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La guía del huerto para mi balcón

Cultiva Salud Leandro Becerra

INDICE

Introducción al huerto de mi balcón

1. El balcón ideal para mi huerto

2. Las herramientas necesarias

3. Instalando el huerto paso a paso

A) Los recipientes o macetas que se deben usar.

B) Eligiendo la tierra que hay que usar.

C) Semillas o plántulas: Dos opciones para comenzar.

D) Diseño y planificación del macetohuerto

4. El mantenimiento del huerto

A) El riego

B) La rotación de cultivos

C) Mantenimiento y abonado del sustrato

5. Controlando el bienestar de nuestras plantas

A) La falta de nutrientes

B) Las plagas y enfermedades

6. La cosecha



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Introducción

Con esta guía, tenemos una excelente herramienta, básica y fundamental para que dar

los primeros pasos en la instalación y mantenimiento de un huerto en el balcón de

casa, sin tener ningún tipo de conocimiento previo. Se podrá cultivar las hortalizas y

verduras de forma muy sencilla y por supuesto, de forma ecológica. Los alimentos

obtenidos serán de calidad que irán directamente del huerto al plato.

Esta guía es fundamental para comenzar a realizar un huerto en el balcón de casa. No

debemos pensar en no ser capaces de realizarlo o si no hay tiempo para dedicarle, no

importan estas cosas. No importa del tiempo disponible ni del grado de implicación.

Una vez instalado, no se le dedicará prácticamente mucho tiempo. Tan solo, de vez en

cuando habrá que tener en cuenta su mantenimiento.

Hay que pensar cultivar aquellas hortalizas que sean más de nuestro agrado o más

apropiadas a nuestros gustos. Podemos concentrar los esfuerzos en alimentos

complementarios para las comidas como los ajos, o bien en "básicos" como las patatas

o las cebollas. O tal vez alimentos indispensables en nuestras ensaladas como las

lechugas o las coles. Y por supuesto, también en frutas como las fresas.

También hay multitud de plantas aromáticas que son facilísimas de cultivar y tienen

distintos usos como condimento en comidas, para ensaladas o para infusiones, como

la menta, el romero, la hierbabuena, etc. Se pueden cultivar al lado de las hortalizas y

verduras, o incluso en los mismos recipientes o macetas que éstas.

Hay cultivos más delicados o complicados de cultivar que otros. No debemos

preocuparnos, porqué aprenderemos a cultivar de forma tan sencilla, que se puede

decir que se cultivan solos.

La gran Razón de tener un huerto en el balcón.

Cada vez, más personas son conscientes de que muchos de los alimentos que

tomamos no son nada saludables debido al impacto que ejercen los productos

químicos empleados en la “agricultura convencional”, y que además ejerce un fuerte

impacto sobre el medio ambiente, ya que estos productos contaminan los suelos

empleados para la agricultura.

De lo contrario, si cultivamos de diferente forma, sin emplear ningún producto

químico, estaríamos protegiendo el medio ambiente y nuestra propia salud.



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Por tanto, el cultivar por nosotros mismos, obtendremos:

- Verduras, hortalizas y frutas libres de productos químicos que dañan nuestra

salud.

- Alimentos con su sabor autentico.

- Alimentos totalmente naturales y no manipulados genéticamente

(transgénicos).

- Un ahorro económico domestico ya que se evitan los elevados costes de

manipulado, distribución, beneficios, etc.

Por tanto, por todas estas razones, he decidido escribir esta pequeña guía para que

aprendas a tener un huerto en tu balcón, siendo esta de gran ayuda en tu vida.

Quiero que estés San@!

Leandro Becerra.



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1. Eligiendo el balcón ideal para mi huerto

A la hora de decidir dónde ubicar el huerto en casa, surge la primera duda bastante

común entre nosotros: ¿cuánta luz necesitan nuestras plantas?

A la hora de decidir una ubicación es importante saber que las hortalizas y verduras

necesitan bastante sol para vivir. Esto es de manera general, pero no todas estas,

necesitan de mucha luz para crecer bien, aunque sí son la mayoría.

Lo ideal, es encontrar ese balcón, con una orientación expuesta al sol la mayoría de las

horas del día. Si nos encontramos en el hemisferio norte, es conveniente la orientación

sur, sudeste o suroeste. Si nos encontramos en el hemisferio sur, la orientación más

expuesta al sol es la norte, nordeste o noroeste. Así, el balcón recibirá la mayor

cantidad de horas de sol y se pueden cultivar todas las hortalizas y verduras.

Otra duda bastante común es saber cuántas horas de sol necesitan nuestras plantas

para desarrollarse en perfectas condiciones. Lo ideal es observarlas si se cultivan bien

con el tiempo. De forma general, lo ideal es un lugar donde reciban la mayor cantidad

de horas de sol posibles.

Cómo regla general las hortalizas necesitan un mínimo de 4 a 6 horas al día, y lo ideal

serian 8 o 9 horas.

Con el tiempo y la experiencia que vayas adquiriendo, sabrás que plantas se adaptan

mejor al lugar donde tienes tu huerto.

Trucos para tener buena luz en el balcón:

- Aunque sea un lugar de bastante sol, observa que no existan árboles, edificios u

otros elementos que dé sombra al balcón, y que evite así la perdida de horas de

sol.

- Si tu balcón no tiene mucho sol, una forma de aumentar la luz en él, es pintar

las paredes de blanco.



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Otra duda que aparece cuando nos solemos plantear hacer un huerto en el balcón es

el espacio. Nos preocupa saber antes de nada, si el espacio del que disponemos es

suficiente para cultivar.

La respuesta es clara: aunque el espacio sea muy pequeño, se puede tener el placer de

tener un huerto pequeño. Esto es posible a que tanto hortalizas, vegetales o incluso

plantas aromáticas, necesitan un espacio para sus raíces equivalente al volumen que

ocupa en el exterior la planta. Por ejemplo, una lechuga, necesitará el mismo espacio

para sus raíces que sus hojas.

Si existe poco espacio, hay que cultivar plantas de pequeño porte, aprovechando

totalmente el espacio. Por ello, es importante estudiar bien el espacio disponible para

saber qué tipo de recipientes y su tamaño se pueden usar.

Es importante el uso de recipientes adecuados en cuanto a tamaño, para que los

cultivos puedan crecer de forma adecuada y así dar los mejores frutos posibles, ya que

así sus raíces podrán extenderse todo lo que deben y por tanto dejará de crecer la

parte exterior.

Es aconsejable comenzar a dar los primeros pasos con la creación del huerto con

recipientes pequeños, cultivando hortalizas y verduras de porte pequeño o mediano

(como lechugas, espinacas, rábanos, etc.).

Es sorprendente la producción que una sola planta de hortalizas o verduras puede

ofrecernos.

Trucos para administrar bien el espacio en el balcón:

- Dejar el espacio que cada planta necesita (más adelante lo veremos).

- En maceteros alargados y estrechos, deberás de dejar aún más separación, ya

que el volumen quedará reducido para cada planta.

Además de las incógnitas de luz y espacio, podríamos hablar de otros factores que

también hay que tener en cuenta a la hora de hacer un huerto en el balcón:

- Tener buena accesibilidad para poder visitarlo con frecuencia.

- Que sea resistente esa zona para la carga de recipientes con sustrato y plantas.

- Que no exista riesgo ni peligro a la hora de llevar su mantenimiento.



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2. Las Herramientas necesarias

Las herramientas que se necesitarán para cultivar en nuestro balcón serán:

- Una pequeña pala para los trasplantes y para las mezclas del sustrato.

- Unas tijeras de podar, para podar y recolectar los frutos sin dañar la planta

- Una regadera para regar de forma suave las plantas.



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- Un pulverizador y vaso dosificador para tratar las plagas y enfermedades.

- Unos guantes de protección para las manos, para evitar ensuciarse las manos y

evitar contagios de enfermedades.

- Una lupa para identificar las plagas y/o enfermedades.

No son muchas las herramientas que se utilizan. Con estas es más que suficiente para

comenzar y adquirir una muy buena experiencia cultivando en el balcón.



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3. Instalando el huerto paso a paso

A. Los recipientes o macetas que se deben usar.

Como ya hemos visto anteriormente, el espacio, y más concretamente el volumen que

cada planta necesita es diferente, por tanto dependiendo de lo que quieras cultivar, así

deberá de ser el recipiente. Las plantas necesitan que su parte radicular sea

proporcional al tamaño que alcanza la parte aérea. Por tanto, dependerá del cultivo

que queramos cultivar para saber qué tipo de recipiente debemos tener.

De forma general los recipientes los vamos a dividir según para que tipo de planta sea:

Recipientes profundos (40-50 cm de profundidad): Plantas de fruto (tomates,

calabacines, pepinos, etc.) y plantas aprovechables por sus raíces (patatas, zanahorias,

endivias, nabos, rábanos,…)

Recipientes poco profundos (menos de 40 cm de profundidad): Plantas donde se

aprovechan sus hojas (lechugas, acelgas, berros, perejil, …)



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Existen diversos tipos de recipientes o macetas, pero te aconsejo que comiences con

recipientes de plástico, que son baratos y así puedes comenzar a experimentar con tus

plantas.

Además de recipientes de plástico, podemos encontrarnos de barro, de madera, de

piedra o incluso podríamos usar mesas de cultivo, aunque para esta última necesitarás

disponer de un balcón muy grande y que resista mucho peso.

Incluso usando recipientes reciclados, como pueden ser el recipiente de un yogur,

botellas de plástico de agua, etc.



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B. Eligiendo la tierra que hay que usar.

Para cultivar en el balcón y con macetas, es necesario el uso de sustrato. La función del

sustrato es sostener las raíces de las plantas, permitir la respiración de las raíces,

favorecer la vida microbiana en el mismo, y por supuesto alimentar a nuestras plantas.

Por tanto, es importante que nuestro sustrato cumpla una serie de características:

- Que posea una porosidad elevada para favorecer el crecimiento de las raíces.

- Una alta aireación que permita eliminar el excedente de agua y aportar aire a

las raíces.

- Una correcta retención de agua para que no se seque demasiado rápido.

- Que contenga un correcto PH (factor de acidez) para el cultivo de hortalizas y

verduras (entre 6 y 7).

- Que almacene bien los nutrientes para que aporte a corto y largo plazo.

- La máxima ligereza posible para no sobresaturar el peso de nuestro balcón.

- Un correcto aporte de nutrientes de forma natura, completa y en equilibrio

Tipos de sustratos:

- Inorgánicos: Turba, fibra de coco, perlita, vermiculita, etc.



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- Orgánicos: Compost, humus de lombriz, etc.

Cualquiera de estos tipos de sustratos podrás adquirirlos en cualquier tienda de

jardinería y horticultura. Busca siempre los ideales para la horticultura ya que algunos

sustratos son más específicos para plantas ornamentales y otros usos.

Una buena recomendación es la de fabricar el sustrato por nosotros mismos, ya que es

más económico. Las mezclas recomendadas son dos principalmente:

- 60% de fibra de coco + 40% de humus de lombriz.

- 60% de fibra de coco + 40% compost

La fibra de coco es un material inerte que no tiene ningún nutriente, pero es muy

poroso y esponja el sustrato con lo cual facilitaremos la aireación, y además pesa muy

poco. Y los nutrientes los encontramos en el humus de lombriz y en el compost.



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C. Semillas o plántulas: Dos opciones para comenzar.

Una vez que ya sabemos todo lo que necesitamos, o incluso sin tener aún los

recipientes, es el momento de decidir que vamos a cultivar. Lo ideal es que si somos

principiantes, nos acerquemos a tiendas de horticultura y jardinería para ver que nos

pueden ofrecer para plantar en la época del año en la que estemos.

Una vez en la tienda podrás ver que tendrás dos opciones para poder cultivar:

Por un lado, podremos comprar directamente las semillas de una planta. Estas semillas

se suelen vender en sobres de semillas comerciales o bien en bolsas como semillas

naturales. Sinceramente, te recomiendo que intentes buscar semillas naturales, ya que

son autóctonas y por tanto se adaptan mejor a tu zona. Si decidimos comprar semillas

comerciales, procura que sean semillas ecológicas ya que así evitamos comprar

semillas que son tratadas con productos químicos para su conservación.

Si optamos por esta opción, hay que saber que es muy recomendable germinar las

semillas en pequeños recipientes (por ejemplo un yogur) o semilleros (que venden en

las tiendas de jardinería), y luego trasplantarlas a las macetas o recipientes definitivos.

Aunque también podríais hacerlo desde un principio en el recipiente definitivo,

dependiendo del tipo de planta e incluso de la época de siembra. En épocas frías lo

ideal es hacerlo en pequeños recipientes y mantenerlos en casa para cuidarlos bien y

que germinen en perfectas condiciones.



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A la hora de realizar las siembras, se puede utilizar el sustrato que se va a utilizar para

cultivar, aunque en las tiendas especializadas te pueden recomendar algún otro

enriquecido y especial para siembras.

Al comprar un semillero o preparar un recipiente para realizar las siembras estos

deben de tener un pequeño orificio en la parte de abajo para evitar encharcamientos.

A la hora de sembrar:

1º) Se rellenan los recipientes o alveolos del semillero con el sustrato al completo

2º) Se siembra una o dos semillas (dependiendo de la especie en el mismo sobre de las

semillas de recomienda) a una profundidad del doble del tamaño de la semilla.

3º) Una vez sembradas las semillas, se rocía la parte de arriba con el pulverizador.

Si mantenemos las condiciones adecuadas de calor y humedad en nuestros semilleros,

conseguiremos que germinen, algunas semillas lo hacen en una semana y otras tardan

unos pocos días más.

Por otro lado, además de semillas, seguramente exista la opción de comprar plántulas

o planteles en la tienda. Estas son ya las semillas germinadas en brotes. Su tamaño

dependerá del tipo de planta. Esta es la forma más fácil y habitual para su uso en un

huerto urbano.



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D. Diseño y planificación del macetohuerto

Una vez que ya sabemos cómo podemos obtener nuestras plantas, planificaremos lo

que deseamos cultivar dependiendo del clima donde nos encontramos, la temporada

(estación del año), las características de la misma planta y teniendo en cuenta el ciclo

de cultivo de cada planta, desde la siembra o trasplante hasta su cosecha.

También tenemos que tener en cuenta las cantidades a plantar de cada especie ya que

es para autoconsumo. Plantaremos poco a poco y escalonadamente para no cosechar

todo a la vez y así comerlas poco a poco. La experiencia será la clave.

A la hora de sembrar las plantas, es fundamental conocer que plantas que pueden

asociarse en los mismos recipientes, para así no competir por el agua, los nutrientes o

incluso la luz.

A la hora de asociar nuestras plantas, es importante hacerlo teniendo en cuenta que

queremos:

- Que no tengan las mismas necesidades.

- Que sean de diferente ciclo de cultivo (las de ciclo corto/medio acaban y

continúan las de ciclo largo).

- De diferente tamaño y así aprovechar bien el espacio del recipiente.



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Por tanto, para conseguir de una forma sencilla y sin necesidad de complicarnos en

nuestro diseño, lo ideal es asociar plantas de familias diferentes e intentando que sean

también de diferentes ciclo.



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4. El mantenimiento del huerto

Una vez ya instaladas las plantas en el huerto, llegó el momento de mantener el huerto

en buenas condiciones para cosechar unos buenos frutos.

Para ello nos vamos a centrar en lo más importante: El riego, la rotación de cultivos y

el abonado.

A. El Riego

La primera e importante labor que hay que llevar a cabo a menudo es el riego.

Debemos regar frecuentemente para mantener la humedad en los recipientes. Hay

que tener especialmente cuidado con esto, ya que al ser recipientes con poca

capacidad (en comparación con el suelo) se agota más fácilmente el agua, por lo que

debemos de estar atentos y comprobar que se mantienen con algo de humedad las

plantas. Vigila posibles marchitamientos por parte de la planta y la humedad del

sustrato, para así tomar la decisión de regar.

No se debe regar en exceso, ya que perdería nutrientes el sustrato. Para ello hay que

observar que salga poca agua por el agujero de la parte inferior del recipiente.

Es importante controlar el momento del riego a lo largo del día:

En épocas frías y templadas, lo ideal es regar por la tarde, incluso se regará un par de

veces nada más a la semana. Sin embargo, en época calurosa es conveniente incluso

dos riegos al día (dependiendo del estado de humedad del sustrato), uno por la

mañana y otro por la tarde. Hay que evitar regar las horas centrales del día.

Un truco: Puedes utilizar un lápiz e introducirlo en el sustrato: Si sale limpio significa

que el sustrato está seco, si sale sucio es que el sustrato está húmedo.

Debemos regar de forma suave, para ello se puede usar una regadera. Pero Nunca se

deben de mojar las hojas y tallos de las plantas. Así evitaremos la aparición de

enfermedades.



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B. La rotación de cultivos

La rotación es una técnica que se emplea a la hora de volver de nuevo a sembrar o

trasplantar cultivos en nuestras macetas o recipientes. Piensa que una vez que

cosechas una lechuga por completo, queda un hueco para cultivar otra planta. En ese

hueco lo ideal es cultivar otro tipo de planta, para así evitar que se agoten los

nutrientes del sustrato y se interrumpe la propagación de plagas y/o enfermedades.

Se puede rotar de diferentes maneras en recipientes o maceteros:

Los cultivos de ciclo corto o medio, como las lechugas o rábanos:

- Rotando por familias.

- Rotando por el aprovechamiento de sus frutos: hojas, bulbos, raíz, fruto, vaina

o grano.

Los cultivos de ciclo largo como son los pimientos o las tomateras, no podrán

realizarse rotaciones en sus recipientes, por tanto deberás de cambiar el sustrato,

puesto que son plantas que exigen bastante en cuanto a nutrientes y por tanto, lo

ideal es volver a utilizar un nuevo sustrato para un nuevo cultivo.

A modo de recordatorio, se muestra de nuevo los diferentes cultivos, sus respectivas

familias y el ciclo que tienen estos.



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C. Mantenimiento y abonado del sustrato

Con el paso del tiempo el sustrato se va compactando y pierde porosidad, por lo que

disminuye la aireación y retención del agua, por lo que afectará a las raíces de la planta

y a su cosecha. Por tanto, antes de volver a cultivar otro nuevo cultivo en un sustrato

ya usado, es conveniente mezclar con un poco de materia orgánica (compost o humus

de lombriz) y remover para recuperar la cantidad y porosidad del sustrato. Además se

volverá a incorporar nuevamente nutrientes.

Por último, es aconsejable aportar algo de materia orgánica de vez en cuando, sobre

todo en la época calurosa y con cultivos de frutos que comemos en verano, como son

el tomate, pimiento, berenjena, calabacín, sandía o melón. Son cultivos que exigen

mucho en cuanto a nutrientes y además, el aumento del riego provoca pérdida de

estos y de las características del sustrato, por lo que es conveniente aportar de vez en

cuando una cantidad suficiente de materia orgánica a los recipientes con dichos

cultivos.



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5. Controlando el bienestar de nuestras plantas

Nuestras plantas pueden sufrir algún tipo de problema, como no crecer

adecuadamente, algún problema en los frutos o el aspecto que el aspecto de la planta

no es el adecuado. Esto quiere decir que está ocurriendo algo en esa planta o plantas.

Puede ser que ocurra que

- Existe una plaga: causada por algún insecto, ácaro u otro animal. Seguramente

se podrá ver.

- Afecta una enfermedad: causada por un microorganismo, bacteria u hongo. No

se podrá ver a simple vista, pero si sus síntomas: manchas de colores,

sequedades en hojas y tallos, polvillos extraños en las hojas, etc.

- Problemas de fisiopatía: el crecimiento no es normal en la planta, debido a la

temperatura, humedad, desórdenes del riego, falta o exceso de abono, etc.

Para saber que ocurre, es necesario hacer un diagnóstico:

1. Comprobación de las hojas y tallos, en busca de manchas, partes podridas,

deformaciones, etc.

2. Observa bien la planta y su entorno: humedad, luz, riegos, abono, el agua, etc.

3. Comprobar si existe alguna plaga. A simple vista se pueden ver: mosca blanca,

pulgones, etc.

Hay que comprobar los tres puntos siempre. Puesto que puede ocurrir que se puedan

dar los tres casos dentro de la misma planta.

Si eres principiante, nunca está de más requerir la ayuda de un experto.

A. La falta de nutrientes

Unos síntomas que pueden producirse y que no son normales en la planta, es la falta

de nutrientes:

- Falta de Nitrógeno: Amarilleo de las hojas más antiguas

- Falta de Fósforo: Colores rojizos o violáceos



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- Falta de Potasio: Puntas quemadas y amarilleos

- Falta de Magnesio: Amarilleo entre los nervios de las hojas más antiguas

- Falta de Calcio: Si las hojas jóvenes tienen amarilleos en los bordes

- Falta de Hierro: Si las hojas jóvenes tienen amarilleos en los nervios

Para estos últimos síntomas, debido a la falta de nutrientes, lo ideal es aportarlo

mediante la materia orgánica, ya que contiene de todos los nutrientes necesarios para

las plantas.

B. Las plagas y enfermedades

Son muchas las plagas que podrían afectar a nuestras plantas. A continuación te

muestro las más importantes y que suelen afectar a un macetohuerto. Además te

explico los síntomas que producen y los remedios que se deben tomar. Todos estos

remedios son productos naturales que recomiendo que adquieras en una tienda de

productos para hortícolas ecológicas.

Pulgón: Puede ser verde o negro. Muy habitual en las hortícolas y verduras. Produce

melaza y unas manchas negras en el tallo y hojas. Las hojas y los brotes se retuercen.

Remedios: Extracto de Nim, Extracto de ajo, Infusión de ortiga, Jabón potásico

Mosca blanca: Produce también melaza. Se puede ver también a simple vista. Vive

cuando las temperaturas son muy elevadas.



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Remedio: Jabón potásico.

Trip: Minúsculo insecto que pica las hojas, flores y frutos. Provoca malformación en

brotes y frutos.

Remedio: Jabón potásico

Orugas: son larvas de otros insectos como la mariposa. El más famoso el gusano de la

col. Que se come las coles y acelgas rápidamente.

Remedios: Extracto de Nim, Bacillus thuringensis



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Araña Roja: Es difícil de eliminar. Aparece en épocas muy calurosas. Provoca la

aparición de manchas amarillentas. No aparece mucho en un huerto en el balcón.

Remedio: Extracto de ajo.

Pájaros: A veces pueden causar molestias. Pueden picotear frutos y hojas.

Remedio: Coloca algunos cds alrededor de las plantas y ya no volverán a molestarte.

Oídio: Enfermedad producida por un hongo. Se le conoce comúnmente como “ceniza”,

ya que aparece como una pequeña ceniza por encima de las hojas.

Remedios: Azufre, Infusión de cola de caballo.



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Mildiu: Enfermedad producida por un hongo que se extiende por el agua de riego y

lluvia. Provoca manchas irregulares, seca hojas, manchas blancas por debajo de las

hojas y también podría llegar a los tallos y los frutos.

Remedios: Infusión de manzanilla, Infusión de cola de caballo.



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6. La Cosecha

Y por fin llegó el momento más gratificante de todos: recoger los frutos cultivados.

Para recolectar los frutos usaremos tijeras o cuchillo; así evitaremos daños

innecesarios en las plantas. Da cortes en seco y limpios.

El color rojo de algunos frutos como el tomate, nos indica la madurez del fruto.

El calabacín, la berenjena y el pepino se recolectan algo inmaduros.

Los bulbos como la cebolla y los ajos se recogen cuando las hojas se comienzan a secar.

Las lechugas, espinacas y otras de hojas se recolectan antes de la floración.

Plantas como los pimientos, judías o guisantes, cuando se cosecha un fruto algo

inmaduro, estimula la producción de nuevas flores y frutos.

Quiero que estés San@!

Leandro Becerra.

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