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La guaracha del Macho Camacho: Texto de ruptura 1 En 1976 salió a la luz La guaracha del Macho Camacho 1, primera no- vela publicada por el conocido dramaturgo, ensayista y catedrático puer- torriqueño Luis Rafael Sánchez (n. 1936). Inmediatamente ¡a obra atrajo poderosamente la atención del público lector y fue objeto de las más va- riadas reseñas por parte de los críticos, tanto en Puerto Rico como en la Argentina, suelo donde se publicó. En la tierra del tango se la caracterizó de «obra de denuncia, contada con aquel contagioso compás [el de la guaracha], con mucho de sátira inteligente y humor negro» 2. En Puerto Rico, un reseñista calificó la novela en estos términos: Ni nivola ni novela, «La guaracha del Macho Camacho» es «La charca» del despelote neo-industrial, la «crónica de un mundo enfer- mo»: hueco, anticultural, cosificante y sucio. Ni nivola ni novela. Es una crónica en la que Sánchez vocifera el empobrecimiento espiri- tual de todas las clases sociales ultrajadas por el peor de los colo- nialismos. «La guaracha del Macho Camacho» es un documental dirigido Luis Rafael Sánchez, La guaracha det Macho Camacho, 5? cd. (Buenos Aires: Edi- ciones de la Flor, 1978). En adelante se cita por esta edición indicando ci número de la - gina entre paréntesis. 2 «Reseña dc La guaracha det Macho Camacho», La Nación [Rs. As.], 13junio 1976, 3a sección, p. 3. tal corno se cita en Antonio Matos, cd., Guía a las reseñas de libros dey sobre 1-lispanoamérica (Detroit: Elaine Ethridge-Books, 1976>, p. 1179 Anales de Literatura Hispanoamericana, Vol. IX - N.> lO. Ed. Univ. Complutense, i981.

La Guaracha Del Macho Camacho L

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La guarachadel Macho Camacho:Texto de ruptura

1

En 1976 salió a la luz La guarachadel Macho Camacho1, primera no-vela publicadapor el conocidodramaturgo,ensayistay catedráticopuer-torriqueño Luis Rafael Sánchez(n. 1936). Inmediatamente¡a obra atrajopoderosamentela atencióndel público lector y fue objeto de las más va-riadasreseñaspor partede los críticos, tanto en Puerto Rico como en laArgentina, suelo donde se publicó. En la tierra del tangose la caracterizóde «obra de denuncia, contada con aquel contagioso compás [el de laguaracha],con mucho de sátira inteligente y humor negro»2. En PuertoRico, un reseñistacalificó la novela en estos términos:

Ni nivola ni novela, «La guarachadel Macho Camacho»es «Lacharca»del despeloteneo-industrial, la «crónicade un mundoenfer-mo»: hueco, anticultural, cosificantey sucio. Ni nivola ni novela. Esuna crónica en la que Sánchezvocifera el empobrecimientoespiri-tual de todas las clasessociales ultrajadaspor el peor de los colo-nialismos.

«La guarachadel Macho Camacho»es un documentaldirigido

Luis RafaelSánchez,La guarachadetMacho Camacho,5? cd. (Buenos Aires: Edi-cionesde la Flor, 1978). En adelantesecita por estaedición indicandoci númerode la pá-gina entre paréntesis.

2 «Reseñadc La guarachadetMacho Camacho»,La Nación [Rs. As.], 13junio 1976,

3a sección,p. 3. tal corno se cita en Antonio Matos, cd., Guía a las reseñasde libros dey

sobre1-lispanoamérica(Detroit: Elaine Ethridge-Books, 1976>, p. 1179

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Anales de LiteraturaHispanoamericana,Vol. IX - N.> lO. Ed. Univ. Complutense,i981.

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por un cínico, una tirilla cómica escrita por un demonio en mediode un tremendotapón existencial,en la quesepresentael ensancha-miento colectivo del lenguaje,la parálisisdel pensamientocreadorylibre, el estancamientomoral, el embrutecimientode todoslos secto-res socio-económicos:la excretaindividual y colectiva>.

Tan interesantesfueron los comentariosde los críticos como los delpúblico no especializadoen cuestionesde literatura. Reproducimosaquíun fragmentode una carta de un lector al periódicoEl Mundo de PuertoRico:

El contenido de La guaracha del Macho Camachoes lo más in-decorosoquehabíaleído nunca...Es un libro sin razónde ser, forza-do, solamentepara desafiaruna sociedadenteraen el más descarna-do alarde de vulgaridad, de mal gusto...

Como puertorriqueñoque soy, y muchos que lo han comentadoconmigo estánde acuerdo,me avergúenzaLa guarachadel MachoCamacho~.

A cinco añosdesdesu publicación, estanovelaseperfila como la nove-la puertorriqueñamás importantey de más impactode la décadadel se-tenta e, indiscutiblemente,como la novela que habrá de dar pasoa unnuevo y novedosomodo de novelaren Puerto Rico. La novela ya cuentacon seis impresiones — la última de la que se tenga conocimiento de1979— y seha traducidoa varias lenguas5.Tanto el autorcomo sunovelahan sido objeto de múltiples homenajespor partede diversoscentroscul-turalesy docentesde su país6.

La guaracha del Macho Camachoentrade lleno en lo que se podríadenominarcomo eí «postboom»de la novelahispanoamericanacontempo-ránea7y, específicamente,en lo que algunoscríticos han denominadola

JuanManuel Rivcra, «La peornovela escritaen PuertoRico», reseñade La guarachadel Macho Camacho, Claridad [Puerto Rico], «En Rojo», 3 julio 1976, p. 8.

Carlos Pagár>,Carta, El Mundo, «La voz del lector», 17 de agostode 1976, p. 6-A,col. 4.

El traductor norteamericanoGrcgory Rabassaha publicado la traducción al inglés,la cual lleva por título Macho Carnachos Beat (New York: Pantheon,1980). Eliane Za-gury ha traducido la novelaal portuguéscon el título de O bataquedo Macho Camacho.

6 Recientemente,la Revista deEstudiosHispánicosde la Universidad de PuertoRicole dedicó su númerocorrespondientea 1978a la obra de Sánchez,en particular, a estano-vela-

Entiéndase«postboom»de la narrativahispanoamericanacomo lo quese haescritoenHispanoaméricaa partir de la décadadel setenta,particularmente,despuésdc Cien añosdesoledad, la cual muchosconsiderancomola novela que clausuróeí llamado «boom» y decierta formafue el detonadorquedesatéuna reacciónencadenaenla novelahispanoameri-

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«nuevanoveladel Caribe»,de la cual son partícipesautorescomo Guiller-mo CabreraInfante, Emilio Diaz Valcárcel, PedroJuanSoto, SeveroSar-duy y otros. Comenta Lorraine Ben-Ur que «asistimos a la edad de lanuevanovela del Caribe, la que habrá de cifrar, a travésde una visiónpersonal, las esenciasde la cultura antillana: su lenguaje, su ritmo y sumodo de reaccionarante las formas foráneas»».

Como miembro joven de estanuevacamadade novelistasantillanos,Sánchezha roto en gran partecon la tradición literaria puertorriqueña.Aunque la temáticade sunovela siguesiendoesencialmentela problemá-tica del hombrepuertorriqueño,Sánchezle ha dado un nuevo y modernoenfoque a ésta. Ya en 1966, cuando apareciósu primera colección decuentos,En cuerpo de camisa,se atisbó en ella el anuncio de un nuevogrupo de narradoresqueparaEfraín Barradas«publicanobrasqueclara-menterompencon los modelosde la generaciónanterior»>.

Al presentecontamoscon variosensayoscríticossobreestanovela. Al-gunos simplementese ciñen a resumir los aspectostematológicosde laobra. Otros se dedican a estudiarlos aspectoslingúísticos, estructuralesysocio-políticos.Este trabajo intenta explorar aquelloselementosde la no-vela que la califican como un texto de ruptura. El concepto«texto de rup-tura» podríamos entenderlo como lo que Roland Barthes define como«texte de jouissance»,contraponiéndoloasí con el «texte de plaisir», untexto más tradicional:

Texte de plaisir: celui qui contente,emplit, donnede l’euphorie;celui qui vient de la culture, ne rempt pas avec elle, est lié á une

caDa. Paraestudiossobreel ‘<boom» hispanoamericanover Emir RodriguezMonegal,E/bo-orn de la novela latinoamericana(Caracas:TiempoNuevo, 1972)o JaimeMejía Duque «El“boom” de la narrativalatinoamericana»,en su Narrativay neocoloniajeenAmérica Lati-na (Bogotá: Tercer Mundo, 1977), Pp. 71-89.

Lorraine Elena Ben-Ur, «Hacia la novela del Caribe: Guillermo Cabrera infante yLuis Rafael Sánchez»,Revistade Estudios Hispánicos [Puerto Rico], 5 (1978>, p. 129.

Efraín Barradas,«La figura en la alfombra: nota sobredos generacionesdenarrado-res puertorriqueños»,Insula, Nos. 365-57 (1976), p. 5. La «generaciónanterior» a la queel profesor Barradasalude es la llamada generacióndel cincuentaa la que pertenecen,entre otros, JoséLuis González,René Marqués,PedroJuanSoto y Emilio Díaz Valcárcel.A Sánchezse le ha incluido en la llamadapromocióndel sesenta,aunquevinculado conescritoresque como Manuel RamosOtero (Concierto de metal para un recuerdo, 1971),Tomás LópezRamírez(Cordial magia enemiga,1971), CarmeloRodríguezTorres(Veintesiglos despuésdel homicidio, 1971), Anagilda Garrastegui(Lechede la virgen azul, 1973) yEdgardo RodríguezJuliá (La renuncia del héroe Baltasar, 1974> empezarona producir enla décadadel setenta. Parauna visión panorámicade la novelísticapuertorriqueñade losúltimos años ver Asela Rodríguezde Laguna, «Balancenovelístico del trienio 1976-1978:conjunción de signos tradicionalesy rebeldesen Puerto Rico», Hispamérica, Nos. 23-24(1979), Pp. 133-42.

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pratique confortable de la lecture. Texte de jouissance:celui quimet en état de perte, celui qui déconforte(peut-étrejusquá un cer-tain ennui), fait vaciller les assiseshistoriques,culturelles,psycholo-giques,du lecteur, la consistencede sesgoúts, de ses valeurset de sessouvenirs,met en criseson rapport au langage«.

Al calificar La guaracha del Macho Camachocomo texto de rupturano pretendemosde ningunamaneradesligarestetexto de toda la produc-ción novelísticapuertorriqueñaanterior a él. Como bien añadeBarthes,«le textede jouissancen’est que le développementlogique, organique,his-torique, du texte de plaisir, l’avant-garde n’est jamais que la formeprogressive,émancipée,de la culture passée:aujourd’hui sort dhier»íi. SiLuis Rafael Sánchezpudo escribir un texto de ruptura es porqueanteriora él ha habido novelistascomo Manuel Zeno Gandía,Enrique Laguerre,JoséLuis González, PedroJuanSoto y Emilio Diaz Valcárcel,entreotros,que le han servido de modelos,no para copiarloso imitarlos, sino paraasimilarlosy dar un pasomás allá.

II

Como texto de ruptura, La guaracha del Macho Camachopresentauna estructuranovedosa.Al igual quetantosotros escritoreshispanoame-ricanoscontemporáneospreocupadospor la disposicióndel materialnove-lesco (pensamosinmediatamenteen autorescomo Julio Cortázar, CarlosFuentes,Mario VargasLlosa, JuanRulfo y SeveroSarduy),Sánchezle hadado a suobra una estructuramuyoriginal. Una lecturasomerade la no-vela nos daría la impresión de queésta tuviera unaestructuracompleta-mente caótica.Sin embargo,un examenmás detalladode ella nos indicaque la novélaposeeunaestructuramuy lógica —aunquecompleja— y casisimétrica, la cual responde,sin lugar a dudas,a un plan trazado por elautor. De modo que la novela, siendodeslectibleo escriptible, en el senti-do barthesiano‘2, impone un código de lecturaque rompecon los códigosconvencionales.

La novelaprincipia con una advertenciaal lector (p. 11) la cual susti-tuye, de algún modo, a los tradicionalesprólogos. En ella el autor nosparticipa los propósitosde sunovela, aunquesabemosmuy bien queestos

~ Roland Barthes, Le Plaisir du texte(Paris: Editionada Seuil, 1973), Pp. 25-26.

“ Ibid., p. 35.~ Roland Barthes,Sil (Paris: Editions da Seuil, 1970), pp. H-l1.

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trasciendenmás allá de lo que Sáncheznos dice. Segúnestaadvertencia,la novela pretende:a) narrar «el éxito lisonjero obtenido por la guarachadel Macho Camacho“La vida es una cosa fenomenal’»; y c) transcribir«íntegro,el texto de la guarachadel Macho Camacho“La vida es una co-sa fenomenal” para darle un gustazosoberanoa los coleccionistasde éxi-tos musicalesde todos los tiempos».

A estaintroducciónle sigue el texto de la novela, el cual se componede cuatrociclos narrativosde cinco escenascadauno y, a manerade textode fondo, diecinueve interrupcionesdel locutor-narrador de radio (cadauna entreescenay escena).A suvez, cadaescenaestasubdivididaen uni-dadesmenores,las cualesllamaremospasajes.Estosestánseparadosunosde otros por espaciosen blanco. Además,las primerastrespalabrasde ca-da pasajeaparecenescritascon letrasmayúsculas.La última páginade lanovela contienela letra completade la guaracha«La vida es una cosafe-nomenal», composición del Macho Camacho, compositor ficticio. Laguarachasirve de lema de la novela y como una especiede leitmottvo.

Cada una de las veinte escenasde la novela gira en torno a unpersonajeis, aunque en un caso, dos personajes —doña Chon y LaMadre— compartenel foco de atenciónde un grupo de escenas.Ademásde estosdos personajes-foco,los otros son el senadorVicente Reinosa;suesposa,Graciela Alcántara y López de Montefrio; su hijo Benny; y LaChinaHereje, corteja del senador,la cual enel transcursodela novelades-cubrimosquees La Madre. Cadapersonaje—salvo La Madre— haceunasola aparición en cada ciclo. Es decir, cadapersonajeapareceen cuatroescenas,cadauna en un ciclo distinto. Al finalizar el primer ciclo, las es-cenasde los siguientesciclos sesucedenen el mismo ordenen el queapa-recenen el primeroi4 Ya queni los ciclos ni las escenasse identifican me-diante títulos o números,el autor retomaa principio de cadaescenael úl-timo pasajede la escenaanterior de esepersonaje,aunquecon algunasalteracionesiS Un proceso similar ocurre también en las diecinueve in-terrupcionesdel locutor de radio. Parahilvanar todasesasinterrupciones,se repiteel enunciado«señorasy señores,amigasy amigos»a principio decadauna. De estemodo, el discursodel locutor de radio obtieneuna con-tinuidad a travésde toda la novela. Notamosque la estructurade la nove-la essimétrica,no sólo en cuanto a la división en ciclos, escenasy pasajes,

iS No se entienda que cadaescenatrata Única y exclusivamentede un solo personaje.

La novela no es novela de personaje.Aunque en muchoscasoslas escenascontienenlospensamientosde estospersonajes,ya seamediantemonólogosinterioreso mediantediálo-gos con otros personajes,tambiénhay narraciónno personal (tercera persona).

~ El orden de apariciónesel siguiente: La ChinaHereje,Vicente, Graciela, La Madrey doñaChon, y Benny.

~ Ver, por ejemplo, el último pasajede la primera escenade La China Hereje (pp.23-24) y el primer pasajede su segundaescena(p. 79).

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sino tambiénen cuantoal númerode páginasde cadaciclo y escenay encuanto al númerode pasajesde cadaciclo ~».

En suma,la estructurade la novelaes reiterativa; espiral, más quecir-cular, pues el discurso narrativo siempre progresa. Esta reiteracióncumplevariasfuncionesdentrode la novela. A nivel técnico,éstasirve pa-ra reanudarel hilo narrativode la narracióndela anteriorescenavincula-da a ésta, el cual habíasido interrumpidopor la interpolaciónde otrases-cenasdisociadas”.Por otra parte, la estructurareiterativa hace recalcarel carácter redundantede la obra, redundanciaque no se limita a laestructuray que sehacemás notableen el lenguajey en el ambientemu-sical de la obra. A nivel narrativo,estaestructurasirve parapresentarlasimultaneidadde los acontecimientosquese narra. Sabemosque los per-sonajes,en el presentenarrativo’», se encuentranen una situación de es-pera:el senadory Benny estánatascadosen el «tapón»o embotellamiento,Gracielaesperaen el consultoriodel psiquiatray La Mujer esperaal sena-dor en un apartamiento.Esta simultaneidadde planosen el tiempode lascinco de la tardese refuerzamediantela yuxtaposiciónde las escenasdelos personajes.La simultaneidadde planos temporalestambiénse ve re-forzadaretóricamentemediantela repetición de frasescomo «cinco pasa-do meridianode miércoleshoy», «a lascinco en puntode la tarde»,«y sonlas cinco» y otras variacionesde las mismas a travésde toda la novela.Aún más, la estructurareiterativa de la novela pareceser análoga a laestructuramusical de la guaracha,ritmo popular afro-antillano que, altgual que otros ritmos hermanoscomo la plena, el merenguey la salsa,consistede un estribillo y una glosa acompañadosde una músicaredun-dante y pegajosa.

Se habrá observadoademásque la estructurade la novela refleja cier-tas influencias del teatro. Esto no ha de sorprendernospues Sánchezseinició en el mundo literario como dramaturgo>.La división de la novela

‘» El número de páginasde cadaciclo oscila entre 51 y 64; el número de páginasdecadaescenaoscila entre 7 y 12; y cada ciclo tiene entre 31 y 33 pasajes.

‘ Estadisasociaciónespuramenteformal ya que las distintasescenasforman partedeun ciclo y los ciclos forman parte de un todo, quees la novela. Cadaescenano es autóno-ma, sino que dependetanto de las que están vinculadas a ella por medio del personaje-foco, como de las demás.

8 Además del presentenarrativo, hay otros planostemporales:un pasadoevocadoporlos mismos personajes,un pasadopresentadopor el narrador y un pasadonarrativo, el delasescenasde La Madre y doñaChon, el cual viene a unirseal presentenarrativoen la úl-tima escenade la novela, la muerte de El Nene.

~> Sánchezha publicado hasta la fecha las siguientesobras de teatro: Los ángelessehanfats~ado,Farsa delamorcompradito, La hiel nuestrade cada día, - - - O casiel alma yLa pasión segúnAntígona Pérez. El autor tiene una nuevapieza, Necesitamosa MarlonBrando, la cual no ha sido estrenadatodavía.

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en ciclos, escenasy pasajesnos recuerdala división en actos, cuadrosy es-cenasde las obrasde teatro. Mas aquí no paranlos paralelismos.Es eviden-te que en la novela al lector se le trata más como espectadorque comolector mismo. Desdela aperturade la novelase nota el carácterde espec-táculo: «SI SE VUELVEN ahora,recatadasla vuelta y la mirada, la veránesperarsentada.- .» (p. 13). Más adelanteel autor nos invita a tomar unbreve descanso:

DESCANSEN, PERMITIDO EL cigarrillo, el aliento a tutti frut-ti que comerciael chicle Adams permitido una cervecita,un cafeci-to, el cansadoestire las piernas, el remolón marquela páginay sigaleyendo otro díay el que quieramásnovedadvéalay escúchelaaho-ra (pp. 79-80).

De estamanera,el lector se convierteen espectadorde un espectáculoque muy bien podría ser una radionovelao una telenovela,programasfa-voritos de la radioaudienciay teleaudienciapuertorriqueñas.Los persona-jes de la novela se conviertenen actores.Y como si fuera poco, ronda porla novela un frenético locutor de radio que es elementoindispensabledetoda emisión de radio o televisión. La música no puede faltar y laguarachadel Macho Camachose cuela por todaspartesy pareceinundarla novela de caboa rabo. E incluso, uno de los personajes,La China He-reje, es una fanática acérrimade una de las vedettesmás popularesdePuerto Rico y de toda Hispanoamérica,la ‘<chaconisima»Iris Chacón. Laguarachadel Macho Camacho,vista desdeestepunto de vista es «novela-espectáculo»o «teatro novelado»;es melodramay novelodrama.Esta fu-sion de la novela y el teatro, tanto a nivel estructuralcomo a nivel de lospersonajesy a nivel lingúístico, parececonstituir un singularhito en la li-teratura puertorriqueña,al fundir estos elementosen un solo texto. Deahí que la novela causeeseimpactocasi catártico,efecto característicodelas grandesobrasdramáticas.

III

Tan innovadores Sánchezen el manejode la estructuracomo en el delas técnicas narrativas. Como profesor de literatura hispanoamericanacontemporánea,Sánchezconocemuy bien las nuevastécnicasnarrativasque han sido utilizadaspor los escritoreshispanoamericanosde hoy día.En esta novela, Sánchez ha incorporado muchas de ellas, como porejemplo: la intertextualidade intratextualidad~«,la fragmentacióny yux-

20 Paraun estudiodel carácterintertextual de la novelaver el artículo de 1-lelen Calaf

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taposiciónde acción y tiempo, la pluralidad de puntosde vista, la aboli-ción de capítulos,párrafosy hastade oraciones,y la misma incorporaciónde elementosajenosal tradicional géneronovelesco(elementosteatralesycinematográficos).La incorporaciónde estastécnicasnarrativasno sigm-fica de ningún modo que Sánchezmeramentehaya imitado o calcadodichastécnicas,sino más bien su asimilaciónparala producciónde un es-tilo sumamentepersonal.

Uno de los elementosimportantesde la técnicanarrativade estanove-la y de todo discurso narrativo es el narrador. Según observaNomi Ta-mir, hay esencialmentedos tipos de narradoresde acuerdoa la categoríade personagramaticalen la que se enmarquen.El narradorpersonalseenmarcaen las categoríaspersonalesde primera y segundapersona(yo,tú), mientrasque el narrador no personalo impersonalse enmarcaen lacategoríano personalde tercera persona(él)”. De estaforma, todo dis-cursonarrativo puedeasociarsecon uno u otro narrador,segúnel tipo dediscursoquepredomineen él. ParaTamir, el discursopersonalse presen-ta explícitamentecomo un acto de comunicacióny se identifica mediantela presenciade un hablante(yo) y¡o un destinatario(tú), los cualesrepre-sentan el foco de interés. Por otra parte, el discurso no personal nomuestrantngunaindicaciónde forma persona;más bien sirve paracomu-nicar hechos,no actitudes,y sedescribefrecuentementecomo un discursoobjetivo22

En la narraciónpersonales importante destacarla figura del narrata-rio. Si vemosla narraciónpersonalcomo un extensoacto de comunicaciónficticio, ésteinvolucra a un destinatario(narrataire en francéso narrateeen inglés) que también forma partede la narración. Tamir afirma quecualquierindicio de la presenciade un destinatariocolocala narraciónenel plano personal.El destinatarioes el blanco inmediato del acto de co-municacióndel narradorpersonal.Muy importanteademás,al destinata-rio no se le debe confundir con eí lector actualo virtual de la novela. Eldestinatariopuedemanifestarsede diversasmaneras;puedeser un perso-naje de la novela o un lector u oyenteimaginarioso invisibles’~.

Teniendoestasconsideracionesen cuenta,quisiéramosestableceraho-ra unasdirectricespara el estudiodel rendimientodel narradoren la no-vela que nos ocupa. Creemosque dicho estudio, por su complejidad,es

de Agúcra, «La guaracha del Macho Camacho: intertextualidad y ruptura», Caribe, 2(1977), Pp. 6-16.

SI Nomi Tamir. «PersonalNarrative and its Linguistic Foundation>’, PTL: A Journat

for Descriptive Poetics and Theory of Literature, 1 (1976), p. 416.22 Ibid., p. 419.23 Ibid., PP. 425-26. Para un estudioa fondo de la categorizacióny función del desti-

natario ver GeraldPrince, «Introduction a Pétudedu narrataire»,Poétique, fl (1973), Pp.

178-96.

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tema de otro trabajo aparte. En nuestrasobservactonesnos concentrare-mosmás bien en una taxonomíadel narradory las funcionesqueéstede-sempena.

Categorizaral narradorde estanovelano es tareafácil. Deprimera in-tención, el lector pensaráque está anteun narradorno personalconven-cional que simplementenarra objetivamentelos acontecimientosque sesucedenen la novela. Una lectura atentanos hace descubrir la presenciade no uno, sino dos narradores.Efectivamente,el narradorse ha des-dobladoen dos: un narradorque apareceen los ciclos narrativosy un lo-cutor de radio que apareceen las interrupcionesentreescenay escena.Esta lectura también nos hacedescubrir la presenciade unosnarratarios,distintoscomo sabemosde los posibleslectoresde la novela. Ambosnarra-doresdirigen susdiscursosa un narratarioen plural: «SI SE VUELVENahora, recatadosla vuelta y la mirada, la verán esperarsentada.- .» (elnarradorde los ciclos narrativos, p. 13); «ACABAN DE EMPEZAR a oírmí acabadoraDiscotecaPopular...»(el locutor de radio, p. 39).

La equivocacióna la que puedellegar el lector de la novela es creerque el narratarioes él mismo, cuandoen realidad, no lo es. En el primercaso, el narratarioesun público ficticio al cual el narradorle «muestra»lanovela; y en el segundocaso, el narratario es el público radioyente delprogramadel locutor al cual se le puedesumar los mismospersonajesdela novela.

Nos habremosfijado en que por un lado, el narrador se presentanopersonalizadocuandonarra en tercerapersona;y por otro lado, la presen-cia de un destinatario,como alegaTamir, es indicio de un discursoperso-nal. Esto nos lleva a contemplarla posibilidad —y esto Tamir mismapa-recepreverlo— de poder incrustarel discursopersonaldentro del marcono personal.

En lo referentea las funcionesde los narradores,vemosun paralelismoentre las funcionesque desempeñanambosen susrespectivaszonasnarra-tivas, Hemosidentificado al menostres funcionesparalelas,a saber:

1) Ambos narradoressirven de animadoreso maestrosde ceremonias:uno presentaa los personajesqueaparecenen las veinteescenasde la no-vela y el otro presentaa Macho Camacho,personajeque no actúa en losciclos, aunquesi se mencionapasajeramente.

Como presentadores,estosnarradoresse nos descubrencomonarrado-respersonales.No olvidemosque dicha presentaciónva dirigida haciade-

terminadosnarratariosy que a su vez es el acto de comunícactónentrenarrador y narratario. Lo interesantede esto es que en el momentoenqueel lector de la novelase identifica como narratariocae en la trampaque le ha tendido el autorde la novela. Ya con esto,el autor seganalaconfianzaplena del lector y le hace cómplice suyo.

2) Ambos narradoressirven de transcriptoresde los discursosde lospersonajes.En estafunción, los narradoresse nos descubrencomo narra-

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doresno personales.Aunque ellos seanlos sujetosdel acto de comunica-ción, no lo son del acto narrado. En el caso del narrador de los ciclosnarrativos, esta transcripciónde los discursosde los personajesse da casiexclusivamentea basedel discurso directo, ya seamediantela introduc-ción de un verbo transpositorcomo por ejemplo «él dijo» o medianteeldiálogo, el monólogo interior y la subconversacióno conversaciónque elpersonajetiene consigomismo. En el casodel locutor, podríamosconside-rar la letra de la guarachacomo el discursomusicaldel compositorMachoCamacho.Como sabemos,al final de la novela se transcribe íntegra laletra de la cancion.

3) Ambos narradoressirven de comentaristas:uno comentalos discur-sosy las situacionesde los personajesy el otro comentalas cualidadesex-celsasde la guarachay lasde sucompositor.En estafunción, los narrado-ressepresentancomono personales,ya que la intenciónsuya esserlo másobjetivo posible. Pero los lectoressabemosquetal objetividad no existe yaque los narradoresse han presentadoanteriormentecomo narradoresper-sonalesy por consiguiente,narradoressubjetivos.

La variedady complejidaddel elemento«narrador»en la novela es in-dicio cierto de queésta,al igual queen muchosotrosaspectos,intentaserun texto de ruptura ya que tratade rompercon muchosde los moldesenlos que tendemosa encasillarlos textos literarios.

IV

Sin restarle importancia alguna a estas innovacionesnarrativas yestructurales,donde Sánchezha hechoalardede su podercreadorcomonovelistaha sido en el manejodel lenguaje.Opinamosal igual que LuceLópez-Baralt que «La guarachadel Macho Camachoes verdaderamentela novela del lenguaje,que termina por ser el personajey el motivo másimportantede la novela»24

La novela experimental hispanoamericanade los años sesentanoshabíadadoobrasen las queuno de los núcleosprincipalesde atracciónloconstituíael lenguajemismo. Pensamosen obrascomo Gazapo, Tres tris-tes t¿~resy De dóndeson los cantantes,para mencionaralgunas.En Puer-to Rico, esamisma preocupaciónla tuvo Emilio Díaz Varcárcel en su no-vela Figuracionesdel mesde marzo (1971). La guarachadel Macho Ca-macho puedeversedentro de estavertientede novelasdel lenguaje.Sobreesto, Luis M. Arrigoitia opina lo siguiente:

Como la generaciónmásjoven de novelistas—Guillermo Cabre-

‘~ Luce López-Baralt, «Sánchez,Luis Rafael: La guarachadelMacho Camacho[rese-ña]», Sin Nombre, 8, 1(1977), p. 63.

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ra Infante y Severo Sarduy— aquí vemos planteadoen puertorri-queñoel juegocon el «problemadel lenguaje».Como en suscompa-ñeros, hay en él [Sánchez] una lucha que es a la vez deleitosafun-ción de paladearpalabras, de retorcerías, inventarlase inventa-riarías, lanzarlascomo agresióny recogerlascomo reto al ingenio, lasensibilidady la denuncia.a el juego del ingenio barroco, juego depalabrasque atinadamentetrajo Miguel Angel Asturias y quefinal-menteconcluíaen la vacíajugarreta de jitajánfora25

Igualmenteopina Emir RodríguezMonegal al referirseal lenguajedeestas«novelasdel lenguaje».Segúnél, a todosestosnarradoresles uneunaconcienciaprofunda de que la texturamásíntima de la narracionno estáni en el tema, ni en la construcciónexterna,ni siquieraen el mito, sinoen el lenguajemismo, lenguajeentendidono como sistemageneralde la«lengua», sino como «habla»de un determinadoescritor. Por consiguien-te, la «noveladel lenguaje»usa la palabrano paradecir algoen particularsobre el mundo extraliterario, sino para transformar la realidadlingúística misma del relato2». Por lo tanto, esesatransformaciónuno delos mensajesde la novela, quizáaún más importanteque otros elementoscomo los temas,los personajes,la anécdotay la denunciasocial.

El lenguajeen La guarachadel Macho Camachocobra dimensionestotalmenteinusitadashastaentoncesen la narrativa puertorriqueña.Porun lado, esun lenguajebarroco,o neoharroco~’,un lenguajelúdico y fes-tivo preñadode significacióny que aprovechatodoslos recursosestilísticosde la lenguajeespañola:fónicos, léxico-semánticosy morfosintácticos.Sinolvidarse de la anécdota,de la historia de la novela, el lector muy fácil-mente puede extraer fragmentosde la novela y estudiarlos como cre-acioneslingiiisticas independientes:

BARTO LOME LAS CASAS, reclutadorde la negradade Tom-buctú y FernandoPo, negradaque cuica, que daguea,que abre laspatasa la blanqueriade Extremaduray Galicia, blanqueríaquecu-Ica, que daguea,que abre las patasa la taineria de ManatuabónyOtoao,taineríade Manatuabóny Otoao queculea, quedaguea,queabre las patasa la negradade Tombuctúy FernandoPo: chingueteo

25 Luis M. Arrigoitia, «Una novela escritaen puertorriqueño:La guarachadel Macho

Camacho de Luis Rafael Sánchez»,Revista de Estudios Hispánicos [Puerto Rico], 5(19-78), p. 72.

26 Emir RodríguezMonegal, «Tradición y renovación»,enAmérica Latina ensu litera-tura, César FernándezMoreno, comp. (México: Siglo Veintiuno, 1972), p. 163.

27 Ténninoutilizado por SeveroSarduyen «El barrocoy neobarroco»,en AméricaLa-tina en su literatura, pp. 167-84.

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y metemaneoy el que no tiene dinga tiene porquero de Trujillo ytiene naborí: todas las lechesla leche: el trigueño subido de aquí(pp. 93-94).

Este pasaje, verdadero ejemplo de virtuosismo lingúístico, reúnemuchasde las característicasdel lenguajeque Sánchezutiliza en la nove-la- La construcción del pasajees circular, lo cual reitera la estructuracíclica de la novela. El procesode mestizajeentre la razablanca, negraeindia es el objeto deestefragmentoy Sánchezlo definemedianteprocedi-mientosrepetitivos. La raza negra traída del Africa por los españolessemezcla con la raza blanca de estos, la cual se mezclacon la raza tainaexistenteen la isla a la llegada de los conquistadores,y ésta a su vez semezclacon la razanegra: es un circulo interminable y queha producido«el trigueño subido de aquí».

Esta visión del mestizajepodríamosestructuraríade la siguientemane-ra. Hay una cláusulaque se repite en el plano sintagniáticoy que definela acciónprecisade la fusión étnica: «quecuIca, quedaguea,que abrelaspatasa». LlamaremosA a esta cláusula. Luego, en el plano paradigmátí-ca, se sucedenunaseriede frasessustantivasde igual estructura(sustanti-vo étnico + dos sustantivostoponímicos)que definen las razasque tomanparte en esta fusión: la negrada de Tomboctú y Fernando Po, lablanqueríade Extremaduray Galicia y la taineríade Manatuabóny Oto-ao, la cual llamaremosR’, R2 y R5, respectivamente.Extrayendofactorescomunes,el mestizaje(M) sepuedereducir a la siguienteecuación:(Rí +R»+ RS+Ri + ...)A ~M,osiqueremos,n(Ri± R2+ R’)A=M,osi queremos,n(R’ + R2 + R5)A M, donden escualquiernúmeroposi-tivo e indica el número indefinido de vecesque lleva a cabola acción A.

Así vemosqueexiste un paralelismoestrechoentrela repeticiónde lossignificantesde la cláusulaA y de las frasesR1, R2 y R3 en el fragmentoyla repetición de esa acción como vehículo del mestizaje. La estructurareiterativa no sólo reitera la estructuraglobal de la novela, sino que ade-más hace resaltarmás el procesorepetitivo de la fusión étnica.

En lo formal~ Sánchezse ha valido de varios mecanismospara cons-truir estepasajecomo por ejemplo, la intertextualidaddébil o fuerte alu-de al poetapuertorriqueñoLuis PalésMatos (cf. el poema«Danzanegra»)y a Julio Cortázar (cf. el cuento«Todos los fuegosel fuego»>, el lenguajesicalíptico (culea, daguca,abre las patas,chingueteo,metemaneo,leche)y la permutacióndel dicho popular «el que no tienedinga tienemandin-ga»-

Es así como esta novela puedeconsiderarsecomo una obra en clave.En un interesanteestudiosobreel código lingilistico de la novelaque nosocupa, María Vaquerode Ramírezse ha propuestodescifrarlas clavesdela novela siguiendouna aproximaciónsemiológica.Como hemos visto ensu trabajo, la identificacióny descodificaciónde estasclavesesmateriade

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un estudiode por sí, por lo que no ahondaremosmásen estepunto y re-mitimos a los lectoresa consultaresteestudio lingtiístico28. Sí valdría lapenarecalcarel hechode que en estanovela, como en todo texto litera-rio, el papel del lector/receptor/descodificadores de suma importancia~El procesode lectura de estanovela requiereel esfuerzodel lector por des-codificar el código lingiiístico del autor/emisor/codificador; códigolingñístico queesheterogéneoy quea su vez se componede otros subcódi-gos. La eficacia de esteprocesode descodificacióndependede la medidaen que el lector puedaentablarrelacionesentresu propio código y el có-digo que el texto le presenta.De ahí que la novela no seaun texto-uníco,síno un texto-múltiple:

No sometidoal centroreguladorde un sentido,el procesode ge-neracióndel sistemasignificanteno puedeserúnico; esplural e infi-nitamentediferenciado,es trabajomóvil, concentraciónde gérme-nes en un espaciono cerradode produccióny autodestrucción2«

De modo que cada acto de lectura es un procesode descodifícaciónúnico y distinto de los demas.

A propósito de estamultiplicidad de lecturas, el mismo Sánchezco-mentaque

La novela no puedeleerseen ánimo de buscaruna sola corrientede significado, necesitauna lectura múltiple: a nivel de interpreta-ción, de continente,de sentidosparalelos,y de que la novelamismapretendeser una parodiade la novelacontemporánea~«.

Por otra parte, en la novela vemos un intento de reproducirartísticamenteel habla de las distintas capassocialesde Puerto Rico si-guiendo diversas adaptacionesdel sistema dialectal puertorriqueño.Habría que hacerhincapié en el hechode que, en absoluto, Sánchezhapretendidoescribir una novela realistao costumbristacalcandoel hablapuertorriqueñatal como la usan los puertorriqueños.Sánchezha creadoun lenguajemuy suyo, muy personal, que es conscientede ser lenguajeartísticoy literario. El lenguajele sirve de medio a Sánchezparaponer de

28 María Vaquerode Ramírez, «Interpretaciónlingáisticade un código lingilísrico: La

guaracha del Macho Camacho»,Revistade EstudiosHispánicos [Puerto Rico], 5 (1978),pp. 27-69.

29 Oswald flucrot y TzvetanTodorov, Diccionario enciclopédicode las cienciasdel len-guaje (México: Siglo xxi, 1980), p. 399.

50 HelenCalaf de Agúcra, «Entrevista [a Luis RafaelSánchez]»,Hispamérica, Nos. 23-24 (1979), p. 75.

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manifiestosucapacidadcreadora,la cualpuedecolocárseleen el contextodel barrocoantillano.

Si la novela de CabreraInfante, Trestristes tz~res, estáescritaen «cu-bano», la de Sánchezestá escritaen «puertorriqueño».Y más queescrita,hablada. He aquí otra de las característicasfundamentalesde la novela,la cual la aparta más y más de las novelasescritasen Puerto Rico hastaentonces:la novela no espara serleída, sino para serescuchada.En ellapodremosescucharla guachafitaantillana y el lenguajesoez:

HAGO UN CEREBRO con mis primosde la Cantera,macharra-nes peludos como monos, que un pelo les falta para ser monos,macharranesselváticos, macharranesde los que manda y van,macharranesjugososmis primos: primos conocidos,ea rayete,desdeaquellavez que llegarona la calle del Fuego, en los tiemposde Hu-macao,dondevivíamos yo, Mother y mi hermanoRegino, queyo lepuseEl Coreanoporquefue en Coreaquese lo llevó quien lo trajo:reginosborinqueñospor montón atomizadosen Coreay Vietnam, lahistoria de aquí quien la creyera: oscuropueblo sonriente:el versode Guillén (La China Hereje, p. 137).

O el lenguajerepetitivo, ensordecedory disparatadode los locutoresde radio:

ACABAN DE EMPEZAR a oír mi acabadoraDiscotecaPopular,quese transmitede lunesa domingo de docedel mediodíaa docedela medianochepor la primera estaciónradiodifusoradel cuadranteantillano, continúaen el primer e indispensablefavor del respetablepúblico, despuésde ocho semanasde absolutasoberanía,absolutoreinado, absoluto imperio, esa jacarandosay pimentosa, laxanteyedificante, profiláctica y didáctica, filosófica y pegajosófícaguarachadel Macho Camacho«La vida es una cosafenomenal»(p.31).

Tambiénpodemosescucharel lenguajecursi y afectadode las revistasfemeninas, las radionovelas, fotonovelas y telenovelas y las crónicasperiodísticasde los «Beautiful People»:

LAS MEJILLAS DE Graciela Alcántara y López de Montefrioinundanel espejitodel vaniti. Espejito, espejito:lo camela,lo adula,lo quierehacersu amiguito, con el rabo del ojo escritala zonafacialdonde los vasos capilaresse azulan: fantasiosa,escapista,GracielaAlcántara y López de Montefrio tiende una escaladulce entre laedadpresentey una edadperdida, invocadapor los divinos humec-tantesde HelenaRubinstein, escaladulce que muereen saloneses-

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paciosos,sucesivos,dondeel llanto profuso de las lámparasimprovi-sabala poesíade los días iluminados: cotillón de debutantesen laCasade España: .. (p. 42).

Allí también se encontrará el antilenguajede los jovencitos comoBenny, atrofiado lingilístico, a los que el mismo Sánchezllama los de la«generaciono sea»~‘:

O SEA QUE me quiero dar el tremendoarrebatode ser el pri-mer tinegerdel país que quemala gasolinaen su Ferrari. O seaqueun Ferrari es una aeronavebien fabu que, que, yo sé lo que quierodecir pero no sé como empatarlo, que, que, que (p. 74).

En suma, el lenguajeen la novela es una rara simbiosisde la culturapopular puertorriqueñacon sus giros popularesy sus Seísmos»,de la cul-tura culta (enmuchoscasosparodiada)y de sofisticadosjuegosverbalesabasede todo tipo de recursosestilísticos.Y todo esto rociado con una do-sis de humor.

El humor de Sánchez,así como el humor de muchosotros escritoresantillanos,es muy particular, lo quecausamuchasvecesincertidumbrealos que no están acostumbradosa él. López-Baralt ha estudiadobreve-menteesteaspectode la novela52 Segúnella, el humorismode Sánchezseapartadel humorismointelectualeuropeoy másbien entroncacon el muysingular humor, antillano, del cual el choteo cubano y el relajo, laguachafitay el vacilón puertorriqueñosson variasmodalidades.En su in-dagacióndel humor de Sánchez,la crítica nos remite a la obradel conoci-do ensayistaJorge Mañach, Indagación del choteo~ Al igual que en elchoteo cubano,existe en la guachafitapuertorriqueñauna incapacidadde tomar las cosasen serio; todo «se tira a relajo», incluyendo las cosasmás seriasy solemnes.Y esque Puerto Rico es el «paraísocerradodel re-lajo» (p. 49) y la guachafitaes «la industria nacional»(p. 36).

Sánchezha captadosorprendentementeesta característicadel humorpuertorriqueñoy la ha incorporadomagistralmenteen su novela. Recor-demos las escenasen que El Nene, el hijo hidrocéfalo de La Madre, seentretienemordiendo un lagartijo:

Si Sobreesto, leerel interesantearticulo de Sánchezsobrela situaciónlingúísricadeun

sectordel estudiantadopuertorriqueño«La generacióno sea», Claridad [Puerto Rico], 23enero 1972, p. 22.

52 Luce López-Baralt, «La prosa de Luis Rafael Sánchezescrita en puertorriqueño».Insula, Nos. 356-57 (1976), p. 9.

“ JorgeMaflach, Indagaciónal choteo, 2.» cd. (La Habana:La Veróncia, 1940>.

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EL NUBARRON DE moscas,euménideszumbonasque improvi-sabanun halo furioso sobrela gran cabeza.La Madre y doña Chonmiraron la carababosay el baberioy la dormiderabobacon lagarti-jo muertoen la mano: El Nene mordía la cabezadel lagartijo hastaque el rabo descansabala guardia, el mismo rabo que trampadoenla gargantaconvidabaal vómito. La Madre y doña Chon miraron elvómito: archipiélago de miserias, islas sanguinolientas,collares devómito, vómito como caldode sopachina, espesoscristales,sopachi-na de huevo, convenciónde todos los amarillos en el vómito, ama-rillos tatuados por jugos de china, amarillos soliviantadospor latransparenciasucia de la baba, cristalesespesospor granosde arroz:un vómito como Dios manda (Pp. 61-2).

O esteotro pasajeen el que Sánchezeleva de algunamaneraa doñaChon al plano de la Virgen María:

Doña Chon, llena eres de morisquetasy bendita la verruga de tuvientre, alcantarilla del cáncer, y bendita tú eresentre todas las vecinasdel Caño Martín Peña, .. (p. 118).

IndudablementeSáncheznos obliga a leer su novela «en puertorri-queño»; a compartiry a gozarde esta «industria nacional»: la guachafita.Sin entenderesto,el lector de la novela quedarádesconcertadoanteestasmuestrasde humor puertorriqueno.

La guaracha del Macho Camacho es sin lugar a dudas uno de losaportesmásnotablesa la novela experimentaldel lenguaje.Sánchezhacecon el lenguajede SanJuanalgo parecidoa lo quehace CabreraInfantecon el de La Habana. Pero, ademásde eso, Sáncheztermina haciendouna extraordinaria sátira del lenguajepublicitario y pone de relieve elefecto engañosoy enajenantede éste. Ejemplo máximode ello son todoslos epítetos «Vicente es...» con los que se califica al senador VicenteReinosa.Todos estos lemas nos hacenpensaren los anunciosde radio otelevisiónen los que pregonanlas excelenciasde los productos;o de igualforma nos hacenpensaren las compañaselectorales,queno son otra cosaque campañasde publicidad.

En estanovela, escrita «en puertorriqueño»,el autor, ademásde elevarel lenguaje a una categoría de protagonista, lo utiliza también comotrampolín, espejo y medio para revelaruna realidaddegradantey enaje-nada. La adecuaciónentre los recursostécnicosy lingúísticoscon la reali-dad develadada a estanovela un toque desgarrador.

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y

Como apuntáramosanteriormente, la novela de Sánchez,como lamayoríade las novelaspuertorriqueñascontemporáneas,gira en torno ala problemáticadel hombre puertorriqueñoactual. Qusiéramosanalizarahora la visión de mundo de la sociedadpuertorriqueñaquese trasluceatravésde la novela.

Según el propio autor, «la novela se empeñaen concretarun retratomúltiple del Puerto Rico contemporáneo;retratoque, a su vez, posibilitaotras imágenesde otros paísesde nuestratriste y colonizadaAmérica»34.El espaciovital en que se muevenlos personajesde la novela es la zonametropolitanade SanJuan.Ya de entrada,la novelarompecon una largatradición de la novelísticapuertorriqueña,la cual ubica a suspersonajes,o bien en el campo puertorriqueño,o bien en la gran urbe de NuevaYork, haciadondehanemigradomuchísimospuertorriqueñosen buscademejores empleoso mejores oportunidadesde vida, La novela urbanapuertorriqueñano viene a conocersehastafinalesde la décadadel sesentay principios del setenta.La guaracha del Macho Camachoes entoncesuna novela innovadoraen este respecto.

SanJuan,al igual quemuchasde las capitaleshispano-americanas,esuna ciudad compleja, una ciudad heterogénea.Sánchezha organizadoelmundo novelescode La guaracha del Macho Camachoen dos grandessectores,segúnnos indica el estribillo de la guaracha:los «de alante»y los«de atrás».Los «de alante»sonlos ricos, los privilegiadosde la clasedomi-nadora; los «de atrás»sonlos pobres, la clasedominada.Al primer sectorpertenecenel senador Vicente Reinosa, su esposa Graciela y su hijoBenny. Al segundosectorpertenecendoña Chon, La China Hereje, ElNeney una seriede personajessecundarios,más bien episódicos.Esta di-visión socialen dos grandesparcelases necesariamenteuna simplificacióndel autor. Como todas las modernassociedadesindustrializadas,la so-ciedad puertorriqueñaes mucho más complejay abarcamás grupos so-ciales. Es muy evidentela ausenciadel proletariado puertorriqueñoy dela luchade clasesentreproletariadoy burguesía.Hay queteneren cuentaentoncesque el retrato múltiple de Puerto Rico, del cual habla el autor,no esun retrato completo y detallado. Y es que la novela no aspira a seruna especiede tratadosocio-político de la lucha de clasesen Puerto Rico.La literatura de crítica social no debeser literatura panfletaria.Sánchez,fiel a sus conviccionese ideologíaspolíticas’t nos ha dado una punzante

~ «Retratomúltiple de PuertoRico», entrevistaa Luis RafaelSánchez,Vision, 2 junio1978, Pp. 70-71.

~ Aunque sin ninguna afiliación política declarada,Sánchezabogapor la indepen-dencia de Puerto Rico. Desdelas páginasde Claridad, periódico del Partido Socialista

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novelaen la que se nos presentauna especiede corte transversalde la so-ciedad puertorriqueñautilizando una serie de personajesque son repre-sentativos,mas no exclusivos,de esa sociedad.

Dentro del universo novelístico de la novela notamos la tremendabrechaque existeentre los personajes«de alante»y los «de atrás»y el altonivel de enajenaciónen el queestosviven. La enajenaciónseda a distintosniveles: social, económico,político y psicológico.

El senadorVicente Reinosa,suesposaGracielay su hijo epitomizanladecadenciade la pequeña burguesía puertorriqueña- Vicente es unpolítico sin escrúpulosque se vale de todas las artimañasnecesariasparalograr susfines, tanto políticos como personales.Graciela es una mujercursi, llena de todo tipo de complejosy asiduade las consultascon el psi-quiátra. Benny es el lumpen-burgués,taradodel intelecto y del espíritu:su única preocupaciónen la vida es su carro Ferrari, al que idolatra.

Es notableque Sánchezhayacaracterizadoa estospersonajes«de arri-ba» como especiede monigotes,de caricaturas.Se les trata con unasuper-ficialidad sorprendente.No hay profundidad de carácter.Sólo los vemospreocupadospor la ascensiónen la escalasocial, por el «tenermás»:másdinero, más poder, más de todo.

Del otro ladoseencuentranLa Madre y doñaChon, personajesdescla-sados.Sus vidas son un eterno subsistiren el mundo de los «de atrás».LaChinasededica a la prostitución, mientrasansíay sueñaen convertirseal-gún día en vedettede televisión, sueño que nunca logrará. Doña Chonpor su partese dedica a servu- almuerzosen su casa,lo cual le permiteahorrarescasamentealgún dinero para sacara su hijo Tutú de la cárcel.Además,está El Nene, el hijo subdesarrolladode La Madre, el cual viveen su mundo deformado,víctima de una madre que no puedecuidarloadecuadamentey de unosnínosburguesesque lo atropellanfísicay psico-lógicamente.Si a los personajes«de arriba» los vemoscomo acartonados,casicaricaturas,a los «de atrás»los vemosmuchomás humanos;sus trági-casvidas son mucho más complejas.

En un interesanteensayosobrela situación actual del arte en PuertoRico, el conocidoescritorJoséLuis Gonzálezopina que «en la novela deSánchezse abre pasoa codazosla visión del mundode la plebepuertorri-queña»‘~. Quizásseapor esoque Sánchezles hayaotorgado a estosperso-najes «de atrás»másexpresión.José Luis Gonzálezve en estanovela «unejemplo de irrupción del espírituplebeyoen la producciónartísticade al-to nivel en el Puerto Rico de nuestrosdías»”. Muchasnovelaspuertorrí-

Puertorriqueño,Sánchezha lanzadofuertescriticas del estadocolonial de la isla y de susrepercusionesnegativasa la cultura puertorriqueña.

36 José Luis González, «Plebeyismoy arte en Puerto Rico», Texto Critico, No. 12

(1979), p. 91.

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queñasanterioresa éstashan expuestola situación de distintossectoresdela clasebaja puertorriqueña,pero estasnovelaspresentanel tema «desdearriba» o «desdefuera»;son novelas«popularistas»en dondela visión «des-de arriba» de las formas«de abajo»no aspirana ser un modelo~».Cabríaentoncesdecir que La guarachadel Macho Camachoesprobablementelaprimera novela puertorriqueñaque creamodelos«desdeabajo»para tra-tar de imponerlos «hacia arriba». Sánchezescribedesdeel interior de larealidad de la plebe puertorriqueñay para ello, «Sánchezha tenido queasimilaríaen primer término, con todasu cargade plebeyismoarriscadoypatético, insumisoy compasivo,desconfiadoy solidario» ~.

Vemos entoncesque el plebeyismoexpresadoen estanovela no es me-ramenteun recursoexpresivovisto a travésdel uso del lenguajecoloquialde la clasebaja, sino que ademásesun supuestointelectual. En sunovela,Sánchezasumela problemáticasocial dentro de la escrituramismay no atravésde ella.

No nos sorprendeentoncesque Sánchezhayaescogidola guarachaco-mo leitmotivo de la novela y no la danzau otro ritmo de la clasedomi-nante, de la clasede los «de alante». La guarachaes un ritmo popular,nacida de la plebe, al igual que la «salsa»y otros ritmos hermanos,Tam-poco sorprendequesu compositorseael Macho Camacho,un hombredelpueblo que, como anunciael locutor de radio «no tuvo un chupónparamamarselos washingtones,de los quetuvo quemamarse.- - la pelambrerabien mamadita»(p. 89).

De modo que el MachoCamacho,con su guaracha,se convierteen el«filósofo» de la plebe y su portavozes el locutor de radio. El Macho Ca-macho es «el Tarzán de la cultura, el Supermande la cultura, el JamesBond de la cultura» (p. 247); es el «filósofo de los sentimientosquesesien-ten»(p. 135); y es «e] cura o el pastoro el evangelistade la cosa»(p. 159>,porquela vida de los «de atrás»es despuésde todounacosa,como nos re-cuerdala letra de la ‘<ecuménica»guaracha.

A la enajenaciónsocial, política, económicay psicológica que sufrenlos personajesde la novela se le podría añadir la enajenaciónsexual. Te-ma tan controversialdentro de los sectorestradicionalistasen Puerto Rico,la sexualidadesun motivo queestápresentedesdequecomenzamosa leerla novela. Todos los personajesprincipales, salvo doña Chon, presentanuna sexualidadcasi patológica. El sexo en la novela no se trata de unaforma normal, como algo inherenteal comportamientohumano,sino quese presentadeformadoy hastagrotesco.

Para La China Hereje el sexo es un modus vivendis

~« Ver por ejemplo las novelasde Enrique Laguerre: La llamarada, La resaca, SolarMontoya; las de CésarAndreu Iglesias:Los derrotadosy El derrumbe;o Usmail de FedroJuan Soto.

~«JoséLuis González,«Plebeyismoy arte en PuertoRico», p. 91.

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BEBERLE EL JUGO del bolsillo es lo que yo quiero. Pelarloco-mo a un polía es lo queyo quiero. Exprimirlo para quesueltecuan-to brille tenga encimao debajoes lo que yo quiero. Chuparlehastala última perra es lo que yo quiero. O la penúltima..- (p. 83).

Parael senadorVicente Reinosa,el sexo es un medio de probar su vi-rilidad, algo quetiene quehacerfuerade su matrimonioya quesu esposaGracielaes frígida y aborrecetodo contactosexualcon él. Sus actividadessexualescon sus cortejas son «ceremoniasde ilícita mamposteríadondereitero mi virilidad y el triunfo de ella. - -» (p. 93>.

Graciela, mujer sexualmentefrígida (se apellida Alcántara y López deMontefrio. . -‘ siente repugnanciapor el sexo: «Yo soy demasiadoseñoraycomo señoratrato eso consu cuotade asquito,me sientoaliviada cuandomi espososeduermesin acudir a la insinuaciónmínima de interésen eso»(p. 168). Al pronunciarel nuestro«eso»,refiriéndosetanto al sexocomo alas relacionessexuales,Graciela pronunciay proclamasu aversióny desin-teréspor ambos.Aun en Benny, apenasadolescente,el sexo se muestracomo una totalaberración.Tras el «affaire Sheila», Benny quedapsicológicamentecapa-do y pierdetodo interésen las mujeres.El carro Ferrari querecibió comoregalo de cumpleañosse convierteen su único «amor». Benny se desvivepor él. Lo lustra periódicamente,almuerza viéndolo estacionadoen lamarquesinay lo paseapor las callesy autopistasde SanJuancomo quienpaseaa su novia. Y de noche, en un acto ritual que comienzacon la des-pedidade su carro, Benny se masturbapensandoen el Ferrari.

Realmente,la visión de la sociedadpuertorriqueñaa travésde la lec-tura de la novelano es nadaalentadora.¡Quiéndiría que la realidadquele sirve de fondo a la novela fuese la realidad del PuertoRico de hoy, esaantilla quepara muchoses la «isla del encanto»!Lo quepercibimoses unavisión diametralmenteopuestaa esa visión idílica de una isla edénica.Sánchezha echadoabajoy le ha dadoel «jaquemate»a la visión románti-ca de Puerto Rico. Sabemosmuybien que Puerto Rico distamuchode serel «bello jardín de América» al que el poetaJosé GautierBénitezcantaraen pleno romanticismo puertorriqueñoen supoema«PuertoRico»40.

~ Borinquen!, nombre al pensamientogratocorno el recuerdode un amorprofundo,bello jardín de América el ornato,siendoel jardín América del mundo.

Perla que el mar de entre su concha arrancaal agitar sus ondasplacenterasgarza dormida entre la espumablancadel niveo cinturón de tus riberas..-

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La guarachadel Macho Camacho: Texto de ruptura 26!

La lectura de La guaracha del Macho Camachonos lleva a través dela desmitificaciónde Puerto Rico como «Isla del encanto».De ahí que la«guachafitanacional»puertorriqueñahayaacuñadotan acertadamentelafrase «Isla del espanto».Verdaderamenteespantaver que segúnestudiosrecientes,el 50 por 100 de las familias puertorriqueñasrecibe estampillasde alimentos,el desempleoalcanzacercadel 20 por 100 de la fuerzalabo-ral, y el porcentajede adiccióna drogas,alcholismo,suicidiosy asesinatoses uno de los más altos del mundoentero«t.

Estarealidaddel Puerto Rico de hoy es la quesepresentaen la novelade Sánchez, tal cual, sin etiquetaslindas ni eufemismos.Tomemos porejemplo la descripciónque hace Sánchezde SanJuan a la hora del «ta-pón», dondela imagende Puerto Rico como paraísotropical quedahechapedazos:

A LAS CINCO de la tarde, a las cinco en punto de la tardeysonlas cinco en todos los relojes, el tramo queva desdeel Puentedela Constituciónhastala Avenida Rooseveltpor la ruta del antiguomataderoes el infierno tan temidoo la sucursalprincipal del. Cuan-do no es el olor rancio a viscerareventadade satorealengoo la agi-tación de los manglaresvecinoso el vaho que se cría en el basureromunicipal o el escapede gas de las refinerías de Palo Seco: gasesapestososa mierda de la buena, es el tenebrosooleaje de polvo,amén del cuasi ensayadotranquevehicular: como Mamut de lata,despanzurrado,un camión de carga de la Sea Land, a su lado lagrúa que le da respiraciónartificial, motorasquecabrioleanpor losviales escasos,la flota de Dodge que vuelve de los muellesde la Pa-rada siete, unaguagúita Payco,cientosde carros.No hay un árbol;silo hubierase tramitaría,seguidamente,su liquidación (Pp. 35-36>.

Si algunaimagen nos quedade este Puerto Rico es la de un infiernotropical donde como dice Sánchez,«el sol cumple una vendettaimpía,manchael pellejo, emputecela sangre,borrascael sentido.- -» (p. 13>. Nonos sorprendeentoncesque estanovela hayasido tan fuertementecensu-rada por un sectorde la sociedadpuertorriqueña,cuyaopinión ha queda-do sintetizadaen el fragmentode la carta que apareceal principio de estetrabajo. Y esque precisamenteesesesectorde la sociedadpuertorriqueñael que sigue viendo a Puerto Rico con ojos miopes y sin poder ver elquebrantamientoprogresivode su sociedad.Es esegrupo quese compone

JoséGautierBenítez,«PuertoRico», enJoséGautier Benítez(1851-1880) (SanJuan: Insti-tuto de Cultura Puertorriqueña,1967), p. 35.

4i Puerto Rico: a People Challenging Colonialism (Washington, D. C.: EPICA Task

Force, 1976). Pp. 59-60.

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262 Raúl Alberto RemáisRiefhñhl

de los muchos«Vicentes»,«Gracielas»y «Bennies»el que vive atrapadoenuna nube ilusoria ajenoa la realidaden quevive el restode la población.Si para los «de alante» la vida es una cosa fenomenal, para los de «deatrás»es un caosfenomenal,o como dice doña Chon, un «lío de ropasu-cia pero de problemas»(p. 180).

Es tambiénestesectorel que,atrapadoen un quedantismomitificado,no puedeni quiereaceptarel hechoirrefutable de que la cultura popularen Puerto Rico no es la del ‘<jíbaro», mitificado en tantasobrasliterariaspuertorriqueñas,sino la de la población inestiza y proletaria. Como hadichoJoséLuis González,«el mito de la “jibaridad” esencialdel puertorri-queño sobrevive tercamenteen la anacrónicaproduccióncultural de lavieja élite conservadoray abierta o disimuladamenteracista»42.

Vemos así entoncesque, detrásde eseprimer nivel en quese muevenlos personajes,el nivel de la guachafita,la gracia, la risa y la música,hayun segundonivel que es el de la amarguray la tragedia:azúcar y hiel,miel y vinagre. De ahí que la novela hayasido llamada por muchoslanueva«crónicade un mundo enfermo»42.

Seguramenteque no hemosagotadoen estaspáginastodas las posibili-dadesde aproximacióna los distintoselementosde rupturaquenos revelaestetexto. La complejidady riquezadel mismo es un hechoque no debeponerseen tela de juicio. Igual de complejos, ricos y variadosserán losacercamientoscríticos que puedanutilizarse. No obstante,creemoshaberpodido captar de forma bastanteclara y precisa aquellos elementosderupturaque más sobresalen,a saber:las estructurasy técnicasnarrativas,el lenguajey la cosmovisiónurbana.Opinamosquetodo análisis critico deesta obra tan importante deberla considerar como base implícita oexplícita las ideas vertidasen estetrabajo. Sin la perspectivaqueéstasin-tentanproporcionar,dichos análisis careceríande una importantepremi-sa: el texto de Sánchezha sido un abresurcosdentro de las letraspuer-torriqueñascontemporáneas-

RAÚL ALBERTO ROMÁN RIEFRÓI-ILArizona State University

Tempe, Arizona (EE.UU.)

42 JoséLuis González,«El paísde cuatropisos»,en su El paísdecuatropisosy otros en-

sayos(Río Piedras:Huracán, 1980), p. 39.~»El título Crónicas de un mundoenfermopertenecea la trilogía Garduña,El negocio

y La charcadel novelistapuertorriqueñoManuelZeno Gandía(1855-1930).