Cris Estefanía GómezUniversidad Santo TomásEscenarios Virtuales2071474

Educación en la nueva era tecnológica

Lo que se conocía como educación tradicional ha dado un rumbo predecible a lo largo de

los años, nos encontramos en frente de la nueva era tecnológica, la educación interactiva.

A pesar de ser constante la necesidad tanto de aprender como de enseñar, las aulas de

clases se han convertido en un espacio en el la figura docente debería no solo transmitir

conocimientos sino crear alternativas y

posibilidades de construcción y producción del

mismo.

Emitir conocimientos académicos ha caído en un

ciclo sin fin; el docente se concentra únicamente

en la transmisión, impidiendo que las opiniones y

construcciones de su alumnado se estructuren

colectivamente. Anísio Teixeira, educador

brasileño, evaluó el comportamiento docente que

se vive diariamente frente al modelo de pedagogía actual, un guardián y transmisor de la

cultura.

Ahora el papel fundamental que cumplen las nuevas tecnologías va indirectamente

desplazando al antiguo modelo de pedagogía implementado en las aulas de clases, los

recursos de red implementados en la actualidad posibilitan la capacidad de investigación

en diferentes campos académicos, convirtiendo a los maestros en asesores de la

información que los estudiantes indaguen.

La guía de aprendizaje será producto de patrones investigativos, donde el papel de las

impresiones personales se convertirá en la clave principal para establecer conocimientos.

La diversidad de aproximaciones constructivas dentro del proceso; la invitación a sentir y

discutir, generará motivaciones particulares de análisis ante los conocimientos

sistematizados enfrentados en la civilización

occidental presente.

El uso adecuado de equipamientos y de medios

de comunicación especializados en la

investigación, ya sea en red, televisión, cine,

permite a la nueva generación la implementación

de recursos de gran beneficio en su aprendizaje

crítico.

Los ordenadores, dispositivos móviles y laptops

posibilitan la constante interacción, con imágenes, sonidos y textos dinámicos. Este

lenguaje digital es producto de las nuevas herramientas en la era tecnológica del presente,

los antiguos métodos comunicativos, que dejaron huella, cumpliendo con los patrones

iniciales, se siguen teniendo en cuenta en la actualidad.

Esta revolución digital no se concentra únicamente en la capacidad inédita de la

tecnología para almacenar y hacer circular la mayor cantidad de datos con perfecta

calidad y de modo cada vez más oneroso, lo que en realidad lo hace un sistema novedoso

es la calidad semiótica de la digitalización actual. Dicha calidad garantiza de forma

contundente un carácter plástico, fluido y multidreccionado que juega con la

interactividad en tiempo real del contenido que transfieran los mensajes, más conocido

como codificación digital.

La codificación digital permite la manipulación de documentos, la creación y

estructuración de elementos de información, de simulaciones o los formatos evolutivos en

los entornos, concebidos fundamentalmente para manejar, organizar, crear o mover una

documentación completa basada en palabras, grafismos elementales y números.

Parte de la nueva era digital, se centra en diversos elementos que la complementan; el

hipertexto permite al usuario hacer asociaciones no lineales y un elevado número de

interferencias y modificaciones en la pantalla, con un solo clic en los iconos, se puede de

manera inmediata saltar de una ventana a otra, hacer

recorridos por imágenes, sonidos, vídeos, textos y

gráficos, entre otros. El hipertexto posibilitará el

recorrido por la red si cuenta con ordenadores

conectados a la misma, democratiza la relación del

individuo con la información y supera la

condición de espectador pasivo a favor de la de sujeto

participativo, operativo, conectado y creativo.

La era de la escritura y la era de los medios de comunicación de masas corroboran la

pedagogía de la transmisión, los profesores vienen concentrados, y sin directas

intenciones, en el peso histórico de la oralidad, en el paradigma de la transmisión

tradicional. El oficio de enseñar quedó sometido a un modelo tecnocrático y jerárquico de

la información y comunicación, que trajo consigo consecuencias incalculables para la

auténtica educación.

A través de los años, se ha demostrado que obtener resultados satisfactorios en aula de

clase, será solo producto de una participación abierta y colectiva, construyendo ideas,

produciendo contenidos informativos.

La llegada de las nuevas tecnologías a las aulas de clase, impactó inicialmente, pues trajo

consigo una promesa de cambio y entró en debate el papel que cumplía el docente. Sin

embargo a pesar de implementarse los medios, en muchos casos, no hubo una

significativa evolución de las prácticas educativas dentro de la escuela, el aula continúo

siendo un ámbito de absorción pasiva e individual. El ambiente escolar necesariamente

tiene que admitir que la transición inevitable es necesario aplicarla para crear nuevas

bases educativas, es preciso darle el papel que merece la tecnología, los nuevos modelos

de educación tienen que implementarse en la actualidad.

Lo digital será de gran utilidad para potenciar las mentes creativas, el futuro de las

tecnologías es ahora, los modelos de transmisión generarán en las escuelas una visión

global sistematizada, una contundente forma de aprendizaje y educación.

Insistir en que los profesores y administradores de la educación tienen que percatarse de

que la recepción masiva de emisiones comunicativas se centra principalmente en la

interacción, la participación individual y colectiva, que ahora se dispondrá con

ordenadores on-line.

Martín Barbero, investigador precursor de la inter-relación de la comunicación y la

educación, críticamente argumenta que las escuelas que permanezcan ajenas al desarrollo

y que no incorporen a su sistema el modelo “participación- intervención”, no lograran

modificar ni conectar a los alumnos colectivamente, no participación, no construcción

sistemática.

Su crítica se centra, además, en no valorar el diálogo como mediador de relaciones socio-

académicas entre profesor y estudiante. Entre tanto, el desafío actual que enfrenta la

docencia es conocer y adoptar modalidades diversas de comunicación interactiva,

desplazar al paradigma clásico que prevalece en escuelas y universidades, sin dejar por

fuera modelo de transmisión, pero si favoreciendo a la educación auténtica, diálogo,

interacción, construcción de las nuevas tecnologías en las aulas de clase.