo de recipientes se estructura dela misma forma que dividimos las cerámicaselaboradas a mano/torneta, es decir en reci-pientes abiertos y cerrados.

B.1. ABIERTOS:

Está formado por tres tipos de recipien-tes según el uso o función para la que fueroncreados:

B.1.1. Cocina:

- CAZUELA - Están realizadas con pastasrojas o marrones que incorpora un desgra-sante fino, aunque no conservamos sus bases,estas serían planas. Entre los cuatro fragmen-tos documentados, distinguimos dos tipos cla-ramente definidos:

Tipo I - Cazuela de cuerpo troncocónicoinvertido, su principal característica reside enel exvasamiento externo que le imprime sucuerpo troncocónico invertido, poseería baseplana, constituyendo un tipo muy similar aldocumentado en Huelva (FERNÁNDEZ, 1989, pág.

208, fig. 2-25) y en el S. E. de al-Andalus (ACIÉN et

alii, En prensa, nº 512) . Su labio está engrosadoexteriormente, definiendo un borde triangular,que en algunos casos puede ser bífido (Fig. 2;Nº 6 y 7).

Tipo II - Cazuela de paredes carenadas,como el anterior también tendría base plana,

presentan una marcada carena en la par tecentral del cuerpo. Podemos distinguir dosvariantes dentro de este tipo:

Variante II.1 - Cazuela con borde de ten-dencia exvasada, aquellas que poseen en elextremo superior del cuerpo y el labio unaclara tendencia hacia el exvasamiento externo(Fig. 2; Nº 8). Cazuelas con carenas pronun-ciadas se han clasificado en la tipología esta-blecida para el S.E. de al-Andalus (ACIÉN et alii,

En prensa, 513). Pueden presentar un labio apun-tado o redondeado.

Variante II.2 - Cazuela con borde de ten-dencia reentrante, aquella en las que el extre-mo superior del cuerpo y su borde muestranuna inclinación hacia el interior del recipiente(Fig. 2; Nº 9), posee un borde redondeadocon leves engrosamientos externo e interno.

B.1.2. Mesa:

Tan sólo lo compone una serie tipológica:

ATAIFOR/CUENCO. Una característicacomún para toda nuestras piezas, es su elabo-ración a torno, no existiendo ningún ejemplarrealizado a mano/torneta, como ocurre enotras zonas (GUTIÉRREZ, 1988; GÓMEZ, 1992). Estánrealizados con pastas claras, blanca o amarilla, yrojas, muy decantadas. Sus bases son planas ocon repie anular de reducidas dimensiones (Fig.5; Nº 21 / Fig. 6; Nº 1 y 2). Algunos de ellosestán vidriados tanto en su pared interna comoexterna, el color predominante es el verdepara ambas caras, y en algunos casos se apre-cian manchas de manganeso, existiendo unejemplar en marrón y otro en melado. Tan sóloun elemento presenta motivos decorativosrealizados en verde-manganeso. Por la formade su labio podemos distinguir varios tipos:

Tipo I - Ataifor de labio Apuntado o Re-dondeado, se caracteriza presentar un perfilredondeado, unas veces sin engrosamientos,mientras que otras presentan engrosamientosinternos, o bien externos (Fig. 5; Nº 10 - 18),con una línea incisa que marca el labio. Susparedes son inclinadas y curvas, aunque pue-den en algunos casos presentar una carena en

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el centro del cuerpo. Existen paralelos enAlmería (CASTILLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 84, lám. IV-

4,6), Granada (MOTOS, 1991, pág.33, fig. 1-3,4; GÓMEZ,

1992, nº 93, 94, 95, 96). Con respecto a los elemen-tos vidriados formas similares se han localiza-do en el Maraute (Granada)(GÓMEZ, 1992, Nº 150,

160), Málaga y Almería (ACIÉN Y MARTÍNEZ, 1989,

pág. 127, fig. 2-8,9), Bayyana (CASTILLO Y MARTÍNEZ,

1993, pág. 84, lám. IV-7; pág. 106, lám. XVI-2,4,5,6),

Córdoba (FUERTES et alii, 1993, lám. 2). Finalmenteestá incluido como un tipo de ataifor emiralen la tipología general del S.E. de al-Andalus(ACIÉN et alii, En prensa, 112)

Tipo II - Ataifor de labio con engrosamien-to externo (Fig. 5; Nº 19 y 20), poseen pare-des rectas muy exvasadas. Recipientes simila-res se han documentado en Marmuyas (NAVA-

RRO, 1991, pág. 50, fig. 2) y El Maraute (GÓMEZ, 1992,

Nº 152,153,155) y en el nivel II de Bayyana (CASTI-

LLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 106, lám. XVI-7,8,9).

Tipo III - Ataifor de labio Vuelto, se caracte-riza por presentar una base plana y unas pare-des rectas muy inclinadas. El labio esta vuelto amodo de ala, de pequeñas dimensiones, deco-rada con trazos en color rojo (Fig. 5; Nº 21).Se han documentado algunos tipos similaresen Bayyana (CASTILLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 85, lám.

V), aunque con mayores dimensiones y pare-des más curvas, y por lo general vidriados.

Estos tipos presentan las característicaspropias de los ataifores incluidos en la tipolo-gía general del S.E. de al-Andalus (ACIÉN et alii, En

prensa, 111, 112 y 113) aunque vidriados.

B.1.3. Uso Múltiple:

ALCADAFE/LEBRILLO: Como los ataifo-res, son muy escasos los recipientes que conesta denominación que están realizados amano/torneta en Andalucía, tan sólo se hanencontrado un elemento en la costa granadina(GÓMEZ, 1992, Nº 48, 49), sin embargo sí son máscomunes en el área levantina (GUTIÉRREZ, 1988,

pág. 79, G52, G53, G55), en ambos casos este tipode recipiente posee características similares.

Las vasijas recuperadas en la Campiña delGuadalquivir están realizados en pastas claras

y rojas con desgrasantes de diversos tamaños.Sus bases son planas (Fig. 6; Nº 17 y 18), lasdiferencias existentes en sus cuerpos determi-nan dos tipos de recipientes:

Tipo I - Alcadafe de Cuerpo Cilíndrico, secaracteriza por la verticalidad de las paredesde su cuerpo, posee sin lugar a dudas baseplana y están realizados en pastas rojas omarrones con desgrasante grueso. Atendien-do a la forma que adoptan sus bordes pode-mos determinar dos Subtipos o variantes:

Variante I.1 - Alcadafe con labio plano oredondeado y leve engrosamiento externo(Fig. 6; Nº 3 y 4). Se ha documentado unaforma similar en Marmuyas (NAVARRO, 1991, fig. 9-

EO4-8-2).

Variante I.2 - Alcadafe de labio plano conala (Fig. 6; Nº 5 y 6), el único paralelo queposee caracteres similares se localizó enBezmiliana (ACIÉN Y MARTÍNEZ, 1989, pág. 133, fig. 6-5),aunque con el cuerpo trococónico invertido.

Este primer tipo de alcadafe en sus dosvariantes posee escasos paralelos en otraszonas donde se han efectuado análisis tipoló-gicos, por lo que podemos identificarlo comoun elemento par ticular de la CampiñaGiennense.

Tipo II - Alcadafe de Cuerpo Troncocó-nico Invertido, se caracteriza por la inclinaciónde sus paredes, mostrando un significativoexvasamiento externo. Están elaborados prin-cipalmente con pastas claras, amarilla y naran-ja, con desgrasante mediano. Los matices yformas presentes en sus bordes establecendos variantes:

Variante II.1 - Alcadafe de labio con amplioengrosamiento externo, constituye un tipomuy común en numerosos asentamientos deesta época de Almería, Granada, Málaga (MAL-

PICA, 1993, pág. 95, lám. X-8; pág. 112, lám. XX-1,4; NAVA-

RRO, 1991, fig. 9-FO1-17), en Huelva (FERNÁNDEZ, 1989,

pág. 210, fig. 3 - 17, 18, 19, 20, 21). Engrosamiento quepuede ser redondeado o bien plano determi-nando un perfil con ala (Fig. 6; Nº 7-12).

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Variante II.2 - Alcadafe con labio redonde-ado y leve engrosamiento externo (Fig. 6; Nº13 - 16). Formas semejantes se han localizadoen el yacimiento de Pechina (CASTILLO Y

MARTÍNEZ, 1993, pág. 112, lám. XX-2-3) y Huelva(FERNÁNDEZ, 1989, pág. 210, fig. 3-16).

Como hemos visto, este tipo de alcadafeesta más difundido por Andalucía, siendoincorporado como un alcadafe común duran-te la época emiral para el S.E. de la al-Andalus(ACIÉN et alii, En prensa, 813,814), por el contrarioestá ausente de los tipos emirales levantinos,que desarrollan otro tipo de recipiente, ante-riormente comentado.

B.2. CERRADOS:

Este grupo de recipientes está formadopor dos tipos de vasijas:

B.2.1 - Cocina:

OLLA/MARMITA. Están modeladas conpastas rojas y marrones principalmente, exis-tiendo algún caso en el que fueron torneadascon arcillas amarillas. Su desgrasante es media-no, principalmente mineral, cuarzos y micas.Su cuerpo es principalmente globular, incor-porando dos asas de puente con sección len-ticular, que arrancan de la parte superior delcuerpo y alcanzan el borde del recipiente (Fig.8; Nº 14). Sus bases son planas o ligeramenteconvexas (Fig. 7; Nº 1-4), existiendo abundan-tes casos, que como las elaboradas a torneta-mano, llevan acopladas tres patas, convirtién-dolas en ollas trípodes (Fig. 7; Nº 5 y 6).

Las formas de sus bordes definen variostipos de Ollas:

Tipo I - Ollas con labio Triangular, presentauna terminación diversa, teniendo leve engro-samiento interno, extremo plano o extremoapuntado (Fig. 8; Nº 1-11). Tipos similares sehan documentado en numerosos asentamien-tos del Sureste peninsular (GUTIÉRREZ, 1988, pág.

72-G2; pág. 101-CM20, CM22, CM23, CM26, CM27) (ACIEN

Y MARTÍNEZ, 1989, pág. 132, fig. 5-2,3) (GÓMEZ, 1992, nº

83) (MOTOS, 1991, fig. 4-38). Estando finalmente

incorporada como un tipo emiral en la clasifi-cación tipológica del S.E. de al-Andalus (ACIÉN

et alii, En prensa, 413).

Tipo II - Ollas con labio Plano, constituyeun tipo muy abundante, y como el anteriortiene paralelos en numerosos lugares de al-Andalus (CASTILLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 81, lám. II-4)

(MOTOS, 1991, fig. 4-7,39,41) (GUTIÉRREZ, 1988, CM19).Este tipo puede mostrar diversa inclinación oexvasamiento del borde (Fig. 8; Nº 12 y 13).

Tipo III - Ollas con labio Bífido (Fig. 8; Nº14), muy simi lares a las local izadas enBayyana (CASTILLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 81, lám. II-

1)(MOTOS, 1986, pág. 401, fig. 3-2,3,4). Olla que tam-bién es clasificada como propia del períodocalifal en la zona del S.E. de al-Andalus (ACIÉN

et alii, En prensa, p. 414).

Tipo IV - Ollas con cuello cilíndrico, tansólo se han localizado tres fragmentos, pose-en un cuello muy vertical y una terminaciónque puede ser apuntada o plana (Fig. 8; Nº15, 16 y 17). Tipos con cierta similitud se handocumentado en el Castil lón (Granada)(MOTOS, 1991, fig. 7).

Tipo V - Ollas con labio Redondeado,como el tipo II, es bastante numeroso, secaracteriza por poseer un labio sin engrosa-miento y de perfil redondeado, aunque condiversa inclinación (Fig. 9; Nº 1-5). Está repre-sentado en gran numero de asentamientos deal-Andalus (MALPICA, 1993, pág. 102, lám. XIII-5; pág. 214,

fig. 2-1,2,3,4,5) (ACIÉN Y MARTÍNEZ, 1989, pág. 132, fig. 5-4).

B.2.2. Mesa:

- JARRO/JARRITO - Se realizan en pastasclaras muy decantadas, existiendo algunosejemplos de recipientes modelados en pastasrojas o marrones con desgrasantes finos omedianos. Suelen ser de base plana o leve-mente convexa, cuerpo globular y cuello tron-cocónico invertido o cilíndrico. Llevan un asapuente de sección redondeada o lenticular degrandes dimensiones, que arranca de la partesuperior del cuello o del propio borde, paraterminar, unas veces en el cuerpo del reci-piente y otras en la base (Fig. 10 / 11 / 12).

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Suelen estar decorados con motivosesquemáticos, principalmente líneas horizon-tales con tonalidades rojas o marrones, obien líneas verticales en similares tonalidades,aunque incorporan el negro (Fig. 10; Nº 1, 8y 9). Incluso se puede recubrir la superficieexterna del recipiente con un engobe negroy decorar la pieza con líneas ver ticales enblanco (Fig. 10; Nº 3 / Fig. 12; Nº 5) u otrotipo de motivos geométricos, animales o ve-getales (Fig. 12; Nº 7 y 8). Decoraciones pa-recidas se han localizado en Córdoba (SERRA-

NO Y CASTILLO, 1992).

Por la forma de su borde podemos distin-guir varios tipos de Jarros / Jarritos:

Tipo I - Jarros/Jarritos con labio triangular(Fig. 9; Nº 6 - 9), son muy numerosos, pue-den tener labio trilobulado, y presentar suextremo superior plano o apuntado, que enalgunos casos puede estar pintado con tonali-dades rojas o marrones. Tiene paralelos en lamayor parte de los yacimientos estudiadosdel Sur-este de al-Andalus (MALPICA, 1993, pág.88,

lám. VI-15,16; pág. 90, lám. VII-6; pág, 221, fig. 7-1), elMaraute (GÓMEZ, 1992, nº 101), y aparecen clasifi-cadas en la tipología general de S.E. de al-Andalus (ACIÉN et alii, En prensa, 911).

Tipo II - Jarros/Jarritos de borde redondea-do y cuello cóncavo o convexo (Fig. 9; Nº10/12 / Fig. 10; Nº 1-6), como los anteriores,algunos de ellos tienen el labio trilobulado yposeen una gran asa de puente de secciónlenticular o redondeada. Numerosos elemen-tos muestran decoración pintada en la partesuperior del borde o en las paredes del reci-pientes y generalmente en las asas. Tipos simi-lares se han documentado en Granada(MOTOS, 1991, pág. 219, fig. 6-7, pág. 221, fig. 7-2; GÓMEZ,

1992, nº 97), Alicante (GUTIÉRREZ, 1988, Z10,Z11,),

Murcia (NAVARRO, 1986, pág. 156, nº 335, pág. 157, nº

337, pág. 160, nº 345), Málaga y Almería (ACIÉN Y

MARTÍNEZ, 1989, pág. 132, f ig. 5-5,6 ; CASTILLO Y

MARTÍNEZ, 1993, pág. 91, lám. VIII; ACIÉN, 1986, pág. 260, fig.

10-1) y Huelva (FERNÁNDEZ, 1989, pág. 210, fig. 3-4).

Tipo III - Jarros/Jarritos de borde apuntadoo redondeado y cuello cilíndrico (Fig. 10; Nº7-10 / Fig. 11; Nº 1-3). Quizá sea uno de los

tipos más comunes a todos los asentamientosde al-Andalus. Están realizados con pastas cla-ras muy decantadas, presentan un cuerpoglobular o piriforme, cuello cilíndrico y degran tamaño que se une al labio que puedeser redondeado o apuntado. Poseen una baseplana o ligeramente convexa y un asa degrandes proporciones de sección lenticular oredondeada. Generalmente se decoran conlíneas verticales de pintura en almagra, queparten de la boca y llegan al cuerpo, y enalgunos casos hasta la propia base. Formascon grandes similitudes se han localizado enAlicante (GUTIÉRREZ, 1988, Z12, Z13, Z15, Z16, Z17,

Z18, G6, G7; AZUAR, 1987, pág. 306, plano 13; 1989, pág.

254, f ig. 142, encuadradas en períodos posteriores),

Granada (MOTOS, 1991, fig. 12-1 al 9; GÓMEZ, 1992, nº

103), Huelva (FERNÁNDEZ, 1989, pág. 208, fig. 2-1 al 5),

Niebla (OLMO, 1986), Málaga y Almería (ACIÉN Y

MARTÍNEZ, 1989, pág. 129, f ig.3-7,8; CASTILLO Y

MARTÍNEZ, 1993, pág. 88, lám. VI-6,7,8,11,12,13; pág. 90, lám.

VII-1,2,4,5; ACIÉN, 1986).

Estos tres primeros tipos de Jarros/Jarritos,están considerados como elementos propiosde época emiral en la tipología general del S.E.de al-Andalus (ACIÉN et alii, En prensa, 311, 314, 315,

316, 317), aunque principalmente están vidriados.

Tipo IV - Jarros/Jarritos de perfil molduradotriangular (Fig. 11; Nº 4-11), como los dostipos anteriores son muy numerosos, presen-tan un perfil diverso, es decir, con el extremosuperior redondeado, apuntado, plano, etc. Lamayor parte de ellos poseen boca trilobulada,decorada con pintura roja. Están modeladoscon pastas claras muy decantadas, su cuerpoes globular y su cuello cóncavo. Suelen estardecorados con líneas horizontales de tonalida-des rojas y marrones. Un particularismo pro-pio de este tipo de jarro es la molduraciónrealizada en su labio, generalmente una canala-dura exterior, pero en algunos casos puedeser interior, o en ambas zonas. Tipos similareshan sido documentados en el Castillón (MOTOS,

1991, pág. fig. 10-1 al 16 y 36 al 40; fig. 11-71, 74, 76).

Tipo V - Jarros/Jarritos con doble engrosa-miento, son poco corrientes, tienen bordesredondeados o planos con doble engrosamien-to tanto interno como externo (Fig. 12; Nº 1-4).

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- JARRA/JARRITA - Constituye un tipopoco abundante y en nuestros asentamientos.Está modelada con pastas claras, amarillas,blancas y naranjas, tienen base plana o leve-mente convexa, cuerpo globular y cuello cón-cavo (Fig. 13; Nº 1 y 2), muy semejantes a losde los jarros y algunos ejemplares con unaespecie de colador situado en el interior en lazona de unión del cuello con la cuerpo delrecipiente (Fig. 13; Nº 3), formas similares sehan localizado en Pechina (CASTILLO Y MARTÍNEZ,

1993 pág. 109, lám. XVII-9,10) y Alicante (GUTIÉRREZ,

1988, pág. 93 y 93, Z29). Están decoradas con líneasverticales o bien horizontales en tonos rojos ymarrones, principalmente aplicadas en el cue-llo y cuerpo. Poseen dos asas de puente desección lenticular o redondeada, tambiéndecoradas con líneas horizontales.

Algunos fragmentos de estas series derecipientes cerrados definidos como de mesa,muestran su cara externa e interna cubiertasde una superficie vítrea. Están modelados conpastas claras muy decantadas, los fragmentosestán vidriados por sus dos caras en un solocolor, bien el verde oscuro o el melado mote-ado en marrón. Son recipientes de paredesfinas, bases planas o levemente convexas, suscuerpos son globulares de pequeñas dimen-siones. Algunos elementos presentan unadecoración externa en verde manganeso. Losfragmentos conservados nos muestran dostipos de recipientes:

Tipo I - Jarra de cuerpo cilíndrico, conser-vamos dos fragmentos, uno perteneciente ael labio de un jarro vidriado en verde, posee-ría un tamaño mediano, tendría cuerpo cilín-drico y cuello cóncavo. Y otro de una baseligeramente convexa y cuerpo cilíndrico,vidriada en melado, en ambas quedan restosde una decoración incisa en el primero, en lazona de arranque del cuello, y en el segundoen la parte inferior del cuerpo (Fig. 13; Nº 4,5 y 6). De este tipo tenemos paralelos enBayyana (CASTILLO Y MARTÍNEZ, 1989, pág. 88, lám. VI-

1; pág. 109, lám. XVIII-2,3), el Castillón (MOTOS, 1993,

pág. 231, fig. 12-10,11), Málaga (IÑIGUEZ Y MAYORGA,

1993, pág. 129, lám. 6-8, 11, 12, 14, 15) y Murcia (NAVA-

RRO, 1986, pág. 158, 159). Este tipo de jarra tam-bién ha sido clasificado dentro de la tipología

general del S.E. de al-Andalus (ACIÉN et alii, En

prensa, 312, 313).

Tipo II - Jarra de cuerpo piriforme, tene-mos un sólo fragmento, tiene el cuerpo piri-forme con el pie resaltado, se encuentravidriado en melado (Fig. 13; Nº 7). Formassimilares se han documentado en el Maraute(GÓMEZ, 1992, nº 199).

En menor proporción y sólo exclusiva-mente en el asentamiento de Puente Tablas, sehan recogido fragmentos de jarras, que mues-tran una decoración en verde manganeso enel exterior y vidriada en melado al interior, elmotivo decorativo son piñas (Fig. 13; Nº 8).

- REDOMA - Está elaborada con pastasclaras muy decantadas, sus bases serían planaso ligeramente convexas, su cuerpo globular ysus cuellos rectos. Por la forma de su bordepodemos distinguir dos tipos:

Tipo I - Redoma con labio de perfil redon-deado, define un recipiente con un cuello del-gado, su borde puede ser ligeramente apunta-do y redondeado (Fig. 13; Nº 9-11). Tipossimilares han sido documentados en Málaga(IÑIGUEZ Y MAYORGA, 1993, pág. 127,lám. 5-4), Alicante(GUTIÉRREZ, 1988, Z40).

Tipo II - Redoma con engrosamientos,define un recipiente de cuello recto o ligera-mente cóncavo, su labio puede presentarengrosamiento externo, o bien interno yexterno (Fig. 13; Nº 12 -14). Formas similaresse han documentado en Alicante (GUTIÉRREZ,

1988, Z41), Málaga y Almería (ACIEN Y MARTÍNEZ,

1989, pág. 130, fig. 4-3,5), Málaga (IÑIGUEZ Y MAYORGA,

1993, pág. 127, lám. 5-1, 2, 3, 5, 6), Almería (CASTILLO Y

MARTÍNEZ, 1993, pág. 92, lám. IX-1, 2, 5; pág. 11, lám. XIX-9),siendo recogido finalmente como un tipo deredoma emiral del S.E. de al-Andalus (ACIÉN et

alii, En prensa, 211, 212).

Tan sólo tenemos un elemento vidriado,es de pequeño tamaño, cuerpo globular, muycurvado desde el inicio de la base hasta elcuello, este último con forma cilíndrica yestrecho. Su superficie externa está vidriadaen melado moteado con pequeñas manchas

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marrones, no conserva el borde (Fig. 13; Nº15). Tipos similares se han localizado enBayyana (CASTILLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 111, lám.

XIX-4), Murcia (NAVARRO, 1986, pág.144, nº 305) aun-que clasificada como Jarra, Marmuyas (NAVA-

RRO, 1991, pág. 52, fig. 4-NO1-2-82, FO3-1-8) y enGranada (RETUERCE Y CANTO, 1987, pág. 96, fig. b).

- BOTE - Se trata de un recipiente localiza-do en Cerro Miguelico, conserva parte de labase y cuerpo y una tapadera, tiene baseplana, con pequeños vástagos que la convier-ten en trípode, cuerpo cilíndrico. Está decora-do exteriormente en verde y manganesosobre fondo blanco, reproduciendo un motivodecorativo de piñas (Fig. 14; Nº 1).

B.3. Otras Formas:

Dentro de este grupo localizamos unúnico tipo de recipiente utilizado para laContención de fuego:

- CANDIL - La cazoleta se realiza a tornoy a esta se le añade después la piquera y elasa. Responden al Tipo IV de G. ROSELLO (1978),definido por presentar cazoleta lenticular obitroncocónica, y surco circular que rodea eldiámetro mayor (Fig. 14; Nº 2 y 3). El elemen-to que caracteriza esta forma lo constituye elasa de puente de sección circular, de grandesdimensiones, que parte de la parte inferior dela cazoleta, para terminar en el interior delgollete (Fig. 14; Nº 2, 3 y 4). Puede teneralgún tipo de decoración, principalmente líne-as de pintura roja en el labio del recipiente.Elementos similares han sido documentadosen Ceuta (FERNÁNDEZ, 1988, fig. 57), Bayyana (CAS-

TILLO, MARTÍNEZ Y ACIÉN, 1987, pág. 545, fig.4) (CASTI-

LLO Y MARTÍNEZ, 1993, pág. 98, lám. XII-1), Córdoba(CÓRDOBA, 1986, nº 118; PAVÓN, 196, pág. 124, fig.96-E;

FUERTES et alii , 1993, lám. 2), Écija (RODRÍGUEZ Y

NÚÑEZ, 1987, fig.30-3,31,32 ), Cádiz (ARANDA, 1984, fig.

2h), Murcia (NAVARRO, 1986; p. VIII, fig. 354, 357, 359,

361), en el Zambo (Alicante)(GUTIÉRREZ, 1993, pág.

53, fig. 8-4), Zaragoza (SOUTO, 1987, pág. 44, fig.4-8),

Asta Regia (Jerez) (ESTEVE, 1945, lám. XVII-1) y al-Basra (Marruecos) (BENCO, 1987, pág. 83, fig. 5-11b).Así mismo se encuentra clasificado como uncandil bastante común en el S.E. de al-Andalusen época emiral (ACIÉN et alii, En prensa, 711).

Los fragmentos conservados nos muestranla gran homogeneidad existente en esta serie,tan sólo se pueden establecer algunas diferen-cias en dos zonas, con respecto a su bordepueden presentar labio redondeado o con unleve engrosamiento externo o interno (Fig. 14).

Tan sólo se ha localizado dos fragmentosvidriados, uno correspondiente a una piquerarecuperado en el asentamiento de Peñaflor, yel otro, identificado como parte de la cazole-ta, documentado en Cerro Miguelico, ambosestán vidriados por completo en verde oscu-ro (Fig. 14; Nº 7).

Elementos con estas características se hanlocalizado en el Castillón Granada (MOTOS,

1993, pág. 231, fig. 12-13,14) y Bayyana (CASTILLO Y

MARTÍNEZ, 1993, pág. 98, lám. XII-1,2) y por tanto sehan clasificado en la tipología general elabora-da para el S.E de al-Andalus (ACIÉN et alii, En pren-

sa, 711.2, 712), y finalmente en Murcia (NAVARRO,

1986, pág. 166, nº 356, pág. 167, pág. 169) .

CONCLUSIONES

En general, si comparamos esta clasifica-ción con las elaboradas para otras zonas deal-Andalus, podemos observar las enormessimilitudes existentes entre los diferentestipos y variantes. A pesar de ello, se aprecianuna serie diferencias atribuidas a diversos fac-tores, entre los que cabría destacar particula-rismos regionales o locales.

Como hemos ido señalando, son muyabundantes las semejanzas, no obstante cabeincidir en la ausencia de varios recipientes,que hasta el momento no han sido documen-tados en asentamientos emirales giennenses,nos referimos a tipos como el vaso, la taza, elarcaduz y el anafre.

Junto a ello, se observan algunas particula-riedades en nuestro conjunto, dentro del tipoAtaifor, no aparecen elementos elaborados amano/torneta como los local izados enAlicante, Granada y Málaga. Sin embargo, unacaracterística que destaca, es la escasa presen-cia del repie en este recipiente, rasgo repre-

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sentativo en elementos de época califal. Losfragmentos documentados en Jaén, que pose-en esta particularidad son muy escasos, pre-sentándolo poco desarrollado, y siempre loca-lizados en asentamientos datados entre finalesdel siglo IX y los inicios del siglo X.

Con respecto al Candil, en Jaén estáausente el denominado candil múltiple, sinembargo el tipo de candil localizado en laCampiña, de cazoleta con un asa de grandesproporciones que se introduce en el interiordel gollete, es muy característico entre loselementos cerámicos de la mayor parte delos asentamientos emirales de al-Andalus.

Las Ollas, junto a los Jarros/as, constituyeun grupo muy homogéneo, aunque cabe des-tacar como un rasgo peculiar de nuestra zonala denominada "Olla Trípode", o bien la ollaelaborada a mano/torneta, con cuerpo tron-cocónico invertido y labio reentrante (TipoVI). Por el contrario, es muy escasa la presen-cia de las ollas realizadas a mano/torneta, debase plana, cuerpo cilíndrico o abobado ylabio reentrante, presentes en númerososasentamientos andalusíes. La difusión que tuvopor toda la Campiña la de Olla Trípode, deter-minó que el Anafre apenas fuese empleadocomo recipiente para la cocción de alimentos.

Otro dato significativo en la muestra es laabundancia de jarros/as, jarritos/as y ollas, quesuperan las cantidades aportadas por otros

recipientes cerámicos. En esta línea, destacarí-amos el mayor volumen, en el registro dealgunos asentamientos, de materiales elabora-dos a mano/Torneta lo que podría indicardiferencias cronológicas, que se refuerzan conla presencia, en otros lugares, de más cantidadde elementos a torno asociados con recipien-tes en verde y manganeso. No obstante, latipología cerámica desarrollada en este estu-dio se enmarca en un amplio período crono-lógico que oscila entre los siglos VIII y X.

Estas matizaciones cronológicas son muyevidentes en los registros de los yacimientosde Cerro Miguelico y el Cerro de Peñaflor,asentamientos que han aportado el mayorvolumen de materiales cerámicos. Como seindicó en otros estudios (SALVATIERRA et alii, 1992;

SALVATIERRA Y CASTILLO, 1993) Peñaflor tiene uninicio anterior a Cerro Miguelico, teniendo encuenta la mayor cantidad de cerámica amano y torneta, y sufre un abandono tam-bién anterior, posiblemente entorno al pri-mer cuar to del siglo X, hecho confirmadopor la ausencia de cerámica verde y manga-neso, y otros tipos califales, que por el con-trario si están presentes en Cerro Miguelico.La escasa presencia de ataifores en Peñaflor,es otro elemento que confirma la mayor anti-güedad de este yacimiento, ya que este tipode vasija parece generalizarse a par tir delperíodo califal, siendo considerablementemás escasa con anterioridad, al menos en elAlto Guadalquivir.

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TORNETA / MANO Abiertas Cocina CAZUELACerradas Cocina OLLA

Mesa JARROContención TINAJA

Otros Cocina TAPADERA/DISCOTORNO Abiertas Cocina CAZUELA

Mesa ATAIFOR Sin VidriarVidriado

Uso Múltiple ALCADAFECerradas Cocina OLLA

Mesa JARRO / JARRA Sin VidriarVidriado

BOTE VidriadoREDOMA Sin Vidriar

VidriadoOtros Contención CANDIL Sin Vidriar

Vidriado

TABLA Nº 1: ESTRUCTURA TIPOLOGICA FORMAL DE LA CAMPIÑA DE JAÉN

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RESUMEN

Los métodos empleados para elaborar una tipologíacon las cerámicas islámicas han sido muy diversos,aunque en líneas generales la mayor parte de elloshan seguido las propuestas de G. Roselló. En los últi-mos años están surgiendo nuevas iniciativas, queplantean métodos diferentes a la hora de abordarlas clasificaciones.

Nuestra propuesta metodológica propone un siste-ma de seriación mixto, que parte de una clasifica-ción formal, realizada en función de los aspectostecnológicos, formales, funcionales, etc., con la cualse establecen las series de recipientes, y una clasifi-cación estadística, que permite definir los tipos, sub-tipos y variantes que configuran cada una de estasseries, a raíz del estudio morfométrico de los bordesy bases de los recipientes. En este estudio tan sólohacemos referencia a la primera.

PALABRAS CLAVE: Cerámica, emiral, tipología

ABSTRACT

Agreat variety of methods been used to make atypology of Islamic pottery. Most of them followRoselló's (1983), although new proposals showingdifferent classifications have arisen in the last fewyears.

Our method is a mixed one and of a two-fold natu-re. It consists of a formal classification made on tech-nological, formal an functional grounds ande capableof grouping vessels consistently. Second, it is basedon a statical classification, in particular, a morphome-tric analysis of rims and bottoms capable of deiningthe types, subtypes and variants of these groups. Inthis paper, only the former is extensively dealt with.

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CORDOBAJAEN

GRANADA

ALMERIA

MALAGA

SEVILLA

CADIZ

HUELVA

ANDALUCIA

ANDALUCIA

ESPAÑA

POR

TU

GA

LN

Fig. 1. Ubicación de la Campiña giennense

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Fig. 2

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