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Las culturas como mundos: una lectura de “La busca de Averroes” de Jorge Luis Borges Dedicado a los que comprenden el valor del teatro. Dedicado a ella “‘El mayor hechicero (escribe memorablemente Novalis) sería el que se hechizara hasta el punto de tomar sus propias fantasmagorías por apariciones autónomas. ¿No sería este nuestro caso?’. Yo conjeturo que así es. Nosotros (la indivisa divinidad que opera en nosotros) hemos soñado el mundo. Lo hemos soñado resistente, misterioso, visible, ubicuo en el espacio y en el tiempo; pero hemos consentido en su arquitectura tenues y eternos intersticios de sinrazón para saber que es falso” Jorge Luis Borges, Otras Inquisiciones La filosofía, como ejercicio de reflexión y cuestionamiento sobre lo que existe (aquello que algunos llaman “realidad”), nace junto con el interés del hombre por conocer aquello que lo rodea y su cuestionamiento acerca del lugar que ocupa en ese universo. El epígrafe que elegimos para abrir el artículo se hace cargo de la pregunta filosófica sobre el carácter de lo real. Manifiesta una concepción en la cual el universo es una construcción de los hombres, una figuración que estos hacen a partir de la cultura particular de la que forman parte. En este sentido, existen y existieron tantas realidades como teorías científicas y filosóficas.

La Cultura Como Mundos - Matías Pettinaroli

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Publicado en Revista la Polea, febrero 2012, n° 2

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Las culturas como mundos: una lectura de La busca de Averroes de Jorge Luis Borges

Dedicado a los que comprenden el valor del teatro. Dedicado a ella

El mayor hechicero (escribe memorablemente Novalis) sera el que se hechizara hasta el punto de tomar sus propias fantasmagoras por apariciones autnomas. No sera este nuestro caso?. Yo conjeturo que as es. Nosotros (la indivisa divinidad que opera en nosotros) hemos soado el mundo. Lo hemos soado resistente, misterioso, visible, ubicuo en el espacio y en el tiempo; pero hemos consentido en su arquitectura tenues y eternos intersticios de sinrazn para saber que es falsoJorge Luis Borges, Otras Inquisiciones

La filosofa, como ejercicio de reflexin y cuestionamiento sobre lo que existe (aquello que algunos llaman realidad), nace junto con el inters del hombre por conocer aquello que lo rodea y su cuestionamiento acerca del lugar que ocupa en ese universo. El epgrafe que elegimos para abrir el artculo se hace cargo de la pregunta filosfica sobre el carcter de lo real. Manifiesta una concepcin en la cual el universo es una construccin de los hombres, una figuracin que estos hacen a partir de la cultura particular de la que forman parte. En este sentido, existen y existieron tantas realidades como teoras cientficas y filosficas. El supuesto que fundamenta a esta tesis es que no existe una percepcin de las cosas que no est configurada por las categoras que conforman el lenguaje. Este no sera slo un vehculo de informacin que posibilita la comunicacin, sino una matriz en la cual se construye la experiencia. No existe experiencia del mundo que no est mediada por representaciones culturales. Por consiguiente, cada cultura es un mundo distinto.Esto es lo que en filosofa se denomina relativismo cultural, tema muy recurrente en la obra borgeana.Tomando como clave de lectura al relativismo cultural, en este artculo nos ocuparemos del cuento La busca de Averroes, del libro El Aleph de 1949. La historia comienza cuando Averroes, dedicado a la traduccin de la Potica de Aristteles, se encuentra con dos trminos que le son absolutamente desconocidos: comedia y tragedia. Averroes, obligado a darles un sentido, les atribuye errneamente los significados de stira y de panegrico, respectivamente. La pregunta que podemos hacernos es: se debe a una simple ignorancia de Averroes, o hay algo ms detrs de su incapacidad de entender el significado comedia y de tragedia? Tengamos presente la eleccin que hizo Borges del protagonista de su cuento. Averroes -para los que no lo conocen, un filsofo rabe del siglo XII- fue quizs una de las mentes ms potentes de su poca. Estamos hablando de un erudito, un hombre con amplios y profundos conocimientos. Por consiguiente, podemos asumir que su incapacidad de comprender a qu se refera Aristteles con comedia y tragedia no se debe a la ignorancia de cierta parte del vocabulario. La clave para entender la dificultad que tiene Averroes frente a los conceptos de comedia y tragedia se encuentra en la escena que describe una reunin en la casa de Farach, en la que uno de los comensales, Abulcsim, narra a los presentes un hecho que observ en uno de los pases que conoci en su viaje por el mundo:

[] las personas tocaban el tambor y el lad, salvo unas quince o veinte (con mascaras de color carmes) que rezaban, cantaban y dialogaban. Padecan prisiones, y nadie vea la crcel; cabalgaban, pero no se perciba el caballo; combatan, pero las espadas eran de caa; moran y despus estaban de pie-Los actos de los locos dijo Farach exceden las previsiones del hombre cuerdo.-No estaban locos tuvo que explicar Abulcsim. Estaban figurando, me dijo un mercader, una historia.[footnoteRef:2] [2: Borges J.L. El Aleph La busca de Averroes, Ed. Emece, Buenos Aires (1973) pp. 96-97]

Es importante llamar la atencin sobre la explicacin que le da Farach a las acciones de los extranjeros conocidos por Abulcsim: son actos de locos. La respuesta de Abulcsim abre el juego del relato.En realidad, toda la cuestin pasa por la carencia de la cultura musulmana de la nocin de actuacin. Nosotros, los occidentales, familiarizados con la representacin teatral, hubiramos descripto la escena presenciada por Abulcsim (el aprisionamiento sin crcel, las cabalgatas sin caballos, las luchas de espadachines sin espadas, la muerte sin muerte) diciendo: estn actuando. En cambio, un musulmn del siglo XII que carece de tal concepto, no puede interpretar esas acciones a partir de los recursos lingsticos de su cultura, por lo cual carecen de sentido para l y son tomadas por actos de dementes. Para estas personas las acciones son absurdas e innecesarias porque, como dice Farach: un solo hablista puede referir cualquier cosa, por compleja que sea.[footnoteRef:3] Lejos de nuestra cosmovisin, esta afirmacin tiene completo sentido en el mundo musulmn: por qu realizar semejante despliegue de movimientos para narrar una historia que una sola persona puede transmitir con su voz? Y Abulcsim, al tratar de justificar aquello que ni l mismo comprende plenamente con los conceptos y nociones compartidos con sus oyentes, falla porque su lenguaje no alcanza a cubrir el significado de un concepto desconocido en su cultura. [3: Ibdem, p. 97]

Esto nos coloca frente al problema de la inconmensurabilidad de las culturas, esto es, la imposibilidad de establecer puentes entre las mismas para comparar sus respectivos modos de ver las cosas. Si toda percepcin est culturalmente configurada por las categoras de nuestro lenguaje, entonces no existe la posibilidad de comparar los mundos de experiencias forjado a travs de las mismas. Cercano a esta creencia, Borges nos llama la atencin sobre la imposibilidad del relato que est realizando: Averroes, queriendo imaginar lo que es un drama sin haber sospechado lo que es un teatro, no era ms absurdo que yo, queriendo imaginar a Averroes, sin otro material que unos adarmes de Renan, de Lane y de Asn PalaciosLo nico que logra el cuento es falsear una realidad ya desaparecida, porque el Averroes que pens Borges no solo es una proyeccin del individuo Borges, es un producto del contexto social de Borges. Del mundo que habit el Averroes histrico solo nos quedan vestigios materiales; el espritu que les dio vida desapareci con la cultura que les daba sentido. No podemos recuperar para la mirada de Averroes hacia lo que llamamos actuacin porque es una mirada cuya perspectiva est vedada para nosotros.Esta representacin de las culturas como mundos tira abajo las pretensiones de algunas disciplinas como la Historia y la Antropologa -o al menos, de ciertos modos de concebir estas disciplinas- de conocer otras culturas, alejadas en el tiempo o en el espacio. No obstante, supone tambin asumir una concepcin de la cultura ms rica que aquella que la reduce a un conjunto de objetos, bailes y fiestas populares. A la vez, nos coloca en un universo distinto al que concibe la ciencia: inalcanzable en su ser ms ntimo, ya que siempre tenemos al lenguaje como mediador entre l y nosotros; pero al mismo tiempo ms complejo y plural, en tanto adquiere tantas formas como culturas haya que intenten conocerlo.

Dedicado a los amantes del teatro; dedicado a ella.