LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ COMO FUENTE DEL DERECHO

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LA CONSTITUCIOacuteN DE CAacuteDIZ COMO FUENTE DEL DERECHO CONSTITUCIONAL DE VENEZUELA

Jesuacutes M casal H

sumario I Introduccioacuten II La Constitucioacuten de Caacutediz y las primeras Constituciones venezolanas III La actuacioacuten de las Cortes generales y ex-traordinarias y su influencia en Venezuela IV El proceso constituyente penin-sular y sus efectos en Venezuela V La Constitucioacuten de Caacutediz en los inicios

de nuestro constitucionalismo VI Conclusioacuten

I introDuccioacuten

La Constitucioacuten de Caacutediz ha ejercido gran influencia en Meacutexico y otros paiacute-ses latinoamericanos Venezuela se encuentra entre los que generalmente han sido considerados ajenos a esa influencia pero esta aun siendo reducida no debe ser menospreciada Ahondar en la influencia de la Constitucioacuten de Caacute-diz en el derecho constitucional venezolano es uacutetil para la comprensioacuten de los primeros pasos del constitucionalismo en nuestras tierras En medio de circuns-tancias adversas a cualquier manifestacioacuten de institucionalidad o de control del poder mediante el derecho las provincias de Venezuela iniciaron en abril de 1810 el camino hacia su independencia el cual marcoacute tambieacuten derroteros hacia el despliegue del pensamiento liberal que estuvo reflejado en la procla-macioacuten de los derechos del pueblo y del ser humano en julio de 1811 y en la aprobacioacuten de nuestra primera Constitucioacuten en diciembre de ese mismo antildeo

Tanto la Declaracioacuten de los Derechos del Pueblo del 1o de julio de 1811 como la Constitucioacuten del 21 de diciembre del mismo antildeo fueron tri-butarias de los movimientos revolucionarios que se habiacutean desarrollado en Francia y en las antiguas colonias inglesas de Ameacuterica del Norte asiacute como de las ideas que los nutrieron Los naviacuteos de la Ilustracioacuten habiacutean traiacutedo desde Europa a las costas venezolanas las principales obras de los pensado-res que brindaron soporte filosoacutefico o ideoloacutegico a la soberaniacutea del pueblo o de la nacioacuten a su derecho irrenunciable a darse la forma de gobierno maacutes

Doctor en derecho por la Universidad Complutense de Madrid

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Poder judicial del estado de Michoacaacuten

150 JESUacuteS M CASAL H

conforme a sus intereses y a plasmarla en una Constitucioacuten escrita al prin-cipio del gobierno controlado a la separacioacuten de los poderes y al conjunto de libertades consideradas naturales preestatales cuya proteccioacuten definiacutea el fundamento y el liacutemite de la autoridad puacuteblica El ideario de la Revolucioacuten estadounidense tuvo tambieacuten una gran repercusioacuten en nuestra primera ex-periencia constitucional al favorecer junto a los principios mencionados la consolidacioacuten de la independencia asiacute como al enfatizar la soberaniacutea popular y al preconizar el sistema republicano y presidencial El caraacutecter federal del Estado fue establecido igualmente bajo la impronta del modelo constitucional de los Estados Unidos de Ameacuterica

La Constitucioacuten de Caacutediz no se encuentra pues entre las principales fuentes de inspiracioacuten de nuestras primeras Constituciones Los estudios del profesor Brewer-Cariacuteas sobre este periodo fundacional de nuestro dere-cho constitucional demuestran que fueron aquellas revoluciones y sus frutos normativos no la Constitucioacuten gaditana las que modelaron la produccioacuten constitucional de nuestro alumbramiento liberal1

Sin embargo ello no significa que el proceso constituyente gaditano y la Constitucioacuten Poliacutetica de la Monarquiacutea Espantildeola de 1812 no hayan tenido proyeccioacuten en la peculiar dinaacutemica de nuestro primer constitucionalismo Veremos que es posible hallar algunos vestigios de influencia de la Cons-titucioacuten de Caacutediz en las nuestras como tambieacuten reconocer el espiacuteritu y la letra de las Cortes generales y extraordinarias en leyes o reglamentos dic-tados por el Congreso constituyente de Venezuela en 1811 Ademaacutes desde una perspectiva poliacutetico-constitucional es importante examinar la variada y en parte contradictoria funcioacuten que cumplioacute el proceso constituyente ga-ditano en nuestra historia constitucional Fue por un lado un acicate para el movimiento independentista que se gestaba en la Capitaniacutea General de Venezuela y en parte un modelo que debiacutea ser emulado y superado Por otro lado dejoacute las primeras huellas en suelo patrio del intento de aplicar una Constitucioacuten moderna para controlar el ejercicio del poder puacuteblico

II la constitucioacuten DE caacuteDiz y las primEras constitucionEs vEnEzolanas

Conviene examinar con alguacuten detenimiento la posible incidencia de la Cons-titucioacuten de Caacutediz de 1812 en nuestras Constituciones concentraacutendonos en

Brewer-Cariacuteas Allan ldquoReflexiones sobre la Revolucioacuten americana (1776) y la Revolu-cioacuten francesa (1789) y sus aportes al constitucionalismo modernordquo Caracas EJV 1992 veacutea-se tambieacuten ldquoEl paralelismo entre el constitucionalismo venezolano y el constitucionalismo de Caacutedizrdquo en Aguiar Asdruacutebal (coord) La Constitucioacuten de Caacutediz de 1812 hacia los oriacutegenes del constitucionalismo gaditano y latino Caracas UCAB 2004 pp 223 y ss

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151 LA CONSTITUCIOacuteN DE CAacuteDIZ COMO FUENTE DEL DERECHO

las primeras Constituciones venezolanas las cuales pudieron haber recibido por razones cronoloacutegicas e ideoloacutegicas influencias de ese ceacutelebre coacutedigo poliacute-tico Destacaremos los aacutembitos temaacuteticos en los que eacutestas pueden apreciarse

1 La religioacuten oficial

La Constitucioacuten Federal para los Estados de Venezuela de 1811 tiene una clara ascendencia norteamericana y francesa Pero conservoacute natural-mente elementos de la tradicioacuten juriacutedica espantildeola algunos de los cuales pudieron tener un sello gaditano Si en alguna materia era posible encon-trarlo es en el tratamiento dado a la religioacuten y a la libertad religiosa en la Constitucioacuten Este es un aacutembito en el que maacutes allaacute de lo normativo se po-niacutea de manifiesto la comunidad de valores o de cultura entre los espantildeoles de ambos hemisferios entre los iberoamericanos

Con el desencadenamiento del fenoacutemeno juntista en la Peniacutensula y en la Ameacuterica espantildeola se precipitaron planteamientos y acontecimientos de indudable contenido rupturista o revolucionario que terminaron coexistien-do con componentes tradicionales del pensamiento poliacutetico y social y del orden juriacutedico Ello se evidencia en la consagracioacuten de la religioacuten catoacutelica apostoacutelica y romana como la uacutenica religioacuten liacutecita protegida por el Estado y sus leyes e instituciones Aquiacute la coincidencia entre la Constitucioacuten gadita-na de marzo de 1812 y la Venezolana de diciembre de 1811 es palpable lo cual permea en ambos textos la regulacioacuten de un derecho emblemaacutetico del liberalismo poliacutetico como la libertad de imprenta

Esta coincidencia podiacutea ser soacutelo eso la expresioacuten de una formacioacuten o cosmovisioacuten compartida la formalizacioacuten de la respectiva necesidad de aferrarse a alguno de los pilares soacutelidos de la tradicioacuten para facilitar el cam-bio poliacutetico el producto de compromisos poliacuteticos o el reflejo de factores sociales o corporativos concurrentes El examen de las foacutermulas empleadas a cada lado del Atlaacutentico en el juramento que acompantildeoacute la construccioacuten de la monarquiacutea constitucional o de la repuacuteblica independiente es tambieacuten demostrativo de esta paralela confluencia de valores de justificaciones o de intereses con eacutenfasis seguramente distintos en Espantildea y en Venezuela2 La

El juramento de los diputados de las Cortes de Caacutediz el diacutea de su instalacioacuten el 24 de septiembre de 1810 fue el siguiente ldquoiquestJuraacuteis la Santa Religioacuten Catoacutelica Apostoacutelica Roma-na sin admitir otra en estos Reinos iquestJuraacuteis conservar en su integridad la nacioacuten espantildeola y no omitir medio para liberarla de sus injustos opresores iquestJuraacuteis conservar a nuestro muy amado Soberano Don Fernando VII todos sus dominios y en su defecto a sus legiacutetimos sucesores y hacer cuantos esfuerzos sean posible para sacarlo del cautiverio y colocarlo en

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veta gaditana de la regulacioacuten constitucional de la religioacuten en 1811 podiacutea ser expresioacuten del esfuerzo de los constituyentes de ambos hemisferios por sustentar el cambio poliacutetico que estaban propugnando hacia la monarquiacutea constitucional unos hacia la repuacuteblica y la independencia otros en valores soacutelidos de la tradicioacuten juriacutedico-cultural sin perjuicio del sesgo anticlerical de varias decisiones de las Cortes generales y extraordinarias Era preciso ademaacutes sumar voluntades a las respectivas causas en lugar de abrir un nue-vo frente de tensioacuten o discrepancia

Pero tambieacuten cabe pensar como ha sostenido el profesor Fernaacutendez Sarasola que la norma y el capiacutetulo sobre la religioacuten de la Constitucioacuten de Caacutediz hayan influido incluso en Venezuela como ocurrioacute luego con otras naciones hispanoamericanas La hipoacutetesis asomada por el autor es que las deliberaciones sobre el texto constitucional gaditano y la redaccioacuten de los artiacuteculos correspondientes fueron difundidas en Venezuela durante 1811 a traveacutes de publicaciones como El Espantildeol de Blanco White por lo que consi-dera probable la ascendencia gaditana de las normas relativas a la religioacuten recogidas en la Constitucioacuten venezolana de diciembre de ese antildeo3

No es faacutecil corroborar este aserto pero siacute lo es constatar que en varias ediciones del perioacutedico El Publicista de Venezuela que difundiacutea parte de las sesiones o de las disposiciones dictadas por el Congreso General de Vene-zuela asiacute como en la Gaceta de Caracas se incorporaban obviamente con

el trono iquestJuraacuteis desempentildear fiel y lealmente el encargo que la nacioacuten ha puesto a vuestro cuidado guardando las leyes de Espantildea sin perjuicio de alterar moderar y variar aquellas que exigiesen el bien de la nacioacutenrdquo Acta de instalacioacuten de las Cortes generales y extraordinarias dis-ponible en httpwwwcervantesvirtualcomFichaObrahtmlRef=12262ampportal=56 Por su par-te los Diputados reunidos en el Congreso General de las Provincias de Venezuela juraron bajo esta foacutermula ldquoiquestJuraiacutes a Dios por los Sagrados Evangelios que vais a tocar y prometeacuteis a la patria conservar y defender sus derechos y los del sentildeor Don Fernando VII sin la menor relacioacuten o influjo de la Francia independientes de toda forma de Gobierno de la Peniacutensula de Espantildea y sin otra representacioacuten que la que reside en el Congreso General de Venezuela oponeros a toda otra dominacioacuten que pretendiera ejercer soberaniacutea en estos paiacuteses o im-pedir su absoluta o legiacutetima independencia cuando la Confederacioacuten de sus provincias la juzgue conveniente mantener pura ilesa e inviolable nuestra sagrada religioacuten y defender el misterio de la Concepcioacuten Inmaculada de Mariacutea Nuestra Sentildeora promover directa o indirectamente los intereses generales de la Confederacioacuten de que sois parte y los particu-lares del Distrito que os ha constituiacutedo respetar y obedecer las leyes y disposiciones que este Congreso sancione y haga promulgar sujetaros al reacutegimen econoacutemico que eacutel establezca para su interior gobierno y cumplir bien y exactamente los deberes de la diputacioacutenrdquo cfr Diacuteaz Saacutenchez Ramoacuten ldquoLa independencia de Venezuela y sus perspectivasrdquo Congreso Constituyente de 1811-1812 Caracas Congreso de la Repuacuteblica 1983 t I p XCIX

Fernaacutendez Sarasola Ignacio ldquoLa Constitucioacuten espantildeola de 1812 y su proyeccioacuten eu-ropea e iberoamericanardquo Fundamentos nuacutem 2 2000 pp 359 y ss

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retraso discusiones desarrolladas en las Cortes generales y extraordinarias a veces con la versioacuten o los comentarios de El Espantildeol4 Luego observaremos que al menos en cuanto a la legislacioacuten sobre la libertad de imprenta la hi-poacutetesis del conocimiento de la actuacioacuten de las Cortes y de su repercusioacuten en Venezuela se confirma El hecho de que el reconocimiento del catolicismo como religioacuten oficial y exclusiva haya desaparecido de las Constituciones posteriores de Venezuela abonariacutea en todo caso la idea de un reflejo del debate gaditano en nuestra primera Constitucioacuten

2 El sistema electoral de los representantes o diputados

Fernaacutendez Sarasola tambieacuten alude someramente a la adopcioacuten en la Constitucioacuten venezolana de 1811 de un sistema electoral similar al de la Constitucioacuten gaditana5 Ciertamente la Constitucioacuten de 1811 estableciacutea en sintoniacutea con lo previsto en la Constitucioacuten de Caacutediz para la integracioacuten de las Cortes un sistema electoral de los representantes populares basado en las parroquias llamadas a elegir los electores parroquiales cuyo voto determi-naba el representante o representantes de la respectiva provincia

Sin embargo importa observar que en el caso venezolano no se aludiacutea a la formacioacuten de un cuerpo intermedio de electores correspondientes a las cabezas de partido de cada provincia como lo haciacutea el texto gaditano Aun asiacute es perceptible la probable influencia en Venezuela del sistema elec-toral gaditano sobre todo por la relevancia atribuida a circunscripciones eclesiaacutesticas como las parroquias para la formacioacuten del cuerpo electoral lo cual probablemente obedecioacute al arraigo social de las parroquias y tambieacuten en el caso espantildeol a las reminiscencias o facetas corporativas del proceso constituyente peninsular6 La significacioacuten social era tambieacuten predicable de las parroquias eclesiaacutesticas venezolanas pero la identificacioacuten y aprovecha-miento por el orden civil de esas instancias fueron propiciados seguramente por los antecedentes gaditanos aunque aquiacute el punto de referencia para los constituyentes venezolanos de 1811 estuvo tal vez no en los debates o textos preliminares de la Constitucioacuten de Caacutediz de 1812 sino en los Decretos o Instrucciones de convocatoria a las Cortes generales y extraordinarias apro-bados por la Junta Central Suprema y Gubernativa de Espantildea e Indias el

4 Sobre esta difusioacuten del contenido de El Espantildeol por medio de la Gaceta de Caracas veacutease el citado estudio de Diacuteaz Saacutenchez op cit p XCV

5 Fernaacutendez Sarasola op cit pp 359 y ss 6 Veacutease Lorente Marta ldquoLa nacioacuten y las Espantildeas iquestcabe hablar de un constitucionalis-

mo hispaacutenicordquo en Aguiar Asdruacutebal (coord) op cit pp 80 y ss






1o de enero de 1810 como luego veremos En todo caso la organizacioacuten de la eleccioacuten de los representantes o diputados y de otras altas autoridades poliacuteticas a partir de los electores parroquiales o de las asambleas parroquia-les seraacute un rasgo caracteriacutestico de las primeras Constituciones venezolanas

3 Los poderes presidenciales y sus restricciones

Un campo en el cual el influjo del texto gaditano en nuestras primeras Constituciones aunque no en la de 1811 ni en la de 1819 resulta evidente que se relaciona con la norma de la Constitucioacuten de Caacutediz referida a las res-tricciones expresas a la autoridad del rey fijadas por el artiacuteculo 172 del texto gaditano Una de esas restricciones prevista en la disposicioacuten undeacutecima de este artiacuteculo es aplicable a los poderes del monarca para ordenar privacio-nes de libertad los cuales quedan reducidos a las circunstancias en las que el bien y la seguridad del Estado lo exijan debiendo en todo caso el deteni-do ser puesto a disposicioacuten del juez competente dentro de cuarenta y ocho horas Esta norma es casi calcada por el artiacuteculo 126 de la Constitucioacuten de Cuacutecuta de 1821 comuacuten a Venezuela y a la Nueva Granada cuando regula las funciones deberes y prerrogativas del presidente de la Repuacuteblica7

La Constitucioacuten venezolana de 1830 conservoacute en parte la norma al re-gular las facultades extraordinarias del presidente de la Repuacuteblica en casos de conmocioacuten interior a mano armada o de invasioacuten exterior repentina entre las cuales figuraba la de ordenar previa autorizacioacuten del Congreso o del Consejo de Gobierno comparecencias y arrestos debiendo poner los detenidos dentro de tres diacuteas a disposicioacuten del juez competente (artiacuteculo 118 atribucioacuten 3a) Adicionalmente dicha Constitucioacuten establecioacute emu-lando al texto gaditano un precepto especialmente dedicado a fijar restric-ciones a los poderes presidenciales ordinarios entre las cuales se incluyoacute en concordancia con la Constitucioacuten de Caacutediz la prohibicioacuten del presidente de salir del paiacutes y de disolver el Congreso o suspender sus sesiones (artiacuteculo 121 ordinales 1o y 8o)8

7 Veacutease Casal Jesuacutes M Dictadura constitucional y libertades puacuteblicas Caracas EJV 1993 pp 3738

8 A diferencia de lo previsto en el artiacuteculo 172 del texto constitucional gaditano respecto del monarca la prohibicioacuten del Presidente de salir del territorio teniacutea en el artiacuteculo 121 de la Constitucioacuten de 1830 caraacutecter absoluto






4 El concepto de nacioacuten y de soberaniacutea nacional

Las Constituciones venezolanas de 1821 y de 1830 y otras posteriores tambieacuten reflejan una inspiracioacuten gaditana en los respectivos tiacutetulos dedica-dos a la nacioacuten y a la nacionalidad sin perjuicio del trasfondo franceacutes de algunas disposiciones Sus artiacuteculos reproducen la exclusioacuten formulada en la Constitucioacuten de Caacutediz (artiacuteculo 2o) de toda concepcioacuten patrimonialista de la monarquiacutea o del Estado que teniacutea mucho sentido en la Espantildea que se disponiacutea a establecer una monarquiacutea constitucional Aunque la repercusioacuten en nuestro constitucionalismo de la idea de la nacioacuten y de la soberaniacutea na-cional recogida en la Constitucioacuten gaditana no hay que buscarla principal-mente en los textos de nuestras primeras Constituciones sino sobre todo en los albores del proceso independentista como mencionaremos

5 Las diputaciones provinciales y otras huellas gaditanas

Alguacuten influjo gaditano cabe detectar en la regulacioacuten de las diputacio-nes provinciales contenida en la Constitucioacuten venezolana de 1830 y en otras posteriores La Constitucioacuten de 1830 introdujo las diputaciones provincia-les previstas en la Constitucioacuten de Caacutediz y les asignoacute algunas funciones similares a las alliacute establecidas como las de informar a la Caacutemara de Re-presentantes las infracciones y abusos cometidos contra la Constitucioacuten de-nunciar al Poder Ejecutivo o a la Caacutemara de Representantes la mala con-ducta los abusos o la malversacioacuten en que hayan incurrido las autoridades o empleados de la provincia realizar el repartimiento de las contribuciones aprobadas para los cantones de la provincia y promover y establecer escue-las primarias y casas de educacioacuten en todos los lugares de la provincia (artiacute-culo 161 atribuciones 1a 2a 9a y 17a de la Constitucioacuten de 1830 veacutease tambieacuten el artiacuteculo 335 ordinales primero segundo quinto sexto y noveno asiacute como el 366 de la Constitucioacuten de Caacutediz)

Por otra parte una posible repercusioacuten de la Constitucioacuten de Caacutediz se encuentra en la figura de los secretarios del despacho los cuales al igual que en el texto gaditano son mencionados en nuestras primeras Constituciones con la indicacioacuten de las aacutereas de accioacuten puacuteblica a las que estariacutean destinados (artiacuteculos 1o seccioacuten sexta del tiacutetulo 7 136 y 134 de las Constituciones de 1819 1821 y 1830 respectivamente)9 El reacutegimen de la actuacioacuten y de la

En la Constitucioacuten de 1819 la alusioacuten a los secretarios del despacho es un hiacutebrido de la terminologiacutea francesa y espantildeola pues se habla de ldquolos ministros secretarios del despachordquo

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responsabilidad de los secretarios del despacho incluyendo lo relativo a la firma o refrendo de las oacuterdenes presidenciales posee tambieacuten similitudes mutatis mutandis con el de la Constitucioacuten de Caacutediz aunque en este punto la procedencia francesa de la regulacioacuten espantildeola y venezolana a la vista de la Constitucioacuten francesa de 1791 es manifiesta

Igual origen franceacutes tiene la regulacioacuten de nuestras primeras Constitu-ciones sobre las prerrogativas de la inviolabilidad o irresponsabilidad de los representantes diputados o senadores por los votos u opiniones emitidos en ejercicio de sus funciones y de la inmunidad frente al arresto u otras medi-das de persecucioacuten penal durante el desempentildeo de su mandato (artiacuteculos 69 de la Constitucioacuten de 1811 y 1o y 2o Seccioacuten Cuarta del Tiacutetulo 6 de la Constitucioacuten de 1819) No obstante el sello especiacuteficamente gaditano se hace notorio en el establecimiento de una inmunidad de los parlamentarios en el orden civil y no soacutelo en el penal (artiacuteculos 66 y 83 de las Constitucio-nes de 1821 y 1830 respectivamente veacutease igualmente el artiacuteculo 128 de la Constitucioacuten de Caacutediz) asiacute como en la prohibicioacuten impuesta a los mismos de aceptar empleos en el gobierno (artiacuteculo 85 de la Constitucioacuten de 1830 veacutease tambieacuten el artiacuteculo 129 de la Constitucioacuten de Caacutediz)

Finalmente una muestra tardiacutea de la incidencia de la Constitucioacuten ga-ditana en las venezolanas puede hallarse en la institucioacuten de la diputacioacuten permanente omitida en nuestras Constituciones hasta la de 1947 que pre-vioacute una Comisioacuten Permanente seguramente bajo la influencia directa de la Constitucioacuten de la Repuacuteblica Espantildeola de 1931 entre cuyas atribuciones se encontraba la de velar por la observancia de la Constitucioacuten en el perio-do de su funcionamiento lo cual evoca al correspondiente texto gaditano Dada la impropiedad de la denominacioacuten de tal comisioacuten como permanen-te pues estaba llamada a sesionar uacutenicamente durante el receso de las caacute-maras la Constitucioacuten de 1961 adoptoacute la figura pero bajo la denominacioacuten de Comisioacuten Delegada10 que se conserva en la actual Constitucioacuten

6 Apreciacioacuten general

En suma es posible identificar la ascendencia gaditana de algunas nor-mas de nuestras primeras Constituciones las cuales son excepciones que confirmariacutean la regla de la inspiracioacuten francesa y norteamericana de nues-tro primer constitucionalismo con la impronta personal de Boliacutevar distin-

Veacutease Oropeza Ambrosio La nueva Constitucioacuten venezolana (1961) Caracas Academia de Ciencias Poliacuteticas y Sociales 1986 p 456

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tiva de la Constitucioacuten de 1819 No es posible hablar de una influencia general u orgaacutenica ni de un papel arquetiacutepico en las grandes cuestiones de principio cumplido por la Constitucioacuten de Caacutediz de 1812

El probable conocimiento en tierras venezolanas de la evolucioacuten de las deliberaciones de las Cortes generales y extraordinarias mientras estaba siendo elaborada la Constitucioacuten para los Estados federados de Venezuela robustece la tesis de que el faro constitucional gaditano no era un punto de referencia especialmente apreciado para la tarea fundacional que se em-prendiacutea en nuestros territorios en virtud de razones que por lo dicho van maacutes allaacute de la precedencia cronoloacutegica de la primera Constitucioacuten venezo-lana respecto de la espantildeola

Sin embargo lo dicho no implica que la Constitucioacuten de Caacutediz no deba ser incluida entre las fuentes juriacutedico-poliacuteticas de nuestra evolucioacuten consti-tucional aunque lo sea con caraacutecter secundario Ademaacutes junto a su proyec-cioacuten en preceptos de Constituciones patrias es necesario considerar desde la oacuteptica de su incidencia en el constitucionalismo venezolano la labor de-sarrollada por las Cortes generales y extraordinarias antes de la aprobacioacuten de la Constitucioacuten de 1812 y sobre todo el proceso poliacutetico constituyente en el que se insertaron

III la actuacioacuten DE las cortEs GEnEralEs y ExtraorDinarias y su inFluEncia En vEnEzuEla

Ademaacutes de las huellas de la Constitucioacuten de Caacutediz apreciables en algunas de nuestras Constituciones es importante aludir a actos fundamentales emana-dos de las Cortes generales y extraordinarias que tuvieron reflejo en decla-raciones o normas de especial relevancia dictadas por el Congreso General de Venezuela en la etapa fundacional de nuestra nacionalidad y de nuestro constitucionalismo

Tal como ha subrayado el profesor Asdruacutebal Aguiar una de las prime-ras preocupaciones de las Cortes generales y extraordinarias fue proclamar la libertad de imprenta lo que desembocariacutea en la aprobacioacuten del Decreto IX del 10 de noviembre de 1810 sobre la libertad poliacutetica de la imprenta11

El tema de la libertad de imprenta tambieacuten habiacutea sido objeto de discusioacuten en las colonias americanas y era asunto de frecuente consideracioacuten en las paacuteginas de los perioacutedicos que circulaban con amplitud en Venezuela tras el

Aguiar Asdruacutebal ldquoLa libertad de imprenta en las Cortes de Caacutediz relectura desde la Revolucioacuten francesardquo en Aguiar op cit pp 121 y ss

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inicio del movimiento independentista Por ello es significativo que el Con-greso General de Venezuela haya acudido al decreto gaditano para garanti-zar con toda formalidad juriacutedica la libertad de imprenta despueacutes del recono-cimiento general contenido en la Declaracioacuten de los Derechos del Pueblo del 1o de julio de 1811 que no habiacutea abolido expresamente la censura previa

Seguacuten se lee en El Publicista de Venezuela del 25 de julio de 1811 el Congreso General de Venezuela dictoacute un Reglamento sobre la libertad de la imprenta en Venezuela12 el cual estaacute casi calcado tanto en su preaacutembulo como en su articulado del ceacutelebre Decreto de las Cortes de Caacutediz Las di-ferencias que pueden advertirse son fruto de simples adaptaciones del texto gaditano al orden institucional poscolonial en el que dicha libertad estaba siendo consagrada La facultad de censura previa que siguiendo el ejemplo gaditano ahora se suprimiacutea de manera expliacutecita era especialmente la atri-buida al Consejo de Indias por la Recopilacioacuten de Indias Ademaacutes al igual que en el Decreto de las Cortes de Caacutediz los escritos referidos a materias religiosas se exceptuaban de la proscripcioacuten de la censura o licencia previa pero en el Decreto venezolano se introdujeron cambios en la enunciacioacuten de los supuestos en los cuales el abuso de la libertad de imprenta habriacutea de dar lugar a sanciones Conviene reproducir los artiacuteculos IV del Decreto ga-ditano y IX del Decreto venezolano

Artiacuteculo IV Los libelos infamatorios los libelos calumniosos los subversivos de las leyes fundamentales de la monarquiacutea los licenciosos y contrarios a la decencia puacuteblica y las buenas costumbres seraacuten castigados con la pena de la ley y las que aquiacute se sentildealaraacuten

Artiacuteculo IX Los libelos infamatorios los libelos calumniosos los licencio-sos y contrarios a la decencia puacuteblica y buenas costumbres seraacuten igualmente castigados con las penas establecidas por las leyes y las que aquiacute se sentildealaraacuten

Noacutetese aparte de la evidente ascendencia gaditana de este artiacuteculo IX que se suprime la referencia a los libelos ldquosubversivos de las leyes fundamen-tales de la monarquiacuteardquo En su lugar el artiacuteculo VIII del Decreto venezolano ya habiacutea declarado que ldquoSe prohiacuteben los escritos subversivos del sistema adoptado y establecido en Venezuela el cual consiste principalmente en la libertad e independencia de cualquier otra potencia o soberaniacutea situada fuera de su territoriordquo

12 El Publicista de Venezuela Caracas Academia Nacional de la Historia 1959 pp 29 y 30






Por otra parte no se preveiacutean en el caso venezolano oacuterganos puacuteblicos especiales encargados de velar por la libertad de imprenta o de evitar sus abusos

La clara influencia del decreto gaditano en el venezolano es digna de mencioacuten porque se produce en un tema que fue crucial durante nuestro proceso de independencia el cual se apoyoacute en la propaganda poliacutetica y en el manejo de la incipiente opinioacuten puacuteblica En su etapa gestacional la op-cioacuten por la independencia dependioacute no tanto de la fuerza militar como de su capacidad para crear una conviccioacuten general en torno a la necesidad de cortar los lazos que en medio de la crisis poliacutetica vivida en la peniacutensula auacuten vinculaban a nuestras provincias con el Reino de Espantildea tarea que no fue faacutecil como lo prueba la lealtad que algunas provincias mantuvieron hacia las autoridades espantildeolas13 Por tanto la obra de las cortes gaditanas alcanzoacute en esta materia al menos simboacutelicamente una trascendencia en suelo venezolano que no es posible menospreciar

Una estela menos niacutetida dejoacute en Venezuela el Decreto de las Cortes de Caacutediz del 22 de abril de 1811 sobre la abolicioacuten de la tortura y de los apre-mios y prohibicioacuten de otras praacutecticas aflictivas el cual aboliacutea la tortura ldquoen todos los dominios de la Monarquiacutea espantildeolardquo14

El Congreso General de Venezuela dictoacute una Ley de abolicioacuten de la tortura el 17 de agosto de 181115 con un sentido similar al del Decreto ga-ditano aunque la ley emanada de las Cortes venezolanas en consonancia con la efervescencia revolucionaria del momento convierte la abolicioacuten de la tortura que califica como una decisioacuten digna ldquode la legislacioacuten liberal y pro-tectorardquo en una invectiva contra la opresioacuten y el despotismo derivados de la conquista de Ameacuterica Este aacutenimo conduce a que en la Ley se ordene la que-ma en plaza puacuteblica de los instrumentos destinados a ldquotan execrable usordquo

Un espiacuteritu semejante proacuteximo al de una denuncia de agravios se per-cibe en la Ley para abolir el Tribunal de la Inquisicioacuten en toda la Confe-deracioacuten de Venezuela sancionada por el Congreso General de Venezuela el 22 de febrero de 1812 esta vez no influenciada por los Decretos de las Cortes espantildeolas pues la ley venezolana antecedioacute justamente en un antildeo al Decreto gaditano del 22 de febrero de 1813 y tiene un contenido distinto

13 Sobre la importancia de la propaganda y de la prensa en el proceso de independencia veacutease el estudio de Diacuteaz Saacutenchez op cit pp XCIII y ss

14 Decreto LXI de las Cortes generales y extraordinarias sobre la Abolicioacuten de la tor-tura y de los apremios y prohibicioacuten de otras praacutecticas aflictivas del 22 de abril de 1811

15 El Publicista de Venezuela p 63 16 Textos oficiales de la Primera Repuacuteblica de Vene-zuela Caracas Academia de Ciencias Poliacuteticas y Sociales 1982 Segunda Seccioacuten pp 222-224






ya que rechaza abiertamente la inquisicioacuten y se fundamenta no tanto en su incompatibilidad con alguna Constitucioacuten o con ideas poliacuteticas emergentes sino sobre todo en su contraposicioacuten con la fe cristiana y con la conciencia del geacutenero humano La abolicioacuten de la inquisicioacuten en Venezuela teniacutea un sentido maacutes simboacutelico que real pues dicha institucioacuten casi no habiacutea sido aplicada en nuestro paiacutes

IV El procEso constituyEntE pEninsular y sus EFEctos En vEnEzuEla

Otra arista destacable en la que se cruza la evolucioacuten constitucional espa-ntildeola con la venezolana tiene que ver con el empuje que el proceso poliacutetico constituyente (y preconstituyente) peninsular proporcionoacute al movimiento in-dependentista y constituyente de las provincias de Venezuela No osaremos entrar en la extensiacutesima y ampliamente estudiada temaacutetica de las causas de la independencia hispanoamericana y venezolana en particular Soacutelo nos in-teresa rescatar un aspecto de ese capiacutetulo fundamental de nuestra historia y esbozar algunos planteamientos sobre la influencia del proceso poliacutetico que desembocoacute en las Cortes generales y extraordinarias en la germinacioacuten del constitucionalismo venezolano

Importa subrayar que nuestro proceso de independencia no puede ser entendido sin relacionarlo con la crisis poliacutetica de la Monarquiacutea espantildeola de 1808 y sin tener en cuenta las consecuencias en suelo americano de las acciones e iniciativas de la Junta Central Suprema y Gubernativa de Espantildea e Indias y luego del Consejo de Regencia Las abdicaciones de Bayona til-dadas de ilegiacutetimas y la ausencia forzada del titular de la Corona espantildeola aunadas a la usurpacioacuten y ocupacioacuten francesas generaron gran incertidum-bre en tierra venezolana y muchas dudas sobre la posibilidad de revertir la invasioacuten y sobre la suerte de las provincias americanas ante un desenlace favorable a Francia Ademaacutes la actuacioacuten desarrollada por la Junta Central y luego por la Regencia fue duramente criticada por estimarla inconsisten-te con las nobles declaraciones que ellas mismas habiacutean emitido e incluso contraria al buen juicio y a la moral Por otra parte el fenoacutemeno juntista en Espantildea y los pronunciamientos sobre la Ameacuterica espantildeola de las autorida-des de la Junta Central y de la Regencia abrieron el camino para la institu-cionalizacioacuten de los reclamos reformistas o independentistas americanos16

Cfr entre otros muchos documentos de ese tiempo el Acta de la instalacioacuten de la Junta Suprema de Venezuela del 19 de abril de 1810 y la comunicacioacuten dirigida por dicha

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Desde la oacuteptica de nuestra evolucioacuten constitucional esto implica que la unidad poliacutetica imprescindible para la implantacioacuten de una Constitu-cioacuten no puede explicarse cabalmente sin examinar la influencia del proceso constituyente de la Peniacutensula en el nuestro Esta influencia tuvo una doble connotacioacuten la dinaacutemica peninsular generoacute en Venezuela una reaccioacuten de censura y de emulacioacuten o superacioacuten a la vez

De censura porque se cuestionaba el desempentildeo y algunos decretos de la Junta Central y de la Regencia Junto a las criacuteticas generales menciona-das se aludiacutea a los desaciertos en la designacioacuten o ratificacioacuten de autorida-des en nuestras provincias a medidas gravosas como el bloqueo acordado contra nuestras costas y especialmente se objetaba la escasa e inequitativa representacioacuten de los espantildeoles americanos en la propia Junta primero y en las Cortes despueacutes Ello era visto como la negacioacuten de la igualdad pro-clamada entre los espantildeoles de ambos hemisferios17

Pero esta censura estaba acompantildeada de un efecto de imitacioacuten con fines justificadores Casi todos los documentos relevantes de nuestro pro-ceso de independencia desde el 19 de abril de 1810 e incluso antes si nos remontamos a la llamada conjura de los mantuanos de 1808 se apoyan expliacutecitamente casi siempre impliacutecitamente otras en la legalidad y legiti-midad de un proceder como el seguido en la Peniacutensula mediante la forma-cioacuten de juntas interpretadas como una reasuncioacuten por la nacioacuten y en suelo americano por las provincias de la soberaniacutea ante la ausencia forzada del rey18 Ello sin perjuicio de los matices apreciables en pronunciamientos de la Suprema Junta de Caracas la cual no dejoacute de expresar reservas sobre la manera de formar dichas instancias en la peniacutensula nacidas de lo que cali-ficoacute como simples aclamaciones tumultuarias o sobre la constitucioacuten de la

Junta a los miembros de la Regencia el 3 de mayo de 1810 Textos oficiales cit Primera Sec-cioacuten pp 99 y ss 126 y ss veacutease igualmente el estudio de Diacuteaz Saacutenchez op cit pp LXXV y ss Gil Fortoul Joseacute Historia constitucional de Venezuela Caracas Ministerio de Educacioacuten 1953 t I pp 199 y ss

17 Veacutease ademaacutes de los documentos de la Junta Suprema caraquentildea precitados la co-municacioacuten que eacutesta le dirigiera a la Regencia el 20 de mayo de 1810 y la contestacioacuten que dicha Junta remitiera al Comisionado Regio de Puerto Rico el 25 de diciembre de ese antildeo Textos oficiales cit Primera Seccioacuten pp 152 y ss y 259 y ss Veacutease igualmente la opinioacuten que expresara Palacio Fajardo Manuel Revolucioacuten en la Ameacuterica Espantildeola Barinas Concejo Municipal del Distrito Barinas 1973 pp 36 y ss

18 Veacutease el Acta de la instalacioacuten de la Junta Suprema de Venezuela del 19 de abril de 1810 la declaracioacuten de la Junta destinada a los cabildos de las capitales de Ameacuterica del 27 de abril de 1810 y la comunicacioacuten que eacutesta dirigioacute a los miembros de la Junta Superior de Gobierno de Caacutediz el 3 de mayo de 1810 Textos oficiales cit Primera Seccioacuten pp 99 y ss 117 y ss y 136 y ss






Junta Central cuya legitimidad soacutelo habriacutea sido alcanzada por el ulterior reconocimiento popular y fue puesta en entredicho posteriormente por las ejecutorias de ese cuerpo y por su demora en la convocatoria de las Cortes19

todo lo cual era manifestacioacuten de la intencioacuten de confrontar el modo de pro-ceder de las autoridades espantildeolas con el que queriacutean adoptar las nuevas instituciones independientes Pero estas salvedades no haciacutean sino confir-mar la adhesioacuten a los principios en los cuales pretendieron sustentarse las juntas peninsulares

La idea de la soberaniacutea nacional recibida del proceso juntista conecta-da con el pensamiento escolaacutestico pactista fue primordial para el desenca-denamiento de las aspiraciones independentistas Se consideraba vaacutelido el establecimiento de formas provisionales de gobierno que debiacutean convocar formalmente a la nacioacuten entera para que eacutesta resolviera sobre el destino definitivo de las instituciones poliacuteticas De alliacute que la Provincia de Caracas incluyendo al cabildo de Caracas haya reconocido la autoridad de la Junta Central para la cual fue elegido el criollo Martiacuten Tovar Ponte despueacutes de haberse logrado la anulacioacuten del nombramiento de Joaquiacuten de Mosquera y Figueroa20 Al conocerse en Caracas la disolucioacuten de la Junta Central la creacioacuten del Consejo de Regencia en Caacutediz y las circunstancias concomi-tantes las elites criollas continuaron por la senda trazada desde la peniacutensula pero ahora por su propia cuenta y riesgo y en defensa de sus propios objeti-vos La legalidad y legitimidad de la Regencia fue objetada por ellas desde el comienzo y de manera rotunda21 A partir de alliacute el afaacuten por emular y superar a los hermanos peninsulares es notable

La creacioacuten en Venezuela de la Suprema Junta conservadora de los de-rechos de Fernando VII como puente poliacutetico-institucional y mental entre el orden colonial y la independencia naciente que atenuaba los temores de

19 Veacutease la comunicacioacuten que la Junta dirigioacute a la Regencia el 3 de mayo de 1810 y su declaracioacuten a los habitantes de Venezuela del 8 de noviembre de 1810 Textos oficiales cit Primera Seccioacuten pp 130 y ss y 235 y ss La posicioacuten de la Suprema Junta de Caracas res-pecto de la Junta Central espantildeola no fue uniforme pues al comienzo no se poniacutea en duda la legalidad de su constitucioacuten veacutease la Proclama de la Junta Suprema del 20 de abril de 1810 Textos oficiales op cit Primera Seccioacuten p 109

20 Veacutease Mena Garciacutea Mariacutea ldquoLa eleccioacuten de diputados americanos a la Junta Cen-tral y la excepcionalidad del representante venezolano don Joaquiacuten Mosquera y Figueroardquo en Mena Garciacutea M (coord) Venezuela en el siglo de las luces Sevilla-Bogotaacute Muntildeoz Moya y Montraveta 1995 pp 285 y ss

21 Veacutease Quintero Ineacutes ldquoLa iniciativa gaditana y la provincia de Venezuelardquo en Izas-kun A y Saacutenchez J (coord) Visiones y revisiones de la independencia americana La independencia de Ameacuterica la Constitucioacuten de Caacutediz y las Constituciones Iberoamericanas Salamanca Universidad de Salamanca 2007 pp 197 y ss






una abrupta solucioacuten de continuidad abrazaba a los indecisos y serviacutea de advertencia a potencias extranjeras no puede explicarse sin los anteceden-tes mencionados

El 19 de abril de 1810 hito fundamental en el camino hacia la indepen-dencia definitiva se aludioacute a la declaratoria realizada por la Junta Central y luego por la regencia de que las provincias americanas no eran colonias sino parte integrante de la Corona de Espantildea y se subrayoacute el llamado que recibieron ldquoal ejercicio de la soberaniacutea interina y a la reforma de la consti-tucioacuten nacionalrdquo22 Recueacuterdese que desde su convocatoria por la Junta Cen-tral las Cortes estariacutean llamadas entre otros cometidos a revisar la Cons-titucioacuten (histoacuterica) del reino y con ello a decidir el destino de la nacioacuten lo cual fue enfatizado por documentos emanados de la regencia Por eso afirmariacutea la Junta Suprema de Caracas despueacutes de su establecimiento en la fecha mencionada que la provincia ante la dispersioacuten de los miembros de la Junta Central y la segura caiacuteda de Caacutediz uacuteltimo reducto de la heroica re-sistencia espantildeola habiacutea resuelto reasumir la soberaniacutea con base en la cual

Va a darse al nuevo Gobierno la forma provisional que debe tener mientras una constitucioacuten aprobada por la representacioacuten nacional legiacutetimamente constituida sanciona consolida y presenta con dignidad poliacutetica a la faz del universo la provincia de Venezuela organizada y gobernada de un modo que haga felices a sus habitantes23

Con frecuencia se deciacutea textualmente que las Provincias de Venezuela soacutelo estaban ldquoimitandordquo la actuacioacuten espantildeola Asiacute lo diriacutea la Suprema Jun-ta de Caracas en comunicacioacuten del 3 de mayo de 1810 dirigida a la Junta Superior de Gobierno de Caacutediz

Caracas imitando la conducta de Espantildea ha tomado el partido que ella misma le ha ensentildeado cuando careciacutea del gobierno central o cuando eacuteste no podiacutea atender a su seguridad ni dirigir los pasos de su administracioacuten y de-fensa Cada provincia o cada reino reasumiendo el ejercicio de la soberaniacutea la explicaba por medios de sus juntas provinciales o supremas24

22 Acta de la instalacioacuten de la Junta Suprema de Venezuela del 19 de abril de 1810 Textos oficiales cit Primera Seccioacuten p 100

23 Manifiesto de la Junta Suprema de Caracas Textos oficiales cit Primera Seccioacuten p 129

24 Comunicacioacuten del 3 de mayo de 1810 Textos oficiales cit Primera Seccioacuten pp 136 y ss






El parangoacuten con los acontecimientos que culminaron con la convocato-ria de las Cortes en la peniacutensula era expliacutecito y reiterado

Si el pueblo espantildeol ha creiacutedo necesario recobrar sus antiguas prerrogativas y la augusta representacioacuten nacional de sus cortes para oponer una barrera a la desordenada y progresiva arbitrariedad del ministerio Iguales son nues-tros motivos para imitar las nobles tentativas de nuestros hermanos de Euro-pa que hasta ahora no hemos hecho maacutes que admirar25

Noacutetese que el movimiento independentista poseiacutea desde entonces una significacioacuten constituyente impulsada sin perjuicio de otros procesos poliacute-ticos inspiradores por la convocatoria en Espantildea de las Cortes generales y extraordinarias y por las premisas filosoacutefico-poliacuteticas en las que se apoyoacute Los propoacutesitos de tal convocatoria y de su extensioacuten a los espantildeoles de Ameacute-rica eran obviamente otros pero sus fundamentos teoacutericos y los argumentos esgrimidos para propiciar la presencia americana soplaron en una direccioacuten tal vez no sospechada por sus redactores de lo cual los anales revoluciona-rios europeos ya habiacutean dado un renombrado ejemplo

La senda constituyente abierta en 1810 estuvo signada en otros aspec-tos por la voluntad de emular y superar la dinaacutemica constituyente peninsu-lar Asiacute frente a la convocatoria a unas Cortes tildadas por los americanos de poco representativas la Junta Suprema de Caracas llamoacute a la eleccioacuten de representantes para el Congreso General de Venezuela en todas las pro-vincias de la Capitaniacutea General y se previoacute la eleccioacuten de representantes en todos los distritos capitulares y no soacutelo en las capitales cabezas de par-tido Se siguioacute un sistema electoral similar al establecido en Espantildea para los representantes peninsulares ante las Cortes generales y extraordinarias basado en circunscripciones parroquiales26 superaacutendose las insuficiencias atribuidas al sistema de representacioacuten en Cortes de las provincias america-nas en el que la designacioacuten se limitaba a las capitales cabezas de partido estaba encomendada a los ayuntamientos y el nuacutemero de representantes americanos era proporcionalmente muy inferior al fijado para la peniacutensula todo lo cual habiacutea sido objetado por desigual o parcial en pronunciamientos de la Junta Suprema de Caracas27

25 Declaracioacuten de la Junta dirigida a los cabildos de las capitales de Ameacuterica del 27 de abril de 1810 Textos oficiales cit Primera Seccioacuten pp 118

26 Reglamento para la eleccioacuten y reunioacuten de Diputados que han de componer el cuerpo conservador de los derechos del Sr D Fernando VII en las Provincias de Venezuela Textos oficiales cit Segunda Seccioacuten pp 73 y ss

27 Veacutease ademaacutes de la antes citada declaracioacuten destinada a los cabildos americanos las






Adicionalmente dado que la Suprema Junta de Caracas habiacutea llega-do a sostener que la Junta Central espantildeola se tornoacute ilegiacutetima al haberse demorado tanto la convocatoria e instalacioacuten de las Cortes28 se enfatizoacute al recibir a los agentes representativos o electores parroquiales elegidos en uno de los partidos o distritos capitulares para participar en la eleccioacuten de diputados ante el Congreso General de Venezuela que se habiacutea cumplido el propoacutesito de facilitar ldquocuanto antesrdquo29 la definicioacuten por dicho Congreso de las reglas de gobierno que habriacutean de regir en el paiacutes En esta ocasioacuten tambieacuten se sentildealoacute que

Si oye en esta respetable Asamblea la voz espontaacutenea y libre de sus habitantes y compara este proceder a la nulidad de los medios que permitiacutea el gobierno anterior para promover nuestra propia felicidad tambieacuten advierte en ella un testimonio irrefragable de haber cumplido religiosamente con la confianza maacutes importante de cuantas merecioacute el pueblo ilustre de Caracas el 19 de abril30

Lo cual fue coronado por la declaracioacuten de dejar ldquoconstituidos legal-mente los primeros representantes de la Ameacuterica meridional y los verdade-ros conservadores de los derechos de Fernando VII en el Nuevo Mundordquo31

Con todas estas cautelas pudo proclamarse al concluir la fase electoral y al instalarse el Congreso General de Venezuela que ldquose han instalado las pri-meras Cortes que ha visto Ameacuterica maacutes libres maacutes legiacutetimas y maacutes popula-res que las que se han fraguado en el otro hemisferio para alucinar y seguir encadenando a Ameacutericardquo32

Conviene recordar que en algunos pronunciamientos de la Junta Su-prema de Caracas la convocatoria a Cortes reiterada por la Regencia habiacutea sido calificada como un uacuteltimo recurso de sus miembros para evitar la peacuter-dida de los territorios americanos Los criollos inicialmente habiacutean respal-dado el proceso juntista en el que se apoyariacutea la Junta Central peninsular y su convocatoria a Cortes hasta el punto de haber librado una batalla legal

comunicaciones dirigidas a la Regencia el 3 y el 20 de mayo de 1810 Textos oficiales cit Primera Seccioacuten pp 132 133 153 y 154

28 Proclama de la Junta Suprema de Caracas a los habitantes de Venezuela con motivo de la aprobacioacuten del Reglamento sobre las elecciones para el Congreso General de Venezue-la Textos oficiales cit Segunda Seccioacuten pp 66 y 67

29 Discurso pronunciado con motivo de la reunioacuten de electores parroquiales del partido capitular de Caracas Textos oficiales cit Primera Seccioacuten p 250

30 Ibidem p 249 31 Ibidem p 252 32 Gaceta de Caracas 5 de marzo de 1811






para obtener la anulacioacuten del nombramiento de Joaquiacuten de Mosquera y Figueroa como representante de las Provincias de Venezuela ante la Junta Central por no ser originario de estas tierras33 y luego habiacutean elegido a Martiacuten Tovar Ponte Pero la convocatoria de los americanos a las Cortes lle-goacute tarde Ya la corriente favorable a la independencia se habiacutea robustecido en lo cual tambieacuten influyoacute la evolucioacuten de los acontecimientos en Espantildea Boliacutevar lo diriacutea claramente en la Carta de Jamaica

Cuando las aacuteguilas francesas soacutelo respetaron los muros de la ciudad de Caacutediz y con su vuelo arrollaron a los fraacutegiles gobiernos de la peniacutensula entonces quedamos en la orfandad Ya antes habiacuteamos sido entregados a la merced de un usurpador extranjero Despueacutes lisonjeados con la justicia que se nos de-biacutea con esperanzas halaguumlentildeas siempre burladas por uacuteltimo inciertos sobre nuestro destino futuro y amenazados por la anarquiacutea a causa de la falta de un gobierno legiacutetimo justo y liberal nos precipitamos en el caos de la revo-lucioacuten34

Por otro lado las Cortes fueron tildadas en documentos oficiales de 1810 primero como ldquoimaginariasrdquo35 pues se consideraba difiacutecil su instala-cioacuten y funcionamiento y luego fueron descalificadas al equipararlas con evidente impropiedad histoacuterica a ldquolas de Bayonardquo36 Ello no impidioacute que su actuacioacuten tuviera eco en Venezuela como ya dijimos pero la ruta tomada por los patriotas habiacutea sido la de promover unas Cortes para las Provincias de Venezuela un Congreso General con funciones constituyentes que su-perara la seria objecioacuten a la limitada y parcial representacioacuten de estas pro-vincias en las Cortes gaditanas De alliacute que la representacioacuten venezolana ante las Cortes en las personas de Esteban de Palacios tiacuteo de Simoacuten Boliacute-var y Fermiacuten de Clemente incorporados como suplentes a dicho cuerpo en espera de la eleccioacuten de los diputados por la provincia haya sido rechazada por Caracas en 181137

Asiacute pues la convocatoria a las Cortes generales y extraordinarias y el llamamiento a los americanos para elegir ldquoelevados a la dignidad de hom-bres libresrdquo cuyos ldquodestinosrdquo estaacuten en sus propias manos sus representantes

33 Mena Garciacutea M op cit pp 310 y ss 34 Boliacutevar ldquoContestacioacuten de un americano meridional a un caballero de esta islardquo Obras

completas Caracas Ministerio de Educacioacuten Nacional vol I pp 166 y 167 35 Declaracioacuten de la Junta Suprema de Caracas a los habitantes de Venezuela del 8 de

noviembre de 1810 Textos oficiales cit Primera Seccioacuten pp 235 y ss 36 Contestacioacuten de la Junta Suprema de Caracas al Comisionado Regio de Puerto Rico

del 25 de diciembre de 1810 Textos oficiales cit Primera Seccioacuten p 264 37 Gil Fortoul J op cit p 332






ante las Cortes38 en lugar de reconducir a los venezolanos al canal institu-cional de la monarquiacutea espantildeola favorecioacute el movimiento independentista en gestacioacuten y le imprimioacute un caraacutecter constituyente que muy pronto termi-nariacutea desplegaacutendose

V la constitucioacuten DE caacuteDiz En los inicios DE nuEstro constitucionalismo

Uno de los aspectos maacutes interesantes de la incidencia de la Constitucioacuten de Caacutediz en nuestra evolucioacuten constitucional guarda relacioacuten con los intentos por hacer cumplir esa Constitucioacuten en nuestras tierras y con la aplicacioacuten que de hecho recibioacute en algunas de las provincias de Venezuela No seriacutea osado afirmar como veremos que la Constitucioacuten gaditana fue probablemente la primera Constitucioacuten que tuvo alguna vigencia en una parte del territorio venezolano y tambieacuten la primera que al ser invocada ante los tribunales para poner coto a los abusos de los gobernantes pretendioacute cumplir la funcioacuten distintiva del constitucionalismo de imponer liacutemites al ejercicio del poder

La Constitucioacuten venezolana de 1811 es obviamente anterior a la de Caacute-diz pero es bien sabido que su vigencia fue exigua tal como lo ha sentildealado Gil Fortoul quien al referirse a las normas contenidas en ella y en las Cons-tituciones de las provincias asiacute como a la significacioacuten de la Carta Magna de 1811 apuntoacute

Pero a poco se envolvioacute todo el paiacutes en la guerra de Independencia y apenas pudieron aplicarse unas ni otras Su importancia se limita pues a haber sido origen teoacuterico del derecho constitucional venezolano y raiacutez de la lucha ulte-rior entre las dos tendencias federalista y unitaria39

Recueacuterdese que a pocos meses de la sancioacuten de la Constitucioacuten el 21 de diciembre de 1811 la cual debiacutea auacuten ser ratificada por los pueblos de las provincias se confirieron facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo el 4 de abril de 1812 al margen de lo previsto en ella lo cual se tradujo por ejemplo en la aprobacioacuten del Decreto Penal contra los Traidores Facine-rosos y Desafectos a nuestro Gobierno del 16 de abril de 1812 violatorio de derechos consagrados constitucionalmente El Poder Ejecutivo erigiriacutea

38 Instruccioacuten para las elecciones por Ameacuterica y Asia dictada por el Consejo de Regen-cia el 14 de febrero de 1810 disponible en httpwwwcervantesvirtualcomservletSirveObras c181290251732102370596554679indexhtm

39 Gil Fortoul J op cit p 287






luego a Miranda en dictador para enfrentar la fase decisiva de la contienda militar con lo cual ldquovino a estrellarse en la necesidad de la dictadura militar absoluta el primer ensayo constitucional de la Repuacuteblica venezolanardquo40 La guerra que estaba desarrollaacutendose y la pronta caiacuteda de este primer ensayo republicano hariacutean naufragar esta Constitucioacuten En cambio la Constitu-cioacuten de Caacutediz fue jurada en 1812 y parcialmente observada en las Provin-cias de Maracaibo y Guayana asiacute como en la ciudad de Coro todas leales a la Corona hasta 1814 Ademaacutes en el resto del paiacutes sumido en la violencia hubo intentos heroicos por salvar un miacutenimo de juridicidad los cuales soacutelo podiacutean provenir de instituciones establecidas y consolidadas como la Real Audiencia

Escapa de los fines de este trabajo una exposicioacuten detallada sobre la aplicacioacuten seguramente muy limitada ademaacutes de temporal o la invoca-cioacuten juriacutedicamente relevante de la Constitucioacuten de Caacutediz en Venezuela Baste con remitirnos a investigaciones histoacutericas como las adelantadas por la profesora Ineacutes Quintero quien ha destacado con apoyo en indagaciones propias y en estudios que estaacuten en desarrollo que dicha Constitucioacuten fue jurada en las provincias y en la ciudad sentildealadas y entroacute en vigor hasta el punto de que fueron elegidos al menos en Maracaibo y en Coro los in-tegrantes de los ayuntamientos previstos en dicho texto constitucional asiacute como los miembros de la Diputacioacuten Provincial de Maracaibo tambieacuten de acuerdo con lo alliacute dispuesto La Provincia de Maracaibo habiacutea tenido por cierto representacioacuten en las Cortes en la persona de Joseacute Domingo Rus elegido por la provincia41

En las provincias que se habiacutean sumado a la independencia y que esta-ban en guerra las posibilidades de vigencia del texto gaditano fueron pocas Pero no deja de ser relevante que en ese contexto en medio de la barbarie en la que ambos bandos incurrieron durante esta hora sangrienta del alum-bramiento patrio la Constitucioacuten de Caacutediz haya sido aducida como un factor que podiacutea contribuir a la contencioacuten de gobernantes espantildeoles que quisieron aprovechar las circunstancias vividas para dar rienda suelta a la arbitrariedad

Una muestra de ello se encuentra en la Capitulacioacuten de Miranda o Capitulacioacuten de San Mateo del 25 de julio de 1812 la cual incluyoacute como resultado de las negociaciones la referencia a que ldquoSus habitantes seraacuten

40 Ibidem p 296 41 Veacutease Quintero I op cit pp 197 y ss de la misma autora ldquoAutoridad militar vs

Legalidad constitucional el debate en torno a la Constitucioacuten de Caacutediz (Venezuela 1812-1814)rdquo trabajo ineacutedito enviado para su publicacioacuten a la Revista de Indias Madrid






gobernados seguacuten el sistema que han establecido las Cortes espantildeolas para todas las Ameacutericasrdquo asiacute como la expliacutecita previsioacuten de que ldquoEntretanto que se promulgue la Constitucioacuten de las Espantildeas las leyes del Reino y las dis-posiciones de las Cortes seraacuten la regla del gobiernordquo42 Estas claacuteusulas de la Capitulacioacuten fueron luego invocadas para exigir la pronta jura y promulga-cioacuten en Venezuela de la Constitucioacuten de Caacutediz

De esta forma la Constitucioacuten gaditana fue asumida impliacutecitamente como un siacutembolo del respeto a los derechos y a los liacutemites juriacutedicos que ninguacuten gobernante debe traspasar Ello por supuesto no implica que fuese considerada por los patriotas como la Constitucioacuten ideal pero podiacutea ser una tabla de salvacioacuten tras la derrota militar en una fase de preparacioacuten para la reanudacioacuten de la lucha La Capitulacioacuten fue burlada muchas veces por Monteverde pero en algunas ocasiones tuvo que ceder en sus propoacutesitos despoacuteticos en virtud de la intervencioacuten de la Real Audiencia o de institu-ciones peninsulares y la Constitucioacuten de Caacutediz fue el instrumento utilizado para tratar de dejar a salvo alguacuten hilo de legalidad pese al torbellino poliacuteti-co-militar que se habiacutea desatado Si logroacute o no hacerlo no es lo fundamental desde la perspectiva en que nos situamos su capacidad real de moderar el poder establecido fue desde luego bastante reducida pero el hecho de que maacutes de una vez el autoproclamado y luego ratificado capitaacuten general Mon-teverde haya visto revertidas o censuradas decisiones por eacutel adoptadas es un ejemplo encomiable del esfuerzo por preservar la constitucionalidad en las circunstancias maacutes adversas

Los actores de esta otra gesta de nuestra historia paralela a la militar y hasta ahora poco estudiada fueron entre otros el regente interino y oidor de la Real Audiencia Joseacute Francisco Heredia el fiscal de la Real Audiencia Costa y Gali el comisionado de la Regencia para la pacificacioacuten del Nuevo Mundo Pedro de Urquinaona y el diputado suplente por la Provincia de Caracas ante las Cortes de Caacutediz Fermiacuten de Clemente Los primeros for-maban parte de instituciones espantildeolas establecidas en Ameacuterica pero no por ello son ajenos a nuestra historia como pudiera hacerlo pensar la fre-cuente desatencioacuten historiograacutefica respecto de la institucionalidad existente en el paiacutes antes de que la Independencia y la Repuacuteblica se consolidaran

Heredia protagonizoacute como oidor de la Real Audiencia serios enfrenta-mientos con Domingo de Monteverde Ello a partir de la reinstalacioacuten de la Real Audiencia el 3 de octubre de 1812 tras su disolucioacuten en la provincia el 19 de abril de 1810 Uno de los primeros puntos de friccioacuten fue justamente

Capitulacioacuten de Miranda Documentos que hicieron Historia Caracas Presidencia de la Repuacuteblica 1962 t I p 118

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la demora de Monteverde en jurar y proclamar la Constitucioacuten de 1812 en las provincias en las que se habiacutea desarrollado la revolucioacuten independentis-ta en contra de lo que la Real Audiencia le habiacutea requerido habriacutea que es-perar hasta el 3 de diciembre de 1812 para que dicha Constitucioacuten recibiera la formal aceptacioacuten y publicacioacuten Monteverde aduciacutea que las provincias rebeldes no mereciacutean el mismo trato que el de las provincias leales a la mo-narquiacutea pues aqueacutellas debiacutean quedar sujetas a la ldquoley de la conquistardquo43 la cual implicaba actuar con dureza y seguacuten las circunstancias

Tambieacuten tuvo dificultades la Real Audiencia para obtener el cumpli-miento de oacuterdenes de liberacioacuten que comenzoacute a dictar Al conocer de boca del comandante militar de Puerto Cabello las instrucciones de Monteverde de no poner en libertad a ninguacuten preso ldquoaun cuando la Real Audiencia de-terminase su solturardquo este Supremo Tribunal manifestoacute su protesta y el fis-cal Costa y Gali en el expediente abierto con motivo de estos hechos expre-soacute apoyaacutendose en los artiacuteculos 242 y 243 de la Constitucioacuten de Caacutediz que

Seguacuten la Constitucioacuten la potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales pertenece exclusivamente a los tribunales y ni las Cortes ni el Rey pueden ejercer en ninguacuten caso funciones judicialesY lo que ni las Cortes ni el Rey pueden hacer en ninguacuten caso iquestlo podriacutea hacer el sentildeor presidente y el capitaacuten general y el jefe poliacutetico interino de estas provincias sin un notorio agravio sin una visible usurpacioacuten de la autoridad del Tribunal sin un mani-fiesto quebrantamiento de la Constitucioacuten y de las leyes44

Finalmente Monteverde respondioacute que no habiacutea dado tal instruccioacuten y que su amanuense habiacutea errado en la redaccioacuten del oficio dirigido a la auto-ridad militar de Puerto Cabello45 De esta forma evitoacute una ruptura abierta con la legalidad y quiso salvar su responsabilidad en los hechos La Consti-tucioacuten de Caacutediz se hizo aquiacute presente para intentar contener los desafueros del caudillo militar quien despueacutes reconoceriacutea en comunicacioacuten dirigida a la Regencia que habiacutea dado tales oacuterdenes e intentariacutea justificarlas invocan-do lo excepcional de las circunstancias imperantes46

La Real Audiencia debioacute ocuparse igualmente de la decisioacuten de Mon-teverde de comisionar al comandante Cerveacuteriz para detener en Cumanaacute a personas que habiacutean comulgado con la causa republicana desconocien-

43 Gil Fortoul J op cit p 332 44 Veacutease Bricentildeo-Iragorry Mario El regente Heredia o la piedad heroica Caracas Monte

Aacutevila Editores 1980 p 183 45 Idem 46 Quintero I ldquoAutoridad militar vs legalidad constitucional El debate en torno a la

Constitucioacuten de Caacutediz (Venezuela 1812-1814)rdquo Revista de Indias vol 68 nuacutem 242 2008






do la autoridad del gobernador de esa provincia Emeterio Urentildea quien se habiacutea negado a cumplir dicha orden en atencioacuten a la Capitulacioacuten47 Ure-ntildea habiacutea asumido sus funciones como gobernador en septiembre de 1812 con la promesa de apegarse a la Capitulacioacuten a la Constitucioacuten de Caacutediz y a los mandatos de las Cortes generales y extraordinarias lo que no compla-cioacute a Monteverde48

El fiscal Costa y Gali elaboroacute un informe sobre los hechos en virtud de la denuncia presentada por Urentildea y del requerimiento de la Real Au-diencia Alliacute subrayoacute la violacioacuten de la Constitucioacuten gaditana en particular de su artiacuteculo 247 a tenor del cual ldquoninguacuten espantildeol podraacute ser juzgado en causas civiles ni criminales por ninguna comisioacuten sino por el tribunal com-petente determinado con anterioridad por la leyrdquo ello en razoacuten de la injus-tificada comisioacuten conferida a Cerveacuteriz que abarcoacute detenciones practicadas sin foacutermula de juicio El caso culminoacute con una denuncia contra Monteverde elevada por la Real Audiencia ante las autoridades peninsulares49

El principal asunto que en esta etapa centroacute la atencioacuten de los oidores fueron las detenciones ordenadas por Monteverde en contravencioacuten a lo dispuesto en la Capitulacioacuten de San Mateo conforme a la cual no debiacutean ser perseguidos quienes hubieran participado hasta entonces en el movi-miento independentista Para sortear la limitacioacuten impuesta por la Capitu-lacioacuten Monteverde habiacutea ordenado detenciones masivas de seguidores de la causa patriota con el argumento de que se trataba de reincidencias en los hechos previos lo cual no era cierto Entre los afectados se encontraban dis-tinguidas figuras defensoras de esa causa que fueron tratadas indebidamen-te y enviadas a Espantildea para su juzgamiento donde maacutes tarde se ordenariacutea su liberacioacuten por no haber sido acreditada tal reincidencia50 Muchos otros permanecieron en las caacuterceles venezolanas Cuando se creiacutea que Monte-verde acatariacutea lo dispuesto en la Capitulacioacuten y lo acordado por las propias Cortes en cuanto al olvido de los hechos insurreccionales precedentes acu-dioacute a la creacioacuten de comisiones militares o tribunales especiales (ad hoc) Ello seriacutea cuestionado severamente por el fiscal y la Real Audiencia El primero encargado de elaborar el informe que seriacutea elevado a la consideracioacuten de la Secretariacutea de Estado espantildeola se preguntaba en alusioacuten a la Constitucioacuten de Caacutediz

47 Bricentildeo-Iragorry M op cit pp 183 y ss 48 Quintero I ldquoAutoridad militar vs legalidad constitucionalrdquo cit 49 Idem 50 Eran Juan Germaacuten Roscio Joseacute Corteacutes de Madariaga Juan Pablo Ayala Juan Paz del

Castillo Francisco Isnardy Manuel Ruiz Joseacute Mires y Juan Barona quienes seriacutean califica-dos por Monteverde como los ldquoocho monstruosrdquo veacutease Gil Fortoul J op cit pp 307 y 308






iquestNo hubiera sido mil veces preferido no haber publicado las leyes no haber dejado entrever el coacutedigo santo de las libertades espantildeolas no haber estable-cido los tribunales que quebrantar las unas hollar las otras y desautorizar los magistrados propuestos por las leyes Si el juzgar a los hombres por las comisiones militares se hubiera mirado como una invencioacuten uacutetil a la poliacutetica iquesthubieran dejado los pueblos cultos los pueblos amantes de su libertad los que han tratado de simplificar la administracioacuten de justicia de adoptarlas por sistema iquestPor queacute no lo han hecho iquestPor queacute han sido desterradas de todos los coacutedigos dictados por la experiencia y escritos por filoacutesofos Porque la ex-periencia de todos los tiempos y todos los paiacuteses ensentildea que las comisiones militares han sido siempre o las precursoras o las compantildeeras del despotismo o de la tiraniacutea51

La creacioacuten de estas comisiones especiales seriacutea luego desautorizada desde la peniacutensula Pero la Capitulacioacuten seguiacutea en vilo Soacutelo despueacutes de un largo forcejeo institucional que coincidioacute con exhortaciones provenientes de Espantildea e implicoacute al menos cinco encuentros de Heredia con Monte-verde se dispuso judicialmente el cumplimiento de la amnistiacutea en abril de 1813 asiacute ha sido relatada la ejecucioacuten del acuerdo judicial

A la luz empiezan a salir las viacutectimas de Monteverde y de sus aacuteulicos Ma-cilentos y tristes con los pies hinchados por los grillos van llegando a sus hogares o al sitio del confinamiento provisorio los patricios que hicieron la primera repuacuteblica Ni de un solo hombre ha sido la sangre derramada por mandamiento del Tribunal Han sufrido presiones impuestas por la baacuterbara autoridad ejecutiva pero la Audiencia ha velado por sus vidas Juan Escalona Francisco Javier Uztaacuteriz Joseacute Tomaacutes Santana Francisco Espejo Diego Jaloacuten Vicente Pulido Manuel Villapol Simoacuten Luyando Miguel Joseacute Sanz Antonio Ignacio Rodriacuteguez Picoacuten Vicente Salias Luis Mariacutea Rivas Daacutevila Manuel Arraacuteiz y tantos y tantos maacutes que han soportado carceleriacutea en Puerto Cabello La Guaira Maracaibo y Angostura52

Esto no puso fin sin embargo a la barbarie por todas partes desatada La medida era tardiacutea y ya se habiacutean exacerbado la inquina y la intransigen-cia El 2 de noviembre de 1812 Boliacutevar se habiacutea referido a esta situacioacuten en su Proclama a los Americanos sobre la conducta del Gobierno de Monte-verde en teacuterminos que anticipaban el llamado de guerra a muerte

51 Bricentildeo-Iragorry M op cit pp 191 y 192 52 Ibidem pp 200 y 201






La guerra la guerra sola puede salvarnos por la senda del honor No haya otro objeto que el exterminio de los tiranos que sedientos de sangre y oro invaden nuestras paciacuteficas y felices regiones talaacutendolas incendiaacutendolas pi-llando al paisano indefenso asesinando al defensor de la patria y usurpando todos los derechos de la naturaleza y de los hombres Estos caniacutebales que vienen huyendo del yugo de sus conquistadores pretenden ponernos las mis-mas cadenas que ellos arrastran en su paiacutes con el temor de unos traacutensfugas la rabia de unos perros y la avaricia desenfrenada de su abominable nacioacuten Vencidos escarnecidos en Europa por sus vecinos vienen a saciar su vengan-za contra los inocentes habitantes de este hemisferio que no tienen otro delito que el de conducirse por los principios de la humanidad siguiendo la viacutea de la justicia en la recuperacioacuten de su libertad e independencia53

Y la violencia se extenderiacutea auacuten maacutes y se apoderariacutea de ambos bandos alcanzando su paroxismo con la entrada en escena de Boves y sus huestes El sangriento antildeo de 1814 conduciraacute al fracaso de esta segunda avanzada republicana y hariacutea caer a los patriotas en los excesos denunciados por ellos mismos despueacutes del desprecio de Boves a la propuesta de Boliacutevar de fijar reglas propias de naciones civilizadas para el desarrollo de la guerra Asiacute lo evidencia la orden de Boliacutevar de pasar por las armas a todos los espantildeoles o canarios detenidos en Caracas o la Guaira ascendiendo a maacutes de 800 las viacutectimas de esta instruccioacuten Con razoacuten diriacutea Gil Fortoul que al proceder de este modo Boliacutevar ldquono reflexionoacute que su nombre y el de tantos heacuteroes de la patria iban a quedar en la historia de 1814 confundidos con los de aquellos vaacutendalos Tristes tiempos cuando hasta el genio enloquece y apaga eacutel mis-mo la antorcha que le guiacutea al porvenirrdquo54

Tiempo despueacutes se le planteariacutea al oidor Heredia el dilema de desviar-se por la vereda de las represalias o mantenerse en el camino del derecho y optoacute como era de esperar por el segundo al rehusarse a cumplir la instruc-cioacuten del capitaacuten general Cajigal de someter a juicio en comisiones especiales a los republicanos presos en Coro55 Heredia le recordariacutea el 21 de marzo de 1814 que el antildeo anterior habiacutea sido desaprobada la creacioacuten de juntas militares de juzgamiento y le remitioacute la copia original de la decisioacuten rubri-cada por el ministro56 Pero maacutes tarde Cajigal ordenariacutea fusilar a quienes estuvieran presos en Coro por moacuteviles poliacuteticos previa identificacioacuten que se encomendaba a Heredia quien responderiacutea de manera rotunda

53 Boliacutevar Obras cit vol III p 537 54 Gil Fortoul J op cit p 349 55 Bricentildeo-Iragorry M op cit pp 218 y ss 56 Ibidem p 298






ldquocomo regente interino de la Audiencia y por mi desgracia jefe en este paiacutes de la magistratura que en el ejercicio de su poder constitucional sola-mente depende de las leyes no puedo proceder de acuerdo con nadie en el cumplimiento de oacuterdenes de otra autoridadrdquo57

Esa desgracia a la que se refiere Heredia es la de invocar el imperio de la ley en un paiacutes sumido en la violencia y entregado a la aniquilacioacuten y la venganza en una sociedad convulsionada y enceguecida por el torbellino beacutelico que parece no hallar en el derecho contribucioacuten alguna para la su-peracioacuten de su crisis Y he alliacute precisamente lo heroico de su coraje judicial que ha sido merecidamente elogiado por Bricentildeo-Iragorry En esta epopeya de la juridicidad convergen la institucionalidad monaacuterquica y colonial re-presentada en la Real Audiencia anterior a la revolucioacuten liberal espantildeola y el constitucionalismo moderno simbolizado por la carta fundamental ga-ditana

Pedro de Urquinaona nombrado por la Regencia comisionado para la pacificacioacuten del Nuevo Reino de Granada al conocer la situacioacuten vivida en las provincias de Venezuela aludioacute reiteradamente en sus informes a la im-portancia de observar la Constitucioacuten de Caacutediz Sentildealoacute que los habitantes de estas tierras habiacutean reconocido la autoridad de la monarquiacutea espantildeola bajo la capitulacioacuten y despueacutes de la Constitucioacuten ldquoy mientras este pueblo abrumado de calamidades reposaba sobre la estabilidad de un pacto solem-ne y sobre la firmeza de las leyes fundamentales observa con dolor que aquel y estas se desploman al impulso de la maacutes irritante arbitrariedadrdquo58 Criticoacute severamente el gobierno de Monteverde e insistioacute en que la pacificacioacuten de estos territorios soacutelo era posible nombrando ldquosujetos revestidos de toda la autoridad correspondiente constituidos en la maacutes estrecha responsabilidad y capaces por sus luces y amor nacional de establecer el orden y poner en praacutectica la Constitucioacuten y demaacutes soberanas disposiciones tan beneacuteficas y consoladoresrdquo59 Denuncioacute igualmente la vulneracioacuten de los artiacuteculos de la Constitucioacuten de 1812 relativos a las garantiacuteas que debiacutean rodear las deten-ciones y los procesos judiciales (artiacuteculos 247 287 290 293 y 300)60

57 Ibidem p 220 58 Don Pedro Urquinaona comisionado por la Regencia de Espantildea para la reconci-

liacioacuten de las Provincias de Santa Fe informe desde Caracas al Soberano espantildeol sobre la situacioacuten de Venezuela 27 de marzo de 1813 Blanco y Azpurua 1983 t IV pp 548-550 citado por Ineacutes Quintero en el trabajo ineacutedito ya mencionado ldquoAutoridad militar vs legalidad constitucionalrdquo cit

59 Idem 60 Comisionado don Pedro de Urquinaona para tratar de la reconciliacioacuten de algunas

provincias de Costa Firme con la madre patria se dirige a las Cortes Generales y Extraor-






Desde su curul en las Cortes de Caacutediz Fermiacuten de Clemente en su con-dicioacuten de diputado suplente por la Provincia de Caracas tambieacuten censura-riacutea duramente la poliacutetica de Monteverde en suelo venezolano Se refeririacutea expresamente a las detenciones practicadas contra los ciudadanos espantildeoles que habiacutean sido enviados a Espantildea sin respetar los preceptos de la Cons-titucioacuten de 1812 que si para entonces auacuten no habiacutea sido jurada en tierra venezolana era por el retraso calculado del caudillo militar y por su inobser-vancia de la capitulacioacuten61

En agosto de 1814 se conocioacute en Caracas la anulacioacuten de la Consti-tucioacuten de Caacutediz y la disolucioacuten de las Cortes acordada por Fernando VII tras su retorno a Espantildea con lo cual se pondriacutea fin al intento de aplicar esta Constitucioacuten liberal en nuestras provincias No obstante la revolucioacuten liberal peninsular de 1820 dio vida nuevamente al texto gaditano en algu-nas provincias En las Provincias de Caracas y Maracaibo se celebraron elecciones para los ayuntamientos y la Diputacioacuten Provincial conforme a lo dispuesto en esa Constitucioacuten pero su vigencia fue parcial y efiacutemera a cau-sa de la situacioacuten del paiacutes y de la victoria militar patriota del antildeo siguiente62

Pese a su limitada y accidentada vigencia en Venezuela la Constitucioacuten de Caacutediz de 1812 pudo servir en la primera fase de nuestro proceso inde-pendentista como fundamento de reclamos de moderacioacuten y de respeto al derecho planteados en medio de la guerra y de la barbarie desatada Soacutelo por ello ha de ocupar un lugar en nuestra historia constitucional al haber introducido asiacute sea miacutenimamente en la institucionalidad de su tiempo jus-to antes del ocaso del dominio colonial en nuestras tierras la savia del cons-titucionalismo que ya habiacutean proclamado los patriotas en 1811 aunque debieron esperar para que las ideas constitucionales tuvieran posibilidad real de alcanzar alguna eficacia Ademaacutes la invocacioacuten de la Constitucioacuten gaditana en suelo venezolano entre 1812 y 1814 anticipoacute dos grandes dile-mas de nuestra evolucioacuten poliacutetica y de nuestro constitucionalismo la lucha entre lo civil y lo militar y la tensioacuten entre el gobierno constitucional y la autocracia63

dinarias de Espantildea representaacutendoles varias circunstancias del caso referente a Venezuela y Nueva Granada 29 de marzo de 1813 Blanco y Azpurua 1983 t IV pp 550 y 551 citado por Ineacutes Quintero en el trabajo ineacutedito ldquoAutoridad militar vs legalidad constitucionalrdquo cit

61 Intervencioacuten en las Cortes de Fermiacuten de Clemente 13 de abril de 1813 reproducida por Ineacutes Quintero en el estudio ineacutedito arriba sentildealado

62 Quintero I ldquoLa iniciativa gaditanardquo cit pp 197 y ss 63 Sobre la lucha entre el Estado constitucional y Estado autoritario como constante de

nuestra evolucioacuten constitucional veacutease Oropeza A op cit p 15 y ss






VI conclusioacuten

Lo anteriormente expuesto demuestra que la Constitucioacuten de Caacutediz ocupa un lugar no despreciable dentro de nuestra evolucioacuten constitucional Los dis-tintos aacutengulos desde los cuales dicha Constitucioacuten ha sido examinada revelan la significacioacuten que ha tenido en el constitucionalismo venezolano lo que comprende la repercusioacuten de su texto en algunas de nuestras Constituciones la influencia de la actuacioacuten de las Cortes Generales y Extraordinarias en nuestro primer Congreso Constituyente la incidencia del proceso poliacutetico constituyente peninsular en nuestro proceso de independencia y en la gesta-cioacuten de nuestro constitucionalismo asiacute como las vicisitudes de la vigencia o aplicacioacuten de la Constitucioacuten gaditana en Venezuela En todas estas facetas la relevancia de esta Constitucioacuten fue bastante limitada lo cual no justifica sin embargo el silencio casi absoluto respecto de la misma en el tratamiento de nuestra historia constitucional y de las corrientes de las cuales es tributaria

Como fuente del derecho la trascendencia de la Constitucioacuten de Caacutediz en la formulacioacuten del derecho constitucional venezolano es reducida pues han sido pocas las disposiciones constitucionales tomadas de ella o inspira-das en sus normas Por otra parte si bien ella estuvo formalmente vigente en Venezuela por un breve lapso aunque no de manera uniforme en todo el territorio como sabemos su aplicacioacuten estuvo condicionada por muacutelti-ples factores ello no le resta en todo caso el meacuterito de haber introducido en nuestras tierras en medio de las circunstancias maacutes adversas y de reveses desalentadores la lucha por el imperio y observancia de una Constitucioacuten moderna destinada a limitar y controlar el ejercicio del poder






conforme a sus intereses y a plasmarla en una Constitucioacuten escrita al prin-cipio del gobierno controlado a la separacioacuten de los poderes y al conjunto de libertades consideradas naturales preestatales cuya proteccioacuten definiacutea el fundamento y el liacutemite de la autoridad puacuteblica El ideario de la Revolucioacuten estadounidense tuvo tambieacuten una gran repercusioacuten en nuestra primera ex-periencia constitucional al favorecer junto a los principios mencionados la consolidacioacuten de la independencia asiacute como al enfatizar la soberaniacutea popular y al preconizar el sistema republicano y presidencial El caraacutecter federal del Estado fue establecido igualmente bajo la impronta del modelo constitucional de los Estados Unidos de Ameacuterica

La Constitucioacuten de Caacutediz no se encuentra pues entre las principales fuentes de inspiracioacuten de nuestras primeras Constituciones Los estudios del profesor Brewer-Cariacuteas sobre este periodo fundacional de nuestro dere-cho constitucional demuestran que fueron aquellas revoluciones y sus frutos normativos no la Constitucioacuten gaditana las que modelaron la produccioacuten constitucional de nuestro alumbramiento liberal1

Sin embargo ello no significa que el proceso constituyente gaditano y la Constitucioacuten Poliacutetica de la Monarquiacutea Espantildeola de 1812 no hayan tenido proyeccioacuten en la peculiar dinaacutemica de nuestro primer constitucionalismo Veremos que es posible hallar algunos vestigios de influencia de la Cons-titucioacuten de Caacutediz en las nuestras como tambieacuten reconocer el espiacuteritu y la letra de las Cortes generales y extraordinarias en leyes o reglamentos dic-tados por el Congreso constituyente de Venezuela en 1811 Ademaacutes desde una perspectiva poliacutetico-constitucional es importante examinar la variada y en parte contradictoria funcioacuten que cumplioacute el proceso constituyente ga-ditano en nuestra historia constitucional Fue por un lado un acicate para el movimiento independentista que se gestaba en la Capitaniacutea General de Venezuela y en parte un modelo que debiacutea ser emulado y superado Por otro lado dejoacute las primeras huellas en suelo patrio del intento de aplicar una Constitucioacuten moderna para controlar el ejercicio del poder puacuteblico

II la constitucioacuten DE caacuteDiz y las primEras constitucionEs vEnEzolanas

Conviene examinar con alguacuten detenimiento la posible incidencia de la Cons-titucioacuten de Caacutediz de 1812 en nuestras Constituciones concentraacutendonos en

Brewer-Cariacuteas Allan ldquoReflexiones sobre la Revolucioacuten americana (1776) y la Revolu-cioacuten francesa (1789) y sus aportes al constitucionalismo modernordquo Caracas EJV 1992 veacutea-se tambieacuten ldquoEl paralelismo entre el constitucionalismo venezolano y el constitucionalismo de Caacutedizrdquo en Aguiar Asdruacutebal (coord) La Constitucioacuten de Caacutediz de 1812 hacia los oriacutegenes del constitucionalismo gaditano y latino Caracas UCAB 2004 pp 223 y ss

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LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ COMO FUENTE DEL DERECHO