La Elite de Poder en Japón

7/23/2019 La Elite de Poder en Japn

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LA ELITE DE PODER EN JAPN

Quienes realmente ostentan el poder en Japn no son los partidos polticos, niel Parlamento. Son los burcratas. Los burcratas deciden y poseen fuertescuotas de poder. El secreto que evita dictaduras como las que hemos conocidoen Europa son las fuertes rivalidades internas que poseen entre ellos, lo que

permite un sistema equilibrado sin que nadie consia imponerse en el poder! la"ura del lder es difusa en Japn. La "losofa del rupo pesa m#s que la delindividuo. $odos son uno y ese uno en su con%unto es el lder.

Esto puede ayudar a entender tambi&n la forma de hacer neocios que tienenlos %aponeses basada en el consenso! hasta que no est#n todos de acuerdo nose cierra el trato, de ah que quienes tratan de hacer neocio en este pastenan que armarse de paciencia y constancia. 'o hay un lder al que puedasconvencer para que decida. (as de convencer al con%unto.

En el sistema nacional interado de Japn, tres cateoras de orani)acionesdel sector empresarial desempe*an un rol primordial. Primero, los importantes

carteles de randes empresas y sus estrati"cadas familias de peque*as ymedianas empresas e%ercen enorme in+uencia. Seundo, son de particularimportancia las compa*as enerales de comercio, o soo shosha. Por ltimo, y

%unto con estas, se encuentran las numerosas y prestiiosas asociacionesempresariales, a veces llamadas )ai-ai. El resultado es una maquinariaindustrial de podero sin precedentes que, m#s que cualquier otra fuer)a, diriey conduce al pas.

Esa ltima cateora de los principales actores de la escena industrial %aponesaes el )ai-ai, del cual E/01'2E' es su e%emplo m#s importante. 1 vecescali"cada como una nebulosa comunidad de randes orani)acionescomerciales o simplemente como el mundo "nanciero. Los cuatro grandesde estos bien organizados grupos de presin son KEIDANREN OFEDERAION DE OR!ANI"AIONE# EONO$IA#% KEI"AI DO&'KAI OO$IT( PARA EL DE#ARROLLO EONO$IO% NI##)O* A$ARA DEO$ERIO DE JAPON* & NIKKEIREN O FEDERAION DE A#OIAIONE#DE E$PLEADORE# DE JAPON+ Todas se constitu,eron en -a d.cadasiguiente a- t.r/ino de -a II!$ , e0ercen gran in1uencia en e- procesopo-2tico de- pa2s+

345 e- Keidanren6 la mayor orani)acin de empresarios de Japn3automocin, petrleo, tradins, bancos, aseuradoras...4

745 Ni88eiren! federacin %aponesa de asociaciones de empresarios! su tareaes ayudar a controlar el movimiento laboral y el contener el aumento salarial

945 T:e Keizai Do,u8ai35omit& para el 0esarrollo Econmico4! la &lite deeste rupo 3)ai-ai4 poseen la capacidad de formular bases tericas para laspolticas de neocios

;45 La


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En Japn e6iste un triunvirato de elites al que los propios %aponeses suelenllamar 7tri#nulo de hierro8 que es m#s poderoso, est# m#s unido y tiene m#scontrol del pas que las elites de cualquier otra sociedad industrial moderna.1simismo, los que no pertenecen a la elite forman en Japn alo m#s parecidoa una 7sociedad de masas8 carentes de poder y polticamente inactivas.

Este triunvirato no incluye a la elite militar, sino que est# formado por la elitecorporativa, la elite burocr#tica de los ministerios y, en tercer luar y muy le%osde ellas en cuanto a su poder en el Japn de hoy, la elite poltica formada porlos polticos m#s importantes.

5L1SE 592P921$/:1

La clase corporativa de este triunvirato de elites se basa en la estructuracorporativa de eiretsu de Japn de la posuerra. $ras la cada de los poderososrupos corporativos )aibatsu inmediatamente despu&s de la Seunda ;uerra


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Los Cuatro Grandes

Los 75uatro ;randes =aibatsu8, llamados shidai zaibatsu3 4, eran losrupos


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Los randes keiretsuse organizaron en torno a un banco, el cual prestabadinero a las empresas que formaban parte del conlomerado a cambio departicipaciones en el capital de &stas 3es decir, posean eran propietarios de unporcenta%e de cada una de ellas4. 5omo consecuencia, las empresas delos keiretsutendan a hacer neocios nicamente entre ellas, entre aquellosque pertenecen a 7la familia8.

0urante las d&cadas de la reconstruccin emerieron unos cuantos keiretsuy,entre ellos, varios iantes de la economa. 'os referimos a -os Big Six3los7Seis ;randes84, que hasta poco despu&s de que e6plotara la burbu%a"nanciera en los a*os CI eran!

o


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o 5omerciando bienes y servicios entre ellas 3yo te proporciono M6N, t meproporcionas MyN4.

o /n+uyendo en sus respectivas decisiones empresariales 3a trav&s delmecanismo de las participaciones cru)adas4.

Relacin gobierno-empresasLa mec#nica de los keiretsudependi adem#s de una relacin ntimade co-aboracin con e- gobierno. Las alian)as 3o m#s bien coaliciones4 conel obierno han levantado mucha pol&mica, adoptando el sobrenombre de@c


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52/S/S F 59'$/'?/010 E' EL S/S$E


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@. El sistema poltico %apon&s de postuerra

. La crisis de los noventa

H. Los cambios estructurales y cultura poltica %aponesa

D. 5onclusin

La evolucin de la poltica %aponesa ha sufrido convulsiones importantes desdeel comien)o de la d&cada de @CCI. La prensa, tanto la local como lainternacional, ha hablado repetidamente de la crisis de"nitiva del sistemapoltico a ra) de los esc#ndalos tan importantes y continuados as como de laruptura del Partido Liberal 0emocr#tico y la consecuente victoria de laoposicin en las elecciones de @CCH, una de cuyas consecuencias aparentes hasido el cambio de la Ley electoral.

Pasados los a*os, la apata ha vuelto a cundir en el panorama poltico. 'i laselecciones reali)adas ba%o esa nueva ley electoral ni los cambios efectuados enla proporcin de diputados obtenidos por los distintos partidos polticos hanlorado hacer resurir las e6pectativas de anta*o. El Partido Liberal0emocr#tico, de nuevo, ha anado las elecciones por amplia diferenciaacerc#ndose a la mayora absoluta. Estos ltimos datos, en consecuencia,vienen a dar la ra)n a aquellos que ven una continuidad subyacente en elsistema y la imposibilidad de cambio, bas#ndose en la permanencia en elpoder del mismo partido. La tesis de la continuidad parece imponerse.

'o obstante, es necesario acercarse a la propia "losofa poltica %aponesa paracomprender los cambios que se han ido sucediendo a lo laro de estos a*os, elcambio estructural que conlleva la evolucin reciente y, mas concretamente lafuncin de las crisis para la propia renovacin de su sistema poltico. 1 lo larode este traba%o vamos a intentar anali)ar cual es el sistema queaparentemente estaba en crisis, sus caractersticas, la crisis de los a*os CI y aanali)ar los hechos desde perspectivas adaptadas a la propia mentalidad

%aponesa.

@. S/S$E


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debilidad de los socialistas, que no han pasado de conseuir la mitad de losdiputados del partido del obierno. (an sido parte del sistema, por tanto, perono han sido alternativa de obierno y las encuestas indican que, incluso, ni losmismos votantes socialistas deseaban que su partido lleara a obernar.@T Lasaspiraciones del Sha-aitR, por tanto, se han centrado en la in+uencia indirectaen alunos aspectos que m#s afectaban a su electorado, tales como la subidadel salario mnimo, o las subvenciones a lo sindicatos, mientras que losprincipales caballos de batalla frente a los conservadores han sido la polticae6terior y la relacin con Estados ?nidos, o alunas cuestiones de importanciamenor en el plano dom&stico.

El poder poltico ha sido e%ercido por los conservadores ininterrumpidamente,pero el poder del JimintR ha estado muy reducido en comparacin condemocracias de tipo occidental. $res rupos principales, los burcratas, losrandes neocios y los polticos han compartido la capacidad de e%ercer elpoder en Japn, %unto con alunos rupos menos importantes que hanfuncionado de forma semiautnoma, tales como la policaT. En primer luar,los burcratas han sido los elaboradores de las polticas por medio de leyesaprobadas despu&s por el parlamento sin mayores cambios y sin e6cesivosproblemas.HT Su principal autoridad para e%ercer este poder ha sido el carismacomo defensores de lo que era mas conveniente para el pas, habiendorecoido, de aluna manera, la antorcha que en el perodo de preuerraposeian los militares como portadores del espritu nacional. (an sidoconsiderados como unas personas que buscan por encima de todo el bene"cionacional, de%ando de lado sus propios intereses personales./ndependientemente de la veracidad de esa visin, la importancia de laburocracia dentro de la pir#mide de poder en Japn ha permitido polticas a

m#s laro pla)o. 0espu&s, el enrana%e de la poltica con el mundo econmicoen lo que se ha llamado )o-uiin 3los leisladores impulsando los interesesde los neocios4 y de los burcratas con los neocios por medio delama-udari 3descender del cielo, el retiro de los burcratas de &lite a puestoslucrativos en las empresas que supervisaban4 ha sido bene"cioso para ambos,unos bene"ci#ndose de las disposiciones aprobadas, otros recibiendo"nanciacin para sus campa*as electorales y otros anando tras la %ubilacin eldinero y la tranquilidad que no pudieron tener antes. eidanren 3Gederacin de9rani)aciones Econmicas4 y el resto de las orani)aciones empresariales hanbuscado la conveniencia de las polticas enerales en sus intereses particularesy han in+uido mucho tambien en la apertura al e6terior. Los polticos, por

ltimo, han sido los encarados de corte%ar a los votantes defendiendo losintereses m#s particulari)ados de sus constituencias. Su funcin,principalmente, ha sido drenar recursos enerales a sus votantes y, en eneral,como conseuidores, por usar una palabra facilmente comprensible.DT 5adarupo, por tanto, ha tenido unos intereses de"nidos que han estadosolidi"cados por una fuerte conciencia nacional.


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nmero importante de marinados del sistema y contentar las demandas delos diputados para sus circunscripciones 3en ocasiones %usti"cadas, pero conmucha frecuencia proyectos costosos de difcil viabilidad economi)a4 slopuede ser conseuido por medio de los crecientes inresos del Estado. Pero

%unto a esta economa de crecimiento uiada, la alian)a e6terior con Estados?nidos ha tenido un papel clave porque Japn ha salido bene"ciada de lanecesidad de Uashinton de un bastin estrat&ico frente a la e6pansinsovi&tica. Japn ha consiuiendo aseurar, de hecho, las dos principalesamena)as e6teriores a su aue econmico! el acceso a materias primas y lanecesidad de enera barata. La subordinacin poltica a un pas fuerteeconmicamente no le ha supuesto a Japn las trabas provocadas por lacoloni)acin en otros pases y, mas all# de ello, tambi&n ha podido mantenersus propias opciones en poltica e6terior all# donde sus intereses eran m#svitales, tales como las relaciones con 5hina o con 5orea.

. 52/S/S 0E L9S '9:E'$1

Las consecuencias de la cada del erln en 1sia est#n an por ver, enparte porque an no se han derretido los hielos de la ;uerra Gria. 'o obstante,la poltica de Estados ?nidos va en la direccin que se podra considerar comoinevitable! las relaciones comerciales ya no se supeditan al inter&s poltico, queahora tiende a basarse m#s en bloques de pases que en alian)as bilaterales.1unque siempre ha habido fricciones mutuas, ya no es posible superarlas tanf#cilmente como anta*o y las campa*as contra los productos %aponeses hanfor)ado las privileiadas relaciones, que ahora est#n m#s in+uidas por ladescon"an)a de parte americana que por el intento de conseuir un ob%etivomutuo. La inde"nicion estrat&ica a laro pla)o, a saber, la ine6istencia de unoranismo de seuridad en la rein que permita prever la resolucin decon+ictos, atena el debilitamiento de los la)os mutuos entre Estados ?nidos y

Japn y ayuda a evitar que las tensiones se desboquen. La forma en que estastensiones puedan per%udicar la economa %aponesa a laro pla)o es inciertapero, mientras una mayor vinculacin %aponesa con 1sia aparece como unaalternativa para el futuro, la incertidumbre supone un elemento clave al decidirpolticas a laro pla)o.

Los esc#ndalos de corrupcin, por su parte, han a*adido un nuevo elemento deincertidumbre, convulsionando la vida poltica, m#s que por la manitud, por elcontinuo oteo de nuevos casos. 1 los famosos esc#ndalos de la Loc-heed enla d&cada pasada, se ha a*adido el esc#ndalo de la 2ecruit que llev a ladimisin del primer ministro 'oboru $a-eshita y pocos meses despu&s a de susucesor Sosu-e ?no. 1l iual que en otras ocasiones, la necesidad de calmarlos #nimos antiJimintR llev a la eleccion de un ministro limpio, $oshi-i aifu,de la minoritaria faccin omoto. 5uando despu&s de dos a*os se de% caer aaifu para de%ar paso a las componendas tradicionales entre lderes de


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facciones y fue eleido iichi


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inl&s a Partido Socialdemcrata en @CC@ y despu&s tambi&n en %apon&s4 y elJimintR hicieron una alian)a que llev a un obierno con%unto en el que serepartieron el puesto de primer ministo hasta el "n de la leislatura. Loimpensable de anta*o se produ%o, pero eso no quiere decir que elplanteamiento de los nuevos aliados fuera ilico! eran los bene"ciarios delantiuo sistema que se intentaran defender frente a los que buscaban unonuevo.

La reforma poltica, de esta forma, tom un iro que en 9ccidente podra habersido considerado como una demostracin de la madure) del sistema! unprimer ministro socialista, $omiichi


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Partido 5omunista 5hino, por muchos a*os mantuvo slamente el caro dePresidente de la Gederacin china de >ride. 1dem#s, la comparacin de losdos principales lderes en el Japn actual, 9)aKa y (ashimoto, puede serreveladora de la importancia de conocer la cultura del pas para poder captarcmo se estan produciendo los cambios.

/chirR 9)aKa y 2yWtaro (ashimoto son los principales lderes de la escenapoltica actual y comparten poco, a e6cepcin de haber sido ahi%ados polticosde anemaru. 9)aKa es el lder del principal partido de la oposicin y est#considerado el que tiene las ideas m#s claras sobre el futuro de Japn. Suscrticas al sistema de toma de decisiones y a la incapacidad para afrontar lascrisis han sido asumidas por un amplio espectro de %aponeses, desde polticos oempresarios hasta burcratas, as como el ob%etivo de conseuir que Japnlleue a ser un pas normal en el mundo, entendiendo por ello la necesidadde participar de sus obliaciones internacionales a la hora del envo de tropas.Su mani"esto poltico, >lueprint for a 'eK Japan, ha sido un &6ito de ventas3XII.III e%emplares4 desde su lan)amiento en @CCH y an siue siendo citadocomo una crtica brillante del sistema poltico %apon&s, al contrario del queedit (oso-aKa, por hablar de un libro contempor#neo.CT (ashimoto, alcontrario, ha estado m#s en el lado de los que preferan mantener la situacinanterior y slo recientemente ha empe)ado a abra)ar la reforma poltica comoob%etivo prioritario, tomando prestadas muchas de las ideas lan)adas en su diapor 9)aKa, desde la desreulacin y la privati)acin en ran escala a lanecesidad de un primer ministro que pueda actuar r#pido en las emerencias.

La situacin actual de ambos polticos es totalmente diferente y mientras a9)aKa se le considera un poltico acabado, cuya popularidad est# muy pordeba%o de los votos conseuidos por su partido, el prestiio de (ashimoto est#en lo m#s alto. Las ra)ones de ello se pueden buscar en la cultura poltica

%aponesa! (ashimoto tiende a actuar lentamente, esperando a que se forme unconsenso antes de tomar decisiones, mientras que 9)aKa no lo hace y pareceincapa) de persuadir a la ente a seuirle.@IT La forma de actuar de(ashimoto, mas propenso a escuchar y m#s cauto al actuar, ha tenido m#svalide) que la brillante) mental de su oponente. Ello nos lleva a pensar que elproceso de cambio en Japn depende m#s de las formas y despu&s de lasideas, al iual que en otros muchos pases, pero no tanto de las personas! loslderes no son tan necesarios como en 9ccidente.

La cuestin del lidera)o en Japn nos puede ayudar a comprender laimportancia de otros cambios estructurales en Japn. Qui)#s el m#s llamativode todos ellos es la p&rdida de la autoridad moral de la buroracia, a la que noshabamos referido anteriormente. 5asos como el del retraso en la prohibicindel uso de sanre posiblemente contaminada con el virus del S/01 u otrosescandalos de corrupcin que han afectado no slo a polticos sino tambi&n a


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burcratas, han provocado una marea antiburocracia en Japn.@@T La mareaba%ar# pero el poso de duda sobre la infalibilidad de los burcratas ser# difcilde arrancar y su poder se est# cercenando desde varios aspectos. 1dem#s delos ya mencionados recortes en la autoridad de reular, el peridico 1sahi, pore%emplo, propona recientemente que los servidores pblicos no puedanaceptar realos, con el "n declarado de mantener su &tica, alo que habrasido impensable al principio de la d&cada. La perdida de prestiio esirrecuperable y van siendo cada ve) menos necesarios para el funcionamientodel sistema! mientras que ya no es autom#tica la entrada como funcionarios delos me%ores estudiantes de la ?niversidad de $o-io 3que van pre"riendo entraren empresas privadas4, se buscan alternativas a las funciones para las que,hoy da, son el nico cuerpo capacitado. 1s, para la formulacin de polticas alaro pla)o, el eidanren ha puesto recientemente en marcha un $hin- $an-que podra servir como alternativa a una prerroativa que tenan hasta ahoraen e6clusiva los servidores del Estado y que solo haba sido amena)ada porpeque*os $hin- $an- puestos en marcha por bancos o por casas de valorescomo 'omura.@T Los %uicios contra la corrupcin tambi&n est#n demostrando

la creciente vulnerabilidad de todos los rupos polticos ante el poder de unaJusticia que se muestra cada ve) m#s independiente y menos dispuesta aaceptar compromisos. La perseverancia de alunos %ueces y los &6itosconseuidos muestran que la sociedad civil est# cada ve) mas incolucrada enperseuir los abusos del poder.

La bsqueda de una alternativa poltica con posibilidades de alcan)ar el poder,por su parte, es otro de los cambios estructurales que se van dando tras lapuesta en marcha del nuevo sistema electoral que favorece la e6istencia demayoras. Es previsible que se lleue en un futuro a una alternancia de partidos

con unas diferencias que seran equiparables a las que e6isten en el modeloestadounidense y, tras varios a*os en que los partidos se creaban con claraintencin de servir de refuio temporal 3ShintR Sa-ia-e o 'uevo PartidoPrecursor, 'ihon ShintR o 'uevo partido de Japn, ShinseitR o Partido2enacimiento o m#s recientemente, $aiyotR, o Partido del Sol4 ha sido fundadoel Partido 0emocr#tico o


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En la actual bsqueda de opciones para el futuro, tambi&n es necesarioconocer esta cultura %aponesa para comprender los ritmos de cambio. En elcaso de las relaciones e6teriores, la alternativa a la 1lian)a con Estados ?nidosse est# buscando en un marco y ba%o unas formas espec"camente asi#ticasVas, aunque se participa en foros como 1PE5 31sia Paci"c Economic5onference4 o 1SE< 31sia Europa


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La capacidad de auto reeneracin, por tanto, es qui)#s una de las principalescaractersticas del sistema poltico %apon&s y ello ayuda a comprender las fasesque est# viviendo la crisis poltica %aponesa. ?n claro e%emplo ha sido lacapacidad de supervivencia del JimintR a lo laro de esta crisis! de la derrota yla amena)a de saltar en peda)os ha sabido adaptarse lo su"ciente como paravolver a triunfar, a pesar de la rave crisis econmica y del cansancio hacia elPartido. Para que el sistema sia funcionando, es necesario la e6istencia desituaciones crticas, pues en Japn se saben aprovechar. 'o se necesita laviolencia para que se tome un iro decisivo y, por tanto, qui)#s debamosaprender en 9ccidente de su evolucin poltica y, m#s aun, comparar m#sfrecuentemente las crisis con el caso %apon&s.

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