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SUPLEMENTO CULTURAL No. 183 - 2 DE FEBRERO DE 2015 - AÑO 4 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN Fotografía de Alejandra Celis Almanza El último viernes del mes de enero de este año será recordado por mucho tiempo en Zacatecas como la noche en la que el Brujo Batiz salió a transfor- mar con su música la realidad en la Plaza Miguel Auza, la noche en que salió a tocar con su guitarra Tijuanera. [Una entrevista con Javier Batiz en páginas centrales]

La Gualdra 183

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La Gualdra 183

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 183 - 2 DE FEBRERO DE 2015 - AÑO 4 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Fotografía de Alejandra Celis Almanza

El último viernes del mes de enero de este año será recordado por mucho tiempo en Zacatecas como la noche en la que el Brujo Batiz salió a transfor-

mar con su música la realidad en la Plaza Miguel Auza, la noche en que salió a tocar con su guitarra Tijuanera.

[Una entrevista con Javier Batiz en páginas centrales]

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2LA GUALDRA NO. 183 / 2 DE FEBRERO DE 2015 / AÑO 4

. 183 Pequeña crónica un tanto anacrónica

Por Gabriel Luévano Gurrola

Poesía e hijosPor Rebeca Mejía López

Cherry babyPor Gerardo del Río A.

Para ser libresPor Roberto Galaviz

Diario de MateoPor Mateo Estrada Gaviria

La reforma a la Ley de Bibliotecas Públicas del Estado de Zacatecas: un manual de buenas intencionesPor Eduardo Campech Miranda

Desayuno en Tiffany’s, mon kuPor Carlos Belmonte Grey

Castillo de sal si puedesPor Andrea Sampedro

Malasombra Para Armando Sáenz CarrilloPor Alberto HuertaDeadlinePor Edgar KhondeMedicinasPor Pilar Alba

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La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira SaadeDir. General

Raymundo Cárdenas VargasDir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada LazarínDir. La Gualdra

[email protected]

Roberto Castruita y Enrique MartínezDiseño Editorial

Juan Carlos VillegasIlustraciones

[email protected]

El viernes pasado asistimos a la Primera Jornada de Blues en Zaca-tecas, una iniciativa del blusero zacatecano Luis Díaz Leaños, quien contó con el apoyo del Instituto Zacatecano de Cultura; ambos coordinaron la serie de conciertos que dio inicio a las tres de la tarde y que cerró por la noche con la participación de uno de los blu-seros más emblemáticos del país: Javier Batiz.

Su concierto inició a las 8 de la noche y fue realmente especial ver actuar en la Plaza Miguel Auza al guitarrista y compositor tijuanense que ha sido maestro y formador de varias generaciones de rockeros y bluseros mexicanos. Fue especial porque el Brujo Batiz es un genio de la guitarra, pero además por todo lo que representa, sobre todo, para las generaciones de los años 60´s y 70´s, época en la que tocar y escuchar rock y blues era conside-rado un acto de total rebeldía. En el público se veían personas adultas que bailaban y cantaban incluso más que los jóvenes, aunque estos eran mayoría. Digamos que fue una reunión armónica de personas de distintas edades congregadas en un mismo espacio, conviviendo ale-gremente; y en tiempos como los que estamos viviendo, resulta ur-gente encontrar las estrategias para que sean cada vez más los espacios públicos tomados por la gente que quiere vivir en paz y que desea presenciar espectáculos de calidad. En ese sentido, vale la pena exten-der una felicitación a los organiza-dores de esta Jornada de Blues en la que una iniciativa independiente logró conjuntar esfuerzos públicos y privados para que esto se llevara a cabo. Enhorabuena.

En páginas centrales de esta edición, podrá usted encontrar una entrevista con Javier Batiz, quien tuvo la amabilidad de con-versar con nosotros y compartir con todos los lectores detalles im-portantes de su vida personal y profesional. Las fotografías son de Alejandra Celis Almanza, a quien agradezco también su colaboración y generosidad.

La semana pasada también se

llevó a cabo, con gran éxito, el En-cuentro de Narrativa de la Región Centro Occidente, en el que par-ticiparon escritores de diferentes estados que conforman esa región. Los talleres, las conferencias y las lecturas programadas tuvieron gran poder de convocatoria, los espacios en los que se realizaron las actividades estuvieron llenos de gente interesada en la literatura y eso es algo que llena de alegría, saber que son cada vez más las personas que participan en este tipo de encuentros en los que el arte y las letras son los principales protagonistas.

Enero fue un buen mes porque los zacatecanos tuvimos la oportu-nidad de asistir a diferentes confe-rencias, conciertos, talleres y a lo programado por la Cineteca; ojalá que los siguientes meses se dé con-tinuidad a este tipo de actividades, finalmente creo que va quedando más firme la idea de que la progra-mación artística-cultural debe ser durante todo el año y no sólo en época de festivales.

La próxima semana se presen-tarán dos libros muy interesan-tes, uno coordinado por el Núcleo Issstezac de Cultura, en el que apa-recen varios grabados de los niños que han participado en los talleres de gráfica de ese centro cultu-ral, el texto principal es de Edgar Hurtado Hernández y el prólogo es de José Enciso Contreras; y otro, autoría de Marco Antonio Flores Zavala, historiador y pro-fesor universitario quien además es colaborador gualdreño. En el siguiente número proporcionare-mos más información sobre estas presentaciones.

Le adelanto también que la próxima semana compartiremos con ustedes la entrevista reali-zada a la escritora Cristina Rivera Garza, autora, entre otros títu-los, de Nadie me verá llorar y de La Castañeda. Narrativas dolientes desde el Manicomio General, 1910-1930.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

La magia del BrujoJavier Batiz en ZacatecasPor Jánea Estrada Lazarín

Reflexiones literarias VIPor Carlos Flores

El PicaportePor Simitrio Quezada

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Cuando oyó el crujido tuvo la ina-movible certeza de que el alcohol exacerba los sentidos. Sí, afina el oído y había exceso de hojas, muchas pie-dras. Siguió tomando de la botella de aguardiente sin voltear siquiera a lo que retrasaba la marcha. Luego sin-tió liberada la carreta. Eran las ocho y diez. Hizo treinta minutos de la troje a la casita y no los veinte que acostumbraba. Eso lo achacó, le dijo a su madre mientras se acercó de entre las sombras para echarle una cobija “a que el terreno estaba muy accidentado”.

***Contaba la anciana que vio al

nieto entrar rápidamente y del mismo modo engullir uno de esos panes lla-mados “alamares”, beber de un trago el atole y volver salir. Lo conminó a regresar inmediatamente pero no le escuchó. A media noche salió a buscarlo y, frente al Sagrado Corazón empotrado en la pared, auguró una blasfemia.

***Podemos colegir que vio, u oyó

(porque todos fuimos niños alguna vez y, más que nada, porque a dife-rencia de él, quienes leen esto siguen vivos), lo siguiente:

El plano inclinado perfectamente real y fantástico que a sus miras era montaña; el intrincado de árboles y abrojos por el que esquivó espinas, ramas, cortezas salidas, casi lianas de selva en su imaginación como casi rugidos y estertores de bestias lo que eran ruiditos de pájaros ridículos y cobardes alimañas; el camino poco a poco desterrado de la luz de la tarde (lo que ayudaba a su absorbente ima-ginación que sin la evidencia de la rea-lidad logró integrarse a la ceguera, y así, a la creación de un mundo nuevo); la muñeca vacía y delgada que vio por instinto igual que su padre con el reloj que antaño había pertenecido a su abuelo, para comprobar que seguía siendo niño y el tiempo le valía go-rro, pero no el hambre, insinuándose discretamente, luego con una cruenta ferocidad; el camino de regreso ya

amparado por las estrellas a las que otorgaba figuras de animales o (cosa curiosa y elevada para un niño) la po-testad de alguno de los sentimientos que rige la vida de los hombres. ¿Por qué su madre, en ocasiones, le llenaba de besos la cara y en otras lo llamaba escondida tras una barda y cuando es-taba cerca le daba con una manguera hasta dejarlo tirado? ¿Por qué de su pobreza y el hambre? (pensándolo bien, son sobre todo los niños quie-nes hacen esas preguntas); la sangre que derramó su rodilla al rodar cerro abajo, sabiendo, recordando que ese día era viernes de pan dulce; también, pudo percatarse que en la noche la sangre no parece tan impresionante sino un mero líquido que arde en la mano, como sudor proveniente de estrellas; la casita sin chimenea donde lo aguardaban sus padres, y el pan, el chocolate, y la abuelita; el canto de una lechuza (la misma que no lo había dejado dormir a sus anchas toda la semana), lo que hizo que recordara las leyendas atribuidas a ese animal. Su canto era en realidad un mensaje que debería descifrar. Su error fue haber regresado a entenderse con el ave agorera.

Lo último que vio fue una oscu-ridad que lo empujó al suelo y a una zona en que ni su imaginación lo pudo proteger.

***El cuarto que fungía como cárcel

del pequeño pueblo anteriormente había servido para guardar los cachi-vaches del presidente y, de vez en cuando, el amor secreto de este con una panadera. Cuando su esposa se dio cuenta (o quiso darse cuenta) y le armó un escándalo mayúsculo, el presidente lo negó todo, pero donó a la comunidad, como indirecto gesto de contrición, el cuartucho que sería provisto de un escritorio y una serie de barrotes que lo dividía en dos sec-ciones: la de acá, libertad, y la de allá, para los presos.

En la lado de allá se encontraba el hombre todavía con la cobija, a la que se aferró cuando entraron los gendar-mes a llevárselo y que no le pudieron

Pequeña crónica un tanto anacrónica

Por Gabriel Luévano Gurrola

Anael Tritura. Sin título (de la serie Galvanizados). Acuarela. 50 x 70 cm.

Literatura

quitar. Debido a su gran tamaño le sirvió para extenderla doblada en el piso, sentarse en ella y aparte cubrirse con un pedazo. No alcanzó a comerse el plato de quelites y carne de puerco. Ya encerrado le pidió comida con tono entre bromista y humilde a uno de los gendarmes que había sido com-pañero suyo en la primaria y quien le contestó:

-¿Sabes lo que hiciste?El preso dijo que no y el policía

echó un escupitajo que fue a dar en los zapatos, de fina calidad pero llenos de lodo seco.

***La primera revisión del cadáver

lo efectuó lo más cercano a un mé-dico que había en la comunidad: el boticario, que, por cierto, una vez estuvo a punto de matar a una señora al frotarle un ungüento caducado (él era su amante, por lo que ella no presentó cargos). El análisis, pues, prescinde de los términos científicos y correctos. Se puede leer, por ejem-plo: “fractura de piernas y un brazo, raspones y friegas por todo el cuerpo, uno ojo completamente cerrado, y el

otro abierto. Y rotura de costiyas”. El médico que llegó al día siguiente lo reprendió, no tanto por la simpleza de su diagnóstico, sino porque había escrito costillas con “y”.

El médico elaboró el registro como se debe y lo entregó a la au-toridad. Tiempo después a alguien le dio curiosidad y fue a revisar los archivos. Se sorprendió al principio, luego no tanto, al ver que el niño había muerto “de un dolor de estómago mal atendido”.

***Qué suerte y qué alivio para el pa-

dre del preso, un mediano agricultor a punto de volverse rico, la noticia de que el nuevo presidente electo era un muy buen amigo suyo.

***A los pocos meses el padre deshe-

redó al otrora preso, no por la carga moral del accidente, ni debido a los diez mil pesos que tuvo que dar a la familia del niño, sino porque su hijo cada día más borracho, según decía, era “muy dilapidador”.

Para entonces ya le habían dado

un empleo en la fábrica de refrescos y cuando creyó que la noticia era asunto olvidado, llevó a sus amigos a tomar a la casa. Ya estaba casado con la mujer que lo abandonó hace poco. Al oír los gritos y juramentos de su esposo y los amigos al entrar, ella corrió a encerrarse a su cuarto. Avanzada la noche y aprovechando la ebriedad de su amigo, uno de los invitados fue de puntitas al cuarto de la mujer y logró entrar con intención de seducirla o violarla. Le preguntó si sabía lo que había hecho su marido meses atrás. Ella dijo que sí con tanta frialdad que el hombre, contrariado, salió sin hacer ruido.

Muchos años después, ella enga-ñaría a su esposo con otro hombre.

***Lo volví a ver hace unos días.

Sigue mal. Ya vive en esta ciudad. Por supuesto, me dijo que todo su sufri-miento se lo debe a “aquel pecado” y confesó que ahora sí se iba a matar. No le creí. Le di un poco de dinero para que almorzara y este siguió su camino. Lo vi alejarse. La gente, sin conocerlo, le saca la vuelta.

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LA GUALDRA NO. 1834

Poesía e hijosPor Rebeca Mejía López

Es común que, en la mayoría de los casos, los padres se preocupen por el futuro de sus hijos. Hay quienes lo manifiestan insistiendo en que elijan carreras útiles que les permitan una seguridad econó-mica a futuro, por ello todas las ciencias duras y carreras clásicas como derecho, administración, medicina, ingeniería, con-tabilidad, etc., son las más recurrentes a la hora de aconsejar a los hijos por no decir persuadir.

En El Quijote se nos narra algo simi-lar cuando este se encuentra con Diego de Miranda, en el capítulo XVI de la segunda parte. Don Quijote, al entablar plática con el caballero, le pregunta que cuántos hijos tiene, porque ya los filó-sofos de la naturaleza, que no conocían

la verdad de Dios, decían que los bienes afortunados eran tener muchos amigos e hijos. El caballero Miranda responde que solo uno, pero que no se siente tan afortunado pues su único hijo no es tan bueno como él quisiera, por estar embe-bido con la ciencia de la poesía, si es que se le puede llamar así.

Según Diego de Miranda, su hijo Leo-nardo estudió las lenguas latina y griega, todo el día se la pasaba leyendo versos homéricos y sus conversaciones eran con Horacio, Persio, Juvenal y Tibulo, sus poetas preferidos. Miranda, deja ver su decepción al no haberle sido posible arras-trar a su hijo a la ciencia de las leyes o a la teología.

Sin embargo, don Quijote replica di-

Lite

ratu

ra

ciendo: “Los hijos, señor, son pedazos de entrañas de sus padres, y así, han de querer, en buenos o malos momentos que sean, como se quieren las almas que nos dan vida”. Así, al buen juicio de don Quijote, lo mejor es que Miranda deje seguir a su hijo por el camino de la poesía. La poesía, explica don Quijote, “es como una doncella tierna y de poca edad y en todo extremo hermosa, a quien tienen cuidado de enriquecer, pulir y adornar otras muchas doncellas, que son todas las otras ciencias”, refi-riéndose a todos los otros saberes, conocimientos y experiencias.

El verdadero poeta, para don Quijote, es aquel que nace. El poeta natural es mucho mejor que el poeta que sólo por saber el arte quiere serlo ya que el arte no se aventaja a la naturaleza sino que la per-fecciona. Así, la conclusión del Quijote es que Diego de Miranda deje caminar a su hijo por donde su estrella le llama y preocuparse sólo en guiarle por el camino de la virtud y las buenas costumbres, ya que “la pluma es la lengua del alma”.

Con estos razonamientos queda admirado Diego de Miranda, quien primero tenía por loco y men-tecato a don Quijote y, sin embargo, su opinión es

perfectamente lógica y sensible. Le invito, estimado lector, a reflexionar en qué

sería del mundo si cada quien caminara por donde su estrella le llama sin importar lo difícil de los tiem-pos ni la “utilidad” del camino elegido.

Te veo, en mi retina se estampa tu figura, te miro cherry baby de las esquinas, que deambula entre Emiliano Zapata y Fray Margil, acaso una contradicción histórica, revolución y santidad, hoy ambas en el margen del ocaso. Mesuras la calle cono-cida metro a metro y detienes las horas en la comisura de tus labios y el maquillaje. El tiempo le dicta a tu piel y tu cuerpo su ru-tina, tus zapatos de tacón han recorrido el espacio cientos de veces y su ritmo resalta tu presencia. Venus esquinera tu sonrisa le quita lo sórdido a la grisura del paisaje a la ruinosa belleza del templo, tu imagen des-taca entre la multitud presurosa y sobre la

nubosidad que empaña al sol. Él se acerca a ti con solvencia y el ramo de margaritas esplende, del breve intercambio mercantil adquiere una onza de ternura que por algunos minutos le dará felicidad, él sabe que tú eres el ungüento que alivia la pena cotidiana, la santa que redime su pecado de existir, la potranca que puede montar para salir del bosque y la amenaza del lobo gerencial. El falso rubor de las buenas conciencias que te han estigmatizado, para ellos eres la sirena maligna que los hechiza con el canto sutil de tu mirada, la bruja que seduce con su andar sicalíptico, se olvidan que ellos son la causa y tú la consecuencia.

Cherry babyPor Gerardo del Río A.

*

Al aprender a manejar un autose va tan despacio, y tan absurdoque se contradice a la velocidad de la vida Es igual cuando se aprende a leer:vamos dando traspiés, caminando por una cuerda tensada entre la primera y la última sílaba.

Sucede igual al montar un caballo, al tocar el piano, al patear el balón, al enamorarse,al jugar Black Jack

-quien está siempre a quemarropa de las reglas, va sobre lo conocido, sobre lo que le han indicado,a decir verdad, ni siquiera existe,nada nuevo verá jamás-

Para ser libres

hay que retar lo que sabemos

poner la direccional al carril izquierdo,rebasar por el derechoy observar desde el retrovisorcómo la calle misma se desconcierta, quizá de placerpor una caricia distinta

Para ser libres hay que aprender las reglasy olvidarlas en el momento adecuado.

Para ser libresPor Roberto Galaviz

Río d

e Pal

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Reflexiones literarias VIPor Carlos Flores

Literatura

“Equis” persona, “equis” crimen

Estudiamos en Matemáticas algunas ecuaciones y en ellas nombramos “equis” a un valor incógnito o deter-minado. Con todo, no resulta apropiado utilizar dicha denominación para sustituir a la palabra “determinado”.

“Determinado” es un participio que utilizamos como adjetivo determinativo. “Equis” es sólo un sustantivo.

Lo correcto es decir “determinada persona” y no “equis persona”.

Lo correcto es decir “determinado crimen” y no “equis crimen”, como se escucha en algunos comerciales radiofónicos.

* Lo invito a que envíe comentarios y demás inquietudes a:

[email protected]

El PicaportePor Simitrio Quezada

Allá por el siglo V, hacia el ocaso del Imperio Romano, las inva-siones bárbaras eran algo común en Europa. Las bibliotecas roma-nas sufrieron las consecuencias, pues cientos de miles de ma-nuscritos de origen griego y ro-mano fueron destruidos por esta devastación. Fueron muy pocos los lugares en donde su pudieron conservar, algunos fuera de Oc-cidente, como Palestina, Egipto y otros pueblos orientales, de donde luego los recuperarían los estudiosos durante el Rena-cimiento.

Uno de los más importantes refugios de los libros clásicos y de los padres de la Iglesia, representantes del cristianismo que aprovecharon la caída de Roma para impulsar su fe, fue la biblioteca bizantina en Medio Oriente, pues los estragos no

fueron tan grandes como en las bibliotecas del Imperio occiden-tal. Fundada por el emperador Constantino el Grande hacia el siglo IV en la capital del Imperio Romano de Oriente, Constan-tinopla, albergó, además de lo mencionado, literatura pagana poco tiempo antes de que los cristianos, en la ceguera de su fervor religioso, incendiaran la biblioteca de Alejandría.

También el mundo de Medio Oriente tuvo una tarea impor-tante en la conservación de li-bros, pues algunos califas, como es el caso de Harun Al-Rashid, se encargaron de recoger tex-tos por todo el mundo islámico, además de que se interesaron por traducir el griego al árabe, logrando reunir en sus reinos, además de literatura relacionada con el Islam, filosofía, historia,

medicina, matemáticas, entre otras disciplinas de interés. Con el tiempo, y durante los casi 1000 años que estuvie-ron los árabes en España, se hicieron traducciones del árabe al latín vulgar por parte de los judíos y mozárabes.

Pero sin duda, fue la iglesia ro-mana la que llevó la iniciativa en la compilación de textos, su traducción y producción: una parte de quienes se dedicaban a la vida monástica, tenía la tarea de trabajar en las bibliotecas de de las diferentes comunidades reli-giosas y sus instituciones. Un ejemplo de esta actividad lo podemos ver en la novela del escritor italiano Umberto Eco, El nombre de la rosa.

Hacia el siglo XIII, gracias a los franciscanos y dominicos, se comien-zan a erigir las primeras universidades, estrechamente relacionadas con la vida de los monjes, pues en esa época el sa-ber de los libros caía en ellos por toda la labor de rescate y erudición que se ha-

bía vuelto una tradición en esas amplias salas donde estaban los escribas. Gracias a ello, los aristócratas comienzan a tener cada vez un interés mayor en los libros, por lo que tiene la idea de pedir copias de los mismos a los monjes, tales como los que se guardaban en las bibliotecas cristianas, para poder crear una propia en sus palacios. Cabe mencionar que los libros eran hechos totalmente a mano por lo que su precio era muy elevado.

Lo anterior significó la descentrali-zación de la cultura del libro en la vida

monástica, pues con el comercio que se establece de textos entre la iglesia y la aristocracia, nace la posibilidad de crear textos que no fueran solamente de con-tenido religioso, científico o clásico, y salen a la luz aquellos que plasmarían la creatividad y la vida de la época. Entre este tipo de obras tendremos que con-siderar a Boccaccio, Dante y Chaucer, entre otros, eso sin mencionar la gran cantidad de textos que se creaban en la Corte y en el mundo pueblerino gracias a los juglares.

Scriptorum

Biblioteca Apostólica VaticanaDetalle de las artes mecánicas y manuales. Cántigas de Alfonso X el Sabio.

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La magia del BrujoJavier Batiz en Zacatecas

Fotografías: Alejandra Celis Almanza

Por Jánea Estrada Lazarín

Mús

ica

Javier Isac Medina Núñez, Javier Batiz, nació en Tijuana el 3 de junio de 1944, ciudad a la que retornó para quedarse después de haber vivido durante una larga temporada en el DF, y es que a “Tijuana siempre se regresa, a lo que amas siempre has de regresar”, como bien ha dicho uno de los rockeros más emblemáticos de este país a quien lla-man también El Brujo.

El término “brujo” alude a un hombre que es capaz de comunicarse con los dioses, de usar poderes mági-cos para sanar a través de rituales y que tiene la capacidad de modificar el entorno… y Batiz hace magia con su guitarra blanca “la tijuanera”, basta escucharlo tocar los primeros acordes para conocer ese poder y para com-prender por qué alrededor de él hay tantos mitos e historias verdaderas. Historias como la de que en él encon-traron la inspiración principal otros grandes de la música como Fito de la Parra, Alex Lora y el mismísimo Carlos Santana; o como aquella que habla que fue él el primer rockero en presentarse en un concierto al aire libre en la capital del país; o como la de que no tocó en Avándaro porque tenía otros compromisos musicales ya pactados; o como las historias que cuentan que tocó en la década de los setentas con Rodrigo González en el Wendy’s Pub y que en esa misma época Jim Morrison fue de martes a sábado a verlo tocar y a organizar dos que tres desmanes.

Son 57 años de trayectoria artís-tica, 28 discos grabados y uno más por estrenarse próximamente: El laberinto del Brujo. Batiz compone, canta y toca la guitarra desde que tiene uso de razón. Actualmente im-parte clases en su escuela, de la que han surgido los jovencísimos músicos que lo acompañan recientemente en sus tocadas.

La semana pasada estuvo en Zaca-tecas para tocar en la Primera Jornada de Blues en Zacatecas y un día antes de su presentación conversé con él, en el restaurant de un hotel en el cen-tro histórico. Su sonrisa amplia es más llamativa que su grande melena y su afabilidad aún más.

Jánea Estrada Lazarín: 70 años de edad y más de medio siglo de trayectoria, maestro…Javier Batiz: 70 años de edad, 57 años de trayectoria, 24 años de casado y tengo todos mis dientes… en una cajita [ríe]. A los 12 años fundé mi primer grupo llamado los TJ´s por las siglas de Tijuana, fuimos muy famosos y aquí me tienen, nomás porque empecé ahí.

JEL: Pero luego se fue al DF…JB: Sí, me llamaron Los Rebeldes para suplir a Johnny (Laboriel) y no, pues no pasé la prueba, porque me mi voz no encajaba, yo traía desde entonces un estilo muy diferente, estilo que me ha traído tocando por todo el mundo, gracias a Dios.

JEL: Tiene 28 discos grabados, pero está

por estrenar un nuevo material.JB: Sí, lo estamos grabando en Tijuana, nos tardamos más de 20 años en en-contrar un buen estudio ahí per lo en-contramos; también estamos grabando dos videos que lanzaremos en VH1 y en MTV.

JEL: Siempre ha trabajado más por la vía independiente que cobijado por grandes disqueras, ¿por qué?JB: Pues por ser ideáticos y un poco “idióticos”. Así como tengo mi manera de tocar, tengo mi manera de pensar, de hablar… y así también tengo mi manera de trabajar, por la libre. Ha funcionado hasta ahorita, aunque ha sido difícil, por la música. Siempre ha sido increíble lo que hacemos, pero si te fijas, hasta las nuevas generaciones buscan la música de Batiz, los más jóvenes.

JEL: Maestro, es que se ve usted muy joven…JB: ¿Verdad? Es la música. Y también que me rodeo de gente muy joven. Los músicos que me acompañan en las pre-sentaciones son muy jóvenes; mira, el más grande tiene 29 años y todos somos de Tijuana… ¡Arriba Tijuana, ca…!

JEL: ¿Son alumnos de su escuela? ¿Fue así como los encontró?JB: Sí, son alumnos de mi escuela y de ahí he invitado a los mejores. La escuela se llama la “Escuela del buen saber de Javier Batiz” [ríe], no, en realidad se llama “El mundo en tus manos”.

JEL: La escuela está orientada a la en-señanza del rock y del blues, supongo…JB: Sí, eso es muy importante decirlo; tengo un método elemental muy arrai-gado, es el único que sé y es con el que he enseñado a más de mil músicos, unos más famosos que otros, otros no tanto, pero de ahí salió Fito de la Parra, por ejemplo, Marcos Mendoza, muchos músicos…

JEL: ¿A usted quién le enseñó?JB: Dios. El talento que tengo de un de repente ahí estuvo. Lo descubrí así nada más, mi método es elemental, como una tabla de multiplicar: son cinco notas nada más, es la escala pen-tatónica menor y son las únicas cinco notas que tocamos. Y esa es la clase que ha tenido la gente que ha estudiado conmigo…

JEL: Como Santana… ¿qué significa para usted que tantos músicos de tal fama y categoría lo reconozcan como un gran maestro?JB: Pues me siento como el papá de los pollitos; pero más que nada me siento muy agradecido con Dios porque pude hacer algo para el bien de mis similares, eso es muy importante. Santana estuvo tocando cinco años conmigo como mi guitarrista; luego se fue a Estados Uni-dos y cuando se volvió famoso me buscó y empezó a llevarme a todos los lados que se le ocurrían a tocar con él. Desde hace 15 años que no toca-mos juntos; en el 2000 tocamos en San Diego, luego él ganó los Grammys y

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Música

desde entonces él se fue a su viaje, que es un gran viaje estelar…

JEL: La pregunta obligada: ¿Y Jim Morrison?JB: [Ríe] Fuimos amigos. Cuando yo estaba tocando en el DF en el Terraza Casino, él también estuvo tocando en otro bar, el Forum, a dos cuadras de donde yo trabajaba. Un día se apareció solo y terminó yendo a mis tocadas durante cinco días… de martes a sábado. Un día se puso bien borrachito y se encueró el pobre, lo sacó la policía. Y otro de esos días lo sacaron también porque desgarró los twitters de mi bocina, pero no de agresión, de puro amor… fuimos amigos.

JEL: Hábleme de “la Tijuanera”.JB: La Tijuanera es mi guitarra blanca, yo la diseñé hace doce años y es con la que toco actualmente, siempre me acompaña. La di-señé para tocar con mi método y luego ya un gringo me ayudó a construirla. Eran tres, una se me quedó en San Francisco, las otras dos las conservo. Es única porque la diseñé pensando en el tamaño de mi mano, en su hendidura; es de una sola pieza, las pastillas son especiales, tiene 24 trastes.

JEL: ¿Cuál ha sido el premio más grande que ha recibido?JB: Los aplausos de la gente son muy im-

portantes. Pero el premio más grande es estar, seguir estando. En las mañanas me levanto y le doy gracias a Dios que estoy aquí todavía; ese es el premio más grande: la vida, tener mis facultades intactas, no tener ningún vicio, tener a mi esposa, a una hija hermosa, un nieto hermosísimo… La música y no meterme en problemas me mantienen aquí.

JEL: ¿No tiene ningún vicio?JB: Tengo vicios, pero no de los feos… [ríe] me gusta mucho por ejemplo ver la tele; la televisión para mí es como una enciclopedia. Es como las redes sociales, si sabes seleccionar lo que debes de ver puedes aprender mucho. Por eso me compré mi televisionsota, con un sonidote y sus botonsotes… veo mucha televi-sión porque para mí es como un accesorio de acompañamiento.

JEL: ¿Entonces cree usted que el hecho de que estén regalando televisiones, en esta llamada Cruzada contra el Hambre, es buena idea?JB: Mira, hay cosas que se cree que están bien y si son para beneficiar a la gente hay que seguirlas haciendo; porque hoy son muchas las carencias que tiene la gente. Yo qué puedo saber si es un acierto o no, pero yo apoyo todas las acciones que hagan bien a la gente, a la humanidad. Yo a la gente pobre además de

televisiones les daría una dosis de fe, en estos momentos les diría que no hay que perder la esperanza, que hay que trabajar el doble de duro para salir adelante.

JEL: ¿Cómo fue su infancia?JB: Muy feliz. No vengo de un hogar en extrema pobreza, mi mamá siempre nos sacó adelante a mis cuatro hermanas y a mí trabajando muy duro, pero no nos faltó nada. Todos somos maestros, yo de música y mis hermanas de educación con el método Montessori, la Baby también enseña música. Mi mamá, Clotilde Núñez de Batiz fue profe-sora de inglés, y como yo, de un de repente habló inglés y comenzó a estudiarlo y a enseñarlo. Fue ella quien además me enseñó los primeros cuatro acordes de la guitarra, sus hermanos y ella cantaban padrísimo, ella además silbaba con un sonido dulce es-pectacular. Decir que tuve una infancia feliz es poco, en mi casa siempre hubo alegría, amor y paz. Fui un niño consentido porque crecí entre puras mujeres y debo decirte que desde que tenía tres años ya traía una guita-rra en la mano.

JEL: ¿Usted fue a la escuela también?JB: Sólo a la escuela primaria, en 1957 salí con calificación de 6. Mi profesor Ponce, a quien recuerdo con mucho cariño, me dijo

que me daba esa calificación de 6 para que me saliera, porque ya no me aguantaba [ríe]. Era tremendo y era muy inteligente, entonces yo cuestionaba mucho y eso no les gustaba a los profes… desde entonces aprendí por mi cuenta.

JEL: A mí me dijeron que usted le gusta mucho leer…JB: Sí, te dijeron bien. Fíjate, tengo dos libros que leo y vuelvo a leer: la Biblia y El Quijote. Y nadie me dijo que los leyera; empecé leyendo chiquillo las colecciones de Selecciones del Reader ‘s Digest y un día me encontré la Biblia, una gran obra literaria, a la que vuelvo siem-pre. De los mexicanos, tengo un favorito: José Agustín. Nadie como él para reflejar la cultura mexicana, para hablar de nosotros, de una ma-nera divertida y bien documentada.

Este es Javier Batiz, el que se asombra to-dos los días con lo más sencillo de la vida; de las cosas más simples se inspira para componer, para tocar, para seguir haciendo magia. El último viernes del mes de enero de este año será recordado por mucho tiempo en Zacatecas, como la noche en la que el Brujo salió a transformar con su mú-sica la realidad en la Plaza Miguel Auza, la noche en que salió a tocar con su guitarra Tijuanera.

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LA GUALDRA NO. 1838

Goitia, el desconocido[La nota fue publicada en La Revista “el semanario de la alta sociedad”. Apa-rece en las páginas cuatro, cinco y seis. Ninguna incluye publicidad. El texto no señala autor.

Los cotextos son quince fotografías atribuidas a Lorenza Castrillón (hermana de Antonio).

Mateo miró la revista el miércoles 28, a las 19:39. Don Sinesio Berumen le obsequió el impreso.

En catorce fotografías “aparece” uno de los Antonio Castrillón (padre o hijo). En todas están con invitados.

Mateo sonrió al ver la foto donde asoma junto a la esposa del senador de la República y Antonio hijo. Es la única imagen donde tres personajes traen una copa con vino tinto.

La sonrisa es por el recuerdo del ins-tante en el que Antonio le dijo (previo a la toma): “Nos vemos al rato”.

Don Sinesio vio la sonrisa. Nada ex-presó. Mateo vio la actitud y sin mediar pregunta, comentó: “Es Antonio”…]

La Fundación Castrillón celebra el

bicentenario de la construcción del Pa-lacio Castrillón con la magna exposición “Francisco Goitia, el desconocido”.

La muestra exhibe una docena de pinturas y treinta documentos suscri-tos por el artista zacatecano y por sus amigos.

Los documentos son propiedad de la familia. La obra pictórica proviene del Museo Nacional de Arte, del Instituto Na-cional de Bellas Artes, del ayuntamiento de Cholula, Puebla, del Museo Francisco Goitia de Zacatecas y de la familia Cas-trillón.

El evento fue singular y emotivo. No hubo corte de listón, pese a la presencia de funcionarios culturales y políticos.

El acto de inauguración fue la simple apertura de la puerta del salón de recep-ciones del Palacio.

El speech de bienvenida lo pronunció en perfecto español Lorenza Castrillón, quien desde hace dos décadas vive en Eu-ropa. El brindis, para celebrar el aniver-sario, lo hizo el senador de la República.

Carmen Lourdes Abreu y Solís, di-rectora artística de la Fundación, guió

el primer recorrido. Frente a cada cuadro y documento describió lo hecho por Francisco Goitia.

Todo Zacatecas estuvo pre-sente, como se puede apreciar en las fotografías: Enrique Segoviano, Rebecca de Alba, Sofía Mayen, el cónsul francés, el arqueólogo Eric Suastegui, la escultura-escritora Lulú Coelho, el senador de la Re-pública, el coordinador de asesores del gabinete técnico César Gutié-rrez.

Los mejor vestidos de la fiesta fueron la esposa del senador y el poeta pinense Enrique Fernández Ledesma.

El personal de servicio vistió atuendos de la época en que fue construido el Palacio.

Las doscientas personas invita-das gozaron de buffets de comida oriental y francesa, vinos y alcoho-les más fuertes. Una banda juvenil tocó música clásica.

Para modificar la fría temperatura invernal, en los pasillos del jardín colo-

caron calentadores eléctricos.La magna exposición permanecerá

hasta el mes de abril de 2015.

En los últimos meses del año pasado, el 4 de noviembre para mayor precisión, se reformó la Ley de Bibliotecas Públicas del Estado de Zacatecas. Por iluminación di-vina a un legislador se le ocurrió que las comunidades zacatecanas deberían contar con bibliotecas, cuyo acervo estaría con-formado por bibliografía física y virtual. Ideas geniales para acercar a la población la palabra escrita son buenas intenciones. Y es que en resumen eso es la nueva ley: un manual de buenas intenciones, una serie de propósitos de año nuevo.

Contrario a la Ley del Fomento del Libro y la Lectura en Zacatecas, la funda-mentación de la reforma en cuestión tuvo una mayor documentación y no sólo el por-tal Wikipedia. No obstante, nuevamente, dejaron fuera documentos normativos fun-damentales en el quehacer bibliotecario, un ejemplo de ello son las Directrices IFLA-UNESCO para bibliotecas públicas. Y otra vez no existe un diagnóstico y si lo hay es equivocado. En ningún apartado se men-cionan los perfiles para ocupar un cargo dentro de las bibliotecas públicas, ni como bibliotecario, ni como directivo. Total, ¿qué

tan complicado puede ser cuidar libros?

Hay un fuerte problema de invisibilidad de la biblio-teca y del bibliotecario (ya se ha dicho en otra cola-boración). El punto que he puesto sobre la mesa (el perfil) no es asunto me-nor. Para los apologistas y simpatizantes de las admi-nistraciones en turno, da lo mismo que las bibliotecas sean encabezadas por un maestro de educación física de preescolar que un doctor en letras o un máster en promoción de la lectura. La conducta lectora es intras-cendente en un país donde no se lee (según cifras, ma-teriales, soportes textuales, géneros, dados por el centro), ¿qué “de malo tiene” que quien encabece una (o unas) bibliotecas lea o no? Lo extraordinario sería lo contrario. Por eso se han presentado casos de biblio-tecarias analfabetas.

Por otro lado están los recursos econó-micos. La reforma propone, como ya men-cioné, la creación de bibliotecas rurales. Siendo el Estado y el Municipio quienes se harán responsables del gasto corriente que ello genere. Si algo ha caracterizado a los

municipios zacatecanos es su indiferencia hacia las bibliotecas públicas: son pocos quienes capacitan a su personal, más allá de la formación que ofrece del Dirección General de Bibliotecas del CONACULTA, son menos aún quienes invierten en adqui-sición bibliográfica. Como muchos espacios burocráticos, la biblioteca es premio y cas-tigo. Premio a quien estando desempleado apoyó al candidato ganador; castigo a quien apostó por el perdedor. Y si algún ayun-tamiento considera la construcción de un edificio ex profeso para biblioteca, no faltará que a alguien se le ocurra que los libros se pueden amontonar y dejar suficiente área para otras dependencias (desde Registro Civil hasta bodegas).

Me llama la atención el silencio de los medios, de los intelectuales y de los biblio-tecarios, ante tan descabelladas propuestas carentes de sustento y sendero. Son políti-camente correctas, cierto, pero descabella-das. No me cabe duda que ese silencio está apuntalado por el poco interés que estos re-cintos van generando en la comunidad, en la sociedad. Y esta es una responsabilidad que compartimos varios actores.

Por Mateo Estrada GaviriaDi

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La reforma a la Ley de Bibliotecas Públicas del Estado de Zacatecas: un manual de buenas intenciones

Por Eduardo Campech Miranda

Renato Guttuso. El mendigo. 1944.

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Cuadro realizado por Adolf Schrödter donde don Quijote lee libros de caballerías. 1834.

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2 de FEBRERO DE 2015 9

El diario íntimo de Nanni MorettiEl director italiano Nanni Moretti se montó en una vespa, colocó una cámara en un coche grúa para que lo filmara y se puso a recorrer las calles de Roma durante el verano de 1993. Seguido de es-paldas en una bajada, luego de costado en un puente, después de frente en la zona histórica, el casco blanco y la playera gris de Moretti colorean al personaje y al di-rector de su propia historia, Diario íntimo.

La película se divide en tres capítulos, la ciudad, las islas y los médicos. En cada uno de ellos se mantiene la misma estra-tegia narrativa, el roadtrip:

El primero es un viaje urbano por las calles desérticas de Roma durante el verano, solo hay algunas fiestas públicas de quienes no se han ido a refugiar al calor de las playas. Moretti con su vespa se pasea en plan cuadragenario lleno de resplandor gracias a una forma de vida plena e intensa; el campo abierto urbano y su música son un paseo relajante; su sala de cine, que lamentablemente, confiesa, por la temporada solo pasa

películas de poco interés, es su sitio de reposo.

Luego vienen las islas y los ferrys. La búsqueda de un sitio apropiado para escribir. El idílico ambiente marítimo inspirador y romántico. Las comidas y las vistas. El turismo y el esnobismo intelectual. La masificación y los anhelos de mundialización. La identidad y la im-portación.

Y por último los médicos y la sensibi-lidad del director para mostrar su cáncer. Su confesión se abre al público en la úl-tima sesión de quimioterapia. El viaje es

entre los muchos y diferentes tipos de doctores de fallidos diagnósticos hasta llegar al terrible descubrimiento de su enfermedad. Fotografió la falsedad de la ética médica, la avaricia del comercio far-macéutico y de las filosofías de la salud. Y al final sonrió mirando con optimismo al espectador.

El director se filmó a sí mismo, se convirtió en su propio actor y en su pro-pio héroe. Criticó a los críticos de cine. Recuperó el formato del viaje filmado para mostrar la nueva realidad de una parte de la Italia ochentera. Utilizó el

cine para confesarse o para descargarse. Bailó al compás de otra película, metió su cine en otro cine de otra época y consi-guió hacer de una tragedia una comedia.

La cinta ha cumplido casi 22 años desde que comenzó a exhibirse y de que ganó el premio al mejor director en el Festival de Cannes. Pero su frescura la deja vigente. Es un recuerdo a la ingenua Happy-Go-Lucky de Mike Leigh, que también brilló por su tono sonriente. Ca-racterística que, parece, está casi vedada de los festivales cinematográficos que se quieren tener por serios.

Desayuno en Tiffany’s, mon kuPor Carlos Belmonte Grey

Cine

Como les mencioné hace un par de semanas, la temporada de premiaciones cinematográficas empezó con los People Choice Awards, después de ellos siguieron los Golden globes, los Cri-tics’ Choice Awards, los Screen Actors Guild awards, los BAFTA, los Golden Raspberry (“premiando” lo peor del cine), y los esperados Oscar (entre otras premiaciones menos conocidas que ocurren durante estos meses).

No he visto la mayoría de las películas nominadas senci-llamente porque no las han pasado en Zacatecas, pero estoy intentando adelantarme a los acontecimientos y el fin de semana vi The imitation game, una película basada en el libro Alan Turing: The enigma, escrito por Andrew Hodges, y a su vez basado en cierto período en la vida del matemático britá-nico Alan Turing.

El guión de la película fue adaptado por Graham Moore (este fue su primer guión de largometraje), el director es el noruego Morten Tyldum (que también dirigió la película Headhunters basada en el libro de Jo Nesbø), y la música (tam-bién nominada) es del francés Alexandre Desplat (El discurso del rey, El curioso caso de Benjamin Button). Esta película queda bastante arriba en mis predilecciones, no sólo de que he visto este año, sino de mis películas favoritas de todos los tiempos. No hay ni un rasgo de la película que me parezca mal hecho o

exagerado, la escenografía, la música, la edición, la historia, el guión, la dirección y las actuaciones son magníficas.

El actor inglés Benedict Cumberbatch (Sherlock, Atone-ment, 12 years a slave) que interpreta a Alan Turing le da sin lugar a dudas la vulnerabilidad necesaria para no hacerlo un personaje odioso; de la misma forma los actores que inter-pretan a los demás personajes nunca se encuentran fuera de su papel, Keira Knightley (Orgullo y prejuicio, Los piratas del caribe), Matthew Goode (Match Point, Leap year), Charles

Dance (Game of thrones), Mark Strong (Sherlock Holmes, Tinker Tailor soldier spy), Rory Kinnear (Penny dreadful) y Allen Leech (Downton Abbey), entre otros, conforman un cast que le da unidad a la película.

The imitation game es una película realista que transcurre en la Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial; se centra en Alan Turing que, como dije antes, era un matemático que intentaba crear una máquina que sirviera para descifrar los códigos na-zis que lograban interceptar. Tal vez al ver la película ustedes piensen que Turing no fue un héroe, pero eso no es importante; Alan Turing fue una persona complicada, un genio que usó todos sus conocimientos para ayudar a la humanidad en una época de crisis terrible y que, como muchos otros a través de la historia, no fue reconocido en su momento pero que será recor-dado como una de las grandes mentes del siglo XX.

Una frase que se repite en la película en varias ocasiones es “A veces son las personas de las que nadie imagina nada, las que logran hacer cosas inimaginables”. Lo que Alan Turing hizo en ese momento era considerado inimaginable, aunque hoy sea algo a lo que estamos totalmente acostumbrados.

No les digo más, vean el filme, al menos para mí es de los imperdibles. Se supone que debía estrenarse en México a partir de enero, así que revisen sus carteleras y vayan a verla.

Castillo de sal si puedesPor Andrea Sampedro

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LA GUALDRA NO. 18310

MIÉRCOLES 4, 11, 18 y 25

18:00 horas

Todos al Centro Histórico

Miércoles de Danzón

Mercado “J. Jesús González Ortega”

Coordina: Casa Municipal de Cultura de

Zacatecas

JUEVES 5, 12, 19 y 26

19:00 horas

Tradicional Concierto

Banda Sinfónica del Estado

Dir. Salvador García y Ortega

Plazuela Goitia

VIERNES 6, 13, 20 y 27

18:00 horas

Concierto

Orquesta Típica de Zacatecas

Dir. Alfonso Naranjo

Mercado “J. Jesús González Ortega”

Coordina: Casa Municipal de Cultura de

Zacatecas

SÁBADOS 7

19:00 horas

Sábados en la Cultura

Trova

Ernesto Ruiz

Escalinatas del Antiguo Templo de San

Agustín

y Plazuela Miguel Auza

Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura

“Ramón López Velarde”

Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

DOMINGOS 8, 15 y 22

13:00 horas

Tradicional Concierto

Orquesta Típica de Zacatecas

Dir. Alfonso Naranjo

Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

Entrada libre

Coordina: Casa Municipal de Cultura de

Zacatecas

MARTES 10

19:00 horas

Concierto

Presentación oficial de la Camerata de la

Ciudad de Zacatecas

Patio Central del Museo Zacatecano

Entrada libre

JUEVES 12

19:00 horas

Trova

Ernesto Ruiz

Café “Casa de Moneda”

Centro Cultural Ciudadela del Arte

SÁBADOS 7, 14, 21 y 28

Música versátil

Sábados en la Cultura

19:00 horas

Angelus

20:00 horas

Mika y su grupo Bichos

Escalinatas del Antiguo Templo de San

Agustín

y Plazuela Miguel Auza

Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura

“Ramón López Velarde”

Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

MARTES 17

19:00 horas

Concierto de Gala

Música clásica de Persia e India

Teatro Fernando Calderón

Entrada libre

VIERNES 20

19:00 horas

Vive la Ciudad

E-string Projet- Zacatecas

Sara Valenzuela- Guadalajara, Jal.

Plazuela Miguel Auza

SÁBADO 21

19:00 horas

Temporada de Conciertos

Orquesta de Cámara del Estado de Zacatecas

Director: Arturo García Cuéllar

Auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel

Felguérez”

Admisión $50.00

SÁBADO 21

19:00 horas

Sábados en la Cultura

Concierto de piano

Mario Morones

Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín

y Plazuela Miguel Auza

Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón

López Velarde”

Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

DOMINGO 22

13:00 horas

La banda del club de dibujeros y musicantes

del sargento rascatripas

PAPIROPLÁSTIKA, La Banda del Club. Rock n’ Chaviza

Plazuela Goitia

JUEVES 26

19:00 horas

Trova

Adrián Villagómez

Café “Casa de Moneda”

Centro Cultural Ciudadela del Arte

SÁBADOS 28

19:00 horas

Sábados en la Cultura

Luis Díaz Leaños y el Ensamble Azul

Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín

y Plazuela Miguel Auza

Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón

López Velarde”

Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

MUNICIPIOS

PINOS

LUNES 23

19:00 horas

Danza árabe

Shahdana

Dir. Blanca Bautista

Jardín Principal

SEMINARIOS, CURSOS Y TALLERES

Estética(s) de la existencia

Autores Clásicos

Impartido por: Guillermo Rivera Arteaga

Modalidad Vitu@l

Febrero-marzo

Inicio: 9 de febrero

Cupo limitado

Costo $300.00

Informes e inscripciones

Facebook: Subdirección de Enseñanza e Investigación

del IZC

[email protected]

MUSEOS Y GALERIAS

MUSEO DE ARTE ABSTRACTO “MANUEL

FELGUÉREZ”

Thomas Ghislaine

Sala Temporal I

Permanencia: 28 de febrero

La Transmutación de la Energía

Raúl Herrera

Sala Temporal II

Permanencia 28 de febrero

MUSEO FRANCISCO GOITIA

Ànidá

De Susana Salinas

Permanencia: 22 de marzo de 2015

FOTOTECA DE ZACATECAS PEDRO VALTIERRA

Una historia no escrita de Fresnillo

Fotografías de Ricardo Sánchez Ortega. 1942-1980.

Vestíbulo de la Cineteca de Zacatecas.

Del 4 al 18 de febrero

Fotografía: 195 años captando la luz, 1819-2014

Colectiva con acervo histórico y autores

contemporáneos

Permanencia: 15 de febrero 

“De aquí soy. Concurso Nacional de Fotografía

Cuartoscuro 2014”

Exposición Colectiva

Permanencia: 18 de marzo del 2015.

AGENDA CULTURAL FEBRERO 2015

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2 de FEBRERO DE 2015 11

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12 LA GUALDRA NO. 183 / 2 DE FEBRERO 2015

Río d

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abra

sMalasombraPor Alberto Huerta

Para Armando Sáenz Carrillo

A veces, muchas ve-ces, cuando tú estás leyendo un libro, una novela, un reportaje, algo, el libro El hambre de Caparrós y te ima-ginas todo ese insulto que es que la gente así, tan así, tan fácil, se quede con el estómago vacío, cuando tú tienes en la despensa más de cuatro opciones para la cena. Y lees y señalas y subrayas y le pones banderitas a las páginas para cumplir con el deadline y te echas un trago y enciendes un cigarrillo. A veces, que piensas en la muerte tan capaz de aniqui-lar a 200 millones de personas porque no les alcanza ni para tragar poquito de aire. A veces que te pones el pijama, despacito. A veces no sabes por-que no lo sabes. De repente, la literatura, o

no la literatura sino la paraliteratura, es más fuerte y más densa que lo escrito. A veces, que piensas en la muerte de mil millones de personas repartidas en el África, India, China, y la muerte sin avisarte, ojea las mismas páginas que tú rayoneas y señalas. A veces te llega un rumor como lejano, como que toca la puerta pero no del todo. Escuchas el zumbido del Twitter, volteas, pierdes un minuto o dos o tres y te levantas. Miras la plataforma. A veces cuando tú estás tra-tando de cumplir con el deadline y piensas en todos esos muertos desnutridos que no tienen ni para sorber el aire y te apenas, pero llegas a la misma conclusión que Martín: Qué putas puedo hacer,

qué putas. A veces sin motivo te llega un aviso al Twitter, un mensaje. Y entiendes que la muerte no es tan le-jana. (La muerte señala con marcador naranja la palabra “muerte” en todas las páginas). A veces a lo mejor lloras. No te quedan ganas de golpear, de taconear, de ametrallar con otra tecla. A veces la muerte se sincera, a lo mejor te dice que lo siente. A veces te enteras que las balas de la muerte te han rozado, que su gua-daña ha caído un pelín cerca, que su aliento se ha desviado. A veces te avisan que un viejo colega tuyo... bueno, no tienes que escribirlo, tienes que entregar el deadline. A veces te enteras de la muerte de un amigo tuyo, o un amigo de antes, o un amigo de siempre.

DeadlinePor Edgar Khonde

La sombra moviéndose sobre la arena amarilla de la playa. Él se desnuda. Las ropas van cayendo de una en una. Que-dan como garabatos en la arena húmeda. La sombra al ace-cho. La arena. Los granos de arena se mueven con la brisa. Las gaviotas chillando. Van y vienen. Como las olas. Van… vienen… Chocan entre sí… La espuma blanca coronando a las olas. Él está recostado tapándose con la mano los rayos del sol. No puede ver a la sombra. Encandilado por el sol no se percata de ella. A pesar del calorón se le pone la carne de gallina a causa de un escalofrío. La muerte chiquita. La sombra sigue ahí, agazapada. Él está mirando el horizonte libre de nubes, es una rayita azul, casi imperceptible…

Susana Salinas. Sin título. Óleo/tela.

A veces ni siquiera estoy enferma pero tomo medicinas. Diario son cuatro pas-tillas obligatorias para evitar que la pre-sión arterial suba y me estalle la cabeza. Aunque si se me antoja o siento que las necesito puedo tomar otras tres o cuatro; a veces hasta cinco o seis más… alguna vez conté y llegué a tomar hasta quince píldoras en un día. Hay medicinas por todos los lados de la casa, sobre todo en mi cuarto. Se esconden en los cajones del escritorio, junto a las prendas de ropa en el clóset o duplicando su imagen en el espejo del tocador. Si me duele la cabeza: aspirina o paracetamol; diclofenaco si el dolor es extremadamente fuerte. Bu-tilhioscina para el dolor de estómago o

combinada con paracetamol para aquello de los cólicos o dolores menstruales que pican como banderillas en el vientre en de ciertos días del periodo. Tengo tam-bién una variada colección de antiácidos desde leves como el pepto hasta fuertes como omeprazol, para evitar el reflujo y los ardores en la panza. Así como cientos de ansiolíticos, que no sirven para nada. Están además los medicamentos que no son medicinas: las gotas de microdosis, los chochos de alcohol con azúcar y las vitaminas. Todos los días tomo medici-nas, ya lo dije: aunque no esté enferma, a ver si con eso se me calman también los dolores del alma, para los que dicen: nomás no hay cura.

MedicinasPor Pilar Alba