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La elección de Brasil como sede de la Copa del Mundo de 2014 fue una explosión de euforia en el país pentacampeón del torneo. Los brasileños celebraron la designación como una oportunidad única para vengarse del Maracanazo de 1950, pero también como la ocasión perfecta para dar un paso de gigante en el desarrollo del país. Así se vivió en 2007, pero siete años más tarde la realidad es muy distinta. Más de la mitad de los brasileños (55%) ya no quiere saber nada más delMundial porque creen que causará más perjuicios que beneficios al país. Así lo aseguraba una encuesta en el diario Folha de Sao Paulo a cargo de la firma Datafolha. ¿Qué ha pasado para que la nación más futbolera del mundo dé la espalda al máximo torneo mundial? Los brasileños salieron a la calle en masa para protestar durante la Copa Confederaciones de 2013 y los sucesos pueden volver a repetirse en las principales ciudades del país durante la celebración de la Copa del Mundo. En Depor hacemos un repaso de los desafíos que enfrenta Brasil para que el Mundial no termine siendo un fracaso. 1. LOS ESTADIOS

La Elección de Brasil Como Sede

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BRASIL, sede de mundial 2014factores.

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La elección de Brasil como sede de la Copa del Mundo de 2014 fue una explosión de euforia en el país pentacampeón del torneo. Los brasileños celebraron la designación como una oportunidad única para vengarse del Maracanazo de 1950, pero también como la ocasión perfecta para dar un paso de gigante en el desarrollo del país. Así se vivió en 2007, pero siete años más tarde la realidad es muy distinta. Más de la mitad de los brasileños (55%) ya no quiere saber nada más delMundial porque creen que causará más perjuicios que beneficios al país. Así lo aseguraba una encuesta en el diario Folha de Sao Paulo a cargo de la firma Datafolha.

¿Qué ha pasado para que la nación más futbolera del mundo dé la espalda al máximo torneo mundial? Los brasileños salieron a la calle en masa para protestar durante la Copa Confederaciones de 2013 y los sucesos pueden volver a repetirse en las principales ciudades del país durante la celebración de la Copa del Mundo. En Depor hacemos un repaso de los desafíos que enfrenta Brasil para que el Mundial no termine siendo un fracaso.

1. LOS ESTADIOS

La Copa del Mundo se puede celebrar en un mínimo de 8 estadios, pero el Gobierno de Brasil fue muy ambicioso y llevó el Mundial a 12 sedes. Esa decisión es en buena parte la culpable de que Brasil 2014 vaya a ser el Mundial más caro que jamás se realizó en la

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historia. Su coste está próximo a los 13,500 millones de dólares, según las cifras oficiales del Comité Organizador a finales de 2013. Sin embargo, esta cifra podría ahora mismo superar los US$ 20 mil millones acorde a los sobrecostes imprevistos que han sufrido las obras proyectadas, señala Gerardo Molina, CEO de la agencia de marketing deportivo Euromericas Sport Marketing.

Solo los estadios han costado más del triple de lo que Brasil tenía previsto. El economista y profesor en la Universidad de Lima y Centrum Católica, Carlos Urrunaga, recuerda que el Gobierno brasileño incumplió su promesa de construir estadios austeros con inversión privada. “Al inicio el gobierno brasileño aseguró que la refracción de los estadios no costaría más de US$ 1,000 millones y la factura la pagaría el sector privado en su mayoría, pero ahora ya van por US$ 3,600 millones, según cifras oficiales, y la mitad de ello lo ha costeado el Estado brasileño”.

Lo peor de todo es que las 4 canchas sobrantes (esas que aumentan el Mundial a 12 estadios) están en ciudades donde no hay equipo de fútbol en la primera división brasileña: Brasilia, Cuiabá, Manaos y Natal. El caso más extremo está en Manaos, cuyo mejor equipo compite en la cuarta división de Brasil y congrega a 500 personas cada dos semanas. Ahora jugará en el Arena Amazonia, con capacidad para 44 mil espectadores. “Y el costo de mantenimiento de los estadios es de un 10% por año, por lo que en una década se duplica el costo inicial del estadio”, avisa Urrunaga.

Gerardo Molina argumenta esta costosa decisión de Brasil de construir estadios en ciudades sin grandes hinchadas de fútbol: “Lo que buscan es solucionar esa deficiencia y que el fútbol sea más transversal y cruce nuevas fronteras geográficas internas. La meta es hacer más nacional la liga de Brasil con infraestructura para el desarrollo del deporte de alto rendimiento y que así puedan surgir nuevos equipos y estrellas más allá de las zonas donde el fútbol es popular como Rio de Janeiro, Rio Grande do Sul, Bahia y Sao Paulo, entre otras”.

2. PROTESTAS SOCIALES

El sobrecoste de los estadios es una de las grandes razones por las que miles de brasileños se lanzaron a la calle a protestar durante la Copa Confederaciones de 2013, pero no fue la única. El Gobierno brasileño realizó muchas concesiones a las exigencias de la FIFA que incomodaron, perjudicaron y afectaron a muchos habitantes. Estos vieron

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en el evento del pasado año un adelanto de lo que debían padecer este año durante el Mundial.

Entre los protestantes estaban colectivos tan variopintos como las castañeras que se ubican alrededor de los estadios y que la FIFA, de la mano de la policía brasileña, les impedía ejercer su profesión en ese espacio. “La razón es que una de las peticiones de la FIFA para celebrar el torneo es tener la exclusividad de toda la publicidad y ventas que se ubiquen en un radio de 2 kilómetros en torno al estadio”, explica Urrunaga.

“Controlando ese gigantesco espacio de publicidad en cada estadio, laFIFA consigue recaudar 3,000 millones de dólares en concepto de auspiciadores, marketing y derechos de televisión durante el Mundial”, añade el economista. Por culpa de este aspecto, el Gobierno brasileño también expropió parte de propiedades cercanas a las principales vías de transporte que generó otro gran grupo de descontentos con el Mundial.

Para Gerardo Molina, países emergentes como Brasil y Sudáfrica deberían destinar los recursos gastados en el Mundial a mejores inversiones como brindar más educación, salud y seguridad a sus países y no entretenimiento. “Pero la fórmula en una Copa del Mundo consiste en transformar el gasto en inversión y que finalmente las ganancias del mundial se vuelquen a futuro en generar más riqueza para volcarla en beneficios económicos para los países. Esto requiere planes de desarrollo sustentables”, añade.

3. TRANSPORTE

Los estadios no son las únicas obras que van con retraso en el Mundial. Brasil hizo un enorme esfuerzo de US$ 2,700 millones de dólares en mejorar la infraestructura y capacidad de sus aeropuertos, pero lo comenzaron demasiado tarde y la lentitud de los progresos levanta serias dudas sobre su finalización antes al inicio del Mundial. El aeropuerto de Fortaleza ya anunció que no podrá completar su plan de ampliación a tiempo y habilitará una terminal para pasajeros temporal hecha con carpas.

Allí en Fortaleza se celebrará el partido entre la anfitriona Brasil y laselección de México, lo que provocará el paso de 100 aviones durante el día del partido por el aeropuerto de la ciudad. “No hay lugar para siquiera la mitad de esos aviones. Quien diga que no tendremos problemas, está mintiendo”, advirtió en febrero José Efromovich, presidente ejecutivo de la aerolínea Avianca Brasil.

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La previsión de los organizadores es acoger a 600,000 visitantes extranjeros durante el mes que dure el Mundial, y esta cifra también pondrá a prueba los accesos a los estadios, especialmente en aquellos de nueva creación. Este aspecto generó mucha incomodidad en la Copa Confederaciones. Allí el Arena Pernambuco de Recife obligó a los hinchas a hacer varios trasbordos de metro y autobús antes de caminar casi un kilómetro para llegar al recinto deportivo. En la Copa del Mundo este estadio acogerá 5 partidos.

4. ALTOS COSTES

Todavía hay una esperanza para que los sistemas de transporte de Brasil no colapsen, y es a cambio de otra mala noticia: el número de turistas puede ser más bajo de lo esperado por culpa de los altos precios que Brasil ha puesto para la Copa. Esto acerca a la organización del Mundial al fracaso, ya que supone menos ingresos de los esperados por el turismo.

“Existe mucha demanda, pero la oferta no es adecuada. Es el mundial con los precios a nivel internacional más caros de la historia, especialmente en lo que se refiere a hospedaje. En ese rubro es de lejos la Copa del Mundo más cara de todos los tiempos”, indica Gerardo Molina, quien cree que a pesar de todo acudirán más de 900 mil turistas extranjeros y más de 3 millones de visitantes internos que se moverán por las 12 sedes.

Esto significa que el mayor gasto para un visitante extranjero no estará en el vuelo, sino en su estadía, ya que los precios de los hoteles en Rio de Janeiro pueden llegar a ser tan altos como los de Nueva York o Londres, mientras que el precio de un vuelo interno entre Rio y Sao Paulo (400 km. de distancia) puede costar lo mismo que uno entre Nueva York y Los Ángeles (4,000 km).

La misma población brasileña es la víctima más directa del aumento indiscriminado de precios, que abarca hasta los productos más sencillos y simples, como 14.90 reales por un jugo verde (S/. 15). Para denunciar el abuso de precios se creó la página Rio Surreal en Facebook, donde con mucha ironía y humor se aprovecha que la moneda brasileña es el Real para definir como una situación surreal este incremento de precios. Incluso ya han impreso sus propios billetes de ‘surreales’ con la cara del artista catalán Dalí, icono del surrealismo que se extendió como movimiento artístico a principios del siglo XX.

5. CORRUPCIÓN

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El único ingrediente que le faltaba a este cóctel explosivo de descontento social entre los brasileños era la corrupción en torno al Mundial de Brasil 2014 y por desgracia también la tienen. Tanto que terminó con la dimisión en 2012 de Ricardo Teixeira, presidente de laConfederación Brasileña de Fútbol y del Comité Organizador de la Copa del Mundo. Teixeira estaba considerado el hombre que consiguió devolver el Mundial a Brasil, pero los medios brasileños descubrieron un desvío de fondos que también implicaba a “Sandro Rosell”: http://depor.pe/noticias-de-sandro-rosell-5254, entonces presidente del Barcelona.

Según desveló el diario Folha de Sao Paulo, Teixeira, como presidente de la federación, Ricardo Teixeira pagó 5 millones de dólares a una empresa de Rosell para organizar un partido amistoso entre las selecciones de Brasil y Portugal, pero más tarde el ex dirigente delBarcelona reingresó 2 millones a una cuenta a nombre de la hija menor, de solo 11 años, del mandatario brasileño.

Además el Congreso brasileño aprobó un régimen especial de licitaciones de obras para el Mundial de Brasil 2014 y los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016 que permite al Estado, los gobiernos regionales y las municipalidades contratar a empresas sin necesidad de presentar antes el presupuesto para así agilizar trámites, lo que perjudica mucho la transparencia de la gestión de los fondos públicos. “Hay un alto riesgo de desvíos”, advirtió hace ya 2 años Claudio Abramo, director ejecutivo de la ONG Transparencia Brasil. “Este asunto es una selva”.

Fernando [email protected]