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Investigación bibliográfica acerca de la Educación Emocional.
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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
SEDE DE OCCIDENTE
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN
ED0067 PEDAGOGÍA
TEMA: LA EDUCACIÓN EMOCIONAL
PROFESOR: BRAYAN VILLALOBOS PALMA.
ESTUDIANTES:
MELANY VEGA CHAVARRÍA B47497
NAZARETH SOLÍS ROJAS B46846
ESTHER SEGURA CECILIANO B56806
I CICLO 2015.
1. INTRODUCCIÓN
En el siglo XX, se comenzó a desarrollar una corriente educativa que proponía
cambios que la sociedad occidental del entonces consideraba drásticos. Estos cambios
consistían en prestarle un poquito más de atención a la parte emocional del ser humano, pero
sin abandonar por completo la atención sobre los asuntos de la razón. Era como tratar de
hermanar el corazón y el cerebro, lo cual es muy difícil todavía, porque muchas veces no
sabemos si las acciones que ejecutamos son predispuestas por las emociones o por la razón.
La corriente de la educación emocional ha tenido un mayor auge a partir de las
últimas dos décadas del siglo pasado, aproximadamente, porque se basa en una noción que ha
sido desarrollada por varios psicólogos de distintas partes del mundo, especialmente,
estadounidenses; y dicha noción se denomina inteligencia emocional. El primer capítulo se
tratará exclusivamente sobre las distintas definiciones que ha tenido este concepto desde que
fue propuesto.
Asimismo, en la segunda parte se abordarán algunos de los modelos o métodos más
reconocidos de la educación emocional. Existen diversos modelos propuestos que han
interpretado y perfeccionado esta teoría en los últimos veinte años, sin embargo, se han
escogido solamente tres para tratar de explicar sus orígenes y la propuesta en sí que hacen
sus exponentes.
Y por último, en el tercer capítulo, rescataremos la importancia que la práctica de la
inteligencia emocional tiene en nuestras vidas, cómo esta ayuda a desenvolvernos más
eficientemente en nuestro entorno cotidiano.
2. CONTENIDO 2.1 Bases de la educación emocional
Para sumergirnos en este movimiento tan reciente de innovación educativa, debemos
hacer especial énfasis en las bases que le dieron origen. Es por esto que trataremos las
principales corrientes y teorías que fundaron los cimientos de la educación emocional y que
han introducido cambios en la forma en la que era percibida la inteligencia y
posteriormente, la educación.
Históricamente la noción de inteligencia ha cambiado, pasando por distintas
concepciones. Dos suposiciones clásicas que se implantaron por mucho tiempo consideraban
a la inteligencia como “una capacidad general única, que cualquier persona posee en mayor o
menor medida”. Y posteriormente como una condición que podía ser medida a través de
instrumentos estandarizados (Trujillo & Rivas, 2005). Esto es algo que seguimos viendo
hasta ahora a pesar de las distintas teorías en contraposición, ya que muchísimas instituciones
educativas y otras instancias siguen utilizando este tipo de pruebas psicométricas y
generalizadas como una forma de determinar la inteligencia.
Un aporte de mención imprescindible es el que presenta Howard Gardner al publicar
“Estructuras de la mente” en 1983, obra en la que establece una reformulación del concepto
de “inteligencia” a través de la teoría de las Inteligencias Múltiples, bajo la cual establece que
los seres humanos poseen siete tipos de inteligencia, cada una con un grado de independencia
con respecto a las otras. Gardner se refiere a la “inteligencia” como la“capacidad de resolver
problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas”, según este
concepto, “al igual que hay muchos problemas por resolver, también hay muchos tipos de
inteligencias”. Se introduce entonces la existencia de categorías mentales amplias y
diferenciadas entre sí, oponiéndose a la idea de una única inteligencia (Albalete, 2011).
Cabe destacar que esta teoría considera a la inteligencia como una potencialidad
combinada que puede desarrollarse y crecer o decrecer, sin olvidar, claro, la importancia de
los aspectos biológicos y la influencia del medio, estas son, entonces, destrezas que las
personas pueden desarrollar o potencializar a lo largo de sus vidas. A partir de la teoría de las
Inteligencias Múltiples se marca un nexo entre inteligencia, ámbito y campo (Gardner, 2001).
Estas siete inteligencias, según Gardner, son las siguientes: inteligencia auditiva
musical, inteligencia cinestésicacorporal, inteligencia visualespacial, inteligencia
verballingüística, inteligencia lógicomatemática (Gardner, 1983). Esta teoría también
introdujo dos tipos de inteligencias que son de especial interés en este informe y que fueron
de suma importancia para el desarrollo de la educación emocional, estas son las inteligencias
intrapersonal e interpersonal, las cuales están muy relacionadas con el término de
“inteligencia social” que acuñó en 1920, el psicólogo norteamericano Edward Thorndike
(Trujillo & Rivas, 2005)
Para ampliar estos términos recurriremos a los conceptos que Albalete (2011) incluye
en su trabajo de investigación, en el cual se refiere a la inteligencia interpersonal como:
“[…] aquella que permite entender a los demás e interactuar eficazmente
con ellos. Incluye la sensibilidad a expresiones faciales, la voz, los gestos
y posturas y la habilidad para responder. Es la habilidad para captar los
sentimientos y necesidades de los otros, establecer relaciones, ejercer
destrezas de liderazgo, trabajar cooperativamente de forma efectiva,
reconocer y establecer distinciones entre personas, establecer
comunicación verbal y no verbal”(pp. 89).
La inteligencia interpersonal es, entonces, la capacidad o habilidad de poder discernir, de
poder comprender qué le sucede a otra persona o a los demás en un determinado contexto y
actuar de manera apropiada en relación con los estados de ánimo, las conductas y los deseos
de esa persona; es también la capacidad de poder expresar ideas con claridad, de establecer y
no olvidar las necesidades propias, de intercambiar información de forma efectiva con los
demás, de influir en los otros, de resolver conflictos. Todas estas habilidades resultan de
suma utilidad para comunicarnos y desenvolvernos efectivamente en nuestra vida diaria
(Silverman & Hansburg, 2001).
Y para el concepto de inteligencia intrapersonal, Albalete (2011) apunta que es:
“El conocimiento de los aspectos internos de uno mismo, el acceso a la
propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de
efectuar discriminaciones entre las emociones y finalmente ponerles un
nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia
conducta” (p. 9).
La inteligencia intrapersonal consiste, entonces, en la capacidad para formarse un
modelo ajustado de uno mismo por medio del autoconocimiento y ser capaz de usarlo para
desenvolverse de una forma óptima en la vida.
Un aporte que agregó más importancia a este tipo de habilidades o inteligencias, fue
la publicación de “Inteligencia Emocional”, en 1995, del psicólogo estadounidense Daniel
Goleman, en la cual define a esta inteligencia como “la capacidad de establecer contacto con
los propios sentimientos, discernir entre ellos y aprovechar este conocimiento para orientar
nuestra conducta, y la capacidad de discernir y responder adecuadamente a los estados de
ánimo, temperamento, motivaciones y deseos de los demás”, lo cual vendría siendo como una
combinación de las inteligencias interpersonal e intrapersonal que describe Gardner en su
teoría de Inteligencias Múltiples (Trujillo & Rivas, 2005, p).
Según Goleman la Inteligencia Emocional está formada por metahabilidades, las
cuales son tan básicas que cualquier persona las necesita para operar de forma efectiva en su
interacción con otras, estas pueden ser categorizadas en cinco competencias: el
autoconocimiento, el cual consiste en el conocimiento de las propias emociones; la
autorregulación, que se entiende como la capacidad para controlar emociones propias; la
automotivación, siendo esta la capacidad de motivarse a sí mismo ; el reconocimiento de
emociones ajenas, conocido como empatía, y por último, el control de las relaciones con los
demás o también llamado “habilidades sociales” (Ariola & Pérez, 1999).
Una definición más sencilla y puntual de inteligencia emocional es la que presenta
Weisinger (2001), para el cual:
“La inteligencia emocional es, en pocas palabras, el uso inteligente de
las emociones; de forma intencional, hacemos que las emociones
trabajen para nosotros, utilizándolas con el fin de que nos ayuden a
guiar nuestro comportamiento y a pensar de manera que mejoren
nuestros resultados” (p.14).
Como vemos, todas estas definiciones tienen en común la importancia del
reconocimiento, el control y la gestión eficaz de las emociones, apuntando por una mejora,
tanto en el beneficio individual como en el colectivo. Esto puso en evidencia la necesidad de
impulsar el desarrollo interpersonal e intrapersonal como punto clave para poder construir
sociedades con una mejor salud emocional y con mejores herramientas para adaptarse a los
desafíos actuales.
2.2 Algunos Modelos de Educación Emocional. 2.2.1 Modelo Montessoriano.
María Montessori es una médica, proveniente de Chiaravalle, Italia. Nació el 31 de
agosto de 1870. Estudió medicina en la Universidad de Roma, se graduó en 1896,
convirtiéndose en la primera mujer médico de Italia. En 1902 empieza sus estudios de
pedagogía, psicología experimental y antropología.
En 1907 funda su primera “Casa de los Niños”, la cual es el origen de su método
educativo. Desde 1909 hasta 1951 se dedica a impartir conferencias sobre formación
profesional de docentes. A partir de 1911 deja de trabajar como médico para dedicarse por
completo a la actividad pedagógica.
Su método se basa en el principio de: “Educación mediante la libertad en un medio
preparado” (Bocaz, Campos & Oscar, 2003, p.3). Los niños deben ser libres para
desenvolverse en un ambiente creado especialmente para ellos. Los niños son los seres más
interesantes del mundo; su curiosidad por conocer todos los aspectos del entorno con los que
deberán tratar durante la adultez, debe ser satisfecha. Ellos no se cansan en la búsqueda de las
respuestas a sus preguntas; de un modo u otro, encontrarán esa respuesta y lo mejor es darles
el espacio que necesiten para ello y que se tomen todo su tiempo tratando de desentrañar esos
“misterios del mundo” como podría ser, por ejemplo: “¿Por qué el cielo es azul?”.
Con el sistema educativo tradicional, lo que se logra es matar esa curiosidad
permanente de los niños, pues se basa en transmitir información ya estructurada a un grupo
de niños, irrespetando las formas específicas de aprender de cada uno de ellos, es decir, no se
prioriza su individualidad. Por ello, la Dra. Montessori contradice este método al plantear que
“la meta de la educación debe ser cultivar el deseo natural por aprender” (Bocaz, Campos &
Oscar, 2003, p.3), y los niños lo pierden cuando se les castra la curiosidad que acabo de
mencionar.
Además, según Bocaz, Campos & Oscar, “las observaciones clínicas la condujeron a
analizar cómo los niños aprenden, y que construyen su aprendizaje a partir de lo que existe en
el ambiente” (p.4). Por eso Montessori los compara con “esponjas”: porque que absorben
todo lo que se sitúa a su alrededor, el ambiente más inmediato representa para ellos un
horizonte sin fin de “conocimiento todavía desconocido”.
Otros aspectos que caben resaltar sobre el método Montessori son que, no se propicia
la competencia entre los niños sino todo lo contrario: se les enseña a felicitar los logros de los
otros; y que los errores no son motivo de reprensión sino que son estimados como parte del
evolución en el aprendizaje del niño.
Esta doctora afirma que los niños pasan por una serie de períodos sensibles que son
cuando su organismo es apto para adquirir y desarrollar una o varias habilidades particulares.
Bocaz, Campos & Oscar, mencionan algunas como:
∙ La lengua en los primeros años, entre el año y los tres.
∙ Sentido del orden, entre los dos y tres años.
∙ Adquirir la escritura, entre los tres y cuatro años.
∙ La palabra que conducen a la lectura de los números, entre los cuatro y cinco años.
Obviamente, la edad en que se adquieren estas habilidades varía en cada infante. Y
además, María Montessori dice que, por lo general, las escuelas las enseñan después del
período sensible. (p. 7).
Por otro lado, el mundo donde vivimos es moldeado constantemente de acuerdo con
las proporciones de un adulto promedio –excluyendo, también, personas con distintos tipos
de discapacidades, entonces los niños se ven obligados a adaptarse a tamaños que “les
quedan grandes”. Para Montessori también es importante que el niño se desenvuelva en un
“ambiente preparado”. Esto quiere decir que, se debe adecuar el entorno y el material al
tamaño y necesidades del niño o niña. Por ejemplo, el aula debe ser espaciosa y con
suficiente iluminación, decorada con temas infantiles, como los personajes de dibujos
animados y también tiene que estar amueblada de acuerdo a las dimensiones del niño; de esta
forma, se sentirá libre de trabajar con los materiales a su antojo, descubriendo el mundo bajo
su propio criterio. Y estos materiales deben lucir atractivos y se recomienda distribuirlos en
diferentes áreas donde el niño tenga libre acceso cuando quiera y para elaborar lo que quiera
con ese material
El rol que desempeñan los adultos que rodean al niño es otro factor sumamente
importante, de acuerdo con María Montessori. Las Guías, como ella solía denominar a las
maestras, deben desarrollar la capacidad de observar las condiciones individuales y las
inclinaciones de sus estudiantes. Ya que las diferencias de personalidad de cada Guía y de
cada niño son incalculables, se dice que no existe un aula montessoriana igual a otra. Todas
son completamente diferentes. Una de las características de las Guías que más me llama la
atención es que, ellas deben “deben despertar en el niño, su independencia e imaginación
durante su desarrollo”. (Bocaz, Campos & Oscar, 2003, p.10).
2.2.2 Modelos mixtos (Goleman y Bar’On).
Daniel Goleman, nació Stockton, California, el 7 de marzo de 1947. Estudió
Desarrollo Clínico de la Psicología y la Personalidad en la Universidad de Harvard. En su
libro titulado Inteligencia emocional, publicado en 1995, basa su teoría en la importancia que
tienen las emociones para el ser humano (Coeficiente Emocional o CE), aunadas al
coeficiente intelectual (CI) de las personas.
Define la inteligencia emocional como: “capacidad para reconocer nuestros propios
sentimientos y los de los demás, para motivarse y gestionar la emocionalidad en nosotros
mismos y en las relaciones interpersonales” (Goleman, 1998, p.98). Lo cual, además de
convertir a la persona en alguien con una personalidad atractiva, una de esas personas que
“se roba” los aplausos por ser sociable y conectar con los demás sin mucho esfuerzo aparente,
sirve para propiciar el desarrollo de competencias emocionales: entre dos personas que
posean el mismo coeficiente intelectual, triunfará la que haya desarrollado de una mejor
manera sus emociones y el control sobre estas. (Goleman).
Este autor determina cinco elementos claves para el buen desarrollo de la IE. Los
detallo a continuación:
Tener consciencia de los propios sentimientos: es conocerse bien internamente a uno
mismo, saber y reconocer cuáles son las emociones, intuiciones y sentimientos que se
experimentan en distintas situaciones.
Autocontrol: a partir de cuándo se reconocen las emociones propias, se puede de
llevar el control de la propia vida y caminar en la dirección correcta.
Motivación: mantener ese autocontrol puede ayudar a crear razones que faciliten el
logro de metas que la persona se proponga; no importa si son a corto o largo plazo, en
este caso, lo importante es mantener la creatividad y las ganas de conseguirlas.
Tener la capacidad de conectar con los demás: a este elemento se le denomina
empatía. Se trata de ponerse en los zapatos de otra persona para intentar comprender
sus emociones, sus “porqués”, etc.
Establecimiento de relaciones interpersonales: una persona que practique la empatía
tiene la capacidad de generar empatía en otras personas para con él o ella. Hay un
sentimiento, una conexión mutua. Ya no se trata solo de ser amable con la otra
persona porque su equis situación te haya conmovido; en este punto, se trata de
entablar amistad con esa persona. (García & Giménez, 2010, p. 46).
Por otra parte, el psicólogo Reuven Bar’On, quien nació en 1944 en San Diego,
California y se desempeña como investigador de la Universidad de Texas, instituyó la prueba
de inteligencia emocional Bar’On Emotional Quotient Inventory (the EQi) que sirve para
determinar el cociente emocional de un individuo y además propuso un modelo al cual se le
ha llamado Multifactorial porque se compone por al menos cinco factores:
Factor intrapersonal: la persona tiene la capacidad de comprender sentimientos,
diferenciarlos y conocer porqué los experimenta y a la vez, tiene la facultad para
expresarlos sin herir a nadie más. También es capaz de aceptar y respetarse a sí
misma: todo lo negativo y positivo de su personalidad. Y por supuesto, la persona
realiza actividades que le placen, sintiéndose segura de sí misma; de sus criterios,
acciones y decisiones.
Factor interpersonal: el individuo posee tacto para sentir, comprender y apreciar lo
que sienten los demás; esto le permite establecer relaciones cercanas con sus
semejantes. Se caracteriza por ser solícito y activo en el grupo social donde se
desenvuelve.
Factor de adaptabilidad: esto quiere decir que la persona es dinámica en cuanto a la
consecución de soluciones para resolver situaciones adversas en las que pueda verse
envuelta. Asimismo, es capaz de valorar sus experiencias de acuerdo con la realidad y
de cambiar o ajustar las emociones, pensamientos y conductas según las situaciones
cambiantes que experimenta a menudo.
Factor sobre el manejo del estrés: se trata de soportar sucesos adversos, momentos
estresantes y “emociones fuertes” y saber cómo resistirlas y controlarlas.
Factor acerca del estado de ánimo: ser feliz y ver las cosas buenas de la vida cada vez
que se puede, aún en situaciones que no son de felicidad y en las que cuesta ser
optimista. (García & Giménez, 2010, pp.4647).
2.2.4 Modelo de Habilidades (Mayer & Salovey).
Peter Salovey es un psicólogo y sociólogo graduado de la Universidad de Stanford,
quien nació en 1958 en Massachusetts, Estados Unidos. Actualmente se desempeña como
presidente de la Universidad de Yale. Junto con John D. Mayer, profesor de Psicología de la
Universidad de New Hampshire, han consolidado un modelo acerca de la inteligencia
emocional en el cual rechazan la idea de que haya componentes de la personalidad del
individuo que definan su inteligencia emocional; en cambio, ellos:
Postulan la existencia de una serie de habilidades cognitivas o destrezas de los
lóbulos prefrontales del neocórtex para percibir, evaluar, expresar, manejar y
autorregular las emociones de un modo inteligente y adaptado al logro del
bienestar, a partir de las normas sociales y los valores éticos. (García &
Giménez, 2010, p.47).
Eso significa que ambos “conciben la IE como una inteligencia genuina basada en el
uso adaptativo de las emociones y su aplicación a nuestro pensamiento”.
(FernándezBerrocal & ExtremeraPacheco, 2005, p.67).
Las habilidades a las que se refieren ambos autores son:
La percepción emocional: con esta cualidad se pueden reconocer y comprobar las
emociones de los demás a través de la expresión facial de estos, de su lenguaje
corporal y de su tono de voz.
La asimilación emocional del pensamiento: implica tener en cuenta los sentimientos
cuando deliberamos o cuando nos enfrentamos contra un problema. También
refuerzan nuestros procesos cognitivos básicos, enfatizando nuestra atención en lo
que es realmente importante. La perspectiva sobre cualquier situación adversa
cambiará de acuerdo con estado anímico y emocional en que nos encontremos.
Comprensión de las emociones: la persona tiene la capacidad de entender y darle
nombre a sus emociones así como, identificar en qué rangos se clasifican los
sentimientos. Además, implica una actividad de anticipación y de retrospección para
averiguar qué causa tal o cual estado de ánimo y las efectos de nuestras acciones. La
persona también puede reconocer combinaciones de distintos estados emocionales,
los que permiten que se den las emociones secundarias y sabe reconocer las
transiciones de unos estados emocionales a otros.
Regulación de las emociones: se trata de la disposición para mantenerse abierto a las
emociones positivas como negativas, reflexionar sobre estas y determinar el uso de su
información. También abarca la habilidad para reflexionar sobre las emociones de los
demás, reconocer su influencia y regularlas, sin quitarles o exagerarles importancia.
(FernándezBerrocal & ExtremeraPacheco, 2005, p.67).
Se puede apreciar que todas estas habilidades son internas al ser humano no necesita
sus manos para realizarlas, solo necesita desarrollar bien su perspicacia, para fortalecerlas
mediante la práctica continua de cada una de ellas.
3. Importancia de la Educación Emocional.
3.1 Importancia de la educación emocional en el ámbito familiar.
La educación emocional se comienza a partir del ámbito familiar, se desarrolla en
este ya que es la primera que transmite sus conocimientos ya sea padres a hijos o abuelos a
nietos que en ocasiones pasa. Esta educación variar respecto la crianza de cada niño, según
en los modelos de enseñanza. Estudios comprueban que los niños son capaces de sentir y
captar los estados y cambios de ánimos de sus padres.
A pesar de que el niño va a empezar a crecer en una sociedad que muchas veces
puede que sea mala o buena influencia para su educación, los padres son los encargados de
implementar los valores que deben aprender y abrirle los ojos ante aquellas cosas que según
las costumbres o religión no se debe aprender. Todo está hace ver que la primera escuela
emocional será su núcleo familiar, porque es ahí donde todo empieza. Esta educación puede
o no repercutir al desarrollo de su personalidad.
Los padres no pueden llevar a cabo esta educación solo con palabras bonitas sino que
se debe dar el ejemplo, que los niños puedan ver para aprender, no solo escuchar y listo. Un
padre que le dice a su niño lo bueno, respetuoso y comprensivo que debe ser, pero él niño ve
que su padre llega borracho a gritarle a su mamá y hasta incluso al niño, no puede captar de
qué se trata ese respeto del que él le ha hablado siempre, y este niño seguirá con esta cadena
porque es lo que ha visto y ha aprendido.
Los niños es en el desarrollo de la familia, mientras ellos crecen en el ámbito
familiar, es ahí donde ellos se forman y aprenden lo que ven, ya sea bueno o malo, es lo que
aprenden y eso es lo que los llega a ser adultos exitosos o personas fracasadas y con
múltiples complejos, a partir de su infancia se desarrolla el niño violento y el niño calmado,
el obediente y el rebelde, todo se desarrolla según el cariño y el amor que se le transmite en
su infancia.
Los alumnos difíciles de tratar es porque detrás de todo eso tiene un historia de vida,
una historia de familia, que hace que él actué de tal forma, llevando así que sufra más que lo
niños que han sido educados con amor y dulzura.
M. J. Elías, S. B. Tobías y B. S. Friedlander (2000) tiene una regla en común para los
padres y es “traten a sus hijos cómo les gustaría que les tratasen los demás”
Si se tiene esta frase permanentemente se puede llegar a tener un autocontrol y
conocimiento de las emociones que ya se es más consciente de las maneras de tratar y ver
que muchas veces sin razón se altera o que muchas veces sin mucha razón afectan cosas que
no tienen mucha importancia, que cuando los se comenten errores y que muchas veces son
cosas sin mucho sentido, se altera y se reacción de una manera exagerada, sin ponerse en los
pies de la otra persona, viendo que si estamos en esa posición y se nos castigaría de peor
manera, podemos ver que se puede aprender la lección de una mejor manera. Se puede tener
un autocontrol de las emociones.
En determinadas situaciones antes de actuar se debe pensar primero y posicionarse en
los zapatos del otro, primero ver cómo se siente personalmente ante esta situación y que es lo
que siente también el niño; como interpretar usted esta situación, como la interpreta su hijo y
que haría si estuviese en su lugar; pensar en como otras veces ha hecho frente a la situación y
si ha funcionado de la mejor manera; pensar en cómo se puede llevar a cabo, como se debe
actuar de la mejor manera y no solo por reacción; pensar en distintas maneras para resolver
el problema y cuál es la mejor manera de actuar y por último ver cuándo se puede reunir para
hablar del asunto, compartir ideas, opiniones y sentimientos y ponerse en marcha para si
tener un mejor éxito familiar.
Estas son evidentemente la mejor manera de actuar ante las situaciones que se
presentan diariamente a los padres de familia, para que así se puede llegar educar a los niños
de un mejor manera, para que ellos se sientan tratados no como niños que son sino como
personas responsables que tienen que asumir las consecuencias de sus actos y errores, pero
de una forma más comprensible y menos violenta. Es difícil para muchos padres tomar estas
medidas para sus hijos ya que en muchas ocasiones ellos han tenido y desarrollado una
educación emocional distinta a las que quiere darle a sus hijo, ellos tienen un molde con el
que fueron creadas en su niñez y que muchas veces puede ser un gran molde del cual los
padres han llegado a tratarlos como ellos lo están haciendo con sus hijos ahora pero otros han
crecido en ambientes pesados, con muchos problemas familiares ya sea de divorcios, padres
o madres alcohólicos y violentos; para estas personas es más difícil actuar diferente ante sus
hijos porque ellos ya tienen ese pasado que los hacer de alguna manera u otra actuar igual
inconscientemente.
Todo estos problemas de la infancia de las personas hacen que se crean adultos
diferentes e indiferentes ante sus propios hijos, personas que ignoran los sentimientos de sus
hijos, pensando de los problemas de sus hijos son cosas sin sentido y absurdas; otros por el
contrario se dan cuenta de los problemas y sentimientos de sus hijos pero no reaccionan de la
mejor manera llegando a compensar todo por medio de lo material y la comodidad o
simplemente pegándose; por otra parte los padres al darse cuenta de los sentimiento de sus
hijos les impide tenerlos ya sea enojarse por ciertas cosas sin sentido para personas adultas
pero para niños es algo más serio, o llorar por cosas como todo niño hace, prohibiendoles a
llorar a los hombre por situaciones de machismo y que debe ocultar sus sentimientos ante
cualquier cosa, creando así niños inseguros de sí mismos, niños con severos problemas de
expresión, niños deprimidos por el simple hecho de no poder expresar lo que sienten porque
desde su niñez se le prohibía darlos a conocer.
Es de suma importancia que los padres le den el espacio a los niños a ser como ellos
quieren ser, darles la confianza de expresarse, de expresar que les agrada o que les
desagrada, así que los padres deben tomarlos en cuenta para todo, dejar que ellos se expresen
porque no solo les ayudará en la sociedad y para desenvolverse con otros niños, sino que le
será útil para toda la vida, para ser capaz de tomar decisiones de la mejor manera, no por
presión social sino que por cuenta propia porque se da cuenta que él tiene todo el derecho de
expresarse y que lo tomen en cuenta sea lo que sea que él opina porque sabe que cada
persona tiene un punto de vista y un pensamiento diferente y que no es menos que el otro.
Es muy importante que los padres les tomen atención a sus niños, ver como se
expresa ya sea por palabras, gestos, acciones y poder ayudarlos de la mejor manera. Todas
las personas tienen su manera de actuar por algún motivo nadie actúa y hace las cosas solo
porque quieren, por esto los padres deben abrir más sus ojos y reconocer casa expresión de
ellos. Muchos padres intuyen lo que sus hijos quieren y necesitan y muchas veces les brindan
un cariño excesivo que el niño no está pidiendo, y darle muchas cosas pero cosas que
exactamente no es lo que necesita, por este motivo los padres tienen que buscar la manera de
que el niño exprese lo que quiere y lo que siente. De este modo el niño se sentirá respetado y
tomado realmente en cuenta y tratado como una persona adulta y poder así conseguir metas
por sí mismo.
Cuando un niño se emociona lo puede expresar de muchas maneras, ya sea por su
conducta, haciendo gestos faciales, diciendo lo que sienten o simplemente moviéndose de un
lado a otro o brincando de emoción, y son cosas evidente para cualquier ojo y así los niños
pueden reconocer esas emociones y saber cómo se llaman, pero otras veces son transmitidas
mediante miradas, los tonos de voz etc. Pero todo esto se puede captar poniendo mucha
atención y reconocer cuando el niño está expresando temor, alegría, frustración, enojo,
tristeza y todas aquellas por medio de una mirada, cuando ellos no quieren expresarlas con
palabras, pero es inevitable que salga de alguna manera todo lo que están sintiendo.
También los niños pueden expresar sus emociones por medio de los signos
corporales; por ejemplo en el ritmo cardiaco, la sudoración, los movimientos del estómago o
tensión de los músculos, pero esto solo se puede captar por medio de la observación y el
conocimiento que tienen los padres a sus hijos, para así poder ayudar a calmarse o cambiar
sus expresiones por otras que le ayuden a controlarse.
Otra forma de expresión es por medio del pensamiento del niño; toda situación tiene
su estrés o dificultad dependiendo de las medidas de cómo se tiene que resolver pero si los
niños son capaces de resolverlo por medio de ellos mismos, esto ayudaré y formará a niños
independientes y más seguros de sí mismos, hablándose a sí mismos y auto comprendiendo
sus emociones y expresiones. El papel de los padres aquí es apoyando a los niños,
animandolos y felicitandolos para seguir haciendo lo que están haciendo, diciéndoles
palabras de apoyo como por ejemplo “lo vas hacer bien”, “tu puedes” o “que bien te ha
salido” y esto es de suma ayuda a los niños ya que le dan a los la seguridad y la satisfacción
de sí mismos, mejorando el autoconcepto de sí mismos.
3.2 Importancia de la educación emocional en los centros educativos
La educación emocional, viene a ser un tema de suma importancia en los centros
educativos ya que por medio de esta se puede erradicar muchos males de la sociedad,
trabajando con los niños de cierta manera para que así ellos puedan controlar y regular sus
sentimientos y los de los demás, utilizando el pensamiento y la acción para llevarlo a cabo. Y
así intentar hacer de este mundo uno mejor.
Claro está que llegar a ser un educador emocional es una tarea difícil, ya que llegar a
controlar nuestras emociones es una tarea realmente difícil pero se tiene que intentar hasta
donde ya no quede opción. Claramente la violencia en las aulas, los fracasos escolares y la
multitud de jóvenes embarazadas ha incrementado bruscamente en los últimos años y pueda
que se llegue a ver como una costumbre pero siempre es un gran problema porque es
evidente que estos alumnos no tienen un enfoque directo en su aprendizaje.
Las escuelas vienen a ser de suma importancia en el desarrollo de los niños, es donde
se debe enseñar a los alumnos a ser emocionalmente más inteligentes, ayudándoles a los
alumnos a sobrellevar los efectos secundarios de sus emociones.
Cuando se detecta un pobre desempeño en el área emocional, se puede acudir de mejor
manera al alumno y sabiendo que lo que pasa no es más que problemas familiares ya que
cada niño llega a la escuela marcado o no por su propia familia que es donde se empieza a
dar esta educación emocional. Sabiendo lo que sucede se puede llegar y plantear las
preguntas apropiadas para ayudar al alumno en sus problemas.
Es muy importante saber cuales son las emociones y poder reconocerlas porque así
los profesores no juzgarán a los niños por sus comportamientos sino que los ayudarán a tener
ese autocontrol y enseñarles a poder manejar un carácter y enseñar a todos los demás a
querer a sus compañeros tal y como son, enseñarles que ellos son de tal manera por
situaciones que viven y que no hay que juzgarlos. Para así mejorar la vida escolar.
La educación emocional tiene como objetivo el desarrollo de competencias
emocionales, que de forma positiva ayuden a la formación de una personalidad integral, a
través de actividades y programas educativos que contemplen no sólo los aspectos
intelectuales, sino también aspectos socioemocionales, motivacionales y valores. Esto es con
el fin de educar a los niños y niñas a que lleguen a ser adultos independientes y seguros
capaces de formar sus propias vidas con satisfacción y en medio de las dificultades y ser
capaces de resolver los problemas eficientemente ya sean personales o profesionales. Estos
propósitos no están solo cargados en el ámbito educativo sino gran parte también la tiene el
núcleo familiar.
Los centros educativos le proporcionan a los niños un ambiente donde aprender y
puedan relacionarse con niños de distintas edades o de la misma edad, y personas adultas que
no son sus padres y que son ajenos al núcleo familiar. Este ambiente le dan a los ninos la
oportunidad de aprender a relacionarse y a gestionar sus propios sentimientos y emociones.
Según Goleman (1995), la alfabetización emocional desde las escuelas tendría los
siguientes objetivos:
1. Detectar alumnos con necesidades educativas especiales, incluyendo aquellos con
carencias en el área emocional para ofrecerles un método de enseñanzaaprendizaje adaptado
a estas características especiales. A esto sería interesante añadir la potenciación y refuerzo de
estas habilidades en aquellos niños que sí tienen una base emocional ya trabajada en el
ámbito familiar o que presentan esas habilidades de forma innata, de manera que puedan ser
modelos y agentes para otros niños de edades similares.
2. Ayudar a los niños a identificar sus emociones y a reconocerlas en otros niños y
adultos. Esto puede hacerse mediante juegos y actividades diseñados para tal fin, pero
también pueden contribuir los profesores en las propias interacciones cotidianas; se puede
establecer la costumbre de preguntar a los niños por sus emociones y sentimientos y
ayudarles a identificarlos y “poner palabras” a lo que les está pasando.
3. Ayudar a gestionar y modular las diferentes emociones que surjan. Un equipo
docente preparado y sensible a esta necesidad puede ser un buen medio para ayudar a los
niños y niñas a resolver los diferentes conflictos que sin duda existirán en el contexto
educativo. Por ejemplo, cómo reaccionar si un compañero nos destroza un trabajo, si un
amigo está triste porque ha perdido en un juego o si el profesor nos felicita por una buena
tarea. Aquí podremos ayudar a los alumnos a identificar lo que ha pasado, qué piensan,
cuáles son sus sentimientos, cómo saben si están tristes, enfadados o contentos, que se fijen
en detalles de su cuerpo, la expresión de las caras, los gestos y después cómo creen que
pueden hacer para modificar sentimientos negativos, sentirse mejor ellos o que se sienta
mejor un compañero.
4. Ayudar a los niños y niñas a tener una visión positiva del mundo, una actitud
proactiva y una buena tolerancia a la frustración. Establecer actividades en el aula y
programas en las escuelas que favorezcan el desarrollo de la autonomía y la gestión de los
propios conflictos.
5. Enseñar a los niños y niñas a manejar los conflictos interpersonales y a prevenirlos.
Esto se puede favorecer con programas que mejoren el clima escolar como por ejemplo la
implantación y desarrollo de programas de mediación escolar.
Para Howard Gardner, la inteligencia está formada por diferentes capacidades y los
centros educativos deberían tener como objetivo atender a esa diversidad mediante un
proceso de enseñanza/aprendizaje que diera respuesta a las diferentes capacidades de los
alumnos en las diferentes etapas escolares, potenciando en cada niño aquellas más
desarrolladas y entrenando las menos desarrolladas. De forma especial, tanto Daniel
Goleman como Howard Gardner, coinciden en la importancia de educar la inteligencia
interpersonal y desarrollarla. Para ello, tal y como plantean Spivack y Sure, es necesario
potenciar el desarrollo de cinco formas de pensar que también se pueden aprender:
1. PENSAMIENTO CAUSAL (causa y efecto): Enseñar a los niños a identificar problemas y
a hacer un buen análisis de los mismos buscando la información necesaria. ¿Qué ha pasado?
¿Cuál es el problema? ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué datos tengo? Se pueden plantear juegos
de pistas, secuencias con viñetas que planteen un problema, exponer una situación y
preguntar por ella…
2. PENSAMIENTO ALTERNATIVO: ayudar a los niños a buscar diferentes alternativas y
soluciones. Favorecer el pensamiento creativo y divergente, tal y como recomienda Ken
Robinson. Una actividad podría ser plantear diferentes usos de un mismo objeto, o generar
diferentes finales para un mismo cuento o pensar ¿de cuántas maneras puedo resolver esto?
3. PENSAMIENTO CONSECUENCIAL: que favorece la anticipación de las consecuencias
de conductas y comentarios, actos de uno mismo y de otros. ¿Qué puede pasar si…? ¿Qué
hubiera pasado si …? ¿Cómo te sentirías si fueras famoso?
4. PENSAMIENTO DE PERSPECTIVA: capacidad de ponerse en el lugar del otro. Este
pensamiento se desarrolla a partir de los 6 ó 7 años. Se pueden hacer role playing, donde los
alumnos pueden escenificar diferentes situaciones desde diferentes puntos de vista y analizar
posteriormente cómo se han sentido, cómo se relacionan con otros y cómo los demás se
relacionan con ellos. Un ejemplo sería plantearles lo siguiente: si fueras el profe, ¿qué harías
si un alumno se levanta en la clase cuando estás explicando?
5. PENSAMIENTO MEDIOSFIN: que ayuda a establecer objetivos claros y a elegir los
mejores medios o soluciones para conseguirlos. Por ejemplo, mediante juegos de estrategia:
¿cuál es la mejor solución? y ¿qué tal lo hice? (pensamiento de autoeficacia y autocrítico).
En las etapas de Educación Infantil y hasta Segundo curso de Educación Primaria
estas capacidades socioemocionales pueden irse adquiriendo mediante actividades lúdicas,
juegos de imitación, identificación mediante fotos de las diferentes emociones, seguir
instrucciones de otros y actividades que favorezcan el autodiálogo, juegos de atención que
les ayuden a fijarse en detalles, semejanzas y diferencias, adivinanzas, etc.
A partir de Tercero de Educación Primaria se pueden ir formalizando más estas
estrategias en los diferentes contenidos académicos y en los contextos de recreo de los niños,
ayudando mediante preguntas a que identifiquen sus problemas, estados de ánimo, posibles
soluciones o alternativas, análisis de consecuencias, planificación de actuaciones y búsqueda
de soluciones. El mundo social va adquiriendo una mayor relevancia. Hay que ayudar al
desarrollo de la asertividad, para lo que es necesario saber pensar, conocer y controlar las
propias emociones y vivir ciertos valores morales. Aprender a decir y hacer en cada
momento lo más justo y eficaz, para relacionarnos con los demás sin dificultades. En tutorías
también se pueden entrenar habilidades concretas como por ejemplo hacer un elogio o
recibirlo, dar las gracias, pedir un favor, aceptar o hacer una crítica, aprender a decir no, a
disculparse, a responder al fracaso. Como se viene entreviendo, desde la escuela no sólo hay
que formar en cuanto a materias curriculares sino también en cuanto a la relación del niño
con el mundo social en el que se desarrolla. Hay que preparar a los alumnos para el cambio
al instituto y posteriormente al mundo laboral y social, favoreciendo el desarrollo de la
autonomía, autoestima y resto de capacidades relacionadas con la relación interpersonal.
En Educación Secundaria es fundamental continuar reforzando y desarrollando las
habilidades socioemocionales. La identidad personal en la adolescencia y la formación del
autoconcepto adquiere una especial importancia, así como las relaciones entre los iguales.
El papel de los tutores y del profesorado es fundamental para favorecer un modelo
educativo de equilibrio y buen manejo emocional y social. Los educadores han de ser
capaces de transmitir valores positivos y ser modelos adecuados que permitan a los alumnos
el aprendizaje mediante imitación de habilidades sociales y emocionales positivas.
Es necesario que la educación reglada ayude a los alumnos a encontrar sus talentos naturales
y a desarrollar sus capacidades e inteligencias múltiples, posibilitando entornos de
aprendizaje que creen las circunstancias para que esto suceda. La innovación educativa y la
incorporación de estos contenidos basados en la inteligencia emocional son un auténtico
desafío para que la escuela sea un recurso que favorezca la formación de personas capaces de
desenvolverse eficazmente en un mundo en constante cambio.
4. DISCUSIÓN Y APORTES Discusión
La educación emocional hoy en día viene a ser una parte importante en el desarrollo
de los niños ya que nos hemos dado cuenta que dependiendo de qué tan buena o que tan mala
haya sido, los niños son lo que son.
Creemos que los padres deben de estar conciente de esta educación, se debe hacer
alguna clase de charlas donde se pueda manifestar la importancia de la educación emocional
en las familias principalmente a los padres y educadores.
Estamos de acuerdo en que los centros educativos puedan implementar esta nueva
manera de enseñar enfocándose más en entender al alumno para así este se sienta bien y que
viva en un ambiente sano y lejos de sentirse mal, triste o excluido, ya que en las escuelas se
da mucho las separaciones de grupos de “amigos” excluyendo a otros niños,sin embargo
teniendo en cuenta esta nueva clase de educación se puede ayudar al alumno de una mejor
manera para que este pueda desenvolverse en la sociedad de una manera eficaz, afrontando
todos los problemas y las dificultades que este le presente.
Es de suma importancia que los educadores no piensen tanto en que los niños deben
aprender y nada más, sino, que se les debe enseñar la importancia de los estudios, explicarles
que es para poder progresar en la vida, que estudien y enseñar esa seriedad de la educación,
pero más que todo poder implantar esa emoción, ese amor por la vida, enseñar ese deseo de
aprender para un futuro, para poder enfrentar la vida, así de esta manera se formarán niños
realmente capaces para cualquier cosa, niños que son capaces de admitir sus errores, los
fracasos, los logros y las dificultades; niños capaces de ser personas con sus propio
pensamiento y opinion, personas que tendran siempre un limite a las cosas porque pensarán
en las concecuencias y los dificultades que pueden proporcionarles ciertas situaciones.
Aportes
Pensamos que la educación emocional constituye una innovación que aporta un gran
cambio evolutivo en la manera en la que se concibe la enseñanza y la educación, poniendo a
flote la necesidad de cambios en el sistema educativo y la importancia que tienen las
habilidades emocionales en la vida integral de las personas; apostando por una
metodología que se basa en la adopción y el impulso de un sistema integrado y
coherente de actitudes y comportamientos, que proporcionan resultados exitosos en el
desempeño y desenvolvimiento personal e interactivo de las a nivel social y profesional.
De esta forma, consideramos imprescindible el brindar información sobre la
educación emocional, y reflexionar sobre la importancia de ponerla en práctica como base
fundamental para adquirir la capacidad de sentir, comprender, intuir y aplicar eficientemente
el poder y la sutileza de las emociones como fuente de información, conexión e influencia.
A manera de conclusión, consideramos como un aporte el investigar, recopilar y
transmitir información sobre las bases de la educación emocional, sus principales corrientes
teóricas y sus más destacados exponentes, así como su fundamental importancia en la familia
y en los centros educativos, para conseguir un desarrollo, promoción, y fortalecimiento de la
inteligencia y la educación emocional como un factor de desarrollo personal y
organizacional, que debe tener parte en todos los ámbitos de formación, de manera que se
produzcan procesos de transformación en respuestas a las demandas de la sociedad en pro de
una mejor calidad de vida.
4. CONCLUSIONES
El ser humano es más emocional que razonable, aunque este hecho sea negado por
todos los medios posibles, como en épocas anteriores. Nunca antes se le había prestado tanta
atención a las emociones y los sentimientos como se hace actualmente. Sin embargo, entre la
emoción y la razón no debe existir competencia sino más bien, debe existir equilibrio, para
que la persona desarrolle integralmente, en todos los ámbitos de su vida, todo el potencial del
que es poseedor. Si la parte emocional “ganase” sobre la razonable el mundo sería un caos de
personas impulsivas, actuando solo por instinto; y si, por el contrario, actuasen guiándose
solo por la razón, el mundo sería aburrido y cuadrado.
No importa cuántas definiciones diferentes pueda dársele al concepto de inteligencia
emocional, la idea de desarrollarla, de promoverla en las escuelas y colegios del país debería
ser prioridad para los entes encargados de dictaminar cómo deben ser educados los niños y
jóvenes costarricenses. El método propuesto por la Dra. Montessori, aunque represente un
cambio drástico en el sistema educativo vigente, es ideal para aplicarlo como sistema formal
de educación en este país.
En resumen, la educación emocional propone, simplemente, educar desde el amor.
Micaela Menárguez, profesora de Bioética de la Universidad Católica San Antonio de
Murcia, menciona en una de sus conferencias que, “el afecto es el más universal de todos los
amores, es el amor de lo pequeño, de lo sencillo; es la calidez porque estoy contigo y es el
bienestar porque tú estás conmigo” (2013). Así que, educar desde el amor, equilibrando los
sentimientos con la razón, canalizándolos como plantean Mayer y Salovey, propician la
optimización y productividad de los pueblos porque la armonía que surge entre todos, al
comprender los sentimientos propios y ajenos, crea lazos más allá de lo mero físico, se
edifica la unidad: esa unidad que pretendemos desde hace siglos para tratar de encontrar
identidad.
Por lo tanto es que, la educación emocional debe comenzar desde la individualidad,
luego pasar al ámbito colectivo íntimo de la familia y posteriormente, se practicará en la
colectividad de la sociedad. Puedo tomar una frase de Alejandro Dumas, y modificarla un
poquito: “Uno para todos y todos para uno”. De eso se trata el fin primordial de la educación
emocional.
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