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LA CONQ, ESPAÑOLA EL DESIERTP VJDKAS
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La conquista española del actual territorio argentino se realizó mediante tres esfuerzos
independientes: expediciones desde España hacia el Río de la Plata y el Paraguay,
expediciones organizadas en el Perú para ocupar las tierras del Tucumán, y expediciones de
Chile hacia Cuyo. De allí surgen las tres grandes subdivisiones: Nueva Andalucía (después
dividida en Río de la Plata y Guayrá-Paraguay),Córdoba del Tucumán, y el Corregimiento de
Cuyo. Las primeras dos pertenecieron al Virreinato del Perú, la última a la Capitanía General
de Chile. En 1779 las tres pasaron a formar parte del nuevo Virreinato del Río de la Plata.
Expediciones iniciales al Río de la Plata[editar]
Los primeros europeos que llegaron a lo que actualmente es la Argentina, lo hicieron
buscando un paso hacia el continente asiático. Por entonces América era sólo un obstáculo
entre España y las riquezas de Catay y Cipango en Asia. La zona, además, estaba ubicada
aproximadamente sobre la Línea de Tordesillas, la división del mundo que se estableció por
tratado entre España y Portugal y por lo tanto tenía, para ambos países la condición de
frontera aún no ocupada.
Aunque existen muchas discusiones sobre la autenticidad de los viajes de Américo Vespucio,
varios historiadores aceptan como un hecho que participó de la primera expedición europea
(portuguesa) en llegar al actual territorio argentino, más específicamente al Río de la
Plata en 1502.
En 1516 el navegante español Juan Díaz de Solís visitó lo que actualmente se conoce como
Argentina, navegando el actual Río de la Plata, al que denominó Mar Dulce por su escasa
salinidad. Llegó hasta la actual isla Martín García 4 y murió tras navegar un breve trecho
del Río Uruguay. Al regresar la expedición a España una de las carabelas naufragó en Santa
Catarina, quedando abandonados allí 18 náufragos. Uno de ellos Alejo García fue el primero
en conocer la leyenda del Rey Blanco, sobre un país rico en plata, realizando una excursión
hasta la región de Potosí en donde se halla el Cerro Rico, donde se hizo de un enorme tesoro
de piezas de plata. Al volver murió en un combate con los indios payaguás.
En 1519 y 1520 Hernando de Magallanes recorrió toda la costa de la actual Argentina durante
la Expedición de Magallanes-Elcano, hasta el estrecho que lleva su nombre al que llegó el 21
de octubre de 1520.
En 1525 fray García Jofre de Loaísa dirigió una expedición que recorrió la Patagonia e incluso
se establecieron brevemente en el Puerto Santa Cruz para reparar dos naves.
En 1526 Sebastián Gaboto (italiano) tomó contacto en Santa Catarina (Brasil) con
los guaraníes que habían pertenecido a la expedición de Alejo García y decidió ir hacia
elImperio de Plata, navegando aguas arriba el Río de la Plata conocido entonces como Río de
Solís. El 9 de junio de 1527 Gaboto ordenó establecer dos fuertes: uno en el actual
territorio uruguayo (San Salvador) y otro, al que llamó Sancti Spíritu, primer asentamiento
europeo en el actual territorio argentino, en la actual provincia de Santa Fe. Un expedicionario
de Gaboto, Francisco César, llegó posiblemente a Córdoba. Gaboto remontó también el Río
Paraná, el Río Paraguay y el Río Bermejo.
Diego García de Moguer llegó a Sancti Spíritu poco después de Gaboto e intentó imponer su
autoridad. Sin embargo el hambre y las derrotas con los timbúes y charrúas los obligaron a
volver a España, donde difudieron las noticias sobre el Rey Blanco y el Río de la Plata.
Portugueses y españoles aceleraron entonces los planes para tomar posesión de esa región,
que ambos consideraban estaba de su lado de la Línea de Tordesillas.
En 1531 Portugal envió una gran expedición al mando de Martín Alfonso de Souza para tomar
posesión del Río de la Plata y expulsar a los españoles. Llegó hasta la Isla Martín García, que
rebautizó Santa Ana. Se internó por el Río Uruguay y se enteró de que los españoles del
fuerte San Salvador habían sido derrotados. Decidió entonces retirarse alcabo de Santa
María (donde actualmente se encuentra La Paloma, Uruguay). Allí realizó mediciones
astronómicas y llegó a la conclusión de que estaba del lado español de la Línea de
Tordesillas, por lo que volvió a Portugal sin realizar fundación alguna.
Colonización del Río de la Plata (1527-1580)[editar]
En la exploración y conquista que Sebastián Caboto hizo del Rio de la Plata, el 9 de
junio 1527 construyó un fuerte en la desembocadura del río Carcarañá en el río Paraná, a
unos 50 km al norte de la actual ciudad de Rosario, al que dio el nombre de Sancti Spiritu.
Este fue el primer establecimiento español en lo que hoy día es la República Argentina. Cerca
de su ubicación se levantó después el pueblo de Gaboto, en la provincia de Santa Fe, para
conmemorar el hecho.
En una expedición posterior, en febrero de 1528, Diego García de Moguer al mando de una
expedición de tres naves, se detuvo a explorar la zona del Río de la Plata. Navegando en abril
por el Río Paraná, encontró de improviso el fuerte Sancti Spiritu. Sorprendido e indignado,
ordenó al capitán Caro (designado por Sebastián Gaboto), que abandonase el lugar, ya que
esa era conquista que sólo a él le pertenecía por haber sido designado por Castilla para
explorar esas tierras. Pero vencido por los ruegos de Caro y su gente para que fuese en
auxilio de Gaboto, García siguió aguas arriba y entre lo que hoy día son las localidades
de Goya y Bella Vista se encontró con el piloto veneciano, quien le obligó a cooperar en la
búsqueda de la Sierra de la Plata, y juntos exploraron el río Pilcomayo, para seguir después
hacia el estrecho.
A todo esto, en Sancti Spiritu, los españoles descuidaron la defensa del fuerte, y en
septiembre de 1529, antes del amanecer, los indígenas tomaron por asalto la fortaleza.
Sebastián Gaboto y Diego García de Moguer se encontraban en ese tiempo en el
asentamiento de San Salvador, preparando hombres y embarcaciones, y no sabían nada de lo
que se estaba desarrollando en Sancti Spiritu, hasta que vieron llegar a Gregorio Caro con los
supervivientes, y la terrible noticia de la destrucción del fuerte. Inmediatamente Gaboto y
García se dirigieron al fuerte intentando rescatar a sus hombres. En los alrededores de Sancti
Spiritu hallaron algunos cadáveres completamente mutilados; los bergantines defondados y
hundidos, los almacenes saqueados e incendiados. Sólo dos cañones quedaron como
testigos de la primera fortaleza que se levantó en tierraargentina.
El 24 de agosto de 1534, Diego García de Moguer, viaja de nuevo en la
carabela Concepción hacia el río de la Plata, pasa por la isla de Santiago de Cabo Verde,
luego al Brasil, donde desciende el estuario de los ríos Uruguay y Paraná y funda el primer
asentamiento de la ciudad de Santa María del Buen Aire.
En 1536 Pedro de Mendoza fundó el Puerto de Santa María del Buen Ayre. Sin embargo, el
asentamiento fracasó debido a las hambrunas y los enfrentamientos con las tribus indígenas.
Algunos de los habitantes de la población, privados de alimentos y sitiados por los indígenas
locales, se vieron llevados al canibalismo. La ciudad fue abandonada, y sus pobladores se
establecieron en Asunción, que se constituyó en centro de operaciones español en la región.
Mapa del Paraguay o Provincia del Río de la Plata, alrededor de 1600
Para el año 1573, no existían poblaciones hechas por europeos a lo largo del río Paraná,
territorio al que cronistas como Martín del Barco Centenera, llamaban el «Argentino Reyno».
Es así que Juan de Garay, partiendo de la ciudad de Asunción, acompañado por los
mancebos de la tierra y los planos de la ciudad, fundan Santa Fe en los márgenes de este
gran río, como nudo de comunicaciones entre la salida del Río de la Plata y el Paraguay, con
el Tucumán y Cuyo, el Alto Perú y Chile. Resulta así que esta ciudad histórica, se transforma
en la primera planificada en el territorio, en base a los ideales arquitectónicos renacentistas.
Mientras que en Europa, este modelo no se pudo llevar a cabo, América en general y Santa
Fe en particular, son evidencias concretas de este nuevo proceso de urbanización planificado
en cuadrículas, con un orden preestablecido a diferencia de las anteriores poblaciones.
Elementos que hoy pueden verse claramente en el Parque Arqueológico de Santa Fe la Vieja
en Cayastá.5
En este Argentino Reyno, sólo Santa Fe existió por varios años y es allí en donde viven los
primeros pobladores a quienes se llamó argentinos. Martín del Barco Centenera da cuenta de
ello en su poema histórico "La Argentina", publicado en 1602.6
En 1580, saliendo desde Santa Fe, Juan de Garay refundó la Ciudad de la Trinidad y Puerto
de Santa María de los Buenos Ayres, que con el tiempo sería conocida simplemente
como Buenos Aires. Esta ciudad formaba parte de laGobernación de la Nueva Andalucía,
dentro del Virreinato del Perú, con sede en Lima.
En el siglo XVII se establecieron las misiones jesuíticas guaraníes. Fueron pueblos misionales
fundados por la "Compañía de Jesús" entre los guaraníes y pueblos afines, que tenían como
fin evangelizar a los indios de las actuales provincias de Misiones y Corrientes, en Argentina, y
de importantes territorios actualmente en el Paraguay. Cumplieron exitosamente su tarea
hasta que en el año 1768, el rey español Carlos III ordenó expulsar a los jesuitas.
Colonización del Tucumán (1549-1593)[editar]
En 1549, el capitán Juan Núñez de Prado fue premiado por el Virrey del Perú. Pocos años
antes los dominios españoles en los territorios incas habían sufrido una grave crisis. Tras las
denuncias de Fray Bartolomé de las Casas, el Emperador Carlos V dictó nuevas leyes que
daban grandes derechos a los indios: se prohibía el esclavizarlos, torturarlos, convertirlos
forzosamente al cristianismo, y enajenar sus tierras. También se prohibía la transmisión
de encomiendas por herencia. Esto generó la Gran Rebelión de Encomenderos, en la que a
duras penas el gobierno real pudo imponer los nuevos derechos para los indios. Por su
destacada labor, Juan Núñez de Prado recibió la autorización para ocupar y gobernar las
tierras del Tucumán.
Al año siguiente (1550) Juan Núñez de Prado y sus compañeros fundaron la ciudad de El
Barco. Esto generó una protesta por parte de Francisco de Aguirre, que reclamaba todo el
Tucumán como parte de la Capitanía de Chile: en 1553 De Aguirre logró su cometido, y
trasladó a los pobladores fundando la ciudad de Santiago del Estero del Nuevo Maestrazgo.
Según los estudios de Narciso Binayán Carmona, tres siglos más tarde la totalidad de los
criollos en el Norte de la Argentina sería descendiente de alguno entre los 103 miembros de la
expedición de Núñez de Prado.
Los españoles buscaron consolidar el dominio en la región fundando ciudades en puntos
clave:
En 1558 Juan Pérez de Zurita fundó Londres de la Nueva Inglaterra, en la actual Provincia
de Catamarca. Londres fue destruida en 1560 durante la primera guerra Calchaquí, pero
más tarde fue re-fundada. Ese alzamiento indígena logró mantener a los españoles fuera
de algunos territorios y causó que el Tucumán pasara de la jurisdicción chilena a la
peruana.
En 1561 Juan Pérez de Zurita fundó la ciudad de Nieva, luego re-fundada como San
Salvador de Jujuy.
El sobrino de Aguirre, Diego de Villarroel fundó en 1565 la ciudad de San Miguel de
Tucumán.
Jerónimo Luis de Cabrera fundó en 1573 la ciudad de Córdoba de la Nueva Andalucía
En 1582, Hernando de Lerma fundó la Ciudad de Salta.
Juan Ramírez de Velasco, al frente de la Gobernación del Tucumán, fundó la ciudad de Todos
los Santos de la nueva Rioja en 1591, refundó la ciudad de Londres en 1592, y fundó San
Salvador de Jujuy en 1593.
Colonización de Cuyo (1560-1594)[editar]
La Crónica de Fray Reginaldo de Lizárraga contrapone la conquista de Chile con la menos
gloriosa (según él) colonización de Cuyo. La colonización no resultó dificultosa y fue
completamente pacífica, ya que una embajada Huarpe cruzó los Andes para solicitar a los
españoles les enviaran sacerdotes y arquitectos que les enseñaran a construir ciudades. En
1561 los españoles fundaron Mendoza del Nuevo Valle de La Rioja, seguida por San Juan de
la Frontera en 1562 y San Luis de la Punta de los Venados en 1594.
Consolidación española (1600-1720)[editar]
Mapa de las ciudades españolas fundadas en la Argentina y el Paraguay hasta el año 1600.
Al comienzos del siglo XVII las ciudades fundadas por los españoles no eran más que
pequeñas atalayas de civilización europea esparcidas en un territorio muy vasto, y durante
esos cien años fueron aumentando su influencia a través de encomiendas de la formación
de estancias y de la fundación de ciudades, que iban alejándose progresivamente del Camino
Real. Si bien eran comunes las refriegas fronterizas, no hubo grandes conquistas como en el
siglo anterior: más bien se consolidó el dominio de los territorios ya conquistados.
En 1599 los Jesuitas se instalaron en Córdoba, y en 1613 fundaron una universidad en esa
ciudad. Al mismo tiempo fueron fundando asentamientos entre los indios guaraníes y
guaycurúes. Las Misiones Jesuíticas estaban subordinadas a la Corona Española. Como
cualquier otra ciudad española tenían un cabildo, un corregidor, alcaldes de primero y
segundo voto, escribano, y todas las demás instituciones de la civilización española: la
diferencia era que el corregidor y el resto de las autoridades eran casi siempre caciques.
Un ejemplo de consolidación administrativa y territorial fue el establecimiento del Marquesado
de Yavi en 1707: su capital estaba en la ciudad de Yavi, actual provincia de Salta; y se
extendía por todo el norte argentino y el sur de Bolivia (Chuquisaca, Tarija, Orán, San Antonio
de los Cobres, etc). Los marqueses tenían una enorme extensión de tierras y gozaban del
reconocimiento perpetuo de sus encomiendas, que fueron declaradas inválidas por la Corte
Suprema Argentina en 1877.
En Cuyo, llegando al siglo XVIII la mayor parte de los huarpes se había convertido al
cristianismo, adoptando el idioma castellano. Esa fue la zona donde más rápido se dio la
criollización de los pueblos originarios. Un resto de los huarpes al sur del río Diamante fue
conquistado por los mapuches durante la araucanización.
Buenos Aires constituyó desde su fundación una estructura social altamente civilizada, un verdadero estado de derecho donde sin mengua de una indudable libertad, reinaba un orden jurídico desconocido entonces en casi todo el resto del mundo, inclusive en varios de los países europeos. (...) la propiedad inmobiliaria se mensuraba y se transmitía puntualmente por escritura pública, se escrituraban igualmente las dotes, sucesiones e informaciones varias, se registraba el nacimiento y el estado de las personas, tramitándose canónicamente los eventuales disensos, divorcios y nulidades, se pleiteaba con sujeción a procedimientos curiosamente similares a los actuales, (...) había hospitales y escuela públicos. (...) Esa sociedad era realmente autárquica: la Iglesia eran los vecinos, la Justicia y la administración general eran los vecinos, y el Ejército también eran los vecinos. Desde luego, venían algunos funcionarios de España, pero en la enorme mayoría de los casos no volvían más allá, se avecindaban, se nacionalizaban.
Francisco Seeber, Solidez de la Estructura Social Argentina, revista Universitas No. 72/73, Septiembre-Diciembre de 1984
Conflictos con Portugal y Brasil (1680-1828)[editar]
Límites aproximados en 1811.
Entre 1680 y 1828, España y Portugal (seguidos de sus colonias independientes) tuvieron una
serie de conflictos a lo largo de su frontera.
En 1680 el militar portugués Manuel de Lobo funda la primera ciudad en el actual territorio
uruguayo: Colonia del Sacramento. El gobernador español del Río de la Plata, José de Garro,
pidió refuerzos a las ciudades de Tucumán, Corrientes, Santa Fe, y las misiones jesuitas: con
ese ejército ocupó la ciudad. Al año siguiente el Rey firmó un tratado con Portugal para
devolverla, a condición de que no comerciaran con las ciudades españolas.
Cincuenta años más tarde, en 1723, el portugués Manuel de Freytas Fonseca fundó el fuerte
de Montevidéu. Los españoles de Buenos Aires tomaron el fuerte y en 1726 Felipe V ordenó
fortificarlo y poblarlo. La situación permaneció estática hasta 1762: en el contexto de la Guerra
de los Siete Años, los españoles de Buenos Aires volvieron a ocupar la ciudad, sin embargo la
guerra terminó con la firma del Tratado de París (1763), en el que se fijó el retorno de la
disputada colonia a Portugal. En 1777, con el Tratado de San Ildefonso, Colonia pasa otra vez
al dominio Español.
Tras la Revolución de Mayo, las fuerzas portuguesas lanzaron una invasión de la Banda
Oriental en 1811. Una segunda invasión en 1816 fue definitiva: la Provincia Oriental fue
anexada por el Reino de Brasil y pasó a llamarseProvincia Cisplatina. En 1825 comenzó
la Guerra del Brasil, el Congreso de la Florida declaró la independencia de la Provincia
Oriental y su reincorporación a las Provincias Unidas del Río de la Plata. En 1828 terminó la
guerra y con ella finalizaron los principales conflictos limítrofes.
Creación del Virreinato[editar]
En 1776, los españoles separaron el Virreinato del Perú, estableciendo entre otras nuevas
zonas administrativas al Virreinato del Río de la Plata. La enorme superficie que abarcaba el
virreinato del Perú dificultaba las tareas de gobierno, lo cual fue un poderoso motivo para su
división. Buenos Aires se estableció como capital, por su creciente importancia como centro
comercial y el valor del estuario del Río de la Plata como entrada hacia el interior del
continente. Este virreinato abarcó lo que hoy es la Argentina,Uruguay y Paraguay, así como
también la mayor parte de la actual Bolivia. Según el censo ordenado por Carlos III, en 1778 el
virreinato tenía una población de 186.526 habitantes. Córdoba tenía 44.506, La ciudad de
Buenos Aires 37.679, mientras que Mendoza tenía un cuarto 8.765. Era importante la
población afroargentina, que superaba el 50% en Santiago del Estero y Catamarca.7
En un principio, la ciudad de Buenos Aires había sufrido serios problemas de
aprovisionamiento de bienes básicos, ya que el comercio exterior era monopolizado por
España y dicho país priorizaba el puerto de Lima, dado que en el Perú se extraían grandes
cantidades de oro y plata para la metrópoli, productos ausentes en los alrededores de Buenos
Aires. Como consecuencia, se produjo un fuerte desarrollo del contrabando. La principal
producción de Buenos Aires por aquel entonces era el cuero.
España impuso el cristianismo y el idioma castellano. En toda la Hispanoamérica regían las
costumbres y modas españolas, aunque las diferentes etnias y culturas criollas que integraron
la población colonial también encontraron mecanismos para preservar algunos aspectos de
sus patrimonios culturales, lingüísticos y religiosos, que muchas veces se fusionaron entre sí
para generar nuevas manifestaciones culturales. La densidad de población en el Virreinato del
río de la Plata era baja, y hasta mediados del siglo XIX más de la mitad del territorio argentino
actual estuvo habitado por las tribus indígenas.
España impuso en sus colonias americanas un sistema de castas con tres grupos principales,
blancos, indios y negros, así como también los grupos derivados del mestizaje de los demás:
mulato, mestizo, zambo. Los híbridos se consideraban "manchados" o de "sangre impura",
pero existían diferencias entre ellos ya que, mientras la "sangre india""manchaba" por tres
generaciones, la "sangre negra" "manchaba" para toda la eternidad. En la cima del sistema de
castas se encontraban los españoles peninsulares, considerados de "sangre pura" a los que
se reconocía la mayor cantidad de privilegios, seguidos de los españoles americanos,
conocidos como "criollos", descendientes legítimos de padre y madre españoles. Si bien
existía una diferencia conceptual entre peninsulares y criollos, ellos no tenían ninguna
diferencia de derechos: hubo varios criollos que fueron virreyes, en el Plata Vértiz. En el lugar
más bajo de la escala social se encontraban los "negros" ocupando el último lugar aquellos
nacidos en África.8 9
Sin embargo, dicha separación no era tan estricta, y sus convenciones solían ser postergadas
si las necesidades prácticas así lo requerían.10 Así, durante las Invasiones Inglesas se dieron
armas y rangos militares a varios grupos que en circunstancias normales no podrían acceder
a tales puestos, y la escasez de mujeres españolas promovió el mestizaje. Del mismo, y
teniendo como una de sus bases económicas la ganadería extensiva o el acarreo y faena de
grandes rebaños, surgieron los mancebos de la tierra ya en el siglo XVII y luego los gauchos,
los cuales tendrían un rol decisivo en la gesta emancipatoria del siglo XIX.
Surgimiento del Estado nación (1806-1852)[editar]
Artículo principal: Surgimiento del Estado Argentino
Véanse también: Revolución de Mayo, Independencia de la Argentina, Declaración de
independencia de la Argentina, Guerras civiles argentinas y Período de las Autonomías
Provinciales (Argentina).
En 1806 y 1807, en el marco de las Guerras Napoleónicas que tenían lugar en Europa,
tuvieron lugar las Invasiones Inglesas al Río de la Plata. Sir Home Riggs Popham yWilliam
Carr Beresford encabezaron la primera, que desembarcó en la zona de Quilmes y tomó el
control de la ciudad de Buenos Aires durante 45 días hasta su expulsión por parte de un
ejército proveniente de Montevideo encabezado por Santiago de Liniers. En 1807 un segundo
ataque aún más grande (de aproximadamente 8000 soldados), encabezado por John
Whitelocke, logró ser resistido exitosamente.
El conflicto tuvo consecuencias políticas importantes: se creó un quiebre del derecho
institucional vigente en el virreinato; el virrey Rafael de Sobremonte fue destituido por huir
durante la invasión, y el victorioso Liniers fue electo por aclamación popular, sin intervención
directa del Rey de España. Además, durante el segundo conflicto, los soldados disponibles
eran insuficientes y no se podía contar con el auxilio de la metrópoli, por lo que varios sectores
de la población habitualmente postergados recibieron armamento y mando de tropas. Esto les
permitió tener una mayor injerencia en los asuntos de la vida pública. Entre ellos se destacaba
el Regimiento de Patricios, compuesto por criollos y comandado por Cornelio Saavedra.
El Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810.
La Independencia de los Estados Unidos (1776), la Revolución francesa (1789) y las nuevas
ideas de la Ilustración, se combinaron con las tradiciones de lucha de criollos, indígenas y
afroamericanos contra el Imperio español para impulsar las ideas
de libertad, igualdad eindependencia en Latinoamérica.
La Revolución de Mayo de 1810 destituyó y expulsó al Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, y
proclamó, tras un Cabildo Abierto, el primer gobierno formado mayoritariamente por criollos en
las Provincias Unidas del Río de la Plata, denominado la Primera Junta.
Entre 1810 y 1820 se sucedieron dos juntas de gobierno, dos triunviratos y el Directorio, una
forma unipersonal y centralista de gobierno. En este período, la principal preocupación de los
gobiernos era consolidarse internamente y enfrentar la resistencia de los Ejércitos realistas en
América (defensores del statu quo y del mantenimiento de los lazos que unían estas regiones
a la corona española). En 1816 se declaró la independencia de las Provincias Unidas de
América del Sur en el Congreso de Tucumán.
Campaña libertadora y guerra civil[editar]
Artículos principales: Guerra de la Independencia Argentina y Guerras civiles argentinas.
Retrato de José de San Martín. 1828
José de San Martín, Manuel Belgrano, y Martín Miguel de Güemes fueron algunos de los
principales comandantes patriotas en la guerra de independencia. A Manuel Belgrano se le
encargó la dirección del Ejército del Norte y, aunque fue derrotado por las fuerzas realistas,
sentó las bases para que luego el Paraguay formase un gobierno propio, en 1811. En 1812
creó la bandera de la Argentina y dirigió elÉxodo Jujeño, tras lo cual se impuso a los
españoles en las batallas de Tucumán y Salta.
En 1816 José de San Martín organizó el Ejército de los Andes conformado por 4000 hombres
y, desde 1817 hasta 1822, encabezó las campañas libertadoras que llevarían a la
independencia de Chile y Perú. Contemporáneamente, Simón Bolívar independizaba a la Gran
Colombia, completaba la independencia de Perú y liberaba a Bolivia (1824), el último bastión
del dominio español en Sudamérica.
El Estado argentino considera a San Martín como el mayor héroe militar de su independencia
y lo honra con el título de "Padre de la Patria".
Desde antes de 1820, unitarios y federales se disputaron el gobierno y la economía del país a
través de una serie de guerras civiles. Con la Batalla de Cepeda, un triunfo federal, comenzó
el Período de las Autonomías Provinciales; la unión entre las provincias sólo se mantuvo
gracias a los llamados "tratados interprovinciales". Las luchas internas entre las provincias —
en general, las de el interior contra Buenos Aires— se mantuvieron por más de 60 años.
Los caudillos provinciales dominaron el mapa político a mediados del Siglo XIX, dirigiendo
grandes ejércitos propios, y en muchos casos gobernando sus provincias.
Entre 1820 y 1824 gobernó Buenos Aires Martín Rodríguez, cuyo ministro Bernardino
Rivadavia realizó históricas reformas (como la primera ley electoral en 1821, aplicada sólo a la
Provincia de Buenos Aires). Lo sucedió Juan Gregorio de Las Heras, que reunió elCongreso,
por el cual se pretendió unificar el país.
En 1825, con el apoyo del gobierno argentino, un grupo de orientales y de otras provincias,
llamados los Treinta y Tres Orientales y liderados por Juan Antonio Lavalleja, ingresó en la
Provincia Oriental para desalojar a los ocupantes brasileños quienes, con la posterior ayuda
de Fructuoso Rivera, en pocos meses lograron retirar al ejército brasileño y el 25 de agosto,
en el Congreso de Florida, declararon la independencia del territorio oriental del Brasil y su
unificación con las demás provincias que conformaban las Provincias Unidas del Río de la
Plata o Argentina. Brasil declaró la guerra a Argentina. En 1826, el Congreso nombró
presidente a Rivadavia, de tendencia centralista, que continuó con la política económica
librecambista que venían llevando adelante los gobiernos porteños, y que tiene su base en las
ganancias que genera el puerto de Buenos Aires.
Presidencia de Rivadavia y guerra con el Brasil[editar]
Artículos principales: Bernardino Rivadavia y Guerra del Brasil.
Retrato de Bernardino Rivadavia, durante su estadía como envíado diplomático en Londres
En 1826, los representantes de las provincias de la antigua unión se vieron en la necesidad de
reunirse para lograr un frente unificado contra el Brasil. Rivadavia, de trayectoria diplomática
en Europa y conocida su obra como Ministro de Gobierno de Martín Rodríguez, fue electo
presidente por treinta votos contra cinco. Durante su mandato encaminó a las Provincias
Unidas a su unidad, anhelada por él, y necesaria en el momento.
El 9 de febrero de 1826 año, el Presidente envió al Congreso el proyecto de Ley de Capital,
pues para gobernar el país necesitaba un espacio territorial desde donde hacerlo. Fue
aprobado por 25 votos a favor. En contra, se manifestaron 14 votos. La ley establecía como
capital del estado a la ciudad de Buenos Aires, ampliando sus límites territoriales. La capital
no estaba sujeta a la subordinación de la provincia. Con el resto de Buenos aires, se creaba
una nueva provincia, que perdía su ciudad cabecera, su puerto, y por lo tanto sus ingresos
económicos más fuertes.
Otra ley fue la de creación del Banco Nacional, cuyo nombre oficial fue Banco de las
Provincias Unidas del Río de la Plata, con un capital de 10.000.000 de pesos. Éste se
integraba con 3.000.000 provenientes de un préstamo realizado por la provincia de Buenos
Aires, 1.000.000 del Banco de Descuentos, y una suscripción anual para integrar acciones por
un monto de $ 200 cada una. La administración del Banco estaría a cargo de un Directorio.
El 18 de mayo de 1826, se dictó la Ley de Enfiteusis por la cual las tierras públicas cuya venta
había sido prohibida por estar afectadas a la garantía de la deuda con Inglaterra, se
entregaban en enfiteusis por no menos de 20 años, contados a partir del 1 de enero de 1827.
La culminación normativa fue la Constitución de 1826. En sus 191 artículos agrupados en 10
secciones, organizaba al país bajo el sistema representativo, republicano y unitario. En la
última sección se imponía la presentación del texto constitucional a la aprobación de las
provincias y de la capital. Las primeras se manifestaron en desacuerdo. Esta oposición fue el
golpe final para el Congreso. Rivadavia fomentó las sociedades por acciones, con capitales
británicos, para la explotación de recursos minerales
En lo que hace a la guerra, si bien al comienzo de las hostilidades las fuerzas imperiales eran
mayores a las republicanas, las Provincias Unidas derrotaron a Brasil en muchas batallas en
una lucha de tres años por tierra y mar; siendo la Batalla de Ituzaingó, la más importante.
Sin embargo, los problemas económicos y políticos generados en ambos estados, en
especial, el bloqueo de la Armada de Brasil al puerto de Buenos Aires y el impase en tierra
(dado que Colonia del Sacramento y Montevideo estuvieron bajo el control de Brasil durante
todo el conflicto) aconsejaron iniciar las tratativas de paz. En 1827, el ministro plenipotenciario
argentino Manuel José García, excediéndose en su misión, firmó un acuerdo preliminar de paz
con los brasileños que reconocía la soberanía del Imperio sobre la Provincia Oriental y se
comprometía a pagarle a Brasil una indemnización de guerra. El presidente Bernardino
Rivadavia lo declaró como el «tratado deshonroso», rechazándolo y presentando
posteriormente su renuncia.
El conflicto continuó hasta el 27 de agosto de 1828, cuando los representantes del gobierno
de la República de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y el Emperador del Brasil,
firmaron la Convención Preliminar de Paz, que acordó la independencia de la Provincia
Oriental y el cese de las hostilidades.
Gobierno de Juan Manuel de Rosas[editar]
Artículo principal: Época de Rosas
En 1829 Juan Manuel de Rosas, federal y porteño, asumió el gobierno de la provincia de
Buenos Aires, con "Facultades Extraordinarias", y conservando la delegación de las relaciones
exteriores por parte de las demás provincias. Gobernó hasta 1832 con mano de hierro y
fuertes rasgos personalistas. Rosas realizó una campaña en la Patagonia, donde luchó contra
algunas tribus indígenas y negoció con otras, para ampliar la frontera hacia el sur del país.
Desde 1832 hasta 1835 se sucedieron tres gobernadores débiles:Juan Ramón Balcarce, Juan
José Viamonte, y Manuel Vicente Maza. Los tres renunciaron por presión del rosismo, y el
último de ellos a causa del asesinato del caudilloFacundo Quiroga en Barranca Yaco, ideado
por los hermanos cordobeses Reynafé. En 1833, Gran Bretaña ocupó las Islas Malvinas.
Retrato del Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas 1845
En 1835, en medio de esta anarquía, Juan Manuel de Rosas fue elegido gobernador de
Buenos Aires, con el agregado de tener la"Suma del Poder Público", es decir, los tres poderes
del Estado resumidos en su persona. Un posterior plebiscito popular legitimó en forma amplia
su designación. Inició una política económica proteccionista, aunque sin fomentar
explícitamente nuevas industrias, y realizó pactos interprovinciales (como el Pacto Federal).
También impuso medidas que favorecen a los sectores populares como la prohibición total de
la compra-venta y el tráfico de esclavos negros, que ya habían adquirido la libertad de vientres
luego de la revolución de mayo. Con sus atribuciones también inició un régimen que se
caracterizó por la persecución de los opositores — bajo el lema "Mueran los salvajes unitarios"
— que en muchos casos fueron ejecutados, asesinados u optaron por exiliarse en países
limítrofes. Su política centralista desató sublevaciones en su contra en el Interior del país y su
autoritarismo generó la oposición de los romanticistas de la "Generación del 37", grupo de
jóvenes intelectuales influyentes, entre ellos Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría,
y Domingo Faustino Sarmiento, que desde el Salón Literario criticarán duramente al régimen.
Entre 1838 y 1840, Rosas enfrentó el Bloqueo Francés, establecido por el rechazo a aceptar
beneficios para ciudadanos franceses. La acción también promovió revueltas y unificó a la
oposición pero fue levantada, resultando fortalecido Rosas, quien luego venció a la
poderosa Coalición de las provincias del Norte, y sitió Montevideo entre 1843 y 1851 para
ayudar al ex presidente uruguayo Manuel Oribe, derrocado en su país. Luego en 1845, resistió
de forma admirable el Bloqueo naval Anglo-Francés en la Batalla de la Vuelta de Obligado, y
logró aplastar una última sublevación de la provincia de Corrientes.
En sus últimos años de gobierno, las renuncias de Rosas se repitieron simbólicamente; el
caudillo entrerriano Justo José de Urquizaaceptó una de ellas con su denominado
"Pronunciamiento" y decidió asumir él mismo las Relaciones Exteriores de su provincia. El
caudillo porteño reaccionó con furiosas invectivas, pero su reacción militar fue insuficiente: se
enfrentaron en la Batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852. En esta batalla, la más grande
de la historia sudamericana, el Ejército Grande de 30 000 hombres comandados por Urquiza,
(que incluía tropas de Brasil, Uruguay, Entre Ríos y Corrientes, y exiliados políticos), derrotó al
ejército federal de 22 000 hombres. Tras este hecho, Juan Manuel de Rosas inició su exilio en
Inglaterra. Quince días después el general victorioso entró en Buenos Aires en un desfile,
seguido de fusilamientos de las figuras importantes del rosismo.
Justo José de Urquiza lideró el país, aunque no pudo evitar la separación del "estado de
Buenos Aires" del resto de las provincias del interior. En 1853, tras la separación de la
Provincia de Buenos Aires, la Confederación sancionó la Constitución, con ideas federales,
republicanas y liberales. El primer antecedente de la constitución argentina actual.