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LA ECONOMIA EN EL PENSAMIENTO VENEZOLANO

LA COLONIA

"Encargamos y mandamos a los deldicho nuestro Consejo de Indias,que algunas veces platiquen y seocupen de pensar y saber en qué co­sas podemos ser servidos y aprove­chados en el caso de Indias". (Leyesy Ordenanzas para la Gobernaciónde las Indias, 1525).

Un panorama nuevo se presenta a la monarquía espa­ñola con el descubrimiento del Nuevo Mundo. El ámbito pa­ra desarrollar un nuevo estilo de vida, de conquista y coloni­zación, como no se había presentado desde la época del Im­perio Romano. Mommsen dice que la historia de toda na­ción, y en especial de la nación latina, es un vasto sistema deincorporación. Para España es una incorporación atlántica.De ahí que un profesor argentino discuta el apelativo de colo­nias, negando que fuésemos ello. Una empresa que rué al

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principio de carácter popular, a poco toma las característicasde obra monolítica de gobierno, de compenetración en todoslos órdenes de la vida con el país conquistado o de liquida­ción de aquello que no creía necesario para su organizacióncon tinen tal.

De las capitulaciones de Colón se pasa hábilmente ala toma casi directa de las riendas de la colonización para quesea la obra maestra del espíritu de poder de aquella nación,que, salida a poco de la anarquía feudal, tomaba ya los relie­ves de un imperio de ideas centralizadas.

Dentro del mágico encanto de las cartas de Colón ode Vespuci y de los cronistas que recogen los primeros moti­vos del alma y de la tierra indiana, se trasluce la realidad dealgo potente que se inicia, y el beneficio para España de sermercado único y absorbente de todo aquel granero agrícolay acervo mineral que sería América.

Hay un momento singular y expectante en el descu­brimiento, y es cuando Colón, ansioso e inquisitivo, quieresaber cuál es la palabra india para nombrar el oro, y de loslabios del indiano la escucha con esperada paciencia de al­quimista, para escribirla inmediatamente en su diario: NU­CAY. Ninguno de los nombres de las especies de Orientetiene más armonía de belleza en voz india y letra españolaque ésta de Nucay. Y a los españoles les favorecería que elindio no tuviera, por lo menos entre nosotros, el conceptodel valor ni para el oro ni para las perlas, y por ello perderíaen el trueque con abalorios.

Esta primera imagen económica sería el bautizo deAmérica y lo único que guiaría al conquistador por muchossiglos; de ahí que Lope de Vega estereotiparía la empresa delespañol en este verso en su comedia del Nuevo Mundo:

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So color de religiónvan a buscar plata y orodel encubierto tesoro.

En este mapa de América todavía balbuciente, dondeEspaña tiende su dominio, hay una gran región centro-conti­nental, que es la venezolana. España sólo no tiene entradaen el Brasil, que se hace portuguesa. A aquella Venezuela enun principio no se le presta la atención debida, porque el se­ñuelo está en Méjico y Perno Para luego ser una de las colo­nias más importantes y sus habitantes, políticos, "muy polí­ticos" -corno dirá Humboldt-, y reserva insospechada de ri­queza agrícola y ganadera. Así pasa con el tiempo. En losmapas antiguos de América se señalaba que más allá de loque es hoy Norteamérica no había nada, y a esa región se lellamaba Canadá -contracción de las palabras "acá-nada", y,sin embargo, hay que ver lo que sería después, y hoy, en ri­queza, producción y potencialidad.

Los españoles no encontraron en nuestra tierra unaorganización económica, como en Méjico o Perú. En estoslugares había una cultura intensa, pero no extensa. Fueronzonas focales o centrales: Méjico, que se ex tendía hastaGuatemala y Honduras.

Los descubrimientos antropológicos de esta ultima:mármol trabajado para moler el maíz, dentaduras de jade(Museo de Tulane), los cronistas hablan abultadamente deesta organización indígena, y por ello se estudian estas for­mas de economía azteca e incaica (Imperio socialista de losIncas;' forma moderna). La comunidad agraria es el tipoeconómico social, de origen familiar: el AYLLU peruano, elCALPULLI azteca. Sobre la tierra no se ejerce propiedadprivada, sino que es de la comunidad. Dividida en fraccionespara jefes de familia. Periódicamente es redistribuida paraevitar la posesión larga, que conduce a la propiedad. Econo-

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mía agrícola cerrada. Hay conquistas de unas tribus porotras, formándose estructuras políticas complejas -confede­ración azteca-, ciudades, estados mayas, imperio incaico coneconomía estatal, que llega superior en los incas. El Aylluprimitivo abarcaba planificación de la producción, reparto debienes por zonas, estadísticas de mano de obra disponible,traslado de minas, distribución de materia prima, percepciónde tribu tos.

La agricultura a base del maís, el ganado de tipo me­nor; no hay producción para el intercambio mayor, no se co­nace la moneda, aunque algunos objetos llenan esa función.No hay venta de la fuerza del trabajo de un individuo a otro.No hay acumulación de riqueza en la forma moderna concep­tuada. La esclavitud, como institución económica social, noexistió; el esclavo y el siervo si existieron; son actos más acci­dentales que institucionales. El sistema inca da ocupación atodo el mundo. No hay desocupación ni hambre.

¡Qué diferencia con lo que podemos llamar adoles­cencia económica en nuestros indios! Aquí solo impera laeconomía natural del trueque en sus primeros pasos; hay ri­queza, como en otras partes; hay gente, pero no hay organi­zación sino simplista.

Castellanos nos pinta con entonación la pluralidad deriqueza de nuestro mundo americano, para luego referirse anosotros así:

En Indias tierras hay do no se críanoro ni plata; mas en su distanciaalgunas veces tal granjeríaque suele dar riquísima ganancia,supliendo aquella falta que teníacon cosas de no menos importancia,que causa natural allí compusoy los hombres aplican a su uso.

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no de la influencia de la economía en el pensamiento de loshombres. La lucha en tomo a los frutos dió nuevas pers­pectivas de pensar económico en los hombres que teníansus reales en nuestro medio.

Algún día podremos describir la influencia del ganadoen nuestra historia. De él no se perdía ni el grito como se de­cía en el llano. Uno de los capítulos más penetrantes de lahistoria argentina está estampado en el ganado. En una obramoderna de Ezequiel Martínez Estrada, Muerte y transfigura­ción de Martín Fierro, hemos contemplado con entusiasmosu penetración al aflorar para la modernidad esa influenciapreponderante, en la economía y sociología de un pueblo, co­mo es la del cuero. Entre nosotros tenemos similitud de in­fluencias grandes por el ganado y sus productos. En tomo aellos se pueden hacer investigaciones que nos darían catego­ría económica para resolver muchos problemas aun insospe­chados, para presentar la historia como nacida también deesos factores, de esas realidades tradicionales con las cualescuenta muy de fondo la economía.

Un Teniente de Justicia de Calabozo, región llanerapor excelencia, don José Gabaldón, buen servidor, le escribíauna bella carta el Capitán General Unzaga y Amézaga el 5 defebrero de 1779, en la cual manifestaba diplomáticamente lanecesidad de un mejor puesto, y al final decía: "Ya aparecie­ron los "quesitos de Gabaldón", los que le enviaré de nuevo;sí le llegarán a sus manos". Parece que los que le habían en­viado se los "chasqueaban", o cogían, terminando su cartacon estas seguras palabras de que "ahora sí les llegarían" "por­que los hijos de Málaga no son como el reloj de Pamplona".Dicho antiguo según me han asegurado, por el cual se mote­jaba dicho reloj de marcar la hora, pero no dar la campanada.El que llevaría los quesos sería de Pamplona, o Gabaldónsería de Málaga. Lo que sí es seguro es que el Capitán Gene­ral Unzaga, que también estuvo en la Luisiana, era malague-

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ño. Con este pequeño ejemplo sabremos comprender quecon este producto del ganado se había también políticamenuda y se escribía literariamente.

Dentro de estos períodos hay los altibajos cíclicos pordonde pasan las economías coloniales, motivadas por las gue­rras de España con otras naciones que se re flejan en nuestrasplayas, las piraterías, los bucaneros, el contrabando, las epide­mias. Pero se vahaciendo la riqueza pública y privada y laeconomía va dándole personalidad y perspectiva al elementonacional. Hay también un ideal económico que anima la par­te intelectual del hombre venezolano, más cercano a nuestrasrealidades que a las españolas continentales. Van misiones aEspaña a conseguir -voz de las ciudades- ciertas ventajas eco­nómicas dentro del rigorismo centralizado y absorbente de lapolítica económica de España. Recordemos a Sancho Brice­ño, a Simón Bolívar el viejo, que pide hasta Universidad, losmemoriales sobre el estanco de tabaco que hicieron los Ca­bildos criollos.

En todas las manifestaciones de gran alcance econó­mico se trasluce que el hombre nuestro está pensando en he­chos superiores que pueden resolver sus situaciones, así comola armónica convivencia con su suelo; la agudeza del pensa­miento va penetrando en campos donde hasta ahora imperael poder omnímodo de la monarquía, se va consolidandoen su mente ciertos intereses, que, aun cuando son suyos,están en la vertiente que va a dar el gran cauce de la econo­mía; se va realizando lo que llama Cassirer "la acción dramá­tica de su pensamiento". Es que la colonia ha vivido en unaactividad pasiva, sirviendo a los solos intereses de ultramar,encerrada en una teoría mercantilista que no le daba tiempopara desarrollar industrias, viviendo solo en un comerciounilateral, de quien todo lo compra y casi nada vende. Ycuando sus frutos y ganados alcanzan florecimiento, sólo loconsumen a medias y está encuadrada prácticamente en un

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ambiente monopolizado. La economía nacional ha sufridoimpactos profundos que han trastornado la evolución de lascosas, impactos que van a unificar sus tendencias y miraseconómicas.

El alma matinal recuerda cómo un monarca había da­do a una familia poderosa y lejana del ámbito español toda laantigua gobernación: los Belzares. Si no se hubiera rechazadocon toda la timidez esta primera intromisión, como lo de­muestran los memoriales y escritos; si los alemanes hubierandesarrollado una política diferente en nuestro medio, tal vezno seríamos lo que somos, tal vez seríamos una Alemaniachiquita en nuestros límites territoriales. Pero sufrimos alempezar el choque contundente de una raza que estaba bajola influencia de la barbarie. Si hubieran colonizado como elespañol aquí, se habría realizado el milagro de ese mileniogermano tan buscado. Pero en "monopolio y aislamiento"encierra Humbert "Ia estada del alemán en nuestras playas.

El segundo impacto que sufre la economía nacionalcasi dos siglos después de los Welseres fué el establecimientode la Compañía Guipuzcoana

Este nuevo elemento a poco se desarrolla y afianzacomo un sistema monopolítico sobre los productos de cultivoy de comercio en general.

Dando a un conglomerado étnico un poco diferencia­do del elemento fomentador como era el español de las me­setas, trae en el elemento creado un concepto diferente en lamateria económica, especialmente en favor de la libertad decomercio, una forma de atacar el monopolio de la Compañía.

No vamos a entrar a dilucidar los pormenores de la vi­da de esta Compañía en su carácter interno, sus ganancias opérdidas, o sus ventajas o sus desventajas que trajo a nuestro

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comercio. Pero sí en cuanto a las ideas que ocasionaban dostendencias del monopolio como política de la Compañía ypensamiento de sus hombres, y la de los triunfos de luchacontra el monopolio. Basada en ellas definitivamente, peroseguidos a una finalidad de libertad comercial dentro de lapolítica exclusivista de la Compañía. El mismo Gobierno re­presentado por el Intendente Abalos, representa una luchaigual a la de las otras naciones; de una parte está Abalos sos­teniendo el noble comercio de Venezuela con México, basadoen la lógica de la exportación de cacao y la poca plata que yano se obtenía por este comercio, y después; sus informes so­bre el comercio libre en general y particularmente su ataquedirecto a la Compañía, que fué la política para su final extin­ción. De otro modo, la lucha ideológica de los criollos y pe­ninsulares representada en Juan Francisco de León. De quehay una ideología perfecta en materia económica como trans­formada en las rebeliones de León se ve claramente en la car­ta de este, que contiene los puntos esenciales de su doctrina.

De una libertad económica al principio, se pasa alsostenimiento de las doctrinas mercantilistas que, unidas ala fisiocrática ya las primeras manifestaciones de Adan Smith,enseñan al nacionalista que hay una fuerza superior que en­cauza y dirige todos los aspectos de la fama económica y quelas medidas que se imponen son en gran parte para un benefi­cio de ultramar, y las leyes que vienen de ella están adiestra­das para cimentar un organismo colonial. Y éstas no eran so­lamente aplicadas a nosotros; Chile no podía abrir comerciosino con. Lima y Panamá; más tarde lo tuvo directamente conEspaña. El Secretario del Real Consulado de Santiago, DonManuel de Salas, gran economista, contrariaba esta política aldecir: "Abriendo tres puertos al tráfico con todas las nacio­nes nos podemos considerar ubicados en el centro del mundo".

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LA INDEPENDENCIA

Cada día tiene su propio afán.

LaBiblia

Tras los gritos, aplausos y entusiasmo con que se reci­bió a la Junta Suprema de Caracas, y la seriedad con que lasmasas recibieron la instalación del Congreso, se esconden yafloran problemas y medidas de índole económicas impor­tantísimas. A través de Bolívar, el ideólogo, el práctico yelintuitivo se puede desarrollar el cursillo económico de estaépoca. Y Bolívar pudo practicarlo porque además de ser elgran hombre que nosotros conceptuamos admirativamente,en él también se realizaban situaciones económicas personalesy de cultura intelectual para resolverlas en política económi­ca. El es representativo de un trasfondo económico que le dabase para sus ideas de' gobierno e independencia. Una de lasprimeras cartas suyas que conocemos explica a un pariente deél esta fase de dominio; "No ignora usted que poseo un ma­yorazgo bastante cuantioso", Lo que lo afirma para expresarposteriormente que él no nació para simple Alcalde de SanMateo. Todos sabemos lo que implicaba esta figuración so­cial en el medio ambiente colonial.

El Congreso no pudo establecer una política econó­mica de largo alcance, como nosotros tal vez en nuestro sigloXX hubiéramos deseado; porque él estaba actuando dentrode un sistema legal para el mundo, y el resultado de ello seríalo establecido. Fijaron la libertad de industria, acabaron conlos fueros y con la esclavitud por lo menos en principio, perodejaron una trabazón de problemas económicos que no po­dían de una manera definitiva resolverlos, por ejemplo,en elestanco del tabaco y de la sal, cuyas medidas de liquidacióndeberían haber sido las primeras por cuanto fué bandera enlos años anteriores y una de las aspiraciones principales. Perorazones económicas de sostenimiento monopolizador y deregalías no lo aconsejaban.

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La Junta Suprema había promulgado la libertad decomercio con naciones amigas o neutrales, como la reorgani­zación igualmen te del arancel aduanero de manera de favore­cer la importación de utensilios para desarrollar la economía,suprimió los derechos de exportación, el derecho de alcabalasobre géneros alimenticios y se prohibió también el tráficode esclavos. Se decretó la creación de una sociedad para fo­mentar el progreso económico del país que fué la célebre So­ciedad Patriótica de mayorinf1uencia política que económica.

Entre tanto se establece el Semanario de Caracas, pe­riódico dirigido por Miguel José Sanz y José Domingo Dfaz.Sanz viene de ser Asesor del Consulado, donde se ha prepara­do en materia económica tan igual a Belgrano y Moreno, ypor ello apunto aquí la síntesis del pensamiento periodís­tico y el contenido por capítulos de los pocos númerosque salieron.

No basta que el pueblo sea feliz porque es libre; esnecesario que lo sea porque es opulento. La opulencia le daun poder capaz de reponerlo a descubierto de las miras ambi­ciosas de los demás pueblos, por los medios y recursos de ha­cerse respetar, y de conservar su libertad con la dignidad ydecoro que le corresponde.

Pero un pueblo no puede ser poderoso si no conocelos medios de serlo; porque es indispensable poner en movi­miento los de gozar todos los que le haya franqueado la na­turaleza, El oro y la plata ocultos en las entrañas de la tierra,y la riqueza de los vegetales que se esconden en su superficie,son inútiles a la sociedad si se les deja en su ignorado retiro.

El poder de un pueblo para que le sea ú ti! y le hagarespetable debe ser proporcionado al número y calidad de losindividuos que le componen. Aquél en que la mayor partefuese opulenta, o en quien no hubiese una debida proporción

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de bienes, ése daría entrada a la molicie, al lujo y demás vi­cios corruptores. Es, por consiguiente, indispensable el pro­fundo conocimiento de la población en su aumento progre­sivo y de los medios de conseguirlo.

Los gastos inmoderados causan necesariamente la dis­minución de los bienes; mientras aquéllos sean menores, éstosserán más considerables; entonces unas mismas tareas y pro­ducciones harán más opulenta una sociedad. Es en conse­cuencia preciso el conocimien to de los medios de moderar es­tos gastos que consisten en la distancia de los pueblos, en ladificultad de las comunicaciones y en otras cosas de lanaturaleza.

. La última clase de pueblo que siendo la más numero­sa es la que constituye la fuerza principal de la sociedad, es aquien más interesa este último conocimiento, porque es laque más padece. Un cambio peligroso o una distancia excesi­va son más perjudiciales al pobre que lo pasa sin recursos queal que para ello le acompañan las comodidades posibles.

Es más opulento el pueblo cuya riqueza está en la su­perficie de la tierra, porque su distribución es más justa ygeneral.

Mientras que con la mano generosa recompensa lossudores del que sólo despedaza su superficie. No será rico yfeliz, como debe serlo, un pueblo, si las minas son su riqueza;porque son muy pocos los que pueden emprender esta labor:muy pocos los que pueden adquirir esos enormes caudales ymuy consecuentes la más irregular distribución de los bienes.

Población, Estadística, Estadística Eclesiástica, Café,Añil, Algodón, Vainilla, Azúcar, Ganado, Zarzaparrilla, Gua­yacán y demás maderas. Son ramas en que también capitulael Semanario.

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En el Manifiesto al mundo emitido para razonar lascausas de la Independencia, se leen muchos pormenores deinfluencia económica, aunque lo político era lo principal.Si en verdad no se resolvieron sino con timidez muchos deaquellos, la causa estriba, como apunta certeramente JuanVicente González, "que ellos querían regenerar conservan­do", tan igual a lo que expresa Burckhardt: "La eliminaciónconciliatoria de lo viejo con algo nuevo y verdaderamente vi­va". La emisión de un millón de pesos en papel moneda fuéuna de las cosas económico-fiscales más serias de esta primeraetapa republicana, y especialmente por la guerra que se ini­ciaba y por su garantía en una presunta renta del tabaco, yque creó en el ambiente de la masa una falta de fe económicay un saboteo. Era corriente el chiste sobre las tres personasfirmantes del billete: "Si Roscio me desahucia, Blandín meamortaja y Tovar me entierra"; o en otra forma más feroz:"Vendo un Roscio o los tres reunidos", o jugando al golfo lla­maban a cada uno: "Sota, Caballo y Rey". A ello se unía lascríticas de los escritores españoles, que afirmaban que la revo­lución fue adelantada porque muchas de las personas influ­yentes de la época le debían a la Real Hacienda más de dosmillones de pesos en préstamos hechos. Crítica infundada.Sobre este punto transcribo correspondencia del mismo Bo­lívar y respuesta:

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"Señor Superintendente General de la Real Hacienda(tomada del original por Landaeta Rosales):

Don Simón de Bolívar, vecino y hacendado de esta pro­vincia, ante V.S., con el más debido respeto, hago pre­sente: que hallándome con algunos intereses en los rey­nos de España, producidos de remesas de frutos de miscosechas, y actualmente en la urgencia de necesitar algu­nas cantidades para el fomento de mis bienes, ocurro a laprotección de V.S. en solicitud de veinte mil pesos delos caudales de la real renta del tabaco; cuyo reintegroverificaré dentro de los plazos, y por el mismo orden quese ha practicado en iguales habilitaciones por los sujetosa quienes se ha concedido; y para ello además de mis bie­nes, rentas y otros intereses que puedan sujetarse a estaresponsabilidad, ofrezco fianza en caución de la canti­dad, y en esta virtud a V.S. suplico se sirva concedermela generosa gracia de los veinte mil pesos, a percibirlospor mitades en el presente mes, y próximo de septiem­bre, para dar evasión a distintos objetos de mi beneficio,como tal hacendado, de cuyo gremio tiene recomendadola real beneficiencia: en lo que recibiré merced con justi­cia del patrocinio de V.S. en Caracas- Agosto 9 de 1803.SIMüN BüLNAR".

Sigue nota al pie:

"Caracas: 11 de agosto de 1803. En atención a que des­de que se recibieron las primeras noticias relativas a laspresentes ocurrencias, estimó conveniente esta superin­tendencia no se verificase entrega alguna de los caudalesremisibles a España, incluso los que están mandados adar en virtud de reales órdenes y de disposiciones de es­ta superintendencia, por necesitarlos aquí la real hacien­da, para sus presentes atenciones, no es posible accederpor ahora a la solicitud de este interesado, quien podrárenovarla más adelante, siempre que hayan variado laspresentes circunstancias.- ARCE".

El Monitor Liberal, núm. 186. Caracas, 28 de diciembrede 1898.

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A través de Bolívar se puede señalar el proceso de laeconom ía en este período. Por la guerra, el comercio con el ex­terior bajó por el bloqueo y el precio interno de los alimentossubió en consecuencia. Decretó ciertas medidas para estabi­lizar la situación, como acuñación de moneda macuquina,reducción de derecho a los barcos, pero impera en todo unaeconomía dé guerra, pero no en el concepto moderno. Vieneel impacto de las medidas de los realistas al ocupar de nuevoparte del territorio.

Este período realista se perfila por las medidas de re­presalias, secuestro de propiedades, empréstitos impulsivos,que viene e poner la economía nacional por los suelos. Elpensamien to de Bolívar está encuadrado a fines de la recon-quista ya unificar las voluntades. .

En el Manifiesto de Cartagena nos va a dar pensamien­tos económicos como los siguientes, que indican que él se vaconsustanciando con las ideas económicas tan necesarias parala verdadera revolución en que se había empeñado.

"Yo soy granadino, hijo de la in feliz Caracas, escapadoprodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas y polí­ticas, que siempre fiel al sistema liberal y justo que pro­clamó mi patria, he venido a seguir aquí los estandartesde la independencia, que tan gloriosamente tremolan enlos estados.

Los códigos que consultaban nuestros magistrados noeran los que podían enseñarles la ciencia práctica delgobierno, sino los que han formado ciertos buenos vi­sionarios que, imaginándose repúblicas aéreas, han pro­curado alcanzar la perfección política, presuponiendo laperfectibilidad del linaje humano. Por manera que tuvi-

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mos filósofos por je fes, filantropía por legislación, dia­léctica por táctica y sofistas por soldados. Con semejan­te subversión de principios y de cosas, el orden social seresisitió extremadamente conmovido y, desde luego, co­rrió el estado a pasos agigantados una disolución univer­sal, que bien pronto se vió realizada.

La subdivisión de la provincia de Caracas, proyectada,discutida y sancionada por el Congreso Federal, despertóy fomentó una enconada rivalidad en las ciudades y luga­res subalternos contra la capital: "La cual decían loscongresales ambiciosos de dominar en sus distritos, era latirana de las ciudades, y la sanguijuela del estado".

La disipación de las rentas públicas en objetos frívoles yperjudiciales; y particularmente en sueldos de infinidadde ofinistas, secretarios, jueces, magistrados, legisladoresprovinciales y federales dió un golpe mortal a la repúbli­ca, porque la obligó a recurrir al peligroso expediente deestablecer el papel moneda, sin otra garantía que la fuer­za y las rentas imaginarias de la Confederación. Estanueva moneda pareció a los ojos de los demás una viola­ción manifiesta del derecho de propiedad, porque se con­ceptuaban despojados de objetos de intrínseco valor, encambio de otros cuyo precio era incierto, y aun ideal. Elpapel moneda remató el descontento de los estólidospueblos internos, que llamaron al comandante de las tro­pas españolas para que viniese a librarlos de la monedaque vé ían con más horror que la servidumbre".

La pérdida de la república es un atraso para la econo­mía. La división del país en casi dos territorios trae comoconsecuencia un atraso inmoderado para la vida económicadel país. No hay nada que valga la pena de explicar en estetenebroso período hasta que aparece la Carta de Jamaica,donde el Libertador afina sus pensamientos en la realidad

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venezolana y americana para damos enseñanzas y teoríasque tienen carácter económico dentro de apreciaciones deíndole sociológica.

Kingston, 27 de mayo de 1815

"Este es el último período de nuestra existencia, si unanación poderosa no nos presta auxilios de todo género;j qué dolor! Tenemos una enorme masa de poder que

por si misma debe desplomarse si artífices fuertes y há­biles no construyen el edificio de nuestra libertad. In­mensas regiones surcadas por caudalosos ríos; manantia­les inagotables de riquezas agrícolas y mercantiles, todoserá anonadado por la maleficiencia española. Provin­cias enteras están convertidas en desiertos; otras sonteatros espantosos de una anarquía sanguinaria. Laspasiones se han excitado por todos los estímulos, el fana­tismo ha volcanizado las cabezas y el exterminio será elresultado de estos elementos desorganizadores".

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Carta de Jamaica

Kingston, 6 de septiembre de 1815

"El mismo barón .de Humboldt, con su universalidad deconocimientos teóricos y prácticos, apenas lo haría conexactitud, porque aunque una parte de la estadística yrevolución de América es conocida, me atrevo a asegurarque la mayor está cubierta de tinieblas, y, por conse­cuencia, sólo se pueden ofrecer conjeturas más o menosaproximadas, sobre todo en lo relativo a la suerte futuray a los verdaderos proyectos de los americanos; puescuantas combinaciones suministra la historia de las na­ciones, de otras tantas es susceptible la nuestra por suposición física, por las vicisitudes de la guerra y por loscálculos de la política.

"¡Qué demencia la de nuestra enemiga pretender con­quistar la América sin marina, sin tesoro y casi sin solda­dos! Pues los que tiene apenas son bastantes para rete­ner a su propio pueblo en una violenta obediencia y de­fenderse de sus vecinos. Por otra parte, ¿podrá esta na­ción hacer el comercio exclusivo de la mitad del mundosin manufacturas, sin producciones territoriales, sin ar­tes, sin ciencia, sin política?

"Nosotros somos un pequeño género humano, poseemosun mundo aparte; cercado por dilatados mares, nuevo encasi todas las artes y ciencias, aunque en cierto modo vie­jo en los usos de la sociedad civil.

"Yo considero el estado actual de la América comocuando desplomado el Imperio Romano cada desmem­bración formó un sistema político conforme a sus intere­ses y situación o siguiendo la ambición particular de al­gunos je fes, familias o corporaciones.

"Mas nosotros, que apenas conservamos vestigios de loque en otro tiempo fué, y que, por otra parte, no somos

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indios ni europeos, sino una especie media entre los le­gítimos propietarios del país y los usurpadores españo­les; en suma, siendo nosotros americanos por nacimientoy nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputaréstos a los del país y que mantenernos en él contra lainvasión de los invasores.

"Nos dejaba en una especie de infancia permanente conrespecto alas transacciones públicas. Si hubiésemos ma­nejado nuestros asuntos domésticos en nuestra adminis­tración interior, conoceríamos el curso de los negociospúblicos y su mecanismo, y gozaríamos también de la

'consideración personal que impone a los ojos del pue-blo cierto respeto maquinal que es tan necesario conser­var en las revoluciones. El de siervos propios para el tra­bajo, y, cuando más, el de simples consumidores; y aunesta parte coartada con restricciones chocantes: tales sonlas prohibiciones del cultivo de fru tos de Europa, el es­tanco de las producciones que el Rey monopoliza, el im­pedimiento de las fábricas que la misma Península noposee, los privilegios exclusivos del comercio hasta de losobjetos de primera necesidad, las trabas entre provinciasy provincias americanas, para que no se traten, entiendanni negocien.

"Los estados del istmo de Panamá hasta Guatemala for­marán quizás una asociación. Esta magnífica posiciónentre los dos grandes mares podrá ser con el tiempo elemporio del universo, sus canales acortarán las distanciasdel mundo, estrecharán los lazos comerciales de Europa,América y Asia; traerán a la feliz región los atributos delas cuatro partes del globo. ¡Acaso sólo allá podrá fijarsealgún día la capital de la tierra como pretendió Constan­tino que fuese Bizancio la del antiguo hemisferio!".

Bolívar, después del 19, se va lejos y su pensamientoeconómico ya hay que medirlo en función continental, yaquí se reflejan sus medidas por sí propias, por medio delGobierno de Bogotá o las misiones que envía a resolver si­tuaciones económicas en nuestro país o a través de sus car­tas a personas que viven en nuestro medio. Pero en todo ellohay una preocupación fundamental, como es la de llevar acabo una transformación de la decaída economía, el condi­cionamiento de la idea educativa para encaminar a la juven­tud por los otros caminos que no huelan a colonialismo.

Habría sido tarea encantadora seguir el pensamientoboliviano en esa odisea de libertad, entresacando sus puntosde vista económicos. Puntualizando, contemplamos un de­creto' de resonancias por lo que después sería punto departida para nosotros posteriormente, y fué un célebredecreto de 24 de diciembre de 1825, por el cual crea enChuquisaca una Sociedad Económica, "considerando lasgrandes ventajas que resultarían a la República boliviana talestablecimiento, que promueva y avive el adelantamiento delos ramos que forman la riqueza nacional".

El segundo punto importante es donde se refleja elinterés de Bolívar por subsanar y resolver los problemas eco­nómicos de su patria chica, y en ello vemos que él estaba pen­diente de todo y no olvidaba a los venezolanos en la impor­tante misión que envió a nuestro país, encomendada a JoséRafael Revenga, como Ministro de Hacienda en comisión.

La publicación de esta importante obra por el BancoCentral, recopilada por Augusto Míjares, con un cuidadoso yespléndido prólogo, es más que in teresante.

El Libertador tenía una visión panorámica de los ma­les económicos en que se debatía la República. Las cartasque recibía de sus conciudadanos era un treno angustioso de

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malestar económico. En octubre de 1828 decía una del In­tendente Briceño Méndez, que es digna de releerse:

"El mal principal de nuestra agricultura está en que nin­gún hacendado tiene nada, y para haber de coger su co­secha o limpiar su hacienda, toma créditos a interesesmuy subidos, habiendo llegado a pagarse hasta el 15 por100 mensual. De aquí que todo el provecho pasa al usu­rero y el país continúa arruinándose, porque nadie puedesembrar un árbol más. Si usted pudiera aplicar una partedel crédito de exportación al establecimiento de un Ban­co de Agricultura que supliera a los hacendados sumasmoderadas y proporcionadas a la importancia de sus co­sechas, haría el gran bien y el mayor que puede desearse.Que se suspenda el pago de vales de exportación, que és­tos entren en la deuda doméstica y tengan su interés, co­mo propuse en una de mis anteriores, y que anualmentese destinen 50 a 100.000 pesos de aquellos derechos alBanco Agrícola, mientras éste tiene fondos propios, quese harán con los intereses de 6 por 100, que cobrará a loshacendados, y todo está arreglado en beneficio del fiscoy del país. Con este miserable principio podría estable­cerse, a la vuelta de seis u ocho años, el Banco Nacional,después de haber hecho un inmenso bien a este país".

El mismo personaje, Intendente como Turgot, habladel doctor Aranda (carta del 28 de diciembre al Libertador)en términos que revelan el malestar de la agricultura por lascircunstancias a que se veía sujeto un ciudadano de tantavalía que ocupó siempre altos cargos públicos, entre otroslos Ministerios de Hacienda y del Interior, después de consti­tuída la República. "El doctor Aranda -dice Briceño Méndez­me ha encargado suplicar a usted los motivos de su conductaen cuanto no servir la plaza de Ministro-Juez interino en laCorte. Los negocios de su familia lo tienen enteramente ocu­pado, porque, ausente de su casa desde 1826, no ha podidocumplir varios compromisos en que entró para comprar y me-

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jorar una hacienda. Ahora se encuentra con todos los plazosvencidos y estrechados por sus acreedores, de tal modo, queyo, en mi pobreza, he tenido que prestarle 2.000 pesos paraque no le pusieran en la cárcel. El es hombre de bien y quierepagar, para que no le censuren el que, siendo un tramposoesté dando sentencias contra los que están en su mismocaso ...". En medio de estos apuros, comunes para todos loshacendados del país, meditaría muy a lo hondo el LicenciadoAranda en la necesidad y conveniencia de hacer efectivo elproyecto bancario de 1828, según lo presente a las Cámarasde 1845.

En diciembre envía a Revenga con estas instruccio­nes: "mejorar en cuanto se halle a mi alcance en los Departa­mentos del Zulia, ürinoco, Venezuela y Maturín la Renta delTabaco, las otras aplicadas por la Ley al sostén del crédito pú­blico y las demás que han de proveer a los gastos públicos".

Este hombre, a sabiendas que cumple una misión deengrandecimien to del país, sabe también que éste es el pen­samiento económico de Bolívar. No .es sólo un magníficoreportaje de enseñanzas el que describe al pintar las situacio­nes en que debate todo el país, que recorre de punta a puntacon insospechable energía, sino también las prácticas que im­pone en producción, extracción de productos, cómo debenser vendidos, alcances de la importación, trabajos públicos,impuestos rebajados, con una sabiduría que hace trasluciral hombre embebido en las prácticas de la economía de suépoca. Todo aquello que se relaciona con la economía tienesu fichero en su voluminoso in forme. Desde cómo se debeempacar el tabaco hasta hacerlo sin mayores gastos para laHacienda (empacarlo en bijao o vástagos de plátano), hastacaminos, navegaciones de los ríos de primer y segundo orden;darle trabajo al margariteño en su propia isla para que no emi­gre a Trinidad, que es colonia inglesa, y se hace un caminoque atraviesa la isla, con brazos margariteños.

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Hasta los gastos que ocasionan las guerrillas de Cisne­ros en el Tuy.

Hasta decir con tristeza: siendo abundan tes las cose­chas de trigo en Mucuchíes, en Nutrias y Guasdualito, estánconsumiendo [harina de Kentucky!, lo escribe entre signosadmirativos.

La industria se empobrece porque se introducen ar­tículos que' antes eran ocupación hasta de familias pobres. Eljabón extranjero ha puesto término a las jabonerías que antesse tenían en el interior y se reciben de afuera hasta las velasque antes se hacían. Para aconsejar esta tesis nacionalista queno podía dejar pasar tampoco el compilador. "Es sabido quemientras más fiamos al extranjero el remedio de nuestras ne­cesidades, más disminuimos nuestra independencia nacion al;para advertir con la realidad: y nosotros le fiamos ahora aúnelde las diarias más urgentes".

"LA HACIENDA PUBLICA DE VENEZUELA1828-1830

Soluciones de Revenga"

"A su Excelencia el Libertador Presidente de la República

Caracas, agosto 22 de 1829

Decae progresivamente la agricultura. Contribuyen aello la falta de brazos, aumentada por el servicio militaren que se mantiene a más o menos notable parte de lasmilicias y por la ociosidad que la Policía no ha consegui­do desterrar; la cesación de los avances con que antescontaba el agricultor; el bajo precio a que corren en losmercados extranjeros frutos cuales los que cosechamos;

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el mayor menosprecio relativo en que están los nuestrospor la falta de debida calificación y por la mala fe que searguye contra la que hacemos; la equivocada introduc­ción de semillas y aun de frutos extranjeros, inferiores alos nuestros, y que se quiere hacer exportar como denuestra tierra; la cesación de varias especies de cultivoen que ya nos ejercitábamos con provecho; el mal estadode los caminos; la obstrucción de varios ríos que anteseran navegables; la indiferencia con que se ha visto estedeterioro, y la navegación de otros ríos que ahora mismopodrían ser útiles canales; los espantosos impuestos conque se ha recargado el consumo de canres (de 5,1/4,6,1/4, Yaun de 8 por cada res), al mismo tiempo que porcerca de tres años ha estado cerrada la puerta a la expor­tación de ganado de toda especie; el ningún estudio que

. se hace. de la agricultura; el desaliento que generalmentese siente hacia la formación de asociaciones particularesque se generalicen y mejoren los conocimientos, induz­can a nuevas empresas y refuercen el crédito y el capital,y con todo esto la aparición de disposiciones municipalesque de tiempo viene a alarmar y contristar las poblacio­nes, que destruirían o harían variar enteramente de fazsi hubiesen de continuar.

"El comercio padece con la agricultura, y por las mismascausas. Influyen también en la decadencia del tráficointerior el desaliento en los menestrales y en todas aque­llas personas que proveían de materias para los cambiosmenores de la sociedad, la falta de estímulo y de mediosde acción, las prohibiciones de conducir los frutos ex­portables a los mercados de otros departamentos, la ra­reza y cortedad de los plazos a que se venden, y la cesa­ción de muchas casas de comercio. E influyen, además,en la del exterior el extenso contrabando que se hace so­bre toda la costa, la lentitud de las ventas y la falta demedios de parte de los consumidores.

"Decae por todas estas causas la industria de todo géne­ro; y a ellas hay que agregar la falta de capitales, que dia-

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riamente crece con la continua extracción de los que sehabían introducido en el país; el ruinoso rédito del dine­ro, que ha llegado hasta ellO por 100 mensual; las nu­merosas quiebras que han sido consiguientes; la facilidadque hay para prolongar los juicios ejecutivos, el costoque acarrean y los abusos que se hacen de la protecciónque la Ley no intentó sino en favor de la inocencia. Ladesconfianza, natural resultado de este cúmulo de males,les ha puesto el sello. Ya no se envía nuestros mercadosmás de lo que exige el consumo del día; y aunque el ré­dito anual del dinero en Europa tal vez no iguala al queaquí se paga al mes, al punto se ve exportar el valor detodo lo que se importa. Ha cesado todo con las mejorasinteriores para las cuales se ofrecían antes capitales ex­tranjeros. Se ha reducido casi a la mitad el número quehabía de negociantes por mayor; y los que todavía con­servan algunos fondos, antes que ponerlos en acción ariesgos de interminables litis, han preferido sepultarlosen sus arcas.

"Atendiendo a la necesidad de corregir de raíz malestan trascendentales, y de remover la causa de otros, pa­ra que mejore el precio y calidad de los frutos, he pro­puesto que no esté sujeta al pago de derecho de patentesla compra y venta de frutos importables, que no se ex­porte ninguno sin la calificación de los examinadores quecon la competente confianza se nombren al intento, yque se procure estrechar nuestras relaciones mercantilescon los diversos pueblos que más consumen nuestrosproductos para proteger las ocupaciones de nuestros ar­tesanos, atraer otros de afuera y estimularlos a mejorarsu industria; he propuesto que se sujeten a derechos es­peciales en su introducción varios artículos cuya produc­ción proporcionaba el sustento a crecido número denuestras familias, acompañando proyectos de reforma·del actual arancel, y recomendando la cesación del dere­cho de extracción presunta, que está en lucha con nues­tras leyes sobre exportación, y los derechos a que estásujeta. Es menester guiar al agricultor y al artesano; es

necesario excitar a nuevas empresas, estimar las que sehallen más a nuestro alcance y las más útiles, indicar losmedios preferibles, y he propuesto la creación de socie­dades económicas en cada departamento o en cada pro­vincia, y que meditando de continuo, y comunicándoseentre sí, no sólo dirijan al hombre laborioso, sino que detodos modos, y a poca o ninguna costa, promuevan el in­cremento de la riqueza pública, para destruir la codiciosaholgazanería del usurero e impedirle enriquecerse con laslágrimas del industrioso; he pedido también que se fijede nuevo el rédito del dinero. Para hacer más útil la mo­neda y aumentar los escasos recursos del pobre, he insta­do por que el peso fuerte, que es la unidad de la nuestra,se divida en centavos. He instado por que se vivifiqueel tráfico interior, y se promueva el mayor aumento de

. los valores y medios de riqueza que poseemos, dejandofranca la exportación de mulas y ganado de saca, cuyocomercio es el único que proporciona retornos en nume­rario. Y para evitar que, resfriándose gradualmente el ce­lo de los mandatarios, se hagan ineficaces estas y otrasmedidas que se adoptan, así como para mantener cons­tantemente instruído al Gobierno de los bienes que pue­dan proporcionar a la masa de la población, he sometidoa su decisión la conveniencia de nombrar comisionadosque anualmente o en períodos más cortos recorran to­dos los cantones y recojan los informes, las quejas y losvotos de todos.

"Contribuirá a ello la creación de los calificadores de fru­tos y el fijar el rédito del dinero que ya hemos menciona­do. Pero contribuirá a ello con mayor vigor, y comotambién he propuesto, el mejorar las leyes sobre juiciosmercantiles, abreviar cuando lo estaban antes los trámí­tes de los ejecutivos, declarar válidas las subastas que sehagan por algo más de la mitad del valor nominal, ad­mitir al acreedor como postor hábil. Cooperarán tamobién a ello los progresos que se hagan en desterrar laociosidad, el esmero que se ponga en la enseñanza prima­ria y elemental, en que se adelanta muy poco, y el exa-

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men de si sean Q no fundados los clamores que se oyencontra la Administración de Justicia.

"Esto haría realizable antes de mucho tiempo la forma­ción de bancos, que también me he tomado la libertadde recomendar; y nada sería tan eficaz como un BancoNacional para fijar al uso del dinero un rédito racional,cimentar la buena fe y la exactitud en los contratos,alentar la industria de todo género, promover el tráficointerior y estrechar entre sí las diversaspartes de nuestrasociedad. Hablando de esta especie de institución, per­mítaseme Vuestra Excelencia traer a su memoria el pro­yecto de Banco que presenté al Congreso en 1826, y so­bre el cual nada se ha adelantado más que de imprimirlo.Aquel proyecto, sin embargo, tiene gran tendencia aatraer capitales de afuera y la inapreciable ventaja de irhaciendo gradualmente doméstica la deuda extranjera.

"La deuda interior debería ser un capital activo preferi­ble a la moneda, y verdadera fuente de prosperidad, si sepagase cumplidamente sus réditos. Convencido de quesin una severa economía ni pueden dejar de emplearseen gastos ordinarios los fondos en que se apoya el honory la fe nacional, ni medrará nunca la República, he pro­puesto que se reduzca el número de los empleados civi­les y de administración, aun cuando sea forzoso aumen­tar las horas de trabajo diarias en cada oficina.

"El orden, la justicia, y aun la misma existencia del Esta­do, reclaman estas medidas. Bastará adoptar las princi­pales de ellas y habrá sobrado para atender a las necesi­dades del servicio, sin atentar de nuevo contra rentas queya no son disponibles. El acreedor nacional podrá con­fiar en que sus esperanzas no sean por más tiempo iluso­rias. Sólo así podrán reducirse los gastos a los propues­tos de cada departamento y deslindarse las erogaciones·del erario. Verá el pueblo que los sudores con que con­tribuye al sostén del Estado no se emplean en premiar onutrir la ociosidad ni en otros gastos superfluos; se resti­tuirán muchos brazos a la agricultura; se desalentará el

ansia de vivir de sueldos; el Gobierno se verá libre deembarazos y capaz de trabajar en la prosperidad de losciudadanos; la Nación podrá hacer frente en adelante acualquier urgencia que ocurra. y no habrá quejososporque todos se convencerán de que es necesario amara Roma y a los romanos.

"No sólo era mi deber pensar en la producción de losvalores, sino también en su realización.

"Poseemos, pues, el medio de satisfacer a lo que la Re­pública debe al acreedor extranjero, engrandecimientoen vez de empobrecer al país. Poseemos una abundantefuente de riqueza, que más adelante puede hacer innece­sarios varios de los impuestos que ahora existen.

"Toda la nación, señor, ansía por recobrar tan inestima­ble bien. Conquistémoslo aun a fuerza de privaciones sifueren forzosas; fué así que V.E. nos enseñó a conquistarla Independencia. Algunos Monarcas europeos han ce­rrado ahora varios establecimientos útiles, pero de lujo,por evitar toda mengua de la fe nacional; y cuando nues­tras obligaciones apenas están en Londres al 16 por lOO,el mismo Fernando VII ha conseguido arreglar y vivificarsu Hacienda moderando los gastos, y sus obligaciones co­rren ahora en París casi a igual valor que las otras nacio­nes. ¿Haremos menos nosotros? Al depositar el pueblocolombiano en manos de V.E. la autoridad suprema, qui­so que V.E. perfeccionase su obra libertándolo de estavergüenza.

Soy de V.E., con perfecto respeto, muy obediente hu­milde servidor".

ü'Leary trae gratas e importantes observaciones ensus Narraciones acerca del período de la guerra de la Inde­pendencia que son de digna recomendación. En ellas vemosla evolución de las ideas en este sentido y los afanes de mu­chos hombres nuestros para implantarlas:

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"En la América española se sabe que no había fondospúblicos ni capital empleado en Bancos u otras asocia­ciones industriales y relativamente muy poco empleadoen el comercio.

"La agricultura constituía la gran masa de la propiedad,si se exceptúan los distritos mineros de Méjico y de par­te del Perú, y los propietarios eran, por lo regular, loscultivadores y dueños de los terrenos ... ; muy pocos,al menos de los naturales perdieron del todo sus propie­dades. Lo que alguna vez arrastraba el flujo de los cam­biamientos políticos lo restablecía generalmente el re­flujo de los mismos, deteriorado en verdad, pero nodestruído, por la razón de que el interés de cada po­seedor accidental estaba en su conservación.

"Consiguientemente, todos tenían capital en dineroefectivo o joyas fáciles de asegurar o de transportar ...Muchos expatriados pudieron sostenerse de ese modoen países extranjeros o aun entrar en especulaciones mer­cantiles ... tanto realistas como patriotas.

"En tanto que la vida privada habitual era frugal en ex­tremo. Don Martín Tovar, el más rico propietario de Ca­racas, me decía que su padre, el Conde de Tovar, nuncase servía de vino en la mesa sino cuando daba convitespúblicos.

"Después de la revolución se han ido introduciendo gra­dualmente las modas francesas e inglesas en el refina­miento de la mesa, muebles elegantes, gusto en el vestídoy alguna atención más general en los entretenimientossociales comunes en las ciudades del litoral y que vanpropagándose en las ciudades del interior.

"Como consecuencia de la frugalidad primitiva, las cla­ses altas apenas echaban de menos los medios de sustan­cias necesarios". (O'Leary, Introducción, páginas XXV,XXVI y XXVII).

Bolívar no dejaba de comprender el alcance de ello.

El Congreso de Colombia, por Ley 'del 28 de marzode 1825, creaba en Caracas un Banco de Venezuela. No lle­gó a constituirse.

Creación de la Sociedad Económica de Amigos delPaís (Páez, 26 de octubre de 1829).

En 1839, por Ley de abril de 1834, se fundó el BancoColonial Británico, dirigido por Leandro Miranda, hijo delprecursor.

La Constitución del año 30 atribuía al Congreso elestablecer un Banco Nacional (Art. 28, atribución 15).

El 7 de mayo de 1841 se establece un Banco Nacio­nal, dirigido por Juan Nepomuceno Chávez y otros, con parti­cipación de la Hacienda Pública.

Es interesante hacer esta observación de que el Go­bierno contribuía con un aporte, cosa que criticarían despuéscuando el Instituto de Crédito Territorial de Aranda, con elsolo fin de este aporte, era reducir a 9 por 100 anual el inte­rés de los préstamos y descuentos del Banco.

Se ferminó por litigios con la Municipalidad por laspatentes que le impuso.

En 1845 toma cuerpo el Instituto de Aranda, sobre elcual no vamos a extendernos, y por su importancia y los pro­blemas políticos que trajo, ver Biografta de Zamora, de Lau­reano Villanueva.

Nacimiento del Partido Liberal. Razones económicasde esto.

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Después prosiguen las leyes estableciendo los Bancos,cuyo historial últimos todos conocemos.

Revolución Federal.

Período de Guzmán. - En 1874 decretóse la extinciónde los conventos, cuyas pertenencias pasaron a ser propiedaddel Estado.

El gran escollo con que hab ía estado operando hastaahora el sistema federal entre nosotros eran las contribucio­nes extraordinarias impuestas por los Estados y las que enforma de peaje colocaban a los frutos y mercancías que pasa­ban por sus territorios. El 27 de enero de 1873 fué decretadala supresión de los peajes y las contribuciones sobre frutos,efectos o animales de un punto a otro del territorio. Los de­rechos de exportación. Variable política, aun contra princi­pios económicos fijos.

Política liberal. Redención de los censos. Moviliza­ción de la propiedad. Instrucción primaria universal gratuitay obligatoria. Estampilla fiscal para tal fin.

Sistema de concesiones y monopolios, empréstitos,ferrocarriles, estadística. (Guzmán).

Lo más importante a partir de 1900 es la introduc­cion de un elemento nuevo en la vida lánguida de la econo­mía venezolana, que vendría' a revolucionar el proceso nacio­nal. Me refiero a la industria petrolera. Todos conocemos suproceso. La historia está cerca y todos la estamos viviendo.Ha creado hasta una generación del petróleo.

Hechos culminantes que marcan época en la historiade la economía venezolana son los siguientes, de donde va agerminar una nueva política económica:

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La aparición por primera vez de los derechos econó­micos con raigambre constitucional. Legitimidad constitu­cional de todo lo referente al reconocimiento de las relacio­nes obrero-patronales y una Ley de Trabajo.

Creación dentro del texto constitucional de un orga­nismo consultivo de carácter típicamene económico, aunqueen forma semicorporativa, como es el Consejo de EconomíaNacional.

y la creación académica de los estudios económicos ysociales por medio de la Facultad de Economía.

y de una Economía paternalista, que se sostenía porcelo que simplemente se desprendía de la naturaleza de lascosas, hemos pasado a una Economía nacionalista, semi-in­tervencionista, reguladora y también internacionalizada, queha buscado aumentar el consumo y la población, de protec­ción por medidas regimentadas, de diversificación de la pro­ducción e implantación del industrialismo.

LOS ESCRITORES Y LA ECONOMIA

Laissez faire, laissez passer, le monde va de lui méme.Mercier de la Riviére

Los gobiernos de puro "laíssez faire", los gobiernos momias.Los gobiernos esqueletos, yo no los concibo.

Gobierno es acción.Cecilio Acosta

Sé que puede preguntarse qué significado tiene laagrupación en una conferencia de dos simbolismos cien­tíficos: Economía y Literatura. Qué relación puede tenerKeynes o Shakespeare, Adam Smith con Flaubert o Cervan-

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tes con el Marqués de Ustáriz. O la ciencia definida como laque explica las causas generales de las que depende el bienes­tar material de los seres humanos con la literatura, la especu­lación del espíritu, la parte más noble a que llega el pensa­miento cuando fija los estados del alma; los datos económi­cos con los datos de la conciencia, las flores del mal con lasrosas de oro y el vellón de nieve (Bello). Pareciera a primeramirada algo de irreverente reflexión, que una ciencia autóno­ma como la Economía, que se nutre de cosechas terrestres yde especulaciones realistas, que ha hecho que se suceda en lanomenclatura humana al zoon políticon por el horno econo­micus, por el horno faber; que una ciencia que domina todoslos estados de la sociedad y dirige como rosa de los vientoslas carabelas de la voluntad por los caminos del mundo; queacoge cada invento para llevarlo a su tupida parcela de expe­rimentación, sacando sus consecuencias a que preste mejoríaa su mundo, pueda relacionarse con ese ámbito emocional dela: literatura que se circunscribe a la parcela de las pasiones,sentimientos o emociones que desde Homero pinta el almahumana con sus trascendencias o intrascendencias, o comoValery, que señala su filosofía estética en el antro de su ce­menterio marino, como Dante lo hacía sacando o metiendopersonas en su Purgatorio. Deseo hacer tan sólo una perspec­tiva de consecuencias, de correlaciones, poner en resalto lanecesidad que la especialización económica tiene de nutricio­nes tangibles como nutriciones espirituales, que el estudiantede Economía, como estudiante y como egresado, debe apa­centar su pensamiento, ávido de novedades y cultura, en lalinfa que corre en ese mundo subterráneo que alimenta la li­teratura, y que si se ha acostumbrado desde sus años mozos aextraer de lo literario serie de resúmenes de belleza y de vida,que le sirven también para tejer sus gobelinos económicos, de­be proseguir estas andanzas que alimentan su ser económico,

Hay angustia cómo se han divorciado las ciencias mo­dernas, en donde la técnica es la parábola de la única erno-

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cíon, de la filosofía y de lo literario, sin pensar que de éstahan nacido aquéllas, por lo menos en la sistematización dia­léctica, o le presentan a diario sus metodizaciones, o les danmuchas veces el grano germinal. No es tampoco que la econo­mía debe ser literaria, porque ya es una ciencia rígida, regla­da, dominante, precisa, de política, con sus contornos defini­dos y su ámbito especial extendiéndose cada día más.

Pero la economía es ciencia muy nueva; sólo las gene­raciones nuestras del siglo XX han gozado casi definitivamen­te sus leyes y beneficios, y los hombres sabios han fijado lasrelaciones en regla, en medidas, que son los ejes donde se sos­tienen las bases de sus sociedades confirmadas. El auge o de­cadencia de los sistemas políticos, los basamentos en seguirlas coordenadas de la economía o no. Ustedes saben que esuna ciencia abstracta, positivista, en la cual el idealismo sesienta en la acción del hombre como voluntad para resolver siel mundo es un paraiso donde la buena repartición detendrála miseria y se establecerá un equilibrio entre la producción yel cambio que satisfaga al mundo. Pero hoy está especializa­da. Hay hombres que entregan su vida a su estudio, a la in­vestigación y a producir la coordinada sistematización de susescuelas. No es que en los tiempos pasados no hubiere econo­mía, sino que es tarde cuando se ha inventado la fórmula quetodo lo existente, aun el pensamiento, es obra de la econo­mía, y hay .que estudiar esta ciencia para poder comprendersi ella es la ductora de la humanidad.

Pero eso no significa que vivíamos ausentes de las mo­tivaciones económicas. La historia económica nos señala quedurante siglos hemos estado dentro de la órbita de los proble­mas económicos. Con el lente moderno de la economía des­cubrimos que en todo el mundo histórico de nuestra vida eco­nómica trasciende su flor hechizada. La bibliografía nacio­nal, que un profesor nuestro ha tenido la paciencia de compi-

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lar para nuestra enseñanza, nos señala una amplia literaturaeconómica que ha salido de la pluma de pensadores criollos.La economía nacional tiene su historial, por cuanto toda na­ción tiene desde su existir, colonial al principio y republicanodespués, en nosotros, un patrimonio de tierra, hombres, pro­ducción y cambio, jalonados estos dos últimos en ascensos ydescensos, que constituyen su vida económica. Ha habidodatos económicos, rutina extractiva de productos minerales,monocultivos o pluricultivos, comercio y relación cambiaria,desde la economía natural hasta la moderna. Pero el estudiode toda esta vida económica es nueva como ciencia entre no­sotros; y su espléndida disgregación en materias particularesque llevan sus corrientes al gran curso económico sólo desdeque tenemos Facultad -quince años de existencia-, es que es­tán agrupados para el perfeccionamiento de las variacionesque hasta ayer se veían muy someramente en la carrera deCiencias Políticas. Por ello es que, aunque exista el gran arse­nal de la economía desde la colonia, es hoy cuando comociencia autónoma da el verdadero y puro producto del profe­sional de la economía. Y aquí es cuando llegamos a com­prender que todo lo que tenemos en la elaboración de nues­tro acervo económico se lo debemos en gran parte a hombresque no fueron especializados en economía, y que si sabían deella, aunque fuera profundamente, les faltó lo que da la cien­cia aprendida con pedagogía, en relación con otras ciencias,escalonada en sí misma, con aportes del conocimiento cientí­fico, con el sentido crítico de las consecuencias y el adelantode las investigaciones. Y en estos dos mundos no olvidar laliteratura de los hombres de pensamiento literario que en ellohan creado estratificaciones donde muchas veces se asientancreaciones de épocas. A ese esfuerzo constante de la literatu­ra en favor de las otras ciencias, y en especial de la economía,es como hoy la mirada económica ha podido detallar, histo­riar, procesar y hallarla llegar al límite de la configuración, deciencia y experiencia. Y sobre todo desarrolla en el hombreel sentido crítico para con los datos económicos, para expre-

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sar el rigorismo científico que ha adoptado la economía en lamodernidad. No fueron economistas puros tan sólo los que lehan dado esta rica floración a la economía.

Los siglos XIX y XX son los que le han aseguradolos límites fundamentales de ciencia, han metodizado y cana­lizado sus infinitos renglones, han descubierto leyes despren­didas de la naturaleza de las cosas y sobre todo las han apli­cado; porque el volumen de datos relacionados, experiencias,después del industrialismo, han sido la constitución más efec­tiva donde se ejercen las coordenadas económicas. Por esa li­teratura económica es que tiene a mano la observación mu­chas veces aislada, de tanto menudeo, de tantas faces, que encada nación y en cada mundo se da para comprender a aque­llos sujetos pensantes que amaron la economía como historia,como novelística muchas veces, como ensayo otras y comosustancia de la armazón nacional. Eran otras veces hasta másfinancistas que propiamente economistas cuando les tocóejercer dominio de acción política.

y ellos nos dieron acervo económico y no cienciaeconómica, patentizando la literatura su potencialidad al po­nerse al servicio de la ciencia. Para nuestra finalidad son elloslos que nos señalan en proceso económico la organizaciónnacional.

A veces un pequeño apunte en una obra no econó­mica pura nos trae reflexiones de hondo sentido económico.Por ejemplo, Plutarco, el monumental cancionero biográfico,en una pequeña obra sobre religión (lsis y Osiris), nos indi­ca que aquello de que los egipcios creyeran al cocodrilo co­mo un animal sagrado se debía tan sólo a que esos animales,feos y sanguinarios, que infectan el Nilo eran barrera infran­queable a oponerse a la invasión de los pueblos guerreros quelos circundaban, un elemento de defensa, un factor de eco­nomía de guerra, semejante a la gran muralla china. Y este

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pensamiento, que creíamos religioso, hoy lo podemos apre­ciar por el dato de Plutarco como de consecuencias eco­nómicas.

No hablemos en sustancia de los que historiaron laPatria antes de la Independencia: recordemos a Humboldt.El potente científico, pero literato, es amigo de Goethe.

Es noche de milagro en la casa de Wéimar, Hum­boldt le visita después de su viaje a América; una escena fáus­tica semejante al Seno de las Madres fulgura en este diálogo,que hace comprender a Goethe otro nuevo mundo donde lasexperiencias económicas y los cambios de su naturaleza presa­gian el toque de alba de nacimientos nuevos sistemas políti­cos. El verá en las palabras de Humboldt toda la síntesis delEnsayo Político sobre Nueva España y el Viaje a las RegionesEquinocciales, el arsenal más importante que tenemos paracomprender lo que en América era la economía, el substrae­tum de su historia realista, lo que diría Bolívar después: elimperio sagrado de la naturaleza. Antes de finalizar no lequeda a Goethe sino exclamar: "El continente de la claridad".

El pensamiento literario venezolano ha sido procli­ve siempre a encaminar sus ideas hacia la economía, a lasrealidades que le da la tierra, hacia ese mundo que constitu­ye las coordenadas de la economía.

Sean peninsulares o criollos, ayer como despuésnacionales o extranjeros, ha habido siempre una mística eco­nómica que se trasluce en la historia, en la poesía o en lanovela.

Castellanos nos da un cuadro de datos económicos, depinturas de trabajo, de naturaleza e historia que encantan ala mente del hombre del siglo XX. Gumilla en su OrinocoIlustrado, Caulín u Oviedo y Baños nos pintan a gran parte

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de una Venezuela donde descubrimos la riqueza en dondetodavía se asienta nuestro país como mitología de dorado, ydonde se ha realizado después aquello que -todo lo que se pi­sa oro y es pan cuanto se toca con las manos.

Cisneros nos describe una Venezuela mirada desdeel punto de vista comercial- y como asiento de la vida econó­mica que todavía se relee con ternura. Por BIas José de Te­rrero sabemos de la vida política y de las críticas muy agudassobre pormenores de personajes en relación con la vida eco­nómica y hacendística de la colonia, así como de los Padresautores de obras donde se relatan la fortaleza de emporioeconómico que fueron las misiones, hacia el oriente del país,cuya historia económica todavía no se ha descubierto a lamente. moderna y que puede traer sorprendentes atisbos paramaravillar al hombre en cuanto al semillero que fué de esta­blecimiento de pueblos, como muy pocas veces visto en laépoca de una colonización.

Hasta rematar en aquel célebre Obispo Mariano Mar­tí, maestro de las disciplinas estadísticas, amigo de Abalos yfuerte como él, que nos dejó el más rico mapa mural de lacolonia en vísperas de republicanismo, donde los pueblos ylas provincias se entrecruzan, en su totalidad de riquezas, mi­serias, población, producción, haciendas, patrimonio del fiscoy de la Iglesia, con sentido de modernidad, y es donde hemoscontemplado en sus cuatro tomos de Relación de Visitas, porprimera vez: el verdadero cuadro realístico de la Venezuelade 1810.

Hasta concluir el siglo XVII con la Gula de Foraste­ros, de Andrés Bello, donde se relata la mayor parte de la his­toria sobre Monarcas, hombres Intendentes, Instituciones co­mo la Compañía Guipuzcoana, que todavía resisten la medidaen donde se puede encuadrar el pensamiento económico denuestro pueblo. Rematan Humboldt y Depons, cuyas obras.

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señalan como el descubrimiento para el mundo moderno ex­traño del país vivo y rico que es Venezuela. La mayoría de es­tas obras han sido escritas en el período en que impera el des­potismo ilustrado de los Borbones y cuando nuestro paísasume las mayores características de vida económica de todasu etapa colonial y cuando debido a ello se han implantadolas grandes reformas de la ilustración económica. La econo­mía ha hecho surgir ideas para descubrir lo que teníamos ypara qué servían, ya en beneficio de la patria de ultramar opara beneficio propio, y ha hecho establecer las grandes ins­tituciones que la encaman.

Desde la creación de la Capitanía General, la Inten­dencia, la Real Audiencia y hasta el célebre Consulado.

y como centro de luces, aglutinador del pensamien­to sabio, antes que todo esto, la Universidad de Caracas, 1725,gracia económica para la época, pues la juventud no tendríaque evadirse hacia otros centros lejanos, gastar lo que hoy lla­maríamos divisas y sería nueva normal para la directriz delpensamiento que correspondería al funcionamiento de la ilus­tración, aunque fuera con las limitaciones de antaño.

En el período de la Independencia sobresalen Sanz,José Domingo Díaz, Bolívar, Briceño Méndez y Revenga.Bolívar es el ideólogo estelar, el intuitivo y práctico.

De 1830 hasta finalizar el siglo XIX sobresalen conimportancia estelar un conjunto de nombres que hacen de lapolítica, de la cultura y de las ciencias una de las etapas másbrillantes por su contenido y por la influencia que gestaronen la cultura y de las ciencias y que en materia económicas serevelaron como estadistas, como conocedores profundos dela hacienda o como propulsores y divulgadores de la econo­mía popular.

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Merecen destacarse: el hacendista Santos Michelena,quien en actuación, en proyectos de fundamento económico,leyes, o al mismo tiempo impugnaciones como la célebre suyaal proyecto de Instituto de Crédito Territorial de Aranda, lohace personero de conocimientos económicos necesarios parala ampliación de la cultura.

Baralt añade a su importante historia un resumen dehistoria económica de Venezuela que ha sido siempre objetode estudio por sus atinadas conclusiones o por el mérito dehaber iniciado tan importantes estudios en nuestras biblio­grafías.

Codazzi nos ejemplariza con verdadera sistematiza­cion lo que tenemos y podemos desarrollar de riqueza geo­gráfica en función económica y ha sido, el mapa donde toda­vía vemos, unido a los sistemas y formas modernas de pensar,la realidad de los factores que dan vida a la economía.

Fermín Toro y sus reflexiones sobre la Ley de Abrilnos da el más diáfano ataque económico sobre la usura.

Juan Vicente González es el primero que nos pinta,aunque una historia psicológica, abundantes problemas e in­terrogantes de influencia económica en nuestro medio, espe­cialmente sobre lo que se refiere a la propiedad territorial.Sus grandes biografías están consustanciadas con ese trasfon­do económico: la de Tovar, Avila, Alegría y Rivas.

"Las ideas liberales no habían podido extenderse yprevalecer en un país sin imprenta ni educación primaria ...Anádase que Venezuela estaba llena de europeos, propietariosy poderosos, de empleados que dependían de sueldo y espe­raban ascenso, de gentes que amaban con vehemencia los em­pleos, porque no conocían la riqueza de la industria".

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y un importante estudio suyo sobre el Libro de Eco­nomía Política de Courcelle-Seneuil.

1864, traducción por Urbaneja e Isaac J. Pardo de laobra de H. Dameth: Lo justo y lo útil, principios de Economia.

Cecilio Acosta, Profesor de Economía Política ennuestra Universidad. De sus Obras Completas entresacamoslo económico siguiente:

Leyes secundarias (Ill).Inmigración.Mercado Público.Junta Superior de Caminos.Solidaridad de las Industrias (tomo IV).Moneda.Crédito Público (tomo V).

SHAKESPEARE y "EL MERCADER DE VENECIA"

El estudiante de economía o el egresado como hom­bre de letras debe volver siempre a Shakespeare. Después dehaber escrito sobre él muchas páginas, de habemos bebidoese mar dulce de tanta psicología amorosa; ese mar muertode tanta psicología de odios y crímenes, vamos a hacer hoyuna disquisición en torno a una de sus obras maestras: ElMercader de Venecia, tan afín a los estudios económicos porlas caracterizaciones de sus personajes, por la pintura del am­biente, por el problema fundamental que trasciende y es eltópico industrial: la usura y el comercio, la justicia del dere­cho por aplicar y la injusticia si se aplica con el rigorismo delo pactado -ley entre las partes-; iniciación tal vez de lo quehoy está tan en boga en la ciencia que estudia y que consti­tuye la novedad en la economía: el delito económico..

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El tema central yo sé que lo sabéis. Pero en la obraestán los personajes del autor mezclados entre los pormenoresde lo económico, el alma buscando el resultado de las tran­sacciones, los brazos manejados por la intención: Tirante ycurvado está el arco, evitad la saeta con la frase certera delRey Lear. El distintivo característico de los personajes esque ellos trabajan en su mundo real como los de la ComediaHumana. No son pinturas para un salón o para una pinaco­teca de selección; tienen todos sus sentidos tentados haciala consumación de destinos materiales tan claros y perfectos,como si pusiéramos nuestro oído a las puertas de una granciudad, de esas ciudades cerradas con sus grandes murallaseconómicas, pero donde puede vivir una humanidad feudal,renacentista o moderna, da lo mismo, ya que las pasiones quenos pinta el inglés son iguales para muchos siglos, mantenién­dose tan sólo ese relativismo que la moral ha sufrido por lasépocas. El judío Shylock es protagonista de miles de juiciosdel cuatrocientos o del novecientos, así como la reparticiónde los tronos y tierras del Rey Lear puede ser sistema de larepartición de las acciones de un burgués moderno que va acasar a sus hijos. El drama es el mismo. Sólo el tiempo y ladistancia y el nombre de almanaque de los protagonistas. Enestos personajes trascienden las pasiones como olores de al­mizcle. No guardan en su interior las reacciones posibles,sino que. desde el primer momento ve uno alargarse los ten­táculos de sus modus vivendi espirituales y a poco agarran suspresas en una llama de rica promesa deslumbrante que quemala vista del más simple espectador. Pero siempre tambiénsobre la tierra: su filosofía la sacaba de su bello verso: "Haytambién más en los cielos y en la tierra de lo que ha soñadotu filosofía". No es mundo imaginario, es reflejo de las crea­ciones humanas, detalladas hasta constituir un arte pasional.¿Habría en el suelo que pisaba Shakespeare, en aquella socie­dad inglesa, individualista, reformista y pujante de piratería,esos tipos que se encuentran hoy pintados en sus cuadros?Fuera de los personajes sacados de la galería plutarquiana y

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elevados a una modernidad de 1600, de sus sonetos endiabla­dos de amor y romanticismo, pero eternos para una perenni­dad clásica, la historia de Merry England está estereotipa­da con una fuerza maravillosa de plasticismo trágico en susobras. (Recuérdese el viaje de Chamberlain a Munich y supensamiento de Shakespeare al despedirse; la rectificación deun periodista a ella; un profesor brasilero explana la influen­cia del alcohol en los personajes de Shakespeare, en la revistaDerecho, de Sao Paulo); hasta la propaganda contra Inglaterraen la última guerra es tomada de Shakespeare: "Sí, los ingle­ses son muy honorables", fue una espina de intranquilidadpara los ingleses.

Shakespeare nos ha dado una obra magnífica en loliterario y por el tema central económico muy en boga ensu época: la usura: El Mercader de Venecia. Es grandiosoel escenario histórico que se delinea en ella. Es preciosa lapoesía cuando se encarna en tópicos de una sustancia econó­mica. Hay un fondo verídico que se trasunta como es la lu­cha antisemita. Dos grandes conformaciones religiosas quecreen y sustentan principios antagónicos con respecto al inte­rés: la judía y la cristiana. Fue producto como obra de unmomento que se sucedió en el pueblo inglés con respecto a lalucha contra los judíos producida por un caso histórico don­de andaban de por medio un judío español exilado en Ingla­terra, el célebre secretario de Felipe 11, don Antonio Pérez,cuya exhaustiva biografía ha hecho en los tiempos actua­les Marañón.

La obra para los estudiosos de la economía tiene unaimportancia capital de remembranzas y de pensamientos. Co­nocemos por ella el desenvolvimiento del comercio enaque­llas ciudades del Mediterráneo, emporios de riquezas y de ac­tividades relacionadas con ella. Venecia es el centro del dra­ma y como ciudad de dux y mercaderes, de stock mercantil,de comunidad entregada a los afanes de esas artes, del comer-

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cio marítimo, del mar como ruta de amor y de impacienciaslaboriosas, no se encuentra pintura más aleccionadora enninguna obra del pensamiento. Antonio, el mercader, estátriste, y no sabe de dónde proviene esta tristeza. Un amigole dice, y fijaos en esta relación psicológica de cerebro y ma­teria: "Vuestra imaginación se bambolea en el óceano, dondenuestros enormes galeones, con las velas infladas majestuosa­mente, como señores y ricos burgueses de las olas o, si lo pre­ferís, como palacios móviles del mar, contemplan desde loalto de su grandeza la gente menuda de las pequeñas navesmercantes, que se inclinan y les hacen la reverencia cuando sedeslizan por sus costados con sus alas tejidas". Otro amigole dice: "Si yo corriera semejantes riesgos, la mayor parte demis afecciones se hallarían lejos de aquí, en compañía de misesperanzas. Estaría de continuo lanzando pajas al aire parasaber de dónde viene el viento. Tendría siempre la nariz pe­gada a las cartas marinas para buscar en ellas la situación delos puertos, muelles y radas; y todas las cosas que me hicierantemer un accidente para mis cargamentos me pondrían indu­dablemente triste".

Prosigue la teoría del riesgo comercial, de quien estápendiente de la fortuna, del álea que domina siempre al co­mercio, en estas frases del consecuente amigo: "Mi soplo, alenfriar la sopa, me produciría una fiebre, cuando me sugirierael pensamiento de los daños que un ciclón podría hacer en elmar. No me atrevería a ver vaciarse la ampolla de un relojde arena, sin pensar en los bajos y arrecifes y sin acordarmede mi rico bajel Andrés, encallado y ladeado, con su palo ma­yor abatido por encima de las bandas para besar su tumba.Si fuese a la iglesia, ¿podría contemplar el santo edificio depiedra sin imaginarme inmediatamente los escollos peligrososque, con sólo tocar los costados de mi hermosa nace, desper­digarían mis géneros por el óceano y vestirían con mis sedasa las rugientes olas; y, en una palabra, sin pensar que yo,

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opulento al presente, puedo quedar reducido a la nada enun instante?".

Un rico comerciante amigo de Antonio necesita deun préstamo de tres mil ducados por tres meses. Seguro es­tá de poderlo pagar. Las obligaciones de intereses tienen susplazos y sus incumplimientos conllevan remates. Pero élcree pagarlo a su tiempo. Antonio le saldrá de fiador. Vana casa del judío Shylock a solicitarlo. Antonio presta tam­bién dinero. lo hace como buen católico a quien se le pro­hibe la usura por los cánones de la Iglesia. El judío a quienél ha molestado, rechiflado, escupido como perro judíosiempre que lo encuentra en el lugar de cita de los hombresde riqueza, el Rialto, el lugar donde se hacen las transaccio­nes. Este es la Bolsa o Cámara de Comercio de la Veneciaantigua. Shylock lo cree solvente "sin embargo, sus recursosson hipotéticos" y sigue reflexionando internamente. "Perolos barcos no están hechos más que de tablas; los marinerosno son sino hombres; hay ratas de tierra y ratas de agua;quiero decir, piratas. Además, existe el peligro de las olas,de los vientos y de los arrecifes". ¿Véis aquí cómo se vanpintando no sólo las turbaciones del mercader asegurado,sino también del prestamista para asegurar la presa de la hi­poteca o del interés, es decir, la garantía. En la presentaciónShylock reflexiona aparte: "Le odio porque es cristiano,pero mucho más todavía, porque en su baja simplicidad,presta dinero gratis y hace así descender la tasa de la usuraen Venecia". Shylock entre preguntas dirige ardorosas fle­chas al contrincante, y como haciéndose el entretenido rela­ta el cuento bíblico de las argucias de Jacob para ganar elacuerdo de que todos los recentales o corderos de leche lis­tados y moteados fueren para él, poniéndole en el acto dela generación a las ovejas colores para que sus criaturas lastomaran en el acto de la procreación, y pudieran pasar todasa Jacob. Esta era una manera de prosperar, ironiza Shylock,y fue bendecida su ganancia, pues la ganancia es una bendi-

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ción cuando no se roba. El judío va seguro a su meta de ven­ganza y le presenta esta solución generosa: el pagaré va a serfirmado en esta forma: "Venid conmigo a casa de un nota­rio, me firmaréis allí simplemente vuestro pagaré y a mane­ra de broma será estipulado .que, si no pagáis tal día, en tallugar, la suma o las sumas convenidas, le penalidad consisti­rá en una libra exacta de vuestra hermosa carne, que podráser escogida y cortada de no importa qué parte de vuestrocuerpo que me plazca". Esta introducción de la obra es gran­diosa y junto con otras debían ser materia del preparatorioen Economía. El desenvolvimiento posterior de la obra esun monumento de psicología comercial, de encontradas ac­ciones y reacciones que conducen a la conclusión del temacentral y a la solución de los problemas encontrados. Pensa­miento poético alcanza los relieves más interesantes de cómoactos tan pequeños pueden conducir a sublimes tragedias.Es digno de leerse al rescoldo del estudio de la Economía lostrazos magistrales de esta obra portentosa. El final lo cono­céis. El judío, en los estrados de la justicia, que es dura enVenecia, porque ella es romana y universal, gana su pleito.Pero la justicia que es ciega, pero mujer, también tiene su be­nevolencia en la práctica cuando por ser demasiado estrictapuede llegar a ser injusta. Y apela a fórmulas cuando el pactoes imposible de cumplir, y le dicta a Shylock por consejo deun doctorado en leyes, que puede tomar lo que le pertenece,que puede cortar la carne, pero sin verter sangre y cortandoexcata y únicamente una libra, ni más ni menos: "Si el equi­librio de la balanza se descompone con el peso de un cabello,mueres, y todos tus bienes quedan confiscados". Porque lasleyes de Venecia establecían también que si un extranjeroatenta contra la vida de un ciudadano, la mitad de sus bienespasarán al Estado y la otra al ofendido. El judío pierde, perose le perdona la mitad de sus bienes para que sean entregadosa su muerte al yerno, que ha casado con su hija, después deraptaría. Este último exclama al saber la noticia: "Hacéiscaer el maná en la ruta de las gentes hambrientas". ¿No es

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ésta la mejor definición de la Economía, tal como la definíal principio?

SEÑALES DE LA NOVELISTICAEN FUNCION ECONOMICA:

BALZAC y FLAUBERT

Los novelistas son también alfareros de la economía.En la subjetividad de sus creaciones llevan mezcla con que seedifican las pirámides y ellos, con su espíritu de selección,admiran y describen aquellas artes de los fabricadores detanagras en la vieja Grecia, de la de los cultivadores de viñe­dos que nos dan el jugo de la uva, de la vida y relaciones delos mineros, de los que pescan en los ostrales, y de los traba­jadores del petróleo, de los que explotan los grandes caucha­les y sarrapiales, los que nos describen cómo los grandes ríospueden desembocar en otros deltas que no son los suyos, losque nos dan el panorama de una nación o de una provincia, yen ésta de un cantón, los que nos señalan que los ríos puedencanalizarse, en una descripción fulgurante, para conducimosa un mito, midiendo sus fondos, indicándonos los bajos quelas mareas preparan, en medio de manglares que pudren susraíces en la lujuriante vegetación, objetos estos de fuenteseconómicas, ¿acaso el pensamiento de Pascal sobre los ríos,caminos que andan, no ha creado una política económicasobre el transporte?; la vida de los asalariados, de los ren tistasy burgueses, de las transacciones comunes y de las artificiales,de los ricos y de los avaros, de los pescadores de fortunas enla bolsa, en la banca, en el amor; los agiotistas y los usureros,ese mundo de las pasiones desbordadas o limitadas, que alfin de cuentas son el mundo sobre el cual se ejerce la econo­mía, como pilares de lámparas maravillosas, que se enciendencon carburo, petróleo o gas.

Si este fuera un auditorio de puros literatos que no deeconomistas, se le podría aconsejar al hombre también que

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lea la economía, las grandes obras de ella, desde sus primerostiempos hasta hoy, para que vea luego la revelación de nuevosmundos en sus creaciones, concretadas muchas veces en ecua­ciones y estadísticas, en un mundo subjetivo y novelesco desoluciones y contradicciones, crisis y bienestar de caráctereconómico. Porque hay préstamo, dación y correspondenciaentre estas dos órbitas que engloban en sí la mayor parte dela conducta humana. Porque todas son obras del espíritu quepueden nacer de paraísos naturales o artificiales. Stendhalaconsejaba a los novelistas leer siempre el Código Civil, paraobtener concreción, cortedad en el estilo y seguridad comocasi siempre se expresa el pensamiento en el vaciado de losartículos. Y Huxley nos señalaba que él solo casi lcía comoobra predilecta la Enciclopedia Británica, de donde sacaba lamayor- fuente de sus motivaciones.

¿Se podrá tomar para leit-motiv de una novela o unapoesía, un tema simple o grandioso de economía y hacer po­pular la ensoñación? ¿No nos sugiere acaso consecuenciasque un poeta o un novelista podría explanar, aquel pensa­miento, creo que de Aranda, sobre la inmigración de que éstapuede hacerse como el trasplante de la vid, o trayendo losalmácigos nacidos, pero pequeños, o enterrando una parte dela rama y después de pegada en tierra cortarla. o hacer elinjerto en nuestras plantas similares? ¿Cuál de estas formases de mejores consecuencias y resonancias en el plano econó­mico de las nuevas formaciones autóctonas? El poema Mipadre el inmigrante, de un intelectual nuestro, en poesía pu­ra, enseña muchas veces más que especulaciones sobre las mi­graciones, como la cita de un ensayista argentino me ha dadouna buena nota de alerta sobre esta materia: Queréis conocerel mejor incremento de la población extranjera en un país,fijaos un día de fiesta nacional y tomad como índice en lasbanderas extrañas que penden de los aleros de las casas crio­llas o de los ojos de los apartamentos.' No es otra cosa quela estadística visual de las enseñas. Ya Mene en nuestro países la novelística de las primeras exploraciones petroleras.

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La economía cambia el mundo y las situaciones vita­les de los pueblos. El mundo es mundo y es cambio. La tesisantigua es la que dice Seignobos en la introducción de su His­toria Sincera de la Nación Francesa: "La evolución de unapoblación depende de las condiciones materiales en las cualesha vivido; esto sería economía estática, tainiana, pero a segui­das hace esta notable rectificación de economía dinámica,que nos sorprende en un historiador: esto no quiere decir quela evolución de un pueblo se determine únicamente por esascondiciones materiales, por la naturaleza de los habitantes lla­mada "la raza". El medio no obra de la misma manera sobretodas las poblaciones, la prueba está que sobre un mismo paísse han sucedido pueblos muy diferentes. La naturaleza noproduce sus efectos, sino donde los hombres saben hacerlosproducir. Siempre ha habido hulla en Paso de Calais, pero noha habido mineros antes de 1850; siempre hubo mineral dehierro en Lorena, pero no ha habido obreros metalúrgicoshasta después de 1890; Bretaña estuvo siempre al borde delmar, pero hasta el siglo XVI no hubo marinos bretones. Deesa misma manera una población puede adoptar un tipo devida diferente al de sus antepasados de su raza: los ingleses,marinos e industriales, son descendientes de una poblaciónexclusivamente agrícola".

En este paisaje del cual se nutre la sociedad burguesade la época de Napoleón y la de la restauración es dondeafinca su genio literario Balzac. Sociedad mezquina, lujosa,obsesionada por el dinero, también miserable, le da los ele­mentos oara crear personajes, sin duda reales, prototipos delespejo donde se miran sus cuerpos y sus almas, y que en unadiscriminación sociológica y aleccionadora, Balzac los pasa alas páginas de sus obras para hacerlos vivir lo que él llamó sin­ceramente La Comedia Humana. Es importante para los es­tudios de Economía y de Sociología conocer lo que aquélestereotipó como fuerzas pasionales que en la lucha por lavida ejercitan el máximo de sus principios y que constituyen

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el motor directriz de los aspectos funcionales de la vida co­tidiana; el mismo hilo con que se tejen muchas operacionesdel mercado, muchas ganancias o pérdidas, sean éstas la glo­ria o la riqueza, porque el dinero fue en Balzac, en su propiavida y en la de sus personajes, el elemento esencial de laconducta, alimentado por la rica imaginación del novelista."Balzac ha sido el primero de los novelistas que ha intentadodecirnos cómo se gana el dinero", ha dicho un crítico y esamarca de fábrica es, al propio tiempo, una novedad literaria,asienta su compilador. Este continúa: "En La Comedia Hu­mana, la fauna de los codiciosos es numerosa, pero puededividirse en tres grupos: el de los tacaños y usureros, el delos presuntos herederos y los buscadores de dotes, y el de losbanqueros y los que luchan por la fortuna. El más interesantees el primero, porque se trata de verdaderos maniáticos, dearquetipos que sólo viven por y para el dinero. Sin este ele­mento, la vida no tiene valor alguno para ellos, pero la ri­queza no les sirve para nada útil, como no sea amontonarlay contemplarla. Los otros dos grupos están integrados porseres también ambiciosos de bienes materiales, pero con de­signios distintos del dinero en sí. Los del primer grupo lobuscan como fin; los otros, como medio". Por algo se acon­seja la lectura de Balzac. Necesitaríamos mucho tiempo paraentresacar de su inmensa obra escrita todo lo que pueda co­rresponder a la significación espiritualizada -en mal o enbien- de lo económico o financiero. El nos dio los linea­mientos particulares, de afecciones, esperanzas y deseos queengloban a la sociedad de su época y que todavía pautan cá­nones en las sociedades modernas, porque el que abarca comoél los sentimientos en todas las gamas del arco iris pasional,las intimidades de relación entre personas, estatamentosy sociedades, el que abarcó todos los oficios desde la arte­sanía hasta las profesiones liberales, desde el empleado hastael comerciante, para agruparlas en una lucha endemoniadade apetencias y desdichas, y que si en verdad el arte musitasu canción de belleza y modelas cimbrias del edificio social,

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en todo deja traslucir el juego peligroso del hombre buscan­do la moneda.

Sus obras son cuadros poderosos donde el conoci­miento debe ir a buscar fuente grata o ingrata para aprove­charla en el regadío de los prolegómanos donde la economíao las finanzas siembran sus primeras flores que darán esenciaa sus parcelas abstractas. Es el prólogo maravilloso para eseescenario subsiguiente donde los datos económicos van a ad­quirir perennidad de hechos manejados también por los hilosde la psicología. Balzac mismo lo ha dicho como quien me­jor conoce el maderamen de su obra. "Estableciendo el in­ventario de los vicios y virtudes, juntando los actos principa­les que determinan las pasiones, pintando los caracteres, esco­giendo los acontecimientos principales de la sociedad, compo­niendo seres típicos por la reunión de rasgos de varios carac­teres homogéneos, acaso podría yo conseguir escribir la his­toria olvidada por tantos historiadores, la de las costumbres".Balzac es el novelista por excelencia que nos da la mayoragrupación de elementos didácticos preciosos y apreciablespara enfocar la tierra nueva de donde se extraen las arcillasde diferentes tonalidades de los cuerpos que generan, al finde cuenta, el mundo de la práctica, de las ocupaciones, delmercantilismo, de las fraguas que construyen el Molochque hay que alimentar; y para la corriente nueva pensanteque busca los fines de la economía hacia el mayor espaciodel bienestar, tiene que conocer y ahondar mucho en esemundo egoísta y conservador que Balzac pintó, para podertener a mano la suficiencia del conocer y saber que el mundotambién se puede gobernar con otros lineamientos.

Es muy interesante para el observador económicocomprender este hallazgo en la creación estética de Flaubert.El que ha creado la teoría del bovarismo y nos ha demostradolas excelencias de una de las mejores obras de la novelísticagala, comparable sólo a Rojo y Negro, y como artista de la

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palabra crea el simbolismo moderno en un tema antiguo, enSalambo, nos maravilla en su corrrespondencia con esta frasede emoción de la técnica, el papel del horno faber en la litera­tura: en su poética Rostand aconsejaba. tomar muy en cuentalas artes mecánicas para elaborar metáforas. ¿Siguió este princi­pio Flaubert para su novelística? A ésto respondemos con unasola de sus obras: Bouvard y Pecuchet. La clase media fran­cesa provinciana, llena de los datos que da la superficie psico­lógica de su parcela territorial, es la que ha dado productosacabados de inteligencia. Esa vida cotidiana, francesa, inte­rior, que todos hemos gozado en Ronsard o Balzac, hasta Zo­la y Gide, y que en los estudios económicos han llevado alplano de las especulaciones científicas Pirenne o Sombartentre flores, costumbres, siembras y recolecciones de cose­chas: uvas; manzanas o trigo, nos han dado magistral sumi­nistro para la siembra de la inteligencia. La mecánica de lasartes en Francia ha sido fecunda vida de acción para el pen­samiento literario, ese tercer estado tan bien descrito porSieyes, fue antes y después la plenitud de la vida gala, en sualcance promisorio.

Acostumbrado el hombre con su paisaje, con las ma­nipulaciones terrestres, el pensar mantiene en la retina la si­militud de la vida de las abejas, que es el reflejo más patentede la vida campesina, rural y hasta -urbana de la nación.

La contemplación de esta vida hacendosa francesatiene que producir el milagro de la metáfora; el arte mecánicoestá intimamente unido al arte estético, porque si éste copiamuchas veces a la naturaleza muerta del recuerdo, tiene querepresentar en aquél a la naturaleza viva del presente. En estoconsiste la frase de Thibaudet, en su Historia de la LiteraturaFrancesa. sobre el carácter de la reproducción interna y su­ficiente del país galo. Alain, el diestro prosador francés, se­miconservador, pero lleno de claridad, tiene notas estupen­das sobre esta vida burguesa, provincial y su espléndido pa-

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norama productor de etopeyas, siempre vigente y perenneen Francia.

y son pensamientos suyos: "Cualquiera ha podidoobservar esa lenta distribución de las tierras"; "Habría quehacer leer a Balzac en las escuelas comerciales", y con éla Flaubert. Recuerdo siempre en mis lecturas que la mayo­ría de los grandes hombres franceses de la política y de la li­teratura han salido de las escuelas normales. Luego la peda­gogía contiene un gran arsenal de preparación, son comonormales para la vida. Y los hombres de pensamiento en loliterato a veces nos dan que pensar.

Volviendo al tópico de estas notas marginales, laemoción de las artes mecánicas en Flaubert, me encuentroque desde el Prefacio de las últimas canciones va uno con­templando ese mundo manual que hace el sortilegio de sunovelística, pero que presta incalculables datos a la econo­mía, dice que la tipografía es como el rendez-vous de todaslas pretensiones, iniciando así lo que sería en el transcursodel tiempo ese centro de trabajo y transmisor de luces queconstituyen las bases del periodismo moderno. Y así se ex­presa el sentimiento flaubertiano. El romanticismo es unaactitud emocional. Pero el romántico es imaginativo y quie­re crear por la imaginación el mundo que no ha visto; mien­tras el clásico quiere ver para después sentir y de este cami­nar por la ruta del destino nace la perennidad de la obra.Flaubert crea viendo y sintiendo las situaciones dé la rutafrancesa. Sus artículos sobre los castillos de Francia, sonla visión estimativa que le nace de la contemplación de suspiedras algo derruidas, sus jardines sin cuido, sus galerías"donde las arañas articulan sus telas sobre las salamandrasde Francisco 1"; pero en ellos ya se verifica esa función es­pecialísima que en Flaubert es motivo que no olvida: lapeculiar observación de todo; la vida del campo, con todassus peculiaridades y expresiones sencillas; la vida de las ciu-

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dades con la de sus calles, botiquines, plazas, estatuas y mo­numentos; las piedras y caminos, las arboledas y sus frutos,las viñas, el rico sabor de los vinos francos, etc. El hombreque observa y estudia lo que no le da la vista como sensacio­nes para su imaginación, se lo da la recia lectura para sus crea­ciones. Para elaborar a Bouvardy Pecuchet, tiene a su dis­posición más de cien libros sobre los 'tópicos que estos dospersonajes centros de su novela van a desarrollar en sus reci­tales y conversaciones creadores. Pero también tiene a supropio mundo francés entre las manos, la vida en común desus ciudadanos, las pequeñeces y grandezas de la útil clasemedia francesa, lo que Cervantes antes había demostradocomo real en el idealismo de Don Quijote, o ideal en el prac­ticismo de Sancho. Si Stendhal es más sugestivo, Flaubertes mas objetivo; éste empieza el Bouvard y Pecuchet con elcalor y los canales del Loire (33 grados cita) en el BoulevardBurdon; más bajo el canal San Martín; el uno venía de laBastilla, el otro del Jardín de las Plantas. Se ve así el realis­mo del punto de vista descriptivo, aunque la novelística ensu fondo conserva los rasgos del romanticismo que ejercíainfluencia en la época. La' meticulosidad en Flaubert, quefrena a su imaginación, tiene su base en el estudio del Dere­cho, que no ejerció, y en la atracción que sólo dirigía al es­tudio de ellas o a la contemplación de la emoción de la téc­nica. La diferencia con Stendhal, éste es más psicológico yse horrorizaba de estos trabajos manuales, y en sus novelasno hay artesanos, a pesar del ambiente de artesanía de Ita­lia y de Francia.

Las metáforas las encontramos en FIaubert más ensu Correspondencia que en sus novelas, por el carácter espon­táneo y sin mayor plan de aquélla, en contra a la correctaplanificación metódica de éstas. Sus novelas son arte ordena­do, realista, no crea situaciones románticas y alejadas del lu­gar común; su romanticismo está en su realismo, en su natu­ralismo. Hay una cierta relación entre Cervantes y Flaubert

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en cuanto al manifiesto que hacen a través de dos personajes,sobre un tópico que ha alcanzado hoy una profunda tesishumana de idealización. Acabar con la caballería en augepor un ideal caballeresco y el discutir el alcance del progresode las ciencias, en un período de auge del cientificismo enel mundo.

Flaubert, como Stendhal y Balzac, es conservadory el progreso de la humanidad que desde Condorcet es elideal del género humano, encuentra en él una resistencia,un temor a su auge, y tal vez un peligro para la tranquili­dad esniritual; y al representar en dos personajes las líneasde superación o negación, crea el fin de cuentas un pesi­mismo en torno al perfeccionamiento de la vida cuando sepueda seguir la línea de la superación, admitiendo un opti­mismo en la quietud si se sigue la otra línea. Pero las dosencontradas posiciones de los personajes nos dan, sin em­bargo, materia para conocer la profundidad de Flaubert encualesquiera de ellas, y lo importante de las experienciasexpuestas por uno, pero negativas para el autor, son intere­santes para indicar el poder de" la novelística en todas lasartes en que la mano abunda y produce las reliquias de la'civilización. La obra es una enciclopedia de conocimientos,de todas clases, y más aún los que nos interesan como agujastejedoras de la vestimenta económica; todo lo que abarcanlas ciencias prácticas: "Hacían reflexiones sobre las obras deteatro en boga, sobre el gobierno, la carestía de los alimentos,los fraudes del comercio. De vez en cuando volvían en susconversaciones a la historia del collar, o al proceso de Fual­des; otras, buscaban las causas de la revolución. Visitaban losmuseos de artes o de ciencias, y sus miradas escudriñaban to­do el contenido producto de la inteligencia o del esfuerzo.Sus observaciones y sus estudios inmetodizados iban prepa­rando, sin embargo, a los autodidactas que fueron en sí Bou­vard y Pecuchet, que de simples oficinistas se iban apegando,aunque fuera grotescamente de las glorias del siglo, de los in-

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ventos y de las artes mecánicas, como las tierras y las arenillasvan constituyendo isletas en el curso de los ríos y que des­pués son cultivadas y sembradas por los pobres cosecheros".

y aunque la tesis flaubertiana la rechazamos, los ma­teriales con que llega a ella son importantísimos para elaprendizaje de las artes mecánicas en función literaria, porquela obra aunque pueda tener un idealismo pecaminoso comosería la crítica y hasta negación del progreso, el estilo abs­tracto, ayudado por todas las ideas más prácticas que resu­men la existencia, desde la siembra de legumbres, la vida delos granjeros, las orugas, las fincas y sementeras, las tormentasy las espigas caídas, las cubas, el arte agrícola y el arte deconstrucción, la química y la medicina, los reinos naturales,y la economía, hasta la pintura de una dama: "la mujer eramuy rubia, con las mejillas salpicadas de pecas y ese aire desimplicidad que se advierte en los campesinos de las vidrierasde las iglesias", y en el extracto del plan hallado entre lospapeles de Flaubert, para la conclusión de esta obra que fuepóstuma, encontramos finalmente repercusiones fundamen­tales de administración y gobierno de economías por hacer.

Pero la educación a fin de cuenta, triunfa aunque nolo declare Flaubert, porque después de haber asistido los dospersonajes a una sesión de la Academia, Flaubert apunta, yserá el triunfo de la modernidad: "En el fondo de un hori­zonte cada -d ía más lejano divisaban cosas a la vez confusasy maravillosas".

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