8/3/2019 LA ENANA
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LA ENANA
monlogo de Eugenio Griffero.
( Una enana con largo y amplio vestido negro, entra por lateral
y se acerca auna pequea mesa ubicada en el centro del proscenio.
Mujer mayor. Calva,con cara sin rasgos-crema blanca. En la mesa un
espejo iluminado. Construyecon maquillaje su rostro, durante su
decir. )
Perd mi cara. No tengo rasgos. Los fui borrando de a pocose era
miinters, hacer desaparecer mi caraQuizs para burlarme de Jos.O
destruirme y castigarlo de otra manera. No s.Hace ms de veinte aos
que no me maquillo. Dej de hacerlo el da en el queJos me pidi que
me casara con l.Nos casamos. Cunto tiempo!Jos acaba de morir. Mi
marido acaba de morir.Qu indefenso estaba Jos a mi lado! Si al
menos hubiera tenido unainquietud nerviosa, o hubiera sabido
presentir desgracias, se habra salvado dem.Jos no poda
desconfiar.era inocenteY hoy despus de tantos aos, vuelvo a
maquillarme.Qu triste es este ojo!Siempre le tuve miedo a este ojo
triste.Jos me peda que cambiara de ropa. Que me arreglara. Que
usara peluca.QueJams obedec!Me rog todos los das. Durante veinte
aos.No obedec.
Lo castigu. Lo tortur. Necesitaba escuchar sus ruegos.Se haba
casado con una enana. El hombre normal casado con una enana.El
hombre hermoso.Era hermoso Jos. No debera haberme elegido. Yo,
casada con un hombrenormal.Nadie lo entendi.Ni yoni l.No! l me
querapudo quererme. Y yo no s querer.Jos me deca que me quera y que
era feliz conmigo.Esto aumentaba mi desprecio. No pude creerte
Jos.Era imposible que pudierasque quisieras acariciar mis piernasy
mis
piesy gozar conmigo
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Todas las mujeres te deseaban Josy yo te odiaba como nunca
podrasimaginarEsta boca que ahora dibujo, la borr.Quise no drtela,
Jos. Quise robarte mi boca.Nunca supiste que abort cinco veces, slo
por el placer de no darte un hijo
y culparteEras frtil Jos.Nunca lo supiste. Nunca lo
sabrs.Siempre fiel. Te saba fiel y te torturaba con mis celos.Me
besabas con intersconpasin.Nunca encontr asco en tus ojosni
horror.A veces deseaba abrir tus prpados mientras dormas para
espiar tus ojos yencontrar tu desprecio.No pudiste convencerme de
tu amor.Cada da te preparaba una trampa. Veinte aos persiguindote
para descubrirtu odio.
No lo encontr.Y al no encontrarlo y saber que podas amarme, mi
odio se volvi ms grande.Confiabas en mi palabra. Te deca que tu
dinero no alcanzaba y te asustaba.Dormas abrazado a m. No poda
soportarlo, Jos. No poda. Senta dolor enla piel que tocaba tu
piel.No soportaba tu expresin confiada mientras dormas. Te
entregabastuamor me transformaba en ms enana, recordndome que no s
amar.Una maana comenc a arrancarme los cabellos. Para transformarme
en esto.Despus te ment quejndome de la luz. Y me encerr en esta
casa. Clausurlas persianas. Puse cortinas dobles y empezamos a
vivir a oscuras. Te decaque mis ojos eran delicadosque no
soportaban la luz.Y te encerraste conmigo.Te aisl mi querido Jos.
Logr que perdieras relaciones y posibilidades.Quedaste sin
amigos.Llegaste a ser un enanocomo yo. Y al verte enano, igual a m,
crequepodra amarteo quizssentir piedad. No pudeVeinte aos juntos.Te
equivocaste. Pobre hombre. Me obedecas tantodejaste de pensar.Mis
palabras eran tu verdad.Tenas miedo a que te abandonara.Tu muerte
es ma. Yo la logr. Fui ms fuerte. Fui la ms fuerte. Una enana
te
venci.Tus amigossi alguno viene a esta casa, no entrar. Aunque
hace aos quenadie viene aqu.Nadie se enterar de tu muerte, Jos.Y
maana no acompaar a los encargados de enterrarte. No acompaar a
tucuerpo encerrado en un cajn pequeo. Porque eso eleg Jos, un
cajnmucho ms pequeo que tu cuerpo.Te llevarn desconocidos, Jos.
Empleados sin nombre.Y yo abrir las ventanas.Y todos me vern
maquillada y arreglada.Con una peluca que me cubra el crneo. ( Se
coloca una peluca y se incorpora
dejando de estar de rodillas y calzada con coturnos, se eleva
como unagigante.)
