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La dinámica política y el rol del liderazgo: Un estudio de caso, San Martín, (1983-1999). Marina Chiaramonte Escuela de Política y Gobierno UNSAM
1
Introducción
El presente trabajo estudia la inestabilidad política de San Martín durante la
década de la transición democrática a partir de la facciosidad del oficialismo y el
papel del liderazgo del jefe comunal. Para ello indaga los casos de los intendentes
Roberto D. Debrasi (UCR) destituido en 1986, Carlos Brown (PJ) quien termina su
mandato y Antonio Libonati (PJ) destituido dos veces entre el año 1998 y 1999.
Los resultados aquí expuestos son parte del análisis cualitativo de fuentes
primarias: periódicos, entrevistas abiertas a: funcionarios, políticos y periodistas; y
fuentes secundarias.
La investigación permite explicar que las sucesivas destituciones del ejecutivo
local tuvieron lugar a partir de la facciosidad oficialista convergente con la disputa del
poder en los niveles provinciales (el PJ) y nacionales (la UCR). Los partidos
oficialistas encararon la organización de alianzas electorales que tuvieron como único
fin la obtención del cargo. Una vez en él, sus facciones internas, desplazadas del
espacio de las decisiones, iniciaron el camino para desestabilizar al gobierno de su
propio partido en vistas a sucederlo.
En San Martín, radicales y peronistas alcanzaron el poder con el apoyo de
sectores locales, enfrascados en una larga trayectoria de disputas internas dentro de las
estructuras partidarias, provinciales y nacionales. En el caso del radicalismo, sus
facciones históricas se equivocaron cuando, descartando la posibilidad de llegar al
poder, cedieron franjas a grupos de poca impronta en la trayectoria partidaria. Al ser
sorprendidos por una dinámica de arrastre del electorado local en relación al nacional
obtuvieron la intendencia reproduciendo ahora la disputa dentro de las instituciones
del gobierno municipal.
Otro rasgo de los conflictos, en los dos partidos más populares del distrito: PJ
y UCR, correspondió a la deslealtad a la hora de repartir espacios de poder. Líderes
que llegaron al gobierno con la alianza de todos los sectores internos fueron
desplazados cuando no cumplieron las promesas pactadas.
El trabajo se encuadra dentro del marco teórico propuesto por Ollier (2007,
159) cuando sostiene que en países con tradición caudillescas, con un auge creciente
de la personalización de la política, con partidos escasamente institucionalizados, y
con problemas de crisis o metamorfosis de la representación la capacidad de liderazgo
es el rasgo fundamental y muchas veces ésta se sustenta en la imbricación con la
política nacional y provincial afectando la alternancia de los máximos dirigentes del
2
radicalismo y del justicialismo local. Se da entonces la existencia de una zona gris
donde el espacio nacional y provincial se superponen y permiten detectar tres
impactos en el juego político: nacionalizador (de la nación sobre la provincia),
provincializador (de la provincia sobre la nación) y cooperativo.
Asimismo, Ollier (2009) explica que las atribuciones institucionales de los
intendentes se encuentran en una situación paradójica cuando el poder público local se
combina con la dependencia de la instancia provincial y a veces nacional. A partir de
esta propuesta en San Martín se darían las siguientes imbricaciones: en el período de
Debrasi (1983-1987) impacto nacionalizador; durante la intendencia de Brown (1987-
1991) y la primera de Libonati (1991-1995) impacto provincializador y la última de
Libonati (1995-1999) impacto cooperativo Nación/Provincia/ Municipio.
1) El gobierno de Roberto D. Debrasi (1983-1986)
Esta sección estudiará el gobierno de Roberto D. Debrasi atendiendo a su
capacidad para liderar el retorno de la democracia en un distrito donde su des
legitimidad partidaria le jugará en contra.
1.1) Su ascenso al poder
Las elecciones de 1983 en el municipio de San Martín tuvieron un imprevisto
vencedor: Roberto Domingo Debrasi candidato a intendente por la Unión Cívica
Radical línea Renovación y Cambio fundada por Raúl Alfonsión en 19721. En una
dinámica que arrastró al electorado nacional, provincial y municipal la UCR logró en
ese año un éxito por pocos esperado, lo que Ollier (2007), según se vio, denomina
impacto nacionalizador.
La lucha por la candidatura a la intendencia dentro de la UCR se saldó cuando
Debrasi, antiguo militante del MID (Movimiento de Integración y Desarrollo) rompió
su afiliación a ese partido y se unió a las filas del radicalismo. Así, cuando nadie
apostaba a la victoria radical en un distrito de tradición peronista, se produjo un
triunfo inesperado y con él los inicios de una dinámica política peculiar en las filas del
partido gobernante que desplazará del poder al intendente antes de la finalización de
su mandato.
1 “Unas de las transformaciones que el agrupamiento fundado por Raúl Alfonsín, apropiadamente bautizado como Renovación y Cambio, produjo dentro del radicalismo fue el cuestionamiento exitoso de la imagen de partido perdedor que el radicalismo había sobrellevado desde la década de 1940”. Cavarozzi (2006)
3
La transición democrática dentro del municipio se había iniciado bajo la
gestión de Juan Hraste2. Los partidos tradicionales encabezaron la competencia
electoral: el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical a los que se sumaron el
Partido Intransigente, el Partido Comunista, la Democracia Cristiana y el Movimiento
de Integración y Desarrollo. Luego de las elecciones de octubre de 1983 resultó
elegido el radical Debrasi quién asumió la intendencia el 10 de diciembre de ese
mismo año.
Junto con la jefatura de gobierno la UCR obtuvo doce cargos en el Concejo
Deliberante. La segunda minoría, el Partido Justicialista, logró diez bancas mientras la
tercera minoría, el Partido Intransigente, se quedó con las dos restantes. El siguiente
cuadro muestra la evolución electoral del distrito de San Martín entre 1983 y 1985
período en el que la UCR obtuvo dos veces la mayoría de los votos.
Cuadro Nº 1 Elecciones a concejales 1983 y 1985
1era minoría 2da minoría Terceras fuerzas
1983 UCR (12) PJ (10) PI (2) 1985 UCR (12) PJ (10) PI (2)
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
2 Juan Hraste asumió sus funciones el 15 de enero de 1983, luego de que el gobierno de facto desplazara de su cargo al Dr. Rafael Horacio Pendón, intendente desde el 31 de marzo de 1982 hasta el 29 de diciembre del mismo año. Hraste había sido Secretario de Gobierno en la gestión del Cnel. César Clemente Fragni intendente de San Martín desde el 15 de julio de 1966 hasta el 25 de mayo de 1973 durante la llamada Revolución Argentina.
4
El cuadro número 2 muestra la composición del Concejo Deliberante de San
Martín en las elecciones de 1983:
Cuadro Nº 2
Concejales de San Martin en 1983 Unión Cívica Radical Partido Justicialista Partido Intransigente
Yamin, Jorge Gomez, Félix Perez, Raúl Zimmermann, Eduardo , Brandan, Epifania Canicoba, Raúl Bireni, Sirio Mustani, Rodolfo Orlando, Héctor Betto, Orlando Asef, Hugo Fandi, Alé Dominguez, Emilio Benhain, Carlos Dieguez, Rubén Fiore, Gerardo Costa, Ricardo Bernardi, Antonio Menini, Alberto Salch, Martín Vrohsvsky, Carlos Leguizamon, Nelia Cristani, Pablo
Concejales Titulares
Terrens, Rubén Concejales Suplentes Unión Cívica Radical Partido Justicialista Partido Intransigente.
Valles, Domingo Acosta, Luis Martinez, Francisco Masulli, Antonio Labrador, Alberto Caimari, Hugo Herrera, Antonio Lozano, Oscar Bagnoli, Juan Soria, Luis Rizzo, Anibal Romero, Celestino Gomez Maradelli, Rafael
Garelli, José
Stramesi, Oscar Garicoy, Ramón Aragon, Carlos Guerra, Jesús Rodriguez, Pedro Bustos, Eduardo Buffetti, Alberto Iasich, Ramón Correa, Raúl
D'Ascenzi, Norberto Fuente: Elaboración propia en base datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
1.2) La Campaña Electoral
1.2.1 El Justicialismo
En 1983 nadie pensó que podría ganar otro que no fuera el candidato peronista
Pedro Albonetti. Además de ser un activo militante del peronismo tenía una
reconocida popularidad por dirigir el club Chacarita Juniors. La actitud provocativa en
el cierre de campaña de su partido fue lo que hizo equilibrar la balanza a favor de la
UCR. En un discurso que pronunció junto al candidato presidencial del PJ, Italo
Luder, Albonetti no se cansó de proclamar que cuando él fuera intendente Chacarita
iba a salir campeón. La manera insolente y provocativa de incluir como parte de su
proyecto político para el municipio el éxito de un equipo de fútbol fue para muchos,
entre ellos militantes peronistas, el fin de la carrera por la intendencia y para el
peronismo el comienzo de la derrota. Como explicaba uno de los entrevistados “los
5
peronistas no nos cansábamos de hacer macanas”3. La lógica en la cual la política
nacional arrastra a la provincial y en este caso a la local estaría también dentro del
denominado impacto político nacionalizador (Ollier, 2007).
En los meses previos al retorno de la democracia, la prensa escrita de San
Martín, a través de una colorida y amplia tarea mostró enfáticamente su apoyo al
retorno democrático. La lectura de diferentes periódicos de la época, entre ellos dos,
Huella e Informaciones, permite acercarse a los distintos momentos y aspectos que
tuvo la campaña electoral cuando los partidos políticos involucrados iniciaron el
despliegue de su aparato en la búsqueda de los votos necesarios para alcanzar la
intendencia. En este sentido, es jugosa la crónica que el diario Huella4 realizó sobre
las internas partidarias, en especial la justicialista5. Un aspecto substancial de este
análisis, coincidente con la opinión de los entrevistados, refiere a la importancia que
para el peronismo poseía el Partido de San Martín debido al desarrollo manufacturero
adquirido durante el período de sustitución de importaciones, cuando el crecimiento
de la mano de obra asalariada produjo un intenso incremento del movimiento obrero
organizado coronado por el crecimiento de la sindicalización durante el período
peronista y el desarrollo del poder sindical a partir de la proscripción del peronismo6.
De las cinco listas del peronismo se constató que cuatro contaban con el apoyo
de sindicatos por rama y sólo una tenía el aval de las centrales obreras, esto es la CGT
(RA) y las 62 Organizaciones. La lista que no recibió apoyo sindical alguno sostenía
en el nivel nacional la candidatura presidencial de Leónidas Saadi. De las restantes,
dos se alinearon tras la candidatura nacional de Italo Luder y las otras dos no
sostuvieron a ningún candidato en el nivel nacional. Curiosamente las listas de los
candidatos locales apoyados por la CGT y el sindicato textil no sustentaron a ningún
candidato presidencial.
Aparecen entonces, candidatos locales con apoyo sindical que no se imbrican
en el juego político nacional. Cabría preguntarse ¿a qué juegan?, ¿cómo sostienen sus
liderazgos? Es cierto que el peso de San Martín en los años ochenta en relación al rol
de la mano de obra ocupada en la industria daba la suficiente confianza para
abalanzarse al poder. En esa década los trabajadores industriales habían decrecido
3 Entrevista a D. Tadiello refiriéndose al peronismo del ’83. 4 El Diario Huella nació en 1981 como semanario. 5 Podría relacionarse este interés con una apuesta al triunfo del justicialismo en un distrito donde se consideraba al PJ “mayoría natural”. 6 Para más información Chiaramonte (2004).
6
pero en el municipio su descenso fue menor que en otros distritos del país7. Por lo
tanto, para el sindicalismo local y para el PJ en particular, los trabajadores tenían un
peso importante a la hora de la redistribución de los recursos y asegurarse el voto de
sus simpatizantes.
Los comicios internos realizados el 14 de agosto dieron el triunfo a la Lista
Marrón, 95, encabezada por Pedro Lorenzo Albonetti, quién obtuvo algo más de la
mitad de los votos.
La lista Marrón sostenía como candidato a Diputado Nacional a Julio
Migliozzi, como candidato a Senador Provincial a Cirio Gómez y como candidato a
Diputado Provincial a Julio Rocha quien a su vez resultó elegido Presidente del
Partido Justicialista en el orden local. Los vencedores tenían el apoyo de Jorge Triaca
líder de la CGT Azopardo y contaban además con el soporte de los gremios de la
Madera, Textiles, de Luz y Fuerza, Municipales, Plásticos, Canillitas y de la
Construcción. En lo referente a la interna nacional del partido sustentaban la
postulación del Dr. Italo A. Luder.
Un comentario aparte merece la división de la agrupación Frente para la
Unidad Justicialista, cuyo aspirante a la intendencia era el escribano Antonio Libonati,
oscilante entre las candidaturas presidenciales de Luder y de Cafiero cuando aún en
los niveles nacionales no se había elegido al postulante. Esta indecisión de parte de
Libonati podría representar lo que Ollier (2007) describe como el rol decisivo de los
“candidatos” en la democracia política. Cuando su capacidad de liderazgo en el nivel
local es mínima buscan apoyo en los distintos niveles (provincial y nacional) y divide
sus apuestas con total naturalidad entre los candidatos en pugna de esos niveles. Este
manejo muestra a su vez la alta facciosidad que rige al PJ en la Provincia de Buenos
Aires donde en las internas de agosto de 1983 el justicialismo presentó cuarenta y
cuatro listas.
1.2.2 El Radicalismo
La prensa no le concedió a la interna radical el mismo peso que a la peronista.
Este desinterés mediático por la UCR obedecía quizás a la falta de atracción que en
San Martín tenía este partido ya que, como comentaban entrevistados y la prensa,
7 Para más información sobre el tema ver Chiaramonte (2004).
7
“todos” apostaban al triunfo peronista. El radicalismo local veía sin atractivos la lucha
por el ejecutivo en tanto todos pretendían un lugar en el legislativo.
“Y en el radicalismo nadie quería ser intendente, todos querían ser
concejales, no había candidato a intendente porque decían que iban a perder.”8
“Debrasi, era un afiliado al MID9 que sacó su ficha del MID y se afilió al
radicalismo, en 24-48 horas, de repente se encontraron con un candidato que no era
de ellos. El hombre quería ser intendente.”10
Finalmente, un radical de “última hora” fue elegido para el cargo: Roberto D.
Debrasi.
El 17 de julio de 1983 la UCR de San Martín eligió a las autoridades
partidarias, presentándose tres listas de candidatos para los cargos a la Convención
Nacional, al Comité Nacional, al Comité Provincial y a las autoridades del Comité
local. La Lista 16 que respondía al alfonsinismo, estaba encabezaba por el Dr. Marcos
Zimmerman y uno de los candidatos a delegado a la Convención Provincial era
Debrasi. La Lista 33 respondía a la Línea Nacional o balbinismo auténtico y
postulaba como candidato a presidente del comité del distrito a Miguel Naim y a
Ricardo Ivoskus como vice del mismo comité11. La Lista 18 respondía al Movimiento
Boina Blanca y fue encabezada por el Dr. Faustino Carlos Rodríguez.
El 3 de septiembre de 1983 se conoció la noticia que confirmaba la
realización de la interna radical de San Martín para la elección de candidatos a
intendentes, resultó electo Roberto D. Debrasi. En su campaña, Debrasi rescató la
necesidad de reconstruir los lazos sociales en la comuna y para ello convocó a todos
sus correligionarios a elaborar un plan “en serio” para el Partido de San Martín,
8 Entrevista a D. Tadiello. 9El Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), nació en 1963. Pero si hay que situar una fecha histórica de su nacimiento como expresión política singular es cuando se conocen, en enero de 1956, sus dos fundadores: Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio. Estábamos en la época del gobierno militar que en 1955 derrocó a Juan Domingo Perón. Frondizi era presidente de la Unión Cívica Radical y seguro candidato de ese partido a las elecciones que se iban a convocar. Frigerio sin esos antecedentes políticos, salvo su actuación unos años antes en una organización estudiantil de izquierda, se había dedicado a estudiar los problemas nacionales y a formar un grupo dedicado a proponer soluciones para el país en el seno de la revista Qué de la que era orientador ideológico. A ese encuentro, propiciado por Narciso Machinandiarena, un amigo común, Frigerio fue con nuevas ideas y ambos dirigentes alcanzaron un total acuerdo. Frondizi, en su libro "Qué es el MID" (Sudamericana, 1983), lo comenta así: "Fue una calurosa tarde de enero de 1956 y si alguien me pidiera que fijase una fecha de nacimiento del desarrollismo, indudablemente citaría ese día.” www. …. 10 Entrevista a D. Tadiello. 11 Informaciones, 16 de julio de 1983.
8
“[…] convoco a toda la lista […] sin banderías para que todo el radicalismo
colabore.[…]12”.
Las palabras de Debrasi expresaban su interés por un futuro gobierno sin
divisiones apuntando a la concreción del bienestar general para el distrito13. Quizás
también fueron dichas en momentos en que necesitaba del apoyo de todo el partido
dado su incorporación reciente a las filas del mismo. Ahora bien, los deseos del
candidato no parecieron tener un éxito rotundo ya que luego de su triunfo, en las
elecciones generales, la armonía partidaria se mantendrá menos de dos años.
1.3 La dinámica política
Roberto Domingo Debrasi juró como intendente de San Martín ante el
Concejo Deliberante el 12 de Diciembre de 1983. En la ceremonia de juramento se
encontraban presentes 22 de los 24 concejales elegidos y durante la Asamblea 14 un
Concejal justicialista expresó su pleno apoyo al intendente mostrando también al PJ
bregando por un gobierno sin conflictividad en post del “bienestar de todos”.
Las palabras de Debrasi luego del juramento expresaron una lógica similar a
las del presidente de la Nación Dr. Raúl Alfonsín cuando, como enuncia Quiroga
(2005), supo sumar adhesiones sobre la base de un discurso ético-político que oponía
democracia a dictadura y justicia a impunidad.
“Comenzamos a transitar el camino de la democracia real, el regreso a la
moral institucional, a las realizaciones éticas, al trabajo fecundo, a la justicia social,
a la libertad operante, al Estado de Derecho y a todo lo que la dignidad del hombre,
familia y el ser humano requiere para desarrollarse y superarse en el ámbito de la
auténtica vida republicana”15 .
En la lógica del “retorno a la democracia real y las realizaciones éticas” se
pueden insertar las primeras medidas que tomó el Concejo Deliberante16: Aumento
del salario del personal municipal; tratamiento al asunto de los cadáveres NN
sepultados en el cementerio local; retiro de la galería de Intendentes las fotos de los
que accedieron al cargo a través de un golpe de Estado; prohibición de salir del país
12 Huella, Año 2, Nº 41, 3 de setiembre de 1983. 13 Probablemente los dos ausentes fueran del PI. Huella, Año 2, Nº 41, 3 de setiembre de 1983. 14 Ver Huella Año 2, Nº 46, 23 de Diciembre de 1983. 15 Huella, Año II, Nº 46, 23 de Diciembre de 1983. 16 Huella, Año III, Nº 47, 18 de Enero de 1984.
9
para los ex intendentes, secretarios y subsecretarios que cumplieron funciones durante
la última dictadura militar17
1.3.1) Los conflictos intrapartidarios El año 1985 fue escenario de una serie de controversias entre el área ejecutiva
de la intendencia y el cuerpo legislativo. En el mes de enero se observó el disgusto de
la mayoría de los concejales, radicales y justicialistas, y un numeroso público
representando al Partido Socialista, al Partido Intransigente y al Demócrata Cristiano,
ante el intento de fijar tasas18 confiscatorias de manera arbitraria por parte del
Departamento Ejecutivo. Los reiterados cuestionamientos llevaron a una serie de
reuniones con los presidentes de los distintos bloques gracias a las que finalmente se
pudo lograr la aprobación de la medida pero con modificaciones. Este funcionamiento
muestra como la dinámica del juego político hace partícipes a todos los sectores
involucrados en el gobierno del municipio en un intento más de poner en marcha la
democracia, actitud elogiada por uno de los periodistas que cubrió el conflicto:
“Para finalizar, este cronista se ve en la obligación de manifestar que por
primera vez se ha sentido reconfortado plenamente con la actitud manifestadamente
solidaria del Cuerpo Deliberante con el pueblo que lo ha elegido. La preocupación y
diligencia que han puesto de manifiesto por todos y cada uno de los concejales es
digna de encomio y hace, en esta ocasión realmente válido el título de
“Representantes del Pueblo” que ostentan.”19
En enero se sintieron las discrepancias dentro del mismo partido gobernante.
El Dr. Rubén A. Steinberg se alejó de sus funciones en la Dirección de Control
Sanitario del municipio por divergencias internas con el ejecutivo. Dejó el cargo por
las palabras que sobre su persona realizó el Intendente en base a algunos “chismes”20.
Para salir al cruce de los “chismes” el funcionario explicó los éxitos obtenidos en su
gestión entre los que resaltó la decencia, la idoneidad, la implementación de la
medicina preventiva, el aumento de la jerarquía profesional, la elevación de la
recaudación y la disminución de la burocracia.21
17 Esta última medida fue cuestionada por el ex intendente Pendón quien entendía que en los nueve meses de gestión no había cometido ilícito alguno. Huella Año 3, Nº 47, 18 de Enero de 1984 18 El Ejecutivo había dispuesto el aumento de la Tasa de Alumbrado, medida revista por el Concejo Deliberante que redujo la misma en un 50. Huella, Año 4, Nº 65, 2ª Quincena de enero de 1985. 19 Huella, Año 4, Nº 65, 2ª Quincena de enero de 1985. 20 Entrecomillado de la autora. 21 Huella, Año 4, Nº 64, 1ª quincena de Enero de 1985.
10
Sin embargo, los conflictos intrapartidarios continuaron. En marzo de 1985
renunció el Dr. Pfitier, Secretario de Bienestar Social del municipio, quién dejó su
cargo en manifiesta disconformidad con lo actuado por el Intendente al designar
funcionarios para dicha Secretaría sin consultarlo previamente. Pfitier explicó que los
nuevos funcionarios desconocían los programas y las propuestas de la plataforma
política de la UCR local consensuada para las internas de 1983. Estos cambios en la
designación de funcionarios22 obedecieron al juego faccioso dentro del partido
gobernante a la vez que señalaban la incapacidad de Debrasi para liderar al sector
histórico de la UCR corroborando sus orígenes extrapartidarios. Incorporar a los
amigos como manera de imponer su liderazgo generó conflictos con los líderes
históricos.
La carta pública del alejamiento de Pfitier, añadida a la renuncia anterior de
Steinberg, proporciona una serie de datos que sumados a los de los conflicto en torno
a la basura y a la ciudad comercial Canguro, explican como se encadenaron los
hechos que fueron minando la capacidad de liderazgo de Debrasi y determinaron su
alejamiento de la función pública en junio 1986. ¿Por qué? Porque en los conflictos
con Steinberg y con Pfitier quedó claro el juego del intendente. Debrasi aprovechó al
aparato histórico de la UCR para sostener su candidatura y ante el triunfo inesperado
por todos comenzó a alejarse de los sectores tradicionales para, poco a poco, instalar a
su grupo. Por otra parte, el episodio desplegó las dificultades de los radicales cuando
pensaron tener perdido el distrito y aceptaron la designación de un extrapartidario
para el cargo de intendente.
En la lucha por el liderazgo político del distrito continuaron las acusaciones
contra Debrasi a la que se incorporaron no sólo sectores de la UCR de San Martín,
sino también diputados y senadores provinciales del mismo partido. Las imputaciones
iniciadas por los diputados provinciales Eliseii y Olaechea mostraron el alcance del
cuestionamiento que generó la gestión del intendente cuando se le pidió que se
enfermara para evitar el escándalo surgido por una irregularidad en la licitación de la
basura. Ante esta acusación, la posición del intendente fue de franco rechazo y en su
respuesta aclaró que denunciaría a ambos diputados provinciales ante el comité local,
22 Los nuevos funcionarios probablemente vendrían del mismo sector político que el intendente si nos atenemos a lo dicho por Pfitier cuando explica que desconocían la plataforma partidaria de la UCR. Huella, Año IV, Nº 69, 1ª quincena de abril de 1985.
11
Provincial y Nacional del Partido además de calificarlos de delincuentes como quien
los mandaba a cumplir con la tarea, aludiendo al Senador Di Micoli23.
El intendente atacó a la dirigencia radical de San Martín, y a la persona de Di
Micoli en particular, a quien calificó de “Lord Mayor de San Martín”. Para Debrasi la
actitud opositora de Di Micoli hacia su persona era evidente, el mismo que alguna vez
le confesara el rol de Balbín en la desestabilización del gobierno de Illia echaba ahora
a andar la maquinaria para terminar con su gobierno24.
En mayo de 1985 al inaugurar un nuevo período legislativo continuaban las
tensiones dentro de la UCR dando lugar a sesiones con agresiones entre sus dirigentes
que mostraban una visión de la realidad lejana al votante e inmersa en la facciosidad
de la interna partidaria:
“[…]. La comparsa de agresiones mutuas que vienen ofreciendo a toda la
comunidad de San Martín, Senadores, Diputados, Intendente y Concejales Radicales
que parecen creer que el destino del país se juega en un especie de forcejo por el
poder partidario, con un soberbio desprecio por el 60% (¿o en la actualidad más?)
de argentinos que no son Radicales y que suman a su angustia por una economía de
guerra, que los limita cada vez más en sus aspiraciones, el triste espectáculo de
gobernantes (¿Representantes?) que se acusan mutuamente de deshonestos,
inoperantes, mal intencionados, etc., en una suerte de fantasmagórico desprecio por
la voluntad popular que no los eligió precisamente para esto y que confió en la
Prudencia y Vocación de servicio de los candidatos y en una plataforma partidaria
todavía a cumplir.[...].25”
Así como en la provincia de Buenos Aires el partido funcionó a espaldas de la
sociedad y con el interés centrado en sus disputas internas (Ollier, 2006), lo mismo
ocurrió en San Martín, sin adaptarse a los tiempos que corrían proponiendo candidatos
capaces de llevar a buen puerto los proyectos políticos.
Para salir al cruce de las disputas el intendente realizó un balance de su gestión
donde enumeró los alcances positivos de la misma. Pero la crónica periodística se
sumó a la escalada en su contra, desvalorizando sus argumentos al comparar algunos
23 Juan José Nicolás Di Micoli dirigente del sector de Renovación y Cambio de San Martín se había impuesto en los comicios internos de 1983 a la conducción tradicional balbinista dirigida por los Naim. El sector de Di Micoli llevaba como candidato a intendente a Ricardo Ivoskus. 24Huella, Año IV, Nº 69, 1ª quincena de abril de 1985. 25 Huella, Año IV, N 71, 1ª quincena, mayo 1985.
12
de los logros señalados con medidas que toman todos lo gobiernos incluso en tiempos
de dictadura, haciendo referencia al último gobierno militar. El diario Huella, que
hasta ese momento había recalcado el énfasis democrático de la gestión de Debrasi, se
hizo eco del conflicto denunciando y reprobando una actitud como tal en San Martín
al tiempo que expresaba su deseo de un mejor accionar de sus representantes.
“En cuanto al área de Hacienda informó sobre la adquisición de bienes para
beneficio de la comunidad, como por Ej., oxígeno, medicamentos, placas
radiográficas y alimentos destinados al hospital y hogares (este cronista cree
recordar que siempre se han comprado estos elementos para los mismos usuarios
en todos los gobiernos, aun los del proceso26).”27
1.3.2) Las internas partidarias para las elecciones legislativas de 1985
La campaña electoral de la UCR para las elecciones legislativas del mes de
noviembre de 1985 se realizó en medio de la cuestionada gestión del Intendente28. Las
internas confirmaron la alta facciosidad dentro del partido a la hora de la pelea por los
espacios de poder. Mientras las listas de candidatos para los cargos a: Comité
Provincial, Convencionales Nacionales, Diputados nacionales, Senadores y
Diputados provinciales se presentaron unificadas; para los cargos locales fueron
divididas. Para concejales se formaron tres listas. La lista 1 respondía a la línea
dirigida por el Senador Di Micoli, la lista 3 presentaba una alianza con los Naim,
antiguos conductores de la UCR local, y la lista 13 reconocía como líder al intendente
Debrasi.
El 17 de junio los delegados de la 1ª Sección Electoral del Movimiento de
Renovación y Cambio de la UCR, reunidos en la Casa de la Provincia de Buenos
Aires, eligieron a los candidatos a Senadores Provinciales para los comicios del 10 de
noviembre. En San Martín fue elegido el Senador Juan José Di Micoli29 de más de
26 Énfasis de la autora. 27 Huella, Año IV, Nº 71, 1ª Quincena de mayo de 1985. 28 El 23 de julio el periódico Huella recibió amenazas donde el intendente aparece señalado como el hacedor de las mismas. Huella, 1ª quincena agosto de 1985, Año IV, Nº 75 29 J.J. Di Micoli había desplazado, luego de muchos años de luchas internas, a la familia Naim de la conducción de la UCR de San Martín. Los Naim respondían al balbinismo. “El Senador Di Micoli en su carácter de conductor político del auténtico tronco local de Renovación y Cambio, además de haber obtenido su nominación como primer candidato a Senador Provincial por la 1ª sección electoral, postuló al Señor Yamín (hasta hace muy poco presidente del Honorable Concejo Deliberante) y al Señor Zicker (ex Secretario de Gobierno de la administración radical), junto con afiliados radicales integrantes de la Agrupación “Boina Blanca”-tal el caso del Dr. Machín y del Dr. Alfredo Mur- en puestos seguros dentro de la nómina de concejales, amén de llevar para la Presidencia del Comité local
13
cuarenta y cinco años de trayectoria en el radicalismo local y con gran peso en el
entramado político nacional30.
El uso de términos como desgajamiento y nuevas alianzas31 refieren al
entramado de camarillas internas enquistadas en los partidos que perturban el juego
democrático hacia adentro y hacia fuera del mismo. En la interna se desplegaron
desprolijidades por parte del intendente que opacaron más su gestión. Por ejemplo, el
uso del aparato municipal para apoyar su lista de candidatos a concejales, la Nº 1332,
integrada por ex correligionarios de la UCRI y nuevos radicales y la utilización de los
recursos del Estado para apoyar su propia lista rompe con los lineamientos de la
democracia y muestra, una vez más, parte del entramado faccioso de la política local
de la Unión Cívica Radical en el período en estudio.
La lucha interna de la UCR trascendió y pareció instalarse en la sociedad
cuando en agosto de 1985 un periodista del diario Huella fue amenazado por quien
dijo ser el intendente de San Martín. Mientras el diario daba cuenta de las
repercusiones de esas amenazas, Debrasi se excusaba y defendía la libertad de prensa
en una carta enviada a la redacción decía que:
“Los hechos relatados comportan sin lugar a dudas, un atentado contra la
libertad de expresión que merecen la más enérgica condena de la comunidad local.
De más está decir que el suscripto [Debrasi] a la vez que, obviamente niega toda
participación en los inauditos sucesos, se solidariza con ese diario y especialmente
con sus directivos en el amargo trance pasado.” 33
Entre las autoridades del Comité local se eligió presidente a Faustino C.
Rodríguez, otro hombre del tronco de Di Micoli. En su discurso Rodríguez enfatizó la
necesidad de unir al radicalismo tanto en el bloque de concejales como en las demás
actividades partidarias34. Sin embargo, esta idea de unidad deseada por Rodríguez
al Dr. Faustino Rodríguez y a otros integrantes de esa misma agrupación en cargos partidarios y electivos." Huella, Año IV, Nº 73, 1ª Quincena de julio de 1985. 30 “Hombre de consulta permanente por quienes ocupando cargos de mayor jerarquía, recurren a su sabio consejo o a su experimentada mediación en casos conflictivos, resulta-a no dudarlo- pilar básico para el apoyo de quienes aspiren, dentro del Radicalismo, a proyectarse en importantes funciones de gobierno. Tal parece el caso del Diputado Leopoldo Moreau, Nº 1 en la lista del Radicalismo que ha conformado un eje político con J. J. Di Micoli, también Nº 1 en la lista Provincial. El reconocimiento y consecuente crecimiento de la figura del Senador Di Micoli en el ámbito del Radicalismo, posibilita la presencia de Gral. San Martín, en el escenario “grande” de la política nacional.” Huella, Año IV, Nº 73, 1ª Quincena de julio de 1985. 31 El resaltado es de la autora. 32 Huella, Año IV, Nº 73, 1ª quincena de Julio de 1985. 33 Huella, Año IV, Nº 75, 1ª quincena de Agosto de 1985. 34 Huella. Año IV, Nº 75, 1ª quincena de Agosto de 1985.
14
gozó de corto alcance. Una vez más, en este caso de la mano de un concejal de la
UCR detonará el conflicto con el ejecutivo. A fines de agosto el concejal radical
Rubén Dieguez denunció ante el Concejo Deliberante ciertas irregularidades en la
construcción de calles y de una plaza pública en la ciudad comercial Canguro. De
acuerdo con la presentación del concejal la obra debía realizarla la empresa E.N.I.
S.A. según el convenio suscripto entre el municipio y esta empresa el 7 de marzo de
1985. Dieguez denunció que la obra en cuestión la estaba realizando la administración
municipal. Como prueba de lo denunciado exhibía fotos.
“[…] no es dicha firma la que está siendo ejecutora de la construcción de
estas calles sino la administración municipal con su parque automotor, personal y
materiales todo lo cual será puesto en conocimiento con pruebas fehacientes a todos
los integrantes de esta Comisión y del Honorable Cuerpo, cuando así lo considere
necesario y conveniente.”35
A mediados de septiembre una carta de lectores publicada por Huella pidió a
Debrasi el alejamiento del cargo. Esta vez los argumentos giraron en torno a las
irregularidades del departamento ejecutivo en diferentes gestiones que dieron pie a
una serie de denuncias penales y el número indiscriminado de pedidos de renuncias
de numerosos funcionarios de la Municipalidad36. Nuevamente la lucha facciosa entre
los distintos sectores del radicalismo comprometió al intendente y dio cuenta de la
falta de liderazgo de éste hacia dentro del partido. En la interna local la figura de Di
Micoli se fue imponiendo.
Estos conflictos dentro del partido gobernante, según la prensa, repercutieron
en las elecciones legislativas37 de noviembre cuando la UCR perdió un concejal. De
esa manera, el bloque radical pasó a contar con once representantes en vez de los doce
del primer período. También es cierto que esta dinámica siguió la tendencia general
de varios distritos del Gran Buenos Aires38.
El cuadro número 3 muestra la composición del Concejo Deliberante de San
Martín luego de las elecciones legislativas de 1985 donde el PJ, divido entre el Frente
Renovador Justicia, Democracia y Participación y Frente Justicialista de Liberación,
sumó dos bancas. 35 Huella, Año IV, Nº 76, 1ª quincena de Setiembre de 1985. 36 Huella, Año IV, Nº 77, 2ª quincena de Setiembre de 1985. 37 “[…] es también cierto que alguna incidencia habrán tenido en el electorado los fuertes enfrentamientos protagonizados públicamente por los líderes de las distintas corrientes internas del oficialismo […]” Huella, Año IV, Nº 80, 14 de noviembre de 1985. 38 Ollier (2009)
15
Cuadro Nº 3
Concejales de San Martín en 1985 Unión Cívica
Radical Frente Renovador
Justicia Democracia y Participación
Partido Intransigente
Frente Justicialista de Liberación
Yamin, Jorge Yorio, Rodolfo Daniel Perez, Raúl Musitani, Rodolfo Machín, Juan Carlos Martinez, Rubén Adorno, Javier
A. Cacene, Omar
Zimmermann, Eduardo
Rossi, Osvaldo José
Zicker, Eduardo
Concejales Titulares
Mur, Alfredo Concejales Suplentes
Unión Cívica Radical
Frente Renovador Justicia
Democracia y Participación
Partido Intransigente
Frente Justicialista de Liberación
Terrens, Rubén R. Pacheco Tolosa, Felisa
Caimari, Hugo O.
Gomes, Félix Urbano
Martinez, Héctor J. Ali, Lilian Elena Miranda, Argimino
Fandi, Alé
Barchetta, Rosa M. Putzolo, Juan Antonio Fernández, Eduardo
Barreiro, Germán J. Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires.
La lucha interna siguió y en marzo de 1986 la UCR local solicitó la renuncia
del intendente por incumplimiento de la plataforma partidaria. La medida fue tomada
luego de una reunión de los miembros del comité del distrito quienes votaron quince a
favor de la renuncia y cuatro se abstuvieron39. La lucha dentro de la UCR continuó
con solicitadas del intendente reafirmando su gestión, y sectores que lo apoyaban y
de otros que lo repudiaban.
La elección de un intendente extrapartidario en los inicios de la reinstalación
democrática mostró que la cuestión nacional (la tendencia general del triunfo de la
democracia en la fórmula Alfonsin=Democracia) pesó sobre la dinámica política
local. Y esta última, la local, primó cuando el 31 de marzo de 1986 el Concejo
Deliberante suspendió al Intendente40 por noventa días mientras era investigado por
las irregularidades mencionadas. En ese mismo acto se designó interinamente al
Concejal de la UCR Hugo César Asef quien recibió la renuncia de secretarios y
subsecretarios de la gestión Debrasi. La disputa finalizó cuando en la sesión del 14 de
junio el Concejo Deliberante se expidió por la destitución del intendente con dieciséis
39 Huella, Año V, Nº 97, 14 de marzo de 1986. 40 Huella, Año V, Nº 100, 4 de abril de 1986; Informaciones, Año IX, Nº 379, 5 de abril de 1986.
16
votos a favor y ocho abstenciones41. En la misma sesión el concejal Hugo Asef juró
como intendente hasta diciembre de 1987.
En noviembre de 1986 la interna radical eligió como candidato a intendente
para las elecciones de 1987 a Asef. En la misma interna Di Micoli ganó la presidencia
del Comité de Distrito. De esta manera se impuso el liderazgo de Di Micoli dejando
atrás a los Naim. El peso de Di Micoli se sustentó en la relación con el poder nacional.
Los sectores históricos del radicalismo de San Martín se habían autoexcluido
de la competencia por el ejecutivo local para apuntar a cargos en la Provincia y en la
Nación. Esto dio lugar a la elección de un candidato con un pasado extra-partidario
que aceptó el juego y se convirtió, cuando nadie lo esperaba, en intendente. Ante el
triunfo, los grupos históricos comenzaron una lucha despiadada por desplazarlo y
retomar el espacio central en el juego político local, lo lograron tres años después.
41 Huella, Año V, Nº 111, 20 de junio de 1986.
17
2) El Gobierno de Carlos Ramón Brown 1987-1991
Esta sección analiza la dinámica política durante la gestión de Brown asentada
en un liderazgo donde la política local se imbrica con la política provincial y en
una lógica dual que une sociedad y política. Ambas instancias mostrarán un
gobierno capaz de enfrentar exitosamente los imprevistos de la política.
2.1) Su ascenso al poder
El peronismo retomó el poder en la Prov. De Buenos Aires de la mano de
Antonio Cafiero. Cafiero ganó la provincia con un discurso renovador, que tomó
elementos del alfonsinismo (Ollier, 2006). En San Martín como parte del impacto
provincializador llegó la hora de Carlos Ramón Brown:
“Cuando perdemos en el 83 todos los peronistas estábamos buscando a un
abogado que no se comiera las eses para poner de candidato, aparece el Tato y
comienza a aceitar sus relaciones con Antonio Cafiero y termina siendo el candidato
natural de la renovación en San Martín. Terminamos comprándolo obligados porque
no teníamos otro […]42.”
. El “Tato” Brown para sus compañeros, alcanzó la intendencia de San Martín
como el líder de la renovación peronista43.
En 1983 un grupo de peronistas, entre los cuales se encontraban Bianciotto,
Brown, Salar y Yorio habían conformado el sector renovador del PJ sanmartinense
desde el cual, en 1986, Brown inició su campaña para ser el candidato a la jefatura de
gobierno del municipio con el objetivo de recuperar la conducción del justicialismo en
el mismo. Entre sus cualidades sobresalía la vinculación con dos sectores
fundamentales de la sociedad sanmartinense: era abogado del sindicalismo y tenía una
gran penetración en los sectores medios:
“Brown era abogado de los sindicatos y vivía en San Andrés, se expresaba
bien. Tenía la posibilidad de unificar la fuerza sindical y los sectores medios. […].
Además, peleaba un espacio donde los radicales habían hecho una gestión desastrosa
[…]. Tenía la impronta peronista tradicional: llegaba a los sectores económicos más
bajos, a los sindicatos y la capacidad para representar otros intereses.”44
42 Entrevista a J. Fernández. 43 En una solicitada del 15 de abril de 1987 ante las elecciones internas del peronismo de San Martín, Cafiero confirma como candidato de la Renovación Peronista del Partido de San Martín al presidente del PJ local Carlos R. Brown. Huella, Año VI, Nº 146, 17 de abril de 1987. 44 Entrevista a R. Durand.
18
Se lo eligió el 26 de abril de 1987. En esa ocasión se presentaron dos listas: la
(91) del Frente Renovador y la (400) de Federalismo y Liberación cuyo candidato era
Rodolfo Yorio, candidato de Luis Barrionuevo45. El siguiente cuadro muestra la
dinámica electoral en el año 1987.
Cuadro Nº 4
Elecciones concejales 1987 1era minoría 2da minoría Terceras fuerzas 1987 FRE.JU.RE (8) UCR (4) - Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
Finalmente, el 10 de diciembre de 1987 asumió sus funciones.
El cuadro número 5 muestra las fuerzas de Brown en la composición del
Concejo Deliberante de San Martín luego de las elecciones legislativas de 1987
donde el justicialismo obtuvo ocho cargos frente a cuatro del radicalismo.
Cuadro Nº 5
Concejales de San Martín en 1987 Alianza Frente Justicialista
Renovador Unión Cívica Radical
Bernardi, Antonio Claudio Romero, Nilda Labrador, Alberto Enrique Barchetta, Rosa Marta Palacio, Constantino Mene, Jorge Capriotti, Armando Barreiro, Genaro Julián Iglesias, Hugo Luis Scuderi, José Fandi, Alé Santuco, Santos Eleuterio
Concejales Titulares
Concejales Suplentes Alianza Frente Justicialista
Renovador Unión Cívica Radical
Albonetti, Pedro Lorenzo Fernández, Rubén C. Alí, Lillian Elena Bireni, Silvio Rodriguez, Víctor Manuel Grecco, Enrique Mele, Miguel Ángel Peralta, Carlos Alberto Scigliano, Victor Hugo Reyes, María Julia López, Hilda Nelly
Argentino, Vicente Fuente: Elaboración propia en base datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
2.2) La dinámica política 45 Huella, Año VI, Nº 147, 24 de abril de 1987.
19
Desde sus inicios su gobierno contrastó con la gestión de su antecesor. En
principio porque comenzó con una base sólida que había trabajado desde 1985- 1986
cuando el PJ sanmartinense, y él en particular, decidieron que debían retomar la
conducción del municipio. Había elaborado un plan trienal de tareas consensuado con
todos los representantes de la sociedad local: las cámaras empresarias, las sociedades
de bien público, los empleados municipales, los técnicos, los profesionales, los
sindicatos. El proyecto aventuraba un fuerte posicionamiento del San Martín
productivo, del San Martín industrial. Con este plan Brown apostó a la calidad
productiva del distrito involucrando a todos los sectores para lograr consenso y
liderazgo. Reorganizó el departamento ejecutivo creando tres nuevas secretarías: la
Secretaría de Industria y Comercio, primera secretaría de industria después de la de
Avellaneda que se creaba en la provincia de Buenos Aires, la Secretaría de
Planeamiento y el Área Geográfica Reconquista La tarea la realizó conjuntamente con
los concejales que habían resultado electos en pos de construir un equipo de gobierno
sólido al momento de asumir el poder. Brown comentó tiempo después:
“Yo tuve las cosas bien ordenadas.”46
Para refrendar sus decisiones contó con el apoyo del cuerpo legislativo donde
el PJ tenía la mayoría. La reforma del departamento productivo presentada entre el 11
y el 12 de diciembre de 1987 fue aprobada de manera casi inmediata por el Concejo
Deliberante. Recientemente, el ex intendente lo explicaba así:
“Yo presento la reforma del departamento productivo el 11 o 12 de diciembre
a las 24 o 48 horas de haber asumido, y a la semana o 10 días el Concejo Deliberante
aprobaba por absoluta mayoría, no se si por unanimidad. Si mal no recuerdo en los
últimos días de diciembre, primeros de enero yo puse en funciones a los
representantes de estas nuevas secretarías: el de Industria fue el Licenciado en
Economía Fernando Comillo, el de Planeamiento el Licenciado en Ciencia Política,
Jorge Porchetto, y el representante del Área Geográfica Reconquista un abogado
González Bianchi. 47.”
Su gestión fue ordenada con una férrea conducción política y con un fuerte
consenso dentro del cuerpo legislativo, uno de los entrevistados contaba:
“Brown era joven, tenía 44 años cuando llegó a la intendencia. Comenzaba a
trabajar a las 8 de la mañana y llamaba a cada funcionario por teléfono para ver si 46 Entrevista a C. Brown. 47 Entrevista a C. Brown.
20
se hallaba en la oficina, el que no estaba se encontraba en problemas, el conducía de
esa manera […].”48
Para el tendido del asfalto “se utilizó la imaginación49”. Las obras se hacían
por cuenta de los vecinos quiénes reunían el dinero y se lo daban a la Secretaría de
Obras Públicas, la que enviaba las máquinas y los materiales comprados por los
vecinos para el asfalto de las calles.
Otras decisiones que parecieron ser parte del éxito de la gestión durante los
primeros tiempos fueron la prestación de servicios y la adopción de algunas medidas
vinculadas a temas tributarios muy importantes como los descuentos con que se
beneficiaba el pago en efectivo. Se creó lo que se llamó la meritoria, medida que
favorecía a todo vecino que estaba al día en sus obligaciones, porque recibía un 10%
de descuento y si además pagaba al contado, un 5% o 6% adicional. También fue
exitosa la eliminación de la quinta cuota del impuesto municipal que aumentaba los
gastos de los contribuyentes al imponerse una cuota más a los cuatro trimestres
anuales.
A través de la Secretaría de Industria lanzaron San Martín al mundo, San
Martín exporta, con la idea de dar a conocer la industria del distrito en el exterior. Con
este proyecto se ayudaba a los empresarios a posicionar sus negocios en el extranjero.
Así, logró apoyo de los sectores industriales e insistió en la necesidad de que se
aglutinaran en una estructura única. Se creó la Cámara Económica Sanmartinense que
reunió a cuatro cámaras industriales. Los empresarios que participaban de las
misiones comerciales al exterior recibían descuentos en la tasa de seguridad e higiene
industrial. Esta medida los obligaba además a ponerse al día con los impuestos
municipales. Por un lado, el gobierno se fortalecía al recaudar y centralizar medidas y
por el otro, los empresarios tenían la posibilidad de consolidar y desarrollar sus
actividades.
En noviembre de 1988 se organizó la primera exposición industrial de San
Martín, la que continúo haciéndose todos los años durante su mandato, fue más
delimitada en la época de Libonati, se suspendió en el primer período de Ivoskus, y se
relanzó en la segunda gestión de éste último. En el afán de apoyar a los sectores
empresariales del distrito Brown puso a disposición de ellos cosas que hoy parecen
nimias pero que para aquel entonces eran recursos escasos en Argentina. De esta 48 Entrevista a R. Durand. 49 Entrevista a C. Brown.
21
manera, en la Intendencia se habilitó el uso del discado directo internacional, los
empresarios concurrían a la Secretaria de Industria y podían usar los teléfonos y el
fax. Se realizó también un censo industrial. La labor del intendente en relación al
posicionamiento de la industria local fue de tal magnitud que cuando Cafiero dispuso
en la Gobernación de Buenos Aires la creación de la Secretaría de Industria le pidió a
Brown el consentimiento para llevarse al Secretario de Industria del municipio. Los
éxitos del intendente fueron aprovechados por el gobernador como ejemplo del
impacto cooperativo.
Al año de su gestión en una conferencia de prensa el Dr. Brown anunciaba:
“Estamos cumpliendo con lo prometido50.”
En las elecciones legislativas de 1989 la pérdida de un concejal en el PJ ante la
presencia de la Alianza de Centro no altera los espacios de poder ya que finalmente
Keck se licua con el menemismo y termina trabajando con Graciela Caamaño.
Cuadro Nº 6
Elecciones concejales 1989 1era minoría 2da minoría Terceras fuerzas 1989 FRE.J.U.PO (7) UCR (3) Al. Del Centro (2) Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
50 Huella, 8 de diciembre de 1988. Año VIII, Nº 231
22
El cuadro número 7 muestra la composición del Concejo Deliberante de San
Martín luego de las elecciones legislativas de 1989. En esas elecciones aparece una
nueva fuerza, la Alianza de Centro que da sus votos al intendente.
Cuadro Nº 7
Concejales de San Martin en 1989 Alianza Frente
Justicialista de Unidad Popular
Unión Cívica Radical
Alianza de Centro
De Luca, José Terrens, Omar Keck, Alejandro Guillermo Cuccarese, Emilio Puebla, Rogelio Cornara, Juan Carlos Ayala, Eustaquio S. Frumento, Carlos Ángel Scgliano, Victor Hugo Quintana, Miguel A. Adorno, Javier Antonio
Concejales Titulares
Musitani, Rodolfo Concejales Suplentes Alianza Frente
Justicialista de Unidad Popular
Unión Cívica Radical
Alianza de Centro
Fodera, Raquel D’Andrea, José N. Villazuela, Fabián Ayala, Luis Melchiori, Roberto Prado, Nilda Lily Mandusca, Osvaldo A. Deturmy, Raúl E. Bitelli, Francisco M. Suárez, Norma I. Guevara, Adam Hipólito
Serrano, Robustiano Fuente: Elaboración propia en base datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
A pesar de los difíciles años en que le tocó gobernar a raíz de la
hiperinflación51 y sus consecuencias sociales su gestión logró además el apoyo de los
empleados estatales quienes recibieron todos los meses sus salarios.
“Yo no sé ni cómo lo hacíamos, respetábamos los valores de los que pagaban
de contado, teníamos un gran acompañamiento de la ciudadanía, de los sectores
empresarios que pagaban sus obligaciones, un gran acompañamiento de la población
y entonces los niveles de recaudación eran altos52.”
Los años del gobierno de Brown coincidieron con la inestabilidad económico-
política del gobierno nacional. Fueron los años de la hiperinflación, los asaltos a los
supermercados, el final de la presidencia de Alfonsín y el inicio de la presidencia de
Menem. Recién en el final de su mandato, en el año 1991, pudo disfrutar de la
estabilidad que comenzaba a pergeñarse. En la Provincia de Buenos Aires gobernaba
Cafiero con quien el intendente tenía una relación muy fluida, porque era junto al
gobernador uno de los fundadores de la renovación en la Primera Sección Electoral.
51 Para profundizar este tema ver: Cavarozzi (2006), Novaro (2006), Quiroga (2005), Romero (2004) entre otros. 52 Entrevista a C. Brown.
23
En una muestra del efecto proveniente de la cooperación con la provincia, el
gobernador y el intendente trataron de resolver los problemas sociales: crearon
escuelas, salones de alimento, colonias de vacaciones.
Los cimbronazos de la economía y la situación social no se sintieron de
manera muy brusca en San Martín porque, según sostuvo tiempo más tarde el ex
intendente, se acentúo la cobertura social y el trabajo político en los barrios
carenciados:
“Entonces, cuando se generó el asunto de los ataques inmediatamente fuimos
a los barrios, tratamos de resolver las cuestiones y no tuvimos asaltos, San Martín
fue uno de los lugares donde prácticamente no hubo incidentes53.”
Brown dispuso de las herramientas que el PJ en su conjunto había delegado en
su persona, para volver al ruedo, luego del ‘83:
“[…] supo armar el todo, y cuando tenés el todo cuesta mantener la unidad,
el equipo empieza a desmembrarse […]. Unió a todos los sectores importantes del P.
Barrionuevo todavía no tenía el peso que tiene ahora. En el ’88 le ganó la interna a
Barrionuevo y tuvo el padrinazgo de Menem para ser candidato a gobernador
[…]”54
Además, del padrinazgo del Presidente de la Nación, la gestión había
posicionado fuertemente al intendente quien en lugar de renovar su mandato para la
intendencia del municipio decidió participar en la competencia por la gobernación
provincial. El intendente salía fortalecido de la gestión local y apostaba a un lugar
mayor, la provincia, compitiendo en aquel momento nada menos que con Eduardo
Duhalde:
“Ganamos en San Martín, pero perdimos en la Provincia. Sacamos casi la
minoría por eso Duhalde no pudo prescindir de él. Cometimos errores, pero nunca
sufrimos en el llano, perdimos en el territorio pero ganamos en lo político.” 55
Carlos Brown sostuvo su liderazgo porque su objetivo fue claro desde los
inicios de la contienda por reinsertar al PJ en la conducción del distrito. Dispuso,
además del apoyo del gobernador, impacto provincializador, de un liderazgo con
recursos sociales y políticos que le permitieron superar la facciosidad de su partido.
Para ello trabajó con todos los sectores de la comunidad y unió a todo el Justicialismo
53 Entrevista a C. Brown. 54 Entrevista a R. Durand 55 Entrevista a R. Durand.
24
local bajo su persona. Algunas de sus iniciativas se sostienen hoy en el municipio
como la Feria Industrial y San Martín exporta, entre otros. Su liderazgo fue parte de
un proyecto con fuerte unidad hacia dentro del partido y que sumaba a sectores
medios con incidencia en la planta urbana de Villa Ballester y San Andrés. Dijo uno
de los entrevistados:
“Lo que Brown representaba lo llevó a la práctica en la administración […]” 56
56 Entrevista a R. Durand
25
3) Los gobiernos de ANTONIO CÉSAR LIBONATI (1991-1995 Y 1995-1998)
Esta sección analiza las dos gestiones de Libonati: la primera donde el impacto
provincializador será la clave para liderar al PJ local y la intendencia; la segunda y
última donde el impacto cooperativo Nación/Provincia/Municipio jugarán contra el
éxito de la gestión y lo eyectarán del poder antes de finalizar su mandato.
3.1) Su ascenso poder
3.1.1) La interna peronista de 1991
Las elecciones municipales de septiembre de 1991 fueron las primeras
elecciones realizadas durante la presidencia de Carlos Saúl Menem en un contexto de
recuperación de la crisis económica iniciada en febrero de 1989. La interna peronista
de julio de ese año presentaba una característica peculiar ya que el entonces
intendente, el Dr. Brown, dejaba la competencia por el ejecutivo local y se presentaba
como candidato a la gobernación de Buenos Aires enfrentándose al Dr. Duhalde.
El peronismo presentó cuatro listas: dos de ellas sostenían la candidatura de
Brown y las otras dos a Duhalde. Los cuatro contendientes eran: José De Luca,
Antonio Libonati, Armando Capriotti y Sirio Gómez. Las listas de De Luca y de
Capriotti apoyaron la candidatura de Brown. Capriotti se definía como menemista y
criticaba al entonces Vicepresidente de la Nación y candidato a Gobernador por la
Provincia de Buenos Aires Dr. Eduardo Duhalde porque “no sabe definir que es el
peronismo”57. La lista del escribano Antonio César Libonati, de la corriente Liga
Federal (lista 24) apoyaba la candidatura del Dr. Duhalde y según palabras de algunos
de los que lo sostenían:
“Libonati se juntó con gente que prefirió dialogar con el afiliado y no andar
demostrando que tiene mucha plata58 ”.
Este comentario refleja una crítica al intendente saliente quien para un sector
del peronismo, sobre todo el aliado a Duhalde y a Menem, Brown representaba una
renovación de guante blanco, alejada de las necesidades de la gente, observando sólo
los problemas de los sectores empresarios. En cambio, veían en la actitud de Libonati
al salir a buscar el voto casa por casa un accionar similar al del caudillo riojano:
“Menem con el poncho se abrazaba con los negros de la villa y se sentaba a
tomar mate con la gente”59.
57 Huella, Año X, Nº 364, 29 de junio de 1991. 58 Huella, Año X, 3 de agosto de 1991. 59 Entrevista a C. Garillo.
26
Luego de la interna, Libonati prometió trabajar junto a todos los compañeros
del justicialismo, sin divisiones: “esta fue una interna sin incidentes, donde nos vimos
favorecidos por la división de nuestros circunstanciales adversarios”60.
En ese mismo mes de agosto y en vista a las elecciones nacionales del 8 de
septiembre, Brown recibió a los candidatos a intendentes: Antonio Libonati (PJ),
Ernesto Rodrigues (UCR), Alejandro Keck (UCEDE), Javier Adorno (PI), Domingo
Hraste ((FI), Horacio Coronel (MODIN) y Germán Svágelj (PSP). Libonati reconoció
luego de ese encuentro que si lograba llegar a la intendencia iba a tener que superar la
buena administración de su antecesor61 palabras que perdieron rápidamente sentido
cuando meses después, en enero de 1992, señaló que hubo errores:
“Con el doctor Brown no hubo pacto. Hay un estilo de ser que tiene cada
uno, por lo cual no me quiero lucir con los errores del otro.”62
Este párrafo es una muestra del estilo faccioso del liderazgo de Libonati quien
una vez en el gobierno no tuvo reparos en desdecir sus alianzas anteriores. Cuando los
votos lo favorecieron y al mes de asumir la intendencia invalidó las alabanzas a su
antecesor.
El 8 de septiembre fue elegido intendente Antonio Libonati y junto a él
resultaron electos doce concejales: ocho por el PJ, dos por la Alianza para el Trabajo,
la Justicia y la Educación y dos por la Unidad Federalista PAUFE. En esta elección la
UCEDE dio sus votos al PJ. El éxito de Libonati fue parte del impacto cooperativo
entre la Nación y la Provincia. El cuadro número 8 resume las fuerzas electorales en
las legislativas de 1991.
Cuadro Nº8
Elecciones concejales 1991 1era minoría 2da minoría Terceras fuerzas 1991 FRE.JU.FE (7) UCR (3) MODIN (2) Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
60 Huella, Año X, Nº 369, 3 de agosto de 1991. 61 Huella, Año X, Nº 370, 10 de agosto de 1991. 62 Huella, Año XI, Nº 392, 11 de enero de 1992
27
El cuadro número 9 muestra a los candidatos elegidos como concejales para el
período 1991-1993
Cuadro Nº 9
Concejales de San Martín en 1991 PJ Alianza para el Trabajo,
la Justicia y la Educación
Unidad Federalista
Fernández, José María Nikolov, Cinthia Porchetto, Jorge Alberto Rovere, Ricardo Rodolfo Martínez, Ricardo Ortega, Rodolfo Oscar Barreca, María F. Cuberos, Miguel Bitz, Oscar Hidalgo, María V. Benedetti,Jorge
Concejales Titulares
Smit, Ricardo Concejales Suplentes PJ Alianza para el Trabajo,
la Justicia y la Educación
Unidad Federalista
Celler, Cecilia Mabel Biglieri, Carlos Monsalve, Beatriz M. Jadige, Aldo De Vita, María Elena Ferreño, Juan Carlos Gómez, Juan Strack, Norma Sortino, Natalio Calvete, Juan Carlos Zamora, María
Vargas, Marcelino Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires.
3.2) La dinámica política
Antonio César Libonati asumió sus funciones el 10 de diciembre de 1991. En
la parte final del discurso de día expresó:
“Si para un gobernante proporcionar felicidad a sus ciudadanos es la más
segura de las dichas, ruego que al terminar mi mandato pueda considerarme un
hombre feliz”63.
Probablemente, y a pesar de la conflictividad que su gobierno generó hacia
adentro del partido gobernante, estas palabras fueron premonitorias y se relacionaban
con el deseo de Libonati de ser reelecto. Es posible también que la “felicidad”
proporcionada a sus gobernados fuera la punta que le valió el apoyo de la ciudadanía
local para su reelección. Pero lo que no se puede perder de vista es que junto a la
felicidad se entretejieron por un lado, las alianzas con sus compañeros justicialistas, y
por el otro, el sustento fundamental del gobernador de Buenos Aires Dr. Eduardo
Duhalde.
63 Huella, Año XI, Nº 338, 14 de diciembre de 1991.
28
A cuatro meses de asumir el cargo, en abril de 1992, comenzaron las
diferencias en el justicialismo de San Martín. Estas discrepancias fueron el corolario
de las maniobras del poder provincial en sus intentos de hegemonizar el discurso
hacia adentro del P J. En los hechos, las dos corrientes justicialistas que apoyaban en
la provincia de Buenos Aires la gestión de Duhalde y en San Martín a Libonati, esto
es la Liga Federal y la LIPEBO se reunieron con el fin de sumar fuerzas para el
gobernador. La Liga Federal eligió como presidente a Libonati para apartarlo de una
interna que lo acercaba a Hugo Toledo y lo alejaba de Alberto Pierri y de Fernando
Galmarini. En este grupo también participaron Julio Migliozzi, Domingo Fráncica y
Roberto Salar.
La otra corriente, la LIPEBO que respondía a la línea liderada por Eduardo
Bustos64, nominaba como candidato a senador provincial para 1993 a César Chaer
presidente del Consejo de Partido. Chaer representaba a un sector del PJ local que se
había mantenido en silencio hasta ese entonces y que tibiamente comenzó a evaluar el
funcionamiento del gobierno municipal mostrando divergencias y distanciándose de
Migliozi.65. Uno de los entrevistados sostuvo que Chaer, como un “bon vivant” de la
política, cerró el acuerdo con Migliozzi para acceder a la presidencia del PJ
sanmartinense. Obtenido el botín se alejó de los sectores que lo apoyaron y como
buen apostador abrió entonces el juego hacia el sector liderado por Luis Barrionuevo
y Graciela Caamaño66.
La pelea intraperonista se manifestó entre los nuevos jefes y los viejos líderes
locales a la hora de ocupar espacios de poder en la reconstrucción del liderazgo
partidario. En la disputa por esos lugares los diferentes caciques lidiaron en armar
alianzas con el poder provincial y local con el sólo objetivo de ganar las elecciones.
Este tipo de liderazgo acuerda con la dinámica tan particular del PJ de San Martín:
“[…] donde todos nos reciclamos, ninguno mata del todo al otro. San Martín
tiene una política muy vernácula, nunca entró en el distrito ninguna formación
especial ni línea nacional, no entró el Comando de Organización, no entró Guardia
de Hierro, no entró Montoneros, no entró la JTP. Nunca logró nadie entrar a San
64 Para unos el monje negro del PJ, para otros la mano derecha de Curto en la carrera de este por manejar los hilos de la política sanmartinense desde Tres de Febrero y ser líder de la Liga Federal. Entrevistas a J. Fernández y D. Tadiello. 65 “Debido a la consolidación de la democracia, aparecieron de 1983 a esta parte nuevos ‘caciques’, que sumados a los ya existentes, hacen prever una dura disputa por los mismos puestos de hace muchos años.” Huella, Año XI, Nº 406, 18 abril de 1992. 66 Entrevista a J. Fernandez.
29
Martín. Creo que tiene que ver con la educación pueblerina, es un pueblo de
provincia con un burócrata principal a cargo de prender las luces y barrer un poco y
ahí se terminó todo. Ni a la gente ni a los militantes le interesa la actividad política.
San Martín y a Ballester, los dos grandes padrones son muy conservadores y no les
interesa la política porque no necesitan de la política. En cambio los más aledaños
necesitan tanto de la política que están en todos lados al mismo tiempo67.”
Dentro de esta dinámica, a fines de abril, Libonati decidió pedir la renuncia de
todos los funcionarios municipales de la gestión de Brown:
“Cuando hablamos de que se rompía la camilla, no hacemos más que
recordar los meses anteriores a la interna justicialista de 1991 cuando dijimos que
Libonati, guardando las distancias, actuaba como una enfermería, recogiendo los
heridos dejados por la administración de Carlos Brown. Alianzas tan heterogéneas68
impidieron un trabajo conjunto, y el permanente ‘cuenteo’ habría dificultado un
trabajo efectivo. Esperemos, que tanto Libonati como el resto de la clase dirigente,
haya aprendido la lección y que nunca más realicen compromisos de tan improbable
ejecutividad”69.
La medida tomada por el intendente puso de manifiesto el entramado de su
juego. La facción gobernante tejió alianzas heterogéneas que una vez alcanzado el
objetivo desarmó para poner en marcha sus intereses no siempre el de todos (por esto
de las desavenencias). Las marañas se destejen y dejan atrás hombres sueltos que se
reacomodan en nuevos espacios donde disputan el beneficio de la política provincial o
nacional. Luego, son maneras nada elegantes de lograr éxitos electorales que se deben
romper rápidamente para integrar al juego a los “amigos” y obviamente de poca
atracción para los votantes.
Las conflictivas relaciones entre las facciones locales del PJ parecieron tener
un momento de calma cuando el gobernador de la Provincia de Buenos Aires,
Eduardo Duhalde, hizo frente a los que “[sacaban] el pie del plato”70 y se puso por
encima de la interna partidaria al organizar el FREJUFE, frente cuyo objetivo era la
unidad del PJ de la Provincia de Buenos Aires. En San Martín, el frente estuvo
representado por la figura del Ministro de la Producción y ex intendente Carlos
Brown. Según declaraciones de Brown, la decisión de Duhalde encuadraría en la 67 Entrevista a J. Fernández 68 El énfasis es de la autora. 69 Huella, Año XI, Nº 407, 25 de abril de 1992. 70 Huella, Año XII, Nº 440, 12 de diciembre de 1992.
30
necesidad de dar un “marco de unión y evitar las desgastantes internas
partidarias”71.
Esta actitud del gobierno provincial responde a lo que Ollier (2007) llama las
alianzas cooperativas, en este caso, entre el gobierno local y el gobierno provincial.
El impacto provincializador siguió a lo largo de todo el año 1992 cuando
desde el Ministerio de la Producción en la Provincia de Buenos Aires y con la
presencia asidua del gobernador Duhalde, el ex intendente Brown observó, cuestionó
y terminó apoyando al intendente Libonati. Finalmente, la unidad bajo el FREJUFE
llevó a que en las elecciones legislativas de octubre de 1993 el PJ mantuviera sus
representantes. Y como muestra el cuadro 10 las segundas minorías mantuvieron los
mismos guarismos que en el año 1991.
Cuadro Nº10
Elecciones concejales 1993 1era minoría 2da minoría Terceras fuerzas 1993 FRE.JU.FE (7) UCR (3) MODIN (2) Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
El cuadro número 11 muestra la composición del Concejo Deliberante de San
Martín luego de las elecciones legislativas de 1993:
Cuadro Nº 11
Concejales de San Martin en 1993 Frente Justicialista
Federal Unión Cívica Radical Movimiento por la
Dignidad y la Independencia.
Valdi, Roberto O. Rodríguez, Raúl Ferreyra de Pappano, Mabel Susana
Capriotti, Armando Menini, Alberto Burgos, Jorge Luis Gómez, Graciela Rodríguez, Ricardo E. Ambrosino, Néstor Omar Quevedo, Juan Ramón Cisneros, Carlos A.
Concejales Titulares
Suárez, Ángel J. Concejales Suplentes Frente Justicialista
Federal Unión Cívica Radical Movimiento por la
Dignidad y la Independencia.
Fernández, Patricia Biglieri, Carlos A. Albornoz, Gerardo Fernández, Carlos A. Caccia Villani, César H. Defferrari, Juan Carlos Rovere, Ricardo R. Carusso, Walter H. Garelli, Héctor Ramírez, Delia M. Gamarra, Luis
Etcheverry, Norma B. Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires.
71 Huella, Año XII, Nº 440, 12 de diciembre de 1992.
31
Por otro lado, Libonati no sólo aceptó sino que se encuadró en los términos
que Duhalde marcó y aceptó la presencia de Brown como líder del FREJUPE. Era la
manera en la que se debería actuar para lograr la cooperación del gobernador.
El año 1995 fue un año de competencia electoral con vistas a la elecciones
presidenciales y municipales. En San Martín, ya en 1994, la lucha fue muy caliente de
todos contra todos y donde la figura del intendente aparecía aislada y con poco
espacio para lograr una reelección:
“movimientos subterráneos que aumentan las distancias entre los hasta ahora
aliados Liga Federal y LIBEPO, teniendo como espectador de lujo a Federalismo y
Liberación y aparentemente alejadas a las huestes de Carlos Brown. […] Con todas
las líneas criticando su supuesta conducción, Libonati deberá afrontar su tercer año
de mandato […]. Hasta ahora, las permanentes luchas intestinas y su búsqueda por
mantenerse en lo alto con una frágil base no le han dado buenos resultados […]”72.
Sin embargo, el juego no estaba cerrado y una hábil estratagema por parte del
intendente y de su sobrino Pablo Landolfi, presidente del Concejo Deliberante,
repondrá las piezas en el tablero. Landolfi consiguió que él y su tío conquistaran dos
lugares como delegados para la Asamblea Constituyente. La obtención de estos
espacios la lograron gracias a la intervención del Diputado Provincial del PJ Eduardo
Bustos. Para otros, la llegada de Libonati fue fruto de los acuerdos entre el Secretario
de Gobierno, Roberto Salar, y la Convención Provincial. Salar consiguió el primer
lugar para San Martín como representante de la primera sección electoral. De una u
otra manera, los resultados de la labor de Libonati desde la Asamblea le dieron sus
frutos para alcanzar la reelección en 199573. Lo cierto es que durante la campaña
Duhalde expresó:
“[…] Los convoco al trabajo, especialmente desde aquí donde tengo
hermanos que me dio la política […] hermanos como el compañero intendente
Antonio Libonati, hace muy poco vicepresidente de la Convención Constituyente que
transformó la Constitución Provincial, lo cual me permite realizar un sueño. Volveré
a San Martín como gobernador el próximo año -afirmó- y estaré con seguridad
nuevamente en el palco con Antonio Libonati como intendente […]”74.
72 Huella, Año XIII, Nº 496, 8 de enero de 1994. 73 Entrevista a J. Fernández. 74 Huella, Año XIV, Nº 546, 24 de diciembre de 1994.
32
La manera directa y clara con que Duhalde explicó el agradecimiento a
Libonati fue la prueba de cómo se tejieron las alianzas que posibilitaron la reelección
del intendente de San Martin. La provincia y el municipio se dieron una mano (sesgo
cooperativo) y lograron la deseada reelección. Duhalde con rápido tacto organizó la
interna en San Martín instando a una alianza entre su Ministro de la Producción,
Carlos Brown y Antonio Libonati. La lista Unidad fue el reflejo de la dirección
política que Duhalde le imprimió al PJ bonaerense. El fin fue:
“[…] luchar todos juntos para la reelección de Libonati, de Landolfi como
primer concejal y de Bustos como diputado provincial, Migliozzi buscaría ser
Congresal del Partido y Carlos Brown, además de seguir con el Ministerio de la
Producción, alcanzaría la Presidencia del Partido Justicialista en San Martín con
ocho integrantes, además del cuarto y del séptimo concejal y alguna secretaría y
direcciones en el Ejecutivo”75.
Encabezando la oposición a esta lista, se encontraba la lista Federalismo y
Liberación con la precandidata a intendente Graciela Camaño. A Camaño la
acompañaban, entre otros, dos concejales que habían estado detrás de Libonati hasta
poco tiempo antes como Domingo Fráncica y Omar Chabán; y Luis Bianciotto quien
había sido precandidato a intendente por la agrupación “Proyecto San Martín `95”.
Finalmente, el escribano Libonati obtuvo el 59,33% de los sufragios. La concurrencia
del electorado fue histórica ya que se presentó cerca del 40% de los empadronados.
Los afiliados empadronados eran 99.813, el total de las mesas fue de 340 y los
votantes hicieron un total de 38.543 representando al 38,62% del padrón76.
En las elecciones legislativas del 14 de mayo el Frente Justicialista Federal
obtuvo 104.691 votos contra 60.910 del FREPASO y 31.504 de la Unión Cívica
Radical. Como muestra el cuadro número 12 el justicialismo consiguió 6 concejales, 4
la segunda fuerza y 2 el radicalismo77.
Cuadro Nº 12
Concejos electorales 1995 1era minoría 2da minoría Terceras fuerzas 1995 FRE.JU.FE (6) FRE.PA.SO (4) UCR (2) Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
75 Huella, Año XIV, Nº 552, 4 de febrero de 1995. 76 Huella, Año XIV, Nº 557, 10 de marzo de 1995. 77 Fuente: Junta Nacional Electoral de la Provincia de Buenos Aires.
33
El cuadro número 13 muestra la composición del Concejo Deliberante de San
Martín luego de las elecciones legislativas de 1995:
Cuadro Nº 13
Concejales de San Martin en 1995 Frente Justicialista
Federal Frente por el País
Solidario Unión Cívica Radical
Landolfi, Pablo Marcelo Alonso, Alfredo Andrés Cristani, Pablo P. Pacheco Tolosa, Felisa M Scuzarello, Mario Omar Abud, Claudia Fuse, César Luis Pizzurno, Ana María Francisca, Domingo Svageij, Germán Héctor Torres, Humberto R. Najari, Hugo O
Concejales Titulares
Concejales Suplentes Frente Justicialista
Federal Frente por el País
Solidario Unión Cívica Radical
Riobo, Julio Enrique Martínez, Ricardo Biglieri, Carlos Alberto Fernández, José María Arana, Lorenzo del Valle Natero, Víctor Luis Di Rico, Raúl Oscar Muladian, Sergio E. Fleitas, Aldo Armando Steiner, Guillermo Ayala, Eduardo Ángel
Cuccarese, Emilio Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires.
El despliegue del juego cooperativo entre las tres instancias de gobierno,
nacional, provincial y local, se reafirmó cuando el intendente expresó su gratitud a
Duhalde y a Menem porque sin el acuerdo de éstos los municipios no habrían
obtenido el Fondo de Reparación Histórica78:
“[…] que nos permitió hacer 900 cuadras de pavimento, los desagües de
Villa Bonich, el cuenco aliviador del Arroyo Medrano, los desagües de 9 de Julio de
Villa Ballester y la reparación de nuestros centros de salud y nuestros colegios. En
definitiva hubiéramos perdido la oportunidad de seguir haciendo justicia social.79”
Sin embargo, lenta y tibiamente volvieron sobre la mesa las diferencias y
divisiones del PJ sanmartinense. Esta vez los encargados de pugnar por los espacios
de poder serán el intendente y su sobrino, presidente del Concejo Deliberante. En
junio de 1995 tuvo lugar una comida en la que Libonati se reunió con Camaño y
Barrionuevo. Para explicar esta reunión gastronómica Pablo Landolfi apeló a la
palabra inseguridad refiriendo al sentir de su tío. Para Landolfi, Libonati no se sentía
78 En 1991 fue sancionada la ley por la que el entonces vicepresidente Duhalde, como condición para postularse a la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, recibiría 650 millones de dólares de fondos de reparación por parte del Tesoro Nacional. Clarín, 31-01-1998.79 Huella, Año XIV, Nº 567, 20 de mayo de 1995.
34
seguro de la alianza entre la Liga Federal y la LIPEBO. Y el intendente tenía sus
razones, sobre todo cuando su sobrino explicó que la LIPEBO tenía como fin la
llegada de Bustos a la intendencia de San Martín en 199980. Otras opiniones cargan
las tintas sobre Alberto Pierri. Cuando en 1983 Libonati llegó a la diputación nacional
lo hizo bajo el respaldo de Pierri, y por aquello de los favores, don Antonio le debía al
“Beto” algún cargo en la Secretaría de Hacienda favor que no cumplió y la venganza
llegó.
3.2.1) Los rasgos de un liderazgo inestable
El liderazgo del intendente se basaba en un doble rol, su presencia entre los
sectores populares y entre sus pares. Cumpliendo con la función de líder popular
Libonati entregó más de 300 escrituras que dieron propiedad a los vecinos de las
tierras ubicadas en los barrios Libertador y 9 de Julio. En una entrevista Libonati
expresaba:
“Tenía aptitud para político, las mujeres se me subían encima, era alto,
social. No me gustan las propinas, me gusta jugar a ser Dios. Además tenía buenas
ideas que circulaban y Duhalde las usaba, usaba mis ideas. La solidaridad es mi
capital político, ascendí por carisma”81.
Reestructuró la administración municipal con el fin de mejorar el equilibrio
fiscal, a lo que la prensa local llamó “Libonatroika”82 dado la repercusión que tuvo la
medida. Esta reestructuración puso a más de 250 personas en la calle y causó el
enfrentamiento de los sectores de la UCR con el oficialismo.
Realizó frecuentes reuniones con la prensa con el fin de hablar de los
problemas que afectaban a la comunidad y a la prensa local y en junio de 1997
inauguró la Casa del Periodista. Siempre, de acuerdo con sus palabras, estas reuniones
sirvieron para mantener una fluida comunicación con quienes debían presentar a la
comunidad los logros del ejecutivo. Los días lunes a partir de la ocho de la mañana se
reunía con los directores de escuelas. Los miércoles se dedicaba a la atención personal
de la gente que venía a verlo en el anfiteatro del subsuelo del edificio municipal. En
este lugar podía reunir unas 100 personas, el lema era “donde hay una necesidad hay
un derecho” con su equipo atendía durante 8 horas a más de 600 personas. Los temas
que la gente le planteaba eran: el empleo, la salud, la discapacidad, la ejecución de
80 Huella, Año XIV, Nº 5.. , 10 de junio de 1995. 81 Entrevista a A. Libonati. 82 Huella, Año XIV, Nº 585, 23 de septiembre de 1995.
35
viviendas. Libonati solucionaba lo que podía, la solución siempre era directa.
Finalmente, los jueves en desayunos de trabajo recibía a los empresarios para
conjuntamente resolver problemas como las coimas en las habilitaciones.
En el ámbito de la cultura adquirió el cine Plaza donde funcionó el Complejo
del mismo nombre, el ex intendente decía:
“nadie coimeó, se aprobó negociando uno a uno los temas que implicaba esa
compra”83.
Compró la casa de Rosas donde abrió un museo. Favoreció la instalación y el
crecimiento de la UNSAM (Universidad Nacional de San Martín). Creó una escuela
secundaria y una primaria para los empleados municipales y ofreció cursos de
alfabetización para adultos. Apoyó la labor de la Orquesta Filarmónica de San Martín
y del Instituto de Tango. Con fondos del Bingo ayudaron a la construcción del edificio
de “Música en San Martín”, quizás para poder dar cabida a su deseo de:
“[…] cantar tangos. A mí no me gustaría que me sorprendiera el final de mis
días sin haber cantado tangos. Y de ello se mucho más que de política”84.
Para algunos la labor cultural de Libonati y sus propias palabras lo muestran
como un “bohemio” de la política85.
Apoyó a las PyMEs locales promulgando la ordenanza de emergencia
PyMes86 por la que se promovía el empleo y se las eximía de los gastos de
habilitación, construcción y la tasa de seguridad e higiene. La medida fue aplaudida
por el vicepresidente de la Liga de Comercio y de la Industria quien destacó que la
iniciativa no tenía antecedentes en el país. Apoyaron también el proyecto el titular de
la CGT Regional, Lorenzo Bordalecou, la Iglesia y algunos ediles del radicalismo.
¿Dónde aparecieron los conflictos durante su segundo mandato? Aparecieron
en la relación con sus pares. Y los hilos se tensaron con su sobrino, Pablo Landolfi y
con el diputado provincial Bustos. En 1996, luego de conocerse la candidatura de
Eduardo Duhalde para la presidencia de la Nación, el nombre de Libonati y el de una
legisladora de San Isidro de apellido García aparecían como los posibles candidatos a
la vice-gobernación de Buenos Aires junto a Osvaldo Mércuri
“El Duhaldismo crítico hizo un lanzamiento en Mar del Plata donde
participaron entre otros el Pato Galmarini, Felipe Solá, Baldomero Álvarez, volví el 83 Entrevista a A. Libonati. 84 Huella, Año XVI, Nº 675, 14 de junio de 1997. 85 Entrevista L. Peña. 86 Huella, Año XV, Nº 642, 6 de octubre de 1996.
36
mismo sábado y el lunes a primera hora estaba en el despacho de Antonio diciéndole
llamalo ya a Duhalde porque estos te cocinan […] no papito, estamos con proyectos,
el candidato a gobernador va a ser Felipe, el Pato o yo. Estos te cocinan, ya están
cerrando con Duhalde. El se quedó. Antonio es un idealista, un bohemio de la
política87.”
En mayo de 1997 Libonati explicó:
“[…] la lista fue hecha para que la Primera Sección Electoral tuviera
autonomía e independencia de criterio. Por debajo de Eduardo Duhalde nos
gobernamos nosotros mismos88”.
Pero la lista de candidatos a senadores provinciales no tuvo el consenso de
todo el peronismo de la Primera Sección Electoral y el gobernador ordenó entonces
disolverla y armar una que aglutinase a todo el justicialismo bonaerense.
Por otra parte, en San Martín, el Dr. Carlos Brown líder de la agrupación
Grupo de Trabajo y Luis Barrionuevo líder de Federalismo y Liberación se unieron
para dar batalla en la interna local. La lista estaba apoyada por el ministro de Obras y
Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, Hugo Toledo y la ex diputada
nacional Graciela Camaño entre otros.
3.2.2) Los inicios de la inestabilidad y su derrumbe
Las internas del 29 de junio de 1997 dieron el triunfo a la lista 34 que llevaba
como primer candidato a concejal al Prof. Carlos María Libonati, hermano del
intendente, con un total de 20.015 votos sobre 13.756 de la lista 2 que impulsaba la
alianza Brown-Barrionuevo y 1.260 de la liderada por Antonio Ginés. En esta interna
participaron de un total de 224.434 afiliados sólo 37.545 representando un 16,73% de
los empadronados, contrariamente a lo sucedido en 1995 donde participó casi el 40%.
Otro dato curioso fue el voto en blanco que ascendió a 630 y lo que resultó más
extraño fue el voto catalogado como “otros” que sumó 1.884 sufragios89.
Finalmente, en las elecciones del 26 de octubre el PJ fue derrotado por la
Alianza (FREPASO-Unión Cívica Radical) en este sentido el resultado electoral
siguió el arrastre de las elecciones nacionales. La Alianza obtuvo votos en circuitos
electorales que habían sido bastiones históricos del Justicialismo. El cuadro 14 resume
esta situación.
87 Entrevista a J. Fernández. 88 Huella, Año XVI, Nº 673, 31 de mayo de 1997. 89 Huella, Año XVI, Nº 678, 5 de julio de 1997.
37
Cuadro Nº 14
Elecciones concejales 1997 1era minoría 2da minoría Terceras fuerzas 1997 Al.Trab. Just.Y Edu. (7) FRE.JU.BO (5) - Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires
Cuadro Nº15
Concejales de San Martin 1997 Al.Trab. Just.Y Edu FRE.JU.BO
Rogines, Graciela Libonati, Carlos M. Fernandez, Alejandro C. Salar, Roberto R. Tallody, Liliana Gomez, Graciela Musso, Fabian E. Capriotti, Armando Moreira, Fernando A. Rovere, Ricardo R. Garre, Laura P.
Concejales Titulares
Concejales Suplentes Al. Trab. Just. Y Edu. FRE. JU. BO.
Rojas, Olga H. Gonsalez, Teresita Inzaurraga, Ignacio Libonati, Sebastián A. Cristiani, Hugo O. Passeron, María Luisa Gerez, Haydée S. Carpenter, Jorge E. Pagella, Raul O. Jadige, Aldo J.
Godoy, Walter A. Vicente, Marta I. Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires.
El 10 de diciembre asumieron los nuevos concejales de San Martín, los totales
fueron: once por el PJ, doce por la Alianza y uno por el P.A.I.S.
Para los dirigentes justicialistas hubo dos campañas, la nacional y la
provincial. San Martín reflejó la cualidad cooperativa entre la provincia y el
municipio y junto con ella no pudo abstenerse del arrastre nacional.
“Responsables somos todos los peronistas que tuvimos algún grado de
conducción del municipio, del partido, de los sectores internos. […] le falta al
peronismo contenido político. Estamos solamente en la tarea de gobierno y eso
solamente no asegura las elecciones90”.
Luego de las elecciones el intendente no sólo no aceptó los rumores que
auguraban su renuncia sino que señaló que iba a seguir hasta el 10 de diciembre de
1999 y agregó:
“Voy a disfrutar estos dos últimos años, ante la posibilidad de que se pudiera
repetir un resultado adverso y no siga en el cargo después del ’99. Y aunque no
90 Huella, Año XVI, Nº 695, 1º de noviembre de 1997.
38
aspiro a estar una vez más en la intendencia, si aspiro a continuar las cosas que estoy
realizando, que creo que son buenas y de las cuales quiero disfrutar. El disfrute se
refiere a esto: atender a la gente,[…] y que a lo mejor han votado en contra. Esto es
lo bueno que tiene el ejercicio del poder, del cargo: poder hacer cosas así, seguir
trabajando […] 91”.
Con estas palabras Libonati corroboraba su intención de continuar en el
ejecutivo y deslizó su deseo de ser reelecto en 1999.
Los conflictos con su sobrino recrudecieron cuando en abril del ’97 Landolfi
declaraba:
“[…] en el ’95 la LIPEBO tenía sus ‘propias pretensiones’ pero que tuvieron
que postergarlas cuando Duhalde le pidió a Bustos la unidad para vencer en la
interna a Graciela Camaño. En ese momento, el intendente (Libonati) estaba pasando
un mal momento […]. Nosotros sin embargo, dijimos bueno aquí estamos. Fuimos al
plenario de la UOM donde éramos mayoría, y apoyamos nuevamente la candidatura
como intendente para 1995 de Antonio Libonati. Recordó Landolfi que en aquel
plenario en la sede sindical, Libonati afirmó que el próximo candidato sería de la
LIPEBO y que tal promesa no fue cumplida. Los compromisos, los hombres y mujeres
del peronismo los cumplimos, porque para eso los hacemos.[…] Nosotros queremos
una alianza con el sector de la Liga Federal que dirige Antonio Libonati. Sí, la
queremos como queremos una alianza con el sector de Migliozzi, con el sector de la
Liga Federal de Fráncica, es decir con aquellos que históricamente acompañamos
este proceso electoral que empieza en 1991 y que nos dio nada más que
satisfacciones a todos, porque desde aquel momento hasta ahora no hemos perdido
una elección en San Martín”92.
Como prueba del creciente poderío del sobrino, en la asunción y jura del
nuevo período legislativo los concejales de San Martín lo eligieron presidente del
Concejo Deliberante. El triunfo de Landolfi se produjo por el voto disidente de la
concejala radical Claudia Abud quien votó a un correligionario que no se presentó y
finalmente le dio al PJ la mayoría necesaria para quedarse nuevamente con la
presidencia del HCD. Landolfi explicó que ante las diferencias surgidas en la Alianza
el justicialismo dejó de lado la abstención y mantuvo la disciplina del bloque lo que 91 Huella, Año XVI, Nº 695, 1º de noviembre de 1997. 92 Huella, Año XVI, Nº 668, sábado 26 de abril de 1997.
39
les permitió alcanzar la jefatura del mismo. En lo concerniente a las vicepresidencias:
la Alianza logró la 1era y la 3era quedando para P.A.I.S. la segunda. En ocasión de
visitar a los concejales y felicitar a su sobrino por la recuperación del sillón
presidencial, Libonati le manifestó su apoyo para su candidatura a intendente en
1999. De esta manera quedaba sellado el pacto entre los dos familiares. El sobrino
apoyó al tío durante dos períodos ahora le tocaba al tío ceder a favor de su sobrino 93 94.
En los inicios de 1998 la jefatura del ejecutivo local era un bien ponderado por
varios notables del justicialismo de San Martín. Así, en enero aparecían como
posibles candidatos: el presidente del H.C.D. Pablo Landolfi, la diputada Graciela
Camaño, el ex Secretario de Seguridad Bonaerense y ex Intendente Carlos Brown, el
secretario del Sindicato de Empleados Municipales de San Martín Jorge Carranza y el
ex concejal Rodolfo Musitani. Además de estos nombres, otros tres peronistas
devenidos frepasistas aspiraban al sillón del ejecutivo, estos eran: el ex concejal
Antonio Bernardi, el diputado provincial Guillermo Oliver y Carlos Campos.
Durante el verano y con su característica seguridad en sí mismo Antonio
Libonati expresó su deseo de ser candidato a Gobernador en 1999 rompiendo el pacto
cerrado en la jura del Concejo Deliberante. En su proyecto el intendente pretendía
reunir a los leales de siempre, esto es la Liga Federal y la LIPEBO. Sin embargo, la
LIPEBO ya había lanzado su juego y apoyaba a sus principales referentes locales:
Eduardo Bustos y Pablo Landolfi. En la disputa por el ejecutivo Brown dejó entrever
que su candidatura se efectivizaría sólo si se lograba una lista de unidad ya que para
él:
“Volver a una interna sangrienta donde sólo hay desgastes de toda clase no le
hace bien al justicialismo95”.
Cuando aún no había aclarado el futuro de la interna dentro del peronismo, la
tormenta llegó a San Martín. Los concejales de la Alianza con el apoyo del PJ
pidieron la suspensión preventiva de Libonati y la investigación por excesos en el
gasto municipal, déficit fiscal, no rendición de cuentas, avasallamiento institucional,
93 Huella, Año XVI, Nº 701, 13 de diciembre de 1997. 94 Huella, Año XVI, Nº 702, 20 de diciembre de 1997. 95 Huella, Año XVII, Nº 712, 7 de marzo de 1998.
40
baja recaudación, ilegalidades en la ejecución presupuestaria, faltas reiteradas en
perjuicio del erario municipal y un déficit de 14.000.000 de pesos96.
Esta jugada de los opositores a Libonati dejó sin velos la lucha de las
facciones justicialistas que se acrecentó cuando el intendente declaró su apoyo al
presidente Menem. Su integración al sector del “Duhaldismo crítico” fue la gota que
colmó la paciencia del gobernador preocupado por su carrera hacia la presidencia en
1999.
Por otra parte, la llegada de Landolfi a la presidencia del Consejo aceleró el
proceso. Ido el intendente, el cargo ejecutivo quedaba en sus manos y en su lugar la
presidencia del Concejo recaía sobre la aliancista Ana María Pizzurno. De esta
manera, el sobrino y la Alianza obtenían los más altos cargos de la comuna. Y por
otro lado, le quedaba a Landolfi el camino sin rispios para presentar su precandidatura
a intendente desde el mismísimo sillón comunal97.
De nada le valió a Libonati la presentación hecha ante la Corte Suprema de
Justicia de la Provincia de Buenos Aires, había perdido el apoyo político del
gobernador y jefe político del PJ bonaerense Dr. Eduardo Duhalde. No contentos con
la suspensión, los concejales aliancistas y justicialistas presentaron una denuncia
penal contra el intendente por violación de los deberes de funcionario público,
adulteración de registros y falsedad ideológica de documento público.
La facciosidad del hecho se acentuó cuando el partido Acción por la República
remarcó que depuesto el intendente todos los sectores involucrados en la medida
pasaron a ocupar espacios de poder más considerables y que en situaciones similares
el colegiado municipal no emitió observación alguna98.
3.2.3) Libonati: la víctima
Al reflexionar sobre su suspensión Libonati se consideró una víctima política
del gobernador impulsado a apoyar su alejamiento a partir de una jugada local donde
alguien de San Martín hizo llegar a algún dirigente intermedio la posibilidad de la
renuncia del intendente sin ningún tipo de conflicto, cosa que no sucedió. Por otro
lado, explicó que su hermano fue obligado a votar en su contra por presiones99. Ante
96 Huella, Año XVII, Nº 715, 28 de marzo de 1998. 97 Huella, Año XVII, Nº 715, 28 de marzo de 1998. 98 Huella, Año XVII, Nº 717, 11 de abril de 1998. 99 Huella, Año XVII, Nº 723, 23 de mayo de 1998.
41
estas declaraciones Carlos María Libonati dijo que nunca fue presionado100. Otras
opiniones concuerdan en que:
“[…] la suspensión y destitución de Libonati fue un gran invento
administrativo. Lo encontraron sin ninguna fuerza y fue fácil suspenderlo y destituirlo
[…]”101.
En la pelea, el Concejo Deliberante logró la destitución de Libonati el 10 de
junio de 1998. Para el ex intendente lo sucedido fue un acto autoritario ante quien
opinó independientemente sobre acontecimientos nacionales y provinciales. Para
Duhalde no hubo dudas, la mayoría lo destituyó, algo pasó. Libonati expresó su
alineamiento detrás del presidente al considerarlo:
“Un gran estadista que no puede desaparecer en el futuro de la política
argentina102”.
Y como ha rey muerto rey puesto, Pablo Landolfi juró como nuevo intendente
de San Martín ante el HCD el 10 de junio de 1998. Pero la novela no había finalizado
y el 30 de junio la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires 103restituyó al escribano Libonati en su cargo. En sus declaraciones expresó la
voluntad de negociar con los concejales y cargó sus balas contra su sobrino de quien
dijo se debían investigar los meses de gestión104. Por otro lado, entre los concejales
volvieron los reacomodos, Landolfi reasumió la presidencia del cuerpo y la concejala
Pizzurno la vicepresidencia 1ª. Para el concejal la medida de la Corte era cautelar por
lo que confiaba en su pronto retorno al ejecutivo. Mientras tanto el intendente y su
100 Huella, Año XVII, Nº 724, 30 de mayo de 1998. 101 Entrevista a J. Fernández. 102 Huella, Año XVII, Nº 726, 13 de junio de 1998. 103 Durante el año 1998 Antonio Libonati fue suspendido por 60 días para luego ser destituido bajo las acusaciones de mal desempeño de sus funciones. Apeló esta decisión frente a la Justicia y obtuvo la reincorporación a su cargo. Al ser reincorporado Libonati acusó al gobernador Duhalde de haber estado detrás de su suspensión original ya que en el momento, el intendente trabajaba en la re reelección del ex Presidente Menem, peleado con el Gobernador. Siete años más tarde el Tribunal Oral número 6 de San Martín encontró al ex Intendente culpable de fraude contra la administración pública y fue sentenciado a tres años de cárcel en suspenso a la espera de que sea imputado por otros delitos. En este momento se lo encontró culpable de la refinanciación ilegal de un crédito de la empresa Gualtieri S.A. por repavimentación de las calles. También se lo suspendió de por vida para poder ejercer cargos públicos. La causa fue iniciada por el actual intendente, Ricardo Ivoskus, al encontrar un reclamo de pago por un valor de 31 millones de pesos a favor de la empresa VAGSA en lugar de la deuda original que sería de 11 millones de pesos. La deuda fue refinanciada por la administración de Libonati en el año 1996 aprobada por el entonces Concejo Deliberante. En el mismo juicio fueron absueltos el sucesor de Libonati, Pablo Landolfi y 34 concejales y ex concejales. Clarín, 16 de junio de 2005, La Nación, 1º de julio de 1998 y Acción “Ridícula condena y absolución para ex intendentes “fraudulentos” ” 104 Huella, Año XVII, Nº 729, 4 de julio de 1998.
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bloque funcionaban por veredas diferentes y Brown anunciaba su candidatura como
futuro intendente.
En septiembre el Concejo Deliberante logró una vez más la destitución de
Libonati reasumiendo el ejecutivo Pablo Landolfi. La batalla no había concluido, el
escribano se atrincheró en su despacho y en declaraciones dijo:
“[…] no hemos cometido nuevamente ningún delito, ninguna falta grave, sino
que hay una ambición de poder y hay una ambición de defender los intereses propios
y no los de la gente […]105.”
Por su parte el sobrino tildó al tío de insano y preso de una actitud demencial
al negarse a ser suspendido y resistirse con métodos violentos. Como muestra de una
marcada actitud machista siguió apuntando contra su pariente:
“Si Libonati manda a mujeres a decir las cosas es porque no tiene las pelotas
suficientes para decírmelas en la cara106”.
El culebrón continuaba para uno de los entrevistados Pablo Landolfi era un
inmoral:
“[…] Landolfi tiene problemas psicológicos, no tiene moral. Se encontró
manejando casi el 60% del municipio y quería el 100%, no tenía nada que ver con lo
político. Antonio ante un conflicto cedía, ponía funcionarios […]107.”
Lo cierto es que el sobrino, asumió el 24 de septiembre otra vez el ejecutivo.
Esto fue luego de la decisión de la Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires
que había desestimado el planteo del conflicto de poderes interpuesto por el Libonati
como último recurso para que la Justicia invalidara el decreto mediante el cual el
HCD local había aprobado por mayoría su suspensión108.
Cansado del cuento de nunca acabar Libonati desistió de las causas pendientes
y explicó su preferencia porque el conflicto se resolviera en las urnas. Pero las
elecciones no llegaron y para Brown los culpables estaban dentro de algunos sectores
del peronismo y en la Alianza. Para el frepasista Guillermo Oliver el acusado era el
gobernador Duhalde que no convocaba a elecciones por miedo al seguro triunfo de la
Alianza109.
105 Huella, Año XVII, 740, 19 de septiembre de 1998. 106 Huella, Año XVII, Nº 740, 19 de septiembre de 1998. 107 Entrevista a J. Fernández. 108 Huella, Año XVII, Nº 741, 26 de septiembre de 1998. 109 Huella, Año XVII, Nº 744, 17 de octubre de 1998.
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En declaraciones del precandidato justicialista a intendente Leonardo Gerbasi
nadie era inocente, todos los políticos locales fueron responsables de la pésima
calidad institucional en la que se encontraba San Martín. Todos trabajaron para
voltear a Libonati porque la unión de Libonati, Landolfi y Bustos en una interna
peronista era imposible de vencer. Entonces se alimentó al sobrino contra el tío y el
próximo a desaparecer sería el propio Landolfi porque el objetivo era romper la
alianza entre los tres por parte de Brown, Barrionuevo, Toledo110.
El año ’98 concluyó con dos precandidatos justicialistas a la intendencia Jorge
Porchetto de la agrupación “Justicialismo para todos” liderada por Luis Abelardo Patti
y Carlos Ramón Brown. Este último apoyado por el diputado provincial Eduardo
Bustos. Finalmente en las internas del 9 de mayo de 1999 resultó elegido candidato a
intendente el Dr. Carlos R. Brown.
Entretanto la pelea por el espacio ejecutivo continuaba y el 17 de mayo de
1999 el Concejo Deliberante aprobó disponer la interpelación del intendente Landolfi
por la situación financiera del municipio. Al pedido de interpelación se sumó la
derrota de la lista 2 que lo tenía como primer candidato a diputado provincial en la
interna justicialista. Luego de idas y venidas postergando la interpelación el
intendente Pablo Landolfi presentó su renuncia indeclinable y asumió el ejecutivo la
concejala Felisa María Pacheco Tolosa en su carácter de primer candidato hábil de la
lista del PJ de acuerdo con lo establecido por la Ley Orgánica Municipal artículos 15º
y 87º en caso de renuncia111. Y para no ser menos la intendenta también obtuvo la
aprobación de una interpelación por parte del Concejo Deliberante.
El incumplimiento de Libonati con los pactos que le posibilitaron su ascenso
al poder local fue tejiendo la maraña de su derrota dentro de un entramado peronista
local con ausencia de un líder fuerte como para aglutinar a los díscolos. Además,
debemos tener en cuenta que en 1999 la política local siguió nuevamente los embates
de la nacional.
110 Huella, Año XVII, Nº 745, 24 de octubre de 1998. 111 Huella, Año XVIII, Nº 776, 5 de junio de 1999.
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Conclusión
La democracia ha sido poco estudiada en la instancia local y,
según Amaral y Stokes (2005), es allí donde se advierte más nítidamente
la calidad de la misma y se perciben las relaciones entre las redes y el
lugar de los partidos en ellas.
Cuando en 1983 el municipio de San Martín inició la
reconstrucción de las instituciones democráticas, los partidos políticos
locales se encontraban insertos en viejas querellas por controlar el
espacio local. Las luchas no se disputaban en el aislamiento del
municipio sino que se imbricaban con las disputas en los niveles
provincial y nacional. Los viejos contrincantes, obnubilados por alcanzar
espacios de poder en una lucha donde no importaba dejar de lado a los
amigos y asociarse con los antiguos enemigos, impidieron la
construcción de redes políticas que preservaran la calidad democrática
reflotando el uso de recursos como la concesión de favores sean estos en
el nivel local, provincial o nacional.
Radicales y peronistas desplegaron los artificios del juego
histórico para conquistar o aferrarse al poder. En la contienda acotaron
los espacios para posibilitar la inserción de nuevos militantes y no
dudaron en sacar del camino, camino democrático, a intendentes elegidos
por el voto popular.
En el caso de Debrasi, un radical de última hora, su deslegitimidad
partidaria se puso de relevancia en un doble sentido: positivo y negativo.
Positivo a la hora de competir por el espacio electoral que el radicalismo
sentía perdido en un municipio de fuerte impronta peronista, la figura de
Debrasi no empañaría la tradición radical si las elecciones les eran
desfavorables. Negativo ante el impacto nacionalizador que los promovió
al gobierno, los radicales advirtieron que el liderazgo del intendente
ponía en riesgo el espacio de los sectores históricos. Cuando éstos
estimaron que el comportamiento del intendente los perturbaba y los
desplazaba consideraron que había llegado la hora de frenar la autonomía
del intendente y ocupar los espacios gubernativos. Para los sectores
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tradicionales Debrasi se comportó como un advenedizo 112 que vino a
perturbar a sus correligionarios. Su triunfo fue un imprevisto en un
distrito donde la UCR era tradicionalmente segunda. No pudo
fortalecerse por falta de recursos y apoyos en el entramado partidario y
social local, radicales históricos, desplazados del centro de las decisiones
políticas lo destituyeron para alcanzar los espacios de poder en los que se
los había intentado ignorar.
En el caso de Brown, un peronista con amplia trayectoria y
reconocimiento en el PJ local, provincial y nacional, la imbricación de la
política local con la nacional posibilitó su ascenso al poder. En la forma
de conducir y representar los intereses de los sectores sindicales y de los
sectores medios locales se explica el carácter dual de su liderazgo. La
relación con ambos sectores lo fortaleció en la instancia local. Sin
embargo, cuando quiso competir para alcanzar la máxima magistratura de
del gobierno provincial esta característica de lo local no fue suficiente y
el Dr. Eduardo Duhalde, su contrincante en la interna peronista lo
derrotó.
En el caso de Libonati, un peronista con poca visibilidad en el PJ
local, su relación con la gobernación provincial, impacto
provincializador, le posibilitará alcanzar la dirección del PJ
sanmartinense y la intendencia del municipio. En esa línea, su liderazgo
se sostuvo por el intercambio de beneficios con el gobernador Duhalde
hasta permitirle incluso la reelección. Pero, cuando pretendió retener el
poder en vistas a un tercer mandato, las disputas dentro del PJ local e
incluso provincial lo dejaron fuera del juego y reflejaron la debilidad de
su liderazgo. El impacto cooperativo entre la Nación, la Provincia y el
Municipio le impidieron tejer alianzas para continuar en el poder.
Cuando cooperó con la Nación la provincia lo aisló y en 1999 no sólo
perdió San Martín, sino que junto a él, el PJ no pudo volver a retomar la
conducción del distrito.
112 Ver la noción de Abélès sobre el rol del político perturbador dentro del escenario local (Abélès: 1989).
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