LA CONCEPCION DEL NIÑO: PERFIL PSICOPEDAGOGICO Y SOCIAL EN LA PRIMERA INFANCIA

En este aspecto hay un modelo, de cómo

estructurar una imagen de los procesos de

desarrollo que se deben dar, en los niños

del jardín.

Se reúnen aquí varias teorías paralelas y congruentes que se ocupan de enfoques

evidentemente distintos pero complementarios del desarrollo infantil, que, estudiadas

simultáneamente, ofrecen una perspectiva unificada del desarrollo emocional,

cognoscitivo, comunicativo, psicomotriz y conductual, que vistas desde diferentes

obras y autores nos aclararán aspectos que se deben tener presentes en el desarrollo de

las dimensiones del niño.

Creemos que la primera infancia es uno de los períodos más críticos del desarrollo

humano. Durante esta etapa se establecen las habilidades motoras básicas del hombre, se

completa virtualmente el desarrollo perceptivo y se sientan las bases de las habilidades

cognitivas que llegarán a construir el intelecto humano.

Cabe destacar que el término "Desarrollo" alude a una integración de cambios

constitucionales y aprendidos que conforman la personalidad en constante desarrollo del

ser. Y, aunque la norma que establece "trabajar con la persona integral" es válida,

afrontamos la compleja paradoja de que mientras nos ocupemos del "conjunto"

debemos cnocer sus partes y establecer relaciones entre ellas, este es el punto

importante que hay que además diferenciar en cada niño.

4Ministerio de Educación (1996) Serie Documentos de Trabajo

De acuerdo a su desarrollo cronológico el niño de tres a seis años es un sujeto activo,

único, capaz de conocer, sentir, discernir, decidir, plantear problemas y dar

soluciones. Dentro de los ciclos de la educación establecidos por el M.E.N. a través

de la Ley General de la Educación estos se ubican en la edad preescolar :

Art. 15 "La educación preescolar corresponde a la ofrecida al niño para su desarrollo

integral en los aspectos biológicos, cognoscitivos, psicomotriz, socio afectivo y

espiritual, a través de experiencias de socialización pedagógica y recreativa".

Art. 19 "El nivel de educación preescolar comprende como mínimo, un grado

obligatorio en los establecimientos educativos estatales para los niños menores de 6

años" (2).

Hacia los tres años y medio aparecen signos de inestabilidad, hay en el niño una

flexión de control motor que se traduce en la incertidumbre de sus gestos y tendencia al

tartamudeo, acompañado de sentimientos de inseguridad, quejas y temores. Al mismo

tiempo un desbordamiento de fantasía caracteriza su vida interior, sus sueños se

multiplican y se intensifican, para horas y días con compañeros imaginarios.

A los cuatro años y medio, el comportamiento del niño se desborda por todas partes,

en actividad motriz, social, verbal y aflora la actividad intelectual. El corre, brinca,

salta, trepa, pero es igual capaz de permanecer inmóvil largo tiempo para ocuparse de

una manipulación que le interese.

Su control motor y postural han alcanzado un alto grado de inestabilidad, manos ,

brazos, piernas, pies, se emancipan del conjunto de la red postural y comienza a

adquirir gracia natural espontánea para bailes y gesticulaciones.

Es hablador, le gustan las palabras y juega con ellas, se expresa en frases con

adverbios y conjugaciones. En su comportamiento social es versátil y a la vez ruidoso y

calmado, autoritario, cooperador e indiferente, aunque en el fondo se interesa más en

llegar a ser un ser social que a practicar la oposición.

A los cinco años por el contrario, señalan un equilibrio estable y generalizado, ha

alcanzado una estabilidad en la curva del desarrollo. Sus coordinaciones motrices, sus

imágenes, sus frases e incluso sus relaciones personales y sociales, su idea de si

mismo, su adaptación a la familia, al colegio, a la comunidad, están mejor definidas.

No está en conflicto ni con él, ni con el entorno.

Intelectualmente el niño en edad preescolar ofrece más continuación en su actividad

mental. Reflexiona antes de hablar pero todavía no tiene conciencia de su

pensamiento como proceso subjetivo distinto del mundo objetivo, elemento delicado

que manejar, razón por la cual debe estar en grupo, pero no en grupos demasiado

grandes, porque la persona que está encargada de motivarlo y dirigir sus logros, tiene

que concentrarse en el seguimiento de los niños, situación que es difícil de sortear y

desarrollar para grupos grandes de niños. A esta edad el pensamiento del niño es

concreto, su capacidad de abstracción es poco desarrollada, define los objetos por su

uso.

Afectivamente está fuertemente atado a su

familia, en especial a su madre que constituye el

personaje central de su universo. Es dócil busca

la aprobación de los adultos y se doblega a las

convenciones sociales.

Hacia los seis años, se abre un período de tensión, de crisis y de conflicto que resulta

de cambios fundamentales, físicos y psicológicos que operan e el niño ; nuevas

tendencias se abren, nuevos impulsos, nuevas sensaciones, nuevos actos llegan

literalmente a la superficie causadas por los profundos desarrollos en el sistema

nervioso subyacente, está indeciso inconsciente y no llega a elegir entre alternativas

opuestas oscilando así el amor entre la familia y el colegio.

Gessel caracteriza la etapa de tres años como la época de las

relaciones humanas e interiorización de conductas, mientras

que para el ismo autor el niño de cuatro años pasa de una fase

de transición donde la clave de la psicología es su conducta

fácil, ligada a una organización mental que cambia de una

actitud a otra con gran agilidad ; el niño de cinco años es

tomado como un producto acabado que hacia los seis podrá

percibir muchas cosas de las que en realidad puede manejar.

(3).

En el desarrollo psicomotor se pone de manifiesto toda serie de características que

hacen referencia tanto a la ejercitación de la percepción, como al control que efectúa el

niño sobre sus actos motores. Este control tiene que ver con la iniciación,

coordinación e inhibición de los movimientos.

El movimiento, tal como señala Henry Walton, durante la edad preescolar tiene una

extraordinaria importancia en la infancia. El niño se comunicación los demás a partir

del movimiento, con él expresa sus necesidades, sus deseos, sus estados de ánimo, con él

se desplaza, manipula, actúa, razón importante para contar con suficiente área dentro

del aula y colegio donde se desarrolla.

A partir de la acción, el niño consigue alcanzar el dominio de la representación

mental, de la figuración, de la operación. Con el movimiento está relacionada toda la

personalidad del niño, su forma de comunicarse con los demás, consigo mismo y con

los objetos, su adquisición de la autonomía personal y la de los primeros aprendizajes

escolares como la escritura, la lectura y el cálculo.

El movimiento según señala A. Arrow es l clave de la vida y existe en todas las

manifestaciones vitales cuando el hombre efectúa un movimiento consciente, recurre a

una coordinación de los ámbitos cognoscitivo, socio afectivo y psicomotor, ya que el

movimiento influencia todo el desarrollo psíquico del niño y sus relaciones con los

demás. Es importante tener en cuenta que en los niños se elabore un esquema

corporal, concientizando las imágenes postulares motoras, visuales, táctiles, se regule su

tono muscular y su predominio de movimientos fundamentales y especializados a nivel

de locomoción, manipulación y utilización de instrumentos, estructuración del espacio

y el tiempo básicos para su propia organización y aprendizaje. Todo ellos se puede ir

aprendiendo a partir de las situaciones cotidianas especialmente si estas son ricas

interesantes y motivadoras.

El desarrollo físico del niño se incrementa rápidamente en los años de preescolar, sin

diferencias significativas entre el crecimiento de niñas y niños. La nutrición tiene una

gran influencia sobre el crecimiento, engrosamiento y formación de los huesos del

cuerpo. En el cuerpo de los niños de tres años, están madurando los sistemas

nerviosos y muscular, así como el crecimiento esquelético. El cartílago se va

convirtiendo en hueso más rápidamente haciéndose más duro.

La Talla depende de la tendencia familiar la alta o a la baja estatura como también

pueden influenciar factores emocionales, algunos niños en extrema privación son

anormalmente pequeños pero su altura y peso se incremental si se sacan del ambiente

hostil.

El desarrollo físico también se caracteriza por sus irregularidades en el crecimiento de

su tronco y extremidades. Las piernas crecen con mayor intensidad, la gran actividad

de la glándula tiroides, el cambio de la composición de la sangre y el aumento del

volumen de los pulmones se dejan sentir en la aceleración en los procesos de

oxidación del metabolismo.

El peso del cerebro es de unos 1200 gramos, es decir alcanza la quinta parte del peso

del cerebro de un adulto, las zonas frontales y parietales son las que se encuentran con

mayor intensidad, lo que depende directamente del reforzamiento de las formas

superiores de la actividad psíquica del niño, del desarrollo de su lenguaje y

razonamiento lógico, en esta edad se mantienen la inestabilidad en la actividad

nerviosa del pequeño.

Diana Papalia también expone que la estatura del niño no aumenta tan rápidamente en

la infancia aunque un niño normal de tres años h crecido durante el último año casi

diez centímetros. Los niños continúan creciendo en promedio de cinco a siete

centímetros por año, hasta llegar a un crecimiento rápido durante la pubertad.

El ambiente juega un papel de suma importancia en el desarrollo intelectual del niño,

ya que este necesita de estímulos a su alcance para desarrollar su percepción por

medio del cual adquirirá el conocimiento real de las cosas y los hechos.

La inteligencia es un término genérico que designa las formas de

organización superior del pensamiento, el cual se va

estructurando progresivamente a partir de las percepciones, los

hábitos y los mecanismos sensomotores elementales que son

tipos interiores de adaptación cognitiva y motriz. La inteligencia

provee al sujeto de un equilibrio más durable, es la adaptación

mental más avanzada. Así constituye en un elemento

indispensable de los intercambios entre el sujeto y el mundo

porque le posibilitan este intercambio sin necesidad de estar en

contacto directo con ellos.

El desarrollo de la capacidad de observación que le permite conocer el mundo que le

rodea y admirarse de las cosas, estimula su curiosidad y le abre nuevos campos de la

percepción y desarrollo de la imaginación siendo un elemento positivo e importante en

este, ya que ofrece un aprendizaje que le ayuda a adaptarse a las cosas y situaciones.

Mediante la imaginación el niño desarrolla su creatividad y puede vivir situaciones

imaginarias que le sirven como práctica para adaptarse en manejar la vida real.

La memoria juega un aspecto fundamental en el desarrollo cognitivo del niño, es la

capacidad de recordar, permitiéndole formar conceptos más complejos, el niño posee

capacidad de almacenamiento de información y una serie de interruptores de

asociación que dan acceso a dicha información. Estos procesos mentales están

dirigidos a la solución de un problema, en el caso del niño, el problema está dirigido a su

idea de juego y cómo lograr que esta se desarrolle.

Según Makarenko "para que un juego sea un buen juego, este debe requerir esfuerzo

por parte del niño". (4). También en una forma de actividad mental dinámica, que tiene

su expresión en el análisis cada vez más profundo de la reallidad, seguido de su

presentación veraz, coherente y generalizada a cada paso.

Para la concepción Piagetana, la inteligencia es un proceso de construcción

permanente desde el nacimiento y las categorías de las funciones de adaptación

(asimilación y acomodación) como el objeto, espacio, causa, tiempo, clase(calidad), y

cantidad (número) se organizan por constantes interrelaciones entre el individuo y el

medio y viceversa, donde el medio por sí solo no retrasa ni adelanta el proceso sin la

participación activa de este.

Piaget define la adaptación de la inteligencia como "equilibrio entre asimilación y

acomodación, cuyo valor es el mismo del equilibrio de la interacción sujeto-objeto".

(5)

En esta edad el niño empieza a desarrollar sus habilidades sociales que van desde la

curiosidad inicial por saber quien es el otro, se miran, se observan, se atreven a

tocarse, siempre con la intención de entablar un contacto, hasta el intercambio verbal de

información, el juego en grupo y la convivencia con otros seres humanos que le son

hasta entonces desconocidos. El niño aprende a tomar en relación con quienes le

rodean, a tomar conciencia de que existen otros seres que pueden desear cosas

distintas a las que él desea, preferir juegos que a él no le gustan o decirles cosas que

pueden molestarles. Aprende a demostrar su empatía o simpatía por los otros

compañeros, así como a defender sus cosas, valores, preferencias y deseos.

El yo entre la conciencia del niño, este considera bueno lo que le gusta y lo que

quiere, adquiere sentido de confianza que le da autonomía, goza al jugar con otros

niños y se enorgullece de sus éxitos personales.

Para Wallon, en esta edad el lenguaje se convierte en un instrumento y soporte

indispensable para los progresos de su pensamiento en la medida en que la palabra se

convierte en la expresión del mismo, es el canal principal por el que aprende a actuar

como miembro de una sociedad dentro y a través de los diversos grupos sociales, la

familkia, el vecindario hasta adoptar su cultura.

LO ETICO Y LO MORAL

En el campo moral, la base de estos conceptos se fundamenta en la experiencia en las

relaciones del hombre con la realidad social que le rodea, realidad que no solo siente,

sino que vive con gran fuerza emotiva. Shardakov afirma, que los conceptos morales

pueden considerarse asimilados por los escolares, si son los que determinan su

comportamiento y actitud con respecto a los que lo rodea.

Conceptos que se forman en el transcurso de la adquisición y cumplimiento de las

reglas de conducta a través de la participación directa en la familia y con sus

compañeros y amigos. Aunque los niños de edad preescolar no pueden dar definición de

los diferentes valores, si saben que estos reflejan el trato con los demás.

Cuando un acto moral tiene un carácter individual, el niño es indulgente en su

apreciación, por eso es más fácil que perdone, pero cuando la importancia del acto

moral tiene un valor social, los niños son severos. Según ha podido observarT.

Ruvtsova, los niños de seis o siete años en adelante al juzgar las acciones de los

compañeros, pocas veces las comparan con las suyas y su comportamiento lo juzgan

con menos severidad que el de los otros, es más fácil hablar de lo que han hecho los

demás, que opinar acertadamente sobre sí mismo.

El niño da un cambio profundo de conducta a los cuatro años, deja de ser el niño

bueno y obediente que ha sido hasta ahora y se convierte en un niño alborotado,

desobediente empieza a estar en desacuerdo con los otros, porque está empezando a

afianzar su propia personalidad.

Ahora que está en paz consigo mismo sus muestras de cariño serán mejor acogidas,

porque no se trata solo de un beso y un abrazo, sino que su comportamiento serán en

conjunto mejor aceptado.

EL LENGUAJE

El niño en esta edad adquiere más vocabulario aprendiendo dos a tres términos

diariamente, sus frases se hacen más largas y es mejor

conversador. Empieza a utilizar adjetivos temporales y

dimensionales espaciales, la inteligencia práctica

consigue grandes progresos bajo la influencia del

lenguaje, de la representación y maduración motriz.

Según los parámetros del currículo de Preescolar #2 del M.E.N., de 1987, las

primeras palabras que utiliza el niño para establecer relación espacial son grande y

pequeño, de esta manera el niño va aprendiendo acerca de los objetos a través de

razonamiento y va extendiendo estos conocimientos a nuevos casos.

A los cuatro años si ingresa al jardín, es importante que tenga un buen conocimiento

del lenguaje, hacia los cinco años, habla correctamente y ha superado sus problemas de

articulación o pronunciación.

Según Bruner, el lenguaje es un medio, instrumento, gracias al cual los individuos se

comunican entre sí, intercambian sus pensamientos y se comunican con los otros.

SEXUALIDAD

La sexualidad en la primera infancia está caracterizada por la curiosidad hacia los

órganos genitales descubriendo el pene como fuente de placer y arrogancia para el niño

y de complejo de castración en la niña al notar su ausencia, motivo que la lleva a desear

ser hombre. El hecho fundamental de la sexualidad infantil en esta etapa es hacer

elección amorosa del padre del sexo opuesto acompañado de sentimientos

ambivalentes de afecto, ternura, rivalidad odio frente al padre del mismo sexo, actitud

denominada complejo de Edipo en el niño y complejo de Electra en la Niña,

comportamientos que finalizan a los seis años. Según Sigmund Freud "este complejo es

el acontecimiento clave de la existencia y un factor capital de la evolución psíquica,

caracterizado por la situación triangular madre-padre-niño.

Para el niño en la edad preescolar, la escuela puede ser

el elemento que influya positivamente en su desarrollo

integral si encuentra en esta los elementos que no solo

van a permitir el desarrollo de no todo su potencial,

sino que van a ayudarle a promoverlo. Si el niño se

siente parte de la institución, la conoce, es consciente

de todas las personas que colaboran para facilitar su

desarrollo, tendrá sentido de pertenencia que promueve

la responsabilidad de ser parte del grupo.

Además del desarrollo integral del niño, la teoría de Vigotsky juega un papel

importante, ya que lo toma como un sujeto social, lo concibe como un colaborador

enfrentado a un mundo constituyente y formado por procesos simbólicos. Lo

caracteriza como un constructor de mundos posibles donde la conciencia es

esencialmente social, su crecimiento es más hacia afuera que hacia dentro, el

lenguaje tiene doble papel, representar al mundo y comunicárselo a los demás.

Cuando el niño descubra que en el ambiente del jardín, él es una persona única, un

individuo que le respeta como tal, logra la seguridad personal y descubre su propia

identidad. Esa identidad personal, la seguridad y la pertenencia a un grupo son

necesidades básicas que el niño busca satisfacer, ya que promueven su desarrollo integral,

el aprendizaje significativo y el ejercicio de una libertad responsable, sintiéndose un ser

activo en la sociedad.