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LA GLOBALIZACIÓN Natalia Ribas Mateos
1. Una aproximación al concepto El origen del concepto descasa en el trabajo de los intelectuales del siglo XIX y
principios del siglo XX. Un ejemplo de este uso del término se puede hallar en Saint-
Simon cuando identificaba cómo la modernidad, progresivamente, iba integrando las
diversas partes del mundo. No obstante, no sería hasta los años sesenta del siglo XX
cuando se haga alusión al vocablo globalización, y fue en pocas ocasiones. Su empleo
se vincula a una etapa de interdependencia económica y política. El contexto de este
primer debate, durante los años sesenta, se ubica en las preocupaciones de los
científicos sociales acerca de la interconexión de los acontecimientos humanos, el
desarrollo de las teorías del sistema mundial y de la interdependencia compleja, e
incluso la introducción de la misma noción de globalización. En este sentido, la idea de
globalización emergió para poder explicar los procesos por los cuales el destino de los
Estados y de las personas estaba cada vez más entrelazado (Moldelslki 1972;
Wallerstein 1974, Keohane y Nye 1977, citados por Held y Mc Grew 2000:1).
Sin embargo, no será verdaderamente hasta los años ochenta que la noción de globalidad
aparezca en realidad en la literatura de las ciencias sociales. Lo que es más, hasta
mediados de los ochenta conceptos como gobernación mundial (global governance),
cambio medioambiental global (global environmental change), relaciones de género
globales (global gender relations) o economía política global (global political economy)
eran prácticamente desconocidos.1
Según los teóricos que examinan el fenómeno de la globalización, ésta transforma la
organización, la distribución y la forma del poder económico y político. La fase de la
globalización correspondería hoy a la emergencia de una nueva forma de estructura
social, comprendida desde una dimensión socio-espacial novedosa. No obstante,
podemos afirmar que no existe verdaderamente una única definición de la globalización.
Son muchas las caracterizaciones de ésta.
La definición del término “globalización” se debe realizar distinguiendo cautelosamente
diferentes niveles que se superponen en el tiempo y que amplían paulatinamente la
significación del vocablo hasta su uso actual. Un primer nivel estaría integrado por
aquellas definiciones que destacan el proceso del mundo convirtiéndose en un lugar único,
unitario (a single place). Esta conversión del planeta en una “aldea global” se realiza a
través de la intensificación de las relaciones económicas, políticas, sociales y culturales a
través de las fronteras. La particularidad de la globalización es la conformación de un
mundo único con dos dimensiones básicas: extensión y alcance al conjunto del planeta; y,
profundización de los niveles de interacción e interdependencia. Las relaciones sociales ya
no pueden concebirse sólo en términos locales, por lo que la globalización implica la “[...]
intensificación de las relaciones a lo largo del planeta que unen localidades lejanas, de
manera que los acontecimientos locales son influidos por acontecimientos que ocurren a
muchas millas de distancia y viceversa” (Giddens: 1999:64) Sin embargo, estos elementos,
1Una de las excepciones frecuentemete citadas es el artículo de Moore, “Global Sociology: the world as a
singular system”, American Journal of Sociology, vol. 71, n.º 5, 1966, pp. 475-482.
2
como vemos, no implican aspectos novedosos con relación a procesos sociales que ya
fueron identificados en los años setenta.
Un segundo nivel en las definiciones viene dado por la introducción del binomio espacio-
tiempo. Se trataría de, en palabras de Giddens, “[...] la condición bajo la cual tiempo y
espacio están organizados de tal manera que conectan presencia y ausencia”. Las
relaciones sociales y la interacción no dependen ya de la presencia simultánea en un sitio
determinado, pues las comunicaciones son instantáneas. Es la imbricación “presencia-
ausencia” a través del diálogo “local-global” a la que se refiere Giddens (idem). No sólo ha
aumentado la densidad de los contactos, sino que también se ha producido un cambio
cualitativo, ya que muchas de las conexiones son ahora instantáneas. Pensemos que en el
mundo globalizado las personas se pueden relacionar independientemente de su ubicación
longitudinal y latitudinal en el planeta, como si estuviesen colocadas en un plano
supraterritorial. Los acontecimientos globales pueden ocurrir casi simultáneamente (a
través de las telecomunicaciones, los ordenadores digitales, los medios audiovisuales o los
satélites). Es la creación de un “hiperespacio” y de una “región no territorial"
Un tercer nivel de la definición añadiría un último elemento a los procesos de
globalización: el aumento de la consciencia de los seres humanos de pertenecer a ese
mundo único. Al mismo tiempo que los constreñimientos geográficos, sociales y culturales
retroceden, los individuos son conscientes de que están retrocediendo. La globalización
como concepto se refiere también, a la comprensión e intensificación de esta percepción.
A efectos prácticos, podemos diferenciar distintos criterios definitorios de este concepto
(Giddens, 1990; Rosenau, 1999; Held y Mc Grew, 2000):
• La acción social a distancia: Una de las caracterizaciones básicas es que se ha
relacionado como la acción desde la distancia. Pensemos en la acción de agentes
sociales que están en lugares distintos puede tener consecuencias para otros
agentes sociales distantes. Se refiere a la reformulación del tiempo y el espacio
en el análisis de la acción social.
• La compresión tiempo-espacio: Hace referencia a la forma en que la
comunicación electrónica instantánea erosiona los límites de la distancia y el
tiempo en la organización de la interacción social.2
• Aceleración de la interdependencia: Concebida como la intensificación del
entramado entre las economías nacionales y en las sociedades, así que los
acontecimientos de un país dejen un impacto sobre los otros3.
2 La hipótesis central de Castells, para analizar la complejidad socioeconómica y cultural que se
está formando, es la revolución de la tecnología de la información. No obstante, no implica que la
tecnología sea determinante de la sociedad ni viceversa, aunque sí la sociedad y el Estado pueden
promover o sofocar su desarrollo (2000b: 35-37). El cambio de milenio arranca en la emergencia de una
nueva estructura social como resultado de la interacción, específicamente de la morfología de la red, la
relación de producción/consumo, el poder, la experiencia y la cultura. Para Castells el cambio en la
estructura social se ubica en el cambio informacional. La era de la información permite a la mayoría de
las sociedades del mundo varias manifestaciones culturales e institucionales, tal cual la sociedad
industrial caracterizaba la estructura social del capitalismo y el estatismo durante la mayor parte del siglo
XX (Castells, 2000b).
3 Para Beck, lo importante de la conceptualización de la globalización es poder llegar a ver las
consecuencias políticas del riesgo de la globalización económica, sea cual sea la referencia de la nueva
retórica de la globalización (economía, mercados, competencia laboral, producción, bienes y servicios,
flujos financieros, información, modos de vida). Las aparentemente cerradas instituciones de la sociedad
3
• El "encogimiento" del mundo: Erosión de fronteras y de barreras geográficas en
las actividades socioeconómicas, la integración global, la reordenación de las
relaciones de poder interregional, la intensificación de la interconexión regional,
y la concienciación de la mercantilización global.
Según esta perspectiva el tiempo social y la geografía espacial, coordenadas vitales de la
vida social, no se representan como obstáculos en la construcción de las variadas formas
de interacción y organización social (Held y Mc Grew 2000:3). El ejemplo típico es la
construcción de la world wide web y la operación a tiempo real de los mercados
financieros. La acción de "encogimiento" del tiempo y del espacio ha sido
frecuentemente ejemplificada en el funcionamiento del impacto mundial de la crisis
asiática de 1997.
Una de las definiciones de globalización más completa que podemos hallar es la
siguiente “un proceso (o conjunto de procesos) que engloban una transformación de la
organización espacial de las relaciones sociales y las transacciones valoradas en
términos de su extensión, intensidad, velocidad e impacto -transcendiendo flujos
transcontinentales e interregionales y redes de actividad, interacción y ejercicio de poder
(Held, Mc Grew, Golblatt y Perraton: 2000:55). Esta definición recoge, por una parte, la
forma histórica de la globalización contenida en dos dimensiones: la dimensión espacio-
temporal y la dimensión organizadora. La primera recogería la extensión de las redes
globales, la intensidad y el impacto en la propensión de la interconectividad global, y la
velocidad de los flujos globales La segunda agruparía la infraestructura de la
globalización, la institucionalización de las redes globales y el ejercicio de poder, el
modelo de estratificación global y el modelo dominante de interacción global (ídem 59).
Además, la mayoría de los autores están de acuerdo en que la globalización no es un
fenómeno del todo nuevo. Sin embargo, lo que es nuevo es la velocidad, la escala, el
alcance y la complejidad de las conexiones globales actuales (Hábitat, 2000).
En último lugar destacamos aquí otro tipo de análisis vinculado al de la globalización, la
globalización como ideología. El análisis del concepto se establece entonces desde su
connotación ideológica. Esta conceptualización crítica ataca las bases del fundamento
neoliberal. Ignacio Ramonet y otros escritores agrupados en torno a las publicacones de
Le Monde Diplomatique, lo han venido a denominar como pensamiento único, esta
visión crítica de la globalizacón ha estado ligada a núcleos críticos de prensa y otros
intelectuales así como a los movimientos sociales. Para Ramonet vivir con el
pensamiento único que caracteriza esta época que otros autores llaman globalización
vienen a signficar el sentirse un ciudadano atrapado en una doctrina viscosa que
"insensiblemente, envuelve cualquier razonamiento rebelde, lo inhibe, lo perturba, lo
paraliza y acaba por ahogarlo" (1998:15). Para Ramonet y los otros autores de la
publicación, el pensamiento único es la traducción ideológica de los intereses de las
fuerzas económicas, especialmente del poder del capital intenracional. Este pensamiento
se ha desarrollado a partir de los acuerdos de Bretton Woods, sus fuentes princiales son
las grandes instituciones económicas y monetarias (BM; FMI; OCDE, CE, Banco de
industrial, pueden verse ahora resquebrajadas y abiertas a la intervención política. Las premisas del
Estado del Bienestar y del sistema de pensiones, del subsidio otorgado a personas de bajos ingresos, el
gobierno local, la fuerza del trabajo organizado, las negociaciones colectivas, el sistema fiscal, etc. todo
ello se funde bajo la globalización y se hace vulnerable a las demandas de los intereses políticos. Cada
actor social debe responder de un modo u otro, donde las respuestas tradicionales ya no encajan en el
antiguo sistema de la izquierda y de la derecha de la acción política (Beck, 2000:9)”.
4
Francia etc), que vehiculan financieramente los "centros de ideas" y de los poderes de
las grandes multinacionales..
2. Las “otras globalizaciones” Debemos aludir también a otro tipo de globalización distinta a de las narrativas que
muestran estos autores anteriores, me refiero, en particular, al concepto de la
globalización sumergida, utilizado especialmente entre los sociólogos mejicanos4.
Mientras la globalización económica hace referencia sobre todo a la conducta de
actividades ilícitas a escala transnacional, podemos identificar un contrapunto a esta
globalización formal.
Podemos hacer también alusión a la globalización de base o "grassroots globalization",
que es la que ofrece las estrategias o visiones para los pobres o los excluidos de las
acciones del capital corporativo y de los sistemas del Estado-Nación (Appadurai, 2000).
Son los movimientos de insumisión local contra el nuevo orden mundial, especialmente
reflejado en la movilización zapatista en México.
El transnacionalismo también ha creado un debate muy fuerte y polarizado entre los que
están más o menos convencidos de que existan prácticas transnacionales. Sin embargo,
debe apuntarse que en los últimos años se ha logrado una mayor teorización sobre el
tema, sin que se reduzca a clichés falsos asociados al cosmopolitismo de las ciudades
globales, al nacionalismo diásporico, al nacionalismo en el exilio, a la etnicidad, etc.
Los estudios más recientes que utilizan como referencia base los escritos de Guarnizo y
Smith (1998), suelen señalar a grosso modo la definición transnacional de una
comunidad a partir del carácter transnacional, sea en el ámbito económico o político, en
la experiencia de la inmigración a un país extranjero.
Portes5 menciona cuatro criterios de definición de la transnacionalidad: política,
económica y sociocultural, que caracterizan las actividades transnacionales
(distinguiéndose de las actividades internacionales y las multinacionales). Para Portes,
es sobre el aforismo de que el capital es global y el trabajo es local que reposa todo el
edificio internacional erigido en los últimos cincuenta años. Las escuelas teóricas han
celebrado este edificio como el triunfo del edificio del librecambismo y la racionalidad
económica en oposición a la denuncia de la muerte de la conciencia obrera y de la
independencia nacional. En este contexto de cambio, Portes (1999) busca una base
teórica del concepto de comunidad transnacional en tanto que reacción discreta pero
potencialmente potente en el análisis de los procesos de globalización. De este modo, el
uso del concepto de comunidad transnacional puede ser un útil teórico con el que
podamos comprender las macro-estructuras del sistema mundial, y por otra parte, en
tanto que instrumento de análisis todavía infra-desarrollado de redes y modelos
cotidianos de relaciones sociales que emergen en el seno y al margen de otras
estructuras.
4 Mittleman se refiere a la globalización del movimiento del capital del tráfico de drogas, armas,
inmigrantes, órganos humanos, etc. (2000:237), la cual corresponde con la globalización criminal de
Castells y en parte con las contrageografias de la globalización de Sassen. 5 En su intervención en el encuentro de la American Sociological Association, en Annaheim (Estados
Unidos), 20 de agosto del 2001
5
Las prácticas transnacionales vinculadas a los procesos migratorios, la expansión
económica y la organización política a través de espacios nacionales aglutinan los tres
ámbitos donde la mayoría de los autores han centrado el discurso del transnacionalismo
"desde abajo" (véanse las diferentes aportaciones en Guarnizo y Smith, 1998). En
concreto, cuando se han considerado estas prácticas en el campo de las migraciones
internacionales, los estudios apuntan a los siguientes temas de investigación:
• La importancia de las redes migratorias y las estrategias de supervivencia que las
mueven (la reproducción de las comunidades y de las redes de hogares),
• El rol de los inmigrantes empresarios como una vía alternativa a los
acondicionamientos estructurales de las migraciones de trabajo,
• El rol de los inversores transmigrantes a través de las remesas y su impacto en el
desarrollo en los países de origen y
• Las nuevas formas de desterritorialización política de los inmigrantes.
Muchos de los ejemplos de las prácticas transnacionales han estado ilustradas en
investigaciones sobre los mejicanos que viven a caballo entre Estados Unidos y Méjico.
En el caso europeo, uno de los pocos investigadores que se centra en este tema es
Tarrius (2002), a través de la circularidad del territorio entre Marruecos, España y
Francia.
En último lugar debemos referirnos también a la "globalización fragmentada". El
proceso de globalización (universalización, unificación) -especialmente en su vertiente de
integración- se complementa con otro de fragmentación (heterogeneización,
individualización, "particularización") que podría parecer, a primera vista, antitético con el
anterior. Mientras las sociedades, el sistema de Estados y el conjunto de actores
internacionales se enfrentan a desafíos comunes (interdependencia económica,
degradación medioambiental, etc.), la sociedad internacional presenta una fuerte
heterogeneización, que parece haberse intensificado con las reivindicaciones étnicas,
religiosas o culturales en general (Wallerstein, 1992). Este doble proceso lo contemplamos
no como una tensión, sino como una simbiosis, dos desarrollos que se interrelacionan y
evolucionan paralelos y que sólo en determinadas circunstancias se enfrentan
directamente. Para otros autores incluso, el término globalización incluiría tanto el proceso
de construcción de un mundo único (lo que algunos autores denominan la tendencia
integradora) como de diferenciación y fragmentación (que se manifiesta en la diversidad
cultural, la fragmentación de identidades, la precariedad de los valores comunes o las
barreras comerciales.
3. El debate sobre la globalización
En paralelo, como ocurriese también con el debate del concepto de modernización en
las ciencias sociales durante los años sesenta, la noción de globalización parece haberse
convertido en el leitmotif de nuestra época. Por lo que respecta al campo académico, que
es aquí donde se ubica nuestro trabajo, no podemos decir que exista una noción clara
sobre lo que comporta este concepto, tal como ya hemos acabado de introducir. No
obstante, por lo general, se pueden distinguir dos extremos, en gran parte opuestos,
sobre la globalización.
Las diferentes corrientes teóricas discrepan en cuanto al significado y alcance del
fenómeno de la globalización que, como vemos, es de hecho la intensificación de procesos
6
anteriores. Así por ejemplo, mientras los autores escépticos otorgan una relevancia nimia a
los cambios en las cuestiones globales, para los autores neoliberales la globalización está
transformando el panorama internacional a una velocidad inusitada. Los argumentos
utilizados para apoyar las respectivas posiciones son, en el caso de los escépticos, la
consideración que el sistema internacional se caracteriza antes que nada por ser una lucha
por el poder, contemplando los elementos propios de la globalización como secundarios.
Se duda pues, de la novedad y, sobre todo, de la significación de la globalización.
Para los autores neoliberales en cambio, la trascendencia del fenómeno resulta evidente.
Los procesos identificados pueden representar la oportunidad de realizar con éxito las
promesas de la modernidad, de liberar la acción beneficiosa de las fuerzas del mercado, de
consolidar la democracia pluripartidista, la racionalidad tecnocientífica, la
autodeterminación nacional o la cooperación internacional en beneficio de toda la
humanidad. Este supuesto de la influencia beneficiosa inherente a la globalización,
mayoritaria entre los autores neoliberales, es uno de los aspectos más criticados,
especialmente por autores neo-marxistas y adscritos a la teoría crítica. Se recuerda que esta
visión distorsiona la realidad y olvida el imperialismo político subyacente al concepto de
globalización y la existencia de conflictos y contradicciones subyacentes al orden
económico global. Por otra parte, desde la teoría crítica se recuerda que la globalización
perpetúa la pobreza, la violencia, la degradación ecológica, el “extrañamiento” y la
anomia, mientras que la supraterritorialidad puede suponer un paso más en un desarrollo
capitalista incontrolado. A estos puntos se añade la opresión cultural y psicológica (puesta
en evidencia por los postmodernistas y postestructuralistas) inherente a estos procesos y
sus efectos de fragmentación de la identidad, crisis de la comunidad o resurgimiento
religioso (Featherstone, 1991).
Dentro de cada extremo se utilizan marcos teóricos distintos. De este modo podemos
decir que por el momento coexisten múltiples discursos acerca de la noción de
globalización, cada uno de ellos utiliza una tradición diversa, desde los que utilizan
como base argumental la economía neoclásica hasta aquellos que utilizan emplean
como base argumental la teoría del sistema mundial. Hasta la fecha no se puede afirmar
que ninguna de estas nociones haya adquirido, todavía, el estatus de ortodoxia (Held y
Mc Grew, 2000: 2).
El límite del debate se fija en la fisura existente entre los que consideran la
globalización contemporánea como un fenómeno real y significativo del desarrollo
histórico (los globalistas) y los que la conciben como una construcción ideológica o
mítica, como un concepto de valor explicativo marginal (Mc Grew y Hell, 2000:2).
Los elementos de análisis del debate son además distintos. Escépticos y globalistas
utilizan elementos de análisis no coincidentes: los primeros, sobre todo, desde un
análisis riguroso de la historia, mientras que los globalistas enfatizan las nuevas
tendencias. Mientras que los escépticos se centran en la organización de la producción
y del comercio durante el siglo XX, los globalistas se centran en la desregulación
financiera y en la explosión de los mercados financieros en los últimos 25 años. Por otra
parte, globalistas y escépticos coinciden en reconocer el aumento de la interconectividad
regional, el impacto de la competencia global sobre las viejas jerarquías, los problemas
transnacionales y transfronterizos, en la expansión de la gobernabilidad internacional y
en la necesidad de buscar nuevas formas de pensar la política, la economía y el cambio
cultural.
7
La ventaja de analizar la estructura social global desde el debate entre los distintos
discursos, nos proporciona una accesibilidad en la comprensión de la noción de la
globalización. No obstante, existe también la dificultad de asociar los discursos a un
único trabajo, una única posición ideológica o a un único actor social. Usar la
perspectiva del debate en este texto nos concede una practicidad de análisis, pero no
agota la comprensión respecto a las divergencias existentes en la interpretación histórica
de la globalización y en los argumentos normativos relacionados con ésta.
8
Cuadro 1. Los ejes analíticos del debate de la globalización
Escépticos Globalistas
1.Conceptos Internacionalización, no
globalización.
Regionalización.
Rápidos flujos extensivos e
intensivos.
Movimientos de redes a través de
regiones y continentes.
2. Poder Gobierna el Estado-Nación.
Intergubernamentalidad.
Erosión y soberanía estatal,
autonomía y legitimidad.
3. Cultura Resurgimiento del nacionalismo y
la identidad nacional.
Emergencia de la cultura popular
global.
Erosión de identidades fijadas
políticamente.
Hibridación
4. Economía Desarrollo de los bloques
regionales.
Triadización.
Nuevo imperialismo.
Capitalismo de informacionalidad
global .
Economía transnacional
Una nueva división del trabajo.
5. Desigualdad Crecimiento de la división Norte-
Sur.
Conflictos de interés
irreconciliables.
Crecimiento de la desigualdad
dentro y entre sociedades (PNUD).
Erosión de las viejas jerarquías
6. Orden Sociedad internacional de estados.
Persistencia del conflicto político
entre Estados.
Gobernabilidad internacional y
geopolítica (comunitarismo).
Gobernabilidad global "por capas".
Sociedad civil global.
Política global.
Cosmopolitismo.
Fuente: Cuadro elaborado en base al debate entre escépticos y globalistas realizado por
Held y Mc Grew (2000:37).
9
Los críticos o escépticos de la globalización parten de la imposibilidad de referirse a la
globalización como fenómeno universal. Critican también el eje de la espacialidad que
utilizan los globalistas. Señalan que este análisis especial dificulta el examen de la
articulación de las dinámicas globales en espacios nacionales, internacionales y
transnacionales, y en último término, incapacita poder comprobar la articulación global
de forma empírica. A causa de esta limitación empírica se entendería que el concepto de
economía global o cultura global sería una mera abstracción. Un tercer elemento de
crítica que utilizan los escépticos, probablemente el más utilizado, es que olvidan los
análisis realizados desde la historia económica. Es decir, al enfatizar el momento actual
como una fase de cambio global, olvidan la importancia de la belle époque de la
globalización, del período entre 1890 y 1914, caracterizado por una fuerte
internacionalización económica. Los escépticos se refieren a la fase actual como una
etapa de internacionalización económica, de regionalización y de triadización, en los
sistemas de agrupación geográfica (geographical clustering) de los intercambios
económicos y sociales (Held y Mc Grew, 2000: 5). En esta fase, continuarían vigentes
la primacía de los territorios, las fronteras y la continuidad del Estado-Nación en la
distribución del poder, de la producción y de la riqueza en el orden social
contemporáneo. Un último elemento de crítica de los escépticos, se refiere a que la
globalización tiene una connotación ideológica vinculada al neoliberalismo y a la
consolidación de un capitalismo angloamericano de escala mundial.
Los escépticos utilizan con frecuencia un marco explicativo marxista y realista. Los
marxistas sostienen que el orden social capitalista funciona por una lógica
expansionista, buscando insaciablemente nuevas geografías para las relaciones sociales
capitalistas. Mientras que los realistas sostienen que los protagonistas del orden social
internacional son los Estados y sus agentes con poder económico y militar.
Los globalistas, en contra de los escépticos, afirman que se han constatado cambios
sustanciales que reflejan transformaciones estructurales en la organización social
moderna. La mayoría de los autores aluden a: la expansión de las compañías
multinacionales, los mercados financieros mundiales, la difusión de una cultura popular
global, la degradación económica mundial. No obstante, no hacen referencia un proceso
unidimensional de la globalización relativo a la dimensión económica, sino que
abarcaría otras dimensiones de actividad social. De este modo, utilizan un marco de
análisis multidimensional más acorde con una visión weberiana, post-marxista y post-
estructuralista. Se concibe la realidad social como constituida por una serie de órdenes o
redes sociales de poder: económico, tecnológico, político, cultural, natural, etc.
(Giddens, 1990).
La globalización se identifica a partir de una multiplicidad de fuerzas sociales. El
cambio no sería únicamente económico o tecnológico. La concepción de los globalistas
se refiere a un conjunto de procesos que operan en las estructuras de poder social
(incluyendo, también, los poderes militares, político y cultural). No obstante, los
procesos no son mundialmente homogéneos, el análisis clave de los procesos de
diferenciación pasa por la espacialidad como eje analítico. Para muchos de estos autores
globalistas, el espacio urbano pervive como un espacio principal de la espacialidad
capitalista (en el sentido de Lefebre de la política de la escala espacial) pero se aúnan
ahora escalas geográficas supranacionales.
10
El análisis de la interrelación de las diferentes jerarquías espaciales (a través de la
regionalización y la localización) se tornan, desde esta perspectiva, relaciones fluidas y
dinámicas. Se trata de una reorganización del espacio y del tiempo en nuevos patrones
de interrelación social, posibilitando nuevas formas de organización social transnacional
y reordenando, también, las relaciones entre el territorio y el espacio socioeconómico y
político.
La perspectiva histórica de los globalistas se basa en la perspectiva de longue durée de
Braudel, en el análisis de los modelos de cambio histórico a través de los siglos. La
comprensión de la globalización histórica se fundamenta en los sistemas y modelos de
interconexión global y los cambios en la configuración regional de los sistemas de
poder. Esta perspectiva de análisis socio-histórico presume la existencia de una sociedad
mundial o una sociedad global, evitando una perspectiva teleológica o determinista. Al
rechazar las interpretaciones historicistas o deterministas de la globalización, sostienen
una visión abierta del cambio global.
La multiplicidad de fuerzas que peculiarizan el fenómeno de la globalización hace que
los procesos que conlleva sean de naturaleza cooperativa pero también de naturaleza
conflictiva: integración y fragmentación, exclusión e inclusión, convergencia y
divergencia, orden y desorden ( Rosenau, 1997).
La base para la interpretación globalista es la concepción de cambio global, centrada en
tres tipos de procesos de cambio social: la organización socioeconómica, el principio
territorial y el poder (Held y Mc Grew, 2000:7). El análisis del cambio se centra en la
transformación de las relaciones de poder, instrumentos, contribución, impacto.
4. El debate a discusión
Tal como hemos desarrollado y mostrado gráficamente en el cuadro podemos ver cómo
el debate sobre la globalización utiliza una serie de ejes analíticos en relación a:
conceptos (internacionalización versus globalización), poder (peso del Estado-Nación),
cultura (nacionalismo versus hibridación), economía (triadización económica versus
economía transnacional), desigualdad (división Norte-Sur versus nuevas jerarquías), y
orden (sociedad internacional versus gobernabilidad global). Las explicaciones
conforman dos bloques, dos perspectivas, de escépticos y globalistas que por supuesto
no son siempre grupos homogéneos, así encontramos por ejemplo con globalistas
moderados y globalistas radicales.
Para nosotros, el debate ofrece un rico marco de análisis para ubicar y poder estudiar los
procesos de la globalización. Por una parte, los globalistas, desde una perspectiva
histórica buscan los modelos de interconexión global y los cambios en la configuración
regional de los sistemas de poder. Esta perspectiva presume la existencia de una
sociedad global y evita un enfoque teleológico que ofusque una visión abierta del
cambio global. Generalmente, desde esta perspectiva, la interpretación del cambio
global se guía por tres tipos de procesos: socioeconómico, territorial y de poder. Su
examen está centrado en la transformación de las relaciones de poder, sus instrumentos,
su contribución y su impacto.
La nueva globalidad no se puede invertir como señala Beck, ya no se puede echar abajo
el edificio, “el rascacielos global”. Significa además que las diferentes lógicas
11
autónomas de la globalización –las lógicas de la ecología, de la cultura, la economía, la
política y la sociedad civil- van unidas y no se pueden reducir o someterse las unas a las
otras.
¿Cuál es el eje del poder global? Se manifiesta especialmente a través de los retos a la
gobernabilidad y sobre todo, en cómo éstos afectan a la estructura del Estado-Nación.
Las visiones radicalmente opuestas acerca del futuro del Estado-Nación parecen ser uno
de los puntos de ruptura principales entre globalistas y escépticos, así como también en
relación al debilitamiento del Estado del Bienestar. En este sentido, las amenazas que
identifican los globalistas en relación a la erosión del papel del Estado se pueden
identificar como: capitalismo global, peligros medioamientales, políticas identitarias y
geopolítica nuclear. En contraposición, para los escépticos el discurso dominante sobre
la globalización, basado en la idea de que la capacidad de resistencia al mercado ha
desaparecido, es equivocado y lo achacan a la falta de datos y a los errores de
interpretación por parte de los globalistas.
El debate se ubica en el enrevesado fin del modelo de acumulación fordista, que da paso
a un nuevo escenario orquestrado por el capital financiero, relegando a un segundo
plano el papel regulador de los estados en sectores clave de su economía: industria de la
información, mercado de las finanzas y de los servicios. Es en este escenario en
transición uno imagina el juego de unos actores transnacionales impulsados por el poder
financiero articulado en espacios electrónicos, el poder de los medios de comunicación,
las nuevas formas de cultura transnacional así como las estrategias del contra-poder de
los actores locales movilizados planetariamente6. En último lugar resta esperar y ver
qué nos depararan los movientos anti-globalización en este nuevo escenario. En
concreto, el movimiento contra la globalización y el mundo de las instituciones del
capital, desde la manifestación en Seattle, Estados Unidos en diciembre 1999. Me
refiero a los movimentos anti-globalización como creación de una supra-identidad por
el encima del fragmentado mundo social de la resistencia a la imposición y
reproducción del proyecto neoliberal.
5. Ejercicios prácticos
1. A partir del esquema del debate sobre la globalización (la división entre escépticos y
globalistas), escoje uno de los tres ejes del debate para identificarlo y desarrollarlo en
dos folios:
EJE 1. ¿Cuál es el eje de la cultura global? Para autores como Appadurai la economía
cultural global se debe entender como un orden complejo, superpuesto y disyuntivo,
incapaz de permanecer en el clásico modelo de centro- periferia. Dentro de estos
análisis de la cultura global con frecuencia se cuestiona si el despertar del islam
equivale a una tendencia de reacción en una época de transición hacia una sociedad
global. Muchas interpretaciones pueden abrirse aquí, las que suelen dominar son las que
resuenan a las ideas del politógo Samuel Huntington y el choque de civilizaciones; de
ahí que se entienda de una forma superficial que los kamikazes del siglo XXI no pueden
6 “La globalización domesticada”. Natalia Ribas Mateos. Artículo de opinión. La Vanguardia, 18 julio de
2001.
12
ser más que fanáticos que amenazan las bases de la civilización desarrollada, los agentes
que hacen vulnerables las sociedades abiertas.
EJE 2. ¿Cuál es el eje de la economía global? La constatación cuantitativa de esta
economía global ha utilizado comúnmente datos relacionados con el peso de una
retícula oligopolítica de redes globales corporativas, que se extiende a través de las
fronteras nacionales, pero que es regulada en cierto modo por los Estados-Nación.
A esta economía global le acompaña una fuerza de trabajo global. Son las nuevas
migraciones a las que alude Tarrius o el carácter cosmopolita del que habla Sassen a
partir de la identificación de las ciudades globales, las cuales utilizan el trampolín
financiero para conjugar cambios específicos en el mercado laboral urbano y en las
tendencias a la informalización de la economia.
Los escépticos siguen alegando, que en múltiples aspectos la economía mundial
contemporánea es menos abierta y global que durante el siglo XIX. Tomando los
indicadores clásicos de integración global: aspectos financieros, tecnológicos, de trabajo
o de producción, se pone en evidencia la no emergencia de una economía global única.
No obstante, reconocen el proceso de triadización de la estructura de la economía
mundial en tres bloques: Europa, Asia, Pacífico y América. Los escépticos además ven
en la supuesta “nueva división del trabajo” de los globalistas, una exageración de los
cambios de las interdependencias Norte-Sur (aunque hay coincidencias en la valoración
del papel de los nuevos países industriales), así como en la articulación de la
gobernabilidad de la economía mundial, sobre todo en relación al debilitamiento del rol
de los estados.
EJE 3. ¿Cuál es el eje de la desigualdad social? Los estudios demuestran cómo
económicamente el Tercer Mundo no se ha empobrecido debido a la creación de una
economía única y de un único mercado mundial. No obstante, admite que posiblemente
haya tenido efectos secundarios no deseados, sobre todo en relación a las culturas y a
los estilos de vida, los cuales se simplifican con frecuencia en un proceso de
americanización u occidentalización. El centro de análisis de esta visión desde el Sur es
el aumento de la deuda externa, la gobalización y el empobrecimiento del Sur, la
estructuración de una nueva división del trabajo con acusadas tendencias de
polarización social y de feminización de la fuerza de trabajo.
2. A partir de estas webs sobre globalización y de las que vosotros podaís encontrar:
http://www.sppsr.ucla.edu/cgpr/workinggroups.htm
global politics:
http://www.ceip.org/files/events/geography.asp?p=5&EventID=5
http://www.international.ucla.edu/globalfellows/index.asp
http://www.globalstudiesassociation.org/
http://www.net4dem.org/mayglobal/
http://www.wsfindia.org/
www.forumsocialmundial.org.br/
global governance:
http://www.lse.ac.uk/Depts/global/
http://transnationalism.uchicago.edu/workshop.html
Realizad en un máximo de dos folios un cuadro de los principales actores de los
procesos globales así como del tipo de acciones que llevan a cabo.
13
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