13
La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que el ser humano posee dentro de sí. Tiene ojos para ver, oídos para escuchar, y tiene también fuerza. Esta fuerza es útil para llevar cosas pesadas, construir casas, trabajar la tierra..., y a veces para pelearse. Al comienzo de la historia de los seres humanos, la fuerza era muy importante para vivir. Era quizá lo más importante. Dos grupos de cazadores están persiguiendo al mismo antílope. Lo matan. Sus familias esperan cada una en su caverna a que traigan la caza para comer. ¿A qué grupo pertenece el antílope? Estalla una enorme trifulca, los hombres se pelean para quedárselo, es la guerra entre los dos clanes. El grupo de hombres más fuerte gana el antílope y se lo lleva a las mujeres y a los niños. Nadie se extraña de que la fuerza sea el único medio que tienen los hombres para inclinar la balanza a un lado o a otro. Pelearse es un instinto: algo que el ser humano sabe hacer sin que se lo hayan enseñado nunca. Como el instinto de las cigüeñas, por ejemplo: en invierno, se van a los países cálidos. Nadie les ha explicado que encontrarían la muerte si se quedaran en una región fría: lo llevan dentro, y emigran a África sin reflexionar. Las personas se pelean para resolver un problema, igual que bebemos cuando tenemos sed o nos vamos a dormir cuando estamos cansados. La gran diferencia con respecto a las cigüeñas es que las personas no se sienten satisfechas durante mucho tiempo con esta situación. En el ser humano lo natural no siempre es algo bueno para él. Para describir cómo se vive cuando la fuerza lo decide todo, decimos que el ser humano vive en estado natural o en estado de naturaleza. En el estado de naturaleza, puede haber un altercado, una batalla o una guerra en cualquier momento. Es normal que estalle una guerra cuando unos quieren lo que otros tienen. ¡Y esto plantea un serio problema! Si los seres humanos vivieran hoy en el estado de naturaleza, podría llegar a pasar esto:

La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

La guerra y la paz

Cuando la fuerza lo decide todo

La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere.

La fuerza es algo natural que el ser humano posee dentro de

sí. Tiene ojos para ver, oídos para escuchar, y tiene también

fuerza. Esta fuerza es útil para llevar cosas pesadas,

construir casas, trabajar la tierra..., y a veces para pelearse.

Al comienzo de la historia de los seres humanos, la fuerza

era muy importante para vivir. Era quizá lo más importante.

Dos grupos de cazadores están persiguiendo al mismo

antílope. Lo matan. Sus familias esperan cada una en su caverna a que traigan la caza

para comer.

¿A qué grupo pertenece el antílope? Estalla una enorme trifulca, los hombres se

pelean para quedárselo, es la guerra entre los dos clanes. El grupo de hombres más

fuerte gana el antílope y se lo lleva a las mujeres y a los niños.

Nadie se extraña de que la fuerza sea el único medio que tienen los hombres para inclinar la

balanza a un lado o a otro. Pelearse es un instinto: algo que el ser humano sabe hacer sin que

se lo hayan enseñado nunca. Como el instinto de las cigüeñas, por ejemplo: en invierno, se van

a los países cálidos. Nadie les ha explicado que encontrarían la muerte si se quedaran en una

región fría: lo llevan dentro, y emigran a África sin reflexionar.

Las personas se pelean para resolver un problema, igual que bebemos cuando tenemos sed o

nos vamos a dormir cuando estamos cansados. La gran diferencia con respecto a las cigüeñas

es que las personas no se sienten satisfechas durante mucho tiempo con esta situación. En el

ser humano lo natural no siempre es algo bueno para él.

Para describir cómo se vive cuando la fuerza lo decide todo, decimos que el ser humano vive

en estado natural o en estado de naturaleza.

En el estado de naturaleza, puede haber un altercado, una

batalla o una guerra en cualquier momento. Es normal que

estalle una guerra cuando unos quieren lo que otros tienen. ¡Y

esto plantea un serio problema! Si los seres humanos vivieran

hoy en el estado de naturaleza, podría llegar a pasar esto:

Page 2: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

En la panadería, dos personas se pelean para poder comprar la última barra de pan. La

gente que posa mira desde fuera para ver quién gana y quién pierde, y la panadera

espera para darle el pan, y ¡nadie se extraña!

Otro ejemplo: Alguien está a punto de comprar la última barra de pan, de repente un

gigante de dos metros entra en la panadería y empieza a ensenar sus grandes

músculos. Inmediatamente, la barra de pan es para él, porque es el más fuerte.

En seguida nos damos cuenta de que nadie puede pensar que este tipo de vida sea agradable.

Incluso los más fuertes viven con temor. Tienen miedo de encontrarse a alguien todavía más

fuerte. Cuando se hagan viejos, sus fuerzas disminuirán, se volverán más débiles, y los más

jóvenes podrán dominarlos.

Un hombre o un grupo de hombres que se siente más fuerte que el grupo de al lado puede

decidir de repente ir a robarles todo, ocupar sus cuevas para tener más espacio... El resultado

es que todo el mundo vive con miedo, porque entonces, todas las personas se convierten en

un enemigo para las demás. Como el ser humano es inteligente, cuando una situación es

verdaderamente desagradable, busca los medios para salir de ella: para salir de ese estado de

naturaleza, de ese estado natural de guerra.

Normas para sustituir la fuerza

El ser humano decide entonces inventar normas. Para que la

fuerza no sea lo único que lo decida todo.

Para los cazadores de antílopes, una posible norma podría ser:

«Cuando no se sepa de quién es el antílope, se debe repartir entre

todos los cazadores presentes». O bien: «El que tenga la caverna más cerca se lleva el

antílope»; o incluso: «El que tenga más niños que alimentar se queda con el antílope». En la

panadería, la norma es: «Al primero que llega se le sirve primero». Hay que inventarse una

norma que a todo el mundo le parezca buena. El conjunto de las normas que eligen las

personas para vivir mejor se llama «la ley» o «el derecho». «Tener derecho» a hacer algo

quiere decir que está permitido. Es decir, que ninguna norma lo prohíbe.

Una fuerza para hacer respetar las normas

Cuando se ha decidido una norma, el problema que surge es hacerla respetar. ¿Qué tenemos

que hacer para que los más fuertes acepten la norma? Porque, al fin y al cabo, ellos siempre

pueden decidir utilizar su fuerza para obtener lo que quieren.

Page 3: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

Es posible que los cazadores más fuertes obedezcan la

norma una vez veces... Pero en seguida se darán cuenta de

que es más fácil enseñar los músculos; entonces los otros,

aterrorizados, huirán, y los más fuertes se quedarán con

el antílope.

Nadie les puede quitar su fuerza natural. Los hombres piensan

entonces que, para hacer que todo el mundo respete una

norma, es necesario crear una fuerza más grande que la de los

más fuertes. Una fuerza que exista solamente para hacer

respetar las normas.

Esta fuerza superior a la de los más fuertes podría ser un grupo de diez hombres con

armas que los otros no tienen, que pasaría el tiempo patrullando por los bosques y las

llanuras, y por todos los lugares donde hay cazadores. Esta patrulla comprobaría que

los cazadores respetan la norma. Sí de repente un cazador hambriento se sintiera

más fuerte que los demás y decidiera pelearse para conseguir el antílope, los

hombres de la patrulla intervendrían y le harían ver que son mucho más fuertes que

él. El cazador comprendería que, si utiliza su fuerza, se iba a encontrar con graves

problemas.

Al crear normas, leyes y una fuerza para hacerlas respetar, los seres humanos construyen la

paz.

La fuerza pública

Las personas construyen la paz cuando renuncian a utilizar su fuerza natural y aceptan una

fuerza superior.

Esta fuerza superior se llama «fuerza pública». Actualmente, en nuestro país, la fuerza pública

es, por ejemplo, la policía.

Cuando un policía sorprende en la calle a alguien que está intentando robar un coche, todo el

mundo acepta que el policía utilice su fuerza para detener al ladrón. El policía le da el alto,

lleva una pistola para que el ladrón se dé cuenta de su fuerza. Nadie va a decir al policía que no

debe utilizar su fuerza. El se sirve de una fuerza que los demás le han otorgado. Una fuerza al

servicio de lo público, de todo el mundo.

Ese mismo policía llega a su casa después de su trabajo. Está cansado y sueña con

meterse en seguida en la cama, pero esa noche su vecino ha puesto la música a tope. Y

Page 4: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

no consigue dormirse de verdad. Sale varias veces para decirle que baje la música.

Pero su vecino tiene muy mal carácter: le dice que se ponga tapones en los oídos, que

le importa un pepino su cansancio y que él va a escuchar la música como le dé la gana.

El policía está muy, muy enfadado, pero no tiene derecho a sacar su pistola porque su vecino

esté haciendo mucho ruido. Porque en esa situación haría uso de su fuerza como policía para

resolver un problema personal.

Lo que puede hacer es llamar a la policía que está de servicio por la noche para que

solucionen el problema. Ellos llegarán, y como hay una ley que prohíbe hacer ruido por

la noche, obligarán al vecino a poner la música un poco más baja. Le harán respetar la

ley.

Aceptamos que los policías hagan uso de su fuerza, porque es una fuerza pública que hace

respetar una norma que se ha decidido entre todos.

Se acabó la ley del más fuerte

El ser humano inventa normas, leyes, un derecho. Para hacer respetar ese derecho, crea una

fuerza pública.

A partir de entonces, nadie está autorizado a hacer uso de su fuerza para imponer a los demás

lo que decida. Esto significa que el ser humano deja un estado natural de guerra por un estado

de paz. El ser humano pasa de un estado de naturaleza a un estado de derecho. Es un cambio

muy grande: la fuerza es sustituida por el derecho, «la ley» sustituye a la «ley del más fuerte»,

y la paz puede establecerse.

Vivir en sociedad

Gracias a las leyes, los seres humanos se organizan en sociedad y se

agrupan: crean los Estados. Un Estado es el conjunto de personas

que siguen las mismas leyes y que viven en una determinada

extensión de tierra, con fronteras que señalan dónde

termina un Estado y dónde empieza otro.

El juego de la oca, el parchís, el Monopoly, son llamados

«juegos de mesa». Son juegos en los que participan

varias personas, y tienen reglas muy claras que todos

los jugadores leen antes de empezar el juego. Y las

Page 5: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

aceptan. Si no, no se puede jugar. Si alguien hace trampas o rechaza la regla, queda excluido

del juego o se deja de jugar.

«Vivir en sociedad» es parecido. Es vivir con personas, conocer las reglas de la sociedad y

cumplirlas. Si no, es imposible vivir juntos. Da igual ser muchos, miles, incluso millones, para

formar una sociedad. Al aceptar las mismas leyes, las personas construyen la paz.

La paz no es natural

Los españoles de menos de 60 años no han vivido una guerra en su país. Todas las mañanas,

desde su nacimiento, se despiertan y hay paz. Vivir en paz les puede parecer natural. ¡Muchos

piensan que es imposible que deje de existir la paz! Tan imposible como que una mañana el sol

dejara de brillar.

Cuando no hay guerra desde hace mucho tiempo, la gente puede creer que es natural vivir

todos juntos en paz.

Para vivir en paz, es importante saber que la paz no es algo natural. Pero a la gente le cuesta

recordarlo.

Alguien dice «buenos días» al entrar en un mercado, no le da con la puerta en las narices al que

está detrás de él, da las gracias cuando le han atendido: es una persona educada.

¿Es natural? No.

Cuando era un niño, no estaba bien educado por

naturaleza; ha tenido que aprender las normas de

educación.

Sin embargo, los niños odian que los adultos repitan

continuamente: «¡Di buenos días!», «¡Di gracias!», «¡Di

adiós!»... Es pesado, supone un esfuerzo: ser educado no

se consigue por naturaleza, así, como si nada.

Lo mismo ocurre con la paz. Funciona como la educación: no siempre es divertido porque hay

que respetar las normas, aprender a cumplir la ley, aprender a no utilizar la fuerza natural. La

gente solamente se da cuenta de que es mejor vivir en paz después, cuando vive situaciones

más agradables que si estuviera en guerra.

Si las personas lo olvidan y creen que la paz es natural, se olvidarán de construirla y se correrá

el riesgo de que vuelva a haber una guerra.

Un agricultor ara su tierra, siembra la semilla y se va de vacaciones durante seis

meses. Cuando vuelve, se queda sorprendido: no ha crecido nada.

Page 6: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

¡Evidentemente! No ha regado, no ha removido la tierra, no ha quitado las malas

hierbas...

Los seres humanos se parecen algunas veces a este agricultor: se creen que la paz crece sola y

se sorprenden cuando estalla la guerra.

La paz se construye a cada instante…

Muchas personas saben que la paz no se consigue de una vez por todas y para siempre. Así

que se dedican a reflexionar sobre todo lo que hay que hacer para construirla y evitar que

vuelva la guerra.

La paz puede construirse siempre y en todas partes. Se construye cuando estudiamos la

historia del mundo, cuando hablamos con los que tienen ideas diferentes, cuando

reaccionamos ante las injusticias.

En el colegio, un grupo de mayores molesta a los pequeños. Un alumno va a ver al director para

que dejen de hacerlo: este alumno, que no cierra los ojos ante la situación, está construyendo

la paz. El director encuentra a los alborotadores, los castiga y les explica por qué son

castigados: está construyendo la paz.

Aparece un artículo en el periódico que propone prohibir la entrada en los cines a los que no

son españoles. Miles de personas reaccionan y escriben artículos para manifestar que no están

de acuerdo: están ayudando a construir la paz.

Los líderes de todas las religiones del mundo se reúnen para hablar de lo que tienen en común,

de lo que es parecido en sus creencias, de la importancia de la vida. Ponen de manifiesto que

se puede hablar, incluso aunque no se esté de acuerdo con todo: están construyendo la paz.

Page 7: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

La gente decide no olvidar el pasado: recuerdan juntos el final de una antigua guerra. Ese día,

en las familias, en las asociaciones, los más mayores cuentan cómo comenzó esa guerra, como

era Ia vida en esos momentos y lo que hubieran podido hacer para evitarla...: están

construyendo la paz.

Por ejemplo en Francia, el día 8 de mayo no se va a trabajar para recordar el Fin de la Segunda

Guerra Mundial. En todos los pueblos se construyen monumentos para acordarse de los que

murieron en la guerra. Así la gente recuerda que la guerra existe y que hay que estar muy

atentos para que no vuelva a ocurrir.

Los profesores enseñan historia en los colegios. Junto a sus alumnos, intentan comprender por

qué estallan las guerras y todos reflexionan juntos: ¿Podría volver a ocurrir? ¿Qué hay que

hacer para que no empiece otra vez? Están construyendo la paz.

… si no, es la guerra

Esta historia ocurre en un país pobre en el que muchas personas están sin trabajo.

Los habitantes de ese país son desdichados. Nadie sabe qué hacer para que mejoren

las cosas. Como la gente está desesperada, piensa que les ayudaría encontrar a los

culpables para explicar su desdicha. Algunas veces, cuando algo no funciona y no hay

solución, se busca a un culpable. Eso se llama buscar un «chivo expiatorio». Esta vez,

sin que se sepa por qué, los culpables que ha elegido la gente son los que tienen el

pelo rojo. Quizá alguien leyó alguna vez una historia sobre los pelirrojos que decía

que eran más ricos que los demás, o que tenían una enfermedad contagiosa, o que

todos eran unos ladrones... No se sabe, pero lo que pasa es que una vez por semana

hay una manifestación para exigir a la policía que expulse a todos los pelirrojos del

país. Incluso los que al principio no tenían nada en contra de los pelirrojos, comienzan

a pensar que, al fin y al cabo, si toda la gente pelirroja sale del país, habrá más

puestos de trabajo. En los periódicos, en la televisión, nadie dice que es una tontería.

Sin embargo, hay mucha gente que no está de acuerdo con los que quieren que se

expulse a los pelirrojos. Pero se quedan de brazos cruzados. Tienen otras cosas que

hacer y piensan que pronto todo volverá a su cauce. Cada semana, hay más y más

gente en la manifestación contra los pelirrojos. Al cabo de unos meses hay tanta

gente que los pelirrojos no se atreven a salir de sus casas. Cuando salen, se les

persigue.

Es la guerra.

Page 8: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

Nadie ha reaccionado. Nadie se ha opuesto a las primeras manifestaciones contra los

pelirrojos. La fuerza pública podría haber parado esas manifestaciones en seguida, pues existe

una ley que prohíbe echar a las personas a causa de su color de pelo, de piel...

Si la fuerza pública no desempeña su papel, si los dirigentes de los países no le exigen que haga

respectar las leyes, es obvio que no están construyendo la paz.

Y si no se construye la paz, el ser humano prepara, sin darse cuenta, la guerra.

Los países también están,

por naturaleza, en estado de guerra

Dos países vecinos quieren el mismo trozo de tierra porque, bajo ese terreno, hay

minas de oro. Estos dos países hacen como los hombres con el antílope: se pelean y el

más fuerte se queda con el trozo de tierra.

Se puede decir también que la utilización de la fuerza entre los países es natural: están en

estado de naturaleza, preparados para combatir los unos contra los otros. Cuando la gente

posee un territorio, siempre tiene miedo de que vengan otros a quitárselo. Entonces refuerzan

sus fronteras, fabrican armas, organizan ejércitos, se entrenan para ir a la guerra. Un país que

se siente fuerte ataca a su vecino para agrandar sus fronteras; otro país va a la guerra para

obligar a otros a cambiar de religión; otro ataca a un país para convertir a sus habitantes en

esclavos... E incluso cuando no pasa nada, los países siempre se preparan para la guerra,

porque tienen miedo de que otros los ataquen.

La paz... si nos conviene

Un país está al lado del mar: los habitantes son pescadores y son muy pobres. Apenas

tienen qué comer. El país vecino está en el interior y allí cultivan canas de azúcar. Los

habitantes fabrican azúcar y la venden para poder comprar lo que necesitan. Para

Page 9: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

vender el azúcar en el mundo entero, deben cargarlo en grandes barcos y enviarlo por

mar. Para esto, hay que llegar a un puerto y después... atravesar el país de los

pescadores.

El país del azúcar puede atacar a su vecino. Si gana, podrá llegar hasta mar. Pero sus

dirigentes piensan que una guerra va a salir cara, y si los hombres van a combatir, no

habrá nadie para las cosechas. Estos dirigentes se preguntan qué es lo mejor para su

país. ¿Declarar la guerra o hablar con los pescadores para encontrar una solución?

Saben que el país de los pescadores necesita dinero. ¿Por qué no proponerles

pagarles por atravesar su territorio? A los dos países les puede interesar seguir en

paz: el interés de los pescadores es ganar dinero, el interés del país del azúcar es

que sus hombres puedan seguir cosechando y acceder al mar.

Un país no va a la guerra si le interesa seguir en paz.

Bandera blanca

A veces, nada funciona. Los dirigentes de los países no encuentran lo que les conviene para

seguir en paz. En lugar de llegar a un acuerdo, van a la guerra.

Pero cuando hace la guerra, el ser humano no abandona todas las normas. Incluso en tiempo

de guerra hay normas. La gente combate, se mata, pero sigue respetando ciertas leyes.

Normalmente, cuando un soldado deja su arma en el suelo, levanta las manos y se

rinde, los soldados enemigos no le matan: le hacen prisionero. Cuando un ejército

agita una bandera blanca, el ejército enemigo deja de disparar. Los militares que

hacen la guerra no atacan a los que no la hacen, como los niños y las personas

mayores.

No todo está permitido en una guerra. Cuando no se respetan las leyes de la guerra, se comete

lo que se llama un «crimen contra la humanidad». Esto quiere decir que el ser humano se mata

un poco a sí mismo, y es también como si matara a todo el género humano. No hay nada

humano en él, ha caído en la barbarie.

La guerra es cada vez más peligrosa

Hace tiempo, durante las guerras, se destruían pueblos, a veces ciudades; había muertos, pero

no millones de muertos, ni poblaciones enteras. Hoy ya no se pueden limitar daños.

Page 10: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

Dos países están en guerra. Al principio, se pelean o garrotazos: hay heridos, algunos

muy graves. Un día, aparecen las pistolas. Tras batallas, no solo se retira a los

heridos, sino también a muchos muertos. Entonces los soldados se arman con

ametralladoras y tienen aviones que tiran bombas. Hay miles de muertos y los dos

países quedan casi destruidos.

Actualmente, se han inventado armas muy, muy peligrosas, armas que pueden destruir todo

un país, que pueden matar a millones de personas a la vez, y podrían incluso destruir la Tierra.

La paz entre los países

Casi todos los países saben que es urgente hacer algo para evitar la guerra, sobre todo ahora

que se ha vuelto tan peligrosa. Por eso, hacen lo mismo que las personas que construyen una

sociedad: se ponen de acuerdo entre ellos para crear unas normas que mantengan la paz.

Normas que todos los países aceptan. De esta manera, los países intentan reagruparse en una

sociedad, para vivir mejor juntos. En la actualidad, existe una sociedad de países que se llama

Organización de las Naciones Unidas. Se dice también ONU.

Finalmente, los países emprenden el mismo camino que las personas: crean normas y una

sociedad de países para que reine la paz.

Una paz muy, muy frágil

Pero los países no han inventado una fuerza superior a la

de los países más fuertes. No existe una «fuerza pública

mundial» capaz de hacer respetar las normas, como un

gigantesco policía con súper-poderes que patrullara por el

mundo para que todos los países respetasen las leyes.

El país del azúcar vende tal cantidad de azúcar que se ha convertido en el más rico

de la Tierra. Y cuanto más dinero tienen sus habitantes, ¡más quieren! De manera que

están cansados de pagar el derecho para atravesar el país vecino. Se sienten tan

fuertes que no quieren respetar su acuerdo. Después de todo, pueden comprar las

armas más poderosas que existen y vencer a sus vecinos. Y esto es lo que deciden

hacer. Nadie se lo puede impedir. Efectivamente, algunos días más tarde invaden el

país de los pescadores. Las caravanas de azúcar pasan sin pagar, los pescadores lo

han perdido todo.

Page 11: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

Si hubiera existido una «policía mundial», el país del azúcar no habría atacado con tanta

facilidad al país de los pescadores.

Pero es muy difícil crear esta policía mundial. A los países les cuesta mucho ponerse de

acuerdo. Entonces, para construir la paz, inventan otros medios.

Para construir la paz,

los dirigentes de los países hablan entre si

Cuando las personas no consiguen resolver un problema hablando, entonces se pelean. Pero si

siguen hablando, no pueden darse puñetazos a la vez. En el caso de los países, es parecido.

Declarar la guerra es dejar de hablarse. La guerra es un bloqueo total de comunicación en

medio de un problema. Los países se dicen que no tienen elección: para solucionar el

problema, solo queda la guerra.

Cuando los jefes de los países hablan entre sí, explican lo que quieren, e intentan comprender

lo que desean los otros, no pueden estar lanzándose bombas a la vez.

Para mantener la paz, los dirigentes de los países tienen que continuar hablando, incluso

cuando no tienen ningún problema que resolver y todo va bien. Así se conocen mejor y

descubren intereses comunes.

Incluso pueden hacer cosas juntos. Cosas que no tendrían éxito si cada uno las hiciera por su

cuenta: descubrir nuevos medicamentos para curar mejor a las personas que padecen

enfermedades graves, luchar contra la contaminación que invade el planeta, salvar a los

animales que están en peligro de extinción como las ballenas o los elefantes... Los habitantes

de esos países también hablan entre ellos. La gente viaja, los países no están tan aislados como

antes. La gente descubre cómo viven los demás, sus lenguas, sus costumbres, los colegios de

Page 12: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

diferentes países hacen intercambios... Cuando las personas tienen amigos en muchos países,

se esfuerzan mucho más en no ir a la guerra.

Los países hacen como las personas: no olvidan que la paz se construye. Por tanto, se

organizan para hablar entre ellos lo más posible. Pero esto no siempre es suficiente. Hablar no

siempre funciona, por lo que las personas utilizan también otros medios para construir la paz.

Para construir la paz, los países preparan la guerra

Los países quieren evitar la guerra, pero siguen fabricando armas. Su idea es llegar a ser tan

fuertes que nadie se atreva a atacarlos. Es muy peligroso atacar al campeón del mundo de

kárate, y también es peligroso atacar a un país armado hasta los dientes, que tiene inmensos

ejércitos, centenares de aviones para lanzar bombas...

Se ha dado un nombre a este método para mantener la paz: lo llaman «equilibrio del terror» o

«disuasión».

La disuasión consiste en mostrar al otro que atacar sería de locos: «disuadirle» de atacar.

Un perro que vigila una casa está practicando la disuasión: un ladrón intenta entrar en

la casa, y el perro no necesita atacar; solo tiene que ladrar, gruñir, enseñar los

dientes. Entonces el ladrón, muerto de miedo, sale corriendo.

Los países también enseñan los dientes: muestran sus armas, su poder, y los demás se quedan

tranquilos.

No todos los países pueden ocupar el lugar del más fuerte. Por eso, intentan ser amigos de los

países más fuertes y hacen lo que se llaman «alianzas»: si un país enemigo los ataca, sus

amigos de la alianza los defienden. Entonces todo el mundo se da miedo, nadie combate y hay

paz.

Pero la disuasión es un método de paz frágil. De hecho, eso se llama «equilibrio»: si un país

inventa un arma más potente que las demás, todo se tambalea, y la guerra puede estallar de

nuevo.

Page 13: La guerra y la paz · La guerra y la paz Cuando la fuerza lo decide todo La guerra consiste en hacer uso de la fuerza para obtener lo que se quiere. La fuerza es algo natural que

La disuasión es también un método de paz peligroso. Obliga a los seres humanos a fabricar

armas cada vez más potentes.

Si el ladrón vuelve con diez cómplices, harán falta diez perros guardianes más. Si los

once ladrones vuelven con carne envenenada para matar a los perros, harán falta

guardias para evitar que los perros la coman. Si vuelven con pistolas, los guardias

también necesitarán tenerlas. ¡Y así hasta el infinito! No robarán la casa, pero todo el

mundo se volverá muy peligroso.

Para mantener el equilibrio del terror, los seres humanos no dejan de inventar armas. Y el

mundo se vuelve peligroso. Pero debido a esas armas, las personas se verán obligadas a

reflexionar todavía más sobre la paz.

La paz se construye hoy

A la mayor parte de la gente no le gusta la guerra. Sin embargo, siempre hay guerra en algún

sitio. Y siempre se dice que esa guerra no se podía evitar, que esta vez será la última. Se dice

siempre que se prepara la paz para el mañana. ¿Por qué para el mañana? Se sabe cómo

construir la paz, y hay más personas que quieren la paz que las que quieren la guerra. Pero

esto no es suficiente. Hace falta también comprender que el mejor día para construir la paz es

siempre hoy.

Brigitte Labbé, Michel Puech La guerra y la paz Madrid: SM, 2002