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LA COCINA DETRAS DELA REFORMA EDUCATIVA Este año, las tres fuerzas políticas del país se unieron en el Pacto por México y aprobaron tres reformas: la hacendaria, la energéticay la educativa. Esta es la historia que dio origen a la más polémica de las tres. POR RICARDO RAPHAEL . _ - . . . .
mientras viandas espléndidas mejoraban el humor de los comensales. . .
Luis Videgaray respondió que era falsa la >'. apreciación sobre una alianza política con la ' — i. profesora. Lo mismo que con otros grupos - ' empresariales como Televisa.
Zambrano insistió: "Llegaron al poder ; " atados de manos, ¿están dispuestos a construir un gran acuerdo nacional que incluya reformas cuyo contenido afecte su relación con quienes les llevaron al poder? ".
"¡Pruébenos!", respondió Videgaray. Jesús Ortega recogió la pelota lanzada
SU SUERTE COMENZÓ a fabricarse varios meses antes, en septiembre de 2012, al mismo tiempo en que el Pacto por México fue, por primera vez, tema de conversación entre el futuro gobierno y los partidos de oposición. La pregunta la hizo primero Jesús Zambrano, presidente del PRD: "¿Estarían dispuestos a romper con sus aliados? ¿Con quienes los llevaron al poder? ¿Con Elba Esther Gordillo, por ejemplo?".
La franqueza cayó en blandito porque se expresó en la intimidad de una casa, la de José Murat, ex gobernador de Oaxaca,
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por el futuro secretario de Hacienda: "¿Estarían dispuestos a pactar una gran reforma educativa que afectara los intereses de Elba Esther Gordillo? ¿O una en telecomunicaciones que pusiera límites a las dos grandes empresas del sector?".
Para sorpresa de esos dos políticos mexicanos conocidos como "Los Chuchos", la respuesta del representante de Enrique Peña Nieto fue afirmativa. Pidió unos días con el objeto de confirmar la autorización de su jefe para abrir las negociaciones y también exigió como condición que en el siguiente encuentro estuviera presente Gustavo Madero, líder del Partido Acción Nacional, político que traía inquietudes muy parecidas a los dirigentes de la izquierda.
Sin tener idea alguna sobre lo que se preparaba en aquella casa -habitada por un rancio enemigo suyo-, la profesora Elba Esther Gordillo organizó para sí, y también para el líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, una fiesta para au-torrefrendar sus cargos políticos. En noviembre de 2012 reunió en Quintana Roo a dirigentes y militantes del SNTE para que la ratificaran a ella como presidenta inmortal del SNTE y a su homólogo como supremo defensor de los trabajadores de Pemex.
Por si la mascarada no fuera suficiente para llamar la atención, dado su descaro antidemocrático, la profesora decidió ahí trazar distancia con el futuro gobierno en los siguientes términos: "No busco puestos, que nadie se preocupe, nunca he pensado en ser secretaria de Educación ni sirvienta de nadie...". Luego, insistió en que el mensaje era para ese que andaba por Europa. Los aplausos de sus sindicalizados no habrán caído con gracia sobre los oídos del futuro presidente mexicano quien, en efecto, se encontraba en su primera gira internacional, montado por primera vez en el avión presidencial que su antecesor tuvo a bien facilitarle.
Los astros no pudieron coincidir con mejor armonía; de un lado los futuros aliados del Pacto por México, Zambrano y Madero, exigían romper toda relación con la líder principal del magisterio para empren
der una reforma educativa que le devolviera al Estado control sobre las plazas de los maestros y, por el otro, la mujer aludida tomaba camino hacia el monte con tono desafiante y altanero. ¿GOBERNABILIDAD O TRAICIÓN? El día en que Peña Nieto se colocó la banda presidencial se volvió público que el generoso favor político, prodigado para ella por Vicente Fox y Felipe Calderóri, llegaba a su fin. La prueba fueron los aspavientos que hizo Gordillo, el día primero de diciembre de 2012, por el lugar que los organizadores del evento de toma de posesión, le otorgaron en el evento de Palacio Nacional. Días más tarde, repudió con ademanes enojados el nombramiento de Emilio Chuay-ffet, como secretario de Educación, y un mes después, señaló al mismo funcionario
como inadecuado para ocupar el cargo que un día fuera de José Vasconcelos.
Si bien el Pacto por México desbrozó el camino hacia el barranco donde sería arrojada la profesora, ella se encargó también de pavimentar, piedra por piedra, su siguiente destino. A la prisión de Santa Marta Aca-titla la llevó una decisión política del más alto nivel, pero coincidió con ella un cálculo equivocado de la líder magisterial sobre el nuevo contexto político en el que estaba entrando el país. Peña Nieto contaba con una alianza política mejor cimentada para confrontar a los poderes abusivos que cohabitan fuera del Estado; además, las oposiciones del PAN y del PRD le permitirían quitarse de encima las acusaciones que recibió durante la campaña, relativas a su alianza con las televisoras y el clientelismo electorero ofrecido, entre otros actores, por la profesora.
Romper pública y escandalosamente con Gordillo Morales se convirtió en el primer acto de gobierno de Enrique Peña Nieto: el
hecho más cargado de significados a la hora de dar a conocer su estilo de ejercer el poder
CON LAS MANOS EN LA MASA A esa ex líder sindical no se le detuvo, en principio, por su desfachatez a la hora de gastar cantidades grandes de dinero. Tampoco por la sospecha fundada sobre el tráfico de influencias que, con singular impunidad, profesó durante más de dos décadas. Se argumentó en su contra la comisión del delito de lavado de dinero y crimen organizado; y es que la autoridad logró construir un argumento en el que, según distintos testigos, la profesora ordeñaba fondos pertenecientes a los trabajadores de la educación para pagar las tarjetas bancarias con que solía realizar compras que apenas Cristina Onassis se habría permitido exhibir.
Con todo, no fue la suya una detención motivada, en primer lugar, por razones de orden jurídico. Los expedientes judiciales en contra suya se amontonan desde hace tiempo sin que la autoridad mexicana hubiese decidido proceder en su contra. Lo que cambió fue la voluntad política y, todavía más importante, la necesidad urgente
por quitarla de en medio para que la reforma educativa, a nivel constitucional, no enfrentara oposición de los maestros institucionales afiliados al SNTE.
Cuando dos aviones de la PGR la persiguieron desde Tijuana hasta el aeropuerto de Toluca para detenerla, ella se dirigía a Guadalajara con el objeto de presidir una reunión de su consejo sindical donde daría comienzo la revuelta contra la reforma educativa propuesta por el Pacto por México. De haberse celebrado aquella reunión, las dificultades para sacar adelante la iniciativa habrían sido muchas y acaso irremonta-bles. En esta hebra de hechos, no es ocioso insistir que la profesora fue a dar a Santa Martha por razones sobre todo políticas, y sólo accesoriamente judiciales. Tampoco que el golpe propinado contra ella fue políticamente exitoso y que su desembocadura judicial, no importa cuan buen trabajo haya intentado el procurador Murillo Karam, está todavía por verse.
Romper pública y escandalosamente con Gordillo se convirtió en el primer acto de gobierno de Peña Nieto: el más cargado de significado...
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