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LA EDUCACIÓN MORAL EN EL CÍRCULO INFANTIL

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V. G. Nechaeva. T. A.Markova. Traducción realizada de la edición original en ruso. Editorial Prosvieschenie. Moscú- URSS, 1975 Editorial Pueblo y Educación La Habana - Cuba, 1979

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LAEDUCACiÓN

MORALEN EL

CIRCULOINFANTILV. G. NecháevaT. A. Márkova

.t1i==Ediforiol~blo y Educación

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Este libro,en tus manos de estud io nte 1

es instrumento de trabajopara construir tu educación.Cuídalo,para que sirva tambiéna los compañe ros que te sigan.

Traducción: Librada LeivaCarmen RodrfguezRosario BiIbao

Edición: Lic. Rita Llanes MiqueliDiseño interior y cubierta: Jorge Marte 11Corrección: Hortensia ChangEmplane: Amaryl is Gómez

Ma. Teresa Valdés

Traducción realizada de la ediciónoriginal en ruso. Editorial ProsvieschenieMoscú, 1975 .

© Instituto de la Infancia, 1979

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EDITORIAL PUEBLO Y ED UCACIONCalle 15 No. 604, entre B y C,Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana.

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,IND/CE

Introducción •..........••......•.•..

Tareas, contenido y métodos de la educación mora I en elclrculo infantil .••......•.....••.•.•.•

La educación moral de los niños de edad preescolar menor.Particularidades de la educación moral y del desarrollo delos ni ños de dos a tres años • . • . • • • • • •

Primer grupo de edad menor ••.••.••••••

La educación moral de los niños en la actividadcotid iana . . . . • • . . . . • . •

La educación moral en el juego ..••••..•

La educación moral en las actividades progra-madas • . . . . . . . . . . .

Segundo grupo de edad menor •.••

La educación moral de los niños en la actividadcotid iana • . . • • • • •

La educación moral en el juego ••••..••.

La educación moral en las actividades programadas ••

La educación moral de los niños de edad preescolar media.Particu laridades de la educación moral y de I desarrollo de

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los niños de cinco años .•.•••••.

La educación moral de los niños en la actividadcotidiana .

La educación moral en el trabajo

La educación moral en el juego. . • •••

La educación moral en las actividades programadas ••

La educación moral de los niños de edad preescolar mayor.Particularidades de la educación moral y del desarrollo delos niños de cinco a siete años

Grupo de edad mayor ••.••.••.••••.•

La educación moral de los niños en la actividadcotidiana .

La educación moral en e I trabajo. • • •.••

La educación moral en el juego. • . .••.••.

La educación moral en las actividades programadas ••

Grupo preparatorio para la escuela ••••.•••

La educación moral de los niños en la actividadcotidiana •..••..••..•

La educación moral en el trabajo ••••••..•

La educación moral en las actividades programadas.

La educación moral en el juego.. • •••

Bibliograffa. ' .

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INTRODUCCIÓN

la pedagogfa soviética estudia la educación moral como unproceso activo, encaminado a la formación de la concienciamoral, de los hábitos y los sentimientos morales y de la conduc­ta moral, desde los primeros años de vida del niño.

En el clrculo infantil, este proceso se lleva a cabo en elespjritu de los principios morales, formulcidos en el código moralde la construcción del comunismo, teniendo en cuenta las par­ticularidades evolutivas de los preescolares. la educaciónmoral tiene su expresión concretamente, en la formación de losfundamentos de aquellas cualidades morales que son imprescin­dibles para los futuros constructores de la sociedad comunista.

la edad preescolar es el perfodo inicial de .la formación de lapersonalidad. A los siete años, ya se ve, con precisión, ladirección que toma la personalidad del niño como un fndice delnive I de su orientación moral.

Es necesario recordar que la educación moral es un procesointegral. Por una parte, presupone la influencia activa deladulto sobre los niños, o sea, de los padres y los pedagogos y,por otra, da por sentado, la actividad de los educadores, puestade manifiesto en sus actos, sentimientos y relaciones. Por eso,llevando a la práctica un contenido educativo determinado yutilizando diferentes métodos de influencia moral, el pedagogodebe analizar, detenidamente, los resul todos de los trabajosrealizados y los logros obtenidos por sus educandos, teniendosiempre presente que es el marxismo-Ie.ninismo la base ideoló­gica de la teorlc de la educación moral, es decir, del estudiodel desarrollo de sus leyes especlflcos ,

las normas y reglas de la conducta forman el núcleo de lamoral. Estas se ponen de manifiesto en los actos de las personas,en su conducta y rigen sus interrelaciones morales. El amor a

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la patria, e,l trabajo consciente por el bienestar de la sociedad,el colectivismo, la ayuda mutua y otras formas de moral, soncaracterfsticas de la sociedad socialista, o sea, son elementosinalienables de la conciencia, de los sentimientos y de lasinterrelaciones, cuyas rafces se basan en las leyes socioeconó­micas de nuestra sociedad.

La ética marxista-leninista subraya la naturaleza de clase dela moral. Cada sociedad tiene su moral y cada sociedad declases está dividida en clases antagónicas: clases explotadorasy clases explotadas.

La moral burguesa reafirma siempre dos particularidades socio­económicas espedficas: el individualismo y la libre empresa.

La moral comunista representa los intereses de los trabajadoresy sirve a la causa de la construcción de la nueva sociedad comu­nista. Por eso, es una moral progresista.

En nuestro pafs, la opinión general de todo el pueblo está afavor de los principios y las normas de la moral comunista.Gracias a esto, los requisitos de la moral comunista ejercen graninfluencia en la conducta de cada miembro de la sociedad.

En el desarrollo moral del individuo, tiene también una signi­ficación especial, el conocimiento de las normas sencillas de lamoral que han sido elaboradas en el proceso de la vida en comúnde las personas y que se transmi ten, de generación en generación,desarrollándose y perfeccionándose.

En las condiciones de una sociedad socialista, bajo la influen­cia de una educación orientada hacia un fin determinado, lasformas exteriores positivas de conducta del hombre, se reffe jancada vez más en su posición interior, en su proyección humanay social.

Nuestra moral es altamente humana, porque en contraposicióncon el idealismo y el egofsmo burgués, el colectivismo es fiel ala causa común de la lucha por el comunismo. El colectivismoes el rasgo más caracterfstico de la moral comunista y define todoun sistema de relaciones del hombre con la realidad, asf comotoda su forma de actuar. Cualquier cualidad de Ia personalidadadquiere un carácter diferente, en dependencia del sistema de

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relaciones morales en que se haya formado yen dependencia,también, de los objetivos que quiera lograr: sociales, colec­tivos, o, por el contrario, individualistas yegofstas.

Todos lo pedagogos comprenden y sienten como propias lasideas y la actividad práctica del Partido Comunista y del Go­bierno Soviético, dirigidas a la formación, en la joven genera­ción, de las convicciones comunistas y de la lealtad ilimitadaa la patria socialista.

En correspondencia con estas tareas de carácter general, sedebe perfeccionar el trabajo en relación con el desarrollo de laeducación moral de los niños de edad preescolar. La concienciay los sentimientos morales que se forman en la edad preescolar,e jerce n una influencia decisiva en toda la actividad infantil,en todo el comple jo de interrelaciones entre los niños, y entrelos niños y los adultos. La personalidad de cada niño, la preo­cupación por su desarrollo moral, tanto en el momento actualcomo en el futuro, exigen la atención diaria por parte del peda­gogo. Para ello, se combinan orgánicamente los problemas dela formación de la personalidad del niño y del colectivo infantil,en el cual viven y se educan los niños que asisten a las institu­ciones preescolares.

La educación de los niños de edad preescolar, que se lleva acabo en las instituciones sociales preescolares, se fundamentasobre los principios básicos de la pedagogfa soviética preescolar,que garantizan el desarrollo exitoso de los niños.

Las instituciones preescolares trabajan con e I "Programa deeducación en el círculo infantil", el cual prevé el desarrollointegral de los niños y los prepara para su ingreso en lo escuela.

El trabajo del círculo infantil, basado en un programa elabo­rado con precisión, es el logro fundamental de la pedagogfapreescolar soviética. Este programa es un documento estatalmuy importante, en el cual se determino el contenidodel procesoeducacional de I círcu lo infanti 1, que crea las posibi Iidadesobjetivos para alcanzar un alto nivel en el desarrollo integralde los niños. Las tareas de educación moral que se contemplanen el programa, determinan los requisitos planteados a los niños,

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comenzando desde la más temprana edad hasta su ingreso en laescuela.

En la realización del "Programa de educación en el cfrculoinfanti 1/1, el papel principal corresponde al pedagogo. Su con­ducta, el carácter de las interrelaciones con los niños y con losmayores, sirven a este de e jemplo y, mientras con mayor éxitose forme su personalidad, bajo la influencia del pedagogo, másintegral será su acción sobre los sentimientos de los demás niñosy sobre sus esfuerzos volitivos.

Para e I desarrollo moral exitoso del niño preescolar, es nece­sario crear, en el clrcu lo infantil yen la familia, condicionespedagógicas tales que garanticen la actividad infanti l positivadesde todo punto de vista.

. La orientación moral, inherente a la actividad infanti 1, crealas premisas para e I desarrollo exitoso de valiosas cualidadesmorales, tales como: el esfuerzo por alcanzar un objetivo, latendencia ideológica, la relación fraternal con los coetáneos, elamor al trabajo, etcétera.

El desarro 110 moral de I ni ño preescolar se efectuará me jormientras más estrechos sean los contactos entre el cfrcu lo infanti Iy la familia. Los altos resultados obtenidos, en el desarrollomoral de los niños, se pueden observar con más frecuencia enaquellos casos en que los padres conocen el "Programa de edu­cación en el drculo infantil" y escuchan con atención los con­sejos de los maestros.

La organización de I proceso pedagógi co, teniendo en cuentala uti lización de los principios fundamentales de la pedagogíapreescolar, crea las condiciones objetivas para la dirección deeste proceso, encaminado a lograr los resultados más efectivosen la formación de los sentimientos morales, de los hábitos y lascostumbres cultas y las mejores interrelaciones de los niños.

Este Ji bro ha sido confeccionado con el fin de ayudar a loseducadores en la tarea de dar solución a los problemas que pre­senta la educación moral de los niños de edad preescolar, permi­tiendo interpretar los diferentes aspectos del desarrollo moral delos niños que no tienen un valor equivalente. De esta forma,

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las tareas señaladas por los autores, en cuanto a la formaciónde los conceptos morales, de los motivos de una conducta posi­tiva, de la educación de la modestia y de otras cualidades, nopueden ser estudiados exhaustivamente en este libro. Al mismotiempo, en vista de que algunas cuestiones de 1 "Programa deeducación en el círculo infantil" como, por ejemplo, la for­mación de algunas cualidades morales en los niños con respectoal trabajo, a las actividades con juguetes didácticos, a la co­municación entre los niños de diferentes edades, están estudiadassuficientemente en libros especializados, los autores se remitena los mismos, limitándose a hacer solamente breves exposicionessobre la esencia de estas cuestiones y las características de susparticularidades evolutivas, cuyo cálculo permite separar losproblemas especiales de cada etapa de la infancia preescolar.

Los autores parten del principio de que tales características sepueden representar en con junto, según tres etapas evolutivas delas edades: temprana, media y mayor. Esto lo determina elhecho de que, por ejemplo, en la educación de los niños del ter­cero y cuarto año de vida, se solucionan problemas análogos porsu esencia, que no tienen diferencias muy marcadas en lo querespecta a los métodos de solución. Lo mismo podemos deciracerca de los niños de seis y siete años, aunque en cada etapade la edad preescolar tiene lugar un procesó de perfecciona­miento de aquellos sentimientos, cualidades, relaciones y repre­sentaciones morales de los que hablamos anteriormente.

Los autores consideraron necesario subrayar el carácter espe­cffico de los problemas de la educación moral de los niños desdelos cuatro hasta los cinco años. Un nive I suficientemente altode independencia, el desarrollo de la autoconciencia, la capa­cidad para autorregu lar su forma de actuar, para participar sis­temáticamente en la actividad laboral, son las particularidadespsicológicas que diferencian a los niños de la edad media prees­colar de los niños de cuatro años.

Según la opinión de los autores, la solución de los problemasde la educación moral debe realizarse en conjunto, pero ya quecada actividad infantil crea sus condiciones especfficas para larealización de una u otra tarea, surge la necesidad de separarlas más significativas, con lo cual se puede alcanzar los mejores

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resultados. Tal procedimiento facilita, por ejemplo, la mejorinterpretación de la metodología de la dirección de la formaciónde sentimientos morales y de hábitos de interrelación en eljvego, de amar al trabajo y de respeto hacia el trabajo de losmayores y, también, de cualidades tales como la organizacióny la responsabilidad de las que se desprende la formación de latendencia ideológica, de las representaciones acerca de los fe­nómenos de la vida social y de los sentimientos patrióticos.

La cp] icación de I principio "La educación en la actividad" ,no quiere decir que los autores subestimen e I pape I de la palabray de los métodos verbales en la educación moral de los prees­colares, sino que la aplicación de este grupo de métodos prác­ticos ayudará a los niños a tener una conciencia más clara delas normas morales.

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TAREAS, CONTENIDO Y METODOS DE LA EDUCACION MORALEN EL CÍRCULO INFANTIL

Los destacados pedagogos soviéticos, Nadiezhda KonstantfnovnaKrÚpskaya y Antón Semiónovich Makárenko, en reiteradasoportunidades, señalaron que la edad preescolar es extraordina­riamente importante en la formación de los rasgos morales delniño. Innumerables investigaciones pedagógicas y psicológicasconfirman que, justamente, en esos años, con una educaciónbien dirigida, se forman las bases de las cualidades morales dela personalidad. Hacia los seis o siete años, pueden educarseen el niño formas de conducta moral suficientemente estables,con el fin de tener una actitud correcta hacia lo que lo rodea,acorde con las normas y reglas morales asimiladas.

Las particularidades psicofisiológicas de los niños de edadpreescolar, crean condiciones favorables para la educaciónmoral. EI niño de edad preescolar se distingue por su alta recep­tividad, por su capacidad de aprendizaje, lo que está condicio­nado por la plasticidad de su sistema nervioso, por su capacidadde reaccionar activamente a las influenc ias que le llegan de Imedio circundante. Mucho de lo que el niño percibe se con­vierte en objeto de sus sentimientos, de su atención constante,de su imitación, de su comprensión. Sin embargo, debido a lalimitación de su experiencia de la vida, por la poca habilidadque posee para dar una evaluación veraz de lo asimilado, lospreescolares, sobre todo los de edad menor, no son capaces dedistinguir lo bueno de lo malo, de determinar la vio correcta deconducta y desarrollarla.

Por eso es tan importante, en primer lugar, que las personascercanas al niño sean un ejemplo para él y que él quiera imi-

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torios; en segundo lugar, que organicen uno actividad moral di­rigida poro el niño, que lo ejerciten sistemáticamente en actosmorales.

Lo primero experiencia de conducto moral se formo en elniño, en el proceso de su re loción con los adultos. Lo necesidadde relación es uno importante necesidad social y el adulto cons­tituye lo fuente que satisface eso necesidad social del niño. Porsupuesto que el contenido de eso relación debe ser valioso, desdeel punto de visto pedagógico y entonces ejercerá, en el niño,lo influencio moral necesario.

Los toreos fundamentales de lo educación moral de los niñosde edad preescolar consisten en lo siguiente: educación de lospremisas del humanitarismo, relaciones humanos de los niños conlos adultos (cumplimiento de las reglas elementales de urbanidad,de buena voluntad, de preocupación por los seres más cercanos,etcétera), educación del colectivismo, formación de interre lo­ciones colectivistas entre los niños, inculcación del amor o lopatrio, del respeto y lo simpatía por los trabajadores de los di­ferentes nacionalidades. Una tarea de singular importancia eslo educación del amor 01 trabajo que se manifiesto en el deseoy la habi lidad para trabajar.

Llevando a cabo, en interacción, esos toreos , el pedagogoinfluye en la esfera de los sentimientos del niño, educo los cos­tumbres de conducta moral, conduce a formaciones correctos dealgunas cual idades morales y fenómenos de la vida social quesean accesibles al niño, al mismo tiempo que desarrolla, gra­dualmente, la capacidad para valorar las cosas y poder, también,ser valorado.

La educación de los sentimientos morales, de las formas po­sitivas de la conducta y las costumbres, son aque 110 base nece­sario sin la cual no es posible formar rasgos más comple jos de lapersonalidad del niño, sus cualidades morales, las ideas acercade los fenómenos sociales del país y la actitud positiva haciae 11 as.

Educando las costumbres más simples (por e [ernplo , la buenaconducta) / el pedagogo logro que el pequeño haga esto de buenagana y, en general f conscientemente, es decir f que las mani-

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festaciones posi tivas exteriores refle jen la esencia interior, suactitud hacia las reglas.

Asf se forman las premisas de la buena voluntad, se previenela posibilidad de que surja la indiferencia, la actitud apáticahacia los coetáneos y hacia los adu Itos que lo rodean.

En el "Programa de educación en el circule infantil" estáplasmada la graduación de las tareas en todos los grupos evo­lutivos.

¿Cuáles son las condiciones pedagógicas necesarias paraque la educación moral de los niños se lleve a cabo en formaexitosa? Ante tocio, es necesario crear, en la institución in­fanti 1, un estilo correcto de interrelaciones entre los miembrosadu Itos de I colectivo. Respeto mutuo y preocupación, amor altrabajo, interés por la vida polftica y laboral del pafs -todoesto debe garantizar un estilo de trabajo necesario. No es menosimportante el esti lo correcto de re lociones de los colectivospedagógicos y de padres, que se forman como resu Itado de untrabajo sistemático del circulo infantil con los padres, del estu­dio de las experiencias de la educación familiar.

Una condición indispensable para la exitosa educación morales el alto nivel de las interrelaciones entre los adultos y losniños, la actitud de los adultos hacia los pequeños. Esas rela­ciones deben estar basadas en el respeto a la personalidad delniño, en el amor a este, en el conocimiento de las leyes de de-

11 f " ,.sarro o ISICO y pSlqUICO.

Tiene también importancia el orden preciso de vida de~

clrculo infantil, el equipamiento de los grupos de las áreas conmaterial necesario, la disposición pedagógicamente convenientede todos los equipos.

Es importante crear en e I grupo, una atmósfera en la quepueda surgir una actitud emocional positiva hacia las personasque lo rodean. Si existen manifestaciones emocionales insufi­cientes por parte de los adultos, en los niños se observará indi­ferencia por lo que sucede a su alrededor, sus manifestacionessociales serán expresadas en forma pobre y la no existencia de

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estas manifestaciones retrasará el desarrollo emocional, mental,físico y, también, el habla del niño.

¿ Qué sucede cuando e I pedagogo trata a los niños en formairregular, cuando se enfurece constantemente y, aún más, si loscastiga injustamente y les levanta la voz o les exige demasiado?En algunos niños surge la desconfianza en el pedagogo, el ale­jamiento, el deseo de aislarse, incluso el enfurecimiento;algunos descubren la habilidad de adaptarse a esas situaciones:el niño cumple las exigencias de un educador, del más severo,y no se subordina a las exigencias de otro, de I más suave, peroinconsecuentemente.

Naturalmente que tal conducta engendra la hipocresía, laactitud indolente hacia las encomiendas. El pedagogo no debeescatimar manifestaciones de cariño en la relación con el niñopequeño, pero la actitud cariñosa y preocupada hacia los niñosdebe convertirse en exigencias razonables a ellos, de esa forma,en el niño crecerá el deseo de realizar mejor el trabajo, deactuar mejor, tal como está estipulado en las reglas de conducta.

De esta forma, con el fin de llevar a cabo la educaciónmoral en el clrculo infantil, deben ser creadas todas las condi­ciones para que los niños puedan contar con la confianza en laconstante preocupación y el apoyo de los adultos. Sólo así, enel niño puede crearse la sensación de bienestar emocional ypuede, gustosa y libremente, relacionarse con sus coetáneos,esperando con agrado el encuentro con ellos y puede jugar,además, amistosamente con los niños y comentar con los adultos,sus alegrías y tristezas. El contenido y los métodos de educaciónmoral de los preescolares corresponden a las particularidades delos niños de esta edad y contemplan la zona de desarrollo moralmás cercana. Por ejemplo, si los niños del cuarto año de vidales prestan ayuda a sus coetáneos, fundamentalmente bajo lainfluencia de I canse jo y de las ind icaciones de la educadora,entonces, a fines del quinto año de vida, ellos deberán prestara otros niños una ayuda semejante ya por su propia iniciativa.Es natural, que la adquisión de este nivel más elevado de con­ducta debe tener lugar con anticipación.

La particularidad de la educación del niño en el circulo in­fanti I consiste, ante todo, en que su vida y actividad cotid ianas

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-juego ¡ trabajo 1 diferentes actividades-¡ transcurren y sonorganizadas por el pedagogo dentro de las condiciones de la so­ciedad infantil. Aquí se crean las posibilidades de acumular yprofundizar la experiencia de las relaciones positivas y lasinterrelaciones entre los niños y entre los niños y los adultos¡ deformar las premisas del colectivismo y también de superar lasformas egoístas y otras formas negativas de conducta como métodode educación moral. Esas formas de influencia pedagógica¡ conla ayuda de las cuales se lleva a cabo la formación de la perso­nalidad del niño; están en correspondencia con los objetivos denuestra sociedad.

La educadora debe formar las premisas del humanitarismo, loque significa que los métodos deben ser humanos, inculcar elcolectivismo, es decir, organizar la vida y la actividad de losniños, despertar el deseo y desarrollar la habilidad para realizarun trabajo conjunto ¡ para jugar en forma amistosa, hacer que losniños se preocupen por cada uno de sus compañeros; educarlosen el amor ala patria y las premisas del patriotismo, relacio­nando r al mismo tiempo ¡ el trabajo educativo con la vida socialci rcundante.

Tienen singular importancia, para la formación de la perso­nalidad del niño, los motivos que lo inducen hacia una conductadeterminada, hacia una actividad. Los motivos pueden ser mo­rales y sociales: deseo de ayudar a una persona mayor, de saliren defensa de uno más pequeño, de ordenar la biblioteca delsalón -pueden también ser egoístas: apoderarse del me jor ju­guete, ayudar en espera de méritos¡ estar de parte de un com­pañero in justo ¡ pero fuerte. Si en la edad preescolar menor,la primera y segunda líneas de motivación no siempre se notan(y todavía no puede hablarse de la educación moral del niño),ya en los niños de cinco a seis años¡ las causas de sus accionesse aprecian con bastante precisión y se caracterizan el nivel debuena educación y la orientación moral de la personalidad.

Al educador le es indispensable educar las ideas¡ los senti­mientos, los afanes de los niños, para poder evaluar correcta­mente sus formas de conducta, pues la forma de conducta puede,algunas veces¡ contradecir al móvil, a la causa. Supongamosque un niño golpea a su compañero. La forma es inadmisible,

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pero resulto que lo causo fue noble: él castigó 01 compaFieropor haber dicho este uno mentira. Conociendo los causas queimpulsaron 01 niFio o cometer cualquier acción, el pedagogopuede encontrar métodos más eficaces de educación moral.

Los motivos de conducto se forman principalmente en el pro­ceso de lo experiencia personal que adquiere el niño en lo vidayen lo actividad diario, en los interrelaciones con los adultosy sus compcñeros.

Mientras más estables y moralmente valiosos sean 101 motivos,más estables y valiosos serán los sentimientos, los costumbres deconducto, I.as ideos del preescolar, el grado de conciencio.Lo educación de los nlños , sobre todo lo moral, como seíialóA. S. Mokárenko, no puede llevarse o cabo mediante algún mé­todo de procedimiento aislado. En el proceso pedagógico seutilizo uno serie amplio de métodos diversos y los métodos deeducación moral pueden agruparse convencionalmente. J

El primer grupo de métodos garantizo lo creación de unoexperiencia práctico de conducto social en los niños , A estegrupo puede pertenecer el método de enseFianza de formas posi­tivos de conducto social, de educación de costumbres morales.Su esencia consiste en que o los nlños , sistemáticamente, yenlos más diversos situaciones, se les incito o actuar de acuerdocon los normas y reglas utilizados en lasociedad, porejsmplo , osaludar y despedirse, o agradecer un favor, o responder conamabilidad o los preguntas; o utilizar con cuidado los objetos,etcétera. A los nlños se les puede acostumbrar o ayudar, o de­mostrar preocupación por los más pequeFios, por los de mayoredad, o ser veraces, o ser modestos. Eso enseFianza se llevo ocabo con ayudo de ejercicios: aquf lo incitación 01 pedir algo,01 actuar, está relacionado con lo influencio que se tengo en lossentimientos delniFio, en su conciencio.

El e jercicio presupone lo inclusión de los niños en uno acti­vidad práctico, lo relación con sus coetáneos y con los adultos

1 Esta agrupación está adoptada en la pedagogía general, pero el análisis de la cuestión declasificación de métodos de educación moral, continúa. (N. del A.)

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en situaciones reales de la vida, yen situaciones especialmentecreadas, que estimulen a los preescolares C! realizar talesacciones. Por ejemplo, el pedagogo invita a un grupo de nil'lospequel'los al juego de los mayores y les da d estos, recomenda­ciones para recibir en buena forma a lospequel'los. Los n·il'losde seis oños deben, en estos casos, llevar a la práctica sus co­nocimientos y habil idades, demostrar amabilidad, buena edu­cación, preocupación por los pequel'litos.

En otro caso, el pedagogo propone a los niños mayores decidirpor s( mismos a quién hay que darle, en primer término, unjuguete nuevo, teniendo en cuenta que uno de ellos estuvo en­fermo mucho tiempo y "sólo hoy vino al elrculo lnfentll",

El método de ensel'lanza causa un efecto mayor si se combinacon el uso del ejemplo del adulto o del de otros nlños, Peropara que el nil'lo empiece a actuar de acuerdo con el ejemplodel adulto o del coetáneo, es necesario que tenga deseos de pa­recerse a aquel que haya llegado hasta sus sentimientos, quehaya orientado su actividad. El deseo de parecerse a alguiense efectúa a través de la imitación.

Cuando el ejemplo se refleja en la actividad del nil'lo, sepuede hablar de su influencia activa en la personalidad.Debemos recalcar la importancia de la observación dirigida aun fin, que organiza el pedagogo. Por e jemplo, los nil'los pe­quel'los observan los juegos alegres y amistosos de los preescolaresmayores y esto no pasa sin dejar sus huellas: ellos notan lasbuenas interrelaciones, el estado de ánimo optimista, la orga­nización que existe en sus acciones. Tales observaciones diri­gidas no deben verse como un método pasivo de influencia. Estaes la fuente que nutre la experiencia infantil, que gradualment~

forma la actitud hacia lo observado y que influye positivamenteen la conducta de los niños,

Puede uti lizarse, también, la demostración de la acción.Este método exclusivo, pero también efectivo, está expuesto conbastante claridad en este libro, en los capftulos dedicados a laeducación de los hábitos de buena conducta de los niños de edadpreescolar menor y media. Con SLI ayuda se forma una cualidadtan importante como es la independencia.

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En las condiciones de vida del niño, en el circule infantil,la independencia adquiere un aspecto moral y sotial claramenteexpresado. Tiene relación con el primer grupo de métodos (quegarantiza la creación de experiencia práctica en los niños), elmétodo de organización de la actividad que también en la edadpreescolar, sobre todo en la mayor, tiene un carácter socialútil. En primer término, este consiste en el trabajo conjunto,colectivo, de los niños (por ejemplo, limpieza del salón delárea, siembra de plantas, de flores, selección de semillas parasembrar y alimentar a las aves, preparación de juguetes y otrosobjetos para los regalos del dfa 8 de Marzo).

El pedagogo determina el objetivo del trabajo, analiza suorganización en total y, también, la selección y disposición delos participantes en pequeñas agrupaciones. En los grupos mayory preescolar, la educadora, al organizar la actividad laboralvariada, forma los hábitos de autoorganización: se recomiendaa los niños pensar por si mismos qué y para qué es necesario hacerun trabajo determinado, cómo planificar y dividir el trabajo,etcétera. El pedagogo ayuda a sus educandos a valorar correc­tamente los resu hados generales y los esfuerzos de cada uno. Losfndices de desarrollo moral de los niños de esta edad, a la parcon la autoorganización, son: la bondad, la disposición a laayuda, al trabajo.

En la edad preescolar menor, el objeto fundamental de laeducación laboral es la formación de la independencia, ya queesta es la premisa necesaria para que surja en e I niño e I deseode realizar encomiendas laborales.

De esta forma, el trabajo es, también, medio y método deeducación. Eso mismo puede decirse del valor del juego in­fantil. Esto, por supuesto, no tiene un significado social di­recto. Su valor como medio y método eficaz de educaciónmoral, consiste en que esta actividad da al niño la posibilidadde establecer relaciones con otros niños más libre e independien­temente, de seleccionar los fines, los materiales y encontrar losmedios para llevar a efecto las ideas. En el juego se revelanmás claramente los logros y los defectos del desarrollo moral yel nivel del dominio, por parte de los niños, de las normas yreglas de conducta.

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El juego de roles tiene dos planos de relaciones infantiles: elprimero, con las relaciones de los compañeros de juego o lasllamadas relaciones reales; el segundo, con las interrelacionesde los participantes de 1 juego, regu ladas por un argumento de­terminado. Un argumento pedagógicamente valioso, que refle jeaspectos positivos de la vida cotidiana y de los fenómenos poli­ticosociales, influye favorablemente en la conducta de los niñosdentro del juego y, algunas veces, fuera de él. Esto es natural,pues el juego activa los sentimientos y las relaciones del niño,sus ideas acerca del mundo circundante. Sin embargo, inclusoel argumento más valioso no puede garantizar la solución de lastareas de educación moral (aunque la educadora, al dirigir eljuego, se apoya tanto en el rol como en el ejemplo para la imi­tación). Para que los niños puedan dominar la experiencia de laconducta social, es necesario desarrollar juegos de contenido yactivar el trabajo general de educación de sentimientos moralesy buenas costumbres de conducta en los niños. Entonces se puedeesperar que, cuando los niños se pongan de acuerdo para unjuego y durante el proceso del juego, se logre una unidad entrela conducta del niño, en correspondencia con el papel tomadopara sf y la conducta real.

Los métodos enumerados pueden ser utilizados por el pedagogoen cualquier tipo de actividad: en el trabajo, en el juego, enla vida cotidiana. En todos los casos se destaca el 'objetivo, quepuede ser clcenzodo por los niños participantes de la actividad.

Los métodos uti 1izados por la educadora pueden ser no sólodirectos, sino también indirectos, cuando su influencia directivaes indirecta e, incluso, oculta para los niños. Por ejemplo, laeducadora no sólo da órdenes de cómo comportarse de acuerdo alas reglas, sino crea la situación que obligue al niño a pensarcómo debe actuar, a encontrar independientemente las formas deconducta. Supongamos que a los niños se les comunica que eshora de terminar el jue20 Y vestirse para salir de paseo"pero,previamente, se les propone pensar qué es necesario hacer antesde empezar a vestirse.

En el juego de roles, la posición de la educadora puedetambién ser encubierta con frecuencia.

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Deseando, por ejemplo, darles un carácter más bondadoso alas interrelaciones infantiles, el pedagogo influye en ellos através del rol (se dirige al capitán pidiéndole que ayude a losmarineros a distribuir correctamente las tareas, le aconseja a lapequeí'ia mamá que relate a sus hijitos algún cuento, ya que ellosestán algo aburridos, etcétera).

Mientras más mayorcitos sean los nlños , más posibilidadestiene el pedagogo para influir en sus interrelaciones en el juego,a través de los coetáneos o de los niños más grandecitos. Hayque tener en cuenta que los niños e jercen influencia unos sobreotros. Por eso, el educador deberá lograr que el grupo queestá desarrollando un juego, acepte a un nlño nuevo, asf corllocrear la simpatfa del grupo hacia este debido a intereses co­munes y educar en los nlños el deseo de ayudar al compaí'iero encualquier cosa. Este método de influencia en la estructura delos pequeí'ios colectivos infantiles, en el contenido de su acti­vidad, es de suma importancia en la educación moral; aquf lasinfluencias del adulto pueden ser tanto directas como indirectas.

El segundo grupo de métodos está dirigido a formar ideasmorales, juicios y valores en los preescolares. Aquf se incluyenlas chcrlos de la educadora sobre temas éticos, la lectura deobras literarias, el relato, la observación y el análisis de lá­minas, ilustraciones y diapositivas.

Estos medios, métodos y procedimientos, es conveniente uti­lizarlos, en primer lugar, cuando se organizan !as actividadesprogramadas con todo el grupo. Aquf, en un sistema basado enel "Programa de educación en el circulo lnfontll ", se dan lasnociones más comple jas que deben dominar los niños ,

las representaciones acerca de las cualidades morales va­liosas del hombre, acerca de los fenómenos de la vida social,sirven de base necesaria para la formación de la relación moraldel niño con el mundo que lo rodea.

Debe tenerse en cuenta que casi en todas las actividades pro­gramadas (idioma natoJ, expresión plástica, conteo y otros)puede preverse la realización de tareas de educación moral.Pero es sobre todo importante, pensar en el contenido yen eldesarrollo de las actividades programadas, mediante las cuales

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se transmitan los conocimientos y se Formen las noeiones de losniños acerca de nuestra patria, de Vladfmir lIich Lenin y suscompañeros de lucha, acerca de los trabajadores, del Ejércitosoviético, de los pioneros, y otras nociones polfticosociales•.

En segundo lugar, los métodos dirigidos a la formación denociones morales en los niños, de Luic,ios y evaluaciones, debenser utilizados, ampliamente, fuera de las actividades progra­madas. Esta~ pueden ser charlas, conversaciones con aquellosniños que de acuerdo con las observaciones de la educadora nodominen aún los conocimientos del programa, en la esfera de lasrepresentaciones sociales, con el niño que tenga dificultades enlas generalizaciones, o con un grupo de niños que tenga un granafán de sabe r,

También pueden utilizarse otros métodos -preguntas- a losniños que los inciten a responder: ¿Qué tú harfas, cómo ac­tuarfas si un niño se cayéra y se lastimara un pie? ¿QlIé tú lemostrorlos a una amiga tuya que viniera a tu ciudad natal devisita? ¿Adónde la Ilevarfas? , o láminas en las cueles se re­flejen distintas situaciones, juegos de mesa, etc. Los métodosdel segundo grupo se utilizan, principalmente, para formar, enlos niños, correctas valoraciones de conducta y relaciones yconvertir las nociones morales en motivaciones de conducta. Aesto contribuye la combipación de actividades programadasorales, de carácter oral y visual, con actividad práctica de losniños. Tiene valor, por ejemplo, prever la siembra de florespara el dfa del natalicio de V. J. Lenin, o para las fiestas deoctubre.

En' relación con la asimilación, durante las charlas o lalectura de libros, de las primeras nociones acerca de las cuali­dades morales (por ejemplo la veracidad, la justeza, la modes­destia, la ayuda mutua, el amor al trabajo), se recomiendaseleccionar juegos, ejercicios, tareas laborales, actividadesprogramadas, en las cuales los niños tengan la posibilidad deenriquecer su experiencia práctica, de profundizar sus conocl­mientosy sus sentimientos morales.

Utilizando los métodos del segundo grupo, la educadorapuede no sólo familiarizarlos con las relaciones y las cualidades

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morales que pose(an los héroes de las obras literarias, los par­ticipantes de cualquier acontecimiento, sobre los que habló lapedagoga, sino también incluir a los niños en el análisis df!aquella experiencia práctica de la cual fueron ellos partici­pantes.· Por e jemplo, se realiza una charla con los temos si­guientes: "¿Según tu opinión, qué significa hacer una buenaamistad.?" " ¿Cómo jugamos?" "Acerca de los adultos y losniños amantes del trabajo" "¿Qué es malo y qué es bueno?"los temas de ese tipo de charlas, por supuesto, serán seleccio­nados de acuerdo con la edad, pero en todos los casos, losniños se orientarán por su experiencia práctica (en el cfrculoinfanti I'len la casa) y la educadora debe dirigir sus opiniones,justamente, de esa forma. En las charlas con los nlños de edadmedia y mayor, la educadora tratará que las opiniones genera­lizadas de los niños se combinen con la desúipción yel análisisde las situaciones prácticas.

El primer y segundo grupos de métodos incluyen métodosampliamente conocidos, por ejemplo, el de la persuasión, quepuede utilizarse con éxito y a través de la palabra inteligentey suave de la educadora, con ayuda de obras literarias yatravés de una actividad organizada.

Se utiliza ampliamente en el proceso pedagógico, el apoyarseen ejemplos positivos. La educadora utiliza este método cuandodirige la educación moral de los niños en la vida cotidiana através del ejemplo de un coetáneo o un adulto atento y preocu­pado, el ejemplo de la correcta realización de un rol o de unaencomienda laboral, el ejemplo positivo de nuestros héroes dela patria o de las obras literarias.

La educadora debe preocuparse porque el ejemplo positivose convierta en patrón de imitación del nlño , En la vida real nosiempre sucede as(; el niño ve los ejemplos positivos, pero imitalos negativos.

Para que el e jemplo positivo sea un patrón a imitar, es im­portante ayudar a los niños a observar los rasgos más valiosos dela persona que se toma de ejemplo, ver o comprender sus tareasconcretas, sus manifestaciones morales. Es necesario ayudar alniño tanto a jugar como a trabajar, para que en la actividad,

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aunque aún sea enteramente infantil, puedan plasmarse, enalguna medida, los rasgos del patrón que lo atrae.

En la práctica pedagÓgica se utilizan ampliamente los métodosde estfmulo y castigo y, con mayor frecuencia, en la relacióndiaria de la educadora con los niños, Estos métodos puedentener una influencia positiva, sobre todo, por supuesto, el estf­mulo; sin embargo, exagerar el papel de estos métodos serfa,erroneo.

En los estfmulos yen los castigos se fija, con frecuencia, elresultado de la buena educación moral. La buena conducta, lasbuenas acciones, gozan de la aprobación de 1(1 educadora y, enespecial, de la estimación y el reconocimiento de todo el grupode niños, El estfmulo debe utilizarse siempre teniendo en cuentaqué importancia tiene dicha acción, no sólo para el niño mis,"-osino, también, para los que lo rodean.

El grado de estimulación, su frecuencia, debe estar en corres­pondencia con el afán de actuar bien que muestre el nlño,

Es importante notar también los pequel'ios logros de los nil'ios,sobre todo, si el niño hizo esfuerzos por ser mejor. No debehalagarse a los nil'ios siempre. En los grupos mayores, la cuestiónde los logros de algunos nil'ios, o de si merecen la aprobación olos halagos, será conveniente analizarlo durante una charlageneral.

Antes de estimular a un niño es necesario analizar en quémedida se merece ese elogio. Para ello debe tenerse en cuentasu edad, su grado de esfuerzos personales, la importancia socialde su buena conducta, la acción concreta.

El castigo no debe verse como un método de influencia neee-­serlo, En la eclvcación de los nil'ios de edad preescolar se puedeprescindir del castigo, si se tiene en cuenta sus particularidadesevolutivas, con un enfoque serio de sus caracterfsticas indivi­duales, con una organización tal del proceso pedagÓgico en elcual los niños estén ocupados en una actividad de continuidad yorientada moralmente .

Al educador soviético le está terminantemente prohibido uti­Iizar, en cal idad de castigo, cualquier medida que impl ique el

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empleo de la fuerza, la brusquedad o cualquier otra medida ne­gativa y utilizar castigos que humillen al niño.

Si surge la imperiosa necesidad de castigar al niño (pri~arlode un placer I de reunirse con sus amiguitos o con los adultos),entonces será necesario, ante todo, aclarar las causas de laacción o de la mala conducta. Puede resultar que la necesidaddel castigo se pierda si el pedagogo elimina las causas que pro­vocan la mala conducta del niño. los castigos frecuentes evi­dencian la incapacidad del educador.

Al finalizar e laño, el pedagogo de cada grupc evolutivo hacelas conclusiones del trabajo con los niños, incluyendo la edu­cación moral. Con este fin, debe analizarse la relación delniño con los adultos; con sus coetáneos y también con los nií"iosde menor y mayor edad que él, la actitud del niño hacia la acti­vidad y también hacia los objetos de su propiedad y, tambiénhacia los ajenos, la existencia del conocimiento e ideas acercade las cualidades morales de las personas, acerca de los fe­nómenos de la vida social y la actitud del niño hacia esosfenómenos.

El contenido de cada una de estas cuestiones, el pedagogo loextrae del "Programa de educación en el cfreulo infantil", dondeestán presentadas las tareas programáticas de educación moral decada grupo evolutivo y en los distintos tipos de actividad.

la educadora debe determinar el grado de estabilidad de losmotivos morales, de las costumbres, de la conducta moral, yaque esto constituye un criterio importante de los resultados al­canzados y un fndice de la buena educación moral de los niños.

El pedagogo debe establecer cómo se comportan los niños encondiciones acostumbradas, pero, también, en las variadas eincluso en las completamente nuevas; cómo ellos se comportanen presencia de los adultos, sobre todo de los más autoritarios ysin estar en presencia de estos y, también, cuando ellos creenque nadie los ve; si el niño trata de cumplir las normas y reglasde conducta por iniciativa propia (esto se refiere sobre todo alos niños de cinco a siete años) , o si las cumple por órdenes in­sistentes de los adultos.

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A la objetividad de los juicios de los pedagogos, acerca desus educandos, acerca de cada nlño , contribuirán, también, losdatos que reciban de los padres y de otros miembros adultos dela familia sobre el comportamiento de los niños,

LA EDUCACIÓN MORAL DE LOS NIÑOS DE EDADPREESCOLARMENOR. PARTICULARIDADES DE LA EDUCACIÓN MORALY DEL DESARROLLO DE LOS NIÑOS DE DOS A TRES AÑOS

la edad preescolar menor, de los dos a los cuatro oños , ~s unperfodo importante en el desarrollo moral de los niños, En estaetapa evolutiva se forman activamente, en los niños pequeños ,las primeras nociones elementales sobre lo bueno y lo malo, loshábitos de conducta, los sentimientos de bondad hacia los adultosy coetáneos que los rodean. Esto trascurre con éxito si elcfrculo infantil y la familia ejercen una influencia pedagógicafavorable. Aquellos sentimientos, nociones y hábitos morales,que se forman en los niños en el tercer y cuarto oño de vida,aquella experiencia moral que ellos acumulan, fomentan lasbases de su ulterior desarrollo moral.

Desde el momento en que los pequeños pasan del grupo delactantes al grupo preescolar, la vida de los mismos varra untanto. la actividad de los pequeños en el tiempo Ilbre , es decir,fuera de los procesos del horario de vida, se toma más compleja:surje y se desarrolla e I juego de roles con argumento, los niñosse incorporan, paulatinamente, b la actividad sistemática obli­gatoria para todo el grupo (a las actividades programadas), par­ticipan en los juegos con reglas en el cumplimiento de lasencomiendas laborales. En los primeros y segundos grupos deedad menor, los pequeí"íos deben asimil~r nuevas reglas más com­pie jas para ellos, que dirigen su conducta, las relaciones conlas personas cercanas a ellos y con sus coetáneos.

El tercer oño de vida (lel niño es la etapa de trdnsic~ón de sudesarrollo. Todav(a es un nií"ío pequeí"ío que posee muchas cosasen común con los niños de la etapa anterior y que requiere untrato atento y cuidadoso por parte del adulto, pero, además, éladquiere, cualitativamente, nuevas posibilidades para el do­minio de los hábitos, para la adquisición de nociones, para ceu-

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mular experiencias personales de conducta y de actividad. Comoevidencia el "Programa de educación en el cfrculo infantil" , escaracteristica de los niños de dos o tres cños , la tendencia activaa cumplimentar acciones sin la ayuda del adulto; este manifes­tará juicios y. consideraciones elementales sobre el medio circun­dante, establecerá nuevas formas de relaciones entre los niñosy se producirá el paso paulatino de los juegos de un niño juntoa otro nlño , a las fonnas sencillas de actividad lúdicra conjunta.

Los niños del tercer y cuarto oño de vida sienten necesidad decorlño , de atención por parte del adulto, de la proximidadintima con la educadora. Son, en muchos aspectos, muy depen­dientes del adulto y esto está condicionado porque los pequePíosno poseen los hábitos elementales de la higiene y del autoser­vicio, la capacidad de jugar de formo independiente, de realizaractividades y comunicarse con las personas que los rodean. Espor eso que una de las tareas más importantes de la educación delos niños de edad menor preescolar, es la formación de la inde­pendencia en la actividad cotidiana, en el juego yen las acti­vidades programadas. Conviene enseñar a los niños a hacer porsr mismos todo lo que esté dentro de sus posibilidades y encorrespondencia con su experienda vital. Cuando el nlño setorna Indopendlente , no sólo es capaz de realizar su autoservicio(lavarse, desvestirse, doblar o colgar cuidadosamente su ropa,vestirse, comer), sino que, además, adquiere la posibilidad demantener el orden del medio en que se desenvuel ve (recoger ycolocar en su lugar los juguetes, los libros), de cumplimentartoda una serie de reglas, sin solicitar ayuda, es decir, es capazde dirigir su conducta.

A los tres oños se observan los avances cualitativos en eldesarrollo de la independencia. Esto permite que la educadorademande requisitos más elevados de los niños: establecer con­tacto con los compaPíeritos en el juego; crear el ambiente pro­picio para la actividad conjunta con los coetáneos, alcumplimentar las encomiendas; tomar en consideración los inte­reses y deseos de los demás; prestar ayuda a otros niños,

Al incorporar a los pequeños a la actividad conjunta e indi­vidual, la pedagoga los e jercita en las buenas acciones, lesforma sentimientos humanos, les despierta el deseo de obedecer,

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de tratar con respeto a las personas que los rodean (a la educa­dora, a la auxiliar, etc.). Asf, el adulto educa, en los nlñosdel tercer ario de vida, la capacidad de saludar, de expresarsu agradecimiento, de hacerle cortésmente una petición aladulto, de jugar junto a otros nlños sin molestarlos, de cuidarlas construcciones ajenas, aprender a lavarse con curdodo , deaguardar tranquilamente a que su compoñerl to termine de la­varse; a jugar con los juguetes, a recogerlos y colocarlos en ellugar adecuado.

En el segundo grupo de edad menor, la educadora fija lahabilidad de saludar a los adultos al dirigirse los niños a ellos,de solicitar algo cortésmente tanto a los adultos como a otrosnlños; de prestar sus pequeños servicios a las personas que lesrodean, de jugar junto con los coetáneos, de ceder los juguetes,los libros, enseñarlos a observar las reglas elementales en losjuegos didácticos, en los juegos de movimientos: obedecer tran­quilamente a los gufas, esperar pacientemente su turno (si estaespera no es muy prolongada). A los niños se les enseria a pre­parar la mesa para el desayuno, para el almuerzo, a cumpli­mentar encomiendas dirigidas al cuidado de los plantos y delos animales.

Para realizar estas tareas, la educadora emplea la imitacióncomo particularidad especlflcc de los niños de dos a cuatro arios.El adulto muestra, con su propio ejemplo, la actitud positivaante el trabajo, ante las personas, ante los demás niños,

los niños del grupo de edad menor preescolar poseen una gransensibilidad y son muy emotivos, lo que permite resolver conéxito la tarea de la educación de los buenos sentimientos y lasrelaciones con las personas circundantes. Al mismo tiempo, esmuy importante que la educadora estimule y mantenga el estado,emocional positivo de los pequeños: sensibilidad ante los peti­ciones y solicitudes; el sentimiento de compasión ante lo congojade los demás. A los pequeños se les educo el amor por los alle­gados, el deseo de hacer algo bueno por ellos. Esto se logra siel adulto aprueba, estimulo y elogia, los manifestaciones debuenos sentimientos.

En el cuarto ario de vida, la pedagoga continúa educando enlos niños la simpatfa por los ccmpoñeros , el afán de ser buenos,

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bondadosos, les inculca que deben avergonzarse de sus malasacciones. Debe prestarse especial atención a la educación dela alegrfa de vivir, del ánimo moral, de la seguridad en suspropias fuerzas.

Ya los niños ?e edad menor preescol ar manifiestan, elara­mente, la necesidad de realizar juegos conjuntos con sus coetá­neos, de relacionarse y comunicarse con ellos. Esta necesidadsocial constituye la primera para el desarrollo de las interrela­ciones amistosas, lo que es, además, una importante tarea edu­cativa. En relación con los niños de dos a tres oños, esta tareaconsiste en mantener el sentimiento de alegrfa, de satisfacción,al comunicarse con los coetáneos, al lograr buenos resultados.La educodorc ensei"ia a los nlños , ,ademas, a percatarse de lainfracción de las reglas de las relaciones (lo empujó, I e quitósu juguete).

A los tres cños , el afán por cumunicarse con los demás niñosse toma más fuerte. El grado de desarrol'lo de los niños permitecomprender las acciones y el lenguaje de los coetáneos, tenerexplicaciones con ellos, ponerse de acuerdo sobre un juego con­junto, sobre actividades programadas. En la sociedad infantil,el nlño aprende a coordinar sus deseos con los de otro niño yenlos de todo el grupo. Los nlños de tres oños pueden ser compc­ñeros buenos y cordiales. Todo esto obl iga a la educadora adesarrollar, en los nlños del segundo grupo dEit edad menos, lacapacidad de ser generosos con los más pequei"ios¡ a petición dela educadora se preocuparán por un nuevo ingresado, por losniños que han regresado después de una enfermedad, tratarán deensei"iarle a otro niño lo que él mismo puede yes capaz de hacer.Cuando los nlños imitan a los adul tos en sus juegos, en la comu­nicación diaria con sus coetáneos, se dispensan una atención

." ,mutua, preocupccron y corteslo ,

En el "Programa de educación en el circulo infantil 11, sesePiala que la conducta de los nlños de edad menor preescolar secaracteriza porque estos 'no saben contenerse, porque no sabencumplimentar correctamente ya tiempo las reglas de conducta.Asr vemos cómo resulta fácil despertar en los niños del terceroño de vida, el deseo de subordinarse a determinadas exigenciasde la educadora, sin embargo, esto, con frecuencia, entra en

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contradicción con las posibi lidades de realizar lo deseado: losnlños no disponen de todas las habilidades y hábitos de conducta,de las habilidades laborales, las fuerzas ffsicas y las capacidadespara vencer las dificultades, para realizar un esfuerzo volitivo.Por otra parte; los nlños pequeños están siempre muy atentos alas palabras de I adu Ito, fundamentalmente cuando son expresadasen un tono convincente que no admite lugar a dudas. Por esoes que se puede comenzar a educar y aensei'lar en los niños dedos a tres ai'los, a subordinar su conductá a sencillas normaséticas. El dominio de las regJas de conducta en la vida cotidianay ene l juego, ayuda a los nlños a contener sus impulsos, lesinduce a actuar en correspondencia con las reglas cslmllcdcs yasé,gura el desarrollo de los primeros rasgos del afán por alcanzarun fin.

En el segundo grupo de edad menor, tiene lugar la formaciónintensiva de los hábitos de una conducta culta yen esto desem­pei'lan un papel importante los motivos.

Por cuanto los niños de cuatro oños son capaces de cumpli­mentar las encomiendas e lementoles de los adultos (padres, pe­dagogos), de guiar su conducta según las reglas: lIasf se puedehccer"; "esf no se puede heeer", comienzan, también, a-tomarconciencia de los motivos senci 1I0s de importancia social, porejemplo, hacer algo útil para los coetáneos y adultos. Estoobliga a la pedagoga a organizar cualquier actividad de los niñosy su conducta de forma tal que, conjuntamente con los motivosde 'la acción (e I interés por e I propio proceso), e I deseo degranjearse la aprobación de las personas, se forma en ~Uos latendencia social de las motivaciones.

El pensamiento concreto es caracterfstico de los nlños deltercer oño de vida. ElIos re lacionan las demandas con una si­tuación concreta y con una personalidad determinada. Y con·frecuencia, una misma exigencia los nlños la cumplimentan endeterminadas ccndlclones y no la cumplimentan en otras; lacumplen cuando se lo indica una educadora y la incumplencuando es otra, la cumplimentan en presencia de I adu Ito y no lacumplimentan en ausencia de este.

Los nlños de cuatro oños no saben correlacionar las nocionessobre las normas morales con sus actuaciones, tienen poco de-

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sarrollo del autocontrol y poca capacidad para dirigir conscien­temente su conducta. En re lación con esto, actúan, frecuente­mente, bajo la influencia de los sentimientos y deseos que sedespiertan ante determinadas circunstancias, olvidándose de losrequisitos que ha planteado la educadora. Es por eso que lascostumbres morales, las acciones de los niños de cuatro oños ,poseen, con frecuencia, un carácter de circunstancia, es decir,se manifiestan en presencia de determinadas condiciones y no semanifiestan en otras.

En el perfodc de la infancia preescolar, los niños continúandominando el lenguaje. Comienzan a comprender los fenómenoscircundantes y a dar una valoración verbal elemental. El de­sarrollo intensivo del lenguaje, la gran actividad infantil y laemotividad, son utilizados por la pedagoga para familiarizar alos niños con el mundo circundante, con las personas, con lasreglas de 'as relaciones entre ellos.

Los niños del primer grupo de edad menor deben asimilar quees necesario jugar amistosamente, realizar bien las actividades,no ofenderse mutuamente, no arrebatarse los juguetes sino pe­dirlos cortésmente, cuidar los muebles, los libros. Paulatina­mente, van adquiriendo nociones de que se debe amar a los ani­males, cuidar las plantas; comienzan a comprender que losmayores se preocupan porque se sientan bien en el cfrculo in­fantil (la cocinera prepara el almuerzo, la auxi liar limpia elsalón, etc.), que se debe ser cuidadoso con el trabajo de losadultos.

Estas nociones no sólo se reflejan en los niños del segundogrupo de edad menor, sino que se forman otras nuevas. Asf, losnlños asimilan que deben cuidar losmuebles, la ropa, los zapatos,porque ellos llevan implfcito el trabajo de los adultos. Los nlñosasimilan que todas las personas trabajan: construyen casas, hacenmáquinas, siembran el trigo, etc , , se ayudan mutuamente. Com­prenden que preocuparse por los más pequeños les proporciona atodos alegrfa, que es bueno ayudar a los adultos, a los coetáneos.

Los nlños adquieren nociones acérca de la veracidad; es ne­cesario decir siempre la verdad, contárselo todo a los seresqueridos, a los allegados, a la educadora.

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De este modo,' ya en la edad menor preescolar, comienza aformarse en los niños nociones elementales acerca de los fenó­menos de la vida social y de las normas de la comunicaciónhumana.

La solución de las tareas enumeradas de la educación moralde los niños pequeños impide, con frecuencia, la manifestaciónde I carácter voluntarioso, de I negativismo, de la terquedad queevidencian la llamada "c risis de los tres años 11•

Al final del tercer año de vida, el niño comienza a sentir lanecesidad de la autorreafirmación, toman conciencia de su propio11yo ", La actitud hacia sr mismo depende de lo que el niño sabehacer y de cómo percibe sus éxitos.

Si los adultos no han podido percatarse todavra de que lasrelaciones anteriores no se avienen a él, se produce la crisis. Elniño comienza a exigir independencia en proporciones muchomás grandes de lo que le pueden proporcionar los podres, laseducadoras. Sus prohibiciones provocan la,s protestas de este;aparece el negativismo (a pesar de todo lo que se le ensene alniño, este tiende siempre a hacer lo contrario) y la terquedad(el niño hace aquello que insiste en hacer). El negativismo yla terquedad, en grandes proporciones, son reacciones normalesdurante la crisis. Las crisis violentas de algunos niños requierenque se tomen medidas pedagógicas especiales.

Los pedagogos toman en consideración la necesidad de losnlños , al final d~1 tercer ano de vida, de la au toafirmación , delafán por la independencia y realizan todo un trabajo encaminadoa preveni r cualquier manifestación de terquedad y negativismo y,en el caso de que se manifiesten, en algunos pequeños, diri~n

todos sus esfuerzos a eliminarlos. Por este motivo, una de la~tareas de la educeclón de los niños en la etapa dada, es vencerlos caprichos yel negativismo.

La educación de sentimientqs nobles, de relaciones positivas,de manifestaciones morales sencillas, transcurre en la actividaddiaria, en el juego, en las actividades programadas y está rela­cionada con la formación de estas actividades.

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PRIMER GRUPO DE EDAD MENOR

La educación moral de los niños en la actividad cotidiana

La educación moral de los nlños de edad menor preescolar serealiza, en primer orden, a través de fa actividad cotidiana.Esto lo condiciona el hecho de que una gran parte del tiempo sededica a los diferentes procesos, relacionados con las necesidadesvitales de los pequeños yen correspondencia con el horario devida. Las acciones cotidianas que reiteradamente realizan losniños al lavarse, vestirse, les son comprensibles y pueden sercumplimentadas por ellos; las condiciones idénticas permiten, deun modo compárativamente rápido, fi jor los hábitos adquiridos,que a su vez son de gran importancia para educar en los pequeí'iosla independencia, y los hábitos de una conducta culta. Es poreso que la educadora le presta a la cuestión gran atención.

El paso de los niños de dos aí'ios al grupo evolutivo siguiente,es un gran acontecimiento en la vida de estos: han crecido, yasaben mucñas cosas, han aprendido mucho. Pero confrontena Igunas dificultades, relacionadas con el cambio de ambiente(salón de actividades, vestidor, etc.) y, en ocasiones, con elcambio de personal.

En estas circunstancias, los pequeños pierden, por un tiempo,los hábitos que ellós han adquirido antes, e incluso, comienzana extraí'iar. Por eso la pedagoga debe esforzarse al máximo paraque, desde los primeros dfas de la estancia de los niños en elgrupo, estos recobren la tranquilidad y la animosidad. ToJoaquello que pueda proporclonorles alegrfa debe ser previsto tantodentro del salón como en el área. A los nlños les resulta agra­dable encontrar a sus antiguos conocidos, en las nuevas condi­ciones: mui'lecas, el osito, la ardillita, los mismos taquillerosen el vestidor con bellasfáminas muy parecidas o las cnterlores ,la pecera con los pecesitos, los mismos libros. Todo esto poseeuna gran significación para mantener el buen ánimo de los nií'iosy una actitud positiva ante el cfrculo infantil.

En los primeros dius , los niños tienen más necesidad de unaatención individual, del cariño, las caricias y la dulzura de laeducadora; es bueno que esta les muestre un juguete interesante,un libro; que construya junto con el pequeño una carretera; que

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monte al osito en el carrito, etc. Sólo la atención esmerada quela educadora le dispense a cada nlño , coadyuva a devolverle alos niños su antiguo estado emocional. A medida que el tiempotranscurre, los pequeños comienzan a encontrar muchas cosasatractivas en el nuevo ambiente y a asimilarlas.

la educación de los hábitos higiénicos y de una conductacorrecta, en el primer grupo de edad menor, contempla la en­sePianza de estos a cada niño por separado, debido a que elcarácter concreto de las percepciones no le permite al niño rela­cionar consigo mismo las indicaciones dirigidas a todos los niños.la educadora les enseño a cumplimentarlos correctamente y nopermite que se altere el orden establecido.

Para enseñar a los nlños a lavarse se requiere mucho tiempo.la educadora les ensePia a realizar las acciones con determinadossecuencias. Primero le muestra a uno o dos nlños cómo se haceesto, acompaPiando cada explicación con la palabra. los pri­meros tiempos, la educadora demuestra más actividad que elnlño , no obstante, al formar los hábitos de loverse es importanteno frenar la independencia infantil. De esta forma, al llevaral pequeño al baño, la educadora le dice: "lávate tú solo y yote ayudare porque tienes Ias manos muy suci as". De esta forma,el adulto, de una manera imperceptible para el nlño , lo ayudaa lavarse cuidadosamente.

Es importante tener presente que a I a vez que se fomentanlos hábitos de lavarse, los adultos ensePian a los niños las formaselementales de relaciones positivas, les educan diversos hábitosculturales. Ante todo, la educadora les explica a los pequeñosla necesidad de conducirse organizadamente en el bai'io: noempujarse, no hacer bulla, no mol~star a otros, no demorarsemucho ante el grifo. las normas de conductas se les dan a co'­nocer a los níños , a través de hechos concretos: "Nadia, sepá.­rate de Sasha, no te pares tan cerca de él, le impides lavarse",o bien, "Vasia, no te demores tanto ante el grifo, no ves quehay muchos nlños esperando. Ellos también tienen que lavarsey sentarse juntos a la mesa. 11

Debe llamarse la atención de los niños hacia las formas deproceder correctamente, esflmalor a los pP.quePios, provocar en

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ellos alegrfa y el deseo de observar las reglas establecidas deconducta en sus relaciones con los coetáneos: "Olio actuó muybien, pues no empujó a Vitia para que se separara del grifo,.sino que le pidió cortésmente que se apartara de él . Muy bienhecho, Olio, asf deben proceder todos. 11

la pedagoga, corno antes, enseña a los niños cómo utilizarla toalla. Al igual que en el grupo anterior, el adulto muestrareiteradamente cómo deben sostener la toalla, cómo secarse yestimula y elogia a los niños que lo hacen correctamente.

Al concluir el aseo, el adulto dirige la atención de los niñoshacia su aspecto exterior, señal a qué limpios han quedado, lobien que lucen y lo agradable que resulta mirarlos. La educa­dora debe esforzarse por no pasar por alto los más mfnimos logrosde cada niño: IIFfiense, niños, Galio hoy se ha doblado solalas mangas y no se las ha mojado, asf siempre lo seguiráhaciendo. 11

Eys muy importante la e jercitación para fi jar las reglas higié­nicas y que las interioricen. Para esto es necesario concretarcada requisito. Para que el niño comprenda, por ejemplo, quésignifica lavarse la cara, es necesario explicarle que se debentavar no sólo la nariz y la boca, sino también las mejillas, lafrente y el mentón. la explicación contribuye al dominio cons­ciente del hábito y esto es una condición necesaria para con­ve.rtir el hábito en una costumbre perenne, lo que es de sumaimportancia para la educación moral de los niños. Asf, los niñosaprenden a subordinarse conscientemente a las reglas estable­cidas: a lavarse cuidadosamente, a observar el orden enel bcño ,a velar por la limpieza de las manos, de la ropa, a aprender aser organizados (a esperar que otro nlño se aparte del grifo odel toallero).

La educadora fi jo, constantemente,' los hábitos adquiridos.11 ¿Antosha¡ no te has olvidado de lavarte las manos después deljuego? ", pregunta la educadora. IIMira lo sucias que tienes laspalmas de las manos. Lávate rápidamente las manos y vamos aver lo Iimpiecitas que quedarán. 11 A los tres cños , esta costumbrepuede ser educada fácilmente y esto los hace más independientes.

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Para educar en los niños la independencia, debe tenerse encuenta la experiencia acumulada por cada uno de ellos. Algunosniños, al llegar al primer grupo de edad menor, procedentes dela sala de lactantes, ya poseen habilidades elementales de auto­servicio. Por supuesto que estos nlños necesitan la ayuda de losadultos, el control, el recordatorio, pero la educadora pone deejemplo: "Miren lo bien que Tolia se lava y se seca." losdemás niños tratan de imitarlo y preguntan: "¿ y yo me lavébien?" 11 ¿Me quedaron limpias las manos?" la educadoraayuda a los niños a lavarse e indica lo limpios que han quedado,lo bien que se ven y lo agradable que resulta mirarlos.

Para que este trabajo se realice sistemáticamente y de formareflexiva, la educadora contempla, en el plan, las tareas másimportantes, señclo las vfas de influencias sobre cada niño ypiensa en las formas de influencia conjunta que el cfrculo in­fantil y los padres pueden ejercer sobre los niños,

Si la pedagoga habla constantemente con los padres y con­versa con ellos sobre la mejor forma de educar a los nlños , man­tiene la independencia durante el aseo, el afán por no derramaragua en el piso, el lavarse bien las manos para no ensuciar lastoallas, el deseo de lucir impeceble j transcurrido aproximada­mente dos meses, logra alcanzar resultados notables.

Toda una serie de hábitos higiénicos culturales, estánrela­cionados con Id alimentación de los niños: la habilidad de comercon cuidado y por sr solos, no molestar a los compaf'ieritos durantela comida, etc. la ejercitación diaria, el elogio a la indepen­dencia por parte de los adultos, contribuyen a ensef'iar a losniños de tres años a comer más rápidamente.

Al prepararse para el almuerzo o para el desayuno se debellamar la atención de los niños hacia lo limpia que está la mesaydebajo de ella. Cuando los niños empiezan a comer el entrante,debe explicárseles que deben inclinarse sobre el plato para noverter los alimentos y cuando comienzan a comer el plato fuerte,es necesario mostrales cómo sostener el pan con las manos.

la educadora observa diariamente a cada uno de los niños ycómo cumplimentan sus indicaciones. Si el niño ha olvidadotener en cuenta algún requisito, el adulto se acerca al pequef'io

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durante el almuerzo, el desayuno y le recuerda la formacorrecta de sostener la cuchara, lo cantidad de alimentos quedebe tomar con ella. Todo esto debe hacerse de modo impercep­tibie, tratando de no distraer la atención de los demás niñosde la comida. Yaquf la educadora pone de ejemplo a los niñosque se conducen correctamente en la mesa, que comen por srsolos y con cuidado, trata de destacar a cada niño, de elogiarlo.

Ya desde este grupo evolutivo, el adulto enseña a los niñoslas formas positivas de comunicación, por ejemplo, les sugiere:"Scshenko , colócale, por favor, el plato con el pan más cercaa Marinka, a ella le será más fácil alcanzarlo." la pedagogaseñala manifestaciones pequeñas de atención de un niño conotro para estimular a los demás nlños a realizar acciones simi­lares: "¡ Qué atento es Maxim, él vio que a lena se le cayóla servilleta, la recogió y se la entregó a su amiguita! ¡Quéagradable es eso! 11, o "Nina procedió bien, ella le pidió aOlia que se separara un poco de Nastia para no melestarla du­rante la comida, pues de lo contrario puede verter la sopa. "

Los niños de I tercer año de vida manifiestan al principio,durante el proceso de vestirse y desvestirse, una gran indefen­sión. Antes de enseñar a los niños a ser independientes, esnecesario explicarle a la auxi liar cómo enseñarlos a vestirse ya desvestirse, observando determinada secuencia . También debeexplicarse a la auxiliar que, durante este proceso, debe ser muypaciente y generosa. "Usted Nadezhda Pavlovna -la educadorase dirige a la auxiliar-, ayude a vestirse a los pequeños,hágalotranqui lamente, sonrfale al niño, preste atención al nuevogorrito tejido, a las manoplas, pregúntele quién se preocupa. porél y lo atiende de esa forma en casa. "

Al igual que en la etapa evolutiva anterior, la educadoramuestra y expl ica al niño, de tal Iadamente , qué es lo que enprimer lugar debe quitarse o ponerse, dónde colocarlo. Al mismotiempo, estimula al niño a tomar participación activa en el pro­ceso del vestuario: ponerse las medias, los pantalones de punto,las manoplas, sacar del armario el abrigo, etc. Es convenienteayudar a vestir y a desvestirse, en primer lugar, a aquellos niñosque más lo necesitan. El niño ve y escucha lo que dice y haceel adulto y comienza a hacer lo mismo, paulatinamente; la

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próxima vez la educadora ayuda más a otro niño y comprueba ysupervisa lo que hace aquél a quien enseñó el dfa anterior.Cuando los niños se tornan más independientes, cerca de lostres años, el adulto comienza a pedirles que se auxilien mutua­mente, que se ayuden a abotonarse la ropa en la espoldo , aacordonarse las botas, etcétera.

Para enseñar a los niños a vestirse ya desvestirse en orden, amanifestar independencia en esta forma de autoservicio, la edu­cadora les muestra a los niños láminas con tramas en las cualesse representan determinadas acciones. Por ejemplo, al examinaruna lámina "duronte el paseo", los niños dicen: "La nlñc tomasu sombrero de la percha. " "Este niño se pone el abrigo solo,nadie lo ayuda 11, etcétera.

A medida que los niños van dominando los hábitos de vestirsey desvestirse, la educadora pasa de la ayuda directa al recor­datorio de las acciones. La pedagoga le presta gran atención ala educación de los hábitos de una actitud y una conductacorrectas con los coetáneos. Ella enseña a los niños a ser orga­nizados, a no distraerse, a no tirar la ropa de cualquier modo,a no escandalizar, a no hacer travesuras, a no molestar a loscompañeros. En la etapa evolutiva dada, ayudan ala educaciónen los hábitos de una conducta correcta, los elogios de la pe­dagoga,el ejemplodel niño cuyas acciones responden a las exi­gencias del adulto: "Nlños , miren como Undochka ya sevistió; no se distrajo y se vistió rápido y ahora puede irse ajugarll o "Vcnío actuó bien, pues le trajo a Masha los zapatosque estaban en el c1oset, de los contrario ella se hubiera olvi­dado de tomarlos. i Qué atento es Vania! Esto lo contaré atodos. 11

La educadora no olvida fi jar en su plan todos los momentosrelacionados con la educación de los hábitos de cultura en losniños, durante el proceso de vestirse y desvestirse. Ella se puedetrazar una tarea general de familiarizar a todos los niños conuna nueva norma más compleja de conducta, por ejemplo, du­rante los juegos-actividades programados con muñecas. Lasacciones correspondientes con las muñecas, les proporcionan alos pequeños ejemplos concretos de lo que significa aflijirse,preocuparse, alegrarse. Es bueno que la pedagoga no olvide

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plantearse, diariamente, las tareas de fijar los hábitos de unaconducta culta en cada nlño ,

Para formar la independencia y el deseo de manifestarla, esconveniente emplear los juguetes, organizar juegos con los niños(vestir la muf'ieca, desvestirla, acostarla a dormir, darle decomer, organizar un teatro de t(teres). El contenido del espec­táculo pueden ~er piezas inventadas por la propia educadora,tomando hechos de la vida de los niños del grupo.

Por ejemplo, conociendo que una parte de los niños presentadificultades en manifestar la independencia cuando se ponen lospantalones, la educadora presenta, especialmente, una esceni­ficación cómica. "La pequeño ardillita querlo vestirse sola ycon esto alegrar a la mamá ardilla. Pero ella no sabra hacerloy metió las dos patitas en una misma pierna del pantalón."

Al ver esto, vova, que tiene dificultades para realizar estaacción, gritó de pronto: "1 no, no es csl l " La educadora lepropone al nii'lo ayudar a la ardillita a ponerse los pantalonescorrectamente. vova le pone los pantalones a Ip ardillita ysa­tisfecho se sienta en su puesto. Las observaciones ulteriores delnlño demostraron que él mismo comenzó a ponerse correctamentelos calzoncilHtos, las medias panty, los pantalones.

Con frecuencia, las pequeñas comentan sus acciones con lasmuñecos y les dicen: "Yo sé vestirme soln'", "Y me lavocorrectamente y no derramo agua en el piso. " Es bueno llevaruna muñeca al baño y decir: "Tania mirará cómo ustedes selavan."

Las imógenes artrsticas, con frecuencia, influyen más sobrelos niños que las persuasiones. Muchas educadoras utitizanacertadamente canciones, rimas, para despertar en los nlños eldeseo d~ lavarse y hacer que este proceso sea para los niños fócily agradable. Cuando la educadora ve que a un nlño no le gustalavarse, dice: "agüita, agüita, lávame la carita, para que losojitos destellen y se sonrojen las mejillitas ll

• El nlño escuchacon satisfacción la rima y comienza a lavarse tranquilamente ypor la tarde, al jugar con las muf"lecas, repite estas palabras.Los nlños sienten preferencia por las poeslcs de Chukovski: "Hay

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que lavarse, lavarse por las mañanitas y las tardecitas•.• 11 O

"bienvenido el jaboncito olorocito y la toallita mullidita •.• 11

Se pueden tomar varios versos del libro de L. Voronkova:Morifta perdida.

La moyorfo de los niños de tres años, protestan cuando eladulto hace por ellos aquello que ellos pudieran o deben hacerpor sf mismos. Innumerables ejemplos dan fe de ello. La edu­cadora, olvidándose de que Zina sabe desvestirse, le quita elvestido. La niñita, al momento, exigió que le volviera a ponerel vestido para luego quitárselo ella misma. Otro ejemplo más:la mamá le pide a Masha que coloque la toalla en el toallero yVova al escuchar esto tomó una de ellas y la colocó en su lugar.Masha no satisfecha con esto retira la toalla la coloca en ellugar donde antes estuviera y luego procede a hacerlo ellamisma.

Los motivos de esta conducta se explican, en primer lugar,por el carácter contradictorio de las ansias del niño: él quierehacer muchas cosas, pero no puede por si solo sin la ayuda deladulto. En segundo lugar, el niño, o pesar de que se afana porser independiente, no conffa en sus fuerzas. Pero, a pesar de suinseguridad trata de no depender de la educadora, de las per­sonas allegadas y se sale del marco de los Ifmites razonables enla autorreafirmación. Por eso, la educadora limito, natural­mente, la excesiva independencia del pequeño con fa seguridadde que no lo hará sin la ayuda de los adultos.

No obstante, la educadora trata por todos los medios de es­timular todos los intentos de los nil'los por ser independientes y

no les impide cumplimentar aquellas acciones que les son acce­sibles. Si la educadora, los padres, etc., se percatan a tiempodel cambio que ha sufrido el niño y dejan de ver en él al lac­tante indefenso y, por supuesto, si no lo sobreprotegen y le danla posibilidad de manifestar su independencia, no surgirá la ter­quedad ni el negativismo que les proporcionarán disgustos alos adultos.

En ocoslones , la educodorc tiene que vérselas con un niñocaprichoso y terco. Es importante enseñar al niño, desde los

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primeros dias de su estancia en el clrculo infantil, a subordinarsu actividad a las normas de conducta establecidas.

Ante todo, la pedagoga trata de que el niño aprenda a re­frenar sus acciones ante las palabras lino se puede". Si en cadaacción en que el niño realiza acciones indeseables, la pedagogaf •• I I b 11 d 11 ..Ila as pa a ras no se pue e , este se convence, poco a poco,de que resulta inútil mantener la terquedad. De este modo, laprohibición verbal comienza a detener al pequeño.

La educadora sabe tener en cuenta que si ella prohlbe algo,debe mantenerse firme hasta tantoel pequeño no cese de ofrecerresistencia 01 cumplimiento de la regla. Y esto puede alcan­zarse a condición de que la pedagoga le haga, sistemáticamente,las indicaciones, observando una unidad de criterio en el tratocon el niño. En caso contrario, cuando las prohibiciones sealternan con los permisos, el adul to choca con una reacción ne­gativa activa del niño. Esto se manifiesta en que el niño semantiene firmemente en su IIgimoteo ll y 11no 11 sin descanso, con­tando con vencer lo resistencia del adulto. la frecuente repe­tición de esta situación lleva a que, paulatinamente, se fijenlos reacciones negativos del pequeño ante los indicaciones de lospersonas que lo rodean y, fundamentalmente, de aquellas queque no exigen de un modo consecuente el cumplimiento de lasreglas.

la pedagoga que trabajo con los niños pequeños debe tenerpresente que, en los cosos en que el cumplimiento de las reglasconduce a lo satisfacción de cualquiernecesidad y va acom­pañado de vivencias positivas, el pequeño se retractará gusto­samente de sus intenciones contrarios. Por e jemplo: la pedagogole propone a Sosha colocar los carritos en el garaje e ir o pasear.El pequeño no quiere recoger los juguetes. El adulto le dice:"Cuondo venga papá le diremos: Sosha es un excelente niño,récoge solo los juguetes y los coloco en su sitio. Papá se sentirámuy contento de tener un hijo tan bueno. 11 11 ¿Quieres que teayude un poqulto ?" El niño rechazo la ayuda: 11 Yo solo puedocolocar los carritos en su sitio. 11 En el ejemplo citado, lo edu­cadora ayudó .01 pequeño o imaginarse concretamente cómo loelogiarán los familiares al conocer que él sabe poner en ordenlos juguetes. El deseo de recibir lo aprobación por acciones

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análogas, estimula al niño a refrenar la conducta no deseada,desde el punto de vista de las personas que lo rodean. Asf, élcomienza a realizar unas u otras acciones positivas, no sólo pararecibir una aprobación, sino también porque ve en ellas algoque resulta agradable a los demás, tales como el cumplimientode las exigencias planteadas o la aceptación de las prohibicionesparciales. El sistema nervioso del pequeño, todcvlc no forta­lec ido, al defenderse de las interminables prohibiciones, de jode reaccionar con el tiempo ante las influencias del adulto, obien ocasiona reacciones negativas y los niños se tornan deso­bedientes y tercos. Todo esto obliga al pedagogo a guiarse ensu trabajo por el "Proqromo de educación en el cfrculo lnfonfl l",a no apelar, en ningÚn caso, a las prohibiciones directas cuandoexiste la posibil idad de explicarle al niño las consecuencias ne­gativas de su desobediencia. En ocasiones, es útil, incluso,permitirle al pequeño aquello en lo que persiste: que con lapropia experiencia se convenza de lo irracional de sus deseos ycaprichos. Por ejemplo: los niños del grupo de edad mayor lesregalaron a los pequeños rehi letes. Nikita no puede reprimir losdeseos de correr por el salón con uno de ellos. Con terquedadtrata de lograr que le den permiso para hacerlo. La educaclorale explica: IIAquf no hay viento y el rehilete no girará." Peroel niño, que nunca antes habfa visto un juguete semejante, nocompreme esto. Entonces la pedagoga le dice: "Ve y juega. 11

No han transcurrido tres minutos cuando Nikita vuelve con eljuguete: "No gira, jugaré con él después al aire libre."

Hay que recordar que a los pequeños les resulta más fácilcumplimentarlo todo cuando están de buen humor, cuando suestado de ánimo es bueno. Por eso, todo lo que contribuya amantener el estado pslqulco normal de los niños deberá tenerseen cuenta: la observancia del horario de vida, las buenas rela­ciones entre los adultos y entre la pedagoga y los niños, unaactividad interesante, rica en contenido, constituyen condicionesesenciales P9ra prever las crisis.

En ocasiones, hasta los niños tranqu ilos, obedientes, co­mienzan a encapricharse. Las causas de estos caprichos puedenser la alteración del horario de vida, impresiones diversas muyfuertes, la indisposición. En tales casos, las exigencias persis-

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tentes de los adultos pueden ocasionar daño. Es necesario poseergran tacto para tratar a los niños que se enferman con frecuencia.Cuando ellos comienzan tercamente a insistir sobre algo, es con­veniente hacer que la atención de ellos se centre en otra cosa:re latarles un cuento, darles un juguete, mostrarles láminas atrac­tivas, etcétera.

Es necesario evitar excitaciones emotivas prolongadas, alter­nando, por ejemplo, los juegos de movimientos muy ruidosos conactividades tranquilas.

Si la educadora, conjuntamente con los padres, logra en­señar a los niños a obedecer las exigencias del adulto y a cum­plimentarlas, serán eliminados los factores que condicionan laaparición de los caprichos y la terquedad en la edad temprana.

Entre las cualidades morales y las reglas de conducta que seeducan en los pequeños, ocupa un lugar importante la actitudy la relación generosa de estos hacia las personas circundantes.

Muchas educadoras saben por experiencia que un tono afec­tivo '61 tratarse los adultos mutuamente y al tratar a los niños,crea una atmósfera propicia para enseñarle esto a los niños. lapedagoga recibe cordialmente a sus educandos: "¡ Buenas,niños!" 11 ¡Qué sonrosados están ustedes por el frio!" 11 ¡Gracias,Serio:zha!"; le agradece el adulto al niño que le ha traido unapelota.

la actitud sol(cita hacia cada niño, contribuye a educar enellos la bondad, la simpatia y evita el surgimiento de conflictos:" ¿Dónde estó nuestra Oliochka? ¿Por qué no está? ¿No estaráenferma? 11 -pregunta la pedagoga. Y cuando ella, con cariñoy alegria recibe a la niñita, después de la enfermedad, los pe­queños se alegran también. Además, esta actuación estimula alos demás niños a manifestar preocupación por la niñita: "Valia,dale a Olio la ardillita, ya ustedes jugaron con ella y como01 io estaba enferma no ha podido jugar con este juguete." y losniños, con una sonrisa, miran a Olio.

los niños deben ser espectadores de la actitud bondadosa ygenerosa con que la educadora trata a los padres. "Siéntese,por favor, descanse 11 , le dice la pedagoga a la abuelita. "Sasha

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se vestirá solo y si es necesario yo misma lo ayudare"; " ¿Cómousted se siente?", pregunta la educadora a la mamá de Misha,que hace poco estuvo enferma.

El adulto se preocupa porque los niños no permanezcan indi­ferentes ante la desgracia del compañerito, los enseña a compa­decerse, a manifestar la disposición de ir en su ayuda. Alprincipio, los pequeños manifiestan su aflicción, a petición dela educadora, y lo hacen inconscientemente. Pero el trabajosistemático conduce a que los niños comiencen a comprendercómo se puede manifestar atención y cómo expresar agradeci­miento. Por ejemplo, los pequeños han salido de paseo. Cercade la puertecita del cfrculo infantil han visto a un niño llorando.Tanita y Nadik se dirigieron a él rápidamente, en lugar de diri­girse al área. la educadora les recuerda que es necesario irhaci a el área.

Tania: El niño llora.

Educadora: Es verdad, está llorando. Es necesario saber

qué le pasa.Todos se dirigieron al niño que lloraba.

Educadora: Niño, ¿ alguien te ha ofendido? No llores, aver, yo te secaré las lágrimas.

los nif'ios: No llores.

Kolia lo toma de la mano; Marina, compadecido, le mira alos ojos. En este momento aparece la mamá del niño.

Educadora: (di rigiéndose a ella). Nuestros ni ños vieron que elpequeño estaba llorando, se le acercaron, porque les dio lás­tima. Son muy buenos y corlñosos ,

Si la pedagoga no pasa por alto las manifestaciones de aten­ciones de los nif'ios, si les alaba y elogia estas acciones y lesexplica que eso es bueno, ellos desarrollarán y fortalecerán sen­timientos humanos.

El adulto trata de que los niños se e jerciten constantementeen una actitud respetuosa hacia los mayores y que observen lasreglas de conducta accesibles a ellos. la educadora sugiere al

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pequeño cómo él puede demostrar preocupación por sus allegados:"Cuando abuelita está descansando, no molestes y juega en si­lencio. 1I O bien: "Mamá, está fregando, ayúdala a colocar 109

cubiertos en el aparador, a colocar las servilletas en su lugar, eldelantal. 11

La educodorc encuentra muchos motivos para que los pequeñosse afanen en casa yen el cfreulo infantil por alegrar a los adul­tos: cantar una cancioncilla, decir una poeslo , narrar juegosinteresantes.

Al conversar con los padres, la pedagoga les recomienda queles pregunten Q los niños cuál de ellos se ganó hoy, en el cfrculoinfantil, la aprobación y por qué.

La pedagoga, a su vez, elogia a los pequeños por las pequeñosmanifestaciones de atención hacia las personas que los rodean."El papá de Yurin me contó -dice la educadora a dos niPlos-lo solfcito que es su hijo: él ayudó a su papá a buscar la llave.A su papá sólo, le hubiera sido dlffcll encontrarla y juntos lahallaron rápidamente. 11

La pedagoga aprueba gustosamente las manifestaciones de losnlños: IIA mi mamá le dolfo el dedito y mi abuelita y yo la ayu­damos a fregar las tazas 11 , II ma má y yo jugamos en silencio porquepapá estaba durmiendo, habfa trabajado mucho y estaba muyccnsodo ",

Para educar en los niños una actitud bondadosa y atenta haciasus coetáneos, la educadora pone ejemplos concretos, llama laatención constantemente hacia las acciones positivas, explicaqué y cómo se debe hacer para que todos se sientan bien: "No loempujes, sino pfdele que se haga a un lado para que pase tucamioncito. "

El adulto estimula al niño a que le preste ayuda a los compa­i'ieritos para educar en ellos la costumbre de preocuparse uno delotro: IIMuéstrale a Viera cómo se desviste la muñeco y se acuestaa dormir, porque ella no sobe", IINárrale a Vova cómo se juegacon las láminas recortadas y juntos les será más interesante. ti

A partir de la segunda mitad del año es necesario no limi-

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tarse a dar sencillamente la indicación: "Dele la pelota a Nina ll,

sino es mejor decirle: IIMira si todos los nlños tienen su pelota. 11

Este consejo estimula al niño a pensar en lo que debe hacer.

Al explicar la significación de las reglas elementales de cor­testa, la educadora convence a los pequei'los sobre la base de lapropia experiencia, acerca de que la buena conducta propor­ciona alegr(a a todos. IIMira lo contenta que se puso mamáporque le diste las gracias a Sveta por la ayuda 11, dice la edu­cadora.

As(, d(a a d(a, sin presionar ni sermonear, la educadora en­sei'la a los nlños , con ejemplos concretos, a ser buenos y bonda­dosos.

Al formarle a los niños buenos sentimientos y una actitudhumana hacia las personas que los rodean, la educadora trata queestos sentimientos se reviertan constantemente en la actividad,en acciones concretas, en las re lociones con los compai'leritos.

Para no dejor fuera del campo visual a ningún nii'lo, la edu­cadora contempla en su plan, observar en qué y cómo se mani­fiestan los elementos de la corteslo de Slava y Dima, cuáles sonlos logros alcanzados, elogiarlos porque saben pedir las cosascortésmente, sin necesidad de que I"CI educadora se lo recuerde,saben agradecer por la ayuda prestcda o saben ensei'lar a Zenia apreocuparse por sus coetáneos: a ser ccrlñoso con Sveta que esnueva, a darle los juguetes, a decirle palabras de saludos ypalabras de consuelo, a abrazarla.

La actitud emocional positiva hacia los demás nii'los, que seforma en el segundo oño de vida, es utilizada por la educadorapara ensei'lar las interrelaciones generosas a los pequeños.

Los hábitos de hacer cortésmente una petición a un coetáneo,de agradecer por un sEVvicio prestado, el hábito de ceder ellugar ante e I grupo, ceder e I toallero y otros, se pueden educarde una forma comparativamente fácil a los tres ai'los, si la peda­goga, desde los primeros d(as de estancia de los pequeños en elgrupo, les da a conocer determinadas reglas y los ensei'la a obser­varlas. Las indicaciones de la educadora, as( como las obser-

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vaciones conjuntas de las acciones positivas de otros nlños , losest(",ulos, etc., contribuyen al cumplimiento y a la fijación delas reglas necesarias de las interrelaciones.

La educadora piensa qué reglas deberá darle a conocer alnlño , en qué radica la especificidad para que las asimile todo elgrupo de niños, en su conjunto y cada niño por separado. Asi,la pedagoga se traza una tarea concreta: "Formor en Vasia lacapacidad de ceder, de luchar contra el ego(smo ll

, fi jar la regla:IIEs necesario ser capaz de ceder yeso es bueno. 11 La educadorano espera cómodamente a que se dé un caso diffcil para ense­ñarle al niño la necesidad de ceder. Conociendo los interesesde Vasia, e I carácter de sus ocupaciones en las horas matutinas,la pedagoga crea las condiciones que permitan e jercitar al niñoen el vencimiento del egoismo. Por ejemplo, Vasia, habiendoo(do el ruido de la máquina, se baja del columpio y corre haciala cerca para ver qué ocurre. El adulto sienta a Tania en el co­lumpio. V_asia regresa y ve que su puesto está ocupodo , 11 l Yyo?", Pregunta él. IITú, cédele el puesto a Tania, ella tambiénquiere mecerse 11 , respondió la educadora. Vasia enrojeció yestaba casi a punto de llorar; la educadora se apresuró a prevenirlas lágrimas de Vasia y le dio a sus sentimientos otra dirección:"Muy bien, le dijo ella al niño, le cedió su puesto a Tania y nollora. Asf es como debe ser. 11 Esto ayudó a Vasia a contenersey decir: IIQue ella se meza primero y yo lo haré después. 11

La educadora presta gran atención a la educación yola for­mación de la orientación hacia una finalidad, '1 a la estabi lidadde Ip conducta.

No se debe permitir que los niños se acostumbren a realizaracciones desordenadas, ya sea con uno u otro fin. Para evitaresto, la educadora trata de interesar al niño por una ocupación ojuego, juega con él y, de esta forma, dirige y reafirma su aten­ción hacia una sola cosa. Ella los motiva a realizar esfuerzospara alcanzar el fin trazado, elogia las tentativas acertadas y,en caso de necesidad, los ayuda, con la acción o con un consejo,a salir de una situación dlffcl] .

La iniciativa que el niño manifiesta en el juego, en la comu­nicación con los coetáneos, prudentemente se mantiene, se esti-

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mula. No obstante, la educadora debe estar preparada paraacudir a tiempo en su ayuda, si el niño no sabe en qué ocuparse,ni cómo recoger los juguetes. IIMira, qué portones ha construido.¿Quieres tú también construir un portón? 11, se dirigió el adulto

al pequeño que no sabe encontrar para sr una ocupación. Losniños de edad menor preescolar retroceden, con frecuencia,ante las dificultades y se desilusionan rápidamente de sus intentospor hacer algo. Los primeros tiempos hay que simplificar latarea que se le plantea al niño , La satisfacción del resultadoobtenido, el elogio del adulto por los intentos de realizar latarea por s( mismo, fortalecen la confianza del nlño en susfuerzas, lo estimulen a realizar, posteriormente, algo más difrciJ.

Por cuanto los niños no pueden organizar, con frecuencia, suactividad por sr solos, la educadora les sugiere dónde y cómopueden utilizar sus conocimientos y habilidades. "Muy bien,dice el adulto, aprendiste solo a colocar correctamente los cubos.Ahora, ayuda a los demás que no saben hacerlo, es decir, arecogerlos y ponerlos en la caja. 11 O bien, al relatarles elcuento Teremox, la educadora, sugiere: "Recuerden quién fueel primero que mir~ dentro del teremox I y vio al osito, cómohace cada uno, qué sucedió despues. Y cuando ustedes jueguen,pueden representar este interesante cuento. 11

Al principio del afio, la educadora sugiere a los niños en quépueden ocuparse, los ayuda a organizar su ocupación, el juego.Después, a partir de la segunda mitad del oño , la educadora,mediante pregullltas alusivas que les recuerdan a los niños lo quehicieron, los ayuda a seleccionar por s( solq.s una ocupación."Ol lochkc , ¿fuiste tú el que construiste el teremox? Allfpueden vivir los animalitos; yo te ayudaré a hacer la ventan ita ,como en el cuento 11, dice la pedagoga a la nlñlto que se dis­pOn(a a de jar la construcción iniciada. Estas palabras interesarona Olia. Y cuando vio en las manos de la educadora las figuritasde los animales, regresó a su anterior actividad.

Para educar la orientación hacia una finalidad, es importanteque lo que el niño hace, esté dentro de sus posibilidades. Por

1 Cabañita típica rosa de madera. (N. del T.)

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eso es que al mantener y elogiar el afán de los pequeños porencontrar para sf una ocupación, la educadora los ayuda a -con>

cretar la actividad para poder estar segura de que los niños lo­grarán realizar lo iniciado, con sus propias fuerzas.

Por ejemplo, Nastia ve que la auxiliar le hace la cama ydecide hacerlo ella misma. La niña no logró de ninguna formatender la sábana: en ocasiones, un ángulo arrastraba por elsue!o , luego era el otro, pero Nastia trctobc afanosamente dehacer la cama. La auxiliar le propuso: IIA ver Nastia, yotenderé la sábana y tú colocas le. almohada. 11 La niña se alegróy consintió. La niña colocó la almohada y alisó los pliegues.IIMuy bien, Ncstlo", la elogió la auxiliar.

Incluso, cuando el niño ha sido capaz de proporcionarse unaocupación, es necesario elogiar los esfuerzos, los intentos deconcluir lo iniciado, de vencer las dificultades. Se requiere unagran ccpocldod de observación para percatarse de cuál de losniños necesita ayuda, cuándo y qué tipo de ayuda. La pedagogale sonrfe a un niño, mueve afirmativamente la cabeza y estoresulte suficiente para alentarlo a continuar realizando los es­fuerzos. A otro pequeño, la educadora le presta una ayudapráctica, elogia su independencia. A un tercero lo ayuda abier­tamente: IIYo te ayudare ahora, es diffcil que una sola personalo haga. 11 El niño, contando con el apoyo que le brinda eladulto, comienza a actuar más confiado, activo y enérgico.

La vida cotidiana del clrculo infantil brinda muchas posibi­lidades para educar una actitud cuidadosa hacia todos los objetosque rodean al niño. La capacidad de ser cuidadoso con losobjetos de uso personal, se fomenta más rápidamente cuando lasropas, los zapatos, la toalla y otros objetos, se mantienen ore/e­nados en un determinado Jugar. Si la educadora mantiene arre­glado yen ore/en el estante de los materiales y la auxiliar elpantry y los lugares donde trabaja, están enseñando, al mismotiempo, a los niños, a ser ordenados.

La educadora le enseña a los niños a no ensuciarse la ropa,los zapatos, durante el juego y las actividades, a no pere/er losjuguetes, a no regarlos. Muestra a los niños la forma de recogery ordenar el estante, cómo colocar en la taqui lJa el abrigo,

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después del paseo, les recuerda que las manoplas y los pantaloneslargos hay que secarlos, pues la ropa hú,.,eda se echa a perder.

Cada pedagoga debe analizar las formas en que se guardan losjuguetes para que determinado orden sea el más evidente a losniños y contribuya concretamente a que asimilen la necesidaddel cumplimiento de las reglas. Por ejemplo, el material deconstrucción se coloca en una caja y cabrá en ella si todas lasformas se colocan correctamente.

De la misma forma, la educadora enseña a los niños a con­servar los jugue tes y en caso de que se rompan, trata de repa­rarlos inmediatamente.

De modo constante y paciente, la educadora enseña a losniños a observar las normas de conducta establecidas en el grupo(salón), en e I dormitorio, en el área del clrculo infantil, al re­lacionarse con los adultos y coetáneos. Para alcanzar resu Itodospositivos en la educación del deseo de cumplimentar las exi­gencias del adulto, de experimentar satisfacción cuando se tieneconciencia de sus posibi Iidades, es conveniente recurrir ale jemplo positivo yola valoración positiva. La pedagoga muestralos éxitos de los pequeños en el dominio de las normas de con­ducta y los motiva a proceder siempre asf. Es bueno que la edu­cadora compare, a veces, la conducta paciente del niño con laconducta anterior y su valoración con la valoración anterior" Porejemplo, dirigiéndose a todos los niños, la pedagoga, dice: IIHoypor la mañana Antosha no pasó por mi lado callado, me saludó.Antes tenra que indicárselo, ahora no es necesario, es digno deelogios. 11

La pedagoga valora positivamente la conducta de los nlñosque recuerdan cómo se debe proceder. IIA Maxim no tuve querecordarle que debfa recoger el papelito del caramelo, lo re­cogió y lo echó al cesto de la basura. 11 En ambos casos, lapedagoga valora positivamente la conducta del niño delante delos demás, porque es necesario que todos dominen este hábito.

La experiencia en la educación de los niños de edad menorpreescolar demuestra que, incluso, cuando ellos alteran lasreglas establecidas, es importante encontrar la forma de valora­ción positiva, pues hay que recordar que, con frecuencia, los

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pequeños alteran el orden inconscientemente, porque se lesolvida simplemente. El carácter humano y optimista de la valo­ración, contribuye a que los niños sientan alegria de vivir, leslevanta el ánimo, les estimula la buena disposición, el buenhumor, asf como una actitud generosa hacia las personas quelos educan.

Debe recordarse que siempre se valora una actuación concretadel niño. Además, incluso en esta etapa evolutiva temprana, esnecesario descubrirle al pequeño el sentido de la actuacióncorrecta: IIMisha actuó bien"; pero si decimos simplemente:11 Kostia es un niño malo ll

, este tipo de valoración no descubre larelación del proceder con la norma de conducta.

Al mismo tiempo que la educadora se preocupa por el de­sarrollo moral de los niños en la actividad cotidiana, actúa comoorganizadora de esta actividad por muy elemental que esta sea.Por eso, es necesario crear e I ambiente necesario para las mani­festaciones morales de los niños, percatarse a tiempo de susintereses e iniciativas y estimularlos, preocuparse porque cadaniño tenga un buen estado de ánimo. Al dirigir la independenciainfantil, la educadora tiene la posibilidad de ver, comprender ytomar en consideración, Ias diferencias individuales en el de­sarrollo moral de los niños, en la observancia de las reglas deconducta, por parte de ellos; buscar los procedimientos corres­pondíentes de influencia pedagógica, activar al niño, ayudarlo,a tiempo, a vencer las dificultades.

La educadora, a la vez que tiene en cuenta los intereses einclinaciones de los niños, concediéndoles el derecho de selec­cionar para sf la ocupación y los compañeritos más afines a él,influye activamente, como debe ser, sobre los pequeños. Sólo acondición de esto, ella alcanzará resultados positivos en la edu­cación moral de cada niño.

La educación moral en el juego

En la vida de los niños del primer grupo de edad menor,ocupan un lugar destacado los diversos juegos: juegos de rolescon argumentos, juegos de movimientos, juegos de construc-.'cron con arena yagua.

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Los niños de esta edad, en el juego con juguetes de argu­mentos, realizan acciones que imitan a las personas más allegadas-a mamá, a la educadora, a la abuelita. Asf, cuando el pe­queño juega con una muñeca, representa la alimentación delniño , el proceso de acostarlo a dormir. Si en el transcurso delafio se le dan nociones de una forma sistemática y dirigida acercade lo que hacen los adultos, si se les amplia el cúmulo de nuevasacciones, se puede conducir a los niños a los fuegos de roles conargumentos, donde representarán las relaciones entre las per­sonas. En esta etapa temprana de desarrollo del juego con argu­mentos, es importante enseñarles a los niños las acciones conjuguetes (fundamentalmente con la muñeca), y luego conducirlos,motivándolos a actuar correctamente, en correspondencia con loque han visto y conocer acerca de las relaciones de los adultoscon los niños, de los adultos entre si, y de su actitud ante eltrabajo. El contenido del juego posee una importancia extraor­dinaria en la educación moral de los pequeños, ya que los juegospositivos poseen posibilidades incalculables para e jercitarlos enlas relaciones positivas, en la adquisición de sentimientoshumanos y de las cualidades morales necesarias.

¿ Cómo dirige Ia pedagoga e I juego de los niños de dos a tresaños para desarrollar y enriquecer el argumento?

La educadora, ante todo, muestra las diversas acciones que serealizan con los juguetes de argumentos: muñecas, animales,carritos: cómo acunar a la muñeca-hija, cómo pasear con ella,cómo jugar, cómo prepararle la comida, dársela, etc. La ense­ñanza de estas y de otras acciones se realiza de forma natural,en el proceso del juego conjunto con el niño.

Es muy importante, sin embargo, no sólo familiarizar a losniños con las nuevas acciones, sino también educar una actitudpositiva hacia lo que hace el adulto, promover las vivenciasemocionales, el deseo de hacer algo semejante por sr mismos.Asi, a la vez que la pedagoga muestra las acciones que se puedenrealizar con la muñeca, trata de transmitir sus sentimientos, suactitud hacia ella. Al arrullar a la muñeca, le pasa dulce­mente la mano por la cabeza acariciándosela, le arregla consolicitud las piemecitas y muy bajito entona una canción decuna. El pequeño comienza, fácil y gustosamente, a imitar al

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odulto y este no se olvida de elogiar al niño: 11 i Qué buena esMáshenkal ¡Cómo tú quieres a tu hijita! Ya se durmió. ¡Cuidade no despertarla 111 De este modo, la pedagoga dirige y pro­pende, de un modo gradual e imperceptiblemente, para el nlño ,el surgimiento del juego, efectúa la dirección del desarrollo delcontenido del juego y la formación de los sentimientos morales.En los niños se va formando, paulatinamente, una actitud posi­tiva hacia lo que hacen (se preocupan por la muñeco , por laardillita, reparan los carritos), aparece el interes por los juegoscon determinado contenido. Aprenden a buscar los juguetescorrespondientes, manifiestan una independencia elemental en laselección de los juguetes, del argumento del juego y su realiza­ción. En gran medida, contribuyen a esto las nociones sobre lavida circundante, obtenidas durante las observaciones al escucharJos relotos , las narraciones, las poesfas, al ver los espectáculosdel teatro de tfteres.

Sin embargo, la experiencia demuestra que no todas las im­presiones promueven el juego, por eso, la educadora selecciona,además, juguetes y materiales para el juego. Las poñole tos ybanderitas de colores vivos recuerdan las fiestas y despiertan eldeseo de jugar.

Cuando la pedagoga observa a los nlños , se percata, en oca­siones de fenómenos no deseados. Sucede que en un juego cuyoargumento no es malo (por ejemplo 110 la mamá y la hija ll

) losniños se pelean y no son capaces de guiarse por las reglas deconducta establecidas. En algunos juegos, II10s poscjeros" seempujan unos a otros, y conversan groseramente entre sr. Encasos seme jantes, la educadora da e jemplos de actitud sol fcita,bondadosa y atenta hacia las demás personas. lilas mamás y lashijas., pasen, por favor, y monten en el ómnibus. En él haysitio paru todos. Zoia, siéntate aquf, yo me correré. ¿Estás.cómoda'f ¿Se sentaron todos ya? Bien, ahora nos vamos. Po-d • t d ." J 11emos Ir can an o una concton p01'tl alegrarnos.

Asf, la influencia sobre el contenido del juego, ya en-estaetapa temprana, coaslste en que unos juegos 10 educadora losalienta y desorrol lo }' otros los eHmina, despertando el interéshcc ia nue vas tremes,

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Conviene recordar que el juego en el nlño y la enseFlanza delas acciones lúdicras, deben basarse en el respeto al derecho quetiene el mismo a reflejar, en el juego, sus pequeños conoci­mientos y que puede hacerlo sin que el adulto muestre los suyos,y disponga lo que hay que enseFlarle, qué vivencias acompaFlanal juego infantil yen qué debe estimulársele. En correspon­dencia con la experiencia que el niño posee, la educadorapuede, durante todo el juego, dirigir indirectamente su conte­nido, enseFlarle a los pequeños las acciones necesarias, o bien,limitarse a una simple réplica, a una sola palabra de aprobaciónpara estimular las acciones correctas.

Para que el juego no languidezca ni cese, la educadora debesaber observar su desarrollo y, tomando en consideración laconducta de cada nlño , buscar los procedimientos que contri­buyan a seleccionar y organizar la actividad lúdicra.

Por supuesto, no se puede determinar, por anticipado, cómoy qué juego realizarán los niños, Pero la educadora puede ydebe pensar, sistemáticamente, en los procedimientos capaces deinfluir en el juego. A un niño se le debe interesar por el mate­rial de construcción porque él muy pocas veces construye; otronlño es muy t(mido y no se atreve a intervenir en el juego delcompaFlerito; un tercero, comienza un juego muy interesante,pero adolece de fal ta de orientación hacia un fin :t, rápidamente,pasa a otro juego.

Al principio del oño , la educadora trata, por todos los medios,de apoyar y alentar los juegos individuales de los niños, Coneste ob jetivo, crea condiciones tales que los pequeños se sientantranquilos y cómodos en los juegos que realizan, en diferenteslugares del salón, sin molestarse mutuamente. Al mismo tiempo,prevé los conflictos y trata de que cada niño domine las habili­dades lúdicras.

De las nociones y habilidades que posea el niño, de la expe­riencia emocional que acumule, dependerá su juego junto a loscoetáneos:.mientras más cosas conozca el niño y sea capaz dehacer, más interesante resultará el juego conjunto.

los nlños , desde muy temprano, comienzan a agruparse en eljuego de dos en dos, o de tres en tres, aunque no los UIW un

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contenido común. Estos son juegos que realizan uno al lado delotro. la pedagoga alienta estos juegos y trata de utilizarlos enla educación moral de los pequeños. El adulto elogia las ten­tativas del niño de no arrebatar, sino de pedirle al compañeritoun cubo, una carretillita; dirige la atención hacia una construc­ción bonita, despertando, de esta forma, 91 interés por el juegodel coetáneo y el deseo de unirse a él.

Esto crea las condiciones propicias para unir a los niños enpequeños grupos. La educadora estimula los intentos del niñode coordinar sus acciones con las acciones de su pare jo y hacetodo el esfuerzo necesario para organizar contactos sistemáticosy prolongados, entre los niños. Esto se hace, pau latinamente,a medida que se van adquiriendo nuevos conocimientos, a me­dida que aumenta la experiencia de las interrelaciones.

Los pequeños se reúnen, con frecuencia, alrededor de losjuguetes y materiales que atraen el interés de todos. Por eso estan importante que en el grupo haya juguetes tales, que les pro­porcionen a los niños la posibi Iidad de jugar juntos: una máquinagrande, un caballo, materiales de construcción grandes, etc.En la práctica del trabajo se utilizan, con frecuencia, talesprocedimientos.

Por ejemplo, la educadora dispone, en un extremo del salón,materiales de construcción y, conjuntamente cen los niños, co­mienza a construir una casa. Pero resulta que es necesario traermás cubos grandes que están sobre el piso, en el otro extremo delsalón. El adulto les propone a algunos niños ayuda para traerlos cubos en la máquina. los niños se incorporan al juego. Unosconstruyen una casa, otros transportan los cubos, unos tercerosayudan a amueblar la casa.

En otra ocasión, la educadora toma una pelota grande e invitaa los niños a jugar con ella. Al ver una pelota bonita, en manosdel adul to, los pequeños van hacia ella y juegan de buen grado,juntos. 11 i Qué bien lanzan la pelota Sveta, Yura y Mitia! ",anima la educadora a los pequeños. Ellos sonríen y comienzana jugar más activamente.

Sin embargo, esto no significa que resulta suficiente con in­troducir, en el grupo, un juguete para que los niños se unan por

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¡( • • • •

SI mismos y comiencen a lugar I amistosamente. El papel prin-cipal pertenece oqul a la educadora, quien le enseñará a losniños las interrelaciones positivas.

La educadora, ante todo, apoya y estimu la todas las conver­saciones que surgen entre los niños cuando se dirigen unos aotros, con alguna petición, cuando hablan sobre sus acciones y,en ocasiones, explican: "Mira, la máquina va por el puerite "¡

"Yo arropé bien a la niña. Voy a jugar con ella."

El juego une a los niños, en él nacen los afectos, pero nosaben coordinar sus acciones y movimientos con sus coetáneos.La tarea de Ia educadora consiste en explicarles y mostrarles a lospequeños, lo que debe hacer cada cual y cómo hacerlo paralograr la acción conjunta; pero esto se propone cuando no se re­quiere de los niños la coordinación de acciones comple jas:"sientense sobre la alfombra uno frente al otro y hagan rodar lape loto , asf" -dice la educadora y hace la demostración. O bien:"Tú, construye un caminito y comienza por este extremo y élcomenzará por el otro. Asf, podrán hacer juntos un caminitolargo. 11

La educadora, además, enseña a los niños a jugar juntoscuando ellos tienen que realizar diversas acciones lúdicras. Mos­traremos, en un ejemplo concreto, cómo la educadora logra unira los niños en un juego que posee un contenido común.

Educadora: (Llama la atención de los pequeños hacia la mu­ñeco Seriozha que duerme.) Niños, hemos acostado a dormira nuestro Seriozha, pero está profundamente dormido, ya eshora de que se levante. Despertémoslo con cuidado.

Niños: Vamos, vamos (Van juntos y con cuidado cargan lacunita con Seriozha.)

Educadora: ¡Levántate, Seriozha!

Ni ños: ¡Levántate Seriozha!

Luego ,Jo educadora dice que hay que vestir a Seriozha: a unniño le propone ponerle los panfalones, a otro, las sandalias.

Educadora: ¿Y ahora qué haremos?

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Vadik: Hay que bañarlo.

la educadora le propone a Vadik que bañe a Seriozha y Slavaexpresa su deseo de secarlo.

Educadora: Ya le lavaron a Seriozha la cara y las manos,ahora vamos a secárselas. lo que dijo Slava es correcto, hayque secar a Seriozha. Miren qué limpio ha quedado, se puedesentar a Ia mesa- ya y vamos a servi rle el té.

Un juego semejante permite no sólo unir a los niños, sinotambién educar, en ellos, sentimientos nobles hacia el muñeco yluego hacia los demás compañeritos.

la educación de las interrelaciones positivas debe realizarseen el curso del propio juego: alentar las acciones coordinadas,las manifestaciones de sentimientos humanos; llamar la atenciónde los niños hacia" la forma tan amistosa y alegre en que juegan,hacia lo cortésmente que conversan unos con otros, etcétera.

No obstante, sucede que, en e I juego, se descubren manifes­taciones negativas: los niños se arrebatan unos a otros los ju­guetes, destruyen las construcciones y, en ocasiones, inclusopelean. Para evitar que surja un conflicto, la educadora debesaber observar los juegos de los niños, dirigirlos y sugerirles,directamente, a los mismos, lo que deben hacer.

Por ejemplo, larisa, una niña call ada, ti ra de un caball ito porel salón. A ella se acerca corriendo Vitia y quiere quitarle elcaballito, pero ella no se lo da. Parece que está a punto deproducirse una riña. la educadora, con cierto reproche, miróal niño. Vitia ya sabe que no se debe ofender a los demás:"Sientote en el caballito que yo te voy a poseer" -le dice él alarisa y la ayuda a montarse en el caballito. La lleva por todala habitación. Pasados unos minutos, se les acerca Vania, unniño más persistente y menos organizado y que quiere coger elcaballito. Ahora sr se produce un conflicto entre Vania y Vitia.Interviene la educadora y le propone a Vania empujar, pordetrás, el caballito y a Vitia tirar de las riendas. A los niñosles gustó esta proposición y, los dos juntos, comenzaron a paseara larisa. Pero Vitia se cansó y le pide a la niña que lo monte a

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el. larisa, suavemente le cede el puesto, toma las riendas delcabaltito y junto con Vania, comienza a pasearlo por el salón.

la sugerencia de la pedagoga es necesaria en aquellos casosen que el juego de los niños no está unido por un argumentocomún, ni por un mismo juguete, pero, en cambio, las relacionesentre ellos deben ser correctas. Por ejemplo, un niño construyeun jardincillo y otro, al lado, hace rodar la maquinita desde unpuente. Al ver esto, la educadora dice: "El declive del puentehazlo hacia el otro extremo, asr tu máquina no destruirá laconstrucción de tu compañerito. De este modo, los dos podránjugar cómodamente. 11 Pero, en el caso de que haya surgidoalguna pelea, el adulto no sólo trata de distraer a uno de los queintervinieron en el conflicto, sino que indica lo que debió haberhecho el niño en lugar de pelearse, de arrebatar un juguete, dedestruir una construcción del compañerito, etc. "No está bienpelear, ofender a los cornpcñeros. Se debe jugar amistosamentecon todos, asf es más interesante 11 , dice el adulto. la educa­dora defiende firmemente los intereses del ofendido, si ve queeste juega bien. El adulto le dice al ofensor: "No le quites;el juguete, déjalo que juegue y, después, él mismo te prestará eljuguete." Si el niño que posee el juguete acciona con él sinmucho interés, la educadora le pide que le ceda su juguete alcompañerito: "Dáselo y juega con otro juguete. ~ la educadoramanifiesta en sus exigencias constancia, pero debe también pasara una actitud enérgica, si es necesario: "Si no se lo das, te loqui taré. 11

Es necesario expresar, con frecuencia la actitud positivahacia las buenas acciones de los niños, aprobar las pequeñas ma­nifestaciones de atención hacia los compañeros. Al hacer esto,es importante hacer la valoración de una forma emotiva, queconmueva los sentimientos de los niños: "Muy bien, Slava, ju­gaste un poquito con la maquinita y se la diste a Kolia. 11

Al organizar y dirigir la vida de los niños en la sociedad decoetáneos, la educadora se esfuerza por crear las condicionesnecesarias para garantizar el desarrollo moral completo de cadaniño y para esto es necesario conocer las manifestaciones indivi­duales de los niños en el juego. Si el niño es tfmido y cede las

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cosas, es necesario preocuparse por proporci onarle juguetes,libros, los roles preferidos, en los juegos de roles con argumentos.Si el niño trata de cogerlo todo para sf, hay que limitarlo, de­mandar de él mayores exigencias, señalarle el descuido en laconstrucción, persistir en que él comparta los juguetes, ceda losroles, etc. Es necesario velar porque la actividad de algunosniños no someta, no limite, la actividad de otros.

Si la educadora ve que algunos niños juegan constantementesolos, debe interesar a los otros compañeritos por el juego deestos y, asf los estimulará a la actividad conjunta.

"Ahora -dice el adulto a los niños- vamos todos a construirun ómnibus grande y, luego, viajaremos en él. lo construiránVova y Vitia, y también Olio y larisa ... " El adulto les proponea los niños traer otro banco para hacer un ómnibus grande. Losniños ayudan. Se han reunido muchos "pasajeros". la educadora,dice: "Construiremos un ómnibus grande, todos los pasajeros iránal trabajo de mamá y de papá." la educadora sienta, al ladosuyo, a los niños más tfmidos y menos activos. "Hemos llegado.Yo seré la mamá." y dirigiéndose a los niños y pasándolas lamano por la cabeza, a cada uno, dice : "Qué cariñosa es mihi jita Olenka, vino en ómnibus a buscar a mamá"; "qué buenoes Vitinka, vino a acompañar a mamá"; "qué bondadosa eslarisa, también vino a ver a mamá".

los pequeños comienzan a coordinar, en determinada medida,sus acciones en el juego, a dominar normas sencillas de conductaen la sociedad de coetáneos a los tres años, según vayan adqui­riendo nuevos conocimientos y aumentando su e xpe rie nc io derelaciones bajo la influencia de los consejos de la educadora.Pero, la capacidad de conocerse a sf mismo y de organizar suactividad lúd icra, de encontrar un lugar entre los coetáneos seinicia, ahora, en los pequeños. Por eso, la educadora del primergrupo de edad menor, se ve precisada a tomar parte acti va ydirecta en la vida de los niños, a sugerirles en qué pueden ocu­parse, en cómo compartir los juguetes. Sin embargo, serfa in­correcto apresurarse a inmiscuirse dire ctomente y, desde elprincipio, reglamentar toda la actividad de los niños tal como sehace en las actividades programadas.

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Los juegos da construcción comienzan a introducirse en lavida de los niños a los tres años. Los niños pequeños gustan decolocar las cosas, de hacer algo determinado. Este deseo se hacemayor porque al lado de ellos, otros niños también construyen,crean.

Si el niño construye por sí solo, hay que estimularlo, pre­guntarle qué construye, buscarle una seme janza con el objetoque representa. Estos procedim ientos contribuyen a activar alpequeño, a fortalecer su confianza an sus propias fuerzas, aeducar la orientación hacia un fin, la perseverancia y laindependencia.

La educadora, además, estimula los juegos de los niños pe­queños que estos realizan uno al lado del otro, recalca que nose deben molestar unos a otros cucndo construyen, los elogiaporque no se han peleado, por haber cedido el lugar. Además,la pedagoga muestra y explica a los niños, las formas de cons»truir con cubos y ladrillos cosas sencillas, de levantar unapuerta, de hacer un jardín, una casa.

La educadora los enseña a construir de dos en dos, o de tresen tres, durante Ias actividades programadas y durante Ias horasde juego. Al hacer una construcción, la educadora relata loque ella quiere hacer: "Construiremos ahora un jardín. Ustedesme van a ayudar. Valía, dame un ladrillito, y tú Vova colocatu ladrillito aquí. Correcto, así mismo. Ahora las matrioshkas

l • do' 11van a pasear por e lar In.

La educadora puede unir a los niños en un juego de construc­ción con una trama única, por ejemplo, mostrar cómo construiruna habitación para la muñecas. Se pueden construir tambiéndos habitaciones y, luego, jugar con las mismas para después,proponer que las muñecas se visiten mutuamente. Se les puedeaconsejar a los pequeños hacer un caminito con planchas de co­lores y, luego, organizar el tránsito de las máquinas llevando aIas muñecas a la "Fiesto" .

La edificación conjunta de las construcciones, así como lautilización de las mismas en los juegos, le proporcionan a losniños no sólo alegría, sino que además crean las condiciones

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propiCIas para que los niños se ejerciten en las manifestacionesde sentimientos bondadosos, de interrelaciones positivas.

Es muy importante organizar correctamente, la recogida delos materiales de construcción, después del juego. La educadorahace la demostración de cómo esto debe hacerse, vela porquetodos los niños que han tomado parte en' el juego, coloquencuidadosamente las piezas en la caja (en el estante), se ayudenmutuamente. Después de finalizada esto labor, ella debe elogiara los niños, resaltar lo amistosamente que trabajaron y lo bienque lo hicieron y que no dejaron un solo cubo regado en el suelo(o sobre Ia mesa) .

los niños del tercer año de vide pueden participar en losjuegos dramatizados aunque su participación se limita a larealización de dos o tres cccionec que, de forma indirecta, su­giere el texto. El carácter común de las vivencias estéticas,une a los niños en estos juegos.

En el primer grupo de edad menor se pueden organizar losjuegos dramatizados sobre los cuentos popu lares rusos: ElEl lobo y las siete cabritas, El nabo, La gallinita dorada; eljuego sobre la poesía de Marshak, Los guantecitos. .

Para que pueda surgir e I juego, es imprescindible que losniños se sepan la poesía, que conozcan qué personaje actúa,detrás de cada cual, qué debe decir cada uno, qué debe hacer.Con este objetivo, la educadora lee la poesía varias veces, se­lecciona los juguetes correspondientes , los atributos. Entonces,se despierta en los niños e I c'eseo de jugar, de actuar en corres­pondencia con la conducta de los personajes.

Los primeros juegos dramatizados son muy e lementales: losniños, ~ólo de un modo concencional, pueden representar lasacciones de los personajes, pronunciar algunas palabras, sonidos.Por ejemplo, al dramatizar la poesía La casita del gatico, losniños, en correspondencia con el texto, representan al gato, ala gallinita, al perrito, al caballito¡ etcétera.

Los juegos drornofizocos crean posibi lidades reales paraunir a los niños, para formar cualidades morales sentimientoshumanos. Al atraer a los niños a participar en el juego¡ la pe­dagoga toma en consideración la conducta de cada uno, en la

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sociedad de coetáneos (la capacidad de ceder ante un compañe­rito, de manifestar actividad o de contenerse, etc.) y, encorrespondencia con esto, distribuye los roles.

No es recomendable que la educadora interrumpa el desarrollodel juego con objeciones, explicaciones prolongadas, etc. Esmuy importante la reacción emocional del adul to: la sonrisa, lamirada aprobatoria, el gesto afirmativo con la cabeza, le indicaa los niños que ellos actúan correctamente.

La valoración, al concluir e I juego, permite mostrar los logrosde cada uno, resaltar las manifestaciones morales concretas:apagó val ientemente un fuego; pe ló cuidadosamente el nabo; sealegró junto con los demás.

La influencia sobre los sentimientos de los niños, es una par­ticu laridad de los juegos dramatizados. Es por eso, que estosjuegos deben utilizarse para educar en los niños la alegrfa devivir y un estado de ánimo positivo.

Los juegos de movimientos son también importantes para laeducación moral de los niños pe queños., Esto está condicionadoporque las acciones de los niños, en estos juegos, están estipu­ladas por las reglas. El cumplimiento de las mismas, coloca alos niños ante condiciones tales en las que ellos tienen quecontenerse, vencer la timidez, el miedo, manifestar hábitos decomunicación (no empujarse, no contradecir al gufa, etcétera).

A los dos años, ya los pequeños acumulan cierta experienciade participación en los juegos de movimientos, pero las mani­festaciones morales de los niños no son iguales. Asf vemos cómounos actúan con energfa, otros le temen a todo, unos tercerosno tienen seguridad en sf mismos y, algunos, por el contrario,tratan de ser los Ifderes.

El tomar en consideración esta experiencia moral de los edu­

candos, le permite al pedagogo organizar de tal forma el juegode movim iento, que cada uno pueda e jercitar las acciones na­

cesori as.

Ante todo, es muy importante que el adulto participe, acti­vamerte, en el juego general Con los pequeños. Esto le da la

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posibi Iidad, a Ia educadora, de poder mostrarles y expl icaries,en el proceso del juegos, unas u otras reglas y, además, guiarlas acciones de los niños, evitar el surgimiento de manifesta­ciones negativas.

la palabra cariñosa, alentadora, de la pedagoga expresadaal niño durante el juego, ejerce una influencia favorable sobreél. Asf, en el juego "EI gato y los ratones 11 , Sasha, Fedia yNikita no se decidieron, incluso, a acercarse al "gato". laeducadora, ayudando a los niños a vencer el miedo, los tomó dela~ manos, se acercó con ellos al lugar donde estaba el "gato"y, dijo: 11 (Qué valientes son mis ratoncitos, no le temen algato. 11

la conducta personal de la educadora, en el juego, motivaa los niños a imitarle. Cada uno de ellos quiere escapar, atiempo, para no ser atrapado, acercarse mucho al gato cazadory no tropezar con su pare jo. Además, el adu Ito atrae laatención de los niños hacia las manifestaciones positivas quedescubrió, alguno de ellos, durante el juego.

Por ejemplo, en el juego "EI gorrioncillo y el automóvil 11 , esimportante que los niños no se molesten unos a otros al correr.la educadora, dice: 11 ¡Cuánto lugar hay aquf para los gorrion­cilios. Pueden volar por tados partes! Olio y Zhenio venfanvolando uno al encuentro de I otro, pero no chocaron porqueOlio se apartó del camino y dejó pasar a Zhenia. i Muy bienhecho, Olio! Todos deben actuar osl ;" los niños obedecen yse afanan por imitar el ejemplo positivo de los compañeritos.11 Nosotros tampoco chocamos" -resuenan algunas voces.

Al concluir el juego, la educadora valora, indispensable­mente, las acciones de los niños. Trata de resaltar los momentospositivos de la conducta, de las interrelaciones de los mismoscon sus coetáneos. Esta valoración le da posibilidades a losniños de percatarse de sus logros (salió corriendo solo después dedada la señal, caminó de una forma bonita y correcta, saltóalegre y fácilmente), fortalece el interés de ellos por el juegode movimiento, despierta el deseo de cumplir las reglas yprohibiciones.

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Los juegos de movimientos permiten unir a los niños. La co­munidad de vivencias agradables, el cumplimiento coordinadode acciones iguales, la satisfacción por los éxitos de los compa­ñeritos, porque todos sean rápidos y ligeros, los sentimientos desimpatfas, despertados hacia un compañerito, son los momentosfavorables que debe utilizar la pedagoga, al organizar los juegosconjuntos.

Los juegos didácticos ocupan un lugar destacado, en el t.bajo con los pequeños de dos a tres años. No sólo condicionanel desarrollo sensorial de los niños, el desarrollo de su lenguaje,la ornpl lccion de su horizonte, sino que tombien contribuyen aeducar la orientación hacia un fin, la independencia, el sentidode la disciplina, los buenos sentimientos hacia las parejas dejuego, el afán por prestar una ayuda elemental. Esto se logra,a medida que los niños dominan las acciones correspondientescon el juguete didáctico, que asimilan las reglas y la tareadidáctica.

Por cuanto lo único que dominan los niños son las accioneslúdicras, la educadora les indica lo que deben hacer y cómo, yalientan los pequeños intentos de realizar la tarea planteada porsf solos.

Las aprobaciones de los esfuerzos que realizan los nlños , sonnecesarias para mantener el interés de los mismos por el juego,interés que, a su vez, es el que impele a los pequeños a llevar,a vfas de término, una tarea iniciada, a hocer el esfuerzo nece­sario, a vencer las dificultades.

Las observaciones demuestran que tanto el juguete didác­tico como los juegos didácticos ("Láminas a los peque ños " ,"Q. .. "" "P . d 1" " rc .) d t'UI-qul-n-qul, are las e ominas, e c. pue en ser u 1-

lizados para unir a los pequeños, Por ejemplo, la educadorapuede darle, a dos niños, la tarea de armar una pirámide, ense­ñándoles a realizar la actividad conjunta.

Con su ejemplo, el adulto muestra cómo ayudar a un compa­ñerito, alegrarse junto con él por el éxito conjunto y explicaque todos los niños deben ser atentos unos con otros y lograrcumplir las tareas que ante ellos se plantean.

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La educadora, por ejemplo, juega con los niños a las "pare josde láminas". Larisa las reparte. EIla primero mira lo que está re­presentado en la lamina y lo compara con lo que tiene y 01 verque no tiene un objeto seme [onre , hace a un lado la lámina,olvidando nombrarla. La educadora, dice: "Muéstrales a losdemás la lámina y di qué es. Los niños la verán y buscarán,entre las suyas, una seme [ente "Larisa muestro la lámina a losjugadores y pregunta: "¿Quién tiene una banderita?" -y se laextiende a Sona: IITómala." La educadora, de nuevo, precisa:IIMuy bien, se lo sugeriste a Sono , aunque no debes apresurarte,deja que primero ellos busquen por sí -nismos, una lámina igual,entre las que tie ne n.:" El juego continúa y si Larisa se olvide delas reglas establecidas, la pedagoga y los niños se las recuerdan.

Al terminar e I juego, el adu Ite. rv:' s"! »lvldo de señclor que eljuego, en conjunto, ha resultado lnteresonre , qt~ todos losniños, por sí solos, han aprendido a encontrar! lámina pareja;nadie se fue antes de que termi nara e I juego ,de esta forma,no lo interfirió.

Respecto a los juegos-actividades programados (IIBrindérnosle,l osi ' " " ' J ' I I I - 11 liAd"a OSI to, te r llagamos e, a cama, a a muneca, rvrnc ,

lo que hay en e I saquito", y otros), la educadora enseño <1 tosniños a realizar las acciones correspondientes. Cuando los pe­queños dominan, activamente, estos acciones, comienzan amanifestar una gran actividad e independencia, presencia deespíritu y su actividad se torna más diversa, más rica en conte­nido; al mismo tiempo, se vuelven más cuidadosos con losjuguetes.

Los juegos con arene y con agua, despiertan gran interés enesta edad. Al echar al agua una lanchita, un pecesito, al bañara la muñeca, los animalitos, los niños, se comunican unos conotros, se intercambian los juguetes, se piden ayuda para alcanzaruno u otro juguete que se ha ido nadando hacia el otro extremode la palangana o de lo piscina, en resumen, proyectan unjuego común con un juguete. Los niños aprenden, además, o nosalpicarse con agua yana derramarla en el sue lo, o no ensu­ciarse la ropo con arena, a recoger los juguetes y colocarlos ensu lugar.

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De este modo, los juegos con agua y con arena permiten re­solver diversas tareas educativas. Por eso, es bueno que la edu­cadora, en tales juegos, desarrolle la habilidad de jugar unojunto al otro, de uti lizar los juguetes comunes, no echarle arenaal vecino, recoger en la cesta fas moldes, a no de jarlos en laarena. La educadora alaba a losnii'ios si hacen esto de una formaindependiente, si son ciudcxlosos con la construcción de los eem­pañeritos y pone de ejemplo, a aquel nlño cuya conducta es, eneste sentido, positiva.

La pedagoga trata de que 10$ iuegos con arena y con aguasean interesantes y ricos en contenido. Con este objetivo, ellamuestra a los niños las construcciones que pueden realizar ycómo hacerlas, cómo jugar con ellas, propone juguetes co';'ple­mentarios, presta la ayuda necesaria, aunque se preocupa, espe­cia lmente, por crear re lociones correctas entre los jugadores.

Es necesario que cada niño, durante el juego, tenga buenadisposición de ánimo, y que todos los niños participen activa­mente en él. Al mismo tiempo, no debe permitirse el sometimientode unos niños a otros, ni la autoseguridad desmedida de algunos.Esto, en grCIO medida, se logra cuando el pedagogo ayuda, a losprimeros, a manifestarse a sr mismos y demanda de los segundos,grandes exigencias, es decir, exigencias mayores.

En ocasiones, es útfl unir, en e I juego, a los niños del grupode edad menor ya los del grupo de edad mayor. Tales juegos,en los drculos infantiles, de pocos grupos evolutivos, es unfenómeno habitual. La experiencia ha demostrado que son igual­mente útiles, tanto para los niños de edad mayor, como para losde edad menor: los pequeños copian de los compañeritos mayoresmuchas cosas, aprenden con ellos, luego, repiten estos juegosindependientemente. La educadora debe estimular los juegoscon juntos y velar porque los pequeños sean activos en ellos, almismo tiempo que apoya la autoridad de los mayores.

De este modo, en el proceso de los diversos juegos, la educa­dora se preocupa por desarrollar el contenido, porque los niñosdominen, a tiempo, las habi lidades lúdicras, porque asimilen lasreglas de conducta y de relaciones entre si. Todo esto permiteque el adulto resuelva las tareas de la educación moral de los

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pequeños, previstas en el "Programa de educación en el cfrculoi nfanti 1"•

La educación moral en las actividades programadas

El "Programa de educación en el círculo infantil ll, contempla

determinado cúmulo de conocimientos, habilidades, nocionesque, de una forma más exitosa, son asimi lados en las actividadesprogramadas, por ejemplo, la capacidad de responder a las pre­guntas, en presencia de otros niños, repetir algunas de e llos ;de adquirir informaciones elementales sobre los fenómenos yobjetos circundantes, de dominar los hábitos de modelar, del di­bujo, del canto. la educación, en los niños de diversas cuali­dades morales, de sentimientos humanos y la fi jación de I interéspor la vida social, constituyen unas de las tareas más importantesque la pedagoga realiza, en las' actividades programadas.

la educadora se preocupa, constantemente, por e I desarrollomoral de los pequeños: cuando los enseña a mode lar, a dibu jar,cuando realiza un juego didáctico, una actividad programada demúsica, etcétera.

El contenido y la metodología de las actividades programadas,con los ni ños de edad preescolar menor, son muy pecu liares;muchas de e lIas se rea lizan en forma de juegos (juegos-activi­dades programados) que contribuyen a una me jor y más fáci Iasimilación de los conocimientos. En los primeros dfas, la edu­cadora realiza las actividades programadas con dos subgrupos,de modo alterno. Esta organización le permite ver mejor a cadaniño, comunicarse con él, prestarle la atención necesaria, ga­rantizar su actividad. Estas actividades programadas le permitenal pequeño, acostumbrarse, poco a poco, a la actividad conjuntacon otros niños, a adquirir la capacidad de saber esperar a queel adulto se dirija directamente a él. Se puede unir a todos losniños, aproximadamente, a mediados de año, por ejemplo, almostrar el teatro de juguetes, en las actividades programadas demúsica. Estas actividades programadas son particularmente va­liosas, ya que educan la capacidad de realizar las mismas enconjunto, de alegrarse no sólo de los propios éxitos, sino tambiénde I de los coe táneos.

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Las actividades programadas con los pequeños, requieren unapreparación especial: es necesario pensar cómo incorporar a losniños a e Itas, cómo organizarlas, qué tareas educativas se resol­verán en cada una de ellas, qué papel desempeñará el contenidode la actividad programada, qué métodos contribuyen a que selogre el objetivo trazado.

Al realizar las primeras actividades programadas, la educadorapuede confrontar toda una serie de dificultades. Una de ellaspuede ser que el niño no desee escuchar el cuento o pintar, ene I horario estipu lado para eso. La educadora no lo fuerza, esme jor que el niño, inicialmente, vea cómo los demás realizanlas actividades, pero, pau latinamente, va incorporando a todoslos niños a las mismas. Para esto, es muy útil tener preparados,con antelación, a algunos niños: darles alguna encomienda,re lacionada con la actividad programada inminente, por ejemplo,ayudar a colocar las sillitas, en clrculo; traer del closet losjuguetes necesarios para la acti vidad.

Citemos un e jemplo concreto: la vfspera, la educadora lenarró a los niños, un cuento. Antón no lo escuchó: inmediata­mente, después de I desayuno, se distrajo con una máquina y noquiso dejarla. Al otro d(a, cuando el niño terminó de comer yse levantó de la mesa, la pedagoga lo llamó y le di jo: "Ahorovamos a realizar un juego interesante. Antosha, ayúdame asostener este saquito. En él hay algunas cosas. 11 El niño tratade saber: 11 ¿Qué hay en él?1I -IIAhora lo sabrás. Sientáte enuna sillita, junto a los demás niños, y comencemos el juego ll

-responde la pedagoga. Esta vez no hubo necesidad de con­vencer a Antón y, durante la actividad programada, casi no sedistrajo.

Es importante interesar a los pequeños y, también, organizarde tal forma la actividbd programada, que esto coadyuve a lasolución de las tareas trazadas.

Estas tareas se realizan por diversas vfas y métodos. Antetodo, como señalamos anteriormente, la educadora uti liza los[ueqos-cctlv idades programados.

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En el propio contenido de estos juegos, están implfcitas lasposibilidades de formar re lociones positivas, sentimientos bonda­dosos, los hábitos de una conducta correcta. V la educadora,utilizando los personajes de estos juegos, enseña a los niñoscómo hay que manifestar preocupación por losmós pequeños, cómoser corteses, cómo prestar ayuda, mantener los juguetes en orden,sus cosas }¡ los objetos de uso común.

Por eso, al realizar los juegos-actividades programados:"Acosternos a dormir a Máshenka", IIMáshenka se despertó 11 ,

"Brindémosle a la muneca de Masha, té" y otros, la pedagogadebe resolver no sólo las tareas didácticas, sino también las edu­cativas, debe enseñarles a los niños, acciones tales, que des­pierten en ellos el deseo de imitar las manifestaciones de buenossentimientos y relaciones. Asf, en el juego-actividad progra­mado con la muñeco , "Despertemos a la muñeco Masha ll

, laeducadora despierta en los niños la ternura, la solicitud, la

.'preocu pec Ion.

Al dirigirse a los nii'ios, la educadora dice: "Se debe des­pertar a la muñeca dulce y cariñosamente, como Jo hace mamá.Oigan cómo yo lo hago: IIDespiértate mi chiquitica. V, ahora,despiértenla ustedes. 11 Cuando los nlños pronuncian palabrasdulces, experimentan un sentimiento de dulzura heele su "hijita".Al ocestor a la muñeco en la cunita, la pedagoga les recuerda alos niños que ellos, siempre, antes de dormir, le desean al adultoque pase buenas noches. V la muñeco , dice: "Buenas noches,mamá. 11 Además, en este juego, la pedagoga muestra cómo antesde acostarse se desviste y se lava a la muñeca, cómo y dónde sedobla y se coloca la ropa de la muñeco , cómo se prepara lacama. 11Nosotros la ayudaremos -propone la pedagoga- Zinochka,ve y ayÚdala a quitarse el vestido." Con frecuencia, todos losniños quieren ayudar a la educadora.

En e I juego-actividad progrQmado, IIMáshenka se resfrió,hay que curcrla", la manifestación de preocupación se profun­diza. Los nii'los, desernpeñondo los roles de mamá, la hermanao e I hermano, llaman al médico para que atienda al enfermo,luego, se dirigen a la farmacia y solicitan la medicina; porúltimo, se alegran de que Máshenka se haya restablecido.

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Al realizar los juegos-actividades programados con muñecos ,la educadora debe recordar que la euestión no radica en enseñara los niños a pronunciar palabras bondadosas, sino en despertaren ellos buenos sentimientos que al inicio manifiestan con ayudade fa educadora y, después, por sr solos.

Es bueno que las observaciones de determinados fenómenos dela vida, precedan a los juegos-actividades proqrcmodos , Ele jemplo que e l pedagogo da de solicitud, de bondad, hacia laspersonas que lo rodean, en condiciones reales, permite des­pertar acciones imitativas que poseen un sentido moral, una ten­dencia moral. La fijación de estas acciones, asf como elenriquecimiento de las mismas, transcurre en las actividadesprogramad as.

AI;YJr.:'.'s actividades programadas con los pequei'los del primergrupo de edad menor, las realiza la pedagoga en forma de esce­nificaciones. Ellas también contribuyen a resolver diversastareas morales. Por ejemplo, la escenificación-actividad pro­gramada: "Cómo IIJ remita construyó un pozo" (del libro deN. Pavlova: A ~9?r), permite e [ere itar a los niños en lacertesfe ,

los ninos, con gran interés, escuchan la lectura, ecempeñedede las acciones del adulto y de los coetáneos; luego, respondena preguntas de cómo el pajarito, el chivito y el cerdito, le pi­dieron agua a la ranita. Ellos comienzan a comprender por quéla ronita no le dio agua al cerdito: "Perqoe no di jo por favor;n6 Id pIdió correctamente, cortésmente."

ParGI las Clctividades-escenificaciones programadas, puedenutiltzorse las .Iáminas y el texto de los Ubros de: A. L. Bartó:Ju,%ete., Mó.h4tnka, Coballi.!2,; de K. l. Chukovski: El pollito;de .1. Af.kiGñdni)va: Mi ratoncito, Katio en el cfrculoin­fo"tU; .e E. Vu. ShaDad: Escoferita¡ de S. J.Marshak: El bigo-~

fudo de rayas.

Los cuentos populares, las canciones, las rimas, cuyas imá­genes influyen emocionalmente sobre los nlños , contribuyen ala educación de los buenos sentimientos, a la asimilación de lasnormas morales de conducta, de las interre lociones con las per­sonas que los rodean.

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Por ejemplo, la canción sobre el gatico bondadoso y solfcito:

Fue el gatico a la tiendecilla,

y compró una empanadilla,

Fue el gatico a la tiendecita,

Y .. •compro una acemita.

¿Solito me la comeré?

¿ O a Borionka Ilevaré?

Me comeré un pedacito,

ya Borionka llevaré un trocito.

Después de leer la cancioncilla con una entonación dulce,la pedagoga resalta que el gatico no era un egofsta, que fue almercado a comprar una empanadi lIa y no se la comió solo, sinoque la compartió con Borionka. Los niños asimilan fácilmente queel gatico es bueno y bondadoso.

Las rimas "Agüita-agüita", "Palmita, palmita, abuelitahorneó buñuelitos", estimulan la actividad de los niños, lasbue nas acciones (ser buenos, querer a los allegados).

Al leerles a los niños cuentos populares, la educadora sepreocupa porque al escuchar el cuento, por ejemplo, del Nabo,los niños comprendan no sólo el contenido, sino que tambiénexperimenten satisfacción porque el nabo haya crecido grande,supergrande; y porque todos juntos: el abuelo, la abuelita, lala nietecita, el perro, el gato y el pequeño ratoncito, pudieronsacarlo.

En la actividad programada de narración del cuento La galli­nita dorada, la educadora llama la atención de los niños con lapromesa de la gallinita de poner un huevo, pero no de oro, sinoun huevo corriente; trata de que los niños comprendan que lagallinita era muy buena y,cómo trataba de tranquilizar a la abue­lita y al abuelito.

Cuando la pedagoga utiliza los cuentos, el contenido de lascanciones, de las rimas, para educar en los niños buenos senti-

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mientos, ella, al mismo tiempo, enseña a los niños a estar atentosen las actividades programadas, a no molestarse unos a otros, ano distraerse ya no interrumpir la lectura o la narración deladulto. Esto se logra a través de la valoración emocional queemplea el adulto al finalizar la actividad programada. " i Oh,qué niños tan buenos tengo! -dice el adulto. Han escuchadocon tanta atención el cuento, que todos lo recordaron. Misha,Kostia y Maxim, escucharon muy bien todo lo que yo di je, quésatisfechos están todos. Veo que a todos les ha gustado elcue nto! 11

Se recomienda leerles y narrarles a los niños del tercer año devida, pequeños relatos y poesfas de los clásicos escritores rusosy soviéticos. Asf, la poesfa de A. Bartó: La ardillita, despiertaen los niños un sentimiento de congoja por la ardillita abando­nada sobre el banco, bajo la lluvia; la poesfa sobre El caballito(A. Bartó) ellos la escuchan con una sonrisa de aprobación.Después de la lectura del libro Máshenka almuerza, deS. Kaputikian, la educadora señala lo preocupada y solfcita quees Masha, lo tiernamente que conversa con sus juguetes: con elperrito, el gatico, la gallinita, etc. la imagen de la niña,gana las simpatfas de los pequei'ios y despierta, en ellos, el deseode imitarla.

Al examinar las láminas "Lo gata y los gaticos", "EI galloy la gallina" (de la serie los animales domésticos del autorS. Veretennikova), "A la Fiesta" (serie de I~minas El cfrculoinfanti 1), la educadora resalta y estimula la curiosidad infanti 1,llama la atención de los niños hacia lo que dicen sus compañe­ritos.

El pedagogo dirige la atención fundamental a la educaciónde una actitud correcta hacia lo representado, al estimular alos niños a percibir el contenido de las láminas. Con sus ré­plicas, la corrección de las respuestas de los niños, con el tonode la voz y la expresión del rostro, la educadora trata de crearuno u otro estado de ánimo, de despertar los sentimientos ne­cesarios.

En el primer grupo de pdQd.menor, ocupan un lugar destacadolas actividades programadas de dibujo y modelado .. Ya, desde

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esta etapa temprana, es necesario enseñar a los niños a trans­mitir su actitud hacia la vida circundante. Por eso, es necesarioseleccionar un contenido que despierte una actitud positiva.

En la actividad programada de modelado, la educadora setraza como fin, no simplemente la tarea de enseñar a los niñosa hacer mode lados, a hacer rodar columnas sino, también, apreparar algo para brindar a las muñecas, a los animalitos (aquílas muñecas deben estar sentadas a la mesa).

La educadora debe recordar que, independientemente de loque mode len los ni ños, se le debe prestar la atención necesariaa los resultados de sus esfuerzos. Ella estimula al niño, colocasu trabajo junto con e I de los demás. Esta atención del adulto,alegra al pequefto; y cuando al grupo llega una persona ajeno,los niños le cuentan lo que han modelado, le muestran cómo lesquedó. No se debe nunca, en presencia de los niños, destruirfiguras modeladas y dibujos malos: esto desilusiona al niño., loofende¡ más aún, puede perder el interes por el dibujo, por elmodelado y el respeto al adulto.

Una valoración correcta y a tiempo de los trabajos infantiles,lleva implícita una gran significación educativa. Un pedagogode experiencia, siempre encontrará ocasión para señalar que losniños dibu jaron muchos globos de vivos colores; cómo durante lafiesta e 1I0s se esforzaron por hacerlo lo me jor posible y, por eso,gustaron' a todos.

Durante las actividades programadas, la pedagoga educa,además, en cada niño, la capacidad de participar activamenteen el trabajo conjunto; lo enseña a tener una conducto más se­gura y audaz, en la sociedad de coetáneos; a decir una poesíasin apenarse, delante de los compañeritos; a cantar una canción;a mostrar sus movimientos.

Ya, desde la etapa preescolar menor, la pedagoga educa, enlos niños, el amor a la patria. Esto se expresa en el interés 9Qriodo cque llo que los rodea, en-los buenos sentimientos hacia laspersonas con las cuales tratan. Por eso, el adu Ito comienza aeducor el amor por lapatria en los niños pequeñcs junto a la edu­cuc:Jn del sentimiento de cariño, de amor por la familia, por la

.ccdor .• por la auxiliar En hechos concretos, sencl llos ,

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la educadora ayuda al niño a sentir el pape I social que desem­peñan las personas allegadas a él r la preocupación que losedultos manifiestan por él.

Para lneu lcer e l amor por la pedagoga, por la auxiliar, laeducodorc organiza observaciones especiales, llamando la aten­ción de los pequeños hacia lo que hace la auxiliar (friega laslozas, limpia las ventanas, el piso; pone en orden el salón, elbai'lo, el vestidor¡ ayuda a los niños a desvestirse), la pedagogajuega con los niños, narra cuentos interesantes, lava la ropade las muñecos y la plancha, cuida de los peces, del pajarito, delas plantas del salón y del área. El adulto puede arreglar, enpresencia de los pequeños, los juguetes manuales, pegar loslibros que se han deteriorado, limpiar la pecera. Es necesariotratar de promover la conversación de los nlñcs sobre lo que hanvisto. Es importante organizar esto, no en forma de charla, sinodarle la posibilidad al niño, de decir libremente lo que recuerda,roque más le ha gustado. la ,educadora debe escuchar cadapalabra dicha, prestar atención al pequeño y reaccionar emoti­vamente ante su conversación. Cuando esto ocurre, el niñosiente más satisfacción, siente alegrra.

Al organizar observaciones semejantes, la pedagoga aprovechatodos los momentos que le permitan al nil'lo participar, de unaforma elemental, en el trabajo del adulto: retirar de la mesalos cubiertos, colocar los sillas a la mesa, limpiar con un pañola mesa, traer agua, tender la ropa de las muíiecas, lavadapor lo educadora, en una tendedero baja, etcétera.

No debe olvidarse que muchas observaciones interesantes sepueden realizar con los niños, durante los paseos con objetivos,en dependencia de las proximidades locales: cómo la máquinalimpia las calles, o retira lo nieve, cómo descargan el pon, pro­cedente de la panoderfo¡ cómo el vendedor del quiosco vendelos revistos, los periódicos, etcétera.

Estos paseos son muy útiles para los niños por cuanto les pro­porcionan nociones sobre el trabajo de los adultos (del chofer,del vendedor) y les permiten formar, en los pequeños, el interéspor los trabajadores, despertar buenos sentimientos hacia loshombres soviéticos.

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Los paseos por las calles, en vlsperos de las fiestas, contri­buyen a educar el amor por nuestra patria. La educadora llamala atención de los niños hacia los adornos de las casas, las ban­deras rojas, los retratos de V.1. Lenin. En una forma accesiblea los niños, la pedagoga explica por qué las casas están enga­lanadas. Al hacer esto, es muy importante que ella sepa trans­mitir a sus educandos, la alegrfa por la espera de la fiesta, elsentimiento de amor por lo ciudad, por la patria. Además, laeducadora despierta en los niños sentimientos agradables, emo­ciones, y estas impresiones se recuerdan por mucho tiempo, lospequeños las reflejan en los juegos y les hablan de ellas a lospadres.

Inmediatamente, después de la fiesta del Primero de Mayo,la educadora muestra la lámina, "En la fiesta". Las imágenesde la lámina están muy próximas a los niños y suscitan en ellos,e I deseo de hablar de lo que di rectamente han percibido. Lasman ifestaciones emoc iona les de la educadora, que ayudan a lospequeños a examinar detalladamente la lámina, hacen que seeleve el Interes por ella. JI ¡Qué niño más alegre y compuesto!,¿qué lleva en la mano, una banderita roja?" Es bueno recordar,después de esta conversación, las poesías festivas, cantar can­ciones. La educadora no sólo se preocupa por educar a susalumnos y transmitirles las primeras nociones elementales sobrela vida socia 1, sino que también despierta, desarrolla, emocionesagradables, inculca el amor a la patria. Este amor por su pafs,ya en la etapa evolutiva dada, está relacionado con la forma­ción, en los niños, de buenos sentimientos hacia V.I. Lenin.Al hacer esto, la pedagoga debe guiarse por las indicaciones deN. K. Krupskaia: " ••. por muy pequeños que sean los niños,V. l. Lenin debe penetrar en sus conciencias y sus sentimientosante todo como un luchador contra cualquier opresión, como unluchador por una vida luminosa para los trabajadores".

En la formación en los niños pequeños de un sentimiento deamor por Vladfmir Ilich, ocupan un lugar destacado las poesfas,las palabras emotivas del adulto. Precisamente, con su ayuda,se puede despertar un sentimiento de respeto hacia el Ifder.

En el transcurso del año, en el grupo se pueden colocarcuadros, retratos de V. 1. Lenin. A principios de año, es mejor

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mostrarles E\I retrato de l Ifder , pintado por el pintor P. Vacilev.Esta demostración se puede combinar bien con la lectura de lapoesfo de N. Sakonskaia Este es Lenin en el retrato. Es conve­niente colocar, junto con los nlños , flores al pie del retrato.

La educadora se preocupa porque junto al retrato, siemprehaya flores vivas o plantas verdes. Esto contribuye a mantenernobles sentimientos hacia Lenin.

La educadora presta gran atención en despertar en los niños,desde los primeros años, el interés y el amor por la naturaleza,recordando que ella es uno de los medios más efectivos de educarel amor por la región natal ~ por su pcls , Además, la naturalezaenriquece la inteligencia y los sentimientos infantiles, hace lavida de los mismos más interesante, más diáfana, contribuye ala formación de una actitud solfcita y cuidadosa hacia las plantasy los animales, de la simpatfa y la bondad.

Para realizar estas tareas, la pedagoga util iza diferentesformas: organiza paseos con un fin (al jardfn, al bosque, alprado), realiza actividades programadas especiales (IIObserva­ción de un gatico ll

, "Llmplezc de la pecera 11 , "Observeclén delpcjorlto", etcétera).

Al realizar actividades programadas con seres vivos, la edu­cadora llama la atención de los niños no sólo hacia el aspectoexterior de I animal, del pájaro, hacia lo que comen, sino quetrata, además, de suscitar en ellos, el interés por los animales,el deseo de cuidarlos.

Y, en una actividad programada similar y durante los paseoscon objetivos, el adu Ito incorpora a los pequeños a la actividadrelacionada con la manifestación directa de la preocupación porel animal o por la planta.

En uno de los paseos, los niños vieron un gato y gritaron:IIG· •. 11 II I 11· • • 11otlco , minino; comenzaron a amar o: misu , mISU, mrsu •••ELgatico, confiado, se acercó a los niños. Misha quiso agarrarlopor la cola, pero la educadora previno este proceder grosero:"No se debe tocar al gato por la cola, a él le duele. Mejorhagámosnos a un lado y dejémoslo pasar. Que se vaya a casa.

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¿ Ustedes tienen gatico en la casa? ¿Quién le da de comer?pfdanle a mamá leche y dénsela ustedes mismos. "

Durante el paseo al [ordfn , los niños recogieron un ramo decampanillas, de claveles. "Esto es una campanilla y esto es unclavel. ¡Qué color rojo tan lindo tienen! Son unos ramos muybonitos!" Al regresar al grupo, la pedagoga no se olvida de re­cordarles a los niños que coloquen las flores en el florero.

Al observar al pajarito, el adulto, a la vez que alienta alnlño a cuidarlo, le pide a uno que le traiga agua, a otro elalpiste, a otro a colocar en la jaulita ramas verdes. Luego, re­salta: "Pcrc que el pajarito se sienta bien y esté contento, esnecesario cuidar de él. 11 Esta actividad práctica de los propiosnlñes , los e jercita, para de esta forma, educar en ellos unaactitud solfcita hacia todo lo vivo.

la tarea de la educadora consiste en poseer mucho tacto, enestar muy atenta hacia las manifestaciones del afán de saberInfentl l, en mantener una actitud solfcita y amorosa hacia la na­turaleza circundante, hacia el mundo animado. Es necesariorecordar que e I e jemplo positivo personal, suscita en los pe­queños el deseo de imitarlo: ellos aprenden a ser bondadosos, aser solfclros y a manifestar una preocupación elemental por todolo vivo.

Asf, util izando los diferentes tipos de ocflvldcdes con losniños del tercer año de vida, la pedagoga resuelve todas lastareas de I desarrollo moral de los educandos de su grupo, crea labase necescrio para la ulterior profundización de los buenos sen­ti~ientos hcclo los adultos que los rodean y hacia sus coetáneos,para ampl íor íos nocionés sobre la vida circundarlte, para laformación de los hábitos de conducta y de las interrelaciones.

:iEGUNDO GRUPO DE EDAD MENOR

La educación moral de los nDOSen la actividad cotidiana

Ante la pedagoga que trabaja con los niños del cuarto oño devida, se plantean tareas mucho más complejas de educaciónmoral que en la etapa evolutiva anterior •. Esto está condicionadopor el ocrecentcmlento de la actividad, de la conciencia de los

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niños al dominar la cultura de la conducta, por el reforzamientodel interés por la actividad independiente, por la comunicacióncon un número mayor de adultos y de nlños , por la presencia decierta experiencia moral. la educadora toma en consideraciónlas crecientes posibilidades de los nlñes, desde los primeros díasde su estanci a e n e I segundo grupo de edad menor, y se esfuerzapor organizar, de una forma más racional, el proceso pedagógico.

Se continúa trabajando en la profundización de I sentimientode satisfacción, en los nlños , por lo que ellos mismos han hecho.Este sentimiento alienta el interés por los procesos cotidianos ygarantiza el ulterior desorro l k> de la independencia. Sobre subase, como antes, descansa el dominio, por parte de los nlños ,de los hábitos de autoservicio.

Por supuesto, et nlñe de tres eñes todav(a necesita decuidados y de la ayuda de los adultos. No obstante, al dispen­sarle al niño los cuidados, la educadora trata, por tocios losmedios, de estimular cualquier mcmifestación de independencia.los hábitos de la alimentación, del beño , del proceso de ves­tirse que se adquieren a mediados del 01'10, le permiten a la pe­dagoga prescindir, casi por completo, de la ayuda práctica ylimitarse funclamentalmente a observar.

los hábitos no se llegan a dominar de inmediato, pues paralograr esto es necesario aplicar determinados esfuerzos. De laeducadora se requiere paciencia, capacidad y tacto. Ella sepercata de los nuevos logros de los ni Plos y hace que los demástambién se percaten de ellos, fortaleciendo, de este modo, laconfianza en sus propias fuerzas. los fracasos de los niños debencorregirse con cuidado, tratanclo de no herir su amor propio.

Requieren especial atención por parte de la educadora, losniños que todav(a miman en sus casas: los visten, los beñen , lesdan la comida. la pedagoga logra, con mucho tacto, que lospodres estimulen a sus hijos a desplegar una mayor actividad,que le alienten cada iniciativa de hacer algo por ellos mis­mos, que tengan mucha paciencia y sepan contenerse.

En e I cuarto año de vida, es posible demandar de los niñosmayores requisitos en cuanto a la independencia de Ioc mlsmos

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en el proceso de la comida, del baño, del vestirse. Ante todo,la educadora di rige la atención de ellos hacia la cal ldod de suactividad, utilizando con este fin, el estfmulo, el ejemplo desus coetáneos.

Serfo incorrecto considerar que la educación de la indepen­dencia en los niños de edad preescolar menor, debe limitarsesólo a la adquisición de los hábitos higiénico-culturales.

lamentablemente, se observa una tendencia, en algunas pe­dagogas, de uti Iizar los momentos de I baño, de las comidas, elproceso de vestirse y desvestirse sólo con el fin de educar loshábitos correspondientes. la práctica de avanzada evidencialas grandes posibilidades que se abren ante la educadora del se­gundo grupo de edad menor para formar interrelaciones correctasentre los niños. Ya muchos de ellos han logrado vestirse y des­vestirse más rápidamente. Sus hábitos se han tornado más se­guros, sus movimientos más ligeros, más rápidos, y no requierenque los niños le dediquen tanta atención como antes. Ahoratienen la posibil idad y el tiempo al vestirse, de compartir consu vecinito acerca de lo que piensa hacer en e I área, de con­tarle lo que le ocurrió en la casa, lo que vio en la calle, en eltrayecto hacia el cfrculo infantií. los niños ya le pueden pediral compañerito que le preste ayuda: arreglarle la esquinita dela pañoleta, abotonarle una prenda, sostenerle Iqs manoplas,el globo, etcétera.

la educadora debe estar atenta a la conducta de cada niñoy a sus re lociones con sus coetáneos, al tono yola manera queemplea al conversar con ellos, e intervenir a tiempo o, por elcontrario, tomar parte al surgir alguna confusión o pe lea entreellos. Es por eso que la educadora, al planificar su trabajodiario con los pequeños, no sólo se plantea la tarea de reafirmarlos hábitos de autoservicio, sino también de la educación moral.Por ejemplo, alentar y fijar el sentimiento de simpatfas, surgidoen Vania por Vitalika¡ utilizar este sentimiento para estimulara Vania a que le preste ayuda a su compañerita, mientras seviste para salir a pasear. O a Kolia se le educa la costumbrede atender la petición de su coetáneo y alabarlo delante detodos los niños por una acción similar. En cada caso, nodebemos limitarnos al objetivo general planteado (por ejemplo,

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al vestirse para salír a pasear, educar la amistad entre losniños). Este siempre debe concretarse de acuerdo a su conte­nido, señalar los nombres de los niños en re lación con loscuales esta tarea se realizará, trazarse los métodos y procedi­mientos de influencia pedagógica.

Al igual que en la anterior etapa evolutiva, la pedagogacontinúa enseñando a los niños las reglas de conducta en elbaño, en el vestidor. Reglas tales como no hacer ruido, nohacer travesuras, no molestar al compañerito mientras este seviste y se lava; asf los niños las conocerán bien y se lograráfijarlas mediante el estfmulo. Aquf es conveniente utilizaralgunas obras literarias (A. Bartó: La niña rTl\Jgrienta,L. Voronkova: E.I gatico perdido).

La educadora introduce, paulatinamente, nuevas reglas queexigen de los niños no sólo velar por su propia conducta, sinotambién ser comunicativos, atentos, corteses con sus compa­ñerlros ,

La educadora los enseña a cumplir estas reglas en ejemplosconcretos de la vida. He aquC: Marina colgó en el armario suabrigo. Kostia se dio cuenta que la niña, al cerrar la puertadel mismo, hcbfo cogido el abrigo con la puerta,-y se apresuroa decirselo a Marina. Ella regresó, arreglo la prenda y se fue.La educadora la detiene: IIMarinochca, seguramente has olvi­dado darle las gracias a Kostia, pues él te indicó que deblcs

I I brl 11 L .- 11 • Oh I h . 11ar:reg or e a rtgo. a runo regresa: I ., muc as gracias.La educadora se percata con satisfacción de que ambos sesonrjen , La reiterada demostración visual de cómo es necesarioconducirse, la motivación accesible, contribuye a que se asi­milen las reglas, a dominar las formas de su cumplimiento y acomprender por qué es necesario conducirse de una forma y node otra. Al mismo tiempo, esto permite prever el surgimiento dede conflictos.

Por ejemplo, los niños se visten para salir de paseo. Todosestán ocupados en si mismos. Nail y Levo están sentados cercade Yuli; riendo se dirigen a ella: IIMami Yuli, mami Yuli. 11

Al principio, la niña no les presta atención; luego comienza aexplicar: IIYo no soy una mamá sino una niña. 11 Los niños no

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se tranquilizan. Yuli los amenaza con el pañuelo. La educa­dora, al ver esto, pregunta: 11 ¿Ustedes están peleando?¿Acaso los amiguitos se pelean '"? Serro bueno que alguno deustedes me trajera de la secadora todas las manoplas, y que meayudaran los compañeritos. 11 Los niños se dirigen juntos a lasecadora y traen las manoplas.

Asf, aprovechando una situación correcta, la pedagogaprevió un posible conflicto, desviando las interrelaciones de losni ños hacia el ángu lo necesario. Actúan incorrectamente losadultos que en el trabajo de los nlñes de cuatro años, antesituaciones similares, distraen la atención del niño o influyendirectamente sobre el ofendido, en lugar de enseñarles cómo sedebe actuar.

La educadora, paulatinamente, reduce la demostración delas formas de conducirse y le da la posibilidad a los niños deejercitarse en procederes correctos, en posifivos interrelocionescon los coetáneos. Conjuntamente con esto, el adulto observaconstcntemente cómo dominan algunos niños los hábitos de co­municación, cuáles son sus manifestaciones reales en fa activi­dad diaria cotidiana; selecciona procedimientos individualespata influir sobre cada niño. En su plan, la pedagoga señalaque ~ en relación con los niños tfmidos que asimilan un tantolentamente los hábitos de una conducta culta, ella utilizarácomplementariamente la demostración en la vida cotidiana, enlas actividades programadas especiales, durante las recreacionesy aumentará la cantidad de e jercicios a realizar. Para los niños

excesivamente activos, que no saben contenerse, la educadoratrata de prever diversos e jercicios para encauzar la actividad delos mismos hacia el dominio de los correspondientes hábitosmorales.

En el transcurso de todo el dfa, la educadora estimula laactividad de los niños que cumplimentan las normas y reglasestablecidas, que manifiestan buenos sentimientos; paulatina­mente forma en los niños una conducta consciente, la capacidadde limitar su actividad. Esto se refiere fundamentalmente a losniños muy traviesos que se permiten con los adu ltos un compor­tamiento indecoroso, que son desobedientes, que ignoran lasreglas de conductos estcblecidos en (>! grupo. Cada vez que el

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niño traspone el marco de lo permitido, la pedagoga debe ma­nifestarsu insatisfacción mediante el tono, con el gesto, con lamirada, con una breve réplica. Regularmente, los pequeí'ios sesienten muy afectados ante el tono frfo del adulto y tratan deque el pedagogo vuelva a ser con ellos como antes.

Al inculcar en los niños los hábitos de una conducta correctaen la vida diaria, es necesario recurrir, lo menos posible, a losseñalamientos, a los sermones, a las limitaciones, ya que ellosextinguen el interés por la actividad; por las buenas acciones,as! como también los buenos sentimientos. Pero sf, a pesar detodo, en el grupo hay niños excesivamente activos, poco equili­brados, que infringen la disciplina, que molestan a los demásal vestirse, al jugar, al examinar libros y láminas, en lugar desentar a estos niños en las sillas o someterlos a constantes repri­mendas, es necesario organizar para .1I0s una actividad útil queexi jo de ellos ahfnco, despertar el interés de los mismos enrealizar una ocupación útil. Como en el primer grupo de edadmenor, la valoración positiva, el halago, la aprobación,infunden en los niños la seguridad de que ellos están actuandocorrectamente, los estimulan a realizar acciones positivasulteriores.

Aliosha junto con Shasha pusieron en orden el rincón de losmateriales de construcción. la educadora no deja de prestarleatención a este hecho: 11 I Qué bien colocaditos están los cubos lMuy bien Aliosha, ayudasfe a tu compañerito a recoger rápI­damente los cubos. 11 El pequeño se alegra del elogio del adulto.En él se despierta el deseo de actuar asf la próxima vez.

la educadora no debe escatimar palabras bondadosas sobresus pupilos, sober ver en ellos, ante todo, lo bueno, tratar deresaltar sus cualidades, pero no debe hacer abuso de las ala­banzas a algunos niños. Esto contribuye Cl formarles rasgos ne­gativos del carácter tales como la presunción, el egofsmo. Deesta forma, la pedagoga debe saber utilizar este método conmucho tacto, saber cuándo debe alabar al nlñe y cuándo debecontenerse.

la pedagoga debe estar atenta a todo lo que hace el nlñe(cuál es su actitud ante e I cumplimiento de las reglas estable­cidas, cómo son sus interrelaciones con sus coetáneos). SI ahora

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el nlño logró realizar lo que antes no podlc hacer, la educadoralo estimula ineludiblemente.

La educadora, en esta etapa evolutiva, puede encontrar ma­nifestaciones de caprichos y de terquedad en algunos niños , Laeducadora, ante todo, debe tratar de determinar la cause. de lasacciones negativas y con la ayuda de los padres, lograrerradicarlas.

Asf, al observar a Boris, la educadora se da cuenta que estecomienza a tornarse caprichoso cuando no tiene en qué ocuparse.La visita al hogar del niño confirma la suposición de la pedagogade que él está acostumbrado a que lomimentodo el tiempo, aque lo distraigan, a que se ocupen de él. La educadora leaconse ja a los padres no adquirir muchos juguetes, no satisfacercada deseo de su hijo, sino estimularlo para que juegue con losjuguetes que ya posee, contribuir a desarrollar en el nlño , eldeseo de ser activo, de confeccionar objetos senci IIos.

Por su parte, la educadora trata de organizar para este niño,una actividad rica en contenido, enseñarlo a trabajar, a jugar,a proporcionarse una ocupación.

Las investigaciones demuestran que la causa de los caprichosde los nlños de cuatro oños , puede ser motivada por un controlexcesivo que, en general, es necesario, pero que para algunaseducadoras y padres se convierte en un sistema de estricta regla­mentación de todas las acciones de I pequeño , que entorpece laactividad e independencia del mismo. Los nlños , en este caso,se ven precisados a hacer sólo lo que les indican. Esto entra encontradicción con la tendencia natural de e IIos a la indepen­dencia. Es necesario, de acuerdo con las posibilidades, ampliarlos limites de lo permisible, combinándolos con el control dela conducta de los nlños,

Cuando los nlños cumplimentan encomiendas, relacionadascon su posible participación en el trabajo de los adultos, lapedagoga necesita prestarle especial atención a la educación dela independencia de los nlños , de las cualidades volitivas. Laeducadora debe saber esrlmulcr al niño para que este se incorpore

al trabajo del adulto, y buscará una forma accesible a él paraque participe en el trabajo general. "Separa, por favor, las

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sillas de la mesa para poder yo limpiar el piso" -se dirige laauxiliar al nlño , "Alccnzome , por favor, los lápices de lagaveta. Yo les sacare las puntas. Mañana pintarán ll -pidela educadora al niño. Al niño le proporciona gran alegrfa elhecho de que él "oyudc" , "hace", "trebejo", junto con eladu Ito, de que se siente grande.

En el proceso del cumplimiento de acciones laborales sen­cillas, de encomiendas de los adultos, los niños de cuatro eñesaprenden rápidamente a recoger y colocar en su sitio los ju­guetes, a colocar los cubiertos, a recoger el servicio de lamesa, a alimentar los pecesitos, el pajarito, a regar las plantasdel cantero de flores o del jardfn.

El adulto valora positivamente el trabajo del nlño , resaltasus habilidades, le habla a los padres de su celo y aplicación.Si el pequeño no logra hacer lo que se ha propuesto, la educa­dora, pacientemente, expl ica por qué no logra hacerlo, lemuestra cómo hay que realizarlo y lo ayuda a alcanzar el resul­tado. En la etapa evolutiva dada, los nlños ya son capaces deconducirse de diferentes formas en el juego yen el trabajo.

Al incorporar a los niños al cumplimiento de las encomiendaslaborales, la educadora vela porque las acciones.laborales delos niños no se conviertan en lúdicras. 11 ¿Por qué juegas conagua? Mira las habas en el cantero, se ven un poco marchitas,están esperando que las riegues. Anda, riégalas rápidamente. 11

La educadora regula las interrelaciones de los niños distri­buyendo las tareas laborales entre ellos, de forma tal, que elque tiene mucha iniciativa y el ligero no releguen al tfmido, alpasivo, que el capaz no interfiera la independencia del que notiene seguridad en sf mismo.

En el segundo grupo de edad menor, lel educadora, con fre­cuencia, trata que los nlños le presten ayuda 01 compañerito, alcumplimentar la encomienda laboral conjunta. Pero es impor­tante al realizar esto, observar el sentido de la medida, porquede lo contrario se puede adquirir la costumbre de confiarsiempre en alguien y esto disminuye la capacidad del nlño aquien se presta ayuda y por otra parte crea en el ayudante unareacción de presunción por su actuación: 11 i qué bueno yo soy 111

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Al enseñar a 105 niños a realizar 105 trabajos accesibles aellos, la educadora, dra a dfa, les muesfropacientemente cómoy quién debe hacer las cosas y qué, cómo lograr mejores resu1­tados con menos esfuerzos; relata y explica para qué esto es ne­cesario, cuál es el objetivo de I trabajo. La educadora hablade estode una forma concisa, sin explicaciones largas, sin irri­tarse: "Es necesario darle a los peces menos alimentos. Ellostodavra son pequeñitos, no pueden comer tanto yel agua se en­suclo'", Urecoge el materiol de construcción y colócalo de talforma en la caja, que quepa todo, o lo que respanderran losnUios: "1 Qué bien he colocado e I material!"

La demostración de los procedimientos de trabajo a empleardebe imprescindiblemente ir acompañQda de la ayuda del adulto,ya que los niños no pueden realizar muchas cosas todavfa.

La educadora comprueba ioe ludiblemente, los resuItados deltrabajo y los evalúa. El adulto no debe demandar de los niñosexigencias demasiado grandes, sin embargo, si él está seguro deque son accesibles a ellos se mantensrQ firme. Si el nlñe lograalcanzar resultados positivos cuando cumplimenta las enco­miendas, en él se despierta el deseo, en lo sucesivo, de aplicardeterminados esfuerzos. En él se acrecrenta considerablemente,el deseo de hacer algo por sr mismo, si después recibe la apro­bación y el elogio de los mayores. Por eso, la educadora debetratar, por todos los medios, de estimular cada acción indepen­diente. Todas las tareas del pedagogo, si son accesibles alnif'io, este las cumplimenta con satisfacción.

Poseen gran valor las encomiendas encaminadas a la educa­ción de las interrelaciones positivas de los niños. "Zoia, mira,Lena está llorando. Acércate a ella para ver qué I~ pasa; esposible que necesite eyudo" -propone la educadora. La niñahace gustosamente lo que le pide el adulto y siente gran placersi la congoja de Lena se apac'igua. "Muy bien -dice la edu­cadora-, Lena se tranquilizó, ahora no está llorando." Seme­;antes encomiendas contribuyen a que los niños, paulatinamente,no esperen las indieaciones del adulto, a que se presten ayudamutuamente cuando se encuentran en dificultades, a ser atentosunos con otros.

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lo educadora puede darle a los niños diversas encomiendas,por ejemplo, correr las sillas hacia la pared para dejar lugarlibre poro los juegos, sacudir los pequeños sillitas, partidpar ene I arreglo del juguetero, colocar correctamente los cubos en lacaja, recoger y entregarle a la educadora los lápices, despuésdel dibujo. Resulta útil, además, enviar al niño con un encargopara que lo transmita a otro adulto que trabaja en otro salón(para pedirle el libro de láminas a otra educadora, ir a ver a laenfermera para saber si pueden hoy salir o pcseur , etc.). Porsupuesto, la pedagoga debe ponerse de acuerdo, previamente,con la persona hacia la cual enviará al niño. Esto es necesariopara poder ayudar al niño en caso de que confronte dificultades(si por ejemplo llega y permanece callado, le pregunta para quévino). En ocasiones se les puede proponer a los niños:" ¿Quiénquiere ir a donde está Nina Ivanovna (la especial ista de música),para preguntarle si ya los niños de nuestro grupo pueden diri­girse al salón de mÚSic(l?" Si son varios los que se ofrecen, sepuede encontrar para cada uno de ellos UI10 encomienda. Mástarde, cuando los niños aprenden a exponer una encomiendaverbalmente, ya no resulta necesario el acuerdo previo con laotra persona hacia la cual se envfa al niño.

Es eonve olenre que las tareas que se les encomiendan a losniños sean interesantes. Por ejemplo, la pedagoga dice:"Niños , ahora vamos o darles de comer a las gallinas. Veránqué interesante les resultará observar cómo las gallinas picanlos granos. Que Zhenia, Sveta, Yulia y Ana vayan a dondeAla Semenovna (directora) y le pidan aveno. Tomara y Ninatomarán los residuos de pan." los niños se apresuran conalegrfa a cumplimentar el encargo.

las pedagogas de experiencia les dan encomiendas a aquellosniños que se aburren y no saben procurarse para s( una ocupa­ción. las encomiendas hacen las ccflvldcdes de los niños másvariaclas, elevan la actividad de los mismos, los alientan emo­cionalmente. En e 1segundo grupo de edad menor lo mismo queen el anterior, prevalecen las encomiendas individuales. Al darLV a encom ienda, la educadora esfcblece con e I ni 1'10 un estrechovínculo , le explica y le muestra lo que debe hacer. Y cuandoel niño ha cumplimentado la encomienda, el adulto no olvida

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expresarle su agradecimiento: IIMuchas gracias Sveta pornaberme ayudado a colocar las sillas debidamente para la acti­vidad programada. 11 El agradecimiento del adulto alegra alniño y lo enseña a ser agradecido él mismo.

Proceden incorrectamente aque 11as educadoras que les danencomiendas sólo a los niños desarrollados y activos. Las enco­miendas deben abarcar a todos los pequeños. En cada uno deellos se desarrolla una atención estable, la capacidad de con­cluir una tarea iniciada, el interés por el trabajo.

Al dar una encomienda, la educadora debe tener cuidado y/lomar la atención del niño hacia la util idad de su actividad.Por ejemplo, cuando va de paseo con los niños, la educadorapuede darle algo al niño para que lo sostenga y luego señalar:IIQué bueno que me ayudaste; yo sola no hubiera podido llevarlotodo. 11

La utilización de las encomiendas laborales con el fin delograr el desarrollo moral de los pequeños, requiere que la edu­cadora piense muy bien su actividad. Las tareas se pueden dis­tribuir en el transcurso de todo el dio. Por eso, la pedagogaseñala con antelación qué encomiendas y cuándo las dará a losniños. A medida que la educadora determina el contenido delas tareas para los distintos niños, ella piensa en la tarea edu­cativa concreta que ellos realizarán con la ayuda de esta formade organizar el trabajo de los niños. Como e jemplo le proponea Klava echar en la comedera de las aves migas de pan y lesugiere que, previamente, examine la comedera para ver si notiene nieve yen caso de que la haya, retirarla. Asf, despjertaen la niña el interés por las aves y el deseo de darles de comerLa pedagoga I~ pide a Vera que le muestre a Vladik en quéorde n debe col garse Ia ropa, a I mismo tiempo que ayud a a laniña a fijar los hábitos de una actitud cuidadosa hacia las cosas.

Es bueno que la pedagoga lleve un control de qué niños hanparticipado en el cumpl imiento de las encomiendas y de cómose condujo cada uno de ellos. Esto le permitirá elaborar unsistema de e jercicios para cada niño con e I fin de formar Joindependencia, el amor al trabajo, y las cualidades vol itivas.

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Incorporando a los niños al cumplimiento de algunas enco­miendas, relacionadas con la preparación del desayuno, elalmuerzo, la educadora, paulatinamente, los va conduciendohacia las guardias en el comedor (al final del año). Los niñoscolocan las servilletas, las cucharas, las paneras, luego ayudana recoger todo esto, después de la comida y a colocarlo en lamesa para esto destinada. La educadora, paciente y sistemáti­camente, muestra a los pequeños cómo distribuir las cucharas,cómo llevar las tazas y los platos, etc. La educadora vela porel trabajo de cada uno, de principio a fin, presta a tiempo, laayuda necesaria o aconse ja cómo hacer e l trabajo mejor paraque todos se sientan bien, cómodos y les resulte agradable.Además, no se olvida de valorar la actividad y la conducta delos niños de guardia, el carácter de las interrelaciones en elproceso del trabajo, la manifestación de la ayuda mutua. Aliniciar a los niños en la guardia, la educadora puede leer unrelato de N. Kalinina: Los ayudantes: "Sasha y Alexei ayu­daron a poner el mantel. Todos se sentaron a almorzar. Lessirvieron la sopa y no hoblc con qué tomarla. I Qu~ ayudanteslPusieron la mesa y se olvidaron de poner las cucharas ••• 11

Es bueno que al hacer esto, la educadora diga con ciertohumor: "Tengan cuidado niños que a ustedes no lés ocurra lomismo. 1I Este relato es aplicable y conveniente recordarlo sialguno de los niños se apresurÓ y cumplimentó sus obligacionespero no a conciencia. Proceden incorrectamente aquellas edu­cadoras que el trabajo de la guardia lo recargan a la auxiliar,o que confian demasiado en que los niños pueden hacerlo todode modo independiente. Como muestra el relato, la guardia enel comedor, cuando se dirige correctamente, despierta en lospequeños e I sentido de la responsabi Iidad, y organiza la con­ducta inc luso de los más traviesos.

He aquf que Valía coloca las cucharas. Hace esto con muchaconcentración; es necesario colocarle a cada uno una cucharay hacerlo con cuidado. Ahora en ella no reconocerjos a unapendenciera.

Al incorporar a los niños al trabajo accesible a ellos, debellamarse la atención de los mismos hacia el trabajo de los adultos.En e jemplos concretos, la educadora descubre el contenido de I

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trabajo de la pedagoga, de Jo avxiliar; resalta que los adultosse afanan por hacerle o los niños lo vida agradable y fe llz , Yaunque la educadora no diga que hay que respetar el trabajo delodufto (que hay que valorarlo, al enseíiados a ser ordenados,les recuerda: "Llmple nse bien los pies: la auxiliar limpió elpiso"; "El cuarto de baño estaba tan limpio, tan sequecito y túlo ensuciaste. Ahora la auxifiar h~ridr& que limpiarlo todo denuevo. ti la observación conJunto een los niíios de 1.05 procesosde trabajos, comprensibles paro eltos; detasinterrefacionesentre las personas que los redeelnilo expresión emocional deladulto ante el aspecto de Iimpieta eI.1 local, ante una mesapuesta de modo atrayente, despiertan, paulatinamente, en lospequeños, las vivencias emotivas correspondientes, y contri­buyen ¡J formar en ellos, una actitud positiva ante las personasy el trebejo de los mismos.

La participación de los nlñes en el cumplimiento de las enco­miendas laborales, les permite adquirir los primeros hábitoslaborales; despierta en ellos el interés por la actividad laboralal senti r satisfacc ion de poderpartieipor en ella. La educadoraestimu la la participación velunferlc de los niños en el trabajode los adultos, el ofrecimiento de sus servicios. La iniciativamanifestada sirve de fodice de' interés de los niños por el tra-bajo, que evidencia la formación de las premisas del amor altrabajo. El deseo perseverante de hacerlo todo por sr mismo,sin la ayuda de los demás, es un [odice del alto grado de de­sarrollo de la independencia tie los niños del grupo.

La educación de la indepenGfencia y del amor al trabajo, lapedagogCil la combina con la formación del sentido del cuidado,de la pruelenc ia en l. vida cofta iona, logrando que estas cuali­dades se manifiesten sin 'Iue Ifi¡Ml"Sónas circundantestengonnecesidad. d. recordárse l. • Lo educadora, como antes, muestraun e jemplo del cuidad. que se debe tener con los libros y conlos juguetes (los repara, los recoge y los coloca en su lugar,después de las actividades programadas), y censidercrdo las po­sibilidades de los niños, trata de que estos se incorporen a estaslabores. Para educar en los niíios e I amor por e I orden, se uti­lizan, en la práctica tos siguientes procedimientos: antes desalir de paseo o de iniciar una actividad programada. la educa-

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dora pide a los niños que examinen el salón para comprobar sitodo está recogido yen su lugar. En ocasiones, la educadorajunto con los niños, pasa revista a todos los juguetes. Los pe­queños se percatan de la hoja arrancado al libro; revisan elrincón de las cajas; si a la ropQ de lel muñeca le falta un botón.La educadora I sin moralizar demasiado, dice que los niñoshojearon el libro seguramente muy rápido y por eso rompieron lahoja, y que no fueron cuidadosos 01 ponerle la ropa a la muñeca,

Al nlño de tres años no resulto suficiente con decirle: "cuidael juguete", "coloca bien los eu"-s en la caja"; es necesarioexplicarle y mostrarle cómo hacerlo. Por eso, la educadoracontinúa enseñándotes a los ni"os- los há.itos de ser cuidadosos.Es importante que cadei nit'lo ~onQzca los lugares donde seguardan los juguetes, que los puedan tomar fácilmente y despuéscolocarlos, de nuevo, en susltle , Sólo cuando el niño dominalos hábitos necesarios, cuando las cesfumeres se tornan sólidas,la educadora puede estar seguro de que sus palabras promoveránlas acciones correspondientes.

En el cuarto año de vida, como resultado del trabajo educa­tivo diario, los niños se (lcostumbran a mc:mtener por sr mismose I orden e n el d rcu lo infantil, sin necesidacJ de recordatorio, arecoger los juguetes y a colocarlos en su lugar. Sin embargo,como antes, la educadora utilizQ el estimulo para reafirmar quelas acciones realizadas son correctas. Al percatarse, porejemplo, que N ikHa, después de jugar con la matrioshka, lavolvió a colocar en su lugar para no alterar el orden del estante,la educadora llama la atención de los demás niños que estáncerca: "Nikita no sólo no Se olvidó de colocar en su lugar lamatrioshko, sino que la arregló muy bien en el estante. Muybien hecho, Nikito."

Resulta de gran valor que el adulto, a la vez que educa elsentido del cuidado y el amor por el orden, utilice poesfas,dándole a las palabras un colorido emocional.

En el segundo grupo de edad menor, la pedagoga continúaeducando en los niños la tenacidad, La orientación hacie unobjetivo. A estos efectos, ella crea las condiciones para colocaral nlñe ante la necesidad de vencer las dificultades, de hacer

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un esfuerzo, de manifestar voluntad; utilizo lo más pequeño po­sibilidad poro que el pequeño se ejercite y concluyo paciente­mente lo iniciado hasta el final. Los pedagogos del grupo deedad menor, con frecuencia, se apresuran o prestarle ayudo 01niño si este no logro hacer algo o si no le ha solido de lo formoque esperaba. Además, tomando en consideración lo expe­riencia práctico y los conocimientos y habilidades que los niñosposeen, se les debe indicar el error recordándoles o preguntán­doles lo concerniente o los reglas establecidos y dándoles o lospequeños lo posibilidad de actuar por sr solos.

Maxim se quitó el abrigo y quiere colgarlo en el closet. Perosu pequeño estatura no le permite hacer esto. El niño colocoel abrigo en el travesaño inferior y se dispone o cerrar el closer ,Lo educadora acerco 01 closer uno banqueta y le propone quecuelgue el abrigo como es debido. Maxim, rápidamente,o sesube en ella y pone en orden el closet.

En el coso de que existo uno dificu Itad real, el adulto, indis­pensablemente, debe ir en ayudo del niño y explicarle por qué

lo hizo: "Sasha, déjame atarte el gorro" -propone el adulto.11 Yo puedo hoce rlo solo 11 • -responde el niño. 11Yo sé que túpuedes hacerlo, pero hoy se te ha hecho un nudo. Yo sóloquiero ayudarte" -dice lo educadora con uno sonriso.

Es necesario recordar que los cualidades volitivos hoy queeducarlos constante y sistemáticamente, manifestando respetopor lo personolldod del niño.

Seriozha llevaba aguo en lo regadero y lo derramó. Lo auxi­liar no se molestó, ni le pidió cuentos; ello comprende que alos tres años los movimientos del niño todavfa no son ligeros,que son inseguros. Lo auxiliar, con mucho tacto, le dice: "Noes nado, yo ahora seco el piso. Y tú Seriozha, no llenestonto lo regadera de aguo y sosténla asf. De este modo, elagua no se te botará." El niño cogió correctamente la regaderoentre sus manos, yeldeseode regar los plantas no decayó.

La educadora no debe olvidar que el trabajo para formar lascualidades volitivos, afronta gra"pes dificultades, condicio­nadas por la debilidad de las fuerzas frsicas del niño, por lafalto de coordinación de sus movimientos, por lo falto de los

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~ábitos elementales, por la incapacidad de concentrarse prolon­Jadamente en algo, asf como por la de invertir racionalmentesus fuerzas, sus energfas. Observando cuidadosamente a losniños y evaluando correctamente sus posibilidades, la educadorales presta ayuda sólo en caso de necesidad: no sólo son impor­tantes los logros, sino también los esfuerzos que e 1 niño hacepara dominar uno u otro proceso. Por eso, la educadora trataráde resaltar siempre la actitud del niño que se esfuerza.

La educadora fortalecerá el amor por la familia y por losallegados. Con este objetivo ella aprovecha los hechos con­cretos que manifiestan la atención hacia los niños por parte dela madre, del padre, de las educadoras, de la auxiliar, de laenfermera, despierta en e 1I0s e I deseo de hacerles algo agra­dable en respuesta. La educadora ayuda al pequei'io a prepararun regalo sencillo para mamá por el dfa de su cumpleaños, lesrecuerda la necesidad de cederle el asiento a la abuela, deagradarla. En ocasiones, la educadora se interesa por la saludde los demás miembros de la familia del nlño y le pregunta porellos, cómo él ayuda a mamá en la casa.

Como antes, se presta una seria atención a la ejeréitaciónde losnii'ios en una actitud cortés, respetuosa, hacia los mayores.En el segundo grupo de edad mayor, con una dirección pedagÓ­gica correcta, se fi jan las acciones adecuadas y asr estas setornan habituales. La educadora logra esto mediante la ense­ñanza directa (la explicación y la demostración) en el ejemploconcreto: IlMira, llegó la abue la de Zlno , Ella tiene dificu Itadpara subir hasta e I segu ndo piso, propón le a la abue la queespere abajo y tú sube a avisarle a Zlnc" -le enseña la educa­dora al niño. Esta, cada vez con más frecuencia, se dirige ala conciencia infantil, los motiva y les explica por qué hay quehacer esto o actuar de esta forma: "Ayudo a la auxiliar acolocar en su sitio la toalla, de lo contrario ella tendrá queapresurarse para tenerlo listo todo para el almuerzo; juntos loharán más rápido. 11

La educadora se esfuerza porque los niños de I cuarto añode vida no sólo vean acciones nobles, buenas interrelaciones,sino que e 1I0s mismos manifiesten sentimientos humanos hacia laspersonas que los rodean.

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Con un trabajo sistemático, el/a logra alcanzar resu Itadosbastante altos: los niños comienzan a tomar en consideraciónlos intereses de los adultos, se acostumbran a ser corteses, auti Iizar correctamente fas po labras "por fcvor" y las palabras"muchos gracias ll

• la educadora logra que los niños no empleenestas palabras formalmente, sino que al hacerlo expresen unsentimiento verdadero de respeto y de reconocimiento. Por esoes bueno que cada vez que el niño pronuncie palabras IIma ra -vl llosos ", la pedagoga concentre su atención en el servicioprestado y así, de este modo, está contribuyendo a despertar enel pequeño el sentimiento de agradecimiento.

Al educar el sentido del respeto y del reconocimiento hacialas personas, la pedagoga enseña a los niños a adquirir la capa­cidad de conversar con los mayores: a no interrrumpirlos, aresponder a las preguntas formuladas, a no gesticular, a diri­girse a ellos de "Usted",

La actitud respetuosa hacia los allegados se torna más establesi en la familia se le da a esto una gran importancia. la peda­goga le explica a los padres que e 1I0s deben llamar la atenciónde su hijo o de su hija hacia las cosas buenas que por elloshacen los adultos en el hogar. Por ejemplo, la abuelita le trajoa la nieta un libro. La madre con beneplócito, resalta: "Mira,

hijita, qué libro tan bueno te ha regalado abuelita. Vamos adarle un beso por esto." Esta conducta de los padres despiertaen el niño el sentimiento de reconocimiento hacia la abuelita.

La pedagoga continúa educando en los niños la simpatíahacia sus compañeros, tratando de que la manifiesten por inicia­tiva propia.

El adulto, en los primeros tiempos como antes, se dirige a lospequeños (realizando el lavado conjunto de la ropa blanca delas muñecas, arreglo del salón y recogida del área, el cuidadodel pajarito, etc.) para mostrar un ejemplo de bondad y deatención. La educadora hace esto de forma natural y emotiva,despertando el deseo de imitación. Mós tarde, al organizar laactividad conjunta, ella estimula a los niños a prestarse ayudo,a alegrarse por los éxitos de los compañeros, a compartir lasimpresiones animadamente.

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Es importante alentar y profundizar en los ni"'os, los buenossentimientos hacia los coetáneos, creando en e I grupo una atmós­fera constante de benevolencia de unos hacia otros. Es conve­niente emplear el procedimiento de atraer la atención de losmismos hacia el estado de ánimo de los otros niños y de losadultos: "No hagan ruido, hablen bajito, a Tatiana Ivanovna leduele la cabeza" (se refiere a la auxi liar). Natasha hace unasaño l de silencío con el dedo. Sasha, al percatarse de ello, lamiro a los ojos y le pregunta: "¿Le duele mucho?" luego, laacaricia, queriendo demostrar cúanto lo siente. la educadoraelogio este gesto: "Qué bueno es nuestro Soshe , Se compadecióde Natasha. A ella le duele mucho la cabeza."

Si alguno de los niños se enferma y no asiste al cfrculo in­fantil, se le debe enviar un juguete, un dibujo, un libro,llamarlo por teléfono, interesarse sobre corno se siente. Cedeniño experimenta esta atención que le dispensan y con gustola manifiesta en relación con los demás.

La palabra figurada, la poesfa utilizada por la educadora ensu comunicación con los niños y dicha en e I momento preciso,ejerce una fuerte influencía sobre la educación de los senti-mientos humanos hacia los coetáneos y los adu ltos ,

El trabajo fructffero con los niños pequeños, en la esfera dela educación moral en la actividad cotidiana, lo mismo queen la etapa anterior, no tiene sentido si no se les da un tratosuti I y atento, si no se comprenden sus necesidades, intereses ydeseos.

La educación moral en el juego

Los esfuerzos de la pedagoga en la dirección de los niños deesta etapa evolutiva, están dirigidos a la utilización de los di­ferentes tipos de juegos para formar en los pequeños buenos sen­timientos hacia sus coetáneos, relaciones correctas entre ellos.E110 se esfuerza porque los niños puedan expresar lo más comple­tamente posible sus intereses, sus necesidades, no sólo en lasacciones individuales sino en las conjuntas, en la concordanciade sus ideas. La educadora organiza la vida de los niños de sugrupo de forma tal que los juegos de roles de construcción, losjuegos con arena y con agua I ocupan un lugar destacado. En

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e IIos se crean las condiciones propicias para unir a los niños enpequeños grupos que se tornan más estables.

Los niños de tres años ya tienen sus juegos y juguetes prefe­ridos. La educadora trata de conocer los intereses e inclina­ciones del pequeño, se preocupa porque él encuentre, en elnuevo grupo, juguetes atrayentes, de que sea capaz de ocuparseen un juego y que no extrañe.

El contenido de los juegos de roles, regularmente, es bastantediverso: los niños representan la vida cotidiana de la familia,del círculo infantil, lo visto en la calle, yen ocasiones, in­c1uso, pasajes de cuentos. En estos juegos, la vida se refle jo

fragmentada, las acciones no son consecutivas sino homogéneas.Para utilizar el juego con el fin de la educación moral, la pe­dagoga, ante todo, contribuye a hacerlo más complejo: enri­quece las nociones de los niños, les proporciona nuevos juguetesy materiales. Al ampliar las informaciones sobre los fenómenossociales, la educadora emplea las observaciones (por ejemplo,el trabajo de la auxiliar en el clrculo infantil), la lectura delos relatos, de las poesfas, el examen de las láminas (el doctorcura, la cocinera prepara la comida), la realización de losjuegos didácticos, la demostración del teatro de tfteres. Todoesto mueve a los niños a tomar para sf un rol determinado y aactuar consecuentemente con él, en el juego.

La educadora contribuye al desarrollo del juego mediante laselección de los juguetes. Si, por ejemplo, las muñecas en elcírculo infantil sólo comen y duermen, ella proporciona un pianode juguete para organizarle una fiesta a la muñeca, para quecanten y bailen. Es muy importante la dirección directa deljuego, no obstante, a I hacerlo, la educadora debe hacer gala deun gran tacto para no matar la iniciativa infanti 1, para no pri­varios de la vivacidad ni de la alegrfa de vivir.

Ayudando al niño a dominar los hábitos lúdicros, a vencerlas dificultades relacionadas con la utilizaciónde los juguetes,con la realización de la idea, el adulto está educando, de estemodo, los esfuerzos volitivos y el afán por lograr un objetivo.Todo depende de cómo esta actividad se organiza, de cómo sele presta la ayuda para vencer las dificu Itades. Al ver, porejemplo, que el niño coge una planchita de juguete, una tacita,

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una muñeca, la educadora le pregunta a qué piensa jugar. Unavez que conoce que el niño quiere lavarle las ropas a la muñeca,la educadora le aconse ja y, si es necesario, le ayuda a reo'[lzorla idea, y manifiesta su aprobación por lo interesante del juego.

En ocasiones, el interés del niño por el juego se acrecientasi el adulto participa en él. Nina dijo que habra construido unc lrculo infantil. La pedagoga tomó una muñeca y llevó a su"hi [e" al cfrcu lo infanti l. Otras "momos" la imitaron y surgióun juego común interesante.

Es bueno que la pedagoga, en esta etapa evolutiva, le dé aconocer a los niños algunas reglas de conducta en el juego.Ante todo, la educadora enseña a los pequeños que antes de co­menzar un juego, piensen en lo que van a jugar. Esta regla nodetermina el contenido del juego, pero ayuda a conducir a losniños a realizar acciones encaminadas a un fin. La educadorano debe perturbarse si al principio se encuentra conque, unaparte de los niños, ha variado sus intenciones.

El trabajo sistemático conduce a que la mayorfa aprende adeterminar con qué juguetes va a jugar y, en ocasiones, anombrar e I tema de I juego. La educadora toma en consideraciónlas posibilidades de cada niño y determina los procedimientos deinfluencia sobre él. A uno le enseña a contener sus accionesimpu Isivas, a no lanzarse hacia cualquier juguete, a seleccionaraquél con el que realmente él va a jugar; le recuerda cómo sepuede actuar con él; a otro, puede dirigirlo mediante preguntassugerentes, lo estimula a organizar por si mismo el juego, aconcluirlo. En todos los casos, ella se apoya sobre la expe­riencia lúdicra acumu lada por los niños, sobre los conocimientosy las habilidades que ellos han asimilado durante las actividadesprogramadas y durante las observaciones.

La educodoro presta especial atención en despertar en lospequeños el interés por e I juego, en formarles la capacidad de/levar el juego hasta el final. Regularmente, los niños pequeñosno saben hacer esto, ya que su experiencia es muy pobre, y supensamiento e imaginación están muy poco desarrollados. Eneste grupo, con más frecuencia que en los otros, la educadorajuega con los niños. Este es necesario para encauzar el juego,para mantener e'l interés por él, para hacerlo más estable.

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la educadora toma en cuenta a qué juegos los niños juegancon más frecuencia, cuáles son las inclinaciones de cada unode ellos. Jugando con sus educandos, el adulto los enseña cómojugar más concentrada e interesantemente con los juguetes cono­cidos y les va dando consejos, en el transcurso del propio juego.liTro 19or, lleve, por favor, a los niños a pasear en e I ómnibus.los niñosde nuestro clrculo infantil desean ir al bosque a pasearpor él. 11 Ye I niño, inmediatamente, asume su rol.

Con frecuencia, el niño afronta serias dificultades al realizarla idea: buscar y adaptar las cosas necesarias para e 1 juego,rehacer una construcción porque esta no resultaba cómoda. Elvencimiento de estas dificultades, inicialmente con la ayuda dela educadora, y luego, de forma independiente, desarrolla en elniño la perseverancia, la costumbre de no retroceder ante lasdificultades. Al mismo tiempo, la realización de la idea leinfunde confianza en sus propias fuerzas, le proporciona unagran satisfacción. la posibilidad de actuar activa e indepen­dientementé, de realizar sus aspiraciones, provoca que el juegosiempre vaya acompañado de la alegrfa.

la educadora, como antes, se preocupa por formar en lospequeños la independencia. Ante todo, ella piensa cómo y enqué forma pueden los niños manifestarla, cómo encontrar unacorrelación directa entre la enseñanza directa y la educaciónde esta cualidad. Sin apresurarse a sugerirles la solución, laeducadora les da la posibilidad de reflexionar sobre el contenidodel juego, los estimula a hacer comparaciones, a emplear suexperiencia anterior. la educadora estimula al niño que escapaz de encontrar por sr mismo, los juguetes necesarios y losmateriales, de establecerse con sus cosas sobre la alfombra o enla mesa, de pensar y organizar un juego y mantenerse ocupadoen él, durante veinte o treinta minutos. la educadora alientaeste juego individual del pequeño, pues él tranquiliza al niño,le da la posibilidad de concentrarse, de manifestar actividad,iniciativa, permite satisfacer sus anhelos de juego con el ju­guete preferido. Además, el pequeño acumula una experiencialúdicra que le permite enriquecer el juego conjunto, hacerlomás interesante.

En los niños del cuarto año de vida se nota una gran nece­sidad de jugar junto con los compañeritos, de realizar juegos

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con juntos. La educadora trata de hacer estas uniones más pro­longadas, más estables. Pero, al principio, los niños no sabencoordinar sus ecclonesfodcvlo , no saben ponerse de acuerdo consus coetáneos. Ella, pau latinamente, los va acostumbrando aesto y, en ocasiones, juega con ellos; viaja junto con los niñosen tren para ir de paseo, mira una programación por la "tele­visión ll

, compra en la "bodega" caramelos, gal/eticas. La par­ticipación de la educadora en el juego, atrae a muchos niños.En otros casos, ella no participa en el il:'ego, sino que sugierela idea general del mismo. He aqu(: liJ mamá pasea con suhija y al lado,el maquinista tira con una cuerda de un tren. Laeducadora le aconseja al maquinista montar pasajeros, la mamásienta a la hija y se agarra del vagón y corre detrás del trencomo si e IIa fue ro en él.

Al organizar el juego conjunto, la educadora estimula eldeseo de los niños de entablar una comunicación lúdicra, lacapacidad de actuar prácticamente en correspondencia con susposibilidades, es decir, alienta algunas relaciones sociales delniño pequeño: la capacidad de establecer la comunlccclén , elafán por mostrarles a los demás sus posibilidades, de ayudarlos,de enseñarles lo que ellos saben. De esta forma, la educadora,ya en esta etapa, forma la independencia moral con una direc­ción que garantiza no sólo la actividad individual del niño,necescrlo para satisfacer sus intereses y necesidades lúd icraspropias, sino también la con junta. De la educadora depende,en gran medida, el desarorllo de los sentimientos camaraderiles,de las buenas relaciones, de la capacidad de contar con losdemás, de ser condescendientes, pacientes, de manifestar inge­niosidad e iniciativa.

Los niños del segundo grupo de edad menor, juegan de dosen dos o de tres en tres, uniéndose por una acción sobre la basede una idea atrayente. La educadora organiza estos juegos deforma tal que en el grupo de coetáneos haya, imprescindible­mente, algún niño que sepa animar el juego, e incorporar a éla muchos niños. La educadora puede proponer que se incorporeal juego uno u otro niño.

Por ejemplo, al percatarse que los niños no aceptan en eljuego ci la calladita y t(mida Nina, la educadora se incorpora

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al juego con ella como si fuera su hija. Se habra organizadoun cfreulc infantil, Nadia era la educadora, Olio, la cocinera.Aquf la educodoro les recuerda que en el clrculo infantil tra­bajan las auxiliares: una por el dfo y la otra por la noche. Losniños estuvieron de acuerdo en darle a Nina el rol de la auxi­liar diurna. El juego resultó interesante y se desenvolvió bien.

El adu Ito conti núa preocu pá ndose porque e n los juegos con­juntos se establezcan cálidas relaciones entre los niños. Estoél lo hace, no sólo previniendo y eliminando las disputas, sino,en gran medida, mediante la creación de un ambiente tranqui loy de generosidad, durante e I juego conjunto, asf como tambiénde las condiciones propicias para su desarrollo. La educación delas buenas relaciones entre los niños, se lleva a cabo de modonatural, a medida que se desarrolla el juego, apoyándose en elsentimiento de simpatfa surgido entre ellos. "Otlc y yo cons­truimos hoy una canal para las muñecas, yo le enseñé cómohacerla, e hicimos una osl" -dice con orgullo Sveta. La educa­dora, por su parte, no de jo pasar por alto la posibilidad de con­tarles al resto de los niños cómo Sveta enseñó a Olio a hacerconstrucciones para las muñecas, y lo buenas amiguitas que son.

La educadora siempre encuentra muchos motivos para elogiara los niños, para aprobar la atención que ellos les dispensan asus coetáneos, a los adultos (dirigirse cortésmente para haceruna petición, el tono tranquilo y mesurado del lenguaje) o, pore I contrario, para manifestar su reprobación ante una malaacción. Al hacer la valoración, la educadora, cada vez conmás frecuencia (a finales del año), trata de influir sobre la con­ducta del nlño , a través de un grupo de niños, despertando enellos la actitud necesaria. Por ejemplo, una niña molesta a unacoetánea y no la deja hacer su construcción con arena y se ladesborato , La educadora le dice: "Nlno , es mejor que tú leayudes a hacer la cerca a Sonia, a ella no le sale bien. 11 Ycontinúa diciendo, dirigiéndose a los demás niños: IIEs incorrectomolestar a los demás y no de jarlos jugar. ¿Verdad niños? 11 Losniños mueven la cabeza afirmativamente. 11Y tú Mitia ¿cómojuegas con los niños? Ir -pregunta la educadora. El niño, con­juntamente con otros niños, relata lo amistosamente que ellosjuegan, cómo se ayudan mutuamente, y no se pelean.

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Con el fin de variar el carácter de las interrelaciones infan­ti les, algunas educadoras uti Iizan acertadamente (fundamen­talmente a principios de año) las preguntas: 11 ¿ Ya ustedes leslavaron a sus muñecas las ropitas?; ¿les compraron banderinespora ir a la fiesta? Petia, ¿tu máquina está preparada parallevar a Toma y Lena con sus hljcs?" -pregunta la pedagoga,ayudando a los niños a unirse.

Tomando en consideración la gran importancia que tiene laimitación en la educación de los niños, es necesario mostrarlesmodelos de atención y de solicitud de unos hacia otros, deayuda mu tua, de cortesfa, e jemplos de urbanidad. La educadorahace esto de forma natural, participando directamente en eljuego de los niños.

Nina juega con Larisa a lila mamá y la hi [o", Nina era lamamá y se fue para el trabajo y Larisa, aprovechando esta opor­tunidad, regó por toda la alfombra los juguetes. Al regresar ala casa, la mamá castigÓ a su hija por ser desobediente. Al ladose instaló la educadora, también en el papel de mamá con suhljc-muñecc, El adulto, dirigiéndose a Nina le dice: "NlneIvanovna, usted se molesta por gusto con su hija, ella todavfaes pequeña y no comprende muchas cosas. Yo quiero mucho ami hija y me compadezco de ella. 11 La pedagoga demuestracómo la quiere. Nina, escuchando las palabras de la educa­dora, su tono tranquilo y dulce al dirigirse a la muñeca, cambiósu actitud con la hi ja: 11 ¿Tú no vas a regar más los juguetes?Está bien, yo te querré mucho. 11

En los juegos conjuntos es importante no sólo que se veaexteriormente que cada uno está ocupado en algo, la pedagogadebe, también, observar a cada grupo de jugadores para conocercuáles son las interrelaciones entre ellos, quién no desea cumplirlas reglas establecidas, quiénes, con más frecuencia que losdemás, actúan como organizadores. Esto le permite al adultodeterminar los métodos de dirección pedagógica de todos losniños y de cada uno en particular en todos los perlodos del juego(cuando el juego acaba de comenzar, en el transcurso de é' yen su culminación). La educadora esclarece las agrupaciones deniños que se han formado al seleccionar estos los juegos, valora

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el deseo de estas uniones, las ideas del luego y, en caso de ne­cesidad, vcrfo su composición. La educadora utiliza estasagrupaciones con e I objetivo de desarrollar moralmente a cadaniño. Ya en el curso del juego, la educadora, observando laconducta de los niños no permite que un mismo niño tome lainiciativa en sus manos y ahogue la actividad de los demás, sinopor el contrario, ayuda a los tfmidos a manifestarse, dirige susinterre lociones.

Los niños construyeron con ladrillos grandes, sobre el suelo,la casa-teremok de los cuentos y, de pronto, comenzaron a dis­cutir acerca de lo que debfan poner sobre el techo: Aliosha co­locó un ladrillo rojo, y Sasha querfo colocar un cilindro. "Asfquedará más bonito" -dijo él. Ninguno de los niños querfoceder ante el otro. Intervino la educadora, ella reafirmó quecon el cilindro quedaba más bonito. Pero para no ofender aAliosha, le aconsejó colocar el ladrillo rojo en la entrada.

La pedagoga atrae la atención de algunos niños hacia losgrupos que juegan bien, explica por qué las acciones soncorrectas y los alienta a jugar en conjunto.

Continúan desempeñando un gran papel en la educación delas relaciones benevolentes, entre los niños del cuarto año devida, los ac:Iu Itos que los rodean. En general, la educacióntranscurre bajo la influencia de la práctica diaria pero, ademásde esto, son necesarias situaciones especiales.

La educadora no espera, por ejemplo, que la tfmida y teme­rosa Raía se comunique con alguno de los niños. Ella la colocaen situaciones tales que la pequeña se ve precisada a hacerlocomo si fuera por iniciativa propia yen su momento. La educa­dora le dice: "Raia, tú serás mi hija y yo tu mamá. Vamoshacia allá, otras mamás con sus hijos se disponen a ir al bosque,iremos junto con ellas." La educadora toma a la niña de lamano, se acerca a los niños y pregunta: "¿Ustedes ya estánpreparados para ir de paseo? Raia es mi hija, acéptennos conustedes." "Siéntense I hay lugar para todos" -responden losniños. Raia al no esperar este recibimiento cordial se alegré yse acomodó al lado de la educadora. El chofer arrancó el motory todos partieron. Ya en el bosque, Raia, junto con otros niños,

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jugó a la randa y recogió hongos. Más tarde, la pedagoga re­pitió procedimientos seme jantes varias veces. Raia ya no semantenfa alejada de los compañeritos, participaba con ellos enlos juegos con juntos.

En un grupo, hay niños que en cualquier juego se afanan porencontrar para sr un rol de poca responsabilidad, imperceptible.Veamos.

La educadora lIev~ a los niños al parque. Allf estos reco­gieron hojas amarillas, luego decidieron jugar al teatro. Elflemático Sasha asumió el rol de taquillero. Los niños le entre­garon los boletos de entrada -hojas otoñales recogidas. Después,comenzaron a actuar los artistas, y la educadora no se percatóde que el taquillero mantenfa las hojas en las manos y durantemucho tiempo resuItó un espectador inactivo. Todos los niñosestaban rojos del movlmlento , en sus rostros se reflejaba unagran satisfacción, y Sasha se mantenfa ale jado y no participabaen el juego conjunto, no participaba de la alegrfa general.

Encada juego, los niños activos tratan de dirigir a los "calla­ditos". Es por eso que la pedagoga no debe desatender tantoni a unos ni a otros: mediante la risa, la broma, se debe de­sarrollar y alentar la alegrfa de vivir y la emotividad de losniños indolentes y refrenar a los niños demasiado vivos, de­masiado activos, pero con mucho tacto, para no ofenderlos y nomatar la iniciativa de los mismos.

Algunas educadoras consideran que los niños pasivos no mo­lestan y que es fácil trabajar con e llos. Pero esto no es más quela primera impresión. Para activar a estos niños, la pedagogaprecisa la inversión de cuantiosos esfuerzos. En estos casos, lomás efectivo es el elogio, la animación, el resaltar los éxitospor pequeños que sean yel juego conjunto con el niño.

Independientemente que la educadora juegue junto con losniños o influya sobre ellos, indirectamente, sobre su desarrollomoral, siempre comparte con ellos sus alegrfas, exitos, les creaun buen estado de ánimo, les despierta la alegrfa de vivir.Cuando el niño tiene buena disposición de ánimo, asimila más

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fáci Imente las exigencias de la pedagoga y las cumplimenta congusto.

En e I segundo grupo de edad menor, se uti Iizan más amplia­mente los juegos que los cuentos y los juegos-dramatizaciones.Estos enseñan a los niños a actuar en conjunto, de modo inde­pendiente, en correspondencia con un tema determinado, ainterpretar su papel en la secuencia necesaria. La lectura derelatos cortos, el examen de libros con láminas, ayudan a de­sarrollar los juegos-dramatización. En ellos el pequeño ve laimagen del niño pequeño que juega entretenidamente con susjuguetes. La audición del texto y el examen de láminas des­pierta el deseo de imitar, de representar creadoramente lasacciones de los personajes. La educadora puede utilizar ellibro de N. Zabila: El jardincito de Yasochka, los deE. Blagufnina: Máshenka, Al ionushka y el de S. Kaputikian:Masha almuerza.

Veamos cómo se enriquece el contenido del juego en relacióncon la lectura de E. Blagufnina: Alionushka, con el examen devivas ilustraciones de la pintora T. Eremina, éomo se despiertanlos buenos sentimientos hacia la niña Alionushka, el deseo deimitar todo aque 110 de lo que se habla en e I libro.

Al principio, la educadora les lee a los niños poesfas. En unade les siguientes actividades programadas, muestra cómo bañarona Alionushka, los niños ayudan a taparla con una sabanita yacostarla a dormir. Luego, los niños dramatizan rimas talescomo: se acercan volando las palomas a mamá-educadora y lepreguntan: 11 ¿Duerme su nitíita, su niñita chiquitica?" Luegollegan saltando las liebrecillas; llegan los gaticos y todos hacenla misma pregunta. Y mamá los hace regresar diciendo que lanif'ia duerme.

En los niños se acrecienta el interés hacia el juego conjuntocon la muñeca a la que se le dio el nombre de Alionushka,muchos sienten interés de jugar con ella, a su manera: le brindanhojuelas, la bañan, la acuestan a dormir. A los niños les gustapreguntar: 11 ¿Duerme su nlñlto , su niñita chiquitica?"

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En este juego surge una atmósfera de buenos sentimientos fa­miliares. La muñeca Alionushka se convierte en miembro delpequeño grupo de niños. Ellos pueden participar en el lavadode la ropa de la muñeca; luego llevan a la compuesta Alionushkahacia el arbolito de Año Nuevo y junto con los niños, participaen los juegos festivos. la identificación con el personajecentral del libro hace que el juego se prolongue y sea másameno. Los niños cuidan de la muñeca, se afanan po.r conservarla limpieza y el confort en la casa de la muñeca. El libro ejerceuna fuerte influencia sobre la aparición de los sentimientoscomunes de cariño.

El libro de N. Zabila: El jardincito de Yásochka, contribuyea la educación de la capacidad de concentración, de la acti­vidad y de los sentimientos morales. La conducta de Yasochkaes un e jemplo ameno e interesante para la organización y reali­zación del juego: Yasia juega con interés con su cfrculo in­fantil, construye para las muñecas una casa con. libros, para elalmuerzo promete darles panecillos y dulces, después del guisado.

La imagen realista del niño soviético que posee una vivafantasra, promueve la imitación, activa la experiencia personal,despierta en los niños el deseo de jugar juntos. Como resultadode las preguntas de la educadora surgen los roles: la mamá deYásochka, la hermana, el hermanito, el papá. Los niños orga­nizan un juego amistoso, uniéndose por simpatfa hacia la imagende Yásochka.

La educadora puede contribuir al surgimiento de tales juegos,seleccionando los atributos, proponiendo el tema, estimulandola representación independiente de algunos episodios, de uncuentecito, una poesia y un relato.

A medida que se asimila el contenido de la obra, que seasimilan los hábitos de coordinar sus acciones, los niños co­mienzan a unirse por sr mismos para los juegos. Se utiliza enesta edad, de modo acertado, e I cuento de El lobo y las sietecabritas (adaptación de K. D. Ushinski).

Para aprovechar, de modo más completo, los juegos dra­matizados, en la educación moral de los niños, es necesario

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encontrar las vfas para tratarlos de forma individual. Asf, laeducadora enseña a 11 ia a valorar correctamente los logros per­sonales y colectivos e n e I juego, le educa e I sentido de la su­bordinación y de la igualdad. A Misha, el poco sobresaliente,y "Folto de autoridad 11 entre los niños, le da la posibil idad demanifestarse en el juego dramatizado, se alegra de sus éxitos,llama la atención de los demás niños hacia e I tono de su len­guaje, hacia el conocimiento que él tiene del texto de la obra.

Los juegos con reglas poseen gran significación para el de­sarrollo moral de los niños: los didácticos, los de movimiento,los musica les.

Las reg las de estos juegos le crean al niño normas de con­ducta, determinan lo que es necesario y lo que no se puedehablar o hacer. La educadora enseña a estos niños a uti lizar lasreglas, a subordinarse a ellas. Esto permite formar la conductade cada niño y de todo el grupo.

En los grupos recién creados, el adulto jugará con los niños,tratando de interesarlos por el juego conjunto. En los primerostiempos es de extraordinaria importancia la organización de losjuegos conjuntos sencillos, con reglas para que los niñosadquieran las habilidades elementales para actuar.

La educadora debe dominar el arte de dirigir los juegos demovimientos para mostrárselos, de modo interesante, a los niños;para jugar con ellos, para valorar sus logros. El dominio de lasreglas del juego nuevo requiere del pequeño esfuerzo y delaprendizaje. Cuando los niños puedan jugar solos, a un juegodado, la educadora podrá estar segura de que ellos dominarándicho juego. Esto requiere que la educadora vorle , paulatina­mente, los procedimientos de dirección de los juegos de movi­mientos. Ella tratará siempre de apoyarse' aún más en la.experiencia y las habilidades del niño, de desarrollar su inicia­tiva. La pal.abra también desempeña un pape I importante. Ya,con menos frecuencia, y sólo a algunos niños, resulta necesariomostrarles cómo escapar del capturador, cómo conducirse si esatrapado y ya, cada vez más, el papel principal no lo va adesempeñar e I adulto sino uno de los niños. La educadora toma

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en consideración las posibilidades de cada niño y le planteatareas concretas, en algunos casos se limita sólo a la sugerencia,en otros a la demostración yola explicación.

El adulto vela porque se cumplimenten rigurosamente lasreglas del.juego: licuando el gallo canta 'ki-ki-ri-ki', sóloentonces los pollitos pueden correr hacia sus casas"; "si se le­vanta una banderita roja, el tren no puede continuar y sedetiene ll

• La educadora no olvida alabar al niño por habersabido subordinarse al compañerito que re ol lz cbc.e l papel prin­cipal, por hacer sólo lo permitido por las reglas del juego. Todoesto organiza y disciplina la conducta del pequeño. Además,para su desarrollo moral es importante efectuar una valoraciónque resalte la importancia de la conducta correcta del niño antetodo el grupo. IIMisha actuó muy bien, pues cuando hura delhalcón, tomó a Sveta de la mano; ella no puede correr rápido yjunto con Misha ella corrió tan rápido que Vasia no los pudoqtropor ;" Esta valoración suscitó la alegrfa no sólo de Misha ySveta: el éxito lo compartieron los demás niños junto con ellos.

Asf, los hechos concretos de relaciones amistosas que se ma­nifiestan durante el juego, la edc codoro los utiliza en la etapaculminante, final, del mismo, para que los niños experimentensentim ientos de alegrfa por la actividad con junta, expresen sudeseo de jugar juntos en lo sucesivo. 11 ¿Qué bien realizaronustedes el juego; El perrito peludito. Todos se alegraron y selnteresoron" -dice la educadora. "Estoy contenta de tenerniños tan amistosos. 11

La educadora debe saber observar al niño durante el juego.Aquf, él se manifiesta de forma más completa y directa que encualqu ier otra actividad. En e I juego se manifiestan y resaltanvivamente las particularidades individuales del niño. No todoslos niños do~inan fácil y rápidamente las regla~ del juego: aalgunos se lo impide la timidez, a otros les resu Ita diffci 1 re­cordar y reproducir el texto; otros todavfa corren y juegan mal.Por eso, además de los juegos con juntos, la educadora realizajuegos con pequeños grupos e individualmente, seleccionandolos e jercicios necesarios para uno u otro niño. Con un niño ellajuega a la pelota, con otros a los caballitos. A los niños tfmidos

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e inseguros de sf se les dan tareas que estimulen su actividad,su valentfa. En el juego El tren, al niño que hace de locomotorase le propone que lleve el tren a través del túnel (pasar por de­bajode una cuerda), pasar por un puente (marchar por una tabla);el interés por cumplimentar el rol recibido acrecienta el sentidode la responsabilidad, hace que el niño elimine su indecisión.A los niños poco equilibrados, explosivos, es conveniente darlesel rol principal. La responsabilidad contribuye a disciplinarlos:cuando todos están pendientes de ellos tratan de interpretar supape I lo me[or posible. La educadora debe buscar en cadajuego nuevos elementos o variar los anteriores para que todos losniños jueguen activamente.

En los cfrculos infanti les rurales se puede uti lizar amplia­mente las condiciones naturales con el fin de desarrollar la va­lent(a, la ingeniosidad, la independencia.

La educodoro propone por turnos, saltar del tocón; los niñosque temen saltar del mismo la educadora los ayuda: les da lamano, los estimula: "Sube, no temas, yo te sostendré fuerte­mente. 1I La atención constante de la pedagoga hacia cada niñopermite alcanzar resultados positivos en el desarrollo moral detodos los niños del grupo.

En el transcurso del cuarto año de vida, por influencia dela educadora, los pequeños aprenden a realizar acciones con unobjetivo, en los juegos con materiales de construcción, a actuarde modo independiente, sigu iendo una idea, a jugar con lasconstrucciones hechas. Las actividades programadas ayudan alos pequeños a ver los modelos de las posibles construcciones,a dominar los procedimientos de la construcción, la habilidadde darle a la construcción un carácter estable. Hay niños queno son capaces de seleccionar por sr mismos un tema ni plan­tearse un objetivo determinado. Al proponer el tema, la edu­cadora toma en consideración las impresiones vivas qee losniños han recibido. Por ejemplo, Slava vive a la orilla de unr(o y tiene la posibilidad de ver cómo pasan los carros por elpuente. La educadora le propone al niño construir un puente yadornarlo.

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El tema de la construcción puede sugerirlo el adulto en elcaso de que el niño elija reiteradamente la construcción, peroel niño ha hablado más de ella que 10 que realmente construyó.

La proposición del tema de la construcción y la ayuda en elproceso de su creación, contribuyen a despertar paulatinamenteen los niños el interés por la construcción, por e I juego de cons­trucción. Estos juegos de construcción solitarios en la etapaevolutiva dada, poseen importancia positiva: les proporcionana los niños la posibilidad de seleccionar uno u otro tema, derealizarlos por sf solos, ya los timidos de sentirse más seguros,de experimentar satisfacción por lo que ellos saben hacer. Lospequeños, bajo la dirección de la educadora, se incorporanpau latinamente al juego con los coetáneos.

Los niños aprenden a coordinar sus acciones en el juego con­junto de construcción, a tomarse mutuamente en cuenta, a re ­petar a sus compañeros. La educadora señala cómo variosaficionados a los juegos de construcción al principio coincidensobre dónde se encuentran ubicados los materiales de construc­ción y luego comienzan, pau latinamente, a invitarse estos mu­tuamente para los juegos conjuntos. El adulto estimula estasuniones, enseña a los niños a compartir sus experiencias. Ade­más, el adulto vela porque cada niño pueda manifestar en eljuego conjunto su actividad e iniciativa, a llevar hasta e I finallo pensado, a no retroceder ante las dificultades.

Un niño con interés se da a la tarea de construir una loco­motora. Pero no le sale bien porque no encuentra el materialnecesario: las ruedas. El pequeño con indiferencia abondonala construcción y se prepara a realizar otro juego. Esto noocurrirá si la educadora se hubiera percatado a tiempo de la di­ficultad del niño, si le hubiera facilitado el material necesario,si le hubiera aconse jodo cómo hacer las ruedas, si hubieraexpresado su aprobación. El niño experimenta gran satisfacciónporque ha logrado realizar la idea.

La educadora enseña a los niños a realizar lo pensado, haceque sus intereses sean más estables. Para lograr esto, ellaalienta el interés por la construcción yen ocasiones presta su

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ayuda. Por ejemplo, un pequeño construye una casa, y se pre­para a abandonarla sin habe r1a conc lu ido. La educadora ledice: "Termina de construir la casita que yo te daré los mueblesy una alfombra para ella."

La ayuda de la educadora es muy necesaria incluso cuando losniños organizan los juegos conjuntos de construcción. Ellaayuda a cada niño a encontrar su lugar en el juego, a comprobarsus fuerzas, a 109rar el reconocimiento de los compañeritos. Esbueno que la educadora aproveche una proposición acertada delniño y lo ayude a realizarla. Por ejemplo, Nikita es aficionadoa construir, pero en los juegos sólo ayuda a otro niño más audaz.Una vez Nikita propuso tfmidamente construir una isbita para lostres osiros , Mitia no aceptó su proposición. Nikita estuvo apunto de subordinarse, pero la educadora apoyó su proposicióny le sugirió que él mismo construyera la casita para los ositos.Ella lo ayudó y la construcción quedó muy bonita. Todos losniños la miraron y la elogiaron y luego la utilizaron en eljuego-dramatizac ión.

La educadora se preocupará porque la calidad de las construc­ciones mejore. El/a enseñará a los niños a mirarla y valorar/a,a observar sus aspectos positivos, les mostrará algunos procedi­mientos de construcción. En los niños se despierta el deseo dehacer construcciones bonitas, de adornarlas.

La pedagoga, como entes', continúa mcnteniendo una actitudaprobadora ante toda man ifestación de atención, ante la pres­tación de ayuda en lo juegos conjuntos , hace que estos hechossean objeto de atención de todos los niños.

Organizando los juegos didácticos, la educadora trata deut.Hzcrlcs también como uno de 103 medios para la educaciónmoral. Ante todo, se trata de despertar el inferés de los niñospor el juego. En los primeros tiempos ella comienza a jugarcon dos o tres niños y de este modo despierto en los demás, eldeseo de incorporarse. En ocasiones, puede interesar/os me­diante un cuento o una canción sobre el tema del juego. Laeducadora logra, paulatinamente, que los niños utilicen losjuguetes didácticos, los juegos de mesa. El adulto estimula lahabilidad de los niños de velar porel riguroso cumplimiento de

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las reglas. Esto permite formar en los niños, toda una serie decual idades volitivas (la capacidad de aguardar, de escuchar alcompañero, de actuar acorde con la señal del gura), ycreorrelaciones positivas entre los niños.

En este grupo, la educadora tiene mayores posibilidades deunir a los niños en el juego didáctico porque las propias reglasde I juego lo requieren. Pero la pedagoga, como antes, observaconstantemente las acciones, la conducta, las interre lacionesde los pequeños, y siempre está preparada a recurrir en ayuda encaso de dificultades, o de malos entendidos.

La educadora se esfuerza por despertar la alegrfa de los niñospor e I juego con junto, la satisfacción porque e \los conozcan amuchos niños por la voz, mantiene el interés de unos hacia otros,en fin, crea una atmósfera afectuosa en e I grupo. Conjunta­mente con esto, el adulto trata de interesar a cada niño por eljuego con materiales didácticos, para que ellos sientan satis­facción por el resultado obtenido, para fortalecer la confianzaen sr mismo; que logren realizar tareas más diffciles para darlesla posibi Iidad de manifestar su actividad.

La educadora introduce en el grupo un juego nuevo: Atrapaal pececito. Vasia se interesa por el juego, un niño muy mi­mado por los padres. Cuando la primera y segunda vez no sacónada con su caña de pescar, él, caprichosamente, retiró desr la caña y se dispuso a marcharse. La educadora retiró elretablo y le propuso capturar el pez sin él. Vasia, por su­puesto, logró capturar el pez más grande. Alegre por e I éxitopidió a la educadora colocar de nuevo el retablo. Esta veztiró con seguridad la caña y sacó un pescado. De este modo,la pedagoga ayudó al niño a realizar la tarea que al principiole pareda fuera del alcance de sus posibilidades. .

En la formación de las cualidades morales se pueden alcanzargrandes éxitos si en el hogar, los pequeños, poseen diferentesjuegos de construcción, cubos, juegos de mesa. La pedagogadebe indicarles a los padres qué tareas de la educación moralse pueden resolver con éxito, en seme jantes juegos.

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Despiertan gran interés en los niños de este grupo, los juegoscon arena y con agua. La educadora, como antes, enseña Q

los niños a jugar con diferentes modelados, logra que cada niñosea activo, alienta los contactos establecidos entre los niños,los estimula si ellos comienzan a hacer algo juntos: a cavar conpalitas, a sembrar en los huecos "árboles", a construir un puente,un camino. La pedagoga aprueba la iniciativa manifestada poralguno de los nlños , estimula a los demás a imitarlo, despiertael interés por la construcción del compañero, y alienta una ac­titud respetuosa hacia todo Io que han hecho los compañeritos.

La educadora aprovecha las acciones concretes de los niñosen el juego para descubrir en ellas lo que está bien y lo queestá mal: si jugaron amistosamente, si compartieron los juguetes,si se ayudaron mutuamente mediante el consejo. Durante lasconversaciones, la pedagoga no moraliza, sino que utilizaampliamente las ilustraciones de los juegos infantiles. Algunospasajes cortos se pueden interpretar con las muñecas. A la edu­cadora no le resulta diffcil inventar el texto, apoyándose enhechos concretos. Por ejemplo, se puede mostrar una escena querepresente a dos niñas que no pudieron compartir un cubito. Ycuando la educadora preguntó por qué ninguna de las niñas pudojugar con el cubito, para todos resultó claro que ellas no sabfansol icitar un juguete cortésmente, que no eran capaces de ce­derlo, de aguardar hasta que la otra terminara de jugar.

Los niños se acostumbran a escuchar de la educadora: "Hoytodos jugaron amistosamente en el área 11; " ahora todos estánocupados en juegos interesantes; Tolia y Lesha jugaron muyalegremente al cazador y al perro, muy amistosamente ",

Valoraciones seme jantes de la conducta de los niños les" d be ' "muestran como se e actuar entre SI; que les gusta a los com-

pañeros y qué no, a representarse como debe ser la actividadcon junta.

La educación moral en las actividades programadas

Cuando la pedagoga realiza un trabajo dirigido hacia un finlas actividades programadas devienen un medio efectivo paradespertar en los niños el interés por la contemporaneidad, paraampliar las nociones sobre los fenómenos de la vida social.

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La educación del armora la patria, por las personas del parsnatal, se lleva a cabo sobre la base del material del medio cir­cundonte próximo. El adulto llama la atención de los nlñoshacia aquellos fenómenos, acontecimientos, que de acuerdo almaterial real les son accesibles, que despiertan sus sentimientos.

Por cuanto al preescolar de edad menor le interesan los acontecimientos sociales, ante todo, por su aspecto exterior, laeducadora dirige la atención de los mismos hacia lo más llama­tivo, lo más atrayente en la vida activa de las personas. Durantelos paseos con objetivos por las calles, al examinar láminas, eladu lto le muestra a los niños cómo se construye una casa nueva,cómo adornan las calles para la fiesta, cómo se mueve el trán­sito por las calles. La educadora explica a los niños simple ybrevemente, que la casa grande y bonita que se erige en lascercanfas, será una tienda y una casa de apartamentos para laspersonas. E110 responde, de modo accesible, a las preguntas delos niños y les crea nociones correctas sobre lo que ellos ven, ylos educa en el respeto hacia las personas que trabajan. Por esoes necesario que cada vez que se organicen observaciones espe­ciales, no sólo se preste atención hacia las diferentes marcas decarros, sino también que se resalte la importancia y lo diHcildel trabajo del chofer, el respeto a los peatones, la preocupa­ción por los niños que cruzan las calles. Si es posible, tambiénse debe mostrar que los peatones, a su vez, deben respetar eltrabajo de los choferes: deben tratar de pasar la calle lo másrápidamente posible, deben uti Iizar los cruces señalados paraellos, y sólo deberán cruzar cuando esté puesta la luz roja. Lacomprensión de las nociones acerca de la profesión del choferse logra mediante los contactos directos con él, en aquelloscasos en que sea posible, aunque esto no esté previsto en elplan de trabajo educativo del dra. Por ejemplo, al circulo in­fantil llega un carro con productos, con muebles o con posturasde árboles; aprovechando esta ocasión, la educadora lleva alos niños a ver cómo trajeron e I carro. La educadora puedepreguntarle al chofer de dónde trajo las posturas, si las 'trans­portó cu idadosamente para no dañarles las ra(ces, las ramas;para qué trajo la carga al circu lo infantil. Es bueno llamar laatención de los niños hacia el estado de ánimo del chofer -élse siente satisfecho por haber cumplido e I trabajo" por haber

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hecho algo agradable para los demás, con sus manos, grandes yfuertes, que tan ágilmente conducen el carro. La pedagoga, deesta forma, logra disponer favorablemente a los niños en re lo­ción con el chofer. Ellos comienzan a interesarse por las dife­rentes partes de I carro, a compartir sus impresiones de los viajesen taxi, en el ómnibus. La educadora estimula los intentos delos niños de comunicar a la auxiliar, a los niños de otros grupos,acerca de sus impresiones, recibidas durante los paseos.

Al organizar los paseos por la calle en que está situado elcfrculo infantil, la educadora propone a los niños observar laconducta de las personas. Por ejemplo, vienen al encuentro dosmujeres, una de ellas es mayor. La mujer joven lleva una jabacon vegetales y la anciana un bello ramo de ásteres. La peda­goga resalta la preocupación de la mujer joven por la ancianaa la cual le resulta dlf lcl l llevar pesos. Yven que un niño deedad escolar, con un palo, pega a una mata. La educadora,con severidad, le prohfbe que continúe echando a perder lasjóvenes plantas sembradas; con emoción le habla a los niños desu grupo acerca de que e I escolar comete una mala acción queno se le puede permitir ni deben seguir su e [emplo , En depen­dencia de las cond iciones concretas, se puede observar con losniños el transporte de cargas en carros, en caballos, el funcio­namiento de I tractor, de l bu Idózer, la colocación de las vlosdel tranvfa, la siega de hierbas, etc. Las observaciones vanacompañadas de las preguntas y explicaciones del adulto. Estocontribuye a ampliarles e I horizonte a los niños y a formarlesnociones correctas sobre el carácter del trabajo de los adultos.Pero no debemos limitarnos simplemente a la ampliación delhorizonte, de las nociones: es importante tocarles las fibras delos senfimientos. Esto lo logra con mayor éxito, la pedagogaque observando por sf misma un fenómeno o proceso, manifiestaun sincero interés, que se alegra junto con los niños, que seasombra ante lo que ve y de esta manera despierta el interés delos niños.

La educadora realiza como antes observaciones acerca deltrobo]o de los- adultos con el grupo, en el c lrculo infantil, enel área. La pedagoga llama la atención de los niños hacia loque hacen los adultos, resalta la importancia social del trabajo

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de los mismos. Asf, la educadora puede realizar c\'os o tresacti vidades programadas para obse rvar e 1 traba jo de la auxi Iiar,para descubrir, de forma más completa y determinada, su con­tenido de trabajo. Además, esto contribuye a mantener elinterés por la profesión de la auxiliar, a educar el sentido delrespeto hacia ella. En uno de los casos, la pedagoga llama laatención de los niños hacia cómo la auxiliar lava las ventanas;en otra ocasión observa la limpieza del salón, el fregado delas lozas.

Es bueno que en la vida cotidiana se resalte constantemente,la importancia del trabajo de la auxi liar, su preocupación porlos niños. Los niños, por ejemplo, regresaron del paseo. Laeducadora exclama alegremente: 11 I Algo ha pasado en nuestrogrupo que se ve todo más claro! 11 Y los niños se percatan deque han lavado los cristales. "Lo nana trató de hacernos laestancia mucho más agradable ll -dicen algunas voces.

El "Proqromo de educación en el cfrculo lnfcntl l" prevé lafamiliarización de los niños con el trabajo de la educadora.La pedagoga no debe pensar que el hecho de que ella se preo­cupe constantemente por los niños, de que e lIa se comuniquediariamente ya cada minuto con los mismos, resulta suficientepara educar en ellos el respeto por la profesión de la educa­dora, para crear una noción correcta sobre ella. La educadora,de vez en cuando, resalta su atención hacia ellos, pero no lohace de manera inoportuna, sino imperceptiblemente. Llamala atención de los niños hacia el propio proceso de su trabajo;puede, por ejemplo, en presencia de los niños coser un juguetesencillo, reparar una carretilla, arreglar las ropas de las mu­ñecas, acariciar a los niños, que e 1I0s sientan que de la formaque ella organice el juego o cualquier otra actividad, de suatención y ayuda, dependen el éxito y el estado de ánimo de lospequeños. La conducta de la pedagoga es un fndice constante yefectivo de cómo ella trabaja y se preocupa.

La educadora familiariza a los niños con el trabajo de la co­cinera. Al realizar esto, lo mismo que en otros casos, paracada demostración, toma sólo un proceso laboral aislado, porejemplo, la preparación de la empanadilla. La educadorallama la atención de los niños hacia la gran cantidad de harina,

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de azúcar, de huevos y de leche que se requiere para prepararsabrosas empanadillas para todos los niños; subraya la dedica­ción con que trabaja la cocinera. Es bueno preguntarle a lacocinera para quién se esmera tanto, si su trabajo en la cocinaes muy dlffcil , si le gusta su trabajo. Durante la merienda,cuando la auxiliar la trae de la cocina y ya las empanadillasestán preparadas, la educadora revive en la memoria de elloslo visto durante la excursión, y de nuevo despierta e I senti­miento de agradecimiento a la cocinera por su preocupaciónpor los niños ,

La pedagoga famil iariza a los niños con el trabajo de la en­fermera, contribuye a elevar el humanitarismo de los trabaja­dores de esta profesión que se preocupan por la salud de todoslos niños. Durante una excursión especial a la enfermerfa, sepuede mostrar uno de los procesos, el examen de los niños delgrupo de edad mayor. Ella resalta lo atenta que es la enfer­mera con todos, cómo ella conversa con los niños dulce y cor­tésmente, lo minuciosamente que examina los o jos, la garganta,el cuerpo. Es bueno que la enfermera regale a los niños lascajitas vados de las medicinas, el estuche del termómetro, lasvendas y las gasas. Todo esto resulta muy útil a los niños parasus juegos al hospital; lo visto durante la excursión puede fi­jarse leyendo la poesfa del libro de E. Blagufnina: Alionushka(IIAlionushka está enferma. 11) Esto ayuda a profundizar el in­terés de los niños por la profesión de la enfermera, del médico,les despierta el se.ntimiento del agradecimiento.

Al igual que el trabajo de la educadora, el trabajo del espe­cialista en música despierta el interés de los pequeños. No espor cosunlldod que en sus juegos estas imágenes se reflejan.

Es importante que los niños tomen conciencia de la impor­tancia de cualquier trabajo realizado por los adultos. En lavida cotidiana les recuerda constantemente lo visto, les hablaacerca de la necesidad de cuidar el trabajo de los demás: "Notoques la puerta con las manos sucias. Tomara Ivanovna lalavó, está cansada y tú puedes ensuclorlc" -dice acongojac:la-mente la educadora. .

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Al organizar las observaciones, la educadora (alli donde seaposible), trata de atraerlos e incorporar a los niños al trabajode los adultos. Asi, en otoño, los pequeí"ios observaron la lim­pieza del área. Los niños vieron cómo el barrendero limpió loscaminos, recogió las hojas, y cómo él las llevó en el tanquehacia el área de servicio. La educadora seí"iala la uti lidad deeste trabajo para las personas circundantes. Los nlños por srmismos, manifestaron su deseo de participar en la recogida dehojas. Comenzaron a llevar hacia el sitio indicado las hojasen pequeí"ias cestas. Cada uno queria colocar más hojas en sucesta para recoger y limpiar más rápidamente el área. UYo re­cogeré muchas hojas -dice Kolia- el tio Tolia tendrá menostrcbo]o ," La observación del trabajo de los adultos y la posibleparticipación en él, determinan la conducta de los niños: ellostratan de observar el orden en e I grupo y en el área y si se per­catan de alguna alteración del orden tratan de eliminarla.

Durante las ooservaciones y después de ellas, la pedagogaconversa con los niños sobre lo visto. Estas conversacionestienen una gran importancia para el desarrollo moral de los niños,Aunque las nociones de los pequeños sobre el trabajo de losadu Itos son Iimitadas, es necesario uti lizarlas para resaltar hastaqué punto es importante uno u otro tipo de trabajo para las per­sonas circundantes, principalmente para los niños, La conver­sación viva, no forzada, estimula a los niños a narrar en quétrabajan sus padres, qué hacen; al mismo tiempo, la educadorano debe ignorar las manifestaciones de los nlños , sino que porel contrario, ella debe estimular, alentar, estas conversaciones,subrayando la importancia de cada trabajo.

Además de brindarle a los pequeños nociones sobre el trabajode los adu Itos, se les educan emociones positivas (alegrfa, sa­tisfacción) y sentimientos humanos hacia los trabajadores. Laactitud consciente hacia el trabajo, el amor al mismo, el afánde hacer las cosas lo me[or posible, se descubre ante los pe­queños en el ejemplo laboral concreto del adulto. Por eso,aquf es tan importante el papel que desempeí"ia el ejemplo per­sonal de las personas que los rodean, el caracter de su actituddiaria, cotidiana, ante el trabajo.

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La pedagoga puede utilizar las láminas: "En el huerto delkoljós" de la serie de "Láminas para los clrculos infantiles delas regiones rurales", de los autores O.A. Frolova y O. l.Solovdova, y el lenguaje poético figurado. Es bueno examinarláminas que representen al cocinero, al chofer, al médico, almiliciano, al vendedor; suscitar en los niños conversacionessobre quiénes están representados en estas láminas, recordar lovisto durante las observaciones, resaltar la importancia del tra­bajo de estas personas. Se pueden utilizar canciones populares:"Hornea, hornea, el panadero" (ucraniana); "La molinera"(inglesa). Todo esto despierta sentimientos nobles hacia los tra­bajadores.

Las observaciones demuestran que allf donde la educadorarealiza un trabajo sistemático para famil iarizar a los niños conel trabajo de los adultos, se logra despertar en ellos el interéspor su trabajo, e I respeto por él. Es por eso que es tan impor­tante pensar qué tareas educativas puede resolver la pedagoga,durante las observaciones de uno u otro tipo de trabajo.

Como e jemplo se puede señalar lo siguiente: la observacióndel trabajo del barrendero. Prestar atención hacia lo concien­zudamente que él limpia los senderos del cfrculo infantil, cómolos limpia con agua para que no haya polvo. Hacerle las pre­guntas siguientes: 1. ¿Por qué él trabaja con tanto ahfnco?2. ¿Le gusta su trabajo? Despertar en los niños el interés porel trabajo del barrendero, el afán de mantener la limpieza yelorden del área, el deseo de ayudarlo. Darle a los niños pe­queñas escobas, proponerles quitar la basura de los senderos ydel camino principal que va hacia el vergel. Encomendar aMisha ya Maxim trasladar la basura. Velar porque ellos con­cluyan lo iniciado.

La educadora continuará profundizando el sentimiento deamor hacia Vladfmir Ilich Lenin.

A los niños del cuarto año de vida, se les muestra un retratoconocido de V. l. Lenin y se les leen los versos de N. Naidenova:

Nuestro Lenin.

Vivfan en el mundo

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Tales niños,

Con los que tiempos ha

Lenin tenfa amistad.

Para el Año Nuevo

Ilich llegaba,

Juguetes les regalaba,

Yen rondas con ellos cantaba

Nosotros a Vladfmir

Nunca hemos visto,

Nos suelen referir

De él mamita y papito.

Los libros más diversos

Sobre él nos han le fdo ,

A nuestro Lenin querido

Una canción cantar

Hemos pedido.

Es poco probable que el adulto tenga que añadirle algo aestos versos. La lectura de la poesfa debe provocar la influenciaemocional que coadyuvará a la ulterior formación de una actitudpositiva hacia la imagen de Lenin como un gufa. La educadoradespierta en los niños el deseo de adornar el retrato de Lenincon ho jos otoña les, con flores y, a I mismo tiempo, deci r ve rsosconocidos o contar canciones sobre Vlodlmlr 11 ich. La canciónpuede ser ejecutada por la educadora, la especialista en música,o los niños de los grupos de edad mayor. L.a comunidad de vi­vencias éticas y estéticas acerca a los niños.

Deben organizarse observaciones de láminas del pintorA. Vo.. lamov: "Lenin entre los niños en las montañas", y luegodebe leérseles a los niños los versos de T. Spendiarova: Canciónsobre Lenin.

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la educadora llama la atención de 10'\ niños hacia cómo losniños de edad mayor se preparan para conmemorar el nataliciode V.I. lenin: Ella puede llevar a los pequeños a recorrer lossalones de los preescolares rnqyores , para ver cómo está ador­nado el retrato de Vladfmir lIich. Es conveniente combinar laofrencla de flores al busto o a la escultura del Ifder con la can­ción de T. Volguina: Flores para lIich (traducción del ucra­niano lo Kompaniets):

Hacia nosotros las cigüePías vuelan

y los prados han florecido

A "ich le trajimos

Flores de primavera.

A Ias flores, a Jos niPios

Mira lenin querido

las bancleras ondean

Sobre el pais soviético.

los niños del grupo preparatorio junto a los pequeños, puedencolocarle al retrato de I Ifder ramas verdes y flores naturales.Todo esto se hace para educar en los niños el interés y el res­peto hacia el hombre extraordinario que ellos conocen por foto­grafias, por los retratos del clrculo infantil y el hogar.

la educadora alienta y estimula las conversaciones de losniños sobre Vladimir lllch lenin, dirige la atención de losmismos hacia el gran amor que él sentia por los nlños , despiertay fija el sentimiento de amor hacia él.

la educadora trata de aprovechar cada actividad programadacon el fin de lograr el desarrollo moral de los niños. Asf algunasnociones morales se pueden formar en los niños, utilizando lasobras artísticas, los cuadros que posean el contenido correspon­diente. Por ejemplo, la conversación sobre el cuadro "la fa­milia" (de la serie de láminas para los c lrculos infantiles de laszonas rurales", de los autores F. F. Sovietkin y V. M. Chistiakov)ayuda a precisar los conocimientos sobre la vida de la familia,

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las interre laciones de los mayores y los pequeños, a recibir lasprimeras nociones e informaciones acerca de lo que significapreocuparse, manifestar benevo lencia. Esto ayuda a que lospequeños recuerden a sus allegados, a que se despierten noblessentimientos hacia ellos, amor y agradecimiento. Al examinarlas láminas "Las gallinas", "La perra con los perritos", "la gatacon los gaticos" (de la serie "Los animales domésticos", delautor S. A. Veretennikova), la pedagoga trata de ampliar lasnociones sobre la vida de los animales, sobre el cuidado de losmismos, de despertar el interés y e I sentido del cuidado haciatodo lo vivo. Estos cuadros recuerdan a los pequeños lo visto porellos en la vida. "Nosotros también tenemos una gata¡ se llamaMurka. Tiene las paticas cortas, y crcño'' -dice Zhenia."Mamá y yo fuimos a la dacha a casa de abuela y ella tenfa dosgaticos. Yo no los molesté, les daba leche 11 , relata Olia.

La poesfa de Maiskovski IIQué es bueno y qué es mclo "; leda a los niños una idea sobre las acciones buenas y las malas,los estimu la a realizar obras nobles, provoca la repulsa haciatodo lo grotesco. Las obras poéticas de A. Bartó: La niñamugrienta, Máschenka¡ de E.!. Blanguina: Fueguecillo, 1 Quémamá esta!, y de Z. Alexandrova: Mi osito y otras, pued~util izarse con éxito para educar en los niños sentimientoshumanos, una actitud positiva hacia las personas que los rodeany que e lIos transfieren con faci Iidad a sus juguetes preferidos:a las muñecas, al osito, a la liebre, al gallito, etcétera.

Con juntamente con estas actividades programadas, cuyocontenido está directamente dirigido a solucionar las tareaseducativas, es necesario, en cualquier actividad programada,enseñar a los pequeños a realizar las actividades conjuntamente,a escuchar a otros niños, a contestar sólo a aquellas preguntasdirigidas directamente a él, a no molestar a los compañeros.Como es sabido, e I niño de tres años tiende a dispersarse, apasar de una actividad a otra, debido a la inestabilidad de suatención y a la subordinación a impresiones casuales. Las acti­vidades programadas ayudan a la pedagoga a ordenar toda laactividad de los niños, asf como también a educar en ellos elsentido de la disciplina, la capacidad de cumplimentar la tareadada, de concluir lo iniciado.

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Al realizar con los niños las actividades programadas de de­sarrollo del lenguaje, de construcción o de aplicación, etc.,la pedagoga, ante todo, trata de darle a los niños la posibilidadde manifestar su actividad, asi como despertar en ellos el in­terés, el sentimiento hacia el objeto o el fenómeno.

Al igual que en el grupo evolutivo anterior, la educadora,en el curso de la actividad programada de dibujo, de modelado,le muestra a los niños cómo expresar su actitud hacia los medioscircundantes del dibujo y del modelado. En actividades pro­gr.amadas especiales, los niños realizan trabajos para regalar amamá, a un compañerito enfermo, a la educadora, a la auxiliarpor el dia de su cumpleaños. Esto suscita en los niños buenossentimientos, crea un estado de ánimo jovial.

Al igual que antes, la correcta valoración de los trabajosinfantiles posee una gran significación educativa. la educa­dora trata de interesar a los niños por el trabajo del compañero,de despertar en ellos una actitud atenta hacia él. Procedencorrectamente las educadoras que unen los trabajos infantiles enel mural. Es conveniente, por ejemplo, que recopilen todoslos trabajos de dibu jo sobre el tema lila florecita". los niñosse alegran de poder contemplar y oler las flores. Ellas les re­cuerdan a los pequeños el campo salpicado de flores silvestres,suscitan vivencias estéticas conjuntas.

En las actividades programadas de actividad productiva deeste grupo evolutivo, se pueden educar los hábitos y los senti­mientos colectivos. Asi, si los niños modelan con arcilla man­zanas, la educadora propone a todos los niños que están sen­tados en una misma mesa, colocarlas en una bande ja común ybrindarle a la muñeca preferida. Enseña a los niños a uti Iizarlos objetos en común. Puede colocar varios recipientes congoma para dos o tres niños e insistir para quiénes son: Este espara Vitia y Galia, este para larisa y Vova. Por el tono de laeducadora, por la forma en que colocó los recipientes, ellossienten que estos pertenecen realmente a ambos. Esto gusta alos niños. Vitia abraza tiernamente a Galia: "Nosotros dosjuntos vamos a pegar ¿quieres?" Estas cosas que, en aparien­cias, son insignificancias, contribuyen a educar las relaciones

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positivas entre los nlños , La pedagoga emplea hechos concretosde buena conducta de los niños en las actividades programadas;llama la atención hacia aquel que es solfcito con sus compa­ñeros: "compcrtló los materiales; mostró la forma correcta desostener el pincel; de sentarse para no molestar al veclno".

El bello uso de la palabra, el cuadro, la músioa, influyeronsobre el desarrollo moral y estético del niño, no sólo por su con­tenido, ellos enriquecen su mundo directamente con sonidos,coloridos, con el ritmo vivo. Los niños perciben la música po­pular muy profundamente -ella les resulta comprensible y cer­cana por su melodfa y sencillez. La organización artfstica delas fiestas e n el cfrcu lo infantil, e I decorado de I salón de Igrupo, de la sala, los trajes de disfraces, el arbolito de AñoNuevo, adornado, son todas impresiones que lIe non de vivezay alegrfa festiva la vida de los niños pequeños y constituyenuna de las fuentes principales de emociones positivas que son degran importancia para la formación de las cualidades morales.

La utilización de la naturaleza, la riqueza y diversidad delmundo animal y vegetal, permite, desde la edad más temprana,educar en los niños un amor verdadero y una actitud cuidadosahada todo lo vivo.

Bajo la dirección de la educadora, los pequeños participanen el cuidado de los animales y las plantas en el rincón de lanaturaleza y en el área. En las actividades programadas, porejemplo, riegan las plantas, limpian la pecera. Los niñostiénen la oportunidad de conocer la alegrfa que produce el es­fuerzo conjunto y de sentir satisfacción por el resultado alcan­zado. 11 1 Qué bien se sienten ahora los peces!" -dicen losniños y durante largo tiempo no se separan de la pecera.

Es bueno observar con los pequeños los pollitos amarillitos,darles la oportunidad de jugar con un gatico lanudito, observarcómo corre un perrito gordito. Resulta interesante alimentarjunto con los niños a los animales, acercárseles, acariciarlos,participar más activamente en el cuidado de las plantos y de losanimales.

La educadora organiza paseos con los niños, fuera de losIfmites del cfrculo infantil: la plaza cercana, el bulevar, el

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parque, el estanque. Es bueno realizar periódicamente paseosa un mismo lugar para que los niños puedan percatarse de lastransformaciones que tienen lugar en la naturaleza. En la pri­mavera, los niños recogieron en la campiña ramos de dientes deleón amarillos, después de transcurrido un mes, los niñosvuelven a la campiña y no los encuentran. "Aquf nosotros cor­tamos flores, y ahora no hay, ¿dónde están?" -pregunta Kostia.la educadora señala las cabezas desnudas de los dientes de león:"Miren cómo han quedado" -exclama alegremente leva.

la educadora trata de ser atenta y solfcita hacia las manifes­taciones de los niños. los sentimientos humanos que se handespertado en ellos los fija con el ejemplo personal, mediantela lectura de las obras literarias. Por ejemplo, al leer el cuentode K. J. Chukovski: Aymeduele, la educadora expresa su com­pasión por la falena que dice:

Mis alitas con fuego se me quemaron.

Ayúdame, ayúdame Aymedue le:

Mi alita herida me duele.

y luego, junto con los niños, se alegra de que el doctorAymeduele le cosiera a la falena una alita nueva.

De esta forma, la iniciación de los niños en la naturaleza serealiza a través de diversos medios y e jerce una fuerte influenciapara formar una actitud correcta hacia ella.

A la educodorc .Jebe recordársele que los hábitos y costumbresmorales, la correcta actitud hacia lo que nos rodea, se formanen los niños a diferente ritmo (en unos más rápidamente, en otrosmás despacio). Se debe prestar una atención especial a losniños tfmidos. El elogio y la motivación son las formas princi­pales de poderles ayudar. Además, las observaciones demuestranque las actividades de desarrollo del lenguaje, lamentablementenos indican que hablan preferentemente los niños más activos ylos más desarrollados.

Algunos especialistas en música, durante el proceso de pre­paración de las fiestas y, ya durante las mismas, les encomiendanlos papeles principales a los niños más activos. Estos comienzana posar, tratan de llamar la atención sobre si de las personas que

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los rodean. No es conveniente elogiar desmedidamente a losniños seguros de sf y jactanciosos, sino, por el contrario, señalarcon más frecuencia los éxitos de los demás niños.

Para educar las emociones positivas, los nobles sentimientosde los niños, para familiarizarlos con las normas de conducta yfijárselas, la pedagoga incorpora, de modo especial, en el con­tenido de las recreaciones, diversas situaciones que colocan alos personajes (muñecas, animales) ante la necesidad de realizarbuenas acciones. La pedagoga, al aprobar la actuación de losniños, trata de llegar hasta lo más recóndito de sus sentimientos;de provocar la alegrfa y el amor. Las recreaciones le dan calora las relaciones entre los niños y los adultos, cohesionan a losniños mediante vivencias estéticas comunes.

Para educar la modestia en unos y una gran actividad en otros,la educadora debe establecer contacto con los padres. Al fami­liarizarse con la vida de la familia, a la pedagoga le resultamás fácil comprender al niño y puede utilizar sus observacionespara influir de modo efectivo sobre los niños del grupo.

Antes de montar un espectácu lo, es bueno fami Iiarizar conantelación a los pequeños con el contenido de la pieza. La edu­cadora les muestra las muñecos: tftere~, lobo, oso. Esto nodebilita el interés de los niños por el espectáculo: ellos, conalegrfa, reciben los personajes conocidos, velan por sus acciones.Asf se le puede mostrar a los niños en teatros de tfteres Petrushkayel Globito.

Globito vivfa en la perrera. Él llamó en su ayuda a Petrushka.Este accedió a ayudarlo, pues la perrera se habfa destruido;cuando la perrera estuvo lista Petrushka la destruyó. Globitorompió a llorar amargamente y Petrushka se echó a re fr. lpsniños analizaron el mal proceder de Petrushka: 11Lo peor de todoes que encima se rió de Globito. 1I

Después de I espectácu lo se debe a lentar las conversaciones delos pequeños sobre lo visto. Estas ayudan a que- los niños com­prendan mejor los acontecimientos, la conducta de algunos per­sonajes. La educadora agudiza la atención de los niños en losejemplos de buena amistad, de bondad, de valentfa; relacionala conducta de los personajes del espectáculo con la conducta de

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los niños. En los niños se despierta entonces el deseo de imitara los personajes positivos.

La educadora debe recordar que la formación de uno u otrosentimiento moral, de una actitud noble hacia lo que los rodea,al igual que en la etapa anterior, se realiza como resultado deuna prolongada influencia sistemática por parte de los adultosy de la ejercitación de los propios niños, lo que está directa­mente re lacionado con e I desarrollo de muchas cualidades mo-

rales de la personalidad, cuya base sólo se fomenta en la edadmenor. El perfeccionamiento de las mismas, su fijación, es unade las tareas más importantes de la educación de los niños de losgrupos de edad menor del círculo infantil.

LA EDUCACIÓN MOHAL DE LOS NIÑOS DE EDAD PREESCOLARMEDIA. PARTICULARIDADES DE LA EDUCACION MORALy DEL DESARROLLO DE LOS NIÑOS DE CINCO AÑOS

A" llevar a cabo la educación moral de los niños de edadpreescolar media, la educadora debe tener en cuenta que ellosposeen considerablemente más posibilidades que los pequeños deltercer y cuarto años de vida. Los niños que asisten al c lrcu loinfantil a los cuatro años, acumulan determinada experiencia quela pedagoga debe tomar en consideración en la educación moralde los mismos.

Ante todo, esta es la experiencia de la comunicación con loscoetáneos, la experiencia del cumplimiento de las exigenciasnormativas de la pedagoga que son iguales para todos los niños.Es la experiencia de las vivencias con juntas: la alegría generalen el matutino infantil, la preocupación por los habitantes delrincón de la naturaleza viva, la tristeza que los niños sientenpor diferentes causas (en tos desavenencias con los coetáneos, alperder los juguetes, por algunas desgracias). Es la experienciade la actividad laboral conjunta: limpieza del salón, del área,cuidado de los cul tivos de I huerto, la ayuda al amigo. Los niñosdel cuarto año de vida aprenden a jugar juntos, a mantenermutuamente 'a idea lúdicra, a utilizar los juguetes comunes,

El desarrollo de una rapidez relativa, de la ligereza y la se­guridad de los movimientos en los niños del quinto año de vida,facilita muchas actividades conjuntos , crea las premisas para la

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coordinación de los movimientos a un ritmo, en determinadasecuencia.

La gran independencia relativa de los niños al principio delquinto año, permite variar e I carácter de la dirección pedagó­gica de la actividad infantil, proporcionar a algunos grupos deniños los materiales para los juegos, confiando en la habi lid9dde los mismos para establecer las interre laciones y desarrollar el

contenido de I juego (sin ernborqo , no se deben sobrevalorar estasposibilidades de los niños, fundamentalmente en la primera mitadde I año: sus logros en la autoorganización todavfa no son es­tables y la actividad infanti I requiere la atención constante dela educadora).

Conviene tomar en consideración los logros en el desarro 110de la esfera volitiva: los niños de esta edad reaccionan me jora las señales auditivas y visuales, subordinando sus acciones aellas (parada, renovación de los rnovimlentos , reacciones dellenguaje, etc.), aprenden pau latinamente a refrenar sus impulsos,a escuchar pocientementec la pedagoga y a los coetáneos.Esto crea las premisas para la educación de la ccpccldod de con­tenerse, del sentido de la organización de la conducta.

El lenguaje de la moyorfo de los niños en el quinto año devida, adquiere una sonoridad fonética correcta, la expresividadde la entonación se torna más correcta gramatical y sintáctica­mente, lo que le permite a los niños comunicarse fácilmen'teentre sr, ponerse de acuerdo sobre la idea de I juego, convencerde las ventajas de su proposición.

La conducta de I niño de la edad dada posee un carácterextremadamente contradictorio. Esto se manifiesta en la inse­guridad de los niños en sr mismos y, al mismo tiempo, en el afánde ellos por ser independientes, en la manifestación de terquedady también en la docilidad a las medidas educativas.

los psicólogos y pedagogos consideran que la ruptura en eldesarrollo de los niños consiste en el paso de la actividad reali­zada conjuntamente con los adultos a la actividad realizadaindependientemente. En las acciones de los niños, en sus rela­ciones, se manifiestan las cual idades positivas que al fortale­cerse, crean la base de la generosidad, de la delicadeza, de la

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veracidad, del sentido de' la organización y, las negativas,queentorpecen el establecimiento de la amistad entre los niños't~ainca'pacidad y eI no deseo de ponerse de acuerdo con los demásniños, de subordinarse a los compañeros). La pedagoga debe nosólo seguir de cerca y observar estas manifestaciones moralestempranas, sino además tratar de fortalecer las positivas y eli­minar las negativas. El sentido de la amistad, la disposición deacudir en ayuda, son premisas importantes para las interrela­ciones colectivas. Para formar tales interrelaciones es necesarioanalizar las acciones tfpicas individuales del niño, su estado deánimo que le permite establecer contacto con mayor faci lldodcon los coetáneos y desarrollar más exitosamente el juego con­junto con ellos, cumplimentar las encomiendas laborales deladu Ito. Para desarrollar las interre laciones positivas es muyimportante proporcionarles a los niños la posibilidad de manifes­tarse en las diversas actividades; realizar juegos ricos en conte­nido, trabajar diariamente, participar con interés en lasactividades programadas. Es precisamente la actividad rica encontenido donde los niños se ven precisados a ponerse de acuerdo,a ceder uno ante el otro, a acoplar sus aspiraciones con las delos demás, y esto contribuye a la formación de la primera expe­riencia de relaciones colectivas que crean las bases para eldesarrollo moral del niño.

Constituyen premisas para el desarrollo de una conducta moralestable y para formar las premisas de las interre laciones colec­tivas, Jo constancia de 'as exigencias pedagógicas del c irculoinfantil y la familia, la constante influencia del ejemplo positivo

de los adultos. La pedagoga debe tener en cuenta que la acti­vidad conjunta interesante y accesible a los niñosde esta edad (eljuego con junto, las actividades programadas generales, la par­ticipación en los procesos cotidianos, el cumplimiento de lasobligaciones latorales), es una condición importante que garan­tiza la formación de interrelaciones infantiles nobles. La acti­vidad estimu la las manifestaciones positivas emocionales de losniños, Jas cuales sirven de premisa al desarrollo de Jos senti­mientos sociales y coadyuvan a la formación de los primeroshábitos y costumbres de conducta entre los coetáneos.

Al dirigir la actividad de los niños debemos plantearnos antenosotros, determinadas tareas que requieran no sólo los esfuerzos

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lndivlduoles-, sino también los esfuerzos coordinados de variosnlnos.

Es importante, además, tomar en considerac ión la influenciaque los niños se ejercen mutuamente. Esta influencia se realizacon más éxito en los colectivas infantiles pequeños, surgidosproducto del juego o del trabajo con junto. La educadora debealentar la comunicación entre los niños, proporcionarles la po.­sibilidad de realizar acciones y soluciones independientes.

La formación exitosa de las interre laciones infanti les posi­tivas, depende de toda una serie de causas: de la experienciaque los niños posean en la comunicación o de las impresiones ne­gativas recibidas por ellos en el curso de esta comunicación, delas condiciones favorables o desfavorables de la educación fa­mil iar, de la capacidad de la educadora de conocer las parti­cu�aridades individuales del desarrollo de cada niño, paraapoyarse en sus cualidades positivas.

Tomando en consideración la tendencia a la imitación de losniños pequeños, es necesario estimular por todos los medioselafán de e lIos de aprender lo bueno, educarles una actitud derepudio ante las malas acciones.

Las agrupaciones infantiles son heterogéneas por su compo­sición y la educadora, por necesidad, se ve precisada a va­riarla. Así, un grupo de niños fácilmente excitables se puedecombinar con niños tranquilos equilibrados y benevolentes; o aaquel grupo cuya iniciativ.a pertenece al niño egoísta, pocoequilibrado, debe incorporarse uno justo, con autoridad. Alrealizar esto se debe tener en cuenta el deseo de los jugadoresde aceptar un nuevo compañero, y debe encontrarse el proce­dimiento correcto para incorporar al niño al grupo ya formado.Esto evita el surgimiento de conflictos, lo que es muy impor-tante para preservar el sistema nervioso de los niños y contri­buirá a formar relaciones amistosas, camaraderiles y bene vo lentes ,

En el período en que las relaciones infantiles han comenzadoa establecerse, la posición activa de la educadora es de suma im­portancia. Es necesario lograr que ya desde los primeros juegosconjuntos, se formen uniones amistosas sólidas, intereses de valoren el sentido educativo.

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La vida de los niños en las instituciones infanti les crea lascondiciones propicias para los juegos conjuntos, para las activi­dades programadas y la actividad laboral, en cuyo proceso seeduca en los niños el deseo y la capacidad de lograr los objetivostrazados con los esfuerzos con juntos.

Los motivos socialmente dirigidos de la actividad conjunta delos niños, elevan la propia actividad y sus resultados a un nivelsuperior.

Actuando en correspondencia con estos motivos, los niños co­mienzan a trabajar con una dirección más definida y de formamás coordinada, a prestarse ayuda mutuamente, a resolver conéxito las tareas trazadas.

Es importante que la educadora se preocupe por proporcionarlea cada niño la posibilidad de seleccionar una ocupación en co­rrespondencia con sus deseos, intereses, inclinaciones; de mani­festar actividad e iniciativa. Cuando existe una educación de laindependencia, dirigida hacia un objetivo, los niños de tres añospueden expresar su preTerencia por determinados juegos y activi­dades programadas, lo que evidencia la aparición de intereses einclinaciones marcados.

Los niños de cuatro años expresan claramente la necesidad dejugar junto con sus coetáneos: e I niño busca compañeros para laactividad con junta y siente alegrfa no sólo por los juegos en sf,sino por la comunicación con los compañeros.

Las interrelaciones de los niños se fortalecen a medida que sereafirma la generosidad de los mismos, la capacidad de prestarayuda, de explicar las reglas del juego, de recoger conjunta­mente los juguetes, de velar por el orden del grupo.

La asimilación, por parte de los niños de los requisitos para lacomunicación con los coetáneos, garantiza, no sólo el desa­rrollo de ·10 independencia infantil, sino que también influyesobre la variación de I carácter de las relaciones entre los niños.Sirve de motivo a la comunicación, en relación con el deseo dejugar junto a los coetán~os, el afán del niño de enseñarle a losdemás lo que él ya sabe, de compartir con los compañeritos susimpresiones.

La independencia en desarrollo de los niños, hace que verleel carácter de sus relaciones con los adultos: los niños comien-

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zan a acercarse a ellos cada vez menos con peticiones de que losayuden a vestirse, a desvestirse, etcétera, organizan de unaforma más activa los juegos conjuntos y" en el transcurso de ellos,le plantean a la educadora preguntas que manifiestan la apariciónde intereses cognoscitivos, lo que como es sabido, constituye unaimportante condición para la formación de la personalidad.

Las premisas de las interrelaciones infantiles humanas, tambiénse fomentan en e I quinto año de vida si la pedagoga presta aten­ción a la actividad e independencia infantiles.

En esta etapa evolutiva, los niños son capaces de valorar sufi­cientemente, tanto sus propias actuaciones como las de sus coetá­neos. Cuando se ejerce una influencia educativa, dirigida haciaun objetivo, los niños no sólo expresan el deseo de jugar, cons­truir, recoger los juguetes juntos, sino lo que es fundamentalmenteimportante: se esfuerzan por prestarse ayuda mutuamente. Sinembargo, conviene tener presente que estas manifestaciones delos niños no son estables todcvlo y requieren la constanteatención y el apoyo de la pedagoga.

La observancia por parte de los niños de las reglas adoptadaspor todos, la capacidad de mantener el orden en el grupo, deponerse de acuerdo con los coetáneos sobre el juego a realizar,sobre la distribución de los juguetes; e I afán de ayudar al com­pañero cuando este se encuentra en dificultades, constituyen 'Iasprimeras manifestaciones de las interrelaciones colectivas. Esimportante que la educadora sea capaz de verlas, de desarro­llarlas y fortalecerlas.

Las reglas determinadas por el "Programa de educación en elc lrculo infantil", ayudan a darle una dirección a las interrela­ciones colectivas. A 'medida.que asimi Ion las reglas, los niñoscomienzan a apoyarse en e l/as en e I proceso de la actividad y enlas re laciones con los coe táneos.

La asimi loción de las normas de conducta e jerce influenciasobre el desarrollo de la voluntad del niño, lo ayuda a contenersus impulsos, a subordinar sus actuaciones y acciones a las exi­gencias objetivas encerradas en las reglas.

Un papel muy importante pertenece a las reglas que los niñosasimilan en el proceso del juego. 'El interés por el juego con-

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tribuye a que los niños se acostumbren a cumplimentar las exi­gencias que de ellos se demandan en el juego.

En e I grupo de edad media, los juegos de movimientos poseenuna importancia fundamental. los niños de I quinto año de vida,como se señalara anteriormente, ya se mueven bien, dominan conéxito ios movimientos bósicos. Por eso, se pueden seleccionarparc ellos, aquellos juegos de movimientos, cuyas reglas esténdirigidas a la cceptoción de la inhibición, lo que constituyepara el niño del quinto año de vida una gran dificultad, ya queel proceso de excitación todavfa continúa predominando porencima del de inhibición. Al cumplimentar las reglas del juego,el niño aprende a coordinar sus acciones con las acciones deotros niños.

los niños que han asimi lado las reglas y normas de conductaantes que otros, se que jan con frecuencia a la educadora de quesus compañeritos infringen las mismas. Conviene recordar queestas quejas no son un fndice de inclinaciones necias: al indi­carle a la educadora la infracción de las reglas, los niños rea­firman su conocimiento de las mismas. Sin embargo, debe tenersepresente que las frecuentes quejas mutuas de los niños puedenconducir a que se establezcan malas re lociones entre ellos: elniño que se que jo de su coetóneo, adquiere la conciencia de susupremada sobre los demás; el niño del cual se queja adquiereun sentimiento de menoscabo, de rencor hacia e I que da 'asquejas. la educadora debe enseñarlos a que ellos mismos se re­cuerden las reglas y no se dirijan con quejas al adulto: "Ayudaa Mishka a traer la caja con los mosaicos y a colocarla sobre lamesa, y dile que en la mesa se juega más cómodo!", dice la edu­cadora a Sasha, que se quejaba de que Misha 'habfa colocado losmosaicos en la ventana donde estaban las macetas con las plantas.

ltA -ned lodos de año, los niños del grupo de edad media, sólo

en casos extremos, se quejan del compañerito. Al niño que seolvida de recoger "os juguetes, después del juego, que lavó malel hule, después del modelado, al de guardia que colocó la cu­chara en un sitio inadecuado, los propios niños le recuerdan loque debe hacer; en ocasiones, simplemente lo ayudan. Sólo enaquellos casos en que alguno se niegue a cumplimentar la regla,los niños se dirigen a la pedagoga.

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Seme jante carácter de las interre lociones infanti les descubrela posibilidad de que se asimilen las reglas más temprano; lospropios niños comienzan a velar por su cumplimiento.

'El recordatorio de las reg las al compañerito, la ayuda, encaso de d if;cu Itades, fortalecen las re lociones infanti les basadasen la generosidad, esto excluye la aspiración de algunos niñosde destacarse, de contrcponerse a otros, de llamar sobre sf laatención de la educadora; e IIos comienzan a comprender que susquejas no encuentran el apoyo de esta.

En la educación de los niños del quinto año de vida, adquiereuna enorme importancia la exigencia. En esta etapa, todavfano podemos confiarnos a que el niño dirija por sf solo su con­ducta de un modo consciente, ya que él todavfa no comprendemuchas cosas, no sabe distinguir el ejemplo positivo de con­ducta de lo necio, de lo negativo y, a pesar de las indicaciones,comete errores al no considerar que para él sean imprescindiblesciertas reglas. Las exigencias que se demandan al niño debenser razonables y posibles las toreas que se le plantean.

El cumplimiento de las exigencias de los mayores acongoja aalgunos niños (lino pude 11 , lino lo logré ") , provoca la timidez,la medrosidad; en otros, engendra la desobediencia, lo que creamuchas dificultades en el proceso educativo.

Antes de prohibirle algo al niño o indicarle realizar algo,debe pensarse en la conveniencia de la prohibición o en la posi­bilidad de poder cumplimentar la indicación. Las educadorasque constantemente les prohfben algo a los niños (lino toques 11 ,

lino grites 11 , lino corras", lino te arrastres") siempre tienenmuchos infractores del orden. ¿Por qué ocurre esto? Porque lasprohibiciones están basadas en una constante atención a insigni­ficancias por parte de la educadora que no está acostumbrada arespetar a los niños, que no les tiene confianza, que no toma enconsideración la conciencia evolutiva. Además, tras estas pro­hibiciones, se puede descubrir el desconocimiento de las parti­cularidades evolutivas de los niños pequeños, la ignorancia desus intereses y el interés por librarse de faenas excesivas. Lasprohibiciones interminables proporcionan perjuicios e interfierene I desarrollo normal del niño.

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Al demandar las exigencias, conviene recordar la observanciade una secuencia lógica que abarque desde las tareas más sen­cillas hasta las más complejas, en cuyo cumplimiento los niñosse ven precisados a monlfestor determinados esfuerzos.

Un obstáculo serio que interfiere en los niños la adquisiciónde hábitos y habilidades de una cultura culta y las interrelacionescorrectas entre los coetáneos, es la inconstancia de las exi­gencias. Con frecuencia, suele suceder que la pedagoga insistehoy en lograr que los niños conversen cortésmente entre sr, y

mañana pasa por alto una conducta grosera de algunos niños; hoyles propone preocuparse por el pajarito, al imentarlo, limpiarlela jaula y, en otras ocasiones, lo hace ella misma o, en general,se olvida de ellos.

La constancia en las exigencias crea las premisas para la for­mación de las costumbres, de modo que el njño haga muchascosas sin necesidad de que la .educadora tenga que recordarse laso hacerle indicaciones complementarias.

Las exigencias al niño deben encerrar siempre lo que estedebe hacer: recoger los materiales de construcción y colocarlosen su lugar; lavarse las manos después de la actividad progra­mada de modelado. Sólo si esto se cumple , los niños se con­vencen de la necesidad de cumplimentar lo exigido, lo mismoque la inhibición constante provoca en e I niño el negativismoinfantil.

Conviene recordar una condición muy importante: las exi­gencias deben demandarse en un tono afable y expresar la se­guridad en que el niño logrará alcanzar el objetivo planteadoante él. Los esfuerzos del niño deben alentarse por todos losmad ios ,

¿ Qué tareas principales de educación moral deben resolverseen e I grupo de edad media, al tomar en consideración las parti­cu laridades de los niños de esta edad y la perspectiva de su de­sarrollo moral? Lo mismo que en la etapa evolutiva anterior, laeducación de los sentimientos morales constituye una tarea im­portante, pero los niños de cinco años manifiestan sus senti­mientos más activamente en la experimentación de alegda o

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tristeza junto a sus coetáneos, en el afán de prestar cyudo , enel deseo y disposición de hacer cosas buenas para los demás.

Continúan formándose las habilidades, los hábitos y las cos­tumbres de una conducta correcta, que se manifiestan en eljuego, en la capacidad de tomar en consideración los deseos yen las aspiraciones de otros niños, de ceder el puesto, jugarjuntos con juguetes comunes, participar regu larmente en e I tra­bajo, cumplimentar por sr mismos las tareas encomendadas, enla capacidad de preparar las mesas para el desayuno, para elalmuerzo y la comida, cuidar regularmente de las plantas y delos habitantes de I rincón de la naturaleza. A los niños hay queenseñarles a observar las reglas de una conducta correcta en elólTlnibus, en el metro, en los lugares institucionales.

A los niños se les debe educar la costumbre de decir siemprela verdad.

Una tarea importante, que adquiere especial relevancia enesta etapa evolutiva, es la formación de las interrelaciones conlos adultos y coetáneos: una actitud cortés, atenta, hacia losadu Itos, la capacidad de jugar amistosamente con los niños, dedefender al débil, al ofendido, de ayudar a los compañeritos,de manifestar preocupación por los pequeños.

La actitud cuidadosa hacia las cosas debe devenir una normade conducta y expresarse en el af~n y la disposición de reparar,de arreglar las cosas, de ponerlas en orden; lo que contribuye aldesarrollo de las premisas, del sentido de la organización y delcuidado.

Una tarea importante es la formación de una actitud ante laactividad, por cuanto en el quinto año de vida, el juego yeltrabajo, adquieren una gran importancia en el desarrollo de lasrelaciones infantiles. Es necesario desarrollar en los niños la es­tabilidad y la dirección hacia un objetivo en la actividad: lacapacidad de jugar ·independ lentemente, cumplimentar gustosa­mente las encomiendas de los adultos, manifestar aplicación,tratar de vencer por sr mismos las dificultades que surjan, parti­cipar activamente en las actividades programadas, en el trabajo.Es necesario desarrollar en los niños el interés por el trabajo delos padres y de las.personas que los rodean, la disposición de

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prestarles ayuda y alentar el refle jo de algunos procesos labora lesen los juegos.

Es conveniente preocuparse por la ampliación del cúmulo denociones y conocimientos morales de los niños. Los niños debensaber que en el cfrculo infantil los niños viven amistosamente,no se pelean, comparten los juguetes, se ayudan mutuamente, sepreocupan por los más pequeños, respetan a los mayores y lesobedecen.

Los niños deben recibir nociones acerca de que en la creaciónde las cosas está lmplfclto el trabajo de las personas, que losresultados del trabajo hay que cuidarlos y valorarlos.

Las nociones sobre el trabajo deben descubrirles a los niños laidea principal: en nuestro pols , las personas trabajan para quetodos puedan vivir bien. Ellos conocen lo concerniente a Leninpor los re latos, las conversaciones, la observación de ilustra­ciones. Estos conocimientos 'constituyen la base de la educaciónideo lógica.

Las tareas de la educación moral son realizadas a través detodo el proceso pedagÓgico. Sin embargo, en el trabajo diariocon los niños, la educadora puede destacar las tareas que másexitosamente se realizan en un tipo concreto de actividad. Asr,en la actividad cotidiana diaria, se forman, ante todo, loshábitos de una conducta culta, se asimilan las reglas de cortesfa,se educa el respeto por los mayores, la obediencia, la actitudcuidadosa hacia las cosas, la actitud atenta hacia los coetáneos,la disposición de prestarles la ayuda posible.

En los juegos se desarrollan exitosamente ¡as interre locionesinfantiles, ellas adquieren un esplrl tu de afabilidad, se de­sarrollan los sentimientos, los hábitos Y las costumbres de unaconducta cJlta, se precisan algunas nociones morales.

En la actividad laboral también se forman las interrelacionesentre los niños, la actitud hacia el trabajo de los adultos, sefomentan las premisas de I amor al trabajo, de I sentido 'de la or­ganización, el'sentido de la responsabil idad, fa capacidad y eldeseo de hacer algo útil no sólo para sf sino también para losdemás.

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Las actividades programadas descubren amplias posibi Iidadesde formar las nociones sobre los fenómenos de lo vida socialaccesibles a los niños, sobre las normas morales. Los niñosaprenden a valorar objetivamente sus acciones, sus logros y losde sus coetáneos, aprenden a contenerse, a ser organizados,perseverantes.

Por supuesto, esta distribución de las tareas es convencional:en el trabajo pedagógico una tarea puede ser objeto de atención,tanto en las actividades programadas como en la actividad coti­diana y en los juegos.

La educación moral de los niños en la actividad cotidiana

El d lc comienza con la llegada del niño al cfrculo infantil ycon aquellas tareas cotidianas determinadas por el horario devida de la institución.

Lo fundamental en la vida cotidiana es la educación de unaconducta culta, que se manifiesta en la asimilación de las reglaspor los niños.

Los primeros tiempos, las reglas las introduce el adulto comosi fueran dispuestas por los niños. En las condiciones de la edu­cación social preescolar, la asimilación de las reglas es de fun­damental importancia: ayudan a los niños a familiarizarse conlas normas de convivencia y hacen su vida más armoniosa y re­glamentada; las reglas se convierten pau latinamente para losniños en una necesidad para sus juegos colectivos, actividadesprogramadas y re lociones.

A medida que los niños asimilan las reglas, el carácter de lainfluencia de la educadora varfa, se torna menos perceptible,adquieren mayor significación las diversas influencias indirectas.

Los ejemplos que proporcionan la práctica, evidencian quepara la mejor asimilación de las reglas es muy importante des­pertar en los niños el deseo de conducirse bien. La atenciónde la pedagoga hacia la diligencia y el empeño del niño, elresaltar sus logros más insignificantes, ayudan a fortalecer suconducta positiva.

Para resolver con éxito las torecs de la educación moral, esconven iente pensar en organ izar la vida cotid iana de ta I forma

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que los adultos trabajen de modo preciso y armonioso, que existoen el drculo infantil un ambiente animoso, y se utilice un tonocortés, donde lo exigencia se combine con lo disposición deacudir en ayudo de l niño.

En lo vida diario, los niños asimilan muchos reglas y hábitosque constituyen la base de uno conducta culta, de. interrelacionesinfantiles positivas, de uno actitud cuidadosa hacia las cosas.La ped agoga, desde el pri nci pio, debe mostrarle a los niños elprocedimiento correcto de las acciones. Si el niño ha adquiridoespontáneamente un proced imiento incorrecto, la formación de Ihábito se dificultará.

En la educación de la conducta de-los niños, en la asimilaciónpor ellos de los reglas de interrelaciones con los coetáneos y conlas educadoras, el perfodo de más responsabi Iidad es lo etapainicial del proceso pedagógico; cuando los niños se unen en unnuevo gru po, en otoño. En~ este perlodo , precisamente, ellosreciben la base de lo conducta personal, en el marco de lasexigencias generales de las interrelaciones que se fomentan. Elprimer perfodo de estancia de los niños en el grupo es de granimportancia poro fami liarizarlos con los reglas elementales, cuyaasimilación exitosa tiene lugar cuando trabajan coordinadamentelas do; educadoras; precisamente, en este perfodo, es importantecomenzar el trabajo con los podres con el fin de establecer unaunidad de exigencias a los niños entre el clrcu lo infantil y lafamilia.

Durante los dos meses primeros (septiembre y octubre) tienelugar la fijación de los hábitos y las habilidades adquiridos porlos niños en e I grupo anterior: la ccpocidod de vestirse por srsolo y desvestirse, de comer so io , velar porque impere el ordenen e I cuarto de vestir y en e I baño, etcétera.

La pedagogo 'continúo educando los sentimientos humanos delos niños. dando el e jemplo de buena actitud hacia las personos ,La actitud sosegada y generosa de la educadora hacia los niños,su disposición de recurrir en ayudo de aquel que confronte d ifj­cu Itades 01 vestirse, para ir de poseo, al hacer la coma, al cum­plimentar sus obligaciones cuando está de guardia, etc. , infundeen los niños una gran seguridad en sus fuerzas, contribuye a

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vencer con éxito las dificultades, alienta a los niños a ayudarsejnutuornente •

Es importante que ya, desde la primera mitad del ai'lo, losniños asimilen las reglas de una actitud cuidadosa hacia las cosasque él utiliza, tanto en el c lrculo infantil como en el hogar.

Con frecuencia, puede observarse el afán de los niños en re­forzar los conocimientos de aquellas reglas que ellos han asimi­lado; algunos lo hacen al final de la primera mitad del oño yotros, en cambio, todavía no los han asimilado.

Citemos un ejemplo:

Ania ve que Seriozha va por la habitación y que tira descui­dadamente la patica del osito. Se le acerca: "No debes tirarasí de la patica del osito, pues se la puedes arrancar, y se que­daría sin la patica y luego tú no se la coserás. 11

Guena arrojó al piso su camisa mientras se vestía. Sasha sepercató de ello: "¿Acaso es correcto erro jar la camisa al piso?Por el piso se camina. "

Una de las primeras reglas que asimilan los nlñcs en el. grupode edad media es: "Todo lo que puedas, hazlo solo."

Esta regla se introduce sobre la base de la experiencia quelos niños han adquirido. Todavía esta experiencia no es com­pleta: algo saben hacer, otras cosas todavía no las dominan.La educadora debe ayudara los nlños a tomar concienCia de loque ellos saben.

'Es necesario ensei'lar a los niños a mantener el grupo en orden,a percatarse de las alteraciones del orden y a restablecerlo, obien comunicárselo a la educadora. Por ejemplo, al ver loslápices rotos, los nlños pueden colocarlos en una caja aporte,para que la educadora, más tarde, les saque las puntas. Hayque enseñar a los niños a darse cuenta cuando los juguetes estánregados. Con este objetivo, la educadora, antes de comenzarlas actividades programadas, y antes de salir al área de paseo,pregunta: "¿Todo está en orden?" Esta pregunta se la hacea algunos ninos y al grupo en general. Al hacer esto ella des­taca la actividad de algunos niños que se prestan de inmediato

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a restablecer el orden, os] como a aquellos que no participanen esta actividad. Entonces de nuevo reitera la necesidad derevisar una vez más si todo está en orden. 'En ocasiones, atraea algunos niños para que cumplimenten encomiendas especiales.

El afán de los niños por mantener el orden en el grupo debecontar siempre con el apoyo de la pedagoga. Además, debeproporcionársele al niño la posibil idad de manifestar iniciativay actividad.

Después de terminar de jugar al hospital, Natasha e Ira sequitaron las batas y los gorros y los tiraron encima de una silla.Dima se percató de el lo y se acercó a la educadora para comu­nicarle: "las niñas no recogieron las batas. "

la educadora le aconse jó: "Y tú, muéstrales dónde debencolocarse." Dima indicó a las niñas: "Fljense cómo deben re­cogerse las batas. (Primero Dima volvió al derecho las mangas,recogió cuidadosamente los gorros y los colocó en los bolsillos delas batas; luego cogió las batas y las colgó en las perchas.) ¿Sefijaron?"

Natasha movió 'afirmativamente la cabeza y repuso: "sí".

Al final del primer semestre, todos los niños deben haber asi­milado bien la regla: "Cada cosa en su lugar." Esta regla con­tiene en sr la suma de la experiencia de una actitud cu idadosahacia las cosas, del sentido del cuidado, de la responsabilidad,y de la independencia.

Con el fin de fi jar la regla dada se puede real izar una con-versación. Citemos los datos de una conversación seme jante:

Contenido programático: Conocer dónde se guardan las cosas,los juguetes, recogerlos, observar la regla: "Cada cosa ensu lugar."

Desarrollo de la conversación:

'Educadora: Niños, cuando ustedes se desvisten para acostarsea dormir, ¿dónde ustedes colocan su ropa?

Sasha: Sobre el respaldo de la silla.

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Natasha: En la silla.

Educadora: ¿ Y para qué ustedes colocan la ropa en la silla?

Yulia: Para que las cosas no estén regadas.

Seriozha: Para que no se estrujen.

Sveta: Para que no se ensucien.

Educadora: Correcto, pero no sólo para eso. La ropa debecolocarse en la sillita, además, para saber dónde se encuentro.'Escuchen lo que le ocurrió a Masha por no hacer esto.

La educadora lee el libro de L. Voronkova: Masha, la des­cuidada. Luego, pregunta a los niños. ¿Por qué la llamandescu idad a?

Seriozha: Porque ella todo lo pierde.

Vitia: Porque ella no colocó sobre la silla su ropa.

Educadora: ¿Qué debe hacer Masha para que no le llamendescuidada?

Sveta: Debe colocar toda su ropa en la sillita.

Tania: Debe colocar la ropa en su lugar.

Educadora: Correcto. Pero se debe colocar en su lugar nosólo la ropa, sino también las demás cosas, para poderlasencontrar con facilidad y cogerlas. Ffjense lo bien que seestá en nuestro grupo. Todo está limpio y recogido. Todaslas cosas y los juguetes están en su lugar, y nosotros podemosencontrar con facilidad cualquier cosa. Si yo necesito unlibro, ¿dónde lo puedo encontrar?

Olio: En el estante están todos nuestros libros.

Educadora: Y si yo necesito un juego de mesa, ¿dónde lopuedo coger?

Oxana: En e I escaparate donde están también los lápices ylos papeles y la plastilina.

Educadora: Y ahora Roma nos traerá los alimentos para elpo jarito (Roma los trae.) ¿Cómo los encontraste tan rápido?

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Roma: Porque estaba en su lugar.

Educa~ora: Yura, tráenos por favor la caja de lápices. (Yurala trae.) ¿Por qué la trajiste tan rápido?

Yura: Porque la ponemos en su lugar.

Educadora: Tania, tráeme, por favor, un libro. (Tania lotroe v) ¿Por qué lo encontraste tan rápido?

Tania: Porque después de mirarlo, lo colocamos en su lugar.

Educadora: Correcto, niños, ustedes encontraron rápidamentetodas las cosas porque se encontroban en su lugar. Hoyustedes se han convencido lo bueno que es cuando cada cosatiene su lugar,·y no olvidarán recoqer sus juguetes, la ropa,los libros, los juegos de mesa. Entonces, siempre en elgrupo todo estará en orden, y no tendremos que perder tiempoen buscar las cosas "que necesitamos.

A los niños del quinto año de vida se les educa en el respetohacia los adu Itos. La forma más accesible de expresión que tieneel cumplimiento de las reglas de cortesía radica en: saludar ydespedirse de los adultos, llamarlos por el nombre y el patroní­mico, hacer una petición cortésmente y agradecer el serviciorecibido, no inmiscuirse en las conversaciones; si tropezó ca­sualmente, pedir excusas, etcétera.

El niño tropieza sistemáticamente con la necesidad de cum­plimentar las reglas de cortesía, gracias a lo cual resulta posibleque se e jerci te en la conducta nec:esaria. Una condición de fun­damental importancia es la conducto de la propia educadora.Por ejemplo, cuando durante el proceso del vestuario los niños sele acercañ en busca de su ayuda, ella debe no sólo ayudar alniño, sino decirle cortésmente "por favor". Esto servirá de re­cordatorio acerca de que se debe agradecer con cortesía. Si elniño es cortés, sin necesidad de recordatorio, es necesario elo­giarlo en presencia de los demás niños.

Pero hay situaciones que no son frecuentes para el niño. Porejemplo, a petición de la educadora él debe ir al gabinete de ladirectora, de la enfermera o de otra persona a solicitar algo.Al hacer esto, es necesario que él no se olvide de las reglas de

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cortesfa. Para familiarizar al niño con las normas de conducta,en una situación dada, se puede realizar una conversación previa:e 1 niño debe dirigirse al gabinete, si la puerta está c.errada,tocar, pedir permiso para entrar, saludar, hacer la pregunta cor­tésmente, recibir la contestación, dar las gracias, y al salir delgabinete despedirse.

En lo sucesivo, al encomendarle al niño hacer algo, es nece­sario recordarle las reglas de las que se le habló antes.

En el quinto año de vida hay que enseñar a los niños a pres­tarles ayuda a los adultos. Al principio, los niños hacen esto a'petición de la educadora y, en cada ocasión, ella valorará po­sitivamente la ayuda prestada por el niño. Más tarde, productodel trabajo sistemático con ellos, estos prestarán su ayuda poriniciativa propia, por ejemplo: levantan un objeto cofdo , dan elobjeto necesario.

Al educar la conducta atenta y el respeto hacia los mayores,la pedagoga no se limita a sermones verbales, sino que los es­timula a realizar determinadas acciones, despierta en ellos losbuenos sentimientos. Con este objetivo, la conducto de losniños se organiza de forma tal que ellos tengan la posibilidad deproporcionarles alegrfa, satisfacción a los adultos con su atenciónhacia ellos, con su actitud preocupada. Por ejemplo, la edu­cadora que trabaja en el primer turno, le aconseja a los niñoscortar un ramo de flores, durante el paseo, para la pedagoga delsegundo turno y colocárselas sobre la mesa, o decirle a la direc­tora la nueva poesia que acaban de aprender en la actividadprogramada, o desearle lo me jor a la trabajadora que sale devacaciones, etcétera.

La educación del respeto a los adultos se lleva a cabo alcumplimentar las reglas cotidianas, por ejemplo, al entrar a unlocal es necesario limpiarse los pies en la alfombra, vestirsetranqu i1amente y en silencio, sin molestar a los que los rodean,lavarse cu idadosamente.

Al familiarizar a los niños con las reglas cotidianas, la edu­cadora debe explicar la propia reg la, mostrar las formas de cum­plimentarla, descubrirle al niño su sentido moral. Por ejemplo,el cumplimiento de la regla: ItAI entrar al clrculo infantil es

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necesario limpiarse los pies en la clfombro'", contribuye a man­tener la limpieza del local, lo que al mismo tiempo evidencia elrespeto hacia el adulto, con cuyo trabajo se crea esta limpieza.la regla: IIAI vestirse debe haber silencio en el vestidor", sig­nifica que se debe tomar en consideración a las personas circun­dantes y no molestarlas.

Con juntamente con otros métodos para educar e I respetohacia los adultos y adquirir los hábitos de cortesfa, las pedagogasemplean la demostración de ilustraciones en las cuales hay re­presentadas diversas situaciones cotidianas, asf como la lecturao e l re lato de obras Hterarias.

Después de la lectura de los relatos se puede hablar con losnlños ,

El relato de N. Jodz: ¿ Quién se equivocó? , es de graninterés para los niños del quinto oño de vida. las situacionesvitales en las que se introducen las palabras: "Buenas", IIMuchasgracias", "Boenos noches", "Por fovor '", son de ellos conocidas,pero para la pequei'ia Taniusha del relato ellas representan unagran dificultad. Sentirse grande es muy importante poro el niñode cuatro oños (es conveniente leer el relato en septiembre uoctubre). Después de leer e I re lato, es necesario preguntarle a'los niños lo que ellos le dicen a una persona conocida que seencuentra en la calle, lo que dicen después del desayuno, elalmuerzo, o la comida; si le desean "buenos noches" a mamá ya papÓ cuando se van a acostar.

¿ Quién se equivocó?

la mamá llevó a Taniusha hacia el [crdlnctl]o de un patio yla sentó en un banco y le dijo: Espérame aquL Yo voy a lapanaderfa. Y se fue.

Cerca pasó una ~cina -la tfa Varia.¿Por qué callas, Taniusha? -pregunta la tfa Varia. Ya tienesdos oños , ¿Acaso tú no sabes lo que se debe decir?

No sé -suspiró Tania.Se debe decir: 11Buenas . 11

Buenas -repitió Taniusha.Muy bien, siempre debes decirlo.

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La mamá regresó de la panaderfa y se fueron a casa a desa­yunar. Tania terminó de comer y saltó de la silla. Y lamamá le dijo: ¿Qué se debe decir, hijita?Se debe decir: "Buenas."

Estás confund ida, es necesario decir: "Muchas gracias"-corri gió la mamá.

Por la tarde, la mamá se fue y Tania se quedó sola con elpapá. Se sentaron, conversaron, leyeron un libro, y luegoel papá dijo: Ya es hora de dormir, los ojos se te cierran.

Tania era una niña obediente. Ella se bajó de las piernaspaternas y se dirigió a su cama, pero su papá la detuvo y lepreguntó:

¿Qué se debe decir cuando uno se va a dormir?[Jebe decirse "muchas gracias".

No -sonrió e I papá - se debe deci r: "Buenas noches" , y no"muchas gracias":

No, se debe decir "muchas gracias", asf me enseñó mamá.No "muchas gracias", sino "buenas noches".

Asf, Tania no puede comprender quién tiene la razón: la tfaVaria, mamá o papá.

¿ Qué ustedes creen, niños?

Debido a que la actividad cotidiana ocupa en el horario devida de I c lrcu lo infantil una parte considerable de 1 tiempo, esconveniente prestar atención especial a que los niños S3 ocupenen cosas útiles. Tanto por las mañanas, cuando los niños lleganal clrculo infantil, como después del desayuno, antes de que seinicien las actividades programadas, yen los horarios de la tardedespués de la siesta, conviene hablarles sobre los diferentesacontecimientos de la vida infanti 1, leer un libro, reparar juntocon los niños un juguete roto, enseñarlos a pegar los libros, apreparar los pinceles para las actividades prqgramadas, los lá­picas, etc. Realizc..mdo con los niños todas estas tareas, la edu­cadora se dará cuenta de qu iénes ayudan con gusto, qu iénes noparticipan, y prestará especial atención a que, paulatinamente,la actividad úti 1 se convierta para ellos en una costumbre.

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En los casos en que la actividad cotid iana transcurre en losrigurosos límites de I horario de vida, cuando en la organizaciónde esta están previstas todas las "insignificancias" diarias, losniños asimilan más rápidamente y de un modo más sólido lasnormas y las reglas de conducta, transfiriendo los hábitos asimi­lados en el círculo infantil a la familia. Obtienen resultadosmuy buenos las educadoras que establecen un contacto estrechocon los padres.

La educación moral en el trabajo

Una de las tareas de mayor responsabilidad que se planteaante la pedagoga del grupo de edad media es la educación deldeseo y la capacidad de trabajar. La real ización de estas tareasconstituye la base de la formación de una importante cual idadmoral: e I amor al trabajo.

Al educar el amor al trabajo yola independencia, en losniños de edad preesco lar med id es necesario tomar en conside­ración la relación que hay entre el juego y el trabajo. A estoprestan atención muchos investigadores y educadoras de avan­zada. En realidad, con frecuencia, se logra alcanzar buenosresu Itados, mediante la transferencia de las acciones de I juegocreador de roles a la vida.

Por ejemplo, en los juegos cotidianos, los niños, con fre­cuencia, convierten el juego en un lavado. Al principio estose hace de modo lúd icro, luego, las acc iones convencionales seconvierten en reales -los niños, en realidad, lavan las ropasde las muñecas, y las ropas de cama de las mismas. Asf, paralos dlos festivos, cuando se ordena todo el grupo, se organizaun IIgra n lovodo ", Los niños participan en él con gusto. Hayque enseñarlos a hacerlo todo cuidadosame.nte: lavar las cosasde tal forma que queden limpias, a enjuagarlas, exprimirlas,secarlas y después plancharlas. Al principio ,estas clases deamor al trabajo son esporádicas, pero, al final de la estancia ene I grupo de edad media, los niños pueden darse por completo ala tarea de preocuparse por la limpieza de la ropa de la muñeca.

A los cinco años, el niño puede participar en el hogar en ellavado de algunas cosas (el delantal, las medias, la camisita del

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hermano y de la hermanita menor), por eso es importante que laseducadoras les aconse jen a los padres darles a los nlños enco­miendas, dirigidas a educar en ellos el amor al trabajo, utili­zando para ello diversos procedimientos. Se estimulan losesfuerzos del niño, si los ayudamos mediante un consejo o unaacc ión práctica.

El trabajo de las personas allegadas -de los padres, y otrosmiembros mayores de la familia, de los trabajadores del clrculoinfantil-, debe constituir el centro de la atención de los niñosde esta edad. Es importante mostrarle a los niños de I grupo deedad media, el carácter social del trabajo, su dirección, en be­neficio de los demás.

Además, en la práctica, al familiarizarse los nlños con eltrabajo de los adu Itos, con frecuencia, se presta mayor atencióna la calidad de las impresiones que ellos reciben en las excur­siones y al examinar las láminas que reflejan el trabajo de laspersonas, que a la educación de los buenos sentimientos hacia losadultos, del agradecimiento por la atención y la preocupaciónque les dedican -y esta tarea pasa a un segundo plano y, enocasiones, se olvida por completo. 1

Para educar el amor al trabajo y la independencia en losniños, poseen una gran importancia las observaciones del trabajocolectivo de los adultos. Es importante, como lo evidencian laexperiencia de avanzada y las investigaciones cientfficas, uti­lizar el procedimiento de la imitación a determinadas personas.Los conocimientos sobre el trabajo de los adultos, obtenidos deesta forma, desarrollan los sentimientos de los nlños , devienencontenido para sus juegos de roles, para la actividad plástica,estimu lan la actividad laboral de los mismos.

Además de la familiarización con el trabajo de los adultos,adquieren una significación importante los diversos trabajos delpropio niño.

Los niños del grupo de edad media son capaces de manifestar,en el trabajo, grandes esfuerzos. Precisamente, el esfuerzo

1 El problema de la familiarización con el trabajo de los adultos se analiza, especialmente, enel acápite "La educación en las actividades programadas".

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determina la influencia educativa del trabajo sobre los niños deesta edad. Por eso es necesario, sistemáticamente, ir haciendomás complejas las tareas que se plantean a los niños, que estasestén dentro de sus posibilidades, pero que representen para ellosdeterminada dificultad.

La educadora debe tener en cuenta que la participación delos niños de edad menor y media en el trabajo, todcvlo no es tansistemática como en el grupo de edad mayor. En relación conesto, es necesario determinar las formas de colaboración deladulto y del niño al realizar un trabajo común, adquiriendo unasignificación espec-ial las encomiendas laborales. Es precisa­mente esta forma de organizar la actividad infanti 1, la que conmayor efectividad puede utilizar la pedagoga en la educaciónlaboral de los niños de la edad dada.

Las encomiendas laborales se dan a los niños en diferenteshorarios del dfa. Por las mañanas, cuando los niños se arreglanen el drculo infantil, siempre hay que ayudar a alguien. Laayuda mutua aquf es natural y constante. Se practica tanto laactividad laboral individual de los niños como la con junta; porejemplo, la ayuda a la educadora en el cuidado del rincón de lanaturaleza: pueden regar las plantas dos niños a la vez. Los.nlños todavfa no saben hacer muchas cosas, por eso, al darles unaencomienda, la pedagoga tiene en cuenta no sólo el aspectopráctico del traba [o , sino también la necesidad de e jercitar a suseducandos en lo que ellos todavfa no dominan. Algunas enco­miendas laborales suelen darse por necesidades vitales: eliminarun desorden surgido, colocar las sillas en sus sitios, arreglar lasmesas antes de las actividades programadas, levantar algo; enestas encomiendas la" tarea planteada ante el niño se resuelve deinmediato y él ve enseguida el resultado. Tales encomiendasenseñan a los niños a orientarse rápidamente en la situación cir­cundante, contribuyen a la educac ión de la comprensibi lidad,de la ejecutividad y de la ligereza.

Se pueden distinguir algunas encomiendas que comprendenvarias acciones interrelacionadas, por ejemplo: regar las plantas,alimentar a los animales, a los peces, lavar los pinceles y losrecipientes, después del dibujo con pinturas. Estas, con fre­cuencia I se cumplimentan sin necesidad de I control directo de

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la educadora y, en ocasiones, en ausencia suya (lavado de lospinceles en el cuarto de baño). Estas encomiendas se' introducencuando los niños han acumu lado determinada experiencia en lautilización de los instrumentos de trabajo, la capacidad de or­ganizar e I puesto de trabaio, de planificar de una forma, aunque

sea muy elemental, la actividad inminente. Ellas están dirigidasal desarrollo paulatino de una actitud responsable ante una tarea,a fortalecer la independencia y la seguridad en las propiasfuerzas. Es importante que la encomienda cumplimentada seovalorada por la pedagoga, sólo con esta condición, esta podrátener una importancia educativa.

Conviene tener en cuenra el grupo de encomiendas cuya e je­cución está relacionada con la obtención de un resultado que noes inmediato. Por ejemplo, los niños lavan las ropas de las mu­ñecas y se las pueden poner, de nuevo, a las mismas, sé lodespués que aquellas se han secado y planchado.

Para los niños del quinto año de vida, estas encomiendasofrecen grandes dificultades y, si no se les recuerdan, comple­mentariamente, quedan sin realizarse ("se han sembrado cebollas,pero hay que regarlas todos los dfas", lila ropa de las muñecas seha secado ahora, ya se puede plcnchor"}, pero son de gran valoren el sentido educativo, ya que enseñan a los niños a preocu­parse sistemáticamente por algo, a retroceder con el pensamientohacia lo ya realizado, y educan una actitud estable ante eltrabajo.

En la práctica, con frecuencle , se observan distribucionesdesiguales de encomiendas entre los niños del grupo; las peda­gogas les dan, casi siempre, encomiendas a los niños más activos, ,que manifiestan buena disposición ante cualquier proposición dela educadora. Naturalmente que en estas condiciones, las enco­miendas, como medio para educar una actitud positiva ante eltrabajo, resultan efectivas sólo con relación a una parte de losniños, que es la que manifiesta mayor actividad. Aquellos niñosa los que no se les dan encomiendas, acogen con disgusto losdeberes laborales que comienzan a tener un carácter más siste­mático para pasar a la guardia.

Si, en la etapa evolutiva anterior, el tipo principal de tra­bajo es el autoservicio y algunas encomiendas laborales, tenemos

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que, en el grupo de edad media, la atención principal se prestaal trabajo dirigido al beneficio común. La forma más accesiblede este trabajo, para los niños de la edad dada, son las guardias.A Igunos hábitos de poner la mesa para ei desayuno, el almuerzoy la comida, los niños los adquirieron a finales de su estanciaen el grupo de edad menor, pero, entonces, ellos actuaban porinfluencia directa de la educadora y con su oyudc, Los niñosdel grupo de edad media, pueden y deben lograr realizar estosdeberes por sr solos.

Para que los niños adquieran el sentido de la responsabilidad,para fijar una actitud so/feíta y preocupada por los compañeritos,la pedagoga incorpora, pau latinamente, a los pequeños a lasguardias (inicialmente sólo en el comedor, después de trans­curridos 3-4 meses en las actividades programadas), observa aten­tamente cómo los niños realizan sus primeros deberes sociales,cómo establecen sus re lociones.

Es importante que en las guardias participen todos los niños,en el orden establecido. Es necesario velar porque los debe-resestén compartidos, a partes iguales, para que los más activos yhabi lidosos no marginen a los que todavfa no saben hacer todaslas cosas rápidamente y con ligereza. La educadora debe ponersede acuerdo con la auxiliar para que e 110 no haga lo que se leencomienda a los niños de guardia. El trabajo de los niños deguardia debe valorarse, estimular el esfuerzo, percatarse deaquellos logros de los niños que antes no lograban realizar lastareas. Es conveniente incorporar a esta valoración, paulati­namente, a los propios niños: esto eleva el Interés de ellos,ayuda a asimilar los requisitos que se demandan de los que estánde guardia.

En el segundo semestre, comienza a ocupar un lugar cada vezmás destacado el trabajo en la naturaleza. En invierno y en latemprana primavera, los niños cuidan de las plantas, de los peces,de la ard i110, de los po joritos , de la tortuga. Este traba jo poseeuna gran significación en la educación moral -los niños aprendena cumpl imentar con responsabil idad sus deberes, porque de locontrario, si Elllos se olvidan de preocuparse por un ser vivo.este morirá. En relación con esto, los niños acumulan un deter­minado cúmu lo de conocimientos acerca de con qué se debe

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alimentar uno u otro animal, qué-cantidad de agua requieren lasplantas ornamentales al ser regadas; aprenden a observar el cre­cimiento y e I desarrollo de las mismas, a ver los cambios que seoperan en ellas.

La pedagoga estimula la manifestación del amor al trabajo,el afán de actuar por s( solos y presta ayuda a aquellos niños queconfrontan dificultades.

Al mismo tiempo, se percata de la falta de cuidado dealgunos niños y su afán por hacerlo todo lo más pronto posible yde cualquier forma. La educadora debe meditar, muy detenl>domente , los métodos de educación que pueden variar la actitudde los niños hacia los habitantes del rincón de la naturaleza.

Es importante despertar en estos niños, e I interés por los ani­males, enseñarlos a cuidar de e 1I0s. Con este objetivo se puedeuti lizar un re lato corto sobre los animales, sus h¿bitos, y apegoa las personas. Es necesario explicarle a los niños que cuencolos animales caen en cautiverio, el hombre debe preocuparse porellos: les organiza una vivienda cómoda (una cueva para laardi lIa, una pecera con agua limpia y algas marinas para lospeces, jaulas con comederas para los pájaros, y otras cosas),trata, en fin, de crearles cond iciones parec idas a las naturalesa las qUE' los animales puedan acostumbrarse.

Los niños deben recibir explicaciones precisas acerca de conqué yen qué cantidad se debe alimentar a los peces, a los ani­males, pájaros, etc.; deben asimilar bien que si se altera lanorma de la ración alimentaria, los animales pueden morir.

Los conocimientos obtenidos sirven de condición importantepara tomar conciencia de las exigencias, respecto al cuidado ~e

los animales; los estimulan a ser sol (citos hacia los seres vivos, atomar para s( la responsabilidad del bienestar de los mismos.Sobre esta base se sientan importantes premisas del humanitarismo.Al manifestarse en pequeños detalles, estos contribuyen a formarla personalidad, evitan la aparición de la indiferencia, estimulanel afán de saber y la iniciativa.

Al distribuir las encomiendas de I cuidado de los habitantesdel rincón de la naturaleza, la educadora, en los primerostiempos, debe unir a aqueilos niños que no se interesen por la

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naturaleza con aquellos que aman a los animales, y que cuidancon gusto de ellos.

Con la llegada de la primavera, los niños participan en eltrabajo del huerto, en el jardín. Las posibilidades para la acti­vidad laboral de los mismos, aumenta. En primavera, en loscanteros, siembran cebollas, rábanos, guisantes, zanahorias,perejil, luego, cuidan de ellos, los riegan, aporcan, etcétera.En estas actividades, los niños aprenden a ayudarse mutuamente:a traer juntos el balde con el agua, a llevar en parejas las pari­huelas con la tierra negra para los canteros, a señalarle al com­pañero el error cometido durante el aporque. La alegría conjuntaque se experimenta al observar las plantas florecer, al recogerla primera cosecha, fortalece las relaciones amistosas y eleva elinterés por el trabajo.

La educación moral en el juego

El niño refleja en los juegos diversos fenómenos de la vida cir­cundante, las re lociones entre las personas en la vida cotid iana,en el proceso de la actividad laboral y social de los mismos. Losjuegos amplían el horizonte del niño, influyen sobre el perfec­cionamiento del lenguaje del mismo, sobre el desarrollo de laimaginación. En los juegos con juntos se fortalece la amistadentre los niños.

El contenido de los juegos de los educandos del grupo de edadmedia es diverso: lo fundamental que atrae a los niños es e I tra­bajo profesional de los adultos que ellos observan en la realidadcircundante: de I chofer, del maquinista, del vendedor, deldoctor, de la educadora, del miliciano, del especialista en mú­sica, etc. Los juegos son enriquecidos con emotivas vivencias,relacionadas con las fiestas de todo e I pueblo, con las impre­siones agradables experimentadas, producto de las fiestas fami­liares. En los juegos se refle jan aque Ilas impresiones que losniños han recibido de las lecturos de los cuentos popu lares, delas obras literarias.

Las interrelaciones de las personas adultas y su actitud ante eltrabajo, el objetivo del trabajo, a través del juego, constituyenlino fuente de desarrollo de las nociones morales del niño.

A 'través de los argumentos de los juegos cotidianos, sepueden resolver importantes tareas de la educación moral. En la

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literatura (R. J. Zhukovskaia, A.A. Antiferova) se recomiendanlos siguientes argumentos de juegos cotidianos: IIA la fami llo ";"Lo fiesta de mamá", "Viaje de la familia en el transportesocial 11• En estos juegos, los niños representan el cuidado quelos adultos dispensan a los niños pequeños, el d(a del cumple­años de mamá, las fiestas en e I hogar, etc. Todos estos juegosse distinguen por su tendencia humana e inculcan en los niñosel respeto y el amor por los miembros de la familia, la solicitud;la generosidad, la grandeza del alma, la preocupación, la deli­cadeza, y otras cualidades.

Los niños del quinto año de vida ya tienen suficiente, expe­riencia para refle jar, en los juegos con muñecas, las interre­laciones de los adultos con los niños y diversas observacionessobre el trabajo de los mayores. Son, además, de gran impor­tancia para el desarrollo del juego, los hábitos y habilidadesprácticos que los niños de I grupo de edad med ia asimilan en lavida cotidiana y en el trabajo (poner la mesa, recogida delsalón, cuidado de las plantas, y otros). Toda esta experienciaadquirida por el niño, penetra activamente en el juego, cons­tituye su contenido, el objeto de las conversaciones infantiles(sobre diversas acciones lúdicras, interrelaciones, algunasacciones de los niños que juegan).

Las observaciones que durante los juegos con las muñecashacen los niños, son muy valiosas para estudiar al niño, para pe­netrar en su mundo interior, para conocer la dirección de susintereses. Con frecuencia, la actitud de los niños hacia la mu­ñeca está determinada por su' aspecto exterior: los niños soncuidadosos con una muñeca nueva que tiene un vistoso vestido,se preocupan por ella; las muñecas viejas permanecen en el rincónde muñecas olvidadas. En ocasiones sucede que los niños decuatro años, sin ningún cuidado, las tiran, y cuando se les haceel señalamiento dicen: "De todas formas ya está viejn", liNo esuna muñeca buena 11 • En estos casos es conveniente despertar lacompasión de los niños hacia la muñeca vieja, explicarles quee lIa no tiene la culpa de que en su rostro 'hayan aparecido lasarrugas, ni de que su vestirlo haya perdido su frescuru,

En uno de los clrculos infantiles, la educadora les dijo a losniños que hay que querer a la muñeca vie ja porque ella es muy

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buena, porque ha jugado mucho y durante mucho tiempo con losniños, ya ella le duele que los niños la traten mal. Ella pro­puso a los niños que la muñeca vie jo fuera la mamá cuandojugaran a la familia, o la enfermera en el juego al hospital y quela vistieran en correspondencia con el juego. Lueao 1" educa­dora narró a los niños cómo ella, en su intoncia, tenia una mu­ñeca y la querlo y sólo se desprendió de el/a cuando cursaba eltercer grado; cómo se la regaló a la hermanita de una amiguitade su grado y cómo le hizo prometer que In culdcrlo igual queella.

Estos procedimientos, al mismo tiempo que influyen sobre losniños, sobre sus sentim ientos, los obl igan a pensar en la justezade su actitud hacia la muñeca vie jo. Después de esto, algunosniños la incorporan a sus juegos, conversan dulcemente con el/a.

Como demuestran las observaciones, son precisamente estosniños, los más sol lcltos , los que se percatan de la tristeza desus coetáneos, los que expresan su compasión. Si algunos niñosno varfan su actitud hacia la muñeca, esto puede ser un sfntomade la indiferencia surgida, de una tendencia hacia las impre-s iones externas, bocio la bri lJantez, hacia e I adorno, hacia lascosas superficiales. Estos niños necesitan una atención comple­mentaria.

los sentimientos de los niños se forman en los juegos. Esto esperceptible, de una forma más nftida, en los juegos con muñecas.

los* juegos primitivos que se repiten, proporcionan muy pocosargumentos para la formación de los sentimientos morales, parala formación de las interrelaciones.

En el juego de roles con arguméntos se determinan las rela­ciones del niño con otras personas. Por eso, es tan importanteampliar los intereses lúdicros de los niños. Con este objetivo,es necesario utilizar las observaciones de la real idad circundante,

En e l proceso de las observaciones que se real izan durante lospaseos, las excursiones, la educadora llama la atención de losniños no sólo hacia lo que hacen los adu Itos, sino también haciacómo se relacionan mutuamente, cómo se conducen.

Una condición fundamental que contribuye a hacer del juegoun medio de educación moral es una dirección tal del mismo

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que haga que el contenido de los juegos atraiga a los niños y quelas relaciones infantiles adquieran un carácter moralmentedirigido.

La mamá, en el juego a la fami Iia, se preocupa por sus hi jos,se alarma cuando ellos se enferman; el capitán demuestra suvalentfa, salva a los pescadores que están a punto de perecerahogados en un mar tormentoso; el aviador, desafiando la lluvia,la tormenta, vuela hacia las altas montañas a salvar a un hombreenfermo; la maestra enseña pacientemente a sus alumnos, lesexplica cómo deben sentarse en la clase, cómo escribir las letras,cómo tratar al libro.

La educadora, en el trascurso del juego, estimula a losalumnos obedientes, expresa su seguridad de que los bravos ma­rineros no temerán a los vientos, a las embravecidas olas y sal­varán a la tripu loción.

en el grupo de edad media, el rincón de muñecas no debe serun almacén de muñecas sin nombres, sino el lugar donde resideuna familia de muñecas muy unida, en la cual cada muñecatiene su nombre, su carácter. Entonces, los juegos con muñecasdevienen un medio para educar los sentimientos nobles. Tomandopara sr el rol de mamá, la educadora ayuda a transferir a estosjuegos el estilo de las relaciones entre los adultos y los niños,asr como las tradiciones caracterfsticas de una buena familia.

Durante el juego, los niños realizan las más diversas acciones:dan los al imentos a sus hljiros , las acuestan a dormi r, las visten,las preparan para el paseo. las llevan al médico, las acompañanal campamento de pioneros, adornan un arbolito para ellas,etcétera.

Las acciones dirigidas hacia un objetivo contribuyen a la for­mación del cariño y de la solicitud entre los niños.

Los juegos con muñecos requieren que los niños se preocupenpor el confort y el orden en el rincón de las muñecas, por el aseo1 la limpieza de las propias muñecas. Al desempeñar los roles'de mamá, de educadora, de chofer, los niños se acostumbran adeterminado orden, dominan los hábitos necesarios. As(, inter­pretando el rol de mamá, e I niño ayuda a la educadora a auitary poner la ropa blanca a la muñeca; observa con interés el plan-

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chado. Enseñando a los niños a servir la mesa para las muñecas,la pedagogo no sólo contribuye al desarrollo del argumento deljuego, sino que, al mismo tiempo, educa en los niños algunoselementos de una conducta culta, del gusto artfstico, los hábitosde una buena administración hogareña: la observancia de lasbuenas tradiciones familiares. La incorporación de los propiosniños a la organización de la vida de las muñecas, en el rincónde mui'iecas, es una de las condiciones para elevar el interéspor el juego, para desarrollar la actividad, la capacidad de ma­nifestar preocupación por los demás.

L¿s preescolares experlmentcn afición no sólo por las muñecas,sino también por otros juguetes.

"A mf me gusta esta pelota" -dice Lena. Yo siempre juegocon ella. "Tú cogiste la mfa" -explica ella dirigiéndose aIgor. "Ffjate, tiene una bolita roja en la franja." Igor le en­trega a Lena la pelota, y ella tiernamente la estrecha conrrc sr.Otros niños sostienen la conversación con gusto. "A mf tambiénme gusta mi pelota. Miren lo alto que salta"; "Y la mfa se

I l " 11 L ' d" • "L'ñe evo muy a to; a mio rue a mas que ninguna. os ni os,con animación, comienzan a demostrar las ventajas de sus respec­t ivas pe lotas.

Es importante alentar esta conversación entre los nlños , Noes conveniente emplear objeciones uniformes acerca de que laspelotas pertenecen a todos y que cada niño puede coger cual­quier pelota. Tales observaciones ayudan muy poco a educar,en los nlños , el interés por el juguete y una actitud cuidadosahacia él. Logra alcanzar grandes resultados aquella educadoraque alienta las animadas conversaciones de los niños sobre losjuguetes.

La educadora, percatándose de lo preocupadamente que Lenalimpia la pelota, dice: "Miren, muchachos, cómo brilla la pe-lota de Lena. Parece como si le sonriera." Los niños comienzana limpiar sus pelotas y preguntan: "¿ y la mfa también brilla?¿La mfa sonrfe?" En otro ocasión, la educadora dijo: "Niños,

hoy yo llegué temprano, todavfa ustedes no habfan llegado, yvi que todos los juguetes estaban recogidos. Las muñecos estabansentadas a la mesa y las ardillitas y el osito en su rincón, ellosse sienten cómodos y bien. Pero este osito lo encontré en el

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baño. Parece que alguien lo olvidó allr; estaba sentado en unasi 11 ita y Iestaba tan triste 1" La educadora acaricia al osito.Seriozha corrió hacia la pedagoga, tomó al osito en sus brazos

I ' ,y o apreto contra SI.

Duronte el proceso del juego, la educadora puede utilizardiversos procedimientos para influir sobre la conducta de losniños: -el recordatorio, los consejos, las preguntas. En oca"s iones , la educadora toma para si un rol determinado.

La educadora influye sobre los sentimientos de los nrños , des­pierta en ellos el deseo de imitar a una persona concreta, loscoloca ante la necesidad de cumplimentar determinadas normosmorales. Los niños cumplimentan con gusto las exigencias deldoctor, de I especia lista en música, de I jefe de la construcción,del capitán cuyo rol puede interpretar pI adulto.

Los niños asimilan, paulatinamente, las reglas del juego amis­toso con junto, comienzan a comprender que i ugar amistosamentesignifica ser cuidadosos con las construcciones de los compa­ñeros, so lir en defensa de I ofendido, ayudarlo si se encuentraen dificultades; ser capaz de mantener la idea, una buena ini­ciativa del coetáneo, saber ceder, pedir cortésmente el ma­terial de construcción o un juguete, observar el orden en eljuego. Estas reglas de interrelaciones son asimiladas en losjuegos de movimientos cotidianos y de construcción. Por ejemplo:los niños construyen un puente, al cual le hacen peldaños de

ambos lados. Es necesario que la cantidad de pe ldoños , de amboslados, sea igual, por lo que los niños deben coordinar susacciones a un ritmo y, en ocasiones, ayudarse mutuamente. Alterminar la construcción, pensarán cómo jugar con ella, quémuñecas seleccionar, qué maquinitas.

En los juegos conjuntos es necesario prever las dificultadesque confrontan algunos niños que no saben establecer contactocon sus coetáneos. Con frecuencia, sucede que un niño pococomunicativo, al unirse con niños muy avispados, permcnecc !JCI­sivo en el juego, y uno más enérgico lo margina, impidiéndoletener una participación activa en la construcción; no le da losjuguetes. La unión de los niños tfmidos con los generosos, conlos niños justos, ayuda a los primeros a incorporarse rápidamenteal colectivo, despierta en ellos el deseo de jugar junto con losdemás niños.

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El establecimiento de relaciones amistosas es una condiciónimportante que asegura el bienestar emocional del niño en elgrupo. Esto infunde seguridad en la actitud bondadosa hacia élpor parte de los compañeros y, a su vez; despierta el deseo demantener buenas relaciones con los coetáneos.

Las 'buenas re loe iones', la igualdad de posición de cada ju­gador en el grupo, crean las condiciones propicias para el de­sarrollo integral del niño: él juega animadamente, expresagustosame nte sus pensamientos, en cuento al desarro 110 de laidea, no teme la discusión con los compañeritos, sabe imponersu opinión, alegando las pruebas en su defensa, en caso de surgiralguna duda se dirige al adulto para evacuarla. Si el niño noha logrado establecer relaciones con otros niños, él pensarátodo el tiempo por qué no lo aceptan en el juego, por qué de­clinan sus proposiciones, por qué no lo quieren. Con frecuencia,el niño siente deseos de destruir la construcción, de arrebatarun juguete o vengarse del que lo ha ofendido, de ocasionarlealgún disgusto.

En los juegos, pueden suscitarse discusiones entre los niñosque, en ocasiones, se convierten en confl ictos, porque la expe­riencia moral de ellos no es muy grande. Es importante que laeducadora, en este caso, ocupe una posición correcta. Convienetener presente que la principal causa del conflicto, por lo ge­neral, es la confrontación de dificultades (la incapacidad deceder justamente, el desconocimiento de los factores necesariospara el desarrollo del juego, etcétera).

Sasha construyó una máquina e invitó a otros niños a montaren ella, pero nadie aceptó. Entonces, la educadora le sugirióa Sasha ~onducirla hasta la próxima parada. Sasha aceptó gus­tosamente. Los niños, al ver que la educadora se sienta en elcarro, decidieron montar también. Alik se montó en el carrocon una pala. Sasha se opuso a que montara: "Con una pala nose puede montar, ensuciarás a todo el mundo." AIi"k se aturdió.La educadora lo ayudó: "Compañero chofer, permltole que vayauna parada más, él se sentará en una esquina y no ensuciará anadie. u Sasha consintió. Todo el trayecto, Alik se mantuvosentado tranqu ilamente, sosten iendo la pala con sumo cu idado.

Los niños del grupo de edad media, con frecuencia, no sabencómo salir por sr solos de uno situación diffcil. La tarea de la

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pedagoga, en este caso, es la de ayudarlos. Pero para esto,ella debe conocer a sus educandos, ser capaz de determinar rápi­damente la causa del conflicto, demostrar a los niños objetivay convincentemente la justeza de las exigencias de unos y lainjusticia de otros. Es necesario enseñar a los niños a ir resol­viendo, paulatinamente, sus disputas. Con este objetivo, laeducadora se incorpora, en ocasiones, al juego, da consejos,propone observar un fenómeno concreto para precisar los cono­cimientos de los niños.

Citemos un ejemplo del juego al estudio de fotograHa estese basa en la experiencia infantil y, en determinadas condi­ciones, los niños del grupo de edad media reflejan esta expe­riencia). los niños del grupo de edad mayor o los del grupopre porctorlo hacen para sus amiguitos menores un aparato foto­gráfico (cámara) I se lo llevan de regalo y "fotograHan" a losque lo deseen. Surge el juego al estudio fotográfico. Estoatrae la atención de muchos niños, todos quieren retratar a lasmuñecas: sus hijos. Al lado del estudio fotográfico se formauna cola. los niños se aglomeran. Y así comienza un conflicto.la educadora propone rehacer la cola: "Que los primeros enretratarse sean las mamás con niños pequeños, >' luego los res­tantes. "

Producto de las pa labras de la educadora I puede suceder que,los niños que no posean muñecas corran rápidamente hacia elrincón de las muñecas y ya con ellas traten de colocarse delante

de los que ya están. Al percatarse de esto, la educadora pro­pone retratar un "grupo de niños". Para esto las muñecas sedeben sentar de tal forma que todos se vean bien, arreglarles losvestidos, los cabellos, los lazos. Esta nueva tarea requiere quelos niños diri jan sus esfuerzos en colocar las sillitas para lasmuñecas, arreglarlas y sentarlas bella y cómodamente. Este pro­cedimiento distrae la atención de los niños y evita que tratende colocarse de lante, y lo fundamental es que elimina los sen­timientos egoístas. la educadora señala: "es necesario quetodas las muñecas estén bien arregladas y bonitas, si algunaqueda desaliñada, la fotografía se echará a perder". Cuandotodas las muñecas están listas, la educadora propone ver si semuestra bien el grupo, y si hace falta arreglar algo. Esto orientaa los niños a preocuparse no sólo por su muñeca, sino también

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por las de sus compañeritos. Alguno de ellos puede percatarsede algún desarreglo en el traje de alguna muñeca o en su peinadoy repararlo. La educadora deb~ estimu lar la capacidad deobservación del niño y su preocupación porque todo el grupo demuñecas luzca bien -esta es una manifestóción moral importanteque evidencia el surgimiento de la dirección social de la con­ducta.

Una de las formas de educar, en los niños, la comunidad deintereses, es la realización de actividades programadas de mú­sica para las muñecas. Los niños cantan canciones, tocan instru­mentos musicales, dicen poesfas.

El perfeccionamiento de la habilidad de determinar el objetivodel juego conjunto y de colaborar con los coetáneos, está fnti-'mamente relacionado con la ampliación de las nociones socialesde los nlños. Por ejemplo, se real iza una excursión a una casaen construcc .ón. Los niños observan los carros que se acercan,el trabajo de los choferes, de los cargadores. La educadora di­rige, la observación. Ella formula su tarea desde la posición deljuego infantil: "Los pequeños choferes, ahora verán, lo que hantrafdo los choferes adultos para la construcción." Los niños vencómo traen los ladrillos, las paredes prefabricadas (la excursióna la construcción puede repetirse a petición de los niños).

Sin embargo, no siempre surge un juego inmediatamente des­pués de la excursión. El juego, actividad programada, sirve deeslabón intermedio entre las observaciones y el juego indepen­diente. La educadora, con un grupo de niños, comienza unaconstrucción a la que los niños-choferes deben llevar los mate­riales de consrrucclén. AIgunos niños desempei'ian los roles deconstructores, otros, los de choferes que transportan la carga.Los constructores reciben cordialmente a los choferes, les pre­guntan cómo hicieron el viaje, si no tuvieron algún contratiempodurante el trayecto. En estos juegos se descubren las posibili­dades para coordinar las acciones: conducir de tal forma que losvehfculos no choquen, conducir la carga en orden. Los niñosaprenden a refrenar sus act:iones y, si se olvidan de ello, laeducadora se lo recuerda.

El desarrollo ulterior del interés por este juego debe alentarsemed iante observaciones durante los paseos, cuando ante losniños se plantea una nueva tarea: "Nii'ios, miren hacia dónde

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se d iri gen los demás choferes por nuestras ca Iles, a dónde con­ducen sus cargas. 11 La educadora puede organizar una obser­vación de la descarga de un vehfculo que se dirige a lapanaderfa, que se encuentra situada cerca del clrculo infantil,y los niños ven cómo los obreros descargan diversos productos deharina, cómo las personas se apresuran para ir a la panadería porpan fresco.

La introducción de los juguetes correspond ientes estimu la eldesarrollo ulterior del juego. La educadora, en presencia de losniños, confecciona un carro de juguete con estanterfa paracolocar el pan, y los niños modelan con plastilina panecillos,roscas, artfculos de confiterfa, dicen que todo está fresco y muysabroso. La combinación de I juego con la actividad plástica nosólo enriquece el juego, sino que, además, educa en los niñosel amor al trobojo , la capacidad de preocuparse por los compa­ñeros (preparar con antelación el material, comprobar si esbueno) .

Se puede ayudar a los niños a organizar el juego "nuestracalle", a representarse el trabajo del miliciano en su puesto.

La educadora sienta a los niños en las sillitas colocadas endos filas·, entre ellas, coloca una alfombrita: "esta es la calle".Luego, la educadora propone: "Niños vamos a construir lascasas a los lados de la calle. Luego por la calle pasarán loscurros." Los niños, con la ayuda de la educadora, construyenen el suelo una calle, casas de vivienda, la panaderfa, elcfrculo infantil, etcétera.

Los ni ños choferes conducen carros en los que aparecen repre­sentados los del pan, la leche, el helado. La educadora ayudaa los niños a trazarse el objetivo del viaje. "Ahora los choferesconducirán los carros del pan. El primero en salir será Misha.¿A dónde Misha conducirá el carro? Miren, ya la panaderfaabrió. El chofer se detiene y se dispone a descargar el pan. 11

En la fj jación de los hábitos de interre laciones -la capacidadde solicitar algo cortésmente, de agradecer, manifestar preocu­pación por los más pequeños- ocupan un lugar destacado losjuegos "a los viajes". En estos juegos, los niños, en ocasiones,montan a caballo, otras veces, en tren, o en ómnibus, pero conmás frecuencia, vue lan en avión. Esto es comprensible, puescada niño sueña con ser piloto.

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Antes de hacerse al camino hay que preocuparse por loscaballos: al imentarlos, abrevarlos, ponerles nombres; en eltranscurso del juego, la educadora alienta el cariño de los niñospor los caballitos de juguete, les relata cómo los caballos seocostumbron al hombre, cómo son fieles a él. Los niños recuer­dan las poe slos sobre el caballito, aprendidas en el grupo deedad menor, cantan la canción de M. Raujverguer: Yo quiero ami caball ito.

Si los niños se disponen a partir en ómnibus, la educadora lespregunta a dónde se dirigen y para qué. Le sugiere al chofer yal conductor comprobar si el ómnibus está en buenas condiciones,para que durante el trayecto no tengan ningún percance. Re­cuerda que e I conductor debe darle a cada pasajero un boleto yque el chofer debe anunciar la hora de salida del ómnibus.Cuando comienzan a subir, kJ educadora vigila si los pasajerosle han cedido el puesto 'a una anciana o a una mujer con unrec ién nqc ido ,

Es importante que, durante estos viajes, los niños aprendan acrear, en su imaginación, cuadros vivos de lo que ellos pud ieranver. La educadora puede, ella misma, ir relatando lo que ve através de la "ventonll lo" de I ómnibus. Asf, la educadora V. F.Ivanovna (clrculo infantil de Moscú), relataba: "Nuestroómnibus va muy rápido por la calle, las personas se dirigen a sutrabajo. Veo por la ventana un jardfn, ya en él comienzan aaparecer las ho jos en los árboles. Miren, ahora cruzan niños enla calle con la luz verde. Ellos no temen porque todas las má­quinas se han detenido y nuestro ómnibus también. Los peatonesya han cruzado la calle y nosotros echamos a andar de nuevo. 11

Los niñps, siguiendo el ejemplo de la educadora, también re­latan: unos ven una jugueterfa, otros un puente sobre un rfo , Losniños se acostumbran a escucharse mutuamente, sin interrumpirse.

Algunos niños hacen el viaje por tren. A la señal verde delsemáforo, el tren da la señal de partida. Los acompañantes sedesean buen viaje. Se hace una parada para que monten dos pa­sajeros más, estos se apresuran. Los niños mismos inventan haciadónde van y para qué. En vlsperos de la fiesta mundial, losniños pueden decir: "Vernos a Moscú a la fiesta del 19 deMayoll; en invierno, 110 1 crbo llto", a la fiesta de Año Nuevo, avisitar al 11Abuelo de las Nieves"; en verano, 110 la dochc" y

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otros. Pero ¿dónde sentar a los nuevos pasajeros? Todos losasientos están ocupados. La educadora se dirige a los niños y lespide pensar en lo que hace falta hacer. Los niños pueden pro­poner algunas variantes: unos, correrse un poquito y sentar losdemás a su lado; otros, ponerle otro vagón al tren; un tercergrupo, llevar rápidamente a los pasajeros y regresar por los demás.La educadora deberá discutir todas estas variantes con los niñosy expresar que deben montar aoque Ilos que están más apurados yque esperen los que no tienen prisa.

La solución del problema de qué hacer con los nuevos pasa­jeros, no debe prolongarse mucho; la parada no debe prolongarsemás de 2-3 minutos. Es importante alentar a los niños que tratande ayudar, aprobar sus proposiciones, preguntarles a aquellos quepermanecen callados.

Las situaciones pueden variar: los pasajeros están en la paradabajo la lluvia, o llega la noche y no pueden quedarse. La edu­cadora trata de colocar a los niños ante la situación de tener queprestar su ayuda, trata de despertar su compasión. Un juegosemejante, con diferentes variantes, puede realizarse durante elaño, una o dos veces. Es importante que la educadora observea los niños; esto le permitirá percatarse sobre cuál de e~ los estímido, quiénes permanecen indiferentes a las solicitudes deaquellos niños que no pudieron montar en el tren. !Estas observa­ciones ayudan a la educadora a concretar las tareas de la edu­cación moral, en relación con algunos niños.

Con frecuencia, surgen los juegos al barco. Muchos niñosposeen la experiencia de los viajes realizados con los padres. Laeducadora, ante todo, ayuda a los niños a trazarse el objetivodel viaje: dónde irán, para qué; en fin, les amplfa las nocionessobre las obl igaciones de los miembros del equipo. Algunosniños anuncian que se dirigirán hacia el Norte, pero desconocenlo que es el Norte. Resu Ita conveniente proporcionarle a losniños las primeras nociones sobre lo vida en el Norte. Para estose utilizan relatos, las ilustraciones del libro de A. Chejov:Cómo Aliosho vivió en el Norte. Se pueden utilizar, también,fotograHas del libro de S. Mijalkov: El Osito en el Norte yotros. La adquisición de los conocimientos ayudan a los niños acomprender lo rigurosa que es la vida en el Norte y qué cuali­dades se deben poseer para vivir allf y trabajar.

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Los niños, con agrado, organizan en el área, un juego colec­tivo sobre los motivos del cuento de K. Chukovski: Aymeduele.La educadora dice: "Nlños , busquemos un lugar donde podamosconstruir un gran hospital para los animales. 11

Si hay muchos niños que desean jugar, se pueden organizardos "hospltcles", En uno de ellos, el rol del doctor "Aymedue le "es bueno dárselo a un niño tfmido: él manifestará vat"entfa en elpapel del doctor bueno.

Los niños se ponen de acuerdo sobre cómo van a jugar, distri­buyen los roles, seleccionan los juguetes de materiales de la na­turaleza.

Poseen gran importancia los juegos didácticos de mesa en losque los niños asimilan el color y la forma de los objetos y apren":'den a clasificar los mismos de acuerdo con los diferentes paráme­tros, no sólo para el desarrollo mental de los mismos, sino tambiénpara el moral. En estos juegos existen reglas precisas que es ne­cesario observar, de lo contrario, el juego perderfa su sentido;se debe conservar el orde n de las acc iones, aprender a ceder, aalegrarse no sóio de los éxitos propios, sino de los de los compa­ñeritos. Con frecuencia, en el juego se unen de 3-4 niños queasf lo desean. Alrededor de los jugadores se reúnen los lIe nfe r­mos" qué no intervienen en e I mismo, pero que están prestosa participar en cuanto salga alguno de los compañeritos. Para losobservadores también hay reglas: no deben hacer ruidos, nodeben molestar a los que están jugando; al observar una soluciónincorrecta no deben intervenir para sugerir la correcta. En estosjuegos se educa la capacidad de contenerse, de ser pacientes, derecordar 'as condiciones del juego y cumplimentarlas.

En el juego didáctico IIA los pequeños"; una de las variantesse /lama "boyos", el material para el juego está compuestopor 32 pequeñas tarjetas. En las tarjetas hay representadas dife­rentes cantidades de bayas desde una hasta seis. La condicióndel juego determina qué bayas están limaduras 11 • En algunos casosse deben seleccion6r aquellas que aparecen una en cada rama,en otros en las que en cada rama opcrecen dos,·etc., las res­tantes deben quedar en la "complñc del bosque 11 , sobre la mesa.Al principio, los niños sienten el deseo de recoger la mayor can­tidad de bayas posible; en sus "cestos" colocan las tarjetas conlas bayas en cualquier juego, desde una hasta seis. La repetición

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de este juego da la posibi Iidad de fortalecer la firmeza, la orga­nización de la conducta, la atención y, en caso que se cometaun error al seleccionar las láminas, ceder el sitio en 'el juego aotro niño.

En algunos juegos de mesa, los niños deben aprender a mostrarrapidez, agilidad. Por ejemplo, el juego que se realiza amplia­mente en los cfrculos infantiles, "Cornpcnos voladoras", puede,durante su organización, ayudar a la educación en los niños dela habilidad de nombrar rápidamente quién es el primero, quién'es e I segundo, a observar e I orden. Si a los que juegan se incor­pora un novato, los niños mismos pueden enseñarle a actuar deacuerdo con las reglas. Con la ayuda de este senci 110 juego, selogra superar la timidez de algunos niños, fami Iiarizarlos con lasacc iones con juntas con los coetáneos, desarrollar en los niñosre laciones camaraderi les y organización.

Los juegos de construcción tienen una gran importancia en laeducación moral de los niños de cuatro años. En los niños de estaedad, estos juegos se relacionan estrechamente con los juegosde roles. Se reúnen con gusto de tres a cuatro niños, conversansobre lo que van a construir y cómo jugarán. En el comienzo deljuego, tiene luga~ la distribución de las partes de la construcciónentre los participantes-o EIproceso de creación de la construcciónrequiere una coordinación en el ritmo (para que todos terminene I trabajo, aproximadamente, en un mismo tiempo), en la se lec­ción de las piezas (según la forma, e I tamaño, e I color), en laubicación de las partes de la construcción (de acuerdo con lasparticu laridades de la estructura).

Al educador le es importante prestar atención a que los niñosaprendan a tener en cuenta la opinión de I compañero, valorencon justeza e I aporte de cada uno en un problema general y de­terminen modestamente, la medida de su participación.

El resu Itado general de la actividad da a los niños una gransatisfacción, y la atención del pedagogo hacia estos juegos yhacia aquellos resu hados que los niños alcanzan, su valoracióngenerosa y justa de los esfuerzos de los niños, les dan un senti­miento de seguridad. Al hacer la valoración, es muy importantesubrayar que se obtuvo una buena construcción porque la hicieronjuntos, se ayudaron entre sf y se aconse jaron. Al contemplar,por ejemplo, la construcción de un barco, el educador deberá

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seña lar: "Se obtuvo un barco muy bueno. Pronto se enviará anavegar por los mares. Seguramente., el capitán de este barcoes un hombre valiente y sus marineros, hombres audaces. 11

En el desarrollo de las relaciones infantiles los juegos de mo­vimientos tienen una gran importancia. En estos juegos, pormedio de una regla, a los niños se les plantean exigencias pre­cisas que ayudan a contener sus impulsos. Por ejemplo, tienendeseos de correr, de saltar, pero, por las condiciones del juego,hay que ocultarse y sentarse tranqui lamente. Los niños aprendentambién a actuar por una señal, a observar el orden, a moversea un ritmo dado, a coord inar sus acciones con las de los otrosniños.

Al comienzo del año se puede jugar con los niños a las "Hojosde otoño".

En el invierno, un juego análogo se puede realizar bajo elnombre de 11 Bol itas de nieve". El educador dice a los niños:"Todos ustedes serán las bol itas de nieve. 11 Cuando yo diga:IIEstá nevando", ustedes dará~ vueltas al son de una música;cuando yo diga: 'El viento", hay quedar vueltas con más ra­pidez. Ycuando yodiga: "La nieve cesó", ¿qué haranustedes?Los niños: "Nos ponemos en cuclillas." Correcto -confirma eleducador.

En el curso del juego, los niños tratan de dar vueltas con ritmoy gracia, sin tropezar unos con otros y escuchan atentamente aleducador.

Una tarea análoga -la reacción rápida ante una señal, lacoordinación de las acciones- se resuelve en los juegos: "Lospollitos y el halcón", "Los cabritos y el lobo", "El gato y losratones", "La garza y las ranas", "Las liebres y el cazador".

estos juegos son senci llos , pero requ ie ren la atención de losniños, la coordinación de la conducta con las condiciones deljuego: las liebrecillas saltan, los pollitos corren, picotean, losratoncitos corren sin hacer ruido y rópido, etc~ Una veces soncazados, otras, tratan de no caer: e 1105 se esfuerzan por es"cuchar con atención, por huir más rápido del "halcón", del"lobo", de la "garza". El interés por el juego, el deseo de noencontrarse en el número de los cazados que salen del juego,obliga a los niños a redoblar los esfuerzos.

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Como al parecer estos juegos no tienen una relación directacon la educación moral, se rea Iizan, frecuentemente, con e I finde llevar a la práctica las tareas de educación ffsica. Sinembargo, un pedagogo reflexivo verá en ellos muchas cosas va­Iiósas para educar en los niños, las habilidades de coordinar susacciones con los otros niños, prestar ayuda al compañero, so­correr al más débil, ayudar al que viene atrasado a huir del gufa.y lo que es sobre todo importante, en estos juegos, a los niñoslos une un sentimiento general, aqui interviene activamente elprincipio de: IIUno para todos y todos para uno. 11

El educador lleva a los niños de los juegos simples a los máscomplejos, con elementos de emulación. Si los niños de cuatroaños juegan con la participación directa del educador, que sÓlo dael papel de gura a un niño paulatinamente, entonces los de cincoaños, por lo regular, realizan ellos mismos el papel de los guras.

La educación moral en las actividades programadas

Las actividades programadas que se realizan de acuerdo al"Proqromo de educación en el cfrculo lnfcntil!", contribuyen aldesarrollo de cualidades morales importantes, tales como la orga­nización de la conducta, la orientación hacia un objetivo, laconstancia en e I logro de un fin, la preparación para superar losobstáculos, la compasión, la emulación, asf como la formaciónde la modestia.

Naturalmente, que en los niños del grupo de edad media,estas cualidades aún no son estables, sólo se perfilan; pero conla influencia sistemática de la pedagoga se pueden alcanzargrandes resuItados en su desarro 110.

Es importante tener en cuenta que casi en cada actividad pro­gramada, la educadora tiene la posibilidad de desarrollar moral­mente a los niños, de educar sus relaciones. Por ejemplo, muchasactividades programadas para e I desarrollo de I lengua je, puedenposeer un contenido moral; sin embargo, las educadoras se Ii­mitan, con más frecuencia, sólo a tareas relacionadas con elaprend iza [e de I lengua je materno: responder a la pregunta hecha,contar el contenido de un relato o cuento corto, etc. Incluso,en aquellos casos en que el contenido de la obra literaria estáclaramente dirigida a desarrollar los principios morales, esta nose utiliza con esos fines. Durante la lectura de muchas obras dearte, ante los niños del grupo de edad media, se pueden plantear

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tareas sencillas, accesibles a ellos, por ejemplo: destacar lospersonajes positivos y negativos (quién le gustó más y por qué),nombrar aquellas acciones buenas que hizo el héroe de la obra,pensar y decir lo que sucedería si los héroes no se hubieran ayu­dado entre sf , si no hubieran obedecido a los de más edad,etcétera.

Este tipo de conversación con los niños, puede efectuarseinmed iatamente después de la lectura de la obra o, todavíame jor, después de la aud ición repetida.

En las actividades programadas que requieren las valoracionesde los resu Itados de un traba jo (dibu jo, construcc ión, mode lado) ,es importante que los niños se presten atención entre sí, aprendana ayudarse por medio de un consejo, se alegren por los éxitosde los compañeros y se afl i jan por sus fracasos.

Si alguno se inclina a enorgullecerse por sus éxitos, por des­tacar su superioridad, la educadora debe proponerle que enseñea un compañero a recitar versos, a bailar con él, a mostrarlecómo hacer uno u otro e jercicio gimnástico.

He aquí un ejemplo: Dima, 19or y Aliosha jugaban con unosbotecitos que e 11 os hicieron en lo actividad programada deconstrucción. A ellos se acercó Seriozha: "Yo quiero un bo-

't ~"I "H I t" . "Se' h "Vtecr o aSI. gor: oz o u mismo y Juega. r10Z a: 10

no sé." (Seriozha había faltado algunos dias al círculo y seperdió la actividad programada en la que los niños habíanaprendido a hacer los botecitos.) Dima le alargó el suyo:"Cógelo, yo me hago otro." La educodoro , que había oído laconversac ión de los niños, se acercó a ellos: "Bravo, Dima,has actuado como un buen compañero: le diste a Seriozha tubotecito. Pero sería me jor si le enseñaras a Seriozha a hacerel botecito.J ' Dima trajo un papel y empezó a doblarlo:"Sedozha, mira." Seriozha no entendió enseguida cómo hayque doblar correctamente, y Dima se lo demostró dos veces.Cuando por fin, Seriozha hizo él solo el botecito, los dosniños se pusieron muy contentos.

,En el grupo Seriozha es el que mejor dibuja de todos. El di-b . b "h b' '. " L . ñ ~ tujo a unos om reci tos cosmrcos". os ni os quenan enertambién un dibujo así, y empezaron a pedirle a Seriozha queles pintara.

"Niños traten de pintar ustedes mismos", dice la educadora.

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Seriozha, con seguridad, dice: "Ellos no saben, yo solo sé. "

"Es muy feo vanagloriarse, Seriozha, señala inmediatamentela pedagoga, si tú sabes pintar bien, enseña a los otros niñospara que todos sepan."

En los juegos-actividades programados con un materia I deconstrucción, hay grandes posibilidades para resolver les tareasde educación morol, Los niños juntos construyen una casa paralas muñecas, un puente, un botecito y, después, juegan con laconstrucción y los juguetes, Algunos juegos de construcción seanticipan al relato de la educadora. Ella crea ante los ojos delos niños las construcciones necesarias y re lata algunos sucesosque después se convierten en e I contenido de I juego infanti 1. Lapróxima vez, los niños mismos hacen la construcción, recuerdane I relato de la pedagoga.

Citaremos una de las variantes de este tipo de juego-activi-dades programados que se puede realizar al comienzo del año.

En el bosque viven diferentes fieras y aves. La ardilla tieneen un árbol, dentro de un hueco, una buena cosa; el ericitola tiene deba jo de un arbusto, la lechuza en e I árbol, y losratoncitos en una madriguera hecha en la tierra. Solamentela liebrecilla no tiene casita. Ella andasin abrigo por elbosqué , a todo le teme, a todos lados mira, ojalá el lobo nollegue del lejano bosque y no se coma a la pobre liebrecilla.Recordaron al lobo, mfrenlo que ahf viene, Corre y a todoslados mira, buscando a la liebrecilla. Y la liebrecilla,mientras tanto, se escondió en la casa del erizo debajo delarbusto. El lobo corre, no ve a la Iiebreci 110. El lobo vio aun ratoncito. Este asoma su hociquito desde la madriguera, élno teme al lobo; el lobo se acerca más y el ratoncito gris secoló rápidamente en la madriguera. El lobo vio al ratoncitoy le pregunta: "Ratoncito, ratoncito, no has visto tú si laliebrecilla gris anda por aquf, yo hace tres dlcs que no comoi' quiero desayunar con ella." El ratoncito comenzó a chillarcon voz fina: "No , lobo gris, no he visto a la Iiebreci 110,por {lquí no ha andado. Pero si la hubiera visto, de todasformas no la hubiera denunciado: todos nosotros los animalesdel bosque, queremos a la liebrecilla, no la ofenderemos,ve te, lobo, a tu apartado bosque." No hay nada que hace r;

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el lobo, con enfado, castañeteó los dientes, y siguió. (Des­pués, el lobo se dirigió a la lechuza, a la ardilla, pero todosle contestaron lo mlsmo ,)

La pedagoga y los niños hacen una madriguera para los raton­citos, una casa para el ericito, y sobre altas barras construyenuna casa para la ardilla y la lechuza. La conversación sobre elcurso de la construcción, la gura, la educadora, los niños parti­cipan en esta conversación: por ejemplo, ellos repiten con laeducadora: "Todos nosotros, los animales del bosque, queremosa la iiebrecilla gris, no la ofenderemos. Vete, lobo, a tu apar­tado bosque. "

En el juego de construcción independiente los niños repro­ducen el contenido de esta actividad programada.

La orientación moral de estos juegos-actividades programadoses evidente: todos protegen a la desdichada liebrecilla, nadiela denunc ia al ofensor-lobo. Lo e senc io l es que la actividad unea los niños por sentimientos iguales.

Para realizar las tareas de educación moral, se llevan tambiéna la práctica actividades programadas especiales en las que ene I centro de la atención de los niños se encuentra la observaciónde una regla moral, por ejemplo, la necesidad de poner en susitio los juguetes, de jugar amistosamente.

Al comienzo del año, hay que realizar con los niños una acti­vidad programada en la que ellos dominen las reglas de la con­ducta organizada. Citaremos un e jemplo de este tipo deactividad programada.

Contenido programático: Hacer comprender a los niños que

lo que se empieza hay que terminarlo.

Equ ipamiento de la actividad programada: Sobre la mesa dela educadora hay constru ida una habitación de muñecas: lacama está en orden, la almohada está sobre una sillita, lafrazada está echada encima de I espaldar de la cama, sobrela mesa de la muñeca hay tres tazas con los platicos, sobre elpiso hay basura (pequeños pedacitos de papel), cubitos. Enla mesa de la educadora hay también un armario para la va-

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jilla, dos muñecos sentados: una muñeca es la mamá, yelotro el niño Vova.

Curso de la actividad programada.

Educadora: Niños, hoy les contaré sobre un niño que se llamaVova. y ustedes miren y oigan con atención. Por la mañana,la mamá se preparÓ para ir a la tienda y dijo: "Vovcchkc , yovoy a la tienda, tú recoge la vajilla de la mesa, tiende tucama, barre e I piso y después, vas a jugar.

Vova: Bien, mami ta.

La mamá se fue y Vova empezó a recoger la habitación.

Primero reco jo la mesa (Vova coge una taza y la guarda en elarmario, coge o lro en la mano, mira alrededor y ve la cama.)Mamá di jo que tendiera mi cama (pone de nuevo la taza sobrela mesa y va hacia la cama). Primero sacudo la sábana (lasacude y la guarda), ahora coloco la manta (coge la manta enla mano y mira el piso). ¡Ay! , cuánta basura enel piso, hayque barrerlo (pone la manta mal colocada sobre la cama,coge la escoba y empieza a barrer; ha visto los cubitos).Miren mis cubitos, voy a construir una casa (pone la escobaen el piso y empieza a hacer la construcción.) En ese momentollaman a la puerta.

Vova: Mamá llegó (la mama entra en la habitación). Mamá,~mira la casa que hice.

Mamá: Tu casa está boni ta, pero ¿por qué la habitación

está sin recoger?

Vova: Yo la re coql ,

Mamá: Si la recogiste ¿por qué todo está tan regado, en­

tonces?

Educadora: Niños, ¿qué ustedes piensan, por qué la habi­tación está toda regada, si Vova la recogió?

Natasha: Él no la recogió.

Sasha: Él nó puso la almohada en su lugar y todavia no habarrido.

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Oxana: La mamá le dijo a Vova que recogiera la vajilla,que barriera el piso, y él no la recogió, él hizo una casa.

Tania: Él recogió y no recogió nada.

Educadora: Correcto, niños, en la habitación todo ha quedadosin recoger, porque Vova empezó a recoger la va ji IIa de la, , .mesa, pero no termino y empezo a tender la cama; tampocoacabó de tender la cama y empezó a barrer el piso. Yel pisono lo barrió, se puso a jugar. Todo lo que empezó a hacerVova no lo llevó hasta e I final, por eso todo se quedó sin re­coger. ¿Que tenfa que hacer Vova para que todo quedaraen orden?

$vieta: Arreglar la cama.

Seriozha: Hacer la limpieza.

Denis: Él renlo que recoger y después jugar.

Educadora: Correcto, niños, Vova re nlo primero que terminaruna cosa, después comenzar otra, y sólo entonces en la habi­tac ión hubiera habido orden.

En la vida cotidiana y en el juego, no siempre se logra captarla atención de todos los niños, que sientan la necesidad de preo­cuparse por los adultos, de ayudarlos. Para que los niños tenganconciencia de esto, es necesario crear cond iciones tales que losestimulen a pensar en cómo se debe actuar en uno u otro caso.Pero, la experiencia de los niños es aún pobre y les es muy di­fici I hallar una solución correcta por el/os mismos. En las acti­vidades programadas es conveniente, utili zcndo un relato breve,citar el e [ernplo de la conducta de los héroes de la narración yen una charla posterior proponerle a los niños recordar si en suvida no les ha sucedido un caso seme [ente y cómo ellos actuaron.

Citaremos el contenido del relato de la educadora.

Cuando yo era pequeña, nos visitó desde la aldea mi abuela.EII a llegó tarde en la noche y papá fue a buscarla. Por lamañana todos se fueron para e I trabajo y yo me quedé enla casa con abuela. Cuando me desperté, ella me dijo: "Le­vántate, nietecita, viste te , lávate y desayuna, que vamos ahacer los deberes: yo prepararé el almuerzo y tú me ayu-

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darás." Yo estoy llsto , sólo veo que la abuela no sabe dóndeestán las cosas: los granos l la manteca, las papas, la vajilla.Y.;- se lo enseñé todo. Ella me dice lo que necesita, le en­seño dónde encontrarlo y yo misma la ayudo a llevarlo. Laabuela me alabó y me dijo: "Tú eres la verdadera ama de casacasa I Katiusha y yo soy tu ayudante. "

La educadora pregunta a los niños: "¿Cómo ayudaba Katiushaa la abuela?" Los niños hacen el relato. Después de e sto ,la educadora hace una nueva pregunta: "¿ Yusredes , niños,cómo ayudan a la abuela o al abuelo?" Natasha dijo que ellatodos los dlos le llevaba el periódico a su abuelo. Lena contócómo e 110 ayudaba a su mamá: "Yo no tengo abuela I yoayudo a mi mamá. Nosotros tenemos a Slovik , que es mi her­manito. Yo ayudo a mi mamá a planchar los pañales. Cuandoa Slavik lo bañan I yo le doy juguetes para que no llore. "

La educadora aprueba los re latos de los niños y propone a losrestantes que piensen cómo ellos pueden ayudar a los odultos ,para que la próxima vez cuenten sobre esto. La educadoradebe hallar un tiempo disponible y escuchar a los demás niños:esto puede hacerse en la segunda mitad del d lo , durante elpaseo.

Si al niño le cuesta trabajo re latar algo de su experiencia I

puede hacer la narración que hizo la educadora.

En un9 de las actividades programadas se les debe proponer alos niños pensar y relatar cómo ellos hubieran actuado si vieranque un niño pequeño se cayÓ y llora. Los relatos infantiles tes­timonian la disposición de la meyorfo de prestarle ayuda al pe­queño y hacen reflexionar a aquellos que antes no se preocupabanpor los mismos. Eleducodor , en este coso , puede señalar:"Cuando ustedes eran pequeños I también los niños mayores sepreocupaban por ustedes." En otra ocasión I los niños recordabancómo los niños mayores los ayudaron en una desgracia. Uno delos niños recuerda cómo lo habfan ayudado a abrir una puertapesada I otro cómo le habfan encontrado la pelotica perdida enla hierba YI un tercero , cómo le hcbfon ayudado a pasar unarroyo de primavera o algo parecido. La educadora no debetener en cuenta todavfa los relatos infanti les detallados (estos

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pueden constar de dos o tres oraciones), pero es importante que

los niños comprendan lo que es bueno y ellos mismos quieranactuar así.

Para las charlas con los niÁos se puede utilizar el relato sobrela niña Natasha (esto es más conveniente hacerlo en la segundamitad del año, finales de marzo, abril):

La mamá :.e fue a la tienda y Natasha se quedó en la casacuidando al' pequeño Slavik. Mamá se demoró en llegar ySlavik se durmió. Natasha se sentó y miraba por la ventana.En el jardincito saltaban, por encima de una soguita, susamiguitas. Natasha también quiso saltar y decidió: "Saltodos veces la soguita y vengo para la casa. 11 La mamá regresó,llamó y nadie le abrió. ~I timbre despertó a Siavik yeste empezó a llorar. La mamá, parada junto a la puerta,

, •• 11 Q '1 h did N ho ? 11comenzo a I nqu ie torse : ¿ ue e a suce I o a atas a.Vesta, alegremente, saltaba la soqutto: se había olvidadototalmente del encargo de la 'mamá. Menos mal que lamamá tenía una llave de repuesto de la puerta; abrió elapartamento y vio que Natasha no estaba en la casa y queSlavik lloraba amargamente: él era pequeño y tenía miedoporque estaba solo.

La educadora utilizaba en las charlas, las preguntas siguientes:

11 ¿Qué ustedes creen, es culpable Natasha?", 11 ¿de quéII I bl ? 11 11' , I ' ? 11 11 , ..e a es cu po e. , ¿como actuo a mama. , ¿que tu

hubieras hecho en el lugar de Natasha?"

De los diez niños que participaron en esta charla todos di jeronque Natasha había actuado mal. "Ella es cu Ipable, porquedejó a Slavik soro. I~ Algunos de los niños reproducen com­pletamente un pasaje correspondiente al relato. Tania, dijo:11 Natasha vio que las amiguitas estaban saltando la soguita,y quiso saltar también, y se olvidó de I hermanito pequeño. 11

Sasha explicó, así, la culpa de Natasha: "Cuondo la mamáse fue, Natasha abrió la puerta, se 'fue a saltar y se olvidódel hermanito pequeño. 11 Seriozha dijo de un modo breve ysevero: "Ella dejó solo a Slavik. 11

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Ante la pregunta sobre cómo habfa actuado la mamá, los ochodijeron que ella habfa castigado a Natasha. La experienciapersonal de los niños interviene, evidentemente, en estas

J f • f ·1 "L .- .-respues as In cnti es: a mama puso a Natasha en un rincon";" I " I - .- ""1 " .'-a mama a regano; a mama costiqo a Natasha"· "ella la" ,dejo sola en la casa y se fue a pasear con Slavik".

A la pregunta acerca de cómo tú hubieras actuado en e I lugarde Natasha, los niños respondlon de distintas maneras, peroestaba claro que ellos cornprend lcn que no se pedfa dejar soloal hermano pequeño. "Yo me quedcr lo en la casa ya ningúnlado ida", dijo Roma. "Yo esperorlo a mamá", añadióDenis. "Si tuviera un hermanito, siempre me quedcrlo conél", declarÓ con convicción Seriozha.

Es importante desarrollar en los niños la capacidad de com­prender e I estado de ánimo de la gente, sentir pena por sus su­frimientos, sentir alegrfa y satisfacción ante la vista de unolámina en la que se representar: niños sonrientes, que se en­cuentran alrededor de un abeto, que van en trineo desde unamontaña ("Entretenimientos invernales"), que saludan a una niñanueva que ha ido por primera vez al c lrcu lo infantil (lámina "Lanovata "). A los niños hay que preguntarles lo que hay d ibu jadoen la lámina, yel porqué todos están contentos. Las respuestaspueden ser aún muy primitivas, pero es importante que los niñoscapten este estado de ánimo alegre y sientan sentimientos bené­volos hacia los personajes representados por el pintor. La con­templación de las láminas e ilustraciones del libro pueden serun pretexto para las conversaciones y los recuerdos acerca decómo los niños se divertfan junto al abeto, cómo paseaban entrineo desde la montaña. Es muy importante que los niños se es­cuchen entre sr con paciencia y atención, y que la educadorano se mantenga indiferente.

En uno de los clrcu los infantiles, una educadora que habfao ldo la discusión de los niños junto a la lámina "Entretenimientosinvernales", acerca de en qué se puede uno deslizar con másrapidez de una montaña, o sea, en trineo o en esqufs, señaló:"Un buen esquiador puede de jar atrás al niño o a la niña quebajan en trineo desde la montaña. Pero yo vi cómo el esquiador

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se detuvo durante la marcha y ayudó a la niña pequeña, a lacual se le volcó e I trineo y se cayó en la nieve. 11

En el quinto año de vida, los niños expresan un vivo interésno sólo por los fenómenos concretos de la vida que los rodea,sino también por lo que se representa en la lámina: ellos con­templan atentamente las i lustraciones de los libritos, tratan decomprender lo que está pintado¡ y relacionan fácilmente lo re­presentado con el contenido del libro.

Citaremos el e jemplo de una actividad programada con láminasde cuentos rusos popu lares, conocidos por los niños (de la expe­rienci a de los cfrcu los infanti les de Leningrado) •

Educadora: Niños, hoy contemplaremos junto con ustedes lasláminas y hablaremos sobre lo que en ellas hay dibujado(muestra una lámina del cuento La isbita de la liebre). Df­

ganme, para qué cuento hizo el pintor esta lámina.

Natasha: Este cuento se llama La isbita de la liebre.

Educodorc: ¿Y tú qué crees, Lena?

Lena: Esta lámina es de La isbita de la liebre.

Educadora: Sr, niños, esta lámina pertenece a ese cuento.¿ y qué creen ustedes, por qué la liebre está triste?

Vi ka: Porque la zorra la echó de la casa.

Educadora: sr. la lista zorra engañó a la liebrecilla y laechó de la casa ..

Sasha: En ayuda de e 110 vino el gall ito.

Educadora: ¿Qué ustedes dicen d~1 gallito?

Dima: El gallito es valiente, él no le tuvo miedo a la zorra.

Sasha: El gallito es elegante, tiene una cola muy linda.

Educadora: ¿Qué más se puede decir del gallito?

Zoia: El gallito es valiente, audaz.

Educadora: sr, niños, el gallito es valiente, bondadoso,buen compañero, él vino a ayudar a la liebrecilla. La liebre-

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cilla lo hubiera pasado mal, si él no hubiera sido tan buencompañero. El gallito la librÓ de la desgracia.

Al contemplar con los niños las ilustraciones del libro, en lasque están representados algunos aspectos negativos de la con­ducta de los mismos, la educadora escuchará atentamente lo quedirán los propios niños en cuanto a esto. Lo más convenientepara este fines e I libro ilustrado de V. Maiakovsk i: Qué cosaes bueno y qué cosa es malo. He aquf lo que dicen los niñossobre e I muchacho al que asustaban los cuervos: 11 i Qué mie­doso! , se asustó de un cuervo. Si hubiera movido con fuerza losbrazos, e I cuervo se hubiera ido. Yo no me hubiera asustado porel cuervo 11 , dijo Slava. Natasha se levantó en defensa del mu­chacho: 11Él es pequeño, habfa visto, por primera vez, al cuervo

t ' , I d ~ . 11Y se asus o porque penso que e orla un picotazo.

La educadora puede preguntar a los niños: 11 ¿Qué ustedesharfan si vieran que un niño pequeño se ha asustado por uncuervo? 11 Las respuestas de los niños son diferentes: unos dicenque echarfan al cuervo, otros que tranquilizarfan al pequeño.La educadora agrega lo que hay que deci rle: 11 No ha y que te­ner�e miedo al cuervo, porque él mismo le tiene miedo a laspersonas. 11

La educadora no tiene que moralizar demasiado cuando losniños contemplan estas ilustraciones: los elocuentes versos deMaiakovski e jercen una influencia bastante fuerte sobre losrrlños , pero las conversaciones que surgen por iniciativa de ellos,deben ser apoyadas por la pedagoga.

El trato con el mundo animal tiene para los preescolares unaimportancia especial y es necesario encontrar posibilidades paraque este tipo de trato se produzca. Hay que señalar que en los

últimos años, los animales que e I niño puede observar en elcirculo infantil son muy monótonos y por sus particularidades, nosiempre los mueven a manifestar sus sentimientos (los peces enuna pecera, un caracol; en algunos cfrculos infantiles se puedeencontrar una ardilla, pajaritos, loviros , jilgueros). FI cuidadode los habitantes del rincón de la naturaleza es, indudablemente,conveniente para los niños, pero estos animales manifiestan,

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raramente, indicios de apego hacia las personas, a no ser queexista un amaestramiento especial.

En aquellos circu los infantiles donde la directora y las educa­doras aman a los animales, se pueden ver diferentes habitantesen el rincón de [o naturaleza animada. Para ellos se crean lascondiciones necesarias, ya los niños se les atrae no sólo para lasobservaciones, sino también para el cuidado diario de losanimales.

En uno de los cfrculos infantiles de la ciudad de Lipetsek,vivfa en el área, una familia de conejos. Ellos estaban to­talmente domesticados y no sólo tomaban tranquilos la col, lazanahoria, de las manos de los niños, sino también acudfana su llamado. En este mismo clrculo infanlil, vivia en li­bertad un zorrito. Él eerrle con los cone jos, jugando conellos. Pero los pollitos que los niños también cuidaban,tenran que esconderse de él. Por la tarde, los niños guar­daban al zorrito en una jaula y por la mañana lo ponfan enlibertad.

los niños del grupo de edad media sobfcn bien que habiaque alimentar a los conejos, al zorro ya los pollitos. Conalegria señalaban con qué rapidez todos los animales corriana su 11amado.

En el circulo infantil de la ciudad de Chirchik, de la regiónde Tashkent, en jaulas espaciosas, viven la enorme águila dela montaña y el búho. A la primera la encontró el padre deuno de los niños: él estaba cazando y vio, en una maleza,al aguilucho enredado. El cazador la soltó y la trajo alcfrculo infantil. Al águi la le pusieron lasha. Ella respondea ese nombre y levanta las eles en señal de saludo.

Al búho también lo llevaron al cfrculo infantil, unos cazo­dores. De un polluelo se convirtió en un ave grande y bella.Le pusieron Filia. Los niños observan con sotlsfocclón a lasaves, las alimentan. Durante el paseo, junto a la jaula, seagrupan constantemente de siete a ocho niños, conversan conlasha y con Filia, se dan cuenta que hay que cambiarles elagua y preguntan a la educadora si no es hora de darles lacomida. 11 ¿Iashenka, quieres comer? 11 -los ninos se dirigen

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al á~ila. El águila emite algunos sonidos. Los niños, conalegrta, corren hacia la educadora y le dicen: liLe pregun­tamos a lasha si quiere comer y ella dijo: Si. 11 Los niñosestán convencidos que las aves los entienden.

La práctica permanente del cuidado de los animales desarrollalos sentimientos generosos de los niños, provoca preguntas y con­tribuye a desarrollar la curiosidad.

Con él fin de desarrollar en los niños el interés y el amor porlos animales, es necesario practicar la lectura de relatos cortos.Esto no hay que hacerlo obligatoriamente en las actividades pro­gramadas, uniendo a todos los niños. Se puede empezar a leer oa relatar a un grupo de cinco a siete niños, e ir incorporándoleotros. Muchas educadoras hacen esto por la mañana, cuando losniños llegan al circu lo infanti 1, o en e I paseo, en la época ca­lurosa de laño, asi como por la tarde, después de la merienda.La lectura se prolonga no más de 10-12 minutos. Después deesto, los niños pueden conversar unos con otros, con la educa­dora sobre aquellos animales que tienen ellos en la casa y relatarcualquier suceso que un niño recuerde especialmente.

En la literatura hay muchos relatos que son totalmente ase­quibles para los niños de edad preescolar media. Los niños estánpreparados para escuchar re iteradamente los re latos preferidos deV. Bianka, M.Prishvin, G.Skrebitski, L. Voronkovaia.

De los relatos para los preescolares que han aparecido des­pués de la publicación del "Proprcmo de educación en elcirculo lnfontll ", se pueden recomendar, por ejemplo, los re­latos de L. Abroskina: El niño Omkai y sus osos blancos. Cadavez se pueden leer de uno a dos re latos; estos son cortos y secomponen de episodios completos. Los niños los oyen con interés,se van compenetrando por un sentimiento de simpatia hacia elniño, conocen muchas cosas sobre lci vida de los chukchis, lasaventuras de los ositos provocan la risa de los nlños , y les ofrecenuna gran satisfacción.

En el segundo semestre del año, a los niños del grupo de edadmedia se les puede dar a conocer el relato de N. Romanova: Lahormiga del punto ro~ (1972). Este consta de una serie de epi­sodios, cada uno de os cuales puede ser leido más de una vez.

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Estos relatos habitúan a los niños a contemplar el mundo dela naturaleza, a simpatizar con las pequeñas sustancias vivas,que los niños no notan con frecuencia.

Es bueno que cuando en el archivo del cfrculo infantil se acu­mulen los relatos de las pedagogas sobre los sucesos de su vida ysobre la vida de sus educandos, estos se discutan previamente enel colectivo de pedagogas, a fin de aconsejarse con 'a metodó­loga acerca de su contenido y forma para leer a los niños aque­llos cuentos que despierten en e 1I0s sentimientos morales y quecontribuyan a formar cualidades morales.

He aquf algunos de estos cuentos.

Cómo Tania encontró un erizo. Una vez, la mamá y la tíaNadia se preparaban para ir al bosque a buscar hongos. Taniaquiso ir con ellas. No la querían llevar, pues era muy lejosy Tania era aún pequeña y se cansaria, pero e lIa de todasformas quiso ir, cogió su cestica y se puso un sombrerito. Latia Nadia di jo: 11 Bueno, que vaya, se cansará y la cargaremosun poco. 11 Sólo que no hubo que cargar a Tania, e:lla corríaalegremente por el camino delante de la mamá y de Ia tiaNadia, i qué contenta estaba e lIa porque la habían llevadoal bosque a buscar hongos! Llegaron al campo, entraron en elbosque y enseguida empezaron a encontrar hongos. Orahongos carmesí, en el lindero del bosque, ora castaños, orarojos. Tania también recoge los hongos, se alegra, cadahongo que coge se lo muestra a la mamá yola tía Nadia. Yahan recogido muchos hongos y están cansadas. Se sientan adescansar en un claro de I bosque, la tía Nadia y la mamá seponen a conversar, a limpiar los hongos, pero Tania no estásentada, ha corrido hasta un arbusto para ver si hay algointeresante. Camina tras el arbusto, cantando una cancion­cita. Pero, de pronto, se calla. La mamá se asusta y lallcmo; nadie responde.

La tia Nadia dijo: "Vamos a buscarla, seguro se ha ido lejosy no oye que la llaman."

De pronto, desde algún lugar cercano, Tania grita: "Mamita,tiíta, me encontré un erizo." La tía Nadia y la mamá correnhacia donde salió e I grito y qué ven: Tania está de rod i Itas

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junto a un pequeño abeto y cerca de este, hay un erizo queesconde las paticas y la cabeza y se eriza.

Tania tiene miedo cogerlo, pero sigue sal tanto de laalegrfa y grita de nuevo: "Mamita, tiita, me encontré unerizo." La tia Nadia hizo rodar al erizo con un palito y lopuso en la cestica de Tania. El erizo era pequeño y muy gra­cioso. Sacó la cabeza y miró donde habfa ccido .

Llegaron a la casa, buscaron una caja y, en e I fondo, pusieronhierba y colocaron al erizo.

Hasta el otoño vivió el erizo en la terraza. Tania lo alimen­taba con pan, pedacitos de carne y leche. Con el tiempo,el erizo dejó de amedrentarse, se acostumbró a todos y ya noescondfa la cabeza, sino que miraba con alegrfa como si pre-

11 Q" h 1I d?" 11 Q' '?"guntara: ¿ u len a ega o. ¿ ue tra 10.

Cuando se prepararon para irse a la ciudad, llevaron al erizoal bosque. Tania lloraba y pedia llevárselo con ella, pero lamamá le dijo que en la ciudad él estaria mal y que al año si­guiente Tania volveria al campo y lo buscaria de nuevo juntoal abeto, y él otra vez vivir lo en la terraza.

El cuento que se cita más abajo, ayuda a ver la diferencia enel trato de un animal de un grupo de niños y de la niña Svieta.

La liebrecilla. Un cazador trajo una liebrecilla del bosque.Era pequeña, gris y peluda. Los niños corrieron y rodearon

I d ilO ' I 11 • ' 11N "11'a caza oro ame a -grito uno. o, a mi -In-terrumpió otro. Los niños se atropellaban, tiraban de laIiebreci lIa, tratando de cogerla de las manos de I cazador.Ellos gritaban cada vez más alto: IIA mi 11. 11 No, a m(11 • "0 á­mela." Yen un rincón, estaba la niñita Svieta. Ella mirabasonriente a la liebrecilla. Después corrió, recogió unashierbas y se las Ile vc a la liebrecilla. Y ella con gusto em-

,pezo a comer.

y los niños gritaban cada vez más alto: "A mf. 11 "Mfa."

El cazador permaneció de pie, miró con reproche a los niñosy le dio la liebrecilla a Svieta.

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Tan pronto los niños escucharon el relato, la educadora lespropuso contestar a estas preguntas: "¿ Por qué e I cazador ledio la liebrecilla a Svieta? ¿ Les ha gustado a ustedes estaniña? ¿Por qué les gusta ella?"

El "Programa de educación en el circulo infantil", determinaalgunas formas de trabajo con las cuales se familiarizan los niñosde edad preescolar media. Estos son el trabajo de I cocinero,del portero, del chofer, del maquinista, del aviador, del ca­pitán. Ante todo, a los niños se les da a conocer el trabajo querealizan los trabajadores del circulo infantil. Los niños observanreiteradamente el trabajo de la auxiliar y se convierten paula­tinamente en sus ayudantes. Se familiarizan con el trabajo delcocinero, con el equipamiento de la cocina.

Por medio de estas observaciones, se resuelven, en conjunto,algunas tareas: la ampliación de las imágenes de los niños, elenriquecimiento y la activación del vocabulario, la educacióndel interés y el respeto por estas profesiones. Por ejemplo, du­rante la excursión a la cocina, es importante subrayar las cuali­dades que necesita el cocinero: habilidad, diligencia, rapidez,preocupación porque todos los niños coman a su tiempo. La re­lación generosa con aquellos cuyo trabajo observan los niños,debe refle jarse en el lenguaje de la educadora. Esto engendra enlos niños el respeto yel interés por aquellos que trabajan paraellos.

Las observaciones, las excursiones fuera del circulo infantil,ayudan a demostrar a los niños que "e 1 trabajo es para todos,".Asi, durante los paseos que tienen un 'objetivo en los cruces delas calles, a los niños se les da a conocer el trabajo del mili­ciano. La continuación natural de estas observaciones es la lec­tura del relató de M. Korshunov: El niño va con prisa. En lacharla sobre el relato se precisan los conocimientos de los niñossobre el trabajo del miliciano y se sigue la educación del respetoy el interés por este trabajo.

La observación del trabajo de los adu Itos se puede combinarcon la lectura de obras poéticas y con una charla generalizadora,en la que se resuelven las tareas de ampliar las representacionessociales. Asi, después de la excursión a una panaderia, la peda-

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goga familiariza a los niños con el trabajo del dependiente, se­ñala las cualidades necesarias para su trabajo (cortesfa, rapidez,etcétera) .

La ampliación de las representaciones sobre el trabajo de losagricultores y, en primer lugar, de los cerealicultores, se realizano sólo en el plano cognoscitivo, sino principalmente en el edu­cativo. El proceso de profundización de conocimientos hay quehacerlo de manera que los niños tengan una imagen del trabajotenaz y de ningún modo fácil. La lectura de los versos de la.Akim, El pan, es un comienzo emocional para una charla:

Al sentir cada primavera,

Los campos se roturan,

Se siembra, se siega,

Yen las noches no se duerme,

Desde la infancia se sabe

Cómo se cu Itiva e I pan,.

El pan de centeno, la barra, el panecillo

No lo obtendrás en el paseo.

La gente, e I pan, en los campos

con ternura cuida.

Para el pan no escatiman fuerzas.

La charla De dónde viene el pan se organiza con las preguntassiguientes": ¿De qu~ se hace el pan, el panecillo? ¿Quiénse preocupa porque en el campo crezcan muchas espiguitas?¿Qué máquinas ayudan a los cerealicultores a cultivar el pan?¿Quién y dónde se cuece el pan?

En e I transcurso de esta charla, es conveniente util izar lá­minas, asf como tiras ff1micas que representen los campos detrigo, el trabajo de los cerealicultores. Estas permiten a losniños percibir no sólo los hechos mismos, sino también las re­laciones que existen entre e 1I0s; a través de una forma meta­fórica emocional, ayudan a determinar las relaciones con lo

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percibido. El contenido, a veces compl icado, se da en tirasfrlmicas en forma amena, por eso puede utilizarse para la fa­miliarización inicial de los niños con los fenómenos de la vidasocial. Por ejemplo, los fragmentos (toda la pelfcula se da alos preescolares de edad mayor) de las tiras filmicas "Lasmáquinas en nuestra calle", "El barco mejor" y otras, dan aconocer a los niños el trabajo de la gente, las calles de laciudad.

Como se deduce de los ejemplos ci todos, para reso Ive r lastareas cognoscitivas y educativas, la pedagoga puede utilizar di­ferentes métodos: excursiones, observaciones, lecturas de obrasliterarias, charlas, etcétera.

Como resu Itado, los niños deben saber responder a las pre­guntas fundamentales: ¿cómo se llama esta profesión? ,¿quéhace el dependiente, el chofer y otros?, ¿qué necesitan ellospara trabajar? ,¿cómo trabajan? Al mismo tiempo, con la acu­mulación de las representaciones concretas y el desarrollo dellenguaje, se educa el respeto por el trabajo de las personas dediferentes profesiones.

La educación de una relación eficaz con el medio circun­dante, requiere la participación obligatoria y, aunque sea ele­mental, de los niños del grupo de edad media, en el trabajopara otros: ayudar al adulto a quitar la nieve, las hojas en eJárea, a sembrar semillas de flores. La explicación de la nece­sidad de trabajar: "Reco jamos el área y estará llmplc", IICre­cerán las flores y habrá belleza", educa en los niños losprincipios del colectivismo, y el deseo de trabajar en biengeneral.

La futura preoisión y fijación de los conocimientos de los niñossobre los trabajadores, tiene lugar en e I proceso de una actividadvariada: en el dibujo, en los juegos de construcción y de roles.Se sugieren, por ejemplo, estos temas para el dibujo: "La cons-

.' d 11 IIEI t t" "L 1I 11 IINtruccion e una casa, ranspor e, a ca e, uestro. "no .

En la edad preescolar media aparece, por primera vez en losniños, el interés por los fenómenos de la vida social. Esto lo tes-

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timonian las preguntas de los niños con las que ellos se dirigen ala educadora y entre si.

El conocimiento del país natal se forma en el niño por la fa­miliarización con el medio cercano al circulo infantil y fuera desus Iimites.

El contenido del conocimiento del medio circundante, deter­minado por e I programa, comprende a Igunas representacionessobre los lugares natales, la naturaleza, el trabajo de la gente,el Ejército soviético, sobre V.1. Lenin. La observación es elmétodo principal para dar a conocer a los niños de edad prees­colar media el medio circundante. Esta va acompañada de lalectura sobre obras de arte, la muestra de tiras ff1micas y de pe-llculos , la contemplación de láminas, etc. Todo el conjunto deprocedimientos de aprendizaje, condiciona la ampliación de lasrepresentaciones y la formación, sobre esta base, de una re lociónpositiva con los fenómenos de la vida social.

La ampliación de las representaciones que tienen los niñossobre los lugares natales y la educación del amor hacia ellos, esun aspecto esencial para darles a conocer la vida social.

Ante todo, los niños dominan los conceptos "cludod /1, "oldeo ",A los niños se les da a conocer la naturaleza de la región natal(el rio, el parque, el bosque), las calles de la ciudad o de laaldea, los edificios públicos. Por ejemplo, los paseos al rio máscercano se utilizan no sólo para admirarlo. Los niños conocen elnombre de I rio, su importancia para la ciudad natal o la aldea.De esta manera, durante la excursión a un río, dentro de las con­diciones de la ciudad,a los niños se les pueden dar los conoci­mientos siguientes: "Nuestro río se llama •.. Él es ancho yprofundo. En el río hay un puerto de carga. El puerto es ellugar donde se cargan y descargan los barcos que traen y llevanlas cargas a las distintas ciudades y aldeas. (Los nombres se dan,teniendo en cuenta las condiciones geográficas locales.) A losobreros los ayudan enormes grúas."

Dentro de las condiciones de una loc al idod rural, el contenidoprogramático de esta observación varia algo: "Nuestro rio es es­trecho, pero profundo. En la orilla hay una granja cvlcolc . Alli

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~ U d I ~ ,se crian patos. na parte e no esta cercada para que nadenlos patos. Miren cómo hay. "

El dar a conocer a los niños los conceptos "ciudad", "aldea",puede hacerse sobre la base de la comparación. Para esto seutilizan láminas, fotografías, que ayudan a los niños a distinguirlas particu laridades características de I aspecto exterior de laciudad y la aldea (en la ciudad hay muchas calles, grandes edi­ficios, de muchos pisos, transporte variado; en la aldea haypocas calles, edificios de un solo piso, transporte escaso), lasparticularidades del trabajo de la gente (trabajo en fábrica, tra­bajo agrícola). Las observaciones ayudan a dar a conocer a losniños el trabajo sobre el urbanismo de la aldea y la ciudad natal(construcción de casas, plantndón de árboles, flores).

Al seleccionar un objeto de observación más cercano alclrculo infantil, la educadora debe tener en cuenta la impor­tancia del medio social local, la accesibilidad de los conoci­mientos impartidos a los niños, la posibilidad de resolver lastareas cognoscitivas y educativas en unidad, la repetición y lacomplicación gradual del material. los niños van de excursióna un edificio que se está construyendo y observan cómo losobreros echan el asfalto, y los jardineros siembran las flores, losárboles. las enunciaciones de la pedagoga, sus preguntas, di­rigen la atención de los niños hacia la eomprenslon del beneficiosocial de I trabajo (lilas constructores trabajan para que todostengan buenos apartamentos 11; lilas jardineros han sembrado flores,e I césped, han puesto be "as las ca Iles. ") la lectura de los frag­mentos del libro de S. Baruzdin:Quién construyó esta casa esla terminación .lógica de estas obser,vaciones.

La profundizoclón de las representaciones de los niños sobreel pafs natal tiene lugar en e 1 proceso de conocim iento de laciudad principal de nuestro pafs: Moscú. Al contemplar lasilustraciones y escuchar la lectura de las obras de arte, los niñosconocerán y recordarán que Moscú es la ciudad más grande eimportante de nuestro país, en Moscú está la Plaza Roja, elMauso leo de V. 1. Lenin. En la charla se introduce e I frag­mento lila Plaza Rojo", del libro de 8. Zhitkov: lo que yo vi.

la lectura de este fragmento se ilustra, mostrando fotografías,láminas.

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En la otra actividad programada I se puede seguir con los nlños-lo conversación sobre Moscú, y leerles los fragmentos del librode F. Liev: Cómo se construyó el metro.

La confección por los niños de un álbum con vistas de Moscú,es la terminación de este trabajo. Es conveniente contemplar, dede tiempo en tiempo, con los niños ilustraciones escogidas yes-timularlos a hablar sobre ellas. '

Las charlas individuales, la contemplación de láminas, lacomposición de pequeños re latos con la ayuda de la educadora,desarrollan la habi lidad de los niños de expresar, en forma oral,su relación con los trabajadores, con su pafs. En una actividadarticulatoria concreta, interesante y accesible al nlño , tienelugar la fijación de las relaciones positivas con lo que lo rodea,sobre cuya base se desarrollan los principios de los sentimientosmorales.

En estos años, es importante fortalecer en el niño , e I amorpor V. 1. Lenin. Al principio, para dar a conocer a los niños laimagen de V. l. Lenin, se muestra el retrato del llde r y se leenversos que hablan de él. La educadora recurre al re trctodeVladfmir lIich, hecho por el pintor P. Vasilievi, y lee los versosdel poeta S. Pogorelovski:

Se levanta el sol,

Ya mf mirará

Con brillantez iluminará

El retratoen la pared.

Y, como deseando para mf

Un buen dfa,

Como si estuviera vivo

"ich'me mira

Yo quiero ser como

nuestro Lenin,

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Que a los ojos de Ilich

me vea como un val iente.

Después, la pedagoga junto con los niños, le ponen un búcarocon flores al retrato de V. l. Lenin.

A los niños que tienen cinco oños , se les dan algunos conoci­mientos acerca de por qué todos quieren a V .1. Lenin: los adultosy los niños. Con la lectura de la poesfa de M. Rylski: Ilich yla niña y la contemplación de la ilustración que hizo para ellae I pintor A. Reznichenko, se pueden profundizar estos conoci­mientos e influir emocionalmente sobre los niños.

Los re latos de la educadora sobre V. 1. Lenin, y su trato amis­toso y atento con los niños, se combinan con el relato de Moscú,dónde vivfa V. 1. Lenin, dónde se encuentra e I Mausoleo deLenin. En esta actividad programada, la educadora lee un frag­mento del libro de B. Zhitkov: Lo que yo vi.

Durante la lectura, la educadora pregunta: 11Niños ¿quévio el muchacho en la Plaza Roja? 11, y muestra la lámina con laimagen del Mausoleo.

Ya en el grupo de edad media, utilizan la lámina "La rondo"(de la serie "l\.Iuestros pequeños amigos") y otras; a los niños seles empieza a llevar hacia la comprensión de que en nuestro pa(sviven personas de diferentes nacional idades. La lectura de re­latos y la introducción de muñecas con los vestidos nacionales,despiertan en los niños el interés y las relaciones amistosas conlas nacionalidades. He aquf, por ejemplo, el relatQ de A.liapidevski sobre un niño chukchi de cinco años:

Una vez lHonquen , as( llamaban al niño, no regresó de lacaza. Re suIta que, cuondo estaba cazando, lo sorprend ióuna extraña ventisca. El se envolvió en una piel, se enterróen la nieve y el perro se echó cerquita. Por la noche, seamontonó sobre ellos un gran montón de nieve, y a~l( hobfocalor. As( estuvo él dos d(as bajo la nieve. Y cuando cesóla ventisca, excavó la nieve y regresó.

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Yo le pregunté:

- ¿ No te conge laste?

- No, sólo la nariz se me heló un poco.

- ¿ y los perros?

- No, ellos son buenos, me calentaron como estufas vivas.

Yo no podlo creer que este impasible cazador tuviera sola­mente cinco años. Yen real idad aún iba al cfrcu lo inf~ntil.

La educadora les lee este re lato, nuevamente. Cuando nieva,a petición de la educadora, los niños construirán con gusto elchun (tienda de campaña cubierta con pieles de forma cónica enSiberia), donde vivfan el niño y sus padres. Unos quieren hacerel papel del niño, otros el de sus padres.

Con la repetición de la contemplación de la lámina "Loronda", los niños encuentran una niña ucraniana, examinan su'traje y con la ayuda de la educadora, le inventan el nombre:lasochka y un relato sobre cómo ella viene de invitada al clrculoinfanti 1, y qué regalos le harán los niños.

De este modo, en las actividades programadas yen los juegos,empiezo a surgir, paulatinamente, en los niños, el sentimiento desi.mpatfa por los coetáneos de las distintas nacionalidades quepueblan nuestro pols.

A los niños, en el grupo de edad media, también se les informasobre el Ejército soviético.

Antes de la fiesta del 7 de Noviembre, es conveniente poneren el grupo un cartel o una lámina con la imagen de los guardiasrojos. Es bueno mostrar las láminas que ayudan a conocer y di­ferenciar los tipos de ejércitos. A los niños que tienen cincoaños, se les lee el relato de L. Kasili: Sobre nuestra infanterfa.Con la lectura repetida se puede atraer a los niños a un juegocon argumento, de este relato.

Educadora: El sol quema. El polvo.

Niños: Marcha la infanterfa.

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Educadora: Hace un frfo crudo. La nieve.

Niños: Marcha la infanterfa.

Educadora: Llueve. El barro.

Niños: Marcha la infanterfa.

Educadora: Un dfa claro.

Niños: Marcha la infanterfa.

Educadora: La noche oscura.

Niños: Marcha la infanterfa.

Cuando la educadora pronuncia las palabras: "Llegó la in­fonterfo , se agazaparon, se atrincheraron", los niños se tiran alsuelo en silencio, y a la palabra: "Adelante, infanterfa", selevantan.

La lectura de los versos del libro de S. Marshak: Nosotrossomos militares, también ayuda a despertar el interés y el respetopor los mi litares. A los niños se les puede dar la primera imagenacerca de que V. 1. Lenin amaba a los soldados y se preocupabapor ellos. Para esto, la educadora utiliza la lámina de D.Nalbandian: "V. l. Lenin en la Plaza Roja". Después de con­templar la lámina con los niños, la educadora coloca flores juntoa ella.

Es importante que las actividades programadas enumeradas seancuidadosamente preparadas. Para las observaciones, fuera delcfrculo infantil, deben escogerse aquelfos lugares que son másfáci les de visitar con los niños. En ICl charla, antes de la excur­sión, es necesario plantear ante los niños el objetivo de esta y,durante les observaciones, ayudarlos a destacar, precisamente,aque 1I as partes de lo observado, las cua les son capaces de enri­quecer sus representaciones y sentimientos morales.

A finales de agosto hay que organizar una charla acerca decómo los niños pasaron el verano. La importancia de esta charlaen la educación moral es muy grande: los niños se dan cuenta dela preocupación de los adultos por ellos, valoran la belleza de lanaturaleza natal, recuerdan los sucesos alegres, los diferentes

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casos que ayudan a unir, otra vez, a los niños, por las impre­siones generales'. Para reconstruir, en la memoria de los niños,las imágenes vivas, los sentimientos que ellos han experlmentodo ,hay que fi jar e I tema de la charla, teniendo en cuenta la expe­riencia concreta de los niños, de aquellos sucesos cuyos parti­cipantes han sido ellos. He aquf una lista modelo de estascharlas: "Cómo encontramos al pajarito", "Cómo trabajamos ennuestro huerto", "El baño", "Cómo íbamos al bosque por hongos","La tormenta", "La llegada de los padres a la casa de campo".

Citaremos un e jemplo de una charla sobre e I tema: "Cómofbamos al bosque por hongos. "

Educadora: Niños, pronto llegará el otoño, han transcurridovarios dfas de verano. Nosotros, junto con ustedes, pasamoseste verano en una casa de campo. Sobre qué ustedes qui­sieran conversar.

Lene: Sobre cómo nos fuimos a bañar al riachuelo.

Tolia: Cómo cogíamos escarabajos.

Volodia: Cómo cazamos grillos.

Nina: Cómo fbamos al bosque por hongos.

Educadora: Miren de cuántas cosas interesantes ustedes seacuerdan. Vamos, cuenten acerca de cómo iban al bosquepor hongos, y de los escarabajos, los grillos y el baño rela­tarán la próxima vez. Traten de recordarlo todo bien y yoescribiré sus relatos. Pero, ahora, recuerden cómo iban albosque por hongos.

Svieta: Yo puedo hacer el relato.

Educadora: Por favor, Svieta. Escuchen todos con atención.

Svieta: Una vez, después de desayúnar, fuimos al bosque porhongos. Cogimos las cesticas para echar en ellas los hongos.Lida y yo tenfamos una cestica para las dos y recogfamos juntaslos hongos. Al principio caminamos, caminamos y no apare­cían los hongos y, después, yo encontré de pronto tres hongoscarmelitas, los puse en la cestica. Y, después, Lida vinocorriendo con un hongo grande.

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Educadora: Svieta hizo bien el relato. Volodia tiene muchosdeseos de relatar cómo él recogió los hongos. Bueno, empieza,Volodia.

Volodia: Yo también caminé y caminé y los hongos no apa­redan y, después, vi un pequeño abeto y junto a él habra unhongo grande, era ro jo con punticos blancos. Yo me alegré,lo arranqué y se lo tra je (se vue Ive hacia la educadora), yusted me dijo que ero un hongÓ malo, venenoso.

Slava: Yes verdad, es un matamoscas, tú no lo sobícs , no-.. 'sotros SI y tu no.

Educadora: Recuerden que cuando nosotros observamos lasláminas sobre el hongo, Volodia estaba en el hospital y poreso él no sabfa que era un hongo malo.

lida: Y Natasha ni un sólo hongo encontró. Ella hastalloró.

Natasha: Pero encontré bayas.

lida: Y de todos, yo fui la que más hongos encontré.

Educadora: No te jactes, lida. Seriozha también encontrómuchos hongos y no se ha jactado.

Lena: Yo puedo hacer un relato.

Educadora: Hazlo, Lenochka.

Lena: Misha y yo recogimos hongos en una misma cestica.Mfsha dijo, "vamos hacia allá" y fuimos, nos alejamos, no­sotros caminamos y caminamos y después, de pronto, encon­tramos muchos hongos. Llenamos la cestica. Des~és, nosllamaron y nosotros regresamos. Usted nos di jo que no po­dícmos ale [ornos y Misha di jo: "Allf hay un lobo. 11 Yallrno habfa lobos, sólo pajaritos que cantaban.

Educadora: Han hecho bien e I re lato, yo también recuerdoese dfa. Entonces, todos juntos recogimos muchos hongos.y Sasha, además, encontró un arándano y Natasha recogió unbonito ramo de flores. Nosotros volvimos a la hora del al­muerzo. ¿ y quién recuerda las canciones que contornos deregreso a Ia casa?

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Niños: "Por el solecito", "Sobre los hongos", "Nuestro~Io infantil".

Educadora: ¡Bravo! Ahora, vamos a cantar sobre los hongos.(cantan lila cancioncita de los hongos" de V. Guerchik).

En la siguiente actividad programada, la educadora proponea los niños recordar lo que ellos relataban y dibujar los árboles,los hongos, las cesticas. Con los dibujos infantiles y los relatosde los niños, escritos por la educadora, se puede hacer un libritode fabricación casera.

En el invierno, este librito, hecho con sus propias manos, losniños lo contemplarán con gusto y recordarán, de nuevo, el ve­rano. Es importante que los niños del grupo de edad media pasenal de edad mayor con hábitos sólidos y costumbres de una buenaconducta, para que en e Ilos sean característicos la generosidad,la preparación del juego y el trabajo al mismo tiempo, más lad isposi ción de ayudarse mutuamente.

las representaciones obtenidas por los niños sobre los fenó­menos de la realidad circundante, pueden servir de base para eldesarrollo de su curiosidad y estas se refle [eren en los juegos,en los dibu jos yen las conversaciones.

Todo lo logrado por los niños, al final del quinto año de vida,es la base del desarrollo morol ulterior, intelectual y estéticodel ni~o.

LA EDUCACIÓN MORAL DE LOS NIÑOS DE EDAD PREESCOLARMAYOR. PARTICULARIDADES DE LA EDUCACIÓN MORALY DEL DESARROLLO DE LOS NIÑOS DE CINCO A SIETE AÑOS

Bajo condiciones favorables de educación social y familiar,en el niño de cinco a siete años, se manifiesta claramente, elsentimiento de cariño hacia los coetáneos, la educadora, elcírculo infantil. Los niños son afables con los que los rodean,toman parte con faci lidad en la comunicación con los demás,manifiestan sentimientos de bondad, del icadeza, están atentosa las observaciones de los adultos y son capaces de soportarlascon agudeza. La aprobación de sus actos la reciben con alegrfay muestran disposición por actuar aún me[or ,

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Lo corccterlsfico para los 'liños de edad mayor (sobre todo elgrupo que se prepara para la escue la) , es la orientación socia Ique se forma en ellos. Esta se manifiesta también en las rela­ciones infantiles reales, en sus opiniones, en la valoración delos actos de los coetáneos y en la orientación general de la acti­vidad con junta de todos los miembros de I co lectivo infantil. Losniños pueden censurar la conducta de los coe tcneos -sus actosegofstas y su falta de conciencia hacia determinadas cuestiones­y aprobar la buena conducta de un compañero.

A esta edad, en los niños empieza a formarse la opinión pú­blica en la que, en cierta medida, la educadora puede apoyarse.Pero, al mismo tiempo, las manifestaciones morales de los niñosde cinco a siete años se distinguen por la desigualdad y la ines­tabilidad y esto es caracterfstico, sobre todo, en el niño de seisaños de edad.

En el desarrollo de la conducta organizada de los niños deedad preescolar mayor, se observan diferencias. Unos niños man­tienen las normas de conducta, saben trabajar bien, rápido, fi­na�izan las cosas, ayudan al compai"íero, reaccionan activamenteante la proposición de jugar, trabajan juntos, advierten las vio­laciones de unos u otros reglamentos, tratan de eliminar estasviolaciones. Otros presentan por desconocimiento de las reglaso falta de hábitos, dificultades al realizar un trabajo. De estemodo, los hábitos de une conducta correcta en ello' son aún ines­tables. Los niños conocen las reglas de conducta, pero con fre­cuencia las violan y no saben explicar por qué actuaron asf ycómo hobfo que actuar; el trabajo lo finalizan sólo después de laobservación del adulto, no saben destacar lo principal y lo se­cundario en una tarea y tienen un ritmo de trabajo desigual.

La condecto variada de los niños depende, frecuentemente,de su estado de ánimo emocional, de las particularidades indi­viduales, lo que exige del maestro la utilización de diversosmétodos y procedimientos de educación, de una aplicación másfina de los mismos.

A diferencia de los niños de cinco años, los preescolares deedad mayor perciben, de un modo más generalizado, las reglas ylas toman como normas de conducta.

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En los preescolares de edad mayor, se acumula ya una expe­riencia bastante grande de la vida colectiva y Jos re lociones co­lectivas son más estables. Esto se manifiesta, también, en losjuegos colectivos, en e I trabajo y en las alegrfas generales.

En las particu laridades de las re lociones colectivas de lospreescolares de edad mayor, hay que relacionar la iniciativa, laaptitud para la autoorganización, la autovalorización y la crf­tica camaraderi l.

La organización de los niños en los juegos y el trabajo, semanifiesta notablemente en el grupo que se prepara para la es­cuela. Los niños de seis a siete años saben unirse en diferentesjuegos, conversar y distribuir los papeles. Ellos tienen en cuentalos intereses de los que juegan.

La adquisición de la experiencia de la actividad práctica con­junta, en cuyo proceso los niños dominan los hbbitos de conductaorganizada, el trabajo colectivo y las acciones coordinadas ene I juego sobre la base de una idea general, contribuyen al de­sarrollo de la actividad, la iniciativa y la seguridad en susfuerzas. Sin embargo, todavfa son frecuentes, sobre todo en losniños de seis años de edad, los conflictos, la incapacidad paraponerse de acuerdo y repartir los roles en un juego.

A los seis años se manifiesta y a los siete se fortalece, el in­terés especial de los niños por la actividad laboral socialmenteorientada, por los juegos largos de contenido y por las activi­dades programadas, donde los niños reciben conocimientos sobrelos fenómenos sociales. La experiencia por ellos acumulada dela actividad colectiva, los juegos de contenido, el trabajo, laactividad artfstica y las impresiones de las fiestas y distracciones,causan muchas emociones generales que hacen amigos a los niños.

También se cambia el carácter de las relaciones de los prees­colares. El niño de seis a siete años, en la mayorfa de los casos,

. 1"L . d d "f'" I •no luego so o. a ve crn a pcci reo con os niños se trans-forma en una co laboración estable. La alegrfa de l juego colec­tivo origina nuevas relaciones entre los niños: la camaraderfa yla amistad. Si el niño de cuatro años valora la conducta de uncoetáneo, partiendo de una situación concreta: 11 Ira es buena,

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e 110 me dio la pe lota para jugar", en tonces la motivación de lospreescolmes de edad mayor es más consciente aún y se basa enuna experiencia acrecentada y no sólo en una situación cual­quiera: "Yo quiero jugar con Guena, él siempre me ayuda a

." "e s h' "1 d I bconstru Ir. on as a es Interesante lugar, e to o o so eh " 'acer , eteetera.

En los niños de seis a siete años aumenta notablemente la ac­tividad y se manifiesta con más viveza la iniciativa. "¿Quehay que hacer? "No tengo nada que hacer", se le puede es-cuchar con frecuencia a un niño de esta edad. Su ambición porestar ocupado es un aporte seguro en la educación del amor altrabajo y el respeto por el trabajo de otros. A los niños de edadpreescolar mayor les e s propia la independencia en las distintasesferas de la actividad.

El aumento brusco de la independencia se convierte, a veces,en un motivo de confl icto con los adu Itos .. Por desgracia, losadu Itos no tienen en cuenta la necesidad que tiene e I niño de li­brarse de la tute la y reprimen la actividad que a e Ilos les pareceexcesiva. De esta manera, se crean determinadas situaciones queson el origen de los caprichos y las terquedades en los niños.

En el niño de cinco a seis años empiezan a desarrollarse lashabilidades de organización, las cuales se fijan en el grupo~-e

se prepara para la escuela. Los niños-organizadores saben es­coger el tema para un juego y una tarea, planificar su contenido,hacer participar a un compaf'iero en el trabajo, distribuir con­juntamente los roles y los deberes, teniendo en cuenta las posi­bi�idades y los intereses de cada uno. El organizador puederesolver con justeza e independencia una discusiór( y valorar losresultados y la actitud de un compañero ante una cuestión dada.Las habil idades de organización se desarrollan ind iso Ivblementerelacionadas con 1a formación de las cualidades de la persona­lidad, tales como: va lentío , constancia, actividad, indepen­dencia, responsabi Iidad y orientación hacia un objetivo.

Peto hay, entre los preescolares de edad mayor, niños pocoactivos que se niegan a hacer los encargos, inseguros de sr, asrcomo también demasiado resueltos, enérgicos y, con frecuencia,impu lsivos ,

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A la educadora le es importante prestar atención, en igualmedida, tanto a los niños pasivos e inseguros como a los activos,sobre todo a aquellos en los que empiezan a manifestarse indiciosde sentirse seguros de sí mismos, o de presunción.

El dominio de los normas éticos tiene lugar de otro manero.Si los niños de edad preescolar medio valoran las acciones de 10shéroes, solamente como molas o cerno buenos, entonces, lOS niñosde seis y siete años de edad están aptos poro uno valoración mo­tivado, poro uno diferenciación más sólido y detallado de loconducto, por ejemplo, de los personajes de las obras literarias.Los niños captan lo diversidad de las manifestaciones morales: dedistinto manero se puede uno alegrar, afl igirse, manifestar preo­cupación, etcétera.

Paro expresar su troto con lo gente y sus acciones, los niñosuti Iizan criterios de valorac iones conocidos por e lIos: "Así no sees honrado"; "no es bueno engañar"; "él es un buen compañero

porque ayuda siempre". Sin embargo, Jos niños no siempre sabenposar de las normas de conducta por e 1I0s conocidos o si tuacionesnuevos.

Al escoger uno solucion poro uno u otro problema predominanlo emocionabi lidad, lo efectividad de I niño, "funcionando " allí,donde son convenientes lo firmeza, la paciencia. Esto testimonioque la voluntad de I preescolar de edad mayor es aún inestable yel autocontrol débil. Aquí, la tarea importante de la educadoraconsiste en desarrollar ta conducto voluntario y volitiva de losniños en los diferentes aspectos de la actividad.

Los preescolares de edad mayor (esto se expreso especialmenteen los niños de ocho años de edad) muestran interés por los fenó­menos d·e lo vida social. Ellos se dirigen, constantemente, conpreguntas a la educadora, o los podres, tratando de afirmar susconocimientos, de establecer lo lógico y la correlación entreaquello información que reciben y los fenómenos del exterior.Los problemas que se presentan, te stirnonicn el gran interés de losniños por la realidad socialista y por los distintos hechos del po­sado heroico de nuestra patrio.

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GRUPO DE EDAD MAYOR

La educación moral de los niños en la actividad cotidiana

Con el paso al nuevo grupo, los niños se dan cuenta de queson los que tienen más edad en el cfrculo infantil. Esto contri­buye a la educación en los preescolares de la confianza en laseguridad de sus fuerzas, ejerce influencia sobre el desarrollo desu independencia y actividad, además, permite a la pedagogaorganizar rápidamente y con precisión, los procesos del régimen,realizarlos en un perfodo más corto, lo que libera un tiempoadicional para los juegos, el trabajo de los niños y, por consi­gu iente, para mayores contactos e ntre ellos.

En el grupo de edad mayor, en el proceso de las cornunico>ciones con los adu Itos y los coetáneos, se sigue la formación delos hábitos y las costumbres de la conducta culta y organizada.Se complican los requisitos para la conducta de los niños, suscorrelaciones con los coe tcneos ;:' La educadora presta una granatención al carácter consciente yola indispensabi lidad decumplir las reglas del clrculo infantil, a la formación en el niñode la instrucción en e I autoservicio, la atención a su aspectoexterior, a los movimientos, a las relaciones con los objetos (elahorro, e I deseo de poner en orden cualquier cosa), a la educa­ción de la formación culta de las relaciones con los adultos y loscoetáneos (la cortesfa, la atención, etcétera).

La conducta organizada es necesario contemplarla en estrecharelación con otras cualidades, ante todo, con la actividad y laindependencia, es decir, la preparación para cumplir las exigen­cias en combinación con la iniciativa y con la habilidad de ma­nifestar lci independencia en diferentes situaciones.

La base y la condición necesaria de la educación de la cul­tura de la conducta, es la organización correcta del modo devida en el clrculo infantil, del régimen general del proceso edu­cativo. La atmósfera de confianza y de generosidad que rodeaa los niños, la firmeza y la cultura exterior e interior de la pe­dagoga, son extraordinariamente importantes. Los niños son muysensibles para captar todo esto. Asf, el niño, al relatar el por­qué él quiere a su educadora, señala las distintas c~alidadesdela pedagoga: "relata muchas cosas interesantes", "ella es buena",

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"ella es la más bonitq". De este modo, es importante el aspectode la, pedagoga, cómo viste y cómo se dirige a los niños. Todoesto es un vivo e jemplo para e 1I0s y contribuye a que puedanllegar a dominar una conducta cu Ita.

En el proceso de formación de las habilidades y los hábitos dela conducta, el dominio de las reglas por los niños juega unpape I importante. En e I grupo de edad mayor se fi jo la necesidadde cumplir determinados requisitos que se convierten en normasdeconducta. Asf, la educadora presta mayor atención a la postura,a los gestos, a los ademanes de I niño como fndice de su reserva;al mismo tiempo que ofrece su ejemplo al mantener siempre unaconversación tranqui la, sin gritar ni decir palabras ordinarias,y sin hacer demasiadas gesticu lociones; enseña al niño a mirar alos ojos de aquel a quien se habla, a mantenerse derecho, a nore irse muy alto, etcétera.

Es muy importante ayudar a los niños a ver cómo influye laconducta de un niño en la conducta de los niños de todo el grupo:"por no recoger los juguetes a tiempo, la actividad programadase demoró"; "lo ensuciaste todo durante el almuerzo, eso de­muestra falta de respeto hacia la auxiliar y hacia el que está deguardia". Esta reacción de la pedagoga es la valoración delcumplimiento práctico de uno u otro proceso y la muestra de suinfluencia educativa. Al garantizar el dominio de las reglas co­tidianas por parte de los niños, la educadora se preocupa porquelos niños, en este caso, dominen las reglas modales: la habi lidadde ceder, de llegar a tiempo para ayudar, etcétera.

Los niños son afectuosos y por eso, los procedimientos de laeducación deben ser interesantes y comprensibles para ellos. Alfi jar cualquier regla, es conveniente uti lizar una lámina, unaobra de arte. También ayudarán Ia sonrisa y los ch istes de laeducadora. La uti lización de obras humorfsticas sobre la vidacomún, crea un determinado estado emocional en e I grupo, educaen los niños buenos sentimientos y el deseo de ceder entre ellos.

Naturalmente, que no toda conducta de los niños estimula ala pedagoga a un tono chistoso. La seriedad, la severidad, elcarácter categórico de una observación, son necesarios cuandoe I niño ha actuado mal. "Seriosha, cómo pudiste empu jar a un

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runo pequeño: No ves que tú eres más fuerte que él y debes de­fender a los pequeños", dice la educadora al niño que ha come­tido la falta.

En cada caso concreto, la pedagoga busca la causa de la con­ducta incorrecta del niño, trata de comprenderla, de aclarar siesta es casua 1, insignificante o si es un serio descuido en la edu­cación. En este caso, también serán individuales las medidasde influencia: la memorización, la observación, la explicación,la amonestación, el castigo. Pero, en cualquier caso, es nece­sario recordar que la personalidad del niño se afecta con faci­lidad y es necesario el respeto a la personalidad del niño, incluso

.aun cuando ha tenido la culpa de algo. No es necesario hacerobservaciones que ofendan al niño, que lo aparten de I adu Ito yde los otros niños, que destruyan el afecto de los niños por elclrculo infantil. La paciencia, el trabajo minucioso, la aten­ción, la bondad de la educadora, o sea, todo lo que se denominaarte pedagógico, ayudarán a encontrar la "llave" para educara cada niño.

En la educación de una conducta culta es, sobre todo, im­portante la eficiencia de los procedimientos que se utilizan, asfcomo la posible combinación de los mismos, la aplicación com­pie jo. Esto presupone una falta de influencia verbal excesiva,la cual consiste en enseñanzas, reproches, observaciones. Laeficiencia de la educación debe garantizarse con la creación desituaciones especiales que estimulan a los niños a actuar co­rrectamente. Es importante, también, la existencia de determi­nadas ob] igaciones que los niños deben cumplir sistemáticamente,exacta y cuidadosamente. Si en el grupo de'.edod media, estasobl igaciones tienen, con frecuencia, un carácter de encargosepisódicos, entonces, en el grupo de edad mayor, estas se con­vierten en "na actividad laboral constante (recogida del rincónde las muñecas, del rincón de la naturaleza, la preparaciónpara la aetiv idad programada, etcétera).

La educadora, al realizar el control de la actividad delniño, estimula la manifestación y la reafirmación de las cuali­dades volitivas: llevar hasta el final algo comenzado, tenerinciativa, superar las dificu [todes , etc. La ocupación constante

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de los niños tiene una gran importancia, también, en la educa­ción de la conducta cu Ita: cuando los niños están ocupados enun trabajo sencillo, en un juego interesante, ellos no riñen. Laalegrfa del trabajo colectivo, de un juego ameno, de los entre­tenimientos, hace amigos a los niños, contribuye a la educaciónde una re lación cu Ita, atenta entre e l los. La "fiesta de la cose­cha", "el vuelo de los pojorl tos'", "el dfa de los libritos" y otrascosas, se han hecho tradicionales. El entusiasmo por una-pers­pectiva alegre, por un objetivo general -r-pre pororse bien parauna fiesta- posibilita a la educadora dirigir la conducta de losniños y e jercitarlos en acciones positivas.

En el trabajo cotidiano, la educadora tropieza, frecuente­mente, con las distintas manifestaciones individuales de los niños:la terquedad, la desorganización, la poca habilidad para entre­tenerse solo. La superación de las cualidades indeseables re­quiere de una gran paciencia. Por ejemplo, Vitia es terco. Lascausas de esto pueden ser diferentes: el carácter caprichoso delniño, el cumplimiento inmediato de todos sus deseos, la viola­ción del principio de respeto de la personalidad del niño porparte de los adultos, los castigos constantes, el menosprecioexcesivo de la independencia infanti 1, la falta de unidad y se­cuencia en e I planteamiento de las exigencias.

Después de haber aclarado las causas de la terquedad infanti 1,la educadora traza las vfas de corrección de la conducta de Iniño. Asf, si es caprichoso, los procedimientos convenientes sonlos siguientes: los encargos laborales sistemáticos, relacionadosno sólo con e I autoservicio, sino, también, con la ayuda a losmayores; la dirección y el control de la actividad del niño sinuna tutela excesiva; el planteamiento de elevadas exigenciaspara la calidad de I trabajo que se realiza, la severa valoraciónmo::lerada, sin elogios.

Toda educadora debe analizar bien su trabajo con los niñospora evitar las situaciones que contribuyen al desarrollo y reafir­moción de la terquedad infantil. Los niños reaccionan lastimo­samente ante cualquier palabra brusca o una observación hechagroseramente incluso, aunque por el contenido, esta sea justa ..Por eso es muy importante que el niño comprenda el porqué sele ha hecho una observación.

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El método de persuación es el más efectivo en la educaciónde la obediencia y la superación de la terquedad, sin embargo,no debe util izarse en el momento en que el niño se encuentra enun estado de excitación.

Los llamados niños "pccfflcos" requieren también un enfoqueespecial. Su poca actividad, su sometimiento tranquilo a otros,la incapacidad para defenderse, para. interceder por un compa­ñero, hablan de la no formación de determinadas cualidadesmorales. La educadora trata de crear cque'l los situaciones peda­gógicas que desarrollen la actividad de estos niños, fortalezcanla confianza en sus propias fuerzas y posibilidades. Al asignarlea este tipo de niño la responsobl l idod del cumplimiento de cual­quier encargo, por el grupo de niños y darle el papel principalen una fiesta, la educadora demuestra que conf[c , por lotanto, en él. El contacto emocional de l niño y la pedagoga, lavaloración positiva de su actividad, el apoyo, la aprobación,crean las condiciones' necesarias para el desarrollo de la activi­dad, la seguridad de los niños, la superación de las dificultadesy de la apatfa.

A esto contribuye, también, la literatura. La educadora uti­liza ampliamente los libros infantiles: lee y hace cuentos duranteel paseo, organiza escenificaciones. Y, por lo tanto, como lapedagoga sabe llevar hasta los niños la idea de la obra y revelarasí, el carácter de los héroes, la percepción depende, en mucho,de la "devolución" de impresiones de los niños. Por ejemplo,los niños conocen bien la poesía de S. Marshak: Miren, quédistraído, donde el autor se ríe, bondadosamente, de su héroe.Y los niños comprenden que la falta de cuidado, la distracción,puede poner incluso a un adulto en situaciones ridículas.

Las cualidades morales ta les como la atención, la cortesfa,no se pueden educar si los niños no saben lo que significan laspalabras cortés y atento. Los niños saben bien que hay que sa­ludar, despedirse, pedir algo, con cortesía. Los niños, alter­nativamente, dan las gracias por un servicio prestado, ayudan aotros sin la advertencia del adulto, no siempre se disculpan siocasionan algo desagradable, ni responden a una petición diri­gida a ellos. Es sabido que, en condiciones habituales, los

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niños cumplen una regla con más rapidez que cuando están encondidones nuevas, no habitua les.

Para la formación de la estabi lidad y e I carácter conscientede las manifestaciones infantiles, la educadora puede utilizarlos momentos más diversos de la vida infantil. "Marina -dicela pedagoga a la niña-, mira, a Andriusha se le desbarató laconstrucción. ¿Quieres ayudarle? A él le será agradable quetú le ayudes." "Oleg, trae una si 110, ofrécese la a tu mamá.Asf e 110 descansará, mientras tú te vistes. "

Una gran ayuda, en la educación de una actitud preocupaday atenta hacia las personas, la propician los cumpleaños que seorganizan en el clrcu lo infantil, los encuentros del niño des­pués de una enfermedad, las cartas enviadas a los compañeros queestán enfermos. Cada uno se esfuerza por hacer algo agradable:bailar, cantar o dibujar un cuadro para el principal de la fiesta,enseñar los juguetes nuevos al niño que hace tiempo no iba alcfrculo , etc. En la experiencia del trabajo hay muchos procedi­mientos interesantes para formar esta importante cualidad moral,por ejemplo, la realización de las siguientes charlas: "Sobrenuestras buenas acciones" y "Cómo ayudamos a los pequeños".

La educación de las relaciones correctas entre los niños, ba­sadas en los principios del humanitarismo,"es una tarea especialen e I trabajo de la pedagoga. La formación de las re locionesentre los niños de I grupo de edad mayor, se fundamenta en lassimpatfas mutuas de los niños, en su cariño por el cfrcu lo infantil,en la habilidad para valorar la conducta de los coetáneos y lasuya propia. El dominio, por parte de los niños, de las reglasmorales de conducta, contribuye a que tengan una concienciamás profunda de lo que es bueno y malo en las relaciones con laspersonas que los rodean.

Como se ha señalado ya, en los niños del grupo de edad mayorse amplfan, considerablemente, las relaciones con los adultos,los coetáneos, los pequeños. Llegan a ser mayores las impre­siones generales, la alegrfa, las preocupaciones. Estos senti­mientos sociales influyen favorablemente sobre las relaciones delos niños: en e I proceso de I juego se establecen la confianza, lagenerosidad, se manifiesta el deseo de jugar y entretenerse juntos,

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de ayudarse unos a otros (en el proceso del autoservicio, deljuego o e I trabajo, cuando un niño ayuda a otro a realizar cual­quier acción, como abotonarse, regar las plantas, etcétera).

A esta edad, se amplía conside rcbleme nte la posibilidad de Iniño de' ayudar a los coetóneos. El ya puede expl icar dónde hayque coger los juguetes o los instrumentos de trabajo, cómo armare I catre de ti jeras, cómo jugar en una mesa de juegos. Estaayuda es sobre todo importante para la educación de la bondad,la generosidad, la ayuda mutua; e I logro de un resu Itodo les pro­porciona alegria y los acerca.

Durante las condiciones favorables de la educación, en lasque e I niño domina las normas morales de la conducta, se formaun aspecto especial de la ayuda infanti 1, o sea, la influencia delos niños sobre la conducta entre ellos, e I apoyo moral de 1 com­pañero. Crece e 1deseo de I niño de compadecer, consolar, tran­quilizar al coetóneo.

La educadora debe apoyar, en todo lo posible, e I esfuerzo de Iniño por identificarse con el compañero, encontrando, en estabase, el reforzamiento de la capacidad y la habilidad de ayu­darlo (IIBr~vo, Olia ayudó a Gala a encontrar la media que se lehob lo perdido", "Gue no hoy me alegró: él tranquilizó a un pe­queño que lloraba. 11)

Para fi jar las representaciones de los niños sobre la necesidadde ayudarse mutuamente y formar "los juicios acerca de lo quesignificaba ser un compañero, cómo se puede y debe ayudar a losdemás, tienen un gran valor los re latos de las educodoros sobrelas relaciones re clprocos de las personas, sobre sus acciones mo­rales. Con este fin, se utilizan los casos concretos de la vida delos padres de sus educandos: "Corno el papá de Kolia, que esmiliciano, encontró al niño que se hcblo perdido. 11 La literatura

, . ,tambien ayudara en este ospecto: . el relato de Z. Alexandrova:Un niño se perdió; En un témpano de hielo, de B. Zhitkov; Losdos radistas, de S. Sajarnov. El valor de estas obras consiste enque precisan las representaciones de los niños sobre el heroísmoy la ayuda mutua entre las personas. Sobre la base de estos ar­gumentos se desarrollan interesantes juegos infantiles, en cuyoproceso los niños tratan de dar pruebas de preocupación, gene-

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rosidad y otras cualidades morales. De esta manera, se estableceel vinculo entre los diferentes aspectos de la actividad: pormedio del juego, de las actividades programadas, del modo devida (véanse las partes correspondientes).

En e I grupo de edad mayor, hay muchas rnos posibi Iidadespara educar una actitud generosa y preocupada hacia los niñosde edad menor. Esto se determina, ante todo, porque los prees­colares de edad mayor empiezan a tener conciencia de la nece­sidad de preocuparse por los pequeños (" Nosotros somos mayores","Los pequeños necesitan ayuda", "Los pequeños aprenden de no­sotros. ")

Las formas de comunicación de los mayores con los pequeñospueden ser diferentes. Una de ellas escucndo se reunen todoslos niños de ambos grupos: todos van juntos al bosque, al prado,ven e I teatro de marionetas, los mayores muestran a los pequeñosla dramatización de un cuento.

Otra forma de comunicación es cuando los niños mayores(varios niños) , dos o tres veces a la semana, durante 30-40 mi­nutos se encuentran con los pequeños. La educadora del grupode edad mayor idea, con anticipación, lo que van a hacer susniños en el grupo de edad menor, lo que van a jugar COn ellos.La comunicación puede ser muy variada: ayudar a vestirlospara un paseo, hacer juntos una móquina de constructor, ayudara sentarlos en e I prado, jugar a hi jos y madres, hacer un juegod .. "El ti" IIL b b . 11e rnovim iento , ga o y os ratones o a ur ula ,ense-ñarlos a colocar la ropa-sobre una sillita, hacer un cuento omostrar un teatro de mesa.

El paseo también ofrece grandes posibilidades de comunicaciónvariada con los pequeños: los niños de edad menor recogen floresy los mayores te jen coronas; los mayores arrancan hierbas y lospequeños dan-de comer a los conejos, etcétera.

De este modo, sobre la base de la formación de una actitudpreocupada y generosa hacia los pequeños, está la organizaciónde la actividad con junta de los niños, bajo la dirección de Iadulto "hcqomos un montfculo para jos pequeños y vayamos arodearlos", "hagamos un juego de movimiento"}, asf como la

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organización de la experiencia, de la preocupación por los pe­queños con la ampl iación gradual de los deberes ("ayudemos avestir a los pequeños", "o ternosle s las botas", "lavemos la ropablanca de las muñecas, con las cuales juegan los pequeños").

La moyor io de los niños de edad mayor se relacionan positiva­mente con lospequeños , Sin embargo, también se puede observarotra cosa. "El es chiquito, con él no es interesante jugar"-dice un niño de edad mayor. Pero, hasta este tipo de mani­festación hostil hacia los pequeños, la pedagoga la utiliza' parahacer conciencia a los preescolares de edad mayor de que ellostienen venta jos sobre los pequeños ("Ustedes son más fuertes, co­nocen y saben hacer más cosas") y que comprenden la necesidadde preocuparse por los más pequeños ("Ellos son pequeños y ne-

• t d " "E I h - , ")ce s i ton vues ro ayu a; nseña a pequeño y ara como tu.

En comunicación con los pequeños, el niño de edad mayor seencuentra en una situación de instructor o de ayudante. Esto lebrinda seguridad, pero al mismo tiempo la preocupación delmayor, a veces, toma la forma de tutela. La dirección de la edu­cadora consiste en dirigir correctamente la actividad de los ma­yores y no a limitarlos. Aquí se educa en los niños de edadmayor la voluntad, la firmeza, la habilidad de declinar los inte­reses propios en provecho de I compañe ro pequeño. Por ejemplo,al jugar a la lo terfo , con torres, o con cubitos, los mayores rea­lizan sin interés estas acciones no deseadas por ellos, pero, altener conciencia de su pape I de maestro, hacen e I encargo conmucha responsabilidad.

Al principio, la educadora se mezcla, frecuentemente, en elcurso de la comunicación: corrige al mayor, le enseña cómoconversar y jugar correctamente con e I pequeño: "No te alabesy enseña al pequeño a hacerlo como tú"; "No te desesperes, puesel pequeño no te seguirá", etcétera.

De esta manera, se desarrolla la habi lidad y el deseo de losniños de preocuparse por los pequeños. A I mismo tiempo, se for­talece el hábito de preocuparse por todos los que les rodean, deser atentos: ofrecer oportunamente e I asiento al adul to, cederle

el sitio.

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En el grupo de edad mayor se continúa la educación de unaaditud cuidadosa de los niños hacia las cosas, se fija la regla:"codo cosa tiene su luqor "; "las cosas hay que cuidorlos ", Losniños que tienen cinco y seis años, habitualmente, cuidan suscosas, pero, a veces, tratan mal las ajenas: rompen los ju­guetes, los libros. Precisamente por eso, es tan importante laeducación de la comprensión generalizada y consciente de quelas cosas hay que cuidarlas no sólo porque "ven a reñir:", sino,también, porque es un bien público, el resultado del trabajo dem~chas personas.

Al oomienzo del año, se puede charlar sobre el tema "Codocosa tiene su luqcr '", en cuyo proceso los niños se convenceránnuevamente (este tipo de charla se ha dado en e I grupo de edadmedia) de lo importante que es observar esta regla. Para man­tener e I estado de ánimo emociona 1, 'en la actividad proqrcmodc ,se puede hacer la dramatización de la obra de L.Voronka: Masha,la destrozadora, que es bien conocida por los niños del grupo deedad media.

Los niños aman los libros y siempre los cuidan. Pero, paraesto, a los preescolares hay que darles a conocer e I contenido deun re lato, de un cuento ,enseñarlos reiteradamente y con aten-c ión a contemplar las ilustraciones.

La educadora, junto con los niños, mira el libro, dice quiénlo ha escrito, quién ha pintado las láminas, en qué ciudad loimprimieron. Los niños conocen cuántas personas han trabajadopara hacer el libro: por eso es tan necesario cuidarlo. Aqufayudará e I e jemplo positivo de la pedagoga: e lIa nunca marcael libro, ni aja las páginas.

En el grupo de edad mayor, se incrementa el numero de. reglaspara tratar con cuidado a los libros. Si en e I grupo de edadmedia, los niños aprendieron que los libros no se pueden estrujar,ensuciar, ni, romper Y junto con la educadora aprendieron aarreglarlos, entonces los preescolares de edad mayor debenadvertir, por sf solos, que el libro está roto o ajado y tratar depegarlo sin que la pedagoga tenga que recordárselo. Tambiénse agrega .otro regla muy importante en e I sentido educativo:"si un compañero no sabe cómo utilizar el libro, ense ño lo".

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Pegar el libro, hacer un marcador, colocar cuidadosamente ellibro en e I estante, o sea, todas estas cosas que los niños puedenrealizar a cualquier hora del d io , tienen una gran importanciaeducativa.

Los libros de fabricación casera ayudan a fijar el hábito detratar con cuidado los libros. Los niños, al realizar este sen­cillo trabajo, saben que no es tan fácil hacer cualquier cosa,por eso hoy que respetar y cuidar el trabajo de otros. Los li­britos hechos por las manos de los niños de edad mayor, se puedenutilizar para establecer los contactos con los pequeños y asf pro­ducir una actitud camaraderil y atento con ellos: los libritos queellos mismos hocen se los regalarán a los pequeños.

En la actividad cotidiana del c ircu lo infantil se crean posibi­lidades para profundizar y precisar las imágenes éticas y educarlos sentim ientos humanos de I niño. Teniendo en cuenta que laexperiencia moral que tienen los niños del grupo de edad mayores aún pequeña, y que las imágenes morales pueden ser superfi­cia�es e incluso tergiversadas, es necesario el trabajo profundode la pedagoga. Las, educadoras enseñan a los niños a enfocarconscientemente los fenómenos de carácter moral.

Empezando desde la edad preescolar menor, los niños dis­tinguen con faci lidad las acc iones buenas de las malas: es malopelearse, ofender, engañar; es bueno respetar a los mayores,etcétera.

Sin embargo, cada concepto ético-moral: la generosidad, laverdad, la valentfa, tiene un contenido determinado que hayque llevar hasta la conciencia del niño.

La formación en los niños de las imágenes éticas y los senti­mientas humanos, debe realizarse sistemáticamente, dirigidoshacia un fin en las actividades programadas, asf como en la vidacotidiana.

Los métodos y procedimientos de la educación de los senti­mientos morales son diversos. En los niños del grupo de edadmayor, las representaciones sobre la generosidad, la honestidad,se forman basándose en las charlas sobre las acciones concretasdel niño. Es conveniente contemplar aquellas acciones que

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observaron o realizaron los propios niños. Esto da la posibilidadde unir los conocimientos recibidos por los n iños , en las acti­vidades programa::Jas (por ejemplo, en las charlas éticos), con lossucesos cotidianos o con las acciones de los niños.

En el rincón de los juegos hay una máquina con la cual quierejugar la moyorio de los niños, pero, constantemente, la cogeYura porque él se toma rápidamente su desayuno y es el primeroen "apoderarse" del juguete. Los otros niños se acercan a él. yle piden la máquina. "Yura, ya tú jugaste, dámelo a mf" -lepide Oleg. Pero Yura no se la da. Oleg trata de quitársela aIa fuerza. Yura agarrándose al juguete, gri ta: "Ni na Ni ka laevna,Oleg me pega." De este modo , entre los niños surge el con­flicto, se altera el orden general en el grupo y empeora el estadode ánimo de los niños.

¿ Cómo debe actuar la educadora en este caso? Por lo ge­neral, ella se limira a hacer una observación: "Oleg, no mo­lestes a Yura, coge otro juguete"; "Yura, dale la máquina aOl eq'", o amonesta a los dos niños.

Estos procedimientos sólo eliminan el conflicto exteriormentey surge, más adelante, otra ve z., en situaciones análogas. Laeducadora debe, sin escatimar tiempo, averiguar cuál de losniños tiene la razón, comprobar las ideas que tiene Yura sobre laigualdad de los coetáneos, sobre el concepto de que todos losniños, en el grupo, tienen el mismo derecho a utilizar cualquierjuguete. Con este fin, se puede dar una breve charla, con uncontenido similar al siguiente:

Educadora: ¿ Yura, tú siempre juegas con esta máquina?

Yura: Sf.

Educadora: ¿Por qué tú crees que entre tú y Oleg surgió hoyuna discusión? ¿Quién es el culpable?

Yura: Oleg, él me quitó la máquina. Yo la cogf primero.

Educadora: Y si con esta misma máquina quieren jugartambi~n otros niños, cómo hacer?

De acuerdo como él responda, la -educadora puede sacar con­clusiones de las ideas que tiene el niño sobre la justicia.

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La pedagoga analiza las acciones, explica en qu~ él no tienerazón, llevando al niño, al mismo tiempo, a tener conciencia dedeterminadas normas de vida en el colectivo. Naturalmente,entre los métodos y los procedimientos de influencia pedagógica,deben ser excluidos, con anticipación, aquellos que contribuiróna formar, en los niños, ideas éticas erróneas. Por e so , la propiapedagoga debe ser extraordinariamente justa en re loción con losniños, generosa, justiciera, debe saber comprender e I porquede las acciones infanti les para no agraviar por casual idad al queno es culpable.

Las exigencias, indicaciones, cada regla ~tica nueva, sedeben introducir en la vida de los niños con sumo cuidado, me­ditando antes si no es esta, en cierta medida, muy severa. Porejemplo, la regla que emplea el adulto: "Sólo pueden ir ajugar después que se lo coman todo", da preferenci a únicamentea algunos niños y esto no siempre es justo, porque de semejanteregla no se debe abusar.

Del mismo modo que enseñamos al niño a resolver las tareasde matemáticas, es necesario enseñarlo a resolver las tareas re­lacionadas con las cuestiones'de la moral. Esto se puede hacertanto en las actividades programadas con todo el grupo como,también, en las charlas con algunos niños, o lndl viduolrnente ,durante los procesos del régimen, el trabajo, el juego.

La educación moral en el trabajo

La actividad laboral de los niños de edad preescolar mayor esmuy interesante ,adquiere un carácter colectivista. Esto permiteutilizar, más ampliamente, el trabajo, como medio de educaciónmoral de los niños en lo sigu iente: formación de la constancia yla orientación hacia un objetivo, comprensión de la necesidad deltrabajo en la vida de la gente y respeto hacia este, las relacionespositivas en el proceso de la actividad laboral colectiva.

Las diferentes formas de organización de la actividad laboralde los niños, crean me [ores condiciones para desarrollar unas uotras cualidades morales. Veamos la peculiaridad de la educa­ción moral en el proceso de la organización de los encargos, lasguardias y el trabajo colectivo de los niños.

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En e I trabajo con los niños del grupo de edad mayor, tiene unagran importancia el hacer que los niños ayuden a los adultos.Asr, a I sembrar las plantas de salón en la primavera, la educadoraencarga a los niños remover la tierra, lavar las macetas, Ilenorlcsde tierra hasta el nivel indicado, sostener la planta. Los niños,aunque cumplen encargos senci llos , sienten que ayudan al adu lto ,

En el proceso del trabajo, la propia educadora es un modelopara la imitación: muestra no sólo los procedimientos del trabajo,sino la conducta que se debe mantener ante e I mismo (trabaja concuidado, acentúa su actitud sol lcl to hacia las plantas o los ani­males). Durante el trabajo, discutirá con los niños cuál es laimportanci a que tiene este trabajo y los beneficios que con él sebrinda a los demás.

La educadora propone a los niños ayudar a la cuxl.lior . Tambiénes importante meditar su trabajo con los niños de manera que ellosno sean solamente ejecutores pasivos de cualquier labor, sino quevean en la auxi liar la organizadora de I trabajo.

En la formación de las cualidades morales de los niños delgrupo de edad mayor, empiezan a jugar un papel especial Jos en­cargos generales cuando la educadora propone a un grupo d-e­niños (de cinco a se is) realizar uno u otra labor. El contenido deestos encargos es muy diverso y se desprende de la ne cesidod dehacer algo para todo el grupo.

Por ejemplo, se ha adquirido un nuevo material de construc­ción, hay que limpiarlo y llevarlo del almacén al salón, y colo­carlo en los estantes.

Casi, diariamente, la educadora puede encontrar una grancantidad de posibilidades para que los niños realicen un encargogeneral en pequeños grupos (lavar la ropa de las muñecas, prepa­parar regalos para cualquiera de los colaboradores del clrcu loinfantil, para los invitados, etcétera).

Estos tipos de trabajos es conveniente planificarlos en las horasasignadas para la actividad independiente de los niños, dentrodel local, yen el paseo. Hay que planificarlos de manera quecada niño pueda participar regularmente (no menos de una vez ala semana) en cualquier aspecto del trabajo.

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Los hábitos de autoorganización en los niños, todavía estáninsuficientemente formados, por eso, después de proponer a losniños una tarea general, la educadora discute inmediatamentecon ellos, por dónde ellos empezarán el trabajo, lo que necesi­tarán paro hacerlo, lo que hay que prever para no ensuciar elpiso o mancharse ellos mismos durante la labor. La educadoraayuda a los niños a ponerse de acuerdo sobre quiénes harán cadaparte del trabajo. Si los procedimientos del trabajo son desco­nocidos para los niños, ella los emprende sola primero. Enaquellos casos en que el niño no puede incorporarse mucho tiempoal ritmo general de la actividad, es conveniente utilizar unamuestra, un mode lo, un e jemplo de la coordi nación de lasacciones de los otros niños, atraer la atención del niño haciacómo se llega a un acuerdo ya la colaboración mutua.

La educadora debe enseñar a los niños, correctamente, a or­ganizar convenientemente su trabaj o e/Cómo hacer para que seamás cómodo y rápido trobojor"; "Aconse ja al compañero, cómo lees mejor colocar todo lo que necesita para trabajar"; "Antes deempezar e I trabajo hay que prepararlo todo".) Es natural que losniños dominen con más rapidez los hábitos de autoorganizacióncuando todo lo necesario se encuentra guardado en un lugar per­manente y con una ubicación cómoda paro los niños.

Para desarrollarlas habi lidades de organización es importanteofrecer a los niños, la posibilidad de un trabajo individual inde­pendiente de corta duración y, después, dentro de las condi­ciones del trabajo general que se. realiza por un pequeño grupo,pasar a lo realización paulatina de las tareas más largas, deacuerdo con el tiempo disponible. Las habilidades de organiza­ción aparecen en el proceso de superación de las dificu Itades:hallar con juntamente una sal ida a una situación creodo , ayudarpor iniciativa propia a los compañeros, ser constante, "preocu­parse" no solo ~r las cuestiones de uno mismo, sino también por

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el problema general.

En e I proceso de la actividad laboral, se desarrolla en e I niñola habilidad de plantear objetivos, planificar un trabajo, llevarlohasta el final, es decir, se creo la base para la educación de laorientación hacia una finalidad. Las con,diciones de desarrollomás importantes de esta calidad moral son: ausencia de una tu-

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te la excesiva por parte de la educadora; planteamiento ante losniños de cuestiones, tareas que los estimu len a la búsqueda activae independiente de acciones; análisis de las tareas, selección desus partes; demostración de un producto acabado; control y valo­ración del trabajo de acuerdo con la tarea.

La educadora ayuda al ni,ño a organizar la propia actividadrecordando las reglas que él conoció en el grupo de edad media:primero oye atentamente las indicaciones sobre la tarea y, des­pués, empieza a hacerla, prepara todo lo que necesita para eltrabajo y, si el trabajo está terminado, lo dice. Los niños, co­nociendo estas reglas, cumplen los encargos de acuerdo con lasexigencias de la pedagoga, no se distraen en el proceso del tra­bajo, y lo hacen con exactitud y responsabilidad.

Además de las reglas que ayudan a los ni ños a organizar laactividad, la educadora les expl ica aque Ilas que permi ten me jo­rar la calidad del cumplimiento de las tareas encomendadas: nodistraerse cuando se trabaja; toda tarea debe realizarse con apli­cación, limpieza, cuidado y corrección.

El aprendizaje de las reglas para el cumplimiento de los en­cargos labora les se rea liza dentro de la propia actividad, con­juntamente con el dominio de las habilidades laborales por partede los niños. Por ejemplo, la educadora encarga a Andrei regarlas plantas del salón. Después de terminar el trabajo, Andrei sefue a jugar. La educadora le hace una observación: "Cuandotermines un trabajo, debes de cfrrne lo siempre" para saber que yacumpliste el encargo. Vamos a ver cómo lo hiciste. Las plantaslas regaste bien. Ahora, pon en su lugar la regadera para que laprÓxima vez no haya que buscarla." Así, controlando el trabajodel niño, la educadora le enseña a llevar hasta el final loini ciado.

La habilidad de la pedagoga para despertar en los niños unaactitud positiva hacia los coetáneos que cumplen los encargos,tiene una gran importancia, a lo que contribuye su valoración yel destacar el significado de la tarea para todo el grupo. Aveces, en los ni ños se puede observar una acti tud negativa, inclusohacia una equivocación senci I\a de I coetáneo en el trabajo. Porejemplo, Misha, al cumplir e I encargo de la educadora de pegar

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un libro, derramó la goma sin querer. Los niños se qu~ jaron,pero no lo ayudaron a limpiar la mesa__ A la pedagoga le es im­portante despertar en ellos la compasión por el compañero que hasufrido, casualmente, un revés, enseñarles a distinguir lasacciones premedi tad asde Ias no premeditadas. "Misha ha derra­mado la goma sin querer, seda injusto castigarlo. Mejor vamosa ayudarlo a recogerla. "

Las tareas para desarrollar la independencia, la responsabi-Iidad, el deseo de trabajar para e l bien de todos y para reco­nocer la importancia y la necesidad del trobcjo , se resuelvenbasándose en el perfeccionamiento futuro de los hábitos laborales,en el pr~ceso de las guardias de los niños que tienen cinco y seisaños. Para esto se debe contemplar, en el plan de trabajo, unaorganización de la actividad tal que cada niño participe en eltrabajo regu larmente o con bastante frecuencia.

En los cfrculos Irrfcnflles , los niños hacen la guardia en elcomedor. Este tipo de guardias se ha hecho habitual. Las la­bores concretas, constantes, y la comprensión de su importanciapara todos, ayudan a formar en los niños una actitud responsablehacia una labor. El trabajo de los que hacen la guardia enel comedor es fácil de dirigir: recordar los deberes y comprobarla calidad del trabajo cumplimentado. El método intuitivo yelresultado del trabajo de los que realizan la guardia, crean laposibilidad de mostrarle a los niños la tendencia social de estetrabajo y la importancia de su cumplimiento para todos. Estaparte se incluye obligatoriamente también en la valoración de Itrabajo de los que hacen la guardia: "hañ trabajado para todos","han ayudado a la. niñera" .

Cada uno de los niños hace la guardia en el comedor, aproxi­madamente, dos veces al mes. Este tipo de participación bas­tante poco frecuente no puede e jercer una influencia educativasuficiente sobre los niños. Por eso, hay que planificar con pre­cisión otros tipos de guardia; en la preparación para las activi­dades programadas, en el rincón de la naturaleza. Estas guardiasdeben abarcar, también, un volumen suficiente y constante detrabajo.

Es importante enseñar a los niños a realizar un trabajo en unasecuencia determinada, rápidamente y por procedimientos eco-

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nórnleos , utilizando la organización elemental adecuada deltrabajo. Por ejemplo, en la distribución de las cucharas y 100stenedores, se utilizan bandejas, vasos plásticos, donde los cu­biertos se colocan con el mango hacia arriba. Esto garantiza lapulcritud y la rapidez del cumplimiento del trabajo.

La mejor vcricnte para organizar el trabajo de los que estánde guardia, cuando se combina la guardia con el autoservicio, esla siguiente: los niños de guardia, en el comedor, cubren lasmesas (si las condiciones lo permiten, y se garantiza el controlpor parte ,de la auxiliar, para el almuerzo, ellos pueden llegarde I paseo quince minutos antes). Durante la comida, cada niñocorre su plato hacia el centro de la mesa, donde se colocan unosobre otro. Después de la comida, cada niño, levantándose dela mesa, coge la taza y el platillo y lo pone en la mesa de dis­tribución y los que están de guardia terminan de recoger. Eneste caso, no solo se reduce el tiempo de la limpieza sino quecada niño se habitúa a recoger lo suyo, mientras los niños deguardia hacen lo que se necesita para todo el colectivo.

Al comienzo de I año se designan los niños de ,guardia, la edu­cadora los ayuda a distribuir el volumen de trabajo entre ellos,por e jemplo: "Primero, deben colocar los platos con el pan y losvasitos con las serville tos , Vova distribuye el pan en las mesas,y Ania, a su vez, coloca las servilletas en los vasos, y los poneen cada una de las mesas. Piensen dónde deben ponerse las ser­vi lletas para que a cada uno le Sea cómodo alcanzarlas."

En la segunda mitad del año, a medida que se van perfec­cionando los hábitos, la educadora complica el trabajo de los queestán d~ guardia: les propone una tarea general que están obli­gados a cumplí r juntos. La creación de estas situaciones es unacondición necesaria para desarrollar las re lociones de los niñosen el trabajo, su habilidad de trabajar juntos. A ellos se lesplantean exigencias nuevas y cada vez más comple jos: distribuircon justeza e I trabajo entre sr, coordinar sus acciones con lasdel compañero, responder juntos por el resultado, ayudar al com­pañero en caso de necesidad.

En el grupo de edad mayor, el rincón de la naturaleza es másrico y variado. Junto con las plantas y los habitantes conocidos,aparecen otros nuevos.

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La diversidad de las represenfaciones, en e I rincón animado,crea la posibilidad de formar una actitud preocupada y constantede los niños hacia los animales, lo que constituye la base del de­sarrollo de los sentimientos humanos del niño. (" Nosotros cuidamosbien las plantas, por eso crecen rápidamente y florecen conabundancia"; "Los peces se sienten bien, porque la pecera tienesiempre e I agua limpia y los niños nunca se olvidan de echarlesla comida"; "Los pájaros cantan alto y se alegran porque lasjaulas siempre están limpias, y en el abrevadero el agua estáfresca" .)

La educación de una actitud preocupada por los habitantes delmundo animal se garantiza con la existencia de determinados co­nocimientos que tienen los niños sobre las necesidades, y lascondiciones de vida de los organismos vivos, asf como por unnivel suficiente de habilidades, hábitos y de independencia enla solución de las tareas concretas.

Al observar las relaciones de los niños, es fácil advertir quelos niños pueden ser in justos al repartir los deberes. Por ejemplo,en el rincón de la naturaleza <están de guardia Yura y Oleg.Ellos responden por la limpieza de las plantas y las jaulas de losanimales. P.ero a ellos lo que más les gusta es darles de comer alos hámsteres y a los peces, y regar las plantas. Yura se ha res­ponsabilizado con un trabajo interesante. En este caso, le dicea Oleg: "Yo vaya regar y tú limpias la jaula." Cuando Olegcogió la regadera, para regar las plantas, Yura se la quitó ene I acto y se puso a hacerlo.

La educadora habla a los niños sobre la igualdad de los coe­táneos en el trabajo, acerca de lo que es la distribución justa delos deberes. La charla sobre estas cuestiones de'pe realizarse contodo el grupo de niños. Esta se puede empezar distribuyendo eltrabajo y, después, preguntándole a los niños: ¿Qué creenustedes, quién ~n este caso ha octuado correctamente o incorrec­tamente? ¿Cómo se debe actuar y por qué se debe hacer asf?La pedagoga lleva, paulatinamente, a los niños a la compren­sión de de te rminodcs normas éticas de conducta, explicándolescómo debe ayudarse a un compañero durante el proceso de untrabajo general~ no hacerlo por él, sino enseñarlo, aconsejarlo,

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advertirle un posible error. Aquf se manif esta una camaraderfareal y una actitud concienzuda y honrcdo lacia los problemas.

Si el niño necesita una influencia individual (se distrae, nosabe la secuencia de un trabajo, no tiene una debida indepen­dencia, ni actividad) entonces tiene sentido, durante ciertotiempo, repartir los deberes, controlando cuidadosamente e I tra­bajo. Al mismo tiempo, la guardia del segundo niño puedeservir de ejemplo para el primero.

Si una parte de la participación de los que hacen la guardiaen el cumplimiento del trabajo encomendado, era desig~al (su­pongamos que uno de e 1I0s se distrafa con frecuencia, ponfapoca atención en las cosas que hada, era descuidado, yencambio otro, por el contrario, era aplicado y cuidadoso), en­tonces al hacer la valoración hay que destacar la diferencia, apesar que la labor habfa sido general. Por lo tanto, se puedehacer esta observocióm "Es incorrecto endosarle el trabajo aotro"; 11 ¿Acaso es posible que otros trabajen para uno?lI, etc.También es conveniente razonar, tratándose los e jemplos con­cretos del trabajo de los adultos en el circulo infantil, los cualeshan sido observados por los niños.

Al recordar que el trabajo de los que están de guardia ayudaa formar en e lIos la habi Iidad de actuar juntos, es muy importantevalorar cómo ellos se ponfan de acuerdo, se cedlcn el paso entresr durante el trabajo, lo controlaban, y alcanzaban un resultado,mediante los esfuerzos conjuntos. La valoración más alta será elestimular a los niños a actuar precisamente juntos, a ayudarseunos a otros, por eso, al analizar el trabajo hay que prestaratención a esto: "Ustedesson buenos compañeros, saben trabajarjuntos. 11

La edu cadora, traba jando con los niños e n el ri ncón de la na­turaleza, tiene en cuenta sus particularidades individuales. Porejemplo, a los niños poco activos se les estimu la a rea !izar conmás independencia los deberes, en cuanto al cuidado de los ha­bitantes'del rincón de la naturaleza, utilizando la demostracióndirecta y la discusión previa de la secuencia del trabajo: lo quese hace primero, lo que se hará después, y cómo se hará, apro­bando toda manifestación de actividad, y manteniendo la segu-

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ridod en las fuerzas y posibilidades del niño. la educadora, alos niños que son más activos y saben más, les sugiere re latarcómo ellos cumplieron una tarea: 11 ¿Por qué y para qué hashecho esto?", y si ¿hiciste bien el trabajo?"

En la dirección de la guardia que se hace para las actividadesprogramadas, la educadora debe prestar atención, por una parte,al motivo social del trabajo y su importancia para el colectivo y,por otra, .educor la independencia, e I amor al trabajo y el es- .mero de cada niño. Si en el grupo de edad media, el que estáde guardia ha cumplimentado un encargo por separado (uno hacolocado los pinceles y otro la pintura), entonces los preescolaresde edad mayor deben realizar, juntos, todo el volumen de tra­bajo. Aquf,la dificultad fundprneritol para los niños es el reco­nocer la tarea como algo general y su cumplimiento conjunto,dentro de los fines de adquirir un resultado general.

Pero el que está de guardia, cumple solamente una parte deltrabajo, por ejemplo, si los niños atienden dos mesas se repartenel trabajo, porque lo que hay en cada una de ellas puede guar­·darse en una caja como los pinceles, los lápices, asf como elmaterial. Además, los que están de guardia reparten los sobrescon un juego de papele en colores para la actividad programadade apl icación o para pegar I asf como los vasos con agua. Y cadauno de los niños prepara él mismo todo lo restante para dichaactividad. Esto es muy importante, también, para preparar alniño para la escuela: lo enseña a ser más independiente, apli­cado, a tener ordenada su caja y forma en él la habi lidad deseleccionar todo lo necesario, de acuerdo con el contenido de laactividad programada. Según se va terminando esta actividad,cada uno de los niños recoge su puesto de trabajo y los que estánde guardia hacen el trabajo general (por ejemplo, los niños sellevan las latas con agua y los pincelitos y los que están deguardia los lavan).

En el grupo de edad mayor, los niños, cada vez con más fre­cuencia, se habitúan al trabajo colectivo (en dúo, en trfo, enun pequeño grupo) y dominan las reglas que caracterizan las re­ladónes durante el proceso del trabajo, convirtiéndose la edu­cación en una condición necesaria; al principio del trabajo se

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ponen de acuerdo los compañeros, atendiendo las siguientesreglas: estar atento, observar quién necesita ayuda; hacer eltrabajo juntos, mejor ymás rápido; "ayuda tú solo, no esperes queIa educadora te lo recuerde"; "si te cuesta trabajo, pfde le aalguno de los niños que te ayude "; lino se molesten entre srcuando estén haciendo algo", etcétera.

La educadora, al distribuir los deberes entre los niños, les daa conocer, al mismo tiempo, estas reglas, cuando realiza losencargos laborales en conjunto. 11Ustedes deben ponerse deacuerdo- les explica la educadora-, sobre cuál de ustedes vaa regar las plantas. 11 "Entre ustedes deben regarlas para que nose quede ninguna sin regar." "Ustedes dos responderán por sutrcbc]o ." Existe una regla para que los niños se oyuden mutua­mente en la labor general y asf todo el trabajo se hará bien yrápido.

El trabajo general aúna a los niños. En relación con el tra­bajo en colectivo, la compl icación consiste en presentar latarea general para todos yen esto, la generalización de los re­sultados del trabajo es muy importante. El cumplimiento, porparte de los niños, de las tareas como fragmento de lo general,da posibilidad a la educadora de explicarles lo que es e I trabajocolectivo y esto, a su vez, crea condiciones para hacerles con­ciencia del provecho de una labor general (IILo que uno solo nohace, lo hacemos [untos"] r más las manifestaciones de unaactitud determinada hacia un niño aislado como miembro de estecolectivo ("Todos nosotros juntos trabajamos, y tú nos atrasas".)

La educadora forma en los niños la noción acerca de que esnecesario distribuir, previamente, el trabajo general por igual,que de la suma general de I trabajo depende hasta qué punto cadauno ha realizado concienzudamente su trabajo, si ha sabidocumplimentarlo a la par de los otros. Asf, en el trabajo general,se crean condiciones favorables para la educación de la respon­sabilidad, no solo por el trabajo que realiza uno mismo, sinotambién por el de los compañeros; la habilidad de subordinar sudeseo a las exigencias del colectivo.

Dentro de las condiciones del trabajo colectivo, cada uno delos niños debe terminar e I trabajo a un mismo tiempo, aproxima-

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damente, para que la educadora pueda reuni r los resu Itados. Estoprovoca la necesidad de distribuir, uniformemente, las tareasentre los niños. Además, la educadora, durante el proceso detrabajo de los niños, les explica lo que cada uno debe tratar dehacer para no quedarse rezagado de los otros, y para tener tiempode terminar todos juntos.

En la práctica ocurre que a un niño le cuesta trabajo cumplirsu tarea, debido a la falta de habi lidad, un segundo ha olvidadola secuencia de las operaciones, el trabajo de un tercero ha re­sultado más dificultoso, y un cuarto se ha quedado rezagadoporque se ha entretenido con frecuencia. La educadora tiene queocuparse de que cada uno de ellos realice lo encargado, simul­táneamente con los otros. Pero, como las causas del atraso sondiferentes, los métodos de influencia que la educadora uti lizarásobre los niños serán diferentes también: si la tarea ha resu Itadomuy dificultosa, debe incorporar a la misma, un número de par­ticipantes de aquellos niños que han cumplido con lo suyo, yhacer que los compañeros ayuden al que domina poco las habi­1idades.

Algunos niños trabajan con más lentitud que otros, pero tratande terminar e 1I0s solos la tarea. En estos casos, la educadoraexplica a los niños que no es necesario apurar al compañero, quehay que ~sperar un poco, dedicarse en ese momento a otra cosao empezar a recoger.

No se excluye que el atraso de algunos niños sea por su pocodeseo de trabajar, por su actitud no cuidadosa hacia lo que estáhaciendo. Aquf es donde entran en acción las normas morales,en este caso, no se debe organizar la ayuda a los rezagados.Tales ocasiones deben uti lizarse para educar en los niños la res­ponsabilidad, la organización. A los niños se les pone ante elhecho siguiente: "Todos terminaron su trabajó, pero ustedes no.A todos fallaron. Actuar asf no es de camaradas. 11 Hay queconvencer a-tos descuidados y a los que no desean trabajar, lomalo es que ellos no hayan sabido hacer el trabajo junto contodos. La reacción negativa debe partir, también, de los com­pañeros. Todo esto obliga a los niños a superar su error. Y serfamucho mejor si la educadora, ya dentro del proceso del trabajo,

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01 ver demoro en algun lugar, estimulara a lOS runos a rermmcrro

a tiempo, cuando aún pueden corregir la falta.

A la vez, debe destacarse, también, otra particularidad deltrabajo general: la importancia de cada resultado por separadoya que su relación con otros interviene solo después de terminarsee I propio proceso de I trabajo. Y, sobre todo, se hace importantetoda la actividad de la educadora por lo recepción de los resul­tados del trabajo, y lo valoración del trabajo realizado comogeneral. •

Con el cumpl imiento correcto y oportuno de una tarea, se ma­nifiesto lo independencia del niño, sin embargo, en el grupo deedad mayor es insuficiente preocuparse por el desarrollo y lo con­solidación de lo independencia como proceso de dominio decualquier método de acciones. El desarrollo de los interrela­ciones de los niños y el gran grado de conciencia de los contactosinfantiles, crea los premisas y lo posibilidad de desarrollar lo di­rección moral de lo independencia, lo cual se manifiesta en lopreparación y e I deseo de los niños por entrar en contacto conlos coetáneos, escoger ellos mismos el trabajo, estar siempreocupados, saber repartirlo, y realizar uno labor general. Debeser preocupación de la educadora, la educación de la direcciónsocial de lo independencia, que determino, en mucho, la for­mación de los habi Iidades de organización de los niños.

Lo organización del trabajo colectivo infanti 1, ayudo a loeducación de uno actitud preocupada hacia el vecino, hacia logente que lo rodea, del deseo de series agradable, bueno. Porejemplo, durante el proceso del trabajo manual: fabricacionescon materiales naturales, costuras, bordados, trebejos de aserrfo,se desarrollan cualidades morales tales como el esmero, elcuidado en su trabajo, lo estabilidad, lo orientación hacia unafino Iidad.

Es conveniente sobre todo, hacer participar en e I trabajo ma­nual a los niños inquietos, ya que en este caso se educa en ellosla firmeza, lo habilidad de llevar hasta el final lo iniciado.

Lo incorporación de los niños a algo interesante y útil es unqcondición importante para educar la organización y la disciplinoinfantil.

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El objetivo que se les da a los niños ante un trabajo colectivodebe crear condiciones para el paso constante de un trabajo"para sf" y "para los más allegados" ("cosamos para las mu-a ""h ' ") t b • • 1necos: , agamos para mama , a un ro a 10 para otros, rnc uso,a veces, para desconocidos ("para los niños de otro grupo";"para otro drculo infantW'; "para la fiesta del 8 de Marzo";11poro el Dfa del Ejército Soviético"). Esto es la base de la edu­cación del desinterés de los niños, del deseo de hacer, "simple­mente", algo nuevo y agradable.

En el grupo de edad mayor, es necesario hacer comprender alos niños los motivos sociales de la actividad, mostrarles el valor,la importancia y la necesidad del trabajo conjunto. Por elloayuda el darles a conocer el trabajo de los adultos.

Para la educación moral es, sobre todo, importante, mostrara los niños la secuencia de los procesos de producción como basespara la comprensión de algunos rasgos singulares del trabajo delos adultos (el carácter colectivo, la correlación, la orientaciónhacia una finalidad, la actitud concienzuda, etc.). Decirle alniño: "eres un haragán", "no sabes hacer nada solo", etc. , esinadecuado. Lo que resulta efectivo es la creación de situacionespedagógicas que estimulen a los niños a aplicar sus conocimientos,a fj jar las habilidades y la formación de los háQitos. De aquf sedesprende la necesidad de relacionar los conocimientos sobre ~I

trabajo de los adultos con la actividad práctica variada de losniños: familiarizarlos con el trabajo de los koljosianos: sembrarsu propio huerto; observar el trabajo de los jardineros; hacer un[crdfn , saber cómo la gente se preocupa por los animales; hacercomederos para las aves. Todo esto crea condiciones para quetengan conciencia de la necesidad y el deseo de trabajar no sólopara sf, sino también para todos (sembraron legumbres y las ofre­cieron a los pequeños; cortaron flores y las regalaron a los alum­nos de prlmer-qrodo ; hlcleron comederos y asf ayudaron a las avesa pasar el invierno). La educadora hallará siempre, una posibi­lidad para desarrollaren el trabajo las interrelaciones colectivasde los niños.

A esto contribuye la unión de los niños por una idea general:"Hagamos un teatro de mesa Los tres osos"; regalemos a los pe-

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queños un "Zoológico", etc. Del cumplimiento del trabajo indi­vidual, depende la realización de toda la idea y, además, secrean condiciones para la autoorganización de los niños en eltrabajo que se expresa, ante todo, en que los niños , por inicia-

,tiva propia se reúnen en pequei'los grupos. Por ejemplo, unosrecortan las figuras, otros hacen las decoraciones, los terceroscosen los trajes. De esta manera, se engendran las premisas parala dirección socialmente útil del trabajo de los niños, y la dis­posición para e I trabajo se convierte en una de las formas de ma­nifestación de la laboriosidad.

Se debe tener en cuenta que los hábitos de autoorganizaciónen los niños son aún insuficientes, y por eso hay que prestar unagran atención a la distribución de todo el equipo, la inclinaciónde los niños y el reparto del trabajo. La propia organización deltrabajo colectivo es una condición para desarrollar las cualidadesmorales: el deseo de trabajar, de ayudar al compañero, de res­ponsabilizarse con su labor como parte del trabajo general yotras.

El contenido del trobo]o une a los niños en un eslcbon (porejemplo, el' primer eslabón lava los juguetes plásticos, el segundolimpia los cubos, y el tercero limpia los estantes de los juguetes).Dentro de un mismo eslabón, cada uno de los niños lava los ju­guetes; la educadora coloca sobre las mesas, palanganas conagua de manera que a los niños les sea cómodo acercarse, desdeambos lados, y determina el lugar donde los niños colocarán losjuguetes mojados para que se escurra el agua. Cuando todos loslos juguetes estén lavados, se recogen las palanganas y se ponenbande jas para que los niños coloquen los juguetes secos. Sitienen suficiente experiencia en este trabajo, se les puede pro­poner a unos que laven los juguetes y a otros que los sequen (sinolvidar que la prÓxima vez hay que intercambiar los papeles).Los problemas de organización del trabajo se deben meditar cui­dadosamente, preocupándose porque el trabajo sea asequible yporque cada uno tenga su labor.

Después de terminar el trabajo,. se debe subrayar que, pormedio de los esfuerzos generales, se pueden realizar muchas la­bores diferentes, aprobar la actitud de los 'niños hacia él, suaplicación., los momentos de ayuda mutua, citar ejemplos de lamanifestación positiva de algunos niños. Se puede hacer parti-

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cipar, paulatinamente, a los nlños , en la valoración del trabajoconjunto: ¿Por qué hicimos el trabajo rápido y bien?; ¿quiénayudó al compaí"lero?; ~por qué los nlños que lavaron la ropacumplieron el trabajo mas rápido que los demás? Preguntas seme­jantes ayudarán a los nlños a formarse por sf solos una opinión,asf como valorar la conducta de los coetáneos.

Laeducación moral en el juego

En el grupo de edad mayor se crean posibilidades más ampliaspara la educación moral de los niños en el juego. Estose explica,ante todo, por la profundización y la ampliación de la temáticade los juegos infantiles. Los juegos tfpicos son: "la calle","la construcción", "el Zoológico", "un viaje al kol jós". Losjuegos que representan la familia y el clreulo infantil son los quetienen más contenido. Aquf se reflejan no solo los momentos delrégimen, sino también las diferentes actividades programadas,los paseos, las fiestas, las distracciones. El interés de los niñospor los juegos que tienen una temática social aumenta consi­derablemente.

Los niños juegan animadamente, repitiendo las acciones desus padres: el bibliotecario, el chofer, el constructor, y otros.

El interés por los juegos en los que se representan los sucesosactuales, crece rápidamente (el vuelo al cosmos, el trabajo delos cazadores de ballenas, la construcción de una central eléc­tri ca, y otros) •

En el proceso de los juegos de roles con argumentos, se creancondiciones para la consolidación futura de las nociones morales,los sentimientos y las cualidades de los nlños , que se forman enla vida cotidiana. La actividad lúdicra conjunta estimula el de­sarrollo de la organización y la responsabilidad de cada niños esnecesario escoger un lugar para jugar, hacer atributos, repartircorrectamente los papeles. En el juego se forma la habilidad deportarse según las normas del cfrculo infantil: ofrecer. una sillaal recién llegado, dar las gracias por un servicio, etcétera.

Los nlños de tres y cuatro oños empiezan ya a comprender y adominar estas reglas: no tirar los juguetes, colocarlos en supuesto, no arrebatar e I juguete que tiene un compaí"lero, sino pe-

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dfrselo. En el grupo de edad mayor, durante el trabajo sistemá­tico con los nlños , estos hábitos son estables. Además, a estaedad, los niños son capaces de controlar sus acciones, por lotanto, aumentan sus exigencias. Con este fin, es convenientehacer charlas colectivas breves con los nlñose IIEn nuestro rincónde juegos todo estará en orden 11; 11 Cómo nosotros jugamosll

La discusión con los niños sobre su conducta en los juegos, esuno de los métodos de educación de la disciplina, de las actitudesconscientes entre ellos. Estas discusiones pueden llevarse a caboen forma variada, pero en todos los casos es importante que losniños sean generosos, que como resultado surja en ellos el deseode jugar amistosamente. Al dar la charla, la educadora tiene encuenta que las exigencias al compaFlero, de acuerdo con eljuego, se combinen con la preocupación por él y la disposiciónde ayudarlo. La discusión de la conducta de los niFlosen eljuego es provechosa cuando en él existen nlños egofstas, penden­cieros, que se portan groseramente con los coetáneos. En el pro­ceso de las charlas, la educadora discute la conducta incorrectade un nlño , y explica el porqué no se pueden comportar asL

La interpretación de los papeles de los adultos en el juego,contribuye a superar la indisciplina, el egofsmo de algunos niños ,Si, por ejemplo, el nlño prefiere hacer solamente los papelesprincipales, es conveniente darle otra charla, también intere­sante, pero no principal.

Volodia es aviador. Seriosha también quiere serlo. 11 Losaviadores trabajan en dos turnos -dice la educadora- Volodia,ahora tú descansas y Seriosha volará a Moscú. Y tú tienes dedescanso el dfa, porque tienes que llevar a tu hijita a la casa de¿ampo.1I Con este procedimiento, la pedagoga consigue evitaruna indisciplina, la manifestación del egofsmo. Si" embargo,la influencia episódica sobre el nlño no dará resultado si no serealiza, sistemáticamente, en este sentido, la actividad en eltrabajo, en la vida cotid iana, etcétera.

La educadora, después de notar una manifestación de bruta­lidad, de arbitrariedad, da una charla individual, basándose enla conducta del adulto, cuyo pape I intefpreta el niño (lIasf no. "h 'procede la educadora 11 , 1110 que nos gUIa no abla OSI ••. 11) En

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este caso, es muy importante dirigir la atención no solo hacia eldesarrollo del contenido del juego, sino también hacia las rela­ciones reclproccs de la gente en e I trabajo, con e I fin de que losniños trasladen al juego las interre laciones positivas (la auxi liarayuda a la educadora a vestir a los niños, el médico conversaamablemente con los enfermos, el vendedor y el comprador sonatentos el uno con e I otro, etcétera).

En el juego se manifiestan cualidades volitivas, tales como laresponsabi lidad, la orientación hacia una finalidad, y la perse­verancia en superar las dificultades.

El niño de seis años sabe plantearse un objetivo, o sea, esco­ger por sf solo el material, terminar con paciencia lo empezado.El juego es bueno cuando los niños lo organizan, saben mandar,subordinarse, prestar su ayuda. Naturalmente que en el grupode edad mayor, la ayuda de la pedagoga es todavfa frecuente,esta ayuda consiste en un consejo, una aprobación, el análisisde los conflictos entre los niños. Como antes, en el grupo deedad mayor los juegos prefetidos siguen siendo los que representanla familia, el cfrculo infantil, el hospital. En ellos, los niñosreflejan diferentes relaciones que se caracterizan por el amor, elhumanitarismo, aquf se forman cualidades tales como la genero­sidad, la preocupación.

En los juegos con muñecos del tipo lI e l cumpleaños de la mu­ñecc"; lila llegada de los lnvltodos'", es efectiva la educaciónde La hospitalidad, la delicadeza, la benevolencia. La peda­goga, introduciéndose en el juego, muestra el ejemplo de unrecibimiento afable a los invitados, y de la habilidad para aga­sajarlos. En el juego, es conveniente introducir un muñeco-niño-, acompañando su aparición con una charla sobre cómose debe tratar. Esto contribuye a la educación de la ternura, yde una actitud preocupada hacia los pequeños y los débiles.

La formación de estas cualidades es posible en los juegos:"tenernos un niñito-como en la casa 11 , lI e l cumpleai"ios del niñitoen la fomlllo ", "como si no estuviera mamá en casa ll

•1 Por

1 Los juegos están realizados por A. A. Antsiferova. (N. del A.)

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ejemplo, en los juegos 1110 enfermedad del muñeco"; "Oltonkcse resfrió, hay que curo-le", los nlños son estimu lados a preo­cuparse por la muñeco enferma, o ~':'a, es necesario llamar almédico. En la primera etapa,'la educadora interpreta el papelde médico. Los niños que hacen los papeles de la mamá, la her­mana y el hermano del "enfermo"; traen de la farmacia la medi­cina y de la tienda de vfveres la leche, la "hierven" y se la danal muñeco.

De este modo, surge la actitud compasivo hacia e I enfermo,la disposición de ayudarlo.

En el grupo de edad mayor, se amplfa la temática de fosjuegos infantiles. Los niños se entusiasman, sobre todo, conlos juegos a los cosmonautas. Pero se obtiene un buen resultadoeducativo cuando la pedagoga participa activamente en el desa­rrollo de este tipo de juego, e incorpora, también, en su organi­zación, a los padres, cuando lo"gra sistematizar las impresionesaisladas y enriquecer las nociones.

He aquf, por ejemplo, cómo transcurrió un luego en el cfrculoinfanti 1.

Después de haber establecido que los niños quieren jugar a loscosmonautas, pero que tienen poca experiencia, la educadorahace, junto con los nlños , el álbum "nuestros cosmoneutcs". Seempiezan a hacer búsquedas interesantes y orientadas hacia unafinalidad. Los niños traen de sus casas materiales sobre los cos ­monautas y los padres preparan un cohete.

La dirección c!e la pedagoga en este juego está encaminada aapoyar la iniciativa personal y colectiva de los nlños , a desa­rrollar sus interrelaciones lúd"icras y reales ya formar cualidadesmorales importantes como: Ia perseverancia, la orientación haciauna final idad, la responsabilidad.

La educadora se acerca a los "cosmonautas", y les dice:"¿Pueden todos volar al cosmos? Antes de volar, los cosmonau­tos deben prepararse para el vuelo." "Podemos aprender -diceShurik, hasta en una rueda se gira." "Y después el médico com­prueba la salud" , oñode Kolia.

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La educadora ayuda a organizar los "entrenamientos". Losniños pasan a través de un aro, saltan bancos, corren.

Seriosha· no sabe hacer los juegos con aro, y abandona eljuego "¿Qué te pasa Seriosha: el cosmonau ta tiene que ser pa­ciente y constante. Vamos, yo te enseí"iaré cómo hacer este e jer­cicio para que lo puedas hacer" -dice la educadora.

En el juego participan varios grupos de niños: unos son cosmo­nautas, otros los entrenadores y los terceros médicos y enfermeras.

"Todos nosotros estamos listos para que el médico nosexamine" -dice Sacha y llama al médico. Alia, el médico,llegó y auscultó a cada uno, tomó la presión y el pulso: "El queestá sano puede volar al cosmos"-dice el médico. "Kolia, túestás resfriado, seguramente es una gripe, hay que curarte" •-dice Alia con preocupación. "Pero no te inquietes, que tecuraremos enseguida."

Los procedimientos para la dirección del desarrollo del argu­mento de este juego, yla educación de la iniciativa y la perse­verancia de los niños pueden ser diferentes: enriquecimiento delos nlños con los conocimientos sobre los cosmonautas, para con­centrar su atención en la caracterfstica de la actividad de losmismos y su importancia; planteamiento ante los niños de nuevosobjetivos, lo que conduce al desarrollo del argumento, a las ac­ciones orientadas hacia una finalidad y el autocontrol; conse jodurante el juego; por este procedimiento se da pie indirecta­mente al recordatorio activo de los sucesos, se estimu Ion las

iemociones positivas; se logra la introducción directa de los niñosen el juego.

La superación en algunos niños de la indiferencia, el desa­rrollo del sentimiento de admiración por el herofsmo, del deseode ser valientes como aquellos que arriesgan la vida por salvara los compaí"ieros, pueden formarse en los juegos con argumentosde obras literarias (por ejemplo, los libros de S. Marshak: ElFuego; de S. Sajarnov: Los dos radistas). Se hacen las pregun­tas: ¿ Quién salió en ayuda de los pescadores? ¿Quién fue elprimero en llegar al desastre: el barco, la lancha o el hidro-avión? ¿Quién y qué dio de comer en el barco "Pugachof",

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a los pescadores salvados? ¿Dónde y quién curÓ al radista enla goleta de los pescadores?

Estas preguntas que están dirigidas a comprender los hechosya desarrollar la imaginación, ayudan a los niños a tener con­ciencia de los motivos morales de la conducta de la gente, yprovocan, en ellos, el deseo de imitar en sus juegos las accio­nes nobles, ayudan, también, a manifestar la orientación haciauno finalidad, la perseverancia y otras cualidades.

En los juegos de roles con argumentos, es posible la aproxi­mación de grandes grupos de niños, lo que crea condicionespara desarroll ar las interre lociones colectivas.

La pedagoga, al dirigir e I juego de roles con orqumentos delos niños del grupo de edad mayor, resuelve las tareas siguientes:la educación del deseo y la habilidad de jugar en conjunto; laeducación de los hábitos de los juegos colectivos (la habilidad deponerse de acuerdo, de repartir los pape les y los juguetes, dea legrarse por los éxi tos de los compañeros); la educación de laactitud generosa hacia las personas, del deseo y la disposiciónde hacerles algo útil y agradable. En este caso, se les enseña alos niños a fijar el tema del juego (a qué vamos a jugar; trazarel plan de cómo vamos a jugar, repartir los papeles para verquiénva a ser el personaje), realizar en conjunto determinadas accio­nes, no molestar, sino ayudarse entre sr, resolver por sr solos ycon justeza los conflictos que surgen, hacer el papel o la acciónno solo por deseo, sino también de acuerdo con la necesidad quehaya para todo e I colectivo.

Los niños tienen representaciones generalizadas solo en el casoque e lIos comprendan las acciones concretas. Por eso, la peda­goga debe habituar lo más posible al niño a analizar independien­temente las relaciones con los coetáneos, asr como las diferentessituaciones conflictivas que surjan en la vida de los propios niños.

Por ejemplo, en el grupo se ha organizado un lugarcito para elmédico. A los niños les gusta, sobre todo, la bata blanca yaque­llos objetos que el médico utiliza cuando atiende al enfermo. Elpapel del médico lo interpreta Lena, y los demás niños represen­tan los enfermos, otros a los padres que llegaban a visitar a losniños. Juegan amigablemente, pero algunas niñas (Natacha y

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Alla) tratan de convencer a Lena de que ellas quieren ser mé­dicos. Lena no cede ante ellas, e incluso las amenaza: "Enton-

• ' 11ces no lugaran.

La educadora le pregunta a Lena: l Qué tú piensas si entreustedes surge una discusión por decidir quién va a ser médico,cómo reconciliar/as? Lena puede responder: "Niños , no vamosa discutir. Hoy yo seré el médico, mañana Natacha y pasadomañana Ana." Si ella no responde asf o aproximadamente asf,puede hacerse la pregunta a los otros niños. Al final de estabreve charla, la educadora generalizará: "Si alguien siemprecoge los me jores juguetes, los pape les mejores o principales, aeste niño se le llama injusto."

Esta charla que hace la educadora con lOS nlños , en la que seutilizan situaciones que se han creado en el juego, forma en losniños nociones sobre una relación honrada y justa entre ellos.

Las relaciones colectivas, armonizadas entre grandes gruposde jU9adores, se forman cuando se monlflesto una necesidad realde prestar ayuda a otro, la posibilidad de actuar en interés ge­neral, (en el "establo" se ocupan bien de los animales, para quehaya más ¡eche para los niños; el chofer mantiene siempre en or­den su vehfculo, para llevar a tiempo la leche al cfrculo infan­til). De este modo, el juego crea situaciones en las que hay unanecesldod real de ayuda mutua, de dependencia entre unos yotros.

Lo.proposlcíón sistemática que se le hace al niño de aquellosencargos, en el juego, que pueden ser útiles para otros niños (enel papel de chofer llevar a tiempo una carga; en el papel de cons­tructor: construir una granja cómoda, etcétera), aumenta la res­ponsabilidad del niño, crea una átmósfera camaraderil en elgrupo, y condiciones propicias para superar los rasgos negativosde la conducta.

La disposición de renunciar a bienes propios, de negarse a de­seos egofstas, es una de las partes integrantes del colectivismo.En el juego esto se manifiesta en la habi lidad del niño a ceder,a compartir un juguete trcldo de la casa, a ofrecerlo "completa­mente" para el juego colectivo.

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La formación de las interrelaciones correctas comprende el de­sarrollo de las habi Iidades de organización de los niños , de susiniciativas, de la habilidad elemental de dirigir y subordlnorse ,

Al principio, la educadora enseña a los niños diferentes pro­cedimientos para hacer un juego, ayuda a resolver las tareas deorganización. Después, va confiando, paulatinamente, a dis­tintos niños, la tarea de organizar por sr solos el juego colectivoy ayuda solo eñ los momentos dif(ciJes.

Los niños de l grupo de edad mayor, tienen tedcvlc una ideamuy vaga sobre los derechos y deberes del organizador. La edu­cadora enseña a los niños los procedimientos de organización ene l juego, ayuda a cada uno a resolver determinadas tareas de or­ganización: ponerse de acuerdo unidamente sobre el juego, re­solver con justicia una discusión y, en los casos diffci les,recurrir a la pedagoga. "Deben respetarse unos a otros, o(r laopinión del compañero, interrumpir d los violadores del orden"-les dice la educadora a los niños.

Durante e I proceso de desarrollo de habilidades de organiza­ción, los niños se manifiestan indistintamente: unos no están se­guros de sf, prefieren los juegos individuales, son poco activos;otros son activos, entusiastas, bastante responsables, pero nosaben ni quieren someterse, ceden con dlficultod los pape lesprincipales en el juego; los terceros son los considerados orga­nizadores, los gu(as, juegan con interés, ellos son constantes,aunque impacientes y tercos; con más frecuencia que otros pro­vocan conflictos y dicen insolencias. Todas estas particu lari­dades requieren procedimientos individuales de educación paraque todos los niños puedan organizar el juego, sean tratables,complacientes, respetuosos, ante una iniciativa ajena.

En el juego creativo se ven con más claridad las interrelacio­nes de los niños, por eso, aquf, la formación de las habilidadesson más efectivas, además,. se crean posibilidades para su com­plejidad paulatina. ¿En qué se manifiesta lo dicho? Ante todo,en la habilidad de crear condiciones para la organización deljuego (el lugar, el material), repartir los papeles, subordinarseal que tiene el papel principal, aceptar a los que desean jugar,tener en consideración las posibil idades de los niños, en la habi-

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lidad de formar y guiar el juego (empezar y terminar organizada­mente el juego, idear un argumento interesante, coordinar losacciones entre los jugadores y, en lo mayorfa de los cosos, resol­ver por sf solos los discusiones). Pero hoy que recordar que lospreescolares de edad mayor no siempre pueden, ellos mismostoda­vra, idear el argumento del juego, ni desarrollarlo un tiempolargo.

Por eso, lo educadora ayudo o variar el juego, incluye en élnuevos Ifneas de argumento e introduce nuevos personajes. Porejemplo, unos niños Sé ocupan de uno construcción, o otros se lespuede sugerir que hagan uno vfa férreo poro transportar ladrillos.Los niños hocen un hospital, un club, uno pe luquerfa. De estemodo, se creo un gran colectivo que juego y que reúne o los ni­ños, ocupados en diferentes labores. Asf, codo grupo de niñotendrá su organizador. Mientras más completo es el juego, máscomple jos resuItan en él los interre lociones de los niños y se ob­servo con más claridad lo habilidad de ponerse de acuerdo, deresolver por sr mismos y con justicia los conflictos, de estor orien­tados hacia uno finalidad, y ser amistosos, es decir, aquelloscualidades que sin ellos es imposible desarrollar los capacidadesde organización.

Lo conducto de los niños en los juegos prolongados y colecti­vos, requiere de lo educadora uno atención especial. Lo peda­gogo debe interesarse por sus ideos, evitar lo injusticia, prestarayudo, dar posibilidades para la solución independiente de losproblemas.

Los juegos colectivos, más o menos prolongados, de los niñosson posibles si estos tienen sentimientos o intereses estables porel medio, por los coetáneos y los adultos, a los que los niños imi­tan en sus acciones de roles. Lo unión de los preescolares en losjuegos, su habi lidad de comportarse discretamente, su habilidadporo subordinarse y dirigir, de acuerdo con el papel tomado, de­penden, en cierto grado, de hasta qué 'punto le es simpático 01niño lo imagen que él imita y de lo que sobe él de sus accionesconcretos.

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El éxito de las diferentes cualidades morales se refle jo en lasistematización )( en la utilización posible de cualquier situaciónpedagógica.

Por ejemplo, los niños quieren jugar a la pelota. La educa­dora da intencionadamente menos pelotas que las que en realidadse necesitan para todos los niños. Después, observa cómo se com­portan los preescolares. Da su aprobación si ellos deciden jugarjuntos, pero si no es asf dirige su atención hacia el hecho de quee I que no alcanzó pe lota también quiere participar en el juego.11 ¿ Cómo hacer, pregunta la educadora, para que todos jueguenalegremente y con interés?" La educadora, al plantear este tipode pregunta, estimula a los niños a una solución correcta, o sea,a organizar e I juego en con junto.

Al grupo llevaron un juguete nuevo. La educadora planteaenseguida, ante el niño al cual le da el juguete, la tarea enca­minada a formar el juego colectivo. "Coqe el juguete, dice laeducadora y piensa cómo jugar mejor con él todos [ontos ;" Lastareas correspondientes consisten en plantear, también, ante losdemás· niños, la pregunta siguiente: 11 ¿ Y tú qué penscste ?"

Sin embargo, hay que tener en cuenta, constantemente, quela dirección de los juegos de roles de los niños no debe conver­tirse en un "cdlestromlento", ya que la educadora no sólo imponeel tema, el argumento del juego, sino también da fórmulas prepa­radas de conducta. La dirección de I juego infanti I debe resolver,tambié n, las tareas que desarro 11 an y educan.

Las condiciones para desarrollar las interrelaciones colectivascrean también otros tipos de juegos: de construcción, didácticos,de movimientos.

Los juegos de construcción en e I grupo de edad mayor son, ensu mcyorfo , juegos colectivos, lo que crea condiciones para de­sarrollar las interrelaciones colectivas correctas de los niños.Además, durante e I proceso de construcción, los niños aprendena coordinar sus acciones con las de otros nii'los, a subordinarse ala idea general, a llevar hasta el final el trabajo comenzado.As( se forman las cualidades volitivas de la personalidad del niño.

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Los juegos con construcciones se aproximan, sobre todo, a laactividad laboral y educan en los niños los hábitos elementalesdel trabajo colectivo.

Sin embargo, las habi lidades de los niños para construir colec­tivamente son diferentes, por eso, la educadora, en la direccióndel juego, dirige la atención no solamente a formar el hábito(enseñanza en la actividad programada, demostración de algunosmomentos de la construcción, introducción de la pedagoga en eljuego) , sino también a educar las interre lociones de los niños enel proceso del trabajo. Ella propone a los mejores "constructo­res", enseñar a aquellos que no saben construir todavfa, sin re­frenar sus iniciativas.

Con frecuencia, la distribución incorrecta de los deberes serefle jo negativamente en la educación: los niños que no sabenconstruir se habitúan a los papeles de ayudantes y ellos mismos nomanifiestan ninguna actividad, ni ninguna iniciativa. En estoscasos, el juegd, en apariencia amistoso, oculta las interrelacio­nes incorrectas de los niños: la presión de unos, su presunción,la jactancia y la poca actividad y la falta de iniciativa de otros.Si la educadora no dirige correctamente las interre lociones de losniños, estos rasgos se fi jan.

Por eso, la pedagoga debe e nseñor al niño a ayudar positiva­mente a otro, aprobando, al mismo tiempo, la constancia y la ac­tividad de I que aprende. Con la habi lidad adquirida, este niñoempieza, simul táneamente, a confiar en sus fuerzas y a partici­par activamente en el juego, lo que se refleja, enseguida, en susinterrelaciones con los demás niños: estas se hacen amistosas.

¿Qué procedimientos constribuyen o establecer las interrela­ciones correctas de los niños en los juegos de construcción? Antetodo, la educadora enseña a los niños a discutir lo que e llos cons­truirán y cómo lo harán, lo que hará cada uno. Para esto son muybuenas las construcciones comple jos, en cuya construcción cadauno hace una parte del trabajo bien determinada.

En el grupo de edad mayor, a los niños aún les es dlflcl I ter­minar independientemente una labor; ellos se entretienen con fre-

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cuencia, después de empezar a construir una cosa, lo de jan ycogen otra. La educadora hace una breve charla, explica al niñopor qué es importante que él termi ne la construcción. empezada,que esta es una parte de la labor general y que si él no la ter­mina, se estropea, entonces, el juego, fallándole asf a muchosde sus coetáneos. También es deseable desarrollar con los niñoscharlas en las que la educadora expli ca la parte de la participa­ción de cada uno en la construcción, analiza la conducta de cadauno, alaba aquellos que fueron constantes, laboriosos, e infundeconfianza a los inseguros. Estas charlas influyen posl tlvomentesobre el niño, porque cada uno de ellos debe relatar lo que hizo,cómo lo construyó y esto lo estimu la a ser más activo, la próximavez.

El carácter de las interrelaciones lúdicras de la educadora conlos niños y de los niños entre sf, se manifiesta claramente en eljuego didáctico. Para la educadora, el resultado del juego es el[ndlce no sólo de los 'éxitos de los niños en la asimilación de losconocimientos sino, también, de sus interre lociones.

Con frecuencia, el carácter de las interrelaciones y la educa­cación de unas y otras cualidades morales se determinan por elcontenido del juego didáctico. Por ejemplo, la ejecución de lospapeles en el juego 1110 tlendc", requiere cortesfa, atención,preocupación; el contenido del juego con las láminas: 11 ¿Quétrabajo es este? 11, 11 ¿Lo conoces tú?", ayuda a profundizar enla experiencia moral de los niños y en los juegos de palabras del. "A l' 11 11E I b 11 I I l'tipo: a Inversa, scoge una po a ro , os cua es ,se reo I-

zan como parte de una actividad programada o en la vida coti­diana y donde se fijan los conceptos morales y la habilidad deutilizar las palabras que los definen.

En el juego "Escoqe una palabra", la educadora brinda a losniños una u otra situación propicia y los niños escogen las pala­bras, caracterizando, de este modo, las acciones del niño delrelato. Por ejemplo, la educadora comenzará diciendo: IIVovaconstruyó una-casa, pero parece que no lo logró, pues Serioshavino y lo ayudó. Bravo, Seriosha, él es ... 11 Los niños dirán:11bu -"en companero .

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"Marina está comiendo caramelos. Se comió uno, otro y otro.A su lado habfa una niña pequeña y la miraba .. Marina es una ... "Los niños dirán: "glotona".

Aliosha ayudó a un niño del grupo de edad menor a buscar unamanopla que se habra perdido. Aliosha es •.. ("preocupado,atento ") .

En el grupo de edad mayor, los niños no pueden todovlo jugarindependientemente a todos los juegos didácticos, pero sf a mu­chos juegos como: el dominó, la lore rlo , las damas y otros, quese utilizan por los preescolares. Estos ejercen una influencia fa­vorable sobre el desarrollo de las capacidades de organización,la habi lidad de expl icar, de ayudar al compañero. Pero, tam­bién aqur, la educadora no debe perderel control del juego.

Pues sucede que, a veces, la ayuda de un niño a otro, en losjuegos al dominó, a las damas, le resta completamente la inde-

d . l' ad (" . "'11 11 "" t'pen encra a lug or camina aSI , come , pero, u no sa-bes"), lo que influye negativamente sobre la disposición de losjugadores, refrena la iniciativa y hace desaparecer el deseo deaprender a jugar. Es conveniente hacer una charla breve conestos niños, explicarles que este tipo de ayuda sólo sirve paramolestar; también se puede demostrar al niño cómo enseñar alcompañero a jugar.

Cada juego, repetido varias veces, puede ser propuesto a losniños para realizarlo independientemente. En este caso, au­menta la responsabilidad de cada niño en el juego, ~I autocon­trol y el control mutuo.

La fijación de la habilidad de los niños de observar las nor­mas morales, transcurre exitosamente en los juegos de movimien­tos. ¿Cuáles son las reglas que debe conocer el niño? Jugarhonradamente, observando las reglas; jugar amistosamente; ayu­dar al compañero; preocuparse no sólo por sr mismo, sino tambiénpor todo el equipo; escoger los "contrincantes" de fuerza seme­jante; después de ganar, no ser presuntuoso, ni re írse de los queperdieron; después de perder, no desanimarse, tratar de ganar lapróxima vez; cuidar las piezas de los juegos; guardarlas en sulugar.

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El juego de movimlentos crea en los niños un estado de ánimoalegre, provoca un sentimiento de satisfacción, de alegrfa, loque influye positivamente sobre el desarrollo de las interrelacio­nes camaraderiles. En los juegos de movimientos, e I niño se en­cuentra en estas condiciones cuando tiene que resolver él solocómo proceder para alcanzar los objetivos (como en los juegcs11 Nosotros somos niños oleqres ", IIA través de los orroyos'", IIUnpuesto libre 11) • El carácter de los movimientos, en muchos juegos,los hace actuar rápidamente, manifestar la comprensibilidad, lahabi lidad de e ludir, de superar un obstácu lo (11 Los cazados conla pelo to ", "Oule n llega primero al bonderfn" y o tros .) En unaserie de juegos (IILos pioneros en el compomento "; "Hol lo tucolor!", "Cambia el scqo ito ") , de la acción de un participantedepende el curso de todo el juego; por la tardanza de uno, pierdetodo el equipo o un eslabón del mismo. Basándose en esto, laeducadora desarrollará en los niños la habi lidad de subordinarlas acciones y los deseos propios ante e I colectivo, asf como elsentimiento de responsabilidad de cada niño por sus propios actos,es decir, de la unidad y la interacción depende el desarrollo delas cualidades morales más importantes: la camaradeda, la amis­tad, la ayuda mutua. Con la realización de los juegos de movi­mientos, la educadora observa la conducta de los niños: a cuálde ellos le gusta "oyudor " y quién se inquieta solamente por sfmismo. Esto le permitirá realizar un trabajo individual con cadauno de ellos: aprobará una ayuda, las habilidades para ayudar,explicará el por qué no es bueno preocuparse sólo por uno mismo.

Los juegos colectivos "o la guerra 11 , ocupan un lugar especial(son creativos y de movimientos). Estos juegos, por lo general,surgen espontáneamente, por eso es importante dirigirlos. Lafuerza, la destreza, la valentfa, e I sentimiento de amistad y decamaraderfa, son aquellas cualidades que se forman en estosjuegos.

Los procedimientos para dirigir los juegos de guerra, por partede la educadora, son diferentes. De estos, los fundamentalesson: desarrollo y enriquecimiento de las nociones de los niñossobre el Ejército soviético, sobre la vida y el trabajo de los sol­dados en tiempos de guerra y de paz (lectura, charlas, observa­ción de láminas); selección de textos de obras literarias cuyos

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episodios se puedan trasladar al juego: atracción de los niñospara confeccionar los atributos para el juego; organización decompetencias deportivas y de entretenimiento durante el juego.

La pedagoga, al dirigir el juego, pone su atención en educaren los niños el deseo de ser como los soldados. Para esto, ellaenseña a los niños que interpreten los pape les de los combatien­tes, a realizar con paciencia las tareas; apuntar con precisión,a;rastrarse, saltar con exactitud, vencer los obstáculos.

La educadora, leyéndole a los niños los fragmentos de I librode la. D lugolenski: No pierdan la bandera ("Misha visita a lossoldados", "Zona de obst~culos", "Lo prueba"), trata de des­pertar en los niños el interés por el modo de vida de los militares.Junto con los niños se puede construir, en el área, una "zona deobstáculos", es decir, designar lugares para saltar y correr porun espacio determi nado, sal tar barreras, arrastrarse. Este juegotie"ne un carácter deportivo. En él se dan los índices para los

movimientos. La lntroducc lorvde capotes de Budionni,' de go­rras de marineros, fortalece el deseo de seguir jugando. Los ni­vuelven a este terno'; durante varios meses, en las diferentesestaciones. El papel del enfermero Brikin, el cual le ha gustadoa los niPk>s, se convierte en uno de los papeles preferidos.

La educación de la amistad entre los niños de diferentes na­cional idades en los juegos, está estrechamente re lacionada conla formación de las simpatías entre los niños en el modo de viday en las actividades programadas.

En e I transcurso de laño, a los niños se les muestran lámina$y se leen relatos sobre la amistad de los pueblos de la URSS (re­lato sobre la niña Oksa, la laboriosa Nonetse, el niño ucranianoPomagai, el letón Arvidas, y otros). La correspondencia entrelos niños; la aparición, en e I grupo, de muñecos nacionales, sonmedio; que contribuyen a la formación de la amistad entre losniños, al surgimiento de diferentes juegos, en los que se mani­fiestan sus sentimientos camaraderi les.

1 Gorro típico militar ruso: (N. del T.)

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Los conocimientos impartidos a los niños en la actividadprogramada (vea la parte "La educación moral en las activi­dades programadas"), en particular, la lectura del relato deN. Emelianova y V. Chelintsova: Oksa, la laboriosa, sobre la

vida de los criadores de ciervos, sobre una niña laboriosa, sobresu hermano Severín, sobre e I modo de vida de los cazadores, des­pertarán fa imaginación de los niños. Cuando e lIos dominenbren el contenido de este relato, se puede organizar el juego"Visitemos a Oksa, la Laboriosa". El viaje al norte para ver aOksa y su hermano Sever ln , es uno de los juegos pre ferldos.de losniños de cinco y se is años.

La proposición de construir en el área un barco, un avión paraviajar al norte es uno de los procedimientos para la dirección deljuego. "¿Dónde vive Oksa en el Norte? ¿Quién construirá unchum? 1 ¿En qué pondrá Oksa a hervir la tetera dentro delchum?", la educadora hace las preguntas a los niños, dirigiendoel juego.

La alegre perspectiva de viajar al norte se fortalece con laproposición de la educadora de preparar regalos para Oksa y suhermano. Los niños amontonan frutas, juguetes; de este modo,en la interacción de los primeros dos grupos, interviene Uf' tercergrupo de niños jugadores. Así, e I juego se convierte en un mediode educor los sentimientos internacionalistas, en él se forma tam­biéne I co lectivismo, ya que aquí los niños se re lacionon con lacomunidad de los objetivos y las impresiones.

En la educación moral, el juego "Viaje de niños de diferentesnacionalidades a Moscú", es valioso. Este juego de construccióncon argumentos de los niños, surge bajo la influencia de las char­las sobre Moscú, la Plaza Ro jo, a donde vienen personas de lasdistintas repÚblicas. En el juego, los niños pueden agruparse porintereses: construcción del transporte en el que viajarán, mode­lado de los hote les para los moscovitas; construcción de un aEró­dromo donde los niños aterrizan en Moscú; la Plaza Roja o unteatro donde ellos actuarán con danzas de los pueblos que habi tan,nuestro pcrs ,

1 Casita típica de la Siberia. (N. del T.)

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Son interesantes la construcción de I crucero "Aurora" y eljuego "Viaje a leningrado", el cual se realiza con motivo de lapreparación de la fiesta de Octubre. El argumento de estos jue­gos se desarrolla basándose en la lectura de versos, en la obser­vación de láminas sobre e I tema de la fiesta dedicado o lo GranRevolución Socialista de Octubre.

El juego "En el clrcu lo infanti 1" es uno de los preferidos. lospapeles más atractivos son los de lo educadora y el gura de mú­sica. Aquf los niños reciben, también, conocimientos sobre eltrabajo de los demás trabajadores del clrculo infantil (la auxiliar,la lavandera, e I cocinero). la educadora medita sobre qué mé­todos son convenientes utilizar para ampliar los conocimientos delos niños acerca de la labor de los trabajadores del drculo infan­til, cómo organizar la actividad infantil para que estos conoci­mientos los preescolares los ubiquen en e I juego y en e I trabajo.

He aqu( un plan de trabajo mode lo sobre el temo "Nuestrocfrculo infantil".

No. Contenido de I programaTipo Y carácterde lo actividad

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3

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Precisar los conocimien­tos de los niños sobre eltrabajo del carpinterode I d rcu lo infan ti 1.Educar e I respeto haciasu trabajo y el deseo deayudarlo.

Ampliar los conocimien­tos de los niños sobre eltrabajo de lo enfermeray el médico del cfrculoinfantil. Educar el in­terés y e I respeto por sutrabajo.

Contribuir al desarrollode lo habi Iidad de los

Observación de I traba jo de Icarpintero. Relato del car­pintero sobre su trabajo. Fa­bricadón de juguetes paralos pequeños bajo su direc-.~

CIOr'!.

Excursiones al gabinete deun médico.

Introducción de objetos parala organización del juego

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niños para utilizar losconocimientos adquiri­dos en e I juego.

Precisar los conocimien­tos de los niños sobre eltrabajo de la lavandera.Educar e I respeto por sutrabajo. Desarrollar eldeseo de mantener enorden y limpia la ropade los muñecos.

Profundizar los conoci­mientos de los niños so­bre e I trabajo de I coci­nero. Educar e I respetohacia ese trabajo. Edu­car en los niños el deseode hacer a otros algoúti I y agradable.

Precisar y generalizarlos conocimientos de losniños sobre los trabaja­dores de los cfrcu los in­fantiles (el portero, lalavandera, el cocineroy otros).Desarrollar en los niñosel sentimiento de agra­decimiento por el tra­bajo que realizan losadultos para ellos, eldeseo de prestarles suposible ayuda.

Desarrollar la habilidadde utilizar los conoci­mientos adquiridos en eljuego colectivo creativo.

que representa el médico deniños. lectura (por la tarde)del relato de A. Kardashova:Nuestro doctor.

Observación de I traba jo dela lavandera. Organiza­ción del trabajo de los nlños(por la tarde), o sea, el la­vado de la ropa de los muí'ie­coso

Excursiones a la cocina.Actividad laboral progra-

d IIH •ma a: agamos ponec itospara nosotros y los pequeños, 11

Modelado (por la tarde) deobjetos para jugar al coci­nero.

Charla IIQuién y cómo se tra­baja en nuestro cfrculo in­fanti 111

• Di bu jo sobre es tetema.

Introducción de atributospara la organización de Ijuego colectivo en el cfrculoinfanti l.

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las observaciones de los juegos de los niños, sugieren a laeducadora cuándo debe dar un juguete a un niño o hacer una ex­cursión con ellos, brindar una charla, acciones que reúnen a losniños por intereses generales y los estimu Ion a organizar un juegocolectivo. Por ejemplo, en el campo, los niños observan cómopastan los rebaños en el prado. la educadora introduce animalesdomésticos de juguete, organiza un corral, creando condicionespara desarrollar los juegos.

la educación del interés por el trabajo de los campesinos esesencial para los niños de la ciudad y de I campo. la pedagogaestimula, ante todo, aquellos juegos que se desarrollan como re­sultado de la observación del trabajo de la gente en la produc­ción: e I trabajo en una estación de máqu inas y tractores, en unagranja avfcola, en un corral. Dentro de las condiciones de vidade los niños en una casa de campo, los argumentos de los juegosse desarrollan de acuerdo con el trabajo que los niños observan.Ellos asumen los papeles del cerealicultor, el ganadero, la corro­Iera, el pastor, el veterinario, la obrera del comedor; es impor­tante que en el juego, las acciones imitadas se dirijan de maneraque los niños tengan conciencia del sentido social del trabajo dela gente de una profesión determinada. (¿Quién necesita los re-

sultados del trabajo de los cerealicultores, las corroieras, lospastores?)

la riqueza de contenido de los juegos y el carácter camara­deri 1de la comunicación entre los niños se desarrollarán con másefectividad si la educadora, después de la excursión (a unagranja avfcola, un corral, etcétera), charla sobre lo que elloshan visto, da a los niños los juguetes correspondientes, reco­mienda modelar algo con arcilla, y ayuda a colocar las construc­ciones.

la lectura y la exposición de relatos, también contribuyen alfuturo desarrollo de los juegos camaraderi les. Asf, los niños pre­fieren el juego sobre el re lato de lo Voronkova: El pequeñoSokolika. En esta obra están bien reveladas las imágenes de laspersonas que aman su trabajo. El relato está escrito animada­mente. la educadora puede proponer a los niños, fragmentospara leer. Es convenienté tomar aque Ilas partes de la obra en

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las que se comunica claramente la actitud de los kol josianos hacialos animales.

La lectura de los re latos contribuye a la me jor comprensión,por parte de los niños, de los caracteres de los personajes, asfe Ilos estarán más cerca de las impresiones vivas de los héroes, delas acciones y los motivos de sus actos, y esto se refle jará conve­nientemente, en el juego siguiente, en las acciones de roles yenla organización del argumento.

En el juego, los niños asumen no sólo el papel del héroe prin­cipal del relato, o sea, el mozo de cuadra, sino también del con­tador, de la koljosianaMarfa, y de la niña, los cuales llegaroncorriendo a la gran jo de caballos. La actitud de I mozo de cua­dras del koljós hacia la pequeña Sokolika y hacia el caballoZorka se apodera, de una manera, de los niños, que el papeldel mozo lo interpretan por turno varios de ellos.

Al desarrollo de I argumento de este juego, ayuda la uti liza­ción de los juguetes: las figuras de animales, las construccionesde un kol jós, etcétera. De esta manera, se fi jan en los niñoslos sentim ientos de generosidad con los que e I autor ha dotado asus héroes.

Uno de los procedimientos en la dirección de estos juegos, esla ayuda a los niños en la construcción de las edificaciones, yaque algunos niños se interesan por el juego porque este les ofrecela posibilidad de construir. La educadora muestra cómo cons­truir una casa sólida y segura para el mozo de cuadra, una caba­lleriza para los caballos, porque a los niños no siempre les que­dan bien estas construcciones. Puede mostrarse la lámina"El corral" y explicar que, en el campo, los-ccbollos viven endiferentes construcciones (en las caballerizas), los terneros (enlos establos), las vacas (en las vaquerfas). De este modo, eljuego sobre el relato: El pequeño Sokolik puede servir de pre­texto para la unión de los niños en juegos de grupo, en los queellos manifiestan su actividad en las acciones de roles, modelado,construcción y dibu jo.

La lectura de algunos relatos, análogos por la temática, esti­mula el deseo de los niños de jugar juntos. Asf, simultáneamente,

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con el relato de lo Voronkova: El pequeí"ío Sokolik, se puede leerotro relato del mismo autor: Cómo Snezhok hizo travesuras. Elúltimo, atrae a los niños por las claras imágenes de las mozas decuadra, por el argumento ameno.

La lectura de los fragmentos de I re lato y su exposición, con­tribuyen a aumentar e I interés de los niños por las acciones 'abo.­rales de los trabajadores rurales.

Por ejemplo, el nlño habla sobre la moza de cuadra Grushaimitando, con la voz, sus entonaciones tiernas al tratar a los ani­males. IIYGrusha lo persuade (al ternero): ¡Pasea, pasea., comehierbita, acostúmbrate! Mira a Nochka, a Buian, cómo caminanlos grandes, ¿y tú, qué piensas? 11

Asf, en los juegos, surge en el niño el deseo y la necesidadde reflejar bien los deberes del personaje cuyo papel él interpreta,y se forma en él la comunidad de los intereses lúdicros. Aquf losniños siguen dominando las normas de las relaciones sociales delos adu Itos.

La orientación hacia una finalidad de los niños en los juegoscreativos, se explica porque ellos correlacionan correctamentelas acciones de los roles con el carácter del trabajo, sus motivossociales. Las relaciones, entre los nlños que juegan, se formande acuerdo con los deberes que ellos interpretan en los papelesde las ordeí"íadoras, las mozas y los mozos de cuadra, etcétera.

En los juegos de roles con argumentos, diferentes por el con­tenido, pueden resolverse tareas educativas seme jantes. Porejemplo, el cfrculo infantil se encuentra en un lugar donde suseducandos ven constantemente, en la calle, el gran movimientodel transporte. Aquf aparecen los juegos que representan a lospolic(as de tráfico, ya los choferes. Naturalmente, la tarea dela educadora consiste en desarrollar estos juegos sistemáti­camente, en tratar de unir amistosamente a los niños en el juegoy tratar que dominen algunas reglas de las interrelaciones, diga­mos, del poi ida de tráfico y los choferes.

Si el c(rcu lo infanti I está ubicado en una región de construc­ción y los niños ven cómo, ante sus ojos, se levanta un edificio(empleando la técnica moderna), les interesarán ahora las excur-

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siones a una construcción. Ellos refle jarán sus impresiones en losjuegos: aparecerán los pintores, los estucadores, los conducto­res de las grúas, etcétera. De 1 mismo modo, e I trabajo de lagente en una estación se refle jará, naturalmente, en los juegosinfantiles o si la casa de campo se encuentra cerca de una esta­c ión de ferrocarri les.

La educadora, apoyándose en la experiencia de los niños,precisa y amplfa, en la charla, las nociones sobre el trabajo enel ferrocarri 1: "Recuerden y digan quién de ustedes ha estado enuna estación con su mamá o su papá. ¿Dónde se compra el bi­llete? ¿Fueron ustedes, con su mamá, al salón materno-infan-

ti I? ¿A quién de ustedes le compró su mamá un libro. en laestación?" Estas preguntas ayudan a precisar los conocimientosde los niños sobre cómo trabaja la gente en la estación. Esto, asu vez, sirve de base para conducir a los niños hacia la genera­lización, y despierta su imaginación. Los niños se convencen deque la gente que trabaja en el transporte se preocupa por los pa­sajeros: " Nuestro pafs es muy grande. La gente va por ferro­carril a sus distintos extremos. Unos van al trabajo: a construiruna nueva ciudad o una nueva central eléctrica; otros, van a vi­sitar a sus parientes y conocidos; los terceros van a descansar alsanatorio a la orilla del mar. Y todos llegan primero a la esta­ción, porque en ella pueden comprar el billete, dejar sus cosasy descansar. Los trabajadores de la estación lo hacen todo paraque los pasajeros se sientan bien. 11

Los niños conocen el trabajo de los taquilleros, del médico yla enfermera, en el salón materno-infantil. Todos tienen dife­rentes trabajos, pero su objetivo es el mismo: preocuparse porlos pasajeros. As(, ante los niños aparecen la.s relaciones labo­rales entre la gente que trabaja en la estación y la importanciade su trabajo para la sociedad.

Como resu Itodo de la sistematización de la experiencia infan­til, la lectura, la utilización de los medios del método intuitivoortfstico y de las charlas con los niños, se obtienen, gradual­mente, nuevas nociones sobre los trabajadores y sus re locionesprofesionales en la estación de ferrocarriles: en la estación, lospasajeros compran los billetes; los pasajeros esperan la salida de

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su tren; los pasajeros dan su equipaje al almacenero; en el salónmaterno-infantil trabajan el médico y la enfermera, allf llevan alos niños para descansar en la espera del tren; en los quioscos,los pasajeros compran libros para leer en el tren; en la cantina sepueden comprar productos para el camino.

Durante el proceso de la observación, las charlas, la lectura,los niños adquirieron nuevos conocimientos, los cuales contribu­yeron a que estos manifestaran interés por muchas profesiones re­lacionadas con e I traba jo en el ferrocarri J. Como resu Itodo,surgen los atractivos juegos colectivos de los nlños , en los que

b• • IIL t ·'1 11 IIEIaparecen nuevos o [etivos y argumentos: a oqut a ,quiosco de libros", IIEI salón materno-infantil".

La educación moral en las actividades programadas

La preparación de los niños para la escuela ocupa un lugar es­pecial en las actividades programadas en el grupo preparatorio,sin embargo, la base de la formación de determinadas cualidadesmorales necesarias para la enseñonzo en la escuela, se forma yaen los grupos de edad media y de edad mayor.

Las actividades programadas influyen integralmente sobre losnlños: forman los conocimientos más variados y las habilidades,propician el interés por el estudio y el deseo de estudiar, y sonla base de cualidades tales como la independencia, la organiza­ción y la perseverancia. La curiosidad creciente de los nlños ,la diferenciación en e I desarrollo y la profundización de sus sen­timientos, permiten, en las' actividades programadas, enseñor alos niños a trabajar durante determinado tiempo, no solo a escu­char, sino también a ofr , no solo a ver, sino también a observar,notar, comparar, y analizar.

El desarrollo de las operaciones mentales no está relacionadoúnicamente con la ampliación de las representaciones de los ni­ños del grupo de edad mayor sobre la vida circundante, sino tam­bién con la transmisión de algunos conocimientos históricos yéticos. Las reglas y normas morales deben ser percibidas por elnlño , asf como asimiladas y uti lizadas en operaciones activas.De aquf que, por una parte, se fortalezca la influencia educativaen la actividad programada y, por otra, aumente el papel de la

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relación de las actividades programadas con todo el proceso pe­dagógico. Esto se convierte en el principio fundamental del tra­bajo educativo-instructivo en la edad preescolar mayor.

La tarea de la educadora en la actividad programada, esformar en los niños la actividad, la habi lidad para cumplir conexactitud y, paso a paso, cualquier indicación, asf como paracompor torse de una forma organizada entre los niños de su edad.La actividad de los niños consiste en el deseo de responder a laspreguntas que se les hacen, de enriquecer las respuestos de loscompañeros; en la atención e interés por lo que les transmite elpedagogo. Al mismo tiempo, la participación activa del niño enla actividad programada debe ser organizada, es decir, el pre­escolar se subordina a las reglas de conducta (levanta la mano,pidiendo permiso para contestar, no se ocupa de cosas ajenas, nosopla), prepara a tiempo todo lo necesario para la actividad pro­gramada y, durante esta, mantiene el orden sobre su mesa, etc.·EI preescolar manifiesta dominio de sr mismo y modestia, sin pre­tender que e I educador le preste una atención excesiva y respon­diendo moderadamente para respetar el deseo de los compañeros.Siendo activo y organizado, el niño cumple cualquier trabajo conesmero y cuidado, en correspondencia con las indicaciones, res­ponde de uno forma completa y con contenido la pregunta plan­teodo , y se mantiene atento durante toda la actividad programada.

Todo esto caracteriza también el aspecto moral-volitivo de laconducta de los mismos: habilidad del niño para movilizar losesfuerzos con el fin de vencer las dificultades, para manifestarconstanci a en e l proceso de actividad, disciplina, puntualidad,etcétera. Lo formación de todas estas cualidades en el procesode solución de una tarea, por parte de los niños, depende, enmucho, de hasta qué punto el pedagogo ha determinado con pre­cisión el contenido de la labor en una actividad programadodada, de si ha tenido en cuenta las dificultades y posibilidadespara que los niños manifiesten su actividad, de si ha previsto losmétodos que contribuyen a crear e l interés por e 110, etcétera.

Sin embargo, en el grupo de edad mayor, todavfa existen ni­ños poco activos y con frecuencia apáticos ante la actividad pro­gramada. Al pedagogo debe preocuparle mucho la pasividad delos niños y sus esfuerzos deben estar dirigidos, ante todo, a de-

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terminar las causas de la poca actividad infantil. Fundamental­mente, esto es consecuencia de que no se ha formado el interésdel nlño por los conocimientos. De aquf se desprende la nece­sidad de formar una actitud emocional positiva: "Las dificultadesconllevan el interés", "si se piensa, se responde correctamente",etcétera.

La forma de llevar a cabo la actividad programada; los méto­dos y procedimientos que utiliza la educadora, crean las condi­ciones formadoras de hábitos de conducta: habilidades para sermoderado, organizado, responder cuando le preguntan, etcétera.Por ejemplo, algunos procedimientos están basados en la explica­ción de los motivos de la actividad correspondiente. La educa­dora, al proponerle a los niños mode lar juguetes con arci lIa, lesdice: "Hemos visto los graciosos juguetes creados por artistas po­pulares. Son muy alegres y tienen muchos adornos. Los artistasque los hicieron trataron de que fueran sólidos y bonitos. Hoyustedes van a crear solos juguetes como esos."

El pedagogo uti liza otros procedimientos cuando, apoyándoseen la conciencia creciente de los preescolares mayores, yen lasposibilidades trecientes en cuanto a la manifestación de esfuer­zos volitivos, fundamenta la necesidad de real izar una u otratarea para adquirir nuevos conocimientos y habilidades, asf comocon vistas a la preparación para la escuela, por ejemplo: "Hoyles mostraré un nuevo procedimiento para hocér juguetes de pa­pel. Si comprenden bien, podrán hacer solos muchos objetos in­teresantes (muestra algunos de ellos). Pero para esto hay queesforzarse y estar muy atentos ••• "

La habilidad del pedagogo para plantear ante los niños deedad preescolar mayor el objetivo de la actividad programada,tiene una significación no menos grande. En este caso, la formaen que el pedagogo se dirige a los nlños debe contener la expli­cación de lo que van a aprender hoy, la significación que tienepara el futuro, el contenido del trabajo de hoy.

Si en el grupo de edad media, las actividades programadassolo atrafan a los nlños por el contenido, y la atención de ellosestaba determinada, en gran medida, por el grado de interés quetuviera la información del pedagogo o la actividad que se les

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propusiera, ya en el grupo de edad mayor la educadora comienzaa formar en los niños el deseo de estudiar para saber más, el de­seo de cx:lquirir nuevas habilidades y de aprender ccx:la vez más.Cada vez con mayor frecuencia, se introducen las palabras "es

• 11 11 • f ,-, - It 11 - •necesorto: , es necesario es orzorse pora ••. , es ne cesorroofr con atención las expllccclones pato 'realizar con exacti­tud •.• " Claro está que todas estas solicitudes deben decirse sindemasiada insistencia, en forma cÍe cense jo y de modo convin­cente.

Con el fin de despertar en los niños el deseo de salvar las di­ficultadesyde realizar 10 que pide la educadora, es muy impor­tante crear la atmósfera correspondiente. En las palabras de laeducadora, en su manera de dirigirse a los nlños , debe haberconfianza en sus fuerzas, en que ellos lograrán con éxito lo quese les pide. A esto, en ocasiones, contribuyen 1'05 evaluacionesanticipcx:las como-: "Yo estoy segura de que todos escucharán con

• ' I l· .'" "V' d f 'ctencionlo exp receten I o ro .se que uste es se es orzaran porrealizar esta toreo.y vencerón las dificuJtades." La proposiciónde la educadora de repetir por dónde debe comenzarse el trabajo,ayuda a 10$ niños a empezarlo, inmediatamente, sin esperar indi­caciones compleme-ntarias (individuales), cuya cantidad no debesobrepasar las postbllldodes de los niños en lo que respecta a larecordación.

Al éxHo del tFObajo de [os niños, en Ja actividad programada,contribuye el tono con que Jo educadora se dirige a ellos, su ha­bilidad para crear una atmósfera alegre, de confianza, en las po­sibi Iidades de los niños para cumplir con la tarea que se les haplanteado.

y por eso, la educadora destaca cada logro del niño, seña­lando la significación de su éxito para todo el grupo: "Natach"recordó perfectamente lo peesfo , ahora ya tenemos en el grupocinco niños que se la soben"; "Kolia completó correctamente larespuesto de Vetd. Nosotros yo conocemos por él otra particula­ridad del oso 'blanco"; "Seriosha cornprendio inmediatamente latarea, habló muybieh de ella a todos los, nlños , ahora será másfácil cumplirla."

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Evaluando positivamente la actividad de los niños, sus logrosy actitudes, en la actividad programada, delante de todos ellos,e I pedagogo crea, al mismo tiempo, la noción de cómo hoy queactuar en casos semejantes. Asf, en el proceso de actividad,los niños dominorán paulatinamente toda lo sumo de reglas deconducta en las actividades programadas.

El resumen de la actividad programado ocupa un espacio muypequeño de tiempo; sin embargo, Su importancio es indudable I

ya que la educadora evalúa los éxitos de los niños y la importan­cia de la torea resuelto para el futuro. Claro está, la educadorano pasa por alto algunas deficiencias y determina sus causas.Pero hace esto para no destruir en sus educandos la confianza deque ellos pueden realizar lo tarea, si se esfuerzan un poco más.

Es más conveniente hacer el análisis de algunos errores gene­rales, al comenzor lo actividad programado siguiente (del mismotipo). Yes que los indicaciones y observaciones hechas, des­pués de realizar el trabajo, no podrón influir sobre el desarrollodel mismo y corregir fas errores cometidos, y mientras llega faactividad programado siguiente, los niños pueden olvidarlas. Su­pongamos que los niños no supieron lograr un nuevo elemento enun dibujo decorativo. Entonces, la educadora medita cómo de­mostrar mós claramente los procedimientos para dibujar este ele­mento. Al comenzar lo actividad programada siguiente, dice:t'ila vez pasada aprendimos a dibujar un erizo. Hoy algunos ni­ños que todav(a no soben hacerlo bonito. la primera vez, siem­pre es muydiffcil. Por eso hoy les mostraré, de nuevo, cómodibu jarlo. Pero, tienen que estar muy atentos pora no olvidarnáda de lo explicación. la vez pasada algunos niños se equivo­caron solo porque se entretuvieron. "

Detengómonos en las actividades programadas que resuelvendistintas tareas de lo educación moral de los niños.

los conocimientos sobre los fenómenos de lo vida social quese imparten a los niños del grupo de edad mayor se brindan en el"Programo de educación en el drculo infantil" o través de lostemas: "la vida y el trabajo de los hombres", "El pafs natal","El Ej~rcito soviético", "Sobre lo amistad de los pueblos de laURSS" y "Sobre V. 1. lenin."

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pqra todo. lo1Oefe<hx{- En t. dudad esto PU" ser, por.r-",...plo, el trabajo de una fóbrica, etcétera. En el eampo, el tra­bajo del cultivador de cereales, de los ganaderos.

la familiarización de los niños eon cualquier profesión(11 ¿Quién nos aHmento?", fI ¿Quién nos cura? 11, 11 ¿Quiénnos enseña?") permite mostrar a los nlñes la importancia decada tipo de tI'abajo para todos los hombres, para todo el pafs.

Después de una serie de observaciones, es interesante llevar acabo un encuentro con obreros destacados y con trabajadores delcampo, así como uno charla de resumen sobre 1,0 que se hace ennuestra ciudad o en nuestra aldea, en beneficio de todo el país:en la fábrica hacen los maquinarias; en Jos campos se siembrancereales, algodón; en lo granja se obtiene la leche, etcétera.

Donde seo posible, lo educadora organizQ excursiones o dacharlas y muestra láminas. El fin fundamental de todas las ac­tividades programadas es la educación del respeto al trabajo,la actitud cuidadosa ante sus resultados, el deseo de trabajar.Con este fin, lo educadora utiliza ampliamente la literatura ylo narración. los versos siguientes de la poesía de E. Serova,fortalecen e I sentimiento de agradecimiento a las personas que.siembran el centeno poro el pan:

El viento pregunta en su vuelo11¿Por qué eres dorado centeno? 11

Y las espigos susurranIIManos de oro nos cultivan. 11

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las narracciones de la educadora matizan emocionalmente laactividad programada. Estas narraciones, al destacar e I valormoral del trabajo de los hombres, ayudan a los niños a formulary expresar su actitud. La narración puede preceder a la charla,dar comienzo a la misma, servir de generalización o de conclu­sión: OIEI trigo es la riqueza principal de nuestro po ls , lo siem­bran los koljosianos. Ellos saben cuidar la tierra, por eso ob­tienen ricas cosechas. Vean esta lámina. En las manos delkol josiono hay granos de trigo. Presten atención a sus manos:son manos de un hombre que ha trabajado toda su vida. "

¡Cuánto bien ha hecho este hombre a los demás!, él siembratrigo para todos. Este hombre tiene manos de oro.

Con el ejemplo del trabajo agr(cola es conveniente mostrarla ayuda reciproco de todos los trabajadores: los obreros en lafábrica, hacen las combi nadas, los ferroviarios las llevan alcampo, los aviadores abonan la tierra, etc. Se les puede leera los niños el cuento de 1. Vinokurov: Cómo trabaja el avión enel campo. Esto da a los niños tema para los juegos creadores; ,unos juegan a los koljosianos; los segundos, a que son obrerosde una fábrica y construyen las combinadas para los koljosianosy los terceros, construyen la Ifneo del ferrocarril que conduceal pueblo.

Después de real izar las actividades programadas sobre eltrabajo agrfcola, la educadora organiza el juego al kol jós.

En el área hay dos cajas con arena y mesas; tractores, arados,gródas y sembradoras de jugüete. los ni ños han Qecid ido quela arena en las cajas sean el campo. Despuéstle recibir losjuguetes, formaron una columna de tractores que oran y siem­bran el campo.

los operaciones y réplicas de los niños demuestran no soloque han asimilado, en las actividades programadas, las no­ciones sobre la siembra, sino también que se han guiado porellas en el desarrollo del propio juego. Asf, ellos traen lasmatas, las entierran en los Surcos, hechos en la arena, ydicencon alegrfa: "r El campo se ha puesto verde! Estos son losbrotes." Todo esto es ya fantasfa infantil, consecuencia del

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trobajo de la imaginación creadora enriquecida por los co­nocimientos, anteriormente recibidos.

Además de esta fantasía, surgió otra. Los niños decidierontrul 11 'd "d 1 I I 11· 11 11cons rurr un aero romo ecua vue an oviones para re-

gar insecticida en el campo", para "destruir las malas hierbas".

Los niños ya saben de antes, a través de las narraciones delpedagogo, que en el campo se echan polvos desde un avióncuando hay insecrcs dañinos. Pero, precisamente, en este rno-:rneato , cuando tienen "su campo verde" es que recuerdan elavión. Se de [cron oír los exc [omoc lones:

-Ahora vamos a llamar al aeródromo.

- Hay que marcar e I número.

- El avión vuela sobre el campo.

los niños aconse jan al pi loto cómo es me jor regar el polvopara no dañar los retoños.

Por la tarde, la educadora hace con los niños un álbum sobreel tr'aba jo de los kol josianos y obreros y narra de nuevo cómoel tos se ayudatl entre sí.

Al familiarizar a los niños con los diferentes trabajos de loshombres soviéticos, la educadora puede hollar muchos materialesporc formar-el respeto por los hombres de trabajo, el amor por laregión natal, y el orgullo por el país. Aquí, es importante noentusiasmarse con la cantidad de objetos a observar. El asuntono estriba en que los niños conozcan todos los detalles del trabajoprofesional. Basta con escoger uno o dos tipos de trabajo, acce­sibles a la comprensión de los niños, en los cuales se pueda mos-:trar, de modo objetivo, las interrelaciones de los hombres. Heaquí un ejemplo de cómo el enriquecimiento de los conoclm ientosde los niños se combina con la solución de tareas educativas.

la familiarización de los niños con los constructores, tienetugar no solo en el plano de la asimilación de los nombres de lasprofesiones de construcción. También se destacan, de modo es­pecial, 16s cambios que han tenido lugar durante los últimos añosen el pueblo o en la ciudad: una nueva escuela, un estadio, un

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cfrculo infCJtltiL "Aquf hab(a pequeí'ios cosos de madera y ahora$e, ·"'.eonstrtifdo elPol.io __.'loe"huro. f" le 0"4 no hablo*tw~trlodJ\¡f:~fOf....... en f;\1da 0(2$0 -twJy. )~.~tr'QI ..·

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lo vida en el cfrcuto infantil crea innumerables situacionesque la educadora apróvecho para desarrollar y consolidar los sen­timientos morales de los niños. La educadora recuerda estas si­tuaciones al dar los charlas.

Charla: Cómo llegaron al drculo infantil los melones de agua.

Contenido del programa: Muchos hombres han trabajado paraque a nuestro cfrculo infantil, lleguen los melones de agua(los kol ¡osiones los sembraron, los choferes los Ile...oron al rfo,los obreros del transporte fluvial los llevaron por el río a lasdiferentes ciudades y aldeas, en el puerto los estibadores des­cargaron e I barco y los choferes llevaron los meIones de aguaa las tiendas).

Objetivo: Formar el sentimiento de respeto hacia los hombresde trabajo.

Plan de la actividad programada: Narración de la educadoraacerca de dónde y qui~nes sembraron los melones de agua.Observación de la ilustración "El melonar del kol jós".

"Muchachos, ¿saben ustedes cómo llegaron al cfrculo infantillos melones de agua? Los melones crecen donde hay calor.En el koljós hay un huerto que se llama melonar. En el melo­nar, los koljosianos horticultores siembran melones de agua.los melones se encuentran sobre los canteros, se calientan alsol. los koljosianos los riegan, les escardan las malas hierbas.

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Los melones de agua crecen y maduran. Cuando los melonesmaduran, se acerco 01 melonar un camión de carga. los esti­badores cargan en él los melones y los llevan al puerto¡ desdeagur los barcos llevan los melones de agua a las diferentesciudades y aldeas. "

Preguntas: ¿Quién siembra los melones de agua? ¿Quiéntrabaja para que los melones de agua lleguen el todas las ciu­dades y aldeas? ¿Por qué es importante e I traba jo de estoshombres?

Al final de la actividad programada, la educadora propone oalguno de los niños narrar cómo llegaron al cfrculo infantillos melones de agua.

las narraciones sobre las hazañas heroicas de los soviéticostienen un especiol valor pedagógico. Asf, se da uno charla so­bre el cuento de l. Vinokurov: A través de la tempestad. laspreguntas de la educadora para la charla sobre el cuento, debenayudar a ros niños a ver y comprender la idea moral de la obra:cómo los piJotos ayudaron a los médicos a salvar a un enfermo.

los conocimientos sobre el pafs natal, son condiciones muyimportantes para formar en los niños, una actitud positiva haciala real idad seviética circundante., para formar sentimientos pa­trióticos.

En el grupo de edad mayor, los conocimientos sóbre el pa(snatal cobran un carácter más ampl io y profundo. los niños nosolo se familiarizan con el mundo que los rodea, sino tambiéncon otras ciudades y repúblicas de la URSS.

La unidad del programa "El pafs natal", para el grupo de edadmayor I puede concretarse, aproximadamente, de la siguienteforma:

los niños deben saber que nuestro pars es lo Unión Soviético.En nuestro pafs hay muchas ciudades y aldeas. Moscú es laciudad prlnclpcl de la Unión Soviética. En Moscú hay muchosmonumentos, teatros, grandes y bonitos edificios, ampliascolles y plazas.

En Moscú, se encuentra el museo V. 1. Lenin. Aqur se reúneny conservan cuidadosamente, las fotografras, libros y objetos

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de V.l. lenin. las ,ersonas visitan este museo para conocerla vida y la obra lel gran lfder. Junto al MaUsoleo ele leninse hacen guardias de honor. Junto 01 r(O Volga se encuentrala ciudad donde nació V. 1. Lenin. Ahora, esta ciudad sellama UI ianovsk. leningrado fue llamada de esta forma enhooor a V.1. lenin, En el rfo Neva de leningrado, se en­cuentra el crucero "Aurora". Las calles, aldeas y ciudades,llevan nombres de héroes, personalidades revolucionarias,cie'ntfficos y escritores, por ejemplo, S.M. Kirov, YakubKolas, Y. A. Gagarin.

los niños deben conocer los !l,lgares notables de su cluded oaldea, el monumento a V.1. Lenin, el monumento a los com­batientes cardos, los museos a escritores y artistas.

Deben conocer por qué es famosa la ciudad o la aldea natal(por la fábrica texti I ,por la fábrica de automóviles, por lagranja) .

Conjuntamente con los niños, se debe depositar flores en elmonumento a V.I. lenin, en el monumento a los soldadoscafdos. Es necescric formar en los niños; -eldeseo de parti­cipar, en la medida de sus posibilidade.s, en el embelleci­miento de su ciudad o aldea (siembra de flores)' plant~).

En nuestro pa(s hay muchas repÚhlicas. Es necesario que losniños conozcan e 1, nombre de su repÚbltca(de la RepúblicaFederativa Rusa y de la república limftrofe). Deben conocerlos particularidades del trabajo de los hombres de estas repú­blicas (los agricultores siembran los cereales y el algodón, losganaderos crlon e I ganado, los ort(fi ces popu lares hacen bo­nitos objetos de modera y arcilla).

la naturaleza de nuestro pa(s es rica y variada. los niños d&­ben conocer el nombre del rlo Volga y del mar más cercano,051 como que e I lugar más frfo es el norte y el más celuroso ,el sur,.

Al seleccionar el contenido del programa con el fin de fami­Iiarizar a los ni i"ics con la ciudad o la aldea natal, es necesariotener en cuenta lo más val ioso paró formar una actitud positivaante los fenÓmenos seclo les , ante el hombre trabajador, ante 'supaís. Para esto es necesario familiarizar a los niños con lo calle

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rel.donada con et nombre de un héroe o de un revolucionario;con el acontecimiento histórico más importante, incluso si estacalle no se encuentra cerca del clrcu lo infantil; con el trabajode los hombres para transformar la región natal. También es ne­cesario decir 10 importancia que tiene el trabajo para cambiarel aspecto de la ciudad o aldea natal (nuevas obras de construc­ción, jardines, parques, e tc .): narrar cómo era la ciudad o laaldea anteriormente, y cómo es ahora; familiarizar a los niños conlos monumentos re lccionodos con acontecimientos del pasado nole jano: monumentos a V. 1. Chapáev, a F. E. Dzerzhinski, a los

ti' ,. tI"

heroes caldos, etcetera.

En el grupo de edad mayor, los niños se fami liarizan con lascalles de la ciudad o de la aldea natal que llevan nombres de hé­roes y revolucionarios. Esto requiere una preparación grande ycuidadosa por parte de la educadora. Esta no puede limitarsesolo a la contemplación del aspecto externo de la calle (ancha,verde, bonita). El pedagogo lleva, paulatinamente, a lbs niñosa la comprensión de algunos hechos elementales, re lcclonodoscon la historia de este nombre, con el pasado de la aldea o delpueblo natal. Por ejemplo, si el drculo inf~til se encuentro ,digamos, en los Uroles , no le jos de L~fo Ural, lo educadora, antesde hacer una excursión al rfo, narra a los niños acerca decorno luchó oqul , contra los enemigos, el comandante rojoV. l. Chapáev, y lee la poeslc de Z. Aleksandrova: Canción aChapáev.

Charla: "Por qué la calle se llama os]", (Contenido aproxi­modov)

Educadora: Cada calle, al igual que cada persona, tiene unnombre. En nuestro pueblo hay muchos calles. Ellas tienendiferentes nombres. Está la calle Rfo, la calte Jardines. ¿Porqué se llaman asf estas calles?

" . ~ " ' "'" "Shura: La calle Rlo se llama OSI porque esta detras dé un noyracalle Jardines, porque en ella hay muchos jardines y unparque también.

Educadora: Shura habló correctamente. Estos son nombres co­munes. Pero hay también nombres de cclles no comunes, lascalles flevan también nombres de héroes, de escritores y de

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personas ce lebres , ¿En qué calle se encuentro nuestro crrculoinfonti I?

lena: En lo calle Pushkin.

Educadora: ¿ Y por qué o lo calle la llamaron Pushkin?

Dennis: Pushkin escribió buenos poesfes que gustan o todos ytodos lo recuerdan.

Educadora: ¿Qué poesfos de Pushkin a ustedes les gustan?

Dimo: Junto o la ens~noda, Cuento sobre el zar Saltan ...

Lena: Sobre el gallito de oro, Viento, viento, eres pode­roso .•.

Los niños leen las poesfos conocidas de Pushkin.

Educadora: sr, a todos les gustan los poeslos de Pushkin y noolvidan nunca al famoso poeta. Y por eso le pusieron a localle su nombre. En Moscú, también hoy una calle y linoplazo con el nombre de Pushkin. Vean lo fotogrcffa deeso plaza. En el centro se encuentra el monumento aA. S. Pushkin; junto 01 monumento siempre hay flores frescas.El pueblo no olvida a su gran poeta:

la educadora lee una poesfa de Pushkin que todovlo los niñosno conocen.

En el grupo de edad mayor, serán obligatorias los excursionesa la calle central de lo aldea y a uno de las calles principalesde la ciudad. A los niños se les narro por qué se llama asf lacalle principal, con qué acontecimiento o nombre de personaestá relacionado el nombre de la calle, qué edificios sociales(dirección del koljós, club, biblioteca, museo) se encuentranen la calle central.

Los niños van al monumento a V. 1. lenin, le lleven floressembradas en el c lrcu lo infonti I o recogidas en e I campo.

Poro fijar en los niños los conocimientos sobre lo ciudad o laaldea natal, y formar en e 1I0s uno actitud positi va ante loshombres de trabajo y el amor por lo región natal, es necesariore lacionor las actividades programados con la organización dela actividad infanti l. Los preescolares slernbron flores; en in-

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vierno, siembran semillas de plantas florales en el rincón de lanaturaleza; estas flores adornarán, después, el retrato de lenin,o serán depositadas junto a los monumentos de los soldados cardos.

En el grupo de edad mayor, se profundizon los conocimientosde los nlñes sobre Moscú, la ciudad mós importonte del pars. Seenriquece la experiencia adquirida en el grupo de edad media.Can este fin, la educadora propone a los niñes narrar todo lo quesaben sobre Moscú. Con ayuda del pedagogo, ellos hablan sobrefa Plaza Roja, el Kremlin, el Mausoleo de lenin. En otra acti­vidad programada, es necesario continuar la conversación sobreMoscú, hablar sobre el metro de Moscú, acerca de que los cons­tructores construyen no solo las casas, sino también las v(as sub ..terráneas, es decir, el metro. los niños observon las ilustracioneso fotografras del metro de Moscú, recuerdan cuando alguno dee llos estuvo en Moscú y viajó en el metro. Con los nlñes sediscuten las siguientes preguntas: ¿ Quién construyó el metro? ,¿ cómo trabajaron los obreros?, ¿ qué máquinas ayudaron o loshombres a construir el metro?, ¿en qué consiste la importanciadel trabajo de los constructores del metro? Al mismo tiempo,se especifican y activan las palabras: metro, constructor, mina,

.. I 'tune, etcetera.

Diariamente, continúa la profundización de I interés por Moscú.Los niños reciben la tarea de traer de la casa fotograffas y recor­tes de revistas sobre Moscú. También se incorporan a esto tarealos padres. SP, confeccionan álbumes temáticos: Nuestro Moscú.

En lo sucesivo, o los niños se les muestran diapositivas sobreMoscú. Lo educadora estimula lo que dicen los niños, ayudo aconfeccionar una pequeña narración sobre la ciudad más impor­tante de I pafs.

Antes del natalicio de V. l , Lenin, es conveniente hablar olos niños sobre el pueblo de Ulianovsk, donde nació V. 1. lenin.Este pueblo se encuentra a orillas del Volga. Se pueden mostrari lustraciones y fotos de UI lcnovsk , 'ofr fragmentos de 1 libro deS. Mijalkov: En la patria de V. 1. lenin:

Nació un niño en Simbirskquieta ciudad junto al VO)!gf'f,

----r--------- o o- - - . --

junto al fl0 •.

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.Ahora ya no es Si~bi rsk..,que ya no es.

'Crece el pueblo de ai'\o en ai'loyen honor a Ulianov,

• • > • > ...que VlvlO y creclo aqu I

Ulianovsk la llaman ahora.

Poco O· poco, en estas charlas sobre las ciudades y r(os denuestro pofs , se introducen elementos de juego,porejempl&:·1 Nombra los ciudades, tos r(os":

Educadora: Moscú es una ciudad, y Volga?

Misha: Valga es un rfe ,

Educadora: Valga es un rfo y Ulianovsk?

Marin'J: Ulianovsk es una ciudad.

En el grupo de edad mayor, los niños reciben conocimientosmuy variados sobre la naturaleza de nuestro po ls . Ante todo i

estos son conocimientos sobre los claros contrastes de las condi­ciones naturales del norte y del sur de nuestra patria: la bellezarfgida, rigurosa y frfa del norte; la claridad, la multitud decolores y el sol del sur. En estas actividades programadas, seutilizan ampliamente las láminas e ilustraciones de pintoresrusos y soviéticos sobre la naturaleza del pofs , y las poesfas ycuentos de los escritores naturalistas, que con una comprensiónaguda de su belIeza y grandeza, hablan de las cosas al parecerinsignificantes y rutinarias. La lectura de obras poéticas sobrela naturaleza, unida Q la observación de paisajes hechos porlos pintores l. l. Levitan, eL!. Shishkin, es un medio muyvalioso para formar el amor por la misma.

Para las charlas y narraciones de la educadora sobre la natu­raleza de nuestra patria, es bueno utilizar fragmentos del librode N. Slodkov: Tierra multicolor. Aqur aparecen cuentos sobreel norte y el desierto, sobre la tdigá y el mar, descritos conlenguaje sencillo y vivo: "Nuestra tierra es multicolor: elblanco Artico, la argentada tundra, la verde taigá, las estepasplateadas, los desiertos amarillos, las montoños abigarradas, loslagos y rfos azules. Este libro trata sobre la be llezo de nuestratierra multicolor. 11

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Las norrcci one s de lo-edvccdoro sobre la naturaleza del nortey del sur j se comblnon con chcr lcs sobre el trabajo de los hombres,con la observación de los trajes nacionales (por ejemplo, deltraje nocional del norte), de objetos de la vida diaria. Es inte­resante dar una acti vidad programada sobre e I temo "Nos hallegado de visita la niña Oksia del norte". La aeti-vidad progra­mada comienza con la narración de los niños, acerca de lo quee Ilos saben de I norte.

En el norte -cuenta Misha- hay frío. Allí el invierno esmuy largo. Todos deben vestir ropas abrigadas. En el nortese viaja sobre perros y ciervos. En el norte viven los ososblancos y las morsas.

Después, la educodoro introduce una muñeca vestida con eltraje nacional del norte. Los niños responden a los preguntas:¿En qué se diferencia el traje de Oksia del nuestro?, ¿porqué el traje está hecho de piel?, ¿digan por qué les gustaeste traje?, ¿ cómo está adornado?

La observación del traje, da a los niños la posibilidad de con­feccionar un pequeño cuento descriptivo, utilizando palabras yexpresiones figuradas; al mismo tiempo, se fija la habilidad delos niños para decir con palabras sus impresiones. La actividadprogramada puede terminar con la lectura del cuento: Oksia esuna trabajadora, de V. Chelintsova y N. Emelianova.

Asf, la ampliación de las ideas del niño sobre la naturaleza,el trabajo y la vida cotidiana de los hombres que viven en losdistintos confines de nuestro país, se combinan con la formacióndel interés y del amor por el país natal, con el deseo de sabermás acerco de él.

Los conocimientos sobre el país natal, incluyen nociones sobrelas repób llcos de nuestra patria. Estos conocimientos son la basede la formación del interés y de la actitud benevolente de losniños hacia las demás nacionalidades.

En la edad preescolar, se puede hablar solamente de la forma­ción de los principios del sentimiento internacionalista, de lasimpatía y del interés por la vida de otros pueblos.

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El desarrollo de una actitud emocional positiva y de la lnc.nación Gmistos.a hacia los niflosy los trabaiadores de otras necle ~

naUdades, y.1 interés por 10$ distintos pueblos, forman la basede la educación internacionalista de los n¡i'los de edad preescolar.

El desarrollo de los sentimientos en 'os nirlos tienefugor, fun­damentalmente, como resultado de la imitación. Partiendo deesto, el pedagogo debe crear las condiciones propicias pora queen el grupo I hoya un "microcHma" positivo que garantice faformación de les sentimientosinternacionaltstas. la formaciónde estos sentimientos debe transcurrir sobre Ja base del desarrollomoral: buenos sentimientos d. '0$ njnos, relaciones colectivas,humanitarismo I deseo de heeer el bien a los demás desinteresada­mente. Ac;túan incorrectamente aquellos pedagogos que [levena cabo el trabajo sobre leI educación internacionalista, en elcfrculo infantil casi exclusivolTIGnte cuando se celebra el1ro. deMayo, por eso planifican este trabajo para ef tercer trimestre.Aquf es bueno recordar las palabras de N. K. Krúpskaya, acercade que la educación internacionalista debe ser un trabajo diarioque impregne toda fa actividad del crrculo infantil. la celebra­ción del Ire , de Moyo debe ser el resultado de un trabajo grandey sistemático realizado a través del arlo.

En el grupo de edad mayor, los nlños se familiarizan con surepública. Se les habla de una o dos repÚblicas vecinas (nombre,ciudad principal, bandera, particularidades del trebejo de loshombres). Para los nUfos que viven fue ro de la República Rusa,es obligatorio la familiarización con ella.

la familiarización de los nirlos con una u otra república, secomienza con la demostración de lo más particular '1 especlflco ,Esta es una condición indispensable para que los niños recuerdenlo más ccrccterlstlco de cada repÚblica: en el trabajo de loshombres, en su aspecto externo, en su culfuro , vida-cotidiana ynaturaleza.

Métodos para formar en los preescolores los principios de lossentimientos internacionalistas:

• Comunicación de los niños de las diferentes nacionalidades.Aquf entra la posible comunicación, dentro del cfrcu lo infantil;

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el encuentro con adultos y ríTnos qUI han llegado de las disttntasrepÚblicas o comunicación indirecto, 6s decir. por cartas •

• Realización de actividades programad..l~especiales (lectura,charlas, observación de láminas) en los cueles se utilfcen narre­dones sobre la vida de los niños de las distintas nacionalidades;narraciones cognoscitivas sobre las repÚhlicas, ciudades, sobrela naturaleza; narraciones sobre el f ..)ajo -y la vida cotidianade 10$ hombres de los diferentes naclc",alidades; narracionessobre lo cultura nocional de los pueLlos.

Dentro de los ¡fmites de uno actividad programada, se puedenresolver una o varios toreas cognoscitivas sobre cuya base se de­sarrollael interés de los niños por los distintos pueblos y lossentimientos de amistad hacia ellos.

He aquf, por ejemplo, cómo aparecen los planes de las acti­vidades programados, relativos a lo familiarizaetón de los niñoscon lo República de Ucrania. .

Primero actividad programado: Narración de la educadoraacerca de cómo se llaman los personas que viven en Ucrania(ucranianos). Ellos tienen su idioma, sus canciones y cuentos,y sus trajes nocionales bonitos y vivos.

Observación de uno muñeco con el traje nacional de Ucrania.

Narración de un cuento popular ucraniano y canto de una me­lodfa popular ucraniana (según elección de la educadora).

Segunda actividad programada: Narración de la educadoraacerca de cómo trabajan los koljosianos de Ucrania: siembranlos cereo les , la remolacha de azúcar, y el girasol.

Observación de ilustraciones y confección, por parte de losnlños., de narraciones sobre el trabajo de los kol josianos ucra­nianos.

Tercera actividad programada: Narración de la educadoraacerca de cómo trabajan tos obreros en Ucrania (extraen lasal, hocen máquinas "Zoporozhe ts"},

lectura de fragmentos del libro d~ S. 8aruzdin: El pafs dondevivimos y del libro de S. Garin: Elelefantito transparente.

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Observación de ilustraciones sobre el trabajo de los obrerosucranianos.

Es conveniente realizar actividades programadas para la com­paración de las repÚblicas. Por ejemplo, en la chorlo sobre eltrabajo de los agricu Itores de las distintas repóblicos , los niñosrecuerdan que, en la Federación rusa, los agricultores siembranlos cereales, y aprenden que en Bielorrusio, por ejemplo, loskol josianos siembran también mucho lino (o en Uzbequ istónsiembran mucho algodón).

Los niños reciben mvchos conocimientos sobre su repúblicapor vra directa: a través de observaciones,. excursiones, paseos.A la educación de sentimientos internacionalistas contribuyenlas narraciones y poemas, por ejemplo: de P. Voronko: El nii'\oPomogai, de N. Emelianova y V. Chelintsovo: Oksia es unatrabajadora, de R. Káshauskas: Uvas', yde A. Barto: Tu fiesta.,. .. ~

Estas obras son leIdas a Jos nlñes , varias veces, en el transcursodel oño . Los niños narran estos cuentos y se aprenden los poemas.

También es necesario uti lizor la música: olr grabaciones,discos de música popular, cantos del pedagogo o del dire.ctormusical. EI humor emocionar que surge, mientras se oye la mú­sica, despierta, en los nlñes , el interés por la cultura nacionalde los distintos pueblos.

La r'r'Iui'\eca neclcncl desempeño un gran pope I en el sistemade educación internacionalista. En el grupo de edad moyorde I drculo infanti 1, deben haber diferentes muñecos: muñecosque dan los rasgos caracterfsticos del Andreika ruso, del Sulikode Georgia¡ muñecos que recuerdan con sus trajes el trabajocaracterístico del pueblo (los algodoneros de Uzbequistón, lospescadores Iitoanos), muñecos que tlevan el nombre de persóno­[es queridos de la Hteraturo(Oksia, Péh-oS). lél exisfendd, enel grupo, de estas mui'\ecas, contribuirá a desarrollar juegosinfqnti les lnrerescntes; "Viaje por nuestro pafs", "Uegado dehuéspedes de otras repÚblicas a la fiesta'·, etcétero.

La profundización paulatina yla ampliadón de los eenocl­mientas, sobre los distintos pueblos, llevan a Jo¡ nJnos a J.a com­prensión de qve llUt'stro pors se llama la Unión Soviética, de

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que en él hay muchas repúblicas, de que cualquier repúb;lka esmenor que el pofs , que una cludod es menor que una república.,Al finalizar el cño , se puede observar con los niños la banderade la Unión Soviética.

En el grupo de ed(jld mayor, continúa la educoción del amor yel respeto por V. L Lenln. Sobre la base de la profundizaciónde losconoc;imíentos sobre lenin, lfder y amigo de tedos.lostrabajadores, tiene lugar el ulterior enriquecimiento de los sen­timientos de los niños. A esto contribuye 1(] lectura de nuevaspoesics sobre V. L Lenln (Retrato de V. 1. lenin de S. Pogore­lovski, Ilich y la niña de M. Rilski, En la patria de Lenin deS. Mi jalkov, etc.), la lectura dela~$.'ade Y... SmolnikovNo hay como abolir, la lectura por parte • los niños de poeslcsconocidas sobre V. 1. Lenin.

La I(nea fundamental en el trabajo de familiarización de losniños del gn.~.po-de edad mayor con la imagen de Lenin, yenla educación del amor y el respeto hacia él~ consiste en demos­trarles lo actitud del I(der hacia los distintos hombres. En elproceso de las chcrlos., ncrrcclones y lecturas de la educadqra,los niños se familiarizan con lo preocupado que era lenin hacialos obreros, cempeslnos y soldados; ton lo atento y bueno queera con los rTiños¡ con lb preocupado que estabo porque a losniños se les construyeran clrculos infantiles y escuelas. Porejemplo, después de la lectura del cuento de A. Kononov: Unabeto en Sokolnik, se lleva {:J cobo una charla con las preguntassiguientes: ¿ Como los niños se prepararon pero la fiesta? ¿ Porqué los niños se preocuparon de que Vladfmir ITich no llegara?,¿cómo sabemos, por este cuento, que V. l. lenin amaba a losniños y se preocupaba por ellos?

Es muy importante asegurar la ulterior profundización de lasrepresentaciones y sentimientos de Ios niños, Desde los primerosdras de estancia de los niños en el grupo de edad mayor, la edu­cadora hace que en ellos surja el deseo de poner flores frescasjunto al retrato del I(der, de decir poeslos sobre Lenin , de hacerun álbum de sellos y postales sobre eL

Antes de la primera lectura de las poesfas, la educadora ex­plica a ros niños algunas palabras difíciles, los conduce a locomprenslé n de las expresiones metafóricas.

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los niños vieron la aparición de los primeros retoños, el surgi­miento de las yemas en los árboles, recogieron campanillasblancas en el prado, oyeron el alegre gorjeo de los gorriones.Las observaciones se realizaron reiteradamente y cada vez losniño; vieron algo nuevo. Después de varios dfas la educa­dora genera/izó los conocimientos acumulados por los niñosen una frase cerceno a uno de los versos de /0 poesra: "Enabril florece la tierra" como si los preparara para la com­prensión de una expresión metafórica que tienen que recordaren la poesfa de V. Donnikova: El 22 de abr!':

Leni" nació en abrilcuando florec, la tierracuando se han olvidado las venf¡s(.l.i:)yen el bosque florecen los álamos:

El trabajo relativo a la ampliación de los conocimientos delos nlños sobre V. l. Lenin, tiene lugar a lo largo de todo elaño y su culminación es la fiesta "El natal icio de V. L lenin".Es necesario organizar la matiné de tal forma que todos los niñosse sientan partfcipes del alegre acontecimiento social.

Para el grupo de edad mayor, se recomiendan las siguientespoesfas que pueden ser lerdas por un niño o por el grupo, en lasesión de la maPlana:

S. Mijalkov: En la patria de lenin (un niño lee el fragmento).

M. Rilski: lIich y la niña (lectura individual).

S. Pogorelovski: Retrato de lenin (lee un niño).

V. Donnikova: El 22 de abril (el grupo de niños lee indivi­dualmente) .

Y. Smolnikov: No hay como abolir (leen tres niños).

Z. Aleksandrova: Patria (lee un niño).

1. Tokmakova: Hubo una helada cruda.

La fami Iiarización con fa imagen de V. l. Lenin es portecomponente de muchos temas: antes del aniversario del Ejércitosoviético, la educadora cuenta cómo V. 1. Lenin se preocupaba

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por 10$soldados. los nlños observan el cuadro de L. Filatov:uLa Plaza Rola" (de la serie "Nuestro e iéreita. patrio") y eseu­chan el cuento de Y. Piniasov: Manoplas comunes.

Antes de los feste jos de 1ro. de Mayo, se da uno chq-rtasobreel cuento de E. Shim: Las flores. La lectura expresivo por partede la educadora de este cuento y la charla sobre él, deben ayu­dar a los ninos a sentir un sentimiento de respeto por la niñeGaida, que sembró flores y las depositó junto 01 monumento delmás querido de todos los hombres: V. 1. lenin y a despertar enellos el deseo de imitarla.

Las charlas se combinan con la actividad de 10$ niños, Estossiembran las semillas y trasplantan las posturas, recogen floresdel campo y las colocan junto al retrato de V. l. Lenin. As(se forma, pau latinamente, en los niños I la necesidad de venerarla memoria de I Irder. A esto contribuye I también, la observa­ción de láminas, la lectura de poesfas y Jos obras musicales. Laeducadora observa, conjuntamente con los niños, lo fotogrofrade I Mausoleo y les habla acerca de la cantidad de personas dedistintos pafses que lo visitan y depositan flores frescas parahonrar la memoria de Lenin.

En el grupo' de edad mayor ya se puede hablar de la infanciade Vladrmir lIich. En una actividad programada especial sepuede hablar sobre la familia de los UIianov y sobre la casa enque vivió esta familia. Los niños aprenden en la ormonfa en quevivfan los hijos, lo atentos que eran con sus padres, cómo traba­jaban todos juntos en el [crdln. Al mismo tiempo, se puedenmostrar fotograffas de la casa de los UIianov I leer fragmentosde I libro de S. Mi jatkov: En la patria de V. f. Lentn. Una parteemocionante de esta charla ser~ ofr la pieza musical que tocabala madre de Volodia Ulianov y que tanto les gustaba escuchar atodos sus hijos (por ejemplo: IIEn el campo hay un cbedul"},

Para formar el interés y el amOr por el Ejército soviético en elgrupo de edad mayor, pueden darse durante el año de tres a cua­tro actividades programadas en las que los nlños recibirán cono­cimientos y precisarán sus nociones acerca de cómo los soldadossoviéticos protegen las fronteras de nuestra patria y I asf, apren­den acerca de su valentfa y su herofsmo.

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Los encuentros de íos niños con soldados ,guardafronteras ymilicianos tienen un gran valor educativo .. Los niños les hacenlas más variadas preguntas sobre la vida y el servicio de los sol­dados de! E¡ércib soviético y de le Mi licio scvie tico: ¿ Quéhacen les solc odos cuando hay guerra?, ¿ cómo los perros ayudana los milicianos?, ¿quién enseña a los perros? .

Estos encuentros no solo enri que cen alas niños con conoci­mientos sobre ~I Eiército soviético, sino que también desarrollansu interes poi él, el orgullo por la vole ntic y el arrojo de lossoldados. Fcr ejemplo, después del encuentre con el tenientede la milicia, el cual habló a los niños con detalles acerca delo que hacen los milicianos, estos hablaron mucho de lo peligrosode este- trabajo y de las condiciones que debe tener un miliciano:"Yo pensé- que' el miliciano sólo se paraba en los cruces de callesy encontraba a los niños que se perdfan y atrapaba a los ladronese incluso a los esolos", "Los milicianos deben ser templados yvalientes, ese es su trabajo"; "En lo milicia sólo pueden trabajarlos hombres más valientes. 11

A la formación del interés, del sentimiento de simpatía y deldeseo de imitar a los valientes guardafronteras, contribuye lanarración de I pedagogo acerca de la vida de los soldados en lafrontera y la lectura de poesfos sobre los guardafronteras.

Char la: Los guardafronteras, soldados de nuestro E¡érci to .

Contenido del programa: Ampl iar los conocimientos de los ni­ños sob~e el trabajo de los guardafronteras¡ formar el interéspor los soldados, el sentimiento de amor y respeto por ellos,el deseo de imitar su valentía y agudeza.

Al comienzo de la actividad programada, se da una pequeñacharla: .¿,A quiénes se les llama gucrdafronteras? Digan todolo que se pon sobre ellos.

Después, la educadora lee la poe sio de A. Barto: En el puesto.

Preguntas: ¿Qué es el puesto?·, ¿cómo se habla en la poesfode lo frontera?, ¿quién acudió a los guardafronteras?, ¿quécontó el niño?, ¿qué se dice de esto en la poesía?, ¿cómoterminó lo alarma en el puesto? Recuerden lo que di jo el ¡efE'al ni no

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Después de la charla, se observará e I cuadro de B. Okorokov"los guardatronieras" (de la serie "Nuestro ejército patrio ).

Preguntas: ¿Cómo se le puede Ilomar a este cuadro? Habler.sobre los guardafronteras. ¿ Cómo son elles? En la poesfa sehabla del puesto en el bosque. ¿ Cómo se fe puede llamar oeste puesto?

.Al final de la actividad programada, la educadora hoce lasconclusiones: "Hoy hablamos con ustedes sobre los guarda­fronteras. Los guardafronteras son soldados de 'nuestro E¡ército.Ellos protegen nuestra patria ysus fronteras. El servicio delos guardafrontera~ es muy duro. Todos los guardofronterasson soldados vollentes , temerarios y osodos , 'El servlc!o deellos es muy importante pata todos nosotros. 11

Los procedimientos utilizados por la educadora en la actividadprogramada (preguntas para la charla, sobre lo poesio y el cuadro,general iz oc ion}, contribuyen a la asimi loción consciente, porparte de los niños , de conceptos comple jos: "puesto", "servi ciode guardafronteras", etc. , cuya comprensión es muy importantepara fortalecer el interés de los niños por el servicio de guarda­fronteras, para formar el respeto hacia ellos. Sobre la base delmaterial de estas charlas, se desarrollan juegos y actividadesplásticas de los niños. Las palabras de los niños demuestran queen e llos se ha formado una actitud correcta, ante los guarda­fronteras y su servicio, la concepción de la importancia de sutrabajo para todo el pafs: "Cuando yo sea grande seré guarda­frontera, porque yo también quiero defender a nuestro pafs"¡ "Silos guardafronteras no cuidaran nuestras fronteras, los enemigosnos hubieran atacado _"

Poco antes del 8 de Marzo, es conveniente decir a los ni­ños que en la guerra también participaron mujeres, se puedeleer el cuento de L. Kossi l: Lo enfermera, observar con losniños las ilustraciones deJ libro o el cuadro de A. Ju~iakov:

"La e nfe rrnero ' (de ia serie " Nuestro e ¡ército patrio").

Preguntas para la charla: t Qué le sucedió al soldado? ,¿ quién ayudó al soldodo?, ¿ cómo se puede considerarla actitud de la enfermera?, ; oor aué la actitud de ia,. ,enfermero se puede considerar valiente y osodo ?

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Antes del aniversario del Ejército soviético, la educodora,conjuntamente con los nlños , hace un álbum o una pequei'ia expo­sición sobre el EJército soviético y colocan y pegan en él fotoso ilustrociones de los distintos tipos de soldados (tanquista, avia­dor, guardafrontero), osf como dibujos de los niños sobre el temode los obras literorios lerdas,acerca de los soldados del Ejércitosoviético.

la precisión de las nociones de los niños acerca de que en elEjército soviético hay pilotos, marineros y guardafronteras, sedesarrolla en los juegos didácticos con láminas, las cuales puedenrealizarse como porte de la actividad programada o en el tiempolibre. Aquf se crea para los niños la posibilidad de distinguirpor las ropas a algunos tipos de soldados (por los uniformes), porlas armas (fusil, canón, cohete), por la técnica de combate(tanque, avión). la educadora puede construir estos materialesdidácticos, haciendo que los niños la ayuden en lo posible:trayendo láminas de la casa, pegándolas en un cartón, etcétera.

No siempre las condiciones permiten mostrar a los niños unou otro tipo de trabajo, uno u otro acontecimiento necesario paraformar una actitud correcta ante la realidad, para formar senti­mientos morales. Por esto, la educadora utiliza, en las activi­dades progrdmadas, obras literarias.

Las charlas sobre obras literarias que revelan actitudes mora­les, se distinguen por cierta comple jidad y colocan a la educa­dora ante la necesidad de resolver determinadas tareas: llevar ala conciencia del niño la idea fundamental, la idea del cuento;enseñerlo a comprender los motivos de la conducta de los perso­najes, de los héroes de la obra; enseñarlos a hacer la valoraciónjusta del personaje; a determinar y enunciar su actitud ante loshéroes, ante los acontecimientos sobre los que se habla en elcuento; a formar en los niños la general ización y las nocioneséticas diferenciadas; a enseñar al niño a relacionar las nocionesrecibidas con la experiencia de su vida; a comparar y confrontarlas distintas actitudes de los hombres y héroes de las obras lite­rarias.

Entre los distintos conocimientos que se imparten a los niñosen la actividad programada, se encuentran aquellos que los

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familiarizan con las normas de conducta, que profundizan lasnociones éticas, que forman los conceptos morales. Aquf de­sempeñan un gran papel las charlas sobre temas éticos.

En el grupo de edod mayor, lo temática de estas charlo~ esmuy variada. Es dif(cil dar charlas éticas, ya que ellas resuelventareas complejas: formación de una actitud consciente ante Idconducta, desarrollo de las habi Iidades para valorar correcta­mente las actitudes, e impulsar a los nlñes a eondueres morales.

Las charlas éticas pueden orgonizarse sobre 10 bose de obrosliterarias de contenido moral (Huesito de lo Tolstoi; Es malo ySimplemente una viejita de V. Oseevo; VeladadiffdJ deN. Ar­tiujova¡ Una mala historia de E. Serova y otras) , Qsohre la basede la selección de situaciones que impulsen a 10$ nlñes a decirsus ideas éticas: "Lo niña perdi6 un guante da invierno. ¿Quéhorras tú?" IIEstás sentado junto a la ventanilla del tranv(a, alvagón sube una señora entrada en años. No hay asientos vados.¿ Qué tu harfas?1I Estas situaciones ponen a los niños ante lanecesidad de elegir la vfa correcta de solución.

El tema de la charla (11 ¿ Qué quiere decir ser sociable? 11 ,

11Sobre la valentfa", "Todos necesitamos una madre", e tc .}, de­termina la selecclén de las obras literarias, las ilustraciones ylas láminas.

Todas las charlas no deben tener la misma estructura. Es im­portante determinar cuáles la parte de la charla que será lmpor­tonta, cuáles son los fragmentos o adiciones que complementaránla parte principal. Por ejemplo, en la charla ética donde seu tiliza e I cuento de V. Oseeva: Es malo, la parte fundamentalconsiste en el análisis de la conducta y de las actitudes de lospersonajes de lél obra. Después de las respuestas de los niños alas preguntas: tI¿Por qué el cuento se llama Es malo?", ti ¿ c6moconsideramos la actitud de los niños?lI, 11 ¿como debieron actuarlos niños?ll, la educadora propone crear otro cuento sobre losniños buenos. La realización de esto parte de la actividad pro­gramada ayuda a generalizar las representaCiones infantiles, aencontrarles una expresión concreta en la conducto.

La lectura y la narración de otro cuento: El fjatitodeL. Tolstoi,ayudará a comparar dos actitudes diferentes y a analizarlas in-

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dividualmente. los nfi'los responden o los preguntas: 11 ¿ Cómoactuó Vasia?, ¿Por qué su conducto puede considerarse correc­ta?, ¿ActuarfaÍ'l asf los niños del cuento Es molo?"

lo chorlo puede estor dirigido a formar en los niños, el deseode llevor la satisfacción y fa alegría o sus seme jantes. Elmotivoporo lo chorlo acerco de cómo los nlños tratan de hacer el bieno la mame., puede ser e I cuento de L Voronkova: Cómo Taniaesco_gi~_~~_~beto, o el cuento de N. Artiujova: Velada diffcH.

Los recursos metoaofógicos que se utlllz on durante ef trabajocon fa obra literaria, deben conducir a los nlños a uno compren­sión más profunda.de 10 esencia moral de est.o obro. Por eso, lospreguntas pota 1'0 charlo estbn dirigidas no sblo y -no t<mtoa quelos niños recuerden Id Ifl"téÓ de argumento y el contenido de laobre , como al dnálisis de las conductas de los héroes, a la com­prensión de la idea, no siempre expresada claramente. Por e jem­plo, los preguntas fúndamentales sobre la poesfa de E. Serova:Un. mola historio, pueden ser como lo siguiente: ¿Por qué enla poesía se dice: "Ella tiene un montón de juguetes; y sin em-b . I '?"argo, no Jugamos con o egrla .

l Cómo hoy que jugar poro que todos estén alegres e intere­sados?

Planes aproximados de charlas éticos. 1

Chorlo: 11 ¿Qué quiere decir ser bueno? 11

Contenido de. programo y toreas educativos: Formación enlos nlños de nociones acerca de que una persono buena,siempre ayuda o los demós: a los compoñeros , o los allega­dos, o los más pequeños . Comporte con los demás (los ju­guetes, los dulces) •.Acude en ayudo de los que caen endesgracio. Una persono buena amo a los animales, CI lasaves y se pr~ocupa por ellos.

Procedimientos metodológicos. Preguntas: ¿ A qué personoconsideramos buena? , ¿ Que quiere decir ser bueno?

1 Los planes fueron elaborados por A.M. VinogradOVI..(N. del A.)

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Torea de los niños: Recuerden o construyan un pequeñc cuen­to sobre una persono buena.

Charla: "Habla sobre tos animales que viven en fu casa. 11

Contenido del programa y tareas educativas:

Formación e 1"1 los niños de una actitud humano ante todo lovivo, ampliación de tos nociones acerca de que a los ani­males hay que cuidarlos y preocuparse por ellos. Forma­ción de una actitud negativ-O ante aquel los que dañan a losanimales.

Procedimientos metodológicos: Toren de los niños: Di, quetipos de animales hay en tu casa y cómo tú los cuidas.

Lectura de una obra literaria-: (A elección del pedagogo~)

M. Prishvin: Los niños y los patitos, El erizo; L. Tolstoi:Perros para el fuego, El gatito; A. B-arto: Se han morchodo .

Como puede verse por el ejemplo citado, en los planes de tra­bajo educativo i es 'necesor io plantear tareos no solo re lacionadascon el desarl"OUt> del lenguaje yel sentido poético sino, también,encaminadas a que el niño cbmprenda lb idea moral de- Ja obra ..

Al hcblor sobre estas obras, es necesario enseñoro] niño adefinir y motivar su actitud ante los héroes positivos y negativos,para lo cual se le plantean IQ!! preguntas c-ccntinuoción, Porejemplo, después de leer a los niños el cuento de E. Permiak: Lomás terrible, es corweniente hacer las preguntas: ¿ Por qué ­Vova se quedó solo?, ¿es bueno quedarse solo?, ¿por qué no?Después que la educadora generaliza las respuestas de los niñosy dice siempre su opinión, se pueden hacer a los nH'los pr~g(Jntas

que los ayuden a trasladar las nociones recibidas a su propia vida:¿ Les ha sucedido a ustedes algo semejante?, ¿quéco-sc¡ pre­cisamente? Hay que reconocer con honesfldcd las malas a-ctua­ciones propias yno repetirlos. De esto forme, las obres literariasayudan a descrrollor en los niños, la capacidad pOrto analizar supropio conducto. El niño se acostumbro; paulatinomente, a no­tar lo molo no sólo en la conducta de los nlños de su edad, sinotambién en su propia conducta y trota de corregirlo.

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Teniendo en cuenta que el preescolar casi nunce quiere apa­recer' como malo ante el grupo de compañeros, es mejor dar indi­vidualmente la chorla relacion·ada con la habilidad de 10$ niñosporo comparar y trasladar las nociones recibidGs sobre las con­ductas de los héroes e su propia vida. La habilidad para hacerque el nlñe sea sincero, requiere un gran ofte por parte de I pe­dagogo. Es importante no humillar ni ofender el amor propio defas rnuchcdos , sino hecer qve se despierte en ellos el senti­miento de vergüenzeI. Por e ¡emplo! después de leer el cuento,el pedagogo dice: liNo puedo recordar, pero alguno de nuestrosnlñcs me recuerdo mucho a este personaje del cuento." Y sialguno se sonroja y baja la cabeza, ya esto es bastante para nocontinuar la conversación sobre ese tema.

Después de la charla sobre las actitudes negativas de los per­sonajes de las obras lltercrlas , es conven ienteleer también cuen­tos en los que se hable de actitudes positivas, por ejernplo,la poesra de A. Barto: Vovka, un alma buena; la deZ. Aieksandrova: Un nií"io se ha perdido, etcétera. Al hablarsobre estas obras es importante revelar a los niños el contenidode las buenas acciones, de las actitudes correctas; es importantedestacar que a las personas que hacen e I bien a los demós, setes considera buenas. Ellas llevan la alegrfa alas personas quefas rodean, las libran de las desgracias. Asf, poco a poco, losniños llegan a comprender lo que es bueno y lo que es malo.

Para dar una charla sobre temas éticos, Ja educadora utilizacon habilidad, la experiencia sensorial de los niños. Por e [ern­plo, después de una excursión a la biblioteca, se da una charlaacerca de cómo hay que tratar los libros.

Charla: Cómo debemos tratar los libros (contenido aproxi­modo)•Contenido de I pr~,rama:Especificar Jos nociones éticas de los niños: hay que tratarlos libros con cuidado y esmero. Formar el sentimiento derespeto por el trabajo de los hombres que hacen los libros.Dar a los niños ejemplos de actitudes cuidadosas ante loslibros. Enseñarlos a comprender y explicar la idea princi­poi de la obra literaria.

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,~_:"."'.' .... ,..' ',.c'",,...,'._.·..ít ......,'" ., <'.' .' ..•....••...' .'.... . . .i\oy amoruÁ sofo f1bfo. CÚ-idOf tos f:¡l> _el trabajo de estos hOl'ftbres. ft

La lectura del cuento de L. Kan: volodia y los gansos, será,en esta actividad programada, una parte emoeionante y sucontinuación natural • Antes de la fectvn., fa educadoradice: nA vladfmir lIich Lenin, cuando erapequeno, tam­bién le gustaba leer libros. El bibliotecario le daba loslibros con mucho gusto porque lo, trataba con esmero y cui­dado. Ahora les leeré el cuento de L. Kon: volodia y losgansos, que trata lo que le pasó una vez a Volodlo Ullonov,"

Charla después dé la lectura de I cuento con las preguntas:¿Por qu~ el bibliotecario le daba con gusto los libros al pe­

queño volodia?, ¿por qué Volodlo , cuando se dirigfa a labiblioteca, envolvfa los libros en un periódico?, ¿cómovolodia pudo salvar los libros?, ¿por qué Vo lodio trató decuidar tanto los libros?

la lectura reiterada perrr.itirá a los niños responder a la pre­gunta: ¿Qué parte del cuento les gustó más? La educadorahace el resumen: IIHay que tratar con cuidado cualquier li­bro, tanto los de la biblioteca como los propios. Nosotrosvamos a cuidar de que en la biblioteca de nuestro grupo, loslibros vivan bien, estén en hileras parejas y bien pegados. 11

Las obras literarias ayudan a profundizar el interés de los ni-ños y el sentimiento de agradecimiento a los hombres que reali­zan los distintos trabajos. Asf, las obras de v.v. Maiakovski y

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S. Y. Marshak, familiarizan dI niOO 'Con fa vida del pats, for­man sentimientos efvlcos.

la ideaprincípai de la narrocion de S. Marshok: Corno ;rn­primit;ron vuestro libro, es 9ue todo lo que nos rodea est~ hechoperlo mano del hombre, o sea, el gran trabajo que han realizadodistintos hombres para hacer un libro. Cuidar un libro quiere de­cir cuidar el trabajo de los numerosos hombres que en él traba­jaron. Fragmentos de este libro pueden ser u-tilizados en lacharla: "¿Quién hace Jos libros?", donde, Gdemás de las tareaseducativas, se resuelven tareas cognosc;i'$ivos: se satisface lacuriosidad infantil, e ldeseo de saber cómo se hocen las cosasque rodean al niño .

Veamos, por ejemplo, como se desarroHa la charla sobre elcuento de E. Permiok:. ~ara qué son necesarias las manos:

Perlo > d abuelo e rcn grandes amigos '1 gl;staban de hacersepreguntas uno al otro. Preguntó una vez el oboe lo al nieto:

- ¿ y para qué, Petia, necesitcm tos hombres los manos?

- Para jugar a la pelota - respondió Petio.

- ¿ y para qué mÓS''? -preguntó el abuelo.

- Paro su jetar la cuchara.

- ¿Para qué más?

-Para ti rar piedras al río.

Toda la tarde la pasó Petia respondiendo 01 abuelo. Yres­pondía bien. Sólo que era pequeño y juzgaba a todos loshombres .por$U$ monos y no por unas manos obreras, de tra­bajo, en tas que sosriene toda la vida; todo el mundo.

Despues de la lectura, viene la chorla: ¿ Y qué ustedescreen, muchachos, para qué son necesarias las manos? Losniños cuentan. Al final de la charlo, la educadora genera­liza: "Muchas cosas hacen las manos: construyen las casas,las maquinarias; siembran e I trigo y elevan los aviones porel cielo. Y vuestras pequeños manos aprenden a dibujar, amodelar, a trabajar: lavar, fregar, aserrar, para que cuan-

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do sean grandes puedat1'construin:asas con sus manc:>s,guiar• ' Itun timon .

El tema del trabajo en Iq noturclezo , de la relación delhombre con ella, de 10 utiLizociónhábi I y acertada de la misma,se ve refle jodo en muchas poesías de escritores soviéticos. Re­cordemos tan solo las poesfa~ mas conocldos de S. Marshak: Dedónde llegó la mesa y la fiesta del bosque. Parece como si ~autor conversara con los niños:" ¿Qu~hacemos cuando planta­más un bosque?" Revela td belleza, la complejidad y la nece­sidad del trabajo del hombre para multiplicar las riquezas de lanaturaleza. El trabajo del hombre es una fiesta. las obros deMarshak, Bianki, Prishvin, Skrebitski, Sokolov-Mikitov ySladkov, ayudan a comprender esta idea.

En todas las actividades programadas se recl lzon tareas r:leeducación moral. Al trazar e I contenido de I programa de cual­quier actividad programada, el pedagogo tiene en cuenta siste­mática y consecutivamente la educación moral de los niños.

Detengámonos, brevemente, en el pape I que desempeñan lasactividades programadas en cuanto a IQ familiarización de losniñas con la naturaleza, así como en cuanto a la actividad plás­tica en loeducccion moral de los niños del grupo de edad mayor.

El amor por la naturaleza es una de las manifestaciones delamor por la patria. N. A. Dobroliubov consideraba que en suprimera manifestación, el patriotismo tiene la forma de pasiónpor la tierra natal, por las colinas, pasión que surge sobre labase de daros vivencias emocionales. lo formación del senti­miento de amor activo a la naturaleza es un proceso largo ycomple jo.

la realización de observaciones constantes, desarrolla elinterés por la naturaleza, acostumbra a notar los cambios, aestablecer sus causas y sus regu laridades. Todo esto siento labase de la educación ateísta de los niños y de la formación dela concepción materialista del mundo.

En la naturaleza hayuna inagotable reservade matices, líneas,formas y sonidos. Este con junto de lo estético ayuda e la ec;luca-

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." ....'..:...... ~:

Al seleedoncrr el con~nrdo poro la famUiarización. tosniños con lo naturaleza circundante, es necesario tener en cuen­ta lo más valioso paro la formación de uno actitud positivo antelos objetos y los fenómenOs de lo naturaleza, sobre. ct.lyaoa$e seforma, paulatinamente, el interés y el amor por el pofs notar.

La actitud de los niños de cinco y seis años ante la naturalezatiene, con frecuencia, un carácter utilitario ("se pueden recogercerezas", "tejer une corono"), par eso es necesario llevar a losniños a una comprensión más amplia de Jo importancia de lanaturaleza en lo vida de los hombres, de fa necesidad de defen­derla y protegerla.

l-os excursiones y los paseos al campo con los niños del grupode edad mayor, deben resolver las siguientes tareas: enriquecerlos conocimientos de los niños sobre los fenómenos estacionalesque ocurren en la naturaleza, enseñarlos a comprender subelleza, profundizar la comprensión por 'parte de los niños de larelación y la dependencia que existe entre el crecimiento yeldesarrollo de las plantas y de los animales y el trabajo del hom­bre, llevar a los niños a la comprensión de la necesidad deproteger la naturaleza, formar en ellos una actitud cuidadosaante ella, consolidar el deseo de aplicar los conocimientos obte­nidos en la actividad relativa a su protección.

Durante las excursiones y los paseos, los niños aprenden queel parque y el jardfn no son solamente un lugar de descanso paralos hombres. La belleza del parque también es necesaria a estos.

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Excursión al porgue.

Contenido de I programa: Es bonito nuestro parque en otoñe ,los árbOles se visten con su traje etcñcl multicolor. lashojas amarillas y rojas cubren como une alfombra la tierra.En los jardines hay muchas flores '(aster, caléndukls, etc.).En el espe jo de los estanques y de las fuentes se refle jomás azul el cielo y las vivas corolas de las flores. Nosgusto nuestro parque. En otoi'\o comienza el trabajo de pre­paración de Jos jardines para el invierno: los obreros cubrencon turbo y paja las flores que le temen al frfo (las rosas,las dalias).

Primero parte.

Educadora: Niños, vamosjuntos a I parque. Hemos estadomuchos veces en nuestro parque. Hoy veremos cómo ha cam­biado el parque en etoñe , Vean, ¿ cérne es ahora nuestroparque?

19Or: Los árboles se han puesto amari IIos.

Ira: las hojas caen.

Educadora: Vamos a correr por los caminos. Oigamos cómocaen las hojas secas y cómo cru jen bajo los pies. Hay si leh­cio en el parque. Sólo las hojas crujen. Veamos estos árbo­les. ¿Son iguoles?

Natacha: El abedul está amarilleando. Abajo es todQ ama­rillo, mientras que arriba hay todav(a ho jos verdes. Arribael abedul es de verano y abajo de otoño.

Educadora: Netcchc ha hablado muy bien del abedu l. Mi­ren ahora este árbol. Es un álamo. ¿Cómo es?

Shura: Es bonito. las hojas son rojas. Cambian de colorCOñ"eI soI•

Educadora: En otoño los álamos son muy bonitos. las ho­jas ro jos brillan a\ sol.

Misha: Nuestro parque es dorado. Es muy bonito nuestroparque.

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la edu cadora lee, entonces, los ve rsos dé lotstt)i

Es otoilQ. Se. cae Todo

nuestro pobre- jardftf.

Las hojas se ponen amoriUQ$

y vue Ian al viento.

Sólo a lo lejos todo se tií'\e

dll~, en el fondo del valle

los racimos ro jo claro

de los serbales marchitos.

Educadora: Ahora comienza el otoño . El otoño es dorado.En los jardines todavía hay· muchas flores. ¿Qué floresabundan en los canteros?

Sveta: Manzanilla.

Educadora: Estas flores son qsteres. Veon, e llosson rojas ylilas.

Dimo: Azules 'Y blancas.--------Educadora: los esteres son ·multicolores.

Olio: Y la maceta es multicolor.

19or: Atrededor de le fuente hay muchas flores. Es comosi nacieran en el aguo.

Educadora: Las flores se reflejan en el agua y el agua tam­bi~n se hace multicolor.

Segunda parte'.

Educadora: Recuerden, en primavera vinimos a este parque.¿Qu~ vimos en aquel momento en el jardín?

Lena: las flores todavía no habían Florecldo .

Dima: Aquf trabajaban las mujeres. Ellas sembraban lasposturas.

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Educadora: los hombres que siembran las flores se llamanjardineros. Ahora en el parque trabajan los jardineros.Acerquemonos y veamos lo que hacen.

Andrei: Ellos cubren las flores.

Educadora: ¿Para qué?

Varios niños: Para que las flores no se hielen de frfo.

Educadora: . ¿ y por qué los jardineros cubren este canteroy este no?

Niños: No sabemos.

Educadora: En este cantero crecen rosas. las rosas le te­men al frfo y por eso las cubren. los hombres se preocupanporque las plantas no mueran y porque en verano los parquesestén bonitos.

Tercera parte.

Educadora: Nosotros estuvimos en el parque en otoño. Vi­mos Jo lindo que es nuestro parque en otoño. Vimos los tra­bajos que se realizan en otoño en el jardfn. Sabemos muchaspoesfas sobre e I otoño. ¿ Qué poesfas se han escri to sobreel parque?

Denis: Vo sé.

Va el cielo ha respirado el otoño

Ya bri IIa menos e I soI

El dfa se hace más corto.

lena: ¿Puedo recitar la poesfa El otoño? Esta poesfa fueescrita por P lescheev. Esta poesra parece hablar de nuestroparque:

Ha llegado e lotoño ,

Se han secado las flores

y miran tristemente

los desnudos arbustos

(lee la poesfa hasta el final.)

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Como puede verse, en la actividad programada realizada, laeducadora resue lve con habilidad las distintas tareas educativas:tareas morales, estéticas e intelectuales. Esto se debe a la exis­tencia de tres partes en la actividad programada. La primera yla tercera partes son claramente emocionantes, como si encuadra­ran la parte principal de la excursión cuyo objetivo es familiari­zar a los niños con e 1 trabajo de los hombres y mostrar lanecesidad de él. En esta actividad programada se resuelven tam­bién otras tareas: el desarrollo de la habilidad de los niños paraver la belleza de la naturaleza circundante, para transmitir susimpresiones sobre ella en un lenguaje emocional figurado, utili­zando obras literarias.

Las observaciones del trabajo de los hombres, relativas a lasiembra de plantas y al cuidado de ellas, aseguran la compren­sión de la significación de este trabajo y son un e jemplo objetivode su necesidad ~ La educadora debe mostrar a los niños que cui­dar la naturaleza significa no romper las ramas, no arrancar lasflores sin necesidad, protegerlas, cuidar las plantas y los anima­les, aumentar las riquezas naturales en todas partes (en la par­cela, en el [ordfn , en el parque, en el bosque).

Sin embargo, la existencia de conocimientos todavfa no ga­rantiza la efectividad de la formación de los sentimientos de losniños, La base de la formación de la actitud positiva de los ni­ños ante lo naturaleza, es la interacción de la actitud emocionalante e llo , de los conocimientos sobre ella y de la actividad prác­tica de los niños. Por eso, las actividades programadas para acon­dicionar en la parcela el huerto, el rincón de la naturalezay para sembrar plantas serán la consecuencia directa de las ex­cursiones realizadas al parque, al bosque y al [ordfn, Estas acti­vidades programadas serán la base de la formación de una actitudactiva y efectiva ante la naturaleza, de la posible participaciónen su protección y reprbducción.

En el grupo de edad mayor, los niños se familiarizan con elcrecimiento y el desarrollo de las plantas y los animales, con lascondiciones de vida y con las necesidades de los organismos vivos,con las posibilidades y con la necesidad de su satisfacción.

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El amor por los animales es el mejor sentimiento de amor porla vida, este sentimiento es la base de muchas cualidades moralesmu y importantes: e I sentido de la justicia y la actitud generosaante el débil. La educadora debe tratar de inculcar en los nlñeseste sentimiento, utilizando para esto diferentes situacionescreadas por. la vida. Conjuntamente con las observaciones y conel culdodo de los animales en el rincón de la naturaleza, el pe­dagogo utiliza obras literarias y arttculos de periódicos. Porejemplo, en las páginas del periódico ha aparecido un ertfeulointeresante y la educadora se lo cuenta a los niños:

lejos, en el norte, aparecieron las golondrinas. Todos esta­ban contentos de tenerlas. Pero sucedió que una de las go­londrinas se enfermó. Los nlños la recogieron y la salvaron.Después fueron con ella al aeródromo y le pidieron al pi lotode un avión a reacción: "Su bandada se fue y ella se quedóenferma. L1évela. En el avión a reacción usted puede al­canzar a la bandada. AyÚdela a alcanzar a los suyos. 11

Vean qué atentos y preocupados son los nlños -dice la edu­cadora. Nosotros nos preocupamos por nuestras aves.

Esta conversación continúa en las actividades programadas.Los niños hablan acerca de cómo ellos ayudan a 'as aves en in­vierno. Para elevar el interés de los muchachos por la actividadprogramada, la educadora puede utilizar una tarea lógica depróctica oral: "¿Quién ha comido en el comedor de las aves?"

Puse yo en e I comedero de las aves una rama seca de ser­bol. Volaron las peqoeños aves grises. En invierno noso­tros hemos visto muchas de e lIas en la ciudad. Picotearonel pan, pero el serbal no lo tocaron. Veo que comieronotras aves en el comedero. Su pecho es rojo. La cola,las puntas de las alas y la cabeza son color azul oscuro.En las alas tienen una franja blanca. No ha quedado nin­gún grano en la rama. ¿Qué aves son estas?

Los niños aciertan la adivinanza y después, la educadorales propone crear ellos mismos una adivinanza sobre estetema.

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La tarea lógica de práctica oral permite precisar los conoci­mientos de los niños acerca de cómo hay que preocuparse por lasdistintas aves. Al mismo tiempo, los niños aprenden a confec­cionar pequeñes cuentos descriptivos en forma de adivinanza.Los niños utilizan directamente estos conocimientos en su activi­dad práctica; la alimentación de las aves se convierte en su preo-

." I 'cupocion permanente yen su a egrla.

La percepción de la naturaleza y su influencia sobre los sen­timientos morales y estéticos se hace cada vez más profunda, siel pedagogo utiliza obras literarias sobre la naturaleza: poesfas,pequeños cuentos, intercalándolos durante el desarrollo de lasdistintas charlas, observaciones y excursiones. La educadoradebe conocer muchos poesfas sobre la naturaleza para utilizarlasen cada momento oportuno. Las poesfas ayudan a los niños aapreciar la belleza y el encanto del mundo circundante, les brin­dan un pcrrón sobre las palabras que se pueden uti Iizar para ha­blar de la naturaleza.

Durante un paseo al bosque en la temprana primavera, los ni­ños vieron los lirios que se abrfan. La educadora les recuerdalos versos de la poesfa de S. Y. Marshak: El lirio:

Los redondos cascabelitos de los botonestodavfa están cerrados y apretados.Pero el sol abre las corola$de las campanitas de primavera.

Los niños regresan de I paseo. Corren para protegerse de lalluvia. En el salón del grupo se paran junto a la ventana y venla tormenta de primavera. La educadora propone a los niños re­cordar los conocidos versos de la poesfa de S. Y. Marshak: Lalluvia:

Por el cielo azulpasÓ el estrépito de un truenoy de nuevo todo en silencio.Pasado un segu 000 o(moslo alegre y rápido que cae la lluviasobre todas las ho jos verdes,sobre todos los techos de zinc,

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por los jardines y bancos,sobre el cubo y la regadero.

Asf,en.la vida del nlño entra en su conjunto lo estético y lóético: habilidad para ver, notar, amar y cuidar la belleza delmundo circundante.

la percepción de la naturaleza, unido o la lectura de obrassobre eHa, enriquece 01 niño con ideos profundos y buenos senti­mientos: los obras valiosos ayudan a cuidar y multiplicar lo na­turaleza. Lo naturaleza es nuestra riqueza y nuestra belleza.

losoctividades programados de trabajo pldstico, también con­tribuyen a formar cualidades morales. la actividad del niño semanifiesta en e I propio proceso de la expresión artfstica, en eltrabajo creeder de percepción e imaginación. Y la tarea de laeducadora consiste en organizar lo actividad programada de talformo que pueda desarrollar, también, la actividad interna. Estose refiere, ante todo, a la selección de un tema que les guste a105 niños, Es interesante 'uti Iizar, por ejemplo, un temo en formade adivinanza: "Adivino qué se puede hacer." El niño recibeun sobre con diferentes figuras de papel en colores. El nlño debeadivinar qué se puede hacer con ellas.

Para dar al niño determinadas habilidades y hdbitos pldsticos,la educadora, o veces, se propone imitar completamente sus pro­cedimientos y modos de actuar, preparando sola e I material, de­termina el color, la forma, etcétera. Pero esta reglamentacióninfluye negativamente sobre el desarrollo de lo actividad , lacreación y la independencia del niño ,

la metodologfJ monótona para realizar las actividades progra­madas no asegura la formación de la independencia en los niños.Por ejemplo, influye negativamente sobre el desarrollo de estacualidad, la utilización constante de un patrón por parte del pe­dogogo. En el grupo de edad mayor, 105 niños ya tienen deter­minadas habilidades pldsticas, por eso es conveniente planificar,en cada actividad programado, el trabajo, segÚn un patrón. laeducadora propone varios patrones diferentes (por ejemplo, elarabesco de una alfombrita), o los nlñes , conociendo 105 ele­mentos de uno u otro bordado, lo crean ellos solos.

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En el grupo de edad mayor se amplfa lo temático del dibujode argumento. Se proponen temas re lacionados con los impre­siones infanti les sobre lo naturaleza y sobre lo vida social ("localle festivo", "Cómo nos preocupamos por los aves", "Nuestrohuerto", etcétera.)

Durante estos actividades programados se especifican no sólolos nociones de los niños, sino también sus habilidades poro rea­lizar lo toreo en correspondencia con el temo, en el tiempo indi­cado y de uno formo curioso y bonito.

Al final de lo actividad programado, el espfritu activo de losniños se manifiesto, generalmente, en el análisis del trebejo rea­lizado. En el grupo de edad mayor, o lo evaluación de lo cali-dad d I l· · t ("b· 11 " 1" "b • ") de unie cump rmien o len, ma, onito "}, se pue e uniruno evaluación moral: "10 hizo solo", "lo hizo solo, ayudo otu compañero".

Es conveniente dar también toreos que requ ieran operacionesindividuales de los niños. los muchachos estudian el proyectode un dibujo, de un modelado, planifican sus operaciones, esco­gen los medios poro realizarlo. Todo esto es necesario poro desa­rrollar lo iniciativo del niño, sin lo cual es inadmisible cualquieractividad creadora.

En el proceso del modelado, de lo construcción, de lo aplica­ción, el pedagogo formo lo perseverancia, el deseo de hacer loscosos bien, con rapidez y bonitos. El planteamiento de un obje­tivo: hacer algo poro jugar, poro hacer un regalo o mamá o olos pequeños, contribuye, de modo especial, 01 desarrollo de es­tos cualidades.

Lo actividad plástico de los niños de cinco y seis años en losactividades programoclas yen lo vida diario, adquiere, con fre­cuencia, un carácter colectivo. El modeloclo colectivo con lostemas de los cuentos ("EI nabito", "Los tres osos"), lo aplica­ción CILas estaciones del año", "Lo fiesta del abeto ") , el dibujodecorativo ('ILa alfombra", "los guantes de invierno"), creanlas condiciones paro desarrollar rasgos como el sentido de lo res­ponsabi lidad, la ayuda mutua y la finalización de las toreas.

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Por ejemplo, el dibujo sobre los temas "Los guantes de in­vierno" y lila tocllc"; condicionan la necesidad de que dos niñosse pongan de acuerdo entre sr sobre el arabesco, su disposición ysu color. Al analizar estos trabajos, la ed-rcodorc destaca siem­pre la habilidad de los niños para ponerse de acuerdo (lIle na yVova se dieron buenos conse jos y los guantes de invierno salieron. I 11)rgua es .

De esta forma, la educadora debe recordar la necesidad de re­solver, constantemente, en todas las actividades programadas,tareas de educación moral, contemplando su compl icación y sis­tematización.

GRUPO PREPARATORIO PARA LA ESCUELA

La educación moral de los niños en la actividad cotidiana

Desde el mismo comienzo del curso, los pedagogos del grupopreparatorio para la escuela, deben preocuparse por la mejor or­ganización de la vida diaria de sus educandos para que cadadfa del último año de estancia del niño en el e lrculo infantil,sea para él útil en el sentido moral. En este caso, las exigenciasdel programa son para la educadora un punto de referencia obli­gatorio. Conjuntamente con esto, la educadora siempre tendráen cuenta el nivel de educación moral de los niños de su grupo.En los primeros dras, las educadoras tienen que examinar cómorealizar el trebejo con aquellos niños que preocupan de maneraespecial; cómo profundizar las sentimientos y continuar consol i­dando las costumbres de conducta de los muchachos que causanalegrfa por su actitud generosa ante las personas, por la habili­dad para actuar en correspondenclc con las normas y reglas deconducta; cómo educar a aque 1I0s cuya conducta es muy contra­dictoria. Hay que analizar, de nuevo, cómo se comportan losniños ante los distintos pedagogos, en la cosoy en el clrculo in­fantil; cuáles son las nociones morales de los distintos niños so­bre el bien y el mal, en fin, sobre la vida social circundante.

Todo esto ayudará a la educadora a enfocar, de modo indivi­dual, las diferencias de la formación en los niños de hábitos ycostumbres de conducta cu Itural, de la actitud respetuosa antelos adultos, de las relaciones de amistad y de los principios delcolectivismo, de las representaciones morales sobre el bien, la

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amistad, la justicia, la honestidad, la modestia; sobre nuestrapatria y los hombres de trabajo; y ayudará también a lá forma­ción de una actitud cuidadosa ante las coses,

Las tareas señaladas de educación moral se realizan en lasdistintas formas de la actividad infantil, asf como en la comuni­cación de I niño con los adu Itas y con los demás niños en la vidacotidiana yen las distintas situaciones de la vida con el trabajodirigido y coordinado de los pedagogos del grupo.

La base psicológica más importante para la educación morales el buen estado de ánimo emocional del niño, la disposiciónesplrlrucl y ffsica favorable. Mucho depende esto de la atmós­fera reinante, del estilo de las re lociones humanas y de las con­diciones pedagógicas, creadas en el cfrculo infantil yen el senode la familia.

Antes de I comienzo del 'curso, es conveniente que las educa­doras del grupo y la auxi liar estudien juntas las principales ta­reas educativas e instructivas, se pongan de acuerdo sobre elcumplimiento estricto de I régimen, acerca de que las dos y cadauna, en particu lar I tratarán de ser un ejemplo para los niños enla conducta yen la actitud ante las personas, ante la vida socialdel pafs; que manifestarán ante los niños una actitud generosa yal mismo tiempo exigente. Si en los grupos de edad anteriores,la educación moral de los niños se llevaba o cabo reflexiva yshtemáticamente, el grupo preparatorio para la escue la es unaetapa significativa y de especial importancia en la formación dela personalidad del niño.

Apl ieando distintos medios y métodos, lo educadora debe preo­cuparse de que los niños conozcan las reglas de la conduc.ta y lasrelaciones mutuas y troten de aplicarlos en lo vida diario.

Cuando los niños llegan por lo moñona al cfrculo infantil (o enotro tiempo libre), lo educadora les pregunto cómo se portaron enlo cosa hoy, si no pusieron triste o la mdmá o o la abuelo, cómohan ayudado y ayudan o los mayores; asf' determino lo que sabeel niño (los niños) del trabajo de sus padres, mostrándoles el volarde cado trabajo. Si la niña o el niño está mal inforrrado, el pe­dagogo puede indicar como toreo preguntárselo o lo mamá, 01

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papá o o lo abuelo poro: "Cuando tengamos uno actividod pro­gramado, podrás hablar, de formo interesante, a los niños, acercade cómo ayudas en lo casa a tu mamá, dónde trabajan tus podresy lo que hocen. 11

Se formará sistemáticamente uno actitud positiva y e I respetohacia los trabajadores del c lrculo infantil y hacia los padres. Elpedagogo no sólo puede hablar con los niños sino, también.darles uno encomiendo concreta: ayudar a la educadora, a laauxiliar; saber si e I pedagogo metodólogo que dirige el clrculoinfantil, necesita ayuda de los educandos de I grupo preparatorioporo la escue lo.

Es importante formar en los muchachos la de Iicadeza en eltroto con los mayores, enseñarlos a observar su estado de ánimo ya reaccionar ante este estado de ánimo en una forma determinada.Por ejemplo, alguno de los colaboradores de I grupo se siente mal,está afligido, entonces dos o tres niños se acercan o él y le dicenpalabras delicados. O si la educadora sabe que la abuela de unniño está enfermo, puede proponerle a este una tarea concreta:"Cuondo llegues o tu coso, siéntate junto o lo abuela y cuéntalecómo han jugado hoy y cómo han trabajado los niños. Esto leagradará mucho o lo abue lo .•. 11 Sabiendo que un educando nodomina bien los reglas de conducta, e I pedagogo le recuerda:IIDima, tú seguramente irás de visita o casa de tus parientes eldomingo. Tú, naturalmente, no olvidarás darle el asiento en la

" 1'· tiguagua o tu mama o a a gun mayor.

y lo más importante que no se puede olvidar, es lo siguiente:e I niño de I séptimo año de vida debe manifestar una actividad yuna independencia coda vez mayor al expresar con palabras o conhechos el respeto por los mayores.

Pueden existir muchos motivos para manifestar una actitud pre­ocupada y atenta ante los adultos. la educadora sólo necesitano de jar posar ni una sola posibilidad para e jercitar a los niñosen los buenas acciones. Con mucha frecuencia no se presta aten­ción, por ejemplo, o "menudenclcs'", tales como que el niño notenga la costumbre de colocar la silla, no sólo para él, sino tam­bién paro la educadora, antes de la actividad programada; y sinque los adu Itos se lo tengan que recordar, proponer una si 110 a la

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visita, preguntarle si qu iere ver su construcción y los lugaresdonde tiene colocados sus juguetes; invitarla a la mesa, si llegaa la hora de la comida; estar dispuesto a cumplir el pedido de unmayor, incluso si es un desconocido, etcétera. Estas son, al pa­recer, formas externas de la manifestación de la atención, perodeben reflejar los sentimientos humanos y las relaciones del niñocon las personas que lo rodean.

Hay que enseñar al niño la habilidad para ofr con atención alos mayores cuando estos se dirigen a él, no interrumpir a los queconversan, esperar, disculparse y sólo, entonces, hacer la solici­tud o la pregunta. Si el niño interrumpe con impaciencia a losadultos, la educadora debe demostrar que el niño actúa irrespe­tuosamente. Es importante señalar otra vez: los niños del grupopreparatorio para la escuela pueden ya y deben ser atentos conlos mayores de la casa yen el círcu lo infanti I por iniciativa pro­pia y no por indicación y consejo del adulto.

Es importante que las educadoras logren compenetrar a los ni­ños con las preocupaciones de los adultos: a la auxiliar la con­decoraron por el buen trabajo realizado, al jefe lo eligierondiputado al Sóviet del distrito, etcétera. Estos hechos provocanel orgullo en los adultos, los niños también deben conocer estoy tratar de prestar atención: felicitar al adulto, hacerle un pe­queño regalo, ayudar mejor a la auxiliar, etcétera.

A la formación de una actitud preocupada hacia los adultoscontribuye, indirectamente, la atención que la propia educadorapresto al niño. Si la educadora sabe notar la alegrfa de I niño y::degrarse con él, animarlo, o compadecerlo cuando e I niño estátriste, entonce s , el niño siempre tendrá en la educadora un buene je mplo o l'11ítar.

l.o co-nuniccclon de los preescolares mayores con los pequeñoses una corid i clon valiosa para la educación moral y para el desa-rro l lo 1':)5 relaciones positivas entre los niños. La efectividadde le coclon moral aumentará significativamente, si se garan-1;Z0 ;Jno comunicación organizada, desde el punto de vista peda­gé'(jíco. A los niños de seis y siete años les gustan, generalmente,los pequeños: los pequeños atraen a los más grandes por su forma,por su confianza, por su actitud hacia ellos como si fueran mayo-

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res. Pero, para que la·comunicación con los pequeños sea edu­cativamente valiosa, es necesario cierta preparación: que los másgrandes conozcan por las educadoras algunas particu laridades delos más pequeños, por ejemplo, que e Ilos se cansan rápidamente,que no saben todavfa correr bien, que hay que enseñarles muchascosas y que en esto pueden e 1I0s ayudar.

Es necesario señalar, en coordinación con la educadora de Igrupo de edad menor, los dfas y las horas en que los más grandesse comunicarán con los más pequeños, reflexionar en cuanto alas condiciones y la organización de la comunicación. Por e jem­plo, si es un grupo para un paseo, la educadora del grupo deedad menor tiene que decir el orden establecido en cuanto a lavestimenta, en lo que deben hacer para ayudar a los pequeños yen lo que no los deben ayudar; debe informar acerca de las par­ticularidades de la conducta de algunos niños. Si los niños deseis años van a jugar con los pequeños en un local o durante unpaseo, es conveniente decirles a los mayores, por ejemplo, quemientras los pequeños corren, hay que tener en cuenta la insegu­ridad de sus movimientos, que ellos todavfa no se saben tomarbien de las manos. Es muy bueno que en los juegos a la ronda,los niños mayores se detengan ante los más pequeños y les recitenpoesfas y les canten canciones; que enseñen, además, a sus com­pañeros, a construir, modelar, etcétera. Las cosas que son con­feccionadas por los niños mayores (veletas, trineos, etcétera)para que los pequeños jueguen, ocasionan a estos últimos unagran alegrfa.

La educadora estimula la actitud preocupada y generosa delos niños mayores hacia los compañeros pequeños, dándoles, pau­latinamente, libertad de acción. Los, pequeños, imitando a losmayores y bajo su influencia, asimilan rápidamente los hábitosde trato gentil y las formas más comple jas de actividad: construc­ciones, observaciones. EI sentimiento de preocupación y la aten­ción de los mayores hacia los pequeños se hacen constantes. Esimportante que en las actividades prácticas se formen en los niñoslos rasgos de humanitarismo.

A la proyección moral de la vida cotidiana de los niños delgrupo preparatorio para la escuela, contribuyen las tradicionesque se establecen en el colectivo infantil. En muchos clrcu los

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infantiles, por ejemplo, existe la tradición de celebrar el dfa delcumpleaños de los niños. Esta es uno buena tradición: ella ayudaa la formación de la gentileza, del sentido de lo preocupaciónde los niños entre sf, al fortalecimiento de I colectivo. Los ninostfmidos, callados, al convertirse en "héroes tt de lo fiesta, bajola influencia del calor y de lo generosidad de Jos adultos y de losniños que los rodean; adquieren una mayor seguridad en s( mismosy se sienten mejor en el colectivo.

Al mantener esto tradición en el grupo, es muy importante queen la preparación para los dfas de cumpleoños yen la celebraciónde ellos, los propios nlños participen activamente. En ausenciadel "héroe", ellos deben examinar el regalo que pueden hacer;en este caso se deben tener en 'cuenta los intereses de I nlño parael que se prepara el regalo, tratando de satisfacer al compcñero ,los regalos pueden serdiversos: . un dibujo, un modelado, un ob­jeto confeccionado con materiales naturales o una canción, unadanza interpretada por los nlños , O puede ser un pequeño libro,hecho por todos, con los cuentos y poesfas que le gustan al quecumple oños , un álbtJm de láminas con determinada temótica,etcétera. Esta preparación estimula a los niños a ser más atentoscon los compañeros.

Después de un año, los nlños del grupo preparatorio para laescuela se irán del clrculo infantil. ¿Qué recuerdos se lIevarónde él? En el cfrculo infantil puede convertirse en una tradiciónsembrar árboles (el rincón de lé naturaleza I para los pequeños) ytransmitir la preocupación por ellos a los niños del grupo de edadmayor. Tambié" puede hacerse tradicional que antes de irse parala escue la de jen a los niños de I grupo de edad mayor los juguetesy los libros. Para esto hay que prepararse: cuidar los libros ylos juguetes y arreglarlos dvronte el año. Es indiscutible el va­lor de estas tradiciones poro el desarrollo moral de los nlños , Elprograma de educación en la escuela, vincula las tradiciones la­borales con la formación de una actitud comunista ante eltrabajo. I

1 Contenido aproximado de la educación de los escolal'f's. Bajo la redacción de I. S. Marienko.p. 21. Moscú, 1971.

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La formación en los niños de una actitud cuidadosa ante las •cosas, ante los juguetes que pertenecen no a un solo niño, sinoa todos los niños del grupo, comienza en el grupo de edad menor.En los educandos del grupo preparatorio para la escuela estas cua­lidades deben ser aún más conscientes: "Nuestros juguetes ynuestros libros debemos cuidarlos. Ellos nos son necesarios a to­dos nosotros. 11

En uno de los primeros d(as de septiembre hay que familiari­zar a los niños con la economfa de juguetes y materiales auxi­liares de I grupo. Con este fin, se puede organizar algo parecidoa una excursión por el salón del grupo y por los locales próximos.Ver lo que hay en el grupo para jugar, para realizar las octlvl­dades programadas de los niños; precisar cómo tratar los materia­les y los juguetes, cómo protegerlos y cómo uti !izarloscorrectamente y con cuidado, durante el juego o en el trabajo.

Este examen puede realizarse por la mañana, en forma de con­versación y de consejos a los niños, hasta la hora del almuerzo odespués del sueño diurno. "Niños -dice la educadora- vamosa ver juntos dónde es más cómodo colocar el material de cons­trucción y el estante con los pequeños juguetes para sus juegos deconstrucción y, además, el rincón de los libros; dónde es mejorconstruir la casa de las muñecas, etcétera. 11

La atención y el respeto a los intereses y opiniones de los ni­ños, contribuirán a que los niños se preocupen de forma cons­ciente por todos los materiales existentes en el cfrculo infantil ya la formación de una actitud cuidadosa ante las cosas. Es con­veniente dar a dos o tres niños la tarea de hablar con aque llosque por una u otra causa no han podido estar presentes en la con­versación que sostuvo la educadora al respecto.

la vida diaria crea condiciones favorables para formar unaactitud cuidadosa ante las cosas, si el pedagogo hace la selec­ción de los juguetes y de los otros materiales de juego y la dis­posición de los mismos, y determina, además, los procedimientospara su cuidado.

Por ejemplo, en el grupo siempre hay aficionados especial:sa los libros, al sable, al ajedrez. Estos muchachos y los demos,

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deben tener la oportunidad de leer con tranquilidad, de ver ilus­traciones y de jugar. Es decir, que hay que dedicar a estos tiposde actividad programada un lugar tranquilo y aislado a ciertadistancia de donde están situados los juguetes y los materiales de.'construcclon ,

Aquellos que quieran construir deben tener a mano el materialcomplementario necesario (tablitas, cordeles, chapas de madera,banderolas para adornar, etcétera) y no tenerlas que buscar portodo e 1 salón.

El orden riguroso en la disposición de los juguetes y de los ma­teriales, acostumbra a los muchachos a ser ordenados y forma ene 1I0s la costumbre de recoger e I lugar después de I juego o de laactividad programada.

la formación de una actitud cuidadosa ante la naturaleza yante las plantas, está estrechamente relacionada con el enrique­cimiento de los niños con conocimientos sobre el trabajo de loshombres, en cuanto a la siembra de plantas y el cuidado de losanimales.

Cada año se amplfa el área verde y es necesario formar en losnlños , desde la edad más temprana, una actitud cuidadosa antelos jardines, los parques y el bosque. Entre tanto, se puede ob­-servor con frecuencia cómo los niños en el bosque yen el parquecorren por e I césPed, pisan las flores, de jan arena sobrelos bancos.

Para despertar en los niños el deseo de proteger la naturalezay una actitud negativa ante aquellos que no la cuidan, los peda­gogos utilizan diferentes métodos: las charlas, las láminas yeltrabajo infantil. En el grupo preparatorio para la escuela, el pe­dagogo va haciendo más dif(cil el contenido de los paseos alcampo, encaminados c.Io educación moral de los nlños ,

El proceso de formación en 1G\S niños del amor por la natura­leza y de una actitud cuidadosa ante ella, adquiere una granconcreción y una gran importancia práctica. Se pueden destacar,aproximadamente, dos tendencias en la familiorización con lanaturaleza de los niños del grupo preparatorio para la escuela;estas dos tendencias contribuyen a la formación de los sentimien-

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tos patrióticos de los niños y del amor por todo lo vivo y son:1) familiarh:ación con el mundo animal y vegetal, con la natu­raleza abiótica, formación de una actitud cu idadosa ante la na­turaleza, profundi~aciónde los conocimientos sobre la misma: lancturolezc es la riqueza de nuestra patria, sú belleza; 2) fami':Iiarización con el trabajo del hombre en la naturaleza, necesidadde la siembra de plantas y de la crra de animales y cuidado deellos.

Durante los paseos, la educadora recuerda a los niños que hayque cuidar las plantas, que no se pueden pisar los canteros niarrancar las flores, que no deben pisar las posturas, ni arrancar­las, sino cortar cuidadosamente las ramas. Al observar con losniños el trabajo de los adultos, la educadora destaca, de modoespecial, el valor del trabajo en la naturaleza y su necesidad.Muestra a los niños que cuando se le cortan ramas a un árbol, enlos cortes se le pone pintura para que el árbol no se enferme yque, en invierno, a los árboles se les quita la nieve para que lararz no se hiele (si la rarz se hiela, el árbol muere).

En el grupo preparatorio para lo escuela, si las condiciones lopermiten, se lleva a los niños a un invernadero y a un viverodonde estos se fami Iiarizan con un trabajo muy importante de loshombres, de este modo, sentirán respeto hacia estos trabajadoresy e 1deseo de prestarles ayud a.

Ya desde el grupo de edad media, los niños comienzan a ali­mentar a las aves yen el grupo preparatorio ellos mismos prepa­ran el alimento para algunas de ellas: semillas de plantas, frutosde árboles, bayas. Los niños mayores se guran por "el gusto" delas aves y las alimentan adecuadamente: los paros, con pedazosde tocino; los pinzones reales, con semi llas de arce y bayas deserbal; las palomas, con cáñamo, etcétera.

Las obras literarias Nuestros amigos de G. Ladonschikova yLos amigos de nuestro bosque de V. Barkov, ayudarán a mantenerla actitud positiva emocional ante las aves.

En e I grupo preparatorio para la escue la, la educadora enseñaa los niños cómo se protegen algunos animales salvajes en condi­ciones naturales. Utilizando la experiencia de los niños, la

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educadora cuenta, de una forma accesible, sobre los territoriosvedados de nuestra patria, acerca de cómo los trabajadores delos territorios vedados crfan y cuidan diferentes animales.

El tema de la conversación con fas niños puede estar consti­tuido por los paseos dominicales con los padres, los viajes a lasafueras de la ciudad, el parque zoológico, las pelfculas que hanvisto sobre la naturaleza. la educadora aconse jo a los padresver con los niños la pe lIcula de S.Obraztzov: lo asombrosoestá cerca, cuyo valor principal radica en la formación del amorpor todo lo vivo, en desarrollar la habi Iidad para ver, com­prender y valorar la belIeza de la naturaleza.

Al responder a la pregunta: "¿ Por qué se llama asf lapelfcula?", los niños tratan de descubrir su propia esencicn "Estape Ifcula se llama Lo asombroso está cerca porque allá habra mu­chas cosas asombrosas. Donde quiera encuentras algo interesante"o "se llama Lo asombroso está cerca porque la naturaleza estácerca y hay que saber verla" .

Al generalizar lo que han dicho los niños, la educadora des­taca la importancia de la naturaleza y la necesidad de cu idarla:"En la naturaleza hay muchas cosas interesantes y útiles parael hombre; la naturaleza hay que cuidarla, ya que es nuestrariqueza y nuestra belleza."

Las observaciones de los fenómenos naturales en las distintasestaeiones de laño, en los diferentes estados de l tiempo, creanlas condiciones para unir e I desarrollo estético y moral de losniños. Los muchachos aprenden a ver, a comprender la belleza.la comunicación con la naturaleza crea en el niño un estadode ánimo alegre, lo que a su vez influye, de modo sustancial,sobre su conducta en el colectivo de niños de su edad: el niñose hace más bondadoso y sensible con los que lo rodean.

Para formar el colectivo y las relaciones colectivistas de losniños es importante: el carácter amistoso de la comunicaciónentre ellos y la ayuda mutua, el desarrollo de la claridad de ob­jetivo y el sentido de la organización en cada uno de los mucha­chos, el interés por la actividad con junta, la concientizaciónpor parte de e 1I0s de las normas y reglas e lementales en las

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relaciones con los niños de su edad. El pedagogo debe preocu­parse porque la vida de los niños, en el grupo, tenga un con­tenido especlflco , Muchas cosas proporciona la creación deperspectivas alegres tanto comunes como individuales en el juego,en el trabajo yen las actividades artfsticas.

El niño actúa con interés, deseo y perseverancia si tiené·unob jetivo, si sabe para qué hace las cosas y qué le queda porhacer (IINosotros construimos una isba de nieve para que en ellose caliente y encuentre comida un amigo desconocido 11; "Noso­tros recogemos recortes de periódicos y revistas para hacer unólbum sobre Moscú, nuestra capital.") Si el niño hace algo solo,naturalmente hay que apoyarlo, pero al mismo tiempo, ayudarloa establecer relaciones con los niños de su edad. Se le puededecir que su trabajo les interesa a los demós niños; interesandoa los compañeros de ese niño se puede llamar su atención hacialos logros del compañero, hacia su habilidad, etcétera.

El colectivismo del preescolar de edad mayor se manifiestaen la habilidad para tener intereses comunes, para considerarsecon los mismos derechos que los demós; en la habi Iidad paraalegrarse con los éxitos comunes, para prestar ayuda, para tra­bajar en beneficio común, para cuidar los bienes sociales ( jugue­tes, libros, materiales). La formación en los niños del esprritude colectivismo, supone el florecimiento de la individualidaddel niño: en el colectivo se estimula la iniciativa de este, seapoya la sed de conocimientos, la comprensibilidad, los interesesindividuales, los gustos, las inclinaciones. El estfmulo de losjuegos colectivos se combina con la ayuda a los juegos indivi­duales.

La formación de gu fas y organizadores justos es e I factoresencial de I proceso de formación de I colectivo de niños. Latarea de I pedagogo consiste en valorar y dirigir oportunamentela iniciativa de estos, sin dejar que se desarrolle en ellos elsentido de la ventaja y la tendencia u someter a los demás niños.y si la educadora logra plantear a los niños un objetivo impor­tante para ellos, e incorporar a la causa común, el juego, tanto

I "~II Id' hh dovfa os gUias como a os emasmuc oc os, aunque to ovm estostengan poca iniciativa, entonces las relaciones mutuas comen­zarán a formarse como colectivas. En este caso, hay que pensar

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cómo organizar mejor los grupos de niños. Es necesario que encada uno de ellos haya un organizador, pero este debe distribuira los niños de tal forma que él mismo comprenda y sienta que élsolo no podrá hacer nada. Es muy importante, también, enseñara los niños a sentirse importantes, por ejemplo, en la realiza­ción del trabajo de los niños de guardia, en el juego de argumen­to, formándoles una acritud responsable ante los deberes.

A los niños hay que piantearles, en este caso, objetivos quelos lleven a una acción coordinada: sembrar plantas, curar a unanimal enfermo (un ave), hacer un juguete para los pequeños,sembrar flores para la fiesta, constru ir una casa para las muñecasy confeccionarle los muebles, preparar la representación de uncuento para los pequeños, etcétera.

la importancia decisiva de la actividad conjunta en la crea­ción de la atmósfera de unidad, se puede mostrar con el mismoe jemplo con que fue formado el objetivo común de la actividad,es decir, con la siembra de un arbol ita.

Una vez, durante un paseo con los niños - cuenta la edu­cadora- llamé la atención de los mismos hacia las ramasdesnudas del álamo y pregunté: ¿Por qué estas ramas notienen ha jas? Muchos ni ños respond ieron con seguridad:"Porque en e I patio hay frfe , 11 Yo propuse cortar una ra­mita del álamo y ponerla en agua y dije que de la ramanacerfa un árbol. los niños se asombraron y se interesa­ron: 11 ¿Cómo puede nacer un árbol de una rama, si ella noes una semilla ni un fruto?" Yo les aconsejé: Observencon atención el desarrollo de la rafz.

las observaciones con juntas y e l deseo de conocer, unierona los niños en una comunidad de vivencias. Cuando apare­cieron las finas raicillas blancas nadie tuvo dudas ya deque crecerfa un árbol. Pero surgió una nueva preocupación:en el recipiente, las raici 11 as estaban muy apretadas; seles echaba agua con frecuencia, pero esta se acababa rá­pidamente. ¿Qué haremos con la rama? -pregunté yo.Sembremos la rama de álamo en una maceta y cuando hayamás calor, en la tierra, sugerf. los niños hicieron todolo necesario: escogieron la maceta, trajeron tierra, com-

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probaron si estaba limpia, desbarataron los terrones, quita­ron la basura, sembraron el arbolito y lo cuidaron conesmero.

El objetivo común, la perspectiva de sembrar un árbol enla parcela del drculo infantil, unió a los nlños, En pri­mavera, cuando hubo más calor, trasladaron la rama a latierra de nuestra parce la, la cercaron y, al igual que an­tes, la cu idaron. La rama comenzó a desarrollarse y seconvirtió en un pequeí'lo árbol.

Asf, en el proceso de una actividad conjunta, se ha llevadoa cabo la educación moral e intelectual.

La atracción por una perspectiva inmediata es un factoresen­cial en la unión de los nlños , en la prevención de conflictosentre ellos.

La educadora estimula las relaciones amistosas de los gruposde juego, e I trabajo organizado y consciente de las guardias,el esmero durante la limpieza (los niños se baí'lan bien y rápidoy cuando notan que han salpicadó el piso, lo secan); aprueba alos niños que por iniciativa propia han ayudado a la auxiliarcuando han visto que ella cargaba un bulto de ropa; apoya calu­rosamente al niño que defiende a otro recién llegado al cfreulo ,cuando cualquiera de los niños lo ataéa injustamente.

Es conveniente que todos los educandos conozcan estas acti­tudes y relaciones de los distintos grupos. Al mismo tiempo,los logros de algunos se convierten en patrimonio común, lo quees no menos importante para la unión del colectivo infantilque se está formando.

Por ejemplo, los nlños se visten después del sueño diurno oterminan de merendar y, la educadora, llamando su atención,les cuenta sobre los acontecimientos del dfa y les pide hablarsobre sus impresiones y sobre. sus opiniones.

y ¿cómo referirse al juicio colectivo de las conductas infan­tiles, a la violación de las reglas? Aquf hay que mostrar unagran delicadeza y observar el tacto pedagógico indispensable.En primer lugar, en ningún caso hay que apurarse en "tirar" al

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culpable 01 juicio de los componeros; bosta conque SI) conductaseo condenado por el grupo con el que el nlño , por ejemplo,jugaba o trabajaba; bosta conque el adulto también lo condene,conque et pedagogo, en lo adelante, en conversación personalcon el nlño , vuelvo 01 hecho triste y troce junto con él los vfosde corrección (ayudo 01 adulto, regalo hecho por él mismo,corto o un campanero enfermo con el fin de eliminar el egorsmo,juego o crear palabras buenos y gentiles poro olvidar más rápidolos molos, etcétera).

A veces, surge lo necesidad de aclarar alguno cuestión diff­cil con la participación de todo el grupo de niños, de discutirlo conducto incorrecto y repetido, más de uno vez, por un niño •

. Es sabido que lo opinión de lo sociedad infonti I tiene uno granfuerZO educativo, incluso si se hablo de I colectivo en formacióndenlños de siete anos de edad. Sin embargo, en cosos seme jon­tes, lo educadora necesita prever lo siguiente: el niño debetener claro de qué (por qué) es culpable, cómo puede corregirse,qué tiene que hacer para esto. No se pueden permitir discusio­nes largas ni reprimendas aburridas.

Citemos un hecho pedagógico que puede ser un e jemplo poroilustrar lo anteriormente dicho:

Por la monona, los nlños jugaron en el salón. Codo uno estabahaciendo lo que más le gustaba. la educadora, Svetlona Ano­tolievna, se acercaba ya a uno, ya a otro grupo; a algunosnlños que se movfon demasiado les propuso jugar al juego demesa "Alenushke". Pasado cierto tiempo, la educadoracenfró su atención en un automóvil de madera que estaba,como es debido, en un gara je abierto. Después de observarlo máquina, la educadora la colocó en su mesa. Antes deldesayuno, Svetlana Anatolievna llamó o los niños, tomó ensus manos lo máquina y di jo: Alguien rompió lo máquina y nodijo nodo. ¿Quién lo hizo? Hoy que decirlo obligatoria­mente. Esto pudo suceder sin intención: apretaron suavementela máquina y el eje se rompió. Y puede ser simplemente quealguien hoyo jugado descuidadamente. De todas formas, debedecir la verdad. No se debe actuar as(: romperla y de forlaen un rincón. los niños, sin apartar los ojos, oyen a lo edu-

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cadora. Hay silencio en el grupo. De pronto, alguien dijo:"Fue Sasha." tfor qué lo has dicho? -preguntó con omar­gura Svetlana Anatolievna.Sasha seguramente iba a decirla verdad en este momento. ¿No es cierto, Sasha? Sashase pone rojo, se queda en silencio, boja la cabeza. Tútienes una situación muy diffcil, Sasha -dice la educo­dora. Tu papá está en comisión .re servicio y se demora enregresar. ¿Quién nos ayudará? Nosotros solos no sabemoshacer este trabajo. De pronto, liuba propone: "Yo le pe­diré a mi papá que arregle la máquina. ¿Puedo?" Claro,Liuba. Vean qué bien se ha arreglado todo-se alegraSvetlana Anatolievna. Sasha di jo la verdad y liuba lo haayudado, ella le pedirá o su PQpá que arregle la máquina. ytú, Sasha, trato con más cuidado los juguetes, y si algo su­cede, dilo rápidamente, no lo escondas. Sasha, en silencio,mueve lo cabeza como respuesta.

los niños deben ser justos al valorar la conducta de los otrosniños de su edad y la suya propia, deben ver crfticamente laviolación de las reglas establecidas en el cfrculo infantil, debenser generosos y sinceros.

El desarrollo de nociones éticas sobre la bondad, la honesti­dad, la justicia, la amistad; el hábito de valorar y autovalorarsus conductas, desempeña un importante pape'l en la formaciónde las re laciones correctas entre los nlños ,

El pedagogo llevo a cabo tareas relativas a la formación delos sentimientos humanos de los niños entre sf, tanto durante todoel dfa como en las actividades programadas donde el método fun­damental de influencia es la charla.

Ni el pedagogo ni los niños deben pasar por alto un solohecho que viole las normas éticas establecidas. las causas delos confl ietos entre los nlños pueden ser las más variadas:

Por ejemplo, los niños juegan "al escondido". Sasha cierralos ojos y cuento hasta diez, "lleva el juego". Durante estetiempo, los demás niños deben esconderse. Tan pronto Sashacomienza a buscar a tos cempoñeros , Valera, que no parti­cipa en el juego, le informa dónde se han escondido todos.

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Sasha, aprovechando esto, encuentra rápidamente a los j~ga­

dores. Sin embargo, todos protestan porque han ofdo cómoValera le "sopló" a Sasha y lo acusan porque ha violado lasreglas del juego •. los niños gritan, discuten y no se ponen deacuerdo, se dispersan. la educadora les pide que se acerqueny les pregunta: ¿Qué creen ustedes, niños, por qué un juegotan interesante ha terminado? Los niños, naturalmente, expo­nen la causa. Entonces el pedagogo dice: Yo les diré cómotienen que jugar para que no haya discusiones entre ustedes.Ustedes también piensen cómo tienen que comportarse paraque el juego sea amistoso, largo y alegre.

De esta forma, la atención de los niños se concentra en suconducta, en la causa de 1 conflicto surgido. La educadora ex­plica: para que el juego sea amistoso hay que ser honestos encuanto a las reglas del juego, no violarlas. Aquel que no violalas reglas se llama justo.

En las charlas sobre la conducta de los niños en los juegos, de­ben aparecer hechos vivos y concretos. Por ejemplo, la educa­dora se drrige a los niños: Muchachos, ustedes han notado que01 ia, desde hace varios dlos , quiere ser el médico y Misha todoel tiempo la destituye. ¿Por qué? Hablemos de esto. los ni­ños pueden decir: "Olia no sabe ser médico, ella juega muyaburrido." En este caso, el pedagogo plantea a los niños una 'ta­rea: Enséñenla ustedes. Estas encomiendas en que los niños pue­den actuar como "maestros" son cumplidas con mucho gusto. Estaes una de las v(as para desarrollar en los niños la habilidad paraestablecer, individualmente, contactos generosos entre ellos.Naturalmente, el pedagogo debe, en este caso, observar el com­portamiento de los niños.

Estos conflictos pueden resolverse de otra forma: el pedagogopropone a los niños organizar, al otro lado, un juego análogo,por ejemplo, en otro "c(rculo infantil", y designar médico a Olio.

A veces los niños se inclinan a culpar a un compañero de algoque no ha hecho, a echarle toda la culpa, a tratar mal a un niñoque tiene un defecto ffsico. El pedagogo forma en los niños laidea de que esta conducta es impropia de un hombre bueno.

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Las charlas éticas con los niños exigen del pedagogo una grande Iicadeza y tacto: la falta de habil idad para comprender laconducta de un niño en cada caso concreto, la profunda injeren­cia en la vida de los niños, pueden causar un gran daño. Si elniño comete una gran falta y sufre por esto, no se puede, en pre­sencia de todo e I colectivo, cu lparlo de la mala conducta. Eneste caso, hay que hablar con él a solas.

Los métodos y procedimientos para formar las nociones éticasde los niños deben estar encaminados a despertar su emoción, susentimiento de alegrfa ante la buena conducta, su consideraciónante la vergüenza, ante los remordimientos de conciencia si se hacometido una falta. Cuando la injerencia del pedagogo provocaen el niño la ira, cuando las malas conductas se repiten, pero aéscondidas del adulto, esto quiere decir que se han cometidoerrores en la educación de ese niño.

La educadora necesita saber si los niños cumplen las reglas deurbanidad establecidas, en el proceso de la comunicación conlos compañeros, por ejemplo, cuando se pide cualquier objeto ymateriales para jugar, etcétera.

La educodoro apoya la amistad por parejas, contribuye a in­corporar a esta pare jo a un tercer niño, influye, en general, so­bre la composición de las agrupaciones, sobre el contenido y lacalidad de las relaciones entre los niños. El adulto se preocupaporque la amistad de varios niños no esté aislada de los intereses,fines y tareas, alrededor de los cuales el pedagogo une al grupoen general; por ejemplo, para que el niño trate de hacer algobueno no sólo para sus amigos, sino para los demás niños; paraque manifieste su nive I de organización tanto en un juego intere­sante con sus amigos como durante la realización de tareas detodo el grupo (preparación de escenificaciones, limpieza del sa­Ión, participación en un juego común).

De esta forma, la educadora utiliza ampliamente la charla yla conversación con los niños, el e jemplo positivo de los demásniños de la misma edad; dirige diariamente los juegos y el trabajode sus edu candos, preocu pándose porque es tos sean amistosas ygentiles y se ayuden entre sl.

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En la formación de las relaciones entre los niños, hay que utl­Iizar proverbios y refranes, fragmentos de poesfas que influyansobre los sentimientos morales y estéticos. Los proverbios dichosson percibidos emocionalmente por los niños, contribuyen a de­sarrollar el amor por el lenguaje metafórico certero, en el que seincluye el resultado de las observaciones que se han manifestadoen la norma moral, la lección, la conclusión moral.

Es muy bueno cuando los refranes y proverbios se incorporanal lengua je infanti 1. Los escolares mayores, naturalmente, com­prenden con mayor frecuencia su significación directa, que con­siste en su contenido metafórico concreto: "El que quiera peces,que se moje los pies." Los niños del grupo preparatorio para laescuela son capaces de comprender los proverbios y refranes másampliamente; por ejemplo, que el proverbio "Antes que te cases,mira lo que haces", pueda decirse en relación a cualquier acti­vidad que requiera cálculo y precisión. El elogio expresado conel refrán: "Pequeño, pequeño, pero osado", tiene ..un matiz emo·cional especial.

Cuando los niños de seis y siete años han hecho hasta el finalalgo diffcil, emprendido por ellos, los proverbios siguientes, di­chos por la educadora, les servirán de evaluación positiva: "Conpaciencia y trabajo se termina el tajo", "la buena mano, delrodn hace al caballo. "

Es obligatorio conversar con los niños sobre la escuela. El pe­dagogo sabe quién quiere estudiar y quién no y por qué, escoge10$ moteriales literarios ilustrados convenientes, lee y cuenta alos niños sobre la escuela, despertando en ellos el deseo de es­tudiar.

Enriquecen e l contenido de la vida infanti 1, los paseos a luga­res lejanos y que tengan un objetivo (estos se realizan varias ve­ces durante el verano). Se puede ir con los niños al bosque í almanantial, a cualquier edificio interesante, a la granja de oves,etcétera, pero las tareas cognoscitivas no deben ser grandes, yaque en caso contrario esto reduce los momentos de autoorganiza­clén,

Estos paseos alegran a los niños y si tienen una dirección y unaorganización correcta, desde e I punto de vista pedagógico, con ...

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tribuyen a desarrollar relaciones colectivas, que se manifiestanen la preocupcclén de unos por otros, en la ayuda mutua. Lospaseos desarrollan el nivel de organización, oyudana crear lacostumbre de tratar con cuidado las cosas propias y comunes, acuidar la naturalezo.

Cuando existe la experiencia de haber reolizodo paseos largosy excursiones, se incorpora a los niños a la confección del itine­rario: junto con 10$ niños se determina el lugar doncle se organi­zará la compcño , 1 la educadora, en rasgos generales, exp] icalo que los niños podrán ver a IIf (por ejemplo, cómo se funden dosriachue los), lo que podrán conocer y lo que podrán odmirar. Tam­bién se les cuenta lo que se podrá recoger, pintar y llevar. Sepensará qué cosas será necesario recoger con este fin. Se deter­minará con los niños lo que hay que coger para desconsar y jugar.la educadora manifiesta lo seguridod de que los niños en la cam­paña serán verdaderos turistas: amistosos, organizodos y preocu­pados (se puede también bromear: "No como lisa y Kaban en elcuento Cómo se conoce a los amigos.

Se haceo varias brigodas teniendo en cuenta los fuerzas, habi­lidodes y capacidades. Se designa a los responsables. la bri'"gada de alimentación lleva bocaditos, manzanas, carame los,agua y vasos de papel. la brigoda de descanso lleva frazodas,camas adecuadas y algunas cosas para juegos deportivos. La bri­gada responsable del equipo poro recoger regalos de la natura­leza, lleva cubos,' palas, chapas y marcos paro el secado,álbumes pequeños poro dibu jor, varias cajas de lápices. los ex­ploradores llevan binocu lares, "es tación de rad lo ", brú jula, sil­bato. Ellos muestran e I camino, ayudan a los rezagodos a vencerlos obstáculos (a pasar un riachuelo, etcétera).

la educadora piensa, de antemano, lo que les explicara y con­tará a los niños en la excursión y cómo tendrá que influir sobrelas relaciones infantiles.

La ocflvldod de contenido y las vivencias comunes acercan alos niños, contribuyen a fortolecer los relociones de omistad,

1 El paseo fue planificado por L. A. Penievski. (N. del A.)

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acostumbran a estos a ser organizados, crean la necesidad de es­tar siempre ocupados en cosas interesantes y necesarias.

La formación de los principios de los sentimientos patrióticostiene lugar en las actividades programadas, en la vida diaria.

La educadora enriquece la experiencia sensorial de los niños,sus nociones sobre la vida social circundante, en el proceso deobservación directa y de participación en ella. Esto es muy im­portante, ya que aquellos conocimientos que el niño recibirá enlas actividades programadas serán asimilados y concientizados porél con más éxito, si ellos se apoyan en los resultados de las ob­servaciones directas. Esto también es· importante porque el obje­tivo fundamental de la formación de las nociones sociales, en losniños de edad preescolar, es la formación de sentimientos mora­les: amor por la patria y por el pueblo.

La educadora estimu la a los niños a observar aque Ilos cambiosen la vida social que tienen lugar constantemente. Con este fin,da tareas periódicamente: IIHoy, cuando vayas del cfrculo infan­til a tu casa, observa cuántos pisos ya han sido construidos en eledificio que está en tu calle 11, o "nlños , ¿ quién de ustedes hanotado lo que cambió hoy en nuestra calle (la plaza)?II, o11 ¿quién de ustedes ha notado lo que han remozado en nuestroparque?, ¿ qué ha ocurrido? 11

Asf, el pedaQ<?go acostumbra a los niños a ver lo que se hacea su alrededor. Él no sólo elogia a sus educandos por las obser­vaciones hechas, sino que los ayuda a hacer las conclusiones: to­dos en nuestro pols trabajan, hacen algo para e I bien delos hombres.

Se pueden organizar observaciones durante los paseos, contodo el grupo de niños por las calles de la ciudad. Estos paseosse hacen en vfsperas de las fiestas para poder ver e I trabajo deadorno de los edificios; también puede ser un paseo a la construc­ción de un edificio, o simplemente un paseo por una calle enotoño o primavera para ver, de nuevo, lo buena y bonita que es,para recordar cómo se llama (Chapáev, Frunze, KrÚpskaya, etc.)y por qué'se llama as(. Estos paseos se distinguen de las excur­siones, ya que la educadora no se plantea como tarea enseñar a

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los niños, sino que simplemente centra su atención en uno u otroacontecimiento, ayuda a acumular la experiencia de las observa­ciones con el fin de utilizarla, en un futuro, para el desarrollomoral del niño.

Es importante familiarizar a los niños con las tradiciones po­pulares: laborales y de combate. La colocación de flores en elmonumento a V.1. Lenin, en el monumento a los soldados cafdos,es tradicional en nuestro pafs. Observando cómo hacen esto losadultos, los niños comienzan a comprender qué es lo más queridopara e I hombre soviético, qué es lo que cuida y conserva.

En la vida diaria de los niños, se deben ofr con mayorfrecuencia las canciones. Desafortunadamente, podemos ofrcanciones con muy poca frecuencia, fuera de la actividad pro­gramada de música. Yes que la canción crea una proximidadespiritual entre Jos niños, ayuda a que se aúne el colectivo in­fantil.

Los niños del séptimo año de vida oyen con gran interés lascanciones serias: sobre la revo lución, sobre la guerra civi 1. Ofrestas canciones cuando esto se combina con la asimilación de de­terminadas nociones sociales, en las actividades programadas, esmuy importante para despertar sentimientos dvicos en los niños:

Antes del Aniversario del Ejército soviético se les habló alos niños sobre los soldados rojos que defendieron valiente­mente el pafs de los enemigos. En una de las veladas, 'os, .nlños , en un estrecho Circulo, se sentaron alrededor del quetocaba y oyeron una orgu llosa canción:

Allá lejos, tras el rfose encendieron las hoguerasEn el cielo lo aurora se ha,extinguidoCientos de jóvenes soldadosempiezan o salir de la garitoa explorar el campo.

La canción se termina ... Los niños hacen silencio y,después, con lo educadora, cantan bajito dos o trescuplés.

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Mucho~ cosos proporcionan estos minutos para el desarrol.lo es­piritual de 10$ preescolares. El conjunto de la influencia esté­tica, ética e intelectual, redunda significativamente sobre laformación de 105 sentimientos patrióticos.

En le vida cotidiana existen grandes posibilidades no sólo pararealizar observaciones de 105 fenómenos de la vida social, sinotambién paro organizar la actividad de proyección social de losnlños ,

En la práctica, todavfa se utiliza, con frecuencial solo Jovfa verbal para la formación de los sentimientOs patrióticos: olosninos se les lee mucho, se les habla, se 'les muestra, pero noles dan la posibilidad de participar solos en los asuntos en que seocu pan los adul tos.

y los niños pueden sembrar flores en la parcela, en el grupo;adornar el salón del grupo para lo fiesta; confeccionar álbumes;fabricar juguetes, etcétera. Es importante que toda esta activi­dad de los nií"ios esté encaminada a formar sentimientos sociales,a formar el deseo de participar activamente en la vida de su grupo,del drculo infantil.

Por ejemplo, veamos cómo se puede organizar el ornato delgrupo para el cnlverscrlo del natalicio de V.1. Lenin. La edu­cadora propone a tos,niños pensar en lo que necesiton; determinar,de antemano, el cuadro que van a colgar, la colocación de lasflores, les banderolas, etcétera. Es importante que los nlñéssientan la responsabilidad por lo que se les ha encomendado. Losnlños no sólo discuten lo que utilizarán para el ornato, sino queellos mismos hacen todo lo necesario.

Algo muy útil para el desarrollo moral de los nlños , es la in­corporación de ellos al trabajo sabatino (en el mes de abril). Consus trabajos sencillos en las áreas verdes de la parcela, en la lim­pieza del salón, etcétera, los niños se inician en el aconteci­miento grande e importante que vive todo el pofs.

Los actividades programados paro fami Iiarizara los preesco­lares con lo vida social, contribuyen a desarrollar el interés porello. En lo vida cotidiana, estos intereses se fortalecen y satis­facen: el niño puede mirar el libro que más le gusto, hacer un

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dibujo sobre un tema que le haya preocupado, hablar a su amigosobre lo que ha visto, etcétera. La educadora debe estar atentaa esta necesidad de los niños y crear las condiciones para su rea­lización. Debe, ella misma, mantener las conversaciones sobrelos acontecimientos sociales, responder a las preguntas de los ni­ños , profundizar el interés de ellos.

El ejemplo de la educadora, su sensibilidad personal por todolo que ocurre a su alrededor, su deseo constante de participar ac­tivamente én la vida social, son condiclones muy importantespara la formación de los sentimientos patrióticos de los preesco­lares en Ia vida cotid iana.

La educación moral en el trabajol

Las posibi lidades para incorporar al trabajo a los nlños delséptimo oño de vida son mucho más amplias que en oños anterio­res, gracias a la experiencia adquirida por ellos y al desarrollode una serie de cualidades: firmeza en los hábitos laborales,aplicación, deseos de trabajar, habilidades para trabajar juntocon un pequeño grupo . Todo esto permite formar en los niños laconcentración en el trabajo (habilidad para trabajar a un ritmobastante rápido sin entretenerse), la organización (trazar un or­den lógico, elegir los procedimientos más económicos, realizarel trabajo en el tiempo establecido), la habilidad para incorpo­rarse al trabajo por iniciativa propia en caso de necesidad, sinesperar que se lo señalen y sin eludir los tipos de trabajos máscomple jos o que no despiertan su interés. Adquiere especial sig­nificación, la formación en ellos de la autoevaluación y delautocontrol, la precisión en el trabajo, la responsabilidad por loque se le ha encomendado, las habilidades para terminar lo queha comenzado, incluso si no es atrayente. Todo esto contribuyea formar las cualidades volitivas necesarias al futuro escolar.

los niños del séptimo año de vida ya son independientes a lahorade vestirse, bañarse, arreglar la cama, etcétera. Sinem­bargo, con frecuencia ellos manifiestan una falta de organizaciónextrema, hacen demasiado ruido, pierden mucho tiempo sin

1 Para más detalles véase el libro ; La educación del preescolar en el trabajo. Bajo la redacciónde V. G. Necháeva. Moscú, 1974.

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motivo, se distraen y, al mismo tiempo, se visten con negligencia,se beñen con mucha rapidez y descuidadamente, etcétera.

Por eso, la atención del pedagogo hacia la conducta de losniños no debe debi Iitarse. Es más, la educadora utiliza el auto­servicio para formar, en los nlños , una actitud cuidadosa antelas cosas, la intransigencia ante cualquier violación del orden,la habilidad para descubrir y eliminar las fallas y el esmero enel cumplimiento de sus deberes. Asf, mientras los niños se visten,utilizando situaciones surgidas, la educadqra explica que la ropacolocada con esmero no se ensucia ni se estruja, que cada cosatiene su lugar y, cuando todas las cosas están en su lugar, no hayque buscarlas cuando las necesitamos; cuando en el grupo hayorden, se puede estar en él agradablemente.

Tampoco tiene menos importancia la formación en los niños dela habilidad para descubrir por sf solos, las deficiencias en laapariencia (el peinado, la ropa, los zapatos), en los objetos deuso personal (peine, cepillo de dientes, poñue lo de mano) y co­rregirlas inmediatamente, sin que haya que senalárselo. La aten­ción de la educadora acostumbra al nlño a observarse, a estaraseado, apuesto, pulcro.

En el grupo preparatorio para la escuela se forma en los niñosla disposición para incorporarse al trabajo. En la vida cotidiana,en cualquier actividad independiente de los nlños , se crean con­diciones especiales para esto. Al prepararse para la actividadindividual, el nlño debe sacarle punta a los lápices o prepararel agua, traer e 1borrador, el pincel y, al terminar la actividadprogramada, ponerlo todo en orden y limpiar el lugar; despuésde jugar con e I juego de construcc ión, les necesario recoger laspiezas y cerrar la caja con cuidado, ponerla en e I estante, etc .

•Todo esto requiere esfuerzos constantes, esmero y cuidado en eltrabajo. La educadora observa, con atención, cómo trabajanlos nlños: si manifiestan esmero o descu ido, si prestan atenciónal desorden o si son indiferentes a él.

Las formas de organización del trabajo de los nlños , siguensiendo las mismas: encomiendas, guardias, trabajo colectivo.Sin embargo, se va complicando cualitativamente la unión de

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los nlños en el proceso del trabajo. As(, las encomiendas indi­viduales no sólo ayudan a enseí'iar a los niños los procedimientosde trabajo, sino que también los acostumbran a real izarlo indi­vidualmente y con esmero, con procedimientos económicos yhasta el final. Es de gran importancia dar encomiendas indivi­duales a aquellos nlños a los cuales tedovfo no se les ha logradoformar la actitud debida ante una causa y los eueles, en el tra­bajo colectivo, son muy poco independientes o exigen un controlespecial.

Como demuestra la práctica, en el séptimo eñe de vida losnlños , con frecuencia, pierden su interés por el trabajo cotidiano,que se ha hecho común. Ellos comienzan a rehusar las guardiasy cumplen sus deberes sin el cuidadb necesario. Esto demuestraque la educadora no ha explicado lo bastante el sentido, la im­portancia y la obligación del trabajo diario, que el nlño no seha incorporado, sistemáticamente, al trabajo. Es necesario ele·var el control del cumplimiento de d~terminados deberes porparte de los nlños , formar los motivos secleles de su trabajo, as(como apoyar la manifestación de iniciativas, despertar una acti­tud respetuosa por el trabajo de sus compaí'ieros de guardia.

las encomiendas individuales también pueden ser prolongadas;entonces su lmporrcnclc es algo diferente: dar la posibilidad al.niño de sentir el beneficio y la necesidad de su trabajo, la res­ponsabilidad por algo.

Una gran parte de las encomiendas, en el grupo preparatoriopara la escualc , tiene un carácter colectivo. las encomiendascomunes acostumbran a los nií'ios a trabajar en un colectivo pe­queí'io, coordinando sus deseos con los deseos de los demás nlños ,aportando su parte de trabajo a la causa común. Por ejemplo,la educadora une a un grupo de niños (desde dos hasta cinco oseis) para una tarea común: "Todos juntos escarden los canteros";"hoy por la tarde rieguen bien la arena en el patio y mai'iana porla mai'iana, cávenla"; "traigan los juguetes a la parcela, dis­tribúyanlos por ella, pero antes de regresar, recójanlos con cui­dado en una caja"; etcétera. Estas encomiendas pueden estar.dirigidas, también,a ayudar a la auxiliar: "Junto con la auxi­liar traigan la ropa de cama limpia y coloquen los juegos en las

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camas". I'Miren las toallas y separen fas que tienen rotas el asade 19"9anchar. Juntos, con la auxiliar, cósanlas", etcétera.

Si en el grupo de edad mayor los niños ya adquirieron ciertaexperiencia de trabajo en grupo, la complicación puede hacerseen el contenido del trabajo. En el grupo de edad mayor, todoslos nlños , en realidad, realizaban un mismo trabajo (por e iemplo,durante el lavado coda uno tenía la ·tarea de lavar algunascosas; durante la siembra de la cebolla, cada uno sembraba,etcétera), en el grupo preparatorio para la escuela, la tareapuede incluir varias partes diferentes. Por ejemplo, durante lalimpieza de la estanterfa para los juguetes, algunos niños vistena las muñecas, otros, durante este tiempo, limpian los tableros,otros lovan los juguetes plásticos, o frotan los de madera y losmetálicos.

Asr resulta que la tarea común de limpiar la estanterfa incluyevarias portes diferentes. Sin embargo, Jos niños no pueden com­prender inmediatamente que cada cosa es parte de un todo; poreso, es importante explicarles esto, incitarlos a la ayuda mutua,destacar el carácter colectivo del trabajo: "Cuondo trabajen jun­tos, traten de no quedarse rezagados con respecto a los demás,de terminar todos al mismo tiempo. Y si alguien tiene .dificultad,hay que ayudarlo siempre. Asf actúan siempre los compañeros. 11

Apoyándose en las nociones y habilidades que ya tienen losmuchachos, la educadora utiliza métodos indirectos de influen­cia: en lugar de una indicación directa, plantea la pregunta,propone, primero, ponerse de acuerdo sobre el orden del trabajo,etcétera. Al igual que en el grupo de edad mayor, la educa­dora enseña a los nUlos a ponerse de acuerdo con respecto a ladistribución del trabajo, ya que, precisamente, cuando se rea­lizan trabajos diversos, pueden surgir discusiones acerca de quéle corresponde hacer a cada uno: a los niños algunos trabajosles resuItan más interesantes, otros no les gustan. La educadorautiliza las reglas como ayuda: "Hay que saber ceder", "Hay queacostumbrarse a real izar cualquier trabajo" , etcétera.

El pedagogo observa con atención cómo los niños se ponen deacuerdo en cuanto a la distribución del trabajo y el carácter queadquieren sus relaciones. Si un niño con más iniciativa, 01 pro-

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poner su vario",." no tienp. en cuento los intereses de los demásnlños , la educadora no aceptará sus proposiciones, habrá queayudarlo a comprender el carácter inadmisible de esta conducta,la falta de justeza ante los compaPleros¡ habrá que enseí'iarlo ahacer concesiones, a contener sus deseos. Y, por e I contrario,el pedagogo estimulará a los niños más pasivos a manifestar susiniciativas, los ayudará a incorporarse al colectivo, apoyará susproposiciones. Con estos procedimientos, el pedagogo contri­buirá a desarrollar relaciones amistosas entre los nlños,

Tomando un trabajo terminado, evaluándolo, el pedagogo dis­tingue, de modo especial, los hechos de la manifestación de laamistad y de la ayuda, destaca la utilidad y las ventajas del tra­bajo colectivo.

Es muy importante que al planificar las encomiendas comunes,la educadora prevea la participación sistemática de cada niño ene I trabajo. Esto es posible en e I caso que la educadora incorpore,diariamente, a los distintos tipos de trabajo, ya a uno, ya a otrogrupo de niños (de seis a siete aí'ios).

Cuando los nlños , en algún tipo de trabajo, dominan las habi­lidades en un grado suficiente, se pueden unir a los participantesde un proceso laboral único con la división del trabajo entre ellos.

Por ejemplo, a los niños se les ha encomendado lavar los ju­guetes: unos los lavan con estropajo, otros los secan y otros lospulen y los colocan en los estantes. En otro caso, algunos niñosles cortan las hojas a las hortalizas y otros las lavan. Hay quedestacar que esta organización del trabajo debe utilizarse, sola­mente, en aquellos casos en que el desmembramiento del trabajosea conveniente.

Con una organización seme jante, cada uno de los participan­tes realiza sólo una de las operaciones que forman parte de la ta­rea general. En el transcurso de la actividad, surge, entre losparticipantes, una estrecha relación, ellos se encuentran en de­pendencia directa los unos de los otros. Supongamos que no sepueden sembrar las semillas hasta que se abran los surcos, o quehay que esperar hasta que te den un cubo mojado para secarlo.Yccdo vez que surja la demora, los niños se dirigen a los com­paPleros. Por ejemplo, el nlño secó el cubo, pero a su compa-

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ñero no le ha dado tiempo a lavar el siguiente. Asf surge unasituación y hay que decidir cómo actuar: esperar pasivamenteo ayudar a eliminar la situación, realizar el trabajo del que noha cumplido o exigir que se corrija la deficiencia, etcétera.

Si los niños no domi'nan la experiencia de la regulación de lasinterrelaciones, entonces cada demora puede conducir a una ex­plosión, a discusiones y conflictos. Por esta razón, tiene granimportancia la tarea de formar relaciones positivas entre los mu­chachos. Si las normas de las relaciones se cumplen, inmedia­tamente, en la actividad directa de los propios ninos, e JIas seránasimiladas de modo activo.

Los participantes de la actividad conjunta son también con­troladores de la calidad: el segundo participante evalúa la cali­dad del trabajo del primero y puede quejarse en caso de quedescubra deficiencias que puedan retrasar su trabajo.

Por consiguiente, esta organización del trabajo crea, de modoobjetivo, las condiciones para el surgimiento de situaciones detodo tipo en las que los niños manifiestan determinada actitud,ante la actividad de los demás. Y la comunicación que surgeentre los muchachos puede ser utilizada por el pedagogo en laformación de relaciones positivas, previendo las posibles discu­siones.

Al organizar el trabajo de los nlños , el pedagogo debe teneren cuenta que la incorporación inoportuna de los niños al procesode actividad, en un trabajo conjunto, puede provocar insatisfac­ción por parte de los que esperan (con frecuencia algunos niñosse ven obligados a esperar, si la educadora no les encomiendarealizar un trabajo complementario, mientras los primeros reali­zan una parte de la tarea). Su falta de trabajo no se arregla yellos exigen a los compcñeros acelerar el ritmo de trabajo. Sinembargo, estas exigencias pueden ser injustas, ya que la demorase debe a las particularidades de la organización del trabajo.T~niendo en cuenta esto, la educadora propone, por ejemplo, alnlño , que debe colocar los cubos o que vaya limpiando los es­tantes.

Soblendo que las situaciones complejas, en el proceso de laactividad, son provocadas por distintas causas (los nlños trabajan

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a diferente ritmo, poseen diferente nivel de habilidad, etc.), eladulto explica a los nlños cómo hay que actuar en uno u otrocaso; los ensena a dar que jus en buena forma, a propone r suayuda, a introducir reglas y a fundamentar la corrección de lasmismas: "Antes de entregar el trabajo hay que comprobar cómolo realizaste", "si lo haces mal, harás fallar a los compcñeros","El trabajo hay que compartirlo igual para todos. As( hacen loscamaradas. "

Cuando e I primer participante de la actividad con junta ter­mina su traba jo, la educadora lo pone- a ayudar a los demás o lepropone realizar un trabajo complementario, explicándole:"Cuando trabajen juntos, hay que ayudarse entre s(, notar lasdificultades de los compcñeros , responder juntos por su trabajo."

A medida que pasa e I tiempo, los nlñes comienzan a ponersede acuerdo cada vez con mayor independencia, a resolver con­juntamente situaciones comple jas en las que surge la necesidadde hacer concesiones o de salirse con la suya, utilizando lasreglas morales. De este modo, las relaciones entre los nlñosadquieren un carácter positivo y se trasladan a la vida diaria.

los tipos de guardias en el grupo preparatorio para la escuelacontinúan siendo los mismos. Pero las posibilidades crecientesdé los nlños permiten al. pedagogo hacer más dif(cil el contenidodel trabajo, las tareas educativas y el nivel de exigencia a losnlños de ~uardia.

la tarea de formar los motivos sociales del trabajo, del deseode ayudar a los hombres con su trabajo, cobra una gran signifi­cación. El pedagogo explica a los niños la obligatoriedad deque cada uno cumpla con el trabajo encomendado, lo cual esimportante para todo el grupo. Por eso, en las evaluaciones deltrabajo de los nlños de guardia debe señclcrse , fundamental­mente, el interés de estos en preocuparse por todo el grupo, lahabilidad para no entretenerse, para cumplir sus deberes a tiem­po, para no obl igar a sus compcñeros a esperar por ellos.

El contenido del trabajo de los ninos de guardia se ampl(a.As(, por ejemplo, los niños que están de guardia en el comedorse preocupan porque estén dispuestas, a tiempo, las servilletas

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y colocados con cuidado los vasos; ayudan a la auxiliar a traerde 1'0 cocina el pon, las frutds y las ensaladas.

Los nUlos que están de gUdrdia preparan los materiales paralas actividades programadas, reparten el material de distribución,borran la pizarra, aportan las mesas y colocan las sillas, ayudanal director musical en la elección de las cosas necesarias y lasdistribuyen a los nlños (lo mismo ocurre antes de la actividadprogramada de Educación Ffsica). En ocasiones, se les enco­mienda un trabajo que hay que cumplir no en el momento ante­rior a la actividad programada, sino con más anticipación (antesdel desayuno o el d (a antes) , por ejemplo, si hay que prepararmuchos materiales de distribución, ver los lápices, preparar laarcilla, etcétera. En algunos casos, es conveniente dejar unaparte del trabajo de los niños de guardia para por la tarde (paranode lerlos sin el suficiente control cuando los demás salen alpaseo): lavar los paí"ios que se uti Iizaron en la actividad progra­mado de d ibu jo con pinturas, lavar los platillos para preparar lasacuarelas o la goma.

la educadora se apoya en los niños de guardia recurriendo aellos como ayudantes, los manda a comprobar si todo está prepa­rado para la actividad programada, a invitar a los niños a estu­d lor , y les agradece haber preparado a tiempo para e I grupo lonecesario para las actividades programadas o por la limpiezacuidadosa del rincón de la naturaleza. la educadora llama laatención de todos Jos nlños hacia la importancia del trabajo rea­lizado por Jos nii"ios de la guardia y los enseño a respetar el tra­ba jo de los mismos.

Teniendo en cuenta Jos condiciones del grupo, el pedagogoaumenta, también, el volumen de trabajo de los niños de guardiapara el mantenimiento del rincón de la naturaleza: Jos niñossiembran pienso para los animales, remueven la tierra en los can­teros, podan Jos hojas secas o recogen Jos flores cardas, siembransemillas de plantas florales y verduras (perejil, hinojo, cebolla).

la complicación paulatina tiene lugar, también, en forma deorganización del trabajo de los nií"ios de guardia: ahora ellos,juntos, realizan todo el volumen de trabajo, distribuyéndoseloentre sr. Uniendo a los nlños para la guardia, la educadora ob-

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tie~ hy~nQ$ refacianes de amistad, satisface e I deseo de lasninos de trcrb~¡ar juntos y, simultáneamente, en el trabaja con­funte, forma nuevas relaciones.

El pedagogo ensena a las nlños a ceerdlnor sus opercclones , aconslderor el trabaja ccmenzcdo par el campanero ya determinarqué otro casa hay que hacer. Pera puede ocurrir asf: alguno delas niños eomlenzo un trabajo, par ejemplo, cclocc los vasos canlas servilletas y un segundo nlño , en ese momenta, se cpoderode ellas. la secuencia del trabajo se destruye y al final resultaque se ha realizado mal: a alguien no le han dada cuchara, enalgún puesta no hay vaso can servilleta. Por eso, la educadoraensena a los ninas: "Primero pónganse de acuerda en la que vaa realizar cada uno. Vean; Kalia se ha puesto a distribuir losplatillos, tú coloca la taza sobre cada uno de ellas." O, deeste modo: "Sosha, echa la pintura en los plati llos ; tú preparalas bande jos y coloca un recipiente con agua. Entonces a Soshale será más fáci I distribuir los platillos. "

En la segunda mitad del ano se puede unir a tooos los niñosde la guardia en un solo grupa de trabaja querésponda por todoslos tipos de guardias, durante tres dfas. la educadora les expli­ca a los muchachos que ellos deben ponerse de acuerdo todos losdfas acerca de quién va a participar en cada tipo de guardia ysi algún nlño falta, decidir quién lo sustituirá y, también, quiénayudará si el trabajo resulta mayar (por e jemple , algunas activi­dades programadas requieren mayar preparación).

las encomiendas comunes y las guardias preparan a los nlñospara participar en una forma de actividad laboral más complejapar su organización, es decir, para el trabaja colectiva de todoel grupa. El pedagogo utiliza esta organización para formar enlas niños la noción acerca de la Importcnclo de cada uno de ,e 1I0sen el trabajo conjunto, pata provocar vivencias comunes. El ex­plica a los nlños que cuando trabajen juntos, nadie debe distraer­se, es necesario no hacer fa llar a los compcñeros , no obl igarlosa esperar; en una tarea común, todos deben ayudarse entre sr.

Todos los niños del grupa participan, sistemáticamente, en lalimpieza del local o de la parcela, trabajan en el huerto, en eljardfn, adornan el salón para las fiestas, etcétera. la educadora

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debe analizar, previamente, el volumen de trabajo que garanticeque cada uno de los niños esté ocupado lo suficiente, el conte­nido de trabajo que los una en tres o cuatro grupos, asf como quesea conocido para los niños, De este modo, si la educadora haencomendado, sistemáticamente, a los nlños , tareas comunes (porejemplo, el mantenimiento del rincón de la naturaleza, el lavadode los cubos, el pegado de cajas y libros, la limpieza de la es­tanterfa, etcétera), entonces, al unir a todos los niños para tra­bajar simultáneamente, podrá incluir, en este trabajo, todos lostipos de encomienda que los niños ya han realizado individual­mente. Entonces, le será más fácil llevar a cabo la direccióngeneral del grupo.

la educadora debe meditar, cuidadosamente, el plan del tra­bajo siguiente para, en el transcurso del mismo, no tener queprescindir de la organización de I trabajo; debe estudiar la direc­ción precisa de la actividad en todas las etapas: en la discusiónprevia con los niños del trabajo siguiente, en la distribución delmismo entre los participantes, en el proceso de trabajo y en ladiscusión de sus resultados. Esto ayudará no sólo a cumplir conéxito esta tarea sino, también, a realizar las tareas educativassiguientes: formación de una actitud positiva ante el trabajo,habilidad para trabajar en colectivo, para sentir la alegda departicipar en el trabajo común.

Antes de comenzar el trabajo, la educadora, conversando conlos nlños , destaca la importancia del trabajo común y de la laborde cada uno. Al discutir las cuestiones de la distribución, hablasobre los posibles métodos para ponerse de acuerdo sin ofenderse,cediendo y haciendo coincidir su opinión con la de los compcñe ­ros. Hay que escuchar con atención lo que dicen los nlños ,apoyarse en su experiencia, estimular las proposiciones. la edu­cadora misma propone variantes posibles de distribución del tra­bajo entre los grupos, explicando su conveniencia; da la posibi-Iidad a los niños de ponerse de acuerdo dentro de I grupo,en cuanto a la parte del trabajo común que va a realizar cadauno. Sin embargo, hay que observar cómo los niños se ponen deacuerdo, hay que ayudarlos si cometen errores. Asf, cobra es­pecial importancia la explicación de las reglas morales que re­gulan las relaciones entre los niños: cómo deben actuar los

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compai'íeros en uno u otro caso, cómo ceder ante los compai'íeroso vencer las dificultades en la corrección de una proposición,etcétera.

En el proceso del trabajo colectivo es muy importante ajustarel trabajo dentro de cada grupo, apoyándose, al mismo tiempo,en los elementos de la autoorganización y de la solución indivi­dual de los asuntos que surjan. La educadora no seí'lala de inme­diato cómo hay que actuar en uno u otro caso, sino que ayuda alos niños a comprender las causas de la situación surgida, de ladiscusión y de otras situaciones que tienen lugar en el procesodel trabajo, por ejemplo: liMe parece que ustedes se demoranmucho con respecto a los demás. ¿Algo les dificulta el traba­jO?"; "Lo dispusieron de la mejor forma, ¿ se han púesto deocuerdo ?" O, as(: "Seguramente, ustedes mismos podrán resol­ver cómo hay que actuar para que todo sea justo, si recuerdan laregla: Hay que realizar, por orden, todas las cosas encomenda­das a cada uno, e tcé te ro , 11

La educadora recurre en ayuda de aquellos grupos en los cua­les el trabajo ha resultado menos conocido o que su volumen detrabajo es mucho más grande que en otros (une a nuevos mucha­chos, hace una redistribución.de los deberes, se incorpora ellamisma al trabajo de algún grupo, etcétera). Eliminando todotipo de sltucclén d lffcll , el pedagogo, ante todo, contempla lainfluencia educativa sobre los nlños , introduce activamente re­gias morales que contribuyan a formar relaciones positivas, no­ciones sobre las normas de conducta en e I colectivo de niños desu edad. Al terminar el trabajo, la educadora discute con losnlños sus resu Itados, destacando, especialmente, la importanciapositiva de los esfuerzos laborales colectivos, hablando sobreaquellos que manifestaron preocupación, amistad y atenciónhacia los demás. Durante la discusión de las deficiencias en eltrabajo de los nlños , la educadora aconseja cómo se deblc haberactuado, por ejemplo: "Shura trabajó hoy tan rápido que termi­nó primero que los demás. Esto es muy bueno. Pero hubiera sidome jor si hubiera adivinado que debfa ayudar a Rita. Ella tuvodificultades, pero le daba pena pedir ayuda. Yo pienso que enotra ocasión, él actuará de esta forma. 11

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Estas discusiones ayudan a los niños a comprender cómo hayque actuar en situaciones concretas que surgen en el proceso dela actividad programada.

Al organizar la actividad laboral de los nlños , teniendo encuenta sus posibilidades según la edad, es necesario tomaren consideración también la carga de trabajo. Esto se refiere,especialmente, a aquellos tipos de trabajo como cavar la tierra,quitar la nieve, etcétera. Precisamente, en el grupo prepara­torio para la escuela, se crea la posibilidad de hacer que losniños sientan una carga f(sica real y, al mismo tiempo, las par­ticularidades del trabajo como una actividad re lacionada con elgasto de fuerzas. la carga insuficiente no da la posibilidad deformar, en el nlño , la costumbre de I esfuerzo laboral. La sobre­carga provoca una oc ti tud negativa ante e I traba jo. Por eso,durante la organización del trabajo, hay que contemplar la cargaóptima para el nlño , teniendo en cuenta las habilidades y el rit­mo de traba jo.

Al incorporar a los niños al trabajo para apilar la nieve ocavar la tierra, la educadora los ensena a utilizar la pala, a pla­nificar su trabajo, a determinar en qué dirección hay que mover­se, hacia dónde hay que apilar, la cantidad de tierra o de nieveque se puede coger en la pala, etcétera.

Un ritmo rápido de. trabajo conduce, enseguida, al cansancio,y las distracciones frecuentes nos dan la posibi Iidad de obtenerel resultado esperado. Por eso, la educadora acostumbra a losniños a trabajar con mesura, a un ritmo promedio, a no apurarseya no distraerse. La dirección de la educadora está encaminadano sólo a obtener el resultado de la actividad, sino a formar cos­tumbres de esfuerzo laboral: al nlño lo alegra su habilidad, sucapacidad para lograr los resultados esperados, lo que los motivapara ponerse atrabajar, de nuevo, al dra siguiente.

Como un tipo especial de trabajo, en el grupo preparatoriopara fa escuela, se destaca la ayuda a los pequeños. Este tipode trabajo permite formcr una actitud positiva ante los pequeños ,la htJbilidad para ver sus dificultades; ayuda a sentir la necesidadque de ellos tienen los pequeños ya desarrollar la capacidadpara responder a sus sollcltudes, Sin embargo, al no saber

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cómo hay que ayudar a los pequeños, los niños, con frecuencia,reemplazan a la auxiliar; convirtiendo al pequeño en una es­pecie de juguete sin darle la posibilidad de hacer nada solo.Por eso, surge la necesidad de preparar a los preescolares ma­yores para ayudar correctamente a los pequeños: hay que ayudaral pequeño a vestirse, a traer juntos los juguetes, a poner lamesa, a regar las plantas, etc. Resulta importante para la edu­cadora, despertar en los niños mayores los sentimientos bonda­dosos y la preocupación hacia los pequeños, revelando elcarácter humano de estas actitudes: 11 IVean qué incapaces sonellos, qué debiles! I Y qué tiernos y cariñosos son! I Cómotienden los brazos hacia ustedes! Vamos, mis buenos colabora­dores, ayuden a sus pequeños amigos. 11 En el grupo, la educa­dora destaca, de vez en cuando, que con la ayuda de los niñosmayores, los pequeños ya han comenzado a vestirse, recogenlos juguetes más rápido, etcétera.

El "Progrcmo de educación en el cfrculo lnfontl l" recomienda,también, organizar el trabajo de los niños con madera. Este tipode trabajo entusiasma mucho a los niños porque resulta nuevopara ellos y, también, porque permite obtener resultados reales:objetos, juguetes y, además, cosas que tienen un valor práctico.El trabajo con madera crea grandes posibilidades para enseñar alos niños a planificar previamente su trabajo, para enseñarlosa imaginarse el resultado futuro. Hay que tratar que los resulta­dos del trabajo de los niños tengan un valor práctico y los jugue­tes fabricados sean fuertes y hechos con esmero •

...os niños manifiestan mucha fantasfa y hacen muchas invencio­nes al trabajar con materiales naturales. Este tipo de trabajopermite a los muchachos tener atenciones con los adultos, hacialos niños de su edad, al poder preparar para ellos souvenirs. Elproceso del trabajo está estrechamente relacionado cen la forma­ción de I sentido de I esme ro, de I cu idado y de la paciencia y conla -formoclón de la habilidad para vencer las dificultades. Poreso, es muy importante tener en e I grupo, una cantidad suficien­te de bellotas, sernl llos , cortezas, paja, cáscaras de nuez yotros materiales. Para centrar la atención de los niños en estetrabajo, hay que mostrarles procedimientos sencillos para unir lasdistintas partes de un objeto, las variantes posibles de cambios,

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la utilización de algunos instrumentos. Se puede recomendar,también, dejaren el crrculo infantil Jos mejores trobcjos de losniños que marchan a la escuela para mostrárselos a los niños quellegan al grupo preparatorio para la escuela. La educadora,prestando atención a estos objetos, dice: IIEI oño pasado, losnlños que estudian actualmente en primer grado, aprendieron ahacer figuras interesantes, objetos de este material. Ustedes,durante el oño , también podrán aprender a hacerlas. Juntosvamos a examinarlas y a crear solos otras que se parezcan a estos,"

De esta forma, la educación .Iaboral en e I grupo preparator.iopara la escuela resuelve toda una serie de tareas de educaciónmoral. La principal de estas tareas es la formación de cualida­des morales-volitivas necesarias al niño para el estudio exitosoen la escuela.

Laeducación moral en las actividades programadas

En el desarrollo moral de los niños de seis oños desempei'lanun gran papel las actividades programadas. La actividad delnlño en la actividad programada crea las condiciones para for­mar en él las habilidades capaces de movilizar la atención y losesfuerzos para realizar la tarea encomendada, para lograr un ob­jetivo; las habilidades para realizar el trabajo en un tiempo de­terminado, para subordinar sus deseos a las exigencias delpedagogo, etcétera. Se continúa el desarrollo de la indepen­dencia, la perseverancia, el sentido de la organización y delcolectivismo y se forma el interés por el estudio.

En la actividad programada, en las situaciones surgidas deforma natural, la educadora puede señalar las relaciones con lavida futura de los nlños en la escuela: "Ustedes realizarán lastareas del moestro "; "e lmoestro elogia a aquellos que tratan detrabajar con esmero ... 11, etcétera. Pero estas explicacionesdeben hacerse sin mucha insistencia, sin amenazas a los que nocumplen con las tareas. Por el contrario, la educadora desta­cará las mejores cualidades de los nlños , seí'ialando que estaslos ayudarán a estud iar bien en la escue la.

Las actividades programadas contribuyen a formar nocionescorrectas acerca de lo que significa estudiar bien. Al proponera los niños una u otra tarea, la educadora explica la necesidad

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de ofr con atendón, de cumplir los requisitos: planteados. Sinembargo, en la práctica se pierde, con frecuencia, laoportuni­dad de formar las normas de conducta directamente en la activi­dad. Al observar deficiencias en el trabajo, la educadora,frecuentemente, las relaciona sólo con las deficiencias de con­ducta: "oyó mal", "no prestó atención", "se ocupÓ de cosasajenas", pero no explica que la conducta correcta, en los cctl­vidades programadas, consiste en ser activo, ofrcon atencióna la educadora y a los compai'leros, estar siempre listos para res­ponder y aspirar a responder. Si esto no está claro para los nlños ,no se forma en ellos una idea completa acerca del conjunto dereglas de conducta necesarias en la actividad programada.

Es importante que en las evaluaciones de la educadora se oigacon más frecuencia lo positivo, ya que es necesario destacaraquello que es bueno, necesario y correcto. La habil idad delpedagogo para evaluar a los niños por su afán, por el logro delresultado, por la creación, en la actividad :programada, da! unambiente de optimismo y seguridad en el éxito y tiene un granvalor positivo. Sin embargo, esto no quiere decir que el pedago-'go debe pasar por alto las deficiencias. "Todos se han esforxcdo"- dice la educadora cuando a dos niños no les ha dado tiempo aterminar la tarea, debido a frecuentes distrac::ciones,o cuandodos niños han trabajado sin mucho esmero, cuando alguien noha cumplido todas las indicaciones (no ha ordo co!:, at~nción,se le ha olvidado), pero al analizar el trabajo en conjunto, hayque decir lo que todavfa los nlños no han logrado y hoy queseñolor esto como tarea a realizdr en futuras actividades.

Algunos consejos a los nlños acerca del mejoramiento de lacalidad de su trabajo o de su conducta, se pueden trasladar alconmienzo de la actividad programada, previendo, al mismotiempo, las posibles frustraciones, por ejemplo: "Lo vez pasadaalgunos niños no cumpl ieron las indicaciones acerca de que ••• "o, de este modo: "Hoy oigan con mayor atencJón para••• 11, o"Kostir . comienza a trabajar hoy, inmediatamente, para quetermines junto con los demás. 11

la actividad del nlño en la actividad programada es indivi­dual. Pero esto tiene lugar dentro del cfrculo de los niños de suedad, por eso, se crean posibi Iidades para formar en e 1I0s formas

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colectivas de conducta: ser reservado, teniendo en cuenta lasnecesidades de sUs compai'leros; saber que él no está solo y nopretender que la atención del pedagogo seQ excesivo; saber cum­pi ir la torea a un ritmo general. los requhitos qu.e se planteana la.conducta de los nlños , en la actividad program.ado, debenexpl icarse desde el punto de vista de los intereses del colectivo:"Escuche con atención, si no habrá que repetlrte de nuevo y dedemorarás a los demás", "Siéntate tranqu ilclmen.... ,Glle Jo contro­rio, tu compai'lero puede cometer errores Y" oi1'(; lQS expHcacio'"nes" , "Preperc todo lo necesario, con ante loe ión , para que nodemores el comienzo de la actividad programada''', "Si andas porlas ramas, molestas al compai'lero al responc4er y 'lO lo (XXfrásayudar en ..caso de necesidad." Estas explicoeial\e$ $'rven paraformar en los "ii'los el respeto por sus compallero., la habilidadpara verlos como compai'leros de grupo, para relacionarse cone lIos amistosamente.

Participando constantemente en las actividades programadas,el n'no comienza, también, a actuar correctamenre en su propioactividad.

Durante las actividades programadas, el pedagogo ensei'la alos nlños a I~antar la mano si quieren responder. ¿Cómocumplen los nlñes esta regla? Algunos tienen unt:J actftud eens­clente ante ella: levantan la mano cuando estón realmentepreparac:los para responder; otros saben cómO hayqve responder I

pero no levantan la mano; otros siempre levantan fa mano; apo"rentemente activos, pero cuando el pedagogo se dirige a ellosno pueden responder. Esta conduc'ta de los nii'los está determina­da en mucho por la actitud del pedagogo. Supongamos que elnlño levanta la mano con frecuencia, pero no le pr'eguntan nihoy ni meñcno, Si no recibe aprobación, deja de ser activo.A veces, bajo la presión de las observaciones del pedagogo:"Tú, de nuevo, no levantes la mano, trabajas mal", el nlñecomienza a levantar la mano mecánicamente después de cadapregunta del pedagogo, independientemente de si sabe la res­puesta o no.

la educadora debe explicar claramente a los niños que la manodebe levantarse sólo cuando ya se haya acertado, cuando yase sepa cómo responder. Si el niño levanta la mano de manera

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impertinente, pretendiendo que e I pedagogo lo atienda todaslas veces, hay que explicarle: "Mira, liuba también sabe, perodeja la mano tranquila. Aprende a ser medido. 11 A tos niñosque debido a la inseguridad en sf mismos no manifiestan activi­dad, hay que apoyarlos y estimularlos a que responden, propo­niéndotes al principio las preguntas más. fáci les. Si elnii'iotrate de responder, hay que apoyarlo:. " IVes cómo ya fu puedesresponder bien 1 Hay Que ser osados, levantar la mana. ITú.,asabes J"

Tiene especial importancia, en la actividad programada,hacer el resumen. El objeto de la conversación debe ser aquelloque se ha logrado, aquello nuevo que han aprendido. Es impor­tante evaluar correctamente la actividad de los nlños, en cuantoal cumplimiento de la tarea. Ocurre que la educadora plantearequisitos muy pequei'ios a los resultados de la actividad infantilyen el nlño se crea la idea de que la tarea se puede realizarsin mucha exactitud , de que los requisitos que planteó el peda­gogo, al principio, no son obl igatorios.

A veces, la educadora incorpora a los niños a lo evaluaciónde los trabajos de los compai'ieros. Es importante ensei'iarlos ahacer esto con mucho tacto, en una forma gentil. "Nlñes, veanlos dibu jos y digan quién logrÓ hoy realizar bien la tarea yquién todavfa no lo hace bien ll

- propone .10 educadora- , dispo­niendo a los nlños , con su ejemplo, a hacer una evaluaciónjusta. También hay que ensei'iar a los preescolares a ofr las ob­servaciones de los compai'ieros, a aceptarlas.sin vergüenza. Entodas las actividades programadas es necesario apoyar la ayudamutua y la amistad.

En cada actividad programada, la educadora tiene la posibi­lidad de plantear y real izar tareas de contenido moral. En elgrupo preparatorio hay que organizar, con mayor frecuencia,actividades programadas en las cueles los nlños se acostumbrena hacer cosas útiles para los demás. Este motivo influye, tam­bién, sobre la cal idad del trabajo que real izan. Hacer juguetespara los pequei'ios; un dibujo para regalar a papá, a mamá, a uncompai'iero¡ escrlblr cartas a los amigos de otras repúblicas; pre­parar un concierto para el grupo de edad mayor, son cosas que

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forman, paulatinamente, en los niños, la costumbre moral dehacer el bien a las personas, de preocuparse por ellas.

Son útiles, también, las actividades en las cuales los nlñosse unen en pequer"ios colecflvos y el resultado depende de losesfuerzos comunes. Los trabajos conjuntos son importantes paraformar los rasgos elementales del colectivismo y algunas habili­dades de organización: los niños se acostumbran a ponerse deacuerdo, a distribuir el trabajo, a elegir al responsable o aljefe que dispone, durante la realización de una construcción, dede un mode lado, etcétera; aprenden a subordinarse entre sr alos requisitos del trabajo, a actuar conjuntamente. Se desarrollan,de modo interesante, por ejemplo, las actividades programadasen las cuales se les da a los niños la tarea de dibujar, por pare­jas, guantes de invierno, bufandas, gorros con un solo arabesco;cortar figuras de un mismo tomoño para adornar la alfombrita;hacer un pane I general: 11En e I patio de las cves'", etc. Estasactividades programadas se plantean a los niños, en aquellascondiciones en que toda su conducta se subordina a un objetivocomún: un proyecto único de dibujo requiere una coordinaciónexacta, la decisión del color, de la alternancia de las formasdel arabesco:

He cquf , por ejemplo, cómo trabajaron, en esta actividadprogramada, Sveta y Kolia. Después de recortar el guantede invierno, Sveta lo colocó delante de ella y esperó a queKolia terminara su trabajo. Sveta no apuró a Kolia. Cuandoél terminó, Sveta dijo: "Vemos a hacerle, en el centro,estas florecí tos azu les; arri ba yaba jo, estas espi gas ondeadasy dentro de ellas, las hojitas. 11 Kolia, agregó: "Hoqomos lasespigas amarillas y blancas, primero el amarillo, después elblanco y debajo, también, amarillo y blanco. 11 Sveta, se­i'laló: "Hoqomos los tallitos finos. 11 A medida que trabaja­ban, se miraban redprocamente los arabescos. CuandoSveta notó que los tallitos de Kolia se alternaban a mayordistancia que los de ella, los hizo igual. Cuando terminaronde dibujar ambos guantes, los pusieron delante y los compa­raron. Al final de la actividad programada, el trabajo deKolia y Sveta fue mostrado a todo el grupo como uno de losme jores.

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En las actividades programadas de expresión plástica, existengrandes posibilidades para el desarrollo moral de los niños, Enel dibujo, en el modelado, los nlños reflejan los acontecimientosde la vida social. Aqur expresan su actitud ante ellos. Paraprofundizar los sentimientos morales son muy importantes lasactividades programadas, según un proyecto sobre temas de obrasliterarias.

El pedagogo también resue Ive tareas de educación moral, enlas actividades programadas de familiarización con l'a naturaleza.la famil iarización con la naturaleza del pars natal, contribuyea formar los principios de los sentimientos patrióticos de los pre­escolares. la enseñanza del cuidado de las plantas y de losanimales, se combina con la formación de la perseverancia,la claridad de objetivo, la actitud preocupada ante el mediocircundante, el amor activo por la naturaleza.

las posibilidades para el desarrollo moral de los niños, secrean, también, en las actividades programadas de EducaciónFfsica. la fuerza, la destreza, la seguridad que se desarrollanen estas actividades programadas, son la premisa de la formaciónde cual idades tales como la claridad de objetivo, la independen­cia, la osodlc , el sentido de la organización. No sólo hay queprestar atención a si el nlño real iza correctamente el movimiento,sino a si hace'esfuerzos para vencer las dificultades o si se con­forma con lo logrado.

Es importante, también, enseñor a los niños a reaccionar­correctamente ante los errores, 'la falta de destreza de los com­paPieros; no permitir la burla. A esto contribuirá no tanto lavigilancia rigurosa y la prohibición del adulto (esto sólo detendráIa reacción en un momento dado), como e I e jemplo de I pedagogo,la recordación indirecta y sistemática a los niños de cómo hayque comportarse: "Misha, salta con más valentta¡ mira cómoesperan los demás nlños , nosotros sabemos que lo harás blen";"Oleq , enseña a Sasha a tirar la pe lota al blanco, todavta nole sale muy bien", "lenochka, la vez pasada tentas miedo. porla viga, prueba hoy; tenemos muchos deseos de que llegues hastael final." El tono bondadoso de la educadora, el dirigirse a al­gunos niños en nombre del colectivo, los ayuda a sentir los éxitos

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y los fracasos de los componeros como suyos propios e, induda­blemente, influye sobre la formación de las relaciones colectivas.

En las actividades programadas de música ,además de las tareasde educación estética, se resuelven, también, tareas relativosal desarrollo moral de los preescolares.

Los niños escuchan obras de los compositores rusos M.I.Glinka,P. l. Chaikovski, N. A. Rimski- Korsakov¡ lo música de los

pueblos de la URSS. El director musical acostumbro o los niñoso escuchar, o sentir y a amar, las me lodfas de su pueblo, o sentirorgu 110 por pertenecer al pafs soviético.

También profundizo el sentimiento de amor por lo patrio, loposibilidad que se do o los nlños en los ocflvldodes programadosde músico de cantar canciones sobre lo patrio, sobre Lenin, elejército, los cosmonautas, los fiestas, el trabajo de los hombres,la naturaleza de nuestro pcls.

Con estas canciones, con las danzas de los pueblos de la URSS,los niños del grupo preparatorio para la escuela participan en losconciertos temáticos poro los pequeños y poro los padres.

La educadora, conjuntamente con el director musical, meditola actividad de los nlños en los actividades programados y duran­te la preparación para e 1105, de manero de e [ercer influenciosobre lo formación en los preescolares de lo claridad de objetivo,lo perseverancia, los relaciones de amistad. Propone.a los niñosque y-a han aprendido uno u otro movimiento, que ya han apren­dldo una canción, ensenárselos a los demás niños, después delos actividades programadas.

El director musical puede dirigirse a los niños del grupo pre­paratorio para lo escuela, con lo solicitud de que arreglen unjuguete que es necesario poro los actividades programados conlos pequeí'los, de que hagan los preparativos poro tos juegos'musicales, de que preparen un espectáculo de tfteres, etcétera.

En el proceso de los actividades programados musicales, loeducadora presta atención 01 cumplimiento, por parte de losnlños , de los reglas elementales de conducto: se les enseño olos niños a invitar, de un modo bonito, o bailar o los nlños ,a cederles el asiento, o dejarlas posar delante¡ o los niños se les

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enseí'la a responder gentilmente a la invitación, a agradecer alniño por el servicio prestado, etcétera.

La educación moral de los niños contempla la formación, ene lIos, de nociones correctas acerca de las normas de conductay de las relaciones de los hombres. Con este fin, se llevan acabo actividades programadas especiales, en forma de charlaséticas que profundizan las nociones morales, desarrollan la acti­tud consciente ante las actuaciones de los hombres en la vidacircundante yen las obras de arte y despiertan el deseo de seguirlos buenos e jemplos. Las charlas éticas deben estar siempre re­lacionadas con la conducta de los niños en la vida diaria, sóloentonces se puede esperar el efecto educativo necesario.

Con frecuencia, los temas de estas charlas los dicta la propiavida. Además, la educadora las planifica de una a dos vecesal mes. Es conveniente idear, al mismo tiempo, varias charlasre lacionadas para formar en los nlños, pau latinamente, nocionesmorales acerca de una u otra cualidad moral y de las reglas deconducta.

Asf, por ejemplo, sobre la formación de la benevolencia, dela actitud atenta ante las personas y de las relaciones amistosas,la educadora planifica de cuatro a cinco charlas. En el procesode estas, utilizando obras literarias y cuadros y apoyándose enla experiencia que tienen los nlños, e t pedagogo especific'a lasnociones morales acerca de lo que es la amistad, a quiénes sellama amigos, qué hay que hacer para ser un verdadero amigo.Veamos:

Por la maí'lana, los niños descubrieron que de la pecera habfadesaparecido un pececito. Ellos se lo dijeron a la educodoro ,con agitación. Sin embargo, a la pregunta del pedagogo:11 ¿Qué se hizo el pececito?", no hubo ninguna respuesta.

"Nlños , -se dirigió a los muchachos 1a educadora-, que yasabra la causa de la desaparición del pececito, alguno de us­tedes sabe qué se hizo del pececito, p=ro no quiere dedrnoslo.Eso no está bien. Yo no quiero pensar que tengamos en elgrupo niños deshonestos. Yo creo-que el que lo hizo se acer­cará a mf y me lo dirá. 11

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los niños continuaron jugando. Después de" cierto tiempo, seacercó Roma con la cabeza gacha y di jo que él querfa cam­biar el pececito a otra pecera, lo tomó en las manos y loaplastó sin querer, se asustó y lo botó. Cuando Roma le dijoesto a la educadora, se acercaron a él varios muchachos ycomenzaron a reprobarlo con ahfnco: "i Y te callaste! 11

11 Nosotros, de todas formas, hemos hablado de ti. 11

Estas réplicas pusieron de guardia a la educadora, porque enellas habra, además de una reprobación, cierta satisfaccióncuando los nlños hablaban sobre la conducta del compaí'lero.¿ Cuál era la causa? los nlños de siete oños ya deben profundi­zar en los acontecimientos y analizarlos. Roma, realmente actuómal, pero el pececito se murió por casualidad y el-niño sufrióe sta circunstancia y reconoció su cu Ipe, ¿ Por qué los nlños erancon él tan severos? Esto preocupaba a la educadora más que laconducta de Roma y despertó en ella la idea de dar una charlaética sobre el tema: IIQué cosa es ser amigo" , "A quién se con­sidera un buen amigo. 11

Veamos cómo puede desarrollarse esta charla:

Educadora: Nií'los, los adultos les dicen con frecuencia:"Hay que ser amistosos y tener amigos. 11 Piensen bien y elque quiera, que diga qué quiere decir ser amigo. Recuerdencómo se puede ser amigo en el cfreulo infantil yen la casay qué hacer para que la amistad sea buena.

la educadora estimula las respuestas correctas. Si alguien seequivoca, pide que piense mejor y se dirige a otro niño:" ¿Qué tú crees? 11

Al hacer el resumen, la educadora dice, aproximadamenteasf: "Muchos niños han hablado correctamente acerca decómo se debe ser amigo (dice los nombres). El que sabe seramigo, se preocupa por los compaí'leros, trata de hacerles elbien, y no sólo a su amigo, sino a todos los niños del grupo(por ejemplo, la educadora recuerda lo que dijeron algunosníños , complementa sus respuestas).

El que es buen amigo no pelea, comparte los juguetes, hablagentilmente con los niños , Trata de explicarle él mismo al

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compcñero , si este ha violado la regla y no se que ja a la edu­cadora. Si el compoñero no sabe cómo actuar correctamenteo si no sabe nacer algo, se le ensena.

Cuando los niños son amigos notan cuando han llorado o estántristes, piensan cómo contentar al cornpcñero y juegan con él.les contaré un caso. Piensen si, asf, actúan los verdaderosamigos: Tres nlñcs , Ira, Zina y Lena, eran amigas. Juntasjugaban, vefan los libros y cantaban canciones. Una vez,Ira rompió, sin querer, la caja con la comida de las aves. Lacomida se derramó. Ella se asustó y comenzó a recogerla en­seguida. lena la ayudó y le di jo: JI ¿ Cómo has tenido tanpoco cuidado? No tenemos otra caja. Vamos a decfrselo aVera Ivanovna y le pedimos un pape I para hacer una cajapor la tarde. JI Zina estaba a un lado y dijo: "Iro , tú siem­pre todo lo rompes. Se lo diré a Vera Ivanovna. ¿En quéguardamos ahora la comida?"

Nií'ios, ¿qué ustedes creen, cuál de las nlños es una verda­dera amiga, por qué, cómo actúan las verdaderas amigas?

Es importante que al responder a estas preguntas, los niñosseñalen, entre las cualidades de un verdadero amigo, la com­pasión, la exigencia, la generosidad, el deseo de ayudar alamigo.

A diferencia de los grupos anteriores, donde también se ha­blaba con los niños sobre la cmlstod , en el grupo preparatoriolos enseñan a analizar más profundamente las relaciones entrelas personas. Los niños pueden entender y valorar una situación,comprender individualmente los motivos de la conducta de lospersonajes (si la charla es sobre una obra literaria) y comprenderla correspondencia de estos motivos con las normas existentes deconducta.

Para comprobar estas habilidades de los nlños , para fijar lasnociones y formar los sentimientos se puede dar una charla sobreel cuento de S. Mijatkov: Cómo se conocen los amigos.

En el cuento, no se dice cómo actúaR los verdaderos amigos,pero está encaminado a que los niños no sólo respondan emocio­nalmente al contenido, sino que también se afirmen más sólida-

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mente en los normas morales, en lo disposición de ayudar a Josamigos.

Después de leer el cuento, se pregunta d Jos nlñes. " ¿Quéustedes creen, por qué Bober no quiso seguir junto con la zorroy Kaban?"¿Por qué Kabon dijo: IIVe tú primero, tú eresmoyor"?¿Ayudó liso en algo a Sober? ¿Por qué ello gritó~ "Kaban,salvo o Beber, se pierde nuestro Bobe r'?"

y como resumen, se hoce una pregunta que exija de Josn.in.osla habilidad para sintetizar: 11 ¿Cómo actúan los verdaderosamigos? "

Cuando el horizonte de los nlños de edad mayor se amplrasignificativamente, aumenta eJ interés por lo vida circundante.los nlños quieren saber sobre muchas cosas y poro ayudarlostiene que haber un buen libro.

la literatura es una fuente que influye, favorablemente,sobre el desarrollo de los aspectos emocionales y espirituales dela personalidad del niño , En el arte y especialmente en la lIte­ratura, se pone de manifiesto, claramente, la valoración emo­cional de la reafidad. En esto radica la ventaja de la literaturacomo medio de educación moral.

El pedagogo debe tratar de unir lo ético y lo estético en untodo único, al resolver las toreos de la educación moral.

Al escuchar la lectura de un libro, el niño ve ante sf un de­termi nado panorama, una situación concreta, una actitud, unaimagen que no puede dejar de emocionarlo. En un ségundo, elniñe vive un fragmento de la vida y mientras más fuerte es lavivencia, más rica es su noción de la real idad.

Citemos un e jemplo de chorla sobre una obra de contenidoético-moral.

Charla sobre el cuento de N. Nosov: "Karasik" I

Contenido del programa: Formación, en los nlños , de no­ciones acerca de la actitud justa y honesta ante los que los

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rodean. Formación en los nlños de uno evaluación justo delos conductos.

Ci:Jm.• el evento es demasiado voluminoso, es convenienteteemo e' die antes y dedicar toda la actividad programadasólo 8 '4 chor1a.

Es n&eesaric. comenzor lo charla con una pregunta que ayudeo determinar la actitud emocional del niño ante el personajeprinc;lpof del cuento: "Nlños , ¿qué piensan ustedes deYitaHk? ¿les gustó él o no? ¿Por qué? los muchachospueden ver en. lo conducta del niño sólo lo negativo (lIVitalik

no me gusta, porque engoi'ló a la mamá y castigaron al gatjcopor eulP<' de él ll

, etcétera). En este caso, es necesario In­<:tuir, en la charla, preguntas que muestren al personaje prin­cipal, en sus distintos aspectos.

El pedagogo se dirige a los niños: 11 ¿ Cuáles fueron los mo­mentos más djf(ciles para el niño ? ¿Qué obligó al niño acontar toda la verdad a la mcmó ?"

Si en el grupo se realizan charlas sistemáticas sobre los libroslefdos, los nlños estarán atentos a las palabras, sentirán per­fectamente los momentos de complejas vivencias espiritualesde tos persenojes ,

Los nii\os, generalmente, responden: "Lo más diffcil de todofue decirle la verdad a la mamá ll

, "Pero Vitalik fue diffcilqveqoisieran castigar al gatico por su culpa. 11 En estas res­puesfos hay una aproximación a la comprensión de la culmi­nocióndef cuento. Después de esto se puede preguntar~

11 ¿Cu.éJndo, pora el nlño , todo resultó fácil y alegre? 11 losnlños deben responder aproximadamente asf: "Cuondo contóa la mamá roda la verdad 11 , "Cuando la mamá no castigó algatjeo ll

, etc. Después de hacer a los niños algunas preguntasde este tipo, se puede preguntar de nuevo: 11 ¿Has cambiadotu opinión sobre Vltcl ík ?" 11 ¿De todas formas, no te gusta?lI

De esta forma, la educadora conduce, paulatinamente, alnlño , a un-a evaluación motivada, justa del personaje.

Tiene gran importancia la habilidad del pedagogo para ense­ñor al niño a relacionar las actuaciones de los personajes de las

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obras literartas con su experiencia, con sus actuaciones. Por eso L

al final de la charla en cuestión, se puede preguntar a los nii"ios:" ¿Cuando escuchaste este cuento, pensaste en ti?, ¿ te recordóalgo de tu vida?, ¿qué precisamente?" o: "¿Qué tú crees quete puede enseí'lar este cuento?" los nlños tratan de definir suactitud ante lo que sucede. Ellos responden: "Yo querlc que elniño dijera rápido la verdad", "Este cuento nos ensei"ia a ser ho­nestos, generosos y justos. "

A veces, los niños consideran que mentir es malo sólo porquepor eso se castiga. llevar a la conciencia de los niños que lamentira y la in justicia sOn repulsivas por sf solas, es una de lastareas más diffciles. Con este fin, se puede hacer la preguntade la siguiente forma: 11 ¿ Y si la mamá hubiera olvidado todo yhubiera de jodo de regai"iar al gatico, Vital ik hubiera dicho laverdad, en este caso?" los muchachos pueden responder que elniño hubiera dicho la verdad de todas formas, pero les resultadiffdl motivar esta respuesta. Aquf debe acudir, la educadora,par~ prestar ayuda: "Muchachos, ustedes tienen razón, en cual­quier caso el niño debe decir la verdad, porque es muy diffcilsentirse deshonesto. El hombre que ha mentido refiriéndose in­justamente a otro, debe sentirse avergonzado ante sf mismo. losotros no lo saben, mientras que el mentiroso siempre sabrá quees mentiroso. "

Con el fin de desarrollar la conciencia moral del nlño , esnecesario dar charlas de carácter generalizador. Es más conve­niente hacer esto al final del oño , cuando los niños han acumu­lado suficientes nociones acerca de lo malo y lo bueno, acercade los diferentes tipos de conducta; cuando los nlñes han com­prendido toda una serie de cuentos. En este caso, se plantea alos niños preguntas que suponen, a todas luces, respuestas gene­ralizadoras, respuestas en las que debe reflejarse la habilidadde ellos para expresar la idea principal de la obra. En estascharlas, es necesario otorgar al nlño gran independencia, ense­i"iarlo a analizar, de una forma crftica, sus respuestas y las res­puestas de los compcñeros , a reafirmarse ya afirmar a los quele rodean, la necesaria corrección de sus juicios.

Pero también pueden darse charlas, dedicadas a determinadotema ético (por e [emplo , sobre el amor al trabajo, sobre la ho-

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nestidad, etc.) En este caso, surge, ante la educadora, la ta­rea de escoger las obras literarias correspondientes al tema. Ci­temos un e jemplo de una de las actividades programadas. l

Charla sobre los cuentosContenido del programa: Formación de nociones acerca delbien y del mal, acerca de que el mal se castiga. Formaciónde la valoración comparada y generalizadora de los perso­najes.

El pedagogo puede comenzar la charla de la siguiente forma:"Nombra un cuento en el que se pueda ver que el bien venceal mal." En dependencia de cómo respondan los ninos, esimportante proponerles demostrar su respuesta. Si alguno dee Ilos responde incorrectamente o no comprende la pregunta dela educadora, es necesario o que el mismo pedagogo dé unmodelo de respuesta o preguntarles a aquellos que supuesta­mente pueden dar una respuesta exacta. Por ejemplo, Taniacontesta: "Yo digo el cuento La cenicienta. La madrastra ysus hi jos son malas, envidiosas e injustas. Y Cenicienta esbuena. Al principio a los malos les resultó mejor, después,al final dice: "Lo justicia triunfa. El prfncipe se casa conCenicienta. El hada buena ayu.da a Cenicienta."

Veamos cómo respondió Seriosha: IIEI cuento Vasilisa la in­comprensible. La serpiente en el cuento era lo malo; Iva­nushka, lo "bueno; lo mejor triun'fa. Ivanushka luchó contrala serpiente y venció. El bien tiene mucha fuerza. "

Al final del oño , el conjunto de nociones éticas del nlño seamplfa significativamente y el pedagogo necesita ensei"iar a losniños no sólo a determinar correctamente la idea de la obra lite­raria o del cuento, sino también a caracterizar a los personajes.Durante el análisis del personaje, los niños deben aprovecharlas definiciones general izadoras (bueno, malo, cortés) y las dife­renclodcs (sincero, honesto, valiente, audaz, Justo, burdo, pere­zoso, trabajador, etcétera).

Con el fin de centrar la atención de los niños en cualidadesmorales, tales como la compasión, la bondad, la modestia yen

1 La actividad programada fue planificada por A. M. Vinogradova. (N. del A.)

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sus opuestos, es decir, en algunas manifestaciones de egofsmo,tccoñerfo , jactancia, se les puede leer el cuento de V. Rosin:Dos pollitos y después dar una charla ética.

-En la charla, se les hace a los niños las siguientes preguntas:" ¿ Qué pollito les gustó a ustedes? ¿Por qué? ¿ Cómo invitóel pollito amarillo al pavito? ¿Qué dijo el pollito negro?¿ Qué pasó después? 11 Estas preguntas estón encaminadas a pro­fundizar la comprensión, por parte de los nlños, de la diferenciaen la conducta de los pollitos.

Después de una breve charla, de una lectura reiterada, losniños narran con sus palabras el cuento y después se introducenelementos de dramatización.

En el grupo preparatorio continúa la formación de la actitudpreceupcdoy atenta ante los adultos, ante los padres.

En los nlños se forman nociones acerca de que la preocupaciónpor los demás está relacionada con determinados esfuerzos y estosesfuerzos resultan agradables para aquel que es objeto de la preo­cupación y a aquel que se preocupa. Estas nociones se puedenformar en los preescolares en la charla siguiente:

A los nlños se les lee el cuento: ¿Cómo tú actuarfas?Pronto será el 8 de Marzo, la fiesta de las mamás.

Lenoehko y Seriosha siempre hacen un regalo a mamó estedíc , Estecño , ellos comenzaron a pensar, en el regalo,mucho antes de la fiesta: "¿Qué podemos regalarle a mamá? 11

Seriosha di jo: lile haré a mamá una cajita para que pongalos hilos y su dedal, porque siempre están regados. For~aré

la caja con papel de colores para que quede bonita. 11

"No -dijo lenochka- no te saldrá bonita. Yo mejor lepido dinero a papó y le compro algo bonito. "

Al otro dfa, después de regresar de la escuela, Seriosha pre­paró el cartón.., el papel, la goma, cogió las tijeras y se pusoa trabajar: primero trazó la medida de la caja, midió el ta­maí'lo necesario del cartón, hizo los cortes, pensó largo ratocómo tenfa que pegarlo. MirÓ el reloj: pronto IIegarfa

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mamá. Recogió todo rápidamente y lo escondió en la gavetade la mesa.

Al o.tro dfa, comenzó a trabajar de nuevo antes de que lle­gara la mamá. Sólo al tercer dfa de trabajo, la cajita es­tuvo terminada. Era fuerte y bonita. Seriosha estaba muysatisfecho.

y lenochka, el dfa antes de la fiesta, le pidió dinero alpapá, corrió a la tienda y le comprÓ a la mamá un bonitoflorero con un ramo.

El 8 de Marzo los nlños le llevaron sus regalos a la mamá.

¿ Qué creen ustedes? ¿Cuál regalo alegrÓ más a la mamá?¿Por qué?

En el proceso de formación de una actitud cuidadosa ante lascosas se forma, simuItáneamente, e I sentido de la organización,de la responsabil idad, e I amor al traba jo. la actitud cu idado­so se forma con la combinación de diferentes medios y métodos.En el ejemplo de la familiarización de los niños con la biblio­teca y del juego ulterior, se puede ver cómo se han combinado,simultáneamente, distintos medios educativos.

Durante la visita de los nlños a la biblioteca se les dan unoo dos libros para la casa. los niños se comprometen a cuidarlos libros ya entregarlos en tiempo. ~arQ comprobar los cono­cimientos de los nlños acerca de cómo hay que tratar los libros,la educadora puede dar una charla ética:

Primero se lee el cuento Sobre los nií'\os y"los libros. En labiblioteca les han dado un libro a los niños del grupo prepa­ratorio. los nlños lo rompieron y lo mancharon. Grisha,dijo: IIHay que coger un periódico, envolver el libro yen­tregarlo a la biblioteca. El libro fue a dar a las manos deotro nlño yen la biblioteca pensaron que habra sido él el quelo habfa roto. 11

Petia, propuso: IIHay que pedir al jefe un libro nuevo y de­volverlo a la biblioteca. 11

KoJia, pensó y agregÓ: IIHay que comprar un libro con nues­tro dinero. 11

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Dima, dijo: "Hay que pegar el libro, ir a la biblioteca yreconocer que lo rompimos y que después lo arreglamos. Nosexcusaremos. "

Después de la lectura, la educadora hace las siguientes pre­guntas: "¿A cuál de los niños hicieron caso?, ¿cómo actua­ron con el libro?; según tú opinión, ¿a qué niño habfa quehacerle caso?, ¿quién propuso actuar honesta y justamente?"

lo educadora propone o los niños recordar lo excursión o lobiblioteca y narrar qué es uno biblioteca, poro qué sirve,quién trabajo en ello, cómo hoy que tratar los libros y porqué, cómo el bibliotecario hablo con los lectores.

Después, aconse jo organizar uno biblioteca en el grupo ypensar en los reglas poro su utilización. Veamos las reglasaproximados:

1. Coger los libros con los monos limpias, sentarse o lomeso poro verlo.

2. Si el libro se rompe, es necesario arreglarlo.

3. El libro que el nlño llevo poro lo coso, debe forrarse conun papel y devolverlo en la fecho fi joda (dos o tres dlcs)y es conveniente que cuente su contenido a un compaí'leroo o la educadora.

4. Con el bibliotecario y con los "lectores" hoy que hablarcon cortesfa.

la segunda parte de la actividad programada, puede reali­zarse en formo de juego y debe estor encaminado o ejercitaro los nlños en los formas correctos del trato.

Sobre la meso están expuestos los libros o colocado uno pe­queño estanterfa. lo educadora es lo primero que desempeñoel papel de bibliotecario. El niño lector l/ego o lo bibliote­ca, saluda, pide un libro, do los gracias y se despide cuandosale de lo biblioteca.

El segundo nlño lector, llego o la biblioteca aparentando ircon lo hermana pequeí'la o con un compañero. Pide un libroporo él y otro poro lo hermano pequeí'la.

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Esta realización de las actividades programadas y de las char­las da un motivo para las operaciones activas de los propios ni­ños , en la vida cotidiana: los niños se hacen sus fichas de biblio­tecas, hacen ellos mismos, libros, juegan a la escuelita, a labiblioteca yola llbrerlc ,

El "Programa de educación en el cfrculo infantil" da la pro­yección y cierto contenido para ampl iar las nociones sociales delos niños de edad preescolar sobre nuestro pafs, Sobre el Ifder yorganizador de nuest;o Estado, es decir, sobre V.I. Lenin, sobreel trabajo de los hombres, sobre los pueblos de la URSS y sobre elEjército soviético. Por su contenido, este es un programa ins­tructivo; sin embargo, el objetivo fundamental de la transmisióna los niños de conocimientos sobre los acontecimientos sociales,es formar una actitud ante estos acontecimientos, formar'los prin­cipios de los sentimientos patrióticos.

Teniendo en cuenta el programa de primer grado de la escue­la, apoyándose efl los conocimientos de los niños y en los senti­mientos que se han formado en ellos, en los niveles anteriores dela edad preescolar, la educadora del grupo preparatorio impartea los niños nuevos conocimientos, profundiza sus sentimientosmorales.

La familiarización con el trabajo de los hombres cobra unvalor moral cuando se forma, conjuntamente con la transmisiónde conocimientos sobre el trabajo y las distintas profesiones,una actitud respetuosa ante los trabajadores, cuando se forma unaacti tud cu idadosa ante los resuItados de I traba jo, cuando sedespierta el deseo de participar, en lo posible, en el trabajo delos adultos. Si en los grupos de edad menor, media y mayor, sefamiliariza a los niños con el trabajo de los adultos accesible ala observación directa (el trabajo del cocinero, del chofer, delconstructor, etcétera), ya en el grupo preparatorio, además deesto, los niños aprenden, paulatinamente, a través de láminas yde obras literarias, algunas cosas sobre el trabajo que no puedenver directamente, pero cuyos resultados utilizan (el trabajo delos cultivado~s de cereales, de los obreros de las fábricas, erc .)Se llevará a la conciencia de los niños la importancia social yel carácter socialista del trabajo: los hombres trabajan, se ayu-

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dan entre sr para que todos en el pars vivan mejor. Tede trabajoes honroso y necesario.

Veamos cómo puede darse una actividad programada sobre Jofamiliarización de los nlños con el trabajo de los cultivadoresde cereales.

A la actividad programada precede una excursión a un campode cereales y donde no se pueda hacer esta excursión, secomienza esta actividad programada mostrando la láminaIIEI ccmpo " y explicando la significación de las palabras"hcbltonte rural 11 , lI agricultorll, "cul tlvodor de cereales".Se les lee a los nií'los los relatos de lo Kan: El trigo, El cen­teno. Después de ver la lámina y de leer los relatos, se ha­cenlas preguntas: ¿Quién debe trabajar para sembrar loscereales? ¿En qué radica el beneficio del trabajo de loscultivadores de cereales?

Después de esto, se les propone a los nlños recordar y narrarcómo los kol josianos que vieron durante la excursión sembra­ban los cereales. La aCtividad programada termina con laproyección de la pelfcula de L. Voronkova: "Lo recogida dela coseche", en la cual .se muestra claramente la actitud delos hombres ante los trabajadores del campo, la disposiciónde ellos a ayudarlos.

La actividad programada puede terminar también con lalectura de la poesfa de Y. Diagutite: Las manos del hombre,que glorifica su trabajo:

El centeno dobla su pesada cabeza,Gracias, sol y dulce lluvia!

Gracias a la tierra, que fue mi casay a las fuertes manos, mis vie jos amigas.

Recuerdo cómo las manos traba·aban con ahfncopara sem rar en a tierra la semi a am orinay ahora recogen la cosecha.

,Gracias, manos, por su buen trabajo 1p~ e I largo invierno en la tierrame anidé bajo la nieve

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de frfo he tembladopero el sol me ha calentadoy he trafdo e I dorado grano.

¡Quien quiera, saboree el pan de centeno'y si me siembran de nuevode nuevo encontraré el camino bajo la nievey me convertiré en espigay volveré a los hombres.

Es muy importante formar en los nlños nociones correctas sobrela ayuda mutua de los kol josianos y de los obreros. Con estefin, se pueden contemplar actividades programadas en las queel pedagogo transmita, consecutivamente, a los nlños , conoci­mientos sobre el trabajo de los cultivadores de cereales, sobree,l trabajo de los obreros que hacen las maquinarias agrfcolas.Después, se hace una actividad programada, gene rol izadora,acerca de cómo los obreros trabajan para los kol josianos y loskoljosianos, para los obreros.

la educadora destaca la idea de la amistad y la ayuda mutuacuando familiariza a los niños con nuestro estado multinacinnaly forma lasimpatfa por los demás pueblos.

Ya en el grupo de edad mayor, los nlñós aprenden sobre eltrabajo, la vida cotidiana, la cultura y la naturaleza de su re­pÚblica, se familiarizan con su capital, aprenden el aporte queella da a la riqueza general del pafs y lo que recibe de las de­más repúblicas. En el grupo preparatorio, se familiariza a losniños con otras dos repúblicas. Dondequiera que viva el niñosoviético, se le familiariza siempre con la RepÚblica FederativaRusa no sólo porque en ella comenzó nuestro Estado soviético,sino que en ella se encuentra Moscú, la capital de la URSS;leningrado, la ciudad de la Revolución; Ulianovsk, ciudad nataldeV. l. Lenin.

La lectura del libro de S. Baruzdin: El pafs en que vivimos,ayuda a formar nociones sobre nuestro pafs multinacional.

Citemos una serie de actividades programadas, que muestrancómo hay que incorporar a los nlños al trabajo individual, que

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contribuye a ampliar las nociones sobre la patria y a formar elamor por ella.

Educadora: Si una persona llegara desde muy le jos y les pre­guntaraen qué pafs ustedes viven, en qué repÚblica, en queciudad importante de nuestro pafs,' ¿qué ustedes responderfan?

lena: Yo vivo en la Unión Soviética.

Educadora: ¿ En qué repÚblica?

lena: En la RepÚblica Federativa Rusa.

Educadora: ¿En qué ciudad importante de nuestro pafs?

Lena: En Moscú.

Educadora: ¿Cuál es la ciudad más importante de la Repú­blica Federativa Rusa?

Ira: Moscú.

la educadora lee un fragmento del libro: El pafs en que vivi­mos. En el soporte se cuelgan fotograffas y I~minas. los niñossienten admiración por la belleza de Moscú.

Apoyándose en la experiencia de los nlños , adquirida en losgNpoS de edad media y mayor, la educadora narra cómo trabajanlos moscovitas.

los niños ven, con frecuencia, los automóviles IIMoskvichll

y IIZi 1". la educadora explica que estos automóviles se fabricanen Moscú (muestra fotograffas de estos automóviles y fotograffasde obreros), después se envfan a las aldeas, ciudades y otrasrepúblicas.

la educadora dice: IIEs grande y bonita nuestra Moscú, laspersonas sencillas de todos los pafses del mundo quieren a Moscúy sienten admiración por su belleza. Escuchen lo que dice ellibro de S. Baruzdin sobre las personas que protegen y crean estabelleza (lee un fragmento).

las nociones de los niños se profundizan con la lectura de lapoeslc de A. Prokofiev: Moscú.

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He aquf un fragmento que puede dar fin a la actividad pro­gramada:

De todos los pueblos soviéticos es la gurafU eres el amor del pueblo, Moscú,

la grande,la vasta,de la tierra natal,la digna 1

¡Eternamente clara, eternamente joveneermanece, Moscú, bajo la estrella roja I

Una actividad programada especial, se dedica a la charlasobre el Volga y sobre la ciudad de Ulianovsk. Poro la charla,se utiliza un fragmento del libro de S. Boruzdin.

La educadora dice: "Muchachos, hoy conoceremos la ciudadde Ulianovsk, donde nació V. l. Lenin. Esta ciudad está situadda orillas del rro Volga. Antes, esta ciudad se llamaba Simbirsk."

La primera parte de la charla sobre el Volgo termina con lalectura de la cuarteta:

Desde lejos, muy largocorre el do Volga,corre el rro Volgasin principio ni fin, .•

Después, la educadora lee un fragmento del libro deS. Baruzdin y muestra el álbum de fotograffas "En la patria deV. r. Lenin". Narra acerca de que dé las distintas repÚblicasvienen adu Itos y niños para ver el lugar donde vivit> v. l.Lenin.

Más adelante, los niños hacen dibujos sobre el tema: "Lecasa donde nació Lenin. 1I En esta actividad programada, sepuede utilizar la fotograffa insertada en el libro de S. Mi jal­kov: "En la patria de Lenin. 11

En las actividades programadas, ded icadas al pafs natal, seles habla a los niños sobre la vida cotidiana, la cultura de lasrepÚblicas, los hombres que fabrican las mercandas y los pro­ductos que se utilizan, ampliamente, en los distintos lugares

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de nuestro pafs. Todos los niños saben que la máquina no puedefundonar sin gasol ina y para obtener la gasol ina es necesarioel petróleo. El petróleo se extrae en Azerbaidzhán, en la RepÚ­blica Federativa Rusa y en otras repúblicas. La educadora hablaa los niños sobre los trabajadores del petrÓleo y su diffcil trabajo,utilizando bonitas ilustraciones.

Los niños pueden ver cómo transportan el petróleo por el agua,en los trenes. El enorme tren "Bakú-Moscú" se mueve rápida­mente: ¿Qué transporta? ¿Hacia dónde va?

Durante la excursión, Ia educadora centra la atención de losnlñosen los transportes de cargas, sei"ialando que estos llevan lasdistintas merccncfcs a las ciudades y aldeas.

En el grupo preparatorio, se continúa familiarizando a losnlños con la vida y la obra de V. l. Lenin, se forma el amor yel respeto hacia él.

Durante la preparación para la fiesta de Octubre, apoyán­dose en los conocimientos que ya tienen los niños sobre la acti­tud preocupada de Lenin por los obreros y campesinos, laeducadora cuenta a los niños cómo vlvlcn los obreros y campe­sinos en el zarismo y cómo V. l. Lenin los ayudó en la luchacontra los ricos. La formación de estas nociones, tiene lugar enel proceso de lectura del libro de S. Mi jalkov: En el museo deV. 1. Lenin yen el proceso de observación de las ilustraciones.

Citemos un ejemplo de asimilación de los conocimientossobre el tema "El dfa de la fundación del Pafs soviético"; esconveniente planificar este tema en septiembre, octubre y prin­cipios de noviembre.

Se contempla una serie de actividades programadqs interrela­.:ionadas, cuyo objetivo es llevar a los nlños , paulatinamente, ala comprensión elemental del concepto "7 de Noviembre, dfa dede la fundación de nuestro pafs, aniversario de la Gran Revolu­ción Socialista de Octubre".

En la primera charla es conveniente recordar, con juntamentecon los nlños , lo que ya saben y fi jar sus nociones acerca de quenuestro pafs es la Unión Soviética, pa(s grande y amistoso. En

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él hay muchos pueblos diferentes. Los obr sros y kol josianos tra­bajan, se ayudan entre sr para que nue itro pafs sea mejor.

Conjuntamente con los niños, se observa el cuadro de A. S.Baiuskin "La infancia antiguamente" y se forman nociones acercade que no siempre ha sido como ahora.

Es necesario hablar sobre la.difícil vida de los obreros en elzarismo, despertar compasión por los obreros y enemistad por losdueños de las fábricas. Con esr~ ",'in, es conveniente utilizarlas ilustraciones del pintor l. lIinski para el libro de S. Mijal­kov: "En el museo de V. 1. Lenin. it Veamos cómo puede darsela actividad programada:

Niños, ya ustedes saben que hoy,.comenzamos a leer un libro.sobre Vladímir lIich Lenin. Miren este bonito edificio, enél se encuentra el Museo de V. I~ Lenin -dice la educadora.Allr va mucha gente: rusos y ucranianos, bielorrusos y geor­gianos, tadzhikos y uzbekos, llegan de otras repÚblicas. To­dos quieren conocer más sobre Lenin. Escuchen estos versosacerca de lo que ven los adultos y los niños cuando llegan almuseo.

Cuando lee algunas estrofas, la educadora llama la atenciónhacia aquellos versos que dan la imagen de V. l. Lenin:

Desde su infancia soñóque en la tierra natalviviera el hombre de su trabajoy no en)a esclavitud.

Después de leer los otros fragmentos, la atención de los niñosse centra en las ilustraciones, donde están representlldos conmucha claridad un rico dueño de fábrica, polidas y los obrerosque se les oponen. Más adelante, se lee el fragmento que co-

• "EI17'~ "mlenza: expiro.•.

Los niños aprenden a través de las ilustraciones, sobre las di­ficultades y privaciones que tuvo que sufrir lIich.

Es muy convincente la ilustración de la poesfa sobre la vidade Vladímir lIich Lenin en Siberia: el artista transmite con me­dios parcos, pero expresivos, la sensación del crudo frío; el

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penco en juto y encorvado junto a la torcida isba es prueba dela terrible miseria de los campesinos.

Más adelante, la educadora pide a los niños mostrar ellossolos las ilustraciones correspondientes a la poesfa:

En la isba titi la una hoguera,toda la noche arde una vela.M6s de una cuartillaha escrito la mano de Jlich.

La atención de los niños se centra en las ilustraciones de latpoesrce

y aquellos que han ofdo a'l Ifdermarchan con ~I hacia adelanteni de las fuerzas ni de la vida se compadecenPor la verdad y por el pueblo: •• I

En las imágenes vivas y dinámicas están representados los in­trépidos obreros y campesi nos, con las armas en Ia mano, luchen­do en las barricadas. El artista ha sabido transmitir los rasgosindividuales de los distintos soldados. En ellos hay' que centrarla atención de los nlños y despertar los buenos sentimientos:"Kol lo , muestra al abanderado. Y tú, Vera, muestra a todoslos nlños al obrero más viejo, que está parado y dispara su arma. 11

La educadora seí'lala a los nlños , el vie jo que se venda él mismola herida, y seí'lala: "ÉI 'está herido, pero no abandona a susccmpcaercs ,"

La atención de los niños durante la lectura siguiente, se con­centra en las ilustraciones de la poesfa: Nosotros vemos la ciudadde Petrogrado.

La educadora propone a los niños que han recordado la poesfaque la lean, después, hace la proposición de seí'lalar, en la lá­mina, a los obreros, soldados y marineros.

La observación de la lámina de P. Sokolov-Skal "Asolro alPalacio de lnvlerno'"; amplfa las nociones sobre las hazaí'las he­roicas de los guardias rojos, acerca de cómo los obreros y cam­pesinos llevaron a cabo la Revolución bajo la dirección deV. l. Lenin.

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En las horas libres de las actividades programadas, la educa­dora se dirige al grupo de nii"los: "Nii"los, nosotros, de .nuevo,vamos a hacer como si fuéramos a~ Museo de V. 1. Lenln y vere­mos, de nuevo, los cuadros. "

La atención de los niños se concentra en la ilustración:"V. l. Lenin, en el Smolnin, en Octubre de 1917."

"Nii"los, es posible que a Vladfmir lIich llegaran los soldadosrojos que asaltaron el Palacio de Invierno. Es muy bueno que elartista haya pintado al vie jo obrero , al joven marinero y a loscampesinos, a todos los que ayudaron a expulsar a los ricos.

Después, los niños observan las ilustraciones de la poesfa:La victoria fue diffcil. La educadora pregunta a los nii"los: " lAdónde van los marineros? ¿Puede ser que estos mdrineros delcrucero "Aurora" regresen a su barco? La. columna de guardiasrojos lleva una banda roja. Ellos, seguramente, se dirigen alSmolnin. "

L'a i lustración en la que están refle jados los campesinos ca­minantes, que han llegado al Krernlln , tiene una gran significa­ción educativa e instructiva.

La atención de los niños se centra en sus rostros serios, en laforma hospitalaria en que el soldado rojo les muestra el caminohacia V. l. Lenin. A la charla sobre la lámina, precede lalec­tura reiterada de la cuarteta:

Los campesinos de le janas aldeashan llegado aquf en busca de la verdadse sentaron a la mesa con Leniny charlaron con él.

En las horas libres de las actividades programadas, los niñosobservan, de nuevo, con interés, las ilustraciones y recuerdanlos textos. Cuando la educadora da la actividad programada,con todo el grupo, propone a uno de los nlños leer fragmentosde un libro y al otro hallar y mostrar las ilustraciones corres­pondientes.

La participación de los niños en la fiesta de Octubre es unacontinuación peculiar de la formación y profundización de los

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sentimientos patrióticos, del sentimiento de agradecimiento yamor por V. l. Lenin, por los obreros y campesinos participantesen la Revolución.

En el grupo preparatorio, continúa familiarizándose a losniños con el Ejército soviético, se les forma el orgullo y la admi­ración por la valentfa de los soldados, se les inculcan las tradi­ciones de honrar la memoria de los cafdos.

Con los nlños se repite, ante todo, aquello que ya ellos apren­dieron en el grupo de edad mayor sobre el Ejército soviético y ladefensa de nuestra patria.

Con motivo de la preparación para la fiesta de Octubre, losñiños reciben nociones acerca de que los obreros y los campesi­nos tenfan enemigos: los dueños de las fábricas y los terratenien­tes, que eran defendidos por el Ejército Blanco. Por iniciativade V. l. Lenin, se organizó el Ejército Rojo. Los soldados rojosluchaban contra e I Ejército Blanco.

Con la lectura reiterada del libro de S. Mijalkov y la obser­vación de las ilustraciones, la atención de los niños es atrafdapor los valientes soldados rojos, que derrocaron a los enemigosdel pueblo. Para la charla, se utiliza, ampliamente, el mate­rial local.

La preparación para la celebración del Ofa de la Victoria,da elementos para contarles a los nlños sobre los soldados quecombatieron en la Gran Guerra Patria contra los fascistas. Coneste fin, se puede utilizar el cuento: Bogatires,1 del libro deL. Kassil: Tus defensores.

La noción acerca de que los soldados del Ejército soviéticorealizaron una hazaí"ía en la lucha contra los fascistas, se da alos nií"íos por dos vfas: i~c1usión del material local y lectura deobras literarias y observación de láminas.

La educadora organiza excursiones a los monumentos, obe­liscos, tumbas de los cardos, narra acerca de la abnegación delos soldados soviéticos, explica por qué las personas llevan flo­res allf.

1 Héroe ruso. (N. del T.)

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Es necesario contar a los niños sobre cómo los soviéticos delas distintas nacionalidades defendieron nuestra capital. Laeducadora muestra el cartel: "La defensa de Moscú" y hablaacerca de que todo el pueblo soviético se levantó en defensade la capital.

En las actividades programadas, para la familiarización delos preescolares con los fenómenos de la vida social, la educa­dora realiza, simultáneamente, tareas de educación moral, in­te lectual y estética, ya que e 110 forma nociones y sentimientos,utilizando para esto, obras literarias, pinturas y música. Orga­nizando estas actividades programadas, la educadora debe teneren cuenta los principales requisitos que se le plantean.

Ante todo, es importante determinar la cantidad del materialcognoscitivo: si es muy pequeño o si es excesivo, no contribuiráa desarrollar la actividad mental debida.

Es importante establecer la secuencia, el carácter paulatinode la complejidad del material de una actividad programada aotra para garantizar la asimilación consciente y el desarrollo delo habi Iidad para anal izar, general izar, establecer la re lociónentre los acontecimientos y despertar sentimientos.

La realización de las actividades programadas, en determi­nado orden lógico, en un sistema, ayuda a los niños a establecerla relación entre los acontecimientos sobre los que se les informa.

Es importante que los niños no comprendan pasivamente elmaterial, sino que piensen activamente. A esto contribuyenprocedimientos metodológicos tales como la comparación, laspreguntas problémicas, las tareas individuales, la incorporaciónde los niños a situaciones imaginarias, los procedimientos lúdi­cros, etcétera.

la comparación de nuestra vida con la vida de las personas,antes de la Revolución, es el procedimiento fundamental parala formación en los niños, de las nociones elementales de His­torio, para precisar y concretar los conocimientos sobre e I pre­sente yel pasado. Por ejemplo, en la lámina de S. Baiuskinlila infancia antiguamente", los muchachos ven la dura vida delos hijos de los trabajadores antes de la Revolución; en la charla

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sobre el trabajo de los obreros y de los campesinos antes de laRevolución, la educadora utiliza los conocimientos de los niñossobre el trabajo de los obreros y kol [oslcnos de la actualidad.

La comparación ayuda a formar nociones claras y concretasque se basan en la experiencia sensorial de los niños y contri­buye a la formación efectiva de uno actitud ante la vida social,ante los trabajadores. Para dar al niño una visión correcta delbien y del mal, para formar una actitud correcta ante ellos, hayque mostrar la diferencia entre ellos y despertar el odio por losportadores del mal y el deseo de defender el bien.

Con la incorporación de los niños a una situación imaginaria,la educadora los estimula a la transformación activa de los cono­cimientos yola manifestación de los sentimientos. "Nlños , sinos llegara una visita de otra ciudad, de otra república, conpersonas que nunca hayan ven ido a nuestra ciudad ¿ qué ustedesles mostrarfan?, (.0 dónde los Ilevarfan? Si fueramos a Moscú,a Leningrado, ¿qué les gustarfa ver? IJ

Entre los demás procedimientos, encaminados a fortalecer laactividad mental de los niños en las actividades programadaspara formar nociones sociales, hay que destacar las preguntas encuyas respuestas el niño no puede limitarse sólo a la repeticiónde lo ofdo , sino que debe comprender las causas, las relacionestemporales y de consecuencia; debe realizar un análisis muy sen­cillo y hacer una generalización. 11 ¿Por qué nuestro pacfficopa(s necesitó el Ejército Rojo? 11 , pregunta la educadora a losniños en la charla sobre el aniversario de la fundación del Ejér­cito Rojo. 11 ¿ Por qué en el escudo de la URSS están represen­tados la hoz yel marti 110 juntos? 11

El carácter emocional de las ac.f'ividades programadas ,'desem­peña un gran papel en la formación de los sentimientos de losniños. Los conocimientos que no se motizan con el sentimientoson asimilados formalmente, no de jan huellas en el corazón delniño y por eso no pueden contribuir a la formación de uno actitud.

¿ Con qué se logra el carácter emocional correcto en las ac­tividades programadas de familiarización de los preescolares conlos fenómenos de la vida social?

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Ante todo, con la habilidad del pedagogo para transmitir aJos niños su actitud ante los acontecimientos, ante los fenómenosy las personas. Mucho depende de cómo el pedagogo lea uncuento, una poesfa, de las palabras y de la entonación cuandohabla a los niños de Vladfmir lIich, de los héroes de la guerra,del primer cosmonauta, de los trabajos voluntarios sabatinos. 'Lasinceridad de los sentimientos del pedagogo se transmite constan­temente a sus educandos.

Es importante hallar formas variadas para dar las dctividadesprogramadas, pensar en su comienzo para que yb, desde las pri­meras palabras de la educadora, se despierte el interés del niño.

11 t)(ean, niños, qué ramo de rosas más bonito tengo 1 ¿Dóndelo co loccremos PvCorrecto , Lera, vamos a colocarlo junto alretrato de Vladfmir lIich Lenin. 11

Asf, la educadora da el tono emocional necesario y, después,lo mantiene durante toda la actividad.

La combinación de variados medios, e jerce una fuerte influen­cia sobre los sentimientos de los niños: obras Hterarias, obras deartes plásticas, música, experiencias de los niños.

Citemos un ejemplo de utilización de medios variados en lasactividades programadas de famil iarización con los fenómenos dela vida social, como la observación de la lámina de N. Zhukov11Junto al mapa de la Comisión Estatal para la Electrificación deRusia 11 J y la lectura del cuento de A. Komonov: Viaje a Koshlno ,

Contenido del programa: Formar en los niños nociones gef1e­roles acerca de cómo ha cambiado la vida en nuestro pafs,después de la Revolución, acerca de la electrificación.

Educadora:. Niños, ¿ustedes tienen luz eléctrica en la casa?¿ Qu; pasarfa si ustedes no tuvieran electricidad '? Correcto,niños, nos serfa muy diffci\ vivir sin e\ectricidad. las máq,ui­nas eléctricas ayudan a les hombres en todo: a recoger lacosecha, a construir las casas, incluso a preparar la comida.y por las noches, cuando- en todas las casas se encienden los

1 No se les dice el nombre de la lámina a los niños, (N. del A.)

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bombillos eléctricos, se puede leer, dibujar, lugar, como sifuera de dfa.

Antes de la Revolución, en el pafs habfa muy pocas centraleseléctricas y, naturalmente, en las casas de los pobres nohabfa luz eléctrica.

Inmediatamente, después de la Revolución, V. I. lenin ysus colaboradores, decidieron que era necesario construircentrales eléctricas en todo el pafs. Vean en esta lámina,niños (muestra la lámina de N. Zhukov 11 Junto al mapa dela Comisión Estatal para la Electrificación de Rusia11) , Vladf­mir IIich observa el mapa de nuestro pafs. l Ven, en elmapa, los circulitos rojos? Asf se ha sei'lalado dónde se cons­truirán las centrales eléctricas. Vladfmir lIich ha meditado:le gustarfa mucho que en, las casas de todos los obreros y cam­pesinos hubiera luz eléctrica.

los ni;,os observan cierto tiempo la lámina, después, la edu­cadora les proporre ofr un cuento acerca de cómo los campe­sinos de la aldea Kashino tlevaron a cabo el sueño de lenin:construyeron una central eléctrica e invitaron a Vladfmirllich Lenin a su inauguración.

En la actividad programada, en cuestión, la educadora utili­za la experiercia de los nlños , lo que contribuye a elevar elnivel emocional de la misma. la lámina y el cuento despiertanen los niños el sentimiento de agradecimiento al Ifder por supreocupación por el pueblo. Además, la lámina ayuda a losniños a comprender el hecho descrito en el cuento de A. Koro­nov: "Vlcje a Koshlno'"; no sólo como algo singular, s1no tam­biéh como ilustración a los acontecimientos ocurridos, despuésde la Revolución, en nuestro pafs.

Uno de los requisitos que se plantea a las acJividades progra­madas para la familiarización de los preescolares de edad mayorcon los fenómenos de la vida social, es la presenc1a del ele­mento de repetición, de apoyo en los conocimientos anterior­mente adquiridos. En el proceso de repaso se fijan losconoci­mientos dé los ni;'os, se precisan las nociones, las vivenciasreiteradas fortalecen los sentimientos.

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Las formas de repaso pueden ser diversas. Estas pueden serla lectura reiterada de cuentos, poesfas; la observación de lá­minas e ilustraciones ya conocidas. La educadora plantea a [osnlños la misma tarea que propuso en la primera familiarizacióncon la obra. De los nlños se requiere la habilidad para repasarlo que han asimilado, en las mismas condiciones, sin trasladarlos conocimientos a nuevos objetos, a nuevas situaciones. Estaes la forma más simple de repaso, yen el trabajo con los niñosde I grupo preparatorio esta forma puede uti lizarse como partecomponente de la actividad programada donde se dará un mate­rial nuevo.

Por ejemplo, la educadora puede comenzar la charla sobrelos defensores de nuestra patria de la siguiente forma: observanla lámina conocida de P. Sokolov-Skal: "Asolto al Palaciode lnvlerno " y, después, el pedagogo dice a los niños que en lalámina han visto a los soldados rojos, primeros defensores delpafs soviético y, entonces, les contará sobre los soldados delEjército soviético que defendieron nuestro pafs durante la GuerraPatria. La lámina que ya los nlños conocen se convierte en unapoyo para los nuevos conocimientos, aunque en el proceso de.observación de la misma no se introduce el elemento de lo nuevo.

Puede utilizarse, también, otro tipo de repaso más comple jo,que requiere de los niños habilidades para aplicar sus conoci­mientos en una situación seme jante, pero no igual a aquella enla que fueron asimilados. Este tipo de repaso es valioso porque,,además de fijar los conocimientos, se enriquecen los mismos ylos nlños se acostumbran a utilizarlos conscientemente:

Charla sobre la biblioteca. Contehido del programa: Formaren los niños la noci6n acerca de la preocupación deV. l. Lenin por la inauguración, en el pafs, de bibliotecaspara el pueblo.

La actividad programada comienza con la proyección de dia­positivas donde se observa el edificio de la bibliotecaV. l. Lenin, en Moscú.

Educadora: Nii'los, esta es la biblioteca más grande de nuestropars. En ella hay muchos libros interesantes para adultos y

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para runos, Todo el que quiera puede inscribirse en la bi­blioteca y leer libros. ¡Veanen qué edificio tan lindo seencuentra la biblioteca! El comienzo de su construcción fuehace mucho tiempo, durante el zarismo. Pero, naturalmente,los obreros y los campesinos no podfan ir alifo ¿Por qué?¿Qué ustedes creen?

Galia: Ellos eran pobres y los ricos no los dejaban.

Aliosha: No sabfan leer.

Educadora: ¿Por qué muchos obreros y campesinos no sabfanleer?

Ana: Era una desgraci a, pero para los pobres no habfa es­cuelas en ese tiempo (verso de la poesfa de P. Tichina: Oiga­mos sobre Lenin). --

Educadora: Correcto, Ana, has contestado muy bien. Hoblomuy pocas escuelas para los pobres, ellos no podfan estudiar,la biblioteca no era para ellos.

Cuando los niños hayan asimilado bien el material, es po­sible aplicar un tipo más complejo de repaso: aplicación de losconocimientos en una situación completamente nueva.

Los niños observan, por primera vez, el escudo de la URSSy oyen un cuento nuevo de Y. Dmitriev: La bandera y el escudo.Después, la educadora hace la pregunta: 11 ¿Por qué en el escudode la Unión Soviética hay una hoz y un marti 110 juntos? 11

Es natural que sólo puedan responder a esta pregunta, aque­llos niños que han asimilado bien los conocimientos sobre lavida y e I trabajo de los obreros y kol josianos, en nuestro"pafs.Veamos cómo respondió Roma: "Porque los obreros y los kol jo­sianos se ayudan entre sf siempre: en la guerra yen la paz. 11

Oleg, dijo: "Porque los obreros y los campesinos lograron, jun­tos, el Poder Soviético y ahora trabajan y viven amistosamente. 11

Los conocimientos, en cuanto a la familiarización de losniños con los fenómenos de la vida social y en cuanto a la for­mación de una actitud positiva ante ellos, sólo dan los resulta­dos necesarios cuando se hen incluido en el proceso pedagógicogeneral, cuando encuentran su continuación en los juegos, en el

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trabajo, en la actividad artfstica de los niños. Los niños debentener la posibilidad de asimilar activa y creadorarnente los co­nocimientos y de manifestar sus sentimientos en la actividad.Demostremos esto con un ejemplo:

Primera actividad programada: Charla sobre la ciudad deLeningrado. Lectura de un fragmento sobre Leningrado dellibro de S. Baruzdin: El pafs en que vivimos, proyección dediapositivas.

Segunda actividad programada: Dibujo (o aplicación) delcrucero "Aurora". Juego creador de construcción: "Viajepor Leningrado." Parte de los niños construyen, por ejemplo,el crucero "Aurora", el Palacio de Invierno, el Smolnin, elmalecón del Neva. Los niños visitantes lIegon de excursión.Los niños gufas familiarizan a los visitantes con su ciudac:l.

Esta relación de las actividades programadas con otros tiposde actividad infanti 1, enriquece la vida espiritual de los niños,satisface sus necesidades de conocer y refle jar lo circundante.Generalmente, el juego que se desarrolla, según el argumentode una obra, es interesante y prolongado. Los niños aplicanactivamente su experiencia, buscan conocimientos complemen­tarios en los l,ib.,s, y la tarea de la educadora es apoyar esteinterés vivo por e I juego, dar a los niños e I sustento para suenriquecimiento.

Las actividades programadas para la formación de nocionessociales pueden estar relacionadas cón el trabajo: siembra deflores, participación en las áreas verdes, en la limpieza delsalón para la fiesta, participación posible en los trabajos volun­tarios sabatinos, etc. El trabajo da a los niños la sensación departicipación real en la vida social del pafs, lo cual es muy im­portante para formar sentimientos cfvicos ,

Es necesario establecer una re lación de las actividades pro­gramadas en que los niños aprenden sobre los fenómenos de lavida social con las fiestas nacionales.

La forma artfstica de la matiné contribuye a fijar las nocionesy a despertar los sentimientos morales.

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La educación moral en el juego

En e I grupo preparatorio, los juegos continúan ocupando unlugar importante en el desarrollo moral de los preescolares. Latarea de I pedagogo, al apoyar los juegos adecuados, es contri­buir a formar en cada niño, cualidades morales en los distintostipos de juego: el colectivismo, la ayuda mutua, y otros; cuali­dades volitivas: la perseverancia, la claridad de objetivo; senti­mientos morales: el amor por la patria, por los trabajadores ypor los soldados del Ejército soviético. A la sc luclon de estastareas, contribuyen el enriquecimiento del contenido de losjuegos y la dirección correcta de los mismos por parte de laeducadora.

Naturalmente, la formación de cualidades volitivas moralesy de altos sentimientos morales en la práctica de la realizaciónde los juegos, en el circulo infantil, están estrechamente rela­cionados y la división de los juegos es convencional; esta divi­sión se aplica para destacar, con más exactitud, el énfasis quepermite hacer del juego un medio de educación moral.

Es natural, también, que la educación moral, mediante eljuego, puede ser efectiva sólo cuando existe una actitud muyatenta por parte de los pedagogos del grupo, ante la soluciónde las tareas de educación moral, en todo el proceso pedagógico.

La dirección del juego, con fines de educación moral, suponela formación constante de relaciones entre los niños, tanto enre lación con e I argumento de I juego como en lo que se refiere alas relaciones de los niños como compañeros de juego.

Es muy importante que ya, desde los primeros dlcs de estanciatiPoI niño en el grupo preparatorio, se continúe el trabajo comen­zado en los niveles anteriores de la edad preescolar, lográndoseun nivel más alto en las interrelaciones. La educadora continúaenseñando a los niños a jugar en un gran colectivo, ya que losjuegos colectivos tienen una serie de ventajas: permiten incluiruna cantidad mayor de papeles, satisfacer los distintos interesesde los niños, unirlos por vivencias comunes, lo que es muy im­portante para el desarro 110 moral.

En el grupo preparatorio, la dirección del juego tiene uncarácter indirecto, encaminado a desarrollar la actividad lúdicrá

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independiente de los niños, la iniciativa, la habilidad para es­tablecer relaciones de amistad, para resolver conflictos, paratener en cuenta el deseo de los compañeros, para realizar pro­yectos de juego.

Si en los grupos preescolares de edad menor, al dirigir eljuego y las relaciones de los niños, la educadora utilizaba, am­pliamente, procedimientos de dirección directa (juego conjuntodel pedagogo con el niño o con el grupo de niños, proposicióndeltema, se lección de los juguetes necesarios, participación activaen la distribución de los papeles, etc.), ya, en los grupos deedad mayor, sin eludir estos procedimientos, el pedagogo utiliza,ampliamente, el método de influencia sobre el desarrollo deljuego a través del colectivo infantil que se forma. Esto resultaposible y conveniente, debido a las grandes adquisiciones enel nivel general de desarrollo del niño, asf como en la experien­cia del juego conjunto.

En los primeros dfos , después de la llegada de los niños algrupo preparatorio, es necesario prestar atención a la formaciónen ellos de la habilidad para señalar, individualmente, el temadel juego, su desarrollo fundamental; para distribuir justamentelos pape les, jugar amistosamente y de acuerdo, logrando la rea­lización de I proyecto trazado con juntamente. A esto contri­buyen los juegos dramatizados. Estos juegos ayudan a unir ungrupo grande de niños, a satisfacer su deseo de comunicación. lasimpatfa personal y la atracción de los niños entre sr, siempredeben tenerse en cuenta, en este caso.

A los niños se les enumeran, de nuevo, los cuentos conocidos:la gdllinita jabada, Kolobok. ' De visita con el sol, etc. , quee llospueden dramatizar solos, fácilmente.

Para elevar el interés de los niños por la interpretación de loscuentos, se puede introducir un nuevo elemento. Por ejemplo,interpretar el cuento Teremok con m~sica2 y los niños Jos

1 Panecillo pequeño y redondo. (N. dcl L)

2 POPATENKO, T.: Teremok. Además: METLOV,N. (compilador): Juegos y cancionespara el clrculo infantil. p. 72. Moseú, 196:;.

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perciben de uno formo nueva, cantan y se mueven con satisfac­ción, desempeñando los papeles de fierecillas.

La educadora da a los niños lo posibi lidad de distribuir lospope les individualmente, de ponerse de acuerdo sobre lo secuen­cia del desarrollo del juego.

Poro que el juego dramatizado coutribuyo más o lo formacióndel colectivismo, de los relaciones de amistad, es convenientesugerir o los niños el motivo del juego (mostraremos el cuento olos pequeños), crear lo perspectiva de la alegrfa de mañana(e I juego puede extenderse varios d ros y los pape les pueden de­sempeñarlos yo unos, yo otros niños), organizar uno situación enque seo necesaria lo ayudo mutuo (hacer juntos un gorrito porolos animalitos, preparar e 1escenario, dibu [or los tarjetas de in­vitación para los pequeños, etcétera).

Al conversor, después, con los niños, 01 escuchar cómohocen teatro y ayudan o construir, lo educadora se alegra juntocon ellos de lo bien que les ha solido todo.

Poro los distintos niños, de acuerdo a cómo ellos sepan com­portarse en los juegos, en relación con los demás, lo educa­dora elige distintas tareas. A los niños tranquilos, generosos,hay que inducirlos o ser amigos de los niños que manifiestanegofsmo. Formando cualidades sociales tales como el sentidode lo responsabilidad por los demás niños, el deseo de ayudarlos,de enseñarles algo, la educadora incorporo al grupo que juegao algunos niños que manifiestan inclinación por la poes lo , eldeseo de dramatizar cuentos. Se puede despertar en los niños,el espfri tu de lo sana emulación. "Si Lena aprendió bien omostrar un cuento en el teatro de mesa a Oleg ya Katia, lepermitiré ir de poseo al igual que a Svetlana -dice lo educa­dora- ir a donde están los pequeños y mostrarles el teatro."O de este modo: "Dentro de tres dlos veremos quién de nuestrosniños nuevos ha aprendido más rápido o construir una torre,Misha o Aliosha."

La conversación acerco del conocimiento obtenido tiene elobjetivo de despertar en los niños de edad mayor el sentido delo responsabilidad y del colectivismo, el sentido elemental deldeber.

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Los juegos movidos se utilizan ampliamente no sólo para re­solver tareas directas de Educación Ffsica, sino también para eldesarrollo morol , La educadora observa cómo se comportan losniños, cómo se manifiesta una u otra cuolldod y, después, rea­liza el juego para ejercitar a los niños en la conducta correcta.

Hay que prestar atención a cómo los niños cumplen las reglasdel juego que expresan el contenido de este y no permitir queestas reglas pierdan su significado. Asf, por ejemplo, uno delos juegos más conocidos: "Varillas ganadas", se desarrolla, aveces, de tal forma, que la tarea de ganar se pierde. Los niñosdesignan quién guiará el juego; este cierra los ojos, después delas palabras: "Voy a buscar", busca a los niños y los "sorprende"La regla "ayuda al compañero", no se cumple. Esta regla da aljuego un interés especial, ya que da a los niños alegres emoc'ip­nes, cuando se logra ayudar al compañero, y permite manifestarinventiva y destreza. Naturalmente, esta ayuda no puede sercompletamente igualada a la vida real, pero, de todas formas,es el resultado de esfuerzos infantiles reales y despierta buenossentimientos morales.

Al se leccionar los juegos movidos, la educadora puede inten­sificar las tareas morales y, en ocasiones, incorporarlas de modoespecial, creando una nueva variante de juego.

Por ejemplo; enel juego "No me salpiques el pie", laedu­cadora plantea el objetivo: dar a los niños la posibilidad demanifestar ayuda mutua.

Primera variante del juego: Los niños se sientan en las silli­tos o en los bancos, a un lado del salón. En el piso se pintacon una Ifnea, un pantano de cuatro o clnco metros de ancho.Dos niños colocan tablitas de 40 x 25 cm. Tienen que pasarpor estas tablitas a la otra orilla. Cadanlño coloca una tao.blita en el piso, pasa con cuidado por ella y la otra se man­tiene en la mano, después, pone la segunda tablita y, asf,sucesivamente.

Cuando los niños llegan, aproximadamente, a la mitad delpantano, se crea una situación, aparentando que a uno deellos se le ha roto la ta'blita y cae a! agua. ¿Cómo actuar?Según las reglas del juego hay que llegar juntos hasta la

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orilla. Los mismos niños buscan la salida de la situacióncreada.

Segunda variante del juego: La tarea es la misma, pero secomplica. Se introduce el elemento de la competencia:¿Quién pasa primero el pantano sin mojarse los pies? Acada uno de los que juegan se le dan tres tablitas. Se au­menta el largo del pantano. Durante el juego, a uno de losnlños se le hunden dos tablitas. l Cómo actuará el compa­i\ero?, lno lo limitará la tarea de /legar primero para cum­plir un deber de compcñero ?

Los juegos de este tipo crean las condiciones objetivas paraactivar la experiencia moral del niño ,

los juegos de argumento con papeles y los juegos de cons­trucción son favorables, por su carácter especffico, para formarcualidades morales en el nlño ,

La educadora enseño a crear construcciones senci 11 as y adesarrollar, alrededor de ellas, juegos interesantes. Asf, porejemplo, el argumento del relato de S. Marshak: la isla dehielo, que la educadora lee a los nlños , previamente, en lasactividades programadas, da base para el juego. los niños sedividen en grupos: el primer grupo construye la casa de losmiembros de una expedición invernal; el segundo grupo, el aerÓ­dromo, de donde sale un avión con el médico; el tercer grupoconstruye un hospital a donde llevan al enfermo. La direcciónde la educadora está encaminada a que en las agrupaciones hayagufas justos ya que I~s niños trabajen y jueguen de modo inde­pendiente.

En este juego, se manifiesta la compasión, la competencia,el deseo de ayudar al enfermo, la habilidad en.aunar los esfuer­zos para lograr los fines.

Además, en el proceso de creación de las construcciones, losniños aprenden a coordinar sus acciones, a subordinarse a la di­rección general de sus compoñeros , y los nlños jefes se e jereitanen la habilidad para tener tacto y para ser organizadores conse­cuentes.

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Los niños de seis y siete años se inclinan con avidez a apren­der, les gusta contar, les gustan las poesfas, los cuentos, lamúsica y la Educación Ffsica. Naturalmente, lo más corocterls­tico de los niños de edad mayor es el juego "a la escuelita".

En este juego, se pueden unir niños en pequeños colectivos,se les puede enseñar actitudes justas, ayudarlos a asimilar algu­nas normas morales: estimular las capacidades de organización(en el papel de la maestra) en cada niño, profundizar los intere­ses por la actividad, re lacionada con las inclinaciones persona­les (cognoscitivas, artfsticas), consolidar las formas del tratogentil.

Si los niños, después de la excursión a la escuela y de reali­zar la charl a, no han comenzado a jugar, hay que ayudarlos aplanificar el juego. "Niños, ¿ quieren jugar a la escuelita?-pregunta la educadora. Piensen cómo jugarán, quién serála maestra, quién será la niñera en la escuela, quién será laabuela, el abuelo, qué juguetes quieren hacer para este juego."

Apoyándose en e I deseo de los niños de tener juguetes en lesactividades programadas sobre la escuela, la educadora muestracómo preparar el material didáctico para el juego. El modeladopara el juego es una nueva perspectiva atrayente de la actividad.

Los niños de seis y siete años modelan esferas, hongos, ani­malitos, que después decoran y utilizan para realizar las activi­dades programadas para el conteo.

El juego "a la escuelita" es un juego de grupo. La educadoraaconseja cómo unirse mejor para que en el grupo de los jugadores,además de niños con iniciativa, haya niños tfmidos.

Después del juego, es conveniente dar una charla sobre eltema "Cómo jugamos a la escuelita". Estas charlas contribuyena mantener el interés por el juego, en ellas se destacan las bue­nas relaciones entre los niños, se señalan las vfas para continuardesarrollando el contenido del juego. Por ejemplo, la educa­dora propone: "Digan cómo ustedes enseñaron a Oksia y aAndrei a leer, escribir y contar. ¿ Quién ayudó a construir laescuela? Recordemos cómo se dirigieron los alumnos a los maes­tros. "

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El desempeño de papeles de adultos (maestra, auxiliar, abue­la) contribuye a me jorar la conducta de los niños: en el juegocolectivo, hay que realizar bien el trabajo de maestra igual queella y el trabajo de las compañeras que hacen la limpieza.

El juego a la escuelita enriquece significativamenre el mundoespiritual de los niños, en él se establecen nuevas relaciones deamistad entre· los niños, sobre la base de la comunidad de intere­ses cognoscitivos y artfsticos. En este juego, naturalmente,surgen y se forman relaciones de papeles entre la maestra, lospadres, las abuelas y los abuelos, se fortalecen las formas gen-ti les de I trato.

Los niños del grupo preparatorio no pierden e I interés por eljuego a las muñecas. la educadora ayuda a que estos ju\~gos

sean más comple jos que en los grupos de edad menor, los enca­mina a la formación, en los niños, de una actitud preocupadaante las personas.

Hay que dedicarse, con especi al atención, a la selección delas muñecas para los niños del séptimo año de vida para influirsobre la formación de cual idades morales, teniendo en cuentalos intereses, las necesidades y la experiencia de los mismos.

Los juegos con muñecas contribuyen a que los ni ños seancondescendientes, complacientes, a que expresen palabras cáli­das, a que manifiesten generosidad en sus relaciones con losdemás.

Los niños pueden encariñarse con la muñeca. Como resultadode esto, se desarrollan. juegos prolongados de rico contenido:hay que preparar la comida para las muñecas, alimentarlas, ir aposeer con ellas o enseñarlas, por ejemplo, a tocar el piano.

El juego a las muñecas se convierte en una forma peculiar deorganización de la vida espiritual. Esto ocurre porque, comoescri bió A. P. Usova :

••. utilizando el juego como forma de organización de lavida de los niños, organizamos su vida de tal forma que lesresulta interesante, con contenido, fácil para el colectivoinfantil y para el niño en particular, de tal forma que en ellahaya situaciones que estimulen al niño a formas más altas de

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conducta social ya sentimientos. La educación en este casose llevará a cabo de una forma planificada y organizada, noen forma de amonestaciones y exigencias a los niños: ser sin­cero, compartir las cosas, etcétera, sino en la propia organi­zación de su actividad de juego.

Citemos argumentos aproximados de juegos con muñecas en elgrupo preparatorio.

Nombre de los argumentos: escuela para muñecas (enseñar aleer y escribir, enseñar a contar), viaje con la muñeca, alimen­tación, acostarlas a dormir, paseo, lectura de libros a las muñe­cas, observación de láminas, viaje a la Plaza Roja.

Estos argumentos pueden ser utilizados por los niños con dife­rentes intereses: a algunos los atraen las relaciones sociales;a otros los alegra una situación de vivencias artfsticas¡ a otrosse les abre la perspectiva de trabajar, de hacer juguetes, demodelar algo para las muñecas. Pero lo que tiene especial im­portancia es formar en todos los niños la bondad, la preocupación.

Los juegos dramatizados, los juegos movidos, los juegos deargumento con papeles pueden servir para formar en los niños laperseverancia y la claridad de objetivo. Dirigiendo el juego,ayudando a los niños a desarrollar su argumento, la educadoraincluye deter~inadas situaciones que, por una parte, están enca­minadas a mantener el juego y, por otra, a formar cual idadesvolitivas.

Por ejemplo, para los juegos drcmotlzcdos , el pedagogo pro­pone a los niños hacer solos gorritos para los personajes, deco­raciones (zanahoria para la liebre, etc.)¡ en el proceso de losjuegos de argumento con papeles, propone modelar frutas, ver­duras, hacer juguetes, libros, etcétera. Los niños se ven frentea la necesidad de manifestar perseverancia, claridad de objetivo,yel interés por el juego mantiene sus esfuerzos volitivos.

Para despertar el deseo de trabajar, es importante interesar alos niños, decir, por ejemplo: "Vendrán a visitarnos niñas dediferentes repúblicas. 11 La llegada de las muñecas provoca lanecesidad de preparar comida, de lavar. "Los amas de casa sonhospitalarias, se preocupan porque la visita se sienta bien. 11

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Cuando los nlños visten a las mui'iecas con ropa limpia, laeducadora dice: "i Qué bonitas están, qué mamás más cuidado­sas, qué bien .lavaron la ropa! 11

La evaluación pedagógica y, después, la autoevaluación,fortalecen el deseo de trabajar, y el motivo de este trabajo in­fluye favorablemente sobre la formación de cualidades volitivas.

Al desarrollo de la claridad de objetivo contribuyen loslargos juegos colectivos que se extienden varios días o semanas.Estos son los juegos de construcción, los viajes y los paseos.Organizando estos juegos, la educadora debe pensar en quéetapa es necesario utilizar los estímulos complementarios (lecturareiterada, introducción de nuevos papeles, etc.) que ayudaríanal desarrollo del juego e influirfan, indirectamente, sobre laformación de la claridad de objetivo.

El pedagogo tiene grandes posibilidades para formar el amoral trabajo y la claridad de objetivo con una organización correc­ta de los juegos con arena y con otros materiales naturales. Esmuy importante cyudoro determinar el objetivo principal de laconstrucclérr con materiales naturales. En un caso se desarro­llará la construcción de un sovjós y de los talleres de reparación;en otro, la construcción de caminos; en otro, los niños constru­yen una casa bonita.

Después de ponerse de acuerdo sobre el objetivo de la cons­trucción, los niños trazan el orden de las operaciones y distribu­yen los deberes y los papeles.

En el juego "Le construcción de caminos", los niños puedendividirse en grupos: unos traerán la arena; otros, la apisonan;otros, construyen la casa para los obreros; otros, dibu jan lassei'iales de las calles.

Muchos niños tienen inclinaciones que encuentrensu reflejoen el juego.

Durante e I desarrollo de estos juegos colectivos, tiene granimportancia la dirección pedagógica correcta: el adulto pre­gunta a los niños sobre el fin de la construcción, les sugierecómo hay que utilizar el material complementario, apoycr a losque no han logrado realizar algo. Al terminar el juego, el pe-

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dagogo da su aprobación, recuerda que los niños tuvieron quemanifestar determinados esfuerzos (por ejemplo, de ningunaforma se logró hacer las señales de los caminos), pero, a pesarde eso, el juego resultó muy interesante.

La educadora estimula, también, los juegos individuales enlos que se manifiestan los intereses cognoscitivos y artfsticosde los niños. Asf, jugando a la escuelita y desempeñando elpapel de maestra, los niños actúan de dHerentes formas: Vovamuestra a su alumno un tractor y Galia hace con los niños e jer­cicios. El desarrollo de los intereses influye sobre la formaciónde los rasgos volitivos del carácter, de la claridad de objetivo,de la independencia, que son muy importantes para el futuroescolar.

Los conocimientos sobre los fenómenos sociales, conocimien­tos que los niños han recibido en las actividades programadas,tratan de refle [orlos en los juegos. La educadora, apoyando lainiciativa de 10s niños, dirige el desarrollo del argumento paraque los juegos influyan, de modo más efectivo, sobre la forma­ción de las cualidades morales de los niños.

Asf, la familiarización con la vida de los pueblos de nuestropafs, estimula a ~e se realicen viajes en los juegos.

La educadora ayuda a los niños a viajar a otra república (paraconstruir caminos, a recoger cosechas) , a distribuir los papeles(estos pueden ser representantes de otras nacionalidades o de di­ferentes profesiones). En estos juegos, los niños no sólo fijanlos conocimientos recibidos, sino que, también, a través de d ife­rentes papeles, manifiestan sentimientos de amistad y simpatfapor los demás pueblos.

A la formación de buenos sentimientos contribuyen, también,los juegos con muñecas que representan diferentes nacional ¡da­des.

Ayudando a los niños a hacer un juego interesante, hay querecordar que la actitud hacia la muñeca será me jor mientrasmayor sea el interés de los niños, mientras más clara sea la no­ción acerca de por qué ha surgido la muñeca, de dónde y paraqué vlno , La muñeca Yamila, de Uzbekistán, llegó de visita

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para ver Moscú y hablar sobre los algodoneros. Ella trae algo­dón de regalo a los niños. La muñeca Oksia es admirable por suamor al trabajo. Los niños conocieron a Oksia por el libro deN. Emelianova: Oksia es una trabajadora.

Para mantener el interés por los juegos se les lee a los niñosfragmentos del libro de S. Baruzdin: El pafs en que vivimos; seles muestran ilustraciones y se les cantan canciones de los pue­blos de la URSS.

El juego puede prolongarse varios meses.

Los juegos "a los soldados" que más les gustan a los niños,deben estar dirigidos a formar los principios de los sentimientospatrióticos. Estos juegos profundizan la simpatfa por los solda­dos soviéticos y despiertan el deseo de imitarlos, de ser valien­tes, osados y de estar siempre listos para ayudar al compañero.

Los juegos a los soldados pueden tener un carácter variado:juegos deportivos militares, juegos sobre el argumento de obrasliterarias, juegos de competencias.

Citemos un ejemplo de la experiencia de juegos bajo la in­fluencia de la lectura del libro de A. Dlugolenski: La banda deobstáculos (los juegos, según el argumento de esta obra, comien­zan desde el grupo de edad mayor) .

En uno de los cuentos del libro señalado, se muestra, de modoatrayente, e I proceso de enseñanza a los soldados.

Según los motivos de este cuento, se organiza un juego depor­tivo. Representando a los soldados en el juego, los niños corren ,brincan sobre las zanjas, tiran al blanco.

Al tono emocional del juego contribuye la fabricación degorros de campaña por parte de los propios niños. Entre los juga­dores pueden figurar niños menos vol lentes , tfmidos o traviesos,indisciplinados. Es muy importante que, después de terminar eljuego, todos juntos evalúen la cal idad de I cumpl imiento de latarea por parte de cada ni ño • Hay que recordar, de nuevo, quelos soldados tratan de hacerlo todo bien, de manifestar perseve­rancia, si no les sale algo bien.

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los juegos de competencias contribuyen a formar el sentidodel colectivismo, de la responsabilidad en los nlños , En el jue­go según el libro la banda de obstáculos, estas cualidades semanifestaron en el deseo de realizar los e jercicios rápido y bienpara no atrasar a los compoñeros , En el juego puede surgir unasituación que requiero ayuda. Es necesario ayudar 01 compcñe>ro, darle lo mono, colocar una tabla para que pueda cruzar el.. 'no, etcetera.

Entre los juegos deportivos militares pueden sePialarse los jue­gos en los que se represento lo defensa de uno aldea, de unociudad .

los juegos con este contenido surgen, generalmente, despuésde los cuentos de los adultos acerco de cómo los soldados sovié­ticos defendieron su ciudad, asf como después de lo lectura delibros y de lo observación de ilustraciones.

En uno de los cfrculos infantiles, uno poesfa sobre un tan­quista puede ser el comienzo de un juego. lo educadora leyó alos niños lo poesfa de N. Ushakov: En la primera Ifnea de de­fensa:

En lo primero ¡fnea de defensG:lni árboles,ni almiaresni cuervos,piedra negrocenizo gris,uno bombo incendió un tanque soviético.

Después de una lectura reiterado, lo educadora llamó a unniño y le dijo: IITú serás el tanquista, tú informas por rcdlo"y junto con el niño, leyó lo última estrofa.

Poro despertar en los niños lo compasión por el heroe de lapoesfa, e I deseo de ayudarlo, se do una charla. "Piensen ydigan qué posó después. ¿Oyó e·1 mayor por el radio 01 tan­quista? ¿ Quién corrió o ayudar 01 tanquista que se estabaquemando? ¿Se pudo salvar 01 tanquista? ¿Dónde locuraron? 11

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Más adelante, el argumento de la poesra se incluye en unjuego de papeles donde el mayor y los demás tanquistas seapuran para llegar al lugar de la desgracia. En esta situación,se aprovechan los éxitos logrados por los niños en el juego:"la banda de obstéculos", donde ellos aprendieron a tirar alblanco ya saltar las zanjas.

Cuando nuestro pcls se prepara para la celebración de la GranRevolución Socialista de Octubre, en los clrculos infantiles sur­gen juegos interesantes y variados sobre temas históricos.

Después de leer a los niños el libro de S. Mijalkov: En elMuseo de V. J. lenin y de ver las ilustraciones de él, hay queestimular un juego relacionado con el interés por la construccióndel Smolnin y del Palacio de Invierno. los hechos históricos,asimilados por los nlños , relacionados con el asal to al Palacio deInvierno, despiertan en ellos el deseo de construir el cruceroIIAurora 11 •

En el transcurso del juego, el pedagogo propone a los niñosalgunos detalles (gorras de marinero, bandas rojas, etcétera).Los participantes en el juego pueden representar guardias rojos,marineros, obreros y campesinos.

Los niños que han estado en Leningrado con sus padres, enri­quecen el juego con su experiencia.

El juego de construcción creador puede unir a muchos niñosdel grupo: unos construyen el Smolnin; otros, el Palacio de In­vierno; otros, el crucero "Auroro" y el malecón del Neva, perotodos tienen un objetivo común. En el proceso de construcciónlos niños especifican sus conec lmlentos y, en caso de necesidad,recurren a ilustraciones y láminas.

la educadora dirige las conversaciones de los niños , estimulasus relaciones de amistad, apoya y mantiene el tono emocionalgeneral.

Con una dirección pedagógica correcta, este juego puedee jercer una fuerte influencia sobre los sentimientos de los niñosy estimularlos a ampliar los conocimientos.

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Una de las condiciones para llevar a cabo, de modo exitoso,la educación moral del preescolar en el juego, es la direccióncorrecta de I mismo.

Al pensar en los procedimientos de la dirección, hay quetener en cuenta que los niños saben lo que se refleja en el juego.Cuando el interés del niño por el juego se forma, paulatinamen­te, en el proceso del trabajo educativo sistemático, los niñossoben , en lo fundamental, cómo jugar. El papel del pedagogoconsiste en concretar algunas nociones de los niños, en estable­ce r Ia re lación entre los pape les. Si e I proyecto de juego seapoya en conocimientos superficiales, incompletos, la tarea delpedagogo.consiste en profundizar el interés que ha surgido en losniños, en ayudarlos a adquirir los conocimientos necesarios. Enel primer caso, la educadora puede dar un consejo concreto,recordar lo que los niños han visto, lo que han lerdo, proponerhacer juguetes ellos mismos, etcétera. En el segundo caso, losprocedimientos de dirección estarán encaminados a ampl iar losconocimientos: lectura, observación de ilustraciones, charlas.

El juego de argumento con papeles se convierte en un mediode educación moral sólo si está estrechamente relacionado cone I proceso de instrucción.

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Este libro ha sido impreso por elCombinado Poligráfico de Guantánamo

"Juan Marinello"en el mes de Junio de 1979

"Año 20 de la Victoria"