La erótica y la pedagogía de la liberación

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    1/20

    IVLA ERTICA Y LA PEDAGGICADE LA LIBERACIN *

    Todo lo que he dicho hasta ahora, es an demasiado abstrac-

    to. Quisiera mostrarles cmo puede llegarse a un mayor gradode concrecin. Quisiera tambin que advirtieran, si bien todolo que se ha dicho parece bastante simple, que es sumamentecomplejo. Si se permanece en el plano ntico o ingenuo, lavida cotidiana, sta va destruyendo todo lo que hemos logradopensar. Es necesario que ustedes mediten antes de repetir, sinms, lo escuchado. Hay que rumiar el asunto, porque de locontrario, muy fcilmente se puede creer que se trata de lo queya se pensaba en ese sentido, y no es as. La cuestin apuntahacia una dimensin mucho ms honda.

    a) LA LGICA DE LA ALTERIDAD CONCRETA

    Estas conferencias son programticas, de manera que se tra-ta de cuestiones que se pueden precisar mucho ms acabada-mente. Ms tarde advertirn hasta qu punto estas cuestionesexigen precisin. En esta cuarta conferencia, nos referiremos alo que llamo La ertica y la pedaggica de la liberacin.

    El cara-a-cara abstracto

    Por qu ertica y pedaggica de la liberacin? , porque larelacin cara-a-cara de la totalidad con la alteridad, todavaes abstracta; es de cualquiera ante cualquiera, como tal no esan nada concreto. Pero de hecho, hay una relacin concreta:el rostro de uno ante el Otro. Voy ahora en cambio a tomar el

    * Conferencia dictada el 23 de noviembre de 1972.

    79

    79

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    2/20

    rostro de un varn y el de una mujer, como ejemplo. Esta re-lacin varn-mujer es lo que llamo la ertica.

    La ertica es, sin embargo, slo una de las posibles relacio-nes; las otras dos son la pedaggica y la poltica. Estas tresrelaciones se condicionan unas a otras en un doble sentido. Esdecir, se puede comenzar por la ertica y considerar cmo

    condiciona a la pedaggica, y sta a la poltica, y la poltica ala ertica o al revs. Se podra empezar por cualquiera deellas. La manera que elijo para empezar es la que se me ha idoimponiendo como la ms clara para comprender el discurso. Loexplicaremos detalladamente, pero antes quiero mostrar, nue-vamente, lo que llamo la lgica de la alteridad o el discursode este proceso en su pleno despliegue.

    El cara-a-cara concreto: la relacin varn-mujer

    Varn-mujer, rostro-ante-rostro. A propsito, hay una obratituladaEl cantar de los cantares que dice: Bsame con losbesos de tu boca... Es en el beso cuando el rostro de alguiense hace rostro para el Otro. El beso es la concrecin primerade la ertica, aunque lo pleno de la ertica es el coito, el actosexual. Ese es el cara-a-cara ertico. Para los hebreos, cuandoun varn amaba a una mujer la conoca, era un acto sagradoporque era justamente el cara-a-cara. Pero ocurre que la mujerno es respetada como otro por el varn, sino que desde hacernilenios, entre los indo-europeos, los semitas y ciertamente enAmrica latina, a la mujer se la hace cosa dominada por el

    varn. El varn domina a la mujer; se es el tema de la opre-sin de la mujer y, a su vez, el de una sociedad machista enla que la mujer no tiene lugar. A tal punto no tiene lugar que,por ejemplo, no hay filsofas, porque todo ha sido pensadodesde el machismo. Ortega llega a decir que el ser de lamujer es ser vista por el varn. Si el ser es ser visto, quieredecir que en la totalidad varonil la mujer juega el papel deobjeto, de cosa, constituida desde un mundo varonil. CuandoDescartes dijo:Ego cogito (yo pienso), ese yo es el de unvarn. No es jams el de una mujer. Hasta desde el punto devista psicoanaltico se puede ver en las obras de Descartes que

    es el yo de un varn. La mujer que pretenda pensar esas

    80

    80

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    3/20

    categoras no las puede pensar como mujer; por esto no hayfilsofas. Solamente una mujer que se haga cuestin ontolgi-camente de su femeneidad, partiendo de su opresin, y jugn-dose por su liberacin, podr comenzar a filosofar.

    El varn domina a la mujer y, en la totalidad varonil, lamujer cumple entonces la funcin de parte. En el caso de que

    la mujer se liberara, como exterioridad con respecto al varn,slo entonces se dara el cara-a-cara en la libertad.

    La relacin padre-hijo

    Sin embargo, el cara-a-cara en la libertad puede nuevamentetotalizarse en la pareja que llamara hednica; en la totalidadde la casa se cierra a un nuevo otro. El nuevo otro ms all dela pareja, que es negado, es el hijo. El hijo si es negado esalienado en la totalidad de la pareja y esa pareja lo domina. Al

    hijo se lo puede dominar de muchas maneras: no tenindolo,asesinndolo, (aborto, por ejemplo); tenindolo y educndoloen una pedagoga dominadora. De este modo entramos al pro-blema pedaggico.

    La pedagoga dominadora, en sntesis, es querer que el hijosea lo mismo que los padres. En este caso el hijo quedatambin reducido a ser un objeto de depsito bancario de lapareja, de la tradicin, de la cultura o del Ministerio de Edu-cacin, que es lo mismo. El hijo dominado es totalizadodentro del sistema. Por ello es necesaria una liberacin pe-daggica. Esta se da cuando el hijo, desde s mismo, crece y

    es otro que los padres. Ser otro que los padres es ser un herma-no y es por eso que ahora, solo ahora, se da la relacin her-mano-hermano, la relacin poltica.

    La relacin hermano-hermano

    A su vez, tambin al hermano se lo puede totalizar; esa to-talizacin del hermano es la dominacin poltica. Esta ser laltima en la exposicin, porque, a su vez, la dominacin pol-tica permite un condicionamiento pedaggico y ertico.

    Los hombres dominan polticamente a la mujer, la mujer

    81

    81

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    4/20

    polticamente dominada es a su vez dominada por un varn.El varn domina al mundo y la mujer, ama de casa, educaa su hija para ser esclava de su varn futuro y al hijo paraser seor de la sociedad poltica. De este modo, podemos verque los tres planos estn muy unidos.

    Los cara-a-cara, entonces, son: varn-mujer, padres-hijos, her-

    mano-hermano; la ertica, lapedaggica y lapoltica. Haytodava un ltimo mbito que es la totalidad ltima del hom-bre como historia mundial, la totalidad antroplogica. Esta,abierta al infinito, ser la Alteridad propiamente dicha. A estecara-a-cara lo llamo: la arqueolgica. No lo llamo teologa,sino arqueolgica. Los filsofos la hemos denominado teodi-cea, es decir, el problema de lo ltimo que los griegos lla-maban t theon: lo divino, y que los cristianos con los indo-europeos llamaron:Dios.

    Dios, en realidad, es el nombre indoeuropeo deDiayus,Zeus,Dius, que es el dios del da. El Absoluto cristiano no es Dios

    porque no es el dios del da, sino del misterio ms all dela luz. Pero aunque equivocaron el nombre, quisieron decir: elOtro absolutamente absoluto. Este es el ltimo de los cuatromomentos, de tal manera que habra una ertica, una pedag-gica, una poltica y una arqueolgica. Siempre hay una arqueo-lgica. La diferencia est en que se afirme la totalidad comodivina o se afirme que lo divino es Otro que la totalidad. Nadieha dejado de asumir una de las dos posiciones. El ateo es, sim-plemente, el que ha negado un dios para afirmar otro. Elateo, absolutamente hablando, no existe.

    Lo importante para el pensar filosfico es mostrar que la asun-

    cin o afirmacin de una opcin al nivel arqueolgico, suponeuna opcin ertica, pedaggica y poltica al mismo tiempo; laantropolgica es la epifana de la arqueolgica.

    Empezaremos por el primer punto. Pero, antes, tengan encuenta que voy a resumir un poco las descripciones, porque sontantas las cuestiones posibles a tratar sobre el hombre y sufundamento, desde las ciencias positivas humanas que necesa-riamente deber ser sinttico. De aqu se pueden sacar funda-mentos para problemas psicolgicos, mdicos, legales, econ-micos, histricos, etc. Se trata del fundamento de la existenciahumana. Veamos el primer punto.

    82

    82

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    5/20

    b) LA ERTICA LATINOAMERICANA

    La simblica ertica latinoamericana: la mujer india

    Cmo se podra plantear la cuestin de una ertica latino-

    americana? Cmo se planteara la reflexin -aqu hay unacuestin de mtodo- de la relacin varn-mujer, por ejemplo,en Amrica latina?

    Y bien, metdicamente, se comienza obteniendo una cons-tancia de cmo efectivamente se ha cumplido esa relacin. Lamejor constancia o manifestacin es la obra de arte; el artistaes el que viviendo su mundo lo manifiesta. En concreto, elartista del logos es el literato. Hay obras extraordinarias enAmrica latina y nos sirven enormemente. En este caso sola-mente voy a explicar la simblica ertica como ejemplo.

    En lo que respecta a la ertica en Amrica latina hay que

    comenzar a pensar de la siguiente manera: Cul fue la rela-cin varn-mujer en la Amrica pre-hispnica? Podremos sa-berlo considerando los grandes mitos y smbolos de los pueblospre-hispnicos; preguntndonos cul era la relacin entre losdioses y diosas. Segn como stas fuesen, se podr saber culera la ertica del pueblo. Sobre esto hay constancias muy claras.Por ejemplo, la siguiente: en elPopol Vuh se comienza el re-lato porAlom-Qaholom: la diosa madre y el dios padre detodo. Es decir, ellos siempre pusieron una pareja -y por loque he visto en el Museo de Viedma, tambin lo hacen los arau-canos-, una pareja bi-sexual como origen del cosmos. Piensan,

    pues, el origen como una pareja y, a su vez, piensan primerola mujer y despus el varn, porque casi todos nuestros ame-rindianos tienen una estructura parental matrilineal. Cierta-mente los aztecas, los mayas, los incas, los chibchas y las gran-des civilizaciones son matrilineales. La mujer es para ellos tanimportante que un hijo sin madre es un nadie, y solamente lamadre es la que da la participacin en la familia, por ejemplo,entre los incas. Aqu vemos hasta qu punto la mujer era digna.En todos los textos aparece la prioridad de la madre: Y vinie-ron nuestras madres y nuestros padres, nuestras hijas y nuestroshijos, siempre la mujer primero. La mujer tena una gran

    dignidad, porque entre los pueblos agrcolas (no entre los n-madas, pero tambin a veces entre ellos) la tierra madre es

    83

    83

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    6/20

    femenina; tambin la luna es femenina. Vemos pues que losdioses femeninos tienen una gran relevancia. La mujer tenaun lugar, una presencia enorme en el pensamiento pre-hispnico.

    Qu representa lo masculino? Lo masculino son los diosesde los guerreros y de los nmadas o no agricultores. Por estoentre los aztecas, al gran dios de la quinta edad del mundo

    haba que inmolarle la sangre de los hombres, porque sin ella elsol se apagara. El sentido de aquellos sacrificios a un dios mas-culino tena como finalidad la defensa del grupo. Pero entre losincas, era todava ms claro este dios urnico masculino; setrataba dePachacamac, que significa el padre de los cielos.Exactamente como Al de los rabes o Jahv de los judos. ElInca Garcilaso escriba a los espaoles: El nombre nuestro devuestro Dios esPachacamac y tena razn; era el gran dios delcielo, ms all del sol. Vemos, entonces, que cuando aparecenlos pueblos guerreros, no sedentarios, y conquistan a los agri-cultores que tienen dioses femeninos, constituyen imperios de

    preponderancia masculina en cuanto a sus ltimos dioses.As pues, las mitologas de esos pueblos indican no solamen-

    te los procesos de conquistas, sino tambin la vida ertica co-tidiana. Se comprende, entonces, que la preponderancia de losdioses masculinos, tenga que ver (entre los mayas e incas, porejemplo) con la ofrenda de las vrgenes.

    Las vrgenes de aquellas casas de consagradas de Cuzco erandedicadas para ser mujeres del sol. Se dedica a la mujer al sol,porque el sol es masculino, porque es la presencia guerrera delmasculino o del pastor; por lo tanto haban de ser de la sangrereal, que era la misma del sol. Vivan en perpetua clausura

    hasta acabar la vida, guardando as perpetua virginidad. Ellaspodan preparar los ungentos que se ofrecan al sol al co-menzar cada da, pero sobre todo el da magno, el 21 dejunio. El 21 de junio sala el dios sol para comenzar un nuevoao; pero si un 21 de junio no sala, ello significaba el fin delmundo. El 21 de junio, el da ms corto del ao, es cuandocomienza el sol a crecer en el hemisferio sur. El primer rayo desol, al salir, atravesaba una pequea fisura del templo del soly al llegar al fondo la luz se reflejaba en placas de oro; conel primer rayo de la madrugada, se cubra de luz todo el tem-plo. Entonces, saltaban todos de gozo, porque haba un ao

    ms de vida para el universo, el imperio y todos los incas.

    84

    84

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    7/20

    A esta gente le hicieron festejar el nacimiento del sol, queera el 21 de junio, el 24 de diciembre porque en esa fecha loscristianos festejaban el nacimiento de Jesucristo. Cul es elmotivo por el que se eligi en el hemisferio norte el 24 de di-ciembre? Este da es para los europeos el ms corto del ao; esigualmente el nacimiento del sol. Era la fecha de una festivi-

    dad pagana. Los cristianos razonaron as: Jesucristo es el sol de lajusticia, pues bien, adoptemos la fiesta pagana; e inventaronla navidad. No es triste que el hemisferio norte haya impuse-to al hemisferio sur, en el que nosotros nacimos y vivimos, lafiesta del nacimiento del sol el 24 de diciembre? Eso es domi-nacin religiosa y litrgica. A estos pobres pueblos que tenansus religiones se las sacamos y no les pusimos nada en su lugar.Y luego pretendemos negar el catolicismo popular, la Virgende Guadalupe, la difunta Correal y otros cultos de nuestropueblo. Al menos le queda eso, porque lo que le dimos de pocoles vale. Cmo poda comprender, ese pueblo, que se festejara

    la Pascua, que es la fiesta de la vida, en el otoo, estacinde la muerte? En tanto que en la primavera, en septiembre, lareligin oficial en el hemisferio sur no dej celebrar a los indiosninguna fiesta.

    Ven ustedes cmo se puede llegar hasta la dominacin re-ligiosa o simblica de un pueblo? Al pobre indio le sacaron sureligin, ponindole casi nada en su lugar; despus se oyenquejas sobre el fetichismo de nuestro pueblo.

    La simblica puede explicarnos muchos hechos. En una cartadel Archivo de Indias del ao 1603, se lee lo siguiente: Lafuerza y la violencia, nunca jams odas en las dems nacio-

    nes y reinos, se cumple aqu -esto fue escrito desde Guate-mala- ya que son forzadas las mujeres de los indios contra suvoluntad, y las casadas contra la voluntad de sus maridos, lasdoncellitas muchachas de diez y quince aos, contra la volun-tad de sus padres y madres, por mandamiento de los alcaldesmayores ordinarios y corregidores, las sacan de sus casas, dejansus maridos, padres y madres sin regalo alguno, privndolosdel servicio que de ellas podan recibir y van forzadas -ynosotros lloramos las cautivas,2 que slo fueron cuatro o cincoen comparacin a stas que fueron miles- a servir en la casaajena de algunos encomenderos u otras personas; cuatro, cinco

    u ocho leguas y ms en estancias y obrajes, donde muchas

    85

    85

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    8/20

    veces se quedan amancebadas con los dueos de la casa o conmestizos o mulatos o negros o gentes desalmadas.

    La mujer india, la madre, quin hasta ahora la ha recor-dado? En la ertica latinoamericana es a la india a quien debe-ra ponersela en el lugar de honor.

    Los seores de Tlatelolco, de esta ciudad de Mxico, vi-

    nieron a m -dice Zumrraga- llorando a borbollones. Tantome hicieron gran lstima y se quejaron, diciendo que el presi-dente y oidores les pedan sus hijas y hermanas y parientesque fuese de buen gesto. Y otro seor me dijo que el presidentele haba pedido ocho mozas bien dispuestas para el seor pre-sidente Guzmn, a las cuales yo dije por lengua al padre Guar-din, que era mi intrprete, que no se las diesen.

    Esto es un poco nuestra primera historia. A esa mujer quetena un lugar digno y sagrado en la sociedad, aunque tuvieseque trabajar duro, le era imposible pensar en el adulterio. Enel Imperio inca esto no se conceba; si alguien abusaba de una

    mujer consagrada al sol, no solamente mora l y su familia ysu pueblo, sino que tambin eran infecundizados para siempresus campos, sus tierras. Sin embargo, jams fue violada unamujer consagrada al dios sol; nunca en la historia. Tampocohaba desprecio por la mujer. Si bien es cierto que el actoertico no era tan romntico, s era profundamente humanoy sagrado. Mientras cuando lleg el espaol, que casi siempreera un conquistador, no respet a la india. Pero, casi dira queno la respet por su lujuria, porque al fin una mujer era lomismo que fuese espaola o india para un hombre sin ley.

    La mujer criolla

    La totalidad espaola no respet a la mujer india y la hizouna cosa a su servicio; es la madre de Amrica y del mestizo.Frente a esa brutalidad ertica, surge la mujer hispnica quedice: Hombres necios que acusis a la mujer sin razn, sinver que sois la ocasin de lo mismo que culpis -Sor JuanaIns de la Cruz-. En esa poca se puede entender esa acusa-cin, hecha por una gran mujer que es libre ante el varn,porque se ha consagrado como virgen y ello le permite descu-

    brir mejor la ertica de la dominacin.

    86

    86

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    9/20

    Ms all de la india y la espaola surge una nueva mujer, lamujer criolla y mestiza:

    Yo he conocido esta tierra en que el paisano viva y surancho tena y sus hijos y su mujer, canta Martn Fierro. Esdecir, Fierro tiene una mujer, como tiene un rancho en primerlugar, hijos despus y mujer en tercer lugar.

    Tuve en mis pagos un tiempo hijo, hacienda y mujer...Hay que tener en cuenta que cuando Fierro se va al desierto

    su mujer tiene que continuar sus trabajos para poder vivir. Lamujer se va con otro varn sin saber quin es. Y como diceFierro, la mujer se torna como barriga de sapo, fra; la mujerse vuelve fra porque tiene que pasar de mano en mano parapoder vivir. Esta es un poco la historia de la mujer mestiza.

    La obra de arte nos muestra nuestra realidad, entre otras,la belleza de la mujer americana. Alejo Carpentier, en su obraLospasos perdidos, nos habla de Rosario como la sntesis delo que es Amrica. La describe as: Era evidente que varias

    razas se encontraban mezcladas en esa mujer, india por el peloy los pmulos, mediterrnea por la frente y la nariz, negrapor la slida redondez de sus hombros y la peculiar anchurade su cadera. Llegaba a preguntarme si ciertas amalgamas derazas menores, sin transplantes de la cepa, eran muy preferi-bles a los formidables encuentros habidos en los grandes luga-res de reunin de Amrica, entre celtas, negros, latinos, indiosy hasta cristianos viejos en la primera hora.

    Otro ejemplo nos ofrece Rmulo Gallegos, cuando enDoaBrbara escribe lo siguiente: Es bonita, un verdadero tipo debelleza criolla, simptica, interesante como alma, compaera

    de sueo y sin duda til para un hombre que haya de llevarindefinidamente esta vida de soledad y de asperezas entre peo-nes y ganados. Hacendosa, valiente para enfrentar situacionesdifciles.

    Como ustedes pueden apreciar, de la literatura podemos obte-ner una visin concreta y latinoamericana -distinta de la euro-pea, africana, o asitica- de la mujer. Tenemos en cambio,muchas dificultades para encontrar en la literatura descripcionesdel varn. Esto se debe a que la mujer literata no escribe sobreel varn; ste es un signo de dominacin. Cuando escriben Sil-vina Bulrich o Alfonsina Storni, por ejemplo, ridiculizan al

    varn. Este es el primer gesto del que ha soportado al opresor

    87

    87

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    10/20

    y, cuando se vuelve hacia l, no puede verlo como un igual ytratan de burlarse de l. Es una manera irnica de defenderse.Una muestra del grado en que la mujer latinoamericana estodava dominada, es que no se encuentran descripciones dela belleza masculina hechas por pluma de mujer.

    Tambin en la literatura, pueden encontrarse descripciones

    excelentes del acto ertico, tales como las de Alejo Carpentiero las de algunos otros.

    He querido explicar en lneas muy generales, cmo cada unode los grandes temas de la ertica, la pedaggica, la polticay la arqueolgica, pueden partir de las obras de arte literarias,para ser interpretada por el filsofo. Esto es lasimblica: uninterpretar a partir del smbolo.

    La dialctica del eros de lo mismo

    Luego de la simblica se da el segundo momento, que es lainterpretacin dialctica del proceso. Me referir al ms grandede los primeros dialcticos: Platn.

    El Banquete de Platn es un dilogo que ha sido ledo ycomentado muchas veces; sin embargo, en ocasin de un tra-bajo de seminario que efectuamos en Mendoza, cuando co-menzamos a leer en texto griego lo escrito por Platn, nosadmiramos por lo que leamos. Por qu? Porque Platn diceque el eros es el amor de lo mismo porlo mismo ; es decir,por lo semejante. En el principio exista -segn Platn- elandrgino, ste era tan fuerte que los dioses tuvieron que se-

    pararlo en varn y mujer. Cuando el varn ama a la mujerama lo mismo que era en su origen. El amor supremo secumple en laAfrodita celeste, y laAfrodita celeste es para Pla-tn el amor de los iguales por los iguales: la homosexualidad.

    Para Platn, el amor supremo es el amor a lo mismo. Ylo mismo es el todo, elsereterno; el eros de la totalidad esel amor a lo mismo. En consecuencia, no puede haber amora lo distinto, al Otro. Dice Platn que se ama a la mujer y seaccede a ella para generar lo mismo: el hijo. La mujer slointeresa al varn como mediacin para concebir al hijo. Cadahombre es mortal, pero la especie humana es inmortal. Por lo

    tanto, para que la especie permanezca lo mismo es necesario

    88

    88

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    11/20

    el hijo para que herede; la mujer es slo mediacin. El hijo esnecesario para que sea lo mismo que el padre. Observen puesque en esta ertica, considerada tan bella desde siempre, con-firma ontolgicamente la dominacin de la mujer.

    En Aristteles la cuestin es planteada con mucha ms cla-ridad. Aristteles, como ya dijimos, dice que el varn libre es

    animal poltico, en tanto que la mujer se encuentra bajo su do-minacin y no tiene autoridad; por eso es necesario respetar aljefe, al seor de la familia, al varn. Bajo su dominio est,tambin, el hijo, solo en potencia, y ms abajo el esclavo, ins-trumento a su servicio; y an ms lejos que ste estn los br-baros que equivalen al no-ser. En la ertica aristotlica el varnes la totalidad en la que se incluye, como a su servicio, lamujer. Aristteles es el ms dominador ertico que se puedapensar; propone una ontologa coherente de la dominacin dela mujer. Hay que estudiar suEtica a Nicmaco, para com-prender su ontologa de la dominacin.

    En la Edad Moderna se repite lo mismo. Lean las aprecia-ciones de Descartes, Hegel y Nietzsche acerca de la mujer ypodrn darse cuenta. Nietzsche, por ejemplo, se queja de lagente que est haciendo de la mujer una persona capaz depensar; ni siquiera se molesta en estudiar a la mujer porque ladesprecia totalmente. El eros, para estos filsofos, es el amorde lo mismo por lo mismo y, en el fondo, parte de la mirada.Toda la ertica est siendo descripta desde la mirada, la vi-sin, la luz.

    Y bien, podramos volver a partir desde cero, para descu-brir otras posibilidades. La otra posibilidad sera el respeto a la

    mujer como otra. Entonces, la ertica no convertira a la mujeren mediacin para el hijo; tampoco sera una ertica de la be-lleza. A propsito, Levinas hace una hermosa descripcin deleros, distinto al griego y al moderno. Y es justamente por ladescripcin del eros, que Levinas comienza a vislumbrar la po-sibilidad de descifrar la totalidad de Hegel y de Heidegger.Esto, porque la mujer se le manifiesta como la alteridad pri-mera. Lamentablemente, no puedo detenerme en esta descrip-cin, por razones de tiempo.

    Pero demos ahora un paso adelante.

    89

    89

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    12/20

    La ertica de la dominacin

    La ertica debera ser la relacin varn-mujer en la que lamujer fuera considerada como otra; no solamente como igualal varn, sino tambin como madre del hijo (donde se da lapedaggica) y como hermana del hermano (que sera la pol-

    tica). Estas son las tres posiciones en las que la mujer debeser liberada: como mujerdel varn; como madre y maestra delhijo y como hermana. Casi todo en la mujer ha sido erotizado ycon ello se ha destruido su capacidad pedaggica y sobre todo,su capacidad poltica. Solo aparece como objeto sexual.

    La mujer debe ser bella y su belleza se comercializa; se ero-tiza la relacin econmica: para vender un automvil, porejemplo, se presenta la fotografa de una mujer casi desnudajunto al auto. Con ello se erotiza el vehculo y, al mismo tiem-po, se lo hace sentir al varn propietario del automvil y dela mujer. Esto nos muestra, una vez ms, al varn dominador

    como centro ya la mujer alienada como objeto.Hay cantidad de hechos muy concretos que nos hacen ver la

    alienacin de la mujer, a la que se ha relegado dentro de la casay se le ha asignado la funcin de la educacin de los hijos; entanto el varn elude su responsabilidad de padre para marcharsolo a su trabajo. Pero desde la puerta de la casa hacia afuera,est el mundo, y ese mundo penetra en la casa a travs de losmedios de comunicacin (televisin, radio, revistas, etc.). Elmundo hecho por y para el varn le llega a la mujer de muchasmaneras; hasta el momento en que ella se siente impoten-te, frustrada ante los hijos y el mundo. El varn ha olvidado que

    l tambin debera ser algo as como el amo de la casa;que tambin es padre de sus hijos y que la familia debe serllevada adelante por los dos. Si los dos trabajan, los dos tienenderecho a realizarse; se da el caso de dos estudiantes de medi-cina que se casan, y al terminar su carrera se los ve iguales,pero a los diez aos a ella se le ve obesa, con cinco hijos, ysin haberse realizado profesionalmente; mientras que l es co-nocido mdico. Uno ha triunfado en la vida y el otro ha fra-casado.

    Estas son las injusticias de la sociedad machista en que vi-vimos. Se trata, como ven, de un problema tico.

    90

    90

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    13/20

    La mujer latinoamericana est dominada, desde la mujerindia hasta la de nuestros das, aunque existan algunas excep-ciones. Esas excepciones, dira yo, confirman la regla.

    Hemos realizado una descripcin de lo que es la casa. Lacasa es una totalidad ntima, de ah que habra una ontologade la casa. Segn Levinas, la casa es el lugar del acogimiento;

    las paredes son la prolongacin de la corporalidad. Pero tieneque ser una casa abierta a la alteridad. La apertura de la casaes el trabajo. Aqu surge toda una problemtica acerca delsignificado de la propiedad de la casa como apropiacin del pro-pio ser y la imposibilidad de la apropiacin de la casa del Otro,que es la acumulacin indebida de propiedades. Cuando estoocurre, yo tengo muchas casas, el Otro est a la intemperie. Eneste punto -dice Levinas- se plantea el problema de la subs-tancia. La substancia no es una cosa en-s, sino una cosa apro-piada: un mueble o inmueble.

    c) LA PEDAGGICA LATINOAMERICANA

    La relacin varn-mujer es la ertica; la relacin padre-hijoes la pedaggica. El padre y la madre, en su libertad, decidentener un hijo; deciden tenerlo (aunque a veces viene... ydespus se lo soporta...). La decisin libre de tener un hijoes un acto supremo. Querer tenerlo es el acto de libertad in-condicionada que pone elserdel hijo. Es all donde la alteri-dad se juega como pro-creacin. El hijo, cuando llega a la vida,mira hacia atrs y descubre la libertad de los padres, la nada

    de su mundo, el origen de su mundo. Es por eso que el Otroes nuestro origen. Pero ese hijo puede surgir como dominadodentro de la casa. En qu consiste la pedaggica de la do-minacin?

    La pedaggica de la dominacin

    A partir de Platn, el eros es el amor a lo mismo y porello se quiere tener el hijo, porque es lo mismo. Platn, cuan-do considera el problema de las Ideas eternas, seala que el

    eros no es solamente amor a los cuerpos de hombres y mujeres.

    91

    91

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    14/20

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    15/20

    En qu consistira una liberacin pedaggica? En primerlugar, en la toma de conciencia por parte del maestro de serparte de una cultura dominadora.

    Este problema planteado en el plano internacional, debetomar en cuenta que hay un centro cultural (Estados Unidos,Europa y otros) y una periferia.3 En la periferia, hay un grupo

    (somos algunos de nosotros) que constituyeron una oligarquacultural. Somos -dira Paulo Freire- oprimidos sub-opre-sores, es decir, repitiendo al centro, le enseamos al pueblolo mismo, ya esto le llamamos enseanza obligatoria y gra-tuita. Como si fuera poco ensearle lo que no le interesa,cmo habramos todava de cobrarles.

    Esa oligarqua cultural alienada por el centro, es la quedesconoce lo propio. Cambia el nombre que los indios dabana los cerros y ros. Para nosotros, el Ro Negro es un ro quenos brinda agua, mientras que para los indios los ros eran dio-ses. Los ros vistos por los indios tenan ms dignidad que los

    nuestros, estaban llenos de significacin humana y simblica.Somos extranjeros en nuestra propia tierra; estamos desarrai-gados; as como estamos en ella podramos estar en otra. Des-conocemos lo que es Amrica latina y, ms o menos alienados,alienamos a los dems.

    Interpretacin metafsica de la liberacin pedaggica

    Cuando digo que liberar al hijo es realizarlo desde su exterio-ridad, debo hacerme esta pregunta: Dnde estoy situado? Si

    estoy situado en la lite sub-opresora, tengo una ideologa perono tengo una autntica cultura, porque mi posicin dentro dela totalidad me impide ver lo que es el pueblo oprimido. Por lotanto, tengo que invertir mi actitud. Quin debe ensearme?Mis discpulos. De pronto, el maestro que lo sabe todo, sequeda desnudo ante su hijo o discpulo y le pregunta: Quinsoy? Qu es lo que soy en la historia nueva?

    Muchas veces los profesores creen que un muchacho de vein-te aos es nada. Pero no es as, es una persona con veinte aosde historia, con toda una cantidad de actitudes ante el arte,la historia o la poltica. Actitudes que yo ya no tengo, porque

    soy ms viejo que l. Si no respeto esas actitudes, porque con-

    93

    93

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    16/20

    sidero las mas como las nicas valederas, y critico su formade vestir, el largo de su cabello, su forma de bailar, etc., loestoy juzgando desde mi mundo y al juzgarlo estoy demostran-do que soy un dominador. Si no comprendo el porqu de susactitudes, debo ofrecerle la ctedra para que me lo explique yconvertirme en su discpulo. Se alcanza as la dignidad de maes-

    tro, cuando primero se es discpulo de aquel a quien se va aensear algo. Al educando no se le puede dar lo que l ya escomo otro, sirio ensearle a descubrir lo que l ya es crti-camente.

    Nuestros cursos deben tener pormateria lo que el discpuloya es y porforma la criticidad que le permita ser otro qu elsistema que lo ha incluido. Slo as se liberar. El maestro li-berador primero aprende lo que el discpulo es y luego le dicecrticamente cmo debe ser; tratar de que no se piense a smismo como centro, sino de que sea otro que el centro paracrear un nuevo mundo, donde la cultura sea plena y no nece-

    sariamente imitativa. Esta es una pedagoga de la liberacincomo la que sostiene Paulo Freire y algunos otros pedagogoslatinoamericanos.

    Le pedagoga de la liberacin

    Esta pedagoga liberadora se vuelve en contra de nosotrosmismos, al hacemos pensar que ramos los aristcratas aliena-dos dentro de nuestra cultura ilustrada. Nos muestra que ramosespejos del centro y alienado res del pueblo. Nuestro pueblo

    es la nica garanta de autenticidad, en tanto que nosotros yano sabemos en qu somos autnticos y en qu somos inautn-ticos. Cuando queremos responder desde nosotros, expresamoscosas aprendidas y -como ya dije antes- cuando nos refe-rimos a una obra de arte, mencionamos a Leonardo o Beetho-ven. No se nos ocurre pensar en una obra de Orozco o en unaquena incaica, porque tal vez ni siquiera conocemos su forma osonido; pero s conocemos muy bien la msica europea ejecu-tada en piano.

    Es triste, pero es real. No sabemos quines somos, ya esepueblo simple que sabe quin es, no lo dejamos hablar; descon-

    fiamos de su palabra, nos burlamos de su arte, envidiamos sus

    94

    94

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    17/20

    riquezas y los consideramos vagos que no hacen nada. Lo queocurre es que negamos sus valores, porque nos sentimos orgullo-sos de los nuestros y los consideramos nicos. Como alumnosde Universidad, debemos inscribimos en el curso que ms igno-ramos y que podramos llamar Cultura de la periferia y deloprimido. Conociendo y comprendiendo esa cultura, recin po-

    demos ser maestros de algo.La filosofa no es ertica ni poltica, sino que es pedaggica.

    El maestro, una vez que ha escuchado la palabra del Otro,sin comprenderla del todo an, debe aceptarla por analgicasemejanza, comprometindose. Es decir, acepta esa palabra sincomprenderla del todo y camina sobre ella, de manera que amedida que avanza en el camino del compromiso, va compren-diendo lo que se le ha revelado. Slo cuando interpreta todo loque el Otro le ha revelado, slo entonces puede pensar; ascumple la filosofa su obra. Cuando puede pensar y expresardesde la exterioridad ese pensar unvocamente, slo entonces se

    vuelve hacia el centro y le echa en cara toda su culpabilidad.Esa es la filosofa como apocalptica. El que hablaba delante,para los griegos era un profeta (pro-fem), que no es el quehabla del futuro, sino el que habla del presente y descubre susentido. Es como el filsofo comprometido con el oprimido, queha llegado a entender la palabra que le fue dicha y caminasobre ella asumiendo el compromiso de la praxis; entonces lapuede pensar; y pensada la proclama; y al lanzarla se convierteen filsofo; en maestro del pueblo. Solo entonces es maestroliberador.

    Adviertan que con esto he dado una definicin de filosofa.

    Si fuera slo ontologa, en el sentido del que piensa a la tota-lidad del ser, el filsofo sera cmplice, como lo es el ViejoVizcacha,4 cuando slo aconseja cmo se sobrevive, se subsisteen el todo opresor. La cuestin es mostrar la necesidad deabrirse camino hacia un mundo nuevo.

    95

    95

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    18/20

    DEBATE

    Preguntas formuladas por los asistentes al finalizar la cuartaconferencia.

    1. Cmo sita la violencia dentro de la praxis liberadora de Amrica

    latina?Respuesta: Esto ha sido ms o menos aludido, no solamente en lo quese refiere a Amrica latina, sino en general. El hecho de la violenciade la guerra es un hecho muy antiguo. Tambin es un tema muy anti-guo, por eso es que Herclito dijo la guerra es el origen de todo.Cuando Marx dice que la lucha de clases es el origen de la historia,es heraclteo. Heidegger tambin vuelve a Herclito, y slo en estoentre Marx y Heidegger no hay ontolgicamente o formalmente muchadiferencia (digo esto para los heideggerianos y tambin para los queno lo son).

    La guerra no es el origen de todo, tampoco la violencia es el origen.Sin embargo, la violencia es inevitable, porque el hombre usa su liber-

    tad para dominar. Esto es muy distinto, a lo que se dice todos los das,porque si afirmo que la guerra es el origen me sito ya en la totalidad.El origen de la guerra es la toma de conciencia de alguien oprimidoque inicia un proceso de liberacin, y al querer pasar de un ordeninjusto al orden justo, pone en peligro la estabilidad del dominador.Primero, hay un amor de libertady una voluntad de libertad(Nietzschehabla por el contrario de voluntad de poder).Esa voluntad de liber-tadno puede dejar de cumplirse en el hombre, porque es el hombremismo; ms an, se puede demostrar por la existencia de las guerras,la existencia de la libertad humana. Si el hombre no fuera libre, sopor-tarla como los perros o las hormigas la necesidad de la especie, yaquietada la totalidad de la especie no habra historia, pero tampoco

    habra guerras intraespecficas. La guerra intraespecfica es especfica enel hombre; nosotros no luchamos solamente contra los insectos dainos,luchamos tambin contra los hombres. Por qu?

    Mientras un hombre domina a otro, y el hombre dominado se creenada, no hay violencia, todo est en paz. A esa paz se la llama lapaz de las aguas podridas; el agua no se mueve en el estanque, y porello est podrida. Cuando se pone en cuestin a la totalidad dominado-ra, el agua comienza a moverse. Por otra parte, si un ladrn roba dineroporque su ideal es estar-en-la-riqueza, se me presenta el siguienteproblema. El ladrn pone en cuestin slo un aspecto pero no la to-talidad misma. Mientras que el hroe liberador pone en cuestin todoel sistema. Cuando surge este tipo de cuestionamiento, la dominacin

    se transforma en represin para no permitir la liberacin. Los espao-les, por ejemplo, debieron organizar ejrcitos para reprimir a los pa-triotas, a Bolvar, que sustentando la ideologa de Miranda pide lalibertad de la Nueva Granada. La coexistencia pacfica de los grandes

    96

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    19/20

    se da junto a la injusticia pacifica. Cuando el oprimido intenta libe-rarse, el dominador le declara la guerra y, ante ella, al dominado se lepresentan dos alternativas; o se deja matar o responde. Si opta porla segunda, comienza la guerra.

    Existen, entonces dos violencias, ticamente distintas. La violenciadel dominador que es injusta, perversa, y la del oprimido que es justaporque es defensa. San Martin o Hidalgo, por ejemplo, eran virtuosos yel realista era el injusto. En las guerras se enfrentan dos hombres,que son hroes para sus respectivas patrias, pero no tienen la mismacalidad. En la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, los alemanes (aquienes se los ha pintado como malos) por qu luchan? Inglaterrase industrializ cerca del 1775; Alemania comienza a industrializarseen 1890 ms o menos y Japn en 1900; Italia despus, en 1920. Es yaenorme la industrializacin de Estados Unidos, Francia e Inglaterra,cuando Alemania, Japn y despus Italia quieren entrar en el mercadointernacional. Pero no los dejan entrar, no les dan colonias, no les dannada; por eso declaran la guerra, para poder entrar en ese mercado.En el fondo, la guerra alemana es la guerra del dbil que dice: yosoy igual a ustedes. La Segunda Guerra Mundial la gan EstadosUnidos, Rusia, Japn y Alemania, aunque muchos piensen lo contra-rio, y la perdi Inglaterra. El que ms gana, en realidad, es EstadosUnidos.

    No importa quin ataque primero, a veces puede hacerlo el domi-nador y otras veces el dominado. Hay que ver cul ha sido el origeny qu fines persigue cada uno. La violencia viene de vir, vis que signi-fica fuerza, los que temen la fuerza, temen las pasiones, como porejemplo los budistas. Los budistas dicen que hay que abstenerse deamar, porque cuando uno ama algo, se une a la pluralidad y al unirsea la pluralidad entra en el mal (as tambin Plotino).Quienes afirmanel Otro, no pueden considerar mala la violencia porque la violencia esfuerza. Si yo, por ejemplo, violentamente saco un cuchillo de la manode mi hijo que quiere herir a su hermanita, esa violencia es justa. Esdecir, la violencia como las pasiones es indiferente; el asunto es paraqu se la usa y aqu est la cuestin.

    Ustedes saben lo que ocurri en las Reducciones jesusticas. Cuandolas mismas comenzaron a producir riquezas, los paulistas venan desdesao Paulo para saquearlas. Ante esta situacin, los jesuitas pidieron al-mas al rey, pero ste se las neg. A pesar de ello, los jesuitas las fa-bricaron, los indios aprendieron a usarlas y de esa manera pudieronalejar al enemigo y subsistir. Cuando fueron expulsados los jesuitas en1767, a los indios los redujeron con armas. Es evidente que el uso dearmas por parte de los indios era justo, porque eran los oprimidos.

    Lo dicho no significa que todo est permitido, sino que no podemos

    juzgar ticamente sin analizar primero los hechos y sus causas. S queal decir esto me expongo a despertar protestas por parte de ustedes;este problema no es nada fcil, es duro. Las fuerzas son como el amor,buenas o malas segn el uso que se les d.

    La cuestin es muy delicada y, por lo tanto, exige una explicacinconcienzuda que no d lugar a interpretaciones equvocas.

    97

  • 8/4/2019 La ertica y la pedagoga de la liberacin

    20/20

    Querra que nadie se quedara tranquilo, que el tratamiento de estacuestin nos dejara a todos con cierta intranquilidad; con cierto estadode duda para que nos cuestionemos positivamente. Quien dice queno se mete, est metido; al no decir nada apoya al rgimen en vi-gencia. No hay tres, hay dos; o con el actual o con el Otro. Si yo nopienso los problemas polticos a fondo, corroboro lo dado; es inevitable.

    2. Qu opina de la guerrilla en la Argentina?

    Respuesta: Lo que me pregunta es una cuestin poltica que, comofilsofo, no me compete. Es posible que la guerrilla, en un momento de-terminado, sea imprudente, pero si yo opinara acerca de la guerrilla ennuestro pas, lo hara a nivel de comentarista de caf, no como filsofo.Puedo opinar fuera de aqu, como un ciudadano ms, pero no puedohacerlo desde la filosofa. Tendra que ser poltico, para hablar confundamento de la conveniencia o no de esta guerrilla. En esto el fil-sofo debe saber cundo termina su quehacer. No puede opinar comopoltico o economista, siendo filsofo. Lo que ste puede ofrecer sonlos criterios para distinguir lo que es ticamente malo o bueno. y sime permiten, sin embargo, querra proponerles un juicio que ms de-pende del arte militar que de la filosofa. Me atrevera a decir quehoy nuestros ejrcitos son absorbidos por los Estados Unidos paraluchar contra nuestro pueblo con el pretexto de acabar con las guerrillas.De esta manera el guerrillero permite que nuestros ejrcitos sean domi-nados por el Imperio por la existencia de las mismas guerrillas. Nodeberan ser nuestros ejrcitos nacionales junto al pueblo los agentesde la liberacin? No debera influirse para que nuestros ejrcitos vol-vieran a su origen liberador, como los fueron los ejrcitos de la eman-cipacin nacional contra Espaa? Sin embargo, es necesario no olvidarigualmente la influencia que tienen sobre nuestros ejrcitos las multi-nacionales que venden armas, y que toman contacto con nuestros ejr-citos por sobre los estados dependientes. La cuestin es ardua peromerece el detenimiento del filsofo en algo as como una filosofa delarte militar -que incluye, es evidente, una tica de la liberacin-.

    NOTAS

    1 Tradicin religiosa popular de la regin argentina cuyana.2 En el Plata los indios realizaban ataques a las aldeas (malones)

    y se llevaban algunas mujeres criollas como cautivas.

    3 Vase en pp. 98 a 102 la problemtica centro-periferia.4 Personaje del Martn Fierro de Jos Hernndez, maestro populardel gaucho Fierro.

    98

    98