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* ::{ s::á,f* * ry ,if" *+ i*¡'" r* da.f,}"t- ir,:,¡i.t$i "ü; €-.5 't",8 :qp i;tü .hg i8 iqr§, 4i $ :" ,' Í i. : :' "; ,i: .'r,..1 ii".. ".':i ' :: . i..1t...i.'.:'." r '; :;;;;i §jihuena parte del impacto del pietismo sobre la educaci«'rrr r¡tl f*-ji:nisterial se debió a la obra de un pastor, teólogo y prolt'sul que, aunque formado en un contexto pietista, también rt't lt'tlr't mucho de é1. Se trata de Friedrich Schleiermacher (176tt llt l{1, proveniente de una larga familia de pastores y capellallcs rt'lol mados -su padre, sus dos abuelos y uno de sus bisabrlt'los, lil padre de Schleiermacher había experimentado un desPcr t¡rl cll su fe gracias a sus contactos con los moravos, y por tanto t'l iovell Schleiermacher se formó en un hogar de tendencias ¡rit'lleldl hasta que sus padres le colocaron en una escuela mor¿lvil y ltl+rEtl en el seminario moravo. Allí Schleiermacher leyó los t'sr lllui de varios filósofos de la Ilustración, así como de Spinoz,r y d€ Kant -todos prohibidos por el seminario, pero de gritrr irrlelÉl para algunos de sus estudiantes. Por fin, en parte debitLr ¡ e¡Él lecturas, Schleiermacher le escribió a su padre diciórrrLrlr' r¡tl! no podía ya sostener varias de las doctrinas de los lttot'rvur, f que por tanto abandonaba sus estudios en el semin¿rrio. lt'tu ll§ por ello dejó de admirar y retener algo de lo aprcntlitlu crll iormación pietista. Varios años más tarde, en otra crttl¡r, 'let'lÉ= raría que "tras todo lo acontecido, he vuelto a ser lll()lilvrr, ll€€ ahora de un orden superior". En el entretanto, aun t'rr trt'''llrr {! sus dudas, Schleiermacher pasó los exámenes llcc('s;rl roa p4f$ la ordenación en la Iglesia Reformada -aunque a tltrt,lt liel pasó, en su segundo intento, el de dogmática o tcokrgl't ilrtt't nal- y sirvió como capellán en un hospital en Bcrlírr Alll ll La educación teológica moderna 1_41 en boga entre las élites intelectuales alemanas. Fue mediante una combinación de sus raíces pietistas, sus inclinaciones románticas y sus lecturas de Kant -que le hacían rrer que la religión no puede ftrndamentarse en el intelecto puro- que Schleiermacher llegó a su famosa postura, que la religión no es esencialmente cuestión ni cle conocimiento ni de acción -ni de doctrina ni de moral- sino que el asiento apropiado para ella es el "sentimientci' -Gefühl. l;ue sobre esa base que escribió primero sls Discursos sobre la religión -frecuentemente llamados sencillamente Reden- y su uran obra sistemática Glaubenslehre -La doctrina de la fe, a veces llamada también La fe cristiana. Empero 1o que más nos interesa aquí es st Breye bosquejo de los estudios teológicos, compuesto en 1811, poco después de ser ¡rombrado profesor en la recién fundada Universidad de Berlín. (Schleiermacher había sido uno de tres miembros del comité ,¡rre redactó los estatutos de la Universidad en 1810.) Fue allí que l)r.opuso un currículo en el que la teología se estudiaría bajo tres ('r)cabezados: teología filosófica, teología dogmática y teología l)irstoral. La primera se dedicaría a determinar lo que es el cris- lirrnismo como forma particular del sentimiento de dependencia tlt' [)ios, y su lugar en medio del contexto de otros sentimientos rt'ligiosos -razón por la cual frecuentemente se le acredita a li, lrleiermacher el haber abierto espacio en el currículo teológico l,,u.ir la filosofía de la religión y, a través de ella, para las religiones ,,,rn¡raradas. Esta teología filosófica no se fundamentaría en la "tcología natural" del deísmo, que resultaba insostenible después ,1,' l¡s críticas de Hume y de Kant, sino en el "sentimiento de de- l','ntlencia absoluta" que se encuentra enlaraíz misma de la ex- 1,, ¡'icncia religiosa, y que toma forma particular en la fe cristiana. lrl segundo campo de estudios, la teología histórica, se dedi- ,.rrirr ¿r la vida y enseñanzas de la iglesia a través de las edades, ,r',r ( ()rDo de esa vida y enseñanzas en el momento presente. En , ,tt scgundo campo teológico Ia dogmática ha de tener un lugar l,r,,nrinente. Lo que se entiende por'?ogmática" es el estudio de l.r'. ,'rrscñanzas de la iglesia en un momento dado, y en particular ,l, l,r islesia en el presente. Su interés no está en relacionar el dog- rrr.r ( ()n la filosofía -razón por la cual Schleiermacher insiste en contactos con círculos románticos -pues el romatrtit istttl

La Educación Teológica Moderna

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Un acercamiento a la eduación teológica moderna. Análisis para un acercamiento educativo.

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    jihuena parte del impacto del pietismo sobre la educaci'rrr rtlf*-ji:nisterial se debi a la obra de un pastor, telogo y prolt'sulque, aunque formado en un contexto pietista, tambin rt't lt'tlr'tmucho de 1. Se trata de Friedrich Schleiermacher (176tt llt l{1,proveniente de una larga familia de pastores y capellallcs rt'lolmados

    -su padre, sus dos abuelos y uno de sus bisabrlt'los, lil

    padre de Schleiermacher haba experimentado un desPcr trl cllsu fe gracias a sus contactos con los moravos, y por tanto t'l iovellSchleiermacher se form en un hogar de tendencias rit'lleldlhasta que sus padres le colocaron en una escuela morlvil y ltl+rEtlen el seminario moravo. All Schleiermacher ley los t'sr llluide varios filsofos de la Ilustracin, as como de Spinoz,r y dKant

    -todos prohibidos por el seminario, pero de gritrr irrlellpara algunos de sus estudiantes. Por fin, en parte debitLr ellecturas, Schleiermacher le escribi a su padre dicirrrLrlr' rtl!no poda ya sostener varias de las doctrinas de los lttot'rvur, fque por tanto abandonaba sus estudios en el seminrrio. lt'tu llpor ello dej de admirar y retener algo de lo aprcntlitlu crll liormacin pietista. Varios aos ms tarde, en otra crttlr,

    'let'l=rara que "tras todo lo acontecido, he vuelto a ser lll()lilvrr, llahora de un orden superior". En el entretanto, aun t'rr trt'''llrr {!sus dudas, Schleiermacher pas los exmenes llcc('s;rl roa p4f$la ordenacin en la Iglesia Reformada

    -aunque a tltrt,lt lielpas, en su segundo intento, el de dogmtica o tcokrgl't ilrtt'tnal- y sirvi como capelln en un hospital en Bcrlrr Alll ll

    La educacin teolgica moderna 1_41

    en boga entre las lites intelectuales alemanas. Fue mediante unacombinacin de sus races pietistas, sus inclinaciones romnticasy sus lecturas de Kant

    -que le hacan rrer que la religin no puedeftrndamentarse en el intelecto puro- que Schleiermacher lleg asu famosa postura, que la religin no es esencialmente cuestin nicle conocimiento ni de accin

    -ni de doctrina ni de moral- sinoque el asiento apropiado para ella es el "sentimientci' -Gefhl.l;ue sobre esa base que escribi primero sls Discursos sobre la

    religin -frecuentemente llamados sencillamente Reden- y su

    uran obra sistemtica Glaubenslehre -La doctrina de la fe, a vecesllamada tambin La fe cristiana.

    Empero 1o que ms nos interesa aqu es st Breye bosquejo delos estudios teolgicos, compuesto en 1811, poco despus de serrombrado profesor en la recin fundada Universidad de Berln.(Schleiermacher haba sido uno de tres miembros del comit,rre redact los estatutos de la Universidad en 1810.) Fue all quel)r.opuso un currculo en el que la teologa se estudiara bajo tres('r)cabezados: teologa filosfica, teologa dogmtica y teologal)irstoral. La primera se dedicara a determinar lo que es el cris-lirrnismo como forma particular del sentimiento de dependenciatlt' [)ios, y su lugar en medio del contexto de otros sentimientosrt'ligiosos

    -razn por la cual frecuentemente se le acredita ali, lrleiermacher el haber abierto espacio en el currculo teolgicol,,u.ir la filosofa de la religin y, a travs de ella, para las religiones,,,rnraradas. Esta teologa filosfica no se fundamentara en la"tcologa natural" del desmo, que resultaba insostenible despus,1,' ls crticas de Hume y de Kant, sino en el "sentimiento de de-l','ntlencia absoluta" que se encuentra enlaraz misma de la ex-1,, 'icncia religiosa, y que toma forma particular en la fe cristiana.

    lrl segundo campo de estudios, la teologa histrica, se dedi-,.rrirr r la vida y enseanzas de la iglesia a travs de las edades,,r',r ( ()rDo de esa vida y enseanzas en el momento presente. En, ,tt scgundo campo teolgico Ia dogmtica ha de tener un lugarl,r,,nrinente. Lo que se entiende por'?ogmtica" es el estudio del.r'. ,'rrscanzas de la iglesia en un momento dado, y en particular,l, l,r islesia en el presente. Su inters no est en relacionar el dog-rrr.r ( ()n la filosofa

    -razn por la cual Schleiermacher insiste encontactos con crculos romnticos -pues el romatrtit istttl

  • 1.42 Breve historia de la preparacin ministerial

    colocar el dogma bajo el encabezado de la teologa histrica, y node la sistemtica-, ni en apoyar ese dogma con consideracionesfilosficas, sino en el dogma

    -en el mejor sentido de la palabra*y su relacin con el sentimiento de dependencia absoluta de Dios,segn la iglesia lo vive y expresa en un momento Particular, graciasa su relacin con |esucristo

    -pues la teologa de Schleiermacheres radicalmente cristocntrica. Puesto que su propsito es servir ala iglesia corno comunidad concreta de fe, la dogmtica ha de te'ner races profundas en esa comunidad de fe, no slo en trmino$generales o universales, sino tambin en el modo concreto en quesa comunidad existe en un lugar y tiempo especficos

    -es decir,en la iglesia de aqu y ahora. Esto no hace que la teologa histricty la dogmtica sean inferiores a la filosfica, pues el sentimientode dependencia de Dios se da siempre en medio de unadad

    -en el caso del cristianismo, de la iglesia en su relacin

    |esucristo. En resumen, la teologa histrica es mucho ms deque hoy se entiende por esas palabras. Incluye en primer IIos estudios bblicos, que tratan sobre los orgenes histricoslas primeras expresiones de la fe cristiana. Despus, incluyeel proceso que lleva desde los tiempos bblicos hasta el

    -es decir, lo que hoy entendemos por "historia del cristi

    e "historia de la teologdl Y por ltimo incluye la fe cristianasu expresin presente, como modo concreto y especfico enque una comunidad de fe vive y experimenta el sentimientodependencia absoluta de Dios segn le ha sido legado porla historia, desde los tiempos bblicos hasta el presente. TaleStudios son absolutamente necesarios para entender el lugartiene la iglesia del presente como expresin concreta delmiento de dependencia absoluta. En todo esto se ve undel grado en que los estudios crticos e histricosescenario intelectual a principios del siglo diecinueve. Enderechazar esos estudios, como lo hacan los elementos m*servadores

    -incluso el pietismo tradicional que l mismclrechazado en su juventud- o de dejarse llevar por talescomo si en el conocimiento resultante estuviera la esencisfe, Schleiermacher les daba valor, no como conclucentes alcimiento de 1o que es el cristianismo en su esencia, pero l

    La educacin teolgica moderna

    nlodo de entender cmo la vida de la iglesia, en expresin de suscntimiento de dependencia absoluta de Dios, se fue desarrollan-tb hasta el presente, y cmo entonces la iglesia del presente vivey cxpresa ese sentimiento.

    Por ltimo, la teologa prctica centra su atencin en todo lo(lue es necesario para las funciones de un lder dentro de la co_nrLrnidad de fe. Por esta razn, hay quien llama a schleiermachert'l "padre de la teologia prcticei', aun cuando lo que l entendapor esto no era toda la gama de disciplinas que hoy se incluyenl,irjo ese encabezado, sino ms bien un modo de hacer teologarrrc toma en cuenta la experiencia del sentimiento absoluto detlt'pendencia segn se expresa en la comunidad especfica a la quest' ha de servir, y que considera el modo en que ese sentimiento harlc nutrirse y manifestarse.

    Para entender el modo en que Schleiermacher entiende yrlt'ficnde los estudios teolgicos universitarios, debemos tenerrl e:uenta que se trataba del perodo de la Ilustracin, que ibairr.rrrpaada de un auge en la metodologa cientfica. En la uni-vc,siclad moderna, para la cual la de Berln sera el modelo, lar it',cia reinara, y campos tales como el de la teologa tendranrrrc jnstificar su presencia. Irnicamente, la teologa, que siglos'tttl.s le haba dado origen a las universidades, ahora tendra que+lrlc,cler su lugar en el claustro universitario. para ello sera neie-m i. rnostrar que la teologa es una ciencia

    -una Wissenschaft,lor titrl sc puede traducir como'tiencia'] aunque no necesariamenteerr t,l scntido de seguir el mtodo de otras disciplinas, pero s en elt'rrlirlo de tener un mtodo determinado y crtico. Esto es ciertorlp r rrrla uno de los tres elementos de los estudios teolgicos

    -rosgtrt' Sclrleiermacher llama "teologa filosfica'l "teologa histrica,,1 "tr:rlrrga prcticd', y pronto los afect a todos. La diversidad de*tltlrrirues en la filosofa de los siglos diecinueve yveinte produjol+lrrl ('norme variedad de teologas filosficas. cuando la filosofade I lrlicl clomin el pensamiento occidental, surgieron sistemasls,ltillitls que pretendan que el cristianismo era la culminacinde l,r tlillctica del Espritu, segn Hegel la entenda. Ms tar-de ttrrliicron teologas que, aunque rrr..y dif"r"rrtes de las de losfisg,'li,rrr.s, pretendan interpretar el cristianismo sobre la base

    1,43

  • t44 Breve historia de la preparacin ministerial

    de algn sistema filosfico -como se vio en

    el siglo veinte en elexistencialismo de Bultmann y de Tillich y en la teologa del pro-ceso que se volvi popular en la segunda mitad del siglo veinte.Todas estas teologas seguan el espritu de Schleiermacher y laUniversidad de Berln, haciendo de la teologa wa Wissenschafto disciplina de carcter crtico.

    Algo semejante sucedi en 1o que Schleiermacher llamaba"teologa histrica'i en la que el mtodo histrico-crtico echabajo mucho de lo que antes se haba dado por sentado tantoen la historia de la iglesia como respecto a la Biblia misma' Loshistoriadores y los eruditos bblicos tenan que mostrar que susestudios eran cientficos, y por lo tanto el propsito de tales estu-dios no enaya ver 1o que la historia o la Biblia significaban parala vida de Ia sociedad o de la iglesia, sino ms bien llegar a unconocimiento 'tientfico" c1e la Biblia y de la historia.

    En este campo que Schleirmacher llamara "teologa histri-ca", esto produjo alavez grandes adelantos y enormes prdidas.En cuanto a los adelantos, no cabe duda de que el mtodo hist-rico-crtico nos ayud a entender mejor el origen de los textosbblicos, as como de las prcticas y doctrinas de la iglesia. Sinesos adelantos, no sabramos dnde colocar histricamente lostextos de Isaas, ni el orden cronolgico de las cartas de Pablo,ni la relacin entre los diversos evangelios. La prdida estuvoen que, al tiempo que se comprendan mejor los textos y losepisodios formativos de la fe cristiana, cada vez se haca msdifcil saber qu hacer con ellos. As, por ejemplo, los estudiosneotestamentarios tomaron muy en serio lo que se llam el"problema sinptico'l y hasta el da de hoy nos ayudan a en-tender la relacin entre los tres primeros Evangelios. Pero esosmismos estudios tenan poco que decir acerca de las enseanzasde los Evangelios, o de su pertinencia para [a vida de la iglesia yde los creyentes. Tanto en los estudios bblicos como en los his-tricos, el nfasis recaia sobre la objetividad. Verdadero biblistao verdadero historiador, digno de formar parte del claustro uni-versitario, era quien poda estudiar la Biblia o la historia de laiglesia con la misma objetividad con que un entomlogo estudiaun insecto bajo el microscopio. En todo esto vemos el impacto

    La educacin teolgica moderna

    de la modernidad, con su nfasis en el conocimiento objetivo,comprobable, universal

    -y no fue sin razn qtae algunas ten-dencias liberales recibieron el nombre de "modernismo".

    En el campo de Ia teologia prctica, esto llev en una de dosdirecciones. Por una parte, esos estudios se fueron excluyendode las escuelas de teologa, como materia prctica ms bien quecrtica, y por tanto no digna de los claustros universitarios. As,cuando en el ao 1958 fui a estudiar en Estrasburgo, me sorprendde que los estudiantes de la Facultad de Teologa pasaran cuatroaos estudiando Biblia, historia y teologa, y que era slo despusde pasar exmenes en esos campos que acudan ala Stiftung

    -la"Fundacin' o "Institucin'- donde aprendan a predicar, dirigirel culto, pastorear, etc. Por otra parte, y en direccin contraria, enalgunos casos, a fin de justificar su presencia en la universidad, losmaestros de tales disciplinas siguieron el camino de una bsquedade la objetividad frecuentemente intil y hasta ridcula. As, haceunos aos mi esposa y yo nos topamos con un famoso profesorde homiltica en una universidad alemana cuya fama se deba ahaber desarrollado un mtodo'tientfico' para evaluar sermonesmediante la aplicacin de una complicada frmula matemticaque inclua el conteo de ciertas palabras y la estructuracin delcontenido del sermn segn ciertas formas geomtricas.

    Algo parecido, aunque sin llegar a tales extremos, sucedi enGran Bretaa y en los Estados Unidos. En los Estados Unidos,que es de donde nos han venido nuestros modelos de educacinteolgica latinoamericana, puede Yerse un proceso paralelo alde las universidades europeas. Universidades tales como la deHarvard y Yale comenzaron como escuelas de teologa

    -enrealidad, como pequeos programas en los que algn pastor sereuna peridicamente con un grupo de candidatos para darlesinstruccin y mentora. Pero en el siglo diecinueve el impactodel modelo europeo, al estilo del de la Universidad de Berln,llev a la expansin de esas escuelas en direcciones tales que lasfacultades de teologa corran siempre el peligro de verse mar-ginadas, y en respuesta a ese peligro se vean en la necesidadde justificar su presencia mediante la insistencia en el mtodohistrico-crtico y su objetividad.

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  • La educacin teolgica moderna 1_47L46 Breve historia de la preparacin ministerial

    En medio de todo esto, la explosin en conocimientos cien-tficos, combinada con los resultados de los estudios histricosy crticos de la Biblia, tuvo tres consecuencias importantes. Laprimera de ellas fue el conflicto entre fundamentalistas y libe-rales. Si el liberalismo y el modernismo fueron resultado de lacapitulacin de los telogos ante la modernidad, el fundamenta-lismo fue tambin una capitulacin, aunque menos obvia, puesel fundamentalismo era tan moderno como el liberalismo en esode buscar realidades objetivas, universales

    -slo que, mientrasel liberalismo las buscaba en un lugar, el fundamentalismo lasbuscaba en otro. Entre algunos liberales, la Biblia vino a ser pocoms que un documento sobre las creencias primitivas de Israely de la iglesia antigua, cuyo valor, aparte de su informacin so-bre esas antiguas creencias, estaba en su belleza literaria o en lasabidura de algunos de sus consejos. Entre fundamentalistas, seconden todo lo que la ciencia moderna dijera que no concorda-ra con una lectura literal, supuestamente objetiva y universal dela Biblia como si fuera un libro de ciencia. En unos pocos casosen los que los conocimientos modernos resultaban irrefutables,esos conocimientos se aceptaban, y entonces se buscaba el modode que la Biblia no los contradijera. Un ejemplo de ello es Ia cues-tin de cmo |osu detuvo el sol, cuando hoy sabemos que loque se mueve en el transcurso entre el da y la noche no es elsol, sino la Tierra. Pero, excepto en esos pocos casos, el funda-mentalismo rechaz buena parte de los descubrimientos y teorasde las ciencias modernas. Bien podra decirse que esto llev a la'tanonizacin de la ignorancia'l en la que los telogos y lderes re-ligiosos insistan en sus posturas tradicionales, desentendindosepor completo de los retos de la modernidad. Un ejemplo notablede ello es el del famoso telogo Charles Hodge (1797-1878), dequien se dice que al jubilarse, tras largos aos de enseanza en elSeminario de Princeton, declar que su gran motivo de orgulloera que durante todos esos aos no haba permitido que una solaidea nueva penetrara en el seminario.

    El resultado de ese impacto fue variado, y sus repercusionescontinuaron por largos aos. En los Estados Unidos, escuelasfundadas para la preparacin de pastores, como las de Harvard y

    Yale (la primera fundada en el 1636, y la segunda en el 1701), sevolvieron centros de investigacin a la usanza de Ia Universidadde Berln, y las escuelas de teologa vinieron a ser una ms

    -yciertamente no la ms reconocida- entre muchas otras' Elcollege of New lersey (hoy la universidad de Princeton) apo-y la creacin de una escuela de teologa, pero cuando esta seiund en 1812, por accin de la Asamblea General de 1a Iglesiapresbiteriana, se estableci como institucin independiente. Lahistoria de esa institucin, y de sus rivales, es ndice de los debatesteolgicos que tuvieron lugar a travs de todo el siglo diecinuevey principios del veinte. Durante buena parte del siglo diecinueve,

    "r" r"-irurio se distingui por su defensa de un calvinismo tra-

    dicional y ortodoxo, particularmente bajo el liderato del telogoreformado Charles Hodge a quien ya nos hemos referido. Peroa principios del siglo veinte el debate elltre el calvinismo fun-damentalista y otros de postura ms liberal llev a la fundacinde dos instituciones rivales. En el1929, bajo el liderato de JohnGresham Machen (1881-1937), varios profesores que se quejabandel liberalismo que les pareca reinar en Princeton se apartaronde l y fundaron el westminster Theological Seminary, en la veci-,",u ciudad de Filadelfia. En el 1936, cuando Ia Iglesia Presbiterianacontinu apoyando a Princeton, este gnrpo se apart de ella yfund la Iglesia Presbiteriana ortodoxa. Pero ese mismo aohaba tambin otros que pensaban que Princeton era demasia-do conservador, y fundaron lo que hoy es el union TheologicalSeminary en Nueva York.

    En segundo lugar, el desarroilo de las ciencias en los siglos die-cinueve yveinte vino a complicar el currculo teolgico mediante,rru

    ".oi-" expansin en el campo de la "teologa prctica"' Lo

    que todava ., ti"-po* de Schleiermacher era una disciplinaesencialmente teolgica, dedicada a la reflexin crtica sobre laprctica del ministerio, se volvi ahora toda una serie de discipli-nas prcticamente inconexas entre s, y cada una fundamentada.., ig.rnu nueva disciplina secular' As, la psicologa, que gozd" gr, auge tras los estudios de Sigmund Freud (1856-1939)'Alfied Adlr (1870-1937), Carl |ung (1875-1961), Erich Fromm(1g10_1gg0) y otros, le dieron origen a la psicologa pastoral, a

  • 1.48 Breve historia de la preparacin ministerial

    veces llamada consejera pastoral, en la que se intentaba emplearlos nuevos conocimientos psicolgicos en la prctica pastoral.Algo semejante sucedi en el campo de la educacin, donde lasteoras de |ohn Dewey (i859-1952) y otros vinieron a ser la pautaparalanueva disciplina llamada "educacin cristiana". Ms tarde,las nuevas teoras y prcticas en el campo de las comunicacioneshicieron su impacto en la homiltica. Y algo semejante puededecirse respecto a la sociologa, la economa y el desarrollo msreciente de las nuevas teoras y prcticas en la administracin deempresas. Frecuentemente, tales disciplinas en el currculo teol-gico dependan ms de sus congneres seculares que del resto delos estudios teolgicos. Rara vez se intentaba, por ejemplo, haceruna crtica bblica y teolgica de las prcticas de consejera sur-gidas en imitacin de las prcticas seculares en la consejera y laterapia. De igual modo, hubo cursos de administracin eclesis-tica que sencillamente tomaban las ltimas teoras en cuanto a laadministracin de empresas y las aplicaban a la administracinde la iglesia, sin mayor crtica teolgica.

    Tambin resulta interesante notar que, precisamente por estafalta de reflexin teolgica, las nuevas disciplinas de la "teologaprctica" lograron cierto auge por cuanto en ellas los debatesteolgicos entre fundamentalistas, liberales y quienes sostenanvarias posturas intermedias parecan perder importancia.

    En tercer lugar, la explosin del conocimiento en los siglosdiecinueve y veinte llevaron a un proceso de especializacioncreciente. Hasta poco antes, haba sido posible dominar buenaparte de las disciplinas y conocimientos existentes. As, las gran-des figuras del Renacimiento podan aspirar a lo que llamaban"l'uomo universale", el ser humano universI, con lo que querandecir dominar todos los campos del conocimiento y todas lasactividades humanas. Y en varios de los currculos a que nos he-mos referido hasta este momento se aspiraba a que el candidatoal ministerio supiera, no slo Biblia y teologa, sino tambinliteratura clsica, historia, astronoma y hasta medicina. Peroahora la explosin del conocimiento imposibilit tales aspira-ciones, y llev a la especializacin. Mientras en la antigedad, yhasta tiempos relativamente recientes, una persona'culta poda

    La educacin teolgica moderna

    disertar y opinar sobre una variedad de temas y disciplinas, cntiempos de la modernidad esto se hizo imposible. La crecien.te especializacin hizo que quien estudiaba zoologa supieramucho acerca de ese campo, pero poco de botnica, y nada deastronoma. Pronto surgieron entre los zologos mismos losentomlogos, los herpetlogos, y muchos otros; y el entomlo-go saba poco acerca de las serpientes, mientras el herpetlogosaba poco acerca de los insectos.

    En el campo de los estudios ministeriales y la prctica pasto-ral, esto tuvo cuatro consecuencias importantes. Una de ellas esque el ministerio ordenado ya no tiene la posicin privilegiadaque tuvo antes, cuando en cualquier pueblo o aldea el pastor erala persona ms educada, y por tanto la persona a quien todos acu-dan en busca de direccin y consejo, no solamente en cuestionesreligiosas, sino tambin en muchas otras. Ho debido al procesode especializacin, no hay expertos universales. Hoy el pastoro pastora se ve quiz como especialista en materia de Biblia yreligin, pero solamente como uno de entre muchos especialistasen otros campos a quienes se acude segn las necesidades delmomento

    -al mdico en tiempos de enfermedad, al abogado entiempos de litigio, al arquitecto cuando hay que construir, etc.La segunda consecuencia, en parte como resultado de la pri-

    mera, fue lo que antes llam la 'tanonizacin de la ignorancia".Puesto que hoy el cardilogo puede declarar impunemente queno sabe de geografa o de fsica, as tambin el ministro puededeclarar impunemente que su campo es la religin, y que portanto sabe de Biblia y de nada ms. Pero hay una enorme di-ferencia que es preciso sealar. En primer lugar, el cardilogoque se declara ignorante en cuestiones de geografa y de fsica sestudi fsica y geografa antes de llegar a la escuela de medicina.Su especializacin no es tal que Ie haga verdaderamente ignoran-te en lo que se refi.ere al conocimiento en general. Al contrario,el cardilogo confiesa que no sabe de fsica porque ha estudiadosuficiente fsica como para reconocer lo que no sabe. Y, porquereconoce lo que no sabe, el cardilogo no pretende aplicarlesus conocimientos mdicos al campo de la geografa, sino quesabe reconocer los estudios de los gegrafos, aun cuando no

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  • La educacin teolgica moderna 151

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    l150 Breve historia de la preparacin ministerial

    los entienda en toda su profundidad. En contraste, el ministroque se refugia en su especializacin para no saber nada ms nisiquiera reconoce lo que no sabe, y por eso la'tanonizacin dela ignorancia" lleva directamente a lo que podramos llamar el"imperialismo bblico'l en el que el pastor, porque tiene Ia Biblia,pretende decirles a los cientficos cmo han de conducir sus dis-ciplinas. A consecuencia de ello, el mensaje del evangelio se aslay se presenta e interpreta de tal modo que tiene poco que decirlesa quienes no aceptan ese imperialismo bblico. Es por eso quepor todas partes encontramos grupos de personas cultas, cadacual con su especialidad, que se renen para compartir ideas,experiencias y conocimientos, pero rara vez los pastores formanparte de tales grupos. Su irnperialismo bblico, que no es sino laotra cara de su ignorancia canonizada, les asla de quienes noreconocen su imperialismo pero s reconocen su ignorancia, yde ese modo les impide verdaderamente traer su fe a colacin enlos diversos contextos de la vida humana.

    La tercera consecuencia del proceso de especiaLizacin en to-das las disciplinas se ve particularmente en las escuelas europeasy norteamericanas de ms abundantes recursos. Esto es Ia espe-cializacin misma dentro del campo de los estudios teolgicos ypastorales. El modelo que surgi entonces en los supuestamentemejores seminarios

    -es decir, en los que no se dejaban llevar porla canonizacin de la ignorancia- fue el de la especializacin tantoen Ia enseanza como en el ministerio. Con todo lo que hoy sabe-mos acerca de la Biblia, sus lenguas, sus orgenes, su transmisin,etc., y con todo lo que hoy sabemos acerca de la historia, y acerca dela psicologa, y acerca de las comunicaciones, es imposible saberlotodo. Luego, mientras ms especialistas tengamos mejor ser nues-tra enseanza. Necesitamos un profesor o profesora de consejerapastoral, una persona que sea ducha en psicologa, y por tanto siesa persona sabe poco o nada de Biblia o de teologa o de historiao de educacin, eso no importa. Siempre que sea especialista en sumateria, con eso nos basta. Y la contraparte de eso es la especia-lizacin entre los estudiantes. As, uno sabe de Biblia, pero no depredicacin, y otro sabe de educacin, pero no de teologa, y otrose prepara para ser consejero, pero que no le pidan que predique.

    Afortunadamente, la mayora de nuestros seminarios enAmrica Latina no tienen el tamao ni los recursos necesariospara tal grado de especializacin. pero, tristemente, muchos venen esto una deficiencia que debera corregirse, cuando sera mejorrreren ello una oportunidad para reflexionar sobre lo que deberiaser la mejor educacin teolgica en nuestro contexto.

    Por ltimo, la cuarta consecuencia del proceso de especializa_cin fue que el currculo teolgico se dividi .r, .o-purlimien_tos. En lugar de un proceso de formacin global de la persona,el currculo teolgico se volvi una serie " .rrror, .*o

    .r.ruserie de requisitos que cumplir, y la dimensin de la formacinglobal de la persona que practicara el ministerio qued relegada.Una vez ms, aunque esto sucedi primera y principalm"rri"

    ".,las escuelas europeas y norteamericanas, desafortunadamentemuchos de nuestros seminarios en Amrica Latina, inspirados enese modelo, llegaron tambin a concebir el currculo corno unaserie de cursos relativamente independientes, prestndole cadavez menos atencin a la formacin global de los candidatos.

    Todo esto tambin hizo su impacto en el campo de la litera_tura teolgica. En las universidades y muchos seminarios, tantoen Europa como en Norteamrica, se considera que quien noinvestiga y publica en el campo de sus investigacior", ,r es dig_no de su posicin magisterial. De ah la frase que ha venido aser de importancia crtica para la carrera de muchos profesores:"publish or perish'

    -o publicas, o pereces. Decamos ai principioque buen nmero de los libros sobre temas teolgicos q.r" hoy r"producen no nos son de gran utilidad en la preparacin ministe_rial. Ahora podemos decir que una de las razones de tal situacines que muchos de esos libros han surgido en respuesta, no a lasnecesidades de la iglesia ni siquiera de la sociedad. en general, sinoms bien a la necesidad de sus autores de publicar lgo que lesvalga en sus carreras acadmicas. puesto qu" po, lo general talespublicaciones no se jttzgan sobre la base de su pertinencia, sinode su originalidad y precisin, el resultado es un enorme nmerode libros escritos, no para la iglesia ni siquiera para el pblico engeneral, sino para impresionar a colegas en cuyas manos est elfuturo del autor.

  • 152 Breve historia de la preparacin ministerial

    En toda esta discusin sobre la educacin teolgica modernano nos hemos ocupado del catolicismo romano. Esto se debe a quelos principios establecidos por el concilio de Trento en el siglo die-cis1s rigieron la preparacin de los sacerdotes hasta bien avanzadoel siglo veinte. La decisin de Trento, de crear "seminarios" parala instruccin y formacin de sacerdotes, tuvo por consecuenciaun clero altamente instruido, preparado paralapolmica constan-te con los protestantes

    -sobre todo por cuanto el protestantismocontaba tambin con lderes altamente instruidos, formados en lasuniversidades y escuelas de teologa protestantes. En la aplicacinde los decretos de Trento se distingui San Vicente de Paul (1581-1660), quien fund numerosos seminarios y subrayo la necesidadde que en tales instituciones se fomentara no slo el conocimiento,sino tambin el desarrollo y formacin espiritual.

    Cuando el Segundo Concilio de Vaticano se reuni,la cuestinde la formacin del clero no era parte de su agenda inicial. Perosegn fueron avanzando las deliberaciones se vio la necesidad detratar del tema, y por ello en el 1965, casi al final de sus sesiones, elconcilio promulg dos decretos, Optatam totiusy Presbyteriorumordinis

    -Decreto sobre la formacin de los sacerdotes y Decreto

    sobre el ministerio y vida de los sacerdotes. En estos decretos, elconcilio se limit a asentar principios generales, ordenandoque cada conferencia episcopal decidiera acerca del currculoespecfico necesario para cada regin, y que esto sera sometidoperidicamente a la Santa Sede para su aprobacin. En cuanto aia antigua idea de "seminarios" o semilleros Para la formacin dejvenes en vista al sacerdocio, sin negar lo decidido en Trento,ese nuevo concilio afirm que los estudiantes de tales seminariosdeberan estar en contacto con las realidades de la sociedad engeneral, y especficamente con sus propias familias' En cuanto alcurrculo mismo, el primer principio que ha de seguirse es que"los estudiantes reciban un adiestramiento cuidadoso sobre laSagrada Escritura, que ha de ser como el alma de toda la teologa'iY sobre esa base el concilio decret que:

    El orden que ha de seguirse en el estudio de la teologadogmtica es:los estudios bblicos en primer lugar; luego,

    La educacin teolgica moderna 153

    los estudiantes han de aprender lo que los Padres de laIglesia, tanto occidental como oriental, han contribuidoa la fiel transmisin y clarificacin de cada una de lasverdades reveladas; despus han de estudiar la historiaposterior del dogma y cmo se relaciona con Ia historiageneral de la Iglesia; y por ltimo, a fin de arrojar tanta luzcomo sea posible sobre el misterio de la salvacin, han deaprender a examinar ms detenidamente, con la ay.uda dela especulacin y con Santo Toms como maestro, todoslos aspectos de ese misterio y su interrelacin.1

    Por otra parte, en vista de la triple funcin de los clrigos comomaestros, sacerdotes y pastores, se les ha de adiestrar, respecto alo primero, en el estudio y proclamacin de la Palabra de Dios;respecto a lo segundo, en el ministerio del culto y de la santifica-cin a travs del mismo; y, tercero, en el modo de conducir la vidade los fieles y en el servicio a los dems.

    En todo esto, las acciones del Segundo Concilio del Vaticano,al tiempo que refrendaban 1o hecho en Trento, tendan a subrayarms el papel central de la Escritura y la relacin entre el sacerdo-cio ordenado y el sacerdocio universal de los creyentes

    -relacinque el concilio no defini.

    En resumen, en buena parte gracias al impacto de Schleier-macher, y tambin en parte como resultado de una serie decircunstancias de las cuales la obra de Schleiermacher es reflejo,la educacin teolgica moderna surgi de una combinacin deciertos impulsos pietistas con el reto de la nueva mentalidadcientfica y crtica. Pero pronto, tanto en las universidades eu-ropeas como en buen nmero de universidades y seminariosnorteamericanos, la dimensin crtica y cientfica fue eclipsandoel impulso pietista, de modo que en las supuestamente "mejores"escuelas el principal criterio de evaluacin vino a ser no tanto lapertinencia para la iglesia y para el ministerio como el prestigiode la escuela y de sus profesores entre los colegas universitarios

    ' Optatam totius,16.

  • I154 Breve historia de la preparacin ministerial

    y de otros seminarios. Y el fundamento de juicio en tal prestigiovno a ser la originalidad y minuciosidad de la investigacin y laspublicaciones del profesorado, ms bien que el impacto que losgraduados de tales instituciones pudieran hacer sobre la iglesia osobre la socieclad.

    El nfasis en los estudios crticos, sobre todo respecto a laBiblia, fue uno de los elementos que llevaron al conflicto entrefundamentalistas y liberales, en el que los primeros rechazabanlos estudios crticos, y los ltimos les daban a tales estudios un ya-Ior absoluto y final. As, al tiempo que los primeros canonizabanla ignorancia y fomentaban una especie de imperialismo bblico,algunos de entre los ltimos canonizaban la ciencia y fomentabanestudios y discusiones de poca pertinencia para la iglesia y parasus pastores.

    Entre las universidades y escuelas teolgicas, particularmenteen los Estados Unidos, esto llev a tensiones crecientes entre laacademia y la iglesia. Por algn tiempo, algunas denominacionesse declararon a favor del fundamentalismo, rompiendo relacionescon quienes no pensaran como ellas, y condenando a los profe-sores que no concordaban con todas las decisiones eclesisticashasta en los ms mnimos detalles. Por su parte, hubo entre algu-nas instituciones universitarias

    -incluso entre las creadas por lasiglesias- una tendencia a apartarse de las iglesias.AI tiempo que todo esto suceda en Europa y los Estados

    Unidos, en Amrica Latina la mayora de las iglesias evanglicasestaban todava supeditadas a sus iglesias madres

    -algunas deellas estructuralmente, y todas en cuanto a su visin de la misin.Aun sin confesrnoslo, buena parte de lo que los evanglicosbuscbamos en Amrica Latina hasta bien avanzado el sigloveinte era imitar lo que se haca en los Estados Unidos

    -o, si no,continuar 1o que habamos aprendido de los Estados Unidos, auncuando tales cosas ya hubieran sido sobrepasadas all.

    Por ello nuestros seminarios fueron -y en buena medida si-guen siendo- reflejo de las instituciones de educacin teolgica de

    las iglesias madres, sobre todo en los Estados Unidos, pero tambinen algunos casos en Europa. Si no hemos cado en los extremos clcespecializacin de las escuelas teolgicas norteamericanas, y si aclr

    no se aplica el principio de .b publicas o pereces,l ello no se debetanto a que tales cosas nos hayan parecid inadecuadas, sino msbien a que, con los recursos diiponibles, no nos era posible imitar anuestras iglesias madres en ese punto.

    Esa es la herencia que hemos recibido, y sobre la cual hemosde construir hoy.

    La educacin teolgica moderna 155