844
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA Facultat de Geografia e Història Departament d’Història de l’Art LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA APORTACIÓN DEL GRUPO DE LOS JÓVENES (1925-1960) Tesis Doctoral José Pascual Hernández Farinós Dirigida por José Martín Martínez Vicente Galbis López Valencia, 2010

LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

  • Upload
    others

  • View
    3

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

UNIVERSITAT DE VALÈNCIA Facultat de Geografia e Història Departament d’Història de l’Art

LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA APORTACIÓN DEL GRUPO DE LOS

JÓVENES (1925-1960)

Tesis Doctoral José Pascual Hernández Farinós

Dirigida por José Martín Martínez Vicente Galbis López

Valencia, 2010

Page 2: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA
Page 3: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

I

Page 4: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

II

Page 5: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Agradecimientos

Son muchas las personas a las que debo agradecer su ayuda, directa o indirecta, en

la confección de la presente Tesis Doctoral. En primera instancia a mis directores:

Vicente Galbis López quien me planteó este tema que, desde el primer momento, me

apasionó y por su constante impulso durante todos estos años de larga y ardua

investigación, cuyas acertadas sugerencias le han dado la forma que ha tomado. José

Martín Martínez, quien perfiló y pulió la forma y el contenido de este trabajo, a través

de ideas que me permitieron mejorar su acabado y presentación.

En la elaboración de esta Tesis han cumplido un papel esencial las respectivas

familias de los miembros del Grupo de los Jóvenes, cuyo testimonio y documentación

aportada me han permitido disponer de una base material fundamental para llevarla a

cabo. En primera instancia cabe agradecer a la familia de Vicente Asencio,

fundamentalmente su viuda Matilde Salvador, quien desgraciadamente no ha llegado a

ver realizado este proyecto que tanto le interesó, así como a su hija Matilde Asencio y

su esposo José Evangelista, quienes me permitieron utilizar el legado familiar tras el

fallecimiento de la citada Matilde Salvador. Seguidamente se debe mencionar la

aportación de la familia de Vicente Garcés, empezando por su hermano Juan Garcés

quien me permitió el acceso al Archivo Familiar Garcés-Queralt y las partituras del

compositor, además de aportarme gran cantidad de información gracias a su prodigiosa

memoria. En esta misma línea cabe citar el interés y el apoyo mostrado por sus hijos

Vicente y Juan Garcés, así como la viuda del compositor doña Amparo López Blasco.

En cuanto a la familia de Ricardo Olmos, sus hijos Domingo y Ricardo Olmos Romera

me permitieron acceder a documentación personal, además de facilitarme información

oral que configuró la biografía y personalidad de su padre. De la familia de Luis

Sánchez, destacar el entusiasmo de su viuda Elena Cuñat Alonso, cuya avanzada edad

no le ha permitido llegar a ver plasmado este trabajo. También valoró profundamente la

intensa colaboración de su hija Elena Sánchez Cuñat, quien me ha proporcionado tal

cantidad de datos y documentación que me han permitido trazar una biografía muy

detallada, así como correspondencia con su maestro Palau y el resto de compañeros del

III

Page 6: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Grupo. Cabe citar también el interés de su hijo, el escritor Luis Sánchez Cuñat, desde la

distancia de su residencia en Australia. Finalmente destacar la aportación del nieto de

Emilio Valdés, el músico José Manuel Valdés Mira, quien me proporcionó una

catalogación y cronología de la obra de su abuelo, permitiéndome asimismo el acceso a

su archivo personal, donde he podido obtener partituras e información particular de gran

importancia. En conclusión, esta investigación no hubiese llegado a buen puerto sin la

ayuda de las respectivas familias de estos compositores.

También cabe resaltar el apoyo y colaboración de los diferentes archivos y

bibliotecas donde he trabajado durante estos años. En primera instancia cabe agradecer

muy profundamente las facilidades proporcionadas por el personal de la Hemeroteca

Municipal de Valencia y la Biblioteca de Compositores Valencianos del Ayuntamiento

de Valencia, gracias a las cuales he obtenido un fondo documental y de partituras que

han sido esenciales en la configuración de esta Tesis. También se debe reseñar al

personal de la Biblioteca Valenciana, concretamente del Archivo Nicolau Primitiu por

su diligencia y colaboración durante tantos días, así como los técnicos del Archivo de la

Diputación Provincial de Valencia, por permitirme el acceso a información y partituras

que llenaron vacíos documentales de difícil solución. Es de reseñar muy especialmente

la ayuda ofrecida por Rosa Castell de la Biblioteca del Institut Valencià de la Música,

así como de sus ayudantes Clara y Lylé, mediante las cuales pude acceder con muchas

facilidades al Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador. También voy a citar el apoyo

y colaboración de Lali Lozano Galán, al frente de la Biblioteca del Conservatorio

Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia, cuya ayuda fue esencial en la

localización de bibliografía para la presente investigación. Voy a cerrar este punto

mencionando también la colaboración del personal de la Biblioteca Pública de Silla,

muy especialmente Xelo Carbonell quien no ha llegado a ver terminado este trabajo, así

como sus ayudantes Assun y Maria Josep, quienes me han permitido localizar material

bibliográfico de referencia desde su depósito o por préstamo interbibliotecario.

En cuanto a la colaboración física en este trabajo, cabe mencionar en primera

instancia a Marcelo Clemente, por las aportaciones e ideas que han dado forma a la

parte analítica. También se va a citar a Vicente Portolés, autor de los ejemplos gráficos

presentes en este trabajo, así como por su asesoría en aspectos del tratamiento

informático. En este punto es de reseñar el apoyo del Departamento de Comunicación

del Institut Valencià de la Música, encabezado por Jorge García, así como sus ayudantes

Rafael, Julio y Elena, gracias a los cuales pude contactar con personas que me aportaron

IV

Page 7: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valiosa información en el conjunto de este trabajo. También cabe citar las aportaciones

de la Doctora Cristina Urchueguía de la Universidad de Berna, cuya colaboración en la

edición de las obras de Vicente Garcés me permitió perfilar y aclarar mucha

información sobre este compositor. Debo agradecer muy cordialmente la impagable

ayuda de Sergi Arrando, biógrafo de Vicente Garcés y pionero en el estudio del Grupo

de los Jóvenes, por la información que me proporcionó sobre este compositor, así como

el acceso a su Archivo Sonoro del cual he obtenido datos básicos para la biografía y

personalidad de Emilio Valdés. En última instancia he de agradecer la camaradería,

durante estos años de doctorando, de mis compañeros Ana Fontestad y Sergio Sapena,

con los que he compartido vivencias e inquietudes, en las que iba implícito un apoyo

mutuo.

Entrando en el ámbito personal, agradezco profundamente a toda mi familia,

empezando por mis padres y siguiendo por mis hermanos, su apoyo y aliento

incondicional en todo momento. Este agradecimiento lo hago extensivo a mis amigos

Bartolomé Lloréns, Nieves Pons y J. Miguel Benaches, así como a todas las personas

que han compartido mi vida durante todos estos años. Todos vosotros sois una parte de

esta investigación, y sin vuestro apoyo no hubiese llegado hasta aquí.

V

Page 8: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VI

Page 9: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Índice I. Introducción I. 1 Justificación del tema y objetivos 1 I. 2 Estado de la cuestión 3 I. 3 Metodología y estructura del trabajo 15 II. Actividad musical en Valencia (1925-1960) II. 1 Panorama general 19 II. 2 Orígenes y desarrollo del fenómeno orquestal en Valencia durante las actividades del Grupo de los Jóvenes 20 II. 2. 1 Primeras iniciativas II. 2. 2 La Orquesta Sinfónica de Valencia II. 2. 3 Orquestra Valenciana de Cambra II. 2. 4 Otras orquestas de cámara valencianas II. 2. 5 Orquesta Municipal de Valencia II. 2. 6 Puntualizaciones finales II. 3 Entidades musicales valencianas y su relación con el Grupo de los Jóvenes 57 II. 3. 1 Sociedad Filarmónica II. 3. 2 Música de Cámara II. 3. 3 Sociedad Cultural de Conciertos II. 3. 4 La Sociedad Valenciana de Autores: Sección Sinfónica II. 3. 5 Otras iniciativas II. 4 Concursos de creación musical 73 II. 4. 1 Concurso del Círculo de Bellas Artes de Valencia (1934) II. 4. 2 Orientación estilística en los Concursos Nacionales de Bellas Artes II. 4. 3 Certámenes de composición valencianos (1936-1937) II. 4. 4 Un certamen en la primera posguerra II. 5 El teatro musical en Valencia (1925-1960) 86 II. 5. 1 Finales de la década de los veinte y Segunda República II. 5. 2 Los años de la Posguerra (1939-1960) II. 6 El mundo del espectáculo 96 II. 6. 1 Principios de siglo y años veinte II. 6. 2 Años treinta II. 6. 3 La Guerra Civil II. 6. 4 Epoca de la Posguerra II. 7 La condición social del músico 123 II. 7. 1 Años veinte y treinta II. 7. 2 Posguerra II. 8 La crítica musical valenciana y el Grupo de los Jóvenes 133 III. 8. 1 La crítica musical valenciana (1925-1960) III. 8. 2 Actividades en la crítica de los miembros del Grupo de los Jóvenes III. 8. 3 La crítica musical ante la obra del Grupo de los Jóvenes II. 9 Interacciones creativas entre los poetas y músicos valencianos 146 II. 9. 1 Antes de la Guerra Civil II. 9. 2 Posguerra II. 10 Consideraciones finales 162

VII

Page 10: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

III. Manifiesto del Grupo de los Jóvenes III. 1 Orígenes y constitución del grupo 167 III. 2 Análisis del Manifiesto 174 III. 3 Difusión en prensa y hechos posteriores 181 IV. Vicente Asencio IV. 1 Biografía 189 IV. 1. 1 Años de juventud en Castellón y Barcelona IV. 1. 2 Los años de madurez en Valencia IV. 1. 3 La fama internacional y últimos años IV. 2 Análisis de obras orquestales 223 IV. 2. 1 Catálogo IV. 2. 2 Análisis de su lenguaje armónico y formal IV. 2. 3 Orquestación IV. 3 Actividades como músico teórico 300 V. Vicente Garcés V. 1 Biografía 311 V. 1. 1 Años de juventud V. 1. 2 La Guerra Civil y la posguerra V. 1. 3 Marcha a París y últimos años en Valencia V. 2 Análisis de obras orquestales 338 V. 2. 1 Catálogo V. 2. 2 Análisis de su lenguaje armónico y formal V. 2. 3 Orquestación V. 2. 4 La música popular, un paralelismo con Joaquín Rodrigo V. 3 Actividades como músico teórico 417 V. 3. 1 Crítica V. 3. 2 Escritura en lengua valenciana VI. Ricardo Olmos VI. 1 Biografía 429 VI. 1. 1 Juventud en Valencia VI. 1. 2 Madurez en Madrid VI. 1. 3 Ultimos años VI. 2 Análisis de obras orquestales 441 VI. 2. 1 Catálogo VI. 2. 2 Análisis de su lenguaje armónico y formal VI. 2. 3 Orquestación VI. 3 Actividades como músico teórico 470 VI. 3. 1 Crítico bibliográfico VI. 3. 2 Investigador del folklore VI. 3. 3 Conferencias y crítica. VII. Luis Sánchez VII. 1 Biografía 485 VII. 1. 1 Formación y años de juventud VII. 1. 2 El “Grupo de los Jóvenes” y los años de posguerra VII. 1. 3 Trayectoria profesional en Málaga

VIII

Page 11: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VII. 2 Análisis de obras orquestales 513 VII. 2. 1 Catálogo VII. 2. 2 Análisis de su lenguaje armónico y formal VII. 2. 3 Orquestación VII. 2. 4 Conclusiones VII. 3 Actividades como músico teórico 585 VII. 3. 1. Crítica musical VII. 3. 2. Profesor y conferenciante VIII. Emilio Valdés VIII. 1 Biografía 601 VIII. 1. 1 Años de juventud en Valencia y la Guerra Civil VIII. 1. 2 Madurez en Castalla VIII. 2 Análisis de obras orquestales 615 VIII. 2. 1 Catálogo VIII. 2. 2 Análisis de su lenguaje armónico y formal VIII. 2. 3 Orquestación VIII. 3 Actividades como músico teórico 643 IX. La obra sinfónica del Grupo de los Jóvenes en el contexto español y valenciano IX. 1. Las décadas anteriores a la aparición del Grupo 651 IX. 1. 1. Estilos musicales en España a principios del s. XX IX. 1. 2. Estilos musicales en Valencia a principios del s. XX IX. 1. 3. Significación de E. López-Chavarri Marco, F. Cuesta, y sus contemporáneos en las primeras décadas del siglo XX IX. 1. 4. Conclusiones IX. 2. Su obra y la de sus contemporáneos en los años 30 663 IX. 2. 1. La música valenciana en torno a 1930 IX. 2. 2. La relación del Grupo de los Jóvenes con los Grupos de Madrid y Barcelona en la Generación de la República IX. 2. 3. La incidencia musical de la Segunda República en Valencia y el papel del Grupo de los Jóvenes IX. 3. Años posteriores a la Guerra Civil 678 IX. 3. 1. Razones de este planteamiento cronológico IX. 3. 2. Estilos y creación musical en España IX. 3. 3. Estilos y creación musical en Valencia IX. 4. Apertura posterior a la posguerra (1947-1960) 686 IX. 4. 1. Panorámica estilística de este período IX. 4. 2. Continuación de las técnicas y formas del pasado IX. 4. 3. Llegada de las vanguardias musicales a Valencia IX. 4. 4. Nuevos compositores en torno a 1960 X. Conclusiones 705 XI. Bibliografía y fuentes documentales 717

IX

Page 12: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

X

Page 13: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

I. Introducción

I. 1 Justificación del tema y objetivos

El tema de esta investigación es el estudio de la obra orquestal de los integrantes

del denominado Grupo de los Jóvenes, también conocido en algunas fuentes como

Grupo de los Cinco, en el marco cronológico inscrito entre los años 1925 y 1960. Esta

agrupación de compositores, todos ellos valencianos o relacionados directamente con

Valencia, estaba formada por Vicente Asencio Ruano, Vicente Garcés Queralt, Ricardo

Olmos Canet, Luis Sánchez Fernández y Emilio Valdés Perlasia. Excepto Asencio, el

resto de miembros del Grupo fueron alumnos particulares de Manuel Palau, y se

presentaron ante los medios de comunicación valencianos con un Manifiesto publicado

el 18 de enero de 1934 en el periódico La Correspondencia de Valencia. La importancia

histórica de esta iniciativa, que en gran parte justifica esta investigación, reside en que

se trata de la primera y única (hasta la actualidad) agrupación de compositores surgida

en la historia de la música valenciana.

En este estudio se ha escogido su obra orquestal, aunque todos ellos cultivaron casi

todos los géneros musicales: desde la música para piano hasta la vocal e instrumental de

cámara, pasando por la coral. Concretamente, se tratará tanto la compuesta para

orquesta sinfónica, como la realizada para orquesta de cámara, entendida como

agrupación de cuerdas con la ocasional colaboración de piano, voz solista o algún

instrumento de viento. Las razones de esta elección residen en la mayor incidencia

social (aspecto que se aprecia explícitamente en el Manifiesto) de su música orquestal,

en que resume acertadamente su evolución estilística (tanto a nivel particular como

global) y en el hecho de que los primeros encargos e interpretaciones conjuntas de sus

obras las llevó a cabo la Orquestra Valenciana de Cambra, dirigida por Francisco Gil,

durante los años inmediatamente anteriores al estallido de la Guerra Civil. En la música

valenciana anterior a estos años hay escasos precedentes de música orquestal, puesto

que este género se inició prácticamente con los poemas sinfónicos de Salvador Giner, a

1

Page 14: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

finales del siglo XIX, continuados por las piezas sinfónicas de Eduardo López-Chavarri

Marco y Manuel Palau en el primer tercio del siglo XX. Este hecho aumenta el interés

histórico y artístico de su obra orquestal, merecedora de un estudio en profundidad que

se inicia con esta investigación.

También cabe justificar el entorno cronológico aquí escogido (entre 1925 y 1960),

puesto que coincide con los años de madurez de sus miembros, todos nacidos en los

primeros años del siglo XX, desde Olmos en 1905 hasta Valdés en 1912. Este eje

temporal permite estudiar la evolución de su obra, comparada con la música española de

estos años, permitiendo deducir su significación e importancia, tanto en el ámbito

valenciano como en el español. Por otra parte, no se han tomado en consideración

fechas posteriores, porque su obra no estuvo en consonancia con los nuevos lenguajes

vanguardistas surgidos en la música española a partir de finales de la década de los

cincuenta. Además, cabe reseñar que Sánchez falleció en 1957, Garcés dejó

prácticamente de componer poco después de su vuelta de París en 1958, y las obras de

Olmos y Valdés posteriores a esta fecha no aportan nada nuevo a sus respectivas

figuras. Sólo las creaciones posteriores de Asencio, fundamentalmente las compuestas

para guitarra, adquirieron cierta relevancia aunque por su naturaleza tímbrica no serán

estudiadas aquí. En cambio, sí se tratará una pieza orquestal del citado Asencio

compuesta a principios de los años setenta que, dentro de una visión global de su obra y

estilo, no significó ninguna novedad respecto a su producción anterior, pese a ser una de

sus composiciones para orquesta más interpretadas de todo su catálogo.

Además del objetivo principal de este trabajo, se ha aprovechado su naturaleza

para estudiar otros aspectos, directamente relacionados con estos compositores, que

enriquecerán la visión global de esta investigación. En primera instancia, se comentarán

las respectivas aportaciones de cada compositor en el ámbito teórico, cultural y

humanístico, puesto que todos ellos contaron con una sólida formación, demostrada por

sus respectivos estudios universitarios. Esta vertiente de sus personalidades fue muy

novedosa en la música valenciana, con escasos precedentes históricos (López-Chavarri

y Palau), pero en consonancia con la actitud de otros compositores españoles de esta

época (Grupo de Madrid y el entorno de la Residencia de Estudiantes). También se

actualizarán sus respectivas biografías, con la inclusión de nueva documentación sobre

sus figuras, lo que permitirá un mejor conocimiento de sus vidas, relacionándolas con su

música. Por otra parte, con la pretensión de enmarcar el contexto en el que crearon su

obra, se ofrecerá una panorámica de la vida y actividades musicales en Valencia,

2

Page 15: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

durante el marco cronológico elegido para este estudio. Finalmente, se evaluará la

incidencia de la Guerra Civil y la Posguerra en su vida y obra, tanto a nivel particular

como global.

En definitiva, el objetivo básico de esta investigación es el estudio de su obra

orquestal, relacionándola con la música valenciana y española de su época, lo que

permitirá precisar su importancia y aportación al conjunto de la música española del

siglo XX.

I. 2 Estado de la cuestión

En el presente epígrafe se va a cuantificar y comentar el tratamiento que ha

ofrecido la historiografía, concretamente la dedicada a la música española y valenciana

del siglo XX, al Grupo de los Jóvenes. De este modo, constatando lo estudiado y

publicado acerca de estos compositores, se podrá plantear el punto de partida de esta

investigación. Durante este apartado se trazará un desarrollo cronológico desde la época

de aparición del Grupo hasta nuestros días, diferenciando la mención individual a cada

uno de sus integrantes, de la ofrecida a la agrupación como entidad colectiva.

En primera instancia, Adolfo Salazar, historiador y crítico más destacado de los

años en que se constituyó el Grupo de los Jóvenes, no los menciona individualmente ni

como agrupación en su estudio de referencia: La música contemporánea en España.1 En

el mismo sitúa el entorno y la figura de Manuel Palau, y otros compositores de la época

como Enrique Gomá, Rafael Rodríguez Albert y Joaquín Rodrigo.2 Sin embargo, resulta

evidente que en 1930, cuando fue publicada esta obra, la trayectoria de los integrantes

del Grupo de los Jóvenes no había trascendido el ámbito valenciano, y así resulta lógico

que el citado historiador todavía no los conociera. Varios años más tarde, en abril de

1936, el propio Salazar hizo una crítica de la interpretación en Madrid de una obra de

Sánchez,3 en la que denotaba su desconocimiento sobre la música de este autor que se

podría hacer extensible al resto del Grupo.

1 Adolfo Salazar, La música contemporánea en España, Madrid: Ediciones La Nave, 1930. Reedición en Oviedo: Universidad de Oviedo, 1982. 2 Adolfo Salzazar, op. cit., pp. 290-291. 3 Adolfo Salazar, “La vida musical: Francisco Costa en la Orquesta Clásica”, El Sol, Madrid, 4-IV-1936.

3

Page 16: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Durante los años de posguerra se publicaron estudios sobre la música española,

como los de Gilbert Chase4 y Antonio Fernández Cid,5 en los cuales no fueron citados,

ni de forma individual ni en conjunto. El primer miembro del Grupo de los Jóvenes,

tratado a título individual en una publicación de carácter histórico fue Vicente Asencio,

dentro de la obra colectiva de Gerardo Diego, Joaquín Rodrigo y Federico Sopeña

titulada Diez años de música en España,6 fechada en 1949. En el capítulo dedicado a los

compositores, se inserta un epígrafe titulado “Los jóvenes” donde se habla de

compositores valencianos, entre los que se halla el citado Asencio junto con Matilde

Salvador y Miguel Asíns Arbó, conocidos gracias a un concierto ofrecido en Madrid por

Leopoldo Querol en 1943.7 En la misma obra se comenta su carácter inquieto, novedoso

y atrevido, pero atribuyendo este aspecto a la influencia de Palau y Rodrigo, a quien se

le dedica todo un epígrafe titulado “El músico de estos años: Joaquín Rodrigo”.

El primer historiador de relieve que los mencionó a título colectivo fue José

Subirá, en su Historia de la música española e hispanoamericana,8 publicada en 1953.

Allí señala la fecha de publicación del Manifiesto y comenta aspectos del mismo,

situando sus obras en su contexto cronológico y estilístico. El propio Subirá los vuelve a

mencionar en su publicación francesa de 1959 titulada La musique espagnole9 la cual,

pese a no tratarse más que un extracto resumido del anterior libro, significó la

divulgación de esta agrupación de compositores más allá de las fronteras españolas.

Subirá conoció la figura y obra del Grupo de los Jóvenes durante los años treinta,

cuando fue corresponsal de la revista alicantina Musicografía, en la que fueron tratados

con frecuencia, por lo que la presumible lectura de estos artículos le permitió conocerlos

y apreciarlos en mayor medida que sus colegas contemporáneos. Además, durante los

años siguientes siguió citándolos, pese a no ser tratados en historias de la música

española más recientes de otros autores. El ejemplo más representativo de su valoración

por estos compositores y sus obras fue la mención ofrecida en el manual de Música para

4 Gilbert Chase, La música de España, Buenos Aires: Librería Hachette, 1943. 5 Antonio Fernández Cid, Panorama de la Música en España, Madrid: Editorial Dossat, 1949. 6 Gerardo Diego, Joaquín Rodrigo y Federico Sopeña, Diez años de música en España. Musicología, Intérpretes, Compositores, Madrid: Espasa-Calpe, 1949. 7 WYLM, “De un viaje a Madrid: Músicos valencianos en la capital hispana”, Las Provincias, Valencia, 3-I-1943, p. 8. 8 José Subirá, Historia de la música española e hispanoamericana, Barcelona: Salvat, 1953, pp. 819-820. 9 José Subirá, La Musique espagnole, “Que sais-je? ”, Paris: Presses Universitaires de France, 1959, p. 101.

4

Page 17: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

primer curso de bachillerato que publicó en 1975,10 obra de carácter didáctico y

divulgativo.

El resto de historiadores españoles en activo entre los años cincuenta y setenta,

como Federico Sopeña, Manuel Valls Gorina y Antonio Fernández Cid, ignoraron la

pasada existencia del Grupo de los Jóvenes. Sin embargo, trataron con creciente interés

a algunas figuras individuales como Asencio y, en menor medida, Garcés y Olmos.

De este modo, Federico Sopeña citó solamente al mencionado Asencio en su

Historia de la Música Española Contemporánea,11 datada en 1958 y con una segunda

edición de 1976, donde no hay ninguna ampliación de los datos de la edición original.

En la misma hay un epígrafe dedicado a Valencia, dentro del capítulo “La Posguerra y

la música actual”, y varias páginas dedicadas a Asencio, incluyendo un catálogo de

obras. Sin embargo, se extiende mucho más en la figura de Palau, de quien no menciona

a sus alumnos, y remitiéndose a la figura de Matilde Salvador como representante de

una nueva generación, sin citar en ningún momento al Grupo de los Jóvenes o alguno de

sus integrantes.

En las publicaciones de Manuel Valls Gorina, iniciadas en 1960 con La Música

Catalana Contemporània,12 no se cita en ningún momento al Grupo, pero sí las figuras

individuales de Asencio y Garcés. Este último estaba muy vinculado personal y

artísticamente a Barcelona, donde tuvo lugar esta publicación. En esta obra destaca el

empleo de folklore valenciano en la obra de Garcés, pero dentro de un contexto que

define como español,13 y la trascendencia de Palau como maestro y Garcés, Asencio y

Matilde Salvador como figuras más jóvenes.14

En su libro La música española después de Manuel de Falla,15 publicado en 1962

y valorado por la historiografía como el estudio más completo acerca de la música de

aquellos años, habla de nuevo de Asencio y Garcés, ignorando nuevamente al resto y la

pasada existencia del Grupo de los Jóvenes. Asencio queda incluido dentro de una

Generación de la República,16 junto a Palau y Rodríguez Albert, lo que suponía una

discutible asociación de este compositor con el contexto histórico y artístico

10 José Subirá, Música (Manual de 1º de BUP), Madrid: Compañía Bibliográfica Española, 1975, p. 205. 11 Federico Sopeña, Historia de la música española contemporánea, Madrid: Rialp, 1976, pp. 277-282, 341-342. 12 Manuel Valls Gorina, La Música Catalana Contemporània, Barcelona: Ed. Selecta, 1960. 13 Manuel Valls Gorina, op. cit., pp. 22-23. 14 Idem, p. 111. 15 Manuel Valls Gorina, La música española después de Manuel de Falla, Madrid: Revista de Occidente, 1962. 16 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 93.

5

Page 18: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

republicano, repetido literalmente y sin ninguna actitud reflexiva en publicaciones

posteriores.17 Esta asociación es cuestionable porque sus obras de los años treinta no

habían alcanzado todavía la madurez y valía de las compuestas a partir de los finales de

la década de los cuarenta. Respecto a Garcés, lo incluye en una Generación de la Guerra

Civil junto a Matilde Salvador,18 realizando una interesante y novedosa valoración de su

obra más reciente.19 Sin embargo, en su posterior Diccionario de la Música20de 1971

cita solamente a Asencio, desapareciendo la figura de Garcés, probable resultado de su

posterior etapa de inactividad creativa.

Antonio Fernández Cid realizó varios estudios sobre la música española del siglo

XX, en los que sólo aparecen citados Asencio y Olmos, cuya distancia temporal

(existente entre estas publicaciones) permite apreciar la creciente valoración de sus

respectivas figuras y obras, aunque también refleja un completo desconocimiento de su

pasada pertenencia al Grupo de los Jóvenes. En La música y los músicos españoles en el

siglo XX,21 publicado en 1963, habla de la figura y obras más recientes de Asencio,

vinculándolo estéticamente a Manuel de Falla. Diez años más tarde publicó un libro de

idéntico contenido titulado La música española en el siglo XX, donde incluye la figura

de Olmos junto con Asencio en un epígrafe titulado “Músicos de Cataluña y Levante”.22

Esta nueva inclusión refleja el creciente prestigio artístico de Olmos en ciertos círculos

musicales madrileños, pero no cita a ambos en el más amplio epígrafe dedicado a

Palau,23 donde su inclusión como discípulos o vinculados podría justificar una mención

a la existencia del Grupo de los Jóvenes que este historiador ignoraba o no tuvo en

consideración.

El desconocimiento de su existencia como Grupo se mantuvo, en la historiografía

española, durante los primeros años ochenta. Su muestra más evidente se encuentra en

el volumen dedicado al Siglo XX de la Historia de la Música Española, elaborado por el

compositor Tomás Marco y publicado en 1983 por Alianza Editorial.24 Esta obra podría

17 Como se aprecia en su inclusión dentro de la publicación Los Músicos de la República, realizada en: José Luis García del Busto, “Vicente Asencio”, Cuadernos de Música (Los Músicos de la República), Lira Editorial, 1, Madrid, 1982, p. 61. 18 Manuel Valls Gorina, La música española…op. cit., pp. 192-193, 210-211. 19 Idem, p. 226. 20 Manuel Valls Gorina, Diccionario de la Música, Madrid: Alianza Editorial, 1971, p. 83. 21 Antonio Fernández Cid, La música y los músicos españoles en el siglo XX, Madrid: Ed. Cultura Hispánica, 1963, pp. 87-88. 22 Antonio Fernández Cid, La música española en el siglo XX, Madrid: Fundación Juan March, 1973, pp. 137. 23 Antonio Fernández Cid, op. cit., pp. 83-88. 24 Tomás Marco, Historia de la música española, vol. 6: Siglo XX, Madrid: Alianza Editorial, 1983.

6

Page 19: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

haber supuesto un buen punto de arranque para la recuperación de sus figuras y el

propio Grupo, pero Tomás Marco ignoró los datos ofrecidos tiempo atrás por Subirá y

no citó su existencia, así como tampoco las figuras de Sánchez y Valdés. Por otra parte,

clasificó al resto de compositores de forma individual y deslavazada, sin sugerir ni tan

siquiera ningún punto de contacto entre ellos. De este modo, incluyó a Olmos dentro de

la Generación del 27 en el apartado de otras figuras y asimilados,25 probablemente por

su año de nacimiento, creando una visión totalmente equívoca de su figura y obra,

puesto que sus composiciones de finales de la década de los veinte y de los treinta son

muy distantes de su lenguaje de madurez. En el caso de Garcés, lo situó como músico

posterior a la Guerra Civil y de carácter continuista,26 probablemente influido por la

lectura del libro La música española después de Manuel de Falla, publicado en 1962

por Valls Gorina. Tanto en el ejemplo de Olmos como en el de Garcés, parece claro que

Tomás Marco no ubicó correctamente a sus figuras y obras, e incluso que ni tan siquiera

las hubiera escuchado. Respecto a Asencio, con diferencia el compositor más popular

del Grupo por aquellos años, lo incluyó dentro del Nacionalismo Casticista,27 con todos

los apelativos de visión estéril del pasado que aplicó de forma tan reiterativa como

discutible a Joaquín Rodrigo. Sin embargo, esta clasificación se explica por el interés

que tuvo Asencio por la obra de Manuel de Falla a partir de finales de la década de los

cuarenta, y la probable audición de estas obras por Tomás Marco, quien no tuvo en

cuenta el contexto de su figura y todos los antecedentes previos a esta etapa.

Sin embargo, Mariano Pérez los citó como Grupo de los Cinco, en un libro titulado

El Universo de la Música,28 publicado en 1980 como manual de historia de la música

para estudiantes de conservatorios. No obstante, enunció equivocadamente a sus

integrantes, ignorando a Sánchez y Valdés, para incluir en su lugar a Matilde Salvador y

José Báguena Soler. Pese a este error, hizo una acertada valoración de su estilo con

estas palabras: […] dentro de un criterio neoclásico y moderno, se proponen un arte

con raíces valencianas […]29 Esta inclusión permite suponer que Mariano Pérez leyó la

antes citada obra de Subirá, pero resulta penoso su error en los nombres de sus

integrantes, más aún si se trata de un manual destinado a estudiantes que podría divulgar

su existencia más allá de los círculos de expertos.

25 Tomás Marco, op. cit., p. 147. 26 Idem, p. 188. 27 Ibídem, pp. 182-183. 28 Mariano Pérez, El Universo de la Música, Madrid: Sociedad General Española de Librería, 1980. 29 Mariano Pérez, op. cit., p. 698.

7

Page 20: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En conclusión, la historiografía española siguió ignorando la existencia del Grupo

de los Jóvenes hasta bien entrada la década de los ochenta, a excepción de escasos

ejemplos. Por otra parte, el trato recibido por sus miembros fue desarrollado en un

ámbito totalmente individual, excluyendo y omitiendo sistemáticamente a Sánchez y

Valdés, resultado de su aislamiento artístico en Málaga y Castalla (Alicante)

respectivamente.

En la Comunidad Valenciana surgió, a finales de la citada década de los setenta,

un interés por la recuperación de aspectos de la historia de la música autóctona,

coincidente con la celebración del centenario del Conservatorio Superior de Música de

Valencia. En estas circunstancias, aparecieron en torno al año 1978 tres obras que

reflejaron esta reactivación: Cien años de historia del Conservatorio de Valencia de

Eduardo López-Chavarri Andújar,30 la Historia de la Música Contemporánea

Valenciana de José Climent31 y los 100 años de música valenciana (1878-1978) de José

Doménech Part y Eduardo López-Chavarri Andújar32.

José Climent no los cita en ningún momento como Grupo, aunque los incluye a

todos excepto a Sánchez en el glosario de músicos situado al final del libro.33 Por otra

parte, cita a Asencio junto con Matilde Salvador en un epígrafe titulado “Un

matrimonio musical”,34 a Garcés en otro con el encabezado “Miembro de una familia de

músicos”35 y menciona diversas actividades de Olmos.36 Sin embargo, es evidente que

en aquel momento (en torno a 1978) José Climent desconocía la pretérita existencia del

Grupo de los Jóvenes, o bien no la consideró lo suficientemente importante como para

incluirla en esta publicación.

En su libro, José Doménech Part y Eduardo López-Chavarri Andújar tan sólo

hicieron una breve cita del catálogo de obras de Asencio, sin fecharlas y con

importantes omisiones,37 dentro de un epígrafe dedicado a la “Composición”, en el que

no citó información del resto de los miembros del Grupo.

30 Eduardo López-Chavarri Andújar, Cien años de historia del Conservatorio de Valencia. Valencia: Caja de Ahorros de Valencia, 1979. 31 José Climent, Historia de la música contemporánea valenciana, Valencia: Del Cenia al Segura, 1978. 32 José Doménech y Eduardo López-Chavarri Andújar, 100 años de Música Valenciana (1878-1978). Valencia: Caja de Ahorros de Valencia, 1978. 33 José Climent, op. cit., pp. 170-181. 34 Idem, p. 126. 35 Ibídem, pp. 126-127. 36 Ibídem, pp. 134, 159. 37 José Doménech y Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 161.

8

Page 21: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, el citado López-Chavarri fue el encargado de iniciar el

redescubrimiento del Grupo de los Jóvenes. En sus notas al programa38 de un concierto

del guitarrista Santiago Rebenaque y la soprano Mª Angeles López Artiga, acompañada

al piano por Margarita Conte, celebrado en el Salón de Actos del Conservatorio

Superior de Música de Valencia el 31 de octubre de 1979, se incluyó una mención a la

existencia del Grupo de los Jóvenes, aprovechando la programación de sendas obras de

Sánchez y Garcés.

En los años sucesivos, López-Chavarri se encargó de citar y mencionar las figuras

y obras del Grupo, con la intención de recuperarlas para la vida musical valenciana. De

este modo, el Manifiesto del Grupo de los Jóvenes fue citado íntegramente en las notas

a un disco perteneciente a la Antología de la Música Valenciana, editada en 1982 por el

sello discográfico L’Anec, en el que aparecían el Divertimento de Manuel Palau y

Marinada de Vicente Garcés, con el título de “Manuel Palau y Vicent Garcés,

antagonistas del sinfonismo valenciano”.39 Aunque este encabezado podría plantear

alguna ambigüedad en torno a las relaciones personales y profesionales entre Palau y

Garcés, la lectura del texto descarta esta idea y se los integra en un empeño de recuperar

su obra para un mejor conocimiento de la música valenciana del siglo XX. Muy poco

tiempo después, el propio López-Chavarri los mencionó en su Breviario de Historia de

la Música Valenciana publicado en 1985,40 citándolos de forma individual y

consecutiva con un breve resumen de las obras y características de cada uno, aunque sin

esbozar puntos en común entre ellos, pese a que el inicio del fragmento menciona

expresamente el Grupo y el año de su formación.

En estas circunstancias, el Grupo de los Jóvenes ya era conocido en el ámbito

musical valenciano, aunque su existencia no trascendió a escala nacional, puesto que no

fue citado en las diversas publicaciones referidas a los músicos de la época de la

República, realizadas en aquellos años ochenta. De este modo, exceptuando alguna cita

aislada de alguno de sus miembros como Asencio y Olmos, no hay ningún comentario

sobre su existencia en artículos como los de Emilio Casares, Montserrat Albet y José

38 Recogidas en: VVAA, Crónica de un centenario, Valencia: Piles, 1983, pp. 47-48. 39 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Manuel Palau y Vicent Garcés, antagonistas del sinfonismo valenciano”, Antología de la Música Valenciana, Valencia: L’ànec, 1982. pp. 41-48. A-005. V-2403-1982. 40 Eduardo López-Chavarri Andújar, Breviario de Historia de la Música Valenciana, Valencia: Piles, 1985, pp. 80-81.

9

Page 22: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Luis García del Busto, publicados por Lira Editorial en 1982.41 Sólo en la breve cita de

García del Busto dedicada a Asencio se ahonda en el equívoco de calificarlo como

músico de la República, tal como apareció años atrás en La música española después de

Manuel de Falla de Valls Gorina, que muy probablemente sirvió de base para esta

inclusión. Mientras que en el trabajo de referencia sobre esta época titulado La música

en la generación del 27-Homenaje a Lorca, publicado en 1986 bajo la dirección de

Emilio Casares Rodicio,42 aparece una breve mención a Olmos y Asencio dentro de una

clasificación por generaciones musicales llevada a cabo por Enrique Franco.43 La falta

de citas sobre el Grupo de los Jóvenes refleja una carencia de información que, en

ningún caso, debería recaer en los autores de este trabajo, cuya validez histórica y

científica está fuera de toda duda. Estas deficiencias residen en el considerable atraso

que, en aquellos años, se tenía en Valencia, acerca del estudio y divulgación de la

música valenciana del siglo XX.

En esta línea, algunos historiadores valencianos como Bernardo Adam Ferrero

ignoraron la existencia del Grupo de los Jóvenes en el primero de sus dos libros de

Músicos Valencianos,44 publicado en 1988 en Valencia. Sin embargo, en la citada obra

realizó unos estudios individuales sobre Asencio45 y Olmos46 que, en el caso de este

último, proporcionaron una cantidad de información que durante mucho tiempo fue

referencia básica para el estudio de este compositor. El citado historiador mantuvo este

desconocimiento hasta fechas muy recientes, aunque en su libro 1000 Músicos

Valencianos, publicado en 2003,47 los menciona a todos individualmente con sus

correspondientes voces.48 Sin embargo, no cita en ningún caso la existencia del Grupo

de los Jóvenes y la pertenencia al mismo de estos compositores, además de no corregir

algunos datos erróneos.

41 Emilio Casares Rodicio, “Adolfo Salazar y el Grupo de la Generación de la República”, Cuadernos de Música (Los Músicos de la República), 1, Madrid: Lira Editorial, 1982, pp. 7-27. Montserrat Albet, “Música catalana de los años treinta”, Cuadernos de Música (Los Músicos de la República), 1, Madrid: Lira Editorial, 1982, pp. 29-33. José Luis García del Busto, “Vicente Asencio”, Cuadernos de Música (Los Músicos de la República), Lira Editorial, 1, Madrid, 1982, p. 61. 42 Emilio Casares Rodicio, “Música y músicos de la Generación del 27”, en La música en la Generación del 27. Homenaje a Lorca, Madrid: Ministerio de Cultura, 1987. 43 Enrique Franco, “Generaciones musicales españolas”, en La música en la Generación del 27. Homenaje a Lorca, Madrid: Ministerio de Cultura, 1987, pp. 35-37. 44 Bernardo Adam Ferrero, Musicos Valencianos, Valencia: Promotora Internacional de Publicaciones (PROIP), 1988, vol. 1. 45 Bernardo Adam Ferrero, op. cit., p. 35. 46 Idem, pp. 184-187. 47 Bernardo Adam Ferrero, 1000 Músicos Valencianos, Valencia: Sounds of Glory, 2003. 48 Asencio: pp. 137-142. Garcés: p. 365. Olmos: pp. 540-544. Sánchez: pp. 715-717. Valdés: p. 811.

10

Page 23: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El anteriormente citado José Climent publicó en 1989 una Historia de la Música

Valenciana,49 donde les dedicó un breve epígrafe titulado “El grupo de los Jóvenes”, en

el que actualizó la información ofrecida en su libro de 1978.50 Sin embargo, antes de

citarlos individualmente, menciona en un breve comentario la escasez de puntos en

común entre sus miembros, aspecto que será cuestionado y rebatido en la presente

investigación.

Durante el año 1992 aparecieron en Valencia varias publicaciones e iniciativas

editoriales que permitieron ofrecer una visión del Grupo de los Jóvenes con mayores

posibilidades de difusión a todos los niveles. Sin embargo, apenas se profundizó en las

posibles características que pudieran explicar un estilo en común entre sus integrantes.

La primera de estas iniciativas fue la Historia de la Música de la Comunidad

Valenciana, obra colectiva publicada en fascículos en los diarios Levante de Valencia e

Información de Alicante. En el capítulo titulado “La música del siglo XX anterior a la

Guerra Civil”, realizado por José Luis García del Busto,51 hay un epígrafe titulado “Del

Grupo de los Jóvenes”,52 antecedido por otro dedicado a “Vicente Asencio y Matilde

Salvador”.53 En ambos puntos, el autor atribuye la revalorización del Grupo a las

inquietudes y esfuerzos de Eduardo López-Chavarri Andújar.

Este último autor publicó aquel mismo año un libro titulado Compositores

Valencianos del siglo XX,54 en el que citó literalmente el Manifiesto,55 y le asignó al

Grupo un capítulo completo.56 Sin embargo, en el mismo se limitó a tratarlos de forma

individual y aislada, sin analizar su estilo con una perspectiva de conjunto y sin

cuantificar su aportación como Grupo, aspecto que se pretende conseguir en esta

investigación.

Finalmente, el musicólogo Vicente Galbis López mencionó y evaluó el Manifiesto

en su ensayo “Una aproximació a la Història de la Música Valenciana”, publicado aquel

49 José Climent, Historia de la Música Valenciana. Valencia: Rivera Mota, 1989, p. 131, 136. 50 José Climent, Historia de la música contemporánea valenciana, Op. cit. 51 José Luis García del Busto, “La música del siglo XX anterior a la guerra civil”, en Historia de la Música de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Alicantina-Prensa Valenciana, 1992, pp. 361-380. 52 José Luis García del Busto, op. cit., pp. 373-374. 53 Idem, pp. 371-372. 54 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores Valencianos del siglo XX, Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992. 55 Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., pp. 162-163. 56 Idem, pp. 181-193.

11

Page 24: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

mismo 1992, en el catálogo de la exposición La Imatge de la Música en Sant Pius V.57

Allí trató las figuras de Garcés y Olmos, este último todavía como miembro de la

Generación del 27,58 tal como se lo clasificaba en la historiografía anterior a esta

investigación, mientras que Asencio quedaba situado en las tendencias posteriores a la

Guerra Civil.59 Sin embargo, el mismo Galbis volvió a citar al Grupo de los Jóvenes en

su libro dedicado a los sesenta años de la Orquesta de Valencia,60 publicado en 2004, en

el que se centró en las relaciones del Grupo con la Orquestra Valenciana de Cambra, y

al mismo tiempo actualizó los datos de las recientes investigaciones sobre el tema.

Con posterioridad a estos escritos de 1992, se los mencionó como Grupo en varias

publicaciones llevadas a cabo en el entorno valenciano. De este modo, Salvador Seguí

elaboró en 1996 el catálogo de obras de Asencio, en el que insertó literalmente el

Manifiesto del Grupo,61 incidiendo, dentro un breve esquema biográfico de este

compositor,62 en que firmó el mismo en 1934. Este autor publicó en 1997 un libro

monográfico dedicado a Palau, donde citó brevemente la existencia del Grupo de los

Jóvenes, formado en gran parte por sus discípulos.63

Sin embargo, la aproximación más profunda y concienzuda a la existencia del

Grupo la llevó a cabo el historiador Sergi Arrando, en su monografía dedicada a Garcés

publicada en 1998.64 En la misma realizó una buena contextualización social e histórica,

acompañada de abundante documentación gráfica,65 así como una reflexión en torno a

la existencia de una escuela musical valenciana, sometiendo a debate escritos de

Leopoldo Querol, Oscar Esplá y Tomás Marco.66

El violinista y director de orquesta valenciano José Ferriz, contemporáneo de todos

los integrantes del Grupo de los Jóvenes, los citó brevemente en su libro de Memorias,67

fechadas en noviembre del 2000 aunque publicadas en 2004. Su punto de vista cuenta

con el interés de provenir de un contemporáneo que conoció directamente a sus

57 Vicente Galbis López, “Una aproximació a la història de la música valenciana”, en VVAA, La Imatge de la Música en Sant Pius V, València: Generalitat Valenciana, 1992, pp. 33-64. 58 Vicente Galbis López, op. cit., p. 54. 59 Idem, p. 60. 60 Vicente Galbis López, Orquesta de Valencia: 60 años de vida sinfónica, Valencia: Palau de la Música, 2004, p. 27. 61 Salvador Seguí, Vicente Asencio, Madrid: SGAE (Colección Catálogos), 1996, p. 9. 62 Salvador Seguí, op. cit., p. 15. 63 Salvador Seguí, Manuel Palau (1893-1967).Valencia: Consell Valencià de Cultura, 1999, p. 61. 64 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt (1906-1984), Sagunt: Fundació Bancaixa, 1998. 65 Sergi Arrando, op. cit., pp. 13-33. 66 Idem, pp. 99-108. 67 José Ferriz, Sesenta años de vida musical: Memorias. Valencia: Institut Valencià de la Música, 2004, p. 158.

12

Page 25: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

integrantes, citándolos como “Grupo de los Cinco” en analogía a los Cinco Rusos, lo

que se puede interpretar en que Ferriz los veía con un espíritu nacionalista, aunque bajo

una óptica decimonónica.

A partir de finales de los años noventa aparecieron varias iniciativas enciclopédicas

sobre la música española, catalana y valenciana, respectivamente, en las que se

actualizaron los conocimientos en torno al Grupo, en algunos casos directamente

relacionados con el inicio y desarrollo de esta investigación. La publicación, entre 1999

y 2002, del Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana de la Sociedad

General de Autores, permitió englobar los datos obtenidos en todos los estudios

realizados hasta la fecha. De este modo, en la voz dedicada a “Valencia” (apartado V),

realizada por Vicente Galbis López, se menciona la existencia del Grupo de los

Jóvenes.68 Sus integrantes, a excepción de Sánchez, fueron tratados con sus

correspondientes voces y, exceptuando la dedicada a Asencio,69 en el resto se remarca

su pertenencia a este Grupo,70 aunque su realización por distintos autores impide darles

una visión de unidad histórica y estética.

En el cuarto volumen de la Història de la Música Catalana, Valenciana i Balear,

publicada en Barcelona entre 1999 y 2002, Xosé Aviñoa cita brevemente al Grupo y

plantea su madurez en los años de Posguerra, aspecto que lo diferencia de reflexiones

previas en las que se idealizaban sus logros de los años treinta.71 El autor de esta tesis se

encargó de elaborar las voces del Diccionario, ubicadas en los volúmenes noveno y

décimo de la citada Història, relacionadas con el Grupo de los Jóvenes,72 incluyendo

una dedicada al propio Grupo,73 fruto del interés personal del propio Xosé Aviñoa.

En el Diccionario de la Música Valenciana, publicado en Valencia en el año 2006,

me hice cargo de la elaboración de las voces individuales de los miembros del Grupo de

68 Vicente Galbis López, “Valencia: de 1800 a 1939”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 2002, vol. 10, pp. 652-658. 69 José María Vives, “Asencio Ruano, Vicente”, en Diccionario…op. cit., 1999, vol. 1, p. 790. 70 Vicente Galbis López, “Garcés Queralt, Vicente”, en Diccionario…op.cit., 1999, vol. 5, pp. 381-382. Rafael Díaz Gómez, “Olmos Canet, Ricardo”, en Diccionario…op.cit., 2001, vol. 8, pp. 71-72. Salvador Seguí, “Valdés Perlasia, Emilio”, en Diccionario…op. cit., 2002, vol. 10, p. 642. 71 Xosé Aviñoa, “La composició: La creació simfònica”, Història de la Música Catalana, Valenciana i Balear. 10 vol. Director: Xosé Aviñoa. Barcelona: Edicions 62, 1999, vol. IV, p. 250. 72 Todas las voces escritas por: José Pascual Hernández, “Asencio Ruano, Vicent”, en op.cit., vol. IX, p. 54. “Garcés i Queralt, Vicent”, en op.cit., vol. IX, p. 232. “Olmos Canet, Ricard”, en op.cit., vol. X, p. 97. “Sànchez i Fernàndez, Lluís”, en op.cit., vol X, pp. 185-186. “Valdés Perlasia, Emili”, en op. cit., vol. X, p. 243. 73 José Pascual Hernández, “Grup dels Joves”, en op.cit., vol. IX, p. 254-255.

13

Page 26: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

los Jóvenes,74 pero aplicando y madurando los conocimientos adquiridos en la presente

investigación, además de conferirles unos trazos de unidad que justificaban su

pertenencia al Grupo.

En el ámbito nacional, destaca la publicación en Granada en el año 2002, de una

obra colectiva titulada Música española entre dos guerras, 1914-1945, dirigida por

Javier Suárez-Pajares, en la que se revisaba el enfoque planteado veinte años atrás en el

estudio de la música de aquella época. En la Introducción titulada “El período de

entreguerras como ámbito de estudio de la música española”,75 realizada por el propio

Suárez-Pajares, apela a la necesidad de estudios más profundos en torno a la figura de

Manuel Palau y este Grupo de los Jóvenes,76 que incluyeran su situación en el conjunto

de la música española del siglo XX. Este trabajo de investigación se puede manifestar

como una respuesta a la apelación planteada por Suárez-Pajares en la citada

introducción.

En fechas recientes se han datado sendas publicaciones en las que, de una forma u

otra, se cita al Grupo de los Jóvenes. En un libro dedicado a Matilde Salvador,77 la

periodista Rosa Solbes le preguntó a esta compositora sobre el Grupo, con el que estaba

directamente relacionada como esposa de Asencio, a lo que le respondió que se los

conocía como los Cinco en recuerdo a los Cinco Rusos.78 Por otra parte, Francesc

Aguilar publicó en octubre de 2008 un artículo en la revista barcelonesa El Temps

titulado “Un intent de nacionalisme musical”,79 dedicado al Grupo de los Jóvenes. En el

mismo, se centró exclusivamente en el aspecto nacionalista y explayándose más en la

figura de Palau que en los miembros del Grupo, del que habla muy poco y con datos

imprecisos.

En conclusión, se aprecia cómo el estudio del Grupo de los Jóvenes es todavía muy

escaso y lleno de interrogantes, además de que la historiografía lo ha tratado en fechas

74 Todas las voces escritas por: José Pascual Hernández, “Asencio Ruano, Vicente”, en Diccionario de la Música Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 1, pp. 67-68. “Garcés Queralt, Vicente”, en op.cit., vol. 1, pp. 415-416. “Olmos Canet, Ricardo”, en op.cit., vol. 2, pp. 165-166. “Sánchez Fernández, Luis”, en op.cit., vol. 2, pp. 394-395. “Valdés Perlasia, Emilio”, en op.cit., vol. 2, p. 523. 75 Javier Suárez-Pajares, “El período de entreguerras como ámbito de estudio de la música española”, en Javier Suárez-Pajares (editor), Música española entre dos guerras 1914-1945, Granada: Archivo Manuel de Falla, 2002, pp. 9-17. 76 Javier Suárez-Pajares, op. cit., pp. 12-13, 17. 77 Rosa Solbes, Matilde Salvador. Converses amb una compositora apasionada, València: Tàndem Edicions, 2007. 78 Rosa Solbes, op. cit., p. 28. 79 Francesc Aguilar, “Un intent de nacionalisme musical”, El Temps, 1269, Barcelona, 7-X-2008, pp. 80-82.

14

Page 27: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

muy recientes y sin profundizar en el significado de la existencia del Grupo. Este hecho

explica lo original e inédito del tema de esta tesis doctoral, que pretende ser una nueva

aportación en la todavía muy escasa presencia de trabajos sobre la música sinfónica

valenciana del siglo XX.

I. 3 Metodología y estructura del trabajo

En esta investigación se estudiarán sus obras orquestales, tanto en su condición de

objeto como evento, es decir, por una parte el estudio técnico-formal de las obras y, por

otra parte, su recepción en el medio musical donde se ejecutaron.

En el primer caso se realizará un análisis armónico, formal y tímbrico de una

selección de sus obras, obtenidas en la Biblioteca de Compositores Valencianos del

Ayuntamiento de Valencia o proporcionadas por sus respectivas familias. La selección

de obras objeto de estudio se basará en criterios de accesibilidad y significación en los

diferentes periodos de actividad de cada compositor. A continuación se presentarán las

características fundamentales del lenguaje de cada uno de los integrantes del Grupo,

según los diferentes parámetros mencionados (armonía, melodía, forma, orquestación),

mediante breves ejemplos gráficos. Su conjunto permitirá una comparación entre ellos,

obteniendo unas diferencias y unos puntos en común, que se confrontarán con las

valoraciones sobre su música realizadas hasta el momento, así como con los esquemas

históricos y estilísticos de la música valenciana y española del siglo XX.

Este estudio será complementado por el material escrito en varios programas de

mano de los conciertos de estreno o de diversas interpretaciones de sus obras, puesto

que en ellos los propios compositores ofrecieron valiosa información sobre las

características de las piezas y sus fuentes de inspiración. Por otra parte, se han

confeccionado unos catálogos de sus obras orquestales totalmente nuevos, partiendo de

la consulta de los previos, tanto publicados en monografías (Vicente Asencio y Vicente

Garcés), como presentados en antologías de partituras (Ricardo Olmos y Luis Sánchez),

o realizados por familiares del compositor (Emilio Valdés), sometidos a revisión y

actualización en el presente trabajo.

En cuanto a la consideración de sus obras como evento, se analizarán artículos y

críticas aparecidas tanto en la prensa valenciana como en la de otras zonas donde se

15

Page 28: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

dieron a conocer sus composiciones, lo que permitirá evaluar su acogida y recepción.

Para ello se ha consultado la prensa diaria valenciana anterior a la Guerra Civil, donde

se incluyen los periódicos Las Provincias, La Correspondencia de Valencia, El

Mercantil Valenciano, Diario de Valencia, La Voz Valenciana y El Pueblo. Así como

publicaciones culturales de signo nacionalista como El País Valencià y Timó. En cuanto

a la época de la Posguerra se han cotejado artículos publicados en Levante, Las

Provincias y Jornada. Asimismo, se han consultado revistas de divulgación musical de

ambas épocas como Ritmo, Musicografía y la Revista Musical Catalana en el ámbito

nacional, así como la publicación Pentagrama en el entorno valenciano. También se

citarán algunos fragmentos extraídos de la prensa malagueña para las obras posteriores

de Sánchez y de la castellonense para Asencio, así como otros pertenecientes a la prensa

madrileña cuando sus obras fueran interpretadas en la capital del país o su ejecución

tuviera trascendencia a nivel estatal.

Estos elementos se completarán con el contraste y debate con la bibliografía de

base sobre música valenciana (López-Chavarri, Galbis, Díaz, Adam Ferrero, Climent,

Arrando, Seguí…) y española (Subirá, Marco, Casares, Suárez-Pajares…) del siglo XX,

así como con artículos publicados en revistas especializadas como Cuadernos de

Música Iberoamericana, Revista de Musicología y Anuario Musical. También se

incluirán y comentarán artículos y escritos sobre temas musicales, teóricos o

humanísticos, tanto publicados como conservados en archivos privados, realizados por

integrantes del Grupo. Finalmente, se utilizarán otras fuentes que completarán la

información destinada a los perfiles biográficos de sus integrantes, empezando por la

correspondencia conservada entre los propios miembros de esta agrupación, y también

con terceras personas, entre la que destaca por su cantidad y trascendencia la mantenida

con Palau. También se incluirá información personal y familiar de estos compositores,

así como certificaciones oficiales de todo tipo, además de menciones en diferentes

Boletines Oficiales de carácter provincial o nacional.

La parte central de este trabajo será el estudio individual de cada uno de los

integrantes del Grupo de los Jóvenes, pero antes de presentarlo se ofrecerá una

panorámica general de la vida musical en Valencia durante el marco cronológico aquí

escogido, así como un estudio del Manifiesto que presentó el Grupo a los medios de

comunicación en 1934.

Toda esta información será estructurada y ordenada, empezando por la citada

visión general de las actividades musicales en Valencia en los siguientes ámbitos:

16

Page 29: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

agrupaciones orquestales, entidades musicales, concursos de creación musical, teatro

musical, espectáculos, condición social del músico, crítica musical e interacciones de

estos músicos y su entorno con el mundo de las letras. Con esta primera parte se

pretende ofrecer una mejor comprensión del marco socio-cultural y musical en el que se

inserta esta investigación.

A continuación se pasará al enunciado y estudio del Manifiesto que dio lugar a la

aparición del Grupo de los Jóvenes. En primera instancia, se cuantificarán las

circunstancias en que se unieron sus integrantes, seguido de un análisis del texto con sus

implicaciones artísticas y sociales. Finalmente, se tratará su divulgación en los medios

de comunicación escrita, aspecto que refleja su recepción en la vida musical valenciana.

El siguiente paso será el estudio individual de cada uno de sus cinco miembros,

siguiendo el clásico esquema: vida, obra y estilo, traducido en epígrafes dedicados

respectivamente a la biografía, catálogo y análisis de sus obras. De este modo, se

intentará integrar el desarrollo de sus respectivas vidas con la dedicación a la música

orquestal, incluso clasificándola en periodos, tanto por circunstancias históricas como

por la evolución estilística de su producción. En este aspecto, será esencial el análisis de

sus obras, objetivo central de esta investigación, puesto que sus respectivas

producciones adolecen hasta la fecha de un estudio analítico que permita situarlas y

valorarlas en su justa medida dentro del contexto musical valenciano y español. Este

trabajo no se limitará al enunciado de las características de sus respectivas obras, sino

que se verá complementado por ejemplos gráficos extraídos de estas composiciones,

con el objetivo de que el lector tenga referencias exactas de estos elementos. Al citado

estudio se añadirá, por su particular relevancia, un comentario a sus respectivas

actividades en el campo teórico como la crítica o la investigación.

Tras la visión individual de cada uno de ellos, se procederá a relacionar su obra

sinfónica con el contexto musical español y valenciano del marco cronológico que se

utilizará en este trabajo, entre 1925 y 1960, con lo que se podrá cuantificar con mayor

exactitud su trascendencia en el ámbito local y estatal.

Este trabajo finalizará con unas conclusiones, en las cuales se buscarán los puntos

en común y las diferencias existentes entre las composiciones de todos ellos, de tal

modo que sea posible extraer unas variables estilísticas de su obra a través del periodo

de tiempo empleado en esta investigación. A partir de aquí se realizará una comparación

estilística de sus obras con las realizadas, dentro del citado marco cronológico, en el

ámbito local y nacional. Con todo esto, se pretende que sea posible realizar un estudio

17

Page 30: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

del conjunto de sus composiciones, en el que se reflejará su aportación a la música

valenciana y española del siglo XX.

18

Page 31: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

II. Actividad musical en Valencia (1925-1960), en la

época de los miembros del Grupo de los Jóvenes

II. 1 Panorama general

Uno de los principales propósitos del Grupo de los Jóvenes fue incidir en la vida

musical valenciana, con objeto de darle mayor vitalidad y modernizarla. Por esta razón,

si se pretende una mejor comprensión del papel de los miembros del grupo, resulta

necesario plantear una visión global de la misma, tanto en su estado previo como en los

sucesivos cambios que experimentó.

Aunque la vida musical española de la primera mitad del siglo XX estuvo muy

centrada en Madrid, a lo sumo complementada con Barcelona, Valencia tuvo siempre

cierta vitalidad artística, si se tienen en cuenta su volumen social y apoyos del estado. A

pesar de todo esto, aunque siguieron formándose grandes cantidades de músicos

valencianos en sus centros de enseñanza y presentándose ante el público en sus

actividades concertísticas, muchos de ellos acabaron emigrando, ante la imposibilidad

de que el ambiente musical de la ciudad pudiera ofrecerles posibilidades profesionales y

artísticas válidas. Los componentes del Grupo de los Jóvenes no fueron ajenos a esta

tendencia, pero toda su juventud la pasaron en Valencia, lo que justifica la revisión de

su clima musical.

El marco cronológico de esta panorámica abarca el espacio de tiempo comprendido

entre finales de los años veinte y primeros años sesenta, época de mayor vitalidad

creativa en los miembros del grupo. Sin embargo, para una correcta comprensión de

algunos puntos, es necesario tratar sus raíces y, en otros casos, plantear su futura

evolución. Por otra parte, miembros del grupo como Luis Sánchez fueron muy precoces

y sus primeras obras rebasan el marco central de este eje cronológico, mientras que

otros como Vicente Asencio y Ricardo Olmos siguieron creando hasta casi el final de su

vida. De este modo, en algunos casos se tratarán aspectos musicales que desbordan los

citados límites, por un lado desde finales del siglo XIX y principios del XX, y por otro

hasta casi los años ochenta del siglo XX.

19

Page 32: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En la panorámica de los años veinte y treinta, se puede apreciar directamente su

incidencia en los miembros del grupo, puesto que su obra se realiza en Valencia, por y

para su ambiente musical. Sin embargo, durante los años cuarenta y sucesivos, sólo

Vicente Asencio y Vicent Garcés viven en presente la vida musical de la ciudad. Luis

Sánchez y Emilio Valdés, desde sus nuevas residencias en Málaga y Castalla (Alicante),

reaparecen en muy contadas ocasiones en Valencia, por lo que la influencia de su clima

musical es muy escasa. Por el contrario Ricardo Olmos, pese a residir en Madrid,

realizó múltiples viajes y prolongadas estancias en la ciudad, colaborando activamente

en sus proyectos artísticos.

En este capítulo se van a desarrollar los orígenes y evolución de la música orquestal

en Valencia, puesto que el objeto de este trabajo es la música para orquesta de los

miembros del Grupo de los Jóvenes. Después se citarán las distintas entidades musicales

de la ciudad, algunas de las cuales, en algún momento, presentaron y promocionaron la

obra de los componentes del grupo. También se tratará la crítica musical de su entorno,

actividad que desempeñaron en algún momento casi todos los integrantes de la

agrupación y también serán dignas de reseñar algunas iniciativas surgidas en su seno,

como la Sección Sinfónica de la Sociedad Valenciana de Autores. Otro aspecto

destacable fueron los concursos de creación musical que, participaran o no componentes

del grupo, sirven para tomar el pulso del gusto musical de la ciudad.

Una vez finalizada la visión del capítulo, se estará en condiciones de plantear una

evaluación inicial de la vida musical de Valencia, gracias a la que podremos situar con

mejor conocimiento de causa el Manifiesto del Grupo de los Jóvenes y sus pretensiones.

II. 2 Orígenes y desarrollo del fenómeno orquestal en Valencia

durante las actividades del Grupo de los Jóvenes

II. 2. 1 Primeras iniciativas

La música orquestal apareció en Valencia a finales del siglo XIX, en fechas muy

tardías en comparación al resto de Europa, y de forma muy esporádica frente a la

inmensa popularidad de que gozaba la ópera.

20

Page 33: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Los escasos conciertos los realizaron agrupaciones formadas por los músicos que

actuaban en el foso de los teatros de ópera. En torno a 1878, se creó una Sociedad de

Conciertos alrededor del maestro José Valls (1850-1909), quien formó un grupo

orquestal que dio los primeros conciertos. La siguiente cita de Eduardo López-Chavarri

describe la escasa frecuencia de estas actividades, anterior a la creación de esta

Sociedad:

Conciertos sinfónicos en serie no se daban, salvo algunos casos aislados en

Cuaresma y de manera ocasional, o también si llegaba de paso (por entonces

comenzaron las ‘tournées’ por España) la Orquesta de la Sociedad de Conciertos

de Madrid, que tampoco hizo sus apariciones con regularidad.1

Formada por músicos dedicados al teatro o simples aficionados, todavía estaba

poco preparada para hacer frente a una temporada regular de conciertos e interpretar un

repertorio con ciertas pretensiones. Desde el 12 de mayo de 1878, cuando surgió la

iniciativa de dar conciertos, y durante las temporadas sucesivas, apenas se dieron entre

cuatro y seis conciertos anuales, por lo que no le fue posible mantener una existencia

estable. Fue disuelta en 1896.

Andrés Goñi (1865-1906), profesor de violín del Conservatorio de Valencia, creó

una orquesta formada por profesores y alumnos del centro, de la que se tienen noticias

desde 1890, cuando se amplió el repertorio hacia el género sinfónico.2

Su formación recibió el nombre de Orquesta Goñi, aunque fuera dirigida por otro

músico, e inició una temporada regular de conciertos en la Cuaresma de 1896, en la que

destacaron las obras del romanticismo francés y piezas de Wagner, además de

promocionar el incipiente sinfonismo valenciano. Integrada por noventa músicos, entre

los ocho conciertos ofrecidos en la Cuaresma de 1898 destacó la interpretación de la

Quinta Sinfonía de Beethoven. La siguiente cita, recopilada por Vicente Galbis López

de un número del Boletín Musical de aquel año, refleja la acogida que tuvo esta obra:

El mero hecho de acometer la ejecución de la 5ª sinfonía de Beethoven,

verdadero monumento de arte, una orquesta relativamente novel, ante un

auditorio no preparado convenientemente para este género de música, implica un

1 Eduardo López-Chavarri Marco y Eduardo López-Chavarri Andújar, “La vida breve de un moderno compositor valenciano. Francisco Cuesta (1890-1921)”, Estudios Musicales, 5, Valencia: Conservatorio Superior de Música, Semestre I-1987, p. 23. 2 E. Berenguer, “Eduardo L. Chavarri y la música valenciana”, Ritmo, 115, Madrid, septiembre de 1935, pp. 9-10.

21

Page 34: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valor a toda prueba[…]Todos los números de la quinta sinfonía fueron aceptados

por nuestro público con franca espontaneidad.3

Goñi marchó a Lisboa en 1900, como catedrático de violín del Conservatorio y

director de la Orquesta Sinfonica de la Real Academia de Amadores de la Música, y

entonces su orquesta valenciana desapareció.

En 1909, con motivo de la Exposición Regional Valenciana, se organizaron una

serie de conciertos sinfónicos con una orquesta formada para los actos por músicos

valencianos y dirigida por el maestro José Lassalle. Estos conciertos se iniciaron el 7 de

junio, su gran éxito motivó la programación de seis nuevos durante el mes de octubre.

El citado maestro volvió en diciembre de 1913, e incluso en 1923, en ambas ocasiones

con una orquesta formada a tal efecto por instrumentistas de la ciudad. Entretanto la

Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por Enrique Fernández Arbós, realizó varias

visitas iniciadas en 1916, continuadas anualmente entre 1921 y 1923.4

Sin embargo, por aquel entonces surgieron nuevas iniciativas orquestales, como la

Orquesta de Cámara que formó en 1903 el Círculo de Bellas Artes, dirigida por el

entonces joven músico Eduardo López-Chavarri Marco:

En marzo de 1903 el Círculo de Bellas Artes de Valencia […] organizó

unos conciertos de Orquesta de cuerda bajo la dirección del novel maestro y

escritor Eduardo López-Chavarri. Juventud, entusiasmo, decisión, las cualidades

de los socios, se mostraron de pronto haciendo factible la idea. La orquesta no

solo contaba con profesionales, sino con socios ‘amateurs’ de probable valía,

como el médico Oliete, o el financiero Roberto Cuñat […] excelentes violinistas.

El repertorio lo constituían obras clásicas, románticas y ultra-modernas, la

mayoría de las cuales escuchábanse por vez primera en España. Aquellos

conciertos iban precedidos de conferencias pronunciadas por su director,

verdaderas charlas artísticas, y fueron tomando tal consistencia, y más adelante

(1905) darían margen a la creación de la “Orquesta Valenciana de Cámara”

que, con el apoyo del círculo de Bellas Artes y luego el de la Sociedad

Filarmónica de Valencia, llegó a ser la primera orquesta de Valencia que dio

‘tournées’ por España, con éxito palmario (se mostró en la reiteración de nuevos

conciertos) entre otras ciudades Alicante, Zaragoza, Bilbao, Oviedo, Avilés,

3 Sin autor, Boletín Musical, 149, 30-III-1898, en Vicente Galbis López, Orquesta de Valencia, 60 años de vida sinfónica (1943-2003), Valencia: Palau de la Música, 2004, p. 12. 4 Vicente Galbis López, op. cit., pp. 15-17.

22

Page 35: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Madrid […] Sucesos como la guerra de Marruecos y luchas de partidos políticos

con sus correspondientes barullos escolares, interrumpieron aquellas

actividades.5

Pese a las citadas interrupciones, la Orquesta reapareció en sucesivas ocasiones con

éxito, aunque la falta de continuidad tuvo difícil solución:

En 1915 (9 de abril) el Círculo de Bellas Artes inició unos conciertos de

Orquesta de Cámara dirigidos por Eduardo López-Chavarri y precedidos de

charla explicativa pronunciada por el propio director […] El año 1917 y en su 16

de marzo, empezó en el Teatro Principal, bajo los auspicios del Círculo de Bellas

Artes, su serie de conciertos la Orquesta Valenciana de Cámara, regida por su

director-fundador el maestro Eduardo López-Chavarri. Era empeño decidido que

en los programas figurase siempre un nombre valenciano; a ser posible, de las

noveles generaciones.6

La programación de obras valencianas sirvió para difundir la renovación estilística

que se vivía en torno a la ciudad.

La orquesta se presentó en Madrid en 1918, donde recibió cálidos elogios de la

crítica, hasta el punto de que dieciséis años más tarde se presentó otra orquesta

valenciana, por cuya calidad se la vinculó con esta temprana experiencia.7 En 1921

volvió a aparecer con motivo de un concierto homenaje al malogrado compositor

Francisco Cuesta.8

Algunas reapariciones de esta agrupación, como la sucedida a finales de 1926, bajo

la dirección del joven Rafael Guzmán, plantearon deseos de renovación en toda línea.

En la siguiente cita, publicada por Eduardo López-Chavarri Marco en Las Provincias,

se refleja la postura de su antiguo fundador ante su reaparición:

La vida del arte, con sus incesantes fluctuaciones, vuelve a despertar una

organización que hace pocos años nació y vivió en Valencia, con mayor éxito que

ninguna otra y que…Dios sabrá por qué causas, ajenas al arte, quedó destruida.

Hoy, unos cuantos jóvenes animosos, llenos de ilusión y de voluntad, y a quienes

no dejó de adherirse algún elemento de los otros, de los que tanto supieron valer

(jóvenes siempre por su espíritu, pocos, pero buenos de veras), han constituido 5 Eduardo López-Chavarri Marco y Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 24. 6 Idem, p. 39. 7 Adolfo Salazar, El Sol, Madrid, en Sin autor, “Crónica de la Música: Sobre la Orquesta Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-I-1934, p. 1. 8 Eduardo Ranch, “En el Conservatorio de Valencia: Homenaje al músico Cuesta”, Libertad, Valencia, 3-I-1922, en Eduardo López-Chavarri Marco y Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., pp. 47-48.

23

Page 36: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

nuevamente la orquesta de instrumentos de arco, la orquesta depurada,

aristocrática, en donde ese elemento juvenil puede mostrar lo que puede y lo que

vale.9

El Conservatorio organizó el 21 de mayo de 1927 un acto en el que se conmemoró

el primer centenario del fallecimiento de Beethoven donde, además de piezas

camerísticas, se interpretaron sendas piezas orquestales del compositor alemán, bajo la

dirección de Eduardo López-Chavarri Marco.10

Pocos años más tarde, en 1929, se creó una nueva orquesta de cámara, denominada

Pro-Arte. Allí estaba presente la iniciativa de los violinistas Francisco Gil, Manuel Bel y

Pascual Camps, quienes fundaron una asociación llamada Amigos de la Música, con el

objetivo de divulgar la música y en concreto la de cámara. La orquesta se presentó en

Valencia en los primeros meses del año, dirigida por Manuel Palau, y dio conciertos en

localidades de la zona como Cullera, como se aprecia en la siguiente cita de la prensa

local:

Música de Cámara. Con este título publica ‘El Pueblo’ de Valencia un

interesante artículo informando del proyecto que existe de fundar una asociación

musical que llevará el nombre de “Amigos de la Música”, cuyos fines serán el

cultivo y divulgación de la buena música en sus varios aspectos, pero

especialmente del género denominado de Cámara. La idea ha nacido entre la

tríada de excelentes violinistas valencianos formada por Francisco Gil, Manuel

Bel y Pascual Camps. Cuentan con valiosos elementos como las notables

pianistas Srtas. Garrigues y García, el viola Vicente Tomás, el violonchelo Julio

Martínez y con la colaboración del inspirado compositor valenciano D. Manuel

Palau […] El maestro Palau dirigirá una orquesta de Cámara que actuará

frecuentemente en los conciertos de “Los Amigos de la Música”, y realizará una

‘tournée’ por España.11

La orquesta creó un repertorio formado por clásicos como Tartini y Corelli,

coetáneos como Ole-Olsen y valencianos como Palau y López-Chavarri Marco. Intentó

asegurar su supervivencia creando una asociación musical de apoyo, y planteó

proyectos ambiciosos como realizar giras de concierto por todo el país.

9 Eduardo López-Chavarri Marco, “En el Conservatorio: Nueva orquesta de instrumentos de arco”, Las Provincias, Valencia, 22-XII-1926, p. 3. 10 Vicente Galbis López, op. cit., p. 17. 11 Sin autor, “Música de Cámara”, Sucrona, 334, Cullera, 2-III-1929, p. 7.

24

Page 37: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, la iniciativa no duró mucho tiempo y la orquesta desapareció. Pese a

todo, sirvió de base para la aparición, sólo dos años más tarde, de la Orquestra

Valenciana de Cambra. Esta formación, dirigida por Francisco Gil, tuvo una amplia

trayectoria durante los años de la Segunda República, hasta su desaparición tras la

Guerra Civil.

II. 2. 2 La Orquesta Sinfónica de Valencia

Esta formación surgió en el Ateneo Musical de la ciudad cuando, siendo presidente

el profesor de violín Pérez Aleixandre, redactó su reglamento y nombró una comisión

para la organización del personal. La Orquesta se constituyó tras la junta general del 16

de febrero de 1916 cuando, con frecuencia semanal, empezaron los ensayos dirigidos

por los profesores Ramón Sancho y Matías Guzmán, y el maestro Palos cuando pasaba

por Valencia. Su concierto de presentación tuvo lugar el 13 de mayo de 1916, bajo la

dirección del prestigioso Arturo Saco del Valle, cuya condición y frecuencia artístico-

laboral se citan seguidamente: Se invitó al maestro don Arturo Saco del Valle, quien fue

nombrado director de la Orquesta, viniendo a dirigirla cuando sus quehaceres en

Madrid se lo permitían. Se dieron tres conciertos: dos en Cuaresma y una en verano.12

Sin embargo, problemas económicos y artísticos no le permitieron desarrollar una

temporada con un mínimo de regularidad, al igual que otras orquestas de entonces. En la

reseña siguiente, se mencionan las dificultades materiales que sufrió la orquesta en su

primera época:

Como los gastos de hospedaje del maestro eran muchos, a pesar de actuar

desinteresadamente, y los ingresos pocos, los profesores no se repartían lo que

merecía su esfuerzo, por lo que en una junta se acordó dejar en suspenso su

actuación hasta tanto pudiera disponerse de director valenciano que se encargase

de su continuación.13

La falta de un director estable, cuya presencia permitiera continuidad en los

ensayos y en el trabajo diario, está detrás de la afirmación vertida en la cita anterior. La

necesidad de que el director fuera valenciano, o al menos residente fijo en Valencia, fue

12 Sin autor, “El maestro José Manuel Izquierdo y la Orquesta Sinfónica de Valencia”, Pentagrama, 2, Valencia, mayo de 1953, p. 6. 13 Ibídem.

25

Page 38: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

fundamental para poder superar estas dificultades para el crecimiento futuro de esta

orquesta.14

En 1924 volvió a Valencia el violinista José Manuel Izquierdo, hasta entonces

concertino y miembro de la Orquesta Filarmónica de Madrid, bajo la dirección de

Bartolomé Pérez Casas, de quien fue alumno y amigo. Entonces se formó una orquesta

titulada Orquesta Valenciana, que dio varios conciertos con éxito bajo su dirección,

invitado por la Junta de la Sinfónica de Valencia, durante el verano de aquel año en los

Viveros de Valencia.

En noviembre de 1925 fue nombrado director de la Orquesta Sinfónica de Valencia,

hasta entonces de inestable existencia, quedando Saco del Valle como director

honorario. En su concierto de presentación, organizado por la Sociedad Filarmónica de

Valencia, la primera parte fue dirigida por Eduardo López-Chavarri Marco con una

Sinfonía de Beethoven, tomando Izquierdo la alternativa en la segunda parte con

Scheherezade de Rimsky-Korsakov.

La orquesta inició una brillante trayectoria, mediante conciertos celebrados en la

ciudad, tanto en teatros como en jardines al aire libre. Esta formación fue contratada con

frecuencia por la Sociedad Filarmónica, realizó tres conciertos en 1926 y cuatro en

1927, donde destacó su participación en el concierto organizado por la Asociación

Benéfica y Montepío de Profesores Músicos, en conmemoración del centenario de

Beethoven.15 Sus cursos anuales de conciertos eran inaugurados y clausurados,

respectivamente, por las orquestas Sinfónica y Filarmónica de Madrid. Esta

comparación sirvió de estímulo para la futura superación de la orquesta y sus

miembros,16 llegando a ser considerada entonces como la tercera orquesta del estado.17

En 1931 se convirtió en la agrupación sinfónica más ligada a la Sociedad

Filarmónica, merced a los cinco conciertos ofrecidos en el Teatro Principal. En febrero

de 1932 organizó un concierto, en el que la formación fue dirigida por José Lassalle y

José Manuel Izquierdo, donde simbólicamente se unieron dos figuras trascendentales en

el devenir sinfónico valenciano.18

14 José Facundo, “Orquesta Sinfónica”, Música, 14, Madrid, 1-VII-1945. Eduardo López-Chavari Marco, “La Orquesta Sinfónica de Valencia”, Ritmo, 120, Madrid, 1-XII-1935, p. 4. Citados en Vicente Galbis López, op. cit., pp. 18-19. 15 Vicente Galbis López, op. cit., p. 22. 16 Sin autor, “A la Junta Nacional de la Música y Teatros Líricos”, La Voz Valenciana, Valencia, 17-VIII-1931. 17 Sin autor, “Un hombre y su obra: El maestro José Manuel Izquierdo…”, op. cit. 18 Vicente Galbis López, op. cit., p. 23.

26

Page 39: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Esta agrupación destacó por su apoyo a los compositores valencianos, de quienes

estrenó y difundió gran cantidad de obras, como se aprecia en la siguiente cita publicada

en La Voz Valenciana, donde se reivindica esta actividad:

La Orquesta Sinfónica, dirigida por Izquierdo, no sólo ha ejecutado el

repertorio de los maestros clásicos, románticos y de las más avanzadas escuelas

extranjeras, sino lo más florido de los maestros españoles, dándonos a conocer al

propio tiempo a un gran número de compositores valencianos, que sin la ayuda

de esta entidad tal vez a estas fechas muchos de ellos permanecerían ignorados.19

Sin embargo, las dificultades materiales y económicas fueron constantes, ante la

falta de protección oficial de los gobiernos municipal y estatal. En 1931 solicitó a la

Junta Nacional de Música y Teatros Líricos, de la recién instaurada Segunda República,

los beneficios inherentes a la consideración de Orquesta del Estado:

Esa junta ha sido creada para prestar la merecida atención a la música

nacional, creando las Orquestas del Estado, nacionalizando su actuación y

encauzándola hacia fines de elevada cultura artística; y lógico es que para ello se

valga de los organismos ya creados y su actuación que por sus condiciones

merezcan la protección oficial. La Orquesta Sinfónica de Valencia cree

encontrarse en este caso y ser merecedora de la consideración legal de Orquestas

[sic] del Estado, pues presume con fundamento que la protección del Estado ha

de difundirse por todo el territorio nacional, mucho más teniendo en cuenta que

es precisamente la región Valenciana una de las de más extendida cultura

musical, de las de más rico folklor y que cuenta con poblaciones importantísimas

por su vecindario y su riqueza, a las que la Orquesta de Valencia podría extender

su actuación, si el apoyo del Estado se lo permitiese.20

Aunque la Orquesta Sinfónica llenaba un espacio fundamental de la vida musical

valenciana, sufrió grandes dificultades, superadas con entusiasmo gracias al papel

aglutinador del maestro Izquierdo, quien se sintió tan unido a esta formación que llegó a

rechazar ventajosas ofertas laborales procedentes de Madrid como la citada en las

siguientes líneas publicadas en La Correspondencia de Valencia:

El director valenciano tiene solicitada una plaza de director de conjunto

orquestal (no sé si es éste el nombre exacto de la cosa) vacante en el

conservatorio de Madrid. Y ¿qué ocurriría si Izquierdo marchase a Madrid

19 Sin autor, “A la Junta Nacional de la Música y Teatros Líricos”, La Voz…op. cit. 20 Ibídem.

27

Page 40: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

llevado de un legítimo deseo de mejoras personales? Pues ocurriría, no diríamos

que matemáticamente, pero sí con una proporción enorme de probabilidades

afirmativas muy cerca del cien por cien, que Valencia se quedaría sin Orquesta

Sinfónica […] Pero debe haber un pretexto mínimo y de no haberlo debe surgir,

para que Izquierdo quede en Valencia […] y le quede el mayor tiempo disponible

para entregarse a aquello para lo cual ha demostrado tener especiales

condiciones: la dirección de Orquesta.21

Afortunadamente para la formación orquestal, el maestro Izquierdo permaneció en

Valencia, con el modesto cargo de profesor auxiliar de solfeo en el Conservatorio.

La orquesta sufrió grandes altibajos a lo largo de los años treinta, justificados por

carencias materiales, pese a obtener la tan perseguida subvención estatal. En las

siguientes citas se deplora la carencia de ayudas públicas y se mencionan los primeros

apoyos institucionales que recibió:

La Orquesta que nos ocupa luchó con denuedo, y no sucumbió. Cierto que

sufrió la crisis general y llegó (la verdad obliga) a experimentar actuaciones

medianas, o acaso menos, mezclando el repertorio en sus pruebas de vida. ¿Por

qué? Pues porque aquí faltaban apoyos eficaces, subvenciones serias como en

otras partes tienen las orquestas sinfónicas (¡aquéllas juntas, presididas muchas

veces por distinguidas damas, que responden del déficit de las grandes

orquestas!).22

Esta labor en favor de la música española provocó que la Junta Nacional

de Música y Teatros Líricos la calificase entre las primeras orquestas nacionales

y le concediera una subvención. Esto es significativo ya que la Sinfónica de

Valencia no había contado nunca con un apoyo económico oficial.23

A pesar de las dificultades, la Orquesta Sinfónica estrenó la mayoría de obras para

gran orquesta de los compositores valencianos de la época, entre las que incluimos las

de los miembros del Grupo de los Jóvenes, convertida en uno de los principales

estímulos y apoyo para la composición de música orquestal, por aquel entonces.

Durante los difíciles años de la Guerra Civil, la Orquesta Sinfónica siguió actuando,

pese a las abundantes privaciones materiales, cumpliendo una función esencial de

evasión en aquellas dramáticas circunstancias. La subvención recibida desde el gobierno

21 Sin autor, “El Maestro Izquierdo”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-VII-1934, p. 8. 22 Eduardo López-Chavarri Marco, “La Orquesta Sinfónica…”, op. cit. 23 Vicente Galbis López, op. cit., p. 21.

28

Page 41: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de la Segunda República se incrementó de 19.000 a 38.000 pesetas, y participó muy

activamente en la fructífera vida musical de Valencia en 1937, gracias a la presencia en

la ciudad del gobierno del estado:

La Orquesta Sinfónica de Valencia, en sus dos series de conciertos

(primavera y otoño), dio una muestra de agilidad, preparación e interés por lo

nuevo extraordinaria, a juzgar por la cantidad de obras de última hora que se

interpretaron; así se programaron: ‘Instantáneas levantinas’, del valenciano Luis

Sánchez; la ‘Suite quasi sinfonía’, de Rodríguez Pons; ‘Pinceladas goyescas’, de

Moreno Gans; Dos danzas del ballet ‘Foc de Festa’, de Vicente Asencio; ‘Poemes

de Llum’ y ‘Marxa Burlesca’ de Manuel Palau; ‘La romería de los cornudos’, de

G. Pittaluga; Concierto homenaje a Salvador Giner; ‘Iniciación’, de Pedro

Sanjuán; ‘Suite Murciana’, de Pérez Casas; ‘Dances’, de Vicente Garcés, y el

‘Concierto para piano y orquesta’, de Salvador Bacarisse.24

Durante los momentos finales del conflicto bélico, la Sinfónica siguió ofreciendo

conciertos, pese a las inmensas dificultades vividas por aquel entonces. Estas crónicas

de los conciertos de esta entidad reflejan su acogida entre el público en aquellas

circunstancias:

Bástenos decir, para quienes no tuvieron la felicidad de asistir al concierto

de la Sinfónica de Valencia, que el público, en su transporte de desbordante

admiración, rompía en calurosos aplausos, mucho antes de dar fin a las

partituras […] ¡Bien maestro! ¡Muy bien! Le aseguro que con pocos conciertos

como el de ayer nos olvidamos de todas nuestras amarguras.25

[…] y en el oasis que nos depara la Orquesta Sinfónica de Valencia, en el

teatro Principal, cada ocho días, nos deleitamos, soñando, transportados a un

mundo mejor […]26

En estas crónicas se aprecia el papel artístico de la Orquesta Sinfónica, muy activa

en la vida musical valenciana, durante el capítulo final de la Guerra Civil.

Al terminar la contienda, la estructura de la orquesta fue asumida por el régimen

franquista, depurándola de sus elementos más próximos a los ideales de la depuesta

República. Entonces pasó a denominarse Orquesta de la Falange Española 24 Llorenç Barber, “La música española durante la guerra del 36”, Ritmo, 483, Madrid, julio-agosto 1978, pp. 29-33. 25 Beatriz, “Belleza y Armonía: El Concierto de ayer domingo en el Teatro Principal”, La Voz Valenciana, Valencia, 28-III-1938, p. 2. 26 Sin autor, “Musicales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 2-I-1939, p. 2.

29

Page 42: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Tradicionalista y de las J.O.N.S., dirigida en su concierto de presentación, el 7 de

octubre de 1939, por el maestro Palau. Pese a las dramáticas circunstancias, aquel

concierto fue programado íntegramente por música valenciana, por lo que mantuvo el

ideal estético valencianista de la orquesta en un momento bastante delicado. La

Orquesta detentó esta denominación, al menos, hasta principios del año 1940, cuando

Palau dio todavía otro concierto. Mientras tanto, en marzo de aquel año, el maestro

Izquierdo fue invitado a dar conciertos con la Orquesta Sinfónica de Madrid, que

entonces buscaba nuevo director por el fallecimiento de Arbós e indisposición de Pérez

Casas.27 Sin embargo, inesperadamente Izquierdo renunció a esa posibilidad, que

hubiera supuesto la decadencia y desaparición de la orquesta valenciana, lo que le

insufló nueva vitalidad.28 En junio de 1940, la orquesta volvió a tener su denominación

original, Orquesta Sinfónica, y volvió a contar con la batuta de Izquierdo.29

El 3 de junio de 1941 se programó el Concierto de 25 Aniversario de la Orquesta

Sinfónica, pospuesto por enfermedad del maestro Izquierdo, finalmente se celebró el 4

de julio del mismo año.

Sin embargo, la gestación por aquel entonces de la futura Orquesta Municipal de

Valencia, dejaría pronto en segundo plano a la Orquesta Sinfónica:

La rápida creación de la Orquesta Municipal tuvo consecuencias

inmediatas. La primera fue la repercusión negativa que tuvo su fundación en la

Orquesta Sinfónica de Valencia que, como ya se indicó en capítulo anterior,

mantuvo la vida orquestal en nuestra ciudad durante varias décadas. Los mejores

profesores de la Sinfónica marcharon al conjunto municipal o, como máximo,

alternaron su prestación en ambas agrupaciones, algo que consiguió con muchos

esfuerzos el presidente de la Orquesta Sinfónica, Luis Martí. Ferriz añade que la

histórica agrupación se mantuvo a duras penas. Casi abandonada (incluyendo su

valioso archivo, biblioteca, material gráfico, programas) sólo hubo lucha por

27 Sin autor, “Correo Intelectual: Izquierdo prueba en Madrid”, Las Provincias, Valencia, 20-III-1940, p. 5. 28 R. [Ramón] Guillem, “El compositor José Manuel Izquierdo i Romeu”, Torrens, V, 1986-1987, pp. 233-252, en Vicente Galbis López, op. cit., pp. 20-21. 29 Como se constata en el artículo: Sin autor, “Sociedad Filarmónica: El concierto de anteanoche”, Mediterráneo, Castellón, 16-VI-1940, p. 2. Allí la Orquesta Sinfónica recibe este nombre, mientras que en el febrero del mismo año seguía todavía con el nombre de Orquesta de la Falange, y dirigida por Manuel Palau.

30

Page 43: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

parte de un pequeño grupo de su junta directiva encabezado por el citado Luis

Martí.30

Por otro lado, los rectores municipales no contaron, a la hora de proponer la

dirección de la nueva Orquesta Municipal, con el maestro Izquierdo. Esta decisión fue

criticada por algunos círculos musicales valencianos, tanto por mostrar poco aprecio a la

labor realizada hasta entonces por la Sinfónica, como por ignorar la valía del director

valenciano ante la elección del barcelonés Lamote de Grignon.31

Algunos miembros de la Sinfónica se prepararon para opositar a plazas en la futura

Orquesta Municipal, lo que repercutió en algunos momentos de mejora en la calidad de

sus integrantes: Aunque la Orquesta Sinfónica ofreció sus peculiares maneras de

siempre, se pudo notar el trabajo que, en general, han realizado los profesores por

cuenta propia para poder alcanzar un puesto en la Orquesta Municipal, que se halla en

vías de rápida formación.32

Los conciertos de aquellos tiempos reflejaron la crisis que atravesaba la formación:

El día último de febrero ha celebrado la Orquesta Sinfónica un concierto matinal para

sus socios protectores. Fue, en conjunto, un concierto gris, que el público estimuló con

sus aplausos, en espera de una segura superación.33

El fallecimiento del maestro Izquierdo, el 10 de mayo de 1951, dejó a la Orquesta

Sinfónica con un vacío muy difícil de llenar; hasta aquel momento, el insigne director

valenciano había dirigido un total de 503 conciertos, así como varias óperas. La

frecuencia de sus conciertos se redujo e intento plantear campañas de captación de

socios protectores, como la esbozada en estas líneas publicadas en Pentagrama, dos

años después de su muerte:

En la actualidad, la Orquesta Sinfónica suele celebrar un concierto

mensual dedicado a sus socios protectores, que, dicho sea de paso y con cierto

dejo de dolor, no son los numerosos que debieran ser. Hagamos, pues, aquí un

requerimiento a los aficionados a los conciertos de orquesta para que engrosen

con sus nombres las listas de socios protectores de la Orquesta Sinfónica, de

Valencia. Sería esta inscripción en masa el mejor homenaje que podríamos

ofrendar a la memoria del maestro Izquierdo, para quien su Orquesta lo era todo:

30 Vicente Galbis López, op. cit., p. 32. Dato extraído de una entrevista a José Ferriz realizada por Rafael Diaz en 2001, destinada al Archivo de Historia Oral del Instituto Valenciano de la Música. 31 Idem, pp. 33-34. 32 José Mir, “Valencia”, Ritmo, 164, Madrid, abril de 1943, pp. 33-34. 33 Ibídem.

31

Page 44: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

la razón de su vida musical y el yunque en el que se forjaba su temperamento

artístico, cuyos óptimos frutos tantas veces aplaudimos.34

La dirección fue encomendada a Daniel de Nueda, pasando más tarde a José María

Machancoses y, finalmente, a Vicente Mas Quiles. Sin embargo, la vida de la Orquesta

Sinfónica ya no tuvo la brillantez de la época del maestro Izquierdo, y durante las

décadas siguientes su papel fue cada vez menos relevante frente a otras formaciones

orquestales de la ciudad.

II. 2. 3 Orquestra Valenciana de Cambra

La Orquestra Valenciana de Cambra surgió a principios de 1931, bajo el impulso

del maestro Francisco Gil y el apoyo de la Agrupación Valencianista Republicana.

Recogió la tradición de las orquestas de cámara, desde la pionera de Chavarri en 1903

hasta la Pro-Arte de Palau en 1929, que surgieron y desaparecieron en Valencia a lo

largo del primer tercio del siglo XX.35

La nueva formación tuvo una doble intención: hacer llegar al pueblo los valores

estéticos que entonces sólo estaban al alcance de las clases sociales altas y cultivadas, y

lograr la máxima universalización del sentir valenciano a través de la interpretación de

música de autores de la tierra. Esta divisa fue una constante durante sus más de cinco

años de existencia:

La ‘Orquestra Valenciana de Cambra’, nacida casi a la par que nuestra

República, auspiciada por renovaciones de ciudadanía política, que ojalá tengan

en lo artístico, para bien de la cultura, el condigno paralelo […] La cultura

clasista, producto de una organización económica inestable, dará paso, en la

sociedad del porvenir, a la gran Cultura del Pueblo […] La buena música se

ofrece muy asequible a través de este organismo, aun para públicos de escasa

iniciación […] Yo expreso desde estas columnas mi adhesión férvida a la difícil y

noble tarea del Maestro Gil y sus músicos, e invito a la cultura valenciana en el

34 Sin autor, “El maestro José Manuel Izquierdo…”, op. cit. 35 Vicente Galbis, op. cit., pp. 25-26, extraído de Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “En el Conservatorio: Presentación de la Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 21-V-1931, p. 16.

32

Page 45: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

sentido de cuidar tan preciado brote artístico, nacido en tierra ardiente y

fecunda.36

La formación se presentó en concierto celebrado en el Conservatorio de Música de

Valencia el 20 de mayo de 1931, bajo las palabras del político y escritor Maximilià

Thous Lloréns, muy vinculado al valencianismo de izquierda y promotor de las Taules

de Poesía de aquella época.37 En el concierto se interpretaron obras de Corelli,

Gorostiaga, Billi, Balzoni, Saint-Saens, Mozart y Haydn. Su primera plantilla estaba

integrada por los violines José Ferriz, Julián Gómez, José Barreira, Francisco Herrero,

Mario Miralles, José Estellés, Antonio Peinado, Fernando Cabedo, Antonio Julià y

Amparo Gómez; las violas Francisco Serra y Matilde Karl; los violoncellos Francisco

Serra y Vicente Espinosa; y el contrabajo S. Martínez.38

Durante el primer año de vida, su actividad fue amplia, con actuaciones en Xàtiva

el 16 de junio de 1931, en Carcaixent el 8 de julio y en la Sala de Recepciones del

Ayuntamiento de Valencia en el mes de julio, cuando fue integrada en la programación

de la feria de julio para actuar el día 31. También participó el 12 de octubre en una

emisión radiofónica de Unión Radio en Valencia, así como en un concierto celebrado el

29 de octubre en el Conservatorio de la capital valenciana.39

Con objeto de proteger económicamente a la Orquestra y gestionar sus actividades,

se creó en noviembre de 1931 la sociedad “Música de Cambra”, quien organizó su

primer concierto el 13 de noviembre, con asistencia de las principales autoridades de la

ciudad. Pocos días más tarde, el 15 de noviembre de 1931, el Consell Municipal de

Valencia tomó el acuerdo de subvencionar a la Orquestra Valenciana de Cambra por su

obra patriótica y artística. Hasta el verano de 1932, la nueva sociedad protectora

organizó cuatro conciertos más de la Orquestra, que también actuó en Cullera el 23 de

febrero y Tortosa el 3 de mayo. Asimismo, ofreció sendos conciertos en Valencia, con

motivo de una Exposició d´Art Noucentista el 23 de febrero y en el Claustro

Universitario el 11 de marzo.

A partir de 1932, adoptó la costumbre de celebrar en el mes de mayo un concierto

de aniversario en el que se ejecutarían obras de encargo a jóvenes compositores 36 Antonio M. Abellán, “La Orquestra Valenciana de Cambra”, Musicografía, 28, Monóvar, agosto de 1935, pp. 167-168. 37 Sin autor, “Thous Llorens, Maximilià”, Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana, Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 16, pp. 28-29. 38 M. P. [Manuel Palau], “Musicales: Orquesta Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 22-V-1931, p. 2. 39 Citado en el Programa del Concierto del Primer Aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra, celebrado en Valencia, el 20-V-1932.

33

Page 46: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valencianos, lo que supuso un medio de impulso y difusión de las nuevas músicas que

entonces se gestaban en Valencia. Las obras de los miembros del Grupo de los Jóvenes

aparecieron muy activamente en estos conciertos de aniversario: en 1932 estrenaron

obras de Vicent Garcés y Luis Sánchez; en 1933 de Luis Sánchez, Emilio Valdés,

Vicent Garcés y Vicente Asencio; en 1934, obras de Ricardo Olmos, Vicent Garcés,

Emilio Valdés y Vicente Asencio; en 1935 se interpretaron obras de Vicente Asencio,

Luis Sánchez y Vicent Garcés; y en 1936 de Luis Sánchez. Aparte de otras piezas,

estrenadas en conciertos a lo largo de las temporadas anuales, y la integración en el

repertorio de casi todas las obras estrenadas en su momento, se puede decir que la

Orquestra Valenciana de Cambra cumplió un papel decisivo en los primeros pasos

creativos de los miembros del Grupo de los Jóvenes.

En ocasiones colaboró con otras instituciones musicales de la ciudad, como en el

concierto celebrado el 1 de junio de 1933, con motivo del primer aniversario de la

fundación de la Masa Coral Normalista. En esta actividad participó en la primera parte

ejecutando obras de compositores valencianos, para intervenir en la tercera parte junto

con la coral (que había intervenido en la segunda parte), bajo la dirección del maestro

Aldás, con obras de Benedito, Manzanares y Guaridi [sic]:

A tan simpática fiesta contribuyó la Orquestra Valenciana de Cambra. Esta

honorable orquesta, que tan brillantemente acaba de celebrar su segundo

aniversario, es el espejo que debe contemplar la Masa Coral Normalista,

siguiendo paso a paso el camino que aquélla ha recorrido (trabajo, fe,

entusiasmo, voluntad, valencianismo, etcétera) para honra y orgullo, y

satisfacción de los valencianos. Su cooperación fue valiosísima, pues además de

acompañar a la Masa Coral en varias obras, interpretó sola dirigida por su

fundador el maestro Gil, obras de autores valencianos […]40

Los conciertos con la mencionada Masa Coral Normalista fueron frecuentes,

datándose al menos dos a principios de 1934, celebrados en el Nostre Teatre el 28 de

enero y el 25 de febrero.

A lo largo de su trayectoria, realizó múltiples giras de concierto, destacando entre

ellas la realizada por Madrid en enero de 1934. Con la siguiente reseña, realizada por un

crítico musical tan prestigioso como José Subirá, se refleja el reconocimiento alcanzado

por la Orquestra entre los exigentes ambientes musicales de la capital del estado:

40 Luis Sánchez, “Musicales: I Aniversario de la Masa Coral Normalista”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 5-VI-1933, p. 6.

34

Page 47: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Fue nueva para nosotros la Orquesta Valenciana de Cámara, dirigida con

espíritu animoso y juveniles ánimos por Francisco Gil. Dio tres actuaciones, de

las que, por circunstancias ajenas a mi voluntad, sólo asistí a la primera,

celebrada bajo los auspicios de la Sociedad Filarmónica […] otros dos

conciertos que esta misma corporación valenciana celebró en Madrid: uno en el

Conservatorio y otro en el Ateneo, pues sus programas ofrecían gran interés por

incluir obras de varios músicos valencianos: Giner, Cuesta, Manuel Palau, L.

Sánchez, Asencio, Valdés y Gomá.41

La siguiente cita, publicada durante la citada gira en el diario madrileño El Sol por

un crítico de la talla de Adolfo Salazar, sugiere un vínculo con la Orquesta de Cámara

creada por López-Chavarri décadas atrás, en todo caso elogiando la calidad de la

formación:

Presentada al público madrileño por la Sociedad Filarmónica la Orquesta

Valenciana de Cámara, que dirige Francisco Gil, se ha hecho escuchar en dicha

sociedad y en otras entidades con un aplauso merecido. Esta agrupación nos

recuerda la que Eduardo L. Chávarri presentó en la Sociedad Nacional de

Música en 1918 con algunas obras que la nueva entidad valenciana incluye en su

programa de presentación. No sé si Gil es un discípulo entre los muchos, notable,

que Chávarri ha formado en Valencia. Por su buen sentido musical, por su

inquietud espiritual y por su depurada cultura merece serlo.42

Durante aquel año de 1934, esta agrupación consolidó su presencia institucional en

la ciudad, contando con el apoyo del Ayuntamiento en los actos que organizó el 25 de

mayo con motivo de su tercer aniversario, consistentes en un Festival de Música

Valenciana.43

Por aquel entonces, se planteó la posibilidad de dar conciertos en París, animados

por la grata acogida de su anterior gira, realizada a principios de año por otras partes de

la Península Ibérica:

También le han anunciado que la entidad tiene en proyecto una excursión a

París con objeto de dar a conocer música española y, principalmente,

valenciana; así como que están organizando la continuación de la excursión

41 Jesús A. Ribó [José Subirà], “Vida musical: Madrid”, Musicografía, 10, Monóvar, febrero de 1934, p. 46. 42 Adolfo Salazar, El Sol, Madrid, en Sin autor, “Crónica de la Música…”, op. cit. 43 Sin autor, “La Orquestra Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 24-V-1934, p. 8.

35

Page 48: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

artística que ya iniciaron la temporada anterior por distintas ciudades españolas

y algunas portuguesas.44

Sin embargo, la formación no fue ajena a problemas económicos, reflejados en la

organización de su cuarto aniversario celebrado el 20 de mayo de 1934. En algunas

críticas, de forma lacónica, se mencionaron estas cuestiones: Certes dificultats

econòmiques que devem procurar no puguen repetir-se, han motivat que el IV

aniversari no haja tingut les elevades ambicions del III.45 Esta situación motivó que

representantes de la Orquestra se dirigieran a las autoridades municipales en busca de

subvenciones contempladas por la ley.46

El compromiso de la Orquestra en la recuperación de compositores valencianos,

tuvo su ejemplo en el concierto celebrado el 2 de febrero de 1936, en homenaje al

malogrado compositor Francisco Cuesta, compuesto íntegramente por obras suyas.47

La espléndida conjunción de los miembros de la Orquestra permitió que no se

notara la ausencia por enfermedad de su director, Francisco Gil, en concierto celebrado

a principios de 1936: L’Orquestra de Cambra va sonar tan pulcra i ajustadament com

té per costum, a pesar que la malaltia de Francesc Gil va obligar el concertino a fer ús

de la batuta, cosa que féu ben discreta i acceptablement.48 Esta crónica fue realizada

por el compositor y crítico musical Vicente Garcés, miembro del Grupo de los Jóvenes

y figura muy significativa en el proceso de dinamización de la vida musical valenciana

durante estos años treinta, lo que da justa medida de la importancia y recepción social

de las actividades de la Orquestra, así como su calidad musical.

Durante las celebraciones del quinto aniversario de la proclamación de la Segunda

República, el 14 de abril de 1936, la Orquestra intervino en un concierto

conmemorativo celebrado en el Ayuntamiento de Valencia, sobre el cual Garcés plantea

una breve pero aguda reflexión sobre el acceso de las clases populares a conciertos y

otras actividades culturales celebradas en el consistorio:

Tenemos noticia de que entre los festejos que se preparan para el 14 de

abril hay un concierto popular en el Salón de Actos del Ayuntamiento por la

44 Ibídem. 45 Vicent Garcés, “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3, Valencia, 1-VI-1935, p. 4. 46 Sin autor, “En la casa de la ciudad: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 4-VII-1934, p. 8. 47 Sin autor, “Crónica Musical: Música de Cámara-Concierto Homenaje a Francisco Cuesta”, Diario de Valencia, Valencia, 6-II-1936, p. 2. 48 Vicent Garcés, “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 20, Valencia, 11-IV-1936, p. 3.

36

Page 49: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

‘Orquestra Valenciana de Cambra’. Nos congratulamos que el Salón de Actos

deje de ser lugar de “preferencia”. El pueblo también tiene derecho a estar en la

Casa del Pueblo. ¿No?49

Sin embargo, los últimos tiempos de la Orquestra no fueron fáciles, ante la

competencia de otras formaciones instrumentales y los tiempos convulsos que entonces

se vivían. El concierto de su quinto aniversario se aplazó hasta el 7 de julio, momento

en el que la Orquestra había realizado, desde su fundación, un total de ochenta y dos

actuaciones. En el mismo se estrenaron obras de una nueva promoción de jóvenes

compositores valencianos, algunos con reconocida trayectoria en un futuro cercano,

otros poco conocidos: José Facundo (quien tras la Guerra Civil fue director de la Banda

Municipal de Ayora), Climent Lozano, E. Ortí, Matilde Salvador y Enrique Garcés

(futuro director de la Banda Municipal de Barcelona)…Así como obras de Luis

Sánchez, único miembro del Grupo de los Jóvenes incluido en el programa del

concierto, Manuel Palau y Pedro Sosa.

Tiempo después del estallido de la Guerra Civil, la Orquestra Valenciana de

Cambra recibió una subvención de 25.000 pesetas, concedida por el gobierno de la

Segunda República, última asignación institucional que recibió en su corta pero valiosa

trayectoria. Esta formación orquestal se integró en las “Misiones Populares” de la

F.U.E. (Federación Universitaria Escolar), participando en el concierto de presentación

de esta actividad, celebrado en la valenciana plaza de la Universidad, el 10 de

septiembre de 1936, con obras de Chopin, Boccherini, Soller y Schubert.50 En el marco

de las citadas misiones, la Orquestra realizó dos conciertos: en Requena el 12 de

septiembre y en San Antonio el 13 del citado mes, muy valorados por la prensa del

momento:

La Orquesta de Cambra, dirigida por Francisco Gil, continúa ahora con las

Misiones populares la ampliación de su labor admirable. Junto con los poetas, la

música de la Orquesta de Cambra lleva al campesinado valenciano la promesa de

un porvenir menos áspero, en el que queda cabida a los goces más nobles de una

humanidad que trabaja afanosamente.51

49 Ibídem. 50 Sin autor, “Misiones Populares F.U.E.”, Verdad, Valencia, 10-IX-1936, p. 4. Citado en A.A.V.V., València, capital cultural de la República (1936-1937) Antologia de textos i documents, Valencia: Conselleria de Cultura-Generalitat Valenciana, 1986, p. 130. 51 Sin autor, “Misiones Populares: Intelectuales y estudiantes valencianos en los pueblos de la provincia”, Verdad, Valencia, 15-IX-1936, p. 2. Citado en A.A.V.V., València, capital cultural…op.cit., pp. 132-133.

37

Page 50: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Pocos días más tarde, el 19 de septiembre, volvió a participar en un espectáculo

revolucionario organizado en Valencia por la Federación Universitaria Escolar y la

Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura, en la antigua iglesia de los

Dominicos.52

Durante el año 1937 participó de la brillante vida musical de Valencia por aquellas

fechas, cuando detentó la capitalidad de la República al estar situado el frente en

Madrid. En aquellos tiempos, la Orquestra dio dos conciertos en el salón de audiciones

del Conservatorio de Valencia, de entre los que destacó la celebración de un concierto

con música de compositores soviéticos, entre los que destacó la Serenata para pequeña

orquesta de Miaskowsky.53 La Orquestra participó en varias actividades culturales de

hermandad con la U.R.S.S., en los que interpretó obras de compositores soviéticos,

como la celebrada en el Teatro Alkázar con la danzarina Mira Holzbajova.54 Estos

singulares actos fueron fruto de los abundantes intercambios materiales y culturales que

tuvieron lugar entre España y la U.R.S.S. durante aquellos convulsos años, y la

pertenencia de Francisco Gil al Partido Comunista de España, enriqueciendo

considerablemente el repertorio y la orientación estética de la Orquestra hasta extremos

desconocidos en fechas posteriores. Pese a que las crecientes responsabilidades políticas

y administrativas de Francisco Gil, nombrado director del Conservatorio de Valencia,

no repercutieron en una disminución de la actividad artística de la Orquestra, ésta

languideció hasta desaparecer, con la marcha al exilio a México de Gil, al final del

conflicto bélico.

II. 2. 4 Otras orquestas de cámara valencianas

En el siguiente epígrafe se van a citar cuatro orquestas de cámara surgidas en

Valencia desde mediados de los años treinta hasta los primeros cincuenta. De variable

trayectoria, algunas como la Orquesta Clásica dirigida por Ramón Corell y la Orquesta

de la Hermandad Católico-Ferroviaria de Daniel Albir tuvieron una larga vida que

superó las dos décadas. Sin embargo, otras como la Orquesta Clásica de Ramón

52 Sin autor, “Un interesante espectáculo revolucionario en lo que fue iglesia de los Dominicos”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-IX-1936, p. 8. Citado en A.A.V.V., València, capital cultural…op. cit., pp. 133-135. 53 Gomá, “Valencia”, Música (Revista Mensual editada por el Consejo Central de la Música y la Dirección General de Bellas Artes), 1, Barcelona, enero 1938, pp. 50-52. 54 Sin autor, “Casa de la Cultura: Mira Holzbajova, danzarina antifascista”, Frente Rojo, 17-VIII-1937, p. 2. Citado en A.A.V.V., València, capital cultural…op. cit., p. 305.

38

Page 51: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Lapiedra tuvo una existencia efímera ante el pronto estallido de la Guerra Civil, y la

Orquesta de Cámara dirigida por Daniel de Nueda cubrió el espacio de este género

musical durante los difíciles años de la primera posguerra.

La incidencia de las mismas sobre la obra del Grupo de los Jóvenes fue muy

variable, desde una sucesión entusiasta de estrenos e interpretación regular de obras

hasta, en otros casos, la casi total ausencia de ejecuciones. En ambos casos, es preciso

citarlas, puesto que cumplieron un papel fundamental en la vida musical valenciana de

la época.

II. 2. 4. 1 Orquesta Clásica Valenciana

Esta formación fue fundada en enero de 1935 por Benjamín Lapiedra Cherp,

catedrático de violín del Conservatorio de Música y Declamación de Valencia.

Inicialmente constaba de seis violines primeros, cuatro segundos, dos violas, dos

violoncellos y un contrabajo. La Orquesta inició sus ensayos en la Casa de la

Beneficiencia, merced al permiso cedido por su director Vicente Coscollà. Durante el

mes de mayo del citado año, dio tres conciertos en la localidad de Vall d´Uxó, provincia

de Castellón. Sus primeras actividades fueron citadas en El País Valencià con estas

animosas palabras:

El debut de la nova orquestra tingué efecte el propassat mes de Maig en el

castellonec poble de Vall d’Uxó. Es varen celebrar tres concerts, que, a jutjar per

l’èxit assolit, donen a entendre que no es tracta d’una agrupació més, sino d’una

orquestra que creiem ha de col·locar ben alt el pabelló musical de la nostra

Pàtria Valenciana.

Compositors nostres de la valua de Palau, Chavarri, Garcés, Sànchez i

altres, han escrit obres per a la nova orquestra, a la que ja tenim veritables

desitjos d’oir.

El debut en València tindrà lloc en el proper més d’Octubre.

Per tractarse d’una orquestra valenciana, desitjem de tot cor la més llarga

vida i els més calorosos èxits. Els nostres alès no els han de mancar.55

En su presentación deja bien clara su intención de interpretar música encargada a

los compositores valencianos más pujantes de aquella época, así como la de integrarse

plenamente en la vida musical de la ciudad, enriqueciendo las actividades artísticas 55 L.A. “Música: Nova Orquestra”, El País Valencià, 7, Valencia, 29-VI-1935, p. 4.

39

Page 52: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valencianas. Muchos de estos medios e ideales son parecidos a los que movieron a la

creación de la Orquestra Valenciana de Cambra, con la que podía complementarse en

sus actividades, aunque se pudiera plantear alguna rivalidad al compartir repertorio y

público.

Al extinguirse el permiso de estancia en su local de ensayos, a principios de junio

de 1935, suspendió su actividad coincidiendo con la llegada del verano. Tras el parón

estival, la orquesta reanudó sus ensayos en el Conservatorio, cedido por el claustro de

profesores del centro, y amplió su plantilla hasta constar de ocho violines primeros,

ocho violines segundos, cuatro violas, cuatro violoncellos y dos contrabajos. Aunque

plantearon presentarse en octubre, estas incidencias retrasaron el evento. El concierto de

presentación tuvo lugar en el Conservatorio, el 24 de enero de 1936. El 14 de marzo

participó, mediante la interpretación de cuatro breves piezas, en una función de

prácticas teatrales celebrada en el teatro de la Casa de los Obreros, organizada por una

comisión de estudiantes mercantiles.

Para su mejor funcionamiento, creó una junta directiva constituida por: Manuel

Llopis como presidente, José Lapiedra en la condición de secretario, José Torrero de

tesorero-contador, Isidro Aledón con el cargo de archivero, y como vocal primero José

Moret, vocal segundo Luis Barrachina y el director de la Orquesta Benjamín Lapiedra

como vocal tercero. La Orquesta estaba formada casi completamente por músicos

profesionales.

Su estructura y repertorio, muy semejantes a los de la Orquestra Valenciana de

Cambra, generó una polémica en prensa entre el 10 y el 26 de abril de 1936. Un

periodista del diario El Pueblo bajo el seudónimo de Sullivan y el presidente de la

orquesta Manuel Llopis, se cruzaron cartas en prensa donde uno atacaba la orientación y

actividades de la Orquesta, considerando que perjudicaba al resto de agrupaciones de la

ciudad, mientras que el otro defendía la singularidad e integridad de la Orquesta:

Dos orquestas recogían los aplausos del público valenciano, sirviendo con

sus interpretaciones al interés artístico de nuestra capital. Izquierdo y Gil

laboraban cada cual en su modalidad y hasta habían despertado la curiosidad de

algunos pueblos de nuestra provincia, donde, contratados, iban los elementos de

una y otra orquesta; mas de pronto vemos el anuncio de una nueva agrupación

que, de momento, no hubo de llamarnos la atención porque llevaba el título de un

centro oficial de enseñanza artística y creímos que de prácticas de conjunto se

trataba, pero pronto llegó a nuestro conocimiento que aquella agrupación era

40

Page 53: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

algo más que un ejercicio escolar […] Circuló el rumor de que se había

producido algún descontento entre los profesionales que pertenecen a las

orquestas Sinfónica y de Cambra, y que se gestionaba un acuerdo con los nuevos

elementos. Si así ocurrió, lo celebraramos [sic] en bien de los profesores músicos,

que tan aguda crisis de trabajo, desde hace tiempo, están atravesando.56

La polémica se agrió cuando se cruzaron acusaciones de querer dinamitar el

mercado ofreciéndose actuar a bajo precio, ante entidades donde participaban las dos

orquestas arriba mencionadas, pese a que la Orquesta Clásica no pretendió competir con

ellas. En la siguiente cita, Miguel Llopis defiende a la Orquesta que preside,

diferenciando sus actividades respecto a las de otras formaciones de la ciudad:

La Orquesta Clásica Valenciana no sale a la vida artística con el ánimo de

competir con las ya creadas, puesto que se pretende sea Orquesta “Clásica”, lo

que nos pone en diferente plano a las ya antiguas en Valencia. Tenemos la

pretensión de hacer música, buena música, a expensas de nuestro propio esfuerzo

y sin prejuicio de nadie, y ponemos en ello todo nuestro entusiasmo.57

A pesar del cruce de declaraciones y descalificaciones, la polémica periodística no

fue más lejos, en parte porque el redactor del periódico El Pueblo actuó bajo

seudónimo. Por otra parte, la Orquesta se presentó públicamente bajo un mensaje de

solidaridad y colaboración con las demás formaciones orquestales de la ciudad, lo que

implicaba el limar las asperezas que pudieran haber surgido.

El problema pudo surgir ante la posibilidad de disputarse un mercado concertístico

poco amplio, en el que hubiera sido muy difícil la supervivencia física de dos orquestas

de idéntica estructura. La proximidad de la Guerra Civil, cuyo estallido y posterior

desarrollo significó la crisis y desaparición de ambas formaciones, nos dejó sin saber

cuán larga podría haber sido su coexistencia. Algunos pensaron que las diferencias

ideológicas entre los directores de las distintas orquestas, puesto que Gil en la de

Cambra era de izquierdas, y Lapiedra en la Clásica era de derechas,58 pudo estar en

medio de esta polémica. Muy probablemente, el tenso clima político entonces existente

pudo extenderse al mundo musical valenciano. Sin embargo, los compositores y el

56 Sullivan, “Del carnet de un traspunte: ¿Ya se llegó a un acuerdo?”, El Pueblo, Valencia, 10-IV-1936, p. 3. 57 Sullivan, “Del carnet de un traspunte: Una interesante carta que comentaremos”, El Pueblo, Valencia, 14-IV-1936, p. 2. Exposición literal de una carta de D. Miguel Llopis, presidente de la Orquesta Clásica de Valencia. 58 Según el testimonio oral de Juan Garcés Queralt.

41

Page 54: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

género de obras que colaboraron con la nueva orquesta descartan, en parte, esta

hipótesis. En la última carta, parecía zanjarse definitivamente la polémica:

Por todo lo expuesto en estas mal hilvanadas líneas se desprende, o que hay

algún crítico mal informado con respecto a la Orquesta Clásica Valenciana, o

que se quiere meter cizaña entre los componentes de las Orquestas de Valencia;

pero puede asegurarle que por esta vez se lleva chasco quien tal desee, pues ni

mis compañeros ni yo tenemos ninguna animosidad contra las demás

agrupaciones; por el contrario, tienen las demás entidades valencianas toda

nuestra simpatía como tales, y particularmente con sus componentes tenemos una

buena amistad que esperamos dure mucho tiempo.59

La Orquesta realizó una actuación en un concierto titulado: Festival de Música

Valenciana Moderna, el 24 de mayo de 1936, cuyos beneficios serían destinados a un

monumento a Vinatea, símbolo valencianista. En el mismo se interpretaron obras de

compositores valencianos del siglo XX, pero de orientación estética muy dispar, entre

los que se incluían figuras independientes de gran valía como Rodrigo y Esplá, otros de

vigencia en los primeros años de siglo como Cuesta y López-Chavarri Marco, más

tradicionales como Sosa, el entonces prometedor Moreno Gans, y dos integrantes de la

moderna escuela valenciana como Palau y Vicente Garcés, profesor y discípulo

respectivamente. En el programa la orquesta fue presentada con las siguientes palabras:

Fa algun temps que el mestre Lapiedra treballa per la creació d’un

organisme orquestral, intermig entre la orquestra d’arc i la gran orquestra

simfònica, que tinga per base dels seus concerts el llarg repertori d’este tipo que

es troba tant en la producció clàssica com en la moderna. La presentació de

l’Orquestra Clàssica Valenciana, en la seua forma i estructura característiques,

té lloc en l’audició de hui, per lo qual envia una cordial salutació de germanor a

les altres dos orquestres de la ciutat, Orquestra Simfònica i Orquestra Valenciana

de Cambra.60

La reacción de la crítica, ante la aparición de esta formación, fue bastante positiva:

La verdadera revelación del festival fue la ‘Orquesta Clásica Valenciana’,

muy bien conducida por el maestro Lapiedra, que se acreditó de experto y

magistral director, obteniendo de la Orquesta formada, casi improvisada, por él,

59 Miguel Llopis, “La ‘Orquesta Clásica Valenciana’, sus orientaciones y significación”, Las Provincias, Valencia, 26-IV-1936, p. 22. 60 Programa de Mano del “Festival de Música Valenciana Moderna”, 24-V-1936.

42

Page 55: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

matices de delicadeza exquisitos [sic], sonoridades de gran orquesta, oyéndose

todas las cuerdas perfecta y destacadamente, así en las obras más inspiradas,

como en las audacias de instrumentación de los autores modernistas.61

Para la protección económica de la Orquesta, se creó una entidad protectora

titulada Sociedad Cultural de Conciertos, presentada en el concierto celebrado el 3 de

julio de 1936. Junto con la interpretación de obras de los antes citados Palau, Sosa y

López-Chavarri Marco, destacó la participación del joven violinista valenciano Juan

Alós, en obras de Tartini, Bach, Rimsky y Sarasate. La respuesta de la crítica fue

entusiasta:

La afinación, sonoridad y dicción de esta nueva agrupación musical son

admirables. En suma: una revelación de director consumado a favor del Sr.

Lapiedra, y una magnífica Orquesta, compuesta de jóvenes alumnos y exalumnos

del Conservatorio de Música y Declamación de Valencia, llenos de ilusiones y

entusiasmos. ¿Sabrá la Valencia artística aprovecharse de las excelentes y

envidiables condiciones del maestro Lapiedra y de su magnífica Orquesta? Sería

lástima perder tan valiosos elementos por falta de protección.62

La Orquesta programó un nuevo concierto para el día 10 de julio, con la

cooperación de la pianista Consuelo Lapiedra. Fue el último de esta formación,

desaparecida con el estallido de la Guerra Civil pocos días después.

II. 2. 4. 2 Orquesta de Cámara

Esta nueva Orquesta de Cámara surgió a principios de 1940, bajo la dirección de

Daniel de Nueda, profesor de piano del Conservatorio de Valencia. En un principio

pretendió ser la continuación de las antiguas orquestas de cámara, de valiosa existencia

en la Valencia musical del primer tercio de siglo, como cita en las siguientes líneas

Eduardo López-Chavarri Marco. Este músico y crítico fundó años atrás a la pionera de

estas agrupaciones, marcando el camino que luego siguieron las que aparecieron

sucesivamente y en esta cita lamenta cómo se sintió apartado por el devenir posterior de

estas formaciones:

61 Fidelio, “Festival de Música Valenciana Moderna”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 28-V-1936, p. 6. 62 Sin autor, “Valencia: Acontecimiento artístico en el Conservatorio de Música y Declamación de Valencia”, Ritmo, 125, Madrid, 15-II-1936, pp. 9-10.

43

Page 56: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Los tiempos se suceden y se parecen, a veces. Hace ya muchos años que el

cronista introdujo en Valencia los conciertos de Orquesta de Cámara; y tanto

prosperaron, que aquella orquesta ha sido tal vez la única orquesta valenciana

que actuase fuera de Valencia e hiciese “tournées” por las Filarmónicas

españolas, tales las de Alicante, Bilbao, Oviedo, Zaragoza, Gijón, Madrid…y allá

fue la valenciana institución creada y dirigida por Chavarri a llevar la música de

nuestros Giner y Cuesta para que fuera conocida y festejada. Pues en pleno

triunfo, he aquí que las cosas no se sabe por qué, ni por quién, “aquello” dejó de

funcionar y el director […] halló premiados sus desvelos ciudadanos con una

jugarreta que desde los antiguos tiempos llaman ¡ostracismo! […] Desde

entonces casi se pierde la cuenta de Orquestas de Cámara que se formaron en

Valencia, siempre sobre las huellas de lo que pasó.63

Su presentación tuvo lugar el 8 de marzo de 1940 en la Sociedad Filarmónica, con

obras de Francoeur-Kreisler, Mozart, Hamerick, Grieg, Rebikoff y Palau. La siguiente

cita de Eduardo López-Chavarri Marco refleja un éxito, tan difícil como valioso en

aquellos tiempos de privaciones, superadas con el talento de intérpretes como Natalia

Frigola y Pascual Camps, quienes pronto se convirtieron en pilares de la futura Orquesta

Municipal de Valencia:

La orquesta apareció perfectamente equilibrada, con los violonchelos y

violas precisos, y todo el mundo sabiendo tocar piano, como Apolo manda. Entre

los violonchelos la gentil figura de la violonchelista valenciana Natalia Frigola,

que se formó en el Conservatorio de Lyon; y Camps, y mucha gente joven, todos

deseosos de quedar bien, como lo hicieron […] Realmente han presentado una

labor de mérito.64

La Orquesta dio varios conciertos antes del verano: el 23 de marzo programó obras

de López-Chavarri Marco, Sokoloff y Tchaikowsky. El 23 de mayo, con motivo de la

festividad del Corpus, dio un concierto con obras de Tartini, Palau, Grieg, Boellmann y

Hamerick. El último concierto del que se dispone cita se celebró el 10 de julio, en el

cual se estrenó el Concierto para piano de Gomà.

Entre sus miembros se encontraban antiguos integrantes de la Orquesta Valenciana

de Cambra, como José Ferriz y J. Moret, así como otros intérpretes que se prodigaron

63 Eduardo López-Chavarri Marco, “En la Filarmónica: Orquesta de Cámara de Daniel de Nueda”, Las Provincias, Valencia, 9-III-1940, p. 8. 64 Ibídem.

44

Page 57: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

durante los años de la Segunda República, como el violista Navarro y el chelista Rafael

Sorní. Sobre esta base, se puede afirmar que esta Orquesta fue un intento de continuar

con la vida musical del género en la Valencia anterior a la Guerra Civil, a pesar de las

inmensas dificultades generadas durante los años de la posguerra. Sin embargo, la

pronta aparición de la Orquesta Municipal, cuya estructura absorbió a casi todos los

intérpretes valencianos de la época, dejó en segundo plano a todos estos intentos hasta

casi el final de la década.

Su incidencia en la obra de los miembros del Grupo de los Jóvenes fue nula, en

tanto que no se tiene datada la interpretación de ninguna de sus obras, ni tampoco hay

constancia de que participara ningún miembro del grupo en su constitución y

funcionamiento.

II. 2. 4. 3 Orquesta de Cámara de la Hermandad Católico-Ferroviaria

Esta orquesta surgió en 1949, impulsada por el violinista Daniel Albir Gordillo, con

la intención de generar cultura musical entre trabajadores y empleados, y al mismo

tiempo dar una asistencia social de carácter benéfico a sus asociados. Sus primeros

conciertos se celebraron en el Teatro de la Casa de los Obreros, actual Teatro Talía,

pasando más tarde al Ateneo Mercantil. La Orquesta realizó varias giras por la geografía

española, destacando el viaje realizado en noviembre de 1953 a Roma, donde actuaron

ante el Papa con notable éxito. Con una frecuencia media de veinte conciertos al año, la

orquesta recibió en 1956 una subvención de cinco mil pesetas de parte de la

Excelentísima Diputación de Valencia, efectiva pero no tan cuantiosa como otras

orquestas de la ciudad.

Pocos meses más tarde, en abril de 1956, la Orquesta se presentó oficialmente en

Madrid, en concierto patrocinado por el Servicio Español del Magisterio donde, en su

segunda parte, se ejecutaron piezas de compositores valencianos. Durante la

mencionada gira, coincidiendo con la festividad de San Vicente Ferrer, la Orquesta

realizó un concierto de música religiosa en el Colegio del Loreto en Madrid. Los elogios

a su actividad fueron frecuentes en la prensa valenciana de aquellos años:

Cuando hay firme voluntad y clara convicción de que lo que se hace es

bueno, las cosas van siempre adelante. Para confirmarlo está a la vista esa

Orquesta Ferroviaria de Cámara que, bien dirigida en todos los aspectos por su

45

Page 58: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

fundador Daniel Albir, está llevando a la práctica una labor digna de toda loa,

que nosotros admiramos.65

El curso 1955-56 fue especialmente productivo para la Orquesta: treinta y tres

conciertos, incluyendo actuaciones en Aragón, Cataluña y Castilla, así como quince

estrenos de obras españolas. En la siguiente cita, extraída de los parlamentos en una

comida de hermandad de la Orquesta, se puede apreciar el círculo de colaboradores que

participaron en el auge de esta entusiasta formación. Entre ellos destacan el periodista

García Planas quien dirigía la revista musical Pentagrama, una figura central en la vida

musical valenciana como Eduardo López-Chavarri Marco o el compositor Juan

Martínez Báguena:

Hicieron uso de la palabra, por este orden, los siguientes señores: el ya

referido director de la orquesta (Daniel Albir); don Alejandro García Planas; el

maestro Martínez Báguena; unos versos del maestro Andrés, leídos por nuestro

director; don Ramón Juan Guillem; doña Leonor García, hermana mayor de la

entidad; Vicente Ros Belda, don Emilio Pin, el P. Federico Almoynes, don

Eduardo López-Chavarri y el P. Salvador de Rafelbuñol.66

Los miembros del Grupo de los Jóvenes no escribieron música para esta formación,

por lo que su incidencia en la historia de esta Orquesta es irrelevante, aunque otros

compositores, en algunos casos no menos valiosos como Eduardo López-Chavarri y

Antón García Abril, sí que lo hicieron con cierta frecuencia. En las siguientes líneas,

publicadas en la revista Pentagrama, se citan los principales autores interpretados por

esta formación:

Los compositores escriben obras para esta agrupación, y aparte las que ya

han ido dando a conocer, tiene pendientes de estrenar composiciones de los

maestros Chavarri, Martínez Báguena, Elena Romero, García Abril, Natalio

Garrido, Lorenzo Galmés, Ramón Ibars y otros.67

La Orquesta pervivió durante varias décadas, hasta bien entrada la de los ochenta,

aunque fue languideciendo desde finales de los setenta.

65 Sin autor, “La Orquesta Ferroviaria de Cámara, en Madrid”, Pentagrama, 35, Valencia, mayo de 1956, p. 8. 66 Sin autor, “Clausura del curso en la Orquesta de Cámara Ferroviaria”, Pentagrama, 38, Valencia, agosto de 1956, p. 15. 67 Sin autor, “La Orquesta Ferroviaria de Cámara, subvencionada”, Pentagrama, 31, Valencia, febrero de 1956, p. 28.

46

Page 59: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

II. 2. 4. 4 Orquesta Clásica de Valencia

Esta Orquesta fue formada por el maestro Ramón Corell y patrocinada por el

Instituto Ibero-Americano. Su presentación tuvo lugar el 17 de febrero de 1953, en el

Teatro de la Confederación. Nacional de Sindicatos. La frecuencia anual de conciertos

fue más bien escasa, entre ocho y diez actuaciones, pero su calidad destacó muy pronto.

Además, se implicó muy profundamente en el estreno e interpretación de obras de

compositores valencianos, entre los que se contaban las de miembros del Grupo de los

Jóvenes. En el concierto celebrado el 29 de enero de 1954, la orquesta programó en la

segunda parte el estreno en España de obras de Ricardo Olmos, Vicente Asencio y

Vicent Garcés, los tres miembros del grupo que, por aquellos tiempos, seguían

directamente vinculados a la vida musical valenciana. Por esta razón, se puede afirmar

que esta Orquesta cumplió, a la hora de estrenar obras de los miembros del grupo, un

papel idéntico al realizado veinte años atrás por la Orquestra Valenciana de Cambra.68

Federico Soro, crítico del diario Jornada, elogió en sus crónicas la calidad de la

formación y su propósito de impulsar y programar música de autores valencianos.69

Tras su primer local de conciertos, la orquesta se trasladó al salón de actos del

Conservatorio de Valencia, en concierto celebrado el 14 de mayo de 1953, donde se

programaron obras de Vicente Asencio (así como de su esposa Matilde Salvador):

El concierto de ayer por la Orquesta Clásica marca un considerable paso

adelante en la marcha de la naciente entidad, cuyos programas tienen, entre otras

muchas, estas dos notas simpáticas: interpretar obras nunca oídas en Valencia, y

ejecutar composiciones de autores valencianos, con lo cual adquiere nuestro arte

la categoría que es debida. El auditorio también se adapta a la nueva entidad

musical, aumenta en número de socios y sigue con creciente compenetración (es

decir, con gozo creciente) la música que para él se ejecuta. Bien sabe combinar,

pues, los programas el maestro Corell, y justo es consignarlo.70

Durante estos primeros conciertos, en los que la orquesta sufrió problemas de

estabilidad y regularidad en los ensayos, sus interpretaciones adolecieron de falta de

ajuste, y sólo se solucionaron con la compenetración entre sus integrantes que da el paso

68 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: Orquesta Clásica de Valencia. Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, Valencia, 30-I-1954, p. 14. 69 Federico Soro, “Música: Las Orquestas Clásica y Municipal”, Jornada, Valencia, 6-II-1954, p. 13. 70 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: La Orquesta Clásica, dirigida por Ramón Corell, da a conocer obras no escuchadas en Valencia”, Las Provincias, Valencia, 15-V-1953, p. 8.

47

Page 60: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

del tiempo. En la siguiente crítica, Gomá planteó abiertamente esta problemática, en la

que se aprecia la interpretación de piezas de Stravinsky, merecedoras de irónico elogio:

En el concierto de ayer por la tarde que dio en la Sala del Conservatorio,

con su acústica que todo lo descubre, la Orquesta Clásica de Valencia, dirigida

por el maestro Ramón Corell, ocurrió algo no frecuente, y es que la música de

Stravinsky resultó más precisa y clara de línea que la de Mozart y Schubert. Al

indagar el porqué de este resultado, vimos determinadas razones que, en parte lo

explican. Pero cuando una obra se pone en los atriles para interpretarla ante un

auditorio, es necesario que todo haya quedado limpiamente leído y ensayado.71

Finalmente, a partir del 23 de diciembre de 1954 la Orquesta se estableció en el

salón de actos del Ateneo Mercantil, con el objetivo de hacer más acogedoras y

atractivas sus actuaciones, en un momento en el que la asistencia del público era muy

pobre y hacía necesario un revulsivo que incrementara su presencia en los conciertos.72

A principios de 1955, la Diputación Provincial de Valencia acordó subvencionar a

la Orquesta Clásica con veinticinco mil pesetas anuales, apoyo que se convirtió en vital

para su supervivencia. La orquesta contaba con socios, cuya inscripción se realizaba en

las oficinas del Instituto Ibero-Americano, sito en el Ateneo Mercantil de Valencia,

todos los días entre las seis y las ocho de la tarde. La modesta aportación económica de

los socios simbolizó su afán de supervivencia con recursos propios, pero la ayuda

institucional era entonces indispensable.

La formación tuvo varios directores invitados, a lo largo de su historial, como el

mexicano Luis Ximénez Caballero el 6 de diciembre de 1956, el compositor Manuel

Palau en concierto celebrado el 5 de enero de 1957, o el director valenciano Daniel de

Nueda el 12 de marzo de 1957. Además, fue una de las primeras entidades que

organizaron cursos de dirección de orquesta, como los realizados por el director alemán

Volker Wagenheim, a lo largo de la década de los sesenta.

Muy interesante fue la trayectoria de su director Ramón Corell, quien fue profesor

de trompeta del Conservatorio de Valencia y solista de la Orquesta Municipal de

Valencia, estudió composición con Manuel Palau y asistió a cursos de dirección en

Siena y Salzburgo.73 Aparte de sus actividades al frente de la Orquesta Clásica, a

71 Gomà, “Cine-Teatro-Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Levante, Valencia, 15-V-1953, p. 2. 72 Sin autor, “La Orquesta Clásica de Valencia y el maestro Corell”, Pentagrama, 18, Valencia, enero de 1955, p. 2. 73 José Climent, “Corell Saurí, Ramón”, Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor, 2006, vol. 1, p. 252.

48

Page 61: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

principios de 1962 realizó una gira de conciertos por Holanda, Francia y Bélgica, al

frente de prestigiosas formaciones de aquellos países. La prensa valenciana se hizo eco

de sus éxitos citando extractos de las críticas de aquellos conciertos, citando su calidad

en la dirección y las obras que interpretó, donde se incluyeron desde españoles como

Falla a grandes clásicos como Purcell y Mozart, pasando por autores del siglo XX como

Elgar y Prokofiev.74

La Orquesta Clásica programó conciertos, como el patrocinado por el Colegio de

San Vicente Ferrer y la Diputación Provincial en el Ateneo Mercantil el 23 de abril de

1961, con obras de Vicent Garcés, Vicente Asencio y Ricardo Olmos, entre otros

muchos compositores. Este género de conciertos, en los que la música valenciana era

protagonista, fue constante a lo largo de los años de existencia de la Orquesta Clásica,

convertida en firme apoyo para la creación y difusión de obras de compositores

valencianos.

Gracias a acuerdos con la Diputación Provincial, esta entidad concertó actuaciones

en diversas localidades de la provincia. De este modo la Orquesta Clásica aumentó su

papel divulgador de la cultura musical valenciana por toda la geografía provincial.

En los últimos años de su existencia, a finales de la década de los sesenta, su vida

musical fue intermitente. El prestigioso crítico Gomá lamentaba ese hecho, aunque

elogiaba la continua inclusión de música valenciana en sus conciertos, y su escasa

programación por otras formaciones de la ciudad:

Seguramente, por circunstancias varias, estos conciertos de la Orquesta

Clásica no se nos han ofrecido en este curso con la regularidad de otras veces.

Pero ahora hemos tenido una vuelta a la audición […] y ejemplo de veras para

todos, la primera parte del concierto del que damos noticia, se dedicó

exclusivamente a música de compositores valencianos. Quienes lamenten que esta

música no se incluye con mayor abundancia y frecuencia en los programas de los

conciertos que en Valencia se dan, no podrán extender, ni mucho menos, este

reproche a la iniciativa de la Orquesta Clásica y de su director.75

Sin embargo, la Orquesta Clásica no pudo sobrevivir a la desaparición de su

impulsor Ramón Corell, el 25 de abril de 1970. Todavía se pudo organizar un concierto

de homenaje el 5 de febrero de 1971, dirigido por Amando Blanquer, que fue el canto

74 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Ateneo Mercantil: La Orquesta Clásica”, Las Provincias, Valencia, 9-III-1962, p. 20. 75 Gomà, “Orquesta Clásica de Valencia: Los conciertos en el Ateneo”, Levante, Valencia, 25-III-1969, p. 23.

49

Page 62: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

del cisne de tan valiosa formación y en cuyas notas al programa se publicaron estas

sentidas palabras de reconocimiento al desaparecido director, reproducidas en prensa

por el crítico musical Eduardo López-Chavarri Andújar:

Una singular proporción de entusiasmo y capacidad realizadora

impulsaron la vida artística de Ramón Corell Saurí, que cabría situar en el centro

mismo de la actividad musical valenciana desde que en el año 1953 fundara la

Orquesta Clásica de Valencia […]76

En el citado concierto se programaron muchas obras de autores valencianos, entre

las que se incluyeron Cinc cançons valencianes de Vicent Garcés, muestra de la

importancia que tuvo la obra de los miembros del Grupo de los Jóvenes, tanto para

Ramón Corell como para la Orquesta Clásica de Valencia.

II. 2. 4. 5 Otras formaciones orquestales de existencia efímera

Aparte de las orquestas citadas en los epígrafes anteriores, en Valencia aparecieron

otros grupos orquestales de muy breve existencia y escasa incidencia en la obra del

Grupo de los Jóvenes. Sin embargo, es lógico mencionarlas en un capítulo dedicado a la

vida musical sinfónica de Valencia.

José María Machancoses fundó una Orquesta de Cámara, presentada el 9 de julio de

1947, y radicada en la sociedad Amigos de la Música, situada en la Casa de Obreros de

San Vicente Ferrer.77 Federico Soro elogió cálidamente, en las siguientes líneas, la

aparición de esta formación:

Anoche, “Amigos de la Música” celebró el último concierto de su año

sexto. Quince profesores valencianos constituidos en Orquesta de Cámara que

dirigió José María Machancoses, lograron una velada de lo más agradable.

Cuando no era de esperar, su programa nos sorprendió.78

La presencia como violín solista de J. Moret nos permite enlazarla con las

anteriores orquestas de cámara que existieron en Valencia, de las que fue una efímera

76 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Música: Concierto-Homenaje a Ramón Corell, por la Orquesta Clásica, en el Ateneo Mercantil”, Las Provincias, Valencia, 6-II-1971, p. 31. 77 Sin autor, “Amigos de la Música: Final del Curso-Orquesta de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 10-VII-1947, p. 6. 78 Federico Soro, “Música: Fin de curso”, Jornada, Valencia, 10-VII-1947, p. 5.

50

Page 63: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

continuadora. En este concierto de presentación fue programada música de Vicente

Asencio, único miembro del Grupo de los Jóvenes interpretado por esta formación.

Participó en actividades musicales de Radio Nacional de España, pero su existencia

fue muy breve, datándose otro concierto de la misma en enero de 1948.79

Otro ejemplo fue la Orquesta Mozart, fundada en 1967 por el profesor de

violonchelo del Conservatorio de Valencia Fernando Badía. Presentada en Alicante,

realizó múltiples giras de concierto por Madrid, Barcelona, Sevilla, Granada, Lisboa…

Destacó por su colaboración con jóvenes artistas valencianos, tanto intérpretes como

directores invitados: Amando Blanquer, José María Cervera… También incluyó la

interpretación de música de autores valencianos como López-Chavarri, Cervera Lloret o

Llácer Pla.80

II. 2. 5 Orquesta Municipal de Valencia

La formación de la Orquesta Municipal se gestó en los años inmediatamente

posteriores a la Guerra Civil, cuando el Ayuntamiento de Valencia, bajo la alcaldía de

Juan Antonio Gómez Trénor, planteó la posibilidad de crear bajo el apoyo municipal

una formación orquestal estable y de nivel internacional. En algunas notas de prensa,

destacados personajes de la música valenciana, como el pianista Leopoldo Querol,

plantearon esta idea: En Valencia, una de las reformas que cabe hacer es convertir la

Banda Municipal en Orquesta Municipal, quedando una pequeña banda para actuar al

aire libre, con algunos elementos de la orquesta, pero dando toda la importancia a esta

última[…]81 Este planteamiento estuvo a punto de acabar con la Banda Municipal,

diezmada por las depuraciones posteriores a la Guerra Civil que alcanzaron al maestro

Ayllón, con el pase de varios de sus instrumentistas de viento a la Orquesta que

formaron la Sección de Viento de la Orquesta Municipal, lo que les sobrecargó su

jornada laboral. Afortunadamente, en 1944 la situación cambió:

79 Bernardo Adam Ferrero, 1000 Músicos Valencianos, Valencia: Sounds of Glory, 2003, p. 463. 80 Eduardo López-Chavarri Andújar y José Doménech Part, 100 años de música valenciana, 1878-1978, Valencia: Caja de Ahorros de Valencia, 1978, p. 23. 81 Eduardo Julià Martínez, “Artistas Valencianos: Leopoldo Querol”, Las Provincias, Valencia, 29-II-1940, p. 8.

51

Page 64: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Un año después de la creación de la Orquesta Municipal, la prensa se

hacía eco de la intención del Ayuntamiento de conservar, ampliar y mejorar la

Banda Municipal, al margen de la Orquesta […] El periodista indicaba su

confianza en que la Banda no desapareciera y que resurgiera potente como en

tiempos de los primeros directores (Santiago Lope y Emilio Vega), tan bien

conservados por el maestro Ayllón.82

El concejal de cultura y periodista Martín Domínguez Barberá fue el impulsor de la

idea, aunque se cree que inspirado por el compositor José Moreno Gans. Para diseñar el

proyecto reunió a los violinistas José Ferriz y Daniel de Nueda, quienes plantearon la

posibilidad de crear una orquesta de cuerda que sirviera de escuela para una futura

orquesta de gran nivel, dirigida por Juan Manén. Sin embargo, se excluyó esta idea en

favor de la creación de una orquesta completa con un director titular de prestigio.83

El citado Martín Domínguez Barberá se encargó de la gestión de todo su proceso

organizativo, apoyado de forma unánime por el resto de munícipes de la ciudad, aunque

algunos como Luis Larrea urgieron en acelerar su constitución y dejar de lado el

reglamento y las condiciones salariales.84

A finales de 1940 se propuso para la dirección de la futura orquesta la figura de Juan

Lamote de Grignon, prestigioso director catalán, fundador de la Orquesta Sinfónica de

Barcelona en 1911 y reciente director de la Banda Municipal de la ciudad catalana. Su

hijo Ricardo Lamote se encargó de la dirección auxiliar de la misma. Se cree que la

designación fue propuesta por Moreno Gans, figura muy influyente sobre el concejal

Martín Domínguez, y causó gran descontento entre algunos círculos musicales

valencianos, puesto que se dejaba a un lado la figura del maestro Izquierdo.

Probablemente Izquierdo fue marginado por razones políticas y carecer de apoyos

dentro del gobierno municipal, frente al prestigio de la figura propuesta: Evidentemente,

este impresionante currículum no lo podía presentar Izquierdo pero, desde la

perspectiva que nos da la historia y teniendo en cuenta su gran trabajo en pro de la

vida sinfónica en Valencia, se le podía haber nombrado Subdirector.85 Sin embargo, en

años sucesivos dirigió varios conciertos al frente de la Orquesta Municipal, como el 18

de enero de 1948, en marzo de 1949 y con motivo de un festival dedicado a Joaquín

Rodrigo el 30 de abril de 1950.

82 Vicente Galbis López, op.cit., p. 33. 83 Idem. pp. 31-32. 84 Ibídem, p. 32. 85 Ibídem.

52

Page 65: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Tras el proceso de provisión de plazas de músicos de la futura orquesta durante los

primeros meses de 1943, a principios de abril se iniciaron los ensayos. En aquel

momento, el concejal Martín Domínguez dio un discurso en el que se planteaban los

motivos e intenciones de la recién creada orquesta:

Es tradición gloriosa en toda Europa el que los municipios sostengan

principescamente teatros de ópera, orquestas, liceos o conservatorios de música.

En España era una excepción […] Porque una gran orquesta supone no sólo una

entidad o instrumento interpretativo, sino de un público cada vez más amplio y

educado y de unos compositores y una crítica literaria cada vez más

esperanzados ante la perspectiva de oír bien interpretadas y divulgadas sus

obras. Es decir, un clima musical de altura, producto de este triple aspecto

interpretativo, creador y receptor, que representa la orquesta, los compositores y

los públicos.86

Un precipitado acto político, causado por la visita a Valencia del Ministro

Secretario General del Movimiento, hizo que la presentación de la Orquesta Municipal

se realizara el 30 de mayo de 1943, en el Teatro Principal de Valencia, en concierto

mixto con la Coral Polifónica Valentina.

La presentación oficial tuvo lugar el 24 de junio de 1943, en la Plaza de la Virgen

de Valencia, con la colaboración de la Coral Polifónica Valentina. En este momento, la

Orquesta Municipal inició una actividad intensa pero muy fructífera, contabilizando

treinta y cinco conciertos a lo largo de su primer año de existencia.

Dirigida por Lamote de Grignon hasta 1947, su etapa fue particularmente brillante

por sus dotes de organizador y su buena relación con los músicos, como cita Vicente

Galbis en su libro monográfico sobre la Orquesta: Otro aspecto que resultó crucial a la

hora del éxito artístico de la Orquesta en sus primeros años fue la compenetración

alcanzada entre el director y los profesores de la Municipal producida, sobre todo, por

el grado de admiración que les provocó el maestro.87 La Orquesta realizó su primera

gira de conciertos fuera de Valencia en Zaragoza, en octubre de 1945, donde ofreció dos

actuaciones. Sin embargo, durante la etapa de Lamote no se interpretó apenas música de

miembros del Grupo de los Jóvenes, excepto el estreno de la Elegía a Manuel de Falla

de Vicente Asencio, dirigida por su hijo y subdirector Ricardo Lamote. La escasa

presencia de obras de autores valencianos fue causa de reproches en la prensa: […]

86 Citado en Eduardo López-Chavarri Andújar y José Doménech Part, op. cit., p. 25. 87 Vicente Galbis López, op. cit., p. 47.

53

Page 66: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

desearíamos más frecuencia de obras de autores valencianos en programas de nuestra

Orquesta.88

Posteriormente, entre 1948 y 1952, contó como director titular a Von Benda, cuyos

programas fueron elogiados por Vicente Asencio: […] celebro el criterio del nuevo

director, que une en sus programas la música clásica y la moderna.89 En el futuro este

director estrenó la Suite para Orquesta del citado compositor del grupo, en abril de

1949: […] nos complace aplaudir además al maestro Von Benda por la novedad del

programa, y aún más significativamente porque participación importante en esta

novedad correspondiera a música de un compositor valenciano.90

En esta época destacó la figura de José Iturbi, pianista y director valenciano, quien

la dirigió en su presentación en Madrid el 17 de abril de 1949, así como en una gira a lo

largo de las principales ciudades de España. Al año siguiente, 1950, la Orquesta

Municipal realizó una gira de conciertos por ciudades de Gran Bretaña y Francia, la

primera efectuada por una orquesta española en aquellos países. La figura de Iturbi,

quien actuaba tanto de director como pianista, dio gran viveza a la vida de la Orquesta,

aunque no ocupó la titularidad de la formación hasta el periodo comprendido entre 1956

y 1958. Previamente la Orquesta contó con épocas sin titular, aunque con directores

invitados cuya frecuencia los convirtió en auténticos directores en la sombra, como el

alemán Heinz Unger y el valenciano José Ferriz. Entre 1954 y 1956, fue dirigida por el

italiano Napoleone Annovazzi.91

En primera instancia, la Orquesta tenía como objetivo la difusión de música de

cualquier origen, lo que en su momento le valió críticas, dejando a la Orquesta

Sinfónica el deber de interpretar música de autores valencianos, como queda reflejado

en estas líneas donde se delimitan los repertorios de las diferentes formaciones

sinfónicas valencianas:

La Orquesta Municipal desarrolló durante la temporada de otoño pasado

una estimable serie de conciertos, de acuerdo con un programa fijado con

antelación por su director, el maestro Annovazzi […] Su programación debe ser,

pues, de amplia divulgación, a base de obras ya conocidas, al menos en una de

sus dos partes […] En cuanto a las otras dos orquestas, la Sinfónica y la Clásica, 88 Idem, p. 58. Extraído de una crítica de Enrique Gomà, “Música. Orquesta Municipal”, Levante, Valencia, 7-XI-44, p. 5. 89 Ibídem p. 76. Extraído de una crónica publicada en Levante, Valencia, 15-IV-48, p. 6. 90Ibídem, p. 79. Extraído de una crítica de Enrique Gomà, “Primeras Audiciones por la Orquesta Municipal”, Levante, Valencia, 12-IV-49, p. 4. 91 Ibídem, pp. 92-155.

54

Page 67: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

es preciso que no olviden nunca su ‘razón de ser’. Han de tener una tendencia

que les dé carácter: su apoyo decidido a la música valenciana en una; el bucear

por los campos de la música orquestal clásica de cámara en la otra […]92

Sin embargo, la Orquesta Municipal interpretó con frecuencia obras de Vicente

Asencio, compositor cuyo prestigio en Valencia creció considerablemente a lo largo de

la década de los cuarenta, casi en igualdad de proporciones que las realizadas por la

Orquesta, aspecto que se desarrollará en capítulos posteriores.

Así pues, esta formación no dio la espalda a la música valenciana. Durante el

periodo de la titularidad de José Iturbi llegó a programar el ballet Marinada de Vicent

Garcés en varias ocasiones, como en el concierto extraordinario como Festival Hispano-

Americano celebrado el 10 de mayo de 1957, así como las giras realizadas por toda

España en noviembre de 1957 y los Festivales de España celebrados en Palma de

Mallorca en julio de 1958, sacando a este compositor de un relativo ostracismo. A

principios de la década de los ochenta se volvieron a interpretar el citado ballet

Marinada, así como la Suite-Ofrena a Lluís de Milà y las Cinc Cançons Valencianes del

citado compositor, esta última en homenaje póstumo con motivo de su fallecimiento en

febrero de 1984.

En esta misma línea, la Orquesta programó obras de Vicente Asencio, como la

Pastoral, incluída en la citada gira realizada en noviembre de 1957. Años más tarde, la

Orquesta estrenó sus Quatre dances i una albada, en concierto celebrado el 18 de junio

de 1976 y dirigido por José María Cervera Collado. Así se refleja y agradece que la

primera formación orquestal valenciana fuera más allá de su objetivo inicialmente

propuesto y se implicara en la interpretación de obras de autores valencianos.

II. 2. 6 Consideraciones finales

La riqueza del ambiente orquestal valenciano queda claramente demostrada en los

datos y noticias citadas a lo largo del presente capítulo, pese a múltiples dificultades

económicas de las que sólo se libró la Orquesta Municipal, en gran parte debido al

apoyo institucional del Ayuntamiento de Valencia.

92 Tomás Sánchez Pastor, “Sobre conciertos orquestales”, Pentagrama, 20, Valencia, marzo-abril de 1955, p. 10.

55

Page 68: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, esta abundancia de formaciones no hizo fácil la coexistencia entre

todas ellas, como lo demuestra la polémica surgida en 1936 en torno a la formación de

la Orquesta Clásica de Benjamín Lapiedra. La fundación de la Orquesta Municipal de

Valencia dejó en una difícil situación a la Orquesta Sinfónica, privada de algunos de sus

mejores elementos, de tal modo que inició una trayectoria descendente, acentuada desde

el fallecimiento del maestro Izquierdo en 1951. En algunos casos, el entusiasmo de sus

directores permitió su supervivencia, caso de la Orquesta Clásica de Ramón Corell,

desaparecida con el fallecimiento de su rector. Mientras que la Orquesta Ferroviaria se

benefició del relevo generacional, cuando su director Albir Gordillo cedió la batuta a su

hijo Albir Santafé.

A lo largo de los años cincuenta, se plantearon varias soluciones que hicieran más

fácil la coexistencia de estas entidades, resumidas en esta respuesta del crítico Tomás

Sánchez Pastor a una pregunta que pone en tela de juicio la variedad de formaciones

orquestales: […] cada orquesta debe trazarse un objetivo suyo, característico, distinto

al de los demás: es decir, el sello de su personalidad. De lo contrario el filarmónico se

preguntará: ¿Para qué queremos tres orquestas?93

Algunas ideas circularon entre la prensa, aficionados, crítica y músicos…como las

planteadas por Pablo Meléndez, en las que se observan supuestos y soluciones:

Se habló de la reorganización de los conciertos, y surgieron diferentes

opiniones: la cultura de la ciudad no ha de ser onerosa para el ciudadano, pero

tampoco debe ser exigua. Es conveniente (y está hecho) un plan total de

conciertos con programas preorganizados. Así se evitan lamentables

improvisaciones que no realzan el crédito artístico de la corporación […] ha de

tenerse en cuenta que el público ha de conocer todo lo nuevo que produzca en el

mundo musical, sin anquilosarse, naturalmente, ni con lo nuevo, ni con lo viejo

[…] Siempre es preferible una dirección fija, y sólo por verdadera excepción

educadora (no por miras económicas), puede admitirse batuta ajena.94

Más interesante para la incidencia en el Grupo de los Jóvenes es la siguiente idea:

También hay problemas que expusimos: el equilibrio de la masa sonora y la

variedad del repertorio. Consecuencia de ello surgió la idea de atender a que

figuren en los programas obras de autores y carácter valenciano, entiéndase

93 Ibídem. 94 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “Música: Para el porvenir orquestal de Valencia”, Las Provincias, Valencia, 6-XII-1956, p. 12.

56

Page 69: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

bien, no carácter de copia exterior de temas, sino manifestación de estilo. Esto ha

de ser con vistas a la juventud, cuyas ilusiones no deben quedar desvanecidas.95

Sin embargo, la participación de la música de compositores valencianos (constante

en los programas de la Sinfónica, Clásica y Ferroviaria), no fue todo lo deseable en los

de la Orquesta Municipal.96

En este punto, cabe reseñar el desigual uso de la música de autores locales, puesto

que algunas formaciones adquirieron un compromiso firme en este sentido, mientras

que en otras no fue tan habitual. Finalmente es destacable la ausencia, en las

programaciones de conciertos, de obras de compositores valencianos residentes en el

exterior, excepto el caso de Ricardo Olmos por la Orquesta Clásica, y el siempre

aceptado por el gran público Joaquín Rodrigo. Casos como los de Luis Sánchez y

Emilio Valdés, ambos miembros del Grupo de los Jóvenes en las citadas circunstancias

fueron particularmente destacables, constituyendo este aspecto un auténtico debe en el

balance orquestal valenciano de esta época.

II. 3 Entidades musicales valencianas y su relación con el

Grupo de los Jóvenes

En este epígrafe se van a tratar las principales sociedades musicales valencianas,

tanto en lo particular como en su relación con los miembros del Grupo de los Jóvenes.

La sociedad más significativa de entre las incluidas en este punto será la Sociedad

Filarmónica, aunque también se destacarán otras que participaron más directamente en

la vida del grupo, como la sociedad Música de Cámara y la efímera Cultural. Asimismo,

se tratará en este epígrafe la Sección Sinfónica de la Sociedad Valenciana de Autores,

de breve existencia, pero de trascendental relación con el Grupo de los Jóvenes.

También se hablará brevemente de la entidad Amigos de la Música, creada en la década

de los cuarenta y alejada de la trayectoria de estos compositores, pero merecedora de ser

aquí citada. Se concluirá este epígrafe con una curiosa iniciativa, tristemente sin éxito,

95 Ibídem. 96 Enrique Gomà, “Balance musical”, Levante, Valencia, 5-I-1957, p. 2.

57

Page 70: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de unir las actividades musicales valencianas, reflejando el deseo de unificar una vida

musical variada pero dispersa.

II. 3. 1 Sociedad Filarmónica

La Sociedad Filarmónica de Valencia fue fundada en 1912, y su primer concierto

tuvo lugar el 19 de febrero de ese año, a cargo del Cuarteto Petri de Dresde, con un

programa formado por obras de Haydn, Beethoven y Schubert. La crítica acogió con

entusiasmo el nacimiento de la entidad, como lo reflejan estas palabras de Eduardo

López-Chavarri Marco publicadas en el diario Las Provincias:

La Sociedad Filarmónica ha tenido una inauguración como no era posible

sospechar, dada su rápida creación: ha traído para su bautismo de arte una de

las primeras entidades del mundo musical y ha verificado un gran programa

clásico. Nuestra enhorabuena a la naciente y vigorosa formación.97

En esta sociedad han actuado los principales solistas y conjuntos musicales del

mundo, dando a los melómanos valencianos la posibilidad de escuchar a los mejores

intérpretes de aquellos tiempos.

A lo largo de su historia tuvo dificultades para obtener un local estable y adecuado

para celebrar sus conciertos, desde el salón de actos del Conservatorio, pasando por el

Teatro Apolo hasta radicarse en el Teatro Principal en 1923.98 El crítico Eduardo López-

Chavarri citó otros lugares que acogieron ocasionalmente estos conciertos, aparte del

citado Teatro Principal:

Al fundarse, en el año 1912, daba sus conciertos en la sala del

Conservatorio. Desde allí, posteriormente, pasó a celebrarlos al teatro Principal,

cuyo aforo colma en las grandes ocasiones. También acogieron sus audiciones

los teatros Eslava, Apolo, Princesa y Ruzafa e incluso los Padres Dominicos.99

97 Eduardo López-Chavarri Marco, “La Sociedad Filarmónica…”, Las Provincias, Valencia, 20-II-1912. Citado por: José Luis García del Busto, “La generación musical de 1890”, Historia de la Música de la Comunidad Valenciana, 18, Alicante-Valencia, Ed. Prensa Alicantina-Valenciana, 1992, p. 360. 98 Antonio Vidal, “Sociedades Musicales”, Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor, 2006, vol. 2, p. 458. 99 Sin autor, Sociedad Filarmónica de Valencia, 1912-1962. Memoria, Valencia: Talleres tipográficos de Semana Gráfica S.A, 1962, p. 19. Citado por: Eduardo López-Chavarri Andújar y José Doménech Part, op. cit., pp. 81-82.

58

Page 71: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el año 1987 la entidad trasladó sus actuaciones al Palau de la Música, no sin ser

objeto de un arduo debate entre los partidarios del traslado y los de mantenerse en el

tradicional Teatro Principal.

Durante su existencia mantuvo un difícil equilibrio, a la hora de elegir la música

que ofrecer a sus socios, respecto a la elección de intérpretes y compositores

valencianos frente a música y ejecutantes foráneos. Críticos como Eduardo López-

Chavarri y Enrique Gomá plantearon esta cuestión en repetidas ocasiones, pero sus

puntos de vista difirieron considerablemente, en el primer caso se lamentaba de la falta

de música e intérpretes valencianos, con las consecuencias que ello conllevaba:

La Filarmónica valenciana vino orillando dos peligros: el excesivo

afincamiento en criterios tradicionalistas y la exclusiva sumisión a lo

extranjero…Y evitó que nuestra nacional juventud prometedora, digna de

admiración y de estímulos, se desencante ante el hecho de que medianías

ejecutantes de otros países la priven de lo que por valiosa y por española merece

disfrutar.100

Por el contrario, Gomá elogió a esta entidad por el apoyo que daba a los

compositores y músicos valencianos, punto de vista radicalmente opuesto al arriba

citado:

Y la ocasión es propicia para señalar con gratitud esta aceptación concorde

de la Orquesta Sinfónica y de la Sociedad Filarmónica, de composiciones de

autores valencianos en los programas de sus conciertos. En los de estos últimos

años (la memoria de la Sociedad Filarmónica da la nota exacta) han figurado los

nombres de Eduardo L. Chavarri, de J. R. Manzanares, de Palau, de Rodrigo, de

Moreno Gans, de Luis Sánchez, el mío (Gomà). Y aunque pueda parecer

interesado, añadiremos que tal conducta no merece sino elogios.101

La Sociedad Filarmónica tuvo una gran capacidad de estimular la existencia de

grupos musicales valencianos, destacando la protección que ejerció sobre la Orquesta

Sinfónica en su primera etapa, reconocida explícitamente por el crítico Eduardo Ranch

en estas palabras firmadas durante los años treinta:

Pero, ¿quién no sabe que si en Valencia existe una Orquesta Sinfónica ello

fue en su origen debido a los desvelos de la Sociedad Filarmónica y a su apoyo

100 Sin autor, Sociedad Filarmónica…, op. cit., p. 20. Citado por: Eduardo López-Chavarri Andújar y José Doménech Part, op. cit., pp. 81-82. 101 Enrique Gomà, “Crónica musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia, Valencia, 23-IV-1931.

59

Page 72: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

posterior? Y la existencia actual de unos coros en trance de plasmar

definitivamente y la agitación juvenil que se nota en la formación de otras

agrupaciones, en la floración de compositores e instrumentistas, ¿no será una

consecuencia remota y final, principio de otras cosas tal vez, pero consecuencia

quizá de la fundación de la Sociedad Filarmónica en 1912 y del ambiente creado

por ella?102

Los apoyos de esta entidad se extendieron también a concursos de interpretación

musical como el Memorial López-Chavarri, el José Iturbi o el Paloma O’Shea, ambos

de dimensión internacional, o el de dirección de orquesta Manuel Palau.103

Durante los amargos días de la Guerra Civil, la entidad no redujo su actividad, con

la organización de conciertos como los celebrados por Leopoldo Querol. Incluso

participó en actividades institucionales, como la organización del concierto en el que se

estrenaron las obras galardonadas en los Premis Musicals del País Valencià en 1937:

La ‘Sociedad Filarmónica de Valencia’, sempre disposada a realisar la

seua missió de cultura, ha acceptat agradosament la col·laboració amb la

Conselleria de Cultura del Consell Provincial de València per a celebrar el

concert que donarà la primera audició de les obres premiades […]

Satisfà a la ‘Sociedad Filarmónica’ que se li haja presentat ocasió, una

volta més (i ara en circumstàncies particularment honorables i significatives), de

demostrar la seua disposició per a atendre, en la mida que la totalitat de

l’actuació artística permet, les manifestacions de l’activitat musical dels

compositors de la terra.

Tal és el motiu d’este concert, que, repetim, complau extraordinariament a

la ‘Sociedad Filarmónica de Valencia’.104

Su importancia en lo social y artístico hizo que gran parte de la vida musical de la

ciudad girara a su alrededor, a pesar del origen de otras entidades que, en mayor o

menor medida, animaron el clima musical de la ciudad. Según el crítico Enrique Gomá,

cuando se consolidaron agrupaciones sinfónicas como la Orquesta Municipal, bajo

protección económica oficial, la Sociedad Filarmónica se centró más en el repertorio

camerístico:

102 Eduardo Ranch, “Un llamamiento: La Sociedad Filarmónica”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 19-II-1934, p. 6. 103 Antonio Vidal, op. cit. p. 458. 104 Notas al programa del concierto celebrado en Valencia, el 23 de mayo de 1937, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Valencia bajo la dirección del maestro Izquierdo.

60

Page 73: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La Sociedad Filarmónica continúa el cumplimiento de su misión muy

dignamente. Esta misión, teniendo como en Valencia tenemos felizmente hoy una

buena Orquesta Municipal, ha de proyectarse principalmente sobre los varios

aspectos de la música de cámara, solísticos o de conjunto. Así la cumple, en

general, muy selectamente la Sociedad Filarmónica.105

El Ayuntamiento de Valencia reconoció su labor en pro de la difusión de la música

con la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad en la temporada 1996/97, mientras

que la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos la distinguió con la medalla al

mérito de las Bellas Artes en 1999.106

Algunos miembros del Grupo de los Jóvenes participaron en las actividades de la

Sociedad Filarmónica, destacando la figura de Luis Sánchez, cuyas obras orquestales

fueron repetidamente ejecutadas por la Orquesta Sinfónica en conciertos organizados

por la Sociedad Filarmónica, desde finales de la década de los veinte y a lo largo de la

de los treinta, cuando participó en múltiples actividades de la misma.

Con los datos relativos al tiempo de pertenencia como socios de esta entidad de los

miembros del Grupo de los Jóvenes, se puede evaluar su integración en el ambiente

musical valenciano, con la presencia constante de Vicent Garcés y la presumible de

Vicente Asencio después de la Guerra Civil, cuando se afincó en Valencia. Asimismo,

los tiempos en que desaparecen de la masa social reflejan el momento en que algunos

componentes del grupo se desligaron de Valencia por razones laborales, como Olmos en

1931 y Valdés en 1933, cuando se trasladaron a los puntos donde fueron destinados

como maestros nacionales. Destaca la importante presencia de Luis Sánchez, integrante

de la masa social desde su adolescencia, luego directivo en 1934 con la condición de

vocal, desapareciendo en censos posteriores cuando los avatares de su vida lo llevaron

lejos de Valencia. Finalmente destaca la constante presencia de Manuel Palau, a causa

de su considerable importancia en la vida musical valenciana.

II. 3. 2 Música de Cámara

Esta sociedad nació en noviembre de 1931, pocos meses después de la aparición de

la Orquestra Valenciana de Cambra, con la intención de darle una protección económica 105 Enrique Gomà, “Balance…”, op. cit. 106 Antonio Vidal, op. cit. p. 458.

61

Page 74: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

que permitiera su supervivencia y expansión. Formada por iniciativa de Francisco Gil,

director de la mencionada Orquestra, pronto dio cabida a otras actividades musicales de

signo camerístico, además de los mencionados conciertos orquestales. Su presentación

tuvo lugar el 13 de noviembre de 1931, en un concierto celebrado en el salón de actos

del Conservatorio de Valencia.107

En el día de su presentación pública, la Comisión Organizadora de esta nueva

sociedad hizo público en prensa su manifiesto fundacional, reproducido aquí

íntegramente:

La Orquesta Valenciana de Cambra ha actuado ya por sí sola en diferentes

ocasiones ante nuestro público, y esto hace ociosa toda presentación. Sus éxitos y

el interés que ha despertado es de todos conocido.

Un grupo de simpatizantes, coincidiendo en el criterio de que es necesario

al nivel cultural de Valencia contar entre sus agrupaciones musicales con una

que consagre sus actividades a la Música de Cámara, ha decidido organizar una

entidad de protección a aquélla.

Inspira además a los organizadores el propósito de servir a la cultura de

nuestra tierra con la máxima eficacia, y entendiendo que es de primordial interés

destacar y estimular a nuestros valores, proyecta dar cabida en los actos que

organice a los compositores y ejecutantes más destacados de nuestra Valencia.

Han pensado que Valencia cuenta ya con una eminente Sociedad

Filarmónica, cuya obra meritorísima no vamos a encomiar ahora aquí por ser

también de todos conocida. La positiva labor que viene realizando desde su

fundación le ha colocado en primer plano entre sus similares de España. Y este

reconocimiento, que nos congratula, descarta toda suspicacia y toda posibilidad

de competencia, sobre todo si se tienen en cuenta sus fines y su desenvolvimiento.

La entidad Música de Cámara que se persigue formar alberga fines

distintos a los que hasta aquí han venido persiguiendo otras agrupaciones

parecidas, ya que circunscribe su actuación a otras manifestaciones, significando

una especial preferencia por los valores de nuestra tierra.

Como en la actuación cultural que proyecta realizar serán necesarias, sin

duda, la cooperación de otras actividades artísticas, se cuenta también con ellas

para la mejor realización de sus fines.

107 Sin autor, “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 15-XI-1931, p. 2.

62

Page 75: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Tiene el propósito de realizar un par de conciertos mensuales que tendría

lugar en días laborables por la noche o domingos por la tarde en el Salón de

Actos del Conservatorio de Música.

La cuota que se establece es de dos pesetas mensuales y dará derecho a un

pase para asistir a los actos que se organicen durante el mes. Se reservarán un

número prudencial de invitaciones para socios transeúntes.

Por Valencia, por nuestra cultura, esperamos la adhesión eficaz de los

simpatizantes.108

Aunque la Orquestra Valenciana de Cambra fue el eje de esta sociedad, organizó

múltiples conciertos, tanto de solistas y grupos de cámara ajenos a la misma, como por

grupos integrados por sus propios componentes:

La Orquesta de Gil se descompone, como pudimos observar una noche de

audición, en agrupaciones de ‘cuarteto’, ‘dúo’, etc., interpretando composiciones

‘de cámara’, escritas para tales grupos. Así pudimos oírle un ‘Dúo’ de Mozart,

para violín y viola (Gil tocaba la viola) muy interesante y muy bien interpretado.

Después el ‘Cuarteto Bucólico’ (primera audición) de L. Sánchez, el médico

compositor, que fue muy aplaudido. Realizan, pues, estos paladines una labor

extensa e intensa, dentro de un departamento musical, digno de la solicitud y

cuidados técnicos que Gil y sus huestes no le regatean.109

Francisco Gil fue el director artístico de la entidad, bajo cuya protección se

integraron formaciones musicales como el Cuarteto de Valencia, fundado en 1924 e

integrado por estas fechas por miembros de la Orquestra Valenciana de Cambra. Este

activo músico nació en Valencia en torno a 1900, iniciando allí sus estudios de violín

que continuó en Madrid, y más tarde en París donde formó parte de la Orquesta de

Cámara de París dirigida por François Capoulade. A su vuelta a Valencia formó parte

como violista del Cuarteto de Valencia y promovió sus conciertos matinales.110 En los

tiempos de la República, aparte de la organización de Música de Cámara, se integró

como representante de la sección musical en varias sociedades culturales de renovación

108 La Comisión Organizadora, “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-XI-1931, p. 2. 109 Antonio M. Abellán, “La Orquestra Valenciana de Cambra”, Musicografía, 28, Monóvar, agosto de 1935, pp. 167-168. 110 José Pascual Hernández, “Gil Gallego, Francisco”, Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor, 2006, vol. 1, p. 439.

63

Page 76: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

juvenil, de entre las que destaca la entidad Acció d´Art, creada en Valencia en 1933 y

presidida por Vicente Abad Alvarez.111

Los miembros del futuro Grupo de los Jóvenes se integraron plenamente en los

ideales de esta sociedad, de modo que en el futuro crearon muchas obras ex profeso para

esta entidad, donde fueron estrenadas, convertida en un estímulo para estos

compositores. Sus relaciones con Francisco Gil, director artístico de la sociedad, fueron

tan estrechas que llegaron a la amistad personal:

Quan en l’estiu passat tingué lloc el casament de Francesc Gil, director de

l’Orquestra, uns quants músics jovens decidiren fer-li com a present de noces una

composició cada un, sobre un disseny donat que eixia de les lletres que composen

el seu nom. Palau va fer un ‘Vals’, Valdés una ‘Cançó i dansa’, Sánchez una

‘Humoresque’ i qui signa aquest comentari (Vicent Garcés) un ‘Epitalami’ per a

orquestra d’arc i piano, qui junt amb ‘Escena’ i ‘Amaneix’ va èsser estrenat en el

quart aniversari de l’Orquestra de Cambra.112

La existencia de esta sociedad finalizó con el estallido de la Guerra Civil, en cuyas

dramáticas circunstancias le fue imposible continuar funcionando. Por aquel entonces,

Francisco Gil se integró en la Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura de

Valencia, como delegado de la sección de música. También detentó el cargo de director

del Conservatorio de Valencia, desde el 20 de agosto de 1936 al 15 de agosto de 1938,

formando parte como vocal del Consejo Central de la Música, en julio de 1938 dirigió

un concierto con música de compositores soviéticos a cargo de la Orquesta de

Profesores del Sindicato Musical Hispania en Barcelona. Al finalizar el conflicto, la

entidad no pudo reorganizarse puesto que Francisco Gil se exilió en México, donde

vivió el resto de su vida.113

II. 3. 3 Sociedad Cultural de Conciertos

Esta sociedad tuvo una existencia muy efímera, pues desapareció a las pocas

semanas de presentarse, al estallar la Guerra Civil. Vinculada estrechamente a la

Orquesta Clásica, dirigida por el maestro Lapiedra, con el objetivo de servirle de apoyo

111 Sin autor, “Noticiario”, Musicografía, 3, Monóvar, julio de 1933. 112 Vicent Garcés, “Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3, Valencia, 1-VI-1935, p.4. 113 José Pascual Hernández, op. cit.

64

Page 77: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

y crear una vida concertística en torno a sus miembros y artistas vinculados. Sus

objetivos no diferían apenas de los de Música de Cámara, puesto que dio una especial

importancia a la difusión de obras de compositores valencianos, así como intérpretes de

la tierra.

Su presentación tuvo lugar el 3 de julio de 1936, y fue acogida cálidamente por la

prensa, como lo reflejan las siguientes palabras del crítico musical Eduardo López-

Chavarri Marco:

Ayer se presentó brillantemente la Sociedad Cultural de Conciertos, una

simpática entidad amante de la música, que se manifiesta con toda efusión

deseosa de oir buen arte en condiciones asequibles para todos. ¡Bien por la

Cultural! El salón del Conservatorio estaba lleno, cosa notabilísima en estos

tiempos. La inauguración de las sesiones de la Cultural estuvo a cargo de la

Orquesta Clásica, que dirige el maestro Lapiedra […] Ovaciones estruendosas,

petición de nuevas obras, tal fue el fin del primer concierto de esta Sociedad

Cultural, a la que deseamos la próspera vida que merece.114

Después de este acto, organizó un segundo concierto el día 10 de julio, a cargo de la

Orquesta Clásica y la pianista Consuelo Lapiedra. Sin embargo, no hay constancia de la

celebración de nuevos conciertos ni actividades de esta entidad, desaparecida pocos días

después con el estallido de la Guerra Civil.

II. 3. 4 La Sociedad Valenciana de Autores: Sección Sinfónica

Una entidad musical surgida en Valencia durante la década de los treinta, en la que

el Grupo de los Jóvenes tomó parte de modo muy activo, fue la Sección Sinfónica de la

Sociedad Valenciana de Autores, constituida por los principales compositores

valencianos de la época.

La Sociedad Valenciana de Autores abarcaba todos los campos de la creación

artística, pero la citada Sección Sinfónica se unió muy tardíamente a la sociedad, a

principios de 1936, muestra de que los compositores valencianos de entonces carecían

de perspectiva corporativa.

114 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “En el Conservatorio: La Sociedad Cultural de Conciertos”, Las Provincias, Valencia, 4-VII-1936, p. 5.

65

Page 78: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Mientras tanto, otros sectores más populares de la vida musical valenciana, como el

mundo de las bandas constituyeron su sección a finales de 1933, presidida por el

Músico Mayor Don Vicente Terol Gandía. Sus pretensiones eran, dentro de su propio

campo de acción, muy parecidas a las de otras entidades de la época:

Los propósitos de esta nueva Sección en la que estarán agrupados todos los

directores de bandas valencianas son, en la parte espiritual, un reconocimiento

de la indiscutible personalidad de estos organismos valencianos […] Se propone

también, que las obras obligadas que hayan de figurar en los certámenes más

importantes, sean las premiadas en concursos convocados al efecto entre los

compositores valencianos, pues consideran que la importación sistemática es

negar méritos y condiciones que dicen poco a favor de la escuela musical

valenciana. También preocupa a los organizadores, la creación de cátedras de

instrumentos de viento en el Conservatorio.115

Más tarde, esta entidad intentó modificar las bases del Certamen de Bandas de la

Feria de Julio de Valencia, dirigiéndose a tal efecto al ayuntamiento de la ciudad:

La ‘Societat Valenciana D´Autors’ (Sección Bandas de Música) teniendo en

cuenta que las Bases que rigen para el Certamen […] son las mismas que hace

cuarenta años, ha presentado al Excmo. Ayuntamiento de aquella ciudad las que

esta entidad […] ha confeccionado. Las nuevas bases están encaminadas a

dignificar el acto musical mediante la imposición de obras de autores valencianos

o nacionales, las cuales habrían sido premiadas con anterioridad en un Concurso

que debería organizar el Ayuntamiento.116

Sin embargo, esta sociedad no pudo impedir la suspensión del evento, en julio de

1934, por razones muy complejas en las que la propia sección no pudo tomar parte.

Al calor de estas iniciativas, en 1935 las entidades musicales se acercaron a esta

Sociedad Valenciana de Autores para organizar actividades en el campo musical, en las

que el compositor y crítico Vicente Garcés planteó la posibilidad de ampliar su ámbito

de acción:

[…] un temperament dinàmic de la Societat Valenciana d’Autors ha tingut

la iniciativa que aquesta organitze una primera campanya de teatre líric valencià,

iniciativa que sembla que va esser un fet la temporada vinent […] Complement de

115 Sin autor, “Sección Bandas: Nueva Sociedad”, Musicografía, 8, Monóvar, diciembre de 1933, p. 186. 116 Sin autor, “Noticiario”, Musicografía, 14, Monóvar, junio de 1934.

66

Page 79: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

la campanya escènica pot esser la realització del primer cicle de concerts

simfònics, de cambra i chorals.117

Sin embargo, pronto aparecieron ciertas dificultades como la reseñada en la

siguiente cita, cuya solución sólo seria factible con la organización de una sección

propia que abarcara el campo sinfónico:

Conseqüència de les diferències sorgides amb la ‘Sociedad de Autores

Españoles’ i la ‘Unión Radio’, se’ns impedix seguir radiant ‘La mitja hora dels

autors valencians’ que veníem efectuant tots els dilluns, la qual cosa comuniquem

a l’opinió, per fer constar als radioients, que aquesta interrupció és estranya a la

nostra voluntat i a la de l’emisora local, sentint vore’ns privats de reseguir la

nostra labor, portada a efecte amb tant d’èxit, esperant poder continuar-la

prompte.118

Estas circunstancias se podrían evitar con la existencia de una sección musical

sinfónica, lo suficientemente sólida, dentro de esta Sociedad de Autores. Durante los

meses siguientes, los propios compositores valencianos se plantearon la creación de una

Sección Sinfónica, constituida a principios de 1936 y presentada a la prensa el 13 de

febrero del mismo año con el siguiente manifiesto:

Constituïda recentment la Secció Simfònica d’esta Societat, la Junta de

Secció, en compliment d’un dels seus primers acords, fa una crida cordial als

compositors del País Valencià, invitant-los a integrar la mateixa, sempre qu’es

[sic] subjecten a les condicions següents:

a) Tindre estrenades en concert públic i per entitats o solistes de prestigi

reconegut, al menys tres obres simfòniques o en el seu defecte cinc obres ‘da

camera’ o corals.

b) La Junta es reserva el dret d’exigir als sol·licitants proves de la eixecució

de llurs obres i les partitures de les mateixes per a després del seu examen

admetre o refusar les sol·licitacions.

La Junta actual està constituïda d’esta manera: President, V. GARCÉS;

vis-president, E.L.CHAVARRI; secretari, V. ASENCIO; vocals, ENRIC G. GOMÀ

i M. PALAU.

117 Vicent Garcés, “Les arts i les lletres: Música”, El País Valencià, 1, Valencia, 18-V-1935, p. 4. 118 Societat Valenciana d´Autors, “Radio: La mitja hora dels autors valencians”, El País Valencià, 2, Valencia, 25-V-1935, p. 4.

67

Page 80: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

A més dels músics anteriors integren la secció els compositors MORENO

GANS, SÁNCHEZ, VALDÉS, OLMOS i RODRIGO.

La Junta té fet el propòsit d’estimular per quants adients tinga la producció

i difusió dels gèneres simfònic i vocal que a la seua jurisdicció pertanyen.

Per la Secció Simfònica: El secretari.119

Los cinco miembros del Grupo de los Jóvenes formaban parte de esta sección,

destacando la presidencia de Vicente Garcés, y la secretaría de Vicente Asencio,

mientras que los tres miembros restantes: Ricardo Olmos, Luis Sánchez y Emilio

Valdés, figuraban como socios de la misma. También destaca la presencia de Manuel

Palau, mentor en la creación del grupo, como vocal de esta sociedad. El resto de los

miembros eran destacadas figuras del ambiente musical valenciano, así como otros

compositores residentes en el exterior.

A pesar de que el pronto estallido de la Guerra Civil acabó con esta sociedad,

pudieron organizar destacadas actividades y conciertos, sobre todo en el ámbito

radiofónico. Gracias a la colaboración de Radio Valencia, se transmitió por radio un

ciclo de cuatro conciertos de música valenciana, iniciado el 13 de abril de 1936 con una

audición de obras para canto y piano, a cargo de la cantante Carmen Andújar y el

pianista Juan Garcés, con notas ilustrativas de Eduardo López-Chavarri Marco.

Los conciertos se celebraron los lunes por la noche, con frecuencia semanal, y el

segundo fue dedicado a música para violoncello y piano. El tercero constó de música

para piano solo, a cargo del pianista Juan Garcés, con la presentación de las obras a

cargo del maestro Palau. El cuarto y último trató, de nuevo, música para canto y piano,

pero en lengua castellana.

Todas estas actividades tenían carácter divulgativo, y permitieron el estreno de

muchas obras: Este cicle servirà per a mostrar una gran part de la producció de

cambra dels nostres compositors simfònics, oferint l’interés d’ésser primeres audicions

una bona quantitat de les obres que seran interpretades.120 El compositor Vicent

Garcés dio el siguiente discurso antes de la primera retransmisión, en el que planteaba

las intenciones de que esta entidad revitalizara con estas actividades el ambiente musical

valenciano:

119 Sin autor, “Sociedades: Societat Valenciana d´Autors (Secció Simfónica)”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-II-1936, p. 8. 120 Vicent Garcés, “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 20, Valencia, 11-IV-1936, p. 3.

68

Page 81: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Radioients valencians. Fa pocs mesos va ésser constituïda dins de la

Societat Valenciana d’Autors, la Secció Simfònica, integrada per aquells

compositors nostres que cultiven la música simfònica, de cambra i coral, és a dir,

la que, d’una manera genèrica, s’anomena música de concert. Un dels primers

acords de la Secció fou organisar un cicle radiat de música valenciana. Sabut el

propòsit per la Direcció de Ràdio València, esta posà el micròfon a la nostra

disposició, col·laborant entusiàstica i ardidament, amb impuls que la honora, a

que el País conega la producció musical contemporània dels seus compositors. El

cicle constarà de quatre recitals, en el que es donarà a conéixer una bona part

del nostre repertori de cambra, havent en el mateix les primeres audicions

d’obres que, o bé han obtingut el Premi Nacional de Música, o bé han estat

escrites en l’estranger durant el disfrut d’algun dels pensionats que l’Estat

concedix als artistes joves i de talent.

L’ambient musical de València no és encara el que correspon a una

capitalitat de tan ample volum […] Hi ha necessitat que València supere este

estat de coses, que s’endinsa en tots els aspectes de la seua vida.121

Este interesante ciclo cumplió sobradamente las intenciones planteadas por la

asociación, pero las dificultades surgidas con el cercano estallido de la Guerra Civil no

permitieron que ésta existiera más allá de aquellas fechas.

El Grupo de los Jóvenes vio cumplidas gran parte de sus intenciones, plasmadas en

el manifiesto que sacó a la prensa a principios de 1934, con la constitución de esta

asociación y la celebración de este ciclo. Sin embargo, su entusiasmo no encontró

correspondencia con las circunstancias políticas de la época, por lo que sus ideales

quedaron en suspenso durante la siguiente Guerra Civil, experimentando un largo y

dramático paréntesis en la posguerra. Aunque todos los miembros del grupo

sobrevivieron al conflicto bélico, las circunstancias materiales les impidieron plasmar

sus aspiraciones, cumplidas sólo parcialmente muchos años más tarde.

121 Vicent Garcés, “Música: Cicle radiat de música valenciana”, El País Valencià, 21, Valencia, 18-IV-1936, p. 2.

69

Page 82: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

II. 3. 5 Otras iniciativas

Además de las entidades musicales hasta aquí mencionadas, existieron otras cuya

significación fue mucho menor, o bien su incidencia en la existencia y creación de obras

de los miembros del Grupo de los Jóvenes fue insignificante. Una de estas sociedades

fue Amigos de la Música, que apareció a principios de 1943 en Valencia, nacida en el

seno de la Sección de Cultura de la Casa de los Obreros de San Vicente Ferrer. Su

finalidad era benéfica, consistente en dar a sus asociados audiciones de música selecta a

precios razonables y en horarios compatibles con los laborales. El régimen económico

estaba formado por unos socios que, mediante la satisfacción de una módica cuota

mensual, crearon un fondo gracias al cual se podía pagar a los concertistas y satisfacer

los gastos de organización. Asimismo, ofreció entradas gratuitas a los socios obreros de

la Casa, con objeto de aumentar el nivel de cultural de quienes no tendrían acceso en

condiciones normales a estos conciertos y también ofreció entrada libre a los miembros

de la Organización Nacional de Ciegos.122 Cabe destacar la existencia de una biblioteca

de temas musicales y literarios, inaugurada en 1948, y abierta diariamente de siete a

nueve de la tarde en los locales de la Casa de los Obreros.123

Su primer concierto lo ofreció la guitarrista Josefina Robledo, y el primer curso

finalizó con un emotivo homenaje al maestro e ilustre musicólogo Eduardo López-

Chavarri Marco. En el inicio del segundo curso, actuó la Orquesta Sinfónica de

Valencia, con la colaboración solista de José Bellver al piano.124

Con el tiempo esta entidad impulsó la creación de una Orquesta de Cámara, dirigida

por José María Machancoses, presentada el 9 de julio de 1947, pero de existencia

efímera:

Bien satisfecha puede estar la entidad “Amigos de la Música” de su

actuación en el presente curso, que se clausuraba con el concierto de anoche. Sin

alharacas [sic], pero con fe y convencimiento, “Amigos de la Música” da

programas muy variados, presenta los más diferentes géneros y estilos musicales,

huye del falso diletantismo, y hace una verdadera labor cultural. Sus conciertos

de clausura se distinguen por alguna nota de especial interés. El de ayer ofrecía

122 Sin autor, “Casa de los Obreros de San Vicente Ferrer: Sección de Cultura”, Ritmo, 172, Madrid, enero 1944, p. 18. 123 Antonio Vidal, op. cit., p. 459. 124 Sin autor, “Casa de los Obreros…”, op. cit.

70

Page 83: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

la novedad de una joven Orquesta de Cámara, bajo la benemérita dirección de

Machancoses, ese joven maestro trabajador y entusiasta de su arte.125

La entidad desapareció en los primeros años cincuenta, después de una valiosa e

interesante trayectoria.

La actividad musical en Valencia, valiosa pero un tanto dispersa entre pequeñas

entidades, buscó soluciones que la unieran bajo un punto común, beneficioso para la

economía del melómano y para una organización racional de su programación. En

repetidas ocasiones se estimularon sin éxito estas iniciativas desde la prensa, y la revista

musical Pentagrama lanzó a finales de 1955 un rumor que calificaba de inminente la

creación de una sociedad musical unificada, desmentido por su publicación el 28 de

diciembre como una inocentada en la que había más intención de estimular un acuerdo

aparentemente difícil que por las posibilidades reales de la época:

¡Albricias! Las gestiones que ha venido realizando un grupo de Amantes de

la Música, en representación de las entidades musicales de Valencia, para llegar

a un acuerdo acerca de la Federación de las mismas, es una realidad viva […]

Pues bien, desde el 1º de enero próximo, mediante una cuota mensual de 50

pesetas, el aficionado podrá considerarse socio de las siguientes entidades:

Orquesta Sinfónica, Orquesta Clásica, Sociedad Filarmónica, Coral Polifónica,

Orquesta Ferroviaria, Amigos de la Guitarra. La denominación de esta

federación será: “Música Reunida”. Como ello producirá una cantidad de socios

muy crecida se ha conseguido de la Diputación Provincial que en el nuevo pliego

de arriendo del Teatro Principal se reserve el local a “Música Reunida” todos

los lunes y viernes del año, siempre que no sean festivos. Las entidades por su

parte se comprometen a organizar un mínimo de dos conciertos mensuales, que se

celebrarán indistintamente por la tarde o por la noche.126

Esta iniciativa ficticia impulsaría la creación de un nuevo auditorio que permitiera

acoger a semejante reunión, proyecto largamente acariciado por el ambiente musical

valenciano de entonces:

Este acuerdo hará activar las gestiones que realiza la Sociedad

Filarmónica para la pronta construcción del ‘Palacio de la Música’ en el recinto

del Palacio del Conde de Parcent, según la iniciativa del Ayuntamiento de

125 Sin autor, “Amigos de la Música: Final del Curso-Orquesta de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 10-VII-1947, p. 6. 126 Sin firma, “Ya es un hecho la federación de sociedades musicales valencianas”, Pentagrama, 28-29, diciembre de 1955, p. 33.

71

Page 84: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Valencia. Hay que pensar que “Música Reunida” necesitará un local capaz para

4000 espectadores.127

Incluso se plantearon realizar un concierto inaugural de presentación de esta

entidad, aunque fechado el 28 de diciembre, lo que, junto al anonimato de estas noticias,

ofrecía muchas dudas a lectores serios:

Puedo anticiparle, añade nuestro interlocutor, las líneas generales del

programa del concierto inaugural que tendrá carácter de extraordinario y

constará de tres partes: En la primera, actuará la ‘Orquesta Ferroviaria’,

dirigida por el maestro Daniel Albir, que interpretará una sinfonía de Mozart,

como homenaje a este genio musical. En la segunda, la ‘Orquesta Clásica’,

dirigida por el maestro Corell, dedicará su actuación a los músicos valencianos.Y

en la tercera parte, el maestro Ferriz dirigirá al frente de la ‘Orquesta Sinfónica’

el “Concierto de Aranjuez”, de Joaquín Rodrigo, para guitarra y orquesta,

actuando como solista Andrés Segovia. Como final del acto, “Lo cant de la

Senyera” y el “Himno a Valencia” por la Coral Polifónica, dirigida por el

maestro Alamán. Este concierto se celebrará en el gran salón de la Feria

Muestrario, habilitado al efecto, por los principales artistas falleros. La fecha

para su celebración se ha fijado para la tarde el próximo día 28.128

Sin embargo, el citado concierto nunca se realizó, como tampoco el acuerdo que tan

alegremente se citaba en estas líneas. En esta última cita se adjunta una noticia que

refleja el carácter satírico de este rumor:

A última hora nos enteramos de que también quieren ingresar en la

Federación de entidades musicales ‘Los amigos del violón’. Pero una de las

citadas entidades, creemos que la más antigua, se ha opuesto a esta pretensión

porque algunos de sus socios tocan el violón magníficamente y no son amigos de

nadie.129

Dejando a un lado el componente esperpéntico de algunos aspectos de la noticia,

puede ser válida para conocer las aspiraciones de mejora de la vida musical valenciana,

por encima de las limitaciones producidas por la realidad de entonces, puesto que

resultaba muy complicado unir entidades musicales, en algunos casos de intención muy

dispar. También era casi imposible la construcción de un auditorio de semejante

127 Ibídem. 128 Ibídem. 129 Ibídem.

72

Page 85: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

capacidad, con su coste y bajo la presión urbanística de la Valencia de aquella época.

Sin embargo, desde la parcela del humor y la broma se pueden apreciar mejor los deseos

de vivificar un ambiente musical, entusiasta pero lleno de limitaciones materiales.

II. 4 Concursos de creación musical

Una buena muestra del pulso musical de una sociedad es el gusto del público y de

las entidades filarmónicas, reflejado en los programas de concierto y las diversas

actividades musicales realizadas. Sin embargo, los concursos de composición musical

permiten evaluar, gracias al análisis de las bases y la orientación estilística de las obras

premiadas, el estilo musical más aceptado en un contexto concreto.

En el presente epígrafe se van a citar las bases y fallos de una serie de concursos

celebrados en Valencia, así como algunos convocados en otros puntos de España donde

se aprecia una participación directa o indirecta de integrantes del Grupo de los Jóvenes,

a lo largo de la década de los años treinta, momento en el que las primeras obras de

estos compositores se estaban gestando. En algunos casos sus obras fueron premiadas,

en otros ni tan siquiera tenemos la certeza de que se presentaran, a causa de la

confidencialidad impuesta por los lemas con que las obras y compositores concurrían.

De este variado panorama se pueden extraer conclusiones que reflejan, por un lado la

vida musical valenciana, y por otro el pulso estético y social de nuestro país.

II. 4. 1 Concurso del Círculo de Bellas Artes de Valencia, en 1934

El primer concurso citado tuvo lugar en Valencia durante el verano de 1934,

organizado por la sección de música del Círculo de Bellas Artes de la ciudad. El objeto

de la convocatoria era la composición de un poema sinfónico a gran orquesta, sobre

argumento libre, inspirado en motivos del folklore nacional, con preferencia valenciano.

En la siguiente cita se mencionan los elementos técnicos de las bases del concurso:

Su duración no excederá de quince minutos. La orquesta se entiende así:

flautín o flauta tercera, dos flautas, dos oboes, corno inglés, dos clarinetes,

73

Page 86: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

clarinete bajo, dos fagotes, contrafagot, cuatro trompas, tres trompetas, tres

trombones, tuba bajo [sic], timbales, permisión[sic] (tres ejecutantes), dos arpas y

la cuerda correspondiente. Se adjudicará un solo premio indivisible de quinientas

pesetas. La copia de partes sueltas la hará el Círculo de Bellas Artes y estarán a

disposición del autor cuando así lo solicite. La obra queda propiedad del autor,

pero el Círculo se reserva el derecho a estrenarla en un festival de acuerdo con la

Orquesta Sinfónica, o en los conciertos de ésta. El jurado podrá proponer

diplomas de mención a las obras que lo merezcan; de estas obras, el Círculo y la

Orquesta se reservan el derecho de estreno y ejecución. Los originales se

enviarán sin firma […] Estos originales serán dirigidos al señor presidente de la

sección de música del Círculo de Bellas Artes de Valencia, calle de la Paz,

número 23, antes de las doce de la noche del 30 de junio del corriente año. El

círculo nombrará el Jurado y éste se hará saber a los concursantes al cerrarse el

plazo de admisión.130

Una parte de las bases permite deducir la orientación nacionalista del concurso, más

exactamente valencianista. Por otra parte, la orquestación prescrita parecía estar más

cerca de los recursos tímbricos post-románticos, al exigir una gran orquesta sinfónica,

lejos de los supuestos impresionistas y neoclásicos que por aquel entonces

representaban la vanguardia musical de Valencia. La convocatoria del Círculo de Bellas

Artes y la participación de la Orquesta Sinfónica reflejan el compromiso social de la

ciudad con el concurso, y el estreno de la obra premiada durante el mes de julio

siguiente le daría una resonancia global de tal dimensión, que nos permitiría tomar el

pulso exacto de los gustos musicales de la Valencia de la época.

Por aquel año, el Grupo de los Jóvenes estaba recién constituido, y resulta lógico

que sus miembros se vieran atraídos por este concurso, puesto que su orientación

estética nacionalista podría coincidir con la de estos compositores. Sin embargo, al

presentarse las obras de forma anónima bajo lemas, no se puede saber con exactitud si

alguno se presentó a este concurso. La siguiente cita de prensa enuncia los lemas de las

obras presentadas, así como los miembros del jurado:

En el concurso convocado por este círculo, a propuesta de la Sección de

Música, para premiar un Poema Sinfónico inspirado en el folk-lore español (con

preferencia el valenciano), cuyo plazo terminó el día 30 de junio último, se han

recibido las siguientes obras con los lemas: “Espectador”, “Per la flor del Lliri 130 Sin autor, “De Música: Concurso Musical”, Las Provincias, Valencia, 29-V-1934, p. 2.

74

Page 87: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Blau”, “Floreal”, “Oriente”, “La Cova del Barranquet”, “Txeru”, “Lodia”,

“Joveniol”, “La Dama de Elche”, “Iris”, “El Jardín de las Hespérides” y

“Ultreya”.

El Jurado designado por el Círculo de Bellas Artes lo constituyen los

ilustres compositores don Vicente Peydró, don Eduardo López-Chavarri y don

Jacinto Ruiz Manzanares.

Oportunamente daremos a conocer el fallo del Jurado.

La obra premiada será interpretada en un festival que al efecto organiza el

Círculo, con la cooperación de la Orquesta Sinfónica de Valencia, dirigida por el

maestro Izquierdo, en la noche del 26 del corriente en los Viveros Municipales,

cedidos galantemente por el excelentísimo Ayuntamiento.131

Otro elemento a considerar es la composición del jurado, formado por compositores

de cierta edad, lo que no auguraba la posibilidad directa de que fueran premiadas obras

presentadas por miembros del Grupo de los Jóvenes, más cercanos a las nuevas

propuestas estilísticas llegadas de Francia. Pocos días más tarde se dio a conocer el fallo

del mismo, recayendo el premio por unanimidad en una obra de Joaquín Rodrigo

titulada Per la flor del lliri blau. Este compositor valenciano había estudiado en París

con Paul Dukas durante la década de los veinte, lo que le proporcionó una formación y

conocimientos que superaban a la mayoría de compositores valencianos de la época. En

el fallo del jurado se citaba una mención honorífica a las obras que tenían los lemas

Espectador y Txeru, pero sin precisar ni su auténtico título, ni sus respectivos autores.132

Ante el carácter anónimo del resto de obras, así como los lemas que las caracterizan,

resulta imposible conocer con certeza si alguna perteneció a miembro del Grupo de los

Jóvenes. Asimismo, la carencia de testimonios al respecto hace imposible conocer si así

fue, puesto que ninguno de sus familiares y allegados recuerda este hecho. La intuición

nos permite sospechar que la obra Oriente pudiera tener algún vínculo con Luis

Sánchez, merced a la inspiración alhambrista de sus primeras obras, así como su

composición por aquellos tiempos de una pieza para piano y orquesta de cámara titulada

Oriental. Según el mismo criterio, la pieza titulada La Dama de Elche podría atribuirse

a Emilio Valdés, puesto que por aquel entonces se sentía atraído por este tema. Sin

embargo, años más tarde Vicente Asencio compuso un Preludio a la Dama de Elche

131 Sin autor, “Círculo de Bellas Artes de Valencia: Sección de Música”, Las Provincias, Valencia, 5-VII-1934, p. 5. 132 El fallo está publicado en: Sin autor, “Círculo de Bellas Artes: Sección de Música”, Las Provincias, Valencia, 11-VII-1934, p. 3.

75

Page 88: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

para piano, muy pronto orquestado, que podría guardar algún vínculo con esta obra.

Sorprende que Vicente Garcés, compositor entonces muy activo en la línea estética

nacionalista, no participara, puesto que ninguno de los lemas mencionados guarda

relación con su obra. No se dispone tampoco de ningún tipo de vínculo con Ricardo

Olmos, quien en esta época todavía empezaba a componer para orquesta de cámara, lo

que hace difícil suponer su participación. Es lógico que un concursante no premiado en

el concurso no tuviera el mínimo interés en divulgar su concurrencia en el concurso, por

lo que es comprensible que los miembros del Grupo de los Jóvenes no hicieran noticia

de este hecho, y su posible presencia sea actualmente muy difícil de probar.

La trascendencia de la obra premiada fue sobresaliente gracias a su divulgación en

concierto, estrenada por la Orquesta Sinfónica el 26 de julio de 1934, así como por su

entusiasta acogida por el público. Para críticos como Eduardo López-Chavarri Marco,

esta pieza parecía inaugurar un nuevo rumbo en la música valenciana, reforzado por el

creciente prestigio de Joaquín Rodrigo:

Fue un acontecimiento en la vida artística de Valencia el de ayer. Se

estrenaba una obra netamente valenciana, de gran valía, de alta significación y

que había sido premiada en el Concurso abierto por el Círculo de Bellas Artes: el

poema sinfónico “Per la flor del lliri blau”. Precisa afirmar el resurgimiento del

alma musical valenciana, que se estacionó en la dirección teatral (y en el teatro

de la zarzuela).

Los compositores jóvenes no creían sino en el teatro; ha sido necesaria una

convicción enorme para que la joven escuela sepa llegar a la gran música y

producir las bellas, las dignas obras que han acudido al concurso del Círculo de

Bellas Artes, muchas de ellas merecedoras también de premio, por sus ideas, por

su construcción, por la manera feliz como estaban orquestadas. ¿Se dará cuenta

Valencia de lo que representa esta moderna dirección de los jóvenes maestros, y

de lo que valen sus orientaciones?

Joaquín Rodrigo es uno de nuestros valores más elevados; de gran

sensibilidad, de gran dominio de la técnica […] Con audacias mayores que las de

muchos que se las dan de modernista, el resultado de ellas no es ilógico, ni hiere

al oído, y produce la plena emoción estética: es Rodrigo un maestro, es un

76

Page 89: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

admirable artista […] ¡Magistral obra, que da a la escuela valenciana un alto

lugar en la música europea contemporánea!133

La crítica valoró en su justa medida los elementos técnicos de la obra que, pese a su

aparente novedad, estaba más cerca del sinfonismo poemático alemán de finales del

siglo XIX:

Muy interesante de orquestación, fuerte en ocasiones, con algunos

momentos, pero pocos, más agrios, la obra de Rodrigo es noble y bella y

asequible al gran público. No dudamos que este poema se ha de oír muchas veces

aquí y lo comprenderán todos a poco que lo oigan; pero, además, creemos que

“Per la flor del lliri blau” ha de correr por las orquestas del mundo.134

Rodrigo ha compuesto una obra sinfónica de alta categoría, en donde con

la invención original se funde la canción popular. Dividida en varios episodios,

forma un conjunto muy equilibrado; nunca decae el interés, y lo mismo la

‘fanfare’ inicial, sobre un obstinado pedal de la cuerda, que la plañidera melodía

que acompaña el arpa, y que luego la cuerda recoge ampliamente, como el

gracioso episodio que inician los flautines (la alegre marcha del joven príncipe),

o la pintoresca progresión, glosando el tema, superposición de las voces de la

orquesta, con un carácter sollozante, y que conduce al final, todo revela una

inventiva inspirada y una acertada manera orquestal, sin que falten, si bien no

predominan, ciertas armonías disonantes.135

Un elogio bien merecido debemos hacer del poema sinfónico del joven

compositor valenciano Joaquín Rodrigo, “Por la flor del lirio azul” [sic], que se

aplaudió con entusiasmo. Realmente Joaquín Rodrigo es, entre los compositores

de la última promoción, uno de los mejor dotados y preparados, pues su orquesta

es fina y elegante, rica en contrastes y brillante de sonoridades. El autor fue

ovacionado.136

El valor intrínseco de la obra podría reflejar una renovación en la música

valenciana, pero el elemento nacionalista, reflejado en el uso de las canciones populares

valencianas Els tres tambors y Per la flor del lliri blau que da título a la obra, aparece

133 Eduardo López-Chavarri Marco, “Concierto en los Viveros: Estreno de un poema sinfónico de Joaquín Rodrigo”, Las Provincias, Valencia, 27-VII-1934, p. 7. 134 Sin autor, “Crónica de la Música: La Sinfónica en los Viveros. Un poema de Rodrigo”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-VII-1934, p. 6. 135 Sin autor, “Los Conciertos de la Orquesta Sinfónica en los Viveros”, Diario de Valencia, Valencia, 27-VII-1934, p. 8. 136 Sin autor, “Mundo musical”, Ritmo, 99, Madrid, 1-XII-1934, p. 12.

77

Page 90: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

revestido de un ropaje orquestal opulento, lejos de la tendencia al refinamiento

impresionista y la depuración neoclásica. Por consiguiente, la obra pudo ser novedosa

en su momento, pero fue rápidamente superada por obras más avanzadas como el

Divertimento de Palau, estrenado en 1938, y algunas obras de Vicent Garcés o Vicente

Asencio. Sin embargo, desde su estreno esta pieza gozó del favor del público, variable

indispensable para evaluar la vida musical valenciana de la época.

El desconocimiento casi absoluto del resto de piezas presentadas al concurso nos

priva de hacer juicios de valor sobre el fallo del jurado. Sin embargo, la audición de la

obra permite aproximarla al gusto estilístico de los miembros del jurado, cercano a lo

decimonónico, sin que esto signifique un desaire a su valía demostrada sobre todo en

Eduardo López-Chavarri Marco.

II. 4. 2 Orientación estética en los Concursos Nacionales de Bellas Artes

En este epígrafe se van a plantear los requerimientos estilísticos exigidos en las

bases de la sección de música del Concurso Nacional de Bellas Artes, convocado en el

año 1935, un año después del organizado en Valencia. El propósito es contraponer las

exigencias de éstos con las del concurso valenciano, así como verificar las reacciones

del mundo musical del país ante sus bases, aparecidas en la prensa con el siguiente

enunciado:

Se han publicado en la “Gaceta” del 1 del corriente los temas y becas por

que han de regirse los concursos de Literatura, Pintura, Grabado, Música y

Arquitectura. El concurso de música constará de dos temas:

a) Una ‘suite’ para orquesta en el estilo y carácter de la música española

en la época de Lope de Vega, pudiendo el compositor elegir libremente los

elementos instrumentales empleados en la partitura, con arreglo a sus ideas y

propósitos expresivos.

b) Un grupo mínimo de cuatro canciones para una voz, con

acompañamiento de piano o guitarra, sobre poesías de Lope de Vega, escogidas

con personal criterio del concursante entre las inmortales creaciones del glorioso

poeta.

78

Page 91: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Se concederá un premio de cuatro mil pesetas al tema a) y uno de mil al

tema b). Los trabajos se entregarán también, como los anteriores, en la

Secretaría de los Concursos nacionales, y las obras premiadas seguirán

perteneciendo a sus autores.137

La orientación estilística de este concurso es neoclásica, al plantear un revival de la

música española de los tiempos de Lope de Vega, con la intención de aprovechar los

recientes estudios musicológicos sobre esta época, y hacerlos cristalizar en una obra que

uniera el pasado con el presente. Más libre es la orientación de las canciones del tema

b), aunque el propio sentido poético planteado obligara a un estilo semejante.

En este concurso, los organizadores pulsan los estilos más novedosos de la época,

puesto que el neoclasicismo entró en España merced a la música tardía de Falla y la

llamada Generación del 27. Sin embargo en Valencia todavía estaba en estado

embrionario, aunque las obras de Palau y algunos discípulos, entre ellos miembros del

Grupo de los Jóvenes, planteaban estas nuevas alternativas.

Las bases de este concurso plantearon numerosas quejas entre crítica y

compositores, a causa del escaso plazo de dos meses establecido para su entrega, lo que

dificultó considerablemente su celebración (no se disponen de pruebas concluyentes

sobre si al final se realizó). Ahora bien, la auténtica razón de esta protesta estaba en la

exigencia estilística, no extraña pero sí requeridora de una cultura musical superior a lo

habitual en este país, como lo refleja el siguiente comentario aparecido en el diario El

Sol:

Es inútil decir que en dos meses no hay tiempo material para componer y

copiar una “suite” para orquesta como la que se expresa; pero este plazo se hace

aún más exiguo desde el momento en que el Concurso obliga a los aspirantes a

un trabajo de erudición al que la casi totalidad de los compositores españoles es

extraña, puesto que se requiere que la “suite” esté escrita en el ‘estilo y carácter’

de la música española de la época de Lope de Vega.

Sin prejuzgar estas bases, que cumplen con las circunstancias mejor que

con la realidad de las cosas, lo cierto es que dos meses escasos no son tiempo

suficiente para que un compositor, ajeno a trabajos de erudición, pueda

documentarse y después componer los varios movimientos de que ha de constar

su obra. En interés de los jóvenes artistas, y aun de la seriedad de los concursos

137 Sin autor, “Mundo musical”, Ritmo, 114, Madrid, agosto de 1935, p. 14.

79

Page 92: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

nacionales y del Ministerio que los patrocina, creemos oportuno llamar la

atención de éste respecto al particular.138

Con independencia de las razones de esta protesta, en las que se aprecian las

presumibles limitaciones culturales de muchos compositores españoles de la época, las

bases plantean la posibilidad de ampliar los horizontes culturales y estilísticos entre los

creadores musicales de la nación por aquel entonces.

En este punto, queda como objeto de reflexión el comparar las circunstancias y el

estilo de la obra de Rodrigo premiada en Valencia, con lo exigido en las bases de este

concurso de ámbito nacional. En conclusión, identificando el gusto musical

predominante en Valencia con Per la flor del lliri blau, de orientación romántico-

nacionalista con toques decimonónicos, se aprecia cierto retraso en relación a las

tendencias predominantes en Madrid, de un neoclasicismo más avanzado e identificable

con las bases de este concurso. Sin embargo, los lenguajes musicales dominantes en

Valencia experimentaron un importante cambio hacia un nacionalismo más depurado y

neoclásico, reflejado en obras como el Divertimento de Palau o los Poemes Pastorals de

Vicente Garcés, gracias en gran parte a la influencia producida por la presencia de

varios compositores españoles y extranjeros de estilos más avanzados durante los

primeros meses de la Guerra Civil, cuando la ciudad fue capital cultural y política de la

amenazada Segunda República. No por ello se debe ignorar la trascendencia de Per la

flor del lliri blau de Rodrigo, y su incidencia en la vida musical valenciana.

II. 4. 3 Concursos valencianos en 1936 y 1937

En los años siguientes, los concursos de creación musical convocados en Valencia

acentuaron la orientación nacionalista valenciana y, al coincidir con la madurez de los

miembros del Grupo de los Jóvenes, sus figuras aparecieron con cierta frecuencia.

En los momentos anteriores al estallido de la Guerra Civil, así como tras su inicio,

numerosas entidades de orientación política valencianista convocaron concursos,

mayoritariamente de música vocal con textos en valenciano. A diferencia de los

concursos anteriores, estas obras quedaron enmudecidas al final del conflicto, al no

coincidir ideológicamente con la orientación del bando vencedor en la contienda.

138 Sin autor [Adolfo Salazar], op. cit. Extraído de un fragmento publicado en El Sol.

80

Page 93: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El primer concurso fue convocado en febrero de 1936 por el Consell de cultura i

relacions culturals valencianes- PROA, para composiciones corales, bajo las siguientes

bases:

El consejo de cultura y relaciones culturales PROA, ha abierto un concurso

de composiciones corales que se regirá por las siguientes bases:

Primera.- Todos los compositores valencianos podrán presentar obras a

dos voces, a cuatro y a seis, de una duración aproximada de cinco minutos.

Segunda.- Las letras de dichas obras estarán escritas en valenciano y el

Jurado tendrá muy en cuenta el nivel literario de las mismas.

Tercera.- De las composiciones presentadas se elegirán las mejores

realizadas a dos voces, a cuatro y a seis.

Cuarta.- El premio consistirá en la edición inmediata de las tres

composiciones seleccionadas, las cuales se darán a conocer en un festival.

Quinta.- Las partituras irán acompañadas de un sobre con la poesía

correspondiente, llevando ambas el nombre de su respectivo autor.

Sexta.- El Jurado lo constituirá un poeta, dos compositores y un

representante de PROA

Séptima.- El término de admisión será el día 10 de marzo próximo y veinte

días después se dará a conocer el fallo del Jurado.

Octava.- Las obras se entregarán en la misma casa de PROA, Libreros 8,

Valencia, de siete a nueve de la noche.139

El jurado estaba compuesto por Eduardo López-Chavarri Marco, presente también

para juzgar en el concurso del Círculo de Bellas Artes de 1934, y Joan Tomás; Carles

Salvador como poeta y literato en lengua valenciana, y Nicolau Primitiu como

representante de PROA. La presencia de miembros del Grupo de los Jóvenes, así como

de su mentor Manuel Palau, fue sobresaliente en el fallo del jurado:

En la ciutat de València, a 16 de maig de 1936, i reunits els sotasignants en

el domicili social de PROA, Consell de Cultura i Relacions Valencianes, per a

fallar el concurs de composicions corals convocat per esta entitat en febrer del

present any.

Examinades les obres presentades, així com les lletres de les poesies sobre

les quals han estat composades les partituras, el Jurat entén unànimement que les

139 Sin autor, “P.R.O.A: Concurso de composiciones corales”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 7-II-1936, p. 6.

81

Page 94: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

titulades ‘Sega, segador’, lletra de Daniel Martínez Ferrando i música de Manuel

Palau; ‘Cançó estiuenca’, lletra d’Almela i Vives i música d’Enric Gomà, i

‘Càntic’, versos de Gil Vicente vertits al valencià per A. Castanyer i música de

Vicent Garcés, mereixen per igual l’ésser editades per ajustar-se al carácter i

estil demanats en la convocatòria del Concurs.

Considerant que en la titulada ‘La cançó es va perdre un dia…’, lletra de

Poal Aragay i música de Ricard Olmos, concorren les mateixes circumstàncies

que en les tres anteriors, estén el premi a la dita obra del senyor Olmos, entenent

que així mateix deu ésser publicada. I per que conste signem: Eduard López-

Chavarri, Joan Tomás, Nicolau Primitiu i Carles Salvador.140

En el presente concurso fueron galardonados, aparte de Enrique Gomà, los

miembros del Grupo de los Jóvenes: Vicent Garcés y Ricardo Olmos, así como Manuel

Palau, profesor de ambos y aglutinador del grupo.

Las exigencias del mismo coincidían plenamente con el ideal valencianista del

Grupo de los Jóvenes, lo que justifica que consiguieran la mayoría de los premios del

concurso. Por otra parte, el proceso de maduración de ambos compositores ya se había

completado y eran capaces de dar el salto hacia la música orquestal, objeto del siguiente

concurso.

Ya en plena Guerra Civil, el Consell Provincial de Valencia, la Conselleria de

Cultura y el Comisariado de Bellas Artes, convocaron los Premios Musicales del País

Valencià, cuyas bases fueron publicadas el 28 de enero de 1937 en el Boletín Oficial de

la Provincia de Valencia con el siguiente enunciado:

Consell Provincial Valencià. Conselleria de Cultura. Comissariat de Belles

Arts: Premis Musicals del País Valencià.

Esta Conselleria de Cultura entén com una de les seues primordials

obligacions, la de marcar les directrius, que, en ordre a la nostra cultura, tindrà

que desenrotllar amb més amplitud en l’hora pròxima de l’autodeterminació del

País Valencià. Una d’elles és l’establiment dels concursos anuals de Belles Arts,

en les seues diverses manifestacions. Responent a tal idea i tractant d’estimar la

producció dels nostres compositors fidels a l’esperit i peculiaritats de les terres

valencianes, esta Conselleria de Cultura convoca el concurs musical

corresponent a 1937, d’acord amb les següents bases:

140 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt (1906-1984), Sagunto: Bancaixa, 1998, pp. 63-64. Extraído del Archivo de la Familia Garcés Queralt.

82

Page 95: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

a) L’obra convocada serà una ‘suite’ inèdita de tres o quatre ‘lieders’ per a

una veu solista (soprano, contralt, tenor o baríton) i orquestra.

b) La lletra dels ‘lieders’ haurà de estar escrita en llengua valenciana i ser

factor molt important la calitat literària dels poemes.

c) Es concedirà un prèmit de 2000 pessetes i un accèsit de 1000, apart les

mencions honorífiques que el Jurat estime pertinents.

d) Les partitures portaran un lema i aniran acompanyades d’un sobre

tancat, que, repetint el lema en la part externa, contindrà dins el nom i domicili

de l’autor. A més s’adjuntarà la reducció per a cant i piano corresponent, així

com una quartella solta indicant els noms que el concursant vota per a Jurats.

e) Podran concorrer el concurs tots els compositors del País Valencià

(Alacant, Castelló i València).

f) L’original de les partituras premiades quedarà arxivat en la Conselleria

de Cultura, així com la reducció per a cant i piano, reservant-se el dret de fer una

sola edició de les mateixes quan ho crega convenient. Els autors podran traure

copia de les partituras sempre que ho sol·liciten d’esta Conselleria.

g) Per sí, o d’acord amb alguna societat de concerts de València, la

Conselleria de Cultura organitzara un festival de música per a donar a coneixer

les obres premiades.

h) El termini d’admissió de partitures finirà el dia 31 del proper mes de

març. El fallo del Jurat es farà públic, forçosament quinze dies després.

i) Les composicions musicals hauran de presentarse en la Conselleria de

Cultura, Comissariat de Belles Arts, carrer de Sorní, número 7, principal, de 11 a

1 i de 5 a 7.

Valencia 22 de gener de 1937. El Conseller de Cultura, F. Bosch Morata.141

El jurado estuvo formado por el compositor y figura destacada de la madrileña

Generación del 27 Rodolfo Halffter, el profesor del Conservatorio de Valencia Pedro

Sosa, y el literato e intelectual valenciano Carles Salvador.

En este concurso, la participación de miembros del Grupo de los Jóvenes fue

destacadísima, merced a la obtención del premio por Vicent Garcés con los Poemes

Pastorals, mientras que el accésit fue obtenido por Matilde Salvador y Vicente Asencio

con Tres Cançons Valencianes.

141 Sergi Arrando, op. cit., pp. 71-73.

83

Page 96: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La Conselleria de Cultura, con el apoyo de la Sociedad Filarmónica, organizó el

concierto donde fueron estrenadas las composiciones premiadas, el 23 de mayo de 1937.

En el mismo se programaron obras del propio Rodolfo Halffter, Manuel de Falla (que

demostraba ser todo un referente estético), así como los valencianos Moreno Gans y

Palau. La respuesta de la crítica fue abiertamente positiva, como lo reflejan las palabras

de Enrique González Gomá que, tras su ejercicio en los periódicos La voz de Valencia y

Diario de Valencia, elogiaban a estas obras en su crónica de la vida musical valenciana

publicada en el primer ejemplar de la revista Música, publicación de ámbito estatal:

Son las “Tres cançons valencianes” (escogidos textos poéticos de Bernardo

Artola), de Matilde Salvador, una joven pianista y compositora de Castellón de la

Plana, discípula de Vicente Asencio, orquestador de los tres ‘lieder’. En ellos,

como en los tres que igualmente componen la obra de Vicente Garcés, sobre

poesías, respectivamente de Bernardo Artola, de Luis Guarner y de Miguel

Durán, se observa la tendencia resuelta a producir una melodía valenciana que,

sin alusión folklórica alguna, posea, sin embargo, todo el acento y el matiz de un

lirismo propio y de un lenguaje terral. Son de una intención más popular, siempre

en valoración de ‘lied’, las canciones de Salvador-Asencio.142

Este concurso marcó el punto culminante en la realización de las aspiraciones del

Grupo de los Jóvenes y la respuesta del ambiente cultural de Valencia. Sin embargo, la

evolución desfavorable del conflicto bélico hizo imposible mantenerlas. Tras el mismo,

Vicent Garcés se vio envuelto en la marginación y el ostracismo, mientras que Vicente

Asencio tuvo que dejar temporalmente de lado la estética valencianista ante el cambio

de gusto operado.

II. 4. 4 Un concurso en la primera posguerra

A pesar de las difíciles circunstancias de la posguerra, algunos compositores del

Grupo de los Jóvenes fueron capaces de mantener un tono creativo importante, y gozar

de la obtención de galardones en concursos de composición organizados en esa época.

En Bilbao, muy lejos de Valencia, la Jefatura Provincial de Propaganda de

Vizcaya organizó a mediados de 1939 un concurso de creación musical, al que se 142 Gomá, “Valencia”, Música (Revista Mensual editada por el Consejo Central de la Música y la Dirección General de Bellas Artes), 1, Barcelona, enero 1938, p. 51.

84

Page 97: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

presentaron diecinueve obras, entre las que se contaba una Sonata para violín y piano

de Vicente Asencio con la que obtuvo el primer premio. Su futura esposa, Matilde

Salvador, obtuvo una mención honorífica con sus Seis canciones españolas.

Este acontecimiento fue glosado en la prensa valenciana, junto con comentarios

técnicos y formales acerca de la obra, en los que se elogiaba su valía:

Es una buena noticia. En el concurso nacional recientemente celebrado por

Falange, figuraba entre las obras que se pidieron, una sonata para violín y piano.

Muchas obras de esta clase presentáronse al concurso, y ha salido triunfante la

de un joven compositor […] Se trata de Asensio [sic], el joven compositor

castellonense […] Y ahora triunfó. Ello debe enorgullecernos a los valencianos,

pues ya es hora de que nuestros valores vayan teniendo la debida sanción.

La sonata de Asensio es una composición en tres tiempos, hecha sobre

temas populares españoles, como exigía el concurso. Asensio es un compositor

que tiene fibra y gusto. No es esclavo de la técnica. Es un moderno, pero no un

atrabiliario. Sus composiciones son obras del amor y no del egotismo. Por eso ha

triunfado. Reciba nuestra enhorabuena.143

Esta obra fue estrenada en el Coliseo Albia de Bilbao, en concierto celebrado el 26

de noviembre de 1939, y mereció el elogio de la crítica:

Y es su sonata una bella composición de gran musicalidad y técnica bien

trabajada, escrita sobre temas populares por un músico cuya perfecta

preparación se advierte enseguida. Al dar noticia de este triunfo obtenido por el

maestro Asencio, uno de los más sólidos valores artísticos de nuestra ciudad, nos

felicitamos de sus éxitos tan reiterados como merecidos.144

Sin embargo, las circunstancias de la convocatoria de este concurso eran

radicalmente diferentes a los del epígrafe anterior, muy lejos de los ideales del Grupo de

los Jóvenes, aparcados durante cierto tiempo por las duras circunstancias políticas del

país.

143 Sin autor, “La sonata de Asensio, premiada en el concurso de la Falange (Un compositor castellonense que triunfa)”, Las Provincias, Valencia, 19-X-1939, p. 8. 144 Sin autor, “Triunfo de un compositor castellonense: Se estrena en Bilbao la obra premiada de Asencio Ruano”, Mediterráneo, Castellón, 30-XI-1939, p. 3.

85

Page 98: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

II. 5 El teatro musical en Valencia (1925-1960)

En este epígrafe se va a desarrollar el contexto y la evolución del teatro lírico en

Valencia, durante la época en la que los miembros del Grupo de los Jóvenes tuvieron su

punto álgido en lo creativo y personal, entre la segunda mitad de la década de los veinte

y principios de los sesenta. Aunque estos compositores cuentan con un catálogo escaso

y poco significativo en este género, su importancia global hace necesario exponerlo para

un mejor conocimiento de la vida musical en Valencia durante estos años.

La exposición se dividirá en dos épocas, tomando como punto de inflexión y

separación el final de la Guerra Civil en 1939, puesto que el citado conflicto imprimió

un cambio muy radical en la vida social y cultural valenciana. Por otra parte, en cada

período de tiempo se expondrán consecutivamente los dos principales géneros: la ópera

y la zarzuela, con sus respectivas circunstancias y problemáticas. Posteriormente se

citarán los principales teatros y recintos de la ciudad donde se desarrollaron estos

géneros, en un contexto donde se tendía hacia una especialización que, aparte de

algunas excepciones que se mencionarán, permite exponerlos en cada género por

separado. Los datos referentes a la creación musical valenciana en el teatro lírico

durante estos años, se citarán dentro de los puntos antes citados, referidos a los géneros

y los locales de representación.

II. 5. 1 Finales de la década de los veinte y Segunda República

Los años veinte fueron una época en que la vida operística valenciana experimentó

una progresiva pero evidente decadencia, motivada en parte por la desarticulación del

circuito español de ópera a causa de la clausura del madrileño Teatro Real en 1925, lo

que dio lugar a que las compañías de ópera permanecieran menos tiempo en la cartelera

y pasaran más fugazmente por las ciudades, afectando a la rentabilidad de unos

montajes que cada vez fueron más improvisados. Durante estos años, el Teatro Principal

fue el único recinto donde se representó ópera en Valencia con cierta continuidad, si se

exceptúan las temporadas de verano en la Plaza de Toros, y en 1929 ofreció su última

temporada reseñable con poco más de treinta representaciones. El repertorio estaba

formado básicamente por óperas belcantistas italianas, a excepción del éxito puntual de

86

Page 99: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El gato montes de Penella, lo que motivó un significativo incremento de sopranos

ligeras en los repartos operísticos de los teatros valencianos. 145

Durante la década de los treinta, la decadencia se convirtió en crisis generalizada,

puesto que dejaron de montarse temporadas de ópera y se convirtieron en breves ciclos,

lo que motivó que hasta la Guerra Civil apenas se llegara a media docena de óperas

anuales por término medio, desapareciendo este género durante el conflicto bélico. La

principal causa de esta situación fue la nula rentabilidad de estos espectáculos, lo que

motivó el apoyo de entidades como la Diputación Provincial de Valencia, de la que ya

dependía el Teatro Principal, así como la Asociación de la Prensa Valenciana que

organizó representaciones estivales en los Viveros Municipales de Valencia. Josep Lluís

Sirera refleja en la siguiente cita, tomada de las quejas de un arrendatario sobre un

contrato del Teatro Principal, las circunstancias provocadas por la escasa rentabilidad

del teatro lírico que llevaron a la Diputación a obligar al citado arrendatario a que

programara un mínimo de funciones:

Basándose en la crisis por la que atraviesa el teatro nacional, las medidas

adoptadas por la Sociedad de Autores y el poder público, con posterioridad al

contrato de arriendo, y en la necesidad de fijar una norma espiritual que acomode

el funcionamiento del citado Teatro Principal a las verdaderas exigencias del arte

lírico, solicita de esta Corporación que, a los efectos del mínimo de treinta

funciones y dos estrenos de ópera italiana que expresa el párrafo primero de la

condición décima de las especiales del contrato vigente, sean computadas todas

las funciones de ópera que se representen en el Teatro Principal, así como las de

ópera española y zarzuela grande, en cuanto excedan estas últimas de las treinta

representaciones que exige el párrafo 20 de la propia condición.146

Sirera expone que la ópera prácticamente desapareció de los escenarios del Teatro

Principal, aún a pesar de la condición contractual que motivó la queja arriba citada. Las

razones se explican en la imposibilidad material de organizarla, a causa del complicado

sistema de contratación y los considerables riesgos económicos que debía asumir el

empresario, sin apenas garantías de beneficios.147

145 Rafael Díaz, “Opera: III. La ópera en Valencia de 1868 a 1939”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, pp. 179-184. 146 Josep Lluís Sirera, El Teatre Principal de València, València: Institució Alfons el Magnànim-IVEI, 1986, pp. 257-258. Extraído de una instancia leída en la sesión de la Diputación celebrada el 27 de marzo de 1933. 147 Josep Lluís Sirera, op. cit., p. 258.

87

Page 100: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

De entre el escaso repertorio de estos años destacaron una vez más las óperas

italianas, sobre todo las de Verdi, Puccini y los compositores veristas. La presencia de

ópera francesa se redujo a Carmen de Bizet y la alemana a Lohengrin de Wagner,

mientras que la española a Marina de Arrieta y Las Golondrinas de Usandizaga. Como

nota singular, cabe destacar la representación de óperas nacionalistas rusas a cargo de la

Compañía de Opera Rusa de París en mayo de 1931, repetidas a finales de 1932. Las

obras valencianas de aquella época como El gato montés de Penella y La venta de los

gatos de Serrano, fueron dejadas totalmente de lado, siendo más conocida en Europa y

América la primera y no estrenada en Valencia hasta 1943 la segunda.148 Cabe destacar

la programación de la ópera El soñador de Salvador Giner en la temporada de verano

organizada en los Viveros Municipales por Lo Rat Penat y la Sociedad El Micalet en

julio de 1936, truncada por el estallido de la Guerra Civil.149

La zarzuela mantuvo su importancia social y artística en la vida musical valenciana

durante estos años, aunque ya se atisbaban síntomas de decadencia y falta de una

orientación clara en el género, como lo refleja Vicente Galbis en su estudio sobre la

zarzuela valenciana,150 en parte por la escasa cantidad de novedades en un repertorio

tradicional ya suficientemente exprimido. El Teatro Principal, primer coliseo lírico

valenciano, se vio forzado a conciliar sus deseos de programar espectáculos de calidad

con la necesidad práctica de captar el mayor número de espectadores, aunque la

naturaleza del público asiduo del teatro le hizo reaccionar negativamente ante

producciones faltas de calidad y decoro.151

Los principales teatros valencianos tendieron a cierta especialización en cuanto a

sub-géneros y compositores allí programados durante estos años. En esta línea cabe

señalar el Teatro Princesa, convertido en Teatro de la Libertad durante los años de la

Segunda República, donde se superó una situación de crisis mediada la década de los

veinte con la presencia de una compañía formada por artistas valencianos que tuvo

favorable acogida por el público. Sin embargo, a largo plazo se resintió la calidad de la

programación, como se aprecia en la valoración del tema realizada por Vicente Galbis:

[…] hasta la guerra civil, se sucede un período de atonía caracterizado por

los estrenos de autores locales de segunda fila, o por la formación de compañías 148 Rafael Díaz, op. cit., p. 183. 149 Sin autor, “Feria de Julio: Homenaje al Maestro Giner”, El Mercantil Valenciano, 18-VII-1936, p.3. 150 Vicente Galbis López, “La zarzuela en el área mediterránea”, Cuadernos de Música Iberoamericana, vols. 2 y 3: La zarzuela en España e Hispanoamérica. Centro y periferia, 1800-1950. Madrid, 1996-97. pp. 327-349. 151 Vicente Galbis López, op. cit., pp. 339-341.

88

Page 101: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

compuestas por elementos valencianos que se limitaban a repetir obras del

repertorio con dos o tres décadas de antigüedad.152

El Teatro Ruzafa representó con frecuencia obras de Guerrero y Alonso,

orientándose hacia el género de la revista, incluso con éxitos valencianos de Penella,

Magenti y Perol. De entre éstos destacó Ruzafa-Bolsería-Matadero de Rodríguez Pons,

compositor que se distinguió por su capacidad de crear música alegre con visos de

parodia y la abundancia de obras líricas en valenciano en su catálogo.153 El Teatro

Apolo compartió con el Ruzafa su condición de sede de géneros líricos no operísticos

en la ciudad, sobre todo zarzuela grande y opereta, así como la frecuente programación

de obras de José Serrano, y la actuación en los años treinta de compañías de

compositores de última generación como Pablo Sorozábal y Federico Moreno Torroba,

que representaban sus propias obras. En este Teatro se estrenó con éxito La Dolorosa de

José Serrano en la temporada 1929/30, así como una pieza titulada Tierra Levantina de

Enrique Estela, definida como ópera valenciana.154

La Plaza de Toros de Valencia acogió la representación de zarzuelas durante la

temporada veraniega, en algunos casos ofreció su espacio a compañías como la del

maestro Serrano en 1927, después de pasar el invierno en el Teatro Apolo. Sin embargo,

las representaciones en el recinto taurino no solían llevarse a cabo por compañías

estables, sino por agrupaciones de artistas reunidos expresamente para cada

representación, si se exceptúa el exitoso estreno en 1928 de la zarzuela El ruiseñor de la

huerta de Leopoldo Magenti por una compañía formada por las cantantes valencianas

Clara Panach y Cora Raga que representó varias zarzuelas más del repertorio. Durante

la década de los treinta se organizaron representaciones en torno a intérpretes afamados

que atrajeran a importantes cantidades de público.155

Durante estos años aparecieron una significativa cantidad de zarzuelas escritas en

lengua valenciana, cuya representación se llevó a cabo en la mayoría de teatros de la

ciudad, aunque algunos tendieron a especializarse en esta variedad tipológica, como los

citados a continuación.

El Teatro Novedades surgió en 1921, impulsado por Manolo Taberner como centro

del sainete en valenciano, tanto en el género dramático como en el lírico, donde destacó

152 Idem, pp. 341-342. 153 Rafael Díaz, “Rodríguez Pons, Francisco”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, pp. 366-367. 154 Vicente Galbis López, “Zarzuela”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, pp. 610-611. 155 Vicente Galbis López, “La zarzuela en el área mediterránea”, Cuadernos…op. cit., p. 346.

89

Page 102: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

la programación, a partir de 1929/30, de obras de Miguel Asensi quien fue también

director del Instituto Musical Giner de Valencia y autor de música religiosa y

sinfónica.156 También se programaron, en años sucesivos, obras de otros autores

valencianos como Clérigues, Sánchez Roglá, Espert Morera y Luis Martí Alegre, más

conocido por el pintoresco seudónimo de “Toko”.

El Teatro Regional tuvo una breve trayectoria, puesto que surgió en 1926 con esta

nota de prensa, citada en el estudio de Vicente Galbis: Un nuevo teatro tenemos que

añadir a la lista de coliseos existentes en nuestra ciudad, debido a la unión de un grupo

de autores valencianos, que constituyeron empresa para cultivar la comedia lírica

valenciana.157 Su primera temporada tuvo muy buena acogida popular, y en la

temporada siguiente se estableció la compañía de género lírico valenciano de Pepe Beut

y representó obras del antes citado Miguel Asensi (a la sazón director musical de la

compañía), Sánchez Roglá, Andrés, Salvador Barber, Rodríguez Pons, Baró Borí,

Izquierdo y Dolz.158 En este mismo teatro estrenó Luis Sánchez, el 7 de abril de 1927,

su comedia lírica La purea del amor, primera incursión del compositor del futuro Grupo

de los Jóvenes en el teatro lírico, luego ampliada el 11 de marzo de 1928 con el estreno

de Cor de Ferro en el “Ateneo Regional”, donde también participó el 25 del citado

marzo de 1928 en un homenaje al primer actor y director Juan Guallart, última aparición

del autor en estos géneros.

Sin embargo, el Teatro Regional desapareció al final de esa temporada de 1927,

para ser sustituido de inmediato por el Teatro Moderno, que presentó una compañía

especializada en el género lírico valenciano para la siguiente temporada 1927/28 con

obras de Rodríguez Pons, Asensi, Sánchez Roglá e Izquierdo. La ampliación de la

Bajada de San Francisco para formar la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, realizada

en 1929, conllevó el derribo del edificio.159

El Nostre Teatre existió en los años anteriores al estallido de la Guerra Civil como

centro de representación de comedias, variedades y zarzuelas en valenciano, destacando

la programación de revistas de actualidad en valenciano como Pepico Valencia de

Sánchez Roglá, Miss Kakau de Toko y El Rey Pepet de Martínez Báguena. Sin

156 Javier Suárez-Pajares, “Asensi Martín, Miguel”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 1, pp. 68-69. 157 Sin autor, “Los teatros en 1926”, Almanaque de Las Provincias para 1927, Valencia: Establecimiento Tipográfico Doménech, 1926, pp. 145-152. Citado en Vicente Galbis López, “La zarzuela en el área mediterránea”, Cuadernos…op. cit., p. 347. 158 Vicente Galbis López, “La zarzuela en el área mediterránea”, Cuadernos…idem, p. 347. 159 Vicente Galbis López, “Zarzuela”, Diccionario… op. cit., vol. 2, p. 612.

90

Page 103: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

embargo, tiempo después volvió a representar zarzuela con una compañía encabezada

por Clara Panach y Vicente Simón, tomando el nombre de Teatro Serrano, pero la

escasa respuesta del público conllevó el cierre del local.160

De entre los autores arriba citados cabe reseñar a Juan Sánchez Roglá, autor de

comedias líricas en valenciano que fueron calificadas por la crítica como alegres y

pegadizas, como La sanc del Señor y Tomata, pimentó y tollina, además de la arriba

citada.161 Luis Martí Alegre, alias “Toko”, fue autor de libretos y compositor de

zarzuelas como El faba de Ramonet y El rellonche de l’achuntament.162 Juan Martínez

Báguena fue profesor y director del Instituto Musical de la Sociedad Coral El Micalet de

Valencia, compuso una celebrada zarzuela titulada La de la falda de Céfiro estrenada en

1945 y con triunfal acogida en España y América. Según Rafael Díaz, su obra

evolucionó desde las pautas de la música de salón a un nacionalismo muy impregnado

por las melodías populares.163

Además de los teatros valencianos, entidades como la Sociedad Lo Rat Penat se

volcaron con la zarzuela, mediante la participación de compositores del género en sus

comisiones rectoras, como es el caso de Miguel Asensi, Francisco Andrés y José

Bellver. En esta línea destaca el homenaje que se le rindió en la temporada 1932/33 al

compositor Vicente Peydró, en su condición de ser uno de los fundadores de la

sociedad, mediante la representación de Les Barraques a cargo de las secciones de

Teatro y Música bajo la dirección del propio compositor.164 Vicente Peydró Díez fue

una figura muy vinculada al movimiento literario decimonónico de la Renaixença de les

Lletres Valencianes y desarrolló buena parte de su actividad creativa en el ámbito de la

música escénica, tanto en valenciano como en castellano.165

Por otra parte, cabe mencionar el papel de divulgación popular que cumplieron las

versiones cinematográficas de las zarzuelas más famosas de aquellos tiempos, ya desde

principios de la década de los veinte, aunque fue en los años treinta cuando esta práctica

se generalizó con obras como Carceleras de Vicente Peydró, La Dolorosa de José

Serrano donde el propio compositor participó en la producción, Doña Francisquita y La

160 Vicente Galbis López, “La zarzuela en el área mediterránea”, Cuadernos…op. cit., p. 347. 161 Rafael Díaz, “Sánchez Roglá, Juan”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, p. 396. 162 Mª Luz González, “Martí Alegre, Luis”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, p. 58. 163 Rafael Díaz, “Martínez Báguena, Juan”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, pp. 75-77. 164 Vicente Galbis López, “La zarzuela en el área mediterránea”, Cuadernos…op. cit., p. 349. 165 Rafael Díaz, “Peydró Díez, Vicente”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, pp. 271-280.

91

Page 104: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

verbena de la Paloma, producida esta última por la empresa valenciana CIFESA.166 Sin

embargo, paralelamente a este proceso, se produjo un fenómeno de decadencia en el

teatro lírico inversamente proporcional al auge del cine.

La inauguración en 1931 de la sede de Unión Radio en Valencia fue muy importante

porque permitió la difusión de la música valenciana, con las obras del género

zarzuelístico incluidas, por el medio radiofónico. En esta línea destacó la retransmisión

dedicada al compositor Vicente Lleó en 1935, con motivo del aniversario de su

fallecimiento.167

El estallido de la Guerra Civil no significó una interrupción en la vida lírica

valenciana, puesto que la lejanía del frente y el posterior establecimiento de la

capitalidad de la España Republicana en la ciudad motivó una demanda de cultura y

espectáculo que afectó al volumen de programación del género. Como ejemplo, destaca

que el Teatro Apolo volvió a representar teatro lírico tras dedicarse a cinematógrafo

durante varios años, asentándose allí la Gran Compañía de Zarzuela Española de Pepín

Fernández con producciones como El águila roja de Rafael Martínez Valls, El chico del

surtidor de Juan Martínez Báguena y el homenaje a José Serrano con la representación

de La canción del olvido. En el mismo teatro se estableció por un tiempo una Compañía

Lírica Valenciana que representó obras en valenciano como Les barraques de Vicente

Peydró y El toc del caragol de Miguel Asensi.168 El Teatro Novedades se especializó en

la representación del género de la revista y el sainete, mientras que el Teatro Libertad

tuvo una vida musical muy activa. Incluso el Teatro Principal tuvo unos momentos

álgidos de representación de zarzuelas durante el año 1938 con la compañía de Juanito

Muñoz que representó La copa encantada de Vicente Lleó y la revista El príncipe

Carnaval de José Serrano.169 Como ejemplo de la vitalidad del teatro musical en

Valencia durante aquellos difíciles momentos, destaca que la compañía de Pepín

Fernández estrenó en el Teatro Lírico de Valencia su versión de Doña Francisquita el

28 de marzo de 1939, justo un día antes de la entrada de las tropas del general Franco en

la ciudad.170

166 Vicente Galbis López, “La zarzuela en el área mediterránea”, Cuadernos…op. cit., pp. 347-348. 167 Vicente Galbis López, op. cit., p. 348. 168 Vicente Galbis López, “Zarzuela”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, p. 613. 169 Vicente Galbis López, op. cit., p. 613. 170 Ricardo Bellveser, Teatro en la encrucijada (Vida cotidiana en Valencia, 1936-1939), Valencia: Ayuntamiento de Valencia, 1987, p. 9.

92

Page 105: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

II. 5. 2 Los años de la Posguerra (1939-1960)

Al final de la Guerra Civil, con la implantación del régimen del general Franco, las

clases altas volvieron a detentar el poder político y económico, y la ópera se volvió a

utilizar como escaparate público donde ostentar su primacía, a través de las

representaciones que se realizaban en el Teatro Principal. En el citado coliseo se

representó una ópera: La Bohème de Puccini el 24 de junio de 1939, como conclusión

de temporada,171 hecho que se convertirá en frecuente durante los años sucesivos. Por

otra parte, la Diputación Provincial de Valencia exigía en el contrato a los arrendatarios

que se organizara una temporada anual de ópera, aspecto que no se cumplió en las

temporadas 1943/44 y 1957/58, con una programación esencialmente conservadora y

unas entradas a precios muy elevados. Todos estos aspectos se comentan en la siguiente

cita de Sirera referida a la temporada 1939/40:

Com que la clausura sempre s’havia procurat que fóra de “campanetes”, la

Diputació va decidir que el mes de juny actués la Companyia Oficial d’Opera

Italiana, amb un repertori prou ampli: ‘Lucia de Lamermoor’, ‘El trovador’, ‘La

favorita’, ‘Rigoletto’, ‘El barber de Sevilla’, ‘Madame Butterfly’, ‘Tosca’ i ‘La

Gioconda’. Important va ser l’èxit de què gaudiren, fins el punt de perllongar les

seues representacions al llarg de tot el mes, i això que els preus estaven lluny de

ser qualificats de “populars”: 20 pessetes la butaca i 4 la general.172

Sin embargo, dejando a un lado lo tradicional del repertorio y lo selectivo del

espectáculo a causa de los altos precios, la vida operística valenciana fue muy irregular

y en ocasiones se realizaron representaciones en espacios inadecuados como los

Jardines de Viveros, donde las condiciones materiales malograron versiones que

podrían haber sido muy dignas.173

En el año 1942 apareció por primera vez en Valencia el director italiano Napoleone

Annovazzi, figura que impulsó en años sucesivos las representaciones operísticas en

Valencia. Entre las citadas actuaciones destacan las realizadas en octubre de 1946, tras

las reformas realizadas en el Teatro Principal, con el concurso del legendario tenor

italiano Beniamino Gigli, o el debut en Valencia de Victoria de los Angeles en mayo-

junio de 1947 con Las bodas de Fígaro de Mozart. También cabe destacar su 171 Josep Lluís Sirera, op. cit., p. 302. 172 Idem, 308-309. 173 Vicente Galbis López, “Opera: IV. La ópera en Valencia de 1939 a 2005”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, pp. 184-191.

93

Page 106: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

participación en las temporadas de verano de 1953 y 1954, celebradas en los Jardines de

Viveros.174

No obstante, la vida operística valenciana tuvo varios aspectos negativos, como la

reticencia del público a un repertorio fuera de lo tradicional que hizo pasar inadvertidas

obras destacables como La vida breve de Falla o El secreto de Susanna de Wolf-Ferrari

en la temporada 1946/47, la representación de Hansel y Gretel de Humperdinck en

mayo de 1953 con unas voces entusiastas pero totalmente amateurs,175 o la desastrosa

representación de Aida en 1948 citada por Sirera en los siguientes términos: […] fracàs

escandalós el de la representació d’Aida en ocasió del XXV aniversari de

l’entronització de la Mare de Déu dels Desemparats, obra plena d’incidents fruit de les

improvisacions, de la manca d’assaig, de la pobresa de l’atrezzo…176

En el ámbito de la creación valenciana, cabe reseñar la escasez de nuevas

composiciones y las enormes dificultades planteadas para su representación. El primer

ejemplo fue el de la entonces joven compositora Matilde Salvador quien, con la

colaboración de Vicente Asencio, compuso en 1943 una ópera para títeres sobre libreto

de Manuel Segarra titulada La filla del Rei Barbut, estrenada en el Teatro Principal de

Castellón sorteando múltiples dificultades desde el ámbito de la censura y no repuesta

hasta finales de 2007. Más lamentable fue el caso de la ópera dramática valenciana

Maror de Manuel Palau sobre libreto de Xavier Casp, compuesta entre 1953 y 1956, no

estrenada hasta mayo de 2002 en versión de concierto. Otras propuestas como Vinatea

de la antes citada Matilde Salvador y con libreto del también mencionado Xavier Casp,

fue compuesta a principios de la década de los setenta y estrenada en el Liceo de

Barcelona en enero de 1974 y en el Teatro Princesa de Valencia y el Principal de

Castellón en octubre de 1975, fuera ya del ámbito cronológico de este epígrafe.

La zarzuela mantuvo tras la Guerra Civil su papel e incidencia en la vida musical

valenciana, aunque para ello tuvo que servirse de intérpretes de reconocido prestigio y

recuperar el repertorio más tradicional, con la intención de atraer al mayor número

posible de público que en aquellos años necesitaba evadirse de la triste realidad

cotidiana a través de los espectáculos. Sin embargo, el estudio estadístico de

representaciones realizadas en el Teatro Principal aparecido en la monografía de Josep

Lluís Sirera refleja cómo la zarzuela se mantuvo a duras penas durante la década de los

174 Vicente Galbis López, Op. cit., pp. 185-186. 175 Idem, p. 185. 176 Josep Lluís Sirera, op. cit., p. 324.

94

Page 107: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

cuarenta para descender considerablemente en los cincuenta, coincidiendo con el

ascenso y auge del género de la revista.177

Vicente Galbis cita las principales compañías y estrenos en los teatros valencianos

durante la temporada 1939/40, primera posterior al conflicto bélico, destacando en el

Teatro Principal la compañía del cantante Emilio Vendrell y la llegada en febrero de la

compañía del Teatro Tívoli de Barcelona que se hizo cargo del estreno de obras de

compositores valencianos como Soy una mujer fatal de Martínez Valls y La enamorada

del silencio de Martínez Báguena. También cita la presencia en el Teatro Apolo de la

compañía de Marcos Redondo,178 famoso barítono y compositor que se prodigó tanto en

el repertorio italiano y lírico español, quien representó obras de Pablo Sorozábal y

Jacinto Guerrero, y la compañía de Emilio Vendrell con la cantante valenciana Cora

Raga en el Teatro Alkázar a partir de diciembre de 1939.179

Con la década de los cuarenta, la zarzuela encontró la competencia del género de la

revista, aunque teatros como el Principal y el Apolo siguieron dedicándole espacio y

tiempo, con cada vez menos estrenos entre los que destacan Alambra de Díaz Giles y La

duquesita de Martínez Valls. Mientras que otros teatros como el Serrano y el Ruzafa se

especializaron en el creciente género revisteril, con estrenos de éxito como ¡Cuidado

con las señoras! y sobre todo La cotorra del mercat de Magenti,180 con letra de

Barchino y música de Leopoldo Magenti que, desde su estreno en 1946 en el Teatro

Serrano de Valencia, llegó hasta las mil quinientas representaciones en la mayoría de

teatros valencianos de entre los que destacó el Ruzafa. Según Galbis, esta revista

trasladó los elementos musicales, costumbristas y tradicionales valencianos a este

pujante género, y destacó por su cuidada orquestación.181

Si la década de los cuarenta supuso el ascenso de la revista, definida por Sirera

como el eje en torno al cual giró la vida teatral valenciana,182 en los años cincuenta llegó

a ser el género más representado en teatros como el Principal o el Alkázar, inicialmente

no especializados en este espectáculo lírico. En un principio la zarzuela se estancó, y

luego decayó considerablemente durante la década de los sesenta. Finalmente, la

posterior aparición de la televisión significó el fin de la zarzuela primero y la revista

177 Idem, pp. 317, 329, 337. 178 Mª Encina Cortizo, “Redondo Valencia, Marcos”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 2002, vol. 9, p. 72. 179 Vicente Galbis López, “Zarzuela”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, pp. 613-614. 180 Vicente Galbis López, op. cit., p. 614. 181 Idem, p. 618. 182 Josep Lluís Sirera, op. cit., pp. 324-325.

95

Page 108: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

después, quedando reducida la primera a los Festivales de España que se celebraban en

los Jardines de Viveros.183

II. 6 El mundo del espectáculo

En este epígrafe se va a desarrollar la evolución del mundo del espectáculo en

Valencia durante la época del Grupo de los Jóvenes, siguiendo el criterio de dividirlo en

etapas históricas, en función de los cambios en las costumbres y el ocio de los

valencianos.

El concepto de espectáculo se puede definir, según lo planteado por Andrés

Amorós y José María Díez Borque en la introducción a su Historia de los espectáculos

en España, como:

‘Función o diversión pública celebrada en un teatro, en un circo o en

cualquier otro edificio o lugar en que se congrega la gente para presenciarla.’

Este concepto de espectáculo permite incluir, según es habitual, manifestaciones

como teatro, baile, danza, música, torneo, circo, deporte, etc. Pero la segunda

acepción: ‘Aquello que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y es

capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro,

dolor u otros afectos más o menos vivos o nobles’, nos lleva a otros campos y a

otros problemas, en los límites de vida, rito, espectáculo… […] ocuparse con

detalle esto convertiría en inabarcable el objetivo de hacer la historia de los

espectáculos […]184

En el presente epígrafe no se tratará la acepción más amplia por la razón esgrimida

por los autores arriba citados, y dentro de los incluidos en la primera se van a excluir los

que carecen de elementos musicales como la tauromaquia, el circo y el deporte. Por el

contrario, se incluirán actividades con evidente componente musical como el teatro en

sus diversas versiones, incluida la musical, así como el baile y la danza, e incluso las

proyecciones cinematográficas. Sin embargo, no se van a desarrollar ni el concierto,

porque se citará en el capítulo dedicado a la vida musical en Valencia, ni la televisión

183 Vicente Galbis López, “Zarzuela”, Diccionario de la Música Valenciana, op. cit., vol. 2, pp. 614. 184 Andrés Amorós y José Maria Díez Borque (coords.), Historia de los espectáculos en España, Madrid: Ed. Castalia, 1999, pp. 13-14.

96

Page 109: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

por su tardía aparición en España en 1956, prácticamente fuera de los límites

cronológicos de este estudio.

La inclusión de este punto se debe a que muchos músicos valencianos, actuando en

cafés de moda y teatros de la ciudad, llevaron una actividad paralela a su condición de

intérpretes de música de concierto, tanto por vocación como por necesidades

económicas. Por otra parte, permite constatar la evolución de los medios de sociabilidad

de los valencianos de la época, y comprender mejor las actividades musicales en la

ciudad.

En este capítulo se van a utilizar los siguientes materiales bibliográficos: las

referencias a cultura popular y ocio aparecidas en la Historia de Valencia dirigida por

Antoni Furió y publicada por el diario Levante, el artículo de Vicente Galbis López

titulado “La zarzuela en el área mediterránea” y publicado en la revista Cuadernos de

Música Iberoamericana, y varios libros que tratan este tema. Entre éstos cabe

mencionar el de Javier Navarro dedicado a las prácticas culturales y sociabilidad

libertarias en el País Valenciano bajo el título A la revolución por la cultura, las

memorias del músico valenciano José Ferriz, algunos libros editados por el

Ayuntamiento de Valencia en la colección “Luces de la Ciudad” como los escritos por

Fernando Arias y Fernanda Zabala titulados respectivamente La Valencia de los años

30 y La Valencia de los años 50, así como los textos del escritor valenciano Frederic

Martí Guillamón titulados El carrer de Rubiols y La ciutat trista, en atención a sus

experiencias directas en torno a la cultura y el mundo del espectáculo en la Valencia de

aquellos años. En el epígrafe dedicado al período de la guerra civil, se van a utilizar

materiales bibliográficos especializados en estos períodos como la obra colectiva

titulada Valencia capital cultural de la República (1936-1937), y algunos fascículos de

la publicación periódica La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana, coordinada por

Albert Girona y José Miguel Santacreu, publicada en el periódico Levante durante el

otoño-invierno de 2006 a 2007.

II. 6. 1 Principios de siglo y años veinte

Los primeros años del siglo XX ofrecieron un cambio significativo en el ambiente

de la ciudad, que adquirió un tono más cosmopolita, gracias al desarrollo del comercio

97

Page 110: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de exportación y las actividades económicas urbanas. Estas mutaciones convirtieron a la

urbe valenciana en un centro de servicios rodeado de un espacio agrícola, con las

consecuencias sociales planteadas por el historiador Albert Girona:

Los cambios más significativos, con todo, estuvieron ligados al desarrollo

de un concepto nuevo de lo que era el espacio urbano, y que tuvo mucho que ver

con el progreso de la terciarización, el incremento de la clase media urbana y la

creciente demanda de todo tipo de servicios (transporte, comida, ropa, cultura,

entretenimiento, deporte y ocio). El resultado: una intensa erosión de las formas

tradicionales de vivir y la consiguiente modernización de hábitos y costumbres.185

Sin embargo, cabe tener en cuenta que los habitantes del espacio rural cercano a la

ciudad no participaron plenamente de esta modernización, sino que sus todavía

tradicionales hábitos y costumbres chocaron con este proceso, como refleja el escritor

Frederic Martí:

València era una illa absolutament urbana enmig d’un territori totalment

rural. Les seues classes dominants la feien provinciana, però per als habitants de

la rodalia era una gran capital que els inspirava un respecte en el que hi havia

tant d’admiració com de rebuig.

Malgrat la proximitat de l’Horta, de la terra, existia una barrera invisible

però altísima que separava els dos mons. Semblava que tothom sabia, en passar

aquella frontera, que en ella acabava el camp i començava la ciutat, i

viceversa.186

Estas circunstancias motivaron una dualidad socio-cultural muy intensa entre el

campo y la ciudad, todavía más acentuada a consecuencia de esta modernización que,

en sus grandes líneas, abarcó esencialmente al medio urbano.

La evolución se reflejó en el cambio de ambiente de las tertulias, desde cafés

exclusivos pero recónditos como el España, Ateneo, Agricultura, Inglés y Escocesa, a

nuevas cafeterías de moda como el Lyon d’Or, donde se ofrecía la actuación de músicos

en vivo. Así como el paso del centro de las actividades culturales, desde la languidez de

instituciones burguesas tradicionales como el Ateneo Mercantil, Sociedad de

Agricultura, Centro de Cultura Valenciana, Lo Rat Penat y la Academia de Bellas Artes

185 Albert Girona, “La modernización de las costumbres” en Antoni Furió (dir.), Historia de Valencia, Valencia: Editorial Prensa Valenciana-Universitat de Valencia, 1999, p. 570. 186 Frederic Martí Guillamón, La ciutat trista, Valencia: Ed. 3 i 4, 2003, p. 101.

98

Page 111: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de San Carlos, a nuevas entidades de gran vitalidad como la Sociedad Coral El Micalet

fundada en 1905 o la Sociedad Filarmónica creada en 1912.

En este nuevo contexto destacaron los recién aparecidos focos culturales obreros,

con orientación republicana e incluso anarquista, que reflejaron el clima de sociabilidad

de las capas sociales más modestas del medio urbano. El historiador Javier Navarro

describe con detalle las veladas celebradas en estos círculos y el público asistente a las

mismas:

Los programas incluían la representación de un drama ideológico

acompañado de alguna comedia o pieza ligera en un acto, discursos,

conferencias o charlas, lectura de poemas o ensayos de contenido social,

ejecución de piezas musicales (a cargo de conjuntos de guitarra, corales…), etc

[…] Aunque la falta de documentación impide aventurar conclusiones al respecto

(ni sobre el número de asistentes ni sobre la composición social de éstos), se

puede afirmar en general que el público que asistía a estas veladas era popular,

no solamente aficionados o militantes de la asociación; también conviene

subrayar la presencia de vecinos del barrio o la localidad.187

Esta nueva situación, globalmente considerada, tuvo como principal consecuencia

el considerable auge del ocio y los espectáculos entre los valencianos, sobre todo la

zarzuela a cuya representación se dedicaron varios de los más importantes teatros de la

ciudad como el Principal, el Princesa, el Apolo, el Ruzafa y el Lírico.188

Entre el mundo del espectáculo cabe hablar de las variedades, concepto global

donde se incluyen varios géneros, caracterizados y clasificados por Andrés Amorós de

la siguiente manera:

[…] las ‘variedades’, ese género mixto que ofrece números diversos:

canciones más o menos dramatizadas, bailes, monólogos o diálogos; muchas

veces, además, con la participación de humoristas, ventrílocuos, magos,

maquietistas y números cercanos al ‘striptease’.189

En este contexto proliferaron géneros menores como la revista, el music-hall, el

vodevil, el cuplé o la canción española, recibidos con entusiasmo en la mayoría de

círculos sociales, pese a su carácter ínfimo.

187 Javier Navarro, A la revolución por la cultura, Valencia: Universitat de Valencia, 2004, pp. 266-268. 188 Vicente Galbis López, “La zarzuela en el área mediterránea”, Cuadernos de Música Iberoamericana, 2 y 3, Madrid, 1996-1997, pp. 339-347. 189 Andrés Amorós, “Espectáculos teatrales: Teatro popular”, en Andrés Amorós y José Maria Díez Borque (coords.), op. cit., p. 138.

99

Page 112: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Establecimientos como los ‘caus d’art’ y los cafés cantantes, reflejaron fielmente el

mundo de la noche en la ciudad valenciana. Beatriz Martínez del Fresno y Nuria

Menéndez plantean, en la siguiente cita, la situación de estos locales durante esta época:

[…] con el cambio de siglo los cafés-cantantes entran en decadencia y en

muchos casos se convierten en salas de variedades donde, además del cante y

baile flamenco, se pueden ver todo tipo de espectáculos: baile en general,

cupletistas, canzonetistas, números circenses, pelea de gallos, lidia de becerros,

cinematógrafo, etc.190

En algunos casos estas actividades rozaban la ilegalidad, como cita el escritor

Frederic Martí:

De fet, les ‘sales de festa’, que oferien espectacles titlats de ‘moralitzats’,

amagaven, sota una aparença legal, un tràfic de carn i de mercaderies

d’estraperlo considerable que tothom coneixia però fingia ignorar […] Als ‘caus

d’art’, molt populars i escampats per tot el centre, assistia un públic entre

pintoresc i domèstic. Així, la prostitució més descarnada es mesclava amb

famílies completes, des dels avis fins als néts, sense cap problema.191

Sin embargo, dentro de los círculos obreros, surgió una importante corriente crítica

hacia estos espectáculos, como plantea Javier Navarro en las siguientes líneas:

Todo ello, sin embargo, no impidió que surgieran voces críticas dentro de

la propia militancia anarquista, […] que rechazaban el ‘intrascendente’ e

‘impropio’ programa de la mayoría de esas funciones. Cabe enmarcar estas

críticas en la campaña que desarrollaban paralelamente diversos sectores

ácratas contra la ‘ínfima’ calidad del espectáculo […]192

El teatro fue un espectáculo esencial de aquellos tiempos, destacando la

coexistencia de salas dedicadas a obras en lengua castellana con otras en valenciano,

donde surgió un género cómico llamado col·loqui, así definido por Andrés Amorós:

Dentro también del teatro menor, conviene recordar un género en lengua

valenciana, el ‘coloquio’ (col·loqui, conversació, raonament), cercano a la

literatura de cordel y al sainete costumbrista, con uno o varios actores, de

190 Beatriz Martínez del Fresno y Nuria Menéndez Sánchez, “Espectáculos de baile y danza: Siglo XX”, en Andrés Amorós y José Maria Díez Borque (coords.), op. cit., p. 343. 191 Frederic Martí Guillamón, La ciutat... op. cit., pp. 29-30. 192 Javier Navarro, A la revolución…op. cit., p. 295.

100

Page 113: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

carácter marcadamente cómico y satírico, sin excluir lo grotesco y hasta lo

escatológico.193

Respecto al teatro en valenciano, destacó el Novedades, cuya trayectoria y

orientación explica Vicente Galbis en las siguientes líneas:

Comenzamos por el Teatro Novedades, que surge en 1921 bajo la dirección

de Manolo Taberner y con la vocación de convertirse en sede del género teatral

valenciano. Esto hizo que Novedades se erigiera en centro del sainete en

valenciano y de todos aquellos autores que ‘aspiran a emular las glorias de

Escalante’.194

Agustín Sánchez Vidal plantea que en estas circunstancias se dieron las condiciones

sociales propicias para la aparición y difusión de un nuevo espectáculo como fue el

cine:

Tras la Gran Guerra, una de las medidas decisivas será la implantación de

la jornada de ocho horas, que determina importantes variaciones en las

costumbres, con un aumento del ocio popular del que el cine se beneficia muy

directamente, dado lo asequible de sus precios, que oscilaban entre los 30

céntimos la entrada de preferencia y 15 la general. A comienzos de la década de

los veinte, España contaba con ventiún millones de habitantes y con unas mil

quinientas salas de proyección, dentro de las setenta mil que calculaba para todo

el mundo la revista ‘El Cine’.195

En conclusión, la sociedad valenciana experimentó una importante apertura hacia

unas formas de vida definibles como modernas, entre las que tuvo un papel fundamental

el mundo del espectáculo. La década de los treinta prolongará y ampliará esta situación,

pero adaptándose a un nuevo contexto político, el de la llegada de la Segunda República

en 1931.

193 Andrés Amorós, “Espectáculos teatrales: Teatro popular”, en Andrés Amorós y José Maria Díez Borque (coords.), op. cit., p. 136. 194 Vicente Galbis López, op. cit., p. 346. 195 Agustín Sánchez Vidal, “Espectáculos cinematográficos y electrónicos: Cine”, en Andrés Amorós y José Maria Díez Borque (coords.), op. cit., p. 546.

101

Page 114: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

II. 6. 2 Años treinta

La llegada de la Segunda República, en abril de 1931, amplió y consolidó la oferta

cultural y de esparcimiento de la población, al adaptarse a las demandas de una ciudad

moderna. Javier Navarro sintetiza estos cambios en las siguientes líneas:

La cultura urbana de la Valencia de los años treinta se mostraba rica,

dinámica y diversa, en sintonía con la modernización social y económica y con

las nuevas posibilidades de movilización y expresión que ofrecía el régimen

republicano. En estos años, la ciudad consolidó y amplió sus infraestructuras

culturales, comunicativas y de ocio […] La importancia creciente de la radio, la

fotografía o el cinematógrafo, son también elementos esenciales en un panorama

en el que aparecen y se afirman nuevas formas de producción y consumo cultural,

y en el que se dibujan ya los perfiles de una cultura de masas.196

Esta oferta cultural y de ocio era muy heterogénea, empezando por los bares y cafés

de moda, sustitutos de la taberna como espacio burgués donde era posible la

conversación y la lectura. Allí se reunía la inquieta juventud de aquellos años,

comprometida con diversos aspectos de la sociedad como la cultura y las

manifestaciones artísticas, a través de la celebración de tertulias y todo tipo de

actividades culturales, cuyo clima describe Frederic Martí:

El meu pare havia passat la joventut als cafés. Tant a la ciutat de València

com a Madrid […] freqüentava diverses tertúlies formades per escriptors i

artistes plàstics […] Malgrat els canvis que no podia deixar de veure, la màgia de

la nit, i alguna cara coneguda d’altres temps, hi creaven el clima necessari. Cafés

del carrer de la Pau […] En parlava del Lyon d’Or, situat a la plaça de Marià

Benlliure, popularment coneguda amb l’antic nom “de la Pilota”, després

transformat en Cercle de Belles Arts, amb les seues exposicions i el seu públic

bohemi.197

El periodista y crítico Francisco Agramunt desarrolla, en las siguientes líneas, una

enumeración de los principales cafés de la Valencia de los años treinta, junto con la

naturaleza y orientación ideológica de sus tertulianos:

La proliferación de cafés era tan grande que en algunas zonas (como la

calle de la Paz) había más locales de este tipo que comercios. En la esquina de la 196 Javier Navarro, “La cultura y los espectáculos”, en Antoni Furió (dir.), Historia de…op. cit., p. 583. 197 Frederic Martí Guillamón, La ciutat… op. cit., p. 55.

102

Page 115: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

calle de la Paz con la plaza de la Reina se encontraba el café El Siglo, que poseía

un cierto aire decimonónico, y que fue desplazado poco después por el Ideal-

Rumm [sic], que se convirtió en lugar de tertulia obligada para los ociosos

burgueses. En la otra punta de la calle se encontraba el café Continental, lugar

muy frecuentado por estudiantes de Bellas Artes de San Carlos, y cuya figura más

destacada era Josep Renau. Muy cerca de allí estaba el café El As de Oros, local

un tanto sofisticado en el que actuaba como solista el gran violinista Pascual

Camps […] Dentro de esta clase de locales destacaba, por la categoría de los

contertulios que a él acudían, el café Lyon d’Or, situado en la plaza de Mariano

Benlliure. Se dieron cita en él todos los movimientos de regeneración literaria y

artística […]198

El citado Lyon d’Or fue el local más importante, de entre todos los cafés existentes

en la ciudad, por lo que se va a incluir una descripción del mismo realizada por Gonçal

Castelló e incluida en el libro de Fernando Arias sobre los años treinta en Valencia:

[…] rebasado el Pasaje de Ripalda, se encuentra un local público de

ventanas con vidrios emplomados multicolores, entreabiertos para dar salida a la

atmósfera cargada de humo. Al entrar, se encuentra un salón amplio, con doble

hilera de sillas de asiento de cuero y mesas rectangulares de madera negra, lleno

de bote en bote.

La decoración es de estilo alemán clásico, con hierros y jarras de latón y

cerámica para beber cerveza apoyados contra la pared. Es el local de moda; tiene

un público mesocrático de tenderos y profesionales, artistas y estudiantes. Hay

muchos tipos fumando en pipa, con bufanda y sombrero de ala ancha; un león

rampante con la cola acaracolada es el animal tótem, el leit-motiv del negocio,

una puerta giratoria resguardada por unas cortinas forradas de cuero aíslan el

pesado ambiente de voces y humo de la tranquila placita provinciana.199

La vida nocturna reflejaba claramente la tensión existente entre lo tradicional y lo

cosmopolita, puesto que las diversas salas de baile, cabarets y cafés cantantes,

combinaban los números de variedades con otros marcadamente eróticos unidos a la

práctica de la prostitución. Antonio Calzado caracteriza y explica los principales

factores del mundo del ocio nocturno:

198 Francisco Agramunt, La vanguardia artística valenciana de los años treinta, Valencia: Generalitat Valenciana-Biblioteca Valenciana, 2006, p. 26. 199 Fernando Arias, La Valencia de los años 30: Entre el paraíso y el infierno, Valencia: Ayuntamiento de Valencia, 1996, pp. 71-72.

103

Page 116: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La nocturnidad urbana era muy intensa, sobre todo para los hombres de

clase media y alta. Afamados eran el Barrio Chino barcelonés o el local Bataclán

de Valencia. La permisividad sexual llegó a admitir desnudos integrales en el

music-hall, en el que triunfaba la Bella Dorita. La prostitución encubierta se

practicaba en los locales de taxi-girls, donde se bailaba con las mujeres del local,

los cafés-concierto, cabarets y barras americanas.200

Entre estas salas destacaron los llamados locales de taxi-girls, donde mujeres

empleadas en el local bailaban con los clientes, mediante la compra de unos tiquets en la

entrada. Isidro Guardia, quien trabajó de botones en el Hollywood, describe el

funcionamiento de estos establecimientos en estas líneas, incluidas en el libro de

Fernando Arias:

Era una sala grande. Funcionaba por la tarde y por la noche. Las chicas

estaban sentadas, esperando a que las sacaran a bailar, y por la noche iban

vestidas de ‘soiré’. Se pagaba dos pesetas por seis tiquets, que equivalían a otros

tantos bailes. Después de bailar, la mayoría procuraba hacerse invitar a una copa

en la barra, porque así ganaban más. Se bailaba de todo, foxtrot, bolero, slow,

tango, vals. La orquesta era muy buena. Recuerdo que una vez fue a actuar en

Unión Radio Valencia.201

Javier Navarro cita una relación de los principales locales de este tipo en Valencia,

por aquella época:

[…] salas de baile como el Hollywood o el Tabou, en la calle de Ribera, y

el Walkis, en la plaza de la Pertusa; cabarets como el Bataclán, en el lugar donde

más tarde se ubicaría el cine Lys, o el Edén Concert y el Novetats, en la zona de

Pintor Sorolla; y los ‘caus d’art’ o cafés cantantes, como el As de Oros, en

Barques, y La Gran Peña, en la calle de Russafa.202

Entre los principales personajes del mundo de las variedades en Valencia, destacan

el cantante Miguel de Molina, calificado como la principal estrella de las variedades de

aquellos años, quien actuaba con la cantante Amalia de Isaura. Otras figuras

significativas fueron el cantante y bailarín Juan Peiró, y el polifacético Adrián Ortega

quien actuaba como actor, letrista y presentador. Este variopinto panorama se completa

con artistas como las cantantes Emilia Domingo, la Cachavera, las integrantes del Trío

200 Antonio Calzado, “La España de los años treinta” en Albert Girona y José Miguel Santacreu, La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana Valencia: Ed. Prensa Valenciana-Alicantina , vol. 10, p. 27. 201 Fernando Arias, op. cit., p. 73. 202 Javier Navarro, “La cultura y los espectáculos”, en Antoni Furió (dir.), Historia de…op. cit., p. 583.

104

Page 117: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Moreno, Marilín Palanca, una todavía jovencísima Concha Piquer, así como el

ventrílocuo Paco Sans y el maestro de baile Vicente Talón.203

El teatro experimentó, durante los años treinta, diversos enfoques que Fernando

Arias resume globalmente en esta cita:

A comienzos de la década [de los años treinta], los teatros de la capital del

Turia exhibían sobre todo vodeviles, comedias de sal gruesa, folletines

lacrimógenos y revistas de variedades, ofreciendo sólo de tarde en tarde obras

interesantes. De ahí que […] el grupo de teatro universitario ‘El Buho’, fundado

en la primavera de 1934, empezara a montar obras de clásicos y lo hiciera, sobre

todo en 1935 y ya en la guerra civil, en lugares heterodoxos, para conectar con el

público popular.204

Entre los montajes más interesantes, destacan los organizados y dirigidos por el

actor Enrique Rambal, quien adaptó, interpretó con su propia compañía y dirigió, obras

tan significativas de la literatura universal como Las mil y una noches, Miguel

Strogoff…

Por otra parte, cabe mencionar la labor del empresario teatral Vicente M. Carceller,

implicado en la difusión de obras teatrales en valenciano, a través del local Nostre

Teatre y la publicación de una revista con el mismo título. Sin embargo, los problemas

fueron considerables, como encontrar las obras y las compañías adecuadas, o mantener

un público fiel al género. La situación no mejoró y, tras la Guerra Civil, la situación fue

insostenible.205

Javier Navarro cita una enumeración de teatros con su correspondiente repertorio:

Por lo que se refiere concretamente al teatro, en esta década se

inauguraron nuevos locales, como el Alcázar [sic] (1930) y el Nostre Teatre

(1933), ubicado este último en el edificio del actual cine Serrano. El Principal, el

Libertad (Princesa) o el Eslava presentaban un repertorio en el que

predominaban los dramas históricos, folletines, comedias y piezas de autores

como Benavente, Muñoz Seca o los hermanos Álvarez Quintero. Por su parte, el

Nostre Teatre y el Novedades se especializaron en estos años en la escenificación

de obras en lengua vernácula.206

203 Según los testimonios de Juan Peiró, citados en: Fernando Arias, op. cit., pp. 93-96. 204 Idem, p. 97. 205 Ibídem, pp. 97-100. 206 Javier Navarro, “La cultura y los espectáculos”, en Antoni Furió (dir.), Historia de…op. cit., pp. 583-584.

105

Page 118: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Algunos teatros como el Talía o el Alkázar, experimentaron una primera crisis

provocada por la aparición del cine, lo que les obligó a cambiar su naturaleza, como cita

Fernando Arias:

El Talía había experimentado la imposición en buena parte del público,

como iba a ser más adelante tónica bastante generalizada, de la preferencia por

el cine, pasando a ser prácticamente un cinematógrafo […]

El teatro Alcázar [sic], después de programar comedias encabezadas por el

actor Manuel Rodrigo y la actriz Carmen Nieto, sin tener una buena respuesta de

público, pasó a convertirse en local de taxi-girls, siendo frecuentado por un

público no escaso, en busca de pareja para bailar, hasta que a la temporada

siguiente se convirtió en cinematógrafo.207

Una experiencia singular en el mundo teatral fue la del grupo de teatro universitario

El Buho, fundado en la primavera de 1934, bajo la inspiración el grupo de teatro La

Barraca dirigido por Federico García Lorca, que actuó en Valencia pocos meses antes.

Su intención era acercar al gran público el mundo de los clásicos, lejos de la frivolidad o

el puro propósito de entretenimiento que dominaba en la mayoría de montajes de la

época. En el libro de Fernando Arias, se extrae un informe de los profesores Manuel

Aznar Soler y María Fernanda Mancebo, donde se describe la fundación de esta

compañía:

La iniciativa partió de la Asociación Profesional de Estudiantes de Música y

Declamación (la APE del Conservatorio) durante el curso 1933-34. El grupo fue

dirigido inicialmente por Luis Llana, alumno de aquel centro, y por Eduardo

Muñoz Orts, de la FUE de Bellas Artes. Sus asesores literarios fueron Federico

Miñana, redactor jefe de El Mercantil Valenciano y redactor de La Semana

Gráfica, y Dámaso Alonso, por entonces catedrático de la Universidad de

Valencia; sus asesores musicales, Manuel Palau y Eduardo López-Chavarri.

El 22 de abril de 1934, fecha conmemorativa cervantina, El Buho, con

apenas los mínimos recursos necesarios para el evento, montaba en el salón de

actos del Conservatorio las obras ‘El gran teatro del mundo’, de Calderón de la

Barca, y ‘El juez de los divorcios’, de Cervantes.

El 6 de julio del mismo año, siguiendo las dos directrices que marcaba la

trayectoria de La Barraca, El Buho insiste en la recuperación de los clásicos

como forma didáctica para el público medio, a menudo no cultivado pero capaz 207 Fernando Arias, op. cit., pp. 98-100.

106

Page 119: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de ver, intuir y comprender el teatro auténtico, y empieza a desplazarse a los

pueblos.208

El grupo se mantuvo durante la Guerra Civil, momento en el que sus montajes se

llenaron de una fuerte carga ideológica, al servicio de las difíciles circunstancias de la

época.

Los musicales tuvieron como base las representaciones de zarzuela en los múltiples

teatros de la ciudad dedicados al género, de enorme éxito popular pese a su progresiva

pérdida de primacía frente al cine sonoro, decadencia constatada por Vicente Galbis en

sus comentarios en torno al teatro Principal: Entre 1925 y 1936, la programación del

Principal refleja la desorientación y progresiva decadencia del género lírico español

[…] En las temporadas siguientes el Almanaque de ‘Las Provincias’ no señala ningún

éxito rotundo […]209 Es destacable la composición y representación de zarzuelas en

valenciano, surgiendo teatros especializados en esta variedad del género, como indica

Vicente Galbis: […] existieron varios locales en el periodo estudiado en los que se

ofrecieron obras de autores valencianos, en lengua vernácula la mayoría, y en

castellano […]210

Las comedias musicales, la revista, el music-hall y el vodevil experimentaron una

situación parecida a la de la zarzuela, cuya incidencia es cuantificada de la siguiente

manera por Antonio Calzado:

[…] Las comedias líricas protagonizadas por Angelillo y Estrellita Castro,

ídolos populares de la copla, eran un reclamo seguro. La revista, con Celia

Gámez, aunaba ‘vedettes’ y vicetiples con el humor sobre temas políticos, como el

divorcio, tema de ‘Las Leandras’, la obra más afamada de la República.211

Javier Navarro cita los principales locales valencianos dedicados a estos géneros:

Otros teatros, como el Apolo o el Ruzafa, se dedicaban a los géneros ‘menores’, como

el lírico o la revista.212 En este contexto cabe destacar los conciertos y festivales de

ópera celebrados en los Viveros durante la Feria de Julio, bajo los auspicios de la

Asociación de la Prensa.

La aparición del cine aceleró la decadencia de otros espectáculos como el teatro y la

zarzuela, señal de un cambio significativo en los hábitos de ocio entre la población

208 Idem, p. 165. 209 Vicente Galbis López, op. cit., pp. 340-341. 210 Idem, p. 346. 211 Antonio Calzado, op. cit., p. 14. 212 Javier Navarro, “La cultura y los espectáculos”, en Antoni Furió (dir.), Historia de… op. cit., p. 584.

107

Page 120: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valenciana y motivo de preocupación entre los círculos literarios, como reseña Vicente

Galbis en su estudio sobre la zarzuela valenciana:

Cuatro años después (1926), el panorama de espectáculos indica que la

decadencia teatral contrastaba con los éxitos de las salas dedicadas al cine, que

saldaron sus cuentas con beneficios. En este momento cabe destacar cinco cines:

el teatro Lírico, Olimpia y Gran Teatro, situados en el casco urbano y en los que

se solían presentar las mejores producciones y, por otra parte, los teatros

Mariano Benlliure y La Marina, ubicados en los poblados marítimos. Asimismo,

se refleja en la prensa la preocupación de escritores, músicos y empresarios por

el triunfo del cine sobre el teatro.213

La cinematografía fue una actividad que conoció nuevas perspectivas con la llegada

de la Segunda República, tal como plantea Agustín Sánchez Vidal:

El advenimiento de la República en 1931 y el consiguiente incremento de

los hábitos democráticos de ocio potenciarán durante esta década el espectáculo

cinematográfico, en unos momentos en que España cuenta con veintitrés millones

y medio de habitantes. La variedad de las salas y la amplia gama de sus

programaciones alcanza en 1935 cumbres inimaginables pocos años antes.214

En este contexto resulta interesante constatar la incidencia del entonces emergente

cine español, así como su factor de unificación social entre distintas clases y el medio

rural con el urbano que cita Agustín Sánchez Vidal:

Frente a los seis estrenos nacionales ofrecidos en 1934, el año 1935 depara

veinticuatro películas españolas […] dando lugar a un período auténticamente

dorado para el cine español, que por primera vez fue capaz de competir con el

cine americano y superarlo de manera sostenida en las taquillas […]

Este cine populista republicano estaba urdido sobre un interesante

pactismo social […] Pero, sobre todo, suponía un pacto aún más importante con

los espectadores, al sentar ante las mismas películas al público urbano de la

Gran Vía madrileña y a otro fuertemente rural (y España entonces lo era

mucho).215

213 Vicente Galbis López, op. cit., pp. 347-348. 214 Agustín Sánchez Vidal, “Espectáculos cinematográficos y electrónicos: Cine”, en Andrés Amorós y José Maria Díez Borque (coords), op. cit., p. 547. 215 Agustín Sánchez Vidal, op. cit., p. 549.

108

Page 121: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La llegada de las películas sonoras motivó que algunos teatros se reconvirtieran en

salas de proyección por su mayor rentabilidad, aunque en algunos casos tuvieran que

alternar su actividad con otros espectáculos, detalle que comenta Javier Navarro:

[…] el Talía sucumbía ya a la competencia cada vez mayor del séptimo

arte y se convertía de hecho en una sala cinematográfica.

Por entonces se abrieron nuevos cines en la ciudad: éste es el caso del

Doré, el Metropol, el Actualidades Film, el Suizo o el Tyris, así como el Capitol,

obra emblemática de la arquitectura racionalista de la ciudad realizada por

Rieta. No obstante, en algunos casos, estos locales tenían que combinar todavía

en sus programas la proyección de películas con los números de variedades y

espectáculos de diferente índole, como ocurría en el Cine Avenida o en el

Coliseum.216

El nacimiento de la Segunda República dio más vitalidad a las actividades

culturales de las entidades libertarias, entre las que se incluían Ateneos Populares,

Casinos y Círculos Republicanos, Casas del Pueblo y Agrupaciones Socialistas. Las

veladas fueron las actividades más frecuentes de estas entidades, cuya composición fue

estudiada por Javier Navarro, diferenciando su composición según el sesgo ideológico

de cada grupo:

¿Qué diferencias presentaba el programa de las veladas celebradas por los

sindicatos, agrupaciones y ateneos libertarios respecto a las que organizaban los

centros de otras organizaciones políticas en estos años? […] Respecto a los

primeros (socialistas), tal como subraya Francisco de Luis Martín, el esquema

habitual de sus veladas –bastante similar al de las libertarias- era, más o menos,

el siguiente: apertura y presentación de la sesión, canto de himnos socialistas,

lectura en voz alta (generalmente de textos de contenido social), audición

musical, recital de poesía y discursos, etc. La obra dramática solía constituir el

plato fuerte de la velada; la clausura, por su parte, incluía a menudo la

interpretación de un himno […]

Por lo que se refiere a los republicanos […] el programa-tipo de las

veladas teatrales y artísticas […] podía llegar a ser muy similar al de las

socialistas o libertarias, con presencia de discursos, teatro, poesía y música. Así,

por ejemplo, en septiembre de 1932 se informaba […] sobre una velada

organizada por el Centro Republicano ‘El Turia’ […] El drama venía precedido 216 Javier Navarro, “La cultura y los espectáculos”, en Antoni Furió (dir.), Historia de… op. cit., p. 584.

109

Page 122: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

por una ‘interpretación musical’, una ‘comedia en valenciano’ y la actuación de

la Agrupación Filarmónica El Turia […]

Podría mencionarse también la verbena, muy común en la trama asociativa

republicana y que encontramos también presente en otras entidades del mundo

progresista, incluso en los de tendencia comunista (sobre todo a partir de 1935 y

1936) o socialista en alguna ocasión […] Por el contrario, en el campo

libertario, la presencia de bailes y verbenas es nula. Desde la perspectiva

anarquista era difícil aceptar en principio actos que no tuvieran, como mínimo,

alguna utilidad cultural o alguna justificación desde el punto de vista de la ética

militante. Por ello, se rechazaban las actividades meramente festivas o de

entretenimiento, especialmente aquéllas, duramente criticadas y, a diferencia de

la escenificación de comedias y piezas ligeras, percibidas como absolutamente

incompatibles con la moralidad del obrero consciente.217

En conclusión, los hábitos sociales y el mundo del ocio de Valencia se

modernizaron considerablemente a lo largo de la década de los treinta, coincidiendo con

la llegada de la República y con la culminación de un proceso de cambio en la

sociabilidad urbana, ya iniciado décadas atrás. Sin embargo, la vida política española en

general, y valenciana en particular, fue muy convulsa y el pronto inicio de la Guerra

Civil reflejó el punto final de esta situación. El mundo del espectáculo y el ocio

valencianos se vieron afectados por el conflicto, pero de una forma un tanto inesperada,

como se apreciará en el siguiente epígrafe.

II. 6. 3 La Guerra Civil

El estallido de la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936, sacudió completamente el

devenir cotidiano de la ciudad de Valencia. Sin embargo, el alzamiento militar fracasó

en territorio valenciano y el teatro operacional del conflicto bélico estuvo inicialmente

lejos de estas tierras, por lo que no afectó esencialmente a la vida social, ni al mundo del

espectáculo y el ocio de la ciudad. Inicialmente, la calle se convirtió en el espacio

público donde se manifestaron más ostensiblemente los efectos sociales del inicio del

conflicto, como lo reflejan estas palabras de Albert Girona y Javier Navarro:

217 Javier Navarro, A la revolución…op. cit., pp. 289-291.

110

Page 123: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El ejemplo más claro de esta evolución se encuentra en el comportamiento

colectivo de los valencianos en el espacio público, bien distinto si se trata de un

momento u otro de la guerra.

En efecto, durante los primeros meses, se fue configurando un imaginario

simbólico nuevo, asociado al mito de la revolución y a la lucha contra el

fascismo, que difundió comportamientos colectivos en la calle hasta entonces

desconocidos. La reiterada movilización de la ciudadanía por los asuntos más

diversos […] fueron parte de estas nuevas conductas sociales. El cambio era

visible hasta en el más pequeño detalle. De un lado, por la presencia constante de

gente en la calle, lo que daba una animación (diurna y nocturna) inusitada a

pueblos y ciudades.218

El gobierno de la República impulsó ideológicamente la cultura popular y festiva

valenciana, mediante la construcción de cuatro fallas antifascistas en marzo de 1937, a

cargo de la Aliança d’Intel·lectuals per a la Defensa de la Cultura, según la siguiente

orden ministerial publicada por la Gaceta de la República:

Estando dentro de los planes de política cultural del Ministerio de

Instrucción Pública y Bellas Artes el fomentar e impulsar todas aquellas

manifestaciones artístico-populares que, por estar fuertemente enraizadas en la

tradición, han llegado hasta hoy con todo su contenido vital y fuerza expresiva, y

existiendo en la región valenciana una manifestación de este tipo de tan acusada

personalidad como las típicas fallas […] Este Ministerio ha resuelto […] se libre

la cantidad de 40.000 pesetas a la Aliança d’Intel·lectuals per a defensa de la

Cultura para la construcción de cuatro fallas, de carácter anti-fascista cuya

ejecución correrá a cargo del Sindicato de Arte Popular C.N.T., con la

colaboración de elementos de la U.G.T., bajo el control artístico del Director

general de Bellas Artes.219

Poco tiempo después del inicio del conflicto, Valencia fue nombrada capital de la

República, dignidad que ostentó entre noviembre de 1936 y octubre de 1937, ante las

crecientes dificultades que se vivían en Madrid por la cercanía del frente. Este

nombramiento, con la consiguiente llegada del gobierno a la ciudad, implicó la 218 Albert Girona y Javier Navarro, “El día a día en la retaguardia valenciana”, en Albert Girona y José Miguel Santacreu (dirs.), La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana, Valencia: Ed. Prensa Valenciana-Alicantina, vol. 10, p. 36. 219 Gaceta de la República de 11-02-1937, p. 781. Citado en Christopher H. Cobb, “Política educativa i cultural: El Ministerio de Instrucción Pública y la FETE”, en AAVV, València, capital cultural… op. cit., p. 28.

111

Page 124: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

presencia de una notable cantidad de dirigentes, funcionarios, militares y toda suerte de

profesionales cercanos al ejercicio de la gobernación, así como también un importante

contingente de intelectuales y artistas. Una singular consecuencia fue, junto con un

importante aumento de la población, el incremento en la demanda de ocio por gran parte

de los recién llegados, sobre todo en restaurantes y espectáculos como el teatro o el

cine. Estos recintos se mantuvieron abiertos durante toda la guerra, sin ver disminuidos

la afluencia de público y los ingresos en taquilla, aprovechando la condición de ciudad

en la retaguardia del conflicto. En general dominaron los espectáculos de simple

entretenimiento, frente a una minoría de obras teatrales y películas de tema sociopolítico

o revolucionario. Las restricciones en materia de horario afectaron sobre todo a los

cabarets y music-halls, y en menor medida a los bares y tabernas.220

Estas circunstancias sorprendieron a toda España que, tomando una frase del

periodista José Luis Salado en La Voz de Madrid, acuñó un tanto ligeramente el tópico

de “Levante feliz” a Valencia y su entorno. Esta imagen tergiversada y frívola

exageraba la innata capacidad de los valencianos en disfrutar de la vida y sus placeres,

entre los cuales estaban los espectáculos nocturnos y los bares, pese a las crecientes

dificultades generadas por el conflicto, algo difícil de comprender en otras zonas del

país.221 La aparente normalidad de los teatros, cabarets y night-clubs de la zona de

Ruzafa y adyacentes dio lugar a otro tópico como el de “Frente de Ruzafa”, que

reflejaba el tono animado y cosmopolita de una ciudad donde la guerra parecía estar

muy lejos.222

Sin embargo, el rumbo del conflicto, cada vez más desfavorable al bando

republicano y la marcha de la capitalidad del estado a Barcelona en octubre de 1937

disiparon considerablemente esta imagen. Los primeros bombardeos del bando nacional

y las crecientes privaciones de bienes básicos cambiaron la apreciación de estas

circunstancias, de tal modo que en la prensa diaria se reconoció que a finales de 1937

había desaparecido el ambiente frívolo de la ciudad.223 Pese a todo, el ocio no

desapareció en la vida urbana, sino que experimentó una adaptación a las crecientes

220 Javier Navarro, “El mundo mira a Valencia”, en Albert Girona y José Miguel Santacreu (dirs.), La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana, Valencia: Ed. Prensa Valenciana-Alicantina, vol. 7, pp. 53-54. 221 Fernando Arias, op. cit., p. 169. 222 Javier Navarro, op. cit., p. 54. 223Idem, p. 55.

112

Page 125: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

dificultades que se vivían en aquellos tiempos, en los que se priorizó lo básico para

sobrevivir frente a las privaciones y desánimo generalizados.224

En algunos casos, los espectáculos resistieron las críticas moralizantes de aquellos

momentos por su capacidad de proporcionar empleo y sustento a una importante

cantidad de trabajadores, lo que conllevó la aceptación incluso de los de naturaleza más

frívola, como señalan las palabras de Albert Girona y Javier Navarro:

A lo largo de ésta, bares, tabernas y restaurantes continuaron con su

actividad (en algunos casos bajo formas de control sindical), pero

progresivamente verían condicionada su oferta a las disponibilidades de

alimentos y restricciones horarias. En todo caso, éstas afectarían más a los

locales de ocio nocturno de las capitales valencianas, que serían el blanco de las

críticas de la prensa militante en pro de la moralización de la retaguardia […]

En todo caso, tanto en el cine como en el teatro acabó primando la evasión y los

espectáculos de entretenimiento (largometrajes comerciales en el primero;

variedades, comedias, sainetes, revistas, etc., en el segundo) que garantizaban las

recaudaciones en taquilla, el trabajo continuado de los profesionales del sector y

el mantenimiento de la industria.225

Algunos testimonios de la época como los de Ricardo Muñoz Suay, citados por

Fernando Arias, hablan de los cabarets de la ciudad donde, desde los sindicatos, se

intentaba dignificar la labor de los artistas: Ya en la guerra, la UGT y la CNT ponían

carteles en el primero de los locales antes señalados, en los que se decía: ‘Camaradas

respetad a las artistas, que están trabajando’.226 En algunos casos, se tiene constancia

de que en los espectáculos de la zona republicana se remuneraba con idénticas

cantidades a todos los integrantes de un teatro, desde la primera figura hasta un modesto

encargado de la limpieza, lo que generó considerables tensiones y algunos desplantes de

afamados artistas.227

Sin embargo, cabe cuestionar la efectividad real de las críticas de signo

moralizante, puesto que testimonios personales de aquellos momentos, como los del

escritor Frederic Martí, reflejan cómo se permitía la entrada en los cines a menores en

películas no autorizadas.228

224 Albert Girona y Javier Navarro, op. cit., p. 61. 225 Idem, pp. 61-62. 226 Fernando Arias, op. cit., p. 94. 227 Idem, pp. 170-171. 228 Frederic Martí Guillamón, El carrer de Rubiols, València: Eliseu Climent Ed, 1997, pp. 126-127.

113

Page 126: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Durante estos años, la vida teatral de Valencia fue muy activa, tanto por las

funciones programadas en los locales de la ciudad, como por las actividades del grupo

de teatro universitario El Búho, fundado poco tiempo atrás. Sin embargo, las

circunstancias de entonces primaban los temas de evasión y entretenimiento, en

detrimento de obras de calidad, como cita Fernando Arias:

No obstante, y teniendo en cuenta la buena acogida que tenía a nivel

popular el teatro universitario, cabe interpretar que los ciudadanos,

frecuentadores tanto del cine como del teatro, tenían una gran afición por ambas

artes, aunque la escasa cultura y la falta de una compenetración entre

empresarios e instituciones dificultaran el predominio de la programación de

obras y películas de calidad.229

Entre las obras programadas destacaban comedias, tanto las de Pepe Alba en

valenciano, como las de Antonio Paso en castellano, en salas como Nostre Teatre y

Libertad respectivamente. También se realizaron montajes de altos vuelos como, por

ejemplo, la Mariana Pineda de García Lorca representada en el teatro Principal. Sin

embargo, por las razones arriba citadas, obras más complejas como El triunfo de las

Germanías de Manuel Altolaguirre y José Bergamín, fracasaron completamente.230

El grupo de teatro universitario El Búho, en aquellos momentos bajo la dirección de

Max Aub, incorporó en sus montajes elementos técnicos de la vanguardia teatral de la

época desarrollando, en la línea de aquellos convulsos años, un teatro de propaganda y

agitación social. Sus representaciones tenían lugar en el teatro Eslava, el cine Avenida y

en el antiguo colegio de los Salesianos. Por otra parte, solían ser acompañadas de

recitales de poemas de Rubén Darío, Rafael Alberti y Juan Gil Albert. La marcha de

Max Aub a París en noviembre de 1936, como agregado cultural de la embajada

española, no frenó las actividades del grupo, que fue el año siguiente a la Exposición

Internacional de la capital francesa a representar Fuenteovejuna con el grupo La

Barraca.231 Sin embargo, la evolución del conflicto hizo que la mayoría de sus actores

acabaran en el frente, lo que imposibilitó realizar montajes durante 1938, significando la

práctica desaparición del grupo. En definitiva, el teatro universitario y el teatro popular

tuvieron un valor y una significación considerable durante aquellos años, antes de que la

desaparición de la Segunda República acabara con estas iniciativas.

229 Fernando Arias, op. cit., p. 170. 230 Idem, p. 170. 231 Ibídem, p. 166.

114

Page 127: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En aquellos tiempos, los círculos anarquistas valencianos desarrollaron una notable

cantidad de actividades en el campo del ocio y el espectáculo, aunque bajo una vertiente

formativa y moralizante que les apartó de la frivolidad de otros ambientes sociales.

Estas sociedades organizaron festivales benéficos y veladas, como ya hicieron años

atrás en tiempos de paz, cuya composición estudió en profundidad Javier Navarro,

constatando sus diferencias con épocas anteriores:

Una novedad que trae la guerra es que el contenido de los festivales

celebrados por los libertarios no se diferencia mucho del de los realizados por

otras organizaciones del bando republicano en esos años. En estos programas –

que podían variar lógicamente según la orientación del acto- se mezclaban a

partes iguales las obras de contenido social o revolucionario, los sainetes y

juguetes cómicos, las comedias ligeras y zarzuelas, los números musicales

(intermedios amenizados por alguna orquesta, por ejemplo) o de varietés, las

charlas y los recitales de poesía […] Destaca especialmente la incorporación,

cada vez más ostensible a medida que avanza la guerra, de los números de

variedades, que proporcionaban entretenimiento y, a la vez, buenos ingresos.232

El final de la guerra, y el definitivo colapso del gobierno republicano, terminaron

con esta apasionante etapa. Sin embargo, el mundo del espectáculo siguió funcionando

en aquellos difíciles días, como se refleja en la siguiente cita tomada de un libro de

Ricardo Bellveser:

Hasta horas antes de que las tropas comandadas por el general Aranda

entraran en Valencia, estuvieron programando y haciendo función los teatros y

compañías establecidos en esta ciudad. El día anterior, 28 de marzo de 1939, en

el ‘Lírico’ debutó la compañía de zarzuela española que dirigían Pepín

Fernández y Manuel Pradas, que repuso ‘Doña Francisquita’, lo que me parece

un dato altamente significativo.233

El ocio y el espectáculo no se resintieron especialmente por el final de la guerra,

puesto que entonces surgió entre la población una necesidad de evadirse de aquella

triste realidad presidida por el hambre y el miedo, que conllevó un nuevo auge de este

mundo, aunque severamente mediatizado por la censura. Todo ello se tratará en el

siguente epígrafe.

232 Javier Navarro, A la revolución...op. cit., pp. 292-293. 233 Ricardo Bellveser, Teatro en la encrucijada (Vida cotidiana en Valencia, 1936-1939), Valencia: Ayuntamiento de Valencia, 1987, p. 9.

115

Page 128: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

II. 6. 4 Epoca de la Posguerra

La Guerra Civil en Valencia terminó con la entrega de la ciudad a las tropas del

general Franco el 29 de marzo de 1939, tras un proceso de rápido y precipitado

desmoronamiento del ejército republicano. Desde mediados de marzo se esperaba una

última ofensiva del ejército nacional sobre la urbe, pero a partir del día 26 los

acontecimientos se precipitaron y la ciudad se entregó sin resistencia a un grupo de

civiles simpatizantes del bando nacional, quienes crearon un breve régimen de

transición previo a la próxima ocupación militar. Estos grupos de civiles ocuparon todos

los puntos clave de la ciudad en espera de la inmediata llegada del ejército, el cual

ocupó la ciudad el 30 de marzo, con un desfile de entrada que coincidió con la retirada

en masa de los integrantes del disuelto Ejército Popular de la ya desaparecida Segunda

República.234

El calendario festivo se vio claramente influido por esta nueva situación, como

valora el historiador Gil-Manuel Hernández Martí en la siguiente reseña:

El calendario festivo, en el cual se inserta la fiesta de las Fallas, sufrió al

final de la guerra civil un vuelco fundamental. La implantación del régimen

franquista supuso la imposición de un nuevo calendario oficial de fiestas,

caracterizado por la vuelta al tradicionalismo religioso y la exaltación de los

mitos y efemérides esenciales del nuevo régimen. La transformación operada se

tradujo no sólo en una desacralización general del calendario –que no comenzó a

disolverse hasta la secularización acelerada de los años sesenta y setenta-, sino

fundamentalmente en el fenómeno de la totalización festiva, es decir, la

subordinación del mundo de la fiesta a los objetivos políticos e ideológicos del

bando vencedor en la guerra civil. Así, además de desaparecer los Carnavales, el

1 de mayo y el 14 de abril, se reinstauraron numerosas fiestas religiosas y se

incluyeron las nuevas fiestas del régimen (18 de julio, Día de José Antonio, Día

234 Alberto Gómez Roda, “La entrada de las tropas de Franco”, en Antoni Furió (dir.), Historia de…op. cit., p. 597.

116

Page 129: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

del Caudillo…), con lo que el calendario de fiestas se convirtió en legitimador y

amplificador simbólico-ritual del nuevo Estado.235

Pese al estado de carestía generalizada, consecuencia de los tres años de conflicto

bélico, el mundo del espectáculo tuvo un significativo florecimiento en los primeros

momentos de la posguerra, como cita el novelista Frederic Martí:

La temporada teatral de 1939-1940, després del parèntesi bèl·lic, va ser

com un esclat. La gent tenia necessitat urgent d’evassió […] Al costat de la fam i

de la tristessa generals es va desfermar una necessitat absoluta d’espectacles i de

diversions que feren oblidar les primeres. 236

La siguiente reseña del citado escritor proporciona datos muy significativos sobre la

actitud del público de aquellos años y sus preferencias, así como la forma en que afectó

al clima laboral de actores y cantantes:

El públic acudia en massa als espectacles. La gent s’ho llevava del menjar

si calia, però la necessitat d’evassió era absoluta. I teatres i cinemes, molt

nombrosos al barri, se’n beneficiaven. Els arguments preferits dels espectacles

eren aquells que es desenrotllaven en ambients luxosos. I si la protagonista era

humil i per mèrits propis arribava a fer fortuna a través d’un matrimoni

avantajós, èxit absolut […] Els còmics d’aquells anys treballaven de valent. Per

culpa de la misèria general, els preus de les entrades eren baixos i els sous

també. Així, calia fer catorze sessions setmanals, sense cap dia de descans, i els

festius sovint es feia una funció extra a les quatre de la vesprada. El públic les

omplia totes.237

En estas difíciles circunstancias volvía a aparecer el clima abierto y festivo del

pueblo valenciano, ahora bajo la necesidad de evadirse de la miseria y las dificultades

que se agudizaron durante aquellos años. Las salas de fiesta, los cafés, los espectáculos

de variedades y el cine mantuvieron el tono, e incluso lo incrementaron con el paso del

tiempo.

Durante aquellos años sobresalió la figura de la cantante Concha Piquer, quien se

convirtió en “la voz de la posguerra”, aunque sus primeros pasos artísticos fueron

anteriores al conflicto bélico.238 Su prematura retirada, en 1957, la convirtió en un mito

235 Gil-Manuel Hernández, “Las fallas del franquismo”, en Antoni Furió (dir.), Historia de…op.cit., p. 605. 236 Frederic Martí Guillamón, El carrer…op. cit., pp. 52 y 126-127. 237 Frederic Martí Guillamón, La ciutat…op. cit., p. 44. 238 Fernando Arias, op. cit., p. 95.

117

Page 130: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

popular pese a su carácter que algunos calificaron como vanidoso y poco cordial,

aunque fue una artista muy perfeccionista y capaz de ganarse el respeto y aprecio del

público.239

La alta burguesía valenciana de la época se sirvió del mundo del espectáculo como

medio de exhibición pública pese a las dificultades materiales, en un contexto donde el

elemento festivo servía de espejo para mostrar lo más ostentoso de aquella sociedad.

Frederic Martí comenta estos elementos desde su visión personal, juvenil en aquellos

tiempos:

Cal dir que a les acaballes dels quaranta i durant els primers anys dels

cinquanta es va vestir de manera molt elegant. Naturalment només podia anar a

la moda un sector molt reduït de la societat. Però la burgesia valenciana

d’aleshores no tenia res a envejar a la que véiem en les pel·lícules ingleses i

americanes. Aquesta minoria era la que omplia i animava determinats cafés i

cocteleries, els millors teatres, els cinemes d’estrena, i les misses majors de les

parròquies més riques sempre estupendament vestida.240

Si el ambiente de la ciudad resistió las privaciones y dificultades de los años

cuarenta, en la siguiente década vivió una auténtica eclosión en el mundo del ocio y el

espectáculo.

Ya en los años cincuenta, aparecieron salas de baile a precios económicos donde

actuaban conjuntos musicales que abrían durante los fines de semana, como El Coet

situada en la antigua avenida de José Antonio, Gala en Reina Doña Germana, El Ninot

en Cardenal Benlloch, Montecarlo en la calle de Cuenca, El Racó Faller en Jesús y la

Pista Exposición en la Alameda. Destacaba especialmente Lara, en la calle de la Paz,

donde actuaba con frecuencia el violinista Abel Mus.241

Las cafeterías de la zona de la plaza del Ayuntamiento y el Paseo de Ruzafa, lleno

de cines y teatros que le daban un aire más cosmopolita de lo que realmente era,

proporcionaron momentos de ocio a los valencianos de aquellos duros años. Cafeterías

como Barrachina, Casa Balanzá, Hungaria, Monterrey, y sobre todo el café Royalty,

ubicado en la esquina entre la calle de las Barcas con Pascual y Genís, donde actuaban

el pianista Daniel De Nueda y el violinista Pascual Camps.242

239 Fernanda Zabala, La Valencia de los años 50, Alaquàs: Carena Editors, 1998, p. 155. 240 Frederic Martí Guillamón, La ciutat…op. cit., p. 84. 241 Fernanda Zabala, op. cit., pp. 140-141. 242 Idem, pp. 138-139.

118

Page 131: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Entre los lugares más elegantes y distinguidos de la ciudad destacaban Las Arenas,

donde tras la cena se daba baile con orquesta y variedades, y el music-hall y terraza

Rialto, donde también actuaba el citado Pascual Camps.243

El ambiente bohemio de la ciudad se reunía en Casa Pedro, taberna ubicada en una

céntrica plaza de la ciudad que, con el tiempo, se convirtió en el punto de reunión de

intelectuales y artistas de signo progresista, en un clima de libertad de opinión extraño

en aquella época. El principal impulsor de aquellas tertulias fue Vicent Ventura, y allí se

convocaron premios literarios, exposiciones, representaciones teatrales con coloquios

tras las mismas, y actuaciones como la primera que realizó el famoso cantautor

Raimon.244

Sin embargo, Valencia sobresalió en el mundo de los espectáculos de variedades,

hecho reconocido por artistas de diversos orígenes como la cantante Carmen Morell:

Valencia, no sólo era cantera de artistas, sino también una ciudad receptiva

al arte importado, exigente y crítica a la vez con cuantas figuras del espectáculo

la visitan, explica la abundancia de teatros hábiles en el centro urbano y el clima

nocturno que éstos generaban a su alrededor.245

El anteriormente citado paseo de Ruzafa, desbordante de vida social, estaba lleno

de teatros y cabarets, que le valieron el apelativo de “Broadway valenciano”. Entre los

principales teatros de la ciudad destacaban el Principal y el Apolo, situado en la céntrica

calle D. Juan de Austria, así como el más popular teatro Ruzafa y el Serrano que, a

finales de la década de los cincuenta, se convirtió en el cine del mismo nombre. En este

contexto cabe destacar el pintoresco teatro Alkázar, hasta entonces dedicado a

programar obras teatrales en valenciano, donde se sorteaba ingeniosamente a la censura

y las variedades tenían un tono desenfadado y popular, destacando singulares figuras

como Rosita Amores.

En aquel ambiente proliferó lo folklórico y la canción española, con figuras

valencianas como la ya citada Concha Piquer, y otras como Enrique Castellón Vargas,

más conocido como El Príncipe Gitano, o la pareja foránea formada por Carmen Morell

y Pepe Blanco. Entre la inmensa cantidad de artistas de variedades que actuaron por

aquellos años, destacaron por su popularidad Gracia Imperio, la valenciana Queta

243 Ibídem, p. 160. 244 Ibídem, pp. 137-138. 245 Ibídem, p. 158.

119

Page 132: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Claver, la actriz catalana Mary Santpere, el trío Zori-Santos-Codeso, Antonio Amaya y

Antonio Machín.

El género de la revista tuvo una auténtica edad de oro durante los años cincuenta,

destacando figuras como Celia Gámez o la compañía de los Vieneses con Arthur Kaps y

Herta Frankel. Pero más significativa fue la revista española, con figuras como Maruja

Torres, Conchita Páez y Pepita Huertas, destacando el estreno de La cotorra del Mercat

del maestro Leopoldo Magenti.246

En cuanto al teatro, Fernanda Zabala hace una primera evaluación global, en todo

caso bastante elogiosa, del género en la ciudad de Valencia:

El ambiente teatral en la Valencia de los cincuenta era fabuloso, no sólo por

la variedad y categoría de las programaciones que prestigiosas compañías

ofrecían en el Apolo, el Eslava, Principal y Serrano, sino también porque la

afición a las tablas estaba muy arraigada en nuestra sociedad […]247

La alternancia entre el mundo de las variedades y el teatro clásico era constante en

los teatros Serrano, Principal y Apolo. Mientras que en el Ruzafa y el Alkázar

predominaba la revista. Por otra parte, el teatro Eslava desarrollaba una vena más

intelectual, con la pretensión de hacer obras de calidad. Otros teatros de la ciudad eran

los de la Casa de los Obreros, hoy conocido como Teatro Talía, el teatro Patronato

donde en Navidad se representaban belenes, el teatro Micalet situado en la sede de la

sociedad coral del mismo nombre, el teatro Juvenalia en la calle Villarrasa y el de la

Sociedad Protectora.248

Junto a los montajes de tono más ligero y popular, progresivamente se desarrolló

una corriente mucho más selectiva y culta, como la del Teatro Español Universitario

(T.E.U.). La presencia de un público más elitista formado por estudiantes universitarios,

profesores y personas de alta condición social generó otro tipo de demanda cultural, que

tuvo su reflejo en el llamado Club Universitario, aquí descrito por Frederic Martí:

Hi organitzàvem conferències, un cine-club, dels primers de l’Estat, que

dirigia Tomás Abad, i de tant en tant féiem lectures teatrals en les quals

col·laborava sempre […] Simplement feien cultura tot donant a conéixer autors

‘maleïts’ contemporanis i teatre clàssic.249

246 Ibídem, pp. 153-162. 247 Ibídem, p. 162. 248 Ibídem, pp. 162-166. 249 Frederic Martí Guillamón, La ciutat…op. cit., p. 176.

120

Page 133: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Finalmente, cabe mencionar el primer renacimiento del teatro en lengua

valenciana, tras más de una década de abandono, con el apoyo de la crítica y la prensa

diaria de la ciudad que, con la publicación de puntuales reseñas de sus actividades, le

confirió un notable impulso citado por Fernanda Zabala:

Las representaciones de las obras escritas en valenciano como ‘Vençut per

l’ironia’ de Rafael Villar, ‘Els misteris del Corpus’, que se representan en la

plaza de la Almoina con ochenta niños que a medida que se mueven configuran el

espacio escénico, y ‘¿No n’erem deu?’ de Martín Domínguez, sobre un pasaje

evangélico, reverdece el teatro en lengua vernácula, muy abandonada durante la

década anterior.250

El cine consolidó su auge durante los años de la posguerra, destacando Valencia

con una oferta cinematográfica sólo superada por Madrid y Barcelona, como lo refleja

Agustín Sánchez Vidal en la siguiente enumeración de salas teatrales y

cinematográficas en torno a 1945: Cuando termina la Segunda Guerra Mundial,

Barcelona figura a la cabeza del parque de salas en España, con 16 teatros y 111

cines; le sigue Madrid, con 20 teatros y 83 cines; en tercer lugar está Valencia, con 8 y

36 respectivamente […] 251

El citado autor plantea la estructura global de la red de salas cinematográficas, con

tarifas y frecuencia de los ciclos cinematográficos:

[…] Hay salas de estreno, de primer reestreno, de segundo reestreno, y de

barrio. En ocasiones, todas ellas con distintos precios. También podían variar

éstos según la ubicación de las localidades, las sesiones, las fechas e incluso las

películas. Como consecuencia, raro es el espectador que no encuentra una tarifa

adecuada a su bolsillo, y el ciclo cinematográfico tiende a ser semanal o

quincenal.252

En Valencia destacó la productora CIFESA, gestionada por los hermanos

Casanova, cuyas películas se centraron en lo folklórico e histórico, temas favoritos del

público en los años de la primera posguerra. Esta compañía, tras una seria crisis sufrida

en 1952, terminó como simple distribuidora antes de su definitiva disolución en los años

sesenta.253

250 Fernanda Zabala, op. cit., p. 165. 251 Agustín Sánchez Vidal, op. cit., p. 550. 252 Idem, p. 551. 253 Fernanda Zabala, op. cit., p. 151.

121

Page 134: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Fernanda Zabala expone el número de salas existentes en Valencia durante los años

cincuenta, así como las innovaciones que llegaron y el impacto social del fenómeno

cinematográfico en la ciudad:

A principios de los cincuenta, Valencia tenía seis salas de estreno, entre

ellas la Actualidades, en la plaza del Caudillo, que proyectaba únicamente

documentales y dibujos animados, y treinta y cuatro salas de reestreno incluidas

las del Grao y el Cabañal. En 1954, se inaugura el cine Lys del Paseo de Ruzafa –

entonces Calvo Sotelo-, presentando ‘La túnica sagrada’ de Koster con la

novedad del sistema Cinemascope y tres años después el mismo local pone en

cartel ‘El último cuplé’ de Juan de Orduña, interpretada por Sarita Montiel que

asiste al estreno conmocionando el centro urbano.254

Además, en Valencia se publicaron varias carteleras cinematográficas y del mundo

del espectáculo que reflejaron la vitalidad de este mundo, como la Bayarri, la revista

Pentagrama o la SIPE editada por los jesuitas, donde se incidía muy especialmente en

la calificación moral de las películas, factor esencial en aquella época.255

La generalización del cine por aquellos años y la aparición de la televisión en

España en 1956, acabaron con gran cantidad de actividades citadas en este capítulo,

reordenando toda la sociabilidad colectiva organizada en torno al ocio y el mundo del

espectáculo, como seguidamente cita Agustín Sánchez Vidal:

Esta amplia gama convierte a la década de los cincuenta (y su

prolongación en los primeros sesenta) en la época culminante del consumo en

sala, ya que el cine se beneficia en España de las iniciativas desarrolladas en los

Estados Unidos para competir con la televisión, inexistente en nuestro país,

donde TVE no empieza a emitir hasta octubre de 1956, limitada por tres horas

diarias de programación y un incipiente parque de seiscientos receptores […]

Aunque la implantación de las pantallas panorámicas supondría en muchos

casos la desaparición de los escenarios y la supresión de los fines de fiesta a

cargo de artistas circenses y de variedades, los cines siguieron ocupando un

lugar central en la socialización de los españoles y en el proceso de

mitologización de su imaginario colectivo.256

254 Idem, p. 149. 255 Ibídem, pp. 149-150. 256 Agustín Sánchez Vidal, op. cit., p. 552.

122

Page 135: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, el cambio no fue repentino sino progresivo, puesto que gran parte del

público siguió disfrutando plenamente de los espectáculos de variedades que, al

desaparecer una generación de artistas, vio la aparición de una nueva con gran vitalidad.

Fernanda Zabala constata esta gradual decadencia, con la presencia de nuevas figuras y

un contexto nuevo según el rumbo de los tiempos, ya en la década de los sesenta:

A lo largo de la década siguiente [años sesenta], Valencia sigue generando

estrellas de variedades cuyas plataformas de lanzamiento son el Alkázar y el

Ruzafa, principalmente: Rafael Conde ‘El Titi’, Mary d’Arcos, Carmen Valenzzy,

Pepe Marqués, Joan Monleón…Todos ellos mantienen despierta la afición a un

género que fue languideciendo poco a poco, debido a la profunda metamorfosis

que sufre en años sucesivos la sociedad española. Progresivamente, el Serrano, el

Apolo, el Ruzafa y el Alkázar cerraron sus puertas […]257

En conclusión, Valencia fue una ciudad que vivió el mundo del espectáculo con una

vitalidad excepcional, puesto que el disfrute del ocio y la vida nocturna impregnaron a

todos los estratos de la sociedad. Cabe señalar que durante los años aquí citados,

aproximadamente entre 1925 y 1960, se alternaron épocas prósperas con otras

singularmente duras, y en todo momento estas actividades fueron de una riqueza y

variedad destacable, pese a lo variopinto de las circunstancias económicas y sociales.

II. 7. La condición social del músico

II. 7. 1. Años veinte y treinta

El oficio de músico, en la Valencia de esta época, estaba íntimamente ligado a los

vaivenes del mundo del espectáculo, ante la escasez de formaciones orquestales o

camerísticas estables. Además, las existentes tenían un funcionamiento tan precario que

no permitían a sus integrantes un mínimo de autosuficiencia económica. De este modo,

los intérpretes trabajaban en las orquestas de los teatros líricos, o bien amenizando las

proyecciones cinematográficas, así como en los cafés de moda de la ciudad. Algunos

257 Fernanda Zabala, op. cit., p. 162.

123

Page 136: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

testimonios de aquellos años, a finales de la década de los veinte, como el contenido en

las memorias del violinista y director José Ferriz, dibujan la naturaleza de estas

actividades:

En los cines de estreno se proyectaban dos sesiones: la continua […] y la

numerada, que empezaba a las diez de la noche. La sesión numerada era

amenizada por un sexteto: dos violines, viola, violoncello, contrabajo y piano. Los

locales de reestreno solían tener un trío, con violín, cello y piano. Algunos cines

tenían dos tríos […] En su época de esplendor, los teatros en Valencia dedicados

al género lírico eran hasta cuatro o cinco; yo aún vi funcionar el Ruzafa, Apolo y

el Princesa a la vez.258

Una crónica del escritor Frederic Martí describe la estructura y repertorio de un

grupo de músicos, quienes amenizaban las veladas de un popular café valenciano:

Hi actuava un tercet format per un violoncel·lista, un violinista i un pianista

[…] Les peces que interpretaven eren clàssiques, però sempre les més populars.

Fantasies de sarsueles i coses per l’estil. Tenien un número fort propi que el

públic els reclamava cada nit. Mus, el ‘Zapateado’ de Sarasate, que interpretava

acompanyat pel pianista. Després, Sorní atacava ‘El vol del borinot’ de Rimsky-

Korsakov. De tant en tant, el pianista, que no tenia la categoría musical dels dos

solistes, s’engrescava amb algun valset de Chopin i era molt aplaudit.259

Las condiciones laborales de estas actividades musicales estaban regidas por una

especie de gremio llamado Asociación Benéfica y Montepío de Profesores Músicos de

Valencia, al cual era obligatorio pertenecer para ejercer la profesión musical. El citado

José Ferriz describió en sus memorias su funcionamiento:

La gran actividad musical necesitaba organizarse seriamente; la solución

que se dio fue transformar esta asociación en un montepío, o sea, a modo de un

sindicato sin más afiliados que los músicos profesionales, y quedó constituida la

Asociación Benéfica y Montepío de Profesores Músicos de Valencia. Organizada

la profesión, se crearon más puestos de trabajo: los teatros dedicados al género

lírico fueron los primeros que empezaron a funcionar con las nuevas normas de

trabajo. Se establecieron las plantillas de orquesta según la categoría del

espectáculo: ópera, zarzuela, revista, variedades, etcétera. Se regularon los

258 José Ferriz, Sesenta años de vida musical. Memorias, Valencia: Generalitat Valenciana-Institut Valencià de la Música, 2004, p. 47. 259 Frederic Martí Guillamón, La ciutat…op. cit., p. 59.

124

Page 137: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

sueldos y, para mayor garantía, se nombró un cobrador que diariamente, por las

noches, pasaba por todos los locales de espectáculos que tenían músicos

asociados y cobraba la nómina correspondiente. Los lunes por la tarde se pagaba

la nómina de la semana en el local social del Montepío.260

El ingreso en la citada asociación llevaba implícito toda suerte de exámenes y

trámites reglamentarios, indispensables para desempeñar en aquellos tiempos la

profesión de músico, descritos por José Ferriz sobre su propia experiencia:

[…] entré de lleno en el ambiente profesional de la música. Lo primero que

había que hacer era ingresar en el Montepío de Profesores Músicos […] Solicité

el ingreso y se me citó a examen en los locales del Montepío […] Hice el examen

en el salón de la junta directiva, con el ‘Concierto en mi menor’ de Mendelssohn

[…] Pocos días después me comunicaron que había aprobado mi ingreso. Acudí

a cumplir los requisitos: examen médico, primer plazo de las trescientas

cincuenta pesetas que había que pagar para igualarme económicamente con el

Montepío, etcétera, y me expidieron el carné de violinista profesional […]261

La normativa y el procedimiento de ingreso en esta asociación refleja la

consideración socio-laboral del músico valenciano, durante los años veinte y treinta,

como miembro de un oficio que requiere una habilidad, de forma parecida a cualquier

actividad artesanal. Obviamente, el músico no parece necesitar de una formación

estética y humanística, puesto que lo único que se requiere es un dominio técnico del

instrumento y capacidad de trabajo para soportar jornadas interminables en teatros y

cafés. Sin embargo, a partir de estos años surgió una nueva consideración del músico,

como intelectual con formación integral, coincidiendo con la renovación cultural que

conllevó la proclamación de la Segunda República. Pero este nuevo modelo artístico

sólo se extendió en el mundo de los compositores y teóricos, mientras que su incidencia

entre los músicos prácticos fue mucho menor.

Como se ha comentado en el párrafo anterior, esta situación laboral no coincidía

con la de los músicos que aspiraban a ganarse la vida en el mundo de la composición,

entre los cuales cabe incluir a los miembros del Grupo de los Jóvenes, objeto de este

trabajo. Por una parte, todos ellos eran personas con estudios universitarios que les

facultaban para ejercer otra profesión, simultáneamente a su actividad compositiva. Los

compositores gozaron, gracias a estas circunstancias, de una independencia económica

260 José Ferriz, op. cit., pp. 37-38. 261 Idem, p. 37.

125

Page 138: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

que les permitió capear las dificultades materiales que entrañaba entonces la profesión

musical.

Sin embargo, la naturaleza de sus ocupaciones profesionales les llevó lejos de

Valencia, en algunos casos a lugares de escasas posibilidades artísticas, lo que

repercutió negativamente en la cohesión del grupo y retrasó la difusión de su obra. Por

ejemplo, Ricardo Olmos y Emilio Valdés, titulados en Magisterio, obtuvieron plaza

laboral como maestros nacionales en localidades muy alejadas de Valencia. Ricardo

Olmos fue destinado a Nava de Arriba (provincia de Albacete) y después a Catadau,

mientras que Valdés ejerció en Montbrió de la Marca (provincia de Tarragona) hasta el

estallido de la Guerra Civil. Por otra parte, Luis Sánchez se tituló en Medicina y estuvo

trabajando en la localidad alicantina de Jijona durante todo el año 1934. Estas

circunstancias lo alejaron de Valencia e hicieron que abandonara temporalmente la

crítica musical que desempeñaba en el periódico La Correspondencia de Valencia, lo

que limitó la difusión y pujanza de su música.

Menos dificultades sufrió Vicente Garcés, titulado en Filosofía y Letras por la

Universidad de Barcelona, quien obtuvo un puesto en el Instituto de Enseñanza

Secundaria de Gandía, donde las circunstancias no coartaron su creatividad. Por su parte

Vicente Asencio, también titulado en Magisterio, participó en la creación del

Conservatorio de Castellón, donde trabajó como profesor a lo largo de toda esta década.

En el caso de Asencio, durante su adolescencia se vio obligado a ganarse la vida bajo

unas condiciones muy parecidas a las contadas por Ferriz, antes de que llevara a cabo

sus estudios musicales y universitarios.262

Pese a todo, algunos compositores valencianos pasaron por serias dificultades

económicas en el momento en que decidieron dedicarse plenamente a la música. Este es

el caso de Joaquín Rodrigo, quien experimentó grandes apreturas después de su

matrimonio con Victoria Kahmi. Estas circunstancias llegaron a provocar una temporal

separación de la pareja en 1934, solucionada con la concesión de una Beca Conde

Cartagena que les permitió volver a instalarse en París.263

Además, a principios de los años treinta el oficio musical experimentó una aguda

crisis, consecuencia de la aparición del cine sonoro y los medios mecánicos de

reproducción musical, que hicieron innecesaria la participación de los músicos en

262 Mª Angeles Arazo, “Media hora con Vicente Asencio, hablando de música”, Las Provincias, 13-I-1972, p.23. 263 Antonio Gallego, El arte de Joaquín Rodrigo, Madrid: Iberautor Promociones culturales-SGAE, 2003, pp. 84-85.

126

Page 139: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

muchos espectáculos. Por otro lado, el teatro lírico inició un proceso de declive,

agudizado en los años siguientes:

Coincide su proclamación [la República] con una crisis de los profesionales

de la música que amenaza con el paro total en sus actividades fundamentales: el

cine y el teatro lírico. Estos dos espectáculos dan empleo a casi la totalidad de los

profesionales que integran la Asociación Benéfica y Montepío de Profesores

Músicos de Valencia […] Una somera estadística de los profesores que se

ganaban la vida en estos dos espectáculos daría la idea de la dramática situación

en la que quedaba la profesión musical […]

La crisis en la que estaban sumidos los profesionales de la música y los

cómicos del género lírico era irreversible. Analizar los motivos de la decadencia

de este género de teatro es otra historia; respecto al cine, la causa a la vista

estaba: el cine sonoro no necesitaba músicos que amenizaran las proyecciones.264

La situación empeoró considerablemente durante los años treinta, hasta el extremo

de que algunos músicos como Vicente Garcés, en sus crónicas de aquellos tiempos,

reclamaran la ayuda benéfica de organismos públicos.265

Las organizaciones libertarias llegaron a contratar a músicos para sus veladas,

aunque no fueran estrictamente necesarios, bajo criterios de beneficencia sindical, como

enuncia Javier Navarro en su estudio sobre las actividades culturales de estas

organizaciones:

En lo que se refiere al teatro, el recurso a los repertorios y géneros previos

a la guerra (tan denostados por la moralidad obrerista en años anteriores:

comedias, sainetes, zarzuelas, ‘varietés’, revistas, etc.) de éxito de público fácil y

rentabilidad segura, fue la nota dominante. Se aseguraba de esta manera la

continuidad laboral de los artistas que trabajaban en ellos y se evitaban asimismo

los problemas derivados de una difícil reconversión laboral de éstos hacia otro

tipo de espectáculos.266

La situación de crisis iniciada durante esta década vino provocada por las propias

condiciones laborales de los músicos valencianos, así como por la insuficiencia de la

vida musical valenciana, pujante pero todavía incapaz de absorber un mercado laboral

tan amplio. Aunque las llamadas al auxilio de estos profesionales, así como las ayudas

264 José Ferriz, op. cit., p. 47. 265 Vicent Garcés, “Música: La vida musical en Valencia”, El País Valencià, 18, 28-III-1936. 266 Javier Navarro, A la revolución…op.cit., p. 300.

127

Page 140: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de asociaciones y círculos sociales, paliaron en parte esta difícil situación, el estallido de

la Guerra Civil y su desgraciado desenlace complicó considerablemente la situación

laboral de los músicos valencianos, como la del resto de la población.

II. 7. 2. Posguerra

El final de la Guerra Civil, a finales de marzo de 1939, significó la conclusión de un

largo y sangriento conflicto, pero también el inicio de unos años dramáticos marcados

por la autarquía y el hambre, que afectó a la mayor parte de los sectores sociales de la

época.

La profesión musical, antaño apoyo básico del mundo del espectáculo valenciano,

sufrió considerablemente en estos momentos de necesidad, agravando su ya difícil

situación en la época previa al estallido de la guerra. José Ferriz narró en sus Memorias

estas dificultades en primera persona, por su condición de violinista profesional durante

aquellos años:

Los primeros días de este desdichado mes [abril de 1939] son de

desorientación absoluta para los vencidos, entre los que me encuentro. La

Asociación Benéfica y Montepío de Profesores Músicos ya es historia y el

Sindicato del Espectáculo también. Ahora somos una profesión en paro total, sin

ilusión, fracasada, rota, hambrienta: su local social se encuentra en la calle

Ruzafa, que muy pronto se llamará ‘la acera del hambre’. Hay que salir a la calle

con cautela, informarse de lo que hay que hacer para integrarse en la nueva

situación y tratar de resolver algo tan importante como ganar algún dinero.267

La creación de la Orquesta Municipal de Valencia, en el año 1943, consiguió dar

trabajo a unos cuantos músicos valencianos de la época, a lo que se unió el deseo de las

autoridades valencianas de remunerar adecuadamente a sus profesores. Sin embargo,

detrás de esto residía la intención de crear un ambiente musical de altura, en el que el

aspecto económico no fuera más que la cara externa de una nueva consideración socio-

laboral de los intérpretes, valorados y pagados como artistas. En su libro sobre la

Orquesta de Valencia, Vicente Galbis nos refleja esta situación con unas citas muy

267 José Ferriz, op. cit., p. 85.

128

Page 141: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

significativas, donde se aporta la visión de Martín Domínguez, concejal del

ayuntamiento valenciano que se hizo cargo de organizar la nueva Orquesta Municipal:

[…] la primera razón que movía al Ayuntamiento era convertir a Valencia

en uno de esos centros musicales. Como segunda razón cita el crear un ambiente

de difusión cultural. En relación con esto, Domínguez trató de motivar a los

músicos no sólo con su sueldo sino con una mayor consideración social; pero,

para ello, insistió en cuestiones como el estudio, la disciplina, la ilusión. Su

adecuada visión del problema resulta evidente en esta frase: ‘Si a un profesor le

pagáis bien pero no le hacéis respirar un aire de altura, sólo habréis conseguido

que juegue más al chamelo’.268

Sin embargo, no por ello dejaron de completar su salario con actuaciones en los

cafés de moda, uno de los pocos espectáculos que todavía daban trabajo a los intérpretes

de aquel entonces. Frederic Martí cita el ambiente y los músicos de un café de los años

cuarenta:

L’ambient de la Sala de The [sic] de Barrachina tenia un públic de caire

intel·lectual, selecte, però no elegant. Sovint venien elements pintorescos. Era,

doncs, un local ideal per a la meua iniciació nocturna en la vida dels cafés abans

de passar a plats més forts. Hi actuava un tercet format per un violoncel·lista, un

violinista i un pianista. El violinista Abel Mus i el cel·lista Rafael Sorní eren els

solistes de l’Orquestra Municipal.269

En escritos dedicados a rememorar la Valencia de aquellos años abundan las

descripciones de actuaciones musicales a cargo de significativos músicos de entonces,

como es el caso del insigne violinista Pascual Camps, destacado miembro de la

Orquesta Municipal de Valencia, citado en este breve ejemplo por Fernanda Zabala:

Lauria y el café Royalty, situado en la esquina de Barcas con Pascual y

Genís, ofrecían veladas musicales a cargo del pianista Daniel Denueda, que

luego fue catedrático del Conservatorio; del maestro Adrián y de Pascual Camps,

virtuoso del violín que también trabajó mucho en la terraza Rialto.270

La dependencia, en estos espectáculos, de los miembros de la Orquesta Municipal

de Valencia (entre los cuales estaba el citado Pascual Camps) hizo que, con motivo de la

268 Vicente Galbis López, Orquesta de Valencia, 60 años de vida sinfónica (1943-2003), Valencia: Palau de la Música, 2004, p. 35. 269 Frederic Martí Guillamón, op. cit., p. 59. 270 Fernanda Zabala, La Valencia de los años 50, Alacuás: Carena Editors, 1998, pp. 138-139.

129

Page 142: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

gira inglesa y francesa de la citada formación en 1950, se dejara a los cafés valencianos

sin apenas intérpretes para su normal funcionamiento:

Com es pot suposar, durant els dos mesos que va durar la gira de

l’orquestra, la vida musical dels cafés de Valencia es va veure sensiblement

afectada. Alguns es van quedar només amb el pianista a l’hora d’acompanyar la

vocalista o folklòrica de cada nit […]271

En la década de los cincuenta apareció el tocadiscos con microsurco, cuya presencia

favoreció la difusión de piezas musicales y canciones populares, pero también

repercutió en la paulatina desaparición de orquestas y pequeños grupos como los citados

que amenizaban salas de baile y cafés, acentuando más aún la precariedad laboral.272

En estas circunstancias, es fácilmente comprensible que la profesión de músico, mal

pagada y sin excesiva valoración social, pasara por una crisis general que condicionó la

vida musical valenciana. Esta situación no sólo afectó al músico dedicado al mundo del

espectáculo y las variedades, sino que los propios músicos de la Orquesta Municipal de

Valencia se consideraron mal pagados, perdiendo considerablemente poder adquisitivo

en aquellos años, finales de los cincuenta y principios de los sesenta, inicio del

despegue económico del país.

De este modo, varios músicos de la citada Orquesta Municipal, con el director José

Ferriz al frente, marcharon a Egipto para integrarse en la Orquesta Sinfónica de El Cairo

en enero de 1963, ante la posibilidad de mejorar su situación económica. En las

Memorias del citado Ferriz se reproduce una entrevista donde se aprecian los

condicionantes socio-económicos y las dificultades vividas en Valencia, a la hora de

tomar el camino de la emigración:

Son nueve los profesores de la Orquesta Municipal de Valencia que se van a

Egipto, ¡porque no han podido ser más! Son dos violines, un violoncelo, una

viola, un contrabajo, un flauta solista, dos fagotes y un clarinete bajo.

¿Cuánto cobrarán en Egipto?

Los profesores, entre las noventa y las cien libras, que son unas dieciocho

mil pesetas. Un concertino ganará ciento veinte mil libras, [sic] alrededor de las

veintidós mil pesetas.

271 Frederic Martí Guillamón, op. cit., p. 87. 272 Fernanda Zabala, op. cit., p. 140.

130

Page 143: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Estas cifras, comparadas con las que ganaban en Valencia, que oscilaban

alrededor de las dos mil pesetas mensuales, han sido el motivo del éxodo

filarmónico y de que la orquesta se quede desarreglada.

El problema ya existía en la orquesta igual que en todas las de España;

nosotros no hacemos más que adelantarlo un poco […]

[…] Además, como les interesa jubilarse, porque van a cobrar lo mismo que

en activo, o algo más, exigen la jubilación en cuanto les corresponde.273

Según los datos aportados en esta cita, los músicos valencianos vivían unas

condiciones socio-económicas que se acercaban a la pobreza, lo que hizo que la cantera

musical valenciana redujera considerablemente sus miembros. Por otra parte, a la luz de

esta información, el problema no era sólo valenciano, sino que era común al resto de

orquestas del país, lo que motivó esta singular emigración a un país tan lejano.

En los años de la posguerra, las dificultades económicas de los compositores se

acentuaron, en consonancia con la problemática de aquellos tiempos. Algunos

miembros del Grupo de los Jóvenes emigraron lejos de Valencia, en busca de mejores

condiciones laborales, o bien llevados por los destinos asignados en los cuerpos de

enseñanza o medicina que respectivamente ejercían.

En el caso de Emilio Valdés, aceptó el cargo de maestro nacional y la dirección del

centro de enseñanza primaria de su localidad natal, el pueblo alicantino de Castalla,

aprovechando así la desahogada posición económica de su familia en aquellos difíciles

años. Por otra parte, Luis Sánchez fue destinado lejos de Valencia por su trabajo en el

Cuerpo Nacional de Médicos Forenses, aunque la probable insuficiencia de su sueldo le

hizo buscar alternativas laborales en la música. Primero como miembro del Cuerpo

Nacional de Directores de Bandas de Música donde trabajó una temporada en Alcázar

de San Juan, y más tarde como profesor de Historia de la Música en el Conservatorio de

Málaga, cargo que desempeñó hasta el final de su vida, potenciando considerablemente

su trayectoria creativa y artística.

El pluriempleo fue un fenómeno frecuente entre los compositores de aquellos años,

como en la mayoría de actividades laborales, y un buen ejemplo es el caso de Vicente

Asencio quien trabajó como funcionario en la Delegación de Hacienda de Valencia, y

luego obtuvo un puesto como profesor de solfeo en el Conservatorio de Valencia. En

273 Fuentes Guio, “La Orquesta Municipal de Valencia se queda sin músicos”, Las Provincias, Valencia, sin fecha. En José Ferriz, op. cit.

131

Page 144: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ocasiones se lamentó veladamente de las dificultadas que esto le ocasionaba en su

creación musical.274

El caso de Joaquín Rodrigo fue muy sintomático del agotador pluriempleo al que se

vio obligado acceder para subsistir con su familia durante toda la década de los cuarenta

y parte de los cincuenta. El compositor se estableció con su familia en Madrid en

septiembre de 1939, cuando fue reclamado por Antonio Tovar para el cargo de asesor

de Radio Nacional, además fue nombrado jefe de Arte y Propaganda de la ONCE y

profesor interino de Folklore en el Conservatorio de Música. Al mismo tiempo, ejerció

la crítica en el diario Pueblo, asistiendo a conciertos y tertulias artísticas, además de

seguir dedicándose a la composición, en conjunto un importante cúmulo de

actividades.275

Ricardo Olmos buscó en Madrid nuevas perspectivas profesionales en el mundo de

la enseñanza después de la guerra, aunque ello implicara un alejamiento físico de

Valencia. Sin embargo, necesitó de un continuo pluriempleo para mantener con

suficiencia a su familia.

Caso aparte fue la difícil situación personal de Vicente Garcés, represaliado por las

autoridades franquistas a causa de su implicación en la desaparecida República, lo que

implicó la pérdida de su puesto de trabajo como profesor en Gandía y unas

circunstancias dificilísimas, como manifiesta su biógrafo Sergi Arrando en estas líneas

extraídas de su dietario:

[…] Per primera volta medisc els perills que me circunden i la magnitud de

la meua soledad. El govern de Franco ha invalidat els bitllets moneda de les

emissions de la república durant la guerra i quede sense un cèntim. Intente fer

música de cine, després música de teatre, més tard busque lliçons particulars. Tot

inútil. I un congoixós defalliment s’apodera de mi. Sóc l’únic compositor de

València condemnat a l’ostracisme.276

La marcha a París en 1948, y lo tardío de su retorno a Valencia explica las mejores

condiciones personales y laborales que pudo gozar en la capital francesa.

Esta era la situación socio-económica de los músicos valencianos en las fechas que

limitan cronológicamente este estudio. Su situación económica mejorará

274 Mª Angeles Arazo, op. cit. 275 Antonio Gallego, op. cit., p. 131. 276 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt (1906-1984), Sagunt: Bancaixa, 1998, pp. 85-86. Extraído del Dietario de Vicent Garcés Queralt, Archivo de la Familia Garcés Queralt.

132

Page 145: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

progresivamente tiempo después, pero ya fuera de los límites establecidos en este

estudio.

II. 8 La Crítica Musical Valenciana y el Grupo de los Jóvenes

En el presente epígrafe se va a contextualizar el ejercicio de la crítica musical en

Valencia entre 1925 y 1960, época en la que los miembros del Grupo de los Jóvenes

crearon y estrenaron sus obras, aunque se podría extender puntualmente más allá de esta

última fecha y así poder valorar la recepción pública de sus piezas en tiempos más

recientes. Inicialmente se procederá a enumerar a los principales críticos musicales

valencianos de la época, a continuación se mencionará la labor crítica que

desempeñaron en algún momento varios de los integrantes del Grupo, y finalizará el

epígrafe citando la interrelación entre la crítica valenciana y sus obras.

II. 8. 1 La Crítica Musical Valenciana (1925-1960)

La principal figura de la crítica musical valenciana de los dos primeros tercios del

siglo XX fue Eduardo López-Chavarri Marco (1871-1970), quien inició sus actividades

en el año 1898 en el diario Las Provincias, a instancias de Teodoro Llorente. Allí

trabajó hasta su jubilación, aunque siguió colaborando con frecuencia hasta su

fallecimiento en 1970, por lo que su excepcional longevidad y el amplio arco

cronológico de su labor crítica lo convierte en un valioso testigo de la vida musical

valenciana durante gran parte del siglo XX. Cuando comenzó a colaborar en el citado

periódico, se encontró con un ambiente musical anquilosado que, con grandes

dificultades, intentó reactivar mediante sus crónicas.

En su primera reseña publicada en Las Provincias ya cuestionaba la programación

de los conciertos que entonces se ofrecían en Valencia, solicitando una orientación

educativa y formativa, se contara con intérpretes valencianos y se tuviera en cuenta al

133

Page 146: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

público.277 Desde tempranas fechas fue una figura valorada y reconocida en los círculos

culturales de ámbito nacional, como lo refleja la oferta, que presumiblemente rechazó,

recibida de Joaquín Cabot para que se estableciera en Barcelona como crítico del diario

La Vanguardia en enero de 1911.278 Con el tiempo, en Valencia se reconoció y valoró

plenamente su labor, como lo reflejan estas palabras del periodista Berenguer

publicadas en la revista Ritmo, de ámbito nacional, en el año 1935: […] don Eduardo,

que fue él quien, buscando nuevos horizontes, continuó luchando incesantemente,

consiguiendo gracias a sus trabajos, que se modernizara el ambiente musical

valenciano.279

Artista polifacético, fue un músico de excepcional preparación, como demuestran

sus actividades como compositor, director de orquesta, musicólogo y profesor de

Historia de la Música en el Conservatorio de Valencia. Sus críticas reflejan su amplitud

de conocimientos que Federico Sopeña destacó en dos direcciones: su capacidad para

tratar las cuestiones técnicas con una perspectiva amplia y su dedicación a la música

valenciana.280 Eduardo López-Chavarri era una autoridad reconocida en temas como las

tendencias musicales del siglo XIX y la música antigua, y estaba completamente al día

de corrientes como el Impresionismo o el Segundo Nacionalismo, llegando a presentar

en concierto obras de Debussy y Stravinsky. Estos conocimientos daban a sus críticas

un valor excepcional, puesto que influyó directamente en la cultura musical de los

principales músicos valencianos de aquella época, como Rodrigo, Iturbi, Cuesta…, lo

que le convirtió en el principal animador de la vida musical valenciana de su tiempo. Su

crítica tuvo una función creativa, puesto que aunaba información con formación hacia el

lector, al ofrecerle datos en torno a estas nuevas tendencias que ampliaban su cultura

musical.281 Además del ejercicio de la crítica musical, también desarrolló la artística y

literaria, en el primer caso por sus conocimientos de pintura adquiridos en la Escuela de

Bellas Artes de San Carlos de Valencia y su actitud abierta hacia las nuevas

277 Vicente Galbis López, “Crítica musical”,Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor-IVM, 2006, vol. 1, p. 270. 278 Rafael Díaz y Vicente Galbis López, Eduardo López-Chavarri Marco. Correspondencia, Valencia: Generalitat Valenciana-Consellería de Cultura, Educación y Ciencia, 1996, vol. 1, pp. 106-107. 279 E. Berenguer, “Eduardo López-Chavarri y la música valenciana”, Ritmo, 115, Madrid: septiembre de 1935, pp. 9-10. 280 Federico Sopeña, “Eduardo López-Chavarri”, Concierto-Homenaje a Eduardo López-Chavarri Marco por la Orquesta de Cámara de la Hermandad Católico Ferroviaria, Valencia, J. Doménech, 1971, p. 6. Citado en: Rafael Díaz y Vicente Galbis López, op. cit., vol. 1, p. 32. 281 Vicente Galbis López, op. cit., vol. 1, p. 270.

134

Page 147: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

tendencias,282 y en el segundo por su actividad como prosista, que le dio un bagaje

literario que aplicó a sus críticas.283

Enrique González Gomá (1889-1977) fue otro crítico que participó en este

movimiento animador de la vida musical valenciana, desde sus primeras críticas

publicadas en La Voz de Valencia y poco después en el Diario de Valencia, en las que

firmaba con su segundo apellido (Gomá) o con el acrónimo G. En estas críticas

defendió con entusiasmo la obra de Debussy, en fechas tan tempranas para el contexto

musical español y valenciano, como 1925. Destacó también por sus amplios

conocimientos que le dieron la capacidad de criticar sutilmente los detalles de ejecución

que no consideraba correctos, su claridad y elegancia en la escritura, y su apoyo a los

compositores e intérpretes valencianos.284 Su actividad como crítico fue muy meticulosa

y profesional, basada en el conocimiento previo de las obras cuya interpretación tenía

que valorar, incluso con el estudio de las mismas.285 Durante la Guerra Civil fue

corresponsal en Valencia de la revista Música, creada en 1938 por el Consejo Central de

Música, dependiente de la Dirección General de Bellas Artes y el Ministerio de

Instrucción Pública de la Segunda República.286 Tras el conflicto bélico trabajó en el

diario Levante, donde simultaneó su actividad crítica con la de catedrático de

Contrapunto y Fuga en el Conservatorio de Valencia y sus trabajos como compositor,

donde permaneció hasta su fallecimiento en 1977.

Eduardo Ranch Fuster (1897-1967) fue crítico en diarios de Valencia y Castellón,

ciudad donde escribió entre 1921 y 1925 en los periódicos Libertad y Diario de

Castellón. Empezó a colaborar en La Correspondencia de Valencia en 1927, donde

participó de forma intermitente hasta 1934. Al mismo tiempo, escribió en la revista

literaria Taula de Lletres Valencianes (1928-1930) y en el diario Avant en torno a 1930.

Tras la Guerra Civil trabajó en la revista Valencia Atracción (1945-1966) y fue crítico

musical en la delegación valenciana de Radio Nacional de España.287 En sus críticas

publicadas en La Correspondencia de Valencia no se limitó a describir los conciertos

celebrados en la ciudad, sino que adoptó una postura activa y creativa. Entre sus

investigaciones destacan las realizadas sobre Vicente Martín y Soler que le llevaron a 282 Rafael Díaz y Vicente Galbis López, op. cit., p. 31. 283 Francesc Pérez Moragón, Introducció a Proses de Viatge, Valencia: Institució Alfons el Magnànim, 1983. Citado en: Idem, pp. 25-26. 284 Vicente Galbis López, op. cit., vol. 1, pp. 270-271. 285 José Pascual Hernández Farinós, “Entrevista a Matilde Salvador”, Archivo de Historia Oral del Instituto Valenciano de la Música, Valencia: Institut Valencià de la Música, 2002. 286 Amparo Ranch, “Josep Renau y la música”, Cimal, 17, Valencia, 1982, pp. 13-15. 287 Vicente Galbis López, op. cit., vol. 1, p. 271.

135

Page 148: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

reivindicar su figura, el redescubrimiento de Juan Cabanilles,288 la crónica de la visita

de Liszt a Valencia que citó en su libro Centenario de la estancia de Franz Liszt en

Valencia (publicado en Valencia por La Semana Gráfica en 1945).289 Por otra parte,

impulsó ideas como la celebración en 1937 del vigésimoquinto aniversario de la

Sociedad Filarmónica, evento frustrado por el estallido de la Guerra Civil.290

Bernardo Morales Sanmartín (1864-1947), más conocido por el seudónimo de

Fidelio, escribió en el diario El Mercantil Valenciano desde el segundo decenio del

siglo XX. Escritor y periodista muy próximo a la estética de la Renaixença valenciana,

se vio muy influido por el estilo de Blasco Ibáñez y su naturalismo literario, apreciable

en sus novelas de ambiente popular valenciano como La Alcaldesa (1902), La Rulla

(1905), etc. Fundó la revista literaria El Cuento Valencià y colaboró en numerosas

publicaciones valencianas del cambio de siglo como La Degolla [sic] (1890) o El

Cuento del Dumenche [sic] (1908), con la intención de dignificar la narrativa en

valenciano. Su formación musical la recibió en el Conservatorio de Valencia, donde fue

catedrático de Literatura Dramática, y compuso varias canciones premiadas en la

Exposición Regional Valenciana de 1909, además de obras como Escenas Valencianas,

Serenata de Pierrot a la luna o el vals Candeur.291 Sus críticas eran claras y directas,

incluso llegando a valorar negativamente con razones plenamente justificadas a

intérpretes de la talla de Nathan Milstein y Vladimir Horowitz en 1927, y calificar por

aquella época como compositores de segunda fila a figuras de la talla de Brahms y

César Franck.292 En ningún momento tomó posturas estéticas tan avanzadas como

López-Chavarri y sus formas evolucionaron en la década de los treinta hacia lo

meramente descriptivo y divulgativo, recibiendo duras críticas de colegas como el joven

compositor Luis Sánchez por su condescendencia a la hora de valorar a los intérpretes

de las audiciones de alumnos celebradas en el Conservatorio:

[…] al ver una reseña de la última audición de alumnos escrita con tanta

parcialidad como la que lanzó el señor Fidelio, profesor del Centro, desde las

columnas de ‘El Mercantil Valenciano’, entonces sí que me indigné ante tanto

288 Idem, p. 271. 289 Vicente Galbis López, “Ranch Fuster, Eduardo”, Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor-IVM, 2006, vol. 2, pp. 333-334. 290 Eduardo Ranch, “La Sociedad Filarmónica: Un llamamiento”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 19-II-1934, p. 6. 291 Ricard Blasco y José Climent, “Morales San Martín, Bernardo”, Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana, Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 10, p. 309. 292 Vicente Galbis López, op. cit., vol. 1, p. 271.

136

Page 149: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

‘autobombo’ y lancé, a la opinión, mi último escrito de 8 de los corrientes (marzo

de 1935).293

Su enfoque crítico respondía a unos moldes anticuados que quedaban en evidencia

ante figuras como López-Chavarri y otros colegas de la época, y la mencionada crítica

de Sánchez cuestionaba su labor en aquellos últimos años de profesión, que abandonó

tras la Guerra Civil. En ese momento dejó su cargo en el Conservatorio, al ser eliminada

la cátedra que ocupaba, como se refleja en una nota de prensa publicada en febrero de

1940.294 Curiosamente, sobre el presupuesto de la eliminada se creó una cátedra de

Contrapunto y Fuga que fue ocupada por otro compañero en el ejercicio de la crítica

musical de entonces: Enrique González Gomá, lo que evidencia un relevo profesional e

intelectual.

Aparte de las figuras citadas, en aquellos años desempeñaron la crítica más

esporádicamente otras personalidades, entre las cuales se incluyen varios de los

miembros del Grupo de los Jóvenes que serán tratados un poco más adelante. En esta

línea cabe citar al compositor Manuel Palau (1893-1967) cuya obra, en la que se

combinaban pautas nacionalistas valencianas con un lenguaje musical impresionista,

representaba las tendencias más avanzadas en la Valencia de su época. Su actividad

como profesor de composición le vinculó directamente a la génesis del Grupo de los

Jóvenes, puesto que fue el orientador técnico y estético de la mayoría de sus integrantes.

En su faceta de crítico musical colaboró con La Correspondencia de Valencia desde

finales de 1924 hasta marzo de 1927 (aunque publicó escritos esporádicamente desde

finales de 1922),295 cuando fue relevado por Eduardo Ranch. A partir de marzo de 1931

y durante un año volvió a desempeñar esta labor, tras lo cual fue sustituido por su

discípulo Luis Sánchez.296 El compositor Joaquín Rodrigo (1901-1999) dio sus primeros

pasos en la crítica en Las Provincias en junio de 1930, invitado por López-Chavarri,

quien le permitió que años más tarde enviara críticas musicales al citado diario desde

París donde entonces estudiaba.297 Todas estas actividades le dieron un bagaje que le

sirvió para su posterior trayectoria en el diario madrileño Pueblo, iniciada en 1942 y

293 Luis Sánchez, “Musicales: Más sobre el Conservatorio”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-III-1935, p. 4. 294 Sin autor, “Conservatorio de Música”, Las Provincias, Valencia, 14-II-1940, p. 8. 295 Salvador Seguí, Manuel Palau (1893-1967), Valencia: Generalitat Valenciana-Consell Valencià de Cultura, 1999, pp. 133-134. 296 Vicente Galbis López, op. cit., vol. 1, p. 271. 297 Rafael Díaz y Vicente Galbis López, op. cit., vol. 1, p. 32.

137

Page 150: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

luego continuada en otros rotativos de la capital del estado.298 En aquella época, surgió

en la localidad alicantina de Monóvar la revista musical Musicografía, con amplia

difusión tanto en Valencia como en el resto del país, desaparecida con el estallido de la

Guerra Civil. Entre sus colaboradores contó con un crítico que firmó bajo el seudónimo

de Jopecor (quizás Pérez Corredor), cuyas crónicas tuvieron un carácter esencialmente

descriptivo y sin entrar en valoraciones de signo técnico o estético.

La mayoría de los críticos arriba citados continuaron su labor durante las décadas

de los cuarenta y cincuenta. A ellos se les unieron nuevos profesionales que, algunos de

forma puntual o en reducidos periodos de tiempo y otros con mayor continuidad, dieron

cumplida reseña de la vida musical valenciana.

A la actividad de López-Chavarri en Las Provincias y Gomá en Levante, se les

unió Federico Soro en el periódico vespertino Jornada. Entre sus crónicas destacan las

que, durante la década de los cincuenta, reflejaron la perplejidad del público valenciano

ante las nuevas tendencias de vanguardia. Un buen ejemplo fue la crítica a una

Sinfonietta del compositor italiano Mario Zafred, obra de lenguaje atonal, interpretada

por la Orquesta Municipal de Valencia en 1956, momento en el que el público

valenciano desconocía estos lenguajes vanguardistas europeos:

La obra del italiano, poco inspirada, fue la menos favorecida por parte de

los intérpretes. De su sensación, como de lectura, preferimos, por los bríos que

apuntan, el segundo y cuarto movimientos. Estos dos ‘allegros’ nos compensan en

parte de un ‘andamento’, en general, algo cansino. La partitura, en cuestión, no

posee un contenido demasiado interesante y su relieve armónico-instrumental

resulta escaso.

Pronto olvidaremos a este autor y su título. Acaso, como hasta ahora, no

figuren ya más en nuestros programas.299

En los años cuarenta colaboró como corresponsal de la revista Ritmo el entonces

joven compositor José Mir (1917-1973), cuyas críticas de la vida musical valenciana

fueron duras y directas. Este crítico reivindicó mejoras en aquellos difíciles momentos y

no tuvo reparos en calificar negativamente interpretaciones discretas, como en esta

reseña de un concierto de la Orquesta Sinfónica celebrado en marzo de 1943:

298Vicente Galbis López, op. cit., vol. 1, p. 271. 299 Federico Soro, “Música: El matinal sinfónico de la Orquesta Municipal”, Jornada, Valencia, 17-XII-1956, p. 15.

138

Page 151: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El día de San José (19 de marzo) dio un concierto en el Principal la

Orquesta Sinfónica, para los socios de la misma. La solvencia artística del Sr.

Izquierdo es sobradamente conocida para que intentemos hacer ninguna clase de

crítica censurable; pero ni dicho Sr. Izquierdo ni los profesores de la Sinfónica,

por muy buenos artistas que sean todos, pueden, en cuatro breves ensayos, darnos

una buena interpretación de una obra como es la ‘Quinta Sinfonía’ de

Tschaikowsky; el resultado ha sido un esfuerzo penoso entre profesores y director

por salvar dificultades, sin lograrlo, y produciendo una impresión poco buena en

el auditorio. Sencillamente, la Orquesta Sinfónica nos dio una audición

verdaderamente desagradable de la ‘Quinta Sinfonía’ de Tschaikowsky.300

Tiempo más tarde fue sustituido por Antonio Chover (1922), cuyos escritos se

limitaron a describir las actividades, pero sin entrar en los juicios de valor que

caracterizaron a su colega, como se refleja en esta cita en la que valora aspectos de una

obra de su maestro Manuel Palau:

[…] esta música sedujo al auditorio desde los primeros momentos; interesó

siempre. Y es que la música de Manuel Palau posee cierta característica –muy

notable en los efectos cadenciales de la línea melódica-, ciertas formas de bella

plasticidad que la diferencian señaladamente dentro de la música española. En

pocas palabras: lo primero que sugiere la obra de Palau es el concepto de

vigorosa personalidad, de elegante estilo.301

En los primeros años cincuenta surgió en Valencia una revista musical llamada

Pentagrama, que pretendía revitalizar el clima musical valenciano. Aunque las

polémicas que entabló con entidades como el Conservatorio de Valencia enturbiaron su

existencia y con el tiempo acabó convirtiéndose en una modesta cartelera de

espectáculos sin mayores pretensiones. Las críticas musicales estuvieron a cargo de

Miguel Asíns Arbó y Francisco Llácer Pla, aunque nunca fueron firmadas, por lo que se

adivinan los autores según la orientación estética de las mismas, más conservadoras en

el primer caso y de mayor apertura en el segundo.

Aunque su actividad crítica rebasa el marco cronológico establecido en el

presente capítulo, cabe destacar la labor de Eduardo López-Chavarri Andújar (1931-

1993), hijo de López-Chavarri Marco a quien sustituyó en el diario Las Provincias hasta

300 José Mir, “Valencia”, Ritmo, 164, abril 1943, pp. 33-34. 301 Antonio Chover, “Estreno de la ‘Primera Sinfonía’, en ‘mi menor’, de Manuel Palau, por la Orquesta Municipal de Valencia”, Ritmo, 190, septiembre-octubre 1945, p. 14.

139

Page 152: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

su fallecimiento en diciembre de 1993, además de colaborar en revistas como Ritmo,

Música y Monsalvat. Por otra parte, también trabajó en la delegación de Radio Nacional

de España en Valencia y en Radio Peninsular de Valencia. Su crítica evolucionó desde

una postura muy minuciosa y combativa en los primeros años setenta a un estilo más

superficial y general en la parte final de su vida.302

II. 8. 2 Actividades en la crítica de los miembros del Grupo de los

Jóvenes.

En el Manifiesto del Grupo de los Jóvenes se aprecia su intención de incidir en la

mejora de la vida musical valenciana, como se refleja en las siguientes líneas del citado

Manifiesto: No basta, no obstante, con escribir las obras. Hay necesidad de un

ambiente que las acoja y las sienta suyas. Y para esto se necesita la cooperación de la

crítica en el libro y en la Prensa […]303 En estas palabras se refleja la implicación y

compromiso de sus integrantes en renovar el ambiente musical valenciano, lo que debía

iniciarse a través de la crítica musical, gracias a su carácter impulsor y dinamizador.

Algunos miembros del Grupo de los Jóvenes ejercieron la crítica musical durante

los años treinta en el periódico La Correspondencia de Valencia y, de forma más

esporádica, en la revista Ritmo. Se supone que fue Manuel Palau quien escribió para el

citado periódico durante varios periodos, y quien dio la alternativa en este campo a sus

discípulos más aventajados. Así fue como Emilio Valdés (1912-1998) inició su

colaboración con algunas reseñas fechadas en 1932, que alternó con las enviadas a la

revista Ritmo, de la que fue corresponsal en Valencia durante un breve periodo de

tiempo. En el citado 1932 tomó a su cargo la parcela crítica Luis Sánchez (1907-1957)

quien, al principio, siguió la línea de sus antecesores pero, tras su ausencia en 1934

(periodo en el que fue sustituido por Eduardo Ranch), volvió con renovados bríos que

explicó en las crónicas que publicó en los primeros días de 1935.304

El carácter crítico de Luis Sánchez fue abiertamente polémico, sin medias tintas,

con la intención de hacer reaccionar unas entidades musicales anquilosadas, cuyas

302 Vicente Galbis López, op. cit., vol. 1, p. 271. 303 Fragmento extraído del Manifiesto del Grupo de los Jóvenes publicado en: “Nueva entidad musical”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 18-I-1934. 304 Luis Sánchez, “Musicales: La música valenciana en 1934”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 8-I-1935, p. 8.

140

Page 153: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

deficiencias había sufrido personalmente tiempo atrás.305 Su actitud reflejó ideales del

Grupo de los Jóvenes, como el inconformismo y búsqueda de nuevos caminos, ya no

sólo en la creación musical sino en la propia estructura de entidades musicales como el

Conservatorio de Valencia. Sus valoraciones no se redujeron a lo descriptivo, sino que

se caracterizaron por su subjetividad, reflejando un deseo de renovación presente en

muchos sectores de la vida musical valenciana de la época.

Persona de extensa cultura, bajo el tono polémico de sus escritos existía un espíritu

tan refinado como entusiasta, en el que relacionaba los aspectos musicales con las

circunstancias históricas que personalmente vivió. En la siguiente crítica, firmada en las

dramáticas circunstancias de los primeros meses de la Guerra Civil, el autor traduce sus

sentimientos ante el conflicto y los relaciona con recientes actividades musicales, con

una escritura completamente conmovedora:

Aun perduran en nuestros oídos, vagas y borrosas imágenes, de la clausura

del curso próximo pasado.

La misma sinfónica, que ha inaugurado el curso 1936-37, con el Orfeó

Valenciá, bajo la dirección de Heinz Unger, plasmaban en el ambiente aquella

maravillosa ‘Oda a la Alegría’ de Schiller, que el genio de Beethoven elevó a la

categoría de Himno, en su ‘Novena Sinfonía’, y digo que aun parece que vibran

en mis témpanos [sic] aquellas palabras del poeta: “Un beso para el mundo

entero”…”Abrazaos, millones de hombres”…

Así se despedía la Sociedad Filarmónica Valenciana de sus consocios en los

primeros días de julio último. Han pasado cuatro meses bien cumplidos…; la

pluma tiembla en nuestras manos al intentar un comentario, se resiste, se siente

impotente para acometer semejante empresa […]

Y hasta el próximo, entretanto, esperamos que el sol de la paz alumbre el

solar patrio, y podamos repetir con Schiller “Abrazaos, millones de

hombres…”306

Sin embargo, abandonó el ejercicio de la crítica musical después del conflicto

bélico, no volviéndola a ejercer posteriormente.

Vicente Garcés (1906-1984) fue otro crítico destacable entre los miembros del

Grupo de los Jóvenes, publicando sus crónicas y críticas en el semanario nacionalista El

305 Luis Sánchez, “Musicales: Más sobre el Conservatorio”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-III-1935, p. 4. 306 Luis Sánchez, “Musicales. Sociedad Filarmónica: Inauguración del curso actual”, La Correspondencia de Valencia, 23-XI-1936, p. 4.

141

Page 154: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

País Valencià, difundido durante los años 1935 y 1936. En la siguiente cita se aprecia

su punto de vista respecto al apoyo de Francisco Gil y la Orquestra Valenciana de

Cambra al estreno de las obras de los miembros del Grupo:

[…] Orquestra Valenciana de Cambra que, animada pel mestre Gil, tan

gran labor fa en el camí de la renaixença del poble valencià. Ella ha estat la que

ha donat a conéixer la última promoció dels compositors del país, la que els

estimula constantment amb la seua devoció i la que sap reservar sempre una part

dels seus programes per als músics de la terra.307

Aunque sus escritos eran esencialmente descriptivos, estaban llenos de entusiasmo

y propuestas de futuro para la renovación y mejora de la vida musical valenciana, así

como comentarios que dejan entrever su ideología nacionalista. Su cultura literaria le

permitió escribir en una lengua valenciana de gran corrección léxica, aportando un

considerable apoyo al uso culto del idioma. Su voz crítica apeló a la búsqueda de nuevas

propuestas estéticas, mayoritariamente de signo nacionalista, que sacaran al ambiente

musical valenciano de su retraso en infraestructuras y orientación estética. Su carácter

de portavoz estético del Grupo de los Jóvenes hizo que sus críticas plasmaran las

inquietudes de sus integrantes. El final de la Guerra Civil y la postergación que sufrió le

dejaron sin posibilidades de seguir publicando sus crónicas.

Otros miembros del Grupo de los Jóvenes como Vicente Asencio (1908-1979) y

Ricardo Olmos (1905-1986), no practicaron la crítica musical durante su carrera. Sin

embargo, en el caso de Ricardo Olmos, cabe matizar que ejerció la crítica bibliográfico-

musical entre 1953 y 1961 en la revista Arbor, editada en Madrid por el CSIC.

II. 8. 3 La crítica musical ante la obra del Grupo de los Jóvenes.

La gran mayoría de críticos musicales valencianos adoptaron una actitud de

aceptación y apoyo hacia el Grupo de los Jóvenes, tanto en los tiempos de su aparición

como en los estrenos de obras realizados en fechas mucho más tardías. En las siguientes

líneas se van a reflejar las posturas puntuales de los críticos arriba citados, ilustradas

con ejemplos concretos, así como sus relaciones personales con los miembros del

Grupo.

307 Vicent Garcés, “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3, València: 1-VI-1935, p. 4.

142

Page 155: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El crítico musical más significativo de aquellos años, el ya mencionado Eduardo

López-Chavarri Marco citó, a principios de 1933, la presencia de una joven promoción

de compositores que acabaron formando pocos meses más tarde el Grupo de los

Jóvenes. En un artículo publicado en la revista Ritmo elogió la perseverancia de estos

compositores ante un contexto artístico poco favorable.308

Gomá también escribió palabras elogiosas para los compositores de un Grupo de

los Jóvenes que, por aquellos momentos (mayo de 1933) estaba gestándose bajo la

dirección de Manuel Palau, incidiendo en la unidad de pertenencia a una escuela

valenciana:

[…] En mayor o menor proporción en todas estas obras surgen melodías

que, o son auténtica canción popular, o se hallan matizadas por los giros

folklóricos. Todas también encuentran pintorescamente los recursos de color que

los instrumentos de cuerda poseen. […] En este caso podría señalarse […] como

un especial nexo entre ellos, algo así como la pertenencia a una misma escuela.309

Sin embargo, Gomá tuvo una relación personal y profesional muy tirante con

Vicente Garcés, quizás por disparidad de gustos estéticos. Pero tras la Guerra Civil

entró en un plano personal, como se aprecia en la siguiente cita del dietario de Garcés

fechada en julio de 1939 y publicada por Sergi Arrando en su biografía del compositor:

Amb motiu de la depuració en la Societat d’Autors tope amb Gomà, crític i

compositor. Gomà és un músic bastant intel·ligent, de coneiximents tècnics curts

però precissos, d’un cert bon gust, generalment encertat en llurs comentaris, però

d’una ànima eixuta i reguinyosa. Temoruc i mancat de tot entusiasme i de tot alé

jovenivol, enemic declarat de totes les conquistes sinceres de la música del segle a

partir de Ravel, es tanca sistemàticament front a qualsevol partitura no ja

politonal, sinó d’un tonalisme predominantment disonant. En 1939 el seu ideal

continuen siguent les melodies de Massenet. Fadrí, vell i solitari, misantrop i

feble, aprofita les circumstàncies favorables per imposar seca i dogmàticament

llur criteri a tot el món que pot. Naturalment compta amb l’antipatia dels músics

jóvens. Beat mixorrer, negat a perspectivas amples, fa una música completament

insípida, morta de neguits i de desitjos.310

308 Eduardo López-Chavarri Marco, “La Música Valenciana”, Ritmo, 66, Madrid: marzo 1933, pp. 6-8. 309 Sin autor [Gomá], “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 13-V-1933, p.3. 310 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt (1906-1984), Sagunto: Bancaixa, 1998, p. 88. Extraído del Dietari d’En Vicent Garcés, Arxiu de la Familia Garcés Queralt.

143

Page 156: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Eduardo Ranch inició una de sus etapas en La Correspondencia de Valencia a

finales de 1933, con una crónica de un concierto de la Orquestra Valenciana de Cambra

donde se refería con ironía a las dificultades ambientales del concierto y citaba con

afecto a Luis Sánchez, antecesor inmediato en la parcela crítica del citado periódico:

En el ‘Frigidarium’ del Conservatorio se celebró el domingo el anunciado

concierto de esta orquesta, y ello llevose a cabo con todo heroísmo por parte de

los músicos, dado el ambiente que allí existe en los días invernales; pero quizá

participando aún más de dicho heroísmo, los oyentes inactivos […]

El resto del programa de la Orquesta de Cambra, lo constituían […]

‘Canción y danza’ de Vicente Asencio, obra también conocida ya en los

conciertos de Música de Cambra; y el también conocido ‘Nocturno’, de nuestro

antecesor hace poco tiempo en esta sección de ‘La Correspondencia de Valencia’,

Luis Sánchez, nocturno de espíritu valenciano y eficiente orquestación […]311

En las siguientes líneas se aprecia la retórica escritura y el carácter meramente

descriptivo de las críticas de Fidelio (Morales Sanmartín), referidas a un concierto de la

Coral Normalista con la Orquestra Valenciana de Cambra con obras de miembros del

Grupo de los Jóvenes:

Con sincera, con profunda emoción escribimos estas líneas de cordial

homenaje a esta nueva Agrupación artística, con la verdadera pena de no

dominar el léxico lo bastante para escoger las palabras más exactas y las frases

más elocuentes para expresar la impresión que causó en el culto auditorio y en

nosotros mismos la actuación […] interpretando con verdadero amor una

‘Romanza’ de Gomá; ‘Impresiones de la huerta’, de Cuesta; un bello ‘Preludio’,

del joven maestro E. Valdés, y un sentimental ‘Nocturno’, de otro joven maestro,

L. Sánchez.312

No se disponen de comentarios relacionados con miembros del Grupo de los

Jóvenes, en parte por las escasas interpretaciones de sus obras, en las reseñas de críticos

en activo durante los primeros años de la posguerra como José Mir y Antonio Chover,

muy comprometidos en la divulgación de la obra de su maestro Manuel Palau. A partir

de finales de la década de los cuarenta, cuando se volvieron a ejecutar obras de

miembros del Grupo, críticos antes citados como Gomá o Eduardo López-Chavarri

311 Eduardo Ranch, “Crónica de la Música: La Orquesta Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-XII-1933, p. 4. 312 Fidelio [Bernardo Morales Sanmartín], “La Masa Coral Normalista en el primer aniversario de su creación”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 7-VI-1933.

144

Page 157: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Marco volvieron a citar con entusiasmo juvenil a la obra de los integrantes del Grupo de

los Jóvenes.313

La excesivamente ornamentada prosa de Federico Soro lucía en estas palabras,

referidas al estreno del ballet Marinada de Vicent Garcés en 1957:

Música la de ‘Marinada’, de hechura y ropaje armónico modernos, pero

henchida de substanciosas resonancias; música que integra ecos populares en

trance de pérdida –poco conocidos-, vigilante de un fondo racial, de

quintaesenciada autenticidad, fecundada en tonadas y danzas nuestras, pero

oreada por vientos contemporáneos.314

De entre los críticos que comentaron obras tardías de integrantes del Grupo de los

Jóvenes, cabe reseñar esta cita de Salvador Seguí sobre una obra para guitarra de

Vicente Asencio, fechada a principios de 1975:

[…] Su obra para guitarra ‘Dipso’, dedicada a Andrés Segovia, es la

primera pieza del ciclo ‘Evangélicas’, que se completa con ‘Getsemaní’ y

‘Pentecostés’, y fue compuesta en 1971 por encargo de Radio Nacional de

España. La obra se nos aparece como un íntima meditación musical en torno al

término significador de la misma: el deseo ardiente, la sed de Jesús crucificado,

motivan un comentario sonoro de concentrado ensimismamiento, en el que la

influencia griega puede detectarse más allá de la palabra inspiradora; la

modalidad dórica sombrea a lo largo de toda la pieza, pero es una modalidad

evolucionada, tamizada por las modalidades medievales, y de claro signo actual

en la que la fluida espontaneidad melódica encuentra su mejor apoyo y

complemento en el colorido armónico que la exorna [sic].315

En los primeros años ochenta, un crítico de la entidad de Gonzalo Badenes (1948-

2000) aplaudía con esta cita la iniciativa de recuperar obras de compositores como

Garcés, como ejemplo de obra del Grupo de los Jóvenes, en un concierto de la Orquesta

Municipal de Valencia:

La recuperación de la obra de nuestros compositores menos frecuentes es,

sin ningún género de dudas, una de las misiones más nobles y dignas de elogio

que cabe esperar de la Orquesta Municipal de Valencia. Por eso, por encima de

313 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música. Orquesta Clásica de Valencia: Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, 30-I-1954, p. 14. 314 Federico Soro, “La Orquesta Municipal, José Iturbi y la soprano Consuelo Rubio, aureolados por el éxito, en un Festival Hispanoamericano”, Jornada, Valencia, 11-V-1957, p. 10. 315 Salvador Seguí, “Músicos valencianos de actualidad”, Levante, Valencia, 20-III-1975, p. 22.

145

Page 158: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

cualquier consideración crítica, he de aplaudir a los profesores de la OMV, al

maestro Galduf y a la soprano Mª Angeles Peeters por el esfuerzo que han

desplegado al montar la ‘Suite Marinada’ de Vicent Garcés, ofrecida el jueves en

el Principal.316

En estas líneas se aprecia un tono de reivindicación de la obra de los miembros del

Grupo de los Jóvenes que, desde la crítica y los medios de comunicación, permitieron la

recuperación de estas composiciones y su futura integración en la vida musical

valenciana.

II. 9 Interacciones creativas entre escritores y músicos

valencianos

En el presente epígrafe se va a desarrollar una breve panorámica en torno a la

creación literaria en Valencia durante los años tratados en este estudio, desde principios

de siglo hasta los años sesenta. Se incidirá especialmente en las relaciones entre

escritores y compositores del Grupo de los Jóvenes, así como con otros autores

directamente vinculados al Grupo como Manuel Palau y Matilde Salvador.

Por una parte se diferenciará la creación en lengua valenciana de la realizada en

lengua castellana, aunque en algunos casos coincidirán autores con obra bilingüe, como

es el caso de María Beneyto. Finalmente, este punto se ha dividido en dos apartados,

tomando como línea de separación el final de la Guerra Civil española, en tanto que

significó una cesura traumática en la creación literaria y en el mundo artístico

valenciano en general.

II. 9. 1 Periodo anterior a la Guerra Civil

El paso al siglo XX dio lugar a una nueva etapa en las letras españolas, calificada

por algunos historiadores como José Carlos Mainer, con el apelativo de “Edad de

Plata”, caracterizada por un mayor compromiso social de los intelectuales de la época.

316 Gonzalo Badenes, “Recuperación de Garcés y Fuster”, Diario de Valencia, 20-XII-1981, p. 29.

146

Page 159: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En lo estrictamente literario se distinguió por su voluntad de ruptura con las formas del

pasado, así como por su intención de experimentar con ellas en búsqueda de nuevas

soluciones creativas.

Por otra parte y al mismo tiempo, el ambiente cultural valenciano se planteó

tímidamente crear una identidad cultural propia, muy limitada por lo que Sirera definió

como falta de autoaceptación de la sociedad valenciana de la época que desembocó en

un provincianismo que dificultó la génesis de una cultura propia valenciana.317

En este contexto, los valencianos prefirieron demostrar su capacidad de crear unos

productos culturales de relevancia nacional. Al mismo tiempo, demostraron un notable

grado de desconfianza hacia la vecina Cataluña, más evolucionada culturalmente, a

causa de la colisión de intereses con la derecha burguesa valenciana, y la existencia de

un nacionalismo catalán derechista y clerical que repelió tanto a la izquierda como al

republicanismo valenciano. El principal reflejo de esta situación fue la dinámica de

emigración de escritores alicantinos como Azorín, Gabriel Miró, Rafael Altamira y

Carlos Arniches hacia Madrid, en parte causada también por la escasa atracción ejercida

sobre ellos por los círculos culturales valencianos. En el caso de Arniches cabe citar sus

sainetes, muy utilizados en el teatro lírico, como se refleja en sus libretos de piezas de

Género Chico.

En Valencia, la narrativa en lengua castellana anterior a la llegada de la Segunda

República estuvo presidida por la omnipresente figura de Vicente Blasco Ibáñez,

novelista valenciano en cuya obra se refleja el conflicto surgido entre la sociedad rural

tradicional y el progreso ciudadano. Aunque sus personajes se expresen en castellano,

surgen del pueblo valenciano y reflejan con crudeza naturalista sus avatares personales,

reflejados en obras como Arroz y tartana, Cañas y barro y La barraca. Activista

político del Partido Republicano Federal de Pi i Margall, algunas de sus obras cuentan

con evidente trasfondo político y reivindicativo, implicándose directamente en este

aspecto con la fundación del diario El Pueblo que creó una importante corriente de

opinión ideológica republicana en Valencia, cuya trascendencia llegó a dividir tanto las

letras como la política valenciana en blasquistas y antiblasquistas.318 Entre los años

1935 y 1936, el compositor Vicente Garcés se inspiró en su cuento Dimoni para la

composición de su ballet Balada del Dolçainer, aunque bajo una versión adaptada al

317 Josep Lluís Sirera, Història de la Literatura Valenciana, València: Edicions Alfons el Magnànim-IVEI, 1995, p. 428. 318 Alfons Cucó, “Blasco Ibáñez, Vicente”, Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana, Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 3, pp. 128-129.

147

Page 160: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valenciano por el poeta Miguel Durán de Valencia. De entre sus seguidores destacan el

periodista Félix Azzati y Bernardo Morales Sanmartín, también crítico musical que

empleó el seudónimo de Fidelio, cuyos paralelismos estilísticos con Blasco Ibáñez son

así definidos por Remei Miralles:

Hi ha entre ells [Fidelio i Blasco] punts de contacte molt clars, sens dubte,

com el naturalisme i la creació literària d’ambient valencià que, en bona mesura,

estan justificats per la pertinença dels dos autors esmentats a la mateixa realitat

històrica i geogràfica.319

Algunos escritores valencianos desarrollaron su carrera lejos de su tierra natal, al

igual que ocurrió con los alicantinos antes citados, como es el caso de Manuel Ciges

Aparicio y Gloria Rey. En el campo del teatro la producción de autores en lengua

castellana es muy escasa, ante la general aceptación pública de un teatro popular en

valenciano, y apenas cabe citar los libretos de zarzuela de Fausto Hernández Casajuana.

Las letras en valenciano experimentaron, desde principios de siglo, un renacimiento

muy condicionado por los avatares políticos de las formaciones valencianistas. Por otra

parte, el florecimiento artístico producido por las tentativas modernizadoras y

europeístas de entonces, fue frustrado por la crisis de 1917 que provocó una nueva

involución provinciana.

El primer paso consistió en crear una normalización lingüística que se extendiera

hasta el campo de la ortografía, y superara la separación existente entre los escritores

cultos influidos por la Renaixença y el valenciano hablado muy castellanizado. Esta

difícil tarea no concluyó hasta la publicación, en 1932, de las Normas de Castellón.

Hasta entonces, las letras valencianas vivieron cierta indefinición normativa, nada

beneficiosa para su difusión y culturización, reflejada en todos los campos de la

literatura por la profusión de la poesía dirigida al mundo fallero, la narrativa folletinesca

y el teatro popular y lírico en valenciano. En esta línea cabe mencionar la aparición de

iniciativas editoriales valencianas en estos géneros como El Cuento del Dumenche [sic],

El Cuento Valencià y El Cuento Levantino.

Las producciones cultas se redujeron a círculos minoritarios, donde surgieron

escritores como Daniel Martínez Ferrando, Jacint María Mustieles, Vicent Torres i

Martí y Carles Salvador. En este campo destacó la figura del crítico y músico Eduardo

López-Chavarri Marco, firmante de las Normas de Castellón. Entre su obra literaria 319 Josep Lluís Sirera, op. cit., p. 456.

148

Page 161: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

inicial destacan sus Cuentos líricos publicados en 1907, narraciones cortas de carácter

valenciano de marcado carácter irónico, también se incluyen otras obras escritas como

Armónica, De l’horta i la muntanya y Proses de viatge. En todas ellas Chavarri conjuga

perfectamente lo literario con lo musical.320

Los musicólogos Vicente Galbis López y Rafael Díaz profundizan, en la edición

del Epistolario del compositor, su vinculación estilística con el modernismo y las

relaciones que planteó entre música y literatura:

En la primera década del siglo XX, Chavarri trató de ser el propagador de

ideas de cambio, formulando todo un programa de renovación y regeneración a

través del arte. Es este el sentido en el que se le puede adscribir al movimiento

modernista (un asunto bastante controvertido), identificándose con él más por su

talante renovador que por utilizar las características literarias de dicha corriente

[…] Además de los cuentos de carácter valenciano, habría que destacar un breve

relato titulado ‘Sonata curta’, que mezcla la literatura y la música al seguir un

esquema formal musical. Por último, no hay que olvidar el ‘Manual del

wagnerista d’ocassió’, perfecto ejemplo de ironía aplicado al campo musical y a

un tema en el que ya era un gran especialista.321

Francesc Pérez Moragón hace una valoración global del estilo literario de Chavarri,

valorando la simplificación progresiva de su estilo, el preciso dominio de sus recursos y

la modernidad de su economía verbal. También une su sensibilidad y cultura artísticas

con su literatura de viajes, de donde surge su obra de madurez titulada Proses de viatge

(publicada en 1930), que refleja el valor de su estilo, muy por encima del existente en la

narrativa valenciana de su época.322

Pese al férreo control y la censura practicada durante la Dictadura de Primo de

Rivera, la creación literaria conoció importantes movimientos de renovación de entre

los que destaca la Generación del 27. En el caso valenciano, la creación en 1927 de la

Taula de Lletres Valencianes dio paso a un proceso de modernización literaria en el que

se pretendió superar el valencianismo rancio y folklorista del pasado reciente, donde

destacaron Francesc Almela i Vives, Carles Salvador y Maximiliano Thous. Las 320 Rafael Díaz Gómez, Vicente Galbis López, “López-Chavarri Marco, Eduardo”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Vol.6, Madrid: SGAE, año 2000, p. 1043. 321 Rafael Díaz, Vicente Galbis López, Eduardo López-Chavarri Marco. Correspondencia, Valencia, Generalitat Valenciana-Consellería de Cultura, Educación y Ciencia, 1996. Volumen 1, p. 25. 322 Francesc Pérez Moragón, Eduard López-Chavarri. Proses de viatge, Valencia: Institució “Alfons el Magnànim”, 1983, p. 28. Cit. en: Josep Lluís Sirera, op. cit., p. 476.

149

Page 162: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

posturas más vanguardistas fueron ofrecidas por la revista Murta, creada en Valencia en

1931, en cuyo entorno se aglutinaron los escritores y artistas más innovadores, pese a su

escasa divulgación fuera de los círculos de las élites intelectuales.323

Este contexto continuó con la constitución en 1930 de Acció Cultural Valenciana,

con el propósito de modernizar la Universidad en sentido valencianista, y con la

presencia de Emili Gómez Nadal y Manuel Sanchis-Guarner. La publicación en 1932 de

las Normas de Castellón no significó un punto final, sino el inicio de una fase de gran

efervescencia literaria en valenciano, reflejada en la publicación de varias revistas

literarias valencianas: El Camí (1932-1934), Timó (1935-1936, constituida como órgano

de la sociedad cultural PROA, de la que Vicent Garcés fue corresponsal en Gandía) y

La República de les Lletres (1934-1936, creada por Miquel Durán de Valencia, con el

propósito de dignificar la lengua y unir el progresismo nacionalista de base

republicana).

La estrecha relación entre el valencianismo intelectual y la obra musical de los

compositores valencianos de la época, se refleja en el concurso de composiciones

corales convocado por PROA - Consell de Cultura i Relacions Valencianes (Consejo de

Cultura y Relaciones Valencianas) en febrero de 1936, entidad creada con el objetivo

de: […] coordinar els esforços valencianistes en l’aspecte patriòtic i cultural, […] Este

Consell aspira per tant a dirigir i organitzar tota manifestació i activitat valencianistes,

que tingueren un valor representatiu i totalitari en els aspectes cultural i patriòtic.324 El

jurado estaba formado por personalidades de la talla literaria de Nicolau Primitiu y

Carles Salvador, y del valor musical de Eduardo López-Chavarri Marco. Su fallo

premió a obras de personalidades de la relevancia musical de Manuel Palau, Enric

Gomà, Vicent Garcés y Ricardo Olmos…poniendo en música poemas de Daniel

Martínez Ferrando, Almela y Vives,325 lo que refleja la estrecha comunicación existente

entre músicos y poetas durante la década de los treinta.

La literatura creada durante la Segunda República era de base popular, pero sin

renunciar por ello a la experimentación, buscando la fusión entre tradición y

modernidad. Al mismo tiempo, adquirió progresivamente un fuerte contenido político a

medida que se acerque el estallido de la Guerra Civil, reflejado en la creación de

entidades como la Unión de Escritores y Artistas Proletarios en 1934, de la que

323 Francisco Agramunt, La vanguardia artística valenciana de los años treinta, Valencia: Generalitat Valenciana-Biblioteca Valenciana, 2006, p. 21. 324 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt, Sagunto: Fundació Bancaixa, 1998 p. 63. 325 Sergi Arrando, op. cit., pp. 63-64.

150

Page 163: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

formaron parte creadores de diversas líneas artísticas como Josep Renau, Max Aub y

Pasqual Plà i Beltran. La publicación de la revista Nueva Cultura, entre 1935 y 1938,

difundió estos ideales que, con el inicio del conflicto bélico, derivaron hacia el

populismo y formulaciones estéticas poco elaboradas.326

Esta entidad constituyó, durante los primeros días de la guerra, la Alianza de

Intelectuales en Defensa de la Cultura. Por otra parte, la Alianza se acercó al

nacionalismo valenciano gracias a Emili Gómez Nadal quien, desde Acció Cultural

Valenciana y el Institut d’Estudis Valencians, impulsó y se convirtió en referente del

valencianismo de izquierdas.327 Sin embargo, el hecho más significativo de aquellos

momentos fue la creación, a principios de 1937, del Consejo Provincial de Valencia en

cuyo seno se creó una Conselleria de Cultura dirigida por Francesc Bosch Morata,

representante del Partit Valencianista d´Esquerra en el Comité Ejecutivo Popular. 328

Esta entidad impulsó una importante tarea en pro de la cultura valenciana, mediante la

fundación en febrero del citado 1937 del “Institut d’Estudis Valencians”, cuyo principal

objetivo consistió en la recuperación y difusión del patrimonio cultural valenciano.329

La Conselleria convocó, el 22 de enero de 1937, unos Premis del País Valencià que

abarcaron diversos campos de la creación artística, literatura y música incluidas. En las

bases del concurso musical se solicitaba una suite inédita de canciones en lengua

valenciana para voz y orquesta, abierto a compositores del País Valenciano, y las obras

premiadas se estrenarían en un festival organizado por la citada Consellería.330 El jurado

estaba integrado por el compositor Rodolfo Halffter, una de las figuras más importantes

de entre los compositores surgidos durante la República y exponente de un

neoclasicismo bajo la influencia de Manuel de Falla, así como el valenciano Pedro Sosa,

y el escritor Carles Salvador.

El mencionado festival se celebró el 23 de mayo de 1937, y en el mismo se

interpretaron las piezas premiadas: Poemes pastorals de Vicente Garcés y un accésit

para Tres cançons valencianes de Matilde Salvador y Vicente Asencio.331

326 Josep Lluís Sirera, op. cit., p. 483. 327 Manuel Cerdá, “Gómez Nadal, Emili”, Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana, Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 7, p. 333. 328 Alfons Cucó, “Bosch Morata, Francesc”, Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana, Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 3, p. 194. 329 Javier Navarro, “Agitación cultural y conflicto bélico” en Antoni Furió (dir.), Historia de Valencia, Valencia: Editorial Prensa Valenciana-Universitat de València, 1999, pp. 594-595. 330 Sergi Arrando, op. cit., pp. 71-73. 331 Nota al programa del mencionado concierto.

151

Page 164: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La presencia en Valencia de gran cantidad de intelectuales, tanto españoles como

extranjeros solidarizados con la amenazada República, durante el periodo de tiempo en

que la ciudad fue capital del estado, cristalizó en el II Congreso Internacional de

Escritores para la Defensa de la Cultura, inaugurado el 4 de julio de 1937. En el mismo

se trataron temas como la función social de la literatura o el arte, así como el

compromiso político-social de los escritores y el humanismo revolucionario, destacando

la presencia de personalidades como André Malraux, Tristán Tzara, Octavio Paz, Alejo

Carpentier o Pablo Neruda.332

En la creación literaria valenciana en lengua castellana, destacó la figura de Max

Aub, iniciador de una renovación estética que fue continuada en el exilio tras la guerra.

Así como la poesía de Miguel Hernández, pronto truncada por el fin del conflicto, y el

interesante lenguaje de vanguardia de Samuel Ros, cuyo humor se acercaba a las

propuestas de Ramón Gómez de la Serna, sin olvidar los primeros pasos de Juan Gil-

Albert.

En las letras valencianas, el campo de la poesía desarrolla diversas líneas estéticas:

la madurez de lo tradicional reflejado en la obra de Joan Lacomba, Bernat Artola,

Francesc Almela i Vives, Lluís Guarner y Enric Duran i Tortajada. Autores

moderadamente vanguardistas mediante una poesia moderna y cosmopolita, caso de

Carles Salvador, Enric Navarro Borràs y Maximilià Thous Llorens…Miquel Duran

asumirá un papel intermedio, de compromiso entre ambas líneas. De entre todos los

poetas destaca la figura de Carles Salvador, de técnica libre y vanguardista con sus

caligramas, y una temática extraída de la vida moderna. Sólo Bernat Artola puede ser

comparado, aunque parcialmente, a su excepcional calidad.

La coincidencia histórica y en ideología valencianista, de estos poetas con Manuel

Palau y algunos compositores del Grupo de los Jóvenes dio como resultado que éstos

pusieran música a varios de sus poemas, e incluso se estableciera una importante

colaboración mutua. El poeta Lluís Guarner estimuló la creación de canciones sobre sus

poemas, para la edición de sus Cançons de terra i de mar realizada en 1936 por la

Sociedad Castellonense de Cultura. En la citada edición contó con la colaboración de

Manuel Palau, Vicente Garcés y Eduardo López-Chavarri Marco, quien prologó la

edición con estas palabras:

332 Javier Navarro, op. cit., p. 596.

152

Page 165: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La vida transforma l’estil. Guarner va vivint i aconsegueix enriquir els seus

medis d’expressió a l’ensems que depura la seua tècnica. Aixó dóna millor

entrada a l’element musical de la seua poesia.

El que estes paraules escriu, portat per les seues preferències d’esperit,

troba en els versos de Guarner afinitats de música; i pensa en aquella musicalitat

que veia Carlyle en tota vera poesia. “Un pensament musical –diu l’escriptor

anglès- és un pensament articulat per una inteligencia que ha penetrat fins lo més

íntim del cor de les coses i ha posat al descobert lo més amagat dels seus misteris,

és a dir, la melodia oculta en elles, la interna harmonia de coherencia que és la

seua ànima, per la qual existeix i té raó d’ésser en aquest món. Diríem que totes

les coses profondes en les quals hi ha obscuritat i misteri, són esperit de melodia

convertit naturalment en cant; el sentit d’esta veu va molt endins…”

El sentit d’aquella veu hem procurat traduir-lo en música els que hem llegit

amb la dita orientació les poesies valencianes de Guarner […] Es un dels poetes

valencians moderns que té l’audàcia de no fer eixe llastimós i fals valencianisme

d’ínfima qualitat que confon el poble amb la plebs, i que tan irreparables mals ha

fet i fa, tant en la poesia com en la cultura total de la nostra terra.333

En la citada edición, Eduardo López-Chavarri Marco situó un pròleg y un epíleg

musicales para piano solo, y puso en música La cançó de les campanes, la Cançó de la

molinera y La cançó del marineret. Por su parte, Manuel Palau se encargó de la Cançó

del capvespre, La cançó de la llar, Cançó de la solitud, la Cançoneta trista, Camins y la

Cançó muntanyenca. Finalmente, Vicente Garcés realizó la parte musical de la Cançó

de la marinera fidel.334

Manuel Palau tenía una importante cultura literaria, lo que repercutió en un

abundante catálogo de obras vocales, como así lo señala su biógrafo Salvador Seguí:

Palau, tant en les obres teatrals, com en les corals, en les simfònic-corals i

en les cançons, va fer servir amb tota preferència les seues dues llengües; es va

mostrar sempre en la seua naturalitat bilingüe, emprant poemes valencians com

333 Eduard L. Chavarri Marco, “Pròleg” a: Lluís Guarner, Cançons de terra i de mar, Castelló: Fill de J. Armengot (Societat Castellonenca de Cultura), 1936, pp. 12-14. Edición Facsímil realizada en Valencia: Generalitat Valenciana-Biblioteca Valenciana, 2005. 334 Lluís Guarner, Cançons de terra i de mar, Castelló: Fill de J. Armengot (Societat Castellonenca de Cultura), 1936, pp. 12-14. Edición Facsímil realizada en Valencia: Generalitat Valenciana-Biblioteca Valenciana, 2005.

153

Page 166: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

castellans, encara que estadísticament són més abundants les composicions en les

què canta poesies valencianes.335

En sus canciones están presentes los motivos populares propios de la cultura

literaria de su época: […] quan Palau pren la cançó popular com a motiu de la

composició, aconseguix transformar música i paraules seculars en forma culta de

cançó actual […]336Aparte de las canciones antes mencionadas sobre poemas de Lluís

Guarner, el citado compositor utilizó versos de este mismo autor en sus Dos cançons

valencianes y en Partida. También empleó la obra de otros poetas nacidos a principios

del siglo XX como Juan Lacomba Guillot, sobre cuyos textos compuso el ciclo titulado

Evocaciones de España, y José Rico de Estasén con La cuna vacía. Esta panorámica se

completa con la cita de los poemas de Rafael Duyos titulados: Mira, Tu casita y

Llorando está Cataluña (dedicado al fallecimiento de Jacint Verdaguer), así como de

Martín Domínguez de quien empleó los versos de Espiga de Juliol.337

En sus obras corales también empleó textos de poetas de esta generación, como la

Salve sobre poemas de Enric Durán i Tortajada, la canción Sega, segador sobre texto de

Daniel Martínez Ferrando y los versos del antes citado Juan Lacomba en su ciclo de

canciones titulado Los niños cantan. La probable última composición de Manuel Palau,

puesto que fue fechada por el autor el 11 de febrero de 1967, sólo siete días antes de su

muerte, se titula Cançoneta del balcó y en ella empleó un poema de Francesc Almela i

Vives.338

Vicente Garcés, licenciado en Filosofía y Letras, así como profesor de literatura en

Enseñanza Secundaria, utilizó frecuentemente poemas y textos de autores valencianos

en sus composiciones. En el caso de su primerizo ballet Passionera, se inspiró en un

argumento del poeta Juan Lacomba. En algunas canciones hoy descatalogadas como la

Cançó amorosida, utilizó un poema de Lluís Guarner, autor con el que tuvo una

relación amistosa muy estrecha por razón de vecindad, al nacer ambos en Benifairó dels

Valls. En 1937 fueron galardonados, como se ha citado anteriormente, con el Premi

Musical del País Valencià sus Poemes Pastorals formados por las siguientes canciones:

Troba de l´amor i les tres germanes, sobre un poema de Miquel Durán de Valencia;

Cançó de la marinera fidel, basada en Lluís Guarner; y El vent, tomando un poema de

335 Salvador Seguí, “Poetes valencians en la música de Manuel Palau”, Archivo de Arte Valenciano, 74, 1993, p. 193. 336 Salvador Seguí, op cit., p. 194. 337 Salvador Seguí, Manuel Palau (1893-1967), Valencia: Consell Valencià de Cultura, 1999, p. 121. 338 Salvador Seguí, Manuel Palau...op. cit., p. 119.

154

Page 167: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Bernat Artola. Estas canciones, con el añadido de la Cançó estiuenca de Almela i Vives,

fueron publicadas el año siguiente por el Consejo Central de Música. En una obra

posterior, las Cinc cançons valencianes, utilizó textos de poetas de la época como

Almela i Vives y Lluís Guarner, de quienes volvió a utilizar la Cançó estiuenca y la

Cançó de la marinera fidel respectivamente, así como Bernat Artola.

Vicente Asencio puso en música dos poemas de Bernat Artola, uno en castellano

titulado Epifanía o Camino de Belén, y otro en valenciano que dio lugar a una pieza

titulada Cançó. Utilizó otros poemas del mismo, como su primeriza y hoy

descatalogada canción de 1932 titulada Halconero, en la que el poeta firmó con el

seudónimo de ‘Claris’, y en su última obra datada de 1976 y también descatalogada,

titulada El vent (mismo poema que empleó Vicent Garcés en sus Poemes Pastorals).

Por otra parte, el citado poeta creó el argumento de su ballet Foc de festa que

posteriormente descatalogó el propio Vicente Asencio.

La prosa carece del nivel de la poesía, puesto que necesita acceder a los gustos de

amplios grupos de lectores, a través de revistas semanales como Nostra Novel·la y El

Cuento del Dumenche [sic], en las que se desarrollaba el relato corto, donde también

destacó Carles Salvador. Entre los escasos intentos renovadores destaca El cavaller del

dubte, escrita en 1933 por Francesc Carreres, así como el costumbrismo presente en

Tomba Tossals de J. Pasqual Tirado, datada en 1930 y más tarde convertida en ópera

con el título de La filla del Rei Barbut por la compositora castellonense Matilde

Salvador.

El teatro en valenciano salió de cierta crisis tras la Dictadura de Primo de Rivera,

para conocer una gran vitalidad a lo largo de la República, incluso inaugurándose

locales especializados en género valenciano como Nostre Teatre en 1934. Sin embargo,

todos los intentos de renovación partieron del sainete, difuminado después de la Guerra

Civil, cuando se buscó un teatro ligero de evasión ante el dramatismo de la época, en la

que refugiados de toda España dieron lugar a campañas de teatro en castellano que

hicieron desaparecer el realizado en valenciano.

Tras la Guerra Civil, algunos autores valencianos tomaron el camino del exilio,

como Max Aub, Emili Gómez Nadal y Josep Ricard Morales. Todos ellos siguieron

escribiendo en el extranjero, donde plantearon una visión nostálgica e idealizada de

España y Valencia. Sin embargo, sus figuras y trayectoria posterior no fueron conocidas

155

Page 168: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

por las generaciones posteriores, por lo que su ausencia empobreció el panorama

literario valenciano.339

II. 9. 2 Posguerra

La posguerra fue una época particularmente difícil, no sólo para el campo

literario, sino para la cultura en general. El bando vencedor tuvo el propósito de hacer

desaparecer toda manifestación cultural vinculada, en mayor o menor medida, a la

desaparecida Segunda República, así como crear una nueva cultura que recordara los

valores de la vieja España imperial. Las actividades culturales fueron controladas muy

estrictamente por los círculos del régimen, pese a la notablemente inferior talla

intelectual del ambiente cultural que permaneció en la ciudad durante aquellos años.

Uno de los escasos cenáculos culturales de la posguerra en Valencia fue el Instituto

Iberoamericano, fundado por Adrián Sancho Borja, entonces cónsul de Colombia en

Valencia, donde se reunía una élite cultural y social con unas actividades muy

controladas por las autoridades políticas de aquellos tiempos.340

Sin embargo, el régimen franquista fue bastante permisivo con ciertas

manifestaciones culturales de corte folklórico y tradicional, como las fallas o las

actividades de Lo Rat Penat, puesto que su impacto social no era subversivo con el

régimen, como lo caracteriza Ferrán Archilés en la siguiente cita:

El régimen de Franco no se desentendió absolutamente de la cultura

autóctona sino que se dedicó precisamente a potenciar elementos de ‘sano

regionalismo’, aquellos elementos más folklóricos y que pudieran verse teñidos

de un no menos sano apoliticismo. En este sentido, se permitió a ‘Lo Rat Penat’

continuar con sus actividades valencianistas, como por ejemplo unos

devaluadísimos ‘Jocs Florals’ […] Algunos símbolos como el 9 de Octubre o la

figura de Jaime I fueron reutilizados en este mismo sentido por parte de la

dictadura para reforzar el arsenal simbólico del Nuevo Estado.341

Estas entidades y manifestaciones culturales no cuestionaban el nuevo estado

surgido tras la Guerra Civil, lo que explica la tolerancia de las autoridades franquistas 339 Josep Lluís Sirera, op. cit., p. 518. 340 Frederic Martí Guillamón, La ciutat trista, Valencia: Ed. 3 i 4, 2003, p. 102. 341 Ferrán Archilés, “El valencianismo de la posguerra”, en Antoni Furió (dir.), Historia de Valencia, Valencia: Editorial Prensa Valenciana-Universitat de València, 1999, p. 606.

156

Page 169: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

hacia los productos artísticos surgidos en estos años.342 En este contexto, se explica la

publicación del poemario en valenciano Nadal, flor cordial por parte de Carles

Salvador, en el año 1943. Asimismo así se entiende la autorización para representar en

Castellón, aquel mismo año, la ópera de títeres La Filla del Rei Barbut de Matilde

Salvador, pese a las dificultades creadas por la censura de la época, así narradas en una

carta de la propia compositora extraída de un estudio de Ricard Blasco y reproducida

por Josep Ballester:

Quan ja estava tot enllestit, la censura digué no. Sense cap raonament

escrit. Però al pianista Leopold Querol, bon amic, interessat per la representació,

i aleshores persona molt influent als medis ‘oficials’, li digueren (no oficialment,

però sí oficiosament), que la prohibició era per: ser una òpera, en valencià, per

ser d’una dona i jove. Tot Castelló es va indignar i el batle de la ciutat Josep

Maria Casado, acompanyat per Manuel Ballesteros Gaibrois, anaren tots plegats

a Madrid per gestionar el permís, acompanyats per Leopold Querol.

L’aconseguiren per a una sola representació, amb la condició que hi hagués un

pròleg de l’espectacle en castellà i per suposat el programa fos redactat en

castellà també.343

En el fondo de la cuestión se aprecia un movimiento literario en valenciano

prontamente organizado según dos líneas. La primera se situaba en Lo Rat Penat, donde

se fundó en 1948 la editorial Lletres Valencianes con Ricard Sanmartí y Carles

Salvador, que publicó en los géneros literario y folklórico, pero estéticamente

conservadora. En estas obras se aprecia la pretensión de Carles Salvador de crear una

literatura de carácter populista con el objetivo de llegar más fácilmente al público.344

Mientras que la otra se centró en un círculo de literatos encabezado por Xavier

Casp y Miquel Adlert, quienes crearon la editorial Torre en 1943 y la revista Esclat en

1948, la cual surgió clandestinamente tras varias negativas gubernamentales y sólo llegó

a publicar tres números, pese a todo se convirtió en una plataforma de referencia para

los jóvenes escritores de aquellos años.345

Se deduce que ambas tendencias hicieron resurgir a las letras valencianas, en

medio de una fuerte crisis, y Carles Salvador consiguió organizar unos cursos de 342 Josep Ballester, Temps de quarantena. Cultura i societat durant la postguerra al País Valencià (1939-1959). València: Universitat de València, 2006, pp. 32-33. 343 Josep Ballester, op. cit., p. 64. La carta de Matilde Salvador está reproducida en Ricard Blasco, El teatre al País Valencià durant la Guerra Civil (1936-1939), Barcelona: Curial, 1986, pp. 189-190. 344 Idem, p. 88. 345 Ibídem, p. 83.

157

Page 170: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valenciano en el seno de Lo Rat Penat, única entidad de sesgo valencianista autorizada

por las autoridades franquistas. El citado Carles Salvador se hizo cargo de la Sección de

Literatura y Filología de esta asociación, organizadora de aquellos cursos, con la ayuda

de Enric Valor, J.Giner y E. Soler i Godes, a partir de 1949.346

Durante estos años, las letras valencianas resurgieron y mostraron cierta

normalización, dentro de la marginalidad propiciada desde el régimen, reflejada en la

prohibición en vincularse a la izquierda marxista y en que su difusión no sea importante,

siempre bajo el criterio de la censura. El intelectual Nicolau Primitiu fundó en 1957 la

revista y editorial Sicania que, junto a las ya previamente creadas, reforzó los esfuerzos

difusores de la literatura valenciana.

En el campo de la poesía, Xavier Casp abrió un camino de apoyo a los jóvenes

escritores en lengua valenciana y promoción literaria, y su obra pasó de un inicial

intelectualismo a un posterior postsimbolismo, inspirando composiciones de varios

autores de esta época (como se citará más adelante). En sus poemas está presente el ser

humano, visto desde el punto de vista interior (con temas como el amor conyugal, la

mujer y la familia, el silencio, la fe y la religiosidad) y exterior (mediante las redes de

relación social como el trabajo, la amistad, la familia y la justicia), donde con frecuencia

está latente cierta conflictividad.347

Sin embargo, pronto fue superado por otros autores como Joan Valls y Joan Fuster,

quien publicó en 1956 una Antología de la Poesía Valenciana, en la cual se planteaba

un estado de la cuestión en torno a la creación en la poesía valenciana de la posguerra.

La gran figura de la lírica valenciana de aquellos tiempos fue Vicent Andrés Estellés

quien, formado como periodista en Madrid, tras su retorno a Valencia en 1948

desarrolló una trayectoria literaria, iniciada con el poemario Ciutat a cau d’orella

(1953), en la que refleja su compromiso original con la lengua valenciana en un estilo

que denominó “cru i clar”. Su estilo conlleva una reflexión sobre lo cotidiano, un

sentido de protesta plena de elementos paródicos y una escritura tenazmente combativa.

Por otra parte, refleja los crudos años de la posguerra y un deseo de evasión interior de

aquella dura realidad. Estuvo vinculado a Joan Fuster y Manuel Sanchís Guarner, y sus

poemas fueron puestos en música por muchos cantautores de la corriente de la Nova

Cançó.348

346 Ibídem, pp. 75-77. 347 Josep Lluís Sirera, op. cit., pp. 525-526. 348 Idem, pp. 538-541.

158

Page 171: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En cuanto a la narrativa, la colección “L’espiga” de la editorial Torre publicó, en

1949, el primer libro de prosa de ficción en valenciano titulado Raïmet de Pastor de

Josep Sanç Mora. Esta iniciativa preludió una gran eclosión de la novela en valenciano

durante la década de los cincuenta, caracterizada por un proceso de normalización que

parte del folklorismo hacia unos planteamientos literarios realistas, donde destacaron

figuras como Miquel Adlert, Enric Valor (L’ambició d’Aleix, 1960), María Beneyto (La

dona forta, 1965), María Ibars (Vides planes, 1962), entre otros autores y obras de cierta

importancia renovadora. En el teatro se mantuvo el sainete con las pautas anteriores a la

Guerra Civil, aunque se plantearon nuevas vías con la Nueva Revista Valenciana, cuyo

principal éxito fue La Cotorra del Mercat de Francesc Barchino, y música de Leopoldo

Magenti, estrenada en 1946. Sin embargo, las inmensas dificultades planteadas para

utilizar un valenciano normalizado en el teatro, provocaron un gran declive a partir de

los años cincuenta, cuando sólo perviven el Grup de Teatre Estudi de Lo Rat Penat y las

obras de Martí Domínguez.

Estos autores, de narrativa y poesía en lengua valenciana, proporcionaron un

material que despertó la inspiración de compositores de la época, destacando en esta

línea Xavier Casp quien le proporcionó a Manuel Palau el libreto de su ópera Maror.

Este compositor se sirvió de varios poetas de esta generación, como lo refleja Salvador

Seguí en su libro sobre Palau cuando habla de su obra para voz acompañada de piano:

Un nuevo conjunto de poetas con destacada importancia en la obra músico-

vocal de Palau lo forma Xavier Casp, a quien pertenecen los cuatro poemas del

ciclo ‘A l’aire del cor i del seny’, Joan Fuster, autor de ‘Criatura dolcíssima’,

musicada por Palau a finales de 1966 y Vicent Andrés Estellés, que escribió los

versos de ‘Jo tinc una mort petita’, ‘Pescador ciego’ y ‘Qui és?’. Sobre este

mismo poeta, gran admirador y amigo del maestro, así como recíprocamente muy

estimado y valorado por éste […]349

El citado autor habla de los mismos poetas cuando trata de su obra coral “a

capella”:

Con algunos años de distancia, aparece entre los poetas que inspiran la

música de Palau Xavier Casp, autor del texto de ‘Cançó innocent de Blanca Fe’,

‘Lletania en flor’, ‘Recordant a un Sant Josep entre nens’ y ‘Scherzino’. La obra

‘Quatre poemes chorals’ (premio Joan Senent 1960), tiene las tres primeras

349 Salvador Seguí, Manuel Palau… op. cit., p. 121.

159

Page 172: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

piezas con letra de Vicente Andrés Estellés y la última con texto poético del

mismo compositor;350

Xavier Casp se relacionó muy estrechamente con Vicente Asencio y su esposa

Matilde Salvador, a quienes proporcionó textos para sus obras vocales. En el caso de

Asencio, tomó en 1968 su poema Roda la mola y lo puso en música para voz y piano,

dedicándolo a su esposa Matilde. Esta compositora tomó un libreto de este mismo poeta

para la composición de su ópera Vinatea, estrenada en 1974. La crónica de la versión

realizada en Valencia, en octubre de 1975, cita algunos aspectos del libreto:

La acción de ‘Vinatea’ discurre en torno al hecho histórico protagonizado

por el morellano Francesc de Vinatea, que en 1333, como portavoz del pueblo

valenciano, se opuso a las pretensiones del rey Alfonso el Benigno, quien,

inducido por su esposa, Eleonor de Castilla, había hecho donación de diversos

territorios del reino al infante Fernando. Vinatea asume el compromiso de su

delicada misión por propia voluntad, y éste es el hecho que sirve de núcleo y

motivo inspirador en el desarrollo del magnífico y poético libreto escrito por

Xavier Casp: Vinatea sabe ser. Matilde Salvador ha sabido captar con música ese

espíritu de franca naturalidad, del que se anima el principal protagonista de la

acción […]351

Las relaciones de Vicente Garcés con círculos literarios e ideológicamente

valencianistas en la posguerra cristalizaron en su ballet Marinada. Escrito sobre un

argumento del escritor Joan Fuster, por aquel entonces figura puntual de gran

trascendencia en el renacer cultural valenciano. Un arreglo de esta obra, fue interpretado

en un homenaje que se realizó al escritor en 1993: ‘Cantata Marinada’ se trata de un

homenaje a Joan Fuster con textos del intelectual de Sueca y música de Vicent

Garcés.352

La literatura en lengua castellana se reflejó en publicaciones como Verbo y

Corcel, así como en las actividades de la cátedra de Literatura Española de la

Universitat de València. Sus obras se caracterizaron por su ruptura con la dinámica

oficial del régimen, aspecto en el que coincidió con la narrativa valenciana, aunque

implicara cierta marginalidad ante los círculos literarios oficiales.

350 Idem, p. 119. 351 Salvador Seguí, “La ópera ‘Vinatea’, (Xavier Casp y Matilde Salvador) alcanzó un gran éxito la noche de su estreno”, Levante, Valencia, 4-X-1975, cit. p. 25. 352 Sin autor; “Entre líneas: El ballet del mosqueo”, Levante EMV, Valencia, 27-VI-1993, cit. p. 85.

160

Page 173: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La figura más sobresaliente de la época fue Juan Gil-Albert quien, muy activo

durante la Guerra Civil y posteriormente exiliado, vivía de nuevo en Valencia dentro de

un aislamiento de la cultura oficial e ignorado por las nuevas generaciones de poetas, en

una situación que Sirera calificó como exilio interior. Su obra desarrolló un lenguaje

intimista y culturalista, tanto en la poesía como en la prosa y el ensayo.353

Vicente Gaos reflejó en su poesía el peso de los duros años cuarenta, a través de

un nihilismo pesimista con toques neorománticos. En conjunto, la producción de los

años cuarenta fue muy desigual y aislada, no llegando a cuajar hasta los años cincuenta,

momento en el que surgió cierto realismo social reflejado en la escritura en castellano

de María Beneyto, frente a la pervivencia del franquismo ideológico en la obra de

Fernando Vizcaíno Casas. A partir de los años sesenta surgirá un nuevo grupo poético

formado por Francisco Brines, Carlos Sahagún y César Simón, caracterizada por asumir

en la distancia la problemática social de anteriores generaciones, el lirismo y su

concepción de la poesía como forma de conocimiento que les unió a los poetas más

personales de generaciones anteriores como Machado, Cernuda y Otero.354

Frente a la pobreza del teatro y la ensayística, la narrativa recuperó a figuras

como Juan Gil-Albert, y presentó nuevas como Cerdán Tato, Manuel Vicent y Luis J.

Sánchez Cuñat, hijo del compositor Luis Sánchez, quien destacó en el género de la

narrativa de aventuras con El tifón y la conjura y Muerte de un guerrillero.

En cambio, la narrativa valenciana preparó el terreno para la gran expansión de

finales de los sesenta y principios de los setenta, gracias al mayor grado de tolerancia

intelectual del régimen, en parte propiciada por los nuevos aires impulsados desde el

ministerio de cultura por Ruiz Jiménez, lo que permitió la recuperación de intelectuales

y artistas huidos o desaparecidos en 1939. Este auge se caracterizó por la unión de

realismo y valencianismo, y el hito de la publicación en 1962 de Nosaltres els

valencians de Joan Fuster, significó la ruptura entre las generaciones de posguerra y las

nuevas.355

A partir de este momento, la cultura y las letras valencianas recuperaron

plenamente el pulso valencianista, aunque la sociedad y el régimen político tardarían

mucho en cambiar.

353 Josep Lluís Sirera, op. cit., pp. 530-531. 354 Idem, p. 564. 355 Ferran Archilés, op. cit., p. 607.

161

Page 174: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

III. 10 Consideraciones finales Como punto final a este capítulo, se van a extraer una serie de conclusiones en

torno a la realidad musical valenciana, durante la época tratada en este trabajo. Esto

permitirá situar mejor el contexto en el que se movieron los integrantes del Grupo de los

Jóvenes, durante la mayor parte de sus vidas, o bien cuando vivieron en la propia ciudad

de Valencia. Como elemento de contraste se van a utilizar tres artículos de prensa de

diferentes épocas que, a modo de balance cuantitativo y crítico, muestran la situación y

las necesidades de la vida musical de Valencia. El primero es de Vicente Garcés y data

de 1936, momento previo al estallido de la Guerra Civil que supuso una dramática

cesura con todo el clima musical de la Segunda República. Los restantes son dos

balances, fechados a finales de 1955 y principios de 1957, realizados por Enrique

González Gomá, en los que se pasa revista a los principales factores del clima musical

valenciano y se plantean unas propuestas de mejora. Ambos, por sus fechas, reflejan un

considerable contraste temporal respecto al primero, rozando el límite cronológico

propuesto en la presente investigación.

Los tres casos, pese a su distancia histórica y las diferencias en el contexto social y

politico, muestran una situación muy parecida. La principal conclusión conjunta que se

extrae de su comparación es la aceptable vitalidad musical de la ciudad, aunque con

escasa respuesta económica privada e institucional, lo que repercutió en que las

entidades musicales y publicaciones de prensa especializada tuvieran una existencia

precaria y en ocasiones efímera. En las siguientes líneas, pertenecientes al artículo de

1936, escrito por Vicente Garcés, se plasman estas dificultades:

Pot dir-se que la vida musical valenciana queda reduïda als concerts que

per als seus socis respectius organisen la Societat Filharmònica i Música de

Cambra. En altre lloc molt diferent es troben els concerts populars de la Banda

Municipal […]

La conseqüència d’açò és que el poble, la gran massa ciudadana, queda

sens poder fruir d’un sol concert d’orquestra durant la temporada musical.356

356 Vicent Garcés, “Música: La vida musical valenciana”, El País Valencià, 18, Valencia, 28-III-1936, p. 4.

162

Page 175: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, en el balance de los años cincuenta parece compensarse esta

deficiencia, en parte gracias a la reciente creación de la Orquesta Municipal:

La vida musical en Valencia capital está principalmente sostenida por tres

entidades: la Orquesta Municipal, la Sociedad Filarmónica, por su importante

dedicación a los diversos aspectos de la música de cámara y la Coral Polifónica,

cuyas actuaciones sería muy grato y conveniente que no fueran tan espaciadas.

Pero la música orquestal, sinfónica, la de cámara y la coral están, así, servidas;

tienen, cuando menos, su instrumento apropiado.357

La comparación entre ambos balances nos refleja el papel de refuerzo que dio la

Orquesta Municipal en los años cincuenta, frente a la inestable existencia de la Orquesta

Sinfónica. También se compensó la desaparición de la Sociedad Música de Cámara tras

la Guerra Civil, puesto que la Sociedad Filarmónica podía mantener la oferta

concertística en el género de cámara.

Entre las deficiencias, cabe plantear abiertamente la carencia de temporadas de

ópera y ballet, acrecentadas todavía más en los años cincuenta, puesto que durante los

años treinta se representaban óperas en los Viveros en verano, bajo el apoyo de la

Asociación de la Prensa. Así lo refleja Garcés en la crónica de 1936: Ja serà prou que

València no tinga temporada d’òpera ni de ballet, la qual cosa no passa en cap gran

ciutat.358 En las siguientes citas de los años cincuenta se reincide en este defecto: La

vida musical valenciana presenta sólo un gran fallo: el teatro; ópera y ‘ballet’.359 En

este balance llegamos al debe: es, naturalmente, el teatro, la ópera, como ya en tantos y

tantos años.360

También se aprecia en la lectura del año 1936 un mayor sentido crítico que en las

de los años cincuenta, donde había que buscarlo más en lo omitido que en lo elogiado.

Este hecho se refleja en los siguientes fragmentos, el primero de Garcés y el segundo de

Gomá:

Hi ha necessitat absoluta que el Municipi valencià no seguixca més temps

despreocupat de les seues obligacions imperioses a este respecte.361

Si el Ayuntamiento contribuye de un modo principalísimo a la cultura

musical valenciana con el mantenimiento de la Orquesta Municipal y también con

357 Enrique González Gomà, “La Música en la provincia”, Levante, Valencia, 27-XI-1955, p. 9. 358 Vicent Garcés, “Música…”, op. cit. 359 Enrique González Gomà, “La Música en la provincia”, op. cit. 360 Enrique González Gomà, “Balance musical”, Levante, 5-I-1957, pág. 2. 361 Vicent Garcés, op. cit.

163

Page 176: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

el de la Banda, la Diputación Provincial ha adoptado recientemente acuerdos,

que no merecen sino elogios, para contribuir a la intensificación y extensión de la

cultura musical en la provincia […] Estos acuerdos están muy bien orientados.362

Ambos comentarios, referidos a contextos materiales muy parecidos, reflejan un

tono crítico muy diferente, explicable por una mayor libertad de expresión en la época

de Garcés, y una considerable limitación por las circunstancias de los años cincuenta en

el de Gomá.

Durante los años treinta, momento en el que se carecía de una formación orquestal

permanente en Valencia, las críticas en torno a este tema se las llevaba la Banda

Municipal por absorber gran parte del presupuesto y ser una actividad perfectamente

sustituible por otra de tipo orquestal:

No val l’argument que la Banda Municipal exigix un fort pressupost

anyalment. Respectant la seua funció, la Banda és un organisme d’origen militar,

que necessita transcriure les partitures d’orquestra per a formar el seu repertori,

mentre que esta, l’Orquestra, és l’organisme civil, preferit sempre pels

compositors per la seua riquesa de timbres, per la seua meravellosa ductilitat, i

llegítim serà que se li donen els mitjans que no se li neguen a la Banda.363

Sin embargo, en los años cincuenta el ayuntamiento de Valencia había compensado

sobradamente esta carencia con la creación de la Orquesta Municipal, aunque la lectura

del siguiente fragmento da la impresión de que la Banda Municipal sufrió algún tipo de

menoscabo: La afición bandística en los pueblos continúa su tradición inalterable y la

Banda Municipal de Valencia va a adquirir relieve mayor y no el que en los últimos

años tuvo.364

El último punto a tener en cuenta se refiere a la interpretación de música de

compositores valencianos, en ambos casos efectiva, pero claramente insuficiente por

razones materiales. El texto de Garcés lamenta esta circunstancia:

[…] actualment estem vivint el més ric moment musical de la nostra

història. En ninguna època ha hagut una floració de compositors tan preparats i

tan aptes com hui […] Puix bé, amb tots estos elements, que són matèria prima

per a què l’ambient musical assolixca un esplendor magnífic a València, hem de

362 Enrique González Gomà, “La Música en la provincia”, op. cit. 363 Vicent Garcés, op. cit. 364 Enrique González Gomà, “Balance musical”, op. cit.

164

Page 177: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

passar per el rubor de no tindre una sola série de concerts simfónics, de cambra o

corals.365

En cambio, durante los años cincuenta, si bien parecen haber mejorado las

deficiencias materiales, la escasa atención a los compositores valencianos no ha

cambiado:

Claro que echamos de menos obras clásicas y modernas de muy positivo

interés que renovarían y acrecentarían el repertorio actual, así como también

sería conveniente una mayor atención para los compositores españoles con la

justa participación valenciana. Es una observación que, es lástima, ha de

ratificarse todos los años.366

Este último aspecto es el que más incide, a título particular, en la recepción de la

obra del Grupo de los Jóvenes, puesto que si no se interpretaba con cierta regularidad,

su esfuerzo creativo podría resultar baldío. Sólo compositores que permanecieron

activos en la ciudad como Vicente Asencio fue interpretado en algunas ocasiones,

mientras que otros como Vicente Garcés o Ricardo Olmos sólo contaron con el apoyo

de la Orquesta Clásica de Ramón Corell, destacando el completo olvido en que cayó la

obra orquestal de Luis Sánchez y Emilio Valdés, ambos afincados lejos de Valencia.

Como conclusión, la actividad musical valenciana, pese a las dificultades

económicas e institucionales, tenía una vitalidad aceptable. Sin embargo, la obra de los

compositores locales, entre los cuales se incluyen los miembros del Grupo de los

Jóvenes, careció de la necesaria difusión, acentuada en los casos de los residentes en el

exterior.

365 Vicent Garcés, op. cit. 366 Enrique González Gomà, “Balance musical”, op. cit.

165

Page 178: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

166

Page 179: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

III. Manifiesto del Grupo de los Jóvenes

III. 1 Orígenes y constitución del Grupo

El Grupo de los Jóvenes, también conocido en su época como el Grupo de los

Cinco, estaba integrado por los compositores Vicente Asencio, Vicente Garcés, Ricardo

Olmos, Luis Sánchez y Emilio Valdés. Estos músicos, por aquel entonces menores de

treinta años, se dieron a conocer a la opinión pública el 18 de enero de 1934, con un

Manifiesto aparecido en el diario La Correspondencia de Valencia.

Todos los miembros del Grupo, a excepción de Vicente Asencio, eran alumnos

directos de Manuel Palau quien, desde 1926 había estudiado por correspondencia en la

Escuela Universal de París. En la citada institución recibió enseñanzas de Albert

Bertelin y Charles Koechlin, y paralelamente consejos de Maurice Ravel, lo que le puso

en contacto con las principales innovaciones estilísticas procedentes de Francia.1

Asimismo, hizo varios viajes a París desde 1925, destacando el realizado en 1929 para

participar en el I Salón Internacional de Sinfonistas,2 donde la Orquesta Straram

interpretó el 2 de mayo de 1929 su obra Siluetas. Por otra parte, Palau era un

compositor reconocido a nivel nacional, como lo demuestra la obtención del Premio

Nacional de Música en el año 1927, por su obra orquestal Gongoriana. En definitiva, el

magisterio e influencia de Manuel Palau les puso en contacto con las propuestas

musicales más avanzadas de su época, tanto procedentes de Madrid como de París.

Sus personalidades no se limitaron sólo al ámbito musical, puesto que todos eran

titulados universitarios: Filosofía y Letras en el caso de Garcés, Medicina en el de

Sánchez, y Magisterio en los de Asencio, Olmos y Valdés. Este factor les dio una mayor

amplitud de miras, más allá del simple elemento técnico, a la hora de afrontar la

creación musical, así como una más profunda capacidad de reflexión sobre el contexto

artístico y social de su época.

1 Salvador Seguí, Manuel Palau (1893-1967), Valencia: Generalitat Valenciana-Consell Valencià de Cultura, p. 34. 2 Salvador Seguí, Op. cit., p.18.

167

Page 180: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Según la documentación conservada, Luis Sánchez era alumno de Manuel Palau en

torno a 19243 y, en 1926, tras el estreno de Ecos en la Alhambra, publicó en la prensa

una nota aclaratoria donde declaraba públicamente que era discípulo de este

compositor.4 Ricardo Olmos también recibió enseñanzas de Manuel Palau por aquellas

fechas, antes de ser destinado como maestro nacional en la localidad albaceteña de Nava

de Arriba en 1928, coincidiendo esta última fecha con la composición de su Canción

Serenata para trío de cuerda con piano, galardonada en el Concurso de Composición de

los Juegos Florales de Cullera, celebrados en 1929. En el caso de Vicente Garcés, se

inició en el estudio de la composición con Manuel Palau en 1928, como lo certifica una

carta enviada a Manuel de Falla en 1931, donde declaraba que llevaba tres años de

estudios con el citado compositor valenciano.5 Finalmente, Emilio Valdés se incorporó

al alumnado de Palau en torno a 1930, puesto que era el miembro más joven del Grupo.

Sin embargo, Vicente Asencio permaneció totalmente al margen de las enseñanzas

de Manuel Palau, tanto por su residencia en Castellón, como por la independencia

adquirida tras sus estudios en Barcelona con Morera. Manuel Palau demostró

veladamente su parecer ante esta actitud de Asencio en la crítica acerca de su Cuarteto

en fa que publicó en La Correspondencia de Valencia, tras un concierto a cargo del

Cuarteto de Valencia celebrado el 27 de enero de 1933. En la misma combinó elogios

con algunas observaciones sobre aspectos técnicos de la pieza que, conociendo la

autoridad de Palau sobre su círculo de alumnos, parece enjuiciar entre líneas su actitud

independiente antes que la propia obra, como se aprecia seguidamente:

Esta obra la ha concebido su autor como homenaje a ‘Los Cinco’.

Cuestión delicada ésta de los homenajes musicales que pueden constituir, al

mismo tiempo, una ofrenda sentimental y un resbalón hacia el ‘pasticcio’.

Debussy ha quedado ‘Debussy’ en sus homenajes a Rameau y a Haydn; Manuel

de Falla es el creador de siempre en su homenaje a Debussy. […] Quizás (en el

aspecto global de la forma) hubiera podido trabajar más el primero y tercer

tiempos. Los temas del ‘adagio-allegro non molto’ parecen solicitar una

arquitectura más organizada, si bien queda bastante equilibrado así este tiempo.

En el ‘Andantino’, el Cello canta, evocando alguna ‘Dumka’ bohemia, y le

3 Luis Sánchez, “Musicales: Más sobre el Conservatorio”, La Correspondencia de Valencia, 20-III-1935, p. 4. 4 Luis Sánchez, “Noticiero musical: Una aclaración”, La Voz Valenciana, 12-VIII-1926, p. 2. 5 Extraída de una carta inédita de Vicente Garcés a Manuel de Falla, datada en 1931. Reproducida íntegramente en: Sergi Arrando, op. cit., pp. 50-52.

168

Page 181: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

responden sus interlocutores con voces apasionadas. El final, colorístico como los

tiempos anteriores, vibra con el acento simpático, que, circulando por toda la

obra, ha dejado el aliento cordial de su autor. […]

Si he manifestado antes unas reservas (y éstas en grado mínimo) es porque

creo que a Vicente Asencio hay que exigirle todo cuanto su talento (bien

extraordinario) sea capaz de rendir.6

Las obras de estos compositores empezaron a divulgarse gracias a la labor de la

Orquestra Valenciana de Cambra fundada en 1931 por Francisco Gil, quien planteó

como uno de sus objetivos el estreno y difusión de obras de compositores valencianos.

En lo sucesivo, esta agrupación encargó obras a los miembros del futuro Grupo de los

Jóvenes, con la intención de estrenarlas en sus conciertos anuales de aniversario, lo que

les sirvió tanto de estímulo, como de difusión pública de su obra. De este modo, en el

concierto del Primer Aniversario celebrado el 20 de mayo de 1932, se estrenaron los

Tres poemas para clarinete, piano y orquesta de cuerda de Vicente Garcés y Oriental

de Luis Sánchez. Semanas más tarde, el 21 de junio de 1932, la misma Orquestra

estrenó Festes al Poble de Vicente Asencio, en un concierto celebrado en Castellón.

Una personalidad de la trascendencia nacional de Eduardo López-Chavarri Marco

publicó en la revista Ritmo, en su número correspondiente a marzo de 1933, una

mención indirecta a estos compositores como una joven escuela valenciana:

Una escuela valenciana llena de ambiente y de simpatía es nuestro ensueño.

Pero nuestro anhelo de expansión encuentra reservas y frialdades […] a la

música valenciana de mayor altura se la deja perecer míseramente.

Confiemos, sin embargo, en esa juventud cuyos alientos crean un arte lleno

de dignidad y de sonrisas a pesar de la vulgaridad espantosa y de la frivolidad

excesiva que por todas partes la acechan.7

Las obras de los integrantes del futuro Grupo de los Jóvenes se interpretaban con

regularidad en los conciertos de la Orquestra Valenciana de Cambra, y en el dedicado al

Segundo Aniversario de la citada formación, celebrado en Valencia el 12 de mayo de

1933, les estrenaron varias obras de encargo: Cançó i dansa de Vicente Asencio,

Nocturno de Vicente Garcés, Nocturno de Luis Sánchez y el Preludio de Emilio Valdés.

Las críticas y notas de prensa de este concierto planteaban la existencia de una nueva

6 Manuel Palau, “Josefina Robledo y el Cuarteto de Valencia”, La Correspondencia de Valencia, 30-I-1933, p. 6. 7 Eduardo López-Chavarri Marco, “La Música Valenciana”, Ritmo, 66, Madrid, marzo 1933, p. 8.

169

Page 182: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

generación de compositores valencianos. De este modo, en La Correspondencia de

Valencia se los define como: […] jóvenes compositores de la más reciente promoción,8

y en Las Provincias, el crítico López-Chavarri Marco concluye su crónica con estas

palabras: […] los noveles compositores valencianos, que saben buscar las más nobles

aspiraciones en su arte […] y así es como han de seguir para constituir la novel

escuela valenciana.9 En estas citas se habla de una joven promoción de compositores y

una nueva escuela valenciana, lo que, considerando la difusión social de los periódicos

donde aparecieron y el prestigio del crítico de Las Provincias, anticipa públicamente la

próxima aparición del Grupo de los Jóvenes. La mención más amplia y explícita sobre

la futura constitución de un Grupo la publicó Enrique G. Gomá en el Diario de

Valencia:

Si no estamos mal informados, estos cuatro compositores han recibido

lecciones y orientación del maestro Palau. En ese caso podría señalarse, aun

teniendo en cuenta la diversidad de sus intenciones y temperamentos, como un

especial nexo entre ellos, algo así como la pertenencia a una misma escuela.10

En estas palabras se remarca la influencia de Manuel Palau, quien transmitió a sus

alumnos una técnica e inclinación estética comunes, lo que permite hablar de una

escuela que, bajo la dirección del citado Palau, renovaría la música valenciana de

aquella época.

La Orquestra Valenciana de Cambra realizó una gira de conciertos por Madrid en

enero de 1934, pocos días antes de la aparición del Manifiesto del Grupo de los Jóvenes,

en la que se programaron obras de varios de ellos, dándolas a conocer ante el público de

la capital del país. Sin embargo, la crítica musical madrileña los asociaba literalmente a

la figura de Palau y otros compositores valencianos, aunque señalaba el interés de sus

obras, como se aprecia en esta nota publicada en la revista Ritmo: […] Palau […]

inteligente compositor valenciano, que con Chavarri, Gomá, Valdés, Sánchez, Asensio

[sic] y otros, forman un grupo interesante.11

La publicación y difusión del Manifiesto, a partir del 18 de enero de 1934, vino

acompañado de varios conciertos de la citada formación donde se programaron obras de 8 Sin autor, “Musicales. Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-V-1933, p. 8. 9 Eduardo López-Chavarri Marco, “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 13-V-1933, p. 13. 10 Enrique G. Gomá, “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 13-V-1933, p. 3. 11 Sin autor, “Información Musical: Madrid-Orquesta Valenciana de Cámara”, Ritmo, 79, Madrid, febrero 1934, p. 12.

170

Page 183: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

los miembros del Grupo. El concierto más señalado fue el del Tercer Aniversario de la

Orquestra, celebrado el 25 de mayo de 1934, donde las obras por encargo abarcaron a

casi todos sus integrantes: Impressions de Vicente Asencio, Pantomima y Cançó

amorosida de Vicente Garcés, Escenes infantívoles de Ricardo Olmos y Tríptic:

Cançons de Batre y Cançó de març de Emilio Valdés. La expectación despertada por el

estreno de estas obras valencianas queda reflejada en la siguiente cita, donde se

reproduce un comentario sobre este tema, a cargo del señor Gisbert, alcalde accidental

de la ciudad de Valencia:

Luego, hablando con los periodistas, ha hecho grandes elogios de la labor

que viene desarrollando la Orquestra Valenciana de Cambra, y, refiriéndose

concretamente al programa dispuesto para el mencionado concierto, ha hecho

notar la circunstancia de que no sólo los intérpretes, incluyendo a la cantante

Manuela Saval, sino también los autores, entre los que figuran autores jóvenes

todavía desconocidos del gran público, son valencianos y prometedores de nuevos

triunfos para la música valenciana.12

En esta crítica del concierto, a cargo de López-Chavarri, se menciona el carácter

innovador de las obras de los miembros del Grupo, ya citados con el apelativo de

jóvenes:

El programa tenía la grata cualidad de estar dedicado a los maestros

valencianos jóvenes, que llevan adelante la orientación moderna. Ya no

permanece estancada nuestra música en aquel final del siglo XIX. Y la técnica

aparece personal y variada en cada compositor.13

Sin embargo, el acto simbólico de constitución del Grupo de los Jóvenes fue una

reunión celebrada en la playa saguntina de Almardà, durante el verano de 1934, donde

Vicente Garcés ejerció de anfitrión. Este evento vino acompañado de una visita al

Teatro Romano de Sagunto, todo ello narrado con una prosa recargada y decimonónica

por el periodista Emilio Fornet, en este artículo titulado Laurel del Naranjo, publicado

en El Mercantil Valenciano:

Cinco compositores nuevos me invitan en Valencia a ser cronista de la

reunión inicial del “Grupo”.

12 Sin autor, “La Orquestra Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 24-V-1934, p. 8. 13 Ch [Eduardo López-Chavarri Marco], “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 30-V-1934, p. 3.

171

Page 184: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La pentágona Asamblea efectuase en la playa de Los Valles, […] Pero se

perciben muertos, sin fuego en su entraña, que fue de soles, los Altos Hornos del

Puerto de Sagunto. ¿Estos cinco forjadores de armonías nuevas, van a laborar al

margen de las luchas actuales? ¿Son una pléyade torturada por un egoísmo de

selección, como la de Ronsard? Juveniles, atentos a su época, ellos piensan que

toda labor, toda onda de espiritual producción, puede tener una amplitud humana

y política: significativa de alegría, de virtud y de paz.

Hace unos instantes, nuestro coche pasó tangente a la fatídica sombra de la

restauración borbónica, y allí, enigmática, se yuxtaponía la fría carátula de Gil

Robles. Paradojal destino el de la Valencia liberal, recia, maciza de sentimiento

cívico, pues sobre ella pesan: la piedra oficial borra de arte, del monumento

restaurador y la mistificación, por sus mismos prosélitos, de aquella fuerza del

propagador Blasco Ibáñez, que, aquí en Sagunto, animó la sonrisa helénica de

Sonica.

Pero penetrar en Sagunto, en el fuerte Murviedro, es alentar de un soplo

vivificante y confortador. Sentido hondo de la virtud cívica […] fluye un hálito de

serenidad heroica de un pueblo consciente de sus libertades.

En este sentido de grandeza popular va a orientarse el grupo de los cinco.

Yo no tengo sino alabar su optimismo. No es un optimismo iluso, sino muy al

contrario, razonado y purísimo. Da una gran pena escuchar a algunos jóvenes de

España que se entregan –ellos aseguran que en sacrificio- a la quimera

sangrienta y desordenada del comunismo libertario. Saben que serán arrollados

por la desesperación y la incultura que sembró a manos pródigas de desastres la

monarquía. Y donde ellos, abúlicos, blandos, dejan caer su fe republicana como

una ajada flor que cae ya seca entre las hojas históricas del siglo XIX. No piensan

que la República –la exacta, la de los Constituyentes- era la paz del pueblo, su

preparación a la cultura y el arte; su reivindicación espiritual. Otros jóvenes hay

que, también pesimistas, blandamente se dejan llevar por la idea de que somos

una generación sacrificada a la transición entre dos épocas. Yo sólo acertaré a

decir que tales jóvenes –éstos y aquellos- no merecen ser levantinos; no merecen

ser valencianos. Aquí está en el ambiente el gozo de crear. En el verde fragante

de los naranjos que decoran triunfales las luces de la tarde, hay como una avidez

del éxito. Los naranjos son el laurel de la juventud, que incita a no importa qué

gloria del alma: política, arte, creación, cultura. ¡Laurel de naranjos! A su lado,

172

Page 185: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

los antiguos laureles empalidecen su fuerza; semejan indignos de ceñir las sienes

de los jóvenes, y parecen destinados solamente a glorificar las sienes de las

mascarillas mortuorias.

Pero las ramas del naranjo, ciñendo las sienes azules del mar, en cuyo ritmo

está el pulso de cien victorias del espíritu, parecen solamente ser propicias a

desgajarse para coronar las frentes del primer entusiasmo creador de la juventud

levantina.

No hay miedo a que estos grupos de artistas valencianos se broquelen en

torres de marfil, egoístas, y al margen de los problemas de la época. Su

entusiasmo no les permitirá jamás las tristezas del aislamiento.

Nuestros cinco amigos compositores –Emilio Valdés, Ricardo Olmos, Luis

Sánchez, Vicente Asencio, Vicente Garcés- tienen un afán de seria labor, eficaz

para el movimiento actual de la vitalidad valenciana, dentro de la propulsión

universal. En su Manifiesto –inserto en la revista alicantina “Musicografía”-

proclaman que ‘su base estética descansa en el arte popular del país, y no en

texto, sino en espíritu”. Oscar Esplá y Manuel Palau son sus orientadores, y de

ambos ilustres maestros el grupo joven de “los Cinco” recogerá el aliento étnico

que informa sus obras.

Aplaudamos el optimismo de estos jóvenes. Ellos están bajo el signo de

Romain Rolland, el cual –en su maravilloso estudio sobre Beethoven- dice de

nuestro tiempo: “Epoca fecunda, quizá en su incoherencia y hasta en sus

destrucciones. Transición necesaria de un mundo que muere a un mundo que debe

nacer”.

Fortalecedor nos ha sido, al grupo de “los cinco”, a mí, su improvisado

cronista, y al maestro Palau, la ascensión al Teatro de Sagunto. Allí hemos

respirado el soplo antiguo de un arte puro, popular, robusto y magnífico. A través

de los viejos arcos de piedra, se recortaba la huerta dorada de la tarde, dulce y

suave, entre las lomas de las montañas eternas, cuyas líneas recibieron la voz de

las “Máscaras” y de los “Coros” en las tragedias de Séneca. […]

Nuestro cicerone –de cuyos labios de labriego fluye la historia con

humorismo delicioso- nos hace penetrar en un pequeño foso en que guarda las

estatuas. Y hay allí –sugestionadora- una cabeza de barro rojo, coronada de

flores, con luengas barbas, de rizos, que fueron maceradas en esencias traídas

173

Page 186: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

por los trirremes de Roma, y en torno a esta cabeza se diría revolar un son de

flautas dulcemente…

Que el día de belleza y de reposo sea fecundo en el porvenir a los cinco

creadores de la música, que ahora se aprestan a la ardua tarea de la técnica y del

estilo.

Emilio Fornet

Los Valles Sagunto.14

El historiador Sergi Arrando, en su libro monográfico dedicado a Vicente Garcés,

interpretó el sentido simbólico nacionalista del Teatro Romano de Sagunto, como

ejemplo de virtudes cívicas y valencianía, presentes en la constitución del Grupo de los

Jóvenes.15

Por otra parte, la lectura del citado artículo plantea reflexiones de diversa

naturaleza. En primera instancia señala que estos compositores creaban música dirigida

al pueblo valenciano, dejando atrás el individualismo romántico decimonónico, el cual

pretendía crear al margen de la sociedad y su entorno. Sin embargo, no se ceñirían

estrictamente al gusto popular, sino a la creación de algo nuevo y artísticamente más

elevado a partir de lo propiamente popular, citando en el artículo un fragmento del

Manifiesto. El resultado sería una música dirigida al pueblo, pero no destinada a un

simple entretenimiento, sino a enriquecer su acervo cultural. Su obra y su actitud

estarían sólidamente enraizadas con la sociedad de su época, en unos tiempos en los que

España y Valencia pretendían salir de un atraso cultural y social que duraba décadas.

III. 2 Análisis del Manifiesto

El Manifiesto del Grupo de los Jóvenes, publicado el 18 de enero de 1934 en el

diario La Correspondencia de Valencia, contaba con el siguiente enunciado, que a

continuación será comentado y analizado de forma pormenorizada:

En el día de hoy nace a la vida musical valenciana el ‘Grupo de los

Jóvenes’, promoción de cinco compositores regionales aún no llegados a los

treinta años. Nuestro primer acuerdo es ponernos en contacto con el pueblo 14 Emilio Fornet, “Laurel de naranjo”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 9-VIII-1934. 15 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt (1906-1984), Sagunt: Bancaixa, 1998, pp. 28-29.

174

Page 187: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valenciano, cuya ayuda tanto hemos de necesitar, para darle a conocer nuestros

propósitos y la razón de nuestra existencia.

Es indudable la necesidad de aunar en una actividad conjunta los esfuerzos

aislados de aquellos jóvenes músicos cuya base estética descansa en el arte

popular del país, y no en el texto sino en el espíritu. Este punto de convergencia

dentro de estilos y tendencias diferentes, es el motivo de constitución del ‘Grupo’.

La misma orientación étnica ha guiado precedentemente a algunos

compositores valencianos, entre ellos a Oscar Esplá y Manuel Palau, pero la

amplitud de perspectivas de nuestros proyectos exige un nexo y una solidaridad

perfecta entre nosotros.

Aspiramos a la realización de un arte musical valenciano vigoroso y rico, a

la existencia de una escuela valenciana fecunda y múltiple, que incorpore a la

música universal el matiz psicológico y la emoción propia de nuestro pueblo y de

nuestro paisaje. Un arte y una escuela que se manifiesten en todos los géneros, en

el cuarteto, en la sinfonía, la ópera, en el ballet…

Es una tarea larga y difícil la que echamos sobre nuestros hombros.

Confiamos, sin embargo, en su consecución, porque nos alienta el pensamiento

firme de que cuando nosotros no la pudiésemos realizar completamente, una

nueva promoción saturada del fervor que nos inspira, la llevaría a cabo. El

‘Grupo de los Jóvenes’ hará cuanto le cumpla en la consecución de estos

propósitos.

No basta, no obstante, con escribir las obras. Hay necesidad de un ambiente

que las acoja y las sienta suyas. Y para esto se necesita la cooperación de la

crítica en el libro y en la Prensa, la divulgación por la radio y sociedades de

conciertos, la creación de orquestas municipales que interpreten las partituras en

su sentido original y auténtico, el máximo interés últimamente de las

Corporaciones provinciales por la cultura, estableciendo concursos, premios y

subvenciones.

A todos ellos nos dirigimos, exponiéndoles nuestro ideal. Que cada uno

cumpla con su misión, como promete cumplir el ‘Grupo de los Jóvenes’, esperan

Vicente Garcés, Emilio Valdés, Luis Sánchez, Vicente Asencio y Ricardo Olmos.

Un análisis del manifiesto permite dividirlo en dos grandes partes: la orientación

nacionalista y la necesidad de influir en el ambiente musical valenciano.

175

Page 188: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En las primeras líneas, además de reincidir en la procedencia valenciana y la

juventud de sus integrantes, se expone que su música está dirigida a los valencianos,

apelando a su recepción de estas líneas. La importancia concedida al pueblo valenciano

se remarca en que es objeto de su primer acuerdo, realzando la necesidad de su apoyo,

puesto que la acogida que presten a sus ideas y su obra es fundamental para la existencia

del Grupo de los Jóvenes.

A continuación se justifica que su base sea una acción conjunta, superando las

lógicas diferencias de temperamento existentes entre todos ellos, frente a figuras

individuales como Palau y Esplá. La cita de ambos compositores los sitúa como

referentes en su ideario, sobre todo el primero, puesto que fue el maestro de la mayoría

de sus integrantes, aunque remarcando que un trabajo en solitario podría contar con

menos posibilidades de éxito que una actividad en grupo. Cabe señalar lo novedoso de

su existencia, puesto que hasta aquella fecha no se había conocido en la historia de la

música valenciana un grupo de compositores, directamente comprometidos en impulsar

la vida artística de esta tierra. Sin embargo, pocos años antes habían aparecido en otros

rincones de la geografía española algunos grupos de compositores, con la intención de

crear una producción musical bajo premisas estéticas novedosas, aunque no

necesariamente coincidentes, como es el caso del Grupo de los Ocho (1930) en

Madrid16 y el Grupo Compositors Independents de Catalunya (1931) en Barcelona.17

La mención a una base estética en el espíritu del arte popular valenciano, no en su

repetición literal sino como una pretensión de universalidad, le aproxima al Segundo

Nacionalismo que apareció en la música europea a partir de principios del siglo XX.

Este nacionalismo superó la imitación literal de lo popular, que en Valencia se había

reflejado, en clave regionalista, en los poemas sinfónicos de Salvador Giner y en la

zarzuela del primer tercio de siglo, para aproximarse a los postulados que en el resto de

España tenían como modelo la obra de Manuel de Falla. Respecto a este punto, cabe

señalar que compositores como Vicente Garcés intentaron contactar con el compositor

gaditano para recabar consejo y orientación,18 mientras que la obra de madurez de

16 María Palacios, La renovación musical en Madrid durante la dictadura de Primo de Rivera: El Grupo de los Ocho (1923-1931). Madrid: Sociedad Española de Musicología, 2008. 17 Montserrat Albet, “Música catalana de los años treinta”, Cuadernos de Música (Los Músicos de la República), 1, Madrid: Lira Editorial, 1982, p. 33. 18 Carta inédita de Vicente Garcés a Manuel de Falla, datada en 1931. Reproducida íntegramente en: Sergi Arrando, op. cit., pp. 50-52.

176

Page 189: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Vicente Asencio estuvo directamente inspirada en la obra de Falla.19 También es de

destacar que Manuel Palau compuso a finales de la década de los veinte algunas obras

que se podrían englobar dentro de este Segundo Nacionalismo, como Siluetes o el

Cuarteto en estilo popular, que influirían en la obra de sus discípulos.

En el Manifiesto se citan diversos géneros musicales donde se podrían plasmar

estos ideales: el cuarteto, el ballet, la sinfonía y la ópera. Sin embargo, el cultivo de

estas grandes formas no coincidía con los gustos más avanzados de aquellos tiempos

provenientes de París y Madrid, si exceptuamos el ballet, lo que generaba una primera

contradicción. Una explicación plausible a esta cuestión reside en que estas grandes

formas no se habían cultivado apenas en Valencia décadas atrás, y su práctica podría

entenderse como la superación de un atraso histórico. Pese a todo, sólo se prodigaron en

cierta medida en el cuarteto de cuerda, desde el ya existente Cuarteto en estilo popular

de Manuel Palau, presumible modelo en este género para el resto del Grupo, pasando

por el recién estrenado Cuarteto en fa de Asencio, y concluyendo con el Cuarteto

Bucólico de Sánchez. En el caso del ballet, solamente Garcés se dedicó a este género

con frecuencia, hasta el extremo de que Palau lo calificó como: creador del primer

ballet valencià,20 mediante obras como Passionera y la Balada del dolçainer (Dimoni),

y una pieza de madurez como Marinada. Cabe mencionar el ballet Foc de Festa de

Vicente Asencio, compuesto en 1936 y posteriormente descatalogado por el propio

compositor. Sin embargo, no compusieron obras en los géneros sinfónico y operístico,

aunque se podría deducir que Manuel Palau recogió esta pretensión en sus dos Sinfonías

(fechadas en 1940 y 1944) y la ópera Maror. La composición de esta ópera, sobre un

libreto del poeta y escritor Xavier Casp, puede interpretarse como un intento de crear

una ópera nacionalista valenciana, de no ser por lo tardío de su datación, en 1954. Por

otra parte, las dificultades que sufrió esta obra hasta su estreno en 2002, principalmente

por la falta de sensibilidad de los medios culturales oficiales de la ciudad de Valencia,

son muy parecidas a las experimentadas por las óperas españolas de principios de siglo

que llevaron a que críticos de la talla de Adolfo Salazar dieran por imposible la génesis

19 Como se aprecia en su Elegía a Manuel de Falla (1946), compuesta en su memoria, así como sus ballets de inspiración andalucista: Llanto a Manuel de Falla (1953), La maja fingida (1956) y Alborada burlesca (1956-1965). 20 Anotación manuscrita de Manuel Palau fechada en 1940, en la partitura de su Fantasía para guitarra, como dedicatoria a Vicent Garcés, conservada en el Archivo Familia Garcés Queralt. Reproducida en: Sergi Arrando, op. cit., p. 48.

177

Page 190: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de una ópera nacional en 1924.21 Sin embargo, cabe reseñar la mayor fortuna de dos

estrenos aislados de la compositora Matilde Salvador, esposa de Vicente Asencio quien

revisó su trabajo: las óperas La filla del Rei Barbut (1943) y Vinatea (1974). Ambas

óperas salvaron las dificultades antes citadas, aunque apenas hayan vuelto a

interpretarse tras su primera representación.

También se plantea en un párrafo del Manifiesto la posibilidad de que, en el caso

de que el Grupo de los Jóvenes no pudiera completar sus objetivos, futuras promociones

de compositores tomaran su relevo. Esta idea refleja la visión de futuro subyacente en la

aparición del Grupo, puesto que no se limitaron a preparar su aparición personal, sino

que confiaron plenamente en que su labor sería continuada por nuevos creadores. El

acontecer histórico, con una Guerra Civil seguida de una difícil postguerra, dificultó

considerablemente esta posibilidad y finalmente impidió que aparecieran nuevos grupos

con los mismos ideales. Sin embargo, durante los años siguientes, al menos cabe citar

dos nuevos intentos. En primera instancia, en el concierto conmemorativo del quinto

aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra, celebrado el 7 de julio de 1936, se

estrenaron obras de una nueva promoción de jóvenes compositores como Matilde

Salvador, Enrique Ortí, José Facundo…pero el casi inmediato estallido del conflicto

bélico impidió que cristalizara una nueva agrupación con ideales parecidos al Grupo de

los Jóvenes. Años más tarde, en el número de la revista Ritmo correspondiente a abril de

1943, apareció un artículo firmado por Juan B. Tomás con el título de “Tres

compositores valencianos”, donde se presentaban las figuras y obras de José Báguena,

Miguel Asins Arbó y José Mir Félix, como una nueva generación de alumnos de

Manuel Palau. Sin embargo, las dificultades materiales de aquellos años dispersaron

muy pronto esta prometedora agrupación, puesto que Asins Arbó y José Mir marcharon

a Madrid y Galicia respectivamente, como directores de bandas de música militares.

Sólo José Báguena permaneció en Valencia, con una actividad y producción musical

interesante, en algunos momentos en el entorno de Manuel Palau, pero sin formar parte

de grupo alguno.

Respecto a su segundo gran objetivo, la necesidad de mejorar el ambiente musical

para una mejor recepción de sus obras, refleja su convicción de que un compositor no

21 Emilio Casares Rodicio, “La música española hasta 1939, o la restauración musical”, en Emilio Casares Rodicio, Ismael Fernández de la Cuesta y José López-Calo (editores), Actas del Congreso Internacional ‘España en la música de Occidente’, Madrid: Ministerio de Cultura, 1987, vol. 2, p. 274. Allí se cita estas líneas de Adolfo Salazar sobre este tema: El problema de la ópera nacional…tropieza con un escollo peligrosísimo, el de la indiferencia general.

178

Page 191: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

sólo se limitaba a crear, sino a participar activamente en la vida artística y musical

valenciana. En el manifiesto se citan diversos aspectos: la crítica, la divulgación en

medios de comunicación y sociedades de conciertos, creación de orquestas con una

existencia estable, y el apoyo institucional a través de concursos y subvenciones. Todas

estas ideas se corresponden con los postulados del decreto de creación de la Junta

Nacional de Música por el gobierno de la Segunda República, publicado el 21 de julio

de 1931 y precedido de un interesante Manifiesto,22 lo que permite vincular

directamente la génesis ideológica del Grupo de los Jóvenes con aquel momento de

renovación y revitalización que experimentó la música española. Los propios miembros

del Grupo participaron activamente, de forma directa o indirecta, en iniciativas de este

tipo con la pretensión de mejorar la vida musical valenciana. Con este objetivo, a

principios de 1936 impulsaron la creación de una Secció Simfònica de la Societat

Valenciana d’Autors, en la que formaban parte todos los miembros del Grupo y el

maestro Palau.

En el caso de la crítica, varios miembros del Grupo (Sánchez, Valdés y Garcés) y

el propio maestro Palau la ejercieron activamente, con la intención de estimular la

recepción de sus ideales y obras, como se explicará con mayor detalle y extensión en el

capítulo dedicado respectivamente a cada compositor. La divulgación en los medios de

comunicación, básicamente la radio, se reflejó en el apoyo de la emisora Unión Radio,

la cual había impulsado en otros lugares de España estas nuevas iniciativas

compositivas. En el caso de Valencia, la citada emisora programó un ciclo de

Conciertos de Música Valenciana a principios de 1936, bajo los auspicios de la citada

Societat Valenciana d’Autors y la figura de Vicent Garcés, así como un Festival de

Música Valenciana a finales de mayo de 1936, en el que se estrenaron y divulgaron

varias obras de autores valencianos.

Las sociedades de conciertos valencianas participaron en la difusión de sus obras,

principalmente la Sociedad Música de Cámara, creada en 1931 siguiendo el nuevo

impulso antes citado, generado desde las instituciones culturales de la Segunda

República. En este entorno tan favorable desarrolló sus actividades la Orquestra

Valenciana de Cambra, comprometida en encargar y ejecutar composiciones de los

integrantes del Grupo de los Jóvenes, antes y después de su definitiva constitución en

22 Emilio Casares Rodicio, “La música española hasta 1939, o la restauración musical”, en Emilio Casares Rodicio, Ismael Fernández de la Cuesta y José López-Calo (editores), Actas del Congreso Internacional ‘España en la música de Occidente’, Madrid: Ministerio de Cultura, 1987, vol. 2, pp. 315-322.

179

Page 192: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

1934, destacando esta entidad por la función que cumplió de aglutinar inquietudes y

realizaciones artísticas. Dentro de este impulso asociativo también son destacables,

aunque dentro de un ámbito más cercano a la burguesía, las interpretaciones de obras de

Luis Sánchez en las audiciones de la Sociedad Filarmónica, de cuya junta directiva

formó parte, a través de la Orquesta Sinfónica de Valencia. La participación de la

Sociedad Cultural fue muy breve, puesto que fue creada en 1936, poco antes del

estallido de la Guerra Civil y su consiguiente desaparición.

En cuanto a la creación de Orquestas Municipales sostenidas con fondos públicos

que permitan una trayectoria estable que beneficie la frecuencia de sus actividades, hay

que tener presente que esta aspiración no se cumplió hasta 1943, cuando en plena

posguerra se creó la Orquesta Municipal de Valencia. Hasta ese momento, sólo se

disponía de la Orquesta Sinfónica de Valencia, cuya vida artística era muy inestable e

irregular, aunque en aquella época cumplió una función esencial de divulgación de la

música sinfónica de autores valencianos. Por otra parte, las nuevas iniciativas de la

década de los treinta, como la citada Orquestra Valenciana de Cambra o la Orquesta

Clásica de Benjamín Lapiedra pasaron por importantes dificultades económicas que, en

mayor o menor medida, lastraron su trayectoria artística. En estas circunstancias, es

perfectamente comprensible la demanda contenida en este punto del Manifiesto, pero

resulta paradójico que los gestores de Valencia en los tiempos de la Segunda República

no fueran capaces de materializarla, mientras que sí la llevaron a cabo otros gobernantes

en circunstancias materiales mucho más difíciles.

Finalmente, las reclamaciones de apoyo público en forma de subvenciones y

concursos tuvieron acogida dispar. Por un lado, ya en el mismo año de 1934 en que fue

publicado el Manifiesto, el Círculo de Bellas Artes organizó un concurso de

composición de obras sinfónicas sobre temas populares, especialmente valencianos. En

1936 se realizó un concurso de obras corales en lengua valenciana bajo los auspicios de

la Sociedad P.R.O.A., en el que fueron galardonadas obras de Palau, Olmos y Garcés.

Por último, en plena Guerra Civil se convocaron los Premis Musicals del País Valencià,

donde fueron premiadas obras de Garcés y Asencio (concretamente de su futura esposa

Matilde Salvador, aunque revisada e instrumentada por el propio Asencio). En

definitiva, exceptuando el primer concurso de 1934, en el que el género sinfónico y los

gustos tradicionales de los organizadores estaban lejos de los integrantes del Grupo,

éstos participaron activamente y con éxito en el resto de convocatorias, logrando una

mayor proyección de sus obras en el ambiente musical valenciano.

180

Page 193: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Las subvenciones de los poderes públicos fueron un proceso más lento y costoso,

puesto que hay múltiples citas de prensa donde sociedades como Música de Cámara

reclama estas ayudas, cuya materialización se complicó por la crisis económica de los

años treinta. Por otra parte, hay que tener en cuenta las dificultades socio-económicas

que experimentó el gremio musical con la aparición del cine sonoro y el cierre de

teatros, lo que hizo que muchas voces (destacando entre ellas la de Vicente Garcés)

reclamaran un inmediato apoyo económico a los músicos sin trabajo. Estas ayudas se

plasmaron de forma breve pero intensa a partir del estallido de la Guerra Civil, cuando

Valencia se constituyó en capital cultural de la República y se destinaron importantes

cantidades económicas a iniciativas artísticas y musicales.

En conclusión, los integrantes del Grupo de los Jóvenes pretendieron participar en

la vida musical valenciana y dinamizarla con este Manifiesto, alejándose de la visión

tradicional de artista solitario que creaba de espaldas a la sociedad que lo acogía, en

consonancia con el clima de compromiso social de los artistas, característico de la

Valencia de los años treinta. Sin embargo, las deficiencias del ambiente musical

valenciano y las dificultades inherentes a la propia estructura de la sociedad,

dificultaron sus iniciativas, aunque lograron crear obras y actividades que la

enriquecieron en notable medida. Sin embargo, la Guerra Civil y la posterior posguerra

dificultaron considerablemente estas aspiraciones, hasta hacerlas completamente

imposibles con la propia dispersión que experimentó el Grupo.

III. 3 Difusión en Prensa y hechos posteriores

El Manifiesto del Grupo de los Jóvenes fue publicado íntegro en el periódico La

Correspondencia de Valencia, con el título: Nueva entidad musical, el 18 de enero de

1934. Junto con el Manifiesto, se adjuntó una fotografía de los cinco integrantes del

Grupo. Pocos días más tarde, el 29 de enero de aquel año, apareció en El Momento de

Gandía, ciudad valenciana donde trabajaba Vicente Garcés como profesor de Literatura

en el Instituto de Enseñanza Secundaria Ausiàs March.

En la revista Musicografía, publicada en la localidad alicantina de Monóvar y con

una divulgación de ámbito nacional, apareció en el número correspondiente a febrero de

181

Page 194: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

1934, con el mismo título (Nueva entidad musical) que en la publicación aparecida en

La Correspondencia de Valencia. Antecediendo al Manifiesto, aparecía este breve

comentario del editor de la revista: En Valencia se ha constituido el “Grupo de los

jóvenes compositores valencianos”. MUSICOGRAFÍA acoge muy gustosamente las

declaraciones que, como especie de manifiesto, han publicado en la prensa diaria

valenciana.23

En el número correspondiente al 3 de febrero de 1934 de la revista Sucrona,

publicada en la localidad de Cullera, el músico Enrique Garcés (primo de Vicente

Garcés) publicó un artículo titulado: La joven Escuela Musical Valenciana-Impresiones

de un valencianista alrededor de una obra genuinamente nuestra. En el mismo, se hacía

un elogio de la iniciativa que había dado lugar a la creación del Grupo, incluyendo las

partes del Manifiesto donde se hacía alusión al elemento nacionalista, y manifestaba su

apoyo con estas palabras:

Los que deseamos contemplar a nuestro arte en regiones donde nadie pueda

servirse de él como objeto de sus frívolas concepciones hemos de prestar todo

nuestro calor, todo nuestro entusiasmo a la filantrópica obra iniciada por estos

magníficos y felices representantes de la nueva orientación artística […]24

El Manifiesto fue íntegramente publicado en El Mercantil Valenciano el 24 de

febrero de 1934, dentro de un apartado titulado: De ambiente musical. Sin embargo, en

el diario Las Provincias, donde apareció el 28 de febrero de aquel año con el título: El

Manifiesto del Grupo de los Jóvenes, se presentó parcialmente recortado y con los

siguientes comentarios del editor:

Ha sido una excelente idea la de estos compositores valencianos ‘menores

de treinta años’ de lanzar su manifiesto y verdaderamente sentimos no poderlo

publicar en toda su integridad.

Ello demuestra que el movimiento se prueba…andando, y así lo hacen estos

músicos, dignos de toda simpatía. Su estética es inspirarse en el espíritu y no en la

letra del arte popular, poniéndose bajo la égida espiritual de los maestros Esplá y

Palau […] No hay que decir cuánto deseamos vean realizados sus ideales los

jóvenes maestros.25

23 Sin autor, “Nueva entidad musical”, Musicografía, 10, Monóvar, febrero 1934, p. 40. 24 Enrique Garcés, “La joven Escuela Musical Valenciana: Impresiones de un valencianista alrededor de una obra genuinamente nuestra”, Sucrona, 591, Cullera, 3-II-1934, p. 3. 25 Sin autor, “De Música: El Manifiesto del Grupo de los Jóvenes”, Las Provincias, Valencia, 28-II-1934.

182

Page 195: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Completando el Manifiesto, Manuel Palau publicó en el número de marzo de 1934

de la revista Musicografía un artículo titulado: Los compositores valencianos de la

última promoción. Aunque en el artículo desarrolló los méritos individuales de todos y

cada uno de los integrantes del Grupo, las primeras líneas hacían referencia al carácter

de los lazos de unión entre todos ellos:

A no ser porque conozco (quizá también como el primero) a cada uno de los

compositores que integran el “Grupo de los Jóvenes” y porque fío en el

sentimiento fraterno que ahora los une, hubiera tomado como un postulado

quimérico la frase en que ellos fundamentan la necesidad del grupo.

Afirman ellos en el Manifiesto que apareció en la última editorial de

Musicografía: ‘la amplitud de perspectivas de nuestros proyectos, exige un nexo y

una solidaridad perfecta entre nosotros’.

Bien; pero a pesar de que, efectivamente, encuentro lógica tal afirmación y

nobilísimos los ideales cuya realización anhela el grupo, no olvido tampoco que

estos muchachos llevan en sus arterias savia mediterránea, sangre que determina

un agudo sentimiento individualístico que pugna casi siempre con cualquier

posibilidad de índole colectiva.

Además, ¿porqué no decirlo? Yo no creo en los grupos. Cuanto menos en los

que se relacionen con el Arte. Creo en las personalidades vigorosas, sanas,

independientes… y en la elección por la escuela o por el hombre de excepción, mi

voto se lanza decididamente hacia éste.

Repito que la unión entre los elementos de la joven promoción valenciana se

solidifica por una fuerte amistad y se ha fundido con la paridad de ideales.26

Palau desarrolla en estas líneas una paradójica defensa del valor de la

individualidad que se contrapone a la idea de unión colectiva de artistas, aunque al final

justifica la existencia del Grupo por un sentimiento de fraternidad personal y estética

entre sus integrantes, así como su objetivo de mejorar la vida musical valenciana.

Sin embargo, una publicación de ámbito estatal de la trascendencia de la revista

Ritmo no se hizo eco de la existencia del Grupo de los Jóvenes hasta junio de 1934,

cuando publicó el citado artículo de Palau y la fotografía de los cinco miembros del

Grupo aparecida meses antes en La Correspondencia de Valencia, pero en ningún caso

el Manifiesto. El escaso y tardío eco de esta publicación se explica por su visión

26 Manuel Palau, “Los compositores valencianos de la última promoción”, Musicografía, 11, Monóvar, marzo 1934, p. 51.

183

Page 196: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

excesivamente centralista y la poca atención por lo que se hacía lejos de la capital, lo

que, por otra parte, en aquellos tiempos era común en la mayoría de la prensa y revistas

de Madrid.

Meses más tarde, cuando el citado diario La Correspondencia de Valencia publicó

una evaluación de la música en Valencia durante 1934, se citó tanto la publicación del

Manifiesto como el concierto de la Orquestra Valenciana de Cambra celebrado en mayo

donde se programaron obras de los miembros del Grupo. Sin embargo, al provenir la

cita de Luis Sánchez, integrante del Grupo de los Jóvenes, no hubo una valoración de

este hecho:

Comenzó 1934 con el Manifiesto que lanzaron a la opinión un grupo de

cinco jóvenes compositores valencianos, representantes de las tres provincias:

Valdés, por Alicante; Asensio [sic] por Castellón, y Garcés, Olmos y el firmante,

por Valencia. El hecho de pertenecer al Grupo me veda todo comentario […]

La ‘Orquestra Valenciana de Cambra’ dio sus conciertos para la Sociedad

‘Música de Cámara’, siendo dignos de mención […] el celebrado en mayo, para

conmemorar el III aniversario de su fundación, en cuyo programa figuraban

exclusivamente obras de autores valencianos: Palau, Garcés, Valdés, Asencio,

Olmos, etcétera…

¡Quién sabe si entre ellos se encuentra ese ‘Mesías del pentagrama’ que

según el crítico musical de un querido colega de la mañana ‘no aparece por

ninguna parte’!27

El comentario final ironiza con el punto de vista de otro crítico musical valenciano,

probablemente Fidelio (Bernardo Morales Sanmartín), quien fiaba el futuro de la música

valenciana a la aparición de una brillante individualidad. Esta idea se contrapone

radicalmente con las pretensiones del Grupo de los Jóvenes, basadas en una acción

colectiva para mejorar la vida musical valenciana, y no en la personalidad de una única

figura.

La revista Musicografía publicó en enero de 1935 un artículo en el que se hacía

una primera evaluación de la trayectoria de los miembros del Grupo de los Jóvenes, con

posterioridad a la publicación del Manifiesto. Este texto está fechado en Valencia el 2

de diciembre de 1934 y cuenta con estas palabras las circunstancias de una reunión del

27 Luis Sánchez, “Musicales: La música valenciana en 1934”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 8-I-1935, p. 8.

184

Page 197: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

autor del texto, el periodista Antonio M. Abellán, con Manuel Palau y los miembros del

Grupo:

Mi contacto con el “Grupo”. Voy a decirlo brevemente: Ha sido operado

por la prodigiosa efusividad de Don Manuel Palau, el ya consagrado compositor

que, sin pertenecer al “Grupo de los Jóvenes”, es alma de él. Una entrevista mía

con el ilustre crítico musical Sr. Chavarri, determinó el que yo fuese a visitar a

Palau. Me recibió en su casa tan cordialmente y con una oportunidad tan feliz,

que al cabo de unos minutos ya conversábamos como conocidos de antaño, y no

más que pasado un cuarto de hora, como fueran a visitarle a él, pude ser

presentado a Gil, director de la Orquesta Valenciana de Cambra, a Valdés y a

Olmos, dos jóvenes compositores del “Grupo”.

Y como íbamos de felices coincidencias, al día siguiente de mi visita a

Palau, domingo, me fue dado acudir a la reunión, al pleno que en el flamante y

aristocrático “Bar Baviera”, celebraba justamente el “Grupo de los Jóvenes”.

Una tarde animada, encantadora, en la que me fueron presentados Asencio,

Sánchez y Garcés. Ya no están de moda los salones literarios del pasado siglo; los

cenáculos parisinos en donde el impresionismo musical y el pictórico copulaban

su triunfo, y no habrá lugar en la sociedad nueva, revisionista, demoledora e

impía de lo artístico; la camerana florentina, los Ballets de Luis XVI… Nuevos

modos, nuevos estilos… Mas el espíritu, ávido siempre de escaparse libremente,

huyendo de las normas para crear su norma.

Se acariciaron proyectos, se cambiaron ingeniosidades, se hizo un buen

gasto de humor. Y, anochecido, se disolvió la reunión, entre apretones de manos,

promesas de dilatada amistad y sonrisas juveniles de triunfo. ¡Bravos

muchachos!28

En este artículo se citaba elogiosamente la independencia de los miembros del

Grupo ante el variable gusto del público: […] de los cinco sólo Asencio vive de la

música; pueden, pues, casi todos aquilatar sus producciones en la no espera de fáciles

y ruidosos éxitos, necesarios al arte acuñado en falso, que se alimenta de las

claudicaciones. Y de la ignorancia, y de la superchería.29

28 Antonio M. Abellán, “Compositores Valencianos: El ‘Grupo de los Jóvenes’”, Musicografía, 21, Monóvar, enero 1935, p. 3. 29 Op. cit., p. 4.

185

Page 198: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Finalmente, cabe mencionar las palabras en las que se elogiaban las figuras de

Manuel Palau y Francisco Gil con su Orquestra Valenciana de Cambra:

Palau es un músico cultísimo, moderno y bien orientado; un hombre

expansivo, de una vitalidad y sensibilidad contagiosa […] Palau está forjado para

maestro, para guía; su destino es magno. ¿No lo ven así los jóvenes del “Grupo”,

tres o cuatro de los cuales son discípulos suyos? […] La Orquesta Valenciana de

Cambra. Falange entusiasta al servicio de la cultura musical superior, no puede

dejar de hablarse de ella, cuando se habla del “Grupo de los Jóvenes” […]

Recipiente propicio de los aleteos musicales de la nueva generación de

compositores valencianos.30

En noviembre de 1935, la revista nacionalista valenciana Timó publicó un artículo

en el que se hacía una primera valoración histórica del Grupo de los Jóvenes y sus

miembros:

Els temps actuals presèncien un número de compositors simfònics i un nivell

i qualitat en les seues obres que mai s’havia donat en la nostra terra.

Tots ells, encara que algú no ho parega, fonamenten el seu art en la música

popular, deslligant-se cada volta més de la lletra i enfondint en l’esperit de les

nostres tonades i danses a la busca de la substància valenciana, pròpia i

característica i diferencial. En este aspecte resplandixen especialment les figures

d’Oscar Esplá, Manuel Palau i alguns músics integrants del Grup dels Jóvens. El

“lieder”, el “quartet”, la música “choral”, el gènere “simfònic”, el “ballet” i els

restants aspectes del gran art tenen un cultiu que supera en molt les exigències i

l’atenció escassa que l’ambient actual li oferix […]

La promoció última forma el “Grup dels jóvens”; la constituixen Vicent

Asencio, Vicent Garcés, Lluís Sánchez, Emili Valdés i Ricart Olmos. Tots ells, a

excepció d’Asensi [sic], són deixebles de Palau. Publicaren l’any 1934 un

manifest accentuant com a fons de la seua estètica l’esperit de la nostra música

popular. Llur producció primera ha estat donada a conéixer per l’Orquestra

Valenciana de Cambra.31

Durante 1935, la Orquesta Valenciana de Cambra mantuvo la tendencia de estrenar

obras de miembros del Grupo, como se aprecia en el concierto conmemorativo del

Cuarto Aniversario de su fundación, celebrado el 20 de mayo, en el que se interpretaron:

30 Op. cit., p. 5. 31 Sin autor, “La música valenciana”, Timó, 5, València, novembre 1935, p. 4.

186

Page 199: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Escena de l’avi i els infants de Vicente Asencio, Epitalami de Garcés y Amaneix de

Sánchez. En octubre del mismo año, la citada orquesta estrenó la suite Noche

Romántica de Ricardo Olmos y una Zarabanda de Bach transcrita por Emilio Valdés.

Las giras de conciertos de la Orquestra Valenciana de Cambra por diversos lugares de la

geografía española contaban con la presencia de obras de los integrantes del Grupo de

los Jóvenes, destacando por su importancia la realizada por Barcelona, que culminó con

un concierto en el Palau de la Música Catalana el 13 de octubre de 1935. Por otra parte,

la Orquesta Clásica de Madrid ejecutó la obra Amaneix de Luis Sánchez, en concierto

celebrado en la capital madrileña el 3 de abril de 1936, lo que permitió que su música

fuera conocida por el público y la crítica de aquel lugar.

Sin embargo, en el año 1936 se redujo drásticamente la presencia de sus obras en el

correspondiente concierto de aniversario, celebrado el 7 de julio, contando sólo con el

Idilio de Sánchez. Durante la Guerra Civil se programaron obras de Asencio, Garcés y

Sánchez por la Orquesta Sinfónica de Valencia, pero desaparecieron completamente las

de Olmos y Valdés, descomponiéndose la estructura del Grupo que había existido

durante los años anteriores.

Tras el conflicto bélico, durante muchos años sus obras se interpretaron

aisladamente, dejando atrás el sentido de creación y estreno en Grupo. Al cabo de

bastantes años la Orquesta Clásica de Valencia, dirigida por Ramón Corell, empezó a

programar de forma sistemática y simultánea obras de los miembros del Grupo,

recuperando parcialmente la función que había cumplido décadas atrás la Orquestra

Valenciana de Cambra. El 30 de enero de 1954, la citada formación programó: Tres

piezas infantiles de Ricardo Olmos, Sonada Alegre de Vicente Asencio y Cinc cançons

valencianes de Vicente Garcés. La crítica de López-Chavarri Marco, publicada en el

diario Las Provincias, reincidía en el antiguo espíritu del Grupo de los Jóvenes con las

siguientes palabras:

El maestro Ramón Corell consigue dar especial variedad a sus programas, y

esta vez da entrada a los compositores jóvenes que ayer demostraron de un modo

bien patente haber maestros que trabajan y trabajan con fe. Ideas claras,

personales, y si a veces tienen influencias éstas son de la moderna música que

oyeron, lo cual es muy de elogiar, porque si no sintiesen estas ansias no serían

jóvenes.32

32 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música-Orquesta Clásica de Valencia: Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, Valencia, 30-I-1954, p. 14.

187

Page 200: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, en la programación de esta Orquesta no aparecieron obras de Luis

Sánchez y Emilio Valdés, entonces alejados de Valencia y su ambiente musical. Pese a

todo, las composiciones de Vicente Asencio, Vicente Garcés y Ricardo Olmos fueron

interpretadas con cierta regularidad por esta formación hasta su desaparición en 1971,

manteniendo el espíritu de ejecución de sus obras, originado décadas atrás.

Los miembros del Grupo recibieron durante gran parte de su vida el apelativo de

jóvenes, aunque su edad hubiese rebasado ampliamente los cincuenta años, reflejo de la

incidencia que tuvieron sus obras juveniles y su actitud en la vida musical valenciana de

los años treinta. Un ejemplo de esta pervivencia se observa en un artículo, firmado por

López-Chavarri Marco en enero de 1958, dedicado a Ricardo Olmos y sus

investigaciones en el campo del folklore valenciano, encabezado por las palabras:

Ricardo Olmos es uno de nuestros buenos jóvenes compositores.33

En conclusión, la significación del Grupo y su obra pervivió durante décadas en la

memoria colectiva de muchos de los que vivieron el ambiente musical valenciano de los

años treinta, aunque sus obras se interpretaran en pocas ocasiones. Los textos de

Eduardo López-Chavarri Marco y el interés por sus obras de Ramón Corell, director de

la Orquesta Clásica, son un buen ejemplo. Sin embargo, sus obras posteriores a la

Guerra Civil reflejaron una mayor madurez, contando en algunos casos (Asencio,

Garcés y Olmos) con una difusión y trascendencia más amplia, aunque el recuerdo de la

pasada existencia del Grupo de los Jóvenes fuera disminuyendo con el paso del tiempo.

33 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: Ricardo Olmos y el Folklore”, Las Provincias, 3-I-1958, p. 14.

188

Page 201: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

IV. Vicente Asencio

IV. 1 Biografía

IV. 1. 1 Años de juventud en Castellón y Barcelona

Vicente Asencio Ruano nació en Valencia, en la calle de la Estrella, el 29 de

octubre de 1908. Hijo menor (junto con su hermana gemela Concha, de entre seis

hermanos llamados Cándida, Pascual, Francisco y Enrique) del matrimonio formado por

Pascual Asencio Hernández, natural de Villarreal (Castellón), y Cándida Ruano Gomis,

nacida en Cullera (Valencia).

Pasó toda su infancia en Castellón donde su padre era director de la banda de

música del Regimiento y, años más tarde, fundó y dirigió la Banda Municipal. Allí se

crió en un ambiente marcadamente musical, tal y como lo manifiestan sus palabras:

Mi padre era director de una banda militar de Castellón; un músico

auténtico que quería que todos sus hijos lo fueran también. No te exagero, pero

en casa a las 8 de la mañana comenzaban ya las clases y duraban hasta las 11 de

la noche. Eramos seis hermanos, y cuatro hicimos de la música nuestra profesión:

Pascual, Cándida, Enrique y yo. La jornada empezaba con Pascual al piano; y

terminaba con Cándida, que cantaba ópera. Para mí resultaba una delicia

escucharla, desde la cama, porque yo era el más pequeño y me acostaban […]1

Inició su formación musical a temprana edad con su padre y el violinista Emilio

Bou, demostrando especiales condiciones para la práctica de la música, como él mismo

declaró:

A los 7 años tocaba el piano; y a los 9, el violín. Pero esto no tiene

importancia, porque el ambiente influye muchísimo, y ya te he explicado como

era el de mi familia. Cuando nos visitaba algún amigo de mi padre, a los críos, en

lugar de hacernos repetir esas gracias comunes a la niñez, que ponen a prueba la

1Mª Angeles Arazo, “Media hora con Vicente Asencio, hablando de música”, Las Provincias, 13-I-1972, p. 23.

189

Page 202: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

memoria, me preguntaban: ¿Cuántos son los acordes de la cadencia perfecta del

tono de la bemol mayor?. Y mi padre se ponía pagadísimo de que contestara bien,

mientras yo pensaba: Con lo divertido que es jugar, y me fastidian con esas

bobadas.2

Asimismo, demostró un talento muy precoz para la creación, al componer al piano

un pasodoble militar titulado El Alférez entre 1913 y 1916 (transcrito para banda por su

propio padre), así como para la dirección. En las siguientes líneas, Vicente Asencio cita

sus experiencias infantiles en estas facetas de la música:

Mira, tendría unos 8 años cuando compuse un pasodoble militar. Cuando

lo tocaba la banda que dirigía mi padre yo me sentía la persona más feliz del

mundo. Luego, estudiando bachillerato, escribí una ‘Sonatina’, fruto de que en

aquella época tocaba el armónium en los Escolapios y dirigía el coro del colegio;

a cambio, tenía matrícula y enseñanzas gratuitas.3

Sin embargo, tuvo que trabajar desde la infancia para ganarse la vida, gracias a su

talento musical:

A los 12 años, los domingos me ganaba un jornal; tocaba el piano en los

fines de fiesta de Almanzora, Villarreal, Burriana […] Por fortuna, al poco

tiempo, empecé a tocar el violín en la orquesta del teatro Principal, de Castellón,

y ya no tenía que desplazarme a los pueblos.4

Terminados sus estudios, marchó a Barcelona con el firme propósito de completar

su formación como músico, sin desdeñar estudiar una carrera universitaria. Una vez allí

pasó también ciertas dificultades económicas: Nueva lucha; nuevo cine, esta vez en la

vía Layetana. Desde las tres y media de la tarde hasta la una de la madrugada.5

Aunque hizo frente a estos esfuerzos, fruto de las circunstancias, con determinación:

Fue una juventud con muchos sacrificios pero pienso que cuando se pretende hacer

algo hay que entregarse con cuerpo y alma.6 En la capital catalana estudió en la Escuela

Municipal de Música y en la Academia Marshall, recibiendo lecciones de armonía de

Enric Morera y piano de Frank Marshall.

Vicente Asencio estudió armonía, en la citada Escuela Municipal de Música de

Barcelona durante los cursos 1925/26 y 1926/27, bajo la dirección del citado Enric

2 Ibídem. 3 Ibídem 4 Ibídem 5 Ibídem 6 Ibídem

190

Page 203: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Morera, obteniendo las calificaciones de sobresaliente en el primer curso y notable en el

segundo.7 Mientras que en la Academia Marshall de Barcelona estudió piano en el curso

1925/26, matriculado en cuarto curso de piano, en el que fue calificado como Primer

Premio en los exámenes extraordinarios celebrados el 16 de enero de 1927.8 Más tarde,

recibió consejos de Joaquín Turina, con quien acabó de configurar su amplia formación.

Paralelamente, realizó estudios libres de Bachillerato, finalizados en 1927.

También estudió Magisterio, puesto que se tiene constancia de su presencia como

alumno oficial de cuarto curso, en la Escuela Normal de Maestros de Alicante, durante

el año académico 1928/29.9 Estos estudios fueron revalidados en Castellón, un año

después de su vuelta, en 1929.

Desde entonces, se estableció en la perfumería que habían abierto sus hermanos en

el Carrer d’Enmig y se integró plenamente en la vida musical de la ciudad. Pronto se

relacionó con el insigne violinista burrianense Abel Mus, quien con su ayuda y la de

José Salvador Ferrer, fundador de la Sociedad Filarmónica de Castellón, impulsó la

creación de un Conservatorio.10 Formado a partir de un Patronato presidido por el citado

José Salvador y con el trabajo entusiasta del claustro de profesores, se afincaron en un

edificio llamado la Casa Gran, situado en la plaza de María Agustina. Empezó a

funcionar en 1932 e impulsó el ambiente artístico y musical castellonense, entonces

muy subordinado a Valencia y Barcelona. Este hecho tuvo una gran resonancia en lo

social y cultural, y a los pocos años aparecieron en los medios de comunicación

abundantes muestras de reconocimiento como la citada seguidamente:

Castellón, el lindo florón de la Plana, no sabe lo que tiene. Llegó a él,

hará tres años, el comprovinciano (de Burriana) violinista Abel Mus. Se puso de

acuerdo con el compositor valenciano, conciudadano castellonense, Vicente

Asencio y organizaron un Conservatorio […] Vicente Asencio (otra de las

estrellas del elenco) forma parte del recién constituido grupo de jóvenes

compositores valencianos. Ha estrenado cuartetos, glosas para canto, poemas

orquestales […] El tiene a su cargo –aparte la secretaría del Conservatorio- las

7 Certificados de Matrícula de la Escuela de Música del Ayuntamiento Constitucional de Barcelona. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València. 8 Papeleta de calificación de la Academia Marshall de Barcelona: Curso 1925/26. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València. 9 Papeleta de calificación de la Escuela Normal de Maestros de Alicante, Enseñanza Oficial-1928/29. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València. 10 Comunicación nº 27 del Conservatorio de Castellón, de conformidad con el Acta del 3-XI-1932, se le nombra Profesor de Armonía (6-XI-1932). Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València.

191

Page 204: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

clases de conjunto instrumental y vocal, estética, historia de la música y

armonía.11

Pronto los resultados multiplicaron el interés público:

Cuenta el Conservatorio con tres años de fundación […] El movimiento

del Conservatorio, con sus 87 alumnos y 129 matrículas, teniendo en cuenta la

población planense, es de lo más halagador y augura triunfos muy lisonjeros.

Cuenta la institución musical que nos ocupa con una selecta Biblioteca de obras

didácticas. Dado el carácter libre de este Conservatorio, los alumnos verifican

sus exámenes en el de Valencia, que es oficial; según la memoria de 1933-1934,

los últimos no han podido ser más brillantes […] Asencio ha fundado la Orquesta

de Cámara del Conservatorio, de la que es director. Lleva esta orquesta

celebradas muchas audiciones en la capital, en los pueblos de la provincia y

fuera de ésta, donde como en Tortosa, ha actuado con gran lucimiento. Ahora

proyectan tocar en Teruel, Segorbe, Gandía y Valencia. También han radiado

varios conciertos.12

Aunque encontraron serias dificultades que afectaban a su financiación, lo que

motivó que desde la prensa se hicieran varios llamamientos a los poderes públicos:

La labor, pues, de Abelardo Mus y Vicente Asencio es digna de la gratitud

del pueblo castellonense y de la protección de sus organismos representativos,

Diputación y Ayuntamiento. Si hasta hoy sólo a título de gracia se les dispensó

ayuda por estas Corporaciones, bueno será que a título de justicia se les

remunere en cuanto las circunstancias permitan. Conviértase en subvención, con

expresión en el presupuesto, lo que era gratificación, y ello será para bien de

todos. Bien lo merecen Mus, el notable violinista y director del Conservatorio, y

Vicente Asencio, secretario y profesor de Armonía, Historia y Estética de la

Música, a más de director de la Orquesta por él fundada, crítico musical,

conferenciante y compositor muy notable. Llegan a un pueblo dos peregrinos del

arte y fundan, inflamados de ideal, un Conservatorio de Música. ¿Qué ha

acaecido en este pueblo? La política, la economía, la moral, el comercio, acaso

no registren el hecho; pero hay cien mil antenas de lo bello, que aguardan captar

las ondas espirituales. Es el alma del pueblo que vibra con el prodigio de la

11 B. Gálvez Bellido, “El Conservatorio de Castellón”, Musicografía, 13, Monóvar, mayo de 1934, p. 108. 12 Antonio M. Abellán, “El Conservatorio de Castellón de la Plana”, Ritmo, 102, Madrid, 15-I-1935, pp. 5-6.

192

Page 205: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Música. Permitidle que se regenere en la sacrosanta armonía. Para honor de Mus

y Asencio, Castellón va sabiendo lo que tiene.13

Además de sus dotes como organizador del centro, Vicente Asencio era un profesor

muy valioso y reconocido por sus discípulos, como se aprecia en la siguiente cita de

Matilde Salvador, primero alumna y mucho más tarde esposa del compositor:

[…] Vicent, que ere professor d’harmonia i composició. Fou un professor

excepcional, perquè, a banda de la passió per l’ensenyament que tenie, tot ho

expressave vivament i atractiva, de manera molt estimulant. No ere gens ni

miqueta llibresc. La classe la feie basant-se en corals i exercicis no

convencionals, analitzant músiques i posant exemples dels grans autors. No tan

sols s’ocupave de l’harmonia estrictament, sinó també de la forma i d’altres

questions, i als exercicis que demanave sempre havie de funcionar la inventiva.14

En los textos anteriores se aprecia que Asencio fue reconocido por otras facetas,

además de las hasta aquí desarrolladas, como pedagogo, crítico musical y

conferenciante.

Sin embargo, sus actividades como intérprete y director fueron también muy

destacables. En algunos conciertos de cámara intervino como intérprete de viola, como

es el caso del concierto de inauguración del curso 1932/33 en el Conservatorio de

Castellón, celebrado el 1 de octubre de 1932 y en el que se ejecutó su Cuarteto en fa, y

en el recital del guitarrista R. Balaguer con el Cuarteto de Castellón que tuvo lugar el 27

de febrero de 1934. Como director de orquesta dirigió a la Orquesta Sinfónica de

Castellón, en un recital de los hermanos Abel Mus al violín y Encarnación Mus al

piano, celebrado el 12 de junio de 1933. No obstante, su labor más destacada y

reconocida públicamente fue la organización y dirección de la Orquesta de Cámara del

Conservatorio de Castellón, que tuvo una vida muy activa durante los años anteriores a

la Guerra Civil, destacando la gira de conciertos que realizaron entre mayo y julio de

1934 por diversas localidades de la provincia de Castellón (además de la capital, en

Burriana, Bechí y Borriol) y en Tortosa.

En la actividad donde más destacó fue la de compositor, gracias al éxito del

estreno de su Cuarteto en fa (Homenaje a los Cinco) también conocido como

Renaixement. Este acto tuvo lugar en el Salón Doré de Castellón por el Cuarteto Laietà,

13 Ibídem 14 Rosa Solbes, Matilde Salvador: Converses amb una compositora apasionada, València: Tàndem, 2007, p. 27.

193

Page 206: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

en concierto organizado por la Sociedad Filarmónica de la citada ciudad, el 28 de marzo

de 1932. Esta misma obra fue presentada en Valencia, en el salón de actos de la

Federación Industrial y Mercantil, el 27 de enero de 1933 por el Cuarteto de Valencia,

recibiendo estas notas de la crítica musical valenciana:

En el ‘Cuarteto en fa’ de Vicente Asencio, ha conseguido el autor sus

propósitos de rendir homenaje a Los Cinco, dando a todos los tiempos del

cuarteto un marcado carácter ruso. Esta obra (creemos que es la primera de este

joven compositor) evidencia en su autor una inspiración franca y profundos

conocimientos musicales, que le sitúan entre nuestros primeros compositores.15

El crítico musical valenciano Gomá, una de las voces más autorizadas del medio

musical valenciano de aquel entonces, también dio cuenta del evento:

En la segunda parte del concierto el Cuarteto de Valencia estrenó una

obra del compositor castellonense Vicente Asencio: ‘Cuarteto en fa’. Lleva el

subtítulo de Homenaje a los Cinco, que son, evidentemente, el grupo famoso así

llamado de los maestros rusos. La música de este cuarteto confirma el homenaje,

pues los giros de melodía y armonía y los ritmos que definen el encanto eslavo

están usados de un modo significativo y aun alusivo en todos sus tiempos.16

También se muestra una inspiración en el idioma nacionalista ruso, con el que

Asencio sentó la base para crear un lenguaje que, con el paso del tiempo, sería también

nacionalista pero, más concretamente, valenciano. La siguiente crítica es especialmente

interesante:

En la parte central del programa figuraba el ‘Quartet en Fa’ del joven

profesor del Conservatorio castellonense, don Vicente Asencio. Esta obra la ha

concebido su autor como homenaje a “Los Cinco” (rusos). Cuestión delicada ésta

de los homenajes musicales que pueden constituir al mismo tiempo una ofrenda

sentimental y un resbalón hacia el pasticcio […] Asencio ha adoptado

voluntariamente un vocabulario, por el que la alusión a sus homenajeados resulta

ya explícita, y ha logrado una obra de positivo interés. Las disposiciones

instrumentales son bien conseguidas y las melodías muy cantantes […] Creo que

Asencio ha conseguido algo más que una obra de tipismo. Los giros

característicos que en sus temas usa (cuartas descendentes, etc…) no suenan a

jerga, sino a idioma asimilado […] Este cantor de la Plana, juntamente con su

15 C., “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, 1-II-1933, p. 3. 16 Gomá, “Música de Cambra”, Diario de Valencia, 28-I-1933, p. 8.

194

Page 207: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

tocayo Garcés y Luis Sánchez, constituyen la promoción más joven de la escuela

valenciana, escuela firmemente esperanzada en esta savia nueva que reanima el

tronco secular.17

La crítica aquí expuesta es significativa al ser obra de Manuel Palau, quien fue el

inspirador del futuro Grupo de los Jóvenes, puesto que todos los miembros del mismo, a

excepción de Vicente Asencio, fueron discípulos directos suyos. Sin embargo, queda

fuera de toda duda la valía del compositor al apreciar cómo, en esta crónica, Palau

elogia cálidamente su obra y lo incluye como creador perteneciente a una nueva

promoción de compositores junto a otros miembros del futuro grupo, que no se

constituyó formalmente hasta casi un año después.

Además de su faceta compositiva, Vicente Asencio reforzó su labor docente al

desempeñar el cargo de profesor ayudante gratuito en Clase Especial de Música de la

Escuela Normal de Magisterio de Castellón en los años 1933 y 1934.18

Sin embargo, la falta de certificación oficial de sus estudios musicales, necesarios

para desempeñar su cargo en el Conservatorio de Castellón, le obligó a examinarse

como alumno libre de todas las asignaturas requeridas en el currículo de estudios

musicales de aquella época. Concretamente en el Conservatorio de Música de Valencia,

en el curso 1933/34, verificando el examen de ingreso en la enseñanza de Solfeo el día

13 de junio de 1934, con la calificación de Aprobado. Sucesivamente obtuvo las

calificaciones de Sobresaliente en los tres cursos de Solfeo, cinco cursos de Piano, único

curso de Estética e Historia de la Música y cuarto curso de Armonía, mientras que en

los tres primeros cursos de Armonía sólo obtuvo la calificación de Aprobado, máxima

calificación permitida en aquellas circunstancias.19

Su valor y reconocimiento en el citado Conservatorio de Valencia quedó reflejado

cuando fue nombrado miembro del Tribunal de Oposiciones a Premio en la asignatura

de Solfeo en el curso 1934/35, celebradas el 4 de julio de 1935.20

17 Manuel Palau, “Josefina Robledo y el Cuarteto de Valencia”, La Correspondencia de Valencia, 30-I-1933, p. 6. 18 Certificación de Concepción García Amador (Secretaria de la Escuela Normal de Magisterio de Castellón), en la que Vicente Asencio toma posesión del cargo de Ayudante gratuito en la citada escuela, con fecha de: 17-V-1933 y visto bueno del Director a 6-V-1933. Se dispone de un nuevo nombramiento y certificación de la Secretaria a 10-II-1934 y Director a 12-II-1934. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València. 19 Certificación Académica Oficial, expedida el 23-VII-1949, por Florentino Sánchez Abad, Secretario Accidental del Conservatorio de Música de Valencia. Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música. 20 Comunicación Nº 75 del Conservatorio de Valencia, en la que se lo nombra como Competente para el Tribunal de Oposiciones a Premio de Solfeo (4-VII-1935). En Valencia, a 26-VI-1935. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València.

195

Page 208: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Vicente Asencio participó muy activamente en las iniciativas del Grupo de los

Jóvenes durante los años anteriores a la Guerra Civil, y todas sus obras para orquesta de

cámara fueron estrenadas, junto con las de otros miembros del mismo, por la Orquestra

Valenciana de Cambra, auténtico vivero promocional de la obra orquestal de este grupo

de compositores. Podremos apreciar con toda su extensión el valor y frecuencia

interpretativa de estas obras orquestales en un epígrafe posterior a este punto. Sin

embargo, como muestra de este hecho cabe reseñar su papel en la creación, a principios

de 1936, de la Sección Sinfónica de la “Societat Valenciana d’Autors”, como

secretario.21

En febrero de 1936 inició su noviazgo con Matilde Salvador,22 joven compositora

castellonense a quien había conocido tiempo atrás en sus clases en sus clases de

Armonía e Historia de la Música en el Conservatorio de Castellón, y con la que

previamente había mantenido una estrecha amistad y colaboración en lo musical.23

Durante los años 1936 y 1937, compatibilizó su dedicación al Conservatorio de

Castellón con su trabajo de maestro de escuela en el Colegio de Huérfanos de San

Vicente Ferrer.24 Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil redujo considerablemente

las actividades del Conservatorio, empezando por los conciertos, puesto que las

dificultades materiales no permitieron seguir sus estudios a la mayoría del alumnado,

hasta el extremo de que a finales de 1937 sólo quedaban tres alumnos de piano y cuatro

de violín.25 Vicente Asencio fue nombrado director del Conservatorio en aquellos

difíciles momentos, hasta que en los últimos días de 1937 cesó su actividad. Su

neutralidad ante el conflicto bélico hizo que renunciara al encargo de poner música a la

letra del Himno del Batallón Mateotti, escrita por Santacreu, comisario de aquella

formación militar de voluntarios creada en Castellón por aquellos días, aunque le

pudiera crear problemas con las autoridades republicanas de la ciudad. Finalmente la

música del citado himno la compuso Abel Mus, aunque participó junto con el resto de

profesorado del centro en el concierto celebrado el 20 de enero de 1937, a beneficio de

Socorro Rojo Internacional.26

21 Vicente Asencio, “Societat Valenciana d´Autors (Secció Simfònica)”, La Correspondencia de Valencia, 13-II-1936, p. 8. 22 Rosa Solbes, op.cit., op. 44. 23 Idem, p. 34. 24 Salvador Seguí, Vicente Asencio, Madrid: SGAE, 1996, p. 5. 25 Abel Mus, A life, obra inédita, p. 97. Citado en: Daniel Gil, Abel Mus. Una vida dedicada al violín, Burriana: Ayuntamiento de Burriana, 2007, p. 99. 26 Daniel Gil, op. cit., p. 112.

196

Page 209: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Por aquellas fechas, Vicente Asencio orquestó las Tres cançons valencianes de

Matilde Salvador, pronto convertida en una joven y valorada compositora, con las que

obtuvo un Accésit en los “Premis Musicals del País Valencià”, convocados el 22 de

enero de 1937 por la Consellería de Cultura valenciana. En las bases del concurso,

dirigido a compositores del País Valenciano, se requería una suite inédita de canciones

en lengua valenciana para voz y orquesta. El jurado estaba formado por los

compositores Rodolfo Halffter y Pedro Sosa, y el escritor Carles Salvador. Las obras

galardonadas se estrenarían en un festival organizado por la propia Consellería, que

tuvo lugar en el Teatro Principal de Valencia el día 23 de mayo de 1937, a cargo de la

Orquesta Sinfónica de Valencia bajo la dirección de José Manuel Izquierdo.27

El ganador del concurso fue su amigo y compañero, dentro del Grupo de los

Jóvenes, Vicente Garcés con quien mantuvo una estrechísima relación profesional y

amistosa durante toda su vida.

Las crecientes dificultades del bando republicano obligaron a movilizar a la gran

mayoría de adultos en edad de reserva, y Vicente Asencio fue llamado a filas en marzo

de 1938,28 destinado a la Jefatura Administrativa Comarcal de Castellón.29

La caída de Castellón a manos del ejército nacional en junio de 1938 obligó a

Vicente Asencio a responder ante los tribunales e instituciones del bando ocupante. En

estas circunstancias, compareció el 25 de junio de 1938 ante un Juzgado Militar de

Funcionarios,30 y fue sometido a un Consejo de Guerra por procedimiento sumarísimo

de urgencia, el 23 de febrero de 1939, del que fue absuelto.31 Finalmente, superó la

Comisión Depuradora del Magisterio Primario de Castellón a principios de 1940.32

Al finalizar el conflicto bélico, dentro de unas circunstancias especialmente

difíciles, siguió creando obras que alcanzaron pronta proyección en todo el país. En

27 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt, Sagunto: Fundació Bancaixa, 1998, pp. 71-73. 28 Certificado del Tribunal Médico-Militar de Castellón, en el que se lo declara: Apto para servicios auxiliares, a fecha de 16-III-1938. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València. 29 Certificado de la intendencia de la Jefatura Administrativa Comarcal, a través de José Benedito Campins, capitán de la Compañía de Pagos y Depósitos. En la que el soldado Vicente Asencio presta servicio en la citada jefatura. Castellón, 17-IV-1938. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València. 30 Certificación emitida por la Auditoría del Ejército de Ocupación. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València. 31 Certificación nº 0.6004170, emitida el 15 de junio de 1939, en la que se informa de que fue absuelto de cualquier cargo en Consejo de Guerra el 23-II-1939, en Sumarísimo de Urgencia nº 1496. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València. 32 Citación de la Comisión Depuradora del Magisterio Primario de Castellón, donde se cita un pliego de cargos (no conservado) para preparar su descargo y defensa. Castellón, 8-III-1940. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València.

197

Page 210: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

estas circunstancias, compuso su Sonata para violín y piano, que obtuvo en octubre de

1939 el primer premio del concurso organizado por la Jefatura Provincial de

Propaganda de Vizcaya,33 reseñado en las siguientes líneas:

En su día dimos a nuestros lectores la noticia del resonante triunfo

logrado por nuestro querido amigo, el joven compositor Vicente Asencio Ruano.

Hoy nos complacemos en destacar que la distinción que el jurado del Concurso

de Composición Musical, organizado por la Jefatura Provincial de Propaganda

de Vizcaya, otorgara a Asencio, ha merecido el unánime elogio de la crítica, al

ser dada a conocer, el pasado domingo (26 de noviembre) en el Coliseo de Albia

de Bilbao, la ‘Sonata para violín y piano’ que obtuvo el primer premio […]

consigue una valiosa victoria porque en este concurso se han presentado un gran

número de obras (diez y nueve)(sic) de mérito muy elevado algunas de ellas.34

Al año siguiente compuso el Preludio a la Dama de Elche, con el que obtuvo el

premio de la Revista Radio Nacional,35 estrenándolo al piano el propio autor en un

Recital-Homenaje a Vicente Asencio (Premio Nacional e Internacional de Música),

organizado por la Sociedad Castellonense de Cultura y celebrado en el Teatro Principal

de Castellón el 24 de abril de 1940. Pronto realizó una versión orquestal de esta obra,

estrenada en el mismo lugar por la Orquesta Sinfónica de Valencia con la dirección de

33 Según figura en esta Carta enviada por el Ministerio de Gobernación (Servicio Nacional de Propaganda). Jefatura Provincial de Vizcaya (Ref. Música, Nº general 05921, Nº sección 1691). Conservada en el Archivo de la Diputación de Valencia: E-8.4.Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8.Dirección de Música. Reunido el Jurado encargado de otorgar los premios correspondientes al Concurso de Composiciones Musicales, ha acordado conceder el Primer Premio, importante mil pesetas, para la ‘Sonata para Violín y piano’, al trabajo presentado bajo el lema ‘España’. Abierta la correspondiente plica resulta ser Vd. (Vicente Asencio Ruano) el autor de la mencionada composición, por lo cual, al darle traslado del acuerdo del Jurado, me es grato transmitirle mi felicitación más calurosa. En cuanto a las mil pesetas importe del Premio, Vd. se servirá indicarnos cómo quiere que le sean remitidas. Por Dios, España y su Revolución Nacional-Sindicalista. Bilbao, 18 de octubre de 1939-Año de la Victoria. Firmado: Julián del Valle. 34 Sin autor, “Triunfo de un compositor castellonense: Se estrena en Bilbao la obra premiada de Asencio Ruano”, Mediterráneo, Castellón, 30-XI-1939, p. 3. 35 Según figura en esta carta, enviada por el Ministerio de Gobernación. Conservada en el Archivo de la Diputación de Valencia: E-8.4.Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8.Dirección de Música. Muy señor nuestro: Tenemos el gusto de participarle que habiendo sido Vd. premiado por el jurado encargado de calificar el Concurso de Música, rogamos a Vd. tenga a bien remitirnos para su publicación en nuestra revista sus datos biográficos que Vd. crea convenientes así como su fotografía. Con este motivo tenemos el gusto de saludarle muy atentamente. Revista Radio Nacional.

198

Page 211: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

José Manuel Izquierdo, en concierto celebrado el 14 de junio de 1940, bajo la

organización de la Sociedad Filarmónica de Castellón

Los éxitos que obtuvo Vicente Asencio en los citados concursos de composición

motivaron conciertos de homenaje y reconocimiento a su figura durante aquel año de

1940. Aparte del antes citado celebrado en Castellón, el 15 de noviembre de 1940

recibió el homenaje de la Sociedad Filarmónica de Villarreal, en un concierto de una

Orquesta de Cámara dirigida por F. Betoret y el propio Vicente Asencio, bajo cuya

batuta se interpretó su ballet Foc de Festa.

Sin embargo, el reconocimiento artístico y social obtenido por los éxitos de sus

obras no garantizaba la subsistencia en aquellos difíciles años, por lo que Vicente

Asencio dedicó los siguientes meses a preparar oposiciones para auxiliar de

contabilidad del estado.36 Por esta razón, su catálogo no se incrementó durante los años

1941 y 1942, y no intervino en conciertos con regularidad.

A principios de 1943 el pianista castellonense Leopoldo Querol presentó, en un

concierto celebrado en Madrid gracias a la iniciativa del profesor y crítico musical

Federico Sopeña, obras de Vicente Asencio y su futura esposa Matilde Salvador,

acogidas en la crítica madrileña con estas palabras:

Primeramente el ‘Preludio a la Dama de Elche’, del inspiradísimo, en

ideas y en técnica, Vicente Asencio, al que no ha mucho tiempo, sin padrinos ni

gestiones, vio premiada en concurso madrileño una Sonata. Después ejecutó

Querol la bella fantasía de un temperamento escogido, el de Matilde Salvador,

con su fantástica ‘Marcha del Rey Barbudo [sic]’, delicioso cuento para

niños…grandes.37

Este hecho certificó la proyección exterior de la música de Vicente Asencio y,

como más adelante se apreciará, el auge de su obra en años sucesivos.

En aquellos meses estuvo trabajando en el montaje de la ópera de Matilde

Salvador titulada La Filla del Rei Barbut, cuyo estreno tuvo lugar en el Teatro Principal

de Castellón el 31 de marzo de 1943. Vicente Asencio se encargó de la dirección

musical, y la trascendencia de su trabajo queda reflejada en las siguientes líneas

36 Certificación de buena conducta, solicitada en Castellón el 31-X-1941, en donde se señala que: Consta a efectos de opositar a una plaza de Auxiliar de Contabilidad del Estado. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València. 37 WYLM, “De un viaje a Madrid: Músicos valencianos en la capital hispana”, Las Provincias, 3-I-1943, p. 8.

199

Page 212: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

publicadas en Las Provincias por Eduardo López-Chavarri Marco varios años más

tarde:

[…] Recordaremos que hace pocos años fue estrenada en Castellón una

leyenda musical escénica basada en popular tradición de aquellas tierras, El Rey

Barbut [sic], partitura exquisita de Matilde Salvador, obra muy moderna y de

laboriosa realización. Pues bien; Asencio montó la música de la leyenda y dirigió

la representación, teniendo muy poco tiempo para prepararla. Allí le vimos

conduciendo a buen puerto la original partitura; había que atender a la ejecución

orquestal, a los cantores y a los movimientos escénicos. Un éxito feliz, brillante,

tuvo la obra y acompañó a la feliz actuación de Asencio.38

Pocos meses más tarde contrajo matrimonio con Matilde Salvador, y la pareja se

estableció en Valencia, donde iniciaba una nueva etapa en su trayectoria personal y

artística.

IV. 1. 2 Los años de madurez en Valencia

Tras la boda, celebrada en Castellón el 4 de octubre de 1943, el joven matrimonio

se afincó en un ático de la valenciana calle de Burriana, al obtener Vicente Asencio una

plaza en los servicios administrativos de la Delegación del Ministerio de Hacienda.39

Allí vivió el resto de su vida, pero permaneciendo en contacto con Castellón, con cuya

vida musical se mantuvo estrechamente unido.

Aunque su actividad profesional se reducía a su trabajo de administrativo, en

aquellos años tuvo alumnos particulares como un joven Narciso Yepes, quien por esa

época estudiaba en Valencia. El propio guitarrista habla de las enseñanzas que recibió

con estas palabras:

Yo no he aprendido a tocar la guitarra con profesores de guitarra, sino con

profesores de música. Vicente Asencio, un profesor que me ha hecho sufrir

terriblemente. Me enseñó en el piano lo que quería que tocase en mi instrumento.

Un día me exigió por ejemplo que ejecutase la escala prestísimo como él mismo lo

hacía en el piano. Pero maestro, eso no es posible…imposible. Furioso cerró de

38 Eduardo López-Chavarri Marco, “La orquesta municipal dirigida por Vicente Asencio”, Las Provincias, 6-VI-1952, p. 4. 39 Salvador Seguí, op cit., p. 6.

200

Page 213: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

golpe la tapa del piano. ¿Imposible? Entonces cambie de instrumento, ya que con

ese nada se puede hacer más. Cuando llegué a casa reflexioné sobre el problema.

Si no podía realizar las escalas tan deprisa como un pianista era porque según la

costumbre yo tocaba las cuerdas solamente con dos dedos de la mano derecha. El

pianista sin embargo utiliza cinco. Así me encerré durante un mes en mi

habitación, tratando yo solo de desarrollar la agilidad necesaria de los otros tres

dedos desentrenados de la mano derecha. Entonces volví a visitar a Asencio y le

ejecuté las escalas con la rapidez deseada. Bien, bien, exclamó, pidiendo

seguidamente de mí otras más proezas como picar a voluntad una nota de un

acorde, obligándome cada vez más a crear novedades técnicas.

Vicente Asencio para provocarme decía: Los guitarristas tocan mal…no

son capaces ni de hacer una escala ligada y rápida… ¿Qué con la guitarra no se

puede? Pues cambia de instrumento. Me aguijoneó y me hizo dar un salto muy

grande en la técnica y abordar un repertorio que hasta entonces era prohibitivo

para la guitarra.40

Su obra se fue introduciendo progresivamente en los programas de concierto de la

capital valenciana, en la mayoría de los casos junto con la de su esposa Matilde

Salvador, como queda reflejado en el concierto de la Orquesta Sinfónica de Valencia,

dirigida por José Manuel Izquierdo, celebrado en el Teatro Serrano el 24 de marzo de

1944. En la citada velada, la cantante Carmen Andújar interpretó las piezas para voz y

orquesta tituladas Epifanía de Vicente Asencio y Levantina de Matilde Salvador.

A finales del año siguiente, en concierto celebrado el 8 de diciembre de 1945 en el

Instituto Británico de Valencia, la violinista Josefina Salvador (hermana de su esposa

Matilde) y el pianista Daniel De Nueda, estrenaron su Zapateado. Pocas semanas más

tarde, el 16 de enero de 1946, el pianista Luis Galve estrenó su versión para piano en el

Teatro Principal de Castellón, que se interpretó en repetidas ocasiones y en diferentes

emplazamientos por diversos intérpretes durante aquel año.

Poco después, su ya existente admiración hacia Manuel de Falla se acrecentó y la

reflejó en obras de esa época. Sobre todo se inspiró en el Falla neoclásico de los años 20

y lo demostró con estas palabras:

El camino de nuestra música fue ya descubierto por Felipe Pedrell, y nos

enseñó a recorrerlo nuestro ilustre maestro Manuel de Falla, por cuya obra y

40 Pedro Antonio Martínez Pinilla, Narciso Yepes, retrato de un hombre honesto, Murcia: Edición del Autor, 1998, pp. 23-24.

201

Page 214: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

siguiendo su trayectoria hemos de ir. Creemos, pues, en la estética pedrelliana

que pide que nuestra música esté informada de lo más substantivo y racial

nuestro, sin abandonar, naturalmente, el panorama exterior en cuanto tenga de

interesante para nutrir nuestra técnica. El ejemplo más terminante de esto lo da

Falla en su ‘Retablo de Maese Pedro’, en el que alcanza genialmente la expresión

universal a través del cultivo de nuestra música antigua.41

Precisamente, a la muerte de Falla el 14 de noviembre de 1946, respondió Asencio

con una breve pieza titulada Elegía a Manuel de Falla, concebida como un ballet para

piano; con el tiempo se convirtió en la pieza más renombrada de nuestro compositor. Lo

veloz y casi instintivo de su creación viene reflejado en la fecha de su estreno, el 12 de

diciembre del mismo año de 1946 en la ciudad holandesa de Utrecht, por Ernesto

Montserrat al piano y el ballet Mariemma. La obra recibió el subtítulo de Romancillo y

reflejó la profunda admiración que profesaba hacia el maestro gaditano, común a la

inmensa mayoría de los compositores españoles activos a mediados de siglo; sin

embargo, le dio toques de personalidad propia que propiciaron críticas muy elogiosas:

La dolida brevedad de la ‘Elegía’ de Asencio. Ese bello y primer recuerdo

de un músico español a la memoria de Falla que los pianistas más modestos ya

interpretan con delicada unción, gracias a una sinceridad resuelta con

sencillez.42

[…] la ‘Elegía a Manuel de Falla’ de Vicente Asencio, asimismo de

armonías modernas y clarísima estructura […]43

Casi inmediatamente después, realizó una versión orquestal de la citada Elegía,

estrenada el 23 de febrero de 1947, por la Orquesta Municipal de Valencia dirigida por

Ricardo Lamote de Grignon. Esta versión fue todavía más famosa y recibió múltiples

elogios, no sólo en el ámbito musical valenciano, sino también en el nacional.

Meses más tarde, Asencio incrustó esta breve pieza en una Suite para orquesta,

estrenada por la Orquesta Municipal de Valencia el 10 de abril de 1949, quizás por su

excesiva brevedad, pues apenas duraba poco más de tres minutos. Finalmente la

descartó, junto con otra pieza breve de la misma llamada Pastoral, quedando ambas

obras como piezas independientes por sí solas. Más tarde, la Elegía a Manuel de Falla

41 ALBA, “Dos compositores valencianos opinan”, Destino, 694/año XIV 2ªépoca, Barcelona, 25-XI-1950, p. 21. 42 Federico Soro, “Música: Terminó la semana del canto”, Jornada, 24-II-1947, p. 5. 43 Eduardo López-Chavarri Marco, “La Orquesta Clásica, dirigida por Ramón Corell, da a conocer obras no escuchadas en Valencia”, Las Provincias, 15-V-1953, p. 8.

202

Page 215: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

fue incorporada como parte central de un ballet titulado Llanto a Manuel de Falla,

compuesto y estrenado en 1953.

En el año 1947 decidió completar sus estudios musicales, según el nuevo currículo

de enseñanza implantado en 1942, con el fin de tener la titulación que le permitiera

volver a dedicarse plenamente como músico profesional. De este modo, en el curso

1946/47 se matriculó como alumno libre en el Conservatorio de Música de Valencia, en

las enseñanzas de sexto, séptimo y octavo cursos de piano, primero y segundo cursos de

acompañamiento al piano, primero y segundo cursos de folklore, y los cinco cursos de

composición, todos ellos calificados con Sobresaliente.44

Por aquellos años, tanto Vicente Asencio como su esposa Matilde Salvador se

relacionaron muy estrechamente con los círculos culturales valencianistas, los cuales

pretendían revitalizar la creación artística autóctona pese a las dificultades de la época.

Se tiene constancia documental de su invitación y probable asistencia a una reunión

literaria celebrada el 26 de noviembre de 1947, donde el entonces joven poeta e

intelectual Joan Fuster leyó algunos de sus poemas. Está confirmada su comparecencia

en otra velada literaria de la misma naturaleza, el 21 de enero de 1948, donde tuvo lugar

una lectura de poemas a cargo de Lluís Margarit.45

Por aquel entonces, en torno a 1947, Asencio estaba embarcado en la revisión y

realización para violín y piano de obras originales de compositores del siglo dieciocho,

como es el caso de la Sonata en re adaptada de Domenico Scarlatti, y las Trois dances

françaises de la Renaissance (Tres danzas francesas del Renacimiento) sobre partituras

de Marin Marais.46 Aquí inició una serie de trabajos de investigación musicológica que

aparejaron la recuperación de obras olvidadas de compositores del pasado, lo que se

podría interpretar como la plasmación de un ideal neoclásico. Ahora bien, si Asencio

tuvo una especial veneración por el Falla asociado a esta corriente (El Retablo de Maese

Pedro es un buen ejemplo), no tuvo una intención semejante a la hora de realizar estos

trabajos o al menos no aparece en ninguna de sus declaraciones al respecto.

En julio de 1949, la Diputación de Valencia convocó oposiciones para una plaza de

pensionado de música en la especialidad de dirección de orquesta,47 que inmediatamente

44 Certificación Académica Oficial, expedida el 23-VII-1949, por Florentino Sánchez Abad, Secretario Accidental del Conservatorio de Música de Valencia. Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música. 45 Josep Ballester, Temps de quarantena. Cultura i societat durant la postguerra al País Valencià (1939-1959), València: Universitat de València, 2006, pp. 164-165. 46 Salvador Seguí, op cit., p. 40. 47 Boletín oficial de la Provincia de Valencia, 5-VII-1949, Núm. 157.

203

Page 216: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

interesaron a Vicente Asencio, por la posibilidad de ampliar conocimientos y abrir la

opción de dedicarse plenamente a la profesión musical. Su instancia entró en el Registro

de la Sección de Cultura el 30 de julio de 1949,48 el tribunal se constituyó el 22 de

octubre de 194949 y, pocos días más tarde, la prensa se hizo eco del inicio de las

pruebas.50

Las oposiciones se prolongaron durante todo el mes de noviembre e inicios de

diciembre, y contó como adversario al violinista y director José Ferriz, quien en ese

mismo año disfrutaba de otra pensión de Dirección de Bandas Civiles. El fallo se hizo

efectivo el 16 de diciembre de 1949, y la siguiente nota de prensa, en la que se describe

parte del proceso de la oposición, demuestra que fue excepcionalmente reñida:

Otro valor valenciano se incorpora ahora en la música al cuadro de

pensionados de nuestra Diputación para el año 1950. Se trata de don Vicente

Asencio Ruano, cuyo fallo en su favor para la plaza de Dirección Musical

General, dotada con 12000 pesetas, dictó ayer el tribunal que ha juzgado las

correspondientes oposiciones. En la prueba de Dirección, como ejercicio final de

las mismas, el señor Asencio interpretó con la Orquesta Municipal, como obra

obligada, ‘Orfeo’ de Duchase, y como de libre elección, la ‘Pastoral’, de la que

es autor el nuevo pensionado.

[…] Al hacer público el fallo que se elevará a la Corporación, el presidente

de la misma, señor Cerdá, que ha presidido igualmente el tribunal, lamentó que

la propuesta tenga que ser unipersonal, pues que han concurrido también méritos

muy destacados en la actuación del otro opositor, don José Ferriz Lloréns, quien

precisamente ahora termina su pensión de Dirección de Bandas Civiles, costeada

asimismo por la Diputación, y en la que ha dado pruebas de notable

aprovechamiento, que rubricará dirigiendo la Banda Municipal en el concierto

de mañana en los Viveros.

Por nuestra parte, sólo diremos que, efectivamente, el éxito del señor

Ferriz, como atestiguan ilustres maestros de la Música que presenciaron los

ejercicios, fue descollante.51

48 Registro: Sección de Cultura-1949-Fol. 549-V-Núm. 2937. Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música. Caja 1-Folio 12. 49 Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música. 50 Sin autor, “Pensiones Artístico-Culturales Convocadas”, Las Provincias, 26-X-1949. 51 Sin autor, “Actualidad Valenciana: Ayer”, Las Provincias, 17-XII-1949.

204

Page 217: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, el ganador de la oposición fue Vicente Asencio, y en los días

siguientes la prensa se hizo eco de su figura con la siguiente nota publicada en el diario

Jornada:

Vicente Asencio: El pensionado correspondiente para la Dirección

Musical General (entiéndase Orquesta), es otro músico, por sensibilidad,

encasillado entre los de avanzada. Premiado en un Concurso Nacional, valores

pianísticos de la talla de Lelia Gousseau, Gonzalo Soriano, Luis Galve y Ernesto

Montserrat, incluyen obras suyas en los programas de sus recitales. Su

producción sinfónica, igualmente, mereció la atención de orquestas. Es figura

interesante por la modernidad de su lenguaje armónico, pureza expresiva,

originales ideaciones y estilizadas formas.52

Vicente Asencio notificó al presidente de la Diputación la toma de posesión, como

inicio del disfrute de la pensión, el 5 de enero de 1950.53 Seguidamente inició su

actividad como pensionado, en la Orquesta Municipal de Valencia y la tutoría de su

director titular Hans Von Benda, por medio de la cual recibiría con frecuencia mensual

las respectivas fracciones de 1000 pesetas correspondientes al disfrute de la pensión.

Durante los primeros días de 1950 se dedicó, ayudando a su esposa Matilde

Salvador, al montaje del estreno del Retablo de Navidad, que tuvo lugar en el

Conservatorio de Música de Valencia. La propia compositora estuvo al piano y la

realización la llevó a cabo el Instituto Iberoamericano de Valencia, mientras que

Asencio dirigió al conjunto. La siguiente crítica musical, aparecida en la prensa de la

mano de Eduardo López-Chavarri Marco, significa lo excepcional del evento y el

protagonismo del propio Vicente Asencio:

[…] La realización resultó muy cuidadosa y bien lograda, todo marchó a

tiempo, no hubo interrupciones; cada intérprete, cada conjunto estuvieron justos

y precisos. No hay que decir si los versos y situaciones del texto tuvieron una

declamación justa, acertada. Cuanto a la música, sentida, transparente, moderna

sin extremismos (¿cómo los sufriría la claridad de Navidades y Epifanía?),

encontró una interpretación cuidadosa, convencida, muy musical, si vale hablar

así, y con estilo. Bien es verdad que al piano (sustitutivo de la orquesta) estaba la

propia autora Matilde Salvador, y esto era ya la mejor garantía. Pero había otra,

52 Sin autor, “Los pensionados de música de la Diputación para 1950”, Jornada, 23-XII-1949, p. 2. 53 Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música.

205

Page 218: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

además: Vicente Asencio estaba como director musical y mostró sus reconocidas

dotes al frente de los conjuntos, que tanto con ser valiosos solistas, Pilar

Martínez (soprano), Barbafosca (barítono), José Císcar (tenor), como con el coro

formado por beneméritos elementos de la Coral Polifónica, hicieron gala de su

feliz actuación. Se repitieron algunos números […]

El salón estaba lleno de distinguido público, que aplaudió calurosamente a

la autora, al maestro Asencio y a todos los intérpretes.54

El éxito de la representación hizo que fuera retransmitido por Radio Valencia, en

emisión nocturna, el 12 de enero de aquel año. Varias semanas más tarde, el 29 de enero

de 1950, se dio una nueva audición de esta obra en el mismo lugar y por los mismos

intérpretes, lo que refleja su notable éxito.

A partir de aquel acontecimiento, Vicente Asencio colaboró como director musical

en repetidas interpretaciones y representaciones de obras de Matilde Salvador. Aquel

mismo año, el 24 de marzo de 1950, se hizo cargo de la dirección de las partes

musicales que compuso Matilde Salvador para la representación de La Enamorada del

Rey de Valle-Inclán, celebrada en el Teatro de la Casa de los Obreros de Valencia.

Pocos días más tarde, el 29 de marzo de 1950, se volvió a representar en el mismo lugar

y por los mismos intérpretes.

Las actividades de Asencio como intérprete se intensificaron, de tal modo que en

el Concierto de Gala con motivo de las Fiestas de la Magdalena, que la Orquesta

Municipal de Valencia celebró en el Teatro Principal de Castellón el 17 de marzo de

1950, el director titular Hans Von Benda cedió la batuta a Vicente Asencio para la

dirección de su Pastoral ante sus paisanos castelloneneses. Días después, el 31 de

marzo dio un concierto al piano junto al violoncellista Rafael Sorní en el propio Teatro

Principal de Castellón, organizado por la Sociedad Filarmónica de Castellón, en el que

interpretó varias obras propias (Zapateado, Dos Romancillos: A Chopín, A Manuel de

Falla, Dos Sonatinas, Dos Danzas) y de Matilde Salvador (Andaluza) con un éxito

reflejado en la siguiente cita de prensa:

La segunda parte del programa corrió a cargo de Vicente Asencio con

obras suyas. Conocíamos algunas obras de nuestro paisano que le acreditaban

como un compositor de rica inspiración. En las obras estrenadas anoche reúnen

los requisitos más que suficientes para embelesar a cualquier auditorio. Todas las

54 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “Instituto Iberoamericano: Retablo de Navidad”, Las Provincias, 7-I-1950.

206

Page 219: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

obras, cortas, tienen el encanto de su fluidez y continuada vena inspirativa de

puro y alto sabor español […] De propina nos obsequiaron con ‘El vuelo del

moscardón’. También Asencio nos obsequió antes con una ‘Cavatina’ de Matilde

Salvador.55

Sin embargo, Vicente Asencio no se conformó con disfrutar la pensión de la

Diputación en Valencia, y consiguió gestionar una estancia en el Conservatorio de París

donde estudiar dirección de orquesta con Georges Bigot. El 14 de abril dirigió al

presidente de la Diputación una instancia, reclamándole el apoyo económico, en forma

de anticipo de mensualidades, para costearse el viaje y la estancia.56

La autorización de la presidencia de la Diputación llegó el 21 de abril y fue

notificada al propio Vicente Asencio (así como al Interventor y al Diputado de Bellas

Artes) el 26 de abril de 1950. Sin embargo, tuvo que buscar un sustituto para su puesto

laboral en la administración de hacienda donde trabajaba. Con las mensualidades de

abril, mayo y junio anticipadas, se pudo costear el viaje y la estancia, iniciada el 1 de

mayo en el Conservatoire Nacional de Musique de París con Eugène Bigot, profesor de

Dirección de Orquesta en la Sección Especial para Extranjeros. El viaje lo realizó con

Matilde Salvador, y el matrimonio se alojó durante los dos meses de estancia (mayo y

junio) en el Hotel Terminos-Orleans, situado en el número 197 del Boulevard Brune de

París.57

Aunque el objetivo de la beca no era el realizar estudios compositivos, bien cierto

es que el conjunto de experiencias que recogió durante su estancia parisina le influyeron

positivamente en todas las vertientes de su quehacer creativo. Además, consiguió

interesar por su música a músicos extranjeros, paso indispensable para la proyección

internacional que su obra tendrá pocos años más tarde.

Su maestro Eugène Bigot le proporcionó mensualmente unos justificantes escritos,

en el último de los cuales daba una valoración de su talento artístico, que se reproduce a

continuación:

Je soussigné Eugène Bigot, Professeur de la Classe de Direction

d’Orchestre (Section Spéciale Etrangère) au Conservatoire National de Musique

55 Castelló, “El VI Concierto de la Filarmónica: actuación de Sorní y Asencio”, Mediterráneo, 1-IV-1950. 56 Instancia con cuño del 15 de abril. Registro de Entrada el 17-IV-1950, Nº 9428. Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música. 57 Según consta en certificaciones conservadas en: Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música.

207

Page 220: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de Paris certifie que Monsieur Vicente Asencio a travaillé sous ma direction

pendant le mois de Juin 1950.

Cet artiste, déjà compositeur de grand talent, a accompli pendant ces deux

mois de travail sous ma direction des progrés étonnants, car il est extrèmement

doué pour la direction d’orchestre, possédant toutes les qualités requises pour

exercer cette activité.

Personellement, je souhaite très sincèrement et très vivement qu’il puisse

avoir à sa disposition toutes les moyens nécessaires pour continuer à

perséverer.58

Sin embargo, dificultades económicas impidieron que Vicente Asencio

permaneciera en París más tiempo del deseado. Aunque el resultado lo consideró como

plenamente satisfactorio, tal como lo refleja en esta carta que remitió al Presidente de la

Diputación de Valencia en los primeros días de julio, nada más volver de París:

Vicente Asencio Ruano, Pensionado de Música, para Dirección Musical

General, por esta Excma. Diputación Provincial, para el año 1950, se complace

en adjuntar a V.E. los justificantes de haber cursado estudios de ampliación

durante los meses de mayo y junio, bajo la dirección de Mr. Eugène Bigot,

profesor de la Clase de Dirección de Orquesta del Conservatorio Nacional de

Música de París. Al propio tiempo manifiesta que por razones de carestía de vida

no le ha sido posible permanecer más tiempo en el extranjero, pero no obstante,

cree haber conseguido de dicho viaje, el fruto que se propuso.

Dios guarde a Vd. muchos años.

Valencia, 3 de Julio de 1950.59

A su vuelta, Vicente Asencio despertó un especial interés en los círculos

musicales valencianos al ser el primer pensionado de la Diputación de Valencia que

disfrutó de una beca de estudios en el extranjero con posterioridad a la Guerra Civil,

como podemos ver en este texto publicado en la prensa valenciana:

La corporación provincial se ha visto imposibilitada hasta ahora, por

dificultades que, a pesar de compartir el buen deseo, no han podido orillar

58 Certificación con membrete oficial: Conservatoire Nacional de Musique. 14, Rue de Madrid (8º) Laborde 20-60, 20-61. Conservada en: Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música. 59 Escrito dirigido: al Excmo. Sr. Presidente de la Diputación Provincial de Valencia. Registro de Entrada: Sección Cultura, año 1950, Fol. 299, V, Núm. 3075. 5 de Julio de 1950. Entrada Sección de Cultura y Asistencia Social – Nº 3585. Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música.

208

Page 221: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

organismos superiores, concretamente referidas al intercambio y divisas en

monedas extranjeras. Uno de los pensionados del presente año, don Vicente

Asencio Ruano, al que le fue otorgada la de Dirección Musical General, ha sido

el primero que, venciendo por sí mismo esos inconvenientes, ha logrado el

primordial objeto de la pensión; es decir, su aplicación a una estancia de dos

meses en París, donde amplió estudios de Dirección de orquesta con el profesor

del Conservatorio Nacional de Música y director de la orquesta Lamoreux,

Mr.Eugene Bigot, prestigiosa y calificada personalidad en la materia.60

Retornado a Valencia, se reintegró a su puesto como estudiante de dirección con

Hans Von Benda y la Orquesta Municipal de Valencia, profesor y formación con los

que trabajaba durante su tiempo de pensionado, llegando a dirigir los ensayos de los

días 13 y 14 de octubre por ausencia del Maestro Von Benda.61 Siguió percibiendo

puntualmente las asignaciones mensuales de la pensión, excepto las dos últimas,

correspondientes a los meses de Noviembre y Diciembre. Estas dos mensualidades no le

llegaron hasta la celebración del concierto público de fin de pensión, que tuvo lugar en

Junio de 1952.

Sin embargo, dificultades burocráticas retrasaron considerablemente este trámite

final, que impulsó el propio Vicente Asencio a solicitar a la alcaldía de Valencia una

fecha para que la Orquesta Municipal pudiera dar el concierto.62 Meses atrás, en febrero

de 1952, el compositor había solicitado al archivo de la Orquesta Sinfónica algunos

materiales de obras para este concierto. En una instancia posterior de Vicente Asencio al

Presidente de la Diputación, fechada el 29 de mayo de 1952, solicita la ratificación a sus

gestiones particulares para ofrecer el concierto, lo que demuestra que el compositor fue

el propio impulsor de la iniciativa. El concierto no se realizó hasta el 5 de junio de 1952,

prácticamente dos años después de su estancia en París y, además, tuvo lugar en día

laborable y horario matinal, lo que deslució considerablemente la asistencia de público.

Aunque dispuso de sólo tres ensayos para preparar el programa, fue destacado por

críticos como Eduardo López-Chavarri Marco:

60 R.D., “Asencio Ruano, primer pensionado de música por la Diputación que ha salido al extranjero”, Las Provincias, 6-VIII-1950, p. 8. 61 Notificación de Don Fernando Gimeno Izquierdo, Secretario Técnico de la Orquesta Municipal, fechada el 25 de octubre de 1950. Conservada en: Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música. 62 Instancia del Presidente de la Diputación al Exmo. Alcalde de Valencia, Nº 745. Conservada en: Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música.

209

Page 222: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Asencio logró superar dificultades, y según iba desarrollándose la sesión

sentíase más secundado, más sobre seguro, y resultaba con mayor efectividad el

programa […] En la segunda parte del programa se notó mayor preparación. El

arte moderno era lógico que atrajese más a quien modernamente está

orientado.63

Sin embargo, en este concierto destacó la programación de tres fragmentos de

composición propia basados en La gitana infiel, de Federico García Lorca, sobre la cual

también había escrito previamente un Tango. Este proyecto tuvo su origen en un

encargo en forma de ballet del bailarín Antonio sobre el tema que da título a la obra, que

contó con la oposición de la familia del poeta granadino cuando se preparó el estreno, lo

que malogró el proyecto. Finalmente, Asencio recogió la música y compuso una suite

de concierto titulada Alborada Burlesca, que conocería dos versiones estrenadas bajo

esta denominación en 1957 y 1960 respectivamente. Este hecho le animó a dedicarse a

la composición de ballets, género con el que tuvo importantes éxitos, tanto a nivel

nacional como internacional, por el prestigio de sus intérpretes y lugares de ejecución.

El concierto supuso el punto final a la pensión de la Diputación, más de un año y

medio después del final de su disfrute efectivo. En el acta de la sesión del 11 de junio de

1952, la Comisión de Bellas Artes de la Excelentísima Diputación Provincial estimó

como cumplida la obligación del pensionado y acordaba hacerle efectivo el pago de las

dos últimas mensualidades de la pensión, dando por concluida la misma.

En el mismo año 1952, Vicente Asencio ganó un premio en el Concurso de

Composición convocado en Valencia por Educación y Descanso, con su Cançó para voz

y piano sobre textos de Bernat Artola.

El año 1953 empezó para Vicente Asencio con su nombramiento como profesor en

el Conservatorio de Música de Valencia, en la especialidad de Solfeo y Teoría de la

Música, tomando posesión del cargo el 1 de enero del citado año. Por la temprana fecha

del nombramiento, se deduce que la oposición tuvo lugar durante el año 1952,64 y entre

la documentación personal del compositor se conserva una copia duplicada en calco de

una Memoria de la Enseñanza de Solfeo, fechada en Valencia en Junio de 1951, que

permite suponer su uso para la citada oposición. Gracias a esto pudo dedicarse a la

63 Eduardo López-Chavarri Marco, “La Orquesta Municipal dirigida por Vicente Asencio”, Las Provincias, 6-VI-1952, p. 4. 64 En un Currículum Vitae, con sello oficial, de Vicente Asencio se menciona que: En 1952 fue nombrado por oposición Profesor Auxiliar del Conservatorio de Música y Declamación de Valencia. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música.

210

Page 223: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

música de forma profesional, aunque la riqueza y variedad de su actividad anterior a

este nombramiento lo pueda hacer considerar como una persona que ya vivía de la

música.

El año 1953 se convirtió en uno de los más fructíferos de su vida. En el mismo

destacó el estreno de su ballet Llanto a Manuel de Falla (en el que estaba incluida su

conocida Elegía a Manuel de Falla), a cargo del bailarín Antonio y la Orquesta de

Cámara de Madrid con el propio Vicente Asencio a la batuta, el día 20 de junio, en el

marco del II Festival de Música y Danza de Granada. El éxito fue notable y críticas

procedentes de personalidades de la talla de Enrique Franco lo confirmaron:

Vicente Asencio es autor del ‘Homenaje a Falla’ [sic], compuesto con

muy buena ciencia musical y conocimiento del danzable. La aparición de los

temas de Falla está preparada en un ambiente instrumental propicio de continua

recordación. Así, cuando lo reconocemos lo encontramos perfectamente situado

en un mundo sonoro que le es familiar.65

En los meses siguientes, el bailarín Antonio lo interpretó en repetidas ocasiones,

destacando la de Madrid hacia noviembre del mismo año por su resonante éxito. Esto le

decidió a incluirlo, a principios de 1954, en una gira de su compañía de danza por varios

países europeos, de la que da cuenta estas palabras:

En la actual gira artística que el bailarín Antonio realiza por distintos

países europeos, ha triunfado clamorosamente un compositor valenciano, autor

del ballet titulado ‘Llanto a Manuel de Falla’; se trata de Vicente Asencio. Este

ballet, estrenado en los festivales de Granada, ha venido representándose con

creciente éxito durante dos meses en París. Ahora lleva ya mes y medio en

Londres, siendo constantemente ovacionado por el público, que siente nuestra

música y la danza exquisita de ese prodigioso bailarín que es Antonio. Nos

complace destacar el triunfo del compositor valenciano Vicente Asencio,

felicitándole efusivamente.66

Asencio disfrutó del reconocimiento del público y la crítica valencianos, gracias a

esta obra, al ser estrenada en el Teatro Principal el 18 de diciembre de 1954, con el

bailarín Antonio de intérprete.

65 Enrique Franco, “Los festivales de Granada: De la Misa de Morales a los martinetes de Antonio, pasando por el arpa de Zabaleta”, Arriba, Madrid, 23-VI-1953, p. 10. 66 Sin autor, “Un ballet de Vicente Asencio triunfa en París y Londres”, Jornada, 23-III-1954, p. 4.

211

Page 224: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El éxito de este ballet animó a Vicente Asencio para producir nuevas obras en este

género, y en ese mismo año 1954 le llegó un encargo del bailarín Manuel Rosado para

la composición de un ballet sobre el tema de Don Juan. Su argumento, original del

propio Vicente Asencio, era el siguiente:

En un mesón, Don Juan y sus amigos juegan a las cartas. El les brinda la

conquista de la joven mesonera, y después todos se ríen de ella. La dama de corte

es la nueva conquista de Don Juan. Este pierde su interés por ella. La dama le

suplica pero él la abandona. Don Juan queda, nuevamente, enamorado de una

joven inocente. Cuando cree que va a conseguirla, ella se aleja y él, sintiéndose

redimido por el verdadero amor, cae a sus pies.67

El ballet fue titulado también Tríptico de Don Juan, en la partitura de la versión

para piano figura la fecha de finalización del trabajo, el 20 de julio de 1954. Sin

embargo, la obra no llegó a estrenarse y posteriormente fue descatalogada, restando sólo

su versión para piano.

En el año 1955 compuso otra breve obra, también de inspiración coreográfica,

titulada Bolero Clásico Español, de la que contaba una primera versión para orquesta y

una segunda para piano. La obra está también descatalogada.68

Vicente Asencio también destacó, durante esta época, en su faceta de intérprete.

Así, el 27 de diciembre de 1953 dirigió a la Orquesta Municipal y la Coral Polifónica de

Valencia, en el concierto celebrado en el Teatro Principal de Valencia, en el cual se

interpretó la versión orquestal del Retablo de Navidad de Matilde Salvador. Pocas

semanas más tarde, el 28 de enero de 1954, actuó como pianista acompañante de la

soprano Mademoiselle Lotte Striker y la cellista Mademoiselle Elise Clero, en el

concierto vocal e instrumental celebrado en el Conservatorio de Valencia.

El 11 de febrero de 1954 se estrenó su lieder El Caballero sobre versos de Juan

Ramón Jiménez (así como una Cançó de Bressol de Matilde Salvador), en un concierto

organizado por la Librería Rigal y bajo la dirección artística de la revista Pentagrama.

En el concierto intervinieron la cantante Roser Montero Fischer y con su esposo el

poeta Xavier Casp al piano, lo que refleja las relaciones de Vicente Asencio con los

intelectuales valencianistas de la época.

67 Argumento manuscrito conservado en la partitura manuscrita del compositor. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, MS/2097, Institut Valencià de la Música. 68 Salvador Seguí, op. cit., p. 44.

212

Page 225: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Por aquellos años, su todavía incipiente obra para guitarra empezó a interesar a

importantes intérpretes de este instrumento, como Regino Sáinz de la Maza, quien

programó una obra en el concierto que dio el 27 de marzo de 1954 en el Ateneo de

Madrid, con el título “Siglos XIX y XX: del romanticismo a los contemporáneos”. Su

antiguo alumno Narciso Yepes dio un concierto el 16 de marzo de 1955, organizado por

la sociedad “Amigos de la Guitarra” de Valencia, en el que interpretó obras del propio

Vicente Asencio. El antes citado Sáinz de la Maza volvió a interpretar obras suyas en un

concierto organizado por “Amigos de la Guitarra” en el Ateneo Mercantil de Valencia,

el 21 de febrero de 1956.

Meses más tarde, en diciembre de 1956, figuró como miembro del jurado en el

Premio Nacional de Piano ‘Alonso 56’, en representación del Círculo de Bellas Artes.

Por otra parte, estos años fueron especialmente felices para Asencio, en tanto que

su obra era programada en conciertos con cierta regularidad por las principales

formaciones orquestales valencianas, como la recién creada Orquesta Clásica dirigida

por Ramón Corell, la Orquesta Sinfónica o la Orquesta Municipal. De entre estos

conciertos destacaron estrenos como el de su Sonada Alegre, que se convirtió en la

introducción de su siguiente ballet titulado La maja fingida, compuesto a lo largo de

1956. Así como el de los números de su truncado ballet La casada infiel, por la

Orquesta Sinfónica dirigida por Gerardo Pérez Busquier el 22 de enero de 1957, como

audición final a una pensión de la Diputación concedida al citado director, con críticas

elogiosas como la siguiente a cargo de Gomá:

Dirigió Pérez Busquier el ballet de Vicente Asencio ‘La casada infiel’, de

constante giro andalucista, como el argumento de la coreografía demandaba, y

compuesto y orquestado con el buen oficio y el talento que califica siempre la

música de su autor.69

Sin embargo, fue la última vez en que apareció con el citado título ya que, en lo

sucesivo, recibirá el nombre de Alborada burlesca. Años más tarde, la Orquesta

Municipal de Valencia la estrenó con su nuevo nombre.

El 29 de marzo del mismo 1957 fue representado, en el Teatro Principal de

Valencia, el ballet de Asencio La maja fingida. También otro de Matilde Salvador,

titulado Blancanieves y sus enanitos. Ambos con decorados de Joaquín Michavila y

figurines de Alonso del Rey, coreografías de Mercedes Aubois y la participación de la

Orquesta Municipal de Valencia dirigida por el propio Vicente Asencio.

213

Page 226: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Este significativo éxito supuso una reivindicación de la producción balletística de

Vicente Asencio. Sin embargo, la vida cultural y musical valenciana no fue capaz de

crear por sí misma una demanda de obras coreográficas para su representación, lo que

muy probablemente impidió que la obra de Asencio en este género, así como también

de Matilde Salvador, fuera mucho más abundante en el futuro. Como él mismo

manifestó tiempo después en una entrevista de la que se reproduce este fragmento:

¿Qué falta musicalmente a nuestra ciudad? Una sala de conciertos y que en nuestro

Teatro Principal se pueda ver con frecuencia ópera y ballet.70

En el año 1959, Vicente Asencio concurrió a las oposiciones para la cátedra de

armonía del Conservatorio de Valencia, cuya realización se había aplazado en varias

ocasiones desde su convocatoria inicial en 1956. Esta plaza supondría una importante

mejora en el aspecto personal y profesional para Asencio, pero resultó muy reñida y,

tras su celebración en mayo de 1959, no obtuvo la plaza deseada, lo que supuso un serio

revés en sus aspiraciones de progresar en el ejercicio de la profesión docente. Durante

los años siguientes, Vicente Asencio contempló la posibilidad de opositar a otras plazas

de rango superior, como lo demuestra la presencia de documentos relativos a

convocatorias y programas de oposiciones a plazas de Contrapunto y Fuga,71 y

Profesores Especiales de Música en las Escuelas de Magisterio.72 Sin embargo,

permaneció durante el resto de su vida como profesor de Solfeo en el Conservatorio de

Música de Valencia, cuando su preparación y conocimientos musicales demostraban

que podía hacerse cargo de disciplinas de mayor envergadura y complejidad.

Después de estas oposiciones, Vicente Asencio obtuvo una beca de la Dirección

General de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores para asistir al II

Curso Universitario Internacional Música en Compostela, cuya concesión estaba

fechada el 13 de agosto del citado 1959. Este hecho demostró que Asencio no abandonó

en ningún momento sus estudios e investigaciones musicológicas, pese a sus éxitos

artísticos y la concurrencia a oposiciones como la antes citada. En Compostela, la

violinista Josefina Salvador había estrenado, en septiembre del año anterior, un trabajo

69 Gomà, “Cine-Teatro-Música”, Levante, 23-I-1957, p. 2. 70 Pedro Gozálvez, “La entrevista de la semana. Hoy, un compositor: Vicente Asencio”, Levante, 25-I-1962, p. 2. 71 B.O.E. Nº 291 de 5-XII-1960. Orden de 22 de octubre de 1960 por la que se convoca a concurso-oposición la cátedra de Contrapunto y Fuga del Conservatorio de Música de Valencia. 72 B.O.E. de 2-IV-1956. Orden de 2 de marzo de 1956 por la que se anuncian a oposición varias plazas de Profesores Especiales de música de las Escuelas del Magisterio.

214

Page 227: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de realización de Cuatro Sonatas para violín y piano del compositor del dieciocho

español José Herrando, llevado a cabo por Asencio en 1956.

Al año siguiente, Vicente Asencio obtuvo una beca de la Fundación Santiago Lope

del Conservatorio de Valencia, notificada el 3 de febrero de 1960, y consistente en

10000 pesetas de bolsa de viaje para una estancia de estudios en Italia. En esta ocasión

realizó estudios con el maestro Ernesto Halffter,73 uno de los compositores más

distinguidos del Grupo de Madrid de la Generación de la República. Este compositor

fue discípulo directo de Falla y autor del final de Atlántida, obra que el maestro

gaditano dejó inconclusa a su muerte. La relación directa entre la docencia de Halffter y

la veneración que sentía Asencio por Falla justifica la elección y el provecho que pudo

obtener de esta estancia de estudios.

En 1961 participó en una convocatoria de becas y pensiones de la Fundación Juan

March, proponiendo la realización al piano de un bajo no cifrado de Seis Sonatas de

José Herrando, violinista valenciano del siglo XVIII sobre el que había realizado un

trabajo similar años antes. Vicente Asencio dirigió a la Fundación una memoria

mecanografiada, fechada el 5 de octubre de 1961, sobre esta actividad y su currículum

académico y artístico. A principios de 1962 se le notificó la concesión de la beca, siendo

convocado el 19 de enero para una reunión en Madrid el 29 de enero para recibir

explicaciones sobre aspectos de la pensión, a la que no pudo asistir, por lo que al día

siguiente le fue enviado un cheque de veinte mil pesetas y la correspondiente

explicación del proceso a seguir. La dotación total de la beca constaba de cincuenta mil

pesetas y contaba con un plazo de realización de diez meses a lo largo de 1962, y

Vicente Asencio reflejaba con las siguientes palabras en la prensa el interés del proyecto

y la ilusión con que lo enfrentaba:

¿Cuál es el tema objeto de la pensión? Realizar la parte pianística de seis

sonatas de tres movimientos cada una de un violinista español del siglo XVIII,

José Herrando; músico muy interesante, gran violinista, compositor (con un

catálogo de obras importante), gran pedagogo, autor de un método de enseñanza

del violín, muy interesante comparado con los hechos en su época en el resto de

Europa; músico muy conocido, pero no así su música, porque, como tantos otros

de nuestra historia, continua por archivos y bibliotecas. Me ilusionó hacer este

trabajo por el hecho de que nuestra música del periodo clásico es casi totalmente

73 Currículum Vitae de Vicente Asencio Ruano, con sello oficial, con fecha y firma manuscritas en 5 de octubre de 1961. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, València.

215

Page 228: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

desconocida (salvo rara excepción). Me duele muchísimo que nuestra música no

circule por conciertos y recitales, como ocurre con la de los demás países. Con

este trabajo pretendo aportar la divulgación de esta música; las obras que voy a

realizar están en la biblioteca de Bolonia, y no han tenido, hasta ahora, ninguna

divulgación. Para poderlas llevar al concierto se precisa realizar la parte

pianística, según el bajo continuo de las seis sonatas para violín. Como ves,

tenemos que ser generosos para sacar a la luz obras importantes de otros que, si

no, estarían prácticamente perdidas.74

En estas líneas se advierte el compromiso de Vicente Asencio con la investigación

musicológica, ya demostrada en anteriores ocasiones, y que ahora se veía reconocida

económicamente con la asignación de esta pensión que le permitiría llevarla a cabo sin

apreturas económicas.

El 28 de noviembre de 1962 recibió de la Fundación March el cheque final de la

pensión con las treinta mil pesetas que restaban para completar su importe, así como el

agradecimiento por la labor y solicitando la autorización para publicar el trabajo. El 13

de diciembre de 1962, Vicente Asencio contestó a la carta, junto con una autorización

para publicar este trabajo.

En los años sucesivos, la figura de Vicente Asencio empezó a ser reconocida en el

ámbito internacional, como lo demuestra la solicitud remitida por el enciclopedista

inglés Richard J. Potts el 15 de marzo de 1966, en la que le solicitaba su catálogo de

obras con fecha de composición y editor, así como datos biográficos, con el objeto de

ser incluido en un Comprehensive Book de referencias de compositores

contemporáneos. A la que respondió con una carta, solicitando la inclusión de Matilde

Salvador en el citado diccionario.75

Sin embargo, el citado proyecto no se completó hasta años más tarde, puesto que

Richard J. Potts envió, en marzo y abril de 1969, idénticas solicitudes a Vicente Asencio

y Matilde Salvador respectivamente.

Durante la década de los sesenta, Vicente Asencio se sumergió en la composición

de unas Danses Valencianes para piano, en las cuales reflejaría la plena depuración de

la música popular valenciana, rasgo de la madurez de su estilo. En un principio

compuso una Albada i Dansa, la segunda de ellas basada en la popular Dansa del

74 Pedro Gozálvez, op. cit. 75 Carta de Vicente Asencio a Richard J. Potts, fechada el 25-VI-1966. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador. Institut Valencià de la Música.

216

Page 229: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Canyamelar, fechadas en 1964. La obra fue completada poco antes de 1967, puesto que

fue durante ese año cuando se estrenó la obra, en un recital realizado el 23 de mayo en

el Conservatorio de Valencia por el pianista Mario Monreal. Poco después realizó una

versión para guitarra en algunas partes del Col·lectici Intim y elaboró una versión

orquestal de otras en las Quatre Danses i una Albada.

Años más tarde, en 1969, Asencio siguió interesándose en la recuperación de

nuestra música del pasado. Entonces inició un nuevo trabajo de transcripción de unos

bajos sin cifrar, a través de su realización para violín y piano, de un conjunto de Tres

Sonatas del compositor dieciochesco Francisco Manalt. Poco tiempo después, el 18 de

mayo de 1970, la Sociedad Filarmónica de Castellón organizó, en el Instituto de

Bachillerato Francisco Ribalta, el estreno de este trabajo a cargo de la violinista Josefina

Salvador y el pianista Angel Soler.76 Este fue el último proyecto de esta índole que

acometió, aunque no cabe duda de que, si hubiese vivido más tiempo, podría haber

realizado nuevos trabajos, puesto que este tema siempre le apasionó.

IV. 1. 3 La fama internacional y últimos años

A partir de los años 60 se intensificó el interés por la producción para guitarra de

Vicente Asencio, género que más reconocimiento internacional le ha deparado en la

actualidad. En los años treinta había compuesto una Cançó d´Hivern, dedicada a Rafael

Balaguer y estrenada, en acto organizado por la Sociedad Filarmónica de Castellón, por

Josefina Robledo en el Conservatorio de Castellón el 21 de abril de 1936.77 Sin

embargo, tras esta obra aislada, el aprecio general por su obra para guitarra se inició en

el año 1963, cuando el eminente guitarrista Narciso Yepes estrenó, en la Sala Gaveau de

París, su Suite de Homenajes.78 Aunque esta obra fue compuesta tiempo atrás, puesto

que el mismo concertista la había interpretado ya en Madrid en 1950. El citado

guitarrista, antiguo alumno de Asencio, fue el autor de la transcripción para guitarra de

su original para piano, realizada en el mismo 1950 con su total aprobación.79 La

76 Salvador Seguí, op. cit., p. 41. 77 Salvador Seguí, idem, p. 36. 78 Salvador Seguí, ibídem, p. 16. 79 Javier Suárez-Pajares, “La clamorosa intimidad de Vicente Asencio”, Vicente Asencio. Obras completas para guitarra sola. Leganés (Madrid): Opera tres ediciones musicales, 1999, p. 6. Extraído de las notas al disco dedicado a la música para guitarra de Vicente Asencio, grabado por Denis Azabagic. Citado previamente en el prólogo a la edición del Col·lectici íntim por Schott, realizado por N. Yepes.

217

Page 230: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

efeméride parisina permitió que esta obra fuera editada el año siguiente (1964) por la

casa Schott Frères, de Bruselas, prueba de la especial relevancia de esta ejecución que le

abrió las puertas a la fama internacional. A partir de 1968, el guitarrista Francisco

Carbonell interpretó esta obra en sucesivos recitales ofrecidos tanto en España como en

el extranjero, sobre todo en Italia y el Reino Unido.

Años más tarde compuso nuevas obras para guitarra, todas ellas grabadas y

editadas en el extranjero con singular éxito. En 1970 creó el Col.lectici íntim, estrenado

ese mismo año en Italia por el propio Narciso Yepes, y publicado por la citada Editorial

Schott. Por esas mismas fechas compuso la Suite Valenciana, aunque su estreno y

edición se retrasaron hasta 1973, cuando Baltasar Benítez la interpretó en Bruselas y fue

impresa en Italia por la Editorial Bèrben.80

La influencia de la figura de Narciso Yepes, a la hora de componer para la guitarra,

fue mutua y muy enriquecedora al intercambiar experiencias desde la óptica de

compositor e intérprete. El propio Asencio declaró: […] y desde hace un año me ha

interesado la guitarra. Yepes, al que nos une una larga amistad, siempre incluye en sus

programas mi ‘Suite de Homenajes’: a Scarlatti, Falla y García Lorca […] le di

lecciones y consejos sobre la interpretación.81

En 1974 compuso su última obra en el género, la Suite mística. Sin embargo, uno

de sus movimientos titulado Dipsô fue compuesto y estrenado previamente en abril de

1971, por encargo de Radio Nacional de España para el Programa Especial de Semana

Santa. La versión completa de la obra fue estrenada en Montreal, el 6 de marzo de 1978,

por el eminente guitarrista Andrés Segovia. En ese mismo año, la antes citada Editorial

Bèrben se hizo cargo de su publicación.82

Asencio guardaba un vivo interés por este instrumento, para el cual tenía en mente

interesantes proyectos que no llegó a llevar a cabo: ¿[…] proyecto más inmediato?

Iniciar un concierto para guitarra y orquesta. La guitarra ha estado mucho tiempo

olvidada; los españoles no nos hemos dado plena cuenta de sus grandes posibilidades;

la guitarra es una orquesta estilizada.83 En esta breve cita se aprecia su postura estética

y creativa en torno a la guitarra, con la cual tuvo los momentos de mayor proyección y

fama internacional, despertando incluso la admiración de sus intérpretes, como

80 Salvador Seguí, ibídem, p. 37. 81 Mª Angeles Arazo, “Media hora con Vicente Asencio, hablando de música”, Las Provincias, 13-I-1972, p. 23. 82 Salvador Seguí, op. cit., p. 38. 83 Mª Angeles Arazo, op. cit.

218

Page 231: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

muestran estas palabras de Narciso Yepes: Recuerdo de Vicente una gran exigencia. Si

yo creé una técnica nueva en la guitarra fue gracias a que él no era guitarrista […]

Para Vicente la perfección no existía, él siempre buscaba algo más y eso lo aprendí de

él y lo sigo haciendo y lo sigo buscando.84

Sin embargo, durante esos años no compuso ni adquirió prestigio sólo por su

música para guitarra. Como ejemplo podemos destacar el estreno en el Conservatorio de

Valencia, a cargo del pianista Mario Monreal, el 23 de mayo de 1967, de las siete

Danses Valencianes. Compuestas en 1960, estas piezas adquirieron una importante

significación porque en ellas aparece el material temático que generará otras obras, no

menos relevantes, de su último periodo creativo. Entre éstas cabe citar la Albada i dansa

para piano y las Quatre danses i una albada para orquesta85 cuya difusión fue muy

amplia en Valencia durante los años setenta.

Vicente Asencio intensificó sus actividades teóricas durante los últimos años de

vida, fundamentalmente a través de impartir conferencias y cursillos en el Conservatorio

de Valencia y otras entidades culturales de la ciudad. En el concierto arriba citado

celebrado en el Conservatorio el 23 de mayo de 1967, dio una conferencia titulada

Vicente Asencio: Comentarios a su obra. Muy poco tiempo después, el 28 de junio de

1967 impartió otra en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Valencia

con el título de José Herrando: Compositor y Violinista del siglo XVIII, un tema sobre

el que ya había realizado un trabajo de investigación musicológica años atrás. El éxito

de esta actividad hizo que el propio Conservatorio se interesara por la misma y la

impartiera en el citado centro el 2 de mayo de 1968. Al año siguiente dio una nueva

conferencia en el Conservatorio de Valencia, con el título de Evolución de la Técnica

del Piano, fechada el 3 de mayo de 1969. De mayor trascendencia fue su conferencia

sobre Vida y obra de Manuel de Falla, realizada en junio de 1972 en la Residencia

Universitaria Concepción Arenal de Madrid. En esas mismas fechas, el 26 de junio de

1972, fue nombrado miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de

San Fernando de Madrid.86 Este hecho supuso un punto muy importante en su

trayectoria y un reconocimiento a sus actividades, no sólo como compositor, sino

también como musicólogo y conferenciante.

84 Salvador Seguí, idem, p. 7 (Citado en: José Luis Ruiz del Puerto, Vicente Asencio y la guitarra. Integral de la obra para guitarra de Vicente Asencio, Valencia: Palau de la Música, mayo-junio de 1990). 85 Salvador Seguí, op cit., p. 35. 86 Sin autor, “Homenaje al compositor valenciano Vicente Asensio”, Levante, 12-X-1972, p. 21.

219

Page 232: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sus actividades en el ámbito docente no se limitaron a impartir clases y cursillos,

sino que también le llevaron a pertenecer al Sindicato Provincial de la Enseñanza de

Valencia, en calidad de vocal provincial, como lo atestiguan certificaciones fechadas en

julio de 1971.

Entre los cursillos que impartió en el Conservatorio de Valencia destaca el

dedicado a la Realización al piano del bajo cifrado, aspecto técnico sobre el que

algunos autores como Montesinos remarcan su excepcional habilidad.87 Su primera

convocatoria tuvo lugar durante el curso 1967/68, pero su éxito llevó a realizar una

nueva edición en el primer trimestre del siguiente curso 1968/69. En el mismo centro

impartió, años más tarde en el curso 1972/73, un nuevo cursillo titulado La Tonalidad.

En el verano de 1973 impartió otro cursillo sobre Interpretación de sus obras, dirigido a

los alumnos del Conservatorio de Valencia concurrentes al Certamen Internacional de

Guitarra Francisco Tárrega, celebrado en Benicàssim ese mismo verano, en el cual se

había programado como obra obligada su Suite Valenciana.

Durante varios años, al menos en 1968 y 1971, participó como jurado en la

concesión de la Dotación de Arte Castellblanch de Barcelona, calificado como Miembro

del Comité de Honor, lo que refleja el prestigio que alcanzó su figura en el ámbito

musical de aquellos años.

Dentro de estas actividades como jurado calificador, destaca su inclusión como

miembro del tribunal que juzgó el Concurso Memorial Eduardo López-Chavarri Marco,

celebrado en Valencia en mayo de 1973. En aquellos años, su vinculación al Certamen

Internacional de Guitarra Francisco Tárrega de Benicassim, donde sus obras se habían

interpretado en repetidas ocasiones, se acentuó más todavía al ser nombrado miembro

del jurado durante las ediciones de los años 1976 y 1977.

Su participación como miembro del jurado de la edición número XI, celebrada

entre el 23 y 26 de agosto de 1977, fue su última intervención pública de esta índole.

Por aquel entonces, su esposa la compositora Matilde Salvador, estaba embarcada

en la composición de una ópera, basada en el hecho histórico de la defensa de los fueros

valencianos realizada por el jurado morellano Francesc de Vinatea, frente a las

pretensiones del monarca Alfonso el Benigno en el siglo XIV. El libreto era obra del

poeta valenciano Xavier Casp y fue estrenada en el Teatro del Liceo de Barcelona el 19

de enero de 1974, con gran éxito. Este hecho llevó a su representación en Valencia los

87 Eduardo Montesinos, Comentario analítico a la integral de la obra para piano de Vicente Asencio, Valencia: Piles-Instituto Valenciano de la Música de la Generalitat Valenciana, 2002, p. 5.

220

Page 233: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

días 2, 3 y 4 de octubre de 1975, así como a una posterior función en Castellón el día 5

del mismo mes y año. Asencio se encargó de colaborar en esta obra, revisándola y

apoyándola con sugerencias, además de realizar una aplaudida orquestación de la que se

hizo eco la crítica: […] todo consiguió una noche de éxito largo, cordial, para

‘Vinatea’ y sobre todo para sus autores (sin olvidar a Vicente Asencio, que ha

orquestado la partitura con notable sentido del color y del lenguaje dramático).88

En aquellos años Asencio había compuesto, a partir de materiales previamente

trabajados, sus Quatre danses i una albada para orquesta. Se dispone de una referencia

de estreno, aunque es muy dudoso que se trate de la versión definitiva, datada el 16 de

marzo de 1972 por la Orquesta Sinfónica Alcoyana. El estreno reconocido como tal

tuvo lugar el 22 de abril de 1974, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión

Española, dirigida por Enrique García Asensio quien, con el paso del tiempo, se

convirtió en uno de los principales difusores de su obra orquestal.

La repetida inclusión de su obra en la programación de Radio Nacional de España,

refleja el prestigio que alcanzó. Así, su música para guitarra fue programada en las

Semanas de Música Española de 1973, así como en los Avances de Programación en

noviembre del citado año con su Suite de Homenajes. El 13 de mayo de 1974 fue

incluida en los Lunes Musicales de Radio Nacional, dentro del tercer trimestre del ciclo

1973/74.

Sin embargo, su estado de salud era cada vez más delicado consecuencia de una

arteriosclerosis cerebral que sufría desde años atrás89 y su actividad, tanto compositiva

como intelectual, se redujo considerablemente. Su última música editada fueron dos

lecciones de solfeo a dos voces, compuestas en 1975 para un Método de Solfeo a Dos

Voces realizado por profesores del Conservatorio de Valencia. El año siguiente

compuso sus dos últimas obras, hoy día descatalogadas, una Dansa para piano dedicada

a Leopoldo Querol y una pieza para coro mixto a capella titulada El vent, sobre texto de

Bernat Artola y que varias décadas atrás fue puesto en música por Vicente Garcés en

sus Poemes Pastorals. Se tiene constancia de que siguió desempeñando su labor

docente en el Conservatorio de Valencia hasta mayo de 1977 corroborar este dato y el

carnet de socio de la Sociedad Filarmónica de Valencia de la temporada 1977/78 sólo

tiene marcada la asistencia a cinco conciertos, lo que muestra que estos motivos de

88 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Brillante éxito de “Vinatea”, la ópera valenciana de Casp y Matilde Salvador, en el Teatro Nacional de la Princesa”, Las Provincias, 4-X-1975, p. 35. 89 Rosa Solbes, op. cit., p. 87.

221

Page 234: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

salud redujeron considerablemente su vida pública. Todo parece indicar que sus

familiares se hicieron cargo de gestionar diversos aspectos de su obra, como la edición

de sus Seis Sonatas de José Herrando por la editorial Alpuerto, de la que se dispone la

revisión de unas pruebas de imprenta en octubre de 1977 y la negociación del contrato

de los porcentajes de edición con la citada casa editorial, en enero de 1979.

Los días 8 y 10 de febrero de 1979 conoció su último éxito en vida, con la

interpretación de sus Quatre danses i una albada por la Orquesta Municipal de

Valencia, bajo la dirección de Enrique García Asensio. En esta breve crítica apreciamos

la situación de nuestro biografiado:

[…] y enseguida un especial aliento en todos, director y orquesta, una

emoción peculiar para interpretar la muy bella y bonita colección ‘Quatre danses

i una albada’, de Vicente Asencio, quien pese a su afección escuchó complacido

la cuidada versión y recibió personalmente una lluvia [¿de aplausos?] en la que

todos pusimos una dedicación y un reconocimiento muy entrañables, deseando

que tanto la audición como el éxito alivien “los ánimos descompuestos” como

decía Cervantes.90

Su fallecimiento, el 3 de abril de 1979, vino acompañado de una excepcional

manifestación de duelo en todos los círculos musicales españoles, con reseñas y

condolencias en los principales periódicos y revistas musicales del país. En varias de

estas citas se alentaba el estudio crítico de su obra, que permitiera valorar en su justa

medida la importancia de su persona en la música valenciana del siglo XX, con objeto

de enriquecer el sentimiento de valencianía que compartía con su esposa Matilde

Salvador.

Entre los homenajes póstumos que recibió, el más destacable fue iniciativa de la

Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de Castellón, que el día 26 de

diciembre de 1979 tomó el acuerdo de asignar su nombre a una calle de la capital

castellonense, al igual que hizo la villa de Benicásim poco tiempo después.91

La música de Vicente Asencio no ha dejado de ser conocida a través de la

interpretación, las grabaciones y su edición. Día a día ganó vitalidad y trascendencia

gracias, sobre todo, a la labor de su esposa Matilde Salvador quien estimuló

repetidamente su difusión y conocimiento en los círculos musicales valencianos.

90 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Presentación del coro de la RTVE, con García Asensio, en los conciertos de la Orquesta Municipal”, Las Provincias, 10-II-1979, p. 26. 91 Salvador Seguí, Vicente Asencio, Madrid: SGAE, 1996, pp. 7-8.

222

Page 235: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

IV. 2 Análisis de obras orquestales

IV. 2. 1. Catálogo

La producción orquestal de Vicente Asencio no es abundante, aunque no por ello

menos valiosa, destacando el hecho de que la mayoría de obras están originalmente

concebidas para piano, aunque luego las coloreara con su singular maestría en el arte de

la orquestación.

Por otra parte, Asencio descatalogó varias de estas obras. Sin embargo, algunas

fueron interpretadas, en su momento, con cierta regularidad. Esto las hace merecedoras

de figurar en esta catalogación, al cobrar vida propia en la ejecución, aunque implique

contravenir la voluntad del compositor.

En este epígrafe vamos a citar la ficha técnica de cada obra para, a continuación,

dar los datos referidos a su estreno y posteriores ejecuciones, con especial hincapié en el

medio musical valenciano al que están mayoritariamente destinadas. Asimismo,

separaremos las compuestas para orquesta de las creadas para voz y conjunto orquestal.

IV. 2. 1. 1. Obras para orquesta

Las obras compuestas a lo largo de los años treinta tuvieron un diseño camerístico,

al ser destinadas a la Orquesta del Conservatorio de Castellón que él mismo dirigió, o

bien a la Orquestra Valenciana de Cambra que fue el catalizador de las obras

orquestales compuestas por los miembros del Grupo de los Jóvenes.

Tres obras para orquesta de arco (1932-34)

Orquesta de cuerda.

I. Festes al poble (1932). II. Cançó i dansa (1933). III. Impressions (1934).

223

Page 236: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Las tres piezas que forman parte de la obra fueron estrenadas por separado, sin que

tengamos constancia de que fueran interpretadas en conjunto en alguna ocasión.

Festes al poble, la primera de estas piezas está fechada en la partitura autógrafa: A

la “Orquestra de Cambra de València”, 2-VI-32 y firmada: Vicente Asencio, Castellón

2-Junio 1932.92 Tanto en el manuscrito original como en las notas al programa de varios

de los conciertos en los que fue interpretada, aparece esta descripción de la obra:

Es una composición integrada por breves impresiones de espíritu popular,

que plasma sin intenciones imitativas, la emoción íntima de un día de fiesta

deslumbrante de sol, con las danzas típicas de reverente humor, la dulzura

nostálgica de una canción de cuna, la ronda de moros y la alegría desbordada

del pueblo encendido de banderolas. Los temas son populares en la Plana de

Castellón.93

Esta obra fue estrenada en Castellón por la Orquestra Valenciana de Cambra,

dirigida por Francisco Gil el 21 de junio de 1932. La citada agrupación la volvió a

interpretar en varias ocasiones durante los años siguientes, tal como queda resumido en

el siguiente diagrama:

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 21-VI-1932 Castellón Salón Doré Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Estreno

6-VII-1932 Valencia Conservatorio Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

13-X-1932 Valencia Teatro Alkázar Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Concert en honor i

gratitud al Exc.

Ajuntament de

València, per son alt

patronat

92 Partitura manuscrita original, conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, MS/1990. 93 Nota al programa del concierto de estreno de la obra, celebrado el 21 de junio de 1932.

224

Page 237: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

29-XII-1932 Tortosa Saló d’Actes de

l’Ateneu de

Tortosa

Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Gira de la O.

Valenciana de

Cambra por Cataluña

30-XII-1932 Barcelona Casal del Metge Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Gira de la O.

Valenciana de

Cambra por Cataluña

28-VII-1933 Valencia Jardines del Real O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

II Setmana Cultural

Valenciana – Centre

d’Actuació

Valencianista –

Ayuntamiento

Valencia

25-II-1934 Valencia Nostre Teatre Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Concierto con la

Masa Coral

Normalista

13-X-1935 Barcelona Palau de la

Música Catalana

Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Gira de la O.

Valenciana de

Cambra por Cataluña

15-IV-1936 Valencia Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

La segunda pieza, titulada Cançó i dansa, está fechada en el manuscrito: A la

“Orquesta de Cambra de València” 23-IV-33 y firmada: Castellón 22-Abril-1933.94 En

las siguientes líneas describe brevemente la composición: […] es un poema lleno de

gracia, donde destacan noblemente la sencillez melódica de sus temas populares, una

orquestación y una técnica jóvenes, con un ritmo lleno de vida y de sugestión.95 Esta

obra fue estrenada en el Conservatorio de Valencia por la citada Orquestra Valenciana

de Cambra, el 12 de mayo de 1933, de nuevo bajo la dirección de Francisco Gil. En el

mismo concierto se estrenaron otras obras de sus compañeros del Grupo de los Jóvenes,

94 Partitura manuscrita original, conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, MS/1990. 95 Nota al programa del concierto organizado por la Sociedad Filarmónica de Castellón, celebrado en la citada ciudad el 19 de junio de 1933.

225

Page 238: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

por lo que su acogida en la crítica se unió a la de sus compañeros. En La

Correspondencia de Valencia, una crónica sin firma valoraba brevemente la obra:

Como final diose ‘Canción y Danza’ del joven profesor castellonense

Vicente Asencio. Esta obra, nutrida de savia popular, es de amena contextura y

tiene la misma filiación estética que ‘Festes al poble’. Ni que decir tiene que

Asencio recibió, como sus camaradas, entusiastas aplausos.96

En el diario Las Provincias, otra crónica anónima pero atribuible a Eduardo López-

Chavarri Marco hizo una breve reseña con calificativos técnicos de la pieza: ‘Canción y

Danza’, de Vicente Asencio, nos dejan ver un artista finamente dotado, que penetra

audaz en la forma y no se deja intimidar por la técnica; tiene íntimo sentido del color

orquestal y sabe poner en su sitio los planos sonoros.97

La obra fue interpretada por la citada orquesta y director en varias ocasiones, a lo

largo de los años siguientes, tal como queda resumido en el siguiente cuadro:

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 12-V-1933 Valencia Salón de Actos de

la Federación

Industrial y

Mercantil

Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Sociedad “Música de

Cámara”- II

Aniversario OVC

19-VI-1933 Castellón Teatro Principal Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Sociedad Filarmónica

de Castellón

24-XII-1933 Valencia Conservatorio Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Sociedad “Música de

Cámara”

13-I-1934 Madrid Salón de Actos

del Conservatorio

Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Asociación de

Profesores y

Estudiantes FUE

96 Sin autor, “Musicales-Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, 13-V-1933, p.8. 97 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, 13-V-1933, p. 13.

226

Page 239: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

28-I-1934 Valencia Nostre Teatre Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Concierto conjunto

con la Masa Coral

Normalista

20-VI-1935 Valencia Conservatorio Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Sociedad ‘Música de

Cámara’

Impressions, la tercera y última pieza, cuenta con la siguiente rúbrica: A la

“Orquestra de Cambra de València”, 2-IV-34.98 Las siguientes líneas explican la obra:

Un tema de caràcter joiós i de gran força rítmica és la base d’este petit poema inspirat

en l’ambient llevantí.99 Fue estrenada en Castellón por la Orquesta del Conservatorio de

la misma ciudad, dirigida por el propio Vicente Asencio, el 22 de mayo de 1934. Tres

días después, el 25 de mayo del mismo 1934, fue interpretada en un Festival de Música

Valenciana celebrado en el Conservatorio de Valencia, por la Orquesta Valenciana de

Cambra dirigida por Francisco Gil. El público y la crítica la acogieron en el contexto de

un conjunto de obras valencianas de nueva creación, como lo refleja en esta crónica sin

firma publicada en La Correspondencia de Valencia:

Con el concierto de ayer viernes celebraba esta orquesta el tercer

aniversario de su fundación; para celebrarlo, había pedido su director Francisco

Gil, obras nuevas a los jóvenes músicos valencianos, y así casi todo el programa

se componía de estrenos […] Y en fin, de Vicente Asencio, unas ‘Impressions’,

que evidencian su temperamento musical y su conocimiento de la orquesta.100

Sin embargo, esta obra fue interpretada en repetidas ocasiones durante las

siguientes semanas por la Orquesta del Conservatorio de Castellón, bajo la dirección del

citado Vicente Asencio, tal como se resume seguidamente:

98 Partitura manuscrita original, conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, MS/1990. 99 Notas al programa del concierto celebrado en el Conservatorio de Música de Valencia, el 25 de mayo de 1934. 100 Sin autor, “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, 27-V-1934, p. 8.

227

Page 240: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 22-V-1934 Castellón Conservatorio Orquesta del

Conservatorio de

Castellón –

Vicente Asencio

Estreno

25-V-1934 Valencia Conservatorio Orquestra

Valenciana de

Cambra –

Francisco Gil

Festival de Música

Valenciana – III

Aniversario de la

OVC

28-V-1934 Castellón Salón Royal Orquesta del

Conservatorio de

Castellón –

Vicente Asencio

29-V-1934 Burriana Teatro Casares Orquesta del

Conservatorio de

Castellón –

Vicente Asencio

3-VI-1934 Bechí Cine Alfonso Orquesta del

Conservatorio de

Castellón –

Vicente Asencio

1-VII-1934 Tortosa Saló Ateneu Orquesta del

Conservatorio de

Castellón –

Vicente Asencio

Estos datos demuestran la notable repercusión de estas obras en los años de su

estreno, aunque no se hayan vuelto a interpretar desde entonces.

Escena de l´avi i els infants (1935)

Orquesta de cuerda.

Fechada en el manuscrito original: Vicent Asencio, 28-III-1935.101 Esta obra fue

estrenada en Valencia el 20 de mayo de 1935, por la Orquestra Valenciana de Cambra,

bajo la dirección de Francisco Gil. En el Diario de Valencia se valoraba brevemente

esta obra: La ‘Escena de l’avi i els infants’, de Asencio, está llena de sabor pintoresco y

228

Page 241: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

es de interesante color armónico.102 Sin embargo, su compañero Vicente Garcés

publicó en el diario nacionalista El País Valencià una crítica de la obra en el contexto de

su trayectoria creativa hasta la fecha:

‘L’Escena de l’avi i els infants’ d’Asencio és sense dubte, la més personal i

més lograda de les seues obres conegudes. Interessa en ella al músic recullir

l’atmòsfera poética de l’escena de la contalla, no la contalla mateixa i lo que es

pretén és conseguit. Hi ha allí una estructuració adequada en tots els elements

que es dirigixen clarament cap aquell fi, sense altibaixos, sense angúnies.

Tendresa, concisió, una harmonia justa, molt expressiva, i una orquestració noble

i no obstant sotil, són les notes més destacables d’aquest poemeta que acusa en

son autor una gran depuració estética respecte d’aquelles primeres obres, ‘Festes

al poble’ i ‘Cançó i dansa’, que ens feu conéixer fa dos o tres anys i tan llunyanes

es troben ja.103

Pocas semanas más tarde, el 25 de junio de 1935, la Orquesta del Conservatorio de

Castellón, dirigida por el propio Vicente Asencio, la ofreció en un concierto radiofónico

retransmitido por Radio Castellón. Sin embargo, no se tiene datada ninguna versión

posterior de la obra que, probablemente, corrió la misma suerte que las anteriormente

citadas.

Foc de festa (1936)

Ballet.

Argumento de Bernat Artola.

2.2.2.2 – 4.0.0.0 – Tim – arp – p (o cel) cu.

I. Pantomima. II. Dansa de l´enamorat. III. Dansa de l´enamorada.

El ballet contaba con el siguiente argumento:104 Introducció. Escena: Es al camp

endomasat de festa. Maig esclata, florit i roent, per l’horta eriçada de tremolins de

febra, hi ha una claror estranya, encesa d’inquietud i d’averanys que tot ho fa bategar

amb l’ímpetu novell com una vida recent, esdevinguda per maravella. Tot és misteri

delirant i festa de llangor. Dansa del Vent de Primavera: Un falsiot obre a la llum

101 Partitura manuscrita original, conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, MS/1991. 102 Sin autor, “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, 21-V-1935, p. 12. 103 Vicent Garcés, “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3, València, 1-VI-1935, p. 4. 104 En un cuadernillo de folios mecanografiados, adjuntos a una partitura de la obra, conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador del Institut Valencià de la Música: MS/2089.

229

Page 242: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

gloriosa un finestral d’ombra. Escena: Entre unes flors, sensualment jeguda, hi ha una

donzella. Sos ulls enamorats s’han fet espills per on els núvols i els ocells fan via.

Cançó de la Donzella: Sos llavis tremolen paraules de passió que moren en flor

d’incoherència. A poc a poc, van concretant-se en ritme de cançó:

Quan l’Abril es mor

i ja Maig comenta

s’amaga l’amor

al cor de la pensa.

I en el mort foguer

que la flama espera

s’encén la foguera

sense jo voler.

Cançó i Dansa dels Fadrins: Un estol de jovenalla, avalotant i rient, fa festeig de

Primavera i xerradissa pueril. Fent giravoltes i jocs, xiques i xics guaiten sorrudament

maliciosos com un seguici pànic. Mig embriac per combatre la timidessa, hi és també el

Fadrí enamorat i còmicament poruc. El vi, el Sol, l’esclat de Primavera, el perfum

càlid, la veu trémula van desvetllant la dormida paraula i el gest viril. Canta la

doncella i el chor festívol diu la recança de la veu enamorada:

Donzella.- Ha esclatat en floridesa la sang nova. Chor: Somni de l’amor.

Donzella.- I una esperanza em sostova [sic] Primavera. Chor: Febra de la flor.

Donzella.- Sembra el Sol per les umbries, foc de la festa. Fadrí: La foscor de les falzies

duu la tempesta. Tots: Ha esclatat en floridesa la sang nova.

Dansen tots, xiques i xics, fent parelles i torna el cant de la donzella i la rencança

de la veu enamorada.

Donzella.- Torna ja la sed gloriosa del cor lliure. Chor: Cor encadenat. Donzella.-

I l’amor voldria viure com la rosa. Chor: Cor enamorat. Donzella.- Ja vindrà l’hora

florida de l’esperança. Fadrí: Quan l’amor sobre la vida treme la dansa. Tots: Torna ja

la sed gloriosa del cor lliure.

Pantomima: Finida la cançó, les xiques diesen als xics tentant i encenent al fadrí i

s’acosten a la doncella. Fent mil embucs li diuen a cau d’orella secrets i galanies.

Riuen i avaloten, i deixant-la sola, fent jocs de col·loqui i reverències de xàquera,

s’amaguen amb els xics que també diesen al fadrí de mostra. Dansa de l’Enamorada:

La doncella plena de curruixes balla tota il·lusionada. Dansa de l’Enamorat: Acabada

la dansa de l’enamorada, ix el fadrí capgirat en pugna de timidessa i decissió

230

Page 243: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

d’embriac, i tenta dir-li el seu afecte enlluernat. Ella fa melindres i ell fa remolins, fins

que troba la pasa perduda i trena la seua dansa de confidències. El foc va prenent

força; un ritme dionisíac s’encomana per tot. La parella balla adaleradament colpida

per la sang que bull caldosa d’inquietuts. Dansa Final: Quan ja la dansa es torna

eròtica llangor, el chor festívol de xiques i xics, vertits de la festa, i amb flors a les

mans ix dels amagatalls des d’on ha guaitat l’idil·li inesperat que tots imaginaven

grotesc. Volten a la parella amb una bolanguera de rialles i els cobreixen de flors. Ells,

de primer astorats, ben prompte reaccionen joiosament; i trèmuls com una flama,

ballant el goig de l’amor, tornen cap al poble entre veus de sospir que planyen l’amor

de Primavera; misteri gloriós, que mai ningú no sabrà si és llum de seny o foc de festa.

Aunque el argumento original del ballet contaba con varios números, por razones

desconocidas Vicente Asencio sólo orquestó la Pantomima, la Dança de l’Enamorada y

la Dança de l’Enamorat, invirtiendo el orden de los dos últimos respecto a su ubicación

en el argumento del ballet. Sin embargo, se conserva una versión para piano de los

restantes números, excepto las partes cantadas de la Cançó i Dansa dels Fadrins,105

incluyendo una parte cantada para voz y piano de la Cançó de la Donzella,106 y

versiones para violín y piano de la Dansa de l’Enamorada,107 y la Cançó de la

Donzella.108

Este ballet está actualmente descatalogado, pero destaca por tratarse de la primera

utilización de los instrumentos de viento que hizo Vicente Asencio en su obra orquestal.

Concretamente las maderas a dos, cuatro trompas, además de timbales, arpa y celesta.

Todo esto implica una importante novedad tímbrica si lo comparamos con obras

anteriores.

Además, esta obra fue interpretada en repetidas ocasiones, demostrando una

trascendencia que no se corresponde con su actual descatalogación. Las partes segunda

y tercera fueron estrenadas en Valencia, el 4 de julio de 1937, por la Orquesta Sinfónica,

dirigida por José Manuel Izquierdo. En la prensa valenciana se elogió cálidamente la

obra y en La Correspondencia de Valencia se citaba el contexto de otras obras de

autores valencianos en que fue estrenada: El programa, sumamente interesante, era 105 Partitura conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador del Institut Valencià de la Música: MS/2089. 106 Partitura conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador del Institut Valencià de la Música: MS/2096. 107 Partitura conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador del Institut Valencià de la Música: MS/2090.

231

Page 244: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

pródigo en obras de autores valencianos, figurando en él Vicente Asencio, con dos

inspiradas y muy sentidas además de bien realizadas ‘danzas’ del ballet ‘Foc de Festa’

[…]109 Mientras que en El Mercantil Valenciano se hablaba de la acogida recibida entre

el público: Se dio a conocer ‘Dos danzas’ (del ballet ‘Foc de festa’), de V. Asencio. La

página musical fue objeto de afectuosa acogida y encomiásticamente comentada por los

oyentes.110

La versión pianística de la Dansa de l’Enamorat (segunda parte) fue estrenada

previamente por Leopoldo Querol en concierto organizado por la Sociedad Filarmónica

de Valencia en el Teatro Principal de la ciudad el 9 de junio del citado 1937. Mientras

que la parte para violín y piano de la Cançó de l’Enamorada fue estrenada por el

violinista Pascual Camps y el pianista Daniel de Nueda en la mencionada Sociedad

Filarmónica y Teatro Principal valencianos, el 5 de diciembre de 1937.

En la siguiente tabla se desglosan las interpretaciones que se realizaron de las

diversas versiones de esta obra, así como los intérpretes y el lugar de ejecución:

FECHA LUGAR

LOCAL

VERSIÓN INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 9-VI-1937 Valencia – Teatro

Principal

Piano-Dansa de

l’Enamorat

Leopoldo Querol Sociedad Filarmónica

de Valencia

4-VII-1937 Valencia Orquesta-Dansa

de l’Enamorada-

Dansa de

l’Enamorat

Orquesta Sinfónica

de Valencia – José

Manuel Izquierdo

Conciertos Matinales

5-XII-1937 Valencia – Teatro

Principal

Violín y Piano-

Dansa de

l’Enamorada

Pascual Camps

(violín) – Daniel de

Nueda (piano)

Sociedad Filarmónica

de Valencia

15-III-1938 Castellón –

Conservatorio de

Música

Orquesta-

Pantomima

Orquesta del

Conservatorio de

Castellón – Vicente

Asencio

108 Partitura conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador del Institut Valencià de la Música: MS/2093, MS/2094 y MS/2095. 109 Sin autor, “Musicales: La Sinfónica, en el Principal”, La Correspondencia de Valencia, 6-VII-1937, p. 4. 110 Mutis, “Sinfónica de Valencia: Quinto y último concierto”, El Mercantil Valenciano, 7-VII-1937, p. 4.

232

Page 245: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

31-III-1940 Barcelona –

Casal del Metge

Primera versión

completa de la

obra-

Pantomima-

Dansa de

l’Enamorada-

Dansa de

l’Enamorat

Orquesta de Cámara

Ardévol – F.

Ardèvol

Patronat Ardévol

14-VI-1940 Castellón Orquesta- Dansa

de l’Enamorada-

Dansa de

l’Enamorat

Orquesta Sinfónica

de Valencia – José

Manuel Izquierdo

Fiestas del II

Aniversario de la

“liberación” de

Castellón

23-VI-1940 Barcelona –Casal

del Metge

Orquesta-

Pantomima-

Dansa de

l’Enamorada-

Dansa de

l’Enamorat

Orquesta de Cámara

Ardévol –

F. Ardèvol

Patronat Ardévol

15-XI-1940 Villarreal – Salón

Tárrega

Orquesta-

Pantomima-

Dansa de

l’Enamorada-

Dansa de

l’Enamorat

Orquesta de Cámara

– Vicente Asencio

Concierto de

Homenaje a Vicente

Asencio –

Organizado por la

Sociedad Filarmónica

de Villarreal

22-VI-1941 Barcelona –

Salón Morant

Orquesta-

Pantomima-

Dansa de

l’Enamorada-

Dansa de

l’Enamorat

Orquesta de Cámara

Ardévol –

F. Ardèvol

Patronat Ardévol

8-III-1950 Castellón –

Teatro Principal

Violín y Piano –

Dansa de

l’Enamorada

Abel Mus (violín) –

Pascual Asencio

(piano)

Sociedad Filarmónica

de Castellón

Aunque la versión para ballet no se volvió a interpretar con posterioridad a 1941, y

la obra fue más tarde descatalogada, Abel Mus al violín y Pascual Asencio al piano

dieron la versión para violín y piano de la Danza de la Enamorada el 8 de marzo de

1950, en concierto organizado por la Sociedad Filarmónica de Castellón y realizado en

el Teatro Principal de la citada ciudad. En la siguiente crónica, publicada en la prensa

233

Page 246: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

castellonense, se la califica como obra de estreno y plantea una interesante comparación

estilística:

La Danza de la Enamorada de nuestro paisano Asencio, que por primera

vez se interpretaba en Castellón, fue escuchada con sumo agrado revelando en

Asencio un compositor de rico talento. La obra tiene alguna reminiscencia de la

escuela de Falla. En fin fue un concierto que dejó imborrable recuerdo en el

público que premió con grandes aplausos a ambos artistas.111

La obra no volvió a interpretarse más, ni en su versión orquestal, ni en la pianística

ni en la aquí citada para violín y piano. Posteriormente fue descatalogada.

Preludio a la Dama de Elche (1940)

3.3.2.2 – 4.2.0.0 – cel – arp – cu.

Versión orquestal de un original homónimo para piano premiado por la Revista

Radio Nacional en marzo de 1940. Fue estrenada por el autor al piano en el Teatro

Principal de Castellón, en concierto organizado por la Sociedad Castellonenca de

Cultura el 24 de abril de 1940. Originalmente el compositor lo concibió como el

Preludio a una Suite para orquesta, que posteriormente no se llevó a cabo, al menos

incluyendo esta obra.112 En las siguientes notas al programa el autor explica la obra:

El subtítulo “A la Dama de Elche” es una dedicatoria, más bien, un

símbolo en el que el autor condensa su aspiración íntima de evocar lo profundo

de la entraña popular, pero sin pretender hacer obra popular, tal como

generalmente se entiende. No es música descriptiva con intenciones anecdóticas y

pintorescas, sino simplemente expresiva y su fin es evocar sensaciones y

sentimientos.

Como guía para su audición, sirvan las siguientes indicaciones: “De entre

un fondo de armonías, exuberante y cálido como nuestros campos, surge un tema

majestuoso en el que el misterio y melancolía tienen también su intervención”.113

Esta composición fue la primera obra orquestal que compuso tras la Guerra Civil y

fue estrenada en Castellón el 14 de junio de 1940, en concierto de la Orquesta Sinfónica

de Valencia, dirigida por José Manuel Izquierdo. En las siguientes líneas se refleja la

buena acogida que recibió esta obra por parte del público y la crítica castellonense: El

111 Castelló, “En el V Concierto de la Filarmónica”, Mediterráneo, Castellón, 9-III-1950. 112 Notas al Programa del concierto de estreno de la versión pianística, el 24 de abril de 1940. 113 Op. cit.

234

Page 247: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

‘Preludio’, que gana como es natural muchísimo en su transcripción orquestal, es una

página llena de encanto, en la que campea el arte dialéctico, la instrumentación en

arabesco, el bien hacer y buen decir que caracteriza toda la labor de Asencio.114

No se disponen datos acerca de nuevas ejecuciones de la misma.

Elegía a Manuel de Falla (1946)

2.2.2.2 – 2.2.0.0 – Tim – arp – cu.

Compuesta sobre un original para piano, inicialmente se tituló Romancillo à la

memoire de Manuel de Falla. En las siguientes notas al programa el compositor explica

brevemente la obra: Dentro de un sentimiento armónico modal, y con un ambiente que

sugiere el de un romancillo, se busca la expresión tierna y dolorida como contenido

emocional. Esta brevísima página, escrita pocos días después de la muerte del ilustre

maestro […]115 Fue estrenada en la ciudad holandesa de Utrecht por el pianista Ernesto

Montserrat el 12 de diciembre de 1946, y la volvió a interpretar el 17 de enero de 1947

en la Sala Pleyel de París, lo que la convirtió en su mayor éxito hasta la fecha. Sin

embargo, en el estreno de su versión orquestal el 23 de febrero de 1947 por la Orquesta

Municipal de Valencia, dirigida por Ricardo Lamote de Grignon en el Teatro Principal

de Valencia, recibió el título de Elegía a Manuel de Falla.

En las siguientes líneas de Eduardo López-Chavarri Marco se hace una valoración

de esta versión orquestal: Conocíamos la reciente versión pianística de esta pieza

musical, pero declaramos que en su versión de orquesta alcanza toda su plenitud y

carácter. Página escrita con el más efusivo sentir y orquestada con la paleta delicada

de su autor.116 El crítico musical Enrique González Gomá, valoró la obra en esta cita,

publicada en la Hoja del Lunes de Valencia, como la confirmación de la calidad de

Vicente Asencio:

Una inspiradísima página del compositor Vicente Asencio, ‘Elegía a

Manuel de Falla’. Felizmente orquestado, su título no traiciona el carácter

expresivo, bien logrado; y en su no extensa dimensión, Asencio nos da muestra de

114 Sin autor, “Sociedad Filarmónica: El concierto de anteanoche”, Mediterráneo, Castellón, 16-VI-1940, p. 2. 115 Nota al Programa del concierto celebrado el 14 de marzo de 1947. 116 Eduardo López-Chavarri Marco, “Un domingo bien aprovechado: la Orquesta Municipal y la Coral Polifónica”, Las Provincias, 25-II-1947, p. 3.

235

Page 248: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

una auténtica naturaleza de compositor, que, si ya conocida y estimada se

confirma en esta obra.117

Radio Nacional de España ofreció una versión radiofónica de la obra a cargo de la

Orquesta Sinfónica de RNE dirigida por Conrado del Campo, el 27 de abril de 1947. En

las siguientes líneas, publicadas por Elena Romero en la revista Ritmo, de divulgación

de ámbito nacional, se refleja como esta obra fue conocida y valorada más allá del

medio artístico valenciano:

La austeridad de Falla ha cautivado a los espíritus más fragantes e

inquietos. El maestro venerado ha dejado huella. Y en homenaje a ese arte

excelso, español, que canta el dolor de una raza inmortal y las bellezas de una

tierra que es paisaje de típicas escenas, Vicente Asencio, joven y levantino, ha

escrito su ‘Elegía a Falla’, deliciosa página que consagra a su autor, por su

magnífica sencillez, su rica melodía y su perfección técnica. Un valioso esfuerzo:

unos instantes de emoción ante el recuerdo de Manuel de Falla […]118

El guitarrista Rafael Balaguer estrenó en el Conservatorio de Valencia una versión

para guitarra el 28 de abril de 1948. Poco después, esta breve pieza sinfónica fue

integrada como segundo movimiento de la Suite para orquesta, estrenada por la

Orquesta Municipal de Valencia dirigida por Hans von Benda en el Teatro Principal el

10 de abril de 1949. Sin embargo, posteriormente se convirtió en una obra

independiente y se la incluyó en el ballet Llanto a Manuel de Falla, por lo que fue

interpretada en las diferentes representaciones de esta obra coreográfica119 y obtuvo

idéntico reconocimiento al citado ballet. No obstante, la versión más interpretada de la

obra ha sido la orquestal, sin llegar a desaparecer de las programaciones de conciertos, a

diferencia de otras piezas de Asencio. En la siguiente tabla se desglosan las diferentes

interpretaciones y versiones de esta obra, así como las circunstancias de las mismas:

117 Engo [Enrique González Gomá], “Música: Los Conciertos de la Orquesta Municipal”, Hoja del Lunes, 24-II-1947, p. 4. 118 Elena Romero, “Elegía a Manuel de Falla”, Ritmo, 206, Madrid, noviembre de 1947, p. 4. 119 Sus versiones con el ballet aparecerán cuantificadas en el diagrama adjunto al espacio dedicado a la mencionada obra.

236

Page 249: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

FECHA LUGAR

LOCAL

VERSIÓN INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 12-XII-1946 Utrecht – NV

Internationale

Concertdirectie

Ernest Krauss

Piano Ernesto Montserrat Estreno – titulada

Romancillo à la

memoire de Manuel

de Falla

17-I-1947 París – Sala

Pleyel

Piano Ernesto Montserrat

23-II-1947 Valencia – Teatro

Principal

Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – Ricardo

Lamote de Grignon

Estreno de la versión

orquestal – recibe su

título definitivo

14-III-1947 Castellón Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – Ricardo

Lamote de Grignon

Ayto. Castellón –

Fiestas de la

Magdalena

16-IV-1947 Valencia – Teatro

Casa de los

Obreros

Piano Carmen Benimeli Sociedad Amigos de

la Música

27-IV-1947 Madrid – Radio

Nacional de

España

Orquesta Orquesta Sinfónica

de RNE – Conrado

del Campo

Concierto

radiofónico ofrecido

por RNE

28-IV-1948 Valencia –

Conservatorio

Guitarra Rafael Balaguer Estreno de la versión

para guitarra

10-IV-1949 Valencia – Teatro

Principal

Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – Hans

von Benda

Integrada como

segundo movimiento

de la Suite para

Orquesta

26-II-1950 Bilbao – Teatro

Buenos Aires

Orquesta Orquesta

Municipal de

Bilbao – Jesús

Arámbarri

Integrada como

segundo movimiento

de la Suite para

Orquesta

10-III-1950 Valencia – Teatro

Serrano

Orquesta Orquesta Sinfónica

de Valencia – José

Manuel Izquierdo

Obra independiente

de la Suite para

Orquesta

20-V-1951 Valencia – Teatro

Principal

Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – Hans

von Benda

237

Page 250: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

14-V-1953 Valencia Orquesta Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

8-X-1960 Valencia – Salón

de Actos de la

Sociedad

Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Ferriz

Concierto

extraordinario – III

Asamblea de

Cronistas del Reino

de Valencia

4-VII-1973 Valencia Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – Luis

Antonio García

Navarro

24-II-1983 Valencia – Teatre

Principal

Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – Benito

Lauret

25-VI-1999 Valencia – Palau

de la Música

Orquesta Orquesta de

Valencia – Octav

Calleya

Suite para orquesta (1948)

3.3.2.2 – 4.3.3.1 – Tim – per – arp – cu.

I. Preludio. II. Cortejo. III. Final.

Originalmente esta Suite, tal como figuró en su estreno, constaba de cinco

movimientos: Preludio, Elegía a Manuel de Falla, Pastoral, Cántico y Final. En las

notas al programa del estreno se indicaba que:

Esta obra que hoy estrena la Orquesta Municipal consta de cinco partes de

no largas dimensiones. No está escrita siguiendo un plan literario preconcebido y

más o menos sentimental. Así que los títulos no tienden más que a evocar un

ambiente del que queda eliminada toda alusión o descripción pintoresca. Entre

ellos no existe más conexión que las relaciones puramente musicales.

En ninguna de sus partes aparecen elementos folklóricos. En su aspecto

armónico, se busca el sentimiento modal de nuestra música. La obra está

238

Page 251: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

concebida en una aspiración de claridad mediterránea que pretende acercarse a

la pureza clásica.120

A partir de esta obra, la producción orquestal de Asencio será continua y de mayor

relevancia. Además, en lo sucesivo, compondrá para formaciones orquestales

completas, en las que aparece plenamente utilizada la familia del viento-metal con

cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones y una tuba, así como la percusión. En

definitiva, su tímbrica orquestal dejó de ser parcialmente camerística y adquirió un

volumen mucho más expansivo.

La obra fue estrenada en el Teatro Principal de Valencia por la Orquesta Municipal,

entonces dirigida por Hans von Benda, el 10 de abril de 1949. En las siguientes líneas,

publicadas por Enrique González Gomá en el diario Levante, se valora la modernidad de

esta obra:

El maestro Von Benda dirigió tres primeras audiciones en dicha parte, una

de ellas la de una obra del compositor Vicente Asencio. Esta obra es una ‘Suite’

que reúne cinco piezas. Si la ‘Elegía’, de sentida elocuencia en su simplicidad, es

digna de la inventiva de un muy excelente compositor, las cuatro piezas que se

estrenaron el domingo lo son igualmente. Ideas graciosas y ligeras, o pintorescas

o de noble patetismo, según la solicitud característica de la pieza (‘Preludio’,

‘Pastoral’, ‘Cántico’, ‘Final’) están sostenidas por una armonía que no esquiva,

sino que acoge amplia y abundantemente sabrosos y agudos roces disonantes que

le dan su estilo absolutamente moderno. Y esta escritura halla en su disposición

orquestal el color que por su peculiar estilo expresivo solicita cada pieza. La

‘Suite’ agradabilísima, califica a Vicente Asencio como lo que es: compositor de

extraordinario talento.121

En la siguiente cita, escrita por Eduardo López-Chavarri Marco, se cuentan las

incidencias del estreno, así como una descripción muy concienzuda de la obra:

El concierto del domingo fue de alta categoría, por varios motivos. Obras

de importancia en el programa, estreno de una obra de autor valenciano,

primeras ejecuciones por la orquesta…El programa sufrió una leve alteración en

su orden, beneficioso para lo obra valenciana de Asencio […] Siguió la obra de

Asencio. Un triunfo para el compositor valenciano que, una vez más, ha dado

muestras gallardas de su sentido musical. Una suite en donde, según el

120 Notas al programa del concierto realizado el 10 de abril de 1949. 121 Gomá, “Música: Primeras audiciones por la Orquesta Municipal”, Levante, 12-IV-1949, p. 3.

239

Page 252: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

programa, no se quiere ninguna alusión pintoresca; y sin embargo, la intensa

fantasía del autor hace que la imaginación se pueble de imágenes evocadas por

aquella música sutil, cincelada, en donde, como en una joya florentina, surgen y

se ocultan y se combinan los motivos musicales en interesantísimas notas de color

que, además, están ‘bien dibujadas’, detalle que suelen olvidar (o no lograron)

muchos compositores llamados ‘modernistas’ y que confunden la gimnasia con la

magnesia. El ‘Preludio’ de Asencio es bien una introducción de estilo clásico-

moderno que ‘suena’ con toda claridad en sus perspectivas. Siguió la sentida

‘Elegía’ a Manuel de Falla, ya conocida. ‘Pastoral’ con su orquestación que

diríamos habilísima si no quisiéramos mejor decir sentida (pedales

interesantísimos en la madera o en las trompas) y como un perfume de Rameau.

‘Cántico’ es acaso la más lograda (pero ¿quién sabrá decidirlo con tan poca

audición?) de las cinco impresiones, por su orquesta finamente, ingeniosamente

tratada al servicio de una impresión que vuela alto. Y el ‘Final’, con sus alegrías

de timbres, su brillantez de armonías, cierra dignamente la composición. Asencio

ha hecho obra moderna; sus audacias, bien acusadas, resultan, sin embargo,

apropiadas a la impresión que desea despertar el artista. El éxito vino por sí

mismo. El auditorio tributó a Asencio cálidas ovaciones, y también a Von Benda,

que ha trabajado lo suyo para penetrar en las grandes dificultades de la

composición y en las no menores de la ejecución orquestal.122

Al año siguiente fue interpretada por la Orquesta Municipal de Bilbao dirigida por

el maestro Arámbarri, en concierto celebrado el 26 de febrero de 1950 en el Teatro

Buenos Aires de la ciudad vizcaína, hecho que le dio cierta relevancia exterior al

ambiente musical valenciano. Sin embargo, en esta versión se interpretaron el Preludio,

la Elegía a Manuel de Falla y la Pastoral, pese a que las notas al programa eran

idénticas a su estreno en Valencia. Esta versión recibió calurosas críticas como la

siguiente, reproducida del diario bilbaíno Hierro y publicada en el diario valenciano Las

Provincias días más tarde:

Se estrenaba la ‘Suite para orquesta’ del compositor valenciano Vicente

Asencio. Obra de sonoridades plenas, con luminosidades a veces hirientes, tiene

una construcción audaz y moderna que acusa en el autor buen dominio técnico

[…] De los tres números de que se compone es quizá el más logrado la

122 Eduardo López-Chavarri Marco, “Orquesta Municipal: Una Suite de Vicente Asencio”, Las Provincias, 12-IV-1949, p. 6.

240

Page 253: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

‘Pastoral’, de bello estilo y línea melódica clara y atrayente. Se aplaudió, así

como la cuidada exposición que la orquesta realizó.123

Pocos días más tarde, la Orquesta Sinfónica dirigida por José Manuel Izquierdo,

interpretó en un concierto celebrado el 10 de marzo de 1950 en el Teatro Serrano de

Valencia el Cortejo y la Elegía a Manuel de Falla como obras sueltas. En las siguientes

líneas, publicadas por Gomá en el diario Levante, hay una valoración del movimiento

Cortejo que, con el paso del tiempo, acabó integrándose en esta Suite para orquesta.

Este crítico encontró fuentes de inspiración muy reveladoras del estilo de Asencio:

‘Cortejo’, siempre característica del buen oficio, de la inspirada inventiva de su autor,

y, por lo tanto, de su personalidad, parece ofrecer en ciertos de sus giros melódicos y

en el ambiente de otros giros armónicos, una influencia de sentimiento raveliano.124

La Pastoral fue programada en solitario por la Orquesta Municipal de Valencia, y

dirigida por el propio Vicente Asencio, en Concierto de Gala con motivo de las Fiestas

de la Magdalena, celebrado en el Teatro Principal de Castellón el 17 de marzo de 1950.

Finalmente, el movimiento titulado Cántico desapareció y su lugar fue ocupado

por el Cortejo situado aquí en segundo lugar. Mientras que el segundo y tercero

(Pastoral y Elegía a Manuel de Falla) acabaron independizándose. Como resultado de

todo este proceso, la obra adquirió la forma definitiva de tres movimientos: Preludio,

Cortejo y Final. No ha vuelto a ser interpretada con posterioridad a esta última versión.

El siguiente diagrama resume las diferencias entre estas versiones, así como la

fecha, orquesta y lugar de interpretación de la obra:

FECHA LUGAR

LOCAL

VERSIÓN INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 10-IV-1949 Valencia –

Teatro Principal

Preludio, Elegía

a Manuel de

Falla, Pastoral,

Cántico y Final

Orquesta

Municipal de

Valencia – Hans

von Benda

26-II-1950 Bilbao – Teatro

Buenos Aires

Preludio, Elegía

a Manuel de

Falla y Pastoral

Orquesta

Municipal de

Bilbao – Jesús

Arámbarri

123 Pepe Achuro, “Los Conciertos: El “Popular” de la Orquesta Municipal”, Hierro, Bilbao, 27-II-1950. Citado en: Sin Autor, “En Bilbao triunfa una Suite de Vicente Asencio”, Las Provincias, 7-III-1950, p. 6. 124 Gomá, “Concierto de la Orquesta Sinfónica de Valencia”, Levante, 11-III-1950, p. 2.

241

Page 254: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

10-III-1950 Valencia –

Teatro Serrano

Cortejo y Elegía

a Manuel de

Falla

Orquesta Sinfónica

de Valencia – José

Manuel Izquierdo

Diputación de

Valencia

17-III-1950 Castellón –

Teatro Principal

Pastoral Orquesta

Municipal de

Valencia – Vicente

Asencio

Ayto. Castellón –

Fiestas de la

Magdalena

Pastoral (1949)

3.3.2.2 – 4.3.3.1 – Tim – per – arp – cel – cu.

Esta pieza fue inicialmente integrada en la Suite para orquesta, obra de la que

formaba parte cuando la estrenó la Orquesta Municipal, dirigida por Hans von Benda, el

10 de abril de 1949. Utiliza una dotación orquestal semejante a la citada Suite, lo que

permite clasificarla bajo las mismas premisas que aquella. Sin embargo, pronto se

independizó de la misma, y en la audición práctica de las oposiciones a la pensión de

dirección de orquesta convocada por la Diputación de Valencia, celebrada en diciembre

de 1949, el compositor la presentó como obra de libre elección. La obra fue estrenada

en Castellón, el 17 de marzo de 1950, en concierto a cargo de la Orquesta Municipal de

Valencia, dirigida por el propio Vicente Asencio. En esta breve crónica, publicada en el

diario Mediterráneo, se cita la incidencia de su estreno entre el público castellonense:

La segunda (parte) comenzó interpretando la Orquesta, bajo la dirección

del propio autor, ‘Pastoral’, de Vicente Asencio, una obra con tonalidades muy

acertadas y variaciones suavísimas y gratas, que gustó mucho al público, gusto

mostrado con los cálidos aplausos que recibió el autor.125

En las siguientes notas al programa, conservadas en manuscrito del autor con una

copia autógrafa de la obra, se explican aspectos de la obra:

En esta obra se evoca la emoción contemplativa del amanecer en un paisaje

bucólico, sin pretender descripciones literarias ni seguir un programa

argumental.

Dos elementos melódicos, de carácter opuesto, constituyen los temas

fundamentales; el primero, expuesto por el metal tras una introducción y el

segundo, que está confiado a distintos instrumentos y que forma la parte central

125 Sin autor, “Gran triunfo de la Orquesta Municipal de Valencia y de Von Benda”, Mediterráneo, Castellón, 18-III-1950.

242

Page 255: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de la obra. Contienen, estos elementos temáticos, giros que recuerdan las

esencias de nuestra música.

Esta ‘Pastoral’ fue compuesta en el año 1948 y está dedicada al compositor

valenciano Vicente Garcés.126

Asimismo, tuvo mayor fortuna que la Suite a la hora de ser programada, puesto que

la mencionada orquesta la interpretó en repetidas ocasiones en Valencia. El eminente

director Ataulfo Argenta la dirigió en concierto con la Orquesta Municipal de Valencia

el 21 de enero de 1951, signo de que su música atraía el interés de renombradas batutas

de nivel nacional. Este concierto dio lugar a críticas interesantes, como la siguiente de

Federico Soro, publicada en el diario Jornada:

La ‘Pastoral’ de Asencio, impresionista por su refinamiento, exactitud,

armonización y lenguaje, son prueba absoluta de la sazón en que se encuentran

nuestras jóvenes generaciones, no siempre atendidas como merecen. Nuestra

música actual, la que aflora el fondo ilusionado de nuestros artistas, es necesaria

en los programas, para que lo sometido por ley de vida a renovación evolucione,

modifique sus expresiones, adopte nuevas formas, proyecte nuevas luces, se

esmalte de nuevos reflejos, sugiera nuevas visiones y vaya decantando la esencia

de nuevas sensaciones, las que fielmente traduzcan la vehemente desazón del

espíritu contemporáneo entre nosotros.127

En la tabla adjunta se aprecian las diferentes versiones que se realizaron de esta

obra durante los años siguientes:

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 10-IV-1949 Valencia Teatro Principal Orquesta

Municipal de

Valencia – Hans

von Benda

Estreno Integrada en

la Suite para

Orquesta

17-III-1950 Castellón Teatro Principal Orquesta

Municipal de

Valencia – Vicente

Asencio

Ayto. Castellón –

Fiestas de la

Magdalena

126 Notas al programa incluidas en una partitura autógrafa, conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Instituto Valenciano de la Música, MS/1927. 127 Federico Soro, “Orquesta Municipal: Dirección, Argenta”, Jornada, 22-I-1951, p. 3.

243

Page 256: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

21-I-1951 Valencia Teatro Principal Orquesta

Municipal de

Valencia – Ataúlfo

Argenta

6-VI-1952 Valencia Teatro Principal Orquesta

Municipal de

Valencia – Vicente

Asencio

Concierto fin de la

pensión de estudios

otorgadada por la

Diputación de

Valencia a Vicente

Asencio

3-V-1953 Valencia Teatro Principal Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Ferriz

22-II-1957 Valencia Orquesta

Municipal de

Valencia

24-II-1957 Valencia Orquesta

Municipal de

Valencia

12-XI-1957 Zaragoza Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Iturbi

Gira de conciertos de

la O. Municipal de

Valencia

13-XI-1957 Pamplona Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Iturbi

Gira de conciertos de

la O. Municipal de

Valencia

5-II-1958 Palma de

Mallorca

Orquesta Sinfónica

de Mallorca

13-III-1958 Castellón Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Iturbi

9-IX-1958 Burriana Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Iturbi

244

Page 257: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En las siguientes líneas, publicadas por Federico Soro en Jornada, se refleja la

excepcional acogida que tuvo la versión realizada por la Orquesta Municipal de

Valencia en febrero de 1957:

La Pastoral de Vicente Asencio que con su orquestación magistral,

inventiva y armonización modernas y felicísimas, patentiza la categoría del

compositor. El éxito legítimo de V. Asencio, inspirado en esencias españolas, tuvo

la amplia repercusión merecida y hubo de comparecer dos veces al escenario

para recibir el homenaje que le tributaron el público, el director y los

profesores.128

El 5 de febrero de 1958, la Orquesta Sinfónica de Mallorca la interpretó en un

concierto celebrado en la capital balear, con la siguiente crónica aparecida en la prensa

mallorquina:

‘Pastoral’ de V. Asencio una bella impresión de un amanecer diáfano. La

sordina en los metales jugando con las flores sobre unos murmullos orquestales

dan una idea clarísima de la descripción, acentuadas por una figurada aparición

de una turba campesina que el metal desarrolla en ‘crescendo’ hasta su brillante

final. Fue aplaudidísimo.129

Sin embargo, no hay constancia de nuevas ejecuciones de esta obra, aunque la

indicación: Enviada a Iturbi el día 13 Junio 60 y la dedicatoria en portada: Con un

bravo y un abrazo de José Iturbi; 1960.130 Hacen suponer que Asencio envió esta

partitura al director valenciano para su ejecución, en torno a esas fechas, en algún lugar

desconocido con exactitud (posiblemente Estados Unidos de América).

Llanto a Manuel de Falla (1953)

Ballet.

Argumento de Vicente Asencio.

2.2.2.2 – 2.2.0.0 – Tim – arp – cu.

En la década de los cincuenta, Asencio se interesó por el género del ballet, sobre el

que, desde años atrás, tenía intención de trabajar. La principal consecuencia tímbrica fue

128 Federico Soro, “Música: Éxito extraordinario del violinista Ferras, con la Orquesta Municipal”. Jornada, 23-II-1957, p 3. 129 P. B., “Sin título”, Diario de Mallorca, 6-II-1958. 130 Citas manuscritas incluidas en partitura autógrafa, conservada en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Instituto Valenciano de la Música, MS/1927.

245

Page 258: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

la reducción de efectivos en el viento-metal, a favor de una mayor concreción sonora

que reflejara la coreografía en la que se inspiraba. En el Llanto a Manuel de Falla

utilizó como parte central la Elegía a Manuel de Falla, compuesta años atrás. El ballet

fue estrenado el 20 de junio de 1953 por la Orquesta de Cámara de Madrid, dirigida por

el propio autor, en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, con el

bailarín Antonio y su compañía en el escenario. La siguiente crónica, publicada en la

prensa granadina, es muy significativa por reflejar su acogida en círculos musicales

mucho más amplios:

En la segunda parte del programa Antonio ofreció el ‘Llanto a Manuel de

Falla’. Una página magistral de música del inspirado compositor Vicente

Asencio (ofrecida con primacía de estreno y que dirigió el autor) que fue acogida

por el público con extraordinario entusiasmo. ‘Llanto a Manuel de Falla’ tiene

una armonía sorprendente que delata la acendrada escuela europea de su autor;

no obstante, el cálido acento español de la melodía tejida por el maestro Asencio

como marco de la elegía por el inolvidable maestro Falla. El público aplaudió

fogosamente al Ballet y al autor de la música.131

La prensa de ámbito nacional también se hizo eco de este estreno, como lo refleja

la siguiente crónica de Enrique Franco publicada en el diario Arriba:

Vicente Asencio es autor del ‘Homenaje a Falla’, compuesto con muy buena

ciencia musical y conocimiento del danzable. La aparición de los temas de Falla

está preparada en un ambiente instrumental propicio de continua recordación.

Así, cuando lo reconocemos lo encontramos perfectamente situado en un mundo

sonoro que le es familiar.132

El crítico Antonio Fernández-Cid publicó en el diario madrileño ABC la siguiente

reseña: Mis predilecciones se orientan hacia el ‘Llanto a Manuel de Falla’ de V.

Asencio en que música, temas y realización están maravillosamente fundidos.133

Tras el estreno, el coreógrafo y bailarín Antonio llevó el ballet de gira por

diferentes ciudades españolas, europeas y americanas, cuya cronología aparece reflejada

en la siguiente tabla:

131 Sin autor, “Sin título”, Patria, Granada, 21-VI-1953. 132 Enrique Franco, “Los Festivales de Granada: De la Misa de Morales a los martinetes de Antonio, pasando por el arpa de Zabaleta”, Arriba, 23-VI-1953, p. 10. 133 Antonio Fernández-Cid, “Sin título”, ABC, Madrid, 9-IX-1953.

246

Page 259: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETE ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 20-VI-1953 Granada Generalife Orquesta de

Cámara de Madrid

– Vicente Asencio

Festival Internacional

de Música y Danza

de Granada -

Coreografía de

Antonio

13-XI-1953 Madrid Teatro Español Orquesta de

Cámara de Madrid

– Vicente Asencio

Coreografía de

Antonio

Entre XII-1953 y

I-1954

París Théâtre Empire Gira de la compañía

de ballet de Antonio

Entre II-1954 y

III-1954

Londres Stille Teather Gira de la compañía

de ballet de Antonio

Verano de 1954 Buenos Aires Teatro de la

Opera

Gira de la compañía

de ballet de Antonio

18-XII-1954 Valencia Teatro Principal Coreografía de

Antonio

Entre 29-I y 1-II-

1959

Málaga

Entre 6 y 8-II-

1959

Zaragoza

Entre 12-II y 4-

III-1959

Barcelona

La versión ofrecida en Valencia el 18 de diciembre de 1954, tuvo un excepcional

éxito reflejado en las siguientes líneas, publicadas por Eduardo López-Chavarri Marco

en el diario Las Provincias:

Dejamos para especial mención la obra del compositor valenciano

Vicente Asencio. Se trata del ‘Llanto a Manuel de Falla’, tan inspirado y bien

realizado, que al ser llevado a la forma de ballet ha logrado una fantasía y una

emoción que nace de la música y que ha tenido una realización plástica

verdaderamente original. Enhorabuena.134

134 Eduardo López-Chavarri Marco, “Un gran espectáculo de arte en el Principal: Antonio y su baile español triunfaron anoche clamorosamente”, Las Provincias, 19-XII-1954, p. 15.

247

Page 260: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Las versiones posteriores datan de 1959, teniendo en cuenta el testimonio del

director de orquesta valenciano José Ferriz,135 tras lo que se desconocen nuevas

ejecuciones de una obra que no debiera caer en el olvido.

La maja fingida (1956)

Ballet.

Argumento de Vicente Asencio.

2.2.2.2 – 2.2.0.0 – Tim – arp – cu.

Introducción – Danza de la Bailaora – El Duque – Lamento del Majo Enamorado –

Los Alguaciles – Danza de la Maja – El Duque – La Disputa – La Persecución – La

Revelación – Danza.

Siguiendo la línea de la obra anterior, compuso en 1956 su siguiente ballet, de

mayores dimensiones pero con un planteamiento tímbrico semejante; del mismo extrajo

la Introducción y la tituló Sonada alegre, obra que conoció más fortuna y éxito que el

propio ballet del que formó parte originalmente.

El argumento del ballet, escrito por el propio Vicente Asencio, es el siguiente:

Tarde de fiesta en una taberna a principios del Siglo XIX. Los concurrentes

beben y bailan animadamente. La “Bailaora”, el mayor atractivo del

establecimiento, danza y coquetea con los parroquianos, dando achares al “majo

enamorado” de ella. Se presenta en la taberna un caballero embozado. Es un

duque cliente del local, que atraído por la belleza de la “bailaora” acude a

cortejarla, danzando ambos y saliendo por último de la taberna para asistir a una

fiesta. Los clientes van abandonando el establecimiento hasta quedar sólo el majo

enamorado de la “bailaora” que se lamenta de su desdicha. Acude una pareja de

alguaciles que piruetean sin atender a los lamentos del enamorado. El público

regresa de la fiesta y vuelve a entrar en la taberna, y entre todos el duque con la

“bailaora”. De pronto, ante la sorpresa general, aparece una maja de espléndida

figura que lleva el rostro cubierto por un antifaz. La recién llegada danza en el

centro de la pieza y promete brindar un beso al majo que mejor baile con ella.

Los majos, entusiasmados, van danzando consecutivamente con la desconocida

con la esperanza de alcanzar el premio ofrecido. Hasta el enamorado de la

“bailaora” acude a bailar pensando de esta forma vengarse del desvío de

135 Citado en: José Ferriz, Sesenta años de vida musical.Memorias, Valencia: Generalitat Valenciana-Institut Valencià de la Música, 2004, apéndice gráfico.

248

Page 261: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

aquella, encelándola al mismo tiempo. Pero el duque, atraído por la belleza de la

maja del antifaz, acude a bailar interponiéndose entre ambos. Los dos hombres

discuten, y el duque, irritado, hace imponer su autoridad, ordenando a los

alguaciles que prendan a su rival. Este trata de huir escondiéndose entre el

público, con el correspondiente alboroto general, pero al final es apresado, y

cuando van a sacarlo de la taberna sucede algo imprevisto. La maja misteriosa se

quita el antifaz y descubre ser la duquesa, que enterada de los amoríos de su

esposo ha querido burlarlo y al mismo tiempo demostrarle que sus atractivos son

mayores que los de su rival. Entonces pide a su esposo que liberte al majo, y este

accede avergonzado, danzando todos los concurrentes alegremente celebrando el

feliz resultado del episodio.136

Sólo se dispone el dato de su estreno en Valencia, el 29 de marzo de 1957, en una

función benéfica a cargo de la Orquesta Municipal dirigida por el autor. La siguiente

crónica, realizada por Gomá y publicada en Levante, refleja su gran éxito entre el

público y la crítica:

El de Vicente Asencio ‘La maja fingida’, que creemos que se oía en

Valencia por vez primera. Es música de bonita inventiva en su carácter entre

bético y madrileño, goyesco por sintetizar, de excelente composición y escritura

orquestal, de claro, clásico, sentido tonal y, en suma, distinguido, castizo y

feliz.137

En otros artículos de prensa, como el siguiente publicado en Las Provincias, se

glosaban sus éxitos en el género del ballet y vaticinaban nuevos con el recién estrenado:

Su ballet anterior ‘Llanto a Manuel de Falla’, es ya muy conocido en

España y en el extranjero. Estrenado por Antonio a todo honor en el Festival de

Granada, ha sido puesto ya en importantes escenarios de Europa y América.

Recordamos el éxito alcanzado, por ejemplo, en el ““Teatre Empire” de París, en

el “Stillo Teather” de Londres y en el “Teatro de la Opera” de Buenos Aires. El

estreno en nuestro Principal de ‘La maja fingida’ constituyó un acontecimiento

musical y coreográfico alentador […] No es sorprendente el éxito que alcanzó

136 Argumento del ballet conservado en las anotaciones de una reducción para piano. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, del Institut Valencià de la Música, MS/2103. 137 Gomà, “Función de ballet a beneficio de la campaña anticancerosa”, Levante, 30-III-1957, p. 2.

249

Page 262: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

esa noche y el que le espera en otros escenarios del mundo, pues ya ha sido

pedido para darlo próximamente en Buenos Aires.138

En estas líneas se cita el interés por su representación, procedente de Buenos Aires,

quizás bajo el estímulo del éxito obtenido por el Llanto a Manuel de Falla. Sin

embargo, no se tiene constancia documental de que esta ejecución se llevara a cabo. La

existencia de un ejemplar con una traducción a lengua francesa del argumento del ballet,

hace suponer la posibilidad de que se planteara su interpretación en Francia, aunque no

se disponen de más datos al respecto.139 La casi inexistente representación de ballets en

Valencia ha llevado al ostracismo a esta pieza, cuya recuperación sería muy interesante

en el futuro.

Sonada alegre (1954-1956)

2.2.2.2 – 2.2.0.0 – Tim – arp – cu.

Esta página orquestal fue compuesta en los primeros momentos en que Asencio se

dedicó a crear el ballet La maja fingida, lo que explica su ambigüedad cronológica, si

tenemos en cuenta que el ballet fue terminado en 1956, mientras que esta pieza data de

dos años antes. Además, la obra fue estrenada mucho antes que el ballet, puesto que el

29 de enero de 1954 fue programada por la Orquesta Clásica de Valencia, dirigida por

Ramón Corell. En la crítica publicada por Eduardo Lopez-Chavarri Marco en Las

Provincias, se aprecia la valoración que tuvo la obra en el ambiente musical valenciano:

‘Sonada alegre’ de Vicente Asencio es otro hallazgo. Obra construida seriamente, sin

miedo a las audacias, que por nacer de un temperamento que sabe lo que siente,

aparece bien inteligible, muestra en su autor su fina fantasía y su modernidad.140 Poco

tiempo después, el 11 de marzo de 1954 fue ejecutada por la Orquesta Sinfónica de

Valencia, dirigida por José María Machancoses de la que el crítico Gomá publicó en

Levante la siguiente crónica que reflejaba su impresión ante la obra:

El maestro Machancoses dirigió, seguro e inteligente, un excelente

programa del mejor estilo sinfónico, en el que para que coincidieran las más

interesantes circunstancias incluso ofrecía la audición de una obra de autor 138 Sin autor, “Los ballets de Vicente Asencio en los grandes escenarios del mundo”, Las Provincias, 7-IV-1957, p. 5. 139 Argumento del ballet conservado en las anotaciones de una reducción para piano. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, del Institut Valencià de la Música, MS/2105.

250

Page 263: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valenciano tan feliz y bella como la ‘Sonada alegre’, de Vicente Asencio, música

que ayer nos gustó tanto como cuando la oímos no hace mucho por vez primera, y

entonces nos produjo la mayor complacencia.141

En la siguiente tabla se resumen las interpretaciones datadas de la obra hasta la

actualidad:

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 29-I-1954 Valencia Teatro de la

Confederación

Nacional de

Sindicatos

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Estreno de la obra

11-III-1954 Valencia Conservatorio de

Música

Orquesta Sinfónica

de Valencia – José

María

Machancoses

Orquesta Sinfónica

9-III-1955 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Ateneo Mercantil

28-X-1955 Valencia Teatro Serrano Orquesta Sinfónica

de Valencia –

Ismael Granero

Concierto inaugural

del curso 1955/56

23-IV-1961 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Ateneo Mercantil –

Diputación

Provincial de

Valencia

8-III-1962 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Ateneo Mercantil

27-XI-1979 Valencia Orquesta del

Conservatorio de

Valencia – José

Ferriz

Concierto de clausura

del Ciclo Música

Valencia –

Centenario de la

fundación del

Conservatorio

140 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: Orquesta Clásica de Valencia. Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, 30-I-1954, p. 14. 141 Gomá, “Cine-Teatro-Música: Orquesta Sinfónica y Carmen Benimeli, pianista”, Levante, 12-III-1954, p. 2.

251

Page 264: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

1-XII-1979 Villar del

Arzobispo

Orquesta del

Conservatorio de

Valencia – José

Ferriz

15-XII-1979 Sagunt Orquesta del

Conservatorio de

Valencia – José

Ferriz

19-XII-1979 Alginet Orquesta del

Conservatorio de

Valencia – José

Ferriz

La lectura de la tabla nos muestra que la obra, después de 1962, no volvió a ser

interpretada hasta finales de 1979, poco tiempo después del fallecimiento de Vicente

Asencio. En aquella ocasión, la Orquesta del Conservatorio de Valencia, dirigida por

José Ferriz, la incluyó en el concierto de clausura del ciclo de música valenciana

organizado por el Conservatorio de Valencia y la Fundación Juan March, con motivo de

la celebración del centenario de la fundación del centro, celebrado en Valencia el 27 de

noviembre. En los días siguientes a este concierto, la citada orquesta la incluyó en la

programación de una gira de conciertos que realizó por diversas localidades de la

geografía valenciana. No se disponen referencias a interpretaciones posteriores.

Alborada burlesca (1956, revisada en 1960)

Suite de concierto.

3.3.3.2 – 4.3.3.1 – Tim – perc – cel – arp – cu.

Primera versión (1956)

I. Tango. II. Interludio. III. Danza del amor. IV. Escena. Danza final.

Segunda versión (1960)

I. Introducción. II. Coloquio del marido y la mujer. III. Nocturno. IV. Tango. V.

Los enamorados. VI. Zapateado. VII. Danza final.

Por aquel entonces, Vicente Asencio concibió un ballet basado en textos de García

Lorca, al que tituló primero La casada infiel y, en algún momento, La gitana infiel. El

argumento del romance del poeta granadino tenía la siguiente adaptación a la

coreografía, realizada por el propio Vicente Asencio, en un acto divido en tres cuadros:

252

Page 265: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Cuadro Primero: La Noche de Santiago. Es la noche de Santiago. Todo el

mundo está de Fiesta. Al levantarse el telón un grupo está bailando. Las vecinas

comentan que la Casada no ha acudido a la fiesta. Deciden llamarla. Corren

hasta la puerta de la Casada. Llaman a la puerta. Vuelven a llamar. Por la

ventana asoma la Casada. La Casada se da cuenta de la presencia del Gitano.

Siguen bailando. La Casada abre la puerta de su casa. Ella sale a escena. La

Casada mira al Gitano de nuevo. Todos piden al Gitano que baile. El Gitano

baila. Continúa la fiesta…Poco a poco salen todos de escena menos dos

muchachos que quedan con el Gitano. La Casada entrará en su casa. Los

muchachos y el Gitano conversan, fuman y beben. La Casada se asoma

discretamente por la ventana curioseando la escena. Los muchachos salen de

escena charlando. La Casada y el Gitano se miran de nuevo y ella se retira de la

ventana. El Gitano está solo y…La Casada aparece junto a la puerta de su casa.

Sale lentamente a escena y baila para seducirle. El permanece indiferente. El

Gitano comienza poco a poco a unirse a la danza de ella. Se van por la calle del

fondo acariciándose. Se apaga el farol…y cae el telón. Interludio: Durante el

interludio a telón corrido, se oye a lo lejos una campana que da las once de la

noche. Cuadro Segundo: El Río. Al levantarse el telón la escena está sola. Ellos

aparecen enlazados y lentamente van llegando al centro de la escena. El se quita

la corbata. Ella se quita el vestido. El se quita el cinturón con revolver. Y ella sus

cuatro corpiños. Bailan juntos y al final de la danza desaparecen entre los juncos.

Queda la escena sola. Vuelven a aparecer en la escena, ella con el pelo suelto.

Ella recoge los corpiños. El, el cinturón con revólver. Ella recoge el vestido. El se

pone la corbata. Quedan mirándose. Ella corre hacia él y queda en sus brazos.

Lentamente salen de la escena. Telón. Cuadro Tercero: El Regalo. Es de día. Los

vecinos están bailando. Acabada la danza quedan charlando. Aparece la Casada.

Y va buscando al Gitano entre todos. Vuelve a entrar en la casa y los vecinos

hacen comentarios sobre ella. Vuelve a salir la Casada. Mira de nuevo si ha

llegado el Gitano. Poco a poco van saliendo todos de escena. Se retira la Casada

y queda la escena sola. Aparece el Gitano con un costurero. El la llama batiendo

palmas a cada signo. Vuelve a llamarla. Aparece ella que viene bailando. Danza.

La música hace pausa durante la que él le entrega el costurero. Ella lo coge y

entra corriendo en la casa. Y él inicia poco a poco su salida. Sale ella corriendo y

trata de retenerlo. Pero al fin. El se marcha saliendo despacio sin hacer caso de

253

Page 266: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ella que intenta retenerle. El ha desaparecido y ella queda en el interior de la

casa. Se asoma a la ventana mirando con nostalgia por donde él se ha ido, y deja

caer lentamente la cortina de la ventana. Telón.142

Sin embargo, la familia del poeta granadino se opuso al proyecto y, entonces,

Asencio decidió tomar los materiales instrumentales ya compuestos y convertirlos en

una suite de concierto titulada Alborada burlesca.

Inicialmente compuso una primera versión, estrenada en 1956, pero luego rehizo

algunos números e incluyó otros no empleados inicialmente, dando lugar a una segunda

versión datada en 1960. Sin embargo, dos movimientos de la primera versión, el

Interludio y la Danza final, fueron previamente estrenados por la Orquesta Municipal de

Valencia, el 6 de junio de 1952, dirigida por Asencio en el concierto en el que rindió

cuentas de su pensión de estudios en París. Eduardo López-Chavarri Marco acogió

positivamente esta obra en su crónica publicada en el diario Las Provincias, aunque

deplorando la imposibilidad de ver la versión escénica de la obra:

Acto seguido, Asencio se presentó a sí mismo en tres fragmentos de su

‘ballet’ ‘La gitana infiel’ (Interludio, Escena, Danza), en los cuales se

desenvuelve toda la manera vanguardista de su autor, con ideas breves, incisivas,

y armonías audaces, de buen efecto, presentadas con orquestación bien personal

en donde la fusión impresionista de los timbres logra efectos de muy marcado

relieve. He ahí una obra, como tantas obras de música valenciana, que por la

desidia del ambiente no han visto todavía la luz. ¡Tremendo individualismo

ambiente! El público premió con nutridos aplausos esta interesante obra. […]

surgía un humorismo con muecas a lo Estruc, con aquellos dejes goyescos […] Y

el efecto era inmediato. Con él venía la reacción del auditorio renovando

aplausos.143

En la crónica de Federico Soro para el diario Jornada se incide en la calidad de la

obra, así como la acogida del público:

Los fragmentos de ‘La gitana infiel’, ofrecidos en primera audición,

patentizan sobradamente la categoría evidente del compositor. Inventiva y

armonización son felicísimas. Además, aquí, se acertó también en el ‘carácter’ de

la música. Instrumentalmente, esta ‘Gitana…’ si está destinada a producir el

142 Argumento del ballet La Casada Infiel, conservado en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, MS/2108, Institut Valencià de la Música. 143 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: La Orquesta Municipal dirigida por Vicente Asencio”, Las Provincias, 6-VI-1952, p. 4.

254

Page 267: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

arrebato en los escenarios, sin duda ha de ser ovacionada –como lo fue hoy- por

el público de los conciertos, pues su orquestación magistral es asimismo

deliciosa.144

Ahora bien, el estreno de la obra completa tuvo lugar en el Teatro Serrano de

Valencia el 22 de enero de 1957, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Valencia, bajo la

dirección de Gerardo Pérez Busquier. Este joven director rendía cuentas de una pensión

de estudios en dirección, semejante a la disfrutada años atrás por Vicente Asencio,

patrocinada por la Diputación Provincial. En la siguiente crónica de Gomá se citan las

difíciles condiciones técnicas del estreno, así como una valoración estilística de la obra:

Precisamente este concierto, que se ha celebrado con la sala del teatro

Serrano absolutamente a oscuras y el escenario iluminado solamente por la luz

cenital de una claraboya, era el concierto de término de pensión. Dirigió Pérez

Busquier […] el ‘ballet’ de Vicente Asencio ‘La casada infiel’, de constante giro

andalucista, como el argumento de la coreografía demandada, y compuesto y

orquestado con el buen oficio y el talento que califican siempre la música de su

autor.145

En la nueva versión de la obra, Asencio aprovechó parte del material de la primera

elaboración de la pieza, pero le aplicó una nueva trama que, de esta manera, eludía la

que se correspondía a la existente en el relato de García Lorca. En el siguiente

manuscrito, perteneciente a unas notas al programa de una versión de la obra, explica

tanto la sinopsis como los avatares que le dieron a la obra su forma definitiva:

El argumento de este ballet está inspirado en un antiguo cuento español. La

acción se sitúa en un pueblo del sur de España y los principales personajes son el

marido, la mujer y el amante. El marido, burlado, pretende castigar públicamente

a su mujer, pero la astucia femenina triunfa en el juego, y es él el que queda

ridiculizado ante todos sus vecinos. La suite que hoy se interpreta es un extracto

del ballet, formado por diversas escenas y danzas yuxtapuestas en versión de

concierto. Correspondiendo al ambiente exigido por la anécdota, la música se

desenvuelve dentro del estilo de lo popular, sin que por ello se haya utilizado

ningún tema folklórico.146

144 Federico Soro, “Dos éxitos de Vicente Asencio, que debieron tener mayor resonancia”, Jornada, 7-VI-1952, p. 3. 145 Gomá, “Cine-Teatro-Música”, Levante, 23-I-1957, p. 2. 146 Argumento del ballet conservado en las anotaciones de una reducción para piano. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, del Institut Valencià de la Música, MS/2099.

255

Page 268: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La versión revisada fue estrenada el 4 de abril de 1960, en concierto a cargo de la

Orquesta Municipal de Valencia, dirigida por el maestro Freitas Branco. La acogida del

público y la crítica fue entusiasta, como lo reflejan las diferentes crónicas del estreno,

como la publicada en el diario Levante, donde se realza su trascendencia en el contexto

musical valenciano de entonces:

En el concierto de la Orquesta Municipal celebrado el lunes, se estrenó el

ballet ‘Alborada burlesca’, de Vicente Asencio. A nuestro juicio, se trata de una

de las composiciones españolas más valiosas entre las que nuestra Orquesta ha

dado a conocer por primera vez desde hace varios años, y no dudamos en afirmar

que la historia de la música valenciana tuvo un día de gloria en esta ocasión […]

Solista y director fueron ovacionados largamente por el público, que dedicó

también las más expresivas manifestaciones de entusiasmo al maestro Asencio,

que ocupaba un palco en la sala.147

Eduardo López-Chavarri Marco elogiaba en las siguientes líneas, aparecidas en el

diario Las Provincias, la capacidad de Asencio para recrear la acción escénica a través

de la música:

Cierto que la música de un ‘ballet’ no resulta completa si al propio tiempo

no se da el movimiento y acción de las figuras. Pero Asencio sabe crear melodías

y ritmos que se mantienen musicalmente por sí solos. Además, como buen

levantino, maneja muy bien el color orquestal y, en este sentido, su partitura es

también obra maestra.148

Federico Soro valoraba, en su cita aparecida en Jornada, tanto la calidad de la obra

como su interpretación por la Orquesta Municipal y Freitas Branco:

Digno de escucharse y propagarse resulta el ballet de V. Asencio,

logradísimo de ambiente, plenas de carácter las danzas que hilvanan los

episodios de su guión argumental, un ballet español de los buenos que se han

escrito –y entre ellos, de los mejores-, perfecto en la plasticidad de sus temas y su

tratamiento instrumental, en cuanto a la estilización formal, riqueza rítmica y

robustez armónica […] En cuanto a las versiones, la más lograda fue la del ballet

de V. Asencio.149

147 F. L. T. [Francisco León Tello], “Cine-Teatro-Música: Orquesta Municipal”, Levante, 6-IV-1960, p. 2. 148 Eduardo López-Chavarri Marco, “Orquesta Municipal”, Las Provincias, 5-IV-1960, p. 17. 149 Federico Soro, “Música: La Orquesta Municipal, con Freitas Branco y la pianista Marie Antoinette Lèvêque”, Jornada, 8-IV-1960, p. 4.

256

Page 269: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el cuadro presentado a continuación se resumen las diferentes interpretaciones,

realizadas hasta la actualidad, de las dos versiones de esta obra:

FECHAS LUGAR

LOCAL

VERSIÓN INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 6-VI-1952 Valencia –

Teatro Principal

Interludio y

Danza Final de la

primera versión

Orquesta

Municipal de

Valencia –Vicente

Asencio

Concierto fin de la

pensión de estudios

otorgadada por la

Diputación de

Valencia a Vicente

Asencio

22-I-1957 Valencia –

Teatro Serrano

Primera versión:

Tango.

Interludio. Danza

del amor. Escena.

Danza final.

Orquesta Sinfónica

de Valencia –

Gerardo Pérez

Busquier

Concierto fin de la

pensión de estudios

otorgadada por la

Diputación de

Valencia a Gerardo

Pérez Busquier

4-IV-1960 Valencia Segunda versión:

Introducción.

Coloquio del

marido y la

mujer. Nocturno.

Tango. Los

enamorados.

Zapateado.

Danza final.

Orquesta

Municipal de

Valencia – Freitas

Branco

30-IX-1965 El Cairo Segunda versión Orquesta Sinfónica

de El Cairo – José

Ferriz

31-III-1977 Valencia Segunda versión Orquesta

Municipal de

Valencia

VII Ciclo de

intérpretes españoles

en España

2-IV-1977 Segunda versión

7-IV-1977 Segunda versión

Quatre danses i una albada (1970)

3.3.3.3 – 4.3.3.1 – Tim – perc – arp – cel – cu.

I. Allegretto, dansa. II. Allegro, dansa. III. Andante, albada. IV. Molto tranquillo,

dansa. V. Allegro non molto, dansa.

257

Page 270: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

A principios de la década de los setenta compuso su última obra orquestal, en la que

utilizó materiales procedentes de sus Dances valencianes para piano, datadas hacia

1960. La tituló Quatre danses i una albada y, con el tiempo, se convirtió en su obra más

interpretada. La versión para banda, realizada por José Ferriz a finales de los años

setenta (a excepción de la primera dansa, obra de Pablo Sánchez Torrella), le permitió

ganar popularidad, gracias a la labor difusora de estas agrupaciones en la geografía

valenciana.150 En las siguientes notas al programa de una ejecución de la obra, se

dispone de una explicación de la misma:

Las “Cuatro danzas y una albada” datan de 1970. A pesar del título no

estamos ante una manipulación de material folklórico directo, sino de captación

del espíritu y el carácter, del aprovechamiento de lo “esencial”, esencialidad que

se apoya en ciertas constantes propias de la música popular y el sentimiento

musical valenciano y se manifiesta a través de un juego tonal-modal, típico de

todos los nacionalismos por esenciales y trascendidos que estén. Sólo el tema de

la “Albada” es auténticamente popular y la cuarta Danza tiene como tema

central un antiguo motivo litúrgico. La forma es libre apoyada en esquemas y

ritmos de danzas.151

El 16 de marzo de 1972, la Orquesta Sinfónica Alcoyana dirigida por Gregorio

Casasempere, dio una versión de la misma que no consta como estreno, lo que hace

suponer que se tratara de un estudio previo a la versión definitiva. El estreno oficial está

datado el 22 de abril de 1974, en Valencia, a cargo de la Orquesta Sinfónica de RTVE,

dirigida por el valenciano Enrique García Asensio. Las críticas sobre el concierto y la

obra fueron muy elogiosas, como lo refleja esta cita de Salvador Seguí publicada en el

diario Levante:

La segunda parte del programa se inició con la obra del compositor

valenciano Vicente Asencio ´Quatre danses i una albada´, cuya composición data

de 1970 y en la que el autor ha elaborado cuatro bellas páginas musicales

ricamente orquestadas, tomando como referencia temática la música popular

valenciana. La sabia entrega y buen hacer de García Asensio y los profesores de

la orquesta propiciaron un éxito merecido de la obra de Vicente Asencio, quien

150 Cabe señalar que esta obra fue editada, en 1996, bajo los auspicios de la Diputación de Valencia. 151 Notas al programa de los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, celebrados en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao, los días 1 y 2 de octubre de 1987.

258

Page 271: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

tuvo que salir al escenario en dos ocasiones, correspondiendo a los aplausos del

público.152

O como podemos apreciar en esta otra, realizada por Eduardo López-Chavarri

Andújar que apareció en Las Provincias:

[…] todo redondeó un concierto de calidad y que resolvió favorablemente

un programa atrayente y variado en el que lució el color, airosa prestancia,

atmósfera entrañable y seductora orquestación de las ‘Quatre danses i una

albada’, de Vicente Asencio, quien recogió personalmente en el escenario los

grandes aplausos del público del Principal.153

La versión bandística fue estrenada como Tres dances i una albada por la Banda

Municipal de Valencia el 21 de julio de 1977, con José Ferriz al frente. En algunas

publicaciones figura como estreno la versión que se dio en Valencia, a cargo de la citada

Banda Municipal, dirigida de nuevo por José Ferriz, el 1 de febrero de 1980.154 A

menos que se tratara de la versión completa con la dansa restante, arreglada por

Sánchez Torrella, no incluida en el primer estreno.

En la siguiente tabla se resumen las diferentes interpretaciones llevadas a cabo de

esta obra, tanto en formato orquestal como bandístico:

FECHA LUGAR

LOCAL

VERSIÓN INTÉRPRETE ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 16-III-1972 Alcoy No contrastada Orquesta Sinfónica

Alcoyana –

Gregorio

Casasempere

No consta como

estreno en catálogos,

lo que hace suponer

que sea un estudio

previo.

22-IV-1974 Valencia – Teatro

Principal

Orquesta Orquesta Sinfónica

de RTVE –

Enrique García

Asensio

Estreno

17-VI-1976 Valencia – Teatro

Principal

Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – J. M.

Cervera Collado

152 Salvador Seguí, “Gran éxito de Enrique García Asensio con la Orquesta Sinfónica de la RTVE”, Levante, 24-IV-1974, p. 26. 153 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Brillante concierto de Enrique García Asensio y la Orquesta Sinfónica de la RTVE, en el Principal”, Las Provincias, 24-IV-1974, p. 41. 154 Salvador Seguí, op. cit., p. 46.

259

Page 272: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

19-VI-1976 Valencia – Teatro

Principal

Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – J. M.

Cervera Collado

5-VII-1976 Valencia Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – J. M.

Cervera Collado

8-VII-1976 Valencia Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – J. M.

Cervera Collado

21-VII-1977 Valencia Banda: Tres

dances i una

albada

Banda Municipal

de Valencia – José

Ferriz

Clausura del

Certamen de Bandas

de la Feria de Julio -

Transcripción para

banda de José Ferriz

9-IX-1977 Manises Banda: Tres

dances i una

albada

Banda Municipal

de Valencia – José

Ferriz

Transcripción para

banda de José Ferriz

9-XII-1977 Valencia Banda: Tres

dances i una

albada

Banda Municipal

de Valencia – José

Ferriz

Transcripción para

banda de José Ferriz

7-IV-1978 Valencia Banda: Tres

dances i una

albada

Banda Municipal

de Valencia – José

Ferriz

Transcripción para

banda de José Ferriz

8-II-1979 Valencia – Teatro

Principal

Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – Enrique

García Asensio

Ultima aparición

pública de Vicente

Asencio

10-II-1979 Valencia – Teatro

Principal

Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia – Enrique

García Asensio

1-II-1980 Valencia Banda: Quatre

dances i una

albada

Banda Municipal

de Valencia – José

Ferriz

Versión que incluye

la dansa 1 transcrita

por Pablo Sánchez

Torrella

19-XII-1981 Valencia Banda: Quatre

dances i una

Banda Municipal

de Valencia – José

Versión que incluye

la dansa 1 transcrita

260

Page 273: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

albada Ferriz por Pablo Sánchez

Torrella

7-XII-1983 Valencia Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia

10-XII-1983 Valencia Orquesta Orquesta

Municipal de

Valencia

12-XII-1985 Ciudad del Cabo

(República

Sudafricana)

Orquesta Orquesta de

Ciudad del Cabo –

Enrique García

Asensio

1-X-1987 Bilbao Orquesta Orquesta Sinfónica

de Bilbao –

Enrique García

Asensio

2-X-1987 Bilbao Orquesta Orquesta Sinfónica

de Bilbao –

Enrique García

Asensio

8-X-1996 Valencia – Palau

de la Música

Orquesta Orquesta de

Valencia – Manuel

Galduf

Concierto dedicado al

día de la Comunidad

Valenciana

28-VI-1997 Llíria Banda Banda Primitiva de

Llíria

29-XII-1997 Valencia Orquesta Joven Orquesta

Valenciana

(JORVAL)

15-VI-2000 Valencia Orquesta Orquesta del

Conservatorio

Profesional de

Valencia – Ramón

Ramírez

Concierto de clausura

del curso académico

1999/2000

8-X-2004 Valencia – Palau

de la Música

Orquesta Orquesta de

Valencia

Concierto dedicado al

día de la Comunidad

Valenciana

Con estos datos, se puede sacar la conclusión de que esta obra es la más

interpretada de entre las que compuso para orquesta Vicente Asencio. Sin embargo,

261

Page 274: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

sería de desear que otras piezas orquestales corrieran la misma suerte y fueran

recuperadas para el concierto público y la discografía.

IV. 2. 1. 2. Obras para voz y orquesta

Un punto aparte merecen sus siete canciones para voz (soprano en todos los casos)

y piano al contar, cada una, con su respectiva versión orquestal. Estas obras se reparten

con regularidad a lo largo del devenir creativo de Vicente Asencio y tienen como

característica más notable la brevedad, puesto que la más extensa dura apenas dos

minutos. Todas tienen una orquestación muy ligera en la que, a las cuerdas y el arpa, se

une un sutil empleo de los instrumentos de viento-madera, siempre presentes las flautas,

oboes y clarinetes a dos, mientras que en algunas aparecen dos fagotes y dos trompas

(en Albada aparece sólo una), bien por separado o juntos. Sin embargo, destaca la total

ausencia de otros instrumentos de viento-metal, lo que da a estas canciones un tono casi

camerístico.

Epifanía (1934)

Texto de Bernat Artola.

Soprano – 2.2.2.0 – 0.0.0.0 – arp – cu.

Esta primera canción es un villancico, también conocido como Camino de Belén,

que no fue estrenado en esta versión hasta el 24 de marzo de 1944, en el concierto

realizado en el Teatro Serrano de Valencia a cargo de la Orquesta Sinfónica, dirigida

por José Manuel Izquierdo, con Carmen Andújar en la parte vocal. En el concierto de

estreno se interpretó junto con otras obras de compositores valencianos, aspecto

reconocido por el público y la crítica. La valoración publicada por Federico Soro en

Jornada refleja una contextualización estilística muy interesante:

[…] se advierte en general, en la obra de estos compositores, junto a su

postura regional –de la que escapaban ayer Asencio y Palau-, la existencia de

dos características fundidas en una sola significación: valencianía

universalizada. Se adivina en ellos un intenso proceso de dramática gestación

para juntar esos dos anhelos. Había en formas libres, un lenguaje moderno,

según el dictado de su propia inspiración […] sólo me resta suscitar para estos

262

Page 275: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

cinco compositores valencianos y las acabadas versiones de Carmen Andújar,

que le valieron los honores de la repetición, el más decidido elogio.155

La citada Orquesta y director la volvieron a ejecutar en concierto celebrado en el

Teatro Serrano de Valencia, el 23 de junio de 1949, con la soprano Angelines Herrera.

No volvió a interpretarse hasta el 23 de diciembre de 1958, en concierto de la Orquesta

Clásica de Valencia, bajo la dirección del maestro Corell y con Emilia Muñoz de voz

solista, sin que se tenga constancia de ejecuciones posteriores.

Cançó (1948)

Texto de Bernat Artola.

Soprano – 2.2.2.0 – 2.0.0.0 – arp – cu.

Esta canción fue premiada, en la versión original para voz y piano, en un concurso

de 1952 convocado por Educación y Descanso en Valencia. Su estreno tuvo lugar el día

23 de diciembre de 1958, en el mismo concierto en que fue ejecutada la Epifanía antes

reseñada, a cargo de la Orquesta Clásica de Valencia, dirigida por Ramón Corell y con

la voz de Emilia Muñoz. El crítico Gomá citó en el diario Levante una valoración

estilística de las obras:

La ‘Cançó’, de Vicente Asencio ya conocida, posee un lirismo muy nuestro

y la ‘Epifanía’ no se muestra menor en buen logro que la anterior pieza […] La

música de todos estos jóvenes maestros se produce en las piezas citadas con una

modernidad decidida, pero sin excesos. La parte vocal se sitúa, generalmente, en

un término medio entre el clásico ‘cantábile’ y la declamación lírica, pero esta

línea melódica siempre es relevante, y la orquesta aparece con muy bonitos

detalles coloristas.156

No está datada, desde entonces, ninguna interpretación de esta obra.

El caballero (1949)

Texto de Juan Ramón Jiménez.

Soprano – 2.2.2.2 – 0.0.0.0 – arp – cu.

O neno preguntaba (1958)

Texto de Celso Emilio Ferreiro.

155 Federico Soro, “Música: Carmen Andújar en la Sinfónica”, Jornada, 25-III-1944, p. 5. 156 Gomá, “Orquesta Clásica”, Levante, 26-XII-1958, p. 2.

263

Page 276: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Soprano – 2.2.2.2 – 2.0.0.0 – arp – cu.

Esta canción, en su versión original para voz y piano, fue dedicada a Antonio

Fernández-Cid y editada en la antología Treinta y cuatro canciones gallegas; por otra

parte, la versión original fue estrenada el 26 de septiembre de 1958, en el concierto de

inauguración del Conservatorio de Orense.

Desespero (1967)

Texto de Ernesto Guerra da Cal.

Soprano – 2.2.2.2 – 2.0.0.0 – arp – cu.

Albada (1968)

Texto popular valenciano.

Soprano – 2.2.2.2 – 1.0.0.0 – arp – cu.

La versión original para canto y piano fue publicada, en edición especial, con

motivo del centenario del Conservatorio de Música de Valencia en 1979.

No consta ninguna interpretación pública de la versión orquestal de estas cuatro

canciones, aunque si están datadas diversas ejecuciones de los originales para voz y

piano.

Roda la mola (1968)

Texto de Xavier Casp.

Soprano – 2.2.2.2 – 2.0.0.0 – arp – cu.

Dedicada a Matilde Salvador, fue estrenada en Alcoy, en interpretación de Emilia

Muñoz con la Orquesta Sinfónica Alcoyana, dirigida por Gregorio Casasempere, el 17

de marzo de 1970.157

Después de esta catalogación, queda constancia de la necesidad de recuperar estas

canciones para la interpretación pública, tanto en su versión original para voz y piano,

como la orquestal.

157 Salvador Seguí, op. cit., p. 26.

264

Page 277: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

IV. 2. 2 Lenguaje armónico y formal

Un musicólogo dispone de diversos métodos analíticos para aproximarse al estilo

y el lenguaje de un compositor, desde el análisis concienzudo de todas y cada una de sus

obras hasta la elección de alguna que considere representativa de su quehacer creativo.

Si se optara por el primer procedimiento, la extensión de este capítulo desbordaría los

límites razonables de este trabajo, pero el segundo método dejaría una nada edificante

sensación de pobreza. Ante esta disyuntiva, se ha optado por escoger dos obras

representativas de dos direcciones estéticas no necesariamente paralelas, además de un

pequeño fragmento de una tercera obra con el que se completará este estudio. La

primera obra será su Elegía a Manuel de Falla, donde refleja su profunda veneración

por el maestro gaditano a quien está dedicada. La segunda será la primera de las danzas

de Quatre danses i una albada, por su planteamiento nacionalista valenciano, más

avanzado y característico de sus obras de madurez. Finalmente, se ha escogido un

fragmento de la última de las danzas de la misma obra (Quatre danses i una albada),

por su inspiración directa en una tonada popular valenciana titulada Lo cant del valencià

del maestro Pedro Sosa, reelaborada con el personal lenguaje de Asencio. Es de señalar

que estas obras serán desglosadas también en el siguiente epígrafe dedicado al estudio

de la orquestación.

El método de presentación consistirá en incluir breves fragmentos comentados de

estas obras, en los que se reflejarán cada una de las características del lenguaje del

compositor, tanto en los ámbitos formal, armónico como tímbrico. Para simplificar la

presentación de los elementos formales y armónicos, se ha optado por mostrar

reducciones pianísticas de las obras citadas, mientras que en los comentarios sobre

orquestación serán fragmentos de partitura completa.

IV. 2. 2. 1 Estructuras formales

En un principio se va a tratar su lenguaje formal, tomando como punto de referencia

estas palabras de Eduardo Montesinos, publicadas en su estudio de la obra para piano de

Vicente Asencio:

El modelo formal adoptado por Asencio es el del lied con distintas

estructuras, teniendo en cuenta el esfuerzo por prolongar y renovar esta forma

265

Page 278: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

que hizo la escuela francesa desde la segunda mitad del siglo XIX. Lo que hizo

incorporando, principalmente en el curso de la parte media del lied, algunos

procedimientos de desarrollo reservados al movimiento inicial de la sonata, junto

a algunas combinaciones que eran patrimonio de la variación, que jugó un papel

muy importante en la evolución del movimiento musical europeo y cuya influencia

se dejó sentir también en nuestra escuela nacionalista española.158

La forma lied, cuyo esquema es ABA´, está omnipresente en la producción de

Asencio, no sólo en la pianística. Sin embargo, su uso requiere ciertos matices, como se

tratará a continuación.

En la primera danza de las Quatre danses i una albada, se emplea muy claramente

implicando hasta el esquema armónico general de la pieza, puesto que la parte A está en

la menor y la parte B en la mayor. Por otra parte, las tres partes tienen unas dimensiones

muy semejantes: 34 compases la parte A, 30 la parte B y 38 la reexposición de la parte

A (A´). La reexposición de A, no es idéntica porque hay un pequeño dibujo melódico en

la coda que rompe esta simetría, aunque las semejanzas llegan incluso hasta la

orquestación de la pieza.

Entrando en el análisis motívico,159 la parte A juega con dos células a y b, de las

cuales la primera, con una duración de 8 compases, se repite dos veces con una ligera

variante en la segunda mitad (4 compases) de la repetición.

158 Eduardo Montesinos, Comentario analítico a la integral de la obra para piano de Vicente Asencio, Valencia: Piles, 2002, p. 8. 159 En el que tomaremos como referencia el realizado por Eduardo Montesinos, op. cit.

266

Page 279: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Mientras que la segunda o b consta de 10 compases en los que se alternan incisos

de 4 y 2 compases, de tal modo que los dos últimos compases parecen ser un enlace con

la vuelta al motivo a.

267

Page 280: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Esta célula a reaparece con una duración de 8 compases, idéntica a la segunda

parte de su primera aparición.

Estos mismos comentarios sirven para la repetición de la parte A al final del

movimiento (A´), con el añadido de los motivos conclusivos del final que alargan en

cuatro compases esta parte.

De estas características se deduce que Asencio empleó la forma lied hasta niveles

microformales, puesto que este esquema afecta tanto a la arquitectura íntegra del

movimiento, como sus partes interiores que, en su disposición motívica, repiten esta

forma. Se aprecia así el empleo de los principios formales del lied por parte de Asencio,

aunque no en todas sus obras aparece tan claramente como en ésta, como se apreciará

seguidamente.

La parte B tiene una disposición interna ligeramente distinta, puesto que cuenta con

dos motivos diferentes: c y d, que aparecen siguiendo el esquema simétrico cddc. Este

esquema afecta al número de compases de que dispone cada motivo, puesto que c

consta de 6 compases en donde hay grupos melódicos de 2 compases.

268

Page 281: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Mientras que d cuenta con 8 compases y una disposición interna muy parecida en

grupos de 2 compases.

Esta parte d es reiterada literalmente por un signo de repetición, para luego volver

de nuevo al c con 8 compases, al ampliarse su forma original con 2 compases de enlace

con la vuelta de la parte A.

Una conclusión global al análisis formal de esta pieza es su rigurosa lógica interna,

puesto que las células y motivos melódicos se estructuran con un rigor que en absoluto

está reñido con la musicalidad y el lirismo.

Sin embargo, la Elegía a Manuel de Falla no cumple tan rigurosamente con estos

principios, la estructura es más libre, aunque no va en detrimento de su coherencia. La

pieza es muy breve, sólo 30 compases. Podría acoplarse de alguna manera a este

269

Page 282: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

esquema formal A-B-A’, puesto que cuenta con una melodía inicial clara y definida que

podría caracterizar a una parte A, que abarcaría los primeros 15 compases, la mitad de

la pieza.

Este mismo dibujo vuelve a aparecer al final, constituyendo una sección A´ en los

últimos 10 compases de la obra.

270

Page 283: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Todo esto deja una parte B o central de sólo 5 compases que nos hace dudar de su

entidad como estructura de la obra.

Por otra parte, los 3 últimos compases de A y A´ parecen ser una especie de coda,

motívicamente muy semejante a partes de B, lo que nos hace dudar de este esquema.

Sin embargo, la presencia en el bajo de una nota pedal sobre la nota mi, tono base de la

pieza, al final de esta coda apoya la hipótesis de que pertenezcan a la parte A. Además

hay otros elementos que permiten deducir la validez de la estructura A-B-A’, como la

pausa creada por la citada nota pedal antes del inicio de B, y la breve separación previa

al inicio de A´, factores que delimitan las secciones de la obra según el citado esquema

de la forma lied.

Sin embargo, otra posible estructura formal sería que A fuera una melodía base

para toda la pieza y el resto un desarrollo de esa idea A en tres secciones, lo que haría

descartar el esquema formal A-B-A’, pese a mantener sus tres secciones. Algunos

analistas se han decantado por esta hipótesis, como lo reflejan las siguientes palabras de

Eduardo Montesinos:

271

Page 284: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Asencio se decanta mayoritariamente por la estructura ternaria dividida

en tres secciones o frases subdivididas a su vez en periodos o temas […]

encontramos […] la mínima expresión en […] ’Elegía a Manuel de Falla’, cuya

extensión se reduce a una frase dividida en tres periodos que podrían ubicarse en

una sección.160

Como se puede observar, esta pieza es de mayor libertad formal, lo que le da una

mayor originalidad. Globalmente es muy distinta a la comentada en primer lugar y, al

mismo tiempo, sirve para reflexionar sobre la conveniencia de ajustar esquemas

formales preconcebidos sobre piezas cuya estructura formal no se le acopla con

precisión. En este caso, sería mucho más adecuado calificarla como una pieza

formalmente libre, con una reminiscencia hacia el esquema lied.

IV. 2. 2. 2 Lenguaje armónico

Para hacer una valoración de su lenguaje armónico, las siguientes frases del propio

compositor ilustran su orientación general, paso previo a desglosar aspectos más

particulares:

Soy un músico actual, aunque no todas las corrientes actuales me

interesan. Soy un músico “tonalista”; creo que el movimiento actual “atonalista”

introducido hace poco tiempo en España, y viejo en Europa, es interesante como

movimiento de intento renovador; ahora bien, no creo que a nosotros, los

mediterráneos, con nuestro temperamento, nos vaya bien su estética, porque el

“dodecafonismo” es un movimiento esencialmente cerebralista, y nosotros somos

sustancialmente intuitivos.161

Estas palabras son válidas como declaración, tanto técnica como estética, del

compositor. Las raíces mediterráneas de su estilo, más cercano a la línea francesa que a

la germana, nunca tocaron los nuevos lenguajes armónicos que implicaron una ruptura

con la tonalidad clásica. Estos arraigaron sólidamente en nuestro país a finales de los

años cincuenta y primeros sesenta, y por aquel entonces llegaron también a Valencia. El

análisis de algunas de sus piezas, más concretamente las anteriormente citadas, reflejará

con más certeza el alcance de esta declaración.

160 Eduardo Montesinos, op. cit., p. 10. 161 Pedro Gozálvez, op. cit.

272

Page 285: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La primera obra que se va a comentar armónicamente es la Elegía a Manuel de

Falla, en la que Asencio quiso plasmar sus sentimientos por la reciente muerte del

compositor que da título a la pieza. Además, fue un sentido homenaje a la memoria de

este artista, máximo exponente del nacionalismo español del siglo XX, corriente a la

que Vicente Asencio se sintió profundamente unido. Esta idea se puede comprobar en

esta declaración del propio compositor, realizada en una entrevista publicada casi al

final de su vida:

¿Es española tu inspiración?

Radicalmente. Es decir, necesaria y radicalmente española. El compositor

español tiene que partir, si quiere interesar como valor universal, de las

categorías populares y folklóricas de nuestro país. La manera de pensar y ver las

cosas, la luz, la tradición, etc…, deben ser la base de un músico. Precisamente en

esa dimensión es en la única en la que puede interesar universalmente. Es como

el idioma en el que hablamos y escribimos, porque no lo haríamos mejor en

ningún otro.162

En estas palabras se deja entrever claramente la estética que despertó el

nacionalismo español a finales del siglo XIX con la figura de Felipe Pedrell. Este ideal

alcanzó su máxima expresión con la figura de Manuel de Falla, fuente de inspiración de

la presente pieza.

En conjunto, la Elegía a Manuel de Falla está en el tono de mi, quizás mi menor

pero con naturaleza modal, afirmado claramente en los tres primeros compases con una

nota pedal sobre la tónica. En este fragmento utiliza una melodía tomada de la escala

menor natural que puede ser adscrita al modo eolio, como se aprecia en el siguiente

ejemplo.

162 Mª. Angeles Arazo, “El compositor y su obra: Vicente Asencio dará esta tarde un recital de sus composiciones en el Conservatorio”, Levante, 23-V-1967, p. 13.

273

Page 286: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, a partir del compás 4 se inicia un pasaje de tutti en matiz forte

donde, sobre la base de mi mantenida en una nota pedal, Asencio desglosa unos acordes

que se alejan del tono de partida, creando unas disonancias muy poco escolásticas.

El primer acorde es una tríada de si bemol cuya fundamental está a distancia de

tritono de la tónica de la obra por lo que se convierte en la formación acórdica más

alejada del tono inicial, seguido de un acorde sobre la novena de dominante de do

mayor o sexto grado del tono cuya función de estabilidad tonal es muy escasa además

de tener la novena del acorde en la voz inferior, aspecto más libre si cabe. Tras repetir el

acorde de si bemol, se pasa a un acorde tríada de sol sostenido que pasa por ser el tercer

grado de mi menor alterado ascendentemente, lo que hace ambigua la modalidad menor

y parece llevarnos a la mayor. Luego se va de nuevo al acorde de novena antes

mencionado para acabar resolviendo sobre una tríada de re que, como séptimo grado

rebajado de la tonalidad de la pieza, debilita más si cabe su sensación tonal, aunque no

se puede hablar en ningún caso de modalidad porque no tiende a resolver en mi. Un

calificativo para este fragmento sería el de armónicamente libre, al utilizar acordes sin

tener en cuenta la función tonal de la pieza, sólo por su color sonoro.

En el siguiente compás se inicia este pasaje:

El fragmento parte del acorde de si bemol antes mencionado, para ir por armonías

paralelas hasta el acorde de sol sostenido del anterior fragmento, creando una sensación

de debilidad tonal y funcional muy propia de la armonía impresionista, reforzada por la

escala de tonos enteros del bajo, característica del lenguaje armónico del

impresionismo. El pasaje remata en un acorde si bemol a la octava alta del antes citado

274

Page 287: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

para caer sobre uno de re mayor que sirve de conclusión, antes de volver a iniciar el

fragmento del principio en tres compases, de nuevo sobre mi menor.

Tras esta vuelta al tema inicial, en el compás 13 empieza la coda del tema A donde,

sobre un pedal de mi efectuado por el arpa y los violines, las trompetas dibujan una

melodía por terceras paralelas en el citado tono pero con el segundo grado rebajado, lo

que nos introduce en el modo frigio, muy utilizado por los compositores impresionistas.

Esta idea se refuerza en los dos compases siguientes, cuando dos acordes paralelos

resuelven en el acorde modal de séptimo grado rebajado que en el compás 15 se ve

reforzado por la nueva aparición, en las voces graves, del pedal de mi.

Los cinco compases siguientes, que en el análisis formal se han incluido como

parte de una hipotética sección B, alternan entre un fragmento inicial de dos compases

por armonías paralelas en do sobre modo dórico.

Y un segundo fragmento de tres compases en el que volvemos al mi frigio del

pasaje anterior, observando siempre la base armónica modal característica de toda la

obra.

275

Page 288: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Seguidamente aparecen siete compases idénticos al inicio de la obra, que podrían

suponer la vuelta de A o A´, para terminar en una breve coda de tres compases, muy

semejante a los compases del 13 al 15, pero en modo menor natural o eolio y sobre un

pedal de dominante o si en lugar del de tónica, resolviendo en dos acordes paralelos

sobre el cuarto y el tercer grado que debilitan considerablemente la jerarquía tonal, a

pesar de que la última nota es un pedal de tónica o mi.

Precisamente, el último acorde, formado entre el pedal y el tercer grado, crea una

séptima con una quinta disminuida en su interior que da una fuerte inestabilidad al final,

en vez de producir la sensación de reposo que parece solicitarnos la conclusión de

cualquier obra, como se explica en estas palabras de Eduardo Montesinos: El acorde de

séptima menor con quinta disminuida sobre la tónica, acorde inestable con el que

finaliza esta conmovedora página, acrecienta la sensación de que el dolor por la

muerte del maestro venerado no ha concluido y continúa latente.163

El análisis armónico de esta pieza ofrece unos cuantos datos que permiten

caracterizar algunos aspectos del lenguaje de Vicente Asencio cercanos al

impresionismo como el color armónico modal, así como el uso de acordes paralelos que

debilitan la jerarquía armónico-tonal en favor del uso del acorde por su color intrínseco.

Quizás en esta obra buscó acercarse al lenguaje del Falla de primera madurez, quien

163 Eduardo Montesinos, op. cit., p. 7.

276

Page 289: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

asimiló este lenguaje armónico durante sus estudios en París en los años anteriores a la

Primera Guerra Mundial y lo sintetizó con giros españoles. Aunque está presente la

referencia al maestro gaditano, Asencio lo traduce con una originalidad muy propia y

personal que hace que no nos encontremos ante una simple imitación, sino ante la

reacción creadora de un artista frente a un triste suceso como fue la muerte de Manuel

de Falla.

La segunda pieza analizada es la primera danza de las Quatre danses i una albada,

obra tardía en la que aparece depurado el lenguaje nacionalista valenciano del que

Asencio hizo gala a lo largo de toda su vida. En ella utiliza una melodía propia, pero

imitando el estilo de las tonadas del folklore valenciano, según la siguiente valoración,

establecida por analistas de su obra:

Piezas de absoluta creación propia pero que incluyen en su tejido

temático alguna célula de nuestro folklore valenciano […] Este apartado podría

servir para agrupar casi todas las composiciones en las que se respira un aroma

nacionalista pero sin que sea atribuible a ninguna tonada en particular.164

La melodía inicial de la célula a tiene reminiscencias folklóricas, pero depuradas

por su personal lenguaje, que le da un carácter más intimista y refinado. El fragmento

está en la menor, pero en su escala natural emparentada con el modo eolio, y en las dos

frases donde aparece repetida, la primera termina sobre la dominante como una

semicadencia suspensiva, y la segunda sobre la tónica final como conclusión de la

sección.

164 Eduardo Montesinos, op. cit., p. 10.

277

Page 290: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En ambas frases, la primera mitad está construida sobre un doble pedal de tónica y

dominante muy propio del impresionismo, mientras que las voces superiores,

inmediatamente por debajo de la voz cantante, crean acordes por cuartas con

ocasionales acordes de séptima y novena sin preparar ni resolver. Las respectivas frases

culminan en la segunda mitad con acordes de séptimas paralelas, y en el compás 13 la

armonía nos lleva brevemente a una séptima de dominante de mi bemol mayor,

tonalidad distante en un tritono de la inicial, excursión armónica muy alejada y

debilitadora de cualquier función tonal clásica.

La sección melódica b utiliza una melodía en do mayor, tono relativo del de la

frase anterior, pero los acordes que la envuelven juegan con do menor y crean una fuerte

sensación de ambigüedad tonal, culminada en el final de frase sobre un acorde de

séptima sobre mi, tercer grado del tono y sin apenas peso tonal.

278

Page 291: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Los finales de frase carentes de atracción tonal son muy habituales puesto que

aparecen en varias frases siguientes, introduciendo acordes de onceava sin preparar ni

resolver como en el primer tiempo del compás 21. Los dos últimos compases de esta

sección b sirven de enlace con la reaparición de la a, y se desarrollan sobre una nota mi

que actúa como pedal de dominante en las voces graves del tono de la menor que

caracteriza a la sección a, mientras que las voces internas crean una progresión

cromática descendente.

El inicio de la parte B, en el compás 35, viene acompañado por una modulación a

la mayor, aunque la melodía de la sección c utiliza el segundo grado rebajado de la

escala, dando la sensación de estar en modo frigio, y el acompañamiento acórdico está

constituido por acordes de séptima sin preparar ni resolver, sin función tonal clara.

279

Page 292: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El final de esta sección se sirve de una cadencia perfecta de dominante a tónica,

pero la dominante está formada por un acorde de novena donde la quinta si ha sido

sustituida por una sexta do, procedimiento técnico muy propio del impresionismo.

La sección melódica d está en la mayor, pero con un acompañamiento a base de

acordes de novena y séptima de función armónica muy ambigua.

En el compás 44 se modula hacia fa sostenido menor dórico con el mismo tipo de

acompañamiento armónico, resolviendo el final de la sección con una tónica donde la

quinta es sustituida por la sexta, con la misma intención que en compases anteriores.

La vuelta a la sección c es idéntica a la anterior, por lo que no cabe ninguna

observación al respecto. Sólo cabe indicar que hay dos compases de enlace (55 y 56)

que nos llevan a A´ donde el acompañamiento armónico es conducido por acordes de

280

Page 293: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

séptima antes de que el último acorde sea una séptima sobre la sensible en segunda

inversión del nuevo tono de la menor que caracteriza a esta nueva parte.

Como conclusión, cabe señalar que la coda final de la danza, que abarca del

compás 89 hasta el final, está constituida por dos compases sobre la dominante al

utilizar una doble pedal mi-si, que en conjunto crea un acorde de cinco notas por cuartas

(fa-si-mi-la-re).

Esta formación resuelve en el compás 91 sobre la tónica en un doble pedal la-mi,

aunque Asencio guarda una sorpresa en el último acorde, que pasa a ser de la mayor con

una sexta añadida, componente muy habitual en la armonía impresionista.

Además de la profusión de datos técnicos aquí expuestos, se comprueba el uso de

recursos armónicos propios del impresionismo, encargados de colorear unas melodías

de tono popular, creando una síntesis estilística muy ingeniosa que une lo nacionalista

valenciano con un lenguaje totalmente cosmopolita como el impresionismo francés.

Quizás no estuviera lejos de los supuestos ravelianos, como algún crítico musical

valenciano dijo en algún momento,165 pero se observa claramente su intención de crear

música valenciana con acento universal, característica propia del nacionalismo del siglo

XX.

El final de este apartado lo vamos a dedicar a comentar un breve fragmento, la

segunda sección de la última danza de Quatre danses i una albada, en la que aparece

una melodía popular valenciana titulada Lo cant del Valencià, utilizada por Pedro Sosa

en una obra del mismo título, varias décadas antes de la composición de esta pieza. El

165 Gomá, “Concierto de la Orquesta Sinfónica de Valencia”, op. cit.

281

Page 294: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

uso de la melodía es totalmente convencional, no hay ningún giro melódico que escape

a las formas establecidas por la misma, pero el acompañamiento armónico es

sorprendentemente atrevido y moderno.

Sobre el arranque de la copla, en mi menor, Asencio sitúa un acorde de onceava

sobre el cuarto grado, para colorear el final de la primera frase con uno de séptima no

perteneciente a la tonalidad y que podríamos calificar como acorde en escapada. Un

acorde de la misma naturaleza escapada aparece al inicio de la segunda frase pero de

onceava, mientras que el final de la misma es rematado por una dominante de la

dominante que nos podría hacer esperar una resolución tonal en el inicio de la tercera

frase, pero ésta se inicia con el mismo acorde de onceava del principio.

Todo el resto del fragmento está coloreado con acordes donde no se llega a crear

ningún tipo de vinculación tonal, a pesar de que abundan dominantes y sensibles,

encadenadas por el propio color armónico y no por las jerarquías tonales que en ningún

caso llegan a establecerse.

282

Page 295: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Resulta curioso establecer una comparación entre su lenguaje armónico en este

fragmento y el de Sosa en su obra original, aunque ambos se vieran influidos por un

sólido sentimiento nacionalista valenciano, Asencio es más moderno y elaborado.

Concluyendo este epígrafe, se deduce que Asencio es un compositor que, por

razones de formación y afinidad estética, se siente cercano al lenguaje armónico

impresionista. Pero no se sirve del mismo de forma ortodoxa, sino que lo mediatiza con

giros propios del nacionalismo español y valenciano, principal objetivo estético de la

mayoría de su obra. Las siguientes palabras, escritas en su memoria tras su fallecimiento

resumen estos rasgos:

Vicente Asencio ha sido uno de los compositores valencianos que se resistió

a formar parte de las nuevas estéticas de vanguardia y prefirió seguir en las

tradicionales, con ingenuos a la vez que con profundos pensamientos. Sus

composiciones están enraizadas en el más puro clasicismo y la realización dentro

de un sentido tonal en un lenguaje de nuestro tiempo. Es uno de los

283

Page 296: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

representantes del ya clásico impresionismo levantino, autor de músicas de

cámara, ballet con sinfonismo y canciones, todo ello profundamente meditado y

concentrado en un carácter modal, sin que este rigor le impida alejarse de las

tradiciones de la melodía y armonía. Sus obras están enmarcadas dentro de

formas concretas con contrastes de timbre y matices de sonidos que permiten

distinguir muy claramente los diseños melódicos y los planos armónicos

enriquecidos con variado colorido instrumental.166

El analizar sólo tres fragmentos de su catálogo podría parecer insuficiente para

dictaminar esta afirmación, pero los rasgos del conjunto de su obra no difieren de los

aquí comentados.

IV. 2. 3. Orquestación

En el presente epígrafe, donde se van a desglosar los recursos tímbricos de su obra

orquestal, se comentarán las dos primeras obras analizadas en el apartado anterior: La

Elegía a Manuel de Falla y la primera danza de las Quatre danses i una albada,

siguiendo los mismos criterios de representatividad anteriormente utilizados.

A la hora de considerar el lenguaje orquestador de Asencio, hay que tener presente

esta observación publicada por Eduardo Montesinos: Según su viuda, la compositora

Matilde Salvador, toda su producción está compuesta al piano, incluso las obras

creadas con destinos muy diferentes, que él posteriormente trasladaba al medio

instrumental o vocal para el que las hubiera concebido.167 Esta idea es fundamental,

puesto que la gran mayoría de sus obras tienen su correspondiente versión pianística. De

este modo se deduce que Asencio no componía su música pensando inicialmente en un

color tímbrico concreto, sino que instrumentaba como un pintor que colorea un material

musical previamente compuesto, aspecto muy significativo para el estudio de sus

recursos orquestadores.

Exceptuando sus primeras obras de los años treinta, compuestas para orquesta de

cuerda, aparece en su música un claro contraste entre las familias del viento y la cuerda,

básico para crear las pautas de color tímbrico. Por otra parte, es muy habitual el uso del

166 J.B. [José Báguena], “Vicente Asencio Ruano”, Archivo de arte valenciano, año LXI, 1980, p. 105. 167 Eduardo Montesinos, op.cit., p. 7.

284

Page 297: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

arpa y la celesta, instrumentos que dan un colorido muy propio a ciertos momentos de

las piezas y que, diestramente utilizadas, crean una pintura sonora destacable.

Seguidamente se presenta la partitura íntegra de la Elegía a Manuel de Falla, que

servirá de base para la explicación que vendrá a continuación.

285

Page 298: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

286

Page 299: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

287

Page 300: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

288

Page 301: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

289

Page 302: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

290

Page 303: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En la Elegía a Manuel de Falla, la célula melódica de tres compases que caracteriza

la pieza aparece en primera instancia a cargo del oboe solista con acompañamiento de

una segunda melodía por el clarinete primero, mientras que la trompa primera, las violas

y el arpa marcan la nota pedal con discreción. Sin embargo, cuando esta célula melódica

291

Page 304: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

reaparece en el compás 10, su interpretación corresponde a la flauta y la segunda

melodía acompañante al corno inglés, mientras que el resto de los acompañamientos son

realizados por el mismo aparato instrumental que en el pasaje anterior. Esto refleja que

Asencio sabe jugar originalmente con los colores instrumentales del viento-madera,

puesto que trata tesituras semejantes con timbres muy distintos, evitando cualquier

sensación de monotonía tímbrica. La última reaparición en el compás 21 utiliza los

mismos instrumentos que el principio.

En el tutti orquestal que va de los compases 4 al 7, Asencio utiliza toda la masa del

conjunto a bloque, incluyendo los timbales sobre la nota pedal del tono de la obra. Pero

al final del mismo en el compás 7, el acorde final queda en manos de la cuerda sola,

para pasar al compás 8 con el pasaje en acordes paralelos al viento-madera solo,

creando curiosos e imaginativos contrastes de color. No menos ingenioso es el uso que

hace en el compás 13 de la melodía por terceras paralelas, con las trompetas en sordina

y pianíssimo, sobre un pedal creado por el arpa en arpegiados de octava y los violines.

En los dos compases siguientes pasa a unos acordes con las flautas y clarinete primero

por armonía paralela, rematada por un pedal de la cuerda grave y arpa. En el compás 16

se sirve de la cuerda para crear las armonías paralelas, para volver a servirse de las

trompetas con idénticos recursos en el 18, recogiendo su melodía las flautas en el 20,

creando otro original contraste tímbrico. Tras la vuelta al tema del principio y el tutti

orquestal, se llega a la coda del compás 28 con el pedal de dominante establecido por el

arpa y los violines segundos, mientras que el dibujo por terceras paralelas queda a cargo

de las flautas, para terminar la pieza con los acordes paralelos de los compases 29-30

llevados a cabo por las cuerdas agudas y el pedal final en la tónica por el arpa y la

cuerda grave.

Como conclusión de este análisis tímbrico, se observa que Asencio juega

continuamente con colores orquestales de diverso tipo y naturaleza, casi como una

pintura puntillista, pero sin llegar a utilizarlos mezclados, si exceptuamos los dos breves

tutti orquestales de la pieza. Además contrasta timbres sonoros sobre pasajes de

naturaleza semejante, como ocurre con la melodía inicial entre oboe y flauta, o en los

pasajes por terceras paralelas donde alterna trompetas asordinadas y flautas. Esta forma

de colorear tímbricamente una pieza no dista de los supuestos impresionistas, puesto

que Asencio prefiere el contraste de color antes que la mezcla, dando un resultado de

especial refinamiento sonoro muy propio de esta tendencia.

292

Page 305: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En la siguiente pieza comentada, la primera danza de las Quatre danses i una

albada, estas características se acentúan más si cabe. La melodía inicial o célula

melódica a, queda a cargo del oboe, instrumento que por su propia naturaleza sonora

recuerda a instrumentos populares valencianos, como la dulzaina. Esta melodía está

apoyada por un sutil acompañamiento acórdico a cargo de las cuerdas, el arpa y la

trompa primera, a excepción de los puntos cadenciales donde se unen al mismo

acompañamiento las maderas graves (clarinetes y fagots).

293

Page 306: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Inicialmente, la célula b es presentada por las cuerdas agudas y las flautas, con

acompañamiento a cargo del resto de la orquesta, pero al quinto compás se añaden el

oboe, el corno inglés y el flautín para crear contraste. En el séptimo compás la melodía

pasa repentinamente al clarinete primero sólo con sutil acompañamiento de la cuerda,

294

Page 307: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

creando unos originales contrastes tímbricos. En el pasaje de puente de vuelta a la a,

aparece la flauta como instrumento melódico sobre pedales a cargo de la trompa

primera y violas en el primer compás, y clarinete segundo y cellos en el segundo, y

cromatismos descendentes a cargo del clarinete primero y el arpa.

295

Page 308: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En conclusión, se observa el sutil juego de contraste tímbrico del que se sirve

Asencio, quien actúa como un pintor impresionista que, a base de breves pinceladas,

esboza un dibujo que el oído se encarga de fundir. La vuelta a la célula a es semejante al

principio.

Al llegar a la parte B, con sus células melódicas c y d, se observa como la melodía

aparece en los instrumentos agudos de la orquesta, pero los acordes quedan a cargo de

las trompetas que crean un color sonoro totalmente nuevo, enriquecido por la pequeña

percusión con la caja y el triángulo que desaparece cuando, al tercer compás, la melodía

queda en el clarinete primero y los acompañamientos en toda la cuerda y trompas.

296

Page 309: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La célula d se inicia con un tutti con la melodía en las voces agudas de la orquesta,

para quedar súbitamente sola la cuerda en el tercer compás, creando un nuevo contraste.

Los últimos cuatro compases de la célula cuentan con la peculiaridad de que la melodía

297

Page 310: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

la lleva la cuerda a varias octavas y el acompañamiento el viento de forma parecida,

renunciando a la mezcla sonora por el uso de colores sonoros puros.

298

Page 311: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Además, en la repetición de la célula d, el pasaje del tercer compás que antes

quedaba a cargo de la cuerda pasa a manos primero del flautín y oboe en un compás, y

la flauta primera y el corno inglés a continuación.

299

Page 312: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La célula c se repite literalmente de nuevo, y los dos compases de enlace ante la

vuelta a la parte A quedan a cargo de un dibujo melódico de los violines, mientras que

los acordes cromáticos de acompañamientos pasan a cargo de flautas y clarinetes.

El estudio detallado de la orquestación de estas dos piezas nos muestra el sentido

del color orquestal propio de Asencio, muy refinado e ingenioso, buscando

continuamente el contraste entre instrumentos de distinta naturaleza pero tesitura

semejante. Esta técnica crea estructuras de gran inventiva, muy cercanas al color

impresionista que hemos mencionado en líneas anteriores.

Como colofón a este apartado, cabe señalar que Asencio colaboró en repetidas

ocasiones como orquestador de obras de su esposa Matilde Salvador. El primer ejemplo

son sus Tres cançons valencianes que en 1937 obtuvieron uno de los Premis Musicals

del País Valencià y que, durante mucho tiempo, constó en catálogos como obra común

de ambos. El caso más conocido es el de la ópera Vinatea, compuesta en torno a 1973,

de la que recibió críticas muy elogiosas. Sin olvidar otros trabajos menos conocidos

como la Marxa de la ciutat de Castelló que, sobre un original pianístico de su mujer,

orquestó en 1948. En definitiva, la aceptación de las mismas reflejan la calidad de la

orquestación de Vicente Asencio.

IV. 3 Actividades como músico teórico

Previamente a la evaluación de Vicente Asencio como músico téorico, cabe

presentar la estructura de toda su producción, a causa de su variedad. En primer lugar se

señalarán las citas o reseñas básicas que permitan situarlo como profesor, investigador o

conferenciante, en los momentos precisos en los que esté presente esta faceta.

300

Page 313: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Seguidamente se tratará su visión ante la situación musical española y, concretamente,

valenciana, reseñando sus escritos de opinión sobre este tema. En tercer lugar, se

comentará su punto de vista en torno a la creación y el hecho musical, del que se

conservan algunos escritos y reseñas de valor.

Antes de tratar el primer punto, cabe matizar que Vicente Asencio fue una persona

de amplia formación humanística e intelectual, demostrada con sus estudios de

magisterio, realizados en Barcelona y revalidados en Castellón. Gracias a éstos se

dedicó profesionalmente a la enseñanza con una base cultural muy sólida, que le

permitió impartir disciplinas como la historia de la música, en su etapa en el

Conservatorio de Castellón. Esta circunstancia muestra una persona que se salió

abiertamente del triste tópico de músico español, gran técnico pero con deficiente

formación intelectual, muy manido a lo largo del siglo XIX e inicios del XX. Algunos

músicos surgidos en aquella época lo intentaron superar con singular fortuna, como se

aprecia en la siguiente cita de Emilio Casares, referida a los músicos de los tiempos de

la Generación del 27:

Creemos que no es excesivo señalar que gran parte del nuevo

planteamiento que vive la música del momento se da por, y desde el cambio

cultural del músico, desde una conciencia de que la creación sólo es posible

encuadrándola en la cultura […] Pero esta realidad, esta especie de inversión

cultural que realiza el músico trae emparentada otra consecuencia importante, lo

que calificaremos después como la proyección cultural de la música, su

insertación en la intelectualidad de los treinta; el trato de igual a igual al músico,

no hubiese sido posible sin una presentación intelectual suficiente que les hacía

aparecer por su propio peso en un momento cultural tan activo como fue éste.168

Precisamente, Asencio inició estas actividades en torno a esta época, lo que permite

inscribirlo en el mencionado contexto renovador de la música española que tuvo lugar

entonces, sin olvidar que sus compañeros del Grupo de los Jóvenes se sintieron también

partícipes de esta preocupación con una intensidad similar.

En algunas reseñas de estos primeros años se disponen referencias a las actividades

de Asencio en este campo, como la siguiente referida al Conservatorio de Castellón:

[…] Vicente Asencio, secretario y profesor de Armonía, Historia y Estética de la

168 Emilio Casares, “Música y músicos de la generación del 27”, en AAVV, La música en la generación del 27 (Homenaje a Lorca 1915-1939), Madrid, Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música – Ministerio de Cultura (Catálogo de la exposición del mismo título), 1986, p. 25.

301

Page 314: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Música, a más de director de la Orquesta por él fundada, crítico musical,

conferenciante y compositor muy notable.169 De aquí se puede deducir una incipiente

actividad intelectual, de notable eco en aquella época, intensificada con el paso del

tiempo.

Sin embargo, muchas de estas actividades no encontraron adecuada resonancia en

los medios de comunicación, por lo que no se puede hacer una idea exacta de su

dimensión. Por un lado se tienen sus estudios y trabajos de investigación sobre músicos

españoles y franceses de los siglos XVII y XVIII,170 que debieron acompañar a las

realizaciones que efectuó de obras de Marais en 1947, Herrando en 1956 y 1962, y

Manalt en 1969. En torno a estas actividades se inscribe una aguda conciencia de

recuperación de la música del pasado, sobre todo el del clasicismo español, por el que

sintió una especial predilección, como se refleja en estas palabras del propio compositor

en una entrevista de 1962: […] Yo siempre me he quedado sorprendido de que en los

conciertos españoles aparezca poca música española, sobre todo del periodo clásico.

Me he preguntado muchas veces ¿será porque no tenemos música? Pero está archivada

y por descubrir.171 En esta breve cita se aprecia la inquietud investigadora de Asencio,

un tanto eclipsada por su fecundidad y valía como compositor. Sin embargo, ambas

actividades pueden relacionarse entre sí, como se refleja en los citados trabajos de

transcripción y realización, así como su asistencia en condición de becario de

composición al II Curso Universitario Internacional de Música Española “Música en

Compostela” celebrado en 1959.172 También destaca su interés por la historia de la

música, reflejado en conferencias con ejemplos musicales, como la que celebró el 15 de

febrero de 1963 en el Instituto Iberoamericano de Valencia sobre el tema: “Panorama

Histórico de la Música Española”, de la que se dispone la siguiente reseña publicada en

la prensa valenciana:

Vicente Asencio, músico y artista, habló sobre la línea histórica de la

música en España con la sencillez, la gracia y, al mismo tiempo, la profundidad

de quien siente, conoce y domina la materia. Desde la Edad Media hasta el

momento actual de nuestra música, cada momento y cada figura relevante o

representativa fue presentada y enjuiciada por Asencio con el entusiasmo y el

cariño de lo que es parte de su misma sustancia. A su lado, como en la vida lo

169 Antonio M. Abellán, op. cit. 170 Salvador Seguí, op. cit., p. 16. 171 R. Ros Marín, “Hablando se entiende la gente: Vicente Asencio”, Las Provincias, 10-I-1962, p. 11. 172 Salvador Seguí, op. cit., p. 16.

302

Page 315: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

está siempre, Matilde Salvador, esposa y gran compositora, le ayudó a ilustrar la

deliciosa charla con manifestaciones musicales seleccionadas muy

acertadamente, desde el Misterio de Elche hasta Falla, pasando por Cabanilles,

Soler, Pedrell y tantos otros.173

Del contenido de la citada conferencia, se va a reproducir el extracto

correspondiente a la música española del siglo XX, donde se muestra su veneración por

la figura de Manuel de Falla. En este fragmento destaca la omisión de personajes de

cierta relevancia en la vida musical valenciana de su época, como es el caso de Manuel

Palau, reflejo de su valoración musical y personal:

En el ‘Concierto’ para clavicémbalo y cinco instrumentos, Falla sigue la

moda de los ‘retornos’ buscando valores puramente musicales y antirrománticos:

su ‘retorno’ es Scarlatti pero a través de una música enraizada en lo popular y

culto […] La música española alcanza con Falla plenitud de universalidad, y él

representa para las jóvenes generaciones el maestro y guía infalible.

Entre los compositores actuales: Mompou, Halffter y Rodrigo. Federico

Mompou, catalán estudia en París. […] Con técnica impresionista y un

maravilloso sortilegio de sonoridades pianísticas, ha escrito una música de

alambicada y poética ternura. […] Ernesto Halffter, discípulo de Falla. Escribe

una música cuyo antecedente es Scarlatti. […] Joaquín Rodrigo, valenciano.

Ciego desde la infancia. Estudió en París. […] Su música, casi siempre alegre y

desenfadada, busca los valores clásicos: orden y equilibrio.174

Por otra parte, Asencio disertó en repetidas ocasiones sobre su propia obra,

destacando en este sentido el concierto celebrado en el Conservatorio de Valencia el 23

de mayo de 1967 dedicado a su obra, en el que previamente al mismo realizó una

conferencia. La siguiente reseña, publicada en el diario Levante por el crítico Gomá,

describe la citada actividad:

Por la tarde, Vicente Asencio nos volvió a demostrar su alta categoría de

compositor. Es uno de los músicos que nos honran. Antes de que oyéramos y

gustáramos sus obras, unas ya conocidas, otras en primera audición, Vicente

173 Sin autor, “Panorama Histórico de la Música Española: Charla de Vicente Asencio en el Instituto Iberoamericano”, Las Provincias, 16-II-1963, p. 9. 174 Vicente Asencio, Conferencia: Síntesis Histórica de la Música Española, pp. 22-23. Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música.

303

Page 316: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Asencio, en breve y oportunísima conferencia, nos confesó las líneas y principios

de su arte. Su pensamiento y su sensibilidad.175

A partir de aquel año de 1967, Vicente Asencio intensificó sus actividades como

conferenciante, principalmente en el Conservatorio de Valencia, así como en otros

centros de enseñanzas artísticas como la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios

Artísticos. De este modo, se conservan materiales176 para una conferencia titulada: José

Herrando, compositor y violinista del siglo XVIII, donde se adjuntan unas diapositivas y

se cita la audición de dos sonatas del citado compositor. Esta conferencia tuvo lugar el

28 de junio de 1967 en el salón de actos de la citada Escuela de Artes Aplicadas y

Oficios Artísticos de Valencia, y fue repetida en el Conservatorio de Valencia el 2 de

mayo de 1968. El presumible éxito de estas conferencias le llevaron a prodigarse en

estas actividades durante los años siguientes, de tal modo que el 3 de mayo de 1969 dio

una titulada: Evolución de la Técnica del Piano.177

En esta faceta de conferenciante, destaca la realizada en Madrid en junio de 1972

en la Residencia Universitaria Concepción Arenal, sobre el tema: Vida y obra de

Manuel de Falla.178

El reconocimiento oficial a sus actividades, al mismo tiempo como compositor e

intelectual, le llegó en 1972 cuando fue nombrado miembro correspondiente de la Real

Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, tanto por sus méritos creativos

como por los teóricos y musicológicos. La siguiente reseña del periódico valenciano

Levante, da cuenta de un acto de homenaje, ofrecido por su círculo de amigos:

En un restaurante de nuestra ciudad se celebró días pasados un homenaje

a Vicente Asencio, por su nombramiento de académico correspondiente de la

Real Academia de San Fernando de Madrid. El citado nombramiento es un

testimonio más de los altos merecimientos del conocido compositor […] Hizo el

ofrecimiento del homenaje el conocido dilettante don Carlos Safránez, quien

glosó con certeras palabras la obra musical de Vicente Asencio, y cerró el acto el

poeta Xavier Casp, quien, con bellas y líricas frases, definió la personalidad del

175 Gomá, “Conservatorio de Música: Audición de obras de Vicente Asencio”, Levante, 24-V-1967, p. 15. 176 Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música. 177 Materiales conservados en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música. 178 Se conservan en el Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador, Institut Valencià de la Música, unas notas autografiadas por Asencio tituladas: Apuntes sobre Falla, que incide en aspectos biográficos del citado compositor.

304

Page 317: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

homenajeado, que, a su vez, contestó con otras no menos precisas y cálidas

palabras de agradecimiento.179

En las líneas anteriores aparecen también algunos literatos valencianos, como

Xavier Casp, con los que intercambió experiencias creativas. Es de destacar la

significativa presencia de su esposa Matilde Salvador, puesto que ambos aparecieron

profundamente unidos a lo largo de su vida, actuando artísticamente casi como una

única persona. Este hecho lo demuestran varios trabajos en común, como la

orquestación de la ópera Vinatea, compuesta por su mujer sobre libreto del propio

Xavier Casp. Esta cita de Fernando Dicenta de Vera, publicada en Las Provincias como

homenaje póstumo al compositor en 1979, describe esta unión en el contexto cultural

donde desplegó sus actividades:

Los conocí en el ambiente artístico del viejo estudio del pintor Genaro

Lahuerta en la calle de Vicente López hace décadas, donde acudían, en torno a

figuras ilustres – un Sainz de la Maza, un Marés -, junto a escultores, pintores,

poetas valencianos, algunos de los cuales han desaparecido ya de este mundo,

como Enrique Durán y Tortajada. Eran pareja compenetrada, con aficiones

iguales, amor a su “terreta”, afinidades sensibles. Vicente y Matilde Salvador,

Matilde y Vicente Asencio – en el Conservatorio, en la Filarmónica, en

exposiciones y conferencias selectas, en acontecimientos artísticos […] -. Dos en

uno, artísticamente hablando.180

En la reseña anterior, también se menciona su estrecha unión a la ciudad de

Castellón, donde vivió tantos años y en cuyo ambiente cultural se sintió integrado:

Ambos eran como lazos unitivos de su Castellón y su Valencia, reforzados por el de su

hermana Josefina, y bajo la común devoción en torno a artistas del mismo origen: los

Juan Bautista Porcar, Bernat Artola, Victor-Hino, Adsuara, Ortells, Vidal Serrulla.181

Sus manifestaciones en torno a la vida musical española y valenciana de su época

son muy interesantes, puesto que traslucen una visión crítica y aguda sobre el tema,

como se aprecia en la siguiente cita publicada en la revista barcelonesa Destino en 1950:

[…] en la música actual europea, la nuestra tiene un lugar destacado,

porque tenemos músicos con personalidad suficientemente acusada y robusta.

Una de las características que se acusa en la música española en general,

179 Sin autor, “Homenaje al compositor valenciano Vicente Asencio”, op. cit. 180 Fernando Dicenta de Vera, op. cit. 181 Fernando Dicenta de Vera, idem.

305

Page 318: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

salvadas excepciones, es el exceso de autodidactismo; esto, que podría ser un

defecto, quizá nos lleva a no caer en influencias estéticas ajenas a nuestro

espíritu. Claro está que no por esto nuestra música se encuentra huérfana de

influencias de técnica y escuela, puesto que nuestro renacimiento de principios de

siglo debe mucho al contacto con la música francesa.182

En estas palabras se observa una acertada visión sobre la música española en torno

a 1950, además de reflejar claramente la influencia estética francesa sobre los músicos

españoles que fue muy patente tanto en el propio Asencio como sus compañeros del

Grupo de los Jóvenes. Por otra parte, también está muy presente en su pensamiento el

ideario del nacionalismo español,183 desde las raíces en Pedrell hasta el Falla más

neoclásico y austero del Retablo de Maese Pedro. En las siguientes líneas, publicadas

en el diario Levante en 1967, se refleja su opinión sobre el panorama compositivo

español y su relación con el gran público:

¿Qué panorama presenta en España la composición? No es bueno. El

público vuelve sobre el inmenso y monumental repertorio tradicional, sin querer

aceptar novedades. Los clásicos, los románticos, etc…llenan los programas de

los conciertos sin que exista así la posibilidad de que les interese la nueva

música. Sólo hay una forma de triunfar: aceptar la efímera gloria de la moderna

música ligera. Esto viene siendo una constante histórica en España,

efectivamente, las obras de Falla vienen a rendir actualmente millones […] pero

Falla no conoció la fortuna. Lo mismo ocurrió con nuestros principales autores,

hasta el punto de que muchas obras de Albéniz pertenecen por derecho propio a

editoriales norteamericanas. También hay otra forma de triunfar: conseguir que

la propia obra interese universalmente y se haga necesaria una difusión mediante

el disco, es la mecanización artística la que verdaderamente es rentable.184

Es destacable la clarividencia con que Asencio desentrañaba los problemas y

dificultades que aquejaban por aquel entonces a los compositores españoles, dejando

muy clara su postura al respecto.

Finalmente, es interesante constatar su visión en torno al ambiente cultural y

musical valenciano. Aunque las citas son breves, no dejan de ser claras y definidas,

182 ALBA, op. cit. 183 Ver las citas: ALBA, op. cit. y Mª Angeles Arazo, “El compositor y su obra, Vicente Asencio…”, op. cit. 184 Mª Angeles Arazo, “Vicente Asencio dará esta tarde un recital de sus composiciones en el Conservatorio”, Levante, 23-V-1967, p. 13.

306

Page 319: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

como la siguiente entrevista publicada en el diario Levante, referida a su opinión sobre

la popular Feria de Julio valenciana y los festivales culturales y musicales que la

envolvían:

Hemos dicho que el maestro Asencio es conocido y querido en nuestra

ciudad. Nada vamos a añadir ni quitar. El quiere de verdad a Valencia y siempre

piensa en los actos que podrían mejorar y dar popularidad a la capital.

¿Cree usted que falta algún festival en la Feria?

La inclusión de un Festival-Certamen de Cine a la manera de los que se

celebran en Cannes y San Sebastián. Y celebrar una gran exposición de pintura y

escultura como en los festivales de Granada.

¿Qué haría usted para que fuese más brillante este tradicional festejo?

Construir en los Jardines del Real un gran teatro al aire libre, con buena

acústica y visibilidad, digno de las representaciones que se celebran.

¿Suprimiría algún acto de esta Feria tan tradicional?

Ninguno.185

Aunque la cita anterior viene referida a un festejo puntual y a un contexto cultural

general, puede ser válida a la hora de reflejar su amplitud de miras y su deseo de que

Valencia fuera equiparable a las grandes citas artísticas de España y el extranjero.

En aspectos puramente musicales se tiene esta breve entrevista, publicada en el

diario Levante en 1962:

¿Qué falta musicalmente a nuestra ciudad?

Una sala de conciertos y que en nuestro Teatro Principal se pueda ver con

frecuencia ópera y “ballet”.

¿Qué te ha dado Valencia y qué le has dado a cambio?

Me ha dado ambiente artístico, al que yo procuro corresponder con todo mi

esfuerzo.186

En estas concisas declaraciones refleja Asencio las carencias que tanto sufrió a lo

largo de su carrera como compositor por la escasez de recursos musicales en Valencia.

Sin embargo, esta ciudad contaba con una cantidad de creadores que, por sí solos, dan

lugar a un ambiente musical rico, a pesar de las citadas estrecheces.

185 Pelejero, “La Feria de Julio y sus Festivales: Dos opiniones: Matilde Salvador y Vicente Asencio”, Levante, 22-VII-1959, p. 2. 186 Pedro Gozálvez, op. cit.

307

Page 320: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En último lugar, se van a desarrollar sus reflexiones en torno a su labor como

creador de música y sus gustos personales. En esta cita, extraída de una entrevista

publicada en el diario Las Provincias en 1972, medita en torno al porqué de su vocación

compositiva:

¿Por qué fuiste compositor?

El deseo de crear, de expresarme.

¿A pesar de lo difícil que resulta esta profesión?

Eso no cuenta. Aquí, sólo se comienza a vivir cuando uno ha triunfado en el

extranjero. Y yo no he querido salir. Cuando compongo, jamás pienso en el

posible éxito y el beneficio económico; compensa la alegría de la creación. Por

eso, cuando he tenido lagunas, no de discontinuidad en la obra, sino de menos

actividad, he sufrido terriblemente.

¿Y el motivo de las lagunas?

Ganarse la vida desempeñando otras tareas que roban el tiempo.187

En la cita anterior Asencio muestra su ausencia de interés práctico y material en la

composición musical, que surge más bien como una necesidad espiritual del artista

creador, aspecto que profundiza todavía más en la cita siguiente:

¿Por qué escribe música?

Porque tengo esa necesidad espiritual. No puedo prescindir de ella. La

vocación manda y no me resisto a ella. Y me alegro de mantener esa tónica

vocacional, porque ahora empieza España a estar madura para una eclosión de

la música. Es un sentido vital el que me obliga a componer […]

¿Cuál es la esencia de la música de Asencio?

Ante todo, haremos una definición descriptiva. Yo creo en la inspiración, en

ese halo que viene de no se sabe dónde. Pero nadie puede confiar exclusivamente

en ella. Hace falta una disciplina integral, un investigar sobre la propia

personalidad para encontrar nuestras formas expresivas peculiares. Es

indispensable una técnica de acuerdo con nuestra idiosincrasia […]

Y entonces se llega…

A la concreción. Yo soy un compositor intimista. No me gusta desbordarme;

prefiero esa introspección jugosa y total en la intimidad.188

187 Mª Angeles Arazo, “Media hora con Vicente Asencio hablando de música”, op. cit. 188 Mª Angeles Arazo, “Vicente Asencio dará esta tarde un recital de sus composiciones en el Conservatorio”, op. cit.

308

Page 321: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Aunque en la cita anterior introduce su visión sobre la música española de la época,

acaba desembocando en aspectos más personales sobre la composición que se pueden

completar en las siguientes palabras:

En cuanto a mis gustos, prefiero las músicas concretas y claras,

despojadas de influencias extramusicales, tanto literarias como descriptivas,

formalmente construidas, con inquietud armónica dentro de un fuerte sentido

tonal o politonal. No puedo ocultar mi predilección por aquellas que tienen en

alto grado el matiz y sentimiento poético.189

Esta cita completa muy acertadamente la visión de la anterior, aunque se centra en

la mención de aspectos propios de la técnica musical y el lenguaje que personalmente

prefiere, en lo fundamental de corte tonal, rechazando los lenguajes atonalistas que en

su época eran muy novedosos en España.190

Como conclusión a este punto, se muestra una visión muy reveladora de la

personalidad creadora de Vicente Asencio, cuando en las siguientes palabras hace

referencia a la cualidad que más valora en un artista en general y en un músico en

particular: La sensibilidad; más que la inteligencia. La sensibilidad es imprescindible

para cualquier manifestación artística; sin ella, por mucha técnica que se domine, el

resultado es nulo.191 Además, esta otra cita puede complementar brevemente el

contenido de la anterior: El músico canta lo que siente, lo que vive, lo que lleva en la

sangre; quiera o no quiera.192 La atenta audición de la música de Vicente Asencio da fe

de la veracidad de estos testimonios de corte estético, que sirven para dar el punto final

al recorrido realizado en torno a su personalidad humana, su obra y su actitud ante la

creación.

189 ALBA, op. cit. 190 Pedro Gozálvez, op. cit. 191 Mª Angeles Arazo, “Media hora con Vicente Asencio hablando de música”, op. cit. 192 Ibídem.

309

Page 322: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

310

Page 323: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

V. Vicente Garcés

V. 1 Biografía

V. 1. 1 Años de juventud

Vicente Ramón Garcés Queralt nació en Benifairó de les Valls (Valencia), el día 8

de septiembre de 1906, en el seno de una familia de raíces musicales. Su padre y su tío

paterno eran músicos amateurs, clarinetista el primero y clarinete-requinto el segundo,

en la Antiga Societat Musical de Faura, pueblo vecino al de su nacimiento donde su

familia se estableció tempranamente.

Gracias a la riqueza musical del ambiente familiar, su hermano pequeño Juan,

nacido en 1914, también se dedicó a la música. En primera instancia como clarinetista

con las enseñanzas de Manuel Muñoz, entonces director de la banda de Faura, y luego

como pianista con Manuel Palau y Leopoldo Querol. Su trayectoria musical culminó

como director a partir de los años cuarenta, gracias a las enseñanzas de Pérez Casas,

quien le convirtió en uno de los más prestigiosos directores de banda de su generación,

al frente de la Unión Musical de Llíria y las bandas municipales de Castellón y

Valencia.

Su primo Enrique Garcés Garcés, nacido en 1909, destacó también en el campo de

la dirección, donde llegó al cargo de director de la Banda Municipal de Barcelona.

También fue compositor y articulista en temas musicales para la prensa.

Su familia, formada por agricultores acomodados, permitió a Vicente y a su

hermano Juan realizar estudios superiores, sin reparar en gastos y sacrificios.

Inicialmente Vicente no se dedicó a la música, aunque gustaba mucho de la misma

y frecuentaba los conciertos de la Sociedad Musical de Faura. Más bien se centró en sus

estudios universitarios de Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona, donde

estuvo muy en contacto con su vida musical y asistió a conciertos y recitales. De su

estancia en Barcelona datan sus primeras tentativas literarias, dos piezas tituladas La

311

Page 324: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

deseada y El ramo de flores, datada esta última en 1926, ambas en manuscritos

conservados en el archivo familiar.1

En 1928 terminó sus estudios, volvió a Faura y tomó la decisión de dedicarse a la

música, pese a no haberla estudiado en su juventud como habían hecho su hermano y su

primo. Contactó con Manuel Palau para encauzar su trayectoria, hasta este momento

autodidacta. Su primera obra fue terminada en 1930, una suite sinfónica titulada Bocetos

líricos, revisada elogiosamente por Oscar Esplá, como se deduce de las palabras del

propio Garcés en una carta que posteriormente dirigió a Manuel de Falla:

Me dirigí pues a D. Oscar Esplá. Acogió mi suite con gran interés, que yo

agradecí y agradezco con toda mi alma, y tras leerla con mucho detenimiento me

invitó a que fuese a Madrid para exponerme ampliamente su opinión. Así lo hice.

Me dedicó dos largas sesiones analizando la partitura compás por compás para

dar soluciones a todas las inexperiencias orquestales que observaba y manifestar

algunas ideas personales sobre composición, esto último principalmente por

haber notado la ausencia de desarrollo temático. Vuelvo a repetir que estoy

profundamente reconocido al maestro Esplá por la amabilidad y deferencia que

conmigo tuvo, pero Vd me va a permitir que, con toda la admiración y respeto

que el prestigioso compositor merece, le diga que la estética que movía sus

palabras no es la que yo siento.2

Sus gustos musicales distaban mucho de los del insigne compositor alicantino,

puesto que se volcaban más hacia el impresionismo de Debussy y Ravel, y la

depuración nacionalista de un Manuel de Falla en su madurez.3 Todo esto lo reflejó en

su segunda composición, un ballet titulado Pasionaria sobre versos de Juan Lacomba,

terminado hacia 1931-32 y objeto de una misiva a Falla para su revisión, de la que se

extrae este fragmento referido a su estructura y el ruego de que le ayude a revisarlo:

Acabo de componer mi segunda obra, un ballet con escenario y versos del

poeta Juan Lacomba que se titula ‘Pasionaria’. Consta de los siguientes números

musicales: Preludio – Madrigal – Balada - Danza burlesca - Romance de la

doncella enamorada - Danza gitana – Leyenda - Idilio interrumpido -Canción de

pena - Danza del mar maldito. Fervorosamente ansío permanecer a su lado el

1 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt, Sagunto: Fundació Bancaixa, 1998, p. 54. 2 Extraída de una carta inédita de Vicente Garcés a Manuel de Falla, datada en 1931. Reproducida íntegramente en: Sergi Arrando, op. cit., pp. 50-52. 3 Entrevista de Rafael Díaz a Juan Garcés el 25 de octubre de 2002. Archivo de Historia Oral del Instituto Valenciano de la Música.

312

Page 325: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

tiempo que Vd juzgue preciso para hacer una revisión de la partitura, pues tengo

la esperanza de que sus consejos inestimables han de ser en mi porvenir lo más

fructífero que de maestro y artista alguno pudiera yo esperar.4

Pero Vicente Garcés no recibió respuesta del insigne compositor gaditano, quizás

ni tan siquiera llegara a enviar la carta, al conservarse en su archivo personal. El propio

Garcés tuvo un aprecio especial hacia esta obra, como lo reflejan las siguientes líneas,

escritas muchos años después:

El ballet ‘Pasionaria’ és la primera obra meua; acabada l’any 1931 i

revisada posteriorment [omet que per Oscar Esplá], encara no ha sigut

interpretada mai sencera. Com tota primera composició té influències diverses.

Ravel, Falla, Strawinsky. Però al propi temps té una expansió clàssica en

determinats moments, un fluir espontani i jovenívol, i una amplitud imaginativa i

concepcional, que fan que jo l’estime coralment [sic], amb tots els seus defectes,

així com les mares volen el seu primer fill. Un any estudiava la tècnica de la

música quan la vaig escriure. ¡Quina puixança més pura i quin dolor!

‘Passionera’ és desig i intuició solament.5

Años más tarde, Garcés la situó como su primera obra porque sometió sus obras a

una depuración que arrinconó a muchas de sus piezas. Pasionaria aparecerá en algunos

programas y citas posteriores con el nombre en valenciano de Passionera. Sorprende la

lista de compositores que cita Garcés como fuente de referencia, los considerados como

más avanzados en la esfera de la influencia musical francesa: Ravel, Falla y Stravinsky.

Este dato certifica las innovadoras fuentes de inspiración estilísticas del entonces joven

compositor. En 1935, algunos fragmentos del ballet aparecieron publicados en versión

reducida a piano, o bien canto y piano, en ediciones de Jaime Piles, editor valenciano

muy significativo por su apoyo a los compositores de la tierra. Su divulgación dio lugar

a interesantes críticas, como la siguiente publicada por su compañero del Grupo de los

Jóvenes, Luis Sánchez:

Primorosamente editado por Jaime Piles, hemos recibido un ejemplar de

dos canciones para canto y piano de ‘Passionera’, ballet de Juan Lacomba,

musicado por Vicente Garcés. ‘Canción del atardecer’ es la primera, impregnada

de vaga nostalgia, que nos hace recordar nuestras tardes caniculares, y ‘Canción

de pena’ la segunda, desenvuelta y magnífica de ritmo. Juzgamos, por demás,

4 Idem a la cita 2, reproducida íntegramente en: Sergi Arrando, op. cit. 5 Sergi Arrando, op. cit., p. 54. Extraída del Dietario de Vicent Garcés.

313

Page 326: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

interesante esta edición de obras de Vicente Garcés, valencianísimo compositor

que justamente goza de envidiable puesto entre nuestro mundillo musical […]6

Pocos meses más tarde fue editada otra parte en versión pianística, de la que el

citado Sánchez hace otro interesante comentario crítico:

En época oportuna dimos cuenta de la edición de ‘Canción del atardecer’ y

‘Canción de pena’, fragmentos del ballet ‘Pasionaria’, de Juan Lacomba,

musicado por Vicente Garcés. Ahora, hemos recibido del mismo ballet, la edición

para piano del fragmento ‘Danza de una noche de plenilunio’, sugestiva de ritmo,

sentida de melodía y sorprendentes armonizaciones, que plenamente ha

conseguido Vicente Garcés, inspirado en las palabras de Juan Lacomba que

transcribimos: “Pasionaria baila su danza postrera frente al amado […] La

muerte avanza ágil, sobre la gracia de la danza […] Llega como una promesa

juvenil […]”7

Esta obra y alguna posterior del mismo género valieron para que su maestro

Manuel Palau calificara a su discípulo Vicente Garcés, en la dedicatoria de una de sus

partituras, como el creador del ballet valenciano.8

Sin embargo, sus obras no fueron ofrecidas al público de inmediato, en una

Valencia donde faltaba un impulso de confianza hacia la música de compositores

noveles. Pero la creación en 1931 de la Orquestra Valenciana de Cambra cambió esta

situación, gracias a su director Francisco Gil quien tuvo fuerte compromiso en

interpretar obras de jóvenes creadores. El citado Gil contó con el consejo y la ayuda de

Manuel Palau, en cuyo entorno estudiaban y trabajaban los más destacados autores en

ciernes de entonces, entre los cuales estaba Garcés, y que con el tiempo acabaron

constituyendo el Grupo de los Jóvenes. El 20 de mayo de 1932, en el concierto

conmemorativo del primer aniversario de esta orquesta, programó los Tres poemas para

clarinete, piano y orquesta de cuerda, de Vicente Garcés. En la siguiente nota al

programa del citado concierto, donde Garcés explicaba la obra, explica su orientación

estética:

Esta darrera composició ha segut feta volent expresar tres moments lírics

del panorama ample i clar de nostra horta. Per a este autor sols interessa del

folcklore, en les seues obres, l’esencia íntima i amagada que vol elevar a un sentit

6 Luis Sánchez, “Musicales: Ediciones recientes”, La Correspondencia de Valencia, 26-II-1935, p. 8. 7 Luis Sánchez, “Musicales: Ediciones recientes”, La Correspondencia de Valencia, 11-I-1936, p. 8. 8 Sergi Arrando, op. cit., p. 19.

314

Page 327: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

universal d’art. Com ell mateix diu, l’impulsa sempre “el recercament d’eixa

musicalitat fonda i difosa que, encara trobant la seua esteriorisació més genuina

en el cant popular, trascendix d’ell i palpita i flota en l’ambient i jau sumergida

en el fons dels sers i de les coses.”9

Se deduce de esta nota, que Vicente Garcés tomó casi al pie de la letra el espíritu

del nacionalismo surgido en la creación de Falla, aunque aplicado al caso valenciano.

En toda su producción está presente un profundo nacionalismo valenciano, tanto

político como musical, que no era sólo suyo sino que estaba latente en la propia

Orquestra Valenciana de Cambra, creada bajo los auspicios de la Agrupación

Valencianista Republicana.

En el entusiasmo de estas palabras, publicadas por Emilio Valdés tras el estreno de

esta obra de Garcés, laten los gérmenes ideológicos de la futura creación del Grupo de

los Jóvenes:

¿Y cómo olvidar aquí al esclarecido maestro que ha sabido formar espíritus

tan selectos como Garcés y Sánchez? No podíamos dejar de nombrar aquí a

Manuel Palau, a quien parece lo estemos viendo rebosante de alegría al admirar

a dos triunfos, que bien puede tener como suyos, pues él ha sido el orientador de

éstos, así como de un artista olvidado en este momento, Ricardo Olmos, premiado

en un Concurso de Música de Cámara, y, aunque muy modestamente, el que esto

suscribe, también goza de su orientación artística.10

Casi dos años antes de que se constituyera formalmente, existía ya el lazo de unión

que los vincularía en un futuro muy cercano. En las siguientes líneas publicadas por

Emilio Valdés, compositor y miembro del Grupo de los Jóvenes, se aprecia como la

Orquestra Valenciana de Cambra era ya reconocida como vivero del citado Grupo, pues

su actividad permitió el estreno de obras compuestas por sus miembros, quienes así

podrían llegar al público y hacer incidir su creación en la vida musical valenciana:

Al cumplir su primer aniversario la ‘Orquestra Valenciana de Cambra’, se

siente ésta satisfecha por la labor realizada, sobre todo si se tiene en cuenta que

pocas veces ha dado una obra que no fuese primera audición, y aún insistimos

pidiéndole que continúe su obra artística, haciendo de este modo una gran labor

cultural y patriótica.11

9 Sin autor, nota al programa de la “Orquestra valenciana de cambra” del 20-V-1932. 10Emilio Valdés, “Primer aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, 21-V-1932, p. 3. 11 Ibídem.

315

Page 328: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sólo un año después, el 12 de mayo de 1933, en el concierto en el que celebraba la

Orquestra Valenciana de Cambra su segundo aniversario, se reunieron de nuevo obras

de casi todos los miembros del grupo, entre las cuales se encontraba una nueva pieza

orquestal de Vicente Garcés titulada Nocturno.

La licenciatura en Filosofía y Letras permitió a Vicente Garcés realizar en 1933 los

cursillos que por aquel entonces habilitaban a los licenciados para desempeñar el cargo

de profesores de enseñanza secundaria,12 y recibió como destino el Instituto de

Enseñanza Media ‘Ausiàs March’ de Gandía,13 donde trabajó hasta 1939.14

Pocos meses más tarde, a principios de 1934 se constituyó formalmente el Grupo

de los Jóvenes que, si bien tuvo como guía musical a Manuel Palau, utilizó un ideario

estético profundamente madurado por Vicente Garcés, auténtico mentor ideológico del

mismo. Sus obras fueron interpretadas repetidamente en Valencia por la Orquestra

Valenciana de Cambra, como es el caso de su Nocturno, de nuevo ejecutado el 24 de

febrero del mismo año.

El año 1934 significó para Garcés su afirmación ante el público, en tanto que su

música fue interpretada con continuidad por la citada Orquestra Valenciana de Cambra,

íntimamente ligada al ideal de la misma, afirmación que debería hacerse extensiva a los

demás miembros del grupo. El propio Garcés vio la interpretación de dos obras suyas

por la citada agrupación: la Pantomima y la Cançó amorosida para voz y orquesta, en el

concierto del tercer aniversario de la Orquestra, celebrado el 25 de mayo de 1934 en el

Salón de Actos del Conservatorio.

El verano siguiente, el propio Garcés ejerció de anfitrión en lo que la prensa

calificó como primera reunión de los miembros del grupo, en una casa de veraneo de su

familia en la saguntina playa de Almardà. En la misma se contó con la presencia de

Manuel Palau, así como los cinco miembros del grupo y el periodista Emilio Fornet.

Pocos días después de la reunión, el día 9 de agosto, el citado Fornet publicó una

enfática crónica titulada ‘Laurel de naranjo’, difusora de los ideales del grupo, en el

periódico El Mercantil Valenciano.15

Vicente Garcés pronto se distinguirá como aglutinador del grupo, tanto en lo

personal como en lo ideológico, puesto que siempre estuvo muy en contacto con las

12 Gaceta de Madrid de 14-10-1933, p. 397. 13 Gaceta de Madrid de 1-11-1933, p. 794. 14 Sergi Arrando, op. cit., p. 53. 15 Emilio Fornet, “Laurel de naranjo”, El Mercantil Valenciano, 9-VIII-1934. Citado en: Sergi Arrando, op. cit., p. 25.

316

Page 329: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ideas estéticas más avanzadas de la España musical de la época. Como ejemplo, en su

casa recibían diariamente el periódico madrileño El Sol, donde escribía el eminente

musicólogo Adolfo Salazar, principal exponente de la renovación musical de la España

de los años treinta, por lo que Garcés tuvo constante acceso a estas ideas.16 Como punto

final a este fructífero año, el 21 de noviembre, la Orquestra Valenciana de Cambra

interpretó su Pantomima, con renovado éxito de público y crítica.

Tras un año tan brillante, Vicente Garcés afrontó 1935 con nuevas ilusiones, no

limitadas solamente a lo artístico, sino también en otros aspectos, puesto que el ideario

del Grupo de los Jóvenes no se limitó sólo a la renovación estética de la música

valenciana de su tiempo. De este modo, también actuó sobre la propia organización del

ambiente musical valenciano, lo que motivó que Garcés aplicara su ideario valencianista

a comentarios sobre la vida musical valenciana, buscando actuar sobre la misma para

dinamizarla. De este modo, colaboró en las crónicas musicales del semanario El País

Valencià, que empezó a publicarse el 18 de mayo de 1935 y desarrolló su actividad

hasta el estallido de la Guerra Civil.

En ese mismo año, su maestro Manuel Palau le dedicó un ballet titulado Lliri Blau,

lo que no dejaba de ser un gran detalle hacia Garcés, al que en su momento Palau había

calificado como el creador del ballet valenciano.17

En un concierto programado el día 15 de abril de 1935 por la Sociedad Filarmónica

de Valencia, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Valencia, con el maestro Izquierdo al

frente, se interpretó su Dansa Festívola que más tarde pasaría a formar parte de su ballet

Dimoni (Balada del Dolçainer). Mediante este evento, la figura y la música de Vicente

Garcés salió más allá del valioso pero reducido ámbito de la Orquestra Valenciana de

Cambra, hacia un reconocimiento más generalizado en la vida musical valenciana.

Semanas más tarde, el día 20 de mayo de 1935, en el concierto de aniversario de la

Orquestra Valenciana de Cambra, esta agrupación estrenó varias obras de miembros del

grupo. Vicente Garcés compuso una pieza titulada Epitalami, dedicada como regalo de

la reciente boda de su director Francisco Gil, lo que fue una apreciable muestra de

amistad y camaradería.

Si bien la figura de Vicente Garcés adquirió con estos hechos gran significación

artística, pronto aumentó su proyección intelectual, tanto a través de las crónicas

16 Información extraída de la entrevista realizada por Rafael Díaz a Juan Garcés, con destino al Archivo de Historia Oral del Instituto Valenciano de la Música, el día 25 de octubre de 2002. 17 Sergi Arrando, op. cit., p. 53.

317

Page 330: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

musicales que publicó en revistas como El País Valencià durante los meses siguientes,

como por sus actividades dinamizadoras de la vida musical valenciana. Estas

actividades cobraron un considerable impulso en este corto espacio de tiempo que

restaba hasta el estallido de la Guerra Civil.

Su participación y posterior triunfo en el concurso de composiciones corales

convocado por PROA - Consell de Cultura i Relacions Valencianes, en febrero de 1936,

reflejó la estrecha unión de su obra con el valencianismo cultural de entonces. El

compositor estuvo muy estrechamente vinculado a la citada entidad, de la que fue

nombrado corresponsal en Gandía, ciudad donde residía por su actividad docente.18 El

veredicto del concurso, en el que fue premiada su pieza coral Cantiga, apareció en la

prensa en mayo del citado año.19

Además de Vicente Garcés, fueron premiados en el concurso su maestro Manuel

Palau, así como su compañero en el Grupo de los Jóvenes Ricardo Olmos, lo que viene

a significar la extensión de los ideales valencianistas al entorno del grupo. Vicente

Garcés compuso la obra durante su estancia en Gandía como profesor de enseñanza

secundaria, con una versión valenciana del escritor y significativo dirigente de PROA

Angelí Castanyer, luego exiliado tras la Guerra Civil. Además de presentarla al citado

concurso, la envió al Orfeó Català para su ejecución, y recibió una respuesta afectuosa

de su director Lluís Millet: Amable amic; li dono les gràcies pel seu envio del poemet

“Cantiga” i per la salutació afectiva que li dóna un element dels Joves Compositors

Valencians […]20 En esta breve cita se aprecia como la obra de Garcés y sus

compañeros de grupo recibía proyección y resonancia más allá del ambiente musical

valenciano, donde eran recibidas con simpatía.

En aquellas fechas, Vicente Garcés participó activamente como presidente en la

creación de la Sección Sinfónica de la Societat Valenciana d´Autors, presentada en una

nota de prensa publicada en La Correspondencia de Valencia el 13 de febrero de 1936.

En su junta aparecían los principales compositores valencianos de la época, entre los

que se incluían Palau y los miembros del Grupo de los Jóvenes. En la citada nota de

prensa, comunicaron su principal objetivo: estimular la producción y difusión de las

obras de los géneros vocales y sinfónicos creadas por sus asociados.21 Vicente Garcés

18 Sin autor, “Activitats del Consell”, Timó, 2-3, agost-setembre 1935, p. 3. 19 Sergi Arrando, op.cit., pp. 63-64. 20 Idem, pp. 62-63. 21 Sin autor, “Sociedades: Societat Valenciana d´Autors (Secció Simfónica)”, La Correspondencia de Valencia, 13-II-1936, p. 8.

318

Page 331: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

participó personalmente en las iniciativas de esta sección, breves por la proximidad del

conflicto bélico, pero muy intensas. Primero se celebró un ciclo radiofónico de música

valenciana, gracias al apoyo del director de Radio Valencia, Juan Valor, formado por

cuatro recitales emitidos en horario de lunes noche e iniciados el 13 de abril. Los

restantes se emitieron las tres semanas siguientes, constando el primero de una audición

de obras para voz y piano, el segundo con cello y piano, el tercero para piano solo, y el

cuarto y último para voz y piano de nuevo. Los compositores miembros de esta sección

asesoraron la elección de las obras a interpretar, primando la producción camerística de

los asociados, con el interés añadido de tratarse en su mayor parte de estrenos.22 El

propio Vicente Garcés se encargó de presentar la primera de las audiciones con unas

palabras preliminares, en calidad de presidente de la sección, con objeto de justificar el

ciclo. En el mismo se interpretaron varias obras suyas, empezando por la Cançó de

malefici, perteneciente a su ballet Dimoni, cuya versión orquestal se estrenó poco

tiempo después. Por otra parte su hermano, el pianista y futuro director Juan Garcés,

participó como pianista en varios de estos recitales. En esta breve crónica del tercer

concierto del ciclo, celebrado el 27 de abril y dedicado a piezas para piano solo, se

puede apreciar la mecánica de los mismos:

Ayer se verificó el anunciado concierto, tercero de la serie, que con tanta

atención vienen siguiendo los aficionados. Nos referimos a las sesiones

organizadas por la Sección Sinfónica de la Sociedad Valenciana de Autores. Ante

todo hemos de agradecer al señor Valor su atención hacia los compositores de la

tierra, permitiéndoles ofrecer sus obras a los radioescuchas. Se trataba de música

de piano, y en las diversas obras ejecutadas pudo notarse la diversidad de

caracteres y estilos de los autores. El maestro Palau fue el encargado de llevar la

palabra, explicando las obras, y no hay que decir si supo hacerlo en su

valenciano fino y flexible y con su profundo sentido del arte valenciano. De

ejecutar las obras se encargó el joven pianista Juan Garcés, quien llevó con éxito

el peso de la velada, interpretando todas las obras, en su mayor parte de gran

dificultad […] Ciertamente fue una buena sesión. La próxima estará dedicada a

canciones de autores valencianos con letra castellana.23

22 Sin autor, “Música: Cicle de música valenciana per radio”, El País Valencià, 20, Valencia, 11-IV-1936, p. 3. 23 Sergi Arrando, op. cit., pp. 66-67. Extraído del diario Jornada, abril de 1936.

319

Page 332: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

De la crónica anterior se adjunta una breve mención referida a una obra de Vicente

Garcés:

[…] De Vicente Garcés se escuchó una reducción pianística de la ‘Dansa

en nit de pleniluni’, que forma parte de un Ballet y en donde el autor emplea, en

combinación íntima, la impresión del momento y su expresión por medio de

armonías originales y temas muy justos.24

Las actividades de esta sección, y la participación de Vicente Garcés, no se

limitaron a este ciclo. Semanas más tarde se organizó un concierto titulado Festival de

Música Valenciana Moderna, a cargo de la recién constituida Orquesta Clásica

Valenciana dirigida por Benjamín Lapiedra, celebrado el 24 de mayo con el objeto de

recaudar fondos destinados a levantar un monumento al jurado valenciano Francesc de

Vinatea. En el mismo fue estrenado su ballet Dimoni, también conocido como Balada

del dolçainer, del cual se citan en las siguientes líneas algunos aspectos de su estructura

escénica y fuentes de inspiración:

Este ballet de V. Garcés està inspirat en el conte ‘Dimoni’, de V. Blasco

Ibáñez. L’escenificació i poemes són de Miquel Duran de València. A més de les

escenes musicals que van a ésser interpretades hui, completen el ballet les

escenes següents: ‘INTRODUCCIÓ’, ‘APARICIÓ DEL DIMONI’,

‘NOCTURNAL.

L’acció mímica és així: PREGÓ I DANSA, […] PANTOMIMA, […]

DANSA FESTÍVOLA, […] CANÇÓ DEL MALEFICI, […] DANSA DE LES

OFRENES, […] FINAL […]25

Durante los últimos días del mencionado mes de mayo se acumularon las

interpretaciones de piezas de Vicente Garcés. La Orquesta Sinfónica de Valencia,

dirigida por el maestro Izquierdo, celebró un concierto retransmitido por la estación de

Valencia de Unión Radio al resto de España, gracias al patrocinio de Ford Motor

Ibérica. En el mismo se interpretó de nuevo la Dansa Festívola de su ballet Dimoni

(Balada del dolçainer), difundida a todo el territorio nacional y confirmando a Vicente

Garcés como una figura prometedora.

En este mismo año fue publicada la versión pianística de la Danza de una noche de

plenilunio, procedente de su ballet Pasionaria, ya enunciada líneas atrás. También puso

en música un poema de Lluís Guarner titulado Cançó de la marinera fidel,

24 Idem. 25 Ibídem, pp. 70-71. Extraído del programa del concierto.

320

Page 333: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

perteneciente al poemario Cançons de terra i de mar, en colaboración con otros

prestigiosos compositores de la época como Eduardo López-Chavarri Marco y Manuel

Palau.26 Editado por la Societat Castellonenca de Cultura en 1936, generó un ambiente

de colaboración entre poetas y compositores valencianos, que pronto se vio afectado por

el estallido de la Guerra Civil.27

V. 1. 2 La Guerra Civil y la posguerra

El conflicto bélico frenó la ascendente carrera musical de Vicente Garcés, quien

habia recibido una beca para ampliar estudios en Francia, fechada el 11 de julio de

1936, pocos días antes de iniciarse el levantamiento militar. Esta notificación especifica

las entidades que le otorgaron la ayuda, la naturaleza de la misma, así como sus detalles

económicos:

Por Orden Ministerial de esta fecha y a propuesta de la Junta para

Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, le ha sido a Vd. Concedida

una pensión, durante nueve meses, para estudiar Composición [sic] musical en

Francia, con la asignación mensual de 425 pesetas oro mensuales y 450 pesetas

oro para viajes de ida y vuelta.28

Su reacción fue entusiasta, pero el estallido de la guerra, muy pocos días después,

truncó súbitamente todas estas expectativas, como queda reflejado en estas palabras

escritas en su Dietario:

He rebut un ofici del Ministeri d’Instrucció Pública comunicant-me

haverme pensionat la Junta d’Ampliació d’Estudis per a completar estudis

musicals a França durant nou mesos. ¡Tinc una gran alegria! L’any 33 vaig fer

els cursets de selecció a càtedres per a defendre la puresa del meu art, puix en

Espanya els músics no poden viure de la música. He estat tres cursos al front de

la càtedra de Literatura de l’Institut de Gandia. Però ara pense que ha finit ja per

a sempre aquesta bifurcació d’activitats ¡que podré acabar la meua formació de

compositor a l’extranger [sic]! ¡El meu somni i el meu deler van a ser realitzats!

26 Lluís Guarner, Cançons de terra i de mar, Castellón: Sociedad Castellonenca de Cultura, 1936. Edición facsímil de: Valencia, Biblioteca Valenciana-Generalitat Valenciana, 2005. 27 Sergi Arrando, op. cit., pp. 65-66. 28 Idem, p. 65. Extraído del archivo de la familia Garcés Queralt.

321

Page 334: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Però, que poc dura la il·lusió…El dia 18 s’inicia el moviment militar, i als pocs

dies ens trobem en plena guerra civil.29

Vicente Garcés sufrió en aquel momento una cruel ironía del destino, puesto que

la dramática situación sociopolítica que vivió el país en las fechas siguientes frenó sus

aspiraciones de dedicarse a menesteres puramente musicales. En aquellas difíciles

circunstancias afloró todo el compromiso político y cultural que había suscrito hasta

entonces con la amenazada Segunda República Española, fruto de la ideología liberal

reinante en su casa paterna, puesto que su padre fue durante muchos años concejal en el

ayuntamiento Faura.

Sin embargo, su actividad creativa no se redujo por el inicio de la guerra, puesto

que fue movilizado como soldado de servicios auxiliares, y destinado como músico

adscrito a la Banda de la Sección de la Escuela Popular de Guerra. Con esta ocupación

sus actividades musicales y creativas no sufrieron especial menoscabo y pudo seguir

componiendo, además de participar en la vida musical valenciana que, curiosamente y a

pesar de las dramáticas circunstancias que se vivían durante aquellos días, se vio

reactivada considerablemente al ser nombrada Valencia provisionalmente capital de la

República. Sobre este aspecto, cabe señalar su participación en las actividades de la

Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura, junto con eminentes escritores y

artistas españoles y extranjeros, como se aprecia en las siguienes líneas de Albert

Girona donde se cita su presencia en aquellas reuniones:

[…] l’ambient cultural que es respirava a les tertúlies de l’A.I.D.C.

valenciana dels locals de la plaça de la Congregació i del Trinquet de Cavallers.

Hi acudien des dels estrangers André Malraux, Ehrenburg o Tzara fins als

espanyols Moreno Villa, V. Macho, Alberti i María Teresa León, M. Altolaguirre,

Machado…, en convivència amb valencians, com els escriptors Pla i Beltrán,

Max Aub, Chabàs, Angel Gaos, els músics Garcés i Gil, els artistes plàstics Pérez

Contel, Ballester, Juanino i Josep Renau, etc […]30

En los meses finales de 1936 se sumergió en la creación de unas piezas vocales con

orquesta sobre textos en valenciano, una de las cuales era la Cançó de la marinera fidel

sobre textos de Lluís Guarner, ya citada en líneas anteriores. Las otras dos fueron El

vent sobre un poema de Bernat Artola, y la Troba de l´amor i les tres germanes de

Miquel Durán de Valencia. Vicente Garcés estableció con este último una fecunda

29 Ibídem, p. 65. Extraído del Dietario de Vicente Garcés. 30 Albert Girona, Guerra i Revolució al País Valencià (1936-1939), València: Tres i Quatre, 1986, p. 505.

322

Page 335: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

correspondencia, entre los meses de octubre y noviembre del citado año, en la cual se

aprecian mutuas observaciones y críticas en torno a la obra a componer, entre las que

destaca la oposición del poeta a que el conjunto de piezas reciban el nombre de Poemes

pastorals, como tenía planeado el compositor:

Ara una pregunta i una observació.

La pregunta és aquesta: com és possible lligar tres composicions tan

distintes com les tres que ha triat i d’autors diversos? Perque jo no dubte que la

música seguirà una línia, una pauta de composició, però és evident que la lletra,

les lletres, no guarden entre sí la més petita relació. La observació és molt

important: la ‘suite’ no pot titular-se de cap manera “Poemes pastorals”. Perquè

la “Cançó de la marinera fidel”, evidentment no és una cançó de pastors; […]

Ha de cercar un altre títol.31

Vicente Garcés no rectificó el título y las observaciones del poeta no alteraron en

esencia el contenido de la obra, presentada a los Premios Musicales del País

Valenciano, convocados el 22 de enero de 1937 por la Consellería de Cultura. En las

bases se solicitaba una suite inédita de canciones en lengua valenciana para voz y

orquesta, abierto a compositores del País Valenciano, cuyas obras premiadas serían

estrenadas en un festival organizado por la propia Consellería.32 El jurado estuvo

formado por los compositores Rodolfo Halffter y Pedro Sosa, y el escritor Carles

Salvador.

El citado festival tuvo lugar el día 23 de mayo de 1937, con carácter benéfico

puesto que su recaudación sería destinada a Sanidad y Asistencia Social, en el que se

interpretaron las obras premiadas con el siguiente fallo:

En la primera convocatòria, corresponent a l’any en curs, ha mereixcut el

premi de 2000 pessetes l’obra “Poemes pastorals”, del compositor Vicent

Garcés, i l’accèsit de 1000 la partitura “Tres cançons valencianes”, fruit de la

col·laboració de Matilde Salvador i Vicent Asencio.33

En el programa del citado concierto aparecía una breve biografía del compositor

en la que se citaba su catálogo de producciones realizado hasta la fecha: La producció

realisada fins ara la constituïxen les obres següents: ‘Passionària’, ballet;

31 Sergi Arrando, op.cit., pp. 79-80. 32 Idem, pp. 71-73. 33 Nota al programa del mencionado concierto, celebrado el 23-V-1937.

323

Page 336: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

‘Mimodrama del rapte’, poema coreogràfic; ‘Dimoni’, ballet; ‘Càntiga’, composició

coral, i ‘Poemes pastorals’, suite per a mezzosoprano i orquestra.34

La otra obra premiada había sido orquestada por su compañero del Grupo de los

Jóvenes Vicente Asencio, lo que vinculó aún más a estos compositores con el ambiente

valencianista de aquellos difíciles momentos.

A pesar del difícil contexto de aquellos tiempos, la vida musical valenciana

conoció una gran revitalización gracias a la presencia en la ciudad del gobierno de la

República, factor que atrajo a gran cantidad de músicos de otras partes del país,

principalmente de Madrid. La Orquesta Sinfónica ofreció varios ciclos de conciertos

donde el ambiente musical gozó de un empuje considerable, y el propio Garcés conoció

una fuerte influencia de estos compositores cuando trabó contacto con ellos a la vuelta

del verano. Las siguientes líneas, extraídas de su Dietari, muestran el efecto de la

música de estos compositores sobre la orientación estética de Garcés:

Ells han remogut l’ambient musical de València durant l’estiu i la tardor;

plens de dèria per sobreeixir cadascun sobre els demés; impacients per imposar-

se, amb un gest, exprés o tàcit., de superioritat sobre nosaltres els valencians. Jo

tinc que agrair-los l’estímul de superació que m’ha deixat l’europeisme que he

trobat en ells en general. Estic renovant la meua tècnica, apartant tot sediment

provincianista, que no deixa de mancar en alguns dels madrilenys, i retornant

pels camins inmensos i màgics del subjectivisme. […] Finint l’any han marxat a

Barcelona amb el Govern de la República […]35

En estas palabras Vicente Garcés esboza, por primera vez, la posibilidad de un

cambio estilístico que sería efectivo pocos años después, filtrando el nacionalismo

valenciano con la universalidad neoclásica. Por otra parte, dan testimonio de la gran

riqueza musical existente en Valencia durante el año 1937, desgraciadamente sin

continuidad el año siguiente.

Durante el citado 1937, Vicente Garcés estrechó sus lazos de amistad con el

pianista Leopoldo Querol y su mujer Manolita, afincados por aquel entonces en

Valencia, y muy activos en la vida musical de la ciudad. El propio Querol había

interpretado, en concierto celebrado el día 9 de mayo de 1937, la versión pianística de la

Dansa Festívola de Garcés, en concierto organizado por la Sociedad Filarmónica.

Meses más tarde el propio Garcés inició un curso de piano con el propio Querol, cuya

34 Op. cit. 35 Sergi Arrando op.cit., p. 69. Extraído del Dietario de Vicente Garcés.

324

Page 337: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ayuda será decisiva tiempo después, cuando Garcés sufra dificultades al final de la

guerra.

A finales de 1937, Vicente Garcés vio editar su colección de canciones Poemes

Pastorals junto con la obra de otros siete compositores, por el Consejo Central de la

Música a propuesta de la Dirección General de Bellas Artes, según las bases

establecidas en la Orden Ministerial publicada en la Gaceta de la República el 2 de

agosto de 1937.

Al año siguiente, el 15 de agosto de 1938 le fue comunicado el nombramiento de

Comisario-Director del Conservatorio de Música de Valencia, cargo detentado

anteriormente por su amigo Francisco Gil, antiguo director de la Orquestra Valenciana

de Cambra. Tomó posesión del cargo el día 3 de septiembre de 1938 y lo ocupó hasta el

final del conflicto bélico, el 31 de marzo de 1939. Las privaciones de la época hacían

muy complicada la situación del centro, según citó con estas palabras en su Dietari:

El Conservatori de València és un organisme mort, on no alena la música

per a res; no respon a pla predeterminat ningun […] Jo prenc el timó sabent que

allí no hi ha res a fer en les tremendes circunstàncies presents, però, qui sap si

l’atzar no em farà ser l’artífex d’un nou Conservatori jove i entusiasta! No hi ha

classes i per allí no ve ningun professor. […]36

Sin embargo, el propio Vicente Garcés intentó potenciar las cátedras de Armonía y

Composición, asignando esta última a Manuel Palau, entonces auxiliar numerario en la

de Historia de la Música, por decisión unánime en claustro celebrado el 29 de

septiembre del año en curso. Pero la situación de la ciudad hacia inviable la vida

académica del centro, en unos días en que según sus propias palabras: todo eran desfiles

y entierros.37

En aquellos difíciles momentos, la Orquesta Sinfónica siguió activa dando

conciertos regularmente, y en el celebrado el 1 de enero de 1939 fueron estrenadas dos

danzas del ballet Passionaria [sic] de Vicente Garcés.

El final de la guerra fue particularmente duro para Vicente Garcés puesto que, tras

ser cesado de su puesto en el Conservatorio, conoció el ostracismo, mitigado por el

apoyo de Leopoldo Querol, cuyas influencias en el bando vencedor le evitaron males

mayores. También contó con la protección y hospitalidad de Manuel Palau,38 quien se

36 Sergi Arrando, op. cit., p. 84. Extraído del Dietario de Vicente Garcés. 37 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores Valencianos del siglo XX, Valencia: Música 92, 1992, p. 185. 38 Salvador Seguí, Manuel Palau (1893-1967), Valencia: Consell Valencià de Cultura, 1997, p. 22.

325

Page 338: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

hizo cargo de la antigua Orquesta Sinfónica para ofrecer algunos conciertos durante

aquellos meses. Sin embargo, la mayoría de antiguos compañeros y amigos le dieron la

espalda, mientras que los miembros del Grupo de los Jóvenes se dispersaron por toda la

geografía del país.

Intentó superar la situación creando música, iniciando una Sinfonietta para piano,

trompeta y pequeña orquesta que abandonó muy pronto.39 Meses más tarde sufrió la

depuración de la Sociedad de Autores hacia sus obras y se enteró que su padre, antiguo

concejal en Faura, había sido encarcelado, visitándole en su encierro y arriesgando su

libertad en este hecho.40 Finalmente, el 31 de julio de 1939 fue detenido y sometido a

interrogatorio, puesto en libertad al día siguiente, fue citado tres veces más durante el

resto del año. El 2 de diciembre de 1939 fue sometido a Consejo de Guerra, aunque el

jurado determinó que ninguno de los hechos que le imputaban constituía delito de

rebelión en ningún grado, por lo que fue puesto en libertad seguidamente.41

Sin embargo, el Tribunal de Responsabilidades Políticas retomó su expediente y lo

tramitó a la Comisión Depuradora de la Enseñanza que, el día 20 de noviembre de 1940,

le hizo llegar los siguientes cargos: Propagandista de las doctrinas marxistas así como

de las separatistas con manifestaciones públicas de estas ideas. Nombrado por el

Gobierno rojo Director del Conservatorio de Música de Valencia, hizo manifestación

en su cargo de sus doctrinas extremistas.42 Todo desembocó en su posterior depuración,

aparecida en el BOE del día 22 de octubre de 1941, con la siguiente sentencia:

Suspender de empleo y sueldo por dos años, postergación por cinco e

inhabilitación para el ejercicio de cargos directivos y de confianza en

instituciones culturales y de enseñanza a Don Vicente Garcés Queralt, profesor

encargado de curso del Instituto de Gandía (Valencia).43

La situación fue muy dura para Vicente Garcés, necesitado de la ayuda económica

familiar para poder subsistir, ante el estado de ostracismo al que se vio sometido. Su

propio orgullo personal le hizo desistir en la búsqueda de ayuda, como podemos

comprobar seguidamente en esta cita tomada de un currículum redactado años más

tarde:

39 Sergi Arrando, op. cit., pp. 86-87. 40 Dato recogido en la entrevista realizada a Juan Garcés por Rafael Díaz, el día 25 de octubre de 2002, con destino al Archivo de Historia Oral del Instituto Valenciano de la Música. 41 Sergi Arrando, op. cit., pp. 89-91. 42 Idem, p. 91. 43 Ibídem, pp. 91-92.

326

Page 339: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Al triunfar el Alzamiento en 1939 es cortada la continuidad de su labor

creadora pues la censura tacha sus obras de los programas y le impide toda

actuación pública. Pero al derrumbarse el ejército alemán en 1945 se busca su

colaboración musical desde la Radio Nacional de España, habiéndose negado el

que suscribe a cualquier colaboración ni actividad musical pública.44

Sin embargo, sus antiguos amigos y compañeros le ayudaron en la medida de sus

posibilidades, y pudo superar esta situación. Durante estos duros años, Vicente Garcés

estuvo afincado en Sagunto, en la calle Ordóñez, número 6.45

Poco a poco superó el ostracismo al que entonces estaba sometido, y ya en la

temprana fecha del 23 de junio de 1942, Manuel Palau reivindicó la figura de Garcés en

una charla radiofónica sobre músicos valencianos. En concierto celebrado el 14 de

enero de 1943 en el Teatro Principal de Castellón, la pianista Amparo Garrigues

interpretó la versión pianística de la Dansa General de su ballet Marinada, en cuyo

programa de mano la citada pianista escribió esta significativa dedicatoria: Para el

amigo Garcés. Sintiendo mucho no haberle tenido en este concierto para presenciar su

triunfo.46 Aquí se esbozaron los primeros pasos de la profunda colaboración que

entablaron ambos, pianista y compositor, a la que no fue ajena la violinista Josefina

Salvador, que duró hasta el prematuro fallecimiento de Amparo Garrigues en 1945. El

propio Vicente Garcés ayudó a la intérprete en la preparación de conferencias y

disertaciones. Sin embargo, la formación de Amparo Garrigues en París con la

prestigiosa clavecinista Wanda Landowska y su conocimiento del neoclasicismo, le

permitieron transmitírselo al compositor, gracias al cual buscó nuevos caminos en el

arte creativo. En las siguientes líneas, escritas para un homenaje radiofónico que se hizo

a Amparo Garrigues, con motivo del primer aniversario de su muerte, Vicente Garcés

cita la influencia estilística que tuvo la clavecinista sobre su orientación estética:

Yo trabajé el piano con ella durante una temporada; trabajé clavecinistas y

músicos del siglo XVIII. Para un compositor en formación al que la guerra había

fustrado [sic] la marcha a París y que se rebelaba contra los difusos aires entre

escolásticos y postrománticos de la Valencia musical, era encantador acogerse al

arte claro y concreto de Amparito Garrigues. A su luz podía revisar sus conceptos

estéticos y contrastarlos con un momento histórico, el siglo XVIII que tan afín es

44 Ibídem, p. 53. Extraído de un “Currículum Vitae” remitido el 22-XII-1947 al Instituto Francés. 45 A la vista de la dirección que figuraba en la correspondencia que recibía. Archivo Familia Garcés Queralt. 46 Sergi Arrando, op.cit., pp. 92-93.

327

Page 340: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

en muchos aspectos a nuestra sensibilidad. Esto le debo yo a la gran artista.

Rompí mi “Concierto para piano y trompeta” escrito inmediatamente antes y lo

volví a componer íntegro con una exigencia y con un espíritu nuevo que llega a

todas las composiciones posteriores.47

En esta cita, además de certificar la base de su futura evolución estilística, Vicente

Garcés plantea el sentido de depuración que aplicará a toda su creación anterior que le

hará descatalogar una gran cantidad de obras, por no ser adaptables a este nuevo espíritu

estilístico. Este hecho fue discutido posteriormente por la crítica, y dio lugar a que su

catálogo actual sea más bien escaso.

La obra que mejor reflejó este cambio de estilo fue la Suite-Ofrena a Lluis Milan

[sic] para orquesta, escrita en Sagunto entre junio de 1943 y octubre de 1944, cuya

fuente de inspiración se puede encontrar en estas líneas referidas a Amparo Garrigues,

pertenecientes al homenaje radiofónico citado poco antes:

Llevaba en las venas la misma sangre de aquellos músicos valencianos de

la corte renacentista del virrey Duque de Calabria, como Luis Milán el grande,

cuyas pavanas y fantasías y villancicos hacían resonar en Portugal, al son de su

vihuela, la alta espiritualidad y cultura del Reino de Valencia en sus tiempos

mejores.48

El temprano fallecimiento por enfermedad de Amparo Garrigues, en noviembre de

1945, truncó esta amistad, pero no el giro estilístico que Vicente Garcés había

emprendido ya decididamente. Sin embargo, las circunstancias políticas no hacían

posible que su música fuera interpretada en Valencia, y el compositor recelaba que el

público y la crítica pudieran aceptarla, aunque algunos directores como Ricardo

Lamotte de Grignon pensaran lo contrario.49 Este sentimiento le acompañó durante casi

todo el resto de su vida y acentuaría más si cabe su espíritu autocrítico.

Pese a todo, recibió significativas muestras de apoyo entre los intelectuales de la

época, destacando las palabras de Milà i Fontanals, quien le proporcionó materiales del

compositor Lluís de Milan, en una carta fechada el 3 de marzo de 1946 donde le felicita

por esta última obra orquestal: En primer lloc rebi la meua felicitació per la realització

47 Idem, pp. 94-95. Extraído de un homenaje radiofónico a Amparo Garrigues por parte de Vicente Garcés, emitido en “Radio Mediterráneo” el 14-XI-1946, al cumplirse un año del fallecimiento de ésta. 48 Ibídem, pp. 94-95. 49 En carta fechada por él mismo el 26-X-1947, citada en Ibídem, pp. 98-99. En la misma se cita: “Comenci a pensar qué podria jo donar de música de vosté (aquí a València)”.

328

Page 341: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de la seua ‘Suite-Ofrena a Lluis Milan’ i no sap com me plau haver contribuit a la seua

admiració per aquest gran mestre valencià que també venero.50

V. 1. 3 Marcha a París y últimos años en Valencia

Su suerte cambió significativamente a partir de finales de 1947, cuando obtuvo

una beca ofertada por el Instituto Francés de España para una estancia de estudios en

Francia, en convocatoria fechada el 22 de diciembre del citado 1947. Para tramitar la

solicitud contó con la ayuda de sus amigos Vicente Asencio, miembro del antiguo

Grupo de los Jóvenes, y su esposa Matilde Salvador, así como la recomendación del

compositor José Moreno Gans. El 4 de junio de 1948 conoció de forma oficiosa la

concesión de la misma, por un periodo de sólo tres meses, entre octubre y diciembre del

mismo año.51 Sin embargo, una vez allí consiguió ganarse el sustento como transcriptor

de música sacra antigua,52 lo que le permitió establecerse en París al menos hasta 1953

(más probablemente hasta 1958), domiciliado en la Cité Internationale Universitaire, en

un establecimiento llamado Colegio de España.

Al marchar a París tenía recién compuesto un ballet titulado Marinada, con parte

vocal sobre textos de Joan Fuster. Sin embargo, una vez allí conoció a Georges Auric,

compositor francés que décadas atrás había formado parte del Grupo de los Seis, de

estética neoclásica. Este compositor le revisó la obra con detenimiento, a resultas de lo

cual se acentuó todavía más la depuración estilística, hasta llegar a ser considerada

como su auténtica obra cumbre.

Allí compuso Vicente Garcés sus Cinc cançons valencianes, durante el invierno de

1949 a 1950, dentro de este profundo espíritu neoclásico que acabó de asimilar

íntegramente en París, combinándolo acertadamente con los textos valencianos de

Valero Fuster (autor del siglo XVI), Lluis Guarner, Almela i Vives, un texto popular y

otro de Bernat Artola, con la pretensión de: dar cinco expresiones musicales diferentes

dentro del espíritu y del ambiente emocional que crean los viejos cantos del antiguo

50 Ibídem, p. 97. 51 Sergi Arrando, ibídem, p. 109. 52 Dato obtenido de Juan Garcés en entrevista realizada por Rafael Díaz para el Archivo de Historia Oral del Instituto Valenciano de la Música, el día 25 de octubre de 2002.

329

Page 342: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Reino de Valencia.53 Por otra parte, Vicente Garcés consiguió que esta música fuera

estrenada en Francia, en concierto celebrado el 12 de diciembre de 1951, por la soprano

Ginette Guillaumat y la Orquesta Sinfónica de la Radiodifusión Francesa, dirigida por

Jean Giardino.54

Durante la estancia en París se reencontró con Salvador Bacarisse, a quien conoció

en Valencia durante la Guerra Civil. También recibió a varios compañeros del antiguo

Grupo de los Jóvenes, de paso por la capital parisina donde también disfrutaban de

becas de estudio, como es el caso de Vicente Asencio con su esposa Matilde Salvador

en la primavera de 1950, y Ricardo Olmos entre 1951 y 1952. Por otra parte, su

hermano Juan Garcés, destacado director de aquella época fue a París al serle concedida

una pensión para ampliar estudios de dirección, donde coincidió con Vicente. Sin

embargo, los dos volvieron apresuradamente a Valencia al enfermar gravemente su

padre, a causa de un derrame cerebral del que ya no se recuperó, falleciendo el 9 de

noviembre de 1951.55 Tras este triste suceso, Juan se quedó en Valencia y Vicente

volvió a París, donde se estaba labrando cierto prestigio, y todavía permaneció allí unos

años más. La correspondencia con Federico Mompou nos cita que algunas de sus obras

fueron retransmitidas por radio en Francia en 1951.56

Gracias a la correspondencia que sostuvo con Joan Fuster, hay referencias de su

intención de componer una ópera sobre libreto del escritor, aunque no pasó de idea, en

parte porque el propio Fuster parecía bastante reticente al proyecto.57 En agosto de

1953, todavía compuso una última obra muy poco conocida en la actualidad: Cançó i

dansa para guitarra, dedicada al guitarrista Narciso Yepes.58

Vicente Garcés permaneció en París como mínimo hasta 1958, puesto que diversas

fuentes documentales lo sitúan en la capital francesa al menos hasta aquella fecha, como

el encuentro con un joven Amando Blanquer que iniciaba por aquel año sus estudios de

composición con Messiaen: Se había establecido en el Colegio de España de la Ciudad

Universitaria en un extraordinario ambiente […] Permanecían todavía allí una serie de

amigos comunes, entre ellos el compositor valenciano Vicente Garcés […]59 Los datos

53 Tomado de las Notas al Programa del Concierto de la Orquesta Clásica de Valencia, celebrado en la citada ciudad el 29-I-1954. 54 Op. cit. 55 Sergi Arrando, “La relació intelectual de Vicent Garcés i Joan Fuster”, Braçal… 56 Sergi Arrando, op. cit., p. 110. 57 Sergi Arrando, idem, p. 110. 58 Sergi Arrando, ibídem, p. 112. 59 Adrián Miró, Amando Blanquer en su vida y en su música, Alcoy: Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1984, p. 36.

330

Page 343: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

citados en la correspondencia de Joan Fuster estudiados por Sergi Arrando60 dan

constancia de que en torno a 1955 se planteaba la idea de volver de París para

establecerse en Barcelona ante la situación de ostracismo que sufría en Valencia.61 Por

otra parte, el manuscrito de una versión para voz y piano de las Cinc cançons

valencianes conservada en la Sección de Música de la Biblioteca de Catalunya

registrada con el número 1 del Manuscrito 4590, perteneciente al Fondo Conchita

Badía, cita al final de la partitura la indicación: Amb lloc i data París, 1958.

Sin embargo, parece que sus viajes a Valencia y Barcelona se hicieron bastante

frecuentes a medida que pasó el tiempo, y en uno de ellos fechado en 1956 tuvo un

encuentro con Joan Fuster donde le contó sus próximos proyectos que, pese a su riqueza

y variedad, no llegó a llevar a cabo. En la siguiente cita de Joan Fuster, conservada en

su Correspondencia, se enuncian una serie de iniciativas compositivas que Garcés no

llegó a cristalizar:

[…] He vist, un dia, el nostre inefable amic Garcés. Entretingut com de

costum. Em digué que està escrivint una suite titulada ‘Dansades’, i que pensa fer

una cantata per a cors, solistes i orquestra sobre un text d’Ausiàs March, per a

l’any del centenari. I que voldria compondre, encara, un ballet, de tema valencià

(pero valencià-valencià): descartada la possibilitat d’adaptarse ‘El virgo de

Viçanteta’ (que li vaig brindar), s’ha interessat pel ‘Ball de Torrent’. Veurem què

fa, de tot això. Em fa la impressió que també, en la seua labor, seguéis una mica

el criteri de Gomà: el pla quinquenal –una obra cada cinc anys.62

Finalmente Antoni Ferrando, estudioso de la obra de Joan Fuster realiza una reseña

biográfica de Vicente Garcés en un pie de página de su publicación de la

Correspondencia del escritor de Sueca, donde afirma su retorno de París en 1958.63 Una

comprobación definitiva de su retorno es su pertenencia como socio de la Sociedad

Filarmónica en 1961.

La estancia en París significó mucho para Vicente Garcés, puesto que el espíritu

neoclásico, ya esbozado por influencia de Amparo Garrigues en los primeros años

60 Sergi Arrando, “La relació intelectual…”, op. cit. 61 Citado en Sergi Arrando, “La relació intel·lectual…”, idem. Extraído de Joan Fuster, Correspondencia, València: Ed. tres i quatre, 1999, vol. 3, p. 270. De una carta de Joan Fuster dirigida a Ernest Martínez Ferrando. 62 Citado en Sergi Arrando, “La relació intel·lectual…”, ibídem. Extraído de Joan Fuster, op.cit., vol. 3, p. 308. 63 Citado en Sergi Arrando, “La relació intel·lectual…”, ibídem. Extraído de Joan Fuster, Correspondencia, València: Ed. tres i quatre, 2000, vol. 4, p. 258.

331

Page 344: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

cuarenta, se consolidó con los consejos de Georges Auric y adquirió una madurez

apreciada en la revisión del ballet Marinada y en las Cinc cançons valencianes.

Sin embargo, tras su vuelta apenas compuso obras nuevas, quizás por el espíritu

autocrítico antes mencionado, muy semejante al de su venerado Manuel de Falla,

quedando escasos ejemplos de hasta donde podría haber llegado con esta nueva vía

creativa. Probablemente, Garcés se sintió desconectado de Valencia a su regreso de

París, a pesar de que sus obras no fueron completamente ignoradas sino interpretadas en

alguna ocasión. La Orquesta Clásica de Valencia, dirigida por Ramón Corell, programó

las Cinc cançons valencianes con la apostilla de estreno en España, en concierto

celebrado el 29 de enero de 1954. En la citada velada fueron incluidas obras de

compañeros del antiguo Grupo de los Jóvenes: Vicente Asencio (con su Sonada alegre)

y Ricardo Olmos (de quien se ejecutaron las Tres piezas infantiles). Todo recordaba,

salvando las distancias, los antiguos conciertos celebrados en los años treinta por la

Orquestra Valenciana de Cambra con Francisco Gil al frente, puesto que se mantenía el

espíritu de programación de obras de compositores valencianos (en este concierto se

interpretaron también los Dos poemas orquestales, de José Báguena, expresamente

compuestos para esta orquesta). Aunque la crítica los trataba todavía como jóvenes,

habían pasado veinte años y todos ellos estaban ya en la madurez.64

La trayectoria creativa de todos ellos había sido traumáticamente afectada por la

Guerra Civil, muy especialmente en el caso de Vicente Garcés por las razones antes

mencionadas, pero su música retornaba por los fueros de décadas atrás.

A pesar del éxito de este concierto, su obra no se prodigó en exceso y esperó varios

años hasta tener de nuevo cierta relevancia. Esta reapareció con el estreno de partes de

su ballet Marinada el 10 de mayo de 1957, por la Orquesta Municipal de Valencia

dirigida por José Iturbi, en un concierto extraordinario celebrado con motivo de la

constitución del Centro de Estudios Norteamericanos de Valencia, con la particularidad

de compartir programa con obras españolas y norteamericanas: El programa ha sido

confeccionado pensando en recoger los aires más populares de ambos países con los

cuales se hayan compuesto obras musicales famosas.65

El director del concierto, José Iturbi, tuvo la intención de difundir esta obra en

Estados Unidos, donde vivía y trabajaba en aquella época, lo que hizo efectivo al

64 Eduardo López-Chavarri Marco, “Orquesta Clásica de Valencia: Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, 30-I-1954, p. 14. 65 Sin autor, “Concierto extraordinario de la Orquesta Municipal dirigida por el Maestro Iturbi”, Las Provincias, 9-V-1957, p. 7.

332

Page 345: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

llevarse la partitura e interpretarla por aquellas tierras.66 Asimismo, su música era

entonces de una modernidad considerable en una Valencia que, muy pocos años

después, se abriría casi de repente a la entrada de nuevos lenguajes vanguardistas

europeos.

Sin embargo, la obra de Vicente Garcés no conoció, en los años sucesivos, la

difusión que quizás mereció y fue interpretada de forma puntual y fragmentaria, casi

siempre por la Orquesta Clásica de Valencia dirigida por Ramón Corell.

Prueba de la vinculación de la obra de Garcés con Corell fue que, tras el

fallecimiento de éste último, la Orquesta Clásica celebró un concierto de homenaje

póstumo el 5 de febrero de 1971. En este acto fue dirigida por Amando Blanquer y

fueron programadas de nuevo sus Cinc cançons valencianes, con Mª Angeles López

Artiga en la parte vocal.

Durante todos estos años, la obra de Vicente Garcés no se prodigó en exceso en las

salas de concierto y su figura pasó relativamente inadvertida dentro de la vida musical

valenciana. Sin embargo, su ballet Marinada fue galardonado en 1972 con el XVI

Premio Joan Senent Ibáñez, lo que no dejó de ser un reconocimiento tácito de su valor.67

Por otra parte, participó activamente en tertulias intelectuales de signo progresista,

en las que se reafirmó el sentimiento valencianista que le había acompañado desde su

juventud, destacando las que se celebraban los lunes en los locales del Club

Universitario, cerca de la Universidad de Valencia. En la correspondencia de Joan

Fuster se cita brevemente el contenido de alguna de estas tertulias donde se menciona la

participación de Vicente Garcés:

La fotuda tertúlia de l’altre dia no ens deixà parlar de res. Entre les

preocupacions etimològiques de Dolç, les didàctico-administratives de Bauset, les

pseudo-fonètico-polítiques de Beethoven, sense contar-hi la dèria “balletística”

que aquell dia m’exhibí el Garcés, la tarda va resultar preciosa […]68

Su presencia en estos cenáculos fue reflejada por Joan Fuster cuando escribió una

breve epístola dirigida a su amigo Josep García Richart, donde daba cuenta del ambiente

que le envolvía, el 4 de junio de 1960:

66 Dato confirmado gracias a la entrevista a Juan Garcés por Rafael Díaz con destino al Archivo de Historia Oral del Instituto Valenciano de la Música, realizada el 25 de octubre de 2002. 67 Eduardo López-Chavarri Andújar, 100 años de historia del Conservatorio de Valencia, Valencia: Publicaciones del Conservatorio, 1979, p. 108-109. Joan Fuster, Obra completa de Joan Fuster, ed. Antoni Furió i Josep Palàcios, Barcelona: Edicions 62, 2002, p. XLVII 68 Citado en Sergi Arrando, “La relació intel·lectual…”, op. cit. Extraído de Joan Fuster, op. cit., vol. 4, p. 258.

333

Page 346: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

[…] En cambio aquí vivimos como siempre:

nos aburren las mismas comidillas,

las mismas calles y las mismas caras,

todo lo previsto.

En la rueda inflexible de los días

idénticos Garceses nos esperan,

repetidos comentos sobre el ente,

chistes iguales.

Del Club a Publipress, de Casa Pedro

al hogar del perínclito Ventura,

de la Pensión al cuarto de ‘Jornada’,

¡cuánta rutina! […]69

La relación personal e intelectual con Joan Fuster se intensificó durante la década

de los sesenta, después de que conociera un pequeño bache durante los años que Garcés

pasó en París, momento en el que se aprecia (consultando en los datos biográficos

presentes en las Obras completas del citado Fuster) una mayor relación con el crítico

Enrique González Gomá. El siguiente fragmento, perteneciente a una carta que Joan

Fuster envió a Josep García Richart el 20 de octubre de 1968, refleja el aprecio que

tenía Fuster a las valoraciones de Garcés sobre la música valenciana: L’endemà, amb el

mestre Garcés, comentant-ho, vam estar d’acord que el mestre Giner és el millor músic

del país. Millor que el mestre Rodrigo, de segur […]70

Por otra parte, en la evolución del formato del ballet Marinada, entre su estreno en

1957 y la versión definitiva que se presentó al Premi Joan Senent, está presente una

importante influencia estilística de Joan Fuster, tanto en los textos poéticos utilizados

como en los simples títulos de algunas partes.71

En la siguiente cita, publicada por Vicente Galbis en torno a Garcés, se remarca

sus estímulos sobre los nuevos compositores que surgían por aquel entonces en

Valencia: en la última etapa de su vida aconsejó y animó a compositores jóvenes, a

69 Joan Fuster, Correspondència, València: 3 i 4, 2003, vol. 6, p. 303, ed. Antoni Furió. 70 Op. cit., p. 337. 71 Vicente Garcés, Marinada, Valencia: Institut Valencià de la Música, 2007, pp. 43-48, ed. José Pascual Hernández.

334

Page 347: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

pesar de ser un músico poco conocido por el público en general.72 Quizás la razón por

la que su música tuvo escaso eco se encuentra en esta otra cita del mencionado Vicente

Galbis: […] toda la producción de Garcés se adelantó unos años al ambiente musical

valenciano al que iban destinadas.73

En su vida privada, contrajo matrimonio con Amparo López Blasco en Valencia, el

15 de mayo de 1973, en ceremonia oficiada en valenciano por José Climent.74 Por otro

lado, con el fin de la dictadura franquista, solicitó la reincorporación a su puesto como

profesor de enseñanza secundaria, del que fue cesado por la depuración posterior al final

de la Guerra Civil. Amparado en una Orden del 16 de julio de 1976, publicada en el

BOE del 12 de agosto del mismo año, por la que cabía la posibilidad de recuperar sus

derechos entonces perdidos. Sin embargo, necesitó de un largo y costoso proceso legal

que no terminó hasta que el 15 de enero de 1978 se le reconoció la reintegración al

citado cuerpo de enseñanza, así como el derecho a percibir la pensión de jubilación al

haber superado ya la edad reglamentaria de setenta años.75

Su última obra fue el Retaule coral, encargada para la V Semana Mediterránea de

Música de Alicante, donde se estrenó el 27 de febrero de 1977 por la sección de cámara

del Coro de RTVE, dirigido por Pascual Ortega y las voces solistas de Carmen Zavala,

Efigenia [sic] Sánchez, Rafael Enderiz y Jacinto de Antonio. Vicente Garcés habló así

de esta composición en las notas al programa del citado concierto:

‘Retaule Coral’, obra coral de cámara encargada por la Comisaría de la

Música sobre clásicos de la lengua de mi país, ha sido compuesta sobre textos

(uno de Jordi de Sant Jordi, dos de Rois de Corella y uno de Ausiàs March) de

poetas valencianos del siglo XV, cuando el Reino de Valencia era el cénit de la

poesía de la Corona catalano-aragonesa. La música es, estilísticamente, la

síntesis expresiva de la esencia de antiguas tonadas valencianas, compuestas con

una técnica que deriva directamente del mencionado ‘Grupo de los Seis’,

especialmente de Auric, Poulenc y Satie. El ambiente que reflejan es el del viejo

pueblo valenciano, que tuvo brillante representación del siglo actual en la figura

del alicantino Oscar Esplá.76

72 Vicente Galbis López, “Garcés Queralt, Vicente”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 1999, vol. 5, pp. 381-382. 73 Op. cit. 74 Sergi Arrando, op. cit., p. 110. 75 Sergi Arrando, idem, pp. 110-111. 76 Nota al programa reproducida en: Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores…op.cit., p. 186.

335

Page 348: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Poco tiempo después, un conjunto de canciones agrupadas bajo el título de Quatre

cançons valencianes, en realidad versión para voz y piano de cuatro de sus Cinc

cançons valencianes (de la segunda a la quinta) fueron programadas en el ciclo de

música valenciana patrocinado por la Fundación Juan March, realizado en el

Conservatorio Superior de Música en celebración de su centenario. Este concierto tuvo

lugar el 31 de octubre de 1979, y estas canciones fueron interpretadas por el dúo

formado por la cantante Mª Angeles López Artiga y la pianista Margarita Conte.77 Las

notas al programa de Eduardo López-Chavarri Andújar señalaban que: Desdeñando

efectos gratuitos, las Canciones de Garcés imponen su luminosidad y su sobriedad que

las hacen lucir con airosa prestancia dentro de un rigor y una exigencia que ya advirtió

y alentó Georges Auric.78 Asimismo, el citado crítico planteó, por primera vez, el

problema de la inexistencia de ediciones actuales de su obra: […] y por ello sería

deseable una pronta edición de esta colección que engloba realizaciones tan

interesantes […].79 Esta cuestión fue la principal razón por la que su música no

encuentró la divulgación adecuada, y sólo en fechas recientes ha surgido una iniciativa

del Institut Valencià de la Música (Generalitat Valenciana) que ha permitido iniciar la

edición de sus obras y superar estas dificultades.

A principios de la década de los ochenta, en consonancia con las campañas de

recuperación de música valenciana impulsadas por el gobierno autonómico valenciano,

su obra conoció un alentador redescubrimiento. De este modo, la Orquesta Municipal de

Valencia programó íntegro el ballet Marinada en dos conciertos celebrados

consecutivamente los días 17 y 19 de diciembre de 1981, bajo la batuta de Manuel

Galduf y con Mª Angeles Peters en la parte vocal.

La programación de esta obra despertó el interés del mundo musical valenciano por

su figura, y el ballet Marinada fue grabado por la Orquesta Municipal en 1982, dirigida

por Manuel Galduf y con Enedina Lloris de voz solista, para el sello discográfico

L´Anec con destino a una Antología de la Música Valenciana de la que formó parte en

su primer volumen. La grabación fue acompañada por un ensayo del crítico musical

Eduardo López-Chavarri Andújar titulado Palau y Garcés, antagonistas del sinfonismo

valenciano, con el que reivindicó su valía ante el olvido al que injustamente se había

visto sometido. Allí aparecieron comentarios muy interesantes del compositor que

77 Sin autor, Crónica de un centenario, Valencia: Servicio de publicaciones del Departamento de Solfeo y Teoría de la Música, 1983, p. 46. 78 Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 185. 79 Eduardo López-Chavarri Andújar, idem.

336

Page 349: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

reflejaban su talante intelectual y organizativo: […] actualmente el Ayuntamiento

valenciano, en vez de apoyar tanto a las bandas, debería crear un coro municipal con

la categoría y dotación de la Orquesta Municipal.80

Sin embargo, su delicado estado de salud, fue empeorando y falleció el 22 de

febrero de 1984. Las notas de homenaje aparecidas en prensa, como la publicada por

Gonzalo Badenes en Ritmo y citada a continuación, remarcaron el anonimato que casi

siempre le acompañó:

El pasado 22 de febrero fallecía en Valencia el compositor Vicent Garcés

Queralt, tras larga y penosa enfermedad. Garcés nos ha dejado tal y como él

viviera: en el silencio. Triste ironía la de un músico que permaneció

prácticamente desconocido en su país, habiendo hecho cantar en sus

pentagramas la esencia poética del folklore valenciano, puesto en las palabras de

un Ausías March o de un Joan Fuster, a los que Vicent Garcés rendiría homenaje

en algunas de sus composiciones más significativas.81

Poco tiempo después de su muerte, sus Cinc cançons valencianes fueron

programadas por la Orquesta Municipal de Valencia, dirigida por Manuel Galduf y la

voz de Mª Angeles Peters,82 a modo de homenaje en su memoria.

En la II Semana de Música Valenciana, perteneciente a la campaña Retrobem la

Nostra Música, fue programada su Suite-Ofrena a Lluís Milà en concierto celebrado por

la Orquesta Municipal de Valencia el 21 de noviembre de 1985 en el Teatro Principal de

Valencia. La obra no fue valorada en toda su dimensión por la crítica, aspecto que era

constante desde mucho tiempo atrás, y además su estilo no tuvo seguidores directos en

Valencia, quedando durante mucho tiempo como un creador aislado e incomprendido.

A partir de entonces, su música cayó en un parcial anonimato del que se la ha

empezado a rescatar recientemente. En algunos casos fue utilizada de forma sesgada y

fuera de contexto, como en el espectáculo de ballet titulado Cantata Marinada, en

homenaje y recuerdo a Joan Fuster, celebrado en el Teatro Principal de Valencia los

días 24 y 25 de junio de 1993, por el Ballet Clásico Contemporáneo de España y las

Estrellas del Bolshoi. Sobre la música de Garcés se insertó un argumento dramático,

extraído de la Quasi-oda al Mediterrani que Joan Fuster dedicó a José Albi, cuya forma

80 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores…op.cit., p. 185. Extraído de Eduardo López-Chavarri Andújar, Antología de la música valenciana, “Palau y Garcés, antagonistas del sinfonismo valenciano”, Valencia: L’Anec, 1982, A-005 V-2403-1982, vol.1, p. 44. 81 Gonzalo Badenes, “In memoriam Vicent Garcés”, Ritmo, 544-año LIV, Madrid, junio de 1984, p. 23. 82 Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 188.

337

Page 350: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de plantearlo causó hondo malestar en el entorno familiar del compositor. Nada

aportaba a la recuperación de Vicente Garcés una interpretación pregrabada de su obra,

en un espectáculo donde se le aplicaba un argumento literario distinto al que concibió

cuando la compuso. Resultó una triste ironía el uso fuera de contexto de su obra,

después de pasar varios años sin ser interpretada.

El 30 de abril de 1997, sus restos mortales fueron trasladados desde Valencia al

cementerio de Faura, localidad donde vivió muchos años y residía su familia.

En 1998 fue publicado en Sagunto por Bancaixa un trabajo del historiador Sergi

Arrando titulado: El compositor Vicent Garcés i Queralt, que ha permitido una

recuperación de la memoria histórica de su figura.

Al cumplirse el centenario de su nacimiento, surgieron múltiples iniciativas con el

objetivo de reivindicar su figura y su obra. De este modo, a lo largo del mismo año 2006

el Institut Valencià de la Música emprendió la tarea de editar su obra completa, así

como la publicación de un compact disc en el que figurara la parte más significativa de

su catálogo, presentando esta iniciativa en una rueda de prensa ofrecida a principios de

junio de 2006. Por otra parte, la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana

(JORVAL), programó las Cinc cançons valencianes en el encuentro realizado en verano

de 2006, ofreciéndose en sendos conciertos celebrados en Llíria el 25 de julio y en el

Palau de la Música de Valencia el 28 de julio, en ambos casos bajo la dirección de

Manuel Galduf y la voz solista de Erika Escribá.

Sin embargo, su música necesita de una recuperación ya iniciada, con motivo del

citado centenario, y que pasa en primera instancia por la edición del resto del catálogo

de su obra. Con este hecho se pretende rescatarla del olvido, y así pueda volver a

interpretarse en público.

V. 2 Análisis de obras orquestales

V. 2. 1 Catálogo

El catálogo orquestal de Vicente Garcés presenta una importante cantidad de obras

que fueron posteriormente descatalogadas por el propio autor, en consonancia con la

338

Page 351: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

depuración neoclásica que asumió durante la década de los cuarenta y afectó al conjunto

de su posterior creación. Ceñidos a este dato, su catálogo se reduce a sólo seis obras

orquestales: Bocetos líricos (1930), el ballet Passionera (1931-1932), Poemes pastorals

(1936), Suite-ofrena a Lluís de Milà (1943-1944), el ballet Marinada (1948-1949) y

Cinc cançons valencianes (1950).

Sin embargo, este escaso número de composiciones no hace justicia al conjunto de

su obra, al omitir las piezas para orquesta de cámara creadas durante la década de los

treinta, en el momento de máxima efervescencia del Grupo de los Jóvenes. Asimismo,

arrincona obras singularmente valiosas como su ballet Dimoni o Balada del Dolçainer.

Por esto, en el siguiente epígrafe se incluirán todas estas obras, como si realmente

formaran parte del conjunto de su catálogo, aunque el impulso depurador neoclásico las

apartara del mismo.

Por otra parte, se van a tratar en igualdad de condiciones las obras compuestas para

voz y orquesta, puesto que esta formación fue utilizada en repetidas ocasiones por

Vicente Garcés, en volumen equiparable a las producciones para orquesta sola.

V. 2. 1. 1 Obras anteriores a la Guerra Civil

Bocetos Líricos (1930)

2(+1).2(+1).2(+1).2 – 4.2.0.0 – Tim – perc – glockenspiel – piano – arp – cel –

sarrusófono – cu.

I. Brisas del Valle. II. Atardecer (a Manuel Palau). III. Remanso entre frondas. IV.

Danza de una noche de plenilunio (a D. Oscar Esplá).

Suite sinfónica en cuatro movimientos, compuesta apenas dos años después de

iniciarse en la composición musical con Manuel Palau, más tarde revisada

profundamente por Oscar Esplá. Su último movimiento servirá de base para la

composición de la Dansa Plenilunial de su ballet Passionera. No se tiene constancia de

su estreno público.

Pasionaria (Passionera) (1931-1932)

Ballet.

Argumento de Joan Lacomba. Escenografía de Joan Lacomba y Vicente Garcés.

3.2(+1).2(+1).2 – 4.2.3.1 – Voz – Tim – perc – piano – glockenspiel – cel – 2 arp –

sarrusófono – cu

339

Page 352: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

I. Cançó del capvespre. Joguina de l’encís. Dansa del joc de l’estarni. II.

Malaurança. Clam. III. Dansa Plenilunial.

Seguidamente se presenta el argumento del ballet, según las anotaciones de escena

de la partitura orquestal, iniciada con una leyenda popular en valenciano: ¿Qui és

aquesta donzella que és morta per amor? Así como el texto de las canciones que

acompañan la Cançó del capvespre y el Clam:83

QUADRE PRIMER: Cançó del Capvespre. Una veu interna canta la cançó

de l’amor imposible. (Telone):

¡Per les dreceres florides

somriu l’amor!

Canta en les fonts del boscatge

tanmateix com canta un cor.

Amb la pregaria dels aires

va sa veu d’or,

¡ai! va sa veu d’or.

Passionera i la Dida filen la filosa al mirador del castell. El Cabdill,

apassionat i joiós, i els pressoners, abatuts, captius es troben a la plaça d’armes,

baix del mirador. El Cabdill, il·lusionat, inicia una breu pantomima d’amor

angúniosament continguda:

¡Per les dreceres florides

somriu l’amor,

somriu l’amor!

Passionera deixa caure una rosa i el Cabdill la recull. Són retirats a la

presó del castell els presoners i el Cabdill. A mida que se retiren, Passionera,

enamorada, davalla un a un els granos del mirador, com en un èxtasi. Entren la

Juglaresa, el Juglar Bufó i la colla de joglars i joglaresses. Darrere el Baró.

Joguina de l’encís. La Joglaressa, bruixa i malèfica, mima la farsa de

l’encisament de Passionera. Dansa del joc de l’escarni. El Juglar Bufó balla

l’escarni de l’amor jove (front a la dansa il·lusionada de Passionera); Passionera

i les joglaresses canten la vida en una dansa il·lusionada i triomfal.

QUADRE SEGON: Malaurança. Nau ombrívola del castell. La Dida

penetra sigilosament i confirma que està deserta. Entra Passionera i obri la

portella de la presó. Per ella ix, radiant, el Cabdill; cauen l’un en braços de

340

Page 353: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

l’altre apassionadament. La Dida vigil·la al fons de l’escena. Passionera entrega

al Cabdill les claus del castell; té presentiments fatídics que ell desvanix. Marxen

plens de goig cap a la llibertat. Esglai. La Dida s’atansa a ells sobresaltada.

Apareixen el Baró i soldats. El Baró llença la seua maledicció sobre Passionera.

Passionera, transida d’angúnia, demana perdó al seu pare per a ella i el Cabdill.

El Baró la llença a terra violentament. Al Cabdill, cercat per els soldats, li són

arrebatades les claus del castell. El Baró arranca d’una arcaica panoplia un

llegendari glavi de plata que, al ser refusat per Passionera amb consternació,

deixa clavat sobre una taula. Clam. Per el fons desapareixen el Baró i soldats;

s’enduen amb ells al Cabdill condemnat a mort. Una veu interna canta el dolor

de Passionera:

Tremòla tot per trobarte,

¡ai, cor meu com t’adaleres!

Tot avença al teu encontre

amb fè de les meues festes.

¡Quina frisança !

La Dida la conhorta amorosament ; la té en braços, marcida i abatuda, com

en la seua infantessa:

Torbada la nit solemnial navega ;

ha d’esclatar una rosa de llum

en l’hora novella.

Passionera mira obsesionadament el llegendari glavi; vol pendre’l i,

esglaiada, fuig les mans delicades:

Tremòla tot per trobarte,

¡ai, cor meu com t’adaleres!

Tot avença al teu encontre

amb fè de les meues festes.

¡Ai, cor meu com t’adaleres !

Passionera recull el glavi argentat i el tremola al vent amb un crit de fol·lia.

QUADRE TERCER: Dansa Plenilunial. Jardí del castell; la lluna vermella

del pleniluni tiny l’escena de lluïsors sagnants. El Cabdill, mig cos un, es troba

amarrat a una columna de foc. Passionera, atzagaia de plata a les mans, balla la

83 Partituras consultadas en el Archivo de la Familia Garcés Queralt.

341

Page 354: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

dansa de la mort, entre el frenesí rítmic dels guerrers joves. La mort arriba joiosa

com una prometença de joventut. Passionera s’inmola als peus de l’aimat.

Desde sus primeras obras, Vicente Garcés tuvo predilección por el género del

ballet que cultivó en repetidas ocasiones, hasta el punto de que su maestro Manuel Palau

lo llegó a calificar como el creador del ballet valenciano. Esta obra fue su primera

incursión en el género, inspirada por Manuel de Falla, con quien intentó

infructuosamente contactar para que se lo revisara y le diera consejos, puesto que era su

referente estético.84

La obra no fue estrenada en su versión escénica íntegra, sino sólo dos danzas de la

misma, en concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Valencia dirigida por José

Manuel Izquierdo, el 1 de enero de 1939. En las siguientes líneas, publicadas en el

diario La Correspondencia de Valencia, se refleja la acogida que tuvo esta obra entre el

público valenciano en aquellos momentos tan difíciles:

En la tercera parte, el buen criterio que sigue imperando en estos

conciertos, hizo desfilar otro valor de extracción indígena. Esta vez el valenciano

V. Garcés nos deleitó con sus dos danzas del ballet “Passionara” [sic]; breves,

brevísimas, pasaron como un suspiro por la sala, gustando mucho la segunda

(“danza plenilunial”), mejor orquestada.85

Sin embargo, el autor quedó profundamente descontento por la versión ofrecida,

como lo reflejan estas palabras que escribió en su Dietari:

L’Orquestra Simfònica ha tocat dos fragments del meu ballet

“Passionera”: “Joguina de l’encís” i “Dansa final”. L’execució ha estat

lamentable; habia una animadversió general contra la partitura, des del timbaler

al director. […] Qualsevol composició de característiques dissonants una mica

acentuades [sic] troba allí una malvolenca obtusa que dóna compassió […].86

En estas palabras se aprecia una fuerte discrepancia entre sus aspiraciones artísticas

y las del ambiente musical valenciano que, lejos de atenuarse, en el futuro se agudizaron

y probablemente dieron lugar al retraimiento creativo de los últimos años de su vida.

Sin embargo, durante los años treinta se interpretó, en repetidas ocasiones, la

reducción pianística de partes de la obra, con mayor fortuna que la versión orquestal.

84 Como se observa en una carta dirigida por Vicente Garcés a Manuel de Falla, conservada en el Archivo de la Familia Garcés Queralt. Reproducida en: Sergi Arrando, op. cit., pp. 50-52. 85 Sin autor, “Musicales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Correspondencia de Valencia, 2-I-1939, p. 2. 86 Sergi Arrando, op. cit., p. 83. Extraído del Archivo de la Familia Garcés Queralt.

342

Page 355: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Tres poemas para clarinete, piano y orquesta de cuerda (Tres bocetos levantinos)

(1932)

I. Albada. II. Cançó. III. Dansa.

Obra descatalogada.

Obra de encargo para el primer aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra,

incide en la orientación nacionalista que le marcó muy profundamente durante los años

treinta, reflejada en sus obras posteriores, incluidas las de orientación neoclásica. En las

siguientes líneas, pertenecientes a las notas al programa del concierto de estreno de la

obra, se introducen unas palabras del autor que reflejan la dirección culta de su

sentimiento nacionalista, concordante con los planteamientos de Manuel de Falla:

Esta darrera composició ha segut feta volent expresar tres moments lírics

del panorama ample i clar de nostra horta. Per a este autor sols interessa del

folcklore, en les seues obres, l’esencia íntima i amagada que vol elevar a un sentit

universal d’art. Com ell mateix diu, l’impulsa sempre “el recercament d’eixa

musicalitat fonda i difosa que, encara trobant la seua esteriorisació més genuina

en el cant popular, trascendix d’ell i palpita i flota en l’ambient i jau sumergida

en el fons dels sers i de les coses”.87

La obra fue estrenada en Valencia, el 20 de mayo de 1932, por la Orquestra

Valenciana de Cambra dirigida por Francisco Gil. En este concierto se presentaba por

primera vez al público una obra de Vicente Garcés. Las reacciones de la crítica fueron

interesantes, de entre las que destaca la siguiente, difundida en La Correspondencia de

Valencia por Emilio Valdés, compañero del Grupo de los Jóvenes:

Una parte que para nosotros tuvo gran importancia fue la segunda del

programa, integrada en su totalidad por autores valencianos […] juntamente con

ésta fueron interpretados “Tres poemas para clarinete, piano y orquesta de

cuerda”, de Vicente Garcés […] consta la primera de estas obras de “Albada”,

“Cançó” y “Dança” [sic], tres poemas que pasan fugazmente, haciéndonos sentir

un ente que no logramos explicarnos: es la impresión producida por el impulso a

la aproximación de esa musicalidad clara y difusa que palpita en los seres y las

cosas y se exterioriza genuinamente en el canto popular. Es la primera vez que

87 Sin autor, nota al programa de la “Orquestra valenciana de cambra” del 20-V-1932.

343

Page 356: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Garcés se muestra al público y sus “Tres poemas” han dado luz clara de la

poesía que llena su espíritu.88

La misma orquesta y director la interpretaron de nuevo, el 18 de abril de 1934,

aunque con el título de Tres bocetos levantinos. Su éxito se aprecia en la siguiente

crítica publicada por Eduardo López-Chavarri Marco en el diario Las Provincias:

[…] Garcés con sus “Bocetos Levantinos”. Obra de espléndido ambiente,

que obtiene singular partido de coloración, ya no sólo por el justo empleo de los

timbres instrumentales, sino por la sentida manera de desenvolver las armonías

cuyas audacias no entran jamás en lo arbitrario, ni menos en el mal gusto.

Garcés es un compositor de cepa.89

En estas palabras, publicadas en la revista de difusión nacional Ritmo, se observa

como esta obra fue valorada por su modernidad: Fueron oídos de nuevo con todo

agrado los “Bocetos Levantinos” de Garcés, un joven maestro que bien merece este

nombre, y cuyo sentido harmónico [sic] bien moderno, jamás cae en lo amanerado.90

No se puede cuantificar con exactitud si la obra fue interpretada en concierto fuera

de Valencia, durante alguna de las múltiples giras realizadas por aquella época por la

citada Orquestra.

Nocturno (1933)

Orquesta de cuerda.

Obra descatalogada.

Esta obra fue compuesta por encargo, para el concierto del segundo aniversario de la

Orquestra Valenciana de Cambra. Vicente Garcés la definió así: Este poema es una

breve impresión de la noche campesina, con su aletear de canciones en el silencio, su

resonancia de ritmos sumergidos en las sombras del paisaje, su calma augusta y lírica

inundando el horizonte sin fin […].91 En esta pieza se combina la atmósfera intimista

con la utilización de motivos populares, característicos de su estilo.

Su estreno tuvo lugar en el citado concierto de aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra, dirigida por Francisco Gil, el 12 de mayo de 1933. La crítica

citada a continuación, publicada en La Correspondencia de Valencia y poco después en

88 Emilio Valdés, “Primer aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, 21-V-1932, p. 3. 89 Sin autor, “Música de cámara: En el Conservatorio”, Las Provincias, 19-IV-1934, p. 4. 90 Sin autor, “Valencia”, Ritmo, 85, Madrid, 1-V-1934, p. 12. 91 Nota al programa del concierto de la “Orquestra Valenciana de Cambra” celebrado el 12-V-1933.

344

Page 357: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

la revista Ritmo, dejaba entrever las posibilidades artísticas y estéticas de Vicente

Garcés:

Otro “Nocturno”, de Vicente Garcés, ratificó el altísimo concepto que sus

obras anteriores habían motivado y demostró cómo se pueden aliar en la misma

persona, la inteligencia no solamente cultivada, sino creadora de ideas propias y

el sentimiento artístico de primer orden. El mito del artista exclusivamente

instintivo, perezoso e inculto ¿no se viene abajo ante el arte auténtico de estos

muchachos a quienes no molestan sus títulos académicos? […] Vicente Garcés es

seguramente uno de los valores más destacados de que pueda enorgullecerse la

joven escuela valenciana y sus obras andarán solas.92

En la siguiente crítica, publicada por Eduardo López-Chavarri Marco en Las

Provincias, se citan algunos detalles técnicos y estéticos que fueron valorados en esta

obra:

Nocturno de Vicente Garcés: un temperamento también juvenil, sin

disfraces de ismos que a nada conducen, pero también con mucha sinceridad,

dando a los valores armónicos singular valía, así como mostrando su sensibilidad

para las sonoridades y sus orientaciones de espíritu valenciano.93

Hay constancia de una nueva interpretación por la misma orquesta y director, el 24

de febrero de 1934. En esta nueva interpretación, la crítica valoró positivamente sus

innovaciones armónicas y tímbricas en la siguiente cita, publicada por Eduardo López-

Chavarri Marco en Las Provincias: Cerró la sesión el Nocturno de Garcés, en donde el

joven compositor hace gala de sus atrevimientos armónicos y su voluptuosidad para

encontrar las más diversas combinaciones de timbres.94

Pantomima (1934)

Orquesta de cuerda.

Obra descatalogada.

Nueva obra de encargo para la Orquestra Valenciana de Cambra, en este caso para

su concierto de tercer aniversario. Posteriormente fue revisada y añadida a su ballet

Balada del dolçainer o Dimoni, descatalogado al igual que esta pieza.

92 Sin autor, “Segundo aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, 13-V-1933, p. 8. Reproducido también en la revista Ritmo, 71, Madrid, septiembre de 1933, p. 13. 93 Sin autor, “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, 13-V-1933, p. 13. 94 Sin autor, “Orquestra Valenciana de Cambra”, Las Provincias, 25-II-1934, p. 13.

345

Page 358: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Estrenada por la Orquestra Valenciana de Cambra, con la dirección de Francisco

Gil, el 25 de mayo de 1934. De entre las manifestaciones de la crítica, se incluye por sus

elementos técnicos este breve fragmento publicado en Las Provincias:

Vicente Garcés, otro temperamento bien personal, de positivo valer, cuyos

temas expresivos están servidos por una armonización siempre interesante y una

orquesta tratada con evidente sentido del color. Estas cualidades brillan en

“Pantomima” y en la no menos linda “Cançó amorosida” (letra de Guarner), un

éxito de Garcés.95

Fue interpretada por la misma agrupación y director, en concierto celebrado el 21

de noviembre de 1934. En esta cita publicada a raíz de este concierto, el crítico Eduardo

López-Chavarri Marco confronta a Garcés con Giner, creando un antagonismo entre el

valencianismo decimonónico de Giner y el nuevo representado por Garcés, lo que da un

gran valor a su obra:

El lindo minueto “del sarao” de Giner tuvo el éxito de costumbre. ¡Cómo

contrastaban con él las coloraciones de “Pantomima” de Garcés!. Ha hecho el

joven maestro un trabajo de músico inspirado y de técnico que sabe todo lo que

se precisa en nuestro tiempo. Por eso su evocador poema tuvo el éxito entusiasta

que merecía […]96

No se tienen noticias de ejecuciones de esta obra posteriores a la fecha arriba citada.

Cançó amorosida (1934)

Texto de Lluís Guarner.

Soprano y Orquesta de cuerda.

Obra descatalogada.

Pieza sobre texto en lengua valenciana, mantiene la orientación nacionalista que

caracterizó a Vicente Garcés. Compuesta para el concierto del cuarto aniversario de la

Orquestra Valenciana de Cambra.

Se estrenó por la citada orquesta, dirigida por Francisco Gil, y la cantante Manuela

Saval en la parte vocal solista, el 25 de mayo de 1934. En la cita reseñada con el estreno

de Pantomima se refleja asimismo la acogida recibida por esta obra. No hay constancia

de interpretaciones posteriores.

95 Eduardo López-Chavarri Marco, “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, 30-V-1934, p. 3. 96 Sin autor, “En el Conservatorio”, Las Provincias, 22-XI-1934, p. 5.

346

Page 359: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Epitalami (1935)

Orquesta de cuerda.

Obra descatalogada.

Pieza dedicada a Francisco Gil, director de la Orquestra Valenciana de Cambra, con

motivo de su matrimonio. Compuesta como homenaje y prueba de amistad a este

músico y amigo, estímulo para la creación de varias obras de Vicente Garcés. Fue la

última obra que compuso para esta orquesta y director.

Estrenada el 20 de mayo de 1935, en las siguientes líneas, publicadas en La

Correspondencia de Valencia por Luis Sánchez, compañero en el Grupo de los Jóvenes,

se incluye una breve descripción de la obra:

“Epitalami” de Garcés, ofrenda al director de la “Orquestra” con motivo

de sus nupcias, compuesta sobre un diseño de siete notas, correspondientes a las

siete letras del nombre “Paco Gil”, y que a manera de célula generatriz, sirve de

punto de partida al autor para el desarrollo de su composición. No puede negar

Garcés en su “Epitalami”, la acusada personalidad que caracteriza sus obras

[…]97

No hay ejecuciones posteriores de esta pieza, quizás porque su composición fue

inspirada por un hecho puntual, difícil de extrapolarla a otras situaciones e

interpretaciones.

Balada del dolçainer (Dimoni) (1935-1936)

Ballet.

Poemas y escenografía de Miguel Durán de Valencia, inspirado en un cuento de

Vicente Blasco Ibáñez, titulado Dimoni.

Pregón y danza. Pantomima. Dansa festívola. Canción de maleficio. Danza de las

ofrendas. Final.

Obra de larga elaboración, un esbozo de la Pantomima fue estrenado en 1934,

mientras que en abril de 1935 tenía compuesta la Dansa festívola, aunque el resto no fue

finalizado hasta el año siguiente. Este ballet cuenta con la siguiente sinopsis argumental,

extraída del programa de mano del día de su estreno:

L’acció mímica és així: PREGÓ I DANSA. Front a una taverna de l’horta,

colles de fadrins i fadrines dansen. Pel camí apareix la ‘Borratxa’ amb la caixa

97 Luis Sánchez, “La Orquestra Valenciana de Cambra celebra el IV Aniversario de su fundación”, La Correspondencia de Valencia, 22-V-1935, p. 6.

347

Page 360: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de mocadors i randes. Llença el pregó, que és com un plany de la seua vida

errívola. Acabat el pregó, les colles tornen a dansar. PANTOMIMA. ‘Dimoni’ el

dolçainer, company de la ‘Borratxa’ per fires i festes, li diu el seu desig ingenu.

Un captaire jove li promet la gràcia i les carícies de la seua joventut amb la

gentilesa d’una dansa. Després dansa ella. Finalment dansen els dos. ‘Dimoni’,

líric i apassionat, canta amb la dolçaina el glatir del seu cor. I la ‘Borratxa’,

dubtosa, es lliura per fi a l’encís del dolçainer. Brinden emocionats ‘Dimoni’ i la

‘Borratxa’. DANSA FESTIVOLA. Dansen els dos l’alegria del seu voler infantívol

i impúdic, dansen i juguen per entre les columnas i taules de l’emparrat,

perseguint-se i besant-se, mentre al fons, com un fris vivent, homes i dones riuen i

celebren aquella unió d’aventura, de vi i de llibertat. CANÇÓ DE MALEFICI.

Vora la casa solitària de ‘Dimoni’, a l’hora del capvespre, una veu agorera canta

dolçament la cançó malèfica: “¡Ai l’amor, que l’amor mata! ¡Ai l’amor, ai!”.

DANSA DE LES OFRENES. Segadors i segadores, amb espigues i reselles en

llurs gipons i xopetins, dansen la dansa ritual de les ofrenes. Junt a l’arbre de les

tradicions, vora el cementeri, donzelles i adolescents reten tribut als avantpassats

i porten al peu de la patriarcal i retorçuda figuera borda fruits i flors per les

collites abundases. FINAL. Pel fons, la dolçaina baix del braç, abatut, passa

‘Dimoni’ camí del cementeri. I quan la nit comença, segadors i segadores,

donzelles i adolescents, escolten emporuguits les notes d’aquella elegia palpitant

que, com un mensaje líric, envia ‘Dimoni’ el dolçainer a la seua morta

estimada.98

En esta pieza se confirmaba el valor de Vicente Garcés en el género del ballet, ya

esbozado en su primera experiencia titulada Pasionaria, y elogiado por su maestro

Manuel Palau. También se aprecia el ambiente valenciano, donde se muestra al mismo

tiempo con todo su esplendor lo popular y lo refinado.

La Dansa festívola del ballet fue estrenada el 15 de abril de 1935 por la Orquesta

Sinfónica de Valencia, dirigida por José Manuel Izquierdo, ante un público más amplio

que el utilizado hasta entonces con la Orquestra Valenciana de Cambra. Las críticas

fueron mayoritariamente entusiastas, como ésta de su compañero Luis Sánchez, donde

se remarca su autodidactismo:

98 Extraído de las notas al programa correspondientes al estreno en versión completa del ballet, el 24 de mayo de 1936, por la Orquesta Clàssica Valenciana, dirigida por Benjamín Lapiedra.

348

Page 361: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Vicente Garcés es músico, esencialmente músico; su temperamento rebelde

no le ha permitido nunca trasponer los umbrales de ningún conservatorio, adonde

recargando su cerebro fórmula tras fórmula, hubieran terminado por marchitarle

la inspiración, por ello no ha aceptado otras fuentes de estudio que el sentir de su

pueblo, y la orientación técnica de su maestro Manuel Palau; ambos le han hecho

a Garcés escribir música al dictado de su corazón con la intervención

indispensable, pero no exclusiva, de la neurona.99

Por otra parte, se aprecia en la misma crónica cómo sus ideales nacionalistas en

general, y valencianistas en particular, calaban profundamente en el público:

La inspiración de Garcés luce en sus obras con toda su lozanía y frescura,

pues se nutre en nuestro rico folklore, y abomina todo recetario musical. Los

ritmos de su “Dança” [sic] tienen pujante vitalidad. En su armonía impresionista,

estilizando el rasguear del “guitarró” no teme Vicente Garcés a quintas ni

octavas, que son el terror de los estudiantes de armonía, reglada al pie de la

letra. Su orquesta es diáfana, obteniendo bellos momentos y españolísimas

sonoridades, y en fin, su técnica en conjunto es sólida, perfectamente cimentada,

y sabiamente orientada hacia las normas modernas, que a manera de nueva ruta

ofrecen al músico que pueda y quiera seguirlas, insospechados panoramas.100

Otras críticas marcan un poco más la distancia del entusiasmo que, como

compañero de grupo, se refleja en las líneas anteriores de Luis Sánchez. Es el caso de la

siguiente, publicada por Eduardo López-Chavarri Marco en Las Provincias:

[…] Otra novedad importante: “Danza Festiva [sic]”, de V. Garcés. Una

nueva adquisición para nuestro arte sinfónico. Danza andaluza en donde el

compositor muestra su notable destreza en combinar sonoridades: un pintor

luminoso; Garcés pone las notas como si hubiese pinceles y así su orquesta suena

de manera brillante y personal. Siguiendo noblemente las orientaciones de Falla,

nos deja ver como la joven generación de compositores valencianos eleva sus

miras y sale del andalucismo convencional que hasta el día veníamos

padeciendo.101

Aquí Vicente Garcés es presentado como nueva adquisición, obviando toda su

trayectoria pretérita con la Orquestra Valenciana de Cambra, así como seguidor de las

99 Luis Sánchez, “Musicales: Sociedad Filarmónica”, La Correspondencia de Valencia, 18-IV-1935, p. 2. 100 Ibídem. 101 Sin autor, “En la Filarmónica”, Las Provincias, 17-IV-1935, p. 6.

349

Page 362: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

pautas nacionalistas avanzadas de Manuel de Falla y depositan en él la esperanza de que

abandere una nueva promoción de compositores valencianos que nos lleven hacia algo

nuevo. Estos postulados le acercaban, en cierta medida, a los ideales del Grupo de los

Jóvenes.

Sin embargo, no todo iba a ser entusiasmo en torno a su obra y algún crítico, como

Fidelio (Bernardo Morales Sanmartín) estableció algunas reservas en estas palabras que

publicó en El Mercantil Valenciano: La Danza Festívola de Garcés es obra de alguna

vaguedad temática, pero de gran empaque orquestal. Fue aplaudida con justicia […]102

Estos comentarios pueden justificar que lo novedoso de su obra no era inmediatamente

aceptado, sin reservas, por todo el público y la crítica, sino que podría resultar un tanto

chocante a algunos sectores.

La citada Orquesta Sinfónica de Valencia y su director José Manuel Izquierdo,

interpretaron la citada pieza en Valencia, al menos dos veces más, el 29 de mayo de

1936 y en algún día del mes de octubre de 1937, ya durante la Guerra Civil.

El ballet en su versión íntegra fue estrenado el 24 de mayo de 1936, por la recién

constituida Orquesta Clásica de Valencia, dirigida por Benjamín Lapiedra,

lamentándose entonces la imposibilidad de dar una versión coreográfica en escena que

le hubiese dado mayor dimensión a la obra. Del mismo ballet se disponen comentarios

críticos como el siguiente, publicado en la revista Ritmo, interesante por su mayor

ámbito de difusión: Obra de alto vuelo; el compositor ha puesto en ella toda su juvenil

efusión, y ha escrito una partitura muy característica.103

Sin embargo, la crónica más profunda e interesante la tenemos a continuación,

publicada en el Diario de Valencia, probablemente (no está firmada) de Enrique

González Gomá. En las siguientes líneas se aprecia su efecto sobre el público más

cultivado y está llena de referencias sobre compositores contemporáneos que pudieran

haberle influido de alguna manera, reflejo de la modernidad y valor de la pieza

Números distintos de la “Balada del dolçainer”, de Vicente Garcés, fueron

motivo suficiente para apreciar las características que sitúan a este compositor

en un lugar destacadísimo de la joven promoción. Trátase de una obra teatral, de

un “ballet”, que Miguel Durán y Tortajada ha escenificado y que está inspirado

en “Dimoni”, un cuento de Blasco Ibáñez. Esta música, naturalmente, necesita

102 Fidelio [Bernardo Morales Sanmartín], “Sociedad Filarmónica: Concierto XV por la Orquesta Sinfónica…”, El Mercantil Valenciano, 17-IV-1935, p. 5. 103 Sin autor, “Valencia: Festival de música valenciana moderna”, Ritmo, 131, Madrid, junio de 1936, p. 12.

350

Page 363: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

para ser plenamente apreciada y, por lo tanto, gustada, de la acción y las danzas

que son su razón de existir. El baile y el gesto explican tales diseños y detalles de

la música. Pero, con todo, muchos fragmentos poseen también un sustantivo valor

sinfónico. Alguna de estas piezas ha sido interpretada en un concierto de nuestra

Sociedad Filarmónica. Garcés tiene verdadero talento musical, es joven y por eso

nada de extraño tiene que sienta determinadas influencias, en nuestra opinión, la

de Falla especialmente y aún la de Ravel. Pero esto no supone un demérito. Casi

todos los artistas se han sentido influidos por el arte ajeno y muchos, a veces, no

sólo en los años juveniles. Garcés descubre también las peculiaridades originales

de su temperamento, y su orquesta suena muy bien y tiene preciosos detalles de

color. Música de gran vigor rítmico y de sugestiva fantasía la “Balada del

dolçainer” es una obra digna de fervoroso elogio y aplauso.104

Pese a todo, la pieza no volvió a interpretarse y está actualmente descatalogada, lo

que la hace objeto de necesaria recuperación, por su valor puntual como muestra de

nacionalismo valenciano.

Poemes Pastorals (1936-1937)

Textos de Miquel Durán de Valencia, Lluís Guarner y Bernat Artola.

Voz – 2.2.2.2 – 2.2.0.0 – Tim – perc – glockenspiel – cel – arp – sarrusófono – cu

I. Troba de l´amor i les tres germanes (Miquel Durán de Valencia). II. Cançó de la

marinera fidel (Lluís Guarner). III. El vent (Bernat Artola).

Esta obra fue compuesta durante el año 1936, puesto que la Cançó de la marinera

fidel fue publicada a lo largo del citado año, y terminada a principios de 1937. Vicente

Garcés puso en música los siguientes poemas:

TROBA DE L´AMOR I LES TRES GERMANES

Les tres germanes del Mas

d´amor el cor m´han encés;

les tres germanes són belles

i les tres són diferents.

Ai, que cal triar-ne una,

ai, que triar-la no sé,

104 Sin autor, “Crónica musical: Festival de música valenciana moderna”, Diario de Valencia, 26-V-1936, p. 10.

351

Page 364: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

que em plauen les tres germanes,

les tres germanes, les tres.

Tot el jorn canten i riuen

com refiladors ocells

i en el somrís dels seus llavis

té el cant tremolors de bes.

Voldria ser rossinyol,

rossinyol voldria ser,

per refilar cada dia

tres cançons, no més que tres.

Ai, que cal triar-ne una,

ai, que triar-la no sé,

que em plauen les tres germanes,

i heure no puc tres mullers!

Miquel Durán de Valencia.

CANÇO DE LA MARINERA FIDEL

Marinera dels ulls blaus,

-diu la Joventut, que passa-,

¿no vas a vila a la festa,

fan ball de toia a la plaça,

marinera de carn bruna?

-Deixa´m mirar la mar blava.

Marinera dels ulls fixos,

-li diu la Vida, que passa-,

cada dia que se´n va,

una il.lusió és esfullada

i un neguit ens agullona…

-Deixa´m mirar la mar blava.

Marinera d´ulls cansats,

-diu la Vellesa que aguarda-,

les il.lusions ja no tornen

si un dia fugen de l´ànima;

352

Page 365: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

res ja esperes, marinera…

-¡Deixa´m mirar la mar blava!

Marinera dels ulls cecs,

-diu la Mort, que és arribada-,

clou ja els teus ulls per a sempre;

la terra és fossa que aguarda;

oblida el mar, marinera…

-¡¡Deixa´m mirar la mar blava!!

Lluis Guarner.

EL VENT

El vent desnua sos cabells finíssims

i adalerat, tots els camins vigila

cercant el fill que no pogué quallar-se

dins l´ample sí del somni. Crit i flama,

corre damunt l´atzur que serpenteja

pels reguerols. Els arbres que volien

fer del viure una pau inalterable,

ara es vinclen al món de les tenebres

i desfan llurs cabells i els deixen lliures

volar amb els del vent. La terra mira

l´espectacle que fuig i la tragèdia

que com un esparver, obre les ales,

damunt la creu que fan servir de fita.

El deliri magnífic del gran pare

es torna veu i clam que res detura;

i el vent desesperat, que sols voldria

heroïcament morir, obrint els braços,

es clava al cor els glavis de les fulles,

que reverents, li ofrenen la victòria

ja massa inútil, de llur propi viure.

Bernat Artola.105

353

Page 366: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Esta obra fue galardonada con el Premi Musical del País Valencià de 1937, y fue

la más valorada públicamente de todas sus composiciones,106 tanto por su calidad

intrínseca, como por el ambiente cultural en el que fue estrenada, en plena Guerra Civil

y bajo un clima de encendido valencianismo. Su estreno tuvo lugar el 23 de mayo de

1937, en concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Valencia, dirigida por José

Manuel Izquierdo y con la voz solista de Desamparados Pastor, donde se interpretaron

las obras premiadas en el citado concurso.

Por otra parte, las críticas fueron muy elogiosas, como se aprecia en las siguientes

líneas publicadas por Gomá en la efímera revista Música:

[…] Se observa la tendencia resuelta a producir una melodía valenciana

que, sin alusión folklórica alguna, posea, sin embargo, todo el acento y matiz de

un lirismo propio y de un lenguaje terral […] se elevan a un sentido poemático

las de Garcés, y la orquestación de las dos ‘suites’ de canciones responde

plenamente a la intención de ambas obras […] los lieder de Garcés confirman el

talento del joven compositor valenciano, cultivador de un arte que alía

sabrosamente el sentimiento racial con una escogida manera musical propia de

nuestros días.107

Al año siguiente fue editada por el Consejo Central de Música de la República, con

objeto de divulgarla. En el siguiente comentario, publicado por José Castro Escudero en

la revista Música, se hace un breve elogio a la calidad de esta obra: La colección de

cuatro canciones con el título de ‘Poemas Pastorales’, de Vicente Garcés, demuestra

que su autor es hábil en los procedimientos de escritura y sabe obtener de la voz sus

mejores efectos.108

Sin embargo, pese a no ser descatalogada por Vicente Garcés, la obra no volvió a

interpretarse en público ni llegó a hacerse un hueco en el repertorio sinfónico

valenciano, quizás por la pesada herencia política de las condiciones en que fue

compuesta y estrenada.

105 Extraídos del programa de mano del concierto de estreno, el 23-V-1937. 106 Aunque consideremos que su posterior ballet Marinada sea una obra más completa y madura, su reconocimiento público fue inferior al de estos Poemes Pastorals, lo que no va en detrimento de valorar la calidad del citado ballet. 107 Sergi Arrando, op. cit., p. 73. Extraído de Gomá, “Valencia”, Música, 1, Barcelona, enero 1938, Consejo Central de la Música-Dirección General de Bellas Artes. p. 51.

354

Page 367: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

V. 2. 1. 2 Obras posteriores a la Guerra Civil

Después del conflicto bélico, Vicente Garcés sufrió unas condiciones materiales y

personales muy difíciles que intentó superar mediante la creación musical. Sin embargo,

el resultado fue una serie de proyectos inacabados, tanto por el duro contexto, como por

la imposibilidad de divulgarlos, al ser silenciado y condenado al ostracismo.

En los meses posteriores al final de la Guerra Civil inició una Sinfonietta para

trompeta, piano y pequeña orquesta, de la que apenas llegó a terminar el primer

movimiento. Ya en la década de los cuarenta retomó este proyecto, convertido en un

Concierto para piano y trompeta, que destruyó apenas terminado, ante la imposibilidad

de adecuarlo a las pautas neoclásicas que asimiló en aquella época. También aparecen,

junto con documentos personales de la época, un presupuesto para una película titulada

Maricel, cuya banda sonora estaría a cargo del propio Garcés. Sin embargo, esta obra no

se realizó por razones desconocidas,109 aunque la presencia como co-guionista del

escritor Angelí Castanyer, exiliado tras el fin del conflicto bélico, hace suponer que se

trató de un proyecto anterior a estos años.

Suite-ofrena a Lluís de Milán (1943-1944)

2.1(+1).1(+1).1 – 2.2.0.0 – Tim – cu.

I. Albada. (al meu germà). II. Sarabanda. (a la memòria, Amparo Garrigues). III.

Estampida. (a Josefina Salvador). IV. Fol·lia .(a Matilde i Vicent Asencio).

Esta obra fue dedicada a varios personajes de su entorno personal y artístico como

su hermano Juan Garcés, la clavecinista Amparo Garrigues, el matrimonio formado por

Matilde Salvador y Vicente Asencio (éste último también integrante del Grupo de los

Jóvenes) y la violinista Josefina Salvador (hermana de la citada Matilde Salvador).

Compuesta en Sagunto entre junio de 1943 y octubre de 1944, inicialmente se la

tituló Suite Valentina,110 y se inspiró en materiales musicales del vihuelista Luis de

Milán. Este autor del siglo XVI compuso el primer libro de vihuela editado en Europa,

108 José Castro Escudero, “Las Ediciones del Consejo Central de la Música”, Música, 4, Barcelona, abril de 1938, Consejo Central de la Música-Dirección General de Bellas Artes, p. 42. 109 Sergi Arrando, op. cit., p. 87. Extraído del Archivo de la Familia Garcés Queralt. 110 Según consta en una copia manuscrita dedicada al pianista Luis Galve, con dedicatoria y firma de Vicente Garcés, fechada el 17-I-1945.

355

Page 368: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

titulado El Maestro, publicado en Xàtiva en 1536. La correspondencia de Garcés

conservada en el archivo familiar permite suponer que estos materiales le llegaron a

través del intelectual catalán Milà i Fontanals, quien le ofreció información sobre las

ediciones de música del vihuelista arriba citado.111

La composición se inició con su versión pianística, como lo confirman las fechas

escritas en el manuscrito original al final de cada pieza, mientras que en la orquestal

sólo hay una fecha al final de la última: octubre de 1944. Este dato permite deducir su

concepción original como obra pianística y su posterior orquestación. La pieza

terminada en primer lugar fue la Sarabanda, fechada en junio de 1943, mientras que la

Estampida data de septiembre de 1943, la Fol·lia de mayo de 1944 y la Albada de julio

de 1944. En su música se unió la ideología valencianista, siempre presente en Vicente

Garcés, con un renacimiento culto de los lenguajes del pasado, que cristalizó en su estilo

neoclásico.

Esta composición no fue interpretada hasta los años ochenta, cuando se inició la

campaña Retrobem la Nostra Música, fomentada por el gobierno autonómico

valenciano. Su estreno tuvo lugar en la II Semana de Música Valenciana, en un

concierto a cargo de la Orquesta Municipal de Valencia, dirigida por Manuel Galduf,

que tuvo lugar en el Teatro Principal de Valencia el 21 de noviembre de 1985, en el que

se programaron obras de compositores valencianos.

En las críticas publicadas se aprecia una desigual acogida, puesto que Amando

Blanquer indicó en las notas al programa que: refleja su profundo conocimiento de la

Valencia medieval y renacentista,112 mientras que Eduardo López-Chavarri Andújar la

calificó como una inteligente glosa y homenaje de Vicent Garcés a Lluís Milá como

suite.113 Sin embargo, Doménech Part publicó en el diario Levante una demoledora

crítica con las siguientes palabras:

La Suite Ofrena a Lluís Milà, de Garcés, es un mal ejercicio de composición

en donde el talento brilla por su ausencia. Todo en estos pentagramas se tuerce y

retuerce para ofrecer absolutamente nada. Una ¿música? Aburridísima, tanto

para el ejecutante como para el oyente.114

111 Sergi Arrando, op. cit., p. 96. 112 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores…op. cit., p. 184. 113 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Garcés, L-Chavarri, Rodrigo y Moreno Gans, en la Orquesta Municipal”, Las Provincias, 24-XI-1985, p. 34. 114 J. Doménech Part, “Crítica/Música: Concierto del hastío”, Levante, 26-XI-1985, p. 70.

356

Page 369: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La hostilidad de estas palabras refleja la incomprensión que, durante mucho tiempo,

sufrió su música en el ambiente musical valenciano, así como su parcial marginación

posterior a esta fecha de 1985, que duró hasta finales de la década de los noventa. No

hay constancia de ninguna interpretación posterior. Esta obra es, de entre las

compuestas por Vicente Garcés, una de las más necesitadas de pronta recuperación.

Marinada (1949)

Ballet.

Argumento de Joan Fuster.

Soprano – 2(+1).2(+1).2.2 – 4.3.3.1 – Tim – perc – arp – cu.

Introducció. Plany. Dansa per l’albat. La fada. Cançó de la barraca que no té

trespol. Els pretenents. Dansa de les ofrenes. Nocturn. Retorn. Cançó d’enyorament.

Joia. Dansa final.

Esta obra es la más divulgada y de mayor calidad de entre todas las compuestas por

Vicente Garcés. Gestada durante los años cuarenta, la pianista Amparo Garrigues

interpretó la versión pianística de su Dansa final (entonces titulada Dansa general) en

un concierto celebrado en el Teatro Principal de Castellón, el 14 de enero de 1943. Sin

embargo, la obra fue terminada durante su estancia en París, a partir de 1949, cuando

fue revisada por el compositor francés Georges Auric. La pieza conjuga acertadamente

el espíritu neoclásico, madurado en París gracias a los consejos del citado compositor

quien formó parte del francés Grupo de los Seis, con la música popular valenciana

presente y sublimada en sentido culto.

El ballet se compuso siguiendo un argumento de Joan Fuster, estructurado de la

siguiente forma en dos cuadros:

CUADRO I

Siglo XVIII

Al levantarse el telón, aparece la extraña escena de las danzas que, en

Valencia, se bailaban a la muerte de ‘els albadets’ (niños menores de siete años a

quienes se llama así aludiendo a su inocencia) y que es evocada en uno de los

grabados de Gustavo Doré. Una voz femenina canta ardiente y plañidera.

Marinada, que apenas casada, ha visto marchar a la guerra al joven

marido, acaba de perder a su hijo. La muerte de un ‘albat’ es alegría y no

357

Page 370: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

tristeza, dice el pueblo. Para ella, en cambio, que espera y espera fiel el retorno

del ausente, es la añoranza y la soledad.

Terminada la danza, queda sola vencida por el dolor.

La Viejecita, símbolo del azar, entra. Es la mágica figura de los cuentos

populares. Le da esperanza y le anuncia que un día conocerá el gozo nuevamente.

Vienen los pretendientes. El labrador ubérrimo de frutos, el marinero con

una red y un remo, el cazador con un águila marina que revuela y se detiene en su

hombro. Todos ellos traen presentes a Marinada. En la danza festiva, se los

ofrecen apasionados. Ella los rehúsa digna, elegíaca, el corazón sangrando aún.

CUADRO II

Caleta mediterránea, cerca de un pueblo de pescadores. A un lado, pequeña

umbría de palmerales y pinadas que conducen al mar. La noche es oscura.

Siete años han pasado. Collar de caracolillos y conchas al pecho, corona de

lirios de mar al cabello, cruza lentamente, junto a las olas, Marinada, sonando la

caracola marina. Mira fijamente el mar desde un escollo. Descalza, la ropa

humilde, turbada por la obsesión, continúa solitaria su camino por la ribera...Y

resuena el cuerno delirante…

Se vislumbra, en el verde relucir de las aguas, al Nauta que trata de ganar

la costa. Amarra la nave a la cala. Después, desfallecido, conmovido, se detiene

un instante. Y besa la tierra.

Rumorea la algazara de un grupo de jovenzuelos que vuelven de una fiesta.

El Nauta asomado desde la umbría, donde se ha refugiado, mira anheloso por

descubrir a Marinada. Quiere detenerlos, pero ellos siguen la ruta sin hacer caso

de aquel vagabundo.

De súbito se oye, distante, la canción de Marinada:

‘Donde existe la flor o la yerba (etc…)’ […]

Y se acerca, se acerca, resonando sobre el mar la enamorada voz…Por ella

el Nauta la ha reconocido.

Al tiempo que el canto termina, Marinada entra en escena. Al ver al Nauta

queda suspensa en un largo silencio. Como quien vuelve de un sueño, se desvela

en éxtasis y se arrodilla a sus pies. ‘El rosal se acapullaba, el romero florecía’.

Aparece nuevamente la Viejecita de la varita mágica, formando con ellos un

tríptico de gozo.

Se va poblando la cala. Vienen marineros y gente del campo.

358

Page 371: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el alba serena, estalla la danza final.115

Esta sinopsis se conserva en el archivo familiar con otra copia de la misma en

lengua francesa, lo que certifica que fue completada durante la estancia en París, y que

Vicente Garcés se planteara la posibilidad de estrenarla en Francia.

En la siguiente nota al programa del estreno se aprecia que las partes de que

constaba no coinciden con las de la versión definitiva que se han adjuntado en el

encabezamiento de este punto:

El ballet ‘Marinada’, cuya acción se supone en el reino de Valencia durante

el siglo XVIII, consta de las siguientes escenas musicales:

Introducció, Plany, Dansa del vetl·latori, La Velleta, Els Pretenents, Dansa

Festívola, Nocturnal, Retorn, Cançó de Marinada, Joia, Dansa Final.

La Suite del Ballet, que estrena la Orquesta Municipal de Valencia,

comprende la totalidad de las mismas, a excepción de ‘Plany’ y ‘Cançó de

Marinada’, que el autor ha excluído por exigir la intervención de una voz de

mezzosoprano.

El ballet ‘Marinada’ ha sido compuesto en París en los años 1948-1949. El

escenario se inspira en una vieja leyenda popular mediterránea. La partitura es

sensible al alma lírica de nuestras antiguas melodías.116

En esta primera versión el movimiento titulado La Fada se titula La Velleta, no se

incluyen la Cançó de la barraca que no té trespol ni la Cançó de bres.

Por otra parte, en diferentes versiones parciales de la obra, así como en

manuscritos de partes para piano de la obra, se aprecian diferentes cambios de títulos de

partes de la obra. Además, las letras de las partes cantadas sufrieron diversos cambios

hasta llegar a la versión definitiva, datada en 1972, cuando obtuvo el Premi Joan Senent.

En definitiva, se ha considerado más clarificadora la inclusión de la siguiente tabla,

en la cual se incluyen las diferentes versiones hasta la final de 1972.

115 Sinopsis mecanografiada del compositor, conservada en el Archivo de la Familia Garcés Queralt, con una copia en lengua francesa. 116 Nota mecanografiada, conservada en el Archivo de la Familia Garcés Queralt.

359

Page 372: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Versión Composición original y

estreno.

Posterior al estreno. Galardonada

Premi Joan Senent

Fecha 1948-49. Estreno: 1957. Entre 1957 y 1972. 1972.

Partes de la Obra Introducció. Plany.

Dansa Vetlatori. La

Velleta. Els Pretenents.

Dansa Festívola.

Nocturnal. Retorn.

Cançó Marinada. Joia.

Dansa Final.

Introducció. Plany.

Dansa per l’Albat. La

Velleta. Cançó de la

barraca que no té

trespol. Els Pretenents.

Dansa de les Ofrenes.

Nocturn: Cançó de

bres. Retorn. Cançó

Marinada. Joia. Dansa

Final.

Introducció. Plany.

Dansa per l’Albat. La

Fada. Cançó de la

barraca que no té

trespol. Els Pretenents.

Dansa de les Ofrenes.

Nocturn: Cançó de

bres. Retorn. Cançó

d’enyorament. Joia.

Dansa Final.

Particularidades Datada por una

reducción para piano de

la versión orquestal de

su estreno, así como de

una nota al programa

del citado estreno.

Datada por una versión

manuscrita para voz y

orquesta de la obra más

antigua que la definitiva

y diferentes versiones

manuscritas para piano.

Esta versión incorpora

nuevas partes cantadas:

Cançó de la barraca…

y Cançó de bres.

Cambios en la escena.

Datada por la copia

manuscrita final,

conservada en

diferentes fuentes

fotocopiadas.

Cambio de texto en

Cançó de bres y en

Cançó d’enyorament.

Cambios en la escena.

El ballet se estructura, ya en su versión definitiva y objeto de reciente edición, en

dos cuadros según el siguiente argumento:

Quadre I.- Introducció: Unes dones vetlen un albat (Marinada ha perdut el

seu fill i el seu marit és en mar fa molt de temps). Plany. Dança per a l’albat.

Apareix la Fada. Cançó de la barraca que no té trespol. Un mariner, un

llaurador i un caçador pretenen a Marinada i li ofrenen dançant per a ella.

Quadre II.- Nocturn: En la nit fosca Marinada va a la caleta mediterrània,

vora mar, acompanyada d’unes donzelles. Una nit per fi, es veu al Nauta amarrar

la barca a la caleta i besar la terra. Marinada canta una Cançó d’enyorament

que es convertix en joia quan es queda suspensa en veure al Nauta, agenollant-se

360

Page 373: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

als seus peus. La Fada apareix de nou. Es fa un tríptic de gràcies. Al alba venen

mariners i terrasans exclafant la Dança final.117

Esta composición justifica plenamente el calificativo que dio Manuel Palau a

Vicente Garcés como creador del ballet valenciano. Galardonada en Valencia en 1972

con el Premi Joan Senent, en la actualidad es la obra más divulgada de Vicente Garcés,

gracias al registro discográfico realizado en 1981 a la Orquesta Municipal de Valencia

para el sello L’Anec.

La obra fue estrenada en Valencia, a cargo de la Orquesta Municipal dirigida por

José Iturbi, el 10 de mayo de 1957, en el marco de un festival de música española y

americana. La obra de Vicente Garcés no pasó desapercibida en la velada, a pesar de la

envergadura de piezas de los Palau, Rodrigo, Albéniz y Turina, ejecutadas también en el

concierto. Estas palabras de Federico Soro, publicadas en el diario Jornada, reflejan la

recepción de su música en Valencia:

[…] consideraremos la suite “Marinada”, de Vicent Garcés (extractos de

un ballet). Toda la música que conozco de éste, de avanzada, se afinca en

modismos del lenguaje musical nativo. Su orquesta, siempre interesante, atiende

por igual a la firmeza de las estilizaciones melódicas y a los detalles preciosistas.

En ella, el fino barroquismo no frena la inquietud del compositor, incansable tras

la búsqueda de nuevos horizontes expresivos. […] Agradezcamos a Iturbi […] el

noble servicio que viene prestando a la causa de los autores de su tierra, cuyas

músicas, gracias a él, sonarán en conciertos del extranjero […]118

En la siguiente tabla se adjuntan las diferentes interpretaciones realizadas de esta

obra, así como los intérpretes y lugar de ejecución:

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZACIÓN

INCIDENCIAS 10-III-1957 Valencia Teatro Principal Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Iturbi

Festival de Música

Española e

Hispanoamericana.

Inauguración del

Centro de Estudios

Norteamericanos de

Valencia

117 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores…op.cit., p. 187. 118 Federico Soro, “La Orquesta Municipal, José Iturbi y la soprano Consuelo Rubio, aureolados por el éxito, en un Festival Hispanoamericano”, Jornada, 11-V-1957, p. 10.

361

Page 374: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Entre el 7 y el

25-XI-1957

Diversas

ciudades

españolas.

Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Iturbi

Gira de conciertos en

beneficio de los

damnificados por las

inundaciones de 1957

11-VII-1958 Palma de

Mallorca Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Iturbi

Festivales de España

12-VII-1958 Palma de

Mallorca Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Iturbi

Festivales de España

24-VII-1958 Palma de

Mallorca Orquesta

Municipal de

Valencia – José

Iturbi

Festivales de España

23-IV-1961 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica –

Ramón Corell

Se interpretó sólo el

movimiento titulado

La velleta (La fada)

17-XII-1981 Valencia Teatro Principal Orquesta

Municipal de

Valencia – Manuel

Galduf

Voz solista: María

Angeles Peters

19-XII-1981 Valencia Teatro Principal Orquesta

Municipal de

Valencia – Manuel

Galduf

Voz solista: María

Angeles Peters

24 y 25-VI-1993 Valencia Teatro Principal Ballet Clásico

Contemporáneo de

España y las

Estrellas del

Bolshoi – Mario

Martenss

Espectáculo de ballet

Cantata Marinada, en

memoria de Joan

Fuster. Música

ofrecida en grabación.

Se tiene constancia de que José Iturbi se llevó la partitura, a su vuelta a los EEUU,

con la intención de interpretarla con orquestas americanas, aunque no se dispone de

pruebas documentales de este hecho.

Muchos años más tarde, a principios de la década de los ochenta, la obra fue

redescubierta por el público valenciano. En primera instancia la Orquesta Municipal de

362

Page 375: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Valencia dirigida por Manuel Galduf, la ofreció en dos conciertos fechados los días 17 y

19 de diciembre de 1981, con María Angeles Peters como solista vocal. Las siguientes

líneas, publicadas por Eduardo López-Chavarri Andújar en Las Provincias, reflejan el

singular éxito que tuvo la obra entre el público y la crítica:

En primer lugar hay que celebrar la vuelta a los atriles de “Marinada”, la

obra de Vicente Garcés […] y que en “Marinada” alía un precioso cauce

sinfónico de bellos timbres y color gratificante con una raíz que, ni desconoce

vestigios modales religiosos, ni un arcaísmo que nuestro músico utiliza con sabia

capacidad de contraste. Amor y desesperanza, el mar y la fantasía y un sentido

narrativo musical agudo, deparan ocasión a Garcés de poner en pie una obra tan

atractiva y sugestiva como “Marinada”, acogida con viva simpatía y calurosos

aplausos […]119

En otras citas publicadas en la prensa, como la siguiente de Gonzalo Badenes en el

Diario de Valencia, se celebró abiertamente su interpretación por el redescubrimiento

de música injustamente olvidada que implicaba, adjuntando unas valoraciones técnicas

bastante positivas:

La recuperación de la obra de nuestros compositores menos frecuentes es,

sin ningún género de dudas, una de las misiones más nobles y dignas de elogio

que cabe esperar de la Orquesta Municipal de Valencia. Por eso, por encima de

cualquier consideración crítica, he de aplaudir […] por el esfuerzo que han

desplegado al montar la “Suite Marinada”, de Vicent Garcés […]

La obra presenta un tratamiento muy imaginativo del elemento popular, a

través de unas secuencias vocales e instrumentales concisas, nada espectacular,

sometidas a una disciplina compositiva pulcra, estricta, en la que asoman atisbos

de su etapa parisina con Auric, sin que por ello pueda hablarse de imitación

servil de la estética de los “Seis”.120

Sin embargo, el citado Gonzalo Badenes encontró ciertos problemas técnicos en

esta versión que citó en estas palabras publicadas meses más tarde en la revista Ritmo:

[…] hubo momentos en ‘Marinada’, en que la solista era ‘sepultada’ por la orquesta;

119 Eduardo López-Chavarri Andújar, “M.A.Peters y Galduf, con la Orquesta Municipal”, Las Provincias, 19-XII-1981, p. 50. 120 Gonzalo Badenes, “Recuperación de Garcés y Fuster”, Diario de Valencia, 20-XII-1981, p. 29.

363

Page 376: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

singularmente curioso fue el pasaje en el que la cuerda grave alcanzó a ‘cubrir’ la voz

de la soprano.121

En el siguiente año 1982 fue publicada la grabación discográfica antes citada, a

cargo de la Orquesta Municipal bajo la dirección de Manuel Galduf, con Enedina Lloris

en la parte solista.

Desde entonces apenas ha sido programada y, en algunos casos, fuera de contexto

como el espectáculo Cantata Marinada, en homenaje a la memoria de Joan Fuster, los

días 24 y 25 de junio de 1993. En esta versión se interpretó la parte balletística con la

parte musical pregrabada y enlatada, a cargo del Ballet Clásico Contemporáneo de

España y las Estrellas del Bolshoi, bajo la dirección coreográfica de Mario Martenss,

que resulta dudoso calificarla como versión concertística. Las siguientes líneas,

publicadas en el diario Levante, dan cuenta de las circunstancias de esta versión y la

reacción general hacia la misma:

Muchísimo malestar y mosqueo es lo que ha producido el espectáculo

“Cantata Marinada” estrenado en el Teatro Principal el jueves y producido por

la Diputación de Valencia. Malestar porque el montaje utiliza enlatada música

compuesta o interpretada por diferentes artistas y colectivos valencianos (la

Orquesta de Valencia, Lluís Miquel Campos, Enedina Lloris) y nadie de la

producción, según los propios artistas, ni tampoco el director del espectáculo,

Mario Martenss, ha pedido permiso para su utilización. Además, la “lata” no

sonaba como debía hacerlo. “Cantata Marinada” se trata de un homenaje a Joan

Fuster con textos del intelectual de Sueca y música de Vicent Garcés que ejecutó

el Ballet Clásico Contemporáneo de España con las Estrellas del Bolshoi.122

Cinc cançons valencianes (1950)

Textos en valenciano de diversos autores.

Soprano – 2.2.2.2 – 2.2.0.0 – Tim – arp – cu.

121 Citado en: Vicente Galbis, op. cit., p. 276. Extraído de: Gonzalo Badenes, “Valencia”, Ritmo, 519, Madrid, febrero 1982, p. 71. 122 Sin autor, “Entre líneas: El ballet del mosqueo”, Levante EMV, 27-VI-1993, p. 85.

364

Page 377: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

I Cançó antiga (Valero Fuster). II Cançó de la marinera fidel (Lluís Guarner). III

Cançó estiuenca (Almela i Vives). IV Cançó de bres (Anónimo popular). V Cançoneta

d’abril (Bernat Artola).

Estas canciones están basadas en poemas de autores íntegramente valencianos, lo

que refleja la filiación valencianista de Vicente Garcés. El segundo de los cuales inspiró

tiempo atrás uno de sus Poemes pastorals, mientras que el cuarto refleja la unión de lo

popular con lo culto, así como lo antiguo y lo moderno si comparamos el resto entre sí.

Esta obra representa el punto final creativo en la música orquestal de Vicente Garcés,

puesto que ya no compuso ninguna pieza más con esta formación, sólo para guitarra y

coro.

Compuestas durante su estancia en París, fueron estrenadas allí el 12 de diciembre

de 1951, a cargo de la Orquesta Sinfónica de la Radiodifusión Francesa, dirigida por

Jean Giardino y con la soprano Ginette Guillaumat. También se cita en algunas fuentes

una nueva interpretación, a cargo de la Orquesta Nacional de Francia, en torno a 1954,

pero no hay datos que precisen y amplíen esta noticia.

La obra fue estrenada en España el 29 de enero de 1954, por la Orquesta Clásica de

Valencia, dirigida por Ramón Corell y con Emilia Muñoz en la parte vocal, con notable

incidencia en el medio musical valenciano. Como prueba de su buena acogida está la

repetición, a modo de “bis” al final de la actuación, de la Cançó de bres, cuarta de las

cinco canciones de este ciclo. La crítica recibió su obra con elogios, como se aprecia en

el siguiente párrafo, publicado por Eduardo López-Chavarri Marco en el diario Las

Provincias:

Por último, “Cinco canciones valencianas” de Vicente Garcés, en donde

todo el parisismo de vanguardia, y una orquestación enteramente conseguida,

parecen envolver celosamente el sentir valenciano. Difíciles de entonar estas

melodías junto a las harmonías [sic] sobre que descansan […] actuación

coronada de grandes aplausos, que también iban dirigidos al autor de las

canciones.123

En la siguiente tabla se citan las repetidas ejecuciones de esta obra a lo largo del

tiempo:

123 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música-Orquesta Clásica de Valencia: Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, Valencia, 30-I-1954, p. 14.

365

Page 378: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZACIÓN

INCIDENCIAS 12-XII-1951 París Orquesta de la

Radiodifusión

Francesa – Jean

Giardino – Solista:

Ginette Guillaumat

Estreno de la obra

29-I-1954 Valencia Teatro de la

Confederación

Nacional de

Sindicatos

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell –

Solista: Emilia

Muñoz

Estreno en España

24-XII-1963 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell –

Solista: Emilia

Muñoz

5-II-1971 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Amando Blanquer

– Solista: Mª

Angeles López

Artiga

Concierto en

homenaje póstumo a

Ramón Corell

Febrero-1984 Valencia Teatro Prinicpal Orquesta

Municipal de

Valencia – Manuel

Galduf – Solista:

Mª Angeles Peters

Homenaje póstumo a

Vicente Garcés

25-VII-2006 Llíria Sala de

Conciertos del

Ateneo Musical y

de Enseñanza

Banda Primitiva

Jove Orquestra de

la Generalitat

Valenciana –

Manuel Galduf –

Solista: Erika

Escribá

28-VII-2006 Valencia Palau de la

Música

Jove Orquestra de

la Generalitat

Valenciana –

Manuel Galduf –

Solista: E. Escribá

366

Page 379: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

13-X-2006 Benifairó dels

Valls

Auditorio del Pla

de l’Era

Orquesta Mare

Nostrum de

Valencia – Juan

Garcés

Concierto incluído en

los actos

conmemorativos del

centenario del

nacimiento de Vicente

Garcés

Tras este repaso por el catálogo orquestal de Vicente Garcés, cabe reflexionar sobre

su escasa divulgación en una Valencia cuya cultura estimó profundamente, sin que su

medio artístico le correspondiera en justa medida. Sólo durante los años treinta, gracias

a la Orquestra Valenciana de Cambra y su director Francisco Gil, sus obras fueron

interpretadas con relativa frecuencia, aunque la mayoría pasaron pronto por la

descatalogación. Posteriormente a la Guerra Civil, su obra conoció un silencio público

que duró demasiado tiempo para su merecimiento y valía, a causa del ostracismo

motivado por las autoridades surgidas tras el conflicto bélico, que así le hicieron pagar

su activa participación en la política cultural de la desaparecida Segunda República.

Aunque algunas versiones pianísticas de sus obras fueron ejecutadas en público, las

versiones orquestales requerían una considerable infraestructura logística, lo que hizo

muy dificultosa su interpretación en aquellos difíciles años. A la vuelta de París, sus

obras volvieron a figurar mínimamente en programas de concierto, lo que permitió su

divulgación. Sin embargo, Vicente Garcés desconfió seriamente de la actitud receptiva

del público valenciano y su música orquestal no se interpretó durante la década de los

setenta, pese al galardón que recibió su ballet Marinada en 1972.

A principios de la década de los ochenta, coincidiendo con el fin de la transición a

la democracia, su figura fue reivindicada públicamente, puesto que fue uno de los

escasos compositores valencianos represaliados por el régimen franquista. Su espíritu y

valores valencianistas congeniaban plenamente con el estatuto de autonomía valenciano,

reivindicado en aquel momento, lo que repercutió en un insospechado apoyo público e

institucional a su obra, objeto de interpretaciones y grabaciones, así como de un

homenaje póstumo tras su fallecimiento.

Sin embargo, desde entonces su música no volvió a interpretarse hasta el año 2006,

coincidiendo con el centenario de su nacimiento. Momento en el que las autoridades

culturales valencianas impulsaron la recuperación de su figura, mediante la grabación y

edición de su obra, recuperándolo para su vida musical. Se espera que en el futuro su

figura sea reconocida y situada en su justo valor dentro de la música del siglo XX.

367

Page 380: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

V. 2. 2 Análisis de su lenguaje armónico y formal

En este epígrafe se van a tratar los principales rasgos del estilo de Vicente Garcés, a

través del comentario y análisis de algunas de sus obras más significativas,

concretamente los Poemes Pastorals y el ballet Marinada. Cada una de estas obras es

representativa de las dos épocas que dividen globalmente su estilo, aquí reflejado

concretamente en su producción orquestal. En los Poemes Pastorals, para voz y

orquesta, se aprecia un lenguaje más cercano al nacionalismo valenciano, característico

de su primera etapa, anterior a la Guerra Civil. En el ballet Marinada, obra posterior al

citado conflicto bélico, Garcés utiliza un estilo en el que el elemento popular valenciano

está madurado a través de una profunda depuración neoclásica que marcó toda su obra

posterior. Entre ambos estudios analíticos, se intercalarán comentarios técnicos acerca

de su lenguaje armónico, pertenecientes a una versión para piano de su ballet

Passionera, extraídos de un artículo de prensa de Antonio M. Abellán publicado en la

revista Ritmo en 1935.

En el caso de los Poemes Pastorals, se cambiará la metodología de análisis

empleada hasta este momento, y se utilizará el análisis realizado por el propio Garcés,

publicado en las notas al programa de su concierto de estreno. La principal razón que

justifica este procedimiento es el interés en poder exponer la propia visión personal del

compositor de la obra, confrontada con el análisis objetivo que se realizará a

continuación de Marinada. Mientras que los comentarios de Antonio M. Abellán

cuentan con la posibilidad de mostrar directamente la forma en que la crítica musical de

su época recibía y valoraba sus rasgos estilísticos, las novedades que planteaban,

expuestas directamente sobre las partituras de la edición aquí comentada.

En los tres Poemes Pastorals, se cita literalmente el comentario analítico del

compositor, incluyendo los ejemplos que insertó, en el programa de mano del concierto

de estreno de la obra, celebrado en Valencia el 23 de mayo de 1937:

‘Troba de l’amor i les tres germanes’

Este “lied”, d’una gran senzillesa, evoca un petit episodi del vella ambient

de la joglaria. Amb un recitatiu de caire melismàtic, inícia el joglar la troba:

368

Page 381: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sobre un fons orquestal que recorda pífans antics apareix el primer tema:

que pren un caràcter dialogant amb l’orquestra. Un segon motiu és exposat

després, tendre i un tant salmòdic, a l’igual que l’anterior:

El tercer tema, més ample i apassionat, es manifesta en una atmòsfera

primitiva i poètica que creen principalment el celesta i el glockenspiel:

Continua el “lied” reexposant-se succesivament el primer i segon motius, i

fluix amb el recitatiu melismàtic amb que el joglar inicià la troba.

‘Cançó de la marinera fidel’

Es una cançó elegíaca. Sobre un ritme obstinat dels baixos, el corn anglés

disenya el primer tema:

que reprén la veu amb ampla volada, i augmentant poc a poc en intensitat

expressiva conduix al seu periode final, corresponent a la tornada del poema:

El segon motiu, d’una curvatura tensa, es produix dins d’un teixit

orquestral més vaporós i subtil:

369

Page 382: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

i a la fi de la seua línia ondulant ve a repetir el vers d’obsesió del “lied”:

‘Deixa’m mirar la mar blava’.

Són reexposats el segon i el primer tema, per este ordre, reiterant sempre la

tornada de la cançó, la qual acaba amb un morendo en que no deixa de sentir-se

el ritme obstinat dels baixos.

‘El vent’

Es un poema de pagania. Després d’una graciosa melisma, la veu canta el

primer motiu dolçament:

Seguix un passatge poco agitato i a continuació exposa el segon tema d’un

profond regust pastoral:

Hi ha uns compasos dialogant veu i orquestra, i després de recordar esta última

el primer motiu, apareix esplendent el tercer tema:

Finix el poema i la “suite” amb una frase conclusiva, d’un caràcter reverencial,

que al passar de la veu a l’orquestra sembla cada volta més un càntic a la natura.

L’element literari dels tres “lieder” que constituïxen la “suite” ha estat

escrit respectivament per Miquel Durán de València, Lluís Guarner i Bernat

Artola. 124

En el año 1935, el editor valenciano Jaime Piles publicó dos piezas de Vicente

Garcés, en versión reducida para voz y piano, tituladas Canción del atardecer y

124 Tomado de las Notas al programa del concierto de estreno de esta obra, el 23-V-1937, realizadas por el propio compositor.

370

Page 383: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Canción de pena, ambas pertenecientes a su ballet Pasionaria. Meses más tarde, el

crítico Antonio M. Abellán publicó en la revista Ritmo, de tirada nacional, unos

comentarios analíticos sobre diferentes aspectos de estas piezas. En las siguientes líneas

se van a citar ambos comentarios, acompañados de los ejemplos musicales nombrados,

con objeto de introducir algunos de los rasgos de su estilo que se comentarán más

profundamente en el siguiente epígrafe. En el perteneciente a la primera pieza: Su

‘Canción del atardecer’, que comienza con una sucesión de acordes impresionistas, se

compone realmente de un solo tema, que canta primero el piano y sirve luego, con

ligeras alteraciones, de acompañamiento a la voz.125 El siguiente ejemplo muestra los

citados acordes que sirven de introducción a la pieza.

Tanto el comentario como la visión del ejemplo, donde aparecen una serie de

acordes preparados y resueltos libremente, según una sintaxis armónica impresionista,

adscriben su lenguaje armónico al citado estilo, característico tanto de sus primeras

piezas como de sus obras posteriores.

El comentario sobre la Canción de pena, profundiza más en aspectos técnicos

como la rítmica, armonización… lo que lo hace mucho más interesante:

‘Canción de pena’ es no menos interesante que la anterior. Se percibe

pronto la unidad entre los acordes iniciales, en dos por cuatro, y la melodía y

armonía acompañante en seis por ocho. La sección central de esta canción, en la

que el acorde de novena afirma su expresividad y comentarios episódicos

engarzan las frases, posee mucho encanto. Las escalas que Garcés ha empleado,

lo mismo en esta pieza que en la anterior, al carecer de sensible, adoptan cierto

sabor arcaico, y las cadencias presentidas, febles, afeminadas, se hallan, así, en

absoluto proscritas.126

125 Antonio M. Abellán, “Edición musical: Dos canciones de Vicente Garcés”, Ritmo, 112, Madrid, 15-VI-1935, p. 13. 126 Ibídem.

371

Page 384: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El siguiente ejemplo pertenece a la citada sección central, donde se aprecia la

presencia de acordes de novena enlazados libremente:

En este comentario se habla de rasgos armónicos concretos, como la predilección

por el acorde de novena, así como por el uso de una armonía modal, aquí caracterizada

por la ausencia de sensible.

En otras partes del mismo se mencionan rasgos formales, como se aprecia

seguidamente: La canción primera del cuaderno tiene, con su solo tema (la segunda

vez, al entrar la voz, transportado un tono alto), una forma binaria bisada, diría yo; la

segunda reviste, con dos temas, forma ternaria. O sea: AB-AB, para la una, A-B-A,

para la otra.127

Seguidamente, partiendo de los datos expuestos en estas citas de Antonio M.

Abellán, se van a exponer una serie de rasgos analíticos del lenguaje de Vicente Garcés,

con ejemplos escogidos de fragmentos de Marinada, donde se enunciará el punto de

donde han sido extraídos, para su mejor localización y comprensión. Además, se

incidirá especialmente en las características técnicas antes mencionadas, puesto que

desglosan aspectos esenciales de su estilo. En los ejemplos referidos a aspectos

armónicos, los instrumentos transpositores (como el clarinete, el corno inglés o las

trompas) se han presentado en do, con objeto de hacer más fácil al lector la visión de los

acordes y tonos empleados. Sin embargo, en el apartado dedicado a la orquestación no

372

Page 385: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

es necesaria esta transposición y, por tanto, los instrumentos aparecen en su afinación

original, aparte de que en algunos casos (como en los clarinetes) dan información muy

interesante sobre su tímbrica.

V. 2. 2. 1 Estructuras formales

El análisis de sus estructuras formales refleja su predilección por la pequeña

forma, siguiendo los esquemas A-B-A y AB-AB mencionados en la cita arriba citada de

Antonio M. Abellán, y la ausencia de desarrollos temáticos en el conjunto de su obra,

aspecto que Oscar Esplá advirtió en la temprana revisión que le hizo de su ballet

Passionera en torno a 1930.128 Sin embargo, este rasgo técnico no es esencial en el tipo

de obras que compuso (ballets, piezas breves para piano, voz y orquesta…) y, al

presentar el material temático, fue preferible la concreción que le caracterizó, en

detrimento de los desarrollos.

En cuanto a los esquemas formales que empleó, el A-B-A es muy frecuente, como

se aprecia en varios movimientos de Marinada. Esta estructura se encuentra en la Cançó

de la barraca que no té trespol, pero repetida dos veces y separada por un interludio

orquestal de 20 compases. Las dos apariciones del esquema utilizan literalmente la

misma melodía cantante y secuencia armónica, pero las varía al modificar la

orquestación. El cambio de color de los instrumentos acompañantes,129 compensa la

citada falta de desarrollo temático con un recurso al colorido orquestal no menos

imaginativo.

Sin embargo, en la Dansa per l´Albat la parte B es tan corta (apenas 10 compases),

que se podría hablar en su lugar de forma A-A, aunque la presencia de dos motivos en

cada parte podría dejar el esquema en AB-AB. Si se realiza un análisis motívico, la

forma sería ABCD-ABCD, lo que no deja de ser una derivación del esquema anterior,

teniendo en cuenta que la breve parte central no es más que una página de transición.

Ambos esquemas se repiten continuamente en su obra, pero los citados ejemplos

son suficientes para apreciar su reflejo práctico.

127 Ibídem. 128 Extraída de una carta inédita de Vicente Garcés a Manuel de Falla, datada en 1931. Reproducida íntegramente en: Sergi Arrando, op. cit., pp. 50-52. 129 Ver el epígrafe dedicado a la Orquestación.

373

Page 386: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

V. 2. 2. 2 Lenguaje armónico

Otro elemento característico del lenguaje de Vicente Garcés es la armonía

impresionista, reflejada en la frecuente presencia de escalas modales, cuyas arcaicas

sonoridades se caracterizan por la ausencia de atracción de la sensible hacia la tónica.

Los distintos movimientos de Marinada se encuentran en modos como el fa sostenido

frigio de la Introducción, el re menor natural con tendencia hacia el dórico de La fada.

Incluso hay movimientos de base tonal como el Plany, pero con fuerte tendencia hacia

lo modal, puesto que su tono es si mayor con el 2º y 7º grados rebajados, más propios

del modo frigio. Este rasgo se aprecia también en la Cançó de la barraca que no té

trespol, armonizada en un mi menor muy ambiguo por sus giros modales. Finalmente,

hay movimientos en los que Vicente Garcés modula de una escala tonal a otra modal,

como en la Dansa per l´Albat, en la que pasa del do dórico inicial a la mayor en su

conclusión, creando tensión a lo largo del movimiento entre ambas áreas armónicas

mediante continuas modulaciones.

Un buen ejemplo de esta ambigüedad tonal-modal es la siguiente melodía, tomada

de la parte central de La fada, donde los violines primeros la inician en sol dórico (cuya

escala se representa seguidamente),

modulando a sol menor en el cuarto compás y concluyendo con una semicadencia sobre

este tono en el quinto compás:

374

Page 387: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En algunos fragmentos tiende hacia la bitonalidad, como se ve en el siguiente

fragmento de la Dansa per l´Albat, en el que los violines primeros presentan la melodía

en sol, mientras que el acompañamiento de violines segundos y violas está en si bemol.

Los cellos y contrabajos establecen un pedal de si bemol que, al ser la tercera del acorde

de sol, se convierte en un pedal de tercera del tono de la melodía, rasgo armónico

característico de la armonía impresionista.

375

Page 388: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Otro recurso impresionista de carácter bitonal, utilizado en diversas ocasiones por

Vicente Garcés, era armonizar un tema melódico en un tono distinto al propio. En este

pasaje del final de La fada, la melodía estaba mi menor, pero armonizada en el tono de

la.

376

Page 389: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

377

Page 390: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En algunas ocasiones, el compositor presentaba simultáneamente una misma

nota natural y alterada, creando el consiguiente choque sonoro resultado de esta

disonancia de segunda menor. En este fragmento, extraído de la Dansa per l´Albat, hay

un acorde de novena menor sobre sol en el que se combinan un si bemol con un si

natural en las dos trompetas, así como entre las violas y los violines segundos. Todo

esto en un contexto de acordes ambiguos, que no conducen claramente hacia ningún

tono en concreto.

378

Page 391: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

V. 2. 2. 3 Cadencias

En las obras de Vicente Garcés son muy significativas las cadencias que no

establecen sólidamente un tono, y tienden hacia una vaguedad modal propia del

lenguaje impresionista.

Por ejemplo, en la Introducció presenta en el inicio del segundo compás del

número 1 una cadencia sobre la tónica del modo fa sostenido frigio, cuya escala se

muestra a continuación:

A continuación, otra en el compás siguiente sobre el sol natural, segundo grado del

modo. Este grado es muy característico de la escala, al presentarse rebajado, como se

aprecia en la escala presentada a continuación, y refuerza el carácter modal de la

Introducció.

379

Page 392: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Otra muestra es la cadencia final del Plany en la que, sobre el tono de si, se crea

tensión con un acorde construido sobre cuartas sobre la propia nota si, resolviendo en un

acorde tríada sobre la tónica del citado tono de si. Esta resolución, presentada en el

siguiente ejemplo, es poco ortodoxa, pero justificable en un contexto armónico

impresionista.

380

Page 393: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Otra cadencia de tipo modal es la resolución plagal, que va del cuarto al primer

grado del modo empleado, como se aprecia en el siguiente ejemplo perteneciente a la

cadencia final de la Dansa per l´Albat. Sin embargo, en este caso se observa la

particularidad de que ambos acordes cuentan con una séptima añadida, en el lugar del

acorde de tríada, característico en una presentación ortodoxa de esta cadencia.

381

Page 394: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

382

Page 395: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Otro tipo cadencial es el presentado en el siguiente ejemplo, perteneciente al

acorde final de La fada. En el mismo se establece una secuencia tónica-dominante-

tónica, donde la dominante carece de tercera y, por tanto, de sensible resolutiva. Este

hecho deja sin peso tonal el modo re dórico, con el que finaliza el citado movimiento,

presentando un pedal sobre la citada nota re en la tesitura aguda de los primeros

violines.

En algunos casos elimina la tercera del acorde tríada final, de tal modo que la

tónica carece del suficiente peso tonal y crea un final ambiguo y modal. Esto se aprecia

en el siguiente ejemplo, perteneciente a la cadencia final de la Cançó de la barraca que

no té trespol, que resuelve en una tónica en mi menor sin la tercera (sol).

383

Page 396: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

V. 2. 2. 4 Enlaces acórdicos

En la obra de Vicente Garcés se presentan acordes enlazados siguiendo unos

rasgos propios del estilo impresionista, rasgo distintivo de su lenguaje armónico. A

continuación, se van a enunciar diferentes tipos de enlaces con sus correspondientes

ejemplos, tomados de Marinada.

El compositor no suele presentar los tonos con contundencia, sino con

ambigüedad, puesto que los acordes de tónica que los reafirman suelen estar en primera

inversión. Este hecho les resta reposo tonal y debilita la jerarquía funcional de los

grados de la escala, como se aprecia en el siguiente ejemplo del inicio del Plany,

iniciado en el acorde de primera inversión de si (con el re en el bajo).

384

Page 397: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En su música es constante el uso de acordes de novena,130 en ocasiones sin

función tonal precisa, sino como simple colorido armónico. Algunos usos particulares

de estos acordes, como el presentado en el tercer compás del siguiente ejemplo,

perteneciente al Plany, emplea un acorde de novena de dominante con la novena del

acorde en el bajo. Esta formación armónica crea una fuerte sensación de ambigüedad

tonal, pero muy adecuada para la tensión emocional de este momento de la obra, en el

que la protagonista lamenta la muerte de su pequeño hijo.

También destaca el empleo del mismo acorde de novena de dominante en posición

cerrada, uso propio de la sintaxis armónica impresionista. En el siguiente ejemplo,

perteneciente al quinto compás de La fada, se observa en el último tiempo la presencia

de este acorde, tanto en el viento-madera como en la cuerda. El mismo tiende hacia la

bemol mayor, tono que está a distancia de tritono de re menor, tono principal de este

movimiento, aspecto que acrecienta su ambigüedad funcional.

130 Antonio M. Abellán, op. cit.

385

Page 398: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Por otra parte, estos efectos armónicos tan peculiares no los crea sólo con acordes

de novena, sino que en ocasiones los hace con acordes tríadas. El siguiente ejemplo,

extraído del número 5 de la Dansa per l´Albat, muestra un encadenamiento de acordes

de quinta aumentada, recurso propio de lenguajes armónicos post-impresionistas como

el neoclasicismo francés de los años veinte y el Grupo de los Seis.

386

Page 399: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Entre sus características más propiamente impresionistas, destacan los enlaces de

acordes tríadas por quintas paralelas, que debilitan considerablemente las relaciones

tonales. En el siguiente ejemplo, extraído del número 12 de La fada, se aprecian estos

acordes a partir del tercer tiempo del primer compás en los violines y violas,

prolongándose hasta el segundo tiempo del segundo compás. En este fragmento se

combinan simultáneamente el re dórico (con el si becuadro de la flauta segunda) y el re

frigio (con el mi bemol de la viola), desembocando en el re frigio del acorde final (mi

bemol en la resolución de la apoyatura del violín primero), sintaxis modal con un

arcaísmo propio de su estilo.

387

Page 400: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Vicente Garcés emplea constantemente acordes construidos por cuartas, en muchos

casos alternados con acordes por terceras o tríadas, lo que acentúa el contraste entre

ambas sonoridades. En el siguiente fragmento, extraído del interludio instrumental

situado entre las dos estrofas vocales de la Cançó de la barraca que no té trespol, hay

un ejemplo representativo de esta sintaxis armónica. Los tres primeros acordes están

elaborados por cuartas, mientras que el del cuarto compás es una novena cuyo bajo está

alterado ascendentemente y pasa a ser natural en el último tiempo. En este ejemplo

destacan las cadencias del séptimo y del penúltimo compases, donde un acorde por

cuartas se convierte en una séptima de dominante sobre si, resolviendo en el octavo

compás como cadencia rota sobre do (de nuevo por cuartas) y sobre mi menor al final

del fragmento, lo que refleja el paso de una armonía ambigua a otra completamente

funcional.

388

Page 401: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

V. 2. 3 Orquestación

Un elemento muy original de su lenguaje musical es la instrumentación, en la que

se sirvió de unos recursos técnicos poco conocidos por aquella época en Valencia. Estos

aspectos, más propios de la escuela francesa, los asimiló en su estancia de estudios en

París entre 1948 y 1953, donde dio el punto final a su ballet Marinada. Los ejemplos

que ilustrarán los datos del presente epígrafe están tomados del citado ballet.

En primera instancia, cabe señalar que Garcés tiene un estilo orquestador muy

próximo al de compositores franceses del Grupo de los Seis como Francis Poulenc o

389

Page 402: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Darius Milhaud. Esta influencia se reflejó en las observaciones que le hizo Georges

Auric a su ballet Marinada durante su estancia francesa. Este compositor formó parte

del citado Grupo de los Seis junto con los antes mencionados, a los que cabe añadir

Arthur Honnegger, Louis Durey y Germaine Tailleferre. Todos ellos superaron el

lenguaje impresionista en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial y plantearon

una obra basada en una estética concreta y despojada, clasificable con matizaciones

como neoclásica, adoptada por Vicente Garcés en sus últimas obras.

Su orquesta es voluminosa, pero casi nunca la utiliza completa, sino que tiende

hacia la concreción mediante melodías con una carga tímbrica tenue y

acompañamientos bastante ligeros, por lo que emplea una textura musical clara. En

definitiva, una orquestación muy despojada, concreta y sin sutilezas.

En el siguiente ejemplo, perteneciente a la Introducción de Marinada, se aprecia

esta característica, puesto que allí presenta la melodía en la madera aguda y la trompeta

solista con sordina, mientras que en el acompañamiento se alternan cada dos compases

la cuerda y arpa en pizzicato con las cuatro trompas. El esquema tímbrico es como un

puzzle que encaja timbres contrastantes sin mezclarlos en ningún momento, de lo que

resulta una orquestación muy característica por su concreción y despojamiento.

390

Page 403: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Esta austeridad tímbrica se aprecia también en el siguiente ejemplo, tomado del

Plany, donde la voz femenina solista está acompañada de unos acordes a cargo de la

cuerda que acompaña discretamente a la melodía cantante. En este movimiento, los

391

Page 404: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

instrumentos de viento sólo aparecen en los momentos de forte que anteceden a la

cadencia final.

392

Page 405: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En la introducción de la Dansa per l´Albat se presenta un pasaje a cargo de la

madera aguda en parejas con timbres contrastantes, al formar la primera pareja la flauta

primera y el clarinete primero, y la segunda pareja el flautín y el oboe primero, con una

melodía a cargo de los dos instrumentos respectivos en unísono a doble octava.

393

Page 406: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Estas dos parejas no se unen en ningún momento a lo largo de los diecisiete

compases que dura la introducción, mostrando de nuevo esta instrumentación en

mosaico o puzzle tan propia de Garcés. Esta orquestación tan reducida a lo esencial, se

aprecia también en el siguiente ejemplo, perteneciente al preludio instrumental de la

Cançó de la barraca que no té trespol.

394

Page 407: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el siguiente fragmento del citado movimiento se muestra como Vicente Garcés

utiliza los instrumentos de la madera aguda como solistas en apoyo de la voz cantante,

mientras que la madera grave y los metales, junto con la cuerda en pizzicato funcionan

como discretos acompañantes.

395

Page 408: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En los compases anteriores al número 5 de la Dansa per l’albat, crea un

imaginativo emparejamiento entre dos flautas y dos trompetas con sordina que, al no

utilizar los instrumentos graves de la orquesta, muestra una considerable ligereza en el

conjunto orquestal, aspecto apreciable en toda la obra.

396

Page 409: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Asimismo se observan interesantes juegos de timbre en el número 8 del citado

movimiento cuando, después de presentar una melodía simultáneamente con varios

solistas (flautín, clarinete primero y violín primero) y su correspondiente

acompañamiento, la reduce a la flauta primera como único solista y la madera

acompañante. El resultado es la creación de un efecto de cambio de color tímbrico, tanto

en el instrumento solista como en los que forman el acompañamiento.

397

Page 410: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

398

Page 411: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Vicente Garcés hace una singular alternancia entre voz solista y acompañamiento

orquestal en la Cançó de la barraca que no té trespol cuando, al repetirse en dos

ocasiones una célula melódica en la voz, consigue evitar la monotonía en el empleo de

los instrumentos acompañantes al utilizar la madera grave en la primera repetición

399

Page 412: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

y la combinación de trompas-corno inglés-arpa en la segunda.

En el interludio orquestal que separa las dos secciones de esta Cançó…, presenta

una melodía marcada y percusiva presentada por el corno inglés y el arpa ‘sulla tavola’,

reforzada en las voces acompañantes por la cuerda sobre el talón.

400

Page 413: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En conclusión, se aprecia que Vicente Garcés tenía un sentido muy moderno de la

orquestación, comparado con otros compositores valencianos e incluso españoles de la

época. Su lenguaje es muy concreto y va más allá del refinamiento impresionista que

tanto influyó entonces, llegando a la austeridad tímbrica post-impresionista que en

Francia tuvo su principal reflejo en la obra del Grupo de los Seis. Sin embargo, en

España apenas se encuentra en las obras más avanzadas de Falla y en su discípulo

Ernesto Halffter, así como en la de algunos compositores de los diferentes grupos de los

años de la República, lo que demuestra la valiosa modernidad del estilo orquestador de

Garcés.

V. 2. 4 La música popular, un paralelismo con Joaquín Rodrigo

El empleo de melodías populares valencianas, pero con una armonización

avanzada e innovadora, es una parte importante de su estilo, basado en un nacionalismo

valenciano culto y elevado a la categoría de universal. Su uso se aprecia tanto en la

melodía de la Cançó de la barraca que no té trespol, donde utiliza la canción folk

valenciana del mismo título, como en la simple inspiración melódica de La fada, en la

que toma como base la canción del romance popular valenciano Per la flor del lliri

blau.

Aprovechando este último dato, se va a comparar el uso que hizo Garcés de la

citada melodía, con el de Joaquín Rodrigo en su poema sinfónico titulado Per la flor del

lliri blau. De este modo, se establecerá una comparación estilística entre ambos

401

Page 414: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

compositores que demostrará la originalidad de Vicente Garcés y su valor en relación a

los principales creadores de su época.

Se tomará de Vicente Garcés el número titulado La fada del ballet Marinada,

mientras que de Joaquín Rodrigo se incluirá el fragmento comprendido entre los

números 27 y 30 de su poema sinfónico, en el que utiliza literalmente la citada melodía.

Con el objetivo de que el lector tenga tanto una visión de los elementos concretos que se

comentarán, como del conjunto de las dos partes de las citadas obras, se reproducirán en

toda su extensión, aunque esta presentación difiera de la metodología utilizada hasta

este momento en el uso de fragmentos representativos de las características de su estilo.

A continuación se presenta íntegramente el citado movimiento La fada:

402

Page 415: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

403

Page 416: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

404

Page 417: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

405

Page 418: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Seguidamente se presenta el citado fragmento de Per la flor del lliri blau de

Joaquín Rodrigo:

406

Page 419: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

407

Page 420: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

408

Page 421: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

409

Page 422: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

410

Page 423: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

411

Page 424: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

412

Page 425: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

413

Page 426: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

414

Page 427: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

415

Page 428: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En ambos casos se emplea armonía modal, re dórico en la obra de Vicente Garcés

y la frigio en la de Joaquín Rodrigo, pero el primero emplea modulaciones más sutiles e

imprevistas, mientras que el segundo modula por quintas justas sucesivas, más

sistemáticas y previsibles. Además Rodrigo es más calculado y estructural, puesto que

cada entrada en una parte instrumental viene seguida de un pasaje de acompañamiento,

simultáneo con una nueva entrada de la melodía en otra voz, creando una sensación de

416

Page 429: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

acumulación de elementos que va condensando la textura hasta la eclosión final de la

pieza. En cambio, Garcés emplea una textura mucho más discreta y refinada, aunque

armónicamente es más moderno puesto que presenta pasajes bitonales, quintas

paralelas, acordes de séptima y novena sin función tonal precisa, por su puro colorido

sonoro.

Joaquín Rodrigo crea una rítmica constante en 5/4, mientras que Vicente Garcés

construye la misma métrica con mayor ductilidad, mediante la combinación de 3/4 y

2/4. De este modo, Rodrigo utiliza la citada melodía con un diseño en ostinato y Garcés

genera nuevas melodías a partir de la inicial, que reaparece sólo al final de la pieza.

En cuanto a la orquestación, se aprecia que ambos utilizan una plantilla casi

semejante, pero Rodrigo opta por acumular progresivamente instrumentos solistas y

familias tímbricas a medida que va apareciendo la melodía principal, mientras que

Garcés apenas utiliza el tutti orquestal y se limita a contrastar colores sonoros. En

conclusión, una orquestación más sutil y refinada en el caso de Garcés, en contraste con

la más amplia y masiva de Rodrigo.

Si se estableciera un paralelismo entre el estilo de cada uno de los dos

compositores y los principales lenguajes de su época, se asignaría a Vicente Garcés un

lenguaje impresionista avanzado, más propio de la música francesa posterior a los años

veinte. En cambio, Joaquín Rodrigo se sirve de una base todavía post-romántica,

demostrada en el final del pasaje, donde tiende a la exhuberancia sonora del post-

romanticismo alemán de principios de siglo, aunque contraste con el empleo en este

fragmento de unos ostinatos más propios de Stravinsky o Hindemith.

A través de esta comparación estilística se puede situar con más precisión el estilo

y la figura de Vicente Garcés, llegando a la conclusión de que su lenguaje musical en

absoluto desmerece en relación a los más significativos compositores de su tiempo.

V. 3 Actividades como músico teórico

Este aspecto de la personalidad de Vicente Garcés es de considerable importancia,

puesto que su formación cultural era muy superior a la de muchos músicos

contemporáneos, a causa de sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de

417

Page 430: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Barcelona. De este modo, sus actividades se pueden comparar y relacionar con las de

músicos y artistas pertenecientes a la época de la llamada Generación del 27, reflejadas

en los escritos de Adolfo Salazar. Sus ideas se muestran en el Manifiesto del Grupo de

los Jóvenes, del que fue probable autor material. Las reivindicaciones allí reflejadas

aparecen constantemente en sus escritos fechados en los años treinta, y sus actividades

socio-políticas responden a la actuación que se reclamaba en el citado Manifiesto. Entre

ellas destaca su profundo sentimiento valencianista, reflejado en sus obras, tanto por su

temática extramusical, como por el empleo de la melodía popular.

A continuación se van a citar y comentar los escritos en los que se aprecian las

actividades de Vicente Garcés en esta línea, teniendo presente que, con posterioridad a

la Guerra Civil, sufrió la postergación y el ostracismo, aspecto que repercutió en un

importante descenso de su aportación escrita.

En este epígrafe se van a tratar dos tipos diferentes de escritos. Por un lado las

críticas musicales, la mayor parte de las cuales fueron publicadas en el semanario El

País Valencià, publicado con frecuencia intermitente entre los años 1935 y 1936. Por

otra parte su estilo literario en lengua valenciana, del que afortunadamente se dispone de

unos breves esbozos en los que demuestra la factura de su prosa en este idioma. Cabe

destacar la dificultad para contrastar estos textos con su prácticamente inexistente

producción posterior al conflicto bélico del 36, por las razones antes mencionadas.

V. 3. 1 Crítica

Para contextualizar su aportación crítica, es necesario tomar el siguiente fragmento

del Manifiesto del Grupo de los Jóvenes, donde se reclama la participación de esta

actividad en la dinamización de la vida musical valenciana:

No basta no obstante con escribir las obras. Hay necesidad de un ambiente

que las acoja y las sienta suyas. Y para esto se necesita la cooperación de la

crítica en el libro y en la Prensa, la divulgación por la radio y sociedades de

conciertos, la creación de orquestas municipales que interpreten las partituras en

su sentido original y auténtico, el máximo interés últimamente de las

Corporaciones provinciales por la cultura, estableciendo concursos, premios y

418

Page 431: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

subvenciones. A todos ellos nos dirigimos, exponiéndoles nuestro ideal. Que cada

uno cumpla con su misión, como promete cumplir el “Grupo de los Jóvenes”.131

Vicente Garcés demostró en la práctica el sentido de estas palabras, si se tienen en

cuenta sus aportaciones en el campo de la crítica y administración musical. Durante los

años de la Guerra Civil ocupó puestos de responsabilidad administrativa y política que

pudieron, de no mediar las trágicas circunstancias de aquellos días y el adverso final del

conflicto, haberle permitido llevar a cabo estos ideales. Por ejemplo, en los meses

finales de la Guerra Civil se hizo responsable de la dirección del Conservatorio de

Valencia, y en las siguientes líneas escritas en su dietario refleja sus sentimientos en el

momento de tomar posesión de aquel cargo: Jo prenc el timó sabent que allí no hi ha

res a fer en les tremendes circumstàncies presents, però, qui sap si l’atzar no em farà

ser l’artífex d’un nou Conservatori jove i entusiasta!132

En los años previos a este conflicto, a partir de mayo de 1935, Vicente Garcés se

inició con entusiasmo en su faceta de crítico del periódico El País Valencià, en el que

tuvo la posibilidad de cumplir los compromisos que firmó en el Manifiesto del Grupo

de los Jóvenes.

En su primera colaboración, publicada en el primer fascículo del semanario el 18 de

mayo de 1935, Vicente Garcés se hizo eco de una campaña de teatro lírico valenciano,

iniciada por la Societat Valenciana d´Autors, aportando su punto de vista:

[…] els meus comentaris del present article són una col·laboració honrada

per tal que l’esmentada campanya assolesca tota l’elevació i dignitat precisa per

que for i dins siga vist amb respecte i interés.

Es tracta, en primer lloc, res menys que de crear el nostre teatre líric. No sé

si tots es donaran compte de la trascendència i significació que açò té […]

Les noves produccions que han de constituir en veritat el teatre musical, el

“ballet” representa la forma actual, nerviosa i tremenda de la música escènica i

la comèdia lírica en les seues alternances de cant i diàleg […] és aquella qual

partitura, copsa la jerarquia estètica de la pròpia òpera amb la que, anant el

temps, acabe per confondre’s en el concepte públic […]

Si el teatre líric valencià no ha d’esser això, més ben dit, no l’ha de moure

el desig anhelant i dolorós d’assolir altal [sic] nivell artístic, és preferible que no

131 Extraído del Manifiesto del Grupo de los Jóvenes, publicado en la prensa valenciana a principios del año 1934. 132 Sergi Arrando, op. cit., p. 84. Extraído del Dietario de Vicente Garcés.

419

Page 432: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

intente existir. L’actual moviment musical, ric i prometedor com mai, pot portar a

fi l’esmentada empresa. Avui hi ha en el nostre País compositors plens de talent i

d’estudi per a fer-ho […]

No oblidem que els pobles es retroben cantant. Les tonades populars són la

cristalització de l’entranya més íntima […] d’un país. Fem que el nostre poble

trobe en el seu art musical, aquella veu eterna, aquell accent immens dels que

moriren i dels que vindran, dels nostres avis i dels nostres infants, com un flameig

racial que desperta d’un somni de segles. 133

En este artículo destacan tanto los ideales valencianistas aparecidos sobre todo en

las últimas líneas, como el deseo de que se plasmen en obras donde estén presentes la

modernidad y la calidad artística, aprovechando lo que Garcés califica como un valioso

momento musical en la Valencia de entonces. La divulgación de este artículo, así como

los que vendrán después, aseguró la incidencia de estas palabras en la vida musical

valenciana.

Sin embargo, en algunas ocasiones dio a sus escritos una considerable dureza

crítica, como se refleja en la siguiente cita referida a una representación de ballets rusos

en Valencia, cuando las actividades comentadas no respondían a su concepto de

modernidad e innovación:

Ara bé, jo aplaudiria sense cap reserva si les obres representades hagueren

estat realment “ballets”, encara però l’única que era tal: “El sombrero de tres

picos”, del mestre Falla, que tant d’interés havia desvetllat, va ésser canviada

per “La Tienda Fantástica” [sic] de Rossini, composició ingènua i fluixa que tan

lluny s’hi troba del modern teatre mímic. Totes les restants estaven integrades per

músiques escrites en molta anterioritat a l’adaptació coreogràfica […], i en

conseqüència donaven una impressió incongruent i desmaiada, no passant

d’ésser altra cosa que el decoratiu i artificiós ballet d’òpera, perquè a la

vistositat i l’enginy de la coreografia mancava la intenció dramàtica de la

partitura.134

En esta cita se aprecia una abierta censura a la falta de autenticidad del programa

de esta actuación, puesto que en su mayoría no se trataba de ballets originales, sino

adaptaciones. Sin embargo, en el mismo artículo reclama una mayor frecuencia de este

133 Vicent Garcés, “Les arts i les lletres: Música”, El País Valencià, 1, València, 18-V-1935, p. 4. 134 Vicent Garcés, “Les arts i les lletres: Balls rusos”, El País Valencià, 3, València, 1-VI-1935, p. 4.

420

Page 433: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

tipo de espectáculos, y así dar una mayor vitalidad y modernización a la vida musical

valenciana:

La Societat Filarmònica ens ha presentat en les seues dos darreres sessions

dels dies 21 i 22 de Maig a la magnífica companya de Balls Rusos de Montecarlo

[…] L’èxit de públic ha superat en molt quant poguera sommiar el més il·lús i

aquest fet deu bastar-li a la Junta de Govern per a donar tots els cursos

representacions balletístiques. Quan certes veus endarrerides amostren [sic] el

seu desacord, la Junta pot fer-los saber que el ballet ha esdevingut en la forma

escènica peculiar del segle, com ho demostren els més grans compositors actuals

del món no escrivint quasibé altre aspecte de teatre líric que el balletístic, i com

l’art musical es fomenta tant en la representació com en el concert, els actes

esmentats responen plenament, i amb la major eficàcia, a la missió de la

Filarmònica.135

El propio Vicente Garcés justificó sus palabras con la composición de varios

ballets a lo largo de su carrera, respondiendo con sus obras a los comentarios escritos en

estas líneas.

El estreno en Valencia de la Novena Sinfonía de Beethoven, el 2 de julio de 1935,

tuvo su eco en Vicente Garcés a través de una crítica sorprendente por su dureza, si se

tiene en cuenta de que se trataba de una obra reconocida universalmente:

El programa més interessant era l’últim per verificar-se en ell l’estrena, a

cent onze anys de distància de la seua primera execució, de la “Novena

Simfonia”, de Beethoven. Aquesta composició, que tants comentaris ha despertat

a lo llarg de la seua existència, ha estat presentada per molts crítics com quelcom

assombrós i únic, maravella de maravelles que mai més podia ésser igualada.

Sobre tot en art pot ésser igualat i separat [sic], la “Novena” no és la millor de

les simfonies beethovianes, deixant a part la restant producció de l’autor insigne,

on es troben obres d’inmensa bellesa. Innegablement que hi ha en ella emoció,

grandiositat, estructura ferma i sòlida, alguna troballa agradívola d’orquestra,

qualitats que la fan obra inmortal. Però innegablement també què llarg i què

treballós és l’”Adagi”, què poca cura en la utilisació [sic] dels timbres

orquestrals, quina música tan desigual de qualitat i tan mancada molt sovint

135 Ibídem.

421

Page 434: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

d’espontaneitat. El “Scherzo” i el començ del quart temps són el que més ens

agradà.136

Probablemente su intensidad crítica vino dada por el entusiasmo juvenil por todo lo

nuevo que animaba tanto a Vicente Garcés como al resto de miembros del Grupo de los

Jóvenes, no identificado con los valores de la obra beethoveniana.

Garcés realizó un artículo sobre Manuel Palau en el que desarrolló, acompañando

los correspondientes datos biográficos, un concienzudo estudio crítico de toda su obra

hasta aquel momento (junio de 1935). Además, calificó negativamente algunas de las

primeras obras con cierta dureza, hecho sorprendente al tratarse de su maestro con el

que mantenía unas relaciones que lógicamente se suponían cordiales:

[…] Per els anys 1920 a 1925, escrivia preferentment, obres per a piano i

música litúrgica.

Una col·leció de miniatures i una Sonata per a piano, una Missa i un

nombre exhorbitant de peces destinades a l’Església, donen prova d’una facilitat

extraordinària d’inventiva i d’una tècnica lamentabilíssima.

[…] Palau es donà compte que la seua manca de preparació, no era

simplement en matèria d’instrumentació, sinó també en lo pertocant a

l’Harmonia i la Forma […]

Però el producte de la revissió tècnica que per propi i únic compte havia

verificat Palau, tenia els defectes d’un autodidacticisme poc segur.

Les obres escèniques “Amor, torna”, “Beniflors” i “La dansa més bella”,

si per moments anuncien una possible plasmació de bellesa i alguna sucosa

pàgina de bon esperit valencià, són en lo tocant a realització obres per demés

vacil·lants i insegures.137

Estas palabras podrían reflejar una crítica destructiva, de no ser porque Vicente

Garcés las utilizó como contraste para realzar el valor de las obras recientes de Palau,

más modernas y cercanas a las pautas que seguirían sus discípulos:

Palau […] anotà i planetjà els “Poemes de Joventut” que s’estrenaren

també a la Societat Filharmònica assolint un gran èxit.

136 Vicent Garcés, “Música: Conciertos Unger”, El País Valencià, 9, València, 13-VII-1935. 137 Vicent Garcés, “Els nostres compositors: Manuel Palau”, El País Valencià, 6, València, 22-VI-1935, p. 6. También en: Sucrona, 674-año XIV, Cullera, 7-IX-1935, pp. 1-3.

422

Page 435: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Seguiren “Siluetes”, estrenades per l’Orquestra Simfònica de Madrid i

“Gongoriana” per la que vingué a València per primera vegada el Premi

Nacional de Música.

En aquesta última, la tècnica està plenament madurada i les idees són

d’una elevació admirable que les primeres obres de l’autor no feen [sic]

presagiar.

[…] La transició tan palesa que trobem entre “Poemes de Joventut” i

“Gongoriana” ens la expliquem pel llarg contacte de Palau amb un gran didacta

i estetista de França; Charles Koechlin, i per l’ànsia heroica de superació que

mou al nostre mestre des del començament de la seua vida artística.138

Además, en el mismo artículo Garcés situó a Palau como punto de partida para la

renovación estética nacionalista iniciada durante aquellos años en Valencia:

[…] esperem que Palau ens done els “Poemes de Llum” deixats en 1929

(el mestre ha estat malalt durant tres anys) i represos en 1935, i vorem si és

veritat que en la seua producció apareix una nova fase, com ell mateix sembla

creure.

[…] altres obres, fan concebre un Palau, altre que el conreador d’una

música d’un sentit extrictament valencià: volem dir que Palau pot aplegar a

obtenir l’accent universal que en les senyalades obres s’apunta […]139

En este escrito habla de una obra de Palau titulada Tres Impressions Orquestrals,

cuyo estreno en 1925 provocó un singular escándalo entre ciertos sectores del público y

la crítica, citado con cierto ingenio por Garcés:

[…] A pocs mesos de distància, però ja dins de l’any següent (1925),

estrenà en la Societat Filharmònica de València ses “Tres Impressions

Orquestrals” que allí feren un poc l’efecte d’un corrossiu i a algun crític, l’efecte

d’una bomba.

Mentre uns periòdics publicaven el retrat de Palau, altre parlava del

“Génesi” i dels animals salvatges…140

Esta visión llena de perplejidad, por la reacción de la crítica valenciana ante esta

obra de Palau, muestra claramente su particular interpretación del ambiente musical

valenciano, tanto de hechos conocidos como de los que no pudo presenciar en persona.

138 Ibídem. 139 Ibídem. 140 Ibídem.

423

Page 436: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Un aspecto muy importante en los escritos y críticas de Vicente Garcés fue su

valencianismo, cultural en general y musical en particular. En las siguientes líneas

refleja este sentimiento, mediante la contraposición entre dos obras de Moreno Gans y

Palau, de orientación estética muy diferente:

La “Sinfonia” de Moreno Gans és un dels fruits dels seus dos anys d’estada

al extranger amb la Pensió Cartagena. Recull aquesta obra l’estil fragmentat,

nerviós i dinàmic que caracterisa [sic] la música de cambra europea, francesa en

especial, dels últims quince [sic] anys. Més que obra de traç ample és un manoll

de disenys, d’apunts temàtics on lo més destacat és sempre l’inquietut rítmica, la

vida i el moviment. La valencianitat d’aquesta música, per altra banda, esta

difosa i es trova més en del·liberat concepte esvait que la mou que en el contingut

real que ens du.

Lo contrari passa amb les obres de Palau interpretades a l’esmentat

concert. Si bé els dos temps dels “Poemes de Joventut” marquen un avanç

respecte a “Cobles de la meua terra”, és un fet clar que tota aquesta música està

plena de la substància i de la sucositat del nostre paisatge. Més que una evocació

o un record idealisat [sic] són la presència mateixa de l’horta, lluminosa i

ubèrrima, espesa i jovial. “Jogina” [sic] i “Vesperal” són dos mostres d’eixe

perfum de la terra que alena com la nota més ferma dins de les partitures de

Palau. 141

En sus artículos aparecen constantemente ideas y sugerencias, tanto a través de

iniciativas propias como agradecimientos a personas o entidades, con el objetivo de

mejorar la vida musical valenciana:

Ultimament la nostra fel·licitació a la direcció de Ràdio València per

l’organisació [sic] d’aquest concert, que pensem no siga més que el primer d’una

llarga série. La música valenciana es trova falta de la seua ajuda: Els propis

Moreno Gans i Palau fa més d’un lustre que foren interpretats a la nostra

primera Societat de Concerts. Contribuiren poderosament a l’èxit assolit

l’orquestra i el distinguit mestre Seguí, que tocaren amb una justesa i seguretat

més lloable quant difícil d’execusió [sic] era l’obra que s’estrenava.142

En algunos escritos lamenta la pobreza del ambiente musical valenciano, como se

aprecia en las siguientes líneas:

141 Vicent Garcés, “Música: Concerts Radio València”, El País Valencià, 11, València, 27-VII-1935. 142 Ibídem.

424

Page 437: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

[…] els concerts simfònics en una capitalitat com la nostra, de prop d’un

milió d’habitants, no existixen de fet; puix que els programes estiuencs de la

Simfònica als Vivers, per les circumstàncies especials en què es donen, no podem

comptabilitzarlos com a tals. Ja serà prou que València no tinga temporada

d’òpera ni de ballet, la qual cosa no passa en cap gran ciutat, és una vergonya

que al cap de cada curs no s’haja donat ni un sol cicle de mitja dotzena de

concerts simfònics o de cambra, o tot junt.

I lo més lamentable és que actualment estem vivint el més ric moment

musical de la nostra història […]143

Seguidamente compara el clima musical valenciano con el de grandes ciudades

culturales europeas como París. Esta iniciativa pareció muy ambiciosa, pero en todo

caso elogiable, al proponer a la capital francesa como modelo para que Valencia

mejorara su desigual vida musical, implicando a las autoridades municipales:

Hi ha necessitat absoluta que el Municipi valencià no seguixca més temps

despreocupat de les seues obligacions imperioses a este respecte. La

Municipalitat de París subvenciona en quantitats que van de 200.000 a 300.000

Francs el Teatre de l’Opera, el de l’Opera Còmica, les Orquestres Colonne,

Lamoureux, Pasdeloup, Philarmonique i Orquestra del Conservatori, a part de

subvencionar amb xifres més menudes una llarga llista de Cors i Orfeons.

[…] Sé perfectament les diferències que hi ha entre París i València en

quant a possibilitats econòmiques de l’Ajuntament respectiu, però sé també que al

nostre li sobren mitjans per a subvencionar les nostres entitats instrumentals i

corals en quantitats adients tant a penes sentir la importància d’este problema

per a la nostra cultura ciutadana i per al crèdit de la capital entre els

estrangers.144

Por otra parte, en estos escritos hace referencia a la escasez y privaciones que

afectaban en aquellos años a gran cantidad de músicos, reclamando una serie de ayudas

que solucionaran su delicada situación. Con estas iniciativas, Vicente Garcés demostró

sus preocupaciones de carácter social:

Per altra banda, i en una bona part com a conseqüència de la

despreocupació de sempre dels nostres organismes rectors, els professors

d’orquestra estan passant una situació de crisi tan aguda, tan delicada, que

143 Vicent Garcés, “Música: La vida musical en Valencia”, El País Valencià, 18, València, 28-III-1936. 144 Ibídem.

425

Page 438: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

urgix, per humanitat, acudir al seu ajut i facilitar-los els mitjans mínims per a què

puguen treballar i viure. La decadència del teatre líric ha vingut a fer més greu i

dolorós el seu estat. La solució adequada deu ésser crear vàries subvencions

proporcional cadascuna als integrants de cada entitat interpretativa, a canvi de

l’obligació de donar dos o tres cicles de concerts durant el curs musical cada

Orquestra o Orfeó.145

Según la visión de Vicente Garcés, todos los problemas de la vida musical

valenciana de entonces se deben a la despreocupación del gobierno municipal, y su

solución pasa por el apoyo público a los músicos y a las diversas entidades artístico-

musicales existentes. Estas denuncias no cayeron en saco roto puesto que meses más

tarde, una vez iniciada la Guerra Civil, las principales orquestas valencianas recibieron

una subvención del recién creado Consejo Central de Música, consistente en un

incremento de 19.000 a 38.000 pesetas para la Orquesta Sinfónica y una subvención

inicial de 25.000 para la Orquestra Valenciana de Cambra.146 La proximidad temporal

entre estas solicitudes (marzo de 1936) y la concesión de las subvenciones permite

suponer que los artículos de Vicente Garcés influyeron de alguna manera en su

concesión, pero el resultado final de la Guerra Civil y las privaciones subsiguientes

eliminaron todos estos logros, promovidos por Vicente Garcés y tantos otros que se

preocuparon por impulsar y modernizar la cultura musical valenciana.

Con posterioridad a la guerra, no se disponen apenas de referencias sobre la

participación de Vicente Garcés en actividades de crítico o teórico, aunque hay

constancia de que en los años sesenta y setenta tomó parte en tertulias de intelectuales

de carácter progresista a las que acudieron personalidades de la talla de Joan Fuster. Sin

embargo, la relevancia pública de estas actividades se atenuó por su carácter de

clandestinidad, probablemente conocida y relativamente consentida por las autoridades

de la época, lo que ha limitado su seguimiento. Sin embargo, las relaciones que entabló

allí quedaron reflejadas en la participación de Joan Fuster en el argumento y partes

poéticas de su ballet Marinada, así como en la obtención del Premi Joan Senent en 1972

por esta obra coreográfica.

145 Ibídem. 146 Llorenç Barber, “La música española durante la guerra del 36”, Ritmo, 483, Madrid, julio-agosto 1978, p. 31. Tomado este dato de la revista Música, 1, Barcelona, 1938, p. 66.

426

Page 439: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

V. 3. 2 Escritura en lengua valenciana

Un aspecto destacable entre sus actividades ajenas a la práctica musical fue su obra

como prosista en lengua valenciana, faceta poco tratada puesto que su principal

dedicación fue la musical, sobre la que giró principalmente su vertiente culta. Esta

actividad vino muy influida por su formación como licenciado en Filosofía y Letras, así

como por sus ideales valencianistas, que le acercaron a entidades culturales de este

signo como el Consell de Cultura i Relacions Valencianes-PROA, del que fue

corresponsal en Gandía donde estaba destinado como profesor de literatura.147 En la

lectura y comentario de alguno de sus fragmentos como el siguiente, se muestra su valor

en la práctica de la escritura:

Dijous, 11 d´Abril: ¡Coves d´Artà, morada de cíclops! […] Inesperadament

ens hem trobat front a ella. A una vora un acantilat gegantí, al fons el mar. Una

escala de pedra, altíssima, ascendeix fins aquella entrada siniestra i estranya. El

meu alé suspes de pasme, espera el corteig de fades i cíclops, moradors de la

gruta, que ens conviden a pujar. Ja dins d´esta cova meravellosa va eixint de

l´ombra i del misteri antres encantats, cambres de la més fantàstica arquitectura,

on estalactites i estalagmites mostren un panorama infinit de formes grandioses,

apocalíptiques. ¿Com és que aquell orgue d´alabastre no sona? […] ¿Per què

deté son vol eixa bruixa enrotllada amb un llenç blanc? […] ¿On està la

cabellera d´esta columna de marbre, alta i magnífica, que sembla una palmera de

capitells sens tronc? ¿I els moradors de l´inmens palau d´Artà? Lo ressó profund

d´una ampla estalagmita els crida […] es remor sagrat de tam-tam, sò greu i dolç

de l´arpa junt a la tavola […] ells no venen. Deuen estar dormint un somni de

segles. Hem baixat a l´antre de la dansa. Està també desert. Allà, al fons, lo

dosser del rei de les muntanyes, voltant-lo una perspectiva de galeries inmenses,

als costats delicats templets on les fades vesteixen atavius de festa. Ambit

d´apoteosi on no dansa ningú. ¡Un silenci que aterra flota ací! […] Cova del

Drach, mesquita submergida en un llac de lluna, sostre d´esmaragda, palau de

bruixos. Tritons i nereides sospiren baix nenúfars. Els sons gemequen harmonies

147 Sin autor, “Activitats del Consell: Representacions”, Timó, 2-3, València, agost-setembre 1935, p. 3.

427

Page 440: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

d´aigua […] Una altra volta en la badia de Palma. Un violí líric sols la pot

cantar. ¡Adéu, Mallorca! ¡Terra germana, adéu!148

En esta breve cita, extraída del diario de un viaje realizado a Mallorca con sus

compañeros del Instituto de Enseñanza Secundaria de Gandía en 1935, se aprecia un

lenguaje descriptivo lleno de referencias musicales donde, a través de metáforas, crea

una atmósfera de deslumbrante imaginación.

Por desgracia, apenas se disponen de breves fragmentos como el citado, donde se

advierte su valor literario, en una lengua valenciana que experimentó durante los años

treinta un breve renacimiento a la sombra de las Normes de Castelló, publicadas en

1932. Vicente Garcés, en su calidad de profesor de literatura, conoció directa y

detalladamente en aquel momento esta renovación normativa, que formaba parte de su

personal sentimiento valencianista. Queda la incógnita sobre el nivel que pudo haber

adquirido como escritor Vicente Garcés, de haber profundizado más en esta actividad en

el futuro. Resulta lastimosa la escasez de datos sobre su actividad literaria posterior a

los años treinta, puesto que enriquecería considerablemente el conocimiento sobre su

personalidad y actividades. El exilio interior al que se vio reducido tras la Guerra Civil,

y las profundas diferencias que tuvo durante el resto de su vida con los círculos

culturales oficiales, dejan muchas incógnitas no despejadas sobre la personalidad de

Vicente Garcés en el ámbito cultural.

148 Sergi Arrando, op. cit., p. 62, extraído del Archivo de la Familia Garcés Queralt.

428

Page 441: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VI. Ricardo Olmos

VI. 1 Biografía

VI. 1. 1 Juventud en Valencia

Ricardo Olmos Canet nació en Masamagrell, provincia de Valencia, el 23 de

febrero de 1905. Hijo de empleado ferroviario, a pesar de criarse en el seno de una

familia humilde, estudió interno en el Colegio Beato Juan de Ribera en Burjasot

(Valencia) a partir de 1923, gracias a una beca. Allí disfrutó de una sólida formación,

demostrada al tener compañeros de la talla de Pedro Laín Entralgo y J. José López Ibor

que, con el paso del tiempo, destacaron por su prestigio académico y científico. Estudió

Magisterio en Valencia, al tiempo que piano en el Conservatorio. En el citado centro

estudio también armonía, contrapunto y fuga, así como composición a título particular

con Manuel Palau.

Al terminar sus estudios, en torno a 1928, opositó con éxito a una plaza de maestro

nacional. Destinado a la localidad de Nava de Arriba, provincia de Albacete,

permaneció allí hasta 1934. A pesar de la distancia, mantuvo el contacto por

correspondencia con Manuel Palau y así completó su formación musical.

Su primer éxito lo obtuvo en los II Juegos Florales de Cullera, convocados el 24 de

noviembre de 1928 por la Sociedad Musical Santa Cecilia. Participó en el siguiente

apartado: XXIV.- De D. Juan Antonio Chornet, Director de la Banda “Santa Cecilia”,

“Canción Serenata para trío (violín, violoncelo y piano). De ochenta a cien compases.1

El jurado estuvo compuesto por: D. Manuel Palau – Profesor del Conservatorio de

Valencia. D. José Mª Navarro – Músico Mayor de la Banda del Regimiento de

Mallorca. D. Juan Bta. Tomás – Profesor del Conservatorio de Valencia.2 Su obra,

presentada con el lema ‘Rosario’, fue galardonada en el citado apartado XXIV, y la

entrega de premios se efectuó en una fiesta celebrada el 9 de febrero de 1929 en la

ciudad de Cullera. En los años siguientes obtuvo nuevos galardones de la misma

naturaleza, en los Juegos Florales celebrados en Valencia en 1930 con Valencianeta, y

1 Sin autor, “Convocatoria de los II Juegos Florales de Cullera”, Sucrona, 321, Cullera, 1-XII-1928, p. 3. 2 Sin autor, “II Juegos Florales de Cullera: Organizados por la Sociedad Musical Santa Cecilia”, Sucrona, 329, Cullera, 26-I-1929, pp. 6-7.

429

Page 442: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

en concurso de las mismas características celebrado en Benimaclet (Valencia) en 1934

con Danza.3

Bajo el magisterio de Manuel Palau, se integró en el Grupo de los Jóvenes y

compuso obras que, al igual que las de sus compañeros, fueron estrenadas por la

Orquestra Valenciana de Cambra durante los años treinta. La siguiente cita, publicada

por su mentor Manuel Palau en 1934, repasa sus obras compuestas por aquel entonces y

hace una primera valoración de su estilo:

Ricardo Olmos, cuenta con un “Tríptic” para coro mixto, una Suite para

orquesta de cámara, una colección de cantos para voz de niño y Piano y otras

obras para Piano, Canto, etc. Olmos ofrece una expresividad en la que aletea una

emoción contenida, de la mejor ley.4

La gran mayoría de estas obras están descatalogadas y las más afortunadas apenas

se divulgaron, si lo comparamos con los demás miembros del grupo. Quizás Olmos no

se preocupó mucho por su promoción, rasgo que le acompañó toda su vida y que le

valió el calificativo de ‘antipromocionador’ de su música.5

Este rasgo queda demostrado en que fue el último de los miembros del grupo al

que le estrenó una obra la Orquestra Valenciana de Cambra: Escenes infantívoles

(Capvespre; A jugar; Un incident; Dolça reprimenda; Final joiós), obra en forma de

suite para orquesta de cuerda, enunciada en la nota de Palau arriba mencionada. Esta

pieza fue estrenada el 25 de mayo de 1934, en el marco del Festival de Música

Valenciana, en el que se conmemoró el tercer aniversario de la citada Orquestra

Valenciana de Cambra.

A finales de 1934, Olmos tenía gran cantidad de proyectos que no cuajaron,

mientras que otros acabaron descatalogados. En la siguiente cita, extraída de un

reportaje que el periodista Antonio M. Abellán publicó en la revista Musicografía, se

mencionan sus creaciones y proyectos en torno a la citada fecha:

Ricardo Olmos tiene realizadas las obras siguientes: “Bocetos”,

colección de diez pequeñas piezas para piano; “Danza Valenciana” y “Ave

3 Datos extraidos de una biografía manuscrita encontrada en la Biblioteca de Compositores Valencianos, en Valencia (recopilada por el Padre Tena). 4 Manuel Palau, “Los compositores valencianos de la última promoción”, Musicografía, año II-11, Monóvar, marzo de 1934, p. 53. 5 Enrique Franco, “Necrológicas: Ricardo Olmos, compositor”, El País, 3-XII-1986.

430

Page 443: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

María”, para voces mixtas. En proyecto una colección de “Lieder”, un “Poema

Lírico” y un “Ballet”.6

Los años inmediatamente anteriores a la Guerra Civil fueron ricos en

acontecimientos. Trasladado en 1935 a la localidad valenciana de Catadau, más cercana

a Valencia, contactó más estrechamente con la vida musical de la ciudad, en la que

participó más activamente.

La existencia de la Orquestra Valenciana de Cambra le supuso un buen estímulo,

puesto que en los años siguientes escribió o transcribió obras estrenadas por la citada

formación. El 10 de octubre de 1935 ofreció la primera audición de la suite Noche

romántica, su segunda obra para orquesta de cámara.

Durante el año 1936, Olmos estrenó varias transcripciones de obras de otros

compositores para orquesta de cámara. En el Concierto Homenaje a Francisco Cuesta,

celebrado el 2 de febrero de 1936 por la Orquestra Valenciana de Cambra, se interpretó

una transcripción propia de la Dança valenciana del compositor homenajeado. Por otra

parte, el 24 de mayo de 1936, la recién creada Orquestra Clàssica de Valencia ofreció

un Festival de Música Valenciana Moderna para recabar fondos con destino a un

monumento a Vinatea, en el que se interpretó su orquestación de la Cançó del teuladí de

Joaquín Rodrigo.7

A principios de febrero de 1936, el Consejo de cultura y relaciones culturales de

Valencia-PROA, convocó un concurso de composiciones corales, cuyas bases fueron

publicadas en el diario La Correspondencia de Valencia.8 Ricardo Olmos se presentó al

citado concurso con La cançó es va perdre un dia, con letra de Pol Aragay y, gracias a

su calidad, el número de premios fue extendido a su propia pieza. El jurado estaba

formado por Eduardo López-Chavarri Marco, Joan Tomás, Nicolau Primitiu y Carles

Salvador, y su fallo se hizo público en la prensa el 16 de mayo de 1936.9

El estallido de la Guerra Civil sorprendió a Olmos, como a los restantes miembros

del Grupo de los Jóvenes, en un interesante momento de su carrera como compositor.

Sin embargo este suceso, pese a afectarle muy seriamente, no cortó su trayectoria

musical. Movilizado para el servicio, se integró en unos cursillos impartidos por Manuel

6 Antonio M. Abellán, “Compositores valencianos: El ‘Grupo de los Jóvenes’. Información de las labores del ‘Grupo’.”, Musicografía, año III-21, Monóvar, enero de 1935, pp. 3-5. 7 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores valencianos del siglo XX, Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992, p. 167. 8 Sin autor, “PROA: Concurso de composiciones corales”, La Correspondencia de Valencia, 7-II-1936, p. 6. 9 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt, Sagunto: Bancaixa, 1998, pp. 63-64.

431

Page 444: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Palau con destino a la formación de Misiones musicales, durante el primer trimestre del

curso 1937-38.10

Capacitado para esta actividad, recorrió amplias áreas rurales de la Comunidad

Valenciana y, por primera vez, recolectó cantos populares. Años más tarde aprovechó

esta experiencia y los contactos establecidos para continuar, más profundamente, con

este trabajo.

VI. 1. 2 Madurez en Madrid

Al finalizar la Guerra Civil, se trasladó a Madrid donde siguió con su trabajo de

maestro nacional. En este contexto pedagógico compuso sus Canciones para niños, para

coro infantil y piano, editadas en Valencia por Jaime Piles en 1941.

Por aquellos años opositó al Conservatorio de Madrid, para una plaza de la

especialidad de Armonía y Contrapunto y Fuga, sin éxito.11 Esta experiencia le resultó

bastante negativa y no intentó, en el futuro, optar a plazas en conservatorios de música,

a pesar de estar sobradamente capacitado.

En 1943 compuso el Romance del Cid para coro, una de sus obras más populares.

Estrenada en Valencia el 11 de febrero de 1945 por la Coral Polifónica Valentina, junto

con obras de una docena de compositores valencianos (Sánchez, Pérez Moya, Sosa,

López-Chavarri Marco, Moreno Gans, Alamán, Palau, Rodrigo, Martínez Lluna,

Báguena, Valdés y el propio Olmos). La siguiente crítica, publicada por Federico Soro

en el diario Jornada, se le puede aplicar particularmente a su propia obra y orientación

estética:

La inspiración de estos doce valencianos de ayer, corre sin embargo, libre

de trabas, gozando en un tratamiento cristalino de los temas folklóricos o

propios, que saca de cada danza, de cada situación, motivos para un juego

polifónico de la mejor y más avanzada escuela.12

La mención de motivos folklóricos valencianos fue constante en su obra, y se

intensificó en los años siguientes con sus trabajos de recopilación de melodías populares

valencianas. Esta orientación estética la mantuvo, pese a residir en Madrid, de tal modo 10 Salvador Seguí, Manuel Palau, Valencia: Consell Valencià de Cultura, 1997, pp. 55-56. 11 Como se aprecia en la reclamación que interpuso por su exclusión entre los aspirantes a plazas en los Conservatorios de Córdoba y Madrid, en 1944, publicada en el B.O.E. de 13-XI-1944, p. 8542. 12 Federico Soro, “Música: Dos conciertos de ayer”, Jornada, 12-II-1945, p. 3.

432

Page 445: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

que nunca perdió sus contactos con Valencia, ciudad con la que siempre se sintió

profundamente unido.

Pocos años más tarde inició sus estudios de Armonía y Composición por

correspondencia, con el profesor francés Charles Koechlin. La experiencia de Palau en

este sistema de estudio le animó y, ante la imposibilidad de marchar a estudiar a París

por sus obligaciones profesionales y familiares, inició este curso el 26 de julio de 1948.

La correspondencia se prolongó hasta el 26 de abril de 1950, fecha de la última carta

entre profesor y discípulo. Al año siguiente marchó a París con una beca del gobierno

francés, con la intención de estudiar con Koechlin. Entonces se vio obligado a buscar y

pagar a un sustituto, durante este periodo de estudios, en su trabajo como docente en

Madrid. Sin embargo, al llegar a París se encontró con el fallecimiento de su maestro, lo

que no fue inconveniente para que su estancia se alargara hasta 1952, con estudios de

contrapunto con Pierre Renaudin y asistencia a las clases de Alexandre Tansman. Allí

coincidió con su compañero Vicente Garcés, quien entonces vivía y trabajaba en la

capital francesa. Los contactos que estableció en París permitieron que, a su vuelta a

Madrid, el Instituto Francés programara un recital de sus obras para piano el 7 de mayo

de 1953. Gracias al éxito del mismo, la Radiodifusión Francesa programó el mismo

concierto el 29 de mayo del mismo año.

El estreno de sus Tres piezas infantiles en Radio Saarbrucken (Alemania) el 7 de

febrero de 1949, con el título alemán de Drei Kinderstücke, refleja la difusión de su

música más allá de las fronteras españolas. Por otra parte, sus obras fueron bien

acogidas en Valencia, y prueba de ello fue el premio que obtuvo en el concurso

convocado en 1950 por Radio Nacional en Valencia, con El pueblo canta.

En ese mismo año inició su colaboración con el Instituto Valenciano de

Musicología, dirigido por su maestro Manuel Palau, con el objeto de recolectar cantos

populares, publicados en unos Cuadernos de Música Folklórica Valenciana. Para este

menester, Olmos aprovechó los contactos que estableció años atrás, durante la Guerra

Civil, cuando colectó cantos y danzas populares. En 1950, publicó su primera

recopilación titulada Canciones y Danzas de Onteniente y Belgida, primer fascículo de

los citados Cuadernos. La colaboración se amplió años más tarde con nuevas

publicaciones como las Canciones y Danzas de Bocairente, en 1952, que figuraron

como sexto fascículo de la colección. Tras su estancia en Francia reanudó esta labor y

publicó dos nuevas recopilaciones tituladas Canciones y Danzas de Morella y

Peñíscola, datada en 1957 y numerada con los fascículos 7 y 8. Finalmente, en 1960

433

Page 446: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

publicó un último fascículo titulado Canciones y Danzas de Morella, Forcall, Todolella

y Castell de Cabres, al que se le asignó el número 9, con el que dio punto final a esta

compilación. En las siguientes líneas, publicadas por Eduardo López-Chavarri Marco en

el diario Las Provincias, se cita el reconocimiento público que tuvo esta labor en

Valencia:

Ricardo Olmos es uno de nuestros buenos jóvenes compositores. Es

maestro nacional y desempeña el Magisterio en una escuela de Madrid. Pero

aquí hay folklore que indagar, y que depurar; es labor ardua que necesita años

[…] Por eso el haber cometido esa empresa (es de suponer que con el tiempo por

delante, pues la colecta folklórica no se improvisa) a Ricardo Olmos es, sin duda,

un buen acuerdo […] los resultados pueden ser felices, como ya lo demuestran

los cuadernos que publica la Diputación valenciana, en su bella serie de cinco

volúmenes publicados.13

El propio Olmos se sirvió de estos materiales folklóricos para componer obras

corales, como sus Tres cançons valencianes, (sobre canciones de Vinaroz, Onda, Betxí

y Benassal). Esta pieza fue estrenada el 11 de marzo de 1951 por la Coral Polifónica

Valentina, dirigida por Agustín Alamán, en audición organizada por la Asociación

Católica de Maestros dentro de una serie de conciertos dedicados a escolares.

Aunque su residencia y trabajo estaban en Madrid, Ricardo Olmos mantuvo lazos

muy estrechos con la vida musical valenciana gracias a su maestro Manuel Palau. A su

vuelta de Francia éstos se intensificaron más, gracias al interés que mostró Ramón

Corell, director de la Orquesta Clásica de Valencia, por su obra orquestal. Así, sus Tres

piezas infantiles, estrenadas años atrás en Alemania, fueron interpretadas por primera

vez en Valencia el 29 de enero de 1954 por la citada agrupación.

La música orquestal de Ricardo Olmos no había sido interpretada en Valencia

desde antes de la Guerra Civil, por lo que este concierto abría la recuperación de su obra

para orquesta, menos conocida que sus trabajos como folklorista y compositor coral. La

Orquesta Clásica programó esta obra en varias ocasiones hasta la década de los setenta

y, además, estrenó otra obra orquestal: Seis movimientos de danza, el 28 de diciembre

de 1956.

Por aquel entonces, el 13 de abril de 1954, Eduardo López-Chavarri Andújar

incluyó sus Estampas Hebreas para piano, sobre textos de José A. Senís, en una

13 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: Ricardo Olmos y el Folklore”, Las Provincias, 3-I-1958, p. 14.

434

Page 447: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

conferencia-concierto de música sacra celebrada en Valencia. Meses más tarde, el 1 de

junio de 1955, la Coral Polifónica Valentina, dirigida por Agustín Alamán, interpretó

sus Tres cançons valencianes.

La obra de Olmos, abiertamente reconocida y aplaudida en Valencia, lo fue

también en Madrid, donde residía. Incluso allí fue ejecutada por formaciones

valencianas cuando, el 29 de abril de 1957, la Agrupación Vocal de Cámara de Valencia

interpretó su Serranilla en el Ateneo de Madrid.

Intérpretes valencianos entonces residentes en Madrid, como Eduardo López-

Chavarri Andújar, entablaron cordiales relaciones con Olmos traducidas en conciertos y

obras:

Cuando el autor de estas líneas ampliaba estudios en Madrid conoció

personalmente a Olmos; la diferencia generacional no consiguió evitar una

comprensión y una amistad entrañables. Era un hombre que amaba la música y

[…] no sólo “su” música. Había poco menos que arrancársela. Yo estaba en

aquellos días metido en recitales pianísticos y con mi mejor voluntad intentaba

acercar el repertorio de música española y sobre todo valenciana contemporánea

a los públicos de entonces […] Olmos no sólo me animó a programar y realizar

estos recitales, sino que me brindó una colaboración extraordinaria: me escribió,

nueva, una suite pianística titulada “Estampas hebreas”, llena de sugestiones,

imaginativa y con espléndido trato del instrumento.14

Su obra para piano fue interpretada, incluso en conciertos monográficos, como el

realizado el 8 de mayo de 1957 en el Círculo Cultural Medina de Madrid, por el pianista

Alfredo Cancelo. En el citado concierto, Ricardo Olmos impartió previamente una

conferencia titulada: El músico ante su obra. Gracias al éxito de esta actividad, se

planteó la posibilidad de realizar conferencias-concierto, por su funcionalidad didáctica.

En enero de 1953 inició su colaboración, en calidad de crítico bibliográfico-

musical, con la revista Arbor, publicada por el Consejo Superior de Investigaciones

Científicas, del que fue miembro honorario. Esta se prolongó hasta marzo de 1961. Allí

demostró su pretensión, constante a lo largo de toda su vida, de unir cultura y música.

De este modo, en 1960 asistió como becario al III Curso Internacional Música en

Compostela, en la sección de compositores, siguiendo la línea que ya habían trazado

otros compañeros del Grupo de los Jóvenes (caso de Asencio, quien asistió un año

antes). 14 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores…op.cit., p. 181.

435

Page 448: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En su actividad profesional como docente ganó una plaza, en 1956, como profesor

de Escuela Normal de Magisterio. Destinado inicialmente a su Valencia natal, aceptó

una permuta con destino a Badajoz de su amigo Agustín Alamán, entonces director de

la Coral Polifónica Valentina.15 Aunque le hubiese tentado volver a su tierra natal,

Olmos estaba sólidamente arraigado a Madrid y, en lo sucesivo, concursó para obtener

destinos que le acercaran más a la capital del estado, como Avila, Segovia,

Guadalajara…Por otra parte, en 1958 fue contratado como profesor de música, en

comisión de servicios, de la Escuela Experimental Nocturna de Madrid, donde

permaneció hasta 1969.

Durante estos años, gracias al prestigio de su nueva actividad docente, amplió

considerablemente su actividad como conferenciante. Realizó disertaciones autocríticas,

en torno a su figura y obra, en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de

Barcelona, el 21 de marzo de 1958, y en el Teatro López de Ayala de Badajoz, el 14 de

mayo de 1958. Así como conferencias sobre los Cuadros de una exposición de

Moussorgsky en el Centro A.C. San Juan de Avila el 23 de noviembre de 1959 y La

canción popular en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid en diciembre de 1959.

También realizó, con funcionalidad didáctica, ciclos de charlas musicales para mejor

comprensión de obras de otros compositores, como Petrouchka de Stravinsky en el

Círculo Castiglione de Madrid en 1962 y 1963, y Boris Godunov de Moussorgsky en la

Escuela Experimental en mayo de 1967.

En 1967 colaboró en la publicación de una fonoteca en veinte tomos, destinada a

La música en la enseñanza primaria, impulsada por la Comisaría de Expansión

Cultural. Por aquel entonces publicó gran cantidad de grabaciones discográficas sobre

temas folklóricos, tanto valencianos (A la voreta del mar), como andaluces y villancicos

(Villancicos de Andalucía, Alegres Navidades, Villancicos gitanos, Nochebuena

flamenca) o puramente folk (Recital folk).

En 1969 adquirió la condición de catedrático de Escuela Normal de Magisterio,

destinado en Guadalajara, donde permaneció hasta su jubilación en 1975. Llegado al

punto más alto de su carrera docente, siguió participando activamente como

conferenciante y alumno en actividades musicales. Así, en 1971 asistió al Curso de

Paleografía Musical dictado por el Profesor Jacques Chailley.

Volvió en repetidas ocasiones a Valencia, en calidad de conferenciante, a partir de

1969. El tema fundamental de sus charlas era el folklore y la música popular, en el que 15 Publicada en el B.O.E. de 8-XI-1957, número 281, p. 6352. Según una orden del 10-X-1957.

436

Page 449: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

era una reconocida autoridad. La primera tuvo lugar el 26 de marzo de 1969, bajo el

título de Características étnicas de la canción popular española (Castilla, Galicia y

Cataluña), pocos días después de la interpretación de sus Tres piezas infantiles por la

Orquesta Clásica (en concierto celebrado en el Ateneo, el 21 de marzo). Los

comentarios de prensa, como el siguiente publicado por Eduardo López-Chavarri

Andújar en Las Provincias, ilustraron el interés de esta disertación:

Olmos no sólo es una voz autorizada en la materia sino que, además, es un

artista depurado que, como compositor, ha dado muchas y muy estimables

muestras de exquisita sensibilidad. Esta unión de facultades le hace vehículo

ideal para estos menesteres folkloristas, en los que no sólo aporta conocimientos,

sino la necesaria labor creadora, que aún perfila más la valía natural de estas

joyas del acervo musical nacional. Su conferencia fue modélica, ya que aunó el

repaso a los mapas populares de Castilla, Galicia y Cataluña con la audición de

una selección de sus “cuadernos” folklóricos, en los que con tacto y afecto

inteligentes ha engarzado estas bellísimas muestras populares.16

Este viaje a Valencia fue muy significativo, en lo personal, por el reciente

fallecimiento de Manuel Palau, maestro aglutinador del Grupo de los Jóvenes. La

siguiente reseña, publicada por el propio Olmos en Las Provincias, cita sus sentimientos

despertados en el paso por la capital valenciana:

Un reciente y feliz viaje a tierras levantinas, además de haberme saturado

de muy agradables jornadas de convivencia con viejas amistades reanudadas y

otras dichosamente iniciadas, ha sido ocasión de proporcionarme el grato placer

estético de la lectura de las dos últimas partituras de mi muy querido maestro

Palau.17

Todavía realizó más viajes a Valencia, con el objeto de dar conferencias de este

tipo, como las celebradas el 21 de marzo de 1973 en el Conservatorio, con el título de El

lirismo en la música popular valenciana y el 16 de marzo de 1974 con Macbeth y Boris

Godunov, estudio comparativo. El tema de la primera lo volvió a utilizar en sendas

conferencias celebradas en Bocairente, lugar donde realizó colectas de melodías

folklóricas años atrás, el 23 de marzo de 1973 y Segovia el 27 de marzo del mismo año.

16 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Conferencia de Ricardo Olmos, en el Conservatorio Superior”, Las Provincias, 28-III-1969, p. 29. 17 Ricardo Olmos, “El Testamento de un Maestro. ‘Balada a l´absent’ y ‘Rapsodia d´Abril’, de Manuel Palau”, Levante, 19-IV-1969, p. 30.

437

Page 450: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sus actividades como conferenciante no se limitaron solamente a Valencia, sino

que se prodigó por otras ciudades del país. El tema Algunas consideraciones sobre la

música popular castellana, gallega y catalana, en parte vinculado al de la conferencia

de marzo de 1969, fue utilizado en las conferencias que dio en Tarragona el 7 de marzo

de 1972, Guadalajara el 19 de abril de 1972, Huesca el 29 de noviembre de 1972 y

Segovia el 24 de mayo de 1973.

El 31 de enero de 1975, año de su jubilación, dio en la Escuela Universitaria de

Profesorado de EGB en Guadalajara (donde estaba entonces destinado) una conferencia

titulada: Defensa y exaltación del lirismo, en la que contó con la colaboración del

cuarteto vocal Canticum de Madrid, intérprete de un concierto con obras suyas.

VI. 1. 3 Ultimos años

A pesar de abandonar la actividad laboral por jubilación reglamentaria, Olmos

siguió componiendo y participando activamente en la vida musical madrileña.

Su obra fue tratada, durante cinco días a partir del 25 de noviembre de 1975, en el

programa Café-Concierto, emitido en Radio Nacional de España.

Sus composiciones, con preferencia las vocales, mantuvieron un notable

protagonismo y se estrenaron bajo circunstancias bien significativas, como las Dues

trobes en llaors de la Verge María, por la Sección de Cámara del Coro de RTVE, en

Alicante el 27 de febrero de 1977. En julio y agosto del mismo año, varias obras suyas

(Ave María, Canto de berge y Muñeira) fueron ejecutadas por el Coro Universitario

Virgen de Loreto en diversos conciertos realizados en Brasil, Chile, Argentina y

Uruguay.

Radio Nacional de España le encargó unas piezas para coro que cristalizaron en

Seis meditaciones y un ‘Alleluia’, datadas en febrero de 1980, que constituyen sus

últimas obras de relevancia.18

Su última aparición como conferenciante, tuvo lugar el viernes 28 de enero de

1983 en la sala Turina del Teatro Real de Madrid, dentro del ciclo Vida y obra

organizado por la Asociación de Compositores. Con una disertación autocrítica sobre su

estilo y obra, trufada de referencias biográficas, en la que empleó grabaciones de varias

18 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores…op.cit., p. 183.

438

Page 451: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

obras para coro mixto como las Dos canciones vascas, Dos andaluzas, Dos trovas en

loor de la Virgen María, Serranilla y una Meditación para Semana Santa en versión

para cuarteto vocal.

Su delicado estado de salud le hizo dejar de componer a principios de 1985, pero

su música siguió interpretándose con frecuencia en Madrid y, los días 13 y 14 de marzo

de 1986, el Coro de RTVE ofreció un concierto en el que programó varias obras suyas.

Se convirtió en su último triunfo en vida, como lo refleja la siguiente crítica publicada

por Antonio Fernández-Cid en el diario madrileño ABC:

[…] pudo, con el cambio, rendirse un homenaje tácito a Ricardo Olmos,

ilustre artista octogenario, muy unido cronológicamente a la generación del 27 y

figura por muchos motivos muy querida en el ambiente musical madrileño: atento

seguidor de conciertos, recitales, conferencias; buceador incansable de libros,

partituras, discos en el Real Musical y hombre modesto, cordial, amén de buen

músico. Lo demuestran sus páginas religiosas elegidas, ‘Tres meditaciones’ y

‘Aleluya’, de clara línea, grato melodismo, escrupuloso tacto polifónico y

escritura para las voces nunca distorsionadas, lo mismo que el más brillante y

libre ‘Romance del Cid’, relato apoyado en el grafismo ingenuo de la cabalgada

y con cuidada armonización. Buenas las versiones, su director, Pascual Ortega,

orientó a la partitura los muchos aplausos tributados.19

Las últimas palabras de la crónica nos señalan que Ricardo Olmos no pudo asistir

a este concierto.

Poco tiempo después, el 21 de noviembre de 1986,20 falleció en Madrid. Las notas

de condolencia fueron múltiples, tanto en Valencia como en la capital de España, donde

se hizo referencia a su aportación compositiva y pedagógica. Sin embargo, las

referencias a aspectos personales fueron muy significativas, como lo refleja la siguiente

cita publicada por Ramón Barce en la revista Ritmo, de ámbito nacional:

Pero en este momento queremos recordar a Ricardo Olmos especialmente

en su perfil humano. Era un espíritu verdaderamente, elegante, discreto y

animoso. En la Asociación de Compositores no faltaba nunca su compañía y su

cooperación. Todos le estimábamos grandemente, y tenía más admiradores de los

19 Antonio Fernández-Cid, “Solistas instrumentales y vocales con el Coro de RTVE”, ABC, Madrid, 15-III-1986, p. 82. 20 Registro Civil de Madrid. Nº 4722657/07. L 008377 P 305.

439

Page 452: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

que él, en su modestia, pensaba. Los que conocimos a Ricardo Olmos difícilmente

olvidaremos su sobria lección de dignidad y su inagotable cordialidad.21

El apoyo que prestó, a lo largo de su vida, a jóvenes intérpretes fue correspondido

en las notas necrológicas, como la publicada por Eduardo López-Chavarri Andújar en el

diario valenciano Las Provincias:

Este crítico tiene que decir su último adiós a un gran músico valenciano, de

Masamagrell, Ricardo Olmos, persona de gran sensibilidad y cordialidad

profunda que ejerció siempre como valenciano de alto voltaje […] Fue estímulo

de jóvenes intérpretes (como la pianista Mercedes Goycoa) y amigo de solistas de

relieve como Yepes […] Descanse en paz Ricardo Olmos, nombre de relieve de

nuestros pentagramas.22

La conmemoración del aniversario de su fallecimiento, tanto en Madrid como en

Valencia, se tradujo en homenajes y conciertos. En Valencia, el 9 de diciembre de 1987,

el Conservatorio donde estudió en su juventud le tributó un sentido homenaje, reflejado

en artículos publicados en su revista Estudios Musicales. En Madrid, el Coro de RTVE

programó un concierto en la Iglesia de los Jerónimos el 22 de diciembre de 1987, en el

que se interpretaron obras suyas, así como de otros compositores valencianos (López-

Chavarri, Palau, Blanes, Blanquer y Esplá). La siguiente reseña, publicada por

Leopoldo Hontañón en el diario ABC, da cuenta de este evento:

Entre el compositor de Masamagrell Ricardo Olmos (1905-1986) y el Coro

de Radiotelevisión Española hubo, y durante muchos años, entrañables lazos de

simpatía y firmes cauces de mutuo entendimiento. Son varias las composiciones

‘a capella’ de Olmos que la agrupación tiene incorporada a su repertorio […] Se

ha puesto todo ello de manifiesto, una vez más, en el contenido homenaje de

carácter extraordinario que, con ocasión de haberse cumplido el primer año de

su fallecimiento, le acaba de ofrecer el conjunto en la iglesia de los Jerónimos

[…] El recuerdo al inolvidable músico valenciano resultó, además de

estupendamente concebido (la mejor manera de homenajear a un compositor es

la de programar sus obras), entrañablemente sentido y excelentemente

interpretado.23

21 Ramón Barce, “Falleció Ricardo Olmos”, Ritmo, 573, Madrid, Enero 1987, p. 41. 22 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Ricardo Olmos:’In memoriam’”, Las Provincias, 5-XII-1986. 23 Leopoldo Hontañón, “Entrañable homenaje del Coro de RTVE a Ricardo Olmos”, ABC, Madrid, 29-XII-1987.

440

Page 453: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

A diferencia de muchos compositores, su desaparición no significó el olvido para

su música. Buen ejemplo fue la publicación en 1989, a cargo de la Diputación de

Valencia dentro de su campaña Retrobem la Nostra Música, de la versión para banda de

sus Tres piezas infantiles. Esto aseguró su divulgación en el medio bandístico

valenciano, donde fue interpretada repetidamente y se hizo hueco en el repertorio,

llegando a ser obra obligada de la tercera sección del XIV Concurso Provincial de

Bandas de la Diputación de Valencia, celebrado el 7 de abril de 1990, lo que muestra su

trascendencia.

La obra de Ricardo Olmos, sobre todo en la parcela pianística y coral, forma parte

del repertorio de prestigiosos solistas y agrupaciones.

VI. 2 Análisis de obras orquestales

La obra orquestal de Ricardo Olmos no es abundante, a diferencia de la coral y

pianística, pero es bastante significativa. Su catálogo está distribuido con regularidad a

lo largo de toda su carrera, tanto en los años anteriores a la Guerra Civil como en los

posteriores.

La mayor parte de sus obras orquestales de madurez son instrumentaciones de

piezas pianísticas, previamente compuestas, lo que incide tanto en su carácter como en

su planteamiento tímbrico. Se tendrá en cuenta este aspecto a la hora del análisis de la

orquestación.

VI. 2. 1 Catálogo

En este epígrafe vamos a exponer el catálogo de su obra orquestal al que uniremos,

en cada una de las obras, las fechas de estreno e interpretaciones posteriores, así como

los detalles que se puedan considerar significativos sobre su estructura o programa

extramusical si lo hubiera.

Suite Infantil-Escenas Infantiles (1934)

Orquesta de cuerda.

441

Page 454: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

1. Capvespre. 2. A jugar. 3. Un incident. 4. Dolça reprimenda. 5. Final joiós.

Esta suite fue estrenada en Valencia por la Orquestra Valenciana de Cambra,

dirigida por Francisco Gil, el 25 de mayo de 1934. La obra fue programada en un

concierto aniversario de su fundación, en el que se estrenaron otras obras de miembros

del Grupo de los Jóvenes, coincidiendo con su reciente constitución. Esta nota al

programa de su concierto de estreno realiza una breve explicación de la obra:

Constitueixen esta obra cinc impressions orquestrals que tenen per escenari el món dels

xiquets; eixe petit món ple d’encants i sinceritat que informa tota la seua vida.24 En la

siguiente crítica, publicada por Eduardo López-Chavarri Marco en el diario Las

Provincias, se muestra la positiva acogida de esta obra por el público valenciano:

Comenzó el concierto por “Escenas infantívales [sic]”, de Ricart Olmos.

Cinco impresiones en donde el compositor, inspirándose en el asunto del título,

ha puesto unas ideas variadas, una instrumentación copiosa y ritmos muy

acentuados. Obra juvenil, tiene todo el encanto de esa juventud y todas las

posibilidades.25

Obra primeriza, no hay constancia de que fuera interpretada después de este

estreno. Sin embargo, en ese año la citada Orquestra realizó una gira de conciertos por

París donde cabe la posibilidad que fuera incluida.

Noche Romántica (1935)

Orquesta de cuerda.

1.Paseo. 2. Rayo de luna. 3. Idilio. 4. …Es el amor que pasa…

Esta pieza fue estrenada en Valencia, nuevamente por la Orquestra Valenciana de

Cambra, bajo la dirección del maestro Gil, el 10 de octubre de 1935. La acogida de la

prensa especializada fue más notable que en su primer estreno, como se observa en esta

cita publicada en el Diario de Valencia:

Y en la tercera parte […] se dio en primera audición una “suite”, “Noche

romántica”, de R. Olmos Canet, que forma en el grupo de maestros más jóvenes

compositores. Bien escritos para la orquesta de cuerda los cuatro números que

componen la “suite”, poseen una delicada intención, como de vago ensueño y

fantasía, que explica perfectamente sus títulos poéticos: “Es el amor que pasa”,

24 Notas al programa del concierto de estreno de la obra. Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, E.8.4. Pensiones de Bellas Artes. E.8.4.7.8. Dirección de Música. 25 Eduardo López-Chavarri Marco, “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, 30-V-1934, p. 3.

442

Page 455: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

“Paseo”, “Idilio”, “Rayo de luna”. Aplausos admirativos y simpáticos le fueron

dedicados […] al compositor Olmos, que se hallaba presente en la sala del

Conservatorio.26

Otras críticas, como la siguiente de Eduardo López-Chavarri Marco, iban más allá

de lo descriptivo reflejado en la anterior, y entraban en apreciaciones técnicas, positivas

por lo general, así como en el deseo de valorar nuevas obras en un futuro cercano:

La tercera parte […] se oyó una romántica “Suite” del joven compositor R.

Olmos Canet. Números cortos, más bien bocetos, inspirados por suaves

sentimientos, la obra de Olmos es no sólo promesa, sino realidad que revela la

inspiración del artista y su valer. Siente muy bien la orquesta, la armonización es

moderna e interesante, la orientación de Olmos es excelente. El público le tributó

justas y merecidas ovaciones. Ello eran también invitaciones a nuevas y más

construidas obras, que todos esperan con la seguridad de aplaudir nuevamente a

su autor, como se hizo anteanoche.27

Pocos días después de este concierto, la Orquestra marchó a Barcelona de gira de

conciertos en los que pudo ser programada.

La obra volvió a interpretarse muchos años más tarde, en un concierto celebrado en

el Palau de la Música de Valencia el 17 de junio de 2009, a cargo de los Solistas de la

Orquesta Sinfónica del Mediterráneo, bajo la dirección de Juan Antonio Ramírez.

Tres Piezas Infantiles (1949)

2.2.2.2 – 2.2.0.0 – Tim – perc – cel – cu.

1.Balada. 2. ¡Duerme, mi niño!. 3. Jugando al caballito.

En las notas al programa del concierto en el que esta obra fue estrenada en España, el

compositor incluyó esta descripción que permite conocer su estructura e inspiración

extramusical:

Constituyen estas piezas, de tipo poemático, tres aspectos, tres

momentos del mundo, no por ingenuo, menos rico, de los niños. La ‘Balada’, es

una visión, nostálgica, serena y resignada, del niño muerto, que prolonga su

actividad infantil en la otra vida con dulces y vagorosos juegos con sus nuevos

amigos, los ángeles…y con otros niños muertos como él…Un suave balanceo los

mece a todos, en una nube tenue, blanca…que flota en el cielo azul. Duerme mi

26 Sin autor, “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, 11-X-1935, p. 2. 27 Sin autor, “En el Conservatorio: La Orquesta de ‘Cambra’ “, Las Provincias, 12-X-1935, p. 12.

443

Page 456: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

niño es la eterna canción de cuna de todos los países, de todas las madres.

Momento sublimemente delicioso en el que las más puras esencias de la poesía,

de la canción y del amor se conjugan en síntesis maravillosa. La última pieza

Jugando al caballito es una evocación de los juegos de los niños; juegos cuyo

primer y principal ingrediente lo constituye la fantasía desbordante del niño, que

convierte una silla, una simple escoba en el más arrogante caballito de cartón.

En medio del juego, el niño se detiene, se calla un momento, como si atendiera a

una llamada misteriosa, que sólo para él enviara su mensaje…pero pronto se

recupera, y sigue cada vez más animadamente su bullicioso juego.28

Estas breves piezas son su obra más conocida y divulgada, tanto por la frecuencia

de su programación, como por la gran variedad de lugares donde ha sido interpretada,

desde Valencia hasta el extranjero, pasando por varias capitales españolas. La obra fue

estrenada en Alemania, en la Radio Saarbrücken, bajo título alemán: Drei Kinderstücke,

el 7 de febrero de 1949. El estreno en España tuvo lugar en Valencia, el 29 de enero de

1954, a cargo de la Orquesta Clásica de Valencia dirigida por Ramón Corell. El

concierto fue muy elogiado por la interpretación de música de autores valencianos, en

algunos casos como estreno en España (caso de las obras de Vicente Garcés y Vicente

Asencio, además de la aquí citada de Ricardo Olmos verificar). La siguiente crónica de

Gomá, publicada en el diario Levante, refleja su recepción por el público y la crítica:

Un concierto interesantísimo fue el que aplaudió a la Orquesta Clásica de

Valencia, dirigida por el maestro Ramón Corell, la concurrencia reunida en el

teatro de la C.N.S.

[…] su servicio a la música en la segunda parte del concierto, se matizó del

modo más simpático y loable al ser intérpretes de obras de compositores

valencianos, obra todas dignísimas y, por lo tanto, exponente valioso de los

méritos de nuestros músicos de hoy.

[…] señalaremos la feliz inventiva y la excelente orquestación de las ‘3

piezas infantiles’ de R. Olmos: ‘Balada’, ‘Duerme mi niño’ y ‘Jugando al

caballito’; […] Excepto las piezas de J. Báguena, todas las demás obras se

interpretaban por vez primera en España.29

28 Notas al programa del concierto de la “Orquesta Clásica de Valencia”, celebrado el 29-I-1954. 29 G. [Gomá], “Orquesta Clásica de Valencia”, Levante, 2-II-1954, p. 2.

444

Page 457: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La siguiente reseña, publicada por Eduardo López-Chavarri Marco en Las

Provincias, habla más detalladamente de la obra que las anteriores, y refleja la cordial

acogida que tuvo entre el público valenciano:

Primeramente “Tres piezas infantiles” de Ricardo Olmos. Un corazón que

sabe latir con el de la niñez y logra traducir “su sentimiento” en notas de una

melancolía inefable. La profunda melancolía de la Balada, la canción de cuna, la

luminosa silueta del “peque” sobre el caballo de cartón, todo ello breve, conciso,

pero de un colorido orquestal de personales matices. Una creación poemática.30

En la tabla adjunta a continuación, se detallan las diferentes interpretaciones de la

obra datadas con certeza, así como los intérpretes e incidencias de las mismas:

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 7-II-1949 Alemania Radio

Saarbrücken

Estreno con el título:

Drei Kinderstücke

29-I-1954 Valencia Teatro de la

Confederación

Nacional de

Sindicatos

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Estreno en España

9-III-1955 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Ateneo Mercantil

12-III-1957 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Ateneo Mercantil

23-IV-1961 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Ateneo Mercantil –

Diputación

Provincial de

Valencia

8-III-1962 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Ateneo Mercantil

21-III-1969 Valencia Salón de Actos

del Ateneo

Mercantil

Orquesta Clásica

de Valencia –

Ramón Corell

Ateneo Mercantil

30 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Las Provincias, 30-I-1954, p. 14.

445

Page 458: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

7-IV-1990 Valencia Palau de la

Música

Bandas

participantes en la

Sección 3ª del XIV

Concurso

Provincial de

Bandas de Música

Versión para banda –

Diputación

Provincial de

Valencia

En el concierto del 12 de marzo de 1957, se incluyó en un programa en el que

antecedió a obras de Báguena Soler y Francisco Llácer Pla, con cuyo avanzado lenguaje

y estética contrastó la obra de Olmos, como lo refleja el siguiente comentario de Gomá:

La parte dedicada a los jóvenes maestros valencianos (elogiable siempre la

inclusión de nuestra música en nuestros conciertos) ofrecía una especie de

‘crescendo’ hacia la irritabilidad disonante: Primero, con su moderada

modernidad y con su melodía de tonal y perfecto dibujo, oímos las agradables

piezas de Ricardo Olmos ya conocidas: ‘Balada’, ‘Canción de cuna’ y ‘Jugando

al caballito’.31

La crítica de Eduardo López-Chavarri Marco valoró la obra y su acogida en estas

líneas: Primeramente se escucharon (y siempre con gusto) las primorosas, inspiradas,

coloristas ‘Tres piezas infantiles’ de Ricardo Olmos, obra de alta inspiración y

exquisito sentimiento orquestal. Y, como es de rigor, fue muy aplaudida.32

El concierto del 21 de marzo de 1969 casi coincidió con una conferencia que

impartió Olmos en el Conservatorio de Valencia, lo que hizo posible su presencia en el

auditorio, aspecto reseñado en la siguiente crónica de Gomá, quien la resaltó como obra

de frecuente interpretación por parte de la Orquesta:

Aplaudimos gustosísimamente, como siempre que las hemos oído, las ‘Tres

piezas infantiles’, tan finas, sentidas y graciosas, de Ricardo Olmos. La ovación

unánime y fervorosa, y la indicación del maestro Corell al señalar la presencia

del autor en la sala, motivó el saludo y el gesto de gratitud del compositor.33

Ramón Corell (director de la Orquesta Clásica) la incluyó en una gira de conciertos

que realizó, a principios de 1962, por Leeuwaarden (Holanda), Bruselas (Bélgica) -

donde dirigió la Orquesta Estatal de la Radiodifusión- y Dijon (Francia) en concierto a

cargo de la Orquesta del Conservatorio de la ciudad. 31 G. [Gomá], “Orquesta Clásica”, Levante, 13-III-1957, p. 2. 32 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: La Orquesta Clásica en el Ateneo Mercantil”, Las Provincias, 13-III-1957, p. 14. 33 G. [Gomá], “Orquesta Clásica de Valencia: Los conciertos en el Ateneo”, Levante, 25-III-1969, p. 23.

446

Page 459: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Se tienen datos sobre la interpretación de esta obra por la Orquesta Sinfónica de

Zaragoza, Orquesta Municipal de Valladolid, Orquesta Sinfónica de Mallorca y la

Orquesta Sinfónica del Conservatorio del Liceo de Barcelona.

La Diputación de Valencia editó en 1989 una transcripción para banda de esta

obra, dentro de la campaña Retrobem la Nostra Música. Así la obra fue ampliamente

divulgada, en conciertos a cargo de las bandas de la Comunidad Valenciana, hasta el

extremo de resultar casi imposible cuantificar su frecuencia con exactitud. Poco

después, fue designada obra obligada en la tercera sección de la 14ª edición del

Concurso Provincial de Bandas de la Diputación de Valencia, celebrado en el Palau de

la Música de Valencia el 7 de abril de 1990. En conclusión, gran parte del prestigio

como compositor orquestal de Ricardo Olmos reside en esta pieza. El volumen de sus

interpretaciones supera la suma de todo el resto de sus obras, por lo que hay que

valorarla, tanto en sus aspectos técnicos como estéticos, muy por encima del resto.

Elegía a Charles Koechlin (1954)

2.2.2.2 – 2.0.0.0 – Tim – arp – cu.

Esta obra, dedicada a la memoria de su profesor de composición, fue concebida

inicialmente para piano. Su composición data del 19 de marzo de 1953 y la versión

orquestal está fechada el 4 de diciembre de 1954. Sin embargo, no se tiene constancia

de su interpretación en concierto, al menos en Valencia, por lo que muy probablemente

ha quedado inédita.

Seis Movimientos de Danza (1956)

2.2.2.2 – 2.2.0.0 – Tim – perc – arp – cu.

1. Scherzando (A Juanita Espinós). 2. Allegro assai (A la memoria de Ernesto

Montserrat). 3. Lento (A mi amigo José María Haro Salvador). 4. Allegretto (A

Mercedes de Goycoa). 5. Molto allegro (A Cecilia Pérez). 6. Animato (A mi amigo

Manuel Martínez Pereiro).

En las siguientes notas al programa de un concierto en el que se interpretó su

versión pianística, se dispone de una descripción que el autor dio de esta composición:

Los ‘Seis Movimientos de Danza’ no constituyen una ‘Suite’ de las de

tipo clásico con sus Alemanda, ‘Courante’, Sarabanda, Giga, etcétera, sino que

forman una sucesión de distintos números con la común característica de unos

ritmos claros, simples y muy determinados. La riqueza e intensa vida rítmica de

447

Page 460: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

estas seis piezas, constituye, en definitiva, el nexo interno que las conjunta y

amalgama en íntima y sólida trabazón.34

Esta obra es la versión orquestal de una original para piano, compuesta y publicada

en 1953 por la Editora Nacional. Su estreno tuvo lugar en Valencia, a cargo de la

Orquesta Clásica, dirigida por Ramón Corell, el 28 de diciembre de 1956. La crítica

publicada por Federico Soro en el diario Jornada hace una reivindicación del

compositor y su obra, además de remarcar su presencia en el estreno:

La sencillez armónica […] cobra gran interés, y preciosismo instrumental,

categoría de obra maestra en la música de R. Olmos, cuyas ideaciones contrastan

con la humildad del autor, digno de mayor y mejor atención, pues su inventiva es

feliz, además es personalísima, y arropada con naturalidad, enriquecida con los

recursos técnicos propios de un arte puro y auténtico. […] Ricardo Olmos y Juan

Altisent, destinatarios de justísimas ovaciones, las recibieron personalmente.35

Eduardo López-Chavarri Marco incidió en la recepción de la obra en su crónica

publicada en Las Provincias:

Luego, nuestro Ricardo Olmos, con su espíritu deliciosamente poético y su

riqueza de color orquestal, que hace escuchar sus números musicales sin el

menor cansancio, y siempre hallando sonoridades bien halladas: un compositor

moderno y ‘paisanet’. Buena ejecución y entusiastas aplausos.36

Sin embargo, el crítico Gomá planteó algunos reparos al aspecto rítmico de la obra,

aunque matizando que no afectaban a su calidad global:

Ricardo Olmos, nuestro paisano, finísimo compositor, es autor de ‘Seis

movimientos de danza’, algunos de los cuales recordamos haberlos leído en

versión pianística. Las seis piezas son sencillamente lindas y graciosas (un ‘lento’

se destaca delicada y poéticamente) pero algunas piezas de la ‘suite’, todas ellas

de muy bonita orquestación y excelente escritura, inciden en dibujos rítmicos

bastante parecidos, con mutuo perjuicio para su respectivo interés y para el

general de la colección. Lo que no es obstáculo para que la distinguida

34 Nota al programa del concierto de obras pianísticas de Ricardo Olmos, celebrado en Madrid, el 8-V-1957. 35 Federico [Soro], “Música: La Orquesta Clásica y el oboísta Miguel Aguado, en el Ateneo”, Jornada, 29-XII-1956, p. 2. 36 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: La Orquesta Clásica en sus ya clásicos conciertos del Ateneo Mercantil”, Las Provincias, 29-XII-1956, p. 14.

448

Page 461: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

personalidad de Olmos vuelva a insistir en el mérito que siempre se le

reconoció.37

No hay referencias de que esta composición fuera interpretada posteriormente,

como así ocurrió en su versión pianística.

Homenaje a Albima (sin fecha)

2.2.2.2 – 2.0.0.0 – arp – cu.

Esta obra, de datación incierta, permanece actualmente inédita al no poseer datos

sobre alguna eventual interpretación en Valencia.

Preludio de J.S.Bach (sin fecha)

Orquesta de cuerda.

Orquestación de Ricardo Olmos.

Tampoco hay constancia de que esta orquestación fuera ejecutada en concierto, ni la

fecha exacta de su realización.

Danza Valenciana de Francisco Cuesta (1935-1936)

Orquesta de cuerda.

Orquestación de Ricardo Olmos.

Esta pieza, compuesta para piano por el malogrado Francisco Cuesta años atrás, fue

orquestada por Ricardo Olmos. Su finalidad era incluirla en un Concierto Homenaje al

citado compositor, realizado por la Orquestra Valenciana de Cambra, dirigida por

Francisco Gil, celebrado en el Conservatorio de Valencia el 2 de febrero de 1936. No

hay referencias de posteriores interpretaciones de la misma.

VI. 2. 2 Análisis de su lenguaje armónico y formal

Las obras orquestales de Ricardo Olmos fueron compuestas a lo largo de varias

décadas y durante este lapso de tiempo sus recursos técnicos evolucionaron mucho.

Desde unas primeras obras de corte académico y pautas decimonónicas, pasando en los

37 G. [Gomá], “Orquesta Clásica”, Levante, 29-XII-1956, p. 2.

449

Page 462: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

años treinta por una armonía osada y poco convencional, hasta llegar a un estilo de

madurez donde predominan elementos impresionistas con toques muy personales.

En este epígrafe se combinará el desarrollo cronológico con el enunciado de

características técnicas, de las que nos centraremos en los rasgos armónicos más

interesantes y novedosos. Sin embargo, habrá espacio para comentar el uso del ritmo y

las estructuras formales en su obra.

El punto de partida se aprecia en las escasas obras compuestas en los años veinte.

Aunque no hay ninguna orquestal, se va a tomar una obra camerística: la Canción-

Serenata para violín, cello y piano. Esta pieza está datada en 1928 y fue premiada en los

II Juegos Florales de Cullera, y su interés se encuentra en su temprana fecha de

composición. Esta obra parece un ejercicio de estudiante de composición, puesto que los

recursos armónicos son más propios del siglo diecinueve: modulaciones a tonos vecinos

y el uso de acordes de tónica con séptimas y sextas añadidas, recurso amanerado propio

de la música de salón decimonónica. En el siguiente ejemplo, perteneciente a los

compases 61 y 62 de la citada obra, se observa cómo sobre un acorde perfecto mayor de

fa sostenido, primero el cello en el compás 61 y luego la mano derecha del piano en el

compás 62, inician su melodía sobre el mi y el re sostenidos que forman estas notas

añadidas.

En cambio, las obras de los años treinta muestran un cambio importante en su

sintaxis armónica, como se aprecia en Noche romántica. Aquí utiliza una armonía

atrevida, poco convencional y ambigua, reflejada en el uso de acordes de séptima,

novena y undécima enlazados libremente. En este ejemplo, tomado del inicio del

450

Page 463: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

movimiento titulado …Es el amor que pasa…, utiliza un acorde de séptima y otro de

undécima en el primer compás, seguido de un acorde de quinta en el segundo,

enlazando con una tercera inversión de un acorde de séptima al inicio del tercero.

Con estos acordes busca colorido, más que funciones tonales, y éstos crean

disonancias y vaguedad, sin precisar si van en función de la melodía o no. Incluso

utiliza pedales intermedios, como el del inicio de la pieza titulada Rayo de luna, situado

en la viola primera, de tal modo que el área armónica de los acordes de su entorno no

suele tener nada que ver con el citado pedal.

451

Page 464: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Por otra parte, en este ejemplo perteneciente al séptimo compás del movimiento

titulado Idilio destaca la presencia, por primera vez, de acordes por cuartas: la-re-sol-do-

fa en los dos últimos tiempos, enlazado con un acorde de novena sobre mi en los dos

primeros. Tanto la naturaleza del acorde por cuartas, como su enlace con otro de

novena, así como la propia estructura de este último, son característicos del lenguaje

impresionista.

452

Page 465: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Así como acordes en formación prohibida por la armonía tradicional, como la

última inversión del acorde de novena, con la que se desestabiliza toda su estructura

funcional y resulta muy ambiguo. Como se observa en este ejemplo, tomado de los

compases 16 y 17 del citado Idilio, donde en el primero aparece un acorde de séptima,

seguido en el siguiente compás por el citado acorde de novena.

453

Page 466: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Las frases suelen finalizar en la dominante, creando semicadencias que, en

ocasiones, finalizan sobre acordes de novena que acentúan su inestabilidad armónica.

En el siguiente ejemplo, tomado del compás 9 de …Es el amor que pasa…, muestra ese

acorde semicadencial sobre un calderón que marca el final de frase.

454

Page 467: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Esta sensación suspensiva está presente incluso en la cadencia final de la pieza

…Es el amor que pasa…, con la que termina la obra. En ella, el penúltimo acorde actúa

como una novena de dominante sin sensible sobre tónica, dando la sensación de una

cadencia plagal, aunque el efecto conclusivo de dominante a tónica está presente en el

movimiento melódico de la voz aguda, y en el salto descendente de la viola primera.

455

Page 468: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En la suite Noche Romántica empieza a utilizar armonías basadas en escalas

modales, como se refleja en la pieza titulada Idilio, donde emplea la siguiente escala de

Do sostenido dórico:

El siguiente ejemplo, extraído del inicio de la citada obra, se inicia con un acorde

de novena sobre la tónica de la escala. A continuación, al principio del segundo compás,

se incluye un acorde de séptima sobre el quinto grado, pasando en el tercer compás a un

acorde de novena en estado fundamental sobre el tercer grado. Todos estos acordes y

sus correspondientes enlaces son característicos de la armonía impresionista.

456

Page 469: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Estos nuevos rasgos estilísticos reflejan nuevos rumbos en la sintaxis tonal de su

música, que se acentuarán en futuras obras.

En las obras que compuso después de la Guerra Civil, en su mayoría entre finales

de los años cuarenta y durante los cincuenta, su lenguaje presenta abundantes elementos

impresionistas gracias a sus estudios con Charles Koechlin. Las valoraciones de su

estilo, como la siguiente a cargo de Eduardo López-Chavarri Marco, lo reflejan: Cierto

aroma impresionista en sus soluciones armónicas, limpio lirismo, regusto por motivos y

ritmos populares (principalmente pero no solo, valencianos), un eventual, ingenuo y

encantador realismo cuasidescriptivo […]38

38 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores…op.cit., p. 183. Tomado de unas notas al programa para un concierto de Leopoldo Hontañón.

457

Page 470: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Desglosando las particularidades de este lenguaje, destaca la presencia de acordes

con quintas vacías que, encontrados en secuencia paralela, debilitan totalmente la

sensación de tonalidad, dando sensación de arcaísmo. Este rasgo se observa en el

siguiente ejemplo, perteneciente a los cuatro primeros compases de la versión para

piano de su Elegía a Charles Koechlin.

En los siguientes comentarios analíticos, publicados por Jesús Echevarría en la

revista Estudios Musicales, se remarca lo característico de este elemento en su estilo, así

como su efecto en el oyente:

Un detalle que me parece muy personal y significativo de Ricardo Olmos es,

por ejemplo, mostrar los acordes perfectos mayores sin la tercera, que en algunos

casos se trata de la sensible y en otros el tercer grado de la escala natural […] Al

escucharse únicamente la quinta, le da un carácter más antiguo, más propio del

estilo renacentista.39

Este detalle técnico se ampliará con la presencia de quintas y octavas paralelas,

muy propias del lenguaje impresionista. En el siguiente ejemplo, tomado de entre los

compases 23 y 27 de la Balada, primera de sus Tres Piezas Infantiles, se aprecia esta

característica.

39 Jesús Echevarría, “Ricardo Olmos, in memoriam (1905-1986)”, Estudios Musicales, 4, Valencia: Conservatorio Superior de Música, 1986-Semestre II, p. 73.

458

Page 471: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La siguiente reseña crítica elogia este rasgo de su estilo musical:

[…] una exquisita y delicada melodía ha sido arropada por su autor con

unas armonías muy originales y absolutamente personales. Dos corrientes

simultáneas de armonías en quintas y cuartas, separadas por grandes espacios

vacíos […] dan […] una sonoridad deliciosamente hueca y quebradiza.40

Estas secuencias por armonías paralelas no se limitan sólo a las quintas y octavas,

sino que también las amplía a las séptimas, cono se observa en el siguiente ejemplo,

tomado de entre los compases 15 y 18 de Jugando al Caballito, tercer movimiento de

sus Tres Piezas Infantiles.

En este ejemplo, tomado de entre los compases 86 y 89 de la Elegía a Charles

Koechlin, se observan las séptimas paralelas de los dos primeros compases, carentes de

función tonal y limitándose a dar color modal.

40 Sin autor; “Publicaciones musicales”.

459

Page 472: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Otra característica propia de Olmos es utilizar acordes de novena en posición

cerrada, creando una disonancia como efecto de color. En los siguientes ejemplos,

tomados del compás 13 de ¡Duerme, mi niño!, segundo movimiento de sus Tres Piezas

Infantiles, y de los compases 36 al 40 del cuarto de sus Seis Movimientos de Danza, se

refleja este rasgo de estilo.

También son muy frecuentes los acordes por cuartas, así como los que presentan

segundas y sextas añadidas. En el siguiente fragmento, situado entre los compases 24 y

26 del cuarto de sus Seis Movimientos de Danza, se observa un acorde por cuartas en el

último tiempo del compás 24, y la segunda y sexta añadidas a una nota fa en el compás

26.

460

Page 473: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Es habitual la presencia de ambigüedades modales muy propias del impresionismo

como, por ejemplo, utilizar la melodía en un modo y el acompañamiento en otro.

En este ejemplo la melodía está en Do mayor y el acompañamiento en Do dórico

(con el mi y el si bemoles), cuya escala se muestra a continuación.

Propia de su estilo es la repetición de células melódicas con su esquema armónico

implícito cada dos compases, de modo parecido a las estructuras microformales

impresionistas. En el siguiente ejemplo, extraído de Jugando al Caballito, tercera parte

de sus Tres Piezas Infantiles, se observa esta repetición literal, tanto de la melodía como

de su esquema armónico.

461

Page 474: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Las cadencias en las obras de Olmos se caracterizan por ser mayoritariamente de

carácter suspensivo, lo que acentúa considerablemente su ambigüedad, excluyendo la

sensación de final que tradicionalmente llevan implícita. Así se pueden apreciar diversas

tipologías, como las siguientes:

Un acorde final con una cuarta añadida, que altera la sensación de estabilidad y

reposo propio de un final de pieza. En este ejemplo, perteneciente a la Balada de sus

Tres Piezas Infantiles, se aprecia en el cuarto pentagrama como aparece un do sobre la

tónica sol.

Otra opción consiste en terminar una pieza con un acorde de novena de

dominante en posición cerrada, casi suspensivo o, al menos, muy poco resolutivo. El

siguiente ejemplo, perteneciente al final de ¡Duerme mi niño!, segunda de las Tres

Piezas Infantiles, muestra este acorde final de novena sobre do.

462

Page 475: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En algunas piezas emplea una cadencia modal, mediante un quinto grado sin

sensible que resuelve en la tónica. En el primer ejemplo presentado a continuación,

perteneciente al espacio comprendido entre los compases 100 y 102 de su Elegía a

Charles Koechlin, se aprecia en el segundo tiempo del compás 101 un quinto grado

sobre do carente de la sensible mi, que resuelve en el primer tiempo del compás

siguiente con un acorde sobre fa.

En el siguiente ejemplo, tomado del primero de sus Seis Movimientos de Danza,

hay en el quinto compás una dominante sobre re sin el fa sostenido, que actuaría como

sensible, antes de resolver con un acorde sobre sol en el siguiente compás.

463

Page 476: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En su obra es muy frecuente la arcaica cadencia plagal, que va del cuarto grado a

la tónica, sin apenas hacer sentir atracción tonal, efecto acentuado por la ausencia de

terceras. En este ejemplo, extraído de los compases finales de la versión pianística de la

Elegía a Charles Koechlin, se observa la construcción de un acorde en quinta vacía

sobre el cuarto grado si bemol en el segundo tiempo del tercer compás, que resuelve con

un acorde similar (de quinta vacía) sobre la tónica fa en el siguiente compás.

Las cadencias conclusivas son muy escasas, y las existentes tienden a enlazar una

novena de dominante fuertemente inestable con la tónica. Este ejemplo, perteneciente al

final de Jugando al Caballito, segunda de sus Tres Piezas Infantiles, muestra esta

novena de dominante sobre sol con el si bemol en el segundo tiempo del antepenúltimo

compás, para resolver en el último acorde sobre do.

Frente a una armonía avanzada, innovadora y novedosa, el sentido rítmico de las

obras de Olmos es bastante regular, entrando en la categoría de lo previsible. La

constante referencia a lo popular, con las métricas regulares de danza, justifica en gran

medida esta característica. Sin embargo, la crítica no aceptó siempre de buen grado este

464

Page 477: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

elemento de su estilo, como lo refleja la siguiente cita de Gomá referida a su obra Seis

movimientos de danza: […] pero algunas piezas de la ‘suite’, todas de muy bonita

orquestación y excelente escritura, inciden en dibujos rítmicos bastante parecidos, con

mutuo perjuicio para su respectivo interés y para el general de la colección.41 En

contraposición, en estas notas al programa de un concierto en el que se interpretó la

obra, se valora positivamente esta característica: La riqueza e intensa vida rítmica de

estas seis piezas, constituye, en definitiva, el nexo interno que las conjunta y amalgama

en íntima y sólida trabazón.42

En cuanto a las estructuras formales, las siguientes citas resumen su planteamiento:

Minucioso, perfeccionista, más amigo de la miniatura que del vasto fresco.43 Una

preferencia indudable por las pequeñas formas.44 Olmos no utilizó casi nunca los

grandes desarrollos, su música es concisa y directa, por lo que su forma favorita fue la

ternaria o ‘lied’: A-B-A’(ocasionalmente con coda), característica de las formas

menores románticas. Sin embargo, esta forma será utilizada con distintas variedades y

tipologías, dentro de una estructura general parecida entre las diferentes obras. Por

ejemplo, la usó a escala reducida en la primera de las Tres piezas infantiles. Mientras

que en la tercera de las mencionadas piezas la utilizó bajo una estructura extensa con

coda incluida. Sin embargo, en la segunda de estas piezas desarrolló una reexposición

muy diferente en A’, explicable porque en el impresionismo no es frecuente el uso de

reexposiciones calcadas y hay más tendencia a la variedad. No obstante, en algunos

casos hay “da capos” literales en A’, como en el primero de los Seis movimientos de

danza, poco frecuentes en general. Más común es la presencia de ligeras diferencias en

A’, como el uso de una textura más contrapuntística en el cuarto de los Seis

movimientos de danza, o un carácter más acórdico que en la exposición en la Elegía a

Charles Koechlin. La presencia de esta forma será característica de Olmos, desde sus

obras de juventud como la Canción-Serenata para trío, hasta las maduras arriba

mencionadas, pasando por las piezas para orquesta de cuerda de los años treinta como

Noche Romántica. En conclusión, Olmos no ciñó su música a esquemas formales

complejos, sino que la variedad y riqueza de su obra reside en su lenguaje armónico,

reconocido ampliamente por público y crítica, incluso en nuestros días.

41 Gomà, “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 29-XII-1956, p. 2. 42 Nota al programa del concierto de obras pianísticas de Ricardo Olmos, celebrado en Madrid, el 8-V-1957. 43 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores…op.cit., p. 182. 44 Idem, p. 183. Tomado de unas notas al programa de Leopoldo Hontañón.

465

Page 478: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VI. 2. 3 Orquestación

Para valorar su instrumentación se deben separar claramente sus obras de juventud

compuestas para orquesta de cuerda en los años treinta, frente a las de madurez para

orquesta sinfónica. Al componer para estructuras tímbricas diferentes, no resulta

adecuado utilizar el mismo patrón para evaluarlas.

En obras de su primera época, como Noche Romántica, se aprecia una textura muy

sencilla, al distinguir claramente entre melodía y acompañamiento. Sin embargo, hay

detalles originales como los ‘divisis’ en violas y violoncellos, muy poco habituales

entonces, a menos que en la orquesta para quien escribió la obra (la Valenciana de

Cambra) hubiera ejecutantes de notable destreza en estos instrumentos. En el siguiente

ejemplo, perteneciente al espacio comprendido entre los compases 9 y 11 de la pieza

titulada Paseo, se aprecia este detalle tímbrico.

466

Page 479: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Otro detalle original aparece en la segunda de las piezas, titulada Rayo de Luna,

donde utiliza un original pedal interior para la viola primera, como se aprecia en el

siguiente ejemplo.

En sus obras posteriores, Olmos introdujo los instrumentos de viento y, de este

modo, aumentó el volumen de la orquesta. Sin embargo, nunca utilizó grandes masas

sonoras. Presentó los instrumentos de viento-madera a pares, con la sustitución del

segundo oboe por el corno inglés; y sólo dos trompas. Empleó ocasionalmente dos

trompetas en las Tres piezas infantiles y los Seis movimientos de danza, renunciando al

volumen sonoro que le podrían haber proporcionado los trombones y las tubas, aunque

desechó el refuerzo necesario en las cuerdas para compensar el consiguiente aumento de

sonoridad. Como resultado, una orquestación sobria y refinada, muy apropiada para la

exploración de sonoridades y lejos de grandes fuentes sonoras. La percusión queda

reducida al empleo de los timbales, inexistentes en el Homenaje a Albima, el añadido de

tam-tam y caja en las Tres piezas infantiles, y pequeña percusión (pandereta, triángulo,

castañuelas) con el plato suspendido (címbalo) en los Seis movimientos de danza.

Utiliza el arpa en casi todas sus obras y aprovecha su refinado color sonoro, excepto en

las Tres piezas infantiles donde ocupa su lugar la celesta, también con sugerente

sonoridad.

467

Page 480: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Las siguientes citas, escritas por Eduardo López-Chavarri Marco, reflejan el efecto

despertado por su orquestación en estas obras de madurez:

Primeramente Tres Piezas Infantiles de Ricardo Olmos […] todo ello breve,

conciso, pero de un colorido orquestal de personales matices.45

Luego nuestro Ricardo Olmos, con su espíritu deliciosamente poético y su

riqueza de color orquestal […] siempre hallando sonoridades bien halladas: un

compositor moderno […]46

Sin embargo, su sentido tímbrico tenderá a lo concreto, sin sutileza ni

refinamientos, mediante el uso de las familias instrumentales a bloques. Un buen

ejemplo de esto es la Elegía a Charles Koechlin, orquestación realizada en 1954 de un

original para piano compuesto un año antes. En los veinte primeros compases no utiliza

los instrumentos de cuerda, a excepción del arpa, que no intervienen hasta el compás 21,

aspecto nada normal por el sentido de bloque sonoro muy concreto que le da. Más

adelante, entre los compases 37 y 41 se queda sola la cuerda, con apariencia de masa

sonora carente de sutileza. En la reexposición final de la primera parte de la pieza, esta

sensación se acentúa considerablemente, al confrontarse los bloques de forma

consecutiva, entre los compases 82 y 93 aparecen sólo la cuerda (con el arpa) y

timbales, entre el 94 y 97 los fagots y las trompas, y entre el 98 y el 107 la cuerda y

timbales de nuevo. El resultado es una concreción y austeridad, con detalles

instrumentales carentes de sutileza, como el pasaje para clarinete entre los compases 31

y 35, presentado en el siguiente ejemplo, cuyas figuraciones en semicorcheas de tresillo

parecen más propias del arpa.

En contraposición, aparecen varios ejemplos de pinceladas sonoras propias de la

orquestación impresionista, como la entrada de las cuerdas en el compás 21, con

sordinas y ‘dívisi en los cellos, muy característico del lenguaje orquestal de Debussy.

45 Eduardo López-Chavarri Marco, “Orquesta Clásica de Valencia: Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, 30-I-1954, p. 14. 46 Eduardo López-Chavarri Marco, “La Orquesta Clásica en sus ya clásicos conciertos del Ateneo Mercantil”, Las Provincias, 29-XII-1956, p. 14.

468

Page 481: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Así como el uso de trémolos en las cuerdas entre los compases 44 y 57.

Todos estos recursos instrumentales no aparecen en el original para piano, y

suponen un considerable enriquecimiento de las posibilidades tímbricas de la obra.

Olmos justificó su sentido de la orquestación en una de sus disertaciones

autocríticas, realizada en 1983, casi al final de su vida:

Comentó su arranque, como autor de obras orquestales y su evolución en

busca de menos elementos, de una frescura, sinceridad y espontaneidad real […]

resumió su actitud estética, en una trayectoria que desea adelgazar más y más

cada vez las masas, condensar formas, depurar el lenguaje.47

Entre sus obras originales para piano, luego orquestadas, están los Seis

movimientos de danza. Mientras que las Tres piezas infantiles y el Homenaje a Albima,

son originales para orquesta. Por tanto, no se puede asegurar plenamente que

compusiera al piano, pero la base pianística se aprecia incluso en estas dos últimas obras

por el refinamiento de su lenguaje armónico.

47 Antonio Fernández-Cid, “Ricardo Olmos, en el ciclo ‘Vida y obra’, de la ACSE”, ABC, Madrid, 31-I-1983, p. 60.

469

Page 482: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VI. 3 Actividades como músico teórico Al igual que el resto de miembros del Grupo de los Jóvenes, Ricardo Olmos tuvo

una sólida formación cultural y académica, gracias a la cual ocupó durante muchos años

un puesto de maestro nacional, fruto de sus estudios de Magisterio en Valencia durante

su juventud. Sin embargo, su faceta de músico teórico no salió a la luz pública hasta

finales de los años cuarenta, cuando empezó una interesante actividad en forma de

críticas bibliográficas, estudios sobre el folklore y conferencias-concierto sobre temas

musicales. Estos tres aspectos de su trabajo serán tratados consecutivamente en el

presente epígrafe. No hay constancia de una razón que justifique su escasa actividad en

este campo con anterioridad a esta época, correspondiente con su madurez.

VI. 3. 1 Crítico bibliográfico

El ejemplo más destacado de su actividad teórica fue la colaboración, como crítico

bibliográfico de libros sobre temas musicales para la revista Arbor, publicada por el

CSIC, entre enero de 1953 y marzo de 1961. La mayoría de las reseñas trataban sobre

libros publicados en lengua francesa, aprovechando sus conocimientos de este idioma,

puesto que había estado estudiando en París poco tiempo atrás. Las críticas, con temas

de novedosa actualidad para la cultura musical española de entonces, son de notable

importancia para este trabajo, puesto que en múltiples ocasiones dejan traslucir sus

posturas sobre la creación musical. Se pueden agrupar en cuatro grandes grupos

temáticos: musicología histórica; reflexiones sobre la música, creación e interpretación;

reflexiones sobre la música de su tiempo, con importantes temas de actualidad; y

música popular y folklore, tema por el que siempre tuvo especial interés.

Sobre musicología histórica publicó sólo dos reseñas: la primera en enero de 1953,

referida a un libro de Solange Corbin sobre música medieval portuguesa.48 La segunda,

en el número de septiembre-octubre de 1953, en torno a la publicación del Primer libro

de misas de Cristóbal de Morales, a cargo del CSIC.49 En ambas críticas, Olmos no

48 Ricardo Olmos, “Corbin, Solange: Essai sur la musique religieuse portugaise au moyen âge (1100-1385)”, Arbor, 85, Madrid, enero de 1953, pp. 146-147. 49 Ricardo Olmos, “Cristóbal de Morales: Opera omnia…”, Arbor, 93-94, Madrid, septiembre-octubre de 1953, pp. 165-167.

470

Page 483: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

trasciende el ámbito descriptivo, sin implicar su visión personal, por lo que no aportan

información sobre su punto de vista.

Sin embargo, en el apartado de las reflexiones en torno a la música, la creación y la

interpretación, se ve obligado a dar opiniones e ideas muy reveladoras. La reseña más

destacada es la del libro de J. Mª Corredor titulado Conversations avec Pablo Casals,

publicado en 1955 en París por Albin Michel. Donde plantea abiertamente las relaciones

entre compositor e intérprete, como se aprecia en las siguientes líneas: Cuando el

intérprete se enfrenta con la obra de arte (y no olvidemos que las creaciones artísticas

se cuentan entre las actividades más personales, más íntimas, más genuinas del ego) un

terrible conflicto se desarrolla entre él y el creador.50 Su razonamiento toma como base

la figura de un eximio intérprete español, Pau Casals, y sus opiniones en torno al hecho

musical. Ricardo Olmos se sirve de éstas para plantear un problema de difícil solución:

Conflicto dimanante del choque inevitable de dos individualidades […] El

intérprete objetivo estudia la obra, ahonda en la personalidad del compositor, la

enmarca en su tiempo, y, en fin, agota el conocimiento de todos los hechos

históricos que, de alguna manera, pueden ayudarle en su cometido […] El

intérprete subjetivo es aquel que, dotado de recia personalidad, se enfrenta con la

obra sin renunciar a su “yo artístico”, se acerca a ella, la estudia también

prolijamente, la digiere con sus propios jugos, si se me permite la expresión, se la

asimila plenamente y la proyecta después al mundo exterior convertida en

sustancia propia, hecha sangre de su sangre y vida de su vida.51

Esta tensión entre compositor e intérprete existe desde los orígenes del hecho

musical, y el término medio no parece el más adecuado para solucionarlo. Ricardo

Olmos no lo pretende en su reseña, como se observa en la siguiente cita, sino que busca

la reflexión del lector y el estímulo para la lectura del libro: Ambas posturas tienen sus

peligros. El intérprete objetivo puede caer en la frialdad; el subjetivo, a fuer de

excesiva dosis subjetiva, puede despeñarse en la arbitrariedad […]52

Los restantes artículos no gozan de la actualidad de este último, aunque no por esto

dejan de tener importancia. Los hay sobre temática puramente musical como el del libro

Le Rythme musical de Edgar Willems comentado en junio de 1955,53 y el de Musique de

50 Ricardo Olmos, “Pablo Casals”, Arbor, 112, Madrid, abril de 1955, pp. 656-658. 51 Ibídem 52 Ibídem. 53 Ricardo Olmos, “Humanismo en la moderna estética musical”, Arbor, 114, Madrid, junio de 1955, pp. 369-371.

471

Page 484: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

son, musique du verbe de Marcel Beaufils en marzo de 1956.54 Otros tratan de estudios

científicos sobre la psicología de la audición: Psychanalyse de la Musique de André

Michel en diciembre de 1957.55 Los hay de una línea trascendente y religiosa como

Música y espiritualidad de Alfred Colling, publicado en Valencia ya en castellano, y

comentado en marzo de 1961.56 Finalmente, hay también una reseña de la parte

dedicada a la música en la Enciclopedia Labor, ubicada en la segunda parte del tomo

VII, cuyo comentario apareció en el fascículo de mayo de 1958.57 Sin embargo, la

naturaleza de estos artículos no deja entrever la postura de Ricardo Olmos sobre hechos

musicales, por lo que se ha optado por no incluir reseñas de los mismos.

Los artículos más ricos y complejos pertenecen al tema de las reflexiones sobre la

música de su tiempo, que aquí se tratan divididos en dos líneas: historiografía y

aparición de nuevos lenguajes. En el enfoque historiográfico, aparece su opinión en

torno a la obra de Adolfo Salazar en el libro Los grandes compositores de la era

romántica, quien fue un intelectual español en el exilio que perteneció a la élite cultural

española de los tiempos de la República, época de juventud de Olmos sobre la que

apenas se tienen escritos del propio compositor. Sus comentarios, como el presentado

en la siguiente cita, revelan el efecto de las ideas intelectuales de Salazar sobre su

pensamiento y nos permiten matizar su vinculación a las generaciones cultas de la época

de la República, citada por Leopoldo Hontañón58 sin precisarla con detenimiento:

Espléndido libro el de Adolfo Salazar, una de las más dignas y

sobresalientes aportaciones que al mundo de las ideas estéticas se ha realizado

en lengua española. Libro abundante en excelsas cualidades, entre las que

podemos destacar: la exacta visión y certero enfoque de los problemas que

plantea este vasto movimiento; la gran copia de datos […]; su estilo florido y

abundante en imágenes […] y […] el método de exposición de este trabajo.59

En la cita expuesta, Ricardo Olmos hace una valoración del estilo y el método

expositor de Salazar, pero pronto su reseña genera una reflexión muy enriquecedora en

torno al tema de la música y la sociedad en el romanticismo. El autor del libro pretendió

54 Ricardo Olmos, “Música y verbo”, Arbor, 123, Madrid, marzo de 1956, pp. 471-472. 55 Ricardo Olmos, “Aportación de la magia musical a la ciencia psicoanalítica”, Arbor, 144, Madrid, diciembre de 1957, pp. 477-479. 56 Ricardo Olmos, “El éxtasis de la música”, Arbor, 183, Madrid, marzo de 1961, pp. 140(388)-142(390). 57 Ricardo Olmos, “Del grande rasgo al pequeño matiz”, Arbor, 149, Madrid, mayo de 1958, pp. 146-148. 58 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores valencianos…op. cit., p. 183. Tomado de unas notas a un programa realizadas por Leopoldo Hontañón. 59 Ricardo Olmos, “Función social del Romanticismo”, Arbor, 132, Madrid, diciembre de 1956, pp. 525-526.

472

Page 485: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

siempre que su obra actuara como fermento reflexivo sobre el lector, y Olmos lo hace

con una profundidad que nos permite entrever sus posturas en torno al citado tema:

Y esta es la gran misión social del movimiento romántico: la de captarse, en

provecho y por amor del arte, a la clase burguesa europea; movimiento social

que no tiene precedente en la historia de la música y que no resiste parangón más

que en el período contemporáneo, en que la música, por medio de la radio y

demás inventos mecánicos modernos, está conquistando para el arte la gran masa

proletaria (último baluarte que le quedaba a la “anti-música”), llevando la buena

nueva del arte hasta los rincones más apartados de la tierra y penetrando

gozosamente hasta en los hogares más humildes de los últimos estratos sociales.

Y con ello da cima el ciclo de extensión superficial y de ensanchamiento por la

base, que con alta y elevada misión espiritual y civilizadora ha llevado por los

senderos del mundo el arte musical.60

Las líneas anteriores demuestran la resonancia del pensamiento de Salazar en

Ricardo Olmos, dando pie a consideraciones sobre la difusión del hecho artístico de

cierta riqueza y trascendencia.

Entre las reflexiones sobre temas historiográficos, está presente su punto de vista

en torno a la Breve historia de la música, publicada por el pianista valenciano Leopoldo

Querol en la Editorial Summa de Madrid en 1955, cuya reseña fue presentada por

Olmos en diciembre de 1957. Los términos son francamente elogiosos, como se aprecia

en las siguientes líneas:

[…] Admiramos en este libro las sobresalientes cualidades pedagógicas de

su autor; cualidades que hacen que, cualesquiera sean la edad, condición social o

preparación cultural del que lo lea, se halle en condiciones de extraer de esta

Historia el jugo necesario que para llenar su laguna formativa, o sencillamente

para satisfacer su simple curiosidad, necesite […]61

Sin embargo, la reflexión en torno al libro no tiene la hondura de la de Salazar, sin

generar nuevas ideas, quedándose en el aspecto descriptivo:

Esta nueva faceta de la minerva de Leopoldo Querol acaba de perfilar una

personalidad amplia, enciclopédica, de vastos horizontes y de diversas, aunque

no heterogéneas, tendencias, que convergen en una unidad espiritual superior,

60 Ibídem. 61 Ricardo Olmos, “Querol, Leopoldo: Breve Historia de la Música”, Arbor, 144, Madrid, diciembre de 1957, pp. 494-495.

473

Page 486: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

que une en una misma persona una exquisita sensibilidad de artista, una pluma

bien tallada y una sólida y concienzuda formación cultural […]62

Es interesante señalar que Leopoldo Querol fue una de las personalidades, en torno

a la cultura musical, que permanecieron en España tras la Guerra Civil. Este hecho

permite confrontar los comentarios que le hizo Olmos con los que publicó sobre

Salazar, figura que marchó al exilio, y así apreciar la diversidad de pensamientos en

torno a la historiografía musical que movieron a la reflexión de Ricardo Olmos.

Sin embargo, la mayoría de reseñas se referían a libros publicados en Francia como

Le Romantisme dans la musique européenne de Chantavoine y Caudetroy-

Demombynes, en el fascículo de febrero de 1956.63 De Gounod a Debussy de Robert

Pitron, en mayo de 1958.64 Y La Musique française contemporaine de Claude Rostand,

en febrero de 1956. En esta última justifica, tal como cita en las siguientes líneas, su

valoración y aprecio del nivel cultural del pueblo francés:

Este incesante bullir no es más que el indicio claro de la interna inquietud

de un pueblo dotado de una sensibilidad exquisita y de un afán cultural y

espiritual como quizá no haya otro sobre la faz de la tierra. Manifiestos, estrenos

sensacionales, fracasos estrepitosos, declaraciones en prensa y radio, se han

sucedido en estos últimos años y han sido seguidos por un público curioso,

despierto a toda novedad y siempre generoso para sus artistas, sean de la

tendencia que sean, por muy avanzada y atrevida para el nivel medio de ideas

contemporáneas.65

Este fragmento, más que apología francófila, busca un estimular el clima cultural

español. Ricardo Olmos había pasado una temporada en París estudiando y había

asistido fascinado, a un ambiente musical de gran riqueza.

El segundo enfoque, en torno a la aparición de nuevos lenguajes, adquiere una

especial trascendencia en tanto que en la España de entonces se asistía a una importante

renovación de la música llevada a cabo por la que luego se llamó Generación del 51,

cuyo punto de partida fue la introducción en nuestro país de partituras y grabaciones

procedentes del extranjero, sobre todo de Francia. En el fragmento antes citado, Olmos

ya reflexiona sobre este tema, con mucha prudencia por ser reticente a lenguajes

62 Ibídem. 63 Ricardo Olmos, “Romanticismo europeo y nacionalismo francés”, Arbor, 122, Madrid, febrero de 1956, pp. 298-300. 64 Ricardo Olmos, “Del grande rasgo al pequeño matiz”, op. cit., pp. 149-150. 65 Ricardo Olmos, “Romanticismo europeo y nacionalismo francés”, op. cit., pp. 300-301.

474

Page 487: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

radicalmente modernos, como se observa en las siguientes líneas al valorar con estas

palabras las posturas musicalmente más atrevidas: Algunos marcan un camino de

retroceso para emparentarse con grupos anteriores, otros acusan un avance

extraordinario, y no falta quien parece dar el temible salto en el vacío que hace

presagiar la irremediable catástrofe […]66 Los adjetivos y expresiones referidas a estos

avances más radicales reflejan su postura, justificada plenamente en su reseña al libro de

Antoine Goléa titulado Esthétique de la Musique contemporaine, datada en junio de

1955, donde plantea la riqueza creativa francesa y discute nuevas tendencias:

Antoine Goléa bucea en las corrientes estéticas de los últimos años, que

unen a la complejidad propia de todo lo moderno, la actualidad creadora de

muchas figuras de la composición que viven y producen aún […] esta labor se

encuentra ennoblecida por una actitud por demás simpática: la del hombre que se

acerca, con curiosidad y con generoso esfuerzo de comprensión, a toda

innovación, por radical y extremista que ésta sea […]67

Sin embargo, sobre esta base abierta y tolerante, pronto surgen reservas ante las

corrientes más avanzadas, que justifica seguidamente con las siguientes palabras:

Una sola excepción, y muy justificada por cierto, hace en estas

aceptaciones: es la relacionada con las experiencias que en los laboratorios de

Radio Colonia realiza el joven compositor Karlheinz Stockhausen. Estas

investigaciones, que se basan en la búsqueda de sonidos electrónicos y ritmos

inéditos por la construcción de máquinas cada vez más perfectas, abocan

peligrosamente a la sustitución del elemento humano, indispensable en la obra de

arte, por la frialdad de la máquina, cuya falta de sensibilidad, de imaginación y

del maravilloso don humano de la creación, no quedaría suficientemente

reemplazada con la exactitud matemática de la pureza de los sonidos, con sus

combinaciones rítmicas de una sutileza jamás hasta ahora igualada y con los

atractivos y encantadores timbres electrónicos. Mientras sea el valor humano el

que rija con sus cada vez más potentes facultades el mundo sonoro, todo puede

ser aceptable; en el momento en que sea el “robot musical” el que “fabrique” la

pieza de música, el arte, recreación del mundo sensible que nos circunda, habrá

fenecido irremisiblemente.68

66 Ibídem. 67 Ricardo Olmos, “Humanismo en la moderna estética musical”, op. cit., pp. 367-369. 68 Ibídem.

475

Page 488: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Aunque este fragmento plantee una seria condena hacia los nuevos lenguajes, se

discuten alternativas valiosas presentes por aquel entonces, justificándolas con rigor en

la siguiente cita:

Trabajos que tienen por fundamento las aplicaciones a nuestro arte de las

inapreciables aportaciones que la ciencia moderna nos brinda, pero en los que se

advierten dos caminos diametralmente opuestos: el de aquellos que parecen

entregarse alocadamente a la esclavitud de la máquina, que puede un día arrollar

y matar la personalidad humana y, por contraposición, la de los que, como

Olivier Messiaen, buscan en el ritmo de los árboles, en el canto de los pájaros y

en los susurros del viento y del agua los fundamentos eternos de un arte natural y

siempre humano.69

La confrontación entre humanismo y maquinismo es el argumento que esgrime

Ricardo Olmos en su rechazo a ciertos lenguajes novedosos. Independientemente de su

postura, el interés reside en que un músico español reflexione en una revista de

divulgación científica sobre estas nuevas tendencias musicales, aportando su grano de

arena en la modernización de la música española de aquella época.

El último grupo temático que abordó fue el de la música popular y el folklore,

sobre el que hizo un ingente trabajo de campo que cristalizó en los Cuadernos de

música folklórica valenciana publicados en Valencia, entre 1950 y 1960. Su

compromiso con esta actividad se reflejó en la reseña publicada en junio de 1954 sobre

el Cancionero popular de la provincia de Madrid, en dos volúmenes, obra de Manuel

García Matos:

El Instituto Español de Musicología del Consejo Superior de

Investigaciones Científicas nos ofrece en este libro, y por el ingenio de don

Manuel García Matos, el primer fruto de un trabajo que viene años ha larvándose

en sus copiosos archivos. Se trata, nada menos, que del magno y ambicioso

proyecto (y felizmente puesto ya con este libro en vías de realización) de la

recogida íntegra y total, dentro de las humanas posibilidades, del cancionero

español, labor exhaustiva que se acomete por primera vez en España y que,

indudablemente, ha de producir muy provechosas y benéficas influencias en

nuestros ambientes musicales.70

69 Ibídem. 70 Ricardo Olmos, “García Matos, Manuel: Cancionero popular de la provincia de Madrid”, Arbor, 102, Madrid, junio de 1954, pp. 382-383.

476

Page 489: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Tras exponer el proyecto, Ricardo Olmos plantea su importancia y trascendencia,

haciendo hincapié en lo poco estudiado del tema:

Ninguno de los países de Europa, si se exceptúan, acaso, los de raza eslava,

se puede enorgullecer de poseer una cantera de canciones populares tan rica, tan

múltiple y variada, y tan “coloreada”, si se me permite la expresión, como

nuestra Península […] el amor por estos estudios llega a España con algunos

años de retraso y después de que en la mayoría de los países europeos se ha

trabajado ya en este sentido de una manera concienzuda y seria.71

Estas líneas son muy importantes porque en ellas Olmos justifica una de las

vertientes más importantes de su personalidad musical. Su sencillez y modestia no le

permitieron hablar de su trabajo personal, pero su visión sobre los estudios de otros

musicólogos y folkloristas nos permite tener una idea del enfoque que planteó sobre este

tema.

VI. 3. 2 Investigador del folklore

El segundo aspecto de sus actividades en el campo de la teoría musical se

encuentra en sus trabajos como folklorista, iniciados en su juventud cuando fue

destinado como maestro nacional en pequeños pueblos de Albacete y Valencia.

Posteriormente los completó en su madurez, mediante sus colaboraciones con el

Instituto Valenciano de Musicología, dirigido entonces por su maestro Manuel Palau.

Las siguientes líneas, publicadas por un crítico musical de la talla de Eduardo

López-Chavarri Marco, se constata el valor de Ricardo Olmos para realizar estos

estudios y lo beneficioso de su colaboración: Y eso ha de ser el folklore: cosa viva y sin

desfiguración alguna. Por eso el haber cometido esa empresa (es de suponer que con el

tiempo por delante, pues la colecta folklórica no se improvisa) a Ricardo Olmos es, sin

duda, un buen acuerdo.72

Ricardo Olmos publicó cuatro cuadernos con piezas de folklore valenciano, y

algunas de éstas fueron empleadas por varios compositores valencianos en obras

sinfónicas inspiradas en temas populares. Seguidamente se van a enunciar cuatro

ejemplos, uno de cada cuaderno, con las obras en las que se emplearon. 71 Ibídem. 72 Eduardo López-Chavarri Marco, “Ricardo Olmos y el folklore”, Las Provincias, 3-I-1958, p. 14.

477

Page 490: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el primer cuaderno, publicado en 1950 con canciones de Onteniente y Bélgida,

recopiló una canción de crítica local de Onteniente, gracias a la colaboración de María

Sancho Ferri por aquel entonces de 28 años,73 titulada Mare, Visanteta es casa…

Esta pieza fue utilizada, más de treinta años después, por el compositor Rafael

Talens en el segundo movimiento de sus Cançons de mare para banda.

Más variado es el empleo de una melodía de Bocairente titulada Pasacalle de la

Mahoma, incluida en el sexto volumen datado en 1952.

La pieza es muy semejante, aunque con distinta rítmica, a la Dansa de les espies

recopilada por Emilio Valdés en la localidad alicantina de Biar, quien luego la empleó

en su pieza para banda Fiestas en la Villa. Asimismo, otros compositores emplearon

esta misma melodía: Amando Blanquer la utilizó en el segundo movimiento de sus Tres 73 Ricardo Olmos, Cuadernos de Música Folklórica Valenciana: Canciones y Danzas de Onteniente y Belgida, Valencia: Diputación de Valencia-Instituto de Musicología de la Institución Alfonso el Magnánimo, 1950, vol. 1, p. 62.

478

Page 491: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

danses valencianes para orquesta, datadas a principios de los años sesenta; y Rafael

Talens la utilizó en el segundo movimiento de sus Festívoles para banda, compuestas en

torno a 1986.

En el volumen 7-8, con canciones y danzas de Morella y Peñíscola, utilizó una

Dança dels bastonets, utilizada por Amando Blanquer en el primer movimiento de las

Tres danses valencianes arriba citadas.

Finalmente, en el último volumen en el que colaboró, el número 9, recopiló una

melodía de Morella titulada La degollà, utilizada por Rafael Talens en el primer

movimiento de Festívoles, obra antes mencionada.

Sin embargo, Ricardo Olmos no se limitó a la recopilación de melodías y danzas

folklóricas, también realizó conferencias sobre este tema con finalidad divulgativa,

buscando una mayor incidencia social de sus investigaciones. La primera se tituló La

canción popular y tuvo lugar en Madrid en diciembre de 1959. Sin embargo, utilizó esta

temática mucho más tarde, cuando ya se había creado una notable trayectoria como

conferenciante en torno a otros temas. En marzo de 1969 pronunció en Valencia una

conferencia-concierto titulada: Características étnicas de la canción popular española,

con la colaboración de pianistas que ejecutaron algunas piezas. La validez e interés

479

Page 492: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

público de la misma lo reflejó Eduardo López-Chavarri Andújar en el diario Las

Provincias:

El Aula Magna de nuestro Conservatorio registró una nutridísima entrada

para escuchar la palabra del ilustre compositor y catedrático, don Ricardo

Olmos, sobre un tema no menos atractivo: ‘Características étnicas de la canción

popular española’. Olmos no sólo es una voz autorizada en la materia sino que,

además es un artista depurado […] Esta unión de facultades le hace vehículo

ideal para estos menesteres folkloristas, en los que no sólo aporta conocimientos,

sino la necesaria labor creadora, que aún perfila más la valía natural de estas

joyas del acervo musical nacional. Su conferencia fue modélica, ya que aunó el

repaso a los mapas populares de Castilla, Galicia y Cataluña con la audición de

una selección de sus’cuadernos’ folklóricos […]74

En esta reseña se aprecia la calidad de sus conferencias y la recepción despertada.

Las hipótesis e ideas expresadas por Olmos las resumió el crítico Enrique Gomá en la

siguiente reseña, inserta en el periódico Levante:

El maestro Ricardo Olmos habló con muy finas y sensibles opiniones sobre

el diverso carácter de la música popular tradicional de tres regiones españolas

bien diferenciadas por sus respectivos ambientes: Castilla, Galicia y Cataluña.

Fruto, consecuencia de este ambiente, de este clima, son sus distintas sicologías

y, por lo tanto, lo más representativo y típico de sus viejas danzas y canciones

[…]75

En los años 1972 y 1973 impartió varias conferencias sobre este mismo tema,

ligeramente modificado: Algunas consideraciones sobre la música popular castellana,

gallega y catalana. En este último año, planteó una interesante hipótesis en torno al

lirismo y la música popular, reflejada en la conferencia presentada en Valencia con el

título de El lirismo en la música popular valenciana, que se desglosará en el siguiente

epígrafe.

74 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Conferencia de Ricardo Olmos, en el Conservatorio Superior”, Las Provincias, 28-III-1969, p. 29. 75 Enrique Gomá, “Ricardo Olmos, conferenciante y compositor”, Levante, 28-III-1969, p. 13.

480

Page 493: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VI. 3. 3 Conferencias y crítica

El tercer componente que se trata en este punto es su actividad como

conferenciante, previamente esbozada en su vertiente folklorista, pero más amplia y

variada al abarcar otros campos del conocimiento musical.

Su compromiso con la pedagogía y la divulgación hizo que en estas conferencias

acercara al público grandes temas de la música clásica y popular, sin que por ello

rebajara el grado de erudición de sus palabras. En un principio las planteó como unas

Disertaciones autocríticas, en las que pretendía hablar de los fundamentos de su estilo y

obra, dotándolas de una claridad que permitiera al oyente una mejor comprensión

general de su música. Inició esta actividad a partir de 1955, primero en Zaragoza y

luego en Lorca.

Sin embargo, en un concierto celebrado en Madrid el 8 de mayo de 1957 se planteó

la posibilidad de adjuntar unas palabras explicando sus obras, junto con la interpretación

de las mismas, y ante el éxito de esta iniciativa decidió impartir unas conferencias-

concierto sobre sus propias creaciones musicales. Ricardo Olmos tituló esta actividad

con la expresión El músico ante su obra, y su funcionalidad divulgativa fue elogiada,

impartiendo sucesivas conferencias-concierto sobre este tema, realizadas el año

siguiente en Badajoz y Barcelona.

Tras iniciar esta nueva línea, aprovechó las posibilidades didácticas de este método

para realizar conferencias sobre la obra de otros estilos y compositores, preferentemente

de música rusa. Primero fueron unos Comentarios a ‘Cuadros de una exposición’ de

Mussorgsky, en 1959. Más tarde tituló estas conferencias como charlas musicales, con

temas muy variados, como Stravinsky de quien disertó en torno a Petrouchka e Historia

del soldado en sendas conferencias. También habló sobre el citado Mussorgsky con un

Comentario al Boris Godunov, impartido en Madrid en mayo de 1967, así como otros

autores clásicos donde destacó la realizada sobre el Orfeo y Euridice de Gluck. Incluso,

acentuando las pautas divulgativas, planteó un Estudio comparativo entre Macbeth y

Boris Godunov, grandes temas de la literatura universal traducidos en óperas de singular

valía musical.

De estas disertaciones extrajo una teoría estética en torno al lirismo, con aspectos

discutibles, pero sólidamente argumentada. Esta hipótesis se originó en las conclusiones

extraídas al recopilar gran cantidad de cantos populares y confrontarlos con obras

481

Page 494: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

cultas, planteando estrechas relaciones entre la música y la idiosincrasia de cada uno de

los diferentes pueblos de Europa. La primera conferencia sobre el tema la tituló: El

lirismo en la música popular valenciana, impartida en Valencia en marzo de 1973,

pocos días después la dio en Bocairente, localidad donde años atrás había realizado una

importante colecta de material folklórico, y luego en Segovia. Tiempo más tarde, a

principios de 1975, profundizó en este tema con una nueva conferencia titulada:

Defensa y exaltación del lirismo.

En la conferencia realizada en Valencia, explicada en la siguiente reseña publicada

en el diario Jornada, esbozó esta teoría:

La conferencia versó sobre el tema ‘El lirismo en la música popular

valenciana’. Remontándose a los orígenes griegos, nos condujo a través de la

Historia, definiendo, en principio, los conceptos de la palabra lirismo y sus

tendencias en los países europeos. Tras exponer las diferentes ideas filosóficas,

llegó a enfrentar: lirismo contra racionalismo.76

Estas ideas aparecen desglosadas más detalladamente en esta cita, publicada por

Eduardo López-Chavarri Andújar en Las Provincias:

Ricardo Olmos supo expresarse con llaneza y el recorrido desde la antigua

Grecia hasta los conceptos de Wagner y Nietzsche vino a resumir el dualismo de

formulaciones estéticas sobre el que en última consecuencia triunfa el lirismo, tan

afín y sustancial a la claridad, luminosidad y equilibrio mediterráneos. Olmos no

sólo desgranó una conferencia muy interesante y dotada de información, sino

que, de nuevo, deparó ocasión de aplaudir su exquisita finura para armonizar

melodías populares, sin que pierdan calor ni estilo […]77

En la siguiente entrevista se aprecian sus ideas que formaron esta teoría, puesto que

resume este concepto con la expresión literal de sus palabras:

¿Cúal es la acepción que da usted al término lirismo?

Yo lo entiendo como un predominio de la melodía; en la conferencia, lo

contrasto con el racionalismo.

¿Qué país es el más vivo ejemplo de la música racionalista?

Francia; de Italia, en cambio y hacia el sur, emana el lirismo; también son

ejemplos de lirismo musical los países orientales.

76 Sin autor, “Valencia actualidad: En el Conservatorio Superior de Música”, Jornada, 28-III-1973, p. 8. 77 Eduardo López-Chavarri Andújar, “Ricardo Olmos, conferenciante, y María Antonia Martínez Brell, en una sesión de música popular valenciana, en el Conservatorio”, Las Provincias, 22-III-1973, p. 37.

482

Page 495: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

¿Depende de la idiosincrasia?

Sí; por eso mismo está además (es una teoría que yo expongo) íntimamente

ligado con el idioma; el inglés y el francés, son más aptos para explicar

conceptos: música conceptual; el italiano, es más musical, se presta más a la

melodía, al lirismo.

¿Es rica en lirismo la música valenciana? Extraordinariamente rica;

observe, por lo que le exponía de relación de la música con el lenguaje, lo rico en

vocablos que es el valenciano; pues bien, ésta es otra teoría muy curiosa e

interesante; el lenguaje rico en vocales se corresponde con una música llena de

lirismo; las vocales, son la melodía del idioma, mientras que las consonantes son

las notas conceptuales, en que se sostienen.

De los autores valencianos, en esta acepción que da usted al lirismo,

¿quiénes son ejemplos?

Le voy a hablar únicamente de los ya fallecidos y a los que he conocido

personalmente; todos son líricos; entre ellos, Giner, López-Chavarri, Palau,

Cuesta […]78

Estas palabras resumen, mejor que cualquier comentario, el ideario estético de

Ricardo Olmos y su forma de entender la creación y recepción musical. En ellas está

implícito un reconocimiento a la música popular y su influencia en la creación de los

compositores de cualquier región cultural, especialmente la valenciana. Aquí menciona

brevemente a los compositores que iniciaron un incipiente nacionalismo valenciano,

aparecido a principios de siglo XX y extendido a lo largo del mismo, de cuya música se

sintió estrecha y profundamente influido.

Como punto final a este epígrafe, cabe señalar que Olmos no se dedicó a la crítica

musical, frente a la riqueza de sus aportaciones en materia de crítica bibliográfica. Sólo

se dispone de un fragmento publicado en el diario Levante que, más que una crítica,

constituye un emocionado recuerdo a su maestro Manuel Palau, poco después de su

fallecimiento.

En algunos puntos del texto nos desarrolla valoraciones técnicas muy interesantes

sobre Palau, siempre dentro de una pauta, en general, altamente elogiosa:

Vida y acrecimientos rítmicos continuos y sin desmayo, riqueza tímbrica en

una orquestación densa y plena de delicados detalles, color armónico vivo y

78 Salvador Barber, “Olmos Canet: ‘El lirismo en la música está íntimamente relacionado con el lenguaje’”, Las Provincias, 22-III-1973, p. 15.

483

Page 496: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

variado y una línea melódica pura (el timbre de la voz blanca debe contribuir

mucho a conseguir esta pureza) de finas reminiscencias populares, siempre noble

y siempre elegante. El ‘amorfismo’ que se pudiera advertir en ‘Rapsodia d´abril’

no es tal, pues, bien se percibe cómo del interior de la misma arranca una unidad

celular, que da cohesión a toda la obra; porque Palau huye como de la peste (y

esto se advierte como presente de intención, en todo momento, en el compositor),

de todo lo que pueda suponer cuadrícula, agotadora e infecunda.79

Por la clarividencia técnica y la riqueza del lenguaje, se observa como Olmos pudo

haber sido un interesante crítico musical. Pero, antes que tratar el hecho musical,

prefirió trabajar sobre textos o, como en este caso, partituras que analizó detenidamente

como último tributo a su maestro.

En este mismo texto, plantea una visión trascendente y metafísica, tanto del hecho

musical como del sentido del arte en general:

Es consolador el pensar, para los que tenemos cifrado nuestro máximo

ideal humano en el alegre quehacer artístico, cómo la actividad creadora triunfa

sobre la grosera materia, consiguiendo que, descompuesta y extinguida ésta,

perdure y siga viviendo (y con vida más real y verdadera) la trascendente obra

del espíritu.80

En la figura de Ricardo Olmos está muy estrechamente unida su faceta de artista y

músico con una sólida formación cultural. En ambos casos no se puede entender la una

sin la otra, a diferencia de tantos músicos españoles de su época.

Su música, editada en su mayoría, sigue teniendo vida propia y sus estudios

musicológicos sobre el folklore han despertado la inspiración de otros compositores

para crear música basada en el acervo popular valenciano. Así, es justo reivindicar el

papel de este compositor, tanto en el contexto musical de su Valencia natal, como de

España en conjunto.

79 Ricardo Olmos, “El Testamento de un Maestro: ‘Balada al absent’ y ‘Rapsodia d´abril’, de Manuel Palau”, Levante, 19-IV-1969, p. 30. 80 Ibídem.

484

Page 497: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VII. Luis Sánchez

VII. 1 Biografía

VII. 1. 1. Formación y años de juventud

Luis Sánchez Fernández nació en Valencia, el 4 de septiembre de 1907, en el seno

de una familia de extracción social burguesa, domiciliada en el número 33 de la Gran

Vía del Marqués del Turia. Inició sus estudios musicales en el Conservatorio de

Valencia en 1917, con Amancio Amorós en solfeo y armonía, y José Bellver en piano,

donde ya en 1919 obtuvo un premio en la asignatura de solfeo que mereció esta reseña

en la revista Bellas Artes:

Por exceso de original, en nuestro número anterior dejamos, para insertar

en el presente el triunfo alcanzado en las últimas oposiciones a premio en la

asignatura de Solfeo, celebradas en el Conservatorio de Música y Declamación

de esta ciudad, adjudicándose por unanimidad el primer premio al aprovechado e

inteligente niño Luis, alumno oficial, y particular de D. Amancio Amorós.1

En esta breve cita ya se mencionaban sus condiciones y futuras posibilidades en la

práctica musical:

Muy joven, pues no cuenta más que once años, es Luisito un verdadero

amante del arte de la Música. Su inteligencia preclara y dispuesta para tan divino

arte hacen del niño un viejo, pues a pesar de sus pocos años en el estudio tiene ya

algunas cosillas escritas en lo que al arte se refiere. Es, en fin, de los que los

buenos maestros dicen que llegará a ser un gran músico, demostrándolo así los

dos años de piano que en el último curso ha aprobado, bajo la dirección de D.

José Bellver.2

Sin embargo, pronto necesitó unos conocimientos que no le podía proporcionar la

enseñanza en el Conservatorio y, hacia 1924, inició sus estudios particulares con

Manuel Palau, cuya trascendencia mencionó el compositor en las siguientes palabras

que publicó años más tarde en el periódico La Correspondencia de Valencia:

1 Sin autor, “El niño Luisito Sánchez Fernández”, Bellas Artes, Septiembre 1919, p. 12. 2 Ibídem.

485

Page 498: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En vista de ello, acudí a las clases particulares de don Manuel Palau, quien

con sus sabios consejos y claro sentido pedagógico, me orientó, muy

concienzudamente, en materia de Composición, perfeccionándome, además, mis

raquíticos y viciosos conocimientos sobre armonía.3

Al año siguiente se examinó satisfactoriamente, como alumno libre, de tres cursos

de composición. Pero sufrió muchas trabas para superar el cuarto y último curso, lo que

le creó un profundo desencuentro con el mencionado centro de enseñanza, prolongado

durante muchos años, como se demuestra en reseñas de prensa donde se citan conflictos

con dicha institución académica.

Poco tiempo después, el 7 de marzo de 1926, la Banda Municipal de Valencia le

estrenó la versión bandística de Ecos de la Alhambra. Este concierto supuso la

presentación del entonces novel compositor ante el público, mostrándose como una

figura con un futuro muy prometedor en el campo de la composición musical.

En aquellos tiempos, también compuso piezas bailables, como demuestra esta lista

publicada en La Correspondencia de Valencia durante aquel mismo año: Del novel

autor valenciano don Luis Sánchez, recibimos tres bonitos números de música ligera:

‘Les dos germanes’, sardana; ‘¡Viva Valencia!’, marcha, y ‘Desilusión’, tango.4

Meses más tarde, el 7 de agosto de 1926, la Orquesta Sinfónica de Valencia

estrenó la versión orquestal de Ecos de la Alhambra, donde superó satisfactoriamente su

primer contacto con un público y crítica más exigentes.

En la siguiente cita, publicada en el diario Las Provincias, se mencionan sus

estudios de Medicina que, durante varios años, simultaneó con los musicales:

Párrafo aparte merece la obra de un novel compositor, L. Sánchez, alumno

de nuestro Conservatorio, que comparte con brillantez los estudios musicales y

los de la ciencia de Hipócrates. Ayer tocó la orquesta una bella impresión

sinfónica de L. Sánchez, de estilo español […] Para ser de un jovencísimo

compositor es una obra muy digna de estima; resulta elegante, bien construída, y

está instrumentada con mucho arte.5

Sin embargo, en las líneas anteriores se lo cita como alumno del Conservatorio

pese a los problemas ya mencionados, ante lo que el compositor reaccionó con

3 Luis Sánchez, “Musicales: Más sobre el Conservatorio”, La Correspondencia de Valencia, 20-III-1935, p. 4. 4 Sin autor, “Ediciones recientes”, La Correspondencia de Valencia, 13-V-1926. 5 Sin autor, “Viveros Municipales”, Las Provincias, 8-VIII-1926, p. 2.

486

Page 499: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

contundencia para desmentir esta condición, con esta reseña publicada en La Voz

Valenciana:

Para que no haya una falsa interpretación de uno de los párrafos que se

leen en la información musical de ‘Las Provincias’, del día 8 […] Dice dicha

información, que soy alumno del Conservatorio, y efectivamente, allí cursé mis

estudios de piano […] Ahora bien; citarme como alumno de dicho centro, en

ocasión en que aparezco como autor de una obra para orquesta, creo que da

lugar a que se desprenda de ello, el que yo deba también al Conservatorio, mis

conocimientos en materia de Composición […] Y no hay tal. Yo no he cursado

dicha enseñanza, sino en las clases particulares del maestro Palau, y a él soy

deudor de haber podido escribir ‘Ecos de la Alhambra’.6

Tras esta prometedora presentación, Luis Sánchez se dedicó a la composición de

comedias líricas en valenciano, muy populares en aquella época. La primera se tituló La

purea del amor [sic], con texto de Ricardo Rodríguez, estrenada el 7 de abril de 1927 en

el Teatro Regional Valenciano. Esta crítica publicada en Las Provincias muestra una

acogida muy positiva de la obra: La música avala bien la obra, y aún en algunos

momentos la supera; tiene unas canciones […] un recital, una plegaria de tiple y un

dúo […] 7 En esta cita, publicada en El Pueblo, incluso se le auguraba gran porvenir

como compositor de música teatral: La partitura de ‘La purea del amor’ es una muestra

más de lo mucho que puede hacer en el campo de la lírica teatral el joven Sánchez

Fernández […]8

Pese al éxito y la gran cantidad de representaciones de esta pieza, sus intereses

musicales iban por distinto camino, aunque en el futuro no dejó de componer nuevas

obras en este género.

A finales de 1927 se presentó por primera vez en público como pianista,

acompañando al violinista Enrique Segarra en concierto celebrado en el Ateneo

Regional, donde incluyó obras propias con singular éxito. La siguiente reseña,

publicada en el Diario de Valencia, refleja este hecho: Muy conocido el señor Sánchez

como compositor, se reveló como un gran pianista en la ejecución de obras de

Granados, Falla, Debussy y otras dos suyas, tituladas ‘Un día por las cumbres’ e

‘Invierno’, y fuera de programa, ‘Ecos de la Alhambra’ […] 9

6 Luis Sánchez, “Noticiero musical: Una aclaración”, La Voz Valenciana, 12-VIII-1926, p. 2. 7 Sin autor, “Regional”, Las Provincias, 8-IV-1927. 8 Sin autor, “Teatro regional: ‘La purea del amor’”, El Pueblo, 8-IV-1927. 9 Sin autor, “Musicales”, Diario de Valencia, 27-XII-1927.

487

Page 500: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En otras ocasiones compuso obras por compromisos familiares, cuyo carácter no

fue obstáculo para demostrar su talento como compositor, entre las que hay varios

pasodobles de éxito. El primero titulado Requeni, dedicado al decano de los viajantes de

comercio valencianos, fue estrenado con éxito por aquel entonces como se refleja en

esta cita publicada en Las Provincias: Durante la comida fue estrenado un pasodoble,

dedicado al señor Requeni por su autor, el novel compositor don Luis Sánchez, hijo de

un viajante de comercio, y que fue calurosamente aplaudido por todos los señores

concurrentes, alcanzando un clamoroso éxito.10

Su segunda y última comedia lírica valenciana, titulada Cor de ferro, sobre texto

original de Ricardo Rodríguez y Ricardo Santamaría, fue estrenada en el Ateneo

Regional el 11 de marzo de 1928. En las siguientes líneas publicadas en El Pueblo, se

reconoció escuetamente su valía: En cuanto al maestro Luis Sánchez, ha compuesto tres

números de música estupendos, repitiéndose infinidad de veces dichos números.11 El

compositor se sentía muy vinculado al mundo del teatro musical, y así participó como

director de orquesta en una función extraordinaria en honor al primer actor y director

Juan Gallart, celebrada en el Ateneo Regional el 25 de marzo de 1928.

Aunque por aquel entonces sus actividades musicales eran muy variadas, la mayor

parte de su fama se debió a la versión bandística de Ecos de la Alhambra, repetidamente

interpretada por la Banda Municipal de Valencia. La popularidad de esta obra queda

demostrada con su elección, por la Unión Musical de Vinalesa (Valencia), como obra

libre en su participación en la segunda sección de la edición de 1929 del Certamen de

Bandas de la Feria de Julio en Valencia, celebrado el 6 de agosto del citado año.

Durante estos años, Luis Sánchez simultaneó sus estudios de Medicina con su

carrera musical, por lo que sus actividades musicales no fueron tan frecuentes como él

mismo pretendería, perviviendo estas circunstancias hasta que terminó esta carrera en

1933. Esta situación fue mencionada, en repetidas ocasiones, por la crítica en los

estrenos de sus obras y sus apariciones en concierto público.

En abril de 1930, la Orquesta Sinfónica estrenó su segunda obra orquestal, titulada

Dos Apuntes Sinfónicos, en la que se reflejaban las enseñanzas de su maestro Manuel

Palau. En esta obra su estilo maduró, puesto que su lenguaje armónico era más

avanzado y contaba con ejemplos de textura muy original, de modo que la crítica

musical valenciana empezó a tenerle en cuenta entre los jóvenes compositores

10 Sin autor, “El homenaje al decano de los viajantes”, Las Provincias, 10-I-1928. 11 Sin autor, “En el Ateneo Regional…”, El Pueblo, 14-III-1928.

488

Page 501: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valencianos de aquellos años. El propio Manuel Palau valoró su obra en una crónica

aparecida en la prensa, como uno de los compositores que podrían regenerar la creación

musical valenciana.12

Sin embargo durante los meses siguientes, su obra fue de escaso fuste y originada

por encargos familiares y sociales. El primer ejemplo fue el estreno de la marcha El

viajante español, en el marco de la Fiesta del Viajante celebrada en Valencia el 3 de

agosto de 1930, por la Banda Unión Musical de Valencia, como aparece citado en el

programa de actos del evento:

Además, la Banda Unión Musical de Valencia interpretará selectas

composiciones de escogidos autores valencianos, entre las que figurará ‘El

Viajante Español’ (marcha), escrita exprofesamente para este acto por el

eminente compositor, autor también del pasodoble ‘Requeni’, don Luis Sánchez,

hijo de nuestro camarada don Vicente.13

Esta banda interpretó ambas piezas en las fiestas de Benicalap el 18 de agosto, y

Marchalenes el 26 de agosto del mismo año.

El otro estreno fue el del pasodoble Nuestra Belleza, dedicado a la fallera mayor de

la comisión de la Gran Vía de Germanías-Doctor Moliner y de Alcoy, por la Banda

Municipal de Valencia en marzo de 1931.

Por otra parte, su obra sinfónica adquirió notable relevancia en los ambientes

musicales cultos de Valencia, como lo demostró la memoria de la Sociedad

Filarmónica. En un escrito publicado por Gomá en el Diario de Valencia el 23 de abril

de 1931, donde se citaba a la mencionada memoria, se congratulaba en haber

programado música de compositores valencianos, entre los que incluyó a Luis Sánchez.

Además se relacionó con círculos valencianistas como Lo Rat Penat, donde estrenó el

pianista Alamán su suite descriptiva Un día por las cumbres (aquí programado en

valenciano bajo el título Un jorn per les muntanyes) a principios de mayo de aquel año.

Manuel Palau comento este hecho en La Correspondencia de Valencia con estas

palabras:

[…] apareció también como nombre de primer plan[o] el del compositor

valenciano L. Sánchez, cuyo estudio para piano, ‘Un jorn per les muntanyes’,

12 V. (¿Palau?), “Sociedad Filarmónica: Orquesta Sinfónica”, La Correspondencia de Valencia, 16-IV-1930, p. 2. 13 Nota al programa de la comisión organizadora de los actos de “La Fiesta del Viajante”. Valencia, julio de 1930.

489

Page 502: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

confirmó el prestigio del autor de ‘Ecos de la Alhambra’, que ve sus obras

incorporándose poco a poco al repertorio de orquestas y solistas.14

No obstante, durante el resto del año, fue interpretada con mayor frecuencia su

música de corte más ligero. De este modo, en la Fiesta del Viajante celebrada en

Valencia el 3 de agosto de 1931, la Unión Musical de Valencia interpretó su Marcha del

Viajante y el pasodoble Nuestra Belleza. Sus pasodobles fueron retransmitidos en

Unión Radio, los días 14 y 15 de diciembre de 1931.

El pianista Alamán estrenó el 20 de diciembre de 1931 su pieza Parotets, dedicada

a su maestro Palau, quien agradeció públicamente la dedicatoria y valoró muy

positivamente su técnica impresionista15

Sin embargo, sus mayores éxitos venían de obras de carácter popular. Así, fue

invitado por la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento de Valencia para dirigir su obra

Ecos de la Alhambra a la Banda Municipal de Valencia, en el concierto de clausura de

las fiestas falleras el 20 de marzo de 1932. Su propio maestro Manuel Palau se hizo eco

de estos éxitos, en esta reseña publicada en la revista Sucrona:

Mi mejor obra es seguramente… ¡mis alumnos! Algunos ya emancipados de

mi enseñanza van siendo conocidos muy ventajosamente. Luis Sánchez,

compositor y profesor de mérito positivo y que dicho sea de paso, obtuvo

dirigiendo a la Banda Municipal de Valencia sus ‘Ecos de la Alhambra’ un éxito

envidiable en el concierto de fin de fiestas falleras.16

Aunque su música era reconocida por el gran público, le faltaban nuevos estímulos

que le impulsaran hacia un ambiente musical más culto y depurado, que encontró muy

poco tiempo después gracias a la Orquestra Valenciana de Cambra.

VII. 1. 2. El Grupo de los Jóvenes y los años de posguerra

La Orquestra Valenciana de Cambra, formada en 1931 por Francisco Gil, alumno

de armonía de Luis Sánchez, tuvo como objetivo esencial el estreno y difusión de obras

de autores valencianos. Esta entidad logró este objetivo con el encargo de obras a

compositores valencianos, preferentemente noveles, a estrenar en su concierto anual de 14 Manuel Palau, “En ‘Lo Rat-Penat’”, La Correspondencia de Valencia, 7-V-1931. 15 Manuel Palau, “Música de Cámara: El pianista Alamán”, La Correspondencia de Valencia, 21-XII-1931.

490

Page 503: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

aniversario. En el primer concierto de esta índole, celebrado 20 de mayo de 1932, la

Orquestra estrenó varias obras entre las que se encontraba la Oriental para piano y

orquesta de Luis Sánchez.

Otro detalle importante del estreno fue la intervención como solista de la intérprete

Elena Cuñat (quien muy pronto inició una relación afectiva con Luis Sánchez), de la

cual se valoran sus dotes musicales en la siguiente cita publicada en El Pueblo: […]

’Oriental’, cuyo sabor y carácter moriscos se realzaron por la labor de la pianista

señorita Cuñat, temperamento dócil, profundamente compenetrada de su papel en la

obra.17 Esta joven pianista había interpretado pocos días antes, el 21 de abril de 1932,

su pieza Parotets en un recital celebrado en el Conservatorio de Valencia. Todos estos

hechos unieron artísticamente al compositor y la intérprete, quienes contrajeron

matrimonio años más tarde.

A partir de julio de 1932, empezó a colaborar como crítico musical en el periódico

La Correspondencia de Valencia, donde destacó como notable polemista, con el

objetivo de revitalizar la vida musical valenciana.

Luis Sánchez intervino como pianista acompañante en un concierto celebrado en el

Conservatorio de Valencia el 20 de noviembre de 1932, organizado por la sociedad

Música de Cámara, a cargo del violinista Manuel Bel, destacando Gomá su

participación con estas palabras: Luis Sánchez acompañó al piano con un cuidado

seguro y propio de su notorio sentido musical.18 Cabe destacar la singular importancia

de este hecho puesto que, muchos años más tarde, destacará en esta faceta de pianista

acompañante.

La Orquestra Valenciana de Cambra, en el marco del concierto conmemorativo de

su segundo aniversario celebrado el 12 de mayo de 1933, le estrenó una nueva obra

titulada Nocturno. En el citado concierto estrenaron obras otros compositores

valencianos que, muy pronto, acabaron formando el Grupo de los Jóvenes.

En ese mismo año de 1933 finalizó sus estudios de Medicina, momento en el que se

enfrentó al dilema de elegir entre la música y la Medicina, pero las circunstancias

sociales y familiares le hicieron elegir momentáneamente por la profesión de médico.

En otoño de 1933 marchó a la localidad alicantina de Jijona, donde ejerció la Medicina

hasta finales de 1934.

16 Sin autor, “Interviú con el maestro Manuel Palau”, Sucrona, 495, Cullera, 2-IV-1932, p. 3. 17 Sin autor, “En el Conservatorio: I Aniversario de la Orquesta Valenciana de Cambra”, El Pueblo, 24-V-1932, p. 7. 18 Enrique Gomá, “Crónica musical: Música de cambra”, Diario de Valencia, 22-XI-1932.

491

Page 504: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, esta circunstancia no terminó con su carrera musical puesto que, por

aquel entonces, se constituyó el Grupo de los Jóvenes, del que formó parte muy

activamente. En estas líneas publicadas en la revista Musicografía, su maestro Manuel

Palau evalúa la producción de su discípulo hasta ese momento, junto con la de los otros

miembros del recién constituido grupo:

Luis Sánchez ofrece ya un catálogo muy numeroso. Obras sinfónicas como

‘Ecos de la Alhambra’, ‘Dos Apuntes Sinfónicos’, ‘Instantáneas Levantinas’,

‘Oriental’, etc…y otras obras para piano (‘Por las cumbres’, ‘Parotets’, etc…) y

canciones diversas (‘Hojas secas’ sobre un texto de Villaespesa, etc…). Las obras

de Sánchez interpretadas casi todas ellas por la Orquesta Valenciana de Cambra,

Orquesta Sinfónica de Valencia, Banda Municipal de Valencia, pianista Agustín

Alamán, tiple Amparo Martínez, etc…, han obtenido siempre calurosos elogios en

todos los sectores de la crítica.19

En Jijona compuso obras como el Cuarteto Bucólico, pero la Orquestra

Valenciana de Cambra no le estrenó ninguna obra en su concierto de aniversario, a

diferencia de otros miembros del Grupo de los Jóvenes. Aunque mantuvo sus lazos con

la misma y compuso una pieza para piano, dedicada al matrimonio de su director

Francisco Gil, titulada Las Bodas de Paco Gil. Lógicamente, tuvo que abandonar su

labor de crítico musical en La Correspondencia de Valencia, al no estar viviendo por

aquel entonces en Valencia.

Su ausencia no le apartó de la vida musical de la ciudad, puesto que formó parte

de la Junta de Gobierno de la Sociedad Filarmónica con el cargo de vocal. Por otra

parte, la Orquesta Sinfónica le estrenó con éxito, el 28 de febrero de 1934, su siguiente

obra sinfónica titulada Instantáneas Levantinas.

Este periodo de alejamiento de Valencia le hizo reflexionar sobre su vocación

musical y su relación con la pianista Elena Cuñat se consolidó con fuerza. Esta

intérprete ejecutó su Oriental con la Orquestra Valenciana de Cambra, el 2 de julio de

1934.

Al final de aquel año volvió a Valencia, con la intención de dedicarse plenamente a

la música. Como primer paso retornó a la práctica de la crítica musical en el periódico

La Correspondencia de Valencia, con un artículo iniciado con estas palabras:

19 Manuel Palau, “Los compositores valencianos de la última promoción”, Musicografía, 11, Monóvar, marzo de 1934, pp. 3-5.

492

Page 505: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Al volver a la crítica musical desde las columnas de ‘La Correspondencia

de Valencia’, hemos creído oportuno después de saludar a nuestros lectores,

redactar el artículo cuyo título encabeza estas líneas, que ha de servir de eslabón,

entre nuestras labores pretérita y futura, ya que nuestra ausencia de la crítica ha

sido de un año, aproximadamente.20

Durante 1934, su puesto fue ocupado interinamente por Eduardo Ranch y, con esta

crónica, expuso detalladamente todo el devenir musical de la ciudad, demostrando que

no se había apartado de la misma. Su talante fue bastante más incisivo que en su

primera etapa, y en la siguiente cita reprochó abiertamente el trato de la crítica hacia las

audiciones del Conservatorio, centro de enseñanza con el que tenía un viejo y lejano

contencioso personal: Creemos un deber explicar a nuestros lectores el silencio que

hemos guardado, no reseñando la última audición de alumnos de dicho Conservatorio

[…] No nos convence la labor que realiza dicho centro y vamos a criticarla.21 Luis

Sánchez sufrió problemas en el citado centro durante su época estudiantil, y en ese

mismo año su alumno, el guitarrista argentino Arbor Maruenda, fue suspendido en la

asignatura de armonía durante los exámenes extraordinarios de enero. Ante estas

circunstancias se propuso renovar, desde su tribuna en la prensa, la situación del centro.

En primera instancia, se ofreció como profesor para la asignatura de Contrapunto, plaza

entonces inexistente pero cuya creación había sido solicitada tiempo atrás por el claustro

del Conservatorio, a través de esta carta dirigida al ministerio de educación y publicada

por el propio Sánchez en La Correspondencia de Valencia:

Luis Sánchez Fernández, natural y vecino de Valencia, de 27 años, soltero,

profesor de música […] a Vuecencia atentamente expone: Que habiéndose

informado de que por el Claustro de profesores del Conservatorio de Música y

Declamación de Valencia, en sesión celebrada el día 10 de noviembre último, se

acordó solicitar de la superioridad la creación de cierto número de plazas de

profesores para el mejor desenvolvimiento de la enseñanza, dado el crecido

número de alumnos que concurren al mencionado centro, y creyéndose el que

suscribe reunir condiciones de poder desempeñar de dichas plazas, las de

profesor de Armonía, o la de Contrapunto y Fuga, indistintamente, dados los

estudios que sobre estas materias tiene aprobados en dicho Conservatorio, y los

20 Luis Sánchez, “Musicales: La música valenciana en 1934”, La Correspondencia de Valencia, 8-I-1935, p. 8. 21 Luis Sánchez, “Musicales: Lo que pasa en el Conservatorio de Valencia”, La Correspondencia de Valencia, 8-III-1935, p. 2.

493

Page 506: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

méritos profesionales que como compositor ha conseguido, y que puede acreditar

documentalmente, si procede hacerlo, SUPLICA a V. E. se digne admitirle al

concurso, oposición u otro procedimiento que se acuerde seguir para la provisión

de alguna de ambas plazas señaladas, teniendo a disposición de quien proceda,

los justificantes de estudios y méritos. Viva V. E. muchos años para bien de la

República. Valencia 2 de enero de 1935. Luis Sánchez. Rubricado. Excelentísimo

señor ministro de Instrucción pública y Bellas Artes. Madrid.22

En esta solicitud, fechada a principios del año entrante de 1935, intentó hacer valer

sus aspiraciones de ganarse la vida con la música y aportar sus conocimientos en la

mejora del nivel académico del centro. Sin embargo, el Ministerio rechazó su petición

puesto que no tenía constancia de la citada vacante, ni intención de cubrirla, por lo que

estas circunstancias y los términos de la solicitud hicieron imposible una respuesta

afirmativa que el propio Sánchez publicó en la prensa:

Dirección general de Bellas Artes. Sección 16. Vista su instancia de fecha 2

del presente mes, esta Dirección general, teniendo en cuenta que no existe

vacante alguna de profesor en el Conservatorio de Música de Valencia y que

cuando la hubiera hay que reunir los requisitos que determine el concurso o la

oposición que a tal efecto se convoque, ha acordado desestimar la petición. Lo

digo a usted para su conocimiento y efectos. Madrid 19 de enero de 1935. El

director general, E. Chicharro. Rubricado. Señor don Luis Sánchez Fernández,

calle Gran Vía Marqués del Turia, número 33, Valencia.23

Después de esta lógica aunque esperada decepción, desarrolló una actividad

musical muy intensa. En primera instancia compuso, a fecha en partitura de 19 de marzo

de 1935, una pieza para orquesta de cámara titulada Amaneix (Amanece) para el cuarto

aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra, con la que retomaba contactos tras

un año de alejamiento.

Casi de inmediato, el 6 de junio de 1935, el Cuarteto de Valencia estrenó en la

Sociedad Filarmónica de Castellón su Cuarteto Bucólico. Muy poco después, el 12 de

junio de 1935, fue interpretado en el Conservatorio de Valencia con notable aceptación

de público y crítica como reseñó el diario Las Provincias:

22 Luis Sánchez, “Musicales: Más sobre el Conservatorio”, La Correspondencia de Valencia, 20-III-1935, p. 4. 23 Ibídem.

494

Page 507: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Cuarteto “bucólico” de Sánchez. Obra de impresión viva, de buen colorido

instrumental, en donde el joven médico y compositor ha dado prueba de sus

cualidades una vez más. Alguien nos decía que la obra ofrecida como homenaje a

Grieg, más bien parecía en homenaje a Dvorak. Ello es sin duda por la traza

moderna de la composición, si bien el noruego y el checo fueren contemporáneos.

En resolución, la obra de Sánchez gustó sobremanera y en cada tiempo el público

obligó a saludar al autor desde su sitio.24

A principios del año siguiente, en febrero de 1936, se integró en la recién

constituida Sección Sinfónica de la Societat Valenciana d´Autors (Sociedad Valenciana

de Autores), de la que formaban parte todos sus compañeros del Grupo de los Jóvenes,

así como las figuras más destacadas de la creación musical valenciana. Además, su obra

Amaneix fue estrenada en Madrid por la Orquesta Clásica el 3 de abril de 1936, en

concierto celebrado con la cooperación de Unión Radio.

En el concierto del quinto aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra,

celebrado el 7 de julio de 1936, se ejecutó su arreglo orquestal de un movimiento del

Cuarteto Bucólico titulado Idilio.

Muy pocos días después, el 18 de julio, estallaba la Guerra Civil. Ese mismo día,

Luis Sánchez obtuvo por oposición el ingreso en el Cuerpo Nacional de Médicos

Forenses, cogiendo el último tren que salió de vuelta desde Madrid hacia Valencia.

Como una ironía del destino, esa misma noche estaba programada su obra Ecos de la

Alhambra, en concierto que no se llevó a cabo de la Orquesta Sinfónica de Valencia en

los Viveros Municipales. Por otra parte, aquellas difíciles circunstancias impidieron el

estreno en Madrid de su Cuarteto Bucólico, programado por el Cuarteto Amis, en julio

del citado 1936.

El conflicto bélico supuso muchas dificultades para Luis Sánchez quien, al ser

llamado a filas, pasó la mayor parte del mismo como soldado-médico en la clínica

psiquiátrica de la localidad alicantina de Jijona. Su movilización hizo que pasara a un

estado de excedencia activa por incorporación a filas en la plaza que ocupaba como

Médico Forense del Juzgado de primera instancia de Vinaroz.25 Pese a las difíciles

circunstancias, el 21 de diciembre de 1936 contrajo matrimonio con Elena Cuñat

Alonso, dedicando Manuel Palau a la pareja el cuarto movimiento (titulado Pavana) de

24 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “En el Conservatorio: Música de Cámara. Cuarteto de cuerda”, Las Provincias, 13-VI-1935. 25 Gaceta de la República, núm. 131, 11-V-1938, p. 831.

495

Page 508: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

su Divertimento para orquesta, estrenado en Valencia el 27 de febrero de 1938 por la

Orquesta Sinfónica.26 A finales de 1937 asistió al cursillo “de capacitación para las

Misiones Musicales”, impartido por Manuel Palau en el Conservatorio de Valencia.27

Durante aquellos tiempos sus obras fueron interpretadas en varias ocasiones, como las

Instantáneas Levantinas por la Orquesta Sinfónica el 6 de junio de 1937, dentro del

especial clima social que se vivía entonces en Valencia. La siguiente cita, extraída de un

artículo de Llorenç Barber sobre la música durante la Guerra Civil publicado en la

revista Ritmo, refleja este contexto y cita esta obra de Sánchez:

Valencia, 1937. Una fugaz época de oro vivió la música valenciana el año

37, estimulada su sólida infraestructura musical por la presencia del Gobierno de

la República. La Orquesta Sinfónica de Valencia, en sus dos series de conciertos

(primavera y otoño), dio muestra de agilidad, preparación e interés por lo nuevo

extraordinaria, a juzgar por la cantidad de obras de última hora que se

interpretaron; así, se programaron: ‘Instantáneas Levantinas’, del valenciano

Luis Sánchez […]28

En otra ocasión, el pianista Leopoldo Querol interpretó su miniatura humorística

para piano Parotets, en un recital organizado por la Sociedad Filarmónica el día 17 de

octubre de 1937. Mientras que sus Dos Apuntes Sinfónicos fueron interpretados por la

Orquesta Sinfónica, en concierto celebrado el 27 de marzo de 1938.

Al finalizar la Guerra Civil, la difusión de su música no acusó el cambio ideológico

operado en el país, y Oriental fue retransmitida por Radio Valencia el 11 de julio de

1939. Los antes citados Dos Apuntes Sinfónicos fueron interpretados el 7 de octubre del

mismo año por la recién constituida Orquesta Sinfónica de la Falange y las JONS.

Tiempo más tarde, Amaneix fue interpretado por la Orquesta Sinfónica de Valencia, en

concierto celebrado el 28 de abril de 1941. Su música orquestal ya no volvió a

interpretarse más en Valencia, aunque su obra solística, coral y de cámara no corrió la

misma suerte. Así, en 1943 la Coral Polifónica Valentina estrenó su Ave María,

ejecutando la misma agrupación otra pieza de Sánchez en un concierto celebrado el 11

de febrero de 1945.

26 Tomado de las Notas al Programa del concierto de la Orquesta Sinfónica de Valencia, celebrado el 27-II-1938, en el que fue estrenada esta obra. 27 Salvador Seguí, Manuel Palau, Valencia: Consell Valencià de Cultura, 1997, pp. 55-56. 28 Llorenç Barber, “La música española durante la guerra del 36”, Ritmo, 483, Madrid, julio-agosto 1978, pp. 29-33.

496

Page 509: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, sus circunstancias personales se vieron muy seriamente afectadas

por la posguerra. Tras el fin del conflicto se estableció en Rocafort, donde nació su

primer hijo Luis José. En torno a 1941 se presentó sin éxito a unas oposiciones a

Conservatorios en Madrid, de las que apenas dejó rastro en sus trazos biográficos a

excepción de fragmentos de esta carta que le envió su maestro Manuel Palau:

Querido amigo Luis:

Han llegado tus dos postales últimas. Mucho me congratulan tus noticias y

supongo que cuando esta llegue a Madrid, tú estarás a punto de tomar el tren.

No me dices nada de lo que reiteradamente te pido. ¿Quiénes van delante

de ti? ¿Quiénes detrás?

Ya hablaremos largamente aquí en Valencia.

Supongo que durante esta temporada te habrás remusicalizado hasta la

saturación y que volverás con deseos de empuñar la batuta y esgrimir la péñola

sobre el pentagrama […]

¿Ves por ahí a Olmos? ¿Ha podido ir él a ver algún ejercicio de vuestras

oposiciones?

[…] No he podido ir a Rocafort a pesar de que tengo ganas de ver a tu

familia y a don Vicente Ripollés. Quizá vaya el próximo domingo.

Entonces, quizá, ya estarás tu de regreso.

Avísame y acudiré a Rocafort.

Tuyo. PALAU.29

En esta misiva, además de confirmar su residencia en Rocafort, plantea un fallido

intento de volver a la profesión de músico que da esperanzas a su maestro Manuel Palau

de que vuelva a componer o dirigir, aprovechando los logros y el estímulo de la fase de

preparación de las frustradas oposiciones. Sin embargo, la realidad fue muy diferente, y

Luis Sánchez se alejó de la profesión musical durante varios años.

Destinado como médico en Monóvar, provincia de Alicante, se hizo cargo de los

Coros de la Sección Femenina de la localidad, donde celebró conciertos y actuaciones

estimables dentro de las dificultades de aquellos años. La agrupación participó en

competiciones regionales con éxito, como la celebrada en el Teatro Principal de

Alicante en 1942, reseñada en la prensa alicantina con estas palabras:

29 Carta manuscrita de Manuel Palau a Luis Sánchez, fechada en Valencia, el 17-II-1941. Archivo familiar de Luis Sánchez.

497

Page 510: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La Sección Femenina, para recompensar de alguna manera a las

camaradas componentes de sus Coros y, al propio tiempo, rendir homenaje de

gratitud a los directores de los mismos, don Luis Sánchez, médico forense y

músico, y don Juan Navarro Segura, vicario y maestro de Capilla de la

parroquia, organizó una velada musical en el Nuevo Casino […] El eminente

compositor don Luis Sánchez, así como su distinguida señora, hicieron las

delicias del público, ejecutando al piano las obras de los más insignes maestros

[…] Tenemos que hacer extensiva nuestra felicitación a los directores de los

Coros, señores Sánchez y Navarro Segura, quienes, con su acertada dirección,

han sido los forjadores del triunfo.30

En aquella misma cita de prensa, se mencionaba que el compositor retornaba a

Rocafort desde su residencia laboral por aquel entonces en Monóvar, lo que justifica

documentalmente su presencia en aquel lugar: Traslado. Ha salido para Rocafort

(Valencia), su pueblo natal, el médico forense de este distrito judicial, nuestro buen

amigo el doctor don Luis Sánchez.31

Pese a todo, Luis Sánchez fue rebajado en el escalafón correspondiente a su

oposición como médico forense, al haberse celebrado durante los tiempos de la extinta

República. En el expediente instruido por la Jefatura de depuración de funcionarios de

la Administración de Justicia, se le readmite en el cuerpo según la siguiente resolución:

Este Ministerio acuerda la admisión del expresado aspirante [Luis

Sánchez] al Cuerpo de Médicos Forenses al ejercicio de los derechos que como

funcionario puedan en su día corresponderle, imponiéndole la sanción de

postergación durante cinco años, que habrá de entenderse en el sentido de

pérdida de puestos en la Escala a que pertenece según la media aritmética de

vacantes.32

Destinado al pequeño pueblo tarraconense de Nulles, vivió aislado durante varios

años, lejos del ambiente musical valenciano, pese a los constantes ruegos de su maestro

Manuel Palau para que volviera al campo de la música y terminara su obra orquestal

Prismas sinfónicos.33 En otras cartas de la época como la siguiente, fechada a principios

de 1945, escrita por el director de la Coral Polifónica Valentina Agustín Alamán, se

30 Sin autor, “Monovar: Homenaje”, Informaciones-Diario de Alicante, 30-V-1942. 31 Sin autor, “Monovar: Traslado”, Informaciones-Diario de Alicante, 30-V-1942. 32 B.O.E., 27-II-1941, p. 1400. Según una orden del 24-II-1941. 33 Cartas de Manuel Palau a Luis Sánchez, fechadas en Valencia, el 14-IX-1944 y 15-III-1945. Archivo familiar de Luis Sánchez.

498

Page 511: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

elogia la calidad de su obra y refleja como sus amigos siguen lamentando su

alejamiento del mundo musical:

Tinc com saps la darrera obra ‘Infantinas’ que m’enviares i la he estudiat

detengudament, traguent la consecuencia que t’has deixat un poc els estudis

musicals i creume amic Lluis que ho senc amb tot el cór perque sé que dus dins de

tú sang de gran músic i estic segur que pots fer vertaderes creacions music-corals

(en el género orquestral no cal manifestar res per tots coneguem els teus

magnífics escrits). Te ho diu un company que te vol de bon de veres i que desitja

coratjosament, sigues dels millors compositors valencians, per lo menys que

mantingues el nivell de aquells temps quan estudiares amb el mestre Palau. Un

exponent clarivident de la meua estimació per tot allò teu que val es la ‘Ave

Maria’ que ha quedat incorporada al nostre repertori desde el dia que la varem

estrenar. Per tant et pregue que si tens temps et poses a treballar en serio, fent un

gran poema coral per a nostra ja gloriosa entitat.34

A principios de 1946, opositó con éxito a la primera categoría del Cuerpo de

Directores de Bandas de Música Civiles. Destinado a Alcázar de San Juan, provincia de

Ciudad Real, compatibilizó la dirección bandística con su trabajo como médico forense

en las cercanas localidades de Almazán y Posadas. En el breve periodo de tiempo en el

que desempeñó este cargo, desde marzo de 1946 a otoño de 1947, se aplicó con gran

interés en este nuevo cometido artístico, como lo refleja el siguiente fragmento de una

carta de Manuel Palau:

He leído con la mayor atención cuanto me dices sobre esa banda, su

repertorio, etc, etc…Celebro que haya en esa un Ayuntamiento tan bien animado

y tan sensible para las cosas del Arte. Te agradezco la incorporación de mis

‘Coplas’ al repertorio vuestro. Dentro de pocos días podrás adquirir (Ed. de

U.M.E.) dos tiempos de mis ‘Poemas de Juventud’.

La plantilla de la banda me parece bastante equilibrada, si bien, para mi

gusto, añadiría cuatro clarinetes; creo que ganaría con ello.

Procúrate los métodos y las tablaturas de aquellos instrumentos que menos

familiares te sean. Ya me contarás tu sincera impresión sobre la transcripción del

Pascalle [sic] de Händel. Sé muy exigente con tus músicos; pide y pide y vuelve a

pedir, afinación, sonoridad bonita, expresividad, ritmo, etc, etc…Exige mucho y

34 Carta manuscrita de Agustín Alamán, fechada en Valencia, el 15-I-1945. Archivo familiar de Luis Sánchez.

499

Page 512: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

no temas hacerte el cargante. Mira que por eso no se te criticará. También quiero

saber cómo suena tu ‘Amaneix’ en la Banda, así como tu ‘Marcha’

[…] Haces bien animándote a escribir y a orquestar. La vida ya es bastante

desconcertante y desilusionante: contrarrestemos nosotros con nuestro tesón y

nuestra esperanza.35

Con la citada Banda concurrió, el 16 de septiembre de 1946, al Concurso Regional

de Bandas de Música celebrado en la plaza de toros de la localidad toledana de Mora.

En el mismo participaron las bandas de Mora, Toledo y Villanueva de Alcardete,

además de la propia de Alcázar de San Juan. La Banda interpretó la segunda parte de La

del soto del parral de Soutullo y Vert como obra obligada, y la pantomima de Las

Golondrinas de Usandizaga como obra de libre elección. La formación bandística

dirigida por Luis Sánchez triunfó en el concurso, y las siguientes palabras del propio

compositor, publicadas en el programa del concierto celebrado el 26 de septiembre del

mismo año, dan muestra de su trascendencia:

¡Alcazareños! Nuestra Banda Municipal, vuelve triunfante del Certamen

celebrado en Mora (Toledo) a donde, ha puesto de manifiesto muy honrosamente

el prestigio que de antemano se le viene reconociendo. Al éxito han contribuido

por una parte, el denodado esfuerzo de sus voluntariosos profesores, y por otra,

el apoyo prestado por nuestra dignísima Corporación Municipal que no ha

regateado medio alguno para presentar arrogante a su Banda, como magnífico

exponente de la cultura artística de Alcázar. Ahora, al ofreceros los laureles de la

Victoria, en este Concierto Popular os pedimos que presteís [sic] la atención que

merece nuestra ya famosa Agrupación Musical y que os sintais tan orgullosos de

poseerla como lo estoy yo de dirigirla. ¡Viva la Banda Municipal de Alcázar de

San Juan! El Director: Luis Sánchez.36

A mediados de 1947 opositó con éxito a una plaza de profesor de Estética e

Historia de la Música en Conservatorios del estado, destinado a la ciudad de Málaga,

pese a la oportunidad de poder haber optado a una plaza en Valencia, sin que se sepan

las razones por las que no tomó este puesto en su tierra natal. En las siguientes líneas se

cita el anuncio del feliz resultado, publicado en el Boletín Oficial del Cuerpo de

Directores de Bandas de Música Civiles:

35 Carta mecanografiada de Manuel Palau a Luis Sánchez, fechada en Valencia, el 1-V-1946. Archivo familiar de Luis Sánchez. 36 Notas al programa del concierto celebrado por la Banda Municipal de Alcázar de San Juan, el 26-IX-1946.

500

Page 513: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Recientemente en Madrid se han efectuado oposiciones para proveer las

cátedras de Estética e Historia de la Música, que había vacantes en los

conservatorios de Valencia y Málaga. Para esta última ciudad ha sido designado

el prestigioso compositor y médico D. Luis Sánchez.37

El propio músico comunicó su renuncia al cargo, que entonces ocupaba en Alcázar

de San Juan, al ayuntamiento de la localidad bajo cuya gestión estaba la Banda

Municipal:

Tengo el honor de poner en su conocimiento que habiendo sido nombrado

por oposición Catedrático del Conservatorio de Málaga y teniendo que

incorporarme a mi nuevo destino me veo en la necesidad de dimitir una vez

termine la feria en el cargo de Director Interino de esta Banda Municipal […]38

En las mismas circunstancias, solicitó excedencia voluntaria en su cargo de médico

forense en el juzgado de instrucción de la localidad de Almazán.39

En Málaga se integró en la vida artística de la ciudad y, además de su faceta

docente, tuvo nuevas oportunidades de brillar como compositor e intérprete. Su vida

daba un nuevo giro, y en la ciudad andaluza pasó con su familia los últimos años de su

existencia, que se verán reflejados en diversos aspectos de su obra.

VII. 1. 3. Trayectoria profesional en Málaga

Esta nueva etapa en la vida de Luis Sánchez se inició el 20 de julio de 1947, cuando

tomó posesión de la cátedra de Estética e Historia de la Música en el Conservatorio de

Málaga.

Luis Sánchez se integró muy rápidamente en el ambiente musical de la ciudad

andaluza y el 24 de noviembre dirigió un concierto de la Orquesta Sinfónica de Málaga,

donde programó su poema orquestal Amanece. La crítica musical malagueña acogió

cálidamente tanto su obra como su calidad como director, lo que queda reflejado en esta

reseña publicada en el diario Sur:

37 Sin autor, “D. Luis Sánchez Fernández”, Boletín del Colegio Oficial de Directores de Bandas de Música Civiles, 49, año III-2ª época, septiembre de 1947, p. 3. 38 Carta mecanografiada de Luis Sánchez, dirigida al Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, fechada el 1-IX-1947. Archivo familiar de Luis Sánchez. 39 B.O.E., núm. 3, 3-I-1948, p. 48. Según una orden del 29-X-1947.

501

Page 514: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Ha venido a Málaga un valenciano que no tardará en ser de los nuestros.

Mejor dicho, ya podemos afirmar que lo es […] Luis Sánchez ha dirigido también

anoche por excepción la orquesta. Y este es otro de los acontecimientos. Un

director sobrio, delicado, templado. Un director que va conduciendo sin prisas ni

anhelos nerviosos, sin excitaciones, a la orquesta. Un director que da las

entradas oportunamente, contiene, anima y exalta, como si fuese leyendo a los

músicos, el poema, el libro, la cultura, que es la música misma.40

Asimismo, realizó un concierto como pianista acompañante de la violinista Rosa

García Faria, todo unido a múltiples actividades como conferenciante que llamaron la

atención en la distante Valencia, como se cita en Las Provincias: Luis Sánchez da

conferencias por radio y también en las salas de concierto; así su actividad no puede

ser más fecunda ni más simpática. Málaga reclama para sí amorosamente a este

músico valenciano, y la prensa dice: ‘Este artista de Valencia es nuestro’.41 A finales

de 1947 colaboró como pianista, en una conferencia-concierto sobre música hispano-

argentina, impartida por don Salvador Rueda en el Conservatorio de la ciudad

malagueña: María Isabel Nogués Moreno y don Luis Sánchez interpretaron, la primera

con su magnífica voz de soprano y el segundo al piano, diversas composiciones

argentinas que reafirmaban la tesis del conferenciante.42 Además, participó en el Curso

para extranjeros celebrado entre el 15 de enero y el 20 de febrero de 1948, organizado

por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en colaboración con el

Ayuntamiento de Málaga y otros organismos oficiales de la ciudad, con una conferencia

sobre Música española.43

Un punto destacado de sus actividades artísticas en Málaga fueron los conciertos

que dirigió a la Orquesta Sinfónica, de la que fue nombrado sub-director, cuya

presentación oficial tuvo lugar en un concierto celebrado el 18 de enero de 1948. Allí

interpretó no sólo obras propias, sino también otras piezas de compositores valencianos

como su maestro Palau, Rodrigo, e incluso barrocos como Pradas. Su interés por la

interpretación de música valenciana se refleja en sus contactos con Eduardo López-

40 L. Caballero, “Luis Sánchez triunfa con su poema ‘Amanece’: Un feliz concierto de la Sinfónica”, Sur, Málaga, 25-XI-1947. 41 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “El compositor Luis Sánchez triunfa en Málaga”, Las Provincias, 2-XII-1947, p. 6. 42 Sin autor, “Conferencia de don Salvador Rueda, sobre música hispano-argentina”, Sur, Málaga, 21-XII-1947. 43 Dato extraído del programa de actividades publicado como: “Curso para extranjeros”, Hoja del Lunes de Málaga, 22-XII-1947.

502

Page 515: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Chavarri Marco, para que le proporcionara materiales de algunas de sus obras con la

intención de programarlas en estos conciertos, quien le respondió con estas palabras:

Le agradezco, muy obligadamente, su atención de pedirme obras.

Necesitaría saber el número de materiales que necesita su orquesta, sobre todo

los duplicados de cuerda. De ‘Acuarelas’ no tengo nada. Pero están publicadas

por la Unión Musical, incluso con partitura de bolsillo. ‘Valencianas’ y

‘Abanicos’ acaso podrían ir. No he de decirle que, no poseyendo yo sino un

material de cada obra, he de encarecer sumo cuidado en su conservación.

La Orquesta de la Radio de Madrid adquirió bastantes materiales míos, y

creo los prestaría. ‘Valencianas’ los tiene Usandizaga para daviar [sic] en S.

Sebastián.44

Luis Sánchez respondió a esta carta con prontitud, documentando en la misma el

contexto musical existente en Málaga por aquellas fechas, en el que trabajó y desarrolló

su carrera artística, donde destaca la presencia casi absoluta de músicos valencianos en

el sector de viento de la Orquesta:

Desde luego, no sé como agradecer a la Providencia, el magnífico

instrumento que, gracias al tesón de mi compañero Maestro Gutiérrez de la

Puente, va adquiriendo vida en esta bella ciudad meridional. Llevamos dos años y

andamos muy precarios de material. Nadie nos deja nada (de archivos me

refiero) y gracias a nuestras partituras de bolsillo (para lo moderno) y al muy

escaso del Conservatorio (en lo clásico) y a la generosidad de los compositores

(especialmente los valencianos) nos vamos defendiendo, gastando un dineral en

copias de materiales. La plantilla se la adjunto en nota aparte para, de acuerdo

con ella y sus posibilidades, nos envíe lo que V. pueda. Excuso decirle con cuanto

cariño lo conservaríamos, devolveríamos y, no digamos, interpretaríamos, pues

la casi totalidad del viento de la orquesta son valencianos.

Ya sabemos que están publicadas las ‘Acuarelas’ pero…se hallan agotadas,

según me manifiesta el Director…y están hartos de rogar a todos los archivos

(incluso al de esa Sinfónica) el alquiler de material, sobre todo de música

española, sin poder conseguir nada.

44 Carta manuscrita enviada por Eduardo López-Chavarri Marco, fechada en Valencia el 11-III-1948. Archivo familiar de Luis Sánchez.

503

Page 516: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Dice V. que de ‘Acuarelas’ nada tiene, y de ‘Valencianas’ están en San

Sebastián...¿podría, pues, prestarnos ‘Abanicos’? De momento iríamos tocando

algo suyo […]45

El envío se demoró unas semanas y fue anunciado por una carta de la esposa de

López-Chavarri, la cantante Carmen Andújar, quien se ofreció a cantar piezas vocales

de Luis Sánchez:

Ayer salieron los materiales y partituras de ‘Antiguos Abanicos’ de

Chavarri. Hubieron de hacer dos primeros violines y fueron enviados los que pide

[…] Deseo tener obras de Vd. A ser posible para cantarlas con orquesta […] Lo

haría muy gustosa de sus obras siempre que mi voz les sea propicia.

Para nuestra tranquilidad le ruego acuse recibo de los materiales. Valen

tanto y no se encuentran ni copistas.46

La obra citada por Carmen Andújar fue interpretada en concierto en Málaga, como

lo certifica la carta de agradecimiento de Eduardo López-Chavarri Marco y su

ofrecimiento a enviarle nuevas obras para su ejecución en Málaga, donde elogia a su

esposa Elena Cuñat como destinataria de una de estas piezas:

¡Cuánto le agradezco que haya Ud. cuidado de que mis ‘Abanicos’ hayan

hecho buen aire en esa Málaga que tiene para mí deliciosos recuerdos de

juventud! Y en el éxito feliz, las amables críticas […] Pero noto que la atención

de Ud. ha cuidado por los ‘Abanicos’, que como cosa de “nostra terreta” han

hecho buen aire y han gustado. “¡Deu que li ho pague!”.

No me urgen por ahora partitura ni materiales; puedo, pues, (y yo

contentísimo y honrado con ello) esperar a que puedan ser oídas de nuevo en esa

[sic].

Para más adelante creo le podría enviar las ‘Valencianas’ para orquesta,

aquellas que terminan con el ‘Ball dels Nanos’. También si hiciera falta puedo

ofrecerle un ‘Concierto para piano y orquesta de cuerda’, apropiada para una

muchacha…que tenga bastante mecanismo y pueda sentir el ambiente de nuestra

45 Carta de Luis Sánchez a Eduardo López-Chavarri Marco, fechada en Málaga el 2-IV-1948. Citada en: Rafael Díaz y Vicente Galbis López, Eduardo López-Chavarri Marco. Correspondencia, Valencia: Generalitat Valenciana-Consellería de Cultura, Educación y Ciencia, 1996, vol. 2, pp. 262-263. 46 Carta manuscrita enviada por Carmen Andújar, fechada en Valencia el 18-IV-1948. Archivo familiar de Luis Sánchez.

504

Page 517: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

huerta; bien que estando Ud. ahí esto último le sería explicado de maravilla por

Ud.47

Las frecuentes indisposiciones de salud del director titular, el maestro Gutiérrez

Lapuente, le obligaron a dirigir a la Orquesta con una frecuencia superior a la normal,

como sucedió en los conciertos programados para los días 2 y 16 de mayo de aquel año.

Por aquellas fechas, el 4 de mayo de 1948, la Agrupación Nacional de Música de

Cámara incluyó su Cuarteto Bucólico en el segundo concierto del Ciclo Musical de

Autores Españoles celebrado en el Ateneo de Madrid. Esta breve reseña crítica,

publicada en la prensa madrileña, da cuenta de esta interpretación: En la primera parte

del programa, el ‘Cuarteto bucólico’, de Luis Sánchez Fernández, obra de gran

ingenuidad que en cierto modo justifica así su título y que el auditorio escuchó con

agrado.48

Fuera del ámbito artístico, el 2 de febrero de 1949 fue nombrado médico forense de

la localidad malagueña de Campillos, lo que refleja cómo las necesidades económicas

de aquellos tiempos obligaban continuamente a ejercer la compatibilidad de varios y

diversos trabajos.

Desde entonces, empezó a realizar con frecuencia Conferencias-concierto, de

carácter divulgativo, sobre músicos y Medicina. La primera tuvo lugar el 4 de

noviembre de 1949, En memoria de Chopin, en el Conservatorio de Málaga. Pocas

semanas más tarde, el 14 de diciembre de 1949, impartió en el Conservatorio una nueva

conferencia sobre el Nacionalismo Ruso, dentro del Ciclo de Extensión Cultural

programado por el citado centro de enseñanza.

A estos éxitos en actividades de signo intelectual y divulgativo, unió actividades

artísticas muy valoradas, como se refleja en la siguiente crítica del diario Sur de un

concierto celebrado el 23 de noviembre de 1949, en el que dirigió a la Orquesta

Sinfónica de Málaga sus Instantáneas Levantinas y la Endecha de la Gongoriana de su

maestro Palau: Pocas veces hemos visto a la Orquesta más conjuntada y más armoniosa

que en la interpretación […] que fue una auténtica maravilla […] la Orquesta

demostró que cuando ensaya las obras las lleva a la perfección.49 Esta crónica lleva

adjunta una explícita felicitación a Luis Sánchez por su labor en los conciertos en los 47 Carta manuscrita enviada por Eduardo López-Chavarri Marco, fechada en Valencia el 14-XI-1948. Archivo familiar de Luis Sánchez. 48 A. de las H. [Antonio de las Heras], “La Agrupación Nacional, en el Ateneo”, Informaciones (de Madrid), 6-V-1948.

505

Page 518: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

que se puso al frente de la citada Orquesta, por su capacidad de elevar hasta altos

niveles el valor artístico de esta formación musical.

Dentro de la vida académica del Conservatorio de Málaga, Luis Sánchez adquirió

la condición de sub-director.

En una de sus cartas, enviada a Eduardo López-Chavarri Marco a principios de

1950, daba cuenta de sus actividades artísticas realizadas a finales del año anterior y sus

próximos proyectos:

Sr. D. Eduardo L. Chavarri:

Ilustre y querido Maestro: hace días quería escribirle, pero sucesivos

aplazamientos del concierto en el que iban sus ‘Palmitos’ me lo han impedido

[…]

Como verá por los programas que le envío y algunas crónicas de conciertos

y conferencias, sus ‘Abanicos’ se dieron el “27 de Diciembre”…en vez del 29 de

Noviembre, como estaban anunciados […] Gustaron mucho.

[…] Yo también di una conferencia sobre ‘Chopin y su Estética’ en

Noviembre, y ahora he dado otra sobre los rusos, y tengo en programa una para

el “Congreso Médico del Sur” que se celebrará aquí, a últimos de mes, sobre

‘Músicos-Médicos’. Yo mismo ilustraré esta conferencia al piano con obras de

Borodin y, al siguiente día, un concierto de orquesta, que dirigiré yo, con obras

de Borodin y mías. Como verá, procuro que Euterpe vaya del brazo de

Hipócrates, o mejor de Esculapio; pues para el Curso de Extranjeros que

organiza el Consejo Superior de Investigaciones Científicas preparo otra sobre el

tema ‘Los Músicos románticos vistos por un Médico’, ampliación de un artículo

que publicaron varias revistas médicas y que le enviaré junto con un ensayo de

Estética que me sirve de texto y…espero su sincera y valiosa opinión de Maestro

y, viejo ya, amigo.

Le seguiré teniendo al corriente de mis actividades, por si ‘Las Provincias’

quieren hacerse eco de ellas y que las conozcan mis paisanos […]50

A principios de 1950, colaboró muy activamente en el Primer Congreso Médico del

Sur, celebrado en Málaga, tanto en la faceta de conferenciante como de músico. El 23

de enero dio una conferencia médico-musical, acompañada de ilustraciones musicales,

49 L.C., “Concierto de la Orquesta Sinfónica: El Conservatorio celebró el día de Santa Cecilia”, Sur, Málaga, 24-XI-1949. 50 Carta de Luis Sánchez a Eduardo López-Chavarri Marco, fechada en Málaga el 4-I-1950. Citada en: Rafael Díaz, y Vicente Galbis López, op.cit., vol. 2, p. 264.

506

Page 519: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

con obras del músico-médico ruso Borodin y suyas propias. El día siguiente, se celebró

un concierto de gala en el Teatro Cervantes por la Orquesta Sinfónica con obras propias,

con el propio compositor al frente de la formación. Este hecho alcanzó amplio eco en el

mundo médico, como se refleja en la siguiente reseña publicada en una revista de

Medicina:

En el I Congreso Médico del Sur, nuestro querido compañero el Médico

forense de Campillos (Málaga) don Luis Sánchez Fernández, a quien ya conocen

nuestros lectores por sus artículos publicados en nuestra Revista, dirigió en el

gran teatro Cervantes de la capital malagueña un concierto […] También dio una

conferencia musical […]51

En este contexto Luis Sánchez se sentía feliz y realizado, atrás quedaban los

difíciles años de la posguerra, entonces aislado de los principales centros artísticos y

culturales. Semanas más tarde impartió otra conferencia titulada Los Músicos

Románticos vistos por un médico, dentro del Tercer Curso para Extranjeros celebrado

en Málaga, bajo el patrocinio del CSIC.

Sin embargo, las circunstancias materiales de la vida musical en Málaga sufrieron

importantes altibajos, tanto por deficiencias de organización como de público. Este

aspecto queda demostrado en el concierto celebrado el 14 de julio de 1950, en el que la

Orquesta Sinfónica de Málaga interpretó su Idilio en unas circunstancias

particularmente difíciles, como lo refleja esta crónica publicada en la Hoja del Lunes de

Málaga:

En primer lugar es desabrido, molesto, el montaje de un concierto, para que

después no vaya la gente; y esto es en cierto modo incomprensible que quienes

tienen la responsabilidad de organización no hayan dado ni unas breves líneas a

los periódicos, anunciando el acontecimiento musical. En segundo lugar, también

es ingrato tocar en un lugar cerrado, cuando ya el calor echa a la calle a la

gente. Es necesario que la música constituya una pasión o un arrebato, para que

contra tanta contingencia la gente acuda a los conciertos.52

Sin embargo, estas dificultades no afectaron a los ánimos de Sánchez, quien

también colaboró con la Banda Municipal de Málaga en un concierto celebrado el 25 de

51 M. Arevalo, “Información: Un forense que triunfa como músico”, Forenses, 138, 15-II-1950, pp. 35-36. 52 Sebastián Souviron, “Música y verano”, Hoja del Lunes de Málaga, 17-VII-1950.

507

Page 520: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

febrero de 1951, donde se interpretó un arreglo para banda de su poema orquestal

Amanece.

Dentro de sus actividades intelectuales, cabe destacar la conferencia-concierto

celebrada el 14 de diciembre de 1951 en la Filarmónica de Málaga, en homenaje al

eminente psiquiatra portugués y premio nobel de Medicina Egaz Moniz, con el título:

Los grandes compositores a la luz de la psiquiatría.

En el campo artístico volvió a dirigir a la Orquesta Sinfónica de Málaga, por

indisposición del titular Gutiérrez Lapuente, en conciertos celebrados el 24 de febrero y

9 de marzo de 1952, donde incluyó en alguna ocasión música valenciana. Por otra parte,

sus Libélulas (Parotets) para piano fueron interpretados en el Conservatorio de Málaga

por la profesora del centro Pilar López Ruiz, el 22 de marzo de aquel año.

No descuidó sus contactos con Valencia, destacando la abundante correspondencia

que mantuvo con Manuel Palau entre abril y junio del citado 1952. Durante el verano

siguiente, dirigió de nuevo a la Orquesta Sinfónica de Málaga en un concierto celebrado

el 23 de agosto en la localidad de Antequera.

A partir del curso 1952-53 se hizo cargo de la enseñanza de órgano en el

Conservatorio de Málaga, aprovechando su experiencia de juventud, cuando fue durante

veinte años organista de la iglesia de Rocafort en Valencia. Esta circunstancia le hizo

tomar contacto con el compositor y también profesor de órgano en Madrid, Jesús

Guridi, quien le aconsejó sobre la metodología y programación didáctica de la

asignatura.53

El 14 de noviembre dio una conferencia en el Conservatorio sobre El lied moderno

en el que Angela Márquez, profesora de canto del centro, interpretó su Crepuscular para

voz y piano.

El 12 de mayo de 1953 dio una conferencia en el Ateneo de Madrid, patrocinada

por la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas, sobre el tema: Los

músicos y la Medicina: Estudio psicológico de los grandes compositores, acompañado

de ilustraciones que él mismo interpretó al piano. Pocas fechas más tarde, el 30 de

mayo, actuó como pianista acompañante en un recital de Rosa G. Faria en la Sociedad

Filarmónica de Málaga, a quien acompañó en otro concierto celebrado en Tetuán el 28

de junio. Sin embargo, su actividad como compositor fue la más valorada y solicitada,

53 Dato reflejado en carta manuscrita enviada por Jesús Guridi a Luis Sánchez, fechada en Madrid el 21-I-1953, en respuesta a otra enviada por Luis Sánchez el día 9 del citado mes y año. Archivo familiar de Luis Sánchez.

508

Page 521: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

como se refleja en esta reseña publicada en el diario Sur, de un concierto celebrado el

16 de agosto en el que se interpretó el Idilio del Cuarteto bucólico: […] Creemos

sinceramente que Luis Sánchez debía pensar en escribir con más frecuencia y darnos

nuevos frutos de su inspiración.54

A principios del curso siguiente, continuó con sus conferencias-concierto en el

Conservatorio, como la realizada el 28 de octubre de 1953 sobre el tema: El sentido del

oído, en la que se interpretó sus Hojas secas para voz y piano. Por otra parte, prestó

ayuda a un joven Eduardo López-Chavarri Andújar, quien pretendía dar alguna

conferencia en Málaga, como se refleja en la siguiente carta fechada a principios de

octubre de aquel año:

Es el caso que tengo ofertas para dar algunas conferencias-conciertos por

tierras andaluzas, y me interesaría en sumo grado hacer algo en Málaga, v.gr en

el Conservatorio, Círculo de Bellas Artes, etc…Por eso, sabiendo su prestigio en

dicha ciudad y ya digo que abusando de su buena amistad, me dirijo a Ud. por si

quisiera “echarme un cable”.55

Por aquel entonces, la Agrupación Vocal de Cámara de Valencia, dirigida por

María Teresa Oller, incluyó obras suyas para coro en sus conciertos. Por ejemplo, la

obra: ¡Ay, la luna de septiembre!, se interpretó en la localidad valenciana de Requena el

3 de noviembre, y en Valencia el 24 de enero de 1954.

Sus actividades como pianista acompañante se intensificaron durante aquellos años,

y así el 18 de marzo de 1954 actuó junto a la soprano ligera Luisa Elena Betés en la

Sociedad Filarmónica de Málaga, y el 12 de agosto con María Isabel Nogués en un

concierto patrocinado por el Ayuntamiento de Málaga, donde se interpretaron sus Tres

Infantinas para voz y piano. La Orquesta de Cámara del Conservatorio de Málaga

siguió interpretando sus obras, como el Nocturno en un concierto celebrado el 30 de

marzo, en el que él mismo se hizo cargo de la dirección de su propia obra.

Por otra parte, la antes citada Agrupación Coral de Cámara de Valencia, programó

su pieza ¡Ay, la luna de septiembre!, en conciertos a lo largo de toda España: en el

Instituto de Cultura Hispánica de Madrid el 25 de abril, en el Instituto Ramiro de

Maeztu el 26 de abril, así como en Juventudes Musicales de Valencia el 31 de octubre

de 1954. Mucho más tarde, esta agrupación interpretó la citada obra en el Ateneo

54 Sin autor, “Anoche, nuevo triunfo de la Orquesta de Cámara”, Sur, Málaga, 16-VIII-1953. 55 Carta manuscrita enviada por Eduardo López-Chavarri Andújar, fechada en Madrid el 11-X-1953. Archivo familiar de Luis Sánchez.

509

Page 522: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Filarmónico de Gandía el 25 de marzo de 1955, y en el Conservatorio del Liceo de

Barcelona el 18 de abril del citado año.

La relevancia de su figura en el Conservatorio de Málaga se refrendó en la

conferencia inaugural de curso, celebrada el 4 de octubre de 1954, sobre el tema:

Pasado, presente y futuro del piano.

Su maestro Manuel Palau incluyó su canción La fuente y las acacias en la

conferencia-concierto sobre Compositores mediterráneos de lied con la cantante Emilia

Muñoz, celebrada en Murcia el 28 de octubre de 1954, que justificaba su significación

en este género musical.

El evento artístico más importante de Luis Sánchez durante aquellos meses fue el

concierto de la Orquesta del Conservatorio, el 29 de noviembre de 1954, en la que se

ejecutó su Oriental y tomó parte como solista con gran éxito.

Pocas fechas más tarde, el pianista valenciano Leopoldo Querol, de gira por

Andalucía, dio un concierto en la Sociedad Filarmónica de Málaga fechado el 13 de

diciembre de 1954, donde interpretó sus Libélulas (Parotets) y estrenó su Danza de las

estatuas. En las líneas de la crítica publicadas en el diario Sur se alabó su figura, y se le

reclamó la composición de obras de mayor ambición formal que las breves y ligeras

piezas programadas en este concierto:

Don Luis Sánchez (aprovechamos la ocasión para reiterarlo) es capaz de

obras de mayor envergadura. Su magistral conocimiento de la música, de los

preclásicos, clásicos y coral, deberían darnos la oportunidad de una sinfonía, de

esa música religiosa y ortodoxa que puede producir.56

Pese a que el público malagueño le pedía este tipo de obras, gracias a su

considerable prestigio cultural y musical, Luis Sánchez trabajó con las pequeñas formas

durante el resto de su vida. Por otra parte, participó con mucha frecuencia en actividades

de la Banda Municipal de Málaga, cerca del ámbito popular, como en el concierto

celebrado el 16 de enero de 1955 en el que dirigió una obra propia con gran éxito de

público.

Sin embargo, su actividad más destacada durante estos años fue la de pianista

acompañante, como la gira de conciertos por el Sur y el Levante español con el

violinista uruguayo Carlos Demicheri, iniciada con un concierto en la Sociedad

Filarmónica de Málaga el 16 de febrero de 1955. El punto culminante de esta gira fue

56 L. Caballero, “Querol, con la Orquesta del Conservatorio, en la Filarmónica”, Sur, Málaga, 14-XII-1954, p. 7.

510

Page 523: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

para Luis Sánchez el concierto que dieron en el Ateneo Mercantil de Valencia, bajo los

auspicios del Instituto Iberoamericano de Valencia. Esta actuación supuso un

reencuentro musical con su tierra natal de la que llevaba varios años alejado, reflejado

así en palabras de López-Chavarri:

Punto aparte para Luis Sánchez, a quien fueron a saludar muchos amigos.

Un jubileo parecía el sitio donde se hallaba nuestro paisano. Luis Sánchez había

aprovechado la coyuntura de la excursión para venir a abrazar a su familia y a

sus amigos. Pero no por ello demostró menos ser en el piano el técnico firme […]

el músico de gusto y fina sensibilidad que sabe dar a sus interpretaciones estilo,

carácter, vida […]57

Realizó poco tiempo después otra gira de conciertos con el violoncellista Mischel

Cherniavsky, iniciada en la Sociedad Filarmónica de Málaga el 5 de noviembre de

1955, con gran éxito de público y crítica reflejada en esta reseña publicada en Sur: Muy

eficaz colaborador de este éxito fue, al piano, Luis Sánchez, con una feliz actuación de

sus excelentes cualidades de buen pianista.58 Los conciertos tuvieron lugar en Melilla,

Tetuán el 10 de noviembre, Tánger, Larache y Ceuta. A su vuelta actuó en la

celebración de Santa Cecilia en el Conservatorio de Málaga, el 22 de noviembre, con la

parte pianística del Trío número 7, para piano, viola y clarinete de Mozart. Pocos días

después, el 29 de noviembre de 1955, fue estrenada en la Sociedad Filarmónica de

Málaga su Elegía para arpa por la dedicataria de la pieza, la entonces joven arpista

María Luisa Robles. Esta intérprete, que había iniciado en 1954 una importante carrera

como concertista59 y continuó a nivel internacional tras su marcha a Gran Bretaña a

partir de 1958,60 volvió a interpretar esta obra en un concierto celebrado en Valencia el

9 de enero de 1956.

Luis Sánchez estaba inmerso en una frenética actividad creativa y artística: el 11 de

enero de 1956 acompañó al piano a la mezzo-soprano norteamericana Leslie Frick en un

concierto celebrado en la Sociedad Filarmónica de Málaga, el 12 de abril de 1956 la

Orquesta del Conservatorio de Málaga estrenó su obra Helénicas para orquesta de

cuerda, dirigiendo él mismo la pieza. Muy poco después, el 25 de abril de 1956, el

57 Eduardo López-Chavarri Marco, “Música: Un recital de violín y piano”, Las Provincias, 23-II-1955. 58 Juan Llamas, “Amigos de la Música: El recital de Cherniawsky”, Sur, Málaga, 6-XI-1955. 59 Alfonso de Vicente, “Robles, Marisa”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 2002, vol. 9, p. 239. 60 Vicente Galbis López, Orquesta de Valencia: 60 años de vida sinfónica (1943-2003), Valencia: Palau de la Música, 2004, p. 186.

511

Page 524: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Quinteto Municipal de Música de Cámara de Almería interpretó, en concierto celebrado

en la citada ciudad, su Cuarteto bucólico.

Sin embargo, durante la segunda mitad del año 1956 cayó gravemente enfermo.

Operado por el cirujano D. Antonio Luna, pudo recuperarse parcialmente y volver a la

actividad, componiendo su última obra titulada Allegro Trágico para piano y orquesta

de cuerda. Su emotivo estreno tuvo lugar en el Conservatorio el 29 de marzo de 1957

por la Orquesta del Conservatorio de Málaga, con el autor al piano a pesar de su

delicado estado de salud. En el mismo, el compositor entregó la partitura al médico,

dedicatario de la obra, fundiéndose ambos en un cordial abrazo. Este fue el último

recital de Luis Sánchez, antes de un fatal y definitivo agravamiento de su enfermedad.

Falleció el 17 de octubre de 1957. En su memoria el Conservatorio de Málaga

suspendió el concierto inaugural del curso, y la prensa se hizo eco de la triste noticia61

El concierto inaugural de curso se celebró el 31 de octubre, en el que se interpretó

como homenaje su Idilio, y se incluyó en el programa de mano la siguiente nota de

condolencia:

El reciente fallecimiento del Catedrático de Estética e Historia del Centro,

D. Luis Sánchez, nos obliga a incluir en este programa su obra ‘Idilio’, como

grato recuerdo a su memoria. Hombre totalmente entregado a su afición artística,

pese a su carrera de médico, para Luis Sánchez no existió más razón de vida que

la música: a ella entregó sus mejores momentos, uno de los cuales, sin duda,

representa la obra que hoy interpreta la Orquesta del Conservatorio.62

En su memoria se organizó un concierto homenaje, ya esbozado poco después de

su fallecimiento. El 24 de marzo de 1958, el Conservatorio ofreció un concierto a cargo

de la Orquesta y varios solistas, formado por obras exclusivamente suyas: Tres

Infantinas, Tres Elegías, Hojas Secas (todas para voz y piano), Helénicas, Idilio y

Allegro Trágico (para orquesta y solistas). El panegírico fue muy expresivo: Su muerte

temprana, cuando aún se esperaban los mejores frutos de su inteligencia, cultura y

formación musical, ha impresionado hondamente al Centro, que con este concierto

quiere rendir un sentido tributo de recuerdo y homenaje a su memoria.63

61 Sin autor, “Ha muerto don Luis Sánchez, catedrático del Conservatorio: Era un excelente escritor, pianista y director de orquesta”, Sur, Málaga, 18-X-1957. 62 Nota al programa del concierto de la Orquesta de Cámara del Conservatorio de Málaga, celebrado el 31-X-1957. 63 Nota al programa del concierto celebrado en el Conservatorio de Málaga, el 24-III-1958.

512

Page 525: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En los años siguientes a su fallecimiento, su viuda Elena Cuñat mantuvo

correspondencia con Manuel Palau, entonces director del Conservatorio de Valencia. Se

intentó organizar un concierto de homenaje en Valencia, con obras suyas pero,

desgraciadamente, no llegó a realizarse.

Más de treinta años después de su fallecimiento, el 18 de diciembre de 1988, la

Banda Municipal de Málaga le dio un concierto de homenaje. En el mismo se interpretó

la versión bandística de Amaneix (Amanece), así como música valenciana y obras a

petición de su familia como En las estepas de Asia Central de Borodin, compositor con

el que compartía su dedicación a la Medicina y por el que tuvo especial predilección.

Sin embargo, exceptuando la dedicatoria de un aula en su memoria en el

Conservatorio de Málaga, Luis Sánchez es una figura necesitada de una recuperación.

Su figura y su música cuentan con el valor más que suficiente para que sea interpretada

con mayor frecuencia, tanto en Málaga como en su Valencia natal.

VII. 2 Análisis de obras orquestales

La obra orquestal de Luis Sánchez es, por diversas razones, esencialmente

diferente a los demás miembros del grupo. Desde su juventud compuso para gran

orquesta, sin tener un planteamiento de base pianístico, a pesar de ser intérprete de este

instrumento. Sin embargo, compuso varias obras para piano solista y orquesta, tanto con

orquesta de cuerda (Oriental), como sinfónica (Fantasía Meridional), incluso

alternando lo camerístico con lo orquestal (Allegro Trágico), y destacando su labor de

transcriptor (Parotets). Por otra parte, realizó versiones para banda de dos obras: Ecos

de la Alhambra y Amaneix (Amanece), ante la posibilidad de que fueran interpretadas

con mayor frecuencia en este tipo de formaciones. Transcribió para orquesta de cámara

un movimiento de su Cuarteto Bucólico titulado Idilio, del mismo modo que con la

pieza pianística titulada Parotets arriba mencionada.

No resulta fácil clasificar las obras por periodos, puesto que las circunstancias

personales y materiales en que vivió pasaron por altibajos importantes, pero aquí se va a

hacer con algunas puntualizaciones: Una primera época de sinfonismo descriptivo con

raíces decimonónicas que abarca las obras compuestas antes de 1930, ejemplificado en

513

Page 526: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

su primera obra “Alhambrista” titulada Ecos de la Alhambra, y luego modernizado por

la influencia de su maestro Manuel Palau en los Dos Apuntes Sinfónicos e Instantáneas

Levantinas, utilizando una orquesta sinfónica completa. Una segunda etapa a lo largo de

los años treinta en la que compone para orquesta de cuerda, gracias al estímulo de la

Orquestra Valenciana de Cambra y su integración en el Grupo de los Jóvenes, donde

podemos incluir a Oriental, Nocturno, Amaneix(Amanece), Idilio y la versión orquestal

de Parotets, única obra en la que utiliza instrumentos de viento. La tercera etapa o de

madurez abarca desde el final de la Guerra Civil hasta su temprano fallecimiento, donde

inicialmente compuso para gran orquesta: Prismas Sinfónicos y Fantasía Meridional

para piano y orquesta pero, en sus últimas obras volvió progresivamente hasta

formaciones de cuerda casi camerísticas, con Helénicas y Allegro Trágico. Las primeras

permanecen inéditas y las últimas fueron interpretadas en alguna ocasión en Málaga, de

lo que se deduce que las condiciones materiales influyeron a la hora de depurar y

reducir la formación orquestal que finalmente las pudo interpretar.

VII. 2. 1. Catálogo

En este epígrafe se va a desarrollar su catálogo orquestal, en el que se adjuntarán

datos que mencionan los rasgos extramusicales de las obras que permiten su mejor

comprensión. Así como las fechas de estreno y frecuencia de interpretación de las obras,

y el lugar donde fueron ejecutadas, lo que nos permitirá valorar la recepción de la obra

entre el público, aspecto que se complementará con la inclusión de críticas realizadas en

sus respectivos estrenos e interpretaciones posteriores.

Ecos de la Alhambra (1926)

3.3.2.2 – 4.2.3.1 – Tim – perc – arp – cu.

Estrenada en Valencia por la Orquesta Sinfónica, dirigida por José Manuel

Izquierdo, el 7 de agosto de 1926. Su acogida fue muy notable entre el público, como lo

reflejan las siguientes críticas.

En la siguiente cita, publicada por su maestro Manuel Palau en La Correspondencia

de Valencia, certifica la valía del compositor por encima de las dificultades que sufrió

por aquel entonces en el Conservatorio:

514

Page 527: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Efectivamente, la obra, además de que fue originalmente pensada por su

autor para orquesta, se encuentra en este medio aún más libre para lucir sus

facetas, por la poderosa oposición de timbres que espontáneamente ofrece la

orquesta, y cuyas perspectivas fáciles, son en la banda producto de un estudio

laborioso. El sabor hispano de sus melodías, la gracia de su orquestación, el

entrelazado feliz de sus contrapuntos, confieren a su autor un ‘brevet’ de

maestría que Sánchez ha visto denegado en otras esferas, pero que el público, que

solamente se atiene a las obras, vio bien patente en ‘Ecos de la Alhambra’ y la

aplaudió a más no poder.64

Un crítico musical de la valía y trascendencia de Eduardo López-Chavarri Marco

valoró esta obra con las siguientes palabras:

Ayer tocó la orquesta una bella impresión sinfónica de L. Sánchez, de estilo

español […] Para ser de un jovencísimo compositor es una obra muy digna de

estima; resulta elegante, bien construida, y está instrumentada con mucho arte.65

Su transcripción para banda fue estrenada el 7 de marzo de 1926 por la Banda

Municipal de Valencia, dirigida por el maestro Ayllón, meses antes del estreno de la

versión orquestal. En las siguientes líneas, publicadas en el diario El Pueblo, se aprecia

la valoración que la crítica musical valenciana le dio como una figura muy prometedora,

habida cuenta de que aquel concierto supuso la presentación de su obra ante el gran

público:

No es la primera vez que nos congratulamos al reseñar desde estas

cuartillas la presentación en el campo de las manifestaciones artísticas de un

valor nuevo […] Ahora, un desconocido, gallardamente, con sus dieciocho años

de rosadas ilusiones se da a conocer con una bella obra que hace predecir una

larga carrera de éxitos […] La obra estrenada, acusa en su autor todo un

temperamento musical, que de no malograrse por cualquier fortuita circunstancia

le conducirá muy lejos. ‘Ecos de la Alhambra’, posee una melodía fresca,

original e inspirada, con una instrumentación segura, orientada hacia las

tendencias modernas, pero que permite lleguen al público los hermosos diseños

melódicos con toda claridad.66

64 Manuel Palau, “Musicales: Viveros Municipales”, La Correspondencia de Valencia, 10-VIII-1926, p. 1. 65 Sin autor, “Viveros Municipales”, Las Provincias, 8-VIII-1926, p. 2. 66 Ll. P, “De Arte: Luis Sánchez Fernández”, El Pueblo, 12-III-1926.

515

Page 528: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Su presentación precedió al del original para orquesta, gracias a la mayor

estabilidad de esta agrupación frente a la frecuencia ocasional de la Orquesta Sinfónica,

que la estrenó meses más tarde. Este factor implicó que la obra fuera interpretada en

muchas más ocasiones, hasta convertirse en una obra muy popular entre el público de la

época. Como ejemplo de su aceptación popular, la Unión Musical de Vinalesa la

escogió como obra de libre elección en su participación en el Certamen de la Feria de

Julio de Valencia, en audición celebrada el 6 de agosto de 1929, hecho que fue muy

valorado en la siguiente crítica publicada en el Boletín Musical de Córdoba:

En esta sección, como notará el lector, figuran obras pianísticas libremente

elegidas por las bandas, que chocan un poco con el medio en que se ven; como

contraste, la bella impresión española de L. Sánchez, que da una sonoridad muy

limpia y llena de emoción: debería seguirse el ejemplo.67

En la siguiente tabla se sintetizan las diferentes interpretaciones de esta obra, tanto

en su versión orquestal como bandística, además de alguna versión para piano ofrecida

por el autor:

FECHA LUGAR

LOCAL

VERSIÓN INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 7-III-1926 Valencia –

Viveros

Municipales

Banda Banda Municipal

de Valencia – L.

Ayllón

Estreno absoluto

14-III-1926 Valencia –

Viveros

Municipales

Banda Banda Municipal

de Valencia

28-III-1926 Valencia –

Viveros

Municipales

Banda Banda Municipal

de Valencia

23-V-1926 Valencia –

Viveros

Municipales

Banda Banda Municipal

de Valencia

11-VII-1926 Valencia –

Viveros

Municipales

Banda Banda Municipal

de Valencia

67 P. B. [¿Palau Boix?], “Bandas de Música: Valencia-XXXVII Concurso Regional de Bandas Civiles”, Boletín Musical de Córdoba, Julio 1929, pp. 15-16.

516

Page 529: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

7-VIII-1926 Valencia –

Viveros

Municipales

Orquesta Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

Estreno de la versión

orquestal

20-III-1927 Valencia –

Viveros

Municipales

Banda Banda Municipal

de Valencia

26-VI-1927 Valencia –

Viveros

Municipales

Banda Banda Municipal

de Valencia

6-VII-1927 Valencia –

Viveros

Municipales

Orquesta Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

21-XII-1927 Valencia Piano Luis Sánchez Fuera de programa

10-VI-1928 Valencia –

Viveros

Municipales

Banda Banda Municipal

de Valencia

6-I-1929 Valencia –

Jardines del Real

Banda Banda Municipal

de Valencia

6-VIII-1929 Valencia – Plaza

de Toros Banda Unión Musical de

Vinalesa XXXVII Certamen

de la Feria de Julio

20-III-1932 Valencia – Plaza

de Emilio

Castelar

Banda Banda Municipal

de Valencia – Luis

Sánchez

Concierto de clausura

de las fiestas falleras

12-VII-1933 Valencia –

Viveros

Municipales

Orquesta Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

13-VII-1935 Valencia –

Viveros

Municipales

Orquesta Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

Aplazado al 14-VII-

1935, a causa del mal

tiempo

18-VII-1936 Valencia –

Viveros

Municipales

Orquesta Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

Estallido de la Guerra

Civil, no se tiene

constancia de que se

llevara a cabo

No se tiene constancia de que, tanto la versión orquestal como la bandística, hayan

vuelto a ser interpretadas desde entonces.

517

Page 530: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Dos Apuntes Sinfónicos (1925-1928)

3.3.2.2 – 4.3.3.1 – Tim – perc – arp – cel – cu.

1. Estío (dedicado a don Vicente Sánchez Torralba). 2. Invierno (dedicado a don

Enrique Pecourt Asensi).

En las siguientes líneas, incluidas por el compositor en las notas al programa de su

estreno, se explica una descripción de los dos movimientos que conforman la obra, así

como elementos descriptivos y literarios que le inspiraron para dar forma a la obra:

Estío: Lo concebí en el año 1926 veraneando en el vecino pueblecito de

Rocafort. En él se dibujan los tranquilos amaneceres estivales, las soñolientas

melodías de los campesinos al dirigirse al trabajo, trinos de pajarillos, horas de

calma, etc. Después de unos compases de dinamismo orquestal expresan una

nube de verano surge un melancólico diálogo entre el corno y el lúgubre

caramillo del clarinete, que recuerda la tristeza de los grises días otoñales. El

cello solista dice la última frase.

Invierno: Está inspirado en la lectura del poema Las selvas del año, de

Baltasar Gracián y Morales. El tema principal lo exponen las flautas, arpas,

celesta y armónicos de la cuerda, recordando los monótonos días invernales.

Aparece un pasaje sobre la escala de tonos enteros que conduce a la reexposición

del tema principal en “maestoso canon” entre trompetas y trombones,

acompañado por arpegios de la cuerda. Comentando la estrofa del poema que

dice:

“Hasta que el claro capitán del día

de luces reforzado

con sus lucientes armas

ánimo les infunde

y calor nuevo a sus heladas venas

para que restaurado el desmayado brío

rompan del miedo frío las cadenas.”

adquiere la orquesta grandes proporciones y termina en fortísimo “tutti”

con una amplia cadencia.68

La obra fue estrenada en Valencia por la Orquesta Sinfónica, bajo la dirección de

José Manuel Izquierdo, el 15 de abril de 1930. En la siguiente cita, publicada por en el

68 Notas al programa del autor, en el concierto de la Orquesta Sinfónica de Valencia, celebrado el 15-IV-1930.

518

Page 531: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Diario de Valencia, al día siguiente de su estreno, el crítico Gomá aprecia en la obra un

interesante toque de modernidad:

El autor vive su época, y al no olvidarlo sabe hallar el lenguaje

contemporáneo, aprovechando para sus fines expresivos giros peculiares de ese

lenguaje. En toda esta traza, en toda esta habilidad, en todo este conocimiento

habrá de otorgársele la parte correspondiente al maestro Palau, cuyas

enseñanzas y consejos ha recibido Luis Sánchez con visible aprovechamiento

inteligente […] He aquí, pues, un joven artista que viene a formar parte con el

mejor éxito del grupo de los actuales compositores valencianos.69

El propio Manuel Palau, bajo seudónimo, dio su particular mención del evento en

La Correspondencia de Valencia, valorando su originalidad y enjuiciando sus partes:

Luis Sánchez es un buen compositor, a nuestro juicio. Tiene de bueno la

escuela en que se ha formado y el deseo de aportar a su arte obras sinceras,

propias y nuevas. Nos causó mejor impresión el ‘Estío’. ¿Temperamento del

autor? Le oímos en este apunte más original, menos preocupado por otros

ejemplos. Esperamos que su labor no quede adormecida. Y nos satisfará que siga

ascendentemente el camino de su personalidad que, con otras de paisanos

nuestros, signifiquen una regeneración musical de la que nuestra tierra está muy

falto.70

En la siguiente tabla se resumen las fechas, intérpretes y circunstancias de cada una

de las ocasiones en las que fue ofrecida la obra:

FECHA LUGAR

LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 15-IV-1930 Valencia Teatro Principal Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

Estreno de la obra –

Sociedad Filarmónica

de Valencia

12-VII-1930 Valencia Jardines del Real Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M

Izquierdo

69 Enrique Gomá, “Crónica musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia, 16-IV-1930, p. 8. 70 V. [¿Palau?], “Sociedad Filarmónica: Orquesta Sinfónica”, La Correspondencia de Valencia, 16-IV-1930, p. 2.

519

Page 532: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

27-VII-1931 Valencia Viveros

Municipales

Orquesta Sinfónica

de Valencia- J. M.

Izquierdo

10-VII-1932 Valencia Viveros

Municipales

Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

27-III-1938 Valencia Teatro Principal Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

Conciertos Matinales

7-X-1939 Valencia Teatro Principal Orquesta FET y de

las JONS – M.

Palau

Conmemoración del

VII Centenario de la

conquista de

Valencia

El primer movimiento estuvo dedicado a Vicente Sánchez Torralba, pianista y

director nacido en Sagunto, alumno de Salvador Giner en el Conservatorio de Valencia,

pasó varios años en América y tras su regreso se dedicó a la dirección musical en

teatros.71 Destacó por su iniciativa de estrenar todas las óperas de Salvador Giner en

Valencia en 1901.72

El dedicatario del segundo tiempo de esta obra fue el arquitecto valenciano don

Enrique Pecourt Asensi, quien fue Secretario-Delegado de la Sociedad Filarmónica de

Valencia entre 1924 y 1946.73 Durante los años en que ocupó este cargo, la entidad

vivió sus años de mayor esplendor y su trabajo fue fundamental para la fundación de la

Orquesta Sinfónica de Valencia, como citó Eduardo Ranch:

[…] Eran los primeros conciertos de la Sinfónica, que se había fundado no

sin esfuerzos, esfuerzos los mayores y más tenaces, los del señor secretario de la

Filarmónica don Enrique Pecourt. Y hay que citarlo porque es hermoso y lo

merece, porque es bueno recordar las cosas que estuvieron acertadas y porque

pasa el tiempo y unos las ignoran y otros las olvidan.74

71 José Ruiz de Lihory, La Música en Valencia. Diccionario Biográfico y Crítico, Valencia: Establecimiento Tipográfico Doménech, 1903, p. 398. 72 Vicente Galbis, “Giner Vidal, Salvador”, Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 1, p. 444. 73 AAVV, Sociedad Filarmónica de Valencia, 1912-1962, Memoria, Valencia: Talleres Tipográficos Semana Gráfica, 1962. 74 Sergio Sapena, La Sociedad Filarmónica de Valencia (1911-1945): Origen y Consolidación, Valencia: Universidad Politécnica-Facultad de Bellas Artes-Departamento de Comunicación Audiovisual e Historia del Arte, 2007, pp. 248 y 734. Cita a: Eduardo Ranch, “Crónica del arte de la música”, La Correspondencia de Valencia,, 18-XI-1933, p. 4.

520

Page 533: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Luis Sánchez estaba muy vinculado a esta Sociedad, de la que fue socio desde su

juventud y llegó a formar parte de su junta directiva en 1934, y en cuyo ámbito

(Orquesta Sinfónica) se estrenaron varias de sus obras, entre las cuales se incluyen la

aquí comentada.

Instantáneas Levantinas (1930)

3.3.2.2 – 4.3.3.1 – Tim – perc – arp – cel – cu.

1. Rocafort (dedicado al pintor valenciano Enrique Cuñat). 2. Dos Aguas

(dedicado al compositor valenciano Alvaro Marzal).

El autor adjuntó al programa de mano de su estreno las siguientes líneas, donde

explica la fuente de inspiración de la obra y describe los elementos musicales de cada

una de sus dos partes:

Las dos Instantáneas Levantinas son a manera de fotografías

musicales (como su título indica) de los lugares que se describen. El por qué

titularlas así es el siguiente: De la misma manera que la placa sensible se

impresiona en la cámara fotográfica ante el paisaje, el compositor, sensible

también ante las bellezas naturales y típicas costumbres de nuestra región,

hase(sic) impresionado musicalmente, resultando de ello las dos Instantáneas

Levantinas o cuadros orquestales de la región valenciana.

Rocafort: Noche estival, noche de calma en plena huerta, que la

orquesta evoca en leve murmullo de la cuerda, sobre el que entablan dulce

diálogo el clarinete y el oboe. A lo lejos, rumores de valenciana fiesta: un rítmico

motivo de danza valenciana aparece en la madera sobre inquietas armonías de

las trompas y “pizzicati” de la cuerda. Como si se acercase el festivo clamoreo,

crece la sonoridad orquestal, y es ahora en los timbres del metal donde se estiliza

la poética evocación festiva, resolviéndose en fuerte y dinámico “tutti”. Se aleja

la fiesta, vuelve la calma. Sobre motivos del primer diálogo canta toda la cuerda

una vibrante cantinela, y simultáneamente la madera, celesta y trompetas con

sordina rumorean motivos de la lejana fiesta.

Dos Aguas: Cristalinos arroyos corren y saltan vertiginosos

murmurando obstinadamente juguetona canción; madera, celesta, arpa,

triángulo, timbres y violines sirven de fondo a un rítmico motivo expuesto por

violas, violoncellos, corno y fagot. Poco a poco el ritmo saltarín se pierde; es un

521

Page 534: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

remanso lo que contemplamos ahora. El frondoso paisaje se refleja algo confuso

en el agua, al parecer muerta. El corno, acompañado por el arpa y “pizzicati” de

la cuerda, dice un apacible motivo que desarrollan apasionadamente violines y

violoncellos, hasta que las trompas lo reexponen ampliamente. Nuevos arroyuelos

repiten su alegre canción (primer motivo) y se persiguen, acabando por reunirse,

resolviéndose en ruidosa cascada, evocada musicalmente por la simultaneidad de

todos los temas, terminando por una avasalladora cadencia. Responde a la forma

ternaria; es un “scherzo”.75

La obra fue estrenada en Valencia por la Orquesta Sinfónica, dirigida por el

maestro Izquierdo, el 28 de febrero de 1934. El crítico musical Eduardo López-Chavarri

Marco publicó, al día siguiente del estreno, este interesante comentario crítico en el

diario Las Provincias:

Tercera parte: ‘Instantáneas Levantinas’. La primera, ‘Rocafort’, suave,

tranquila como la huerta; la segunda, ‘Dos Aguas’, agreste e impaciente como

aquella región. Luis Sánchez tiene un notabilísimo sentido de las proporciones y

del colorido de la orquesta. Construye y al propio tiempo obtiene sonoridades

vivas, con felices y personales combinaciones de timbres. En estas dos obras no

se limita el joven compositor a buscar efectos fáciles exteriores, sino que va a lo

más hondo de la impresión y la traduce con dichosa musicalidad. Luis Sánchez es

ya un valor positivo.76

Seguidamente se resumen las diferentes interpretaciones realizadas de esta obra:

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 28-II-1934 Valencia Teatro Principal Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

Estreno de la obra –

Sociedad Filarmónica

de Valencia

4-III-1934 Valencia Viveros

Municipales

Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

Ayuntamiento de

Valencia

75 Notas al programa del autor, para el concierto de la Orquesta Sinfónica, celebrado el 28-II-1934, en el que esta obra fue estrenada. 76 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “En la Filarmónica”, Las Provincias, 1-III-1934, p. 5.

522

Page 535: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

30-VI-1934 Valencia Viveros

Municipales

Orquesta Sinfónica

de Valencia – J. M.

Izquierdo

6-VI-1937 Valencia Teatro Principal Orquesta Sinfónica

de Valencia – J.M.

Izquierdo

Conciertos Matinales

23-XI-1949 Málaga Conservatorio de

Música

Orquesta Sinfónica

de Málaga – L.

Sánchez

23-I-1950 Málaga Teatro Cervantes Orquesta Sinfónica

de Málaga – L.

Sánchez

Función de gala del

Primer Congreso

Médico del Sur

Estas dos Instantáneas Levantinas tenían, respectivamente, sendos dedicatarios. La

primera al pintor Enrique Cuñat, padre de la pianista Elena Cuñat que, pocos años más

tarde, se convertiría en su esposa. La segunda al organista y compositor valenciano

Alvaro Marzal García (1875-1960), nacido en Oliva y formado en el Seminario

Conciliar de Valencia, fue organista en su localidad natal, en la colegiata de Xàtiva y, a

partir de 1922, en la Parroquia de los Santos Juanes de Valencia. En su catálogo hay una

importante cantidad de obras religiosas, entre las que se incluye una obra premiada en

un concurso convocado para un Himno a al Virgen de los Desamparados, así como

piezas inspiradas en el folklore valenciano que recopiló y publicó durante parte de su

vida.77

Oriental (1931-1932)

Orquesta de cuerda – piano solista.

En el programa de mano de un concierto en el que se interpretó esta obra se

describen brevemente las circunstancias de su composición y estreno, así como algunos

elementos técnicos y tímbricos:

Compuesta para el Concierto celebrado en conmemoración del primer

aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra. Como obra de juventud, todo

en ella es diáfano y espontáneo, sin prejuicios de técnica ni preocupaciones

escolásticas. Los motivos (ritmo y melódico) fluyen con naturalidad y se 77 José Climent, “Marzal García, Alvaro”, Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor-IVM, 2006, vol. 2, pp. 86-87.

523

Page 536: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

desarrollan recorriendo tonalidades bastante alejadas de la principal, en

sorprendentes giros e inflexiones, sin perder por ello el carácter que su título

hace presumir, ni el ritmo de danza que se establece vigorosamente desde el

principio. Una vibrante coda a base del motivo central, confiada a toda la cuerda

acompañada por rítmicos y sonoros acordes del piano, pone fin a la obra entre

arpegios del piano, que dice ampulosamente la última frase.78

Esta obra fue estrenada en Valencia el 20 de mayo de 1932, por la Orquestra

Valenciana de Cambra, dirigida por Francisco Gil, con la pianista Elena Cuñat. La

composición fue acogida muy elogiosamente por la crítica, como se aprecia en esta

reseña de Eduardo López-Chavarri Marco publicada en el diario Las Provincias:

‘Oriental’, de Luis Sánchez, es una danza también para piano y orquesta de

arco, en donde se ponen de manifiesto las condiciones que diferentes veces hemos

reconocido en su autor. Deseo de modernismo audaz, búsqueda de

harmonizaciones peculiarmente sentidas y una personal manera de emplear la

técnica, sin olvidar el efecto externo. Asimismo el público acogió la nueva obra

con el entusiasmo de las precedentes.79

Su condiscípulo Emilio Valdés, quien en aquel momento ejercía la crítica en La

Correspondencia de Valencia, describió la obra con un entusiasmo que refleja la

amistad que le unía al compositor:

La otra obra, ‘Oriental’, de Sánchez, inspiraba en su fondo, es también un

claro reflejo de esa musicalidad en que está compenetrado su autor; a través de

‘Oriental’, recordamos el sentido de aquellos cantos populares que nos legaron

nuestros antepasados los moriscos; Sánchez nos hace sentir la poesía que todo

ello encierra, en su divina ‘Oriental’.80

En las siguientes tablas se resumen las circunstancias en que se realizaron las

interpretaciones posteriores de esta obra:

78 Notas al programa, para el concierto de la Orquesta de Cámara de Málaga, celebrado en la citada ciudad el 29-XI-1954. 79 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, 25-V-1932, p. 13. 80 Emilio Valdés, “Musicales: Primer Aniversario de la ‘Orquestra Valenciana de Cambra’”, La Correspondencia de Valencia, 21-V-1932, p. 3.

524

Page 537: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 20-V-1932 Valencia Conservatorio de

Música

O. Valenciana de

Cambra – F- Gil -

Elena Cuñat

(piano)

Estreno de la obra - I

Aniversario de la O.

Valenciana de

Cambra

8-VI-1932 Alcoy Círculo Industrial O. Valenciana de

Cambra – F. Gil -

Rafael

Casasempere

(piano)

Presentación en

Alcoy de la O.

Valenciana de

Cambra

18-IV-1934 Valencia Conservatorio de

Música

O. Valenciana de

Cambra – F. Gil -

Berenguer Estela

(piano)

Sociedad “Música de

Cámara”

2-VII-1934 Valencia Conservatorio de

Música

O. Valenciana de

Cambra – F. Gil -

Elena Cuñat

(piano)

Sociedad “Música de

Cámara”

11-VII-1939 Valencia Radio Valencia Sexteto Camps Emisión radiofónica

29-XI-1954 Málaga Conservatorio de

Música

O. de Cámara del

Conservatorio de

Málaga – Gutiérrez

Lapuente - Luis

Sánchez (piano)

Concierto dedicado al

S.E.M. de Málaga

17-VI-2009 Valencia Palau de la

Música

Solistas de la O.

Sinfónica del

Mediterráneo – J.

A. Ramírez – José

Ramón Martín

(piano)

En el concierto ofrecido el 18 de abril de 1934, la Orquestra Valenciana de Cambra

la ofreció con la colaboración del pianista Enrique Berenguer Estela (1913-1993),

formado en el Conservatorio de Valencia y especializado en la dirección de teatro lírico

y música coral, de cuyo género forma parte la mayoría de su catálogo, así como la

525

Page 538: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

faceta de pianista acompañante, de la que fue profesor de repertorio lírico en el citado

Conservatorio al final de su carrera.81

Se tiene constancia de que a principios de 1954 se intentó programarla en Valencia,

según se aprecia en este fragmento de una carta enviada por Eduardo López-Chavarri

Andújar:

De la ‘Oriental’ tiene la palabra el “Kapellmeister” de la orquesta de

Valencia; te doy sus señas y vosotros vereis que arreglais; es Daniel Albir.

Hermandad Católico-Ferroviaria. Mercado de Colón, 12, Vª. Asigne a ver quien

la toca antes; de todas formas “el orden de factores no altera el producto” y la

cosa es que la obra corra.82

La última versión ofrecida en Málaga la dio el propio Luis Sánchez, el 29 de

noviembre de 1954, por la Orquesta de Cámara de Málaga, dirigida por el maestro

Gutiérrez Lapuente. Estas líneas, publicadas en el diario Sur, reflejan la incidencia que

tuvo la interpretación de esta obra en el ambiente musical malagueño:

En la segunda parte, la ‘Oriental’, de don Luis Sánchez, obra que había

despertado extraordinario interés […] Don Luis Sánchez es, sin duda, una de las

personalidades más extraordinarias e interesantes en cuanto a música. De una

preparación nada común en composición, armonía, contrapunto, etcétera, une a

sus grandes dotes de la de ser un pianista extraordinario y poseer una cultura

vastísima, que se acentúa en la música, ofreciéndonos quizá el archivo más

sorprendente.83

En fechas más recientes, la obra fue programada por los Solistas de la Orquesta

Sinfónica del Mediterráneo, en concierto celebrado en el Palau de la Música de

Valencia el 17 de junio de 2009, bajo la dirección de Juan Antonio Ramírez y con el

pianista José Ramón Martín.

81 Rafael Díaz, “Berenguer Estela, Enrique”, Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor-IVM, 2006, vol. 1, p. 113. 82 Carta manuscrita enviada por Eduardo López-Chavarri Marco, fechada en Madrid el 6-V-1954. Archivo familiar de Luis Sánchez.

526

Page 539: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Nocturno (1933)

Orquesta de cuerda.

Las siguientes líneas autógrafas del compositor, en las que realiza una descripción

de la obra, se habla de diversos aspectos formales y técnicos de la obra, de gran utilidad

para su análisis y comprensión:

Esta pieza es un “lied” cuyo único motivo, exponen plácidamente los

violines primeros, acompañados por murmullos de los segundos y violas, sobre

obstinada pedal de los bajos; dicho motivo va seguido de una apasionada

inflexión hacia la dominante del tono, para luego ser reexpuesto, tras unos breves

compases del cuarteto solo, que constituyen el periodo modulante. El fragmento

central, en modo menor y algo más vivo, está construido con imitaciones, a base

de un pequeño diseño, que antes apareció adornando al tema principal (o único

más bien) el cual se recuerda ahora en fortísimo “tutti”, para volver a su forma

inicial, tras una lánguida cadencia. Termina la obra con un canon a la octava en

allegro risoluto, sobre el motivo en cuestión, que va perdiéndose hasta llegar a la

coda, en la que los solistas, con sonido lejano pero insistente, rumorea el tema,

que esta vez aparece sobre nuevas armonías, sostenidas en pianísimo trémolo por

los violines.84

Esta obra, compuesta para la Orquestra Valencia de Cambra, se convirtió en una de

las más divulgadas de Luis Sánchez, tanto en Valencia como en otras capitales del país.

Su estreno tuvo lugar el 12 de mayo de 1933 en Valencia, bajo la dirección del maestro

Gil. Esta obra fue muy bien acogida por la prensa, como lo refleja Eduardo López-

Chavarri Marco en esta cita publicada en Las Provincias:

Después ‘Nocturno’ de Luis Sánchez, y en esta comenzaban las obras de los

jóvenes compositores valencianos, escritas para este aniversario. Luis Sánchez

tiene íntimo sentimiento de las voces, trabaja bien la polifonía, y su ‘Nocturno’

está muy bien conseguido. Interesó al auditorio. Su claridad de escritura es

palmaria.85

A continuación se resumen las fechas, intérpretes y circunstancias de las diferentes

versiones que se ofrecieron de esta obra a lo largo del tiempo:

83 Sin autor, “La Música: Extraordinario éxito de la ‘Oriental’, del compositor don Luis Sánchez”, Sur, Málaga, 30-XI-1954. 84 Extraído de una nota mecanografiada original del autor, de fecha incierta. 85 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, 13-V-1933, p. 13.

527

Page 540: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZADOR

INCIDENCIAS 12-V-1933 Valencia Salón de Actos de

la Federación

Industrial y

Mercantil

O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

Estreno de la obra - Sociedad “Música de

Cámara” - II

Aniversario de la O.

Valenciana de

Cambra

19-V-1933 Valencia O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

Organizado por el

Círculo de BBAA

1-VI-1933 Valencia Conservatorio de

Música

O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

Primer Aniversario

de la Masa Coral

Normalista

28-VII-1933 Valencia Jardines del Real O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

II Setmana Cultural

Valenciana – Centre

d’Actuació

Valencianista –

Ayuntamiento

Valencia

24-XII-1933 Valencia Conservatorio de

Música

O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

Sociedad “Música de

Cámara”

25-II-1934 Valencia Nostre Teatre O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

Concierto con la

Masa Coral

Normalista

13-I-1934 Madrid Salón de Actos

del Conservatorio

O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

Asociación de

Profesores y

Estudiantes FUE

13-X-1935 Barcelona Palau de la

Música Catalana

O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

Associació Obrera de

Concerts

14-IV-1936 Valencia Salón de Fiestas

de las Casas

Consistoriales

O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

Concierto oficial

Vaniversario

proclamación de la

República

30-III-1954 Málaga Conservatorio de

Música

O. de Cámara del

Conservatorio de

Málaga – L.

Sánchez

528

Page 541: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Amaneix (Amanece) (1935)

Orquesta de cuerda.

En esta escueta nota al programa de un concierto donde se interpretó la obra se

dan breves datos en torno a la misma: Inspirada en un verso de José María Latorre que

describe un amanecer en la huerta valenciana.86

Sin embargo, su compañero Vicente Garcés publicó en la revista nacionalista

valenciana El País Valencià una descripción formal de la obra, con comparaciones con

la obra de su maestro Palau:

Esta pieza consta de tres secciones, en la primera aparece sobre un acorde

pedal el tema más poético, más teñido de claridad de amanecer, una sección

central con ritmos y giros muy característicos de este compositor que recuerdan

un poco a Palau, su maestro, y una reexposición del primer tema sobre un fondo

de campanas, estrepitoso y alegre.87

Estrenada en Valencia por la Orquestra Valenciana de Cambra, bajo la dirección

de Francisco Gil, al igual que la mayoría de sus obras de esta época, el 20 de mayo de

1935. El estreno de la obra mereció esta nota de la redacción del diario La

Correspondencia de Valencia, en el que trabajaba el propio Luis Sánchez, al no

considerar ético juzgar su propia composición:

Nota de la Redacción: Debemos añadir, que el poema ‘Amaneix…’, para

orquesta de arco y campanas, original de nuestro crítico musical señor Sánchez,

obtuvo un éxito franco, teniendo que repetirse, ante los insistentes aplausos del

auditorio, que obligaron a su autor a levantarse de su localidad repetidas veces.88

Esta obra fue presentada en Madrid, el 3 de abril de 1936, por la Orquesta Clásica

de Madrid dirigida por José María Franco. Esta circunstancia permitió que su obra fuera

escuchada y valorada por críticos de la valía de Adolfo Salazar, cuya reseña publicada

en El Sol se cita seguidamente:

Había en el programa un estreno: el del poema de Luis Sánchez titulado

‘Amaneix’. Sánchez, que es un distinguido crítico valenciano y además cultiva

otras profesiones, es un compositor amable que concibe su música poéticamente,

y así es menester interpretarla. Hay en su breve página melodías de curioso 86 Nota al programa del concierto celebrado en Málaga, el 24-XI-1947, por la Orquesta Sinfónica de la citada ciudad. 87 Vicente Garcés, “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3, Valencia, 1-VI-1935, p. 4.

529

Page 542: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

carácter oriental, quizá morisco, y quizá también mediterráneo, valenciano. La

orquestación y los ritmos contribuyen a ese colorido, terminando por disolverse

las melodías conforme la luz solar se afirma en el horizonte. La obrita de Sánchez

fue escuchada con gusto y aplaudida con agrado.89

Tras la Guerra Civil, la Orquesta Sinfónica de Valencia, con José Manuel

Izquierdo al frente, la programó en un concierto celebrado el 28 de abril de 1941.

Eduardo López-Chavarri Marco la citó como obra poco frecuente y conocida en la

siguiente reseña, publicada en el periódico Las Provincias: Desde luego, hay que

destacar como menos conocidas, la obra de nuestro paisano Luis Sánchez, de tipo

valenciano y construcción feliz, amén de una brillante instrumentación. Luis Sánchez,

joven médico, no deja por ello sus actividades musicales.90

Con objeto de ser interpretada con más frecuencia, preparó una transcripción para

banda durante su época al frente de la Banda Municipal de Alcázar de San Juan, con la

que realizó varias interpretaciones no datadas con exactitud.91 Muchos años más tarde,

la Banda Municipal de Málaga, dirigida por Salvador García Sánchez, la incluyó en un

concierto homenaje a la memoria del compositor celebrado el 18 de diciembre de 1988.

Por tanto, una de sus obras más interpretadas, tanto en su versión orquestal como

bandística.

Seguidamente, se resumen en la siguiente tabla las diferentes interpretaciones

llevadas a cabo de esta obra:

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZACIÓN

INCIDENCIAS 20-V-1935 Valencia Conservatorio de

Música

O. Valenciana de

Cambra – F. Gil

Estreno de la obra –

Sociedad “Música de

Cámara” - IV

Aniversario de la O.

Valenciana de Cambra

3-IV-1936 Madrid Teatro Español O. Clásica de

Madrid – J. Mª

Franco

Serie de Primavera, en

cooperación con

Unión Radio

88 Nota de la Redacción del periódico a la crítica: Luis Sánchez,“Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra, celebra el IV Aniversario de su fundación”, La Correspondencia de Valencia, 22-V-1935, p. 6. 89 Adolfo Salazar, “La vida musical: Francisco Costa en la Orquesta Clásica”, El Sol, Madrid, 4-IV-1936. 90 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “En la Filarmónica”, Las Provincias, 29-IV-1941, p. 3. 91 Carta mecanografiada de Manuel Palau a Luis Sánchez, fechada en Valencia, el 1-V-1946. Archivo familiar de Luis Sánchez.

530

Page 543: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

28-IV-1941 Valencia Teatro Principal O. Sinfónica de

Valencia – J. M.

Izquierdo

Sociedad Filarmónica

24-XI-1947 Málaga Conservatorio de

Música

O. Sinfónica de

Málaga – L.

Sánchez

Concierto patrocinado

por Radio Nacional de

España en Málaga

16-V-1948 Málaga Conservatorio de

Música

O. Sinfónica de

Málaga – L.

Sánchez

Ayuntamiento de

Málaga – Delegación

de Cultura

23-I-1950 Málaga Teatro Cervantes O. Sinfónica de

Málaga – L.

Sánchez

Función de gala del

Primer Congreso

Médico del Sur

25-II-1951 Málaga Teatro Cervantes Banda Municipal

de Málaga – P.

Artola

Versión para banda -

Ayuntamiento de

Málaga – Comisión de

Fiestas

23-VIII-1952 Antequera Caseta de la Junta

de Festejos

O. Sinfónica de

Málaga – L.

Sánchez

16-I-1955 Málaga Teatro Cervantes Banda Municipal

de Málaga – L.

Sánchez

Versión para banda

18-XII-1988 Málaga Recinto Musical

“Eduardo Ocón”

Banda Municipal

de Málaga – S.

García Sánchez

Versión para banda -

Concierto-Homenaje a

Luis Sánchez en el

XXXI aniversariode

su fallecimiento

Parotets (Libélulas) (1925)

1.1.0.1– 2.0.0.0 – cu. – piano.

Versión orquestal de un original para piano solo, dedicado a su maestro Manuel

Palau. Este original fue estrenado por el pianista Alamán el 20 de diciembre de 1931, en

Valencia. En las siguientes líneas, publicadas por el citado Palau en el periódico La

Correspondencia de Valencia, se comentan brevemente aspectos de la obra, así como

los logros de su discípulo y manifiesta su agradecimiento por la dedicatoria:

Fue una grata sorpresa. Una breve página del maestro Luis Sánchez.

Titúlase ‘Parotets’, y ha nacido por la sugestión de los ritmos trazados en el agua

531

Page 544: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

por el minúsculo batracio en plena metamorfosis. La impresionista obra de

Sánchez, llena de animación y de hermosa modernidad, fue uno de los grandes

aciertos de interpretación de Alamán. Envío desde aquí mi gratitud al autor de

‘Parotets’, que ha querido dedicarme su obra.92

No se tiene constancia de que la versión orquestal fuera interpretada en concierto.

Idilio (1936)

Orquesta de cuerda.

Versión orquestal del tercer movimiento del Cuarteto Bucólico.

En las notas al programa de un concierto celebrado en Málaga en 1948, en el que

fue interpretada la obra, se citan las circunstancias materiales y vivenciales en que fue

compuesta la obra:

Compuesto en una época en la que el compositor se hallaba en

contacto con sencillas gentes montañesas, ejerciendo su profesión de médico;

impregnado de una inefable ternura, está dedicado a la notable pianista Elena

Cuñat, quien más tarde se convirtió en su esposa.93

En el concierto de su estreno, en su formato original de cuarteto de cuerda,

celebrado en Valencia el 12 de junio de 1935, se describe su fuente de inspiración y

aspectos técnico-formales:

Pudiera titularse “Homenaje a Grieg”, ya que está concebido en la

contemplación de la plácida vida campestre a través del mismo prisma que la

contemplara el genial cantor noruego…la ingenuidad de sus ideas melódicas, la

sencillez (en algunos momentos exagerada) de sus armonías y hasta la forma

deliberadamente clásica, si se quiere escolástica, son las características de esta

composición.94

El estreno de esta versión para orquesta de cuerda tuvo lugar el 7 de julio de 1936

en Valencia, por la Orquestra Valenciana de Cambra, dirigida por Francisco Gil. El

resto de interpretaciones de la obra quedan resumidas en la siguiente tabla:

92 Manuel Palau, “Música de Cámara: El pianista Alamán”, La Correspondencia de Valencia, 21-XII-1931. 93 Extraído de las Notas al Programa del concierto celebrado en Málaga, el 18-I-1948, por la Orquesta Sinfónica de Málaga.

532

Page 545: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

FECHA LUGAR LOCAL INTÉRPRETES ORGANIZACIÓN

INCIDENCIAS 7-VII-1936 Valencia Conservatorio de

Música

O. Valenciana de

Cambra

Estreno de la obra –

Sociedad “Música de

Cámara” - V

Aniversario de la O.

Valenciana de Cambra

18-I-1948 Málaga Conservatorio de

Música

O. Sinfónica de

Málaga – L.

Sánchez

Ayuntamiento de

Málaga – Delegación

de Cultura

18-IV-1948 Málaga Conservatorio de

Música

O. Sinfónica de

Málaga – Gutiérrez

Lapuente

Ayuntamiento de

Málaga – Delegación

de Cultura

14-VII-1950 Málaga Conservatorio de

Música

O. Sinfónica de

Málaga – L.

Sánchez

15-VIII-1953 Málaga Conservatorio de

Música

O. de Cámara del

Conservatorio de

Málaga – L.

Sánchez

Segundo concierto de

la recién constituida

O. de Cámara del

Conservatorio

31-X-1957 Málaga Conservatorio de

Música

O. de Cámara del

Conservatorio de

Málaga – Gutiérrez

Lapuente

Homenaje póstumo a

Luis Sánchez

24-III-1958 Málaga Conservatorio de

Música

O. de Cámara del

Conservatorio de

Málaga – Gutiérrez

Lapuente

Conservatorio de

Música – Homenaje y

recuerdo a la memoria

de Luis Sánchez

Prismas Sinfónicos (1944)

3.3.3.3 – 5.4.3.1 – Tim – perc – arp – cel – cu.

1. Introducción y desfile de genios. 2. La Muerte. 3. La Inmortalidad.

Poema orquestal inspirado en El Diablo Mundo de Espronceda, sobre esta frase:

Genios, venid, venid, vuestro mal con el hombre a repartir. Además, en la partitura

manuscrita aparece este poema del citado poeta romántico español:

94 Extraído de las Notas al Programa del concierto celebrado en Valencia, el 12-VI-1935, a cargo de un cuarteto de cuerda.

533

Page 546: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

De vagos contornos, confusa figura

cual bello cadáver se aleó una mujer.

Débil mortal, no te asuste

mi obscuridad ni mi nombre

en mi seno encuentra el hombre

un término a su pesar.

Yo compasiva le ofrezco

lejos del mundo un asilo

donde a mi sombra, tranquilo

para siempre, duerma en paz.

Esta pieza sinfónica permanece inédita en la actualidad. La envergadura de su

orquestación hacía difícil, por aquel entonces, disponer de una formación orquestal que

pudiera hacer frente su interpretación con garantías. De entre las obras orquestales

compuestas por Luis Sánchez, es una de las obras necesitadas de recuperación.

Fantasía Meridional (1948-1951)

3.3.2.2 – 4.3.3.1 – Tim – perc – arp – cel – cu – piano.

Esta fantasía para piano solista y orquesta, compuesta en Málaga, prosigue inédita.

La riqueza de su instrumentación planteaba, en aquellos tiempos, problemas de montaje

que perjudicaron la posibilidad de su estreno. Como otras obras de Luis Sánchez, se

hace necesario el estreno de la misma, y así rescatar plenamente la figura y la obra de

este compositor.

Helénicas (1954)

Orquesta de cuerda.

1. Coral Dórico. 2. Lamento Eólico. 3. Danza Dionisíaca.

En las notas al programa del concierto en que esta obra fue estrenada, se describen

aspectos técnicos de la obra que permiten su mejor comprensión:

Suite, sobre un tema único de carácter modal, que se expone

severamente en el “coral”, es generador de toda la obra. En el “Lamento”

adquiere acentos patéticos y de resignación a la vez, especialmente en su frase

central, confiada a los violines en octavas. En la “Danza” reaparece el tema con

carácter vivo e inquieto y algo más plácido en el recitativo, culminando con una

breve Coda a base de “stretos” que conducen a la cadencia definitiva, en la que

534

Page 547: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

el motivo es ampliamente expuesto por toda la Orquesta antes de los acordes

finales. El ambiente en que se desenvuelve toda la composición, es el modal que

indica cada movimiento, pretendiendo con ello el autor, evocar el sabor arcaico

que de cada uno se desprende y que se resume en el título genérico de la obra:

Helénicas.95

Esta obra fue estrenada en Málaga por la Orquesta de Cámara del Conservatorio,

dirigida por Luis Sánchez, el 12 de abril de 1956. La misma agrupación, dirigida por el

maestro Gutiérrez Lapuente, volvió a interpretarla el 24 de marzo de 1958, en concierto

ofrecido en homenaje a su autor, recientemente fallecido. No tenemos constancia de

versiones posteriores de esta obra.

Allegro Trágico (1955-1956)

Orquesta de cuerda – piano.

Esta cita, tomada de las notas al programa del concierto de estreno de la obra,

describe tanto su fuente de inspiración y estilo, como el dedicatario de la misma, en

atención a las dramáticas circunstancias personales en que fue compuesta:

Obra póstuma de profundo lirismo, compuesta durante una grave

crisis que puso en peligro la vida del autor. Inspirada en la manera de hacer de

los últimos románticos, particularmente en Brahms, el autor ha procurado

asimilar su estética, desprendiéndose en lo posible de la suya propia, por lo que

la composición tiene, deliberadamente, carácter retrospectivo. La obra está

dedicada al Dr. D. Antonio Luna, cirujano que meses antes le había intervenido

en una grave operación de la enfermedad que padecía.96

La obra fue estrenada por la Orquesta de Cámara del Conservatorio de Málaga,

dirigida por Pedro Gutiérrez Lapuente, con el autor como piano solista, el 29 de marzo

de 1957. Volvió a interpretarse bajo las mismas circunstancias el 6 de abril de 1957.

Después de su fallecimiento, esta Orquesta le rindió homenaje en un concierto

celebrado el 24 de marzo de 1958, donde esta obra fue interpretada, con Horacio Socías

al piano. Se desconocen interpretaciones posteriores.

95 Notas al programa del concierto de la Orquesta de Cámara del Conservatorio de Málaga, celebrado el 12-IV-1956, en el que esta obra fue estrenada. 96 Notas al programa del concierto de la Orquesta de Cámara del Conservatorio de Málaga, celebrado el 29-III-1957, en el que esta obra fue estrenada.

535

Page 548: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VII. 2. 2 Análisis de su lenguaje armónico y formal

En este apartado se van e explicar los rasgos del lenguaje armónico y formal de la

música de Luis Sánchez, a través de una serie de ejemplos extraídos del análisis de sus

obras orquestales, en los cuales se mostrarán puntualmente estas características que, por

otra parte, son muestra general de su estilo. En primera instancia se enunciarán los

elementos de su lenguaje armónico, para citar a continuación las estructuras formales

más comunes en su obra, dejando los rasgos de su orquestación para el siguiente punto.

Como se indicó en el epígrafe dedicado al catálogo de las obras orquestales de Luis

Sánchez, su estilo evolucionó a lo largo de los años y pasó de unas raíces alhambristas

en sus primeras piezas, a un lenguaje armónico muy cercano al impresionismo, bajo la

influencia directa de su maestro Manuel Palau.

Sin embargo, esta realidad no es tan simple, sino que su estilo experimentó

retornos a propuestas más decimonónicas y nuevas vueltas al estilo impresionista, según

sus circunstancias personales en el momento de creación de cada obra. En este epígrafe

se van a desarrollar los rasgos principales de su estilo, entrelazados con su evolución a

través del tiempo, así como los momentos de regresión en su lenguaje.

VII. 2.2.1 Armonización y rasgos melódicos

Su primera obra orquestal, titulada Ecos de la Alhambra y datada en 1926, es una

pieza que utiliza un lenguaje musical propio del estilo musical español decimonónico

llamado “Alhambrismo”. Estos rasgos no sólo se reflejan en su título y fuente de

inspiración, sino también en una serie de trazos estilísticos cuya aplicación se

comentará seguidamente.97 La obra se inicia sobre la escala española de ocho sonidos

iniciada en la nota la, como se refleja en el siguiente ejemplo:

97 En este epígrafe utilizaremos los rasgos estilísticos planteados en: Ramón Sobrino, Alhambrismo Sinfónico, SE-568-93, Serie “Documentos sonoros del patrimonio musical de Andalucía”, Sevilla: Centro de Documentación Musical de Andalucía-Consejería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, 1993, pp. 24-25.

536

Page 549: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Su constitución melódica se aprecia en la siguiente cadencia del violoncello

solista, situada entre el quinto y sexto compás de la obra:

En este ejemplo destaca la presencia del do natural como elemento melódico y el do

sostenido sólo como factor armónico al aparecer como tercera del acorde sobre la

tónica. Este fragmento, melódicamente muy coloreado, parece imitar la ornamentación

melismática del recitativo cantado, rasgo propio de este lenguaje alhambrista.

En esta obra aparece también la llamada cadencia andaluza, o tetracordo menor

natural descendente desde la tónica a la dominante en modo menor (en este ejemplo

desde la tónica re a la dominante la), en la siguiente melodía asignada al oboe, a partir

del noveno compás de la pieza:

Aunque aparece también en otras obras ligeramente posteriores, no de inspiración

alhambrista pero muy cercanas en el tiempo, como Estío de sus Dos Apuntes Sinfónicos.

En el siguiente ejemplo, en este caso a cargo del clarinete solista, extraído del número 2

de la citada obra, se parte de una tónica en fa sostenido a una dominante en do

sostenido:

Por otra parte, el uso de un acorde sobre el segundo grado de la escala de re, con el

cuarto grado alterado o sol sostenido, crea una sensación auditiva semejante a la de una

escala oriental y recuerda a la música árabe. En el siguiente ejemplo que abarca a toda

la orquesta, extraído del quinto compás del número 9 de Ecos de la Alhambra, se

aprecia el citado acorde (sobre la nota mi, y con el mencionado sol sostenido)

desplegado en toda la orquesta, y reducido en el arpa y con su transposición sobre si (si-

re sostenido-fa natural-la) para las trompas en fa:

537

Page 550: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

538

Page 551: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La obra Ecos de la Alhambra está en el modo de la frigio español, aunque finaliza

inusualmente en el tono de re sin precisar el modo mayor o menor, jugando con la

ambigüedad de ambos modos muy propia de la música alhambrista.

Estos rasgos estilísticos aparecen en otras obras del compositor, como la escala

española en la Fantasía Meridional, compuesta más de veinte años más tarde. Otro

ejemplo de estos rasgos son la cadencia española o andaluza en Oriental para piano y

orquesta de cuerdas datada en 1932 y en el tercer movimiento de una obra tardía titulada

Helénicas.

Por otra parte, la estructura macroformal de la obra Ecos de la Alhambra sigue el

esquema A-B-A’, en el que la parte A’ tiene prácticamente los mismos compases que la

A, 61 por 60.

Sin embargo, en esta obra se aprecian ya algunos rasgos que lo acercan a la

armonía modal impresionista, como el segundo grado rebajado que acentúa el carácter

frigio-español, la serie de acordes por movimiento paralelo donde no es importante su

función tonal. Destaca particularmente el uso de acordes por quintas: mi-si-fa, que

consolida la sensación modal, como se refleja en el siguiente fragmento perteneciente al

segundo compás del número 8, donde aquí se presenta reducida la orquestación al metal

y la percusión:

539

Page 552: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Finalmente, en la misma obra aparecen también acordes con sexta añadida a la

tónica del acorde, recurso que bajo la óptica de la época podría parecer un recurso

facilón propio de la música de salón. El siguiente ejemplo, extraído de la parte de la

cuerda del primer compás de Ecos de la Alhambra, refleja este recurso en el cual la

sexta aparece en la voz inferior del divisi de los violines primeros:

540

Page 553: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, en las siguientes obras que compuso, empezando por los Dos

Apuntes Sinfónicos y las Instantáneas Levantinas, se aprecia una decantación hacia los

rasgos estilísticos impresionistas que se van a comentar seguidamente. La progresiva

asimilación de las enseñanzas de Manuel Palau hizo que su estilo dejara a un lado los

rasgos decimonónicos, en favor de elementos impresionistas escasamente existentes en

Ecos de la Alhambra.

El primer rasgo técnico será el uso de formaciones acórdicas en movimiento

paralelo, ya presentes en los acordes iniciales del primer movimiento de los Dos

Apuntes Sinfónicos titulado Estío, de donde está extraído el siguiente ejemplo. En el

mismo aparece un grupo de quintas vacías paralelas y un acorde por cuartas: re bemol-

sol bemol-do (si sostenido) en el segundo compás, que acaba estableciendo en el tercer

compás la tonalidad de sol sostenido frigio, alternada con quintas vacías disminuidas:

541

Page 554: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Un inicio semejante se observa en el segundo movimiento de la misma obra,

titulado Invierno, en el que crea un carácter modal e impresionista.

Incluso utiliza armonías paralelas dentro de un contexto armónico tonal, como se

aprecia en este fragmento tomado del primer movimiento de las Instantáneas

Levantinas titulado Rocafort.

542

Page 555: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En Oriental crea una melodía armonizada por acordes tríadas paralelos, sobre un

ostinato de acordes de novena en secuencia dominante-tónica, recurso típicamente

impresionista. En el siguiente ejemplo, perteneciente a los compases 31 y siguientes de

la citada obra, se aprecian las tríadas paralelas en la mano derecha del piano, mientras

que la cuerda y la mano izquierda del piano establecen el ostinato:

543

Page 556: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

También son muy habituales las texturas armónicas por sextas paralelas, como

aparecen en Amaneix, mientras que en Oriental aparecen por distancias cromáticas.

Sin embargo, este recurso no volverá a aparecer hasta obras mucho más tardías,

como es el caso de Helénicas compuesta en 1955. En el Recitativo Andante de su tercer

movimiento titulado Danza Dionisíaca se aprecia el uso de unísonos y quintas paralelas

y las tríadas paralelas subsiguientes. En este movimiento aparece, entre los compases 9

y 10 del número 1, una secuencia por quintas paralelas modulantes en los cellos y

contrabajos con el refuerzo de las violas, típicamente impresionista, como se observa en

el siguiente ejemplo:

544

Page 557: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El siguiente elemento de su estilo es el uso de armonías modales, elemento propio

del estilo impresionista que aparecerá en los Dos Apuntes Sinfónicos, y se mantendrá

prácticamente a lo largo de toda su trayectoria compositiva. En primera instancia

utilizará modos mixolidios, semejantes al modo mayor pero sin sensible y por ello muy

cercanos a la armonía tonal, como se aprecia en este ejemplo extraído de los compases

4-5 del número 5 de Estío. Aquí se observa como en el primer compás se utiliza

ocasionalmente el acorde tríada sobre la como tónica, mientras que en el siguiente

aparece un acorde sobre sol natural que actúa como una sensible rebajada, propia del

citado modo mixolidio:

545

Page 558: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Estas armonías mixolidias aparecen sobre re en el inicio del Nocturno para

orquesta de cuerda, como se refleja en el siguiente ejemplo donde se remarca la

alternancia entre do sostenido y natural en el violín segundo, y la melodía que surge del

violín primero en el cuarto compás que llega a do natural en el punto inicial y

culminante del quinto compás:

546

Page 559: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

También se aprecian sobre do en el inicio del Idilio tomado del Cuarteto Bucólico,

en Amaneix y en el último movimiento de Helénicas.

En algunos casos, el factor modal consistirá en rebajar ocasionalmente algunos

grados de escalas tonales, como se aprecia en un par de fragmentos de Rocafort, en uno

547

Page 560: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de los cuales aparece un mi mayor con el segundo grado rebajado y el séptimo natural, y

en otro con el do mayor con los grados segundo y tercero rebajados que le dan un

aspecto semejante al modo frigio.

Por otro lado oscilará ambiguamente entre armonías modales y tonales, sin

establecer claramente una sobre otra, como se aprecia en Estío y la alternancia entre

modos menores y frigios sobre si en Invierno. En el siguiente ejemplo, perteneciente al

número 8 del citado Invierno, se observa en el acorde tríada sobre si menor de los dos

primeros tiempos y su contraste con el acorde sobre la sensible rebajada (y por tanto:

modal) con el do natural frigio, del acorde sobre los tiempos tercero y cuarto:

548

Page 561: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Esta ambigüedad estará presente a lo largo de toda su trayectoria creativa, como se

aprecia en obras pertenecientes a épocas muy diferentes entre sí: en Rocafort aparecen

combinaciones entre do mayor y do frigio, en la Fantasía Meridional entre fa mayor y

fa frigio, en el primer movimiento de Helénicas entre la menor natural o eolio y la

dórico, o entre mi menor natural o eolio y mi dórico en el segundo movimiento de la

citada obra.

Estos juegos ambiguos culminan en el tercer movimiento de las Helénicas, cuando

utiliza acordes de séptima de dominante sobre do sin resolución, pero interpretables

como una tónica con séptima en do mixolidio (modo similar al modo mayor sin

sensible), lo que crea una ambigüedad entre tensión de la dominante y resolución de la

tónica. El siguiente ejemplo, perteneciente a los compases inmediatamente anteriores al

número 10 de la citada pieza, reflejan esta característica:

Su maestro Manuel Palau le hizo repetidas observaciones sobre estos usos, no muy

correctos a su parecer, en la correspondencia que mantuvieron:

[…] También estimo que si bien has asimilado la vieja modalidad

hipodórica y te expresas por medio de la misma, en cuanto tienes que modular se

nota la vuelta a una tónica formada sobre la cultura del acorde de séptima de

549

Page 562: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

dominante que “no va” en dicha vieja modalidad. Hay que estudiar pues la

modulación modal.98

Sin embargo, en otros pasajes se aprecia una armonía modal mucho más sólida,

empezando por el uso frecuente de cadencias plagales, que se tratará un poco más

adelante.

El siguiente ejemplo nos muestra el inicio del movimiento de los Prismas

Sinfónicos titulado La Muerte, pieza armonizada en el modo menor natural o eolio. Este

fragmento está armonizado como un coral homófono, a base de acordes en estado

fundamental sobre una armonía modal, que le hace parecer un ejercicio escolástico de

armonización modal.

En otras composiciones crea una curiosa superposición de dos planos armónicos

modales, como se aprecia en este ejemplo perteneciente al tercer movimiento de

Helénicas, en el que los violines segundos están en mi eolio y las violas-cellos en la

eolio.

98 Carta manuscrita enviada por Manuel Palau a Luis Sánchez, fechada en Valencia, el 22-IV-1940. Archivo familiar de Luis Sánchez.

550

Page 563: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En conclusión, Luis Sánchez utiliza la armonía modal, pero sin acabar de desligarse

totalmente de las referencias tonales clásicas, lo que le da una curiosa pero atractiva

ambigüedad.

Un elemento típicamente impresionista es la escala hexátona o de tonos enteros,

muy empleada por Debussy, y utilizada ocasionalmente por Luis Sánchez, sobre todo en

sus Dos Apuntes Sinfónicos compuestos a finales de su juventud. En el primer tiempo

titulado Estío, a partir del sexto compás del número 1, aparece la siguiente melodía

solista en el oboe que termina en el último compás con una escala por tonos enteros.

551

Page 564: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el segundo movimiento titulado Invierno aparecen constantemente estas escalas,

como la melodía hexátona en do que aparece fragmentada en corcheas por la celesta y

flautín en el siguiente ejemplo, perteneciente al compás siete y siguientes del número 2

de la citada obra:

En la misma pieza se puede encontrar incluso un pasaje con armonía global por

tonos enteros, como se aprecia en el siguiente ejemplo:

552

Page 565: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La sexta añadida al acorde, recurso característico del impresionismo, aparece con

frecuencia en su obra, destacando su empleo en el siguiente ejemplo extraído de los

compases 4-5 del número 5 de Estío, donde la utiliza con el corno inglés mantenido en

todo el pasaje, como base para modular de la mixolidio a la frigio:

553

Page 566: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

También la emplea asiduamente en fragmentos de Oriental y la Fantasía

Meridional, como en el siguiente tomado del décimo compás del número 5 de la citada

Fantasía Meridional, con una tónica sobre fa con sexta añadida re en la flauta primera.

554

Page 567: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Otro recurso que aparece con frecuencia en la música de Luis Sánchez son los

dobles pedales, que aparecen por primera vez en las Instantáneas Levantinas y se

mantienen regularmente en casi toda su obra. En su mayoría se utilizan sobre la

secuencia tónica-dominante, alcanzando en ocasiones notable extensión como en

Rocafort. En Oriental crea un doble pedal con tercera vacía, sobre el que crea un

curioso palíndromo armónico (frase cuyos acordes se leen igual desde el principio a su

eje central que al revés) con el resto de acordes empleados, como se aprecia en el

siguiente ejemplo entre el segundo tiempo del quinto compás y el final del fragmento:

En otros casos, se juega con la tímbrica al distribuir el doble pedal, como se

aprecia en el siguiente ejemplo extraído de Amaneix (entre los compases 13 y 16),

donde los cellos-contrabajos realizan el de tónica y los violines el de dominante.

555

Page 568: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Los dobles pedales pueden utilizarse para crear efectos armónicos cercanos a los

recursos que empleó Ravel, como el pedal de tónica en si bemol, sobre el que se crea un

acorde de dominante con la quinta de dominante alterada: fa-la-re bemol (do sostenido),

en el siguiente fragmento perteneciente al doceavo compás del número 8 de la Fantasía

Meridional:

556

Page 569: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el tercer movimiento de Helénicas, emplea un ostinato con dos dobles pedales a

la vez, sobre fa-do y re-la, aunque también analizable como un acorde sobre fa con el re

como sexta añadida.

557

Page 570: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El empleo de poliacordes, de carácter muy novedoso, apareció en su música en

Estío, que formaba parte de sus Dos Apuntes Sinfónicos. En el siguiente ejemplo,

perteneciente al tercer compás del número trece de esta obra, se aprecia como los utiliza

sobre tónica y dominante en el tono de la bemol, alternando la tímbrica de tónica en la

cuerda y dominante (con la sensible rebajada en el flautín) en el viento madera.

En otros casos creará recursos muy cercanos al impresionismo, como se aprecia en

el siguiente ejemplo extraído del undécimo compás del número 2 de Invierno

(perteneciente a sus Dos Apuntes Sinfónicos), donde el bajo crea una armonía triádica

como acorde pedal sobre do, la cuerda aguda y la madera grave sitúan una séptima

sobre sol (sol-si bemol-re bemol-fa), mientras que la celesta y flautín inciden con una

quinta aumentada sobre sol (sol-si-re sostenido).

558

Page 571: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En Rocafort aparecen poliacordes sobre el bajo en do, no coincidiendo con las

áreas armónicas establecidas en los pedales.

Como en otros casos, Luis Sánchez asocia las distintas formaciones de un

poliacorde con los grupos de la orquesta, como se ha apreciado en otras obras, y aquí

reflejado en el siguiente ejemplo extraído de su Fantasía Meridional, donde una tríada

sobre fa en la cuerda, coincide con una dominante de la bemol (mi bemol-sol- si bemol)

expuesta por la celesta y el viento.

559

Page 572: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Algunos poliacordes acaban creando un único acorde de onceava sobre la

dominante, como se aprecia en la combinación de un acorde tríada de dominante do-mi-

sol con otro de subdominante si bemol-re-fa, recurso muy empleado por compositores

franceses como Gabriel Fauré, y aquí representado en este ejemplo tomado de los

compases finales de la Fantasía Meridional, donde actúa con una función cadencial.

560

Page 573: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Por otra parte, también cabe observar la forma en que algunos poliacordes

acaban creando dos planos tonales totalmente diferentes, tal como se muestra en el

siguiente ejemplo, extraído del tercer movimiento de Helénicas. Aquí los violines

primeros y segundos están en mi eolio, y las violas, cellos y contrabajos en la eolio

como voces en ostinato, creando un recurso armónico muy propio del impresionismo.

561

Page 574: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Finalmente, en su obra aparecen esporádicamente algunas formaciones armónicas

muy originales y modernas, que se van a mencionar a continuación. En una obra tan

temprana como el Invierno, perteneciente a los Dos Apuntes Sinfónicos, se encuentran

detalles tan curiosos y antiacadémicos como un acorde de novena de dominante sin

séptima y con la fundamental y novena por semitonos, así como acordes tríadas

aumentados: do-mi-sol sostenido típicamente impresionistas. En el siguiente ejemplo

extraído de Oriental (entre los compases 31 y 34) utiliza una melodía armonizada por

acordes tríada paralelos en la mano derecha del piano, sobre un ostinato en acordes de

562

Page 575: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

novena en secuencia dominante-tónica (en el ejemplo aparecen sólo sobre la

dominante), recurso muy característico del impresionismo.

En la Fantasía Meridional, obra más tardía puesto que data de su etapa en Málaga,

se aprecian detalles muy originales como acordes de séptima y novena de dominante

con la quinta rebajada, y en otros casos acordes de dominante con la quinta aumentada

de tal modo que puede ser considerada como una sexta añadida. En la misma obra es

habitual encontrar acordes que buscan más dar color armónico que función tonal, detalle

estilístico muy propio del impresionismo, estilo del que toma otros elementos propios

de las obras de Ravel calificadas como impresionistas. En esta línea se observa como en

este ejemplo, tomado de los compases sexto y séptimo del número 6, toma un acorde

sobre la dominante de si bemol, rebajando y aumentando simultáneamente la quinta del

acorde: fa-la-do sostenido-si natural

563

Page 576: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En la misma obra se observa como crea, sobre un pedal de tónica, una quinta

dominante alterada: fa-la-re bemol=do sostenido. El siguiente ejemplo, perteneciente al

doceavo compás del número 8, refleja este acorde en la parte del piano solista.

Esta composición esta llena de detalles armónicos de gran originalidad, como

acordes de onceava sobre la dominante, acordes de dominante sobre una tónica con el

segundo grado rebajado, y finaliza la pieza con un acorde de tónica con sexta añadida.

En el tercer movimiento de Helénicas aparecen fragmentos como el siguiente,

situado a partir del tercer compás del número 12, armonizado globalmente mediante

acordes por cuartas como el do-fa sostenido-si-mi situado a partir del segundo tiempo

del primer compás del ejemplo, sobre un ostinato la-mi del bajo. A partir del tercer

compás el acorde base es fa sostenido-si-mi-la, el cual cambia a sol-do-fa sostenido-si-

mi en el séptimo compás, y a sol sostenido-do-fa sostenido-si-mi en el siguiente compás

564

Page 577: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

que se sostiene hasta el final del fragmento, donde el sol sostenido confiere brillantez a

la armonía modal al actuar como una especie de tercera de picardía modal.

En la misma obra se aprecian ambigüedades armónicas entre acordes de séptima de

dominante sobre do y tónica en tono mixolidio, y pasajes armonizados a dos voces en

los que no utiliza como consonancias las tradicionales terceras, sextas y octavas, sino

cuartas, quintas, séptimas y novenas.

Pese a lo avanzado de su lenguaje armónico, Luis Sánchez no perdió de vista el

carácter de la música popular valenciana, como se refleja en la siguiente melodía

extraída a partir del cuarto compás de su Nocturno para orquesta de cuerda, inspirada en

el carácter del folklore musical valenciano.

565

Page 578: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sobre esta melodía crea una armonización sutilmente impresionista, al emplear un

pedal extenso de tónica-dominante en los graves, un acompañamiento muy volátil en los

violines segundos y violas, así como una tónica con sexta añadida.

VII. 2. 2. 2 Cadencias

El estudio comparativo de las cadencias conclusivas empleadas por Luis Sánchez

puede ser muy útil para confirmar su lenguaje armónico. De este modo, en la primeriza

Ecos de la Alhambra aparece la cadencia andaluza o española. En obras compuestas a

continuación, como el Estío de los Dos Apuntes Sinfónicos, crea la cadencia final con

un acorde de quinta aumentada: sol-si-re sostenido, sobre el tercer grado de mi menor,

muy inestable y poco conclusivo. El siguiente ejemplo nos muestra el citado acorde con

la instrumentación utilizada en aquel momento:

566

Page 579: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el siguiente movimiento de la obra antes citada, titulado Invierno, aparece un

final en cadencia plagal IV-I en si menor, muy característico del lenguaje modal. En el

ejemplo de la citada cadencia, se aprecia como el primer acorde sobre el cuarto grado:

mi-sol sostenido-si, está en segunda inversión, mientras que la tónica final está en

estado fundamental.

Este tipo de cadencia final también aparece en obras como el Nocturno y los

Prismas Sinfónicos, mientras que en otras piezas como Oriental aparece en puntos del

centro de la obra. En Rocafort utiliza secuencias cadenciales de séptima de dominante a

tónica, con la quinta y en ocasiones la tercera rebajadas, y emplea en alguna ocasión la

tónica con sexta añadida, elemento que también se observa en la tónica final (con la

citada sexta añadida en el piano) de la Fantasía Meridional, reflejada en el siguiente

ejemplo:

567

Page 580: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En Oriental emplea secuencias en ostinato mediante acordes entre dominante y

tónica con acordes de novena, pero sin llegar a crear carácter cadencial. El final de la

obra lo configura con la cadencia del siguiente ejemplo, donde un acorde de novena

sobre mi hace la función de dominante, para resolver con un acorde de tónica sobre la

frigio o cadencia española, fácilmente confundible con una dominante de re menor.

568

Page 581: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Frente a los rasgos armónicos antes citados, el Allegro Trágico aparece como una

obra postrera inspirada en Brahms, con un carácter más bien regresivo en sus elementos

técnicos (característicos de este compositor decimonónico alemán). De este modo,

utiliza extensos pedales de tónica y una textura pianística de notas tenidas, con

cadencias de séptima de dominante en tercera inversión que resuelve en el tercer grado

569

Page 582: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

(en lugar de la tónica) que actúa como tónica de una nueva tonalidad, como se aprecia

en el siguiente ejemplo:

También emplea cadencias formadas por una séptima de dominante que se

enarmoniza como sexta aumentada para resolver en la tónica en segunda inversión del

nuevo tono: sol-si-re-fa=sol-si-re-mi sostenido de do mayor, resolviendo en: fa

sostenido-si-re sostenido, tónica en segunda inversión de si mayor. En el siguiente

ejemplo se aprecia esta estructura, muy típica del romanticismo.

570

Page 583: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Otro elemento que utiliza y aparece mucho en la música de Brahms es el acorde

sobre el tercer grado, muy simétrico y ambiguo puesto que puede formar parte de varias

tonalidades al mismo tiempo. También emplea marchas o secuencias por séptimas

paralelas manteniendo la tonalidad, y el ritmo de hemiolia o 3x2 muy típico del

compositor alemán. Todos estos elementos sugieren una vuelta atrás en la obra de Luis

Sánchez, pero las peculiares circunstancias personales en la vida del compositor,

esbozadas en la biografía y en el catálogo de obras explican las razones de este cambio

estilístico, puntual y no calificable como regresivo.

VII. 2. 2. 3 Contrapunto

Algunas obras de Luis Sánchez, como el Nocturno y el tercer movimiento de

Helénicas, muestran recursos de técnica contrapuntística bastante interesantes. En el

Nocturno son frecuentes imitaciones como las existentes entre violines y cellos, y el

canon a la octava entre los violines primeros y segundos, situado en la coda de la pieza,

primero a un compás de distancia (como se aprecia en el siguiente ejemplo) y luego a

dos tiempos.

571

Page 584: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En la Danza Dionisíaca, tercer movimiento de Helénicas, emplea una notable

variedad de imitaciones entre los instrumentos de cuerda que forman parte de su

instrumentación. Así, en un pasaje el violín primero imita por aumentación (técnica

572

Page 585: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

contrapuntística muy habitual en esta obra) al violín segundo, a una quinta superior,

como se refleja en el siguiente ejemplo:

Mientras que en otro las imitaciones entre los mismos instrumentos van a la sexta,

como lo refleja el siguiente ejemplo:

VII. 2. 2. 4 Praxis Tonal

La praxis tonal de las obras de Luis Sánchez es muy rica en detalles, apreciables

prácticamente en casi todas sus piezas. Entre sus obras más antiguas, destaca el terminar

una obra en un tono distinto al inicial, como se observa en Ecos de la Alhambra, donde

se inicia en la frigio y termina en re mayor-menor, rasgo poco habitual si el tono

principal de la obra es la. En los Dos Apuntes Sinfónicos destacan las modulaciones en

progresión por semitono de Estío, donde pasa de la mixolidio a la bemol mixolidio,

mientras que en Invierno juega con una praxis tonal en si menor-frigio, con una

modulación intermedia hacia un pasaje enteramente en armonía hexátona. En Oriental

predomina la modulación por terceras, característica de la música decimonónica, aunque

573

Page 586: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

también aparecen las menos frecuentes modulaciones por cuartas e incluso alguna por

tritono, ambas bastante más novedosas. En el Nocturno juega ambiguamente entre la

armonía modal y tonal, siempre sobre una misma tónica, aunque es más frecuente la

tonal, termina con la modal. En otros casos la armonización es predominantemente

diatónica, sin apenas cromatismos, como sucede en Amaneix. En el segundo

movimiento de Prismas Sinfónicos la armonización está en la modal, pero modulando

sobre esta tónica, al principio en modo mayor-mixolidio, luego menor-eolio y

finalmente dórico.

Las ambigüedades entre lo modal y lo tonal son muy características de su praxis

tonal, acentuada en las obras de sus años finales, como en la Fantasía Meridional donde

se juega entre fa mayor y fa frigio, mientras que en los dos primeros movimientos de

Helénicas se alterna entre el modo menor-natural o eolio y el dórico.

Sin embargo, su última obra titulada Allegro Trágico cuenta con una estructura tonal

más propia del siglo XIX. Su tonalidad principal y la del primer tema es do menor, con

un segundo tema en mi bemol mayor, tonalidad perteneciente al área tonal de las

mediantes, empleadas en aquella época como tonos contrastantes con el principal de la

obra. En la reexposición, el segundo tema modula a do mayor sin ningún tipo de puente

modulante, mientras que en el desarrollo las modulaciones nos llevan por tonos alejados

como si mayor o la mayor, pero pivotando con el tono principal de do menor, para

preparar una reexposición que luego será eludida. Esta obra responde a un momento

puntual de su vida, cuando Luis Sánchez tomó conciencia de la enfermedad que poco

tiempo después acabó con su vida, y por ello adquiere un carácter entre nostálgico y

resignado que explica su carácter retrospectivo.

Como conclusión, cabe señalar que la praxis armónica de Luis Sánchez juega

constantemente entre lo modal y lo tonal, puesto que el elemento modal le da a su

música un tono impresionista muy novedoso, pero nunca pierde de vista la solidez de la

tonalidad clásica. Este factor da lugar en ocasiones a ciertas ambigüedades que se

pueden valorar desde distintos puntos de vista, pero globalmente le dan un carácter muy

interesante.

VII. 2. 2. 5 Esquemas Formales

Los esquemas formales de las piezas de Luis Sánchez frecuentan el esquema A-B-

A’ o forma “lied”, aunque con múltiples variedades que excluyen la sensación de

574

Page 587: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

repetitiva monotonía en su obra. En Ecos de la Alhambra utiliza el citado esquema, pero

en la parte A, de extensión semejante a A’, presenta dos temas que en A’ aparecen

repetidos de forma simultánea. En Invierno utiliza la parte B con una armonización

hexátona, radicalmente distinta a los modos de si menor o frigio en las partes A y A’.

En Rocafort juega con este esquema según el sentido poemático de la pieza, puesto que

A se identifica como una noche estival y B con una fiesta valenciana, pero la parte A’

consta de una breve repetición variada de los temas A y B con el esquema A’-B’-A’, de

tal modo que A’ describe una vuelta a la calma y B’ refleja en la lejanía la fiesta

valenciana. En Oriental la repetición de A es prácticamente un “da capo” de la parte

inicial, mientras que la parte A cuenta con una melodía cromática y la B una melodía

diatónica, y al principio de la obra hay una Introducción independiente de la parte A y

termina con una Coda posterior a este esquema. La reexposición literal, o “da capo” de

la parte A, aparece también en el Idilio tomado del Cuarteto Bucólico, donde también

hay una Coda al final. El Nocturno cuenta con una estructura parecida a la A-B-A’, pero

ampliada así: A-B-A C A-B-Coda, en la que las partes A y B podrían ser un equivalente

a A, y la parte C a B, mientras que la ligera diferencia de la reexposición (A-B-Coda)

justificaría la denominación A’. Sin embargo, su explicación programática podría

justificar esta variedad formal. En Amaneix emplea una forma A-B-C-B-A, pero con la

posibilidad de considerar la parte central B-C-B como una parte B amplia y con

subsecciones, lo que nos la reduciría a la forma A-B-A’. Finalmente, en la Danza

Dionisíaca, tercer movimiento de Helénicas, vuelve a aparecer la estructura A-B-A’,

precedida de una Introducción y seguida en su final por una Coda o conclusión. La

forma “lied” o A-B-A’ no es una forma propensa a los desarrollos. La escasez en el uso

de este elemento, que los compositores de la época de Luis Sánchez como los de la

llamada Generación de la República o del veintisiete apenas utilizaron, refleja la

concreción hacia la que tendió formalmente la obra de Luis Sánchez, lo que permite

situar sus recursos formales en la línea de los principales compositores de su época.

Sin embargo, algunas obras de Luis Sánchez se caracterizan por la riqueza de sus

desarrollos, lo que permite plantear elementos de su estilo próximos a épocas pasadas.

La forma sonata aparece en dos obras, la Fantasía Meridional y el Allegro Trágico, que

podrían situarse en esta línea. En la Fantasía Meridional está tratada libremente, puesto

que la arquitectura tonal de la exposición difiere del tono de la reexposición, cuyo

primer tema está en mi bemol mixolidio que no se corresponde con el fa mayor del

principio de la obra, que reaparece con el segundo tema de la citada Reexposición. En el

575

Page 588: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

caso del Allegro Trágico, su estructura es una forma sonata, con una exposición de dos

temas unidos por un puente modulante, un desarrollo en el que se emplea el material

temático de la exposición, y una reexposición donde el enlace entre los dos temas carece

del correspondiente puente modulante, y el segundo tema concluye en do mayor, lo que

refleja el recurso romántico de contrastar tonos mayores y menores con una misma

tónica.

En conclusión, Luis Sánchez es un compositor que tiende hacia las formas menores

o forma “lied”, pero no exclusivamente, puesto que en ocasiones se aparta de la

concreción de esta forma mediante los grandes desarrollos de la forma sonata, que

aparecen en sus obras de carácter retrospectivo.

VII. 2. 3 Orquestación

Las obras orquestales ocuparon un papel central en el catálogo de Luis Sánchez, a

diferencia de los demás miembros del Grupo de los Jóvenes, tanto por su cantidad como

por su trascendencia global en su estilo. Es posible dividir su obra por etapas, en

función del tipo de orquestación y las circunstancias vitales que lo motivaron, y la

textura está íntimamente ligada con la instrumentación, por lo que su comentario y

estudio se incluirá en este epígrafe. Cabe señalar que algunas de sus obras orquestales

cuentan con su correspondiente versión para banda, quizás por razones divulgativas

puesto que estas formaciones le permitían más posibilidad de difusión que las

orquestales, y este factor será señalado en su momento.

Un primer período corresponde a las tres obras orquestales compuestas antes del

inicio de la década de los treinta: Ecos de la Alhambra, Dos Apuntes Sinfónicos e

Instantáneas Levantinas. Las tres obras son piezas para gran orquesta, donde en el

viento se emplean las flautas y oboes a tres partes, clarinetes y fagotes a dos partes,

cuatro trompas, tres trompetas (a excepción de Ecos de la Alhambra, donde se utilizan

dos), tres trombones y tuba. También aparece la cuerda completa, timbales, percusión,

arpa y celesta, aunque esta última no es utilizada en Ecos de la Alhambra. Todas las

piezas son de corte programático, con ciertas reminiscencias decimonónicas, aunque

cuentan con rasgos armónicos que superan esta clasificación. El elemento más

interesante de estas obras es el ostinato polirrítmico que aparece en Estío, primer

576

Page 589: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

movimiento de los Dos Apuntes Sinfónicos. Este ostinato consiste en una serie de ocho

notas, primero presentadas en duración de negra, para luego someterlas a un proceso de

disminución, con corcheas repetidas, tres semicorcheas, tresillos de corchea…figuras

rítmicas que se van superponiendo progresivamente hasta llegar un clímax, para luego

disiparse en sentido inverso, describiendo figurativamente una tormenta de verano. En

el siguiente ejemplo se presenta el inicio de este original ostinato:

577

Page 590: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

578

Page 591: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

579

Page 592: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Destacan las versiones para piano y banda de Ecos de la Alhambra, lo que refleja

en el primer caso un original pianístico que poco después sería orquestado, del que se

tiene datada una interpretación en concierto fechada el 21 de diciembre de 1927. En el

caso de la versión para banda, figuró en el repertorio de la Banda Municipal de Valencia

a finales de la década de los veinte y principios de los treinta. Luis Sánchez realizó este

arreglo por las mayores facilidades para interpretar la obra que ofrecía esta formación,

en contraste con las dificultades de divulgación que ofrecía la irregular existencia de

formaciones orquestales como la Orquesta Sinfónica.

El segundo período lo formaron las obras compuestas para orquesta de cuerda

durante la década de los treinta, gracias al estímulo de la Orquestra Valenciana de

Cambra. Entre estas composiciones se incluyen Oriental para piano y orquesta,

Nocturno, Amaneix, Parotets para piano y orquesta, y el Idilio tomado del Cuarteto

Bucólico. Esta última pieza fue una transcripción para orquesta de cuerda de un original

para cuarteto de cuerda, cuya semejanza tímbrica no hizo necesarias grandes

modificaciones. En el caso de Parotets, tomó un original pianístico y lo convirtió en una

pieza concertante para piano y orquesta, en la que incluyó de modo excepcional para sus

usos durante aquellos años, partes individuales de flauta, oboe y fagot, junto con dos

trompas. De la pieza Amaneix realizó una versión para banda, de la que se tiene

constancia de su ejecución durante los años de Málaga y, posiblemente, en Alcázar de

San Juan.

Aparentemente, una estructura tímbrica reducida a la cuerda podría repercutir en una

mayor pobreza en la textura e instrumentación, pero en estas obras demuestra una

mayor inventiva. Por ejemplo, destaca la textura de Oriental donde, en lugar de crear la

tradicional melodía acompañada, diseña una superposición de elementos muy original.

En el siguiente ejemplo, perteneciente a la citada obra, se aprecia una melodía en los

violines, un ostinato en la mano derecha del piano y los cellos con las violas a

contratiempo, y un doble pedal en la voz del bajo (contrabajos y mano izquierda del

piano) con terceras vacías. Todos estos elementos se yuxtaponen entre sí, creando esta

imaginativa textura.

580

Page 593: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el Nocturno utiliza una textura en la cuerda sutilmente impresionista, con una

pedal larga en los instrumentos graves (contrabajos y cellos) mediante el uso de la

tónica y la dominante, mientras que el acompañamiento en los violines segundos y las

violas es muy volátil, y la tónica re cuenta con una sexta añadida sobre la nota si, en el

siguiente ejemplo en el primer compás con los violines segundos y la melodía de los

violines primeros.

En otras obras como Amaneix, la textura y la instrumentación es mucho más

simple.

Las obras compuestas durante la década de los cuarenta, los Prismas Sinfónicos y

la Fantasía Meridional para piano y orquesta, volvieron a diseñarse para gran orquesta

tras la desaparición de la Orquestra Valenciana de Cambra. Los Prismas contaban con

madera a tres partes, cinco trompas, cuatro trompetas, tres trombones y tuba. La

581

Page 594: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Fantasía Meridional contaba con tres flautas y tres oboes, así como dos clarinetes y dos

fagotes, mientras que el metal se dividió en cuatro trompas, tres trompetas, tres

trombones y tuba. En ambas obras utilizó cuerda completa, timbales y percusión, así

como arpa y celesta. Estas composiciones reflejaron una vuelta a la opulencia

orquestadora de su juventud, pero las privaciones materiales de la época no permitieron

su interpretación y difusión.

Sus dos últimas obras volvieron a la concreción camerística de los años treinta,

puesto que tanto en Helénicas para orquesta de cuerda, como en el Allegro Trágico para

piano y orquesta de cuerda (interpretable con un quinteto de cuerda) no empleó las

grandes formaciones de años anteriores. Si bien la última obra, el Allegro Trágico, es

una especie de “revival” del estilo de Brahms y por tanto de lo decimonónico, Helénicas

es una obra llena de grandes novedades. El primer movimiento titulado Coral Dórico es

muy simple, destacando la distribución de la melodía del coral, primero en el primer

violín, luego en los segundos violines y la viola, y finalmente con el violoncello y el

contrabajo. El segundo tiempo: Lamento Eólico, se inicia con un solo “a modo de

recitativo” de la viola con un sutil acompañamiento de cellos y contrabajos, seguido de

un pasaje en el que los violines llevan la melodía principal sobre un discreto

acompañamiento del resto de la orquesta, para terminar con un breve retorno de la viola

solista. En el tercer movimiento, la Danza Dionisíaca, utiliza una orquestación muy

variada, puesto que cambia continuamente de procedimiento constructivo, primero a dos

bloques, luego en mosaico y después añadiendo y sustrayendo elementos de la orquesta.

En el siguiente ejemplo, extraído de la citada obra, se observa como la melodía se

presenta en mosaico, pasando de una voz a otra, primero en el violín segundo y después

en la viola, terminando con una nota larga en el violín primero.

582

Page 595: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Además, en este movimiento las violas aparecen en una tesitura por encima de los

violines, empleo que es muy característico de la música del siglo XX.

En resumen, al igual que ocurrió con su lenguaje armónico, su orquestación

experimentó muchos cambios y reorientaciones a lo largo de su carrera, desde lo

original conseguido con pocos elementos, hasta lo más convencional conseguido con

grandes formaciones.

VII. 2. 4 Conclusiones

Como resumen y punto final al estudio de su estilo compositivo, cabe extraer unas

conclusiones que permitan valorar y situar a su obra en justa medida. Luis Sánchez

inició su trayectoria con un estilo todavía decimonónico, a través de una obra: Ecos de

la Alhambra, para orquesta sinfónica y con elementos propios de un alhambrismo

epigonal como la escala española de ocho sonidos y la cadencia andaluza. Estos

583

Page 596: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

elementos pervivieron en su siguiente obra: Dos Apuntes Sinfónicos, como se aprecia en

el uso de la escala descendente en modo español en Estío, así como su carácter

descriptivo. Pero en estas obras empieza a utilizar recursos armónicos y tímbricos

impresionistas: armonías modales, movimientos acórdicos paralelos, escalas hexátonas,

poliacordes… En este aspecto se observa la influencia directa de su maestro Manuel

Palau, quien desarrollaba estos mismos rasgos en sus obras de aquella época, finales de

los años veinte. En otras obras compuestas en los años siguientes, Luis Sánchez siguió

empleando música de carácter poemático-descriptivo, como es el caso de Instantáneas

Levantinas, con los mismos rasgos que reflejaron este cambio de estilo.

Sin embargo, la aparición de la Orquestra Valenciana de Cambra y su integración

en el Grupo de los Jóvenes le llevó a crear obras para orquesta de cuerdas solas:

Oriental para piano y orquesta de cuerda, Nocturno, Amaneix, Parotets e Idilio (del

Cuarteto Bucólico). Sin embargo, la limitación de efectivos tímbricos, que no tuvo

incidencia en su lenguaje armónico, fue compensada con el uso de texturas muy

interesantes, como la superposición de elementos presente en Oriental y las texturas

sutilmente impresionistas de Nocturno y Amaneix. En el Nocturno se aprecia un mayor

uso de elementos contrapuntísticos.

En la década de los años cuarenta, Luis Sánchez trabajó durante largo tiempo en

una obra titulada Prismas Sinfónicos, donde volvió al empleo de una orquesta sinfónica

y una inspiración literario-poemática (la subtituló “Poema inspirado en El Diablo

Mundo de Espronceda). Su armonización modal la sitúa en la misma línea que las obras

anteriores a la Guerra Civil. Sin embargo, su llegada a Málaga se tradujo en la

composición de una ambiciosa Fantasía Meridional para piano y orquesta sinfónica,

donde volvió a utilizar rasgos alhambristas como la escala española de ocho sonidos y

la cadencia andaluza, aunque combinados con todos los rasgos armónicos

impresionistas antes citados, y tomando como elemento novedoso el empleo de una

forma sonata, pero con ciertas licencias formales que le dieron mayor libertad y

originalidad. La imposibilidad de poder estrenar estas obras, así como la reducción de

efectivos que sufrió la Orquesta de Málaga (que dirigió en repetidas ocasiones) le

llevaron a componer sus últimas obras para orquesta de cámara. La primera obra fue

Helénicas, donde volvió a compensar la falta de instrumentos de viento y percusión con

el uso de una textura y orquestación muy imaginativa (igual que hizo en los años treinta

en Valencia), así como un empleo más frecuente del contrapunto. Su última obra:

Allegro Trágico, fue compuesta en unas circunstancias muy especiales, puesto que Luis

584

Page 597: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sánchez era consciente de la gravísima enfermedad que, poco tiempo después, acabó

con su vida. Es una obra inspirada en el estilo de Brahms (como así lo atestigua su

subtítulo “A lo Brahms”), tanto por su estructura en forma sonata, como por su lenguaje

armónico, muy próximo a los planteamientos brahmsianos en partícular, y

decimonónicos en general.

Finalmente, cabe resumir su lenguaje musical como el de un compositor

impresionista, aunque con raíces nacionalistas españolas: alhambrismo, poematismo

descriptivo… donde está muy presente la huella de su maestro Manuel Palau, así como

el estímulo de la Orquestra Valenciana de Cambra, vivero de las obras del Grupo de los

Jóvenes. Su evolución posterior, a partir de los años cuarenta, se vio muy influida por

sus circunstancias materiales: imposibilidad de estrenar sus obras sinfónicas de amplio

aliento, residencia en lugares como Nulles y Alcázar de San Juan donde las

posibilidades de desarrollar su genio eran menores, postrera estancia en Málaga donde

su obra tuvo cierto recorrido. Sin embargo, sus últimas obras se basan en recursos ya

utilizados previamente y, en algún caso, adquiere un matiz de vuelta a la estética

decimonónica.

VII. 3 Actividades como músico teórico

Luis Sánchez Fernández fue una persona de formación cultural muy sólida, como

lo demuestran sus estudios de Medicina, que le hicieron compaginar las profesiones de

músico y médico a lo largo de toda su vida. Sin embargo, sus conocimientos no lo

limitaron a estos dos campos del saber, sino que los aprovechó para dedicarse a la

crítica periodística durante su juventud en la Valencia de los años treinta, actividad que

más tarde se centró en la publicación de artículos sobre temas musicales y su relación

con la medicina. En los últimos diez años de su vida se dedicó a la docencia como

profesor de historia de la música en el Conservatorio de Málaga, faceta que se reflejo

también en actividades de divulgación como conferencias y los artículos antes citados.

En este epígrafe se va a dividir su vertiente intelectual entre estas dos líneas: músico

teórico (crítica y artículos sobre temas musicales), así como docente y divulgador. En

las páginas siguientes se desglosarán unidas, por razones prácticas, sus actividades

585

Page 598: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

como conferenciante y autor de escritos donde se puede apreciar su visión estética en

torno al arte y las nuevas tendencias. Por otra parte, se incluirán sus estudios en torno a

la relación entre música y Medicina, línea sobre la que realizó varias conferencias y

artículos, entre los que destacan sus escritos sobre la personalidad de músicos célebres

desde la perspectiva de la psiquiatría.

Las circunstancias de la vida hicieron que, en varios momentos de su existencia,

Luis Sánchez abandonara parcialmente su actividad musical por el ejercicio de la

Medicina. De este modo, en el año 1934 trabajó como médico en Jijona, y durante la

Guerra Civil ocupó el cargo de soldado-médico en la clínica psiquiátrica de la citada

localidad alicantina. Al terminar el conflicto bélico, se vio obligado a trabajar como

médico en las localidades de Monóvar y Nulles, lo que le alejó temporalmente de la

música, aspecto que lamentaba profundamente su maestro Manuel Palau en esta carta

fechada en 1944:

No abandones el terreno artístico; produce; estudia. ¿Te has despedido,

acaso, de militar algún día en el terreno profesional musical? Y aunque así fuera:

¿No te compensa bastante la Música misma? Los minutos que pasas con tu

esposa leyendo o comentando música?99

Sin embargo, este distanciamiento del terreno musical hacía referencia sólo al

aspecto práctico, puesto que por aquella época Luis Sánchez estaba ya publicando

estudios sobre música y psiquiatría, como lo refleja la citada carta:

Creo que es mejor que prosigas adelante con tus ‘Prismas’ a que divagues

sobre los músicos desde tu ángulo de psiquiatra. ¿No te gusta más crear que

discurrir? ¿No encuentras más agradable el Amor que la Fisiología? Una hora

de charla con una joven inteligente y hermosa vale más que todas las estéticas:

una buena partitura vale por mil psicologías.100

Muy poco tiempo después volvió al campo musical, primero como director de

banda en Alcázar de San Juan, y más tarde como profesor de historia de la música en el

Conservatorio de Málaga, sin que por ello dejara atrás sus escritos teóricos que Manuel

Palau consideraba como principal obstáculo para su retorno a la práctica musical.

99 Carta de Manuel Palau a Luis Sánchez, fechada en Valencia, 14-IX-1944. Archivo familiar de Luis Sánchez. 100 Ibídem.

586

Page 599: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VII. 3. 1. Crítica musical

Luis Sánchez trabajó durante la década de los treinta como crítico musical del

diario La Correspondencia de Valencia. A excepción del año 1934 cuando, por motivos

personales, fue sustituido por el no menos conocido periodista y músico valenciano

Eduardo Ranch. El propio compositor reseñó sus comienzos en la crítica musical y su

intención de rectificar su trayectoria como tal, en un artículo publicado en el citado

diario a principios de 1935:

En estas circunstancias desempeñé la crítica musical en este periódico

durante dos años, alabando (como principiante que era en la crítica) más de la

cuenta, a todo el mundo. Cesé en el cargo durante el año 1934 por ausentarme de

Valencia, volviendo a él en 1 de enero de 1935, siendo mi norma AHORA la

sinceridad, pues el ser veterano en el asunto me da ánimos para ello.101

Iniciado en el ejercicio de la crítica en julio de 1932, en el citado periódico La

Correspondencia de Valencia, donde le precedieron en esta faceta su maestro Manuel

Palau y su compañero Emilio Valdés. Sus primeros escritos se limitaron a la crónica de

conciertos y otras actividades musicales realizadas en Valencia, con el exceso de

alabanza antes citado, como se refleja en esta reseña de un ejercicio escolar realizado a

principios de 1933 en el Conservatorio:

El domingo, día 15, se celebró en el Salón de Actos del Conservatorio de

Música y Declamación de Valencia el brillante “Primer Ejercicio Escolar” del

presente curso, […] La sala vióse [sic] concurrida desde primeras horas, tanto

por la fama que gozan estas acostumbradas audiciones como por la presencia de

estos señores que daban brillantez al acto. […] No será menester hacer

comentario detallado de cada uno de estos jóvenes profesores; bástenos con decir

que todos ellos son primeros premios. […] Tanto el Sr. Director de Bellas Artes

como sus acompañantes quedaron complacidos, manifestándolo así el Director

del centro Sr. Sosa y a todo el claustro de profesores por la brillante

manifestación de cultura artística.102

101 Luis Sánchez, “Musicales: Más sobre el Conservatorio”, La Correspondencia de Valencia, 20-III-1935, p. 4. 102 Luis Sánchez, “Valencia: En el Conservatorio de Valencia. Primer Ejercicio Escolar y reparto de premios, presidido por el ilustrísimo Sr. Director General de Bellas Artes”, Ritmo, 65, Madrid, febrero de 1933, pp. 9-10.

587

Page 600: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En otras crónicas no se vio obligado a realizar estos elogios, de los que pronto

renegaría, y pudo desarrollar un estilo narrativo muy personal, como se aprecia en esta

cita sobre una obra de su compañero Vicente Asencio en julio de 1932:

[…] En la segunda parte oímos una obra muy valenciana, ‘Festes al poble’,

de Vicente Asencio, joven compositor valenciano, que ha plasmado sobre el

pentagrama la explosiva emoción de una fiesta popular, consiguiéndolo

francamente, llegando a hacernos ver con sus vigorosas melodías y robusta

técnica orquestal, las alegres danzas populares, bañadas por el diáfano sol de

Levante.103

En algunos casos, sus críticas sirvieron de estímulo a diversas formaciones

musicales radicadas en la ciudad de Valencia, como la siguiente dedicada a la Masa

Coral Normalista y la Orquestra Valenciana de Cambra:

El jueves último por la noche celebró esta simpática agrupación su primer

aniversario, en el salón de actos del Conservatorio, presidiendo don Pedro Sosa

[…]

[…] A tan simpática fiesta contribuyó la Orquestra Valenciana de Cambra.

Esta honorable orquesta, que tan brillantemente acaba de celebrar su

segundo aniversario, es el espejo que debe contemplar la Masa Coral Normalista,

siguiendo paso a paso el camino que aquella ha recorrido (trabajo, fe,

entusiasmo, voluntad, valencianismo, etcétera) para honra y orgullo, y

satisfacción de los valencianos.104

Tras la mencionada ausencia de Valencia durante 1934, su reincorporación en

enero de 1935 al campo de la crítica, la inició con una interesante evaluación de la vida

musical valenciana durante el año recién finalizado, en la que planteó valoraciones que

iban más allá de lo puramente descriptivo, en consonancia con la nueva orientación que

planteó a sus actividades críticas.105

Un fragmento de la crítica de un concierto celebrado este año sirve de contraste

con las crónicas antes citadas, puesto que el compositor remarca sus elogios, a pesar de

la sinceridad que deseaba demostrar:

103 Luis Sánchez, “Musicales: Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, 9-VII-1932, p. 8. 104 Luis Sánchez, “Musicales: I Aniversario de la Masa Coral Normalista”, La Correspondencia de Valencia, 5-VI-1933, p. 6. 105 Luis Sánchez, “Musicales: La música valenciana en 1934”, La Correspondencia de Valencia, 8-I-1935, p. 8.

588

Page 601: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En el salón de actos del Conservatorio tuvo lugar el lunes último dicho

acontecimiento artístico, ante numeroso y selecto auditorio, amante del arte que

cultiva esta simpática y valencianísima agrupación orquestal, y que sigue paso a

paso la constante labor de los esforzados profesores, especialmente el director

fundador, maestro Gil, quienes, a pesar de la desequilibrada orientación que

invade a la humanidad en el terreno del arte, saben mantener en Valencia un

ambiente artístico puro y noble, animado además por un espíritu nato de

valencianía, acogiendo primordialmente las composiciones de autores locales

que, a su sano juicio, merecen ser conocidas, y aunque se nos califique de

interesados, nuestra sinceridad no nos permite otra cosa que elogiar muy

encomiásticamente dicha conducta observada por la “Orquestra” desde su

fundación.

Con ‘Les Feux du Soir’, suite de W. Rebikow, comenzó el concierto. En esta

obra hace sentir su autor la nostalgia del atardecer, por medio de sus cinco

tiempos, todos ellos “moderato”. Tiempo hacía ya que no oíamos tan interesante

composición.106

En algunas crónicas se aprecia la valoración del autor sobre la música de cámara,

frente a la de carácter más festivo, así como el contexto de festividad institucional del

aniversario de la proclamación de la República:

Hizo resaltar el señor Thous el contraste vigoroso que ofrecía la plaza

Castelar, repleta de público abigarrado […] Por otra parte, el salón de fiestas de

las Casas Consistoriales, adonde se hallaba congregado selecto auditorio que

esperaba oir ese otro aspecto de valencianía, que huye del ruido, del bullicio, de

destellos cegadores, es decir, de ambiente íntimo, “de cambra”, en una palabra,

y no menos valenciano que el anterior.107

Sin embargo, Luis Sánchez se sirvió de la crítica para alentar y estimular la

creación musical, en una línea de mayor madurez y profundidad, como se refleja en esta

crónica de una conferencia del folklorista yugoslavo Samuel Lazar, celebrada en abril

de 1935:

[…] Terminó el ilustre conferenciante excusándose de no hablar sobre el

folklore español, alegando que nosotros lo conoceríamos mejor que él, lo cual,

106 Luis Sánchez, “Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra, celebra el IV Aniversario de su fundación”, La Correspondencia de Valencia, 22-V-1935, p. 6. 107 Luis Sánchez, “Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra en la Casa de la Ciudad”, La Correspondencia de Valencia, 16-IV-1936, p. 2.

589

Page 602: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

aparte de ser una demostración de la modestia de Samuel Lazar, sentimos

enormemente, pues hubiéramos querido oírle sus sabrosos comentarios sobre el

rico folklore patrio, y muy especialmente sobre el valenciano. ¡Cuán curiosas

sugerencias pudimos haber escuchado de Samuel Lazar acerca de nuestros ritmos

de ‘tabalet’, nuestros giros melódicos sobre tonalidades antiguas (sensibles sin

alterar, etc, etc), y, sobre todo, nuestras impresionistas armonías de ‘guitarró’,

acompañando en el modo contrario a una melodía (bimodalidad) con decisivas

cadencias unas veces, y otras, por el contrario, dejando vagar el pensamiento,

según los diversos estados del ánimo, sugestionados por un final sobre la

dominante…!108

Este fragmento trasciende la mera descripción de hechos y entra en el campo de la

reflexión creadora, donde explica rasgos técnico-musicales del folklore valenciano que

podrían servir de base para todos aquellos compositores que se plantearan un

nacionalismo avanzado, que superara el regionalismo que todavía imperaba entre

muchos compositores valencianos de la época.

Sin embargo, Luis Sánchez dejó de ejercer la crítica musical al finalizar la Guerra

Civil, aunque no cesaron sus actividades intelectuales, sino que tomaron otra dimensión.

VII. 3. 2. Profesor y conferenciante

En septiembre de 1947, Luis Sánchez se incorporó a la plantilla del Conservatorio

de Málaga como profesor de historia y estética de la música, cargo que ocupó los diez

años que le restaron de vida. Esta actividad acrecentó considerablemente su faceta

intelectual, tanto por la naturaleza de la materia con la que trabajó, como por las

actividades anexas a la misma que realizó, sobre todo conferencias-concierto.

En primera instancia, decidió publicar un manual para los estudiantes de la

asignatura de estética, titulado Introducción a la estética de la música. El editor

valenciano Jaime Piles, estrechamente vinculado al mundo musical, se hizo cargo de

esta publicación en 1948, acogida positivamente por la crítica bibliográfica:

Se trata de un folleto de gran utilidad para los alumnos que se inician en los

estudios históricos de la música, y cuyo contenido se divide en dos partes: 108 Luis Sánchez, “Musicales: Samuel Lazar y su conferencia sobre Folk-lore”, La Correspondencia de

590

Page 603: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Estética general y Estética musical. En la primera de ellas se dedican capítulos a

‘La Estética y la belleza’, ‘El arte, el artista y su obra’ y ‘Diversificación de las

Bellas Artes’. En la segunda se trata de la ‘Acústica física, fisiológica y

matemática’, ‘Escalas musicales’ y ‘Elementos de la música’.

Todos los capítulos están expuestos con claridad y método, y algunos de

ellos con ilustraciones que los hacen más prácticos y fáciles en la asimilación de

las ideas que en ellos se exponen, condiciones que hacen de este folleto un

elemento de orientación y guía que los alumnos han de conocer bien para

sucesivos estudios de mayor envergadura, objetivo que el profesor Luis Sánchez

ha llevado a cabo de modo ajustado y excelente.109

El crítico valenciano y antiguo profesor de la asignatura, Eduardo López-Chavarri

Marco, escribió también una reseña sobre el presente libro, publicada en el diario Las

Provincias, que destaca por su profundo conocimiento de la materia:

En el primero de dichos trabajos, el joven profesor muestra, como es

natural, el anhelo de comunicar a sus alumnos las cuestiones estéticas los más al

día posible. Tarea difícil, en verdad, y sujeta a toda clase de controversias, tanto

más ardua cuanto que el maestro ha de habérselas con alumnos los cuales

generalmente suelen llegar a los cursos sin haber tenido ocasión de iniciarse en

la materia. […] En estas cuestiones cambia tanto su aspecto, según el punto de

vista que se elija para tratarlas, que no es extraño produzcan motivos de

discusión. Y nada del arte y de la vida puede parecer ajeno a ellas. Por eso ha

querido manifestar Luis Sánchez las posibilidades del alcance de su estudio, no

sólo para instruir, sino también para educar a sus alumnos, según su sentir

propio.110

En este manual, aprovechando la naturaleza de la materia tratada, el autor plantea

algunos puntos de vista sobre la creación artística, como (según cita literalmente) las

causas de la perversión del arte, de las que se han seleccionado las que pueden reflejarse

en su creación musical:

Causas de la perversión del arte. La falsificación artística reconoce

diversas causas. Veamos algunas:

Valencia, 16-IV-1935, p.8 109 B. G. A., “Crítica: libros recibidos”, Pentagrama, 6, Valencia, septiembre-octubre de 1953, p. 5. 110 Eduardo López-Chavarri Marco, “De estética musical: Luis Sánchez, médico valenciano y músico”, Las Provincias, 1-II-1950.

591

Page 604: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

[…] 3ª. El adorno y el ‘gran aparato’. La sencilla naturalidad y la sincera

claridad de expresión son lo opuesto al adorno recargado, a la fastuosidad

deslumbrante y al ‘gran aparato’.

Una inocente melodía vale más que todos los ‘gorgoritos’ de la escuela

italiana. Una miniatura dice más que un gran lienzo.

4ª. La intriga. El carácter de jeroglífico que se ha venido a dar a ciertas

composiciones musicales, literarias y aun plásticas, es también motivo de

falsificación artística, convirtiendo al espectador en adivino que aclare aquello

que los autores quieren decir. Un sencillo cuento es mil veces más expresivo que

una novela de intriga. […]111

También cabe destacar su reflexión en torno a las cualidades del artista, muy

interesante al dedicarse a esta misma actividad, y aplicable a su propia actitud creativa:

El artista, sujeto activo del Arte, ha de poseer ciertas cualidades, tales

como la sensibilidad exquisita, es decir, saberse emocionar ante la idea artística;

sinceridad, expresando siempre lo que siente y no otra cosa; desinterés, o sea no

perseguir como único fin ningún beneficio, no material ni siquiera espiritual,

sintiendo únicamente en su interior la honda satisfacción de haber expresado lo

que quería.

Estas cualidades son las que dan al artista la idea de su obra, pero necesita

poseer memoria, voluntad y dominio de la técnica necesaria que le permitan

realizar su pensamiento.112

En el penúltimo capítulo del libro, el compositor dedica una interesante reflexión

en torno a las obras de las modernas escuelas, donde se refleja una actitud abierta y

receptiva ante las mismas:

Pese a lo que pudiera creerse, los compositores modernos consiguen

verdaderas, auténticas bellezas con el uso adecuado de estas nuevas maneras de

hacer y no debemos desdeñar lo actual, que, por falta de perspectiva en el tiempo,

no podemos enjuiciar serenamente, y dentro de algunos años se considerará

clásico lo que hoy nos parece avanzado.

Meditemos que el arte, como todo el saber humano, está en constante

evolución.113

111 Luis Sánchez, Introducción a la estética de la música, Valencia: Jaime Piles, 1948, pp. 8-9. 112 Op. cit., p. 9. 113 Idem, p. 29.

592

Page 605: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En sus conferencias y artículos trató este tema, siempre con el mismo sentido de

apertura, aplicable a su producción musical:

Caracteriza a los modernos una verdadera obsesión por la disonancia,

particularmente el choque de semitono, las novenas de dominante, los acordes de

trecena, y todo ello sin preparación, procedimientos que, de ser usados con

certero sentido estético y genialidad en la ordenación, dan como resultado obras

de la más alta y auténtica belleza.114

Durante su trayectoria docente desarrolló una importante actividad como

conferenciante, de forma parecida a su maestro Manuel Palau y compañeros del Grupo

de los Jóvenes como Ricardo Olmos. Su primera participación en este tipo de

actividades no fue la de conferenciante, sino como pianista en la conferencia-concierto

impartida por Salvador Rueda sobre música hispano-argentina, con la colaboración de la

cantante María Isabel Nogués Moreno, realizada en diciembre de 1947 en el

Conservatorio de Málaga. Pocas semanas más tarde colaboró en el Curso para

extranjeros, realizado en Málaga entre el 15 de enero y el 20 de febrero de 1948,

organizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Ayuntamiento y

otros organismos oficiales de la ciudad, con una conferencia sobre “Música española”.

Sin embargo, se decantó por la realización de conferencias-concierto, gracias a su

mayor amenidad y funcionalidad didáctica. La primera de estas conferencias fue dada

en conmemoración del centenario del fallecimiento de Chopin, con la colaboración del

pianista Manuel Carra, el 4 de noviembre de 1949. Esta actividad despertó en la prensa

una cálida acogida reflejada en las siguientes líneas:

El profesor del Conservatorio, don Luis Sánchez, explanó una documentada

conferencia en torno a la figura del genial músico polaco. Fué [sic] un estudio de

Chopin sentido como otro artista lo puede sentir y expuesto en lenguaje llano, al

alcance de todas las inteligencias. […]

Manolo Carra, el joven pianista malagueño, interpretó las ilustraciones

musicales que el señor Sánchez hizo intercalara [sic] en su conferencia, y lo hizo

muy bien, según él acostumbra.115

114 Luis Sánchez, “Medicina y Arte: Los grandes compositores a la luz de la psiquiatría”, Boletín Cultural e Informativo del Consejo General de Colegios Médicos de España, mayo de 1953, p. 33. También publicado en: Revista de Medicina Legal, 1949. Revista de Estudios Penitenciarios, 1949. 115 Sin autor, “En el Conservatorio: Homenaje a la memoria de Chopin”, La Tarde-Diario de la noche, Málaga, 5-XI-1949.

593

Page 606: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Ante la buena acogida de esta actividad, el Conservatorio le programó otra

conferencia titulada “Nacionalismo musical ruso” dentro del ciclo de extensión cultural

programado por el citado centro, el 14 de diciembre del mismo año, descrita así:

Comenzó su conferencia con el resumen de la obra de Glinka, examinando

las causas que imponían a la música rusa todo el sentimiento dramático y

conmovedor. Balakireff, Cui, Tchaikowsky, Musorgsky, Rimsky y, especialmente,

Borodine, son los compositores examinados por el conferenciante con amplios

datos sobre su vida, el carácter de sus composiciones, su inspiración y el

movimiento musical ruso que habrá de constituir la gran escuela nacionalista.

El Grupo de los Cincos [sic] ha sido estudiado detenidamente por don Luis

Sánchez. Se ofrecía al público, magníficamente interpretados, trozos de sus obras,

y sobre todo sobre el último de los maestros citados, Borodine, médico y músico,

como el autor de la conferencia, del que realiza una extensa y preciosa biografía.

El desarrollo de la disertación estuvo lleno de soltura, de interés y de lo que

es más grato, de comprensión para todos.116

Pocas semanas más tarde, a finales de enero de 1950, se organizó en Málaga el

Primer Congreso Médico del Sur, en el que Luis Sánchez participó activamente tanto en

su faceta de conferenciante como la de director de la Orquesta Sinfónica de Málaga en

concierto de gala. La conferencia tuvo lugar el día 23 de enero, según el siguiente

programa:

Son muchos los actos proyectados con motivo de tan interesante Asamblea,

[…] Uno de ellos es la conferencia que organiza el Colegio de Málaga con la

participación del colegiado don Luis Sánchez, médico y catedrático del

Conservatorio, sobre el tema ‘Médicos músicos’. El doctor Sánchez, que posee

una destacada cultura musical, ilustrará a los concurrentes sobre los siguientes

temas:

a) Del diletantismo a la genialidad.

b) Glosa biográfica y anecdótica de médicos músicos: Juan Carlos Amat, s.

XVII. Letamendi, 1828-97. Borodin, 1834-87.

La conferencia, interesante y científica, que expone la enorme personalidad

del músico ante el arte, será ilustrada por el conferenciante con diversas obras

musicales de Borodin. Al final serán interpretadas diversas obras de don Luis

116 Sin autor, “La Música: Conferencia sobre ‘nacionalismo musical ruso’ en el Conservatorio. Don Luis Sánchez disertó de la vida de Borodine”, Sur, Málaga, 21-XII-1949.

594

Page 607: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sánchez, […] El público culto malagueño sabe de su preparación musical que

tuvo su reciente versión en la magnífica conferencia ilustrada musicalmente sobre

Chopin.117

El éxito de la actividad quedó reflejado en la siguiente reseña, publicada en una

revista médica especializada:

El triunfo de nuestro compañero fué [sic] apoteósico; y a instancia de

nuestro entrañable amigo el profesor Pareja Yébenes y del presidente del

Congreso, profesor Mezquita, esta primavera repetirá la conferencia en Granada,

Sevilla y otras capitales andaluzas.118

Sin embargo, no se tiene constancia de que se realizarán estas conferencias en las

citadas ciudades andaluzas. Durante el citado año de 1950, impartió una conferencia en

Málaga titulada “Los Músicos Románticos vistos por un Médico”, tema que vincula

muy estrechamente sus dos vertientes profesionales, con motivo del Tercer Curso de

Extranjeros patrocinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Durante el año siguiente siguió con estas actividades, en algún caso enmarcadas en

eventos de notable trascendencia social, como la celebrada en Málaga el 14 de

diciembre de 1951, en homenaje al psiquiatra portugués Egaz Moniz. En la misma

disertó sobre el tema: “Los grandes compositores a la luz de la Psiquiatría”, ilustrándolo

con la interpretación de obras de Bach, Haendel, Haydn, Mozart…119

En el curso siguiente, el Conservatorio organizó el IV Ciclo de Conferencias,

Conciertos y Lecturas Teatrales, en el marco del cual se organizó el 14 de noviembre de

1952 una conferencia-concierto a cargo de Luis Sánchez y la cantante Angela Márquez,

sobre el tema “El lied moderno”.120

Meses más tarde, Luis Sánchez realizó una conferencia de gran significación por

el lugar donde se celebró: el Ateneo de Madrid. El 12 de mayo de 1953, invitado por la

Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas, disertó sobre el tema: “Los

músicos y la Medicina” con ilustraciones al piano ejecutadas por él mismo. La prensa

de Madrid se hizo eco del éxito de la actividad, y pocos días más tarde apareció en la

prensa malagueña la siguiente reseña descriptiva del evento, interesante por la detallada

narración del contenido de esta conferencia-concierto:

117 Sin autor, “El día 23 dará comienzo el I Congreso Médico del Sur. Conferencia sobre los médicos músicos y otros actos”, Sur, Málaga, 10-I-1950. 118 Dr. Mario Arévalo, “Información”, Forenses, 138, 15-II-1950, p. 36. 119 Sin autor, “Homenaje al sabio portugués Egaz Moniz”, Sur, Málaga, 15-XII-1951. 120 Sin autor, “IV ciclo de conferencias en el Conservatorio”, La Tarde, Málaga, 15-XI-1952.

595

Page 608: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Dividió su disertación en cinco grupos. En el primero, dedicado a los

clásicos, trazó el retrato psiquiátrico de Bach y sus hijos, Haydn, Mozart y

Haendel, interpretando al piano el “Pasacalle variado” de este último

compositor. Habló de Beethoven, al que consideró como la figura de transición

entre el clasicismo y el romanticismo, y estudiándolo a través de sus sinfonías,

paralelas de sus sonatas, cuartetos, etc…, ilustrando con algunos temas del

divino sordo al piano.

Trató a continuación de los románticos Schubert, Chopin, Wagner, Berilos,

Liszt, etc…, deteniéndose particularmente en Mendelssohn y Chopin, por el

contraste psicológico que había entre ambos, e interpretando al piano “Romanza

sin palabras” del primero, y “Tres preludios”, del segundo. Dedicó especial

atención a Schumann, que, como es sabido, murió en un manicomio, tocando de

este autor un fragmento de “Carnaval” y otro de las “Escenas de niños”.

Describió luego las características de las escuelas nacionalistas, que centró

en Borodin, que fué [sic] médico y químico, y que era un tímido y un abúlico,

recordando al piano una mazurca, una serenata y esa bella página mística que se

titula “En el convento” y una danza de la ópera “El príncipe Igor”, terminando

su magistral disertación con un comentario dedicado a las tendencias

modernistas, ejecutando un delicioso arabesco de Debussy.

Fué [sic] largamente ovacionado, tocando, a petición, para terminar, su

miniatura humorística “Libélulas”, estrenada por Querol en 1938, que fué [sic]

muy aplaudida.121

A principios del curso siguiente, el 28 de octubre de 1953, y dentro del V Ciclo de

Conferencias-conciertos y Lecturas Teatrales organizado por el Conservatorio de

Málaga, impartió una disertación con proyecciones y fragmentos musicales ejecutados

por él mismo titulada “El sentido del oído”, cuya descripción se ofrece seguidamente:

[…] El conferenciante disertó sobre el tema “Sentido del oído”, haciendo

un estudio anatómico-fisiológico del mismo, añadiendo a los conocimientos

clasicistas los últimos hallazgos, desde una centuria, con el descubrimiento por

Alfonso Cortis del órgano que lleva su nombre, hasta nuestros días, en que

Lempert realiza su operación llamada fenestración, que permite la curación de

ciertas sorderas. El conferenciante señala la posibilidad de una curación por este

121 Sin autor, “La música: […] Don Luis Sánchez dió (sic) una magnífica conferencia en el Ateneo de Madrid”, Sur, Málaga, 17-V-1953.

596

Page 609: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

medio de la sordera que padeciera Beethoven. Toda la disertación, hábil y

amenamente llevada, culminó en unas frases emotivas con las que dió [sic] paso a

la parte de ilustración musical, interpretada por el propio conferenciante.

El programa, constituido por preludios en su totalidad, fué [sic] cerrado

por uno del que es autor el señor Sánchez, inspirado en una poesía de

Villaespesa, obra jugosa y llena de una sincera emotividad de bellas sonoridades,

que fué [sic] escuchado con verdadero interés por auditorio muy numeroso.

Conferencia e ilustraciones musicales han constituido un acierto, que fué

[sic] subrayado por calurosos aplausos al conferenciante señor Sánchez al

terminar el acto.122

La última conferencia que se ha localizado de Luis Sánchez, corresponde a la

impartida en el acto de apertura del curso 1954-55, celebrado el 4 de octubre de 1954:

La primera lección del curso la desarrolló el catedrático de Historia y Estética, don

Luis Sánchez, sobre el tema “Pasado, presente y futuro del piano”.123

Además de su actividad como conferenciante, Luis Sánchez publicó varios

artículos en revistas y semanarios sobre la relación entre música y Medicina, entre los

que destacan los siguientes: en 1944 escribió sobre el tema “Los Músicos a través de la

Psiquiatría”, publicado en las revistas Medicamenta y Noticiero Médico. Años más

tarde profundizó en este tema con un nuevo artículo titulado: “Los Grandes

Compositores a la Luz de la Psiquiatría”, que vio la luz en 1949 en la Revista de

Medicina Legal y la Revista de Estudios Penitenciarios, mientras que en mayo de 1953

fue publicado en el Boletín Cultural e Informativo del Consejo General de Colegios

Médicos de España, quizás aprovechando el éxito de su conferencia en el Ateneo de

Madrid. Un último artículo titulado “La Inspiración Musical como Proceso

Psicofisiológico”, fue publicado en el semanario Domingo, el 26 de julio de 1953, en

una página titulada ‘La hora del Médico’.

La visión de un fragmento dedicado a Schubert de su escrito “Los Grandes

Compositores a la Luz de la Psiquiatría”, permite apreciar su estilo narrativo que une lo

científico con lo literario:

122 Sin autor, “La música: Conferencia-concierto de don Luis Sánchez en el Conservatorio”, Sur, Málaga, 29-X-1953. 123 Sin autor, “Actos de apertura de curso en el Conservatorio: Misa y sesión académica”, El Ideal, Granada, 6-X-1954.

597

Page 610: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Huraño y dipsómano, se alegraba cuando se hallaba entre sus amigos ante

un vaso de cerveza, cuya transparencia le hizo concebir muchos de sus deliciosos

lieders, tan límpidos, claros y ambarinos como la misma bebida que injería [sic].

Su técnica endeble le hizo escribir con la ingenuidad propia del que va sin

un determinado sistema preconcepcional, es decir, espontánea e instintivamente;

tanto es así que Combarieu, el ilustre crítico francés, dijo de Schubert que es

‘puro su genio, tierno su corazón y limpia su alma’.124

También resulta interesante su lectura sobre la escasa longevidad de los

compositores y artistas románticos en general:

Por el contrario de los Clásicos, los Románticos encajan en su inmensa

mayoría en el tipo lepsotómico de Kretchmer, mueren prematuramente […]

En todos ellos se manifiesta el “pathos” romántico con toda su profunda

emotividad; la ansiedad, la angustia, el abatimiento, el anhelo, la congoja, las

crisis de excitación y de depresión, el dolor, la desesperación y, digo yo: la

hondura del arte de estos músicos románticos, ¿les resta años de vida? ¿Se

operan en lo más íntimo de sus organismos, como dijo Alexis Carrel, reacciones

de tipo incógnito aún que acelerarán su muerte?

Todos estos síntomas que laten intensamente en el “pathos” romántico se

manifiestan en su música por la abundancia de dolorosas apoyaturas y constantes

notas a contratiempo o precedidas de elocuentes y patéticos silencios.125

En la cita anterior se aprecia un estudio de la equivalencia de la personalidad

psicológica de los artistas, con los rasgos del estilo musical romántico, faceta propia de

un profesor de historia de la música. De esta manera, consigue unir estrechamente sus

facetas de músico y médico, con un resultado valioso, no solamente en lo musicológico

y científico, sino también en lo narrativo.

Por otra parte, sus conocimientos como profesor de historia de la música le

permitieron escribir artículos sobre temas contemporáneos, incluso vinculados

directamente con su figura, como uno dedicado a Manuel Palau datado en 1948 y del

que no se tiene referencia de publicación. En el mismo plantea su visión sobre los

orígenes del nacionalismo español:

Después de las sabias orientaciones de Felipe Pedrell, que dieron tan

colosales figuras con Granados, Albéniz y Manuel de Falla, el arte musical

124 Luis Sánchez, “Medicina y arte: Los grandes compositores a la luz de la psiquiatría”, Op. cit., p. 31. 125 Idem.

598

Page 611: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

español, sigue la trayectoria que trazara el maestro, existiendo en la actualidad

una verdadera floración de compositores, que tomando como materia prima para

su arte el rico e inagotable filón de la cantera folklórica hispana, estilizan sus

bellas melodías, armonizándolas sujestivamente [sic], combinando la maravillosa

diversidad de sus ritmos, e instrumentando sus composiciones con la más

moderna a la vez que personal, de las técnicas, dando así, a la música española

actual, su vigor extraordinario, por sus inconfundibles rasgos y su profunda

expresividad, por un “ethos” característico, en una palabra, que la coloca junto

a las más acusada [sic] escuelas nacionales de la actualidad.126

En el citado artículo destina una mención al estilo musical de Palau, con un tono

narrativo pintoresco:

La obra de Palau, es copiosa y abarca la mayoría de los géneros: se nutre

de las ricas modalidades de los giros melódicos valencianos, escuchados por el

compositor, pacientemente, a los espontáneos huertanos, o a los músicos

populares, de las más diversas comarcas de su región, especialmente,

dulzaineros; de las inquietos y festivos ritmos regionales, que él usa siempre, en

creciente interés agógico, revelador de nobles ansias de superación, y sus

armonías, las presiente al escuchar el susurro del follaje, el canto de las aves, el

murmullo de pardas acequias y sobre todo…el pasional latido de los corazones

que vibran al unísono, vistiendo su música, con las galas de una colorista, bien

equilibrada y personalísima paleta orquestal.127

Por otra parte, está presente una cita a su valor como maestro de generaciones de

jóvenes compositores valencianos, entre los que se incluye el propio Luis Sánchez y los

demás miembros del Grupo de los Jóvenes:

Ha formado (y aún no ha cesado en su labor pedagógica…) una magnífica

y bien nutrida escuela de compositores, que saben mantener su lema “pro música

valenciana”. Actualmente, desempeña en el Conservatorio de Música de

Valencia, la cátedra de composición, […] en su total producción, sabrá hermanar

la poderosa inspiración levantina, a la recia solidez de su técnica, y su acusada

personalidad, destacará inequívoca, sobre las modernas tendencias a las que su

126 Luis Sánchez, “Músicos españoles contemporáneos: Manuel Palau”. Artículo mecanografiado inédito, datado en 1948. Archivo familiar de Luis Sánchez. 127 Op. cit.

599

Page 612: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

producción se incorpora de modo definitivo, juntamente con la de los más

representativos compositores mundiales.

Profundamente arraigado al terruño que le vió [sic] nacer, Palau es como

un frondoso y fecundo árbol, cuya savia vivifica sazonados frutos que se esparcen

por el mundo entero, como un don celestial, con el que compensar a la doliente

humanidad de sus miserias.128

Es destacable la influencia que Luis Sánchez pudo tener sobre la personalidad y la

creatividad literaria de su hijo, el novelista Luis José Sánchez Cuñat, nacido en Rocafort

en 1940 y hoy residente en Australia.

A los trece años empezó a publicar cuentos en los periódicos Sur y La Tarde en

Málaga, probablemente bajo la directa influencia paterna. Posteriormente se afincó en

San Pedro de Alcántara donde ejerció durante varios años como profesor de Enseñanza

General Básica, y se inició en la narrativa con títulos como El tifón y la conjura y

Muerte de un guerrillero, que le valieron galardones literarios como el premio de novela

“Almería” en 1976 y el premio “Blasco Ibáñez” en 1977.129

128 Idem. 129 Datos extraídos de la publicación del libro: Luis Sánchez Cuñat, Muerte de un guerrillero, Valencia: Prometeo, 1980.

600

Page 613: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VIII. Emilio Valdés

VIII. 1 Biografía

VIII. 1. 1 Años de juventud en Valencia y la Guerra Civil

Emilio Valdés Perlasia nació en Castalla, provincia de Alicante, el 21 de febrero de

1912. Criado en una familia acomodada, continuó sus estudios generales en el Colegio

de los Escolapios de Valencia y obtuvo el título de bachiller en el Instituto de

Enseñanza Media Luis Vives en el año 1927. Realizó estudios universitarios en la

especialidad de Magisterio, con la que obtuvo el título de maestro nacional en 1930, por

la Escuela de Magisterio de Valencia.

En su formación destacaron unos estudios de idiomas con un profesor suizo

establecido en Valencia, que le permitieron dominar con fluidez francés, inglés, italiano

y alemán, lo que le convirtió en un políglota que tuvo la posibilidad de estudiar

materiales en otras lenguas y relacionarse directamente o por correspondencia con

músicos extranjeros.

Recibió sus primeras nociones de música a los seis años, y en el Colegio de los

Escolapios continuó su formación con Tomás Aldás quien, durante aquellos primeros

años, se convirtió en su principal orientador en el ámbito musical.1

Paralelamente cursó estudios musicales en el Conservatorio Superior de Música y

Arte Dramático de Valencia, en la disciplina de piano con Consuelo Lapiedra y en

armonía y composición con Pedro Sosa, aunque amplió sus conocimientos a título

particular con Manuel Palau, como cita Juan de Dios Aguilar en las siguientes líneas

sobre el compositor publicadas en su Historia de la Música en la provincia de Alicante:

Estudió piano, armonía y composición en el Conservatorio de Música de Valencia,

siendo alumno destacado del Maestro Palau, del que recibió una acertada orientación

1 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 9-IX-1995. Archivo fonográfico de Sergi Arrando.

601

Page 614: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

y una sólida cultura musical.2 Obtuvo el título de profesor de solfeo en 1930, de piano y

de armonía en 1931, y el de composición en 1942, recibiendo una felicitación personal y

especial “cum laude” de fin de carrera en dicho centro.3 Fue galardonado con el primer

premio fin de carrera por unanimidad en la especialidad de armonía, en oposición

celebrada a finales de 1932.

Este galardón refleja el reconocimiento académico que tenía en el Conservatorio

Superior de Música de Valencia, donde había sido nombrado colaborador en la cátedra

de Estética e Historia de la Música en el curso 1929/30 y encargado de curso en la

cátedra de Armonía en el año 1931.

A partir de 1932 inició sus actividades como crítico musical, tanto en los periódicos

La Correspondencia de Valencia y El Mercantil Valenciano, como en las revistas

musicales Ritmo y Le Menestrel de Ginebra, de ámbito nacional e internacional

respectivamente, de las que fue corresponsal en Valencia durante un tiempo.

La temprana muerte de su padre, hecho que le convirtió en cabeza de familia, le

obligó a opositar en 1933 a maestro nacional, obteniendo plaza como funcionario de

carrera.4 Sin embargo, no recibió destino definitivo hasta el año 1935 en Montbrió de la

Marca, provincia de Tarragona. Mientras tanto, en 1934 desempeñó el cargo de

profesor-ayudante de la cátedra de música de la Escuela de Magisterio de Valencia, que

por aquel entonces ocupaba Tomás Aldás, y profesor de música del Excelentísimo

Ayuntamiento de Valencia. Por otro lado, fue nombrado miembro competente del

jurado para las oposiciones a Premios Extraordinarios de fin de carrera, celebradas en

1934 en el Conservatorio Superior de Valencia.5

Por aquellos años, bajo la influencia personal y artística de Manuel Palau, se

integró en el Grupo de los Jóvenes, en cuyo contexto compuso varias piezas y tuvo un

papel artístico muy destacado en aquel entorno, como lo reflejan las siguientes líneas

que publicó Juan de Dios Aguilar:

A partir de estos años fue cuando Emilio Valdés desarrolló su más intensa

labor, inducido por su vocación y acuciado por el admirable ambiente que el

Maestro Palau supo crear alrededor del Conservatorio.

2 Juan de Dios Aguilar, Historia de la música en la provincia de Alicante, Alicante: Instituto de Estudios Alicantinos-Diputación Provincial de Alicante, 1969-1970, p. 660. 3 Dato extraído del Currículum Vitae personal mecanografiado, realizado por el propio Emilio Valdés. Archivo Familia Valdés Perlasia. Castalla (Alicante). 4 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 21-IX-1996. Archivo fonográfico de Sergi Arrando. 5 Currículum Vitae, op. cit. Archivo Familia Valdés Perlasia. Castalla (Alicante).

602

Page 615: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Valdés formó parte del “Grupo de los jóvenes músicos valencianos”.

Dirigió la Orquesta de Cámara Valenciana, dando conciertos en Valencia,

Madrid, Barcelona y otras capitales; con la Coral Polifónica Valenciana [sic]

actuó también en varias ciudades, entre ellas Valencia y Madrid, habiendo

dirigido también el Orfeó Valenciá.6

Emilio Valdés tenía amistad con Luis Sánchez desde su adolescencia, puesto que

ambos compartían vecindad en la Gran Vía Marqués del Turia de Valencia, lo que

intensificó más su unión personal al Grupo. Sin embargo, con el paso del tiempo, la

amistad más estrecha será con Ricardo Olmos, con quien mantuvo contacto por

correspondencia hasta casi el final de la vida de este último.7 Por otra parte, impartió

clases particulares de armonía a Francisco Gil, director de la Orquestra Valenciana de

Cambra, formación que durante aquellos años estrenó e interpretó obras de todos los

miembros del Grupo de los Jóvenes.

En el siguiente fragmento, publicado por Manuel Palau en la revista Musicografía

a principios de 1934, aparece una primera valoración de su incipiente producción

compositiva: En el bagaje de Valdés, hay en la actualidad, diversos ‘lieder’, piezas de

Piano y un exquisito ‘Nocturno’ para orquesta de cuerda que acusa una naturaleza de

lo más finamente musical.8

En un artículo publicado en la misma revista un año más tarde, a principios de

1935, el periodista Antonio M. Abellán profundizó en una serie de proyectos que en

aquel momento tenía Emilio Valdés, cuya realización se vio dificultada por sus

circunstancias personales y materiales:

El joven Maestro Nacional, Emilio Valdés, está sobre obras de gran

envergadura. ‘Elche’, por ejemplo, ‘cuyo asunto –dice el mismo Valdés en los

apuntes que me ha enviado para este artículo- será algo tan subjetivo como su

título’. Y más adelante: ‘Elche con su famosa Dama’, su ‘Miracle’ y sus leyendas

llenas del sabor popular, mezcla de emoción a la par religiosa y humana…La

forma de esta obra no sabe todavía Valdés si será la de ‘ballet’, drama lírico o

6 Juan de Dios Aguilar, op. cit., pp. 660-661. 7 Como se refleja en una carta mecanografiada de Ricardo Olmos dirigida a Emilio Valdés, fechada en Madrid el 11-VI-1973, conservada en el Archivo Familia Valdés Perlasia. Castalla (Alicante). 8 Manuel Palau, “Los compositores valencianos de la última promoción”, Musicografía, 11, Monóvar: marzo 1934, pp. 52-53.

603

Page 616: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

cantata. Un viaje de estudios al extranjero atrae también a nuestro nuevo amigo.

París, Viena, sedes de los Bertelin, Koechlin, Schoenberg, etc.9

El propio compositor rememoraba, a principios de la década de los noventa,

aquellos lejanos días en las que se formó el grupo y las circunstancias del mismo, como

cita Eduardo López-Chavarri Andújar en sus Compositores valencianos del siglo XX:

Aquellos jóvenes de entonces que unidos fraternalmente, aspirábamos a

aunar en una actividad conjunta los esfuerzos aislados de aquellos músicos cuya

base estética descansa en el arte popular del país y no sólo en el texto, sino en el

espíritu. Así lo deseábamos Vicente Garcés, Luis Sánchez, Vicente Asencio,

Ricardo Olmos y yo, cada uno en su personal estilo y todos formados bajo la

sombra de aquella gran encina que fue Manuel Palau, el ‘maestro’, como

familiarmente le llamábamos. Han pasado los años y yo soy el único superviviente

que queda de aquella generación; todos y cada uno en su estilo aportando nuestro

esfuerzo para la formación de esta escuela valenciana musicológica que

formamos, añadiendo a estos esfuerzos los de nuestras respectivas profesiones.10

Al terminar sus estudios con Manuel Palau, su propio maestro le animó a que

estudiara por correspondencia con Albert Bertelin, siguiendo el plan de estudios de la

Schola Cantorum de París. Sin embargo, en entrevistas y currículums del compositor se

cita una estancia en París que no ha sido datada con exactitud, aunque el propio autor la

date en las semanas anteriores al estallido de la Guerra Civil, lo que le obligó a una

vuelta precipitada a España.11 Sin embargo, no hay constancia documental de este hecho

y las dificultades que entrañaría aquel desplazamiento hacen dudar de su veracidad.

La primera aparición de su música ante el público fue el estreno de su Preludio

(que con el tiempo formaría parte del Tríptic Cançons de Batre) para orquesta de

cuerda, a cargo de la Orquestra Valenciana de Cambra, dirigida por Francisco Gil, el 12

de mayo de 1933. Esta obra fue programada en repetidas ocasiones durante el resto del

año y principios del siguiente, hasta su integración en el citado Tríptic Cançons de

Batre, estrenado por la citada orquesta y director, el 25 de mayo de 1934.

En el año 1935 fue destinado, como maestro nacional, a la localidad tarraconense

de Montbrió de la Marca, donde permaneció destinado hasta 1940, un tanto alejado 9 Antonio M. Abellán, “Compositores valencianos: El ‘Grupo de los Jóvenes’”, Musicografía, 21, Monóvar, enero 1935, p. 4. 10 Palabras textuales del compositor citadas en: Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores valencianos del siglo XX, Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992, p. 192. 11 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 9-IX-1995. Archivo fonográfico de Sergi Arrando.

604

Page 617: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

físicamente de la vida musical valenciana. Sin embargo, su música siguió

interpretándose por la Orquestra Valenciana de Cambra, dirigida por Francisco Gil, a

quien había dedicado una Suite Valentina fechada en agosto de 1934. De este modo, hay

datadas interpretaciones por esta orquesta del Preludio antes citado, así como

transcripciones de una Zarabanda de Bach, y un Preludio de Francisco Cuesta.

También se incluyó su Cançó para coro mixto sobre versos de Roiç de Corella, en un

concierto del Orfeó Valencià, dirigido por el maestro Sansaloni, celebrado el 28 de

mayo de 1936 en el Salón de Actos del Conservatorio de Valencia. De todos modos, su

alejamiento de Valencia hizo que no fuera tan frecuente la programación de su música.

El estallido de la Guerra Civil le sorprendió en Montbrió de la Marca, de donde

tuvo que marchar por sus ideas políticas, de carácter católico y conservador, aunque la

protección de un diputado tarraconense le evitó problemas mayores. Sin embargo, en su

currículum personal cuenta que fue declarado desafecto por el gobierno republicano en

una publicación oficial fechada el 6 de enero de 1937. Pese a todo, siguió trabajando y

componiendo, fechándose en julio de 1937 dos transcripciones para orquesta de cámara:

el Minueto de Matheson y los Dos Minuetos de J. Ph. Rameau. Por otra parte, residió

brevemente en Valencia durante los meses en que la ciudad fue capital de la República,

llegando a conocer a compositores como Rodolfo Halffter en una tertulia realizada en el

Café El Siglo de la capital valenciana.12

A finales de aquel año fue movilizado y destinado al Destacamento de Defensa de

Costas de Cartagena durante tres meses y luego en el mismo destino en Alicante durante

tres meses más. Posteriormente, fue enviado al frente castellonense de la Sierra de

Espadán con la llamada Brigada del Campesino, siendo hecho prisionero por el bando

nacional en Lucena del Cid. Tras su apresamiento fue trasladado a la plaza de toros de

la recién ocupada Castellón, donde contó con la visita y ayuda de Vicente Asencio,

compañero del Grupo de los Jóvenes residente en aquella ciudad.13 Allí fue reconocido

por antiguos amigos que luchaban en el sector nacional, lo que le facilitó una pronta

liberación y reintegrarse al frente en el citado bando.

Destinado al Tercio de Requetés de Santiago en el frente del Alto Tajo, donde

ocupó el cargo de auxiliar administrativo y mensajero del oficial de la compañía, a

finales de noviembre de 1938 fue condecorado por su participación en la toma del pico 12 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 13-IV-1996. Archivo fonográfico de Sergi Arrando. 13 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en sendas entrevistas grabadas en Castalla el 9 y 23-IX-1995. Archivo fonográfico de Sergi Arrando.

605

Page 618: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

del Mojón Blanco, residiendo durante aquellos meses en la localidad de Lebrancón,

provincia de Guadalajara.

Sin embargo, durante aquellos tiempos no dejó de componer, puesto que entre sus

compañeros del ejército habían músicos que estimularon su creatividad, como se aprecia

en la siguiente cita de Eduardo López-Chavarri Andújar: Ni el estruendo y horrores de

la guerra que él tuvo que hacer en el frente de Rubielos de Mora consiguieron paliar

sus ímpetus creativos y allí surgieron piezas corales, para piano y orquesta de

cámara.14 Las fechas indicadas en las partituras de algunas piezas compuestas por aquel

entonces permiten reconstruir su decurso vital, de tal modo que su Valenciana para

piano con versión para banda está firmada en Losa del Obispo y Llíria en abril de 1939,

lugar donde residió en los momentos finales del conflicto bélico. Otra composición

titulada Evocación para piano con instrumentación para banda, datada en septiembre de

1939, aparece situada en Lebrancón, lo que permite deducir su presencia en aquella

localidad meses después del fin de las hostilidades, o bien que esta fecha no fuera la de

su composición, probablemente realizada meses antes, sino la de su instrumentación

para banda.

VIII. 1. 2 Madurez en Castalla

Las dificultades de los tiempos de posguerra le hicieron regresar a su localidad

natal, la alicantina Castalla, donde está datada su presencia en mayo de 1940, destinado

como maestro nacional y atendiendo su entorno familiar. Allí contrajo matrimonio con

Caridad Leal Pérez, el día 16 de agosto de 1941.

Eduardo López-Chavarri Andújar reflejó esta nueva situación citando palabras del

propio compositor:

Renunció al torbellino de la vida en las grandes ciudades y prefirió la

tranquilidad y serenidad de su pueblo natal, Castalla, en donde se retiró en 1940

[…] en el año antes citado marchó a su Castalla donde ‘alejado del mundanal

ruido’ y en un paisaje recóndito de aquellas agrestes y pintorescas montañas

escribe artículos literarios y sobre todo su música ‘sin más compañía que el canto

14 Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 192.

606

Page 619: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de los pájaros silvestres, que oigo, junto a una fuente en una finca a más de mil

metros de altura’.15

Pese al presumible aislamiento cultural del compositor, siguió componiendo

durante aquellos años y compaginó su creación musical con la docencia en el centro

escolar de la localidad. En su currículum cita que en el año 1941 fue pensionado por la

Diputación Provincial de Alicante para ampliar y perfeccionar sus estudios de

musicología en el extranjero, concretamente en París y Viena. Sin embargo, la Segunda

Guerra Mundial truncó esta posibilidad que ya no pudo llevar a cabo después del

conflicto, por las propias circunstancias de posguerra, como reconoció el propio

compositor años más tarde en una carta: Como te digo he estado en Viena. Es un viaje

que hago con muchos años de retraso, pues ya pensaba ir en 1936; nuestra guerra y

después la de ellos me lo impidió; en el 1950, fui invitado para ir allí; tampoco pude.16

A pesar de todo, en 1942 obtuvo el título de composición en el Conservatorio Superior

de Música de Valencia, bajo la docencia de su maestro Manuel Palau.

Durante aquellos años compuso gran cantidad de obras como su Suite en mi menor

para clavicémbalo, que plantea una orientación neoclásica calificable en aquellos años

como notablemente avanzada, como describe Eduardo López-Chavarri Andújar:

Antes he citado la Suite clavecinística y puntualizaré que es excelente por su

identidad con el instrumento, tanto en el lenguaje ágil y limpia escritura; la noble

y gallarda ‘Alemanda’ da paso a un ‘Aria’ que por su poder de evocación y

adecuación de equilibrio me recuerda, estéticamente, al Palau del ‘Divertimento’,

aunque Valdés creo que va más lejos en la ‘Gavota’, con un toque incisivo muy

atractivo, cerrándose la Suite con una ‘Giga’ tan graciosa como radiante.17

Entre su producción de aquella época destacan sus canciones y piezas corales, muy

apreciadas en su entorno, como se aprecia en la interpretación de su Cançó para coro de

voces mixtas, en concierto celebrado en Valencia en abril de 1943 por la Coral

Polifónica Valentina, dirigida por Agustín Alamán. Las siguientes palabras, publicadas

en la revista Ritmo, reflejan la acogida que tuvo su obra:

En la segunda parte, el Maestro Alamán demostró –al contrario de lo que

han hecho hasta ahora los directores de otras agrupaciones locales- que sabe

escoger entre los noveles compositores valencianos aquellos que por su 15 Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 191. 16 Carta mecanografiada enviada por Emilio Valdés a Luis Sánchez, fechada en Alicante, el 20-X-1954. Archivo Familiar de Luis Sánchez. 17 Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., pp. 192-193.

607

Page 620: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

temperamento, inspiración y formación técnica, pueden parangonarse con todos

los compositores nacionales y extranjeros. ‘Cançó’, de Valdés […] ¿no son obras

que por sí solas alaban a sus autores y dicen en pro de los mismos?18

En la cita anterior se aprecia la valoración de la figura de Emilio Valdés como un

novel compositor valenciano, de forma semejante a las crónicas anteriores a la Guerra

Civil. Este dato hace plantear la idea de que se intentó una continuidad estética y

generacional con aquellos tiempos, obviamente desprovistos del contenido ideológico

de entonces.

Su figura era también reconocida en los ambientes musicales alicantinos, como lo

reflejan estas citas Juan de Dios Aguilar, referidas tanto a su obra como a algunas

circunstancias de su interpretación:

Como compositor, se puede afirmar que se ha sentido fuertemente atraído

por el ‘lied’, aunque ha compuesto también música para piano, religiosa y de

otros géneros. Esa obra selecta de la canción, breve pero intensa y emotiva, ha

sido cultivada por Valdés con inusitado acierto.

Escribió […] ‘Cançó’ sobre verso del poeta medieval Joan Roiç que

escuchamos en Alicante a la Coral Polifónica Valentina, dirigida por Agustín

Alamán, el 8 de abril de 1949, Viernes de Dolores, en el Teatro Principal, en una

velada memorable.19

Una de las obras más significativas de aquellos años fue la suite de canciones

Pinceladas, compuesta en 1947, cuya acogida cita seguidamente el mencionado Juan de

Dios Aguilar: Por entonces escribió ‘Pinceladas’, suite de canciones con letra de Juan

Ramón Jiménez, que la polifónica Valentina dio a conocer con aplauso de toda España,

incluso también en Alicante.20 De entre las interpretaciones de esta obra, se tiene

constancia de su programación por la citada Coral Polifónica Valentina, dirigida por

Agustín Alamán, en Valencia el 18 de diciembre de 1956.21

Nombrado director escolar por la Dirección General de Enseñanza Primaria, a

propuesta de la Junta de Inspectores de Alicante, en el año 1946, no obtuvo la plaza de

director por oposición hasta 1967. Asimismo, en 1948 fue nombrado jefe local del

Servicio Español de Magisterio (SEM) en Castalla, lo que le facilitó su tarea para

implantar mejoras en la estructura educativa de la localidad. El propio Emilio Valdés 18 Sin autor, “Valencia”, Ritmo, 165, Madrid, mayo 1943, p. 22. 19 Juan de Dios Aguilar, op. cit., pp. 660-661. 20 Idem. 21 Sin autor, “Coral Polifónica Valentina”, Las Provincias, 15-XII-1956, p. 7.

608

Page 621: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

cita algunos logros de su gestión, como el aumento de aulas en el centro escolar desde

las seis iniciales hasta las treinta y dos muchos años más tarde, fruto del buen

rendimiento pedagógico. También señala la instalación de transporte escolar, gracias a

su solicitud y gestión personal, mediante el cual pudieron asistir al centro educativo

numerosos alumnos domiciliados en casas de campo aisladas de Castalla, Onil, Tibi e

Ibi, antes sin posibilidad de acceder a la enseñanza general básica.22

Sin embargo, y pese a las comodidades de su residencia en Castalla regentando las

propiedades familiares, el compositor intentó en repetidas ocasiones optar a alguna

plaza en la enseñanza musical que lo radicará en alguna capital, donde estuviera mejor

relacionado con la vida artística del país. Tomando como base la información

proporcionada por una carta, enviada a su compañero Luis Sánchez y fechada en 1950,

se datan varias de estas tentativas en el espacio de tiempo comprendido entre 1949 y

principios de 1950. El citado Valdés excusa, por su ocupación en estos menesteres, el

retraso de su respuesta a otra carta fechada en marzo de 1949:

[…] bueno más claro, ché!, mentres jo faig les escales tots els dies, atres

s’ocupen de pujarles i arriben mes pronte [sic]; primero la Cátedra de Solfeo de

Sevilla, luego tres cosas más en Valencia, entre ellas la Escuela de Magisterio,

hoy la de Solfeo de ahí (Málaga) […] era para mí una verdadera ilusión trabajar

a vuestro lado y volver a vivir aquella vida y colaborar juntos como en otros

tiempos […] Ya os digo que estoy bien aquí, económicamente me conviene más

esto, pero muy a gusto ganaría menos, con tal de vivir en mi ambiente y sobre

todo poder educar a mis tres hijos en mejor sitio.23

En el mismo 1950 se estableció en la ciudad de Alicante, abriéndose una

posibilidad de mejorar su actividad profesional, cuando se le ofreció la dirección de la

recién creada Escolanía de Nuestra Señora del Remedio, la cual estaba a cargo del

Patronato de la Colegiata de San Nicolás de la capital alicantina.24 Esta agrupación fue

formada por iniciativa del obispo de Orihuela, quien le ofreció el cargo con la intención

de que regentara una escuela parroquial de enseñanza primaria donde formar a los niños

cantores, en un principio para un plazo de tres años, aunque posteriormente acabaron

22 Currículum Vitae, op. cit. Archivo Familia Valdés Perlasia. Castalla (Alicante). 23 Carta mecanografiada de Emilio Valdés a Luis Sánchez, fechada en Castalla, el 14-VII-1950. Archivo familiar de Luis Sánchez. 24 Juan de Dios Aguilar, op. cit., pp. 95-96.

609

Page 622: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

siendo en torno a cinco.25 Durante este tiempo, además de su trabajo docente con los

infantillos, se hizo cargo de las interpretaciones musicales que se realizaban en la

liturgia de la Colegiata, valorándose muy positivamente su trabajo de formación de

voces, según se aprecia en las notas de Juan de Dios Aguilar.26 En el año 1954 asistió

invitado al International Kongres für Katholische Müsik celebrado en Viena, donde se

interpretó su obra Cançó, despertando notable interés. En la siguiente carta, que envió a

su amigo Luis Sánchez, se aprecian sus sentimientos tras el viaje y cita los contactos

que inició en el mismo:

Como te digo he estado en Viena. Es un viaje que hago con muchos años de

retraso, pues ya pensaba ir en el 1936; nuestra guerra y después la de ellos me lo

impidió; en el 1950, fui invitado para ir allí; tampoco pude. Hoy he tenido

ocasión de enrolarme con los cantantes de esta Coral Polifónica y con ellos he

asistido al 2º Congreso Internacional de Música Sacra. Me ha sido muy

provechoso el viaje. No encuentro palabras bastantes para deciros la vida

musical de aquella tierra. Qué salas de música […] Me han relacionado con

algunos profesores del Conservatorio vienés, donde estudia la que me hospedó.

He conocido también a los dirigentes de coros de veinte naciones, a quienes

enviaré mis modestas composiciones y que ellos ya me han solicitado. Un

ambiente de verdadero ensueño para nuestra profesión. Quizás vuelva, Luis, me

acompañarías? […]27

En este viaje tomó contacto con Joseph Marx, profesor del Conservatorio y de la

Universidad de Viena, el cual le asesoró y orientó en el futuro, además de solicitarle el

envío de obras para su estreno en Viena, lo que se convirtió en un gran estímulo

creativo para Emilio Valdés.28 En estas circunstancias cabe señalar que, según el

testimonio del propio compositor,29 en los años siguientes siguió recibiendo encargos de

obras desde Viena, donde las enviaba para su estreno, no disponiéndose de materiales

que verifiquen este hecho. Sin embargo, se conserva una colección de 140 villancicos

25 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 21-IX-1996. Archivo fonográfico de Sergi Arrando. 26 Juan de Dios Aguilar, op. cit., pp. 95-96. 27 Carta mecanografiada de Emilio Valdés a Luis Sánchez, fechada en Alicante, el 20-X-1954. Archivo familiar de Luis Sánchez. 28 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 9-IX-1995. Archivo fonográfico de Sergi Arrando. 29 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 9-IX-1995. Archivo fonográfico de Sergi Arrando.

610

Page 623: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

unisonales alemanes que recibió de unos amigos de Berlín,30 que él mismo se encargó

de armonizar a cuatro voces tras un estudio comparativo de la evolución de los estilos

musicales a través de los tiempos. Este trabajo le llevó, al menos, dos años en los que se

dedicó al estudio y realización de estas armonizaciones.31

Las circunstancias profesionales de Emilio Valdés eran muy estimulantes y, como

prueba de ello, en abril del mismo 1954 compuso la versión para piano de Fiestas en la

Villa, basada en la Dansa de les Espies que se bailaba en una procesión de la localidad

alicantina de Biar. El mismo Valdés citaba que, cuando escuchó la melodía, la copió

dibujando apresuradamente las pautas en un sobre de correo ordinario, y que la copla

central era muy del gusto de Oscar Esplá.32 Con este compositor entabló una estrecha

amistad durante estos años de residencia en Alicante, llegando incluso a ofrecerle a

Valdés una plaza de profesor en el recién creado Instituto Musical Oscar Esplá, germen

del futuro Conservatorio Oscar Esplá de Alicante, que rechazó al no ser todavía un

centro oficial reconocido y no garantizarle las condiciones de seguridad que le pudiera

ofrecer su condición de profesor de enseñanza primaria.33

Sin embargo, cumplidos estos cinco años, Valdés y su familia volvieron a Castalla,

sin que se tenga constancia de las razones por las que no continuó en Alicante, pese a

desempeñar presuntamente su trabajo a satisfacción de sus patronos. Se tiene constancia

de que la Escolanía fue reorganizada en 1961, pero la figura de Valdés ya no aparece en

ese momento.34

Por otra parte, durante los años siguientes desaparecen completamente nuevas

obras de su catálogo, sin que se sepan las razones ciertas de este hecho. Sin embargo,

durante esta época Emilio Valdés se aplicó en otro tipo de actividades como los estudios

de Delineación que culminó en Madrid en el año 1964. También se centró en la mejora

de las condiciones del Colegio Nacional de Enseñanza Primaria de Castalla, gracias a lo

cual obtuvo sucesivos galardones en concursos escolares celebrados en 1955, 1957,

1967 y 1971, y obtuvo una felicitación personal del Gobernador Civil de Alicante por su

tutoría en la Campaña de Promoción Cultural desarrollada en el año 1963. La

culminación de todo este proceso vino con la obtención de una plaza en propiedad en el 30 Conservados en el Archivo Familia Valdés Perlasia. Castalla (Alicante). 31 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 9-IX-1995. Archivo fonográfico de Sergi Arrando. 32 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 21-IX-1996. Archivo fonográfico de Sergi Arrando. 33 Información proporcionada por Emilio Valdés a Sergi Arrando, en entrevista grabada en Castalla el 9-IX-1995. Archivo fonográfico de Sergi Arrando. 34 Juan de Dios Aguilar, op. cit., pp. 95-96.

611

Page 624: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Cuerpo de Directores Escolares, tras las oposiciones celebradas en Madrid en 1967,

obteniendo la plaza de Castalla.35

Finalmente, en aquellos años fue nombrado Cronista Oficial de la Ciudad de

Castalla, perteneciendo al Cuerpo de Cronistas del Reino de Valencia, nombrado por el

Gobernador Civil de Alicante a propuesta del Ayuntamiento de Castalla y el Instituto de

Estudios Alicantinos de la Diputación Provincial de Alicante. Una prueba de estas

actividades fue la elaboración de un libro inédito titulado Castalla que, según sus

propias palabras, es una: […] obra de paciente labor de muchos años de trabajo y

consulta, con datos de esta antiquísima Baronía de Castalla desde el 414 después del

Diluvio Universal.36

Las únicas actividades musicales que se pueden reseñar durante aquellos años

fueron sus colaboraciones con el Coro Parroquial de Castalla y los períodos de tiempo

en los que se hizo cargo de la banda de la Agrupación Musical Santa Cecilia de

Castalla. Aunque se tiene constancia de que ocupó la dirección de la citada banda en

diversos periodos de aquella época, sólo se lo sitúa con certeza en el año 1969, según

datos proporcionados por Juan de Dios Aguilar.37 Esta sociedad musical pasaba por

aquel entonces por ciertas dificultades, al disponer de apenas 35 plazas y sufrir breves

etapas sin funcionar, como se aprecia en esta cita publicada años más tarde en la prensa

alicantina: […] Banda con breve período de inactividad hasta su refundación en 1971

como A. M. Sta Cecilia, bajo la dirección de José Bermejo Avilá.38

A finales de la década de los sesenta volvió a componer, datándose en marzo de

1968 su pequeña romanza para flauta y banda (con versión para orquesta de cámara)

titulada La muñeca duerme, concebida para una circunstancia personal, el fallecimiento

de una pequeña hija de unos amigos de Castalla.

Sin embargo, en el año 1970 retomó su antigua pieza para piano titulada Fiestas en

la Villa y la instrumentó para banda, presentándola a un concurso convocado en mayo

del año 1970 por la Diputación Provincial de Alicante. En noviembre del citado año se

hizo público el fallo del jurado por el cual esta obra era premiada, apareciendo pocas

semanas más tarde en la prensa alicantina la siguiente reseña de prensa donde se daba

35 Dato extraído del Currículum Vitae personal mecanografiado, realizado por el propio Emilio Valdés. Archivo Familia Valdés Perlasia. Castalla (Alicante). 36 Op. cit. 37 Juan de Dios Aguilar, op. cit., p. 181. 38 Sin autor, “Banda…”, Información, Alicante, 21-III-1998, p. 43.

612

Page 625: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

cuenta del galardón obtenido y, con estas palabras, se hacía una breve semblanza del

compositor:

La Diputación Provincial ha premiado la obra ‘Fiestas en la Villa’ de

Emilio Valdés Perlasia en el Concurso de Composición Musical convocado por

dicho organismo. La obra estaba compuesta sobre temas folklóricos alicantinos, y

el autor ha escogido un tema antiquísimo: ‘La Dansa de les Arpies o Espies” de

Biar, melodía que data del siglo XV. En su armonización ha seguido en lo posible

la línea moderna, pero sin perder su estilo y sabor popular y montañés, que

Emilio Valdés saborea sobre estas serranas y antiquísimas poblaciones, siendo

cronista oficial y director escolar en la que habita: Castalla, histórica ciudad de

la montaña, paso de contestanos, íberos, cartagineses, romanos y árabes…Su

música viene de todas estas razas y en el desarrollo de los temas Valdés ha

seguido bien las fuentes en que se formó en Valencia, París y Viena: Bela Bartok,

Vincent D’Indy, Bertelin, Francisco Cuesta, Joaquín Rodrigo, Oscar Esplá…y

sobre todo sus maestros Manuel Palau y Consuelo Lapiedra. Nuestra felicitación

a Emilio Valdés que con su obra contribuye a la conservación y conocimiento de

las bellas trovas medievales de la que tan rica es la región montañesa levantina

en la que habita.39

El estreno de la obra tuvo lugar en la clausura del Tercer Concurso Provincial de

Bandas Civiles, celebrado en la localidad alicantina de El Campello el 21 de marzo de

1971, a cargo de la Banda Municipal de Alicante bajo la dirección de Moisés Davía, en

cuyo acto le fue entregado al compositor el correspondiente diploma acreditativo del

galardón.

Aunque este premio supuso la reaparición del compositor en la vida musical

alicantina, la mayoría de sus actividades realizadas durante estos años estuvieron ligadas

al magisterio y la dirección de las Escuelas Nacionales de Enseñanza Primaria de

Castalla.

Sin embargo, durante aquellos años compuso obras para banda con cierta

frecuencia, como su Tríptico-Riberas del Esla que fue estrenado por la Banda

Municipal de Alicante el 5 de marzo de 1978, y tiempo más tarde interpretado en

Valencia por la Banda de la División de Infantería Motorizada Maestrazgo y objeto de

grabación.

39 Sin autor, “Premio de Composición Musical a E. Valdés”, Información, Alicante, 15-I-1971, p. 20.

613

Page 626: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Las limitaciones materiales que sufrió en Castalla, sin posibilidad de estrenar sus

obras con orquestas de cámara o sinfónicas, redujeron su creación a piezas para banda

que pudieran ser interpretadas por la agrupación musical de la localidad.

En estas circunstancias cabe destacar la presencia de algunas obras motivadas por

razones sociales o familiares, que superaron esta limitación, como Susana-Cançó de

bressol, compuesta para orquesta de cámara en marzo de 1976, con motivo del

nacimiento de su nieta Susana. Así como las obras de carácter religioso que compuso

para la parroquia de su localidad, como la Despedida a la Santísima Verge de Salvador

Leal Pau (su suegro) para orquesta de cámara, dos voces, coro y órgano, fechada en

1982. También destacan un Padre Nuestro para cuatro voces y órgano de 1985, y una

Misa a Nostra Senyora de la Soledad para orquesta, coro a tres voces y órgano, de

1987. Dejó incompleta una cantata para coro y orquesta titulada Retablo de Santa

Cecilia, cuya datación queda asimismo indeterminada.

Pero la mayoría de sus obras compuestas a partir de los años ochenta fueron

concebidas para orquesta de cámara y arregladas para banda. Es el caso de su Nocturno

para flauta y orquesta de cámara (o banda) de 1981, su poema sinfónico Atardecer en

Castra Altra para orquesta de cámara (o banda) de marzo de 1989, y su cantata en cinco

movimientos Salus Infimorum para voces y orquesta de agosto de 1989. El tercer

movimiento de esta última obra titulado Meditación, compuesto para orquesta sola, fue

objeto de un arreglo para banda, con un solo de trompa dedicado a su nieto José Manuel

Valdés Mira, profesional del citado instrumento.

Esta cantata es su última obra completa fechada con exactitud, puesto que en los

años siguientes trabajó con materiales no localizados o incompletos. En estas

circunstancias destaca su trabajo de revisión del Misteri d’Elx, solicitado por un

capellán entonces destinado en Villajoyosa, quien había sido maestro de capilla en

Santa María d’Elx, buscando su pureza original a cuatro voces y sin utilizar las reformas

de Oscar Esplá.40

En los últimos años de su vida recibió varios homenajes en la localidad de Castalla,

donde nació y vivió gran parte de su vida, como el realizado por la Agrupación Musical

Santa Cecilia el 10 de julio de 1988 en el que se interpretó su Fiestas en la Villa, o el

40 Citado también por Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 193. Sobre el trabajo de Alberto Guardiola Ochando y verificado por la entrevista de Sergi Arrando a Emilio Valdés, fechada el 9-IX-1995. Archivo fonográfico de Sergi Arrando.

614

Page 627: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

realizado por la misma Agrupación el 25 de noviembre de 1995, en el que se ejecutó

una selección de algunas de sus obras arregladas para banda.

Todavía pudo ver programada, como obra obligada de la Tercera Sección del

Certamen Provincial de Bandas de la Diputación de Alicante, su pieza bandística

Fiestas en la Villa, en sesión celebrada el 22 de marzo de 1998 en el Teatro Cortés de

Almoradí.

Falleció en Castalla, el 2 de julio de 1998.

VIII. 2 Análisis de obras orquestales

En este epígrafe se va a catalogar toda su producción sinfónica, pero sin incluir sus

piezas para banda compuestas a partir de la década de los cuarenta, puesto que la

naturaleza de este trabajo excluye a las obras destinadas a la citada formación.

Posteriormente se expondrán las características de su lenguaje armónico y formal,

atendiendo a los elementos analizados en dos de sus obras más representativas: Cançons

de batre para orquesta de cámara y Fiestas en la villa para banda sinfónica,

perteneciente la primera a su época en Valencia durante los años treinta, y la segunda a

su etapa en Castalla en la posguerra. Pese a que esta última obra está compuesta para

banda, se emplearán sus aspectos armónicos y formales, puesto que son representativos

de esta segunda etapa de su carrera creativa. También se desglosarán los rasgos de su

orquestación, en este caso limitados a su obra Cançons de batre.

VIII. 2. 1 Catálogo

En este punto se va a desglosar su producción sinfónica, bajo la división en dos

grandes períodos: antes y después de la Guerra Civil, en atención a las circunstancias

personales del compositor. Emilio Valdés vivió durante la década de los treinta

principalmente en Valencia, formando parte del Grupo de los Jóvenes y componiendo

esencialmente para orquesta de cuerda, gracias al estímulo proporcionado por la

Orquestra Valenciana de Cambra dirigida por Francisco Gil. Tras el conflicto bélico, el

615

Page 628: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

compositor se estableció en su Castalla natal, donde no contaba con la posibilidad de

estrenar obras de aquel tipo o sinfónicas, por lo que decidió centrar su producción

sinfónica en piezas para banda, ante la opción de poder estrenarlas con la banda de su

localidad, la Agrupación Musical Santa Cecilia. Sin embargo, algunas obras cuentan

con una versión alternativa para orquesta, lo que permite incluirlas en este catálogo,

mientras que las que no cuenten con esta versión orquestal serán excluidas. Cada obra

aquí citada tendrá acompañado un número de opus impuesto por el propio compositor,

aunque modificado en algunos casos por la catalogación realizada por su nieto José

Manuel Valdés Mira en el año 2006.

VIII. 2. 1. 1 Obras anteriores a la Guerra Civil

Sus primeras obras orquestales fueron concebidas para orquesta de cuerda, en

algunos casos con la inclusión de parte vocal solista. Entre estas piezas, hay varias

transcripciones de piezas de otros compositores, preferentemente barrocos como Bach,

Matheson y Rameau, sin olvidar al casi contemporáneo valenciano Francisco Cuesta.

También se dispone de una pieza original para piano, luego transcrita para orquesta,

recurso que se convertirá en muy frecuente en épocas posteriores. En todas ellas se

aprecia una dualidad entre su inspiración neoclásica, reflejada en las obras barrocas y en

su Minueto en sol, y la influencia valenciana apreciada en su Suite Valentina, el Tríptic

Cançons de batre o la Cançó de Març.

Nocturno, Op. 6 (1933)

Texto de Pedro Soler Amorós.

Soprano y Orquesta de cuerda.

Minueto en sol, Op. 8 (Febrero, 1933)

Orquesta de cuerda.

Tríptic: Cançons de batre, Op. 10 (1933)

Orquesta de cuerda.

I. Preludio y Copla. II. Cançó (Canción de Cuna). III. Dança (Danza Rural).

Su primer movimiento: Preludio, fue estrenado en Valencia, en el concierto

celebrado el 12 de mayo de 1933 en el Salón de Actos de la Federación Industrial y

616

Page 629: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Mercantil de Valencia, conmemorativo del segundo aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra, dirigida por Francisco Gil. En las notas al programa aparece un

comentario acerca de la estructura de este primer movimiento:

El Preludio, su primera composición, es una página musical que recuerda

paisajes del pueblo natal de su autor. Tras un breve preludio que sienta el

ambiente de la obra, unos compases confiados al cuarteto nos conducen a la

copla, escrita en estilo popular, parafraseándola los primeros violines sobre la

cuarta cuerda, y dialogando con ellos los segundos y violas; el cuarteto nos

traslada al primer movimiento, con el que se extingue vaporosamente la

composición.41

En la siguiente crónica sin firma, publicada en el diario La Correspondencia de

Valencia, se recrean las circunstancias en que la obra fue estrenada:

Emilio Valdés entraba por primera vez en contacto con el público. He aquí a

un joven maestro que se presenta con toda la gallardía y con toda la nobleza de

los elegidos. Su ‘Preludio’ es una maravilla de contenido que se expresa en una

realización totalmente lograda. La emoción exquisita de Valdés ‘llegó’ a los

corazones de los oyentes absortos ante aquella revelación.42

Esta misma crónica fue publicada, varios meses más tarde, en la revista Ritmo de

ámbito estatal,43 lo que extendía la trascendencia del evento y la ejecución de la obra.

La valiosa opinión de Eduardo López-Chavarri Marco, publicada en Las

Provincias, quedó reflejada en estas líneas: ‘Preludio’ de E. Valdés Perlasia, joven

compositor en quien la imaginación se atempera con los estudios de técnica, y ha

producido una obra con aciertos armónicos y bellos detalles de orquestación.44

En la siguiente cita, publicada en el Diario de Valencia, Gomá lo relaciona con los

demás miembros del incipiente Grupo de los Jóvenes, mediante la apelación a un rasgo

común de signo nacionalista valenciano, sintetizado en el concepto de lirismo:

Las obras de nuestros compositores son, al contrario, cuadros de intención

poemática y colorista. Todos ellos, el ‘Nocturno’ de Luis Sánchez, como el

‘Preludio’ de Valdés Perlasia; el ‘Nocturno’ de Garcés, como la ‘Canción y 41 Notas al programa del Concierto del Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra, celebrado en Valencia, el 12 de mayo de 1933. 42 Sin autor, “Musicales: Música de Cámara-Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-V-1933, p. 8. 43 Sin autor, “Información Musical: Música de Cámara-Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de Cambra”, Ritmo, 71, Madrid, septiembre 1933, pp. 12-13. 44 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 13-V-1933, p. 13.

617

Page 630: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Danza’ de Asencio están impregnados de lirismo valenciano. En mayor o menor

proporción en todas estas obras surgen melodías que, o son auténtica canción

popular, o se hallan matizadas por los giros folklóricos. Todas también

encuentran pintorescamente los recursos de color que los instrumentos de cuerda

poseen […] Las obras de los autores valencianos fueron muy aplaudidas.45

Esta obra fue programada de nuevo por los mismos intérpretes el 1 de junio de

1933, en un concierto conmemorativo del Primer Aniversario de la Masa Coral

Normalista, celebrado en el Salón de Actos del Conservatorio de Valencia. Esta cita

publicada por Fidelio en El Mercantil Valenciano refleja la acogida del público y la

presencia del propio Valdés en el concierto: Inició la audición la Orquesta de Cambra,

que dirige el maestro Gil, interpretando […] un bello ‘Preludio’, del joven maestro E.

Valdés, […] las cuatro obras fueron muy aplaudidas y ovacionado el señor Valdés,

único autor que estaba presente.46

La obra volvió a programarse en un concierto, a cargo de la misma orquesta e

intérpretes, celebrado el 1 de diciembre del mismo año 1933, en el Salón de Actos del

Conservatorio de Valencia. La Orquestra Valenciana de Cambra incluyó esta obra en

una gira de conciertos realizados en Madrid, en la que se ofrecieron audiciones en la

Sociedad Filarmónica, en la Asociación Profesional de Estudiantes del Conservatorio,

en el Ateneo y en el Estudio de Unión Radio. De todos ellos, se data con exactitud el

realizado el 13 de enero de 1934 en la citada Asociación Profesional, de la que se

dispone de esta crítica publicada en el Heraldo de Madrid: El resto del programa lo

formaban diversas producciones de autores valencianos (Valdés, Sánchez, Palau y

Asensio) de interés notorio. Todas fueron acogidas con aplauso.47 Pocos días después, a

la vuelta del citado viaje, los mismos intérpretes la incluyeron en el programa ofrecido

el 28 de enero junto con la Masa Coral Normalista, en el Nostre Teatre de Valencia.

El 24 de febrero de 1934 la obra volvió a incluirse en un concierto de la misma

orquesta e intérpretes, celebrado en el Conservatorio de Valencia, sobre el que el crítico

Eduardo López-Chavarri Marco publicó en Las Provincias estas elogiosas palabras:

[…] Tercera parte: obras ya conocidas, pero que deben oirse más y más; obras

45 Sin autor [Enrique G. Gomá], “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 13-V-1933, p. 3. 46 Fidelio [Bernardo Morales Sanmartín], “La Masa Coral Normalista en el primer aniversario de su creación”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 7-VI-1933. 47 R. de la S., “La Música y los Músicos: La Orquesta Valenciana en el Conservatorio”, Heraldo de Madrid, Madrid, 15-I-1934.

618

Page 631: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valencianas. El ‘Preludio’ de Valdés aparece como una lindísima página musical,

reveladora de un temperamento valioso y privilegiado.48

La obra completa se estrenó un año más tarde, cuando la misma Orquestra y

director celebraron el concierto de tercer aniversario de la citada formación, el 25 de

mayo de 1934. En las siguientes líneas, tomadas de las notas al programa de su

concierto de estreno, se describe brevemente esta obra:

Està constituit per tres impressions de paisatges i escenas vixcudes per

l’autor.

El ‘Preludi’ fa de preàmbul situant l’ambient on es va desenrotllar l’obra,

inspirada en l’esperit i sàvia populars.

La ‘Cançó’ està plena de lirismo suau que brolla espontàniament davant la

contemplació de l’inmensa natura.

La ‘Dança’ escrita en ritmes populars, graciosos i inocents, se desenrotlla

amb gran delicadesa, extinguint dolçament el tríptic.49

En el mismo concierto se estrenó también su Cançó de Març, para soprano y

orquesta de cuerda, por lo que algunas crónicas citan a ambas obras, como la siguiente

publicada por López-Chavarri Marco en Las Provincias:

Emilio Valdés, uno de los temperamentos más elegidos de la moderna

juventud musical, presentó ‘Cançó de Març’ y ‘Tríptic’ (Preludi, Cançó, Dansa),

en donde se muestra un temperamento músico positivo, sabiendo ‘construir’

(cualidad importante) y presentando inspiración en las ideas y en la técnica.50

Sin embargo, la obra ya no volvió a interpretarse en su formato íntegro, aunque sí

el primer movimiento, el ya citado Preludio. La misma Orquestra Valenciana de

Cambra, dirigida por Francisco Gil, la incluyó en un concierto organizado por la

Asociació Obrera de Concerts de Barcelona, el 13 de octubre de 1935. En las siguientes

líneas, publicadas en la revista Ritmo, se plantea la acogida que tuvo la obra dentro del

conjunto global del programa presentado:

Aparte obras ya conocidas (de O. Olsen, Mendelssohn, Tschaikowsky y

Turina), interpretaron, con el supuesto cariño, páginas de los compositores

48 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “Orquestra Valenciana de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 25-II-1934, p. 13. 49 Notas al Programa del concierto de la Orquestra Valenciana de Cambra, celebrado el 25-V-1934. 50 Eduardo López-Chavarri Marco, “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias,Valencia, 30-V-1934, p. 3.

619

Page 632: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valencianos Valdés, Giner, Sánchez, Chavarri y Asensio. Despertaron éstas,

primero, la atracción de la novedad; luego, el complemento de la complacencia.51

Sin embargo, la obra desapareció de los repertorios de concierto hasta fechas muy

recientes, cuando en el año 2007 fue objeto de una grabación, patrocinada por la

Diputación de Alicante, a cargo de la Orquesta Sinfónica de San Vicente (Alicante).

Cançó de Març, Op. 14 (Abril, 1934)

Texto de M. Thous Llorens.

Soprano y Orquesta de cuerda.

Composición estrenada en Valencia, en concierto realizado por la Orquestra

Valenciana de Cambra el 25 de mayo de 1934, en el que se celebró su tercer aniversario,

bajo la dirección de Francisco Gil y con la cantante Manuela Saval como voz solista. En

el mismo concierto se interpretó su Tríptic antes citado, por lo que la crónica publicada

en La Correspondencia de Valencia une los comentarios de ambas obras: De Emilio

Valdés oímos una ‘Cançó de Març’, muy sentida, como asimismo un tríptico en el que

demuestra este autor sus gustos y preferencias orquestales.52 Sin embargo, la obra ya

no volvió a interpretarse posteriormente.

Suite Valentina, Op. 15 (Agosto, 1934)

Orquesta de cuerda.

I. Entrà. II. Cançó de bressol. III. Ronda.

Obra original para piano, posteriormente orquestada para agrupación de cuerdas.

Dedicada a Francisco Gil, director de la Orquestra Valenciana de Cambra.

Zarabanda de la Suite VI de J. S. Bach, Op. 19 (17 de Febrero de 1935).

Orquesta de cuerda.

Transcripción para orquesta de cámara de la citada pieza para teclado de J. S. Bach.

Estrenada por la Orquestra Valenciana de Cambra, dirigida por Francisco Gil, en

concierto celebrado el 10 de octubre de 1935 en el Salón de Actos del Conservatorio de

Valencia. Gomá incluyó en su crítica, publicada en el Diario de Valencia, esta breve

mención: […] Después de una ‘Zarabanda’ de J. S. Bach, transcrita para cuerda por E.

51 Dino, “Barcelona: Asociació Obrera de Concerts”, Ritmo, 118, Madrid, 1-XI-1935, p. 13. 52 Sin autor, “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-V-1934, p. 8.

620

Page 633: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Valdés, con conocimiento seguro del trabajo realizado.53 En cambio, Eduardo López-

Chavarri Marco se extendió un poco más en su comentario de la pieza: La segunda

parte comenzó por una ‘Zarabanda’ de Bach, transcrita para cuerda por E. Valdés, con

mucho respeto, mucho sentido del color orquestal y feliz resultado. El público aplaudió

mucho, y era justicia, la acertada labor de Valdés.54 No se tiene constancia de

interpretaciones posteriores de esta obra.

Preludi de Francisco Cuesta, Op. 21 (1935)

Orquesta de cuerda.

Transcripción para orquesta de cámara de una pieza del compositor valenciano

Francisco Cuesta. Cabe la posibilidad de que fuera interpretada en el concierto de

homenaje a Francisco Cuesta celebrado por la Sociedad Música de Cámara y la

Orquestra Valenciana de Cambra, el 2 de febrero de 1936 en el Salón de Actos del

Conservatorio de Valencia. Pero en el programa del concierto y las críticas de prensa no

se menciona ninguna pieza con este título ni la figura de Valdés.

Minueto de Mattheson, Op. 24 (Julio, 1937)

Orquesta de cuerda.

Transcripción para orquesta de cámara de una obra del citado compositor barroco

alemán, realizada en Montbrió de la Marca.

Dos Minuetos de J. Ph. Rameau, Op. 25 (Julio, 1937)

Orquesta de cuerda.

Transcripción para agrupación camerística de estas dos piezas del mencionado

compositor barroco francés, realizada en Montbrió de la Marca.

VIII. 2. 1. 2 Obras posteriores a la Guerra Civil

Tras el conflicto bélico, Emilio Valdés se estableció en su localidad natal, la

alicantina villa de Castalla. Allí pudo gozar de una buena posición económica en 53 Sin autor [Enrique G. Gomá], “Crónica Musical: Música de Cámara-Orquestra Valenciana de Cambra e Isabel Algarra, pianista”, Diario de Valencia, Valencia, 11-X-1935, p. 2. 54 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “En el Conservatorio: La Orquesta de Cambra”, Las Provincias, 12-X-1935, p. 12.

621

Page 634: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

aquellos difíciles años, pero no contó con la posibilidad de poder estrenar sus obras para

orquesta de cámara, ante la carencia de formaciones de este tipo. Así que

progresivamente abandonó la idea de componer para cuerda en favor de obras para

banda, o simplemente creará versiones alternativas transcritas para estos grupos de

viento, única opción de poder estrenar su obra en aquellas circunstancias. En sus

primeras obras enlaza con la dualidad: valencianismo-neoclasicismo, observada en sus

obras de la anterior etapa, reflejada respectivamente en obras para banda como

Valenciana o Fiestas en la Villa por un lado, y en piezas como Minueto en Re,

Zarabanda y Minueto en Mi bemol por otro. Destaca el hecho de que la totalidad de

estas primeras obras son transcripciones de originales para piano.

Tras un periodo de silencio creativo de más de una década, entre mediados de los

cincuenta y finales de los sesenta, inicia una última etapa donde sigue presente esta

dicotomía entre lo valenciano y lo neoclásico. El compositor concibe estas obras

originalmente para orquesta de cuerda, pero creando versiones alternativas para banda,

quizás con el objetivo de poder ser interpretadas en las circunstancias materiales en las

que vivió, destacando el caso de la versión para banda que realizó del tercer movimiento

de su cantata Salus Infirmorum. También se aprecia el interés que tenía por la flauta

como instrumento concertante, puesto que obras como el Nocturno, La Muñeca Duerme

y Atardecer en Castra Alta, emplean las posibilidades solistas del citado instrumento.

Hojas de Album: II. Evocación, Op. 29 (Septiembre, 1939)

Orquesta de cuerda.

Obra compuesta originalmente para piano, luego transcrita para orquesta de cámara,

en la localidad de Lebrancón, provincia de Guadalajara.

Minueto en Re, Op. 34 (Octubre, 1941)

Orquesta de cuerda.

Obra original para piano, posteriormente arreglada para agrupación de cámara,

compuesta en Castalla.

Zarabanda, Op. 35 (Octubre, 1941)

Orquesta de cuerda.

Concebida en un principio para piano, luego fue transcrita para orquesta de cuerdas,

creada en Castalla.

622

Page 635: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Minueto en Mi bemol, Op. 44 (Enero, 1944)

Orquesta de cuerda.

Inicialmente realizada para piano, posteriormente la adaptó para grupo de cámara,

la compuso en Castalla.

La Muñeca Duerme, Op. 62 (Marzo, 1968)

Flauta-Orquesta de cuerda.

Flauta-Banda.

En palabras del compositor: Obra dedicada als amics Salvador i Manolita, en

memòria de la seua filla. Originalmente concebida para flauta y orquesta de cuerda,

posteriormente realizó un arreglo para flauta, arpa y violoncello. Finalmente creó una

versión para flauta y banda.

Susana-Cançó de bressol, Op. 64 (Marzo, 1976)

Orquesta de cuerda.

Obra compuesta en Castalla, canción de cuna dedicada al nacimiento de su nieta

Susana.

Nocturno, Op. 67 (22 de Octubre de 1981)

Flauta-Orquesta de cuerda.

Flauta-Banda.

Originalmente concebida para piano, el compositor realizó sendas versiones para

flauta solista y orquesta de cámara, así como para flauta y banda. En la siguiente cita, el

crítico valenciano Eduardo López-Chavarri Andújar hizo un breve comentario sobre la

obra:

Si la cotejo con un ‘Nocturno’ para piano muy posterior, del 81, observo

que además de la evidente madurez de escritura el autor sigue trabajando con

una claridad y concisión envidiables, aunque aquí la dificultad técnica es

más…brillante, aunque nunca se cae en un efecto gratuito ni un gesto inútil.55

Estrenada en Castalla, en concierto a cargo de la Agrupación Musical Santa

Cecilia, el 16 de marzo de 1991, fue interpretada en sendos conciertos: el 10 de octubre

55 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores Valencianos del Siglo XX, Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, p. 192.

623

Page 636: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de 1992 y el 25 de noviembre de 1995, el último de los cuales fue de homenaje al

compositor en su localidad natal. Más recientemente, los Solistas de la Orquesta

Sinfónica del Mediterráneo interpretaron la versión para flauta y orquesta de cuerda, en

un concierto celebrado en el Palau de la Música de Valencia el 17 de junio de 2009.

Atardecer en Castra Alta, Op. 73 (Marzo, 1989)

Flauta-Orquesta de cuerda.

Banda.

Basada en un poema propio, está inspirada en la fortaleza que corona su localidad

natal, la alicantina villa de Castalla.

Salus Infirmorum: III. Meditación, Op. 75 (Agosto, 1989)

Orquesta.

Banda.

Cantata en cinco movimientos para voces y orquesta, compuesta por encargo del

propietario de la fábrica de juguetes Famosa, de la vecina Onil. El tercer movimiento de

la misma era sólo instrumental, del que realizó una versión para banda, estrenada por la

Agrupación Musical Santa Cecilia de Castalla en el concierto de homenaje al

compositor celebrado el 25 de noviembre de 1995.

VIII. 2. 2 Análisis de su lenguaje armónico y formal

En este epígrafe se van a desglosar las principales características del lenguaje

armónico de Emilio Valdés, así como las estructuras formales que utiliza en la

arquitectura general de sus obras, ilustrados con ejemplos de fragmentos de sus

composiciones. De entre su catálogo, se ha optado por tomar ejemplos de dos obras:

Tríptic: Cançons de batre y Fiestas en la Villa, puesto que la primera pertenece a su

etapa de juventud en Valencia cuando estudió con Manuel Palau y se constituyó el

Grupo de los Jóvenes, mientras que la segunda data de los años cincuenta en su versión

original para piano (cuenta con una adaptación para banda de 1970). El contraste entre

ambas obras permite constatar si su estilo experimentó algún cambio, tanto por los

veinte años de diferencia entre una y otra, como por las distintas circunstancias

624

Page 637: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

materiales y estéticas en las que fueron compuestas, aspecto que se tratará en las

correspondientes conclusiones. Aunque la pieza Fiestas en la Villa no es orquestal, se

incluirán algunos de sus fragmentos en estos epígrafes destinados a los lenguajes

armónico y formal, a causa de su trascendencia histórica en la evolución del estilo de

Emilio Valdés.

VIII. 2. 2. 1 Lenguaje armónico

En primera instancia, cabe destacar que la obra de Emilio Valdés suele utilizar una

armonía modal, cuyos ocasionales contrastes con armonías tonales realzan su carácter

modal. De este modo, en el Tríptic: Cançons de batre se aprecia que el primer

movimiento (Preludio y Copla) gira en torno a la escala de si, oscilando entre los modos

menor, dórico y frigio, cuyas escalas de estos dos últimos se citan a continuación:

A continuación se aprecia en el siguiente ejemplo, tomado de entre los compases 8

y 12 de esta pieza, el paso de una secuencia descendente en si menor natural en las

violas a si dórico con el sol sostenido de los violines segundos en el segundo compás, y

luego a si frigio con el do natural de los violines primeros y la cuerda grave en los dos

últimos compases, aunque los violines segundos mantengan el sol sostenido que no

pertenece a la escala frigia.

625

Page 638: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Por otra parte, la sintaxis tonal del conjunto de las tres piezas que forman la obra

oscila entre la armonía tonal y modal, aunque los puntos iniciales y finales tienden a ser

modales. De este modo, el Preludio y Copla empieza y termina en si dórico-frigio,

mientras que el segundo movimiento (Cançó) tiende a re dórico en los puntos

culminantes, y el tercero y último (Dança) se inicia en mi frigio. Sin embargo, el

desarrollo de este último movimiento tiende a mi bemol mixolidio y su conclusión está

en si frigio, de forma que el modo de su final coincide con el del inicio de la

composición y da unidad modal a toda la obra.

En Fiestas en la Villa no se emplea tan intensamente la armonía modal como en el

Tríptic: Cançons de batre, pero hay extensos pasajes en la escala de re bemol mixolidio,

cuya estructura se muestra seguidamente:

En el siguiente ejemplo, extraído del número 3 de la citada obra se aprecia el

empleo de este modo sobre una melodía de extracción popular, la Dansa de les Espies

de Biar:

626

Page 639: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En la Dança, último movimiento del Tríptic: Cançons de batre, emplea la escala

española descendente de ocho sonidos sobre sol que se aprecia a continuación (con el

acorde que se construye sobre su tónica descendente), para delimitar armónicamente

toda su sección central:

El siguiente fragmento, perteneciente a los diez primeros compases de la citada

sección central, se aprecia el empleo de la mencionada escala:

627

Page 640: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En cuanto al encadenamiento de acordes, suele utilizar secuencias de séptimas y

novenas, sin preparar ni resolver y sin emplear ninguna tonalidad concreta, como se

aprecia en el siguiente ejemplo perteneciente al número 10 de la Dança:

628

Page 641: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

También destaca el empleo de pasajes armónicamente estáticos sobre un solo

acorde, como el siguiente sobre una séptima de dominante a lo largo de seis compases

del Preludio y Copla:

629

Page 642: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En otros casos emplea acordes por movimiento paralelo, en ocasiones por cuartas

como en el siguiente ejemplo, a cargo de las violas, que da inicio al Preludio y Copla:

Y en otras por quintas como en este ejemplo extraído de entre los compases 32 y

34 del citado Preludio y Copla:

630

Page 643: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En cuanto a acordes concretos, destaca su predilección por los formados por

cuartas, tanto individualmente como encadenados con tríadas. En el siguiente fragmento

de la Dança, en el primer compás utiliza uno por cuartas construido sobre fa y en el

tercero y cuarto compases aparecen en el último tiempo, sobre do y si bemol

respectivamente:

Estos acordes pueden emplearse con función modulante desde mi mayor hacia si

frigio, como se observa en el siguiente ejemplo de la Dança, donde un primer acorde

tiene estructura por cuartas desde si para pasar a una séptima sobre fa sostenido en

tercera inversión que resuelve en un acorde de este modo sobre mi en segunda

inversión:

631

Page 644: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Las sextas añadidas, muy características de la armonización impresionista,

aparecen con frecuencia en su obra. En el siguiente fragmento de la Cançó, en un

acorde de si bemol se sitúa una sexta sobre sol, más realzada por la tesitura y timbre de

los violines primeros:

Es destacable la presencia de algún acorde de novena de dominante sin utilizar la

sensible, lo que debilita considerablemente cualquier foco de atracción tonal. Este rasgo

632

Page 645: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

se aprecia en el siguiente pasaje de Fiestas en la Villa, donde en el segundo compás

aparece el citado acorde sobre mi pero sin la sensible sol sostenido:

Los poliacordes son empleados en momentos culminantes, como el siguiente

situado en la coda final de Fiestas en la Villa, en el que el pentagrama superior emplea

el de novena de dominante de re mayor, y en los inferiores el de tónica de re bemol

mixolidio (si consideramos el si becuadro como do bemol):

Sin embargo, en las obras de inspiración más directa en lo popular como Fiestas en

la Villa se aprecia el uso de formaciones de acordes propias de este lenguaje. Por

ejemplo, es muy frecuente la armonización que oscila entre una tónica tríada y el

segundo grado sobre séptima en tercera inversión, como se observa en el siguiente

fragmento donde cada acorde abarca un compás entero:

633

Page 646: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

También son frecuentes en la música popular las modulaciones repentinas como la

siguiente, también perteneciente a Fiestas en la Villa, en la que se pasa de fa mayor en

el primer compás a la mayor en los siguientes:

VIII. 2. 2. 2 Cadencias

En la obra de Emilio Valdés predominan las cadencias plagales, entre el cuarto

grado y la tónica, características de la armonía modal, que delimitan las principales

634

Page 647: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

partes de sus obras. En el siguiente ejemplo, extraído de la cadencia final del Preludio y

Copla se observa como el antepenúltimo compás se construye sobre el cuarto grado de

si frigio (con el sol sostenido) para pasar a su segunda inversión en el penúltimo compás

y resolver en la tónica en el último compás con sendas apoyaturas del acorde anterior en

los violines segundos y los cellos primeros.

El paso de un cuarto grado en segunda inversión (justificable como pedal de

tónica) al primero en una cadencia final es muy frecuente en sus obras, como lo refleja

el siguiente ejemplo que sirve de conclusión a la Dança.

635

Page 648: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En Fiestas en la Villa estas cadencias son menos frecuentes, pero en algún caso

sirven para marcar el paso de la introducción al primer tema, como se ve en el siguiente

ejemplo:

En ocasiones utiliza la tónica como cuarto grado de una cadencia plagal que nos

conduce hacia un nuevo tono. Este rasgo se aprecia en el siguiente ejemplo de la Cançó,

636

Page 649: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

donde el acorde conclusivo en sol sobre un calderón puede emplearse como cuarto

grado de re dórico, modo en el que se inicia el siguiente pasaje:

Cuando emplea acordes cadenciales más tradicionales, como los de séptima de

dominante, tiende a resolverlos con la tónica sin la tercera y creando una quinta vacía,

como se observa en el siguiente ejemplo tomado del Preludio y Copla. En el mismo, el

citado acorde surge en la segunda corchea del primer tiempo sobre la, resolviendo en el

segundo tiempo sobre re sin la tercera fa sostenido, aunque la viola realiza un retardo

cuya resolución sobre la no se producirá hasta el siguiente compás:

En otros casos los resuelve de forma ambigua, al derivar hacia el sexto grado

(presumible cadencia rota) sobre un acorde de séptima en tercera inversión, aunque al

637

Page 650: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

final del fragmento acabe resolviendo en la tónica, como se aprecia en el siguiente

ejemplo de Fiestas en la Villa:

VIII. 2. 2. 3 Estructuras formales

En las obras de Emilio Valdés aparece de forma recurrente la estructura A-B-A,

también llamada forma lied, por su origen y frecuente empleo en el citado género vocal

romántico. Este esquema es utilizado en todas las obras citadas en este análisis, con la

particularidad de que las reexposiciones de A son prácticamente semejantes, cuando no

utiliza un virtual ‘da capo al fine’, como se observa en la Dança.

En la Cançó, las partes A y su reexposición son totalmente idénticas, tanto en el

número de compases (50 en cada caso, frente a 35 compases de B) como en el resto de

parámetros melódicos y armónicos, aunque destaca la aparición de los violines en la

segunda parte de la reexposición, cuando no habían aparecido en la parte A.

En Fiestas en la Villa utiliza esta forma, aunque previamente sitúa una

introducción de doce compases. Por otra parte, destacan las equivalencias numéricas

entre A y B, puesto que la primera consta de 34 compases y la segunda de 68. La

reexposición es idéntica a A, incluso con los citados 34 compases, excepto el añadido

de una conclusión de cuatro compases que la hacen diferir ligeramente de A.

638

Page 651: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VIII. 2. 3 Orquestación

En este epígrafe se van a comentar aspectos del empleo de la tímbrica en la obra de

Emilio Valdés, acompañados de ejemplos en los que se plasma el reflejo práctico de su

instrumentación. Los fragmentos que se utilizan aquí pertenecen a una obra que, poco

antes, ha ilustrado las características de su estilo armónico y formal: Tríptic: Cançons

de Batre. La obra está compuesta para orquesta de cuerda, formación que predominó

durante los años treinta, primera época en la vida creativa de Valdés con sus obras para

la Orquestra Valenciana de Cambra.

En el Tríptic se aprecia un empleo bastante convencional de la formación de

instrumentos de cuerda, reforzando la tesitura aguda en los primeros violines y dejando

a los instrumentos graves, sobre todo los contrabajos, como instrumentos de base

armónica mediante notas largas, sin ningún interés melódico. El siguiente fragmento,

presentado a partir del cuarto compás del número 1 del primer movimiento Preludio y

Copla, presenta este empleo tradicional:

Sin embargo, en múltiples ocasiones, Valdés tiende a fragmentar la orquesta en dos

grandes bloques tímbricos, formados por los agudos (violines y violas) y graves (violas,

cellos y contrabajos) respectivamente, con amplios pasajes para cada formación que

crean un contraste tímbrico muy característico. En el inicio del Preludio emplea los

instrumentos graves durante los cuatro primeros compases, seguido por un cambio a

bloque a los instrumentos agudos con el mismo dibujo armónico y melódico en los

639

Page 652: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

siguientes cuatro compases. Mientras que en la Cançó utiliza exclusivamente el bloque

grave durante los primeros sesenta y seis compases, hasta el número 4, aunque

aprovecha la sonoridad y el carácter cantable de la tesitura aguda del violoncello solista

con esta melodía:

En el siguiente fragmento, perteneciente al número 6 y primeros cuatro compases

del 7 de la Cançó, se aprecia el empleo de ambos bloques y su abrupto contraste, puesto

que los compases del número 6 son exclusivamente para el bloque agudo y los del 7

para el grave, repitiendo el tema con el que se inicia el movimiento:

En otras ocasiones emplea a toda la orquesta, excepto a los contrabajos, como la

siguiente perteneciente al número 3 de la Dansa. Sin embargo, su sonoridad es más

640

Page 653: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

propia del bloque agudo, al asignar a las violas la parte más grave y a los violoncellos

primeros en tesitura aguda un contrapunto a la melodía principal.

Por otra parte, el inicio de la Dansa emplea esta misma melodía, pero presentada a

un unísono a tres octavas por los instrumentos del bloque grave, como se aprecia en el

siguiente ejemplo:

641

Page 654: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En los tres últimos compases del fragmento anterior se observa, en los violoncellos

primeros, un dibujo rítmico que evoca los instrumentos percusivos empleados en la

música popular.

En sus composiciones de la segunda época de su vida, donde predomina su obra

para banda, emplea el colorido tímbrico de los instrumentos de viento solistas, influido

por el uso para esta formación. En algunos casos los utiliza por sus posibilidades

expresivas, como la flauta en La muñeca duerme y en el Nocturno, o la trompa en el

movimiento central de su cantata Salus Infimorum.

En conclusión, el compositor utilizó a lo largo de su carrera dos tipos de

formación instrumental: orquesta de cuerda y banda, más por circunstancias personales

y materiales que por su propia elección. En su estilo se aprecia un interés por

instrumentar a bloque, bien en tesituras agudas o graves, pero no siempre con

sonoridades plenas, momento en el que su estructura tímbrica es bastante tradicional.

Destaca el empleo de rítmicas percusivas, características de la música popular,

forzosamente asignadas a las cuerdas en sus primeras obras por razones obvias,

(mientras que en sus piezas para banda aparecen enriquecidas por el empleo de la

pequeña percusión). Finalmente, cabe reseñar su interés por la tesitura aguda del

violoncello, instrumento que empleó frecuentemente como solista en sus primeras obras

para orquesta de cuerda.

642

Page 655: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VIII. 3 Actividades como músico teórico

Emilio Valdés tuvo una formación cultural muy sólida para su época, puesto que

alternó sus estudios musicales con los de Magisterio, y a todo ello unió el conocimiento

de varios idiomas (francés, inglés, italiano y alemán), lo que le permitió el acceso a una

cantidad de documentos y bibliografía superior a la habitual en los músicos de su

tiempo. Un primer reflejo de este aspecto fue su colaboración como docente, en la

cátedra de Historia y Estética de la Música, en el Conservatorio de Valencia durante el

curso 1929/1930. En el año 1934 desempeñó otro cargo de profesor colaborador, en la

cátedra de música, de la Escuela de Magisterio de Valencia.

Durante su etapa valenciana en los años treinta, ejerció la crítica musical en

periódicos valencianos como El Mercantil Valenciano y La Correspondencia de

Valencia. Asimismo, fue corresponsal en Valencia de publicaciones como Ritmo y la

suiza Le Menestrel, esta última gracias a su carácter políglota.

Sus escritos se localizan entre 1932 y 1934, puesto que tras este último año fue

destinado a la localidad tarraconense de Montbrió de la Marca como maestro nacional,

lo que le distanció de Valencia e hizo imposible que siguiera ejerciendo esta actividad.

En sus primeras crónicas se aprecia un carácter fundamentalmente descriptivo, así

como un especial interés por realzar aspectos puramente valencianos. Este aspecto se

observa en la siguiente crónica, publicada en La Correspondencia de Valencia, referida

a un concierto de obras de compositores valencianos realizado por la Banda Municipal

de Valencia el 20 de marzo de 1932:

Siendo las fiestas de las fallas una viva demostración del arte valenciano, no

podía faltar su ‘rinconcito’ dedicado a la música, la más bella de las bellas artes,

y para este fin el excelentísimo Ayuntamiento organizó un concierto de música

valenciana, interpretado por la Banda Municipal, dirigida por sus autores,

también valencianos, el cual se celebró anteanoche en los jardines frente al

Palacio del Ayuntamiento.

Comenzó el acto con el pasodoble ‘Perfums Llevantins’, de V. Estevan [sic];

a continuación oímos ‘Ecos de la Alhambra’, impresiones sinfónicas de Luis

Sánchez, primera obra que compuso y en la que ya revelaba sus excelentes dotes

musicales; luego ‘La dança de Xàtiva’ de Asensi; la ‘Rapsodia Valenciana’, de

643

Page 656: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Magenti, y el ‘Porfolio de Valencia’, del venerable maestro Peydró, todas

dirigidas por sus respectivos autores.

La segunda parte dió [sic] comienzo con ‘Lo cant del valencià’, obra

premiada en el Concurso de pasodobles valencianos, dirigida por su autor don

Pedro Sosa; siguió a ésta las ‘Gongorianas’, del maestro Palau Boix, obra

premiada en el Concurso Nacional de Música, también dirigida por su autor; acto

seguido tomó la batuta el señor Aillón [sic], dirigiendo una obra de López-

Chavarri, finalizando el acto con una selección de obras del maestro Serrano,

dirigidas por el mismo.56

Sin embargo, en unas palabras escritas dos meses más tarde, referidas a un

concierto de la Orquestra Valenciana de Cambra, sus comentarios se enriquecieron de

forma considerable. En esta crítica, publicada en La Correspondencia de Valencia,

mostró su visión sobre el lenguaje de la música popular en las obras de compositores

valencianos, presentando el carácter y los personajes que, años más tarde, se

presentarían como el Grupo de los Jóvenes:

[…] Una parte que para nosotros tuvo gran importancia, fue la segunda del

programa, integrada en su totalidad por autores valencianos; en ésta oímos

‘Rondó’, de M. Asensi, el cual llegó a satisfacernos; juntamente con ésta fueron

interpretados ‘Tres poemas para clarinete, piano y orquesta de cuerda’, de

Vicente Garcés, y ‘Oriental’, de Luis Sánchez; consta la primera de estas obras

de ‘Albada’, ‘Cançó’ y ‘Dança’, tres poemas que pasan fugazmente, haciéndonos

sentir un ente que no logramos explicarnos: es la impresión producida por el

impulso a la aproximación de esa musicalidad clara y difusa que palpita en los

seres y las cosas y se exterioriza genuinamente en el canto popular. Es la primera

vez que Garcés se muestra al público y sus ‘Tres poemas’ han dado luz clara de la

poesía que llena su espíritu.

La otra obra, ‘Oriental’, de Sánchez, inspirada en su fondo, es también un

claro reflejo de esa musicalidad en que está compenetrado su autor; a través de

‘Oriental’, recordamos el sentido de aquellos cantos populares que nos legaron

nuestros antepasados los moriscos; Sánchez nos hace sentir la poesía que todo

ello encierra, en su divina ‘Oriental’.

56 Emilio Valdés Perlasia, “Musicales: En la Plaza de Emilio Castelar”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-III-1932.

644

Page 657: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

¿Y cómo olvidar aquí al esclarecido maestro que ha sabido formar espíritus

tan selectos como Garcés y Sánchez? No podíamos dejar de nombrar aquí a

Manuel Palau, a quien parece lo estemos viendo rebosante de alegría al admirar

a dos triunfos, que bien puede tener como suyos, pues él ha sido el orientador de

éstos, así como de un artista olvidado en este momento, Ricardo Olmos, premiado

en un Concurso de Música de Cámara, y, aunque muy modestamente, el que esto

suscribe, también goza de su orientación artística. […]57

En esta misma reseña, Valdés hace una curiosa comparación entre una obra rusa

moderna y otra de Tchaikowsky, interpretadas en el mismo concierto, que lleva

implícita una mejor valoración de todo lo nuevo frente a los lenguajes decimonónicos.

Esta visión refleja la actitud de Valdés en aquella época, abierto a recibir nuevas ideas y

tendencias musicales calificables como modernas:

[…] La primera parte dio comienzo con ‘Les Feux du Soir’ de Rebikow,

obra dividida en cinco tiempos lentos y en la que el autor nos hace sentir la

poesía del atardecer. Rebikow pertenece a la moderna escuela rusa.

Siguió a ésta ‘Final de la Op. 48’, de Tchaikowsky, pero luego de oir a

Rebikow nos pareció, ante tan fuerte contraste, que hay un abismo de distancia

entre ellos, en el que Rebikow está en la cumbre […]58

Pocos meses más tarde, Valdés realizó una crítica sobre tres obras de su maestro

Manuel Palau, publicada en la revista Ritmo. En ésta mantuvo su carácter descriptivo,

pero profundizó en aspectos técnicos que realzaban la personalidad y el estilo del citado

compositor valenciano:

‘Cuatro Preludios’, ‘Cuartet [sic] en estil popular’, ‘Cançó de Renaixença’:

así titula el célebre compositor sus tres obras.

La primera de ellas vió [sic] la luz este curso pasado en los conciertos que

celebra periódicamente la sociedad ‘Música de Cámara’, siendo repetida en otros

conciertos en Valencia, Cataluña, etc. Es un acierto más del joven compositor;

está toda ella impregnada de esa musicalidad clara que le caracteriza. Palau,

gran conocedor de la técnica moderna, ha vertido su espíritu en esta obra, en la

que brilla su colorido orquestal claro y preciso. Divídela en cuatro partes que

titula modestamente preludios: Càntic, Miniatura, Sommi y Final.

57 Emilio Valdés Perlasia, “Musicales: Primer Aniversario de la ‘Orquestra Valenciana de Cambra’”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-V-1932, p. 3. 58 Ibídem.

645

Page 658: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El primero de un sabor marcadamente arcaico. El segundo caracterizado

por la fugaz impresión de orquestación; sólo a violines y violas confía este

preludio; es una de las más bellas páginas de Palau. El ‘Sommi’ o ‘Reverie’ es

como una visión transparente y lejana, de una delicadeza lograda con bellas

sonoridades; y, contrastando con ésta, el ‘Final’ con melodías y ritmos vivos.

Forman las cuatro piezas un bello conjunto […]

‘Cuartet [sic] en estil popular’. Este es el título del célebre cuarteto,

conocido ya en el extranjero por el estreno que hizo de él el cuarteto ‘La Haya’, y

dado a conocer recientemente aquí por el no menos importante cuarteto

‘Valencia’. Está la obra, aparte de su admirable instrumentación, llena de ese

optimismo valenciano, toda llena de luz. Palau ha llegado hasta la intimidad del

alma de su tierra, trasladando al papel sus impresiones; es una obra propia de

rapsoda, ya que no se limita a emplear temas cogidos al folk-lore, sino que crea

otros originales, pero de esencia puramente valenciana. En el ‘Scherzo’, sobre

todo, es donde se siente ese humorismo franco que caracteriza el carácter

valenciano […]

‘Cançó de Renaixença’. Es una vibrante página polifónica compuesta sobre

una poesía de José Monmemeu y estrenada recientemente por el Orfeó Valencià.

Aquí Palau canta a su patria con el corazón lleno de entusiasmo. Está la obra

llena de un color y majestuosidad de línea que la hacen comparable con las de

nuestros mejores polifonistas del siglo XVI, cuya escritura conoce a fondo el

maestro […]

Felicitamos al joven maestro, así como a sus intérpretes, quien ha formado

una verdadera y nueva escuela valenciana, como lo demuestran estas y otras

obras, impregnadas todas ellas de un espíritu musical de idiosincrasia propía.59

En sus comentarios había una continua reivindicación de la calidad de la vida

musical valenciana, reclamando su reconocimiento tanto material como moral. En la

siguiente crónica, referida a un concierto de la Orquesta Sinfónica de Valencia,

publicada en El Mercantil Valenciano en marzo de 1934, aprovechó la circunstancia

para manifestar públicamente esta reivindicación:

59 Emilio Valdés Perlasia, “Tres interesantes obras del maestro Manuel Palau”, Ritmo, 70, Madrid, agosto 1933, p. 6.

646

Page 659: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Valencia puede sentirse orgullosa de contar en su seno una multitud de

artistas músicos que la colocan en alto rango, dando continuadamente pruebas de

su valer.

Nuestra patria chica no marcha a la zaga del movimiento musical iniciado

por las poblaciones más cultas y adelantadas, y es de esperar que muy pronto

pueda verse palpablemente el resultado. Nunca se ha despertado un amor tan

grande por el divino arte de la música, ni reunido tan valiosos elementos como

van desenvolviéndose en un ambiente artístico no respirado hasta ahora en

nuestra capital.

La Orquesta Sinfónica; la Banda Municipal; la nueva Orquesta de Cambra;

el Orfeó Valencià; la Masa Coral Normalista; las excelentes agrupaciones de

tríos, quintetos y sextetos formadas por inteligentes profesores; la falange de

entusiastas compositores, pianistas, violinistas e instrumentistas notables que al

arte dedican todas sus actividades, pueden hacer de la tercera capital de España

un centro musical de primer orden. ¿Qué falta sólo? Un poco de protección

oficial, y que las corporaciones, sociedades y capitalistas ‘diletantis’ ayuden

todos en la medida de sus fuerzas a esta obra de cultura patria y del progreso.

La Sociedad Filarmónica, comprendiendo que en su misión educadora está

obligada a proteger los valores positivos de la tierra, ha presentado en algunos de

sus conciertos a la Orquesta Sinfónica, a la de Cambra, a los orfeonistas y a los

más destacados concertistas valencianos.

Este sólo hecho es bastante para que Valencia le manifieste su aplauso y su

agradecimiento.60

En estas líneas enumera las principales agrupaciones musicales valencianas y hace

un elogio de su valor artístico, pero seguidamente lamenta la falta de apoyos que

lastraban sus actividades, tanto desde instancias públicas, como también desde el ámbito

privado. En resumen, la música valenciana carecía de un mecenazgo mínimamente

consistente, y con este escrito pretendía estimular una reacción de ayuda desde estos

ámbitos.

Sin embargo, Emilio Valdés abandonó muy pronto la práctica de la crítica musical,

al ser enviado meses más tarde lejos de Valencia a su primer destino como maestro

nacional de enseñanza primaria, sin que se tenga constancia de que la volviera a ejercer.

60 V. P. [Valdés Perlasia], “El pianista José Bellver en la Filarmónica”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 8-III-1934, p. 6.

647

Page 660: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En la segunda etapa de su vida, una vez establecido en Castalla, se vio alejado de

los principales centros culturales de la época, puesto que el más próximo era la vecina

capital de Alicante, de unas dimensiones menores a ciudades como Valencia o Madrid.

Aunque creó en su casa una buena biblioteca, con el paso del tiempo se sintió

desencantado por la imposibilidad de poder contactar con círculos culturales de cierto

nivel. La siguiente cita, extraída de una carta dirigida a su amigo Luis Sánchez, fechada

en julio de 1950, refleja sus sentimientos ante esta situación:

[…] Mientras tanto aquí estoy en mi pueblo, como Director de las Escuelas

Graduadas, administrando mis bienes y los de mi mujer, no me falta casi nada,

pero muy fuera de mi ambiente; poseo una magnífica biblioteca que leo y releo,

pero para qué? mientras estudio aquí […]61

Pocos meses más tarde tuvo la posibilidad de afincarse en Alicante, como maestro

de la recién fundada Escolanía de la Virgen del Remedio, lugar donde contó con la

amistad de un músico de la solidez cultural de Oscar Esplá. Sin embargo, esta época de

su vida sólo duró unos pocos años.

Durante aquellos años tuvo la posibilidad de recopilar la melodía folklórica de la

Dansa de les Espies de la localidad cercana de Biar, que empleó en su obra Fiestas en la

Villa. Sin embargo, a diferencia de otros compañeros del Grupo de los Jóvenes como

Ricardo Olmos, su trabajo de recuperación de música popular fue sólo puntual en torno

a esta melodía y no sistemático, como el realizado por el Instituto de Musicología y

Folklore de la Institución Alfonso el Magnánimo de Valencia, que se vio reflejado en la

publicación de los Cuadernos de Música Folklórica Valenciana.

A su vuelta a Castalla fue nombrado Cronista Oficial de la Villa, lo que le animó a

iniciar un profundo estudio sobre la historia de la localidad que, sin embargo,

permanece inédito en la actualidad.62

Durante aquellos años, Emilio Valdés colaboró en varias publicaciones donde

demostró los conocimientos sobre la historia de su pueblo, destacando la erudición que

alcanzó sobre temas locales, aunque también es de lamentar que sólo se proyectaran

sobre el reducido ámbito de su localidad natal y cercanías.63

61 Carta mecanografiada de Emilio Valdés a Luis Sánchez, fechada en Castalla, el 14-VII-1950. Archivo familiar de Luis Sánchez. 62 Dato extraído del Currículum Vitae personal mecanografiado, realizado por el propio Emilio Valdés. Archivo Familia Valdés Perlasia. Castalla (Alicante). 63 Joaquín Barceló, Santiago y la Fiesta de Moros y Cristianos-Calendario del Festero, Alicante: Gráficas Díaz, 1972, p. 135.

648

Page 661: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En conclusión, el aislamiento voluntario al que se sometió Emilio Valdés tras la

Guerra Civil lo dejó totalmente al margen de los principales centros culturales del país,

lo que imposibilitó la difusión de sus conocimientos en círculos más amplios y evitó

que realizara estudios y trabajos más sistemáticos.

649

Page 662: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

650

Page 663: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

IX. La obra sinfónica del Grupo de los Jóvenes en el

contexto español y valenciano

IX. 1 Las décadas anteriores a la aparición del Grupo

IX. 1. 1 Estilos musicales en España a principios del s. XX

La música española experimentó un despertar nacionalista a finales del siglo XIX,

gracias a los escritos de Felipe Pedrell y la obra de sus discípulos Isaac Albéniz y

Enrique Granados. Este contexto se reforzó por el movimiento regeneracionista surgido

tras el desastre de 1898, en el que estuvo presente una revalorización de lo español

frente a lo extranjero, reflejada en casi todas las ramas culturales y del pensamiento,

entre las que se encontró la música. Sin embargo, Celsa Alonso plantea la existencia de

un talante regeneracionista musical anterior a 1898, reflejado en múltiples artículos,

ensayos y manifiestos publicados por compositores y críticos musicales, así como el

protagonismo de personalidades como Tomás Bretón y Ruperto Chapí, alejadas de los

círculos de influencia de Pedrell y sus discípulos.1

Este contexto cultural y musical regeneracionista adquirió varias dimensiones que,

en un corto periodo de tiempo, plantearon diversas alternativas estilísticas. En la

siguiente cita, Beatriz Martínez del Fresno las enumera sucesivamente, aunque todas

reflejan el estado de tensión existente entre lo nacional y la influencia foránea:

Desde el punto de vista de las tensiones entre nacionalismo e

internacionalismo, a lo largo de la primera mitad del siglo XX se produce en la

música española un múltiple proceso que incluye simultáneamente: 1) la

asimilación de corrientes estilísticas extranjeras; 2) la preocupación colectiva

por la búsqueda de una identidad nacional; 3) los regionalismos; 4) la

1 Celsa Alonso, “La música española y el espíritu del 98”, Cuadernos de Música Iberoamericana, 5, 1998, pp. 80-81,

651

Page 664: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

persistencia de actitudes casticistas sin ninguna voluntad de internacionalismo; y

5) la paradójica difusión internacional de lo pintoresco.2

Dentro de esta diversidad de líneas destaca el papel cumplido por los

regionalismos, caracterizados por el empleo de la música popular mediante la cita

directa del material folklórico, sin ningún tipo de depuración o reelaboración posterior,

lo que limitaba su trascendencia dentro de un ámbito propiamente regional. Con este

supuesto, se planteó la hipótesis de que no era posible un nacionalismo siguiendo estas

pautas, a pesar de su significativa trascendencia entre la intelectualidad burguesa de las

distintas áreas del país. La razón de esta teoría reside en que su difusión artística y

cultural era muy limitada, fuera del ámbito geográfico regional, a pesar del peso social y

cultural de los nacionalismos históricos (Cataluña, Galicia, País Vasco…).3

Sin embargo, pronto surgió la idea de superar el citado regionalismo, severamente

criticado por Adolfo Salazar a causa de su asimilación superficial del folklore,

calificándolo como subproducto del nacionalismo y fuerza depresiva.4 Sin embargo,

posteriormente se puso seriamente en duda esta teoría que infravaloraba la significación

del regionalismo, al considerar que el nacionalismo de esta época no era más que el

resultado de una suma de regionalismos, nunca un nacionalismo global y único.5 De

este modo, planteó que su evolución estilística conduciría a un nuevo nacionalismo de

acento universal, partiendo de una base histórica y no folklórica. Esto se conseguiría

mediante la superación de lo pintoresco y la influencia de lo europeo, dando lugar a lo

que llamó ‘transustanciación’ de los elementos nacionales.6

Emilio Casares constató una importante revitalización de la vida musical española

en los primeros años del siglo XX, aunque sus frutos en lo creativo no se recogerán

plenamente hasta décadas más tarde. Por una parte planteó una reactivación de la

actividad sinfónica y camerística, valorando en cierta medida la importancia de los

regionalismos más allá de Barcelona y Madrid. Por otro lado, tuvo en cuenta la

influencia de una Europa que en lo musical podría servir de estímulo estético para la

generación de lo que él calificó como ‘nacionalismo progresista’.7

2 Beatriz Martínez del Fresno, “Nacionalismo e internacionalismo en la música española de la primera mitad del siglo XX”, Revista de Musicología, vol. XVI, 1, Madrid, 1993, p. 642. 3 Celsa Alonso, “Regionalismo musical”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 2002, vol. 9, p. 87. 4 Celsa Alonso, “Regionalismo musical”, op. cit., pp. 87-88. 5 Beatriz Martínez del Fresno, op. cit., p. 650. 6 Idem, p. 656. 7 Emilio Casares, “La Generación del 27 revisitada”, Música española entre dos guerras, 1914-1945, Granada: Archivo Manuel de Falla, 2002, pp. 24-25.

652

Page 665: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Entre las diferentes influencias musicales europeas, se planteó la activa

participación del post-romanticismo alemán, reflejado en las obras sinfónicas de

Conrado del Campo, Manrique de Lara, Facundo de la Viña y Vicente Arregui,

entendido como un medio capaz de sacar a la música española de su estado de

postración. Por otro lado, se adivinaban las formas y pautas procedentes de París, donde

varios músicos españoles (como Manuel de Falla) completaron su formación, generando

una polaridad entre lo germano (Wagner y Richard Strauss) y lo francés

(Impresionismo, Stravinsky y los ballets rusos), que influyó en la obra de los

compositores españoles a partir de 1914.8

Este contexto derivó en una confrontación entre el germanismo postromántico y el

antirromanticismo traído de París, donde lo alemán fue combatido muy activamente por

los compositores más vanguardistas del momento, como Manuel de Falla y su entorno

estético, como se refleja en la siguiente cita de Emilio Casares:

El antirromanticismo en música tuvo una fuerza especial por varios

motivos, era en primer lugar el gran enemigo para los defensores de una estética

vanguardista sobre todo a partir de 1915, pero al mismo tiempo era el enemigo a

combatir porque no dejaba de ser una asignatura pendiente, de nuestra música, y

por ello encerraba el peligro de que queriendo recuperar el tiempo perdido,

actuase de rémora, como de hecho fue. La fuerte presencia de las tendencias

neorrománticas, explícitas en hombres como Conrado del Campo son sin duda

una demostración fehaciente.9

Junto a esta especie de neorromanticismo, un nacionalismo de corte decimonónico

representaba una expresión musical que seguía sistemas y códigos transnochados, que

fueron calificadas como estéticas muertas, frente a un nacionalismo más avanzado que

abrió las puertas a nuevas líneas como el impresionismo y el neoclasicismo que

merecieron la valoración de estéticas vivas.10 Este nuevo nacionalismo será el vivero en

cuyo entorno serán asimiladas estas nuevas tendencias por el contexto musical

español.11

Manuel de Falla actuó como catalizador de todos los nuevos estilos que, por aquel

entonces, surgieron en España como el impresionismo y el neoclasicismo. En el caso

8 Beatriz Martínez del Fresno, op. cit., pp. 646-647. 9 Emilio Casares, “Música y músicos de la Generación del 27”, La música en la Generación del 27-Homenaje a Lorca- 1915/1939, Madrid: Ministerio de Cultura, 1986, pp. 23-24. 10 Emilio Casares, op. cit., p. 25. 11 Idem, p. 26.

653

Page 666: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

del impresionismo, su capacidad evocadora le permitió expresar lo nacional sin tener

que acudir explícitamente a lo popular.12

La asimilación del impresionismo provocó una batalla estética en la que destacó el

crítico Adolfo Salazar quien, a principios de la década de los veinte, la daba por ganada

y suponía la entrada en nuestro país de unos rasgos técnicos vanguardistas, en gran parte

traídos por creadores que completaron su formación en París.13 Sin embargo, Emilio

Casares fue más allá y planteó que el impresionismo sirvió como puente para la llegada

de una nueva corriente artística, en ningún caso incompatible, como fue el

neoclasicismo.14 Esta nueva corriente se aprecia en las obras de Falla pertenecientes a la

década de los veinte, pero también cristalizó en la música de parte de los compositores

españoles surgidos en la citada década. Entre estos autores, de lenguaje más avanzado,

destacan los pertenecientes al Grupo de los Ocho de Madrid y el de Compositors

Independents de Catalunya en Barcelona, estos últimos ya a principios de los años

treinta.

IX. 1. 2 Estilos musicales en Valencia a principios del s. XX

A finales del siglo XIX, Valencia era una ciudad donde la música instrumental,

más concretamente la camerística y orquestal, sufría una existencia marginal. Por el

contrario, la ópera italiana y la zarzuela vivían un auge de tales dimensiones que sus

rasgos estilísticos llegaron a condicionar completamente y sacar de contexto la creación

de música religiosa, lo que motivó críticas públicas como la siguiente, a cargo de

Eduardo López-Chavarri Marco:

Por desgracia, el mal gusto dominante en música (entre nosotros) hace ya

mucho tiempo, no vaciló también en acogerse al templo; allí tenía un lugar á

donde [sic] no era fácil llegase la protesta del momento ni el correctivo

inmediato, y esto sirvió á no pocos malos profesores para sacar á la música

12 Celsa Alonso, “Nacionalismo”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 2000, vol. 7, pp. 935-937. 13 Emilio Casares, “Música y músicos de la Generación del 27”, op. cit., p. 27. 14 Idem, p. 27.

654

Page 667: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

orgánica de su carácter expresivo y lanzarla en los desmanes de un virtuosismo

italiano y meyerbeeresco completamente desenfrenado.15

La incidencia social de este fenómeno operístico obligó a los músicos valencianos a

centrarse en la música escénica, acentuando su dominio sobre el resto de géneros, al

igual que en el resto de España.

Los primeros intentos de superar esta situación, dentro de la clave regeneracionista

citada en el epígrafe anterior, vinieron a cargo de Salvador Giner Vidal, músico

valenciano formado plenamente dentro de estas líneas creativas, puesto que fue violín

concertino en la orquesta que actuaba en las funciones de ópera llevadas a cabo en el

Teatro Principal.16 Este autor compuso y estrenó, durante la década de 1880, unos

poemas sinfónicos sobre temática valenciana titulados: Una nit d’albaes, Es xopà

“hasta” la Moma y otros más. En los mismos utilizó melodías y cantos populares de

forma explícita, mediante una cita directa y literal, sin posteriores elaboraciones, lo que

le valió el calificativo de creador del poema sinfónico valenciano.17

Estos poemas sinfónicos estaban inspirados en los que había compuesto, apenas

una década antes, el compositor francés Camille Saint-Säens (Danza Macabra,

Phaeton, La rueca de Onfalia, La juventud de Hércules…), sobre los que hay

referencias acerca de su estreno en Valencia por la orquesta dirigida por el maestro José

Valls, así como de la impresión que ejercieron en el autor valenciano.18 Sin embargo,

otras fuentes plantean que Giner los conoció años antes, durante su estancia en Madrid,

donde fueron ejecutados por las formaciones orquestales que entonces dirigía Tomás

Bretón, lo que le sirvió de estímulo para la composición de estas obras, con idéntica

forma pero con tema valenciano.19 Con independencia del momento y lugar donde le

surgiera esta inspiración, el resultado artístico y su incidencia en el futuro de la música

valenciana fue el mismo. Sin embargo, el empleo de la cita directa del motivo popular,

pese a su carácter novedoso, reflejó un estado muy primario de este incipiente

nacionalismo valenciano. Los historiadores de la música valenciana de aquella época,

15 Eduardus [Eduardo López-Chavarri Marco], “Revista Musical: Colección de intermedios orgánicos por D. Francisco Antich”, Las Provincias, Valencia, 2-VIII-1901. 16 Citado por: E.Berenguer, “Eduardo L. Chavarri y la música valenciana”, Ritmo, 115, Madrid, septiembre de 1935, pp. 9-10. 17 Eduardo López-Chavarri Marco y Eduardo López-Chavarri Andújar, “La vida breve de un moderno compositor valenciano. Francisco Cuesta (1890-1921)”, Estudios Musicales, 5, Valencia: Conservatorio Superior de Música, Semestre I-1987, p. 16. 18 Eduardo López-Chavarri Marco y Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 22. 19 Salvador Porter, “Salvador Giner Vidal”, Jove Orquestra Salvador Giner de la Societat Coral “El Micalet”. Obres Simfòniques de Salvador Giner. Valencia: Societat Coral “El Micalet”, Estudios Tabalet, DL.V-1449-2003. EGT912CD.

655

Page 668: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

como Vicente Galbis, tienden a calificar estas obras como ‘regionalistas’, basándose en

su búsqueda de un colorido valenciano fácil y su falta de trascendencia más allá de este

ámbito cultural. También incluye dentro del regionalismo valenciano a las páginas de

teatro lírico compuestas en el cambio de siglo, en el que destacan las figuras de José

Serrano y Vicente Lleó. 20

El siguiente paso evolutivo, que implicó el abandono del italianismo y la

asimilación de nuevas corrientes europeas, lo dio el organista Francisco Antich

Carbonell. Este compositor, gracias al conocimiento y asimilación del lenguaje de las

obras para órgano de César Franck y la técnica wagneriana, amplió las posibilidades y

dio una nueva dirección a la música valenciana,21 como lo reflejó en la publicación en

1901 de una colección de Intermedios para órgano que ejercieron una notable

influencia entre sus contemporáneos. Su actividad docente como profesor de armonía,

permitió que discípulos como Joaquín Rodrigo, Rafael Rodríguez Albert o Eduardo

López-Chavarri Marco, tuvieran una amplitud de miras que les permitiera superar la

estrechez estilística vigente entonces en Valencia. El citado López-Chavarri publicó,

años más tarde, varios artículos en los que reivindicó la figura y trascendencia de este

organista, pedagogo y compositor valenciano.22

IX. 1. 3 Significación de E. López-Chavarri Marco, F. Cuesta, y sus

contemporáneos en las primeras décadas del siglo XX

La creación musical valenciana había dado un pequeño paso, no sólo en sentido

nacionalista, con las obras de Salvador Giner y otros compositores menos conocidos

como Francisco Antich. Sin embargo, la aparición de nuevos personajes como Eduardo

López-Chavarri Marco y Francisco Cuesta en las primeras décadas del siglo XX,

permitió ampliar el alcance de logros anteriores. Otros compositores de mayor presencia

en el futuro como Oscar Esplá y Manuel Palau daban sus primeros pasos, al igual que

figuras de menor calado como Leopoldo Magenti, Pedro Sosa y Enrique González

Gomá. Asimismo, los miembros más precoces del Grupo de los Jóvenes, caso de Luis

20 Vicente Galbis López, “Valencia”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 2002, vol. 10, p. 654. 21 Citado por: E. Berenguer, op. cit., pp. 9-10. 22 Eduardo L.Chavarri Marco, “El maestro Antich”, Las Provincias, Valencia, 9-X-1926, p. 1.

656

Page 669: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sánchez y Ricardo Olmos, presentaban sus primeras obras que afortunadamente no

serían descatalogadas en el futuro.

Eduardo López-Chavarri Marco tuvo una formación musical autodidacta, aunque

recibió consejos de Felipe Pedrell y Francisco Antich, ampliando sus estudios en

Alemania con Salomón Jadassohn e Italia, a lo que cabe añadir su amistad con Manuel

de Falla. Gracias a estos conocimientos, se planteó superar el italianismo imperante y

europeizar la música valenciana siguiendo los ideales de Wagner, sin renunciar a lo

valenciano con intención de trascender la base regionalista existente. De este modo, se

dedicó a recopilar música popular, la cual le sirvió como base para la creación de

nuevas obras basadas en aquellas pautas, lo que ha llevado a historiadores como Vicente

Galbis y Rafael Díaz a plantear la hipótesis de que sus obras llevaron a la música

valenciana los postulados nacionalistas de Felipe Pedrell.23

La producción musical de López-Chavarri supuso una importante apertura de

horizontes, puesto que se apartó del ámbito del teatro lírico y se vinculó a la línea

nacionalista renovadora encarnada en Barbieri y Pedrell, superando las influencias

italianas y francesas que estancaban estilísticamente en el siglo diecinueve a la música

valenciana. Su base nacionalista se combinó con el impresionismo en una fecha tan

temprana como 1910 con sus Acuarelas Valencianas, como constatan Rafael Díaz y

Vicente Galbis en la siguiente cita:

[…] pero Chavarri dio un paso más adelante. Creó numerosas obras en las

que lo popular no es cita textual, sino que se convierte en una creación suya tan

incardinada en el espíritu popular que asemeja música folklórica. Es una música

totalmente valenciana pero que se eleva y se universaliza al utilizar una técnica

compositiva de muy buena factura al servicio de ese sentimiento popular.24

Posteriormente evolucionó hacia el neoclasicismo en sus Canciones españolas,

casi al mismo tiempo que en el resto de España, preparando el camino que seguirán

otros compositores como Manuel Palau en un futuro cercano, lo que le convirtió en la

figura que enlazó la herencia de Salvador Giner con la música valenciana del siglo

23 Rafael Díaz y Vicente Galbis López, op. cit., p. 29. 24 Rafael Díaz y Vicente Galbis López, Eduardo López-Chavarri Marco. Correspondencia, Valencia: Generalitat Valenciana-Consellería de Cultura, Educación y Ciencia, 1996, vol. 1, p. 19.

657

Page 670: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

XX.25 Entre sus escritos, destaca la Música Popular Española, publicada en 1927 y en

la que se refleja la influencia directa del citado nacionalismo pedrelliano.26

Francisco Cuesta, nacido en Valencia en 1890 y fallecido prematuramente en 1921,

se distinguió porque, según Vicente Galbis, superó la copia directa de la música popular

que caracterizaba al regionalismo, apartándose de la zarzuela y la música para banda.

En su obra avanzó hacia lo que se calificó como nacionalismo de segunda ola, en el cual

empleó melodías originales de carácter valenciano sin servirse de una copia directa de

los temas populares, además de manifestar abiertamente su interés por la música de

Debussy y Ravel.27

La composición de sus Cuadros de antaño para orquesta de cuerda, en torno a

1915, dio paso a su estilo maduro confirmado el año siguiente con De la huerta

valenciana. En el resto de años que le quedaron de vida compuso muy profusamente en

el campo del piano y la canción. Pese a su pronta desaparición, su influencia en el futuro

de la música valenciana fue importante y reconocida por críticos y compositores como

el antes citado Eduardo López-Chavarri Marco.28 Este crítico fue su principal biógrafo y

planteó la hipótesis de que, si hubiese vivido más tiempo, se habría convertido en el

impulsor de una moderna escuela valenciana, en una línea parecida a la que desarrolló

Manuel Palau hasta 1936.29

La figura de Manuel Palau, nacido en 1893, tendrá un importante papel en la futura

evolución de la música valenciana. Vocación tardía, se dedicó a la música tras obtener

la titulación de profesor mercantil, y estudió con Juan Cortés, Pedro Sosa y Eduardo

López-Chavarri Marco en Valencia. Amplió su formación por correspondencia en la

Escuela Universal de París entre 1926 y 1933, con Köechlin en armonía y contrapunto,

Bertelin en composición e Ibert en orquestación, recibiendo consejos de Maurice Ravel.

Sus planteamientos iniciales fueron nacionalistas valencianos, reflejados en lo teórico

con su trabajo Elementos Folklóricos de la Música Valenciana, premiado en 1924 por

Lo Rat Penat, y en lo compositivo con sus Tres dances valencianes de 1921. Sin

embargo, pronto se planteó trascender ese valencianismo, con una obra de carácter

25 Rafael Díaz y Vicente Galbis López, “Nuevas aportaciones sobre la figura de Eduardo López-Chavarri Marco en el conjunto de la música española”, Revista de Musicología, año XX, 1, Madrid, 1997, pp. 687-688. 26 Celsa Alonso, “La música española y el espíritu del 98”, op. cit., p. 99. 27 Vicente Galbis López, “Valencia”, op. cit., p. 654. 28 Eduardo López-Chavarri Marco y Eduardo López-Chavarri Andújar, “La vida breve de un moderno compositor valenciano. Francisco Cuesta (1890-1921)”, op. cit., p. 51. 29 Vicente Galbis López, “Valencia”, op. cit., p. 654.

658

Page 671: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

politonal titulada Tres impresiones orquestales de 1923, cuyo estreno en 1925 provocó

un gran escándalo en la Sociedad Filarmónica de Valencia.30

La progresiva aplicación de un color orquestal impresionista, gracias a sus

estudios franceses, irá progresivamente cristalizando en un lenguaje cada vez más

universal y de amplio calado, reflejado en el interés del maestro Arbós por su suite

Siluetas de 1927 y la obtención del Premio Nacional de Música el mismo año con su

suite orquestal Gongoriana. Ambas composiciones contaron con amplia difusión, tanto

en el ámbito nacional como internacional, en el caso de Gongoriana por su exitosa

interpretación a cargo de las orquestas madrileñas de aquel entonces. Posteriormente, ya

en los años treinta, completó el salto hacia un neoclasicismo que en ningún momento

perdió de vista lo popular.

Sin embargo, destacó por su capacidad de reunir en su entorno a compositores

noveles de talento, a quienes orientó en estas líneas estilísticas tan avanzadas para su

tiempo. En estas circunstancias surgió años más tarde el Grupo de los Jóvenes, objeto

del presente estudio, por lo que este autor será tratado nuevamente en los sucesivos

epígrafes de este capítulo.

Oscar Esplá nació en Alicante en 1886, pero se estableció en Madrid en torno a

1919, alejándose definitivamente del ámbito valenciano. A partir de entonces adquirió

una mayor incidencia nacional e internacional, que lo definió más bien como

compositor ‘mediterráneo’, trascendiendo el nacionalismo hacia pretensiones más

universales. Las siguientes líneas, publicadas por Celsa Alonso, explican su visión

acerca del nacionalismo y su problemática: Así, afirmaba que la música española

adolecía de un deseo excesivo de nacionalismo, […] Para Esplá, lo que convenía a los

músicos españoles era mejorar su formación: “para elevar el nivel del nacionalismo

que desde siempre se practicó en España […]”31

Otras figuras menores completan el panorama de esta época, como es el caso de

Leopoldo Magenti, pianista de talento cuya producción compositiva no trasciende el

ámbito musical valenciano. Manuel Valls Gorina caracterizó a la obra de Magenti como

naturalista y descriptiva dentro de un ambiente provinciano.32 Pedro Sosa nació en 1887

en Requena, formándose con Salvador Giner, su obra más destacada es Lo cant del

Valencià, obra de juventud con resonante éxito que eclipsó al resto de sus

30 Vicente Garcés, “Els nostres compositors: Manuel Palau”, El País Valencià, 6, 22-VI-1935, p. 6. 31 Celsa Alonso, “La música española y el espíritu del 98”, op. cit., p. 100. 32 Manuel Valls Gorina, La música española después de Manuel de Falla, Madrid: Revista de Occidente, 1962, p. 173.

659

Page 672: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

composiciones.33 Es autor de una interesante producción para piano que incluye obras

como las Tonades d’amor y las Pequeñas impresiones españolas, sobre las cuales

explicó con estas palabras su postura en torno a los lenguajes armónicos modernos y su

finalidad:

Armónicamente, he procurado ser moderno, muy moderno, sobre todo en

‘Levantina’, donde se oyen los bitonalismos, politonalismos, semitonismos y toda

clase de disonancias. Disonancias liberadas. Las dulces disonancias. Pero

siempre recto al corazón, ya que en arte el que no emociona ha perdido su

tiempo, y yo procuro siempre emocionar.34

Enrique González Gomá, formado en Valencia y posteriormente en Barcelona con

Vicente María de Gibert, fue más conocido por su faceta de crítico musical que por su

interesante producción compositiva. En la misma se alternan obras orquestales con

canciones y piezas para piano, destacando la sutileza de su modernista Canción de

Manon.35

Durante este periodo de tiempo, los miembros más precoces del futuro Grupo de

los Jóvenes, como Luis Sánchez y Ricardo Olmos, daban sus primeros pasos en el

campo de la composición. Sánchez estrenó con éxito en 1926 una pieza bandística, con

su correspondiente versión orquestal, titulada Ecos de la Alhambra, siguiendo pautas

estilísticas propias del alhambrismo tardío. Por otra parte, compuso un par de zarzuelas

en valenciano tituladas La purea del amor y Cor de ferro, que no pasan de ser intentos

primerizos de creación en un género que por aquel entonces daba gran popularidad, pese

a sus pocas ambiciones artísticas. También compuso piezas de corte poemático como su

estudio pianístico Por las cumbres. En todas estas obras sigue Sánchez unas pautas

todavía decimonónicas, como la escala española de ocho sonidos o la cadencia andaluza

en el caso de Ecos de la Alhambra, y recursos amanerados como las sextas añadidas que

aparecían con frecuencia en la ‘Música de salón’, que pronto superará bajo la dirección

de Manuel Palau.

Olmos compuso una Canción-Serenata para violin, cello y piano que obtuvo un

premio en los “Juegos Florales” celebrados en Cullera en 1928, dentro de un estilo

decimonónico cercano a la ‘Música de salón’. 33 Eduardo López-Chavarri Andújar, Compositores valencianos del siglo XX, Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992, p. 67. 34 Extraído de una conferencia inédita del propio compositor y citada en: José Luis García del Busto, “La generación musical de 1890”, Historia de la música de la Comunidad Valenciana, Valencia: Editorial Prensa Valenciana-Alicantina, 1992, p. 349.

660

Page 673: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

IX. 1. 4 Conclusiones

Tras esta revisión a la música valenciana del primer tercio del siglo XX, dentro del

contexto estilístico español, cabe exponer unas primeras conclusiones en las que se

contrasten las planteadas por historiadores y críticos con las extraídas de las líneas

anteriores.

La primera cuestión a tratar es si se puede hablar de una escuela valenciana. Manuel

Valls Gorina intentó, con las siguientes palabras, individualizar unas características

propias de la música valenciana en 1962, aunque manejando rasgos tópicos acerca del

mundo cultural valenciano:

La decidida inclinación valenciana por las formas visuales o plásticas de

perfiles concretos y precisos, no sólo aclara en qué área estética se desenvuelve

en general la vida espiritual valenciana, sino que además nos explica su no

incorporación, es decir, su indiferencia por las modernas corrientes de la

abstracción y la ausencia total de mentalidades creadoras en tal sentido.

Desde luego, en el sector de la expresión musical, los criterios creacionales

mencionados debían desarrollarse por el lado del poematismo descriptivo, pues

tal tipo de composición cuadra perfectamente con el esquema mental trazado.36

La hipótesis de Valls Gorina puede servir para explicar un rasgo evidente de la

música valenciana hasta principios de la década de los sesenta: su alejamiento de las

corrientes más avanzadas de aquellos tiempos, siguiendo un ángulo positivista basado

en valorar una obra en función de las innovaciones que planteó. Sin embargo, esta

característica no es esencialmente diferente al de otros puntos de la geografía musical

española, exceptuando a Madrid y Barcelona por las mayores posibilidades de

intercambio estético a nivel internacional que podrían ofrecer. Por otra parte, no

contempló las posibilidades que ofrecía el acervo popular valenciano como fuente de

inspiración musical, muy explícita en las obras compuestas a lo largo del siglo,

remontándonos incluso a los poemas sinfónicos de Salvador Giner.

León Tello planteó en las siguientes palabras la imposibilidad de distinguir rasgos

propios de una escuela valenciana: 35 Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 70.

661

Page 674: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

El término escuela valenciana no puede aplicarse sin alguna nota

determinante que concrete su significación. Es cierto que entre los compositores

susceptibles de ser incluidos en este grupo se observan notables diferencias

estilísticas que repelen la integración.37

Aunque compositores como Amando Blanquer consideraron lo popular como base

de un nacionalismo propia y característicamente valenciano, lejos de las pautas

cosmopolitas de Beethoven y Wagner, y más cerca del nacionalismo de Europa

oriental.38

Ruvira intenta delimitar con estas palabras la razón de ser del nacionalismo,

considerándolo como aglutinante de una escuela valenciana: Posiblemente este estirado

período de asentamiento del llamado “nacionalismo musical” haya tenido tanta

raigambre debido a que supone para nuestro país el punto de partida de una

recuperación musical.39

Esta hipótesis parece reflejar mejor la individualidad de la música valenciana

respecto a la del resto de España, justificada en escritos de otros autores como Henri

Collet, en torno a la figura de Eduardo López-Chavarri Marco: Yo creo que el autor de

las sensuales ‘Acuarelas Valencianas’ para orquesta de cuerda es un Mussorgsky

español con técnica. Sus Acuarelas tienen el sabor del terruño y los atrevimientos

orquestales del autor ruso.40 En estas palabras se refleja mejor el punto de partida del

nacionalismo valenciano y presiente los cambios que pronto se operarán.

Algunos autores como Ruvira ponen seriamente en duda que lo popular sea la base

íntegra del nacionalismo valenciano, puesto que plantea que cada compositor lo trató

bajo diferentes perspectivas y sin considerarse la posibilidad de una estética común.41

De este modo, se cuestionó si este continuo interés por el folklore y el resultado artístico

nacionalista acabaría por lastrar la evolución futura de la música valenciana, puesto que

consideró que el límite más innovador de una síntesis estilística con el nacionalismo

sería el impresionismo, corriente plenamente superada hacia mediados del siglo XX.42

36 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 168. 37 León Tello, citado en: Amando Blanquer, Las estéticas musicales europeas y su influencia en la música valenciana del siglo XX, Valencia: Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, 1996, p. 9. 38 Amando Blanquer, op. cit., pp. 9-10. 39 Josep Ruvira, Compositores contemporáneos valencianos, Valencia: Ed. Alfons el Magnànim-IVEI, 1987, p. 10. 40 Henry Collet, L’essor de la Musique Espagnole au XXème siècle, Paris: Max Eschig Editeur, 1929. Citado en: Rafael Díaz y Vicente Galbis López, Eduardo López-Chavarri Marco. Correspondencia, op. cit., vol. 1, p. 20. 41 Josep Ruvira, op. cit., p. 10. 42 Idem, p. 10.

662

Page 675: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Llegados a este punto, se ha comentado la situación de la música valenciana

respecto al resto de España, en estas primeras décadas del siglo. Por una parte hay que

tener en cuenta que se han tratado obras significativas como muestra de la situación,

aunque la realidad media pueda ser esencialmente diferente. El empleo de lo popular,

planteado como cita directa bajo pautas regionalistas, será una constante de la música

valenciana a lo largo de estos decenios, reflejada tanto en la producción zarzuelística

como en obras orquestales de corte poemático. Sin embargo, pronto compositores como

Francisco Cuesta superaron este regionalismo hacia un nacionalismo de segunda ola,43

mientras que López-Chavarri Marco trascendió este nacionalismo y evolucionó hacia

líneas impresionistas en Acuarelas Valencianas.44 El propio Manuel Palau evolucionó

hacia estas trazas impresionistas poco tiempo más tarde en obras como Gongoriana de

1927, fruto de sus estudios franceses por correspondencia. Sin embargo, en Palau se

puede apreciar un peculiar paso hacia el politonalismo en sus Tres Impresiones

Orquestales, obra previa a sus piezas impresionistas.

Finalmente, los compositores del Grupo de los Jóvenes, que por aquel entonces

presentaban sus primeras obras, distaban considerablemente de las líneas estilísticas de

la vanguardia musical valenciana de la época.

IX. 2 Su obra y la de sus contemporáneos en los años 30

IX. 2. 1 La música valenciana en torno a 1930

La década de los años treinta, en la que se intentó renovar y vitalizar la vida

cultural valenciana, fue una época de singular efervescencia en lo musical, ligada

directamente a las circunstancias políticas del advenimiento de la Segunda República y

su posterior crisis. En el campo musical, destacó la omnipresencia de dos personajes:

Eduardo López-Chavarri y Manuel Palau, tanto por su producción musical como por su

actividad dinamizadora. En este contexto, en torno a 1934 apareció el Grupo de los

Jóvenes, aunque sus integrantes ya componían obras desde finales del decenio anterior.

43 Vicente Galbis López, “Valencia”, op. cit., p. 654. 44 Rafael Díaz y Vicente Galbis López, Eduardo López-Chavarri Marco. Correspondencia, op. cit., vol. 1, p. 19.

663

Page 676: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La figura de Manuel Palau adquirió en estas fechas una importancia considerable,

por su multiforme aportación al clima musical valenciano, no reducida a su Premio

Nacional de Música en 1927 con las Gongorianas para orquesta. Sus actividades fueron

desde la crítica musical, pasando por la organización de orquestas como la Pro-Arte en

1929, y sobre todo la de profesor de composición muy relacionado con París gracias a

sus estudios de composición por correspondencia, lo que permitió a sus alumnos estar

totalmente al día de lo que se rumiaba en aquel gran centro musical. La siguiente cita,

ofrecida por Valls Gorina varias décadas más tarde, sitúa su importancia a nivel

valenciano y nacional:

Manuel Palau no es solamente el músico que define en gran parte el

ambiente de su región, sino que, además, es uno de los autores cuya obra cuenta

con mayor difusión en los principales centros musicales de España. Además de su

sede valenciana, la obra de Palau figura habitualmente en los programas de

conciertos y de emisoras más importantes de la Península.45

Manuel Palau se vinculó muy estrechamente a la entonces recién creada Orquestra

Valenciana de Cambra (que podría considerarse como la continuación de la antigua

Orquesta Pro-Arte), bajo la gestión de Francisco Gil y sus vínculos políticos con la

Agrupación Valencianista Republicana. El fruto de esta proximidad fue el interés de la

Orquesta por estrenar obras de compositores valencianos contemporáneos, entre los

cuales se incluyeron los miembros del Grupo de los Jóvenes, reconocidos ya en aquella

época como una nueva escuela valenciana formada en torno a Palau.46

Eduardo López-Chavarri Marco también mantuvo un papel muy notorio, de gran

prestigio académico, como catedrático de Historia de la Música del Conservatorio de

Valencia. Su reconocimiento a nivel internacional, gracias a sus relaciones con músicos

e intelectuales de toda Europa, le permitió ser la imagen musical valenciana en el

mundo. Su trayectoria de crítico musical en el periódico Las Provincias, lo sitúan como

un referente fundamental de la música valenciana del siglo XX e hizo que Sopeña lo

calificara como el principal animador de la vida musical valenciana de su época.47 Sin

45 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 171. 46 Sin autor, “La Música Valenciana”, Timó (Butlletí de ‘Proa’, Consell de Cultura i Relacions Valencianes), 5, novembre 1935, p. 4. 47 Federico Sopeña, “Eduardo López-Chavarri”, Concierto-Homenaje a Eduardo López-Chavarri Marco por la Orquesta de Cámara de la Hermandad Católico Ferroviaria, Valencia: J. Doménech, 1971, p. 6. Citado en: Rafael Díaz y Vicente Galbis López, Eduardo López-Chavarri Marco. Correspondencia, op. cit., vol. 1, p. 32.

664

Page 677: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

embargo, en algunas manifestaciones posteriores el compositor declaró que, durante

estos años, se sintió relativamente marginado del entorno vanguardista valenciano.48

En esta década, otros compositores valencianos tuvieron un papel más o menos

significativo, dejando a un lado los miembros del Grupo de los Jóvenes, cuya

trascendencia se situará en el siguiente epígrafe. En este contexto se puede situar a

Eduardo Panach, nacido en 1903, quien se planteó propuestas de corte más innovador,

como la pieza orquestal titulada La caza del atardecer, compuesta en 1922 y basada en

una escala de tonos enteros o hexátona. A partir de entonces, concibió la idea de

componer música basada en tercios de tono, lo que le permitió dividir la octava en

dieciocho partes iguales en lugar de los doce semitonos del sistema temperado. Este

sistema se diferenció de los empleados por aquel entonces por el checo Haba y el

mexicano Carrillo, fundados en cuartos de tono, lo que le dio un carácter mucho más

novedoso. El propio Panach llamó a este sistema comático, puesto que los grados

estaban divididos por una distancia de tres comas, e ideó una especie de salterio llamado

triola con un rollo de pianola adherido que posibilitaba la audición de sus obras.

Su primera composición en este sistema fue un scherzo titulado La rueca

hechizada, presentado en Madrid en 1930, que despertó gran expectación en los medios

musicales madrileños (críticas de Salazar, Forns, Turina…) y el interés del director Saco

del Valle. Su fuga orquestal En la fuente de los álamos, le permitió divulgar este

sistema, pero el interés fue muy puntual y no trascendió este momento concreto.

Posteriormente, ya en la década de los cuarenta, estimulado por la recién creada

Orquesta Municipal de Valencia, compuso una obra titulada Fluctuaciones fantásticas,

para tres formaciones orquestales a distancia de tercio de tono cada una, que adquirió

efímera relevancia.49 Sin embargo, su sistema y sus obras cayeron pronto en el olvido.

Durante los siglos XIX y XX, muchos compositores valencianos desarrollaron su

carrera profesional lejos de su tierra, en muchos casos en la capital madrileña. En esta

época el fenómeno se agudizó considerablemente, e historiadores como Valls Gorina

intentaron buscar una explicación a este hecho, como se refleja en las siguientes líneas:

Precisamente por ser hasta cierto punto natural esta inclinación hacia

Madrid de quienes proceden de poblaciones con pobre movimiento musical,

sorprende mayormente la deserción de algunos compositores como Rodrigo o

48 Eduardo López-Chavarri Marco, “En la Filarmónica: Orquesta de Cámara de Daniel de Nueda”, Las Provincias, Valencia, 9-III-1940, p. 8. 49 Eduardo López-Chavarri Andujar, op. cit., pp. 143-150.

665

Page 678: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Esplá de los núcleos que, como Valencia, tienen una existencia musical en activo.

El hecho, no obstante, tiene la siguiente explicación: la no inclusión de Rodrigo

(y también de Esplá) en esta nota sobre las gentes valencianas de su generación,

se debe fundamentalmente a que el “realismo” a que se ha hecho alusión, no

encaja con su sistema estético, del que según hemos visto, están alejados y

distantes.50

Sin embargo, esta justificación es muy incompleta puesto que, por un lado, no

incluye a compositores tan significativos como Rafael Rodríguez Albert o José Moreno

Gans, y por otro lado no considera motivaciones de orden social y laboral. Siguiendo

esta última idea, en esta investigación planteo la hipótesis de que Valencia fue una zona

muy prolífica en la formación de músicos, en una cantidad muy superior a la que el

medio musical valenciano era capaz de absorber. En estas circunstancias, la única

solución para muchos de estos compositores fue la marcha al exterior.

Joaquín Rodrigo se fue a Madrid, y de allí a París, a muy temprana edad, por lo

que resulta un tanto complicado calificarlo como compositor valenciano más allá de su

filiación natal. Sin embargo, es destacable la incidencia que tuvo en Valencia el estreno

en 1924 de su obra orquestal Juglares, de corte neoclásico francés, en la línea estética

de Cocteau y el Groupe des Six.51

En el caso de Oscar Esplá, se estableció definitivamente en Madrid hacia 1919,

donde participó muy activamente en la vida cultural y musical de la capital con obras

como La nochebuena del Diablo datada en 1924, y se relacionó con la literaria

Generación del 27. Durante la Segunda República fue nombrado presidente de la Junta

Nacional de Música, participando muy activamente en la política musical de aquellos

años, a través de iniciativas sociales, pedagógicas y culturales.52 Al final de la Guerra

Civil, su compromiso con la desaparecida Segunda República, implicó su marcha al

exilio a Bélgica, donde permaneció hasta 1945.

Rafael Rodríguez Albert, nacido en Alicante en 1902, se formó en Valencia con

Francisco Antich, y realizó varios viajes a París desde finales de la década de los veinte

y primeros treinta. Algunas de sus primeras obras como Cinco piezas antiguas.

Evocación a la antigua danza, para piano y orquesta datada en 1928, lo adscriben a un

estilo neoclásico. Sin embargo, esta visión fue matizada por la influencia de lo popular

50 Manuel Valls Gorina, op. cit., pp. 169-170. 51 Antonio Gallego, El arte de Joaquín Rodrigo, Madrid: SGAE, 2003, pp. 35-36. 52 Salvador Seguí, “Oscar Esplá y Triay: El estudio monográfico documental”, Archivo de Arte Valenciano, 74, 1993, p. 192.

666

Page 679: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

y la literatura de Gabriel Miró en su Meditación y ronda (antes conocida como

Obertura a la meditación de Sigüenza) de 1931, aunque María Palacios señala que el

compositor trascendió lo popular hacia un lenguaje universal, reflejando su valor y

modernidad.53

José Moreno Gans nació en Algemesí en 1897, tuvo una formación cosmopolita

que no le hizo perder las raíces con su tierra natal, reflejada en obras tan dispares como

Algemesienses para piano y la pieza orquestal Es de nit.

Carlos Palacio García nació en Alcoy en 1911, poco antes del estallido de la

Guerra Civil se relacionó con círculos proletarios, para los que compuso canciones

como Las compañías de acero y su Colección de canciones de lucha, así como piezas

corales que reflejaron su compromiso social y político. Durante la posguerra sus obras

fueron censuradas, refugiándose en su casa de Alcoy hasta 1945, cuando se estableció

en Valencia. En febrero de 1950 marchó a París a ampliar estudios con Honegger,

donde residió el resto de su vida, relacionándose con los intelectuales y músicos

españoles allí afincados. Una visita a la Unión Soviética en 1964 reforzó su creatividad

e inspiración, y empezó a componer música orquestal y para piano, evolucionando hacia

una música impresionista con tintes neoclásicos, que se reflejó en España en mi corazón

datada entre 1975 y 1977.54 Rafael Díaz hace la siguiente valoración de su obra y estilo:

Cultivador sobre todo de la pequeña forma, dos constantes le caracterizan:

el recuerdo de su España abandonada y la fe en el valor reivindicativo e

igualitario del hombre. Apenas educado en el ambiente estético de los músicos de

la generación del 27, que no obstante dejó su poso en él, la Guerra Civil vino a

interrumpir su formación, y posteriormente tomó la opción estilística que

determinaron sus ideas políticas, que fue la del mayor parte de los compositores

comunistas de Occidente: el neorrealismo. […] Para Palacio, la música había de

tener una función social. En consecuencia, evitaba lo abstracto e intentaba

mantenerse siempre al servicio de lo humano.55

La diáspora también afectó, en diversos momentos de sus vidas, a algunos

miembros del Grupo de los Jóvenes, como los años de formación pasados en Barcelona

de Vicente Garcés y Vicente Asencio. Garcés estudió la carrera de Filosofía y Letras,

53 María Palacios, Rafael Rodríguez Albert. Canto profundo, Valencia: Generalitat Valenciana-Institut Valencià de la Música, 2003, p. 58. 54 Rafael Díaz, “Palacio García, Carlos”, Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 219-223. 55 Rafael Díaz, “Palacio García, Carlos”, op. cit. p. 222.

667

Page 680: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

sin tener todavía nociones de técnica musical, y fue en Barcelona donde decidió

dedicarse a la música. Asencio inició sus estudios con Morera en la capital catalana, al

mismo tiempo que cursaba la carrera de Magisterio, lo que explica su notable

independencia de la esfera de Manuel Palau que envolvió a sus compañeros de grupo.

Un papel importante en la formación de ambos debió tener la Associació d’Amics de la

Música, creada en Barcelona en 1916, que con el estreno de obras de Satie, Poulenc o

Milhaud, reflejó la notable actividad musical de signo vanguardista de aquella ciudad.56

Tras la Guerra Civil, varios miembros del grupo como Ricardo Olmos, Luis

Sánchez y Emilio Valdés, desarrollaron el resto de su carrera lejos de Valencia, todos

por razones sociales y laborales, que rebaten plenamente la visión del tema planteada

por Valls Gorina.

IX. 2. 2 La relación del Grupo de los Jóvenes con los Grupos de Madrid

y Barcelona en la Generación de la República

Durante los años treinta se constituyeron, tanto en Madrid como en Barcelona,

sendos grupos de compositores clasificables como Generación de la República, aunque

actualmente su nomenclatura es cuestionada por la historiografía.57 Tanto el Grupo de

Madrid, generado en torno a Adolfo Salazar, como el Grupo de Barcelona conocido

también como Compositors Independents de Catalunya, generaron nuevas inquietudes

de signo musical, que derivaron hacia otras esferas de la vida cultural.58 En este punto,

surge una cuestión muy significativa: ¿Cabe plantear el Grupo de los Jóvenes como un

paralelo valenciano a los Grupos de Madrid y Barcelona de esta hoy discutida

Generación de la República? La respuesta no es rotunda en cuanto a semejanzas o

diferencias, sino que refleja una serie de argumentos y matices que decantan hacia un

punto u otro según el caso.

56 Emilio Casares, “La música española hasta 1939, o la restauración musical”, en AA.VV., Actas del Congreso Internacional‘España en la música de occidente’, Madrid: Ministerio de Cultura, 1987, vol. II, p. 269. 57 Revisar el estudio: AA.VV., Música española entre dos guerras, 1914-1945, edición de Javier Suárez-Pajares, Granada: Archivo Manuel de Falla, 2002. 58 AA.VV., “Los músicos de la República”, Cuadernos de Música, año 1, 1, Madrid: Lira Editorial, 1982. AA.VV., Música española entre dos guerras, 1914-1945, op. cit. Emilio Casares, “Música y músicos de la Generación del 27”, op. cit. Emilio Casares, “La música española hasta 1939, o la restauración musical”, op. cit.

668

Page 681: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Las semejanzas se aprecian en sus intenciones revitalizadoras de la vida musical,

contenidas en el manifiesto constitutivo del Grupo, donde se traducen ideas muy

semejantes a las que en aquella época pretendían dar nueva vitalidad al conjunto de la

música española. También se encuentran en la organización socio-musical que dio vía al

estreno de sus obras, la Sociedad Música de Cámara, constituida bajo pautas ideológicas

de signo progresista, acordes con aquellos tiempos. Sin embargo, quizás el mayor punto

de contacto reside en la visión culta de la figura del músico por parte de Manuel Palau,

quien la extendió a sus discípulos, quienes tuvieron una apreciable trayectoria como

teóricos y críticos, de forma paralela a como se dio en el resto de la música española de

la época.

Sin embargo, hay una gran diferencia reflejada en que la trayectoria musical de los

miembros del grupo valenciano está todavía en una fase muy temprana y, de este modo,

muy lejos de la primera madurez apreciable en la obra de sus colegas madrileños y

barceloneses, que ellos no alcanzaron hasta los años cuarenta y cincuenta.

En este punto se va a situar la producción y la línea creativa de los integrantes del

Grupo de los Jóvenes, partiendo de las pautas que su maestro Palau desarrollaba por

aquel entonces: nacionalismo progresivo en evolución hacia el impresionismo, derivado

hacia un neoclasicismo sin olvidar la base impresionista.

Luis Sánchez fue el compositor más precoz del Grupo puesto que, tras unas

primeras obras alhambristas y unas zarzuelas regionalistas valencianas, a principios de

la década de los treinta unió el poematismo post-romántico con recursos impresionistas,

como refleja en sus Dos Apuntes Sinfónicos (1925-1928) y las Instantáneas Levantinas

(1930). En los años siguientes creó una importante cantidad de obras, estrenadas por la

Orquestra Valenciana de Cambra, como Oriental (1931-1932), Nocturno (1933) o

Amaneix (1935), e incluso estrenó algunas de sus obras en Madrid, trascendiendo el

estrecho ámbito musical valenciano. Su sólida formación e inteligencia le hicieron

asimilar con prontitud todos estos nuevos recursos y lenguajes, pero en el futuro no

evolucionó, probablemente porque no se planteó ampliar sus estudios en el extranjero

como otros compañeros del Grupo.

Vicente Asencio maduró un poco más tarde, puesto que las obras que compuso por

estos años se sitúan, técnica y estéticamente, en las cercanías del nacionalismo europeo

decimonónico, como su Cuarteto Homenaje a los Cinco compuesto entre 1931 y 1932,

669

Page 682: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

muy influenciado por los compositores rusos del siglo anterior.59 Formado en

Barcelona, siempre estuvo lejos de la esfera de influencia de Manuel Palau, lo que

inicialmente implicó una evolución estilística más lenta. Este hecho se observa en sus

Tres obras para orquesta de arco (1932-1934), breves impresiones basadas en temas

populares, expuestos directamente mediante sencillas melodías y gran vitalidad rítmica.

Este compositor no superó la cita directa de lo popular, presente en la obra mencionada

anteriormente, hasta la Escena de l’avi i els infants (1935), donde se aprecia una

concisión formal y una armonía muy avanzada que la convirtieron en su obra más

lograda hasta entonces. En su siguiente composición, el ballet Foc de Festa (1936),

plasmó la influencia que ejerció sobre su inspiración la música de Falla.

Vicente Garcés también estuvo marcado por sus años de estudiante de filosofía y

letras en Barcelona, lo que le hizo musicalmente autodidacta. Dotado de amplia

formación humanística y mayor alcance de miras en lo estético, se vio influido por los

aspectos más avanzados e innovadores del nacionalismo de Palau, quien se hizo cargo

de perfilar su preparación musical. Asimismo, se convirtió en el portavoz del Grupo de

los Jóvenes y su principal aglutinador.60 Sus primeras obras, compuestas para orquesta

sinfónica, reflejan sus primeras fuentes de inspiración basadas en Esplá con los Bocetos

Líricos (1930) y Falla en su ballet Passionera (1931-1932).

Su formación más tardía y menos escolástica le hizo asimilar con facilidad el

nacionalismo avanzado de segunda ola, como se refleja en sus obras para orquesta de

cuerda de los años treinta, caracterizadas por su expresión de la esencia íntima del

folklore elevado a la categoría de universal, mediante armonías muy audaces y tímbrica

de gran riqueza. En esta línea destacan sus Tres poemas para clarinete, piano y

orquesta de cuerda (1932), Nocturno (1933), Cançó amorosida (1934) y Epitalami

(1935)…culminando con su ballet Balada del Dolçainer (1935-1936), donde se

combinan las influencias de Falla y la armonización impresionista de Ravel. Sin

embargo, estas obras fueron posteriormente descatalogadas, a causa de un cambio de

estilo hacia una depuración neoclásica, ya presente en sus premiados Poemes Pastorals

(1936-1937), plasmada en sus obras de los años cuarenta. A finales de aquel decenio

completó su formación en París.

59 Gomá, “Crónica Musical: Música de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 28-I-1933, p. 8. 60 Sin autor, “Información Musical: Valencia: Música de Cámara. Segundo aniversario de la Orquesta Valenciana de Cambra”, Ritmo, 71, Madrid, septiembre 1933, p. 13.

670

Page 683: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Ricardo Olmos tuvo una formación muy académica, reflejada en unas primeras

obras con tintes post-románticos, que le permitió un amplio margen de progreso cuando

inició sus estudios con Palau. Durante estos años, su actividad como compositor

orquestal fue menos relevante que el resto de miembros del Grupo, y con obras de

menor significación en el conjunto global de su producción, como se aprecia en su Suite

infantil-Escenas infantiles (1934) y en su suite Noche romántica (1935).

Armónicamente muy innovador, 61 su producción posterior a los años treinta tuvo un

importante margen de evolución, completada con sus estudios por correspondencia con

Charles Koechlin.

Emilio Valdés se formó con Palau dentro de unas pautas nacionalistas, combinadas

con una armonización impresionista, reflejadas en su Tríptic: Cançons de batre (1933).

Pero ya desde sus primeras obras hay una continua referencia al neoclasicismo, como se

aprecia en su Minueto en sol (1933), y sus transcripciones y arreglos para orquesta de

cuerda de obras de Mattheson, Bach y Rameau (1935-1937). Este neoclasicismo se

acentuó en sus obras inmediatamente posteriores a la Guerra Civil.

El Grupo de los Jóvenes fue acogido en Valencia como una formación de carácter

nacionalista, aunque muy emparentada en lo estético e ideológico con el Grupo de los

Cinco surgido en la Rusia del siglo XIX.62

Por otro lado, los compositores valencianos residentes por aquel entonces en el

exterior les llevaban cierta ventaja, tanto en evolución estilística, como en proyección

social de su obra. Este hecho se refleja en la ausencia de obras de miembros del Grupo

de los Jóvenes entre las galardonadas en el concurso de composición de obras

orquestales, convocado en 1934 por el Círculo de Bellas Artes de Valencia, en el que

triunfó Per la flor del lliri blau de Joaquín Rodrigo. En esta obra, de corte poemático

postromántico, con alguna cita de motivos populares valencianos, se aprecia el gusto

musical de la Valencia de la época, muy distante del nacionalismo más avanzado que

planteó el Grupo de los Jóvenes. La aceptación de esta obra por parte de miembros del

Grupo, elogiando implícitamente su valor y trascendencia,63 demuestra su propio

reconocimiento de que todavía se encontraban en fase de formación.

61 Sin autor [Eduardo López-Chavarri Marco], “En el Conservatorio: La Orquesta de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 12-X-1935, p. 12. 62 José Ferriz, Sesenta años de vida musical. Memorias, Valencia: Generalitat Valenciana-Institut Valencià de la Música, 2004, p. 158. 63 Luis Sánchez, “Musicales: La música valenciana en 1934”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 8-I-1935, p. 8.

671

Page 684: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Como conclusión a este epígrafe, cabe reseñar que el Grupo de los Jóvenes planteó

importantes ideas para la renovación del ambiente musical valenciano, tanto en lo social

como estético, de forma semejante a los grupos de Madrid y Barcelona. Sin embargo,

tanto los compositores del Grupo como la propia vida musical valenciana necesitaban

todavía de un proceso de maduración, en el que se aceptaran plenamente los ideales

nacionalistas de sus integrantes, y estos evolucionaran hacia un estilo más personal y

depurado.

IX. 2. 3 La incidencia musical de la Segunda República en Valencia y el

papel del Grupo de los Jóvenes

La proclamación de la Segunda República Española, en abril de 1931, tuvo una

significativa incidencia en el campo de la cultura musical, donde se vivieron unos años

muy positivos gracias al papel de Adolfo Salazar y los ideales de reforma entre los

círculos musicales del país, llevados a la práctica merced a su cargo como consejero y

secretario de la recién creada Junta Nacional de Música y Teatros Líricos. En la

sociedad valenciana, donde el ideario republicano se había difundido desde principios

de siglo gracias a Vicente Blasco Ibáñez y sus seguidores, la aparición del Grupo de los

Jóvenes vino acompañada de un Manifiesto en el que se plantearon múltiples propuestas

reformistas destinadas a mejorar la vida musical valenciana, algunas pronto conseguidas

y otras aplazadas por las circunstancias sociopolíticas.

Para cuantificar estas reformas y analizar su incidencia, se han tomado las

variables planteadas por el profesor Emilio Casares Rodicio en su ensayo La música

española hasta 1939, o la restauración musical, publicado en 1987, en las actas del

Congreso Internacional “España en la Música de Occidente”, al considerarlas como un

modelo para valorar este hecho en su justa medida.

La primera variable consiste en dar a la música proyección social, idea

contemplada claramente en el Manifiesto del Grupo de los Jóvenes,64 aunque ya estuvo

presente previamente a su aparición, cuando la Agrupación Valencianista Republicana

se implicó en la creación de la sociedad de conciertos Música de Cámara. En su seno se

64 AA.VV., “Nueva entidad musical”, Musicografía, 10, Monóvar, febrero 1934, p. 40.

672

Page 685: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

constituyó la Orquestra Valenciana de Cambra bajo el impulso de Francisco Gil,65 cuya

implicación política se acentuó durante la Guerra Civil, cuando el citado Gil se afilió al

PCE, y aprovechó la preeminencia del citado partido político para impulsar múltiples

iniciativas y actividades.66

El segundo factor hace referencia a insertar a la música en la intelectualidad de su

época, momento en el que, bajo el estímulo de Adolfo Salazar, el músico supera su

tradicional bajo nivel cultural e intenta mostrar una faceta erudita hasta entonces

desconocida.67 En Valencia lo había planteado López-Chavarri Marco desde tiempo

atrás, gracias a su amplia formación cultural y académica.68 Pero también se aprecia en

la trayectoria de otros músicos valencianos en el exterior, como Rodrigo, Esplá y

Rodríguez-Albert. El papel de López-Chavarri en Valencia fue valioso pero aislado

hasta la aparición de Palau varias décadas más tarde, quien se valió de una sólida base

de cultura general.69

Palau exigió idéntica preparación cultural a sus alumnos de composición, por lo

que los miembros del Grupo de los Jóvenes contaron con titulaciones universitarias, en

su mayor medida de magisterio, lo que les suponía una base intelectual por encima de la

media. En la siguiente cita, coincidente con la publicación del Manifiesto del Grupo,

Palau menciona con orgullo la sólida formación de sus discípulos:

Es además factible, porque estos músicos son el revés de aquel tipo artístico

que todo fía a su genio…y a su incultura…

Aquel tipo, que por suerte ya no está de moda.

A la intuición (¡cómo se ha abusado de esta palabra¡) de Garcés, no ha

molestado la Filosofía; ni a Olmos, Asencio ni a Valdés les perjudica el título de

Maestro Nacional y si Sánchez no ha descubierto aún ninguna vacuna, no por

ello deja de ser un excelente médico y el compositor fecundo que ya está

acreditado.70

65 Antonio M. Abellán, “La Orquestra Valenciana de Cambra”, Musicografía, 28, Monóvar, agosto 1935, p. 167. 66 Gomá, “Valencia”, Música (Revista Mensual editada por el Consejo Central de la Música y la Dirección General de Bellas Artes), 1, Barcelona, enero 1938, pp. 50-52. 67 Emilio Casares, “Música y músicos de la Generación del 27”, op. cit., p. 22. 68 Rafael Díaz Gómez y Vicente Galbis López, Eduardo López-Chavarri Marco. Correspondencia, op. cit., p. 40. Basado en: Emilio Casares, “La música española hasta 1939, o la restauración musical”, op. cit., vol. II, pp. 291-295. 69 Salvador Seguí, Manuel Palau (1893-1967), Valencia: Generalitat Valenciana-Consell Valencià de Cultura, 1999, pp. 24-26. 70 Manuel Palau, “Los compositores valencianos de la última promoción”, Musicografía, 11, Monóvar, marzo 1934, p. 51.

673

Page 686: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Su actividad intelectual se amplió con la faceta de críticos musicales en el caso de

Garcés, Sánchez y Valdés. También en la de profesores de teoría musical en varios

casos, como de armonía e historia de la música en el Conservatorio de Castellón por

parte de Asencio, armonía en Valencia en el caso de Valdés y Sánchez, profesor de

historia de la música en el Conservatorio de Málaga con posterioridad a los años

cuarenta. Algún miembro del grupo, como Garcés, titulado en filosofía y letras por la

Universidad de Barcelona, tuvo intenciones literarias pronto abandonadas por su

vocación musical. Asimismo disfrutó de importantes contactos con personalidades

culturales valencianas y catalanas de la época, en los que traduce sus ideales

nacionalistas valencianos. Asencio y Valdés plantearon también actividades de este tipo,

pero ya con posterioridad a la Guerra Civil, por lo que su papel en este campo es más

tardío. El mismo caso podemos encontrar en Sánchez y Olmos. Por tanto, cabe concluir

que los miembros del Grupo mantuvieron estos ideales tiempo después, por lo que esta

década planteó el origen de los mismos, pero no su plasmación plena.

El tercer elemento recogido por Casares en sus variables consistió en estimular la

creación musical, papel que cumplió en Valencia la Orquestra Valenciana de Cambra

dirigida por Francisco Gil, en cuyos conciertos anuales de aniversario se tomó la

costumbre de estrenar alguna obra de compositores valencianos, a ser posible noveles,

como citó en sus programas de concierto: També, conseqüents amb el seu propòsit

d’estimular la música ibèrica, reserven una especial atenció a tots els autors novells,

singularment als valencians.71 En esta coyuntura, los miembros del Grupo de los

Jóvenes pudieron dar salida a su música sin tener que recurrir a agrupaciones de Madrid

y Barcelona, lo que hubiera dificultado la posibilidad de difundirlas. Sin embargo, la

Orquesta Sinfónica de Valencia no participó tan activamente de estas iniciativas, si

exceptuamos algunas obras de Sánchez cuya fama y reconocimiento venían ya de años

atrás. Por otro lado, otras formaciones como la Orquesta de Cámara de Benjamín

Lapiedra tuvieron una existencia tan efímera que apenas incidieron en la creación

musical, pese a sus nobles intenciones de celebrar un Festival de Música Valenciana

Moderna en mayo de 1936.72

71 “L’Orquestra Valenciana de Cambra i el seu mestre director i fundador, Francesc Gil”. Notas al programa de mano del concierto de la citada Orquestra, celebrado el 13-X-1935 en Barcelona, organizado por la Associació Obrera de Concerts. 72 Fidelio, “Festival de Música Valenciana Moderna”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 28-V-1936, p. 6.

674

Page 687: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La cuarta variable hace referencia al deseo de descentralizar la música, mediante

una intensa vida musical que no haría necesario estrenar obras en la metrópoli cultural

que entonces era Madrid. En este punto, es destacable la aportación de las agrupaciones

orquestales arriba citadas, cuyo apoyo fue decisivo para estimular la composición de

nuevas obras. Sin embargo, pese a las giras de estas orquestas por Madrid y Barcelona,

las obras de estos compositores valencianos no fueron conocidas en su justa medida

lejos de Valencia. En una crítica de Adolfo Salazar sobre una obra de Sánchez,

estrenada en Madrid en abril de 1936, se refleja su desconocimiento de la trayectoria y

obra del citado compositor del Grupo.73

Por lo tanto, esta descentralización estimuló la composición de obras nuevas, pero

no consiguió darles la difusión que quizás merecieron. Las entidades musicales

valencianas mantuvieron esta voluntad difusora durante los años cuarenta y reincidieron

en estos intentos, aunque el estreno en la capital del país era necesario para su general

aceptación.

Dos factores extremadamente unidos, entre las variables enunciadas por Casares,

fueron el reavivar la investigación musicológica, así como el fomento y depuración de

la música folklórica. En el caso del folklore, había un repertorio muy amplio y rico cuya

exhumación podría incidir positivamente en el naciente nacionalismo valenciano. Este

ideal se planteó ya en los años treinta, con un artículo de Sánchez sobre una conferencia

del folklorista serbio Samuel Lazar realizada en el Conservatorio de Valencia,74 así

como en los artículos publicados por Garcés en la gaceta “El País Valencià”.75 Sin

embargo, este ideal pervivió durante la década de los años cuarenta con la constitución

del Instituto Valenciano de Musicología, en la que Palau tuvo un papel decisivo, y en

cuyas investigaciones cumplió una función muy significativa Olmos.

Otro elemento reseñable fue la voluntad de reformar las enseñanzas musicales

oficiales, cuyo plan de estudios se mostraba obsoleto, apareciendo en la prensa repetidos

casos de disconformidad con la trayectoria del Conservatorio de Valencia, como las que

llevó a cabo Sánchez.76 Esplá planteó múltiples ideas destinadas a una futura reforma,

gracias a sus estudios en el extranjero que le permitieron conocer otros planes y sus 73 Sin autor, “Musicales: Un éxito de Luis Sánchez en Madrid”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 12-IV-1936, p. 8. Extraído de: Adolfo Salazar, “La Vida Musical: Francisco Costa en la Orquesta Clásica-Otros conciertos”, El Sol, Madrid, 4-IV-1936. 74 Luis Sánchez, “Musicales: Samuel Lazar y su conferencia sobre Folk-lore”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 16-IV-1935, p. 8. 75 Vicent Garcés, “Les arts i les lletres: Música”, El País Valencià, 1, Valencia, 18-V-1935, p. 4.

675

Page 688: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ventajas respecto al español. En los difíciles momentos de la Guerra Civil, Gil primero

y Garcés más tarde, fueron nombrados directores del Conservatorio de Valencia, y

plantearon nuevas ideas que no cristalizaron por las dramáticas circunstancias del

momento.77

Años después de la Guerra Civil, Palau asumió este cargo e intentó plantear varias

reformas que, pese a los múltiples obstáculos procedentes del gobierno central,

consiguió llevar a cabo como se resumen en la siguiente cita:

Sin embargo, sin grandes saltos ni tampoco ningún sobresalto, el

Conservatorio de Música y Declamación de Valencia, orientado académicamente

por Palau, consiguió aumentar sus enseñanzas con las clases de órgano y música

de cámara, además de obtener dotación para la cátedra de guitarra, que ya se

impartía en el Centro, pero a título gratuito; asimismo, Palau logró la

implantación en los Conservatorios españoles de la enseñanza de dirección de

orquesta, empezando por el de Valencia, al que siguió después Madrid.78

En este factor que se ha enunciado se aprecia, una vez más, como los diferentes

intentos de reforma surgidos en los años treinta no llegaron a cristalizar hasta mucho

tiempo después.

La última variable que se va a tomar en consideración es el cambio en la

concepción y ordenación de los medios musicales, frente a unas pautas tradicionales

heredadas de finales del siglo diecinueve y principios del veinte, buscando nuevos

medios de estructurar social y económicamente las sociedades musicales. Un primer

paso fue la creación de sociedades destinadas a la manutención de orquestas y todo tipo

de agrupaciones musicales, caso de Música de Cámara para la Orquestra Valenciana de

Cambra,79 y la Asociación Cultural para la Orquesta de Cámara de Benjamín

Lapiedra.80

Sin embargo, voces críticas apelaron continuamente a la necesidad de

subvenciones públicas que permitieran a éstas llevar una existencia más desahogada.

76 Luis Sánchez, “Musicales: Más sobre el Conservatorio”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-III-1935, p. 4. 77 Sergi Arrando, El compositor Vicent Garcés i Queralt (1906-1984), Sagunt: Fundació Bancaixa, 1998, p. 84. Extraído del Dietari d’En Vicent Garcés, Arxiu Familia Garcés Queralt. 78 Salvador Seguí, op. cit., p. 58. 79 La Comisión Organizadora, “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-XI-1931, p. 2. 80 Sin autor, “En el Conservatorio: La Sociedad Cultural de Conciertos”, Las Provincias, Valencia, 4-VII-1936, p. 5.

676

Page 689: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Con el estallido de la Guerra Civil, estas reclamaciones cristalizaron en iniciativas y

subvenciones como las reflejadas en la siguiente cita:

Creada la Orquesta Nacional de Conciertos, preparada la reforma de la

enseñanza musical en España (que no se lleva a cabo esperando momento más

oportuno), se inicia una política de subvenciones a las entidades musicales de

más prestigio. La subvención a la Orquesta Sinfónica de Valencia se eleva de

19000 a 38000 pesetas; a la Orquesta Valenciana de Cambra se le conceden

25000.81

Afortunadamente estas iniciativas no se diluyeron tras la Guerra Civil, puesto que

los poderes públicos cumplieron un papel fundamental en la génesis de la Orquesta

Municipal de Valencia en 1943.82

A la luz de los datos anteriores, se pueden extraer una serie de conclusiones que

trascienden el tradicional esquema de una edad de oro durante los años treinta, seguida

de unos años cuarenta plenos de privaciones, traducidos en esterilidad musical en todos

los planos. En un principio, los años treinta supusieron unos tiempos llenos de ideales

de cambio que llegaron a un ambiente musical valenciano ávido e ilusionado, pero

escaso de medios y con unas deficiencias coyunturales de difícil solución en tan poco

espacio de tiempo. Al final de la Guerra Civil, casi los mismos personajes, a excepción

de unos pocos que tomaron el camino del exilio o marcharon a vivir fuera de Valencia,

reemprendieron esta labor pese a las considerables dificultades de aquella dura

posguerra. Estos ideales cristalizaron muy lentamente a lo largo de los años cuarenta y

cincuenta, con evidente retraso y descargados de toda la carga ideológica planteada

hasta entonces, o incluso cambiándola hacia tendencias políticas de signo contrario.

81 Llorenç Barber, “La música española durante la guerra del 36”, Ritmo, 483, Madrid, julio-agosto 1978, p. 31. 82 Vicente Galbis López, Orquesta de Valencia: 60 años de vida sinfónica (1943-2003), Valencia: Palau de la Música, 2004, p. 35.

677

Page 690: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

IX. 3 Años posteriores a la Guerra Civil

IX. 3. 1 Razones de este planteamiento cronológico

La Guerra Civil fue un suceso traumático que supuso un antes y un después en la

vida cultural y musical española. En primera instancia, es necesario establecer una

cronología que permita sistematizar con garantías los hechos y las tendencias musicales

en los años inmediatamente posteriores al conflicto, lo que entraña ciertas dificultades.

Angel Medina realizó una interesante reflexión sobre el marco cronológico de aquellos

años,83 integrando los tres años de la guerra en su periodización y dividiendo las etapas

en quinquenios a partir de 1940. De esta manera surgiría un primer período

comprendido entre 1940 y 1945, en el que la música fue ampliamente revestida de

componentes ideológicos por el falangismo, pero sin incidencias de consideración en el

campo de la música culta.

Sin embargo, en este trabajo se ha optado por tomar el límite cronológico utilizado

por Valls Gorina en su estudio La música española después de Manuel de Falla,

acotando una primera etapa comprendida entre 1939 y 1946. Este periodo finaliza con la

muerte de Manuel de Falla en 1946 y coincide con una etapa en la que la obra orquestal

de los miembros del Grupo de los Jóvenes tuvo escasa trascendencia, aumentando

notablemente en los siguientes años, lo que permite establecer un límite preciso con una

etapa posterior.

Durante este periodo, Asencio sólo estrenó en 1940 el Preludio a la Dama de

Elche, hasta que el fallecimiento de Falla le sirvió de inspiración para la composición en

1946 de su Elegía a Manuel de Falla, iniciando a partir de entonces una producción

orquestal más amplia e interesante. En cambio, Garcés permaneció postergado y

condenado al ostracismo, pese a la composición de su entonces no estrenada Suite-

ofrena a Lluís de Milà (1943-1944), vinculada todavía a la línea estilística anterior a la

Guerra Civil. Su marcha a Francia en 1948 supondrá un despertar creativo, ya

perteneciente al siguiente período cronológico. Olmos residía en Madrid y todavía no

había retornado a la composición de música orquestal, que le distinguió años después.

Sánchez atravesaba una época de importante penuria material, lo que hizo que sus

678

Page 691: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Prismas Sinfónicos (1944), principal obra orquestal de aquellos años, quedaran

incompletos e inéditos. Sin embargo, la obtención de una plaza de profesor de historia

de la música en el Conservatorio de Málaga, en el año 1947, le abrió nuevas

perspectivas que le hicieron iniciar una nueva etapa en su carrera. Valdés volvió a su

Castalla natal tras la guerra, donde inicialmente compuso una serie de obras para

orquesta de cuerda que acentuaron su lenguaje neoclásico de los años treinta, como los

Minuetos en re (1941) y en mi bemol (1944), así como su Zarabanda (1941). Sin

embargo, las condiciones para la difusión de música orquestal eran prácticamente nulas,

por lo que se centró en otros géneros como el pianístico, vocal y en algún caso el

bandístico. En estas circunstancias surgió su Suite para clave (1943), reflejo de la

concisión neoclásica que había alcanzado en aquel momento.

En conclusión, se observa un claro punto de inflexión, en torno al final de 1946, en

la trayectoria creativa de los miembros del Grupo de los Jóvenes, lo que justifica la

elección de este marco cronológico para este estudio.

IX. 3. 2 Estilos y creación musical en España

El contexto cultural y artístico español sufrió seriamente los rigores de la

posguerra, delimitando Valls Gorina dos características principales de esta época: una

importante reducción de actividades públicas que repercutió negativamente en la

regularidad de los ciclos de conciertos, así como una desorientación estética de público

y compositores que apartó a la música española de las principales corrientes europeas.84

Gemma Pérez Zalduondo atribuyó esta situación al aislamiento cultural de España

en aquellos años, lo que motivó un rechazo directo a las principales corrientes

intelectuales europeístas, calificadas como antiespañolas, y una vuelta a los valores

tradicionales de la España católica contrarreformista de los siglos XVI y XVII. En el

campo musical significó una ruptura completa con el clima cultural de la generación

musical del 27 y los años de la República.85

83 Angel Medina, “Música española 1936-1956: Rupturas, continuidades y premoniciones”, en Ignacio Henares, Mª Isabel Cabrera y Gemma Pérez Zalduondo, (eds.) Dos décadas de cultura artística en el franquismo (1936-1956), Granada: Universidad de Granada, 2001, vol. I, pp. 59-74. 84 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 24. 85 Gemma Pérez Zalduondo, “El Nacionalismo como eje de la política musical del primer gobierno regular de Franco (30 de enero de 1938-8 de agosto de 1939)”, Revista de Musicología, vol. XVIII, 1-2, Madrid, 1995, p. 250.

679

Page 692: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La obra que caracterizó estos años fue el Concierto de Aranjuez de Joaquín

Rodrigo, a la que Valls Gorina atribuyó una función de enlace entre el pasado y el

futuro musicales de España, recibiendo del P. Federico Sopeña el calificativo de ‘obra

conclusa, escueta y perfecta’.86 Esta composición fue estrenada en Barcelona, el 9 de

noviembre de 1940. Su éxito fue considerable, de tal modo que en 1945 era la obra más

popular de Rodrigo, pese a que todavía no había sido editada, hecho que tuvo lugar en

1949 y le permitió iniciar una triunfante trayectoria por toda Europa.87

Sin embargo, el compositor valenciano no confirmó plenamente las expectativas

despertadas por esta obra, y sus siguientes composiciones formularon una repetición de

modelos y esquemas que, si bien el público y la crítica aceptaron con entusiasmo, con

los años no superaron el escrutinio del tiempo.88 Incluso alguna de sus obras, como el

Concierto heroico para piano y orquesta compuesto en 1942, se vio asociada

ideológicamente con el nuevo régimen político, lo que en el futuro redundó

negativamente en la valoración de su música.89

Apenas veinte años después del estreno del Concierto de Aranjuez, Valls Gorina

hizo una primera evaluación histórica de las obras de Rodrigo en aquellos años,

constatando esta sensación de estar repitiendo modelos, incluso en las palabras de

personajes elogiosos con el compositor como Federico Sopeña. De este modo, el citado

Valls Gorina constataba una creciente depreciación en el valor de la música de Rodrigo,

dentro del contexto musical español.90

En estos años, el régimen franquista intentó utilizar a Manuel de Falla, pese a su

exilio en Argentina, otorgándole altos cargos y representaciones en los principales

organismos culturales de la época. Sin embargo, Pérez Zalduondo plantea que este

movimiento fue de carácter puramente propagandístico. De este modo, sólo se

consideró la parte más tradicional de su obra, obviando completamente sus obras más

avanzadas y vanguardistas, adscritas a un nacionalismo innovador que no coincidía con

los gustos del régimen.91 Años más tarde, historiadores como Valls Gorina establecieron

la fecha de su fallecimiento en 1946 como el final de una época.92

86 Manuel Valls Gorina, op.cit., pp. 103-104. 87 Antonio Gallego, El arte de Joaquín Rodrigo, Madrid: SGAE, 2003, p. 126. 88 Manuel Valls Gorina, op.cit., pp. 104-105. 89 Antonio Gallego, op. cit., p. 139. 90 Manuel Valls Gorina, op. cit., pp. 106-107. 91 Gemma Pérez Zalduondo, op. cit., pp. 260-262. 92 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 21.

680

Page 693: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En este contexto, las obras de Rodrigo se sitúan en un punto donde el

nacionalismo, que presidió la vanguardia musical española durante el primer tercio de

siglo, desaparecía frente a nuevas propuestas estilísticas. Estas corrientes utilizaron

todavía el concepto de nacionalismo, pero Celsa Alonso puntualiza que el régimen

franquista lo revistió del espíritu nacional-católico de aquellos años, sometiéndolo a una

censura intelectual tan férrea que lo vació de su contenido innovador.93 Este estilo que

tomó el relevo del nacionalismo, en sentido involutivo, recibió el nombre de

neocasticismo. Alonso lo definió como un fruto de una época de autarquía cultural y

nacionalismo a ultranza, creando una recesión estilística en el campo de la composición

que se reflejó en la ideologización del casticismo. Según Tomás Marco, este concepto

de neocasticismo se desligó del neoclasicismo vanguardista o neoscarlattismo de los

años treinta, para acercarse a la zarzuela dieciochesca y el neopopulismo de la canción,

lo que dio lugar a una música estéticamente muy conservadora, representada por la

figura y la obra de Rodrigo.94 Sin embargo, Javier Suárez Pajares cuestiona que la

ideología de Rodrigo fuera tan cercana al franquismo como se supone, aunque fuera el

compositor más importante de la década, por lo que no se lo debería considerar como el

músico oficial del régimen.95

El origen del concepto de neocasticismo en la obra de Rodrigo se remonta a 1937,

cuando compuso en Alemania sus Cuatro piezas para piano, también conocidas como

Cuatro danzas de España. Años más tarde, con motivo de la ejecución de una de las

citadas piezas, titulada Calesera en homenaje a Federico Chueca, añadió el siguiente

párrafo al programa del concierto, donde defendió esta nueva pauta estilística:

Se inaugura, creo yo, por lo menos en mi música, una tendencia que yo

mismo he llamado neocasticista; es decir, tratar de acercarse a la pequeña

zarzuela, al género chico que es, evidentemente, dentro de la creación teatral

zarzuelística española, lo más ceñido al pueblo español, sobre todo al pueblo de

Madrid en general, y lo más auténtico seguramente; tratar, pues, de injertar en la

rama sinfónica algo de esa sustancia muy popular, a veces populachera que es

este género. Yo he llamado a esto neocasticismo, por oposición al neoclasicismo

que se usaba en Europa entre los años 1930 ó 1940; no se nos puede a nosotros 93 Celsa Alonso, “Nacionalismo”, op.cit., vol. 7, p. 943. 94 Celsa Alonso, “Casticismo”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 1999, vol. 3, p. 338.

681

Page 694: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

tildar, no podemos nosotros pretender crear un neoclasicismo, puesto que no

había habido música clásica en España, pero sí podríamos quizá intentar, si no

ser neoclásicos, ser neocastizos, apoyándonos en esta música del XIX o del XX.

De aquí han nacido un número de obras mías, entre ellas la que van ustedes a

escuchar, y algunos de los conciertos: ‘Concierto Serenata’, para arpa y

orquesta, etc., y quizá el ‘Concierto de Aranjuez’.96

Tomás Marco plantea que las difíciles circunstancias de aquellos años, así como la

escasa consideración que recibió la figura del compositor por las instituciones, público e

intérpretes de la época, dejaron una escasa cantidad de obras.97 A este respecto, Valls

Gorina hizo una evaluación de las obras más importantes de aquellos años y llegó a la

conclusión de que sólo habían dos obras de cierto valor: el citado Concierto de Aranjuez

de Rodrigo y la Rapsodia Portuguesa de Ernesto Halffter.98

Pese a que la historiografía tiende a identificar el neocasticismo con la línea más

retrógrada y autárquica de la música española del siglo XX, algunos investigadores

como Javier Suárez-Pajares99 y Álvaro Marías100 defienden la valía técnica y estética de

esta propuesta estilística. De este modo, Suárez-Pajares ha cuestionado recientemente

estas explicaciones e hipótesis en sus ensayos,101 planteando una nueva visión de la

música de los años cuarenta con Joaquín Rodrigo como figura central. Así, valora la

creación de varias obras en esta línea estilística, no tratadas anteriormente por los

historiadores como las Diez melodías vascas y la Sinfonía pirenaica de Jesús Guridi,

Castilla de Jesús Arámbarri, las Cinco canciones negras de Xavier Monsalvatge o la

opereta Black el payaso de Pablo Sorozábal, aparte de las obras de Rodrigo y Halffter

nombradas en la cita anterior.

Reforzando esta visión, el citado musicólogo reivindica que los primeros años

cuarenta fue una de las épocas más apasionantes de la música española del siglo XX,

considerando este periodo como más valioso que los convulsos años de la Segunda

95 Javier Suárez-Pajares, “Joaquín Rodrigo en la vida musical y la cultura española de los años cuarenta. Ficciones, realidades, verdades y mentiras de un tiempo extraño”, en Javier Suárez-Pajares (editor), Joaquín Rodrigo y la música española de los años cuarenta, Valladolid: SITEM-Glares, 2005, p. 56. 96 Antonio Gallego, op.cit., pp. 112-113. 97 Tomás Marco, “Los años cuarenta”, en Emilio Casares, Ismael Fernández de la Cuesta y José López-Calo, Actas del Congreso Internacional ‘España en la Música de Occidente’, Madrid: Ministerio de Cultura, 1987, vol. II, p. 406. 98 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 108. 99 Álvaro Marías, “Joaquín Rodrigo, el ciego luminoso”, en Javier Suárez-Pajares (editor), Centenario. Joaquín Rodrigo. El hombre, el músico, el maestro. Madrid: Ediciones Sinsentido, 2001, p. 31. 100 Álvaro Marías, op. cit., p. 29. 101 Javier Suárez-Pajares, op. cit., pp. 15-56.

682

Page 695: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

República.102 Otros estudiosos de la música de esta época como Ángel Medina, plantean

que estos años no fueron tan grises como aparecen en la historiografía tradicional. Este

papel fue más propio de los primeros años cincuenta, sugiriendo una revisión de los

mismos que nos den una real medida de su trascendencia.103

En conclusión, con la pertinente revisión historiográfica en curso, resulta discutible

la hipótesis de que este período de tiempo no enriqueciera apenas el acervo histórico y

musical español. Como se observará en el siguiente epígrafe, el mismo planteamiento se

puede aplicar respecto al valenciano.

IX. 3. 3 Estilos y creación musical en Valencia

Tras la Guerra Civil, Valencia recuperó progresivamente su pulso musical hasta los

niveles anteriores al conflicto bélico, pese a las penalidades materiales de la posguerra,

planteando historiadores como Valls Gorina una situación bastante decadente.104 Sin

embargo, esta afirmación resulta bastante discutible si se evalúa la actividad de aquellos

primeros años. De este modo, en Valencia se intentó reorganizar la actividad

concertística con la creación de una nueva Orquesta de Cámara y la reactivación de la

antigua Orquesta Sinfónica, bajo la ideológica denominación de Orquesta de la Falange

y las JONS. El popularísimo Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo se estrenó en

Valencia el 20 de octubre de 1941, en concierto organizado por la Sociedad

Filarmónica. La creación de la Orquesta Municipal de Valencia en 1943 dio un nuevo

impulso a la vida musical de la ciudad, y se convirtió en importante estímulo para la

creación de nuevas obras.

Esto no impide constatar que el ambiente musical tuviera cierta pobreza, pero no

mucho menor a la existente antes del conflicto bélico. El propio Valls Gorina plantea

una evaluación de la creación musical que, aunque parcialmente acertada, se podría

calificar como incompleta:

En las provincias valencianas, los vaivenes culturales denunciados se hacen

sensibles al considerar la actividad de los compositores levantinos pues, aparte

del vacío provocado por la ausencia de Oscar Esplá en aquel entonces, en la

102 Idem, p. 18. 103 Angel Medina, op. cit. p. 72. 104 Manuel Valls Gorina, op. cit., pp. 22-23.

683

Page 696: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

producción de Vicente Asensio, Matilde Salvador y Vicente Garcés, puede

detectarse un sensible paro o suspensión de su actividad creadora en los años

1939-1946. Observamos que Asensio, que contaba con una abundante obra antes

de 1936, lo producido durante los años indicados se reduce a ‘Preludio a la

Dama de Elche’ (1940), ‘Cuarteto en sol’ (1942) y a una pieza para piano,

‘Infantívola’, de 1945, producción cuya escasez contrasta con lo presentado

después de 1946 que alcanza una cifra superior a veintidós obras.

Lo propio ocurre con Matilde Salvador, quien entre aquellas fechas sólo

dio tres partituras, ‘La filla del Rei Barbut’ (1941-1942), ‘Seis canciones

españolas’ (1939) y ‘Zejel’ (1945) mientras que lo producido desde 1946 a

nuestros días, sobrepasa el número de veinte composiciones.105

En esta cita, se sobredimensiona la producción de ambos compositores realizada

con anterioridad a la Guerra Civil, ciertamente inferior a la de los años posteriores a

1946. Por otro lado, alguna obra de Asencio como el Cuarteto en sol, está datada

equivocadamente, y no se menciona nada de Garcés, tras haberlo nombrado

inicialmente.

En aquellos años Joaquín Rodrigo residía en Madrid y estaba alejado de la

realidad musical valenciana. Sin embargo, dentro de su estilo neocasticista aparecen

obras o fragmentos donde están presentes elementos valencianos, como en el caso de las

Cuatro piezas para piano de 1937, anteriormente citadas como el origen de esta línea

estilística. La última de estas danzas, titulada Danza valenciana, empleó el tema popular

de la jota o fandango valenciano del U i el Dos, aunque estilizado por el piano.106

No menos significativa es la aportación, en forma de estrenos o nuevas versiones,

de obras de compositores valencianos como Eduardo López-Chavarri Marco y sus ya

conocidas Acuarelas Valencianas, Gomá de quien se interpretaron su Concierto para

piano y sus Tres Paisajes Levantinos y, sobre todo, Manuel Palau.

Durante aquellos años, Palau detentó el cargo de profesor de Composición en el

Conservatorio de Valencia, nombrado interinamente a finales de 1939 y con la

condición de numerario en 1943.107 De este modo, la significación musical de Palau en

la vida musical valenciana fue considerable y su música fue repetidamente interpretada

105 Idem, pp. 42-43. 106 Antonio Gallego, op. cit., pp. 113-114. 107 Salvador Seguí, Manuel Palau (1893-1967), op. cit., p. 57.

684

Page 697: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

por la recién creada Orquesta Municipal de Valencia, sólo superado por Rodrigo de

entre los músicos valencianos.108

En el campo de la composición, por aquellos años retomó la idea de crear un

sinfonismo valenciano, componiendo dos sinfonías en los años 1940 y 1943

respectivamente. Esta nueva etapa culminó con la obtención en 1945 del Premio

Nacional de Música, con su poema lírico Atardecer, basado en textos del Cancionero de

Claudio de la Sablonara (siglo XVII), para cuarteto de voces solistas, coro y orquesta.109

Su faceta de profesor de Composición, bajo la que surgieron en los años treinta los

miembros del Grupo de los Jóvenes, mantuvo su valor con la aparición en 1943 de una

nueva generación de jóvenes compositores valencianos, entre los que se incluyen a José

Báguena, José Mir y Miguel Asins Arbó. Presentados en un artículo publicado por Juan

B. Tomás en la revista Ritmo, se resalta la influencia de Palau, traducida en una

superación del uso literal del folklore, ampliación de la armonía tonal y modal, así como

una asimilación de los sistemas de armonización modernos.110

Sin embargo, como ya se planteó al principio de este epígrafe, la producción de los

miembros del Grupo de los Jóvenes en esta etapa es más bien escasa y poco relevante en

el conjunto de sus respectivos catálogos. De este modo, este período es calificado como

un compás de espera en su trayectoria creativa, marcado por las trágicas circunstancias

de la posguerra.

Como conclusión a este punto, cabe señalar que estos años representaron una

especie de período de transición en el que, tras el paréntesis del conflicto bélico, la vida

musical valenciana retomó el pulso progresivamente aprovechando parte de las

infraestructuras previamente existentes, y reforzadas por la creación de la Orquesta

Municipal de Valencia. En lo creativo surgieron nuevos compositores, mientras que las

figuras de madurez como Palau siguieron en primer plano, frente a la escasez de

propuestas de los miembros del Grupo de los Jóvenes, quienes reaparecieron en su

plenitud creativa en el siguiente periodo. En el mismo se consolidó lo que aquí todavía

era incipiente e incompleto, aunque planteando nuevas cuestiones tratadas en el

siguiente epígrafe.

108 Vicente Galbis López, Orquesta de Valencia…op. cit., p. 80. 109 Salvador Seguí, op. cit., p. 50. 110 Juan B.Tomás, “Tres compositores valencianos”, Ritmo, 164, Madrid, abril 1943, pp. 22-23.

685

Page 698: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

IX.4 Apertura posterior a la posguerra (1947-1960)

En este apartado se va a tratar el último período cronológico utilizado en esta

investigación, en el que los miembros del Grupo de los Jóvenes alcanzaron su madurez

estilística. Aunque la vida de la mayoría superó este límite cronológico, en fechas

posteriores su estilo dejó de ser novedoso frente a las nuevas propuestas estilísticas que

surgieron entonces. Este marco cronológico se inicia con la muerte de Manuel de Falla,

siguiendo la periodización sugerida por Valls Gorina, puesto que coincide con el inicio

de una fase creativa muy prolífica de los integrantes del Grupo, tras una época de

posguerra poco significativa.

El límite final del periodo se sitúa en torno a 1960 coincidiendo, en el ámbito

nacional, con la aparición de nuevas tendencias de vanguardia, de la mano de la llamada

Generación de 51. Formada por compositores como Luis de Pablo, Cristóbal Halffter y

Ramón Barce, encarnaron una dirección radicalmente nueva en la música española, muy

distante a la representada por el Grupo de los Jóvenes. Angel Medina justificó esta

fecha (más concretamente entre 1959 y 1961), por el cambio de dirección en la política

cultural del régimen franquista a partir del bienio 1957-58, así como la creación del

Grupo Nueva Música en 1958, como elementos clave para la apertura de la música

española hacia las nuevas tendencias vanguardistas europeas.111 La delimitación de este

periodo queda reflejado objetivamente, por la significación de la obra de los miembros

del Grupo de los Jóvenes durante y después de estos años.

IX. 4. 1 Panorámica estilística de este período

El contexto musical español durante estos años ha sido valorado de diversa forma

por los historiadores, desde aquella época hasta la actualidad. Valls Gorina la presentó

en su estudio La Música Española después de Manuel de Falla (publicado en una fecha

tan temprana como 1962 y, por tanto, carente de distancia histórica) como una etapa de

renovación y prosperidad, gracias al impulso de entidades como el Círculo Manuel de

Falla en Barcelona, surgido en torno al Instituto Francés. Los nuevos creadores se

distinguieron por su rechazo a la visión literal del folklore y el tópico popular, quizás

frente al neocasticismo imperante en la etapa anterior, y su agrupación en grupos en

111 Angel Medina, op. cit., p. 60.

686

Page 699: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

torno a las principales ciudades españolas.112 Aunque el citado historiador sitúa a

Vicente Garcés dentro de un hipotético grupo valenciano y su obra es caracterizada

correctamente, no procede unirlo con otros compositores citados en aquel contexto

como Halffter y De Pablo. Asimismo, en aquel estudio se apuntó la prometedora

presencia de nuevos compositores valencianos como Amando Blanquer y José

Báguena.113

Sin embargo, Valls Gorina no destacó la aportación de las viejas generaciones de

compositores españoles, frente a estas nuevas, a causa de su ausencia de novedades

técnicas y estéticas.114 Sin embargo, su visión ha sido cuestionada recientemente por

María Palacios, quien deplora la marginación historiográfica de las obras compuestas

durante estos años por los compositores de la época de la República, puesto que las

considera especialmente interesantes.115

En estas circunstancias, se plantea una situación estimulante, al menos tras los

pasados tiempos de autarquía estética, motivada por la vuelta y recuperación de

exiliados como Oscar Esplá. Javier Suárez-Pajares la define como una época dorada del

sinfonismo español, en la que destacó una compenetración entre creadores, crítica y

público, no vuelta a alcanzar desde entonces.116

Sin embargo, otros autores como Tomás Marco han rebatido enérgicamente el

citado punto de vista, alargando el período de autarquía estética hasta la firma del

tratado con los Estados Unidos en 1953,117 de tal modo que la política cultural e

institucional de la década de los cincuenta fue más negativa para los compositores e

intérpretes españoles que la de los cuarenta.118 Marco justifica su punto de vista en que

durante la posguerra no se perdió completamente el referente estético de los años de la

República, pero la desaparición de Joaquín Turina y la Comisaría Nacional de la Música

eliminó aquellos modelos a principios de los años cincuenta, coincidiendo con un

afianzamiento del régimen franquista. De este modo, definió esta época como un yermo

creativo, superado gracias a las iniciativas de los compositores más jóvenes a finales de

la década, que eclosionaron en los nuevos lenguajes de principios de los años sesenta.119

112 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 26. 113 Idem, p. 268. 114 Ibídem, p. 234. 115 María Palacios, op. cit., p. 106. 116 Javier Suárez-Pajares, “Catálogo: El músico”, en Javier Suárez-Pajares (editor), Centenario. Joaquín Rodrigo...op. cit., p. 125. 117 Tomás Marco, op. cit., pp. 401-402. 118 Idem, p. 407. 119 Ibídem, p. 411.

687

Page 700: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Este punto de vista no es exclusivo de Tomás Marco, puesto que musicólogos

como Pérez Zalduondo constataron (a partir de comentarios de Sopeña y Gerardo

Diego, realizados durante aquellos años) un fracaso sin paliativos de la política musical,

reflejada en un repertorio concertístico y unos gustos del público al margen de los

nuevos lenguajes.120 Esta investigadora remite las causas de este contexto a la

crispación social de los años de la República y a un descenso en el asociacionismo

musical, motivado por la crisis de los años treinta, a lo que se unió la ideologización del

pensamiento musical antes de la Guerra Civil. Todo esto repercutió muy negativamente

en la creación de los años de posguerra, acentuada por el aislamiento de aquella época.

Estas circunstancias dejaron en primer plano las tendencias nacionalistas de signo

conservador como el neocasticismo, en una situación que, según Pérez Zalduondo, no se

había superado todavía durante los años cincuenta.121

El contexto musical de estas fechas tiene como principal característica, según el

punto de vista de Tomás Marco, lo que definió como afortunada desaparición o al

menos postergación del neocasticismo que había presidido los primeros años de la

posguerra. Valls Gorina incide también en esta conclusión, apuntando la aparición de

dos grandes líneas estilísticas: por una parte la que continuó las principales corrientes

del pasado más reciente y, por otro lado, la que se aproximó a las nuevas corrientes

surgidas en Europa tras el final de la Segunda Guerra Mundial. En la primera línea se

situaron los compositores que surgieron o estaban en su madurez durante los años de la

República, mientras que en la segunda aparecieron los más jóvenes o los que superaron

las premisas estilísticas de aquella época.122

En la primera tendencia se incluye en Valencia a Rodrigo, Palau y, sin excepción, a

los miembros del Grupo de los Jóvenes, tan lejanos de la novedad a ultranza como

cercanos a los antiguos idearios estéticos de los años de la República. En cambio, la

segunda línea se aprecia a nivel nacional en la obra de figuras intergeneracionales como

Joaquín Homs y Gerardo Gombau, así como los miembros de la futura Generación del

51. Esta corriente se reflejó en Valencia con la obra de José Báguena Soler y los

hermanos Arturo y Francisco Llácer Pla, quienes, por su edad y circunstancias vitales,

tuvieron una significación parecida a la de Homs y Gombau en el resto de España.

120 Gemma Pérez Zalduondo, “Continuidades y rupturas en la música española durante el primer franquismo”, en Javier Suárez-Pajares (editor), Joaquín Rodrigo y la música española de los años cuarenta, Valladolid: SITEM-Glares, 2005, pp. 76-77. 121 Gemma Pérez Zalduondo, op. cit., pp. 77-78. 122 Manuel Valls Gorina, op. cit., pp. 235-236.

688

Page 701: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En conclusión, estos años no trajeron grandes novedades estilísticas, sino que

compositores en su madurez, entre los que se incluyen a los miembros del Grupo de los

Jóvenes, llegaron a sus límites de evolución formal, muy distantes de las vanguardias

europeas. Sin embargo, durante esta década se gestó una línea más avanzada que, de

forma paralela a las artes plásticas, tuvo como propósito poner a la música española en

consonancia con la europea. La falta de modelos previos y su repentina aparición

dejaron a sus antecesores sumidos en el anacronismo, valoración que afectó muy

negativamente a la obra posterior a 1960 de los integrantes del Grupo de los Jóvenes,

muy alejados de estas novedades. En los siguientes epígrafes se van a tratar ambas

tendencias, dentro del contexto de la música valenciana de la década de los cincuenta,

así como el panorama creativo en torno a los primeros años sesenta.

IX. 4. 2 Continuación de las técnicas y formas del pasado

Dentro de esta línea se pueden incluir, sin excepciones, a Palau y sus discípulos,

entre los cuales se encuentran los integrantes del Grupo de los Jóvenes. En todos ellos

se aprecia una reactivación de la influencia francesa, ya existente antes de la Guerra

Civil, pero reaparecida al final de la Segunda Guerra Mundial. Gemma Pérez Zalduondo

plantea la importancia de la labor divulgativa realizada por las delegaciones del Instituto

Francés en las diferentes ciudades españolas.123

La figura de Palau, ya muy influyente en el período anterior, alcanzó tal

trascendencia que hizo pivotar a su alrededor toda la creación musical valenciana de

entonces, así como otros campos como la musicología, tanto en el ámbito histórico

como folklórico. Su discípulo Báguena Soler mencionó la existencia de un auténtico

círculo musical valenciano presidido por Palau, en cuyo entorno se encontraban los

principales intérpretes y formaciones musicales valencianas (a excepción de la Orquesta

Municipal). Este conjunto de artistas estaban comprometidos en el estreno y

divulgación del repertorio musical valenciano, entre el que se encontraba la obra de los

integrantes del Grupo de los Jóvenes y otros maestros como Chavarri o Gomá.124

123 Gemma Pérez Zalduondo, op. cit., p. 75. 124 José Báguena, “Manuel Palau en el albor de la música contemporánea”, Archivo de Arte Valenciano, 74, 1993, pp. 174-175.

689

Page 702: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Palau ocupó la cátedra de Composición del Conservatorio de Valencia, desde la

que formó nuevas promociones de compositores valencianos como Báguena Soler,

Asins Arbó, Mir Félix, María Teresa Oller y Antonio Chover. Por otra parte, mantuvo el

contacto con algunos compositores del antiguo Grupo de los Jóvenes, especialmente

con Olmos. Estos alumnos incidieron especialmente en la modernidad pedagógica de

sus enseñanzas y la frescura de sus ideas.125 Sin embargo, Valls Gorina cuestionó

seriamente su modernidad estilística, tomando como ejemplo el Tríptico Catedralicio de

1957, más próximo al poematismo sinfónico de principios del siglo XX y a la

orquestación de Rimsky-Korsakoff.126 Esta obra refleja una involución estilística en las

últimas obras de Palau, que justifica su inclusión en este epígrafe, así como la de sus

discípulos a excepción de Báguena Soler, quien llevará los nuevos lenguajes a la música

valenciana. La figura, la obra y el círculo artístico en torno a Palau sirven de eje en

torno al cual se va a contextualizar la obra de los integrantes del Grupo de los Jóvenes,

durante la década de los cincuenta.

Varios miembros del Grupo realizaron una estancia de estudios más o menos larga

en París, aunque ya en su madurez y sin las posibilidades transformadoras que podría

haber tenido si se hubiera producido una década antes. Este factor se aprecia en Garcés,

quien no pudo disfrutar de una beca por el estallido de la Guerra Civil y marchó a

Francia en 1948, donde permaneció hasta 1958, componiendo dos obras tan

significativas como el ballet Marinada (1949) y las Cinc cançons valencianes (1950).

En las siguientes líneas, Valls Gorina realizó una valoración del estilo de sus últimas

obras, aunque los datos del último párrafo muestran ciertas inexactitudes en los datos

que manejó el citado historiador para elaborar su información:

Disponemos de pocos datos directos concernientes a las recientes

actividades de Vicente Garcés en el área de la creación musical. Sus prolongadas

estancias en París han matizado sus creaciones de forma que es perceptible en

ellas no sólo el dictado falliano, sino además unos giros armónicos de clara

estirpe gala, especialmente raveliana.

La obra de Vicente Garcés si bien no aporta sustanciales novedades a

nuestra música, cautiva siempre por el gusto y pulcritud de sus realizaciones, de

las que trasciende singular lozanía y gran claridad de dicción: el ballet

‘Marinada’ es ejemplo de ello.

125 Miguel Asíns Arbó, “Las clases de Don Manuel Palau”, Archivo de Arte Valenciano, 74, 1993, p. 196. 126 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 172.

690

Page 703: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Obra de la etapa parisina (1950) de Garcés es otro ballet y abundante

música instrumental.127

En el caso de Olmos, Vicente Galbis reseña el valor de su influencia francesa,128

pese a realizarse mediante estudios por correspondencia con Charles Koechlin, y no

hacer efectiva su estancia francesa hasta principios de la década de los cincuenta. Todos

estos factores quedan reflejados en sus Tres piezas infantiles (1949), anteriores a su

viaje a París, pero muy influidas por las enseñanzas a distancia del citado Koechlin,

mediante sus formas concisas y excelente orquestación que reflejaron cierta

modernidad. Tras su estancia francesa compuso varias obras orquestales, aunque

originalmente para piano, como la Elegia a Charles Koechlin (1954), Seis movimientos

de danza (1956) y Homenaje a Albima. Sin embargo, las dificultades que entrañaban su

estreno le hicieron desistir en el futuro de componer nuevas piezas para orquesta, lo que

le impidió plasmar la postrera influencia que ejerció la música de Bartók sobre su

lenguaje.

Asencio experimentó una eclosión creativa a partir de 1946, reflejada en obras

orquestales como la Elegía a Manuel de Falla (1946), Suite para orquesta (1948) y

Pastoral (1949). Tras la cual disfrutó de una breve estancia de estudios de dirección en

París, durante la primavera de 1950, donde pudo verse influenciado de un clima cultural

y creativo que se reflejó en su obra de madurez. Este factor se aprecia

fundamentalmente en sus ballets andalucistas, posteriores a esta estancia francesa, como

Llanto a Manuel de Falla (1953), La maja fingida (1956) y Alborada burlesca (1956-

1960). Valls Gorina cita en las siguientes líneas sus influencias europeas, así como la

distancia que guardó hacia las formas de vanguardia:

Vicente Asencio, más joven que M. Palau y L. Magenti, representa dentro

de la música valenciana, la actitud espiritual que, sin renunciar a expresarse con

giros y ritmos de color netamente regionales, intenta otorgar a su obra una

superior intención al incorporar a la misma el producto de las más significativas

y recientes experiencias sonoras europeas continuadoras de la tradición tonal.

No figuran, por tanto, en el programa estético de Vicente Asencio las

manifestaciones que, como el dodecafonismo y sus derivados, han roto con el

sistema tradicional.129

127 Idem, p. 226. 128 Vicente Galbis López, “Valencia”, op. cit., p. 654. 129 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 174.

691

Page 704: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

En este punto, resulta conveniente mencionar la figura de Matilde Salvador, nacida

en 1918 pero creadora precoz ya en tiempos anteriores a la Guerra Civil.130 Casada en

1943 con Asencio, entre ambos se estableció un clima de colaboración, como lo reflejan

las orquestaciones de sus óperas La filla del rei barbut y Vinatea, llevadas a cabo por su

marido. Aunque por su edad se la pueda encasillar en las promociones de posguerra,

Valls Gorina la sitúa en las de los años de la República por la precocidad de sus

primeras obras, valorando sus canciones por su lirismo y su empleo personal de los

supuestos armónicos y melódicos de Falla, así como su obra escénica (ballets y música

incidental para el teatro).131 Sin embargo, la trascendencia de sus obras de los años

treinta es casi nula, mientras que su madurez técnica y estilística no se inicia hasta los

años cuarenta, por lo que cabe rechazar completamente la hipótesis de Valls Gorina.

Los dos restantes miembros del Grupo de los Jóvenes: Sánchez y Valdés,

permanecían alejados del ambiente musical valenciano, en Málaga y Castalla

respectivamente.

Sánchez encontró en Málaga el clima musical que le permitió dirigir

ocasionalmente la Orquesta Sinfónica de Málaga en primera instancia, y luego

posteriormente la Orquesta de Cámara del Conservatorio. Allí pudo programar varias de

sus obras anteriores a la Guerra Civil como las Instantáneas Levantinas, Amaneix, etc…

aunque no pudo estrenar sus nuevas creaciones sinfónicas como la Fantasía Meridional

(1948-1951) y los Prismas Sinfónicos (1944), por lo que sólo lo hizo con obras para

orquesta de cámara como las Helénicas (1954) y el Allegro Trágico (1955-1956). Su

temprana muerte, en octubre de 1957, hizo que su obra no trascendiera apenas este

marco cronológico.

Valdés alternó su estancia entre su Castalla natal y la ciudad de Alicante, donde no

tuvo apenas oportunidades de hacer valer sus conocimientos, como manifestó en su

correspondencia conservada en torno a 1950.132 Exceptuando la versión para piano de

Fiestas en la villa (1954), su producción durante aquellos años fue escasa y poco

relevante.

Durante estos años, Rodrigo fue el compositor más significativo del país, aunque

su obra y estilo no fueron aceptados de forma tan unánime como en el periodo anterior,

puesto que algunos historiadores como Valls Gorina constataron su alejamiento de las

130 Idem, pp. 192-193. 131 Ibídem, pp. 225-226. 132 Carta mecanografiada de Emilio Valdés Perlasia a Luis Sánchez Fernández, fechada en Castalla (Alicante), el 14-VII-1950. Málaga: Archivo de la familia de Luis Sánchez.

692

Page 705: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

líneas más avanzadas de la creación musical de la época. Esto motivó las primeras

críticas explícitas hacia su música, basadas en la repetición de unos clichés de éxito,

tomados de su famoso Concierto de Aranjuez, en la mayoría de sus obras de aquellos

años.133 Varias décadas más tarde, Tomás Marco reincidió en estas críticas que

cuestionaron, aunque en solitario, la valía del compositor español más emblemático de

la segunda mitad del siglo XX.134 Ahora bien, su obra recibió muchos más elogios que

censuras, destacando la valoración de Federico Sopeña, quien atribuyó a Rodrigo la

capacidad de evitar que la vuelta al pasado de los años de la posguerra se convirtiera en

regresión, convirtiéndose en modelo de generaciones futuras.135 En fechas más

recientes, el musicólogo Javier Suárez-Pajares elogió la orientación que ejerció sobre

los músicos jóvenes de aquella época, de forma análoga a Falla desde la década de los

veinte, incluso sobre los compositores de tendencias más vanguardistas como Cristóbal

Halffter.136

Al igual que en etapas pasadas, una importante cantidad de músicos y

compositores valencianos continuaron su carrera lejos de su tierra natal, de entre los que

destacaron el propio Rodrigo y Esplá, así como el también mencionado Moreno Gans.

Este compositor vivió sus años de madurez, refrendados por múltiples galardones como

el Premio Nacional de Música en 1943 por su Sonata en fa sostenido menor para violín

y piano.137 Su estilo es calificado por Sonia Angulo como muy innovador: De formació

clàssica i esperit lliure, practicà combinacions harmòniques atrevides a la manera de

Schönberg, Hindemith o Berg, mentre que les seves estructures es basaven en les

formes tradicionals.138 Sin embargo, Valls Gorina lo califica como conservador,

relacionándolo estilísticamente con Palau a causa de su predilección por las formas

clásicas.139 La falta de distancia histórica de este historiador, así como el

desconocimiento de su obra posterior a 1962, hace que este estudio se decante por la

visión de Sonia Angulo.

133 Manuel Valls Gorina, op. cit., pp. 103-107. 134 Tomás Marco, Historia de la Música Española: Siglo XX, Madrid: Alianza Música, 1983, vol. 6, p. 175. 135 Gerardo Diego, Joaquín Rodrigo y Federico Sopeña, Diez años de música en España, Madrid: Espasa-Calpe, 1949, p. 189. 136 Javier Suárez-Pajares,”Catálogo: El maestro”, en Javier Suárez-Pajares (editor), Centenario. Joaquín Rodrigo…op. cit., p. 171. 137 Sonia Angulo, “Moreno Gans, José”, Història de la Música Catalana, Valenciana i Balear, Barcelona: Edicions 62, 2003, vol. X, p. 83. 138 Sonia Angulo, op. cit. p. 83. 139 Manuel Valls Gorina, op. cit., p. 175.

693

Page 706: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Otros compositores como Asíns Arbó y Mir Félix, ambos discípulos de Palau en

los primeros años cuarenta y citados en el epígrafe anterior, desarrollaron su carrera

profesional muy lejos de tierras valencianas, a causa de su ingreso en el ejército como

directores de músicas militares.

El estilo de Asíns Arbó, tratado profundamente por Javier Suárez-Pajares en la

introducción al catálogo de su obra, se caracteriza por los principios de tonalidad y

formalidad, inspirado por la música popular, no basada en estudios etnomusicológicos

sino en su propia memoria, plasmada en su Cancionero musical de la Valencia de los

años 20 (1987). Su lenguaje armónico, pese a su base tradicional, emplea libremente la

disonancia con la intención de despertar la sorpresa en el oyente, dentro de un contexto

de alegre espontaneidad lírica.140

Sin embargo, su frecuente empleo de lo incidental y descriptivo fue objeto de duras

críticas por parte de Valls Gorina, quien llegó a cuestionar seriamente su valía como

compositor sinfónico, reduciendo su valor a la música para la escena y el cine.141 No

obstante, Suárez-Pajares cuestiona este juicio basándose en los repetidos galardones que

recibió, como el Premio Nacional de Música en 1950 por sus Seis canciones españolas

para voz y piano, así como el Premio Ciudad de Barcelona por su poema sinfónico

Alvargonzález (1954). Por otra parte, añade su especial valía como compositor de

música para banda, cuya envergadura la hace equivalente a la sinfónica,142 desmontando

el prejuicio creado en torno a este autor.

Mir Félix fue discípulo predilecto de Palau, así como una de las figuras más

prometedoras de la música valenciana durante los años cuarenta, cuando compuso en

los géneros orquestal, vocal y pianístico. Destacado crítico musical de la revista Ritmo.

Su estilo estuvo muy influido por su maestro Palau, mediante una armonía espontánea y

ocasionalmente bitonal, así como una orquestación llena de colorido.143

Entre los compositores valencianos residentes en el exterior, cabe destacar la figura

del alicantino Rodríguez Albert, ya citado en epígrafes anteriores. Este autor fue

galardonado en 1952 con el Premio Nacional de Música por su Cuarteto en re mayor

para cuerda y guitarra, que obtuvo de nuevo en 1961 con su Fantasía en tríptico sobre

un drama de Lope para orquesta sinfónica. Según María Palacios, su estilo evolucionó 140 Yolanda Acker y Javier Suárez-Pajares, Miguel Asíns Arbó, Madrid: SGAE (Colección Catálogos), 1995, pp. 7-8. 141 Manuel Valls Gorina, op. cit., pp. 214-215. 142 Yolanda Acker y Javier Suárez-Pajares, op. cit., p. 8.

694

Page 707: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

considerablemente en estos años, sobre todo en el lenguaje armónico mediante el

empleo de cromatismos, ‘tonalidad sucia’ e incluso la atonalidad. También destaca su

empleo del ritmo, influido por Stravinsky, tanto en ritmos populares como en ‘ostinati’.

En cuanto a la instrumentación, tuvo predilección por los timbres puros, lo que le llevó

a emplear con más frecuencia el género de la música de cámara, cuyas texturas se

reflejan incluso en la música sinfónica.144 En sus obras posteriores introdujo recursos

técnicos propios de la música de vanguardia, que se citarán en el siguiente epígrafe.

Como conclusión, cabe destacar que la música valenciana vive una bipolarización

entre los músicos residentes en la tierra y los afincados en el exterior por razones

profesionales. Esta doble línea se aprecia también en los miembros del Grupo de los

Jóvenes, puesto que algunos se establecieron definitivamente en el exterior y otros se

mantuvieron en Valencia bajo precarias circunstancias materiales, aunque la figura

aglutinadora de Palau no les hizo perder completamente los contactos con sus orígenes,

reflejado en la frecuente interpretación de algunas de sus obras por agrupaciones

musicales valencianas. Sin embargo, inicialmente la música valenciana no buscó nuevas

soluciones estilísticas de vanguardia, sino que se mantuvo cercana a las formas del

pasado más cercano, con el referente estético de la línea francesa anterior a la Segunda

Guerra Mundial. Sin embargo, casi inmediatamente surgieron nuevas propuestas

musicales, con un lenguaje mucho más avanzado, que modificará sustancialmente esta

situación.

IX. 4. 3 Llegada de las vanguardias musicales a Valencia

En Valencia, las nuevas propuestas musicales surgidas en Europa tras la Segunda

Guerra Mundial calaron muy lentamente. En algunos casos se enfrentaron con la

incomprensión del público y la crítica, e incluso la de los propios músicos locales que

hicieron valer el feroz aislamiento de los años de posguerra.145

Una buena muestra de esta situación fueron las reacciones de la crítica ante una

conferencia-concierto de música concreta, vanguardia musical surgida pocos años antes

en la Radiodifusión Francesa, celebrada en el Instituto Francés de Valencia el 30 de

143 José Pascual Hernández, “Mir Félix, José”, Diccionario de la Música Valenciana, Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, p. 105. 144 María Palacios, op. cit., pp. 135-136. 145 Adrián Miró, Amando Blanquer en su vida y en su música, Alcoy: Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1984, p. 20.

695

Page 708: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

marzo de 1954. El conferenciante fue el musicólogo y técnico de la radiodifusión

francesa Jean Ettiene Marie, y la tituló Tendencias más modernas de la música

contemporánea, con la actuación de la pianista Beatrice Berg que interpretó obras de

compositores franceses del siglo XX, así como la audición discográfica de piezas de

música concreta de Messiaen, Boulez, Schaeffer y Philippot.146 Su carácter insólito

despertó reacciones muy dispares entre la crítica musical, por una parte únicamente

descriptivas y eludiendo cualquier valoración, como es el caso de Federico Soro147 y

Enrique Gomá.148

Sin embargo, otras reseñas fueron escritas en tono más virulento, planteando

opiniones de corte más reaccionario, aunque fueran las más generalizadas en aquellos

tiempos entre el gran público:

En los momentos actuales, en los que se vuelve afanosamente la mirada

hacia los músicos clásicos, porque los modernos están empachados de técnica y

faltos de inspiración, no podemos comprender cómo hay quien pueda tomar en

serio la música concreta, en su mayoría infiltrada de ruidos y detonaciones.

[…] La música concreta es para nosotros una hija natural del ‘jazz-band’ y,

claro está, que tal origen la acredita de atrevida, extemporánea y caprichosa.

¿Qué decir del ‘Estudio’ de Philippot, de la ‘Antífona’ de Henry –discípulo de

Schaeffer, creador de esta modalidad-, de ‘Rechants’, de Olivier Messiaen, y de

otros ejemplos allí brindados.

Estimar como un acorde perfecto el cierre de una puerta y considerar como

una escala cromática la sirena de una fábrica, nos llevaría a admitir en el seno

de la música, y su entrada por la puerta grande, a la extravagancia y la locura.149

El carácter de la cita precedente refleja, con mayor fidelidad, la reacción del público

y la crítica musical valenciana ante los nuevos lenguajes vanguardistas.

En un concierto de la Orquesta Municipal de Valencia bajo la dirección de Heinz

Unger, celebrado el 16 de diciembre de 1956, se presentó una obra dodecafónica del

compositor italiano Mario Zafred. Aunque críticos como Federico Soro cuestionaron la

146 José Pascual Hernández, “Nuevas músicas en tiempos difíciles”, Taller Sonoro, 5, abril 2005, http://www.tallersonoro.com/espaciosonoro/05/index.htm. 147 Sin autor (Federico Soro), “Música: Ultimas tendencias de la Música Contemporánea”, Jornada, Valencia, 2-IV-1954, p. 11. 148 Enrique Gomá, “Las tendencias recientísimas de la Música Contemporánea”, Levante, Valencia, 31-III-1954, p. 2. 149 Sin autor, “Snobismos musicales: La Música Concreta”, Pentagrama, 13, Valencia, mayo-junio 1954, p. 4.

696

Page 709: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valía de esta obra,150 en la siguiente crónica, Eduardo López-Chavarri describe

brevemente el sistema y explica su reacción ante la pieza, reflejando en tono menos

virulento la reacción del público valenciano:

Se estrenó una curiosa ‘Sinfonietta’ de Mario Zafred. Según las modas,

estaba hecha sobre el sistema dodecafónico, o sea considerar como iguales ante

la ley de la tonalidad todas las notas de la escala. En rigor ello tiene más de

lucubración teórica que de práctica artística. Al oído no produjo la obra una

impresión agresiva. Más bien de monotonía.151

Pese a esta situación desfavorable, en el medio musical valenciano aparecieron

figuras como José Báguena Soler y sus discípulos, los hermanos Arturo y Francisco

Llácer Pla, quienes abrieron el camino hacia estos nuevos lenguajes.152 Todos ellos no

se dedicaban profesionalmente a la música, lo que les permitió una mayor libertad

estética al librarse de prejuicios académicos, no haciéndoles necesario el escrutinio del

público y ciertos sectores musicales tradicionales.

El estilo de Báguena Soler evolucionó desde principios de los cuarenta, cuando

empleaba una técnica impresionista, reflejada en sus obras para piano, coro y

orquesta.153 A partir de entonces, evolucionó progresivamente hacia lenguajes más

avanzados, como la politonalidad de su ballet Hilas.154 Esta fase culminó con su

Microsuite para un ballet moderno, compuesta poco antes de 1960, primera obra atonal

compuesta en Valencia que le valió el calificativo de iniciador y catalizador del

movimiento musical vanguardista en Valencia.155 Esta obra fue seleccionada para el

Concurso Nacional, convocado en 1960 por la Sección Española de la Sociedad

Internacional de la Música Contemporánea, al igual que su Sinfonía en 1963, obra que

también fue seleccionada dos años más tarde en el IV Concurso Internacional de

Composición de Música Contemporánea celebrado en Roma.156

150 Federico Soro, “El matinal sinfónico de la Orquesta Municipal”, Jornada, Valencia, 17-XII-1956, p. 15. 151 Eduardo López-Chavarri Marco, “El Maestro Unger dirige un estreno de Zafred…”, Las Provincias, Valencia, 19-XII-1956, p. 14. 152 Josep Ruvira, “Valencia”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, op. cit., vol. 10, p. 659. 153 José Climent, “Báguena Soler, José Vicente”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 1999, vol. 2, p. 48. 154 Gomá, “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 10-III-1955, p. 2. 155 Salvador Seguí, “Músicos valencianos de actualidad”, Levante, Valencia, 20-III-1975, p. 22. 156 Ana Galiano, “José Báguena Soler, músico ilustre, desconocido y universal”, Archivo de Arte Valenciano, 77, 1996, p. 223.

697

Page 710: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sus discípulos directos, los hermanos Arturo y Francisco Llácer Pla, siguieron su

misma línea de forma prácticamente simultánea. En el caso de Arturo, su estilo es

definido por Rafael Díaz como atonal libre, contando asimismo con elementos seriales

que se reflejan en su poema sinfónico La Escorca (1960).157

Francisco Llácer Pla tuvo una producción mucho más amplia que su hermano.

Influido por Báguena Soler, su lenguaje fue gestándose de forma autodidacta, ante la

imposibilidad de viajar y contactar con grandes compositores europeos de vanguardia,

mediante la lectura, audición y análisis de las partituras que fue adquiriendo durante

estos años.158 El atonalismo surgió en su obra orquestal Aguafuertes de una novela

(1959), en forma de suite con un pasaje dodecafónico, donde plasmó su relación con la

literatura y la pintura.159 A partir de esta obra inició una trayectoria creativa donde creó

nuevas propuestas estilísticas como el heptafonismo y el acorde equilibrado, y tomó

otras clásicas como el microtonalismo. Su inspiración inicial en la música atonal vino

de la mano del compositor francés Julien Falk, más que de los autores de la Escuela de

Viena cuyo lenguaje utilizó de forma muy personal y más afín con Alban Berg,

destacando la atracción que ejerció sobre su inspiración la obra de Lutoslawski, así

como los italianos Berio, Maderna y Nono.160 Todas estas características lo convirtieron

en un compositor muy personal y diferente a la mayoría de compositores valencianos de

su época, atribuyendo Tomás Marco este carácter a las enseñanzas que recibió en algún

momento de Báguena Soler.161

Una figura valenciana alejada del ámbito musical local fue Rodríguez Albert quien,

en los primeros años de la década de los sesenta, trabajó con estas nuevas tendencias,

como lo reflejó en el dodecafonismo de su Sonatina en tres duales (1962) para guitarra

sola.162 Posteriormente llegó a emplear elementos de música electrónica, aunque sólo

con la amplificación de una sección orquestal, en su Sinfonía del Mediterráneo (1966)

para orquesta.163

Sin embargo, la llegada de estos nuevos lenguajes en aquellos años no fue aceptada

unánimemente, más bien todo lo contrario, puesto que muchos músicos españoles y

157 Rafael Díaz, “Llácer Pla, Arturo”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2000, vol. 6, pp. 933-934. 158 Josep Ruvira, Compositores contemporáneos valencianos, op cit., p. 21. 159 Rafael Díaz, “Llácer Pla, Francisco”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 2000, vol. 6, p. 935. 160 Josep Ruvira, Compositores contemporáneos valencianos, op. cit., p. 21. 161 Idem, p. 22. 162 María Palacios, op. cit., p. 154. 163 Idem, p. 163.

698

Page 711: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

valencianos los rechazaron rotundamente. En el caso de Esplá, beligerante defensor del

papel central de la tonalidad clásica, dio a su Sinfonía Aitana compuesta en 1964, el

ilustrativo subtítulo de: A la música tonal, In Memoriam. Este autor escribió varios

artículos en los que defendió su postura, abiertamente opuesta a los nuevos lenguajes.164

Asíns Arbó argumentó su propia incapacidad en servirse de estos lenguajes

cuando dijo: Soy incapaz de sentirme de otra galaxia y escribir música cósmica. Con

esta desenfada expresión, este compositor manifestó su adhesión a un estilo tonal que

definió bajo el calificativo de Música Realista.165 Rodrigo se basó en cuestiones de edad

para no servirse de estas nuevas tendencias, como lo manifestó en entrevistas publicadas

durante aquellos años.166

Entre los miembros del Grupo de los Jóvenes, destaca la opinión de Asencio,

publicada en una entrevista de 1962, justificando su postura y dejando entrever cierto

debate estético en torno a este tema:

¿Dentro de qué línea está tu obra, como compositor?

Soy un músico actual, aunque no todas las corrientes actuales me interesan

¿Cuáles te interesan y cuáles no?

Soy un músico ‘tonalista’, creo que el movimiento actual ‘atonalista’

introducido hace poco tiempo en España, y viejo en Europa, es interesante como

movimiento de intento renovador; ahora bien, no creo que a nosotros, los

mediterráneos, con nuestro temperamento, nos vaya bien su estética.

¿Por qué?

Porque el dodecafonismo es un movimiento esencialmente cerebralista, y

nosotros somos sustancialmente intuitivos.167

Estas citas reflejan las reacciones producidas por la confluencia de dos líneas,

esbozadas en el primer punto de este capítulo, que han ocupado este epígrafe y el

anterior. La radical novedad planteada por estas nuevas tendencias, provocó grandes

dificultades de coexistencia con las más tradicionales, dejando completamente fuera de

las líneas de vanguardia a creadores de trayectoria válida y más que prestigiosa.

Los compositores del Grupo de los Jóvenes, entre otros muchos, estaban ya en la

madurez de su carrera cuando tuvo lugar este cambio. En el caso de Sánchez ya había

164 José Luis García del Busto, “La generación musical de 1890”, en op. cit., p. 346. 165 Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 214. 166 Antonio Gallego, op. cit., p. 184. 167 Pedro Gozálvez, “La entrevista de la semana. Hoy, un compositor: Vicente Asencio”, Levante, Valencia, 25-I-1962, p. 2.

699

Page 712: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

fallecido, mientras que Garcés, el más innovador del Grupo, había dejado ya

prácticamente de componer. Valdés no tenía en su entorno posibilidades de asimilar

estos lenguajes, mientras que Olmos tenía un estilo sólidamente establecido, innovador

en cierta medida, pero muy lejos de estas nuevas propuestas. Finalmente Asencio, el

más activo por aquella época, argumentó en la cita anterior su alejamiento de estas

nuevas líneas estilísticas. En conclusión, estos compositores fueron totalmente

superados por estas nuevas propuestas y lenguajes, lo que no resta un ápice de valor a su

obra ya creada, así como la que ya en pequeñas cantidades crearon en los años

siguientes. La modernidad y la cercanía a un lenguaje de vanguardia no certifican como

valor absoluto la calidad de una obra, y compositores que todavía permanecerán

plenamente en activo, como Asencio y Olmos lo demostraron en sus últimas creaciones.

IX. 4. 4 Nuevos compositores en torno a 1960

La música surgida a partir de los años sesenta se caracterizó por continuar estos

nuevos lenguajes aparecidos poco antes de 1960, dejando al margen de las líneas

vanguardistas a los creadores que no se ajustaron a estas nuevas técnicas, como es el

caso de los miembros del Grupo de los Jóvenes.

En estas circunstancias, salió a la luz una interesante terna de compositores, los

cuales tomaron contacto con estas nuevas tendencias tras una estancia de estudios en el

extranjero. Este factor supuso la superación del aislamiento cultural sufrido por los

autores españoles de épocas inmediatamente anteriores, de entre los cuales cabe situar a

los miembros del Grupo de los Jóvenes, dándoles una amplitud de perspectivas que

marcó el futuro desarrollo de la música valenciana.

Sin embargo, dentro de estos nuevos compositores se mantuvo una clara línea que

delimitó a los que no perdieron totalmente sus lazos con lo tradicional, frente a los que

adoptaron propuestas más innovadoras y vanguardistas. Entre los que mantuvieron

cierta vinculación con lenguajes del pasado, en todo caso tratados con mayor libertad,

destacan Amando Blanquer y Luis Blanes, quienes permanecieron casi toda su vida

afincados o muy ligados a Valencia. Por otro lado, Agustín Bertomeu y José

Evangelista adoptaron propuestas más avanzadas, por lo que fueron calificados por

Josep Ruvira como compositores independientes. Ambos desarrollaron su carrera lejos

700

Page 713: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de Valencia, en el caso de Bertomeu vivió en Madrid desde sus tiempos de estudiante,

mientras que Evangelista trabajó en Canadá donde se trasladó en 1968 por razones

profesionales. Finalmente, el único compositor del Grupo de los Jóvenes que mantuvo

cierta actividad compositiva, en todo caso lejos de estas tendencias, fue Asencio con sus

últimas obras orquestales y guitarrísticas.

Amando Blanquer estudió composición en Valencia con Palau, al igual que la

mayoría de compositores valencianos de épocas precedentes y contemporáneas.

Posteriormente disfrutó de una estancia en París entre 1958 y 1962 que le resultó

decisiva en su futura evolución, puesto que recibió la enseñanza directa de Olivier

Messiaen, así como la influencia de las nuevas corrientes como la música electrónica y

aleatoria. Sin embargo, Blanquer encontró pronto el equilibrio entre lo extremadamente

innovador y la emoción humana, lo que le alejó de las propuestas técnicamente más

radicales.168

Su quinteto de viento Tema y variaciones fue seleccionado, en 1960, por la

Sección Española de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea para el

Festival Mundial de Música Contemporánea de Colonia. Nombrado en 1969 catedrático

de composición del Conservatorio Superior de Música de Valencia, este cargo le

convirtió en figura central de la vida musical valenciana durante las siguientes décadas.

Su estilo se caracteriza por una técnica que denominó modalismo tonal, en la que

utilizó los doce sonidos de la escala cromática sin una jerarquía rígida, en el cual las

melodías surgen del plano armónico.169 También emplea un atonalismo, lejos de la

rigidez del lenguaje serial, revestido de una claridad melódica que lo hace más accesible

al oyente. Por otra parte, concede una gran importancia a la tímbrica, donde destacan

especialmente los instrumentos de viento, creando un repertorio específico para las

formaciones bandísticas.170 Su obra no se rige por moldes formales rígidos, sino que

hace gala de una libertad creativa que lo aleja de formas abstractas, en favor de técnicas

más flexibles.

Luis Blanes fue también alumno de Palau en el Conservatorio de Valencia,

ampliando sus estudios en París con Simone Plé. Su lenguaje es esencialmente modal,

lo que le da una apariencia poco vanguardista, pero construyó un estilo propio y

168 Adrián Miró, op. cit., pp. 41-42. 169 Vicente Galbis López, José María Vives, “Blanquer Ponsoda, Amando”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid: SGAE, 1999, vol. 2, p. 518. 170 Vicente Galbis López, Amando Blanquer, Madrid: SGAE, Catálogos de Compositores Españoles, 1992, p. 9.

701

Page 714: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

personal, mediante escalas y enlaces acórdicos diferentes a los sistemas tradicionales,

tratados muy libremente al margen de la tonalidad.171

Entre los compositores que unieron la condición de afincado lejos de Valencia con

la mayor cercanía a propuestas vanguardistas, destaca la figura del alicantino Agustín

Bertomeu Salazar. Residente en Madrid desde 1949, su obra experimentó un

considerable cambio tras asistir en 1963 al Curso de Música Contemporánea de

Darmstadt, en el que se vio influido por Boulez y Stockhausen.172 Tras su experiencia

alemana, su obra fue muy apreciada por la Sección Española de la Sociedad

Internacional de Música Contemporánea, que le seleccionó en 1964 su obra Variaciones

para fagot y orquesta de cuerda.

Sin embargo, el propio compositor se distanció de las formas de los compositores

de la Generación del 51, llegando a un lenguaje personal y distintivo.173 Este estilo se

caracterizó por su estructuración rítmica, recurrencias interválicas que creaban una

unidad acústica superficial, instrumentación muy meticulosa, escritura gráfica flexible

que le condujo hacia la aleatoriedad.174

En este apartado se incluye la figura de José Evangelista, nacido en Valencia en el

año 1943, por su condición de alumno directo de Asencio, con quien se emparentó

directamente por su matrimonio con su hija Matilde. Evangelista compaginó su

formación musical con estudios de ciencias físicas, que le permitieron ampliar

conocimientos en Ginebra y posteriormente en Canadá, donde se radicó de forma

definitiva y con dedicación plena a la música a partir de 1970. Aunque no se desconectó

plenamente de la música española y valenciana, Josep Ruvira plantea su mayor

proximidad a las propuestas de la Generación del 51 que a las de las vanguardias de los

años setenta.175

En la formación de su estilo se vio muy influido por Luis de Pablo, el cual le

despertó su interés por la música de culturas orientales, rasgo característico de su obra

171José María Vives, “Blanes Arques, Luis”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana., Madrid: SGAE, 1999, vol. 2, p. 516. 172 Javier Suárez-Pajares, Agustín Bertomeu, Madrid: SGAE, Catálogos de Compositores Españoles, 1991, p. 8. 173 Josep Ruvira, Compositores contemporáneos valencianos, op. cit., p. 56. Incluye una entrevista personal del autor del texto con el compositor. 174 Javier Suárez- Pajares, Agustín Bertomeu, op. cit., p. 9. 175 Josep Ruvira, Compositores contemporáneos valencianos, op. cit., p. 70.

702

Page 715: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

de madurez.176 Evangelista permaneció alejado de Valencia, como tantos otros

compositores valencianos del siglo XX.177

Entre los compositores del Grupo de los Jóvenes, sólo Asencio compuso en esta

etapa obra orquestal de relevancia, aunque su prestigio lo cimentó con obras para

guitarra creadas en torno a 1970 como el Col·lectici Intim, la Suite Valenciana y la Suite

Mística. Su nacionalismo valenciano, condimentado con un lenguaje armónico próximo

al impresionismo y una orquestación cercana a los modelos ravelianos, se reflejó en sus

Quatre danses i una albada (1970), que en realidad son una nueva versión de sus

Danses valencianes para piano datadas en 1960. También destaca su orquestación de la

ópera Vinatea, compuesta por su mujer Matilde Salvador en 1973, aunque no aporta

ninguna novedad esencial en su obra y estilo.

Por aquellos años Garcés apenas creó, si se exceptúa la revisión que hizo de su

ballet Marinada en torno a 1972, puesto que su catálogo sólo se amplió con su Retaule

coral de 1977, en el que incluyó las piezas de una obra anterior titulada Tríptic clàssic.

La obra de Olmos no planteó nuevas propuestas en su estilo, pese a que hay datadas, a

principios de la década de los ochenta, piezas del género coral sacro. Ya desaparecido

Sánchez, las obras posteriores de Valdés se sitúan en el contexto de su residencia en su

Castalla natal, mayoritariamente compuestas o adaptadas para banda. En este contexto

cabe situar a Fiestas en la villa (1970) y Tríptico (1977), las cuales tienden hacia el

sinfonismo poemático, aunque están presentes rasgos armónicos impresionistas dentro

de pautas de la música popular, así como el empleo de pasajes en fugado que le acercan

al lenguaje de Bach. En esta época compuso alguna obra para orquesta como el

Nocturno (1981), en el que se aprecian claridad y concisión, rasgos de su etapa

neoclásica.

Como conclusión, cabe señalar que, a partir de 1960, la música valenciana tomó un

rumbo radicalmente nuevo, pese al arraigo de los lenguajes tradicionales, plasmados en

las obras inspiradas por lo popular. Su frecuente presencia en las piezas de los

compositores del Grupo de los Jóvenes, podría hacer pensar que éstos representaban la

resistencia de las formas del pasado. Sin embargo, obras de compositores como Asencio

encarnaron valores tradicionales revestidos de un lenguaje armónico que, sin estar en

concordancia con las nuevas formas, no dejó de ser calificable como moderno.

176 Idem, pp. 71-72. 177 Eduardo López-Chavarri Andújar, op. cit., p. 260.

703

Page 716: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

La música de estos compositores tuvo una primera fase en los años veinte,

entroncada con los estilos decimonónicos. Luego planteó novedades juveniles, pero sin

consolidar, en clave nacionalista durante los años treinta. Posteriormente, su obra de los

cuarenta y primeros cincuenta, coincidiendo con la asimilación de elementos

neoclásicos y sus respectivas estancias de estudio en Francia, representan el punto

culminante de su obra, puesto que pasó a ocupar una posición de primera línea en una

Valencia todavía retrasada a nivel europeo. La llegada de las vanguardias, a finales de

los cincuenta y primeros sesenta, les supuso quedarse desplazados de la posición

ocupada años anteriores, aunque su escasa obra mantuvo cierta significación, si no se la

juzga por su modernidad intrínseca.

704

Page 717: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

X. Conclusiones

Como conclusión a este estudio de la obra orquestal de los miembros del Grupo de

los Jóvenes, se van a recapitular y confrontar las características fundamentales de sus

respectivas composiciones orquestales, tanto a nivel individual como relacionadas con

las del resto de compositores del Grupo. Con estos datos se trazarán sus semejanzas y

diferencias, planteando la posible existencia de un estilo común a todos ellos, y también

se los relacionará con el contexto estilístico de la música española. Todo esto dentro del

eje cronológico utilizado en este trabajo, comprendido entre 1925 y 1960, coincidente

con sus periodos de aprendizaje y madurez.

Dado que estos compositores nacieron en los primeros años del siglo XX (Ricardo

Olmos en 1905, Vicente Garcés en 1906, Luis Sánchez en 1907, Vicente Asencio en

1908 y Emilio Valdés en 1912), sus obras iniciales están datadas a finales de la década

de los veinte y primeros treinta. Sin embargo, entre ellos existieron diferentes ritmos de

maduración, desde la excepcional precocidad de Sánchez hasta lo tardío de las primeras

obras de Garcés y Valdés, comprensible en este último caso por su mayor juventud.

Aunque todos ellos, a excepción de Asencio, iniciaron sus estudios de composición

con Manuel Palau en la segunda mitad de la década de los veinte, sus primeras obras no

tienen apenas puntos en común. En líneas generales, estas composiciones se pueden

adscribir estilísticamente al primer nacionalismo decimonónico, caracterizado por la

reproducción literal y sin elaboración de las melodías populares, así como al sinfonismo

poemático del paso del siglo XIX al XX. Este nacionalismo fue establecido en Valencia

por Salvador Giner, a finales del siglo XIX, con sus poemas sinfónicos sobre temática

valenciana (Una nit d’albaes, Es xopà…hasta la Moma).

El citado primer nacionalismo, en este caso de inspiración rusa, se refleja en el

Cuarteto en Fa de Asencio, datado entre 1931 y 1932. Esta obra es muy significativa,

pese a su pertenencia al género de la música de cámara, puesto que permite apreciar el

punto de partida estilístico de su autor. Esta filiación eslava, sintetizada con lo

valenciano, ya estaba presente en algunas obras de Eduardo López-Chavarri, como las

Acuarelas Valencianas (1910) para orquesta. El también decimonónico nacionalismo

705

Page 718: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

español se aprecia en la temprana obra orquestal Ecos de la Alhambra (1926) de

Sánchez, donde utilizó una serie de técnicas armónicas y melódicas típicas del siglo

XIX, así como una inspiración directa en el alhambrismo musical de aquel siglo. Este

nacionalismo, basado en la imitación literal de las melodías populares, se reflejó en el

ámbito valenciano con las Tres obras para orquesta de arco (1932-1934) de Asencio,

aunque por su cronología pertenezcan a la siguiente etapa. En estas piezas no se aprecia

todavía la maduración del nacionalismo valenciano, caracterizada por la superación de

la cita explícita de lo popular, llevado a cabo en Valencia en torno a 1920 por Francisco

Cuesta, con obras como la impresión sinfónica De la huerta valenciana.

El sinfonismo poemático está presente en obras para gran orquesta como la suite

Bocetos Líricos (1930) de Garcés, inspirada en Oscar Esplá, y en los Dos Apuntes

Sinfónicos (1925-1928) e Impresiones Levantinas (1930) de Sánchez. En estas dos

últimas obras destaca la aparición de rasgos técnicos del lenguaje impresionista,

característico de su maestro Palau, que demuestran una precoz asimilación de sus

enseñanzas, anticipando la futura evolución estilística del resto de compañeros del

Grupo. Sin embargo, este lenguaje había sido utilizado por primera vez en Valencia

años atrás, en la Estival de las antes mencionadas Acuarelas Valencianas de López-

Chavarri.

En resumen, sus composiciones iniciales, fechadas a finales de la década de los

veinte están mayoritariamente influidas por la música española y europea del pasado

siglo XIX, careciendo de un estilo común. Estas piezas reflejan el lenguaje y las

técnicas que les sirvieron de punto de partida, en las que todavía no destacaron entre la

música española y valenciana de la época, aunque contaban con un importante margen

de superación, habida cuenta de su juventud.

Las obras datadas en los primeros años treinta estaban más próximas al

nacionalismo español avanzado, en la línea de Manuel de Falla, como es el caso del

ballet Passionera (1931-1932) de Garcés y Oriental (1931-1932) para piano y orquesta

de cuerda de Sánchez. Aunque esta primera tendencia fue superada prontamente,

Asencio la mantuvo en obras posteriores, como el hoy descatalogado ballet Foc de

Festa (1936). Garcés también la reflejó en piezas tardías, como su asimismo

descatalogado ballet Balada del Dolçainer-Dimoni (1935-1936).

La combinación del nacionalismo valenciano maduro con el impresionismo,

resultado del magisterio de Palau, se completó a finales de 1932. Las obras posteriores a

esa fecha reflejaron esta síntesis, coincidiendo con la publicación del Manifiesto en

706

Page 719: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

1934, de entre las que destacan los Poemes Pastorals (1936-1937) de Garcés. También

se aprecia en la Escena de l’avi i els infants (1935) de Asencio, elogiada por su

compañero Garcés al superar, respecto a sus obras anteriores, el enunciado literal de

melodías populares. Las primeras obras orquestales de Olmos pertenecen a esta línea,

sobre todo en el aspecto armónico, como se observa en la suite Noche Romántica

(1935). En obras de Sánchez compuestas en estos años como el Nocturno (1933),

incluye melodías y giros modales de inspiración valenciana, superando el andalucismo

descriptivo de sus primeras obras. En esta línea, de base valenciana con lenguaje

armónico impresionista, se pueden situar también las primeras obras orquestales de

Valdés como el Tríptic: Cançons de batre (1933). Sin embargo, este último compositor

evolucionó tempranamente hacia el neoclasicismo, influido por la música de Bach,

como se refleja en el enfoque formal de su Minueto en sol (1933).

El análisis de las obras pertenecientes a esta etapa muestra otros rasgos técnicos en

común, que justifican la pertenencia a un Grupo y a una misma orientación musical. En

primera instancia se aprecia el frecuente empleo de pequeñas formas A-B-A y A-B-A’,

que reflejan claridad y concisión, frente a los largos desarrollos de la música

decimonónica. Asimismo, descartaron totalmente la creación de óperas o cualquier otra

variedad de teatro lírico, aunque autores como Asencio y Garcés compusieron algunos

ballets.

También se observa el frecuente empleo de la orquesta de cuerda, puesto que gran

parte de sus obras fueron encargadas por la Orquestra Valenciana de Cambra para sus

conciertos anuales de aniversario, divulgándolas tanto en el ámbito valenciano como

estatal durante sus giras de conciertos. Esta unidad de encargos se tradujo asimismo en

unos objetivos estilísticos comunes y en el empleo de unos rasgos técnicos que los

caracterizaron colectivamente, consistentes en la citada combinación de nacionalismo

valenciano e impresionismo. En cambio, apenas compusieron música para gran

orquesta, a excepción de algunas piezas de Sánchez, puesto que en aquella época no se

relacionaron con la Orquesta Sinfónica de Valencia a excepción del citado autor. Por

otra parte, los integrantes del Grupo se negaron sistemáticamente a la creación de

música para banda, formación de amplia raigambre popular en Valencia, destacando el

caso de Garcés, quien hizo manifestación pública de esta negativa. En estas

circunstancias, se aprecia como han superado las pautas decimonónicas de sus primeras

obras y se han distinguido dentro del contexto musical valenciano, tanto por la

707

Page 720: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

modernidad de sus composiciones, como por la concreción de su lenguaje, que llevaba

implícito un rechazo a formas tradicionales como la zarzuela o la música para banda.

La publicación del Manifiesto en 1934 reflejó una postura en común, pero también

una capacidad reflexiva, tanto individual como colectiva, que fue más allá de la mera

creación musical, explicada por la formación universitaria de los cinco integrantes del

Grupo. Las ideas contenidas en el citado Manifiesto pretendían mejorar la vida musical

valenciana, relacionándose directamente con las medidas de apoyo a la música

establecidas por el gobierno republicano, traducidas en los siguientes puntos:

proyección social de la música, actuación en las infraestructuras musicales a través de la

crítica, descentralización (su música estaba dirigida directamente al medio musical

valenciano), intentos de reforma de la enseñanza musical e impulso a entidades como la

Orquestra Valenciana de Cambra. Todos estos factores los destacaron como creadores

que superaron la figura tradicional de músico como simple técnico sin formación

académica y cultural, vigente hasta aquella época en España y Valencia (con la

excepción de López-Chavarri y Palau), cuando surgieron otros artistas con idénticas

inquietudes en otras zonas de la geografía española.

El estallido de la Guerra Civil conmocionó la vida socio-cultural de Valencia,

declarada capital de la República entre noviembre de 1936 y octubre de 1937,

fundamentalmente por su lejanía del frente bélico. En estas circunstancias, la ciudad

experimentó una gran efervescencia política y cultural, reflejada en la obra de Garcés y

Asencio, ambos galardonados (este último junto a Matilde Salvador) con los Premios

Musicales del País Valenciano, convocados en enero de 1937 por la Consellería de

Cultura de la Generalitat Valenciana. El punto culminante de este periodo fue la

celebración, en julio de 1937, del II Congreso Internacional de Escritores, organizado

por la Alianza de Escritores en Defensa de la Cultura. Durante estos meses, residieron

en Valencia varios compositores madrileños pertenecientes o cercanos al Grupo de los

Ocho como Salvador Bacarisse, Julián Bautista, Gustavo Pittaluga, Enrique Casals

Chapí y Rodolfo Halffter. Su obra influyó directamente en compositores valencianos

como Garcés, cuyo estilo evolucionó desde el nacionalismo impresionista hacia un

neoclasicismo con algunos toques nacionalistas. Este cambio se reflejó más sólidamente

en obras como el Divertimento (1937) de Palau, cuya condición de maestro de la

mayoría de los integrantes del Grupo, lo convirtió posteriormente en modelo estilístico

para sus composiciones.

708

Page 721: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

Sin embargo, los miembros del Grupo adoptaron diferentes posturas vitales ante el

conflicto, pese a que su estallido les sorprendió a todos en la zona republicana, donde

seguidamente fueron movilizados. De entre sus integrantes, sólo Garcés tomó una

postura decidida de compromiso con la amenazada Segunda República, participando

activamente en los actos político-culturales desarrollados en Valencia durante el tiempo

en que fue capital del estado republicano. Durante los últimos meses de la guerra fue

nombrado director del Conservatorio de Valencia. Por el contrario, Valdés simpatizó

con el bando nacional, pasándose al mismo en el tramo final del conflicto, cuando llegó

a ser condecorado por acciones de guerra. El resto de miembros pertenecían a la

pequeña burguesía valenciana o tenían sólidas raíces católicas, aunque también

congeniaban con el progreso cultural que había traído consigo el gobierno republicano.

La radicalización de posturas provocadas por el inicio del conflicto les dejó en difícil

situación, conviviendo con las circunstancias existentes en la zona republicana, para

integrarse después de la guerra con más o menos facilidad en el nuevo régimen. En el

caso de Asencio, superó sin problemas los procesos de depuración y, poco tiempo

después, obtuvo diversos galardones en concursos de composición convocados por

entidades oficiales, mientras que Olmos fue destinado a Madrid como maestro nacional.

Sin embargo, Sánchez fue relegado en su escalafón profesional, obtenido antes del

estallido del conflicto, y enviado a destinos laborales muy alejados de Valencia o

cualquier otro centro cultural. Garcés fue sometido a un proceso de depuración

profesional y administrativa, superado con su posterior marcha a Francia en 1948. Su

diversidad de posicionamientos ante estos sucesos desmiente la hipótesis de que un

lenguaje musical avanzado está necesariamente unido a ideologías progresistas y

viceversa, puesto que la modernidad de su música coincide indistintamente con sus

diferentes posturas políticas y personales.

En los primeros años cuarenta, los integrantes del Grupo de los Jóvenes se

dispersaron físicamente, pero sus obras mantuvieron una orientación estilística común,

puesto que mantuvieron contactos entre sí y con su maestro Palau, como lo prueba la

correspondencia conservada de aquellos años. Este estilo se reflejó en una base

neoclásica de formas concretas y austeras, combinada en mayor o menor medida con

una inspiración nacionalista valenciana. Sin embargo, cada miembro del Grupo lo

tradujo de forma personal y distintiva, a causa de las diferentes influencias que

experimentaron individualmente.

709

Page 722: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

De este modo, Garcés disfrutó de una enriquecedora amistad con la clavecinista

valenciana Amparo Garrigues, quien se había formado en París con Wanda Landowska

y había conocido directamente el nuevo interés por la música del dieciocho con

instrumentos originales. El primer fruto de esta experiencia fue la Suite-ofrena a Lluís

Milan (1943-1944), en la que evocó la música del vihuelista del siglo XVI que da título

a la obra. Esta pieza combina la revisión de la música del pasado, característica del

neoclasicismo, con una temática de inspiración valenciana que demuestra su vena

nacionalista, presente también en el ballet Marinada que empezó a componer por estas

fechas.

En el caso de Valdés, alejado de Valencia y radicado en su Castalla natal, reflejó

este neoclasicismo en obras para teclado con sus respectivas versiones para orquesta de

cuerda, como la Suite para clave (1943), de las que no se tiene constancia de su

ejecución en concierto público. Sin embargo, este aislamiento confirió a su obra unos

rasgos muy personales, alejados del neocasticismo dominante en la música española de

aquellos años.

Asencio experimentó dos fases en estos años, puesto que sus primeras obras

siguieron todavía la línea de los años anteriores a la Guerra Civil, como se aprecia en su

Preludio a la Dama de Elche (1940) que, según sus propias palabras, pretendía evocar

lo profundo de la entraña popular pero sin imitarla literalmente. Sin embargo, a partir de

1941 inició una nueva etapa, inicialmente influida por la figura de Falla, sobre todo en

la vertiente más moderna y austera del Concierto para Clave y el Retablo de Maese

Pedro, reflejada en su breve Elegía a Manuel de Falla (1946). Esta nueva dirección se

plasmó en su Suite para Orquesta (1948), donde originalmente insertó la citada Elegía

a Manuel de Falla, en la cual la crítica valenciana encontró influencias de la técnica

impresionista con orientación neoclásica de Ravel.

De entre los restantes compositores del Grupo de los Jóvenes, Olmos no compuso

música orquestal hasta sus Tres piezas infantiles (1949), donde refleja su evolución

desde el impresionismo de los años treinta hasta la concisión formal y estructural del

neoclasicismo. Por el contrario, Sánchez reincidió en el sinfonismo poemático con

toques impresionistas en sus Prismas sinfónicos (1944), inspirados en versos de

Espronceda, en los que se alejó de la línea neoclásica de sus compañeros.

Durante la década de los cuarenta, estos compositores tuvieron un ritmo creativo

muy desigual, a causa de sus diversas circunstancias personales. Por una parte, Valdés

fue muy prolífico, pese a que su lugar de residencia no le ofreció las oportunidades de

710

Page 723: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

difusión que precisaba su obra, lo que con el tiempo se convirtió en un lastre que limitó

su posterior producción. En el caso de Garcés, también trabajó con intensidad pese a

que, influido por cierta vena depuradora propia del neoclasicismo, descatalogó casi toda

su obra compuesta durante la década de los treinta. Sin embargo, Sánchez apenas

compuso hasta 1947, cuando se estableció en Málaga, donde encontró unos medios

personales y materiales que le animaron a volver a la creación. Asencio tuvo unos

primeros años muy activos, probable eco de sus trabajos anteriores a la Guerra Civil,

pero luego pasó por un breve periodo de baja actividad que superó a partir de 1946.

Finalmente, Olmos compuso poco y a pequeña escala, pero gestó un estilo innovador,

influido por las enseñanzas por correspondencia de Charles Koechlin, que cristalizó en

los años finales de esta década de los cuarenta e iniciales de los cincuenta.

Todos los miembros del Grupo de los Jóvenes se hicieron eco de pautas estilísticas

provenientes del exterior de Valencia y España, influidos inicialmente por las

enseñanzas de Palau, quien había estudiado por correspondencia en la Escuela Universal

de París a finales de la década de los veinte y principios de los treinta. Este modelo les

despertó la inquietud por ampliar sus conocimientos con respectivas estancias en el

extranjero, atraídos fundamentalmente por París y la música francesa.

Sin embargo, inicialmente tuvieron la dificultad añadida del aislamiento, respecto

al resto de Europa, que se vivió en España durante aquellos años. Garcés obtuvo a

finales de 1948 una beca, concedida por la Dirección de Relaciones Culturales de

Francia, que le sirvió como trampolín para una estancia de casi diez años en París.

Asencio obtuvo en 1950 una pensión de la Diputación Provincial de Valencia para

estudiar dirección, iniciada y finalizada en la propia Valencia, pero con una breve

estancia de dos meses en París donde estudió con Georges Bigot, en la cual tuvo

enriquecedoras experiencias que influyeron en sus obras posteriores. Olmos marchó a

París en 1951 a estudiar con Koechlin, de quien venía recibiendo enseñanza por

correspondencia desde 1948, gracias a una beca del gobierno francés, aunque el

fallecimiento de este último hizo que prosiguiera sus estudios hasta 1952 con Pierre

Renaudin y Alexandre Tansman. Sin embargo, Valdés y Sánchez no pudieron estudiar

fuera de España, reflejando sus respectivas obras notables posibilidades a las que les

faltó madurar en un medio artístico adecuado, que podría haber sido posible gracias a

una estancia en el extranjero. En conjunto, a excepción de estos dos últimos casos, su

obra superó la autarquía estética que se vivió en la posguerra, mediante un contacto

711

Page 724: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

directo y explícito con la música francesa, madurada por sus respectivas estancias de

estudios.

El periodo de la década de los cincuenta y primeros años sesenta, último tratado en

esta investigación, significó la definitiva dispersión estilística del Grupo de los Jóvenes,

reflejada en la acentuación del lenguaje personal de cada compositor, frente a los puntos

en común que les habían mantenido unidos desde la década de los treinta. Esta

dispersión fue inicialmente física, puesto que sólo Asencio estuvo domiciliado

regularmente en Valencia, mientras que Garcés residió en París aproximadamente hasta

1958, Olmos estaba afincado en Madrid, Sánchez vivió en Málaga hasta su muerte en

1957 y Valdés alternó una estancia en Alicante con la residencia en su localidad natal de

Castalla. Seguidamente se va a cuantificar su posterior evolución, ubicando a cada uno

de ellos en el contexto de la música valenciana y española de esta época.

El compositor más valorado de entre los que formaron el Grupo de los Jóvenes fue

Asencio, cuyas obras de madurez en los años cincuenta contaron con una notoria

acogida en los ámbitos local, nacional e incluso internacional. En primera instancia, sus

ballets sobre temática española iniciados con el Llanto a Manuel de Falla (1953)

trazaron un nacionalismo español, acogido positivamente tanto en los escenarios

nacionales como internacionales. El éxito de esta primera experiencia le llevó a

componer un segundo ballet, de carácter entre andaluz y madrileño, titulado La maja

fingida (1956).

En aquella época esbozó otros ballets inéditos que, en algunos casos, acabaron

refundidos en nuevas obras como la suite orquestal Alborada Burlesca, a la que poco

más tarde aplicó un argumento escénico propio, creando un ballet con el mismo título

que tomó su forma definitiva en 1960. Esta obra fue estrenada en versión orquestal,

destacando la crítica de la época su andalucismo y la referencia a lo popular sin

imitación literal, aspectos muy próximos a la estética de Falla.

A diferencia de otros miembros del Grupo de los Jóvenes, Asencio siguió en activo

durante la década de los sesenta y principios de los setenta, obviando los nuevos

lenguajes aparecidos por aquellos años en España. Sin embargo, en el ámbito orquestal

compuso solamente Quatre danses i una albada (1970), sobre materiales previos de sus

Danses valencianes (1960) para piano. En esta obra captó la esencia de la música

popular valenciana sin citar motivos folklóricos excepto algún fragmento, creando un

nacionalismo valenciano cercano a la producción impresionista de Ravel. La obra

recibió una notable acogida de público y crítica, pero su lenguaje era muy anacrónico,

712

Page 725: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

alejado de las propuestas más avanzadas de aquella época, reflejadas en Valencia con

las primeras obras atonales (Microsuite de 1959) de José Báguena Soler y su discípulo

Francisco Llácer Pla.

En el caso de Garcés, su estancia en París le puso en contacto con compositores

como Georges Auric, quien le revisó su ballet Marinada, y el lenguaje del Groupe des

Six francés. Con esta influencia adoptó un neoclasicismo armónica y tímbricamente

muy avanzado, el cual se reflejó en sus Cinc cançons valencianes (1950) para voz y

orquesta. Estos rasgos técnicos presagiaban una trayectoria futura muy interesante, una

vez retornado a Valencia en torno a 1958. Sin embargo, este compositor dejó de

componer casi de inmediato, exceptuando una nueva revisión, con la inclusión de

nuevos fragmentos, de Marinada (1972).

Olmos continuó la evolución iniciada en sus Tres piezas infantiles (1949), con

obras de inspiración armónica impresionista y formal neoclásica, originalmente escritas

para piano y luego orquestadas, como la Elegía a Charles Koechlin (1954). En todas

ellas estaba presente la huella impresionista que asimiló con Palau, reflejando también

la influencia de Debussy y Ravel, mediatizada por el oficio que aprendió de Koechlin y

la tendencia miniaturista que apreció en Federico Mompou. Sin embargo,

posteriormente desistió de componer nuevas obras orquestales, a causa de las

dificultades que encontraba para su estreno y reposición.

Sánchez reactivó su creación musical en general, y orquestal en particular, al

afincarse en Málaga en 1947. Sin embargo, las condiciones materiales que allí encontró

no permitieron la difusión de una obra de la envergadura de su Fantasía Meridional

(1948-1951) para piano y orquesta sinfónica, en la que se combinan rasgos nacionalistas

españoles con un lenguaje armónico de carácter impresionista. En estas circunstancias,

sus últimas obras orquestales fueron compuestas para formaciones más reducidas como

la orquesta de cuerda, como se aprecia en las Helénicas (1954), donde emplea una

armonización modal bastante escolástica. Su última obra fue el Allegro Trágico (1955-

1956) para piano y cuerdas, inspirado en el lenguaje decimonónico de Johannes

Brahms. Sánchez no tuvo la posibilidad de evolucionar que tuvieron sus compañeros,

por lo que mantuvo las directrices estilísticas de Manuel Palau, recibidas al inicio de su

carrera, hasta el final de su vida.

Valdés también sufrió las escasas posibilidades de difusión que le ofreció su

estancia en Castalla, de tal modo que pasó por amplios periodos de su vida sin apenas

componer, como la segunda mitad de la década de los cincuenta y casi toda la de los

713

Page 726: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

sesenta. Cuando retomó la composición, al final de los años sesenta, alternó la creación

para orquesta con piezas para banda, donde todavía se apreciaban rasgos armónicos

impresionistas y su interés por el contrapunto y Bach, restos de su etapa neoclásica.

Entre sus obras orquestales destaca el Nocturno (1981), valorado por su claridad y

concisión, aunque estilísticamente un tanto anacrónico.

En conjunto, los elementos estilísticos comunes entre los miembros del Grupo de

los Jóvenes se acabaron de diluir durante esta etapa, hasta quedar reducidos a pequeños

rasgos en sus obras posteriores a la década de los cincuenta. Entre los detalles técnicos

que siguieron compartiendo destaca el frecuente empleo de una armonía impresionista,

más o menos avanzada según los casos, así como una tendencia hacia la concreción y

las pequeñas formas que, salvo algunas excepciones, mantuvieron en sus obras

posteriores. También cabe mencionar que no evolucionaron hacia los nuevos lenguajes

aparecidos en España a finales de la década de los cincuenta, como el serialismo

integral y la aleatoriedad, de mano de los compositores de la llamada Generación del 51

(Cristóbal Halffter, Luis de Pablo) por lo que sus últimas obras reflejaron un

anacronismo que no fue en detrimento de su calidad.

En conclusión, el Grupo de los Jóvenes surgió en el interesante contexto cultural y

musical de los años treinta, con unas pretensiones que combinaban tanto lo puramente

artístico como el deseo de mejorar la vida musical valenciana. Estas aspiraciones los

podrían vincular con algunos grupos de compositores de otros puntos de la geografía

española, como el Grupo de los Ocho de Madrid y, quizás en menor medida por lo

breve de su experiencia, el de los Compositors Independents de Catalunya en Barcelona.

Sin embargo, a diferencia de los integrantes de los citados grupos de Madrid y

Barcelona, estos autores no habían alcanzado todavía su madurez durante la década de

los años treinta, por lo que el estallido de la Guerra Civil truncó inicialmente una

trayectoria que se esbozaba de forma muy interesante.

Su estilo evolucionó desde pautas decimonónicas a un nacionalismo con técnicas

impresionistas, fundamentalmente por las enseñanzas de Palau. Esta influencia queda

demostrada en la posterior evolución al neoclasicismo, anticipada por la obra del citado

Palau, que experimentaron la mayoría de los miembros del Grupo. Con todo esto,

modernizaron a la música valenciana, poniéndola al día con las tendencias modernas

procedentes de Francia. Sin embargo, su dispersión tras la Guerra Civil fue reduciendo

progresivamente sus lazos con el magisterio y la huella de su maestro, intensa todavía

714

Page 727: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

en Olmos y Sánchez, progresivamente menor en Valdés, y más escasa todavía en

Garcés, así como prácticamente nula en Asencio.

La posguerra y sus privaciones materiales interrumpieron sus iniciativas de

mejorar la vida musical valenciana, pero no limitaron su capacidad de evolucionar

individualmente, de tal modo que todos ellos alcanzaron su estado de madurez a finales

de la década de los cuarenta. Las obras de este periodo y ligeramente posteriores son las

más reconocidas de sus respectivas producciones, mientras que varias composiciones de

la época de los años treinta acabaron siendo descatalogadas por los propios autores. Con

estos datos, cabe afirmar que los efectos perniciosos de la Guerra Civil y la posguerra se

reflejaron sólo en el aspecto material, puesto que su obra estuvo por encima de estas

dificultades, evolucionando hacia formas consideradas como modernas en aquellos

años, así como desmintiendo algunos prejuicios sobre su incidencia. Como ejemplo

revelador destaca Garcés, quien sufrió en mayor medida estos efectos, cuya obra se

encaminó hacia un lenguaje más avanzado que el resto de sus compañeros, en gran parte

mediatizado por su estancia en París.

La posterior evolución de los integrantes del Grupo tomó direcciones individuales,

desapareciendo de forma progresiva los rasgos en común, en función de factores como

las posibilidades de sus respectivos lugares de residencia y su capacidad de asimilar

nuevos lenguajes. En este sentido cabe destacar que Sánchez y Valdés, compositores del

Grupo de maduración más precoz, fueron los que posteriormente tuvieron una menor

evolución. Por el contrario, Garcés empezó a estudiar música y a componer más

tardíamente que el resto, y fue quien avanzó hacia propuestas estilísticas más avanzadas.

En el caso de Asencio, se aprecia también una progresión lenta en relación al resto del

Grupo durante los años treinta, en parte motivada por su distancia del magisterio de

Palau, pero evolucionando considerablemente durante la década de los cuarenta.

Finalmente, Olmos reflejó un impresionismo avanzado desde la década de los treinta

que mantuvo en épocas posteriores, aunque estuvo menos interesado en la música

orquestal, frente a las pequeñas formas, lo que limitó la proyección de su obra.

En definitiva, el Grupo de los Jóvenes fue una iniciativa de compositores surgida

en un contexto especialmente interesante, sobre la que esta investigación ha pretendido

ofrecer una visión más profunda de su creación orquestal. Se los ha estudiado tanto a

nivel individual como colectivo, estableciendo su significación en la música valenciana

y española del siglo XX. Posteriores investigaciones podrán ampliar las aportaciones de

este trabajo y extender el análisis a otras parcelas de la producción del Grupo. Con todo

715

Page 728: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ello se podrá conocer la auténtica significación de esta formación de compositores, tema

escasamente tratado hasta la actualidad en la bibliografía dedicada a la música

valenciana.

716

Page 729: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

XI. Bibliografía y Fuentes documentales

En este capítulo se van a citar las diversas fuentes que se han empleado en la

confección del presente trabajo. Con este objetivo, se ha optado por dividir su estructura

en siete grandes apartados: el primero está dedicado al contexto musical y cultural en el

que se desenvolvió este grupo de compositores, el segundo se centrará en el propio

Grupo de los Jóvenes tratado globalmente, y los cinco restantes harán referencia a cada

uno de los cinco miembros del grupo: Vicente Asencio, Vicente Garcés, Ricardo

Olmos, Luis Sánchez y Emilio Valdés. Al mismo tiempo, cada uno de los siete

apartados está dividido en dos sub-apartados que hacen referencia respectivamente a la

bibliografía y las restantes fuentes documentales, con el objetivo de diferenciar la

naturaleza de los documentos empleados.

Por otra parte, resulta esencial aclarar la forma en que se han clasificado los

documentos aquí relacionados. En los apartados dedicados a la bibliografía se han

realizado por orden alfabético según el primer apellido de los respectivos autores. Sin

embargo, este procedimiento no resultaba el más idóneo en los puntos dedicados a la

hemerografía y el resto de fuentes documentales, tanto por la gran cantidad de

documentos sin autor, como porque resulta mucho más útil para el lector la consulta

siguiendo un orden cronológico, que es el que se empleará en este apartado.

En algunos casos se ha multiplicado la referencia de algún libro o artículo de

prensa, puesto que un mismo documento podría dedicarse tanto a una actividad como

un concierto, por lo que se incluiría en el contexto musical-cultural, como a la

interpretación de una o varias obras de diferentes miembros del grupo, razón por la que

aparecen también en sus respectivos apartados.

Al final de este capítulo, se mencionarán los diferentes archivos utilizados en las

consultas bibliográficas y hemerográficas de esta investigación, diferenciando la

naturaleza pública o privada de los mismos, así como el carácter fonográfico de algunos

de ellos.

717

Page 730: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

EL CONTEXTO MUSICAL (1925-1960)

BIBLIOGRAFÍA Y PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS

ACKER, Yolanda y SUÁREZ-PAJARES, Javier. Miguel Asíns Arbó. Madrid: SGAE

(Colección Catálogos), 1995.

ADAM FERRERO, Bernardo. Musicos Valencianos. Valencia: Promotora Internacional

de Publicaciones (PROIP), 1988, vol. 1.

ADAM FERRERO, Bernardo. 1000 Músicos Valencianos. Valencia: Sounds of Glory,

2003.

AGRAMUNT, Francisco. La vanguardia artística valenciana de los años treinta.

Valencia: Biblioteca Valenciana, 2006.

AGUILAR, Juan de Dios. Historia de la música en la provincia de Alicante. Alicante:

Instituto de Estudios Alicantinos, 1970.

ALBET, Montserrat. “Música catalana de los años treinta”, Cuadernos de Música (Los

Músicos de la República), 1, Madrid: Lira Editorial, 1982, pp. 29-33.

ALONSO, Celsa. “La música española y el espíritu del 98”, Cuadernos de Música

Iberoamericana. Madrid: Instituto Complutense de Ciencias Musicales

(ICCMU), vol. 5, 1998, pp. 79-107.

ALONSO, Celsa. “Casticismo”, en Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. 3, pp. 335-339.

ALONSO, Celsa. “Nacionalismo”, en Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2000, vol. 7, pp. 924-944.

ALONSO, Celsa. “Regionalismo musical”, en Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2002, vol. 9, pp. 87-90.

AMORÓS, Andrés. “Espectáculos teatrales: Teatro popular”, en Andrés Amorós y José

María Díez Borque (coords.), Historia de los espectáculos en España. Madrid:

Ed. Castalia, 1999, pp. 135-145.

ANGULO, Sonia. “Moreno Gans, José”, en Història de la Música Catalana,

Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 2003, vol. X, p. 83.

ANGULO, Sonia. “Moreno Gans, José”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor, 2006, vol. 2, pp. 129-130.

718

Page 731: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ARCHILÉS, Ferrán. “El valencianismo de la posguerra”, en Antoni Furió (dir.),

Historia de Valencia. Valencia: Editorial Prensa Valenciana-Universitat de

València, 1999.

ARIAS, Fernando. La Valencia de los años 30: Entre el paraíso y el infierno. Valencia:

Ayuntamiento de Valencia, 1996.

ARRANDO, Sergi. El compositor Vicent Garcés i Queralt (1906-1984). Sagunt:

Fundació Bancaixa, 1998.

ARTOLA I TOMÁS, Bernat. Llàntia viva (planys i cançons). Castelló de la Plana:

Mialfo, 1947.

ASENCIO, Vicent. Vicent Asencio: Obra completa para Piano. Valencia: Instituto

Valenciano de la Música de la Generalitat Valenciana-Piles (Edición a cargo de

Eduardo Montesinos Comas), 2003.

BALLESTER, Josep. Temps de quarantena (1939-1959). València: Eliseu Climent

Editor, 1992.

BALLESTER, Josep. Temps de quarantena. Cultura i societat durant la postguerra al

País Valencià (1939-1959). València: Universitat de València, 2006.

BARCELÓ, Joaquín. Santiago y la Fiesta de Moros y Cristianos – Calendario del

Festero. Alicante: Gráficas Díaz, 1972.

BELLVESER, Ricardo. Teatro en la encrucijada (Vida cotidiana en Valencia, 1936-

1939). Valencia: Ayuntamiento de Valencia, 1987.

BLANQUER, Amando. Las estéticas musicales europeas y su influencia en la música

valenciana del siglo XX. Valencia: Real Academia de Bellas Artes de San

Carlos, 1996.

BLASCO, Ricard. El teatre al País Valencià durant la Guerra Civil (1936-1939).

Barcelona: Curial, 1986.

BLASCO, Ricard y CLIMENT, José. “Morales San Martín, Bernardo”, en Gran

Enciclopedia de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial Prensa

Valenciana, 2005, vol. 10, p. 309.

BUENO CAMEJO, Francisco. “Las orientaciones estéticas en la música valenciana

durante el franquismo: Los años 40”, en Ignacio Henares Cuéllar, María Isabel

Cabrera García y Gemma Pérez Zalduondo (editores). Actas del Congreso ‘Dos

décadas de cultura artística en el franquismo (1936-1956). Granada:

Universidad de Granada, 2001, vol. 2, pp. 135-140.

719

Page 732: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

CALZADO, Antonio. “La España de los años treinta” en Albert Girona y José Miguel

Santacreu, La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana. Valencia: Ed. Prensa

Valenciana-Alicantina , 2006-2007, vol. 10.

CASARES RODICIO, Emilio. “Adolfo Salazar y el Grupo de la Generación de la

República”, Cuadernos de Música (Los Músicos de la República), 1, Madrid:

Lira Editorial, 1982, pp. 7-27.

CASARES RODICIO, Emilio. “Música y músicos de la Generación del 27”, en La

música en la Generación del 27. Homenaje a Lorca. Madrid: Ministerio de

Cultura, 1987, pp. 20-34.

CASARES RODICIO, Emilio. “La música española hasta 1939, o la restauración

musical”, en Emilio Casares Rodicio, Ismael Fernández de la Cuesta y José

López-Calo (editores). Actas del Congreso Internacional ‘España en la música

de Occidente’. Madrid: Ministerio de Cultura, 1987, vol. 2, pp. 261-322.

CASARES RODICIO, Emilio. “La Generación del 27 revisitada”, en Javier Suárez-

Pajares (editor). Música española entre dos guerras, 1914-1945. Granada:

Archivo Manuel de Falla, 2002, pp. 21-37.

CASARES RODICIO, Emilio. “Salvador Segarra, Matilde”, en Diccionario de la

Música Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2002, vol. 9, p. 626.

CERDÁ, Manuel. “Gómez Nadal, Emili”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 7, p. 333.

CHASE, Gilbert. La música de España. Buenos Aires: Librería Hachette, 1943.

CHINER, Jaime José. “Morales San Martín, Bernardo”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor, 2006, vol. 2, p. 125-126.

CLIMENT, José. “Garcés Queralt, Vicent”, en Gran Enciclopedia de la Región

Valenciana. Valencia: Gran Enciclopedia de la Región Valenciana, 1973, vol. 5,

p. 25.

CLIMENT, José. “Olmos Canet, Ricardo”, en Gran Enciclopedia de la Región

Valenciana. Valencia: Gran Enciclopedia de la Región Valenciana, 1973, vol. 8,

p. 68.

CLIMENT, José. “Valdés Perlasia, Emilio”, en Gran Enciclopedia de la Región

Valenciana. Valencia: Gran Enciclopedia de la Región Valenciana, 1973, vol.

10, p. 166.

CLIMENT, José. Historia de la música contemporánea valenciana. Valencia: Del

Cenia al Segura, 1978.

720

Page 733: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

CLIMENT, José. Historia de la Música Valenciana. Valencia: Rivera Mota, 1989.

CLIMENT, José. “Báguena Soler, José Vicente”, en Diccionario de la Música

Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. 2, p. 48.

CLIMENT, José. “González Gomá, Enrique”, en Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. 5, p. 773.

CLIMENT, José. “Asencio Ruano, Vicente”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 2, p. 157.

CLIMENT, José. “Garcés Queralt, Vicent”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 7, p. 167.

CLIMENT, José. “Valdés Perlasia, Emilio”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 16, p. 301.

CLIMENT, José. “Báguena Soler, José Vicente”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor, 2006, vol. 1, pp. 81-82.

CLIMENT, José. “Corell Saurí, Ramón”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor, 2006, vol. 1, p. 252.

CLIMENT, José. “Gomá, Enrique [Enrique González Gomá]”, en Diccionario de la

Música Valenciana. Madrid: Iberautor, 2006, vol. 1, p. 450.

COBB, Christopher H. “Política educativa i cultural: El Ministerio de Instrucción

Pública y la FETE”, en AAVV, València, capital cultural de la República

(1936-1937). Antologia de textos i documents. València: Conselleria de Cultura,

Educació i Ciencia-Generalitat Valenciana, 1986.

COLLET, Henry. L’essor de la Musique Espagnole au XXème siècle. Paris: Max Eschig

Editeur, 1929.

CORTIZO, Mª Encina. “Redondo Valencia, Marcos”, en Diccionario de la Música

Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2002, vol. 9, p. 72.

CUCÓ, Alfons. “Blasco Ibáñez, Vicente”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 3, pp. 128-129.

CUCÓ, Alfons. “Bosch Morata, Francesc”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 3, p. 194.

CURESES, Marta. “Antecedentes de la vanguardia musical española en los años

cincuenta: de Gombau a Homs”, en Ignacio Henares Cuéllar, María Isabel

Cabrera García y Gemma Pérez Zalduondo (editores). Actas del Congreso ‘Dos

décadas de cultura artística en el franquismo (1936-1956). Granada:

Universidad de Granada, 2001, vol. 2, pp. 141-164.

721

Page 734: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

DÍAZ, Rafael y GALBIS LÓPEZ, Vicente. Eduardo López-Chavarri Marco:

Correspondencia. Valencia: Institut Valencià de la Música, 1996, 2 vols.

DIAZ, Rafael y GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Nuevas aportaciones sobre la figura de

Eduardo López-Chavarri Marco en el conjunto de la música española”, Revista

de Musicología, año XX, 1, Madrid, 1997, pp. 683-688.

DÍAZ, Rafael. “Llácer Pla, Arturo”, en Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2000, vol. 6, pp. 933-934.

DÍAZ, Rafael. “Llácer Pla, Francisco”, en Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2000, vol. 6, p. 934-935.

DÍAZ, Rafael y GALBIS LÓPEZ, Vicente. “López-Chavarri Marco, Eduardo”, en

Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2000,

vol.6, pp. 1043-1048.

DÍAZ GÓMEZ, Rafael. “Olmos Canet, Ricardo”, en Diccionario de la Música

Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2001, vol. 8, pp. 71-72.

DÍAZ, Rafael. “Llácer Pla, Arturo”, en Diccionario de la Música Valenciana. Madrid:

Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol.2, pp. 9-10.

DÍAZ, Rafael. “Llácer Pla, Francisco”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol.2, pp. 10-13.

DÍAZ, Rafael y GALBIS LÓPEZ, Vicente. “López-Chavarri Marco, Eduardo”, en

Diccionario de la Música Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones

Culturales, 2006, vol.2, pp. 39-45.

DÍAZ, Rafael. “Martínez Báguena, Juan”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 75-77.

DÍAZ, Rafael. “Opera: III. La ópera en Valencia de 1868 a 1939”, en Diccionario de la

Música Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp.

179-184.

DÍAZ, Rafael. “Palacio García, Carlos”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 219-223.

DÍAZ, Rafael. “Peydró Díez, Vicente”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 271-280.

DÍAZ, Rafael. “Rodríguez Pons, Francisco”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 366-367.

DÍAZ, Rafael. “Sánchez Roglá, Juan”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, p. 396.

722

Page 735: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

DIEGO, Gerardo; RODRIGO, Joaquín y SOPEÑA, Federico. Diez años de música en

España. Musicología, Intérpretes, Compositores. Madrid: Espasa-Calpe, 1949.

DOMÉNECH, José y LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. 100 años de Música

Valenciana (1878-1978). Valencia: Caja de Ahorros de Valencia, 1978.

DURÁN DE VALENCIA, Miquel. Cançons valencianes. Barcelona: Les Ales Esteses,

1929.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. Panorama de la Música en España. Madrid: Editorial

Dossat, 1949.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. La música y los músicos españoles en el siglo XX.

Madrid: Ed. Cultura Hispánica, 1963.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. Lieder y canciones de España. Pequeña historia

contemporánea de la música nacional 1900-1963. Madrid: Editora Nacional,

1963.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. La música española en el siglo XX. Madrid: Fundación

Juan March Rioduero, 1973.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. Cien años de teatro musical en España (1875-1975).

Madrid: Real Musical, 1975.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. La década musical de los cuarenta. Madrid: Real

Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1980.

FERRIZ, José. Sesenta años de vida musical: Memorias. Valencia: Institut Valencià de

la Música, 2004.

FRANCO, Enrique. “Generaciones musicales españolas”, en La música en la

Generación del 27. Homenaje a Lorca. Madrid: Ministerio de Cultura, 1987, pp.

35-37.

FURIÓ, Antoni. Història del País Valencià. València: 3 i 4 ed., 2001.

FUSTER, Joan. Obra completa de Joan Fuster. Barcelona: Edicions 62, 2002. Ed.

Antoni Furió i Josep Palàcios.

FUSTER, Joan. Correspondencia. València: Ed. 3 i 4, 2003, vol. 6.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. Amando Blanquer. Madrid: SGAE (Colección Catálogos),

1992.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Una aproximació a la història de la música valenciana”, en

VVAA. La Imatge de la Música en Sant Pius V. València: Generalitat

Valenciana, 1992, pp. 33-64.

723

Page 736: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “La zarzuela en el área mediterránea”, Cuadernos de Música

Iberoamericana, vols. 2 y 3: La zarzuela en España e Hispanoamérica. Centro y

periferia, 1800-1950. Madrid: Instituto Complutense de Ciencias Musicales

(ICCMU), 1996-97. pp. 327-349.

GALBIS LÓPEZ, Vicente y VIVES, José María. “Blanquer Ponsoda, Amando”, en

Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999,

vol. 2, pp. 517-518.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Garcés Queralt, Vicente”, en Diccionario de la Música

Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. 5, pp. 381-382.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Oller Benlloch, María Teresa”, en Diccionario de la

Música Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2001, vol. 8, pp. 62-63.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Valencia: de 1800 a 1939”, en Diccionario de la Música

Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2002, vol. 10, pp. 652-658.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. Orquesta de Valencia: 60 años de vida sinfónica. Valencia:

Palau de la Música, 2004.

GALBIS LÓPEZ, Vicente y VIVES, José María. “Blanquer Ponsoda, Amando”, en

Diccionario de la Música Valenciana. Madrid: Iberautor-IVM, 2006, vol. 1, pp.

130-132.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Crítica musical”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor-IVM, 2006, vol. 1, p. 270.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Oller Benlloch, María Teresa”, en Diccionario de la

Música Valenciana. Madrid: Iberautor-IVM, 2006, vol. 2, pp. 163-164.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Opera: IV. La ópera en Valencia de 1939 a 2005”, en

Diccionario de la Música Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones

Culturales, 2006, vol. 2, pp. 184-191.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Ranch Fuster, Eduardo”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 333-

334.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Valencia: de 1800 a 1939”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 531-

538.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Zarzuela”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 605-618.

724

Page 737: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GALLEGO, Antonio. El arte de Joaquín Rodrigo. Madrid: Iberautor Promociones

Culturales, 2003.

GAN QUESADA, Germán. “Manuel de Falla en el panorama musical de posguerra. La

construcción de una imagen (1939-1949)”, en Tiempos de silencio: Actas del IV

Encuentro de investigadores del Franquismo. Valencia: Universitat de València-

Facultat de Geografia i Història, 1999, pp. 607-613.

GAN QUESADA, Germán. “La vigencia del modelo falliano en la música española de

los primeros años 50. Notas sobre la obra inicial de Cristóbal Halffter”, en

Ignacio Henares Cuéllar, María Isabel Cabrera García y Gemma Pérez

Zalduondo (editores). Actas del Congreso ‘Dos décadas de cultura artística en

el franquismo (1936-1956). Granada: Universidad de Granada, 2001, vol. 2, pp.

171-187.

GARCÉS QUERALT, Vicent. Cinc cançons valencianes. València: Institut Valencià de

la Música-Generalitat Valenciana-Piles (Edición a cargo de José Pascual

Hernández Farinos, con el asesoramiento científico de Cristina Urchueguía),

2007.

GARCÉS QUERALT, Vicent. Marinada. València: Institut Valencià de la Música-

Generalitat Valenciana-Piles (Edición a cargo de José Pascual Hernández

Farinos, con el asesoramiento científico de Cristina Urchueguía), 2008.

GARCÉS QUERALT, Vicent. Cantiga (1935)-Retaule Coral (1975-76). València:

Institut Valencià de la Música-Generalitat Valenciana-Piles (Edición a cargo de

José Pascual Hernández Farinos, con el asesoramiento científico de Cristina

Urchueguía), 2009.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “Vicente Asencio”, Cuadernos de Música (Los

Músicos de la República), 1, Madrid: Lira Editorial, 1982, p. 61.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “La generación musical de 1890”, en Historia de la

música de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana-

Alicantina, 1992, pp. 341-360.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “La música del siglo XX anterior a la guerra civil”,

en Historia de la Música de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial

Prensa Alicantina-Prensa Valenciana, 1992, pp. 361-380.

GIRONA, Albert. Guerra i Revolució al País Valencià (1936-1939). València: 3 i 4 ed.,

1986.

725

Page 738: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GIRONA, Albert. “La modernización de las costumbres” en Antoni Furió (dir.),

Historia de Valencia. Valencia: Editorial Prensa Valenciana-Universitat de

Valencia, 1999.

GIRONA, Albert y NAVARRO, Javier. “El día a día en la retaguardia valenciana”, en

Albert Girona y José Miguel Santacreu (dirs.), La Guerra Civil en la Comunidad

Valenciana. Valencia: Ed. Prensa Valenciana-Alicantina, 2006-2007, vol. 10.

GÓMEZ RODA, Alberto. “La entrada de las tropas de Franco”, en Antoni Furió (dir.),

Antoni Furió (dir.), Historia de Valencia. Valencia: Editorial Prensa Valenciana-

Universitat de Valencia, 1999.

GONZÁLEZ LAPUENTE, Alberto. Joaquín Rodrigo. Madrid: SGAE (Colección

Catálogos), 1997.

GONZÁLEZ MANRIQUE, Manuel J. “Sociedad, ocio y comunicación de masas en el

franquismo (1939-1956), en Ignacio Henares Cuéllar, María Isabel Cabrera

García y Gemma Pérez Zalduondo (editores). Actas del Congreso ‘Dos décadas

de cultura artística en el franquismo (1936-1956). Granada: Universidad de

Granada, 2001, vol 1, pp. 143-160.

GONZÁLEZ, Mª Luz. “Martí Alegre, Luis”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, p. 58.

GRACIA, Carmen. Història de l’art valencià. València: Ed. Alfons el Magnànim-IVEI,

1995.

GIL GIMENO, Daniel. Abel Mus: Una vida dedicada al violín. Burriana: Ayuntamiento

de Burriana, 2007.

GUARNER. Lluís. Cançons de terra i de mar. Castelló: Fill de J. Armengot (Societat

Castellonenca de Cultura), 1936. Edición Facsímil realizada en Valencia:

Generalitat Valenciana-Biblioteca Valenciana, 2005.

HERNÁNDEZ, Gil-Manuel. “Las fallas del franquismo”, en Antoni Furió (dir.),

Historia de Valencia. Valencia: Editorial Prensa Valenciana-Universitat de

Valencia, 1999.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Asencio Ruano, Vicent”, en Història de la Música

Catalana, Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. IX, p.

54.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Garcés i Queralt, Vicent”, en Història de la Música

Catalana, Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. IX, p.

232.

726

Page 739: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Grup dels Joves”, en Història de la Música Catalana,

Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. IX, p. 254-255.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Olmos Canet, Ricard”, en Història de la Música

Catalana, Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. X, p.

97.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Sànchez i Fernàndez, Lluís”, en Història de la Música

Catalana, Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. X, pp.

185-186.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Valdés Perlasia, Emili”, en Història de la Música

Catalana, Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. X, p.

243.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Asencio Ruano, Vicente”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 1, pp. 67-68.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Garcés Queralt, Vicente”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 1, pp. 415-

416.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Gil Gallego, Francisco”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor, 2006, vol. 1, p. 439.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Mir Félix, José”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, p. 105.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Olmos Canet, Ricardo”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 165-

166.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Palau Boix, Manuel”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor, 2006, vol. 2, pp. 224-226.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Salvador Segarra, Matilde”, en Diccionario de la

Música Valenciana. Madrid: Iberautor, 2006, vol. 2, pp. 389-391.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Sánchez Fernández, Luis”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 394-

395.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Valdés Perlasia, Emilio”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, p. 523.

LE BORDAYS, Christianne. La música española. Madrid: EDAF, 1978.

727

Page 740: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LEÓN TELLO, Francisco José. La obra pianística de Manuel Palau. Valencia: Instituto

Valenciano de Musicología-Institución Alfonso el Magnánimo-Diputación

Provincial de Valencia, 1956.

LÓPEZ CARRANZA, Mª Cruz. “Palau Boix, Manuel”, en Diccionario de la Música

Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2001, vol. 8, pp. 388-389.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Asencio Ruano, Vicente”, en Gran

Enciclopedia de la Región Valenciana. Valencia: Gran Enciclopedia de la

Región Valenciana, 1973, vol. 2, p. 14.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Cien años de historia del Conservatorio de

Valencia. Valencia: Caja de Ahorros de Valencia, 1979.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Manuel Palau y Vicent Garcés,

antagonistas del sinfonismo valenciano”, Antología de la Música Valenciana.

Valencia: L’anec, 1982, pp. 41-48. A-005. V-2403-1982.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Breviario de Historia de la Música

Valenciana. Valencia: Piles, 1985.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Compositores Valencianos del siglo XX.

Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992.

LÓPEZ DOCAL, José Antonio. “Bertomeu Salazar, Agustín”, en Diccionario de la

Música Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. 2, pp. 413-

415.

LÓPEZ DOCAL, José Antonio. “Bertomeu Salazar, Agustín”, en Diccionario de la

Música Valenciana. Madrid: Iberautor, 2006, vol. 1, pp. 125-127.

MARCO, Tomás. La música de la España Contemporánea. Madrid: Publicaciones

españolas, 1970.

MARCO, Tomás. “La tendencia neoclasicista en la música de esta etapa”, Cuadernos

de Música (Los músicos de la República), 1, Madrid: Lira Editorial, 1982, pp.

51-58.

MARCO, Tomás. Historia de la música española, vol. 6: Siglo XX. Madrid: Alianza

Editorial, 1983.

MARCO, Tomás. “Los años cuarenta”, en Emilio Casares Rodicio, Ismael Fernández

de la Cuesta y José López-Calo (editores). Actas del Congreso Internacional

‘España en la Música de Occidente. Madrid: Ministerio de Cultura, 1987, vol. 2,

pp. 399-411.

728

Page 741: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

MARÍAS, Álvaro. “Joaquín Rodrigo, el cielo luminoso”, en SUÁREZ-PAJARES,

Javier (editor). Centenario. Joaquín Rodrigo. El hombre, el músico, el maestro.

Madrid: Ediciones Sinsentido, 2001.

MARTÍ GUILLAMÓN, Frederic. El carrer de Rubiols. València: Eliseu Climent Ed.,

1997.

MARTÍ GUILLAMÓN, Frederic. La ciutat trista. València: Ed. 3 i 4, 2003.

MARTÍNEZ, Pedro Antonio. Narciso Yepes. Retrato de un hombre honesto. Murcia:

Edición del autor, 1998.

MARTÍNEZ DEL FRESNO, Beatriz. “Nacionalismo e internacionalismo en la música

española de la primera mitad del siglo XX”, Revista de Musicología, vol. XVI,

1, Madrid, 1993, p. 640-657.

MARTÍNEZ DEL FRESNO, Beatriz y MENÉNDEZ SÁNCHEZ, Nuria. “Espectáculos

de baile y danza: Siglo XX”, en Andrés Amorós y José María Díez Borque

(coords.), Historia de los espectáculos en España. Madrid: Ed. Castalia, 1999,

pp. 335-372.

MARTÍNEZ DEL FRESNO, Beatriz. “Realidades y máscaras en la música de la

posguerra”, en Ignacio Henares Cuéllar, María Isabel Cabrera García y Gemma

Pérez Zalduondo (editores). Actas del Congreso ‘Dos décadas de cultura

artística en el franquismo (1936-1956). Granada: Universidad de Granada, 2001,

vol. 2, pp. 31-82.

MEDINA, Angel. “Música española 1936-1956: Rupturas, Continuidades y

Premoniciones”, en Ignacio Henares Cuéllar, María Isabel Cabrera García y

Gemma Pérez Zalduondo (editores). Actas del Congreso ‘Dos décadas de

cultura artística en el franquismo (1936-1956). Granada: Universidad de

Granada, 2001, vol 1, pp. 59-74.

MIRÓ, Adrián. Amando Blanquer en su vida y en su música. Alcoy: Caja de Ahorros de

Alicante y Murcia, 1984.

MIRÓ, Adrián. Amando Blanquer en su vida y en su música (Segunda Parte). Alcoy:

Caja de Ahorros del Mediterráneo-Obras Sociales, 2001.

NAVARRO, Javier. “Agitación cultural y conflicto bélico” en Antoni Furió (dir.),

Historia de Valencia. Valencia: Editorial Prensa Valenciana-Universitat de

València, 1999.

NAVARRO, Javier. “La cultura y los espectáculos”, en Antoni Furió (dir.), Historia de

Valencia. Valencia: Editorial Prensa Valenciana-Universitat de Valencia, 1999.

729

Page 742: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

NAVARRO, Javier. A la revolución por la cultura. Valencia: Universitat de Valencia,

2004.

NAVARRO, Javier. “El mundo mira a Valencia”, en Albert Girona y José Miguel

Santacreu (dirs.), La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana. Valencia: Ed.

Prensa Valenciana-Alicantina, 2006-2007, vol. 7.

NOMMICK, Yvan. “La herencia de la música y el pensamiento de Manuel de Falla”, en

Ignacio Henares Cuéllar, María Isabel Cabrera García y Gemma Pérez

Zalduondo (editores). Actas del Congreso ‘Dos décadas de cultura artística en

el franquismo (1936-1956). Granada: Universidad de Granada, 2001, vol. 2, pp.

9-30.

OLMOS, Ricardo. Cuadernos de Música Folklórica Valenciana: Canciones y danzas

de Onteniente y Belgida. Valencia: Instituto Valenciano de Musicología-

Institución Alfonso el Magnánimo-Diputación Provincial de Valencia, 1950, vol.

1.

OLMOS, Ricardo. Cuadernos de Música Folklórica Valenciana: Canciones y danzas

de Bocairente. Valencia: Instituto Valenciano de Musicología-Institución

Alfonso el Magnánimo-Diputación Provincial de Valencia, 1952, vol. 6.

OLMOS, Ricardo. Cuadernos de Música Folklórica Valenciana: Canciones y danzas

de Morella y Peñíscola. Valencia: Instituto Valenciano de Musicología-

Institución Alfonso el Magnánimo-Diputación Provincial de Valencia, 1957,

vols. 7-8.

OLMOS, Ricardo. Cuadernos de Música Folklórica Valenciana: Canciones y danzas

de Morella, Forcall, Todolella, Castell de Cabres. Valencia: Institución Alfonso

el Magnánimo-Diputación Provincial de Valencia, 1960, vol. 9.

PALACIOS, María. “Rodríguez Albert, Rafael”, en Diccionario de la Música Española

e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2002, vol. 9, pp. 280-282.

PALACIOS, María. Rafael Rodríguez Albert: Canto profundo. Valencia: Institut

Valencià de la Música, 2003.

PALACIOS, María. “Rodríguez Albert, Rafael”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor, 2006, vol. 2, pp. 358-361.

PALACIOS, María. La renovación musical en Madrid durante la dictadura de Primo

de Rivera: El Grupo de los Ocho (1923-1931). Madrid: Sociedad Española de

Musicología, 2008.

730

Page 743: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

PÉREZ, Mariano. El Universo de la Música. Madrid: Sociedad General Española de

Librería, 1980.

PÉREZ MORAGÓN, Francesc. Eduard López-Chavarri. Introducció a Proses de

Viatge. Valencia: Institució Alfons el Magnànim, 1983.

PÉREZ ZALDUONDO, Gemma. “El nacionalismo como eje de la política musical del

primer gobierno regular de Franco (30 de enero de 1938-8 de agosto de 1939)”.

Revista de Musicología, vol. XVIII, 1-2, Madrid, 1995, pp. 247-273.

PÉREZ ZALDUONDO, Gemma. “La música en el contexto del pensamiento artístico

durante el franquismo”, en Ignacio Henares Cuéllar, María Isabel Cabrera

García y Gemma Pérez Zalduondo (editores). Actas del Congreso ‘Dos décadas

de cultura artística en el franquismo (1936-1956). Granada: Universidad de

Granada, 2001, vol. 2, pp. 83-102.

PÉREZ ZALDUONDO, Gemma. “Continuidades y rupturas en la música española

durante el primer franquismo”, en SUÁREZ-PAJARES, Javier (editor). Joaquín

Rodrigo y la música española de los años cuarenta. Valladolid: SITEM-Glares-

Universidad de Valladolid, 2005, pp. 57-78.

REIG, Paula. “Matilde, una vida plena”, en VVAA, Matilde Salvador. Valencia:

Editorial SAÓ, 2000, pp. 11-24.

RUIZ DE LIHORY, José. La Música en Valencia: Diccionario biográfico y crítico.

Valencia: Establecimiento tipográfico Doménech, 1903.

RUVIRA, Josep. Compositores contemporáneos valencianos. València: Edicions

Alfons el Magnànim-IVEI, 1987.

RUVIRA, Josep. “Valencia: desde la Guerra Civil”, en Diccionario de la Música

Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2002, vol. 10, pp. 658-660.

RUVIRA, Josep. “Valencia: desde la Guerra Civil”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor, 2006, vol. 2, pp. 538-540.

SALAZAR, Adolfo. La música contemporánea en España. Madrid: Ediciones La Nave,

1930. Reedición en Oviedo: Universidad de Oviedo, 1982.

SÁNCHEZ, Luis. Introducción a la Estética de la Música. Valencia: Jaime Piles, 1948.

SÁNCHEZ VIDAL, Agustín. “Espectáculos cinematográficos y electrónicos: Cine”, en

Andrés Amorós y José María Díez Borque (coords.), Historia de los

espectáculos en España. Madrid: Ed. Castalia, 1999, pp. 543-559.

SANCHIS GUARNER, Manuel. La ciutat de València: Síntesi d’Història i Geografia

Urbana. 5ª edición, València: Ajuntament de València, 1989.

731

Page 744: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SEGUÍ, Salvador. Vicente Asencio. Madrid: SGAE (Colección Catálogos), 1996.

SEGUÍ, Salvador. “La música en los compositores valencianos del periodo modernista”,

en AAVV. El Modernismo en la Comunidad Valenciana (Catálogo de la

Exposición). Valencia: Generalitat Valenciana, 1997, pp. 345-352.

SEGUÍ, Salvador. Manuel Palau. Madrid: SGAE (Colección Catálogos), 1998.

SEGUÍ, Salvador. Manuel Palau (1893-1967).Valencia: Consell Valencià de Cultura,

1999.

SEGUÍ, Salvador. “Valdés Perlasia, Emilio”, en Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2002, vol. 10, p. 642.

SIN AUTOR. Sociedad Filarmónica de Valencia, 1912-1962. Memoria. Valencia:

Talleres tipográficos de Semana Gráfica S.A, 1962.

SIN AUTOR. “Asèncio, Vicent”, en Gran Enciclopèdia Catalana. Barcelona:

Enciclopèdia Catalana S.A, 1970, vol. 3, p. 229.

SIN AUTOR. “Olmos i Canet, Ricard”, en Gran Enciclopèdia Catalana. Barcelona:

Enciclopèdia Catalana S.A, 1970, vol. 16, p. 363.

SIN AUTOR. “Garcés Queralt, Vicent”, en Gran Enciclopedia Valenciana. Valencia:

Difusora de Cultura Valenciana, 1991, vol. 4, p. 336.

SIN AUTOR. “Olmos Canet, Ricardo”, en Gran Enciclopedia Valenciana. Valencia:

Difusora de Cultura Valenciana, 1991, vol. 6, p. 321.

SIN AUTOR. “Olmos Canet, Ricardo”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 11, pp. 240-241.

SIN AUTOR. “Sánchez Fernández, Luis”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 14, pp. 295-296.

SIN AUTOR. “Thous Llorens, Maximilià”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 16, pp. 28-29.

SIRERA, Josep Lluís. El Teatre Principal de València. València: Ed. Alfons el

Magnànim-IVEI, 1986.

SIRERA, Josep Lluís. Història de la literatura valenciana. València: Ed. Alfons el

Magnànim-IVEI, 1995.

SOLBES, Rosa. Matilde Salvador. Converses amb una compositora apassionada.

València: Tàndem Edicions, 2007.

SOPEÑA, Federico. “Eduardo López-Chavarri”, Concierto-Homenaje a Eduardo

López-Chavarri Marco por la Orquesta de Cámara de la Hermandad Católico

Ferroviaria. Valencia: J. Doménech, 1971.

732

Page 745: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SOPEÑA, Federico. Historia de la música española contemporánea. Madrid: Rialp,

1956. Reedición en Madrid: Rialp, 1976.

SOPEÑA, Federico. “Herencias y realidades. Vasos comunicantes entre París, Madrid y

Barcelona”, en La música en la Generación del 27. Homenaje a Lorca. Madrid:

Ministerio de Cultura, 1987, pp. 43-46.

SUÁREZ-PAJARES, Javier. Agustín Bertomeu. Madrid: SGAE (Colección Catálogos),

1991.

SUÁREZ-PAJARES, Javier. “La clamorosa intimidad de Vicente Asencio”, Vicente

Asencio, obras completas para guitarra sola. Denis Azabagic, guitarra. Madrid:

Opera tres ediciones musicales, 2000. CD 1032-ope. D.L.: M-14347-2000.

SUÁREZ-PAJARES, Javier (editor). Centenario. Joaquín Rodrigo. El hombre, el

músico, el maestro. Madrid: Ediciones Sinsentido, 2001.

SUÁREZ-PAJARES, Javier. “Catálogo: El músico”, en SUÁREZ-PAJARES. Javier

(editor), Centenario. Joaquín Rodrigo. El hombre, el músico, el maestro.

Madrid, Ediciones Sinsentido, 2001.

SUÁREZ-PAJARES, Javier. Joaquín Rodrigo. Imágenes de una vida plena (1901-

1999). Madrid: SGAE, 2001.

SUÁREZ-PAJARES, Javier. “El período de entreguerras como ámbito de estudio de la

música española”, en SUÁREZ-PAJARES. Javier (editor). Música española

entre dos guerras 1914-1945. Granada: Archivo Manuel de Falla, 2002, pp. 9-

17.

SUÁREZ-PAJARES, Javier. “Joaquín Rodrigo en la vida musical y la cultura española

de los años cuarenta. Ficciones, realidades, verdades y mentiras de un tiempo

extraño”, en SUÁREZ-PAJARES, Javier (editor). Joaquín Rodrigo y la música

española de los años cuarenta. Valladolid: SITEM-Glares-Universidad de

Valladolid, 2005, pp. 15-56.

SUÁREZ-PAJARES, Javier. “Asensi Martín, Miguel”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 1, pp. 68-69.

SUBIRÁ, José. Historia de la música española e hispanoamericana. Barcelona: Salvat,

1953.

SUBIRÁ, José. La Musique espagnole. “Que sais-je?”, Paris: Presses Universitaires de

France, 1959.

SUBIRÁ, José. Música (Manual de 1º de BUP). Madrid: Compañía Bibliográfica

Española, 1975.

733

Page 746: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VALOR CALATAYUD, Ernesto. “Palacio García, Carlos”, en Diccionario de la

Música Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2001, vol. 8, p. 377.

VALLS GORINA, Manuel. La Música Catalana Contemporània. Barcelona: Ed.

Selecta, 1960.

VALLS GORINA, Manuel. La música española después de Manuel de Falla. Madrid:

Revista de Occidente, 1962.

VALLS GORINA, Manuel. Diccionario de la Música. Madrid: Alianza Editorial, 1971.

VIDAL, Antonio. “Sociedades Musicales”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Madrid: Iberautor, 2006, vol. 2, p. 458.

VIVES, José María. Rafael Rodríguez Albert: el compositor y su obra. Madrid:

Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles, 1987.

VIVES, José María. “Asencio Ruano, Vicente”, en Diccionario de la Música Española

e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. 1, p. 790.

VIVES, José María. “Blanes Arques, Luis”, en Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. 2, p. 515-516.

VIVES, José María. “Blanes Arques, Luis”, en Diccionario de la Música Valenciana.

Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 1, pp. 128-129.

VVAA. Gran Enciclopedia de la Región Valenciana. 12 vol. Director: Manuel Mas.

Valencia: G.E.R.V (Gran Enciclopedia de la Región Valenciana), 1972-1973.

VVAA. The New Grove Dictionary of Music and Musicians. Londres: MacMillan

Publishers Ltd, 1980 (reedición 2001).

VVAA. “Los músicos de la República”, Cuadernos de Música, año 1, 1, Madrid: Lira

Editorial, 1982.

VVAA. Crónica de un centenario. Valencia: Piles, 1983.

VVAA. València, capital cultural de la República (1936-1937). Antologia de textos i

documents. València: Conselleria de Cultura, Educació i Ciencia-Generalitat

Valenciana, 1986.

VVAA. Historia de la Música de la Comunidad Valenciana. Director Gonzalo

Badenes. Alicante: Prensa Alicantina- Valencia: Prensa Valenciana, 1992.

VVAA. Historia de los espectáculos en España. Coordinadores: Andrés Amorós y José

María Díez Borque. Madrid: Ed. Castalia, 1999.

VVAA. Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. 10 vol. Director:

Emilio Casares. Madrid: SGAE, 1999-2002.

734

Page 747: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VVAA. Historia de la Música Catalana, Valencia i Balear. 10 vol. Director: Xosé

Aviñoa. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002.

VVAA. Matilde Salvador. Valencia: Editorial Saó, 2000.

VVAA. Música española entre dos guerras, 1914-1945. Granada: Archivo Manuel de

Falla, 2002.

VVAA. Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana. 18 vol. Director: Manuel

Cerdà. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005-2008.

VVAA. Diccionario de la Música Valenciana. 2 vol. Director Emilio Casares. Madrid:

Iberautor Promociones Culturales, 2006.

ZABALA, Fernanda. La Valencia de los años 50. Alaquàs: Carena Editors, 1998

PRENSA Y REVISTAS

SIN AUTOR. Boletín Musical, 149, 30-III-1898.

EDUARDUS [LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo]. “Revista Musical: Colección

de intermedios orgánicos por D. Francisco Antich”, Las Provincias, Valencia, 2-

VIII-1901.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “La Sociedad Filarmónica…”, Las

Provincias, Valencia, 20-II-1912.

RANCH, Eduardo. “En el Conservatorio de Valencia: Homenaje al músico Cuesta”,

Libertad, Valencia, 3-I-1922.

SIN AUTOR. “Los teatros en 1926”, Almanaque de Las Provincias para 1927,

Valencia: Establecimiento Tipográfico Doménech, 1926

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 6-III-1926, p. 2.

SIN AUTOR. “Musicales: El novel compositor Luis Sánchez”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 9-III-1926, p. 3.

LL. P. “De Arte: Luis Sánchez Fernández”, El Pueblo, Valencia, 12-III-1926.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 13-III-1926, p. 4.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 27-III-1926, p. 2.

SIN AUTOR. “La Banda Municipal…”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 28-III-

1926.

735

Page 748: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Concierto en los Viveros”, La Correspondencia de Valencia, Valencia,

22-V-1926.

SIN AUTOR. “Concierto en los Viveros”, La Correspondencia de Valencia, Valencia,

10-VII-1926.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, Las Provincias, Valencia, 7-VIII-1926, p. 3.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 7-VIII-1926, p. 3.

SIN AUTOR. “Crónica Valenciana: Concierto en los Viveros”, Diario de Valencia,

Valencia, 7-VIII-1926, p. 5.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 7-VIII-1926,

p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Viveros Municipales”, Las Provincias,

Valencia, 8-VIII-1926, p. 2.

PALAU, Manuel. “Musicales: Viveros Municipales”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 10-VIII-1926, p. 1.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “El maestro Antich”, Las Provincias,

Valencia, 9-X-1926, p. 1.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “De Música: Obras musicales nuevas-

Músicos Jóvenes Valencianos”, Las Provincias, Valencia, 21-XII-1926, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: Nueva orquesta de

instrumentos de arco”, Las Provincias, Valencia, 22-XII-1926, p. 3.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 19-III-1927.

SIN AUTOR. “Regional”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 7-IV-1927.

SIN AUTOR. “Regional: Estreno de ‘La purea del amor’”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 8-IV-1927.

SIN AUTOR. “Regional”, Las Provincias, Valencia, 8-IV-1927.

SIN AUTOR. “Teatro Regional: ‘La purea del amor’”, El Pueblo, Valencia, 8-IV-1927.

SIN AUTOR. “La Banda Municipal…”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 26-VI-

1927.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 6-VII-1927.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Concierto en los Viveros”, El

Mercantil Valenciano, Valencia, 7-VII-1927.

EME. “Noticiero Musical: La Sinfónica en los Viveros”, La Voz Valenciana, Valencia,

7-VII-1927.

SIN AUTOR. “En el Ateneo Regional…”, Las Provincias, Valencia, 23-XII-1927.

736

Page 749: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Musicales”, Diario de Valencia, Valencia, 27-XII-1927.

SIN AUTOR. “En el Ateneo Regional…”, El Pueblo, Valencia, 14-III-1928.

SIN AUTOR. “La Banda Municipal…”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 10-VI-

1928.

SIN AUTOR. “II Juegos Florales de Cullera…Convocatoria”, Sucrona, 321, Cullera, 1-

XII-1928, pp. 3-4.

SIN AUTOR. “La Banda Municipal…”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 5-

I-1929.

SIN AUTOR. “Ecos: II Juegos Florales de Cullera”, Sucrona, 328, Cullera, 19-I-1929,

p. 6.

AMADÍS DE GAULA. “II Juegos Florales de Cullera: La Fiesta del día 9 de Febrero”,

Sucrona, 329, Cullera, 26-I-1929, pp. 1-2.

SIN AUTOR. “Ecos: II Juegos Florales de Cullera”, Sucrona, 329, Cullera, 26-I-1929,

pp. 6-7.

SIN AUTOR. “Información general”, Sucrona, 332, Cullera, 16-II-1929, pp. 1-4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Sucrona, 334, Cullera, 2-III-1929, p. 7.

SIN AUTOR. “La Orquesta de Cámara ‘Pro-Arte’”, Sucrona, 338, Cullera, 30-III-1929,

p. 6.

P. B. (PALAU BOIX, Manuel). “Bandas de Música: Valencia-XXXVII Concurso

Regional de Bandas Civiles”, Boletín Musical de Córdoba, Córdoba, julio 1929,

pp. 15-16.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “La formación de las orquestas”, Cullera, 1,

Cullera, agosto 1929.

SIN AUTOR. “El Certamen Musical”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 3-VIII-1929.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 12-

IV-1930, p. 1.

SIN AUTOR. “En la Filarmónica”, Las Provincias, Valencia, 12-IV-1930, p. 1.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 13-IV-1930,

p. 9.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia, Valencia,

13-IV-1930, p. 8.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, El Pueblo, Valencia, 13-IV-1930, p. 8.

V. (VALDES PERLASIA, Emilio). “Sociedad Filarmónica: Orquesta Sinfónica”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 16-IV-1930, p. 2.

737

Page 750: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En la Filarmónica”, Las Provincias,

Valencia, 16-IV-1930, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia,

Valencia, 16-IV-1930, p. 8.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Sociedad Filarmónica: Concierto

XX por la Orquesta Sinfónica de Valencia”, El Mercantil Valenciano, Valencia,

16-IV-1930, p. 4.

SIN AUTOR. “En la Filarmónica: Concierto por la Sinfónica de Valencia”, El Pueblo,

Valencia, 17-IV-1930, p. 4.

SIN AUTOR. “Los conciertos de la Sinfónica”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 11-VII-1930.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 3-III-1931.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia,

Valencia, 23-IV-1931.

PALAU, Manuel. “En ‘Lo Rat-Penat’”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 7-

V-1931.

SIN AUTOR. “Crónica musical: Orquesta Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia,

Valencia, 20-V-1931, p. 8.

SIN AUTOR. “Orquestra Valenciana de Cambra”, El Pueblo, Valencia, 20-V-1931, p.

4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Orquestra Valenciana de Cambra”, Diario de

Valencia, Valencia, 21-V-1931, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: Presentación de la

Orquesta Valenciana de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 21-V-1931, p. 16.

PALAU, Manuel. “Musicales: Orquesta Valenciana de Cambra”, La Correspondencia

de Valencia, Valencia, 22-V-1931, p. 2.

SIN AUTOR. “La Orquesta Valenciana de Cambra”, La Voz Valenciana, Valencia, 22-

V-1931, p. 1.

SIN AUTOR. “Los Conciertos…Orquesta Valenciana de Cambra”, El Pueblo,

Valencia, 24-V-1931, p. 9.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 26-VII-1931.

SIN AUTOR. “A la Junta Nacional de la Música y Teatros Líricos”, La Voz Valenciana,

Valencia, 17-VIII-1931.

738

Page 751: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LA COMISIÓN ORGANIZADORA. “Música de Cámara”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 13-XI-1931, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 15-XI-

1931, p. 2.

PALAU, Manuel. “Musicales: Música de Cámara-El pianista Alamán”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-XII-1931.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: El pianista Agustín

Alamán”, Las Provincias, Valencia, 22-XII-1931.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 23-XII-1931.

SIN AUTOR. “Orquestra de Cambra”, Sucrona, 489, Cullera, 20-II-1932, p. 6.

SIN AUTOR. “Orquestra de Cambra”, Sucrona, 490, Cullera, 27-II-1932, p. 7.

SIN AUTOR. “Orquestra de Cambra”, Sucrona, 491, Cullera, 5-III-1932, p. 7.

SIN AUTOR. “Concierto Popular”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 20-III-1932.

VALDÉS PERLASIA, Emilio. “Musicales: En la Plaza de Emilio Castelar”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-III-1932.

ARIEL. “Interviú con el maestro D. Manuel Palau”, Sucrona, 495, Cullera, 2-IV-1932,

pp. 1-3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: La Asociación

Profesional de Estudiantes de Música y Declamación”, Las Provincias,

Valencia, 22-IV-1932.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 19-V-

1932, p. 1.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 19-V-1932, p. 4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 19-V-1932, p. 4.

SIN AUTOR. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 20-

V-1932, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 20-V-1932, p.

3.

VALDES PERLASIA, Emilio. “Musicales: Primer Aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-V-

1932, p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 21-V-1932, p. 8.

739

Page 752: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “En el Conservatorio: I Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 24-V-1932, p. 7.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 25-V-1932, p. 13.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica: Justa petición”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 27-V-1932, p. 3.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 9-VII-1932, p. 8.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales: Concierto por la Sinfónica”, El Mercantil

Valenciano, Valencia, 10-VII-1932, p. 3.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Viveros Municipales”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 12-VII-1932, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “La Orquesta de Cámara”, Las Provincias,

Valencia, 15-VII-1932, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 20-XI-1932.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cambra”, Diario de Valencia,

Valencia, 22-XI-1932.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 25-I-

1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 26-I-1933, p. 4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 26-I-1933, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 26-I-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 26-I-1933, p. 5.

SIN AUTOR. “Notas Artísticas”, Las Provincias, Valencia, 27-I-1933, p. 5.

GOMÀ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cambra”, Diario de Valencia,

Valencia, 28-I-1933, p. 8.

PALAU, Manuel. “Musicales: Josefina Robledo y el Cuarteto de Valencia”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 30-I-1933, p. 6.

C. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 1-II-1933, p. 3.

V. LL. P. [V. Llopis Piquer]. “De Arte Musical: Josefina Robledo y el Cuarteto

Valencia”, El Pueblo, Valencia, 1-II-1933, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Información Musical: Valencia. En el Conservatorio de Valencia”,

Ritmo, 65, Madrid, febrero 1933, pp. 9-10.

740

Page 753: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “La Música Valenciana”, Ritmo, 66, Madrid,

marzo 1933, pp. 6-8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 14-III-

1933, p. 4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 15-III-1933, p.

3.

SIN AUTOR. “Música de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 16-III-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “De Arte: Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 16-III-1933, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música de Cambra”, Las Provincias,

Valencia, 18-III-1933, p. 13.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Orfeó Valencià y Música de Cambra”, Diario de

Valencia, Valencia, 18-III-1933, p. 1.

SIN AUTOR. “Musicales: Música de Cambra”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 21-III-1933, p. 2.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Música de Cámara”, El Mercantil

Valenciano, Valencia, 23-III-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 10-V-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 10-V-1933, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Voz Valenciana, Valencia, 11-V-1933, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 11-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, Las Provincias, Valencia, 11-V-1933, p. 16.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 12-V-1933, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 13-V-1933, p. 13.

SIN AUTOR. “Musicales. Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-V-

1933, p. 8.

741

Page 754: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 13-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Noticias de Arte. En el Círculo de Bellas Artes: El Concierto de esta

noche”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 19-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “En honor de Cecilio Pla”, El Pueblo, Valencia, 19-V-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Escuela Normal: Masa Coral Normalista”, Diario de Valencia,

Valencia, 31-V-1933, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “La Masa Coral Normalista”, Diario de Valencia, Valencia, 2-VI-

1933, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Masa Coral Normalista”, Las Provincias,

Valencia, 2-VI-1933, p. 3.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: I Aniversario de la Masa Coral Normalista”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 5-VI-1933, p. 6.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “La Masa Coral Normalista en el

primer aniversario de su creación”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 7-VI-

1933.

SIN AUTOR. “Noticiario”, Musicografía, 3, Monóvar, julio de 1933.

SIN AUTOR. “Conciertos en los Viveros”, Las Provincias, Valencia, 12-VII-1933, p.

5.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, Diario de

Valencia, Valencia, 12-VII-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, El Mercantil

Valenciano, Valencia, 12-VII-1933, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Los Conciertos de la Orquesta Sinfónica en los

Viveros Municipales”, Diario de Valencia, Valencia, 13-VII-1933, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En los Viveros: Abelardo Mus”, Las

Provincias, Valencia, 13-VII-1933, p. 5.

VALDÉS, Emilio. “Tres interesantes obras del maestro Manuel Palau”, Ritmo, 70,

Madrid, agosto 1933, p. 6.

SIN AUTOR. “Información Musical: Valencia. Segundo aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Ritmo, 71, Madrid, septiembre 1933, pp. 12-13.

SIN AUTOR. “Valencia”, Musicografía, 7, Monóvar, noviembre 1933, p. 164.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 29-XI-

1933, p. 4.

742

Page 755: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 29-XI-1933, p. 1.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 29-XI-1933, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 30-XI-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Sección Bandas: Nueva Sociedad”, Musicografía, 8, Monóvar,

diciembre 1933, p. 186.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música de Cámara: Rosa García Faria”, Las

Provincias, Valencia, 3-XII-1933, p. 1.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 6-XII-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-

XII-1933, p. 1.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 23-XII-1933,

p. 7.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 24-XII-1933, p. 5.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 26-XII-1933, p. 2.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquesta Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-XII-1933, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música de Cámara”, Las Provincias,

Valencia, 29-XII-1933, p. 1.

GÁLVEZ BELLIDO, Bernardino. “Manuel Palau”, Musicografía, 9, Monóvar, enero

1934, pp. 3-4.

SIN AUTOR. “Noticiario”, Musicografía, 9, Monóvar, enero 1934.

SIN AUTOR. “Información Musical: Madrid. Orquesta Filarmónica”, Ritmo, 77,

Madrid, enero 1934, p. 10.

SIN AUTOR. “Nueva entidad musical”, La Correspondencia de Valencia, Valencia,

18-I-1934.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: Sobre la Orquesta Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-I-1934, p. 1. (Reproduce una crítica

de Adolfo Salazar publicada en El Sol, Madrid).

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “De Música: Masa Coral Normalista y

Orquesta de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 30-I-1934, p. 12.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: La Masa Coral Normalista y la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 30-I-1934, p. 10.

743

Page 756: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Masa Coral Normalista: El Festival del domingo”, El Mercantil

Valenciano, Valencia, 30-I-1934, p. 3.

SIN AUTOR. “Nueva entidad musical”, Musicografía, 10, Monóvar, febrero 1934, p.

40.

RIBÓ, Jesús A. [José Subirà]. “Vida musical: Madrid”, Musicografía, 10, Monóvar,

febrero de 1934, p. 46.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: La Masa Coral Normalista y la Orquesta

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 2-II-1934,

p. 2.

GARCÉS, Enrique. “La joven Escuela Musical Valenciana: Impresiones de un

valencianista alrededor de una obra genuinamente nuestra”, Sucrona, 591,

Cullera, 3-II-1934, p. 3.

RANCH, Eduardo. “La Sociedad Filarmónica: Un llamamiento”, La Correspondencia

de Valencia, Valencia, 19-II-1934, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 22-II-

1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 22-II-1934,

p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 22-II-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 23-II-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Concierto de Folklore”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 24-

II-1934, p. 1.

SIN AUTOR. “De ambiente musical”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 24-II-1934,

p. 3.

SIN AUTOR. “La Masa Coral Normalista en Nostre Teatre”, La Voz Valenciana,

Valencia, 24-II-1934, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquestra Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 25-II-1934, p. 13.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 25-II-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica de Valencia”, La Voz Valenciana, Valencia, 26-

II-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, El Pueblo, Valencia, 27-II-1934, p. 4.

744

Page 757: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: La Masa Coral Normalista y la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 27-II-1934, p. 2.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra-La

Masa Coral Normalista”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 28-II-

1934, p. 3.

SIN AUTOR. “De Música: El Manifiesto del Grupo de los Jóvenes”, Las Provincias,

Valencia, 28-II-1934.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Concierto del Domingo”, Las

Provincias, Valencia, 28-II-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “El concierto de la Masa Coral Normalista y de la ‘Orquesta Valenciana

de Cambra’”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 28-II-1934, p. 4.

PALAU, Manuel. “Los compositores valencianos de la última promoción”,

Musicografía, 11, Monóvar, marzo 1934, pp. 51-53.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En la Filarmónica”, Las Provincias,

Valencia, 1-III-1934, p. 5.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia,

Valencia, 1-III-1934, p. 8.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Sociedad Filarmónica: Concierto

IX por la Orquesta Sinfónica del maestro Izquierdo, con la colaboración del

pianista don José Bellver”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 1-III-1934, p. 3.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquesta Sinfónica y el pianista Bellver”,

La Correspondencia de Valencia, Valencia, 2-III-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 3-

III-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 3-III-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “El concierto de hoy en los Viveros”, El Pueblo, Valencia, 4-III-1934, p.

2.

V.P. (VALDÉS PERLASIA, Emilio). “El pianista José Bellver en la Filarmónica”, El

Mercantil Valenciano, Valencia, 8-III-1934, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 17-IV-

1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 17-IV-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 18-IV-1934, p.

4.

745

Page 758: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: Música de Cámara”,

Las Provincias, Valencia, 19-IV-1934, p. 4.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-IV-1934, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 20-IV-1934, p. 2.

GÁLVEZ BELLIDO Bernardino. “El Conservatorio de Castellón”, Musicografía, 13,

Monóvar, mayo 1934, p. 108.

SIN AUTOR. “Nuestra portada: Manuel Palau”, Ritmo, 85, Madrid, 1-V-1934, p. 5.

SIN AUTOR. “Información Musical: Valencia”, Ritmo, 85, Madrid, 1-V-1934, p. 12.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 23-V-1934,

p. 6.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 24-V-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “La Orquestra Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 24-

V-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 25-V-1934, p.

3.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Orquesta Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia,

Valencia, 26-V-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-V-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “De Música: Tercer Aniversario”, Las Provincias, Valencia, 29-V-1934,

p. 2.

SIN AUTOR. “De Música: Concurso Musical”, Las Provincias, Valencia, 29-V-1934,

p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 30-V-1934, p. 3.

SIN AUTOR. “Noticiario”, Musicografía, 14, Monóvar, junio 1934.

SIN AUTOR. “El Círculo de Bellas Artes…”, Musicografía, 14, Monóvar, junio 1934,

p. 125.

SIN AUTOR. “Mundo Musical”, Ritmo, 87, Madrid, 1-VI-1934, p. 15.

PALAU, Manuel. “Los compositores valencianos de la última promoción”, Ritmo, 88,

Madrid, 15-VI-1934, pp. 4-5.

746

Page 759: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Grupo de jóvenes compositores valencianos…”, Ritmo, 88, Madrid, 15-

VI-1934, p. 8.

SERRANO, J. “Nombres”, Rosas y espinas, julio 1934.

JOPECOR. “Valencia: Música de Cámara”, Musicografía, 15, Monóvar, julio 1934, p.

168.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “El Concierto en los Viveros”, Las

Provincias, Valencia, 1-VII-1934, p. 5.

SIN AUTOR. “De Arte: La Orquesta de Cámara y Elena Cuñat”, El Pueblo, Valencia,

1-VII-1934, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: Orquesta Valenciana

de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 3-VII-1934, p. 6.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: Elena Cuñat y la Orquesta de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 3-VII-1934, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 3-VII-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “En la Casa de la Ciudad: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 4-VII-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Círculo de Bellas Artes: Sección de Música”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 4-VII-1934, p. 7.

SIN AUTOR. “Círculo de Bellas Artes: Sección de Música”, Diario de Valencia,

Valencia, 4-VII-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Círculo de Bellas Artes de Valencia: Sección de Música”, La Voz

Valenciana, Valencia, 4-VII-1934, p. 6.

SIN AUTOR. “Círculo de Bellas Artes de Valencia: Sección de Música”, El Pueblo,

Valencia, 4-VII-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Círculo de Bellas Artes: Sección de Música”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 4-VII-1934, p. 4.

SIN AUTOR. “Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 5-VII-1934, p. 3.

SIN AUTOR. “La Orquesta Valenciana de Cambra”, El Pueblo, Valencia, 5-VII-1934,

p. 1.

SIN AUTOR. “Una calle al Maestro Iturbi”, El Pueblo, Valencia, Valencia, 5-VII-1934,

p. 1.

747

Page 760: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Círculo de Bellas Artes de Valencia: Sección de Música”, Las

Provincias, Valencia, 5-VII-1934, p. 5.

SIN AUTOR. “Círculo de Bellas Artes de Valencia: Sección de Música”, La Voz

Valenciana, Valencia, 10-VII-1934, p. 6.

SIN AUTOR. “Círculo de Bellas Artes de Valencia: Sección de Música”, Las

Provincias, Valencia, 11-VII-1934, p. 3.

SIN AUTOR. “Notas de Arte. Círculo de Bellas Artes de Valencia: Sección de

Música”, Diario de Valencia, Valencia, 11-VII-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Círculo de Bellas Artes de Valencia: Sección de Música”, El Pueblo,

Valencia, 11-VII-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “El Maestro Izquierdo”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-

VII-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Nuestros Músicos: Joaquín Rodrigo”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 22-VII-1934, p. 4.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 24-

VII-1934, p. 1.

SIN AUTOR. “En los Jardines del Real: Hoy se dará a conocer el poema ‘Per la flor del

lliri blau’”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 26-VII-1934, p. 6.

SIN AUTOR. “Estreno de la obra premiada en el Concurso del Círculo de Bellas

Artes”, Las Provincias, Valencia, 26-VII-1934, p. 3.

SIN AUTOR. “La Feria de Julio: Viveros Municipales”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 26-VII-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “La Feria de Julio. Viveros Municipales: Concierto por la Orquesta

Sinfónica con la cooperación de los violinistas valencianos Pascual Camps y

Abelardo Mus”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 27-VII-1934, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Concierto en los Viveros: Estreno de un

poema sinfónico de Joaquín Rodrigo”, Las Provincias, Valencia, 27-VII-1934,

p. 7.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: La Sinfónica en los Viveros. Un Poema de

Rodrigo”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-VII-1934, p. 6.

SIN AUTOR. “Los Conciertos de la Orquesta Sinfónica en los Viveros”, Diario de

Valencia, Valencia, 27-VII-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Concierto por la Orquesta Sinfónica”, La Voz Valenciana, Valencia, 27-

VII-1934, p. 1.

748

Page 761: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

FORNET, Emilio. “Asteriscos de luz a una noche de música”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 31-VII-1934, p. 1.

JOPECOR. “Valencia: Música de Cambra”, Musicografía, 16, Monóvar, agosto 1934,

pp. 191-192.

SIN AUTOR. “Noticiario”, Musicografía, 16, Monóvar, agosto 1934.

FORNET, Emilio. “Laurel de naranjo”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 9-VIII-

1934.

ABELLÁN, Antonio M. “La música bajo el signo de la República”, Musicografía, 17,

Monóvar, septiembre 1934, pp. 195-196.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio: Concierto por la Orquesta de Cámara”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-XI-1934, p. 1.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Círculo de Bellas Artes: Enrique Cuñat.

Elena Cuñat”, Las Provincias, Valencia, 21-XI-1934, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio”, Las Provincias,

Valencia, 22-XI-1934, p. 5.

SIN AUTOR. “Concierto de la Orquestra Valenciana de Cambra en el Conservatorio”,

La Voz Valenciana, Valencia, 22-XI-1934, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 22-XI-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Información Musical: Madrid”, Ritmo, 99, Madrid, 1-XII-1934, p. 12.

ABELLÁN, Antonio M. “Compositores valencianos: El ‘Grupo de los Jóvenes’”,

Musicografía, 21, Monóvar, enero 1935, pp. 3-5.

SIN AUTOR. “Bilbao”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 4-I-1935, p. 6.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: La música valenciana en 1934”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 8-I-1935, p. 8.

ABELLÁN, Antonio M. “El Conservatorio de Castellón de la Plana”, Ritmo, 102,

Madrid, 15-I-1935, pp. 5-6.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Ediciones Recientes”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 26-II-1935, p. 8.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-

IV-1935, p. 6.

SIN AUTOR.”Sociedad Filarmónica”, Las Provincias, Valencia 13-IV-1935, p. 14.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica de Valencia”, La Voz Valenciana, Valencia, 13-

IV-1935, p. 8.

749

Page 762: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Samuel Lazar y su conferencia sobre Folk-lore”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 16-IV-1935, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En la Filarmónica”, Las Provincias,

Valencia, 17-IV-1935, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia,

Valencia, 17-IV-1935, p. 8.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Sociedad Filarmónica: Concierto

XV por la Orquesta Sinfónica”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 17-IV-1935,

p. 5.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Sociedad Filarmónica”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 18-IV-1935, p. 2.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 17-V-1935,

p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 18-V-1935, p.

3.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 18-

V-1935, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 18-V-1935, p. 8.

GARCÉS, Vicent. “Les arts i les lletres: Música”, El País Valencià, 1, Valencia, 18-V-

1935, p. 4,

SIN AUTOR. “En la Casa de la Ciudad-Música de Cámara”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 20-V-1935, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 21-V-1935, p. 12.

SIN AUTOR. “El director de la Orquesta…”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 21-V-

1935, p. 2.

SIN AUTOR. “…Al señor Gisbert…”, Las Provincias, Valencia, 21-V-1935, p. 2.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra, celebra el IV

Aniversario de su fundación”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 22-V-

1935, p. 6.

SOCIETAT VALENCIANA D’AUTORS. “Radio: Societat Valenciana d’Autors. La

mitja hora dels autors valencians”, El País Valencià, 2, Valencia, 25-V-1935, p.

4.

GARCÉS, Vicent. “Balls Rusos”, El País Valencià, 3, Valencia, 1-VI-1935, p. 4.

750

Page 763: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GARCÉS, Vicent. “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3,

Valencia, 1-VI-1935, p. 4.

CARBÓ. “La Música: Estrenes recents dels nostres músics”, El País Valencià, 4,

Valencia, 8-VI-1935, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: Música de Cámara-

Cuarteto de Cuerda”, Las Provincias, Valencia, 13-VI-1935.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 13-VI-1935.

ABELLÁN, Antonio M. “Edición Musical: Dos canciones de Vicente Garcés”, Ritmo,

112, Madrid, 15-VI-1935, p. 13.

GARCÉS, Vicent. “Els nostres compositors: Manuel Palau”, El País Valencià, 6,

Valencia, 22-VI-1935, p. 6.

L.A. “Música: Nova Orquestra”, El País Valencià, 7, Valencia, 29-VI-1935, p. 4.

MINGOTE, Angel. “Conciertos: Teruel. Orquesta Valenciana de Cambra”, Ritmo, 113,

Madrid, julio 1935, pp. 12-13.

GARCÉS, Enrique. “Divulgación: Juglares, Trovadores y Troveros”, Musicografía, 27,

Monóvar, julio 1935, p. 155.

SIN AUTOR. “Concierto de la Sinfónica”, La Correspondencia de Valencia, Valencia,

13-VII-1935.

GARCÉS, Vicent. “Música: Concerts Unger”, El País Valencià, 9, Valencia, 13-VII-

1935, p. 2.

GARCÉS, Vicent. “Música: Concerts Radio Valencia”, El País Valencià, 11, Valencia,

27-VII-1935.

SIN AUTOR. “Mundo Musical: Concursos Nacionales de Bellas Artes”, Ritmo, 114,

Madrid, agosto 1935, p. 14.

ABELLÁN, Antonio M. “La Orquestra Valenciana de Cambra”, Musicografía, 28,

Monóvar, agosto 1935, pp. 167-168.

SIN AUTOR. “Activitats del Consell: Representacions”, Timó, 2-3, València, agost-

setembre 1935, p. 3.

BERENGUER, E. “Entrevistas de Ritmo: E. L. Chavarri y la música valenciana”,

Ritmo, 115, Madrid, septiembre 1935, pp. 9-10.

RODRIGO, Joaquín. “Ritmo en París: Crónica de J. Rodrigo”, Ritmo, 115, Madrid,

septiembre 1935, pp. 16-17.

751

Page 764: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GARCÉS, Vicent. “Del País Valencià: Els nostres compositors-Manuel Palau”,

Sucrona, 674, Cullera, 7-IX-1935, pp. 1-3.

GÁLVEZ BELLIDO, B. “Agrupaciones Sinfónicas: Orquestas Municipales”, Ritmo,

116, Madrid, 1-X-1935, p. 12.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio”, Las Provincias, Valencia, 8-X-1935, p. 12.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 8-

X-1935, p. 10.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Isabel Algarra y Francisco Gil”, El Pueblo,

Valencia, 8-X-1935, p. 2.

SIN AUTOR. “Música: La Orquesta Valenciana de Cambra…”, La Voz Valenciana,

Valencia, 8-X-1935, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 9-X-

1935, p. 1.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 9-X-1935, p. 4.

SIN AUTOR. “En la Casa de la Ciudad: La Orquestra Valenciana de Cambra a

Barcelona”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 10-X-1935, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 10-X-1935, p.

5.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara-Orquestra Valenciana de

Cambra e Isabel Algarra, pianista”, Diario de Valencia, Valencia, 11-X-1935, p.

2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: La Orquesta de

‘Cambra’”, Las Provincias, Valencia, 12-X-1935, p. 12.

SIN AUTOR. “La Música Valenciana”, Timó, 5, València, novembre 1935, p. 4.

DINO. “Conciertos: Associació Obrera de Concerts”, Ritmo, 118, Madrid, 1-XI-1935,

p. 13.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “La Orquesta Sinfónica de Valencia”, Ritmo,

120, Madrid, 1-XII-1935, p. 4.

SIN AUTOR. “Concurs de música coral”, Timó, 6-7, València, desembre-gener, 1935-

1936, p. 7.

GARCÉS, Vicenç. “Interessant cicle de música moderna valenciana”, Revista Musical

Catalana, XXXIII, Barcelona, 1936, pp. 202-203.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Ediciones Recientes”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 11-I-1936, p. 8.

752

Page 765: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 1-II-1936, p. 5.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio”, Las Provincias,

Valencia, 4-II-1936, p. 5.

SÁNCHEZ, Luis. “Músicales: Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 4-II-1936, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara-Concierto Homenaje a

Francisco Cuesta”, Diario de Valencia, Valencia, 6-II-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “P.R.O.A. Concurso de composiciones corales”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 7-II-1936, p. 6.

SIN AUTOR. “Sociedades: Societat Valenciana d’Autors (Secció Sinfónica)”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-II-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “Conciertos: Valencia. Acontecimiento artístico en el Conservatorio de

Música y Declamación de Valencia”, Ritmo, 125, Madrid, 15-II-1936, pp. 9-10.

GARCÉS, Vicent. “Música: La vida musical en Valencia”, El País Valencià, 18,

Valencia, 28-III-1936, pp. 3-4.

SIN AUTOR. “Música: El III Congrés de la Societat Internacional de Musicología i el

XIV Festival de la Societat Internacional per a la Música Contemporània”, El

País Valencià, 19, Valencia, 4-IV-1936, p. 2.

SULLIVAN. “Del carnet a un traspunte: ¿Ya se llegó a un acuerdo?”, El Pueblo,

Valencia, 10-IV-1936, p. 3.

GARCÉS, Vicent. “Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 20, Valencia,

11-IV-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “El 14 de abril. Programa Oficial de Festejos”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 12-IV-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “En conmemoración del 14 de abril: Programa Oficial de Festejos”, El

Pueblo, Valencia, 13-IV-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “El 14 de abril. Programa oficial para hoy”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 14-IV-1936, p. 3.

SULLIVAN. “Del carnet a un traspunte: Una interesante carta que comentaremos”, El

Pueblo, Valencia, 14-IV-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Las fiestas conmemorativas de la proclamación de la República”, Diario

de Valencia, Valencia, 15-IV-1936, p. 8.

SULLIVAN. “Del carnet a un traspunte: El asunto de las orquestas-Unas preguntas

como cuestión previa a los comentarios”, El Pueblo, Valencia, 15-IV-1936, p. 2.

753

Page 766: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra en la Casa de la

Ciudad”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 16-IV-1936, p. 2.

SULLIVAN. “Del carnet a un traspunte: El asunto de las orquestas-Vaya el

comentario”, El Pueblo, Valencia, 16-IV-1936, p. 7.

SIN AUTOR. “En la Casa del Concejo: Los gastos del 14 de Abril”, La Voz

Valenciana, Valencia, 17-IV-1936, p. 8.

GARCÉS, Vicent. “Música: Cicle radiat de música valenciana”, El País Valencià, 21,

Valencia, 18-IV-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Sobre la Información que acerca de la ‘Orquesta Clásica Valenciana’ ha

publicado ‘Sullivan’ en el periódico ‘El Pueblo’ de Valencia”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 23-IV-1936, p. 7.

SULLIVAN. “El asunto de las orquestas-¿Por última vez?”, El Pueblo, Valencia, 24-

IV-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “La ‘Orquesta Clásica Valenciana’, sus orientaciones y significación”,

Las Provincias, Valencia, 26-IV-1936, p. 22.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Sesiones Valencianas en Unión Radio”, Las

Provincias, Valencia, 28-IV-1936, p. 5.

SIN AUTOR. “El moviment valencianista: En una de les seues…dedicà un homenatge

al músic Vicent Peydró”, Timó, 10-11, València, abril-maig 1936, p. 2.

SIN AUTOR. “IV Setmana Cultural Valenciana”, Timó, 10-11, València, abril-maig

1936, p. 3.

SIN AUTOR. “Un Concierto de Música Valenciana para recaudar fondos con destino al

monumento a Vinatea”, La Voz Valenciana, Valencia, 23-V-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “Festival de Música Valenciana en el Teatro Principal”, La Voz

Valenciana, Valencia, 25-V-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià”, La Voz Valenciana, Valencia, 26-V-1936, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Festival de Música Valenciana Moderna”,

Diario de Valencia, Valencia, 26-V-1936, p. 10.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià”, Las Provincias, Valencia, 27-V-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià”, El Pueblo, Valencia, 27-V-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià”, El Pueblo, Valencia, 28-V-1936, p. 8.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Festival de Música Valenciana

Moderna”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 28-V-1936, p. 6.

754

Page 767: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Concierto Radio-Ford en el Teatro Principal”, Las Provincias, Valencia,

28-V-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Orfeó Valencià”, Diario de Valencia, Valencia, 28-V-

1936, p. 8.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio”, Las Provincias, Valencia, 29-V-1936, p. 2.

E.M. “Musicales: Orfeó Valencià”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 29-V-

1936, p. 7.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Orfeó Valencià”, Diario de Valencia, Valencia,

29-V-1936, p. 8.

E.M. “Musicales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 30-V-1936, p. 6.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià: El Concierto de Anteayer”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 30-V-1936, p. 4.

SIN AUTOR. “Principal: Concierto Ford”, Las Provincias, Valencia, 30-V-1936, p. 5.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Orquesta Sinfónica de Valencia”, Diario de

Valencia, Valencia, 30-V-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Conciertos: Valencia. Festival de música valenciana moderna”, Ritmo,

131, Madrid, junio 1936, p. 12.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 4-VII-

1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 4-VII-1936, p. 5.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 4-VII-1936, p.

2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: La Sociedad Cultural

de Conciertos”, Las Provincias, Valencia, 4-VII-1936, p. 5.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 5-VII-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 7-

VII-1936, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio”, Las Provincias,

Valencia, 8-VII-1936, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara-V Aniversario de la

‘Orquestra Valenciana de Cambra’-Conchita Barberá, cantante”, Diario de

Valencia, Valencia, 8-VII-1936, p. 8.

755

Page 768: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: El V Aniversario de la ‘Orquestra Valenciana de

Cambra’”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 9-VII-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 18-VII-1936,

p. 3.

SIN AUTOR. “Feria de Julio: Homenaje al Maestro Giner”, El Mercantil Valenciano,

18-VII-1936, p.3.

SIN AUTOR. “Misiones Populares F.U.E.”, Verdad, Valencia, 10-IX-1936, p. 4.

SIN AUTOR. “Misiones Populares: Intelectuales y estudiantes valencianos en los

pueblos de la provincia”, Verdad, Valencia, 15-IX-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Un interesante espectáculo revolucionario en lo que fue iglesia de los

Dominicos”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-IX-1936, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales-Sociedad Filarmónica: Inauguración del curso actual”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 23-XI-1936, p. 4.

SIN AUTOR. “Consellería de Cultura: Premis Musicals del País Valencià 1937”, La

Voz Valenciana, Valencia, 21-V-1937, p. 4.

SIN AUTOR. “Conciertos por la Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Correspondencia

de Valencia, Valencia, 24-V-1937, p. 2.

SIN AUTOR. “Musicales: Concierto organizado por la Consellería de Cultura”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 24-V-1937, p. 2.

SIN AUTOR. “Los Premios de la Consellería de Cultura”, El Pueblo, Valencia, 25-V-

1937, p. 3.

SIN AUTOR. “Musicales: La Orquesta Sinfónica, en el Principal”, La Correspondencia

de Valencia, Valencia, 1-VI-1937, p. 2.

SIN AUTOR. “Musicales: La Orquesta Sinfónica, en el Principal”, La Correspondencia

de Valencia, Valencia, 8-VI-1937, p. 2.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Voz Valenciana, Valencia, 2-VII-

1937, p. 5.

SIN AUTOR. “Conciertos de Mañana: En los Viveros Municipales”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 3-VII-1937, p. 2.

SIN AUTOR. “Musicales: La Sinfónica, en el Principal”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 6-VII-1937, p. 4.

MUTIS. “Sinfónica de Valencia: Quinto y último concierto”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 7-VII-1937, p. 4.

756

Page 769: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Casa de la Cultura: Mira Holzbajova, danzarina antifascista”, Frente

Rojo, 17-VIII-1937, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Valencia”, Música, 1, Barcelona, enero 1938, pp. 50-52.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica: Teatro Principal”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 25-III-1938, p. 2.

SIN AUTOR. “Sinfónica Valenciana”, El Pueblo, Valencia, 27-III-1938, p. 3.

SIN AUTOR. “Musicales: Orquesta Sinfónica-Sociedad Filarmónica”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia 28-III-1938, p. 2.

BEATRIZ. “Belleza y Armonía: El Concierto de ayer domingo en el Teatro Principal”,

La Voz Valenciana, Valencia, 28-III-1938, p. 2.

CASTRO ESCUDERO, José. “Las Ediciones del Consejo Central de Música”, Música,

4, Barcelona, abril 1938, pp. 40-42.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica de Valencia”, El Pueblo, Valencia, 31-XII-1938, p.

2.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 31-XII-1938, p. 2.

SIN AUTOR. “Musicales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 2-I-1939, p. 2.

R.I. “De Música: La Orquesta Sinfónica de Valencia en el Principal”, La Voz

Valenciana, Valencia, 2-I-1939, p. 2.

SIN AUTOR. “Radio Valencia: Programa para hoy”, Levante, Valencia, 11-VII-1939.

SIN AUTOR. “Conmemoración del VII Centenario de la conquista de Valencia:

Concierto por la Orquesta de Falange Española Tradicionalista”, Levante,

Valencia, 6-X-1939, p. 3.

SIN AUTOR. “El VII Centenario de la conquista de Valencia: Programa para hoy día 7

de octubre”, Las Provincias, Valencia, 7-X-1939, p. 8.

SIN AUTOR. “Conmemoración del VII Centenario de la conquista de Valencia:

Concierto en el Teatro Principal”, Levante, Valencia, 8-X-1939, p. 4.

SIN AUTOR. “La Sonata de Asensio, premiada en el Concurso de la Falange (Un

compositor castellonense que triunfa)”, Las Provincias, Valencia, 19-X-1939, p.

8.

SIN AUTOR. “Un compositor castellonense que triunfa. La Sonata de Asencio,

premiada en el concurso de Falange”, Mediterráneo, Castellón, 20-X-1939, p. 2.

757

Page 770: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Triunfo de un compositor castellonense. Se estrena en Bilbao la obra

premiada de Asencio Ruano”, Mediterráneo, Castellón, 30-XI-1939, p. 3.

SIN AUTOR, “Conservatorio de Música”, Las Provincias, Valencia, 14-II-1940, p. 8.

JULIÁ, Eduardo. “Artistas Valencianos: Leopoldo Querol”, Las Provincias, Valencia,

29-II-1940, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En la Filarmónica: Orquesta de Cámara de

Daniel de Nueda”, Las Provincias, Valencia, 9-III-1940, p. 8.

SIN AUTOR. “Correo Intelectual: Izquierdo prueba en Madrid”, Las Provincias,

Valencia, 20-III-1940, p. 5.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica: El concierto de anoche”, Mediterráneo,

Castellón, 15-VI-1940, p. 3.

SIN AUTOR. “Las fiestas de la liberación de Castellón”, Las Provincias, Valencia, 15-

VI-1940, p. 4.

SIN AUTOR. “Levante al día-Castellón: La capital de la Plana celebra el segundo

aniversario de su liberación”, Levante, Valencia, 15-VI-1940, p. 2.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica: El concierto de anteanoche”, Mediterráneo,

Castellón, 16-VI-1940, p. 2.

RODRÍGUEZ DEL RÍO, F. “Análisis de la situación musical española”, Ritmo, 139,

Madrid, octubre 1940, pp. 6-7.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Valencia”, Ritmo, 144, Madrid, abril 1941,

p. 16.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, Las Provincias, Valencia, 26-IV-1941, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En la Filarmónica”, Las Provincias,

Valencia, 29-IV-1941, p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Orquesta Sinfónica de Valencia”, Levante, Valencia, 29-

IV-1941, p. 2.

SIN AUTOR. “Mundo Musical”, Ritmo, 145, Madrid, mayo 1941, p. 17.

WYLM. “De un viaje a Madrid: Músicos valencianos en la capital hispana”, Las

Provincias, Valencia, 3-I-1943, p. 8.

SIN AUTOR. “Hablando con Querol”, Ritmo, 163, Madrid, febrero-marzo 1943, pp. 9-

11.

TOMÁS, Juan B. “Tres compositores valencianos”, Ritmo, 164, Madrid, abril 1943, pp.

22-23.

MIR, José. “Valencia”, Ritmo, 164, Madrid, abril 1943, p. 33-34.

758

Page 771: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Valencia”, Ritmo, 165, Madrid, mayo 1943, p. 22.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “La Música en Valencia en 1943”,

Almanaque Las Provincias, Valencia, 1944, pp. 477-480.

SIN AUTOR. “Casa de los Obreros de San Vicente Ferrer: Sección de Cultura”, Ritmo,

172, Madrid, enero 1944, p. 18.

MIR, José. “Crónica Musical: Valencia”, Ritmo, 173, Madrid, febrero 1944, pp. 16-17.

SIN AUTOR. “De Música: Orquesta Sinfónica-Carmen Andújar”, Las Provincias,

Valencia, 24-III-1944, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Sinfónica: Con el concurso de

Carmen Andújar”, Las Provincias, Valencia, 25-III-1944, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Orquesta Sinfónica de Valencia y Carmen Andújar”,

Levante, Valencia, 25-III-1944, p. 3.

SORO, Federico. “Música: Carmen Andújar en la Sinfónica”, Jornada, Valencia, 25-

III-1944, p. 5.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Valencia”, Ritmo, 176, Madrid, mayo 1944, p. 16.

SIN AUTOR. “La Sociedad Filarmónica Valenciana”, Ritmo, 177, Madrid, junio-julio

1944, pp. 8-9.

GOMÁ, Enrique G. “Música. Orquesta Municipal”, Levante, Valencia, 7-XI-44, p. 5.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Vida Musical Valenciana en 1944”,

Almanaque Las Provincias, Valencia, 1945, pp. 381-385.

SIN AUTOR. “Nuevos Directores de Músicas Militares”, Ritmo, 183, Madrid, enero

1945, p. 10.

MIR, José. “Dos Sinfonías de Manuel Palau”, Ritmo, 184-185, Madrid, febrero-marzo

1945, pp. 4-5.

SORO, Federico. “Música: Dos Conciertos de ayer”, Jornada, Valencia, 12-II-1945, p.

3.

FACUNDO, José. “Orquesta Sinfónica”, Música, 14, Madrid, 1-VII-1945.

CHOVER, Antonio. “Estreno de la ‘Primera Sinfonía’, en ‘mi menor’, de Manuel

Palau, por la Orquesta Municipal de Valencia”, Ritmo, 190, Madrid, septiembre-

octubre 1945, p. 14.

PALAU, Manuel. “Divagaciones sobre enseñanza de la composición musical”, Ritmo,

192, Madrid, diciembre 1945, pp. 4-5.

SIN AUTOR. “Información Musical: Castellón”, Ritmo, 194, Madrid, febrero-marzo

1946, p. 17.

759

Page 772: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

PONS ALCANTARILLA, M. “Información Musical: Valencia”, Ritmo, 194, Madrid,

febrero-marzo 1946, p. 20.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Municipal”, Las Provincias, Valencia, 23-II-1947, p.

5.

SORO, Federico. “Glosa-Música: Terminó la semana del canto”, Jornada, Valencia,

24-II-1947, p. 5.

ENGO. “Música: Los conciertos de la Orquesta Municipal”, Hoja del Lunes, Valencia,

24-II-1947, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Un domingo bien aprovechado-La

Orquesta Municipal-La Coral Polifónica”, Las Provincias, Valencia, 25-II-1947,

p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Orquesta Municipal”, Levante, Valencia, 25-II-1947, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Amigos de la Música”, Levante, Valencia, 10-VII-1947,

p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Amigos de la Música: Final del Curso-

Orquesta de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 10-VII-1947, p. 6.

SORO, Federico. “Música: Fin de Curso”, Jornada, Valencia, 10-VII-1947, p. 5.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Municipal”, Las Provincias, Valencia, 9-IV-1949, p.

7.

SIN AUTOR. “Concierto de la Orquesta Municipal”, Jornada, Valencia, 11-IV-1949, p.

10.

ENGO. “Música: Los conciertos de la Orquesta Municipal”, Hoja del Lunes, Valencia,

11-IV-1949, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Municipal: Una Suite de Vicente

Asencio”, Las Provincias, Valencia, 12-IV-1949, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Primeras audiciones por la Orquesta Municipal”, Levante,

Valencia, 12-IV-1949, p. 3.

DOMÍNGUEZ, Enrique. “El Mundo Musical: Valencia”, Ritmo, 220, Madrid, mayo-

junio 1949, p. 21.

SIN AUTOR. “Los nuevos pensionados de música por la Diputación”, Las Provincias,

Valencia, 18-XII-1949, p. 8.

SIN AUTOR. “Los pensionados de música de la Diputación para 1950”, Jornada,

Valencia, 23-XII-1949, p. 2.

760

Page 773: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “De Música: En Bilbao triunfa una Suite de Vicente Asencio”, Las

Provincias, Valencia, 7-III-1950, p. 6.

SIN AUTOR. “De Música: Orquesta Sinfónica”, Las Provincias, Valencia, 11-III-1950,

p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Concierto de la Orquesta Sinfónica de Valencia”,

Levante, Valencia, 11-III-1950, p. 2.

SIN AUTOR. “Gran triunfo de la Orquesta Municipal de Valencia y de Von Benda”,

Mediterráneo, Castellón, 18-III-1950, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Leímos en ‘Hierro’ de Bilbao”, Jornada, Valencia, 22-III-

1950, p. 3.

SIN AUTOR. “Diputación Provincial: Pensionado de música a París”, Las Provincias,

Valencia, 22-IV-1950, p. 4.

ANDER. “Música: La Orquesta Municipal, con el Maestro Argenta”, Hoja del Lunes,

Valencia, 22-I-1951, p. 4.

SORO, Federico. “Música: Orquesta Municipal-Dirección, Argenta. Estrenos de Asíns

Arbó y V. Asencio”, Jornada, Valencia, 22-I-1951, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “De Música: Orquesta Municipal”, Las

Provincias, Valencia, 23-I-1951, p. 7.

LL. “Música: La Orquesta Municipal dirigida por Argenta”, Levante, Valencia, 23-I-

1951, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Municipal dirigida por

Vicente Asencio”, Las Provincias, Valencia, 6-VI-1952, p. 4.

SIN AUTOR. “La pensión de dirección musical general de la Diputación Provincial”,

Levante, Valencia, 6-VI-1952, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Dos éxitos de Vicente Asencio, que debieron tener mayor

resonancia”, Jornada, Valencia, 7-VI-1952, p. 3.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 2, Valencia, marzo-abril

1953, p. 4.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 3, Valencia, mayo 1953,

p. 5.

SIN AUTOR. “El maestro José Manuel Izquierdo y la Orquesta Sinfónica de Valencia”,

Pentagrama, 3, Valencia, mayo 1953, p. 6.

SIN AUTOR. “Música: Josefina Salvador con la Orquesta Municipal”, Las Provincias,

Valencia, 2-V-1953, p. 8.

761

Page 774: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SORO, Federico. “Música: Josefina Salvador, en el concierto de la Orquesta Municipal

dirigida por Ferriz”, Jornada, Valencia, 4-V-1953, p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “La Orquesta Municipal y la violinista Josefina Salvador”, Levante,

Valencia, 5-V-1953, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Josefina Salvador con la Orquesta

Municipal, dirigida por el Maestro Ferriz”, Las Provincias, Valencia, 6-VI-1953,

p. 12.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Clásica, dirigida por

Ramón Corell, da a conocer obras no escuchadas en Valencia”, Las Provincias,

Valencia, 15-V-1953, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Cine-Teatro-Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Levante,

Valencia, 15-V-1953, p. 2.

SIN AUTOR. “Orquesta de Cámara de la Hermandad Católico-Ferroviaria de

Valencia”, Pentagrama, 4, Valencia, junio-julio 1953, p. 3.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. “En el Generalife se presentó el ‘Ballet Español’ de

Antonio y fue inaugurado el bellísimo teatro al aire libre ocupado por tres mil

espectadores”, ABC, Madrid, 21-VI-1953, pp. 55-56.

SIN AUTOR. “Sin título”, Patria, Granada, 21-VI-1953.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. “Tríptico filarmónico de un domingo en el Festival de

Música y Danza de Granada”, ABC, Madrid, 23-VI-1953, pp. 47-48.

FRANCO, Enrique. “Los Festivales de Granada: De la Misa de Morales a los martinetes

de Antonio, pasando por el arpa de Zabaleta”, Arriba, Madrid, 23-VI-1953, p.

10.

SIN AUTOR. “Cine-Teatro-Música: Asencio y Matilde Salvador triunfan en Granada”,

Levante, Valencia, 28-VI-1953, p. 2.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. “Sin título”, ABC, Madrid, 9-IX-1953.

MORANTE BORRÁS, Jesús. “Fecunda labor del Conservatorio de Música de

Valencia”, Jornada, Valencia, 15-X-1953, p. 4.

SIN AUTOR. “Músicos valencianos cien por cien: Francisco Cuesta”, Pentagrama, 7,

Valencia, noviembre 1953, p. 1.

GARCÍA ORTS, Filomena. “Impresiones de mi vida (1921): el amigo ciego”,

Pentagrama, 7, Valencia, noviembre 1953, p. 8.

O. A. “Antonio y su ‘Ballet’, en el Español”, ABC, Madrid, 14-XI-1953 (edición de la

mañana), p. 34.

762

Page 775: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Un músico valenciano: José Moreno Gans”, Pentagrama, 8, Valencia,

diciembre 1953, p. 7.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 9-10, Valencia, enero-

febrero 1954, pp. 13-16.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Clásica”, Las Provincias, Valencia, 29-I-1954, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música-Orquesta Clásica de Valencia:

Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, Valencia,

30-I-1954, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica de Valencia”, Levante, Valencia, 2-II-1954, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Las Orquestas Clásica y Municipal”, Jornada, Valencia, 6-

II-1954, p. 13.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 11, Valencia, marzo

1954, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Cine-Teatro-Música: Orquesta Sinfónica y Carmen Benimeli,

pianista”, Levante, Valencia, 12-III-1954, p. 2.

SIN AUTOR. “Un ballet de Vicente Asencio triunfa en París y Londres”, Jornada,

Valencia, 23-III-1954, p. 4.

SIN AUTOR. “Dietario Valenciano: Instituto Francés”, Jornada, Valencia, 29-III-1954,

p. 3.

SIN AUTOR. “Cine-Teatro-Música: Instituto Francés”, Levante, Valencia, 30-III-1954,

p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Instituto Francés: Las tendencias recientísimas de la música

contemporánea”, Levante, Valencia, 31-III-1954, p. 2.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 12, Valencia, abril 1954,

p. 14.

SIN AUTOR (SORO, Federico). “Música: Ultimas tendencias de la música

contemporánea”, Jornada, Valencia, 2-IV-1954, p. 11.

SIN AUTOR. “Música: Juventudes Musicales”, Las Provincias, Valencia, 13-IV-1954,

p. 9.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Eduardo López-Chavarri Andújar y

Leopoldo Querol”, Las Provincias, Valencia, 14-IV-1954, p. 14.

GARCÍA PLANAS, Alejandro. “Melodía y técnica: Los derroteros de la música

sinfónica”, Pentagrama, 13, Valencia, mayo-junio 1954, p. 4.

763

Page 776: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Snobismos musicales: La música concreta”, Pentagrama, 13, Valencia,

mayo-junio 1954, p. 4.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 13, Valencia, mayo-junio

1954, p. 13.

SIN AUTOR. “Nuestro Conservatorio, Escuela Superior de Música”, Pentagrama, 14,

Valencia, julio 1954, p. 11.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 14, Valencia, julio 1954,

p. 11.

SIN AUTOR. “Pensionados de música”, Pentagrama, 15, Valencia, agosto-septiembre-

octubre 1954, p. 9.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 16, Valencia, noviembre

1954, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “La Pantalla y el Escenario: Principal-Antonio y su ‘Ballet

Español’”, Levante, Valencia, 19-XII-1954, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Un gran espectáculo de arte en el Principal:

Antonio y su baile español triunfaron anoche clamorosamente”, Las Provincias,

Valencia, 19-XII-1954, p. 15.

SIN AUTOR. “La Orquesta Clásica de Valencia y el maestro Corell”, Pentagrama, 18,

Valencia, enero 1955, p. 2.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 18, Valencia, enero 1955,

p. 4.

SIN AUTOR. “La Crítica en Valencia”, Pentagrama, 19, Valencia, febrero, 1955, p. 11.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Un recital de violín y piano”, Las

Provincias, Valencia, 23-II-1955.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 20, Valencia, marzo-abril

1955, p. 2.

SIN AUTOR. “Noticias de allende y de aquende”, Pentagrama, 20, Valencia, marzo-

abril 1955, p. 3.

SÁNCHEZ PASTOR, Tomás. “Sobre conciertos orquestales”, Pentagrama, 20,

Valencia, marzo-abril 1955, p. 10.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Orquesta Clásica”, Las Provincias,

Valencia, 10-III-1955, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 10-III-1955, p. 2.

764

Page 777: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Eduardo Panach y su Pequeña Suite ‘Arabescas’”, Pentagrama, 21,

Valencia, mayo 1955, p. 4.

SIN AUTOR. “La pobreza musical del repertorio valenciano”, Pentagrama, 21,

Valencia, mayo 1955, p. 12.

SÁNCHEZ PASTOR, Tomás. “Sobre recitales de piano”, Pentagrama, 22, Valencia,

junio 1955, p. 2.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 22, Valencia, junio 1955,

p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Coral Polifónica Valentina en el

Ateneo Mercantil”, Las Provincias, Valencia, 2-VI-1955, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Coral Polifónica”, Levante, Valencia, 2-VI-1955, p. 2.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 23-24, Valencia, julio-

agosto 1955, p. 17.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Sinfónica de Valencia”, Las Provincias, Valencia, 26-

X-1955, p. 14.

SIN AUTOR. “Dietario Valenciano: Orquesta Sinfónica”, Jornada, Valencia, 26-X-

1955, p. 4.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica”, Levante, Valencia, 26-X-1955, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Sinfónica”, Levante, Valencia, 29-X-1955, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Sinfónica dirigida por

el Maestro Granero”, Las Provincias, Valencia, 29-X-1955, p. 13.

SIN AUTOR. “Remitido: Carta de D. Eduardo Panach”, Pentagrama, 27, Valencia,

noviembre 1955, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “La Música en la provincia”, Levante, Valencia, 27-XI-1955, p. 9.

SIN AUTOR. “Música: Actividad del 21 octubre al 14 noviembre”, Pentagrama, 28-

29, Valencia, diciembre 1955, p. 3.

SIN AUTOR. “Remitido: Respuesta a D. Eduardo Panach”, Pentagrama, 28-29,

Valencia, diciembre 1955, p. 8.

SIN AUTOR. “Ya es un hecho la Federación de Sociedades Musicales Valencianas”,

Pentagrama, 28-29, Valencia, diciembre 1955, p. 33.

SIN AUTOR. “Música: Sociedad Filarmónica de Valencia”, Las Provincias, Valencia,

8-I-1956, p. 11.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: En la Filarmónica. Una arpista, una

cantante, un pianista”, Las Provincias, Valencia, 10-I-1956, p. 14.

765

Page 778: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “In Memoriam de la Revista ‘Musicografía’”, Pentagrama, 31, Valencia,

febrero 1956, p. 10.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 31, Valencia, febrero

1956, p. 21.

SIN AUTOR. “La Orquesta Ferroviaria de Cámara, subvencionada”, Pentagrama, 31,

Valencia, febrero 1956, p. 28.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 33-34, Valencia, abril

1956, p. 27.

SIN AUTOR. “La Orquesta Ferroviaria de Cámara, en Madrid”, Pentagrama, 35,

Valencia, mayo 1956, p. 8.

SIN AUTOR. “La agonía de un organismo sinfónico”, Pentagrama, 38, Valencia,

agosto 1956, p. 13.

SIN AUTOR. “Clausura del curso en la Orquesta de Cámara Ferroviaria”, Pentagrama,

38, agosto 1956, p. 15.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Para el porvenir orquestal de Valencia”, Las

Provincias, Valencia, 6-XII-1956, p. 12.

SIN AUTOR. “¡Bienvenido, señor Iturbi!”, Pentagrama, 40, Valencia, 10-XII-1956.

SIN AUTOR, “Coral Polifónica Valentina”, Las Provincias, Valencia, 15-XII-1956, p.

7.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Municipal”, Las Provincias, Valencia, 16-XII-1956,

p. 15.

SORO, Federico. “Música: El matinal sinfónico de la Orquesta Municipal”, Jornada,

Valencia, 17-XII-1956, p. 15.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Municipal”, Levante, Valencia, 18-XII-1956, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: El Maestro Unger dirige un estreno

de Zafred y triunfa con la ‘Patética’ de Chaikowsky”, Las Provincias, Valencia,

19-XII-1956, p. 14.

SIN AUTOR. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 27-XII-1956, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 29-XII-1956, p. 2.

SORO, Federico. “Música: La Orquesta Clásica y el oboísta Miguel Aguado, en el

Ateneo”, Jornada, 29-XII-1956, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Clásica en sus ya

clásicos conciertos del Ateneo Mercantil”, Las Provincias, Valencia, 29-XII-

1956, p. 14.

766

Page 779: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “El sábado, concierto de la Orquesta Clásica”, Jornada, Valencia, 4-I-

1957, p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “Balance musical”, Levante, Valencia, 5-I-1957, p. 2.

SORO, Federico. “Música: La Orquesta Clásica, con María Rosa Barbany, en el

Ateneo”, Jornada, Valencia, 8-I-1957, p. 9.

SIN AUTOR. “Tararí de actualidad”, Pentagrama, 45, Valencia, 14-I-1957.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Sinfónica”, Las Provincias, Valencia, 20-I-1957, p.

19.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: El pensionado por la Diputación,

Gerardo Pérez Busquier”, Las Provincias, Valencia, 23-I-1957, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Cine-Teatro-Música”, Levante, Valencia, 23-I-1957, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Concierto a media luz. La juventud es una esperanza y la

veteranía…un grado”, Jornada, Valencia, 23-I-1957, p. 2.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Las Provincias, Valencia, 10-

III-1957, p. 18.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Clásica en el Ateneo

Mercantil”, Las Provincias, Valencia, 13-III-1957, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 13-III-1957, p. 2.

SORO, Federico. “La Orquesta Clásica en el Ateneo: Con Daniel de Nueda, intérprete

de un programa, con un cincuenta por cien de autores valencianos”, Jornada,

Valencia, 13-III-1957, p. 6.

SIN AUTOR. “Un nuevo éxito de nuestro crítico musical Francisco Llácer”,

Pentagrama, 54, Valencia, 18-III-1957.

SIN AUTOR. “Teatros: Principal-Sesión de ‘Ballet’ presentado por Mercedes Aubois y

Orquesta Municipal dirigida por el Maestro Vicente Asencio”, Las Provincias,

Valencia, 30-III-1957, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Principal: Función de ‘Ballet’ a beneficio de la campaña

anticancerosa”, Levante, Valencia, 30-III-1957, p. 2.

SORO, Federico. “La Cámara y el Telón: Ayer, en el Teatro Principal. Una sesión de

Ballet por alumnas de Mercedes Aubois, digna de repetirse”, Jornada, Valencia,

30-III-1957, p. 10.

SIN AUTOR. “Ballet en el Principal”, Clima (Semanario Gráfico), Valencia, 6-IV-

1957.

767

Page 780: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Músicos Valencianos: Los ‘ballets’ de Vicente Asencio en los grandes

escenarios del mundo”, Las Provincias, Valencia, 7-IV-1957, p. 5.

SIN AUTOR. “Concierto Extraordinario de la Orquesta Municipal dirigida por el

Maestro Iturbi”, Las Provincias, Valencia, 9-V-1957, p. 7.

SIN AUTOR. “Concierto Extraordinario de la Orquesta Municipal dirigida por el

Maestro Iturbi”, Levante, Valencia, 9-V-1957, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Municipal: Festival Hispanoamericano”, Levante,

Valencia, 11-V-1957, p. 2.

SORO, Federico. “La Orquesta Municipal, José Iturbi y la soprano Consuelo Rubio,

aureolados por el éxito, en un Festival Hispanoamericano”, Jornada, Valencia,

11-V-1957, p. 10.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Un concierto memorable de Iturbi,

con motivo de inaugurarse en Valencia el centro de Estudios Norteamericanos”,

Las Provincias, Valencia, 14-V-1957, p. 17.

P. B. “Sin título”, Diario de Mallorca, 6-II-1958.

SIN AUTOR. “Música: Un Concierto de canciones con orquesta en el Ateneo

Mercantil”, Las Provincias, Valencia, 19-XII-1958, p. 13.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Concierto por la Orquesta

Clásica en el Ateneo”, Las Provincias, Valencia, 24-XII-1958, p. 5.

SORO, Federico. “Música: La Orquesta Clásica y Emilia Muñoz en el Ateneo”,

Jornada, Valencia, 24-XII-1958, p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 26-XII-1958, p. 2.

SIN AUTOR. “Orquesta Clásica de Valencia”, Las Provincias, Valencia, 23-IV-1961,

p. 36.

E. “Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Hoja del Lunes, Valencia, 24-IV-1961, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 9-III-1962, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Ateneo Mercantil: La Orquesta Clásica”,

Las Provincias, Valencia, 9-III-1962, p. 20.

GOMÁ, Enrique G. “Concierto de Música Valenciana”, Levante, Valencia, 26-XII-

1963, p. 9.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Música Valenciana

Contemporánea por la Orquesta Clásica”, Las Provincias, Valencia, 26-XII-

1963, p. 27.

768

Page 781: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Corell y la Orquesta Clásica, en

los conciertos del viernes”, Las Provincias, Valencia, 22-III-1969, p. 35.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica de Valencia: Los conciertos en el Ateneo”,

Levante, Valencia, 25-III-1969, p. 23.

SIN AUTOR. “Actualidad Valenciana: Conservatorio Superior de Música”, Las

Provincias, Valencia, 26-III-1969, p. 18.

SIN AUTOR. “Conservatorio de Música: Conferencia de Ricardo Olmos”, Levante,

Valencia, 26-III-1969, p. 26.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Conferencia de Ricardo Olmos, en el

Conservatorio Superior”, Las Provincias, Valencia, 28-III-1969, p. 29.

GOMÁ, Enrique G. “Conservatorio Superior de Música: Ricardo Olmos, conferenciante

y compositor”, Levante, Valencia, 28-III-1969, p. 13.

CADENAS, José María. “López-Chavarri, músico modernista”, Diario de Barcelona,

Barcelona, 10-I-1971.

SIN AUTOR. “Premio de Composición Musical a Emilio Valdés”, Información,

Alicante, 15-I-1971, p. 20.

SIN AUTOR. “Ateneo Mercantil: Concierto de la Orquesta Clásica, en homenaje al

Maestro Corell”, Levante, Valencia, 5-II-1971, p. 15.

SIN AUTOR. “Ateneo Mercantil: Concierto de la Orquesta Clásica, en homenaje al

Maestro Corell”, Las Provincias, Valencia, 5-II-1971, p. 25.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Concierto-Homenaje a Ramón

Corell, por la Orquesta Clásica, en el Ateneo Mercantil”, Las Provincias,

Valencia, 6-II-1971, p. 31.

GOMIS LLEDÓ, José. “Campello: El día 21, Concurso Provincial de Bandas”,

Información, Alicante, 19-III-1971, p. 28.

ESPINOSA CAÑIZARES. “Provincia: Dos primeros premios en el III Certamen

Provincial de Bandas de Música: Para Villajoyosa y Rafal”, Información,

Alicante, 23-III-1971, p. 30.

SIN AUTOR. “Actualidad Valenciana: Conservatorio Superior de Música y Escuela de

Arte Dramático”, Las Provincias, Valencia, 21-III-1973, p. 22.

SIN AUTOR. “Valencia: Hoy, actualidad”, Levante, Valencia, 21-III-1973, p. 12.

SIN AUTOR. “Valencia actualidad: Valencia, Hoy-Conservatorio de Música”, Jornada,

Valencia, 21-III-1973, p. 9.

769

Page 782: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

BARBER, Salvador. “La ciudad al paso: Olmos Canet-‘El lirismo en la música está

íntimamente relacionado con el lenguaje”, Las Provincias, Valencia, 22-III-

1973, p. 15.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Ricardo Olmos, conferenciante, y María

Antonia Martínez Brell, en una sesión de música popular valenciana, en el

Conservatorio”, Las Provincias, Valencia, 22-III-1973, p. 37.

SIN AUTOR. “Conservatorio Superior de Música: Conferencias y Conciertos”,

Levante, Valencia, 25-III-1973, p. 33.

SIN AUTOR. “Valencia actualidad: En el Conservatorio Superior de Música”, Jornada,

Valencia, 28-III-1973, p. 8.

SIN AUTOR. “Espectáculos-Música-Televisión”, Las Provincias, Valencia, 20-IV-

1974, p. 41.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Brillante concierto de Enrique

García Asensio y la Orquesta Sinfónica de la R.T.V. Española, en el Principal”,

Las Provincias, Valencia, 24-IV-1974, p. 41.

SEGUÍ, Salvador. “Gran éxito de Enrique García Asensio con la Orquesta Sinfónica de

la R.T.V. Española”, Levante, Valencia, 24-IV-1974, p. 26.

SEGUÍ, Salvador. “Músicos valencianos de actualidad”, Levante, Valencia, 20-III-1975,

p. 22.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Brillante éxito de ‘Vinatea’, la ópera

valenciana de Casp y Matilde Salvador, en el Teatro Nacional de la Princesa”,

Las Provincias, Valencia, 4-X-1975, p. 35.

SEGUÍ, Salvador. “La ópera ‘Vinatea’, (Xavier Casp y Matilde Salvador) alcanzó un

gran éxito la noche de su estreno”, Levante, Valencia, 4-X-1975, p. 25.

CAUDET, Francisco. “Análisis de una revista especializada: La música durante la

guerra del 36”, Tiempo de Historia, 20, Madrid, 1977, pp. 71-79.

SEGUÍ, Salvador. “V Semana Mediterránea de Música: Exito en el estreno absoluto de

‘Retaule Coral’, de Vicent Garcés”, Levante, Valencia, 5-III-1977, p. 39.

LLADRÓ, Vicente. “Terminó el Certamen de Bandas de Música: Una obra muy

floja…”, Las Provincias, Valencia, 23-VII-1977, p. 16.

SIN AUTOR. “Mañana, Concierto en la Explanada”, Información, Alicante, 4-III-1978,

p. 5.

BARBER, Llorenç. “La música española durante la guerra del 36”, Ritmo, 483, Madrid,

julio-agosto 1978, pp. 29-33.

770

Page 783: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

AGRAMUNT, Francisco. “Panorama artístico del País Valenciano durante la guerra

civil (1936-39): Primera parte”, Valencia Atracción, 526, Valencia, noviembre

1978, pp. 23-25.

AGRAMUNT, Francisco. “Panorama artístico del País Valenciano durante la guerra

civil (1936-39): Segunda parte”, Valencia Atracción, 527, Valencia, diciembre

1978, pp. 24-26.

AGRAMUNT, Francisco. “Panorama artístico del País Valenciano durante la guerra

civil (1936-39): Tercera parte”, Valencia Atracción, 528, Valencia, enero 1979,

pp. 16-17.

AGRAMUNT, Francisco. “Panorama artístico del País Valenciano durante la guerra

civil (1936-39): Cuarta parte”, Valencia Atracción, 529, Valencia, febrero 1979,

pp. 15-17.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Presentación del Coro de la

R.T.V.E., con García Asensio, en los Conciertos de la Orquesta Municipal”, Las

Provincias, Valencia, 10-II-1979, p. 20.

SEGUÍ, Salvador. “En el Teatro Principal: Gran éxito del Maestro García Asensio

dirigiendo la Orquesta Municipal y el Coro de Radio Televisión Española”,

Levante, Valencia, 10-II-1979, p. 27.

FRANCO, Enrique. “En la muerte de Vicente Asencio”, El País, Madrid, 6-IV-1979, p.

32.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Ha fallecido el compositor

Vicente Asencio-Bernardo Adam y Campos, en el Conservatorio”, Las

Provincias, Valencia, 6-IV-1979, p. 42.

MONTESINOS, Eduardo. “Brillante concierto de la Orquesta Municipal, bajo la

dirección de Manuel Galduf”, Levante, Valencia, 19-XII-1981, p. 18.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “M. A. Peters y Galduf, con la Orquesta

Municipal”, Las Provincias, Valencia, 19-XII-1981, p. 50.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “La Banda Municipal, en la Lonja”, Las

Provincias, Valencia, 20-XII-1981, p. 62.

BADENES, Gonzalo. “Recuperación de Garcés y Fuster”, Diario de Valencia,

Valencia, 20-XII-1981, p. 29.

RANCH, Amparo. “Josep Renau y la música”, Cimal, 17, Valencia, 1982, pp. 13-15.

771

Page 784: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Garcés, López-Chavarri, Rodrigo y

Moreno Gans, en la Orquesta Municipal”, Las Provincias, Valencia, 24-XI-

1985, p. 34.

DOMÉNECH PART, José. “Crítica/Música: Concierto del hastío”, Levante, Valencia,

26-XI-1985, p. 70.

GUILLEM, R. [Ramón]. “El compositor José Manuel Izquierdo i Romeu”, Torrens, V,

1986-1987, pp. 233-252

BADENES, Gonzalo. “Valencia: II Semana de Música Valenciana”, Ritmo, 563,

Madrid, marzo 1986.

PEÑAFORT, Carlos. “Clásica: Crónica musical de la semana”, Hoja del Lunes,

Valencia, 8-XII-1986.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo y LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo.

“La vida breve de un moderno compositor valenciano. Francisco Cuesta (1890-

1921)”, Estudios Musicales, 5, Valencia: Conservatorio Superior de Música,

Semestre I-1987, p. 16.

HONTAÑÓN, Leopoldo. “Entrañable homenaje del Coro de RTVE a Ricardo Olmos”,

ABC, Madrid, 29-XII-1987.

BÁGUENA SOLER, José. “Manuel Palau en el albor de la música contemporánea”,

Archivo de Arte Valenciano, 74, Valencia, 1993, pp. 173-175.

OLLER, María Teresa. “Función expresiva de la armonía en las obras corales de

Manuel Palau”, Archivo de Arte Valenciano, 74, Valencia, 1993, pp. 176-179.

SEGUÍ, Salvador. “Oscar Esplá y Triay: El estudio monográfico documental”, Archivo

de Arte Valenciano, 74, Valencia, 1993, pp. 191-192.

SEGUÍ, Salvador. “Poetas valencianos en la música de Manuel Palau”, Archivo de Arte

Valenciano, 74, Valencia, 1993, pp. 193-195.

ASÍNS ARBÓ, Miguel. “Las clases de Don Manuel Palau”, Archivo de Arte

Valenciano, 74, Valencia, 1993, pp. 196-197.

MARTÍNEZ, Francesc. “(Manuel Palau) Integrador de la música tradicional valenciana

con el sinfonismo europeo”, Levante, Valencia, 2-I-1993, p. 32.

MOLINS, J. Ramón. “Una intensa actividad creativa (Palau)”, Levante, Valencia, 2-I-

1993, p. 32.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Manuel Palau: Un alumno de Ravel y

maestro de excelentes músicos y compositores valencianos”, Las Provincias,

Valencia, 3-I-1993, p. 58.

772

Page 785: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Danza contemporánea y poesía en recuerdo de Joan Fuster: ‘Cantata

Marinada’ se estrenó en Valencia”, Levante, Valencia, 25-VI-1993, p. 73.

SIN AUTOR. “’Cantata Marinada’, en homenaje a Fuster”, Las Provincias, Valencia,

25-VI-1993, p. 70.

SIN AUTOR. “Entre Líneas: El ‘ballet’ del mosqueo”, Levante, Valencia, 27-VI-1993,

p. 85.

GALIANO, Ana. “José Báguena Soler, músico ilustre, desconocido y universal”,

Archivo de Arte Valenciano, 77, Valencia, 1996, p. 222-224.

DÍAZ, Rafael y GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Nuevas aportaciones sobre la figura de

Eduardo López-Chavarri Marco en el conjunto de la música española”, Revista

de Musicología, vol. XX-1, Madrid, 1997, pp. 683-688.

PORTER, Salvador. “Salvador Giner Vidal”, Jove Orquestra Salvador Giner de la

Societat Coral “El Micalet”. Obres Simfòniques de Salvador Giner. Valencia:

Societat Coral “El Micalet”, Estudios Tabalet, DL.V-1449-2003. EGT912CD.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Nuevas músicas en tiempos difíciles”, Taller Sonoro, 5,

abril 2005, http://www.tallersonoro.com/espaciosonoro/05/index.htm.

DEL CAMPO, Manuel. “Cincuentenario y Centenario de Luis Sánchez Fernández

(1907-1957)”, Anuario-Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, Málaga,

abril 2008, pp. 60-61.

AUCEJO, M. “El Consell graba un disco del compositor Garcés de Benifairó”,

lasprovincias.es, Valencia, 5-VI-2008.

SIN AUTOR. “El IVM publica un disco con obras de Vicent Garcés y dos partituras”,

panorama-actual.es, 5-VI-2008.

SIN AUTOR. “El Institut Valencià de la Música publica la edición crítica de la obra de

Vicent Garcés”, El Mundo, Madrid, 7-VI-2008, p. 12.

SIN AUTOR. “El Dau: La recuperació de Garcés”, Levante, Valencia, 9-VI-2008, p. 26.

AGUILAR, Francesc. “Un intent de nacionalisme musical”, El Temps, 1269, Barcelona,

7-X-2008, pp. 80-82.

HUGUET, P. “La música del siglo XX llega a la Biblioteca: La familia del compositor

valenciano Luis Sánchez dona sus fondos documentales y bibliográficos y la

abundante correspondencia con el maestro Manuel Palau”, Las Provincias,

Valencia, 28-X-2008, p. 58.

773

Page 786: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GRUPO DE LOS JÓVENES

BIBLIOGRAFÍA Y PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS

ARRANDO, Sergi. El compositor Vicent Garcés i Queralt (1906-1984). Sagunt:

Fundació Bancaixa, 1998.

CLIMENT, José. Historia de la música contemporánea valenciana. Valencia: Del

Cenia al Segura, 1978.

CLIMENT, José. Historia de la Música Valenciana. Valencia: Rivera Mota, 1989.

FERRIZ, José. Sesenta años de vida musical: Memorias. Valencia: Institut Valencià de

la Música, 2004.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Una aproximació a la història de la música valenciana”, en

VVAA. La Imatge de la Música en Sant Pius V. València: Generalitat

Valenciana, 1992, pp. 33-64.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. Orquesta de Valencia: 60 años de vida sinfónica. Valencia:

Palau de la Música, 2004.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “La música del siglo XX anterior a la guerra civil”,

en Historia de la Música de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial

Prensa Alicantina-Prensa Valenciana, 1992, pp. 361-380.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Grup dels Joves”, en Història de la Música Catalana,

Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. IX, p. 254-255.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Cien años de historia del Conservatorio de

Valencia. Valencia: Caja de Ahorros de Valencia, 1979.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Manuel Palau y Vicent Garcés,

antagonistas del sinfonismo valenciano”, Antología de la Música Valenciana.

Valencia: L’ànec, 1982. pp. 41-48. A-005. V-2403-1982.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Breviario de Historia de la Música

Valenciana. Valencia: Piles, 1985.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Compositores Valencianos del siglo XX.

Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992.

PÉREZ, Mariano. El Universo de la Música. Madrid: Sociedad General Española de

Librería, 1980.

774

Page 787: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SEGUÍ, Salvador. Vicente Asencio. Madrid: SGAE (Colección Catálogos), 1996.

SEGUÍ, Salvador. Manuel Palau (1893-1967).Valencia: Consell Valencià de Cultura,

1999.

SOLBES, Rosa. Matilde Salvador. Converses amb una compositora apassionada.

València: Tàndem Edicions, 2007.

SUÁREZ-PAJARES, Javier. “El período de entreguerras como ámbito de estudio de la

música española”, en SUÁREZ-PAJARES. Javier (editor). Música española

entre dos guerras 1914-1945. Granada: Archivo Manuel de Falla, 2002, pp. 9-

17.

SUBIRÁ, José. Historia de la música española e hispanoamericana. Barcelona: Salvat,

1953.

SUBIRÁ, José. La Musique espagnole. “Que sais-je?”, Paris: Presses Universitaires de

France, 1959.

SUBIRÁ, José. Música (Manual de 1º de BUP), Madrid: Compañía Bibliográfica

Española, 1975.

VVAA. Crónica de un centenario. Valencia: Piles, 1983.

PRENSA Y REVISTAS

ARIEL. “Interviú con el maestro D. Manuel Palau”, Sucrona, 495, Cullera, 2-IV-1932,

pp. 1-3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “La Música Valenciana”, Ritmo, 66, Madrid,

marzo 1933, pp. 6-8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 13-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Nueva entidad musical”, La Correspondencia de Valencia, Valencia,

18-I-1934.

RIBÓ, Jesús A. [José Subirà]. “Vida musical: Madrid”, Musicografía, 10, Monóvar,

febrero de 1934, p. 46.

SIN AUTOR. “Nueva entidad musical”, Musicografía, 10, Monóvar, febrero 1934, p.

40.

775

Page 788: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GARCÉS, Enrique. “La joven Escuela Musical Valenciana: Impresiones de un

valencianista alrededor de una obra genuinamente nuestra”, Sucrona, 591,

Cullera, 3-II-1934, p. 3.

SIN AUTOR. “De ambiente musical”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 24-II-1934,

p. 3.

SIN AUTOR. “De Música: El Manifiesto del Grupo de los Jóvenes”, Las Provincias,

Valencia, 28-II-1934.

PALAU, Manuel. “Los compositores valencianos de la última promoción”,

Musicografía, 11, Monóvar, marzo 1934, pp. 51-53.

PALAU, Manuel. “Los compositores valencianos de la última promoción”, Ritmo, 88,

Madrid, 15-VI-1934, pp. 4-5.

SIN AUTOR. “Grupo de jóvenes compositores valencianos…”, Ritmo, 88, Madrid, 15-

VI-1934, p. 8.

SERRANO, J. “Nombres”, Rosas y espinas, julio 1934.

FORNET, Emilio. “Laurel de naranjo”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 9-VIII-

1934.

ABELLÁN, Antonio M. “Compositores valencianos: El ‘Grupo de los Jóvenes’”,

Musicografía, 21, Monóvar, enero 1935, pp. 3-5.

SIN AUTOR. “La Música Valenciana”, Timó, 5, Valencia, novembre 1935, p. 4.

SIN AUTOR. “Sociedades: Societat Valenciana d’Autors (Secció Sinfónica)”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-II-1936, p. 8.

TOMÁS, Juan B. “Tres compositores valencianos”, Ritmo, 164, Madrid, abril 1943, pp.

22-23.

AGUILAR, Francesc. “Un intent de nacionalisme musical”, El Temps, 1269, Barcelona,

7-X-2008, pp. 80-82.

VICENTE ASENCIO

BIBLIOGRAFÍA Y PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS

ADAM FERRERO, Bernardo. Musicos Valencianos. Valencia: Promotora Internacional

de Publicaciones (PROIP), 1988, vol. 1.

776

Page 789: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ADAM FERRERO, Bernardo. 1000 Músicos Valencianos. Valencia: Sounds of Glory,

2003.

ASENCIO, Vicent. Vicent Asencio: Obra completa para Piano. Valencia: Instituto

Valenciano de la Música de la Generalitat Valenciana-Piles (Edición a cargo de

Eduardo Montesinos Comas), 2003.

CLIMENT, José. Historia de la música contemporánea valenciana. Valencia: Del

Cenia al Segura, 1978.

CLIMENT, José. “Asencio Ruano, Vicente”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 2, p. 157.

DIEGO, Gerardo; RODRIGO, Joaquín y SOPEÑA, Federico. Diez años de música en

España. Musicología, Intérpretes, Compositores. Madrid: Espasa-Calpe, 1949.

DOMÉNECH, José y LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. 100 años de Música

Valenciana (1878-1978). Valencia: Caja de Ahorros de Valencia, 1978.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. La música y los músicos españoles en el siglo XX.

Madrid: Ed. Cultura Hispánica, 1963.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. La música española en el siglo XX. Madrid: Fundación

Juan March Rioduero, 1973.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “Vicente Asencio”, Cuadernos de Música (Los

Músicos de la República), 1, Madrid: Lira Editorial, 1982, p. 61.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “La música del siglo XX anterior a la guerra civil”,

en Historia de la Música de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial

Prensa Alicantina-Prensa Valenciana, 1992, pp. 361-380.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Una aproximació a la història de la música valenciana”, en

VVAA. La Imatge de la Música en Sant Pius V. València: Generalitat

Valenciana, 1992, pp. 33-64.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Asencio Ruano, Vicent”, en Història de la Música

Catalana, Valencia i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. IX, p. 54.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Asencio Ruano, Vicente”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 1, pp. 67-68.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Asencio Ruano, Vicente”, en Gran

Enciclopedia de la Región Valenciana. Valencia: Gran Enciclopedia de la

Región Valenciana, 1973, vol. 2, p. 14.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Breviario de Historia de la Música

Valenciana. Valencia: Piles, 1985.

777

Page 790: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Compositores Valencianos del siglo XX.

Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992.

MARCO, Tomás. Historia de la música española, vol. 6: Siglo XX. Madrid: Alianza

Editorial, 1983.

MARTÍNEZ, Pedro Antonio. Narciso Yepes. Retrato de un hombre honesto. Murcia:

Edición del autor, 1998.

SEGUÍ, Salvador. Vicente Asencio. Madrid: SGAE (Colección Catálogos), 1996.

SIN AUTOR. “Asèncio, Vicent”, en Gran Enciclopèdia Catalana. Barcelona:

Enciclopèdia Catalana S.A, 1970, vol. 3, p. 229.

SOLBES, Rosa. Matilde Salvador. Converses amb una compositora apassionada.

València: Tàndem Edicions, 2007.

SOPEÑA, Federico. Historia de la música española contemporánea. Madrid: Rialp,

1976.

SUÁREZ-PAJARES, Javier. “La clamorosa intimidad de Vicente Asencio”, Vicente

Asencio, obras completas para guitarra sola. Denis Azabagic, guitarra. Madrid:

Opera tres ediciones musicales, 2000. CD 1032-ope. D.L.: M-14347-2000.

VALLS GORINA, Manuel. La Música Catalana Contemporània. Barcelona: Ed.

Selecta, 1960.

VALLS GORINA, Manuel. La música española después de Manuel de Falla. Madrid:

Revista de Occidente, 1962.

VALLS GORINA, Manuel. Diccionario de la Música. Madrid: Alianza Editorial, 1971.

VIVES, José María. “Asencio Ruano, Vicente”, en Diccionario de la Música Española

e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. I, p. 790.

PRENSA Y REVISTAS

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 9-VII-1932, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “La Orquesta de Cámara”, Las Provincias,

Valencia, 15-VII-1932, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 25-I-

1933, p. 8.

778

Page 791: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 26-I-1933, p. 4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 26-I-1933, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 26-I-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 26-I-1933, p. 5.

SIN AUTOR. “Notas Artísticas”, Las Provincias, Valencia, 27-I-1933, p. 5.

GOMÀ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cambra”, Diario de Valencia,

Valencia, 28-I-1933, p. 8.

PALAU, Manuel. “Musicales: Josefina Robledo y el Cuarteto de Valencia”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 30-I-1933, p. 6.

C. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 1-II-1933, p. 3.

V. LL. P. [V. Llopis Piquer]. “De Arte Musical: Josefina Robledo y el Cuarteto

Valencia”, El Pueblo, Valencia, 1-II-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 10-V-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 10-V-1933, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 11-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, Las Provincias, Valencia, 11-V-1933, p. 16.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Voz Valenciana, Valencia, 11-V-1933, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 12-V-1933, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 13-V-1933, p. 13.

SIN AUTOR. “Musicales. Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-V-

1933, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 13-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Información Musical: Valencia. Segundo aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Ritmo, 71, Madrid, septiembre 1933, pp. 12-13.

779

Page 792: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-

XII-1933, p. 1.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 23-XII-1933,

p. 7.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 24-XII-1933, p. 5.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 26-XII-1933, p. 2.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquesta Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-XII-1933, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música de Cámara”, Las Provincias,

Valencia, 29-XII-1933, p. 1.

R. de la S. “La Música y los Músicos: La Orquesta Valenciana en el Conservatorio”,

Heraldo de Madrid, Madrid, 15-I-1934.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “De Música: Masa Coral Normalista y

Orquesta de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 30-I-1934, p. 12.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: La Masa Coral Normalista y la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 30-I-1934, p. 10.

SIN AUTOR. “Masa Coral Normalista: El Festival del domingo”, El Mercantil

Valenciano, Valencia, 30-I-1934, p. 3.

RIBÓ, Jesús A. [José Subirà]. “Vida musical: Madrid”, Musicografía, 10, Monóvar,

febrero de 1934, p. 46.

SIN AUTOR. “Información Musical: Madrid. Orquesta Valenciana de Cámara”, Ritmo,

79, Madrid, febrero 1934, p. 12.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: La Masa Coral Normalista y la Orquesta

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 2-II-1934,

p. 2.

SIN AUTOR. “Concierto de Folklore”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 24-

II-1934, p. 1.

SIN AUTOR. “La Masa Coral Normalista en Nostre Teatre”, La Voz Valenciana,

Valencia, 24-II-1934, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: La Masa Coral Normalista y la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 27-II-1934, p. 2.

780

Page 793: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra-La

Masa Coral Normalista”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 28-II-

1934, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Concierto del Domingo”, Las

Provincias, Valencia, 28-II-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “El concierto de la Masa Coral Normalista y de la ‘Orquesta Valenciana

de Cambra’”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 28-II-1934, p. 4.

PALAU, Manuel. “Los compositores valencianos de la última promoción”,

Musicografía, 11, Monóvar, marzo 1934, pp. 51-53.

GÁLVEZ BELLIDO Bernardino. “El Conservatorio de Castellón”, Musicografía, 13,

Monóvar, mayo 1934, p. 108.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 23-V-1934,

p. 6.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 24-V-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 25-V-1934, p.

3.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-V-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “De Música: Tercer Aniversario”, Las Provincias, Valencia, 29-V-1934,

p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 30-V-1934, p. 3.

JOPECOR. “Valencia: Música de Cámara”, Musicografía, 15, Monóvar, julio 1934, p.

168.

ABELLÁN, Antonio M. “El Conservatorio de Castellón de la Plana”, Ritmo, 102,

Madrid, 15-I-1935, pp. 5-6.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 17-V-1935,

p. 8.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 18-

V-1935, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 18-V-1935, p.

3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 18-V-1935, p. 8.

781

Page 794: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “En la Casa de la Ciudad-Música de Cámara”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 20-V-1935, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 21-V-1935, p. 12.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra, celebra el IV

Aniversario de su fundación”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 22-V-

1935, p. 6.

GARCÉS, Vicent. “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3,

Valencia, 1-VI-1935, p. 4.

TRISTÁN. “Noticiario”, Musicografía, 31, Monóvar, noviembre 1935, p. 254.

DINO. “Conciertos: Associació Obrera de Concerts”, Ritmo, 118, Madrid, 1-XI-1935,

p. 13.

SIN AUTOR. “Sociedades: Societat Valenciana d’Autors (Secció Sinfónica)”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-II-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “En conmemoración del 14 de abril: Programa Oficial de Festejos”, El

Pueblo, Valencia, 13-IV-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “Las fiestas conmemorativas de la proclamación de la República”, Diario

de Valencia, Valencia, 15-IV-1936, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra en la Casa de la

Ciudad”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 16-IV-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Consellería de Cultura: Premis Musicals del País Valencià 1937”, La

Voz Valenciana, Valencia, 21-V-1937, p. 4.

SIN AUTOR. “Musicales: Concierto organizado por la Consellería de Cultura”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 24-V-1937, p. 2.

SIN AUTOR. “Los Premios de la Consellería de Cultura”, El Pueblo, Valencia, 25-V-

1937, p. 3.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Voz Valenciana, Valencia, 2-VII-

1937, p. 5.

SIN AUTOR. “Musicales: La Sinfónica, en el Principal”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 6-VII-1937, p. 4.

MUTIS. “Sinfónica de Valencia: Quinto y último concierto”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 7-VII-1937, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Valencia”, Música, 1, Barcelona, enero 1938, pp. 50-52.

782

Page 795: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “La Sonata de Asensio, premiada en el Concurso de la Falange (Un

compositor castellonense que triunfa)”, Las Provincias, Valencia, 19-X-1939, p.

8.

SIN AUTOR. “Un compositor castellonense que triunfa. La Sonata de Asencio,

premiada en el concurso de Falange”, Mediterráneo, Castellón, 20-X-1939, p. 2.

SIN AUTOR. “Triunfo de un compositor castellonense. Se estrena en Bilbao la obra

premiada de Asencio Ruano”, Mediterráneo, Castellón, 30-XI-1939, p. 3.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica: El concierto de anoche”, Mediterráneo,

Castellón, 15-VI-1940, p. 3.

SIN AUTOR. “Las fiestas de la liberación de Castellón”, Las Provincias, Valencia, 15-

VI-1940, p. 4.

SIN AUTOR. “Levante al día-Castellón: La capital de la Plana celebra el segundo

aniversario de su liberación”, Levante, Valencia, 15-VI-1940, p. 2.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica: El concierto de anteanoche”, Mediterráneo,

Castellón, 16-VI-1940, p. 2.

SIN AUTOR. “Información Musical: Barcelona”, Ritmo, 146, Madrid, junio 1941, p.

14.

WYLM. “De un viaje a Madrid: Músicos valencianos en la capital hispana”, Las

Provincias, Valencia, 3-I-1943, p. 8.

SIN AUTOR. “De Música: Orquesta Sinfónica-Carmen Andújar”, Las Provincias,

Valencia, 24-III-1944, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Sinfónica: Con el concurso de

Carmen Andújar”, Las Provincias, Valencia, 25-III-1944, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Orquesta Sinfónica de Valencia y Carmen Andújar”,

Levante, Valencia, 25-III-1944, p. 3.

SORO, Federico. “Música: Carmen Andújar en la Sinfónica”, Jornada, Valencia, 25-

III-1944, p. 5.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Valencia”, Ritmo, 176, Madrid, mayo 1944, p. 16.

SIN AUTOR. “Información Musical: Castellón”, Ritmo, 194, Madrid, febrero-marzo

1946, p. 17.

PONS ALCANTARILLA, M. “Información Musical: Valencia”, Ritmo, 194, Madrid,

febrero-marzo 1946, p. 20.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Municipal”, Las Provincias, Valencia, 23-II-1947, p.

5.

783

Page 796: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SORO, Federico. “Glosa-Música: Terminó la semana del canto”, Jornada, Valencia,

24-II-1947, p. 5.

ENGO. “Música: Los conciertos de la Orquesta Municipal”, Hoja del Lunes, Valencia,

24-II-1947, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Un domingo bien aprovechado-La

Orquesta Municipal-La Coral Polifónica”, Las Provincias, Valencia, 25-II-1947,

p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Orquesta Municipal”, Levante, Valencia, 25-II-1947, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Amigos de la Música”, Levante, Valencia, 10-VII-1947,

p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Amigos de la Música: Final del Curso-

Orquesta de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 10-VII-1947, p. 6.

SORO, Federico. “Música: Fin de Curso”, Jornada, Valencia, 10-VII-1947, p. 5.

ROMERO, Elena. “Elegía a Manuel de Falla”, Ritmo, 206, Madrid, noviembre 1947, p.

4.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Municipal”, Las Provincias, Valencia, 9-IV-1949, p.

7.

SIN AUTOR. “Concierto de la Orquesta Municipal”, Jornada, Valencia, 11-IV-1949, p.

10.

ENGO. “Música: Los conciertos de la Orquesta Municipal”, Hoja del Lunes, Valencia,

11-IV-1949, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Municipal: Una Suite de Vicente

Asencio”, Las Provincias, Valencia, 12-IV-1949, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Primeras audiciones por la Orquesta Municipal”, Levante,

Valencia, 12-IV-1949, p. 3.

DOMÍNGUEZ, Enrique. “El Mundo Musical: Valencia”, Ritmo, 220, Madrid, mayo-

junio 1949, p. 21.

SIN AUTOR. “Los nuevos pensionados de música por la Diputación”, Las Provincias,

Valencia, 18-XII-1949, p. 8.

SIN AUTOR. “Los pensionados de música de la Diputación para 1950”, Jornada,

Valencia, 23-XII-1949, p. 2.

SIN AUTOR. “De Música: En Bilbao triunfa una Suite de Vicente Asencio”, Las

Provincias, Valencia, 7-III-1950, p. 6.

784

Page 797: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “De Música: Orquesta Sinfónica”, Las Provincias, Valencia, 11-III-1950,

p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Concierto de la Orquesta Sinfónica de Valencia”,

Levante, Valencia, 11-III-1950, p. 2.

SIN AUTOR. “Gran triunfo de la Orquesta Municipal de Valencia y de Von Benda”,

Mediterráneo, Castellón, 18-III-1950, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Leímos en ‘Hierro’ de Bilbao”, Jornada, Valencia, 22-III-

1950, p. 3.

SIN AUTOR. “Diputación Provincial: Pensionado de música a París”, Las Provincias,

Valencia, 22-IV-1950, p. 4.

R.D. “Asencio Ruano, primer pensionado de música por la Diputación que ha salido al

extranjero”, Las Provincias, Valencia, 6-VIII-1950, p. 8.

ALBA. “Correo de Valencia: Dos compositores valencianos opinan”, Destino, 694,

Barcelona, 25-XI-1950, p. 21.

ANDER. “Música: La Orquesta Municipal, con el Maestro Argenta”, Hoja del Lunes,

Valencia, 22-I-1951, p. 4.

SORO, Federico. “Música: Orquesta Municipal-Dirección, Argenta. Estrenos de Asíns

Arbó y V. Asencio”, Jornada, Valencia, 22-I-1951, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “De Música: Orquesta Municipal”, Las

Provincias, Valencia, 23-I-1951, p. 7.

LL. “Música: La Orquesta Municipal dirigida por Argenta”, Levante, Valencia, 23-I-

1951, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Municipal dirigida por

Vicente Asencio”, Las Provincias, Valencia, 6-VI-1952, p. 4.

SIN AUTOR. “La pensión de dirección musical general de la Diputación Provincial”,

Levante, Valencia, 6-VI-1952, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Dos éxitos de Vicente Asencio, que debieron tener mayor

resonancia”, Jornada, Valencia, 7-VI-1952, p. 3.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 3, Valencia, mayo 1953,

p. 5.

SIN AUTOR. “Música: Josefina Salvador con la Orquesta Municipal”, Las Provincias,

Valencia, 2-V-1953, p. 8.

SORO, Federico. “Música: Josefina Salvador, en el concierto de la Orquesta Municipal

dirigida por Ferriz”, Jornada, Valencia, 4-V-1953, p. 3.

785

Page 798: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GOMÁ, Enrique G. “La Orquesta Municipal y la violinista Josefina Salvador”, Levante,

Valencia, 5-V-1953, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Josefina Salvador con la Orquesta

Municipal, dirigida por el Maestro Ferriz”, Las Provincias, Valencia, 6-VI-1953,

p. 12.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Clásica, dirigida por

Ramón Corell, da a conocer obras no escuchadas en Valencia”, Las Provincias,

Valencia, 15-V-1953, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Cine-Teatro-Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Levante,

Valencia, 15-V-1953, p. 2.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. “En el Generalife se presentó el ‘Ballet Español’ de

Antonio y fue inaugurado el bellísimo teatro al aire libre ocupado por tres mil

espectadores”, ABC, Madrid, 21-VI-1953, pp. 55-56.

SIN AUTOR. “Sin título”, Patria, Granada, 21-VI-1953.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. “Tríptico filarmónico de un domingo en el Festival de

Música y Danza de Granada”, ABC, Madrid, 23-VI-1953, pp. 47-48.

FRANCO, Enrique. “Los Festivales de Granada: De la Misa de Morales a los martinetes

de Antonio, pasando por el arpa de Zabaleta”, Arriba, Madrid, 23-VI-1953, p.

10.

SIN AUTOR. “Cine-Teatro-Música: Asencio y Matilde Salvador triunfan en Granada”,

Levante, Valencia, 28-VI-1953, p. 2.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. “Sin título”, ABC, Madrid, 9-IX-1953.

O. A. “Antonio y su ‘Ballet’, en el Español”, ABC, Madrid, 14-XI-1953 (edición de la

mañana), p. 34.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 9-10, Valencia, enero-

febrero 1954, pp. 13-16.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Clásica”, Las Provincias, Valencia, 29-I-1954, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música-Orquesta Clásica de Valencia:

Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, Valencia,

30-I-1954, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica de Valencia”, Levante, Valencia, 2-II-1954, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Las Orquestas Clásica y Municipal”, Jornada, Valencia, 6-

II-1954, p. 13.

786

Page 799: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 11, Valencia, marzo

1954, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Cine-Teatro-Música: Orquesta Sinfónica y Carmen Benimeli,

pianista”, Levante, Valencia, 12-III-1954, p. 2.

SIN AUTOR. “Un ballet de Vicente Asencio triunfa en París y Londres”, Jornada,

Valencia, 23-III-1954, p. 4.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 12, Valencia, abril 1954,

p. 14.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Glosa a unas fotografías”, Pentagrama,

13, Valencia, mayo-junio 1954, p. 14.

SIN AUTOR. “Pensionados de música”, Pentagrama, 15, Valencia, agosto-septiembre-

octubre 1954, p. 9.

GOMÁ, Enrique G. “La Pantalla y el Escenario: Principal-Antonio y su ‘Ballet

Español’”, Levante, Valencia, 19-XII-1954, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Un gran espectáculo de arte en el Principal:

Antonio y su baile español triunfaron anoche clamorosamente”, Las Provincias,

Valencia, 19-XII-1954, p. 15.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 18, Valencia, enero 1955,

p. 4.

SIN AUTOR. “Un espectáculo coreográfico cien por cien: El bailarín Antonio,

terpsicoriano puro”, Pentagrama, 19, Valencia, febrero 1955, p. 14.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 20, Valencia, marzo-abril

1955, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Orquesta Clásica”, Las Provincias,

Valencia, 10-III-1955, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 10-III-1955, p. 2.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 22, Valencia, junio 1955,

p. 8.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Sinfónica de Valencia”, Las Provincias, Valencia, 26-

X-1955, p. 14.

SIN AUTOR. “Dietario Valenciano: Orquesta Sinfónica”, Jornada, Valencia, 26-X-

1955, p. 4.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica”, Levante, Valencia, 26-X-1955, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Sinfónica”, Levante, Valencia, 29-X-1955, p. 2.

787

Page 800: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Sinfónica dirigida por

el Maestro Granero”, Las Provincias, Valencia, 29-X-1955, p. 13.

SIN AUTOR. “Música: Actividad del 21 octubre al 14 noviembre”, Pentagrama, 28-

29, Valencia, diciembre 1955, p. 3.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 33-34, Valencia, abril

1956, p. 27.

SIN AUTOR. “Premio Nacional de Piano ‘Alonso 56’”, Pentagrama, 42, Valencia, 24-

30 diciembre 1956.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Sinfónica”, Las Provincias, Valencia, 20-I-1957, p.

19.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: El pensionado por la Diputación,

Gerardo Pérez Busquier”, Las Provincias, Valencia, 23-I-1957, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Cine-Teatro-Música”, Levante, Valencia, 23-I-1957, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Concierto a media luz. La juventud es una esperanza y la

veteranía…un grado”, Jornada, Valencia, 23-I-1957, p. 2.

SIN AUTOR. “Teatros: Principal-Sesión de ‘Ballet’ presentado por Mercedes Aubois y

Orquesta Municipal dirigida por el Maestro Vicente Asencio”, Las Provincias,

Valencia, 30-III-1957, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Principal: Función de ‘Ballet’ a beneficio de la campaña

anticancerosa”, Levante, Valencia, 30-III-1957, p. 2.

SORO, Federico. “La Cámara y el Telón: Ayer, en el Teatro Principal. Una sesión de

Ballet por alumnas de Mercedes Aubois, digna de repetirse”, Jornada, Valencia,

30-III-1957, p. 10.

SIN AUTOR. “Ballet en el Principal”, Clima (Semanario Gráfico), Valencia, 6-IV-

1957.

SIN AUTOR. “Músicos Valencianos: Los ‘ballets’ de Vicente Asencio en los grandes

escenarios del mundo”, Las Provincias, Valencia, 7-IV-1957, p. 5.

P. B. “Sin título”, Diario de Mallorca, 6-II-1958.

SIN AUTOR. “Música: Un Concierto de canciones con orquesta en el Ateneo

Mercantil”, Las Provincias, Valencia, 19-XII-1958, p. 13.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Concierto por la Orquesta

Clásica en el Ateneo”, Las Provincias, Valencia, 24-XII-1958, p. 5.

SORO, Federico. “Música: La Orquesta Clásica y Emilia Muñoz en el Ateneo”,

Jornada, Valencia, 24-XII-1958, p. 3.

788

Page 801: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 26-XII-1958, p. 2.

PELEJERO. “La Feria de Julio y sus Festivales-Dos opiniones: Matilde Salvador y

Vicente Asencio”, Levante, Valencia, 22-VII-1959, p. 2.

SIN AUTOR. “Orquesta Clásica de Valencia”, Las Provincias, Valencia, 23-IV-1961,

p. 36.

E. “Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Hoja del Lunes, Valencia, 24-IV-1961, p. 6.

ROS MARÍN, R. “Hablando se entiende la gente: Vicente Asencio”, Las Provincias,

Valencia, 10-I-1962, p. 11.

GOZÁLVEZ, Pedro C. “La entrevista de la semana: Hoy, un compositor. Vicente

Asencio”, Levante, Valencia, 25-I-1962, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 9-III-1962, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Ateneo Mercantil: La Orquesta Clásica”,

Las Provincias, Valencia, 9-III-1962, p. 20.

SIN AUTOR. “Panorama Histórico de la Música Española: Charla de Vicente Asencio

en el Instituto Iberoamericano”, Las Provincias, Valencia, 16-II-1963, p. 9.

SIN AUTOR. “Panorama Histórico de la Música Española: Charla de Vicente Asencio

en el Instituto Iberoamericano”, Levante, Valencia, 16-II-1963, p. 11.

GOMÁ, Enrique G. “Concierto de Música Valenciana”, Levante, Valencia, 26-XII-

1963, p. 9.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Música Valenciana

Contemporánea por la Orquesta Clásica”, Las Provincias, Valencia, 26-XII-

1963, p. 27.

ARAZO, Mª Angeles y RODRÍGUEZ, Martín. “El Compositor y su obra: Vicente

Asencio dará esta tarde un recital de sus composiciones en el Conservatorio. ‘El

autor español, si quiere ser universal, debe partir de nuestras bases nacionales’”,

Levante, Valencia, 23-V-1967, p. 13.

GOMÁ, Enrique G. “Conservatorio de Música: Audición de obras de Vicente

Asencio…”, Levante, Valencia, 24-V-1967, p. 15.

ARAZO, Mª Angeles. “Media hora con Vicente Asencio, hablando de música”, Las

Provincias, Valencia, 13-I-1972, p. 23.

SIN AUTOR. “Homenaje al compositor valenciano Vicente Asencio: Por su

nombramiento de miembro correspondiente de la Real Academia de San

Fernando”, Levante, Valencia, 12-X-1972, p. 21.

789

Page 802: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Espectáculos-Música-Televisión”, Las Provincias, Valencia, 20-IV-

1974, p. 41.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Brillante concierto de Enrique

García Asensio y la Orquesta Sinfónica de la R.T.V. Española, en el Principal”,

Las Provincias, Valencia, 24-IV-1974, p. 41.

SEGUÍ, Salvador. “Gran éxito de Enrique García Asensio con la Orquesta Sinfónica de

la R.T.V. Española”, Levante, Valencia, 24-IV-1974, p. 26.

SEGUÍ, Salvador. “Músicos valencianos de actualidad”, Levante, Valencia, 20-III-1975,

p. 22.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Brillante éxito de ‘Vinatea’, la ópera

valenciana de Casp y Matilde Salvador, en el Teatro Nacional de la Princesa”,

Las Provincias, Valencia, 4-X-1975, p. 35.

SEGUÍ, Salvador. “La ópera ‘Vinatea’, (Xavier Casp y Matilde Salvador) alcanzó un

gran éxito la noche de su estreno”, Levante, Valencia, 4-X-1975, p. 25.

LLADRÓ, Vicente. “Terminó el Certamen de Bandas de Música: Una obra muy

floja…”, Las Provincias, Valencia, 23-VII-1977, p. 16.

BARBER, Llorenç. “La música española durante la guerra del 36”, Ritmo, 483, Madrid,

julio-agosto 1978, pp. 29-33.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Presentación del Coro de la

R.T.V.E., con García Asensio, en los Conciertos de la Orquesta Municipal”, Las

Provincias, Valencia, 10-II-1979, p. 20.

SEGUÍ, Salvador. “En el Teatro Principal: Gran éxito del Maestro García Asensio

dirigiendo la Orquesta Municipal y el Coro de Radio Televisión Española”,

Levante, Valencia, 10-II-1979, p. 27.

FRANCO, Enrique. “En la muerte de Vicente Asencio”, El País, Madrid, 6-IV-1979, p.

32.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Ha fallecido el compositor

Vicente Asencio-Bernardo Adam y Campos, en el Conservatorio”, Las

Provincias, Valencia, 6-IV-1979, p. 42.

DICENTA DE VERA, Fernando. “In Memoriam: Vicente Asencio Ruano”, Las

Provincias, Valencia, 10-IV-1979, p. 26.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “Nuestra Música: Racha de adioses en Valencia y

Cataluña”, Ritmo, 492, Madrid, junio 1979, p. 64.

790

Page 803: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

BÁGUENA, José. “Vicente Asencio Ruano”, Archivo de Arte Valenciano, LXI,

Valencia, 1980, p. 105.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “La Banda Municipal, en la Lonja”, Las

Provincias, Valencia, 20-XII-1981, p. 62.

VICENTE GARCÉS

BIBLIOGRAFÍA Y PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS

ADAM FERRERO, Bernardo. 1000 Músicos Valencianos. Valencia: Sounds of Glory,

2003.

ARRANDO, Sergi. El compositor Vicent Garcés i Queralt (1906-1984). Sagunt:

Fundació Bancaixa, 1998.

ARTOLA I TOMÁS, Bernat. Llàntia viva (planys i cançons). Castelló de la Plana:

Mialfo, 1947.

BRU, Santiago. Epistolari: Vestigia amicorum. Sagunt: Centre d’Estudis del Camp de

Morvedre, 2002.

CLIMENT, José. “Garcés Queralt, Vicent”, en Gran Enciclopedia de la Región

Valenciana. Valencia: Gran Enciclopedia de la Región Valenciana, 1973, vol. 5,

p. 25.

CLIMENT, José. Historia de la música contemporánea valenciana. Valencia: Del

Cenia al Segura, 1978.

CLIMENT, José. “Garcés Queralt, Vicent”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 7, p. 167.

DURÁN DE VALENCIA, Miquel. Cançons valencianes. Barcelona: Les Ales Esteses,

1929.

FUSTER, Joan. Obra completa de Joan Fuster. Barcelona: Edicions 62, 2002. Ed.

Antoni Furió i Josep Palàcios.

FUSTER, Joan. Correspondencia. València: Ed. 3 i 4, 2003, vol. 6.

791

Page 804: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Una aproximació a la història de la música valenciana”, en

VVAA. La Imatge de la Música en Sant Pius V. València: Generalitat

Valenciana, 1992, p. 33-64.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Garcés Queralt, Vicente”, en Diccionario de la Música

Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. 5, pp. 381-382.

GARCÉS QUERALT, Vicent. Cinc cançons valencianes. València: Institut Valencià de

la Música-Generalitat Valenciana-Piles (Edición a cargo de José Pascual

Hernández Farinos, con el asesoramiento científico de Cristina Urchueguía),

2007.

GARCÉS QUERALT, Vicent. Marinada. València: Institut Valencià de la Música-

Generalitat Valenciana-Piles (Edición a cargo de José Pascual Hernández

Farinos, con el asesoramiento científico de Cristina Urchueguía), 2008.

GARCÉS QUERALT, Vicent. Cantiga (1935)-Retaule Coral (1975-76). València:

Institut Valencià de la Música-Generalitat Valenciana-Piles (Edición a cargo de

José Pascual Hernández Farinos, con el asesoramiento científico de Cristina

Urchueguía), 2009.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “La música del siglo XX anterior a la guerra civil”,

en Historia de la Música de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial

Prensa Alicantina-Prensa Valenciana, 1992, pp. 361-380.

GIRONA, Albert. Guerra i Revolució al País Valencià (1936-1939). València: 3 i 4 ed.,

1986.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Garcés i Queralt, Vicent”, en Història de la Música

Catalana, Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. IX, p.

232.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Garcés Queralt, Vicente”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 1, pp. 415-

416.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Manuel Palau y Vicent Garcés,

antagonistas del sinfonismo valenciano”, Antología de la Música Valenciana.

Valencia: L’ànec, 1982, pp. 41-48. A-005. V-2403-1982.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Breviario de Historia de la Música

Valenciana. Valencia: Piles, 1985.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Compositores Valencianos del siglo XX.

Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992.

792

Page 805: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

MARCO, Tomás. Historia de la música española, vol. 6: Siglo XX. Madrid: Alianza

Editorial, 1983.

SIN AUTOR. “Garcés Queralt, Vicent”, en Gran Enciclopedia Valenciana. Valencia:

Difusora de Cultura Valenciana, 1991, vol. 4, p. 336.

VALLS GORINA, Manuel. La Música Catalana Contemporània. Barcelona: Ed.

Selecta, 1960.

VALLS GORINA, Manuel. La música española después de Manuel de Falla. Madrid:

Revista de Occidente, 1962.

PRENSA Y REVISTAS

ARIEL. “Interviú con el maestro D. Manuel Palau”, Sucrona, 495, Cullera, 2-IV-1932,

pp. 1-3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 19-V-1932, p. 4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 19-V-1932, p. 4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 19-V-

1932, p. 1.

SIN AUTOR. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 20-

V-1932, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 20-V-1932, p.

3.

VALDES PERLASIA, Emilio. “Musicales: Primer Aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-V-

1932, p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 21-V-1932, p. 8.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio: I Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 24-V-1932, p. 7.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 25-V-1932, p. 13.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 10-V-1933, p. 8.

793

Page 806: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 10-V-1933, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Voz Valenciana, Valencia, 11-V-1933, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 11-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, Las Provincias, Valencia, 11-V-1933, p. 16.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 12-V-1933, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 13-V-1933, p. 13.

SIN AUTOR. “Musicales. Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-V-

1933, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 13-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Información Musical: Valencia. Segundo aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Ritmo, 71, Madrid, septiembre 1933, pp. 12-13.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 22-II-

1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 22-II-1934,

p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 22-II-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 23-II-1934, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquestra Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 25-II-1934, p. 13.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 25-II-1934, p. 2.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra-La

Masa Coral Normalista”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 28-II-

1934, p. 3.

PALAU, Manuel. “Los compositores valencianos de la última promoción”,

Musicografía, 11, Monóvar, marzo 1934, pp. 51-53.

794

Page 807: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 17-IV-

1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 17-IV-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 18-IV-1934, p.

4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: Música de Cámara”,

Las Provincias, Valencia, 19-IV-1934, p. 4.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-IV-1934, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 20-IV-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Información Musical: Valencia”, Ritmo, 85, Madrid, 1-V-1934, p. 12.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 23-V-1934,

p. 6.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 24-V-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 25-V-1934, p.

3.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-V-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “De Música: Tercer Aniversario”, Las Provincias, Valencia, 29-V-1934,

p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 30-V-1934, p. 3.

JOPECOR. “Valencia: Música de Cámara”, Musicografía, 15, Monóvar, julio 1934, p.

168.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio: Concierto por la Orquesta de Cámara”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-XI-1934, p. 1.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio”, Las Provincias,

Valencia, 22-XI-1934, p. 5.

SIN AUTOR. “Concierto de la Orquestra Valenciana de Cambra en el Conservatorio”,

La Voz Valenciana, Valencia, 22-XI-1934, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 22-XI-1934, p. 8.

795

Page 808: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Ediciones Recientes”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 26-II-1935, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “De Música: Dos Canciones…por Vicente

Garcés”, Las Provincias, Valencia, 21-II-1935, p. 5.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-

IV-1935, p. 6.

SIN AUTOR.”Sociedad Filarmónica”, Las Provincias, Valencia 13-IV-1935, p. 14.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica de Valencia”, La Voz Valenciana, Valencia, 13-

IV-1935, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En la Filarmónica”, Las Provincias,

Valencia, 17-IV-1935, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia,

Valencia, 17-IV-1935, p. 8.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Sociedad Filarmónica: Concierto

XV por la Orquesta Sinfónica”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 17-IV-1935,

p. 5.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 18-V-1935, p.

3.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Sociedad Filarmónica”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 18-IV-1935, p. 2.

GARCÉS, Vicent. “Les arts i les lletres: Música”, El País Valencià, 1, Valencia, 18-V-

1935, p. 4.

SIN AUTOR. “En la Casa de la Ciudad-Música de Cámara”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 20-V-1935, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra, celebra el IV

Aniversario de su fundación”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 22-V-

1935, p. 6.

GARCÉS, Vicent. “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3,

Valencia, 1-VI-1935, p. 4.

GARCÉS, Vicent. “Balls Rusos”, El País Valencià, 3, Valencia, 1-VI-1935, p. 4.

CARBÓ. “La Música: Estrenes recents dels nostres músics”, El País Valencià, 4,

Valencia, 8-VI-1935, p. 4.

ABELLÁN, Antonio M. “Edición Musical: Dos canciones de Vicente Garcés”, Ritmo,

112, Madrid, 15-VI-1935, p. 13.

796

Page 809: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GARCÉS, Vicent. “Els nostres compositors: Manuel Palau”, El País Valencià, 6,

Valencia, 22-VI-1935, p. 6.

L.A. “Música: Nova Orquestra”, El País Valencià, 7, Valencia, 29-VI-1935, p. 4.

GARCÉS, Enrique. “Divulgación: Juglares, Trovadores y Troveros”, Musicografía, 27,

Monóvar, julio 1935, p. 155.

GARCÉS, Vicent. “Música: Concerts Unger”, El País Valencià, 9, Valencia, 13-VII-

1935, p. 2.

GARCÉS, Vicent. “Música: Concerts Radio Valencia”, El País Valencià, 11, Valencia,

27-VII-1935.

SIN AUTOR. “Activitats del Consell: Representacions”, Timó, 2-3, València, agost-

setembre 1935, p. 3.

GARCÉS, Vicent. “Del País Valencià: Els nostres compositors-Manuel Palau”,

Sucrona, 674, Cullera, 7-IX-1935, pp. 1-3.

GARCÉS, Vicenç. “Interessant cicle de música moderna valenciana”, Revista Musical

Catalana, XXXIII, Barcelona, 1936, pp. 202-203.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Ediciones Recientes”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 11-I-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “Sociedades: Societat Valenciana d’Autors (Secció Sinfónica)”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-II-1936, p. 8.

GARCÉS, Vicent. “Música: La vida musical en Valencia”, El País Valencià, 18,

Valencia, 28-III-1936, pp. 3-4.

GARCÉS, Vicent. “Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 20, Valencia,

11-IV-1936, p. 3.

GARCÉS, Vicent. “Música: Cicle radiat de música valenciana”, El País Valencià, 21,

Valencia, 18-IV-1936, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Sesiones Valencianas en Unión Radio”, Las

Provincias, Valencia, 28-IV-1936, p. 5.

SIN AUTOR. “Un Concierto de Música Valenciana para recaudar fondos con destino al

monumento a Vinatea”, La Voz Valenciana, Valencia, 23-V-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “Festival de Música Valenciana en el Teatro Principal”, La Voz

Valenciana, Valencia, 25-V-1936, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Festival de Música Valenciana Moderna”,

Diario de Valencia, Valencia, 26-V-1936, p. 10.

797

Page 810: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Festival de Música Valenciana

Moderna”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 28-V-1936, p. 6.

SIN AUTOR. “Concierto Radio-Ford en el Teatro Principal”, Las Provincias, Valencia,

28-V-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “Principal: Concierto Ford”, Las Provincias, Valencia, 30-V-1936, p. 5.

E.M. “Musicales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 30-V-1936, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Orquesta Sinfónica de Valencia”, Diario de

Valencia, Valencia, 30-V-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Conciertos: Valencia. Festival de música valenciana moderna”, Ritmo,

131, Madrid, junio 1936, p. 12.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: El V Aniversario de la ‘Orquestra Valenciana de

Cambra’”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 9-VII-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Consellería de Cultura: Premis Musicals del País Valencià 1937”, La

Voz Valenciana, Valencia, 21-V-1937, p. 4.

SIN AUTOR. “Musicales: Concierto organizado por la Consellería de Cultura”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 24-V-1937, p. 2.

SIN AUTOR. “Los Premios de la Consellería de Cultura”, El Pueblo, Valencia, 25-V-

1937, p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “Valencia”, Música, 1, Barcelona, enero 1938, pp. 50-52.

CASTRO ESCUDERO, José. “Las Ediciones del Consejo Central de Música”, Música,

4, Barcelona, abril 1938, pp. 40-42.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica de Valencia”, El Pueblo, Valencia, 31-XII-1938, p.

2.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 31-XII-1938, p. 2.

SIN AUTOR. “Musicales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 2-I-1939, p. 2.

R.I. “De Música: La Orquesta Sinfónica de Valencia en el Principal”, La Voz

Valenciana, Valencia, 2-I-1939, p. 2.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 9-10, Valencia, enero-

febrero 1954, pp. 13-16.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Clásica”, Las Provincias, Valencia, 29-I-1954, p. 8.

798

Page 811: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música-Orquesta Clásica de Valencia:

Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, Valencia,

30-I-1954, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica de Valencia”, Levante, Valencia, 2-II-1954, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Las Orquestas Clásica y Municipal”, Jornada, Valencia, 6-

II-1954, p. 13.

SIN AUTOR. “Concierto Extraordinario de la Orquesta Municipal dirigida por el

Maestro Iturbi”, Las Provincias, Valencia, 9-V-1957, p. 7.

SIN AUTOR. “Concierto Extraordinario de la Orquesta Municipal dirigida por el

Maestro Iturbi”, Levante, Valencia, 9-V-1957, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Municipal: Festival Hispanoamericano”, Levante,

Valencia, 11-V-1957, p. 2.

SORO, Federico. “La Orquesta Municipal, José Iturbi y la soprano Consuelo Rubio,

aureolados por el éxito, en un Festival Hispanoamericano”, Jornada, Valencia,

11-V-1957, p. 10.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Un concierto memorable de Iturbi,

con motivo de inaugurarse en Valencia el centro de Estudios Norteamericanos”,

Las Provincias, Valencia, 14-V-1957, p. 17.

SIN AUTOR. “Orquesta Clásica de Valencia”, Las Provincias, Valencia, 23-IV-1961,

p. 36.

E. “Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Hoja del Lunes, Valencia, 24-IV-1961, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Concierto de Música Valenciana”, Levante, Valencia, 26-XII-

1963, p. 9.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Música Valenciana

Contemporánea por la Orquesta Clásica”, Las Provincias, Valencia, 26-XII-

1963, p. 27.

SIN AUTOR. “Ateneo Mercantil: Concierto de la Orquesta Clásica, en homenaje al

Maestro Corell”, Levante, Valencia, 5-II-1971, p. 15.

SIN AUTOR. “Ateneo Mercantil: Concierto de la Orquesta Clásica, en homenaje al

Maestro Corell”, Las Provincias, Valencia, 5-II-1971, p. 25.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Concierto-Homenaje a Ramón

Corell, por la Orquesta Clásica, en el Ateneo Mercantil”, Las Provincias,

Valencia, 6-II-1971, p. 31.

799

Page 812: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SEGUÍ, Salvador. “V Semana Mediterránea de Música: Exito en el estreno absoluto de

‘Retaule Coral’, de Vicent Garcés”, Levante, Valencia, 5-III-1977, p. 39.

BARBER, Llorenç. “La música española durante la guerra del 36”, Ritmo, 483, Madrid,

julio-agosto 1978, pp. 29-33.

MONTESINOS, Eduardo. “Brillante concierto de la Orquesta Municipal, bajo la

dirección de Manuel Galduf”, Levante, Valencia, 19-XII-1981, p. 18.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “M. A. Peters y Galduf, con la Orquesta

Municipal”, Las Provincias, Valencia, 19-XII-1981, p. 50.

BADENES, Gonzalo. “Recuperación de Garcés y Fuster”, Diario de Valencia,

Valencia, 20-XII-1981, p. 29.

BADENES, Gonzalo. “’In memoriam’ Vicent Garcés”, Ritmo, 544, Madrid, junio 1984,

p. 23.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Garcés, López-Chavarri, Rodrigo y

Moreno Gans, en la Orquesta Municipal”, Las Provincias, Valencia, 24-XI-

1985, p. 34.

DOMÉNECH PART, José. “Crítica/Música: Concierto del hastío”, Levante, Valencia,

26-XI-1985, p. 70.

BADENES, Gonzalo. “Valencia: II Semana de Música Valenciana”, Ritmo, 563,

Madrid, marzo 1986.

SIN AUTOR. “Danza contemporánea y poesía en recuerdo de Joan Fuster: ‘Cantata

Marinada’ se estrenó en Valencia”, Levante, Valencia, 25-VI-1993, p. 73.

SIN AUTOR. “’Cantata Marinada’, en homenaje a Fuster”, Las Provincias, Valencia,

25-VI-1993, p. 70.

SIN AUTOR. “Entre Líneas: El ‘ballet’ del mosqueo”, Levante, Valencia, 27-VI-1993,

p. 85.

AUCEJO, M. “El Consell graba un disco del compositor Garcés de Benifairó”,

lasprovincias.es, Valencia, 5-VI-2008.

SIN AUTOR. “El IVM publica un disco con obras de Vicent Garcés y dos partituras”,

panorama-actual.es, 5-VI-2008.

SIN AUTOR. “El Institut Valencià de la Música publica la edición crítica de la obra de

Vicent Garcés”, El Mundo, Madrid, 7-VI-2008, p. 12.

SIN AUTOR. “El Dau: La recuperació de Garcés”, Levante, Valencia, 9-VI-2008, p. 26.

ARRANDO, Sergi. “La relació intel·lectual de Vicent Garcés i Joan Fuster”, Braçal,

Sagunt, article inèdit.

800

Page 813: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

RICARDO OLMOS

BIBLIOGRAFÍA Y PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS

ADAM FERRERO, Bernardo. Musicos Valencianos. Valencia: Promotora Internacional

de Publicaciones (PROIP), 1988, vol. 1.

ADAM FERRERO, Bernardo. 1000 Músicos Valencianos. Valencia: Sounds of Glory,

2003.

CLIMENT, José. “Olmos Canet, Ricardo”, en Gran Enciclopedia de la Región

Valenciana. Valencia: Gran Enciclopedia de la Región Valenciana, 1973, vol. 8,

p. 68.

CLIMENT, José. Historia de la música contemporánea valenciana. Valencia: Del

Cenia al Segura, 1978.

DÍAZ GÓMEZ, Rafael. “Olmos Canet, Ricardo”, en Diccionario de la Música

Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2001, vol. VIII, pp. 71-72.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. La música española en el siglo XX. Madrid: Fundación

Juan March Rioduero, 1973.

GALBIS LÓPEZ, Vicente. “Una aproximació a la història de la música valenciana”, en

VVAA. La Imatge de la Música en Sant Pius V. València: Generalitat

Valenciana, 1992, pp. 33-64.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “La música del siglo XX anterior a la guerra civil”,

en Historia de la Música de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial

Prensa Alicantina-Prensa Valenciana, 1992, pp. 361-380.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Olmos Canet, Ricard”, en Història de la Música

Catalana, Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. X, p.

97.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Olmos Canet, Ricardo”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 165-

166.

801

Page 814: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

MARCO, Tomás. Historia de la música española, vol. 6: Siglo XX. Madrid: Alianza

Editorial, 1983.

OLMOS, Ricardo. Cuadernos de Música Folklórica Valenciana: Canciones y danzas

de Onteniente y Belgida. Valencia: Instituto Valenciano de Musicología-

Institución Alfonso el Magnánimo-Diputación Provincial de Valencia, 1950, vol.

1.

OLMOS, Ricardo. Cuadernos de Música Folklórica Valenciana: Canciones y danzas

de Bocairente. Valencia: Instituto Valenciano de Musicología-Institución

Alfonso el Magnánimo-Diputación Provincial de Valencia, 1952, vol. 6.

OLMOS, Ricardo. Cuadernos de Música Folklórica Valenciana: Canciones y danzas

de Morella y Peñíscola. Valencia: Instituto Valenciano de Musicología-

Institución Alfonso el Magnánimo-Diputación Provincial de Valencia, 1957,

vols. 7-8.

OLMOS, Ricardo. Cuadernos de Música Folklórica Valenciana: Canciones y danzas

de Morella, Forcall, Todolella, Castell de Cabres. Valencia: Institución Alfonso

el Magnánimo-Diputación Provincial de Valencia, 1960, vol. 9.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Breviario de Historia de la Música

Valenciana. Valencia: Piles, 1985.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Compositores Valencianos del siglo XX.

Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992.

SIN AUTOR. “Olmos i Canet, Ricard”, en Gran Enciclopèdia Catalana. Barcelona:

Enciclopèdia Catalana S.A, 1970, vol. 16, p. 363.

SIN AUTOR. “Olmos Canet, Ricardo”, en Gran Enciclopedia Valenciana. Valencia:

Difusora de Cultura Valenciana, 1991, vol. 6, p. 321.

SIN AUTOR. “Olmos Canet, Ricardo”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 11, pp. 240-241.

PRENSA Y REVISTAS

SIN AUTOR. “II Juegos Florales de Cullera…Convocatoria”, Sucrona, 321, Cullera, 1-

XII-1928, pp. 3-4.

802

Page 815: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Ecos: II Juegos Florales de Cullera”, Sucrona, 328, Cullera, 19-I-1929,

p. 6.

AMADÍS DE GAULA. “II Juegos Florales de Cullera: La Fiesta del día 9 de Febrero”,

Sucrona, 329, Cullera, 26-I-1929, pp. 1-2.

SIN AUTOR. “Ecos: II Juegos Florales de Cullera”, Sucrona, 329, Cullera, 26-I-1929,

pp. 6-7.

SIN AUTOR. “Información general”, Sucrona, 332, Cullera, 16-II-1929, pp. 1-4.

ARIEL. “Interviú con el maestro D. Manuel Palau”, Sucrona, 495, Cullera, 2-IV-1932,

pp. 1-3.

PALAU, Manuel. “Los compositores valencianos de la última promoción”,

Musicografía, 11, Monóvar, marzo 1934, pp. 51-53.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 23-V-1934,

p. 6.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 24-V-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 25-V-1934, p.

3.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-V-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “De Música: Tercer Aniversario”, Las Provincias, Valencia, 29-V-1934,

p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 30-V-1934, p. 3.

JOPECOR. “Valencia: Música de Cámara”, Musicografía, 15, Monóvar, julio 1934, p.

168.

GARCÉS, Vicent. “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3,

Valencia, 1-VI-1935, p. 4.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio”, Las Provincias, Valencia, 8-X-1935, p. 12.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 8-

X-1935, p. 10.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Isabel Algarra y Francisco Gil”, El Pueblo,

Valencia, 8-X-1935, p. 2.

SIN AUTOR. “Música: La Orquesta Valenciana de Cambra…”, La Voz Valenciana,

Valencia, 8-X-1935, p. 8.

803

Page 816: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 9-X-

1935, p. 1.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 9-X-1935, p. 4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 10-X-1935, p.

5.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara-Orquestra Valenciana de

Cambra e Isabel Algarra, pianista”, Diario de Valencia, Valencia, 11-X-1935, p.

2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: La Orquesta de

‘Cambra’”, Las Provincias, Valencia, 12-X-1935, p. 12.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 1-II-1936, p. 5.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio”, Las Provincias,

Valencia, 4-II-1936, p. 5.

SÁNCHEZ, Luis. “Músicales: Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 4-II-1936, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara-Concierto Homenaje a

Francisco Cuesta”, Diario de Valencia, Valencia, 6-II-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Sociedades: Societat Valenciana d’Autors (Secció Sinfónica)”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-II-1936, p. 8.

SORO, Federico. “Música: Dos Conciertos de ayer”, Jornada, Valencia, 12-II-1945, p.

3.

OLMOS, Ricardo. “Corbin, Solange: Essai sur la musique religieuse…”, Arbor, 85,

Madrid, enero 1953, pp. 146-147.

OLMOS, Ricardo. “Cristóbal de Morales: Opera omnia…”, Arbor, 93-94, Madrid,

septiembre-octubre 1953, pp. 165-167.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 9-10, Valencia, enero-

febrero 1954, pp. 13-16.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Clásica”, Las Provincias, Valencia, 29-I-1954, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música-Orquesta Clásica de Valencia:

Concierto X con la colaboración de Emilia Muñoz”, Las Provincias, Valencia,

30-I-1954, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica de Valencia”, Levante, Valencia, 2-II-1954, p. 2.

SORO, Federico. “Música: Las Orquestas Clásica y Municipal”, Jornada, Valencia, 6-

II-1954, p. 13.

804

Page 817: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Música: Juventudes Musicales”, Las Provincias, Valencia, 13-IV-1954,

p. 9.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Eduardo López-Chavarri Andújar y

Leopoldo Querol”, Las Provincias, Valencia, 14-IV-1954, p. 14.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 13, Valencia, mayo-junio

1954, p. 13.

OLMOS, Ricardo. “García Matos, Manuel: Cancionero popular…”, Arbor, 102,

Madrid, junio 1954, pp. 382-383.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Orquesta Clásica”, Las Provincias,

Valencia, 10-III-1955, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 10-III-1955, p. 2.

OLMOS, Ricardo. “Pablo Casals”, Arbor, 112, Madrid, abril 1955, pp. 656-658.

OLMOS, Ricardo. “Humanismo en la moderna estética musical”, Arbor, 114, Madrid,

junio 1955, pp. 367-371.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Coral Polifónica Valentina en el

Ateneo Mercantil”, Las Provincias, Valencia, 2-VI-1955, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Coral Polifónica”, Levante, Valencia, 2-VI-1955, p. 2.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 23-24, Valencia, julio-

agosto 1955, p. 17.

OLMOS, Ricardo. “Romanticismo europeo y nacionalismo francés”, Arbor, 122,

Madrid, febrero 1956, pp. 298-301.

OLMOS, Ricardo. “Música y verbo”, Arbor, 123, Madrid, marzo 1956, pp. 471-472.

OLMOS, Ricardo. “Función social del Romanticismo”, Arbor, 132, Madrid, diciembre

1956, pp. 525-526.

SIN AUTOR. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 27-XII-1956, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 29-XII-1956, p. 2.

SORO, Federico. “Música: La Orquesta Clásica y el oboísta Miguel Aguado, en el

Ateneo”, Jornada, 29-XII-1956, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Clásica en sus ya

clásicos conciertos del Ateneo Mercantil”, Las Provincias, Valencia, 29-XII-

1956, p. 14.

SIN AUTOR. “Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Las Provincias, Valencia, 10-

III-1957, p. 18.

805

Page 818: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: La Orquesta Clásica en el Ateneo

Mercantil”, Las Provincias, Valencia, 13-III-1957, p. 14.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 13-III-1957, p. 2.

SORO, Federico. “La Orquesta Clásica en el Ateneo: Con Daniel de Nueda, intérprete

de un programa, con un cincuenta por cien de autores valencianos”, Jornada,

Valencia, 13-III-1957, p. 6.

SIN AUTOR. “Un nuevo éxito de nuestro crítico musical Francisco Llácer”,

Pentagrama, 54, Valencia, 18-III-1957.

OLMOS, Ricardo. “Aportación de la magia musical a la ciencia psicoanalítica”, Arbor,

144, Madrid, diciembre 1957, pp. 477-479.

OLMOS, Ricardo. “Querol, Leopoldo: Breve Historia de la Música”, Arbor, 144,

Madrid, diciembre 1957, pp. 494-495.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Ricardo Olmos y el Folklore”, Las

Provincias, Valencia, 3-I-1958, p. 14.

OLMOS, Ricardo. “Del grande rasgo al pequeño matiz”, Arbor, 149, Madrid, mayo

1958, pp. 146-150.

OLMOS, Ricardo. “El éxtasis de la música”, Arbor, 183, Madrid, marzo 1961, pp. 140

(388)-142 (390).

SIN AUTOR. “Orquesta Clásica de Valencia”, Las Provincias, Valencia, 23-IV-1961,

p. 36.

E. “Música: Orquesta Clásica de Valencia”, Hoja del Lunes, Valencia, 24-IV-1961, p. 6.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica”, Levante, Valencia, 9-III-1962, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Ateneo Mercantil: La Orquesta Clásica”,

Las Provincias, Valencia, 9-III-1962, p. 20.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Música: Corell y la Orquesta Clásica, en

los conciertos del viernes”, Las Provincias, Valencia, 22-III-1969, p. 35.

GOMÁ, Enrique G. “Orquesta Clásica de Valencia: Los conciertos en el Ateneo”,

Levante, Valencia, 25-III-1969, p. 23.

SIN AUTOR. “Actualidad Valenciana: Conservatorio Superior de Música”, Las

Provincias, Valencia, 26-III-1969, p. 18.

SIN AUTOR. “Conservatorio de Música: Conferencia de Ricardo Olmos”, Levante,

Valencia, 26-III-1969, p. 26.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Conferencia de Ricardo Olmos, en el

Conservatorio Superior”, Las Provincias, Valencia, 28-III-1969, p. 29.

806

Page 819: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GOMÁ, Enrique G. “Conservatorio Superior de Música: Ricardo Olmos, conferenciante

y compositor”, Levante, Valencia, 28-III-1969, p. 13.

OLMOS, Ricardo. “El Testamento de un Maestro: ‘Balada al absent’ y ‘Rapsodia

d’Abril’, de Manuel Palau”, Levante, Valencia, 19-IV-1969, p. 30.

SIN AUTOR. “Actualidad Valenciana: Conservatorio Superior de Música y Escuela de

Arte Dramático”, Las Provincias, Valencia, 21-III-1973, p. 22.

SIN AUTOR. “Valencia: Hoy, actualidad”, Levante, Valencia, 21-III-1973, p. 12.

SIN AUTOR. “Valencia actualidad: Valencia, Hoy-Conservatorio de Música”, Jornada,

Valencia, 21-III-1973, p. 9.

BARBER, Salvador. “La ciudad al paso: Olmos Canet-‘El lirismo en la música está

íntimamente relacionado con el lenguaje”, Las Provincias, Valencia, 22-III-

1973, p. 15.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Ricardo Olmos, conferenciante, y María

Antonia Martínez Brell, en una sesión de música popular valenciana, en el

Conservatorio”, Las Provincias, Valencia, 22-III-1973, p. 37.

SIN AUTOR. “Conservatorio Superior de Música: Conferencias y Conciertos”,

Levante, Valencia, 25-III-1973, p. 33.

SIN AUTOR. “Valencia actualidad: En el Conservatorio Superior de Música”, Jornada,

Valencia, 28-III-1973, p. 8.

SIN AUTOR. “Musicales: Ricardo Olmos”, ABC, Madrid, 26-I-1983, p. 59.

RUIZ TARAZONA, Andrés. “El músico valenciano Ricardo Olmos habla sobre su

investigación del canto popular”, El País, Madrid, 28-I-1983.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. “Música: Ricardo Olmos, en el ciclo ‘Vida y obra’, de la

ACSE”, ABC, Madrid, 31-I-1983, p. 60.

SIN AUTOR. “Cartelera-Musicales: Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE. Teatro

Real”, El País, Madrid, 9-III-1986, p. 33.

FERNÁNDEZ-CID, Antonio. “Espectáculos-Música: Solistas instrumentales y vocales

con el Coro de RTVE”, ABC, Madrid, 15-III-1986, p. 82.

E.F. “Necrológicas: Ricardo Olmos, compositor”, El País, Madrid, 3-XII-1986.

SIN AUTOR. “Falleció en Madrid el maestro Ricardo Olmos Canet”, Las Provincias,

Valencia, 4-XII-1986.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. “Rafael [sic] Olmos: ‘In memoriam’”, Las

Provincias, Valencia, 5-XII-1986.

807

Page 820: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

PEÑAFORT, Carlos. “Clásica: Crónica musical de la semana”, Hoja del Lunes,

Valencia, 8-XII-1986.

SIEMENS HERNÁNDEZ, Lothar. “Noticias de 1986: Fallecimientos de Sabino Ruiz

Jalón, Ramón Perales de la Cal y Ricardo Olmos”. Revista de Musicología, vol.

X, 1, Madrid, enero-abril 1987, pp. 350-351.

BARCE, Ramón. “Falleció Ricardo Olmos”, Ritmo, 573, Madrid, enero 1987, p. 41.

HONTAÑÓN, Leopoldo. “Entrañable homenaje del Coro de RTVE a Ricardo Olmos”,

ABC, Madrid, 29-XII-1987.

LUIS SÁNCHEZ

BIBLIOGRAFÍA Y PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS

ADAM FERRERO, Bernardo. 1000 Músicos Valencianos. Valencia: Sounds of Glory,

2003.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “La música del siglo XX anterior a la guerra civil”,

en Historia de la Música de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial

Prensa Alicantina-Prensa Valenciana, 1992, pp. 361-380.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Sànchez i Fernàndez, Lluís”, en Història de la Música

Catalana, Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. X, pp.

185-186.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Sánchez Fernández, Luis”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, pp. 394-

395.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Breviario de Historia de la Música

Valenciana. Valencia: Piles, 1985.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Compositores Valencianos del siglo XX.

Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992.

SÁNCHEZ, Luis. Introducción a la Estética de la Música. Valencia: Jaime Piles, 1948.

SIN AUTOR. “Sánchez Fernández, Luis”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 14, pp. 295-296.

808

Page 821: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

PRENSA Y REVISTAS

SIN AUTOR. “El niño Luisito Sánchez Fernández”, Bellas Artes, Valencia, septiembre

1919, p. 12.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 6-III-1926, p. 2.

SIN AUTOR. “Musicales: El novel compositor Luis Sánchez”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 9-III-1926, p. 3.

LL. P. “De Arte: Luis Sánchez Fernández”, El Pueblo, Valencia, 12-III-1926.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 13-III-1926, p. 4.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 27-III-1926, p. 2.

SIN AUTOR. “La Banda Municipal…”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 28-III-

1926.

SIN AUTOR. “Ediciones recientes”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-V-

1926.

SIN AUTOR. “Concierto en los Viveros”, La Correspondencia de Valencia, Valencia,

22-V-1926.

SIN AUTOR. “Concierto en los Viveros”, La Correspondencia de Valencia, Valencia,

10-VII-1926.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, Las Provincias, Valencia, 7-VIII-1926, p. 3.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 7-VIII-1926, p. 3.

SIN AUTOR. “Crónica Valenciana: Concierto en los Viveros”, Diario de Valencia,

Valencia, 7-VIII-1926, p. 5.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 7-VIII-1926,

p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Viveros Municipales”, Las Provincias,

Valencia, 8-VIII-1926, p. 2.

PALAU, Manuel. “Musicales: Viveros Municipales”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 10-VIII-1926, p. 1.

SÁNCHEZ, Luis. “Noticiero Musical: Una aclaración”, La Voz Valenciana, Valencia,

12-VIII-1926, p. 2.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 19-III-1927.

809

Page 822: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Regional”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 7-IV-1927.

SIN AUTOR. “Regional: Estreno de ‘La purea del amor’”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 8-IV-1927.

SIN AUTOR. “Regional”, Las Provincias, Valencia, 8-IV-1927.

SIN AUTOR. “Teatro Regional: ‘La purea del amor’”, El Pueblo, Valencia, 8-IV-1927.

SIN AUTOR. “La Banda Municipal…”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 26-VI-

1927.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 6-VII-1927.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Concierto en los Viveros”, El

Mercantil Valenciano, Valencia, 7-VII-1927.

EME. “Noticiero Musical: La Sinfónica en los Viveros”, La Voz Valenciana, Valencia,

7-VII-1927.

SIN AUTOR. “En el Ateneo Regional…”, Las Provincias, Valencia, 23-XII-1927.

SIN AUTOR. “Musicales”, Diario de Valencia, Valencia, 27-XII-1927.

SIN AUTOR. “En el restaurante de Las Arenas…”, La Voz Valenciana, Valencia, 9-I-

1928.

SIN AUTOR. “El homenaje al decano de los viajantes”, Las Provincias, Valencia, 10-I-

1928.

SIN AUTOR. “Banquete homenaje”, Diario de Valencia, Valencia, 10-I-1928.

SIN AUTOR. “En el Ateneo Regional…”, El Pueblo, Valencia, 14-III-1928.

SIN AUTOR. “La Banda Municipal…”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 10-VI-

1928.

SIN AUTOR. “La Banda Municipal…”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 5-

I-1929.

P. B. (PALAU BOIX, Manuel). “Bandas de Música: Valencia-XXXVII Concurso

Regional de Bandas Civiles”, Boletín Musical de Córdoba, Córdoba, julio 1929,

pp. 15-16.

SIN AUTOR. “El Certamen Musical”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 3-VIII-1929.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 12-

IV-1930, p. 1.

SIN AUTOR. “En la Filarmónica”, Las Provincias, Valencia, 12-IV-1930, p. 1.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 13-IV-1930,

p. 9.

810

Page 823: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia, Valencia,

13-IV-1930, p. 8.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, El Pueblo, Valencia, 13-IV-1930, p. 8.

V. (VALDES PERLASIA, Emilio). “Sociedad Filarmónica: Orquesta Sinfónica”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 16-IV-1930, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En la Filarmónica”, Las Provincias,

Valencia, 16-IV-1930, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia,

Valencia, 16-IV-1930, p. 8.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Sociedad Filarmónica: Concierto

XX por la Orquesta Sinfónica de Valencia”, El Mercantil Valenciano, Valencia,

16-IV-1930, p. 4.

SIN AUTOR. “En la Filarmónica: Concierto por la Sinfónica de Valencia”, El Pueblo,

Valencia, 17-IV-1930, p. 4.

SIN AUTOR. “Los conciertos de la Sinfónica”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 11-VII-1930.

SIN AUTOR. “Ayer en los Viveros: La fiesta del viajante”, La Voz Valenciana,

Valencia, 4-VIII-1930.

SIN AUTOR. “El día del viajante”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 4-VIII-

1930.

SIN AUTOR. “El Día del viajante”, Las Provincias, Valencia, 5-VIII-1930.

SIN AUTOR. “Fiestas populares: En Benicalap”, El Mercantil Valenciano, Valencia,

13-VIII-1930.

SIN AUTOR. “Fiestas populares: En Marchalenes”, El Mercantil Valenciano, Valencia,

24-VIII-1930.

SIN AUTOR. “Un pasodoble fallero”, La Voz Valenciana, Valencia, 3-III-1931.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 3-III-1931.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia,

Valencia, 23-IV-1931.

PALAU, Manuel. “En ‘Lo Rat-Penat’”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 7-

V-1931.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 26-VII-1931.

SIN AUTOR. “La fiesta de los viajantes”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 4-VIII-

1931.

811

Page 824: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “A la Junta Nacional de la Música y Teatros Líricos”, La Voz Valenciana,

Valencia, 17-VIII-1931.

SIN AUTOR. “Programas para el lunes”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 13-XII-

1931.

SIN AUTOR. “Programas para hoy”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 15-XII-1931.

PALAU, Manuel. “Musicales: Música de Cámara-El pianista Alamán”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-XII-1931.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: El pianista Agustín

Alamán”, Las Provincias, Valencia, 22-XII-1931.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 23-XII-1931.

SIN AUTOR. “Concierto Popular”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 20-III-1932.

VALDÉS PERLASIA, Emilio. “Musicales: En la Plaza de Emilio Castelar”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-III-1932.

ARIEL. “Interviú con el maestro D. Manuel Palau”, Sucrona, 495, Cullera, 2-IV-1932,

pp. 1-3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: La Asociación

Profesional de Estudiantes de Música y Declamación”, Las Provincias,

Valencia, 22-IV-1932.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 19-V-

1932, p. 1.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 19-V-1932, p. 4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 19-V-1932, p. 4.

SIN AUTOR. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 20-

V-1932, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 20-V-1932, p.

3.

VALDES PERLASIA, Emilio. “Musicales: Primer Aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-V-

1932, p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 21-V-1932, p. 8.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio: I Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 24-V-1932, p. 7.

812

Page 825: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 25-V-1932, p. 13.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 9-VII-1932, p. 8.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales: Concierto por la Sinfónica”, El Mercantil

Valenciano, Valencia, 10-VII-1932, p. 3.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Viveros Municipales”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 12-VII-1932, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 20-XI-1932.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cambra”, Diario de Valencia,

Valencia, 22-XI-1932.

SÁNCHEZ, Luis. “Información Musical: Valencia. En el Conservatorio de Valencia”,

Ritmo, 65, Madrid, febrero 1933, pp. 9-10.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 10-V-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 10-V-1933, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Voz Valenciana, Valencia, 11-V-1933, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 11-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, Las Provincias, Valencia, 11-V-1933, p. 16.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 12-V-1933, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 13-V-1933, p. 13.

SIN AUTOR. “Musicales. Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-V-

1933, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 13-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Noticias de Arte. En el Círculo de Bellas Artes: El Concierto de esta

noche”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 19-V-1933, p. 3.

813

Page 826: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “En honor de Cecilio Pla”, El Pueblo, Valencia, 19-V-1933, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “La Masa Coral Normalista”, Diario de Valencia, Valencia, 2-VI-

1933, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: I Aniversario de la Masa Coral Normalista”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 5-VI-1933, p. 6.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “La Masa Coral Normalista en el

primer aniversario de su creación”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 7-VI-

1933.

SIN AUTOR. “Conciertos en los Viveros”, Las Provincias, Valencia, 12-VII-1933, p.

5.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, Diario de

Valencia, Valencia, 12-VII-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales: Orquesta Sinfónica de Valencia”, El Mercantil

Valenciano, Valencia, 12-VII-1933, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Los Conciertos de la Orquesta Sinfónica en los

Viveros Municipales”, Diario de Valencia, Valencia, 13-VII-1933, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En los Viveros: Abelardo Mus”, Las

Provincias, Valencia, 13-VII-1933, p. 5.

SIN AUTOR. “Información Musical: Valencia. Segundo aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Ritmo, 71, Madrid, septiembre 1933, pp. 12-13.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-

XII-1933, p. 1.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 23-XII-1933,

p. 7.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 24-XII-1933, p. 5.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 26-XII-1933, p. 2.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquesta Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-XII-1933, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música de Cámara”, Las Provincias,

Valencia, 29-XII-1933, p. 1.

R. de la S. “La Música y los Músicos: La Orquesta Valenciana en el Conservatorio”,

Heraldo de Madrid, Madrid, 15-I-1934.

814

Page 827: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

RIBÓ, Jesús A. [José Subirà]. “Vida musical: Madrid”, Musicografía, 10, Monóvar,

febrero de 1934, p. 46.

SIN AUTOR. “Información Musical: Madrid. Orquesta Valenciana de Cámara”, Ritmo,

79, Madrid, febrero 1934, p. 12.

SIN AUTOR. “Concierto de Folklore”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 24-

II-1934, p. 1.

SIN AUTOR. “La Masa Coral Normalista en Nostre Teatre”, La Voz Valenciana,

Valencia, 24-II-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica de Valencia”, La Voz Valenciana, Valencia, 26-

II-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, El Pueblo, Valencia, 27-II-1934, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: La Masa Coral Normalista y la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 27-II-1934, p. 2.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra-La

Masa Coral Normalista”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 28-II-

1934, p. 3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Concierto del Domingo”, Las

Provincias, Valencia, 28-II-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “El concierto de la Masa Coral Normalista y de la ‘Orquesta Valenciana

de Cambra’”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 28-II-1934, p. 4.

PALAU, Manuel. “Los compositores valencianos de la última promoción”,

Musicografía, 11, Monóvar, marzo 1934, pp. 51-53.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En la Filarmónica”, Las Provincias,

Valencia, 1-III-1934, p. 5.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Sociedad Filarmónica”, Diario de Valencia,

Valencia, 1-III-1934, p. 8.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “Sociedad Filarmónica: Concierto

IX por la Orquesta Sinfónica del maestro Izquierdo, con la colaboración del

pianista don José Bellver”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 1-III-1934, p. 3.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquesta Sinfónica y el pianista Bellver”,

La Correspondencia de Valencia, Valencia, 2-III-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 3-

III-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, La Voz Valenciana, Valencia, 3-III-1934, p. 8.

815

Page 828: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “El concierto de hoy en los Viveros”, El Pueblo, Valencia, 4-III-1934, p.

2.

V.P. (VALDÉS PERLASIA, Emilio). “El pianista José Bellver en la Filarmónica”, El

Mercantil Valenciano, Valencia, 8-III-1934, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 17-IV-

1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 17-IV-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 18-IV-1934, p.

4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: Música de Cámara”,

Las Provincias, Valencia, 19-IV-1934, p. 4.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 20-IV-1934, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 20-IV-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Información Musical: Valencia”, Ritmo, 85, Madrid, 1-V-1934, p. 12.

SERRANO, J. “Nombres”, Rosas y espinas, julio 1934.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “El Concierto en los Viveros”, Las

Provincias, Valencia, 1-VII-1934, p. 5.

SIN AUTOR. “De Arte: La Orquesta de Cámara y Elena Cuñat”, El Pueblo, Valencia,

1-VII-1934, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: Orquesta Valenciana

de Cambra”, Las Provincias, Valencia, 3-VII-1934, p. 6.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: Elena Cuñat y la Orquesta de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 3-VII-1934, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 3-VII-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Orquestra Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 5-VII-1934, p. 3.

SIN AUTOR. “La Orquesta Valenciana de Cambra”, El Pueblo, Valencia, 5-VII-1934,

p. 1.

JOPECOR. “Valencia: Música de Cambra”, Musicografía, 16, Monóvar, agosto 1934,

pp. 191-192.

816

Page 829: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Círculo de Bellas Artes: Enrique Cuñat.

Elena Cuñat”, Las Provincias, Valencia, 21-XI-1934, p. 2.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: La música valenciana en 1934”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 8-I-1935, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Ediciones Recientes”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 26-II-1935, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Lo que pasa en el Conservatorio de Valencia”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 8-III-1935, p. 2.

MARTÍNEZ, R. “Musicales: Por una sola vez”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 13-III-1935, p. 2.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Más sobre el Conservatorio”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 20-III-1935, p. 4.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Samuel Lazar y su conferencia sobre Folk-lore”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 16-IV-1935, p. 8.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 17-V-1935,

p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Sociedad Filarmónica”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 18-IV-1935, p. 2.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 18-

V-1935, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 18-V-1935, p. 8.

SIN AUTOR. “En la Casa de la Ciudad-Música de Cámara”, La Correspondencia de

Valencia, Valencia, 20-V-1935, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 21-V-1935, p. 12.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra, celebra el IV

Aniversario de su fundación”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 22-V-

1935, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 18-V-1935, p.

3.

CARBÓ. “La Música: Estrenes recents dels nostres músics”, El País Valencià, 4,

Valencia, 8-VI-1935, p. 4.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio: Música de Cámara-

Cuarteto de Cuerda”, Las Provincias, Valencia, 13-VI-1935.

817

Page 830: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 13-VI-1935.

L.A. “Música: Nova Orquestra”, El País Valencià, 7, Valencia, 29-VI-1935, p. 4.

SIN AUTOR. “Concierto de la Sinfónica”, La Correspondencia de Valencia, Valencia,

13-VII-1935.

ABELLÁN, Antonio M. “La Orquestra Valenciana de Cambra”, Musicografía, 28,

Monóvar, agosto 1935, pp. 167-168.

TRISTÁN. “Noticiario”, Musicografía, 31, Monóvar, noviembre 1935, p. 254.

DINO. “Conciertos: Associació Obrera de Concerts”, Ritmo, 118, Madrid, 1-XI-1935,

p. 13.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: Ediciones Recientes”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 11-I-1936, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Músicales: Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 4-II-1936, p. 6.

SIN AUTOR. “Sociedades: Societat Valenciana d’Autors (Secció Sinfónica)”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-II-1936, p. 8.

SALAZAR, Adolfo. “La Vida Musical: Francisco Costa en la Orquesta Clásica-Otros

conciertos”, El Sol, Madrid, 4-IV-1936.

FRANCO, José María. “Conciertos-Orquesta Clásica: Reaparición del famoso violinista

Francisco Costa”, Ya, Madrid, 4-IV-1936.

A.M.C. [Angel María Castell]. “Informaciones musicales: Los conciertos de la Orquesta

Clásica. El violinista Costa”, ABC, Madrid, 4-IV-1936.

DE LA SERNA, A. “La Música y los Músicos: Tercer concierto de la Orquesta Clásica-

el violinista Francisco Costa”, El Heraldo, Madrid, 4-IV-1936.

GÓMEZ, Julio. “De Música: Orquesta Clásica”, El Liberal, Madrid, 5-IV-1936.

MAESTRO JACOPETTI. “La música y los músicos: Orquesta Clásica-Francisco

Costa…”, Ahora, Madrid, 9-IV-1936, p. 32.

SIN AUTOR. “Musicales: Un éxito de Luis Sánchez en Madrid”, La Correspondencia

de Valencia, Valencia, 12-IV-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “En conmemoración del 14 de abril: Programa Oficial de Festejos”, El

Pueblo, Valencia, 13-IV-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “Las fiestas conmemorativas de la proclamación de la República”, Diario

de Valencia, Valencia, 15-IV-1936, p. 8.

818

Page 831: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: La Orquestra Valenciana de Cambra en la Casa de la

Ciudad”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 16-IV-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “De Burjasot: Éxito de un compañero en la prensa”, El Mercantil

Valenciano, Valencia, 24-IV-1936.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 4-VII-

1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 4-VII-1936, p. 5.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 4-VII-1936, p.

2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 5-VII-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 7-

VII-1936, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En el Conservatorio”, Las Provincias,

Valencia, 8-VII-1936, p. 4.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Música de Cámara-V Aniversario de la

‘Orquestra Valenciana de Cambra’-Conchita Barberá, cantante”, Diario de

Valencia, Valencia, 8-VII-1936, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: El V Aniversario de la ‘Orquestra Valenciana de

Cambra’”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 9-VII-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Viveros Municipales”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 18-VII-1936,

p. 3.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales-Sociedad Filarmónica: Inauguración del curso actual”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 23-XI-1936, p. 4.

SIN AUTOR. “Musicales: La Orquesta Sinfónica, en el Principal”, La Correspondencia

de Valencia, Valencia, 8-VI-1937, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Valencia”, Música, 1, Barcelona, enero 1938, pp. 50-52.

SIN AUTOR. “Orquesta Sinfónica: Teatro Principal”, La Correspondencia de Valencia,

Valencia, 25-III-1938, p. 2.

SIN AUTOR. “Sinfónica Valenciana”, El Pueblo, Valencia, 27-III-1938, p. 3.

SIN AUTOR. “Musicales: Orquesta Sinfónica-Sociedad Filarmónica”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia 28-III-1938, p. 2.

BEATRIZ. “Belleza y Armonía: El Concierto de ayer domingo en el Teatro Principal”,

La Voz Valenciana, Valencia, 28-III-1938, p. 2.

SIN AUTOR. “Radio Valencia: Programa para hoy”, Levante, Valencia, 11-VII-1939.

819

Page 832: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Conmemoración del VII Centenario de la conquista de Valencia:

Concierto por la Orquesta de Falange Española Tradicionalista”, Levante,

Valencia, 6-X-1939, p. 3.

SIN AUTOR. “El VII Centenario de la conquista de Valencia: Programa para hoy día 7

de octubre”, Las Provincias, Valencia, 7-X-1939, p. 8.

SIN AUTOR. “Conmemoración del VII Centenario de la conquista de Valencia:

Concierto en el Teatro Principal”, Levante, Valencia, 8-X-1939, p. 4.

SIN AUTOR. “Sociedad Filarmónica”, Las Provincias, Valencia, 26-IV-1941, p. 2.

GOMÁ, Enrique G. “Música: Orquesta Sinfónica de Valencia”, Levante, Valencia, 29-

IV-1941, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “En la Filarmónica”, Las Provincias,

Valencia, 29-IV-1941, p. 3.

SIN AUTOR. “Monóvar: Homenaje-Primera Comunión-Traslado”, Información,

Alicante, 30-V-1942.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Valencia”, Ritmo, 165, Madrid, mayo 1943, p. 22.

SÁNCHEZ, Luis. “Los músicos a través de la Psiquiatría”, Medicamenta, Madrid,

1944.

SÁNCHEZ, Luis. “Los músicos a través de la Psiquiatría”, Noticiero Médico, Madrid,

1944.

SORO, Federico. “Música: Dos Conciertos de ayer”, Jornada, Valencia, 12-II-1945, p.

3.

E.M. “Valencianos que triunfan: El compositor Luis Sánchez”, Las Provincias,

Valencia, 1-VII-1947, p. 8.

SIN AUTOR. “D. Luis Sánchez Fernández”, Boletín del Colegio Oficial de Directores

de Bandas de Música Civiles (Segunda época), 49, Madrid, septiembre 1947, pp.

3-5.

CABALLERO, L. “La Música: Luis Sánchez triunfa con su poema ‘Amanece’”, Sur,

Málaga, 25-XI-1947.

SIN AUTOR. “Valencianos que triunfan: El compositor Luis Sánchez triunfa en

Málaga”, Las Provincias, Valencia, 2-XII-1947.

SIN AUTOR. “La Música: Conferencia de don Salvador Rueda, sobre música hispano-

argentina”, Sur, Málaga, 21-XII-1947.

SIN AUTOR. “La Música: Interesante conferencia-concierto en el Conservatorio”, Hoja

del Lunes, Málaga, 22-XII-1947.

820

Page 833: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Curso para extranjeros: Del 15 enero al 20 febrero 1948”, Hoja del

Lunes, Málaga, 22-XII-1947.

B.M. “Conciertos musicales: La Orquesta Sinfónica”, Tarde, Málaga, 19-I-1948.

SIN AUTOR. “La Música: Éxito de la Delegación de Cultura, en el concierto del

domingo”, Sur, Málaga, 20-I-1948.

SIN AUTOR. “Un compositor valenciano en Málaga”, Las Provincias, Valencia, 3-II-

1948, p. 4.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio: La Orquesta Sinfónica de Málaga”, Hoja del

Lunes, Málaga, 19-IV-1948.

CABALLERO, L. “La Música: La Orquesta Sinfónica, superada-El gran concierto del

domingo”, Sur, Málaga, 20-IV-1948.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio: La Orquesta Sinfónica de Málaga”, La Tarde,

Málaga, 3-V-1948.

DE LAS H. A. “Música: La Agrupación Nacional, en el Ateneo”, Informaciones,

Madrid, 6-V-1948.

MUÑOZ, F. “La Música: Nueva actuación de la Sinfónica”, Hoja del Lunes, Málaga,

17-V-1948.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio: Concierto matinal por la Sinfónica”, La Tarde,

Málaga, 17-V-1948.

SIN AUTOR. “Músico o forense”, Informaciones, Madrid, 19-VI-1948.

SÁNCHEZ, Luis. “Los grandes compositores a la luz de la psiquiatría”, Revista de

Medicina Legal, Madrid, 1949.

SÁNCHEZ, Luis. “Los grandes compositores a la luz de la psiquiatría”, Revista de

Estudios Penitenciarios, Madrid, 1949.

SIN AUTOR. “Don Luis Sánchez Fernández, nuevo médico forense de Campillos”,

Sur, Málaga, 3-II-1949.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio: Homenaje a la memoria de Chopin”, La Tarde,

Málaga, 5-XI-1949.

L.C. “Velada en honor de Chopin, en el Conservatorio”, Sur, Málaga, 6-XI-1949.

L.C. “Música: Concierto de la Orquesta Sinfónica-El Conservatorio celebró el día de

Santa Cecilia”, Sur, Málaga, 24-XI-1949.

B.M. “En el Conservatorio: Segundo concierto de la Sinfónica”, La Tarde, Málaga, 24-

XI-1949.

821

Page 834: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Hoy llegarán los profesores del Conservatorio de Málaga”, El

Telegrama del Rif, Melilla, 24-XI-1949.

SIN AUTOR. “Llegada de la Comisión de Profesores del Conservatorio de Málaga”, El

Telegrama del Rif, Melilla, 25-XI-1949.

SIN AUTOR. “Conferencia con ilustraciones musicales: Conservatorio de Música”,

Sur, Málaga, 13-XII-1949.

SIN AUTOR. “La Música: Conferencia sobre ‘nacionalismo musical ruso’ en el

Conservatorio-Don Luis Sánchez disertó de la vida de Borodine”, Sur, Málaga,

21-XII-1949.

SIN AUTOR. “Los días y los hechos: Ante el Congreso Médico del Sur”, Sur, Málaga,

10-I-1950.

SIN AUTOR. “El día 23 dará comienzo el I Congreso Médico del Sur: Conferencia

sobre los médicos músicos y otros actos”, Sur, Málaga, 10-I-1950.

SIN AUTOR. “Esta mañana comienza sus tareas el Primer Congreso Médico del Sur”,

Hoja del Lunes, Málaga, 23-I-1950.

SIN AUTOR. “Hoy continuó su labor el Congreso Médico”, La Tarde, Málaga, 24-I-

1950.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “De Estética Musical: Luis Sánchez, médico

valenciano y músico”, Las Provincias, Valencia, 1-II-1950, p. 8.

ARÉVALO, Mario. “Información: Un forense que triunfa como músico”, Forenses,

138, Madrid, 15-II-1950, pp. 35-36.

SOUVIRÓN, Sebastián. “Música y verano”, Hoja del Lunes, Málaga, 17-VII-1950.

SIN AUTOR. “Don Luis Sánchez Fernández, médico forense de Torrox”, La Tarde,

Málaga, 25-V-1951.

SIN AUTOR. “Homenaje al sabio portugués Egaz Moniz”, Sur, Málaga, 15-XII-1951.

SIN AUTOR. “La Música: Concierto de la Sinfónica”, Sur, Málaga, 26-II-1952.

SIN AUTOR. “IV ciclo de conferencias en el Conservatorio”, La Tarde, Málaga, 15-

XI-1952.

SÁNCHEZ, Luis. “Medicina y Arte: Los grandes compositores a la luz de la

psiquiatría”, Boletín Cultural del Consejo de Colegios Médicos, Madrid, mayo

1953, pp. 29-33.

SIN AUTOR. “Música: Conferencia-Concierto”, Madrid, Madrid, 13-V-1953.

822

Page 835: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “La Música: El día 20, concierto de la Orquesta de Cámara del

Conservatorio-Don Luis Sánchez dio una magnífica conferencia en el Ateneo de

Madrid”, Sur, Málaga, 17-V-1953.

SIN AUTOR. “Amigos de la Música: Mañana, concierto”, El Telegrama del Rif”,

Melilla, 27-VI-1953.

SÁNCHEZ, Luis. “La hora del Médico: La Inspiración Musical como Proceso

Psicofisiológico”, Domingo, 26-VII-1953.

SÁNCHEZ, Luis. “Música y Medicina: Los grandes compositores a la luz de la

psiquiatría”, Pentagrama, 5, Valencia, agosto 1953, p. 5.

SIN AUTOR. “La Música: Anoche, nuevo triunfo de la Orquesta de Cámara”, Sur,

Málaga, 16-VIII-1953, p. 7.

SIN AUTOR. “Crítica-Libros recibidos: Introducción a la Estética de la Música de Luis

Sánchez”, Pentagrama, 6, Valencia, septiembre-octubre 1953, p. 5.

MORANTE BORRÁS, Jesús. “Fecunda labor del Conservatorio de Música de

Valencia”, Jornada, Valencia, 15-X-1953, p. 4.

SIN AUTOR. “La Música: Conferencia-concierto de don Luis Sánchez en el

Conservatorio”, Sur, Málaga, 29-X-1953.

L.C. “La Música: Un buen recital de Elena Cuñat por Radio Málaga”, Sur, Málaga, 26-

XI-1953.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 9-10, Valencia, enero-

febrero 1954, pp. 13-16.

SIN AUTOR. “Música: Elena Cuñat en Málaga”, Las Provincias, Valencia, 13-I-1954.

SIN AUTOR. “Actos de apertura de curso en el Conservatorio: Misa y sesión

académica”, El Ideal, Granada, 6-X-1954.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 16, Valencia, noviembre

1954, p. 4.

L.C. “La Música: Concierto de la Orquesta de Cámara en honor del Magisterio”, Sur,

Málaga, 30-XI-1954.

SIN AUTOR. “Música: Concierto de la Orquesta de Cámara”, El Ideal, Granada, 1-XII-

1954.

SIN AUTOR. “Concierto de la Orquesta de Cámara”, Hoja del Lunes, Málaga, 6-XII-

1954.

CABALLERO, L. “La Música: Querol, con la Orquesta del Conservatorio, en la

Filarmónica”, Sur, Málaga, 14-XII-1954, p. 7.

823

Page 836: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “La Música: Concierto por la Banda Municipal en el Cervantes”, Hoja

del Lunes, Málaga, 17-I-1955.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Un recital de violín y piano”, Las

Provincias, Valencia, 23-II-1955.

SIN AUTOR. “La Música: El Conservatorio de Música celebrará con solemnes actos la

festividad de Santa Cecilia-Éxito de don Luis Sánchez en su gira por

Marruecos”, Sur, Málaga, noviembre 1955.

SIN AUTOR. “Música: Sociedad Filarmónica de Valencia”, Las Provincias, Valencia,

8-I-1956, p. 11.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: En la Filarmónica. Una arpista, una

cantante, un pianista”, Las Provincias, Valencia, 10-I-1956, p. 14.

SIN AUTOR. “Actividad musical en Valencia”, Pentagrama, 31, Valencia, febrero

1956, p. 21.

SIN AUTOR. “Ha muerto don Luis Sánchez, catedrático del Conservatorio: Era un

excelente escritor, pianista y director de orquesta”, Sur, Málaga, 18-X-1957.

L.C. “Un reportaje al día: El Conservatorio y su Orquesta de Cámara rinden homenaje

al catedrático y compositor don Luis Sánchez”, Sur, Málaga, 31-X-1957.

BARBER, Llorenç. “La música española durante la guerra del 36”, Ritmo, 483, Madrid,

julio-agosto 1978, pp. 29-33.

DEL CAMPO, Manuel. “Cincuentenario y Centenario de Luis Sánchez Fernández

(1907-1957)”, Anuario-Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, Málaga,

abril 2008, pp. 60-61.

HUGUET, P. “La música del siglo XX llega a la Biblioteca: La familia del compositor

valenciano Luis Sánchez dona sus fondos documentales y bibliográficos y la

abundante correspondencia con el maestro Manuel Palau”, Las Provincias,

Valencia, 28-X-2008, p. 58.

EMILIO VALDÉS

BIBLIOGRAFÍA Y PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS

AGUILAR, Juan de Dios. Historia de la música en la provincia de Alicante. Alicante:

Instituto de Estudios Alicantinos, 1970.

824

Page 837: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ADAM FERRERO, Bernardo. 1000 Músicos Valencianos. Valencia: Sounds of Glory,

2003.

BARCELÓ, Joaquín. Santiago y la Fiesta de Moros y Cristianos – Calendario del

Festero. Alicante: Gráficas Díaz, 1972.

CLIMENT, José. “Valdés Perlasia, Emilio”, en Gran Enciclopedia de la Región

Valenciana. Valencia: Gran Enciclopedia de la Región Valenciana, 1973, vol.

10, p. 166.

CLIMENT, José. “Valdés Perlasia, Emilio”, en Gran Enciclopedia de la Comunidad

Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, 2005, vol. 16, p. 301.

GARCÍA DEL BUSTO, José Luis. “La música del siglo XX anterior a la guerra civil”,

en Historia de la Música de la Comunidad Valenciana. Valencia: Editorial

Prensa Alicantina-Prensa Valenciana, 1992, pp. 361-380.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Valdés Perlasia, Emili”, en Història de la Música

Catalana, Valenciana i Balear. Barcelona: Edicions 62, 1999-2002, vol. X, p.

243.

HERNÁNDEZ, José Pascual. “Valdés Perlasia, Emilio”, en Diccionario de la Música

Valenciana. Madrid: Iberautor Promociones Culturales, 2006, vol. 2, p. 523.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Breviario de Historia de la Música

Valenciana. Valencia: Piles, 1985.

LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, Eduardo. Compositores Valencianos del siglo XX.

Valencia: Generalitat Valenciana-Música 92, 1992.

SEGUÍ, Salvador. “Valdés Perlasia, Emilio”, en Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 2002, vol. 10, p. 642.

PRENSA Y REVISTAS

V. (VALDES PERLASIA, Emilio). “Sociedad Filarmónica: Orquesta Sinfónica”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 16-IV-1930, p. 2.

VALDÉS PERLASIA, Emilio. “Musicales: En la Plaza de Emilio Castelar”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-III-1932.

ARIEL. “Interviú con el maestro D. Manuel Palau”, Sucrona, 495, Cullera, 2-IV-1932,

pp. 1-3.

825

Page 838: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

VALDES PERLASIA, Emilio. “Musicales: Primer Aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 21-V-

1932, p. 3.

SÁNCHEZ, Luis. “Información Musical: Valencia. En el Conservatorio de Valencia”,

Ritmo, 65, Madrid, febrero 1933, pp. 9-10.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 10-V-1933, p. 8.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 10-V-1933, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, La Voz Valenciana, Valencia, 11-V-1933, p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 11-V-1933, p. 3.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra Valenciana de

Cambra”, Las Provincias, Valencia, 11-V-1933, p. 16.

SIN AUTOR. “Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquesta Valenciana de

Cambra”, El Pueblo, Valencia, 12-V-1933, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 13-V-1933, p. 13.

SIN AUTOR. “Musicales. Música de Cámara: Segundo Aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-V-

1933, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 13-V-1933, p. 3.

GOMÁ, Enrique G. “La Masa Coral Normalista”, Diario de Valencia, Valencia, 2-VI-

1933, p. 8.

SÁNCHEZ, Luis. “Musicales: I Aniversario de la Masa Coral Normalista”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 5-VI-1933, p. 6.

FIDELIO (MORALES SANMARTÍN, Bernardo). “La Masa Coral Normalista en el

primer aniversario de su creación”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 7-VI-

1933.

VALDÉS, Emilio. “Tres interesantes obras del maestro Manuel Palau”, Ritmo, 70,

Madrid, agosto 1933, p. 6.

826

Page 839: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Información Musical: Valencia. Segundo aniversario de la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Ritmo, 71, Madrid, septiembre 1933, pp. 12-13.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 29-XI-

1933, p. 4.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 29-XI-1933, p. 1.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 29-XI-1933, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Diario de Valencia, Valencia, 30-XI-1933, p. 8.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música de Cámara: Rosa García Faria”, Las

Provincias, Valencia, 3-XII-1933, p. 1.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 6-XII-1933, p. 8.

R. de la S. “La Música y los Músicos: La Orquesta Valenciana en el Conservatorio”,

Heraldo de Madrid, Madrid, 15-I-1934.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “De Música: Masa Coral Normalista y

Orquesta de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 30-I-1934, p. 12.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: La Masa Coral Normalista y la Orquestra

Valenciana de Cambra”, Diario de Valencia, Valencia, 30-I-1934, p. 10.

SIN AUTOR. “Masa Coral Normalista: El Festival del domingo”, El Mercantil

Valenciano, Valencia, 30-I-1934, p. 3.

SIN AUTOR. “Información Musical: Madrid. Orquesta Valenciana de Cámara”, Ritmo,

79, Madrid, febrero 1934, p. 12.

RIBÓ, Jesús A. [José Subirà]. “Vida musical: Madrid”, Musicografía, 10, Monóvar,

febrero de 1934, p. 46.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: La Masa Coral Normalista y la Orquesta

Valenciana de Cambra”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 2-II-1934,

p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 22-II-

1934, p. 8.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 22-II-1934,

p. 6.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 22-II-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, Las Provincias, Valencia, 23-II-1934, p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquestra Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 25-II-1934, p. 13.

827

Page 840: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

GOMÁ, Enrique G. “Crónica musical: Música de Cámara”, Diario de Valencia,

Valencia, 25-II-1934, p. 2.

RANCH, Eduardo. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra-La

Masa Coral Normalista”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 28-II-

1934, p. 3.

PALAU, Manuel. “Los compositores valencianos de la última promoción”,

Musicografía, 11, Monóvar, marzo 1934, pp. 51-53.

V.P. (VALDÉS PERLASIA, Emilio). “El pianista José Bellver en la Filarmónica”, El

Mercantil Valenciano, Valencia, 8-III-1934.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, La Voz Valenciana, Valencia, 23-V-1934,

p. 6.

SIN AUTOR. “Música: Música de Cámara”, El Pueblo, Valencia, 24-V-1934, p. 2.

SIN AUTOR. “Música de Cámara”, El Mercantil Valenciano, Valencia, 25-V-1934, p.

3.

SIN AUTOR. “Crónica de la Música: La Orquestra Valenciana de Cambra”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 27-V-1934, p. 8.

SIN AUTOR. “De Música: Tercer Aniversario”, Las Provincias, Valencia, 29-V-1934,

p. 2.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Orquesta Valenciana de Cambra”, Las

Provincias, Valencia, 30-V-1934, p. 3.

JOPECOR. “Valencia: Música de Cámara”, Musicografía, 15, Monóvar, julio 1934, p.

168.

GARCÉS, Vicent. “Música: Orquestra Valenciana de Cambra”, El País Valencià, 3,

Valencia, 1-VI-1935, p. 4.

TRISTÁN. “Noticiario”, Musicografía, 31, Monóvar, noviembre 1935, p. 254.

DINO. “Conciertos: Associació Obrera de Concerts”, Ritmo, 118, Madrid, 1-XI-1935,

p. 13.

SIN AUTOR. “Sociedades: Societat Valenciana d’Autors (Secció Sinfónica)”, La

Correspondencia de Valencia, Valencia, 13-II-1936, p. 8.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià”, La Voz Valenciana, Valencia, 26-V-1936, p. 4.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià”, Las Provincias, Valencia, 27-V-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià”, El Pueblo, Valencia, 27-V-1936, p. 3.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià”, El Pueblo, Valencia, 28-V-1936, p. 8.

828

Page 841: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Orfeó Valencià”, Diario de Valencia, Valencia, 28-V-

1936, p. 8.

GOMÁ, Enrique G. “Crónica Musical: Orfeó Valencià”, Diario de Valencia, Valencia,

29-V-1936, p. 8.

E.M. “Musicales: Orfeó Valencià”, La Correspondencia de Valencia, Valencia, 29-V-

1936, p. 7.

SIN AUTOR. “En el Conservatorio”, Las Provincias, Valencia, 29-V-1936, p. 2.

SIN AUTOR. “Orfeó Valencià: El Concierto de Anteayer”, El Mercantil Valenciano,

Valencia, 30-V-1936, p. 4.

SIN AUTOR. “Crónica Musical: Valencia”, Ritmo, 165, Madrid, mayo 1943, p. 22.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Vida Musical Valenciana en 1944”,

Almanaque Las Provincias, Valencia, 1945, pp. 381-385.

SORO, Federico. “Música: Dos Conciertos de ayer”, Jornada, Valencia, 12-II-1945, p.

3.

LÓPEZ-CHAVARRI MARCO, Eduardo. “Música: Un domingo bien aprovechado-La

Orquesta Municipal-La Coral Polifónica”, Las Provincias, Valencia, 25-II-1947,

p. 3.

SIN AUTOR. “Coral Polifónica Valentina”, Las Provincias, Valencia, 15-XII-1956, p.

7.

SIN AUTOR. “Premio de Composición Musical a Emilio Valdés”, Información,

Alicante, 15-I-1971, p. 20.

GOMIS LLEDÓ, José. “Campello: El día 21, Concurso Provincial de Bandas”,

Información, Alicante, 19-III-1971, p. 28.

ESPINOSA CAÑIZARES. “Provincia: Dos primeros premios en el III Certamen

Provincial de Bandas de Música: Para Villajoyosa y Rafal”, Información,

Alicante, 23-III-1971, p. 30.

SIN AUTOR. “Mañana, Concierto en la Explanada”, Información, Alicante, 4-III-1978,

p. 5.

829

Page 842: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

ARCHIVOS

ARCHIVOS PÚBLICOS

Archivo de la Diputación Provincial de Alicante.

Archivo de la Diputación Provincial de Valencia.

Biblioteca de Compositores Valencianos. Ayuntamiento de Valencia.

Biblioteca del Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo”. Valencia.

Biblioteca del Institut Valencià de la Música. Valencia.

Biblioteca Valenciana. Sección Nicolau Primitiu.

Hemeroteca Municipal. Ayuntamiento de Alicante.

Hemeroteca Municipal. Ayuntamiento de Castellón.

Hemeroteca Municipal. Ayuntamiento de Valencia.

Legado Luis Sánchez Fernández. Biblioteca Valenciana.

Legado Vicente Asencio-Matilde Salvador. Biblioteca Valenciana.

ARCHIVOS PRIVADOS

Archivo Familia Garcés Queralt. Faura (Valencia).

Archivo Familia Olmos Romera. Madrid.

Archivo Familia Sánchez. Málaga.

Archivo Familia Valdés Perlasia. Castalla (Alicante).

ARCHIVOS FONOGRÁFICOS

Archivo Fonográfico de Sergi Arrando. Faura (Valencia).

Archivo de Historia Oral. Institut Valencià de la Música (Valencia).

830

Page 843: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

831

Page 844: LA COMPOSICIÓN ORQUESTAL VALENCIANA, A TRAVÉS DE LA

832