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" SU MAJESTAD HABLA, EN FIN, COMO QUIEN TANTO HA ACERTADO" LA CONCLUSIÓN EJEMPLAR DE FUENTE OVEJUNA. por Victor DIXON (Universidad de Dublin) Como sugiere el título de mi ponencia, pienso ocuparme hoy de la última escena de la obra más famosa y más representada de Lope. Pero tal vez convenga encuadrar mi comentario en un marco algo más amplio. Tomaré como pie por lo tanto una aseveración global, sacada de un estudio reciente del afamado "comediante" francés, Charles-Vincent Aubrun : Lope de Vega, dramaturge. La tesis general de dicho estudio es peligrosamente errónea, y en otra ocasión me propongo rebatirla detenidamente. De momento, sin embargo, prefiero fijarme más bien en unas palabras no menos equivocadas de su conclusión. De las comedias de Lope dice el profesor Aubrun (cito y traduzco) : "El fin de sus actos terceros es casi siempre fatal". Se abstiene de aludir específicamente a Fuente Ovejuna, pero como prueba de su aserto añade en nota —y valdrá la pena detenernos un rato en sus palabras, por incomprensibles que se me antojan : Quand Peribáñez, après avoir accompli proprement sa besogne, laisse Casilda et part pour la guerre avec un dérisoire brevet de capitaine, quel anti-climax ! Que Teodoro, dans El perro del hortelano, doive trouver une '"ejecutoria" pour pouvoir épouser la noble Diana, quel tour de passe-passe médiocre ! Et fallait-il donc traiter si cruellement la jolie duègne de El acero de Madrid parce qu'elle jeta par-dessus les moulins son bonnet de sainte Catherine. (1) (1) Ch.-V. Aubrun, Lope de Vega, dramaturge, en Bulletin of Hispanic Studies, 61, 1984, pp. 271-282 (esp. pp. 281-282).

LA CONCLUSIÓN EJEMPLAR DE (Universidad de … · beatería ridicula y su estupidez en dejarse engatusar por Riselo y faltar por tanto a su deber como "dueña", o bien ... por ejemplo,

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" SU MAJESTAD HABLA, EN FIN,

COMO QUIEN TANTO HA ACERTADO"

LA CONCLUSIÓN EJEMPLAR DE FUENTE OVEJUNA.

por Victor DIXON(Universidad de Dublin)

Como sugiere el título de mi ponencia, pienso ocuparme hoy de laúltima escena de la obra más famosa y más representada de Lope. Pero tal vezconvenga encuadrar mi comentario en un marco algo más amplio. Tomaré comopie por lo tanto una aseveración global, sacada de un estudio reciente del afamado"comediante" francés, Charles-Vincent Aubrun : Lope de Vega, dramaturge. Latesis general de dicho estudio es peligrosamente errónea, y en otra ocasión mepropongo rebatirla detenidamente. De momento, sin embargo, prefiero fijarmemás bien en unas palabras no menos equivocadas de su conclusión. De lascomedias de Lope dice el profesor Aubrun (cito y traduzco) : "El fin de sus actosterceros es casi siempre fatal". Se abstiene de aludir específicamente a FuenteOvejuna, pero como prueba de su aserto añade en nota —y valdrá la penadetenernos un rato en sus palabras, por incomprensibles que se me antojan :

Quand Peribáñez, après avoir accompli proprement sa besogne, laisseCasilda et part pour la guerre avec un dérisoire brevet de capitaine, quelanti-climax ! Que Teodoro, dans El perro del hortelano, doive trouver une'"ejecutoria" pour pouvoir épouser la noble Diana, quel tour de passe-passemédiocre ! Et fallait-il donc traiter si cruellement la jolie duègne de Elacero de Madrid parce qu'elle jeta par-dessus les moulins son bonnet desainte Catherine. (1)

(1) Ch.-V. Aubrun, Lope de Vega, dramaturge, en Bulletin of Hispanic Studies, 61,1984, pp. 271-282 (esp. pp. 281-282).

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En todos estos casos entiendo que, al contrario, las conclusiones sonejemplares. Si Peribáñez ha de despedirse de su esposa para guerrear por su patriay por su fe, lo hará como un paysan digne, admirado y premiado por un reyjusticiero —vice-Dios en la tierra—, con licencia real de traer armas defensivas yofensivas, confirmado en el rango de capitán, nada irrisorio ya, que le concediófraudulentamente su malvado adversario. En cuanto al final de El perro delhortelano, la interpretación del Profesor Aubrun parece sacada de las antiguas ydesastrosas ediciones de Eugène Kohler (2) ; en la mía, de 1981, aduje nadamenos que siete argumentos en contra (3), a las cuales he añadido recientementeuna octava (4). De momento baste decir que Teodoro, tras una primeraanagnórisis, paradójica a todas luces, experimenta una segunda, auténtica, cuandola Condesa reconoce en él una nobleza natural, más importante que la denacimiento, y él invita implícitamente al "noble senado" a confirmar que el "tourde passe-passe" encubre una verdad profunda. El caso de El acero de Madrid esalgo más ambiguo. Si Prudencio, en medio del regocijo final, se proponerealmente (y no soló de burlas) mandar a un "monasterio" a su vieja y feahermana Teodora, éste puede considerarse como el castigo que ha merecido por subeatería ridicula y su estupidez en dejarse engatusar por Riselo y faltar por tanto asu deber como "dueña", o bien como el mejor paradero para una devota sincera yalgo patética que ha confesado en su desengaño "que del mundo el imperio / porel menor monasterio / no trocara sin trocarme". Mírese como se mire, es unasolución apropriada (5).

Para mí, pues, pese al profesor Aubrun, todas estas conclusiones (comotambién, por ejemplo, las de El caballero de Olmedo y El castigo sin venganza)resultan inmejorables ; pero pasemos a examinar la de Fuente Ovejuna (6).

Advirtamos de entrada un montage significativo, que no es sino elúltimo de los muchos que este drama de Lope encierra. Acaban de "dejar eltablado solo", tras un breve diálogo amoroso, la pareja de "palomos" campesinosFrondoso y Laurencia (v. 768). Su unión corresponde a la voluntad colectiva deFuente Ovejuna ; fue sobre todo en defensa suya que "esta república" (v. 866) se

(2) Lope de Vega, El perro del hortelano, editado pot Eugène Kohler, París,1934 ; segunda edición, París, 1951, esp. p. xxxvi.(3) Lope de Vega, El perro del hortelano, editado por Victor Dixon, Londres1981, pp. 47-49.(4) Victor Dixon, Lope de Vega no conocía el "Decamerón" de Boccaccio, en Elmundo del teatro español en su Siglo de Oro : ensayos presentados a John E.Varey, Ottawa, Dovehouse Editions, otoño de 1988.(5) Lope de Vega, El acero de Madrid, Ac. N. 11, pp. 171-209, esp. p. 209, 198.(6) Citaré por la edición de Juan María Marín, Madrid, Cátedra, 1984.

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levantó contra su señor —"amor les ha movido" (v. 1864) ; y en su amor sinegoísmo se sintetiza la solidaridad del pueblo. Salen los Reyes a escena —acompañados sin duda, como en toda la obra, de las armas de Castilla, León yAragón, que Lope (sin fundamento histórico, pero con un poderoso simbolismovisual) ha hecho sustituir en la plaza de la villa a la cabeza del Comendador(vv. 2069-2080 ; cf. vv. 1992-1995) como otra señal y recuerdo de que elasesinato de éste, históricamente, se llevó a cabo en nombre de los Reyes. Comoen otras cinco comedias del Fénix (cuando menos) (7), constituyen, en el poloopuesto de la jerarquía social, otra pareja de enamorados, la más famosa quizás detoda la historia española ; y entablan en doce versos, sin cambio de metro, uncoloquio no menos amoroso, si bien se expresan en términos más cortesanos, yponen de relieve al mismo tiempo la misión pacificadora y armonizante de laCorona.

Aparece ahora su colaborador en esta tarea, don Manrique, Maestre de laOrden de Santiago, que ellos mandaron para "poner límite" al desleal "exceso", alas "demasías" de la Orden de Calatrava en Cuidad Real (vv. 707-720), y anunciala llegada del Maestre de Calatrava, aunque no sin recalcar una vez más lainexperiencia pero también el valor de éste (que había sido, después de todo, elmás famoso antecesor de uno de los más importantes mecenas del autor) (8). Conel propósito evidente de incluir en esta escena final el feliz desenlace de lasegunda acción del drama, Lope juega a sabiendas con la cronología, adelantandopor algunos años su petición de perdón a los Reyes por haberse opuesto a ellos(9). Lope le hace confesar su "exceso", su culpa, pero insiste una vez más (conpoco fundamento histórico, como es notorio) en la de Fernán Gómez, y acentúasobre todo la nueva humildad del Maestre y sus promesas de servicio leal.

(7) Compárense El caballero de Illescas, El cerco de Santa Fe, El mejor mozo deEspaña, El nuevo mundo descubierto por Cristóbal Colón y El piadoso aragonés ;Véase también Joaquín de Entrambasaguas, Fernando "El Católico", personaje deLope de Vega, en Revista de la Universidad de Buenos Aires, IV época, VI, 1952,pp. 215-257.(8) Véanse C. E. Aníbal, Lope de Vega and the Duque de Osuna, en ModemLanguage Notes, 49, 1934, pp. 1-11 ; idem, The Historical Eléments of Lope deVega's "Fuente Ovejuna", en Publications of the Modem Language Association ofAmerica, 49, 1934, pp. 657-718.(9) Cf. Francisco de Rades y Andrada, Chronica de las tres Ordenes y Caualleriasde Sanctiago, Calatraua y Alcántara, Toledo, 1572, fol. 80 : "Boluiendo a las cosasdel Maestre don Rodrigo Tellez Girón, es de saber, que en su tiempo... anduuo en elpartido de Rey don Alonso de Portogal muchos años... Assi fue que passadosalgunos años, como ya el Maestre auia crescido en edad y entendimiento, conoscioauerlo errado en tomar voz côtra los Reyes Catholicos, y puso intercessores paraque boluiendo a su seruicio le perdonassen lo passado".

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Anuncia así la vuelta de su Orden de Caballería a su función legítima(simbolizada, como en toda la obra, por el emblema de la Cruz) : la de pelear almando de la Corona contra los enemigos de la fe cristiana. Flores, en el primeracto, lo había dicho : "... La Cruz roja obliga / cuantos al pecho la tienen, /aunque sean de orden sacro ; / mas contra moros se entiende" (vv. 465-468).Había previsto entonces : "que quien en tan pocos años / pelea, castiga y vence, /ha de ser en otra edad / rayo del África fértil, / que tantas lunas azules / a su rojaCruz sujete" (vv. 515-520) ; y ahora el Maestre promete, anticipando su heroicapero funesta campaña contra Loja : "plantaré mis Cruces rojas / sobre sus altasalmenas". La respuesta de los Reyes demuestra su clemencia y benignidad, y lareacción del errado joven los circunda de una aureola de divinidad : "Sois deafligidos consuelo", dice ; y los parangona con uno de los matrimonios másafamados de la antigüedad : con Xerxes, el poderoso rey de los persas, y suconsorte, la "bella Ester" de la Sagrada Escritura.

Con este primer desenlace se entronca oportunamente el otro, el de lallamada acción principal. Quien lo introduce, anunciando el retorno del JuezPesquisidor, es otra vez don Manrique —apropiadamente, ya que el Juez, en unaescena del tercer acto claramente paralela a la del primero, fue enviado como él,para dar un castigo ejemplar a las demasías de unos sublevados. El Rey Fernando,dirigiéndose sin duda a Isabel, le pide : "Sed juez destos agresores" ; y ante unúltimo intento por parte del Maestre de insistir en su jurisdicción, proclama denuevo la subordinación de su Orden a la autoridad real : "Eso ya no os toca avos".

El Juez —a diferencia de don Manrique antes (vv. 1920-1931)— no tienemás remedio que confesar el fracaso de su empresa, frente a la solidaridad de losvecinos de Fuente Ovejuna. Su unanimidad bajo tortura, el "valeroso pecho" conque cada uno se ha negado a inculpar a otros para salvarse a sí mismo, es unmotivo que Lope acierta en recalcar una y otra vez —no sólo en la escena deltormento mismo, sino en el ensayo cómico anterior y en los festivos diálogosposteriores, y ahora en esta relación de 20 versos—, sin duda porque comprendíaque esta unanimidad, más aún que la conformidad, la "una voz" (v. 1806) con quehabían asesinado a Fernán Gómez, era —y es— lo esencial del "hecho de FuenteOvejuna". Aunque ausente del relato de Alonso de Palencia (que Lope a lo mejordesconocía), lo era en los de Rades y Andrada y del padre Mariana y en laexplicación por Covarrubias del "proverbio trillado" Fuente Ovejuna lo hizo,como también, seguramente, en las mentes de los espectadores que entraron a oírla comedia. Para el presidente del cabildo de Tunja y para el predicador Juan deLuna, esa unanimidad había sido negativa, criminal y pecaminosa ; un intento de

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soslayar la responsabilidad personal (10) ; pero insistir, como hace el Juez, en lostormentos aguantados por "trecientos" (la Chronica decía solamente "muchos")subraya más bien el heroísmo de cada individuo dentro de un sentido deresponsabilidad colectiva. Como ha dicho Francisco Ruiz Ramón : "El puebloque ha sabido unirse para la realización de la venganza, cobra conciencia de esaunidad en la escena del tormento. Esta, y no la venganza, marca el punto máximode su heroísmo" (11). El momento culminante de la obra, el climax, es ladesafiante repuesta del "flaco" Mengo, la "pirouette sublime" (en palabras de GuyMercadier) (12) que vence por fin al pesquisidor real : "¿ Quién le mató ? —Señor, Fuente Ovejunica" (vv. 2248-2249).

Al final de su relato, el pesquisidor define en términos tajantes elproblema que al Rey, al "juez cristiano" del emblema de Covarrubias, le incumbetodavía resolver : "o los has de perdonar / o matar la villa toda". Importa tener encuenta que a los espectadores de la época la segunda alternativa no les habríaparecido nada inconcebible. Noël Salomón ha recordado el caso de los vasallos delfeudo de Ariza en Aragón, que mantenían la pretensión de ser "realengos", y quemataron bajo Carlos Quinto a su señor don Juan de Palafox en la villa deMonreal. La respuesta real, según nos cuenta, fue enviar a la villa una fuerzaarmada, que la incendió y asoló casi por completo, mientras que a ciertos vecinosse les hizo un castigo ejemplar (13). Conforme al famoso dictamen del ArteNuevo : "la solución no la permita / hasta que llegue a la postrera scena", dichoproblema ha de quedar en pie hasta el último momento ; y Lope intuye que parasu resolución teatral es imprescindible una confrontación directa, aunqueahistórica, entre la justicia suprema y el llamado protagonista colectivo. Porconsiguiente, salen ahora "todos" (v. 2382) : ".. Jos dos alcaldes, Frondoso, lasmujeres, y los villanos que quisieren".

Como en Peribáñez, la joven esposa se pasma al ver por primera vez ala majestad real. Su marido advierte el poder de los Reyes ; ella, su "ideal belleza"—y ruega espontáneamente, como si asistiera a su boda, que los favorezca SanAntonio de Padua, patrón de los enamorados y del matrimonio. Esta últimainsistencia en el paralelo entre las dos parejas recuerda la llamativa escena anterior

(10) Véase Teresa J. Kirschner, El protagonista colectivo en "Fuente ovejuna".Salamanca 1979, capítulos III (La tradición oral : testimonios) y IV (La tradiciónerudita : las historias).(11) Francisco Ruiz Ramón, Historia del teatro español (desde sus orígenes hasta1900), tercera edición, Madrid, 1979, p. 159.(12) Guy Mercadier, "Fuente Ovejuna", un mauvais drame ?, en Les Langues Neo-Latines 58, 1984, pp. 9-30 (p. 22).(13) Noël Salomón, Recherches sur le thème paysan dans la "comedia" au tempsde Lope de Vega, Bordeaux, 1965, pp. 860-861.

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en que los villanos, llevando en una lanza la cabeza de Fernán Gómez ycelebrando su muerte, entonan estribillos y coplas en alabanza de los Reyes (queacaban de abandonar el escenario), precisamente como en la boda del Actosegundo festejaron a los "desposados" (vv. 1472-1508). Allí, por ejemplo,Frondoso recita : "¡ Vivan la bella Isabel / y Fernando de Aragón, / pues que paraen uno son, / él con ella, ella con él ! / A los cielos San Miguel / lleve a los dosde las manos..." (vv. 2350-2390), invocando así, en un calco del Ofertorio de laMisa de Difuntos, al arcángel que pesa las almas y conduce a las virtuosas a laluz santa. (Implícitamente, el alma del Comendador ha de tener un paradero muydistinto).

La Reina, por su parte, se pasma también ante al aspecto inocente de lossupuestos "agresores" (v. 2350, v.2390) ; y Esteban, su portavoz principal,responde que son más bien leales servidores. Paralelamente al joven Maestre deCalatrava, el anciano insiste en su humildad ejemplar, y culpa a los excesos delmuerto Comendador como "el autor de tanto daño". Como Juan Rojo antes —"Las casas y las viñas nos abrasan" (v. 1710)—, alude a otros "insultos" suyos,pero Lope pone más énfasis, como en toda la obra, en una tiranía más emotiva,la de su egoísmo sexual, sus afrentas al honor de sus vasallos.

A modo de ejemplo, Frondoso aduce el caso del rapto de su esposa —"que el Cielo me concedió", dice, con un teocentrismo típico de la obra entera—,si bien nos dice que Laurencia supo defenderse de ser violada. A algunosespectadores esta revelación de última hora no sólo los sorprende (como Lope sinduda quería), sino que los indigna. Oigamos por ejemplo al dramaturgo AntonioGala:

Sucede algo escalofriante... con una de las obras que deben salvarse de laliteratura del Siglo de Oro, que es sin duda Fuente Ovejuna. Sucede queLope olvida la sustancia dramática, tiene el tema colosal en la mano y selo deja escapar a conciencia, porque era un "cara", y para que se produzcael happy end (porque el pueblo español cree en la utilidad y en lamilagrería del matrimonio como en el dogma de la InmaculadaConcepción), para que pueda terminar la comedia en boda, hace que laLaurencia no haya sido violada por el Comendador, cuando ha sidoviolado todo quisque, vamos... Ella solo ha sido "despeinada" al parecer,y por ser despeinada yo no he conocido nunca a una mujer que insulte dela manera que insulta la Laurencia al pueblo de Fuente Ovejuna. Pero eraabsolutamente imprescindible que lo fuese... y eso (sic) es una de lasobras salvables. (14)

(14) Véase Teatro español actual, Madrid, 1977, pp. 121-122. Cf. DonaldMcGrady, Lope de Vega's "El mejor alcalde el Rey", its 11alian "novella" sourcesand ils influence upon Manzoni's "I promessi sposi", en Modern Language Notes,

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Notemos de paso en el Sr. Gala, frente a la literatura clásica de su país,y sobre todo a la comedia, un prejuicio lamentable y destructor. Dicho prejuicio,demasiado corriente entre los dramaturgos progresistas de nuestro siglo, ha sidofomentado sin duda por la leyenda negra, diseminada por varios críticoscontemporáneos, aunque combatida por otros, como por ejemplo Charlotte Stern(15) —según la cual los grandes genios del género no habrían sido más queserviles instrumentos de una pólitica de "propaganda", impuesta desde arriba, afavor del status quo socio-político. En realidad los dramaturgos y su variadopúblico —igual que Shakespeare y el suyo— comparten sinceramente, sin dejarde criticar abusos del sistema, la ideología monárquica y estamental de su épocaComo ha dicho Hall —se refería a Fuente Ovejuna, pero el comentario es válidopara casi todo el teatro clásico español—, "la comedia da por sentada la idea deuna sociedad jerárquica bajo una monarquía absoluta" (16). En este sentido sisón"conformistas" y optimistas ; prefieren, sí, los desenlaces felices, que hangustado y gustarán siempre a los públicos mayoritarios ; o sea, en su caso, larestauración final, mediante una "justicia poética" que premia a la virtud y castigaal vicio, del orden terrenal y de la armonía cósmica, simbolizados por unosmatrimonios idealizados. No debe sorprendernos, pues, que muy rara vez admitenque una mujer que ha sido gozada por un hombre que no es su marido se case alfin con otro. En El mejor alcalde, por ejemplo, el Rey dispone que Don Tello,antes de morir ahorcado, se case con Elvira, a quien ha violado, para que ella,viuda ya, contraiga segundas nupcias con su prometido Sancho. En El burlador deSevilla, Don Juan declara (y lo repite Catalinón) que no consiguió gozar —"quevio mis engaños antes"— a Dona Aña, que ha de casarse luego con el Marqués dela Mota (17). A lo mejor no se le ocurre a Calderón casar a Rosaura con

80, 1985, pp. 604-618 (p. 604) : "...it is obvious that dramatic verisimilitudehas been sacrificed so that Laurencia can wed". McGrady supone en nota queFrondoso puede estar mintiendo, pero confiesa que el texto no sugiere abiertamentedicha posibilidad, que podemos descartar.(15) Charlotte Stem, Lope de Vega, propagandist? , en Bulletin of theComediantes, 34/1, Summer 1982, pp. 1-36, esp. p. 11.(16) J. B. Hall, Lope de Vega : Fuenteovejuna, Londres, Grant & Cutler, 1985,p. 87 (La traducción y el subrayado son míos).(17) Algunos críticos suponen que el Burlador mentía una vez más ; pero es difícilcreer que el autor le hiciese decirlo sin querer que lo creyéramos. Para lacontroversia, véanse Vicente Cabrera, Doña Aña's Séduction in "El burlador deSevilla", en Bulletin of the Comediantes, 26, 1974, pp. 49-51, y las respuestas deLuis González del Valle y de José María Ruano de la Haza en la misma revista, 30,1978, pp. 42-45, y 32, 1980, pp. 131-133. El caso de Doña Isabela, en la mismacomedia, es parecido ; pero parece que sí fue gozada por Don Juan. A.A. Parker

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Segismundo, sino con Astolfo, ni que la violada Isabel, en El alcalde de Zalamea,elija a otro esposo que a Jesucristo (si bien este happy end, tan consecuente consu carácter en toda la obra, a algunos críticos les parece, extrañamente, un pisaller). Pero los desenlaces optimistas de esta úidole no pueden de&audar sino a losespectadores cínicos y pesimistas en demasía, para quienes toda conclusión ha deser trágica y funesta ; estéticamente son censurables sólo si resultanincompatibles con la acción anterior, con la psicología de los personajes, o conla verosimilitud. Y en todos estos respectos nuestro crítico —Antonio Gala—falsifica los hechos.

Cuando la "niña en cabello" Laurencia se presenta a los indecisosmiembros de la junta campesina —no "despeinada" sino emblemáticamente"desmelenada" (v. 1712) (18) — ha quedado tan desfigurada que su propio padrevacila en reconocerla, y declara haber sido víctima, como "oveja" o cachorro detigre, de un asalto brutal del "lobo", del "cazador" Fernán Gómez (vv. 1744-1752). Lope quiere tal vez que caigamos en la trampa de suponer que elComendador ha podido "rendir [su] castidad / a sus apetitos torpes" ; pero nadanos autoriza a afirmarlo. Sí sabemos, por otra parte, que desde antes de suprimera aparición, en que respondió con ánimo a las dudas de Pascuala —"Tendréyo por maravilla / que te escapes de su mano" (v. 1967)—, esta "hermosa fiera"(v. 601), este "corcillo" (vv. 779-781), esta "liebre" (vv. 957-964), que seconvertirá pronto en "amazona" (vv. 1789-1792), ha sabido mantener unaresistencia determinada y eficaz a la rapacidad, las "raposerías" (v. 242) de suenemigo. Este al contrario es en el fondo un hombre cada vez más débil y pocoprecavido, como lo demuestra por ejemplo la última escena del acto primero ; yrecordemos también —sin interpretar al pie de la letra el título de un artículoreciente, La impotencia de Fernán Gómez de Guzmán ante la virtud de

sugiere que "al final es técnicamente una viuda", ya que el Rey había anunciado sudecisión de casarla con Don Juan ; The Spanish Drama of the Golden Age : AMethod of Analysis and Interprétation, en The Great Playwrights, éd. Eric Bentley,Garden City, N. Y., 1970, pp. 679-707 (p. 685).(18) En numerosas obras inglesas de la época de Shakespeare, como señala AlanC. Dessen, Elizabethan Stage Conventions and Modem Interpreters, Cambridge,1985, pp. 36-37, salen desmelenadas mujeres "distraught with madness, shame,extreme grief, or the effects of recent violence". Algunas, pero no todas, han sidovioladas. En el caso de Laurencia, para Joaquín Casualdero, Estudios sobre el teatroespañol, cuarta edición, Madrid, 1981, p. 24, "el desorden de su cabello es signode ira, pero lo es porque al mismo tiempo es testimonio de la lucha sostenida paradefender su honor" ; pero exagera seguramente al añadir que "no ha corrido ni porun momento el peligro de sucumbir".

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Laurencia (19)— que, si bien desprecia "a las fáciles mujeres", busca siempre suaquiescencia, y que en el acto segundo, a solas con la desafiante Jacinta,desaprovecha lá ocasión de gozarla (vv. 1253-1276) (20). La revelación de que lavirtuosa y enamorada Laurencia cumplió la "maravilla" de vencer o eludir una vezmás a su degenerado y egoísta perseguidor, sólo debe provocar, pues, nuestraadmiratio ; a lo más pudiéramos haberle pedido a Lope que se hubiera detenido,en la premura deseable de esta escena final, para explicarnos de qué manera —aunque se nos ocurren varias posibilidades—, habría sabido hacerlo. En cuanto ala virulencia de sus insultos, yo no pretendo haber conocido a tantas"despeinadas" como Antonio Gala ; pero sospecho que alguna, después de habersufrido el trauma de un estupro, habría tenido menos ánimo para denunciar a susconvecinos que una que acabra de defenderse con éxito. Es más : saber —aunquetan tarde— que el efecto de su arenga fue incitar al pueblo no a vengar su honrasino a ayudarla a defenderla, como también a defender la vida de su amante, lejosde "dejar escapar", refuerza "el tema colosal" de la obra (21).

El tercer portavoz del pueblo, y como siempre el más parlachín, es elpersonaje más complejo de la obra, y el que más funciones en ella cumple : elgracioso Mengo. Como en tantísimos momentos anteriores, su intervención dauna nota de comicidad muy típica de la tragicomedia lopesca ; pero su obsesiónexagerada con sus martirizados "atabales" sirve para subrayar una vez más laperversa crueldad del Comendador, que Mengo compara con un arquetipo clásico,Nerón, como antes con Heliogábalo. En él se había encamado el egoísmo totalque según las teorías de Mengo en el primer acto se oculta bajo toda pretensiónde altruismo, de amor al prójimo, teorías que el propio Mengo ha desmentido ya

(19) Me refiero a un estudio de Nicole Mosher, The University of South FloridaLanguage Quarterly, 23/ 1-2, 1984, pp. 15-16 y 21.(20) "Ya no mía, del bagaje / del ejército has de ser" (vv. 1269-1270).Compárense los versos 1346-1350 : "... a la de Pedro Redondo / un día que en lomás hondo / de este valle la encontraron, / después de sus insolencias / a suscriados la dio". "El mesmo Comendador mayor", dice la Chronica de Rades, "auiahecho grandes agrauios y deshoras a los de la villa, tomádoles por fuerça sus hijasy mugeres, y robádoles sus haziendas", y Estaban lo repite : "Las haciendas nosrobaba, / y las doncellas forzaba" (vv. 2399-2400) ; pero la obra no cita aninguna mujer específica que haya sido víctima de un estupro. Resulta puesinexacto, en rigor, afirmar que "ha sido violado todo quisque".(21) Leo Spitzer, A Central Thème and ¡ts Structural Equivalent in Lope's"Fuenteovejuna", en Hispanic Review, 23, 1955, pp. 274-292 (p. 282),refiriéndose a la canción "Al Val de Fuente Ovejuna", opina que "the subséquentmoral victory of Laurencia (for she will not succumb to the Comendador) willappear all the greater precisely because vox populi had already anticipated herdefeat".

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más que nadie, no sólo en el intento de defender a Jacinta a que se refiere ahora,sino en su respuesta audaz a la pregunta del juez pesquisidor.

Tras estos 20 versos, en sólo 20 más, y con una concisión admirable, seliquida el problema del desenlace final. A ciertos críticos —e incluso a mí, enalgún momento, no me importa confesarlo— la solución hallada por Lope les haparecido discutible (22) ; la encuentro ahora perfecta, magistral.

En las dos primeras redondillas, el pueblo, por boca de Esteban, presentados peticiones, que la justicia suprema ni acepta ni rechaza por completo. En laChronica de Rades, "Los de Fuenteovejuna después de auer muerto alComendador mayor, quitaron las varas y cargos de justicia a los que estauanpuestos por esta Orden, cuya era la jurisdicion : y dieronlas a quien quisiera.Luego acudieron a la ciudad de Cordoua, y se encomendaron a ella, diziendoquerían ser subjetos a su jurisdicion..." (23) ; su sumisión a la Corona, es decir,fue indirecta, en apariencia al menos. Lope, en cambio, subraya su lealtad a losReyes mismos, su solidaridad con el macrocosmos : "El Rey solo es señordespués del Cielo" (v. 1700). Les hace pedir a Fernando que los tome a su cargopersonal (vv. 2434-2437). Si el Rey lo hace sin más, cambiará bruscamente laestructura socio-política, y agraviará a la Orden de Calatrava. Si por otra parte ledevuelve el pueblo a esta Orden, la fortalecerá demasiado, haciendo caso omiso desu rebeldía reciente (24). Adopta por tanto una posición intermedia ; asumeprovisionalmente el control directo de la villa, pero se encarga de cederlo, enalgún momento futuro, a un calatravo apropiado, es decir, ni tirano ni traidor.Naturalmente, algunos críticos interpretan su dictamen como una hábil maniobrapara acrecentar solapadamente el poder absoluto de la Corona (25) ; pero si lo

(22) Véanse por ejemplo Frank P. Casa, Affirmation and Retraction in Golden AgeDrama, en Neophilologus, 61, 1977, pp. 551-564 (esp. pp. 553-556) ; AlixZuckerman-Ingber, El bien más alto : A reconsideración of Lope de Vega's HonorPlay s, Gainesville (Florida), 1984, pp. 21-22.(23) Rades, Chronica, fol. 80rb.(24) Históricamente, aunque es dudoso que Lope lo supiera, la Corona, anulandouna anterior donación de la villa a don Pedro Girón, que la había cedido luego a laOrden, la otorgó en 1465 a Córdoba ; pero Fernán Gómez se apoderó de ella en1468. Después de su muerte, en 1478, los Reyes, como también el Papa, fallaronde hecho en favor de la Orden, aunque ésta en 1513 renunció a la villa a cambio deuna indemnización. Véase Lope de Vega, Fuente Ovejuna, edición de Juan MaríaMarín, Madrid, 1984, pp. 18-20.(25) Robin Carter, "Fuenteovejuna" and Tyranny ; some problems of linkingdrama with political theory, en Forum for Modem Languages Studies, 13, 1977,pp. 313-335, observa por ejemplo (p. 331) que Fernando se hizo Gran Maestre dela Orden de Calatrava sólo once años más tarde ; véase también E. J. RodríguezBaltanás, Lope de Vega : Fuente Ovejuna, Barcelona, 1984, p. 73.

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interpretaron así los primeros espectadores de la obra, tampoco se lo habríanreprochado. En el siglo XVII existe, como ha dicho Robert Pring-Mill, un"verdadero culto" a los Reyes Católicos (26), que se refleja en unas diezcomedias de nuestro autor (27) ; para él y su público ambos —más, quizás, quesus descendientes contemporáneos— habían sido ejemplares, exentos de todointerés personal y atentos solamente al bien de sus reinos. En tiempos de Lope,habrían sido incomprensibles unas palabras recientes de Vern Williamsen :"Fernando exhibe en público estas cualidades [generosidad, magnanimidad ypreocupación por el bienestar del Estado y de sus vasallos] sólo porque sirven asu propósito egoísta : centralizar el poder en sus propias manos y quitarlo aaquellos vasallos que, como el Comendador, le dan un pretexto para hacerlo"(28).

En cuanto al asesinato, los Reyes, según la Chronica, al recibir el relatode su pesquisidor, "siendo informados de las tyranias del Comendador mayor, porlas quales auia merescido la muerte, mandaron que se quedasse el negocio sin masaueriguacion" (29) —como si la culpabilidad de un reo excusara su linchamiento.Y el pueblo en efecto espera no sólo clemencia, sino que el Rey reconozca que su"hazaña" (v. 1825) fue plenamente justificada, que abone su "inocencia". Pero siFernando lo hace, además de exponerse a sospechas de parcialidad, ya que lavíctima había sido un traidor a la Corona, dará su beneplácito oficial a unasublevación popular, a una vengenza (por decirlo así) personal, a una infracciónde la ley, a un "atrevimiento" que requiere, como ha dicho correctamente antes(vv. 2018-2025), un "castigo ejemplar" (30). A fin de cuentas, rebelarse, sin

(26) R.D.F., Pring-Mill, Sententiousness in "Fuente Ovejuna", en Tulane DramaReview, 7, 1962, pp. 5-37 (p. 28).(27) A las ya mencionadas en la nota 7, añádanse Los comendadores de Córdoba,Los hechos de Garcilaso, El padrino desposado, El príncipe perfecto I. Incluso elpatético viudo de Las cuentas del Gran Capitán recuerda su grandeza anterior :"mientras vivió mi Isabel, / contenta te vi, Castilla", B.A.E., 215, p. 208.(28) Vern Williamsen, reseña, Bulletin of the Comediantes, 38, 1986, p. 262. Latraducción del inglés es mía.(29) Rades, Chronica, fol. 80ra.(30) Efectivamente, los Reyes, el 10 de mayo de 1476, mandaron a don Juan deLuvián a investigar el caso, y en febrero del año siguiente escribieron al Marquésde Cádiz para que diese favor y ayuda militar a los jueces pesquisidores, "porquenuestra merced e voluntad es que tan feo y enorme caso como este sea punido ycastigado por justicia, porque a estos sea castigo e a otros ejemplo e se nonatreven de facerlo tal...", Raúl García Aguilera y Mariano Hernández Ossorno,Revuelta y litigios de los villanos de la Encomienda de Fuenteobejuna (1476),Madrid, 1975, pp. 198-204. Evidentemente, las palabras de Rades que acabo decitar pueden referirse a una decisión posterior.

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apelar a la autoridad central, aunque en su nombre, había sido un acto de violenciailegal, acompañado de atrocidades, y perdonable sólo como una solución deurgencia en una situación intolerable. Si por otra parte decide "matar la villatoda" o imponerle otro castigo colectivo, ofenderá la sensibilidad de losespectadores, que han sido testigos de las "tyranias" de Fernán Gómez, peroofenderá también el principio jurídico aludido en el emblema de Covarrubias, queLope a lo mejor tiene presente : "es tan fauorecida la innocencia de la justicia, ytan priuilegiada, que suele ser asylo y refugio de la culpa, pues abracándose conella, por no lastimar al inocente, no descarga el golpe sobre el culpado" (31). Hayquien interpreta esta consideración moral como una escapatoria —un "legal loop-hole" para el Rey (32) ; pero constituye también una auténtica limitación de supoder. En este dilema, opta asimismo por una posición intermedia : insiste en lagravedad del delito, pero lo deja sin castigar, aceptando tal vez, implícitamente,que fue justificada por las circunstancias, pero aclarando explícitamente elmensaje fundamental del "hecho de Fuente Ovejuna", que la solidaridad delpueblo, su fuerza colectiva, su amor, ha conseguido su indulto, ha ganado lavictoria (33). En ambos respectos, el suyo es un juicio de Salomón, en que el"Político Rey Fernando" demuestra una sagacidad de estadista.

Difícilmente podríamos imaginar una escena final más calculada yequilibrada, que sintetizara mejor los distintos temas de la obra, o una serie desoluciones que complaciera más a todo el variado público de la época de Lope. Siuna sucesión de refundidores de los siglos XIX y XX, creyendo que a susespectadores modernos les gustaría menos, han insistido en cambios más omenos radicales en ella, será, creo yo, que no han sabido apreciar la universalidad,la actualidad de sus significaciones. Pero ésa es ya otra cuestión.

En resumidas cuentas : la conclusión de Fuente Ovejuna, como la detantas obras del Fénix, es "de Lope", del "Lope Todopoderoso" que en palabras deCervantes "alzóse con la monarquía cómica". Podemos hacer nuestras las que élmismo puso en boca, de Frondoso :

Su Majestad habla, enfin,como quien tanto ha acertado.

Y aquí, ilustre Senado,Fuente Ovejuna da fin.

(31) Sebastian de Covarrubias Horozco, Emblemas morales, Madrid, 1610,fol. 297v.(32) Véanse Pring-Mill, Sententiousness, p. 30 J. B. Hall, Lope de Vega :Fuenteovejuna, pp. 89-90.(33) T. J. Kirschner, El protagonista colectivo, pp. 139-140.

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Debate sobre la ponencia de V. DIXON

1) La "violación" de Laurencia

Recuerda F. RUIZ RAMÓN que Laurencia declara no haber sido forzadapor el Comendador, pero nosotros no tenemos por qué tomar al pie de la letra loque dicen los personajes. Para M. VITSE, sin embargo, la "no violación" deLaurencia es una obligación impuesta por la idea central de la obra, el triunfo delamor, que comentará más adelante. También opina V. DIXON que la violación deLaurencia hubiera sido una equivocación por parte de Lope. Responde F. RUIZRAMÓN observando que desde el principio se plantean las dos posiblessoluciones —resignación o resistencia— encarnadas en dos mujeres, Pascuala yLaurencia, que representan también dos actitudes políticas o sociales. Desde luegoLaurencia, moralmente al menos, no ha cedido. Pero la lógica del personaje delComendador, tal como está construido, desemboca en la violación. Lainterpretación depende de cada uno de nosotros.

2) Ideología y coherencia interna

a) Problemas de interpretación

Para F. RUIZ RAMÓN, el final de la obra es impuesto por el pueblo,que con mucha lucidez política se prepara para enfrentarse con el castigoprevisible. Es un final extraordinario, con el doble reconocimiento mutuoexpresado en los versos de Laurencia y la reina ("¿ Aquestos los reyes son ? /¿ Los agresores son estos ?"), y sobre todo la justificación dada por el rey ("Puesno pudo averiguarse / el suceso por escrito") que en cierto modo ridiculiza sumentalidad burocrática. Lope manipula —que no "falsifica"— la historia porquees la única manera de llevar a la escena ese drama ideológicamente revolucionarioque es Fuenteovejuna.

No cree C. SERRANO, sin embargo, que la obra sea revolucionaria. Lateoría de la época —ya que tal vez no la práctica— justificaba el tiranicidio comoforma de regulación del poder, no como acción revolucionaria sino comorestablecimiento de la norma del poder legítimo (fundado este último en laadhesión y la legitimidad popular). El doble reconocimiento de reyes y agresorescoincide con la reconstitución de un universo armónico : un soberano legítimorestablecido en lugar de un poder ilegítimo. Aparte de la ambigüedad final(concesión hecha al pueblo y no exaltación de una armonía), todo lo demás escoherente con una teoría política.

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En oposición parcial con todo lo dicho, prefiere M. VITSE buscar lacoherencia de la obra, no en su relación con elementos externos (decoro de laépoca, ideología política) sino en la propia lógica interna. El fin de Lope de Vegaen Fuenteovejuna es el triunfo del amor, es que el amor sea el principio delnuevo mundo, de la nueva alianza que en el desenlace firman los dos grupossociales. Ahí está la lógica del texto, eso es lo que determina las solucionesescogidas por Lope entre un sinfín de posibilidades.

Sí, contesta C. SERRANO, pero el amor es política. Las dos parejasparalelas representan una relación amorosa perfecta entre gobernantes ygobernados, y la reconstitución de una armonía global. Además, añadeL. GARCÍA LORENZO, el tiranicidio no sólo se justifica en Fuenteovejuna porcausas de tipo amoroso-político, sino también porque el Comendador, dice uncampesino, "las haciendas nos robaba", con todas las connotaciones de tipo socialy económico que también aparecen, recuerda V. DIXON, en otro verso ("las casasy las viñas nos abrasan"). Explica al respecto M. VITSE que no toma la palabra"amor" en el sentido de "motivo dramático", sino de metáfora completa de laobra ; toda la obra es la metaforización de un universo que se ordena a través dela polisemia de la palabra "amor", la cual incluye todos los aspectos, y tambiénlos políticos. En este sentido Fuenteovejuna está muy lejos del alusiónismopolítico, metonímico, podría decirse, de la obra de Bances.

b) Comparación con otras obras

Para seguir ilustrando su concepto de la coherencia, recurre M. VITSE aLa vida es sueño : si Segismundo renuncia a Rosaura no es porque ella, burladapor Astolfo, no le corresponde socialmente, sino porque tiene que renunciar a ellapara cumplir la total trayectoria de su renunciación a ciertos valores mundanos. Alo cual contesta V. DIXON que tampoco hubiera aceptado el público, en nombredel decoro, que Rosaura se casara con otro que no fuera su burlador. En La vida essueño, añade F. RUIZ RAMÓN, hay otra dimensión : el conflicto político.Políticamente, Segismundo no podía casarse con Rosaura : hubiera sido un actosuicida. ¿ Por qué eliminamos la dimensión política de La vida es sueño, cuandoestá en el texto ?

Compara C. SERRANO el tratamiento del tema del amor, a partir deplanteamiento parecidos, en dos obras diferentes : Fuenteovejuna y Peribáñez. Enla primera, metáfora del amor, sí, pero de orden político. En la segunda se trata,no de un problema político sino de la ceguera amorosa de un hombrerepresentante del poder, ceguera que en cierto modo le convierte en un loco.Como también son locos en casos semejantes, añade L. GARCÍA LORENZO,algunos personajes de Guillen de Castro, mientras que el tiranicidio enFuenteovejuna se funda en una situación mucho más objetiva.