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La Educacion Encierra Un Tesoro Por Jacques Delors

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Estudio realizado por la ONU, para la educacion mundial

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  • L A E D U C A C I NM i e m b ros de la Comisin

    Jacques Delors , P re s i d e n t eInam Al MuftiIsao A m agiR o b e rto Carn e i roFay ChungB ro n i s l aw Gere m e kWilliam GorhamA l e k s a n d ra Ko rn h a u s e rM i chael ManleyM a risela Padrn QueroM a ri e-Anglique Sava n K a ran SinghR o d o l fo Stave n h age nM yong Won SuhrZhou Nanzhao

  • E N C I E R R AUN T E S O R OInforme a la UNESCO

    de la Comisin Internacional

    sobre la Educacin

    para el Siglo XXI

    C o m p e n d i o

    E D I C I O N E S U N E S C O

  • c e

    S E G U N D A PARTE: PR INCIP IOS

    4. Los cuatro pilares de la educacinAprender a conocer Aprender a hacer

    De la nocin de calificacin a la de competenciaLa "desmaterializacin" del trabajo y las actividades de servicios en e/ sector asalariadoEl trabajo en la economa no estructurada

    Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demsEl descubrimiento del otroTender hacia objetivos comunes

    Aprender a serPistas y recomendaciones

    5. La educacin a lo largo de la vidaUn imperativo democrticoUna educacin pluridimensionalTiempos nuevos, mbitos nuevosLa educacin en el centro mismo de la sociedadHacia sinergias educativasPistas y recomendaciones

    T E R C E R A PARTE: ORIENT A C I O N E S

    6. De la educacin bsica a la universidadUn pasaporte para toda la vida: la educacin bsica

    La educacin de la primera infanciaLos nios con necesidades especificasLa educacin bsica y la alfabetizacin de adultosParticipacin y responsabilidad de la colectividad

    La enseanza secundaria, eje de toda una vidaLa diversidad en la enseanza secundariaLa orientacin profesional

    Las misiones tradicionales y nuevas de la enseanza superiorUn lugar en el que se aprende y una fuente de saberLa enseanza superior y la evolucin del mercado laboralLa universidad, espacio de cultura y de estudio abierto a todosLa enseanza superior y la cooperacin internacional

    Un imperativo: combatir el fracaso escolar Reconocer las competencias adquiridas gracias a nuevos modos de titulacinPistas y recomendaciones

  • n d i

    7. El personal docente en busca de nuevas perspectivasUna escuela abierta al mundoExpectativas y responsabilidadesEnsear: un arte y una cienciaLa calidad del personal docenteAprender lo que habr que ensear y cmo ensearloEl personal docente en accin

    La escuela y la colectividadLa administracin escolarHacer participar los docentes en las decisiones relativas a la educacinCondiciones propicias para un a enseanza eficaz

    Pistas y recomendaciones

    8. El papel del poltico: tomar decisiones en educacinDecisiones educativas, decisiones de sociedad

    La demanda de educacinEvaluacin y debate pblico

    Posibilidades que ofrecen la innovacin y la descentralizacinAsociar a los diferentes agentes al proyecto educativoFavorecer una verdadera autonoma de los establecimientos

    Necesidad de una regulacin general del sistemaDecisiones econmicas y financieras

    El peso de las limitaciones financierasOrientaciones para el futuro

    Utilizacin de los medios que ofrece la sociedad de la informacinRepercusin de las nuevas tecnologas en la sociedad y en la educacinUn debate que concierne en gran medida al futuro

    Pistas y recomendaciones

    9. La cooperacin internacional: educar a la aldea planetariaLas mujeres y las muchachas: una educacin para la igualdadLa educacin y el desarrollo socialFomentar la conversin de deudas en beneficio de la educacinEn pro de un observatorio UNESCO de las nuevas tecnologas de la informacinDe la asistencia a la colaboracin en pie de igualdadLos cientficos, la investigacin y los intercambios internacionalesUna misin renovada para la UNESCOPistas y recomendaciones

  • c e

    E P L O G O

    La excelencia en la educacin: invertir en el talento, por In'am Al Mufti

    Mejorar la calidad de la enseanza escolar, por Isao A m a g i

    Educacin y comunidades humanas revivificadas:

    una visin de la escuela socializadora en el prximo siglo,

    por Roberto Carneiro

    La educacin en el Africa actual, por Fay Chung

    Cohesin, solidaridad y exclusin, por Bronislaw Jeremek

    Suscitar la ocasin, por Aleksandra Kornhauser

    Educacin, autonomizacin y reconciliacin social, por Michael Manley

    Educar para la sociedad mundial, por Karan Singh

    La educacin para un mundo multicultural, por Rodolfo Stavenhagen

    Abrir nuestra mente para que todos vivamos mejor, por Myong Won Suhr

    Interacciones entre educacin y cultura con vistas aI desarrollo econ

    mico y humano: un punto de vista asitico, por Zhou Nanzhao

    A N E X O S

    1 . La labor de la Comisin2 . Miembros de la Comisin3 . Mandato de la Comisin4 . Asesores extraordinarios5 . S e c r e t a r i a6 . Reuniones de la Comisin7 . Personas e instituciones consultadas8 . S e g u i m i e n t o

  • 7Frente a los nu m e rosos desafos del porve n i r, la educacin constituye

    un instrumento indispensable para que la humanidad pueda progre s a r

    hacia los ideales de paz, l i b e rtad y justicia social. A1 concluir susl ab o re s , la Comisin desea por tanto afi rmar su conviccin respecto a

    la funcin esencial de la educacin en el desarrollo continuo de la per-

    sona y las sociedades, no como un remedio milagroso -el A b re t e

    S s a m o , de un mundo que ha llegado a la realizacin de todos estos

    i d e a l e s- sino como una va, c i e rtamente entre otras pero ms que otra s ,

    al servicio de un desarrollo humano ms arm o n i o s o , ms ge nu i n o , p a ra

    hacer re t roceder la pobre z a , la ex cl u s i n , las incompre n s i o n e s , l a s

    o p re s i o n e s , las guerra s , e t c.

    La Comisin desea compartir con el gran pblico esta conv i c c i n

    mediante sus anlisis, sus re fl exiones y sus pro p u e s t a s , en un en que

    las polticas de educacin son objeto de vives crticas o son re l ega d a s ,por ra zones econmicas y fi n a n c i e ra s , a la ltima cat egora de pri o ri-

    d a d e s .

    Quiz no sea necesario re c a l c a rl o , p e ro la Comisin ha pensadoante todo en los nios y los adolescentes, en aquellos que el da de

    maana tomarn el re l eva de las ge n e raciones adultas, d e m a s i a d o

    Jacques Delors

    L a e d u c a c i n o l a u t o p a n e c e s a r i a

  • 8 L a e d u c a c i n

    i n clinadas a concentra rse en sus propios pro blemas. La educacin es

    tambin un clamor de amor por la infa n c i a , por la juventud que tenemosque integrar en nu e s t ras sociedades en el lugar que les corre s p o n d e, e n

    el sistema educat ivo indudabl e m e n t e, p e ro tambin en la fa m i l i a , en la

    c o munidad de base, en la nacin. Hay que re c o rdar constantemente este

    d eber elemental para que incl u s ive las decisiones polticas, e c o n m i c a s

    y fi n a n c i e ras lo tengan ms en cuenta. Pa ra f raseando las palab ras del

    p o e t a , el nio es el futuro del hombre.

    Al final de un siglo cara c t e rizado por el ruido y la furia tanto como

    por los progresos econmicos y cientficospor lo dems rep a rt i d o s

    d e s i g u a l m e n t e-, en los albores de un nu evo siglo ante cuya pers p e c t iva

    la angustia se enfrenta con la espera n z a , es imperat ivo que todos los que

    estn investidos de alguna re s p o n s abilidad presten atencin a los obje-t ivos y a los medios de la educacin. La Comisin considera las polti-

    cas educat ivas como un proceso permanente de enriquecimiento de los

    c o n o c i m i e n t o s , de la capacidad tcnica, p e ro tambin, y quizs sobre

    t o d o , como una estru c t u racin priv i l egiada de la persona y de las re l a-

    ciones entre indiv i d u o s , e n t re grupos y entre naciones.

    A1 aceptar el mandato que les fue confi a d o , los miembros de la

    Comisin adoptaron explcitamente esta pers p e c t iva y, ap oyados en

    a rg u m e n t o s , d e s t a c a ron la funcin central de la UNESCO, c o n fo rme a

    la idea fundacional que se basa en la esperanza de un mundo mejor,c apaz de respetar los dere chos del hombre y la mu j e r, p racticar el enten-dimiento mutuo y hacer del progreso del conocimiento un instru m e n t o

    de promocin del gnero humano, no de discri m i n a c i n .

    Sin duda para nu e s t ra Comisin re s u l t aba imposible superar el

    obstculo de la ex t ra o rd i n a ria dive rsidad de las situaciones del mundo a

    fin de llegar a anlisis vlidos para todos y a conclusiones tambin

    a c ep t ables por parte de todos.

    Sin embargo , la Comisin trat de ra zonar dentro de un marco pro s-

    p e c t ivo dominado por la mu n d i a l i z a c i n , de seleccionar las buenas pre-

    guntas que se nos plantean a todos, y de trazar algunas ori e n t a c i o n e s

    validas a nivel nacional y a escala mundial.

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 9

    El marco prospectivo

    Este ltimo cuarto de siglo ha estado marcado por notables descubri-

    mientos y progresos cientfi c o s , mu chos pases han salido del subde-

    s a rrollo y el nivel de vida ha continuado su progresin con ritmos mu y

    d i fe rentes segn los pases. Y, sin embargo , un sentimiento de desen-

    canto parece dominar y contrasta con las esperanzas nacidas inmedia-

    tamente despus de la ltima guerra mundial.

    Podemos entonces hablar de las desilusiones del progre s o , en el

    plano econmico y social. E1 aumento del desempleo y de los fe n -

    menos de ex clusin en los pases ricos son pru eba de elle y el mante-

    nimiento de las desigualdades de desarrollo en el mundo lo confi rm a .1

    Desde luego , la humanidad es ms consciente de las amenazas que

    pesan sobre su medio ambiente nat u ra l , p e ro todava no se ha dotado

    de los medios para remediar esa situacin, a pesar de marchas re u-

    niones intern a c i o n a l e s , como la de Ro, a pesar de graves adve rt e n c i a s

    c o n s e c u t ivas a fenmenos nat u rales o a accidentes tecnolgicos. De

    todas fo rm a s , el c recimiento conocimos a ultra n z a , no se puede

    c o n s i d e rar ya el camino ms fcil hacia la conciliacin del progre s o

    m at e rial y la equidad, el respeto de la condicin humana y del cap i t a l

    n at u ral que debemos transmitir en buenas condiciones a las ge n e ra-

    ciones futuras.

    Hemos sacado todas las concl u s i o n e s , tanto respecto a las fi n a l i-

    d a d e s , las vas y los medios de un desarrollo dura d e ro como re s p e c t o

    a nu evas fo rmas de cooperacin internacional? Ciertamente no! Y

    ste ser entonces uno de los grandes desafos intelectuales y polticos

    del prximo siglo.

    Esta constatacin no debe llevar a los pases en desarrollo a des-

    cuidar los motores clsicos del cre c i m i e n t o , y concretamente el indis-

    p e n s able ingreso en el mundo de la ciencia y la tecnologa con todo lo

    que elle implica de adaptacin de las culturas y modernizacin de las

    mentalidades.

    O t ro desencanto, o t ra desilusin para quienes vieron en el

    1. Segn estudios de la UNCTA D,el ingreso medio de los pases menos a d e l a n t a d o s (560 millones de h abitantes) est d i s m i nu ye n d o , y sesituara en 300 dlare sa nuales per cpita,en comparacin con 906 dlares en los dems pases en desarrollo y 21.598 dlares en lospases industri a l i z a d o s .

  • 1 0 L a e d u c a c i n

    final de la guerra fra la pers p e c t iva de un mundo mejor y pacifi c a d o .No basta rep e t i r, p a ra consolarse o encontrar justifi c a c i o n e s , que laH i s t o ria es trgica. Todo el mundo lo sabe o debera sab e rlo. Si la lti-

    ma gran guerra ocasion 50 millones de vctimas, cmo no re c o rdar que

    desde 1945 ha habido unas 150 guerras que han causado 20 millones demu e rt o s , entes y tambin despus de la cada del mu ro de Berl n .

    N u evos ri e s gos o ri e s gos antiguos? Poco import a , las tensiones estn

    l atentes y estallan entre naciones, e n t re grupos tnicos, o en re l a c i n

    con injusticias acumuladas en los planos econmico y social. Medirestos ri e s gos y orga n i z a rse para preve n i rlos es el deber de todos los diri-

    ge n t e s , en un contexto marcado por la interd ependencia cada vez mayo r

    e n t re los pueblos y por la mundializacin de los pro bl e m a s .

    Pe ro , cmo ap render a vivir juntes en la aldea planetari a si nopodemos vivir en las comunidades a las que pertenecemos por nat u ra l e-

    z a : la nacin, la regi n , la ciudad, el puebl o , la vecindad? El interro-

    gante central de la democracia es si queremos y si podemos part i c i p a r

    en la vida en comu n i d a d. Quere rl o , no lo olvidemos, d epende del senti-do de re s p o n s abilidad de cada uno. A h o ra bien, si la democracia ha

    conquistado nu evos terri t o rios hasta hoy dominados por el totalitari s m o

    y la arbitra ri e d a d, tiende a deb i l i t a rse donde existe institucionalmente

    desde hace decenas de aos, como si todo tuviera que vo l ver a comen-

    zar continu a m e n t e, a re n ova rse y a inve n t a rse de nu evo.

    Cmo podran las polticas de la educacin no sentirse aludidas por

    estos tres grandes desafos? Cmo podra la Comisin no recalcar en

    qu pueden estas polticas contri buir a un mundo mejor, a un desarro l l ohumano sostenibl e, al entendimiento mutuo entre los puebl o s , a una

    re n ovacin de la democracia efe c t ivamente viv i d a ?

    Las tensiones que han de superarseA este fin conviene afro n t a r, p a ra supera rlas mejor, las principales ten-siones que, sin ser nu eva s , estn en el centro de la pro blemtica del

    siglo XXI.

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 11

    La tensin entre lo mundial y lo local: c o nve rt i rse poco a poco en

    ciudadano del mundo sin perder sus races y participando activa m e n t e

    en la vida de la nacin y las comunidades de base.

    La tensin entre lo unive rsal y lo singular: la mundializacin de

    la cultura se realiza progre s ivamente pero todava parc i a l m e n t e. Deh e cho es inev i t abl e, con sus promesas y sus ri e s go s , e n t re los cuales

    no es el menor el de olvidar el carcter nico de cada pers o n a , s u

    vocacin de escoger su destino y realizar todo su potencial, en la

    riqueza mantenida de sus tradiciones y de su propia cultura , a m e n a-

    z a d a , si no se presta at e n c i n , por las evoluciones que se estn pro-d u c i e n d o .

    La tensin entre tradicin y modernidad pertenece a la misma pro-

    bl e m t i c a : a d ap t a rse sin nega rse a s mismo, e d i ficar su autonoma en

    dialctica con la libertad y la evolucin de los dems, dominar el pro-

    greso cientfico. Con este nimo conviene enfre n t a rse al desafo de lasnu evas tecnologas de la info rm a c i n .

    La tensin entre el largo plazo y el corto plazo , tensin eterna pero

    alimentada actualmente por un predominio de lo efmero y de la instan-

    t a n e i d a d, en un contexto en que la pltora de info rmaciones y emo-

    ciones fugaces conduce incesantemente a una concentracin en los pro-blemas inmediatos. Las opiniones piden respuestas y soluciones rpi-

    d a s , m i e n t ras que mu chos de los pro blemas encontrados necesitan una

    e s t rat egia paciente, c o n c e rtada y negociada de re fo rma. Tal es pre c i s a-

    mente el caso de las polticas educat iva s .

    La tensin entre la indispensable competencia y la preocupacin porla igualdad de oportunidades. Cuestin cl s i c a , planteada desde comien-

    zo de siglo a las polticas econmicas y sociales y a las polticas educa-

    t ivas; cuestin resuelta a veces pero nunca en fo rma dura d e ra. Hoy, l a

    Comisin corre el ri e s go de afi rmar que la presin de la competencia

    hace olvidar a mu chos dire c t ivos la misin de dar a cada ser humano losmedios de ap rove char todas sus oportunidades. Esta constatacin nos ha

    c o n d u c i d o , en el campo que ab a rca este info rm e, a retomar y actualizar

    el de educacin durante toda la vida, p a ra conciliar la competencia que

  • 1 2 L a e d u c a c i n

    e s t i mu l a , la cooperacin que fo rtalece y la solidaridad que une.

    La tensin entre el ex t ra o rd i n a rio desarrollo de los conocimientos y

    las capacidades de asimilacin del ser humano. La Comisin no re s i s t i

    a la tentacin de aadir nu evas disciplinas como el conocimiento de s

    mismo y los medios de mantener la salud fsica y psicolgi c a , o el

    ap rendizaje para conocer mejor el medio ambiente nat u ral y pre s e rva r-lo. Y sin embargo los programas escolares cada vez estn ms re c a rga-

    dos. Por tanto, ser necesario escoge r, en una cl a ra estrat egia de re fo r-

    m a , p e ro a condicin de pre s e rvar los elementos esenciales de una edu-

    cacin bsica que ensee a vivir mejor mediante el conocimiento, l aex p e rimentacin y la fo rmacin de una cultura pers o n a l .

    Por ltimo, la tensin entre lo espiritual y lo mat e ri a l , que tambin es

    una constatacin eterna. E1 mu n d o , f recuentemente sin sentirlo o ex p re-

    s a rl o , tiene sed de ideal y de va l o res que vamos a llamar morales para no

    o fender a nadie. Qu noble tarea de la educacin la de suscitar en cadap e rs o n a , s egn sus tradiciones y sus convicciones y con pleno respeto del

    p l u ra l i s m o , esta elevacin del pensamiento y el espritu hasta lo unive r-

    sal y a una cierta superacin de s mismo! La superv ivencia de la huma-

    nidad la Comisin lo dice midiendo las palab ras depende de ello.

    Pensar y edificar nuestro futuro comnN u e s t ros contemporneos ex p e rimentan una sensacin de vrt i go al

    ve rse ante el dilema de la mu n d i a l i z a c i n , c u yas manifestaciones ven y

    a veces sufre n , y su bsqueda de ra c e s , re fe rencias y pert e n e n c i a s .

    La educacin debe afrontar este pro blema porque se sita ms que

    nunca en la pers p e c t iva del nacimiento doloroso de una sociedad mu n-

    d i a l , en el ncleo del desarrollo de la persona y las comunidades. La

    educacin tiene la misin de permitir a todos sin ex c epcin hacer fru c-

    t i ficar todos sus talentos y todas sus capacidades de cre a c i n , lo que

    implica que cada uno pueda re s p o n s ab i l i z a rse de s mismo y realizar su

    p royecto personal.

    Esta finalidad va ms all de todas las dems. Su re a l i z a c i n ,

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 1 3

    l a rga y difcil, ser una contri bucin esencial a la bsqueda de un

    mundo ms viv i ble y ms justo. La Comisin desea re c a l c a rlo enftica-mente en un momento en que ciertas mentes se ven embargadas por la

    duda respecto a las posibilidades que ofrece la educacin.

    Por supuesto, h ay otros mu chos pro blemas que re s o l ve r. De ello

    h abl a remos ms adelante. Pe ro este info rme se redacta en un en que

    la humanidad duda entre acompaar una evolucin que no se puede

    c o n t rolar o re s i g n a rs e, ante tanta infelicidad causada por la guerra , l a

    c riminalidad y el subdesarrollo. Ofrezcmosle otro camino.

    Todo convida entonces a reva l o rizar los aspectos ticos y cultu-

    rales de la educacin, y para ello dar a cada uno los medios de com-

    p render al otro en su part i c u l a ridad y comprender el mundo en su

    c u rso catico hacia una cierta unidad. Pe ro hace falta adems empe-

    zar por compre n d e rse a s mismo en esta suerte de viaje interior jalo-nado por el conocimiento, la meditacin y el ejercicio de la autocr-t i c a .

    Este mensaje debe guiar toda la re fl exin sobre la educacin, j u n-tamente con la ampliacin y la profundizacin de la coopera c i n

    i n t e rnacional con que terminarn estas conclusiones.

    En esta pers p e c t iva todo se ord e n a , ya se trate de las ex i ge n c i a s

    de la ciencia y la tcnica, del conocimiento de s mismo y de su

    medio ambiente, o de la creacin de capacidades que permitan a cada

    uno actuar como miembro de una fa m i l i a , como ciudadano o como

    p ro d u c t o r.

    Esto significa que la Comisin no subestima de ninguna mane-

    ra la funcin central de la mat e r ia gris y de la innova c i n , el paso

    a una sociedad cog n o s c i t iva , los procesos endgenos que perm i t e n

    a c u mular los conoc imien tos, aadir nu evos descubr i m i e n t o s ,

    p o n e r los en aplicacin en los dife rentes campos de activ i d a d

    h u m a n a , tanto la salud y el medio ambiente como la produccin de

    bienes y servicios. Tambin conoce los l mites, cuando no los fra-

    c a s o s , de los esfuerzos por tra n s fe rir las tecnologas a los pases

    ms desprov i s t o s , p recisamente a causa del carcter endgeno de

  • 1 4 L a e d u c a c i n

    los mecanismos de acumulacin y de aplicacin de los conocimientos.

    De ah la necesidad, e n t re otra s , de una iniciacin temprana a la ciencia,

    a sus fo rmas de ap l i c a c i n , al difcil esfuerzo por dominar el progre s o

    d e n t ro del respeto de la persona humana y su integri d a d. Aqu tambin

    d ebe estar presente la preocupacin tica.

    Esto tambin significa re c o rdar que la Comisin es consciente de las

    misiones que debe cumplir la educacin al servicio del desarro l l o

    econmico y social. Demasiado frecuentemente se re s p o n s abiliza del

    desempleo al sistema de fo rmacin. La constatacin es slo parc i a l-

    mente justa y, s o b re todo, no debe ocultar las dems ex i gencias polti-c a s , econmicas y sociales que hay que sat i s facer para realizar el pleno

    empleo o permitir el despegue de las economas subdesarro l l a d a s .

    A h o ra bien, la Comisin piensa, volviendo al tema de la educacin, q u e

    un sistema ms fl ex i ble que permita la dive rsidad de estudios, p a s a re l a s

    e n t re dive rsos campos de enseanza o entre una ex p e riencia pro fe s i o n a l

    y un regreso a la fo rmacin constituye una respuesta vlida a las cues-

    tiones planteadas por la inadecuacin entre la ofe rta y la demanda de

    t rabajo. Un sistema as permitira tambin reducir el escolar, c a u s a n t ede un tremendo despilfa rro de re c u rsos humanos que todo el mu n d o

    d ebe medir.

    Pe ro estas mejoras deseables y posibles no dispensarn de la necesi-dad de innovacin intelectual y de la aplicacin de un modelo de desar-

    rollo sostenible de acuerdo con las caractersticas propias de cada pas.

    Todos debemos conve n c e rnos de que con los progresos actuales y espe-

    rados de la ciencia y la tcnica y la creciente importancia de lo cog n o s-

    c i t ivo y lo inmat e rial en la produccin de bienes y serv i c i o s , c o nv i e n e

    re c o n s i d e rar el lugar del trabajo y sus dife rentes estatutos en la socie-dad de maana. La imaginacin humana, p recisamente para crear esta

    s o c i e d a d, d ebe adelantarse a los progresos tecnolgicos si quere m o s

    evitar que se agraven el desempleo y la ex clusin social o las desigual-

    dades en el desarrollo.

    Por todas estas ra zo n e s , nos parece que debe imponerse e l

    c o n c epto de educacin duran te toda la v ida con sus ven ta jas de

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 1 5

    fl ex i b i l i d a d, d ive rsidad y accesibilidad en el tiempo y el espacio. Es la

    idea de educacin permanente lo que ha de ser al mismo tiempo re c o n-

    s i d e rado y ampliado, p o rque adems de las necesarias adap t a c i o n e s

    relacionadas con las mutaciones d e la vida pro fe s i o n a l , d ebe ser una

    e s t ru c t u racin continua de la persona humana, de su conocimiento y sus

    ap t i t u d e s , p e ro tambin de su facultad de juicio y accin. Debe perm i-t i rle tomar conciencia de s misma y de su medio ambiente e inv i t a rla a

    desempear su funcin social en el trabajo y la ciudad.Se ha podido evocar a este respecto la necesidad de diri gi rse hacia

    una sociedad educat iva. Es ve rdad que toda la vida personal y social

    puede ser objeto de ap rendizaje y de accin. Grande es entonces la ten-tacin de priv i l egiar este de las casas para recalcar el potencial educat i-

    vo de los medios modernos de comunicacin o de la vida pro fe s i o n a l , o

    de las actividades culturales y de esparc i m i e n t o , hasta el punto de olvi-

    dar por eso algunas ve rdades esenciales. Po rq u e, si bien hay que ap ro-

    ve char todas estas posibilidades de ap render y perfe c c i o n a rs e, no es

    menos cierto que para poder utilizar bien ese potencial la persona deb e

    poseer todos los elementos de una educacin bsica de calidad. Ms

    a n , es deseable que la escuela le inculque ms el gusto y el placer de

    ap re n d e r, la capacidad de ap render a ap re n d e r, la curiosidad del intelec-

    to. Imaginmonos incluso una sociedad en que cada uno sera altern at i-

    vamente educador y educando.

    Pa ra ello, nada puede reemplazar al sistema fo rmal de educacin en

    que cada uno se inicia en las mat e rias del conocimiento en sus dive rs a s

    fo rmas. Nada puede sustituir a la relacin de autori d a d, p e ro tambin de

    d i l ogo , e n t re el maestro y el alumno. Todos los grandes pensadores cl -

    sicos que han estudiado el pro blema de la educacin lo han dicho y lo

    han repetido. Es el maestro quien ha de transmitir al alumno lo que la

    humanidad ha ap rendido sobre si misma y sobre la nat u ra l e z a , todo lo

    que ha creado e inventado de esencial.

  • 1 6 L a e d u c a c i n

    Implantar la educacin durante toda la vida en el seno de la sociedad

    La educacin durante toda la vida se presenta como una de las llaves de

    acceso al siglo XXI. Esta nocin va ms all de la distincin tra d i c i o n a l

    e n t re educacin bsica y educacin perm a n e n t e, y responde al reto de

    un mundo que cambia rpidamente. Pe ro esta afi rmacin no es nu eva ,

    puesto que en anteri o res info rmes sobre educacin ya se destacaba la

    necesidad de vo l ver a la escuela para poder afrontar las novedades que

    s u rgen en la vida privada y en la vida pro fesional. Esta necesidad per-

    s i s t e, i n cluso se ha acentuado, y la nica fo rma de sat i s fa c e rla es que

    todos ap rendamos a ap re n d e r.

    Pe ro adems surge otra obl i gacin que, t ras el profundo cambio de

    los marcos tradicionales de la ex i s t e n c i a , nos ex i ge comprender mejor alo t ro , c o m p render mejor el mundo. Exigencias de entendimiento mu t u o ,de dilogo pacfico y, por qu no, de arm o n a , aquello de lo cual, p re c i-

    s a m e n t e, ms carece nu e s t ra sociedad.

    Esta posicin lleva a la Comisin a insistir especialmente en uno de

    los cuat ro pilares presentados e ilustrados como las bases de la educa-

    cin. Se trata de ap render a vivir juntes conociendo mejor a los dems,su histori a , sus tradiciones y su espiritualidad y, a partir de ah, c rear un

    e s p ritu nu evo que impulse la realizacin de proyectos comunes o la

    solucin inteligente y pacfica de los inev i t ables confl i c t o s , gracias jus-tamente a esta comprensin de que las relaciones de interd ep e n d e n c i a

    son cada vez mayo res y a un anlisis compartido de los ri e s gos y re t o s

    del futuro. Una utopa, p e n s a r n , p e ro una utopa necesari a , una utopa

    esencial para salir del peligroso ciclo alimentado por el cinismo o la

    re s i g n a c i n .

    En efe c t o , la Comisin piensa en una educacin que ge n e re y sea la

    base de este espritu nu evo , lo que no quiere decir que haya descuidado

    los otros tres pilares de la educacin que, de alguna fo rm a , p ro p o rc i o-

    nan los elementos bsicos para ap render a vivir juntos. Lo pri m e ro , ap render a conocer. Pe ro , teniendo en cuenta los

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 1 7

    rpidos cambios derivados de los avances de la ciencia y las nu evas fo r-

    mas de la actividad econmica y social, c o nviene compaginar una cul-

    t u ra ge n e ral suficientemente amplia con la posibilidad de estudiar a

    fondo un nmero reducido de mat e rias. Esta cultura ge n e ral sirve de

    p a s ap o rte para una educacin perm a n e n t e, en la medida en que supone

    un aliciente y sienta adems las bases para ap render durante toda la

    v i d a .

    Ta m b i n , ap render a hacer. Conviene no limitarse a conseguir el

    ap rendizaje de un oficio y, en un sentido ms amplio, a d q u i rir una com-petencia que permita hacer frente a nu m e rosas situaciones, a l g u n a s

    i m p rev i s i bl e s , y que facilite el trabajo en equipo, dimensin demasiadoolvidada en los mtodos de enseanza actuales. En nu m e rosos casos

    esta competencia y estas calificaciones se hacen ms accesibles si alum-

    nos y estudiantes cuentan con la posibilidad de eva l u a rse y de enri q u e-

    c e rse participando en actividades pro fesionales o sociales de fo rm a

    p a ralela a sus estudios, lo que justifica el lugar ms re l evante qued eberan ocupar las distintas posibilidades de alternancia entre la escue-

    la y el trab a j o .Por ltimo, y sobre todo, ap render a ser. Este era el tema dominante

    del info rme Edgar Fa u re publicado en 1972 bajo los auspicios de laU N E S C O. Sus recomendaciones conservan una gran actualidad, p u e s t o

    que el siglo XXI nos ex i gir una mayor autonoma y capacidad de jui-cio junto con el fo rtalecimiento de la re s p o n s abilidad personal en la re a-lizacin del destino colectivo. Y tambin por otra obl i gacin destacada

    por este info rm e, no dejar sin ex p l o rar ninguno de los talentos que,como tesoro s , estn enterrados en el fondo de cada persona. Citemos,

    sin ser ex h a u s t ivo s , la memori a , el ra c i o c i n i o , la imagi n a c i n , las ap t i-

    tudes fsicas, el sentido de la esttica, la facilidad para comunicar con

    los dems, el carisma nat u ral del diri ge n t e, e t c. Todo elle viene a confi r-

    mar la necesidad de compre n d e rse mejor a uno mismo.La Comisin se ha hecho eco de otra utopa: la soc iedad edu-

    c at iva basada en la adquisicin, la actualizacin y el uso de los

    conocimientos. Estas son las tres funciones que conviene poner de

  • 1 8 L a e d u c a c i n

    re l i eve en el proceso educat ivo. Mientras la sociedad de la info rm a c i n

    se desarrolla y multiplica las posibilidades de acceso a los datos y a los

    h e ch o s , la educacin debe permitir que todos puedan ap rove char esta

    i n fo rm a c i n , re c ab a rl a , s e l e c c i o n a rl a , o rd e n a rl a , m a n e j a rla y utilizarl a .Por consiguiente, la educacin tiene que adap t a rse en todo momen-

    to a los cambios de la sociedad, sin dejar de transmitir por ello el sab e ra d q u i ri d o , los principios y los frutos de la ex p e ri e n c i a .

    Por ltimo, qu hacer para que, ante esta demanda cada vez mayo r

    y ms ex i ge n t e, las polticas educat ivas alcancen el objetivo de unaenseanza a la vez de calidad y equitat iva? La Comisin se ha plantea-

    do estas cuestiones con respecto a los estudios unive rs i t a ri o s , los mto-

    dos y los contenidos de la enseanza como condiciones necesarias para

    su efi c a c i a .

    Reconsiderar y unir las distintas etapas de la educacinA1 centrar sus propuestas en torno al de educacin durante toda la vida,

    la Comisin no ha querido decir con elle que este salto cualitat ivo dis-

    p e n s a ra de una re fl exin sobre las distintas etapas de la enseanza. A 1

    c o n t ra ri o , se propona confi rmar ciertas grandes orientaciones defi n i d a s

    por la UNESCO, por ejemplo la importancia vital de la educacin bsi-ca y, al mismo tiempo, dar pie a una revisin de las funciones desem-

    peadas por la enseanza secundari a , o incluso responder a los interro-

    gantes que inev i t ablemente plantea la evolucin de la enseanza super-

    ior y, s o b re todo, el fenmeno de la masifi c a c i n .

    La educacin durante toda la vida perm i t e, s e n c i l l a m e n t e, o rd e n a r

    las distintas etap a s , p rep a rar las tra n s i c i o n e s , d ive rs i ficar y va l o rizar las

    t raye c t o rias. De esta fo rm a , saldramos del terri ble dilema que se plan-

    tea entre seleccionar, y con ello multiplicar el escolar y los ri e s gos de

    ex cl u s i n , o igualar, p e ro en detrimento de la promocin de pers o n a s

    con talento.

    Estas re fl exiones no restan nada a lo que se defini tan bien

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 1 9

    d u rante la Confe rencia de Jomtien en 1990 sobre la educacin bsica y

    s o b re las necesidades bsicas de ap re n d i z a j e :Estas necesidades ab a rcan tanto las herramientas esenciales para el

    ap rendizaje (como la lectura y la escri t u ra , la ex p resin ora l , el clculo,la solucin de pro blemas) como los contenidos bsicos del ap re n d i z a j e(conocimientos tericos y prcticos, va l o res y actitudes) necesarios paraque los seres humanos puedan sobrev iv i r, d e s a rrollar plenamente sus

    c ap a c i d a d e s , v ivir y trabajar con dignidad, p a rticipar plenamente en eld e s a rro l l o , m e j o rar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamenta-das y continuar ap re n d i e n d o .

    Esta enu m e racin puede parecer impresionante y, de hech o , lo es.

    Pe ro de eso no se ha de infe rir que lleve a una acumulacin ex c e s iva de

    p rogramas. La relacin entre pro fesor y alumno, el conocimiento del

    medio en el que viven los nios, un buen uso de los modernos medios de

    c o municacin all donde ex i s t e n , todo elle puede contri buir al desarro l l o

    p e rsonal e intelectual del alumno. A q u , los conocimientos bsicos, l e c t u-

    ra , e s c ri t u ra y clculo, tendrn su pleno significado. La combinacin de

    la enseanza tradicional con enfoques ex t ra e s c o l a res tiene que permitir al

    nio acceder a las tres dimensiones de la educacin, es decir, la tica y

    c u l t u ra l , la cientfica y tecnolgi c a , y la econmica y social.

    D i cho de otro modo, la educacin es tambin una ex p e riencia social,

    en la que el nio va conocindose, e n riqueciendo sus relaciones con los

    d e m s , a d q u i riendo las bases de los conocimientos tericos y prcticos.

    Esta ex p e riencia debe iniciarse entes de la edad escolar obl i gat o ri a

    s egn dife rentes fo rmas en funcin de la situacin, p e ro las familias y

    las comunidades locales deben invo l u c ra rs e.

    A esta altura hay que aadir dos observa c i o n e s , que son import a n t e s

    en opinin de la Comisin.

    La educac in bs ica t i ene que l l ega r , en todo el mu n d o , a los

    900 mi llones de adu ltos anal fab e t o s , a los 130 mi llones de

    nios s in escola rizar y a los ms de 100 mil lones de nios; que

    abandonan la escuela entes de ti empo. A ell es deben d ir i gi rs e

    de fo rma pri o ri t a r i a l as act iv idades de as is tencia tcnica y de

  • 2 0 L a e d u c a c i n

    c o p a rticipacin en el marco de la cooperacin intern a c i o n a l .

    La educacin bsica es un pro blema que se plantea, l gi c a m e n t e,

    en todos los pases, i n cluidos los industrializados. Desde este nivel de

    la educacin, los contenidos tienen que fomentar el deseo de ap re n d e r,

    el ansia y la alegra de conocer y, por lo tanto, el afn y las posibili-

    dades de acceder ms tarde a la educacin durante toda la vida.

    L l egamos as a lo que rep resenta una de las principales difi c u l t a d e s

    de toda re fo rm a , es decir, cul es la poltica que se debe llevar a cab o

    con respecto a los jvenes y adolescentes que acaban la enseanza pri-m a ri a , d u rante todo el periodo que tra n s c u rre hasta su entrada en la vida

    p ro fesional o en la unive rs i d a d. Nos at reveramos a decir que estos

    tipos de enseanza llamada secundari a s o n , en cierto sentido, l o s

    i m p o p u l a re s de la re fl exin sobre la educacin? De hech o , son objetode innu m e rables crticas y ge n e ran buen nmero de fru s t ra c i o n e s .

    E n t re los fa c t u res que perturban se pueden citar las necesidades en

    aumento y cada vez ms dive rs i ficadas de fo rm a c i n , que desembocan

    en un rpido crecimiento del nmero de alumnos y en un at a s c a m i e n-

    to de los programas. Aqu est el ori gen de los clsicos pro blemas de

    m a s i fi c a c i n , que los pases poco desarrollados tienen gran difi c u l t a d

    en re s o l ver tanto en el plano fi n a n c i e ro como de orga n i z a c i n .

    Tambin se puede citar la angustia del egreso o de las salidas, a n g u s-

    tia que aumenta la obsesin de acceder a la enseanza superi o r, c o m o

    si se estuviese jugando a todo o nada. E1 desempleo ge n e ralizado queexiste en mu chos pases no hace ms que agravar este malestar. La

    Comisin destac lo preocupante de una evolucin que lleva , e n

    medios ru rales y urbanos, en pases en vas de desarrollo e industri a-

    l i z a d o s , no slo al desempleo sine tambin al subempleo de los re c u r-

    sos humanos.

    En opinin de la Comisin, slo se puede salvar esta difi c u l t a d

    mediante una dive rs i ficacin muy amplia en la ofe rta de traye c t o-

    rias. Esta orientacin se corresponde con una de las pri n c i p a l e s

    p reocupaciones de la Comisin, que consiste en va l o rar los

    ta lentos de todo t ipo, de fo rma que se l imite el fracaso escolar

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 2 1

    y se evite el sentimiento de ex clusin y de falta de futuro a un grupo de

    adolescentes demasiado nu m e ro s o .

    E n t re las distintas vas que se ofrecen deberan fi g u rar las ya tra d i-

    c i o n a l e s , ms orientadas hacia la ab s t raccin y la concep t u a l i z a c i n ,

    p e ro tambin las que, e n riquecidas por una alternancia entre la escuela

    y la vida pro fesional o social, p e rmiten sacar a la luz otro tipo de talen-

    tos y gustos. En cualquier caso habra que tender puentes entre esas

    v a s , de manera que se pudieran corregir los erro res de orientacin que

    con harta frecuencia se cometen.

    Por lo dems, y en opinin de la Comisin, la pers p e c t iva de poder

    regresar a un ciclo educat ivo o de fo rmacin modificara el clima ge n e-

    ra l , al ga rantizar al adolescente que su suerte no est echada defi n i t iva-

    mente entre los 14 y los 20 aos.

    Desde este mismo punto de vista habr que ver asimismo la ensean-

    za superi o r. Lo pri m e ro que hay que sealar es que, junto a la unive rs i-d a d, existen en mu chos pases otro tipo de centros de enseanza super-

    i o r. Unos se dedican a seleccionar a los mejore s , o t ros se han cre a d op a ra impartir una fo rmacin pro fesional muy concreta y de calidad

    d u rante ciclos de dos a cuat ro aos. Sin duda esta dive rs i fi c a c i n

    responde a las necesidades de la sociedad y la economa, ex p resadas a

    n ivel nacional y regi o n a l .

    Respecto a la masificacin que se observa en los pases ms ri c o s ,

    no puede haber una solucin poltica y socialmente acep t able en una

    seleccin cada vez ms seve ra. Uno de los principales defectos de esta

    o rientacin es que son mu chos los jvenes de ambos sexos que se ve nex cluidos de la enseanza entes de haber conseguido una titulacin

    reconocida y, por lo tanto, en una situacin desespera n t e, puesto que no

    cuentan ni con la ventaja de una titulacin ni con la compensacin deuna fo rmacin adaptada a las necesidades del mercado de trab a j o .

    Hace fa l t a , por consiguiente, una gestin del desarrollo de los re c u r-

    sos humanos, aunque tenga un alcance limitado, mediante una re fo rm a

    de la enseanza secundaria que adopte las grandes lneas propuestas por

    la Comisin.

  • 2 2 L a e d u c a c i n

    La unive rsidad podra contri buir a esta re fo rma dive rs i ficando su

    o fe rt a :

    como lugar de ciencia y fuente de conocimiento que llevan a la inve s-

    t i gacin terica o ap l i c a d a , o a la fo rmacin de pro fe s o re s ;

    como medio de adquirir calificaciones pro fesionales confo rme a unes

    estudios unive rs i t a rios y unes contenidos adaptados constantemente a

    las necesidades de la economa, en los que se anen los conocimientos

    t e ricos y prcticos a un alto nive l ;

    como plat a fo rma priv i l egiada de la educacin durante toda la vida, a l

    ab rir sus puertas a los adultos que quieran re a nudar los estudios, a d ap-

    tar y enriquecer sus conocimientos o sat i s facer sus ansias de ap re n d e r

    en todos los mbitos de la vida cultura l ;

    como interlocutor priv i l egiado en una cooperacin internacional que

    p e rmita el intercambio de pro fe s o res y estudiantes, y facilite la difusin

    de la mejor enseanza mediante ctedras intern a c i o n a l e s .De esta fo rma la unive rsidad superara la oposicin que enfrenta err -

    neamente la lgica de la administracin pblica y la del mercado de tra-

    bajo. Adems encontrara de nu evo el sentido de su misin intelectual ysocial en la sociedad, siendo en cierto modo una de las instituciones

    ga rantes de los va l o res unive rsales y del pat rimonio cultural. La

    Comisin cree que stas son ra zones pertinentes para ab ogar en favor de

    una mayor autonoma de las unive rs i d a d e s .

    La Comisin, al fo rmular estas pro p u e s t a s , destaca que esta pro-

    blemtica reviste una dimensin especial en las naciones pobre s , d o n d e

    las unive rsidades deben desempear un papel determ i n a n t e. Pa ra ex a m i-

    nar las dificultades que se les presentan en la actualidad, ap rendiendo de

    su propio pasado, las unive rsidades de los pases en desarrollo tienen la

    o bl i gacin de realizar una inve s t i gacin que pueda contri buir a re s o l ve r

    sus pro blemas ms graves. Les corre s p o n d e, a d e m s , p roponer nu evo s

    e n foques para el desarrollo que permitan a sus pases construir un futu-

    ro mejor de fo rma efe c t iva. Tambin es de su incumbencia fo rm a r, t a n t oen el mbito pro fesional como en el tcnico, a las futuras lites y los

    titulados de grado superior y medio que sus pases necesitan para logra r

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 2 3

    salir de los ciclos de pobreza y subdesarrollo en los que se encuentra n

    at rapados actualmente. Conv i e n e, s o b re todo, disear nu evos modelos

    de desarrollo en funcin de cada caso part i c u l a r, p a ra regiones como el

    A f rica subsahari a n a , como ya se hizo para los pases del Asia Ori e n t a l .

    Aplicar con xito las estrategias de la reformaSin subestimar la gestin de las obl i gaciones a corto plazo ni descuidar

    la necesidad de adap t a rse a los sistemas ex i s t e n t e s , la Comisin desea

    hacer hincapi en la importancia de adoptar un enfoque a ms largo

    p l a zo para llevar a cabo con xito las indispensables re fo rmas. Por esa

    misma ra z n , p reviene sobre el hecho de que demasiadas re fo rmas en

    s e rie anulan el objetivo pers eg u i d o , ya que no dan al sistema el tiempon e c e s a rio para impreg n a rse del nu evo espritu y lograr que todos los

    agentes de la re fo rma estn en condiciones de participar en ella.

    A d e m s , como demu e s t ran los fracasos anteri o re s , mu chos re fo rm a-

    d o res adoptan un enfoque demasiado radical o ex c e s ivamente terico y

    no capitalizan las tiles enseanzas que deja la ex p e riencia o re ch a z a nel acervo positivo heredado del pasado. Ello perturba a los docentes, l o s

    p a d res y los alumnos y, por consiguiente, condiciona su disposicin a

    a c eptar y, u l t e ri o rm e n t e, l l evar a la prctica la re fo rm a .

    Tres agentes principales coady u van al xito de las re fo rmas educat iva s :

    en primer luga r, la comunidad local y, s o b re todo, los padre s , los dire c-

    t o res de los establecimientos de enseanza y los docentes; en seg u n d o

    l u ga r, las autoridades pblicas y, por ltimo, la comunidad intern a c i o n a l .

    En el pasado, la falta de un compromiso fi rme por parte de alguno de los

    p ro t agonistas mencionados provoc no pocas ex clusiones. Resulta ev i d e n-

    t e, a d e m s , que los intentos de imponer las re fo rmas educat ivas desde arri-

    ba o desde el ex t e rior fueron un fracaso rotundo. Los pases en los que este

    p roceso se vio coronado por el xito en mayor o menor grado son aqul-

    los que logra ron una participacin entusiasta de las comunidades locales,

    los padres y los docentes, sustentada por un dilogo perm a n e n t e

  • 2 4 L a e d u c a c i n

    y por dive rsas fo rmas de ayuda ex t e rn a , tanto fi n a n c i e ra como tcni-

    ca y pro fesional. En toda estrat egia de aplicacin sat i s fa c t o ria de una

    re fo rma es cl a ra la primaca de la comunidad local.

    La participacin de la comunidad local en la evaluacin de las

    n e c e s i d a d e s , mediante un dilogo con las autoridades pblicas y los

    grupos interesados dentro de la sociedad, es una pri m e ra etapa fun-

    damental para ampliar el acceso a la educacin y para mejora rla. Lac o n t i nuacin de este dilogo a travs de los medios de comu n i c a c i n ,

    en deb ates dentro de la comunidad y mediante la educacin y la fo r-

    macin de los padre s , as como la capacitacin de los docentes en el

    e m p l e o , suele contri buir a una mayor toma de conciencia e incre-

    menta el discernimiento y el desarrollo de las capacidades endge n a s

    en el nivel comu n i t a rio. Cuando las comunidades asumen ms re s-

    p o n s abilidades en su propio desarrollo ap renden a va l o rar la funcin

    de la educacin, c o n c ebida a la vez como un medio para alcanzar

    d e t e rminados objetivos sociales y como una mejora deseable de lacalidad de la vida.

    En ese sentido, la Comisin destaca la conveniencia de una des-

    c e n t ralizacin intelige n t e, que permita incrementar la re s p o n s ab i l i-

    dad y la capacidad de innovacin de cada establecimiento escolar.

    En todo caso, ninguna re fo rma dar resultados positivos sin la

    p a rticipacin activa del cuerpo docente. Por esa ra z n , la Comisin

    recomienda que se preste una atencin pri o ri t a ria a la situacin

    s o c i a l , c u l t u ral y mat e rial de los educadore s .

    Se ex i ge mu cho al docente, i n cluso demasiado, cuando se espe-

    ra que calme las carencias de otras instituciones tambin re s p o n-

    s ables de la enseanza y la fo rmacin de los jvenes. Mucho se lep i d e, m i e n t ras que el mundo ex t e r ior entra cada vez ms en la

    e s c u e l a , en particular a travs de los nu evos medios de info rm a c i n

    y comunicacin. As pues, el maestro se encuentra ante jve n e smenos ap oyados por las familias o los movimientos re l i giosos pero

    ms info rmados. Por consiguiente, d ebe tener en cuenta ese nu evo

    c o n t exto para hacerse escuchar y comprender por los jve n e s ,

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 2 5

    p a ra despertar en elles el deseo de ap render y para hacerles ver que la

    i n fo rmacin no es conocimiento, que ste ex i ge esfuerzo , at e n c i n ,

    ri gor y vo l u n t a d.

    Con o sin ra z n , el maestro tiene la impresin de estar solo, no nica-

    mente porque ejerce una actividad indiv i d u a l , sino debido a las ex p e c t at i-vas que suscita la enseanza y a las crticas, mu chas veces injustas, de quees objeto. Ante todo, desea que se respete su dignidad. Por otra part e, l am ayora de los docentes pertenecen a organizaciones sindicales a menu d o

    p o d e rosas y en las que existe -por qu nega rl o- un espritu corp o rat ivo de

    d e fensa de sus intereses. Sin embargo , es necesario intensificar y dar una

    nu eva pers p e c t iva al dilogo entre la sociedad y los docentes, as como

    e n t re los poderes pblicos y sus organizaciones sindicales.

    D ebemos reconocer que no es fcil re n ovar la nat u raleza de dicho di-

    l ogo , p e ro es indispensable para disipar el sentimiento de aislamiento y de

    f ru s t racin del docente, l ograr la aceptacin de los cuestionamientos

    actuales y hacer que todos contri bu yan al xito de las indispensables re fo r-

    m a s .

    En ese contex t o , c o nvendra aadir algunas recomendaciones re l at iva s

    al contenido de la fo rmacin de los docentes, a su pleno acceso a la fo rm a-

    cin perm a n e n t e, a la reva l o rizacin de la condicin de los maestros re s-

    p o n s ables de la educacin bsica y a una presencia ms activa de los

    docentes en los medios sociales desasistidos y margi n a d o s , donde podran

    c o n t ri buir a una mejor insercin de los adolescentes y los jvenes en las o c i e d a d.

    Es ste tambin un alegato en favor de que se dote al sistema de

    enseanza no slo de maestros y pro fe s o res adecuadamente fo rm a d o s , s i n o

    tambin de los elementos necesarios para impartir una enseanza de cali-

    d a d : l i b ro s , medios de comunicacin modern o s , e n t o rno cultural y econ-

    mico de la escuela, e t c.

    Consciente de las realidades de la educacin actual, la Comisin

    h i zo particular hincapi en la necesidad de disponer de medios cua-

    l i t at ivos y cuantitat ivos de enseanza, t radicionales (como losl i b ros) o nu evos (como las tecnologas de la info rm a c i n ) , q u e

  • 2 6 L a e d u c a c i n

    c o nviene utilizar con discernimiento y pro m oviendo la part i c i p a c i n

    a c t iva de los alumnos. Por su part e, los docentes deberan trabajar ene q u i p o , s o b re todo en el nivel de enseanza secundari a , p ri n c i p a l m e n t e

    p a ra contri buir a la indispensable fl exibilidad de los programas de estu-

    dio. Ello evitar mu chos fra c a s o s , pondr de manifiesto algunas cuali-

    dades nat u rales de los alumnos y, por consiguiente, facilitar una mejoro rientacin de los estudios y la traye c t o ria de cada uno, s egn el pri n-

    cipio de una educacin impartida a lo largo de toda la vida.

    C o n s i d e rado desde este punto de vista, el mejoramiento del sistemae d u c at ivo obl i ga al poltico a asumir plenamente su re s p o n s ab i l i d a d. En

    e fe c t o , ya no puede comport a rse como si el mercado fuera capaz de cor-

    regir por s solo los defectos existentes o como si una especie de autor-

    regulacin bastara para hacerl o .

    La Comisin ha hecho tanto ms hincapi en la permanencia de los

    va l o re s , las ex i gencias del futuro y los deb e res del docente y la socie-

    dad cuanto que cree en la importancia del re s p o n s able poltico.

    Unicamente l, tomando en consideracin todos los elementos, p u e d e

    plantear los debutes de inters ge n e ral que son vitales para la educacin.

    Es que este asunto nos interesa a todos, ya que en l se juega nu e s t rof u t u ro y que, j u s t a m e n t e, la educacin puede contri buir a mejorar las u e rte de todos y cada uno de nosotro s .

    Y ello, i n ev i t abl e m e n t e, nos lleva a poner de re l i eve la funcin de las

    a u t o ridades pbl i c a s , e n c a rgadas de plantear cl a ramente las opciones y,

    t ras una amplia concertacin con todos los intere s a d o s , d e finir una pol-

    tica pblica que, sean cuales fueren las estru c t u ras del sistema (pbl i-c a s , p rivadas o mixtas), t race las ori e n t a c i o n e s , siente las bases y losejes de aqul y establezca su regulacin introduciendo las adap t a c i o n e sn e c e s a rias.

    Por supuesto, todas las decisiones adoptadas en ese contex t o

    tienen rep e rcusiones fi n a n c i e ras. La Comis in no subestima este

    fa c t o r. Pe ro , sin adent ra rse en la compleja dive rsidad de los si s-t e m a s , c o n s i d e ra que la educacin es un bien colectivo al que

    todos deben poder acceder. Una vez admitido ese pri n c i p i o , e s

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 2 7

    p o s i ble combinar fondos pblicos y priva d o s , s egn dive rsas frmu l a s

    que tomen en consideracin las tradiciones de cada pas, su nivel de

    d e s a rro l l o , estilos de vida y distri bucin de ingre s o s .

    De todas manera s , en todas las decisiones que se adopten debe pre-

    dominar el principio de la igualdad de oport u n i d a d e s .

    D u rante los deb ates mencion una solucin ms radical. Hab i d a

    cuenta de que poco a poco la educacin permanente ir ganando terre-

    n o , podra estudiarse la posibilidad de at ri buir a cada joven que est porcomenzar su escolaridad un c r d i t o-t i e m p o , que le diera dere cho a

    c i e rto nmero de aos de enseanza. Su crdito se consignara en una

    cuenta en una institucin que, de alguna fo rm a , a d m i n i s t rara un cap i t a l

    de tiempo elegido por cada uno con los re c u rsos fi n a n c i e ros corre s p o n-

    dientes. Cada persona podra disponer de ese cap i t a l , s egn su ex p e-

    riencia escolar y su propia eleccin. Podra conservar una parte del

    mismo para , una vez terminada su vida escolar y siendo ya adulto, p o d e r

    ap rove char las posibilidades de la fo rmacin perm a n e n t e. Ta m b i n

    podra aumentar su capital mediante contri buciones fi n a n c i e ra s u n a

    especie de ahorro previsional dedicado a la educacinque se acre d i-

    taran en su cuenta del banco del tiempo elegido. Tras un porm e n o ri-

    zado deb at e, la Comisin respald esta idea, no sin perc at a rse de sus

    p o s i bles deriva s , que podran ir incluso en detrimento de la igualdad de

    o p o rtunidades. Por esa ra z n , en la situacin actual, podra otorga rse a

    ttulo ex p e rimental un crdito-tiempo para la educacin al finalizar el

    p e riodo de escolarizacin obl i gat o ri a , que permitira al adolescente ele-

    gir la orientacin que desee sin hipotecar su futuro .

    Pe ro en resumidas cuentas, si tras la etapa fundamental que

    consti tuy la Confe rencia de Jomtien sobre Educacin para To d o s

    f u e ra necesario definir una urge n c i a , d eberamos concentra rn o s

    sin duda en la enseanza secundaria. En efe c t o , e n t re el egreso del

    c i clo pri m a rio y la incorp o racin a la vida activa o el ingreso en

    la enseanza superi o r, se decide el destino de millones de jve n e s ,va rones y nias. Y es se el punto flaco de nu e s t ros sistemas edu-

    c at ivo s , por un exceso de elit ismo, p o rque no logran canalizar

  • 2 8 L a e d u c a c i n

    fenmenos de masificacin o porque pecan de inercia y son re f ra c t a rios a

    cualquier adaptacin. Justamente cuando los jvenes se enfrentan con losp ro blemas de la adolescencia, cuando en cierto sentido se consideran madu-

    ros pero en realidad sufren de una falta de madurez y el futuro suscita en ellos

    ms ansiedad que despre o c u p a c i n , lo importante es ofre c e rles luga res de

    ap rendizaje y de descubri m i e n t o , d a rles los instrumentos necesarios parapensar y prep a rar su porve n i r, d ive rs i ficar las traye c t o rias en funcin de sus

    c ap a c i d a d e s , p e ro tambin aseg u rar que las pers p e c t ivas de futuro no se cier-

    ren y que siempre sea posible rep a rar los erro res o corregir el ru m b a .

    Extender la cooperacin internacional en la aldea planetaria

    En los mbitos polticos y econmicos la Comisin observ que, c a d a

    vez ms fre c u e n t e m e n t e, se adoptan medidas en el plano intern a c i o n a l

    p a ra intentar hallar soluciones sat i s fa c t o rias a pro blemas que tienen una

    dimensin mu n d i a l , aunque slo sea debido a ese fenmeno de interd e-

    pendencia cre c i e n t e, tantas veces destacado. La Comisin lament tam-

    bin que hasta el se hayan obtenido muy pocos resultados y consider

    n e c e s a rio re fo rmar las instituciones internacionales con objeto de incre-mentar la eficacia de sus interve n c i o n e s .

    Este anlisis es vlido, mu t atis mu t a n d i s, p a ra los mbitos que ab a r-

    can la dimensin social y la educacin. De all que se destacara la

    i m p o rtancia de la Reunin Cumbre de Copenhague de marzo de 1995,dedicada a las cuestiones sociales. La educacin ocupa un lugar priv i l e-

    giado entre las orientaciones adoptadas. En ese contex t o , la Comisin

    fo rmul las siguientes re c o m e n d a c i o n e s :

    desarrollar una poltica ex t remadamente dinmica en favor de la edu-

    cacin de las nias y las mu j e re s , c o n fo rme a la Confe rencia de Beijing( s ep t i e m b re de 1995); uti l izar un porcentaje mnimo de la ayuda para el desarro l l o(una cuar ta parte de l total) para financ iar la educacin; estecambio en favor de la educacin debera t ambin pro d u c i rse en

  • o l a u t o p i a n e c e s a r i a 2 9

    el nivel de las instituciones fi n a n c i e ras internacionales y, en pri m e r

    l u ga r, en el Banco Mundial, que desempea ya una funcin import a n t e ;

    desarrollar mecanismos de t rueque de deuda por educacin ( d eb t -fo r- e d u c ation swap s ) con objeto de compensar los efectos negat ivos quetienen las polticas de ajuste y la reduccin de los dficit internos yex t e rnos sobre los gastos pblicos de educacin;

    difundir las nu evas tecnologas llamadas de la sociedad de la info r-

    macin en favor de todos los pases, a fin de evitar una agudizacin an

    m ayor de las dife rencias entre pases ricos y pobre s ;

    movilizar el enorme potencial que ofrecen las organizaciones no

    g u b e rnamentales y, por consiguiente, las iniciat ivas de base, q u e

    podran prestar un valioso ap oyo a las actividades de cooperacin inter-

    n a c i o n a l .

    Estas propuestas deberan desarro l l a rse en un marco asociat ivo y no de

    asistencia. Es la ex p e riencia la que, despus de tantos fracasos y der-

    ro ch e s , nos induce a ello. La mundializacin nos lo impone. Po d e m o s

    citar algunos ejemplos alentadore s , como el xito de las actividades dec o o p e racin e intercambio realizadas en el plano regional. Es el caso, e n

    p a rt i c u l a r, de la Unin Euro p e a .

    E1 principio de asociacin encuentra tambin su justificacin en elh e cho de que puede llevar a una interaccin positiva para todos. En

    e fe c t o , si los pases industrializados pueden ayudar a las naciones en

    d e s a rrollo compartiendo con ellas sus ex p e riencias positiva s , sus tecno-

    l ogas y sus medios fi n a n c i e ros y mat e ri a l e s , a su vez pueden ap re n d e r

    de esos pases modos de transmisin del pat rimonio cultura l , i t i n e ra ri o s

    de socializacin de los nios y, ms esencialmente, fo rmas culturales e

    i d i o s i n c rasias dife re n t e s .

    La Comisin desea que los Estados Miembros de la UNESCO

    doten a la Organizacin de los re c u rsos necesarios para animar el

    e s p ritu y las actividades de asociacin propuestas en el marco de

    las orientaciones que somete a la Confe rencia General de la UNES-

    C O. La Organizacin lo har difundiendo las innovaciones ex i t o s a s

    y contri bu yendo al establecimiento de redes sustentadas en

  • 3 0 L a e d u c a c i n

    i n i c i at ivas de las ONG, con miras a desarrollar una enseanza de cali-

    dad (Ctedras UNESCO) o a fomentar las asociaciones en el mbito dela inve s t i ga c i n .

    Por nu e s t ra part e, asignamos tambin a la UNESCO una import a n c i a

    fundamental en el desarrollo adecuado de las nu evas tecnologas de la

    i n fo rmacin al servicio de una educacin de calidad.

    Fundamentalmente la UNESCO contri buir a la paz y al entendi-

    miento mutuo entre los seres humanos al va l o rizar la educacin como

    e s p ritu de concord i a , signo de una voluntad de cohab i t a r, como mili-

    tantes de nu e s t ra aldea planetari a , que debemos concebir y organizar en

    b e n e ficio de las ge n e raciones futuras. En ese sentido, la Orga n i z a c i n

    c o n t ri buir a una cultura de paz.

    Pa ra titular su info rm e, la Comisin re c u rri a una de las fbulas de

    Juan de La Fo n t a i n e, E1 lab rador y sus hijos: G u a rdaos (dijo el lab rador) de vender el pat ri m o n i o ,Dejado por nu e s t ros padre s ,Veris que esconde un tesoro .

    La educacin es todo lo que la Humanidad ha ap rendido sobre s

    misma. Imitando al poeta, que elogi aba la virtud del trab a j o , p o d r a-mos decir:

    Pe ro el padre fue sab i oAl mostra rl e s , antes de mori r,

    Que la educacin encierra un tesoro .

    J a c q u e s D e l o r s

    P residente de la Comisin

  • La interdependencia planetaria y lamundializacin son fenmenos esen-ciales de nuestra poca. Actan ya en elpresente y marcarn con su impronta elsiglo xxI. Hoy hacen ya necesaria unareflexin global -que trascienda amplia-mente los mbitos de la educacin y lacultura- sobre las funciones y las estruc-turas de las organizaciones internacio-nales.

    El principal riesgo est en que se pro-duzca una ruptura entre una minoracapaz de moverse en ese mundo en for-macin y una mayora que se sientaarrastrada por los acontecimientos eimpotente para influir en el destinocolectivo, con riesgo de retroceso demo-crtico y de rebeliones mltiples.

    La utopa orientadora que debe guiarnuestros pasos consiste en lograr que elmundo converja hacia una mayor com-prensin mutua, hacia una intensifica-cin del sentido de la responsabilidad yde la solidaridad, sobre la base de acep-tar nuestras diferencias espirituales yculturales. Al permitir que todos tenganacceso al conocimiento, la educacintiene un papel muy concreto quedesempear en la realizacin de estatarea universal: ayudar a comprender elmundo y a comprender al otro, para ascomprenderse mejor a s mismo.

    3 1

    P R I M E R A PA R T E

    C a p t u l o 1P i s t a s y r e c o m e n d a c i o n e s

  • La poltica de educacin debe diversi-ficarse suficientemente y concebirse demodo que no constituya un factor adicio-nal de exclusin.

    Socializacin de cada individuo ydesarrollo personal no deben ser dosfactores antagonistas. Hay pues quetender hacia un sistema que se esfuerceen combinar las virtudes de la integra-cin y el respeto de los derechos indivi-duales.

    La educacin no puede resolver porsi sola los problemas que plantea la rup-tura (all donde se da) del vinculo social.De ella cabe esperar, no obstante, quecontribuya a desarrollar la voluntad devivir juntes, factor bsico de la cohesinsocial y de la identidad nacional.

    La escuela slo puede llevar a buenpuerto esta tarea si, por su parte, contri-buye a la promocin e integracin de losgrupos minoritarios, movilizando a losmismos interesados, cuya personalidaddebe respetar.

    La democracia parece progresar,segn formas y etapas adaptadas a lasituacin de cada pas. Pero su vitalidadse halle amenazada constantemente. Esen la escuela donde debe iniciarse laeducacin para una ciudadanaconsciente y activa.

    En cierto modo, la ciudadana demo-crtica es un corolario de la virtud cvica.Pero puede fomentarse o estimularsemediante una instruccin y unas prcti-cas adaptadas a la sociedad de lacomunicacin y la informacin. Se tratade proporcionar claves de orientacincon miras a reforzar la capacidad decomprender y de juzgar.

    Incumbe a la educacin la tarea deinculcar tanto a los nios como a losadultos las bases culturales que Ies per-mitan descifrar en la medida de loposible el sentido de las mutaciones queestn producindose. Para ello serequiere efectuar una seleccin en lamasa de informaciones para poder inter-pretarlas mejor y situar los aconteci-mientos en una historia global.

    Los sistemas educativos debenresponder a los mltiples retos que leslanza la sociedad de la informacin, enfuncin siempre de un enriquecimientocontinuo de los conocimientos y del ejer-cicio de una ciudadana adaptada a lasexigencias de nuestra poca.

    32

    C a p t u l o 2P i s t a s y r e c o m e n d a c i o n e s

  • Proseguir la reflexin en torno a laidea de un nuevo modelo de desarrolloque sea ms respetuoso con la natura-leza y con los ritmos del humano.

    Una consideracin prospectiva dellugar del trabajo en la sociedad demaana, habida cuenta de las repercu-siones del progreso tcnico y de loscambios que origine en los modos devida privados y colectivos.

    Una estimacin ms exhaustiva deldesarrollo humano que tenga en cuentatodas sus dimensiones, de acuerdo conla orientacin de los trabajos del PNUD.

    El establecimiento de nuevas rela-ciones entre poltica de educacin ypoltica de desarrollo con objeto de for-talecer las bases del saber terico y tc-nico en los pases interesados: incita-cin a la iniciativa, al trabajo en equipo,a las sinergias realistas en funcin delos recursos locales, al autoempleo y alespritu de empresa.

    El enriquecimiento y la generalizacinindispensables de la educacin bsica(importancia de la Declaracin deJomtien).

    33

    C a p t u l o 3P i s t a s y r e c o m e n d a c i o n e s

  • La educacin a lo largo de la vida sebasa en cuatro pilares: aprender a cono-cer, aprender a hacer, aprender a vivirjuntos, aprender a ser.

    Aprender a conocer, combinando unacultura general suficientemente ampliacon la posibilidad de profundizar losconocimientos en un pequeo nmerode materias. Lo que supone adems:aprender a aprender para poder aprove-char las posibilidades que ofrece la edu-cacin a lo largo de la vida.

    Aprender a hacer a fin de adquirir noslo una calificacin profesional sino,mas generalmente, una competenciaque capacite al individuo para hacerfrente a gran nmero de situaciones y atrabajar en equipo. Pero, tambin,aprender a hacer en el marco de las dis-tintas experiencias sociales o de trabajoque se ofrecen a los jvenes y adoles-centes, bien espontneamente a causadel contexto social o nacional, bien for-malmente gracias al desarrollo de laenseanza por alternancia.

    Aprender a vivir juntos desarrollandola comprensin del otro y la percepcinde las formas de interdependencia -rea-lizar proyectos comunes y prepararsepara tratar los conflictos- respetando losvalores de pluralismo, comprensinmutua y paz.

    Aprender a ser para que florezca mejorla propia personalidad y se est encondiciones de obrar con crecientecapacidad de autonoma, de juicio y deresponsabilidad personal. Con tal fin, nomenospreciar en la educacin ningunade las posibilidades de cada individuo:memoria, razonamiento, sentido estti-co, capacidades fsicas, aptitud paracomunicar...

    Mientras los sistemas educativos for-males propenden a dar prioridad a laadquisicin de conocimientos, en detri-mento de otras formas de aprendizaje,importa concebir la educacin como untodo. En esa concepcin deben buscarinspiracin y orientacin las reformaseducativas, tanto en la elaboracin delos programas como en la definicin delas nuevas polticas pedaggicas.

    34

    S E G U N D A PA R T E

    C a p t u l o 4P i s t a s y r e c o m e n d a c i o n e s

  • El concepto de educacin a lo largode la vida es la llave para entrar en elsiglo XXI. Ese concepto va ms all dela distincin tradicional entre educa-cin primera y educacin permanentey coincide con otra nocin formulada amenudo: la de sociedad educativa enla que todo puede ser ocasin paraaprender y desarrollar las capacidadesdel individuo.

    Con este nuevo rostro, la educacinpermanente se concibe como algo queva mucho ms all de lo que hoy ya sepractica, particularmente en los pasesdesarrollados, a saber, las actividadesde nivelacin, de perfeccionamiento y de

    conversin y promocin profesionalesde los adultos. Ahora se trata de queofrezca la posibilidad de recibir educa-cin a todos, y ello con fines mltiples,lo mismo si se trata de brindar unasegunda o tercera ocasin educativa ode satisfacer la sed de conocimientos,de belleza o de superacin personal quede perfeccionar y ampliar los tipos deformacin estrictamente vinculados conlas exigencias de la vida profesional,incluidos los de formacin prctica.

    En resumen, la "educacin a lo largode la vida" debe aprovechar todas lasposibilidades que ofrece la sociedad.

    35

    C a p t u l o 5P i s t a s y r e c o m e n d a c i o n e s

  • Requisito valido para todos los pasespero segn modalidades y con conteni-dos diferentes: el fortalecimiento de laeducacin bsica; con el consiguienterealce dado a la enseanza primaria y asus clsicos aprendizajes de base, esdecir, leer, escribir y calcular, pero tam-bin saber expresarse en una lenguajepropio para el dilogo y la comprensin.

    La necesidad -que maana ser aunms aguda- de abrirse a la ciencia y asu mundo, que es la llave para entrar enel siglo xxI con sus profundos cambioscientficos y tecnolgicos.

    Adaptar la educacin bsica a loscontextos particulares y a los pases ypoblaciones ms menesterosos. Partir delos datos de la vida cotidiana, que brindaposibilidades tanto de comprender losfenmenos naturales como de adquirirlas distintas formas de sociabilidad.

    Recordar los imperativos de la alfabe-tizacin y de la educacin bsica paralos adultos.

    Privilegiar en todos los casos la rela-cin entre docente y alumno, dado quelas tcnicas ms avanzadas slo pue-den servir de apoyo a esa relacin(transmisin, dialogo y confrontacin)entre enseante y enseado.

    Hay que repensar la enseanzasecundaria en esta perspectiva generalde educacin a lo largo de la vida. Elprincipio esencial radica en organizar ladiversidad de cauces sin cancelar nuncala posibilidad de volver ulteriormente alsistema educativo.

    Se clarificaran en gran medida losdebates sobre la selectividad y la orienta-cin si ese principio se aplicara plenamen-te. Todos comprenderan en tal caso que,fueran cuales fuesen las decisiones toma-das y los cauces seguidos en la adoles-cencia, no se les cerrara en el futuro nin-guna puerta, incluida la de la escuela

    misma. As cobrara todo su sentido laigualdad de oportunidades.

    La universidad debe situarse en elcentro del dispositivo, aunque, comoocurre en numerosos pases, existanfuera de ella otros establecimientos deenseanza superior.

    La universidad tendra atribuidas cua-tro funciones esenciales:1. La preparacin para la investigacin y

    para la enseanza;2. La oferta de tipos de formacin muy

    especializados y adaptados a lasnecesidades de la vida econmica ysocial;

    3. La apertura a todos para responder alos mltiples aspectos de lo que lla-mamos educacin permanente en elsentido lato del trmino;

    4. La cooperacin internacional.

    La universidad debe asimismo poderpronunciarse con toda independencia yplana responsabilidad sobre los proble-mas ticos y sociales -como una espe-cie de poder intelectual que la sociedadnecesita para que la ayude a reflexionar,comprender y actuar.

    La diversidad de la enseanza secun-daria y las posibilidades que brinda launiversidad deben dar una respuestavlida a los retos de la masificacinsuprimiendo la obsesin del caminoreal y nico. Gracias a ellas, combina-das con la generalizacin de la alternan-cia, se podr tambin luchar eficazmen-te contra el fracaso escolar.

    El desarrollo de la educacin a lolargo de la vida supone que se estudiennuevas formas de certificacin en lasque se tengan en cuenta todas las com-petencias adquiridas.

    36

    T E R C E R A PA R T E

    C a p t u l o 6P i s t a s y r e c o m e n d a c i o n e s

  • Aunque es muy diversa la situacinpsicolgica y material de los docentes,es indispensable revalorizar su estatutosi se quiere que la educacin a lo largode la vida cumpla la misin clave que leasigna la Comisin en favor del progre-so de nuestras sociedades y del fortale-cimiento de la comprensin mutua entrelos pueblos. La sociedad tiene que reco-nocer al maestro como tal y dotarle dela autoridad necesaria y de los adecua-dos medios de trabajo.

    Pero la educacin a lo largo de lavida conduce directamente a la nocinde sociedad educativa, es decir, unasociedad en la que se ofrecen mltiplesposibilidades de aprender, tanto en laescuela como en la vida econmica,social y cultural. De ah la necesidad demultiplicar las formas de concertacin yde asociacin con las familias, los crcu-los econmicos, el mundo de las asocia-ciones, los agentes de la vida cultural,etc.

    Por tanto, a los docentes les concier-ne tambin este imperativo de actualizarlos conocimientos y las competencias.Hay que organizar su vida profesionalde tal forma que estn en condiciones, eincluso que tengan la obligacin, de per-feccionar su arte y de aprovechar lasexperiencias realizadas en las distintasesferas de la vida econmica, social ycultural. Esas posibilidades suelen pre-verse en las mltiples formas de vaca-ciones para educacin o de permisosabtico. Deben ampliarse estas frmu-las mediante las oportunas adapta-ciones al conjunto del personal docente.

    Aunque en lo fundamental la profe-sin docente es una actividad solitariaen la medida en que cada educadordebe hacer frente a sus propias respon-sabilidades y deberes profesionales, esindispensable el trabajo en equipo, parti-cularmente en los ciclos secundarios, afin de mejorar la calidad de la educaciny de adaptarla mejor a las caractersti-cas particulares de las clases o de losgrupos de alumnos.

    El informe hace hincapi en la impor-tancia del intercambio de docentes y dela asociacin entre instituciones de dife-rentes pases, que aportan un valor aa-dido indispensable a la calidad de laeducacin y, al mismo tiempo, a la aper-tura de la mente hacia otras culturas,otras civilizaciones y otras experiencias.As lo confirman las realizaciones hoyen marcha.

    Todas las orientaciones deben serobjeto de dilogo, incluso de contratos,con las organizaciones de la profesindocente, esforzndose en superar elcarcter puramente corporativo de talesformas de concertacin. En efecto, msall de sus objetivos de defensa de losintereses morales y materiales de susafiliados, las organizaciones sindicaleshan acumulado un capital de experien-cia que estn dispuestas a poner a dis-posicin de los decisores polticos.

    37

    C a p t u l o 7P i s t a s y r e c o m e n d a c i o n e s

  • Las opciones educativas sonopciones de sociedad. Como tales, exi-gen en todos los pases un amplio deba-te pblico, basado en la exacta evalua-cin de los sistemas educativos. LaComisin pide a las autoridades polti-cas que favorezcan ese debate a fin dealcanzar un consenso democrtico, querepresenta el mejor cauce para poner enprctica con xito las estrategias dereforma educativa.

    La Comisin preconiza la aplicacinde medidas que permitan asociar a losdistintos agentes sociales a la adopcinde decisiones en materia educativa; ajuicio de ella, la descentralizacin admi-nistrativa y la autonoma de los estable-cimientos pueden conducir, en lamayora de los casos, al desarrollo y ala generalizacin de la innovacin.

    En este sentido intenta reafirmar laComisin el papel del poltico: a lincumbe el deber de plantear claramen-te las opciones y de lograr una regula-cin global, a costa de las necesariasadaptaciones. En efecto, la educacinconstituye un bien colectivo que nopuede regularse mediante el simple fun-cionamiento del mercado.

    De todos modos, la Comisin nosubestima la importancia de las limita-ciones financieras y preconiza el esta-blecimiento de formas de asociacinentre lo pblico y lo privado. Para lospases en desarrollo, la financiacinpblica de la educacin bsica siguesiendo una prioridad, pero las deci-siones que se tomen no deben menos-cabar la coherencia global del sistema nihacer que se sacrifiquen los demsniveles de la enseanza.

    Por otro lado, es indispensable revi-sar las estructuras de financiacin enfuncin del principio de que la educacindebe desenvolverse a lo largo de la vidadel individuo. En tal sentido, la Comisinestima que hay que debatir y estudiar afondo la propuesta de un crdito-tiempopara la educacin que se formula sucin-tamente en este informe.

    El desarrollo de las nuevas tecno-logas de la informacin y la comunica-cin debe dar pie para la reflexin gene-ral sobre el acceso al conocimiento en elmundo de maana. La Comisin reco-mienda: - la diversificacin y el mejoramiento dela enseanza a distancia gracias al usode las nuevas tecnologas;- una mayor utilizacin de estas tecno-logas en el marco de la educacin deadultos, especialmente para la forma-cin continua del personal docente;- el fortalecimiento de las infraestructu-ras y las capacidades de cada pas enlo tocante al desarrollo en esta esfera,as como la difusin de las tecnologasen el conjunto de la sociedad; se trataen todo caso de condiciones previas asu uso en el marco de los sistemas edu-cativos formales;

    Ia puesta en marcha de programasde difusin de las nuevas tecnologascon los auspicios de la UNESCO.

    38

    C a p t u l o 8P i s t a s y r e c o m e n d a c i o n e s

  • La necesidad de la cooperacin inter-nacional -que debe repensarse radical-m e n t e- se impone tambin en la esferade la educacin. Debe ser obra no slode los responsables de las polticas edu-cativas y de los docentes, sino tambinde todos los agentes de la vida colectiva.

    En el plano de la cooperacin inter-nacional, promover una poltica decidi-damente incitativa en favor de la educa-cin de las muchachas y las mujeres,segn las ideas de la Conferencia deBeijing (1995).

    Modificar la llamada poltica de asis-tencia con una perspectiva de asocia-cin, favoreciendo en particular lacooperacin y los intercambios en elmarco de los conjuntos regionales.

    Destinar a la financiacin de la edu-cacin una cuarta parte de la ayudapara el desarrollo.

    Estimular la conversin de la deuda afin de compensar los efectos negativosque tienen sobre los gastos de educa-cin las polticas de ajuste y de reduc-cin de los dficit internos y externos.

    Ayudar a fortalecer los sistemas edu-cativos nacionales favoreciendo lasalianzas y la cooperacin entre losministerios en el plano regional y entrepases que se enfrentan con problemassimilares.

    Ayudar a los pases a realzar ladimensin internacional de la enseanzaimpartida (plan de estudios, utilizacinde las tecnologas de la informacin,cooperacin internacional).

    Fomentar el establecimiento de nue-vos vnculos de asociacin entre las ins-tituciones internacionales que se ocupande la educacin, poniendo en marcha,por ejemplo, un proyecto

    internacional para difundir y a poner enprctica el concepto de educacin a lolargo de la vida, segn el modelo de lainiciativa interinstitucional que tuvo comoresultado la Conferencia de Jomtien.

    Estimular, especialmente mediante laelaboracin de los adecuados indica-dores, el acopio en escale internacionalde datos relativos a las inversionesnacionales en educacin: cuanta totalde los fondos privados, de las inver-siones del sector industrial, de los gas-tos de educacin no formal, etc.

    Constituir un conjunto de indicadoresque permitan describir las disfuncionesms graves de los sistemas educativos,poniendo en relacin diversos datoscuantitativos y cualitativos, por ejemplo:nivel de los gastos de educacin, por-centajes de perdidas, desigualdades deacceso, escasa eficacia de distintaspartes del sistema, insuficiente calidadde la enseanza, situacin del personaldocente, etc.

    Con sentido prospectivo, crear unobservatorio UNESCO de las nuevas tec-nologas de la informacin, de su evolu-cin y de sus previsibles repercusionesno slo en los sistemas educativos sinotambin en las sociedades modernas.

    Estimular por conducto de la UNES-CO la cooperacin intelectual en la esfe-ra de la educacin: ctedras UNESCO,Escuelas Asociadas, reparto equitativodel saber entre los pases, difusin delas tecnologas de la informacin, inter-cambio de estudiantes, de docentes yde investigadores.

    Reforzar la accin normativa de laUNESCO al servicio de los EstadosMiembros, por ejemplo, en lo que ataea la armonizacin de las legislacionesnacionales con los instrumentos interna-cionales.

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    C a p t u l o 9P i s t a s y r e c o m e n d a c i o n e s

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    A n e x o s

    La labor de la ComisinEn nov i e m b re de 1991, la Confe rencia General invit al Director General a convo-car una comisin internacional para que re fl ex i o n a ra sobre la educacin y elap rendizaje en el siglo XXI. El Sr. Fe d e rico Mayor pidi al Sr. Jacques Delors quep re s i d i e ra dicha comisin, junto con un grupo de otras 14 eminentes pers o n a l i-dades del mundo entero , p rocedentes de dive rsos medios culturales y pro fe s i o-n a l e s .

    La Comisin Internacional sobre la Educacin para el Siglo XXI fue establ e-cida oficialmente a principios de 1993. La Comisin, financiada por la UNESCOy operando con la ayuda de una secretara facilitada por la Orga n i z a c i n , p u d ocontar con los valiosos re c u rsos y la ex p e riencia internacional de la UNESCO yacceder a una impresionante cantidad de dat o s , p e ro goz de total indep e n d e n c i aen la realizacin de su labor y en la prep a racin de sus re c o m e n d a c i o n e s .

    La UNESCO haba elab o rado ya en distintas ocasiones estudios intern a c i o-nales en los que se ex a m i n aban los pro blemas y las pri o ridades de la educacin enel mundo entero. En 1963, en la obra La crisis mundial de la educacin un an -lisis de sistemas, el entonces Director del Instituto Internacional de Planeamientode la Educacin de la UNESCO (IIPE), Philip H. Coombs, supo ap rove char lal abor del Instituto para examinar los pro blemas con que se enfre n t aba la educaciny recomendar innovaciones de gran alcance.

    En 1971, t ras los movimientos estudiantiles que hablan agitado a nu m e ro s o spases durante los tres aos anteri o re s , el Sr. Ren Maheu (que era por entoncesD i rector General de la UNESCO) pidi al ex Primer Ministro y ex Ministro deEducacin fra n c s , S r. Edgar Fa u re, que pre s i d i e ra un grupo de trabajo de siete per-sonas encargado de definir las finalidades nu evas que asignan a la educacin lat ra n s fo rmacin rpida de los conocimientos y de las sociedades, las ex i gencias deld e s a rro l l o , las aspiraciones del y los imperat ivos de la comprensin intern a c i o n a ly de la paz y de presentar s u ge rencias en cuanto a los medios concep t u a l e s ,humanos y fi n a n c i e ros a movilizar para alcanzar los objetivos fijados. El info rm ede la Comisin Fa u re, p u blicado en 1972 con el titulo Ap render a ser, t u vo el gra nm rito de fundamentar el de educacin perm a n e n t e, en un en que los sistemas deeducacin tradicionales eran objeto de crticas.

    El primer pro blemay tal vez el ms importantecon que se enfrent laComisin presidida por Jacques Delors fue la ex t ra o rd i n a ria dive rsidad des i t u a c i o n e s , c o n c epciones y estru c t u ras de la educacin. Otro pro bl e m a , d i re c-tamente relacionado con ste, e ra el que rep re s e n t aba la enorme cantidad de

  • 4 2 A p p e n d I c e s

    in fo rmacin disponibl e, con la imposibilidad evidente de que la Comisinp u d i e ra asimilar algo ms que una pequea parte al realizar su lab o r. LaComisin tuvo , p u e s , que ser selectiva y escoger lo que era esencial para elf u t u ro , teniendo en cuenta, por un lado, las tendencias ge o p o l t i c a s , e c o n -m i c a s , sociales y cultura l e s , y, por otro , la influencia que pudieran tener laspolticas de educacin.

    Se eligi e ron seis orientaciones para la inve s t i ga c i n , que perm i t i e ron a laComisin ab o rdar su tarea desde el punto de vista de los objetivo s , tanto indi-viduales como sociales, del proceso de ap re n d i z a j e : educacin y cultura; edu-cacin y ciudadana; educacin y cohesin social; educacin, t rabajo yempleo; educacin y desarrollo; y educacin, i nve s t i gacin y ciencia. Estasseis orientaciones se completaron con tres temas tra n s ve rsales ms dire c t a-mente relacionados con el funcionamiento de los sistemas de educacin: t e c-n o l ogas de la comunicacin; los docentes y la enseanza; y financiacin yge s t i n .

    E1 mtodo de la Comisin consisti en llevar a cabo el proceso de consul-ta ms amplio posible en el tiempo con que contaba. A s , c e l ebr ocho re u-niones plenarias y otras tantas reuniones de grupos de trabajo para ex a m i n a rtanto los grandes temas seleccionados como los pro blemas e intereses pro p i o sde una regin o de un grupo de pases. Pa rt i c i p a ron en las reuniones de tra-bajo rep resentantes de una amplia gama de pro fesiones y de orga n i z a c i o n e sd i recta e indirectamente relacionadas con la educacin fo rmal y no fo rm a l :d o c e n t e s , i nve s t i ga d o re s , e s t u d i a n t e s , f u n c i o n a rios y colab o ra d o res de orga-nizaciones gubernamentales y no gubernamentales en el plano nacional ei n t e rnacional. Gracias a las ponencias presentadas por eminentes pers o n a l i-d a d e s , la Comisin pudo discutir en profundidad una gran dive rsidad detemas relacionados en distinto grado con la educacin. Se consult a distin-tas pers o n a l i d a d e s , d i rectamente o por escrito. Se envi un cuestionario atodas las Comisiones Nacionales para la UNESCO, i nvitndolas a env i a rdocumentos o mat e riales inditos: la reaccin fue sumamente positiva , y lasrespuestas se ex a m i n a ron minu c i o s a m e n t e. Se consult asimismo a las orga-nizaciones no gubernamentales y, en algunos casos, se las invit a part i c i p a ren reuniones. Durante los dos aos y medio tra n s c u rri d o s , distintos miembro sde la Comisin, e n t re ellos su Pre s i d e n t e, a s i s t i e ron tambin a una serie dereuniones gubernamentales y no gubernamentales en las que se discuti lal abor de la Comisin y se interc a m b i a ron opiniones. La Comisin re c i b i nu m e rosas ponencias escri t a s , algunas encargadas y otras no. La Secre t a r ade la Comisin analiz una voluminosa documentacin y pro p o rcion a losm i e m b ros de l a Comisin resmenes sobre dive rsos temas. La Comisin pro-pone que la UNESCO publ i q u e, adems de su info rm e, los documentos det rabajo que han visto la luz a lo largo del proceso de prep a ra c i n .

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    Miembros de la comisin

    Jacques Delors (Francia)P re s i d e n t e, antiguo ministro de economa y hacienda, antiguo presidente de laComisin Europea (1985-1 9 9 5 ) .

    In'am Al Mufti (Jordania)Especialista de la condicin social de la mu j e r, c o n s e j e ra de Su Majestad la ReinaNoor al-H u s s e i n , antigua ministra de desarrollo social.

    Isao Amagi (Japn)

    Especialista de educacin, c o n s e j e ro especial del ministro de educacin, ciencia yc u l t u ra y presidente de la Fundacin Japonesa para los Interc a m b i o sE d u c at ivo s-BA BA .

    Roberto Carneiro (Portugal)

    P residente de TVI (Te l eviso Indep e n d e n t e ) , antiguo ministro de educacin y anti-guo ministro de Estado.

    Fay Chung (Zimbabwe)Antigua ministra de Estado para los asuntos nacionales, c reacin de empleo yc o o p e rat iva s , m i e m b ro del parl a m e n t o , antigua ministra de educacin; dire c t o radel E d u c ation Cluster ( U N I C E F, N u eva Yo rk ) .

    Bronislaw Geremek (Polonia)H i s t o ri a d o r, diputado de la Dieta polaca, antiguo pro fesor del Collge de Fra n c e.

    William Gorham (Estados Unidos)Especialista de poltica publ i c a , p residente del Urban Institute de Wa s h i n g t o n , D.C. , desde 1968.

    Aleksandra Kornhauser (Eslovenia)D i re c t o ra del Centro Internacional de Estudios Qumicos de Ljubl j a n a , e s p e c i a l i s-ta de relaciones entre desarrollo industrial y proteccin del medio ambiente.

    Michael Manley (Jamaica)

    S i n d i c a l i s t a , u n ive rs i t a rio y escri t o r, p rimer ministro de 1972 a 1980 y de 1989 a1 9 9 2 .

    Marisela Padrn Quero (Ve n e z u e l a )S o c i