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SUPLEMENTO CULTURAL No. 116 - 17 DE SEPTIEMBRE DE 2013 - AÑO 3 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN “Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: más- cara el rostro y máscara la sonrisa. Plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un tiempo, todo le sirve para defenderse: el silencio y la palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación. Tan celoso de su intimidad como de la ajena, ni siquiera se atreve a rozar con los ojos al vecino: una mirada puede desencadenar la cólera de esas almas cargadas de electricidad”. Octavio Paz, El laberinto de la soledad. Autor: Juan Carlos Villegas. Título: “Hombre con bozal”. Técnica: tinta china y limón oxidado / papel amate. 40 x 40 cm. 2013.

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 116 - 17 DE SEPTIEMBRE DE 2013 - AÑO 3 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

“Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: más-cara el rostro y máscara la sonrisa. Plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un tiempo, todo le sirve para defenderse: el silencio y la palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación. Tan celoso de su intimidad como de la ajena, ni siquiera se atreve a rozar con los ojos al vecino: una mirada puede desencadenar la cólera de esas almas cargadas de electricidad”.

Octavio Paz, El laberinto de la soledad.

Autor: Juan Carlos Villegas. Título: “Hombre con bozal”. Técnica: tinta china y limón oxidado / papel amate. 40 x 40 cm. 2013.

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La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira Saade / Dir. General

Raymundo Cárdenas Vargas /Dir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada Lazarín /Dir. La Gualdra

[email protected]

Sandra Andrade Trinidad /Diseño Editorial

Juan Carlos Villegas /Ilustraciones

[email protected]

Vivimos una época en la que la informa-ción, a diferencia de unas décadas atrás cuando el internet aún no existía, fluye de una manera desbordada. En el 2010, de acuerdo a datos de la Encuesta en Hogares sobre Disponibilidad y uso de las Tecnolo-gías de la Información se reveló que en el país 38.9 millones de personas son usua-rios de una computadora y 32.8 millones tiene acceso a internet; y que entre los di-versos usos que se le dan a la computado-ra, sólo el 44% la utiliza para realizar acti-vidades vinculadas con la comunicación. A pesar de que la utilización de las tecnologías va en aumento, vivimos pa-radójicamente en la cultura de la informa-ción malversada o incompleta. Me expli-co: no todos quienes utilizan las redes con fines informativos leen las noticias com-pletas ni buscan fuentes confiables para poder formarse una opinión seria con respecto a un tema en particular. Realice-mos un análisis en lo individual, ¿cuántos de nosotros leemos noticias en medios de comunicación serios? Cuando digo “serios”, me refiero a que no sean páginas web como el “Deforma”, que suele defor-mar las noticias con fines lúdicos; sino que consultamos medios de comunicación en línea de medios informativos cuyas fuen-tes son verificables… No me conteste to-davía, seguramente muchos de ustedes sí tienen cuidado en seleccionar lo que leen y a quién leen. A estas alturas del partido, considero que existe claridad en cuanto a qué medios son manipulados y cuáles no –o por lo menos en menor medida-. Hasta ahora sólo hemos hablado de quienes con-sultan las noticias en internet, pero, siguen siendo muy pocos… una gran parte de la población mexicana destina su tiempo li-bre a ver la televisión, y si a eso le suma que la mayoría de quienes tienen televi-sión ven primordialmente noticieros de cadena nacional, el panorama se pone un poquito más adverso. Ahora otra pregunta, siguien-do con el internet; en el caso de que usted consulte no sólo medios nacionales sino que visita también virtualmente medios internacionales, ¿podría asegurar que siempre cuando encuentra una noticia de su interés, lee la nota completa? ¿Es acaso de los que leen sólo el encabezado y los dos primeros párrafos? Si es así, digamos entonces que por lo menos tiene la infor-mación “a medias”, pero está enterado de que algo sucede. En nuestro país –este pobre país- en el que muy pocos tienen el hábito

de la lectura, existe además otro problema: la comprensión lectora es deficiente, por muchos y variados motivos. El primero de ellos, quizá, es que hasta ahora el sistema educativo no contribuye del todo a que esto cambie; y me refiero no sólo a lo que se aprende en la escuela, sino también al conocimiento que se adquiere en casa. Dicho de otra forma: muy po-cos leen para informarse a conciencia de lo que pasa en su entorno; si a esto agrega que algunos de los que leen con estos fines lo hacen a medias, porque se aburren o porque son constantemente bombardea-dos con información distractora, pode-mos aseverar que el nuestro es un panora-ma de desinformación veraz. A pesar de eso, hablamos, y ha-blamos mucho, muchas de las veces sin conocimiento de causa. En este escenario altamente distópico, convivimos en una sociedad que es mala para leer, pero muy buena para opinar; en la que se opina a favor o en contra de algo porque escucha-mos que “así es la noticia” en la televisión, en la oficina, en el camión, en el café, o en la fila de las tortillas. México tiene problemas, y éstos son muy serios. Estoy muy preocupada por lo que acaba de pasar el 13 de septiem-bre en el zócalo del D.F., pero además en Guerrero, en Oaxaca, en Chiapas… me re-fiero a lo que está sucediendo en relación a la reforma educativa y a las protestas que se han suscitado en diferentes partes del país. El problema no es como nos han que-rido hacer creer, sólo de los profesores; el problema es de todos. Lo más preocupante es que la gente está muy enojada. Por lo que más quiera, lea, infórmese, escuche, cuestione, dialogue… no se quede con la duda. Yo sé que no es el caso de muchos de ustedes y por eso además, me atrevo a pedirle que informe también a sus cono-cidos, a su familia, a quien le pregunte… sea paciente, explique con calma a quien está mal informada, no permita mucho menos que esa gente se quede sólo con la información de “cuadritos” y “memes” que aparecen en las redes sociales, o de la televisión. Este país, necesita de todos no-sotros. Fomentemos una cultura de paz. No existe para mí ningún tipo de violencia “legítima” en contra de quie-nes educan a nuestros niños. Mi solidari-dad con los profesores.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

El Libro de Patmospor Carmen Fernández Galán

Pro/e/vocaciónComentarios a El Libro de Patmos de Salvador Lirapor Edgar A. G. Encina

Carlos Vázquez y el acervo de Manuel M. Poncepor María Auxilio Maldonado Romero

Los olvidadosFoto-galería de Federico Martínez

Castillo de sal si puedespor Andrea Sampedro

Walter(a) en el Centro Histórico por Perla Schwartz

Diario de Mateopor Mateo Estrada Gaviria

Desayuno en tiffany’s, mon kupor Carlos Belmonte Grey / Colaboradora invitada: Paola Marín de Vries

El Picaporte por Simitrio Quezada

Amores perros por Rudy Yohai

Pecados en el Mar Primero de siete: Lujuria por B.P.B. Herrera

Beber sangre de serpiente por Vicente Soriano Tlachi

No pasa nada por Pilar Alba

Sueño con el mundo por Edgar Khonde

¡Uff! por Alberto Huerta

Teoría de los ángelespor Roberto Galaviz

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LA GUALDRA NO. 116 / 17 DE SEPTIEMBRE DE 2013 / AÑO 3

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17 DE SEPTIEMBRE DE 2013

LibrosPor Carmen Fernández GalánEl Libro de PatmosLa primera vez que recorrí Patmos fue como interpretar una partitura, su diseño resonaba a ecos de Afrodite´s Child, un grupo formado por Vangelis, que en 1970 grabó una adaptación de libro de las revelaciones de San Juan en un álbum conceptual titulado 666 (The Apocalipse of John). En otra búsqueda, o segunda lectura, me percaté del origen griego de esta banda de rock progresivo que migra a París, como del significado de Patmos en tanto isla de desterrados, destino de peregrinación y lugar del apocalipsis. El Libro de Patmos anuncia un final, pero también lo disuelve, es un poemario para leerse de arriba ha-cia abajo y releerse al revés, o mejor dicho en bustrófedon (que de acuer-do a Moliner es la manera de escribir arando en zigzag). Me explico, El Libro de Patmos es un texto que al propor-cionar sus claves de lectura se encrip-ta más. El poeta nos ofrece alternati-vas para realizar la lectura, a manera de cinta de moebius, como matrioska o como caracol que se desdobla en in-terpretaciones imposibles de asir. El recorrido es para iniciados, pero también para inaugurar una era del libro cuyos silencios lo aniquilan al modo en que el ouroborus se muer-de la cola. El arquitecto de tal credo sostiene con la mano el compás en un gesto casi imperceptible por la textu-ra del papel que recuerda la escritura sobre la escritura del palimpsesto, las palabras bajo las palabras del anagra-ma, y que igualmente nos recuerda la invisibilidad del poeta-oráculo habla-do por los dioses. ¿Qué anuncia este apocalip-sis? ¿Cuál es su plan secreto? Destruir el libro, deconstruir el libro. Como respuesta a las escrituras líquidas se impone la rudeza y suavidad del papel, la escritura como fisura, la vuelta a lo esencial, al grito, al habla inarticulada, al aullido del yo. Uno se preguntaría ¿cómo es posible en la dificultad, en la oscuri-dad del poema encontrar lo esencial? Para regresar el inicio hay que reco-rrer el camino una vez más en todas direcciones, el asunto es ontológico, y el poema es la morada del ser, re-cuerda la hermenéutica del siglo XX, y ahora, en la normalidad de la crisis planetaria y desde un rincón en el que habitamos, Salvador Lira nos lo vuelve a recordar: soñar y recordar para en-mendar la memoria. Aquí un breve paréntesis: ¿cómo evoco a Salvador Lira? Tan im-paciente como el mejor de los alum-nos con preguntas interminables y que viaja constantemente para alcanzar respuestas. Lo recuerdo participando en seminarios y congresos en diferen-tes universidades de nuestro país. Asi-mismo como becario en el extranjero realizando estancias de investigación y llevando hasta esos lugares su ímpe-tu por escrudiñar textos e imágenes;

finalmente lo recuerdo como alguien que prefiere echarse a la espalda una valija llena de libros y desdeñar todas sus otras pertenencias. Me congratulo de haber sido cómplice en esta búsqueda para con-formar el Templo y me sorprendo al conocer al Salvador poeta. Para abre-viar, me enorgullezco de haber sido su maestra en algunos momentos de su camino profesional, y para no ol-vidar los viejos tiempos arrojo al aire un juego de conjunción de opuestos, convocatoria al diálogo, para que el Salvador académico trate de adivinar sus afinidades selectivas. Lanzo los dados al aire, no sin antes agradecer la invitación al nacimiento de El Libro de Patmos:

La narración frente al poema.La inspiración frente a laboriosidad.Poesía e imagen.Encriptamiento o claridad.

Estimada Dra. Carmen F. Galán:Recibí sus disertaciones y noticias por los viajes que realizó en las letras de Patmos. Expreso, de antemano, mi gratitud y la intención de abrir un diálogo equilibrado por los temas, pa-limpsestos, palíndromos y oráculos que sostienen al poemario. De los cuatro juegos de opuestos que propone, empezaré por hablar de “La inspiración frente a la laboriosidad”. Evidentemente la crea-ción, en todos sus sentidos, será un misterio. Asimismo la creación litera-ria, artística e incluso científica. Puede contenerse en sueños, lecturas o visi-tas cotidianas. Sin embargo, considero que la inspiración es sólo una mínima parte de la producción poética, pues se alimenta ante todo de la disciplina, el trabajo constante y las relecturas del propio texto. No concibo a alguien que escriba una obra (sin ajustes), antes de un acto de experimentación-ejercitación de la escritura. Incluso los Modernistas que en sus tertulias ins-tauraban una disciplina artística. Por disciplina me refiero a una búsqueda estética, una preocupación que queda reflejada en la obra. Ya antes Horacio había es-crito sobre las relaciones entre poesía y pintura. Premisas que alimentaron una tradición literaria y asimismo una tradición del libro. También es preciso hablar de una tradición de la lectura. La ausencia de imágenes en los libros responde a una concepción protes-

tante decimonónica, en donde lo que vale es la propia imagen que connota el texto literario, así como los discur-sos. Por imagen entiendo un concepto de semejanza, un signo que también es parte de la lectura, de la interpreta-ción, del diálogo. En el opuesto “Poe-sía e imagen”, se muestran dos formas de lectura, equilibradas justo en esa semejanza que, a la vez, es sugerencia. Su distancia y cercanía –que proponía Horacio– son conjugaciones del lec-tor. A una imagen poética se le puede leer de múltiples formas: como letras que conforman una silueta; como un trazado que adorna; como artefacto o intención del autor; o como poema en su forma más musical. El juego se cifra en las estrategias literarias, que son cálculos ante una lectura incalculable: el lector. Aquí realizo otro salto para hablar del “Encriptamiento o clari-dad”. Creo que tales elementos existen o no en la disposición del lector. Gil-bert Durand hablaba de la revelación y a la vez ocultación del símbolo. El ciframiento devela también revelacio-nes, sonoridades. Se puede compro-bar, por ejemplo, en las estructuras de la métrica, que ante la musicalidad del lenguaje se asimilan –e incluso se aprenden– discursos cifrados. Los sal-mos o La Divina Comedia dan muestra de ello.

Finalmente considero que es el gusto por la sonoridad el soporte estético entre “La narración frente al poema”. El verso fue uno de los inven-tos tipográficos que ayudó a la lectura de cantos. La métrica con sus acen-tos sonoros son un recurso estético y memorístico. Por supuesto que existe una diferencia explícita entre un texto narrativo y un texto poético. Incluso, resultan extrañas algunas suposiciones sobre si algunas obras narrativas tienen recursos métricos. No obstante, la base se encuentra en el tono del poeta y en el tono del narrador. En ocasiones se habla de una “prosa poética” o de un “poema narrado”. En el fondo de todo este en-ramado, se encuentra un acto de comu-nicar, sí, mas es un acto a partir de una dificultad del lenguaje: el poema y/o el texto literario. Las interconexiones o intercambios de estrategias (literarias) son parte de este juego de las dificulta-des, es decir, son parte de la escritura. Dejo abierta esta relación dialogal a cualquier lector, a cualquier viajero que guste abrir los sellos de Patmos. Nuevamente le agradezco, Dra. Carmen F. Galán, sus apreciacio-nes y comentarios. Sé que el diálogo no terminará, pues son más las pre-guntas que tenemos ante un universo de símbolos, un universo de mitos. Con afecto, S. L.

Foto, cortesía de Mauricio Flores.

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Que cuando caiga el mundo sin palabracaiga el mundo sin palabra1

Su entrada al Templo auguró, sin sa-berlo entonces, remolinos en un mar falto de sal y sin oleaje. Tres pasos. Tres pruebas. Tres entreactos. Sus vie-jos maestros le hicieron rivalizar con un Aleister Crowley2 pueblerino ves-tido por desgastados negros en largas gabardinas que ocultaban un desequi-librado aliento. Sus jóvenes maestros le dieron tres liturgias y lo distraje-ron en vanos combates, engañosas pruebas, secretos apenas encontrados que quizá eran nada. Su generación aprendió junto con él y una noche, a pregunta declarada que arrebató la palabra vigilante, notaron que se ha-bía alzado a “Tocar el Sol”3 como Íca-ro. Siguen en la espera de verle caer, deliciosamente. Sus aprendices le pa-tentizaron al llamarle “amadísimo” y todo gran maestre que escribe en rojo fenixio deja marca de hierro con sus palabras para cimentar y/o levantar el dedo índice de la mano derecha. A las 3½ abrieron seres sin magia las puertas del pórtico que lleva una zeta y, ¡horror, horror, horror!, asqueado por la desteatralidad y la encomiada tosquedad se escurrió por la venta-na. Invadido. Desilusionado. Irritado.

Cayó en epifanía, como la del catorce de marzo de 1939 en Praga en que Jaromir Hladik “Habló con Dios en la oscuridad. [y le dijo] Si de algún modo existo, si no soy una de tus repeticiones y erratas, existo como autor…”.4

Viajó. Tomó el sol. Hizo las aguas. Quemó el viento. Desembarcó donde pronuncian la ese como eshe. Ca-minó con un grupo que le abandonaba por las noches bajo el árbol5 y de día le seguían en la búsqueda de las marcas terrenales que le llevarían al templo. Cuando la barba le hubo crecido hasta ocultar el cuello y sus ropas tiñeron en inmundicia, notó que su escuálido cuer-po se debía por los agobios, sediento. Ahí le perdimos. Sólo Dios –porque sí, e/él cree/a- y su conciencia saben qué aconteció cuando se enfrentó al despe-ñadero, allá donde la pitonisa presagió su comunión en griego, la zozobra del último sello y la revelación secreta del Libro que nunca debe cerrarse.6 Volvió, tan flaco, deslucido y alargado como siempre. No hubo di-ferencia. Era diferente. En su retorno -con aquellos pantalones de descomu-nales bolsillos- habló como siempre y desapareció fiel al hábito. Contó des-vencijadas historias atadas por frágiles hilos. Habló de documentos dejando

1 Salvador Alejandro Lira Saucedo, “[Voz lunar]” en El Libro de Patmos, Zacatecas, Texere editores, 2013, p. 18.2 Aleister Crowley (Inglaterra, 1875-1947) es conocido como uno de los más influyentes ocultistas, mís-ticos y magos de finales del siglo XIX y principios del XX. Se le atribuye la fundación de varias organiza-ciones esotéricas, además de formar parte de otras. Sus pseudónimos más citados son Frater Perdurabo” y “The Great Beast 666”. Cfr. John Addington Symonds, La gran bestia: vida de Aleister Crowley el gran mago, Madrid, Siruela, 2008.3 El Libro de…, en “[Construcción de la caída]”, p. 42.4 Jorge Luis Borges, “El milagro secreto” de Artificios (1944) en Obras completas de… 1923-1972, Buenos Aires, Emecé Editores, 1974, p. 511.5 Op. Cit., El Libro de…, p. 31.6 Cfr. Op. Cit., El Libro de…, en “[Liturgia de la palabra]”.7 Cfr. Op. Cit. Obras completas de…, 508 a 513.

Por Edgar A. G. Encina

Pro/e/vocaciónComentarios a El Libro de Patmosde Salvador Lira

flotar en el aire el plácido aliento del tiempo. Ató conjeturas que aparecían en el Ara como un nuevo –y viejo, a la vez- modo de llevar el mandil. En-vuelto en esta breve biografía, escri-bió algo, ganó poco, perdió siempre y en Casa de sueños preguntó al biblio-tecario sobre un templo que guarda el libro en que Dios se oculta como una de las letras de sus páginas.7

Juro que cada parte del silencioes distinta8

Es probable que el primer libro impre-so en Zacatecas con fines comerciales haya aparecido en 1824. Se trata de una exquisita edición puesta a la venta en alguna tienda y pensada para la lec-tura individual llamada Método curati-vo.9 Sus valores formales apuntan una cubierta que abriga, además del título, un extenso subtítulo, un mal gastado grabadillo en madera, el lugar de im-presión, taller responsable, año de im-presión, a su vez que exhibe autoría y propiedad y derechos sobre el objeto.10

Digo exquisita edición porque apenas llegó a las diez páginas y sus medidas daban en rectángulo lo que la mano re-corre de los dedos índice al pulgar. Fue ideado para portarse cómodamente, sin evidenciar su presencia.

Traigo esto a colación por-que El Libro de Patmos de Salvador Lira, [Zacatecas, 1987] editado por Texere con aproximados 184 años de lejanía respecto de Método cu-rativo, se inscribe, por principio de cuentas, en la tradición libresca de nuestra cultura excéntrica,11 brin-dando familiaridades que van del formato de ambos libros hasta no-tables sutilezas como la imagen al centro donde ambos muestran una figurilla que se ve y no se aprecia, que leemos y descubrimos, que no distinguimos pero intuimos. Si bien esto es un fruto compartido, el autor quedó a salvo con un menudo libro, ideado para el lector solitario, de conveniente portabilidad, que pueda viajar, como los secretos y las pala-bras sagradas, de mano en mano. El libro de Patmos de siete sellos que son ocho trazan con un lenguaje críptico una geometría sa-grada. “Que la gran luz, viajero, irra-die tu conquista | y sea la nación del arte tu destino”.12 Por momentos, la poesía de Lira es la del alquimista que concibe emblemas donde los mitos que le persiguen, la palabra, la música, los libros y algunas en-soñaciones le funcionan como un compás que circula-circunda figuras geométricas. Fiel a sus pesadillas Re-nacentistas, “Traza un círculo a partir de un hombre y una mujer, luego un cuadrado, después un triángulo, traza finalmente un círculo y tendrás la Pie-dra filosofal”.13

Todo, para recordarse en revelación íntima que su principio será su final. Y, allá, cuando viajó, tomó, hizo y quemó se encontró. Volvió. No era el mismo. Hombre-lobo u hombre-coyote u hombre-perro, Salvador “[…] en la caverna el aúllo | que aúllo | a un yo que aúlla a un yo de aúllo | un aúllo en un yo con un aúllo aullido | aunque yo aúlle con un yo que aúlla | y aún yo aúllo |aúllo | | ´au-yo´”.14

8 Op. Cit., El Libro de…, p. 51.9 Cfr. Método Curativo Para la presente Epidemia…, [grabado de figurilla] Impreso en Zacatecas, Oficina a cargo del Ciudadano Marcos de Esparza, año de 1824. Con las siguientes advertencias: No se puede reimprimir sin permiso de la Junta Superior de Sanidad, y Se halla de venta este Quaderno en la Tienda del Ciudadano Mariano del Castillo.10 Cfr. Marco Antonio Flores Zavala, “Un libro” [ensayo innédito], Zacatecas, 2011, 4 pág.11 Cfr. Edgar Adolfo García Encina, “Convenciones, orilla y centro: el círculo de Pascal” en La cultura del centro y la cultura excéntrica, México, UAZ-SPAUAZ, 2008, pp. 7 a 11.12 Op. Cit., El Libro de…, p. 22.13 Federico González, “Lema 21” del “Atalanta fugiens de Michael Maier” en Las utopías renacentistas: esoterismo y símbolo, Buenos Aires, Editorial Kier, 2004, p.243.14 Op. Cit., El Libro de…, en “[Descenso a la caverna]”, pp. 13 a 14.

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Historia

Por María Auxilio Maldonado Romero*

Carlos Vázquez y el acervode Manuel M. PonceConocí la generosidad del maestro Carlos Vázquez, cuando me di cuen-ta del gran acervo documental del fresnillense Manuel M. Ponce, que había puesto al servicio del pueblo de Zacatecas en manos de la licencia Lucía Alonso Reyes, quien desde ese momento contraía la responsabilidad de crear un mecanismo adecuado para poder difundir de forma correcta la vida y obra contenida en esa serie de documentos desorganizados que per-tenecieron al maestro Ponce. Recuerdo que en un día co-mún del mes de agosto del año próxi-mo pasado, en una reunión informal con el museógrafo Carlos Macías, se me dio la responsabilidad de prepa-rar un proyecto para la elaboración del inventario, organización y clasifi-cación de una gran cantidad de cajas que contenían un número indetermi-nado de libros, Cds, revistas, recortes de periódico, cartapacios, fotografías, documentos, partituras, etc., etc. Se me comentó que era la obra del maestro Manuel M. Ponce, misma que el maestro Carlos Vázquez había donado a Zacatecas, nombran-do como depositaria a la licenciada Alonso, y que esta información ya organizada estaría en custodia del Ar-chivo Histórico del Estado de Zacate-cas, hasta que quedara concluido un museo de la importancia del maestro Ponce. El día 8 de octubre del mis-mo año, comienzan en ese mismo sitio los trabajos con el inventario a cargo del Ing. Bruno Eduardo Contreras Hernández, Conrado Briseño Guzmán y una servidora. Conforme pasaba el tiempo y avanzaban las faenas de organización, no sólo conocíamos la

vida y trayectoria de Manuel M. Pon-ce, sino que a la par se describía parte de la vida del también destacado, sen-sible y sencillo pianista jalisciense Ca-los Vázquez. Durante el desarrollo de esta clasificación documental he te-nido la fortuna de conocer persona-jes que me han dejado importantes enseñanzas en diferentes disciplinas, pero lo más relevante es que han en-grandecido mi entorno afectivo. Es por ello que el pasado 15 de agosto fue para mí de gran sorpresa el des-pertarme con la noticia de que nos había dejado físicamente una persona que tal vez nunca se enteró que en mí tenía a una gran aliada, porque con emoción trabajamos un proyecto que por muchos años fue su sueño; dejar en el pueblo que vio nacer las cosas más preciadas de su maestro Manuel M. Ponce. Sólo puedo decir, que de mi parte me quedo con la tristeza de que Carlos Vázquez no pudo ver termina-da su obra, pero con la satisfacción de que puede descansar en paz en el lu-gar que ahora goza, ya que dentro de la clasificación del Archivo Histórico del Estado de Zacatecas, se contaba con siete colecciones especiales -el día de hoy se cuenta con ocho-, para la complacencia de los investigadores nacionales e internacionales. Dicha colección es pieza fundamental del proyecto que tiene el Gobierno del Estado, para la creación del Museo Manuel M. Ponce. Descanse en paz, Carlos Vázquez. Asumo el compromi-so de seguir trabajando para mejorar en lo posible y terminar por completo esta colección considerada por exper-tos una “joya”.

*Directora del Archivo Histórico del Estado de Zacatecas.

El Maestro Manuel M. Ponce, recibiendo el Premio Nacional de Artes y Ciencias, de manos del presi-

dente de la República, Miguel Alemán, en una ceremonia en los Pinos. 1944. Fotografía de 70 cm. x

51.5 cm., en bastidor de madera. Técnica. AHEZ. Fondo: Colección Especial Manuel M. Ponce. Serie:

Fotografías. Número: 22 Año: 1944.

El maestro Manuel M. Ponce de frente (edad madura). Fotografía sin fe-

cha, de 28 cm. x 35 cm., en bastidor de madera. AHEZ. Fondo: Colección

Especial Manuel M. Ponce. Serie: Fotografías. Número: 3. Año: S/fecha.

La colección consiste en lo siguiente: Fondo Documental: (Donado por Carlos Vázquez)8ª Colección Especial “Manuel M. Ponce”

Series:Documentos.Partituras.Libros y revistas.Música.Fotografías.Recortes de periódico.

Índice:Documentos (113 expedientes), Secc. 3-4.Partituras (200 de 368 obras), Secc. 5-6.Libros (488 de 705 libros), Secc. 7-8.Tesis y otros trabajos (16 trabajos), Secc. 9-10.Enciclopedias y atlas (11 obras), Secc. 11-12.Música en Cds (38 discos compactos), Secc. 13-14.Música en acetatos (35 discos), Secc. 15.Fotografías (30 fotografías), Secc. 16-17.Revistas (56 títulos, 600 revistas, 750 ejemplares), Secc. 18-42.Otros cuadros (reconocimientos, diplomas, pinturas, etc.), Secc. 44.Recortes encuadernados (5 tomos) Secc. 45-46.Anexos I, II y III, Secc. 47, 48 y 49.

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LA GUALDRA NO. 116

Arte

s vis

uale

sLos olvidadosFoto-galería de Federico Martínez*

“El hecho de que 53.3 millones de personas se encuentren en situación de pobreza y 11.5 millones en condición de pobreza extrema, dimensiona la magnitud de los desafíos que enfrenta el Estado Mexicano para erradicarla, especialmente en aquellas regiones y grupos sociales más desfavorecidos y rezagados”,i dice el CONEVAL en su último informe. De acuerdo este organismo público, con autonomía técnica y de gestión que norma y coordina la evaluación de la Política Nacional de Desarrollo Social y de las políticas, los pro-gramas y las acciones que ejecuten las dependencias públicas (con base en el MCS-ENIGH 2010 y 2012); el porcentaje de po-blación en situación de pobreza en el estado de Zacatecas es de 54.2%, lo que equivale a 835.5 mil zacatecanos. El porcentaje de población en situación de pobreza extrema en nuestro Esta-do es de 7.5; es decir: 115.3 mil personas se encuentran vivien-do en condición de hambre. Federico Martínez salió a las calles y al campo a retra-tar a los olvidados: adultos abandonados, ancianos y niños, que nos muestran esta dolorosa realidad.

ihttp://www.coneval.gob.mx/Informes/Coordinacion/Pobreza_2012/CO-MUNICADO_PRENSA_003_MEDICION_2012.pdf.

* Federico Martínez. Fotógrafo. Nació el 12 de octubre de 1985 en Huejúcar, Jalisco. Actualmente radica en Zacatecas.

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Artes visuales

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Jueves. Mayo 13 de 2004.Ellos llegaron ayer noche. Están en otros hoteles. Distantes y snob. Hoy estuvimos con los médicos y aboga-dos. Elena y su abogado me ayudarán a resolver mi parte. Esto me obliga a quedarme un par de días más. Hoy la colombiana me pre-guntó el motivo de estar aquí. En su lógica soy raro: no trabajo, no estudio y no soy turista. La dejé hablar. Res-pondí: Vine para ver morir a mi padre. Sábado: Elena se llevará las cenizas. Comimos casi sin hablar. Elena pagó mi “consumición”… Domingo: Despedida… Le-ganés pide que vaya con él. Juré que antes de irme, lo visitaría en Madrid. Lloré. Jueves: Al fin he podido llorar. Toda la mierda salió. El sábado Eugenia ha-bló con las mujeres. Leganés no se puso al teléfono y tampoco dejó que yo lo hiciera: “muestra varonía ante esa puta”. Viernes. Mayo 21: Volví con güero delgado niña. Fue sin condón. Lo miré en la zona general de la biblioteca. Clic re-novado. Sólo lo seguí... Desde su cama miramos la televisión y fumamos... Sábado: Anoche vi Food of love (1). Participa Naim Thomas, el guapo de Operación triunfo. Me gustó verla en televisión. Varias de las locaciones son en Barcelona. Casi todas las co-nocí el año pasado. Al volver a casa, pensé cuál era mi peli. Me quedo con Monster. La pregunta sale porque Luis y Omayra preguntan si ya miré El gran pez (2). Hoy salí corriendo del depa para comprar EP y ABC. El del estan-quillo no dejó, otra vez, que le pague en la mano. Debí dejar el dinero en la barra. Estoy en la biblioteca. Quiero verlo, para no buscarlo a su casa. Es la una pm…

(1) Trad. Manjar de amor. Dir. Ventura Pons, USA-Spain, 2002. Adaptación de un cuento de David Leavitt.(2) The big fish. Dir. Tim Burton, USA, 2003. Adaptación de una novela de Daniel Wallace.

Diar

io de

Mat

eoPor Mateo EstradaGaviria

Por Carlos Belmonte Grey /Colaboradora invitada: Paola Marín de Vries

Las Analfabetas Dos mujeres marginales, una analfabeta literaria y otra analfabeta emocional. La ópera prima del chileno Moi-sés Sepúlveda, pone en evidencia una de las problemá-ticas sociales más actuales de su país, el analfabetismo. Con la historia de Ximena, una mujer de cin-cuenta años que no sabe leer y quien oculta celosamente su condición; y Jacqueline, una joven profesora desem-pleada que no sabe cómo vivir el mundo que la rodea, se muestra que no sólo es analfabeta quien no sabe escribir. En el personaje de Ximena hay dolor al aban-dono familiar, la negligencia del sistema educativo que nunca se dio cuenta que ella no sabía leer y un especial sentido del humor como arma de defensa. En Jacqueli-ne, confusión de no saber cómo enfrentarse a la vida y a un mundo laboral incierto. Esta situación crea entre las dos mujeres un lazo de amistad y confidencia muy fuertes en medio de sus soledades. El filme es una adaptación de la obra de teatro de Pablo Paredes del mismo nombre y es protagoniza-

Desayuno entiffany’s, mon ku

Cine

do por Paulina García, quien ganó el Oso de Plata a la mejor actriz este año en Berlín por su papel en Gloria; y Valentina Muhr, que a pesar de tener una carrera más corta no se queda atrás en su representación. Tanto para el director como para las actrices, el tema del analfabetismo de la película es sólo un pre-texto para hablar de educación, pues según ellos, en Chile el 50 por cien de los alumnos salen de las insti-tuciones sin saber entender lo que leen y consideran que unos de los factores es la segregación educativa y la poca preparación de los educadores. El objetivo final de la cinta es mostrar que no sólo el que no sabe leer un texto es un analfabeta, sino que hay analfabetas sociales que sí reconocen el alfabeto. Película fue reconocida para clausurar la 28 Semana de la Crítica del 70 Festival de Venecia, además ganó el premio del Público a la Mejor Película en el últi-mo Festival de Santiago de Chile.

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17 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Hay algo que nunca falta: los fina-les. Todo tiene un final: la vida, el amor, la convivencia, el libro, la película, y por supuesto, las series de televisión. Así es, aunque hay algunas que parece que no se van a acabar nunca (coff coff, Two and a half men, coff coff), en realidad todas tienen un final. Y el pasado 5 de agosto terminó una serie que veía desde hace varios años: Skins. Skins, es un programa británico que en su inicio causó bastante revuelo, ya que trata so-bre adolescentes y es dirigido tam-bién a ellos sin tapujos; muestra la vida de jóvenes de entre 15 y 20 años (en realidad nunca se aclaran muy bien las edades) mostrando temas como las drogas, las fiestas, el alcohol, el sexo, etcétera. Durante sus inicios se criticó mucho que la historia no era realista y debo decir que en un principio a mí tampoco me pa-recía que todas las peripecias que sufrían esos chicos en la televisión fueran verdaderas; sin embargo, con una perspectiva diferente a la que tenía hace un par de años debo decir que si bien Skins exagera ciertos temas (llamémosle licencia artística) para hacer sentir más el drama, lo que le ocurre a ellos le ocurre a muchas personas alrede-dor del mundo. En pocas palabras se podría decir que las drogas, el alcohol, el sexo, el acoso, el aban-dono, los desórdenes alimenti-cios, los problemas mentales… son cuestiones que bien o mal unen a los jóvenes, a las personas alrede-dor del mundo. Lo interesante de Skins es que aunque trata todos esos asuntos que muy fácilmente pue-den abordarse desde un punto de vista muy moralino (como se sue-le hacer), ellos lo presentan sim-plemente como algo que ocurre, como un nuevo cuadro de costum-bres. No le dicen a los jóvenes “las drogas son malas”, sino que dejan que cada quien dé su opinión al respecto. Que las historias de los personajes muestren cómo el azar

Deambulo

por calles y avenidas:

me reinvento

a pesar del persistente enfrentamiento

entre mi felicidad

y las desventuras urbanas.

Parto hacia el reencuentro

de mis raíces primigenias,

calles que me conducen,

calles-espejo

de mi identidad desdibujada:

Mi esencia en líneas de fuga.

Sigo de cerca

los códigos de Walter

y eso que han pasado

más de siete décadas

cómo él

soy una flaneur,

me autonombro: Walter(a).

Aunque estoy lejana

a las calles de Berlín

o de París,

me apropio de las calles

del Centro Histórico

sean las del defectuoso Distrito Federal

o las lopezvelardeanas de Zacatecas…

A veces, también las queretanas,

guiada

por los impactos violentos del azar.

Poco a poco,

me fusiono con la nebulosa de mis ancestros:

Deambulo,

me cobijo en un autismo gozoso,

esquivo lo que me inquieta

aquello que me desgaja

del epicentro de mi ser,

soy abrasada por

las fuerzas radioactivas de mi corazón.

Me erijo en una mujer irredenta

una mujer que rehúsa

seguir las reglas establecidas,

una mujer estruendosa

que se pasea feliz

entre la espontaneidad del instante

capaz de posesionarse

de las astillas del asombro.

Por Andrea Sampedro

inclina la balanza hacia un lado o hacia el otro de manera a veces extrema; que provoca muerte, sí, tristeza y decepción, pero que también puede provocar risas y diversión y con suerte un renacer.La serie manejaba un formato curioso, cada dos temporadas cambiaban casi por completo la plantilla de actores mostrando ge-neraciones nuevas, hubo tres ge-neraciones diferentes. La primera y la segunda fueron las más queri-das, la tercera algunos sólo la cali-fican de “soportable”. La séptima temporada, el cierre de la serie, la despedida, nos regresó a algunos de los personajes de las tempora-das pasadas, su vida mucho des-pués de los eventos ocurridos en las primeras temporadas. Su vida de adultos. Y aunque un cierre así suene muy interesante hubo opi-niones encontradas entre los fans. La mayoría no estuvo de acuerdo en cómo se manejó el tema, mu-chos querían saber qué había ocu-rrido con los demás personajes, querían un final feliz, un cierre verdadero. Yo no me encuentro entre ellos. El pasar de la infancia, de la adolescencia a la adultez es precisamente como lo muestran en Skins; no es un cierre, pero tampoco es recordar todo lo que ocurrió antes. Es precisamente lo contrario. Al cambiar de un periodo a otro de nuestras vidas no queremos recordar a los ami-gos que ya no son; los pensamos sí, pero no necesariamente que-remos hablar de ellos. Es triste a veces, pero es real. Es real como lo fue Skins en su mundo de tele-visión. Al principio dije que todo tenía un final, incluyendo esta serie, pero no es así, no po-díamos esperar un final verdade-ro, porque fue simplemente un fragmento, no el final de la histo-ria, porque en su realismo, la serie no podía mostrar un final, si no un eterno “continuará”, tal y como lo es la vida.

Por Perla Schwartz

Walter(a) en el Centro Histórico

“¿Es la felicidad como sin duda la desventura, una categoría constitutiva del destino?”

Walter Benjamin, Destino y carácter

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LA GUALDRA NO. 116

La Cineteca Zacatecas está ubicada en calle Dr. Hierro #303, centro histórico de Zacatecas. La proyección de las películas se realiza de manera gratuita, con fines culturales y educativos. Entrada general gratuita a excepción de las funciones programadas en la Segunda Semana de Cine In-dependiente: $30.00 Estudiantes con credencial y personas de la 3ª. edad $20.00

Miércoles 1818:00 Hrs. Entrada libre

EL FBI Y LAS DAMAS. (Com-ment qu’elleest?)

Dir. Bernard BorderieFrance /1960/ 91 min.

Clasificación C

Miércoles 1820:00 Hrs.

Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y

personas 3ª edad $20.00¡ESTRENO NACIONAL!

LA CASTRACIÓNDir. Iván LöwenbergMéxico/2011/83min.

Clasificación C

Jueves1918:00 Hrs. Entrada libreUN HILITO DE SANGRE

Dir. Erwin NeumaierMéxico/1995/ 100 min.

Clasificación C

Jueves1920:00 Hrs. Entrada libre

CHICO Y RITADir. Fernando Trueba

España /2010/ 94 min.Clasificación B

Viernes 2018:00 y 20:00 Hrs.

Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y

personas 3ª edad $20.00EL AMIGO ALEMÁN

Dir. Jeanine Meerapfel.Alemania-Argentina /2012/

100 min.Clasificación B

Sábado 21

18:00 y 20:00 Hrs.Entrada general $30.00

Estudiantes con credencial y personas 3ª edad $20.00

HANNAH ARENDTDir. Margarethe Von Trotta.

Alemania-Francia /2012/ 113 min.

Clasificación B-15

Domingo 2212:00 Hrs. Entrada libre

LA LEYENDA DE LA LLORO-NA

Dir. Alberto RodríguezMéxico /2011/ 85 min.

Clasificación A

Domingo2218:00 y 20:00 Hrs.

Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y

personas 3ª edad $20.00LORE

Dir. Cate Shortland.Alemania-Australia /2012/ 109

min.Clasificación B

VIERNES y SÁBADOSLeyendas de Zacatecas

Frente a Catedral / 20:00 horas

SÁBADOS 21 y 28Danza, Música y TeatroSábados en la Cultura

Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustíny Plazuela Miguel Auza

19:00 horas

Restauración Virtual delAntiguo Templo de San Agustín

21:00 horas

JUEVES 19 y 26Conciertos Taurinos

Banda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y OrtegaPlazuela Goitia / 19:00 horas

DOMINGO 22Concierto

Orquesta Filarmónica de ZacatecasDirector General: Alfonso Vázquez Sosa

Teatro Fernando Calderón18:00 horas / Admisión $ 50.00

DOMINGOS 22 y 29Tradicional Concierto

Orquesta Típica de ZacatecasCasa Municipal de Cultura de Zacatecas

Entrada libre / 18:00 horas

MARTES 24 DE SEPTIEMBREBellas Artes a todas partes

Lectura en voz alta: “Leo… luego existoRAYMUNDO CAPETILLO –Actor invitado

Leyendo Textos de Salvador NovoTeatro Fernando CalderónEntrada libre / 20:00 horas

MIÉRCOLES 25Recital de violín y piano

De México a Paris y VicersaMónica Rodríguez Leal, ViolínNoemí Tenorio Cordero, Piano

FERIA NACIONAL DE ZACATECAS 2013FORO INFANTIL

Del 9 al 22 de septiembre

MARTES 1719:00 horasTeatro infantil

La historia de un colibríLa Otra Cara de la Luna - Zacatecas

Dir. André Alejandra Robles

MIÉRCOLES 1819:00 horas

Teatro familiarLos rusos de clownia

Los Cosmicómicos Teatro - ZacatecasDir. Sergio Salinas

JUEVES 1919:00 horas

Teatro familiarLos rusos de clownia

Los Cosmicómicos Teatro - ZacatecasDir. Sergio Salinas

VIERNES 20 20:00 horas

Música de a deveras con instrumentos de a mentiritasLos Botes Cantan – Toluca, Edo. de México

Dir. Pedro Sandoval

SÁBADO 2117:00 horas

Música de a deveras con instrumentos de a mentiritasLos Botes Cantan – Toluca, Edo. de México

Dir. Pedro Sandoval

Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Zacatecas, Emisión 2012-2013

Auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez”Entrada libre / 19:00 horas

MUNICIPIOS

JEREZ

MIÉRCOLES 25 DE SEPTIEMBREBellas Artes a todas partes

Lectura en voz alta: “Leo… luego existoRAYMUNDO CAPETILLO –Actor invitado

Leyendo Textos de Salvador NovoTeatro Hinojosa

Entrada libre / 19:00 horas

MUSEOS Y GALERÍAS

MUSEO FRANCISCO GOITIA

El espíritu de la abstracciónPintura

Obra de José Luis BustamantePermanencia: 22 de septiembre

FOTOTECA DE ZACATECAS PEDRO VALTIERRA

El otro mestizajeDe Manuel González, Franck Courtel y Sandra Ryvlin

Permanencia al 29 de septiembre de 2013Horarios de vista: lunes a viernes, 09:00 a 17:00 horas

Sábados y domingos 10:30 a 17:00 horas

TALLERES Y CURSOS

INSTITUTO ZACATECANO DE CULTURA “RAMÓN LÓPEZ VELARDE”

Talleres de DanzaCuota de recuperación $250.00 mensuales

De septiembre 2012 a Junio 2013De 16:00 a 21:00 horas

Salones de Danza del IZCClásica / Mtra. Blanca Alatorre

agenda cultural SEPTIEMBREContemporánea / Mtro. Mauro Chairez

Flamenco / Mtra. Ángeles ValleJazz / Mtra. Susana Alemán Cota (Teatro “Ramón

López Velarde”)

MUSEO DE ARTE ABSTRACTO “MANUEL FELGUÉREZ”

Taller práctico de ActuaciónImpartido por: Ramiro Sipoti

Sesiones: 26Lunes y martes de 17:00 a 20:00 horasSeptiembre: 2, 3, 9, 10, 16, 17, 23 y 24

Octubre: 14, 15, 21, 22, 28 y 29Noviembre: 4, 5, 11, 12, 18, 19, 25 y 26

Diciembre: 2, 3, 9 y 10Cupo limitado: 80 personas

Cuota de Recuperación: $150.00Informes e inscripciones: Subdirección de Ense-

ñanza e Investigación del IZCTel. 922 11 13 y 922 11 52 Ext. 113 y 117

CENTRO CULTURAL CIUDADELA DEL ARTE

MúsicaTaller de Trompeta y Guitarra

Mtro. Antonio Ramírez ZacaríasDe 8:00 a 10:00 horas

Cuota de recuperación: $100.00 mensuales

Talleres de LiteraturaEnsayo y Crítica Literaria

Mtro. Sigifredo Esquivel MarínSábados de 17:00 a 20:00 horas

Cuota de recuperación: $ 100.00 mensuales

Taller de Ensayo Imparte Sigifredo Esquivel MarínSábados de 17:00 a 20:00 horas

Cuota de recuperación $100.00 mensuales

Taller de Poesía Imparte Javier Acosta EscareñoSábados de 11:00 14:00 horas

Cuota de recuperación $100.00 mensuales

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17 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Río de palabrasPor Rudy Yohai

Por Vicente Soriano Tlachi*

Por B.P.B. Herrera*

Amores perros

Beber sangrede serpiente

Pecados en el Mar Primero de siete: Lujuria

Previniendo percances, pedí que me amarraran en el sótano. A la hora en punto, la luna llena iluminaba una pe-queña ventana que quedaba a ras de la banqueta. La puerta se abrió despacio. Dolly, intrigada por los gruñidos entró en la habitación, y es testigo del mo-mento en que mi cuerpo ha mutado totalmente al de hombre-lobo. Me pa-rece más bella que nunca, al pretender mantenerse a distancia, su caminar es sensual. La puerta se cerró. Dolly, la

Un hombre con machete en mano dijo el saludo de la mañana de una forma tan golpeada que respondí con mucho miedo, mientras caminaba con direc-ción a Zapoquila. Mi andanza por un sendero de montaña tenía un propósito: obte-ner un acta de nacimiento de mi padre que no hacía mucho había muerto; la necesitaba el abogado para tramitar la liberación de la casa de interés social donde estábamos viviendo. Me causó un poco de extra-ñeza que el paisano ya no cortara la leña y volteé para saber qué estaba ha-ciendo. Comprobé que venía detrás de mí sin hacer ruido. Intenté acelerar el paso. Los habitantes de las rancherías cercanas a Zapoquila tienen fama de matar a machetazos a los forasteros, ¡yo no era un extraño!, el problema era que nadie me conocía, tenía más

Viene cayendo el sol, dorando y de-rritiendo el gran espejo azul de agua salada. Olas nuevas y cálidas se acercan a lamer granos de arena has-ta la orilla, los arrastran adentro, una y otra vez, despacio. Las curvas de la espuma van puliendo de a poco el cuerpo de la playa, meciéndolo al so-nido de su oleaje. El vaivén va removiendo las arenas, que ceden, que se abren entre roces al ritmo de las olas. La sal va pe-

* Escritora mexicana-española, autora de Los Viajes de Tito Cottage, www.titocottage.com Facebook: BPB Herrera.

* Cholula, Puebla. Maestro en Estudios Humanísticos. Escritor y profesor universitario.

perra del vecino, comenzó a menear la cola provocativamente. Todo fue cosa de olfatearnos un poco. El olor erotizó mi cuerpo como un fusilazo bajando desde la nuca por el lomo hasta las extremida-des, comencé a salivar en forma abun-dante. Aúllo, bramo, ladro y mujo con fuerza. La mutación lunar y perder la virginidad en una noche es algo que muchos quisieran contar.

de quince años de estar en la tierra donde nació mi padre; justo en el mo-mento que pisé un borde, escuché la voz del hombre fuerte y clara: ¡Ya te fregaste! Sentí morirme. El aire fue partido por el acero. Cuando pude dar la vuelta, el hombre tenía sujeta, en la punta del arma, una víbora. Ya un poco tranquilo, el paisano me dijo: Desde que te saludé, pude darme cuenta del animal. No quise decirte nada, el susto habría sido malo para ti. Entonces miré varias piedras manchadas y enrojecidas. Recordé de un tajo las palabras de mi padre: Chu-pa sangre de serpiente, así mostrarás que eres valiente, y serás seguido por muchos. Yo creo que el hombre tam-bién sabía de esas palabras. Esperó a que abriera la boca.

netrando entre los granos, se confun-de con ellos: la playa se ha llenado de humedad. Sal y arena se revuelcan aho-ra entre las olas crecientes; las crestas espumosas; la marea que crece a la luz de la luna, empuja con más fuer-za y se pierde entre rocas, redondas y pulidas, las recorre y regresa hacia dentro del mar, para volver de nuevo hacia la orilla: a lamerlas completas y explotar sobre ellas sus ganas en la noche.

El pi

capo

rte

“Bien” y “muy”

La diferencia entre los adverbios “bien” y “muy” puede explicarse fácilmente. “muy” fácilmente. Ambos son ad-verbios, sí. “Bien” lo es de calidad. “Muy”, de cantidad. Otra forma de explicarlo es: “bien” se refiere al 100 por ciento de la calidad mínima requerida. Ejemplo: El boxeador dejó en su contrincante un golpe bien colocado. “Muy” sobrepasa a este 100 por ciento, para dar paso a la saturación. Ejemplo: El boxeador dejó muy gol-peado a su contrincante. Es decir: se pasó de la raya. Otros ejemplos de esta diferencia: Yo permito que mi hija salga a la calle bien maquillada, pero no muy maquillada. Me gusta que me dejen los zapatos bien lustrados. Si los dejan muy lustrados, podría manchar con tinta el piso por donde camine. Cuando reprendo a mi hijo, él queda bien regaña-do. No me gusta que lo haga mi esposa porque entonces mi niño queda muy regañado (excesivamente regañado).

* Envíe comentarios y demás inquietudes a: [email protected]

Por Simitrio Quezada

Hieronymus Bosch, Alegoria a la lujuria y glotoneria

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LA GUALDRA NO. 116

Río d

e pal

abra

sPor Pilar Alba

Por Alberto Huerta

Por Roberto Galaviz

Por Edgar Khonde

No pasa nada

¡Uff!

Teoría de los ángeles

Sueño con el mundoY es que ya no quiero decir nada, tam-

poco hablar; por eso mejor me callo. En boca cerrada no entran moscas. Un candadito me voy a poner y si me lo quito voy a perder. No hablo, digo ni declaro nada. Para qué, qué caso tie-ne, además quién se va a preocupar en oírme, en preguntar por lo que me pasa, si ya ni se acuerdan, si muy ape-nas se percatan de que aquí estoy, de que sigo dé y dé lata. Ah pero eso sí, son muy buenos para hacerse como si nada, como si la virgen les habla, como los que si te vi ni me acuerdo y a otra cosa mariposa. Eso sí que les sale rete

Bajo un cielo encapotado, mirando en el horizonte el fugaz y eléctrico re-lámpago fragmentando en cachitos al cielo, presagio de una inminente tor-menta, Noé se meció la enmarañada cabellera y la indómita barba entre maullidos, relinchos, balidos, gorjeos, trinos, silbidos, rebuznos, ladridos,

*Cuando era un niño,cuando algunas noches el miedo era mayor a mi sueñoy las sombras eran amenazas peores –incluso- que el tiempomis padres inventaron para mí a los ángeles

(cuya belleza extremaaleja la maldad) elloscuidaban de mi noche infantilen desvelo

Al creceryal torpemente olvidarla fórmula de apartar los miedos,el tiempo se hizo amenaza de muertey esa muerte a poco se nos daba, tibiacomo almohada en suspenso a punto de explotardurante cualquier sueño

olvidé los ángeles, perohoy comprendoque eran ellos, siempre elloslos que día padresy de noche –ángeles–me protegían.

Mi primer sueño transcurre dentro de una persecución donde yo ando a veces en bicicleta a veces en motoci-cleta, detrás a unos maleantes que des-bancarían a Nadia Comanecci como reina de la gimnasia. Me detengo en un alto, un tipo muy parecido a la ima-gen que tengo del pequeño monje bu-dista se acerca para preguntarme por cuánto se vende un policía, entonces entiendo que en el sueño soy un po-licía por primera vez en mi vida, le contesto que por lo justo, suelta una cifra. Me despierto sin concluir el so-borno. En mi segundo sueño hago las veces de hombre bala que trata de sal-var una muralla. Intento tras intento reboto contra el muro. Alguien de los de abajo me dice que tengo mala técni-ca, con la cabeza adolorida le digo que lo intente él, el otro ríe y dice que no, que yo tengo todo el estilo. Me perca-to de que los que tratan de lanzarme fuera de la prisión, entiendo que estoy en una prisión por el traje a rayas (o en un campo de concentración aun-

bien. Qué caso tiene decir una cho-rrada de palabras o escribir parrafa-das y parrafadas carentes de sentido, ¿a quién le importa? Aquí, ya lo dije: nadie escucha, mucho menos lee. Lo repito, ¿a quién le interesa? Que muertos, que desparecidos, que heri-dos... Que desgracias por todos lados. Que ya no alcanza ni para tortillas o frijoles, que nos estamos muriendo de hambre. Que nos está cargando el ca-rajo… y nadie dice ni una palabra. Por eso mejor me callo, para qué le hago al cuento, para qué tantos cuentos, si aquí nunca, nunca pasa nada.

cacaraqueos, mugidos, gruñidos, zu-reos… se rascó la axila, la entrepierna y dijo en un murmullo: ¡Esto es una insana locura! ¡Un estúpido protago-nismo mediático! ¡Lo que tiene uno que hacer con tal de figurar en las pá-ginas de la historia… aunque ésta sea sagrada!

que no soy judío), son los acróbatas que perseguía en mi anterior sueño. Uno de ellos me lee el pensamiento o eso creo, me dice, eso te pasa por despertarte. No le contesto nada, le digo que prenda la mecha. Voy por mi intento 487. Antes de volver a salir disparado, se me acerca uno y me dice que podemos intentar cavar un túnel. Le digo que ni que fuéramos topos o ratones, luego agrego, nadie nos va a exterminar en tanto no me despierte. Me contesta, tú qué sabes, se te da lo de genocida, por cada buenaintencio-nalidad de salvar al mundo que tienes, ocurren 4 exterminios, 2 aplicaciones de la ley fuga, 2 sentencias a muerte, otras tantas tragedias “naturales” tipo huracán Katrina, además de todas las guerras locales y mundiales, mien-tras dormitas. Cuando despierto me pregunto qué clase de mundo estaré soñando, prendo la compu, veo las noticias, me acuerdo del sueño, y me digo, pues el mundo que estoy soñan-do es éste.

Odilon Redon, Ángel de destino

[Leerse mientras se escucha: Francisco Tárrega / Lágrima]