24
Theologicum Universidad Francisco Marroquín LA ESPERANZA COMO UTOPÍA Un análisis exegético-teológico sobre el labrador en Santiago 5:7-11 Por: Walfre N. García Toda la comunidad cristiana, es comunidad de esperanza, como también es apertura y transformación del presente. En la década de los setenta, el tema de la escatología siguió la siguiente tesis: En su integridad, y no solo un apéndice, el cristianismo es escatología; es esperanza, mirada y orientación hacia adelante, y es también, por ello mismo, apertura y transformación del presente […] la escatolo gía deja de ser el discurso sobre el más allá, y se convierte en discurso de la esperanza y de la utopía, fundado, desde el punto de vista antropológico, en el carácter histórico del ser humano y, desde el punto de vista cristiano, en la resurrección de Cristo. 1 El siguiente capítulo desarrolla un trabajo exegético-teológico sobre el pasaje de Santiago 5:7-11 versado de la idea escatológica como presente-futuro. Tendrá especial énfasis sobre la utopía como horizonte de esperanza y la esperanza como utopía que sigue el modelo del labrador. Para llevar a cabo dicho objetivo, se desarrolla el tema de la esperanza como utopía, la demanda ética ante la parusía y finalizando con ejemplos utópicos. 2 La epístola de Santiago ha sido catalogada como “uno de los escritos más sorprendentes y singulares del N.T.” 3 Aunque sobre la carta de Santiago “ha habido más dudas y más diversidad de opinión sobre la autoría de esta carta que sobre cualquier otra parte del N.T.” 4 Mussner dice a favor de Santiago: “ningún autor del Nuevo Testamento ha 1 Juan José Tamayo, Invitación a la Utopía, estudio histórico para tiempos de crisis (Madrid: Editorial Trotta, 2012), 215-216. Véase: Jürgen Moltmann, Teología de la esperanza trad. Diorki Sánchez Pascual (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1969), 20; La venida de Dios escatología cristiana (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2004). Andrés Torres Queiruga, Esperanza a pesar del mal, la resurrección como horizonte (Santander: Editorial Sal Terrae, 2005). 2 La propuesta utópica se propone pensar lo real a partir de lo posible. Donde la utopía es un horizonte de esperanza. Es decir, no un mero ideal inalcanzable, sino al ser alcanzado, se negará a sí mismo, en la medida que se abre para nuevos horizontes. Rubem Alvez, Dogmatismo y tolerancia trad. Jesús Royo Sánchez (Bilbao: Ediciones Mensajero, 2007), 68. 3 Ya lo hacía notar J. Bonsirven, Jacques (Épitre de S.) DBS 4 (1949) 784., en Josep-Oriol Tuñi- Xavier Alegre, “la carta de Santiago”, Escritos joánicos y cartas católicas (Navarra: Editorial Verbo Divino, 2012), 291. 4 Daniel Carro, “Santiago”, Comentario bíblico mundo hispano (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2005) 23:181. Martín Lutero la describió como una “epístola de paja” y, en el estudio del NT, le relegó a un segundo plano. Los teólogos modernos muchas veces la ignoran porque la ven más bien como una herencia de judaísmo que no representa la esencia de la fe cristiana. Simon Kistemaker, “Santiago”, Comentario del Nuevo Testamento, trad. Norberto E. Wolf (Grand Rapids: Libros Desafío, 1992), 21. En cuanto su dimensión socio histórica (que Santiago no es un escrito cristiano, sino un antiguo tratado de origen hebreo, que fue adoptado y utilizado por los cristianos), tesis especialmente de Meyer, Das Rätsel, pp. 280-285., en Pablo A. Deiros, “Santiago”, Comentario bíblico hispanoamericano (Miami: Editorial Caribe, 1992), 36. Se puede ver un mejor desarrollo socio-histórica en, Josep-Oriol Tuñi-Xavier Alegre, “la carta de Santiago”, 316-325.

LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

LA ESPERANZA COMO UTOPÍA

Un análisis exegético-teológico sobre el labrador en Santiago 5:7-11

Por: Walfre N. García

Toda la comunidad cristiana, es comunidad de esperanza, como también es apertura y

transformación del presente. En la década de los setenta, el tema de la escatología siguió la

siguiente tesis:

En su integridad, y no solo un apéndice, el cristianismo es escatología; es esperanza,

mirada y orientación hacia adelante, y es también, por ello mismo, apertura y

transformación del presente […] la escatología deja de ser el discurso sobre el más

allá, y se convierte en discurso de la esperanza y de la utopía, fundado, desde el

punto de vista antropológico, en el carácter histórico del ser humano y, desde el

punto de vista cristiano, en la resurrección de Cristo.1

El siguiente capítulo desarrolla un trabajo exegético-teológico sobre el pasaje de

Santiago 5:7-11 versado de la idea escatológica como presente-futuro. Tendrá especial

énfasis sobre la utopía como horizonte de esperanza y la esperanza como utopía que sigue

el modelo del labrador. Para llevar a cabo dicho objetivo, se desarrolla el tema de la

esperanza como utopía, la demanda ética ante la parusía y finalizando con ejemplos

utópicos.2

La epístola de Santiago ha sido catalogada como “uno de los escritos más

sorprendentes y singulares del N.T.”3 Aunque sobre la carta de Santiago “ha habido más

dudas y más diversidad de opinión sobre la autoría de esta carta que sobre cualquier otra

parte del N.T.”4 Mussner dice a favor de Santiago: “ningún autor del Nuevo Testamento ha

1 Juan José Tamayo, Invitación a la Utopía, estudio histórico para tiempos de crisis (Madrid: Editorial

Trotta, 2012), 215-216. Véase: Jürgen Moltmann, Teología de la esperanza trad. Diorki Sánchez Pascual (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1969), 20; La venida de Dios escatología cristiana (Salamanca: Ediciones

Sígueme, 2004). Andrés Torres Queiruga, Esperanza a pesar del mal, la resurrección como horizonte

(Santander: Editorial Sal Terrae, 2005). 2 La propuesta utópica se propone pensar lo real a partir de lo posible. Donde la utopía es un horizonte

de esperanza. Es decir, no un mero ideal inalcanzable, sino al ser alcanzado, se negará a sí mismo, en la

medida que se abre para nuevos horizontes. Rubem Alvez, Dogmatismo y tolerancia trad. Jesús Royo

Sánchez (Bilbao: Ediciones Mensajero, 2007), 68. 3 Ya lo hacía notar J. Bonsirven, Jacques (Épitre de S.) DBS 4 (1949) 784., en Josep-Oriol Tuñi-

Xavier Alegre, “la carta de Santiago”, Escritos joánicos y cartas católicas (Navarra: Editorial Verbo Divino,

2012), 291. 4 Daniel Carro, “Santiago”, Comentario bíblico mundo hispano (El Paso: Editorial Mundo Hispano,

2005) 23:181. Martín Lutero la describió como una “epístola de paja” y, en el estudio del NT, le relegó a un

segundo plano. Los teólogos modernos muchas veces la ignoran porque la ven más bien como una herencia

de judaísmo que no representa la esencia de la fe cristiana. Simon Kistemaker, “Santiago”, Comentario del

Nuevo Testamento, trad. Norberto E. Wolf (Grand Rapids: Libros Desafío, 1992), 21. En cuanto su dimensión

socio histórica (que Santiago no es un escrito cristiano, sino un antiguo tratado de origen hebreo, que fue

adoptado y utilizado por los cristianos), tesis especialmente de Meyer, Das Rätsel, pp. 280-285., en Pablo A.

Deiros, “Santiago”, Comentario bíblico hispanoamericano (Miami: Editorial Caribe, 1992), 36. Se puede ver

un mejor desarrollo socio-histórica en, Josep-Oriol Tuñi-Xavier Alegre, “la carta de Santiago”, 316-325.

Page 2: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

insistido tanto, proporcionablemente, en las exigencias, éticas de Jesús como Santiago. Se

le puede considerar como un heraldo del amor al prójimo y la justicia social”.5 Su autor

“Santiago”6 escribe a las doce tribus (1:1) “una serie de exhortaciones, avisos e

instrucciones, más o menos enlazados entre sí, que tiene por objeto la vida religiosa y

moral”.7

En la actualidad la carta de Santiago pertenece al género protréptico.8 Así en medio

de toda la carta se ofrece una visión unitaria del texto a partir de un esquema sencillo:

1:1-18 Prólogo: tentación, sabiduría y vida cristiana

1:19- 27 Poner en práctica la palabra de Dios que se escucha

2:1-13 La verdadera religión: exigencias de la fe

2:14-26 La fe y las obras

3:1-12 Grandeza y límites de la palabra humana

3:13-18 La verdadera y falsa sabiduría

4:1-12 Lo que impide la vida comunitaria

5 F. Mussner, Der Jakobusbrief (Friburgo B. 1973), en Josep-Oriol Tuñi-Xavier Alegre, “la carta de

Santiago”: 313. 6 “Primer obispo en Jerusalén, siendo un erudito, estudioso de la religión puedo haber sido más teólogo

que su hermano Jesús. Así, posterior al reconocimiento de Jesús como Mesías (1 Cor 15:7) consolidó la

primera comunidad escatológica cristiana, al estilo judío, una qahal o asamblea mesiánica.” “Santiago”, X.

Pikaza, Diccionario de las tres religiones: Judaísmo, Cristianismo, Islam. (Navarra: Editorial Verbo Divino, 2009), 1029-1030.

Santiago “se coloca en la serie de los profetas” y “la carta puede catalogarse sin ningún reparo entre

los grandes escritos proféticos de Israel.” Franz Mussner, La lettera di Giacomo, Paideia, Brescia 1970, 43.,

en, Alfonso García Araya, “El profetismo en la carta de Santiago”, Isidorianum 30 (2006): 20-21; 65. 7 Alfred Wikenhauser, Introducción al nuevo testamento, trad. Daniel Ruiz Bueno (Barcelona:

Editorial Herder, 1960), 341. En esta misma línea, es Dibelius, quien clasifica la epístola como parénesis.

Martin Dibelius, A Commentary on the Epistle of James (Philadelphia: Fortress Press, 1976), 1-11. También

es tomado por otros como la epístola de la sabiduría y, menos alejado, la epístola es como un sermón y

homilía. Douglas J. Moo, Comentario de la epístola de Santiago, trad. Dorcas Gonzáles Bataller (Miami:

Editorial Vida, 2009), 28-29.

Rodríguez plantea algunos nombres relevantes que han desarrollado varias temáticas en torno a la

carta: Newton Flew, piensa que la carta puede haber sido escrita bajo la forma de anuncios previos, de manera que los versículos 1-12 serían el anuncio de todo el contenido de la carta y de su orden. También está

Cladder, que siguiere que la estructura de la carta de Santiago debe buscarse de acuerdo al principio de

“unidad temática”, dándole a un solo tema la característica de eje de toda la carta. Los autores que han

secundado esta opción han sugerido “la escucha de la palabra”, “el domino de la lengua”, “la sabiduría”, etc.

como hilos conductores. Finalmente Gaertner piensa que el procedimiento usado por Santiago para

estructurar su carta fue el procedimiento midráshico. La carta sería, según esta última opinión, una especie de

homilía o comentario del Salmo 12:2-6 y cada capítulo de la carta correspondería a un versículo del salmo.

Raúl H. Lugo Rodríguez, “Santiago”, Hebreos y cartas católicas: Santiago, 1 y 2 Pedro, Judas, 1, 2 y 3 Juan

(Navarra: Editorial Verbo Divino, 2008), 82. 8 Lo más común era sostener que el escrito de Santiago pertenecía al género parenético, presente tanto

en la literatura judía como griega. Propuesta originalmente por Dibelius, A Commentary on the Epistle of James, 3, 5, 11, 17, 20-22. La carta, de por sí, se muestra como un conjunto de amonestaciones y de

exhortaciones éticas concretas, yuxtapuestas o más o menos conectadas entre ellas, dependientes o inspiradas

en la diversidad de tradiciones religiosas y en el amplio y variado mundo cultural que enmarca la comunidad

judeo-cristiana de los comienzos. Araya, “El profetismo en la carta de Santiago”: 11.

Es Gammie quien llama a la retórica de Santiago como proptréptico (1990). Por ello el género

proptréptico es un tipo de literatura de conversión, pero no es tanto un llamado a adoptar nuevos conceptos

religiosos como una llamada a adoptar un estilo de vida diferente o patrón de comportamiento, es decir, que

se arrepientan. Dan G. McCartney, James (Grand Rapids: Published Baker Academic, 2009), 43.

Page 3: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

4:13-5:6 Vanidad e inmoralidad de las riquezas

5:7-20 Epílogo: la vida cristiana y la escatología.9

En esta perícopa 5:1-6, es donde está enmarcada una severa requisitoria contra los

ricos soberbios, injustos, avaros, entregados a los placeres del mundo.10

Este tema de la

relación rico y pobre parece ser uno de los temas clave de la carta de Santiago. Aparece a lo

largo de toda la carta (1:9-10; 1:27-2:13; 2:14-17; 4:2, 13-17 y 5:1-6) de entre todas estas

menciones, los textos de 2:1-13 y 4:13-5:6 son los más relevantes.11

Por eso: Entre los

escritos del N.T. es la carta de Santiago la que transmite de modo más claro la mentalidad

típica del estrato inferior del cristianismo primitivo en el siglo I. El autor critica con dureza,

desde este punto de vista, a los ricos: hacen violencia a los creyentes en Cristo, los arrastran

a los tribunales y blasfeman el nombre de Cristo (Stg. 2:6); viven en medio del lujo y

fraudan el salario de los trabajadores que han segado sus tierras (Stg. 5:1).12

En la sección (mencionada más arriba) 4:13-17 y 5:1-6, parte de una crítica en la

autoconfianza de los ricos sobre sus planes económicos (4:13-17), luego una amenaza a los

ricos, en tono claramente profético (5:1-6) y con toda seriedad con el juicio por su actitud

antisocial.13

Tamez dice:

Santiago sigue la predicación profética de Jesús. No habla de los pobres en el

sentido puramente piadoso como se dio en el judaísmo tardío; ni retoma la

traducción rabínica de la retribución, la cual afirmaba que las riquezas eran

bendición de Dios. Para él el pobre es el producto de un escandaloso acto de

opresión.14

Pero este anuncio del juicio a los ricos, es difícil que vaya dirigido a los creyentes

en Cristo (5:6). Por otra parte, se distingue con toda claridad a los destinatarios de la carta

de los ricos: “¿no son acaso los ricos los que os oprimen y os arrastran a los tribunales? ¿No

son ellos los que blasfeman el hermoso nombre que ha sido evocado sobre vosotros? (Stg.

2:6)".15

Así, la conexión de las ideas podría ser:

9 Rodríguez, “Santiago”: 82. Para un bosquejo más detallado y el desarrollo toda la controversia en

torno al bosquejo de la carta véase en, Mark Edward Taylor, A Text-Linguistic Investigation into the

Discourse Structure of James (New York: T&T Clark, 2006), 121-122. Así también en, McCartney, James,

66-67. n. aquí se utiliza a propósito y como resumen para el capítulo. 10 José Salguero, “Santiago”, Biblia Comentada, texto de la Nácar-Colunga (Madrid: Biblioteca de

autores cristianos, 1965), 75. Esta perícopa es reconocida por los estudiosos y comentaristas de la carta, como

la más profética del apóstol, tanto desde el punto de vista formal como de su contenido temático. Está en un

tono profético. René Krüger, “Antisociales, anti-comunitarios y asesinos”, Cuadernos de Teología 20 (2001):

60. 11 Rodríguez, “Santiago”, 107. 12 Ekkehard W. Stegemann-Wolfgang Stegemann, Historia social del cristianismo primitivo, los

inicios en el judaísmo y las comunidades cristianas en el mundo mediterráneo, trad. Miguel Montes (Navarra:

Editorial Verbo Divino, 2001), 426. 13 Josep-Oriol Tuñi-Xavier Alegre, “la carta de Santiago”, 299-300. 14 Elsa Támez, Santiago lectura latinoamericana de la epístola (San José, Costa Rica: Editorial DEI,

1985), 45. 15 Sin embargo, en Santiago 1:9-11 da la impresión de que el autor cuente con la existencia de

creyentes en Cristo ricos. Ekkehard W. Stegemann-Wolfgang Stegemann, Historia social del cristianismo

primitivo, 421.

Page 4: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

Los sufrimientos del justo a manos de los ricos (5:4-6) recuerdan a los cristianos sus

propios sufrimientos y dan motivo a una exhortación a soportarlos pacientemente.

Lo mismo que se amenazó a los ricos con el inminente juicio de ira, así los que

ahora sufren han de sentirse consolados por ese mismo juicio.16

Santiago retoma el tema con que comenzó su epístola: “consideren como sumo

gozo, mis hermanos, cuando enfrenten pruebas de todo tipo” (1:2).17

A pesar de cierta

conexión con 1:2-18 se apela que existe una conexión del 5:7-11 más directa con 5:1-6,

para ofrecer la otra cara de la moneda.18

Según Krüger:

La unidad sobre el tema 5:1-6 desarrolla los extremos más pronunciados entre

pobres y ricos. El estilo de vida y todas las acciones de los ricos se oponen

crudamente a la situación de los pobres, representados aquí por los jornaleros y

finalmente de manera puntual por el justo.19

Así en la sección final 5:7-20 Santiago exhorta a sus lectores a vivir de acuerdo con

la fe en la venida inmediata del Señor (5:7-8). A perseverar con toda paciencia en medio de

las pruebas (5:1-6) incluidas las comunitarias (5:9), siguiendo el ejemplo de los profetas y

de Job (5:10).20

Por esa razón “la perspectiva del juicio impone la importancia de la

paciencia y la perseverancia”.21

En tanto, es pertinente seguir el modelo del labrador que

trabaja y espera con paciencia activa/militante la lluvia, construyendo una utopía a la luz de

la esperanza (parusía), prometido e incentivado ahora por Santiago que ha tomado el papel

de pastor al llamar a sus lectores “hermanos”.

La esperanza como utopía [Stg. 5:7-9]

Santiago 5:7 está conectado con la conjunción continuativa (ou=n-pues) que vincula

con los versículos que le precede (5:1-6). Así, lo que se desarrolla está relacionado como

una respuesta a los sucesos hacia los ricos en su manera de actuar.22

16 Thomas W. Leahy, “Santiago”, Nuevo comentario bíblico San Jerónimo, Nuevo Testamento, eds. R.

Brown, J. Fitzmyer, R. Murphy (Navarra: Editorial Verbo Divino, 2004), 4:307. 17 Kistemaker, “Santiago”, 195. “Recientemente, muchos estudiosos que se centran en las cuestiones

literarias más que los intérpretes anteriores, llaman nuestra atención sobre la gran cantidad de semejanza entre

este pasaje y la sección introductoria de la carta (1:2-18). La bendición de Dios sobre los que perseveran y

aguantan es el paralelismo más visible (comparar 5:11 con 1:12) y de ahí, estos estudiosos concluyen que 5:7-

11 es la “introducción” a la conclusión de la carta.” Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 255. 18 Ibid. 19 René Krüger, Pobres y ricos en la epístola de Santiago, el desafío de un cristianismo profético

(Buenos Aires: Editorial Lumen SRL, 2005), 321. 20 Josep-Oriol Tuñi-Xavier Alegre, “la carta de Santiago”, 300. La estructura de Santiago está

desarrollada con dos inclusio 5:7 y 5:11. Un análisis atento de 5: 7-11 describe una sección muy estructurada,

cuidadosamente equilibrado. La perícopa comienza y termina con referencias a la paciencia 5:7-8 y 5:10-11.

Estas referencias v. 9, marca como el punto focal de la unidad. Además, el ivdou de interjección se produce en

todas las tres subunidades, en. 5,7 a 9 y 11, y de manera significativa se sitúa en el punto focal de las

inclusiones creados en 5:7-8 y 5:10-11. Taylor, A Text-Linguistic Investigation into the Discourse Structure of

James, 68. 21 Rodríguez, “Santiago”, 111. 22 Esto es un corolario directo (ou=n) del juicio venidero sobre los ricos malvados. Primer aoristo

constativo de imperativo en voz activa de makroqume,w. Archibald, Thomas Robertson, “Santiago”, Imágenes

verbales en el Nuevo Testamento, (Barcelona: Editorial Clie, 1990), 6:74.

Page 5: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

Un movimiento detallado del texto vv.7-8 puede ser: paciencia hasta la venida del

Señor, ejemplo de paciencia (el labrador) y paciencia por la venida cercana del Señor. En

la mención de la parusía puede ser: 7a parusía, 7b el labrador y 8a parusía. Estos es un

inclusio23

y se puede ver en el siguiente esquema:

7 Makroqumh,sate ou=n( avdelfoi,( e[wj th/j parousi,aj tou/ kuri,ouÅ

ivdou. o gewrgo.j evkde,cetai to.n ti,mion karpo.n th/j gh/j makroqumw/n evpV auvtw/| e[wj la,bh| pro,i?mon kai. o;yimonÅ

8 makroqumh,sate kai. umei/j( sthri,xate ta.j kardi,aj u`mw/n( o[ti h parousi,a tou/ kuri,ou h;ggikenÅ

A continuación, Santiago exhorta que ante la dificultad (opresión) que se enfrenta,

ellos tienen que ser pacientes. La sección 5:7-11 va dirigida a los hermanos [avdelfoi], lo

que se desarrolla es en sentido comunitario y no solo a un individuo vv. 7, 9 y 10. Santiago

quiere resaltar la centralidad del inclusio con el prototipo del labrador, dando a conocer que

el labrador es un claro ejemplo de la actitud que hay que tomar en espera de la parusía, hay

que trabajar mientras el Señor viene.24

Makroqumh,sate ou=n( avdelfoi,( Por tanto, hermanos, sean pacientes.25

La

makroqumh,sate en Santiago tiende a significar “perseverancia en la expectación de la

venida de Cristo (5:7) La conciencia de la cercanía de Cristo apaga los sentimientos de

enojo, produce una constancia triunfante y confiere la certeza del futuro”.26

Para Carballosa “denota la idea de actuar sin resentimientos ni venganza hacia los

demás, particularmente hacia quienes son irritantes”.27

De acuerdo al contexto 5:1-6 la

paciencia que Santiago hace mención es “una actitud de aguante que hemos de adoptar ante

las demás personas”,28

en este caso ante la opresión de los ricos. Santiago utiliza

23 Nelson Morales, “Santiago” (Apuntes de Santiago, Seminario Teológico Centroamericano, 2012),

45. 24 El ivdou es la centralidad del texto, el ejemplo que Santiago usa es para mostrar de manera clara la

idea que desea transmitir, lo mismo en v. 11 el ejemplo de los profetas y Job. 25 Makroqumh,sate compuesto tardío (Plutarco, LXX) de makroqum makro qumo longánime, no

perdiendo corazón). Robertson, “Santiago”, 74. La expresión sed pacientes en el aoristo imperativo sugiera la

idea de urgencia (ingresivo). Esto describe la actitud que es capaz de sufrir la tardanza y sobrellevar los

sufrimientos sin desmayar. Rienecker en, Evis L. Carballosa, Santiago una fe en acción (Grand Rapids:

Publicaciones Portavoz Evangélico, 1986), 230. 26 J. Horst, “makroqume,w”, Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento, eds. G. Kittel,

G. Friedrich, G. Bromiley, trad. Carlos Alonso (Grand Rapids: Libros Desafío, 2003), 541.

En Santiago 5:7-11, parte de la esperanza en el futuro, ha puesto en conexión ambas dimensiones de la

paciencia, es decir, la que se orienta hacia el hombre y la que dice relación al juicio de Dios. La impaciencia

con que se espera el fin de la hostilidad, de la persecución y del sufrimiento, es refrenada por la paciencia. U.

Falkenroth, “makroqume,w”, Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, eds. Lothar Coenen-Erich

Beyreuther-Hans Bietenhard, trad. Manuel Balasch - Emilio Saura (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1993),

3:238. 27 Carballosa, Santiago una fe en acción, 232. 28 “Dicho de otra manera, se tiene que ser paciente con las personas.” Moo, Comentario de la epístola

de Santiago, 256. En el griego profano la makroqumi,a tiene un sentido psicológico, la versión de los LXX sólo

utiliza de un modo similar este vocablo en la literatura sapiencial, mientras que sobre todo el adjetivo

makro,qumoj designa un atributo de Yhavé ej. Éxodo 34:6. En el N.T. y Santiago la longanimidad es una

Page 6: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

makroqumh,sate para paciencia, Davids comenta al respecto: que la paciencia es la espera a

que Dios venga y acaba con el opresor, es “la virtud del pobre, porque su esperanza es la

parusía”,29

y se trata de hacer lo posible por no desesperarse a pesar de su situación

desesperada, afirmándose en el futuro que pondrá fin a sus sufrimientos.30

A esto, dice Tamez: “la praxis que Santiago pide a la comunidad, es a una paciencia

que consiste en no desesperarse, en contenerse, en aguardar un evento que se sabe que está

por llegar”.31

Hasta la venida del Señor [e[wj th/j parousi,aj tou/ kuri,ou] o como traduce la biblia

de nuestro pueblo “hasta que vuelva el Señor”. e[wj hasta, “habla tanto de un objetivo,

como de un periodo de tiempo: ejercen la paciencia mientras esperan, y buscan, la venida

del Señor”.32

El objetivo es pues la venida del Señor, que se anhela sin desesperarse. [th/j parousi,aj tou/ kuri,ou], la venida del Señor; la cristología de la parusía (segunda venida)

quizás represente la interpretación de Jesús más antigua, originada en las comunidades

primitivas de palestina de lengua aramea.33

th/j parousi,aj es traducido como venida.34

“cuando Santiago usa la expresión la

cualidad de Dios y del hombre que está unido a Jesucristo. U. Falkenroth, “makroqume,w”, Diccionario

Teológico del Nuevo Testamento, 3:237. La longanimidad no quiere decir sufrir durante cierto tiempo sino tolerar a alguien durante largo

tiempo. Dicho de otro modo, la paciencia es lo opuesto a ser de mal genio. Kistemaker, “Santiago”, 195. 29 Peter H. Davids, The espistle of James, a commentary on the greek text (Michigan: Publishing

Grand Rapids, 1982), 181. 30 Támez, Santiago lectura latinoamericana de la epístola, 76. En este caso el objetivo no desesperarse

va ligado también en la espera de la venida del Señor. Con el tema de la venida del Señor, Santiago cambia de

enfoque, eso sí, en 5:1-6 se ha centrado en el aspecto de juicio contra el impío opresor. Ahora se vuelca hacia

la esperanza que debe tener el justo ante el mismo evento. Morales, “Santiago”, 45.

Así, lo que Santiago quiere es que sus lectores opten por un cambio, en lugar de optar por un anarquismo, les dice que le compete a Dios juzgar a los ricos malos y a pesar de que los ricos no leerán la

carta, el escrito es para los creyentes, para darles esperanzas a pesar del mal. Entonces no hay que

desesperarse, sino fortalecerse, ya que en la parusía los opresores serán juzgados. 31 La paciencia aquí es activa, lo mismo que el v. 11, u`pome,nw donde ambos son usado frecuentemente

en situaciones militares. Támez, Santiago lectura latinoamericana de la epístola, 73-75. Se trata pues de una

paciencia activa, heroica, militante. Tamez, No discriminen a los pobres, lectura latinoamericana de la carta de Santiago (Navarra: Editorial Verbo Divino, 2008), 104

32 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 257. 33 Thomas P. Rausch, ¿Quién es Jesús?, trad. Manuel Reus Canals (Bilbao: Ediciones Mensajero,

2006), 182. Schillebeeckx encuentra la cristología de la parusía en la muy primitiva comunidad Q, que vivió

con expectación el retorno inminente de Cristo, precisamente como rezaban en la oración del Señor “venga tu

reino”. Edward Schillebeeckx, Jesus and Experiment in Christology (Nueva York: Seabury, 1979), 410-411.

Wright dice: “es un lenguaje muy conocido en el mundo pagano, relativo a la visita de Estado hecha

por un emperador u otro dignatario a una ciudad o provincia – o incluso a su regreso a Roma, cuando el

emperador había estado en otro lugar–. De hecho, la palabra griega Parusía, que se ha convertido en un

término técnico de la interpretación literal de una esperanza paleocristiana que implica el final del mundo

espacio-temporal, y en la cual Jesús “desciende” en una “segunda venida” y los creyentes ascienden volando a su encuentro, no está sacada en absoluto de la biblia, sino del mundo de los usos paganos, donde era casi un

término técnico para referirse a este tipo de “visita” imperial. Propiamente Parusía, significa “presencia” en

oposición a “ausencia.” N.T. Wright, La resurrección del hijo de Dios, trad. José P. Tosaus A.-Ana y Beatriz

M. Risco (Navarra: Editorial Verbo Divino, 2008), 279. 34 Según Braumann: la parusía significa presencia actual y operante, la llegada de un rey. Las

versiones griegas del A.T. se habla de un modo análogo en el ámbito veterotestamentario sobre la venida de

Dios: (Jue 5,4s. Ex 15, 18 Sal 24,7ss) y en los textos de Qumrán se espera a varios mesías (1QS 9,10s).

Braumann, “Parusía”, Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, 3:299.

Page 7: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

venida del Señor, no hay duda de que se refiere a la venida de Jesús como Juez y

Salvador”.35

Es por ello que la venida del Señor es una fuente de esperanza y una

motivación a la práctica de la paciencia de parte de todo creyente.36

Krüger afirma que:

La referencia a la parusía juntamente con la exhortación a la paciencia de ninguna

manera es consuelo barato, sino fortalecimiento de la comunidad y según Santiago

el único medio para poder enfrentar esta situación trágica. Si los ricos explotan a los

pobres, los llevan a tribunales e incluso los matan; si los pobres no cuentan con

ninguna organización que los pueda representar o defender…sino que sólo pueden

esperar en la pronta venida del Señor, entonces la referencia a la parusía como juicio

sobre los explotadores implica también un juicio presente.37

Así, por la encarnación y el anuncio Pascual del hijo de Dios, el Reino escatológico

de Dios ha irrumpido en nuestra historia, así mismo lo afirma Schnackenburg: “el tiempo

del cumplimiento escatológico ya está ahí, y el reino de Dios en su gloria está cerca”.38

Apegado a esto está Ghiberti dice: se puede traducir presencia, frecuentemente sobreentendida como

no existente y orientada, por tanto, al futuro. Cuando algunos autores cristianos antiguos comiencen a

designar la encarnación del Verbo con el término “parusía” (cf. Igancio, Phil. 9:2; Justino, I Apol. 52:3), se

introducirá el uso de traducir la “parusía” de los textos neotestamentarios (donde se habla de la venida

gloriosa, final, del Hijo del hombre) con la palabra “retorno”. G. Ghiberti, “Parusía”, Nuevo diccionario de

teología, trad. M. Olasagasti-A. Ortiz-A. Neira (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1982), 2:1297.

El término parusía, designa la venida del hijo del hombre. En el tiempo de la primitiva comunidad cristiana no es tomado como retorno, sino como venida. Fue el apologista Justino, en el siglo II que comenzó

a hablar de “primera” (prote) y “segunda venida” (deutera parusía) (Dial 14:8; 40:4) y de “nueva venida”

(palin parusía) (Dial 118:2). Rudolf Bultmann, Teología del Nuevo Testamento, trad. Víctor A.M.

(Salamanca: Ediciones Sígueme, 1981), 69.

Parusía, “en el griego profano literalmente quiere decir presencia; el lenguaje de los profetas y de los

apóstoles incluyó en el término la nota mesiánica de la esperanza. La expectación de la parusía es esperanza

de adviento. Porque en el N.T. no se entiende nunca por parusía la presencia pasada de Cristo en la carne o la

presencia actual de Cristo en el Espíritu, sino que se entiende siempre por ella la presencia de Cristo que viene

en gloria. A esta idea, refuta Moltmman al decir que la “segunda venida” es errónea, porque presupone una

ausencia temporal.” Jürgen Moltmann, La venida de Dios, la escatología cristiana (Salamanca: Ediciones

Sígueme, 2004), 51. En este caso, la idea persistente, es de esperanza, no se desecha la segunda venida de Cristo, como ausente, sino su venida ya es irrupción en el presente. Una propuesta actual es la de Wright:

tomando el aspecto del futuro ya presente, “ha invadido el presente a través de la resurrección de Jesús.” N.T.

Wright, Sorprendidos por la esperanza: repensar el cielo, la resurrección y la vida eterna, trad. Evelyn

Harrison (Miami: Convivium press, 2011), 210. 35 Douglas J. Moo, Comentario de la epístola de Santiago: 256. A partir del siglo segundo, con san

Justino sobre todo, se empieza a hablar de “las dos parusías” de Cristo: la primera, humilde y sufriente, ha

sido su venida en la carne; la segunda, aún por llegar, será en cambio majestuosa y gloriosa. En adelante ese

esquema se repetirá en el pensamiento patrístico (Ireneo, Tertuliano, Cipriano, Orígenes, Cirilo de Jerusalén).

Joël Spronck, trad. Ángel Rubio G., “La espera cristiana de la parusía”, Selecciones de Teología 49/196

(octubre-diciembre 2010): 286. 36 Carballosa, Santiago una fe en acción, 232. Brown dice respecto la parusía: “el cristianismo es una

religión de esperanza, y lo que Dios tiene todavía que hacer en y por medio de Jesús sigue siendo un factor

importante de su perspectiva teológica. Si se colocara el evangelio o la buena nueva en una balanza, este

aspecto pasaría más que el empeño de lo que Dios haría. “El Jesús que, a los ojos de la fe, ya es” pesa más

que “el Jesús que será en la anticipación de la esperanza”. Brown, Introducción a la cristología del nuevo

testamento, 129. 37 Krüger, Pobres y ricos en Santiago, 308. 38 Rudolf Schnackenburg, Reino y reinado de Dios, trad. José Cosgaya (Madrid: Ediciones Fax, 1974),

184.

Page 8: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

El Señor [tou/ kuri,ou/ ku,rioj], es un título de mucha importancia en los primeros

siglos de la era cristiana.39

Wright dice: “en el siglo I era claramente la palabra que se

aplicaba a aquel a quien le era dada la soberanía, el dominio, sobre los reinos del mundo.”40

Santiago le atribuye el título Kyrios, donde Señor es usado en referencia a la segunda

venida de Cristo.41

Es por ello que la paciencia como virtud debe extenderse hasta la

venida del Señor. El autor está convencido de que la parusía del Señor restablecerá el orden

perturbado. Los pobres recibirán el premio de su paciencia y los opresores recibirán el

castigo merecido por sus injusticias.

Así “la venida del Señor no constituye motivo de preocupación para los fieles, sino

más bien motivo de confortamiento. Esto lo demuestra claramente la pequeña parábola que

pone a continuación para ilustrar la exhortación”.42

¡Vean¡ el labrador espera el precioso fruto de la tierra ivdou. o gewrgo.j evkde,cetai to.n ti,mion karpo.n th/j gh/j ahora Santiago presenta un ejemplo de actitud para describir lo

dicho (como 3:4 y 5) es introducida por ivdou-miren o presten atención. Esto es parte

estilístico de Santiago, apela a una ilustración tomada de la vida cotidiana de Palestina,

39 El título Kyrios, aplicado a Jesús no recibió su pleno sentido sino después de su muerte y

glorificación. Oscar Cullman, Cristología del nuevo testamento, trad. Carlos T. G.-Xabier Pikaza (Salamanca:

Ediciones Sígueme, 1998), 275.

Cuando los cristianos primitivos llamaban Kyrios a Jesús, uno de los matices que esa palabra adquirió

rápidamente, por más que eso debió de resultar sorprendente e incluso escandaloso, fue que los textos de la

Biblia griega que utilizaba kyrios, para traducir el nombre de YHWH pasaron a usarse a partir de entonces para denotar a Jesús mismo, con una sutileza y refinamiento teológico que parece remontarse hasta los

primeros días del movimiento cristiano. Wright, La resurrección del hijo de Dios, 698. 40 Ibid., 692.

Existen varias teorías sobre el título kyrios, aquí de manera de esbozo lo que Grillmeier presenta: la

teoría palestino-semita (profano), donde Hahn dice que Jesús en vida había recibido el título “Señor”. La

teoría palestino-semita (religioso), donde Jesús le habrían dado entonces el tratamiento Señor. Pero este fue el

título que los judíos palestinos acostumbraban dar a Yahvé. Una tercera teoría habla de un origen helenístico-

judío del título de Kyrios. Lo difundieron “judiocristianos grecohablantes a partir de las correspondencias

griegas de títulos semitas de Yahvé, entre los que figuraba māre´ o ´ādôn con sufijos o en status constructus.

La teoría de mayor éxito ha sido la del origen helenístico-pagano del título de ku,rioj aplicado a Jesús. Según

ella, el área cultural del Mediterráneo oriental aplicaba el término ku,rioj, ku,rioi a dioses y a soberanos, y

esto se transfirió a Jesús; el término no fue una mera adopción lingüística externa, sino que supuso un profunda transformación de la cristología protopalestina en el pensamiento griego. Alois Grillmeier, Cristo en

la tradición cristiana, desde el tiempo apostólico hasta el concilio de Calcedonia (451), trad. Manuel

Olasagasti (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1997), 111-118.

En suma, la aclamación de Jesús como Kyrios fue la novedad más sustancial después de pascua. El

Resucitado fue objeto de adoración junto a Dios…pero sobre todo, fue invocado y adorado como un ser

divino que, según indicaba el himno de Filipenses 2, había vivido, sufrido, antes de su exaltación. Gerd

Theissen-Annette Merz, El Jesús Histórico, trad. Manuel Olasagasti G. (Salamanca: Ediciones Sígueme,

1999), 611-612. Un análisis sobre la devoción a Jesús, relegando como segundo plano la tesis pagana puede

verse en, Larry W. Hurtado, ¿Cómo llegó Jesús a ser Dios?, trad. Francisco J. Molina de la Torre.

(Salamanca: Ediciones Sígueme, 2013). 41 “La expresión que Santiago usa aquí y el v. 8, “la venida del Señor”, solo aparece describiendo el

regreso de Cristo en una única ocasión (1 Tes 4: 15) y “el Señor” podría estar haciendo referencia a Dios el

Padre (como en los vv.4; 10 y 11 en este contexto). Pero el uso de parusía en el N.T. siempre se refiere a la

venida de Cristo.” Moo, “Santiago”, 256.

Alonso, dice: “si Kyrios se refiere a Dios, como en 3:9 y 5:4, entonces la parusía de Dios significaría

la venida de Dios para juicio, como en Henoc 92-105. Alonso en el v. 8 toma la parusía en términos

escatológicos que designa la segunda venida del Señor (Cristo).” José Alonso, “Santiago”, La Sagrada

Escritura, Nuevo Testamento (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1967), 3:219-220. 42 José Salguero, “Santiago”, 78.

Page 9: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

para comunicar una lección de paciencia,43

Kistemaker dice:

En toda la epístola el escritor revela su amor por la creación de Dios. En éste

versículo él describe las expectativas de un campesino que anticipa una cosecha

abundante pero que debe esperar con paciencia la llegada de las lluvias tempranas y

tardías.”44

o gewrgo.j el labrador, o sea, el trabajador de la tierra (ge, ergo.j) como en Mt

21:33.45

Esta ilustración es una imagen rural (5:4) de un campesino que labra la tierra.46

El

ejemplo es sobre la paciencia que un campesino tiene a la hora de sembrar “él sabe que

todo crece según las estaciones del año. Sabe cuántos días son necesarios para que una

planta se desarrolle desde la germinación hasta la cosecha”.47

El labrador espera un evento futuro [evkde,cetai], el verbo evkde,comai-espera, significa

esperar con gran deseo, donde el tiempo presente sugiere una acción continua.48

En esta

parábola el verbo connota la idea para referirse a la espera escatológica –un motivo

43 Carballosa, Santiago una fe en acción, 233. 44 Kistemaker, “Santiago”, 195. 45 Robertson, “Santiago”, 75. Esta imagen es tan natural en el contexto de una fe escatológica que no

hay necesidad de suponer ninguna dependencia literaria entre este texto y la parábola de Jesús en Mr 4:26-29.

Dibelius, A Commentary on the Epistle of James, 243. 46 El labrador probablemente se refiere en este caso al dueño de la tierra y no al jornalero. James Hardy

Ropes, The espistle of james, p. 294, citado en, Carballosa, Santiago una fe en acción, 233. Véase también la

misma postura en, Edmond Hierbert, The epistle of James (Chicago: Moody Press, 1979), 297. Tamez dice lo

mismo: “este campesino no es el campesino que siembra para el latifundista, sino el campesino que siembra

en su pedazo de tierra y espera el fruto que será el sustento de su familia. El labrador espera ese regalo de

Dios que será fundamental para poder recoger buena cosecha. Tamez, No discriminen a los pobres, lectura latinoamericana de la carta de Santiago, 104.

El término sólo 2 veces se encuentra fuera de los evangelios (2 Tim 2:6; Stg 5:7) en el caso de los

evangelios en las parábolas de los viñadores malvados refleja seguramente las circunstancias económicas y

jurídicas de aquel entonces. El alquiler de parcelas por latifundistas extranjeros a campesinos que cultivaban

tierras en arriendo. W. Hackenberg, “gewrgo,j”, Diccionario exegético del Nuevo Testamento, 1:741.

En esta misma línea, la agricultura en el siglo I, era para un posible enriquecimiento y objetivo de inversiones financieras […] Así crecía el número de los cultivadores directos que perdían sus tierras, también

el de los agricultores libres que se convertían en simples arrendatarios (georgos, colunus, hebr. aris). Así,

“había prácticamente en todas partes masas de agricultores absolutamente pobres, privados de tierra y de

medios, que buscaban procurarse algo para vivir trabajando como jornalero o trabajadores temporales en las

propiedades de los agricultores más acomodados, de los grandes terratenientes municipales y en los

latifundios.” W. Stegemann-Wolfgang Stegemann, Historia social del cristianismo primitivo, 66. cf. Alföldy

G. Römische Sozialgeschichte, Wiesbbaden 1984, p.77. Para un análisis con fundamentos bíblicos sobre

esclavos cristianos puede verse en, Hurtado, ¿Cómo llegó Jesús a ser Dios?, 116-120. Aquí al tomar lo dicho

por Santiago como parábola, no habría problema con tomar la idea de la apropiación del terreno, pero si se

toma la realidad social del primer siglo, se opta por la segunda postura de los latifundistas. Así, entonces el

que arrienda depende totalmente de que haya cosecha para poder pagar su deuda de arrendamiento. En

cambio, el propietario tendría menos tensión en la espera de la cosecha. En su caso, probablemente su deuda sería solo con el que le vendió las semillas, si es que no guardó la parte necesaria para la siembra.

47 Kistemaker, “Santiago”, 195. 48 Carballosa, Santiago una fe en acción, 233. El compuesto de,comai con evk designan la mayoría de las

veces la espera paciente en orden a una meta futura. En el N.T. significa acepto, recibo y estoy a la

expectativa, espero. En Santiago es el dicho de un agricultor que espera el fruto del campo. E. Hoffmann,

“Esperanza”, Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, 2:134.

Es un presente de indicativo en voz media de evkde,comai un viejo verbo denotando una anhelante

expectación como en Hch. 17:16. Robertson, “Santiago”, 75.

Page 10: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

escatológico tradicional– y se emplea en relación con el consejo de que se tenga paciencia

ante la aparente demora de la venida del Señor.49

A esto dice Hiebert:

Transmite la idea de mirar con expectación por algo que nos viene de afuera, para

que el agricultor reconozca que el fruto no es simplemente el resultado de su propia

actividad personal, pero depende de fuerzas externas de sí mismo que no puede

controlar. El creyente piadoso reconoce que la cosecha espiritual que anticipamos

depende también de la intervención de Dios en los asuntos humanos.50

En el contexto latinoamericano, tiende a influir la cosmovisión indígena. La

dependencia de la lluvia y la buena cosecha dependen de dos factores, Dios y el hombre.

Del hombre depende el arduo trabajo día a día y Dios el dador de la lluvia. Los frutos son el

esfuerzo del trabajo del hombre donde primeramente se agradece a Dios antes de comenzar

a cultivar hasta la cosecha. Esto debido a que la espera de la lluvia no depende de Dios,

sino más bien la lluvia en sí.

El precioso fruto de la tierra [to.n ti,mion51 karpo.n th/j gh/j], es una indicación de

que el autor tiene un pequeño agricultor de vista,52

Mitton dice:

El labrador planta la semilla; puede contribuir a su crecimiento limpiando el campo

de cizaña; cuando viene la siega, puede almacenar la cosecha en los graneros. Pero

la germinación de la semilla sembrada y el proceso misterioso del crecimiento desde

que brota el capullo verde hasta que aparece el grano son proceso que sólo pueden

contemplarse con asombro.53

makroqumw/n evpV auvtw/| e[wj la,bh| pro,i?mon kai. o;yimon aguardando con paciencia

hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. La expresión [makroqumw/n evpV auvtw] que se

traduce aguardándolo con paciencia, puede traducirse más propiamente: “engrandeciendo

su ánimo sobre él hasta…”54

e[wj la,bh| hasta que reciba,55

ésta es una cláusula temporal, introducida por la

preposición e[wj (hasta) y acompañada del aoristo activo en el modo subjuntivo del

49 M. E. Glasswell, “evkde,comai”, Diccionario exegético del Nuevo Testamento, 1:1239. 50 Hierbert, The epistle of James, 297. 51

Así ti,mion es un adjetivo derivado de ti,me (honor, precio), querido por el labrador debido al afán que

ha dedicado al mismo. Robertson, “Santiago”, 75. 52 Davids, The epistle of James, 183. 53 C. Leslie Mitton, The epistle of James (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1966),

185. 54 Carro, “Santiago”, 281. “Esto es un participio presente en voz activa de makroqume,w acabado de

emplear en la exhortación, representando al labrador anhelando y esperando sobre su preciosa cosecha (cf. Lc. 18:7, de Dios)”. Robertson, “Santiago”, 75.

En este último texto el pensamiento es algo más profundo: usted no tiene absolutamente nada que ver

con el (misterioso) proceso. En Santiago la idea es simple: “no perder la paciencia.” Dibelius, A Commentary

on the Epistle of James, 243. 55 Cláusula temporal del futuro con e[wj y el segundo aoristo de subjuntivo en voz activa de lamba,nw,

describiendo vívidamente las esperanzas y la paciencia del labrador. Robertson, “Santiago”: 75. Está sujeto a controversia, ésta es la lectura del texto y la Koiné. B A Ψ. Otros (e.g., 33 א P 1175)

leer, e[wj {an. Dibelius, A Commentary on the Epistle of James, 244.

Page 11: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

verbo recibir (la,bei) esta construcción gramatical describe elocuentemente la

esperanza y la paciencia del labrador. El sujeto del verbo es la tierra. Es ésta la que

debe recibir la lluvia que ha de hacer germinar la semilla.56

La palabra [la,bh] no se encuentra en el original,57

se apela al uso de la lluvia por

ser apropiado a la ilustración.58

Así, los adjetivos pro,i?mon kai. o;yimon temprano y tardío,

están en neutro, del mismo modo que la palabra fruto.59

A la cual Dibelius dice:

En tal caso, temprana y tardía son designaciones para lluvia. Estos aparecen con este

significado numerosas veces en la LXX (Deut. 11:14; Os 6:3; Joel 2:23; Zac 10:1;

Jer 5:24). Para estar seguros ellos fueron encontrados allí con el sustantivo lluvia,

pero el regular uso del adjetivo sin el mismo contexto, puede tener la omisión del

sustantivo.60

Con el ejemplo del campesino queda claro que la paciencia no es pasiva ni inactiva,

al contrario: el cristiano debe mantenerse activo, haciendo lo suyo y dejando obrar también

a Dios (5:7).61

Es menester mencionar que el texto no hace alusión a cruzar los brazos o

tener en mente que todo lo que sucede viene de Dios por lo tanto no hacer nada. Fickett

dice:

No implica sentarse sin hacer nada, esperando que venga el Salvador. Los cristianos

56 Evis L. Carballosa, Santiago una fe en acción, 234. 57 “La lectura la,bh| pro,i?mon kai. o;yimon tiene el sólido respaldo de representantes de los tipos

textuales alejandrinos y occidentales (P74 B 048 1739 vg copsa), pero por resultar ambigua los copistas

añadieron lo que a su parecer era un sustantivo más apropiado. Por lo tanto, y en conformidad con el uso

regular de LXX, ueto,n se encuentra en A K L P Ψ casi todos los mss minúsculos sirp,h al. Algunos otros

testigos (1175 398 255 א itff sirhmg (copbo), Casiodoro Antíoco), tal vez por no conocer el clima de Palestina y

la gran importancia que tenían las lluvias tempranas y las tardías, introduce karpo.n (palabra derivada de la

frase anterior), lo que implica que el sujeto de la,bh es el agricultor.” Bruce Metzger, “Santiago”, Un

comentario textual al Nuevo Testamento griego, trad. Moisés Silva (Stuttgart: Sociedades Bíblicas Alemanas,

2006), 610. 58 Es muy probable que Santiago tuviera esto en mente, y eso justificara la traducción tanto de la NVI

y Lenguaje actual, “temporadas de lluvia”, como la de otras versiones que hacen referencia a “la lluvia

temprana y la tardía” (ver RV, LBLA, Biblia de Jerusalén, Biblia del peregrino o Nuestro pueblo. Moo,

Comentario de la epístola de Santiago, 257. 59 La lección primitiva, aceptada por Nestle y otros críticos, presentan dos adjetivos neutros sin

substantivo expreso. Así nos la presenta los códices B, 33 y las versiones aramea y Vulgata: temporaneum et

serotinum. Sin embargo, muchos códices añaden, como una explicación, un substantivo, que suele ser

u`eto,j=lluvia; algunos otros códices (S, 398, etc.) tienen karpo,j= fruto. Esta última lección es aceptada por

Casiodoro y San Beda. Salguero, “Santiago”, 78. 60 Para Spitta temprano y tardío se refiere a la Parusía, entonces debe dar frutos y no lluvia, resume los

detalles de esta imagen, son entendidos alegóricamente, como un pensamiento que está ciertamente lejos de la

mente de Santiago. Debelius opta que la temprana y tardía se refiere a la lluvia. F. Spitta, “Der Brief des

Jakobus,”(1896), en, Debelius, A Commentary on the Epistle of James, 243-244.

La palabra lluvia está ausente en los mejores MSS. El adjetivo pro,i?moj (temprano) aparece sólo aquí

en el N.T., aunque es viejo tanto en la forma pro,i?moj como pro,ij. Vease Dt. 11:14; Jer 5:24, etc. para estos

términos para designar la lluvia temprana en octubre o noviembre para la germinación del grano, y la lluvia

tardía (o;yimon, de o;yse, tardío, sólo aquí en el N.T.) en abril y mayo para la maduración del grano. Robertson,

“Santiago”, 75. 61 La biblia de nuestro Pueblo, Luis Alonso Schökel (Bilbao: Ediciones Mensajero, 2008), 2338.

Page 12: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

han de estar ocupados, como el granjero del que se habla (5:7) los que tienen una

idea de lo que es la vida en una granja, sabrán que mientras el labrador espera las

lluvias, tempranas o tardías, no está inactivo. Está ocupado cultivando sus campos,

regando los injertos, asegurándose de que su equipo está en buenas condiciones,

reparando y preparando el granero para la cosecha.62

La sección de exhortación del v. 8 cierra el inclusio comenzado del v. 7, a la cual

Dibelius dice que es la aplicación de la metáfora.63

makroqumh,sate kai. u`mei/j la inclusión

del uso adjetivo de kai y el pronombre personal u`mei/j buscan el énfasis.64

Nuevamente el

aoristo imperativo makroqumh,sate, sugiere la idea de una acción urgente. Así el creyente

debe esperar con paciencia la venida del Señor, quien de seguro vendrá, del mismo modo

que el labrador espera pacientemente que caiga la lluvia temprana y tardía, la que de seguro

caerá y dará frutos.65

sthri,xate ta.j kardi,aj u`mw/n en la NVI es más bien una paráfrasis “manténganse

firmes” la traducción literal es “fortalezcan sus corazones”. Es un imperativo, el sabio no

solo es paciente, además siente confianza y tranquilidad en Dios, dada la inminencia de la

venida del Señor, que Santiago afirma “se ha acercado”.66

“Esta expresión es, sin duda,

metafórica. El apóstol enfatiza la fortaleza de la vida interior, la firmeza espiritual y la

valentía de parte del creyente”.67

[kardi,aj] corazón, significa el interior del hombre, la sede

del entendimiento, del conocimiento y de la voluntad, pero también el sentido de

conciencia moral. Aunque más posible al hombre como en su totalidad.68

Por eso “en lugar de estar agitados y de sentirse impotentes ante la experiencia de

opresión, debían desarrollar un sentido de estabilidad”.69

Un fortalecimiento o

endurecimiento del corazón, para no sucumbir ante el mal o la impaciencia por la esperanza

escatológica. El hombre como tal, debía cuidarse para tener esa actitud activa, sin

desesperarse, y tener firmeza de corazón. o[ti h` parousi,a tou/ kuri,ou h;ggiken ha empezado el tiempo último de la historia, y

62 Harold L. Fickett Jr., Santiago, trad. Gersón Amat (Tarrasa: Editorial Clie, 1977), 157. 63 Dibelius, A Commentary on the Epistle of James, 244. 64 Kistemaker, “Santiago”, 197. 65 Carballosa, Santiago una fe en acción, 235. Énfasis mío (frutos). 66 Nelson Morales, Santiago, 45. “En el contexto escatológico de 1 Tes 3:13 encontramos la misma

expresión, aunque el agente de la acción, de “fortalecer los corazones”, es Dios mismo: “Que los fortalezca

interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos sus santos…” Y este verbo se usa con el

sentido de “estar firmes espiritualmente” en Lc 22:32; Rom 1:11; 1 Ped 5:10; Ap 3:2. Así, el objetivo de

Santiago es, animar a sus lectores a que, en medio de las tentaciones y las pruebas, se mantengan firmes en la

fe.” Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 258. También en, Davids, The Epistle of James, 184. 67 Carballosa, Santiago una fe en acción, 235. La frase “fortalecer sus corazones” (5:8) aparece cuatro

veces en la LXX (Jue. 19:5, 8; Sal. 111:8; Sir. 6:37) y aquí. Nelson Morales, Santiago, 45. 68 A. Sand, “kardi,a”, Diccionario exegético del Nuevo Testamento, 1:2195. En el A.T. corresponde en

hebreo lēb y lēbāb. En A.T. se emplea en sentido directo y figurado. La LXX lo utilizan para lēb

preponderantemente kardi,a, más raramente pensamiento o alma. Así, kardi,a, aparece en sentido amplio,

aplicado a todo hombre. Sorg, “corazón”, Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, 1: 339.

Así en el N.T. “la alegría, el miedo, el deseo, la concupiscencia, tiene su sede en el corazón. El

corazón es el yo del hombre interior, es el punto de apoyo de la acción de Dios, que lo escudriña, lo examina

y pone a prueba. B. Marchetti-Salvatori “Corazón”, Diccionario de espiritualidad, eds. Ermanno Ancilli, trad.

Joan Llopis (Barcelona: Editorial Herder, 1983), 1:489. 69 Hierbert, The epistle of James, 299.

Page 13: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

el juez ya está a las puertas.70

Esta es la razón por qué el creyente debe estar fortalecido y

paciente, la parusía está cerca.71

h;ggiken es mencionado 3 veces en la carta, esto tiene un

sentido intransitivo en la LXX es “acercar”. En este pasaje tiene el significado teológico de

acercarse: Dios (4: 8), la segunda venida del Señor (5: 8) y el hombre a Dios (4: 8).72

Una traducción más clara de [h;ggiken] sería “se ha acercado”. Aunque tal

escatología futura es la perspectiva dominante en Santiago, no ignora la naturaleza

escatológica presente de la vida cristiana.73

Por eso, “el futuro escatológico solo tiene

sentido si se relaciona con el presente y las realidades concretas que viven y enfrentan los

cristianos de todos los tiempos”.74

El siguiente evento en la historia es la venida de Cristo,

desde el tiempo de la iglesia primitiva hasta nuestros días, está cerca o es inminente.75

El credo niceno-constantinopolitano nos invita a mantenernos orientados hacia

Aquel “que volverá glorioso a juzgar a los vivos y a los muertos”: “Espero

(exspecto) la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro” la liturgia

eucarística está toda ella atravesada por ese deseo del advenimiento del Señor:

Esperamos tu retorno glorioso”76

.

Theilhard de Chardin escribió: “El Señor únicamente apresurará su venida si la

esperamos intensamente. Sólo (sic) los muchos deseos acumulados harán que irrumpa la

Parusía”.77

Por tanto, lo que interesa no es solo aprender a esperar, sino aprender a esperar

en medio del peligro y ser prudentes.78

Demanda ética ante la Parusía [Stg. 5:9]

En v. 9 mh. stena,zete( avdelfoi, katV avllh,lwn i[na mh. kriqh/te\ ivdou. o krith.j pro. tw/n qurw/n e[sthkenÅ79 Santiago vuelve sobre la misma idea ( 4:11-12) no juzgar para no ser

70 Josep-Oriol Tuñi-Xavier Alegre, “la carta de Santiago”, 314. 71 Nótese que es la segunda vez en el mismo pasaje que Santiago se refiere a la Parusía del Señor. Esta

repetición, sin duda, significa que el apóstol desea enfatizar dicha verdad (vv. 7-8). 72 Hortz, “evggi,zw”, Diccionario exegético del Nuevo Testamento, 1: 1122-1123. Es un perfecto de

indicativo en voz activa de evggi,zw, un verbo común. Acercarse, en Stg. 4:8 para acercarse. En 1ª Ped 4:7 la

misma palabra aparece tener un sentido escatológico, como aparentemente aquí. ¿A cuán cerca se refería

Santiago? Está claro que sólo podía referirse a una cercanía indeterminada, porque Jesús había dicho de

manera explícita que nadie sabía cuando él volvería. Robertson, “Santiago”, 75-76. 73 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 51. 74 David Suazo Jiménez, La función profética de la educación teológica evangélica en América

Latina, 120. La referencia aquí es hacia la interpretación “escatológica de mediación”, propuesta por O.

Cullmann, en una fórmula que ya se ha hecho clásica, lo “ya realizado” “ya sí” en Jesús y lo “todavía

inacabado” “todavía no”. Juna José Tamayo, “Escatología Cristiana”, Conceptos fundamentales del

cristianismo, 387. 75 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 259. 76 Joël Spronck, trad. Ángel Rubio G., “La espera cristiana de la parusía”, Selecciones de Teología,

49/196 (octubre-diciembre 2010): 286. 77 Ibid., 291. 78 La espera (Ernst Bloch), la prudencia (S. Kierkegaard), Jürgen Moltmann, La venida de Dios,

escatología cristiana, trad. Ruiz-Garrido (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2004), 303. 79 Debelius no ve la necesidad de encontrar algún tipo de conexión entre la advertencia de “no quejarse

los unos de los otros” y el dicho que antecede. Véase más en, Dibelius, A Commentary on the Epistle of

James, 244.

Page 14: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

juzgados. Tiene referente con la proximidad de la parusía, con el versículo precedente.80 .

No [mh.], introduce una prohibición y el presente imperativo de stena,zete que significa

gruñir o murmurar, contiene la idea de quejarse y criticar de forma negativa.81

Así es

altamente probable que esta situación se estuviera dando, en que los lectores (v. 7

makroqume,w) se habían dado a las quejas.

avdelfoi, katV avllh,lwn la prohibición que Santiago pide es sobre “no quejarse los

unos de los otros”, encaja con uno de los temas más persistentes de la epístola: el problema

de la lengua y la murmuración (1:27; 4:11-12).82

Por eso “el creyente no solo debe esperar

a Cristo pacientemente, sino que también debe vivir una vida que armonice con la realidad

de la venida del Señor”.83

Así introduce Santiago el imperativo, exhortando a “practicar la

caridad fraterna”84

en la comunidad. “Claramente usa el verbo para describir la queja de o

contra [katV] los demás miembros de la comunidad,”85

haciendo ver los problemas

interpersonales a nivel congregacional.86

i[na mh. kriqh/te87 una clausula que indica el propósito negativo, de no culparse los

unos y los otros (Mt 7:1).88

Santiago tiene el propósito de prohibir los ataques de disturbio a

la armonía de la comunidad,89

para no ser juzgados ivdou. o krith.j pro. tw/n qurw/n e[sthken he aquí el juez está delante de la puerta.

90 Para reforzar la advertencia, Santiago recuerda

de nuevo a sus lectores que ese juicio es inminente: ¡El juez ya está en la puerta¡ El

paralelismo vv.7-8 hace pensar que lo más probable es que, cuando habla de juez, se está

refiriendo a Cristo.91

Y por lo tanto no se deben juzgar entre ellos, porque ante la parusía

80 Alonso, “Santiago”, 220. 81 Fickett, Santiago, 159. “Déjense de quejar, como algunos estaban haciendo ya en vista de sus

problemas.” Robertson, “Santiago”, 76. 82 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 259.

Existe un paralelo en la carta de Santiago con el sermón de la montaña, en este caso con Mt 5:22. Para

ver un panorama general de la comparación, puede ver en, Josep-Oriol Tuñi-Xavier Alegre, “la carta de

Santiago”, 315. “En el contexto del Sermón del Monte, está la exigencia de no juzgar Mt 7:1”, en Salguero,

“Santiago”, 79. 83 Carballosa, Santiago una fe en acción, 236. 84 Salguero, “Santiago”, 79. 85 Como ya hizo en 4:11-12, Santiago dice que no hemos de hablar mal y así juzgar a los demás. No

obstante, en el pasaje anterior había asociado la crítica con el juicio; aquí, advierte que criticar a los demás es

peligroso, pues vamos a ser juzgados. Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 260.

Eso no da fuerza ni hace menos pesada las cargas; al contrario, exaspera, acumula amargura en el

corazón, favorece el odio; de manera que, al murmurar, el hombre atrae sobre sí un juicio. Ch. Rochedieu,

“Santiago”, Los tesoros del nuevo testamento, trad. E. Beux (Buenos Aires: Editorial La Aurora, 1957), 713-

714. 86 En las relaciones comunitarias se constata que no existe armonía, pues se encuentran envueltos en

enemistades y rivalidades, luchas y divisiones, producidas por una serie de desórdenes y vicios […] es una

comunidad que manifiesta duda o desconcierto en algunos principios y criterios de comportamiento cristiano.

Araya, “El profetismo en la carta de Santiago”: 57. 87 “El aoristo pasivo subjuntivo en esta cláusula de propósito negativo implica que Cristo es el juez de

día del juicio.” Kistemaker, “Santiago”, 199. 88 Carballosa, Santiago una fe en acción, 236. Juzgar se toma en sentido peyorativo, de condenar.

Alonso, “Santiago”, 220. 89 Davids, The Epistle of James, 185. 90 Es la misma imagen evangélica que se encuentra en Mr 13:29 (Mt 24:33) y se refiere también a la

proximidad de la parusía, como el ejemplo anterior v.7. Alonso, “Santiago”, 220. 91 Así lo cree la mayoría de los comentaristas; ver en, Moo, Comentario de la epístola de Santiago,

260.

Page 15: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

debe imperar la unidad comunitaria, y no solo esperar el juicio para los malos (fuera de la

comunidad) sino también el juicio es para ellos (los hermanos).92

pro. tw/n qurw/n e[sthken el Señor ya está ahora parado delante de la puerta (ver. Mt.

24:33 y Mr 3:29; Ap. 3:20).93

[e[sthken de i[sthmi trad. Está ahora de pie].94

“Jesús el juez

es representado como dispuesto a entrar para el juicio”.95

A esto dice Tamez:

El juez, entonces, será el que dictará sentencia contra todos aquellos y todo aquello

que les ha hecho sufrir: personas, instituciones, sistemas. En el caso de Santiago, se

alude al juicio contra los ricos que oprimen y discriminan a los pobres y

campesinos.96

Al analizar el tema, al principio el juicio es para los malvados confrontando a los

creyentes que están bajo opresión; pero a continuación les recuerda a los creyentes que la

parusía también será una seria evaluación de su estado y conducta.97

Así para Davids:

La proximidad del día escatológico no es solo un día que anhelamos porque Dios

por fin juzgará a los pecadores, sino que también es una advertencia para examinar

la conducta y así, cuando aquel cuyos pasos cada vez están más cerca, estemos

preparados para abrir […] El Señor que está por venir es también el juez de los

cristianos.98

Aunque como dice Schrage: “[…] no se puede considerar la espera escatológica

como el único motivo que rige la ética. Esta espera se encuentra más bien en un equilibrio

inestable entre el conocimiento de la caducidad del hombre y el plan de Dios”.99

La ética de

la comunidad tiene relación con la esperanza, pero también con la fe y la escucha de la

palabra.100

“El apóstol Santiago establece claramente un principio importante de la ética

92 El soberbio toma el lugar de Dios, el Juez, cuando habla mal del actuar de su hermano en 4:11-12.

Esta parece ser la idea de la prohibición. No se trata de quejarse por la opresión del rico de 5:1-6, o de

injusticias sufridas. Es más bien una actitud crítica de molestia contra el actuar de sus hermanos de la comunidad de fe. Ya lo había señalado como pecaminoso en 4:11-12. La diferencia aquí es que el mismísimo

Juez es el que declara la justa sentencia de culpable, no el creyente engreído. Morales, Santiago, 46. 93 Deiros, “Santiago”, 241. 94 e[sthken, el tiempo de i[sthmi (permanezco quieto), tiene una connotación presente. Kistemaker,

“Santiago”, 199. 95 Robertson, “Santiago”, 76. Es una figura que muestra a Cristo como parado frente al umbral…

figura que el mismo Señor había utilizado en su discurso escatológico (Mt 24:33; Mr 13:29). Carro,

“Santiago”, 283. También Heb. 10:25; Mt. 25; 2 Ped. 3:11-14; Tito 2:11-13; están en un contexto

escatológico con repercusiones para el buen actuar en el presente. 96 Tamez, No discriminen a los pobres, 105. 97 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 260. 98 Davids, The Epistle of James, 185. Un análisis sobre esto tiene relación con 1:9-11 donde parece ser

que no hay justicia para los “pobre/hermanos de condición humilde”, pero realmente aquí no se trata de la

ausencia de juicio ni de abogar por votos de pobreza, sino de vivir la vida con el enfoque correcto en lo

eterno, no en lo perecedero, lo temporal. Morales, Santiago, 9. Por eso el cristiano debe estar consciente de no

ceder a la tentación de riqueza o mal comportamiento, porque también Dios lo juzgará. 99 Wolfgang Schrage, Ética del Nuevo Testamento, trad. Javier Lacarra (Salamanca: Ediciones

Sígueme, 1987), 348. 100 Ibid., 342.

Page 16: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

cristiana, es el de no condenar al hermano de la fe”.101

Así, la espera de la parusía, invita a

una utopía que afecta el presente, una utopía que invita a la unidad y no a la murmuración

los unos a los otros.

Una fraternidad utópica en espera de la parusía, es una comunidad descrita de esta

manera por Bonhoeffer:

Mi hermano en la comunidad, no es tal hombre piadoso necesitado de fraternidad,

sino el hombre que Jesucristo ha salvado, a quien ha perdonado los pecados y ha

llamado, como a mí, a la fe y a la vida eterna […] por lo tanto lo que fundamenta

nuestra comunidad, no es lo que podamos ser en nosotros mismos, con nuestra vida

interior…sino aquello que somos por el poder de Cristo, siguiendo la ética

escatológica que afecte el presente común.102

También una comunidad, que invita al cambio ad intra, donde todos los hermanos

contribuyen a la creación de una realidad utópica, como lo afirma Driver:

En esta comunidad todos somos sacerdotes, los unos de los otros. En esta

comunidad cobran pleno sentido las exhortaciones a confesarnos mutuamente

nuestros pecados; orar los unos por los otros; someternos los unos a los otros;

amarnos los unos a los otros; y pronunciar palabras de perdón los unos a los otros,

en el nombre de Dios.103

Así, toma realce la invitación de Santiago, a la cual dice Araya:

La invitación es realizar una “ortopraxis coherente viviendo los mandamientos de la

“ley perfecta de la libertad”: la justicia, la compasión, la misericordia, el amor…

(1:27; 2:1-13; 3:18; 5:4), como acto de obediencia a las exigencias de Dios, y en la

espera, paciente y confiada, de su juicio, que ponga fin a tantas injusticias cometidas

contra los “pobres-justos.”104

En esta sección Santiago ha desarrollado el ejemplo de la naturaleza –la espera de

las lluvias de otoño y de la primavera (5:7) –, reafirmando que la espera de la parusía tiene

secuela con la vida en comunidad en este presente. Así, el segundo ejemplo que introducirá

ahora tiene relación con las Escrituras (vv.10-11); sabe que los lectores están bien

familiarizados con la historia del A.T.105

Ejemplos utópicos [Stg. 5:10-11]

En los vv. 10-11, Santiago regresa al tema de los vv. 7-8, mientras refuerza e ilustra

101 Carballosa, Santiago una fe en acción, 237. 102 Dietrich Bonhoeffer, Vida en comunidad, trad. Francisco Tejada (Salamanca: Ediciones Sígueme,

2003), 17. Énfasis mío. 103 Juan Driver, contra corriente: ensayos sobre eclesiología radical, ediciones SEMILLA, Guatemala

1998, en, Milka Rindzinski, Juan Francisco Martínez, Comunidad y misión desde la periferia, ensayos en

celebración de la vida y ministerio de Juan Driver (Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2006), 76. 104 Araya, “El profetismo en la carta de Santiago”: 62. 105 Kistemaker, “Santiago”, 199.

Page 17: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

su exhortación a la paciencia en medio de la presión.106

Hermanos [avdelfoi,] “la tercera vez

que Santiago les llama hermanos. Éste es un indicativo de creyente, pero también un

recurso retórico que utiliza para que le hagan caso”.107

Ante esto, el autor recurre a las

Escrituras para mostrarle a los lectores dos ejemplos: uno de los profetas y el otro de Job.108

En cuanto al primer ejemplo sobre los profetas109

Salguero dice:

Los sufrimientos de los profetas constituyen un ejemplo citado frecuentemente en la

catequesis primitiva. El profeta por excelencia era Jeremías. Pero también tuvieron

mucho que sufrir Amós, Oseas, Elías, Isaías y Daniel. Pedro cita a Jesús como

ejemplo de paciencia…110

En el tiempo del autor de la epístola estaba difundida la idea de los profetas como

mártires, tal vez por influjo de algunas leyendas judías.111

Así, Santiago introduce su

mensaje con [u`po,deigma la,bete( avdelfoi] , donde el vocablo “ejemplo” [u`po,deigma] ocupa

el primer lugar en la oración, recibiendo de esta manera todo el énfasis.112

La palabra

hebrea que se traduce como “ejemplo” [u`po,deigma] refleja en cierto sentido la tradición

macabea, en los libros de los Macabeos aparece en tres ocasiones para referirse al heroico

ejemplo de los mártires judíos (2 Mc. 6: 28, 31; 4 Mc. 17:23) normalmente se refiere a algo

digno de imitar”.113

Es por esa razón que “Santiago usa el vocablo para exhortar a sus

lectores a que imiten ese ejemplo que concierne a sufrimiento y paciencia”.114

Tomen [la,bete] es un imperativo/mandato, sugiere la urgencia de la acción de la

106 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 261. 107 Tamez, No discriminen a los pobres, 105. 108 Ibid. Santiago cita textualmente el A.T. raras ocasiones, por ejemplo el empleo de las figuras

ejemplares de Abrahán, Rajab, Job, Elías y los profetas en general […] La carta nos revela que Santiago ha

entrelazado “la ley, los profetas y los escritos”, uniendo en una síntesis madura todo este gran patrimonio. Su

enfoque es hacia sus destinatarios, cristianos que, racial, cultural y emocionalmente, seguían siendo judíos.

Araya, “El profetismo en la carta de Santiago”: 14. 109 La literatura profética describe la utopía de un mundo mejor. Ver más en, Tamayo, Invitación a la

Utopía, 195-199. 110 Salguero, “Santiago”, 79. Jesús, según Mt 5:11-12, puso también a los profetas como modelos de

aguante (Lc 11:49; Hech 7:52) y Jeremías es un ejemplo insigne de paciencia en medio de mil contrariedades

y tribulaciones. Alonso, “Santiago”, 220.

“Los profetas son profundamente conscientes del dolor, angustia y disfunción presentes de la

comunidad que se consideraron agobiada con el desastre que se avecina. Y lo contrario, hablaban de posibles futuros que invitaban […] a los oyentes a apartarse de las generalidades dominantes y considerar un escenario

alternativo acerca de su vida con Yahvé.” Walter Brueggemann, Teología del antiguo testamento, un juicio a

Yahvé, trad. Francisco J. Molina de la Torre (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2007), 657-658. En este sentido,

Krüger dice que Santiago es un profeta. Krüger, “Antisociales, anti-comunitarios y asesinos”: 73. 111 Ciertas alusiones del martirio de los profetas se encuentra en Heb 11:33. Alonso, “Santiago”, 220.

Al profetismo y la función profética no es ajeno el N.T. en general. Efectivamente, la profecía fue un

fenómeno importante en las comunidades cristianas primitivas, de lo que encontramos numeroso eco en sus

escritos canónicos y extracanónicos (1 Cor 11:2-26; 14:1-40; Mt 7:22; 10: 41; Hch 21:9; 1 Tim 1:18; 4:14; Ap

1:3; 10: 11; 22:7.9-10.18-19; Did 11-13). Araya, “El profetismo en la carta de Santiago”: 10. 112 Kistemaker, “Santiago”, 199. 113 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 261. upo,deigma palabra tardía, en lugar de la antigua

paradeigma, de hupodeiknumi, copiar debajo, enseñar (Lc 6:47), aquí como copia a ser imitada como en Jn

13:15, y como advertencia (Heb 4:11). Robertson, “Santiago”, 76. 114 Carballosa, Santiago una fe en acción, 238.

Page 18: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

comunidad,115

y lo que se tiene que tomar como ejemplo es [th/j kakopaqi,aj kai. th/j makroqumi,aj] los dos términos aparecen de forma coordinada, literalmente “como

sufrimiento y paciencia”.116

Una traducción clara sería, “hermanos, tomen como ejemplo de

sufrimiento y de paciencia es decir a los profetas.”117

La mayoría de las versiones inglesas

de la Biblia interpretan que es una endíadis.118

En medio del sufrimiento, el elemento de

paciencia [th/j makroqumi,aj] es clave, porque fomenta una tranquilidad.119

Pero por la

correlación va acompañado de [h/j kakopaqi,aj120] sufrimiento.

oi] evla,lhsan evn tw/| ovno,mati kuri,ouÅ los profetas sufrieron porque hablaron en el

nombre del Señor. “Este sufrimiento guarda relación con una palabra profética no

recibida”.121

Porque el mensaje que predicaban no era lo que sus oyentes deseaban

escuchar.122

El mensaje era divino [evn tw/| ovno,mati kuri,ou], como tal, raras veces era

115 Aquí predicado acusativo con tou.j profh,taj como el objeto directo de la,bete. Robertson,

“Santiago”, 76. El mismo autor dice: “De aflicción, vieja palabra de kakopathës, sufriendo el mal (v.13), solo aquí en el N.T. y de paciencia como en 5:7. (Lo uno, un freno a la venganza, lo otro no sucumbir tan

fácilmente)”. La urgencia de la acción tiene que ver con la paciencia activa, la comunidad tiene que tomar

parte en la problemática existente, el de hablar como los profetas. 116 Esta exhortación podría estar apuntando de nuevo a que Santiago depende de la tradición de los

macabeos, puesto que en 4 Mac 9:8 aparece una frase muy similar: “Porque nosotros, a través de este mismo

sufrimiento y paciencia, tendremos el premio de la virtud y estaremos con Dios”. Moo, Comentario de la

epístola de Santiago, 261. 117 Aquí aparece un doble acusativo, el primero es u`po,deigma que es el complemento de tou.j profh,taj

este es el objeto directo, es más específico. En este caso los dos genitivos th/j kakopaqi,aj kai. th/j makroqumi,aj modifican a u`po,deigma lo que implica énfasis sobre lo que hay que copiar de los profetas. Una

traducción clara quedaría así: “hermanos, como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas.” Daniel

Wallace, Gramática griega, sintaxis del Nuevo Testamento, trad. Daniel S. Steffen (Miami: Editorial Vida,

2011), 110-114. 118 Moo, Comentario de la epístola de Santiago: 261. Para Bauer el primer sustantivo tiene un

significado activo y se refiere al “sufrimiento que una persona soporta, al esfuerzo tenaz que uno hace, o a la

perseverancia que ejerce.” W. Bauer, A Greek-English Lexicón of the New Testament and other early

Christian literature (Chicago: University of Chicago press, 1979), 379.

El segundo sustantivo, paciencia, puede ser tomado conjuntamente con el primero. Dado que ambos sustantivos están en caso genitivo, el uno depende del otro. La traducción es, entonces, “paciencia en el

sufrimiento.” Friedrich Blass and Albert Debrunner, A Greek Grammar of the New Testament and other early

Christian literature, trad. Robert Funk (Chicago: University of Chicago Press, 1961), 442. 119 Horst dice respecto a este término que: “Al principio makroqumi,aj significó “resignación” o

“aceptación formada”. Después asume matices tales como “aceptación desesperada”, “demora” y “acción de

soportar”. En el AT toma una profundidad teológica cuando se usa respecto a cómo Dios “espera pacientemente” o “soporta” En los escritos rabínicos la paciencia se distingue de la indulgencia… En el NT y

el apóstol Pablo la paciencia de Dios compromete a los cristianos a una paciencia semejante (1 Tes. 5:14),

que, como fruto controlado por el Espíritu controlado por el amor (Gál. 5:22), desemboca en la corrección

mutua. […] Es una fuerza espiritual que tiene su origen en la gloria divina y se pone de manifiesto en una

gozosa capacidad de soportar.” J. Horst, “makroqumi,aj”, Diccionario teológico del Nuevo Testamento, 2: 540-

541. 120 “kakopaqi,aj” Horst dice: “según Santiago 5:10, los profetas son ejemplo de firmeza en soportar

sufrimientos y de paciencia kakopaqi,aj kai makroqumi,aj. Sería posible igualmente traducir este término por

“sufrimiento, tribulación” (Mal 1:13; 2 Mac 2:26; también Stg. 5:13), pero la alusión a los profetas (o mártires

judíos) (Mt 5:12, 23, 29; Heb 11:32) y la asociación con makroqumi,a nos hace pensar más bien en la

disposición para soportar el sufrimiento. Horst Balz, Gerhard Schneider, Diccionario exegético del Nuevo

Testamento, 2:2158. 121 Gilles Becquet et. al. La carta de Santiago, lectura socio-lingüística (Navarra: Editorial Verbo

Divino, 1988), 62. 122 Carballosa, Santiago una fe en acción, 238.

Page 19: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

agradable y muy a menudo provocaba la ira y el atropello físico.123

Blomberg dice:

Lo que se destaca en el v.10 es el discurso profético [tou.j profh,taj oi] evla,lhsan evn tw/| ovno,mati kuri,ou], y ese discurso era notorio por su retórica de denuncia contra

los injustos y su injusticia, aun dentro de la comunidad de los que profesaban ser

parte del pueblo de Dios.124

El discurso o la voz profética se puede ver en dos dimensiones: la negativa, que se

identifica con la denuncia de la injusticia y la segunda es la positiva que se identifica con el

llamado al arrepentimiento, es decir, a la obediencia activa del pueblo para seguir la

justicia.125

Por lo tanto ante la existencia del sufrimiento y paciencia, alzaron la voz a favor

de la justicia, a favor de la comunidad, con la palabra dada por Dios. El poeta argentino

Federico Pagura dice con relación a un ejemplo de función profética:

Porque Él entró en el mundo y en la historia

porque él quebrantó el silencio y la agonía

porque llenó la tierra de su gloria

porque fue luz en nuestra noche fría…

Por eso es que hoy tenemos esperanza

por eso es que hoy luchamos con porfía

por eso es que hoy miramos con confianza

el provenir en esta tierra mía.

Porque atacó a ambiciosos mercaderes

y denunció maldad e hipocresía

porque exaltó a los niños, la mujeres

y rechazó a los que de orgullo ardían…

Porque una aurora vio su gran victoria

sobre la muerte, el miedo, las mentiras

ya nada puede detener su historia

ni de su reino eterno la venida.126

123 Clayton Harrop, Santiago, bases para una ética Cristiana, trad. Sara P. Molina (El Paso, Texas:

Casa Bautista de Publicaciones, 1987), 101. 124 Craig L. Blomberg, “Las posesiones materiales en el cristianismo primitivo”, Kairós 25 (julio-

diciembre 1999): 26. “Estos heraldos con autoridad pero sin credenciales no revelan verdades universales,

sino que hablan en concreto a un tiempo, un lugar o una circunstancia determinada. Por lo general perciben su

época y su ambiente como una situación de crisis, un contexto en el que se ocurre grandes peligros y se deben

tomar decisiones de vida o muerte. Quizás sea mejor decir que aparición y el discurso del profeta provocan

una circunstancia de crisis donde nadie la había percibido anteriormente. Es decir, los profetas no sólo

responden a la crisis, sino que, por su repentina aparición, la genera.” Brueggemann, Teología del Antiguo

Testamento, 655. 125 Suazo, La función profética de la educación teológica evangélica en América Latina, 61. Su

discurso puede verse también en tres géneros: los oráculos de juicio, la llamada de arrepentimiento y los

oráculos de promesas; los motivos era de juicio y esperanza. Brueggemann, Teología del Antiguo Testamento,

667-671. 126 Federico Pagura, “Tenemos esperanza”, en Leopoldo Cervantes-Ortíz, El salmo fugitivo, antología

de poesía religiosa latinoamericana (Miami: Editorial Clie, 2009), 335. “Los cristianos afirman que Jesús fue

un profeta, un hombre que habló y actuó en nombre de Dios, proclamando su justicia y anunciando la

culminación de la historia humana.” Ha sido catalogado como un profeta escatológico y mesiánico. Pikaza,

Diccionario de las tres religiones, 931.

Page 20: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

La idea que Santiago presenta, es que ante la dificultad, la paciencia no tiene

connotaciones de no hacer nada, de dejarse humillar por alguna persona o sistema, sino más

bien alzar la voz siguiendo el modelo de los profetas, en pro de la justicia. A pesar de la

dependencia divina, en el presente se hace patente la utopía, actuar a favor de una mejor

comunidad, y una mejor sociedad, tomando como modelo a los profetas. Por esa razón

también Santiago afirma, según Araya:

La palabra o la voluntad de Dios no se “dice”, sino se “hace”, se realiza y se cumple

en la historia y en la vida; cuando critica la falsa manera de vivir la religiosidad y la

fe; cuando clama por los pobres, los hambrientos, los impotentes y explotados, y

reclaman justicia y misericordia; cuando pronuncia su dura denuncia y condena de

la perícopa de 5:1-6, llegamos a la conclusión que en nuestro autor tenemos al

Amós, al Isaías, al Miqueas de la Nueva Alianza.127

En el v. 11 se hace eco las bienaventuranzas de Jesús (Mt. 5:10-12) Santiago escribe

“Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba” 1:3 y 12. Así al final de la

epístola, él menciona la “perseverancia” [u`pomei,nantaj] en el contexto de una

consideración del tema de la paciencia 5:11.128

Ahora [ivdou.], es introducida para el

siguiente ejemplo como en 5:7, he aquí, vean o contemplen; Santiago invita a prestar

atención. Así, él introduce el segundo ejemplo antiguotestamentario, que es en torno a

“Job.”129

El vocablo [makari,zomen130

] bienaventurados, aparece tres veces en Santiago (1:12;

25 y 5:11) ante ello Deiros dice:

La alegría no se encuentra en el sufrimiento en sí, sino en la combinación de éste

con la paciencia en la expectativa escatológica de la liberación. Se trata de una

bienaventuranza […] que va dirigida a quienes habrán de ser liberados en el

juicio...131

[tou.j u`pomei,nantaj\132] los que sufren; la paciencia que Santiago hace mención en

el v. 7, una vez en el v.8 y un en el v.10 tiende a ser diferente que u`pome,nw, upomonh,. En

sentido ético general u`pome,nw significa la firmeza frente a toda clase de tentación al mal

127 Araya, “El profetismo en la carta de Santiago”: 65. 128 Kistemaker, “Santiago”, 200. 129 Figura ejemplar de la tradición israelita, protagonista de libro de su nombre. Aparece citado en el

N.T. (Stg 5:11) y en el Corán (4:163, 6:84, 21:83, 38:41). En torno a su figura se ha planteado el tema básico

de las relaciones de Dios con el hombre y el misterio de la teodicea, vinculada al sufrimiento del inocente. Pikaza, Diccionario de las tres religiones, 581.

130 makari,zomen vieja palabra (presente indicativo en voz activa de makari,zw), de maka,rioj (feliz), en

el N.T. sólo aquí y en Lc. 1:48. “Felicitamos”. Como en 1:3, 12 y Dn. 12:12. Robertson, “Santiago”, 76.

Horst dice: es proclamar feliz, alabar como bienaventurado a una persona. En Lc 1:48 dice de sí María

(desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones); en Stg. 5:11 (tenemos por bienaventurados a

los que sufren). Horst Balz, Gerhard Schneider, Diccionario exegético del Nuevo Testamento, 2: 126. 131 Deiros, “Santiago”, 244. 132 El participio en tiempo aoristo con artículo determinado se refiere a una clase general de gente.

Kistemaker, “Santiago”, 202.

Page 21: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

(Stg. 1: 12; 5: 11).133

Se cree que “paciencia” es usado de la respuesta que el creyente debe

tener ante las personas, aquí se usa “perseverancia” para referirse a la necesidad de soportar

las pruebas.134

Esta última sección en la que aparece la referencia a Job es el consejo de los

que han de ser animados por el ejemplo de los profetas y sobre todo por Job, que consoló a

los pobres durante su vida y un ejemplo de "paciencia consumada". Dios los ama y no los

ha olvidado.135

th.n upomonh.n VIw.b hvkou,sate la perseverancia de Job han oído, “Job”136

tal como

aparece en el libro hebreo, no es precisamente un ejemplo de paciencia. Sin embargo, a

través de los LXX, se obran en su figura algunas modificaciones. Algunas disonancias,

poco en consonancia con el acatamiento de las disposiciones divinas, desaparecen.137

El libro de Job está dividido en dos partes: la prosa y verso. La narración en prosa,

evidentemente Job es un ejemplo maravilloso de paciencia. Cuando, golpe a golpe,

es privado de todos sus bienes, tiene aquella frase maravillosa “Yahvé lo dio y

Yahvé lo ha quitado; el nombre de Yhavé sea bendito.” En el arte del verso es otra

cosa. Job ya no es ejemplo de paciencia, sino todo lo contrario…que tiene a Dios

por injusto, pues le trata como le trata, siendo Job como es inocente. (Téngase en

cuenta que es característico de la traducción de los LXX, y también de la Vulgata,

introducir, entre otras modificaciones, aquellas que afectan a la semblanza de Job y

133 En sentido figurado significa permanecer, en vez de darse la huída, aguantar y soportar males

“u`pome,nw”, en Horst Balz, Gerhard Schneider, Diccionario exegético del Nuevo Testamento, 2: 1895-1895.

A menudo implica pasividad en la espera, lo que implica la dependencia de la acción divina y no de

uno propio. (Sal 24:3; 32:20; Miq 7:7). Kurt Anders Richardson, “Job as exemplar in the Epistle of James”,

en Stanley E. Porter, Heraing the Old Testament in the New Testament (Michigan: Grand Rapids, 2006), 220. 134 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 263. Tamez llama a esta paciencia; paciencia

“militante.” Tamez, Santiago, 72-73. 135 Davids, The Epistle of James, 181. 136 En Baba Batra y en Génesis Rabbá se dice que Job nunca existió, sino que es un maŝal, es decir,

una alegoría. Ante esto, se contrapone Abraham ibn Ezra y define la existencia real del personaje. Lo

fundamenta en el hecho de que el profeta Ezequiel (Ez 14:20), mencionó a Noé, Daniel y Job y si se dudara

de la existencia de este último, también habría que poner en duda la de los otros. Mariano Gómez Aranda, El

comentario de Abraham Ibn Ezra al libro de Job (Madrid: CSIC, 2004), 45. 137 Santiago 5:11, que habla de la paciencia de Job, no puede menos de extrañar, a quien ha leído el

libro bíblico, y recuerda frases en labios de Job, que, lejos de ser modelo de paciencia y resignación, suenan

tanto escandalosas, por ejemplo, en la lamentación del cap. 3, donde maldice el día en que nació. Alonso,

“Santiago”, 220-221.

Tradicionalmente, en el pensamiento popular se deja que el “paciente” Job silencie al impaciente,

mientras que en la exégesis crítica se valora al Job que protesta a expensas del Job deferente. Brueggemann,

Teología del antiguo testamento, 518.

El relato de Job se escribió probablemente entre el 500 y el 400 a.C., es decir, con posteridad al exilio

del año 587. Resulta interesante observar cómo Israel no aborda el tema del fracaso y el sufrimiento hasta

después de la experiencia del exilio. Richard Rohr, Job y el misterio del sufrimiento, trad. Rosario Gutiérrez

C. (Madrid: Editorial PPC), 29-30. La figura veterotestamentaria de Job fue vinculada a tres particularidades durante la Edad Media. A

partir de Job 19:26, le fue reconocido el anuncio del misterio de la resurrección. Este aspecto, que se forjó en

los inicios del cristianismo, fue enriquecido con una perspectiva histórica y moral que asimiló su persona a la

de un hombre santo y paciente. Una tercera característica la encontramos a nivel alegórico pues sus dolores y

padecimientos lo convirtieron en una prefiguración de Cristo. Junto a estos tres significados que los estudios

han destacado, hay un cuarto que ha dejado de lado: Job también fue considerado un ejemplo de la conciencia

o discernimiento. Ignacio Uribe M. “De la conciencia a la visión: Job y la contemplación según Girolamo

Savanarola”, Teología y Vida 53/4 (2012): 423-424.

Page 22: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

que tienden a hacerle más aceptable).138

Es evidente que muchos israelitas se han identificado con esta figura piadosa y

paciente de Job, proyectando en ella sus padecimientos. Pero en el centro del libro, que es

un largo poema (Job 3-41) que al principio parece independiente de una especie de drama o

discurso dialogado, en largos versos duros, desgarrados, donde Job no es ya el hombre

piadoso y paciente del principio, sino un luchador que se enfrenta con Dios de una manera

crítica, respondiendo a los amigos que le acusan.139

Aquí, Santiago usa la interpretación donde Job es “perseverante”, “paciente”, y no

Job impaciente, con el objetivo de dar esperanza a la comunidad que pasaba por diversas

dificultades externas (5:1-6) e internas (5:9). A la cual como los profetas hablaron, a favor

de las injusticias, y no callaron, así mismo dice Barclay: “la sumisión de Job no es una

sumisión pasiva o callada; Job, preguntó e incluso desafió a Dios, pero la llamada de la fe

en su corazón llegó a extinguirse”.140

A esto llama Santiago a reflexión, incentivando a

recordar que Dios no los abandonará, al contrario les premiará al final de las pruebas. Pero,

como comunidad, no pueden ser pasivos y no hacer algo a favor de su presente.

kai. to. te,loj kuri,ou ei;dete(141 el fin del Señor, esta es la conclusión a la que el

Señor llevó el caso de Job (Job 42:12).142

“Se refiere al cambio que obró en él el Señor,

pasándole de la aflicción a una felicidad mucho mayor que la que había tenido antes”.143

Ha

existido una gama de interpretaciones sobre “el fin del Señor”, que ha hecho que el texto

sea un tanto difícil de argumentar y aceptar la correcta.144

La palabra fin [to. te,loj145] connota un sentido de finalidad o meta. Santiago, quería animar a sus lectores diciendo:

“nuestro sufrimiento presente no es el final de la historia; Dios va a transformar esa

138 Alonso Díaz, En lucha con el misterio, “La angustia en su punto más agudo en el libro de Job”

(Santander, 1967), en José Alonso, “Santiago”, 221-222. 139 Pikaza, Diccionario de las tres religiones, 582. 140 William Barclay, Santiago, I y II Pedro (Buenos Aires: Editorial La Aurora, 1974) 14:147-48. 141 Debido a varias interpretaciones, es menester reconocer que el contexto indica claramente que esta

frase no es una referencia a la muerte de Jesús. Kistemaker, “Santiago”, 202. 142 Robertson, “Santiago”, 77. 143 J. Daniélou, Les Saints Païens de L´ancien testament (Paris 1955), 109, en, Alonso, “Santiago”,

220. En el caso de Carballosa dice que Santiago: “usa la figura literaria llamada metonimia, es decir, una

palabra subordinada sustituye al objeto que desea expresarse. En este caso concreto, la expresión “el fin”

sustituye a la idea de “el galardón”, indudablemente el apóstol quiso decir: “y habéis visto el galardón que el

señor dio a Job.” Carballosa, Santiago una fe en acción, 239. 144 Una haggadah sobre el éxodo de Egipto, ampliamente atestigua, utiliza la expresión “el fin del

Señor” (Ex 13:17). El éxodo, como el fin señalado de los sufrimientos de los israelitas en Egipto, se

correspondería con la Parusía como el terminus ad quem de la opresión de las comunidades cristianas a las

que Santiago escribe. Deiros, “Santiago”, 245.

Véase estas posibilidades: primero con el sentido de “fin”, están: a) el fin de la vida del Señor (muerte

y resurrección), Agustín (PL 40:634). b) el fin del ministerio del Señor (la parusía), A.Strobel y R.P. Gordon.

c) el fin del Señor le dio a la situación de Job, es decir, la restauración de su fortuna al final del libro (NVI), Adamson y Laws. Segundo, con el sentido de “propósito”: el propósito que el Señor tenía cuando permitió

que Job pasara por aquellas pruebas, es decir, el “propósito” de pulir a Job., Mayor, Ropes, Martin., en, Moo,

Comentario de la epístola de Santiago, 264-265. 145 En el griego clásico como en la LXX y en el N.T. un amplio espectro de significados, que van

desde conclusión, meta hasta fin, fin del mundo, muerte. En el N.T. se halla el hecho de que te,loj se use

extensamente en sentido escatológico, ya sea para referirse al fin del mundo, a la muerte del martirio en las tribulaciones apocalípticas, o bien al fin de la ley en los tiempos escatológicos que han llegado con Cristo. H.

Hebner, “te,loj”, Diccionario Exegético del N.T., 2:1722-1723.

Page 23: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

situación, va a poner fin a nuestro sufrimiento, cuando Cristo sea revelado en gloria”.146

El “fin” que el Señor le dio a la situación Job muestra que el Señor es compasivo y

misericordioso. No realmente una recompensa material, como en el caso de Job, sino que

en medio de las situaciones difíciles es necesario perseverar en medio de la aflicción con

fidelidad y paciencia.147

Porque/que [o[ti] la conjunción se usa aquí para introducir una oración subordinada,

de modo que en este caso tiene una función continuativa.148

[polu,splagcno,j evstin o ku,rioj kai. oivkti,rmwnÅ149

] éstas son dos características relacionadas con la fidelidad de Dios en lo

que concierne a sus pactos. En este contexto [o ku,rioj], el Señor debe tomarse como una

referencia a YHWH. El apóstol parece recordar las promesas antiguotestametarias (Sal

86:15; 103:8; 111:4; 130:7; 145:8). 150

[polu,splagcno,j151] muy misericordioso y [kai. oivkti,rmwnÅ] compasivo.

152

El Dios que reveló su abundante compasión y misericordia en reivindicar Job es el

mismo hoy. El mismo espíritu de lealtad inquebrantable a Dios bajo la aflicción,

seguramente traerá una gran recompensa.153

Debe notarse que el contexto de Santiago 5:11

es escatológico. Ante ello recuerda que habrá un juicio venidero y, finalmente, declara que

el Señor es muy misericordioso y compasivo.154

El Señor vendrá a favor de la comunidad,

como lo hizo con Job.

Conclusión

En el contexto de Santiago 5:7-11 la comunidad que Santiago incentiva es hacia una

comunidad utópica. Donde tal comunidad opte por el imperativo categórico de la ética,155

porque la vida cristiana es meramente práctica. Además, una comunidad que tenga un alto

concepto de relación para con Dios y una demanda de relación con todos los creyentes.156

La utopía no es meramente una espera pasiva, es acción como el labrador, es palabra como

146 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 265. 147 Ibid., 266. A esto dice Dibelius: “se refiere a la sentencia visible de Dios, que consiste en el

resultado feliz de un período de sufrimiento, y no, como Spitta interpreta, a la recompensa en la otra vida. F.

Spitta, “Der Brief des Jakobus,” (1896), en, Dibelius, A Commentary on the Epistle of James, 246. 148 Carballosa, Santiago una fe en acción, 239. 149 Muy misericordioso (polu,splagcno,j) palabra compuesta tardía y rara (polu,s, ,splagcno,j), sólo aquí

en el N.T. Aparece también en Hermas (Sim. V.7.4; Mand. IV,3) Muy gentil. Y Compasivo (oivkti,rmwn) Adjetivo tardío y raro (de oivkteiro, compadecer), en el N.T. sólo aquí y en Lc. 6:36. Robertson, “Santiago”,

77. En el pasaje de Hermas se usa para “Señor”, que significa Dios. Dibelius, A Commentary on the Epistle of James, 248.

150 El apóstol parece citar el sentido del Sal 103:8. Esto es algo frecuente entre los escritores del Nuevo

Testamento y en ningún sentido afecta al concepto de la inspiración y autoridad de los escritores. Señor hace

referencia a YHWH. Carballosa, Santiago una fe en acción, 239; 325. También, Hierbert, The Epistle of

James, 306. 151 “polu,splagcno,j” es un hápax legomenon, que se produce después en Hermas, luego en Clemente.

Davids, The Espistle of James, 188. 152 Este adjetivo ocurre en otra parte del N.T. solo en Luc 6:36, donde Jesús usa la misericordia divina

como base de una advertencia para mostrar misericordia. Hierbert, The Epistle of James, 306. 153 Ibid. 154 Carballosa, Santiago una fe en acción, 240. Cf. Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich, Compendio del

diccionario teológico del N.T., 2:1048. 155 Tamayo, Invitación a la Utopía, 220. 156 Carballosa, Santiago una fe en acción, 240.

Page 24: LA-ESPERANZA-COMO-UTOPÍA

Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

los profetas y es paciencia que milita, como la de Job. Santiago ha desarrollado el papel de

profeta al escribir, porque su mensaje es esperanza a pesar del mal.

Es menester reconocer que la iglesia ha deseado la venida de Cristo pero

olvidándose de su deber en el presente, ha eso dice Queiruga: “La esperanza no puede

quedarse en constatación estática, sino que ha de convertirse necesariamente en

movimiento extático, en tarea que, movilizando el presente, abre al futuro y pone en juego

la vida misma”.157

Una esperanza activa y presente158

velado con una utopía profética.

Como algunos de los seglares del siglo XX: A. Romero y D. Bonhoeffer, Martín L. King y

Teresa de Calcuta.159

Como dijera A. Camus “la verdadera generosidad hacia el futuro

consiste en dar todo al presente”.160

En medio de la desesperanza, la opresión, la inseguridad y las injusticias, la iglesia

debe optar por una iglesia militante, que sepa responder a su contexto de una manera

coherente, con espíritu de protesta hacia la construcción de la utopía, que a la luz de Stg

5:7-11 invita a poner manos a la obra, como el labrador, no olvidando el futuro ni mucho

menos el presente, que es presente de decisión marcando un futuro, como oráculo hacia el

bienestar común.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Fecha publicación: 10/09/13 Guatemala C. A.

Derechos reservados: Theologicum – Universidad Francisco Marroquín

Editor general: Gonzalo A. Chamorro

157 Andrés Torres Queiruga, Esperanza a pesar del mal, la resurrección como horizonte (Santander:

Editorial Sal Terrae, 2005), 23. 158 Tamayo, Invitación a la Utopía, 226-227. 159 X. Pikaza, Diccionario de las tres religiones, 933. 160 Tamayo, Invitación a la Utopía, 227.