8/3/2019 La Ciudadela de Fuego - Cap. 4
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El portn de la celda se abri con un sonoro crujido y sac de
su
ensoacin a John.
Te traigo algo de comer El carcelero tir delante de John un
plato
metlico que hizo un estruendo al chocar contra el suelo. Gachas
de
avena con pan y una jarra de vino.
El carcelero se volvi y cerr la puerta tras de s sin esperar
una
respuesta.
Las gachas estaban secas, el pan duro y el vino aguado pero aun
as
John se lo comi todo, necesitaba tener fuerzas para lo que
vendra el da
siguiente.
La luna estaba en lo ms alto pero an no haba podido conciliar
el
sueo. Las pulgas del jergn no ayudaban y solo hacan que odiase
cada
vez ms intensamente a Chems.
.
En algn momento de la noche, el sueo se apoder de l y lo
venci.
El sol estaba naciendo cuando el carcelero aporre su puerta.
Levntate. El maestre Beaver y su ayudante Chems quieren
verte.
.
Sigui al carcelero fuera de la celda y luego escaleras arriba.
Fuera lo
esperaban Chems y el maestre Beaver.
Maestre, siento muchoel maestre Beaver lo hizo callar con un
seco ademn. Ya hablaremos cuando lleguemos al castillo.
Muchas
gracias, Baker. Espero que no te haya causado muchos problemas
dij
girndose hacia el comandante.
Tranquilo, maestre. Es un chico joven e inquieto, no es nada
grave.
Inquieto y estpido espet Chems.
